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[Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
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FanFic Brittana:Wallbanger 2 "RustyNailed" (Adaptada) Cap7
Capitulo 7
La antesala de la Iglesia Swedenborgian en Pacific Heights estaba llena a reventar con tonos de arce, cobre, oro champagne, y galletas de queso.
Crinolis crepitaban y agitaban, risitas nerviosas se derramaban de labios delicadamente pintados, y un orgulloso padre parado alto y recto.
Una novia dio un paso adelante para tomar su brazo mientras sus damas se reunían delante de ella, sus manos llenas de dalias melocotones y crema.
Era de estatura media y regia, sonrojada y para nada tímida. Vestida en seda color marfil y encaje italiano centenario, la solitaria mancha de color era un diamante canario de cuatro quilates en el dedo anular de su mano izquierda.
Las puertas de roble se abrieron.
Sus ojos saltaron.
Mientras un cuarteto de cuerdas tocaba, sus damas de honor se deslizaban por el pasillo, una tras otra. La iglesia estaba llena, pero no demasiado. La pequeña capilla, terrenal y encantadora, tenía un techo de casetones hecha de madera antigua acentuada por las centenares de velas de color crema suavemente iluminadas. En la chimenea, poco frecuentes en la mayoría de las iglesias, pero perfectamente adecuada para este entorno rustico, un fuego crepitaba alegremente, lanzando su propia luz de cuento de hadas.
Los invitados sonrieron, sus rostros radiantes de expectación tranquila, se volvieron hacia el pasillo central. Y mientras caminaba por ese pasillo antes de la novia, vi a Will al final, radiante.
¿Y junto a él? Mi propio pedazo de cielo. Sonreí cuando la vi, resplandeciente en un vestido que fue cortado para acentuar su linda figura y sexy cuerpo. Sus ojos brillaban un marrón en la luz del fuego, su rostro extraordinario. Su sonrisa estallo en su cara y sus magníficos hoyuelos hicieron presencia, mientras me acercaba.
Me guiño un ojo, y me desmayé.
Al igual que la mayoría de las damas en la capilla.
Tomando mi lugar en la fila, vi como la dama de honor de Emma se unía a nosotras, la música cambiaba a medida que la novia se encontraba a punto de aparecer. Me volví a ver, no a Emma, pero si a Will.
¿Alguna vez has visto a un novio cuando aparece su novia por primera vez? Todos los ojos están puestos en ella, sí, pero la verdadera magia esta donde quiera que el novio este. Ser testigo de sus ojos iluminándose, para ver las emociones caer por su rostro. Estar allí mientras el lucha para mantener el control de sus sentimientos, como todos los hombres se supone que deben hacer en esta situación. Pero esos primeros segundos, ves la verdad. Puedes ver todo lo que siente cuando la ve por primera vez.
No tenía necesidad de observar realmente a Emma voltear en esa esquina para saber cuándo había entrado en la capilla. Porque lo vi todo en la cara de Will, en el segundo que la vio.
Sorpresa.
Anhelo.
Alivio.
Necesidad.
Puro, manifiesto de alegría.
Las lágrimas brotaron de mis ojos, como sabía que lo harían. Podía sentir a mi sonrisa tomando el control de mi cara, amenazando con dividirla en dos. Mientras mi mirada recorría donde Emma caminaba hacia nosotros, capture los ojos de Santana.
Y que me condenen si no había una lágrima en sus ojos también.
***********************************************************************
La ceremonia fue corta y dulce. Se intercambiaron los votos, lagrimas fueron derramadas por la mayoría, y bajo una lluvia de pétalos, los recién casados salieron de la iglesia en una tarde perfecta de otoño.
¿Y a quien vi tirando esos pétalos? Rach y Quinn, por supuesto, Marley y Terry Derry (quien era sin duda caliente), y Kitty y… nadie.
No trajo a una cita después de todo.
Algo que fue notado por Marley, a pesar que fingió no mirarla en absoluto.
Aunque estaba obligada por la ley del banquete de boda a acompañar a Emma donde quiera que iba (y sí, eso incluía el baño, donde ahora puedo decir que he ayudado a mi jefa a orinar), me las arregle para estar un poco de tiempo con mis amigos antes de que llegara un muy nada elegante, pero muy necesario autobús de fiesta.
Santana y yo estábamos comportándonos bien por nuestra “posición de boda”, ya que la madrina y la dama de honor siempre eran fotografiadas oficialmente, pero una vez que el fotógrafo termino, tuve la oportunidad para robarle un beso o dos.
—Sabía que te verías bonita en tu vestido de dama de honor—me dio la vuelta para disfrutar de la falda, abriendo mucho los ojos cuando la vio abrirse y revela un poco mi pierna extra.
—Te arreglaste muy bien tu misma, también—le conteste, tomando un momento para admirar el regalo que era Wallbanger en su vestido.
—¿Y ahora qué sigue?
—Ahora iremos en el autobús y beberemos champagne con el resto de la fiesta nupcial, nos tomaremos fotos en Baker Beach con el puente en el fondo, y luego iremos a la recepción. Donde puedes emborracharme, si quieres.
—Quiero. También me gusto la ceremonia allí. Parecían muy felices, ¿verdad?
—Lo estaban—le sonreí, mirando a esos ojos marrones, que miraban por encima de mi hombro y se oscurecieron.
—¿Qué? ¿Qué pasa?
—Nada. Quizá nada—hizo una mueca, y me volví. Marley y Terry Derry hablaban con Rach y Quinn, con Kitty caminando hacia ellas.
—Oh, no—murmure, y nos dirigimos ahí.
—Entonces dije, de ninguna manera, Terry, no aquí; ¡alguien podría vernos! —grito Marley agarrando a la tipa que no tenía idea de lo que le esperaba.
Mire a Rach, que luchaba para mantener una cara seria, mientras que Quinn solo frunció el ceño.
—Hola a todas, ¿no es una ceremonia hermosa? —pregunte, tirando de Santana dentro de ring justo cuando Kitty se acercó al grupo.
Rach tomo la seña, respondiendo en voz alta:
—¡Realmente lo fue! ¿Marley, le echaste un vistazo a las rosas del altar? Deberíamos sacar algunas fotos antes de que…
—Hola, Marley—dijo Kitty desde detrás de ella, y sus ojos flamearon.
Mire a Santana, Santana miro a Quinn, Quinn miro a Kitty. Kitty miro la parte de atrás del cabello de Marley, mientras que Terry Derry se miró las uñas.
Finalmente Santana se acercó a Kitty y le dio una palmadita en la espalda.
—Oye, mujer, ¿no has visto a Will todavía? Creo que aún está haciendo esa línea de recepción o como se llame. Te llevare allí—Santana asintió a Quinn, quien se unió también. Eso nos dejó a Rach, Marley y a mí en un lado del círculo, y a las otras chicas en el otro. Srta. Derry estaba todavía en el medio, sin tener idea. Pero todavía muy caliente.
—Marley, vamos cariño, ¿vas a ignorarme toda la noche? —pregunto Kitty, y su columna vertebral se puso recta.
—¿Cariño? ¿No me vuelvas a llamar cariño? —dijo entre dientes, girando sobre sus talones. Un grito de ven y jodeme, por cierto; la chica estaba feroz.
Llevaba el pelo ondulado en rizos perfectos, su maquillaje era impecable, su cuerpo con sus kilos de ruptura ganadas recientemente se vertían en un vestido negro ceñido. ¿Y sus tetas? Mierda. Yo incluso tenía un poco de curiosidad.
¿Pero Kitty? Se quedó atónita. Estupefacta. Noqueada. Ella la miro fijamente con los ojos desorbitados. Ojos hambrientos… esta chica aún seguía estúpidamente enamorada.
Pero Marley estaba tan enojada. Y no podía culparla. Porque nadie puede hacerte más daño como alguien que dice que te ama.
—Tú no tienes que llamarme cariño—le espeto, con las manos en las caderas, sacando pecho; sabia como usar lo que tenía. Agarrando a Terry por el brazo, la condujo hacia el aparcamiento.
Nuestro círculo se cerró, mi mano fue hacia Santana y el brazo de Rach fue alrededor de la cintura de Quinn.
—No va hablar conmigo, ¿verdad? —pregunto, con la cara triste.
Rodé los ojos.
—Lo dudo—nuestro autobús se detuvo y tire de Santana—vamos, tenemos que ir. Nos vemos en la recepción—asentí hacia Rach, y dispare una mirada a Kitty por encima del hombro cuando nos fuimos.
—Tómalo con tranquilidad, ¿de acuerdo? —dijo Santana mientras caminábamos por el estacionamiento.
—Estas bromeando, ¿verdad?
—No estoy bromeando. Ella es tu amiga, y lo entiendo, pero Kitty es mi amiga también—sus ojos eran cálidos, pero advertían.
Vi a Marley caminando con Caliente Barry, su risa deliberadamente en voz alta
—¿Solo disfrutemos la noche? —susurre a Santana mientras me guiaba hacia el autobús.
Nos acomodamos en nuestros asientos con el resto de la fiesta nupcial, celebrando con la feliz pareja. Y mientras nos habríamos paso a través de las calles de San Francisco hacia la bahía, observando a Emma y Will besarse cada minuto o así, me sentí muy feliz de tener a mi Santana a mi lado. Y muy triste porque Marley no tenía a su Kitty.
Pero este era un día feliz, y después de unas cuantas copas de champan estaba lista para una noche de fantasía en la ciudad.
¿Y con la recepción en el Fairmont Hotel? Era garantizada.
**********************************************************************************
Si la ceremonia fue sencilla, la recepción fue todo lo contrario. Elegante era la mejor palabra para describir el Fairmont´s Venetian Room, y la recepción en general.
Si pensaba que cada vela en San Francisco se encontraba en la capilla, entonces, todas las velas restantes del área de la bahía estaban encendidas dentro de este salón de baile, añadiendo los candelabros de oro, los cristales que goteaban de cada candelabro, los espejos que reflejaban y bailaban con cada parpadeo y balanceo, el efecto no era de este mundo.
Eso era el dinero del planeta. Que estaba entre la galaxia ridículo.
Pero aun así eran Emma y Will. ¿Había arreglos florales más altos que yo? Sí, pero también fotografías de cuando iban al instituto bien colocadas en puntos estratégicos. ¿Había una orquesta? Sí, pero tocaba versiones instrumentales del Def Leppard, Journed, y U2. Y una banda llamada Rush, de esas donde los integrantes usaban pañuelos en la cabeza.
Cuando llegamos con la novia y el novio a cuestas, hicimos nuestra entrada triunfal a una multitud aplaudiendo. Una vez sentados en la mesa principal, vi que Emma diseño los asientos de modo que a pesar de que Santana era la mejor mujer, todavía estaba sentada junto a mí. Mientras miraba alrededor en toda la pompa y el brillo, vi a Emma sentó a Marley y Kitty en mesas separadas (a toda prisa modificada cuando se dio la ruptura), pero sus mesas se encontraban una al lado de la otra. Y había un asiento vacío junto a Kitty.
—No lo entiendo, ¿pensé que dijiste que traía a alguien? —le susurre a Santana.
—Lo iba hacer, pero cambio de opinión. Quería hablar con Marley esta noche, y decidió que tendría una mejor oportunidad si se encontraba sola—susurro de vuelta, un te lo dije lucia en su rostro.
—Mmm—dije.
Y mientras veía su historia desarrollarse desde el estrado, sus comunicaciones eran muy claras.
Primero Marley se dio cuenta de que, mientras estaban técnicamente en diferentes mesas, su tarjeta del lugar se encontraba puesta directamente detrás de la silla de Kitty. Y cuando ella se acercó a la mesa redonda y atrajo la silla por si misma (bien hecho, Terry Derry), se aseguró de que accidentalmente-a-propósito chocara su silla.
Luego, cuando Kitty se levando para estrechar la mano de alguien y por accidente (pero tal vez no en propósito) golpeo la silla de ella, vi a Marley levantar el tenedor de la ensalada y comenzarlo a girar, antes de que Rach se lo quitara de la mano.
Durante el tiempo en que se sirvieron las entradas, las dos se encontraban empujándose tanto que parecía que tenían hormigas en sus vestidos. Excepto que el vestido de Marley era tan apretado que estaba bastante segura que no llevaba ninguna. Bragas, eso es.
—¿Estás viendo eso? —le pregunte a Santana, señalando a las parachoques de silla.
—¿Cómo podría perdérmelo?
Justo en ese momento, Kitty se dio la vuelta y golpeo a Marley en el hombro. Su respuesta fue empujar su silla hacia atrás lo más que pudo, de pie, y convenientemente, pisar fuerte en el pie de Kitty con su tacón de aguja mientras arrastraba a una Rach recia al baño de mujeres, dejando a Kitty maldiciendo en silencio en su servilleta. Cuando llego al borde de la sala de baile, se dio la vuelta, me vio espiándola, y curvo su dedo hacia mí.
Maldita sea. Reunión en el baño.
—Regresare, no dejes que corten el pastel sin mí.
—Sí, me asegurare de explicárselo a los novios, así como todas estas buenas personas aquí, que tiene que esperar el pastel debido a una charla en el baño—respondió Santana secamente.
Le di un beso en la frente y me dirigí allí.
Mientras me acercaba al baño, me di cuenta de que las mujeres que salían lucían un poco conmocionadas.
Apure mi paso.
Una vez dentro, lo entendí. La extremadamente imaginativa rapidez de maldecir que salió de la boca de Marley era suficiente para hacer que mi pelo se encrespara.
Rach se sentó en el sofá, indefensa.
Entre en la cola de:
—¡Maldita-hijadeputa-caradevagina-idiota-hijadeperra-puta cabrona de mierda!
—¿De quién estamos hablando? —pregunte alegremente. Rach reprimió un bufido.
—¿En cuántos problemas me metería por robar el cuchillo para el pastel y sacarle las tetas? —pregunto, dos mujeres más apresurándose para escapar.
—Muchos. ¿Podemos hablar de esto sin mencionar cortes?
—Lo dudo, ahora quiero sus tetas en un pan de perro caliente.
Oh, no.
—Si se me permite intervenir solo un poco más de lo normal aquí, necesitas calmarte, señorita—comente, levantando mi dedo cuando estuvo a punto de interrumpirme—Porque amas a Emma. Y nadie quiere que su boda sea conocida como la boda tetas-en-un-pan-de-pero-caliente, ¿verdad?
—Estaría en el periódico.
Suspire.
——No más golpes con la silla, no más intentos con el tenedor. Solo se una invitada educada en una bosa, ¿de acuerdo?
—Te odio—resoplo, alisando su vestido y comprobando su brillo de labios en el espejo.
—No, no lo haces—resople de regreso, luego me volví hacia Rach—Y tú, pensé que ibas a vigilarla—murmure mientras Marley ajustaba sus tetas.
—Lo hacía, pero luego Quinn tenía su mano en mi pierna debajo de la mesa, y…
—Guárdalo, no queremos perdernos su primer baile—conteste, mirándome en el espejo. Maldita sea, me veo bien en dorado—Está bien, señoritas, preparémonos: Vamos a entra. No más drama—di instrucciones, y nos dirigimos de nuevo al salón de baile.
Pero note que la silla a la izquierda de Kitty ya no estaba vacía, se encontraba ocupada.
Una silla ocupada por una rubia caliente había tomado lugar, y sobre sus risitas y chillidos, Kitty se aseguró de captar la mirada de Marley. Y guiñar.
Mensaje entregado: Dos pueden jugar este juego.
Mierda.
*************************************************************************
El resto de la boda paso por en una ráfaga de imágenes. Emma y Will compartieron un brillante primer baile. Un pastel de bodas de cinco niveles siendo cortado y sin contemplaciones empujado en el hermoso rostro del novio. Santana brindo por Will con copas elevadas y risas, y más de un carraspeo.
Kitty se pavoneo por allí, acicalándose con Rubiecita delante de Marley y Caliente Terry. Marley golpeo a Caliente Terry cuando tuvo el descaro de mirar a Rubiecita.
Kitty ponía una cara de pierda mientras veía a Marley y a Caliente Terry bailar de una manera muy, muy cerca. Y un Will desconcentrado mientras Caliente Terry intento venderle un seguro de vida adicional.
Y compartir mi propio baile con Santana, balanceándome debajo de la boda de discoteca. Que siempre parece una idea terrible, pero en realidad bañaba todo con los destellos más lindos que yo haya visto. Ella me sostenía cerca, su mano encajaba en la parte baja de mi espalda, la otra sosteniendo mi mano.
Las bodas son románticas por naturaleza, y yo no era la única que tenía destellos en los ojos esta noche. Sus marrones ojos estaban fuera del cuadro.
—¿En que estas pensando? —pregunte, con mi voz soñadora. Santana me miro soñadoramente también. ¿Qué había en su mente? ¿Yo en este vestido? ¿Yo fuera de este vestido?
—Cañas de pescar.
—¿Qué? —no fue lo que esperaba.
—Cañas de pescar. Tu preguntaste—se rio entre dientes, girándome.
—Ya veo. Y ¿qué pasa con al cañas de pescar? —pregunte, con mi nariz arrugada.
—Donde crecí había un parque estatal a unos diez minutos de la casa, rio, rocas, antiguo vertedero de molino y senderos para caminar por todas partes. —su rostro se volvió apacible, mientras iba describiendo. Rara vez hablaba de su pasado, me pregunte que pasaba esta noche que le hizo pensar en ello—De todos modos, la últimas vez que mi papa, Will y yo estuvimos todos juntos fue una tarde de Domingo de pesca. Y Will se sentó en la caña de pescar favorita de mi papá, ¡casi rompió la maldita cosa—se rio, su mano sosteniendo la mía un poco más fuerte.
—Es divertido como recuerdas ciertas cosas. Alguien estaba quemando hojas ese día, así que todo olía a humo, ya sabes ¿ese olor a humo que solo consigues en el otoño? Recuerdo eso, y como de fría era el agua. Nadie atrapo nada ese día, ni siquiera un mordisco—termino, con sus ojos lejanos.
Deje que mi mano se desenredara y acaricie en la parte en donde fruncía su ceño, deslizando hacia arriba y abajo mis dedos para suavizar su ceño, manteniendo mis dedos allí.
—Suena como un bien día.
—Fue un buen día—me sonrió, tirando de mi más cerca todavía. La banda comenzó a tocad Duke Ellington, y yo estaba mareada, girando y sumergida por mi Wallbanger.
Este fue un buen día también.
