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[Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
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monica.santander
Jane0_o
JanethValenciaaf
micky morales
_Claudia_100%fanGLEE_Bol
9 participantes
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Los padres de San son una mierda!!!!!
Wooooooww que noticia, espero que los padres de San no se la agarren con el bebe!!!!
Saludos
Wooooooww que noticia, espero que los padres de San no se la agarren con el bebe!!!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Los padres son malísimos, son más malos que Voldemort! Jajajajaja! Bueno en serio estoy convencida de que no van a parar hasta separarlas de verdad, y me va a dar mucha rabia sobretodo ahora con un bebé en camino, ojalá saque los hoyuelos de San *-* y los ojitos de Britt! Ya quiero ver como vas a adaptar la explicación del embarazo! Un beso desde el calor abrasador de Madrid, que no hay quien lo aguante!! Jajajaja!
MeryBrittana*** - Mensajes : 127
Fecha de inscripción : 19/06/2015
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
cada vez que leo algo de los padres de santana comprendo eso que llaman instinto asesino, a ver como se dio ese embarazo y que va a pasar, yo ellas me casaria en secreto!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
monica.santander escribió:Los padres de San son una mierda!!!!!
Wooooooww que noticia, espero que los padres de San no se la agarren con el bebe!!!!
Saludos
uhhh...tengo que decirte que los padres de San son de lo peor
MeryBrittana escribió:Los padres son malísimos, son más malos que Voldemort! Jajajajaja! Bueno en serio estoy convencida de que no van a parar hasta separarlas de verdad, y me va a dar mucha rabia sobretodo ahora con un bebé en camino, ojalá saque los hoyuelos de San *-* y los ojitos de Britt! Ya quiero ver como vas a adaptar la explicación del embarazo! Un beso desde el calor abrasador de Madrid, que no hay quien lo aguante!! Jajajaja!
la alusion de Voldemort con los padres de San me parecio genial jejejeje
micky morales escribió:cada vez que leo algo de los padres de santana comprendo eso que llaman instinto asesino, a ver como se dio ese embarazo y que va a pasar, yo ellas me casaria en secreto!!!!!
uhhhh.....te entiendo plenamente, los padres de San hacer a una que desee lo mas terrible para ellos jejeje
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Hola……….buenas noches a todas/os……….uhhh, las cosas empiezan a tomar un rumbo interesante en la historia………espero puedan disculparme y comprender que no tuve tiempo suficiente para adaptar un tercer capítulo, sin embargo hoy les pondré 2 como lo di a entender en los avances…….les prometo que el día lunes sí les pondré los 3 capítulos acostumbrados……..ya que no me dio tiempo de seguir adaptando mas capítulos para poner los avances acostumbrados desde ya les digo que los padres de San empiezan a maquinar algo para separarlas, y ese plan terminara en algo desastroso para las chicas
Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..
*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:
http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)
http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)
http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)
http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)
http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)
*Próxima actualización: día LUNES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.
Y la canción del día es……….
https://www.youtube.com/watch?v=YkVbgpXXR0M
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Sweet Home” y es de autoría de Tillie Cole (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual SIMPLY BOOKS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).
Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Alabama, Tusscalosa fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Inglaterra y Lima-Ohio (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.
Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + prólogo + 27 capítulos + epílogo + capítulo extra (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de vista de Santana, en el caso de esta adaptación) / (este primer libro es absolutamente desde el punto de vista de Brittany; el segundo libro se compone de: sinopsis + prólogo + 37 capítulos + epílogo + capítulo extra (este segundo libro es narrado desde la perspectiva de Santana rememorando varios capítulos descritos en el primer libro, a la par que se agregan otros más)………Espero disfruten de esta historia
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Capítulo 19
TRES MESES DESPUÉS…
TRES MESES DESPUÉS…
—Así que salimos para Oxford el viernes y tienes la opción de quedarte durante una semana o dos. ¡Nosotros presentamos el martes y luego tenemos que editar, redactar y terminar ese entretenido material antes de que lo presentemos para su publicación, si es aprobado, crucemos los dedos!
—Estaré en el Reino Unido un par de semanas, pero aquí tienes tus estudios y... — Una enorme sonrisa iluminó el rostro arrugado de Holly—. Tienes tu joven amiga y novia para regresar. Su amuleto de la suerte deportivo, ¿escuché?
Me ruboricé y bajé mi cabeza. —Sí, probablemente estaré allí sólo una semana, ¿si te parece bien? Los integrantes del equipo universitario de tenis estarán preparados para el segundo campeonato en un par de semanas, y si ganan, está el BCS en... en...
Salí disparada de mi silla, corrí hacia la papelera y vomité con desgarradoras arcadas. Holly vino detrás de mí, frotando mi espalda con suaves movimientos circulares. Tomé la toallita que me ofreció y limpié mi boca, rodando sobre mi trasero y presionando mi mano en mi cabeza. —Uf, me siento mal.
Holly me miró preocupada. —¿Estás incubando algo? Parece que no has estado bien durante el último par de semanas.
—Creo que sí. He estado vomitando durante los últimos días. Debe ser un virus estomacal o algo que he comido. Pienso que el pollo que me comí hace un par de días sabía raro. Probablemente sea eso.
—Trabajas demasiado, Brittany. Estás ardiendo. Tomate el resto del día para dormir y mejorar. ¿Sí? Vuelve a estar en forma y ya ataremos los cabos sueltos de este maldito papel mañana.
—No voy a discutir con eso. Gracias.
Holly me ayudó a levantarme y al instante sentí mareada, tambaleándome.
—¿Hay alguien a quien pueda llamar? ¿Tus compañeros? ¿Quizás a tu joven y sexy novia?
Negué y me incliné en su escritorio para apoyarme. —No, voy a… —Una oleada de náusea atravesó de nuevo mi estómago y prácticamente me zambullí en el suelo y agarré la papelera justo a tiempo.
—¡Vaya, Brittany! —dijo Holly con su mano en su pecho.
Metí la mano en mi bolsillo para recuperar mi teléfono, ofreciéndoselo sin levantar la cabeza de la papelera.
—¿Puedes llamar a Rachel? Sé que tiene clase cerca de este edificio. Ella podrá venir a buscarme.
—Por supuesto. Estoy preocupada por ti. Te ves muy pálida.
Respiré exageradamente por la nariz y me recosté contra la pared fría para apoyarme, cerrando mis ojos.
¡Genial!
—¡Guau, chica! Pareces Grouch de Barrio Sésamo. —Abrí mis ojos—. ¡Puag, retiro lo dicho! ¡Simplemente te ves como una mierda!
Forcé una sonrisa. —¡Oye, Rachel!
Ella se agachó, recogiéndome con sus brazos y me puso de pie. —¿Aun sientes nauseas?
Fruncí el entrecejo. —Sigue avanzando a oleadas. Digo que lleguemos a casa ahora antes de que regresen.
—En ello estamos, chica. Mi camioneta está fuera.
Rachel llamó con antelación y Kitty y Marley estaban en mi cuarto cuando llegué, estaban equipadas con Advil, Alka-Seltzer, Pepto-Bismol, y paños calientes y fríos. No pude evitar reír pero con sus esfuerzos.
Kitty se acercó y me abrazó. —¿Estás bien, Brittany?
—Simplemente es virus estomacal, chicas. No es para tanto. —Caminé hasta mi cama y me metí dentro, sintiéndose mejor rodeada por todas las comodidades del hogar.
—He dejado un mensaje en el teléfono de San —informó Marley.
—No tenías que hacer eso. Aunque ella está entrenando todo el día.
—Entonces lo oirá cuando acabe. —Se estiró por una toalla fría, para a continuación ponerla sobre mi frente, y dejó tres más apiladas en la cama junto a mí.
—Entonces, ¿qué película vamos a ver? —preguntó Kitty.
—Voy a dormir —anuncié apretando mis dedos en mis palpitante templas, cerrando los ojos.
—Bueno, nos vamos a quedar aquí por si acaso nos necesitas, por lo que tendremos que elegir una para nosotras. —Rachel empezó a remover los DVD escondidos en la canasta a los pies de mi cama.
—De acuerdo, gracias chicas. —Y me apoyé contra las almohadas, inhalando profundamente, para atenuar las náuseas.
Marley se apoyó en su codo a mi lado, con sus españoles ojos inquietos. Joder, y conocía esa mirada. —¿Y ahora qué? —gemí.
—Shelly ha ido contando mierda de nuevo.
Tenía que pasar. —¿Qué está diciendo ahora?
—Que ha pasado todo su tiempo libre con la mamá y el papá de San y que pasará la Navidad con ellos… y con San… sin ti.
—Es mentira. Ella ni siquiera ha hablado con ninguno de ellos desde la pequeña trifulca que hubo hace unos meses. Vamos a pasar la Navidad juntas, aquí, sin drama familiar. Sólo nosotras, en caso de que tenga que irse por el campeonato nacional en California
Marley puso su mano sobre la mía. —¿Mis padres querían saber si desean venir a nuestra casa en Birmingham?
—¿En serio?
—Mm-hmm. Deben tener a la familia alrededor en Navidad y ellos quieren a San como una hija y se sienten como si te conocieran por todo lo que les he contado de ti. Mi padre desprecia a familia de San y quieren demostrarle que no todos los López en Lima son unos estúpidos.
Me tragué el nudo atrapado en mi tráquea. —Nos encantaría, Marley, gracias. Ha pasado tanto tiempo desde que tuve una verdadera familia en Navidad.
Ella emitió una gran sonrisa y aplaudió alegremente. —Impresionante, se lo haré saber inmediatamente.
Retiré la colcha atrás y deslicé mis piernas hasta el borde para ir al baño.
—¿Te sientes mal de nuevo, Britt? —preguntó Rachel, mientras se apoyaba en el suelo para levantarse y ayudarme.
—¿Mmm? No, en realidad, me siento genial. De hecho, estoy muerta de hambre, ¡tan hambrienta que me comería un maldito caballo!
Me di vuelta para entrar en el baño cuando Rachel gritó—: ¡Si no te conociera, diría que estás embarazada! A minuto vomitando, y hambrienta al siguiente, así era exactamente como estaba mi hermana. —Las tres se rieron cuando Rachel silbó como una loba con la escena de lucha con el torso desnudo de Tom Hardy en Warrior.
Perturbada, por el intenso pánico que se rezuma del hueco de mi estómago, agarré la puerta del baño para mantener el equilibrio.
No. No podía ser……….Dios, un día con Santana habíamos decidido que tendríamos una bella familia en el futuro y para lo cual dejaríamos que extrajeran nuestros para dejarlos en una clínica de fertilización, y así lo hicimos…..aunque, cuando volvimos por segunda vez para el mismo objetivo estábamos un poco ebrias (nada que se notara demasiado) y nos atendieron dos enfermeras distintas, y francamente no recuerdo muy bien ese día porque me había dormido cuando me recosté en la camilla del consultorio…..días después me llamaron de la clínica para ofrecerme una sincera disculpa porque la enfermera que me había atendido equivocó el tratamiento de extracción de mis óvulos con el de fertilización con los óvulos de Santana y algún donante rubio muy parecido a mí, dijeron que la enfermera explicó que yo no dejaba de repetir antes de dormirme en la camilla lo mucho que me gustaría tener hijos con Santana…..y bueno, la enfermera se había distraído demasiado y había aplicado el tratamiento incorrecto…..honestamente no sabía qué hacer cuando me enteré, poco después se lo conté a San y ella me dijo que me apoyaría sin importar que ocurriera, aunque yo desde ese momento estaba aterrada con la posible idea de ser madre por primera vez.
Giré lentamente, con mis manos temblando y alzándolas para cubrir mi boca. Kitty notó mi comportamiento extraño primero y se levantó de la cama. Poniendo sus delgados brazos a mí alrededor, pero yo no podía moverme. Estaba paralizada por el miedo.
—¿Qué pasa, cariño? ¿Te siente débil? ¿Enferma?
Mis ojos se minimizaron cuando traté de pensar en mi último período. Fue la noche del partido contra la universidad de Texas…..justo al día siguiente de aquella segunda visita a la clínica.Santana estaba enfadada porque no podríamos estar juntas para celebrarlo, por lo que nosotras tuvimos que improvisar.
Rachel y Marley se encaramaron en el extremo de la cama, con los ojos fijos en mí aprehensión.
—¿Cuántas semanas han pasado desde el partido contra la universidad de Texas? —pregunté, con un hilo de pánico en mi voz.
Me miraban como si hubiera perdido completamente la cabeza.
—¿Cuándo fue? —chillé frenéticamente.
Marley agarró su iPhone y dio un golpecito abriendo el app del calendario. —Hace cinco semanas. Fue hace cinco semanas. —Salió corriendo.
Mis piernas se derrumbaron y me desplomé en el suelo, mis espinillas rozaron en la alfombra. —¡Oh Dios mío!
Rachel, Kitty, y Marley se reunieron a mí alrededor, con los ojos muy abiertos y lanzando miradas desconcertadas una a la otra mientras yo me sentaba en medio de ellas, teniendo una crisis total.
—¿Brittany, ¿qué está pasando? ¿Qué pasa? ¡Estás asustándonos! ¿Esto es uno de los episodios de ansiedad que dijiste que podías tener? —No podía hablar del miedo—. ¿Cómo podemos ayudarte? ¿Debería correr y buscar a San?
Miré a Kitty, sin verla, y susurré—: Voy tarde.
Mis tres amigas fruncieron el ceño y Rachel preguntó—: ¿Tarde para qué, cariño?
—¡No, estoy tarde! ¡Mi período está retrasado!
El silencio llenó el cuarto y tres bocas abiertas.
Me levanté, incapaz de incapaz de estarme quieta. No podía estar embarazada.
Tomaba la píldora luego del incidente con la clínica... que podía fallar.
Comencé a caminar. —¡Voy una semana tarde, una semana de retraso! ¿Cómo no lo he notado? Debería haber venido hace días. He estado tan estresada qué con la universidad, el proyecto y el tenisl, ¡mierda! Nunca me retraso. ¡Soy como un reloj! Nunca he dejado de tomar ni una pastilla por lo ocurrido en la clínica.
El mes pasado.
Contuve el aliento. El mes pasado, mi período fue prácticamente inexistente. Pensé que se debió al estrés, pero qué pasaría si... ¿Qué pasa si...?
Mis manos bajaron a mi estómago y las deslicé sobre la piel de un lado a otro, pensando estúpidamente que sería más grande si estuviera encinta. No. Estaba todavía plana. Pero por supuesto lo estaría. Si sólo fuera un mes, o máximo, un par de meses a lo sumo.
Miré a mis amigas, que eran estatuas de piedra en el suelo. —¿Qué pasa si lo ocurrido en la clínica tuvo consecuencias y ahora estoy embarazada?
Solté un fuerte sollozo y me lancé sobre mi cama, frunciendo el ceño, y observé por mis puertas de balcón el cielo azul, con mi cerebro tratando de dejar fuera todo, dándole a mi interruptor emergencia… para situaciones de mucho estrés. Pero no lo apagaría esta vez. Estaba embarazada, lo sabía. La chica sin familia iba a ser madre... a los veinte años con alguien semejante, si no más, una chica lastimada… cuya familia la odiaba y..... la querían fuera de su vida...
Derramando lágrimas saladas sobre mis sábanas de color lila, escuché un clic al cerrarse la puerta del dormitorio. Kitty y Rachel se sentaron a mi lado y tomaron cada uno de mis manos entre las suyas.
—Marley ha ido a comprar una prueba del embarazo. Regresará en diez minutos —dijo Kitty con calma.
Prueba del embarazo. Diez minutos.
En poco más de diez minutos, sabría la verdad. Asentí adormecida y Kitty cayó delante de mí.
—Pase lo que pase vamos a salir de esta, Brittany, lo juro. No estás sola y Santana te ama más que a nada. Ella te apoyará hasta el final. No te deprimas; confía en las personas que te quieren aman.
Santana.
Santana, una chica que tiene más problemas familiares que yo. Santana que está destinada a grandes cosas. Santana, que sin duda no será feliz con un bebé.
Un bebé. Un bebé indefenso, en mi barriga.
Me sentí mal otra vez.
Corrí al baño, cerré la puerta, y las náuseas atormentaron mi estómago vacío. Después de que se calmaran, me arrastré en el suelo para observar mi reflejo en el espejo. Mis ojos estaban rojos de las convulsiones incesantes y tenía un aspecto horrible.
Incliné la cabeza atrás y me quité mis lentes de contacto, deslizando mi pasador Chanel de carey y recogiendo mi pelo en un desordenado moño alto, parecía Brittany, pre- Santana, pre-sexo, pre-posible embarazo.
Mis mejillas estaban pálidas y sombrías y mis labios estaban descoloridos con el susto. Incapaz erguirme, me arrastré a mi espejo de cuerpo entero, levanté mi camiseta y miré mi estómago como si tratara de radiografiar para revelar la verdad de mi condición. No estaba diferente de quince minutos antes.
Abrí el grifo de agua fría, para salpicar agua en la cara hasta que la piel estuvo insensible al tacto, y cuando abrí la puerta, Marley estaba sentada agarrando una bolsa de plástico de la farmacia. Le tendí mi mano, pero ella tiró de mí hasta su pecho, abrazándome con fuerza.
—Estará bien —dijo con una voz tranquila.
Automáticamente agarré la bolsa y caminé hacia el baño, cerrando la puerta. Me tomó veinte minutos para poder hacer la prueba, y dejé el desagradable palito blanco sobre el tocador, mientras caminaba de un lado al otro en mi cuarto esperando el resultado.
El cronómetro del teléfono de Rachel sonó y con cada tono, mi corazón latía más fuerte en el pecho. Con las manos entrelazadas las cuatro mirábamos fijamente el tocador y el pequeño palito blanco que era la fuente de tanta tensión.
Trascurridos unos cinco minutos, Rachel aclaró su garganta. —¿Quieres que lo mire? No puedo quedarme aquí parada mirando esa maldita cosa.
Cerré mis ojos. En cinco minutos, en cinco. Con un suspiro resignación, asentí y miré como Rachel recogía el palo. Estaba de espaldas a mí, no había señales delatoras, ni hombros encorvados, jadeos de sorpresa o suspiros de alivio.
Cuando se giró, su cara estaba pálida. Hizo contacto con los ojos, pero no reveló el resultado. Se agachó lentamente ante mí, tomando mi mano y me susurró—: Estás embarazada, cariño. Es positivo.
Entonces, el tiempo se detuvo, el mundo dejó de girar, y mi corazón dejó de latir.
Estaba de pie con piernas temblorosas, sin tener idea qué hacer. ¿Qué haces cuando te das cuenta tienes una personita creciendo dentro de ti? ¿Una que era diez años demasiado pronto? ¿Una que era totalmente no planeada y culpa de una enfermera descuidada?
No fui demasiado lejos. Mis piernas cedieron mientras pasaba por mi alfombra de piel de oveja, y las compuertas de ansiedad se abrieron. No podría respirar a través de las olas asfixiantes. Tres juegos reconfortantes de brazos me abrazaron y susurraron palabras tranquilizadoras, tratando de calmarme.
—¿Qué voy a hacer? —Lloré en el cabello de alguien.
Marley acarició mi cabeza, con los ojos llenos de lágrimas. —No lo sé, cariño.
Levanté bruscamente la cabeza. —Voy a tener que librarme de él, y no sé si voy a poder hacer eso. Santana tiene que jugar al tenis para alejarse de sus padres. Y se supone que tengo que concentrarme en convertirme profesora. No puedo hacer eso y ser madre. —Un miedo absoluto recorrió mi espina dorsal—. Una madre. No puedo ser madre. Nunca tuve una. ¿Cómo se supone que voy a ser una que ni siquiera sé lo que significa? ¡Nadie me enseñó cómo!
Rachel me calló. —Brittany, cálmate. Te estás poniendo demasiado tensa. No es bueno para ti y ciertamente no lograrás nada.
Fuertes lamentos arrancaron libremente de mi pecho y me derrumbé en el suelo, poniendo mi cabeza en el regazo de Rachel, y entonces fue cuando oí susurrar fuera y unos pasos aterrizando en el balcón.
—¿¡Britt? ¡Britt! ¿Qué pasa con ella?
Santana.
Alguien se levantó.
—San, tranquilízate, ¿vale? —Era Marley.
—¡No! ¿Qué pasa con ella? ¿Britt? —La voz de Santana era urgente—. ¿Está enferma?¿Está enferma? ¿Por qué no me contesta? Recibí tu mensaje y vine directo.
—No. Ella es… eh…
—¿Es por Shelly? Esa perra ha…
—No es por Shelly tampoco.
—Entonces. ¿Qué pasa? ¡Al, por el amor de Dios, apártate de mi camino!
Rachel y Kitty se dispersaron. Santana me levantó en sus brazos y me llevó a la cama, colocándome en ella, presionándome protectora en su pecho.
