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FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
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atercio
Lucy LP
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Ohhh:') shdldheodhdldbdv estos capitulos estuvieron mas que interesantes akdbkdbd*-* me encantaron!! Mori en la parte donde Britt le mostraba el tatuaje angkdhdj
Tengo una idea de lo que podria tratarse el libro pero no estoy segura $-$ kshd :D
Tengo una idea de lo que podria tratarse el libro pero no estoy segura $-$ kshd :D
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
sera por casualidad el kamasutra lesbico? jajajajajajajajajajajajajaja gracias por tan buenos capitulos, al fin se han acercado como debe de ser! hasta pronto.
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
holap,...
me gusta como van las cosas,...
me divertí con las historias de san,..
y mas cuando duermen juntas jajajja
nos vemos!!!
Pd, me puedo hacer una idea de que puede ser el libro jaja
me gusta como van las cosas,...
me divertí con las historias de san,..
y mas cuando duermen juntas jajajja
nos vemos!!!
Pd, me puedo hacer una idea de que puede ser el libro jaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Cada dia que actualizas los capitulos son mejores, cada vez la historia es mejor. y me encanta. ya las dos no pueden obviar que estan locamente enamorada. y sobre el libro es mas que seguro que es el kamasutra, si me equivoco, mi mente cochina me jugo una pasada. Gracias por tan excelentes capitulos .hasta la proxima.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Susii escribió:Ohhh:') shdldheodhdldbdv estos capitulos estuvieron mas que interesantes akdbkdbd*-* me encantaron!! Mori en la parte donde Britt le mostraba el tatuaje angkdhdj
Tengo una idea de lo que podria tratarse el libro pero no estoy segura $-$ kshd :D
jejejeje .......ya todas sabremos de que trata el dichoso libro
micky morales escribió:sera por casualidad el kamasutra lesbico? jajajajajajajajajajajajajaja gracias por tan buenos capitulos, al fin se han acercado como debe de ser! hasta pronto.
vas muy cerca con tus ideas sobre de lo que podría ser el libro
3:) escribió:holap,...
me gusta como van las cosas,...
me divertí con las historias de san,..
y mas cuando duermen juntas jajajja
nos vemos!!!
Pd, me puedo hacer una idea de que puede ser el libro jaja
al fin se sabrá de que trata el libro
marthagr81@yahoo.es escribió:Cada dia que actualizas los capitulos son mejores, cada vez la historia es mejor. y me encanta. ya las dos no pueden obviar que estan locamente enamorada. y sobre el libro es mas que seguro que es el kamasutra, si me equivoco, mi mente cochina me jugo una pasada. Gracias por tan excelentes capitulos .hasta la proxima.
dejando la historia en la anterior actualización no les ayudé mucho......pero ya sabrás de que era el libro y más adelante ese libro y otros cortesía de la madre de San para Britt causarán un par de sonrojos más jejejeje
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Hola……….buenos días a todas/os……….espero que disfruten los 5 capítulos de hoy, sé que se los debía……..así que a LEER….al fin podrán saber más de la personalidad de la madre de San jejejejeje
Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..
*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:
http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)
http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)
http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)
http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)
http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)
http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)
*Actualización: día MARTES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.
Y la canción del día es……….
https://www.youtube.com/watch?v=A-fgpP6fOEA
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Madam President” y es de autoría de T. Novan y Blayne Cooper (todos los derechos reservados para estas estupendas escritoras, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a estas distinguidas escritoras mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realizan); honestamente en honor a la verdad por más que revisé los archivos pdf que hallé hace tiempo en internet, no hallé ningún dato de algún foro o editorial que tuvo la gentileza de poner el archivo en internet…así que de todas maneras: gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras (dichos archivos los podrán encontrar en distintos sitios de internet).
Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Nashville y algunos otros lugares como Washington; tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Lima-Ohio y naturalmente Washington (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.
Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de 2 libros que consta de: 1.- Libro 1 (no describe con precisión de cuantos capítulos tiene, pues solo muestra fechas, por ejemplo 6 de noviembre, etc.); 2.- Libro 2 (12 capítulos más el capítulo final o epílogo)………Espero disfruten de esta historia
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Capítulo 28
Jueves, 1 de julio.
Jueves, 1 de julio.
Santana se frotó en las sienes. Los hombres y mujeres de la reunión del gabinete esperaban que dijera algo. Finalmente, alzó la mirada y sonrió. En sólo unos meses, este grupo había aprendido que esta sonrisa particular no era una buena señal. — De acuerdo — dijo con un tono determinado. — Como parece que no vamos a llegar a ninguna parte hablando, vamos a intentarlo a la antigua.
—Gritando? — bromeó el Secretario de Agricultura Montgomery, intentando aliviar un poco la tensión.
—Eso es otra opción. — Sonrió Santana. — Pero estoy pensando más en algo en algo como los reportes de progreso. Deberían ser simples sumarios de las cosas en las que estéis trabajando. También los quiero de sus subcomités. Y háganme un favor. — Santana miró al Ministro de Transportes Giovanni con ojos de enfado. — Echar un vistazo a lo que vuestros asistentes me van a mandar antes de que lo hagan. Estoy cansada de intentar sonsacar información a su gente. Es como intentar lavarle los dientes a un tigre. Ya he recibido un disparo; no quiero perder un brazo también.
Santana continuó hablando mientras miraba su agenda. — Ahora que todo ha sido expuesto, ¿Hay alguna pregunta? — dirigió una mirada a cada cara alrededor de la mesa. — Comentarios, preocupaciones. Las críticas se las pueden dejar a la mujer de la trituradora de papel. — Dijo mientras se levantaba.
—En serio, señoras y señores, estamos hacienda un buen trabajo. Pero necesitamos abrir las líneas de comunicación un poco más. No estoy intentando reventar a propósito todos vuestros programas. Pero sin la adecuada información, yo no puedo tomar una decisión apropiada. ¿Debo tener fe en que nuestra próxima reunión será más fructífera? — Inclinó la cabeza y esperó hasta que su pregunta fue contestada por una serie de murmullos afirmativos. — Bien — se abrochó la chaqueta y le entregó su cuaderno a Marley.
La sala se despejó rápidamente, dejando atrás a la Presidenta, Quinn y Marley. Santana sacudió la cabeza.
— Lo juro — murmuró. — parece que esté trabajando contra ellos, no con ellos. No puedo creer que yo le diera a esa gente su trabajo. — Se giró hacia su asistenta personal. — ¿Qué tal vamos de agenda?
—Tiene 15 minutos libres, Sra. Presidenta.
—Estás bromeando? Vamos a coger un avión para ir a cenar a París!
Quinn se rió. — Sra. Presidenta. ¿Es usted siempre tan sarcástica? — Traducción: ¿Tienes que ser tan insoportable cada segundo del día?
Santana sonrió dulcemente. — ¿Es una pregunta retórica? — Santana se dirigió a la puerta.
Marley la siguió corriendo. — El regalo que pidió para la Srta. Pierce ha llegado, Sra. Presidenta. Esta en su oficina por si quiere ir a inspeccionarlo.
—Ah, bien. Dios espero que le guste. Ya no tengo tiempo de devolverlo y conseguir otra cosa.
—Le va a encantar. — Confirmó Marley. — Son unos textos magníficos. Las primeras ediciones de los libros de Dickens no son fáciles de conseguir actualmente.
—Me lo dices o me lo cuentas — Santana entornó los ojos y se dirigió hacia la puerta que conducía hacia las oficinas ejecutivas. — Me ha llevado semanas encontrar algunos en buena calidad y agruparlos. Esperemos que le gusten.
—Estará más que encantada con ellos porque se los regalas tú. No todo el mundo recibe regalos de cumpleaños de la Presidenta de los Estados Unidos.
—No es la Presidenta quien se los regala. — Santana miró a su asistenta y arrugó la frente. — ¿Vas a venir a la fiesta?
Marley se mordió el labio nerviosa. — ¿Está segura que la Srta. Pierce no me va a tirar por la ventana?
—No. Ya ha superado todo la historia de Casey.
—¿De verdad? — preguntó Marley esperanzada.
—Umm… no. — Se rió Santana. — Pero la mantendré ocupada. — De repente se detuvo, girándose y mirando a la secretaria con interés. — ¿Por qué le preparaste una cita con una mujer? ¿Cómo supiste que no iba a salir corriendo? Brittany, por lo que tengo entendido, nunca había mencionado sus preferencias sexuales.
Todo lo que pudo decir Marley antes de estallar en carcajadas fue — ¿Ha visto alguna vez cómo la mira Brittany, Sra. Presidenta?.
Santana estaba de pie frente al espejo. Estudió detenidamente su reflejo. — ¿Entonces qué les parece?— La alta mujer se giró para encontrarse con los cuatro pares de ojos que la habían visto cambiarse tres veces de ropa.
Sue la miró. — Santana, estás estupenda. Igual que lo estabas con los pantalones, la falda, y el jersey con vaqueros.
—Sí, pero creo que los pantalones son lo mejor. No muy formales, pero tampoco muy informales.
Sue resopló y entornó los ojos. — Vas a ver una película en el cine privado de la Casa Blanca. Podrías ir hasta en albornoz si quisieras.
Unos ojos marrones cargados de afecto y exasperación al mismo tiempo se clavaron en la niñera. — ¿Pero qué hay de malo en que quiera impresionarla?
Sue se quedó mirándola. — Odio romper el momento, Santana, pero si no la has impresionado aún… lo que lleves esta noche no va a cambiar eso.
—¡Ey, no quería oír eso! Se supone que debes animarme y aconsejarme!
—De acuerdo, mírate de nuevo en el espejo.
Santana obedeció dubitativa.
—Ahora repite conmigo: Estoy bastante bien, soy muy lista. Y, maldita sea, le gusto a la gente!
Santana volvió la cabeza y le entornó los ojos a la mujer mayor. — ¿Por qué te sigo aguantando, Sue?
—Porque la quieres — los niños corearon la familiar respuesta.
—Oh, sí — murmuró Santana. Notó que Ashley se había cambiado de sitio y ahora estaba acostada sobre la cama con la cabeza sobre los brazos. Se la veía totalmente abatida.
La Presidenta se dirigió hacia ella y se sentó a su lado, acariciándole la espalda. — Hey, Moppet?
—¿Qué te pasa?
—Nada.
—Oh, vamos, conozco a mi hija mejo que eso. ¿Qué te pasa?
—¿Significa esto que ya no quieres a mami? — Le preguntó seriamente.
El pecho de Santana sintió una punzada de dolor ante la inesperada pregunta. Por un momento no se acordó de respirar. — No, yo… — Tragó saliva y empezó de nuevo. — Tú sabes que no es así. Siempre querré a mami, pase lo que pase. Pero eso no significa que no pueda querer también a Brittany. Quiero saber lo que siente ella por mí.
Christopher se acercó a Santana. — Le gustas, mamá. Ah, sí, eh? — Preguntó Santana, jugando con su hijo.
—Uh uh — el niño asintió. — Mucho, mucho.
—¿Cómo sabes tú eso, colega?
Se encogió de hombros. — No lo sé. Nunca deja que Gremlin te muerda, y siempre te está sonriendo.
Santana resopló. — Soy yo la que le va a morder a él!
—No! — los niños gritaron, riendo histéricamente cuando su madre puso sus manos como si fueran garras y empezó a chuparse los labios. — Quizás Brittany sólo piensa que estoy loca. Además, ella también les sonríe a ustedes.
Christopher sonrió abiertamente y sacó pecho. — Lo sé. Yo también le gusto mucho.
—Chris tiene razón, mamá! — Aaron se subió a la cama y se puso al lado de su hermana. — Le gustas.
—¿Me están haciendo la pelota porque quieren que le pida a Brittany que deje a Grem que duerma aquí con ustedes? — bromeó Santana.
—No, uh! — Aaron se reía mientras intentaba escapar de los dedos de Santana que no paraban de hacerle cosquillas.
Santana se volvió seria hacia su hija. — Entonces, no te gusta la idea de que Brittany y yo probablemente salgamos juntas? — Vamos, Ashley. Por favor, no seas así. Esto ya es lo suficientemente duro para mí como para tener que preocuparme de cómo te sientes respecto a ella. Si sé que la adoras!
Ashley se encogió de hombros evasiva.
Santana se acostó en la cama con la niña. — ¿No fuiste tú la que me dijo que no quería que yo estuviera sola?
Ashley suspiró. — Sí.
—Bien, ¿qué pensarías si Brittany pudiera conseguir que no lo estuviera? Eso sería bueno, verdad? La frente de la niña se arrugó. — Supongo que sí.
—Ashley, tu mami no querría que pasara el resto de mi vida sola. Y realmente creo que a ella le gustaría Brittany.
—¿De verdad? — Ashley pareció sentirse aliviada con esta noticia.
—Oh, sí — Santana asintió entusiasmada, sabiendo que era verdad. Samantha habría aprobado a Brittany. Era inteligente, hermosa, quería a los niños y no dudaba en enfrentarse o apoyarla, dependiendo de lo que esta necesitara. ¿Cómo no quererla? — ¿No estás de acuerdo, Sue? — Santana se giró suplicantemente hacia la niñera.
Sue sonrió. — Absolutamente — La mujer mayor sabía que estaba confirmando esto tanto a Santana como a su hija.
***
Brittany se retiró el pelo. Finalmente se había quedado con el cuarto conjunto que se había probado: un par de pantalones marrones, zapatillas y una blusa de color crema. Se puso dos pendientes de plata y dejó las gafas sobre la mesa. Se cubrió las mejillas ligeramente con un poco de maquillaje y se pintó los labios. Llegó la hora de arreglarse el pelo. — ¿Cogido o suelto? — Se giró hacia Gremlin, que estaba acostado en la cama.
Levantó la cabeza y la miró. Acto seguido volvió a depositarla sobre la almohada y cerró los ojos.
—Gracias por la ayuda, compañero.
La escritora se volvió hacia el espejo y dejó caer el pelo sobre los hombros. — Suelto. Definitivamente suelto. — Se lo recogió una vez más y sonrió. — Aunque atado también tiene sus ventajas. — Brittany se volvió de nuevo hacia el perro y le enseñó el cuello. — ¿Esto te dice "soy un juguete; mordisquéame"?
Gremlin bostezó.
Brittany dejó de nuevo el pelo suelto y usó sus dedos para intentar ordenarse un poco los mechones ondulados.
Miró hacia el reloj, sabiendo que Santana iba a llegar en cualquier momento. Me pregunto qué es lo que va a hacer. Brittany se puso la mano en la barriga y tembló ante lo que debían ser mil mariposas revoloteando en su estómago. — ¿Por qué estoy nerviosa? — se preguntó mientras se ponía una gota de perfume detrás de las orejas. — Es Santana, la veo todos los días.
La rubia sabía que no iban a salir de la Casa Blanca, pero también sabía que Santana era muy romántica y haría que su primera cita juntas fuera algo muy especial. — Ahora, siempre y cuando alguien no se ponga en guerra en algún país, todo va a ir bien.
Un golpe en la puerta hizo que su estómago diera un salto. Respiró profundamente. Cálmate! La has visto prácticamente todos los días durante los últimos siete meses. Incluso la has visto medio desnuda. Una ligera sonrisa lujuriosa apareció en su cara. De acuerdo, eso no es precisamente en lo que debería pensar si quiero tranquilizarme.
Depositando el frasco de perfume en el armario, Brittany se miró una vez más en el espejo pensando que ya no tenía tiempo para volverse a cambiar de ropa. — De acuerdo — asintió para sí misma. Estoy preparada. Mejor abrir la puerta antes de que se vaya. Aunque tampoco es que no pudiera seguirla o encontrarla si se fuera. Sólo vive al otro lado del pasillo.
Brittany abrió la puerta y Santana apareció justo delante de ella. Sujetaba una rosa blanca que todavía parecía más pálida en contraste con la blusa negra que llevaba. Le tendió la rosa y le dirigió una amable sonrisa. — Srta. Pierce? Soy Santana Marie López, su cita de esta noche. Por si acaso, no trabajo en la morgue.
Un millón de cosas pasaron por la mente de Brittany en ese momento, pero lo único que pudo decir fue, — Es la mejor frase de presentación que he oído nunca. — Cogió la rosa y olió sus pétalos mientras miraba a Santana a los ojos. — Hola — dijo suavemente.
De una manera encantadora, Santana le devolvió la sonrisa. — Hola.
Santana contuvo las ganas de meterse las manos en los bolsillos debido a los nervios. — Creo que se supone que debemos dejar a tu pequeño compañero con mis hijos. Me han dicho que ellos tienen que hacer de canguros de perro esta noche. Por alguna razón, no creen que ese pequeño… quiero decir, Gremlin, pueda pasar tiempo sólo.
Brittany sonrió.
—Creo que es posible hasta que haya una petición oficial para adoptarlo. Lo siento, se me ha ido de las manos.
La biógrafa se rió. Ya se había resignado a perder a Gremlin meses atrás. Santana miró hacia el perro y señaló — ¿Qué le pasa? Yo debería estar temblando por sus colmillos en estos momentos.
—No lo sé. Desde que volvimos de Ohio, Grem ha estado comportándose de una manera extraña. Casi deprimido. — Alzó la flor y sonrió. — Gracias. Es muy bonita. Tú… Um, estás preciosa.
—Gracias — Santana intentó actuar despreocupada, pero sus mejillas se habían enrojecido. — Me he puesto lo primero que he pillado. Tú estás. — La visión de Brittany la interrumpió. — absolutamente maravillosa. — Santana le agarró la mano y sintió el calor de Brittany mientras cruzaban los dedos. — ¿Nos vamos?
Gremlin las seguía tranquilamente mientras caminaban por el pasillo. La Presidenta volvió la vista hacia él y frunció el ceño. — Casi me siento decepcionada porque no me ha ladrado. Y tampoco he podido responderle. — Es que he estado practicando. — Si no mejora a principio de semana, llamamos a un veterinario — volvió a mirar al perro feo — O quizás a un psicólogo de perros.
—Creo que sería mejor un veterinario. Por alguna razón no veo a Gremlin respondiendo bien a la terapia. — Se giró hacia la mascota. — Verdad, Gremlin?
Gruño como respuesta, mientras movía la cabeza despacio.
Cuando entraron en la habitación familiar, Grem pareció animarse un poco. Corrió hacia los niños, que estaban jugando a un juego de mesa.
Brittany miró a Santana y dejó escapar un suspiro por los nervios. Se había preguntado si salir con una mujer sería diferente a salir con un hombre. Con Casey, había llegado a la conclusión de que ambos casos podían llegar a ser igual de decepcionantes. Con Santana, sin embargo, estaba esperando su velada con una mezcla de nerviosismo y excitación. — Bueno, ¿Y dónde vamos a ir, Sra. Presidenta? O vas a ser mi pareja en ese juego al que están jugando los niños? — bromeó, apuntando hacia la mesa. — Francamente me vendría bien tu ayuda. Aaron siempre me gana.
Santana se rió. — No, vamos a dejar los juegos de niños para los niños, vale? — Abrió la puerta y empujo a Brittany para que saliera. — Tengo algo muy diferente planeado para nosotras.
Caminaban por el pasillo, encontrándose a cada paso, con caras sonrientes que las saludaban. — Wow. No puedo creerlo — Brittany devolvía las sonrisas un poco confundida. — Ni siquiera sabía que estos agentes tuvieran dientes! ¿Sabe cada miembro del Servicio Secreto que tenemos una cita esta noche?
Santana parecía un poco avergonzada. — Umm, quizás lo haya mencionado una vez.
—Una?
—O a lo mejor dos.
—Uh uh — dijo Brittany escépticamente. — ¿Dos?
—O unos cuantos cientos de veces.
—Oh Dios.
Santana continuo el camino sin decir nada. Se detuvo en la puerta del cine privado, miró a Brittany y sonrió. — ¿Conoces esa peli nueva que iban a estrenar la semana que viene? Esa de ese director que te gusta tanto?
—Sí — Brittany suspiró. Sabía que probablemente no tendría oportunidad de verla mientras estuviera en el cine.
Santana abrió las puertas y la luz se encendió automáticamente. — Bueno, como resulta que tengo una casa con cine, pensé que podrías disfrutar de un preestreno. Pero si apesta, no se lo puedes decir a la prensa. El director vendría y me mataría personalmente — Bromeó Santana.
La mandíbula de Brittany se desencajó. — ¿Tienes una copia de la película antes de su estreno? Vale. Eres la líder del mundo libre. A veces aún lo olvido. — Miró a Santana con pura adoración. — Esto ha sido muy dulce. — Brittany abrazó a la Presidenta. — Gracias.
Santana le devolvió el abrazo, sin preocuparse por su hombro dolorido. Por lo que a ella respectaba, esta era la mejor terapia que podía obtener. — Bueno, es lo mínimo que puedo hacer ya que no te puedo dar una cita normal. — Lentamente fue soltando a Brittany y la condujo hacia el centro de la sala. — ¿Y qué es una película sin una cena? — Una manta había sido extendida en el suelo, y varios platos reposaban en una mesa muy bajita.
Brittany disfrutó del momento. Su estómago rugió cuando olió el arroz y la carne estofada. — Creo que tengo un poco de hambre — admitió avergonzada.
—Y debemos comer y hablar o te gustaría directamente pasar a…? — cerró los ojos y negó con la cabeza. — Quiero decir que si prefieres ver la película primero, o cenar, o… — se detuvo, soltando un suspiro. — Estoy balbuceando. Creo que voy a callarme y te dejo que elijas qué quieres hacer.
Brittany se rió y tomó la mano de Santana. — Creo, Sra. Presidenta, que estás incluso más nerviosa que yo — Se puso seria por un momento. — ¿Por qué?
—Umm… bueno —Santana hizo que se sentaran en la manta y empezó a ponerse con la comida. Preparó dos pequeños platos y llenó dos copas de vino. — Sabes, Yo no he tenido… Dios, esto es muy raro. Sólo he tenido una experiencia con esto de las citas… — tomó un trago de vino, haciéndole un gesto a Brittany para que la acompañara. — Samantha fue la única mujer de mi vida. Y desde que murió, no he tenido… quiero decir… no ha habido nadie más… — se detuvo cuando se dio cuenta que parecía totalmente estúpida.
Oh, Santana. La mirada de Brittany se suavizó. Necesitaban hablar sobre Samantha pronto. Pero esta noche era para ellas solas. — No estés avergonzada por eso. Quizás las dos podamos aprender cómo hacer esto juntas. — Miró su copa. — Yo tampoco he tenido mucho éxito en lo que a citas se refiere. Pero… Um… — La rubia levantó la mirada y la fijó en los ojos de Santana. — Estoy segura de que seremos capaces de hacerlo muy bien si nos empeñamos.
—Creo que podemos hacer bien cualquier cosa, si nos empeñamos. — Santana se inclinó y besó delicadamente la mejilla de Brittany. Dejó que sus labios se entretuvieran un momento antes de retirarse. — Creo que parte del nerviosismo se debe al hecho de que nunca he salido con nadie que ya lo supiera todo sobre mí. — Dio un trago de vino y cerró los ojos. — Incluso cosas por las que me voy a vengar de mi padre cuando menos se lo espere. — Levantó la mirada de nuevo. — Aunque si saber todo eso no te alejó gritando de mi, he tenido mucha suerte y me alegro mucho de tenerte aquí.