Mejor, ya que ninguna teta termino en un pan de perro caliente.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
eeee que buen cap, encerio que quilombo entre kitty y marley por eso no hay que salir con gente de los mismos circulos jajaja beso!!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
holap,...
como diré,.. depende para quien da boda fue linda romántica y todo eso jajaja y para otros intenso y la posible tercer guerra mundial jajajajaja
bueno marley se busco que kitty se valla con otra por lo menos no darle el beneficio de la duda y habar,...
a ver como termina la super noche jajajaj
nos vemos!!!
como diré,.. depende para quien da boda fue linda romántica y todo eso jajaja y para otros intenso y la posible tercer guerra mundial jajajajaja
bueno marley se busco que kitty se valla con otra por lo menos no darle el beneficio de la duda y habar,...
a ver como termina la super noche jajajaj
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
podria marley ser mas obtusa? en fin hasta luego!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Hola! Aquí poniéndome al día! wow cuantas cosas han pasado, muero por leer el siguiente cap! Será que marley escuche a kitty?? saludos
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Jajajajajaja mori con lo de la teta! Jajaja ha estado genial! Disculpa, cual es tu nombre si se puede saber misteriosa adaptadora xD
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
tatymm escribió:eeee que buen cap, encerio que quilombo entre kitty y marley por eso no hay que salir con gente de los mismos circulos jajaja beso!!
Hola, jajaaj lo de kitty y marley es raro jaajajaj ellas se quieren pero son dificiles xD. Saludos =D
3:) escribió:holap,...
como diré,.. depende para quien da boda fue linda romántica y todo eso jajaja y para otros intenso y la posible tercer guerra mundial jajajajaja
bueno marley se busco que kitty se valla con otra por lo menos no darle el beneficio de la duda y habar,...
a ver como termina la super noche jajajaj
nos vemos!!!
Hola, jaajaj al boda dio para todos jajaja XD esk igual que te digan "bese a otra persona" es dificil xD no¿? jajaajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:podria marley ser mas obtusa? en fin hasta luego!
Hola, jajaajajaj marley, marley, marley.... esta un poco confundida xD. Saludos =D
Dolomiti escribió:Hola! Aquí poniéndome al día! wow cuantas cosas han pasado, muero por leer el siguiente cap! Será que marley escuche a kitty?? saludos
Hola, jajajaaj y xq tan perdida¿? no me digas que son los estudios ¬¬ (tontos, pero útiles estudios ¬¬). Ojala la escuche po xD. Saludos =D
lauravm98 escribió:Jajajajajaja mori con lo de la teta! Jajaja ha estado genial! Disculpa, cual es tu nombre si se puede saber misteriosa adaptadora xD
Hola, jajajaajjajaajaj yo tambien cuando ley-modifique xD jaajajajaj. =O jaajajaj haber... me da un poco de verguenza jajaaj pero podria ser cualquier nombre xD¿? nose el que te guste xD sip¿? carla, maria, claudia, tamara, paty xD nose, se puede o no ¬¬¿?ajajaajaj. Y el tuyo supongo "laura" jaaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana:Wallbanger 2 "RustyNailed" (Adaptada) Cap8
Capitulo 8
Está bien, toda nuestra ropa de cama y toallas adicionales están en el armario en el pasillo, las mantas extra en la caja de cedro, mmm… ¿Qué otra cosa? ¡Oh!, la ventana al lado de la cama tiende a atascarse un poco cuando está lloviendo, pero no está mal. Dejé una nota de todos los mandos a distancia con instrucciones sobre cómo utilizar todo, me llevo una eternidad encender las malditas cosas… vamos a ver, ¡oh! Volvamos a la cocina y hablemos de las placas. Hay un truco que aprendí para encender uno a fuego alto y…
Seguí a Emma través de su casa en Sausalito el Domingo por la tarde, mientras que Santana pasaba por lo mismo en el garaje con Will. Vigilar casas no es lo que solía hacer; no puedes simplemente traer el correo y hacer una fiesta.
Al reconocer la casa, tomando nota de todo lo que íbamos a necesitar saber durante la estancia allí, recordé lo perfecta que era en realidad. Situada en las colinas justo por encima de la calle principal, la casa era de dos pisos en casi una forma triangular, por lo que prácticamente cada habitación tenía una vista de la bahía y, a lo lejos, de San Francisco. Junto con un área de varias terrazas y de asientos al aire libre, salpicados de bancos y fogones, estaba la tina de agua caliente en el suelo que habían instalado. Perfectamente aislados, perfectamente privada, con unas vistas magnificas.
La bañera de hidromasaje es donde encontramos a Santana y a Will, encorvados por los controles. Santana estaba pasándolo genial, encendiendo las luces interiores de rosa a azul, de verde a morado, con una gran sonrisa.
—¡Britt, mira!¡Es como tener un espectáculo de luz! —exclamo con entusiasmo.
—Y creo que eso es todo—dijo Emma—Las llaves del coche están en el cuenco junto a la puerta, los códigos de alarma los tienen escritos, tu sabes cómo hacer funcionar el elevador. Oh, ¿de qué me olvido? —saco su libreta, revisando frenéticamente sus notas.
—No te preocupes por nada. Lo tenemos. Ustedes dos simplemente disfruten del viaje—conteste—Y no se te permite llamar y checarnos por lo menos durante una semana. Vete a tener sexo con tu marido.
—Sí, va a tener sexo con su marido—intervino Will, cerrando su cuaderno y envolviendo sus brazos alrededor de ella por detrás—Gracias, chicas, realmente lo apreciamos.
—¿Seguro que no les importa? No tienen que quedarse aquí todas las noches, solo tal vez un par de noches a la semana—pregunto Emma.
—Oh, Dios mío, cállate ya, ¿quieres? Es realmente un gran pesar estar aquí menudo sacrificio—me reí, haciendo un gesto hacia al casa.
Will dijo:
—Muy bien, nos vamos de aquí. San, gracias de nuevo por todo. Y asegúrate de echarle un vistazo a esos senderos para bicicletas; deje los mapas con todo lo demás—mientras Emma fue por su portátil, él nos dijo: —yo aprovecharía la oportunidad, si fuera ustedes.
—Oh, vamos, tu zoquete, necesito abrazarla—protesto ella, envolviéndome en sus brazos—Gracias, no tienes idea de lo mucho que necesito esto—susurró. Cuando me dejo ir, había lágrimas en sus ojos—Y recuerda, solo estoy a una llamada de distancia.
Los abrace a los dos y deje que Santana me colocara en el Ranger Rover para nuestro viaje de regreso por el puente. Las dos estábamos tranquilas mientras entrabamos en la ciudad, serpenteando por las calles hacia nuestro edificio de departamentos.
Aparco, luego camino a mi lado para abrir la puerta. Cogiendo mi mano, dijo:
—Sabes, podría no ser tan aburrido después de todo. Podría ser divertido, tener una casa.
*************************************************************************
Más tarde esa noche, Lord Tubbington y yo estábamos jugando a Matar la Cola de Caballo—un juego que habíamos creado hace unos años cuando yo cometí el error de acostarme al lado de donde él estaba durmiendo y sacudir mi coleta frente de él. Se despertó con un trozo gigante de pelo bailando en su cara y quedo completamente fascinado. El objetivo del juego, por lo que podía entender, era que Lord Tubbington podía masticar y peinar, menos colgarse de mi coleta.
¿Tenía que lavarme el pelo a fondo después de ese juego? Sí, pero ver sus ojos brillando, verlo rodar de lado por el suelo cuando comprendía que era hora de jugar, valía la pena. El juego se llevaba a cabo bajo la mesa de café cuando Santana se acercó.
—¿Matar a la Cola de Caballo? —pregunto mientras yo levantaba la cabeza.
—Sí—respondí, haciendo una mueca cuando Lord Tubbington aprovecho mi falta de atención para tomar un bocado y tirar.
—¿Quién va ganando?
—¿Quién crees tú? ¡Ay!
Me volví debajo de la mesa, con la intención de darle caza, pero reí cuando Lord Tubbington se acurruco sobre su espalda, ronroneando suficientemente fuerte como para sacudir las ventanas.
—¿Tregua? —le pregunte, arrugando la piel de su vientre. Los ojos entrecerrados y la sonrisa gatuna al revés, era respuesta suficiente para mí.
Quitándome el polvo, me arrastre por debajo de la mesa de centro para unirme a Santana en la cocina.
Después de nuestro viaje a través de la bahía, había trabajado durante un par de horas mientras ella dormía la siesta, durmiendo por su desfase horario.
Descanse de Lord Tubbington cuando salió corriendo para recoger algo de cenar. Ahora tengo un antojo de vietnamita y apresure mis pasos hacia la cocina. Un tazón de pho en una noche fría era lo mejor del mundo.
Saque los cuencos mientras Santana desenvolvía los recipientes. Agarre los palillos y ella vertió el vino. Nos instalamos en la mesa de la cocina y entre sorbos y sorbos, fue a mirar su correo. Se amontonaban cuando ella estaba fuera, por lo que siempre era un trabajo cuando regresaba. Charlamos sobre el día, diversas opiniones de lo que como servía vivir a tiempo parcial en Sausalito, cuando me di cuenta de que ella había dejado de sorber.
—¿Qué es eso? —pregunte mientras miraba a una carta abierta.
—¿Eh? Oh, es una carta de la asociación de antiguos alumnos.
—¿Stanford?
—No, mi escuela secundaria, en realidad. Es una invitación para mi reunión del décimo año.
Me quede callada, observando a su cara lidiar con un par de cosas. Cuando levanto sus palillos y comenzó con sus fideos de nuevo, pregunte:
—¿Así que iras?
—No estoy segura. No creía que me gustaría ir, pero ahora que llego la invitación, no lo sé— cambio de rema, pero vi que sus ojos se perdían en la carta más de una vez. Y mientras yo limpiaba después de la cena, la vi leyéndola de nuevo.
—Deberías ir—dije, horas más tarde. Estábamos en la cama, las noticias estaban en marcha, Lord Tubbington entre nosotras. Santana supo al instante de lo que hablaba.
—No sé si puedo. Es entre Acción de Gracias y Navidad; estoy segura de que voy a viajar. Debo haberme perdido la notificación en alguna parte—dijo, con los ojos en la pantalla.
Estaba tensa.
—Habrías sabido de ella si estuvieras en Facebook. Te apuesto lo que quieras a que tus compañeros de clase han estado buscando tu existencia.
—Dudo que la mayoría de ellos me recuerde—se burló.
Me mordí una respuesta. Aunque no la conocía en ese entonces, cada escuela secundaria tenía una Santana López. Agregando que era latina, no todos tenían un compañero latino en ese entonces, más que sus padres murieron tan inesperadamente y sí, todos la recuerdan.
Con un suspiro, se volvió hacia mí, su mano alcanzando las almohadas. Me acurruque en mi lado también, mis dedos enredándose con los suyos. Metió el otro brazo bajo la cabeza. A la luz de la televisión, parecía joven. Y un poco triste.
—Nunca planee volver. Quiero decir, realmente no tenía ninguna razón para hacerlo.
Apreté su mano.
—No sé, ¿tal vez deberías? Podría ser divertido ver a algunos de los chicos de nuevo, ¿verdad?
Sonreí y no le dije nada.
—Voy a mirar mi calendario de mañana. Tal vez pueda intercambiarlo.
—¿Quieres que revise el mío? —pregunte.
—¿Crees que puedas? Quiero decir, se lo ocupada que estas.
—Creo que puedo hacer una escapada de un fin de semana. Además, nunca he estado en Filadelfia. ¿Podemos ir por un cheeseteak?
Ella gimió.
—Oh, Dios mío, ¿tienes alguna idea de cuánto tiempo ha pasado desde que comí un Cheeseteak? Eso puede decidirlo todo.
Me deslice sobre la cama y me senté a horcajadas encima de ella, moviendo sus manos a mis caderas. Me agache, aparte el pelo de su cara y le di un beso en el ángulo de sus labios.
—Háblame de tu lugar favorito para os Cheeseteak—dije mientras ella envolvía sus brazos alrededor mío y me tiraba encima suyo.
Durante los siguientes veintisiete minutos me quede recostada sobre Santana, escuchándola hablar de un negocio pequeño de tienda de sándwiches. Y la importancia de ambos, pimientos dulces y picantes. Al hacerlo, me dijo más acerca de su familia y del lugar donde había crecido de lo que había dicho en todo el año que habíamos estado juntas. Me di cuenta de que ni siquiera había visto una foto de sus padres, no tenía idea de que aspecto tenían.
Le preguntaría sobre eso pronto. Esta noche no, pero pronto. Esta noche era todo sobre Cheeseteak, y todo lo que venía con ellos. Y no estoy hablando solo de los pimientos dulces y picantes.
******************************************************************************
—Brittany, hay una llamada de alguien sobre en el Centro de Diseño. Quieren saber si Emma estaría dando su clase de nuevo el próximo mes. ¿Podrías Tomarla?
—Brittany, la señora Crabtree, la cliente de Emma, está llamando de nuevo. Necesita saber que sombra exactamente pinto Emma en su sala de estar hace diez años, ¿y si tenemos algún tipo de garantía de que no debería ser amarillenta? Ella también me menciono que fuma dos cajetillas al día en ese cuarto y nunca abre una ventana; ¿quieres manear esto?
—Brittany, hay un chico de la empresa de calefacción y de refrigeración en el vestíbulo, dice que hace falta un control de mantenimiento de otoño. ¿Te menciono esto Emma?
—Brittany, creo que he borrado accidentalmente las últimas facturas de la cuenta Peterson, pero sé que Emma siempre mantiene copias en papel de esas. ¿Alguna idea de dónde?
—Brittany, ¿puedes?...
—Brittany, voy a necesitar…
—Brittany, he colocado este pomo de la puerta…
Mire por la ventana de mi nueva oficina, notando de que con la oficina más grande llegaron no solo mayores responsabilidades, si no también dolores de cabeza más grandes. Y el que tenía en la actualidad era uno enorme. Había estado oficialmente a cargo de la oficina durante una semana, y estaba dispuesta a tirarme a los leones marinos. ¿Cómo diablos Emma logro todo esto? Ella tenía sus propios clientes, tenía su equipo de mentores, era la mujer de las soluciones y la encarada de extinguir los incendios, y se las arreglaba para hacerlo con sus distintivo estilo tranquilo.
Yo estaba agotada, asustada, y jodida.
Podría hacer llamado a Emma, por supuesto. Pero estaba en su luna de miel; no quería interrumpirla a ella y a Will mientras estaban… bueno, mientras estaban. Además, no quería admitir que había tanto que hacer de este negocio de lo que yo no era consciente. Estaba decidida a manejarlo por mi cuenta, tanto como pudiera y cuando Emma llamara al cabo de unos días, le mentiría a través de mis dientes y le diría que todo estaba bien.
Después de la oficina, el cuidar de la casa era un trozo de pastel.
Esa semana, pasamos dos noches en la casa de Sausalito, y dos noches en nuestros propios departamentos. Trabaje durante todo el día mientras Santana disfrutaba de algún tiempo libre antes de su próximo viaje. Las dos noches que pasamos frente a la bahía, ella se quedó todo el día siguiente haciendo senderismo en los promontorios, yendo en bicicleta por la ciudad, y para el fin de semana, estaba preguntando cuando íbamos a volver.
Yo trabajaba la noche del Viernes, mientras que Santana tuvo una noche de fiestas con sus chicas, y el Sábado por la mañana hicimos nuestras maletas y nos fuimos.
Nuestros vecinos Kurt y Blaine acordaron cuidar de Lord Tubbington; no parecía justo para el transportarlo todo el camino hacia allí por unos pocos días. Si pareciera que realmente íbamos a disfrutar de ello, entonces consideraría moverlo.
Sin embargo, por ahora, estaba disfrutando de las ventajas de ser Emma. Especialmente, conducir su convertible Mercedes por las calles sinuosas de las colinas con Santana viajando como copiloto.
—Estoy bastante segura de que Emma quería que yo condujera su coche mientras estaba fuera—insistió, haciendo una mueca mientras yo tomaba una curva demasiado rápido.
—Mentira, ella quería que yo me divirtiera. Supéralo—me reí, golpeando mi pie en el acelerador cuando salimos en la brisa.
Hicimos mandados, salimos al mercado, luego nos dirigimos a casa para encender el asador antes de que Rach y Quinn vinieran. Habíamos decidido bautizar nuestro primer fin de semana con una cena tranquila, y ya que no podíamos estar de acuerdo sobre la conveniencia de invitar a Marley o a Kitty, o ambas, nos decidimos solo por la pareja que podíamos contar con que no se tirarían sillas a la cabeza.
Sentadas en la terraza, Rach y yo vimos a Santana y a Quinn asando a la parrilla las hamburguesas mientras comíamos zanahorias. Había una niebla tardía moviéndose, cubriendo la bahía con nubes grises y envolviendo la ciudad en su totalidad. Temblando un poco, me acerque a una de las lámparas de calor que estaban colocadas alrededor de cada patio.
—Tenemos chicas muy guapas, ¿no? —suspiro Rach, haciendo crujir una zanahoria. Las mire y suspire también.
—Realmente las tenemos.
—Hablando de chicas guapas, ¿ha visto Marley a Terry Derry desde la boda?
—No, cada uno va por su propia acera. Menos mal también, la mujer era tan aburrida—gesticulo Rach, fingiendo quedarse dormida en su silla, roncando.
—¿Te aburrimos, querida? —pregunto Quinn, untando su pan de hamburguesa.
—No, solo pensando en Terry Derry y sus caminos seguros—respondió.
Santana me miro y pronuncio las palabras: ¿Terry Derry?
—La tipa que Marley trajo a la boda—conteste, sacando a Rach de su silla y haciéndola pasar al interior de la casa, Santana y Quinn nos siguieron.
—Oh, ¿ese tipa? Trato de venderme un seguro de viaje. Me dijo todas las estadísticas sobre el transporte aéreo y por qué realmente necesitaba asegurarme de que estaba protegida—Santana se rio, bajando las hamburguesas.
Serví más vino para todas, y cada una de nosotras cogió un asiento y un pan de hamburguesa.
—¿Siquiera acepto hablar con Kitty? —pregunto Quinn.
Rach y yo intercambiamos una mirada. Reír sobre Terry Derry era una cosa, hablar de Kitty y Marley era otra conversación completamente diferente.
Una que nunca parecía terminar bien.
—No, no lo creo—conteste, pasando los pepinillos.
—Por Dios, eso es malo—respondió, colocando una hamburguesa en el palto de todas—Y si no te importa que lo diga, un poco ridículo.
—No me importa que lo digas, ¿Quién tiene el kétchup? —pregunte—Y además, ¿por qué debería hablar con Kitty? Marley no hizo nada malo.
