Fic: El Amor nunca es fácil-No Huyas-Cap. 144

-Creo que esta es la última caja-dijo Blaine cortando con un cuchillo la cinta de embalaje.

-Esto es agotador-se quejó Kurt extendiéndose en el suelo sobre la alfombra que hace unos instantes había colocado.

-Y ni siquiera hemos comenzado a ordenar…

Blaine dio una mirada a su alrededor, montones de cajas llenaban la pequeña sala del que era su nuevo departamento, temprano en la mañana había llegado su cama la cual yacía a medio armar en la que sería su habitación, lo único que estaba ocupando el lugar que debía, era la ropa de Kurt, quien apenas había llegado había comenzado a ordenarla, temiendo que algo se hubiese perdido en el traslado.

-Tengo hambre…-dijo Kurt incorporándose y gateando hasta donde estaba Blaine.

-No deberías hacer eso…

-¿Qué?-pregunto confundido el castaño alzando una ceja.

-Eso…-dijo apuntándolo.

-¿Que hice ahora?-se cuestionó Kurt mirándose a si mismo.

-Kurt… no puedes simplemente arrastrarte sobre la alfombra, con esa camiseta que hace parecer que no llevases nada debajo….-dijo coqueto dándole una sonrisa a su novio.

-Blaine Anderson, ¿ni siquiera puedes esperar a que nuestra cama esté lista para hacer ese tipo de comentarios?

-¿Y desde cuando necesito una cama para decirte lo mucho que me gustas y las ideas que vienen a mi cabeza cuando te veo? Además ¿para esto queríamos nuestro propio lugar no es así?

-¿Para hacerme propuestas indecentes?-dijo divertido el mayor -¿Creí que era para tener nuestro propio hogar?

-Eso también…pero por sobre todo, porque quiero saltar sobre ti cuando quiera, estaba realmente cansado de tener que esperar a que nadie estuviese cerca o a que Rachel y Santana durmieran-susurro lentamente y con una voz grave que erizo los bellos de los brazos del castaño.

-Suenas como un acosador-acuso más provocativo que asustado.

-Es tu culpa, tú me pones así.

Kurt siguió acercándose a Blaine, con una mirada bastante graciosa.

-¿No crees que deberíamos esperar por lo menos a que todo esté un poco más ordenado aquí?-susurro sobre el oído del moreno-¿Para estar un poco más cómodos?

-Esa alfombra se ve realmente cómoda para mí en este mismo instante- respondió con voz sinuosa.

Blaine se acercó a los labios de Kurt y comenzó a besarlo con necesidad, tomo posesivamente al castaño por la nuca empujando su cuerpo sobre el de él, obligándolo a quedar tendido sobre el piso.

-Vamos a arruinar esta alfombra…-gimió Kurt al separar sus labios de los de Blaine mientras éste comenzaba a besar su cuello.

-Costos de inauguración…

-¿Costos de inauguración?

-Si-dijo respirando sobre el cabello de la nuca de Kurt –Estamos inaugurando la sala, siempre hay “bajas” en las inauguraciones.

-¿Habrán más “bajas” durante los próximos días?

-Claro, tantas bajas como habitaciones o espacios libres hayan  en este lugar.

-Creo que mejor seguimos ordenando-rio Kurt enredando sus piernas alrededor de la cintura del moreno.

-¿Ordenando contigo enrollado alrededor de mi cintura?

-Deberías saber que mi cuerpo en ocasiones hace cosas que mi mente no quiere…

-¿Tu mente entonces no quiere que la pasemos bien un rato?

-Está gritándome que te deje hacerlo… pero…

-Pero nada, tenemos por lo menos tres horas antes de que llegue Santana y Rachel a ayudarnos, así que no te dejare ir.

-¿Y si aparecen antes?

-Simplemente no abrimos y listo… ¿recuerdas que estamos en nuestra casa? ¡Tenemos puertas!

-Benditas puertas.

Blaine volvió a su labor quitándole el diminuto pantalón rojo que Kurt llevaba puesto, dejando pequeños mordiscos a lo largo de las piernas del castaño.

-Más te vale no dejar marcas…

-No te preocupes, dejare marcas solo donde nadie pueda verlas-se burló el menor quitándose su propia camiseta.

Blaine volvió a atacar los labios de Kurt, quien solo envolvió sus brazos alrededor del cuello de su novio, comenzando luego a recorrer con la yema de sus dedos cada curva que se marcaba en la espalda del otro, Blaine por su parte luchaba contra el broche de su pantalón, lo que provocaba un ritmo descompasado de su propia respiración, cosa que parecía agradar en demasía al castaño.

-¿Necesitas ayuda con eso?-pregunto Kurt jalando con cuidado el cabello de Blaine  para encontrarse con su mirada mientras con su mano libre descendía por el abdomen del moreno para luego introducirla bajo su pantalón.

-No creo que desde ahí puedas ayudar mucho…-dijo cerrando los ojos al sentir el contacto de la mano de su novio.

-¿Estás seguro?-pregunto el castaño rodeándolo y acariciándolo con lentitud mientras lamia cadenciosamente el lóbulo del oído del menor.

-¡Hey chicos, sabemos que están ahí!-dijo una voz conocida desde fuera del departamento.

-Esto no puede estar pasando…-dijo con frustración el moreno apoyando su cabeza sobre el hombro de Kurt quien ahogo su risa sobe el cabello de su novio -Pareciera que lo estas disfrutando-dijo con voz dolida y un poco divertida mirándolo de reojo.

-Te lo dije, las conozco mejor que tú y estoy seguro que ellas huelen cuando nosotros intentamos tener algo de privacidad.

-Y disfrutan arruinarlo ¿no es así?

-Eso parece…

-Y si guardamos silencio unos instantes, ¿crees que se vayan?

Kurt lo observo con una sonrisa torcida, conociendo perfectamente lo que ocurría en la mente de su novio.

-Es cierto, Santana sería capaz de abrir la puerta con un gancho para el cabello, sabe que estamos aquí…-dijo respirando pausado intentando hace que los latidos de su corazón retomaran un ritmo normal.

-Te compensaré esta noche-prometió Kurt quitando su mano del interior del pantalón del moreno y besándolo suavemente en los labios antes de dar un par de golpecitos sobre su trasero para hacer que se quitara de encima de él.

-¿No podías tener amigas normales?-pregunto extendiendo su mano para ayudar a que el otro se pusiese de pie.

-¡Oye! No digas eso, ellas son tan normales como yo…-respondió un poco ofendido volviendo a ponerse sus pantalones.

-Eso es cierto…-suspiro colocando una cara de pocos amigos y recibiendo un golpe en el brazo como respuesta.

-Hola muchachas… no las habíamos escuchado-se disculpó Blaine abriendo la puerta siendo empujado por ambas mujeres quienes entraron si siquiera saludar.

-¿Saben cuánto tiempo llevamos esperando allá afuera?-reclamo Santana cruzándose de brazos.

-¡Santo cielos Kurt! ¿Llevas a algo debajo de eso?-chillo Rachel cubriendo sus ojos y apuntando a la camiseta extra larga que llevaba puesta Kurt.

-Vamos Berry, no es como si nunca hubieses visto lo que sea que Lady Hummel esconde “ahí abajo”.

-¡Santana!

-¿Qué? Es cierto, supongo que tienes tus partes de niño ahí ¿o no?

Kurt enrojeció con las palabras de su amiga-Definitivamente debí buscar amigas normales-bufó.

-Podrían hablar menos y ayudar más por favor…-intervino Blaine quien apenas y había sido notado por las jóvenes.

-Mira Anderson….-dijo Santana dándole una mirada de pies a cabeza al joven- Un momento… ¿Los interrumpimos en algo importante no es así?-hablo con voz ladina la latina sonriendo ampliamente, disfrutando el momento.

-¿Los interrumpimos?-repitió Rachel mirándolos a ambos.

-C-Claro que no…-tartamudeo.

-¿Me explicas entonces, la ausencia de camiseta de Blaine, tu cabello despeinado, la marca en tu cuello y el pantalón abierto y sospechosamente abultado de Anderson?

Blaine de inmediato se giró intentando ocultar las señales que lo delataban.

-¡Lo sabía!, es mi tercer ojo mexicano… nunca se equivoca en este tipo de cosas…-dijo con suficiencia y orgullo Santana dándole un codazo a Rachel quien los miraba divertida.

-Debimos mudarnos al otro lado del país-gruño Kurt dándoles una mirada de odio a sus amigas.

-Te lo dije…-susurro Blaine-permiso, voy a…

-Claro Anderson, entendemos… puedes ir a solucionar tu “asunto”-se burló la latina haciéndole un gesto con la mano para que se retirara.

-Ustedes dos me la van a pagar-dijo furioso el castaño caminando hacia una de las cajas que aun yacían amontonadas en la esquina de la sala y comenzando a sacar cosas de su interior.

-Vamos Lady Hummel…

-¡No me llames así!

-Ok, ok…. Tal vez fuimos un poco inoportunas, pero…

-¿Inoportunas? ¿Solo ese es el problema según tu Santana?

-A alguien le hace falta terminar “su asuntito”…ahora está de mal humor.

Rachel tomo el brazo de la latina intentando detener las palabras de su amiga, Kurt estaba perdiendo la paciencia, lo podía ver en sus ojos.

-Perdónanos Kurt, si quieres mejor nos vamos, creo que eso sería lo mejor-dijo la morena comenzando a arrastrar a Santana de la blusa.

-De qué hablan… ya están aquí, ya nos interrumpieron y ya me hicieron molestar, ahora por lo menos tengan la decencia de ayudar a ordenar un poco.

Rachel sin decir nada, dejo su bolso en el suelo y comenzó a moverse por todo el lugar recogiendo las cosas importantes y dejándolas sobre los pocos muebles que había.

-Perdón por lo de hace un rato…-dijo Santana tocando la puerta del baño donde el moreno se había encerrado hacia un minuto.

-No hay problema-susurró sin siquiera mirarla al salir.

-¿Por qué siempre son tan melodramáticos?-reclamo cruzándose de brazos.

-¿Porque ustedes siguen arruinando cada momento?

-Oye Anderson, no digas eso, déjame recordar que con Berry en más de una ocasión hemos arreglado alguna de las estupideces que ustedes han hecho…

-Lo sé, y les agradezco, pero deberían entender que con Kurt estamos solos ahora, es decir, este-dijo apuntando a su alrededor-es “nuestro” lugar, no el suyo, solo les pido un poco de respeto.

-Ok… le diré a Berry que se comporte mejor la próxima vez.

-¿Tu nunca cambiaras no es así?

-Eso espero, soy realmente adorable, ahora será mejor que volvamos con los otros dos o creerán que te estoy ayudando con tus “asuntos”

-¡Por dios Santana, eso es asqueroso!

-Lo mismo digo…

-¡Hemos llegado!-anuncio Santana dando un par de aplausos que recibieron como respuesta solo un par de miradas incomodas.

-Vamos, ¿aun estás enojado?-pregunto la latina alzando los brazos en dirección a Kurt.

-¿Quieres que este feliz acaso?

-No sería malo, ya sabes… dejaras el departamento con mala vibra si sigues con esa actitud…

-¿Y una sonrisa para mí?-dijo Blaine acercándose y tomando el rostro de Kurt entre sus manos-Creo que ya es tarde para pedir reembolso por este par de locas…tendremos que quedarnos con el producto defectuoso.

-Disculpa, pero aquí la defectuosa es Santana-exclamo Rachel apuntando hacia el otro lado de la habitación.

-Mejor sigamos ordenando…

Casi una hora más tarde el lugar comenzó a tomar forma, Rachel y Santana habían llevado un par de regalos para la pareja, entre los cueles estaba una pequeña pecera en cuyo interior había una enorme estrella dorada.

-Es para su mascota, seguramente le gustara.

-Gracias muchachas, Doris ya tiene hogar…-dijo Blaine recibiendo el regalo y llevándolo a la cocina para llenarlo de agua.

-Un momento… ¿quién rayos es Doris?-exclamo Santana sin entender absolutamente nada - ¿Y para que le pones agua si aún no tienen el pez?

