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FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
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Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Naaaaaaaaaaaaaaaaaaa TERRIBLEMENTE WANKY!!!! jajaja!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
D: estos capitulos me sorprendieron, quiero saber cual es el trauma de San, se ve que es muy duro, creo que Rachel tiene razón, si no atreglan sus problemas Santana es una bomba de relojería pero fue muy cruel con britt, ambas tienen razon Rachel la ha cagado con Finn.
Estuvo impresionante los capitulos, espero que te valla bien mañana en la U ;)
Estuvo impresionante los capitulos, espero que te valla bien mañana en la U ;)
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
ha sido muy intenso, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Haaaaa bueno, cargaditos los capitulos!!!!
quiero saber la historia de San!!!!!!!
Saludos
quiero saber la historia de San!!!!!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
holap dan!!!
la vida de san y britt es difícil y sobre todo jodida!!!
me gusta que se complementan las dos,... aunque se lastimen se saben curar al mismo tiempo,..
y rachel la jode ella sola y lo sabe,.. tendencia a destruirse pero britt no tiene la culpa de lo que hace y que no descargue en ella la bronca,... como,......?????????????? !!!
nos vemos!!!
la vida de san y britt es difícil y sobre todo jodida!!!
me gusta que se complementan las dos,... aunque se lastimen se saben curar al mismo tiempo,..
y rachel la jode ella sola y lo sabe,.. tendencia a destruirse pero britt no tiene la culpa de lo que hace y que no descargue en ella la bronca,... como,......?????????????? !!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
WANKY
Dani, quizá debería dejar de comentar aquella palabra cuando me dejas sin más (?)
considero que no sé como expresar lo tanto que me fascino, habiendo malas escenas o buenas también, todo es parte Asdfghjkl
por lo pronto, dejemoslo así, te mando un beso y un fuerte abrazo :)
considero que no sé como expresar lo tanto que me fascino, habiendo malas escenas o buenas también, todo es parte Asdfghjkl
por lo pronto, dejemoslo así, te mando un beso y un fuerte abrazo :)
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
monica.santander escribió:Naaaaaaaaaaaaaaaaaaa TERRIBLEMENTE WANKY!!!! jajaja!!
Saludos
Hola Hola!
JAJAJAJAJJA me alegra que te gustara ;)
Saludos
lauravm98 escribió:D: estos capitulos me sorprendieron, quiero saber cual es el trauma de San, se ve que es muy duro, creo que Rachel tiene razón, si no atreglan sus problemas Santana es una bomba de relojería pero fue muy cruel con britt, ambas tienen razon Rachel la ha cagado con Finn.
Estuvo impresionante los capitulos, espero que te valla bien mañana en la U ;)
Hola Hola!
San tiene un graaaaaaaaaaaaaaaaaan pasado por atras igual que Britt! y Rach se desquito pero en parte tiene razon pero di !
Muchas Gracias C:
Saludos Y besos
micky morales escribió:ha sido muy intenso, hasta pronto!
Hola Hola!
Me alegra que te gustaran C:
Saludos
monica.santander escribió:Haaaaa bueno, cargaditos los capitulos!!!!
quiero saber la historia de San!!!!!!!
Saludos
Hola Hola!
Prontamente esa historia y las inseguridades de las dos se veran !
Saludos
3:) escribió:holap dan!!!
la vida de san y britt es difícil y sobre todo jodida!!!
me gusta que se complementan las dos,... aunque se lastimen se saben curar al mismo tiempo,..
y rachel la jode ella sola y lo sabe,.. tendencia a destruirse pero britt no tiene la culpa de lo que hace y que no descargue en ella la bronca,... como,......?????????????? !!!
nos vemos!!!
Hola Hola!
Jodida se queda corto digo yo aaaaah! y Exacto poco a poco San se va a ir abriendo con Britt y Rach ayyyyyyy rach ! y exacto!
Saludos
Anddy Rivera Morris escribió:WANKYDani, quizá debería dejar de comentar aquella palabra cuando me dejas sin más (?)
considero que no sé como expresar lo tanto que me fascino, habiendo malas escenas o buenas también, todo es parte Asdfghjkl
por lo pronto, dejemoslo así, te mando un beso y un fuerte abrazo :)
Hola Hola
JAJAJAJAJAJAJJAJA ya esa palabra no es suficiente eso pense yo tbm jajajajajaj
Saludos Y muchos besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Capítulo 20
Santana llegó justo cuando sacaba la cena del horno traía una bolsa de ropa en una mano y una funda de ordenador portátil en la otra. Me preocupaba que se fuera sola a casa tras su sesión con el doctor Petersen y sentí alivio cuando me llamó para decirme que venía de camino aun así, cuando abrí la puerta y la vi allí, un escalofrío de inquietud me recorrió el cuerpo—Hola —me saludó en voz baja, siguiéndome después a la cocina— Huele de maravilla aquí dentro.
—Espero que tengas hambre. Hay mucha comida y me sorprendería que Rachel apareciera para ayudarnos a comérnosla.
Santana dejó sus cosas sobre el mostrador y se acercó a mí con recelo, buscando mis ojos con los suyos a medida que se acercaba—Me he traído unas cuantas cosas para pasar la noche, pero me puedo ir a casa si quieres cuando sea simplemente dímelo.
Dejé escapar el aire de mi pecho con fuerza, decidida a no dejar que el miedo dictara mis acciones—Quiero que te quedes.
—Y yo quiero quedarme—Se detuvo delante de mí— ¿Puedo abrazarte?
Me giré hacia ella y la apreté con fuerza—Por favor.
Presionó su mejilla contra la mía y me abrazó. Aquel abrazo no fue tan natural y relajado como los que solíamos darnos había entre nosotras un nuevo recelo diferente a todo lo que habíamos sentido antes— ¿Qué tal estás? —murmuró.
—Mejor, ahora que estás aquí.
—Pero aún nerviosa—Apretó sus labios contra mi frente—Yo también, no sé cómo vamos a poder quedarnos dormidas de nuevo la una junto a la otra.
Apartándome un poco, la miré eso es también lo que yo temía, y mi anterior conversación con Rachel no había ayudado en nada es una bomba de relojería en marcha...—Lo superaremos —dijo.
Se quedó callada un largo rato— ¿Alguna vez se ha puesto Nathan en contacto contigo?
—No—Aunque tenía auténtico pánico a encontrármelo de nuevo algún día, ya fuera por casualidad o deliberadamente estaba en algún lugar, ahí afuera, respirando el mismo aire— ¿Por qué?
—Porque hay mucho bagaje que se interpone entre nosotras dos.
— ¿Crees que es demasiado?
Santana negó con la cabeza—No pienso eso.
Yo no supe qué hacer o decir ¿Qué garantías darle, si ni siquiera estaba segura de mi amor y de si el hecho de necesitarla sería suficiente para que nuestra relación funcionara?— ¿En qué estás pensando? —preguntó.
—En la comida, estoy hambrienta ¿Por qué no vas a ver si Rachel quiere comer? Luego podemos ponernos a cenar.
Santana encontró a Rachel durmiendo, así que cenamos ella y yo a la luz de las velas en la mesa del comedor, una especie de comida formal vestidas con las camisetas y pantalones de pijama que nos habíamos puesto tras nuestras respectivas duchas. Yo estaba preocupada por Rachel, pero tener un respiro tranquilo a solas con Santana me pareció que era justo lo que necesitábamos—Ayer comí con Magdalene en mi despacho —dijo después de que disfrutáramos de los primeros bocados.
— ¿Ajá?
— ¿Mientras yo había ido a comprar el anillo, Magdalene había disfrutado de un tiempo a solas con mi mujer?
—No uses ese tono —me reprendió— Estuvo comiendo en un despacho rodeada de tus flores mientras me lanzabas besos desde mi escritorio tú estabas tan presente como ella.
—Perdona ha sido un acto reflejo.
Levantó mi mano hacia su boca y le dio un beso rápido y fuerte—Me alivia ver que aún puedes sentir celos por mí.
Solté un suspiro mis emociones llevaban todo el día desperdigadas, no podía saber cuáles eran mis sentimientos con respecto a nada— ¿Le has dicho algo sobre Christopher?
—Ése era el motivo de la comida le enseñé el vídeo.
— ¿Qué? —Fruncí el ceño, recordando que mi teléfono se había quedado sin batería en su coche— ¿Cómo lo has hecho?
—Subí tu teléfono a mi despacho y saqué el vídeo con un USB ¿No te diste cuenta de que lo traje anoche con toda la batería?
—No—Dejé el cubierto sobre la mesa con dominación o no, Santana y yo íbamos a tener que hablar sobre qué límites cruzar para que yo no perdiera los papeles—No puedes piratear mi teléfono sin más, Santana.
—No lo pirateé aún no le has puesto una contraseña.
— ¡Ésa no es la cuestión! Se trata de una grave invasión de mi puñetera privacidad Dios mío... — ¿Por qué en mi vida nadie comprendía que yo tenía unas fronteras?— ¿Te gustaría que yo hurgara en tus cosas?
—No tengo nada que ocultar—Sacó su teléfono del bolsillo de sus pantalones y lo sostuvo en el aire ante mí— Y tú tampoco lo tendrás.
No quería discutir en ese momento las cosas estaban demasiado frágiles tal y como estaban, pero ya había permitido lo suficiente que aquello siguiera adelante—No importa si yo tengo algo que no quiero que veas tengo derecho a un espacio y a una privacidad y tú debes preguntar antes de acceder por tu cuenta a mi información y mis pertenencias tienes que dejar de coger todo lo que quieres sin pedir permiso.
— ¿Qué tenía eso de privado? —Me preguntó frunciendo el ceño— Tú misma me lo enseñaste.
— ¡No seas como mi madre, Santana! —Grité— Sólo puedo aguantar cierto grado de locura.
Dio un respingo hacia atrás ante mi vehemencia, claramente sorprendida al ver lo enfadada que estaba—De acuerdo, lo siento.
Me bebí el vino de un trago tratando de refrenar mi genio y desasosiego— ¿Sientes que me haya enfadado o sientes lo que has hecho?
Tras un silencio que duró varios latidos del corazón, Santana respondió: —Siento que te hayas enfadado.
Vi que no lo había entendido— ¿Por qué no ves lo raro que es todo esto?
Dejó escapar un suspiro y se pasó la mano por el pelo—Britt, pasó una cuarta parte de cada día dentro de ti cuando estableces límites fuera, no puedo evitar verlos como algo arbitrario.
—Pues no lo son, son importantes para mí si hay algo que quieras saber, tendrás que preguntármelo.
—De acuerdo.
—No lo hagas más —la advertí—No estoy bromeando, Santana.
Apretó la mandíbula—Vale, ya lo he entendido.
Entonces, como realmente no quería discutir, seguí con la conversación— ¿Qué dijo ella al verlo?
Ella se relajó visiblemente—Le resultó difícil, desde luego aún más al saber que yo lo había visto.
—Ella nos vio en la biblioteca.
—No hablamos de eso directamente, pero de todos modos, ¿qué iba a decirle? No pienso disculparme por hacerle el amor a mi novia en una habitación cerrada—Apoyó la espalda en su silla y exhaló con fuerza— Ver la cara de Christopher en el vídeo, ver lo que realmente piensa de ella, le ha dolido es duro ver cómo te utilizan así sobre todo, si lo hace alguien que se supone que te quiere.
Para ocultar mi reacción, me ocupé de rellenar las dos copas ella hablaba como si se tratara de una experiencia propia ¿Qué era exactamente lo que le habían hecho?
Tras un rápido sorbo de vino, le pregunté: — ¿Y cómo lo llevas tú?
— ¿Qué puedo hacer? Con el paso de los años he hecho todo lo posible por hablar con Christopher lo he intentado dándole dinero lo he intentado amenazándolo nunca se ha mostrado dispuesto a cambiar hace tiempo me di cuenta de que lo único que puedo hacer es poner paños fríos. Y mantenerte todo lo lejos de él que me sea posible.
—Ahora que yo ya lo sé, te ayudaré con ello.
—Bien—Dio un trago y me miró por encima del borde de la copa—No me has preguntado por mi cita con el doctor Petersen.
—No es de mi incumbencia. A menos que quieras hablarme de ello—La miré a los ojos, deseando que lo hiciera— Estaré dispuesta a escucharte siempre que lo necesites, pero no voy a fisgonear cuando estés lista para dejarme entrar, házmelo saber dicho lo cual, me encantaría saber si te ha gustado.
Respondió sonriendo—Hasta ahora sí me habla con rodeos no mucha gente sabe hacer eso.
—Sí, Te habla haciéndote volver a un asunto para que lo enfoques desde otra perspectiva diferente a la que estás pensando, en plan « ¿Cómo es que no lo había visto así?»
Santana subía y bajaba los dedos por el pie de su copa—Me ha recetado que tome una cosa por la noche antes de acostarme lo he comprado antes de venir.
— ¿Qué piensas sobre el hecho de tomar medicación?
Me lanzó una mirada oscura y angustiada—Creo que es necesario tengo que estar contigo y debo hacer que sea seguro para ti, cueste lo que cueste el doctor Petersen dice que esta medicación combinada con la terapia ha sido un éxito en otros pacientes que sufren «parasomnia sexual atípica». Tengo que creer que es cierto.
Extendí la mano para agarrar la suya tomar la medicación era un gran paso, sobre todo para alguien que había evitado enfrentarse a sus problemas durante mucho tiempo—Gracias.
Santana me apretó la mano—Al parecer, hay bastante gente con este problema a la que han estudiado. Me ha hablado de un caso documentado en el que un hombre estuvo atacando sexualmente a su mujer en sueños durante doce años antes de buscar ayuda.
— ¿Doce años? Dios mío.
—Parece que, en parte, esperaron tanto porque el hombre era mejor en la cama cuando estaba dormido —dijo fríamente— Y si eso no constituye un golpe mortal para el ego, no sé qué otra cosa puede serlo.