Santana me paso el kétchup, dándome una mirada despectiva de lado.
—Estoy de acuerdo con Britt, Kitty es quien tiene que solucionarlo, no Marley. ¿Por qué debe ceder ella? ¿Quién quiere cebollas? —ofreció Rach.
—Me quedo con las cebollas, y creo que ambas están siendo tan ridículas, más tu amiga. ¿Cómo va Kitty a solucionarlo cuando Marley ni siquiera devuelve sus llamadas telefónicas? —dijo Santana, diciendo “solucionarlo” con comillas en el aire y derramando cebollas en el suelo—Mierda. Britt, pásame un ese trapo, ¿quieres?
—Aquí está tu trapo, y antes de que preguntes, aquí está tu mostaza y tu lechuga y tu tomate—dije, poniendo los platos un poco más fuerte de lo necesario—Y para tu información, tu chica, no nuestra chica, es la que la engaño. Ergo, ella no tiene que devolver nada.
—¿Ergo? ¿Cuándo te has convertido en una abogada? Y gracias, es todo lo que siempre quise en una hamburguesa—dijo Santana, haciendo un gran gesto hacia su hamburguesa—Marley debería por lo menos escuchar a Kitty. ¿Es mucho pedir?
—¿Sabes por qué esta tan herida? ¿Por qué no puede superar que la engañara? —dijo Rach, apretando la botella de kétchup con tanta fuerza que se roció por todo el plato.
—Está bien, ¿podemos dejar de decir engañar? Kitty no la engaño, simplemente le dio un beso a su ex-novia—intervino Quinn, dando un mordisco a su hamburguesa—Eso no es…
—¡Por supuesto que es engañar!—gritamos Rach y yo al unísono.
—¡Bueno! es suficiente. Nadie habla durante un minuto. Todo el mundo a comer—ordeno Santana, pareciendo tan seria como cualquier persona podría, con una hamburguesa que estaba apila en casi nueve centímetros de alto.
Todas probamos un bocado. Luego masticamos. A Santana le llevo más tiempo.
Teniendo nueve centímetros, después de todo.
—Ahora, ¿podemos hablar de esto como adultas? —pregunto.
—Tienes mostaza en el labio, San—dije, reprimiendo una sonrisa. Se sonrojo, luego lamio sus labios.
—Yo puedo hablar de esto como una adulta, si ustedes dos pueden admitir que lo que hizo Kitty estuvo mal—ofrecí, señalando a Santana y Quinn con mi pepinillo.
—Hablando por San, ninguna de nosotras hemos dicho que lo que hizo Kitty no está mal. Simplemente no creo que ella tenga que ser cubierta de alquitrán, plumas, y exhibió por la ciudad—dijo Quinn—Beso a alguien, ¿prefieres que se hubiera follado a alguien?
—Pero esa es la cosa, Kitty no solo beso a alguien, beso a UNA ex-novia. Es LA ex-novia, por lo que me dijiste—contesto Rach.
—¿Qué quieres decir, LA ex-novia? No me dijiste que era LA ex-novia—exclame, volviéndome hacia Santana.
—¡Yo también lo hice!
—No lo hiciste.
—¡Yo también lo hice!
—Ya está bien, adultas—respondió Quinn, dando otro mordisco a su hamburguesa.
—Tú dijiste que era una ex-novia. No dijiste que era LA ex-novia—espete.
—¿Cuál es la diferencia? —pregunto Santana, y la cabeza de Rach exploto.
—Una ex-novia solo significa que ella es, como, una de muchas. Nadie especial. LA ex-novia es como una cosa más grande—explico.
Pude ver que Santana aun no lo entendía.
—Estás hablando con alguien que no tiene ninguna ex-novia, y mucho menos LA ex-novia—dije a Rach, señalándole que yo me haría cargo—San, una ex–novia es alguien a la que estas feliz de ver de vez en cuando, si lo deseas así, pero no importa a largo plazo. LA ex–novia importa: hay una conexión ahí, hay historias compartidas, ella es incluso tal vez la que se largó. Una ex–novia, no estaría tan cabrada por terminar. LA ex-novia, sí.
—Espera un minuto, espera un minuto. ¿Me estás diciendo que si yo besara a una ex–novia, no estarías cabreada? —pregunto, la mostaza en su labio de nuevo.
Cerré los ojos.
—¡Por supuesto, que sí!, eso no es lo que una pareja le gustaría escuchar. Estamos cabreadas si besas a cualquier ex, pero una ex no es tan gran cosa como LA ex. Una es, LA ex, gran diferencia.
—Está bien, por favor, deja de decir una ex. Me doy cuenta de que es gramaticalmente correcto, pero simplemente suena raro. Además de que parece que estás diciendo anexo. El punto es, que estas enfadada porque Kitty beso a una chica con la que tenía una conexión, o por lo menos tu supones que Kitty tenía una conexión con ella, ¿no? —pregunto Santana. Aun con la mostaza. Esta vez no se lo iba a decir; ella estaba a cargo de su propia boca.
—Quinn, me dijiste que era la chica que casi le pidió que se casara con ella, ¿verdad?—pegunto Rach.
—Sí.
—No tengo nada más que decir—grito Rach, sacudiendo el polvo de las manos.
—Cristo, esto no va a ninguna parte. Muy bien, así que déjame preguntarte esto. ¿Qué habría sido peor: que Kitty besara a esta ex particular, o si hubiera tenido sexo con una mujer al azar que nunca iba a volver a ver? —pregunto Quinn.
—Depende—dije.
—Al azar, no, LA ex. No sé, al azar. No, depende—dijo Rach, sacudiendo la cabeza.
—Me doy por vencida—dijo Santana.
—¿Tienes algún antiácido en tu bolso? —pregunto Quinn a Rach.
—Voy por más vino—anuncie.
—Tienes mostaza en el labio, San—dijo Rach.
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Se fueron. Santana y yo lavamos los platos en silencio, pasando paltos de ida y vuelta a que se secaran. Ella volvió a salir al patio; yo me quede en el interior.
Rach me envió un mensaje:
¿Crees que Marley debe hablar con Kitty?
Si, probablemente debería.
¿Se lo vas a decir?
Creo que deberías hacerlo tú.
¿Juntas?
¿Mañana en la cena?
Hecho. Dile a San que gracias por la cena, fue realmente agradable.
Lo hare, dile a Quinn que gracias por venir.
¿Ellas simplemente no lo entienden, no?
Eh, son sus amigas, Rach.
Son grandes chicas guapas.
Eso es lo que son. Voy a ir a besar a la mía. Te veo por la mañana.
Besos y abrazos.
Camine afuera, trayendo el café para las dos.
—¿Está ocupado este asiento? —pregunte.
Ella negó con la cabeza y levanto una esquina de la manda donde ella estaba debajo. Me senté y le di una taza. Tomo un sorbo, luego levanto una ceja.
—Quería un poco de irlandés con mi café esta noche. Pensé que ambas podríamos beberlo—explique.
—De acuerdo.
Nos sentamos juntas por un momento, en silencio.
—No podemos seguir discutiendo sobre esto. Esta no es nuestra lucha.
—Sé que no lo es. Solo que es difícil de no intervenir—suspire, mirando a la bahía. Estaba tranquila esta noche, la niebla reduciendo todos los sonidos.
—Puedo entenderlo, pero tienes que dejar que lo resuelvan ellas.
—Lo sé.
—Y no pueden resolverlos si no hablan.
—Lo sé.
Las dos estábamos tranquilas, debajo de la manta.
—Dijiste algo esta noche que no me gusto.
Sorprendida, me volvió hacia ella.
—¿Lo hice?
—Solo porque no tenga LA ex–novia de la que ustedes hablan, no significa que no tenga conexiones reales con personas con las que salía. No tengo ex–novias porque no tenía amigas en el sentido tradicional, pero eso no quiere decir que no entienda la diferencia.
Asentí.
—Tienes razón.
—No puedes simplemente negar mi pasado porque no fue el mismo que el tuyo.
—Tienes toda la razón—me di la vuelta para mirarla.
—¿Está bien? —dijo.
—Está bien—conteste. Ella estaba en un lugar muy diferente conmigo de lo que nunca había estado ante—¿Estamos bien?
—Por supuesto que estamos bien. ¿No es así como las personas en relaciones resuelven los conflictos? Tú has dicho algo que no me gustaba, así que te lo he dejado saber—dijo, hinchando el pecho un poco.
—Bueno, bueno al estilo Doctor Phil, me has impresionado—dije, chocando mi taza de café con la suya—Entonces, ¿qué hacemos ahora? Ya sabes, como personas en una relación después de que han resulto un conflicto.
—Estoy bastante segura que sigue una…—dijo moviendo sus cejas de arriba abajo.
—Ummm, eso no parece justo—seguí mis dedos por su pierna y se colocaron en su entrepierna—¿Quieres aquí o…?
—Cristo, no, hace frio aquí afuera. Vamos adentro, donde hace calor, para resolucionar el conflicto—exclamo, poniéndose de pie y tirando de mí hacia adentro.
—Estoy bastante segura que “resolucinar” es una palabra que no existe.
—Lo que vamos hacer ahora, si—cerro la puerta del patio y me miro con una sonrisa de complicidad.
—Creo que se trata de más palabra, en realidad.
—Hablar demasiado es lo que te metió en problemas—dijo, apuntando en la dirección de la habitación—Ahora entra ahí.
Lo solucione dos veces esa noche.
Seguí a Emma través de su casa en Sausalito el Domingo por la tarde, mientras que Santana pasaba por lo mismo en el garaje con Will. Vigilar casas no es lo que solía hacer; no puedes simplemente traer el correo y hacer una fiesta.
Al reconocer la casa, tomando nota de todo lo que íbamos a necesitar saber durante la estancia allí, recordé lo perfecta que era en realidad. Situada en las colinas justo por encima de la calle principal, la casa era de dos pisos en casi una forma triangular, por lo que prácticamente cada habitación tenía una vista de la bahía y, a lo lejos, de San Francisco. Junto con un área de varias terrazas y de asientos al aire libre, salpicados de bancos y fogones, estaba la tina de agua caliente en el suelo que habían instalado. Perfectamente aislados, perfectamente privada, con unas vistas magnificas.
La bañera de hidromasaje es donde encontramos a Santana y a Will, encorvados por los controles. Santana estaba pasándolo genial, encendiendo las luces interiores de rosa a azul, de verde a morado, con una gran sonrisa.
—¡Britt, mira!¡Es como tener un espectáculo de luz! —exclamo con entusiasmo.
—Y creo que eso es todo—dijo Emma—Las llaves del coche están en el cuenco junto a la puerta, los códigos de alarma los tienen escritos, tu sabes cómo hacer funcionar el elevador. Oh, ¿de qué me olvido? —saco su libreta, revisando frenéticamente sus notas.
—No te preocupes por nada. Lo tenemos. Ustedes dos simplemente disfruten del viaje—conteste—Y no se te permite llamar y checarnos por lo menos durante una semana. Vete a tener sexo con tu marido.
—Sí, va a tener sexo con su marido—intervino Will, cerrando su cuaderno y envolviendo sus brazos alrededor de ella por detrás—Gracias, chicas, realmente lo apreciamos.
—¿Seguro que no les importa? No tienen que quedarse aquí todas las noches, solo tal vez un par de noches a la semana—pregunto Emma.
—Oh, Dios mío, cállate ya, ¿quieres? Es realmente un gran pesar estar aquí menudo sacrificio—me reí, haciendo un gesto hacia al casa.
Will dijo:
—Muy bien, nos vamos de aquí. San, gracias de nuevo por todo. Y asegúrate de echarle un vistazo a esos senderos para bicicletas; deje los mapas con todo lo demás—mientras Emma fue por su portátil, él nos dijo: —yo aprovecharía la oportunidad, si fuera ustedes.
—Oh, vamos, tu zoquete, necesito abrazarla—protesto ella, envolviéndome en sus brazos—Gracias, no tienes idea de lo mucho que necesito esto—susurró. Cuando me dejo ir, había lágrimas en sus ojos—Y recuerda, solo estoy a una llamada de distancia.
Los abrace a los dos y deje que Santana me colocara en el Ranger Rover para nuestro viaje de regreso por el puente. Las dos estábamos tranquilas mientras entrabamos en la ciudad, serpenteando por las calles hacia nuestro edificio de departamentos.
Aparco, luego camino a mi lado para abrir la puerta. Cogiendo mi mano, dijo:
—Sabes, podría no ser tan aburrido después de todo. Podría ser divertido, tener una casa.
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Más tarde esa noche, Lord Tubbington y yo estábamos jugando a Matar la Cola de Caballo—un juego que habíamos creado hace unos años cuando yo cometí el error de acostarme al lado de donde él estaba durmiendo y sacudir mi coleta frente de él. Se despertó con un trozo gigante de pelo bailando en su cara y quedo completamente fascinado. El objetivo del juego, por lo que podía entender, era que Lord Tubbington podía masticar y peinar, menos colgarse de mi coleta.
¿Tenía que lavarme el pelo a fondo después de ese juego? Sí, pero ver sus ojos brillando, verlo rodar de lado por el suelo cuando comprendía que era hora de jugar, valía la pena. El juego se llevaba a cabo bajo la mesa de café cuando Santana se acercó.
—¿Matar a la Cola de Caballo? —pregunto mientras yo levantaba la cabeza.
—Sí—respondí, haciendo una mueca cuando Lord Tubbington aprovecho mi falta de atención para tomar un bocado y tirar.
—¿Quién va ganando?
—¿Quién crees tú? ¡Ay!
Me volví debajo de la mesa, con la intención de darle caza, pero reí cuando Lord Tubbington se acurruco sobre su espalda, ronroneando suficientemente fuerte como para sacudir las ventanas.
—¿Tregua? —le pregunte, arrugando la piel de su vientre. Los ojos entrecerrados y la sonrisa gatuna al revés, era respuesta suficiente para mí.
Quitándome el polvo, me arrastre por debajo de la mesa de centro para unirme a Santana en la cocina.
Después de nuestro viaje a través de la bahía, había trabajado durante un par de horas mientras ella dormía la siesta, durmiendo por su desfase horario.
Descanse de Lord Tubbington cuando salió corriendo para recoger algo de cenar. Ahora tengo un antojo de vietnamita y apresure mis pasos hacia la cocina. Un tazón de pho en una noche fría era lo mejor del mundo.
Saque los cuencos mientras Santana desenvolvía los recipientes. Agarre los palillos y ella vertió el vino. Nos instalamos en la mesa de la cocina y entre sorbos y sorbos, fue a mirar su correo. Se amontonaban cuando ella estaba fuera, por lo que siempre era un trabajo cuando regresaba. Charlamos sobre el día, diversas opiniones de lo que como servía vivir a tiempo parcial en Sausalito, cuando me di cuenta de que ella había dejado de sorber.
—¿Qué es eso? —pregunte mientras miraba a una carta abierta.
—¿Eh? Oh, es una carta de la asociación de antiguos alumnos.
—¿Stanford?
—No, mi escuela secundaria, en realidad. Es una invitación para mi reunión del décimo año.
Me quede callada, observando a su cara lidiar con un par de cosas. Cuando levanto sus palillos y comenzó con sus fideos de nuevo, pregunte:
—¿Así que iras?
—No estoy segura. No creía que me gustaría ir, pero ahora que llego la invitación, no lo sé— cambio de rema, pero vi que sus ojos se perdían en la carta más de una vez. Y mientras yo limpiaba después de la cena, la vi leyéndola de nuevo.
—Deberías ir—dije, horas más tarde. Estábamos en la cama, las noticias estaban en marcha, Lord Tubbington entre nosotras. Santana supo al instante de lo que hablaba.
—No sé si puedo. Es entre Acción de Gracias y Navidad; estoy segura de que voy a viajar. Debo haberme perdido la notificación en alguna parte—dijo, con los ojos en la pantalla.
Estaba tensa.
—Habrías sabido de ella si estuvieras en Facebook. Te apuesto lo que quieras a que tus compañeros de clase han estado buscando tu existencia.
—Dudo que la mayoría de ellos me recuerde—se burló.
Me mordí una respuesta. Aunque no la conocía en ese entonces, cada escuela secundaria tenía una Santana López. Agregando que era latina, no todos tenían un compañero latino en ese entonces, más que sus padres murieron tan inesperadamente y sí, todos la recuerdan.
Con un suspiro, se volvió hacia mí, su mano alcanzando las almohadas. Me acurruque en mi lado también, mis dedos enredándose con los suyos. Metió el otro brazo bajo la cabeza. A la luz de la televisión, parecía joven. Y un poco triste.
—Nunca planee volver. Quiero decir, realmente no tenía ninguna razón para hacerlo.
Apreté su mano.
—No sé, ¿tal vez deberías? Podría ser divertido ver a algunos de los chicos de nuevo, ¿verdad?
Sonreí y no le dije nada.
—Voy a mirar mi calendario de mañana. Tal vez pueda intercambiarlo.
—¿Quieres que revise el mío? —pregunte.
—¿Crees que puedas? Quiero decir, se lo ocupada que estas.
—Creo que puedo hacer una escapada de un fin de semana. Además, nunca he estado en Filadelfia. ¿Podemos ir por un cheeseteak?
Ella gimió.
—Oh, Dios mío, ¿tienes alguna idea de cuánto tiempo ha pasado desde que comí un Cheeseteak? Eso puede decidirlo todo.
Me deslice sobre la cama y me senté a horcajadas encima de ella, moviendo sus manos a mis caderas. Me agache, aparte el pelo de su cara y le di un beso en el ángulo de sus labios.
—Háblame de tu lugar favorito para os Cheeseteak—dije mientras ella envolvía sus brazos alrededor mío y me tiraba encima suyo.
Durante los siguientes veintisiete minutos me quede recostada sobre Santana, escuchándola hablar de un negocio pequeño de tienda de sándwiches. Y la importancia de ambos, pimientos dulces y picantes. Al hacerlo, me dijo más acerca de su familia y del lugar donde había crecido de lo que había dicho en todo el año que habíamos estado juntas. Me di cuenta de que ni siquiera había visto una foto de sus padres, no tenía idea de que aspecto tenían.
Le preguntaría sobre eso pronto. Esta noche no, pero pronto. Esta noche era todo sobre Cheeseteak, y todo lo que venía con ellos. Y no estoy hablando solo de los pimientos dulces y picantes.
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—Brittany, hay una llamada de alguien sobre en el Centro de Diseño. Quieren saber si Emma estaría dando su clase de nuevo el próximo mes. ¿Podrías Tomarla?