-Doris es nuestro pez y lo del agua es simbólico…-respondió el moreno alzando los hombros y colocando la pecera cerca de la ventana.

-Ok muchachos… nosotras nos vamos-dijo Rachel dando un vistazo a su alrededor y viendo que ahora el lugar comenzaba a lucir realmente como una casa.

-Pensé que se quedarían a comer algo.

-Claro que no, tenemos mejores cosas que hacer que pasar tiempo con ustedes, además supongo que quieren terminar lo que Berry interrumpió…

-¿Lo que yo interrumpí?-pregunto ofendida Rachel arrugando el ceño.

-Claro… deberías ser más considerada, mejor toma tus cosas y vamos, te invito a un trago.

-¿Creí que teníamos que trabajar?

-Siempre bebo un poco antes del trabajo, ya sabes que no es sencillo soportar a todos esos tipos que creen que coquetear y hacer propuestas indecentes es parte del servicio que presta el restaurante.

-Ok… que tengan una linda primera noche-se despidió Rachel besando en la mejilla a cada uno de sus amigos.

-Gracias…

-Adiós Anderson… Lady Hummel, compórtense, quiero tener un lugar donde sentarme sin tener la sensación de estar sobre su lecho de amor.

-¡Santana!-grito Kurt enfadado.

-Solo decía…

Ambas jóvenes salieron del departamento dejando un silencio abrumador en el lugar.

Los muchachos decidieron comer algo liviano e ir a dormir, estaban agotados, definitivamente su “Inauguración” tendría que esperar por lo menos hasta haber tenido un par de horas de sueño.

-Creo que estamos solos…-suspiro Blaine mirando la oscuridad a su alrededor, la habitación estaba realmente silenciosa.

-Es extraño, porque en realidad estamos los dos, así que en teoría no estamos solos…

-Sabes a lo que me refiero…

-Sí, ya me había acostumbrado a tener a ese par de locas gritando y peleando todo el día a nuestro alrededor.

-Siento como si recién ahora estuviese iniciando mi vida independiente-hablo Blaine acariciando la mano de Kurt bajo las sabanas.

-Llevas más de un año de vida independiente…

-¡Claro que no! cuando llegue ustedes ya eran algo así como “viejos” en el lugar, así que era más bien como pasar una temporada segura fuera de casa-suspiro-Ahora, ambos estamos partiendo de cero, sonara tonto, pero es como si de verdad recién me hubiese mudado a NY.

-Pero conociendo todo el lugar-añadió Kurt riendo-por cierto, obviare eso de “viejos”.

-Perdón, es un poco absurdo.

-Claro que no, justo así me sentía cuando nos mudamos con Rachel, es extraño, como haber sido abandonado.

-¿Puedo ser sincero?-dijo acomodando su brazo bajo su cabeza y girándose para observar de frente a su novio.

-Siempre.

-Estoy un poco asustado…-dejo salir bajando la mirada un tanto avergonzado.

-Tengo un bate de beisbol al lado del closet, si es nuestra seguridad lo que te preocupa.

-No me refiero a eso-dijo riendo el moreno-¿Qué tal si las cosas no funcionan…?

-Es nuestra primera noche y ¿ya estás pensando en eso?

-Me refiero, ¿y si te aburres de mí? De mi ropa tirada en el baño, ¿si mato accidentalmente a nuestra futura mascota, si olvido hacer la cena, si invito a mis amigos, olvido avisarte y quieres arrancarme la cabeza?

-Blaine, ¿hasta cuándo vas a pensar que algún día querré deshacerme de ti?

-No lo sé…

-Bueno, te diré, nunca me aburriré de ti, de tu voz cantando cuando te duchas, o cuando caminamos por la calle y te detienes escuchar una canción que suena en alguna tienda, recogeré cada prenda que en algún momento tires, y te la arrojare directamente en la cara hasta que aprendas, si accidentalmente matas a nuestra futura mascota, supongo que tendremos que buscar otra, si olvidas la cena, te obligare a que me invites a comer afuera, tus amigos también son mis amigos, así que nunca me molestara que nos visiten, y créeme, jamás podría siquiera pasar por mi mente arrancarte la cabeza, gran parte de las cosas que amo de ti, están reunidas casi peligrosamente ahí, tus ojos, tu sonrisa, tus labios …

-Mi irresistible cabello…-agrego divertido el moreno.

-Sí, también tu irresistible cabello.

-Ok, ¿entonces puedo estar tranquilo?

-Absolutamente, lo cual no significa que puedas dejar crecer tu barriga o volverte un perezoso.

-Creo que puedo prometer no hacer eso.

-Más te vale.

-Siempre has sido tan superficial Kurt-bromeo el moreno.

-Que puedo decir, amo tu cuerpo-respondió besándolo en los labios.

-¿Si?

-Claro, ¿tienes alguna duda después de tanto tiempo?

-Creo que cobrare la promesa que me hiciste esta tarde…

-¿De qué promesas estás hablando?

-No te podrás escapar de mi ahora…-susurro justo sobre el oído del castaño dejando escapar su aliento cálido provocando un escalofrió en todo el cuerpo de su novio.

-Pensé que estábamos cansados…

-Correcto “estábamos” .

-En un ágil movimiento Blaine salto sobre el cuerpo de Kurt, quien lejos de  alejarse, se acomodó para recibir gustoso el peso de Blaine sobre su cuerpo.

-¿Esta vez nadie nos interrumpirá?

-Eso espero, son más de las 11 de la noche, no creo que haya gente que haga visitas a esta hora.

Kurt atrajo a su novio jalándolo de la camiseta y lo beso profundamente, enredo sus dedos en el cabello cada vez más largo de Blaine.

-No sabes cómo me gusta poder jugar con tus risos.

El moreno torció la cabeza provocando que Kurt le diera un pequeño jalón-No sabes cómo me gusta que juegues con ellos-dijo antes de volver a los labios de su novio, quien lo esperaban ansioso.

Blaine tomo las muñecas del mayor colocándolas por sobre la cabeza de éste, comenzando a recorrer con toda la calma que le otorgaba estar en un lugar donde no podían ser interrumpidos el cuello del muchacho, se acomodó casi indecorosamente sobre las caderas de Kurt, provocando una fricción que hizo a ambos soltar un pequeño gemido, el moreno soltó una de las muñecas que tenía prisionera y con su mano libre levanto la camiseta del castaño, lenta, casi dolorosamente hasta hacerla pasar por sobre la cabeza de este y utilizándola para inmovilizarlo sin la necesidad de mantener ocupadas sus manos.

-Creo que eres mi prisionero ahora-susurro seductoramente masajeando con ambas manos el pecho desnudo del castaño quien se arqueo al contacto.

-¿Debo tener miedo acaso?-pregunto divertido Kurt.

-¿Te das cuenta de que estas acabando con todo el ambiente seductor que estoy creando?-pregunto Blaine fingiendo seriedad.

-Perdón, mi culpa…déjame intentar de nuevo.-Hare lo que desees, pero no me hagas daño-dijo dramáticamente girando su cabeza hacia un costado y cerrando fuertemente los ojos.

-Estas en problemas Kurt, nadie se burla de mis técnicas de seducción.

-Vamos Blaine, te conozco, sé que tienes mejores trucos para seducirme.

-¿Trucos?

-Perdón… ¿técnicas?

-Estas acabando con toda la pasión Kurt…

-Déjame enseñarte…-dijo el castaño divertido-Solo dame un poco de espacio, acuéstate…

Blaine se tiró a su lado en la cama.

-Boca abajo Blaine…

-¿Que planeas hacer?

-Demostrarte un par de cosas, hazme caso, solo relájate.

Blaine le hizo caso, después de todo disfrutar de los juegos de Kurt siempre había sido de sus placeres preferidos.

-¿Y?...

-Solo debes guardar silencio, ya te dije, relájate, cierra los ojos y disfruta.

Blaine siguió las órdenes, respiro profundo y cerro sus ojos.

Kurt se colocó sobre Blaine, a la altura de sus caderas, pero ni siquiera lo toco, solo se quedó ahí, a unos centímetros de su cuerpo, Blaine se removió bajo él en busca de algo de contacto.

El castaño apoyo su brazo izquierdo a un costado del torso del moreno para darse soporte, lentamente hundió su otra mano en el cabello de Blaine, comenzando a masajear en círculos.

-Mmm…-se removió el moreno esbozando una pequeña y complacida sonrisa.

Kurt siguió haciendo suaves movimientos, luego de unos instantes en que noto como el cuerpo de Blaine se relajaba completamente se apoyó sobre sus caderas, y sin dejar de acariciar el cabello del muchacho metió su mano libre bajo la camiseta que aun cubría el torso de Blaine, comenzó a dibujar con la yema de sus dedos los mismos patrones que estaba haciendo en su cabellera, recorrió sus costados, de arriba abajo, con calma, apenas tocando, lentamente se acercó y beso su cuello en cada parte que quedaba expuesta, unos instantes más tarde dejo libre el cabello de Blaine y comenzó a quitarle la camiseta, sin prisa, como si fuese un pequeño niño al que no quería despertar.

Una vez despojado de la prenda, Kurt enfoco su atención en la espalda baja del moreno, ejerciendo presión desde el centro hacia los costados con sus dedos pulgares, luego se dirigió hacia sus brazos que yacían dando apoyo a la cabeza del moreno, delineo cada línea que marcaban sus músculos, destensándolos con cada toque.

-Esto es delicioso, pero harás que me quede dormido-susurro el moreno sin siquiera abrir los ojos intentando mantenerse en esa nebulosa en la que se encontraba.

-No necesariamente-le susurro tomándolo de los hombros y obligándolo a voltearse.

El castaño se reclino sobre él, dejando apenas unos centímetros entre sus cuerpo, se acercó a sus labios y respiro sobre ellos, luego deslizo su lengua sobre la piel húmeda de su cuello.

-¿Que ocurrió con eso de quedarse dormido?-pregunto Kurt acomodándose sobre las caderas del moreno, que repentinamente parecían haber cobrado vida.

Blaine se removió perezosamente sintiendo el contacto del cuerpo de Kurt, estaba relajado, pero extrañamente excitado.

-¿Que me hiciste?-pregunto el menor sonriendo.

-Solo te demuestro el poder de la relajación, y por supuesto, lo que puedo provocarte de una manera completamente inocente.

-Hace mucho dejaste de ser inocente Kurt Hummel.

-Gracias por eso-le respondió hundiéndose en un beso profundo, el castaño tomo posesivamente el rostro de su novio  intensificando aún más la sensación, lentamente apoyo todo su peso sobre el cuerpo del moreno, quien lo envolvió en un abrazo necesitado, acariciándolo, rasguñándolo comenzando a respirar pesada y arrítmicamente, como si su cuerpo exigiera mas.

Blaine deslizo sus manos más abajo, metiéndolas dentro del pantalón del pijama del castaño, empujándolo contra el vaivén de sus propias caderas.

-¿Estamos seguros de que esta vez nadie nos interrumpirá no es así?-pregunto el menor mientras se deshacía del pantalón de Kurt.

-Ya te dije que eso es imposible.

-No sé si esta vez podría detenerme-dijo moviéndose rápidamente para quedar sobre el cuerpo del castaño-Y no me importaría que nos encontraran en estas condiciones.

-¿Quién eres tú y donde dejaste a mi Blaine?

Blaine termino de desnudarse y ataco directamente el cuello de su novio.

-Sabes perfectamente que solo yo puedo hacer esto, dime si sigo siendo yo-alcanzo a decir antes de comenzar a descender hasta el vientre de Kurt, lamiendo y besando indecorosamente.

-Solo tu Blaine…-soltó en medio de un gemido el mayor agarrándose fuerte del cabello del moreno, quien siguió en su labor, cada vez más apasionado.

Blaine descendió hasta el hueso de la cadera de Kurt quien comenzaba a soltar palabras sin mucha coherencia.

-Hueles delicioso-susurro sobre la piel de su novio, hecho que provoco que una corriente corriera a lo largo de la espalda del muchacho.