Santana escondió la nariz en mi cabello y ahuecó mi mejilla, obligándome a mirarla. Me limpió las lágrimas de los ojos y noté que su rostro estaba hermosamente en conflicto, angustiada, triste y preocupada.
Se inclinó hacia adelante y besó dos lágrimas perdidas. —Cariño, ¿qué pasa?
No podía hablar por lo que sólo miré, tratando de anticiparme a su reacción. Desvió bruscamente su cabeza al fondo de la cama, vociferando:
—¿Alguien me dirá qué diablos está pasando?
—Santana, Brittany tiene que decirte algo. Nosotras nos iremos, así les daremos un poco de intimidad —dijo Marley serenamente.
Cada una de mis amigas acercó y me besó en la mejilla antes de salir de la habitación.
Me senté, con mi pecho sacudiéndose erráticamente de las secuelas de mi crisis.
Cuando la puerta se cerró, Santana me tiró encima de ella, buscando mis ojos. —Cariño, por favor. Dime qué está mal. Me estás asustando.
Me encorvé hacia adelante y la besé tiernamente.
—Te amo, Santana.
—Yo te amo, también —respondió, y alisé las líneas de su frente confusa con mi mano.
—Britt…
—He estado sintiéndome mal desde hace unos días —confesé, interrumpiendo lo que iba a decir.
Sus ojos se entrecerraron. —¿Por qué diablos no me lo dijiste?
—Descubrí por qué hoy.
—Y… ¿Qué pasa? —presionó lacónicamente, menguando su paciencia.
—Yo estoy… yo estoy…
Ella gimió y me acercó más. —¡Dios! ¿Tú qué, Britt?
—Estoy embarazada…….el error de la enfermera de la clínica tuvo sus consecuencias —dije, apenas lo suficientemente fuerte para que me oyera.
Se quedó inmóvil, sin una gota de color en su rostro moreno, sus dedos indagando en mi piel.
—¿Estás embarazada? —Me dio la vuelta para preguntarme de nuevo con más urgencia—. ¿Estás embarazada?
Las lágrimas escocían en mis ojos, pero me centré en retenerlas. —Sí, estoy embarazada, Santana. Estoy embarazada de tu bebé.
Se retiró, descansando su trasero en sus pantorrillas y con sus manos a través de su cabello con los ojos firmemente cerrados. La miré como un halcón, tratando de averiguar lo que estaba sintiendo.
Después de unos minutos de sofocante silencio, pensé que no era nada bueno. — Concertaré una cita para ver a un doctor. Voy a deshacerme de él inmediatamente.
Los ojos oscuros se abrieron de golpe, con la desilusión reflejada en su mirada color chocolate.
—¿Matarías a nuestro bebé?
La ira me envolvió firmemente en su abrazo. —¡No te pongas arrogante ahora conmigo! ¡No necesito escuchar ninguna charla moral! Estoy tratando de hacer lo mejor para las dos. Me enfrentaré con cualquier cosa que tenga que hacer. ¡Si eso significa tener un aborto, entonces eso es justamente lo que tendrá que pasar, eso no significa que quiera hacerlo!
El pánico creció en sus ojos. —Entonces no lo hagas, cariño, por favor. Deshacerte de él¿no puede ser que quieras esa tontería?
—¡No sé diablos quiero!
Santana se inclinó adelante y pasó sus labios moviéndolos hacia atrás y delante sobre los míos, con sus manos sosteniendo ambos lados de mi cara suavemente.
—Bueno, ya lo hago yo.
—Pero… tú…
—¡Dios mío, me sorprendió! Todavía me sorprende, pero nuestro bebé está ahí. Lo hicimos juntas…..aunque el descuido de la enfermera de la clínica tuvo mucho que ver —Sin dejar de mirarme, arrastró mis piernas hacia abajo, levantado a mi camiseta blanca, abrió la cintura de mis pantalones jeans, y besó con cariño las mariposas a lo largo de mi estómago—. Y no va a ir a ninguna parte. Prométemelo. Tengo sentimientos muy fuertes sobre esto, Britt. No destruyas a nuestro ángel por Dios.
Las lágrimas fluyeron una vez más como una cascada. —Prométeme que tengo algo que decir en esto. No tengas un aborto, por favor.
Dejé caer mi cabeza, con mis sentimientos hechos un lío. —Lo prometo.
Arrastró mi cuerpo hacia atrás y presionó su boca con la mía. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y en segundos se deshizo de mis pantalones y las bragas. San se agachó y en un chasquido se deshizo de su ropa y su mano izquierda me acariciaba con premura en mis piernas, deslizando sus dedos lentamente dentro de mí, manteniendo presionada su boca suave contra la mía.
—Santana… —susurré, aferrándome desvalidamente en sus hombros.
—Te amo, Britt.
Lloré cuando me hizo el amor cuidadosamente, mostrándome sin las palabras que estábamos juntas en esto. Los movimientos de San aumentaron su intensidad, y me aferré a ella más fuerte hasta que nosotras encontramos nuestra mutua liberación.
Lánguidamente tracé los omoplatos de su espalda. —Esta es la vez que me has hecho el amor más suave. Se sentía tan diferente. —Apreté mi frente en la suya—. Me encantó.
La mano de Santana acarició mi estómago. —Está llevando una carga preciosa, mi amor, ahora. Tengo que tener más cuidado contigo… con ambos.
Metió su cabeza en el hueco de mi cuello y simplemente nos abrazamos.
Santana me alzó hasta su pecho y besó mi mejilla, sonriendo. —Te pareces a mi vieja Britt con estas gafas y el pelo así. La chica que vi hace meses, de rodillas, maldiciendo con ese acento sexy en el bloque de Humanidades, con zapatos naranja neón y supe, sin sombra de duda, que un día sería mía. —Alborotó mi moño y me sujetó con una expresión totalmente adorable.
—Un día —aguijoneé, acariciando el tatuaje en su cadera, y sus ojos brillaron en respuesta.
—Siempre me pregunté si algún día tendría una familia, si alguna vez estaría feliz con alguien... conmigo misma, para tener un hijo.
Mi tripa se retorció con su dolor y respiraré aterrada, pensando sobre la enormidad de nuestra situación. —Santana, no creo que pueda ser madre. No hemos tenido unas familias normales. ¡No tenemos ni idea de cómo estar en una familia normal! ¿Cómo diablos podemos plantearnos tener un niño? Somos demasiado jóvenes… ¿qué tenemos para ofrecer a un bebé?
Suspiró. —Algo que nosotras nunca tuvimos. —Se revolvió y me arrastró para enfrentarlo—. Escúchame. Juntas podemos hacerlo. Juntas podemos hacer algo. Podemos ser unas buenas madres.
—Pero tu tenis…
—¿Y qué? Presentaré el proyecto en abril y tú vendrás conmigo, con nuestro hijo o hija. Todavía puedes hacer tu doctorado y alcanzar tus sueños. Podemos tener todo. Pero, por favor... no destruyas a nuestro hijo, nuestro primer hijo.
—San… —gemí.
Un dedo sobre mi boca me impuso silencio. —Podría haber sido destruida, pero mi madre biológica no lo hizo. Ella me tuvo. Estoy aquí porque ella me escogió, aunque en realidad no me quería. Sí, mi familia guardó las apariencias, pero lo superé y me llevó hasta ti, mi inteligente chica inglesa, la chica que me salvó. La chica que me enseñó a amar
Pasé mi mano sobre su cara afectada. —Tus padres pensarán que lo he hecho con el propósito para atraparte.
Sus labios se tensaron y su expresión endureció. —No me importa nada lo que pensarán. De hecho, no tengo intención de alguna de decírselo. Iba en serio cuando nos fuimos a su casa esa noche. Ya no estoy con ellos. Tú eres mi vida ahora; eres mi todo. Tú y nuestro bebé.
Me aferré a mi novia hasta que mis lágrimas de miedo, susto, y el inmenso amor desaparecieron. Cuando Santana se apartó, nos desnudó completamente, me puso debajo las sabanas, y envolvió su brazo alrededor de mi estómago, susurrando palabras dulces de amor y acariciando el lugar donde estaba nuestro bebé.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Capítulo 20
—¿Estás nerviosa? —pregunté mientras enrollaba mi cabello alrededor de mi dedo.
Santana fingió morderse las uñas y luego me apretó la rodilla, sonriendo. —Más como una mezcla de nerviosismo y emoción. —Me acercó más a ella con el brazo que estaba firmemente alrededor de mis hombros—. Veremos a nuestro bebé pronto —susurró emocionada.
Santana agarró mi mano con fuerza. Sabía que estaba más ansiosa de lo que aparentaba, pero fingía una actitud despreocupada para ayudarme con mi manera de enloquecer fácilmente. Los últimos días habían sido... poco menos que surrealistas. Nos tomó unos días para hacernos a la idea de que íbamos a tener un bebe.
Íbamos a tener un bebe.
Santana se había asegurado siempre de decirlo de esa manera. Me recordaba a cada oportunidad que estaba en esto al cien por ciento y era un esfuerzo en equipo. Mis amigas, después de darse cuenta que no iba a tener una gran crisis a causa del bebe, se emocionaron por nosotras, si no estuvieran comprensiblemente un poco preocupadas, y prometieron mantener la noticia para sí mismas. También le di la noticia a la profesora Holliday, que estaba, sólo digamos que conmocionada, en realidad, eso era decir poco, pero ella había sido de gran apoyo y estaba tratando de ayudarme a averiguar una manera de continuar mis estudios académicos después del nacimiento del bebé. Aparte de eso, nadie más lo sabría hasta que pasáramos los primeros tres meses y no pudiera ocultarlo por más tiempo.
La vida era de pronto una locura, pero estar embarazada no era tan aterrador como había pensado al principio.
Había concertado una cita con el obstetra y ginecólogo y, a causa de las complicaciones de mi madre en el embarazo, que al final causaron su muerte, pensé venir de inmediato para una revisión completa. Santana recurrió rápidamente a su cuenta de ahorro, pagando únicamente el mejor médico, por lo que a diferencia de la mayoría de los mortales, probablemente veríamos a nuestro bebé mucho antes de lo normal.
Santana y yo estábamos sentadas en la sala de espera esterilizada rodeadas de mujeres con un embarazo avanzado, de todas las edades e inquietos niños gritando y gateando a nuestros pies, eso era suficiente para aterrorizarnos a las dos, y por las miradas divertidas en las caras de los otros padres, nuestro miedo era evidente. Me estaba riendo de Santana, que estaba mirando fijamente un pequeño niño en medio de una rabieta, susurrando: “Jesús” en voz baja, cuando oí mi nombre.
—¿Brittany Susan Pierce? —llamó una joven enfermera, regordeta en la sala.
Levanté mi mano. —Sí, aquí.
Ella sonrió amablemente. —Si desea seguirme por aquí por favor, el doctor la verá ahora.
Inhalé, miré a San, e hice una mueca. Ella se rió y dio una palmadita en mi pierna.
—Vamos, Pierce. Nada que temer.
—Sí, claro, hace cinco segundos pensaba que estabas dispuesta a lanzararte por la ventana para escapar de las quejas a grandes decibeles de ese niño.
—Simplemente me impresionó su persistencia. Pero si fuera mío, eso no sucedería. Será fácil.
Me reí en su oído. —Estás soñando si crees eso, pero al menos vas a tener una experiencia menos difícil en su nacimiento. No eres la que va a tener que empujar algo del tamaño de una sandía a través de una abertura del tamaño de una moneda.
Poniendo la mano sobre su corazón, dijo—:Lo haría por ti si pudiera, nena.
—¡Ja! Claro que lo harías.
Con discreción apretando mi trasero, San ordenó—: Entra ahí futura mamá y deja de retrasarlo.
Santana tomó mi mano y seguimos a la enfermera dentro de un típico cuarto médico: escritorio, camilla y sillas de plástico para visitantes.
La enfermera me entregó una bata azul. —Ponte esto, encanto y el médico te revisara.
Salió de la habitación y me caminé hacia el área para cambiarme con la cortina corrida. Santana se quedó también. Puse mi mano en su pecho. —Eh, ¿dónde diablos crees que vas?
Apoyando sus manos sobre mi espalda, empezó a empujarme hacia delante. — Contigo.
Quité sus manos con fuerza. —¡Regresa allí! ¡Qué vergonzoso! ¡Van a pensar que algo está sucediendo!
La exuberante boca de Santana se acercó a mi oído, y ella pasó sus manos por mi cintura, lo suficientemente seductora para obtener un suspiro con deseo de mi garganta.
—Entra ahí, Brittany, cállate y déjame desvestirte.
Mis ojos se cerraron involuntariamente, su actitud hizo que me excitara más que nunca. Por otra parte, el embarazo parecía tener ese efecto en mí. Lo había tenido en más formas de lo que podía recordar en la última semana.
Santana cerró la cortina y comenzó a quitarme mi chaqueta y pantalones jeans con lujuria en sus ojos.
Cuando estaba desnuda delante de ella, me dio un suave beso en los labios, en el cuello, y finalmente en el estómago antes de enderezarse, y ayudarme a ponerme mi bata.
—Vas a ser una dominante pesadilla durante los próximos meses, ¿no es así? — bromeé mientras trazaba sus labios con mi dedo.
Se encogió de hombros, metiendo mi dedo en su boca. —Sólo quiero asegurarme que todo está bien para ti y el bebé.
La besé castamente y abrí la cortina, sólo para ver al médico de mediana edad sentado y esperando por nosotras con una sonrisa divertida. El buen doctor, por lo menos, trató de ocultar su diversión cuando me sonrojé.
Se puso de pie y tendió su mano. —Debes ser Brittany. Soy el Dr. Adams.
—Encantada de conocerlo, doctor Adams. Esta es mi novia, Santana.
Santana le tendió la mano y el rostro del médico se iluminó. —Encantado de conocerte, Snix. Soy un gran fan, muchacha. —El médico me miró de nuevo—. Y reconozco su cara, señorita Pierce. El amuleto de la suerte que va a ayudar a Snix, aquí presente a llevarnos al campeonato universitario otra vez.
Por supuesto, tenis y los deportes. Estábamos en Lima después de todo.
Santana me rodeó con sus brazos. —Seguro que ella lo es. Gracias, señor.
—¿Alguna noticia sobre la elección de talentos deportivos? En Seattle están acabados en esta temporada. Su estrella tenista se vio obligada a retirarse antes de tiempo debido a una lesión, y tú eres una victoria segura para las esperanzas de los habitantes de Seattle.
Santana me miró por el rabillo de su ojo aprensión evidente en su rostro, y cambió de un pie a otro. —Sé tanto como usted, señor, pero por lo que he escuchado de la entrenadora Sylvester, Seattle es una gran posibilidad para mí.
Fruncí el ceño. ¿Seattle era una posibilidad? Ni siquiera me lo había mencionado.
—Por favor, siéntense. —El Doctor Adams me hizo un gesto para que lo siguiera, interrumpiendo mis pensamientos. Me dejé caer en la camilla y Santana se sentó a mi lado en la silla, agarrando mi mano extendida.
El médico observó detenidamente su informe. —Así que. ¿Estás embarazada? —Pude ver un destello de sorpresa en sus ojos azules. Sí, Santana "Snix" López había dejado embarazada a una chica que la amaba con locura.
—Sí. Me hice una prueba de la semana pasada y dio positivo. De hecho, me hice cuatro, todas diferentes marcas, todos decían que estoy totalmente embarazada.
El doctor Adams levantó su ceja, esbozando una sonrisa propia de un británico, Santana apretó los labios para evitar reírse junto con él.
—Está bien, bueno, vamos a hacerte unas pruebas hoy y una ecografía para ver qué tan avanzado está. ¿Crees que un mes aproximadamente?
—Si mis cálculos son correctos, sí. Pero tuve un período muy corto el mes pasado, así que no estoy muy segura.
—Es normal sangrar un poco al comienzo de un embarazo por lo que podría ser más avanzado. Vamos a empezar, ¿de acuerdo?
La enfermera me sacó sangre, comprobó mis signos vitales, peso, etc... y finalmente, estábamos listas para la ecografía.
Levanté mi bata y el doctor tomó una varita de una máquina que se veía aterradora.
—Esto puede ser incómodo, pero va a ayudar a tener una mejor idea de qué tan avanzado está. Tenemos que hacerte una ecografía transvaginal, porque todavía estás en las primeras etapas.
Miré a Santana e hice una mueca. Ella asintió ofreciendo apoyo, y me derretí al observar la manera que estaba prácticamente al final de su asiento expectante. Le di a su mano un apretón y ella beso la mía con una pequeña ansiosa sonrisa.
—Está bien, ambos, vamos a conocer a tu bebé.
El doctor Adams introdujo la varilla plástica y me estremecí con la incómoda sensación. Que fue olvidada rápidamente en el minuto en la que una imagen granulada apareció en la pantalla junto a nosotras.
Al principio era sólo borrosa, nublada toma de nada, hasta que él movió hábilmente el dispositivo y lo oímos, el maravilloso ritmo de un pequeño corazón latiendo. Algo apareció rápidamente en el monitor y allí estaba, nuestro bebé, ubicado cómodamente en mi vientre, casi del tamaño de un guisante. Cualquier temor se disipó con cada bombeo rítmico del pequeño latido del corazón de mi bebé, y Santana apretó los labios con fuerza mientras una lágrima caía lentamente de su ojo. Levanté mi dedo pulgar y la quité suavemente, amando lo mucho que quería a este niño... a nosotras.
En ese momento, me convertí en madre y por la mirada asombrada en el hermoso rostro de Santana, se convirtió en madre.
El doctor Adams ajustó la máquina y sonrió. —Todo parece muy bien y mide como si estuvieras... de... ah... unas ocho semanas.
Ocho semanas.
El doctor Adams presionó un botón y una copia salió de una impresora, y me entregó un pequeño pedazo de película cuadrado que contenía la imagen de nuestro pequeño ángel, la palabra cariñosa con la que Santana había empezado a llamar a nuestro pequeño hijo o hija.
La miré fijamente. No podía dejar de mirar a la pequeña imagen en blanco y negro. Santana se inclinó y me besó en la cabeza sin decir una palabra, con la garganta obstruida por la emoción.
—Puedes vestirte ahora, Brittany, y nos veremos de nuevo en unos dos meses a menos que experimente algún problema de los que hemos hablado, y luego necesites volver.
—¿Podemos saber el sexo, entonces? —pregunté rápidamente.
—Eso espero. —El doctor Adams se levantó y estrechó nuestras manos, una vez más, abrazando a Santana—. Felicidades, hija, te veré en el Campeonato de la Universidad en Georgia y sé que lo haremos.
Santana lo rodeo con su brazo. —Claro que ganaremos.
Y con eso, el médico salió de la habitación.
El silencio se extendió entre nosotras mientras asumíamos lo que acababa de suceder. Le entregué a Santana la imagen y moví mis piernas fuera de la camilla. Santana se acercó a mí, me ayudó a bajar, y me apretó con fuerza contra su pecho.
—¿Santana qué…?
—Gracias, Britt. Simplemente... gracias...
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
que lindas, ahora que ira a pasar, tarde o temprano se notara el embarazo y esos ancianos del demonio haran su entrada magistral para j......!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
holap,...
ya me puse al día con los cap!!!
definitivamente da un cambio completo a la vida de las dos!!
a ver como reaccionan los padres de san a todo esto!!!!
nos vemos!!!
ya me puse al día con los cap!!!
definitivamente da un cambio completo a la vida de las dos!!
a ver como reaccionan los padres de san a todo esto!!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Sin adelantos esta vez? Jajaja!! Preciosos capítulos! Qué sea un niño pls!!!
MeryBrittana*** - Mensajes : 127
Fecha de inscripción : 19/06/2015
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
micky morales escribió:que lindas, ahora que ira a pasar, tarde o temprano se notara el embarazo y esos ancianos del demonio haran su entrada magistral para j......!
UHHH.....con lo que leeras ahora querras asesinarlos jejejeje
3:) escribió:holap,...
ya me puse al día con los cap!!!
definitivamente da un cambio completo a la vida de las dos!!
a ver como reaccionan los padres de san a todo esto!!!!
nos vemos!!!
ahora leeeran lo mas fuerte de toda la tormenta......pero todo se solucionara
MeryBrittana escribió:Sin adelantos esta vez? Jajaja!! Preciosos capítulos! Qué sea un niño pls!!!
esta vez si les pondre adelantos.......se los debia
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Hola……….buenas noches a todas/os……….uhhh, las cosas empiezan a tomar un rumbo interesante en la historia………hoy si les pondre los avances acostumbrados desde ya les digo que los padres de San haran su ultima jugada de maldad pura
Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..
*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:
http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)
http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)
http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)
http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)
http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)
*Próxima actualización: día JUEVES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.
Y la canción del día es……….
https://www.youtube.com/watch?v=lFsDKqC02wo
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Sweet Home” y es de autoría de Tillie Cole (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual SIMPLY BOOKS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).
Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Alabama, Tusscalosa fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Inglaterra y Lima-Ohio (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.
Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + prólogo + 27 capítulos + epílogo + capítulo extra (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de vista de Santana, en el caso de esta adaptación) / (este primer libro es absolutamente desde el punto de vista de Brittany; el segundo libro se compone de: sinopsis + prólogo + 37 capítulos + epílogo + capítulo extra (este segundo libro es narrado desde la perspectiva de Santana rememorando varios capítulos descritos en el primer libro, a la par que se agregan otros más)………Espero disfruten de esta historia
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Capítulo 21
—Oh por Dios, Ángel. ¡Eso me asusta hasta la muerte! Más te vale que no sea así de difícil cuando finalmente llegues —comuniqué, mientras amorosamente acariciaba mi vientre.
Decidí ser proactiva leyendo todo sobre embarazos, y esa pequeña idea acaba de explotar.
Literalmente explotó.
Definitivamente iba a tener pesadillas sobre fórceps y después del parto.
Tiré mi copia de Que Esperar Cuando Estás Esperando sobre mi escritorio como si albergara alguna contagiosa enfermedad que se comía tu carne y salí al balcón, apoyándome en la baranda, admirando el hermoso verde del césped y el claro azul del cielo de invierno.
Las cosas se calmaron desde que completé mi investigación para la revista académica de la profesora Holliday y los exámenes finales de psicología de este último semestre fueron corregidos.
En realidad había pasado el tiempo con Santana y no había sido menos que perfecto.
Muchas cosas habían pasado anteriormente. Santana prácticamente se mudó a mi habitación, sigue trepando por el balcón como mi sexy versión femenina de Romeo Montague personal, causando a la población femenina volverse verde de envidia. El equipo universitario de tenis ganó su juego final contra LSU colocándolos en la División del Campeonato estatal, y son los favoritos para conquistar el campeonato nacional, e incluso más increíble todavía, Santana López, el amor de mi vida, recientemente se había clasificado como la jugadora más talentosa número uno del país. Estaba tan increíblemente orgullosa de ella, a pesar de que seguía encogiéndose cuando se lo decía.
Oh, y ahora estoy en paz con lo de ser madre. Iba a ser madre.
Negué con la cabeza con una sonrisa incrédula, hasta que Marley llegó corriendo por mi puerta, sin aliento, y con sus ojos cafés frenéticos.
—Brittany, San acaba de tener una pelea en el entrenamiento. Ella prácticamente mató a Chris Porter.
—¿Quién diablos es Chris Porter?
—Un jugador novato del equipo de tenis y el nuevo folla amigo de Shelly.
******
Me puse mis botas marrones y mi chaqueta negra de invierno. —¿Dónde está? Marley casi brincó hacía mi puerta, desesperada por irse.
—Ella perdió el sentido y ahora está destrozando el gimnasio. Necesitas ir a verla. Eres la única que puede calmarla.
Salí corriendo por la puerta y hacía las escaleras. —¿Qué paso? ¿Qué causó que se enojara tanto? —pregunté mientras nos apurábamos al salir por las puertas a la crujiente, fría brisa del invierno de Lima.
Ella levantó sus manos. —No tengo la menor idea. Rachel me llamó para que te recogiera. Tu teléfono la enviaba directo al buzón de voz.
—Lo apagué para poder concentrarme en mi lectura.
Empecé a correr hacia el gimnasio, cuando Marley tomó mi brazo y me empujó en dirección a su Mustang rojo. —Te llevaré. Es más rápido.
Entramos al auto y ansiosamente mordí mis uñas, preguntándome qué diablos pudo molestarla tanto. Ella había estado mejor últimamente, menos agresiva, menos enojada.
Me paralicé. —¿Crees que alguien dijo algo sobre el bebé? ¿Qué haya salido a la luz de alguna forma?
Los ojos de Marley se arrugaron mientras salía a la carretera. —No. ¿Quién lo haría? Todos los que lo saben no dirían una maldita cosa a nadie. Rachel ni siquiera se lo dijo a Quinn.
Suspiré y masajeé mi cien. —Lo sé. ¿Dónde están Rachel y Kitty?
—En el gimnasio. Rachel se encontró con Quinn ahí para ir a comer cuándo San se volvió loca. Kitty estaba con ella. Aparentemente, Noah y Quinn trataron de calmarla, pero ella fue a por ellos también. La entrenadora Sylvester ya había dejado el edificio, así que aseguraron la puerta y la dejaron ahí para que se descargara. ¡Ella está malditamente enloquecida si es que va tras sus amigos también!
Miré el reloj del auto contar lentamente, tomándose una eternidad en cada segundo mientras volábamos por las carreteras hacía el gimnasio. Cuando llegamos, una multitud se agolpaba fuera, y todos los ojos cayeron sobre mí mientras saltaba fuera del auto y trotaba hacia Quinn, Kitty, y Rachel.
—¡Gracias a Cristo estás aquí! —se quejó Quinn, su habitual rostro sonriente estaba cubierto de pánico.
Tomé los brazos de Rach. —¿Dónde está? ¿Qué pasó?
Su expresión perpleja. —Diablos si lo supiera, chica. Noah me contó que el entrenador le dijo algo a Santana en privado y ella empezó a gritar y volverse loca, y cuando Chris Porter hizo una estúpida broma sobre algo, ella lo empujó y empezó a golpearlo. El equipo alejó a Porter para limpiarlo. Está hecho un lio.
Sostuve mi vientre, peleando con las náuseas. —Quinn, ¿Dónde está el gimnasio?
Tomando mi mano, ella me guió entre la multitud de estudiantes quienes estaban susurrando y me miraban pasar.
Atravesamos la puerta doble de la entrada y corrimos por el corredor para encontrar a Noah con sus brazos completamente tatuados cruzados sobre su pecho, apoyado contra la puerta cerrada.
Cuando escuchó nuestros pasos, él levantó su cabeza y suspiró aliviado. —Gracias, Brittany.
—¿Ella está ahí adentro? —Apunté a la puerta.
Noah asintió. —No está en muy bien, Britt. Ten cuidado.
Di un golpecito en su brazo para consolarlo y abrí la puerta. Pelotas de tenis, colchonetas y diversos artículos deportivos estaban esparcidas por el suelo, el equipo de ejercicios de alta tecnología estaba prácticamente en ruinas. Santana había barrido con todo el gimnasio y estaba sentada, empapada de sudor, con una camiseta deportiva muy sugerente, vestida con sus shorts negros de entrenamiento, desplomada sobre un banco, con la cabeza entre sus manos.
La puerta sonó al cerrarse y su cabeza se levantó con el sonido, mirándome. Cuando vio que era yo, se apoyó contra la pared, soltando un largo gruñido, sus brazos detrás de su cabeza, mirando el techo.
Vacilantemente me acerqué.
Cuando estaba a pocos metros, ella gruñó—: Adivina ¿quién será el anfitrión de la estúpida cena de la División del Campeonato estatal dos días después de que volvamos de nuestro partido de Georgia?
Mi vientre se desplomó.
—Oh no, cariño…
—¡Es una cruel broma! A ellos nunca les importó nada el tenis y mi vida entera y ahora de repente quieren ofrecerse como anfitriones de la cena más grande del año... ¡en la finca! ¡Es una trampa para que vayamos, Britt!
Estiré mis manos, y ella retrocedió, lejos de mi abrazo, a pesar de que estaba asustada de tocarme. Me cortó como un cuchillo.
Noté la sangre en sus nudillos, el corte en su labio, y el leve moretón en su ojo izquierdo.
—¡Santana, necesitas calmarte! Mitad de la universidad está allí afuera, golpeaste a tu compañero…
—Él se lo merecía. ¡Empezó a escupir mierda sobre ti...sobre mí! ¡Tenía deseo de morir al minuto en que abrió su estúpida boca!
—No me importa qué diablos dijo sobre mí. ¡Mira cómo estás reaccionando! ¡Estás demente!
Se burló de mí con una risa oscura. —Mis padres prepararon todo esto. Recuerdas la última vez, ¿la forma en que nos atacaron? Simplemente que esta vez es una trampa más elaborada. Sabían que no volvería por mí misma. La entrenadora Sylvester está de acuerdo. Ellos ya invitaron al gobernador, al alcalde y otros millones de tipos que alegremente aceptaron. ¡Ellos se encargaron de que la universidad no pudiera negarse! ¡Demonios! —Pateó la pelota que voló por la sala, aterrizando fuertemente contra una cinta de correr.
Me moví para sentarme en el banco, fuera de su destructivo camino, y vi como caminaba furiosamente por la sala.
—No vamos asistir. No hay forma de que vayamos en tu condición.
Suspiré, acariciando el puente de mi nariz. —Tienes que ir, Santana. Tú y yo sabemos que vas a recibir el MVP esta temporada. El equipo de nuestra universidad probablemente irán al campeonato estatal, y esta cena es para preparar a tu equipo para eso. Si te hace sentir mejor, me quedaré en casa.
—¡No! —gritó—. ¡De ninguna manera! ¿Por qué no ibas a estar ahí conmigo? La universidad necesita cambiar de lugar, al diablo mis padres. Los conozco, Britt. Algo está pasando, simplemente lo sé, y no los tendré a ellos destruyendo mi familia. Superé sus jueguitos mentales.
Su expresión cambió de enojada a lastimada mientras se apresuraba hacía mí, cayendo de rodillas y descansando su cabeza sobre mis piernas, con sus brazos a mi alrededor como un arnés en torno de mi cintura. Si se enteran sobre nuestro pequeño ángel, Dios sabe lo que harán. No puedo perderlos a ambos.
Ella presionó un beso sobre mi ligeramente redondeado vientre sobre la cremallera, masajeé su cabeza con mis manos.
—Santana, entiendo porque estás así, pero es una fiesta, con miles de personas alrededor. No harán nada en público. Ellos no querrán avergonzarse. Me quedaré a tu lado toda la noche. No tendrán una oportunidad para tenerme. Tú me protegerás. Sé que lo harás.
Mientras me mostraba su rostro, ligeramente más calmada, saqué mi pequeño pañuelo rosa de mi bolsillo y ligeramente toqué su ceja, deteniendo una pequeña gota de sangre.
Santana atrapó mi muñeca, depositando un beso sobre mi pulso. —No podría vivir conmigo mismo si ellos te lastiman o a nuestro pequeño ángel, cariño.
Tomé su rostro en mis manos, con mis dedos alrededor de sus orejas. —Nada va a pasar.
Las lágrimas nublaban sus hermosos ojos chocolate. —¿Por qué siempre tienen que interferir? Lo estábamos haciendo tan bien. Estás saludable, nuestro bebé está fuerte, y está claro que el equipo universitario de tenis son los ganadores y se dirigen al campeonato nacional. Pero luego ellos entran conspirando, molestando y arruinando mi vida de nuevo. Te estoy diciendo, que todo esto está amañado. Ellos están planeando algo grande.
—Son gente poderosa, Santana. La fiesta no será movida. Tenemos que ir. Tú necesitas ser una líder para tu equipo. —Ella asintió y bajó la mirada—. Realmente te volviste loca.
Ella lamió una gota de sangre de su labio.—La entrenadora Sylvester conoce nuestra situación con mis padres y vino a prevenirme. Ella trató de cambiarlo, pero la decisión vino de arriba. Estoy muy asustada.
Levanté sus nudillos, apoyando mi pañuelo contra su piel marcada. —No me gusta cuando pierdes el control. Necesitas ser mejor que esto, Santana. No quiero tener que preocuparme de tu temperamento, especialmente cuando nuestro pequeño llegue.
Su labio se enganchó en una engreída sonrisa.
—¿Qué?
—Te amo.
—¡Eso no te sacará de mi lista negra! ¡Mira el estado de este lugar, de ti! —dije con una firme punzada de mi dedo sobre su cuerpo esbelto, mis entrañas instantáneamente se encendieron mientras lentamente bajaba por la pequeña línea de cabellos que se dirigían al sur.
Santana se acercó más, presionando su cuerpo contra el mío. —Quiero hacerte mía justo ahora.
Levanté mi pesada mirada azulada. —No aquí. Y no hasta que me prometas que no volverás a actuar así otra vez.
Sus pupilas se dilataron hasta casi cubrir el hermoso iris café brillante de sus ojos.
—Estoy toda encendida y necesito descargarlo, de la única manera que tú puedes.
Dejé de lado todos estos juegos. —Lo digo enserio, no me ignores. Mi hijo no crecerá con una madre que no puede controlarse cuando las cosas van mal.
Ella asintió y supe que ese sentimiento resonaba con ella.
—Me entiendes, ¿verdad? —afirmé.
—Lo entiendo. Se termina ahora. No seré como mi padre con nuestro ángel. Te prometo eso.
Santana volvió a su expresión de lujuria y se inclinó hacia mí, besando mi cuello y alrededor de mi oreja.- Iremos a la cabaña. Te voy a desvestir y vas a hacer todo lo que te diga, hasta que ninguna de las dos pueda ponerse de pie ¿Me entiendes?
Mi cabeza cayó sobre su hombro. —Ah. ¡Bien! ¡Te entiendo! —Era más fácil hacer lo que me decía, especialmente cuando venía a mí en su estado de Santana-dominante. Su necesidad de control era palpable y mi cuerpo traicionero respondía a cada estricta palabra de su habilidosa boca.
Ella retrocedió con una sonrisa engreída y sabía que él me tenía donde me quería. Ella perdió su sonrisa.
—Me voy a asegurar de que estés protegida en la fiesta, mi amor.
—Sé que lo harás. —Estiré mi mano. Ella la tomó y se sentó a mi lado en el banco, empujándome sobre sus piernas, respirando tranquilamente mi perfume mientras entrelazaba mis dedos en sus largos cabellos negros—. Es un déjà vu, tú, cortado y sangrando y yo, limpiándote. Pero no hagamos esto algo permanente, ¿sí?
Santana se las arregló con una débil risa.
—Última vez, lo prometo. Voy a cambiarme. No más limpiada de mis desastres.
Promesa de scout.
—Nunca fuiste una scout, Santana. —Me reí.
—Me uní a ellos...
Mi cabeza se levantó por la sorpresa. —Enserio, ¿Lo hiciste?
—Mm-hmm... pero me echaron por ser muy peleadora y mandona.
Giré mis ojos. —¿Por qué no me sorprende? —Ella me mordió el lóbulo de la oreja y gruñó cuando la puerta se abrió.
Levanté mi cabeza y Marley estaba ahí, espiando por el pequeño hueco. Le hice una señal con mi mano. Rachel, Kitty, Noah y Quinn entraron después, cerrando la puerta y moviéndose ante nosotras para sentarse sobre el suelo de madera del gimnasio.
Santana escuchó sus pesados pasos y vio que teníamos compañía. Apoyé mi cabeza en su hombro, entrelazando su mano con la mía, el toque relajándonos.
—¿Estás bien. San? —preguntó Marley suavemente, con la mano tocando su pie.
Ella negó con la cabeza. —Mi mamá y papá han manipulado la universidad para ser los anfitriones de la cena en su finca unos días después del Campeonato estatal.
—¡Mierda! —maldijo Marley, y los otros suspiraron. Todos ellos sabían cómo eran sus padres. Santana me besó en mi frente y miró a Noah y a Quinn.
—Necesito que me ayuden a mantenerlos lejos de Britt.
—Lo tenemos, Snix.
—No necesitas preguntar. Estará hecho.
Santana me miró, pidiéndome permiso para contarles del bebé. Yo cedí. Ellos eran sus amigos, ellos deberían saber por qué se tomó las noticias tan mal hoy.
Santana acarició mi vientre con su mano.
—Chicos, me volví loca.... porque estamos embarazadas.
Miré nerviosamente a Noah y a Quinn y noté la sorpresa registrarse en sus rostros.
—Nadie lo sabe aparte de nosotras, sólo tiene unos meses, pero mis padres no lo saben y no los quiero cerca, causando estrés a ella o al bebé.
Noah se puso de pie, de alguna forma sorprendido y golpeó la mano de Santana.
—Felicidades, Snix. Y sabes que cuidaremos tus espaldas. Ustedes dos son importantes para nosotros.
Quinn hizo lo mismo y se rió.
—¡Caliente infierno, Snix! Pasas de no salir en citas para nada con chicas tirándose a tus pies, a hacer tu primera novia la envidia de toda la población femenina y ¿la noqueas también? ¡Me estás matando, morena! ¡Matando! — Luego me encerró entre sus brazos y me hizo girar.
Sostuve mi vientre. —Quinn, ¡voy a vomitar si continuas! Sigo teniendo problemas con los vómitos matutinos, ¡lo que prácticamente es todos los malditos días!
Sonriendo, ella me dejó en el suelo.
—¡Lo siento, cariño! —Agachándose, Quinn besó mi mano —.Felicidades por tu pequeño bebé. ¡Serás una magnifica sexy mamá!
—Gracias... ¿creo…?
Los brazos de Santana me rodearon por detrás.
—Ella no es solamente mi primera novia real, chicos, ella es la razón por la que respiro.
Kitty y Marley dijeron ahhh, mirando a Santana acercarme más contra ella, mientras Rachel fingía meterse un dedo por su garganta.
Quinn se quitó su sombrero vaquero y se abanicó, gritando—: ¡Me estás matando, morena! ¡Matando!
Santana golpeó su espalda, riéndose de sus payasadas.
—Nos vamos por ahora. Necesito alejarme de toda esta mala vibra. Los veremos mañana.
Santana tomó mi mano y nos dirigimos a la puerta.
—Santana, estas con esa camiseta tan sugerente y prácticamente sin ropa —me quejé, casi tropezándome mientras miraba su figura bien formada.
Ella simplemente encogió los hombros.
—Planeo estar desnuda dentro de cuarenta minutos por un mínimo de doce horas, así que ¿cuál es el problema?
—Genial. ¿Te das cuenta cuanta gente hay allí afuera? ¿Cuántas chicas y chicos están allí afuera, y te desnudarán con la mirada?
—Que se jodan. Soy tuya. Vamos.
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Capítulo 22
CAMPEONATO ESTATAL, GEORGIA DOME, GEORGIA.
CAMPEONATO ESTATAL, GEORGIA DOME, GEORGIA.
―¡No puedo salir ahí fuera con eso! ―grité mientras Rachel y Marley trataron de empujarme hacia nuestros asientos. El estadio de setenta mil asientos estaba lleno a rebosar y el ruido era ensordecedor bajo el tejado cerrado.
Rachel puso sus manos sobre mis hombros y me miró amonestándome.
―Si no besas a Snix cuando salga, no serán sólo sus padres quienes estén disparando pidiendo venganza. ¡Queremos vencer a los Gators! ¡Se lo debes a los hinchas!
Arrastré mis dedos por mi rostro, y Marley los apartó. ―Me pasé horas en maquillarte. ¡No lo estropees!
Mi cabello estaba suelto, ondulado, lleno de productos, y mi maquillaje era perfecto. Llevaba puesto mi jersey con el número siete de la suerte López y mis botas vaqueras, pero estaba bastante convencida que todo era una pérdida mientras el puro miedo me mantenía inmóvil. El equipo universitario de tenis ocupaba el puesto número uno, pero estaba jugando con los Gators de Florida para decidir quién pasaba al Campeonato Nacional contra Notre Dame en California el próximo mes.
Me asomé por la esquina y tragué saliva ante el muro de simpatizantes vestidos de rojo y luego a las pantallas gigantes que mostraban el camino exitoso del equipo de nuestra universidad hacia el campeonato. Yo no podía dejar de derretirme por Santana, ya sea malhumorada, maldiciendo por un error o saltando alegremente por una celebración, jugando en la pantalla.
Luego miré hacia arriba. ―¡Oh mi Dios! ¡Hay cámaras que vuelan! No puedo hacerlo. Voy a sentirme mal otra vez.
Con una decidida inclinación de cabeza entre sí, Rachel y Marley uniendo cada una con un brazo a través de uno de los míos tiraron de mí. Vi a las animadoras correr a los túneles de sus respectivos equipos y supe que nuestro equipo sería anunciado en breve.
Clavé mis talones y Marley gimió, alcanzando su bolsillo. Sacó una pequeña nota.
― Santana anticipó que harías esto, teniendo en cuenta que has estado casi muda desde que nos bajamos del avión, y me dio esto como último recurso.
Adoraba sus notas. La desplegué y leí:
“Nena, saca tu trasero de la tribuna y deja de enloquecer.
Necesito mi dulce beso de la suerte para ganar.
Esto no es una petición.
Te amo. Tuya por seimpre….Santana”
Suspiré, metiendo la nota en mi bolsillo para llevarla a casa y unirla a todas las demás en mi caja de recuerdos secreta. Marley y Rachel tenían unas enormes sonrisas en sus rostros.
―Bien jugado, Santana, bien jugado ―murmuré para mí misma. Sacudí mi mano justo cuando las presentaciones comenzaron a sonar a través de los altavoces―. Muéstrenme el camino, ¡traidoras!