—Brittany, la señora Crabtree, la cliente de Emma, está llamando de nuevo. Necesita saber que sombra exactamente pinto Emma en su sala de estar hace diez años, ¿y si tenemos algún tipo de garantía de que no debería ser amarillenta? Ella también me menciono que fuma dos cajetillas al día en ese cuarto y nunca abre una ventana; ¿quieres manear esto?
—Brittany, hay un chico de la empresa de calefacción y de refrigeración en el vestíbulo, dice que hace falta un control de mantenimiento de otoño. ¿Te menciono esto Emma?
—Brittany, creo que he borrado accidentalmente las últimas facturas de la cuenta Peterson, pero sé que Emma siempre mantiene copias en papel de esas. ¿Alguna idea de dónde?
—Brittany, ¿puedes?...
—Brittany, voy a necesitar…
—Brittany, he colocado este pomo de la puerta…
Mire por la ventana de mi nueva oficina, notando de que con la oficina más grande llegaron no solo mayores responsabilidades, si no también dolores de cabeza más grandes. Y el que tenía en la actualidad era uno enorme. Había estado oficialmente a cargo de la oficina durante una semana, y estaba dispuesta a tirarme a los leones marinos. ¿Cómo diablos Emma logro todo esto? Ella tenía sus propios clientes, tenía su equipo de mentores, era la mujer de las soluciones y la encarada de extinguir los incendios, y se las arreglaba para hacerlo con sus distintivo estilo tranquilo.
Yo estaba agotada, asustada, y jodida.
Podría hacer llamado a Emma, por supuesto. Pero estaba en su luna de miel; no quería interrumpirla a ella y a Will mientras estaban… bueno, mientras estaban. Además, no quería admitir que había tanto que hacer de este negocio de lo que yo no era consciente. Estaba decidida a manejarlo por mi cuenta, tanto como pudiera y cuando Emma llamara al cabo de unos días, le mentiría a través de mis dientes y le diría que todo estaba bien.
Después de la oficina, el cuidar de la casa era un trozo de pastel.
Esa semana, pasamos dos noches en la casa de Sausalito, y dos noches en nuestros propios departamentos. Trabaje durante todo el día mientras Santana disfrutaba de algún tiempo libre antes de su próximo viaje. Las dos noches que pasamos frente a la bahía, ella se quedó todo el día siguiente haciendo senderismo en los promontorios, yendo en bicicleta por la ciudad, y para el fin de semana, estaba preguntando cuando íbamos a volver.
Yo trabajaba la noche del Viernes, mientras que Santana tuvo una noche de fiestas con sus chicas, y el Sábado por la mañana hicimos nuestras maletas y nos fuimos.
Nuestros vecinos Kurt y Blaine acordaron cuidar de Lord Tubbington; no parecía justo para el transportarlo todo el camino hacia allí por unos pocos días. Si pareciera que realmente íbamos a disfrutar de ello, entonces consideraría moverlo.
Sin embargo, por ahora, estaba disfrutando de las ventajas de ser Emma. Especialmente, conducir su convertible Mercedes por las calles sinuosas de las colinas con Santana viajando como copiloto.
—Estoy bastante segura de que Emma quería que yo condujera su coche mientras estaba fuera—insistió, haciendo una mueca mientras yo tomaba una curva demasiado rápido.
—Mentira, ella quería que yo me divirtiera. Supéralo—me reí, golpeando mi pie en el acelerador cuando salimos en la brisa.
Hicimos mandados, salimos al mercado, luego nos dirigimos a casa para encender el asador antes de que Rach y Quinn vinieran. Habíamos decidido bautizar nuestro primer fin de semana con una cena tranquila, y ya que no podíamos estar de acuerdo sobre la conveniencia de invitar a Marley o a Kitty, o ambas, nos decidimos solo por la pareja que podíamos contar con que no se tirarían sillas a la cabeza.
Sentadas en la terraza, Rach y yo vimos a Santana y a Quinn asando a la parrilla las hamburguesas mientras comíamos zanahorias. Había una niebla tardía moviéndose, cubriendo la bahía con nubes grises y envolviendo la ciudad en su totalidad. Temblando un poco, me acerque a una de las lámparas de calor que estaban colocadas alrededor de cada patio.
—Tenemos chicas muy guapas, ¿no? —suspiro Rach, haciendo crujir una zanahoria. Las mire y suspire también.
—Realmente las tenemos.
—Hablando de chicas guapas, ¿ha visto Marley a Terry Derry desde la boda?
—No, cada uno va por su propia acera. Menos mal también, la mujer era tan aburrida—gesticulo Rach, fingiendo quedarse dormida en su silla, roncando.
—¿Te aburrimos, querida? —pregunto Quinn, untando su pan de hamburguesa.
—No, solo pensando en Terry Derry y sus caminos seguros—respondió.
Santana me miro y pronuncio las palabras: ¿Terry Derry?
—La tipa que Marley trajo a la boda—conteste, sacando a Rach de su silla y haciéndola pasar al interior de la casa, Santana y Quinn nos siguieron.
—Oh, ¿ese tipa? Trato de venderme un seguro de viaje. Me dijo todas las estadísticas sobre el transporte aéreo y por qué realmente necesitaba asegurarme de que estaba protegida—Santana se rio, bajando las hamburguesas.
Serví más vino para todas, y cada una de nosotras cogió un asiento y un pan de hamburguesa.
—¿Siquiera acepto hablar con Kitty? —pregunto Quinn.
Rach y yo intercambiamos una mirada. Reír sobre Terry Derry era una cosa, hablar de Kitty y Marley era otra conversación completamente diferente.
Una que nunca parecía terminar bien.
—No, no lo creo—conteste, pasando los pepinillos.
—Por Dios, eso es malo—respondió, colocando una hamburguesa en el palto de todas—Y si no te importa que lo diga, un poco ridículo.
—No me importa que lo digas, ¿Quién tiene el kétchup? —pregunte—Y además, ¿por qué debería hablar con Kitty? Marley no hizo nada malo.
Santana me paso el kétchup, dándome una mirada despectiva de lado.
—Estoy de acuerdo con Britt, Kitty es quien tiene que solucionarlo, no Marley. ¿Por qué debe ceder ella? ¿Quién quiere cebollas? —ofreció Rach.
—Me quedo con las cebollas, y creo que ambas están siendo tan ridículas, más tu amiga. ¿Cómo va Kitty a solucionarlo cuando Marley ni siquiera devuelve sus llamadas telefónicas? —dijo Santana, diciendo “solucionarlo” con comillas en el aire y derramando cebollas en el suelo—Mierda. Britt, pásame un ese trapo, ¿quieres?
—Aquí está tu trapo, y antes de que preguntes, aquí está tu mostaza y tu lechuga y tu tomate—dije, poniendo los platos un poco más fuerte de lo necesario—Y para tu información, tu chica, no nuestra chica, es la que la engaño. Ergo, ella no tiene que devolver nada.
—¿Ergo? ¿Cuándo te has convertido en una abogada? Y gracias, es todo lo que siempre quise en una hamburguesa—dijo Santana, haciendo un gran gesto hacia su hamburguesa—Marley debería por lo menos escuchar a Kitty. ¿Es mucho pedir?
—¿Sabes por qué esta tan herida? ¿Por qué no puede superar que la engañara? —dijo Rach, apretando la botella de kétchup con tanta fuerza que se roció por todo el plato.
—Está bien, ¿podemos dejar de decir engañar? Kitty no la engaño, simplemente le dio un beso a su ex-novia—intervino Quinn, dando un mordisco a su hamburguesa—Eso no es…
—¡Por supuesto que es engañar!—gritamos Rach y yo al unísono.
—¡Bueno! es suficiente. Nadie habla durante un minuto. Todo el mundo a comer—ordeno Santana, pareciendo tan seria como cualquier persona podría, con una hamburguesa que estaba apila en casi nueve centímetros de alto.
Todas probamos un bocado. Luego masticamos. A Santana le llevo más tiempo.
Teniendo nueve centímetros, después de todo.
—Ahora, ¿podemos hablar de esto como adultas? —pregunto.
—Tienes mostaza en el labio, San—dije, reprimiendo una sonrisa. Se sonrojo, luego lamio sus labios.
—Yo puedo hablar de esto como una adulta, si ustedes dos pueden admitir que lo que hizo Kitty estuvo mal—ofrecí, señalando a Santana y Quinn con mi pepinillo.
—Hablando por San, ninguna de nosotras hemos dicho que lo que hizo Kitty no está mal. Simplemente no creo que ella tenga que ser cubierta de alquitrán, plumas, y exhibió por la ciudad—dijo Quinn—Beso a alguien, ¿prefieres que se hubiera follado a alguien?
—Pero esa es la cosa, Kitty no solo beso a alguien, beso a UNA ex-novia. Es LA ex-novia, por lo que me dijiste—contesto Rach.
—¿Qué quieres decir, LA ex-novia? No me dijiste que era LA ex-novia—exclame, volviéndome hacia Santana.
—¡Yo también lo hice!
—No lo hiciste.
—¡Yo también lo hice!
—Ya está bien, adultas—respondió Quinn, dando otro mordisco a su hamburguesa.
—Tú dijiste que era una ex-novia. No dijiste que era LA ex-novia—espete.
—¿Cuál es la diferencia? —pregunto Santana, y la cabeza de Rach exploto.
—Una ex-novia solo significa que ella es, como, una de muchas. Nadie especial. LA ex-novia es como una cosa más grande—explico.
Pude ver que Santana aun no lo entendía.
—Estás hablando con alguien que no tiene ninguna ex-novia, y mucho menos LA ex-novia—dije a Rach, señalándole que yo me haría cargo—San, una ex–novia es alguien a la que estas feliz de ver de vez en cuando, si lo deseas así, pero no importa a largo plazo. LA ex–novia importa: hay una conexión ahí, hay historias compartidas, ella es incluso tal vez la que se largó. Una ex–novia, no estaría tan cabrada por terminar. LA ex-novia, sí.
—Espera un minuto, espera un minuto. ¿Me estás diciendo que si yo besara a una ex–novia, no estarías cabreada? —pregunto, la mostaza en su labio de nuevo.
Cerré los ojos.
—¡Por supuesto, que sí!, eso no es lo que una pareja le gustaría escuchar. Estamos cabreadas si besas a cualquier ex, pero una ex no es tan gran cosa como LA ex. Una es, LA ex, gran diferencia.
—Está bien, por favor, deja de decir una ex. Me doy cuenta de que es gramaticalmente correcto, pero simplemente suena raro. Además de que parece que estás diciendo anexo. El punto es, que estas enfadada porque Kitty beso a una chica con la que tenía una conexión, o por lo menos tu supones que Kitty tenía una conexión con ella, ¿no? —pregunto Santana. Aun con la mostaza. Esta vez no se lo iba a decir; ella estaba a cargo de su propia boca.
—Quinn, me dijiste que era la chica que casi le pidió que se casara con ella, ¿verdad?—pegunto Rach.
—Sí.
—No tengo nada más que decir—grito Rach, sacudiendo el polvo de las manos.
—Cristo, esto no va a ninguna parte. Muy bien, así que déjame preguntarte esto. ¿Qué habría sido peor: que Kitty besara a esta ex particular, o si hubiera tenido sexo con una mujer al azar que nunca iba a volver a ver? —pregunto Quinn.
—Depende—dije.
—Al azar, no, LA ex. No sé, al azar. No, depende—dijo Rach, sacudiendo la cabeza.
—Me doy por vencida—dijo Santana.
—¿Tienes algún antiácido en tu bolso? —pregunto Quinn a Rach.
—Voy por más vino—anuncie.
—Tienes mostaza en el labio, San—dijo Rach.
***********************************************************************
Se fueron. Santana y yo lavamos los platos en silencio, pasando paltos de ida y vuelta a que se secaran. Ella volvió a salir al patio; yo me quede en el interior.
Rach me envió un mensaje:
¿Crees que Marley debe hablar con Kitty?
Si, probablemente debería.
¿Se lo vas a decir?
Creo que deberías hacerlo tú.
¿Juntas?
¿Mañana en la cena?
Hecho. Dile a San que gracias por la cena, fue realmente agradable.
Lo hare, dile a Quinn que gracias por venir.
¿Ellas simplemente no lo entienden, no?
Eh, son sus amigas, Rach.
Son grandes chicas guapas.
Eso es lo que son. Voy a ir a besar a la mía. Te veo por la mañana.
Besos y abrazos.
Camine afuera, trayendo el café para las dos.
—¿Está ocupado este asiento? —pregunte.
Ella negó con la cabeza y levanto una esquina de la manda donde ella estaba debajo. Me senté y le di una taza. Tomo un sorbo, luego levanto una ceja.
—Quería un poco de irlandés con mi café esta noche. Pensé que ambas podríamos beberlo—explique.
—De acuerdo.
Nos sentamos juntas por un momento, en silencio.
—No podemos seguir discutiendo sobre esto. Esta no es nuestra lucha.
—Sé que no lo es. Solo que es difícil de no intervenir—suspire, mirando a la bahía. Estaba tranquila esta noche, la niebla reduciendo todos los sonidos.
—Puedo entenderlo, pero tienes que dejar que lo resuelvan ellas.
—Lo sé.
—Y no pueden resolverlos si no hablan.
—Lo sé.
Las dos estábamos tranquilas, debajo de la manta.
—Dijiste algo esta noche que no me gusto.
Sorprendida, me volvió hacia ella.
—¿Lo hice?
—Solo porque no tenga LA ex–novia de la que ustedes hablan, no significa que no tenga conexiones reales con personas con las que salía. No tengo ex–novias porque no tenía amigas en el sentido tradicional, pero eso no quiere decir que no entienda la diferencia.
Asentí.
—Tienes razón.
—No puedes simplemente negar mi pasado porque no fue el mismo que el tuyo.
—Tienes toda la razón—me di la vuelta para mirarla.
—¿Está bien? —dijo.
—Está bien—conteste. Ella estaba en un lugar muy diferente conmigo de lo que nunca había estado ante—¿Estamos bien?
—Por supuesto que estamos bien. ¿No es así como las personas en relaciones resuelven los conflictos? Tú has dicho algo que no me gustaba, así que te lo he dejado saber—dijo, hinchando el pecho un poco.
—Bueno, bueno al estilo Doctor Phil, me has impresionado—dije, chocando mi taza de café con la suya—Entonces, ¿qué hacemos ahora? Ya sabes, como personas en una relación después de que han resulto un conflicto.
—Estoy bastante segura que sigue una…—dijo moviendo sus cejas de arriba abajo.
—Ummm, eso no parece justo—seguí mis dedos por su pierna y se colocaron en su entrepierna—¿Quieres aquí o…?
—Cristo, no, hace frio aquí afuera. Vamos adentro, donde hace calor, para resolucionar el conflicto—exclamo, poniéndose de pie y tirando de mí hacia adentro.
—Estoy bastante segura que “resolucinar” es una palabra que no existe.
—Lo que vamos hacer ahora, si—cerro la puerta del patio y me miro con una sonrisa de complicidad.
—Creo que se trata de más palabra, en realidad.
—Hablar demasiado es lo que te metió en problemas—dijo, apuntando en la dirección de la habitación—Ahora entra ahí.
Lo solucione dos veces esa noche.
Última edición por 23l1 el Lun Sep 29, 2014 9:20 pm, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
*-* que bueno que las brittana y las faberry no pelean demás por las ¿kittley? Esta bien escrito?? espero que esas dos solucionen lo que tengan que arreglar jaja y si, en su mayoría, por la escuela y demás cosas, pero me pongo al corriente saludines
Dolomiti- - Mensajes : 1406
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
holap,....
me encanto,....
me encantaría ver como seria el recuentro de san y sus compañeras de prepa!!!
pobre britt ya a satura el trabajo jajajajaaj,....
bueno ahora es convenzamos a marley para que le de una oportunidad de hablar!!!
es relativo de cada un di es engaño o no un beso,.... yo pienso igual que san y quinn es un simple beso ante todo la sinceridad no???
nos vemos!!!
me encanto,....
me encantaría ver como seria el recuentro de san y sus compañeras de prepa!!!
pobre britt ya a satura el trabajo jajajajaaj,....
bueno ahora es convenzamos a marley para que le de una oportunidad de hablar!!!
es relativo de cada un di es engaño o no un beso,.... yo pienso igual que san y quinn es un simple beso ante todo la sinceridad no???
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
muy buen cap, encerio que tediosa pelea jajjaja pero no se es complicado!!! besitos nos leemos!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
britt y san son lo maximo, me agrada como resuelven sus pequeños conflictos, no quiero saber nada de marley, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Jajajajajaja me encanto! Son muy buenas solucionando pequeños conflictos... y los grandes? Hay Kitty y Marley son un caso aparte...
Como que como quiera? Anda.. dime tu nombre... De donde sos?
No como crees, mi nombre no es Laura, solo que soy bastante fan de Laura pausini xD okno
Como que como quiera? Anda.. dime tu nombre... De donde sos?
No como crees, mi nombre no es Laura, solo que soy bastante fan de Laura pausini xD okno
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Dolomiti escribió:*-* que bueno que las brittana y las faberry no pelean demás por las ¿kittley? Esta bien escrito?? espero que esas dos solucionen lo que tengan que arreglar jaja y si, en su mayoría, por la escuela y demás cosas, pero me pongo al corriente saludines
Hola, jaajajaj emmm nose si esta bien, pero suena bien cuando uno lo dice xDjajaajjaja, jajaaj sip ojala lo solucionen rapido!. Jajjaaja sospechaba que los estudios estaban involucrados ¬¬ ajajaj mientras puedas leer todo bn =D. Saludos
3:) escribió:holap,....
me encanto,....
me encantaría ver como seria el recuentro de san y sus compañeras de prepa!!!
pobre britt ya a satura el trabajo jajajajaaj,....
bueno ahora es convenzamos a marley para que le de una oportunidad de hablar!!!
es relativo de cada un di es engaño o no un beso,.... yo pienso igual que san y quinn es un simple beso ante todo la sinceridad no???
nos vemos!!!
Hola, jajajaja hay vamos haber como sera el reencuentro con ellos en unos caps mas, sip pobre britt tanto trabajo =/. jaajaajaj esk hay que saber bn la historia de lo que paso, esperar que se pase la rabia y despues tomar la decisión, no todo altiro xD y si lo vemos de afura mmm yo igual apoyo a san y quinn. Saludos =D
tatymm escribió:muy buen cap, encerio que tediosa pelea jajjaja pero no se es complicado!!! besitos nos leemos!
Hola, jaajaja esk todas las peleas lo son la vrdd, pero sip es complicado, mas la posición de las amigas de cada una =/. Saludos =D
micky morales escribió:britt y san son lo maximo, me agrada como resuelven sus pequeños conflictos, no quiero saber nada de marley, hasta pronto!