Brittany sospechaba que apenas había conseguido traspasar la coraza de esta complicada, dulce y hermosa mujer. Pero no iba a dejar escapar la oportunidad. Su mirada cayó hacia los labios de Santana ante la urgencia de besarlos. Se inclinó lentamente, sonriendo cuando Santana hizo lo mismo. — Yo también me alegro de tenerte aquí — , susurró, y dejó que sus labios se encontraran con los de la Presidenta.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 29
Domingo, 4 de julio.
Santana colgó el teléfono mirando el reloj de la pared. — ¿La gente sabe que aquí son las 3 de la madrugada? — Miró a Quinn que estaba sentada enfrente de su escritorio.
—Con el debido respeto, Sra. Presidenta. Lo saben pero no les importa.
—Irónico, verdad? Es el Día de la Independencia aquí, y estoy despierta en medio de la noche para hacerme cargo de una posible crisis de misiles en China.
—Y por eso cobras tantos dólares y tienes juguetitos tan chulos.
Santana resopló. — Sí, cierto.
—¿Tenemos que llamar al Ministro de Defensa?
—No, todavía no. Pero sugiero que traigamos el culo del Embajador de China hasta aquí ahora. Su ayuda será fundamental.
—Déjame adivinar. — Quinn arqueó las cejas y se aflojó la corbata. — Lo ordenas porque puedes.
Santana descolgó el teléfono. — Más o menos. Si yo no puedo dormir, nadie puede — Cogió una foto de su escritorio de Brittany y los niños que había sido tomada en Ohio. — Te diré otra cosa, de perdidos al río, llama también al Ministro de Defensa.
Quinn se levantó. — Sí, señora.
***
Después de varias horas de tensa negociación, Santana consiguió una solución satisfactoria a un problema que se había ido de las manos por unos simples malentendidos. — Buff, necesito una ducha y una siesta. Esta noche tenemos la barbacoa y… — sus ojos se abrieron como platos. — Oh, mierda!
—¿Qué?
—Es el cumpleaños de Brittany. Ordené que le mandaran el desayuno y un ramo de flores con una nota que dijera que me uniría a ella. — Miró de nuevo el reloj. — hace una hora y media. Awu, me va a matar — Santana abrió el cajón de su escritorio y sacó una caja envuelta con papel de regalo.— Al menos espero que esto le guste.
Salió del despacho y se dirigió hacia la residencia. Suponía que cierta invitada, que se había convertido en una potencial novia, iba a estar extremadamente decepcionada. — No debería haber ordenado que le mandaran el desayuno tan temprano. Odia madrugar!
—No pasa nada, chicos. — Tranquilizó Quinn a los alarmados agentes del Servicio Secreto que vieron pasar corriendo a Santana. — Es que… llega tarde… — Wa...continúa y díselo. — A una cita muy importante.
Unos cuantos minutos después, estaba parada frente a la puerta de Brittany arreglándose un poco el pelo. Respiró profundamente y tocó a la puerta. — Por favor, que no esté enfadada.
Brittany abrió la puerta y levantó las cejas ante la imagen de una muy compungida Santana. Le habría dicho algo de no ser porque tenía la boca llena de bollo. En lugar de eso, cogió a Santana de la camisa y la metió dentro de la habitación, cerrando la puerta de un golpe.
—Lo siento mucho. — Empezó Santana rápidamente. — Quería estar aquí cuando te lo trajeran, pero he estado ocupada con una cosa toda la noche. Si hubiera tenido tiempo les habría llamado para decirles que no te lo trajeran. O te habría llamado a volver a la cama… Um… quiero decir, Um… simplemente que te habría llamado.
Brittany asentía quitándole importancia. — Tranquila Santana. Relájate, no estoy enfadada. — Se dirigió hacia el sofá. — ¿Puedes quedarte un rato? — Levantó su bollo y Santana se lo comió de un bocado.
—Umm… ¿Hay más como estos?
—He ayudado a detener el comienzo de la III Guerra Mundial, y ahora necesito un descanso. Eso es lo que ha pasado. — La mujer de pelo negro se reclinó sobre el sofá con un gemido y estiró las piernas. — Parece ser que te han traído un gran desayuno — De repente se acordó que tenía el regalo de cumpleaños de Brittany. — Feliz cumpleaños!
La cara de Brittany palideció. — OH, Dios mío, Santana. ¿De verdad has detenido la Tercera Guerra Mundial esta madrugada?
—Pues más o menos. — Cerró los ojos y se masajeó las sienes. — He estado en pie toda la noche.
Brittany se unió a Santana en el sofá y le dio una palmadita en la rodilla. — Lo siento. — Miró el regalo que la Presidenta le había colocado en las manos. — Guau, es mi cumpleaños otra vez. Juro que cada año llega más pronto. — Agitó el paquete intentando adivinar qué había dentro. — ¿Me das una pista?
Santana no contesto. En lugar de eso, se levantó y cogió las gafas de Brittany de la mesilla de noche.
Brittany las cogió y se las puso sin decir una palabra. Volvió a mirar el regalo, intentando recordar la última vez que había recibido un regalo de cumpleaños. Sus padres siempre le mandaban una tarjeta, pero habían dejado de hacerle regalos cuando Brittany cumplió los 18 y se hizo mayor para esas tonterías. Sam siempre le regalaba algo por su cumpleaños, pero era el único. La escritora dejó de lado esos recuerdos amargos y se colocó la caja cerca de la oreja y volvió a sacudirla. — ¿Quieres que lo abra ya?
—Sí, por favor. — Santana se volvió a sentar. — Me temo que voy a tener que acostarme un rato antes de la barbacoa de esta noche, así que no vamos a tener mucho tiempo para vernos hasta entonces. Por eso quería un rato tranquila contigo para dártelo. Espero que te guste.
—De acuerdo, si insistes — Pero Brittany ya había roto el papel mientras decía esas palabras. Abrió la caja y sacó tres libros pequeños, con las tapas de cuero marrón. — ¡"Historia de Dos ciudades", "Oliver Twist" y "Grandes Esperanzas"! Esa es una de mis… — Brittany se detuvo y estudió las libros más detenidamente, observando las primeras páginas.
—Madre mía, son las primeras ediciones? — Susurró.
Santana dejó escapar un suspiro de alivio. — Sí, lo son. ¿Te gustan? — preguntó esperanzada.
Brittany levantó la vista con los ojos llenos de lágrimas. — Me… — tuvo que detenerse un momento. — Me encantan — sonrió y la barbilla le tembló un poco. — Gracias.
—Hey! — Santana estiró la mano y atrapó una lágrima. — Se suponía que mi regalo no te tenía que hacer llorar. Así que nada de lágrimas! — Sonrió. — Espera hasta ver lo que te he preparado para esta noche.
Brittany sorbió la nariz, medio avergonzada. — ¿Me va a hacer llorar también?
—Bueno espero que no. Pero vas a tener que esperar para verlo. — Santana de pronto sintió un repentino dolor en la base del cráneo. — Uff… tengo un dolor de cabeza como no te puedes imaginar. Voy a coger un par de aspirinas, llamar para que me den un masaje e intentar dormir un poco. — De pronto se incorporó de golpe. — Es domingo, ¿verdad?
—Sí, Sra. Presidenta. — La expresión de Brittany se volvió seria. — trabajas muy duro a veces, Santana. Y tienes dolores de cabeza muy a menudo. Necesitas dormir más.
Santana gruñó afirmativamente. — Cuando acepté el trabajo, sabía a lo que me exponía. — Suspiró. — Pero creo que lo de dormir no va a poder ser. Los niños se van a levantar enseguida. Quizás aún tenga algo de tiempo para lo del masaje.
Brittany dejó cuidadosamente los libros sobre la mesa. — Umm, Santana, yo puedo darte un masaje.— Se deslizó hacia la parte de atrás del sofá y empezó a mover las manos sobre los tensos hombros de Santana. — ¿O podría llamar a alguien? — se ofreció inocentemente, casi riendo por el profundo gemido de placer de Santana.
—Si — La cabeza de Santana se inclinó hacia adelante, dándole a Brittany más facilidad para trabajar sus doloridos y cansados músculos. — Te daré una hora para que detengas ese dolor. O bueno, quizás dos. Pero esa es mi última oferta.
Brittany se rió y continuó, mientras sentía como Santana se iba relajando más. Unos agarrotados músculos empezaron a destensarse, y pronto, la cabeza de la Presidenta cayó hacia un lado y empezó a resoplar suavemente. Brittany disfrutó tocando a Santana durante unos segundos más antes de parar el masaje. Ayudó a la cansada mujer a recostarse, acomodándola entre los almohadones. Brittany cogió una manta y tapó con ella a Santana, se inclinó y la besó en la mejilla. — Duerme bien, cariño. Grem y yo nos haremos cargo de los monstruos.
La biógrafa acababa de salir de la habitación cuando se topó con Sue en el pasillo.
— Si estás buscando a Santana, está dentro durmiendo en el sofá. Ha estado levantada toda la noche.
- Lo sé. — Sue negó con la cabeza y sonrió. — Me alegro de que esté descansando un poco. Toma, — le alargó a Brittany un pesado paquete, — esto ha llegado esta mañana al correo personal de Tana, pero está dirigido a ti. Parece que es un regalo de cumpleaños.
Brittany examinó el envoltorio marrón. El remite ponía "Casa", pero el matasellos era de Lima, Ohio. — Debe ser de los padres de Santana.
Sue asintió. — Sí, estoy segura de que esa es la letra de Maribel. Pero la única manera de estar completamente segura es abriéndolo.
Brittany se rió y empezó a rasgar el papel. — Exactamente — Era un libro, y cuando finalmente lo hubo desenvuelto ella y Sue se pusieron más rojas que un tomate. — Oh, Dios mío. — Susurró Brittany, sintiendo como le ardían las mejillas.
Sue empezó a reírse tan fuerte que se tuvo que apartar de la puerta de Brittany por miedo a despertar a Santana. — Oh, sí — rió — definitivamente esto te lo envía Maribel López. Sólo ella sería capaz de hacerlo. Dios bendiga su alma liberal. Santana salió a su padre, un poco más tradicional, pero aún así puedes ver aspectos de Maribel en ella. — Sue abrió la portada y ojeó algunas páginas. — Por lo menos te ha regalado el libro y no la versión electrónica. No creo que las ilustraciones fueran igual en una pantalla, verdad?
—¿Cómo quieres que lo sepa? — preguntó Brittany.
Sue entornó los ojos. — Por eso te ha mandado este libro, Brittany.
—Oh, sí — Brittany abrió la portada.
Había una inscripción.
“Brittany:.
Tú y mi Tana hacen una bonita pareja. Sé que ambas insisten en que no se están acostando. Pero aún así pensé que esto podría ser útil. ALGÚN DÍA. Como parece ser que ya sabes lo que es un pezón, te puedes saltar el primer capítulo.
Felicidades.
Maribel”.
Brittany cerró el libro. ¿Qué madre le manda a la mujer que está saliendo con su hija una copia del libro "El placer del sexo lésbico"?
! Una muy buena madre!
***
Santana se arremangó la camisa hasta los codos y se la metió en los pantalones. Buscó por toda la habitación sus zapatillas de deporte. Precisamente estaba a cuatro patas buscándolas debajo de la cama cuando Brittany entró en la habitación.
—Santana, los niños y yo… vaya, bonita vista — se rió, cruzando los brazos y tomándose tiempo para apreciar la escena. Brittany llevaba una cámara y sin pensarlo dos veces tomó unas cuantas fotos.
Santana encontró las zapatillas y las sacó, dándose un golpe en la cabeza mientras la sacaba de debajo de la cama. — Joder! — se sentó en el suelo frotándose la parte de la cabeza que había sufrido el golpe. — Hey! América no necesita un primer plano de mi trasero!
—América puede que no… — Brittany levantó las cejas y sus ojos brillaban. — Pero estas van a mi colección personal.
—Pervertida.
Brittany seguía riendo.
—¿Qué es lo que querían los niños y tú? — Santana observó como el trío hacía aparición en ese momento en la habitación.
—Nos preguntábamos si tendríamos tiempo de ver una peli antes de la barbacoa.
—No veo por qué no — continuó rascándose la cabeza. — Duele — se quejó, esperando obtener mimos de la escritora.
Brittany tuvo que dar a Santana un aprobado en esfuerzo. La presidenta la estaba mirando con ojitos de cachorro y haciendo un entrañable puchero. La mujer rubia se rió y empezó a masajear la cabeza de Santana. — Pobrecita mi nena — se burló.
—Muy bien, muy bien… ya veo. Así que en esas estamos eh… — Santana se quejó juguetonamente mientras se ponía de pie. — Debería obtener más atención y mimos que eso pero ya veo que no…
—Puedo llamar algún miembro del personal para que te haga un poco la pelota, si quieres — Brittany le guiñó a Ashley, y la pequeña empezó a reír.
—No, no, está bien. Me sentaré aquí a ver como nadie me quiere — se detuvo para hacer suspirar melodramáticamente. Después empezó a cantar una canción que Ash reconoció inmediatamente.
— Nadie me quiere. Todos me odian. Voy a ir al jardín a comer gusanos…
Brittany y Ash estallaron en carcajadas ante la canción de Santana. Ashley se dirigió hacia ella y se sentó encima besándole la nariz. — yo te quiero, aliento de gusano — La abrazó muy fuerte alrededor del cuello.
—Yo también te quiero, Moppet. Ahora por qué no te vas a la salita con tus hermanos y escogen una película? Brittany y yo estaremos con ustedes en un par de minutos.
—Vale! — Ashley se bajó y se dirigió corriendo hacia la sala de estar. — Mamá dijo que podía elegir la película!
—Yo no he dicho eso! — Dijo Santana mientras se levantaba. Se giró hacia Brittany con los brazos abiertos esperando un abrazo. — ¿Y tu qué? ¿Puedes querer a alguien con aliento de gusano?
Brittany colocó sus brazos alrededor de Santana y la apretó contra ella. Tuvo la oportunidad de acercarse a la garganta de Santana y oler. — Ash tiene razón. Definitivamente a gusanos. — Y creo que podría enamorarme fácilmente de alguien exactamente como tú. Brittany exhaló ruidosamente cuando Santana la apretó aun más como respuesta a su comentario. — Vale, vale… por suerte para ti, me gustan los gusanos. — Bromeó.
—Parece que es mi día de suerte. — Santana colocó el brazo alrededor de los hombros de Brittany. Le habían bajado a dos el número de sesiones de terapia ya que había progresado bastante con el brazo. El dolor, sin embargo, parecía ser una constante con la iba a tener que vivir durante algún tiempo. En ese momento unas voces de niños peleándose interrumpieron el silencio de la habitación. Santana cerró los ojos mientras apoyaba la barbilla en la cabeza de Brittany. — ¿Puedo volver a la cama?
Brittany se tuvo que morder la lengua para no decir "sólo si puedo acompañarte". Sin embargo, no pudo esconder el ligero rubor que invadió sus mejillas por el mero hecho de pensarlo. — Umm… quizás deberíamos ir a impedir que los niños se maten entre ellos. — La escritora cogió la mano de Santana y la llevó hacia la sala de estar. — ¿Te puedo preguntar algo?
—Hey — protestó Santana, disfrutando cada minuto de su conversación con Brittany y sus bromas.
—Lo que quería preguntarte es como consigues ser tan buena con los niños. Tú no tienes hermanos… — volvieron al sofá pasando sobre Christopher y Aaron que estaban en el suelo peleando. — Yo, la mitad del tiempo estoy aterrada, y la otra mitad, preocupada por ellos. Y eso ni si quiera son mis hijos.
—Espera un momento — Santana dio una palmada y la pelea de los niños se detuvo en un santiamén— ¿Por qué se pelean?
—Ashley es una estúpida! — Dijo Christopher mirando a su hermana, la cual se había aliado con Aaron para ir en contra de él.
—No lo soy — gritó Ashley.
—Paren, o sé de tres niños que no van a asistir esta noche a la barbacoa.
—Mamá! — se quejaron los niños. — Los fuegos artificiales!
—Lo digo en serio — el tono de Santana era firme. — Ahora, encuentren una película y pónganse de acuerdo y la veremos todos juntos como una familia. Si no, se van a sus habitaciones y se quedarán allí castigados el resto del día.
—Sí, mamá. — Respondieron. Aaron se dirigió hacia la estantería para coger su peli favorita intentando convencer a sus hermanos.
—¿Qué decías? — le dijo irónicamente a Santana.
Brittany sacudió la cabeza. — Has solucionado el problema — apuntó hacia los niños. — Ya no se están peleando.
—Hasta la próxima vez.
—Dije que eras buena con los niños, no que fueras milagrosa.
—Verdad — Santana se reclino y miró a Brittany — Supongo que sólo es que tengo práctica — Sonrió — Y creo que tal y como te sientes sobre ellos, tu reacción, según me parece, es la de una típica mamá. Ellos me dan miedo la mayor parte del tiempo a mí también.
Los ojos de Brittany se abrieron como platos — ¿Mamá? — Estaba claro que ella pasaba mucho tiempo con los niños. Con o sin Santana, pero eso era demasiado… más o menos.
Uh oh, la estoy asustando — Hey, está bien, no quería decir que… quiero decir… bueno que… lo de ser madre te vendrá de una manera natural.- Se sintió un poco rara, creía que estaba agobiando a Brittany. Todavía tenía la sensación de que la escritora planeaba abandonar la Casa Blanca pronto.
Santana estaba francamente sorprendida de que Brittany hubiera durado todo este tiempo. Y estaba empezando a considerar la idea de despedir a Jake Puckerman. Él y Brittany se llevaban como el perro y el gato. Y sabía que su presencia en lo que se suponía que era también la casa de Brittany, no hacía más que agravar la situación. Después de todos estos meses, él todavía estaba enfadado por que la Presidenta hubiera invitado a Brittany a pesar de sus objeciones. Se encargaba de enseñarle a Brittany cada artículo que se publicaba en la prensa que hacía referencia a su presencia en la residencia.
—No estoy segura de eso, Santana — contestó Brittany rompiendo el momento de reflexión de la Presidenta.
—Yo sí — sonrió Santana confiada. — Mientras te preparas, puedes disfrutar de mis hijos sin sentirte comprometida con ellos o lo que sea. Y algún día, cuando estrés preparada y entrenada, serás una gran mamá.
Brittany se sintió confundida y un tanto insegura de si misma por un momento. Podía percibir la decepción en la voz de Santana. — Umm… gracias. Pero dudo que vaya a tener niños.
Santana pensó en eso por un momento. Brittany siempre escogía sus palabras con mucho cuidado. No había dicho que no quería niños. Sólo que no creía que ella los fuera a tener. — Eso nunca se sabe. Puedo decir con gran conocimiento que cosas mas raras han pasado.
—Tonta.
—Pues no.
—Pues sí.
—Que sí.
Brittany y Santana se detuvieron de repente al ver a tres niños mirándolas sorprendidos.
—Uh oh — murmuró Brittany. — ¿Esto va a traer problemas?
—No — le susurró. — Ellos ya saben que soy tonta. — La Presidenta se dio la vuelta y cogió a Christopher del elástico de sus pantalones. — ¿Verdad, colega?
—Si — se rió.
Aaron intervino. — Pero ella está muy arrepentida. Y va a intentar portarse mejor en el futuro — El niño se sabía este discursito de memoria, ya que se lo había oído a su madre casi desde el día en que nació.
Santana miró a Brittany pícaramente. — Somos un equipo.
Unos ojos azules miraron hacia el cielo. — Un equipo que siempre está creando problemas!
Los niños se rieron ante esta afirmación.
Santana puso el brazo sobre el respaldo del sofá, y, con una mirada muy significativa hacia el almohadón que las separaba, invitó a Brittany a arrimarse. — Aunque decidas no tener hijos, yo tengo tres que puedo alquilar de vez en cuando.
—¿Tendría descuento por ser empleada tuya?
Santana reflexionó sobre eso durante un momento. — Por supuesto! Soy una Presidenta comprensiva con la situación económica de la gente rubia, ya sabes.
Brittany entornó los ojos. — Con eso te referías a los — plebeyos — o era un chiste sobre las personas rubias… — preguntó con fingido enfado.
—sí.
Los niños finalmente se decidieron por — Stuart Little — y los tres se acomodaron en el suelo para disfrutar de la película.
La mente de Santana poco a poco volvió al tema que más le preocupaba y que últimamente nunca abandonaba sus pensamientos. — Realmente te echaríamos de menos si te fueras — susurró Santana. No podía continuar con la duda, la estaba volviendo loca. Siendo realista, sabía que Brittany se tendría que ir tarde o temprano. Pero su corazón estaba en estado de negación.
Brittany sintió un golpe en el pecho al oír las palabras de Santana. — No tengo pensando ir a ningún sitio por algún tiempo, Santana. Teníamos un tratado, ¿verdad?
—Verdad — Soltó un suspiro y sonrió. Santana quería hacerle mas preguntas, pero ese comentario sobre la maternidad ya había descolocado a Brittany lo suficiente por ese día. No era el momento de presionarla más. — Estoy muy contenta de saber que te vas a quedar mas tiempo — Sonrió y bromeó con Brittany. — Es divertido tener a alguien con quien discutir.
Brittany sonrió a Santana. — Tú discutes con todo el mundo, Sra. Presidenta. Lo que pasa es que soy una de las pocas personas que te replica.
—Sí, y me encanta. A veces es la conversación y el debate más inteligente que tengo en todo el día.
Santana les dijo a los niños que bajaran la televisión. — Bueno… sé que es un poco tarde pero… tienes una cita para la barbacoa de esta noche?
Unos ojos azules parpadearon sorprendidos. — ¿Qué hay si digo que si?
Santana reflexionó durante un momento, poniéndose el dedo en la barbilla mientras pensaba. — Bueno, entonces diría que quien sea que te vaya a acompañar es muy afortunado.
—¿Quieres decir que no harías que la CIA lo detuviera?
—¿Lo?
Brittany sonrió, no iba a morder el anzuelo. — o la.
—No. Eres una persona adulta. Libre de tomar sus propias decisiones. Libre de salir con quien te guste. Incluso si es la persona equivocada. La persona totalmente equivocada! Que en realidad esa persona es cualquiera que no sea yo. Por ejemplo… Te suena el nombre de Casey?
Brittany torció el gesto. — Ustedes las Yankees siempre juegan sucio!
—Señora, debo recordarle que sólo soy medio Yankee?
Brittany palmeó el abdomen plano de Santana con el revés de la mano. — Un yankee es un yankee — dijo firmemente.
—Sí, sí… pero no has contestado a mi pregunta. Tienes una cita para esta noche? — Santana se giró lentamente hacia Brittany. — Eh? — Arqueó y juntó las pestañas y su lenguaje corporal anunciaba que si no obtenía la respuesta que buscaba, Brittany podía encontrarse en medio de una guerra de cosquillas.
Brittany rió. — De acuerdo, de acuerdo. No tengo ninguna cita. Estoy totalmente libre. ¿Qué hay de ti?
Santana se rió y se la devolvió. — No. Yo sí tengo una cita. Sólo quería saber si tú también.
