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[Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

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Mensaje por marthagr81@yahoo.es Dom Jun 26, 2016 10:17 pm

me gusta mucho el fic por tratar temas de organizacion y que santana tengo un cargo importante y por tal razon britt debe estar a la altura, su entrenamiento y todo. tiene muchas mezclas muy interesante. saludos 

Ahora entiendo el gnomo no es tan importante como pense en los primeros momentos, pero esta destinada a ser vampira.

Solo tengo la ilusion si Santana y Britt deciden tener un vampirito. jjajajaj
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Mensaje por JVM Lun Jun 27, 2016 2:15 am

Que Britt se enfrente a su suegra creó que le ha ayudado a quedar bien con ella y ahora ya sabemos porque quieren a Rach.... Haber que tal le va con el entrenamiento a Britt y a Quinn de guarura de Rach que aunque lo niegue le encanta jajajaja
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Mensaje por micky morales Lun Jun 27, 2016 8:25 am

esta historia me tiene tan atrapada que pienso cuando llegare a casa a ver si ya has actualizado!!!!!
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Mensaje por 3:) Lun Jun 27, 2016 1:39 pm

hola morra,....

son normales los motivos de desconfianza de maribel a britt al principio,.. es la madre aparte de ser la primer ministra! es bueno que le cintara lo del padre de san,..
escuadrón serado para britt, rachel y también san!!!
quinn y rachel!!!??? mmm kitty nueva guarura neófita de britt interesante jajaj

nos vemos!!!
3:)
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Mensaje por 23l1 Lun Jun 27, 2016 7:12 pm

marthagr81@yahoo.es escribió:me gusta mucho el fic por tratar temas de organizacion y que santana tengo un cargo importante y por tal razon britt debe estar a la altura, su entrenamiento y todo. tiene muchas mezclas muy interesante. saludos 

Ahora entiendo el gnomo no es tan importante como pense en los primeros momentos, pero esta destinada a ser vampira.

Solo tengo la ilusion si Santana y Britt deciden tener un vampirito. jjajajaj



Hola, vamos bn entonces, no¿? bn ai ajajajajaja. Aii esk esas brittana si no lo hace una lo hace la otra ajajajajajaja. Vamos bn y espero sigamos así entonces ajajajaja. JAjajajajajajajaajja rach s tan importante como britt, no¿? solo que es descendencia jajajaja. Jajajajajajajajaja sería tan lindo¿? un o ina mini brittana! ajajajaja. Saludos =D





JVM escribió:Que Britt se enfrente a su suegra creó que le ha ayudado a quedar bien con ella y ahora ya sabemos  porque quieren a Rach.... Haber que tal le va con el entrenamiento a Britt y a Quinn de guarura de Rach que aunque lo niegue le encanta jajajaja



Hola, esos encuentros con la suegra que te hacen quedar bn xD jajajajajajajajaja. Descendencia berry, no¿? JAjajajajaja esk las faberry van de la mano con las brittana... como no llevarse bn o algo jajajaja. Saludos =D





micky morales escribió:esta historia me tiene tan atrapada que pienso cuando llegare a casa a ver si ya has actualizado!!!!!



Hola, jajajajajaajajaja estamos mas q bn entonces ajajajajajaja, espero y siga así ajajajajajaja. Aki el siguiente! Saludos =D





3:) escribió:hola morra,....

son normales los motivos de desconfianza de maribel a britt al principio,.. es la madre aparte de ser la primer ministra! es bueno que le cintara lo del padre de san,..
escuadrón serado para britt, rachel y también san!!!
quinn y rachel!!!??? mmm kitty nueva guarura neófita de britt interesante jajaj

nos vemos!!!



Hola lu, si q si, si san es su hija, no¿? Sip. Jajajajjajajaja esa faberrytana las dejara locas a los demas ajajajajaja. Mmmm xq no¿? Muy interesante... ajajajajaja. Saludos =D



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Finalizado FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Cap 10

Mensaje por 23l1 Lun Jun 27, 2016 7:16 pm

Capitulo 10



Cuando me desperté ya estábamos llegando a casa, debíamos que movernos rápido porque el sol estaba saliendo.

Tenía que pasar por casa para cambiarme la ropa y salir disparada a clases.

Antes de salir, Santana y yo subimos al auto junto con Quinn y Kitty, detrás de nosotros venían los otros; aproveché el momento para hacer algunas preguntas.

—Quinn, ¿Las dominantes reciben un sueldo?

—No, es como cualquier pareja, tú puedes compartir lo que tienes con ella si quieres, pero no es obligatorio.

—No es un sueldo Britt, no se trata de un pago, es solo para que esté más cómoda y no se preocupe de sus gastos—complementó Santana.

—Quinn, ¿También es normal que te den un auto y tarjeta de crédito?—la interrogué mirando a Santana.

Quinn se removió incomoda.

—Mira, la verdad es que no sé, esas son cosas de ustedes.

—Britt por favor, no discutamos por eso y además, no metas a Quinn en esto, necesitas un auto seguro, ese es blindado, los cauchos son aprueba de pinchaduras. Comprende que te necesito segura—me pidió Santana con su cara más dulce, esa a la que no puedes decirle que no.

Medité unos segundos, pero sólo para que no se diera cuenta que me podía convencer tan rápido.

—Acepto el auto, pero no el dinero ni las tarjetas. Tómalo o déjalo es mi última oferta—me crucé de brazos.

Respiró profundo.

—Está bien—dijo dando por aceptada mi oferta.

Con rápido movimiento, Santana me subió a sus piernas y me besó, estaba tratando de jugar sucio, pero no lo aceptaría, aunque era bastante divertido.

Mi momento de placer fue interrumpido por Kitty.

—Señorita Brittany, mientras usted se cambia, yo haré lo propio. Puedo ir en el auto con usted o detrás sin molestarle. Por favor, no salga del departamento hasta que yo llegue, seré muy rápida, créame.

—Kitty, no me digas señorita, solo Brittany o Britt. Puedes venir en el auto conmigo, pero en la universidad si me gustaría que me dieras espacio.

—De acuerdo, una vez que termine sus clases, debe almorzar y la idea sería comenzar el entrenamiento hoy mismo.

—Está bien, ¿Pero dónde entrenaremos?

—Entiendo que Santana tiene su local muy bien equipado.

Santana asintió, con eso estaba todo arreglado, pero otra inquietud vino a mí.

—¿Cuándo se lo van a decir a Rach?—pregunté preocupada porque apenas me viera, comenzaría a realizar muchas preguntas y yo no sabría qué responder.

—La Señora B viene en camino, será esta noche, es importante que estés con ella, te va a necesitar—me dijo Santana.

—Claro, yo estaré con ella esta noche.


Tal como me lo había imaginado, apenas llegué al departamento, Rachel comenzó a interrogarme.

Santana se había quedado conmigo para ayudarme con la situación.

—¿Dónde estuvieron ustedes dos este fin de semana?

—Cosas de pareja Rach—dije, no se me ocurrió otra cosa.

Ella me miró dudosa.

—Ya veo, ¿Pero no te parece que esa no es razón para atenderme el teléfono?

—Es culpa mía, yo le pedí que nos desconectáramos de todo—explicó Santana.

—Bueno espero que eso no incluya a tu suegra,—señaló a Santana, luego me miró—Porque Whitney me llamó preocupada porque no podía hablar contigo.

—¿Qué le dijiste a mi mamá?—pregunté preocupada.

—Que estabas de paseo en la montaña y que seguramente no tenías cobertura. Me pidió que te recordara que nos espera para navidad. Claro, ella y mis abuelos.

—Gracias Rach.

Pude ver que Santana cambiaba el gesto, se había quedado preocupada; tal vez pensando que no quería que mi mamá supiera de ella. Me apuré a aclarar la situación.

Me acerqué a Santana.

—San, yo quiero presentarte a mis padres, me haría muy feliz si ellos te conocen. Me gustaría que fueras conmigo en navidad. Si quieres, por supuesto.

—Britt, claro que me gustaría—me dijo con una sonrisa en su rostro.

Rachel había sido muda testigo de la escena, pero para ella fue hora de apartar el silencio.

—Vaya Britt, ahora sí que me dejas con la boca abierta—me dijo un poco dolida—Santana, te le metiste en el corazón a mi amiga—la miró en silencio unos segundos, como decidiendo si confiar o no. Finalmente, sonrió levemente—Te advierto si se lo rompes, voy a matarte.

Santana la miró muy seria.

—Créeme Rachel que sé que hablas en serio—dijo Santana tomándome por la cintura y acercándome a ella.

No pude evitar apoyar mi cabeza en su hombro, su ternura me seducía.

En ese momento tocaron a la puerta.

Era Quinn.

—¿Cuándo quieras nos marchamos Rachel?

Quinn era tan directa.

Mi amiga pestañeó, le tomó unos segundos reaccionar.

—¿Marcharnos? No se dé que me hablas—dijo mirándonos confundida.

—Voy a acompañarte a la universidad y a donde quieras ir. Hoy seré tu chofer—explicó Quinn tratando de poner una sonrisa en su cara, pero se podía notar que estaba preocupada.

—Estás loca, yo no voy contigo—Rachel se alteró un poco.

—Rach por favor, ve con Quinn, confía en mí, es por tu seguridad. Esta noche te explicaré todo—le dije.

Ella me miró confundida, luego enojada. Respiró profundo.

—Solo por ti Brittany—me dijo y salió del apartamento dando un portazo.

Quinn se fue tras ella y yo me quedé a solas con Santana.

—Muy bien.

—No me gusta esto—dije preocupada.

—Es necesario—me dijo abrazándome—Esta noche será difícil, pero ya sabrá la verdad. Yo quisiera que tuviéramos más tiempo para ir con calma, pero no es posible—me separó un poco—Amor, tengo que irme y tú tienes que ir a la universidad. Esta noche no vendré porque no me compete a mí hablar con Rachel. Además, es probable que estés muy ocupada con ella.

—Así será, aunque me muero por estar contigo, Rachel me necesita.

—Tranquila Britt, tendremos muchas noches para nosotros, eso te lo prometo.

La abracé.

Santana era una mujer maravillosa y sensible. Seguramente sería un buen líder para su gente.

Su mamá tenía razón, estaba destinada a formar parte del Consejo.

Antes de irse me dio un beso y me dijo:

—Voy a encontrarme con un amigo de Arite que se ocupara de la seguridad de tu departamento, espero que inicien hoy mismo. Luego voy llevar a Bodu y Kelly a conocer la zona, ya sabes, la universidad, lugares que sueles frecuentar y trotar, y otras para que se familiaricen. Has lo propio con Kitty, necesitan ajustarse a nuestra realidad.

—De acuerdo.

Santana se marchó y yo fui a ducharme y arreglarme.

Cuando salí estaba Kitty esperándome en la puerta. Fuimos hasta el auto que Santana me asignó, porque no lo tomaría como un regalo.

Era un Audi Q3, color plata.

Era bellísimo, pero mi mayor sorpresa fue que Kitty se subió al puesto del chofer para conducirlo.

—Pensé que era mi auto.

—Pensé que no querías nada.

—Eso es entre Santana y yo—le dije con irritación.

Su actitud no me gustaba nada.

—Te lo daré cuando aprendas a conducirlo—me respondió fríamente.

—Tengo licencia y manejo desde muy joven.

—Sé desde qué fecha tienes la licencia, pero este auto es más pesado por ser blindado, así que debes frenar con más anticipación. Además, debes aprender a detectar si te estás siguiendo y como acelerar todo lo que puedas en medio de tráfico.

—Muy bien, y tú debes aprender sobre la zona, así que préstame atención a lo que te voy a ir describiendo.

Estaba molesta, no quería que se creyera que ella tenía el control, así que comencé a informarle todo cuanto pude.

Pensé que se quejaría, pero al contrario, me escuchó muy atentamente.


Llegamos a la universidad y dimos un par de vueltas para mostrarle y explicarle mi rutina.

Daba lo mismo, ya que había perdido mi primera hora de clases.

—Quinn me dijo que tenías clase con Rachel en las próximas horas, voy a aprovechar para comprar algo de ropa de la universidad y recorrer los alrededores. En tu celular tienes mi número, tan solo márcame y te buscaré, no necesitas hablar para que eso ocurra.

—Revisa el centro y el parque, son mis zonas preferidas. Le dije antes de bajarme del auto.

Fui a clases donde me junté con Rachel.

No podía ver a Quinn por ninguna parte, pero me hacía sentir segura saber que la tenía cerca. En un momento que pasamos a tomar un café, Rachel me llevó aparte y, como esperaba, me interrogó.

—¿Qué está pasando Britt? Quinn no me quiso decir nada, pero algo pasa. La insulté mil veces y no respondió una palabra.

Algo debía decir, pero tenía que ser cuidadosa.

—Rach, si pasa algo, no te voy a mentir, pero no soy yo quien debe decírtelo. Sólo espero que tengas una mente abierta cuando llegue el momento.