Hola, SIP son lo mejor jajajaajaj. JAJAAJAJAJAJA pero jajajaj pobre marley xD igual se entiende no¿? XD jaajajajaj. Saludos =D
lauravm98 escribió:Jajajajajaja me encanto! Son muy buenas solucionando pequeños conflictos... y los grandes? Hay Kitty y Marley son un caso aparte...
Como que como quiera? Anda.. dime tu nombre... De donde sos?
No como crees, mi nombre no es Laura, solo que soy bastante fan de Laura pausini xD okno
Hola, jajajaj lo bueno es solucionarlos no¿?. jajajaj si marley y kitty mmm es complicado xD.
JAJAJAAJAJAJAJAJ a no¿? jaajaj nosepo el nombre que mas te guste no? xD mmmm dayan (vrdd a media) y soy de Chile. y tu¿? como te llamas entonces y de donde eres¿?. Saludos =D
pd: ve tu bandeja de entrada o mensajes =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana:Wallbanger 2 "RustyNailed" (Adaptada) Cap9-P1
Capitulo 9 - Parte 1
Fragmento del correo electrónico de Emma a Britt:
Parece que todo va genial en el trabajo, todos halagan tu trabajo. Incluso recibí un correo de Max Camden, que dice que el trabajo está progresando más deprisa de lo anticipado gracias a los tipos que le recomendaste que contratara en el lugar de si equipo usual, ¡bien hecho, chica! Oye, ¿Cómo esta Mónica? No la hagas trabajar demasiado duro. Sé que no lo harás, pero el jefe en mi me obliga a decirlo. ¡Apuesto a que es un regalo del cielo! Y te diría que no trabajes demasiado duro, pero te conozco mejor, ¿verdad?
Las cosas son asombrosas aquí, casi tanto que no quiero decírtelo. Pero lo hare totalmente: estoy enamorada de Francia. En serio, podría vivir aquí. Solo la comida es una razón para tirar mi pasaporte y quedarme. ¿Sabías que puedes cosechar tus propias ostras y comerlas en la playa de Bretaña? Loco. Pero ahora nos marchamos a Italia, parando primero en “Lago Como” para quedarnos en una villa que posee uno de los socios de Will. No, no es Clooney, pero lo saludare si lo veo.
Oh, trate de decirte. Asegúrate de encontrarte con el contador esta semana, dijo que va a llamarte para arreglar algo. Necesito que me envíes algunos archivos.
*************************************************************************
Texto de Marley a Britt:
Bien. Hable con ella. Gran seductora.
¿Gran seductora? ¿Te seducía?
Guau. No seduciendo. Quiero decir cómo, gran seducción que hablamos, no es gran cosa. Ya sabes, “gran seductora”.
¿Trato de seducirte?
Britt, demonios, no. Ese no es el punto. Quería hablar, todas me convencieron de que la dejara hablar, así que hablo. Yo escuche.
¿Gritaste?
Un poco.
¿Te conto que paso?
Sí, la beso.
¿Algo más?
¿Tiene que haber algo más?
No, solo preguntaba.
Bueno, deja de preguntar.
¿Cómo termino?
Con gritos. Sin embargo, ella también grito. No fui solo yo.
¿Así que de verdad ha terminado?
¿Qué esperabas? ¿Qué vendría, hablaríamos, y mágicamente me olvidaría de todo lo que sucedió?
Claro que no. Así que realmente se terminó.
Es imposible para mí colgarte ya que nos estamos enviando mensajes de texto, pero sabes que te estoy colgando.
Texto de Britt a Rach:
Ellas hablaron.
¡Lose! No salió muy bien…
¡Lo sé!
¿Así que ahora qué?
¿Qué quieres decir? ¿Pensaste que ella solo mágicamente perdonaría todo lo que sucedió?
Debes de haber estado enviándote mensajes con Marley, hablas como ella.
¡Lose! Lo siento…
No te preocupes. Lo que importa ahora es que no creo que esas dos hayan terminado todavía…
¿Qué? Marley está bastante segura de que sí.
Tengo una corazonada. Déjame pensarlo.
Rach… no te entrometas.
¿Me conoces?
Texto entre San a Britt:
Te acabo de enviar una foto, ¿la recibiste?
Mmm, ¿debería cerrar la puerta de mi oficina?
No, no, no es de ese tipo, pero me gusta tu manera de pensar. ¿La has recibido ya?
Lo hice, me gustaría estar allá. La playa luce increíble. ¿Cómo están las cosas en Bora Bora?
Increíbles. Pero sería mejor si tú estuvieras aquí. Todavía no puedo creer que rechazaste este viaje…
Lo creerías si vieras mi escritorio en este momento. Estoy literalmente nadando en papeleo.
Estoy literalmente nadando en el océano. O lo hacía, hace unos minutos.
Honestamente, San, algunas veces…
Lo siento, Britt-Britt. Solo desearía que estuvieras aquí.
Yo también. Me tengo que ir, mi bandeja de entrada acaba de explotar.
Texto de San y Kitty:
Así que hablaste con ella.
San…
¿Tan mal?
¡San!
Lo siento, Kitty…
Texto de Rach a Britt:
Así que pienso que deberíamos tener una noche de juegos, ya sabes, jugar al Pictionary y cosas como esas.
Me encantaría, pero estoy ocupadísima. ¿Cuándo pensabas hacerlo?
¿Tal vez la noche del Sábado anterior a Acción de Gracias? ¿Puedes prescindir de un par de horas el fin de semana?
Me sobran un par de horas, si, eso es todo. ¿Quieren venir a Sausalito? Seria lindo no tener que volver a la ciudad.
Podemos hacer eso. Pensaba que deberíamos invitar a Marley.
Por supuesto que deberíamos.
Y a Kitty.
Oh, Rach.
Confía en mí.
Hay una pared entera de ventanas en la casa de Emma, Rach. La última cosa que necesito es alguien arrojando cosas.
Confía en mí.
¿Crees que Terry Derry vende seguros para fiestas?
Texto de Rach a Marley:
¡Oye, chica! Noche de juegos el próximo Sábado, ¿estas adentro?
No.
¿Qué?
No. Ya entendí tu juego, invitaras a Kitty, ¿o no?
Sí.
No.
Veremos.
No iré si va ella.
Veremos.
Texto entre Quinn a Kitty:
¿Noche de juegos? ¿El próximo Sábado?
¡Genial! Te pateé el culo la vez pasada en el Pictionary.
Marley está invitada.
No está bien, Quinn. No iré si va ella.
Cobarde, eso es exactamente lo que Marley dijo.
¿Dijo que no iría si yo iba?
¿No es eso lo que acabas decir?
Totalmente voy. ¿Puedo llevar a alguien?
¿Es prudente?
¿Quién dice que es prudente? Voy a llevar a alguien.
Texto de Rach a Marley:
Así que…
No.
¡Vamos! Kitty dijo que ella no vendría…
¡Bien! Iré.
…Si venias tú.
¿Qué? ¡Que bebe! ¿No puede manejar la situación si estoy allí?
Bueno, lo está manejando, vendrá. Y va a traer a alguien.
Bueno, yo también voy a llevar a alguien.
Pensé que no vendrías.
Cállate. ¿A qué hora?
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana:Wallbanger 2 "RustyNailed" (Adaptada) Cap9-P2
Capitulo 9 - Parte 2
****************************************************************************
Era tarde. Me encontraba de nuevo en la oficina, sola. Era casi medianoche, y la peor parte era que Santana llego a casa de Bora Bora esta mañana. En una vida pasada, cuando no era responsable de la firma de diseño de otra persona, me habría tomado un largo descanso para almorzar e ir a casa a verla, tendría sexo al mediodía y luego volvería al trabajo. Pero ya no más.
Ahora eran casi las 23:00 horas y ponía el toque final en mi primer informe de nómina, desde que el contador no fue capaz de sacar todas las horas que el necesitaba desde su computador en casa. Que es donde se encontraba. Que es donde la mayoría de la gente se encontraba.
Sentía como si finalmente estuviera completándolo todo en cuanto al trabajo; resulta que puedes lograr que este hecho todo cuando tu jornada es de doce horas al día. Y fines de semana. Con Santana lejos por el trabajo. Podía hacerlo. Comía, dormía y orinaba Diseños Emma. Pero lo valía; estaba probando como sería hacer funcionar mi propio negocio algún día. Emma había sido una mentora increíble para mí, aun lo era, y quería hacer bien mi trabajo por ella. ¿Podría haberle pedido un poco más de ayuda? Tal vez, pero quería que ella disfrutara. Así que apenas lograba mantener mi cabeza sobre el agua.
Mi teléfono sonó justo cuando pulse enviar la nómina. Bostezando respondí:
—Prometo que estoy saliendo.
—Eso dijiste hace una hora.
—Pero ahora de verdad lo estoy haciendo. ¿Escuchas eso? Son mis zapatos caminando por el pasillo. ¿Y eso? Esa soy yo sacando mis llaves para cerrar la puerta.
—No me gusta la idea de que salgas sola tan tarde en la noche.
—Sanny, soy capaz de manejarlo. Además, ¿Cómo crees que he llegado a casa la mayoría de las noches?
—Aun no puedo creer que no me dejaras recogerte. ¿Y si hay alguien extraño afuera esta noche y le gusta la forma en la que luces en tus tacones rojos?
—Bueno, entonces ese extraño va a tener su trasero lleno de tacones rojos si intenta algo… espera, ¿Cómo sabias que llevo tacones rojos? —pregunte, dándome al vuelta.
Estacionado justo a unos centímetros de la puerta principal se hallaba el coche de Santana.
Si cuando estuvo en África parecía acariciada por el sol, ahora se veía quemada por el sol mientras estuvo en Bora Bora. Lo que hacía que sus ojos fueran incluso más oscuros, su rostro incluso más atractivo, su cabello largo negro azabache desordenado incluso más tentador. Me atrapo en un abrazo tan fuerte que me levanto un poco y mis pies quedaron colgando.
—Eres tan hermosa—susurre, besando sus mejillas, su frente y su nariz, y finalmente sus dulces y carnosos labios. Que ahora sonreían—¿Cuánto tiempo has estado aquí afuera? ¿Toda la noche? —pregunte cuando abrió la puerta del coche y vi el montón de vasos de café.
—No toda la noche—dio la vuelta hacia su lado, entrando y encendiendo el coche—Solo desde las nueve y media.
—Oh, Dios mío, ¿Por qué no me lo dijiste? Hubiera bajado. Hubiera dejado de trabajar.
—Sabía que necesitabas terminarlo; no importa—bostezó.
—Um, si, es un asunto importante—insistí, luego me incline sobre el asiento y bese su mejilla de nuevo—¿Estas contenta d estar en casa?
—No tienes n idea, voy a dormir durante días. Después conseguiré algo de azúcar—dijo, moviendo una ceja.
—Quizá esta noche, sin azúcar. Tal vez esta noche, solo dormir.
—Estoy cansada, pero no tan cansada—dijo, incluso mientras un bostezo abría su rosto.
—Veremos—cedi—Deberías dormir, así estarás lista para la Noche de juegos de mañana.
—Bueno punto. Me asegurare de que acabemos con todas en el Pictionary. ¿Va todo el mundo?
—Síp, debe ser interesante.
—Si tú y tus chicas, pueden comportarse—se burló.
Condujimos. Ella bostezo.
—¿Qué te parece el nueve? —pregunto de repente
—¿El nueve?
—De Diciembre. ¿La reunión? ¿Aun quieres ir conmigo?
—Sí. Llevare filetes de queso—sonreí, colocando mi mano en su pierna y haciendo pequeños círculos allí.
—Azúcar—bromeo.
—Dormir—insistí.
Mientras me daba una mirada que decía que era una mujer decidida a conseguir algo de azúcar.
Pero esta otra mujer la conocía mejor, y se aseguró de quedarse un poco más de lo normal en el baño. No necesitaba exfoliarme, pero lo hice. No necesitaba poner acondicionador en mi cabello dos veces, pero lo hice. Finalmente cuando salí, mi Wallbanger se encontraba muerta para el mundo y diciéndole a todos sobre ellos con sus ronquidos. ¿A su lado? Lord Tubbington. Haciendo los más ridículos y pequeños ronquidos de gatito.
Me deslice debajo de los cobertores y me metí en el hueco de Santana. Algunas noches este era mi azúcar.
**************************************************************
Tan pronto como me levante, salí de la ciudad y me dirigí a la casa de Sausalito. Deje a Santana dormir hasta tarde, lo que me permitió un poco de tiempo para pasear sola por el hotel. En ocasiones era más fácil comprobar los proyectos cuando no había nadie más ahí. Pude explorar el espacio con mi portátil y mi cama, tomar fotografías y, en general, tener una idea de cómo iban las cosas.
El hotel seria hermoso. Seguía siendo solo una cascara, pero pude ver como seria. Y a medida que las cascaras tomaban forma, algunas veces el diseño dictaba un cambio en los planos originales. Tal vez seguiría a sí misma una nueva paleta de colores, o ciertas líneas no eran tan fuertes en la visa real como lo eran en el papel. No era una predicción, era adaptación. Y extrañaba a mi maestra en la adaptación.
Emma tenía el mejor ojo para el detalle que cualquier diseñador con el que jamás trabaje. Y era grandiosa ayudándome a solidificar mi visión, aumentando mi confianza; era mi verificadora de instintos. Mi caja de resonancia. Así que mientras caminaba por el suelo de tablones, desee que ella se encontrara ahí. Hacia proyectos por mi mis todo el tiempo, pero ella siempre se encontraba a mano, apoyándome cuando lo necesitaba. Tuve que apoyarme en mi misma esta vez.
Nunca considere seriamente tener mi propia empresa de diseño.
Por supuesto, cada joven diseñador piensa eso, algunos incluso sueñan con eso, pero esa no era yo. Tanto trabajo, tanto riesgo, tomando exclusivamente. Tu nombre, tu fracaso.
Literalmente me topé con un sueño cunado Emma me contrato después de mi pasantía. La seguí como un cachorro durante mis primeras semanas, empapándome de todo absorbiendo todo. Me senté en su oficina, maravillándome como administraba todo. Siempre se mantenía en tranquila bajo presión, siempre era el pepino cuando todos los demás eran jalapeños. Era quien yo quería ser cuando fuera grande. Nunca pensé que lo conseguiría.
Emma no provenía de una familia con dinero, trabajo por cada centavo que tenía. Dejo una exitosa posición de muy alto perfil en una empresa de diseño en la ciudad e invirtió todo en su propia pequeña tienda en el castro.
Las historias que escuche de algunos de sus clientes más antiguos eran legendarias. Recepción de envíos de azulejos a medianoche, pasar perros de sus clientes más ricos, instalaciones de dispositivos de iluminación a seis metros en el aire cuando un electricista no llegaba, nombre algo, ella lo hizo.
Y a partir de sus propias historias, me enseño como intercambiar, regatear, conseguir los mejores descuentos, como disciplina a un contratista que pensaba que lograría pasar por encima de un líder de proyecto femenino, y como tratar con clientes que eran unos completos y totales idiotas. Y había un montón ellos.
Se hizo un nombre por si m, arañando y rasgando su camino hacia un negocio exitoso mientras lucia como si acabara de salir de una pasarela en Milán.
Ella lo hizo todo.
¿Me encontraba yo haciendo eso? Sabía que era una buena diseñadora, pero nunca sería una Emma. Podía usar sus zapatos pro un momento, sin embargo…
Tome mis fotos, hice mis notas y subí la colina de regreso a la casa. Se hallaba lo suficientemente cerca de la calle principal como para poder caminar hasta la ciudad cuando quisiera. Usualmente me acercaba la mayoría de las noches que estaba ahí, a veces mirar el hotel, sí, pero algunas veces simplemente para explorar los vecindarios. Los caminos ocultos, puertas de jardín redondeadas, setos altos y malvarrosas del verano pasado… era algo mágico.
Cuando doble la esquina de la calle, me emocione por la vista de un Ranger Rover negro estacionado afuera. Santana se encontraba despierta y en este lado de la bahía. Con una sonrisa secreta, me apresure a entrar.
*********************************************************************
Cuando cepille mi cabello esa noche, me di cuenta de la que era la primera vez en casi dos semanas que no me colocaba un moño, en la parte superior de mi cabeza, sosteniendo con lápices de colores. Santana se encontraba trabajando en la mesa del comedor, comprobando todas sus tomas en su portátil. Pase a su lado al dirigirme a la cocina, y me detuvo una mano en mi trasero.
—¿Hola?
—Hola—respondió, sus ojos aun en la computadora.
—¿Necesitas algo?
—Siempre—respondió, maniobrando mi trasero hasta que termine sentada en su regazo.
—No siempre, antes estabas dormida—hice un puchero.
—No duermo en este momento.
—Tengo tartas.
—Ya me gusta hacia dónde va esto—murmuro, sus manos apretando mi cintura.
—No, no quiero decir que tengo tartas que necesito meter en el horno.
—espera, esas son como pequeños pies, ¿verdad?
—Si Sanny, son como pequeños pies.
—¿De manzana?
—De cereza.
—Ten piedad.
—Sabes lo que me haces cuando vas de Tío Jesse conmigo.
Sus ojos se abrieron ampliamente.
—Ciertamente, lo hago.
Me beso con intensidad, lo hacía y aunque hice todo lo posible por recordarle mis tartitas, ella se esforzó para que las olvidara. Y lo hice, hasta que sonó el timbre de la puerta.
—Maldición—murmuro, liberándome.
—Salvada por la campana—cante, levantándome de su regazo.
—Sabes lo que me haces cuando vas de Kelly Kapowski conmigo.
—Ciertamente, lo hago y si eres una buena chica esta noche, te daré mi propia porra especial de Bayside mas tarde. —le guiñe un ojo y baile alejándome del agarre de sus manos.
Me dirigí a la puerta principal. Pude ver a Quinn a través del cristal, pero no a Rach.
—Oye, ¿Dónde está tu chica? —le pregunte, pero luego escuche un huiiiiii viniendo desde arriba.
—Se ha montado ya dos veces—respondió, haciendo rodar los ojos pero sonriendo hacia su novia mientras bajaba la colina en el pequeño funicular, asomándose por un lado.
—Eso nunca pasara de moda. Me encanta esa cosa—anuncio Rach llegando a la parte inferior, abriendo la puerta y saliendo. Tenía una cesta llena de golosinas y un puñado de juegos de mesa, con el cual Quinn se apresuró ayudarle—Mira, esta cosa es realmente útil.