Se rieron de mi resistencia, volviendo a vincular sus brazos con los míos, y caminamos a un lado del terreno de juego y hacia nuestros asientos. Como si los hinchas de nuestro equipo no gritaran ya lo suficientemente alto, una ojeada de mí caminando más allá los había vuelto positivamente locos.
Me senté y traté de ignorar los auges atronadores de los gritos en mi camino. Los hinchas estaban eufóricos y la cacofonía de la música de la banda sólo se añadió a la locura. La pirotecnia sonaba y Lima fue anunciado, seguido de los Florida Gators. Los jugadores inundaron el terreno de juego, un tapiz de color carmesí, blanco y azul, esperando el rol de juegos. Me froté las manos, nerviosa.
Sabía que se centraría en Santana. Era el primer proyecto potencial y venía con alguna publicidad exagerada. Había tenido una gran cantidad de publicidad en el último par de semanas —entrevistas, prensa, televisión—. Yo normalmente estaba oculta en la oculta en la parte atrás en alguna parte, fuera de la vista.
Vi las grandes pantallas meticulosamente y siguiendo la parte posterior del equipo, agarrando su raqueta, estaba Santana. La multitud empezó pisando fuerte de pie en las gradas cuando salió agitándose, y luego los cantos comenzaron, los aficionados de los Gators abuchearon en respuesta.
"Beso, beso, beso, beso…"
Santana rompió a través de la cortina de jugadores y corrió hacia mí. Rachel se inclinó, golpeando mis mejillas cariñosamente. ―Hora del show, ¡mamá!
No podía apartar la vista de mi novia cuando se detuvo de pie en el campo y torció aquel maldito dedo hacia mí, exhibiendo una hambrienta sonrisa arrogante.
Me puse de pie temblando, tratando de ignorar los flashes de las cámaras y la orquesta de aplausos y abucheos. Tomé la mano del administrador mientras me guiaba al campo y me dirigió hasta Santana. Me detuve frente a ella mientras saboreaba mi impecable aspecto.
―Hola, Britt.
―Hola, tu.
―¿Me vas a dar un dulce beso?
―Si eso es lo que quieres.
―Definitivamente sí.
Nunca cambiábamos el guión, asegurándonos que las supersticiones de Santana se ejecutaban exactamente igual en todos los partidos. Ella se movió dentro y justo antes de que su deliciosa boca se encontrara con la mía, le susurre—: Buena jugada con la nota, ¡morena sexy!
Ella se rió entre dientes contra mis labios, metiendo su lengua a través de mi barrera y acariciando hacia atrás y adelante en largas caricias y suaves. Agarré su cabello, dejando el mundo real a la deriva, y sus manos agarraron mi trasero mientras me izaba a horcajadas en su cintura. La multitud parecía disfrutar de ello. Gemí en su boca y ella se apartó con un gemido. Presionando su cabeza contra la mía. ―Te amo.
Le acaricié la mejilla con el dedo. ―Yo también, te amo.
Mientras me bajó al suelo, sutilmente deslizó una mano a lo largo de mi vientre, tragando mientras encontraba mi mirada acuosa.
―Voy a jugar para ustedes dos.
Se volvió y corrió hacia el campo, y como siempre, temblé todo el camino de vuelta, absolutamente enamorada por mi talentosa jugadora tenis.
Eso había sido dos días atrás.
******
El equipo de nuestra universidad había ganado el Campeonato de la SEC y la noche que habíamos estado temiendo llegó rápido sobre nosotras. Santana llegó a través de mi balcón a principios de la tarde y no se fue. Sus niveles de ansiedad estaban por las nubes y los míos, por lo tanto, no estaban mucho mejor.
El código de vestimenta para la noche era el color blanco, por lo que llevaba puesto un amplio vestido blanco de cintura imperio para ocultar mi ligera protuberancia, con sandalias planas, plateadas. Santana vestía un elegante vestido carmesí en razón al color representativo de nuestra universidad a la par de que ella era la capitana del equipo.
Me observó moverme por la habitación desde su posición privilegiada en mi cama, mientras peinaba mi largo cabello, aplicaba el pintalabios de color rosa, y enganchaba mis aretes tipo araña de plata en mis orejas.
Cuando estaba lista, me acerqué a la cama y suavemente me puse a horcajadas sobre sus piernas, sus manos se movieron para agarrar mi trasero. Ella me miraba con tanto amor que me rompió el corazón, su miedo se reflejaba a través como un faro brillante avisaba desde la orilla.
―Te ves hermosa, nena. Estar embarazada definitivamente te sienta bien.
Yo alise su vestido carmesí. ―Te ves muy guapa también.
Inclinó la barbilla por un beso, que yo forcé.
Toqué suavemente su cabeza con la mía. ―¿Estás bien?
―Lo estaré cuando se acabe esta noche y nunca tenga que ver a esas personas de nuevo. No puedo esperar para ir a Birmingham contigo para la Navidad y estar lejos de su veneno.
―Recuerda, es sólo una noche.
―Lo sé.
Sus brazos se apartaron de mi trasero y empezó a levantar mi vestido desde los pies, sus manos seductoramente bordeando sobre mis muslos.
―Santana… ―advertí.
Los ojos de San brillaban mientras su mano se deslizó al cierre de su vestido, liberando su cuerpo. Cerré los ojos mientras sus dedos empujaron mis bragas a un lado, corriendo a lo largo de mi centro caliente, y en un movimiento rápido, ella estaba dentro de mí.
― Haz que pierda el control, Britt, ―ordenó con voz tensa.
Me moví para que mis rodillas se equilibraran en el colchón, y Santana se estiró, mirando mientras yo movía suavemente mis caderas hacia atrás y hacia adelante, creando un ritmo profundo, sensual.
Nunca me había dado el control total, nunca. Desde que estábamos juntas, ella siempre llevaba el control al hacer el amor, y me distraje pensando en por qué estaba haciendo esto en este momento.
Me incliné hacia adelante y puse mis manos sobre sus pechos, perdiéndome en el placer.
―Tú eres tan malditamente hermosa, nena ―dijo con una voz ronca, sus ojos cacao transmitiendo sus sentimientos de aprensión.
Me mordí el labio e incliné hacia atrás mi cabeza.―Santana.
―Estoy aquí, Britt. Sólo... sólo toma el control. Muéstrame lo mucho que me quieres.
―Yo te quiero. Más de lo que nunca sabrás.
Sus dedos agarraron mis muslos desnudos mientras su lengua lamió a lo largo de su labio inferior.
―¿Por qué haces esto? ―Jadeé.
―¿Qué?
―Yo... encima... ¿controlando?
―Porque quería saber lo que se siente darte todo de mí, por completo. Eres mi dueña, corazón y alma. Sólo quería mostrarte lo mucho que significas para mí, de la única manera que sé cómo hacerlo.
Presioné mi pecho contra el suyo y tracé las costuras de sus labios con mi lengua, ganando velocidad con mis caderas, sus hermosas palabras nos enviaron a ambas al borde.
Santana jadeó entrecortadamente y levantó su cadera para encontrarse con la mía.
―San… Santana… ―Grité mientras mi estómago se apretó y mi orgasmo surgió, casi estallando desde adentro hacia afuera.
Cerré mis ojos con Santana mientras sus ojos se cerraron y ella, con una última caricia, se entregó al clímax de pasión que habíamos creado. Su boca se apretó mientras sus manos se relajaban en mis piernas y exhaló, su corazón golpeando contra el mío.
Un dedo recorrió mi espalda y sonreí contra su cuello.
―Nunca he sentido nada parecido cariño ―susurró Santana.
―Fue perfecto.
Me levanté y eché un vistazo a mi reloj, dejando caer mi cabeza de nuevo en la curva de su cuello.
―Ahora vamos condenadamente tarde.
―No me importa. Claro que pueden esperar.
―Vamos, será mejor que nos vayamos. ―Me moví fuera de su alcance y me dirigí al baño para limpiarme.
Cuando salí, Santana me estaba esperando contra la pared, con el pelo alborotado y sexy.
―Última oportunidad para echarse atrás, ―dijo esperanzada. Recogí mi cartera de plata y le tendí la mano.
―Ven, Romeo, vamos por la pelota ―bromeé en un antiguo tipo de acento inglés Shakesperiano.
Con una intermitente sonrisa renuente de su parte, nos fuimos.
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Capítulo 23
—¡Guau!, realmente se han superado —anuncié mientras salíamos del Dodge a la espera del servicio del asistente. Las luces de Navidad brillaban a lo largo del borde de la gran mansión blanca y cruzamos el umbral hacia el vestíbulo adornado, ambas híper- conscientes, en busca de sus padres.
De la mano, caminamos hacia el patio, donde una impresionante carpa blanca de igual opulencia estaba llena hasta el borde con jugadores de tenis de la universidad, todos en blanco. Un cuarteto de cuerda a un lado, elegantemente tocando —Canon en R mayor de Pachelbel—Rachel, Kitty y Marley nos vieron primero a través de la multitud reunida e hicieron señas para que nos acercáramos a su mesa en el rincón más alejado. Un camarero con esmoquin pasó y nos ofreció una copa de champán. Entre burlas, Santana tomó una mientras yo decliné educadamente y yo tomé un jugo de naranja. Me hubiera gustado más que nada poder beber alcohol para adormecer el estrés de la noche.
Fuimos con las chicas, saludando al equipo a nuestro paso. En cuestión de minutos, fui flanqueada en ambos lados por Noah y Quinn, quien me di cuenta, iban a tomar su custodia personal en serio.
Santana le susurró algo al Marley mientras yo conversaba con Rachel, y de repente palideció, inclinando la barbilla detrás de mí. Nos dimos la vuelta ante su reacción. Los padres de Santana se nos acercaban con grandes sonrisas falsas. Por detrás de ellos se encontraba Shelly, moviéndose majestuosamente entre la flor y nata de la sociedad de Lima, Ohio en un vestido blanco ajustado, el pelo largo y recto de color rojo cayendo hasta sus grandes pechos.
Santana se movió para detenerse detrás de mí y me agarró la mano con tanta fuerza que casi se restringe el flujo de sangre a los dedos.
Su madre, que, como de costumbre, apestaba a alcohol, echó los brazos en la dirección de su hija—. ¡Santana, querida! Bien hecho en tu gran victoria. —Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo rígido, besando su mejilla en el aire, y se trasladó junto a mí, el endurecimiento de su boca traicionó su disgusto por mi presencia.
—¡Brittany! ¡Qué placer verte otra vez, te ves tan impresionante! —Ella prácticamente cantó mientras me tensaba con su abrazo—. ¿Cómo estás?
Me quedé en silencio. Ella no recibiría exhibicionismo de mí delante de sus invitados.
—Está bien, mamá —respondió Santana suavemente. El señor López se adelantó y saludó a Santana—. Hija.
—Papá.
Él asintió hacia mí en señal de saludo—. Brittany.
Le di un gesto firme.
El aire que nos rodeaba se paralizó mientras nos quedamos inmóviles torpemente, tratando de mantener un aire de alegre cortesía en beneficio de todos los demás. Me di cuenta de que los López ignoraron a nuestros amigos y cuando Marley, su sobrina, trató de decir hola, la ignoraron también. Por la mirada divertida en su cara, ella no se molestó con exactitud.
Shelly dio un paso adelante con una sonrisa brillante y fue a abrazar a Santana cuando ella dio un paso atrás, junto con una mirada de incredulidad en su rostro. —Corta la mierda, Shelly —escupió con saña.
Su rostro cayó en una mueca y se retiró junto a su madre, que estaba claramente enojada con el rechazo público de la niña deportista tenista de oro. Todos se volvieron y se marcharon sin decir nada más.
—¡Menos mal! ¿Demasiado raro? —dijo Rachel desde su asiento en la mesa, haciendo que el tenso silencio se rompiera.
Tiré de Santana a un lado—. ¿Estás bien, cariño?
Me dio un suave beso en la mejilla. —Sí, no puedo soportar su falsedad. ¿Y qué demonios fue eso con Shelly?
—No lo sé. Sólo quedan unas horas, sin embargo. Lo superaremos.
Sus cejas se arquearon. —Famosas últimas palabras, Shakespeare. Famosas. Últimas. Palabras.
****
A la cena le faltaba ambiente. Fue previsiblemente ostentosa y en su mayor parte innecesariamente pomposa, pero nos sentamos con nuestros amigos y tratamos pasarlo bien dada la situación.
Los discursos fueron terribles. Cuando Maribel López habló de su amada hija; que estaba muy orgullosa de sus logros en el tenis y su esperanza por su carrera en todo el país y a nivel mundial, prácticamente tuve que frenar a Santana de tirar la mesa y enloqueciera de nuevo. Agarré su brazo, me incliné convenciéndola de que se calmara, le dije lo mucho que la amaba y otra vez con la mano apretada contra mi vientre. Pareció funcionar.
Las mesas estaban despejadas y todos se trasladaron a la pista de baile central. Santana, al escuchar los primeros acordes de Lynyrd Skynrd de "Sweet Home Lima", se levantó y tiró de mí. —Vamos, Pierce. Toda verdadera ciudadana de Lima tiene que bailar esto como un rito de paso.
Me reí mientras envolvía sus brazos alrededor de mí y se movía seductoramente alrededor de la pista de baile, cantando la letra en mi oído, con un tono seductor. Cientos de ojos observaban mientras bailábamos con sonrisas felices, Santana haciéndome girar en sus brazos y acercándome para darle un beso espectacular ante calurosos aplausos. Snix y su amuleto de la suerte una vez más en el punto de mira.
Por desgracia, también vi a Maribel López mirándonos, balanceándose inestablemente como resultado de un exceso de alcohol. Ella hizo una mueca ante nosotras desfilando nuestra relación frente a todos sus invitados, y no pude evitar sonreírle. Sabía que alimentaba el fuego, pero ella no podía hacer nada frente a sus amigos. Santana se aseguraría de ello.
Cuando la canción llegó a su fin, la entrenadora Sylvester se acercó, golpeando levemente a Santana en su espalda, pidiéndole que fuera a hablar de tenis con algunas personas importantes.
Santana se agachó mientras me sentaba en la mesa. —Estaré de vuelta tan pronto como pueda. Quédate con alguien, ¿de acuerdo?
—Lo prometo.
—Me daré prisa. —Me besó la mano y se alejó hacia el grupo de personas esperando.
Me quedé con mis amigos durante más de una hora y Santana todavía no estaba por ningún lado. Me bebí algunos zumos de naranja, más de lo que pensaba que fuera posible y habiendo recién adquirido una vejiga del tamaño de un guisante, tenía que ir al baño de nuevo, por enésima vez esa noche.
Me levanté y Quinn de levantó también. —Quinn, sólo voy al baño... otra vez. Puedo arreglármelas por mi cuenta. Honestamente, quédate aquí con Rachel, se feliz, y toda esa mierda.
—No. vamos, cariño. Estás atrapada conmigo.
Apreté el brazo en señal de agradecimiento y le grité a las chicas—: Voy al baño. Díganle a Santana si regresa. —Me volví a entrar en la casa.
Acababa de pasar la gran escalera central cuando Cait se acercó con un pedazo de papel. —Oye, Brittany, me han dicho que te diera esto.
Una nota.
Giré los ojos y la abrí.
“Necesitaba alejarme por un tiempo.
Nos vemos en la biblioteca.
Santana”.
Rápidamente usé el baño y cuando salí, mostré a Quinn la nota. Ella sonrió y negó.
—¿Qué pasa con ustedes dos? Vamos, te veré allí y te dejaré.
Lo abracé y le di una sonrisa de agradecimiento y nos movimos a través de la casa llena para encontrar la biblioteca. Quinn hizo lo que dijo. Entré sola en la enorme biblioteca antigua, cerrando la puerta detrás de mí.
De inmediato me fascinó los estantes y estantes de libros, del suelo a techo, con varias escalas de ruedas expandiéndose a lo largo de la cubierta para llegar a los volúmenes más altos. Me encontraba en el cielo; el cielo de un ratón de biblioteca. Me podría pasar horas en un lugar como este, perdida en las páginas, que transportaban a otros mundos, otras vidas, olvidando la realidad durante un tiempo. Mi empollona interna comenzó a dar volteretas hacia atrás por la emoción.
Asomé mi cabeza por la esquina de la habitación hacia la gran chimenea de piedra y sofás de cuero en busca de Santana; pero la habitación parecía completamente vacía. ¿Qué tramaba?
Sonreí con entusiasmo y canté—: ¿Santana, Santana, donde estás, Santana? No hubo respuesta.
—¿Santana?
Nada.
—San, ¿estás aquí?
Oí el pestillo cerrarse rápidamente detrás de mí y cuando me volví, Shelly y Maribel López se encontraban de pie en la entrada, sonriéndome con idénticas expresiones maliciosas.
Mi entusiasmo pronto se convirtió en temor.
Maribel se tambaleó hacia delante, excesivamente ebria determinado por el color de sus ojos.
—Bueno, hola Brittany. Nos encontramos de nuevo.
Me moví hasta el final de la mesa de centro, creando algo de distancia entre nosotras.
—¿Qué crees que estás haciendo? —Miré primero a Maribel y luego a Shelly, quien se quedó nerviosa en el fondo.
—¿Veo que tienes la nota?
Mi estómago se hundió. Me había engañado y había caído como un ratón en una trampa.
—Shelly aquí me contó de ti y Santana y sus repugnantes notas cursis, ella las ha estado observando, y yo sabía que te alejaría de la protección de tus amigos.
Rodeamos la mesa, como combatientes circundando el anillo.
—He estado haciendo algo de investigación, señorita Pierce de Durham, Inglaterra.
Leyó la alarma en mi expresión y se rió con malicia. —Mmm... Sí, fue una lectura muy interesante.
Incliné mi barbilla, tratando de demostrar que era imperturbable. Era todo lo contrario.
—Vamos a ver...—Se llevó un dedo a su boca mientras fingía pensar—. Pobreza, clase trabajadora, viviendo en lo que puede describirse como nada más que una choza. Mamá muere en el parto y te deja al cuidado de un padre minero alcohólico, que, cuando eras sólo una niña —se quejó en voz femenina, mostrando sus dientes demasiado blancos—, decidió que no valías la pena y se cortó las venas en la bañera. —Ella golpeó sus manos sobre la mesa de madera—. ¿Estoy cerca, Brittany? ¿Estás entendiendo ya? ¿Que no perteneces en cualquier lugar cerca de mi familia?
Las lágrimas se agolparon en mis ojos, pero me mantuve firme, inmóvil. Eché un vistazo a Shelly, quien custodiaba la puerta. Parecía sorprendida. ¿Era posible que no supiera que la pequeña charla de intimidación se convertiría en destrozar mi vida?
Maribel se quedó a sólo unos metros de distancia; habiendo tomado ventaja de mi estancamiento. —Avanza rápido ocho años, y la abuela tiene cáncer avanzado de pulmón a causa de sus cuatro años de fumar demasiado, la pequeña y sola Brittany tiene que cuidar de ella misma, hasta que ¡oops! Ella también muere, dejando a Brittany sola y es arrojada a la acogida temporal.
Mi mano frotó mi pecho mientras luchaba por respirar, los pulmones cubiertos con el dolor que sus palabras evocaban. Mis piernas se debilitaron, demasiado débiles para moverme mientras se acercaba, su pútrido aliento de whisky casi me hace tener arcadas.
—¿Pero ese no es el final, ¿no? Brittany vuelve a hundirse la ansiedad y la depresión, tan mal que necesita ayuda, terapia... un montón de terapia. Pero no funciona. ¡Así que piensa un plan, casarse con alguna persona increíblemente rica! Ella es inteligente y manipuladora, por lo que huye a Oxford para tratar de atrapar a un o una idiota que caería por sus encantos. ¿No es así, querida?
Negué sacudiendo fuerte mi cabeza. —¡Nunca haría eso! ¡Dejar de inventar cosas!
La ira envolvió su rostro. —¿Inventar? ¿El nombre de Sam Evans te suena familiar? Saliste con él, ¿verdad? ¿El hijo de un conde? Entonces cuando eso no funcionó, viniste aquí y clavaste tus garras en Santana tan pronto como pudiste, ¡puta caza fortunas! Sabías que era rica y la convenciste para estar contigo, ¿no? ¡Ella estaba destinado a estar con ella! —Ella señaló a Shelly, quien ahora se paseaba en la puerta, jugando con sus manos, pareciendo cada vez más angustiada.
—Sam y yo éramos amigos. Salimos un tiempo pero no quise nada más. Él era ayudante de enseñanza también, trabajamos juntos, pero eso fue todo. Era un buen amigo y un tipo dulce. No invente que lo que teníamos fue sórdido o calculado, ya que no lo era. ¡El hecho de que fuera rico no significa una maldita cosa!
Ella agarró mi barbilla y tiró de mi cabeza hacia su cara. —¿Al igual que no te importa que Santana sea rica también? ¡Dame un respiro! ¡Ella no debería estar contigo, puta! ¡Tienes que dejarla para que pueda cumplir con su deber a esta familia y dejar de ser un fracaso tan jodido por una vez en su vida patética! ¡O de lo contrario te vas a arrepentir!