—¿Mente abierta Britt? No me vas a decir que eres gay porque ya lo sé. Yo también lo soy. Explícate porque no te entiendo—me pidió.

—Tranquila Rach, espera hasta esta noche por favor, yo estaré a tu lado siempre.

Como pude me libré de ella y regresé a clases.

Esta noche sería muy dura realmente.





Cuando estuve lista, me fui al estacionamiento a buscar a Kitty que ya me esperaba.

Le dije que quería llegar antes que Rachel a casa y que se apresurara. Entonces comprendí lo que significaba acelerar al máximo en el tráfico.

Aproveché esos minutos para llamar a mi mamá, si no la llamaba pronto enloquecería.

—Hola mamá, ¿Cómo estás?

—Britty, hija, al fin llamas. Tienes que llamar a tu mamá más seguido.

—Bien mamá, es que he estado muy ocupada últimamente, los estudios, ya sabes. Además te quería contar que tengo novia.

—¿En serio? Que bien hija, me quedé muy preocupada con lo de la otra chica que me comentaste, pero veo que ya estas recuperada de esa ruptura.

—Si mamá, más que recuperadas. Ahora me doy cuenta que eso fue una tontería, con Santana he conocido el amor y quisiera llevarla a casa para que la conozcan.

—¿Traerla a casa?

—Si mamá.

—Entonces va en serio ese noviazgo porque nunca habías querido traer a alguien a casa.

—Santana es importante mamá, tan importante que quiero que la conozcan.

—Me hace muy feliz que estés enamorada. Espero que esa chica sepa valorarte.

—Ella es muy especial mamá, ya lo veras. Te dejo, ahora estoy llegando a casa y tengo que estudiar.

—Está bien hija, te mando un beso.






Al llegar, note que habían muchos hombres… corrijo, vampiros, trabajando en las modificaciones que le harían al departamento para darle mayor seguridad.

La Señora B estaba sentada en el mueble esperando. Me saludó con mucho afecto y yo también a ella.

Era un momento difícil para ella, así como lo era para Rachel.

—Señora B, no es buena idea que Rachel llegue y encuentre a todas estas personas trabajando en nuestro apartamento.

—Tienes razón.

Despidió a todos los empleados, quedándonos a solas ella y yo, ya que Kitty había sido enviada a vigilar la entrada y los alrededores del edificio.

En ese momento llegaron Quinn y Rachel.

—¿Cómo está?—saludó Rachel con cariño a la Señora B.

—Muy bien Rachel, feliz de estar aquí contigo—le dijo mirándola con adoración.

Rachel me miró interrogante ya que para ella, la Señora B era la tía de Santana, así que aquella expresión de sentimiento debería ser para mí.

—Rachel, es mejor que te sientes—le dije.

—¿Qué pasa?—preguntó aun de pie, no se movió un ápice.

—Ven Rachel, siéntate aquí conmigo—le dijo Quinn tomando su mano y llevándola hasta el sofá.

Rachel se dejó llevar y se sentó.

Yo tomé una silla y me senté cerca de donde estaban.

La Señora B comenzó a caminar de un lado a otro, supongo que pensaba cómo comenzar su discurso.

—Rachel, quisiera hablarte sobre la familia, de tu mamá—inició B.

Rachel frunció el entrecejo.

—Ella falleció cuando yo era muy pequeña y sus padres ya habían muerto para ese momento. Me criaron mis abuelos paternos, ya que mi papá falleció en el mismo accidente de auto que mi mamá—relató Rachel.

—Tus abuelos hicieron un muy buen trabajo. Eres una mujer estupenda, estaré eternamente agradecida con ellos, pero no tienes toda la información—dijo mirándola a los ojos, aunque en sus ojos había preocupación y algo de temor—Tu abuela trabajaba para el gobierno en una investigación secreta donde sufrió un accidente. Tu mamá, para ese momento, estaba casada y al poco tiempo se embarazo de ti. Ella pensó que su mamá había muerto, pero después de un tiempo se enteró que no fue así.

—¿Entonces mi abuela puede estar viva? ¿Y no me buscó?—preguntó mi amiga.

B respiró profundo.

—Tu abuela siempre estuvo pendiente de ti y de tu mamá hasta el día de su muerte.

—Fue un accidente terrible, yo estaba con mis abuelos ese día—dijo con pesar Rachel.

—Realmente no fue un accidente. Lo que pasó fue provocado por los Sinal.

Rachel quedó en shock por aquella revelación, por primera vez la vi quedarse sin palabras.

Quinn le tomo la mano, sabía que se venía lo peor.

—Cuando tu abuela sufrió el accidente en medio de esa investigación, si bien no murió, sí dejó de ser humana mutando a lo que ustedes llaman vampiros, pero realmente es una mutación genética.

—¿Vampiros dijiste?—Rachel sonrió con sarcasmo—Esto debe ser una broma y de las pesadas—dijo levantándose—Mira que inventar estas cosas con mis padres. Discúlpame Brittany, será muy tía de Santana, pero es mejor que se marche de esta casa, ¡ahora mismo!—exigió con firmeza.

Yo también me levanté, pero no di un paso.

—Lo que te digo es verdad—dijo B manteniendo la calma—Somos más rápidos, fuertes y solo podemos morir de ciertas formas. Nos alimentamos de sangre humana y por eso nos llaman vampiros, pero la verdad es que somos una mutación genética—repitió.

—¿Somos?—preguntó Rachel asustada y dando un paso atrás.

—Sí, tanto Santana como Quinn y yo, somos vampiros.

Rachel se alejó de Quinn y me miró buscando ayuda. Yo la miré con impotencia, no podía hacer más que confirmar aquella verdad.

—Lo que te dice es verdad Rach. No estaba planificado que yo lo supiera, sólo tu tenías ese derecho por nacimiento, pero me enamoré de Santana y ahora, aunque continuo siendo humana, formo parte de esto—le dije con la mayor calma que pude.

—Es tu derecho al igual que era el de tu mamá—dijo B—Sólo se puede convertir a tu pareja que debió ser donante previamente, al menos, por un año o alguno de tus descendientes de sangre. No todos los vampiros son buenos y aspiran a convivir en armonía con los humanos. Algunos quieren ser dueños y señores de este mundo, son personas que aun siendo humanos, ya no tenían almas. Tu mamá estaba evaluando la posibilidad de convertirse, ella podía reclamar a tu papá como pareja en un año, pero estabas tú y dado la condición de guerra en la que vivimos, no se puede tener niños en la fortaleza. Además que son niños humanos y deben crecer como tal. Ella tendría que separarse de ti hasta que cumplieras los dieciocho años y eso era algo que no le gustaba a tu mamá. No estábamos apuradas con la conversión, podíamos esperar hasta que tuvieras más edad y luego estarías con tus abuelos unos años más. Después de eso te reclamaría.

—Pero entonces, si lo tenían ya todo planeado ¿Qué pasó?—preguntó Rachel desesperada por aquella situación difícil de creer y entender.

—Los Sinal se enteraron de la existencia de tu mamá y fueron por ella para convertirla y que se uniera a ellos. Le ofrecieron todo, incluso quedarse contigo, pero tu mamá sabía que eso solo sería poner tu vida en peligro. Como ella se negó, la mataron; primero a tu papá y después a ella.

La cara de tristeza de la Señora B era indescriptible, se podía ver que estaba sufriendo y viviendo de nuevo ese momento.

Rachel comenzó a caminar de un lado a otro y luego, con un rápido movimiento, salió corriendo hacia la puerta; supongo que tratando de escapar de todo esto, era demasiado para ella.

Cuando estaba por salir Quinn la detuvo y la abrazó. Yo pensé que Rachel la apartaría de su camino, pero en cambio, se abrazó a ella llorando.

Fue un momento triste y dulce a la vez.

Yo pensé en acercarme a ella, pero preferí dejar que Quinn se encargara, hasta ahora lo estaba haciendo muy bien.



Minutos después, luego de que Quinn calmara a Rachel un poco, regresaron al sofá y se sentó de nuevo a su lado.

—Perdí a mis padres solo por esta estúpida guerra—dijo Rachel aun con lágrimas rodando por sus mejillas.

—Es una guerra que afecta a todos. Algunas veces debemos pagar el precio por el bien común—dijo B a modo de reflexión—Rachel, si tu segundo nombre es Bárbra es en honor a tú abuela y realmente a ti te queda mucho mejor, por eso desde ese día comencé a llamarme tan solo B.

Rachel se quedó en silencio.

Por primera vez estaba comenzando a procesarlo todo. Le tomó un par de minutos en los que todos guardamos silencio.

—¿Tu eres mi abuela?—Rachel parecía hipnotizada—Yo tengo una abuela y es una persona muy mayor—segundos después comenzó a reír—¿Vampiros?—rió más fuerte, parecía fuera de sí—Por favor, ¿Dónde está la cámara?—preguntó mirando a todos lados y gesticulando con los brazos—¿Mis padres asesinados?—de pronto dejó de reír y se puso muy seria—Quiero pruebas de lo que me están diciendo y las quiero ahora.

—Es todo verdad—le dije.

—Lo siento Brittany, sabes que te adoro, pero yo necesito pruebas.

—Ella tiene razón en pedirlas—dijo B y la miró—Vamos a darte pruebas.

La Señora B miró fijamente a Quinn que negó con la cabeza.

—No Señora B, no quiero ser yo quien se lo muestre—dijo finalmente Quinn.

—Se va a impresionar, pero eres su guardaespaldas, lo va a superar—argumentó.

—Esperemos un poco más por favor—pidió Quinn.

—Es una orden Quinn—dijo B con firmeza.

La mandíbula de Quinn se apretó, pero aun cuando estaba en desacuerdo, se levantó del sofá sin mirar directamente a Rachel, tomó la silla donde yo estaba y la levantó.

—No es suficiente Quinn—dijo la Señora B.

Quinn me bajó, con resistencia se colocó en el centro de la sala, respiró hondo y desplegó sus colmillos. Inmediatamente, como pasaba con Santana, su rostro tomó un matiz animal, aunque en el caso de Quinn era más marcado, incluso yo me asusté.

Rachel dejó escapar un grito y se alejó de Quinn cuanto pudo. Yo me levanté inmediatamente, me acerqué a ella y la abracé.

—Tranquila, no va a hacernos daño. Quinn es uno de los buenos, por favor cálmate—le dije.

—Rachel,—habló B—Es lo que somos y lo que te ofrezco. Tienes el derecho por nacimiento de convertirte en vampiro y formar parte de nuestra comunidad. Eres mi nieta y nada me haría más feliz que tenerte a mi lado—dijo con dulzura.

Rachel se quedó en silencio metida entre mis brazos.

El silencio que siguió fue interrumpido por el timbre del teléfono.

Era Santana.

—Hola San, no es un buen momento.

—Britt escúchame, dile a Quinn que estamos en código uno, que las lleve a un lugar seguro.


Dijo eso con rapidez y cortó la llamada.

Yo me quede impactada, no entendía nada, pero supuse que no era momento para preguntas.

—Quinn, dice Santana algo sobre un código uno y lugar seguro.

Los rostros de Quinn y la Señora B cambiaron inmediatamente, pero tomaron el control de la situación.

—Recojan algo de ropa, ¡nos vamos ya!—ordenó Quinn—Brittany, no olvides el regalo que te dio Santana—dijo Quinn sacando su teléfono para llamar Kitty.

—Rápido,—habló la Señora B—No tenemos tiempo que perder.

Me tocó recoger tanto ropa mía como de Rachel que estaba todavía impactada por todo lo que se acaba de enterar. Saqué el obsequio de Santana y me lo puse, salimos a la sala y estaban ya esperándonos.

—Rachel y la Señora B vienen conmigo—anunció Quinn.

—Yo no voy contigo—dijo Rachel.

—Rachel, es por tu seguridad. Quinn y yo vamos a cuidarte, estarás bien—intervino B.

Aun con algo de resistencia por parte de Rachel, bajamos al estacionamiento del edificio.

Kitty y Quinn tenían sus armas en las manos tratando de cubrirlas de las pocas personas que transitaban por ahí.

Subimos a los autos con rapidez.

Rachel en el asiento trasero con la Señora B y Quinn al volante. Yo, con Kitty; esta vez me mandó al asiento trasero.

—¿Sabes a dónde vamos?—me preguntó Kitty.

Me limité a negar con la cabeza.

Seguimos a Quinn hasta un hotel en las afueras de la ciudad, era tipo cabañas y los autos quedaban cubiertos. Era ese tipo de hoteles que necesitas saber dónde están para encontrarlos.

Ellas se movían rápido.

Luego de arreglar todo, entramos a las cabañas y nos encontramos en la sala de estar. Desde donde estaba pude ver que habían tres puertas, tras una rápida inspección que hice, pude ver que pertenecían a dos habitaciones y la otra aun gran salón que parecía de relajamiento o meditación, tenía muchos espejos y había apenas un par de estantes.