—Bueno, no es solo un paseo de carnaval, no—me reí, agarrando una bolsa también—Dios, mío, ¿Cuántos juegos has traído?
—Pensé que sería mejor hacer planes por cualquiera de los posibles contratiempos de esta noche. Y hablando de eso, traje un montón de alcohol—afirmo, señalando una caja de la tienda de licores.
—Claro, porque ¿Qué mejor para la tensión que el alcohol? —solté un bufido, capturando los ojos de Quinn.
—Trate de decírselo—dijo Quinn en voz baja.
—Escuché eso—canto Rach mientras entraba trotando en la casa.
—Lo hice a propósito—canto Quinn en respuesta—¿Qué hay? —asintio hacia Santana, que se colocó detrás de un sillón de orejas.
Me reí internamente por su técnica para su entusiasmó. Le guiñe un ojo, sintiendo un rugido de emoción recorriéndome cuando me miro con esos ojos entrecerrados. Maldita sea, esa mujer me tenía.
Guie a Rach hasta la cocina, dejando establecer el bar mientras, finalmente, conseguí meter las tartas en el horno.
Charlamos mientras preparamos aperitivos para la noche. Como ya no tenía tiempo que solía, casi me mato preparar las tartas a tiempo. Pero tomando una página del recetario de Barefoot Contessa, me las arregle para preparar una cantidad respetable.
Arregle varios quesos de una tienda local, incluyendo un Brie blanco y un Stilton oloroso, algo de pan francés y pequeños cuencos con almendras picantes y aceitunas saldas. Rebanadas de salami, capichola, peperoni, mortadela cubrían otra tabla de madera, junto con cuencos con corazones de alcachofa marinados y pimientos rojos asados. Algunos contenedores de humus con ajo y pan de pita completaron los bocadillos. Termine justo cuando Rach daba los toques finales a su estación de bebidas.
—Whiskey sours, martinis, y ¡mira! ¡Wallbangers! —exclamo, indicando una botella de Galliano mientras Santana y Quinn vinieron a unirse a nosotras.
—Perfecto. Britt dijo antes de que ustedes dos llegaran que se moría por un poco más de mi—bromeo, haciéndome sonrojar al mismo tiempo que el temporizador sonaba indicando que mis tartas estaban listas.
—Mézclate tú misma, San—le dije sobre mi hombro, sacando los triángulos de hojaldre del horno. La mirada que me dio me dijo que de hecho estaría bastante tomada más tarde esta noche. No me veras protestando.
Mientras Santana me entregaba una copa, oímos el timbre.
—Hora del espectáculo—murmuro Rach, y yo me dirigí a la puerta. Era Marley, con el hombre más alto que había visto jamás. Pero no solo alto, era locamente atractivo. Era como un jugador de la NBA.
—¡Vaya, hola! —dije, mirando hacia arriba y hacia arriba—Soy Brittany, pero me puedes decir Britt.
—Hola——me dijo con una voz increíblemente profunda—Zach.
Se hizo a un lado para saludar a las chicas, mientras yo tomaba el abrigo de Marley.
—Cuando digo que es alto, guapo y delicioso, no estoy exagerando—le susurre, comprobándolo mientras él se alzaba sobre Quinn y Santana.
—Gracias, juega al baloncesto en Francia, se encuentra en casa para las fiestas. Lo conocí en el gimnasio.
—Maldita sea, necesito cambiarme tu gimnasio. Tu cociente de chicos y chicas lindas es considerablemente más salto que el mío—le conteste, y colgué su abrigo.
Escaneo la habitación, respirando un poco más tranquila cundo vio que Kitty no se encontraba ahí
—¿Puedo ayudar en algo?
El timbre sonó de nuevo.
—Como ahora mismo, ¿puedo ayudar en algo? Qué tal si me aseguro de que el bar está bien—dijo, taconeando por el suelo mientras agarraba a Alto Zach y tiraba de él hacia el alcohol.
Santana se acercó a mí, rodeándome para abrir la puerta a la única amiga que aún no llegaba.
—Oye, San, ¿Qué pasa? —dijo Kitty, entregando a Santana una botella de escoces—Britt, gracias por invitarme—agrego, besándome furtivamente en la mejilla antes de que pudiera reaccionar.
—Hola, Kitty—me las arregle para decir, tratando de recordar que era amiga de Santana y que yo haría un esfuerzo. Realmente tuve que hacer un esfuerzo cuando conseguí echarle una ojeada a su pareja.
No puedo decir con seguridad si ella precio en Playboy. Pero si no lo hizo, debería hacerlo.
—¡Hola! Soy Missy—dijo, y le sonreí a Kitty con dientes apretados. Note que a Santana le producía un dolor físico no reírse.
—Hola, Missy—conseguí decir—Déjame tomar tu abrigo, Missy.
—Guau, ¡mira todas esas ventanas! —se rio mientras las conducía hacia el interior.
Sabia cuanto costaba instalar una venta de pared de ese tamaño, y me pregunte cuánto costaría la reparación…
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
holap,...
jajaja esa noche va a se genial,... entre uno de la NBA Y una miss PLAYBOY,..!!!
se termino de verdad lo de kitty y marley o van a jugar a quien aguanta mas con los celos????
a ver como termina el ¿plan? de rachel!!!
nos vemos!!!
jajaja esa noche va a se genial,... entre uno de la NBA Y una miss PLAYBOY,..!!!
se termino de verdad lo de kitty y marley o van a jugar a quien aguanta mas con los celos????
a ver como termina el ¿plan? de rachel!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
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Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
como lo dejas ahi? esto se pone bueno!!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Vaya! Segundo round! veamos quien gana este asalto las kittley son todo un caso y bueno, con que mo generen problemas con las faberry y las brittana, todo estará bien saludines! Actualiza pronto porfaaa lo dejaste en la.mejor parte besos y muchos saludos
Dolomiti- - Mensajes : 1406
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Me ha encantado el capitulo (como siempre) dios, que se traera Rachel entre manos?! Awww san es una tierna!
Mmmmm te llamas Dayana? Ufff vives lejos linda! Que tal si cuando me digas tu verdadero nombre yo te digo el mio? Anda hagamos ese trato si? Linda soy de Colombia
Pd: cuando llegue mi Internet (por eso no he actualizado en mi fic) porque desde el cel solo puedo comentar D: see ya! ;)
Mmmmm te llamas Dayana? Ufff vives lejos linda! Que tal si cuando me digas tu verdadero nombre yo te digo el mio? Anda hagamos ese trato si? Linda soy de Colombia
Pd: cuando llegue mi Internet (por eso no he actualizado en mi fic) porque desde el cel solo puedo comentar D: see ya! ;)
lauravm98******* - Mensajes : 489
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:holap,...
jajaja esa noche va a se genial,... entre uno de la NBA Y una miss PLAYBOY,..!!!
se termino de verdad lo de kitty y marley o van a jugar a quien aguanta mas con los celos????
a ver como termina el ¿plan? de rachel!!!
nos vemos!!!
Hola, jajaajajjaj yo creo que es mas lo segundo, osea quien aguanta mas con los celos xD jajaajajajja. rach es una loquilla xD jajajaajaj. Saludos =D
micky morales escribió:como lo dejas ahi? esto se pone bueno!!!!!!!
Hola, jajajjaajjaaj ahora otro cap =D. Saludos
Dolomiti escribió:Vaya! Segundo round! veamos quien gana este asalto las kittley son todo un caso y bueno, con que mo generen problemas con las faberry y las brittana, todo estará bien saludines! Actualiza pronto porfaaa lo dejaste en la.mejor parte besos y muchos saludos
Hola, ajajaj al verdad sip son todo un caso esas dos xD ajjaajaj, nop, no creo que lo hagan, ellas saben "solucionar" (JA) sus problemas. jajajaaj ahora otro cap. Saludos =D
lauravm98 escribió:Me ha encantado el capitulo (como siempre) dios, que se traera Rachel entre manos?! Awww san es una tierna!
Mmmmm te llamas Dayana? Ufff vives lejos linda! Que tal si cuando me digas tu verdadero nombre yo te digo el mio? Anda hagamos ese trato si? Linda soy de Colombia
Pd: cuando llegue mi Internet (por eso no he actualizado en mi fic) porque desde el cel solo puedo comentar D: see ya! ;)
Hola, jajajajaja rach y sus planes xD.
Bueno ese punto ya lo aclaramos en su mayoria no¿? xD, jajaja sip de tu pais sip es lejos xD jajaj osea junta no hay XD ajajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana:Wallbanger 2 "RustyNailed" (Adaptada) Cap10
Capitulo 10
—Avión. Personas avión. Avión sosteniendo una esponja.
—¿Avión con manos, manos? Bueno, manos. Manos de avión. Manos de esponja.
—¡Manos de esponja! Avión de esponja. Pájaro de esponja. ¡Pájaro! Está bien, pájaro. Manos de pájaro.
—Bob Esponja, manos de pájaro. ¡Deja de decir avión, sabemos que no es un avión!
—Se acabó el tiempo.
—¡Maldita sea!
Marley se sentó haciendo una rabieta, lanzando su bolígrafo por la habitación. Kitty subió la mano en el aire y lo atrapo mientras ella se emberrinchaba.
—¡No puedo creer que no lo supieran! Era tan obvio que se trataba de un…
—Ah, ah, ah no digas otra palabra. Podemos robar—dijo Santana desde su lugar en el sofá.
Era: mis chicas contra las chicas de Santana, eso sí incluyendo dos nuevas personas a cada grupo, es decir, un grupo lo conformaba Marley, Rach, Missy y yo, mientras que el otro grupo lo conformaban Kitty, Quinn, Zach y Santana.
Y ese grupo nos estaba pateando el trasero. Estaban por encima de los cuarenta puntos. Estúpido grupo de personas lindas.
—Adelante, nunca lo sabrán. No se preocupen, nunca lo sabrán—nos aseguró Marley, bebiendo de su coctel y guiñándole un ojo a Zach por encima del borde.
—Ahora solo dame un minuto. Tenemos treinta segundos para examinar el dibujo y ver si podemos adivinar lo que trataste de dibujar—dijo, Quinn, parándose y yendo hacia el pizarrón donde Marley había estado dibujando.
—¡Sabemos cómo se juega! —grito Rach desde su posición en la parte de atrás del sillón. Ella era Rach la Borracha esta noche, la estación de coctel le había servido bien. La sirvió en exceso, ella era Rach la Borracha Ruidosa—¡No tienes que decirlo cada vez que van a robar!
Al mismo tiempo que Santana y Quinn se concertaban con el dibujo, mientras Rach contaba desde treinta, Zach coqueteaba con Marley. Y por coquetear me refiero a pasar la lengua por el borde de la copa. Se veía como una jirafa.
Con un escalofrió, mire a Marley, quien ni siquiera estaba mirando. Estaba mirando a Kitty, quien miraba a Missy, quien estaba ajustándose su sostén. Se eso porque estaba a medio camino fuera de su camisa.
Quinn y Santana continuaron discutiendo sobre el dibujo, mientras Zach jirafeaba, y yo solo sostenía mi cabeza.
Desastre.
—¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho! ¡Siete! —grito Rach, mirando su reloj.
—No es Año Nuevo, solo danos un par de segundos, ¡podemos hacerlo! —grito Quinn en respuesta, mirando hacia delante y hacia atrás entre la imagen y Santana.
—Mierda, no lo sé, es, es, ¡mierda! —grito Santana, saltando de un pie a otro.
—¡Seis! ¡Cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! —continuo Rach. Missy cruzo las piernas. Kitty miro sus piernas. Zach eructo, pero continúo lamiendo. Marley echaba vapor.
—¡Dos! —dijo Rach otra vez.
—Más vale pájaro en mano que cien volando—declaro Kitty, con su mirada en Marley.
—¡Uno! Ja, no lo hicieron… Espera, ¿Qué? —pregunto Rach, mirando a Kitty, luego a Marley. Santana y Quinn lucían esperanzadas.
Silencio.
—Es correcto—Marley frunció el ceño, haciendo una mueca cuando Santana y Quinn estallaron en vitoreos.
—¡No puede ser, no puede ser! No es justo, ¡casi digo uno! ¡Casi digo uno! —chillo Rach, saltando por la habitación y aterrizando en la espalda de Quinn, golpeándola con los puños. Zach eructo de nuevo. Missy deshizo su cola de caballo, y todo el mundo se detuvo a mirar.
—Eso es todo—soltó Marley, e irrumpió en la cocina.
—¡Estoy invocando tiempo fuera! —grite mientras salía de la habitación para seguirla.
—¿Tiempo fuera de qué? —pregunto Zach, y solo sacudí la cabeza.
Marley sacaba cosas de la nevera con ira, y luego volvía a ponerlas de nuevo.
—¡No puedo creer que supo eso! —dijo Marley, algo molesta.
—No puedo creer que nosotras no lo hicimos. ¡Qué vergüenza! —respondí, sosteniendo la puerta de la nevera mientras un pollo rostizado hacia su camino fuera de ella.
—¡No es broma! Quiero decir, ¿Cómo es que vamos perdiendo contra ese grupo? —pregunto, rebuscando entre los condimentos y dando con una botella de Sriracha.
—Estamos perdiendo porque no estamos concentradas. Tenemos que poner la cabeza en el juego—vi como guardo un frasco de encurtidos y saco una jarra de leche.
—Pff, tal vez tú no estas concentrada porque estas babeando sobre mi jugador de baloncesto—sonrió, sacando un recipiente de sobras de guisantes.
—Estoy segura de que es eso—comente, tratando de mantener la incredulidad fuera de mi voz. Sin lugar a dudas, Zach Alto lucia muy bien, pero que baboso.
—¿Qué estoy buscando? —pregunto, sosteniendo un recipiente de crema agria en una mano y un pepino en la otra.
—Me tienes—respondí, espiando a Kitty mientras venia alrededor de la esquina—Pero gracias por limpiar la nevera.
Cuando Marley metió la cabeza otra vez, Kitty entro en la cocina.
—Es curioso como sabía exactamente lo que tratabas de dibujar, ¿eh, Mar? —comenzó, y Marley se congelo.
Sé que lo hizo porque tiro la crema al suelo. Me escabullí cuando cerró la puerta con un golpe, apuntando su pepino hacia Kitty.
—No me vengas con que “sabias exactamente lo que trataba de dibujar”. De seguro viste la tarjeta.
—¿Cómo puede haber visto la tarjeta? La sostuviste todo el tiempo.
—Bueno, tal vez alejaste de Pechos McTetas para mirar.
—Oh por favor, piensas que…
Me aleje mientras Santana giraba la esquina, y rápidamente la regrese por donde vino.
—No iría allí justo ahora. Marley tiene un pepino y sabe cómo usarlo.
Soltó un bufido.
—Espera, eso salió mal. Están ahí hablando—dije, tirando de ella.
Ambas nos estremecimos cuando sus voces se elevaron.
—Bueno, están hablando ruidosamente, pero están hablando—suspire.
**********************************************************************
Al final, la noche de juegos apesto totalmente. Rach casi se desmayó, aun quejándose de ser engañada por Bob Esponja Manos de Avión.
Quinn pasó el resto de la noche memorizando el reglamento de Pictionary para la próxima vez, mientras Santana y yo limpiábamos la crema agria del piso de la cocina y recogimos semilla de pepino de entre las baldosas.
—¡Exprimió las semillas fuera, con la mano! ¡Ni siquiera estaba pelado! —continuo diciendo sorprendida y con un poco de miedo.
¿Y Frick y Frack? Haciéndolo con Alto y Tetas. De hecho, haciéndolo con sus citas enfrente de la otra. Nunca he visto nada igual. Quería mirar hacia otro lado, me sentía como si tuviera que mirar hacia otro lado, pero no podía.
Santana y yo nos quedamos allí, cubiertas de semillas, viendo el concurso de besos; Marley fue empujada contra una pared, por lo que luego, Tetas fue empujada contra otra pared. Kitty consiguió un inapropiado baile de regazo, también Alto.
—Es como si estuviéramos en una especie de fiesta sexual en la que las personas cambian de pareja—susurro Santana cuando un zapato paso volando, pateado por una conejita Playboy.
—O WrestleMania—le susurre cuando otro zapato voló hacia otro lado. No creo que Marley se diera cuenta de Tetas Descalzas.
Cuando un gemido ahogado finalmente salió de Rach, era hora de meter un tenedor en toda la noche. Y nunca hablar de ese tenedor de nuevo.
Mirándose la una a la otra, Kitty y Marley salieron juntas, citas calientes remolcadas, Quinn llevo a Rach al elevador, diciéndonos que volvería al día siguiente para recoger sus cosas.
—Tengo que llegar a casa antes de que vomite—dijo Quinn, sacudiendo al cabeza—No más tragos para ella.
Mientras rodaban por la colina, pude oír fragmentos de Kitty y Marley, discutiendo todo el camino hacia sus autos. Nos dirigimos hacia el interior, mirando el pizarrón. Que ahora estaba con imaginación fálica, cortesía de Zach Alto.
Santana comenzó:
—Amo a nuestras amigas, pero…
—¿Cómo rayos son nuestras amigas? —termine, y ella asintió.
Riendo con pesar, se dirigió de nuevo a la última imagen del juego.
—Más vale pájaro en mano. ¿Cómo es que no adivinamos eso?
—Porque dibujo un avión con esponjas… por eso—suspire—¿Quieres ir a la cama Sanny?
—Diablos, si—respondió. Mientras nos dirigíamos a la habitación, me ayudo a bajar el cierre de mi vestido—Marley aun ama a Kitty, ¿no?
—Por supuesto que si—conteste. Deje caer al suelo mi vestido y me metí en la cama con mi sujetador y bragas. Mire con ojos cansado como se desnudaba Santana.
—¿Pusiste la alarma? —pregunte.
—Es Domingo, ¿para qué necesitamos la alarma? —pregunto, quitando sus cobijas.
—Tengo que trabajar durante unas horas por la mañana. Mónica se reunirá conmigo en la cafetería calle abajo.
—Britt-Britt—negó con la cabeza antes de apagar la luz. Después programo la alarme—Estas trabajando muy duro.
—Hay mucho que hacer. Si trabajo mañana, tendré algo de tiempo esta semana durante la noche. Va a estar bien. Duermes, y para el momento en que te despiertes, voy a estar en casa. Podemos ir a dar un paseo.
—No es eso. Solo creo que estás trabajando demasiado, necesitas frenarte un poco—gruño, tirándome hacia ella a través de la cama hacia su costado.
—Las cosas se calmaran después de las fiestas, ya verás además, estoy a cargo en estos momentos, no tengo otra opción—le recordé.
—Lo sé, solo… lo sé—dijo, besándome en la cima de la cabeza.