Me quedé mirándola—Vaya mierda.
—Lo sé, ¿vale? —Su sonrisa irónica se desvaneció— Pero no quiero que te sientas obligada a compartir la cama conmigo, Britt no existe ninguna pócima mágica puedo dormir en el sofá o irme a casa, aunque de las dos opciones preferiría el sofá mis días son mejores si me preparo contigo para ir a trabajar.
—Para mí también.
Extendiendo la mano, Santana cogió la mía y se la llevó a los labios—Nunca imaginé que podría tener esto... Alguien en mi vida que sepa lo que tú sabes sobre mí alguien con quien poder hablar de mis cagadas durante la cena porque me acepta tal cual soy... Te estoy muy agradecida, Britt.
Mi corazón se retorció al sentir un dulce dolor en el pecho sabía decir cosas hermosas, cosas perfectas—Yo siento lo mismo por ti—Puede que más, porque yo la quería pero no lo dije en voz alta algún día le llegaría el momento no iba a rendirme hasta que fuera absoluta e irrevocablemente mía.
* * *
Con los pies desnudos sobre la mesa del café y el ordenador en su regazo, Santana parecía tan cómoda y relajada, que estuvo todo el tiempo distrayéndome de mis programas de la televisión ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?, me pregunté ¿Esta mujer tan desmesuradamente atractiva y yo? —Me estás mirando —murmuró, con los ojos puestos en la pantalla de su portátil.
Le saqué la lengua— ¿Es eso una provocación sexual, señorita Pierce?
— ¿Cómo puedes verme si estás mirando lo que sea eso en lo que estás trabajando?
Levantó en ese momento la vista y me miró fijamente sus ojos marrones resplandecían de energía y calor.
—Siempre te veo, cielo desde el momento en que me encontraste, no he visto otra cosa más que a ti.
El miércoles empezó con los dedos de Santana tratando de penetrarme por detrás, mi nueva forma preferida de despertarme—Vaya —dije con voz ronca, quitándome el sueño de los ojos mientras pasaba el brazo por mi cintura y me acercaba a su cálido pecho—Esta mañana estás juguetona.
—Estás preciosa y sexy por las mañanas —susurró, acariciándome el hombro con la nariz— Me encanta despertar contigo.
Celebramos una noche de sueño ininterrumpido con unos cuantos orgasmos entre las dos.
Horas después, almorcé con Kurt y Blaine en un encantador restaurante mexicano escondido bajo el nivel de la calle bajamos unas escaleras de cemento y entramos en un restaurante sorprendentemente espacioso con camareros vestidos con chaleco negro y mucha luz—Tienes que volver aquí con tu chica para que te invite a un margarita de granada—dijo Blaine.
— ¿Están buenos? —pregunté.
—Desde luego.
Cuando vino la camarera a por la comanda, flirteó descaradamente con Kurt agitando unas pestañas envidiablemente largas Kurt también flirteó con ella. A medida que avanzó la comida, la exuberante pelirroja, en cuya solapa lucía el nombre de Shawna, se volvió más atrevida, y tocaba el hombro y la nuca de Kurt cada vez que se acercaba a cambio, las bromas de Kurt se hicieron más sugerentes hasta que me fijé en que Blaine se ponía nervioso, con la cara enrojecida y el ceño cada vez más fruncido me revolvía incómoda y conté los minutos hasta que terminó aquella comida cargada de tensión—Veámonos esta noche —le dijo Shawna a Kurt cuando trajo la cuenta— Una noche conmigo y te curaré.
Yo ahogué un grito ¿De verdad? — ¿Te viene bien a las siete? —Susurró Kurt—Te voy a destrozar, Shawna ya sabes lo que pasa, que una vez que se ha catado lo bueno...
El agua me entró por el otro lado y me atraganté Blaine se puso en pie de un brinco, rodeó la mesa y empezó a darme golpes en la espalda—Por Dios, Britt —dijo riéndose— Sólo estábamos gastándote una broma, No te nos mueras.
— ¿Qué? —jadeé con los ojos llenos de lágrimas.
Riéndose, se dio la vuelta y pasó el brazo por encima de la camarera—Britt, ésta es mi hermana, Shawna, Shawna, Britt es la que hace que la vida de Kurt sea más fácil.
—Eso está bien —respondió Shawna—, porque seguro que él te la hace más difícil.
Blaine me guiñó un ojo—Por eso es por lo que me tiene cerca Al ver a los hermanos juntos, por fin me di cuenta del parecido que antes se me había pasado por alto me hundí en mi asiento y miré a Kurt con odio—Ha sido terrible creía que Blaine iba a explotar.
Kurt levantó las manos, mostrando su arrepentimiento—Ha sido todo idea suya es la reina de los dramas, ¿recuerdas?
Dándose la vuelta, Blaine sonrió y dijo: —No, Britt, ya sabes que en esta relación quien tiene las ideas es Kurt.
Shawna sacó una tarjeta de visita de su bolsillo y me la entregó—Mi número está por el otro lado llámame tengo información jugosa sobre estos dos puedes vengarte bien de ellos.
— ¡Traidora! —la acusó Blaine.
Shawna se encogió de hombros—Oye, las chicas debemos permanecer unidas.
Después del trabajo, Santana y yo fuimos al gimnasio Angus nos dejó en la calle y entramos el lugar estaba lleno y los vestuarios abarrotados me cambié, guardé mis cosas luego santana y yo salimos del vestuario juntas Saludé con la mano a Spencer, la entrenadora que había hablado conmigo la primera vez que fui a López Trainer, y recibí un azote en el culo—Oye —protesté intentando dar un manotazo sobre la mano castigadora de Santana— ¡No hagas eso!
Tiró de mi cola de caballo moviendo suavemente mi cabeza hacia atrás, inclinándome la boca hacia arriba, de modo que pudiera marcar su territorio con un beso profundo y largo su forma de tirarme del pelo hizo que una oleada de electricidad me recorriera la piel—Si esta es tu idea de elemento disuasorio, debo decirte que es mucho más un incentivo —le susurré ante sus labios.
—Estoy dispuesta a hacerlo más fuerte—Me mordió el labio inferior— Pero te sugiero que no pongas a prueba mis límites con estas cosas, Brittany.
—No te preocupes, prefiero hacerlo con otras.
Santana se dirigió primero a la cinta de correr, lo cual me permitió tener el placer de ver cómo su cuerpo brillaba con el sudor... en público por mucho que la viera así en privado, nunca dejaba de volverme loca Dios mío, me encantaba su aspecto con el pelo recogido por la coleta y la flexión de sus músculos bajo la piel bronceada. Y la grácil fuerza de sus movimientos.
Ver a una mujer urbana tan elegante despojarse de sus faldas formales y mostrar su lado animal ponía en marcha todos los resortes de mi excitación no podía dejar de mirarla y me alegraba no tener que hacerlo. Al fin y al cabo, era mía, un hecho que provocaba que un cálido placer me recorriera el cuerpo además, las demás mujeres del gimnasio se habían fijado también en ella Mientras se movía de un aparato a otro, docenas de ojos de admiradoras la seguían.
Cuando me sorprendía comiéndomela con los ojos, le lanzaba una mirada sugerente y me pasaba la lengua por el labio inferior su ceja levantada y su sonrisa compungida hacían que mi cuerpo se estremeciera no recordaba la última vez que me había sentido tan estimulada mientras hacía ejercicio la hora y media se pasó volando.
Cuando volvimos al Bentley y nos dirigíamos al ático, yo me retorcía en el asiento miré repetidamente a Santana con una silenciosa provocación.
Ella entrelazó sus dedos con los míos—Tendrás que esperar.
Aquella declaración me sorprendió— ¿Qué?
—Ya me has oído—Me besó los dedos y tuvo el valor de dedicarme una sonrisa maliciosa— Se llama demora de la gratificación, cielo.
— ¿Por qué vamos a tener que hacerlo?
—Piensa en lo locas que vamos a estar la una por la otra después de la cena.
Me acerqué más de modo que Angus no me oyera, aunque sabía qué era lo suficientemente profesional como para no hacernos caso—Hay dos opciones: esperar o no yo voto por el no.
Pero no cedió al contrario, nos torturó a las dos, haciendo que nos desvistiéramos la una a la otra para darnos una ducha caliente, acariciando y rozando con nuestras manos las curvas y depresiones del cuerpo de la otra y, después, vistiéndonos para cenar ella se vistió de etiqueta con un vestido de coctel color rojo con un maldito escote adelante y en la espalda y El vestido de cóctel que había elegido para mí era un Vera Wang de seda de color champán, con un corpiño de bustier sin tirantes, espalda abierta y una falda de tejidos superpuestos que terminaba unos cuantos centímetros por encima de la rodilla.
Sonreí al verla, sabiendo que la volvería loca verme con ese vestido toda la noche.
En un lamentable intento de aparentar modestia, dejé que el pelo me cayera sobre el pecho, pero no sirvió de mucho si debía tener en cuenta la expresión de Santana—Dios mío, Britt —dijo —He cambiado de idea con respecto a ese vestido no deberías llevarlo en público.
—No tenemos tiempo para que cambies de opinión.
—Creía que tenía más tela.
Me encogí de hombros sonriendo— ¿Qué puedo decir yo? Has sido tú quien lo ha comprado.
—Me lo estoy pensando mejor ¿Cuánto tiempo hará falta para quitártelo?
Deslizando mi lengua por el labio inferior, contesté: —No lo sé ¿Por qué no lo descubres por ti misma?
Sus ojos se oscurecieron—No vamos a salir nunca de aquí.
—Yo no me quejaría.
Estaba tremendamente atractiva y yo la deseaba con todo mi cuerpo, como siempre— ¿No habrá alguna chaqueta u otra cosa que puedas ponerte por encima? ¿Un anorak, quizá? ¿O un impermeable?
Riéndome, cogí mi bolso de mano de la cómoda y pasé mi brazo por el suyo—No te
preocupes todos estarán muy ocupados observándote a ti y tus escotes como para siquiera darse cuenta de que yo estoy allí.
Frunció el ceño mientras yo la sacaba a rastras del dormitorio—En serio, ¿se te han puesto las tetas más grandes? Sobresalen por encima de esa cosa ni las mías.
—Tengo veinticuatro años, Santana —contesté con sequedad— Dejé de desarrollarme hace años lo que ves es lo que hay.
—Sí, pero se supone que soy yo la única que lo tiene que ver, porque soy yo la única a la que se le permite tenerlo.
Entramos en la sala de estar en el corto espacio de tiempo que tardamos en atravesar el vestíbulo, saboreé la calmada belleza de la casa de Santana Me gustaba lo cálida y acogedora que era. El encanto del Viejo Mundo en la decoración era muy elegante, pero también extraordinariamente agradable. La imponente vista desde las ventanas en arco se complementaba con el interior, pero no distraía la atención de ella.
La mezcla de maderas oscuras, piedra envejecida, colores cálidos y vívidos toques de piedras preciosas era claramente cara, al igual que las obras de arte que colgaban de las paredes, pero se trataba de una exhibición de riqueza de buen gusto. No podía imaginar que nadie se sintiera incómodo sin saber qué se podía tocar o dónde sentarse. No se trataba de ese tipo de espacios.
Tomamos el ascensor privado y Santana me miró mientras las puertas se cerraban Inmediatamente trató de subirme el corpiño—Si no tienes cuidado, vas a dejarme al aire la entrepierna —la advertí.
—Maldita sea.
—Podemos divertirnos con esto puedo interpretar el papel de una rubia guapa y tonta que va detrás de tus tetas y tu dinero y tú puedes hacer de ti misma: la conquistadora millonaria con su último juguete aparenta aburrimiento e indulgencia mientras yo me cuelgo de ti y hago gorgoritos diciendo lo brillante que eres.
—Eso no tiene gracia—Y entonces, se le iluminó la cara— ¿Y un pañuelo?
Cuando entramos en la cena de gala para recaudar fondos para un centro de acogida para mujeres y niños, tuvimos que aguantar el acoso de la prensa, lo que provocó mi miedo a la exposición. Me concentré en Santana, pues nada distraía tanto mi atención como ella Y al fijarme en ella, pude observar el cambio de la mujer que era en privado con respecto al personaje público la máscara se fue colocando en su sitio poco a poco el iris de sus ojos pasó a un gélido color tierra y su boca sensual perdió cualquier atisbo de curvatura casi pude sentir cómo su fuerza de voluntad nos cercaba. Había una pantalla protectora entre las dos y el resto del mundo, simplemente porque así lo deseaba ella De pie a su lado, supe que nadie se acercaría ni me hablaría hasta que ella les diera alguna señal de que podían hacerlo.
Aun así, aquella sensación de no tocar no se extendió a la de no mirar Santana hacía que las cabezas se giraran a medida que nos adentrábamos en la sala de baile y los ojos la seguían a mí me dio un tic nervioso al ver toda la atención que ella cosechaba, pero ella parecía ajena y completamente serena si yo estaba empeñada en hacerle gorgoritos y aferrarme a ella, tendría que hacer cola en el momento en que nos detuvimos la empezaron a asediar. Yo me aparté para dejar paso a quienes competían por captar su atención y fui a por una copa de champán Waters Field & Leman habían hecho la publicidad gratis para la gala y vi a algunas personas que conocía.
Había conseguido enganchar una copa de la bandeja de un camarero que pasaba cuando escuché que alguien decía mi nombre. Me giré y vi a la sobrina de Stanton acercándose con una amplia sonrisa de pelo oscuro y ojos verdes, tenía más o menos mi edad. Yo la conocía de las veces que había ido a visitar a mi madre en vacaciones y me alegré de verla La saludé con los brazos abiertos y agradecida— ¡Aria! ¿Cómo estás? Tienes un aspecto estupendo.
—Yo estaba a punto de decir lo mismo—Miró mi vestido con admiración— Me he enterado de que te has mudado a Nueva York y quería ir a visitarte ¿Cuánto tiempo llevas en la ciudad?