—Brittany, tu dormirás con Rachel, la otra habitación es para la Señora B. Nosotras estaremos en la sala. Es muy importante que no corran las cortinas, no queremos que nadie nos vea y tampoco estamos como para soportar mucho sol—indicó Quinn con voz de mando.

—Quinn, ¿Santana está bien?—quise saber.

—Debe estarlo, quédate tranquila, seguramente que en cuanto pueda, vendrá.

No me quedé del todo tranquila, pero ante la situación, no podía hacer más que esperar.

Me llevé a Rachel a la habitación; parecía una autómata. Me senté con ella en la cama y comenzó a llorar, la mantuve en mis brazos hasta que se calmó.

Ella necesitaba drenar todo lo que sentía.

—Mis padres Britt, mataron a mis padres—dijo entre sollozos.

—Lo siento Rachel.

—¿Sabes lo difícil que es crecer sin padres?

—Pude ver lo duro que fue para ti. Son malos Rachel, no solo con los vampiros sino también con los humanos. ¿Recuerdas a las chicas de la universidad que violaron y mataron hace poco?

—Sí, me acuerdo.

—Fueron ellos—le dije.

Ella guardó silencio por un minuto.

—¿Cuál es el papel de Quinn en todo esto?—me preguntó.

—Estaba en la misión de estudiarte y cuidarte, luego Santana me lo asignó a mi cuando todavía no era su donante, pero ahora será tu guardaespaldas.

—Con razón estaba todo el tiempo detrás de mí.

—No seas injusta Rach, me consta que ella está muy pendiente de ti.

—¿Donante de Santana? ¿Desde cuándo lo sabes? Por favor cuéntame—me pidió.

Me dispuse a contarle todo lo que sabía, menos lo del complot, eso se lo dejé a la Señora B. Ella sabría si era conveniente para Rachel saberlo.

Hablamos hasta muy entrada la madrugada.

Finalmente, el cansancio nos venció y nos quedamos dormidas.




Cuando desperté, Rachel no estaba en la habitación.

Había dormido demasiadas horas, pasé por el baño antes de salir. Afuera estaban Quinn, Kitty, mi amiga y la Señora B contándole historias sobre su mamá.

Al parecer estábamos avanzando después de todo.

—Al fin te levantas pequeña durmiente—me dijo en cuanto me vio—Quinn te trajo algo para el desayuno, puedes comer.

—¿Dónde está Santana?—pregunté.

—Viene en camino. Tenemos que entrenar—me anunció Kitty.

Me dispuse a comer y cuando estaba terminando, llegó Santana.

Apenas la vi, salí disparada y le salté encima. Ella me recibió sonriente y con los brazos abiertos. Me besó.

—Me encanta este recibimiento—dijo.

—Estaba preocupada y te extraño mucho.

Me beso de nuevo y nos fundimos en una sola persona, olvidándonos que no estábamos solas.

—Tortolitas, tenemos que hablar—interrumpió la Señora B.

—Tienes razón—dijo Santana retomando la compostura.

—Rachel está al tanto de todo, podemos hablar con confianza—comentó B.

—Voy a revisar los alrededores—anunció Kitty sabiendo que debía dar privacidad.

Antes de que Kitty saliera, Santana la detuvo.

—Espera Kitty.

Esta la miró. Santana dio un paso hacia ella, manteniéndose firma; le estaba hablando la general en ese momento.

—Una vez confié mi vida a ti y ahora confiaré lo que más amo. Espero que no me defraudes.

Kitty asintió en silencio, pero mirándola con firmeza y salió de la cabaña.

Santana volvió su atención a nosotras.

La Señora B la miró preocupada, pero si Santana confiaba en Kitty, yo también lo haría.

Nos sentamos y Santana comenzó a relatar lo ocurrido.
—Cuando llegamos a Excalibur, llevé a Kelly hasta una habitación; juntos cambiamos la clave de acceso, pero ella se quedó a acomodar sus cosas. Paralelamente, ordené a Badu que pasara por el salón, donde estaba reunido mi equipo, y notificara que yo estaba en la habitación con la chica, y que luego de eso, pasaran a comer—pareció recordar algo—Hablando de eso, les traje comida.

Santana abrió una caja que no había notado que traía. Les pasó a todos botellas con sangre y bebieron sin parar. Yo comenzaba a acostumbrarme, pero el rostro de Rachel fue todo un poema. Tal vez estoy loca, pero me provocó risa.

—Y luego, ¿Qué pasó?—pregunto Quinn animando a Santana a continuar su relato.

—Alguien fue a la habitación de Kelly y trato de entrar, cuando la clave no funcionó, trataron de desconectarlo. Entonces ella, al escuchar ruidos, preguntó quién estaba en el pasillo. Cuando salió, la persona ya no estaba.

—Entonces pensaron que era Brittany y fueron por ella. ¿Así, tan rápido se enteraron?—cuestionó B.

—Sí, revise las cámaras y estaban bloqueadas por equipo de vampiro. Tenemos un traidor en el equipo, está confirmado.

—Entonces, ¿Qué vamos a hacer ahora?—pregunté.

—Ayer me quede para no levantar sospecha, pero les pedí salir del departamento porque sabía que aprovecharían que las obras no están listas para buscarlas. Anoche mismo retomaron el trabajo, van a concluirlas mañana.

—Entonces, ¿Eso quiere decir que hasta mañana estaremos aquí?—fue el turno de preguntar de Rachel.

—Así es. Mañana saldrán de aquí rumbo a la universidad y luego a su casa que para entonces estará segura—respondió Santana.

—¿Qué pasó con Kelly y Bodu?—preguntó Quinn.

—Les dije que yo me tomaría un día de celebración con mi nueva donante, y la Señora B y Rachel estaban hablando de la situación. Tú y Kitty son sus guardaespaldas. Decidí no darle a Britt mucha importancia ya que fueron por ella ayer—informó Santana.

—¿Entonces se quedaron en Excalibur?

—Sí, están con Luis y todo el grupo ahora.

Dicho esto, todos se dieron por enterado de la situación, así que cada uno buscó su camino.

Quinn salió a prestarle apoyo a Kitty en la vigilancia.

La Señora B y Rachel continuaron su plática.

Yo me fui a la habitación con Santana.

—San, toma tú también, necesitas comer—le dije dándole un contenedor de sangre.

—Tienes razón, pero estaba muy preocupada por ti y además, estoy muy molesta y frustrada, necesito saber quién es el traidor.

—¿Qué puedes hacer?

—Esperar a que cometa un error. Cuídate de todo el mundo Britt y lo que veas extraño, avísame.

—Claro, pero ahora acuéstate conmigo, vamos a descansar.

Ella aceptó de inmediato.

—Si mi amor, ven a mis brazos—dijo llevándome con ella hasta la cama, se acostó y yo lo hice a su lado, pegada a ella—Necesito tenerte cerca de mí para sentir que todo está bien.

Me metí en sus brazos, descansando y pensando en lo duro que era la vida a su lado, pero no podía imaginarme algo distinto.

Ella era todo lo que yo deseaba.

—San, ¿Vas a ir conmigo a casa de mis padres?—le pregunté.

—Sí, pero sinceramente tengo un poco de miedo.

—¿Miedo? ¿De un humano?

—¿Saben cómo matar vampiros?—me preguntó sonriendo.

—Tal vez—respondí con picardía.

Me sacó la lengua.

—Quiero caerles bien—me dijo un poco tímida.

—Te van a adorar Sanny.

—Estaba pensando que estaré en tu casa contigo. Dejaré a Kitty a cargo de Excalibur, voy a llevarme a Kelly, Bodu y un par más para las guardias, pero está difícil ver cómo mantengo a Quinn cerca de Rachel todo el tiempo.

—Está difícil porque la única forma de explicar que te vas con alguien en navidad es que sea tu novia—le dije.

—Eres un genio amor, eso es lo que vamos a hacer. ¡Rachel va a llevar a Quinn como su novia a casa de sus abuelos!

La verdad es que no era una mala idea.

No pude evitar sonreír, sabía que no iba ser fácil convencer a Rachel de hacer eso.

—Eso va a ser interesante, en especial cuando Rach lo sepa.

Las dos reímos al imaginar la situación.

Continuamos hablando de las navidades. Santana insistió en darme dinero para los regalos y además, exigió que fueran muy buenos.

Quería sorprender a mi familia.

Finalmente acepté con la condición de que compráramos uno para su mamá también.

Ellos no tenían por costumbre comprarse regalos, pero eso era algo que estaba dispuesta cambiar, fueran vampiros o no. En mi opinión, la navidad se tiene que celebrar.


Nos quedamos dormidas plácidamente.

Santana necesitaba descansar y yo había dormido muy poco la noche anterior.

Todo estuvo tranquilo hasta que tocaron la puerta.

Yo me sobresalté.

—Brittany, tenemos que entrenar—me anunció Kitty desde el otro lado de la puerta.

—Ya salgo, dame unos minutos—le dije.

Santana se despertó, pero le dije que volviera a dormir, necesitaba descansar.

Afuera de la habitación estaba Quinn leyendo un libro, supongo que era su manera de pasar el tiempo.

Kitty ya estaba en la puerta esperándome, fui tras ella para comenzar mi entrenamiento. Salimos a un sendero detrás de las cabañas, estaba bastante oculto.

—Como no está Kelly me encargaré de tu entrenamiento físico y de esa forma iniciaremos el proceso de calistenia—explicó.

Comenzamos a trotar por el sendero; suelo hacerlo cada vez que puedo, así que pensé que sería sencillo, pero me equivoque. El recorrido fue largo y tendido.

Regresamos y al entrar a la cabaña, nos dirigimos al gran salón. Ahora vendrían muchos ejercicios; me sentía sin fuerzas para luchar y esa sería mi siguiente clase.

—Muy bien, ahora vamos a trabajar en la lucha cuerpo a cuerpo. Como humana tienes muy pocas oportunidades, pero como vampiro serás igual de rápido y fuerte que nosotros, así que vamos a ver dos cosas. La primera será protegerte. Ellos irán por tu cuello si esta Santana—se señaló el cuello, me dio un leve escalofrío—Y la segunda, es tratar de escapar de ellos, con suerte, como humana aun. Luego apuntaremos a tu ataque como vampiro.

—¿Por qué irán por mi cuello si esta Santana?

—Normalmente a los vampiros no les gusta que otro se alimente de su donante, al menos cuando es su pareja real, entonces eso le irritaría sin medidas.

Eso era algo que no sabía y, la verdad, tampoco era capaz de imaginarme a otro vampiro tomando de mí, mucho menos dejándome su olor que, aunque si vienen yo no lo sentía, era agradable saber que llevaba el de Santana.

Me enseñó las posiciones de ataque e hice varios, pero fallé.

En todos terminaba en el piso, estaba muy cansada.

—Kitty, vamos a descansar por favor.

—No, tienes que seguir, un vampiro no descansara hasta que estés muerta.

—Es mi primer día y ya estoy cansada de que me patees el trasero.

Ella se cruzó de brazos, arqueó una ceja y sonrió satisfecha levemente.

—Está bien si quieres parar, pero un día, tal vez, no muy lejano puedes tener la vida de Santana en tus manos y no sabrás protegerla o al menos estar segura para que ella pueda luchar tranquila—me advirtió sin piedad.

Tragué saliva, la escena se formó en mi mente y algo en mi pecho se oprimió.

Tocó mi punto débil, Santana; por ella lo daría todo.

Continuamos luchando y aunque no lograr derribar a Kitty, al menos pude controlar algunos golpes.

Después de unas interminables horas, finalmente Kitty decidió parar.

Salimos de aquella habitación.

Yo moría de hambre y de sed.


Cuando llegamos a la sala Rachel tenía todo un escándalo armado.

Seguramente Santana ya le había hablado de su idea; así que entré sin meterme en la discusión, fui directo al agua y a la comida.

—¡¡Están locas!! ¡¡Yo no voy a hacer el papel de novia de esta idiota!!—dijo Rachel señalando sin ningún tipo de miramientos a Quinn.

—A mí tampoco me hace muy feliz, tengo mejores gusto—replicó Quinn con toda la paciencia que, supongo, pudo encontrar.

—Por favor, si seguro nunca has tenido una novia como yo.

—La verdad es que las he tenido mucho mejores.

Rachel iba a hablar, pero B intervino.

—¡¡Basta las dos!!—ambas mujeres parecieron niñas regañadas—Tienes que estar viva Rachel, por el bien de todos y Quinn es tu guardaespaldas. Además, dijiste que querías unirte a nosotros, entonces sería bueno que trataras de disfrutar lo más que puedas tus navidades como humana, debes enfocarte en eso.

Esas palabras me golpearon.

Rachel ya lo tenía decidido, ¿Cómo era que tan fácilmente podía rechazar su humanidad?

—Esta todo acordado entonces—dijo Santana.