La bese en el espacio entre sus pechos.
—Se aliviara, lo juro en nombre de Bob Esponja manos de pájaro.
Un momento después, la cama se sacudía de risa. Y unos minutos más tarde, la cama estaba temblando por una razón diferente.
Eh, el sueño estaba sobrevalorado. ¿Ser revuelta por una Wallbanger? No tiene precio.
La semana de Acción de Gracias comenzó bien. La mañana después de la fiesta de Pictionary, deje a una Santana dormida atrás mientras me dirigía a trabajar durante unas cuantas horas, venir a casa, y luego comer empanadas desnudas con Santana en la cama. ¿O comer empanadas en la cama con Santana, desnudas? Lo que sea, ese fue el punto culminante de la semana.
Sin una familia de la que hablar, Santana siempre se había mantenido ocupada durante Acción de Gracias y Navidad. Este año yo había tenido la esperanza de que aceptara la oferta de mi familia de pasar Acción de Gracias juntas, pero no estaba lista para eso.
Se había encontrado con mis padres en varias ocasiones, y mierda, nunca he visto a Santana más nerviosa de lo que estaba la primera vez. Conocer a los padres es un gran asunto en cualquier relación, pero ella nunca había estado involucrada con nadie el tiempo suficiente para dar este paso adelante.
Sin embargo, se los gano completamente. Coqueteo como el infierno con mi madre se ganó a mi padre por compartir historias sobre las carreras de Fórmula Uno a las que había acudido durante los años, y ahora esperaba con ganas pasar tiempo con ellos cuando venían a San Francisco. ¿Pero cenar pavo en una casa llena a reventar con la familia?
—Simplemente no puedo. Tal vez el año que viene—explico Santana, mientras le tendía los calcetines que había doblado por ella. Los dejos caer en la maleta, luego se dirigió a su armario y cogió algunos suéteres—No se enojaran, ¿verdad? Quiero decir, siempre trabajo en esa época del año, eso es lo que hago.
—No, no lo entenderán. Y yo lo entiendo. Pero finalmente tengo algo de tiempo libre y desearía que pudiéramos pasarlo juntas—dije suavemente, observando como los suéteres entraban en la bolsa. Estaría trabajando como loca hasta el Jueves, pero había planeado pasar el resto de la semana en casa con mis padres.
—Lo sé, Britt-Britt. Has estado tan ocupada últimamente, incluso cuando estoy aquí, que apenas te veo—respondió, dejando caer un beso en mi frente y desapareciendo de nuevo dentro del armario.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunte, arrugando un poco la nariz.
—No se supone que significa nada—dijo, enrollando unos pocos pares de pantalones vaqueros.
—Apenas me ves porque estoy ocupada, Santana. No es como si no supieras todo con lo que estoy tratando de hacer malabares en estos momentos—fruncí el ceño, levantándome de la cama y poniéndome de pie frente a ella.
—No te pongas a la defensiva, no era una crítica. Lo entiendo, estas ocupada relájate.
Mis ojos desorbitaron. ¿Acababa de decirme que me relajara?
—Cristo, lo siento. Olvida lo que he dicho—suspiró.
Empecé a responder con brusquedad, luego tome una respiración profunda.
Deja pasar esto.
Extendí la mano y tire de ella hacia mí por las presillas del cinturón, dejando caer mi cabeza contra sus pechos. Unos pocos segundos más tarde, la sentí suspirar y luego sus brazos me rodearon. Aspire su olor, luego volví el rostro hacia el suyo.
—Tendremos mucho tiempo para pasar juntas en Filadelfia.
Su expresión se volvió cerrada. Beso mi frente otra vez, luego se volvió para cerrar la cremallera de su maleta.
—Dile a tus padres que dije Feliz Acción de Gracias—dijo con una sonrisa forzada.
Supongo que ese tema estaba cerrado
Se marchó al día siguiente. Se dirigió de vuelta al este, a hacer una sesión de fotos en Acción de Gracias en Plymouth, los peregrinos y todo eso. Iba a ser publicado al año siguiente en las revistas de viajes y periódicos regionales para impulsar la economía local. Pero ella se iba y yo me quedaba. Y ese fue el comienzo de mi semana de mierda.
Llegue a casa la noche del Lunes después de pasar todo el fin de semana en Sausalito, para encontrar que Lord Tubbington decidió que había tenido suficiente de que no estuviera.
Tal vez era el momento de considerar llevarlo a Sausalito, dado lo creativo que estaba siendo para demostrarme su disgusto. Me había dejado regalos. Muchos regalos. En varios zapatos. También lo extrañaba, simplemente no lo demostraba dejando mierda en sus zapatos.
La imagen del tamaño del que podrían ser sus zapatos si el llevara zapatos no dejaría mi cerebro, así que me pase una conferencia telefónica con la gente de Camden sin prestar atención haciendo garabatos de zapatos de gatos por todos los documentos.
Intenta explicarle a tu interno porque había pequeñas patitas en zapatillas por todas partes en un contrato que ahora tenía que volver a imprimir.
El punto más bajo llegó el Miércoles por la tarde después de que envié a todos a casa temprano, y luego me di cuenta de que yo no iba a ser capaz de ver a mi familia en Acción de Gracias. Había pensado que estaba al tanto de todo, pensé que mi bandeja de entrada se había vaciado lo suficiente para escabullirme un par de días, cuando encontré un e-mail en el correo no deseado para un trabajo que había acordado meses atrás. Para entrar y decorar para un cliente que iba a tener a treinta personas en su casa de Nob Hill para la cena de Acción de Gracias, y necesitaba el comedor decorado. Y la sala de estar. Y toda una escena de “otoño en Nueva Inglaterra” diseñada para su conservatorio, después de que fueran servidas las bebidas o puede que no, pero por si acaso, ¿podría yo por favor hacer que pareciera como si los peregrinos hubieran vivido allí?
Perdí la cabeza.
Ni siquiera cerré la puerta, ya que no había nadie allí excepto yo.
Todavía estaba limpiando los mocos de mis sollozos de mi cara cuando oí la alarma de Skype sonar en mi ordenador.
Maldición.
Arrastrándome alrededor del escritorio (si, estaba en el suelo, ese es el mejor lugar para un ataque de nervios) abrí y vi a que era Emma.
¿Debería responder? ¿No debería? Ella sabía que estaba molesta. Oh, demonios, déjala.
Me levante hasta la silla, respondiendo su llamada sonándome una última vez la nariz.
—¿Tienes un resfriado? —pregunto, el video salió instantáneamente. Me vi a mi misma en la ventana pequeña, ojos rojos, y cara roja, y mentí.
—Sí, ¿Cómo estás? —pregunte, intentando mantener mi voz ligera.
—¡Genial! Estamos a punto de tomar el tren a Venecia. Nunca pensé que estaría cenando en Acción de Gracias en Venecia. ¿Puedes imaginarlo? No será una gran cena de Acción de Gracias, pero estamos pensando en comer tal vez algo de pollo. Eso estará lo suficientemente cerca, ¿verdad?—se rio.
—Creo que sí. ¿Qué puedo hacer por ti, Emma? Acabas de atraparme.
—No estaba segura de si todavía estarías allí. ¿Cuándo te vas con tus padres?
—Um, en unos pocos minutos, solo estoy terminando unos cuantos detalles de último minuto—respondí, luchando para evitar que mi voz se quebrara.
Mentalmente, estaba pasando por el almacén, pensando en cuantos metros de elegante seda marrón necesitaría para los manteles.
—Bien, solo pensé en comprobar y ver cómo iban las cosas, y desearte una Feliz Acción de Gracias.
Me mordí la lengua, queriendo decir algo pero manteniéndolo bajo control.
—Feliz Acción de Gracias para ti también, Emma. ¿Cómo esta Will? —me las arregle para preguntar.
—Genial, te envía su amor. ¿Dónde está San este año?
—De regreso en el este, tomando fotos en Plymouth. Jodidos peregrinos. Quiero decir, sabes lo que…
—¿Estas bien, Britt? —interrumpió.
No necesitaba que se preocupara por nada, así que forcé una sonrisa.
—Todo va genial por aquí, solo estoy intentando terminar unas pocas cosas, así puedo ir con mis padres.
—Está bien, si estas segura de que va todo…
—Todo va bien, Emma. Hablamos más tarde, ¿de acuerdo? — me apresure, sabiendo que no podía contener las lágrimas por mucho tiempo. Nos despedimos, justo cuando una nueva oleada comenzaba.
No podría soportar otra llama como esa, así que me acobardé y le mande un mensaje a mi madre para hacerle saber el cambio de planes, prometiendo llamarla un poco más tarde.
No podía hablar con ella hasta que me calmara, no quería preocuparla. Ella sabía cuántas horas habría estado dedicando, estaba muy orgullosa de mi y de lo bien que iba.
JA.
Le mande un mensaje a Santana para hacerle saber que ya no iba a ir a casa por Acción de Gracias, que estaba trabajando en un proyecto de último minuto, y que le llamaría más tarde cuando me tomará un descanso.
¡Descanso! Pff.
Ella intento llamarme casi inmediatamente, pero la deje ir al buzón de voz.
Necesitaba trabajar, no revolverme en la autocompasión.
Pase las siguientes nueve horas trabajando en arreglos y centros de mesa, y luego pase seis horas de la mañana de Acción de Gracias decorando un conservatorio, para que se viera como si unos peregrinos muy ricos hubieran pasado por allí y decidido que este sería el lugar en el que querían tomar sopa condimentada de calabaza aderezada con tomillo y perifollo.
La noche de Acción de Gracias, estaba en el sofá comiendo en pijama con Lord Tubbington, viendo las repeticiones de los mejores programas de Ina en Food Network. Era como un porno desastroso, no podía apartar la mirada, ahora que había salvado el día para otra familia, podía regodearme en la autocompasión. Y revolverme.
Es lo que hice.
Por eso mi autocompasión estaba tan sorprendente cuando Lord Tubbington empezó a paseare ante la puerta, segundos antes de que entrara Santana.
La mire, cubierta de lluvia de Noviembre, sus cálidos e increíbles ojos.
—No quería que pasaras Acción de Gracias sola—dijo, sacudiéndose de la lluvia—O tal vez yo tampoco quería hacerlo.
Estalle en lágrimas por segunda vez en veinticuatro horas.
Ella simplemente me levando del sofá y me sentó en su regazo, su chaqueta de North Face empapando mi pijama. Me sostuvo, calmándome, pasando su mano por mi espalda y haciendo pequeños círculos en mis hombros.
—¡Tu… eres… la mejor… novia… del mundo! —gemí, limpiándome la nariz con el brazo.
Lord Tubbington entró y salió corriendo entre las piernas de Santana, restregándose lo más cerca que pudo sin parecer demasiado necesitado.
Infiernos, yo estaba perdida ante la necesitad, lista para descender hasta lo lamentable.
Para cuando mis sollozos decayeron, estaba temblando, el frio de la noche lluviosa calando en mis huesos.
—Vamos, Britt-Britt, vamos a cambiarte a algo cálido—dijo.
Reacia a que me bajara, me aferre a ella. Así que se levando conmigo envuelta alrededor suyo, y nos llevó a la habitación.
—No puedo expresar con palabras lo feliz que estoy de verte, Sanny. De verdad no pudo—susurre, con los brazos fuertemente apretados alrededor de su cuello.
—Yo también te he echado de menos—respondió, intentando dejarme en la cama, pero yo estaba luchando con ella—Britt-Britt, vamos a ponerte ropa seca.
—Bésame, por favor—pedí, atrayéndola hacia mí.
Me beso. Y le devolví el beso, necesitando sentirla. Volví a envolver mis brazos alrededor de su cuello, alrededor de su espalda, por debajo de su chaqueta, necesitando piel. Ella se meció contra mí, necesitándome también
—Brittany—gimió, apartándose para mirarme a los ojos. Eso me arranco las lágrimas de nuevo, solo ver su rostro tan inesperadamente cerca del mío.
Cuando estabas en una relación a larga distancia, por supuesto pasabas el máximo tiempo posible junto a la otra persona. Pero a veces, era lo inesperado lo que realmente marcaba la diferencia. Las emociones inesperadas con las que eras golpeada cuando veías esa cara, mirabas eso ojos, sentías esos labios. El inesperado recordatorio de por qué te enamoraste de esa persona podía golpearte poderosamente.
Y este era ese momento.
Memorice su rostro, sentí cada línea y cada patrón, dibuje su sien, su nariz, sus perfectos y tiernos hoyuelos, el arco de sus perfectos y carnosos labios, trace todo con mis dedos y la memorice una vez más.
—Te amo, Sanny. Te amo, te amo, te amo mucho Santana—dije, mientras ella me tumbaba, quitándome la ropa del cuerpo y la suya propia, y entrando con sus exquisitos dedos en mí.
Ella gimió mi nombre, respondiendo mis gritos con los suyos propios, amándome dulcemente. Y cuando mi orgasmo se estrelló a través de mí, fue maravilloso y derivado de lo que esto era.
Ella estaba aquí conmigo. No fotografiando peregrinos.
—¿Avión con manos, manos? Bueno, manos. Manos de avión. Manos de esponja.
—¡Manos de esponja! Avión de esponja. Pájaro de esponja. ¡Pájaro! Está bien, pájaro. Manos de pájaro.
—Bob Esponja, manos de pájaro. ¡Deja de decir avión, sabemos que no es un avión!
—Se acabó el tiempo.
—¡Maldita sea!
Marley se sentó haciendo una rabieta, lanzando su bolígrafo por la habitación. Kitty subió la mano en el aire y lo atrapo mientras ella se emberrinchaba.
—¡No puedo creer que no lo supieran! Era tan obvio que se trataba de un…
—Ah, ah, ah no digas otra palabra. Podemos robar—dijo Santana desde su lugar en el sofá.
Era: mis chicas contra las chicas de Santana, eso sí incluyendo dos nuevas personas a cada grupo, es decir, un grupo lo conformaba Marley, Rach, Missy y yo, mientras que el otro grupo lo conformaban Kitty, Quinn, Zach y Santana.
Y ese grupo nos estaba pateando el trasero. Estaban por encima de los cuarenta puntos. Estúpido grupo de personas lindas.
—Adelante, nunca lo sabrán. No se preocupen, nunca lo sabrán—nos aseguró Marley, bebiendo de su coctel y guiñándole un ojo a Zach por encima del borde.
—Ahora solo dame un minuto. Tenemos treinta segundos para examinar el dibujo y ver si podemos adivinar lo que trataste de dibujar—dijo, Quinn, parándose y yendo hacia el pizarrón donde Marley había estado dibujando.
—¡Sabemos cómo se juega! —grito Rach desde su posición en la parte de atrás del sillón. Ella era Rach la Borracha esta noche, la estación de coctel le había servido bien. La sirvió en exceso, ella era Rach la Borracha Ruidosa—¡No tienes que decirlo cada vez que van a robar!
Al mismo tiempo que Santana y Quinn se concertaban con el dibujo, mientras Rach contaba desde treinta, Zach coqueteaba con Marley. Y por coquetear me refiero a pasar la lengua por el borde de la copa. Se veía como una jirafa.
Con un escalofrió, mire a Marley, quien ni siquiera estaba mirando. Estaba mirando a Kitty, quien miraba a Missy, quien estaba ajustándose su sostén. Se eso porque estaba a medio camino fuera de su camisa.
Quinn y Santana continuaron discutiendo sobre el dibujo, mientras Zach jirafeaba, y yo solo sostenía mi cabeza.
Desastre.
—¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho! ¡Siete! —grito Rach, mirando su reloj.
—No es Año Nuevo, solo danos un par de segundos, ¡podemos hacerlo! —grito Quinn en respuesta, mirando hacia delante y hacia atrás entre la imagen y Santana.
—Mierda, no lo sé, es, es, ¡mierda! —grito Santana, saltando de un pie a otro.
—¡Seis! ¡Cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! —continuo Rach. Missy cruzo las piernas. Kitty miro sus piernas. Zach eructo, pero continúo lamiendo. Marley echaba vapor.
—¡Dos! —dijo Rach otra vez.
—Más vale pájaro en mano que cien volando—declaro Kitty, con su mirada en Marley.
—¡Uno! Ja, no lo hicieron… Espera, ¿Qué? —pregunto Rach, mirando a Kitty, luego a Marley. Santana y Quinn lucían esperanzadas.
Silencio.
—Es correcto—Marley frunció el ceño, haciendo una mueca cuando Santana y Quinn estallaron en vitoreos.
—¡No puede ser, no puede ser! No es justo, ¡casi digo uno! ¡Casi digo uno! —chillo Rach, saltando por la habitación y aterrizando en la espalda de Quinn, golpeándola con los puños. Zach eructo de nuevo. Missy deshizo su cola de caballo, y todo el mundo se detuvo a mirar.
—Eso es todo—soltó Marley, e irrumpió en la cocina.
—¡Estoy invocando tiempo fuera! —grite mientras salía de la habitación para seguirla.
—¿Tiempo fuera de qué? —pregunto Zach, y solo sacudí la cabeza.
Marley sacaba cosas de la nevera con ira, y luego volvía a ponerlas de nuevo.
—¡No puedo creer que supo eso! —dijo Marley, algo molesta.
—No puedo creer que nosotras no lo hicimos. ¡Qué vergüenza! —respondí, sosteniendo la puerta de la nevera mientras un pollo rostizado hacia su camino fuera de ella.
—¡No es broma! Quiero decir, ¿Cómo es que vamos perdiendo contra ese grupo? —pregunto, rebuscando entre los condimentos y dando con una botella de Sriracha.
—Estamos perdiendo porque no estamos concentradas. Tenemos que poner la cabeza en el juego—vi como guardo un frasco de encurtidos y saco una jarra de leche.
—Pff, tal vez tú no estas concentrada porque estas babeando sobre mi jugador de baloncesto—sonrió, sacando un recipiente de sobras de guisantes.
—Estoy segura de que es eso—comente, tratando de mantener la incredulidad fuera de mi voz. Sin lugar a dudas, Zach Alto lucia muy bien, pero que baboso.
—¿Qué estoy buscando? —pregunto, sosteniendo un recipiente de crema agria en una mano y un pepino en la otra.
—Me tienes—respondí, espiando a Kitty mientras venia alrededor de la esquina—Pero gracias por limpiar la nevera.
Cuando Marley metió la cabeza otra vez, Kitty entro en la cocina.
—Es curioso como sabía exactamente lo que tratabas de dibujar, ¿eh, Mar? —comenzó, y Marley se congelo.
Sé que lo hizo porque tiro la crema al suelo. Me escabullí cuando cerró la puerta con un golpe, apuntando su pepino hacia Kitty.