Mi ansiedad se desvaneció cuando el impulso de defender a Santana me recorrió. Alejé su mano de un golpe.
—Lamentarlo, ¿cómo? Ella tiene sueños, sabe. Ella quiere jugar profesionalmente al tenis... va a jugar al tenis profesionalmente, y no hay nada que puedas hacer para detenerla. ¿Sabes lo talentosa que es? ¿Cómo se le considera como la mejor de todo el país? ¡Ella me ama y yo la amo, y nada de lo que hagas nos va a destrozar! —Me incliné y le dije en voz baja para que sólo pudiera oírme ella—, lo sé todo. Ella me contó todo sobre usted, señora López, su infancia, las palizas... todo. Y me refiero a todo. No tendrás poder sobre ella nunca más y nunca lo harás de nuevo. ¿Sabes lo que has hecho con ella? ¿Cómo lucha por contener su ira a través de años de oír que era no deseada, inútil?
Caminé alrededor de la mesa, dejándola en plena ebullición en el acto, y me apresuré hacia la puerta, donde Shelly preventivamente se arrastró a un lado para dejarme pasar.
Mientras me acercaba al final de la larga mesa, oí un chirrido fuerte y unas uñas afiladas clavarse en mi brazo, girándome. El revés curvado de Maribel se acercó a mi cara, golpeándome y desequilibrándome, y con un fuerte empujón, me hizo golpear el estómago primero, con gran fuerza, contra el borde de la antigua mesa de caoba sólida.
Al principio estaba aturdida y mis movimientos eran lentos, traté de levantarme, pero un dolor punzante al rojo vivo apuñaló mi vientre, haciéndome gritar en voz alta.
Mi visión estaba borrosa mientras unos dolores insoportables atormentaban mi cuerpo; me desplomé en el suelo, tratando de agarrar a algo para ayudarme, para aliviar los calambres. Levanté la cabeza para pedir ayuda y vi a Shelly jadeando con las manos sobre su boca, mirando con horror a mis piernas.
Miré hacia abajo y mi vestido blanco estaba cubierto de sangre.
Un tsunami de dolor se apoderó de mí; los sollozos salieron de mi cuerpo mientras unos espasmos agónicos acuchillaban mi columna vertebral, estómago y piernas, me prohibieron moverme. Levanté mi mano y la coloqué entre mis muslos y cuando la saqué de nuevo, se revistió en un tinte húmedo de color escarlata. Shelly, al ver mi angustia, salió volando de la sala, gritando por Santana.
Me arrastré hasta el borde de la mesa y traté de levantarme, pero no podía soportar la agonía de las convulsiones.
—¿Estás embarazada? —Maribel chilló—. ¡Pequeña perra! —Ella golpeó mi cara otra vez, más fuerte que la segunda vez, la fuerza del golpe me tiró al suelo, y me encontré con mi propia sangre oscura. Apoyé la mejilla en la alfombra, recogiendo las piernas en mi pecho, tratando de jadear a través del dolor.
Una conmoción sonó en la entrada de la biblioteca, y cuando levanté la cabeza, hordas de gente me miraban alarmados.
—¡Apártense de mi camino! ¡MUEVANSE! —La profunda voz de Santana retumbó cuando entró en la habitación. La expresión atormentada que inundó su rostro casi hizo que mi rasgado corazón se rompiera completamente.
—¡Britt! ¡Rayos! ¡Cariño, estoy aquí! Estoy aquí. —Santana se dejó caer al suelo junto a mí, con las manos temblando, tratando de averiguar qué hacer.
Ella no podía hacer nada, como yo tampoco.
La miré, las lágrimas nublaban mi visión—. Santana, nuestro bebé, nuestro bebé... Lo estoy perdiendo. Ayúdame... por favor. —Lloré y me rompí de una manera incontrolable.
Un grito de angustia salió de su pecho. —Que alguien llame al 9-1-1. ¡Está perdiendo nuestro bebé!
—Vienen en camino, morena. Estarán aquí pronto. —Reconocí el tejano acento de Quinn.
Observé aturdida a medida que más y más gente entraba en la habitación y cuando volví la cabeza, Rachel, Kitty, Marley, Noah, Ryder, y Quinn me miraban, consternados. Las chicas tenían sus brazos alrededor de la otra, llorando abiertamente mientras me miraban retorcerme de dolor, cubierta de mi propia sangre.
Santana se acercó a mí, tirándome suavemente sobre su regazo, y me sostuvo firmemente en sus brazos, meciéndome hacia adelante y hacia atrás, con la mejilla húmeda sobre mi cabeza. —Shh, cariño, lo siento mucho. Estoy tan, tan apenada.
Extendí la mano, con mi sangre dejando gruesas huellas en su mejilla. —Creo que nuestro bebé se ha ido. Me duele mucho. Creo que nuestro bebé se ha ido... —Un chillido agudo brotó de mi garganta cuando otro espasmo se apoderó de mi vientre.
Las lágrimas cayeron de los ojos de Santana, y me debilité más, mi visión se ralentizó registrando que la mayor parte del equipo ahora se encontraba alrededor de la habitación, cabezas bajas, mirando la escena, algunos mirando sin ver el suelo, algunos orando a Dios por ayuda.
—¿Dónde está la maldita ambulancia?! Está embarazada, maldita sea... Está embarazada... Nuestro pequeño ángel... —Santana gritó con angustia y su voz rota se apagó en un murmullo desesperado mientras sus manos temblorosas levantaban mi vestido empapado de sangre.
Su pulgar rozó mi mejilla, por encima de mi labio, y sus ojos se abrieron. Ella inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado. —¿Amor? ¿Por qué tu labio sangra? ¿Qué demonios te pasó?
La miré fijamente, desenfocada, distante. Me sentía desconectada de mi cuerpo, como si estuviera flotando, viendo el horror desarrollándose. Me sentía cada vez más somnolienta y mi energía se agotó con cada nuevo chorro de sangre que salía entre mis muslos.
—¡Britt! —rogó , aferrándose a mí como si pudiera detener mi desvanecimiento—. ¡Britt! ¡Quédate conmigo. Britt!
—Tú... madre la golpeó y ella cayó contra la mesa. No... No sabía que estaba embarazada... Sólo estábamos tratando de asustarla. Las cosas se salieron de control...
Reconocí la voz cargada de culpa de Shelly.
Santana se tensó, la furia poseyó su cuerpo en un fuerte rugido—. ¿Dónde está?
—Ella se coló por las puertas laterales —informó Shelly en tono de disculpa.
Santana se movió, sus brazos intentando soltarme, pero me agarré a ella con más fuerza. Me sentí extrañamente entumecida y quería a Santana junto a mí, sosteniéndome.
—Por favor... no me dejes...—susurré, mi corazón vacilante en sus hermosos ojos oscuros llenos de lágrimas.
Una vez que Santana me había asegurado de nuevo en sus brazos, me di por vencida gradualmente, el dolor disminuyó, ligero, como si mi cuerpo me estuviera diciendo que nuestro angelito decía un reacio adiós final.
—Nena, lo siento mucho... nuestro ángel... nuestro ángel...
El hermoso rostro roto de Santana fue el último que vi mientras mis ojos perdían la visión y me rendía a la oscuridad.
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BREVES ADELANTOS CAPS. 24, 25 & 26
Gire mi cabeza a la derecha y allí estaba ella, mi Santana, durmiendo, sus dos manos aferraban la mía. Estaba sentada en una posición incómoda en una silla de plástico roja, su cabeza descansaba en el borde de mi colchón inclinada hacia mí. Tenía la boca un poco abierta mientras dormía ligeramente, un mechón de su largo, cabello color negro se movía con cada respiración.
Ella era hermosa.
Mientras miraba fijamente a mi novia, traté de recordar por qué estaba aquí. Pequeñas imágenes en blanco y negro me invadían mientras aparecían aleatoriamente en mi mente; una biblioteca, dolor, gritos, sangre... la madre de Santana... nuestro bebé...
Puse mi mano rápidamente sobre mi vientre mientras un alarmante frio se filtra en cada célula. Traté de moverme y sentí mi mano apretarse. Mi cabeza se movió rápidamente al causante y encontré a Santana observándome, con los ojos hinchados, inflamados, la parte blanca enrojecida, y su mirada chocolate cargada de tristeza.
***
Escuché una risa malvada y Maribel se cernía sobre mí.
—¡Esa mirada en tu cara podría haber hecho que valga la pena! —Se alejó—. Has degradado a mi familia, maldita perra. Vete. Deja Lima y no vuelvas nunca más. Nada te queda por perder aquí. Santana no te querrá después de esto, después de arruinar su reputación y destruir el negocio de su familia. ¡Si te quedas, me aseguraré de hundirte conmigo, así que Dios me ayude! Los López serán el hazmerreír de toda Lima gracias a ti...
—¿Es por eso que la estabas presionando para casarse con Shelly? Querías el dinero de su padre, necesitaba la conexión legal antes de que ella descubriera lo que habías hecho. —De repente todo tenía sentido. Santana tenía razón al sospechar.
++++++
Me puse mis guantes de cuero negro y examiné el campus vacío. Crujiente nieve blanca coronaba las altas e intrincadas torres y tejados de los edificios antiguos, fundiéndose en un maravilloso invierno, dando un ambiente Dickensiano a la prestigiosa universidad. Me encantaba Oxford en invierno; era uno de los lugares más bellos del mundo. Fue mi Meca, mi Santo Grial, o al menos solía serlo. Ahora me sentía como una impostora. Un vagabundo perdido, lejos, muy lejos de su casa.
La mayoría de los estudiantes estaban fuera por las vacaciones de Navidad y yo había pasado el día de Navidad sola en mi habitación con un gran vaso de vino, tratando de no pensar en cómo esto hubiera sido en casa de Marley en Birmingham, con Santana y... nuestro bebé.
Cuando Holly y yo llegamos a Oxford, nos dijeron que nuestros anfitriones tenían que retrasar nuestra conferencia durante una semana, lo que estaba bien para mí. El equipo de arqueólogos en el campus había encontrado los restos de lo que pensaban que podría ser una antigua tumba real y el enfoque inicial les fue dado a ellos para que pudieran transmitir sus resultados a la prensa. Yo, por mi parte, estaba contenta. Necesitaba el tiempo para poner en orden mis ideas.
*****
—Brittany, la novia de una tenista. —Sam sacudió la cabeza, sonriendo con incredulidad.
—Es como nada que hayas visto en tu vida, Santana. Todo el estado adora al equipo de tenis universitario, la adoran. El estadio tiene una capacidad para más de cien mil personas. Es una locura. Los partidos son televisados. Son patrocinados por marcas internacionales, y yo acabé enamorada de la jugadora más venerada en todo el país.
Sam tomó mi mano suavemente y miró directamente a mis ojos. —Bueno, la pregunta es, Brittany, ¿por qué demonios estás sentada en esta maldita cafetería conmigo, en vez de con tu alma gemela la superestrella en Lima?
++++++++
Podía oír el ruido estridente de la multitud y agarré mi teléfono.
YO: Acercándome ahora. Encuéntrame afuera con el pase.
MARLEY: En camino. ¡Casi cerca!
Me acerqué a la entrada, subiendo los escalones de dos en dos. Tan pronto como llegué a la cima, Marley salió corriendo, vestida con shorts de jeans y una camiseta de la universidad. Su sonrisa de alivio casi me derribó mientras agarraba mi mano.
—Britt, te abrazaré después. En este momento necesitas llegar rápido. ¡Toma esto!
******
Corrimos hacia Rachel, quien, como siempre, lucía su camiseta Stetson, pantalones vaqueros, su camiseta “Smith”, y botas. Me recogió, besando mi mejilla, sentándome delante de ella.
—Muy bueno tenerte de vuelta, chica. Dejaré que lo hagas una vez debido a las circunstancias, pero huyes así de nuevo y me volveré loca. Mantengo el título de amarrar al cerdo en todo Texas, ¡y no tengo miedo de usar mis habilidades locas de inmovilización!
Froté mi brazo. —Tomo nota, Rachel.
Me guiñó un ojo, los ojos brillantes. —Te he echado de menos, chica.
—También te extrañé. —Me dio un codazo juguetonamente.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Que HDP la vieja loca!!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
maldita anciana degenerada, supongo britt perdio al bebe y ahora que pasara?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
holap,...
la vieja se fue a la mierda con lo que le hizo a britt,..
a ver como reacciona san a todo esto,...
nos vemos!!!
la vieja se fue a la mierda con lo que le hizo a britt,..
a ver como reacciona san a todo esto,...
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Noooooooooooo
Porque
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Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
monica.santander escribió:Que HDP la vieja loca!!!!!!
Saludos
tienes mucha razon....la madre de San (al igual que el padre) es una ....
micky morales escribió:maldita anciana degenerada, supongo britt perdio al bebe y ahora que pasara?
acertaste......pasara que Britt tendra un momento de confusion y depresion
3:) escribió:holap,...
la vieja se fue a la mierda con lo que le hizo a britt,..
a ver como reacciona san a todo esto,...
nos vemos!!!
despues de todo este embrollo la historia tomara un rumbo mejor
Jane0_o escribió:Noooooooooooo
Porque
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psssss.......este drama pondra a prueba el amor de ambas
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Hola……….buenas tardes a todas/os……….uhhh, estamos a nada de que finalice la historia, es decir, estamos en la recta final (apenas si falta apenas una actualización y la historia termina)…tranquilas, que solo se trata del primer libro…..después les pondré el segundo libro de la historia (está enfocado más desde el punto de vista de Santana, ya que rememora capítulos de esta primera parte de la historia y complementa la historia con varios capítulos que explican cómo hubiese seguido su historia de amor (awww ya me puse a suspirar)
Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..
*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:
http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)
http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)
http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)
http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)
http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)
*Última actualización: día LUNES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.
Y la canción del día es……….
https://www.youtube.com/watch?v=GMJbaUuHeJ0
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Sweet Home” y es de autoría de Tillie Cole (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual SIMPLY BOOKS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).
Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Alabama, Tusscalosa fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Inglaterra y Lima-Ohio (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.
Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + prólogo + 27 capítulos + epílogo + capítulo extra (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de vista de Santana, en el caso de esta adaptación) / (este primer libro es absolutamente desde el punto de vista de Brittany; el segundo libro se compone de: sinopsis + prólogo + 37 capítulos + epílogo + capítulo extra (este segundo libro es narrado desde la perspectiva de Santana rememorando varios capítulos descritos en el primer libro, a la par que se agregan otros más)………Espero disfruten de esta historia
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Capítulo 24
Al principio todo lo que oí fue el sonido del monitor cardíaco perfectamente sincronizado. Bip-pausa-bip-pausa-bip.
Mi garganta estaba total y completamente seca, y cada vez que tragaba se sentía como astillas de madera rasgando tejido muscular. Cambié de posición mis piernas ligeramente, encogiéndome de dolor mientras mi vientre se contraía.
Abrí un poco mis ojos, y me encontré con un techo claro y tubos fluorescentes. Un televisor estaba funcionando en silencio en la esquina y sillas de plástico de todos los colores rodeaban mi cama.
Levanté mi brazo para encontrarlo enganchado a un gotero. Algo cálido sostenía mi otra mano.
Gire mi cabeza a la derecha y allí estaba ella, mi Santana, durmiendo, sus dos manos aferraban la mía. Estaba sentada en una posición incómoda en una silla de plástico roja, su cabeza descansaba en el borde de mi colchón inclinada hacia mí. Tenía la boca un poco abierta mientras dormía ligeramente, un mechón de su largo, cabello color negro se movía con cada respiración.
Ella era hermosa.
Mientras miraba fijamente a mi novia, traté de recordar por qué estaba aquí. Pequeñas imágenes en blanco y negro me invadían mientras aparecían aleatoriamente en mi mente; una biblioteca, dolor, gritos, sangre... la madre de Santana... nuestro bebé...
Puse mi mano rápidamente sobre mi vientre mientras un alarmante frio se filtra en cada célula. Traté de moverme y sentí mi mano apretarse. Mi cabeza se movió rápidamente al causante y encontré a Santana observándome, con los ojos hinchados, inflamados, la parte blanca enrojecida, y su mirada chocolate cargada de tristeza.
Me sentí literalmente paralizada. —¿Santana?¿Hemos… hemos…? —No podía decir las palabras en voz alta. Decirlo podría hacer que fuera cierto y no quería creer que lo que sabía era así.
La mandíbula de Santana se apretó, y nuevas lágrimas se derramaron de sus largas, oscuras pestañas, corriendo por sus mejillas cayendo en la sábana blanca de algodón. Observé mientras tragaba de forma involuntaria, y asintió lentamente, mirándome con atención, agarrando mi mano.
Me acurruqué en su dirección, llevando nuestras manos fuertemente unidas a mi pecho y liberando la angustia contenida ardiendo dentro de mí. Fuertes sollozos me invadieron y Santana cubrió mi cuerpo con el suyo como si pudiera protegerme físicamente de mi intensa agonía.
Habíamos perdido nuestro bebé. No iba a ser madre.
—Lo siento mucho... Todo es culpa mía.
Giré mi cabeza, sollozando, y limpiando la humedad.
—¿P… por qué te culpas? No hiciste nada malo.
Santana sacudió su cabeza una y otra vez.
Me hice a un lado, y tiré ligeramente de su mano para animarla a acostarse junto a mí. Tan rápido como le es posible, Santana se subió al delgado colchón, y su cabeza se unió a la mía en la escasa almohada blanca, nuestras manos se aferraban como si fueran una unión por la fe, aferrándose fielmente a nuestro amor como una devoción.
Santana llevo nuestras manos a sus labios, besándolas y pasándolas ligeramente por su boca.
—Maté a nuestro bebé, Britt. No te protegí. Te decepcioné.
Mi garganta estaba tan llena de emoción que casi no podía hablar. Santana, la estrella de tenis siempre implacable y enérgica, estaba desmoronándose.
—No había nada que pudieras haber hecho.
Cerró los ojos con fuerza.
—Nunca debí haberte dejado sola ni un segundo. Sabía que mis padres se traían algo entre manos. Nunca debimos haber ido. Debí dejar que te quedaras en casa, donde ambos podrían haber estado a salvo. Ahora... —Apoyo su cabeza sobre nuestras manos, y las lágrimas cayeron mientras hacía su confesión.
Dejé que se desahogara, y cuando se había calmado, le dije con tristeza—: Santana, mi corazón está roto. Justo cuando creo que no puedo estar más herida, recibo un puñal clavado directamente en mi corazón. ¿Qué hicimos tan mal para que nos quiten todo? Tengo la sensación de que pierdo a todos los que amo: mi madre, mi padre, mi abuela, y ahora nuestro bebé. No puedo soportar más dolor. Es demasiado para mí lidiar con... Simplemente no puedo hacerlo más.
Temblando, Santana me sostuvo contra su pecho.
—No sé por qué te quitaron a tu familia, cariño, y sé que estas destrozada. Pero mi madre tiene la culpa de esto. Shelly le contó a Marley todo, la nota, las acusaciones. He tenido malditamente suficiente de ellos. Son veneno para ti y para mí, Britt, veneno. Eres todo lo que me queda... No huyas de nosotras. Simplemente... no huyas.
Todo lo que sentía era entumecimiento, mi cuerpo ignoraba el dolor, regresando al modo auto-protección que Santana había cambiado todos esos meses. Dejo besos desesperados y suaves toques por toda mi cara.
—¿Qué me pasó? No recuerdo mucho.
Santana jugueteo con la etiqueta de hospital de mi muñeca, reviviendo el trauma de la noche anterior.
—Los paramédicos llegaron y te trajeron aquí. Vine contigo. Nuestros amigos están todavía en la planta baja, nunca se fueron. Has estado dentro alrededor de veinticuatro horas, ahora. El impacto de la mesa causó una hemorragia interna. Necesitabas cirugía.
Centre mi atención en el techo, contando los pequeños paneles blancos con indiferente fascinación.
—¿Todavía puedo tener niños?
Santana quito suavemente el pelo de mi frente, sosteniendo firmemente mi cuerpo inerte en sus brazos.
—Sí, fue lo primero que pregunté, nena. No… no sabía si quieres quedar embarazada pronto. Si deberíamos intentarlo de nuevo cuando estés mejor. Solo… solo quiero que seas feliz, lo que sea que quieras.
Me tenso y ella me aferra con más fuerza.
—Lo siento, Britt. No debería haber dicho nada todavía. Es demasiado pronto, demasiado reciente. Perdóname. Simplemente perdóname por todo. Te amo tanto, y nuestro ángel acababa de hacernos tan felices… nos hizo una familia. Yo... yo tengo miedo de perderte a ti también. Es todo lo que he estado pensando mientras has estado dormida.
Traté de relajarme mientras inhalaba el singular olor de menta de Santana. No podía decir nada. Sabía que necesitaba mi afirmación, mi promesa de quedarme, que todo iba a estar bien, pero no podía. No quería pensar. No quería estar aquí, sin hijos, en una cama de hospital, con mi novia destrozada.