-No puedo creer que ya llevemos casi tres meses viviendo solos-dijo Kurt revisando las repisas de la biblioteca.

-¿Te has llevado alguna sorpresa?-pregunto descuidadamente Rachel mientras pasaba las hojas de un libro de partituras.

-Miles, la mayoría de ellas buenas.

-Ok… ¿eso significa que hay cosas que no te gustan de Blaine? Esto es algo nuevo-rio divertida la muchacha dejando de lado su libro y colocando toda su atención en su amigo.-Cuéntame... ¿hace algo desagradable?

-Claro que no… son pequeñas cosas, nada realmente importante, ya sabes, puede ser tan desordenado en ocasiones, pierde absolutamente cada papel importante que llega a sus manos…

-Creí que era organizado, creí que había aprendido algo de toda tu obsesión casi psicótica por el orden.

-¿Tú también? ¿Por qué todos creen que tengo algún tipo de trastorno con eso del orden?

-Kurt Hummel, ordenas tu ropa como si se tratara del guardarropas de la reina, ni siquiera mencionare tus revistas y tus artículos de baño.

-Bueno, si yo no hiciera esas cosas, créeme que estaría desaparecido en medio de la sala del departamento entre las cosas de Blaine.

-Ok… creo que exageras.

-Puede ser, de todos modos son cosas con las que puedo vivir, además poniendo todo en la balanza, créeme que salgo ganando.

-Supongo que toda esta privacidad te ha traído excelentes recompensas ¿no es así?-pregunto de manera coqueta comenzando a hacerle cosquillas a Kurt quien soltó una carcajada que molesto a la bibliotecaria y a la mayoría de los alumnos presentes.

-Lo siento…-susurraron al unísono intentando aplacar la mirada reprobatoria de la mujer tras el mostrador quien los observaba por sobre sus gafas.

-Vamos a hablar afuera, estos detalles son los que me interesan-dijo Rachel tomándose del brazo de su amigo y arrastrándolo hacia unas bancas en el jardín que rodeaba la biblioteca.

-¿No deberíamos terminar de buscar los libros que vinimos a pedir primero?

-¿De qué hablas? Tenemos todo el tiempo del mundo para eso…

-Tenemos todo el tiempo del mundo para hablar acerca de esos “detalles que te interesan” también…

-No, porque seguramente dentro de una semana, tendrás detalles nuevos, así que mejor comienza a hablar.

-Está bien… ¿por dónde quieres comenzar?

-Que comunicativo estas hoy, de verdad debes estar muy feliz.

-Completamente-afirmo.

-Partamos por los pequeños detalles, y luego vamos por las cosas sucias-bromeo.

-¿Qué quieres saber?

-Todo…

-Promete que no le dirás nada  a Blaine acerca de esta conversación.

-Lo prometo, siempre he mantenido mi palabra…

Kurt la observo con sospecha, dándole una mirada de “sí, claro”

-Te lo prometo-termino por decir la morena colocando su mano derecha sobre su pecho y alzando la otra en señal de juramento.

-Está bien, bueno, con respecto a cosas nuevas… siempre tiene pequeños detalles, cosas simples,  que me demuestran que realmente me escucha cuando le digo algo.

-Bueno, eso es algo de siempre supongo.

-Sí, es solo que… todo parece especialmente perfecto ahora.

-Estás haciendo que sienta que fuimos una verdadera molestia durante el tiempo en que todos vivimos juntos…

-Claro que no, yo las extraño, extraño las noches de películas….

-Pero las noches de películas entre dos suelen ser mejores ¿no?

-Definitivamente…-suspiró.

-Ok… pero aun no me dices algo realmente especial…

-Siempre te he dicho que él es realmente detallista,  y tiene excelente memoria para algunas cosas-dijo como recordando una imagen en especial.

-Yo había tenido un largo día, realmente lo único que quería era llegar a casa y dormir, pero durante la tarde en la revista Isabelle me pidió que acomodara más de veinte reuniones en una semana… ¿sabes lo que es eso?

-¿Una tarea titánica?

-Exacto, había que comunicarse con todas esas personas, hacer calzar sus horarios y agendar lugares de reunión, pero tenía que hacerlo, después de todo, es mi trabajo…

-Bueno, pero que tiene todo eso de romántico, hasta ahora parece todo lo contrario.

-Esa tarde llegue al departamento cerca de las siete de la tarde, Blaine estaba un poco extraño, había llegado temprano y se encontraba dando vueltas por todos lados, lo encontré revisando internet, pero no le preste mucha atención, lo salude y le avise que tendría que volver a la oficina, como siempre pareció decepcionado.

-Pero es tu trabajo…

-Sí, es que habíamos llegado a un acuerdo con respecto a respetar nuestros propios tiempos, tenemos nuestro propio horario llamado “Tiempo privado inamovible”

-Eso suena un poco extremo.

-Se me ocurrió a mí, y casi siempre soy yo el que está al filo de romper el horario.

-Eso suena muy Kurt Hummel.

-¿Gracias?

-Pero continua…-dijo la morena volviendo a poner atención a la historia apoyado su cabeza en el respaldo de la banca en una posición que parecía realmente incomoda según el castaño.

-Entonces, luego de explicarle lo que me había pedido Isabelle Blaine entendió, aunque se veía un poco triste. Le prometí que se lo recompensaría en algún momento, me dijo que me esperaría despierto, pero sabía que él también había tenido un día pesado, así que le pedí que no lo hiciera, llegaría pasada la media noche.

-El realmente te debe amar-dijo Rachel haciendo un puchero.

-Lo sé, y lo agradezco cada día.

-Bueno, aunque me parece muy tierno que te haya entendido, tu historia aun no es lo que esperaba.

-Aún no termina Berry; llegue tal como había pensado cerca de las dos de la mañana, estaba agotado y hambriento, cuando entre al departamento, todo estaba oscuro, así que supuse que Blaine me había hecho caso y ya estaba durmiendo.

-¿Y no era así?

-Deje mis cosas en el sofá y fui al baño a mojarme la cara, necesitaba sacarme de alguna manera el olor a sudor que traía encima. Luego de unos minutos, cuando finalmente salí del baño, un aroma dulce había impregnado todo el lugar, camine hacia la sala y ahí estaba…

-¿Blaine?

-¿Quien más? ¿El Oso Yogui?

-¡Kurt!

-Está bien… si, era Blaine, había encendido velas, y en el centro de la mesa había una cena para dos personas.


-¿Qué haces despierto a esta hora?-pregunto Kurt dando un vistazo a su alrededor.

-Celebrando…

-¿Celebrando que?-pregunto frunciendo el ceño.

-Que hoy es 25… cumplimos exactamente un mes desde que por fin tenemos nuestro propio hogar-dijo el moreno con los ojos brillantes sin poder dejar de sonreír.

La mente del castaño comenzó a girar con velocidad, era cierto, hacia unas horas habían cumplido un mes desde la mudanza y lo había olvidado.

-P-Pero… yo lo arruine… por eso estabas triste cuando te dije que debía volver al trabajo, ¿no es así?

-Bueno, no todo sale a la perfección siempre…

-Lo arruine-se volvió a lamentar Kurt dejando caer sus hombros y prometiéndose a sí mismo nunca volver a olvidar una fecha.

-Claro que no…-respondió el moreno acercándose y acariciando sus hombros intentando confortarlo.

-Claro que sí, ya son…-se interrumpió mirando hacia el reloj que colgaba de una de las paredes -¿Las once?-dijo extrañado.

-Ves, aún es tiempo de celebrar…

-Pero, si cuando llegue eran las dos de la mañana-medito recordando haber visto su celular hacía apenas unos minutos-ese reloj debe estar fallando.

El castaño se dirigió hacia su habitación y miro el mueble al lado de su cama-Las 23.00 hrs.

-¿C-Como es que…? ¿Acaso tú cambiaste…?

-Bueno, aun no tengo súper poderes para hacer retroceder el tiempo, pero hago lo que puedo-dijo Blaine sonriéndole de medio lado antes de sentir el fuerte abrazo de su novio.

-Eres todo lo que podría desear.

-Eres más de lo que alguna vez desee-dijo Blaine besándolo tiernamente en los labios.


-¡Awww…!-chillo Rachel como si acabase de escuchar la historia más dulce del mundo.-¿El hizo todo eso?

-Sí, luego me contó que había planeado tener una cena especial, y que cuando llegue estaba buscando algo para pedir, pero con lo de mi “turno extra” tuvo tiempo para preparar algo el mismo, cuando vio que ya pasaban de las doce, decidió atrasar todos los relojes del departamento, para no perder la “ilusión”-dijo Kurt suspirando como si acabase de recordar la escena más romántica jamás vista.

-Cuando lo vea le daré un gran abrazo, él es tan dulce…

-Pequeños grandes detalles, debiste haberlo visto el siguiente al que nos mudamos, estuvo cerca de una hora hablando con el encargado…

-Espera, ¿eso es bueno? ¿No tuvo una vez un enamoramiento con un encargado de una tienda GAP?

-¿Podrías dejarme terminar la historia?-dijo molesto Kurt.

-Ok…

-Esto no tiene nada que ver con algo romántico, o por lo menos no con el encargado de la tienda…

-¿Entonces?

-Cortinas.

-¿Cortinas? Espera, no entiendo, ¿qué tiene de romántico comprar cortinas? además por qué Blaine Anderson estaría una hora hablando con alguien de cortinas.

-Es por una promesa que me hizo… cuando buscábamos departamento.

-¿Una promesa de cortinas? Sé que te ha prometido algunas cosas raras, pero esto está un poco fuera de mis límites.

-Créeme que no eres la primera que piensa eso-se rio recordando la forma en que el hombre que los atendió comenzó a mirarlos luego de tantas preguntas, Kurt estaba seguro que creyó que eran un par de asesinos que buscaban no ser descubiertos.

-Sigo sin entender…

-Cuando lleguemos a las partes sucias entenderás.

La morena se quedó mirándolo durante unos segundos, simplemente sonriéndole.

-¿Qué ocurre? ¿Tengo algo en la cara?-pregunto el castaño tocando su rostro esperando encontrarse con algo pegajoso en él.

-No, es solo que recuerdo cuando nos conocimos, tu humor, tu lengua afilada para defenderte de cada agresión, tu completa renuencia a hablar de temas amorosos, menos sexuales-rio- Ahora…

-Conservo mi lengua afilada…-dijo con orgullo el castaño.

-Sí, pero…es diferente, te vez tan… Completo, de verdad me alegra verte así, este Kurt Hummel rebosante de felicidad es maravilloso.

El castaño acaricio la mano de su amiga, era cierto, era una persona diferente, capaz de confiar, capaz de amar y completamente feliz por el amor que recibe.

-¿Que hacen ustedes dos aquí?-pregunto Santana sentándose a su lado.

-Nosotros estudiamos aquí, la pregunta debería ser que haces tú aquí Santana-dijo Kurt moviéndose para estar más cómodo.

-Nada, tengo una cita y solo vine a dar una vuelta antes…

-Te perdiste una hermosa historia Santana, pero llegaste justo a tiempo para tu especialidad-anuncio Rachel dándole un golpecito en la rodilla-Kurt estaba a punto de contarme acerca de los detallitos sucios acerca de sus primeros tres meses de vida independiente en pareja.

-No, eso sí que no, me niego a contar nada en presencia de Santana-gesticulo alzando sus manos como si construyera una pared entre él y las dos muchachas que lo observaban ansiosas.

-¿Por qué?

-Porque si te cuento algo a ti, estoy seguro que mañana me encontrare con cada una de mis historias en las redes sociales.

-Me ofendes Lady Hummel.

-Vamos Kurt, somos personas adultas, ya no estamos para juegos de niños…

-No les creo-afirmo el castaño cruzándose de brazos.

-Ok… ¿y si te cuento algo yo primero?-ofreció la latina.

-Santana, tú no te guardas nada, eso no me da nada de seguridad-se quejó Kurt.

-Pero te voy a contar algo que si me he guardado.