—No mucho unas cuantas semanas.
—Tómate el champán y vamos a bailar —me dijo.
Aún sentía el agradable burbujeo del alcohol en mi cuerpo cuando entramos en la pista de baile al ritmo de Billie Holiday cantando «Summertime».
—Y bien, ¿estás trabajando? —preguntó.
Mientras bailábamos, le hablé de mi trabajo y le pregunté en qué andaba ella No me sorprendió saber que trabajaba para la compañía de inversiones de Stanton y que le iba muy bien—Me gustaría ir por tu barrio y llevarte a comer algún día —propuso.
—Eso sería estupendo—Me aparté cuando terminó la música y choqué contra alguien detrás de mí llevó las manos a mi cintura para sujetarme y miré hacia atrás para descubrir que era Santana.
—Hola —susurró, con su mirada gélida sobre Aria—Preséntanos.
—Santana, ésta es Aria Stanton nos conocemos desde hace unos años es sobrina de mi padrastro—Respiré hondo y seguí adelante—Aria, ésta es la mujer más importante de mi vida, Santana López.
Aria sonrió abiertamente y extendió la mano—López Sé quién eres, por supuesto. Un placer conocerte. Si todo marcha bien, quizá te vea en algún encuentro familiar.
El brazo de Santana se deslizó por encima de mis hombros—Cuenta con ello.
A Aria la llamó un conocido suyo y se acercó para besarme en la mejilla—Te llamaré para ir a comer ¿Quizá la semana que viene?
—Genial—Yo era muy consciente de la energía que desprendía Santana a mi lado, pero cuando la miré, su rostro parecía tranquilo e impasible me sacó a bailar mientras Louis Armstrong cantaba «What a wonderful world».
—No estoy segura de que me guste —murmuró.
—Aria es una chica muy simpática.
—Siempre que tenga claro que eres mía. —Presionó su mejilla contra mi sien y colocó la mano dentro del corte de la espalda de mi vestido, piel contra piel. No había lugar a dudas de que yo le pertenecía mientras me agarraba así.
Saboreé la oportunidad de estar tan cerca de su delicioso cuerpo en público respirándola, me dejé llevar por sus expertos brazos—Me gusta esto.
Acariciándome con su nariz, murmuró: —Ésa es la idea.
Felicidad absoluta duró lo que dio de sí el baile.
Salíamos de la pista de baile cuando vi a Magdalene a un lado tardé un poco en reconocerla porque se había cortado el pelo a lo garçon y se lo había alisado. Tenía un aspecto esbelto y elegante con su sencillo vestido negro de cóctel, pero la eclipsaba la llamativa morena con la que estaba hablando.
El paso de Santana vaciló, aminorando mínimamente antes de recuperar el ritmo habitual. Yo bajé la mirada pensando que ella había esquivado algo del suelo—Tengo que presentarte a alguien —dijo en voz baja.
Fijé mi atención hacia donde nos dirigíamos la mujer que estaba con Magdalene había visto a Santana y se giró para saludarla sentí cómo su antebrazo se tensaba bajo mis dedos en el momento en que sus miradas se cruzaron.
Y vi por qué.
La mujer, quienquiera que fuese, estaba profundamente enamorada de Santana Lo vi en su rostro y en sus ojos oscuros y fantasmales era de una belleza despampanante, tan exquisita como surrealista. Tenía el cabello negro como la tinta y le colgaba denso y recto hasta la cintura. Su vestido era del mismo color gélido que sus ojos, tenía la piel dorada por el sol y su cuerpo era largo y perfectamente curvado—Emily —la saludó Santana, y el habitual tono áspero de su voz se pronunció aún más. Me soltó y la agarró de las manos— No me habías dicho que habías vuelto habría ido a recogerte.
—Te dejé unos cuantos mensajes en el buzón de voz de tu casa —dijo con voz refinada y suave.
—Ah, no he pasado mucho tiempo allí últimamente—Como si eso le hiciera recordar que yo estaba a su lado, la soltó y me acercó a su lado—Emily, ésta es Brittany Pierce, Brittany, Emily Fields Una vieja amiga.
Extendí la mano hacia ella para que la estrechara—Cualquier amiga de Santana es amiga mía —dijo con una agradable sonrisa.
—Espero que eso sirva también para las novias.
Cuando me miró a los ojos, lo hizo con un aire de complicidad—Sobre todo, las novias si puedes prescindir de ella cinco minutos, me gustaría presentársela a un socio mío.
—Por supuesto —respondí con voz calmada, aunque yo no lo estaba.
Santana me dio un beso mecánico en la sien antes de acercarse a Emily para ofrecerle su brazo, dejando a una incómoda Magdalene a mi lado.
Lo cierto es que sentí compasión por ella parecía muy abatida—Tu nuevo corte de pelo es muy favorecedor, Magdalene.
Ella me miró con la boca apretada y, después, la suavizó con un suspiro que parecía lleno de resignación—Gracias. Había llegado el momento de cambiar. El momento de muchos cambios, creo. Además, no había razones para imitar a la que se había ido ahora que ha vuelto.
Yo la miré con el ceño fruncido y confundida—Me he perdido.
Estudió mi cara—Hablo de Emily ¿No lo sabes? Ella y Santana estuvieron comprometidas durante más de un año ella la dejó, se casó con un acaudalado francés y se mudó a Europa pero se separaron ahora se están divorciando y ella ha vuelto a Nueva York.
Comprometidas sentí que la sangre se escurría de mi cara y miré hacia donde estaba la mujer a la que yo quería con la mujer que debió amar, moviendo la mano hacia la espalda de ella para agarrarla mientras ésta se inclinaba sobre ella con una carcajada.
Mientras el estómago se me retorcía lleno de celos y miedo, pensé que yo había dado por supuesto que ella nunca había tenido ninguna relación romántica seria antes que yo Qué tonta con lo guapa que era, debí habérmelo imaginado Magdalene me puso la mano en el hombro—Deberías sentarte, Brittany Estás muy pálida.
Noté que estaba respirando muy fuerte y que el pulso se me había acelerado peligrosamente—Tienes razón.
Me acerqué a la silla vacía más cercana y me senté Magdalene se sentó a mi lado—Estás enamorada de ella —dijo—. No me había dado cuenta. Lo siento. Y siento lo que te dije la primera vez que nos vimos.
—Tú también estás enamorada de ella —contesté con voz acartonada y con la mirada perdida—. Y en aquel momento yo no la quería, todavía.
—Eso no me justifica, ¿no?
Acepté agradecida otra copa de champán cuando me la ofrecieron y cogí otra más para Magdalene antes de que el camarero se incorporara para marcharse. Chocamos nuestras copas con una lamentable muestra de solidaridad de mujeres desdeñadas. Quise marcharme. Quise levantarme y salir de allí. Quería que Santana se diera cuenta de que yo me había ido y se viera obligada a salir en mi busca. Quería que sintiera algo del dolor que yo sentía.
Fantasías estúpidas, inmaduras e hirientes que me hacían sentir pequeña.
Me consoló que Magdalene se quedara sentada en silencio, compadeciéndose. Sabía lo que se sentía cuando se ama a Santana y se le desea demasiado. El hecho de notar que ella estaba tan amargada como yo confirmaba la amenaza que Emily podría suponer ¿Había estado Santana suspirando por ella durante todo este tiempo? ¿Era ella la razón por la que se había cerrado a otras mujeres?
—Aquí estás.
Levanté la mirada cuando Santana llegó a mi lado. Por supuesto, Emily seguía enganchada a su brazo y yo tuve la completa sensación de que parecían una pareja. Estaban increíblemente guapas las dos juntas, así de simple.
Emily se sentó a mi lado y Santana me pasó los dedos por la mejilla—Tengo que hablar con una persona —dijo— ¿Quieres que te traiga algo?
—Vodka con zumo arándanos que sea doble—Necesitaba algo que me animara Muchísimo.
—De acuerdo—Pero antes de alejarse me miró extrañada por lo que le había pedido.
—Me alegro mucho de conocerte, Brittany —dijo Emily— Santana me ha hablado mucho de ti.
—No puede haber sido mucho. No habéis estado por ahí tanto rato.
—Hablamos casi todos los días—Sonrió, y no había nada de falso ni malicioso en su expresión— Somos amigas desde hace mucho tiempo.
—Más que amigas —intervino Magdalene con una clara indirecta.
Emily miró a Magdalene frunciendo el ceño y me di cuenta de que se suponía que yo no debía saberlo ¿Había sido ella, Santana o las dos quienes habían decidido que lo mejor era no contármelo? ¿Por qué ocultar algo si no había nada que ocultar? —Sí, es cierto —admitió con clara renuencia— Aunque de eso hace ya algunos años.
Me giré en mi asiento para ponerme enfrente de ella—Todavía la quieres.
—No puedes culparme por ello cualquier mujer o hombre que pase un tiempo con Santana se enamora de ella Es guapa e intocable, una combinación irresistible—Su sonrisa se atenuó—. Me ha dicho que le has servido de inspiración para que se abra te doy las gracias por ello.
Estuve a punto de decir: «No lo he hecho por ti», pero, entonces, una duda insidiosa me atravesó la mente, haciendo que un punto sensible dentro de mí se plegara sobre sí mismo ¿Lo había estado haciendo por ella sin saberlo? Di una vuelta tras otra a la base de mi copa de champán sobre la mesa—Iba a casarse contigo.
—Y alejarme de ella fue el mayor error de mi vida—Se llevó la mano al cuello, moviendo nerviosamente sus delgados dedos, como si juguetearan con un collar que normalmente llevara ahí—Era joven y, en ciertos aspectos, ella me asustaba. Era muy posesiva. Hasta después de casarme no me di cuenta de que ese afán de posesión es mucho mejor que la indiferencia. Al menos, para mí.
Aparté la mirada, conteniendo las náuseas que se abrían paso en mi garganta—Estás muy callada —dijo.
— ¿Qué voy a decir? —espetó Magdalene.
Todas la amábamos. Todas estábamos disponibles para ella Al final, ella tendría que decidir entre nosotras.
Emily me habló mirándome con sus ojos oscuros—Brittany, debes saber que me ha dicho lo especial que eres para ella Tardé un tiempo en reunir el valor para volver aquí y enfrentarme a vosotras dos juntas Incluso cancelé un vuelo que había reservado para hace un par de fines de semana la interrumpí en un evento benéfico en el que ella daba un discurso, pobrecita, para decirle que venía para acá y para pedirle que me ayudara a instalarme.
Me quedé helada, sintiéndome tan quebradiza como un cristal roto. Ella debía referirse a la cena del centro de beneficencia. La noche en que bautizamos la limusina y ella se retrajo de inmediato, apartándose de mí de repente—Cuando me devolvió la llamada —continuó—, me dijo que había conocido a alguien. Que quería que tú y yo nos conociéramos cuando estuviera en la ciudad. Al final, yo me acobardé. Nunca antes me había pedido que conociera a ninguna mujer.
Dios mío miré a Magdalene Santana me había dejado de repente aquella noche por ella.
Por Emily.
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Hola Hola!
Bueno vengo a dejar un nuevo capitulo C:
Espero que les guste y que comenten :P
PD: ¿Que piensan de la relacion que tenian Santana y Emily?
Saludos y Besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Jajajajajaja mori con la broma de Kurt y Blaine Jajajajajaja Anda quiero otro capitulo! Para saber que pasa!
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
holap dan,..
uff intensa la noche para britt,...
bueno todos tenemos un pasado y a parece cuando menos lo esperamos,...
mmm san va a tener que hablar o hablar,..!!
nos vemos!!
uff intensa la noche para britt,...
bueno todos tenemos un pasado y a parece cuando menos lo esperamos,...
mmm san va a tener que hablar o hablar,..!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Wow ! Realmente genial !!
Spencer, Aria y Emily !! Y ahora que sigue Hanna y Alison ??
Amo a Emily Fields me encanto que la metieras aquí !!
Besos !! Actualiza pronto por favor !!
Spencer, Aria y Emily !! Y ahora que sigue Hanna y Alison ??
Amo a Emily Fields me encanto que la metieras aquí !!
Besos !! Actualiza pronto por favor !!
AngySalas** - Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 26/07/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Estúpida Emily, no se conforma con Paige, Maya o Ali :@ jaja
Muy bueno, Dani *-*
Muy bueno, Dani *-*
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
lauravm98 escribió:Jajajajajaja mori con la broma de Kurt y Blaine Jajajajajaja Anda quiero otro capitulo! Para saber que pasa!
Hola Hola!
Aqui traigo el final del primer libro C:
Jajajajajajajajajaj Klaine son unos loquillos jajajaja
Saludos
3:) escribió:holap dan,..
uff intensa la noche para britt,...
bueno todos tenemos un pasado y a parece cuando menos lo esperamos,...
mmm san va a tener que hablar o hablar,..!!
nos vemos!!
Hola Hola!
San va a hablar con Britt ! San la quiere pero Britt tiene que entender que san tiene pasado
Saludos
AngySalas escribió:Wow ! Realmente genial !!
Spencer, Aria y Emily !! Y ahora que sigue Hanna y Alison ??
Amo a Emily Fields me encanto que la metieras aquí !!
Besos !! Actualiza pronto por favor !!
Hola Hola!
JAJAJAJAJAJAJAJAJA lo se lo se pero amo PLL :3 y pense en lo caliente que seria ver a naya y Shay *----* jajajjajaa y Traigo el final del primer libro C:
Saludos
Anddy Rivera Morris escribió:Estúpida Emily, no se conforma con Paige, Maya o Ali :@ jaja
Muy bueno, Dani *-*
Hola Hola!
JAJAJAJAJAJAJAJ si la vdd si amo PLL <3
Me alegra que te gustara :)
Saludos Y besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Capítulo 21
—Perdonadme—Me retiré de la mesa y busqué a Santana la vi en la barra y fui hacia ella.