Nadie dijo nada, pero su silencio fue prueba de su aceptación.

Santana fue hasta la mesa y se sentó conmigo.

—¿Cómo estás?—me preguntó.

—Agotada, esa mujer casi me mata.

Santana sonrió.

—Tranquila, te acostumbraras; toma tus vitaminas y trata de descansar, será un reto fuerte estudiar y también llevar este ritmo de ejercicios, pero es por tu seguridad.

—Ya me falta poco para terminar la carrera, así que será por poco tiempo.

—¿Ya tienes pensado dónde vas a trabajar?

Yo recordé lo que me había dicho la mamá de Santana, pero no quise tomar una decisión en ese momento.

—Aun no lo tengo decidido, pero lo estoy pensando.

—Decidas lo que decidas, encontraremos la forma de vernos—me dijo con ternura y tomando mi mano en la suya.


El resto del día paso bastante tranquilo.

Vimos televisión, caminamos por los alrededores y luego cenamos.

Rachel estaba aún molesta con Quinn, extrañamente solo con ella, tal vez era su manera de drenar lo que estaba ocurriendo o tal vez porque ella no le tenía nada de paciencia.


Esa noche me quedé dormida en el sofá.

El poco dormir y el ejercicio me dejaron agotada.

Santana me tomó en sus brazos y me llevo a la cama, se acostó a mi lado. Me acomodé más entre sus brazos y el sueño se hizo más profundo.








Al día siguiente me despertó la alarma del celular y me encontré sola en la habitación.

Me arregle y al salir estaba Santana con mi desayuno, ella tenía un vaso de sangre en sus manos.

—Buenos días mi amor.

—Buenos días—le dije dándole un beso. Me acerqué a su oído y le dije en voz baja—Esta noche te alimentare yo.

Pero olvidé que los vampiros tienen un oído muy agudo, y lo recordé porque Quinn sonrió levemente.

Creo que me sonrojé.

Desayunamos y nos fuimos a la universidad como había sido planificado con nuestros guardaespaldas al lado.

Santana se fue con la Señora B, querían estar seguros que los trabajos del departamento quedarían listos para esa noche.


Las clases pasaron rápidos.

Traté de concentrarme y poner atención, estaba dispuesta a terminar mi carrera.

Concluidas las actividades me encontré con Rachel para ir al estacionamiento.

—Britt, ¿Cómo te sientes cuando Santana se alimenta de ti?—me preguntó Rachel con cierta timidez.

Me tomó unos segundos encontrar las palabras para describirlo.

—Es sencillamente… celestial.

Ella arqueó una ceja interrogante y yo asentí con una tímida sonrisa. A ella no le quedó más que reír.

Dimos unos pasos más y vino otra pregunta.

—¿Pero se ve igual que Quinn cuando saca sus colmillos?

—Como Quinn no. Ella es mucho más atractiva, al menos yo la veo así, y sinceramente me gusta que se alimente de mí—dije sin ninguna duda.

Subimos a los autos.

Quinn y Rachel arrancaron primero, luego las seguimos Kitty y yo.

Cuando ya habíamos salido del campus, dos autos comenzaron a seguirnos.

Enseguida Kitty se tensó.

—Brittany, es hora de tu clase. Fíjate en esos autos, nos están siguiendo—me dijo echando una mirada por el retrovisor.

Mi corazón dio un vuelco.

—¿Cómo sabes que nos están siguiendo?

—Se aproximan con velocidad constante y no se despegan de nosotros ni un instante. Por favor, llama a Rachel.

Mi teléfono sonó antes de que yo pudiera marcar.

Era Rachel diciéndome que le avisara a Kitty que siguiera a Quinn y estuviera muy atenta.

Quinn aceleró el auto y Kitty hizo lo propio.

Aquellos autos también aceleraron hasta un punto que casi se nos colocan a cada lado.

Estaban tratando que nos separáramos de Quinn.

—Nos quieren a nosotras. Brittany, saca tu arma.

—¿Mi arma?—pregunté.

—Sí, la que traes bajo la chaqueta—la mandíbula de aquella mujer estaba tensa.

Sus nudillos estaban blancos por mantener el control del auto y maniobrar.

—No dudes nunca, solo lo que te digo.

Saqué mi arma, estaba congelada de miedo, pero al menos la tenía entre mis manos.

Los autos obligaron a Kitty a desviarse en una esquina para evitar atropellar a un grupo de chicos que estaba en la calle, pero con una rápida maniobra se alejó de los dos autos.

Quinn no planeaba dejarnos y venía detrás de nosotros también.

—Brittany, voy a girar y vas a disparar al pecho del conductor del auto que tenemos más cerca, no falles.

Sentí que me paralizaba.

—¡¡Pero Kitty, no sé si pueda!!

—¡Te vi disparar, tu puedes!—me dijo con una calma que sé, no sentía

En el momento de decir eso activó el vidrio de mi lado para que se bajara y giró el auto con un rápido movimiento.

Todo sucedía demasiado rápido y lento a la vez.

Apunté lo mejor que pude y deje escapar dos disparos. El conductor perdió el control y fueron a dar contra un poste.

—Muy bien Brittany, pero dos disparos es muy poco, al menos trata de atinar tres o cuatros veces.

El auto que había chocado comenzó a moverse, pero esta vez un poco más lento producto del impacto.

El otro auto que venía detrás de nosotros había bloqueado el paso a Quinn obligándola a chocar contra ellos. Se bajaron cuatro vampiros y estaban disparando al auto. La camioneta, aunque era blindada, estaba cediendo a los impactos, pero Quinn logró alejarse de donde las tenías rodeadas, pero para eso, tuvo que bajar el vidrio y disparar a dos de los vampiros.

—Le dieron a Quinn, está herida—dijo Kitty con preocupación.

Yo sólo pude ver cuando bajó el vidrio y disparó.

También que le regresaron los disparos, pero no era capaz de ver con esa facilidad que tenían los vampiros si alguna de las balas le había dado.

Los vampiros planeaban seguir a Quinn.

El auto no avanzaba muy rápido y los vampiros eran muy rápidos.

—¡Voy a bajar unos minutos del auto! Ciérralo y no te bajes por nada del mundo Brittany.

Después de decir eso, Kitty se bajó del auto con rapidez y comenzó a disparar a los vampiros que fueron cayendo uno a uno. Realmente era buena, pero los del otro auto nos habían dado alcance.

Kitty no aguantaría mucho y Quinn estaba herida.

Sin pensarlo me pasé al asiento del piloto y conduje hacia ellos, apenas bajé el vidrio unos centímetros para sacar la punta de mi arma y esta vez disparé, pero no cuatro o tres veces como me dijo Kitty, les vacié el arma completa.

Ellos no me consideraban una amenaza y tampoco esperaban que les disparara, al menos no de esa manera.

Sus ventanas estaban abajo y ellos listos para saltar sobre mí, el factor sorpresa ayudó.

Los vampiros se detuvieron el auto y comenzaron a salir mal herido.

Quinn se aproximó a la escena y tanto ella como Kitty bajaron para rematar a los heridos.

Todo pareció quedarse en calma, con lentitud, fuera de toda realidad.

Me fijé que Quinn tenía la camisa bañada en sangre, pero podía caminar por sus propios medio.

Kitty corrió hasta nuestro auto y subió haciéndome mover de nuevo al asiento del copiloto.

—¡¡Estás loca!! ¡¡Te dije que te mantuvieras dentro del auto!!—me gritó.

Yo la miré sorprendida.

—Nunca me bajé—le dije simplemente.

Fue su turno de mirarme sorprendida.

—Te pudieron haber matado.

—¡No podía quedarme sentada viendo como las asesinaban!—le protesté.

Kitty no supo que decir, así que puso en marcha el auto y Quinn nos siguió.

Aquella enojada mujer tomó su teléfono y llamó a alguien pidiendo que enviaran una cuadrilla de limpieza a esa calle, luego lanzó el aparato a un lado y condujo en silencio por un rato.

—Disculpa Brittany, no quería gritarte, pero tienes que cuidarte. Tu vida es importante, más que la mía y la de Quinn.

—Todas las vidas son importantes Kitty, no importa quien sea.

Ella negó con la cabeza.

—Pareces una buena chica, espero por el bien de Santana que así lo seas.

—Kitty, créeme que yo la amo y soy sincera en eso.

Guardó silencio por un minuto.

—Una vez yo creí encontrar el amor, pero casi encuentro la muerte; incluso te puedo decir existen cosas peores que la muerte.

—Tienes que volver a confiar, te mereces encontrar el amor, pero un amor de verdad, no una mentira.

Ella sonrió.

—¿Sabes lo que es creer que encuentras a esa persona especial, el amor de tu vida y te sientes correspondidas? Crees que todo lo puedes, incluso tocar el cielo con tus manos y luego te das cuenta que no era así, que solamente le interesaba matarte.

—No lo sé, pero estoy segura que vivir sin amor es realmente estar muerta.

Guardamos silencio porque estábamos llegando a la casa.

Kitty detuvo el auto igual que Quinn que dejo la camioneta metida entre unos árboles y se pasó junto con Rachel al nuestro.

—¿Están bien?—pregunté de inmediato.

—No… Quinn está herida, necesita ir al médico—respondió Rachel.

—La atenderemos al llegar a casa, solo necesita sangre—dijo Kitty.

—Britt, eres donante, ¿No puedes ayudarla?—preguntó mi amiga verdaderamente preocupada.

—¡¡¡No!!!—gritaron Kitty y Quinn al mismo tiempo.

Mi amiga y yo nos quedamos boquiabiertas.

—Santana podría matarla si eso ocurre. Ella es sólo donante de Santana—explicó Kitty un poco avergonzada.

—Rach, ¿Estas sangrando?—le pregunté al ver que por su cara corría un hilo de sangre.

—Sí, me golpeé la cabeza durante el choque.

—Vamos a arreglar eso—dijo Quinn. Sacó sus colmillos y rasgó su pulgar; salió una gota de sangre—Lámelo—Quinn le pidió a Rachel.

—Eso no está bien—intervino Kitty.

—Cállate Kitty, no es tu problema—miró a Rachel y le ofreció de nuevo el dedo—Confía en mí.

Para mi sorpresa, Rachel no rechisto, no sé si porque Quinn estaba herida y no quería molestarla o porque sentía curiosidad.

Tomó su dedo y lamio su sangre.

Casi inmediatamente la herida de Rachel cerró y los pequeños golpes que tenía desaparecieron.

Yo estaba totalmente sorprendida.

Entonces Rachel miró a Quinn.

—Yo también puedo darte mi sangre para que mejores.

—Aunque apenas probaste la mía, no debes dar tu sangre a ningún vampiro en menos en cuarenta y ocho horas—le dijo Quinn con cierto deje de ternura.

Parecía conmovida.

—¿Por qué?—pregunté; realmente sentía curiosidad.

Quinn me miró, pero fue Kitty quien habló.

—Es así como te conviertes. Tu vampiro se alimenta de ti y luego te da su sangre. Por supuesto, una mayor cantidad a lo que probó Rachel, por eso tratamos de dar nuestra sangre solo cuando vamos a efectuar la transformación ya que si por un error la persona se convierte y no está aprobado, entonces el vampiro estará condenado a muerte—explicó mi guardaespaldas.





Poco después llegamos al edificio y subimos al apartamento lo más discretas que pudimos.

Al llegar estaban Santana y B esperándonos.

Al vernos, Santana corrió hacia a mí y me tomó en sus brazos, revisándome completamente, necesitaba comprobar que estaba bien.

—Sanny, estoy bien, tranquila—le dije con la ternura golpeándome el alma.

Aquella mujer hacía brotar mis sentimientos con solo un gesto.

—¿Segura?—yo asentí—Me has dado un susto de muerte.

—Estoy bien, créeme.

Santana se volteó entonces hacia Quinn y Kitty.

—¿Qué paso? ¿Por qué no me llamaron inmediatamente? Si les hubiera pasado algo, yo misma me encargo de ustedes.

Tanto Quinn como Kitty tragaron saliva.

—Santana, no es momento de discutir, Quinn necesita atención—dijo Rachel.

Santana asintió pareciendo entender y bajando un poco la guardia.

Todas tomamos asiento, a excepción de Santana que se quedó parada firme como toda una general y la Señora B, que fue unos segundos a la cocina y regreso con algo en la mano. Le dio una bolsa para toma de muestra de sangre a Quinn, la cual mordió rápidamente para tomarla.

—Sabían que estábamos solo nosotras dos para el cuidado de las chicas y por eso nos atacaron. Eran dos autos llenos de vampiros, todos bien armados. Estaban tratando de capturar a Brittany, pero con Rachel tenían otros planes, me parece que la querían matar—explicó Kitty.

Santana se movió con impaciencia por la sala.