-Me interesa-dijo Rachel volteándose hacia Santana con una mirada un poco desquiciada en el rostro.

-Berry, esto es entre Hummel y yo…

-Bueno habla….-dijo el castaño reclinándose sobre su asiento.

-Estoy nerviosa-soltó la mujer luego de dar un largo suspiro.

-¿Y?...

-Es por esta nueva “amiga”

-¿Y? ¿Ese es tu gran secreto?-pregunto Kurt sin tomarle importancia, casi ofendido por la comparación entre lo que ofrecía y lo que pedía.

-¡Esta enamorada!-chillo Rachel riendo.

-¡Cállate Berry!-dijo la latina cubriendo la boca de su amiga con su mano y mirando en todas direcciones como si alguien la fuese a escuchar.

-¿Estas enamorada?-volvió a hablar Kurt ahora son una sonrisa en el rostro.

-Claro que no… yo no…

-¡Estas enamorada!-se unió al chillido el castaño riendo.

-Ok, búrlense, pero esto es importante para mí, y si, es mi secreto.

-¿Quién es? ¡Cuéntanos! ¿Cuándo la conoceremos?

-Eso vendrá luego, ahora exijo saber todo acerca de esos detallitos de los que hablaba Rachel.

-¡Vamos Santana esto es mucho más importante! ¡Te enamoraste!

-Por favor…. Ya es suficientemente humillante aceptarlo, no me hagan esto-pidió la morena.

-Ok, solo diré que Blaine insiste en que hacer deporte por las mañanas es muy saludable, ¡ahora habla Santana!

-¿Qué? ¿Eso es todo? Ni lo sueñes Hummel, habla….

-Ok… puedo jurar que he probado por lo menos unas 15 maneras de comer chocolate.

-¡Para ahí Hummel! ¿Acaso Ud dos pasan cada momento juntos en “eso”?

-Claro que no Santana, pero Blaine tiene mucha imaginación. Además tiene algún tipo de fijación por andar desnudo una vez llega del trabajo, por eso necesitábamos buenas cortinas…

-¡Ahora entiendo!-dijo Rachel comenzando a reír.

-Nunca tuve la fortuna de ver ese espectáculo-dijo Santana alzando una ceja.

-Ni la tendrás, eso solo está reservado para mi…-bufo Kurt.

-¿Y tú pequeño Hummel? ¿Le sigues el juego al exhibicionista de novio que tienes?-se burló santana.

-No es exhibicionista, ambos somos mayores de edad y hacemos lo que nos plazca.

-¿Lo que les plazca?-dijo insidiosa provocando que el castaño se ruborizara-Ok, creo que puedo ver la imagen justo ahora-rio como si viese una película en el cielo.

-¡Por dios Santana!

-¿Qué?-exclamo alegando inocencia -Siempre supe que Blaine tenia potencial, imagino que intenta meterse en tus pantalones cada vez que puede… solo necesitaba algo de libertad-concluyo como si fuese una experta en el tema.

-Esto va más allá de solo “meterse en mis pantalones”

-¿Donde más intenta meterse?-interrumpió sorprendida la morena.

-Hablo de amor Santana… ¿pero supongo que ya sabes de que hablo no es así?-contraataco Kurt sarcástico.

-¿En qué momento dejamos de hablar de los detalles sucios de Anderson?-volvió a hablar Santana intentando desviar la atención.

El castaño bufo dándose por vencido, así que comenzó a hablar, Rachel y Santana los escuchaban atentas soltando una que otra carcajada y en ocasiones caras de sorpresa, había pasado casi media hora cuando el sonido del teléfono de Santana saco a los tres de su conversación.

-Tienes que seguir contándome luego-se quejó la latina mirando su teléfono.

-¿De verdad te  gusta esa chica no?

-¿Por?-pregunto Santana poniéndose de pie y arreglando su vestuario.

-Porque Kurt está dándonos un montón de información y aun así prefieres ir a tu cita.

-Santana está enamorada, Santana está enamorada-canto Kurt aplaudiendo.

-Te callas o hare que cada uno de nuestros amigos se entere de lo que nos contaste…

-Si haces eso, yo les diré a todos que… Santana está enamorada, Santana está enamorada-amenazo el castaño volviendo con su canción.

La latina se retiró dejando a ambos jóvenes solos otra vez.

-Entonces, estas feliz no es así-afirmo Rachel mirando al cielo.

-Más que nunca-respondió riendo y cerrando sus ojos.

-Me gustaría poder decir lo mismo-suspiro.

-Sabes que Finn te ama Rachel, pero no sé si el esperara por siempre a que tu decidas volver.

-Sabes perfectamente que lo de Finn y yo acabo.

-Si claro, y Blaine y yo jugamos a las cartas cuando la electricidad se va…

-Kurt…

-Deja de perder el tiempo, justo ahora, soy la persona más feliz del mundo, ¿sabes cuál es mi mayor miedo?-pregunto mientras su amiga negaba a su pregunta -Perderlo, perder a Blaine, perder lo que tenemos, que esta felicidad que parece casi injusta se acabe.

-Eso no ocurrirá, ustedes se aman.

-¿Tu y Finn no?

-Claro que si…-dijo sin pensarlo dos veces la muchacha sorprendiéndose con sus palabras.

-A eso me refiero, ¡deja de perder el tiempo!

-Lo dices porque es tu hermano.

-Lo digo, porque si un día por alguna razón me separara de Blaine y yo dejara de luchar, me gustaría que alguien me lo dijera.

-Eso no ocurrirá…

-Eso no lo sé, y es lo que me asusta…

-No llames a la mala suerte Kurt, mejor piensa en las cosas hermosas que ahora tienes.

-Doris ha muerto 3 veces en tres meses-soltó cruzando sus brazos sobre su rostro e inclinándose hacia atrás para cubrir sus ojos del sol.

-¿Qué? Eso no cuenta como “cosas hermosas que ahora tienes”

-Lo sé, pero es hermoso que Blaine siga yendo al parque a sepultarla y que vuelva con un pez nuevo a casa en lugar de tirar el cadáver por el inodoro y rendirse a tener una mascota.

-Espero que Brian siga siendo el mismo…-dijo la morena recordando algún detalle distintivo del gato que pudiese dar indicio de que era un impostor.

-Claro que si, a Brian lo cuido yo, además creo que él ha sido el culpable por lo menos de uno de los asesinatos.

-¿Solo uno? ¿Qué hay del resto?

-Blaine cree que el pez come tanto como el, lo alimenta cada dos horas, creo que mueren de sobredosis de pellet o algo así.

-¿Cómo lo alimenta tantas veces, no tiene clases?

-Sí, eso de la sobredosis ocurre durante los fines de semana, el resto del tiempo podrían ser víctimas de inanición, yo llego tarde, el también, y simplemente lo olvida, puede que crea que darle mucha comida durante los fines de semana suple lo que no come en resto de los días…

La morena rio recibiendo una mirada de reprobación por parte de su amigo.

Kurt no pudo evitar reír también luego de unos segundos-En realidad es una situación bastante trágica-dijo sin poder ocultar su sonrisa.

-Tragi-cómico diría yo… creo que deberías tener una conversación con Blaine acerca de la responsabilidad con los animales, deberías impedirle tener más peces.

-Lo sé, lo he intentado, pero si vieras como se ilumina su rostro cada vez que pone a la nueva “Doris” en la pecera, y le promete que no correrá la misma suerte de sus antecesores… es adorable. Incluso, esto es un secreto-dijo casi susurrando-Yo cambie a una de las “Doris”.

-¿Cómo? ¿Entonces han sido 4 en vez de tres los muertos?

-Si…-respondió ladeando la cabeza y dándole media sonrisa como si acabase de contarle un secreto que temía fuera descubierto.

-¿Y por qué lo cambiaste a escondidas?

-Porque había superado su record… era el pez que más había vivido, una semana extra…pero lo encontré muerto una tarde que salí temprano, tuve que correr a la tienda a comprar otro.

-¿Y no se dio cuenta?

-Claro que no, es un pez, se ven todos iguales…

Unos minutos más tarde ambos se levantaron perezosamente de su asiento y se dirigieron a la cafetería, ya casi era hora de almorzar.

-Señor… ¿Hummel?-dijo una voz gruesa a sus espaldas.

-Si…-respondió el castaño quien junto a Rachel cargaba una pila de libros.

-Deberías escuchar a este par de jóvenes cantar-dijo orgullosa Carmen sonriéndoles a los muchachos.

-Tú deberías escuchar las composiciones de Anderson.

-Son maravillosas-agrego Kurt con ojos soñadores.

-Señor Hummel… debería intentar convencer  Blaine de aceptar la propuesta.

-¿Propuesta?-repitió Rachel mirando a Kurt.

-Es una gran oportunidad, esta es la segunda vez que invitan a Anderson, y el insiste en rechazarla.

La cabeza de Kurt comenzó a girar intentando descifrar a que estaba refiriéndose el hombre.

-Si no está muy ocupado, podríamos hablar dentro del día, para ver si puedo ayudarlo con eso-dijo Kurt intentando sonreír y demostrar que en realidad sabía de lo que hablaba.

-Claro, yo iré a almorzar con Carmen y luego tengo una reunión, pero a eso de las 16.00 podríamos juntarnos.

-Perfecto… ¿dónde podemos vernos?

-Si no tiene problema, puede pasar por mi oficina, ¿supongo que sabe cómo llegar no es así?

-Claro, ahí estaré esta tarde.

-Gracias, yo he intentado convencerlo, pero supongo que Ud. debe tener sus recursos-bromeo.

-¿De qué estaba hablando?-dijo Rachel, acomodando su bolso.

-No lo sé, Blaine no me ha dicho nada acerca de ninguna propuesta, y quiero saber por qué.

La mente de Kurt estaba  en otra dimensión cuando el taxista le aviso que habían llegado.

-Buenas tardes Kurt.

-Buenas tardes-respondió el castaño dándole una sonrisa torcida y acomodando su bolso.

-Tome asiento.

-Gracias.

-Gracias a ti por aceptar venir, vamos directo al grano, me interesaría saber cuáles son las razones por las que Blaine insiste en rechazar este beneficio, tu debes saber que este tipo de oportunidades no se presentan muy a menudo, y esta es la segunda vez que Blaine está negándose.

-Yo… realmente no sabría decirle cuales son las razones, ¿por qué no me explica exactamente que le ha dicho el?

-Bueno, supongo que tú ya conoces la historia, pero para resumir, hace varios meses se realizó una visita por parte de las autoridades de la Universidad, ellos presenciaron varias presentaciones de los alumnos de último año, como sabes Blaine tiene excelentes calificaciones, y en una de las presentaciones se le dio la oportunidad de participar, ellos quedaron maravillados, aun siendo un alumno de primer año quisieron ofrecerle una pasantía por un par de meses, cosa a lo que él se negó, se excusó aludiendo que era demasiado pronto, cosa que entiendo, irse tan lejos en su primer año era complicado, además estaba involucrado en el taller de teatro, con un proyecto importante.

El estómago de Kurt se revolvió, a que se refería con eso de “irse tan lejos”.

-Sí, él estaba recién incorporándose, y acostumbrándose a todo este mundo-hablo Kurt intentando parecer seguro.

-Así es, pero ahora… el simplemente insiste en que no está preparado, Kurt, estamos hablando de una beca completa.

-¿C-Completa?-tartamudeo tragando con dificultad.

-Es un año completo de colegiatura, gastos de mantención y alojamiento, Inglaterra no es un lugar al que cualquiera puede llegar.

-¿I-In-Inglaterra?-la voz de Kurt pareció haberse quebrado por la impresión.

-Claro, Royal Academy of Music está realmente interesada en tener a Blaine como su alumno, ¿supongo que no tengo que explicarte lo que eso significa no es así?

El castaño solo asintió, intentando mantener la compostura, ¿cómo era que Blaine no le hubiese hablado de esto? Él lo había prometido, si había una oportunidad para él, lo hablarían, no debía perder ninguna oportunidad.

-¿Entonces? ¿Me ayudara a convencerlo?-pregunto el hombre descansando sobre el respaldo de su asiento.