Brittany de pronto se puso rígida. — Si Quinn te ha preparado una cita otra vez, voy a…
—¿Si? Vas a qué? — Unas cejas oscuras se arquearon. Guau, buen, bueno… está usted un poco posesiva, no Srta. Pierce?
Los ojos de la rubia se entornaron. — Bueno, yo… — Se detuvo, dándose cuenta de que le estaban tomando el pelo. Ooo...! Santana! Conscientemente bajó el tono y sus gestos tomaron un aire de despreocupación. — Bueno, yo me esfumaría. De hecho, ahora que sé que tienes una cita, veré si puedo conseguir yo otra. El agente que siempre está vigilando la Habitación Verde es un bomboncito. Y no le he visto anillo de boda.
—No tienes que ir tan lejos! — Santana levantó una mano y movió su dedo. — Aquí tampoco hay anillo. Me encantaría que vinieras conmigo esta noche.
—Contaba con ello.
***
La noche se iba acercando mientras llegaban los miembros del gobierno para unirse a la Presidenta y a su familia en el balcón de la Casa Blanca, con vistas al Monumento a Washington y el Congreso. Miles de personas se habían congregado allí para la celebración del 4 de Julio, totalmente ignorantes de que la verdadera fiesta estaba en el interior de la Casa Blanca.
Brittany miraba como Santana iba de un lado para otro, estrechando manos y tomándose un momento para charlar con cada persona. No parecía en absoluto la cansada mujer que había entrado por su puerta esa mañana después de haber estado en pie toda la noche. Santana nunca dejaba de sorprenderla. Cuanto más descubría, más deseaba conocer. Uno de estos días juro que voy a pillar a Rachel Fabray sola.
Unos ojos ansiosos miraban la bonita fuente de comida cuando notaron que cierta presencia se movía a sus espaldas. — Dios, eso tiene buena pinta — susurró Santana en su oído.
Brittany pasó el dedo por un trozo de pollo a la barbacoa que acababa de colocar en su plato. Acto seguido se llevó el dedo a la boca y saboreó la salsa que había impregnado su dedo. — Mmm...… ya lo creo — Miró sobre su hombro para encontrarse con los ojos más cafés y más bonitos que había visto nunca. Por un momento se quedó sin habla. — ¿No… no has cogido todavía ningún plato?
—Me he limitado a ir picando un poco.
Unos ojos claros desaparecieron detrás de unos entrecerrados párpados. — ¿En serio? — dirigió la mirada hacia las manos vacías de la Presidenta.
—Umm mmm... — Santana se inclinó, situando su boca a un milímetro de la oreja de Brittany. — Un bocado de aquí, otro de allá. Ya sabes cómo es esto. — Acto seguido dio un pequeño mordisco a Brittany en el lóbulo de la oreja.
Brittany se apartó de golpe. Se giró, quedando cara a cara con Santana, dándose cuenta de las interesadas caras de la gente que las estaba mirando. — ¿Qué crees que estás haciendo?.- Susurró severamente.
Santana se irguió. Se apaleó mentalmente por haber hecho que Brittany se sintiera incómoda. — Lo siento — dijo calmadamente. — Me olvidé por un segundo de esa gente.
Hubo un momento de un silencio cortante, y fue Santana la que intentó retomar la conversación. — ¿Te lo estás pasando bien?
Brittany bajó la mirada y exhaló frustrada. — Lo siento, Santana. Es sólo que… me he pasado meses negando a casi todas las personas de esta sala que tú y yo fuéramos algo más que amigas. Supongo que ahora me siento… me siento… — Dudó — No sé cómo me siento — Brittany cogió la mano de Santana y la apretó, esperando que le diera la seguridad de la que carecían sus palabras.
—Lo sé. No quería hacerte sentir incómoda en tu cumpleaños. Pero… Umm… asegúrate de dejar hueco para el postre. Es algo especial. Estaré aquí en menos de diez minutos. —Santana se aseguró de que Brittany la estaba mirando justo antes de decir, — No quiero hacer nada que te haga daño o te avergüence, Brittany. Lo digo en serio. Si no estás preparada para que te toque en público, no pasa nada. Sólo házmelo saber cuando lo estés, de acuerdo? En seguida vuelvo.
Las palabras de Santana fueron pronunciadas de una manera muy calmada y sosegada, sin embargo Brittany podía apreciar el dolor detrás de su mirada. — Maldita sea. Lo siento — Apretó de nuevo la mano que estaba sosteniendo. — No es eso, Santana. En serio — con un ligero estirón, Brittany dirigió a Santana hacia una esquina del balcón, detrás de una de las mesas. Era el lugar más privado que pudo encontrar sin tener que entrar. Colocó el plato sobre la mesa. — No es que no esté preparada, — susurró Brittany. — Lo que me pasa es que me siento como si hubiera estado mintiendo a estas personas y ahora se lo estuviera restregando en las narices.
—¿Mentido? — Ahora Santana estaba totalmente confundida. — Cariño, tú no le has mentido a nadie. ¿De qué estás hablando?
Brittany hizo una mueca. — Eso no es verdad. Al menos, no del todo. — Se giró y colocó sus brazos alrededor de uno de los pilares, mirando hacia la multitud, la cual había comenzando a agruparse junto al Mall a la espera de los fuegos artificiales. La vista era realmente sorprendente. — He estado pensando en ti durante meses. — Murmuró.
—¿Pensando sobre mí cómo? — Preguntó Santana, empezando a entender lo que quería decir Brittany.
— Pensar en mí, salir conmigo y acostarse conmigo, son tres cosas distintas. Todo lo que hemos estado diciendo hasta ahora es que no nos estamos acostando juntas, y en realidad aún no lo estamos haciendo. Y prácticamente acabamos de empezar a salir. No tienes que sentirte culpable o incómoda. Y si piensas que Rachel Fabray aún no lo sabe y no ha pasado la noticia a todo el mundo, eres muy inocente. Quiero mucho a Rachel, pero si buscas la palabra cotilla en el diccionario, encontrarás una foto autografiada suya sonriendo.
Brittany no pudo evitar reírse. — Tienes razón. El día que pille a Rachel sola, voy a descubrir todo lo quiero saber sobre ti. En ese momento ya podré escribir el libro sin ningún problema. — Un pajarillo pasó volando y Brittany lo siguió con la mirada mientras se perdía a lo lejos. — Sé que suena tonto, pero durante los últimos meses, cada vez que tenía que negar el rumor de que estábamos juntas, sentía como si estuviera mintiendo. Supongo que aún no me puedo creer gran parte de lo que ha pasado — La escritora se giró hacia Santana. — Y con quién ha pasado — Sus ojos se volvieron con verdadero arrepentimiento. — Lo siento si he herido tus sentimientos. No esperaba que fueras a ser tan… — buscó durante unos segundos la palabra correcta. — demostrativa, supongo. Al menos no en público.
—No. Yo soy la única que debe pedir perdón. He estado siempre "fuera del armario". Doy por supuesto que la gente conoce mis preferencias y tan sólo me comporto tal y como soy. Pero tú no estás exactamente "fuera". Quiero decir… tu ni siquiera eres… no? Espera, no importa… quiero decir… bueno, creo que es hora de que me calle. Déjame decirte sólo que yo también he estado pensando en ti durante meses, y que esta relación es una carretera con dos sentidos. Me importas mucho, más que mucho.
Antes de que Santana pudiera decir cualquier otra palabra, el carrito del postre que llevaba dos tartas gigantes apareció en escena. Una estaba decorada propiamente para la celebración del 4 de Julio. La segunda era una tarta especial, hecha para el cumpleaños de Brittany.
Brittany intentó esquivar a Santana para ver mejor, pero la morena le tapó los ojos con las manos. — Te dije que había ordenado algo muy especial para ti. ¿Preparada?
Brittany asintió excitada. — Totalmente!
—De acuerdo — Santana guió a Brittany hacia la mesa asegurándose de que la rubia no se tropezaba. Cuando las velas hubieron sido encendidas descubrió los ojos de Brittany, mostrándole la hermosa tarta que había sido creada y preparada sólo para ella por uno de los pasteleros más importantes del mundo. Alrededor de la tarta había un borde de galletas de Devil de las que tanto le gustaban.— He hecho que las trajeran de Ohio sólo para ti, Súper Ratón. Feliz cumpleaños.
Brittany sonreía mientras miraba la tarta. — Es preciosa! Estoy engordando de solo mirar todas esas galletas.
La multitud que se había apiñado alrededor de ellas empezó a reír.
Los ojos de Brittany se abrieron de golpe y una atónita mirada se apoderó de su cara. — Por favor, dime que no es el número correcto de velas.
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 30
Domingo, 11 de julio
Brittany se dirigía a la biblioteca cuando divisó a una cansada presidenta avanzando lentamente hacia ella por el pasillo. Una enorme sonrisa iluminó su cara. – ¡Bienvenida a casa!— Acelerando los últimos pasos, cuando alcanzó a la Presidenta le dio un cariñoso abrazo. —¿Qué tal en Camp Quinn?— Dios, que bien volver a tenerte aquí. No es lo mismo con el Video Link.
—Fue un asco porque no estabas allí conmigo.— Le susurró Santana al oído.—Es genial estar de vuelta. Vamos, necesito llegar a la sala de estar antes de que caiga muerta aquí mismo—. Santana cogió la mano de Brittany y se encaminaron en dirección opuesta a la Biblioteca Clinton. —Siento no haber podido llamar más a menudo. Ha habido mucho ajetreo.
—Bueno, si tenemos en cuenta que todo formaba parte del proceso para detener la Tercera Guerra Mundial, no tengo muchas razones para quejarme.
Santana suspiró.—Pues yo si me quejo. ¡Te he echado mucho de menos! Dios, odio que me dispongan viajes siempre en el último momento. Especialmente cuando tú no puedes venir conmigo—
Cogidas de la mano giraron una esquina y se encontraron de frente con dos agentes. –Bienvenida a casa Señora Presidenta.— Ambos se arreglaron la corbata y se pusieron más firmes.
—Gracias, Jack.
Amy asintió a Brittany, acto seguido se dirigió hacia la Presidenta. —Me alegro de verla Señora Presidenta.
—Yo también me alegro de verte Amy. Aún no he estado en el apartamento. ¿Cómo esta Ashley? ¿Has conseguido que no se metiera en problemas mientras he estado fuera?
—Los niños se han ido pronto a la cama hoy, señora. Han tenido una fiesta en la piscina de la casa del Vicepresidente y han acabado agotados. Y Ashley ya no causa ningún problema.
—¿Te pago lo suficiente como para decirle a una madre inocente mentiras como esas?— bromeó la Presidenta.
—No— contestó Amy. —Los niños sentirán no haberla visto esta noche
—No tanto como lo siento yo— Santana dibujó una mueca en su cara. —Gracias, Amy— Santana apretó la mano de Brittany para que ambas comenzaran a andar de nuevo. Necesitaba besar a Brittany, y quería hacerlo en privado. —Buenas noches.
Ambos agentes asintieron. —Buenas noches, señora— contestaron.
—Buenas noches, Brittany— Brittany sonrió y se despidió con la mano.
Santana aceleró el paso.
—¡Andas demasiado rápido para estar tan cansada!— Brittany tenía que correr prácticamente para poder seguir el paso de Santana. —Puedo comprobar perfectamente que tu cadera está completamente curada—
Santana la guió alrededor de una mesa pequeña y antigua que sostenía un jarrón con flores secas. A ambos lados había portarretratos de Teddy Roosevelt y Grover Cleveland, ambos a caballo. — Cuando estoy motivada puedo hacer cosas sorprendentes.
Brittany abrió los ojos sorprendida. —¿De verdad, La Mujer Maravilla?— dijo siguiéndole el juego.
—Ya lo creo— contestó mientras saludaba a un agente que se apostaba sobre la puerta de la sala de estar. Santana abrió la puerta y empujó a Brittany hacia adentro, casi levantándola del suelo.
—Santana!— Exclamó Brittany. —¿Es malo que esto me esté excitando?
Santana cerró la puerta de un golpe y estrechó a Brittany entre sus brazos, forzando a que reclinara su cabeza para poder ver su cara. No se molestó en decir nada. En lugar de eso, capturó a Brittany en un sorprendente y apasionado beso que las dejó a ambas sin aliento.
—Hola— dijo Santana con suavidad cuando sus labios se separaron finalmente. Su corazón latía tan fuerte que apenas pudo oír las palabras mientras las pronunciaba. —Te he echado mucho de menos, de verdad.
Brittany respiró profundamente y abrió los ojos. Se acurrucó más, si cabe, en el abrazo de Santana, saboreando las reacciones de su cuerpo ante la proximidad de su amiga, y disfrutando la cálida sensación del cuerpo de Santana pegado al suyo. Guau. Brittany miró a Santana a los ojos y suspiró emocionada. —Hola. Yo también te he echado de menos
—Ejem...— Desde el otro lado de la habitación, Sue se aclaró la garganta. —Yo también te he echado de menos, Santana....— bromeó imitando a Brittany. Sue estalló en carcajadas, tanto que Brittany sentía como la vergüenza y el rubor le salía por las orejas.
—Muy graciosa, Sue. ¿Cómo está todo el mundo?
—Bueno, yo estoy bien. Los niños están en la cama. Demasiado sol y cansancio en la fiesta del Vicepresidente, me temo
—Bueno, mañana desayunamos todos juntos, ¿vale? Me aseguraré de que Marley me deje libre a las 8:30—
—Estaremos preparados— La mujer mayor se dispuso a salir de la habitación. —Las veré a las dos mañana—
—Buenas noches, Sue— sonrió Brittany.
Santana se quitó la chaqueta y la tiró sobre una silla cercana. A continuación empezó a desabrochar su blusa. —Buenas noches
Brittany se acomodó en el sofá y miró afectuosamente como Santana se ponía cómoda y se disponía a pedir la cena. Con un leve asentimiento por parte de la escritora, Santana pidió cena para dos.
Santana se sentó al lado de Brittany y cerró los ojos. —Estoy tan cansada.— Suspiró y se inclinó hacia la rubia mientras unos pequeños dedos empezaron a masajearle la cabeza.
—Entonces debes descansar
—Tengo hambre
—Entonces come, Santana— fue la simple respuesta.
Santana sonrió. —Estoy tan contenta de que estés esta noche aquí conmigo.
—Mmm......entonces, definitivamente deberías besarme otra vez.—
Antes de que Santana pudiera complacerla, llamaron suavemente a la puerta. —No— se quejó, cogiendo una almohada y hundiendo la cara en ella. —La cena no puede ser tan pronto. ¡Quien quiera que sea, que se vaya! No quiero ser más la Presidenta por esta noche.
Brittany se rió ante la ocurrencia de Santana. —Descansa, yo me ocuparé de esto.—
La morena negó con la cabeza. —No— suspiró. —Si están llamando aquí, me buscan a mí. Les diré que se esfumen.— Se levantó y le dio un pequeño besito a Brittany en la punta de la nariz. — Guárdame el sitio
Santana se dirigió lentamente hacia la puerta mientras movía el hombro. Le dolía un poco esta noche.
—Espero que sea importante.—Murmuró mientras abría la puerta. Se sorprendió al ver a Jake Puckerman.
—Sí, ¿Jake?— inquirió Santana en un tono aburrido. ¿Este hombre no tiene vida propia? Solamente llevaban fuera del Marine One una hora. ¿Es que no tiene novia, casa o una mascota en algún sitio? —¿Por qué está todavía aquí?
Jake parpadeó. —Tenía trabajo que hacer, Señora Presidenta. Pero esa no es la razón por la que estoy delante de su puerta. Seguridad está reteniendo a un hombre abajo que quiere ver a la Srta. Pierce. Dice que es su marido.
—¿¿Qué??— Exclamó Brittany desde el otro lado de la habitación. —¡Exmarido!—
—Ya veo que está aquí y no en su habitación— La disconformidad de Jake se reflejaba claramente en su cara.
Brittany se unió a Santana en la puerta. —¿Sam está aquí?— sintió un retortijón en el estómago. ¿Por qué habrá venido?
—¿Conduzco a su marido a su habitación?, Srta. Pierce— Jake no podía pensar en nada que le complaciera más que poner alguna dificultad entre el romance de Santana y Brittany. Brittany era una preocupación que de algún modo se había ganado la confianza de la Presidenta. No era algo adecuado, no era seguro. Su desprecio por la escritora sólo rivalizaba con su resentimiento hacia la Presidenta por ignorar sus objeciones.
—Exmarido— gruñó Santana. Se volvió hacia Brittany. —¿Quieres que haga que lo echen de una patada en el culo? Sabes que puedo hacerlo
—¿Jake?— preguntó inocentemente, sonriendo mientras la cara del hombre se oscurecía. Santana borró la sonrisa de su cara. —No, Mr.Evans
Brittany se mordió los labios. Se sentía tentada ante la idea de decir que sí y poder pasar un rato a solas con su persona favorita. Pero Sam no había contactado con ella en años. No vendría hasta aquí por nada.
La escritora posó su mano sobre la espalda de Santana. —Será mejor que hable con él por si es algo importante.— Se giró hacia Jake. —Puede decirle a algún agente que lo conduzca hasta mi habitación—
—No, tráelo aquí mejor,— Intervino Santana, —Si te parece bien—. Brittany asintió.
Jake desapareció rápidamente mientras ordenaba a dos agentes que llevaran al Sr. Evans hasta la Residencia. Él personalmente lo escoltaría el resto del camino.
Santana entornó la puerta. Brittany se cruzó de brazos. —Sé lo cansada que estás Santana. Sam y yo podemos ir a mi habitación a hablar. Estoy segura que sólo va a ser un momento.
—No confío en él— contestó Santana.
—No lo conoces
—Sé que estaba casado contigo y te perdió, por lo consiguiente es un idiota. Y yo no confío en los idiotas.
—San, mi amor— Brittany movió la cabeza y suspiró. —No fue así. Sam y yo simplemente nos distanciamos. De hecho, —dudó mientras ordenaba sus pensamientos, —nunca estuvimos muy unidos, si sabes a lo que me refiero. Aunque le quería...fue un error.—
Santana puso la mano en el hombro de Brittany, acariciándola suavemente. —Lo siento
Brittany cogió la mano de Santana y le dio unas palmaditas. —No lo sientas. Simplemente no podía funcionar— admitió. —Él quería una esposa. Y yo quería una carrera y un compañero, y no pudimos hacerlo funcionar. Sam no es un mal tipo. Simplemente no estábamos hechos el uno para el otro.
Brittany estaba abriéndose mucho, y lo sabía. Pero su rabia y frustración a causa de su matrimonio fallido había desaparecido hacía mucho tiempo. Y, a decir verdad, siempre había sido dirigida hacia ella misma. No había ninguna razón para abrir nuevas heridas.
La rubia no paraba de mover las gafas nerviosamente. Estaba contenta de tener a Santana cerca y apoyándola. —Simplemente no sé por qué está aquí. Sam no es un tipo muy sociable. Nunca se dejaría caer por la Casa Blanca a las 8 de la noche de un domingo simplemente para decir hola
—No sabes seguro...—
Otro golpe en la puerta indicó que Jake y Sam habían llegado, —Adelante— dijo Santana.
Jake entró en la habitación con Sam Evans siguiéndola dudoso. Rápidamente presentó a Santana, la cual le dio a Sam un firme apretón de manos, esperando que el hombre no notara como se sentía realmente.
Santana tenía que darle una oportunidad, incluso era más guapo de lo que su foto mostraba. Sam llevaba unos vaqueros y una chaqueta estilo deportivo. Tenía el pelo corto, rizado y castaño. Tenía ojos azules que constantemente dirigía de un lado a otro de la habitación para observar la maravillosa arquitectura y los bonitos muebles de la Casa Blanca.
Santana despidió a Jake rápidamente, asegurándose de que dejaba a dos agentes fuera de la sala para que Mr. Evans fuera escoltado cuando se fuera. Lo cual, a pesar de que este parecía inofensivo, deseaba que fuera pronto.
—Hola, Britty.— Sonrió Sam tímidamente mientras le daba un abrazo que se percibió incómodo para ambos.
Santana parpadeó sorprendida. La incomodidad entre la antigua pareja era palpable. ¿Estuvieron casados? Estoy menos recelosa hasta con mi estilista.
—Hola, Sam— el abrazo se aflojó lo suficiente para que Brittany pudiera mirarle a la cara. Lo observó durante un momento y de repente las lágrimas empezaron a aparecer en ambos.
Algo estaba pasando; Santana podía percibirlo. Se sintió confusa y ansiosa a la vez. Supongo que se conocen muy bien.
Brittany finalmente se separó de Sam. El familiar aroma de su after shave flotaba en el aire. — Vamos a sentarnos— Colocó la mano en su antebrazo para dirigirle hacia el sofá. —Dime qué pasa— dijo gentilmente, mientras se le revolvía el estómago. Oh, Dios. Algo iba muy mal. Los ojos de Sam nunca mentían, aunque no podía decir lo mismo de sus palabras.
El hombre se sentó y estudió sus zapatos durante un momento.
Brittany puso la mesa de té enfrente del sofá y, con ojos suplicantes y sin palabras, dirigió su mano hacia Santana.
Santana no se habría movido más rápido ni si hubiera estado ardiendo. Con un enorme sentimiento de alivio se dirigió hacia Brittany y tomó su mano.
Sam levantó la vista, sorprendido ante la escena que se producía delante de el. Su mirada se fijo en los dedos ligados de ambas mujeres y en la cercana posición de ambos cuerpos. No cabía ni un alfiler entre ellas. —¿Son...están...Um?— Brittany asintió. —Guau—, sonrió claramente sorprendido. —Eso no es lo que piensa tu padre—
La escritora siempre había sospechado que Sam y su padre mantuvieron su amistad después del divorcio. Nunca había tenido la confirmación hasta ahora y, francamente, nunca había estado lo suficientemente interesada como para preguntar. —Es algo muy reciente, Sam. Ahora dime, ¿que pasa? Sé que algo va mal. ¿Te has metido en algún lío?
—¡No! No es eso. Yo… Um.. Me he mudado a Falls Church, Virginia, hace un mes. He conseguido un trabajo en una pequeña compañía de arquitectura allí. Supongo que ahora somos vecinos.
—De acuerdo— Brittany estaba perdiendo la paciencia rápidamente. Se había olvidado de la manía de Sam de andarse siempre por las ramas y dar rodeos. —¿Y has venido a la Casa Blanca sólo para decirme eso? Vamos Sam
—Tu padre me llamó hace una hora. He venido directamente.— Miró a Santana, un poco nervioso por su presencia. —Él quería que viniera a decírtelo en persona, Britty, para que él no tuviera que decírtelo por teléfono.— Suspiró profundamente. —Tu madre…..
—Lo ha hecho al final, ¿verdad?— El color abandonó su cara mientras decía esas palabras. —Oh. Dios— susurró finalmente para ella misma. Al final ha conseguido lo que quería. Su estómago la amenazó con revelarse, y no estaba segura de si debía sentirse aliviada por su madre o enfadada por lo que había hecho. En ese momento todo lo que podía sentir eran nauseas.
Sam asintió rápidamente, aliviado por un momento al no tener que pronunciar las palabras. Su frente estaba llena de sudor al igual que sus manos. —Lo siento, Britty. Tu padre...él..Um.. Quiere que le llames tan pronto como puedas. Ella murió hace un par de horas. No quería que estuvieras sola….