—Sí, es así, a nuestro auto lo llenaron de balas, no les interesaba que nadie saliera vivo, pero querían a Brittany. Santana, tenemos que encontrar al soplón y las chicas necesitan seguridad completa en todo momento—dijo Quinn que ya parecía más repuesta.

—Sí, quiero atrapar a ese soplón y cuando lo haga, lo mataré con mis propias manos—masculló Santana tensa.

Hubo silencio durante unos segundos.

—Santana, me voy a la fortaleza, voy a poner al día a la Primer Ministro sobre lo acontecido. Confío en que cuidaras de mi nieta—dijo la Señora B mirando a Santana con severidad.

Santana no dijo nada, pero la miró con determinación.

—Aun no sé cómo llamarte porque eres muy joven para ser mi abuela, pero ve tranquila, yo estaré bien—le aseguró Rachel.

B sonrió con timidez, pero con orgullo.

Rachel se acercó y abrazó a su abuela con dulzura antes de dejarla marchar. Así era mi amiga, pesada para algunas cosas, pero puro corazón para otras.

No quedaba más que hacer.

—La casa está segura chicas. Bodu y Kelly vienen en camino, de ahora en adelante siempre estarán cuatro de los nuestros para cuidarlas. Yo tengo que volver a Excalibur a atender algunas cosas, por favor cualquier cosa me llaman—pidió Santana mirando a las guardaespaldas.

Yo me quedé muy quieta, Santana se veía molesta y no podía entender por qué.

Me acerqué a ella para darle un beso y pareció querer alejarse, pero luego me abrazó.

—Perdóname Britt-Britt, si algo te hubiera pasado yo no sabría vivir sin ti.

—No tengo nada que perdonarte—le sonreí—¿Vendrás esta noche?

—¿Tú quieres que venga?—me preguntó algo sorprendida, pero con una leve sonrisa.

—Sí, nunca lo dudes—respondí.

Su sonrisa se acentuó y la mía también. Adoraba a esa mujer.




Después que Santana se marchó, Kitty nos tomos las huellas dactilares, las ingreso al sistema de seguridad y fijamos nuestras claves.

También nos hizo poner una personal para nuestras habitaciones que solo debíamos conocer nosotras. Sin embargo, yo se la envié inmediatamente a Santana en un mensaje de texto.

Poco después me cambié para mi entrenamiento, puesto que Kelly y Badu se nos habían unido.

Quinn también se había cambiado de ropa y se estaba alimentando de nuevo. Rachel la seguía a todas partes, no lo decía, pero estaba preocupada.

Yo tenía que continuar con mis entrenamientos y luego regresar a estudiar porque tenía una prueba pendiente.

Cuando Kelly y yo nos fuimos a trotar, Kitty nos siguió.

—Kitty, no tienes que venir, puedes quedarte vigilando desde el auto como Bodu. Te avisaré cuando sea tu turno—le dijo Kelly.

—Donde ella va, yo voy—respondió mi guardaespaldas sin inmutarse.

Kelly no dijo nada.

Comenzamos a trotar.

Kitty nos seguía de cerca, pero no corría a nuestro lado.

—Es extraña esa mujer, ¿No te parece?

—Un poco—respondí.

—No te deja nunca sola, ¿No te parece curioso?

—Pensé que era por ser mi guardaespaldas—comenté confundida.

—La verdad es que no suelen estar así como ella. Fíjate, se pudo haber quedado y esperar a que le tocara a ella entrenarte, pero vino detrás nuestro. Yo te recomendaría tener cuidado con ella, dicen que no está muy bien de la cabeza.

Ciertamente Kitty nunca se alejaba de mí y no solía ser muy simpática, pero tampoco era desagradable. Sin embargo, por mi seguridad y la de Santana tenía que estar alerta.

Cuando estábamos a mitad del recorrido de pronto Marley se incorporó a mi lado. Tuve que gritarle a Kitty para que no la derribara.

—¡¡Es mi amiga!!

Kitty se detuvo rápidamente, aunque Marley no se percató del movimiento de mi guardaespaldas, por lo que no se sorprendió, pero sí dejó saber su opinión sobre la situación.

—¿Qué pasa? ¿Ahora la novia que tienes te pone guardaespaldas para que no se te acerquen?

—No es eso, solo que es paranoica con mi seguridad.

Marley bufó.

—Está bien, lo entiendo, sólo está celosa y tiene claro que me amas es a mí, aunque tengo que reconocer que tiene muy buen gusto—comentó mirando, o más bien, admirando a Kelly y a Kitty.

—Claro que no Marley.

—¿Podrías venir conmigo sin que ella se moleste?—preguntó.

[i“No puedo creerlo.”[/i]

Fue mi turno de bufar.

—Estoy trotando y eso quiero seguir haciendo—respondí con paciencia.

—¿Ves lo que te digo? Yo estoy aquí y ella no.

—¿Qué quieres Marley?

—Recordarte que te amo y que conmigo tendrás una vida normal, no como con esa loca que te pone guardaespaldas.

—Marley, estoy feliz con Santana.

—Brittany, no me castigues más. Cometí un error, pero créeme cuando te digo que nunca más haré algo así. Aprendí mi lección. Por favor no me alejes más de ti—me pidió con ternura.

—Mira, lo que pasó ya está olvidado, ahora estoy enfocada en mi relación con Santana y créeme cuando te digo que soy muy feliz.

—Listo, creo que por hoy está bien—dijo Kelly interrumpiendo oportunamente la conversación que ya comenzaba a hacérseme pesada.

—¿Tan rápido? ¿Ella necesita más ejercicio?—intervino Kitty.

—Está iniciando su rutina de ejercicios, así que yo creo que es suficiente—dijo Kelly, así que regresamos.

Marley siguió a mi lado.

Como Kitty no había quedado conforme con la cantidad del recorrido que hice trotando, antes de iniciar la lucha, nos hizo pasar a Marley y a mí, por una buena ronda de ejercicios.

Kelly permaneció cerca de nosotras como espectadora.

—Estás loca Brittany, esta mujer quiere hacerte pedacitos a punta de ejercicios—dijo Marley respirando con algo de dificultad—Dime, ¿Santana está molesta con tu peso o algo así? Porque te juro que estas bellísima.

No me dio tiempo de responder porque Kitty dijo:

—Es hora de comenzar con el combate.

Me tomó desprevenida y me arrojo al piso.

—Brittany, nunca bajes la guardia—me aconsejó Kitty.

Yo la miré desde mi triste posición.

—Por dios mujer, dame un respiro—pedí.

—Creo que estas locas—le dijo Kelly alejándose de nosotras.

Continuamos en la lucha y aunque estaba comenzando a tomar un poco de ritmo, aun no lograba siquiera provocar a Kitty ningún esfuerzo.

—¡¡Basta!!—dijo Marley de pronto—Ya me cansé, lucha conmigo.

Kitty dio una media sonrisa y la invitó a unirse a ella en el centro del salón y asumieron posición de combate, yo me hice a un lado.

Para mi sorpresa Marley era buena en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, incluso más de lo normal para una mujer común, era interesante de ver. Por supuesto, Kitty siempre se comportó como humana para que todo fuera parejo.

Al final, Marley fue derribada y dejada fuera de combate.

—Tienes entrenamiento militar—dijo Kitty.

—Sí, pero no es para mí; prefiero la vida de civil, es más sincera—le comentó Marley desde su… triste posición en el suelo.

Fue divertido verla así.

—En eso tienes razón—la apoyó la guardaespaldas quien le tendió la mano y la ayudó a levantarse.

—Sólo que ella no es sincera cuando se trata de mujeres—dije tratando de hacer una broma, pero Marley se lo tomó mal.

Me miró enojada.

—¿Nunca me piensas perdonarme, Brittany? Yo he cambiado, créeme—dijo con impaciencia, pero pareciendo sincera—Mira, si te cansas de toda esta vida loca en la que te está metiendo tu novia, llámame y dile que no me doy por vencida fácilmente—después se marchó sin mirar atrás.

Yo me sorprendida por su reacción, tanto que se fue y no se me ocurrió decirle nada.

—Tal vez deberías considerar su oferta, es muy atractiva—Kitty me casó de mi estupor—Pero sobre todo, te ofrece una vida normal.

—Sí, me ofrece una vida normal, pero no es al lado de Santana y ya no puedo imaginarme sin ella.

—Entonces considera seriamente mutar—me dijo Kitty.

En ese momento se acercó Badu a nosotras y comenzamos a entrenar con armas blancas.

No había descanso en esto.


Al llegar a casa estaba agotada y tenía que estudiar, lo único bueno era que Rachel se me uniría mañana en el entrenamiento, entonces ella también necesitaba tomarlo.

Antes que nada comería, luego estudiaría y terminaría dándome un baño para arreglarme y esperar a Santana.



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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D


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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

Mensaje por 3:) Lun Jun 27, 2016 10:19 pm

Hola morra....

Bueno rachel ya.sabe todo y se lo tomo para.bien...
Mmm rachel.preocupándose por quinny no que la quería matar??? Ya le estaba por donar asta su ultima gota De sangre....
Van por britt???...

Nos.vemos??

Pd: lo.que te dije.el.otro día era del emoji de whatss up que piensa.... Jajajaja lo se estoyal últimamente leí mucho de ángeles adas brujas demonios.ahora.vampiros jajaja
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Mensaje por JVM Mar Jun 28, 2016 2:23 am

Al menos Rach ya sabe la verdad y eso les facilita mucho las cosas, y bueno que se preocupe por Quinn, lo mejor jajajajaja. Aunque siento que decidió muy rápido convertirse en vampiro.
Y bueno Britt poniéndose al día con el entrenamiento y creo que empezando a llevarse bien con Kitty.... Haber si no se pone celosa San cuando sepa que Marley estuvo con Britt jajajaja.
Ojala que encuentren pronto al traidor !!!
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Mensaje por marthagr81@yahoo.es Mar Jun 28, 2016 6:30 am

que intriga quien sera el traidor o traidora, espero que no sea kitty por lo menos en este fic que es uno de los pocos donde me agrada su personaje. saludos.

 espero que al haber aparecido Marley no le arruine la hora en la que que Britt alimentara a Santana
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Mensaje por micky morales Mar Jun 28, 2016 8:52 pm

opino lo mismo que el comentario anterior, ojala que no sea kitty la traidora, seria bueno emparejarla con marley y asi esta deja de fastidiar a briit, hasta pronto!!!!!
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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

Mensaje por 23l1 Miér Jun 29, 2016 12:06 am

3:) escribió:Hola morra....

Bueno rachel ya.sabe todo y se lo tomo para.bien...
Mmm rachel.preocupándose por quinny no que la quería matar??? Ya le estaba por donar asta su ultima gota De sangre....
Van por britt???...  

Nos.vemos??

Pd: lo.que te dije.el.otro día era del emoji de whatss up que piensa.... Jajajaja lo se estoyal últimamente leí mucho de ángeles adas brujas demonios.ahora.vampiros jajaja



Hola lu, si no¿? no era tan "mimada" después de todo, no¿? =O faberry¿? mas q amistad faberry¿? ajajajajaja faberrytana¿? jajajajaja. =O nononono, osea nonononono ajajajaja. Saludos =D

Pd: aaaaaa mmmm creo q entendi jajajajaja xD ajajajajaja. Y tu dices q son brittana, no¿? ajajaja.





JVM escribió:Al menos Rach ya sabe la verdad y eso les facilita mucho las cosas, y bueno que se preocupe por Quinn, lo mejor jajajajaja. Aunque siento que decidió muy rápido convertirse en vampiro.
Y bueno Britt poniéndose al día con el entrenamiento y creo que empezando a llevarse bien con Kitty.... Haber si no se pone celosa San cuando sepa que Marley estuvo con Britt jajajaja.
Ojala que encuentren pronto al traidor !!!



Hola, jajajaja bn ai por rachel, esta tomandose muy bn las cosas y mas aun con quinn ajajajajaja. Jajajajajajajajaaja esk su "preocupación" por quinn es muy grande... jajajajaja. JAjajajaja la rubia kiere estar atenta a todo, no¿? jajajajaja, bn ai por kitty y sus entrenamientos ajajaja. Uffff no, claro que no, osea, san¿? nononoo ajajajjajajaaj. Espero y si ¬¬ Saludos =D





marthagr81@yahoo.es escribió:que intriga quien sera el traidor o traidora, espero que no sea kitty por lo menos en este fic que es uno de los pocos donde me agrada su personaje. saludos.

 espero que al haber aparecido Marley no le arruine la hora en la que que Britt alimentara a Santana



Hola, mmmm nosee!!!! espero y no alguien cercano xq sería malo, muy malo =/ Jajajajajajaja va bn kitty asik esperemos y no lo estropee, no¿? jajajaja. No! jajajajaja osea no puede, están tan bn als brittana jajajaja. Saludos =D





micky morales escribió:opino lo mismo que el comentario anterior, ojala que no sea kitty la traidora, seria bueno emparejarla con marley y asi esta deja de fastidiar a briit, hasta pronto!!!!!