-C-claro, el aceptara la invitación…-dijo sintiendo miedo de sus propias palabras.

-Muchas gracias, es algo que el merece.

-Lo sé.

***

***

Kurt se despidió del hombre y se dirigió hasta el auditorio donde Blaine y sus amigos se reunían ensayar.

El castaño camino por inercia a través de los pasillos de la casa de estudios, aferrado a la correa del bolso que colgaba sobre uno de sus hombros como si fuese lo único que lo salvaba de caer a un precipicio.

¿En qué momento todo se había comenzado a derrumbar? ¿Acaso fue cuando le conto a Rachel acerca de su mayor miedo? ¿Acaso el destino lo había escuchado y decidió jugarle una broma?

Kurt amaba a Blaine, por sobre todas las cosas, y sabía que esta era una gran oportunidad que no podía desperdiciar, pero en lo más profundo de su corazón, en ese escondido rincón que jamás dejaría que saliera a la luz había una pequeña vocecita que gritaba que esto no era una buena idea, que le suplicaba que guardara silencio y no se entrometiera, que confiara en la decisión de Blaine, que el hecho de quedarse en NY era la mejor opción.

-¿Tu por aquí?

Kurt ni siquiera presto atención a las palabras de la joven que cada vez que se veía comenzaba a molestarlo.

-Blaine aún está en clases…-dijo con tono de duda en su voz al ver la mirada perdida del castaño.

-Lo sé-respondió Kurt bajando la mirada.

-¿Están peleados?

-No.

-¿Entonces? ¿No hay ninguna frase sarcástica para mí?

-Sabes, no tengo tiempo ni ganas de pelear contigo.

-Ok… ¿mal día?

Kurt suspiró pesadamente, tenía tantas cosas en su cabeza que parecía que en cualquier instante iba a explotar.

-¿Ya lo sabes no es así?-dijo la muchacha sentándose a unos asientos de distancia del mayor.

-¿De qué hablas?

-De Inglaterra.

-¿Tu lo sabias?-pregunto volteándose hacia la joven sintiéndose casi ofendido por ser el único que no sabía nada acerca de todo este asunto.

-Claro que sí, esas cosas se saben por estos lugares, no es muy común que llegue una carta con tu nombre invitándote a asistir a la mejor escuela de música.

-Tú me lo dijiste varias veces-hablo en lo que fue casi un susurro sintiéndose estúpido por no haberla escuchado antes.

-Desde la primera vez que lo invitaron. Eres tu quien lo detiene-acuso.

-Yo ni siquiera lo sabía, jamás lo detendría en algo así.

-Bueno, pero lo haces de todos modos…

-¡Te digo que no tenía idea de nada de esto!-se enfureció ante las acusaciones de la mujer, ella no sabía absolutamente nada, no sabía lo mucho que amaba a Blaine, no sabía que el haría todo por verlo y hacerlo feliz, aun a costa de su propia felicidad-Él no me lo dijo.

-Tal vez fue porque sabía que no lo dejarías ir…

-No, él no me lo dijo, porque sabía que lo obligaría a ir.

-¿De qué…?

-Tú no me conoces, ni lo conoces a él…

-Claro que lo conozco.

-No, tu solo ves una parte de él,  sabes que es alguien talentoso que no está aceptando una gran oportunidad.

-Y eso es cierto.

-Así es, pero tú no sabes quién es el, tu no lo conoces como yo, no sabes lo terco que puede ser, no sabes las cosas que puede dejar pasar por no dañar a nadie, no sabes cómo odia desilusionar a la gente, porque siempre sintió estar desilusionando a quienes amaba, tú no sabes cuánto es capaz de dejar…

-Por ti.

-Por mi…

-Todo vuelve a ti, ¿te das cuenta?

Kurt guardo silencio, era su culpa, después de todo era su culpa.

-Tengo que irme…

-¿Que le digo a Blaine cuando vuelva?

-Nada, no le digas que estuve aquí.

Kurt salió corriendo del gran salón hasta que fue interrumpido por un par de brazos que detuvieron su andar.

-¿Qué ocurre?-pregunto un joven desgarbado de cabello oscuro.

-Joey…

-¿Algo anda mal?-pregunto mirando hacia el salón de ensayos en donde alcanzo a ver a su compañera -¿Te hizo algo?

-No… yo solo… perdóname Joey, pero necesito ir a casa.

-¿Todo está bien con Blaine?-cuestiono con preocupación.

El silencio que se formó entre ambos pareció cortar el aire.

-Kurt, respóndeme.

-Sí, todo está bien-le respondió intentando darle su mejor sonrisa-Permiso.

Joey vio alejarse a Kurt con prisa, definitivamente algo había ocurrido, miro nuevamente hacia el salón y se dirigió a aclarar las cosas, si había alguien que sabía que ocurría, esa persona estaba ahí.

-¿Me podrías decir que rayos le pasa a Kurt?

-¿Y por qué debería saber eso yo?-dijo la muchacha sonriéndole.

-Maldición, no me digas que le dijiste acerca de…

-¿Por qué siempre me culpan…?-alcanzo a decir antes de ser tomada por el brazo de manera brusca.

-¡Maldición! Cuantas veces Blaine te advirtió que dejaras de molestarlo, ¡y que no le hablaras acerca del viaje!

-¡Joey! Me estas lastimando, ¡suéltame en este instante o presentare un reclamo!

-L-Lo siento…-dijo arrepentido el joven poniendo sus manos en las caderas intentando mantener la compostura.

-Mira, aunque me hubiese encantado ser yo quien le abriera los ojos al niñito ese, lamentablemente soy inocente, cuando llegue aquí luego de mi última clase, me lo encontré sentado y con cara de funeral, pensé que había discutido con Blaine, pero me dijo que no…y yo supuse…

-¡Le dijiste!

-¡No!, él lo sabía, no tengo idea quién habrá hablado con él, pero cuando yo llegue él ya tenía pleno conocimiento de todo.

-Tengo que hablar con Blaine-se dijo Joey tomándose la cabeza, en varias ocasiones había hablado con su amigo intentando convencerlo primero de que tomara la oportunidad y luego escuchando las múltiples razones que el moreno tenia para no irse.

-El novio de Blaine dijo que no le mencionáramos  que estuvo aquí, supongo que quiere hablarlo personalmente y darle la sorpresa de que se enteró de todo-rio disimuladamente.

Eran pasadas las 22.00 hrs cuando Blaine llego al departamento, las luces estaban apagadas, cosa que extrañó al moreno, generalmente Kurt lo esperaba despierto viendo algún programa de televisión o estudiando.

Encendió la luz y camino hasta su habitación, donde encontró al castaño hecho un ovillo sobre la cama.

-Ya estoy en casa-dijo en su oído antes de besar su cabello.

Kurt solo guardo silencio, había pasado las últimas horas tendido en el mismo lugar, sintiéndose culpable por la negación de Blaine a una gran oportunidad.

-¿Te sientes bien?-pregunto colocando su mano sobre la frente.

-Sí, solo me duele un poco la cabeza-mintió ocultando su rostro.

-¿Necesitas que te prepare algo? ¿O que vaya por algún remedio?

-No Blaine, estoy bien… debes tener hambre, voy por algo de comer-dijo Kurt comenzando a levantarse.

-No te preocupes puedo hacerlo yo-hablo el joven obligando a su novio a volver  a la cama

-¿Estás seguro de que no necesitas algo?

-Si Blaine, deja de preocuparte por mí-susurro.

-Nunca dejare de preocuparme por ti, eres lo más importante en mi vida-le dijo acariciando su cabello y sonriéndole.

Blaine no tenía idea de lo que aquellas simples palabras significaban en ese instante, Kurt sintió que se clavaban como puñales en su corazón, era su culpa, por el Blaine estaba dejando de lado sus sueños.

Media hora más tarde el castaño sintió los pasos de su novio hacia la cama, se quedó ahí, inmóvil, sin saber que decir.

Los brazos fuertes del moreno lo rodearon por la cintura, mientras le acariciaba suavemente su nuca con la nariz.

-¿Aun te sientes mal?-susurro.

-Hoy vi a tu profesor, el que conocí en tu audición ¿recuerdas?

-Si…-dijo con dudas Blaine acomodándose mejor en el cuello del castaño.

-Sí, estuvo en la escuela visitando a Carmen…

-¿Y te dijo algo?-pregunto en tono despreocupado el moreno acomodándose en las almohadas.

-Claro, que estaba sorprendido por lo bueno que eras… ¿Debía decirme algo más?-tanteo Kurt dándole una oportunidad de confesar.

-No…-respondió abrazándolo con fuerza y dejando un beso sobre su hombro desnudo.

-Buenas noches.

-Buenas noches, te amo.

Al día  siguiente Kurt despertó con una sensación de vacío en su interior. Envió un mensaje a Joey y acordaron reunirse en un café a unas calles de su escuela.

-Tengo que ir a clases…-susurro Kurt  un Blaine adormilado que se extendía perezoso a todo lo ancho de la cama.

-Que tengas un buen día, yo llegare temprano hoy, ¿podemos dar un paseo cuando vuelvas?-apenas abriendo uno de sus ojos.

-Claro, lo que quieras.

-Te amo.

-Te amo-dijo Kurt antes de besarlo en los labios y partir.

Media hora más tarde Kurt esperaba sentado en una solitaria mesa al final del café, su rostro se veía un poco cansado, unos enormes lentes negros cubrían sus ojos.

-Disculpa la tardanza-dijo Joey al llegar a la mesa.

-Está bien, creo que necesitaba un momento a solas antes de comenzar a hacer preguntas-sonrió forzosamente dando un pequeño sorbo de su bebida.

-¿Hablaste con él?

-Le comente que había hablado con su profesor, le dije que si tenía algo que contarme y me respondió que no, no sabía que era tan bueno mintiendo-contó con pesar el castaño.

-Esto no ha sido sencillo para el Kurt, y créeme odia mentir, especialmente cuando se trata de ti.

-Lo sé… es solo que me hubiese gustado que me lo dijera, llevamos tanto tiempo juntos, hemos pasado por tantas cosas…

-Es por eso que teme tanto decírtelo.

-¿Temor? Podrías decirme Joey, que es lo que pasa por la cabeza de Blaine-dijo en tono suplicante quitándose las gafas y mostrando unos ojos hinchados.

-Creo que eso lo sabes mejor que yo ¿no es así? Sabes perfectamente las inseguridades de Blaine, tú eres quien mejor lo conoce.

Kurt sintió la frustración otra vez, solo quería escuchar a alguien que le dijera que esto no tenía nada que ver con él, que le dijera que Blaine lo decidía porque esperaba algo diferente o porque NY le ofrecía algo mejor.

-Cuando llego la primera carta… casi le hicimos una fiesta, pero apenas llego a nuestro ensayo nos dijo que no nos emocionáramos porque no aceptaría la propuesta.

-Era muy pronto…-rio.

-Sí, y era cierto, apenas estaba comenzando, de verdad era algo sorpresivo,  y aunque era extraño, estuve de acuerdo con él, no era el momento.

-¿Y luego? ¿Cuál fue su excusa?

-A todos les dijo que no se sentía preparado, que tal vez si fuese dentro de un año, sería distinto, pero yo sabía que había algo más...

-Es mi culpa.

-Claro que no Kurt…

-Claro que sí, ¿acaso vas a decirme que no fue por querer quedarse aquí en NY conmigo?

-Pero eso no es tu culpa, es su decisión, tu no lo obligaste ni mucho menos, no tomes este peso sobre tus hombros, basta con cómo se siente él.

Kurt mordió su labio intentando contener las lágrimas, Joey lo noto y estiro su mano para apretar la del castaño.

-He hablado muchas veces con Blaine acerca de esto, él tiene miedo Kurt, él no quiere dejarte solo, él tiene miedo de que la distancia los separe, al parecer el tiempo que estuvieron lejos cuando el aún estaba en Lima fue realmente difícil y  no quiere que se repita, ¿te das cuenta de que estarían separados por un año o más? ¿Te das cuenta de que no podrá viajar cuando se sienta solo? Los separara un océano Kurt, el no cree ser capaz de aguantarlo.