—¡No está sola!— interrumpió Santana, su voz totalmente conmocionada. —No lo está.
Brittany soltó la mano de Santana a pesar del firme agarre de esta. Inclinándose hacia adelante, se echó ambas manos hacia el estómago. Su barbilla temblaba levemente.—No.. No me encuentro muy bien— A Santana se le encogió el corazón ante la estampa. Los ojos de Brittany empezaron a inundarse en lágrimas.
—Vamos cariño. Creo que necesitas ir al cuarto de baño— Santana puso un brazo alrededor de la rubia y empezó a ayudarla a levantarse.
—Estoy bien,— insistió Brittany sin convencimiento, pero no se opuso a que Santana la condujera hacia el aseo. —Necesito llamar a papá— Justo en ese momento su estómago se retorció aún más. — Dios, creo que voy a vomitar— Se había olvidado por completo de Sam, el cual estaba todavía sentado en el sofá, deseando estar en cualquier otra parte. Sus piernas comenzaron a temblar.
—Lo sé— Santana tomó cargo de la situación, intentando no pensar en como se sintió cuando Jane le comunicó la muerte de Samantha. —Déjame ayudarte.— Necesito ayudarte. Tan pronto como Brittany estaba lo suficientemente lejos de la mesilla de té como para poder agarrarla bien, la rodeó por la cintura y la condujo hasta el aseo. —Por favor, espera— le dijo a Sam sin dirigirle ni una mirada. —Volveré en un momento—. Sam asintió dubitativamente.
Cuando la puerta del baño se abrió Brittany se precipitó hacia adentro y cayó sobre sus rodillas, vomitando en el váter.
Santana cogió las gafas de Brittany antes de que esta las perdiera. Rápidamente a la vez que las guardaba en su bolsillo, sujetó el pelo de Brittany con la otra mano, ofreciéndole a su pareja tranquilas palabras de apoyo.
Cuando acabó, Brittany se sentó sobre sus talones. Estaba temblando un poco, pero se sentía mucho mejor. Santana le dio un vaso de agua y se enjuagó la boca con el primer trago. Acto seguido se bebió ansiosamente el resto del vaso de un solo trago.
—¿Mejor?
Los dedos de Santana estaban masajeando su nuca. —Sí, mucho.— Brittany agarró un pañuelo y secó su boca. —Muchas gracias.— Suspiró. —Esto...habría sido mucho peor sola— Echándose hacia adelante se abrazó a las piernas de Santana.
—No tienes que darme las gracias, cariño. Esto es lo que hacen las amigas.— Y tú nunca afrontarás algo como esto sola. No si puedo evitarlo.
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 31
Domingo, 1 de agosto
Los dedos de Brittany tecleaban sin descanso mientras los niños jugaban en el suelo con Gremlin. Un rápido comando le había permitido deshabilitar el sistema de reconocimiento de voz. Ahora estaba haciendo su trabajo al viejo estilo, pero es que no quería añadir más ruido a la habitación al tener que dictar. Sólo Dios sabía lo que haría el ordenador con todo el sonido de fondo que iba desde tranquilas risas hasta niveles por encima de lo legalmente permitido. Todo dependía del humor de los niños y el perro en cada momento.
Justo ahora, Gremlin estaba corriendo alrededor de ellos, saltando, ladrando y metiéndose entre sus piernas mientras jugaban. Para cualquier otra persona, su actitud habría pasado por la de un perro verdaderamente feliz. Pero para Brittany estaba claro que el perro no se comportaba todavía como él mismo. Estaba empezándose a preguntar si Santana tenía razón. Quizás necesitaba un psicólogo de perros. Pero los niños parecen hacerle feliz. Si Brittany estaba segura de algo en la vida, era que Grem estaba completamente enamorado de los niños López. Ella suspiró para sus adentros. No eres el único, amigo.
Desde que ella y Santana habían vuelto a casa desde el funeral de su madre, la escritora se había encontrado a sí misma usando cualquier excusa para pasar un poco de tiempo extra con los niños, por no mencionar a su madre. Santana había sido maravillosa, y Brittany estaba bastante segura de que si no hubiera sido por su continuo soporte y apoyo... Sacudió la cabeza forzándose a si misma a olvidar ese doloroso pensamiento. Santana había estado con ella en cada momento, excediendo las expectativas que previamente tenía de una amistad, o de un romance.
Santana se había ocupado de todo, incluso se encargó de que la familia no fuera molestada por la prensa en el funeral y durante el rápido entierro en el cementerio. Simplemente la presencia de Presidenta de los Estados Unidos ya era una invitación al caos. Pero Santana había dejado muy claro que iba a permanecer al lado de Brittany durante este momento tan difícil, y que nadie sufriría las consecuencias de su presencia. Brittany había sentido un gran dolor en el pecho al oír el auto recriminación en la voz de Santana. Pero la Prensa había brillado por su ausencia y ahora se preguntaba qué favores habría tenido que conceder Santana para conseguir eso.
No fue hasta que volvieron a Washington D.C que un periodista fotografiara a Brittany y a Santana de camino a la Casa Blanca y les preguntara sobre la causa de la muerte de su madre. Para su pesar, la escritora estalló en lágrimas. Santana gruñó —sin comentarios— y le dirigió una mirada de hielo al periodista que hizo que este se retirara de inmediato. No había vuelto a ser molestada desde entonces.
Incluso con la constante presión a la que estaba sometida, Santana había permanecido como una roca. Cuando la popularidad de la Presidenta cayó cinco puntos durante su viaje con Brittany a Ohio, no había echo el menor caso, asegurándole a Brittany que los números remontarían cuando anunciara su intención de disminuir los impuestos.
Brittany sintió como empezaban a asomarle las lágrimas, pero no eran de tristeza. Esta vez era simplemente de asombro y admiración ante una relación y una mujer que había llegado a apreciar y a importarle de verdad. Se levantó las gafas y se limpió las primeras lágrimas con los dedos. A pesar de los eventos de las últimas dos semanas, Brittany nunca había sido más feliz.
Dirigió la mirada hacia los niños, los cuales estaban ahora sentados con Gremlin y discutiendo sobre qué dibujos ver. Santana era muy cuidadosa con las cosas a las que los niños eran expuestos cuando no estaba en la Residencia. La televisión tenía restringidos los canales que no fueran apropiados para su edad.
La escritora también sabía que Santana prefería que los niños jugaran o leyeran a que vieran la televisión. Brittany apagó el ordenador y lo puso sobre la mesa. A continuación se tiró sobre el suelo con los niños. –Hola, chicos.
Inmediatamente pararon de discutir cuando Brittany se unió a ellos. –Hola, Brittany!— sonrió Christopher mientras su cara se volvía de un rojo intenso.
Brittany le devolvió la sonrisa. Eres demasiado guapo para tu propio bien, Christopher. Igual que tu madre.
Aaron simplemente se acomodó cerca de Brittany deslizando una mano sobre la de ella, y apoyando su cabeza sobre su hombro.
Ashley rodó sobre su espalda y dirigió sus ojos marrones hacia la escritora. – ¿Cómo te sientes?
Brittany se quedó sorprendida por la pregunta y parpadeó un par de veces. –Bueno, yo...estoy bien, supongo.
—No es malo sentirse triste.
—Tienes razón. No lo es.— asintió Brittany, dándose cuenta de que Ashley había malinterpretado sus lágrimas. Se olvidaba a veces de que los niños, incluso cuando parecía que estaban en su propio mundo, eran muy conscientes de todo lo que les rodeaba.
—No,— suspiró la pequeña. – Yo estuve triste mucho tiempo cuando mami murió.
La sonrisa de Brittany era agridulce. — Mi mamá estaba muy enferma. No había mucho...
Ash puso su mano sobre el brazo de Brittany. – Aún así, no está mal sentirse triste. Mamá solía estar triste todo el tiempo.— La cara de Ashley de repente se iluminó y Brittany no pudo evitar reflejar su instantáneo entusiasmo.
— ¿Qué pasó?
— Que viniste a vivir aquí.
—¿Ah, sí?— Brittany luchó contra la necesidad de llorar de nuevo, sabiendo que eso sólo confundiría mas a los niños. Además, estaba cansada de llorar. – Eso me hace sentir muy bien, Ash. Gracias por decírmelo.—
Ashley se encogió de hombros, totalmente inconsciente del significado que una simple frase había tenido para Brittany. –Es la verdad.
—¿Qué es la verdad?— Preguntó Santana mientras entraba en la habitación con una enorme sonrisa. Pero Ashley ya estaba de nuevo concentrada en la televisión.
Brittany se levanto para dar la bienvenida a Dev. – No era nada importante.— Entornó los ojos. — ¿Por qué pareces tan feliz, y por qué tengo la sensación de que no me va a gustar?
Santana se rió. –Debo empezar a tener cuidado. Estás empezando a conocerme demasiado bien, Brittany Susan Pierce.
—Uh uh. Eso no contesta mi pregunta, Señora Presidenta. Dispara.
—Acabo de hablar con Julio, y me ha dado luz verde para volver a empezar a hacer footing otra vez. Mi cadera esta totalmente curada. De hecho vamos a salir ahora mismo. Por eso mi encantadora vestimenta.—Santana se señaló a sí misma con una mano. Vestía una camiseta azul marino, zapatillas de deporte, y unos pantalones cortos de color gris.
Brittany borró totalmente la sonrisa de su cara. –Genial.— dijo con un tono de falso entusiasmo. – Ya sabes lo que me encanta hacer footing.
Santana se rió. – Ya lo creo q lo sé. Pero si lo prefieres, puedo decirle a Jake Puckerman que no estás preparada para venirte.
Brittany se acercó lo suficiente como para que sólo Santana pudiera oír lo que iba a decir. –Eso ha sido un golpe bajo—. Bromeó. —¿De verdad piensas que me puedes picar tan fácilmente?—
—Sí.
—Es verdad.
Santana bajó la mirada. –De hecho, esperaba poder invitarte a ti solamente y al número de agentes que Quinn considere mínimamente indispensables.
La cabeza de Santana estaba inclinada hacia abajo, pero Brittany podía percibir un serio semblante en su cara. –Hace un par de meses desde que...— continuó hablando sobre su cadera y la terapia física, y finalmente Brittany se dio cuenta de lo que pasaba realmente.
Está avergonzada de lo despacio que va a correr. Antes, podía mantener el ritmo del mejor de los agentes. Esto es algo con lo que te puedo ayudar de una manera muy fácil, cariño. –Sabes Santana, durante los últimos dos meses hemos estado entrenándonos en el gimnasio y andando, pero creo que no hemos corrido lo suficiente. ¿Crees que puedes bajar el nivel e ir despacio para que pueda correr contigo? Sólo hasta que vuelva a estar en forma, por supuesto.
Los ojos de Santana se iluminaron. –Por supuesto— Asintió entusiasmada. –Quiero decir... si realmente quieres que lo haga, por supuesto.
Santana no tenía mucho ego, se tomaba a pecho muy pocas cosas. Desafortunadamente, su estado físico era una de ellas. Brittany disfrutaba pudiendo ayudar y disculpar a su amiga cuando podía, y estaba contenta de poder hacerlo ahora. Sin embargo, eso no evitaba que tuviera que morderse el labio para que no se le escapara una sonrisa. –Si de verdad no te importa mucho, me ayudaría realmente que fuéramos un poco mas lentas durante un tiempo.— Brittany dio un abrazo a Santana y le susurró al oído, —Estoy tan contenta de que tu cadera esté totalmente curada, Santana.— Apretó a Santana un poco más. El recuerdo del disparo volvía a causarle una dolorosa punzada en el pecho. – No sé que habría hecho si no te hubieras recuperado. Yo...
—Hey.— Santana al sentir como un escalofrío recorría el cuerpo de la otra mujer, hizo más firme su abrazo. Su mente intentaba entender que pasaba. –No pasa nada—. Presionó su mejilla contra la cabeza de Brittany y notó una serie de inesperados sollozos. Santana no dijo nada durante un momento para que Brittany tuviera tiempo de recomponerse.
—¿Estás bien?— Preguntó finalmente.
Brittany asintió contra su hombro.—No quería que esto pasara. Creo que lo he estado aguantando todo el día.
—Suele pasar—. Dijo Santana tranquilamente. –Lo estás haciendo genial. Mejor de lo que yo lo habría hecho bajo las mismas circunstancias.— Si mi madre se hubiera ahorcado en la sala de estar.... Dios.
—No sé por qué, pero lo dudo—. Levantó la cabeza y miró la camiseta de Santana. –Te he mojado toda.
—Como si me importara.
Brittany sonrió a Santana con sus ojos todavía llenos de lágrimas. —Gracias.
—¿Por qué?
—Por todo. Por estar ahí cuando te necesitaba. Por darme la oportunidad de mi vida con este trabajo. Por...simplemente, por todo—. Brittany respiró frustrada, no le gustaba la idea de no poder expresar todo lo que quería decir.
¿Me está dando las gracias? ¿Me está dando las gracias a mí cuando el mero hecho de estar sin ella me pone enferma? –No digas tonterías, Brittany. Yo no he hecho nada que otra persona no hubiera hecho.
Unos ojos grises la miraron fijamente. —¿Quieres apostar algo?
—Brittany—. Dev sólo pudo decir esa palabra.
—Tú lo has dejado todo de lado por estar ahí conmigo—. Brittany negó con la cabeza. –No.. Nadie.
—Nadie más es tan afortunada como yo—. Finalizó Santana por ella. Levantó la cabeza de Brittany con dos dedos. –Y pretendo que siga siendo de esa manera.
Brittany se inclinó hacia adelante y la besó sonoramente. Intentaba que Santana entendiera cada emoción que estaba sintiendo y todo lo que sentía por ella. Rompió el beso riéndose cuando los niños empezaron a gritar —eew— y —qué asco—, y Ashley empezó a imitar el ruido de un beso.
—¿Verdad que son románticos?— Preguntó Santana guasona.
Brittany se quedó sorprendida por Christopher, el cual dirigía a su madre una versión en miniatura de su mirada desafiante. Santana tiene que tener cuidado con ese pequeño hombrecito.– De acuerdo, necesito ir a cambiarme si voy a dejar que me tortures.
—No tienes que venir—. Sonrió Santana. Brittany iba a ir, y ella lo sabía demasiado bien. Una vez que hubiera dicho que iba a hacer algo, nunca daba marcha atrás.
—Lo sé, pero voy a ir—. Se dirigió hacia el sofá y cogió su portátil.
—Necesitamos conseguirte una oficina.
—No quiero una oficina—. Insistió Brittany. Era la décima vez que se lo decía a Santana desde que se mudó a la Casa Blanca. –Me gustan las vistas desde el escritorio de mi habitación. Sólo quería visitar a los niños hoy. Además, los cerezos en flor estaban impresionantes la pasada primavera. Los miraba todos los días mientras se suponía que debía estar trabajando. Dilo, sabes que es la verdad. –Estoy deseando verlos de nuevo el año que viene.
Santana intentó ocultar la sonrisa que se dibujaba en su cara apretando los labios, pero no funcionó. Tenía la imperiosa necesidad de saltar y correr como un crío y gritar —¡gracias señor!— En lugar de eso, se dirigió hacia Brittany y la besó en la punta de la nariz. El alivio que sentía por todo su cuerpo casi la hace desmayarse. –Seguro que no lo deseas tanto como yo, cariño.
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 32
Martes, 12 de agosto.
Martes, 12 de agosto.
Santana llamó a la puerta con el codo. Dejó escapar un aliento de disgusto. Apoyando la pesada caja contra la pared, levantó una mano para tocar de nuevo, pero la caja casi se cae y decidió no volver a arriesgarse. La Presidenta dejó el paquete en el suelo y volvió a tocar. –Vamos, Pierce! ¡Sé que estás ahí! ¡Tú y ese pequeño demonio con el que vives pueden correr pero no esconderse!
Brittany abrió la puerta y se quitó las gafas. – Estaba al teléfono con el Ministro de Justicia. ¿Sabes que piensa que eres bonita?
Santana sonrió. –Soy bonita. ¿Pero te gustaría ver lo que no es bonito?— Se inclinó y volvió a coger la caja. –Bueno. ¿No me vas a invitar a entrar?
—¿Dónde está ese pequeño monstruo con el que vives?
—¿Grem?— Se encogió de hombros. –No estoy segura. Por aquí, en algún lado—. Era mentira y lo sabía. Le había visto meterse debajo de la cama hacía una hora, aunque no estaba al 100% segura de que siguiera allí. El pobre perro había estado muy deprimido últimamente. —¿Por qué?— ¿Qué has hecho ahora? ¿Grem?
—¡Porque pretendo que se haga cargo de la manutención! ¡O que se responsabilice al menos! ¡O… o… argh… algo!
Ooo..., ahí está de nuevo esa vena hinchada en su frente. — ¿De qué estás hablando? — rió Brittany.
Santana se hizo a un lado para dejar a la vista a una enorme, hinchada y completamente embarazada perrita Pomerania. La hembra levantó la cansada cabeza y lloró suavemente. — ¿Te acuerdas de la perra de mi madre tan cara y de pura raza? — Santana movía el pie impacientemente. — ¡Esto es todo lo que queda de ella!
Brittany estalló en carcajadas y se alejó un poco de una malhumorada Santana. — ¡Lo siento! ¡Lo siento! — Continuó riéndose.
—¡No es gracioso! Tengo problemas con mi madre. ¡Si pudiera alcanzar mi trasero con su cuchara de madera, en estos momentos no me podría sentar!
El comentario de Santana no ayudó a calmar la risa de Brittany. — Tu madre te perdonará cualquier cosa, y lo sabes. Además ¿Cómo sabes que fue él quien lo hizo? — Inquirió, intentando a la vez cubrirse la risa con la mano. — Él no puede ser el único perro de la zona.
Santana arqueó una ceja. — Mira lo infeliz que es. — Señaló a la perra, cuya enorme barriga la obligaba a acostarse de lado como si fuera un cerdo mutante. — ¡Sólo dormir con Gremnlin podría hacer que un perro se sintiera tan patético!
Brittany entornó los ojos, pero cuando miró hacia abajo y vio a la triste perrita ante ella no pudo evitar exclamar — Oh… esta es la razón por la que no voy a tener niños. — Brittany giró la cabeza y silbó suavemente. — Gremlin, arrastra tu trasero hasta aquí ahora mismo.
El avergonzado animal salió lentamente de debajo de la cama. De repente, se paró y olfateó el aire. Su rabo empezó a moverse rápidamente y salió disparado hacia donde estaba la perrita. La "Princesa" Pomerania empezó a gruñir y su rabo empezó a moverse también, golpeando rítmicamente las paredes de la camita donde estaba metida.
—Ah ¡ja! — acusó Santana.
—¡Eso no prueba nada! — Exclamó Brittany cuando la redonda mascota intentó sentarse para dar la bienvenida a Grem. — De acuerdo — admitió — eso lo prueba.
La escritora se apiadó de Grem y lo entró en la cama, situándolo cuidadosamente al lado de Princesa. Eso no fue una tarea fácil, considerando que levantar a Grem era como levantar un torpedo en movimiento, y que ambos perros estaban moviéndose tanto que parecía que tenían espasmos.
Los perros empezaron a hacerse arrumacos. Grem ronroneaba como un gato durante todo el tiempo.
—¡Parece tan feliz ahora! Deben haber estado echándose de menos. Aww… Grem, que romántico eres. Estabas lamentándote por tu novia todo este tiempo. ¿No es dulce, Santana?
—Sí, — asintió Santana. — realmente dulce.
—Parece que Grem va a ser papá. — Sonrió Brittany. — Supongo que eso te convierte en tía.
—¡De esto nada! ¡Son todo tuyos! — Santana hizo hincapié en cada palabra. — Grem es tuyo, y él la embarazó. Que lo pases bien, abuelita. Mi madre ha desheredado a la pequeña vagabunda y, por supuesto, yo no los quiero.
Santana luchó por mantener su indignación y su enfado, pero se iba derritiendo más rápido que la nieve un 4 de Julio
Pero un pequeño brillo en los ojos de Santana la delató. No estaba enfadada de verdad y Brittany lo sabía. Caminó hacia Santana y se puso de puntillas, dando a Santana un tierno beso en la mejilla. Cuando se retiró pudo ver que el gesto de la Presidenta se había suavizado considerablemente. — No seas tonta. — Besó de nuevo a Santana, esta vez en la barbilla. — ¿Cómo puedes enfadarte ante el amor verdadero? Por favor.
Santana luchó por mantener su indignación y enfado, pero estos se iban derritiendo más rápido que las figuras de hielo en el 4 de Julio Hizo un último esfuerzo de mantener su postura altiva, pero falló miserablemente. De nuevo.
Brittany se rió maliciosamente. Enredó sus dedos por el denso y negro pelo de Santana y la besó intensamente.
Durante un largo y hechizador momento, ambas mujeres se olvidaron de los perros y del mundo. Santana se lamió los labios cuando rompieron el beso. — Genial.
Brittany sonrió. — Mmm... mmm...…
El gruñido feliz de Gremnlin hizo que la atención de las dos mujeres se volviera a fijar en la parejita. Brittany se rascó la mandíbula pensativamente. — Bueno, piénsalo de este modo, Santana. Los niños, finalmente, tienen su propio perro.
—Oh, ¡no! — Santana sacudió la cabeza vigorosamente. "No nos vamos a quedar ni siquiera uno de esos pequeños demonios venidos del infierno. Así que esta parejita ya puede ir buscando hogares para sus semillas del diablo en cualquier otro sitio.
Brittany miró hacia abajo e hizo una mueca. — Van a ser… ummm… unos cachorros… un poco feos. "
—Estás siendo muy amable.
—Lo sé.
—Mi madre dice que el parto puede ser en cualquier momento, por eso espero que sepas algo sobre el parto de cachorros. Ahora si me disculpas, tengo una cita con el Ministro de Salud y Asuntos Sociales.
—Eso es genial. ¿Me puedes recoger un impreso para manutención alimentaria?
Santana se rió y negó con la cabeza. — Hablas como una verdadera Demócrata. Y no, no lo haré, pero me daré por satisfecha con que los esterilices.
Gremlin escogió ese momento exactamente para empezar a gruñir mucho más fuerte. Princesa, por el contrario, permaneció en silencio.
—Jajaja, hablas como una verdadera emancipacionista.
—Prefiero emancipadora.
—Oh, ¿de verdad? — sonrió Brittany mientras cruzaba los brazos.
—Absolutamente. Porque así, mi amor, — Santana se acercó a Brittany, y hablando en su más profunda y sexy voz añadió, — puedo hacer que te liberes.
Brittany se inclinó hacia adelante hasta que su frente reposó sobre el pecho de Santana. Respiró profundamente. — Dios, me encanta cuando hablas sucio.
Ambas mujeres se echaron a reír.
HE ESTADO PENSANDO SERIAMENTE QUE CUANDO ACTUALICE TAL VEZ A PARTIR DE AHORA PONGA 5 CAPÍTULOS EN CADA ACTUALIZACIÓN..........¿QUE LES PARECE LA IDEA?