Justo en ese momento, ella se alejaba del camarero con dos copas en las manos cuando la intercepté Cogí mi copa y me la bebí de un trago lo dientes me dolieron cuando los cubitos de hielo chocaron contra ellos—Britt... —Había en su voz un suave toque de reprensión.
—Me voy —dije de plano, rodeándola para dejar la copa sobre la barra— A esto no lo considero salir huyendo porque te lo estoy diciendo por adelantado y te estoy dando la opción de que te vengas conmigo.
Dejó escapar un fuerte suspiro y pude ver que entendía mi mal humor sabía que yo lo sabía—No puedo irme.
Me di la vuelta.
Ella me agarró del brazo—Sabes que no puedo quedarme si te vas estás enfadada por nada, Brittany.
— ¿Nada? —Me quedé mirando cómo su mano me agarraba— Te advertí que me puedo enfadar y que soy celosa esta vez me has dado un buen motivo.
— ¿El hecho de que me hayas avisado es excusa para que actúes de una forma tan ridícula? —Tenía el rostro relajado y hablaba en voz baja y tranquila nadie que mirara desde cierta distancia distinguiría la tensión que había entre las dos, pero sí que se veía en sus ojos un deseo ardiente y una ira gélida se le daba muy bien combinar las dos cosas.
— ¿Quién está siendo ridícula? ¿Qué me dices de Spencer, la entrenadora? ¿O de Aria, un miembro de mi familia? —Me acerqué y le susurré—: Nunca he follado con ninguna de las dos, y mucho menos tenía pensado casarme con ellas ¡Y desde luego, no hablo con ellas cada maldito día!
De repente, me agarró de la cintura y tiró de mí con fuerza apretándome contra ella—Necesitas que te folle ahora —me susurró al oído pegando sus dientes al lóbulo de mi oreja— No debería haberte hecho esperar.
—Quizá lo tenías planeado —le espeté— Reservándote por si acaso brotaba en tu vida una antigua llama y preferías follártela a ella en lugar de a mí.
Santana dejó su copa, me sujetó a su lado por la cintura con brazo férreo y me condujo hacia la puerta a través de la multitud Sacó del bolsillo su teléfono móvil y pidió que le trajeran la limusina cuando llegamos a la calle, el largo y elegante coche ya estaba allí Santana me empujó para que entrara por la puerta que Angus mantenía abierta—Da vueltas a la manzana hasta que te diga —le dijo.
A continuación, ella entró justo después que yo, tan cerca que pude sentir su respiración sobre mi espalda desnuda yo me moví hacia el asiento de enfrente, decidida a apartarme de ella...
—Quieta —dijo con brusquedad.
Hundí mis rodillas sobre el suelo enmoquetado respirando con dificultad podría correr hasta los confines de la tierra y, aun así, no podría escapar del hecho de que Emily Fields tenía que ser mejor para Santana de lo que yo era, era calmada y simpática, una presencia balsámica incluso para mí, la persona que se asustaba ante la inoportuna realidad de su simple existencia mi peor pesadilla.
Su mano se retorció entre mi pelo, dominándome sus piernas extendidas rodearon las mías y apretó la mano de forma que mi cabeza estaba inclinada ligeramente hacia atrás y tocaba su hombro—Voy a darte lo que las dos necesitamos, Brittany Vamos a follar todo el tiempo que haga falta para enfriarnos lo suficiente para ir a cenar. Y no te vas a tener que preocupar por Emily, porque mientras ella está en el salón de baile, yo voy a tener mis dedos y mi lengua dentro de ti.
—Sí —susurré lamiéndome los labios secos.
—Olvidas quién se somete, Brittany —dijo con aspereza— Te he dejado el control a ti me he doblegado y me he ajustado a ti Haré lo que sea por tenerte a mi lado y hacerte feliz pero no seré mansa ni me dejaré dominar no confundas indulgencia con debilidad.
Tragué saliva mientras mi sangre ardía por ella—Santana...
—Agárrate con las dos manos al asa de la ventanilla no te sueltes hasta que yo te lo diga, ¿entendido?
Hice lo que ordenó y metí las manos por la lazada de cuero Mientras me agarraba bien, mi cuerpo cobró vida, tomando conciencia de que ella tenía razón sobre lo que yo necesitaba esta amante mía me conocía demasiado bien metiendo las manos por dentro de mi sujetador, Santana apretó mis redondos y ansiosos pechos cuando me cogió y me tiró de los pezones, dejé caer la cabeza contra ella mientras la tensión abandonaba mi cuerpo de repente—Dios—Acarició su boca contra mi sien— Es maravilloso cuando te entregas a mí de esta forma... De una vez, como si fuera un tremendo alivio.
—Fóllame —supliqué, ansiando aquella conexión—Por favor.
Me soltó el pelo, metió las manos por debajo de mi vestido y me bajó las medias su Sujetador salió volando por encima de mí hasta el asiento Después, metió la mano entre mis piernas desde delante Gruñó al ver que yo estaba húmeda e hinchada—Fuiste creada para mí, Brittany No puedes pasar mucho tiempo sin tener algo mío dentro de ti.
Me fue preparando pasando sus habilidosos dedos por mi coño, extendiendo la humedad por encima del clítoris y de los labios de mí sexo me metió el dedo meñique, abriéndolos, preparándome para la embestida de sus otros 3 dedos— ¿No me deseas, Santana? —le pregunté con la voz quebrada, ansiosa por montar sobre sus deliciosos dedos, pero incómoda por lo mucho que tenía que estirar los brazos para agarrarme a la correa.
—Más que respirar—Movía sus labios por mi cuello y por la parte superior de mi hombro, el cálido terciopelo de su lengua deslizándose provocadoramente por mi piel— Yo tampoco puedo pasar mucho tiempo sin ti, Britt Eres una adicción... mi obsesión...
Mordió suavemente mi carne, expresando su ansia animal con un ronco sonido de deseo mientras ella me follaba con su dedo, su otra mano me masajeaba el clítoris haciendo que me corriera una y otra vez gracias a aquella estimulación simultánea—¡Santana! —exclamé ahogando un grito cuando mis dedos húmedos empezaron a resbalarse por el cuero.
Sacó las manos y escuché el erótico sonido de su vestido cayendo por el suelo—Suéltate y ponte boca arriba con las piernas extendidas.
Me moví hacia el asiento y me tumbé sobre ella, ofreciéndole mi cuerpo con temblorosa expectación sus ojos se cruzaron con los míos y su rostro se iluminó brevemente cuando unos faros pasaron a nuestro lado—No tengas miedo—Se echó sobre mí, colocando su peso sobre mi cuerpo con enorme cuidado.
—Estoy demasiado caliente como para tener miedo —Me agarré a ella y tiré de mi cuerpo hacia arriba para presionarla contra la suavidad del suyo— Te deseo.
Sus dedos hurgaron entre los labios de mi sexo con una flexión de su muñeca, me penetró y soltó un bufido al igual que hice yo al sentir aquella conexión abrasadora Dejé mi cuerpo relajado sobre el sillón mientras mis dedos apenas se aferraban a su delgada cintura—Te quiero —susurré, observando su cara mientras empezaba a mover sus dedos cada centímetro de mi piel ardía como si perteneciera al sol y sentía tanta opresión en el pecho por el deseo y la emoción que me costaba respirar— Y te necesito, Santana.
—Me tienes —susurró mientras deslizaba sus dedos hacia adentro y hacia fuera—Soy toda tuya.
Me agité y me puse en tensión recibiendo en mis caderas sus implacables y acompasados dedos Llegué al orgasmo con un grito jadeante, estremeciéndome mientras el éxtasis tensaba mi sexo, ordeñándole hasta que soltó un resoplido y empezó a mover sus dedos dentro de mí y a rosar su sexo con el mío—Britt.
Me balanceé contra sus feroces dedos y la insté a que continuara ella me apretó, montando sus dedos con más fuerza y velocidad Mi cabeza se volvió loca y empecé a gemir sin pudor, encantada de tenerla dentro, aquella decadente sensación de ser poseída y recibir placer sin piedad alguna éramos salvajes la una con la otra, follábamos como bestias salvajes y yo estaba tan excitada por aquella lujuria primitiva que pensé que me iba a morir con el orgasmo que estaba formándose en mi interior—Se te da muy bien esto, Santana Muy bien...
Ella me agarró de las nalgas y tiró de mí hacia arriba para recibir sus tres deliciosos dedos, llegando hasta el último extremo de mi interior, obligándome a jadear de placer y dolor Volví a correrme, apretándome contra sus dedos con fuerza—Ah, Dios, Britt —Con un gemido, estalló con fuerza.
Cuando terminó, respiró hondo y me cogió el pelo entre las manos, besando el lateral de mi húmedo cuello—Ojalá supieras lo que me haces Ojalá pudiera explicártelo.
La sostuve con fuerza—No puedo evitar ser una estúpida contigo es demasiado, Santana.
Es...—... incontrolable—Volvió a empezar, moviendo sus dedos pausadamente como si tuviéramos todo el tiempo del mundo—Y tú necesitas control—Me quedé sin aliento tras que sus dedos tocaran un punto altamente sensible.
—Te necesito a ti, Britt —Me miraba intensamente a la cara mientras se movía dentro de mí— Te necesito.
Santana no se apartó de mi lado ni permitió que yo me fuera del suyo durante el resto de la noche Mantuvo su mano izquierda entrelazada a mi derecha durante toda la cena, decidiendo de nuevo comer con una mano antes que soltarme Emily, que se había sentado al otro lado de ella en nuestra mesa, la miró con curiosidad—Creo recordar que eras Zurda.
—Y lo sigo siendo —contestó, levantando nuestras manos unidas de debajo de la mesa y besándome los dedos Yo me sentí tonta e insegura cuando hizo aquello, consciente del escrutinio de Emily.
Por desgracia, aquel gesto romántico no le impidió hablar con Emily durante toda la comida en lugar de conmigo, lo cual hizo que me sintiera inquieta y desgraciada Vi más la parte posterior de la cabeza de Santana que su rostro.
—Al menos, no es pollo.
Giré la cabeza hacia el hombre que estaba sentado a mi lado Había estado tan concentrada en tratar de escuchar a hurtadillas la conversación de Santana que no había prestado ninguna atención a nuestros compañeros de mesa—A mí me gusta el pollo —dije Y me había gustado el pescado que habían servido para la cena Había dejado mi plato vacío.
—No estaba engomado, la verdad—Sonrió y, de repente, pareció mucho más joven de lo que indicaba su cabello completamente canoso—Ah, ya veo que sonríe —murmuró— Y es una sonrisa bonita.
—Gracias —contesté antes de presentarme.
—Doctor Terrence Lucas —dijo—Pero prefiero que me llamen Terry.
—Encantada de conocerle, doctor Terry.
Volvió a sonreír—Sólo Terry, Brittany.
Durante los siguientes minutos que estuvimos hablando, llegué a creer que el doctor Lucas no era mucho mayor que yo, sólo prematuramente canoso. Aparte de eso, su rostro era atractivo y sin arrugas y sus ojos verdes, inteligentes y amables. Cambié el cálculo aproximado de su edad a la de la treintena mediada—Pareces tan aburrida como yo —dijo— Estos eventos recaudan una considerable cantidad de dinero para el centro de acogida, pero pueden ser muy sosos ¿Te gustaría acompañarme a la barra? Te invito a una copa.
Por debajo de la mesa, puse a prueba el apretón de Santana flexionando mi mano la suya se tensó— ¿Qué haces? —murmuró.
Miré hacia atrás y vi que me estaba observando luego vi que levantaba los ojos hacia el doctor Lucas, que estaba detrás los ojos de Santana se enfriaron sensiblemente—Va a paliar el aburrimiento de ser ignorada, López, pasando un rato con alguien que estará más que feliz de prestarle atención a una mujer tan guapa —dijo Terry colocando las manos en el respaldo de mi silla.
Me sentí incómoda de inmediato, consciente de la crepitante animosidad que había entre las dos personas—Vete por ahí, Terry.
—Has estado tan ocupada con la señora Fields que ni siquiera te has dado cuenta de que me he sentado en la mesa—La sonrisa de Terry se volvió algo nerviosa—Brittany, ¿nos vamos?
—No te muevas, Brittany.
Yo me estremecí ante el tono gélido de la voz de Santana pero estaba lo suficientemente indignada como para decir: —No es culpa suya que tenga razón.
La mano de Santana me apretó hasta dolerme—Ahora no.
Los ojos de Terry se movieron hacia mi cara—No tienes por qué tolerar que te hable de ese modo ni todo el dinero del mundo da derecho a que nadie te esté dando órdenes.
Furiosa y terriblemente avergonzada, miré a Santana—Lópezfire.
No estaba segura de poder utilizar la palabra de seguridad fuera del dormitorio, pero ella me soltó como si le quemara la mano Aparté la silla y lancé la servilleta sobre el plato—Disculpadme los dos.
Con el bolso en la mano, me alejé de la mesa, con paso tranquilo y regular fui directa a los servicios con la intención de retocarme el maquillaje y recomponerme, pero entonces vi el letrero luminoso de la salida y sentí el impulso de irme.
Saqué el móvil cuando salí a la acera y le envié un mensaje a Santana: «No estoy huyendo, Simplemente me voy».
Conseguí parar un taxi que pasaba y me dirigí a casa para ocuparme de mi rabia.
Estaba deseando darme un baño y abrir una botella de vino cuando llegué a mi apartamento. Introduje la llave en la cerradura, la giré y entré en un vídeo porno.
Durante los pocos segundos de estupefacción que mi cerebro tardó en registrar lo que estaba viendo, me quedé fascinada en la puerta, inundando el pasillo que había detrás de mí de atronadora música pop Había tantas partes del cuerpo participando que tuve tiempo de cerrar de golpe y precipitadamente la puerta detrás de mí antes de que se juntaran Había una mujer con los brazos y piernas en cruz en el suelo la cara de otra mujer estaba en su entrepierna Rachel tenía puesto un arnés y se la estaba tirando como loca mientras otro hombre la penetraba a ella por el culo.