-Pero estamos hablando de su futuro, esa escuela, es la mejor, y están ofreciéndole tanto…

-Nada de lo que le pueden ofrecer se compara con lo que estaría dejando, o eso es lo que siempre dice.

-¿Te das cuenta de que todo esto es por mí?

-Es por él Kurt…

-Cuando yo salí de la escuela… yo no entre a NYADA, pensé que estaría atrapado en Lima durante un año más, pensé que mis sueños se acabarían…

Joey lo escuchaba paciente, Kurt necesitaba sacar todo eso que tenía dentro y que le hacía daño, el necesitaba encontrar una razón para no culparse.

-El… fue Blaine quien casi me arrojo a seguir mis sueños, me ayudo a encontrar algo que hacer aquí, un trabajo, una oportunidad, y yo me aferre a ella, porque era lo que más deseaba, y sí, tuve miedo, por un momento pensé que lo mejor era quedarme con Blaine, pero él no me lo permitió aunque yo sabía que le dolía, pero nunca se interpuso, yo no puedo hacer lo contrario, pero él ni siquiera me cuenta lo que ocurre.

-¿Cómo se supone que puedo ayudarlo, como se supone que voy a convencerlo de hacer lo correcto si ni siquiera me habla? Son sus sueños, son sus miedos, son mis sueños y mis miedos también, ¿no se trata de eso estar con quien amas? Compartir todo, ¿especialmente lo que nos asusta? ¿Por qué no habla conmigo?

-Porque sabe que esto para ti es difícil, porque sabe que lo obligaras a marcharse, y él no quiere, el cree que el tiempo y la distancia terminara acabando con lo que ustedes tienen.

-¿Por qué sigue pensando eso? ya no sé cómo demostrarle cuanto lo amo, ¿cómo le demuestro que haría todo por él?

-Díselo, habla con él, dile que sabes todo, dile que todo estará bien. Él no está bien Kurt.

El castaño asintió, pero se sentía incapaz de enfrentar una conversación con Blaine, porque sabría cómo terminaría.

-Creo que deberías volver a tu casa y descansar, no te ves muy bien…-dijo finalmente Joey levantándose de su asiento.

Kurt lo imito y salieron juntos.

-Yo no puedo hacer cambiar de opinión a Blaine, eso solo puedes hacerlo tú, si eso es lo que deseas claro. Solo, no lo culpes, ni te culpes, hablen, él te necesita para tomar una decisión.

El mayor se alejó despacio, sintiendo el suave viento golpear sobre su rostro, sin saber cómo, se encontró parado frente al que había sido sus departamento hasta hacía apenas unos meses atrás.

-¿Qué haces aquí?-pregunto Santana al ver al muchacho detenido frente a la puerta sin siquiera tocar.

-Necesito a mis amigas-soltó abrazando a la latina quien solo acaricio su espalda sin entender nada.

-¿Quieres beber algo?-ofreció Rachel tomando asiento junto a su amigo en el sofá.

-No, estoy bien…

-Pues no lo parecía cuando te encontré, ¿qué ocurrió ahora? ¿Te peleaste con Blaine?-dijo la latina dejándose caer a su lado.

-¿Esto tiene que ver con lo que ocurrió ayer?-dijo Rachel de manera silenciosa.

-¿Que ocurrió ayer? Cuando los dejé todo era perfecto-afirmo Santana quitándole a Rachel la bebida que tenía en las manos.

-Lo era…

-No estoy entendiendo…

-Blaine se ira a Inglaterra por un año.

-¡¿Qué?!-gritaron al unísono las dos muchachas mirándose entre ellas y luego a su amigo.

-¿Cómo es que Blaine se va? ¿Por qué no nos dijo nada? ¡Ahora entiendo por qué esa cara, ese idiota me va a escuchar! ¿Cree que se puede solo largar y dejarte?-comenzó a vociferar Santana enfurecida.

-El ni siquiera lo sabe…

-¿Qué?

-Que se ira…

-Ok… creo que hay algo que no nos estas diciendo Hummel.

-Le están ofreciendo una beca completa, en la mejor escuela de música y el la rechazo.

-¿Por qué hizo eso?-se preguntó Rachel.

-Porque es un idiota y cree que si la acepta todo entre nosotros se arruinara.

-Es un idiota-susurro la latina cruzándose de brazos.

-Pero eso es algo que podría ocurrir-dijo Rachel sintiéndose casi culpable, pero sabiendo que era cierto.

-Yo jamás lo dejaría de amar, aunque estemos literalmente separados por un océano.

-No estoy diciendo que lo dejes de amar Kurt, pero es mucho tiempo, y sabes como la distancia termina afectando las relaciones, por más fuerte que sean.

-Lo se…

-Déjame entender algo…-intervino Santana -Si Blaine no se quiere ir, y tú no quieres que se vaya, ¿cuál es el problema?-se atrevió a preguntar Santana como si la solución estuviese en frente de sus narices.

-¿Crees que dejaría que Blaine dejara algo así de importante solo porque tiene miedo?

-¿Y tú no tienes miedo acaso?

-Claro, tengo miedo de que conozca  alguien, que se olvide de nosotros o que simplemente no tenga tiempo…

-¿Entonces…?

-No voy a ser yo quien se interponga en su futuro.

-¿Y qué si el cree que tú eres su futuro? Blaine no es un niño, si el piensa que quedarse en NY y dejar ir esa oportunidad es lo mejor, tú no tienes por qué obligarlo a hacer otra cosa.

-¿Cómo puedes decir eso Santana?-pregunto un poco molesta la pequeña-Cuando amas a alguien tu deber es procurar que a quien ames haga lo correcto, Blaine terminaría arrepintiéndose toda su vida si deja ir esta oportunidad.

-Tengo que hablar con él.

-Es lo mejor Kurt-apoyo Rachel acariciando la mano temblorosa de su amigo.

-Es… es solo que no sé cómo hacerlo, anoche, tuve la oportunidad de hacerlo, pero sé que si lo hago, tendremos una discusión, terminaremos diciendo cosas que no deseamos decir y todo se pondrá peor.

-No puedes simplemente hacer como si esto no estuviese ocurriendo Kurt.

-Lo sé, creo que solo necesito un par de días para aclarar mi cabeza y planear como hablar con él para convencerlo de hacer lo correcto.

-Blaine es un cabeza dura, no será algo sencillo.

-Lo tengo claro, pero él no me dejo abandonar mis sueños, me comportare a la altura, es lo que el merece.

Las oportunidades se presentaron en más de una ocasión, luego de una larga caminata por el parque, durante una cena, luego de una noche maravillosa, al despertar, antes de un concierto, sentados en el sofá de la sala mientras veían una película…

Pero nunca era el momento perfecto, Kurt seguía dándole vueltas al asunto en su cabeza, y cuando por fin creía que tenía el valor suficiente para hablar, Blaine venía con una inmensa sonrisa y le decía que lo amaba y que justo en ese momento tenía todo lo que deseaba.

-¿Que ocurre contigo?-pregunto Blaine cuando Kurt se recostó sobre su regazo-Has estado tan cariñoso hoy.

-¿Acaso estas reclamando por eso?-rio el castaño levantando la vista para encontrarse con la dulce mirada de su novio.

-No, solo… siento que quieres pedirme algo.

-Puede ser…-dijo coqueto metiendo su mano bajo la camiseta del menor.

La luz  del sol comenzaba a desaparecer a través de los edificios de Nueva York, un tenue color anaranjado llenaba la habitación de Kurt y Blaine, ambos extendidos lánguidamente sobre las sábanas blancas de su amplia cama, desnudos, disfrutaban de un instante de silencio abrazados entre sí.

-¿Puedo preguntarte algo?-hablo Kurt mientras besaba y acariciaba con lentitud el pecho de Blaine.

-Claro…

-Crees, digo, ¿sabes cuánto te amo?-pregunto siguiendo con la yema de sus dedos la línea de la mandíbula del moreno.

-Espero que mucho… ¿por qué me preguntas eso? ¿Hay algo que anda mal?



Kurt suspiro profundamente apoyando su cabeza sobre el hombro del moreno, quien comenzó a recorrer con sus dedos la espalda desnuda del mayor.

-Podría pasar cualquier cosa y siempre seguiría amándote Blaine.

-Me estas asustando, Kurt si hay algo que quieras decirme, por favor hazlo de una vez, sabes que puedes confiar en mí, cualquier cosa tiene solución si lo hablamos-soltó casi sin respirar el moreno un poco asustado.

-Eso va en ambos sentidos, ¿confías en mí?

-Dejaría mi vida en tus manos.

-¿Confías en lo que tenemos? ¿En nuestro amor? realmente te amo Blaine.

-Y yo a ti Kurt, pero no estoy entendiendo todas estas preguntas y confesiones.

-Ayer me propusieron hacer una presentación en la escuela, se acerca navidad, y quieren organizar algo especial.

-¡Eso es maravilloso!-dijo alegre el hombre de ojos color miel tomando la mano de su novio que descansaba sobre su pecho.

-Sí, pero aún no lo decido, me mantendrá muy ocupado, probablemente llegare tarde a casa, incluso los fines de semana, tal vez desde aquí hasta las fiestas.

-Tienes que aceptar-hablo con seguridad el moreno.

-Pero, eso significa menos tiempo juntos.

-Tenemos toda una vida para estar juntos, aun tendremos nuestras noches, que por lo que a mí respecta es el mejor momento-rio atrapando la nariz de Kurt entre sus dedos -Además podría acompañarte a algunos ensayos si no te molesta.

Blaine jamás dejaría que se perdiera algo así-pensó Kurt sintiéndose como un cobarde al haber esperado tanto tiempo para tener la maldita conversación acerca de su beca.

-No dejarías que me perdiera una buena oportunidad ¿no es así?-pregunto Kurt recostándose completamente sobre el cuerpo de Blaine.

-Claro.

-Gracias.

-No tienes nada que agradecer, siempre me preocupare porque cumplas cada uno de tus sueños y metas, aunque tenga que empujarte a ellos, muchacho perezoso-bromeo abrazándolo por la cintura y besándolo en la frente.

En un esfuerzo casi natural, Kurt se convenció que hablaría con Blaine una vez que él le contara lo que ocurría, Blaine decía confiar en él, así que le daría la oportunidad de ser sincero. Al pasar las semanas Kurt se enfrentó realmente con lo que todo este asunto significaba, Blaine nunca se lo contaría, la confianza de la que siempre hablaba al parecer no era tal, el castaño tenía dos opciones para enfrentarlo, y definitivamente tomo la decisión equivocada.

Desde esa noche las cosas comenzaron a cambiar, Kurt pasaba cada vez menos tiempo en casa, se encerró en su trabajo y en la escuela, las noches entre ambos muchachos se habían vuelto silenciosas, el castaño parecía cada vez más ausente y Blaine no sabía cómo lidiar con aquello.

-Kurt, ¿podemos solo cenar juntos?-pregunto tomando asiento en la mesa y esperando a que su novio se uniera a él.

-Estoy ocupado-respondió siguiendo su camino hasta la sala con su plato en una mano y un par de cuadernos en el otro.

-Apenas y hemos hablado durante las últimas semanas-dijo casi suplicante el moreno observándolo desde su lugar.

-Estoy muy ocupado Blaine, supongo que también tienes mucho que hacer, deberías estar concentrado en tus asuntos.

-Kurt, tu eres mi asunto, no entiendo que ocurre contigo, ¿hice algo mal?

Kurt apenas le dedico una mirada cargada de tristeza, pero tan pronto como sus ojos hicieron contacto el castaño la esquivo. Blaine aun no le decía nada, Kurt sabía que el tiempo seguía pasando y el moreno tenía que partir, tenía que hablar con él acerca de lo que ocurriría y convencerlo de que lo mejor era que tomara aquella oportunidad, pero no podía, ni siquiera lo quería, por eso había estado tan distante, no sabía cómo comenzar, como despedirse, porque irremediablemente todo esto terminaría en una despedida, un despedida para la cual no estaba preparado.