Hola, esperemos y no =/ Jajajajajajaajajaj osea xq no¿? sería lo mejor jajajajajaj. A ver q pasa! Saludos =D



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Finalizado FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Cap 11

Mensaje por 23l1 Miér Jun 29, 2016 12:11 am

Capitulo 11


Sentí una caricia un tanto fría en mi rostro; también que retiraba los libros esparcidos sobre mi cuerpo.

No necesité abrir los ojos para reconocer quien era.

Sonreí al saber que tenía a mi amada cerca.

Cuando finalmente abrí los ojos me encontré con mi vampira adorada que se acercaba a mí para darme un beso en los labios como saludo. Sentí sus labios como miel derramándose en los míos, la había extrañado tanto.

El tiempo me parece tan largo cuando no estoy con ella.

—No me he duchado—le susurré—Y me has encontrado de nuevo cubierta de libros.

—No te imaginas lo que me gusta verte así, aunque sin ropa hubiera sido aún mejor—me dijo con voz seductora y un poco ronca que me hizo sentir un leve escalofríos.

Se acostó a mi lado en la cama.

—Quería prepararme para esperarte, pero el día fue bien pesado.

—Lo sé—sonrió con timidez—Sé que estás trabajando duro y te lo agradezco.

—San, por favor es mi deber como tu novia, donante o como lo quieras llamar—le dije acariciando su mejilla.

Ella cerró los ojos ante el contacto, espero a que mi mano llegara a sus labios para tomarla y besarla.

—Eres todo para Britt, la vida y la muerte conjugadas—me miró con profundidad.

Como adoraba sus ojos.

—Pero primero lo primero señorita,—dijo de pronto alejándose de mí y levantándose—No se envía una clave en un mensaje de texto, vamos a cambiarla.

Con resistencia me levanté también.

Ya Santana tenía todo preparado, solo fue ingresar los datos en el sistema en presencia de ella para que la conociera y listo, pero mientras lo hacía, percibí de mí cierto olor que me dio mucha vergüenza.

—Me voy a duchar amor, necesito hacerlo urgentemente.

Ella rió.

—¿Necesitas compañía?—me preguntó con picardía.

—Claro mi amor, me encantaría.

Santana se quitó su ropa frente de mí, estaba apurada por quedarse sin nada, me pareció un poco gracioso.

—No te rías mujer, mira que llevo todo el día pensando en hacerte mía.

Sus palabras me hicieron sentir una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, yo también la deseaba.

Se acercó a mí y comenzó a besarme. Sus manos recorrían mi cuerpo con impaciencia. De pronto desgarró mi ropa, deseaba el contacto y aunque yo también, me di cuenta que estaba acabando con toda mi ropa, así que tendríamos que hablar de eso, pero no en ese momento, ahora mis planes eran otros.

Yo me colgué de su cuello buscando más su cercanía y deseando sentir su cabello entre mis dedos.

Santana me alzó y yo la rodeé con mis piernas sin querer soltarme nunca. Caminó hasta al baño conmigo en sus brazos sin parar de besarme y acariciarme.

Yo hacía lo propio con mi maravillosa vampira, no me saciaba nunca de ella.

Me bajó antes de entrar en la ducha para ajustar el agua a una temperatura que fuera agradable para mí, mientras tanto yo seguía acariciando su hermoso cuerpo.

Una vez que estuvo lista, me envolvió en sus brazos y me metió junto con ella bajo la ducha.

El agua estaba un poco pasada de caliente, pero el cuerpo frio de Santana lo compensaba.

—Sé que debería comenzar por enjabonarte y todo eso, pero no puedo esperar Britt, te estoy deseando demasiado—ronroneó en mi oído.

—San, si no me tomas ahora, créeme, que soy capaz de matarte.

Las carcajadas de Santana inundaron el baño haciendo todavía más maravilloso el momento.

Su deseo se desató sobre mí, estaba por todas partes, tocándome, besándome.

Me empujó contra la pared y me subió los brazos por encima de mi cabeza, quería tener total acceso a mis senos. Santana siempre había sido muy apasionada, pero ahora estaba devorándome y yo me consumía en su fuego.

Su mano bajó hasta mi centro y comenzó a acariciarlo con sus dedos, me agarré a su cuello y comencé a besarlo, me dio pleno acceso a él y yo estaba deleitando. Su mano no me daba paz y su boca succionaba mi pecho.

—Entra San, por favor—pude pedir apenas, mi respiración estaba agitada.

Cuando la sentí dentro de mí fue maravilloso, me estaba llenando completamente y sus empujes eran fuerte, pero no me lastimaban porque yo estaba completamente preparada para ella.

Sus ojos negros se clavaron en los míos, mientras yo me sujetaba de sus hombros, bajó su otra mano para acariciar mi clítoris mientras continuaba entrando y saliendo de mí. Me sostuve con más fuerza aun cuando sentí que mi orgasmo estaba por llegar.

Con su voz ronca dijo unas palabras que no podían ser más ciertas.

—Eres mía Brittany.

Desplegó sus colmillos y los clavó en mi cuello.

Todo en mi estalló fulminante en mil pedazos.

Poderoso, devastador, mi cuerpo se derritió de placer en los brazos de Santana.

Era maravilloso.

El orgasmo se alargaba y se multiplicaba, era exquisito, delirante; pero no solo era el placer que sentía si no que ocurría justo con la mujer que amaba.

Volví a la realidad lentamente.

Comencé a escuchar el agua caer y rodar por mi cuerpo, sentí su calidez. Después un cuerpo pegado al mío, su respiración en mi cuello. Unos brazos a mi alrededor.

Santana levanto la cabeza y sonrió de medio lado, me pareció muy sexy.

—Creo que ahora si podemos pasar a la parte del shampoo y el jabón.

—No… me parece que aún no—le dije imitando su sonrisa.

Fue mi turno de ponerla contra la pared, lo hice con un rápido movimiento que la tomó desprevenida.

Me arrodillé frente a ella y abrí sus piernas aun calientes, no necesitaba muchos preámbulos para deslizarme con facilidad entre sus pliegues. Los separe con mis dedos y comencé a lamerla suevamente, apenas rosándola.

Sentía como se estremecía apenas con mis suaves caricias.

Santana estaba muy caliente, podía sentirlo por lo húmeda que estaba, así que acaricié en círculos su clítoris y lo succioné un poco al final de cada vuelta.

—Britt… me estas matando,—jadeó—Más mi amor, dame más.

Sentí su mano en mi cabeza.

Intensifiqué mis caricias.

Mi lengua comenzó a darle castigo sin pausa, quería llevar a mi Santana hasta donde ella me había llevado. Sus gemidos me marcaban el ritmo y yo aceleraba con ellos.

Cuando la sentí muy cerca del orgasmo alcé mi mano y le ofrecí mi muñeca, a los pocos segundos sentí sus colmillos adentrarse en mi piel y aunque la sensación me arrastraba con ella, mi lengua no se detuvo hasta que mi adorada vampira acabó en un profundo orgasmo que también yo disfruté.

Después de unos minutos para recuperarnos si vino el shampoo y todo lo demás.



Santana me secó con cuidado y yo hice lo propio con ella.

Salimos del baño y nos metimos bajo las sabanas completamente desnudas; de inmediato me acomodé entre sus brazos.

Ella estaba más cálida, yo la había alimentado.

Ella me abrazaba, así que apoyaba su cabeza en la mía, no nos mirábamos directamente.

—Me dijeron que recibiste una visita hoy.

Al parecer no se le pasaba ninguna información.

Sonreí para mis adentros.

—Sí, Marley me buscó en el parque durante mi entrenamiento.

—Me alegró de no haber estado,—tomó mi barbilla e hizo que la mirara—No sé si pueda controlarme Britt, en especial si te toca—Santana cerró los ojos unos segundos, luego me miró con tristeza—Ella debe tener su oportunidad.

Que dijera y pensara eso me inquieto.

Me moví para levantarme un poco, me apoyé en mi codo y la miré.

—San, lo de Marley se terminó, ya no queda ninguna oportunidad para dar—le dije besándola suavemente.

—Lo que ella te ofrece yo nunca podre dártelo, tendrías una vida normal, sin todo esto en lo que te he metido.

—No voy a discutir eso, ni ahora ni nunca, yo no puedo imaginar mi vida sin ti.

Santana sonrió levemente, me beso y me metió de nuevo en sus brazos.

—San, ¿No pueden traerte ropa? Me gustaría que te quedaras aquí toda la noche.

—Sí, puedo pedir que la traigan y si no te molesta tal vez un par de cambios más, por si se presentara algo—me dijo tratando de no darle importancia.

—Yo creo que es una buena idea, tal vez suficiente ropa como para una semana y lo que necesites, eso me haría muy feliz.

Sonriéndome tomó su teléfono para pedir que le trajeran ropa, luego ella se encargaría de traer sus cambios de emergencia como quisimos llamarlo en ese momento.

—Santana, cuéntame cómo es el proceso para convertirse.

—No tenemos por qué hablar de eso ahora.

—No tenemos, pero yo quisiera saber. Si no quieres contarme, está bien.

Me sentí dolida porque hasta el momento, había pensado que la decisión dependía de mí, pero la verdad es que era posible que Santana no quisiera que yo fuera su compañera.

—Britt, claro que quiero explicarte, pero no deseo que eso te preocupe.

—Está bien, discúlpame, no debí preguntar.

Me sentí tan estúpida y a la vez muy triste.

Tal vez Santana no me quería como yo a ella y solo era su donante temporal.

Tal vez no me quería lo suficiente para ser su compañera de vida o de sangre, como sea que le dijera.

Me solté un poco de su abrazo y desee no haber tocado ese tema.

—Britt, ¿Qué pasa?

—Nada, solo un poco cansada por el día.

—¿Segura?

—Con razón quieres que considere la propuesta de Marley.

Sin esperar respuesta, me levanté de la cama.

Tenía ganas de salir corriendo, de alejarme de todo. Yo estaba tan preocupada por convencer a Santana que quería estar en su vida que por idiota no pensé que ella no me quisiera en la suya.

Comencé a vestirme.

Ella también se había levantado y se acercó a mí.

—Britt, para por favor hablemos.

Comenzó a vestirse también.

—No, ahora necesito pensar Santana—le dije sin mirarla.

—Britt, deja que me explique.

Santana en segundos estuvo vestida, pero yo salí rápidamente de la habitación y me dirigí a la puerta para salir.

Rachel estaba dormida y Kitty estaba mirando la televisión. En cuanto me vio, se puso alerta.

—No fui informada que saldríamos a esta hora—me dijo.

—Es que tú no vas a salir. Creo que deberías hablar con tu jefa,—me detuve a unos pasos de la puerta—Parece que no voy a necesitar tus cuidados después de todo.

Santana salió de la habitación a toda prisa.

—¡¡Britt!!, espera, no vas a salir sola—me advirtió con firmeza.

—¡¡¡Tú no eres mi dueña y voy a donde me dé la gana!!!—le grité.

Tenía un nudo en la garganta.

Santana y Kitty me miraban como si estuviera loca.

Realmente necesitaba calmarme.

Santana no me había prometido nada, yo me cree toda esta historia, pero si repasaba todo, ella nunca me ofreció nada más que ser su donante y yo me estaba creando el resto de la historia.

Estaba aquí porque quería, los pasos que di fue porque así lo decidí, no tenía derecho a molestarme con ella, pero si a tener mi espacio.

El nudo en la garganta se agigantaba. Las lágrimas pugnaban por salir.

—Santana, tú no tienes la culpa de nada. Soy yo la que necesita pensar esto o mejor dicho, aceptar la realidad. Que tan solo seré tu donante, pero quisiera hacer esto sola, por favor.

—Brittany, espera—me pidió Kitty.

—¡¡¿Qué quieres Kitty?!!—le pregunté con impaciencia.

Quería salir de ahí.

—Creo que entiendo lo que está ocurriendo—me habló con calma y mirándome a los ojos—Te diste cuenta que solo serás una donante y ahora quieres salir de todo esto, pero créeme, la forma no es exponerte en calle a que te maten. Existen otras formas de hacerlo con las que no vas a correr riesgo.

Miré a Santana.

Mis lágrimas corrieron por mi cara sin poder contenerla más.

—No se trata de dejar de ser donante, es solo que yo me enamoré—dije bajando la mirada y sollozando.

Kitty no dijo nada, al parecer para eso no tenía una solución.

Santana rápidamente se acercó a mí y me tomó en sus brazos.

—No sé de qué diablos hablan las dos—apretando los dientes y con los ojos muy abiertos—Yo no quiero que seas solamente mi donante, ¿De dónde sacaste eso?—me preguntó con desesperación y estremeciéndome un poco.

—Tú no quieres hablar de eso y no encuentro otra explicación más que sencillamente no me quieras de esa forma en tu vida y está bien Santana, yo no quiero presionarte. Sólo déjame salir de aquí, por favor—me liberé de su agarré y me alejé unos pasos de ella.