Eché la cabeza hacia atrás y grité furiosa, absolutamente harta de toda la gente que había en mi vida. Y como competía con el equipo de música, me saqué uno de mis zapatos y lo lancé en su dirección. El CD saltó, lo que hizo que el ménage à quatre que se estaba desarrollando en mi sala de estar tomara conciencia de mi presencia me acerqué cojeando, bajé el volumen y, a continuación, me giré hacia el grupo—Salid cagando leches de mi casa —solté con brusquedad—Ahora mismo.
— ¿Quién coño es ésta? —Preguntó la pelirroja que estaba debajo de todos— ¿Tu mujer?
Hubo un breve destello de vergüenza y culpa en el rostro de Rachel y, a continuación, me lanzó una mirada y una sonrisa de pollita—Mi compañera de piso hay espacio para más, nena.
—Rachel Berry, no me provoques —le advertí—No está siendo una noche nada, nada buena.
El hombre de pelo moreno que estaba encima se salió de Rachel, se puso de pie y se acercó despacio a mí a medida que lo hacía vi que sus ojos marrones estaban anormalmente dilatados y que el pulso de su cuello latía ferozmente—Yo puedo hacer que mejore —se ofreció con una mirada lasciva.
—No te acerques, joder—Corregí mi postura preparándome para enfrentarme a él físicamente si era necesario.
—Déjala en paz, Ian —le ordenó Rachel poniéndose de pie.
—Vamos, nena —dijo Ian con voz persuasiva, mientras yo sentía asco de que utilizara el apodo con el que Rachel me llamaba— Necesitas pasar un buen rato deja que yo me encargue.
En un momento estaba a pocos centímetros de mí y al siguiente volaba hacia el sofá con un grito Santana se colocó entre los demás y yo, llena de furia—Llévatelo a tu habitación, Rachel —masculló— O a cualquier otro sitio Ian daba gritos en el sofá mientras sangraba por la nariz a pesar de tratar de contenerla con las dos manos Rachel cogió sus vaqueros del suelo mientras se quitaba el arnés.
—Tú no eres mi jodida madre, Brittany.
Yo di un paso por delante de Santana— ¿Después de cagarla con Finn no has aprendido ninguna puta lección, estúpida?
— ¡Esto no tiene nada que ver con Finn!
— ¿Quién es Finn? —preguntó la rubia de bote mientras se ponía de pie cuando pudo ver bien a Santana se atusó visiblemente el pelo y lució lo que claramente era un cuerpo precioso sus esfuerzos consiguieron una mirada tan desdeñosa, displicente y poco impresionada que finalmente tuvo la delicadeza de sonrojarse y cubrirse con un ajustado vestido de lamé dorado que recogió del suelo.
—No lo tomes como algo personal prefiere a las morenas —le dije aprovechando que estaba de mal humor.
La mirada que me lanzó Santana fue letal nunca había visto en ella unos ojos tan furiosos literalmente vibraba por la violencia contenida asustada por aquella mirada, di sin querer un paso atrás Maldijo muy enfadada y se pasó las dos manos por el pelo.
De repente, agotada y profundamente decepcionada con las mujeres que había en mi vida, me di la vuelta—Saca todo este desastre de mi casa, Rachel.
Atravesé el pasillo quitándome por el camino el otro zapato de tacón con una patada me había deshecho del vestido antes de llegar a mi cuarto de baño y estaba dentro de la ducha menos de un minuto después me mantuve fuera del chorro hasta que el agua se calentó y, entonces, me metí debajo demasiado cansada para quedarme de pie mucho rato, me agaché y me senté bajo el chorro con los ojos cerrados y los brazos alrededor de las rodillas.
—Britt.
Me encogí al oír la voz de Santana y apreté el cuerpo hasta convertirme en una bola más compacta— ¡Maldita sea! —Exclamó— Me estás jodiendo más que ninguna otra persona que conozco.
La miré a través del velo de mi pelo mojado estaba entrando en el baño había dejado su abrigo en algún sitio y solo llevaba su vestido rojo—Vete a casa, Santana.
Se detuvo y me miró incrédula—No voy a dejarte aquí, joder. ¡A Rachel se le ha ido la cabeza! Ese gilipollas estaba a punto de ponerte las manos encima cuando he llegado.
—Rachel no hubiera permitido que eso ocurriera pero, de todos modos, no puedo encargarme de ella y de ti a la vez—Lo cierto era que no quería encargarme de ninguna de ellas Simplemente, quería estar sola.
—Entonces, ocúpate sólo de mí.
Me aparté el pelo de la cara con un impaciente golpe de la mano— ¿Qué? ¿Se supone que yo debo darte prioridad a ti?
Retrocedió como si la hubiese golpeado—Yo creía que cada una éramos la prioridad de la otra.
—Sí, eso creía yo también hasta esta noche.
— ¡Dios! ¿Vas a dejar ya lo de Emily? —Abrió los brazos— Estoy aquí contigo, ¿no? Apenas he podido despedirme de ella porque he salido detrás de ti Otra vez.
—Vete a la mierda no me hagas ningún favor.
Santana se metió en la ducha completamente vestida me puso de pie y me besó con fuerza su boca devoraba la mía y sus manos me agarraban los brazos para que no me moviera pero esta vez no me ablandé no sucumbí ni siquiera cuando ella trató de persuadirme con sugerentes lametones— ¿Por qué? —Murmuró, deslizando los labios por mi cuello— ¿Por qué me estás volviendo loca?
—No sé qué problema tienes con el doctor Lucas y sinceramente me importa una mierda pero él tenía razón Emily estaba recibiendo demasiada atención por tu parte esta noche casi no me has hecho caso durante la cena.
—Es imposible que yo te ignore, Britt—Tenía una expresión dura— Si estás en la misma habitación que yo, no tengo ojos para nadie más.
—Qué curioso cada vez que yo te miraba, tú la estabas mirando a ella.
—Eso es una estupidez—Me soltó y se apartó el pelo mojado de la cara— Ya sabes lo que siento por ti.
— ¿Sí? Me deseas, me necesitas pero, ¿quieres a Emily?
—No me jodas ¡No! —Cerró el grifo y me atrapó contra el cristal con los dos brazos— ¿Quieres que te diga que te quiero, Brittany? ¿Es eso lo que pasa?
Sentí un calambre en el estómago como si me hubiese golpeado con toda la fuerza de su puño nunca antes había sentido ese tipo de dolor, ni sabía que existía los ojos me abrasaron y me agaché por debajo de su brazo antes de ponerme en evidencia echándome a llorar—Vete a casa, Santana Por favor.
—Estoy en casa—Me cogió por detrás y enterró su cara en mi cabello empapado— Estoy contigo.
Traté de soltarme, pero estaba demasiado agotada Físicamente, Emocionalmente.
Las lágrimas salieron en torrente y no pude contenerlas Y yo odiaba llorar delante de nadie—Vete, por favor.
—Te quiero, Britt Claro que te quiero.
—Oh, Dios mío—Empecé a golpearla sin sentido cualquier cosa con tal de huir de la persona que se había convertido en una enorme fuente de dolor y tristeza— No quiero tu jodida compasión sólo quiero que te vayas.
—No puedo sabes que no puedo Brittany, deja de pegarme escúchame.
—Todo lo que dices me causa dolor, Santana.
—Es que ésa no es la palabra exacta, Britt—Siguió sujetándome obstinadamente con sus labios en mi oído— Por eso no la he pronunciado no es la palabra exacta para ti ni para lo que siento por ti.
—Cállate si te importo algo, cállate y vete.
—Me han querido antes... Emily y otras mujeres... Pero ¿qué demonios saben ellas de mí? ¿De quién coño están enamoradas si no saben lo jodida que estoy? Si eso es amor, no es nada comparado con lo que siento por ti.
Me quedé inmóvil, temblando, con la mirada fija en el espejo que reflejaba mi rostro con el rímel corrido y el pelo enmarañado junto a la devastada belleza de Santana.
Una voluble emoción se había adueñado de sus rasgos mientras me envolvía con fuerza entre sus brazos parecíamos no estar hechos la una para la otra Y sin embargo, sentía la alienación de estar rodeada por otros que no podían verme realmente o que preferían no hacerlo Había sentido odio hacia mí misma, provocado por la sensación de ser un fraude, de interpretar una imagen de lo que deseaba ser pero no era.
Había vivido con el miedo a que la gente que quería pudiera alejarse de mí si alguna vez llegaba a conocer a la verdadera persona que se ocultaba en mi interior—Santana...
Sus labios rozaron mi sien—Creo que te he querido desde el momento en que te vi luego, hicimos el amor aquella primera vez en la limusina y se convirtió en algo más, Algo más.
—Sí, claro aquella noche me dejaste y fuiste a ocuparte de Emily ¿Cómo pudiste hacerlo, Santana?
Me soltó sólo el tiempo suficiente para cogerme en brazos y llevarme hasta donde colgaba mi albornoz, detrás de la puerta me envolvió en sus brazos y, a continuación, me obligó a sentarme en el filo de la bañera mientras ella se acercaba al lavabo y sacaba del cajón las toallitas desmaquilladoras agachándose delante de mí, me pasó el paño por la mejilla—Cuando Emily me llamó durante la cena de beneficencia, fue el momento perfecto para que yo hubiera hecho algo estúpido—Sus ojos tranquilos y cálidos miraban mi rostro surcado de lágrimas— Tú y yo acabábamos de hacer el amor y yo no pensaba con claridad le dije que estaba ocupada y que estaba con alguien y cuando noté el dolor de su voz, supe que tenía que ocuparme de ella para poder seguir adelante contigo.
—No lo comprendo me dejaste para irte con ella ¿Cómo puede eso significar que seguíamos adelante?
—La cagué con Emily, Brittany—Me levantó el mentón para limpiarme los ojos de mapache— La conocí en mi primer año en la Universidad de Columbia Me fijé en ella, claro. Era guapa y dulce y nunca decía una palabra desagradable de nadie cuando ella vino detrás de mí, yo dejé que me cazara y ella se convirtió en mi primera relación sexual consentida.
—La odio —Aquello hizo que sonriera ligeramente— No estoy bromeando, Santana Me estoy muriendo de celos ahora mismo.
—Con ella sólo fue sexo, cielo por muy salvajemente que follemos tú y yo, sigue siendo hacer el amor cada vez, desde la primera Tú eres la única que me ha tenido así.
Expulsé el aire con fuerza—Vale, Me siento un poco mejor.
Me besó—Supongo que se puede decir que estuvimos saliendo Teníamos exclusividad sexualmente y, a menudo, terminábamos yendo a los mismos sitios como pareja aun así, cuando ella me dijo que me quería, me sorprendí. Y me sentí halagada. Yo le tenía cariño disfrutaba pasando el tiempo con ella.
—Al parecer, sigue siendo así —murmuré.
—Escúchame —me reprendió con un golpecito de su dedo sobre la punta de mi nariz— Pensé que quizá podría enamorarme de ella también, a mi modo... El único modo que yo conocía no quería que estuviera con ninguna otra así que acepté cuando ella me pidió matrimonio.
Yo me aparté hacia atrás para mirarla— ¿Ella te pidió matrimonio?
—No te sorprendas tanto —dijo irónicamente— Me vas a destrozar el ego.
Una sensación de alivio me inundó de repente y me sentí mareada me lancé sobre ella, abrazándola tan fuerte como pude.
Su abrazo fue igual de violento—Oye, ¿estás bien?
—Sí, Sí casi lo estoy—Me aparté y coloqué la mano sobre su barbilla—Continúa.
—Dije que sí por los motivos equivocados después de dos años saliendo juntas, nunca habíamos pasado una noche entera juntas nunca hablamos de ninguna de las cosas de las que hablo contigo ella no me conocía, no de verdad, y, sin embargo, yo me convencí de que el hecho de que me quisiera era algo a lo que podía agarrarme ¿Quién más iba a arreglar las cosas si no era ella?
Dirigió su atención a mi otro ojo y me limpió las manchas negras—Creo que ella esperaba que al estar prometidas alcanzaríamos otro nivel. Quizá yo me abriera más. Quizá pasaríamos la noche en el hotel, algo que ella consideraba muy romántico, por cierto en lugar de eso, terminábamos a primera hora de la noche porque a la mañana siguiente teníamos clases no lo sé.
Al oír aquello me pareció que debió sentirse terriblemente sola pobre Santana Había estado demasiado tiempo sola Quizá toda su vida.
—Y cuando ella rompió un año después —continuó—, supongo que esperaba que eso reactivara las cosas, que yo me esforzara más por mantenerla a mi lado en lugar de eso, me sentí aliviada porque había empezado a darme cuenta de que iba a ser imposible compartir un hogar con ella ¿Qué excusa se me iba a ocurrir para dormir en habitaciones separadas y tener mi propio espacio?
— ¿Nunca pensaste en decírselo?
—No—Se encogió de hombros— Hasta que llegaste tú no pensé que mi pasado fuera un problema Sí, afectaba en cierto sentido a mi modo de hacer las cosas, pero todo estaba en su sitio y yo no era una desdichada de hecho, creía que tenía una vida cómoda y sin complicaciones.
—Ay, chica —dije arrugando la nariz— Bienvenida, señora Comodona yo soy la señora Complicaciones.
Su sonrisa se iluminó—No nos vamos a aburrir nunca.
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
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Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Capítulo 22
Santana lanzó la toallita desmaquillante a la basura después, cogió una toalla para secar el charco que había dejado en el suelo y se quitó los tacones para mi completo deleite, empezó a quitarse el vestido empapado—Te sientes culpable porque ella sigue enamorada de ti —dije extasiada mientras la veía.
—Sí, así es Conocí a su marido era un buen tipo y estaba loco por ella, hasta que supo que ella no sentía lo mismo y todo se vino abajo.