Los días pasaron, y la actitud de Kurt no cambio, Blaine estaba atormentado, Joey le preguntaba cada día como iban las cosas con el castaño, como si supiese algo que el no, pero cuando lo enfrentaba guardaba silencio, la misma reacción que mantenían Rachel y Santana.

-¿Hay alguien más?-pregunto lleno de temor Blaine sintiendo como su corazón se contraía.

-No sé de qué estás hablando-dijo secamente Kurt sin quitar la mirada de sus cuadernos y alejando su cena ya fría.

-Kurt por favor…

-Estoy cansado, creo que mejor iré a dormir-dijo retirándose de la habitación hacia su cuarto.

-¡No vas a ir a ningún lugar hasta que hablemos!-grito Blaine tomándolo de la muñeca con fuerza.

-Blaine, ¡estás haciéndome daño!

-¿Y tú? ¿Crees que no me estás haciendo daño a mí?-dijo con decisión Blaine intentando hacer que su novio lo mirara.

-Estoy cansado-susurro zafándose del agarre de Blaine y retomando cabizbajo su camino.

Kurt podía escuchar los sollozos de Blaine desde su cama, su corazón parecía comenzar a quebrarse lentamente.

-No me dejes por favor-suplico Blaine parado al lado de su novio, sabiendo que éste aún seguía despierto, el moreno casi se veía como un niño que pedía permiso para meterse en la cama de sus padres luego de una horrible pesadilla, temeroso-Puedo arreglar lo que sea que haya hecho mal.

-Blaine, tenemos que hablar…

-¿Vas a dejarme?-dijo con la mirada asustada el moreno arrodillándose junto a la cama para mirar a Kurt a los ojos.

Kurt lo observo durante unos instantes, podía ver el miedo en su rostro, cada expresión era acentuada por la oscuridad.

-No Blaine, tú lo vas a hacer.

Una risa nerviosa escapo de los labios del moreno quien lo seguía mirando sin entender.

-Blaine, quiero que seas sincero conmigo.

-Siempre lo he sido.

Kurt suspiro pesadamente sintiendo un gran peso sobre sus hombros.

-¿Hasta cuándo vas a seguir con todo esto?-susurro quitando un rizo que caía sobre su rostro.

-No sé de qué hablas.

-¿Royal Academy of Music te dice algo?-acusó con seguridad

La mandíbula de Blaine cayó al intentar musitar alguna frase coherente, pero nada ocurrió, parecía que las palabras del castaño había causado repentinamente un cortocircuito en su cabeza.

-¿Pensabas que simplemente nunca me enteraría no es así?

-K-Kurt, y-yo…

-Tú lo prometiste-le recrimino levantándose de la cama.

-Prometí cuidarte.

-¡No lo necesito Blaine! ¿No sabes cómo me sentí cuando supe todo esto?

-Yo no te dejare, nunca se me paso por la mente aceptar ese viaje…

-¿Crees que es por eso que estoy así?-se lamentó el castaño sintiendo como si Blaine no lo conociera.

-Tu no me puedes hacer esto-dijo en tono de súplica negando con la cabeza, aferrándose fuerte a la mano de Kurt-No me puedes obligar a dejarte.

-Yo no te estoy pidiendo que me dejes, estoy pidiendo que pienses en ti.

-Eso hago…

-Claro que no, estás pensando en mi, Blaine, y estamos hablando de tu futuro.

-Sabes que nunca funcionaria.

-¿Cuantas veces te he preguntado si sabes cuánto te amo? ¿Cuantas veces te he repetido que haría todo por ti? ¡Cuántas veces necesito gritarte a la cara que eres lo que más deseo! ¡Cuántas veces tendré que decirte que esto funcionará!

-No las suficientes…

-Tu no me dejarías hacer algo así… ¿por qué crees que yo si te dejaría?

-Sé que no lo harías, y ese es el problema, por eso no te conté.

El castaño tomo asiento nuevamente sobre su cama y dio unos golpecitos a su lado para que Blaine hiciese lo mismo.

-¿Sabes por qué esto va a funcionar?-pregunto pausadamente tomando la mano de su novio.

Blaine negó sin decir una palabra.

-Porque aunque nos separen miles de kilómetros, como miles de veces te he repetido, siempre serás tú, llámame cursi si lo deseas, pero tú Blaine Anderson fuiste creado para mí, tal como yo espero haber sido creado para ti,  cada vez que nos hemos separado, ya sea física o emocionalmente, al final, siempre hemos vuelto a los brazos donde pertenecemos, porque mi corazón te pertenece-dijo sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

-Mi corazón siempre será tuyo-le respondió el moreno colocando su mano sobre el pecho del castaño.

-¿Entonces…?

-Entonces, no me apartare de ti…aceptar esa beca Kurt, significaría perder todo esto, nuestro hogar…

-Nuestro hogar no es un simple departamento en los suburbios de NY, nuestro hogar no son estas cuatro paredes tapizadas de un color horrible-sonrió pasando su brazo por los hombros del otro muchacho y acercándolo a su pecho-Mi hogar eres tú, y aunque dentro de unos meses mi hogar este a un largo camino de distancia, sé que seguirá estando ahí, sé que seguirá sintiéndose perfecto, porque aunque te moleste, simplemente estoy amarrado a ti, se hacer buenos nudos Blaine, así que lamentablemente jamás te podrás deshacer de mí.

-No quiero perderte-dijo aferrándose con fuerza al cuerpo delgado de Kurt.

-No lo harás, siempre estaré aquí esperándote.

-No se supone que debería ser así Kurt, tú no tendrías por qué esperarme, y yo no debería tener que dejarte, ¿por qué no podemos ser felices de una buena vez?

-Yo soy feliz, justo ahora, aquí, empujándote a cumplir tus sueños.

-Tú eres mi sueño también.

-Ya no soy un sueño para ti, y tú no eres un sueño para mí, esto que tenemos es completamente real, y quiero que seas el mejor músico, eso tiene que ser real, y esta es la mejor forma de lograrlo.

-¿Aunque signifique arriesgar esto?-dijo tomando su mano fuertemente.

-No arriesgamos nada, a menos que creas que tus sentimientos por mí no son lo suficientemente fuertes.

-Sabes que no me refiero a eso, la distancia…

-Había una gran distancia también cuando me dijiste que tenía que venir a NY a perseguir mis sueños.

-No es lo mismo.

-Claro que no, esta vez eres tu quien debe arriesgarse, y no estoy hablando de lo que tenemos, sino de lo que tu mereces, no pierdas una oportunidad de brillar, no te lo perdonarías, y yo no me lo perdonaría tampoco.

-No quiero ser una carga para ti, o que mantener esta relación sea un sacrificio.

-Amarte jamás fue o será un sacrificio Blaine, es simplemente algo que no puedo evitar.

Blaine se perdió en sus pensamientos durante unos segundos, concentro su vista en sus manos unidas, parecían tan fuertes estando juntas, ciertamente habían sido creados el uno para el otro, pero ¿por qué parecía que la vida insistía en separarlos?

-¿En qué piensas?-pregunto el castaño sonriéndole con dulzura.

-En que esto parece de verdad un sacrificio.

-No lo es, no irte si sería un sacrificio, el peor, te lo digo por experiencia, cuando te encuentres haciendo eso que tanto amas, con los mejores, Blaine, es maravilloso, te lo puedo asegurar.

-¿Y si no soy lo suficientemente bueno?

-¿De qué hablas? ¿Por algo te invitaron o no? Así que por favor, ve y demuéstrales a esos estirados ingleses que mi pequeño novio de escuela privada puede ser mil veces mejor que todos ellos.

-Pensaba que te parecían realmente sofisticados.

-Creo que después de Adam los ingleses perdieron absolutamente su encanto ante mis ojos.

-Claro, son horribles-comento con seriedad el moreno.

-Los peores-bromeo respirando el aroma de la ropa de Kurt.

-Espero que no mires a ningún tipo mientras estés allá, aunque parezcan salidos de una película de espías.

-Lo prometo-termino por decir sintiendo que acababa de firmar su sentencia.


Una semana después Kurt y Blaine entraban tomados de la mano a la oficina donde Kurt se había enterado de todo el asunto del posible viaje de Blaine.

-Christopher…-saludo el castaño cuando el hombre se acercó a saludarlo.

-Que alegría verlos a ambos aquí-dijo el hombre dando un golpe obre el hombro de Blaine.

-Bueno, yo nunca rompo una promesa, así que traigo a Blaine para que arreglen lo de su visita a Inglaterra.

-No sabes cuánto me alegra que por fin hayas aceptado Blaine, esto es un gran honor para nuestra universidad y una gran recompensa para tu trabajo.

El moreno sonrió sin mucho ánimo, aunque había aceptado luego de la conversación con Kurt, aun se sentía como si estuviese cometiendo el mayor error de su vida, él no quería irse, y aunque Kurt se lo repitiera mil veces en lo más profundo de su corazón sabía que todo esto no era por su novio, era el mismo quien tenía miedo, no sabía si podría soportar tenerlo lejos, no poder besarlo antes de dormir, o despertar y encontrarse con su perfecto rostro a su lado.

Los tres hombres se sentaron alrededor de la enorme mesa de la oficina y comenzaron a revisar los papeles que Blaine necesitaría para su intercambio.

-¿Cuándo tendría que partir?-pregunto el moreno tomando la mano de Kurt.

-Llamare esta misma tarde a la gente de la universidad, y si enviamos los papeles durante esta semana… yo creo que en dos meses deberías estar partiendo a Inglaterra.

-¿Dos meses?-dijo Blaine sintiendo que un balde de agua fría había sido derramado sobre su cabeza.

-Sí, sé que puede parecer mucho, pero el tiempo transcurrirá rápido, no te darás cuenta  cuando estés abordando el avión.

Dos meses pensó Kurt, parecía tan poco tiempo para él, dentro de dos meses estaría solo otra vez, realmente solo.

Al salir del despacho decidieron dar un paseo por el parque que quedaba a un par de calles de la escuela.

-Dos meses es tan poco tiempo-medito Blaine tomando la mano de Kurt y acariciándolo con dedicación.

-Lo sé, y creo que debemos verlo como una gran oportunidad.

-¿Nuestros dos mejores meses?

-A veces siento que puedes leer mi mente-dijo intentando sonar divertido el castaño.

-No quiero dejarte…

-No me dejaras, eso ni lo pienses… solo estas concentrándote en lo importante.

-Tú eres lo más importante para mi Kurt-dijo deteniendo su camino y tomando el rostro del mayor entre sus manos.

Kurt cerró el espacio entre ellos, besándolo suavemente, y dándole un pequeño mordisco-Entonces ve y  has sentir orgullosa a la persona más importante para ti.

-¿Podemos estar estos dos meses encerrados en el departamento y solo salir de la cama para comer?

-Blaine…

-Solo puedo imaginar nuestros “dos mejores meses” así.

-Claro que no, nuestros dos mejores meses serán realizando lo que nos gusta, prometo que no habrán  reuniones extras o fines de semana ocupados en cosas de trabajo por un tiempo, además haremos lo que tú quieras, y no hablo solo de dulces Blaine, películas, paseos, cenas… lo que tú quieras.

Blaine suspiro pesadamente mirando el suelo.

-Iras a tus clases, y pasaras tiempo con tus amigos, podemos invitar a Sam y hasta a Tina si quieres, podríamos organizar una fiesta o algo así.

-No encuentro el motivo para celebrar.

-Blaine, no quiero escucharte decir eso de nuevo, sé que estas triste, yo también lo estoy, pero cuando estés allá haciendo lo que amas y yo esté aquí escuchándote contarme todas las cosas maravillosas que harás, te darás cuenta de que fue la mejor decisión, el tiempo pasara rápido, y estaremos juntos de nuevo, prometo trabajar mucho para poder visitarte en vacaciones, o tu puedes venir y yo lo hare dentro del año.

-Pensé que la graduación había sido el fin de nuestras separaciones…-susurro Blaine retomando su paseo.