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Me parece una excelente idea. Me encanta este fic
Maria Angeles** - Mensajes : 82
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Edad : 24
Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Oh sii! Seria muy feliz:D
Santana es tan linda con Britt:3 genial que la haya apoyado en esos momentos tan dificiles para ella:)
Odio a Jake! No confio en el, ojala Santana lo despida>:c
Santana es tan linda con Britt:3 genial que la haya apoyado en esos momentos tan dificiles para ella:)
Odio a Jake! No confio en el, ojala Santana lo despida>:c
Susii********-*- - Mensajes : 902
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
hola ha sido increible me ha agradado mucho y mientras le leido los capitulos he tenido una gran sonrisa en mi rostro, los comentarios de Sue cuando se burla de las Brittana y que la familia crezca con Gremlin ese gracioso demonio jajajajja . Y Gracias por esa idea tan increible todos los capitulos que quieras subir seran bien recibidos. Bye hasta luego, me encanto
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Genial idea!!!!! Me imaginaba lo de Grem!!! Ja ja ja!
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Si por favor. Estoy atrapada con esta historia.
idiveth*** - Mensajes : 112
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
ya lo he dicho, esta historia es una de mis favoritas y 5 capitulos serian lo mejor de lo mejor, si tuviera 200 capitulos seria la gloria jajajajajajajajaja hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
holap,...
miente,.. miente que algo quedara se dice,..
me gusta como van las cosas,...
nuevos integrantes de la familia jajaja
nos vemos!!!
Pd; me encanta la idea de los cap,..
miente,.. miente que algo quedara se dice,..
me gusta como van las cosas,...
nuevos integrantes de la familia jajaja
nos vemos!!!
Pd; me encanta la idea de los cap,..
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
No pensé que Grem estuviera triste por eso, creí que estaba enfermo. XD
Xx
Xx
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Actualiza:(
Maria Angeles** - Mensajes : 82
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Maria Angeles escribió:Me parece una excelente idea. Me encanta este fic
a ti las gracias por apoyar la historia
Susii escribió:Oh sii! Seria muy feliz:D
Santana es tan linda con Britt:3 genial que la haya apoyado en esos momentos tan dificiles para ella:)
Odio a Jake! No confio en el, ojala Santana lo despida>:c
yo tambien quisiera que lo despidiera jejejeje
marthagr81@yahoo.es escribió:hola ha sido increible me ha agradado mucho y mientras le leido los capitulos he tenido una gran sonrisa en mi rostro, los comentarios de Sue cuando se burla de las Brittana y que la familia crezca con Gremlin ese gracioso demonio jajajajja . Y Gracias por esa idea tan increible todos los capitulos que quieras subir seran bien recibidos. Bye hasta luego, me encanto
el pequeño Gremlin y las consecuencias de sus "travesuras"
monica.santander escribió:Genial idea!!!!! Me imaginaba lo de Grem!!! Ja ja ja!
jejejeje........el no perdio el tiempo
idiveth escribió:Si por favor. Estoy atrapada con esta historia.
por supuesto
micky morales escribió:ya lo he dicho, esta historia es una de mis favoritas y 5 capitulos serian lo mejor de lo mejor, si tuviera 200 capitulos seria la gloria jajajajajajajajaja hasta pronto!
por ahora creo que solo seran 5 capitulos...uds. se lo merecen
3:) escribió:holap,...
miente,.. miente que algo quedara se dice,..
me gusta como van las cosas,...
nuevos integrantes de la familia jajaja
nos vemos!!!
Pd; me encanta la idea de los cap,..
me encanto eso de los "nuevos integrantes" jejejeje
iFannyGleek escribió:No pensé que Grem estuviera triste por eso, creí que estaba enfermo. XD
Xx
ya viste porque era su estado de animo
Maria Angeles escribió:Actualiza:(
enseguida
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Hola……….buenos días a todas/os……….espero que disfruten los 5 capítulos de hoy, sé que se los debía……..así que a LEER….al fin podrán saber más de la personalidad de la madre de San jejejejeje
Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..
*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:
http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)
http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)
http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)
http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)
http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)
http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)
http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)
https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)
*Actualización: día JUEVES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)
Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo
Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.
Y la canción del día es……….
https://www.youtube.com/watch?v=JePsvCRddTA
NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Madam President” y es de autoría de T. Novan y Blayne Cooper (todos los derechos reservados para estas estupendas escritoras, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a estas distinguidas escritoras mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realizan); honestamente en honor a la verdad por más que revisé los archivos pdf que hallé hace tiempo en internet, no hallé ningún dato de algún foro o editorial que tuvo la gentileza de poner el archivo en internet…así que de todas maneras: gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras (dichos archivos los podrán encontrar en distintos sitios de internet).
Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Nashville y algunos otros lugares como Washington; tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Lima-Ohio y naturalmente Washington (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.
Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de 2 libros que consta de: 1.- Libro 1 (no describe con precisión de cuantos capítulos tiene, pues solo muestra fechas, por ejemplo 6 de noviembre, etc.); 2.- Libro 2 (12 capítulos más el capítulo final o epílogo)………Espero disfruten de esta historia
Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.
Capítulo 33
Viernes, 13 de agosto
Viernes, 13 de agosto
Santana se retiró del escritorio y dejó caer el boli claramente enfadada. — Dios, todo esto me pone enferma.
El Fiscal General Millar se inclinó hacia delante, haciendo crujir la silla mientras apoyaba sus antebrazos en el escritorio. — Tenemos que hacer una declaración para el país.
—Cuantas veces tengo que decir que esto no tiene nada que ver con el país, sino con un chico de 15 años! — gritó indignada.
—Un chico de 15 años que intentó matar a la Presidenta! — Quinn cerró los ojos y sacudió la cabeza. Sabía que Santana iba a reaccionar de este modo. — Señora Presidenta, lo siento, pero estoy de acuerdo con el Fiscal General en esto.
—Más vale que tengas cuidado, Quinn. El ACLU (Unidad para las Libertades Civiles de los Americanos) puede retirarte tu carné de socia por esto.
Miller se cuadró de hombros. — Esto es un tema serio, Señora Presidenta.
La cara de Santana se volvió de piedra. — No es necesario que me lo recuerde, Sr. Miller.
Quinn intervino, esperando cortar la discusión. — Fue lo suficientemente mayor para comprar una pistola en la calle, planear el crimen durante semanas, colar un arma sin ser detectado por el Servicio Secreto o cualquier otro equipo de seguridad y dispararte tres veces. Esas no son las acciones de un niño, Sra. Presidenta.
—Nuestros informes están listos. Nuestra posición es firme. Estoy seguro de que ganaremos. — Dijo Millar confiado.
—Esto no debería ser sobre ganar o perder. Estáis hablando sobre, meter por el resto de su vida en una penitenciaría federal de máxima seguridad, a un chico que todavía es demasiado joven para afeitarse, y que gasta más dinero en medicación para el acné que en gasolina.
—Con el debido respeto, Sra. Presidenta, mi trabajo es procesar. — Miller se apoyó sobre el escritorio y se levantó. Ya había oído suficiente. Durante toda la reunión, la Presidenta había insistido en que justificara, no sólo los métodos de su oficina, sino también sus decisiones como Fiscal General. Si así era como actuaba Santana Marie López ahora, cuando fueran a jucio prácticamente estaría testificando para la defensa! El hombre se detuvo al lado del escritorio y Santana se levantó para encontrarse con su desafiante mirada. — Mi trabajo no es hacer lo que es mejor para Louis Henry. Él tiene tres abogados que están cuidando sus derechos muy bien.
—¡Ya es suficiente Bill! — No era que Quinn estuviera en desacuerdo con él. Pero podía ver que Santana estaba apunto de estallar, y discutir no era la mejor manera de solucionar el problema.
—Yo estoy de acuerdo en que Louis Henry es peligroso y que debería ser puesto en prisión el mayor tiempo posible. Me acuerdo de ello cada vez que me miro al espejo. — Alzó la mano y se tocó la pequeña cicatriz que le quedó en la sien izquierda. — Sólo digo que una penitenciaría federal es el sitio equivocado para él en este momento. Seguro que podemos encontrar algo más.
—¿Nos disculpa un momento? — Quinn dirigió la mirada hacia la puerta.- Me gustaría hablar con la Presidenta a solas un momento.
—Por supuesto. — Miller se alejó y salió enfadado de la oficina de Santana.
Santana se sentó de nuevo en el sillón. — Vas a gritarme, ¿no, Quinn? Lo sé. Las venas de tu cuello están hinchadas y tu voz tiembla un poco. Rachel tenía razón. Estás en una edad de riesgo para un ataque al corazón.
Quinn gruñó frustrada, no queriendo sonreír ante el chiste de su amiga. No quería decir lo que iba a decir a continuación. A veces mi trabajo apesta. — Te hará parecer débil no ir tras Henry inflexiblemente.
La respiración de Santana empezó a agitarse de nuevo.
La Jefa de Personal levantó las manos. — Tranquiliza tus caballos, San! Y por una vez déjame terminar.
Santana cerró la boca de golpe.
—Cada debate político en la nación ya ha especulado por qué no has hecho este movimiento antes. Los Republicanos empezaron a murmurar hace tres semanas. Ahora, hasta los Demócratas más conservadores se les están uniendo. Estás apoyando una ley criminal justo ahora que incluye tu ADN en una base de datos. No es el momento de parecer flexible o débil ante el crimen!
—Quinn…
—No he acabado. Sé que no te gusta Miller. Es agresivo y arrogante, y es asquerosamente bueno en su trabajo. Pero esta vez tiene razón, San. Louis Henry tiene que estar en prisión, no en un centro de menores. Lo creo realmente, no lo digo sólo por las implicaciones políticas.
Santana se cruzó de brazos y alzó las cejas. — ¿Puedo decir algo ya?
—Uh, sí. — Quinn se rascó el cuello.
—Si esto es sobre el chico y no sobre mi política criminal, ¿por qué tanta charla?
Quinn se encogió de hombros. — Me pagas para contarte las consecuencias políticas de las cosas. Esta vez, sin embargo, parece ser que lo que es lo mejor para ti, también es lo mejor para la política. Necesitas confiar en tu equipo.
Santana no podía soportar ver los ojos preocupados de Quinn clavados en los suyos. Se levantó del escritorio y se dirigió hacia la ventana observando el despejado cielo azul. Se dio a si misma una gran reprimenda y agregó, — Odio esto Quinn, no puedo dejar de pensar en mis hijos. Es como si este juicio hubiera tocado algún nervio sensible. Sólo puedo pensar en lo que los padres de Louis deben estar pasando.
—Y te sientes culpable porque ir a por él justo ahora te va a beneficiar en tu carrera.
—Sí. — Santana se volvió hacia su mejor amigo sin saber que decir. Sabía que si se empeñaba podía conseguir lo que quería. Pero ella nunca desobedecía los consejos de Quinn. Eran muy valiosos y casi nunca equivocados. — Piensas que estoy muy implicada en el caso, y que esto está afectando mi juicio, ¿verdad?
—Sí
—Y que debería alejarme o dejarlo a otros.
—Sí
—Y que debería dejar que Miller siguiera con su propósito y que el Tribunal decida si Louis Henry debería ser juzgado como un adulto o no.
—Sí
—Y disfrutar de los beneficios políticos sin remordimientos.
—Sí
Santana suspiró pesadamente. — Estas conversaciones son siempre tan reveladoras, Quinn. Debemos tener otra más pronto.
Quinn sonrió. — Seguro que la tendremos. Bien, — Quinn dio una palmada, — supongo que debería ir a por él.
—Supongo. — Santana sonrió cuando en lugar de dirigirse hacia la puerta, Quinn se unió a ella en la ventana y puso la mano sobre su hombro. — Te das cuenta que Marley probablemente va a pegarme un grito en los próximos treinta segundos. Ya llego tarde a mi próxima cita.
—Es verdad.
—Bueno, no es muy propio de ti malgastar unos cuantos segundos cuando podrías estar dándome una de tus charlas. Así que suéltalo, ¿qué quieres saber?
Una sonrisa maligna se formó en los labios de Quinn. — ¿Dónde exactamente tiene Brittany el tatuaje?
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 34
Sábado, 14 de agosto.
Sábado, 14 de agosto.
Santana estaba sonriendo como una tonta mientras ofrecía su mano a Brittany galantemente para ayudarla a salir de la limusina. — Sabes que ahora es oficial ya, ¿no? La prensa estará sobre nosotras de nuevo. — Se agarró del brazo de Brittany y con una exagerada lentitud se encaminó hacia las escaleras de la Casa Blanca.
Brittany se inclinó hacia Santana. — Después de una noche como esta, Señora Presidenta, la prensa se puede ir al infierno. No me importa lo que escriban sobre nosotras.
Santana se rió ante la respuesta de Brittany. — No les des carta blanca o se convertirán en unos buitres.
—¿No lo son normalmente?
—Buena respuesta. Cuando Sharon haga la rueda de prensa sobre esta noche, mencionará que eras mi acompañante. Entonces ya no habrá más desmentidos. ¿Estás preparada para eso?
La respuesta vino más rápidamente de lo había pensado. — Absolutamente. — Su integridad como biógrafa de Santana se situaría en el punto de mira. Pero, ¿no lo había estado ya antes? Santana estaría a su lado, y sabía de corazón que estaba preparada para ese reto. Lo que sentía por su morena, cómo se sentía cuando estaban juntas… todo eso merecía esos inconvenientes.
Santana se preguntó si sus mejillas padecerían un daño permanente si continuaba sonriendo de esa manera. Estaba tan orgullosa en ese momento que casi dolía. — ¿Estás cansada? ¿Te puedo invitar a una copa? Resulta que tengo un brandy increíblemente caro escondido en mi habitación.
Brittany miró hacia el cielo, plagado de un millón de estrellas. Aunque esta noche no envidiaba su posición allá en lo alto. Esta noche, las cosas aquí en la tierra eran maravillosamente mágicas. Habían ido a cenar y al teatro. La comida había sido exquisita, la representación la había hecho llorar, y la compañía ha sido inmejorable. El Servicio Secreto había estado allí, como siempre, pero desde que dispararon a Santana, cada vez le costaba más resentirse por su presencia. Brittany se rió para sí misma. Quizás me estoy acostumbrando a esta vida loca. No, no me estoy "acostumbrando", sólo estoy llevando mejor lo de aceptar las realidades.
A pesar del hecho de que esta había sido la primera aparición pública de Brittany y Santana como pareja, cuando una retirada estrella del rock hizo su aparición en escena, ésta captó toda la atención de la gente, para satisfacción de la nueva pareja. Brittany se preguntó de repente si había sido todo fruto de una agradable casualidad, o de las maquinaciones de cierta morena que era conocida por ser capaz de parar el mundo cuando realmente quería algo.
—Me siento genial ahora mismo, Santana. — Juntó su cadera a la de la otra mujer. — No estoy cansada para nada, y me encantaría tomar esa copa contigo. Pero antes de hacerlo, hay algo terriblemente importante que debes saber.
—A ver, veamos qué es eso tan importante, Srta. Pierce. — Santana se quitó la bufanda de seda de su cuello y la lió alrededor de los hombros de Brittany. — No me digas que tienes un novio celoso que se va a presentar aquí esta noche, y a quien voy a tener que romperle la nariz.
Brittany cogió la mano de Santana y la levantó para examinar sus largos dedos a la luz de la luna. —¿Has hecho eso alguna vez? — preguntó curiosa. — Pegarle a alguien, quiero decir.
—Bueno, quizás una vez o dos… pero juro que solo cuando esa persona lo merecía.
Brittany le dio un pequeño golpecito a Santana en la mano pero no la dejó escapar. — No se si creerte o no. Nunca te he visto, ni de cerca, levantar una mano a los niños. Y no has dejado sin sentido todavía al Secretario de Defensa, aunque la verdad es que no has estado muy lejos. — Aunque Santana tenía el temperamento de un diablo cuando se la provocaba, debajo yacía una amable y sensible mujer. Brittany se preguntaba cuánto costaría enfadarla lo suficiente como para que llegara a la violencia.
Dejando de lado esos profundos pensamientos, la escritora tomó aire profundamente. Las brisas de este final de verano todavía eran cálidas y húmedas, y el aroma a flores frescas flotaba en el ambiente. Casi se arrepentía de estar dando los últimos pasos hacia el interior de la Casa Blanca.
— Lo que quería decirte es que odio el brandy. Siempre lo he odiado. Supongo que no sería posible tomar algo más complicado, como una perfecta y helada jarra de cerveza.
—Mmm...… — Santana pretendió meditar su petición. — Sí, creo que puedo conseguir algo de eso. O al menos el personal de cocina puede. Quizás incluso pediré otra para mí y les diré que traigan un poco de helado también.
—Ooo...… finalmente has sobrepasado mi ideal de perfección, Sra. Presidenta. — Brittany saludó con una sonrisa a varios miembros del personal de limpieza que estaban puliendo las escaleras mientras cotilleaban sobre sus parejas de telenovela favoritas. Se levantó los bajos del vestido y subió las escaleras sin ningún problema a pesar de sus afilados tacones. — ¿Debería cambiarme primero?
—Mmm..., te diré qué haremos. Ven conmigo y te prestaré un chándal presidencial cómodo y ancho. Es lo que me voy a poner yo también. — Santana giró la cabeza y le susurró a Brittany en el oído,— sólo hay una cosa más cómoda.
Brittany tembló al sentir el aliento caliente de Santana en su oreja. — Si dices algo que contenga la palabra desnudo, voy a saltar sobre ti aquí mismo, en el pasillo. Te lo juro, Santana.
—Y se supone que eso debe frenarme para que no lo diga… — Santana se rió, asiendo aún más fuerte la mano de Brittany. — Tienes una mente muy sucia. Así que supongo que tendré que asegurarme de no decir la palabra desnuda hasta que lleguemos a mi habitación. No queremos dar un espectáculo.
—Mentirosa.
—Ohh, Srta. Pierce, — la voz de Santana tenía un tono solemne pero juguetón a la vez — ¿he hecho algo que le haga pensar que no soy sino una amante muy privada y muy apasionada? — Esperó hasta que un encantador rubor empezó a mostrarse en las mejillas de Brittany. Maldita sea, es adorable. Ojala supiera lo que esta pensando.
Brittany suspiró profundamente. OK, tú empezaste esto, así que ahora no te acobardes. — Honestamente, Santana, no estoy segura. No me has dado ninguna señal clara hacia un lado u otro en lo que se refiere a… — Se mordió la lengua, entonces susurró. — Ya sabes. Esta claro como el barro.
Durante los dos últimos meses las mujeres se habían besado. Mucho. Muchísimo. Pero la cosa no había pasado de ahí. Por una parte, Brittany daba gracias. Le había dado tiempo a acostumbrarse y aceptar ciertos aspectos sobre sí misma y sobre cómo sería mantener una relación romántica con Santana. La mujer morena más sexy estaba siendo increíblemente paciente sobre todo eso. O estaba increíblemente asustada. Brittany no podía decidirse por una. Pero nunca le había metido prisas, nunca la había presionado. El problema era que Brittany ya no era tan paciente como Santana. A la vez que sus ansiedades acerca de una relación con Santana más física e íntima se iban haciendo mayores, su libido empezaba a tambalearse. Escandalosamente.
¡Encima estaba ese maldito libro! Era imposible que una mujer pudiera leer “El gozo del sexo lésbico” sin que acto seguido necesitara probar alguna de esas cosas. La imagen mental de Brittany de ella y Santana haciendo lo que ponía en la página 212 era casi suficiente para hacer estallar su cabeza. Oh, sí. Quería probar eso, especialmente.
—¿Qué quieres decir con… "ya sabes"? — Santana la atormentaba más. — No, no sé a qué te refieres para nada. Esquiar, patinar… — Abrió la puerta de su suite privada y encendió una lámpara de pie. Esta dejaba la habitación casi en penumbra, pero era más que suficiente para ver.
—Perra.
—¿Es así como te diriges a la Presidenta de los Estados Unidos? Tsss, tsss, pequeña. Puedo hacer que te azoten por eso. — La puerta no estaba cerrada todavía, y Santana estaba quitándose sus tacones. Uno voló por toda la habitación, golpeando la pared. — Agh, ahora se explica porque nunca llevo. No sé como puedes soportar esos pequeños que siempre llevas. Ah, esto está mucho mejor. — Gimió mientras cerraba los ojos y se masajeaba los pies.
El sonido del gemido de Santana y su imagen en ese ajustado vestido negro con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, era más que suficiente para que cada gota de sangre del cuerpo de Brittany se dirigiera inmediatamente hacia el sur de su cuerpo. — Dios mío. — murmuró mientras se humedecía los labios. — Estás intentando matarme, ¿verdad?
Santana abrió los ojos y se encaminó hacia la escritora, la cual estaba apoyada sobre el brazo del sofá. Se inclinó y posó sus labios sobre los de Brittany, jugando con la suave piel de alrededor de su boca mordiéndola y chupándola. Cuando ambas tenían la respiración entrecortada Santana se retiró y soltó aire, prácticamente deshecha por su propio juego. — No, no estoy jugando contigo para nada. — mintió descaradamente mientras se dirigía hacia el vestidor con unas piernas temblorosas.
Brittany gimió. — J….
Brittany susurró. — “Repito: mentirosa.” Sonrió a la risa ahogada de Santana. “Odio tener que hacerme esto, Sra. Burlona. Pero me temo que voy a necesitar ayuda con estos botones. Sue estaba conmigo cuando me vestí.” Brittany se volvió, mostrándole una hilera de botones perlados que se abrían paso desde el comienzo de sus nalgas hasta el medio de su espalda. “Puedo alcanzarlos todos, pero son ajustados, minúsculos y me desesperan. ¿Me echas una mano?”
¡Sería un placer! —“¿Quién se burla de quien ahora?” Santana se desplazó detrás de Brittany y muy lentamente empezó a desabotonar su vestido. —“Pero recuerda, cariño,” apartó el cabello de su cuello y se acercó para probar su piel, —“Yo no pierdo con elegancia.”—Delicadamente deshizo cada botón, dejando que el dorso de su mano rozara la piel suave que no había sido tocada de ese modo desde hacía mucho tiempo.
—“Santana.” Gimió Brittany. Sus ojos se empezaron a entrecerrar. Su sangre empezó a palpitar caliente dentro de sus venas, aunque sabía que esta era la dura venganza a su petición de desabotonar el vestido. Desafortunadamente, a su cuerpo no le parecía importar. —“Se buena,” dijo arrastrando las palabras. — “Tú... dijiste algo sobre sudaderas.”
—“Claro que lo hice.” Santana rozó el cuello de la escritora sólo un segundo antes de darle un pequeño mordisco y deshacer el último botón. Pasó su mano por la espalda desnuda de Brittany antes de girarse sobre sus tobillos e irse al baño. “Sabes donde están. Búscalas.” Oh, Dios, necesito un vaso de agua bien fría… Y vaciarlo sobre mi cabeza.
Brittany respiró profundo. Sus ojos se rajaron y miró a Santana mientras desaparecía dentro del baño. “Malvada. Sencillamente malvada,” susurró.
Gran parte de Brittany quería seguir a Santana dentro del baño. Tan sólo con ese ligero empujón sospechó que terminarían en la cama, juntas. Pero Santana sólo parecía satisfecha jugando y bromeando, progresando con firmeza, pero muy lentamente. Brittany podía hacerlo. O eso esperaba. Un momento de duda la aisló de todo, y se rió de si misma, convencida de que después de que la sangre de su cuerpo fluyera directamente hasta su cerebro, estaría bien.