Me miró mientras se quitaba el vestido—Yo no entendía por qué él lo permitió Se había casado con la chica que quería, vivían en otro país, lejos de mí, ¿qué problema había? Ahora lo entiendo Si tú quisieras a otra persona, Britt, yo me rompería en pedazos, cada día de mi vida me destrozaría incluso si estuvieras conmigo en lugar de con esa otra pero al contrario de Giroux, yo no te dejaría marchar Quizá no te tendría del todo, pero seguirías siendo mía y me conformaría con ello.
Entrelacé los dedos en mi regazo—Eso es lo que me asusta, Santana No sabes lo que vales.
—Lo cierto es que sí Doce mil millo...
—Cierra la boca—Giré la cabeza y apreté los dedos contra mis ojos— No tiene tanto misterio que las mujeres se enamoren de ti y continúen estándolo ¿Sabías que Magdalene se dejó el pelo largo con la esperanza de recordarte a Emily?
Se bajó el vestido y me miró frunciendo el ceño— ¿Por qué?
Suspiré ante su ignorancia—Porque cree que es a Emily a quien quieres.
—Entonces es que no está prestando atención.
— ¿No? Emily me ha dicho que habla contigo casi todos los días.
—No tanto A menudo no estoy disponible. Ya sabes lo ocupada que estoy—En sus ojos apareció la mirada caliente que me era tan familiar supe que estaba pensando en las veces en que estaba ocupada conmigo.
—Eso es una locura, Santana Que te llame todos los días, que te aceche así—Lo cual me recordó que ella me había contado que había sido tan posesivo con ella como lo era conmigo eso me inquietó terriblemente.
— ¿Adónde quieres llegar a parar? —preguntó con una voz teñida de diversión.
— ¿No lo entiendes? Haces que las mujeres pierdan la cabeza porque eres lo máximo eres el gran premio Si una mujer no puede tenerte, sabe que tiene que conformarse con algo inferior Así que no pueden pensar en no tenerte Simplemente piensan en locuras para conseguirte.
—A excepción de la única a la que quiero —contestó con frialdad—, que pasa gran parte del tiempo corriendo en la dirección opuesta.
Me quedé mirándola con descaro, empapándome de ella mientras permanecía allí de pie, desnuda, delante de mí—Contéstame a una pregunta, Santana ¿Por qué me deseas a mí, cuando puedes conseguir la perfección? Y no lo digo porque esté buscando cumplidos ni palabras de consuelo Te estoy haciendo una pregunta sincera.
Me cogió y me llevó al dormitorio—Britt, si no dejas de pensar en nosotras como algo temporal, voy a tener que darte de azotes y asegurarme de que te gusta.
Me dejó en una silla y fue a buscar en mis cajones vi que sacaba ropa interior, pantalones de yoga y una camiseta— ¿Has olvidado que duermo desnuda contigo?
Me miró—No vamos a quedarnos aquí no me fío de que Rachel no traiga a más gilipollas borrachos a casa cuando nos acostemos, voy a tomarme la medicación que el doctor Petersen me ha recetado y es posible que no esté en condiciones de protegerte así que nos vamos a mi casa.
Bajé la mirada hacia mis manos retorcidas, pensando en sí podría necesitar también protección de Santana—Yo ya he pasado antes por esta situación con Rachel, Santana No puedo refugiarme en tu casa sin más y esperar que ella salga de esto sola Necesita que esté más cerca de ella que nunca.
Santana me trajo la ropa y se agachó delante de mí—Britt Sé que tienes que apoyar a Rachel Buscaremos una solución mañana.
Cogí su cara entre mis manos—Gracias.
—Pero yo también te necesito —dijo en voz baja.
—Nos necesitamos la una a la otra.
Se puso de pie Volvió al vestidor, abrió sus cajones y cogió ropa para ella.
Yo me levanté y empecé a vestirme—Oye...
Se puso unos vaqueros de cintura baja— ¿Sí?
—Me siento muchísimo mejor ahora que conozco la historia, pero Emily va a seguir
suponiendo un problema para mí—Hice una pausa con la camisa en las manos— Tú quieres que corte de raíz sus ilusiones rápidamente Guárdate la culpa y empieza a alejarte de ella.
Se sentó en el filo de la cama para ponerse los calcetines—Es amiga mía, Britt, y está atravesando una etapa difícil.
—Piénsalo bien, Santana Yo también tengo antiguas novias y novios con esto estás sentando un precedente de cómo puedo tratarme con ellos seguiré tu ejemplo.
Se puso de pie con el ceño fruncido—Me estás amenazando.
—Yo prefiero considerarlo como una coacción las relaciones funcionan en ambos sentidos Tú no eres su única amiga Ella puede encontrar a alguien más adecuada en quien apoyarse durante su época de crisis.
Cogimos lo que necesitábamos y volvimos a la sala de estar. Vi el desorden que habían dejado —un sujetador de color aguamarina debajo de una mesita auxiliar y sangre sobre mi sofá de color crema— y deseé que Rachel siguiera allí para hacerla entrar algo en razón—Mañana lo hablaré con ella —dije entre dientes, apretando la mandíbula por la rabia y la preocupación— Maldita sea, debí tumbarla de un golpe cuando tuve ocasión, debí noquearla y después encerrarla en su habitación hasta que su cerebro vuelva a funcionar de nuevo.
Santana me acarició suavemente la espalda—Será mejor dejarlo para mañana, cuando esté sola y con resaca es más efectivo así.
Cuando bajamos, Angus nos estaba esperando Yo estaba a punto de subir a la parte de atrás de la limusina cuando Santana maldijo en voz baja haciendo que me detuviera— ¿Qué? —le pregunté.
—Me he olvidado de una cosa.
—Deja que coja mis llaves —Extendí la mano hacia el bolso de viaje que Santana tenía en la mano y donde guardaba mi bolso.
—No es necesario tengo una copia. —Me lanzó una sonrisa descarada cuando la miré sorprendida— Mandé que me la hicieran antes de devolvértelas.
— ¿En serio?
Me besó en la cabeza—Si hubieses prestado atención, habrías notado que tenías la llave de mi casa en tu llavero desde que te devolví las tuyas.
Yo ahogué un grito en su dirección mientras ella pasaba rápidamente junto al portero y volvía a entrar en el edificio Recordé el tormento de aquellos cuatro días cuando había creído que habíamos roto y el espantoso dolor que había sentido cuando aquellas llaves salieron del sobre y cayeron sobre la palma de mi mano Había tenido la llave para estar con ella durante todo ese tiempo.
Moviendo la cabeza, eché un vistazo a mi ciudad de adopción, enamorada de todo lo que en ella había y sintiéndome agradecida por la loca fuente de felicidad que había encontrado en ella.
Santana y yo teníamos todavía mucho trabajo por delante por mucho que nos amáramos, eso no garantizaba que pudiéramos superar nuestras heridas individuales Pero hablábamos, éramos sinceros la una con la otra y Dios sabía que las dos éramos demasiado obstinadas como para rendirnos sin luchar.
Santana volvió a aparecer justo cuando pasaban dos grandes caniches preciosamente acicalados junto a su dueña, peinada igual que ellos.
Subí a la limusina Mientras nos alejábamos de la acera, Santana me atrajo a su lado y me abrazó—Hemos tenido una noche movidita, pero la hemos superado.
—Sí, es verdad—Eché la cabeza hacia atrás y le ofrecí mi boca para que la besara.
Ella me respondió con un beso suave y dulce, una sencilla confirmación de nuestra preciosa, complicada, desesperante y necesaria conexión.
Agarrándome a su nuca, pasé los dedos por su largo y suave pelo—Estoy deseando volver a tenerte en la cama.
Ella soltó un pequeño y sugerente gruñido y se lanzó a mi cuello con mordiscos y besos que me hacían cosquillas y que conseguían que nuestros fantasmas y sus sombras se desvanecieran.
Al menos, durante un rato...
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Hola Hola!
Bueeeeno estamos en el Final del primer libro de esta Gran historia C;
Espero que les gusten los capitulos :)
Si quieren que siga esta historia y empiece el otro libro enserio comenten :)
Saludos Y besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Me encanta esta historia. Seguila !! Cuantos libros son ?
VictoriaRivera** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Percecta! Que es esa pregunta?! Claro que quiero que continue la historia! De verdad enserio muchas gracias por adaptarla!
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
holap dan,...
intensas celosas y posesivas las dos,..!!!! o se matan o se casan y tienen 10 hijos pk no jajajajaj
obvio que quiero los otros dos libros,..!!!
nos vemos!!!
intensas celosas y posesivas las dos,..!!!! o se matan o se casan y tienen 10 hijos pk no jajajajaj
obvio que quiero los otros dos libros,..!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Hola hola!!! Genial y obvio que quiero que continúes con el segundo libro por favor!!!!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
Muy buenos capítulos Dani :)
Lloré, me enfadé y al final se me hizo la cosa más dulce kdjfhd <3 jeje
hasta la próxima n.n
Lloré, me enfadé y al final se me hizo la cosa más dulce kdjfhd <3 jeje
hasta la próxima n.n
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
no importa el numero de libros que sean de igual manera aca estare yo para leerlos saludos
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
sencillamente espectacular y por supuesto que quiero que la continues, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
VictoriaRivera escribió:Me encanta esta historia. Seguila !! Cuantos libros son ?
Hola Hola!
Me alegro que te guste C:
Por el momento son tres libros :)
Saludos
lauravm98 escribió:Percecta! Que es esa pregunta?! Claro que quiero que continue la historia! De verdad enserio muchas gracias por adaptarla!
Hola Hola!
Me alegro mucho que te guste :DDDDD seguire con el segundo libro :)
Saludos
3:) escribió:holap dan,...
intensas celosas y posesivas las dos,..!!!! o se matan o se casan y tienen 10 hijos pk no jajajajaj
obvio que quiero los otros dos libros,..!!!
nos vemos!!!
Hola Hola!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA deberian casarse sinceramente XD no le harian mal a nadie jajaja y me alegra saberlo
Saludos
monica.santander escribió:Hola hola!!! Genial y obvio que quiero que continúes con el segundo libro por favor!!!!!!!!
Saludos
Hola Hola!
Me alegra saberlo :) ya aqui traigo el primer capitulo espero tus opiniones
Saludos
Anddy Rivera Morris escribió:Muy buenos capítulos Dani :)
Lloré, me enfadé y al final se me hizo la cosa más dulce kdjfhd <3 jeje
hasta la próxima n.n
Hola Hola!
Jjajajajajaja suele suceder mas con estas locas jajaja
Saludos
marcy3395 escribió:no importa el numero de libros que sean de igual manera aca estare yo para leerlos saludos
Hola Hola!
Me alegraa demasiado con mucho escuchar eso :) espero que te guste este capitulo y que comentes
Saludos
micky morales escribió:sencillamente espectacular y por supuesto que quiero que la continues, hasta pronto!
Hola Hola!
Me alegro saberlo aqui traigo el primer capitulo espero que te guste :)
Saludos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
"REFLEJADA EN TI"
Capitulo 1
Amaba Nueva York con la enardecida pasión que reservaba sólo para una única otra cosa en la vida La ciudad era un microcosmos de oportunidades del nuevo mundo y tradiciones del viejo Los conservadores se codeaban con los bohemios Las excentricidades coexistían con rarezas inestimables. La energía palpitante de la ciudad estimulaba el establecimiento de filiales de empresas internacionales y atraía a gente de todo el mundo.
Y la personificación de toda esa vitalidad, de esa decidida ambición y de ese poder reconocido en el mundo entero acababa de follarme hasta que alcancé dos orgasmos tan alucinantes que me dio vergüenza Según me dirigía silenciosamente hacia el enorme vestidor de Santana López, eché un vistazo a la cama, toda deshecha y revuelta, y me estremecí con el recuerdo del placer Aún tenía el pelo húmedo de la ducha, y no llevaba más ropa que una toalla alrededor del cuerpo En hora y media tendría que estar en el trabajo, lo cual me dejaba poco margen para la tranquilidad Claramente, iba a tener que adjudicar un tiempo determinado a la actividad sexual matutina, si no quería andar siempre deprisa y corriendo Santana se despertaba dispuesta a conquistar el mundo, y le gustaba empezar esa dominación conmigo ¿No era afortunada? Como nos adentrábamos en el mes de julio en Nueva York y la temperatura iba en aumento, decidí ponerme un par de ajustados pantalones pitillo de lino natural y una blusa de popelina sin mangas de un tono azul claro que hacía juego con el color de mis ojos Dado que no se me daban bien los peinados, me recogí el pelo en una sencilla cola de caballo y a continuación me maquillé la cara Cuando estuve presentable, salí de la habitación.
Ya en el pasillo, oí la voz de Santana Me recorrió un ligero escalofrío al darme cuenta de que estaba enfadada, la voz baja y cortante No se sulfuraba fácilmente... a menos que estuviera cabreada conmigo Yo sí que conseguía que levantara la v oz y soltara palabrotas, incluso que se pasara las manos por aquella espléndida melena de pelo negro azabache que le llegaba a la mitad de la espalda pero, por lo general, Santana era un ejemplo de contención ¿Para qué iba a gritar cuando podía conseguir que la gente se echara a temblar con una sola mirada suya o una seca y lacónica palabra?
La encontré en la oficina de casa Estaba de pie, de espaldas a la puerta y con un auricular de Bluetooth en la oreja Tenía los brazos cruzados y miraba fijamente por el ventanal de su ático de la Quinta Avenida, dando la impresión de ser una mujer muy solitaria, una individuo apartada del mundo que la rodea, pero completamente capaz de dominarlo.