Yo seguía sollozando.

En ese momento, Rachel salió de su habitación, al parecer había escuchado todo.

—Britt, puedes venir a mi habitación. Si quieres puedo salir o quedarme contigo—me ofreció mirando a Santana con ganas de matarla.

—Santana, Brittany, ¿Por qué no regresan a su habitación y hablan sobre esto? Si al final tú,—me señaló—Aun quieres irte, yo te sacaré de aquí independientemente de las órdenes de Santana.

Santana arqueó una ceja, pero puso su atención en mí.

—Britt por favor, no es lo que crees. Habla conmigo amor—me pidió con ternura mi vampira.

Mi pecho se oprimió.

—Si te parece, habla con ella Britt, pero quiero que sepas que si quieres, llamaré a Marley y ella seguramente vendrá corriendo a buscarte. No se acaba el mundo por nadie y menos cuando se es tan guapa e inteligente como tú—dijo Rachel mirando significativamente a Santana, que quiso asesinarla con sus ojos.

Santana se acercó un poco a mí, se paró en medio de la sala para decir lo más dulce que en mi vida pude escuchar.

—Escúchenme bien, no sé qué idiotez dije para crear toda esta confusión, pero yo te amo Brittany,—me dijo cambiando rápidamente su tono brusco a uno muy tierno—Y no puedo imaginar mi vida sin ti. Es más, me niego a vivir sin ti,—gesticulaba con las manos intentado dar énfasis a sus palabras—Yo solamente no quiero forzarte a tomar una decisión que te cambiaría la vida, pero cada día que pasa siento más miedo de que llegado el momento, me digas que no y yo tenga que aceptar que te marches con alguien como Marley—dijo al final con rabia y con la respiración agitada.

Aquellas palabras calaron en mí, inundándome de amor, paz y orgullo.

No dije nada, solo caminé hasta ella y la besé.

Nos besamos por uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho segundos, en realidad hasta que Kitty nos interrumpió.

Escuchamos una palmada que nos hizo sobresaltarnos y separarnos.

—¡Muy bien! No ha pasado nada, todos a sus habitaciones ¡¡y déjenme ver la televisión!!—exigió Kitty mirándonos a todos con advertencia.

La miramos algo sorprendidas.

Rachel entró a su habitación calmada y sonriendo, yo entré en los brazos de Santana a la nuestra.

—Te voy a explicar todo, pero por favor quítate la ropa, quiero que estemos tan cómodas como hace rato.

No pude evitar reír, Santana era tan espontanea a veces.

—Muy bien, pero sin romperla, es mi franela favorita.

—Siempre veo la ropa como una limitante cuando estoy contigo, pero me encargaré de compensarte.

Nos metimos de nuevo en la cama y me acomodé entre sus brazos de tal manera que pudiéramos mirarnos.

—Britt, eres una mujer fuerte y yo soy tan torpe que no mido las estupideces que digo, pero por favor, nunca piensas que no te amo.

—Yo también quiero que estés segura de mis sentimientos y ahora amor, cuéntame cómo es el proceso.

Ella respiró profundo.

—Bien, es así… Una vez que tienes las aprobaciones y ya pasaste un año como donante, entonces viene el proceso de transformación. Algunos hacen una ceremonia antes o después que acontece. Cualquiera del consejo lo oficia, pero no existe ninguna regla para eso. Te alimentas de tu pareja tomando un poco más de sangre de lo acostumbrado, luego te cortas y le das tu sangre hasta que la persona comienza a convulsionar, en ese momento paras y dejas que la transformación ocurra. Dura dos o tres horas, dependiendo de la persona. No te voy a mentir, todos dicen que duele. Es tu cuerpo que está mutando y eso significa cambios que definitivamente duelen, son miles de años de evolución en tan solo tres horas. Luego debes acostumbrarte a manejar el apetito, que no es tan difícil siempre y cuando comas regularmente. Inicialmente da mucha ansiedad y apetito, pero luego te vas ajustando.

—Entonces duele.

—Me temo que sí, pero ese año, como te dije, no es solo para que el vampiro tome la decisión o para confirmar que seas una buena persona, sino para que evalúes tu vida como humana y lo que dejarías atrás con ella. Eso es lo que yo quiero y necesito que pienses—me dijo con un deje de dulzura y tristeza en su voz.

—San,—le tomé la barbilla—Sé qué es lo que quiero y esperaré un año como es la regla, pero mi decisión ya está tomada, depende de ti que esto ocurra o no.

Ella sonrió satisfecha.

—Supongo entonces que llegado el momento tendremos boda, señora López.

Arqueé una ceja sonriendo.

—Supongo que si señora Pierce.

Después de eso, Santana se subió sobre mí dispuesta a sellar ese pacto con amor y sangre.

Yo estaba feliz de que eso ocurriera.





El resto de los días pasaron como un sueño.

Asistía a clases, entrenaba y todas las noches las pasaba con Santana que se quedaba a dormir conmigo.

Tratamos también de, a pesar de que nuestras vidas no eran precisamente comunes, hacer todas las cosas que las parejas hacían en días festivos, comprar regalos, algo de ropa, en especial íntima y, por supuesto, ir a Excalibur a bailar un poco.

No recibimos más ataque, pero Santana continuaba investigando incansablemente. Había descartado a varios de sus chicos y serían justo esos los llevaríamos con nosotros en navidad.

Solo Santana y Quinn estarían con mi amiga y conmigo en casa de mi papá y los abuelos de Rachel.

Los demás se turnarían para proteger la zona y Kitty se quedaría en Excalibur para atender el negocio sin levantar sospechas.



El día de ir a casa de mis padres llegó.

Rachel y Quinn tomaron un auto y subieron discutiendo la idea de que aparentar ser novias, no parecía tan buen ahora.

Santana me dijo que tendríamos que calmarlas, afortunadamente éramos vecinas, así que eso ayudaría. Nosotras subimos a la camioneta de Santana y arrancamos detrás de ellas.

Dos autos más se movían con nosotros, uno conducido por Kelly y otro por Bodu acompañado cada uno por dos vampiros más.

Santana estaba muy nerviosa con este viaje y yo estaba tratando de calmarla.

—Sanny, cálmate, todo va a salir bien.

—No se Britt, yo suelo caer mal al inicio y tal vez tus padres no quieran que me quede.

—Mi papá puede que te la ponga duro al inicio porque tú sabes, soy su niña, pero mi mamá está feliz de que lleve a alguien y ella quiere que te quedes, así que puedes darlo por hecho.

—Tus hermanos seguro que van a odiarme también.

—No, para nada. Ellos son muy dulces, pero también muy bromistas, así que no les hagas caso y si están sus parejas no dirán nada.

—Está bien. ¿Trajiste los regalos?

—Sí.

—¿La botella de Whisky para tu papá?

—Sí.

—¿Todos los regalos?

La miré de reojo.

—¡Por dios San, si!, Mejor cuéntame cómo es la reunión de navidad con tu mamá.

—Realmente es muy protocolar—miró por el retrovisor—La mayoría de los vampiros van a ver y a dejarse ver. Temprano tenemos una reunión con mi mamá y bueno, nosotros nos vamos a actualizar con el caso que estemos tratando en ese momento. Luego la fiesta mayor que, como te dije, es muy formal. Al día siguiente suelo ir a ver películas con mi mamá, yo diría que es nuestro momento juntas, realmente nuestra celebración.

—Yo podría ese día tal vez dar una vuelta por la fortaleza o por Las Vegas—le dije liberándola de invitarme.

—Ni lo sueñes, ese es nuestro tiempo en familia y tú ahora vas a ser parte de ella, así que prepárate para un día de películas—me dijo sonriendo y guiñándome un ojo.

—Entonces también prepárate para unos días con mi familia, de seguro vamos a pasarla bien y lo mejor, nos conoceremos mejor.

—Eres increíble Britt, no he podido conseguirme una mejor mujer.

Le tomé la mano y la besé en la mejilla, quería más y estaba segura que Santana me lo daría, pero tampoco la idea era llamar la atención en la autopista.


Después de algunas horas de viaje ya estábamos por llegar.

Le pase una bolsa de sangre a para que se alimentara y su temperatura corporal subiera para que así al contacto, se sintiera mucho más humana.

Nos estacionamos detrás de Quinn y bajamos los cuatro del vehículo. Los demás se acomodaron estratégicamente para vigilar, pero sin ser notados por los vecinos.

Me acerque a Rachel apenas nos bajamos para recordarle que debía comportarse con Quinn como si fuera su novia.

—¿Qué tal el viaje?—le pregunté.

—Muy bien, dormí casi todo el camino.

—Yo dormí un poco también. Los exámenes estuvieron fuertes, necesitamos recuperar fuerzas.

—Sí, tienes razón y estoy feliz de ver a mis abuelos.

—Rachel, recuerda que Quinn será tu novia estos días, así que compórtate como tal.

Torció un poco el gesto.

—Sí Brittany, lo haré; me guiare por ti y Santana que empalagan nada más de mirarlos—me dijo sonriendo.

—Mis padres y tus abuelos nos esperan en el patio para una barbacoa. Ayudarnos mutuamente es importante. Deben llevarse la impresión correcta, que tenemos novias y son humanas—le advertí.

—De acuerdo amiga. ¡Vamos a pasar unos buenos días!—dijo sonriendo como una niña.

Santana me tomó la mano y Quinn la de Rachel.

Nos dirigimos directo al patio trasero de mi casa donde nos esperaban los abuelos de Rachel, mis padres y hermanos.

Los primeros en recibirnos fueron mis padres.

Mi mamá estaba muy alegre, pero mi papá estaba muy serio, no me sorprendía porque siempre fue muy sobreprotector conmigo, solo esperaba que no se la hiciera pasar tan mal a mi vampira.

Santana los saludó con mucha cordialidad y una vez que Rachel dejó de apretujar a sus abuelos con fuertes abrazos, que no sé cómo todavía no los había matado, se los presente también.

Luego vino la presentación de Quinn a quien mis padres saludaron con cariño y los abuelos de Rachel estaban sorprendidos. Creo que ella no les había informado de su visita.

—Es un gusto estar en casa—le dije a mis padres.

—Nosotros también de que estés aquí, bebita—me dijo mi papá abrazándome de nuevo.

—Britt, ¿Cuál es tu novia?—preguntó la abuela de Rachel—Nos dijeron que la traerías hoy, pero estamos viendo dos chicas y aunque sabes que somos muy modernos, esto de dos novias es nuevo para nosotros.

Todos reímos a excepción de Quinn que al parecer ya estaba de mal humor.

—Abuela Lu mi novia es Santana—dije señalando a mi pareja—En cuanto a Quinn, creo que es algo que debe explicar Rachel.

—Rachel, ¿Nos explicas por favor?—le pidió su abuelo.

Quinn se acercó a ellos y se inclinó para estar a su altura.

—Yo solo he venido a traer a su nieta, es un viaje largo y ella estaba agotada. Fue un placer conocerlos, pero mi misión aquí ha terminado. Les deseo una feliz navidad—dijo mirando en última instancia a Rachel que parecía muy sorprendida y apenada al mismo tiempo.

Dicho esto dio la vuelta y se dispuso a marcharse. Santana la sujetó por el brazo.

—Quinn, ¿A dónde vas? Debes estar cansada—le dijo con los dientes apretados y mirándola con advertencia.

—Para nada Santana, no estoy cansada. No te preocupes, las llamare cuando llegue.

Quinn salió por la misma puerta trasera por donde habíamos entrado.

Santana estaba molesta, Quinn y Rachel no estaban siguiendo las pautas de la misión, pero dada las circunstancias, no podían hacer nada, así que se concentró en aparentar ser solamente mi novia y no el general que era.

—Abuelos, yo no sé cómo decir esto. La verdad es que Quinn vino conmigo, es mi amiga—les dijo finalmente Rachel.

—¿Solo tu amiga Rachel?—pregunto su abuela con perspicacia.

Rachel desvió la mirada.

Su abuelo se acercó a ella, sujetándola con ternura por el antebrazo derecho.

—Hija, somos viejos, es verdad y quizás todo esto sea nuevo para nosotros, pero lo que más deseamos es tu felicidad y si es esa chica, no la dejes ir. Le dijo.

Rachel se dispuso a buscar a Quinn y Santana se ofreció a acompañarla. Al paso de Rachel nunca le daría alcance, pero Santana si lo haría.

Después de pensarlo un minuto, decidí me unirme a ellas, tal vez necesitaban a alguien más conciliador en toda esta situación.

Cuando Rachel y yo les dimos alcance, Santana estaba reprendiendo a Quinn.

—Puedo bajarte de rango por esto o incluso detenerte por desobedecer una orden directa—decía Santana en voz alta.

Quinn estaba parada muy firme, pero por su cara no iba a rendirse tan fácil.