La mujer rubia se estaba subiendo las mangas de una de las sudaderas de Santana cuando la Presidenta salió del baño vestida con una bata azul marina de lana. Ya no había vestido, ni maquillaje ni prendas. El cabello alrededor de su rostro estaba ligeramente húmedo, y lucía cómoda y satisfecha. Durante el tiempo en el que Santana estuvo en el baño, la temperatura de Brittany se las había arreglado para normalizarse. De hecho, eso, junto con el poderoso aire acondicionado de la Casa Blanca, Brittany estaba sorprendida de estar luchando contra el frío. Se vistió sonriendo por el suave material abrigando su piel. La verdad era que disfrutaba vistiéndose con las sudaderas de Santana. Por una parte, porque eran de Santana y olían diferente a sus otras ropas, aún cuando Sue y toda la familia López usaban el servicio de lavandería de la Casa Blanca. Por otra era porque de verdad molestaba a Jake Puckerman verla compartir cualquier cosa con la Presidenta…. Atrévete a fastidiarme de nuevo, neurótico imbécil.
Santana miró a Brittany y le hizo saber con un gesto que se girara mientras se vestía con otro juego de sudaderas que estaba fuera del vestidor. La escritora se giró obedientemente enfrentando la pared, pero miró a hurtadillas sobre su hombro justo mientras Santana se desvestía.
—“Ojos al frente, Pierce,” Bromeó Santana mientras se ponía los pantalones.
Brittany chilló mientras volvía bruscamente la cabeza al frente. Pero ya había obtenido un buen vistazo de una absolutamente increíble parte trasera. Su mente se extravió en el momento en el que estaban en la cabaña López en Ohio. Ooo..... Es como un sexy rompecabezas que tengo que ordenar pieza por pieza. Y al final... oh, Dios. Una sonrisa enorme curvó sus labios ante al delicioso pensamiento.
Manos fuertes sobre sus hombros la sacaron de sus pensamientos. —“¿Aún te apetece esa cerveza?” — “Uh uh.” Asintió Brittany, antes de volverse. El capítulo seis era todo sobre como usar la comida... ¡para! ¡Ya para! Vas a volverte loca.
La habitación de Santana era grande y espaciosa, así que se situaron en la sala de estar sobre un gran y mullido sofá, acurrucándose juntas. Ya habían hecho esto muchas veces antes, especialmente cuando Santana tenía algo en mente y sólo necesitaba hablar de ello. Ambas mujeres estaban bien con ello, todo eso hablaba por si sólo de su creciente camaradería e intimidad como amigas. Brittany dejó sus piernas sobre el mueble y se apoyó sobre el hombro de Santana.
Suspiró mientras el peso familiar del brazo de Santana se situaba alrededor de ella. —“La obra estuvo maravillosa. Gracias por haberme invitado a salir.”
—“Oh, fue un placer. Créeme. Me alegra que hayamos llegado al punto donde podamos salir en público. La prensa va a perder la cabeza. Pero espero que sea por poco tiempo. Los conservadores estarán en guardia. Todo se va a calentar un poco y seremos llamadas por nombres desagradables. Pero si mantenemos bajas nuestras cabezas y permanecemos quietas, la tormenta se irá.”
—“Confío en ti, Santana.”—
—“Me alegra escucharlo, Súper Ratón”
Los ojos de Brittany se perdieron sobre la repisa donde una fotografía de los niños López se mostraba orgullosamente. Sonrió al verla. Habían sido muy dulces al tratar de animarla después del suicidio de su madre. Especialmente Ashley. Le habían hecho tarjetas con sus dibujos mostrándoselas para que las pusiera en su habitación. Pero en su corazón Brittany sabía que no era justo para ellos comparar la pérdida de su madre con la de ella. Tuvo 31 años para conocer a su madre y falló. A esos dulces niños les fue robada esa oportunidad prematuramente. —“Háblame de Samantha, Santana,” — Brittany se sorprendió al pedírselo. —“No hablas mucho de ella.”
Santana se tensó por un momento e inconcientemente atrajo a Brittany más cerca de ella. —“Estudiaba ciencias políticas cuando la conocí en la universidad y era tres años mayor que yo. Quinn y Rachel nos presentaron y caímos atraídas la una por la otra enseguida. Salimos durante casi un año antes de que le propusiera matrimonio. Y poco después tuvimos una ceremonia de compromiso.” — Santana empezaba a acariciar el brazo de Brittany con la punta de sus dedos.
Echó un vistazo a Brittany, quien la miraba con genuino interés, así que reticentemente continuó.
—“Ocho años después de eso, tan pronto como se hizo legal en Ohio, tuvimos un corto servicio civil. Pero ya estábamos casadas en nuestros corazones. Tuvimos tres niños, y la amé muchísimo.”— Una sonrisa amarga bordeó el camino sobre los labios de Santana.
—“Ustedes hubieran sido muy buenas amigas.” —Se encogió de hombros. —“No creo que haya nada más que decir.”
Brittany frunció el ceño y se giró entre los brazos de Santana hasta que estuvieron en frente una de la otra y pudo mirarla a los ojos mientras hablaba. —“Creo que estás equivocada. Creo que hay mucho más que decir acerca de alguien quien, obviamente, fue tan importante en tu vida.”
Santana se encogió de hombros nuevamente, dos cejas oscuras se juntaron. —“Supongo que si lo hay. Sólo no que no sabría que decir.”
Tranquila y sin ser vista, Santana se quedó mirando la pared por tanto tiempo que Brittany decidió cambiar el tema. Abrió la boca para hablar cuando el suave zumbido perforó el silencio de la habitación.
—“Sam fue la única mujer en la que confié lo suficiente como para darle mi vida completamente. Ella sostuvo quien fui en la palma de su mano en el centro de su corazón. Intrigó mi mente, desafió mi alma y calmó mi cuerpo y mi espíritu. Cuando murió, estuve segura de que había perdido todas esas cosas para siempre.” —Miró a la mujer que sostenía entre sus brazos y sonrió suavemente. — “Pero creo haberlas encontrado otra vez.”
¿Calmó su cuerpo y su espíritu? Jesús. ¡Pensé que no sabía que decir! Brittany trató de sofocar el rayo de celos que la recorría por aquellas palabras. Tú le preguntaste, Britt. Ahora aguántalo y aprende a vivir con su respuesta. Tú sabías que ella la amó así. Pero de alguna forma, era diferente oírlo desde los labios de Santana y se apartó de ella inconscientemente.
—“Oh, Dios, lo siento tanto.”— Cerró los ojos. ¡Demasiado, idiota! ¡Fue demasiado! —“No quería... digo... no quise herirte ni que te sintieras mal.”—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Santana se acercó mientras Brittany se retiraba, sin querer dejarla ir. — “¿Cómo puedo compensarlo, Brittany? No quiero que sientas celos de Sam. Ella fue parte de mi vida, sí. Pero parte de ello se terminó y está,” se detuvo, sintiendo el comienzo de su lágrimas, “muerto.”— Se limpió el rostro. —“Sé que necesito seguir con mi vida, y quiero seguir mi vida contigo a mi lado.”
Brittany deslizó sus manos a través de las sombras y limpió las lágrimas de Santanacon delicados dedos. — “No quise hacerte sentir mal. Soy yo quien debería disculparse, no tú. Quiero saber acerca de ella.”— Abrió lastimosamente los ojos grises a su amiga. —“Sólo que fue un poco difícil de oír. Me tomó por sorpresa. Pero fue precioso, y me alegra que hayas tenido eso... y a los niños.”— Sonrió débilmente y tomó en sus manos las mejillas de Santana. —“Fui yo quien preguntó acerca de ella, ¿no? Así que, está bien. Lo prometo,”— susurró. Brittany se acercó y suavemente besó las húmedas mejillas de Santana, degustando los restos salobres de las lágrimas.
Gracias a Dios. —"No quiero hacerte sentir menos especial o importante en mi vida. Y ciertamente no quiero hacerte sentir como si tuvieras que competir con ella, porque no es cierto"—Santana respiró profundamente.
"De perdidos al río...—Ya que estamos hablando de Samantha, será mejor que vaya hasta el final. Si vas a pensar que soy una completa idiota, mejor que tengas todos los datos. "Vale, voy a confesarte algo que muy poca gente sabe de mí. ¿Te acuerdas de cuando Rachel me hizo aquella pregunta sobre sexo durante el juego?
Brittany parpadeó, intentando seguir el hilo de lo que parecía un cambio de tema radical. Después asintió lentamente. —"Por supuesto".
Santana se encogió de hombros un tanto avergonzada. —"Bueno, ya te dije que sólo había estado con una persona. Ésa era obviamente Samantha"—. Brittany asintió de nuevo, todavía confusa. —"Lo daba por hecho".
—"Bueno, no es sólo que fuese la única. Emm... ambas esperamos." — La escritora miró a Santana con aire dubitativo. —"¿A tener permiso?" — aventuró de repente, ya que no tenía la más mínima pista acerca de lo que Santana intentaba decir. Ésta, por su parte, frunció el ceño. —"¿Permiso? ¿Por qué crees que necesitábamos permiso de alguien? Ambas éramos adultas. No, esperábamos a estar casadas. Bueno, yo esperaba; ella tan sólo se quejaba a su madre",— intentó bromear Santana.- No me he sentido tan ridícula en toda mi vida.
Se frotó las manos para secarse el sudor, deseando no sonar tan mayor. Tan anticuada. Brittany era espontánea y aventurera. No había la más mínima posibilidad de que encontrara aquello atrayente en una compañera potencial.
—"No sé por qué. Yo era joven, y es algo que... aún hoy... me tome a la ligera". Santana se detuvo y entrelazó los brazos, deseando que Brittany no se echara a reír.
No lo hizo. En su lugar su boca formó una pequeña "o".
—Wow.—dijo finalmente. Santana acababa de dejar algunas cosas muy claras para Brittany aunque ella todavía quería darle sentido a algunas piezas del puzzle que le faltaban.—¿Así que se trata de una cosa así como moral o religiosa?.
"No, es sólo una paranoia de Santana".
—Yo no quiero tener solo sexo, Brittany. Lo quiero todo. Quiero hacer el amor y estar enamorada de la persona con la que estoy. No creo que pudiera disfrutar el acto físico pensando que no hay más que eso.
Brittany repentinamente se enderezó.
—¿Es así como te sientes acerca de lo nuestro?.—se sintió como una idiota. ¿Qué no hay más que eso, una atracción física?.
—¡No!,—contestó Santana sonando un poco más alto de lo que pretendía.—No es eso para nada. Solo quería explicarte que…tú sabes que me encanta bromear y jugar todo el tiempo, y que adoro que podamos divertirnos de esa forma sin presiones ni expectativas. Pero no significa que no haya nada más detrás de todo eso. Especialmente cuando se trata de ti, Brittany.
Brittany sonrió tímidamente disfrutando lo que esas palabras significaban viniendo de Santana.
—Mi madre, por supuesto, piensa que he perdido la razón y todo eso, me dijo que te tomara, así sin más.—Santana la miró de forma reflexiva.—Y no creas que no he pensado en ello.—gimió—porque lo he hecho. Mucho. Muchísimo.—Tragó a duras penas.—No he intentado nada más contigo porque las emociones que siento son tan fuertes que no quiero que pienses que quiero aprovecharme de ti. ¿Tiene esto algún sentido para ti?.
Su frente se arrugó en un claro gesto de confusión. "No, en nombre de todos los Dioses, ¿qué estás diciendo? ¿Aprovecharte de mí?".
Santana la miró. "Por supuesto que no lo tiene".—Cariño, solo quería que supieras que significas tanto para mí que quiero ir con mucho cuidado. Tú y los niños son lo más importante en mi vida y no quiero precipitarme o abusar de ninguno de ustedes.—Dejó caer sus manos sobre su regazo.—Mi madre dice que debo aligerar mi carga.—apretó sus labios en un intento de sonrisa forzada.—Solo que no estoy segura de saber cómo hacerlo. Quiero ir despacio. Quiero llevar cuidado. Me importas demasiado como para hacer otra cosa. Así es como siempre he sido.
—No hay nada de malo en ello, Santana.- Brittany acercó su mano a la de Santana y entrelazó sus dedos delicadamente con los de ella.—Es algo muy dulce de tu parte. "Y yo estoy desesperadamente enamorada de ti".
—Afróntalo. Estoy pasada de moda y sé que sueno como una completa idiota. Pero quiero que sepas lo mucho que significas para mí.—Santana hizo acopio de todo su coraje y la miró fijamente a los ojos. Dejó escapar el aire pesadamente.—Brittany, la razón por la que estoy contándote todo esto es porque quiero que entiendas cuán importante eres en mi vida.—Santana apenas volvió a tragar.—Me importas muchísimo. En el transcurso de los pasados meses definitivamente me he dado cuenta que estoy totalmente enam….
La alarma comenzó a sonar haciendo que ambas mujeres saltaran de sus asientos.
—Sra. Presidenta,—una voz de varón desconocida habló a través del sistema de altavoces que rara vez se utilizaba.—La necesitamos en la Sala Oval. Código Uno.
¡Maldita Sea!.—Santana se inclinó y besó rápidamente a Brittany en los labios.—Tengo que marcharme. Terminaremos con esto tan pronto como pueda, lo prometo.
Santana se había levantado del sofá y desaparecido por la puerta tan rápido que a Brittany no le dio tiempo a decirle una sola palabra. Aunque la puerta estuviera cerrada podía ver a Santana siendo rodeada por sus consejeros y escuchando la palabra "BOMBA".
* * *
El Despacho Oval era un hervidero de gente y murmullos para cuando Santana empujó la pesada puerta para entrar. Los hombres y mujeres que allí estaban iban vestidos de las formas más dispares yendo desde Jake Puckerman con unos pantalones kaki y una camiseta del mismo color hasta el director del FBI que llevaba unos pantalones cortos de deporte y una sudadera de la academia militar. Todo el mundo que estaba sentado saltó sobre sus pies en cuanto ella entró. "Qué fácil". Dios, eso era irritante, especialmente cuando sabía que había otras cosas mucho más importantes que solucionar.
—¿Cuándo se apagó la última?. Unos ojos azules recorrieron con su mirada la enorme pantalla que mostraba un mapa de los Estado Unidos con cinco áreas iluminadas con una luz roja brillante. A la izquierda de la pantalla había cinco imágenes holográficas con los cinco nombres de las ciudades marcadas en rojo.
El Secretario de Defensa y el Consejero de Seguridad Nacional entraron en el Despacho con Quinn pegado a sus talones. Dev se giró para mirarlos.
—Prepárense señoras y caballeros, va a ser una noche movidita.—Agitó su cabeza y señaló el mapa.—Cinco amenazas de bomba en menos de una hora.
—¿Militar o terrorista?.
—Creo que terrorista.—saltó el Secretario de Defensa Brendwell.—Nuestra gente está de vuelta con informes negativos sobre amenazas militares. Aunque todavía queda el 20% por confirmar.
Quinn pasó rápidamente una mano por su corto y despeinado cabello.
—¿Extranjeras?.
—Todavía no lo sabemos.
Quinn anduvo por la habitación.
—¿Cómo y por qué?.—Dejó su maletín sobre la mesa y comenzó a arremangarse las mangas de la camisa. Cuando nadie contestó a su pregunta, bramó.—¿Alguien?.
El Director del FBI se aclaró la garganta.
—No lo sabemos Señora Fabray. Todavía nadie ha reclamado la responsabilidad.
—Todavía.—aclaró Quinn.—No lo saben TODAVÍA!.
Santana torció el gesto con la imagen de varios bomberos que intentaban aún a riesgo de sus vidas intentar acabar con las terroríficas llamas que salían de uno de los edificios.
—Saquen al Secretario de Prensa de la cama y traiganlo aquí. Vamos a necesitar mantener esto bajo un maldito control. ¿Y dónde están los directores del DEA, del ATF y el Secretario del Tesoro?.— Gritó Santana al tiempo que le pasaban un papel con la localización y horas exactas de las amenazas.—¡Y alguien que me traiga un par de calcetines!.
—Todo el mundo está de camino, Sra. Presidenta.—vino la respuesta del fondo del Despacho.
—Bien. ¿Qué tenemos aquí?.—Santana señaló la pantalla, pero miró a un joven situado a su izquierda que vestía un uniforme de la Armada Americana.—
—En orden inverso del ataque: la Oficina de Correos de Nueva York, el edificio del IRS de Atlanta, el Palacio de Justicia en Dalas, un Instituto en Portland y un Centro Comercial en San Diego.
Dirigió su mirada a los relojes que había en la pared hasta que dio con el que marcaba las 11:00pm en la Costa Oeste. Se maldijo por lo bajo. Las tiendas estarían siendo cerradas a la misma hora de la explosión.
—¿Daños en el Centro Comercial?.
—Estamos comenzando a recibir los informes de siniestralidad. Pero es muy posible que sean elevados tanto del mismo Centro Comercial como de los edificios adyacentes.
El joven miró alrededor de la sala y cogió el teléfono que había a su lado cuando comenzó a sonar.
—Quinn.—Santana giró alrededor buscando a su Vicepresidente entre la multitud apelotonada.—¡No es suficiente!. ¡Necesitamos saberlo ya!.
—Estamos en ello San.—su voz contestó aunque ella no lograra verle la cara.— Despierta a cada uno de nuestro maldito personal si es necesario. Necesito cada pieza de información disponible. Búscame a cada uno de los alcaldes en cuestión y al gobernador de cada estado y pónmelos al teléfono…¡YA!.
Santana se dirigió por el despacho hacia uno más grande que era el centro de comando personal. Justo antes de que entrara, notó que alguien le daba algo en las manos. Miró hacia abajo para ver un par de calcetines limpios blancos. Antes de que tuviera la oportunidad de dar las "gracias", la persona que se los había llevado había sido engullida por la multitud de la habitación.
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 35
Lunes, 16 de agosto
Lunes, 16 de agosto
La Presidenta se volvió a agitar y tomó otra taza de café. Le echó un vistazo a la tortilla que le habían servido. Santana no tenía hambre, pero podía oír la estridente voz de Sue resonando en su cabeza, "COME", no le harás bien a nadie si no comes". Tomó el tenedor y cortó un pequeño trozo de tortilla metiéndoselo en la boca y masticándolo lentamente al tiempo que le echaba un vistazo a uno de los documentos que tenía frente a ella.
No estaba al ciento por cien segura, pero creía que habían pasado por lo menos treinta y seis horas desde que había entrado al Despacho Oval. Y en ese tiempo tan solo había estado ausente una vez para hacer ciertas declaraciones a la prensa. Desde entonces había estado clavada en su escritorio, trabajando como un perro, asegurándose de que el mundo supiera lo seguro que eran los Estados Unidos y de cómo repartiría justicia entre los cabrones que se habían atrevido a poner en tela de juicio la seguridad de la nación.
Entre éstas y otro millón de cosas que se debían hacer estaban las llamadas tras llamadas, las videoconferencias tras videoconferencias, sentarse con sus consejeros y jefes de departamento para discutir las diferentes estrategias a llevar a cabo y continuar con las obligaciones habituales de cada día. "Dios, el día no tiene suficientes horas". Estaba agradecida de que al menos los niños tuvieran a Sue y a Brittany, quienes sabía, que pasarían algo de tiempo extra con ellos ya que ella no podía hacerlo. Eso era algo de lo que al menos no tenía que preocuparse.
—¡NO!.—gritó al empleado de servicio que le servía en ese momento un vaso de zumo de naranja.—No, por favor. Lo odio. Me da arcadas. Leche. Un gran vaso de leche.
—Sí, Señora Presienta.—asintió rápidamente el joven hombre con la cabeza.
Así y todos habían tenido suerte. Aunque Santana nunca pensara que la palabra "suerte" era la apropiada para una situación como ésta. Cinco bombas habían explotado y tan sólo seis personas habían muerto y veinte habían sido heridas. "SOLO", no es "solo" cuando una de esas personas es alguien a quien quieres. Por descontado hubiera sido muchísimo peor si en la bomba de San Diego no hubiera fallado parte del mecanismo de la misma.
El Instituto de Portland había sido arrasado, pero a la hora de la explosión todo el mundo se había marchado a sus casas. Así y todo, la comunidad estaba muy consternada.
Cuando la puerta se volvió a abrir, la Fiscal General entró a la habitación. Parecía tan cansada como se sentía Santana.
—Café fresco.—señaló Santana la cafetera en frente de ella.
—Si tomo otro trago de café me saldrá por todos los poros de mi piel y mi marido no se me acercará en semanas.
Santana se rió entre dientes y apoyó la barbilla en su puño.
—No, eso solo es un feo rumor lanzado por los vendedores de té.—Su buen humor desapareció rápidamente y soltó un frustrado bufido.—Necesito buenas noticias. Por favor, dime que me traes buenas noticias.
—Hay muy pocas buenas noticias en una situación como ésta. Pero tenemos a la mejor de nuestra gente trabajando en cada uno de los escenarios.
Santana asintió con la cabeza.
—¿Todavía no sabemos nada?. ¿Ha contactado alguien con nosotros?. Si crees que tienes que mentirme para hacerme sentir mejor, por favor, hazlo, prometo no tomar represalias contra ti.
—Bien, por lo menos esto es algo que sí que sabemos. Los informes preliminares muestran que el material explosivo en Atlanta, San Diego y Nueva York eran prácticamente idénticos. Estamos esperando todavía los informes de las otras dos ciudades. Pero, por ahora, parece que los responsables son la misma persona o grupo.
—¿Son esas buenas noticias?.
—Definitivamente. Un mismo grupo es más fácil de capturar que dos o tres diferentes.
Santana se inclinó hacia atrás y la miró fijamente.
—Es cierto. Bien, al menos hay algún progreso.
—Sí, Señora. Daremos con ellos.
Santana se encontró con la cabeza erguida de la Fiscal General.
—Sí. Lo haremos.—Posó las palmas de sus manos sobre la mesa.—En su opinión profesional, ¿cree que es un buen momento para escaparme por un rato, tomar una ducha y ver a mi familia?.
—Sí, Señora Presidenta. Sería un buen momento.—La mujer de más edad le mostró una tímida sonrisa.—Usted ha tenido más desafíos en sus primeros ocho meses que la mayoría que los Presidentes han tenido que enfrentar en cuatro años. Usted está afrontando estos desafíos de una forma que me hace estar orgullosa de ser americana, de ser mujer y de formar parte de su equipo. Algunas personas piensan en usted como un héroe. Solo quería tener la ocasión de que supiera que yo soy una de esas personas. Es un honor trabajar con usted, Sra. Presidenta.
Por un momento Santana se quedó sin palabras.
—Wow.—susurró finalmente. Eso fue una "charla alza egos". La niñera de mis hijos podría aprender mucho de usted.—La expresión de Santana se volvió seria.—Sabe que yo siento lo mismo hacia usted, Evelyn.
Evelyn irguió sus hombros de forma orgullosa y su cara se tiñó de un fuerte tono rosáceo.
—Eso es solo porque pateo culos y tomo nota de ellos.
Santana asintió.
—¿Por qué crees que te elegí a ti?. Esa es mi versión de cómo patear culos.
Evelyn bajó su voz.
—Los cogeremos, Santana. Lo sé.