Me quedé apoyada en la jamba de la puerta, empapándome de ella No me cabía duda de que la visión del horizonte que tenía y o era mucho más imponente que la suya Desde mi lugar estratégico, se le veía superpuesta a aquellos altísimos rascacielos, que eran una presencia igualmente poderosa e impresionante ella había terminado de ducharse antes de que yo me levantara a rastras de la cama. Aquel cuerpo, seriamente adictivo, iba ahora vestido con dos prendas de un carísimo diseñador una falda tuvo y una saco color gris,una de mis reconocidas debilidades Viéndola por detrás, se apreciaba claramente la perfección de su trasero y de aquellas morenas piernas.
En la pared había un inmenso collage de fotografías de nosotras como pareja y una muy íntima que ella me había sacado mientras dormía La mayoría eran fotos tomadas por los paparazzi que seguían todos sus movimientos era Santana López, de López Industries, quien, a la ridícula edad de veintiocho años, era una de las veinticinco mujeres más ricas del mundo Estaba convencida de que poseía una parte importante de Manhattan; segurísima de que era la mujer más sexy del planeta. Y tenía fotos mías en todos los lugares en que trabajaba, como si mirarme a mí pudiera ser tan entretenido como contemplarle a ella.
Se dio la vuelta, girándose con elegancia para atraparme con su gélida mirada marrón Ni que decir tiene que ella sabía que yo me encontraba allí, observándola Saltaban chispas cuando estábamos cerca la una de la otra; había en el aire una sensación de antelación, como el envolvente silencio que preludia el estallido de un trueno Probablemente había esperado unos instantes antes de volverse hacia mí para darme la oportunidad de echarle un vistazo, ya que sabía que me encantaba mirarla Oscura y Peligrosa Y toda mía.
¡Santo Dios!... Aún no me había acostumbrado al impacto de aquel rostro De aquellos pómulos esculpidos y aquellas oscuras cejas, los ojos marrones de espesas pestañas, y aquellos labios... divinamente carnosos para ser sensuales y pícaros a un tiempo Me encantaba cuando sonreían con insinuación sexual, y temblaba cuando se tornaban en una línea implacable Y cuando me posaba aquellos labios en el cuerpo, la deseaba ardientemente ¡Joder!, qué cosas se te ocurren Torcí el gesto, recordando lo mucho que me cabreaban mis amigas cuando les daba por alabar el estupendo físico de sus novias Y ahora a mí no dejaba de maravillarme la belleza de aquella mujer, complicada, frustrante, herida y escandalosamente sexy, de la que cada día estaba más enamorada.
Mientras nos contemplábamos la una a la otra, ella no suavizó el gesto ni dejó de hablar con el pobrecillo del otro extremo de la línea, pero su mirada y a no era de gélida irritación, sino de pasión abrasadora.
Tendría que haberme acostumbrado al cambio que se operaba en ella cuando me miraba, pero seguía impactándome de tal manera que me hacía tambalear Aquella mirada expresaba lo intenso que era su deseo de follar conmigo —lo cual hacía en cuanto tenía oportunidad—, y también me dejaba entrever la pura e implacable fuerza de su voluntad Una fuerza y un dominio esenciales caracterizaban todo lo que Santana hacía en la vida—Hasta el sábado a las ocho —terminó; y a continuación se arrancó el auricular y lo dejó en la mesa— Ven aquí, Brittany.
Me estremecí por la forma en que pronunció mi nombre, con aquel tono autoritario con que me decía Córrete, Brittany, cuando me tenía debajo de ella...llena de sus dedos...
desesperada por llegar al orgasmo para ella...—No tenemos tiempo para eso, campeona. —Retrocedí hacia el pasillo, pues era muy débil en lo que a ella respectaba.
Casi podía correrme oyendo la suave aspereza de aquella voz serena y educada Y siempre que me tocaba, yo cedía.
Me fui corriendo a la cocina a preparar el café.
Ella murmuró algo entre dientes y vino detrás de mí, alcanzándome enseguida De repente me vi inmovilizada contra la pared del pasillo por casi un metro y sesenta seis centímetros de ardiente y Feminidad—Ya sabes lo que pasa cuando corres, cielo—Santana me pellizcó el labio inferior con los dientes y luego alivió el pinchazo con la caricia de su lengua— Que te pillo.
En mi interior, algo dejó escapar un suspiro de feliz abandono, y mi cuerpo se relajó por el placer de sentirse tan apretado al de ella La deseaba constantemente, con tal intensidad que dolía Lo que sentía era voluptuosidad, pero era mucho más también Se trataba de algo tan precioso y profundo que hacía que el deseo sexual de Santana por mí no fuera el detonante que habría sido con otra persona Si cualquier otra persona hubiera intentado someterme con el peso de su cuerpo, me habría dado un ataque Pero nunca había sido un problema con Santana ella sabía lo que yo necesitaba y hasta dónde podía llegar.
Se me paró el corazón al vislumbrar su sonrisa me fallaban un poquito las rodillas frente a aquel imponente rostro enmarcado por aquel pelo negro era de lo más elegante y bien educado, se veía hermosa.
Rozó su nariz contra la mía—No puedes sonreírme así y marcharte Dime en qué estabas pensando mientras yo hablaba por teléfono.
Torcí los labios con ironía—En lo guapísima que eres es alucinante la cantidad de veces que lo pienso Ya va siendo hora de que lo supere.
Me puso una mano por detrás del muslo y me apretó aún más contra ella, provocándome con un experto meneo de caderas Era escandalosamente diestra en la cama Y ella lo sabía—No pienso permitirlo.
— ¿Eh? —Me corría fuego por las venas y mi cuerpo ansiaba el tacto del suyo— Vaya con doña-odio-las-expectativas-exageradas No me digas que quieres que se te cuelgue otra mujer que te mire embelesada.
—Lo que yo quiero —susurró, rodeándome la barbilla con una mano y frotándome el labio inferior con la yema del pulgar— es que estés tan ocupada pensando en mí que no pienses en nadie más.
Me faltaba el aliento y respiraba entrecortadamente La ardiente mirada de sus ojos, su tono provocativo, el calor de su cuerpo y el delicioso olor de su piel me habían seducido por completo ella era mi droga, y en absoluto quería desengancharme—Santana —musité, extasiada.
Con un suave gruñido, apretó su carnosa boca contra la mía, quitándome cualquier noción de la hora que era con un tierno y profundo beso... un beso que casi consigue evitar que me diera cuenta de la inseguridad que acababa de revelar hundí los dedos entre su pelo para sujetarla y le devolví el beso, deslizando la lengua por la suya, acariciándole Éramos pareja desde hacía muy poco tiempo, menos de un mes Y lo que era peor, ninguna de las dos sabía cómo llevar una relación como la que intentábamos construir, una relación en la que nos negamos a fingir que no arrastrábamos serios problemas las dos.
Me rodeó con sus brazos y apretó con gesto posesivo—Quería pasar el fin de semana contigo en Florida Keys... sin ropa.
—Humm, suena bien—Mejor que bien. Por mucho que me encantara ver a Santana con un traje de dos piezas, le prefería completamente desnuda Evité señalar que este fin de semana me era imposible...
—Pero este fin de semana tengo que ocuparme de unos asuntos de trabajo —musitó, moviendo los labios contra los míos.
—Asuntos que aplazas para estar conmigo. —Últimamente salía pronto del trabajo para pasar tiempo conmigo, y yo sabía que tenía que estar saliéndole caro. Mi madre se había casado tres veces, y todos sus esposos eran adinerados y exitosos magnates de una u otra clase. Sabía que el precio de la ambición consistía en trabajar hasta altas horas de la noche.
—Pago a otras personas un generoso salario para poder estar contigo Bonita treta, pero al ver un destello de irritación en su mirada, opté por distraerle.
—Gracias. Vamos a tomar un café antes de que se haga tarde.
Santana me pasó la lengua por el labio inferior y me soltó—Me gustaría despegar mañana hacia las ocho de la tarde. Lleva ropa fresca y ligera. En Arizona el calor es seco.
— ¿Qué? —Pestañeé ante aquella espalda que se alejaba y desaparecía en su oficina— ¿Es en Arizona donde tienes esos negocios?
—Desgraciadamente.
¿Eh?... No tan deprisa. En lugar de arriesgarme a quedarme sin mi chute de café, pospuse la discusión y me dirigí a la cocina. A travesé el amplio apartamento de Santana, con su deslumbrante arquitectura de antes de la guerra y sus esbeltas ventanas en arco. El ruido que hacían mis tacones a golpetear alternativamente en el suelo de madera noble quedaba amortiguado por las alfombras Au busson. Decorado con maderas oscuras y tejidos de colores neutros, aquel lujoso espacio se veía iluminado por preciosos objetos de cristal. A pesar de que su casa hablaba a gritos de dinero, no por ello dejaba de ser cálida y acogedora, un lugar confortable para relajarse y sentirse entre algodones.
Cuando llegué a la cocina, puse un termo individual en la cafetera de una sola taza sin perder un segundo Santana apareció con su saco en un brazo y el teléfono móvil en la mano Coloqué debajo del surtidor otra taza para llevar para ella y me dirigí al frigorífico a por la leche semidesnatada.
—A lo mejor es una suerte, después de todo. —Me volví hacia ella y le recordé el asunto de mi compañera de piso— Este fin de semana tengo que hablar con Rachel, Santana se guardó el teléfono en el bolsillo del saco y a continuación colgó la prenda en el respaldo de una de las sillas de la isla de cocina.
—Te vienes conmigo, Britt.
Soltando el aire con impaciencia, me eché la leche en el café— ¿Para hacer qué? ¿Para pasarme el día desnuda, esperando a que termines de trabajar y vengas a follar conmigo?
Me sostuvo la mirada mientras cogía su taza y daba un sorbo al café humeante con demasiada parsimonia— ¿Vamos a pelearnos?
— ¿Vas a ponerte difícil? Ya hemos hablado de esto Sabes que no puedo dejar a Rachel después de lo que pasó anoche—La maraña de cuerpos queme había encontrado en el salón dio un nuevo significado a la palabra follón.
Volví a meter la caja de leche en el frigorífico y tuve la sensación de sentirme inexorablemente atraída hacia ella por la fuerza de su voluntad Había sido así desde el principio Cuando se lo proponía, Santana lograba hacerme sentir sus exigencias. Y era muy, muy difícil no hacer caso a esa parte de mí que me rogaba que cediera a todo lo que ella quería—Tú vas a ocuparte de tus negocios y yo voy a ocuparme de mi mejor amiga, después volveremos a ocuparnos la una de la otra.
—No volveré hasta el domingo por la noche, Britt.
Oh... Noté una punzada en el estómago al oír que estaríamos separadas tanto tiempo La mayoría de las parejas no pasaban juntas todo su tiempo libre, pero nosotras no éramos como la mayoría de la gente Ambas teníamos traumas, inseguridades y una adicción la una a la otra que requería contacto regular para que las dos funcionáramos adecuadamente No soportaba estar lejos de ella Ni dos horas pasaban sin que pensara en ella—A ti también se te hace insoportable —dijo en voz baja, examinándome de aquella manera suya en que lo veía todo— El domingo las dos estaremos fatal.
Soplé mi café y tomé un pequeño sorbo Me inquietaba la idea de pasar todo un fin de semana sin ella Y aún menos me gustaba la idea de que ella pasara todo ese tiempo lejos de mí Tenía a su alcance todo un mundo de opciones y posibilidades, mujeres que no estaban tan jodidas como yo y con las que era más fácil relacionarse.
—Ambas sabemos que eso no es precisamente lo más sano, Santana —conseguí decir pese a todo.
— ¿Y eso quién lo dice? Nadie más sabe qué se siente siendo nosotras.
Vale, eso tenía que reconocérselo—Tenemos que irnos a trabajar —dije, consciente de que dejar aquel asunto sin resolver nos traería de cabeza todo el día Lo solucionaríamos más tarde, pero de momento no podíamos hacer nada más.
Apoyó la cadera en el mostrador, cruzó los tobillos y se apalancó obstinadamente—Lo que tenemos que hacer es que vengas conmigo.
—Santana —Empecé a dar golpecitos con el pie en la baldosa de mármol travertino— No puedo dejarlo todo por ti Si me convierto en tu acompañante florero, te aburrirás enseguida Me cansaría de mí misma. No va a pasarnos nada porque dediquemos un par de días a resolver otros asuntos, aunque no nos apetezca hacerlo.
Nuestras miradas se cruzaron—Eres una fuente de problemas para ser acompañante florero.
—Quien los causa sabe reconocerlos.
Santana se enderezó, desprendiendo su turbadora sensualidad y atrapándome al instante con su intensa mirada Era tan veleidosa como yo—Últimamente has estado sometida a mucha presión, Britt No es ningún secreto que estás en Nueva York No puedo dejarte aquí mientras yo estoy fuera Tráete a Rachel si es necesario Así podréis charlar mientras esperas a que termine de trabajar y vuelva para follar contigo.
— ¡Ja! —Era consciente de que trataba de aliviar la tensión con sentido humor, pero también me daba cuenta de que su verdadera objeción era separarse de mí era... Nathan Mi ex hermanastro La pesadilla de mi pasado a la que Santana parecía tener miedo podía reaparecer en mi presente Me asustaba admitir que no estaba del todo equivocada El escudo del anonimato que me había protegido durante años había saltado por los aires al ser tan pública nuestra relación ¡Dios santo!... realmente no teníamos tiempo para hablar de ese problema, pero yo sabía que Santana no iba a ceder en ese punto era una mujer que reclamaba lo que era suyo, se defendía de sus competidores con despiadada precisión, y nunca permitiría que me ocurriera nada malo Yo era su lugar seguro, lo cual me convertía en algo excepcional e inestimable para ella.
Santana miró su reloj—Es hora de irse, cielo.
Alcanzó su saco, luego me hizo un gesto para que la precediera por el suntuoso comedor, donde cogí mi bolso y la bolsa en la que llevaba los zapatos planos y algunas otras cosas Poco después, llegamos a la planta baja en su ascensor privado y nos montamos en el asiento trasero de su todoterreno Bentley negro—Hola, Angus —saludé al conductor, que se tocó el borde de su anticuada gorra de chófer.