Cerrando mis puños en su camiseta roja de la universidad, la mantuve agarrada mientras atravesábamos en silencio ola tras otra de dolor hasta que todo lo que quedaba era un hueco vacío.
*******
Mis amigos pasaron a verme, ofreciendo sus más sinceras condolencias y hablando sin sentido, evadiendo el tema tabú de los niños e intentando lo mejor posible distraerme.
No tendrían que haberse molestado. No sentía... nada, y ni una vez respondí. Santana sentada a mi lado en la cama. Ignoró las miradas extrañas que recibió de los médicos y no retrocedió cuando las enfermeras pasaban por mi habitación para ver a la devota novia negándose a separarse de su novia. Se dieron cuenta que las palabras "horas de visita" no significaban nada para la estrella tenista de la universidad y le permitieron quedarse cada noche en mi cama.
El poder de los deportes en Lima.
Santana trató una y otra vez hablar conmigo, pero no respondí. Dormí... mucho, y cuando no dormía, me acostaba a su lado en un estado de coma autoimpuesto. Era un zombi en vida.
Después de días recuperándome en el hospital, el médico me dijo que sería dada de alta la mañana siguiente. Santana inmediatamente comenzó a empacar mi bolsa con artículos necesarios para pasar la noche que Marley que había traído y ella no podía ocultar su alivio de que por fin nos fuésemos a casa.
Casa.
Ningún lugar se sentía como casa. Inglaterra contenía los recuerdos de la familia que perdí, Lima ahora contenía el recuerdo de la perdida de mi bebe, ninguna parte me hacía sentir a salvo.
La profesora Holliday había llamado para expresar su pesar por mi pérdida. Se iba a Oxford esa noche para la conferencia, ella y Santana habían decidido que era mejor si yo no viajaba. Santana me lo contó con cautela, esperando que protestara e insistiera en entregar mi parte del artículo debido al hecho de que había trabajado en él durante casi un año. Simplemente me encogí de hombros y me volví a dormir. Normalmente hubiera protestado. Pero no pude reunir la fuerza para preocuparme.
Santana suspiraba derrotada cada vez que me apartaba de ella, encerrándome. Ella me observaba, siempre me observaba y seguía todos mis movimientos. Podía ver que estaba destrozada. Sabía que ella también lo estaba, pero si me permitía sentir, no estaba segura de poder sobrevivir a la avalancha de dolor que sabía que iba a venir a continuación. Me dijo una y otra vez lo mucho que me amaba y, como siempre, me suplicó que no la dejara.
No hice tal promesa.
Cuando mi bolsa estuvo llena, y cerrada, el teléfono de Santana sonó. Me volví y observé como se agarraba fuertemente el puente de su nariz.
—¿Qué pasa?
—Es la entrenadora Sylvester. Me necesita para asistir a una función de caridad en el estadio esta noche. Me he perdido un montón de partidos preliminares y necesita a la capitana del equipo allí para demostrar que estoy con el equipo hasta el campeonato.
Giro su cabeza bruscamente hacia mí.
—No puedo dejarte así.
—Sí, puedes. Estoy cansada de todos modos. Necesito dormir.
Gruñendo audiblemente con exasperación, de forma agresiva golpeó su puño contra la pared.
—¡Por el amor de Cristo, Britt! ¿Cómo puedes estar cansada? ¡Has dormido durante días, no has hecho nada durante días! Entiendo que has tenido una cirugía, pero los médicos dijeron que deberías sentirte mucho mejor ahora. Estás regodeándote en la autocompasión, Pierce. ¡Necesitas recuperarte del infierno por el que pasas! ¡Lo he intentado, he estado tratando de ser paciente, pero ya es suficiente! He perdido un bebé también, no sólo tú, pero me excluyes y actúas como si fuera una maldita extraña para ti. ¡Era la madre, por el amor de Dios! No puedo hacerlo sola. Tengo mucho sobre lo que pensar, tú estando así, dirigir el equipo al campeonato, las esperanzas de todo un estado sobre mí. Necesito que me ayudes, Britt, no que te ahogues en tu propia maldita miseria. ¿Quién me está apoyando a mí? ¡Estoy de duelo también!
Observé como el antiguo enfado que la atormentaba cuando nos conocimos la invadía. Miro fijamente mis ojos, se movió enojada a mi lado de la cama, y me levantó, presionando sus labios duramente contra mi boca.
No le devolví el beso, y me dejó sobre el colchón, casi gruñendo con frustración.
—¡Por el amor de Dios! Por favor. Por favor. Me estás asustando mucho. Tienes que empezar a tratar con ello, tratar con todo lo que pasó.
Simplemente me aparté y miré fijamente a la nada.
—¿Ni siquiera puedes soportar verme?
Entrecerré los ojos, gire mi cabeza rápidamente para enfrentarla y le grite enojada—: ¡Ahí! ¡Te estoy mirando! Cuéntame, Santana, ¿con que te gustaría que tratara exactamente? ¿El hecho de que tu madre mató a mi bebé?
Santana retrocedió como si la hubiera golpeado y me respondió con los dientes apretados—: Nuestro bebé, y no olvides nunca eso. Estuve contigo en todo momento, hasta el final... lo sigo estando. ¡Todavía estoy aquí, tratando de sacarte del infierno!
Me encogí de hombros con indiferencia y le di la espalda, mi pesar y culpa trataban de invadirme pero los alejé, muy, muy lejos. No podía permitirme sentir.
—¿Sabes qué? ¡Al diablo esto! ¡Me voy! —Santana salió con pesar por la puerta, y observé mientras se marchaba apresuradamente por el pasillo, su espalda rígida de tensión.
Expulsé el aire lentamente, y cerré los ojos, deseando no despertar nunca.
*****
Un periódico fue golpeado contra la mesita de noche despertándome de mi sueño. Una muy borracha Maribel López estaba al pie de mi cama, la puerta de mi habitación privada bien cerrada, las persianas bajadas.
Estaba atrapada.
—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté enfadada, moviéndome rápidamente para apoyarme contra las almohadas.
Sonrió y se tambaleó hasta la silla, dejándose caer en el asiento a mi lado, apestando a whisky una vez más. Se veía completamente desaliñada, su perfecto cabello estaba enredado, y sus ojos rodeados por unas oscuras ojeras, su lápiz labial rojo un poco corrido.
Inclinándose, señaló con el dedo huesudo hacia mí y su rostro adquirió una expresión cruel.
—Nos has arruinado, pequeña puta.
La observé sin expresión, luchando contra la paralizante ansiedad que sentía formándose en mi pecho.
—Te arruinaste tú misma. ¡Asesinaste a nuestro bebé no nacido! ¡Tú nieto!
—Esa abominación nunca debería haber sido concebida. ¡Era escoria, al igual que su madre tenista!
Me sentí como si me hubieran colgado, clavado en una cruz y crucificado. Mi bebé no era escoria. Era perfecto, era nuestro.
La señora López empujó el periódico más lejos de donde estaba.
—Léelo. El editor y no tan gran fan de mi marido nos envió una copia anticipada. Un pequeño regalo por demandarlo unos años atrás.
Extendí la mano y tomé el periódico temblando.
—Oh, Dios mío. ¿Qué es esto?
—Fantástica lectura, ¿no es así?
En la portada había una foto mía, la noche de la cena, en una camilla fuera de la casa, siendo transportada a la ambulancia, mi vestido blanco manchado con sangre, una máscara de oxígeno en mi cara, y Santana agarrando mi mano con fuerza, con expresión desconsolada, también cubierta de sangre. La imagen paralela mostraba al Sr. López con un traje afuera de las oficinas López Oil.
El título decía:
“LA NOVIA DE LA ESTRELLA TENISTA UNIVERSITARIA SUFRE UN ABORTO EN MEDIO DE UN ESCÁNDALO DE LAVADO DE DINERO EN LÓPEZ OIL”.
Mi pecho sentía una presión y levanté mi brazo, frotando mi esternón, tratando de disminuir la dolorosa tensión.
No podía.
La imagen... la imagen de mí perdiendo mi bebé...
El dolor me consumía desde adentro hacia afuera. No podía hacerlo. No podía aceptar la realidad de la imagen, la expresión destrozada de Santana mientras sostenía mi mano.
Escuché una risa malvada y Maribel se cernía sobre mí.
—¡Esa mirada en tu cara podría haber hecho que valga la pena! —Se alejó—. Has degradado a mi familia, maldita perra. Vete. Deja Lima y no vuelvas nunca más. Nada te queda por perder aquí. Santana no te querrá después de esto, después de arruinar su reputación y destruir el negocio de su familia. ¡Si te quedas, me aseguraré de hundirte conmigo, así que Dios me ayude! Los López serán el hazmerreír de toda Lima gracias a ti...
—¿Es por eso que la estabas presionando para casarse con Shelly? Querías el dinero de su padre, necesitaba la conexión legal antes de que ella descubriera lo que habías hecho. —De repente todo tenía sentido. Santana tenía razón al sospechar.
—¡Y esa engendro del promiscuo de mi marido lo habría hecho si ella nunca te hubiera conocido! Ahora todo el mundo lo sabe. Mi marido ha sido arrestado. ¡Lo hemos perdido todo por tu culpa! ¡Todo!
—No, has perdido todo por ti misma —dije bruscamente.
Llevo su mano hacia atrás, y golpeo con fuerza con su puño mi estómago, haciéndome gritar de dolor. Mi mano frenéticamente busco al lado de la cama el botón de llamada, pero la señora López envolvió sus manos alrededor de mi garganta, aplicando presión mientras apretaba desesperadamente el botón de emergencia repetidamente.
Mi cuello tenía un dolor punzante, mi visión se volvió borrosa cuando una enfermera entró en la habitación.
—Ayúdame... por favor —dije con voz ronca. La enfermera gritó en el pasillo por los guardias seguridad y ella arrastró a Maribel fuera de mi cama, inmovilizando sus brazos detrás de su espalda. Tosí y respiré profundamente varias veces mientras los guardias de seguridad se la llevaron, pataleando y gritando en su estado de embriaguez.
—Te hundiré si te quedas, ¡nos hundirás a ambas! No tengo nada que perder.
Deje caer mi cabeza entre mis manos. La enormidad de los últimos días casi me sofoca, implacable dolor destrozándome desde adentro hacia afuera.
No podía estar más aquí. Necesitaba alejarme de todo el dolor y la tristeza.
—Cariño, ¿estás bien?
Levante la mirada y una joven, rechoncha enfermera estaba en mi cama, con su brazo a mí alrededor.
Asentí.
—¿Estás segura?
—Sí.
—Cariño, la policía está en camino.
Traté de salir de la cama.
—¡No, no! ¡No más! No puedo…
El fuerte brazo de la enfermera me estrechó y habló con voz tranquilizadora.
—Esa mujer te agredió, Brittany. Necesitas denunciar lo que hizo.
Mi cuerpo se hundió contra el costado de la enfermera. Ella estaba en lo cierto y sería la última cosa que haría por Santana. La ayudaría asegurándome de que su reputación no la ensuciara más de lo que ya lo había hecho. Sus padres ya se habían rebajado. Ayudaría a dar el empujón final. Santana finalmente sería libre.
—Está bien. —Estuve de acuerdo.
—Buena chica. ¿Te gustaría que llamara a Santana por ti?
Fingí una sonrisa y sacudí la cabeza.
—No, por favor no. Está en una función de caridad en el estadio, para el juego de campeonato, y no quiero interrumpirla. Su equipo y aficionados la necesitan.
Apretando mi brazo, dijo con admiración—: Eres buena persona, señorita Pierce, buena persona.
Salió de la habitación y después de un rato, la policía llegó. Di mi declaración, a decir verdad todos los pequeños detalles y sentí como si mi alma se estuviera destrozando en todo momento. Cuando la policía se fue, agarre mi teléfono desde la mesa plegable y marqué llamar.
—Brittany, ¿estás bien?
—Profesora, ¿has salido ya para el aeropuerto?
—Estoy en mi auto ahora. ¿Por qué?
—¿Está mi pasaje todavía disponible?
—Bueno, sí... pero, Brittany, no estás bien.
—Estoy bien. El doctor me dio el alta. ¿Puedes venir a buscarme en el hospital?
—¿Ahora?
—Sí, ahora —dije rápidamente con impaciencia. Hubo una larga pausa y un suspiro de descontento.
—Estaré allí en quince minutos.
—Estaré fuera. —Colgué el teléfono, apreté los dientes, y arranqué la vía de mi mano. Cogí mi ropa, estremeciéndose ante el casi imperceptible dolor en mi vientre, me puse mis pantalones vaqueros y una camiseta, y agarré mi bolso. Salí al pasillo vacío y baje hasta la puerta principal justo cuando Holly se detuvo, y me metí rápidamente en el asiento delantero.
Ella me miró con escepticismo.
—Estás huyendo de nuevo, ¿verdad, Brittany?
—No puedo estar aquí ahora mismo —dije casi inaudiblemente. Holly se dirigió fuera del aparcamiento del hospital hacia la carretera.
—Santana no lo sabe, ¿verdad?
—Para cuando se entere, voy a estar a cuarenta mil pies de altura. Está mejor sin mí aquí.
Ella se giró hacia mí, con evidente decepción en su rostro.
—¡No, no lo estará, Brittany! No puedes…
—¡Me voy, profesora! Por favor, simplemente no puedo... ¡Tengo que irme!
Pasó su mano marcada por la edad por su frente.
—¿Tienes tu pasaporte?
—En mi bolsa. Por suerte lo necesitaba para mi seguro médico.
—Entonces regresamos a Oxford.
Apoyé la cabeza en el respaldo, y observe mientras los amarillos campos de trigo pasaban rápidamente. Las lágrimas se derramaban de mis ojos mientras imaginaba la cara de Santana en mi cabeza. Por un momento, dudé de mi decisión, pero cuando recordé las imágenes en el periódico, todas las dudas desaparecieron.
Tenía que irme. Tenía que huir.
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Capítulo 25
UNIVERSIDAD DE OXFORD, INGLATERRA.
—En nombre de la señorita Pierce y el mío, gracias por escuchar. —La profesora Holliday se unió a mí en el lado del escenario mientras las trescientas personas aplaudían vigorosamente en satisfecha aprobación.
Nos dimos la mano con el decano y educadamente me excusé para salir de la sofocante sala de conferencias, corriendo afuera por un poco de aire fresco.
Irrumpí en el patio abierto y el frío del invierno golpeó en mi cara, dándome la sacudida para despertar que necesitaba. Levanté mi rostro hacia el cielo, y grandes y delicados copos de nieve besaron mi piel fría. Eso me hizo sentir viva... bueno, semi-viva.
Todavía estaba entumecida.
Me puse mis guantes de cuero negro y examiné el campus vacío. Crujiente nieve blanca coronaba las altas e intrincadas torres y tejados de los edificios antiguos, fundiéndose en un maravilloso invierno, dando un ambiente Dickensiano a la prestigiosa universidad. Me encantaba Oxford en invierno; era uno de los lugares más bellos del mundo. Fue mi Meca, mi Santo Grial, o al menos solía serlo. Ahora me sentía como una impostora. Un vagabundo perdido, lejos, muy lejos de su casa.
La mayoría de los estudiantes estaban fuera por las vacaciones de Navidad y yo había pasado el día de Navidad sola en mi habitación con un gran vaso de vino, tratando de no pensar en cómo esto hubiera sido en casa de Marley en Birmingham, con Santana y... nuestro bebé.
Cuando Holly y yo llegamos a Oxford, nos dijeron que nuestros anfitriones tenían que retrasar nuestra conferencia durante una semana, lo que estaba bien para mí. El equipo de arqueólogos en el campus había encontrado los restos de lo que pensaban que podría ser una antigua tumba real y el enfoque inicial les fue dado a ellos para que pudieran transmitir sus resultados a la prensa. Yo, por mi parte, estaba contenta. Necesitaba el tiempo para poner en orden mis ideas.
Extrañaba a Santana. La extrañaba tanto que a veces en realidad creía que me estaba muriendo de un corazón roto. Habían pasado un par de semanas desde que habíamos llegado a Inglaterra, y todavía revisaba mi teléfono o mi correo electrónico. La amaba tanto, pero no podía volver. Todo el mundo sabría de mi aborto espontáneo y no podía hacer frente a estar así de expuesta, la gente sabiendo, compadeciéndose.
Con una respiración calmada, me dirigí a la Cámara Radcliffe, la biblioteca más increíble que almacenaba miles de libros de mi especialidad. El dolor me abandonaba cuando me enfrascaba en los libros. Pensaba menos en Santana cuando estudiaba. Podía olvidar.
La nieve crujía como las hojas tostadas bajo mis pesadas botas de invierno, y envolví mi enguatado abrigo negro ajustándolo alrededor de mi pecho. Yo estaba casi en la puerta de la biblioteca cuando escuché—: ¿Brittany? ¿Brittany Susan Pierce? ¿Eres tú?
Me volví y me encontré con la cara conmocionada de Sam Evans.
Me encogí internamente ante la incomodidad de la reunión sorpresa. —Hola, Sam, cuanto tiempo sin vernos.
Su rostro se iluminó con una gran sonrisa mientras caminaba hacia mí y me daba un rápido y tieso abrazo.
—Maldita sea, Brittany, casi no te reconocía. ¿Dónde están tus gafas? Tu pelo... te ves completamente diferente... en el buen sentido —tartamudeó nerviosamente mientras revisaba mi apariencia con sus brillantes ojos azul zafiro.
—Gracias. Uso lentes de contacto ahora y mi amiga americana me arregló el pelo... y todo lo demás. —Hice un gesto hacia mi cuerpo.
—Bueno, ella se sobrepasó a sí misma. Te ves hermosa. Pero desde luego, siempre has sido hermosa.
Dejé caer mi cabeza con la boca apretada. Sólo me importaba cuando Santana me llamaba hermosa, cuando lo decía en serio con todo su corazón. Un torrente de recuerdos trataron de subir a la superficie. Contuve la respiración y los empujé hacia abajo.
—¿Te gustaría tomar un café? —Sam interrumpió mi tortura interior, sobresaltándome lo suficiente como para reenfocarme. Levanté la vista hacia él y su rostro estaba tan lleno de esperanza.
Pobre Sam. La última vez que me vio, había tomado mi virginidad, y a la mañana siguiente me había ido para no volver jamás. Él no se había merecido que lo tratara así.
—¿Brittany? ¿Café?
Eché un vistazo a la biblioteca y de nuevo a él. Quería decir que no.
—Sólo para ponernos al día rápidamente, lo juro. —Tiró de la manga de mi abrigo con sus dedos, bajando la cabeza—. Te he echado de menos.
—Está bien. —Cedí. El rostro de Sam mostró una amplia sonrisa y se colocó a junto a mí, mientras caminábamos en un silencio amigable.
Quince minutos más tarde estábamos sentados en la ventana de la cafetería del campus, donde Sam ordenó un té negro para él y capuchino para mí.
Mientras lo miraba, me di cuenta de que realmente era un hombre encantador. Muy amable y sin pretensiones. Yo nunca le di crédito por eso en el poco tiempo que salimos.
Si es que eso incluso podría llamado salir. Él no me conocía, pero eso era totalmente culpa mía. Nunca lo había dejado entrar.
Sam se sentó delante de mí, su bufanda del equipo de remo de Oxford anudada alrededor del cuello y un suéter de cachemira color rojo mostraba su delgado cuerpo y cabello rubio.
—Por lo tanto, Brittany, ¿cómo son los Estados Unidos? ¿Por qué estás de vuelta?
Jugué con mi taza de café. —Los Estados Unidos son... bueno... diferente. Seguí asistiendo a la profesora Holliday con el trabajo de filosofía y tuvimos la conferencia presentando nuestro alegato.
Sus cejas se levantaron prácticamente de su rostro real. —¿Y?
—Fue muy bien recibido. Va a ser publicado el próximo mes en la revista de filosofía de la Oxford Press, espero.
Sonrió con una sonrisa dentuda. —Estoy muy orgulloso de ti. Publicada a los veinte años, perfecto para un futuro profesor. Siempre creí en ti.
—Gracias. —Tomé un sorbo de mi café y procedí a tratar de conversar—. ¿Por qué sigues en el campus? ¿No deberías estar en tu casa de campo disfrutando de las fiestas de Navidad, codeándote con la realeza?
Él se echó a reír. —Debería estarlo, pero soy parte del equipo de arqueólogos que encontró los restos reales. Mi madre no está muy satisfecha. Ella piensa que estoy desperdiciando mi vida desenterrando huesos viejos. Ha sido tan increíble, sin embargo. Ahora estoy a mitad de mi primer año de doctorado y no podría imaginarme haciendo otra cosa.
Sonreí ante su acento inglés súper elegante. Yo solía burlarme de él por eso, le dije que me recordaba al príncipe William, y por el entrecerrado juguetón de sus ojos, él sabía que eso era lo que estaba pensando ahora.