-Lo logramos en tu último año en Lima, no sé por qué esto tendría que ser distinto-comento Kurt mirando hacia el cielo.

-¿Hablas en serio?-dijo un poco molesto el moreno sintiendo que a Kurt pareciera no importarle todo el asunto.

-Estoy siendo positivo.

-Kurt, apenas y tendremos tiempo de hablar, no podre despertar contigo, no podré abrazarte cuando sienta que todo me está sobrepasando, ¿qué hare cuando quiera dejar de intentar? ¿Acaso a ti no te importa eso? ¿No has pensado en todo lo que puede ocurrir estando alejados?

-Cada noche-le respondió sin detener su andar-Cada noche me tengo que convencer de que esto es una buena idea Blaine, cuando me entere, me hice cada una de esas preguntas, estaba asustado, estuve llorando en el departamento de Rachel y Santana toda una tarde intentando racionalizar todo esto…

-¿Entonces? Por qué no solo lo dejamos ir.

-Porque nunca me lo perdonaría, tú nunca me lo perdonarías, justo como nunca te hubiese perdonado haberme retenido cuando vine a vivir a NY.

-¿Qué ocurrirá si encuentras a alguien más?

-Eso no sucederá.

-No puedes asegurarlo Kurt.

-Claro que puedo, porque te amo, yo no podría engañarte nunca, lo sabes.

-Pero yo no estaré aquí cuando me necesites, que tal si alguien comienza a llenar todos esos momentos que me pertenecen ahora…

-¿Acaso dejas de amarme cuando estas lejos de mí? ¿o cuando no estoy a tu lado cuando algo no sale como tu querías?

-No me refiero a eso.

-Ok…-dijo el castaño volviendo a detenerse.-Si encuentro  a alguien, si siento que esto no está funcionando, si por un instante dudo de lo que mi corazón siente, te llamare, y lo arreglaremos, tú tienes que prometer hacer lo mismo.

-¿Y si no podemos arreglarlo?

-Seremos personas adultas y haremos lo correcto.

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Hablas de separarnos?

-Hablo de ser realistas, y créeme, deseo con todo mi corazón que eso nunca ocurra.

-¿Y si ocurre?

-¿Podrías dejar de tener tan poca confianza en lo que sentimos el uno por el otro por favor Blaine?

-Y-Yo… solo tengo miedo.

-Te lo dije, yo también, pero no quiero pensar en eso ahora, ahora estas aquí, esta tarde caminaremos de la mano, esta tarde veremos el sol desaparecer, esta noche dormirás conmigo, esta noche te amare, no quiero arruinar estos momentos que tenemos con miedos de cosas que aún no suceden, ese es un consejo que me dio mi papa hace tiempo, “Deja de tener miedo por cosas que no puedes controlar” no quiero dejar que el miedo controle y acabe con todo lo bueno que tengo justo ahora, aquí-termino por decir tomando los hombros de Blaine y acercándolo en un fuerte abrazo.

-No lo arruines tú por favor-dijo sobre el cuello del moreno.

El calor de la respiración de Kurt recorrió su cuerpo llenándolo de vida, se sentía tan seguro en sus brazos, si solo pudiese convencerlo.

El resto de la tarde solo disfrutaron de pequeños momentos íntimos, una mirada, una caricia, una sonrisa compartida al recordar una anécdota, la vida en NY era ajetreada, ambos tenían muchas responsabilidades, mantenerse solos y sostener una casa no era trabajo sencillo, y aunque intentaban pasar el mayor tiempo juntos cada vez esos pequeños momentos parecían desaparecer, pero esa tarde, se sintieron como cuando recién se habían conocido, fue como una de esas tardes en que ambos aun siendo solo amigos salían de Dalton a caminar con la excusa de ir por un café y hablar de alguna canción para las competencias, esa era la excusa perfecta para Kurt, y esa era la excusa que Blaine más adoraba de Kurt, esas tardes en que solo caminar hacia el parque o por los jardines de la escuela parecían una nueva aventura, pequeños coqueteos, y roces accidentales que los hacían enrojecer.

-Me gustaría volver el tiempo atrás-susurro Blaine añorando ese tiempo de calma en donde todo era sencillo, donde sus mayores preocupaciones eran escoger una canción o idear como cambiar un poco su uniforme para sorprender a los jueces.

-¿Si? ¿Hasta cuándo solo éramos amigos?

-No sé cómo pudimos perder tanto tiempo…

-Disculpa, pero fuiste tú el que perdiste el tiempo, sabes perfectamente que te espere por mucho.

-¿Como pude ser tan idiota? Debí haberte besado en navidad durante aquella práctica…

-O en San Valentín-agrego el castaño tomándose del brazo del moreno.

-Debí haberlo hecho cuando te vi en esa escalera, creo que tu ojos nublaron mi juicio.

-Debiste hacerlo justo en el momento en que lo hiciste, todo lo previo… fue hermoso, siento que nada habría sido lo mismo si no hubiésemos sido primero amigos-Eso era lo que necesitaba en ese momento.

-Tú eras lo que necesite siempre. Creo que también necesitaba un amigo.

-Espero que ninguno de los Warblers este escuchando esto, tenías muchos amigos ahí.

-Tú también los tenías en el club…

-Pero tú eras especial.

-Tú también lo eras, ¿acaso me viste ir a tomar café en San Valentín con alguno de los muchachos? ¿O cantar un dueto romántico con ellos?

-Supongo que no… aunque no sé qué tanto hacías con Wes después de los ensayos-se burló Kurt.

-Hablaba de por qué pasabas tanto tiempo con Jeff…-bufó recordando las largas charlas con su compañero, quien ahora que lo pensaba le daba innumerables pistas acerca de lo que el mismo estaba sintiendo en ese momento y que parecía pasar por alto.

Ambos rieron durante unos instantes cuando notaron que el sol comenzaba a descender.

-Vamos a sentarnos un rato-invito el castaño adentrándose en el parque que aun rondaban.

-Podríamos estar en casa haciendo algo divertido.

-Blaine, tenemos toda la noche para eso, ahora solo mira el cielo.

Un color rojizo cubría sus cabezas, la brisa removía las hojas de los árboles que parecían susurrar una canción, a lo lejos las risas de los niños que jugaba con sus padres hacían de la escena algo perfecto.

-Algún día esas sonrisas podrían ser de nuestros hijos…-medito en voz alta Blaine abriendo uno de sus ojos que hasta ese momento se encontraban cerrados para observar a Kurt.

-¿Estas proponiéndome algo Blaine Anderson?

-Solo decía, me gustaría tener un hijo, o dos…

-¿Conmigo?

-Claro que sí, ¿con quién más?

-No lo sé, tal vez encuentres a alguien en Inglaterra, no te culparía por eso.

-¿Creí que ya no encontrabas tan encantadores a los ingleses?

-Es cierto, entonces si te culparía si lo haces…

-De todas maneras, si un día tengo un hijo, quiero que tú seas el padre…

-Eso haría que tu fueses su madre-se rio Kurt apoyando su cabeza sobre el hombro de su novio creyendo ya haber dicho eso antes.

-¿Por qué haces esas bromas cuando estoy hablando completamente enserio?

-Porque justo ahora, y en las circunstancias en las que nos encontramos prefiero no hacerme ilusiones con el futuro, solo disfrutar el presente.

-Todo esta tan tranquilo.

El cielo cambiaba entre tonalidades rojizas y anaranjadas dejándolos lentamente cubiertos por la oscuridad.

-Creo que es hora de ir a casa.

-Si, necesito comer algo, o no podré seguir-confeso Blaine levantándose y tendiendo una mano a su ángel.

-¿Seguir con qué?

-¿Con toda la noche?, dijiste que esta tarde caminaríamos de la mano, que veríamos el sol desaparecer…

Kurt lo observaba divertido, Blaine no era capaz de recordar recoger su ropa del baño pero si podría recordar a la perfección lo que le había prometido durante el día.

-Entonces…-retomo- Ahora solo queda que me ames y que podamos dormir juntos.

-Exacto… “dormir”-recalco Kurt de manera risueña.

-Pero también dijiste “amar”

-Justo ahora te estoy amando-contraataco Kurt intentando molestar a su novio, sabiendo lo frustrante que era para él no obtener lo que deseaba.

-Sí, pero dijiste amar, y dormir, si colocas estas palabras en una misma oración…dormir me hace pensar en tu y yo en nuestra cama, nuestra cama me hace pensar en verte desnudo y verte desnudo… ¿tengo que ser más explícito?-dijo frunciendo el ceño.

-Ok… ya sabes, un Hummel…

-Nunca rompe sus promesas-termino de decir Blaine sonriendo ampliamente.

-Pero tu tendrás que cocinar, es tu turno-se adelantó a decir Kurt.

-¿Y si trabajamos en equipo? No querrás perderte todo esto-dijo señalando su propio cuerpo.-Por un dolor de estómago ¿o sí?

-Lo haremos juntos entonces.

-Me encanta como suena eso…

-Solo porque no quiero perderme todo eso…-señalo hacia una zona puntual de su cuerpo.

-Soy irresistible para ti Kurt-bromeo.

-Lo sabes, me tienes en tus manos.

-Me encanta tenerte en mis manos-le susurro al oído dándole un pequeño apretón en el trasero y mirando hacia todos lados por si alguien lo había visto.

Eran cerca de las tres de la mañana cuando Blaine despertó, acababa de tener una pesadilla en la cual Kurt se despedía de él como si nunca más fuesen a verse de nuevo, podía vislumbrarlo claramente caminando en dirección opuesta a la suya, sentía un dolor en el pecho que le impedía respirar, intento correr tras el, pero era como si alguien estuviese sosteniéndolo, intentaba gritar pero su voz se había ido, era una sensación completamente angustiante, no podía hacer nada.

Abrió los ojos asustado, con la respiración agitada y con la piel cubierta por el sudor, miro  su lado, Kurt dormía plácidamente, se tomó un instante para aclarar sus pensamientos antes de ir al baño a mojarse el rostro.

Se observó al espejo un segundo y una idea cruzo por su mente ¿y si le pedía a Kurt que lo acompañara? ¿Y si ambos se iban a Inglaterra? él podría hablar con sus padres para que los ayudaran económicamente por un tiempo hasta que consiguieran un trabajo en el país que los cobijaría. Fueron pocos segundos de esperanza, él no podía pedirle a Kurt que dejara la escuela, su trabajo, sabia cuanto amaba todo aquello, fue en ese instante en que realmente comprendió el sacrificio que Kurt estaba haciendo, durante todo este tiempo él lo único que había hecho era pensar en sí mismo, y en lo mucho que extrañaría al castaño, Kurt por su parte había dejado de lado todo el egoísmo y se había concentrado en él, en sus sueños y en lo que era la decisión mas madura.

Blaine camino lento hacia la habitación, deteniéndose a observar la apacible imagen que le brindaba Kurt, la noche era cálida, el mayor yacía durmiendo sobre su costado izquierdo, tapado hasta la cintura, dejando su torso al descubierto. Blaine se acostó a su lado y lo rodeo por la cintura, podía sentir completamente la desnudes de Kurt junto a él, beso su espalda, su nuca y sus hombros con suavidad, respirando profundamente sobre su piel.

-¿Qué haces Blaine?-dijo somnoliento Kurt esbozando una pequeña sonrisa complacido por las caricias.

-Disfruto de tu aroma…eres tan suave.

-Deberías estar durmiendo, ¿no estás cansado?-dijo recordando lo que apenas unas horas atrás estaban haciendo en ese mismo lugar.

-Nunca me cansaré de tenerte desnudo en mi cama. Jamás.

-Es nuestra cama  Blaine.

-Eso es mejor…

-Ok… de verdad me gustaría seguir charlando, pero tengo mucho sueño-dijo en medio de un bostezo Kurt antes de volver a acomodarse más cerca de Blaine y  comenzar a dormir.

-Descansa, yo seguiré disfrutándote-resopló antes de volver a besarlo con lentitud.

-Te amo Blaine.

-Lo sé, gracias por pensar siempre en mí, te amo mucho.