—No me vengas con que “sabias exactamente lo que trataba de dibujar”. De seguro viste la tarjeta.
—¿Cómo puede haber visto la tarjeta? La sostuviste todo el tiempo.
—Bueno, tal vez alejaste de Pechos McTetas para mirar.
—Oh por favor, piensas que…
Me aleje mientras Santana giraba la esquina, y rápidamente la regrese por donde vino.
—No iría allí justo ahora. Marley tiene un pepino y sabe cómo usarlo.
Soltó un bufido.
—Espera, eso salió mal. Están ahí hablando—dije, tirando de ella.
Ambas nos estremecimos cuando sus voces se elevaron.
—Bueno, están hablando ruidosamente, pero están hablando—suspire.
**********************************************************************
Al final, la noche de juegos apesto totalmente. Rach casi se desmayó, aun quejándose de ser engañada por Bob Esponja Manos de Avión.
Quinn pasó el resto de la noche memorizando el reglamento de Pictionary para la próxima vez, mientras Santana y yo limpiábamos la crema agria del piso de la cocina y recogimos semilla de pepino de entre las baldosas.
—¡Exprimió las semillas fuera, con la mano! ¡Ni siquiera estaba pelado! —continuo diciendo sorprendida y con un poco de miedo.
¿Y Frick y Frack? Haciéndolo con Alto y Tetas. De hecho, haciéndolo con sus citas enfrente de la otra. Nunca he visto nada igual. Quería mirar hacia otro lado, me sentía como si tuviera que mirar hacia otro lado, pero no podía.
Santana y yo nos quedamos allí, cubiertas de semillas, viendo el concurso de besos; Marley fue empujada contra una pared, por lo que luego, Tetas fue empujada contra otra pared. Kitty consiguió un inapropiado baile de regazo, también Alto.
—Es como si estuviéramos en una especie de fiesta sexual en la que las personas cambian de pareja—susurro Santana cuando un zapato paso volando, pateado por una conejita Playboy.
—O WrestleMania—le susurre cuando otro zapato voló hacia otro lado. No creo que Marley se diera cuenta de Tetas Descalzas.
Cuando un gemido ahogado finalmente salió de Rach, era hora de meter un tenedor en toda la noche. Y nunca hablar de ese tenedor de nuevo.
Mirándose la una a la otra, Kitty y Marley salieron juntas, citas calientes remolcadas, Quinn llevo a Rach al elevador, diciéndonos que volvería al día siguiente para recoger sus cosas.
—Tengo que llegar a casa antes de que vomite—dijo Quinn, sacudiendo al cabeza—No más tragos para ella.
Mientras rodaban por la colina, pude oír fragmentos de Kitty y Marley, discutiendo todo el camino hacia sus autos. Nos dirigimos hacia el interior, mirando el pizarrón. Que ahora estaba con imaginación fálica, cortesía de Zach Alto.
Santana comenzó:
—Amo a nuestras amigas, pero…
—¿Cómo rayos son nuestras amigas? —termine, y ella asintió.
Riendo con pesar, se dirigió de nuevo a la última imagen del juego.
—Más vale pájaro en mano. ¿Cómo es que no adivinamos eso?
—Porque dibujo un avión con esponjas… por eso—suspire—¿Quieres ir a la cama Sanny?
—Diablos, si—respondió. Mientras nos dirigíamos a la habitación, me ayudo a bajar el cierre de mi vestido—Marley aun ama a Kitty, ¿no?
—Por supuesto que si—conteste. Deje caer al suelo mi vestido y me metí en la cama con mi sujetador y bragas. Mire con ojos cansado como se desnudaba Santana.
—¿Pusiste la alarma? —pregunte.
—Es Domingo, ¿para qué necesitamos la alarma? —pregunto, quitando sus cobijas.
—Tengo que trabajar durante unas horas por la mañana. Mónica se reunirá conmigo en la cafetería calle abajo.
—Britt-Britt—negó con la cabeza antes de apagar la luz. Después programo la alarme—Estas trabajando muy duro.
—Hay mucho que hacer. Si trabajo mañana, tendré algo de tiempo esta semana durante la noche. Va a estar bien. Duermes, y para el momento en que te despiertes, voy a estar en casa. Podemos ir a dar un paseo.
—No es eso. Solo creo que estás trabajando demasiado, necesitas frenarte un poco—gruño, tirándome hacia ella a través de la cama hacia su costado.
—Las cosas se calmaran después de las fiestas, ya verás además, estoy a cargo en estos momentos, no tengo otra opción—le recordé.
—Lo sé, solo… lo sé—dijo, besándome en la cima de la cabeza.
La bese en el espacio entre sus pechos.
—Se aliviara, lo juro en nombre de Bob Esponja manos de pájaro.
Un momento después, la cama se sacudía de risa. Y unos minutos más tarde, la cama estaba temblando por una razón diferente.
Eh, el sueño estaba sobrevalorado. ¿Ser revuelta por una Wallbanger? No tiene precio.
La semana de Acción de Gracias comenzó bien. La mañana después de la fiesta de Pictionary, deje a una Santana dormida atrás mientras me dirigía a trabajar durante unas cuantas horas, venir a casa, y luego comer empanadas desnudas con Santana en la cama. ¿O comer empanadas en la cama con Santana, desnudas? Lo que sea, ese fue el punto culminante de la semana.
Sin una familia de la que hablar, Santana siempre se había mantenido ocupada durante Acción de Gracias y Navidad. Este año yo había tenido la esperanza de que aceptara la oferta de mi familia de pasar Acción de Gracias juntas, pero no estaba lista para eso.
Se había encontrado con mis padres en varias ocasiones, y mierda, nunca he visto a Santana más nerviosa de lo que estaba la primera vez. Conocer a los padres es un gran asunto en cualquier relación, pero ella nunca había estado involucrada con nadie el tiempo suficiente para dar este paso adelante.
Sin embargo, se los gano completamente. Coqueteo como el infierno con mi madre se ganó a mi padre por compartir historias sobre las carreras de Fórmula Uno a las que había acudido durante los años, y ahora esperaba con ganas pasar tiempo con ellos cuando venían a San Francisco. ¿Pero cenar pavo en una casa llena a reventar con la familia?
—Simplemente no puedo. Tal vez el año que viene—explico Santana, mientras le tendía los calcetines que había doblado por ella. Los dejos caer en la maleta, luego se dirigió a su armario y cogió algunos suéteres—No se enojaran, ¿verdad? Quiero decir, siempre trabajo en esa época del año, eso es lo que hago.
—No, no lo entenderán. Y yo lo entiendo. Pero finalmente tengo algo de tiempo libre y desearía que pudiéramos pasarlo juntas—dije suavemente, observando como los suéteres entraban en la bolsa. Estaría trabajando como loca hasta el Jueves, pero había planeado pasar el resto de la semana en casa con mis padres.
—Lo sé, Britt-Britt. Has estado tan ocupada últimamente, incluso cuando estoy aquí, que apenas te veo—respondió, dejando caer un beso en mi frente y desapareciendo de nuevo dentro del armario.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunte, arrugando un poco la nariz.
—No se supone que significa nada—dijo, enrollando unos pocos pares de pantalones vaqueros.
—Apenas me ves porque estoy ocupada, Santana. No es como si no supieras todo con lo que estoy tratando de hacer malabares en estos momentos—fruncí el ceño, levantándome de la cama y poniéndome de pie frente a ella.
—No te pongas a la defensiva, no era una crítica. Lo entiendo, estas ocupada relájate.
Mis ojos desorbitaron. ¿Acababa de decirme que me relajara?
—Cristo, lo siento. Olvida lo que he dicho—suspiró.
Empecé a responder con brusquedad, luego tome una respiración profunda.
Deja pasar esto.
Extendí la mano y tire de ella hacia mí por las presillas del cinturón, dejando caer mi cabeza contra sus pechos. Unos pocos segundos más tarde, la sentí suspirar y luego sus brazos me rodearon. Aspire su olor, luego volví el rostro hacia el suyo.
—Tendremos mucho tiempo para pasar juntas en Filadelfia.
Su expresión se volvió cerrada. Beso mi frente otra vez, luego se volvió para cerrar la cremallera de su maleta.
—Dile a tus padres que dije Feliz Acción de Gracias—dijo con una sonrisa forzada.
Supongo que ese tema estaba cerrado
Se marchó al día siguiente. Se dirigió de vuelta al este, a hacer una sesión de fotos en Acción de Gracias en Plymouth, los peregrinos y todo eso. Iba a ser publicado al año siguiente en las revistas de viajes y periódicos regionales para impulsar la economía local. Pero ella se iba y yo me quedaba. Y ese fue el comienzo de mi semana de mierda.
Llegue a casa la noche del Lunes después de pasar todo el fin de semana en Sausalito, para encontrar que Lord Tubbington decidió que había tenido suficiente de que no estuviera.
Tal vez era el momento de considerar llevarlo a Sausalito, dado lo creativo que estaba siendo para demostrarme su disgusto. Me había dejado regalos. Muchos regalos. En varios zapatos. También lo extrañaba, simplemente no lo demostraba dejando mierda en sus zapatos.
La imagen del tamaño del que podrían ser sus zapatos si el llevara zapatos no dejaría mi cerebro, así que me pase una conferencia telefónica con la gente de Camden sin prestar atención haciendo garabatos de zapatos de gatos por todos los documentos.
Intenta explicarle a tu interno porque había pequeñas patitas en zapatillas por todas partes en un contrato que ahora tenía que volver a imprimir.
El punto más bajo llegó el Miércoles por la tarde después de que envié a todos a casa temprano, y luego me di cuenta de que yo no iba a ser capaz de ver a mi familia en Acción de Gracias. Había pensado que estaba al tanto de todo, pensé que mi bandeja de entrada se había vaciado lo suficiente para escabullirme un par de días, cuando encontré un e-mail en el correo no deseado para un trabajo que había acordado meses atrás. Para entrar y decorar para un cliente que iba a tener a treinta personas en su casa de Nob Hill para la cena de Acción de Gracias, y necesitaba el comedor decorado. Y la sala de estar. Y toda una escena de “otoño en Nueva Inglaterra” diseñada para su conservatorio, después de que fueran servidas las bebidas o puede que no, pero por si acaso, ¿podría yo por favor hacer que pareciera como si los peregrinos hubieran vivido allí?
Perdí la cabeza.
Ni siquiera cerré la puerta, ya que no había nadie allí excepto yo.
Todavía estaba limpiando los mocos de mis sollozos de mi cara cuando oí la alarma de Skype sonar en mi ordenador.
Maldición.
Arrastrándome alrededor del escritorio (si, estaba en el suelo, ese es el mejor lugar para un ataque de nervios) abrí y vi a que era Emma.
¿Debería responder? ¿No debería? Ella sabía que estaba molesta. Oh, demonios, déjala.
Me levante hasta la silla, respondiendo su llamada sonándome una última vez la nariz.
—¿Tienes un resfriado? —pregunto, el video salió instantáneamente. Me vi a mi misma en la ventana pequeña, ojos rojos, y cara roja, y mentí.
—Sí, ¿Cómo estás? —pregunte, intentando mantener mi voz ligera.
—¡Genial! Estamos a punto de tomar el tren a Venecia. Nunca pensé que estaría cenando en Acción de Gracias en Venecia. ¿Puedes imaginarlo? No será una gran cena de Acción de Gracias, pero estamos pensando en comer tal vez algo de pollo. Eso estará lo suficientemente cerca, ¿verdad?—se rio.
—Creo que sí. ¿Qué puedo hacer por ti, Emma? Acabas de atraparme.
—No estaba segura de si todavía estarías allí. ¿Cuándo te vas con tus padres?
—Um, en unos pocos minutos, solo estoy terminando unos cuantos detalles de último minuto—respondí, luchando para evitar que mi voz se quebrara.
Mentalmente, estaba pasando por el almacén, pensando en cuantos metros de elegante seda marrón necesitaría para los manteles.
—Bien, solo pensé en comprobar y ver cómo iban las cosas, y desearte una Feliz Acción de Gracias.
Me mordí la lengua, queriendo decir algo pero manteniéndolo bajo control.
—Feliz Acción de Gracias para ti también, Emma. ¿Cómo esta Will? —me las arregle para preguntar.
—Genial, te envía su amor. ¿Dónde está San este año?
—De regreso en el este, tomando fotos en Plymouth. Jodidos peregrinos. Quiero decir, sabes lo que…
—¿Estas bien, Britt? —interrumpió.
No necesitaba que se preocupara por nada, así que forcé una sonrisa.
—Todo va genial por aquí, solo estoy intentando terminar unas pocas cosas, así puedo ir con mis padres.
—Está bien, si estas segura de que va todo…
—Todo va bien, Emma. Hablamos más tarde, ¿de acuerdo? — me apresure, sabiendo que no podía contener las lágrimas por mucho tiempo. Nos despedimos, justo cuando una nueva oleada comenzaba.
No podría soportar otra llama como esa, así que me acobardé y le mande un mensaje a mi madre para hacerle saber el cambio de planes, prometiendo llamarla un poco más tarde.
No podía hablar con ella hasta que me calmara, no quería preocuparla. Ella sabía cuántas horas habría estado dedicando, estaba muy orgullosa de mi y de lo bien que iba.
JA.
Le mande un mensaje a Santana para hacerle saber que ya no iba a ir a casa por Acción de Gracias, que estaba trabajando en un proyecto de último minuto, y que le llamaría más tarde cuando me tomará un descanso.
¡Descanso! Pff.
Ella intento llamarme casi inmediatamente, pero la deje ir al buzón de voz.
Necesitaba trabajar, no revolverme en la autocompasión.
Pase las siguientes nueve horas trabajando en arreglos y centros de mesa, y luego pase seis horas de la mañana de Acción de Gracias decorando un conservatorio, para que se viera como si unos peregrinos muy ricos hubieran pasado por allí y decidido que este sería el lugar en el que querían tomar sopa condimentada de calabaza aderezada con tomillo y perifollo.
La noche de Acción de Gracias, estaba en el sofá comiendo en pijama con Lord Tubbington, viendo las repeticiones de los mejores programas de Ina en Food Network. Era como un porno desastroso, no podía apartar la mirada, ahora que había salvado el día para otra familia, podía regodearme en la autocompasión. Y revolverme.
Es lo que hice.
Por eso mi autocompasión estaba tan sorprendente cuando Lord Tubbington empezó a paseare ante la puerta, segundos antes de que entrara Santana.
La mire, cubierta de lluvia de Noviembre, sus cálidos e increíbles ojos.
—No quería que pasaras Acción de Gracias sola—dijo, sacudiéndose de la lluvia—O tal vez yo tampoco quería hacerlo.
Estalle en lágrimas por segunda vez en veinticuatro horas.
Ella simplemente me levando del sofá y me sentó en su regazo, su chaqueta de North Face empapando mi pijama. Me sostuvo, calmándome, pasando su mano por mi espalda y haciendo pequeños círculos en mis hombros.
—¡Tu… eres… la mejor… novia… del mundo! —gemí, limpiándome la nariz con el brazo.
Lord Tubbington entró y salió corriendo entre las piernas de Santana, restregándose lo más cerca que pudo sin parecer demasiado necesitado.
Infiernos, yo estaba perdida ante la necesitad, lista para descender hasta lo lamentable.
Para cuando mis sollozos decayeron, estaba temblando, el frio de la noche lluviosa calando en mis huesos.
—Vamos, Britt-Britt, vamos a cambiarte a algo cálido—dijo.
Reacia a que me bajara, me aferre a ella. Así que se levando conmigo envuelta alrededor suyo, y nos llevó a la habitación.
—No puedo expresar con palabras lo feliz que estoy de verte, Sanny. De verdad no pudo—susurre, con los brazos fuertemente apretados alrededor de su cuello.
—Yo también te he echado de menos—respondió, intentando dejarme en la cama, pero yo estaba luchando con ella—Britt-Britt, vamos a ponerte ropa seca.
—Bésame, por favor—pedí, atrayéndola hacia mí.
Me beso. Y le devolví el beso, necesitando sentirla. Volví a envolver mis brazos alrededor de su cuello, alrededor de su espalda, por debajo de su chaqueta, necesitando piel. Ella se meció contra mí, necesitándome también
—Brittany—gimió, apartándose para mirarme a los ojos. Eso me arranco las lágrimas de nuevo, solo ver su rostro tan inesperadamente cerca del mío.
Cuando estabas en una relación a larga distancia, por supuesto pasabas el máximo tiempo posible junto a la otra persona. Pero a veces, era lo inesperado lo que realmente marcaba la diferencia. Las emociones inesperadas con las que eras golpeada cuando veías esa cara, mirabas eso ojos, sentías esos labios. El inesperado recordatorio de por qué te enamoraste de esa persona podía golpearte poderosamente.
Y este era ese momento.
Memorice su rostro, sentí cada línea y cada patrón, dibuje su sien, su nariz, sus perfectos y tiernos hoyuelos, el arco de sus perfectos y carnosos labios, trace todo con mis dedos y la memorice una vez más.
—Te amo, Sanny. Te amo, te amo, te amo mucho Santana—dije, mientras ella me tumbaba, quitándome la ropa del cuerpo y la suya propia, y entrando con sus exquisitos dedos en mí.
Ella gimió mi nombre, respondiendo mis gritos con los suyos propios, amándome dulcemente. Y cuando mi orgasmo se estrelló a través de mí, fue maravilloso y derivado de lo que esto era.
Ella estaba aquí conmigo. No fotografiando peregrinos.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
holap,...
me gusto,...
me divertir con kitty cuando les arruino a rachel la alegría jajajajajaj a veces son divertidas las guerras de celos!!!
a britt la esta consumiendo el trabajo,... por suerte que san volvió y no se quedo sola!!! va con lordy,...!!!
nos vemos!!!
me gusto,...
me divertir con kitty cuando les arruino a rachel la alegría jajajajajaj a veces son divertidas las guerras de celos!!!
a britt la esta consumiendo el trabajo,... por suerte que san volvió y no se quedo sola!!! va con lordy,...!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
pq ellas son tan lindas? hasta pronto.
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Hola! Dime una cosa es que Marley no lo puede superar!? Y kitty como siempre dando celos, es que no colabora o que?! San tan jodidamente tierma con Britt, pobre Britt aunque el trabajo no le impide hacer lo mejor con su wallbanger yo quiero una!
Jajaja si creo que si, hice todo lo posible por responderte en inbox ;) see ya Dayan! :3
Jajaja si creo que si, hice todo lo posible por responderte en inbox ;) see ya Dayan! :3
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
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Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
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