—Entonces, ¿dónde vas a estudiar para tu doctorado? ¿Te quedas en los Estados Unidos o regresas aquí? —La emoción creció en su voz cuando preguntó la última parte.
Me encogí de hombros, mirando por la ventana, observando al estudiante extraño escabullirse para escapar de la nieve que caía.
—Estaba pensando en Estados Unidos, pero... no lo sé ahora. Sam inclinó la cabeza, pensativo, y tragó decepcionado.
—¿No es todo lo que esperabas?
—¿Lo que esperaba? No. ¿Cambio de vida? Sí. Es que no estoy segura de sí es la vida para mí. Es completamente muy diferente a vivir aquí, eso es seguro.
El silencio se unió a nosotros en la mesa. Podía sentir su mirada fija en mí mientras fijaba mis ojos en la taza. Ya era hora de una disculpa.
—¿Sam?
Sam cruzó las manos sobre el borde de la mesa, un ligero temblor en sus dedos. Me estiré hacia adelante y puse una mano sobre la de él. —Te debo una largamente retrasada disculpa.
Él volvió la cabeza para mirar por la ventana. —¿Por qué me dejaste así? ¿Fui tan mal novio para ti... y después... de lo que pasó entre nosotros? ¿Qué hice mal?
Un nudo se formó en mi garganta. —Nada. No fuiste un mal novio; fuiste encantador conmigo. Yo soy la equivocada aquí, Sam.
Encarándome, una vez más, dijo—: Rompiste mi corazón cuando te fuiste. Escuché decir a algunos de tus compañeros de clase que te habías unido a la profesora Holliday en Lima y no podía creer lo que oía. Lo habías planeado durante meses y nunca me dijiste que te mudabas al extranjero para tu Master. Simplemente te levantaste y te fuiste después de tener intimidad conmigo, ¿sin razón o explicación? Pensé que era muy cruel.
—Fui muy cruel. Y completamente egoísta. Y te mereces mucho más. Realmente lo siento por lo que te hice, Sam.
Los labios de Sam se separaron mientras inhalaba. —Brittany...
Levanté mi mano para detenerlo. —Si tienes el tiempo ahora, realmente me gustaría que tú pudieras dejarme explicar un poco sobre mí, de mi pasado. Tal vez te ayudará a entender por qué soy como soy. Siento que te lo debo.
Soltando un suspiro de alivio, él sonrió. —Nada me daría más placer.
Durante las siguientes dos horas, finalmente compartí mi pasado, absolutamente todo, hasta mi repentina partida después de que hubiésemos hecho el amor.
Cuando terminé, Sam se echó hacia atrás, con los ojos muy abiertos, soltando una bocanada acumulada de aire lentamente por los labios. —Cielos, Brittany. No tenía ni idea.
Sonreí lacónicamente, sintiéndome mejor, más ligera. Finalmente compartir algo sobre mí misma había sido realmente terapéutico. —Merecías saberlo. Sólo lamento que me haya tomado tanto tiempo. Podría habernos ahorrado mucho dolor.
Sam colocó su codo sobre la mesa, dejando su cabeza apoyada en su mano vuelta hacia arriba, mirándome fijamente, leyendo algo dentro de mi expresión. —¿Quién es ella?
—¿Quién es quién?
—La chica de quien estás enamorada.
—Yo no…
Él extendió la mano y suavemente tomó la mía. —¿Sabes lo mucho que me hubiera gustado que pensaras en mí y verte así? ¿Necesitarme tan desesperadamente?
—¿Qué?
Él bajó la mirada. —Yo te amaba, Brittany Susan Pierce, pero tú nunca me amaste. Traté de entrar en tu corazón, pero fallé. Quería que compartieras tus problemas, tu pasado, pero no me dejaste entrar. No me amabas lo suficiente y bueno, eso estaba bien. No era el hombre para ti. Ahora lo entiendo. —Me miró con compasión en sus ojos azules—. Sabes que no tengo ningún problema si te gustan las chicas. Quienquiera que sea ella, tiene que ser especial. Eres como una persona totalmente diferente, no la tímida e introvertida niña que una vez conocí. Eres más fuerte... cambiada.
Mi cabeza cayó a mis manos y empecé a llorar. Oí a Sam moverse de su silla y sentarse a mi lado, envolviéndome en sus brazos. Se sentía bien, ser sostenida de nuevo, pero extrañaba a Santana y sus brazos eran más cálidos y acogedores, más protectores. El pecho de Santana era un refugio para mí y, aunque Sam olía bien, a alguna loción de afeitar cara, no era menta.
Sam no era mi Santana.
—Shh, Brittany. No llores. Nada es tan malo que no pueda ser arreglado.
Levanté la cabeza. —Solo fue tan mal. Estuvimos pasando por demasiadas cosas y... y... hui... otra vez, como hui de ti. Me odio a mí misma por haberme ido, pero simplemente no podía quedarme.
—Shh... Tranquila, Brittany.
Pero yo no podía calmarme. Finalmente me permití sentir y el pesar fluyó fuera de mí con la fuerza de un géiser.
—Perdimos algo que amábamos muchísimo, robado, y sólo lo dejé para que tratara con esto por su cuenta. Ella tiene el partido más importante de su vida por delante y todo lo que hago es extrañarla, pensar en ella, pero mayormente lo he echado a perder. La dejé cuando más me necesitaba. ¿Cómo puedo volver después de hacer eso?
Sam se arrastró de regreso en su asiento, con los labios fruncidos por la confusión.
—¿Qué juego?
—Ella juega tenis.
—Oh, claro. ¿Es buena?
No pude evitarlo, pero me reí. —Sí, es bastante sorprendente.
Sam sacudió la cabeza con asombro. —¿Brittany Susan Pierce con una deportista talentosa? Bueno, nunca vi eso venir. No es polo o cricket, pero yo soy un gran creyente de que todos los deportistas son buenas personas. Tu chica probablemente lo es también.
Golpeé juguetonamente su brazo delgado. —Ella no es una simple deportista. Es la persona más valiente, más cariñosa que he conocido. Me entiende como nadie. Es mi compañera del alma, es mi todo.
—Brittany, la novia de una tenista. —Sam sacudió la cabeza, sonriendo con incredulidad.
—Es como nada que hayas visto en tu vida, Santana. Todo el estado adora al equipo de tenis universitario, la adoran. El estadio tiene una capacidad para más de cien mil personas. Es una locura. Los partidos son televisados. Son patrocinados por marcas internacionales, y yo acabé enamorada de la jugadora más venerada en todo el país.
Sam tomó mi mano suavemente y miró directamente a mis ojos. —Bueno, la pregunta es, Brittany, ¿por qué demonios estás sentada en esta maldita cafetería conmigo, en vez de con tu alma gemela la superestrella en Lima?
Le devolví la mirada mientras sus palabras sacudían mi cerebro.
¿Por qué demonios estaba yo aquí? Salté de la silla. —Sam...
—Ve, Brittany. Entiendo. —Él se puso de pie, como un verdadero caballero inglés, y me besó en ambas mejillas—. Tú me dejaste vacío cuando te fuiste el año pasado sin una palabra, pero ahora me doy cuenta de que nunca fuiste mía para conservarte. Tu nueva chica es afortunada de tenerte.
—No, yo soy la que tiene suerte de tener a mi versión femenina y muy caliente de Romeo.
—¿ En serio, Romeo es el apodo de tu chica entre la población universitaria?
—Sí, su nombre real es Santana López.
Sam se frotó la frente y se echó a reír. —Bueno, Srta. Brittany Susan Pierce y que casualidad que tu apodo universitario acá haya sido Julieta, es como muy fatídico. Pero harías mejor en llegar a tu chica, tan pronto como sea posible. Si no recuerdo mal, tiene la mala costumbre de meterse en un montón de problemas en tu ausencia.
Sonreí ante su broma, presionando un beso agradecido en su suave mejilla. —Adiós, Sam. Gracias por... todo.
—Gracias a ti, Brittany. Buena suerte con tu nueva vida en Estados Unidos.
Con una nueva determinación, corrí a la casa de invitados de la universidad tan rápido como mis piernas me llevaban.
Corrí a mi habitación y empecé a tirar mis cosas en mi bolsa. Casi había empacado cuando hubo un ligero golpe en mi puerta.
—¿Puedo pasar, Brittany? /
Era Holly.
La dejé entrar y ella me miró con pánico, después de que se había dado cuenta de que mi habitación estaba vacía.
—¿Vas a alguna parte otra vez? ¿Y ahora adonde, Brittany? Esto tiene que acabar…
—Voy a volver, —le interrumpí.
Su ceño se suavizó y un parpadeo de esperanza encendió en sus lechosos ojos grises.
—¿A?
—Lima. Oh, no, en realidad... —Comprobé la fecha en el calendario en la pared—. Voy a Pasadena, California, Estadio principal.
Una enorme sonrisa tiró de la fina piel de crepé de Holly. —Brittany. Gracias a Dios. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—Un viejo amigo me hizo enfrentarme a lo mucho que echo de menos y amo a Santana. Ella me necesita y yo simplemente me fui. Tengo que ir y hacer lo correcto. —Jugué con mis manos—. Va a ser difícil volver allí, después de... después de... ya sabes, pero tengo que hacerlo, por ella.
Holly se adelantó y agarró mi mano. —Brittany, quiero decirte un par de cosas, rápidamente antes de que te vayas.
—Está bien, —le contesté, comprobando con impaciencia mi reloj.
Una sonrisa maternal tiró de sus labios. —Tú me recuerdas mucho a mí, ya sabes.
Amas la filosofía, quieres ser profesora, y has tenido una vida difícil.
Tomé asiento en la cama, nerviosa ante la dirección en la cual su conversación se dirigía. —Mi padre murió en la guerra, Brittany. ¿Sabías eso?
—No, —le respondí, realmente sorprendida.
—Le dispararon en Francia. Yo era muy pequeña cuando ocurrió, pero eso se quedó conmigo, me afectó, al igual que la muerte de tu padre lo hizo contigo. Los años pasaron y finalmente llegué a un acuerdo con mi vida. Cuando vine a Oxford, bastante logro para una chica en aquellos días, conocí a Richard. Era tan apuesto y guapo y yo lo supe, simplemente con nuestro primer toque, que estaba locamente enamorada de él. Nos casamos seis meses después. Tú tenías eso con la señorita López. Te observé en la sala de conferencias cuando discutieron en frente de toda la clase y vi el cambio de inmediato, y no sólo en tu apariencia.
Jugué con mis manos y oí a Holly respirar tranquilamente. —He perdido cinco bebés en mi vida, Brittany.
Me quedé sin aliento y me cubrí la boca. Ella se inclinó y me dio unas palmaditas en la rodilla.
—Sin lágrimas. Soy un viejo hueso duro de roer.
Tomé su mano y la apreté en apoyo.
Holly se quedó mirando nuestras dos manos, sin ver.
—Yo nunca pude llevar a término un embarazo y después del quinto aborto espontáneo, ni siquiera podía quedar embarazada ya. Finalmente Richard y yo llegamos a un acuerdo con nuestro destino y juntos hemos vivido una vida maravillosa.
—Holly, yo…
—Shh, niña. No compartí esto para ganar tu compasión. De hecho, es todo lo contrario. Tú has soportado mucho en tu corta vida, pero estás cosas te hacen quien eres, te dan fuerza, y también te llevarán a tu destino. No siempre puedes correr.
Limpié mis ojos, expulsando la humedad. —Sólo quiero un lugar al que llamar hogar por fin. A todas partes que voy parece que solo me trae más tristeza.
—Brittany, un hogar no es un lugar. No es un país o un pueblo o un edificio o la posesión. El hogar está con la otra mitad de tu alma, la persona que comparte tu dolor y te ayuda a llevar la carga de la pérdida. El hogar es con la persona que a lo largo de todo nunca se da por vencida contigo y te trae la felicidad eterna. Ese, querida Brittany, es tu hogar dulce hogar, y creo que las dos sabemos que encontraste a una excelente chica muy sexy, quien podría ser esa persona. No renuncies a esto, Brittany, incluso cuando las cosas sean difíciles, simplemente no la dejes ir.
Salté de la cama y la abracé con fuerza. Después de varios segundos, me dio unas palmaditas en la espalda y se movió.
—Ahora, ahora, señorita, nada de esto. Somos británicas, el labio superior rígido y todo eso. No hay necesidad de exceso de afecto.
Me reí y cogí mis cosas. Cuando me di la vuelta, Holly estaba sosteniendo las llaves de su coche.
—Ven, Brittany, voy a mostrarte cómo una vieja pensionista te lleva al aeropuerto de Heathrow en un tiempo récord.
******
Me senté en la sala de embarque y ansiosamente tomé el teléfono de mi bolso. Me quedé mirando el rectángulo negro con un nudo en la garganta. Sabía que iba a estar lleno de mensajes, mensajes de daño y dolor. Finalmente expulsé mi miedo, lo encendí, y un aluvión de mensajes de texto y mensajes de voz inundó la pantalla.
El primero instantáneamente me hizo llorar cuando el rudo acento desesperado de Santana llenó mis oídos:
“¡Brittany! ¿Dónde estás, cariño? Lo siento tanto por lo que te dije y por dejarte así. Acabo de oír de la enfermera lo de mi mamá. Dios mío, Britt, ellos dijeron que te atacó... ¡otra vez! Por favor, dime dónde estás... Dejaste el hospital sin decirle a nadie nada. No puedo encontrarte en ningún lugar.”
Rodó directamente al siguiente correo.
“Britt.”
Su voz se quebró, emocionada.
“Hay una historia en el periódico. Se trata de nosotras... sobre la pérdida de nuestro ángel. Cristo, Britt, hay una foto tuya. Se está rompiendo mi corazón y no estás aquí. Mi mamá ha sido arrestada por asalto; mi padre ha sido detenido por lavado de dinero. Por favor, llámame. Dime dónde estás. Todo está arruinado. Me estoy volviendo loca sin ti. Te quiero. Vuelve a mí.”
Las lágrimas goteaban sobre mis rodillas. Siguiente.
“Brittany, soy Marley. Es el día de Navidad. Santana está aquí conmigo y mis amigos. Ella no está bien. Está completamente desconsolada, ella no habla, o se enoja tanto que tiene que salir de la casa. Por favor. Se culpa por todo. Llámala. ¡Está diciendo que todo es culpa de suya!”
Siguiente.
“Britt, soy Rachel. Mejor que estés de vuelta para el campeonato, chica, o voy a ir detrás de ti y ¡patear tu flaco trasero inglés! Los hinchas están horrorizados después de la historia en el periódico, y Santana no puede lanzar ni una pelota con su raqueta en el entrenamiento. ¡Deja de sentir lástima por ti misma! Corrige el problema, chica. ¡Llega aquí, para, ayer!”
Me reí ligeramente ante el habitual tono sin sentido de Rachel.
Pasé la siguiente hora escuchando los mensajes de angustia de Santana, ira o desolación completa y de todos mis amigos tratando de convencerme de volver. El último mensaje de voz fue esta mañana. Apreté el botón para escuchar.
“Hola, cariño, soy yo. Estoy en Pasadena ahora para el partido definitivo de mañana y quería llamarte... otra vez. Supongo que ya que no has devuelto mis llamadas, significa que en realidad no vas a volver a casa. Sé que estás en Oxford. La Profesora Holliday me envió un correo electrónico. Sólo quiero que sepas que te amo y que eso nunca va a cambiar. Te necesito, mi amor. Te necesito conmigo. Eres mi familia, mi todo. Tú eres mi hogar.”
Hogar. Yo era su hogar, dulce hogar.
Borré todos los mensajes y envié dos textos.
“Marley, no le digas nada a Santana por si acaso no lo consigo, pero estoy camino a Pasadena. Necesito que me consigas un pase para el partido. Te llamaré cuando aterrice... Lo siento mucho por todo, pero regreso por ella. Estoy de vuelta”.
El siguiente fue mucho más simple.
“Santana. Te amo. No me he dado por vencida con nosotras. Tú eres mi hogar también. Tuya por siempre….Britt”
Apagué mi teléfono y me dirigí a la puerta de embarque. Por primera vez en mi vida, yo estaba corriendo hacia algo, sin alejarme de ello.
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Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Capítulo 26
—¿Cuánto tiempo falta hasta el saque de salida?
—Veinte minutos.
—¿Llegaremos a tiempo?
—Todo depende del tráfico.
Me dejé caer en el asiento trasero del taxi y le envié un mensaje a Marley.
YO: Casi estoy ahí. Espantoso el tráfico. ¿Cómo está ella?
MARLEY: Apresúrate Britt. Los hinchas y camarógrafos siguen buscándote. Rachel y yo seguimos siendo cuestionadas. Santana no está bien. Sigue buscándote mientras practican. Por la expresión de su cara ahora mismo, ha decidido que no vienes.
Mierda, eso no era bueno.
—¿Estamos cerca?
Los nudillos del taxista en el volante se pusieron blancos por la molestia. —Mire, señorita. Ahí está el estadio. Puede ver el tráfico usted misma.
Estiré el cuello, detectando el gran estadio imponente al final de un largo camino, y el transito atascado.
Tenía que llegar allí. Podría correr.
Arrojé dinero al conductor, salté del taxi, y eché a correr en dirección al estadio principal. Las personas silbaban y aullaban mientras corría con mis botas vaqueras de color marrón y el vestido de encaje blanco de verano, pero los ignoré. Tenía el pelo suelto y lacio, y hasta me las había arreglado para maquillarme. Había utilizado el tiempo en el avión de manera inteligente.
Podía oír el ruido estridente de la multitud y agarré mi teléfono.
YO: Acercándome ahora. Encuéntrame afuera con el pase.
MARLEY: En camino. ¡Casi cerca!
Me acerqué a la entrada, subiendo los escalones de dos en dos. Tan pronto como llegué a la cima, Marley salió corriendo, vestida con shorts de jeans y una camiseta de la universidad. Su sonrisa de alivio casi me derribó mientras agarraba mi mano.
—Britt, te abrazaré después. En este momento necesitas llegar rápido. ¡Toma esto!
Me arrojó mi camiseta y un pase de seguridad.
Me había traído mi camiseta de la suerte. No había dudado que llegaría. No había dudado de mí.
Me puse la camiseta sobre mi vestido, y Marley tiró de mí dentro del estadio, agitando nuestros pases al guardia mientras corríamos. Serpenteando dentro y fuera de los pasillos, escaleras arriba ya través de una multitud de personas y, finalmente, volver a bajar a la planta baja, saliendo de un túnel a la luz del sol, donde una enorme bandera estadounidense del tamaño del estadio cubría el campo. El himno nacional estaba justo llegando a su fin, alguna estrella del pop cantaba apasionadamente a pleno pulmón. La multitud rugía de emoción y patriotismo. Me encontré ante la visión de la ceremonia, pero el firme control de Marley se aseguró de que siguiera adelante.
Vi la forma fornida de Rachel en nuestros asientos, justo detrás de los tableros de publicidad, silbando y usando sus manos para guiarnos hacia ella. Vítores aliviados también estallaron mientras los hinchas de la universidad comenzaban a notar mi llegada. Sabía que si miraba hacia arriba, estaría en las pantallas grandes, así que mantuve mi cabeza firmemente hacia abajo.
Mientras pasaba a los hinchas, algunas personas presentaron sus respetos por mi pérdida, sacándose sus gorras de sus cabezas en un gesto simpático y dándome golpecitos en la espalda, diciéndome que me mantuviera fuerte.
Vacilé.
Marley giró hacia mí con una cara triste. —Fue una gran noticia, querida, pero todos están aquí para desearte lo mejor. No necesitas sentirte avergonzada. La gente tiene el estómago revuelto por lo que los padres de Santana hicieron. Las aman a ustedes.
Tragué saliva, ruborizándome, y levanté mi mano en agradecimiento a la bondad de los desconocidos.
Corrimos hacia Rachel, quien, como siempre, lucía su camiseta Stetson, pantalones vaqueros, su camiseta “Smith”, y botas. Me recogió, besando mi mejilla, sentándome delante de ella.
—Muy bueno tenerte de vuelta, chica. Dejaré que lo hagas una vez debido a las circunstancias, pero huyes así de nuevo y me volveré loca. Mantengo el título de amarrar al cerdo en todo Texas, ¡y no tengo miedo de usar mis habilidades locas de inmovilización!
Froté mi brazo. —Tomo nota, Rachel.
Me guiñó un ojo, los ojos brillantes. —Te he echado de menos, chica.
—También te extrañé. —Me dio un codazo juguetonamente.
—Corten la reunión, chicas. Aquí vienen.
Por la pantalla grande, vi cómo se reunían los equipos en sus respectivos vestuarios, y los integrantes de nuestro equipo universitario de tenis, vestidos de rojo y blanco, mientras regresaban apoyándose, salieron primero.