—Buenos días, señorita Pierce —respondió, sonriendo era un caballero mayor, con un generoso veteado blanco en su pelo rojizo Me caía bien por muchas razones, y no era la menor de ellas el hecho de que llevara a Santana en coche desde que ésta iba al colegio y se preocupara de verdad por ella.
Una rápida ojeada al Rolex que me habían regalado mi madre y mi padrastro me confirmó que llegaría puntual al trabajo... si no encontrábamos ningún atasco Mientras pensaba esto, Angus se adentró hábilmente en el mar de taxis y automóviles que circulaban por la calle.
Después de la contenida tensión del apartamento de Santana, el ruido de Manhattan me despertó con la misma efectividad que una buena dosis de cafeína El estruendo de las bocinas y el ruido sordo de los neumáticos sobre las tapas de las alcantarillas me resultaron tonificantes A ambos lados de la congestionada calle discurrían torrentes de peatones que caminaban a toda prisa, mientras que los rascacielos parecían estirarse hacia el cielo, manteniéndonos a la sombra pese a que el sol estaba cada vez más alto ¡Cómo me gustaba Nueva York ! Me tomaba mi tiempo todos los días para empaparme de aquella ciudad, para dejar que me calara hondo.
Me acomodé en el asiento de piel de atrás, agarré de la mano a Santana y le di un apretón— ¿Te sentirías mejor si Rachel y yo nos fuéramos de la ciudad durante el fin de semana? ¿Quizá un viaje rápido a Las Vegas?
Santana frunció el ceño— ¿Soy una amenaza para Rachel? ¿Es ésa la razón por la que ni siquiera te planteas venir a Arizona?
— ¿Qué? No, no creo—Cambié de postura para mirarla de frente—A veces me lleva toda una noche conseguir que se abra.
— ¿Crees que no? —repitió mi respuesta, haciendo caso omiso de todas las palabras que habían salido de mi boca, salvo las primeras.
—Quizá tiene la impresión de que no puede contar conmigo cuando necesita hablar porque siempre estoy contigo —le aclaré, sujetando mi taza con las dos manos al pasar por encima de una alcantarilla— Oye, tendrás que superar esos celos Santana, cuando digo que Rachel es como una hermana para mí, va en serio No tiene que caerte bien, pero tienes que comprender que ella forma parte de mi vida.
— ¿Le dices a ella lo mismo de mí?
—No hace falta, Ya lo sabe estoy tratando de llegar a un arreglo...
—Yo no hago concesiones.
Arqueé las cejas—En los negocios, seguro que no Pero, Santana, esto es una relación Implica un dar y...
El bramido de Santana me cortó en seco—En mi avión, en mi hotel, y si sales del edificio, te acompañará un equipo de seguridad.
Aquella repentina y reacia capitulación me quitó el habla durante un minuto largo lo bastante largo como para que ella enarcara las cejas por encima de aquellos penetrantes ojos marrones en una mirada que decía o lo tomas o lo dejas— ¿No te parece que eso es un poco exagerado? —Observé—Estaré con Rachel.
—Perdona, pero no puedo confiarle tu seguridad después de lo de anoche—La postura que adoptó mientras se tomaba su café expresaba con claridad que ella daba la conversación por terminada Ésas eran las opciones que consideraba aceptables.
Me habría cabreado de no ser porque comprendía que la arbitrariedad de Santana estaba motivada por su deseo de protegerme en mi pasado había terribles secretos de familia, y salir con Santana había atraído la atención de los medios de comunicación, una atención que podía llevar a Nathan Barker hasta la puerta de mi casa A demás, controlar todo lo que le rodeaba era parte de la personalidad de Santana Venía en el paquete, y yo tenía que asumirlo—De acuerdo —respondí— ¿Qué hotel es el tuyo?
—Tengo varios elige el que quieras—Volvió la cabeza y se puso a mirar por la ventanilla— Scott te enviará una lista por correo electrónico cuando te hay as decidido por uno, díselo para que lo organice todo Volaremos juntas a la ida y a la vuelta.
Reclinándome contra el asiento, tomé un sorbo de café y me fijé en cómo apoyaba el puño en el muslo en el reflejo del cristal tintado de la ventanilla, Santana mostraba un rostro impasible, pero yo notaba su malhumor—Gracias —murmuré.
—No me las des esto no me hace ninguna gracia, Brittany—Se le contrajo un músculo de la mandíbula— Tu compañera de piso la caga y yo tengo que pasar el fin de semana sin ti.
No soportaba verla disgustada, así que le cogí su café y coloqué las dos tazas en los soportes del asiento trasero Luego me senté a horcajadas en su regazo le rodeé el cuello con mis brazos—Te agradezco mucho que cedas en esto, Santana Significa mucho para mí.
Clavó en mí sus temibles ojos cafés—Supe que ibas a volverme loca desde el primer momento en que te vi.
Sonreí, recordando cómo nos habíamos conocido— ¿Despatarrada en el suelo del vestíbulo del Lópezfire?
—Antes Fuera.
Fruncí el ceño— ¿Fuera de dónde? —pregunté.
—En la acera—Santana me agarró de las caderas, apretando de aquella manera suya, tan posesiva y autoritaria que me hizo suspirar por ella— Yo salía para ir a una reunión Un minuto más tarde, y no te habría visto acababa de meterme en el coche cuando apareciste por la esquina.
Me acordaba del Bentley con el motor encendido junto al bordillo aquel día estaba tan impresionada con el edificio que no presté atención al elegante vehículo cuando llegué, pero me fijé en él cuando me marché—Me fijé en ti nada más verte —dijo con brusquedad— Se me iban los ojos detrás de ti Te deseé inmediatamente Demasiado con violencia, casi— ¿Cómo era posible que no supiera que había habido algo más en nuestro primer encuentro de lo que yo creía? Pensaba que habíamos tropezado la una con la otra de manera accidental Pero ella se iba para todo el día... lo que significaba que había regresado a propósito Por mí—Te detuviste justo al lado del Bentley —continuó—, y echaste la cabeza hacia atrás Levantaste la vista hacia lo alto del edificio y te imaginé de rodillas, mirándome a mí de la misma manera.
El tono de voz de Santana hizo que, ruborizada, me revolviera en su regazo— ¿De qué manera? —susurré, hechizada por el fuego de sus ojos.
—Con entusiasmo, Con un poco de admiración... de intimidación. —Me rodeó el trasero con las manos y me apretó contra ella—. No pude evitar seguirte hasta dentro. Y allí estabas, justo donde había deseado que estuvieras, arrodillada justo delante de mí En aquel momento, se me ocurrieron unas cuantas fantasías de lo que iba a hacer contigo en cuanto te tuviera desnuda.
Tragué saliva, acordándome de que yo tuve una reacción muy parecida hacia ella—En cuanto puse los ojos en ti, me vi follando, aullando, aferrada a las sábanas.
—Lo vi—Deslizó las manos por ambos lados de mi columna vertebral—Y supe que tú también me habías visto a mí que habías visto cómo soy...por dentro. Que me habías calado completamente Y eso fue lo que hizo que me cayera de culo, literalmente le había mirado a los ojos y me había dado cuenta de su férreo autodominio, del alma ensombrecida que tenía. Había visto fuerza, avidez, control, exigencia.
En mi fuero interno, había comprendido que me absorbería. Fue un alivio saber que ella había sentido la misma conmoción por mi causa Santana me puso las manos en los omóplatos y me acercó aún más a ella, hasta que se tocaron nuestras frentes—Nadie lo había hecho antes, Britt Tú eres la única.
Se me puso un nudo en la garganta en muchos aspectos, Santana era una mujer dura; sin embargo, podía ser muy dulce conmigo Casi de modo infantil, algo que me encantaba porque era pura y sin reservas Si los demás no se molestaban en mirar más allá de su llamativo rostro y su impresionante cuenta corriente, no merecían conocerla.
—No tenía ni idea, Fuiste tan... fría. No me pareció que te hubiera causado ninguna impresión.
— ¿Fría? —Dijo en tono burlón—Ardía por ti, Desde entonces estoy jodida.
— ¡Vaya! Gracias.
—Has conseguido que te necesite —bramó— A hora no puedo soportarla idea de estar dos días sin ti.
Sosteniéndole la cara con ambas manos, la besé con dulzura, con labios acariciadores, como pidiendo disculpas—Yo también te quiero —susurré contra su hermosa boca— Y tampoco soporto estar lejos de ti.
El beso que me devolvió fue ávido, voraz, y sin embargo, su manera de abrazarme era tierna y reverente como si yo fuera lo más preciado cuando nos separamos, ambas respirábamos trabajosamente—Ni siquiera soy tu tipo —bromeé, intentando levantar el ánimo antes de entrar a trabajar la preferencia de Santana por las morenas era algo bien sabido y documentado.
Noté que el Bentley se acercaba a la acera y paraba Angus salió del coche para darnos un poco de intimidad, dejando el motor en marcha y el aire acondicionado puesto Miré por la ventanilla y vi el Lópezfire a nuestro lado—A propósito de lo del tipo... —Santana había apoyado la cabeza en el respaldo del asiento respiró hondo—Emily se sorprendió contigo No eras cómo ella esperaba.
Tensé la mandíbula cuando Santana mencionó a su ex-novia aun sabiendo que su relación había sido una cuestión de amistad y soledad para ella, no de amor, no puede evitar que las garras de la envidia se me clavaran por dentro los celos eran uno de mis defectos más virulentos— ¿Porque soy rubia?
—Porque... no te pareces a ella.
Se me cortó la respiración no se me había ocurrido que Emily hubiera supuesto un modelo para ella Incluso Magdalene Pérez —una de las amigas de Santana a la que le gustaría ser algo más— había dicho que se había dejado largo su pelo castaño-negro para emular a Emily Pero no había comprendido la complejidad de esa observación Dios mío... si eso era cierto, Emily tenía un tremendo poder sobre Santana mucho más de lo que yo podía soportar el corazón se me aceleró y se me revolvió el estómago la odiaba de manera irracional Odiaba que hubiera tenido siquiera un pedazo de Santana Odiaba a todas las mujeres que hubieran conocido sus caricias... su lujuria... su increíble cuerpo.
Hice ademán de bajarme de ella—Britt —Me sujetó apretándome los muslos— No sé si tiene razón.
Bajé la mirada hacia donde estaba sujetándome, y verle el anillo de compromiso en el dedo de la mano derecha —mi marca de propiedad— me calmó Y también la expresión de perplejidad que tenía en la cara cuando se cruzaron nuestras miradas— ¿No lo sabes?
—Si era así, no fue consciente no la buscaba a ella en otras mujeres No sabía que estuviera buscando nada hasta que te vi.
Le pasé las manos por los hombros mientras me embargaba una sensación de alivio Tal vez no la había buscado conscientemente, pero aunque lo hubiera hecho, yo no podía ser más diferente de Emily en apariencia y temperamento. Yo era única para ella; una mujer distinta a las otras en todos los sentidos Deseaba que eso fuera suficiente para amortiguar mis celos—Tal vez no fuera tanto una preferencia como un modelo. —Alisé su ceño arrugado con la yema de un dedo—Deberías preguntárselo al doctor Petersen cuando le veamos esta noche ojalá tuviera más respuestas después de tantos años de terapia, pero no las tengo Hay muchas cosas inexplicables entre nosotras, ¿verdad? Todavía no sé qué has visto en mí para haberte enganchado.
—Es lo que tú ves en mí, cielo —dijo quedamente, suavizándosele los rasgos— Que sepas cómo soy por dentro y sigas queriéndome como te quiero yo Todas las noches me voy a dormir con el temor de que te hayas ido cuando me despierte. O de que te haya ahuyentado... o soñado...
—No Santana— ¡Dios mío! Me rompía el corazón todos los días. Me hacía pedazos.
—Soy consciente de que yo no te digo lo que siento por ti de la misma manera que tú a mí, pero me tienes, y lo sabes.
—Sé que me quieres, Santana—Con locura. Desenfrenadamente De manera obsesiva Como eran mis sentimientos por ella.
—Me tienes pillada, Britt —Con la cabeza echada hacia atrás, Santana me acercó a ella para darme el más dulce de los besos, moviendo con delicadeza sus firmes labios por debajo de los míos—. Mataría por ti —susurró—, renunciaría a todo lo que tengo por ti... pero no renunciaré a ti. Dos días es mi límite No me pidas más; no puedo dártelo.
No me tomé sus palabras a la ligera su riqueza le protegía, le daba el poder y el control que le habían sido arrebatados en algún momento de su vida. Había conocido la crueldad y la violación, al igual que yo ella que cree y era que merecía la pena perder la tranquilidad de espíritu con tal de no perderme significaba mucho más que las palabras te quiero —Sólo necesito dos días, campeona, y haré que te merezcan la pena.
La severidad de su mirada se diluyó, y fue sustituida por deseo sexual— ¡Ah! ¿Estás pensando en apaciguarme con sexo, cielo?
—Sí —reconocí descaradamente— Con mucho sexo después de todo, esa táctica parece funcionar bien contigo.
Sus labios se curvaron, pero en sus ojos había tal intensidad que se me aceleró la respiración Aquella oscura mirada me recordó —como si pudiera olvidarlo— que Santana no era una mujer a la que se pudiera manejar o dominar.
— ¡Ay!, Britt —susurró, arrellanado en el asiento con la depredadora despreocupación de una suave pantera que hábilmente ha atrapado a un ratón en su guarida.
Me atravesó un delicioso escalofrío si se trataba de Santana, estaba más que dispuesta a dejarme devorar.
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Hola Hola!
Bueno aqui empezamos "Reflejada en ti" espero que les guste mucho este libro y que comenten mucho :)
Saludos Y besos
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana: No te escondo nada #3 ( Capítulo 17 7/6/15)
santana es espectacular y la sumision de brittany es una buena tecnica por el bien de la relacion ya que ambas han pasado por cosas no muy agradables! hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
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