Santana asintió con la cabeza hasta mirarse los pies. Se estiró y rodó la cabeza formando un círculo para desperezarse.
—Volveré en unas horas.—Hizo como si oliese el aire.—Creo que podría ofenderme.
La Fiscal General ironizó. —¿Ha percibido el ambiente en el Despacho Oval?. ¿Por qué diablos cree que estoy aquí con usted?.
* * *
Dirigiéndose a la zona residencial, lo primero que escuchó Santana fueron los chillidos encantados de dos niños, su frente se arrugó al preguntarse qué ocurría con su hijo más pequeño cuya voz no se oía por ninguna parte. A medida que cruzaba el hall se dio cuenta de que los sonidos provenían de la habitación de Brittany. Se paró y escuchó a través de la puerta.
—¿Está bien?.—preguntó Ashley preocupada.
—Creo que sí.—contestó Brittany con más confianza de la que sentía. Santana llamó a la puerta.
—¿Hay alguien?.—Empujó un poco más la puerta entreabierta y dio un paso adentro.—¿Es ésta una fiesta privada o puede cualquiera unirse a la diversión?.
—¡Mamá!.—saltó Christopher y corrió hasta su madre para ser estrujado entre sus brazos.
—¡Auch!. Se quejó silenciosamente mientras lo alzaba en brazos. "Maldito hombro". Unos ojos marrones recorrieron rápidamente la habitación aterrizando en Aaron que estaba profundamente dormido sobre la cama de Brittany. Se volvió hacia Ashley y Christopher.—Ahora, ¿qué es lo que está causando todo éste jaleo?. Podía escucharos a media milla de distancia.
-¡Perritos!.—Exclamó Ashley.—Princesa está teniendo los perritos.
La presidenta alzó su mirada hacia Brittany.
—Oh, aleluya. ¿Cuántos?.
Brittany dio un paso para apartarse y revelar la cama de Princesa. Si Santana prestaba atención podía oír los gemiditos de los perritos mutantes.
—¿Necesitan un veterinario chicos?.
—"No lo creo".—La escritora dio un paso más cerca de Santana dejando a Ashley y a Christopher inclinarse sobre la caja dónde Brittany había puesto a Princesa.
El muchacho y la muchacha se acercaron a los perritos que se retorcían y frotaban su largo y feo pelo. Princesa gruño y dejó escapar y largo y sufrido gemido.
—Ha tenido dos, de momento.—Dijo Brittany haciendo una mueca de dolor.—Pero no creo que haya terminado.
Santana no podía contradecirla a juzgar por los gemidos que provenían de la caja, Princesa todavía tenía un largo camino que recorrer.
—Aspira a ser una princesa hoy.
—¡Oh si!.—La rubia arrugó su nariz.—Y lo mejor es que todavía no he vomitado o me he desmayado.
Una genuina mueca estrechó la cara de Santana.
—Wow. Estoy impresionada.
—Deberías estarlo.—le contestó Brittany.
Santana miró disimuladamente por encima de la cabeza de Brittany y echo un vistazo a los perritos.
—¡Oh Dios mío!.—exclamó.
—Lo sé. Pobres cositas. No heredaron las partes bonitas de Grem. Por lo menos sacaron parte de su raza.—volvió a pensar en lo que había dicho y entonces corrigió.—O a lo mejor parte de un alien. Una de dos.
—¿Partes bonitas de Grem?.—Santana le lanzó a Brittany una mirada de disgusto pero desapareció cuando recibió una lengua rosa como respuesta.
Sin darse cuenta, los brazos de Brittany encontraron la cintura de Santana y le dio un tierno y rápido beso en sus labios.
—¿Cómo te fue?.
—No muy bien.—Admitió Santana silenciosamente.—Pero lo estamos llevando como podemos y empezamos a hacer progresos.
—Estoy segura de que lo lograrás.—Brittany cubrió la cara de Santana con la palma de su mano y la Presidenta se acomodó en su confortable caricia.—¿ Hay algo que pueda hacer para ayudarte?.
Santana le echó un vistazo a Aaron que estaba hecho una bola apretada con su pelo alborotado y roncando felizmente con una fina sábana blanca sobre él.
—Ya lo estás haciendo cariño. Gracias.
Unos ojos verdes miraron alrededor inocentemente.
—Bien. Pensé que debían estar aquí para cuando los perritos nacieran.
Santana sonrió y alzó su bien definida ceja.
—Muy viperina. Pero no vamos a quedarnos ni tan siquiera con uno de los cachorros de Grem. Y hablando del rey de Roma…—la mirada de Santana lo buscó por el piso.
Brittany estalló en risas.
—Está escondido bajo la cama. Intenté sacarlo antes, pero no quiere.—Princesa gimoteó escandalosamente ante el inminente nacimiento de otro cachorro.
Santana sacudió la cabeza molesta por el estridente aullido.
—Tal vez él es más listo de lo que había pensado.—Santana capturó la mano de la escritora y se la besó.—Me marcho a darme una ducha y a cambiarme de ropa. Volveré en unos minutos. No tengo demasiado tiempo, pero el poco que tengo me gustaría pasarlo con vosotros cuatro. ¿Qué les parece si nos encontramos en el comedor para comer algo en unos veinte minutos?.
Brittany deslizó su dedo por el cuello de Santana presionando casi de forma imperceptible en el punto donde se sentía su pulso y después depositándolo sobre su clavícula.
—¿Qué te gustaría?.—Miró hacia a Santana a través de sus rubias pestañas.
Santana apenas pudo tragar cuando le invadió una cálida oleada de deseo. "Maldición, sabe flirtear". Inclinó su cabeza para otro rápido beso.
—Hay un montón de cosas que me gustarían, pero me parece que debo inclinarme por comida y buena compañía.—Le guiñó un ojo a Brittany y se dirigió a donde estaban los niños. Santana les dio a Ashley y a Christopher un beso en la cabeza intentando no mirar adentro de la caja y sufrir el riesgo de una traumática ceguera. "¿no se suponía que todos los cachorritos eran monísimos?.— Chicos, los veo en unos minutos.
* * *
Después del pequeño tentempié a base de fruta fresca y leche, volvieron a la habitación de Brittany para hacerle otra inspección a los cachorritos. Santana quedó consternada al encontrar que Princesa no había parido al tercer cachorrito, si no al cuarto.
—¡Dios bendito!.—exclamó, evitando las manos juguetonas de Brittany.—Son tan, tan…—rebuscó en su cabeza el adjetivo adecuado.
- ¡Monos!.—dijo Aaron solícitamente y un poco aturdido por el sueño. Se colocó sobre el regazo de su madre para así poder contemplar juntos la cajita de los cachorros.—Ahora tenemos suficientes para tener uno cada uno.
"Y ahí vamos…"
—Aaron, no vamos a quedarnos con esos cachorros.
La boca de Aaron comenzó inmediatamente a temblar.
—Aw, Mamá…
—Aw, Mamá.—repitió Brittany descaradamente.
Santana fulminó a la escritora con la mirada. Dejó a Aaron en el suelo para parecer más firme en su decisión.
—No. Fin de la discusión.—ignorando el bufido apagado de Brittany.
Gremlin había finalmente reunido el coraje suficiente como para salir de su escondite y estaba sentado sobre sus patas traseras, sus patas delanteras inclinadas sobre la caja donde estaba su numerosa familia. Miró a Santana y gruñó a modo de advertencia enseñando sus dientes de forma protectora.
Los tres niños comenzaron a lloriquear y a arrastrar sus pies. Justo cuando Santana estaba a punto de perder los nervios hacia su prole, Sue asomó su cabeza por la puerta de la habitación de Brittany. Viendo el desastre inminente que se avecinaba, decidió hacerse cargo de la situación y sacar a los niños fuera de la habitación de Brittany.
—Gracias Sue.—le dijo Santana a la niñera cuando cerraba la puerta.
Cuando estuvieron a solas, Santana abrió sus brazos y Brittany recorrió el espacio que las separaba con decisión. Dejó escapar un murmullo de deleite al poder tener a la escritora estrechamente abrazada. Permanecieron así en silencio. Santana necesitaba ese mudo confort y Brittany estaba más que feliz ofreciéndoselo.
—No creas que vamos a pasar todo el día así.—murmuró finalmente.
La rubia estrechó aún más su agarre.—Si tú te animas yo también, querida.
Santana sonrió sobre el pelo de Brittany, disfrutando de la suave fragancia de su champú y de la cercanía de una amistad que empezaba realmente a apreciar.
—Tengo que volver allá.
Brittany dejó escapar un suspiro de resignación.
—Lo sé. No he podido seguir muy de cerca todo lo que ha estado ocurriendo. Ha sido toda una locura entre los cachorritos y los niños. Intenté no tener en marcha la televisión mientras estábamos juntos.—se encogió de hombros.—Ashley escuchó a unas personas hablar y tenía algunas preguntas que supuse que tú misma querrías contestar.—Hizo una pausa y posó su mejilla sobre el hombro de Santana.—¿Hubo muchos muertos y heridos?.
—Uno ya es demasiado. Pero sí, varias personas murieron. Revisé las cifras una vez más antes de salir del Despacho Oval y las muertes ya suman diez, mientras que los heridos son cuarenta y seis. Las cifras iniciales no eran tan elevadas como supusimos que serían, pero han ido aumentando poco a poco por los heridos implicados en los edificios adyacentes y los que no habíamos tenido en cuenta en los primeros informes. Y algunos de los heridos más graves no lo consiguieron.—Santana dirigió su mirada a la pared del fondo de la sala.—Voy a estar muy ocupada durante el próximo par de semanas. Tendré que hacer un montón de viajes, reuniones con gobernadores, alcaldes, y grupos comunitarios.
—Lo sé.—La voz de Brittany tomó un cariz serio.—Iré contigo. Es importante para mí estar ahí contigo, Santana. Como hiciste tú cuando el funeral de mi madre. Por no mencionar que sería crítico para el libro.
Silencio.
Brittany se estiró, un extraño sentimiento se posó en la boca de su estómago.—¿San?
Santana maldijo por lo bajo y la abrazó más fuerte.
—Lo siento cariño, pero no es seguro para ti venir conmigo a este viaje.
—Oh no. No lo hagas.—Brittany intentó deshacer el abrazo pero Santana la mantenía apretada.
—No.—Tensó su mandíbula.—Lo digo en serio, así que no tiene sentido que discutas esto conmigo.—"Aunque siempre ganas nuestras discusiones". No voy a permitir que vengas a éste viaje. Ahora es muy peligroso. Mucha gente está asustada y triste. Y la gente que está asustada y triste hace muchas estupideces. No voy a arriesgarme a que te hagan daño.
El genio de Brittany comenzó a salir y una vena empezó a hincharse en su cuello.
—No voy a permitir que me mimes de ésta forma. Y si es demasiado peligroso para mí, entonces es demasiado peligroso para ti también.
—No tengo elección. No puedo aparentar miedo frente al público. Una de las razones por lo que lo hago es para asegurarme de que la gente vea que ésta administración no va a ser intimidada.—Los ojos de Santana reflejaban su determinación.—Que YO no voy a dejarme intimidar. Ese es mi trabajo.
—¿Y qué hay de MÍ trabajo?.—Contestó Brittany.—El libro.
—No hay razón por la que debas arriesgarte.—Santana bajó su voz conciliadoramente intentando ocultar sus emociones. Sabía que estaba siendo sobre protectora. Pero seguía pensando en lo que podría perder y no estaba dispuesta a correr el riesgo. La parte racional de su cabeza le decía que el Servicio Secreto podría mantener a Brittany a salvo de la misma forma que la mantenían a ella. Pero por aquel entonces ella ya había sido tiroteada tres veces.
—¿Qué hay del acceso ilimitado?.—exigió Brittany.
—Eso no tiene nada que ver y tú lo sabes.
Brittany sentía que no podía ganar ésta batalla si seguía en los brazos de Santana. No podía pensar con claridad cuando estaba en los brazos de la mujer más mayor. Brittany necesitaba distancia. Aunque fuera tan solo un paso o dos. Cruzó sus brazos sobre su pecho y alzó su barbilla de forma desafiante.
—Después del intento de asesinato viajamos a algunos sitios juntas. ¿Por qué es esto diferente?.
—Porque estamos en una situación en la que lo malo puede estar todavía por llegar. Y cuando cosas así suceden los que están locos, se vuelven más locos todavía y los extremistas, más extremistas. Y ese enfado lo redirigen hacia el gobierno. La gente protesta, la gente se amotina. Y desde ayer ha habido diversas amenazas bastante creíbles contra mí, el Vicepresidente y el Air Force One.—Santana alzó sus manos al aire.—Ahora no es el momento. No es para siempre Brittany. Lo prometo. Dios, así y todo las cosas están yendo demasiado bien. No podría aguantar estar también preocupada por ti. No soportaría perderte a ti también. Por favor.
Brittany seguía en sus trece.
—¿Qué credibilidad le das a esas suposiciones?
—Hasta Quinn está preocupada.
—¡Entonces debes quedarte!.
—Yo no puedo. Pero tú sí.—Los ojos de Santana le pedían que comprendiera.
Las palabras de la Presidenta fueron suaves pero firmes y la biógrafa se sintió ceder aún sin quererlo. "Por el amor de Dios, no me pongas los ojitos tristones. No es justo"
—Por favor, tan solo ésta vez. Hazlo por mí. Por favor.—rogó Santana. Esto iba más allá del mero trabajo. Estaba jugando con las emociones de Brittany, y lo sabía. Pero esto no era un juego, y si Santana tenía que jugar sucio, lo haría.
La escritora podía ver verdadero temor en los ojos de Santana, exhaló fuertemente pasándose su mano desesperadamente por su rubio cabello. Apartó la mirada de Santana y se mordió la lengua para no seguir protestando. "Maldición, peleas sucio". Pensó en sus opciones con el ceño fruncido y cuando se volvió para encararla, una intensa mirada verde se alzó hacia la Presidenta.
—Prométeme que harás todo lo que Quinn te diga en lo referente a la seguridad.
Santana parpadeó un par de veces. No esperaba esto.
—Uh…
—¡Promételo Santana!, o te perseguiré con un avión comercial por todas partes como hacen algunas de esas locas groupies.
Santana asintió con la cabeza dejando escapar un largo y revelador suspiro. "Sí, gracias".
—Lo prometo.
—No puedo creer que te deje salirte con la tuya de esta forma.—Brittany agitaba su cabeza. Entonces empujó sus gafas hacia arriba sobre su nariz.—Voy a estar preocupada por ti todo el tiempo que estés fuera.
Santana dio un paso adelante y viendo que Brittany no se movía, deslizó sus manos alrededor de ella.
—Gracias Brittany. Sé que piensas que todo esto es una idiotez. Pero te prometo que no es así.
Una rubia ceja se alzó.
—Está bien.—Concedió a Brittany.—Tal vez si es un poco idiota.
—Solo por ésta vez, Santana.—Remarcó Brittany.—La próxima vez no voy a dejar que te salgas con la tuya tan fácilmente. Por ahora lo dejaremos correr.
Santana hizo una cruz sobre su corazón, le sonrió y le alzó la barbilla para poder mirarla profundamente a los ojos. No había parado de pensar en lo que había querido decirle, o en el hecho de que Brittany nunca le había oído decir esas palabras en voz alta.
—Te quiero tanto que duele.—Dijo en un susurro. Las palabras le salieron sin ningún esfuerzo de sus labios. Y en ese instante, se preguntó por qué diablos había esperado tanto para decírselas.
Brittany cerró sus ojos y depositó su cara sobre la curvatura del cuello de Santana. Unas cálidas lágrimas amenazaban con derramarse y ella las dejó correr. Los brazos de Santana la apretaron aún más disfrutando del dulce placer del momento.
—Tú.—Brittany se detuvo y tragó dificultosamente intentando recomponerse. Estrujó un poco más a Santana y depositó un tierno beso en su cuello haciéndose inmediatamente hacia atrás para encarar esos ojos marrones. Su corazón latía con fuerza y dijo.—Yo también te quiero.
* * *
Quinn le pasó los informes a Santana tan pronto como ésta entró en la habitación.
—Los tenemos Sra. Presidenta.—sonrió triunfalmente.—Un grupo de la milicia de Oregón. Reclamaron su responsabilidad hace unos veinte minutos. Y por los datos tan específicos que nos dieron a cerca de las bombas, confirman que dicha reclamación es legítima. Estamos ya trabajando en su localización. Han estado bajo vigilancia militar durante meses, pero obviamente no esperábamos que preparasen algo así.
—Todo el mundo involucrado en la toma de decisión, al Despacho Oval, ahora.—Ordenó Santana encaminándose en cabeza hacia la habitación. Quería estar cómoda cuando lo escuchase todo.
Se sentó detrás de su escritorio mientras que el resto de la gente permanecía unos junto a otros de pie. Todos esperaron a que Quinn se sentara frente a Santana. Los siguientes veinte minutos pasaron poniendo al día a Santana a cerca del grupo de la milicia y de los planes del FBI para neutralizarlos. Preguntó todas aquellas dudas que tenía y absorbió toda la información de la Inteligencia Militar como una esponja. Había diversos conflictos menores entre los agentes a cerca de cómo dicha neutralización debía llevarse a cabo, pero Santana sintió que esos desacuerdos ayudaban a subrayar importantes consideraciones que no debían ser ignoradas.
Cuando el último informe fue dado, Santana permaneció en silencio durante unos minutos absorbiendo lo que se le habían dicho, su mente recorriendo los diferentes temas que se había dejado sobre la mesa para su consideración. Finalmente tomó una fuerte inspiración y dijo…
—Señoras y Caballeros, necesito que salgan de aquí un momento mientras consulto al Vicepresidente.—La petición de Santana fue recogida con murmullos, pero la sala se vació en pocos segundos.
Quinn estudió a la Presidenta atentamente.
—Sabes lo que se tiene que hacer, San.—suspiró y su mirada se posó en sus manos.—Tenemos que sacarlos fuera de circulación antes de que hagan más daño.
—¿Mujeres y niños?.
La rubia ojiverde apretaba su mandíbula.
—Sí.—volvió a mirarse las manos—. El director del FBI confirmó que muy probablemente habrá mujeres y niños en los barracones. San, ellos los trajeron aquí hace meses para joderte. Las familias están allí para actuar como esclavos humanos contra la invasión gubernamental.
—Éramos solo unos niños, pero Quinn, ¿recuerdas Waco?.
—Sí Sra. Presidenta, pero aquello fue totalmente diferente.—Su mente viajó a la televisión del salón de casa de sus padres mostrando imágenes de llamas, explosiones y bolsas de cadáveres.— Esta gente ha atentado contra toda la nación. Ya han matado. Son muchos y organizados. Tuvimos mucha suerte al localizar a éste grupo de Oregón. Tienen asentamientos escondidos por todo el país.
Santana se restregó la cara con sus manos.
—¡Jesucristo!.—Se cubrió los ojos con las palmas de sus manos por un momento y después las dejó caer sobre su escritorio.—¿Puedes decirle a todo el mundo que vuelva?.
Quinn asintió con la cabeza y se movió rápidamente. Abrió la puerta y le pidió a todo el grupo que volviera a entrar.
La expresión de Santana era firme y sombría y esperó a que entrara el último hombre y cerrara la puerta para comenzar.
—Así que ¿estamos trabajando con la idea de que cortando la cabeza de la serpiente, el cuerpo morirá?.
El Ministro de Justicia puso una nueva carpeta enfrente de Santana.
—Sí Sra. Esa es la teoría actual.
Santana se alejó de la mesa haciendo girar su brazo intentando aliviar el dolor de su hombro entumecido. Sus ojos se posaron en cada una de las personas mientras hablaba.
—¿Es alguno de ustedes un estudioso de la Mitología Griega?. ¿La palabra Hidra significa algo para ustedes?.
El director del FBI asintió con la cabeza.
—Sí Sra. Presidenta, la criatura mitológica tenía nueve cabezas. El problema era que cuando cortabas una de ellas entonces le crecían dos más.
—Exactamente.—Santana esperó a que esto fuera asimilado por todos los hombres y mujeres.—Un momento, por favor.—Volvió su atención hacia la nueva carpeta que le había sido entregada leyendo y procesando cuidadosamente todos los datos. La mejor elección estaba clara. Pero le revolvía el estómago. Cerró la carpeta de manila y la volvió a lanzar sobre la mesa.
Todos los ojos estaban clavados en ella de forma expectante. Alzó la cabeza y los encaró.
—Cójanlos, señoras y señores. El primer plan era el mejor. Adelante con ello, pero primero incorporaremos los cambios propuestos por el ATF. Y recemos porque cortemos cada una de las cabezas de la Hidra y no vuelva a crecer ninguna otra.
—Eso es todo.—Anunció Quinn levantándose rápidamente sobre sus pies.—Quiero el nuevo plan, con todos esos cambios incluidos, para que los revise la Sra. Presidenta listos en quince minutos. Llamémosle—sus ojos se dirigieron hacia Santana y luego hacia la audiencia—Operación: Hidra.
La habitación se vació rápidamente dejando solas a Quinn y a Santana.
—¿Estás bien?.—preguntó con voz baja y consternada.
—Puede que haya ordenado la muerte de mujeres y niños inocentes. No, no estoy bien.—Gruñó duramente.—Pero es mi deber y tengo que hacerlo. Trescientos diez millones de personas esperan de mí que les mantenga a salvo. No tengo elección. Tenemos que ponernos en marcha inmediatamente antes de que esos malditos hijos de puta vuelvan a volar otro edificio.
Quinn no dijo nada. Conocía ese tono de voz. Este era su " Odio esto pero hago lo que tengo que hacer". Su forma de hablar era rápida y dura. Esta era una molesta píldora que tragar para su amiga. Pero la conocía suficientemente bien como para saber que se tomaría su medicina. Ahora Santana tan solo tendría que vivir con su decisión. Acertada o no.
—Diles que tengan el Air Force One listo para volar, Quinn. Y entonces llama a Rachel y…
—¿Que le diga que no estaré en casa para la cena?.
—En el próximo par de semanas. Vamos primero a Oregón. Quiero esta allí para la neutralización. Entonces iremos a las ciudades de los atentados. A Jane y Marley les dará un ataque al corazón al saber de éste viaje a última hora. Pero es el momento adecuado y sobrevivirán. Eso me hace recordar que basándonos en los informes que me mostraste esta mañana, únicamente el personal que sea absolutamente crucial vendrá con nosotros esta vez. No quiero arriesgar la seguridad de nadie innecesariamente.—Se movió por la habitación pero se giró sobre sus talones antes de abrir la puerta.—Por cierto, felicidades.
—¿Por qué?.
—Eres ahora la orgullosa dueña de los cachorritos más feos que hayan visto nunca tus ojos.
* * *
—Señoras y Señores, miembros de la Prensa, la Presidenta de los Estados Unidos de América.
Hicieron que el Air Force One volara a toda velocidad y a la hora de aterrizar en Oregón la Operación Hidra ya había terminado y era hora de enfrentarse a la nación. No se escuchaba ni el sonido de un alfiler cuando Santana tomó aire profundamente y caminó lentamente hacia el podium. Miró directamente a la cámara y se recordó mentalmente el aparentar ser agradable.