Mi pecho latía, mientras uno por uno los jugadores salían al campo. Sabía que Santana sería la última, cuando la vi, pensé que me derrumbaría Una mirada a su cara y un aluvión de recuerdos me asaltó; toques, besos, lágrimas, sonrisas, haciendo el amor, todo en tecnicolor.
Ella era mi hogar.
Santana salió a la cancha y me di cuenta de la leve apatía en su correr, la leve inclinación de su cabeza, y el saludo no tan entusiasta con su mano izquierda a la multitud. Mi corazón lloraba por todo la travesía que le había impuesto. La había dejado sola cuando me suplicó que no huyera.
Los hinchas universitarios comenzaron su canto mientras Santana se dirigía a un lado de la cancha y la pantalla gigante la siguió todo el camino.
Beso, beso, beso, beso…
Mi tenista palideció. Pensaba que no estaba aquí. Pensaba que estaba defraudando a sus hinchas. Pensaba que iba a ser humillada por mi ausencia.
Rachel y Marley, ambas se inclinaron con besos tranquilizadores sobre mis mejillas, y la vi quedarse quieta, sin ni siquiera mirar en mi dirección.
—No sabe que estoy aquí —susurré.
Marley y Rachel se miraron una a la otra, con expresiones preocupadas en sus caras. Rachel escupió el tabaco que estaba masticando en el suelo, subió a su asiento, e instó a la multitud con un gesto de sus brazos para seguir adelante.
El aumento en el nivel de decibelios era ensordecedor, y muchos del equipo de la universidad miraban en nuestra dirección, los camarógrafos pusieron su atención en mí.
Vi a Noah echar un vistazo a la pantalla y correr, a toda velocidad, hacia Santana, quién tenía su cabeza baja hacia adelante, haciendo caso omiso al rugido de la multitud.
Noah la sacudió de su estupor y me señaló. Fue como si el tiempo estuviera suspendido. Al igual que nuestros movimientos estaban a media velocidad. Me acerqué hasta el borde de las gradas, sobresaliendo frente a todos los demás, y sólo esperé.
La cabeza de Santana se levantó ante las palabras de Noah, y ella se giró, su mirada oscura perforando directo hacia mí. Me miró fijamente, sin moverse, y la miré directamente de regresó. La tensión se espesó y los hinchas callaron ante el silencio escalofriante.
Lo siento. Te amo. Metí la pata. Te extraño. Solamente con mis ojos, traté de decirle tanto, pero no me dio nada a cambio.
Santana se dirigió lentamente hacia mí y cuanto más se acercaba, más nerviosa estaba.
Devoré cada milímetro de su rostro, sus ojos dulces chocolate, sus sensuales labios carnosos, su largo cabello oscuro, y un cuerpazo, el cuerpo más sexy que haya visto en mi vida. Mi cuerpo zumbaba con anticipación ya que reconocía a Santana.
Ella era mía.
Mis muslos desnudos se arañaban por la presión contra la madera de los tablones de anuncios, mi cuerpo deseaba desesperadamente estar con ella, para tenerla sosteniéndome en sus brazos.
Santana dejó caer su raqueta mientras se acercaba. Me di cuenta de que los dos equipos nos observaban. De primera mano, nuestra universidad había sido testigo de la pérdida de nuestro bebé y claramente, sabían que la dejé sola. Por las sonrisas en sus rostros, su alivio por mi regreso era tremendo.
Primero olí su aroma, menta y vainilla, a la deriva en la brisa. Entonces estaba ante mí, levantó su mirada a través de pestañas largas y negras como la tinta hacia donde yo estaba de pie arriba.
Tragó y habló. —Hola, Britt.
Succioné mi labio para detener el temblor.
—Hola, tú.
—¿Vas a darme ese dulce beso de la suerte?
—Si eso es lo que quieres.
Cerró sus ojos por un momento antes de instantáneamente regresarlos a mí.
—Definitivamente, claro que sí. —Se lanzó hacia adelante, con sus manos agarrando por debajo de mis brazos, y con una fuerza increíble me levantó por encima de la barrera con sus brazos, sus labios húmedos chocaron con los míos. Envolví mis brazos alrededor de su cuello, con mis piernas alrededor de su cintura, y le regresé el beso. Su lengua se deslizó contra la mía, lamiendo mi carne caliente, gimió en mi boca. Estábamos compartiendo tanto con sólo un beso, nuestra pérdida y nuestro dolor.
Tanto amor.
Rompiendo el beso, presionó su frente contra la mía. —¿Estás realmente aquí? —dijo con voz ronca, su garganta apretada.
—Cariño, lo siento por irme. No podía hacer frente, pero... te amo. Te amo tanto, tanto. Por favor, perdóname. Por favor...
Metió su cabeza en el hueco de mi cuello, y caímos al suelo, sus piernas colapsando aliviadas, conmigo sentada en sus rodillas. Nos abrazamos con fuerza, la multitud en completo silencio ante nuestro momento más privado en plena pantalla.
—¿Has vuelto por mí? ¿Para siempre? —susurró contra mi cuello.
Alisé los mechones de pelo en la nuca de su cuello. —Por primera vez, cielo, regresó por algo, por ti... mi Santana.
Levantó su cabeza, sus ojos hinchados encontrándose con los míos. Leí el perdón y el amor incondicional, rápidamente para ser reemplazados por su oscura bestia enjaulada. Había tenido tranquilidad, ahora necesitaba tomar de nuevo el control.
—Nunca vas a huir de nuevo. ¿Lo entiendes ahora?
—Lo entiendo.
Apretó sus manos en mi cara. —Me dejaste sola durante semanas, sin una palabra, ninguna explicación. ¿Sabes lo enojada que estoy contigo por eso?
—Lo sé —indiqué en voz baja con pesar.
La pasión inundó sus ojos y declaró. —Voy a ganar este juego. Después voy a marcarte, de una vez y por todas. Parece que he sido demasiado indulgente contigo, Pierce. Quizás no entendiste bien que eres mía, y como tal nunca puedes, nunca dejarme, incluso si tu corazón está roto. Porque si estás dolida, cariño, puedes apostar a que estoy muy dolida también.
Santana se puso de pie aún conmigo en sus brazos. El público y los jugadores aplaudieron y apretó mi brazo.
—Tú. Regresa a tú lugar. Ahora. Tendré un título de campeonato para llevar a casa. Luego me ocuparé de ti. Francamente, no sé por cuál estoy más emocionada.
Mi estómago se volteó mientras ahuecaba sus mejillas y colocaba un rápido beso en sus labios.
—Dales duro, cariño.
Guiñando, me levantó de nuevo a mi asiento. Rachel gritó, con la mano en el aire, y Marley secó sus ojos.
Santana tomó su lugar en el campo.
—Mierda, Britt, ¡Lima va a hacerte reina cuando logremos esta victoria! San es una bomba. ¿Qué demonios te dijo?
Me sonrojé y bajé mi cabeza. —No... mucho.
Marley y Rachel se rieron ante mi cara roja y el árbitro hizo sonar su silbato, señalizando el saque de salida, y todos estuvimos atentos.
Estaba cerca.
Durante más de tres horas vimos como Lima anotó, rápidamente seguido por Notre Dame. Lima ahora tenía casi todo para ganar y al segundo en el reloj, podría llevarse la victoria, si Santana exitosamente completaba la última fase.
Trataba de no mirar mientras ambos jugadores, incluyendo Santana tomaban sus posiciones, pero no podía dejar de mirar a través de las pequeñas lagunas en mis manos cubriendo mis ojos. La pelota estalló de regresó a Santana y se retiró tres pasos, en busca de un espacio libre. Noah estaba nervioso como todos.
Volví mi atención a Rachel, quien estaba gritando al tope de su voz. Marley tenía su mano cubriendo su boca.
Las miradas asesinas de la jugadora contraria rozaban acercándose a Santana y chillé. Se las arregló para esquivar a la izquierda, luego a la derecha, y al ver un pequeño hueco, se preparó para el golpe final a toda velocidad, empujando su mano izquierda que sostenía firmemente la raqueta.
—Ve, Snix. ¡Ve! —chilló Rachel mientras Santana realizaba su jugada en el campo. Mi corazón se agitó en mi pecho mientras el resto de los integrantes del equipo de tenis se paraban a saltar y gritar animando.
El estadio estalló cuando los jugadores del equipo de tenis y entrenadores corrieron hacia Santana, quien tiro al suelo su raqueta, estirando su brazo izquierdo hacia donde se ubicaba su corazón, luego acariciando su brazo derecho y besando su mano, sujetándola hacia arriba al cielo en un acto de adoración.
Me paralicé y vi la repetición en la pantalla gigante.
—Oh... —grité y me dejé caer en mi asiento.
Marley se dio cuenta y se sentó a mi lado, frotando mi espalda. —Lo hizo cuando te fuiste, así tu bebé nunca será olvidado, por eso se tatúo en su brazo derecho.
Asentí mientras las lágrimas se agolpaban mis ojos.
—Alas de ángel.
—Para su ángel perdido.
Grandes gotas corrían por mis mejillas. —La dejé sola. Estaba sufriendo mucho, pero hui. Soy una perra.
La mano de Marley frotó mi espalda. —No te rindas, cariño. Estás de vuelta ahora y estabas sufriendo mucho también. Nadie te culpa.
Rachel tomó la parte de arriba de mi brazo y me lanzó de pie, con simpatía en su mirada azul.
—Nada hay lágrimas, chica. ¡Acabamos de ganar el puto Campeonato Nacional de Universidades!
Asentí, respiré hondo, y aplaudí con la multitud hasta que mis manos se sintieron entumecidas. Observé con orgullo mientras el equipo se subía al escenario y eran coronados los campeones nacionales de las universidades estadounidenses.
Un presentador masculino se trasladó al escenario y presentó el entrenador y al comisionado de la asociación nacional de tenis del sistema universitario, que presentó el entrenador con el trofeo de cristal, y luego se trasladó junto a Santana. La hermosa cara de mi novia adornaba rápidamente la pantalla gigante. Había sido galardonada con el MVP.
El presentador levantó su micrófono. —Snix, ¿cómo se siente ser MVP en el Campeonato Nacional de Universidades?
La multitud rugió y Santana sacó su devastadoramente impresionante sonrisa en respuesta.
—Es un sueño hecho realidad. Cuando era niña, siempre soñaba que jugaba con la universidad de Lima y no puedo creer que hayamos acabado de ganar el campeonato nacional de nuevo.
Santana bajó su cabeza, pareciendo tímida ante toda la atención.
La expresión del presentador se puso seria y colocó su mano sobre el hombro de Santana. El rostro de Santana se endureció en respuesta al gesto.
—Ahora, Snix, todos te amamos aquí. —El presentador hizo un gesto hacia el estadio y la multitud comenzó a golpear sus pies en las gradas en apoyo—. Y no es ningún secreto que has tenido un mal momento real en tu vida personal a través de las últimas semanas.
Rachel y Marley sujetaron mis manos, una cada una y varios hinchas a mí alrededor tocaron mi espalda. Tuve que respirar lentamente, dentro y fuera, a través de la atención no deseada.
Santana cruzó sus brazos sobre su pecho, la mirada fija en el suelo del escenario.
Sonreí cuando Ryder, Quinn, y Noah se movieron a su lado apoyándola.
El presentador indicó a la multitud para que hiciera silencio.
—Sólo queríamos preguntar, ¿cómo lo llevas?
Santana despejó su garganta. —Mejor, gracias. —No dio más detalles.
—El apoyo de los hinchas para ti y tu novia ha sido abrumador. ¿Hay algo que te gustaría decir en respuesta?
Rápidamente miré a Marley y pregunté. —¿El apoyo ha sido reconfortante?
Apretó mi mano. —Increíble, cariño.
Asentí, tratando de contener mis emociones.
—Yo... yo... —Santana pasó una mano por su cara, incapaz de hablar, y Quinn enganchó un brazo alrededor de sus hombros, susurrando algo en su oído.
—¿Snix? —El presentador presionó por una respuesta, con simpatía en su voz. Santana respiró, levantando su cabeza.
—No sé cómo agradecer a todos por el apoyo. Realmente estoy impresionada. Lima tiene los mejores hinchas del mundo.
La multitud estalló una vez más.
—Sólo una cosa más, Snix —anunció el presentador. Santana asintió secamente. Me di cuenta de lo incómoda que estaba al ser entrevistada públicamente.
—¿De verdad crees que tu suerte cambió este año después del ahora famoso beso de tu novia y los subsiguientes en cada partido en casa?
Rachel le dio un codazo a mi brazo e hizo ruidos de besos hacia mí. Me sonrojé y me reí.
Santana sonrió, con una sonrisa hermosa y completa, y miró hacia mí sobre la distancia del campo.
—Diablos, sí. Toda mi vida cambió con ese beso, señor. Toda mi vida cambió en el momento en que la conocí.
Noah, Ryder, y Quinn se tiraron sobre Santana, riendo, y el presentador giró hacia la cámara, moviendo su cabeza, divertida.
—Damas y caballeros, levántense por sus ganadores, ¡¡¡el equipo de tenis de la universidad de Lima!!!
Corrientes de confeti irrumpieron desde el techo y los primeros acordes de “Sweet Home Lima” perforaron el estadio, los hinchas bailaban y celebraban en las gradas. El equipo se movía el uno al otro, abrazándose y riendo, y miré mientras hordas de periodistas iban directo hacia Santana.
Me sentí completamente abrumada por todo el día y Rachel, viéndome al sentarme, me entregó su petaca de licor destilado ilegalmente.
—Toma un trago, ¡sabes que quieres hacerlo chica!
Agarré el frasco haciendo girar mis ojos y tomé un sorbito. Sí. No me gusto más la segunda vez.
Kitty llegó corriendo a nuestros asientos, pompones en mano. —¡Brittany! ¡Viniste¡ — gritó y, entregándole el frasco de nuevo a Rachel, me incliné sobre los carteles publicitarios para darle un abrazo.
—¿Cómo estás, cariño? —preguntó vacilantemente.
—Mejor, gracias. Me alegro de haber vuelto a casa.
Los aficionados incrementaron repentinamente su volumen y cuando levanté la vista, Santana estaba corriendo hacia mí, y como siempre, la cámara la siguió durante todo el camino.
Cuando Santana llegó a las gradas, me recogió y me sostuvo en sus brazos.
—¡Ganamos, mi amor!
—Estoy tan orgullosa de ti —exclame, y le di un beso suavemente.
—Necesito estar a solas contigo. Ahora —anunció seriamente, sólo para mis oídos.
—¿No tienes que estar con el equipo? —interrogué mientras se dirigía rápidamente a la salida del túnel de los jugadores, haciendo caso omiso de cualquiera que se interpusiera en nuestro camino.
Apoyándose cerca, Santana susurró. —¿Quieres verlos después del show? Porque en este momento todo en lo que puedo pensar es estar contigo y no importa en dónde estamos en treinta minutos, va a pasar.
—Necesitamos ir... como ahora. —Estuve de acuerdo.
—Me alegro de que finalmente estemos en la misma página.
**********************************************************************************************
Breves adelantos caps. 27….algo del epilogo & un capitulo extra desde la perspectiva de Santana
Santana no habló ni una vez, mientras viajábamos al hotel, y yo estaba desesperada por que dijera algo... cualquier cosa. Quería que me gritara, que se enojara, que estuviera triste, pero el silencio que me hizo soportar era una tortura lenta y dolorosa.
Después de un viaje en ascensor increíblemente tenso, entramos en la habitación doble dominada por una enorme cama con dosel cubierta de sábanas blancas de satín.
Mi cuero cabelludo se crispó. Podía sentir a Santana cerniéndose sobre mi espalda, el sudor del juego todavía aferrándose a su piel cuando su dedo trazó una línea desde la curva superior de mi columna vertebral hasta la parte inferior. Nos habíamos ido tan rápidamente que ni siquiera se había molestado en cambiarse el uniforme y siendo tan dura y tosca hacía que la tensión entre nosotras fuera incluso peor.
****
—Es curioso, pero al final me siento libre. —Rodó hacia un lado y nos enfrentó entre sí, compartiendo la misma almohada—. Somos finalmente libres para estar juntas, sin obstáculos.
—¿Sin Shelly?
—Ella no se acercará a nosotras otra vez. Rachel se aseguró de eso —agregó, riendo.
Fruncí el ceño. —¿Qué quieres decir?
—Ella la dejó como mierda. Rompió su maldita nariz. ¡Me gustaría que hubieras estado allí para verlo!
—¡No! No puedo creerlo. —Necesitaba abrazar a esa chica fuertemente cuando la viera después.
+++++++
—¿Así que, Britt a Seattle? —preguntó a Marley, con una mirada de felicidad y temor en su rostro. Toda la atención había estado en Santana y el destino deportivo que tomaría durante los últimos meses. Nuestros amigos sabían que yo iba a estudiar para mi doctorado después de este año académico, pero nadie, ni siquiera Santana, sabía dónde había sido aceptada.
Tenía que decírselo a ella primero.
—Estoy muy contenta por ella. Es lo que siempre ha soñado, —le dije, evitando a propósito su pregunta.
Rachel giró los ojos. —¡Corta el rollo, Britt! ¿Vas a ir con ella? ¡Has dicho una maldita cosa sobre el próximo año y todos queremos saber!
*****
Santana asintió lentamente. —Pero lo que quiero eres tú. Todo lo que quiero es a ti. Tú eres mi “un día.”
Alcancé mi bolsillo trasero y saque una carta, la cara de Santana mostraba su confusión, y anuncié —Tu "un día" esta finalmente aquí.
Cogiendo la carta de mis manos, la colocó para rasgarla abriéndola, y observé como las palabras aceptada y la Universidad de Washington, Seattle, saltaron de la página.
Sus manos casi destrozaron el papel en dos, y ella levantó la vista, su mirada perpleja ardiendo en la mía. —¿Tú... acaso...? ¿Qué?
Tomé la carta de sus manos, metiéndola de nuevo en mi bolsillo, y puse mis manos en sus mejillas. —También solicité para Seattle. Cuando el doctor Adams, hace todos esos meses atrás, mencionó que había una posibilidad que fueras allí, investigué la forma en que la selección de talentos deportivos funcionaba y calcule las posibilidades para Seattle. No quería decírtelo, sólo por si acaso no funcionara. Pero simplemente mereció la pena. Voy a ir a Seattle contigo, cariño. Estas delante de la más nueva estudiante de doctorado de filosofía. Envié a mi correo electrónico de confirmación hace unos veinticinco minutos.
+++++
—Mamá —me lamenté de plano, al ver su nombre reflejado en la pantalla de mi iPhone.
—Tienes que venir a cenar esta noche —ordenó. Apreté la mandíbula por su mal tono.
—Lo siento, estoy ocupada —le espeté.
—¡Entonces, cambia tus malditos planes! Los Blair vendrán y tienes que estar allí para que podamos discutir el compromiso, discutir a fondo los detalles y, concretar la organización de una vez por todas.
****
Unos grandes ojos azules, unos labios apetecibles y rosa, la piel blanca, y un suave rubor en sus mejillas, ella era increíble.
Tenía que decir algo, cualquier cosa, no parecer algún espeluznante bicho raro, olfateando el olor de fresas de su piel.
¿Quién es esta muñeca?
—¿Puedes ver ahora? —murmuré, mi voz, incluso para mí, sonaba ruda. Bueno, Santana. Háblale.
Tenía los ojos entrecerrados y levantó la vista, con los labios entreabiertos y los ojos detrás de los enormes cuadrados estudiaron todas las partes de mi cara.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
sencillamente espectacular el regreso de brittany, es la primera vez que no odio a boca-trucha!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Mas que genial!!!!
Lastima que Britt perdió a su bebe.
saludos
Lastima que Britt perdió a su bebe.
saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
Ay que mal lo he pasado con la pérdida del bebé. Los malditos padres deberían pudrirse en la cárcel! Por cierto he amado a Rachel al saber que le partió la nariz a la zorra de Shelly jajaja
MeryBrittana*** - Mensajes : 127
Fecha de inscripción : 19/06/2015
Re: [Resuelto]FanFic BRITTANA “Sweet Home” (2da parte) - Sinopsis + Prólogo + Capítulos 37 & Epílogo + Capítulo Extra (07 de Septiembre 2015)
micky morales escribió:sencillamente espectacular el regreso de brittany, es la primera vez que no odio a boca-trucha!
claro que si......despues de pensarlo mucho decidi que por una vez en la vida no odiaria a Sam (tanto en la serie como en los fics) asi que le di una oportunidad en esta historia jejejeje
monica.santander escribió:Mas que genial!!!!
Lastima que Britt perdió a su bebe.
saludos
muy cierto......pero al fin ellas podran estar juntas sin problemas
MeryBrittana escribió:Ay que mal lo he pasado con la pérdida del bebé. Los malditos padres deberían pudrirse en la cárcel! Por cierto he amado a Rachel al saber que le partió la nariz a la zorra de Shelly jajaja
jejejejeje ......de solo pensar en como habria quedado Shelly por cortesia de Rachel me rio sin parar
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
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