—Señoras y Caballeros, gracias por estar aquí hoy. Como el Presidente de Prensa les ha anunciado, les haré un pequeño informe de las acciones que fueron tomadas hace algunas horas. En esta ocasión no contestaré a sus preguntas, eso lo dejaremos para otro momento un poco más adelante.
Hizo una pausa y bebió un sorbo de agua. Para la audiencia que la seguía, su expresión era concentrada pero afable. Pero para aquellos que la conocían bien, sabían que estaba preocupada.
—Esta mañana temprano, unidades tácticas especiales de la DEA, del FBI y del ATF en colaboración con los agentes del estado y de la ley local, hicieron una incursión en las estructuras fortificadas del grupo de la milicia Hermanos de la Libertad, grupo que estaba bajo vigilancia.
Les miró directamente a la cara para dar a entender con el contacto visual de sus ojos que no tenía nada que esconder.
—La incursión ha sido rápida y decisiva. Fue bien planeada y calculada para atrapar hasta el último de los implicados. A la hora en que comenzó la operación, a primera hora de la madrugada, limitamos el número de accidentes fortuitos tanto por parte de éste grupo fuertemente armado que se encontraba escondido en el campamento fortificado, como para nuestro personal militar profesional.
Santana miró sus notas brevemente sin querer perder ni una onza de la confianza y liderazgo que intentaba comunicar con su discurso y apariencia.
—Mientras que la incursión se realizó según lo planeado, algunos miembros de la organización han sido capturados, desafortunadamente ha habido bajas en ambos lados. Veintidós miembros de la milicia han muerto y catorce han sido heridos. Nuestros propios agentes fueron igualmente alcanzados habiendo registrado un total de diez muertos y cinco heridos.
Se agarró fuertemente al podium e intensificó su voz terminando con un fuerte mensaje.
—Las personas responsables por los cinco atentados terroristas dentro de nuestras fronteras que acabaron con la vida de gente inocente y causaron miles de millones en pérdidas para el gobierno y los ciudadanos, han sido puestos bajo arresto y serán duramente castigados. Una minuciosa investigación se sigue llevando a cabo y les aseguro que todo aquel que esté involucrado en el asunto será llevado ante la justicia. Todo lo que ha ocurrido en el transcurso de esta operación ha sido llevado a cabo bajo mi personal consentimiento. Yo soy la única persona que debe ser tomada como responsable y capaz de responder a las preguntas que puedan surgir por las acciones tomadas hoy bajo mi dirección. Como uno de mis predecesores dijo: El conejo se detiene aquí. Yo soy su Presidenta y por tanto la responsable.
Santana sabía que sus últimas palabras iban a hacer que todo el personal a su cargo se quedara de piedra. Eso no era parte del discurso original, pero no quería que hubiese ninguna duda a cerca de quién había tomado las decisiones en éste asunto y a quién echar las culpas en el caso de que hubiese equivocaciones.
Se tomó su tiempo para desabrochar su chaqueta y recoger sus notas, entonces se giró y dejó la sala. Como ya sabía que harían, Quinn y Sharon estaban esperándola, ambas con sus bocas abiertas.
—Ni una palabra. Pueden regañarme más tarde.—Santana siguió a los agentes del Servicio Secreto por los pasillos que la llevarían de vuelta a su habitación de hotel. Lo hizo en silencio, volviendo a leer la lista de los muertos y heridos del asentamiento. Tenía subrayados cuatro o cinco de los nombres de la lista. Lisa Lindsey, edad ocho, y Brian Lindsey, edad seis. Mirando las palabras su estómago comenzó a revolvérsele. Esos eran dos nombres que jamás olvidaría.
"Dios ayúdame, yo he hecho que les mataran. Y sé que tendré que vivir con ello por el resto de mi vida".
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 36
SEPTIEMBRE 2021
Miércoles 1 de Septiembre
Brittany volvió a mirar su reloj y se volvió a dejar caer en su cama esparciendo un puñado de sobres. Los miró y comenzó a abrir otra carta. Se suponía que Santana debía haberla llamado hacía ya más de una hora y media y necesitaba hacer algo mientras esperaba. Así es que eso es lo que estuvo haciendo durante la última media hora, mirar el correo, que estaba comenzando a formar una enorme pila de papeles desordenados en su escritorio.
—¡Vamos Santana!.—Se quejó para sí misma.—Date prisa. Tengo una reunión en una hora.— Brittany revolvió unas cuantas hojas más del correo y le echó un vistazo a unos cuantos artículos publicados sobre ella. Se rió. Wayne siempre mezclaba la correspondencia personal con algunos documentos que enviaba. Él era de la vieja escuela e insistía en que sus autores hicieran copias de sus libros a mano al igual que firmaban los contratos. Eso significaba que Brittany ocasionalmente recibía una carta. ¡Y escrita a mano!. Nadie lo creería.
Wayne nunca había creído que ella y Santana fueran solo amigas. Incluso al principio, cuando era totalmente cierto. Pero una vez que ella admitió que realmente estaban saliendo juntas, el hombre se había vuelto implacable martilleando a Brittany por los jugosos detalles de su relación y pinchándola diciéndole que había estado sola demasiado tiempo. La escritora volvió a mirar su reloj de manera frustrada.
Estaba a punto de tirar la carta a la papelera que había al lado de su cama, cuando tocó algo duro dentro del sobre. Echó un vistazo adentro y encontró un CD.
—¡Oh, un regalo!. Puede que hayas dicho algo Wayne. Casi lo tiro.—dijo. Brittany salió de la cama de un vote y miró por última vez su reloj.
—Puede que mate así unos cuantos minutos mientras espero a que llame la Mujer Fantástica.—Se dirigió hacia el mueble donde en su interior albergaba un reproductor de CDS y puso el disco dentro preguntándose de qué se trataría. No es que se estuviera quejando, pero tan sólo había visto una película en lo que llevaba de año y eso fue cuando Santana lo organizó todo para verla dentro de la Casa Blanca en su primera cita hacía como dos meses.
Retrocedió hasta su cama y casi tropezó con la caja donde se encontraban Grem con Princesa y los cachorritos.
Una imagen tridimensional de una preciosa mujer de mediana edad vestida con un minúsculo bañador y reclinada en una hamaca llenaba la habitación de Brittany.
"Starlight Publishing presenta… la película del best seller más vendido: Amor lésbico: Guía paso a paso para alcanzar la satisfacción".
La boca de Brittany estaba abierta de par en par.
—¿Por qué está todo el mundo mandándome instrucciones? ¿Es que parezco una total inútil?.
"Soy Angela Pickard y esta es mi adorable compañera Francine". Ella le hizo un gesto con el dedo para que se acercara y una alta y espectacular morena apareció de repente y se unió a su compañera.
—¡Oh Dios mío, Wayne!. ¡Tienes una mente tan calenturienta!.—se rió Brittany cubriéndose sus ojos.
"Ven conmigo y con Francine en una jornada de exploración y satisfacción sexual mutua".
—¿Pero están desnudas?.
"Capítulo Uno: Conociendo los cuerpos".
—Oh Dios…—unos ojos verdes se abrieron como platos.—¡Se han desnudado!.
* * *
Santana miró a Marley quien le señaló su reloj. La Presidenta había estado de buen humor últimamente y su asistenta odiaba tener que decirle nada. Pero entonces, otra vez, era parte de su trabajo.
—Sra. Presidenta, va increíblemente retrasada.
—¿No lo estoy siempre?.—Respondió Santana al tiempo que buscaba con la mirada dónde estaba el teléfono en su habitación de hotel.—Lo se, lo se. Pero solo necesito cinco minutos. ¿Por favor?. Ya llego tarde. ¿Qué diferencia hay en cinco minutos más?.
—Señora.—la regañó Marley.
—Te regalaré el Estado de Arizona.
—No creo que pueda hacer eso Señora.—sonrió Marley.
—De acuerdo, haré que no tengas que quedarte con ninguno de los cachorritos.—Santana cruzó sus largos brazos y esperó.
—Solo ha comprado cinco minutos, Sra. Presidenta.
—¡Estupendo!.—Santana prácticamente se abalanzó sobre el teléfono que había sido desconectado la noche anterior. La Presidenta siempre viajaba con su propio equipo de comunicación y su personal sabía dónde exactamente le gustaba tener sus cosas. Desgraciadamente la red eléctrica de algunas habitaciones de hotel no se acomodaba a las preferencias de Santana.
Marley desapareció silenciosamente y dejó a la Presidenta sola con su llamada. Pero antes de que la morena pudiera marcar el código de acceso, Quinn entró a la suite sin llamar.
—Lárgate.—Agarró una almohada de la cama y se la lanzó con la intención de matarlo.—Estoy llamando a mi novia.—Sus palabras sonaron extrañas y a la vez le encantaban en sus oídos , así que sonrió por primera vez en lo que llevaba de día.
Quinn gruñó indulgentemente. Estar enamorada transformaba a Santana.
—Marley dijo que no vas a obligarla a que se quede unos de esos feos cachorros.—Le lanzó la almohada golpeándola en la cabeza. Y Santana le fulminó con la mirada al tiempo que acomodaba su pelo ahora revuelto.
—Lárgate.—le dijo.—Solo tengo unos minutos y ya voy dos horas retrasada. Aunque probablemente Brittany habrá dado por perdida ésta llamada hace años.
—¡Aw!.—Quinn se mordió su labio inferior.—¿Quieres estar sola y así poder tumbarte en la cama y susurrar como si fueras una quinceañera?.
—No.—se defendió Santana.—Voy a sentarme bien erguida en la silla y dar lo mejor de mí misma para parecer irresistible. Jake se aseguró de que este sitio tuviera conexión de video antes de que lo reserváramos. Odio quedarme estancada sin él.
Quinn giró sus ojos y entonces la miró con una expresión más seria.
—Escucha San, sé lo mucho que quieres hablar con Brittany, pero debemos estar en la mansión del Gobernador en quince minutos y tardaremos treinta y cinco en llegar.
Santana miró a su amiga y comenzó a marcar manualmente el código de seguridad y el número para hablar con Brittany. Estaba llamándola. Necesitaba oír su voz. Ver su sonrisa. Por una vez, el resto del mundo podía esperar.
—Dime Quinn. ¿Qué es lo que el Gobernador de Georgia va a hacerme si llego tarde?. ¿Tirarme un melocotón podrido?.
Quinn abrió su boca para hablar y Santana levantó su mano para acallar cualquier comentario.
—Si no me das cinco minutos a solas para hablar con Brittany en paz, voy a cruzar ésta sala y te voy a retorcer ese esquelético cuello.
—¡Esquelético!.
—Quinn,—gruñó Santana—¡Largo!.O te quedarás con dos de los cachorritos de Grem. Los ojos de Quinn volvieron a rodar y levantó las manos a modo de defensa.
—No hay necesidad de ser tan cruel. Tan solo llamaré al Gobernador y le informaré que vamos un poco retrasadas en el horario.—No esperó una respuesta, se largó de la habitación tan pronto como escuchó el sonido del teléfono de Brittany invadir la habitación.
* * *
La cabeza de Brittany dio un respingo con el sonido del teléfono.
—Jesús.—gimió sorprendida por la interrupción de su placentera visión. Angela Pickard sonreía abiertamente.
"Lo estás haciendo maravillosamente. Sé que lo estás haciendo.—dijo con voz cantarina.—Y ahora es hora de ir más allá. Capítulo Cuatro: Orgasmos Múltiples—Haciendo el sueño realidad".
La escritora saltó de la cama y empezó a buscar el control remoto. Al no encontrarlo se dirigió inmediatamente hacia su reproductor de CDS. Abrió el mueble donde estaba y apretó el botón de off al tiempo que su teléfono sonaba por segunda vez. Nada ocurrió. Lo volvió a apretar. Todavía nada.
—¡Mierda!.
Brittany apretó su dedo fuertemente sobre el botón. Y al no pasar nada comenzó a toquetear todos los botones que encontró hasta que el volumen subió estrepitosamente. Sus ojos miraban la máquina buscando frenéticamente el botón del volumen, pero inmediatamente se dio cuenta que éste estaba en el control remoto que no encontraba.
Brittany gritó por la frustración. El teléfono sonó una tercera vez.
—¡Ya voy!.—malgastó Brittany al tiempo que revolvía las sábanas de la cama buscando el control remoto.
Otro timbrazo.
—¡Voy!.
"Oh si cariño,—Francine movió su cabeza hacia atrás en éxtasis, Angela deslizó sus manos hacia arriba acariciando el cuerpo desnudo de la morena y comenzó a masajearle sus generosos pechos.
—¡Maldita sea!.—Volvió a apretar el botón de off otra vez, gruñendo con frustración cuando nada pasaba y el teléfono sonaba por quinta vez. Intentó levantar el aparato para arrancar el cable, pero éste estaba cogido al mueble y su mano tampoco llegaba por detrás hasta la clavija. No queriendo perder la llamada de Santana, Brittany finalmente comenzó a marcar sus códigos de acceso al tiempo que se abalanzaba sobre el mueble para intentar arrancar los cables. Con cualquier otro teléfono podría contestar la llamada. Pero no en la Casa Blanca.
El teléfono comenzó a procesar los códigos de Brittany e inmediatamente una voz clara y cálida dijo: "Video conferencia aceptada".
Brittany se estiró todo lo que pudo para alcanzar el enchufe, pero sus dedos podían solo rozarlo. "Sí!. Oh Angela!. Dámelo!. Lo quiero!."—gritó Francine.
Los ojos de Brittany se abrieron desmesuradamente cuando oyó esas palabras. Se apartó del mueble que contenía el aparato de CDS y desesperadamente comenzó a toquetear los botones del teléfono.
—¡No!, video conferencia ¡NO!. Solo audio. ¡No!, ¡No!, ¡NO!,—pero ya era demasiado tarde y Santana comenzaba a materializarse enfrente de ella.
Brittany empezó a girar a su alrededor y su mandíbula se descolgó por la imagen tridimensional de las dos mujeres, ahora desnudas, besándose profundamente y tocándose íntimamente la una a la otra.
Por un momento se quedó allí de pie, boquiabierta hasta que el sonido del teléfono la sacó de su aturdimiento.
Angela empujó a su compañera y miró directamente a Brittany "Recomiendo la estimulación directa".
"Oh sí".—gimió Francine.
—Uh, ¿Brittany?.
La rubia se giró hacia la familiar voz y se encontró mirando a unos confundidos ojos marrones.
—Hola Santana.—chilló ofreciéndole a la Presidenta una leve sonrisa. Una bien delineada ceja se alzó por la frente de Santana y se quedó allí.
—Ya sé que hablamos de tomárnoslo con calma.
"Otra vez, otra vez, otra vez"—Francine gritó a pleno pulmón mientras Angela calmadamente describía exactamente le que hacía para obtener las entusiastas respuestas de su amante.
Brittany se cubrió los ojos con las manos.
—¡Querido Jesús, por favor hazme desaparecer!.—Murmuró contra las palmas de sus manos.— Por favor, hazme desaparecer. Ahora mismo. ¡En éste mismo instante!.
Santana continuó sin emoción alguna.
—Pero cariño, ¿era totalmente necesario que comenzaras sin mí?. Me siento herida.—bromeó reconociendo la surrealista escena como la de un video emitido por detrás.—"Un video muy interesante. Quien iba a pensar que Brittany era tan perversa".
"Oh Angela. ¿Otra vez?.—dijo Francine cansadamente.—Pero no puedo. Una pausa. ¡Oh!. ¡Puedo, puedo!".
La segunda ceja de Santana se unió a su gemela.
—Herida, pero impresionada. Muy impresionada.
Brittany abrió los dedos y pilló a Santana con expresión desconcertada. Se llevó los dedos a la cabeza y los pasó nerviosamente por su pelo formando un interesante peinado estilo Mohawk.
—Perdiste otra vez el control remoto, ¿no es así?.—preguntó Santana conociéndola.
"¿Otra vez Angela?. No puedo".—estaba a punto del colapso. "Francine, amor, yo sé que tu puedes". "Sí".—Francine gritó otra vez. "Puedo".
Brittany tan solo podía mirar al cielo y rezar una plegaria para que le cayera un rayo encima y acabara con ésta vergonzosa tortura.
Santana sacudió su cabeza y se rió entre dientes. El color de cara de su amiga era del más puro rojo vivo haciendo parecer sus cejas casi blancas.
—¿Miraste en la mesilla de noche?.
—Allí no está.—ojos verdes la examinó.
—¿La cama?.—una cabeza rubia se agitó.
—Ya miré allí.
Ambas mujeres de repente alzaron sus cabezas y exclamaron al unísono
—Los perros.—Y un control remoto medio mordido estaba en el suelo debajo de la cama.
Brittany lo recuperó con una plegaria de "gracias" murmurada en su boca. Y con una rápida presión en el botón de apagado, Angela y Francine desaparecieron.
Santana sonrió a su avergonzada amiga. "Dios, está preciosa".
—Así que Brittany …
—¡No preguntes!.
—Pero…
—Si de verdad me quieres harás como si no hubieras visto ni oído nada.
Agitando sus manos al aire, Brittany miró hacia arriba y suplicante habló a un techo coloreado en crema.
—¿Qué exactamente he hecho yo para merecer esto?.
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Re: FanFic BRITTANA: "Madam President": Sinopsis + Cap. FINAL (08 de Marzo 2016)- 2da PARTE
Capítulo 37
Viernes 3 de Septiembre
—¡Abuela!, ¡abuelo!,—gritó Ashley. La niña pequeña saltó sobre Frank López, rodeando a este con sus piernas y brazos como si fuera un mono agarrado a un árbol. Él miró hacia abajo y frotó su suave barba contra los mofletes de Ashley, sonriendo al tiempo que su nieta se retorcía y reía con deleite.
Su mirada se topó con Chris y Aaron.—Hola chicos.—El hombre canoso seguía atormentando a su nieta mientras hablaba con sus nietos.—Los hemos echado de menos. Están creciendo como vuestro pa…..
Una mirada fulminante de Maribel lo silenció.
—Como la hierba.—terminó como pudo.
—¡Nosotros también los hemos echado de menos!.—Dijo Aaron desde su posición en el abrazo de su abuela.
Christopher asintió con la cabeza en acuerdo con su hermano Aaron mientras esperaba su turno para abrazarse a sus abuelos.
Maribel López extendió su brazo libre y Chris se unió a su hermano.
Al dejar marchar a Ashley, Frank miró hacia arriba y vio a Brittany que estaba callada a un lado disfrutando de la reunión familiar.
—Encantado de volver a verte Brittany—dijo arrastrando las palabras y mirando a la joven con ojos brillantes.
—Lo mismo digo—dijo girándose hacia Maribel. "No pienses en el libro que te envió. No lo hagas".—¿Tuvieron un buen vuelo?.—dijo subiéndose nerviosamente sus gafas sobre la nariz.
Maribel rodó sus ojos.
—¡Bien, ven aquí!. Hablé con Tana por teléfono después de todo éste lío de las bombas. No pueden pretender ocultar que son una pareja—dijo firmemente.—Le lanzó una mirada fulminante cuando la escritora comenzó a protestar.—Y eso quiere decir que me he ganado un abrazo.
Brittany sonrió y se unió a Christopher y a Aaron para darle a Maribel un buen achuchón.
Amy y Sue aparecieron por detrás y la niñera condujo a los portamaletas que cargaban el equipaje de los López a la habitación Lincoln.
—Muy bien,—exclamó Frank una vez hubo saludado a todo el mundo.—Santana va a sentir mucho el haberse perdido esto, pero ¿qué tal si hoy comemos del Mcdonald´s?.
Los niños vitorearon y Sue sonrió y cogió el teléfono sabiendo de antemano lo que pediría cada uno. Eran los únicos habitantes de América que tenían una línea privada con Mcdonald´s.
Maribel miró a su alrededor meneando despacio su cabeza. Todavía no podía creer que su niñita era la Presidenta. Realmente era difícil de creer. Miró con cariño a los niños cuando estos se engancharon a las manos de su abuelo para llevarlo a su habitación y enseñarle los últimos dibujos que habían hecho. Ashley iba sobre los hombros de Frank recordándole su promesa de ir a continuación a su habitación para enseñarle la Barbie que la abuela le había enviado y el nuevo set de peluquería.
La habitación se vació rápidamente dejando solas a Maribel y Brittany. La joven mujer estaba allí de pie sintiéndose algo incómoda. Santana no debía estar de vuelta a la Casa Blanca hasta varios días después y Brittany trató de aprovechar éste tiempo en conocer mejor a sus padres. Santana los quería muchísimo y sabía que sería muy importante para la Presidenta si ella establecía una buena relación con ellos. Se balanceaba ligeramente de lado a lado sintiéndose algo nerviosa. No había tenido, por así decirlo, una cercana relación con sus propios padres.
—Bien, me temo que tendré que dejarla.
—¡Santo Dios!. Ven aquí y salúdame. No muerdo, querida. A pesar de lo que Frank pueda decir después de haberse tomado unas cuantas cervezas.
Brittany sonrió tontamente, entonces hizo una mueca cuando la información fue registrada en su cabeza. "Eew".
—No se ofenda,—susurró tomando asiento en el sofá cerca de Maribel.—Pero no sigamos con ese tema.
—Pero habrán pensado en …eew…¿no?,—acusó Maribel.—Te puedo contar algunas cosas. ¡No soy tan vieja!.
—¡Oh no!,—corrigió rápidamente Brittany.—"Uh, oh".—No es eso,—dijo meneando la cabeza y forzándose a encontrar las palabras adecuadas.—Es solo que…que… ¡cielo santo!. Usted es la madre de…
Maribel se quedó sin habla.
—¿Y las madres no son sexualmente activas?.—Bufó y miró incrédula a los ojos de Brittany.—Tal vez debería comenzar contigo por las lecciones más básicas, querida. No creí que la teoría de la concepción del repollo era tan popular entre los jóvenes de hoy en día.
—Eso no es a lo que me refería y usted lo sabe.—Dijo Brittany totalmente avergonzada, pero muy pronto se unió a las carcajadas de Maribel. La tensión del principio de la rubia mujer muy pronto fue olvidada. Era muy duro permanecer formal o incluso incómoda ante el desparpajo y la desinhibición de la madre de Santana.
—Solo recuerda que Tana es madre por triplicado.—Maribel alzó sus dos cejas y Brittany vio en ello un gesto muy típico de Santana.—Y te haré pensar en cosas sobre ella que harán que lo que dice el capítulo ocho del libro parezcan niñerías.
—Pe…pero…—a Brittany no le salían las palabras—¿usted leyó "Lo mejor del Sexo Lésbico" antes de enviármelo?,—dijo con los ojos bien abiertos.
Maribel sacudió una de sus manos al aire.
—Por motivos de investigación, por supuesto.—Entonces la encaró.—¿Por qué?. Si le hubiera mostrado a Frank ese libro jamás me habría dejado salir de la cama. Bueno, una vez estuviera casada, claro. Y a propósito de ello, una vez…
—¡Oh Dios mío!.—Brittany pegó un pequeño brinco y tapó sus orejas con las manos.—Esto no está bien, no está bien, ¡no está bien!.
Maribel rió fuertemente.
Brittany posó una dura mirada en la madre de Santana.
—Ahora veo de dónde sacó su hija esa vena diabólica.
Maribel tan solo afirmó
—Frank pudo haberte informado de ello, querida.
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