—Santana, no cuentes conmigo para esto. Yo no pienso aguantar las burlas de nadie, aceptaré el castigo que me fuera dado. Ahora mismo me entrego.

En ese momento se acercó un auto a donde estábamos y se bajó Kelly con unas esposas. Pude notar una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro cuando se disponía a arrestar a Quinn, quien estaba ofreciendo ya sus manos para que se las colocaran, pero Santana intervino.

—Pueden llevársela sin las esposas, se está entregando voluntariamente.

Yo estaba muy sorprendida por la situación.

—Espera, ¿Es necesario todo esto Santana?—le pregunté.

—Sí—me respondió seriamente

—Quinn, ven. Vamos a seguir el plan—le dijo Rachel.

—¡¡No!! Arréstame Kelly—le pidió Quinn ofreciendo de nuevo sus manos.

—Rachel, ya no está en tus manos esta situación. Quinn desobedeció una orden y puso tu vida en peligro—dijo Santana tajantemente.

—Es mi culpa Santana y lo sabes. Por favor pídele a Kelly que se marche y hablemos los cuatro, si aun quiere que la arresten después de esto, entonces no voy a detenerte—pidió mi amiga desesperada.

Santana lo pensó unos segundos… unos largos segundos.

Con un movimiento de cabeza la general pidió a Kelly que se marchara y nos quedamos las cuatros a solas.

Era el turno de hablar de Rachel.

—Mis abuelos son personas mayores que aunque aceptan que soy lesbiana, no es tan sencillo para ellos verme con alguien más, por eso he mantenido esta parte de mi vida muy alejada de ellos. Es por eso que me costó mucho decirles que venía acompañada. A diferencia de los padres de Brittany, ellos nunca esperaron verme con alguien. Fui yo quien no dijo nada y les fastidió a todos el día.

Rachel se giró un poco más y se puso frente a Quinn para continuar con su explicación.

—Quinn, yo no quise ofenderte; solamente no sabía cómo manejar la situación. Me fui por el lado más simple, discutir. Si tú realmente fueras mi novia, yo me sentiría muy orgullosa de eso.

Esa declaración sorprendió a Quinn, trató de disimularlo, pero su cara fue un poema ante aquellas palabras.

Se movió un poco sin saber qué decir. Bajó la mirada al suelo y luego la miró.

—Rachel, debiste decírmelo. Discúlpame tú a mí, nunca debí poner tu vida en peligro. Soy un militar y tengo que apegarme a eso—dijo Quinn con ternura.

Ante aquel asomo de paz, Santana tomó la iniciativa.

—Está bien Quinn, regresas a la misión. Ya se me ocurrirá un castigo para ti, pero sabes que esto no va a quedarse así.

—Si mi general—respondió Quinn poniéndose de nuevo firme.


Santana y Quinn caminaron adelante supongo que discutiendo su castigo.

—¿ Quinn también es militar?—preguntó mi amiga.

—Así parece—no pude desaprovechar esa oportunidad para dejar salir mis pensamientos—No te imaginas lo atractiva que se ve Santana con uniforme.

Rachel arqueó una ceja mirándome y luego rió.


Al entrar de nuevo al patio estaban todos sentados charlando animadamente; nadie comentó nada sobre lo ocurrido anteriormente.

Nosotros nos acomodamos también dispuestos a disfrutar la velada.

—Bueno chicas, será mejor que suban sus maletas. Britty se quedará en su habitación y Santana puede usar la de huéspedes—dijo mi papá.

—Papá, San se va a quedar conmigo.

—Claro Bob, por favor, ¿En qué época crees que vives?—intervino mi mamá.

Mi papá gruñó, pero no dijo nada.

—Yo puedo dormir en la habitación para huéspedes sin problemas—ofreció Santana, pero yo podía ver que la idea no le había gustado nada.

Mi papá volvió a gruñir porque sabía que su batalla estaba perdida.

—Está bien, sígueme muchacha,—le pidió a Santana—Vamos a llevar las maletas a la habitación de mi hija.

Ambos se marcharon rumbo a mi habitación con todas las maletas; yo quise acompañarlos, pero mi madre me detuvo.

—Tienen que acostumbrarse, déjalos que se conozcan—me aconsejó.

—Yo voy a llevar a mis cosas a un hotel y regresare rápidamente—anunció Quinn.

—Nada de eso—la interrumpió la abuela Lu—Te quedas con nosotros.

Quinn pareció incomoda de negarse.

—Yo no quiero causar molestias, pero está bien si tienen una habitación para huéspedes o con el sofá será más que suficiente.

—Nada de eso muchacha. Te quedaras con nuestra nieta—sentenció la abuela.

—No, abuela no es necesario—interrumpió Rachel pareciendo algo aterrada con la idea.

—Rach, déjanos ser parte de tu vida—le pidió con ternura su abuelo—Estamos viejos y no se trata de que sea mujer. En nuestros tiempos yo no podía ni tocar a tu abuela, mucho menos dormir con ella, pero ahora es diferente. Ayúdanos a adaptarnos por favor—le pidió.

Rachel se conmovió visiblemente, sus abuelos la adoraban.

—Gracias abuelo—le dijo Rachel con lágrimas en los ojos.

—Gracias señores por su hospitalidad. Rachel me había hablado muy bien de sus abuelos, pero se quedó corta. Con razón su nieta es tan maravillosa, definitivamente se parece a ustedes—agregó Quinn.

—Las buenas costumbres siguen vivas por lo que veo—dijo Lu complacida—Muy buen gusto hija—le guiñó un ojo a su nieta que se removió incomoda.

Le iba a costar acostumbrase a ser ella frente a sus abuelos.

Rachel se marchó con Quinn con la maleta y en el camino, le tomó la mano.

—Parece que nuestra nieta encontró una buena—dijo Lu.

—Espero que tenga carácter porque tú sabes que la consentimos mucho.

—Lo tiene—les dije.

Continuamos hablando con tranquilidad, pero yo estaba preocupada porque Santana y mi papá no regresaban. Incluso ya estaban de nuevo con nosotros Quinn y Rachel que, al parecer, todo esto las había ayudado a bajar la guardia la una con la otra.

De pronto escuché un ruido entre las flores y me acerqué con prudencia para saber qué ocurría.

Pude divisar un par de figuras entre los arbustos, di un paso más.

En ese momento escuché la voz de Santana llamándome y me volteé hacia ella para verla al lado de mi papá que sonreía. De pronto detrás de mí percibí movimiento, pero era tarde para hacer algo, ese par de revoltosos saltaron sobre mí.

Santana reaccionó rápido y los lanzó contra los arbustos para luego meterme entre en sus brazos protegiéndome. Afortunadamente no los lastimó.

Eran mis hermanos.

—Calma San, son mis hermanos, Mike y Sam.

—Los reconocí cuando los tuve cerca. Recordé la foto que me mostraste el otro día, sólo que fue un poco tarde, espero que estén bien—dijo Santana muy apenada prestándole ayuda para levantarse.

—Está loca tu novia. Casi nos mata—se quejó Mike.

—¡Vaya! Que fuerte, al menos estarás segura con ella—dijo Sam.

Ambos la miraban algo asombrados.

Santana estaba sonrojada.

—¿Tomas esteroide?—preguntó mi papá poniéndose de nuevo muy serio.

—No, solo me ejercito diariamente—respondió Santana.

—Tengo que decirte que te sienta muy bien. Mi hermana consigue mujeres más guapas que nosotros, ¿Qué te parece Sam?

—Que tienes mucha razón—respondió mi hermano dándole una mirada a mi vampira que no me gustó para nada.

Lo miré con una ceja arqueada y él se hizo el tonto, pero ya estaba advertido.

Después de eso les presenté oficialmente a mis hermanos a Santana y luego a Quinn.

Ellos como siempre cariñoso saludaron a Rachel y juguetearon cargándola y dándole muchas vueltas, ahora eran tres revoltosos. Luego, ya más calmados, se sentaron a conversar y a tomar una cerveza.

Yo me retrasé un poco con Santana para preguntarle qué le había demorado cuando fue a llevar las cosas a la habitación con mi papá.

—¿Por qué tardaste tanto?

—Emmm…—se rascó la cabeza—Tu papá me explicaba las mil maneras en que me mataría si te lastimaba.

Tarde unos segundos en comprender que hablaba en serio.

—¿En serio?—le pregunté con ganas de reír, pero por la cara que tenía Santana, no me atreví.

—Sí, pero no te preocupes, ninguna de las que mencionó es capaz de matar un vampiro, así que estamos bien—dijo sonriendo y guiñándome un ojo.

—Creo que tendré que hablar con él.

—No te preocupes Britt, está bien que se preocupe por ti, es tu papá.

Santana me tomó de la mano y caminamos así a donde estaban todos, solo quedaba una silla libre y yo estaba por ir adentro a buscar otra, cuando Santana se sentó en ella y me atrajo hacia ella sentándome en sus piernas.

Cuando lo hice, todos voltearon a mirar a mi papá que entrecerró los ojos, yo sabía que no le gustaría, pero Santana estaba actuando sin malicia. Ella no tenía limitaciones en sus acercamientos y estaba acostumbrada a hacer lo que quería, cuando lo quería.

El detalle es que mi papá era muy celoso conmigo y creo que sería lo mejor llevar las cosas con calma.

Tenía que hablar esta noche con ella.






La noche transcurrió con normalidad, disfrutando de la parrillada.

Los abuelos de Rachel estaban encantados con Quinn.

Santana bromeaba con mis hermanos.

Mi mamá estaba contenta.

Mi papa estaba animándose un poco, pero aun no terminaba de aceptar la situación.

Al final de la noche mis hermanos querían salir a bailar con sus novias, Tina y Mercedes, pero yo estaba muy cansada.

Además, como estaban las cosas, no era buena idea meternos en un local nocturno; no era seguro para nosotros ni para mis hermanos. Sin embargo, Rachel si se estaba entusiasmando con la idea, hasta que Quinn intervino.

—Rachel, mejor nos quedamos, así estaremos frescas para mañana que es navidad—dijo Quinn.

—Oh vamos, ¿No me digas que no puedes soportar una noche de baile?

—Claro que sí, pero nos vamos a dormir ahora—dijo Quinn con una determinación que no aceptaba discusión.

Rachel la miró enojada sin ningún tipo de disimulo, pero Quinn no se inmutó, así que a mi amiga no le quedó más que marcharse a casa de sus abuelos, justo al lado de la de mis padres.

Quinn rápidamente le dio alcance y la rodeó con un brazo por la cintura caminando a su lado.

—Después de todo tal vez tenga carácter la muchacha—comentó complacido el abuelo de Rachel observando a la pareja; luego fue tras ellas junto a su esposa.

Mis hermanos no dieron marcha atrás, se fueron de fiesta.

Finalmente entramos a la casa y mis padres se fueron a su habitación; Santana y yo, a la mía.

—Estoy agotada, pero contenta. Todo salió bien—le dije a Santana apenas entramos a mi habitación.

—¿Demasiado cansada como para que juguemos un rato?—preguntó con picardía y pegándome a su cuerpo.

—Antes tenemos que hablar.

Ella me miró interrogante.

Me abracé más a ella:

—Veras, mi papá es muy celoso conmigo.

—Eso lo pude notar.

—Sé que eres cariñosa y posesiva y no me lo tomes a mal, eso me gusta, pero estas matando a mi papá mi amor, dale un respiro, por favor.

Santana frunció el entrecejo.

—No lo había visto de esa forma, pero está bien, tienes razón, voy a portarme bien cuando estemos con tus padres.

Sonreí complacida y con una idea formándose en mi mente o más bien, retomando la idea de Santana.

—Pero ahora estamos solas mi amor y yo quiero jugar.

Ella comenzó a sonreír, pero pareció recordar algo.

—Mi amor, tú haces un poco de ruido cuando hacemos el amor. Créeme, me enloquece, pero no creo que a tus padres le guste mucho.

—¿Estas bromeando?—pregunté apenada y sintiéndome sonrojar antes de conocer la respuesta.

Para mí que mi mortificación aumentara, Santana negó con la cabeza y sonriendo antes de responder.

—No mi amor, pero créeme, yo tenía muchas ganas de jugar.

Soltó una leve carcajada cuando me abracé a ella con más fuerza, pues supo que estaba realmente apenada. Finalmente me dio un beso en los labios y me abrazó también.

Después de eso, pasé parte de la noche contándole algunas anécdotas de mi niñez a Santana que preguntaba por todas las cosas que estaban en mi habitación, fotos, poster, música.

Luego nos dispusimos a dormir una en brazos de la otra.

La mañana siguiente sería navidad y estaba loca por darle mi regalo.








A la mañana siguiente desperté, como todos los días de navidad, muy temprano y emocionada por los regalos.

Mis hermanos y yo éramos así, unos niños grandes como decían mis padres.

A los pocos minutos mis hermanos, totalmente trasnochados, tocaron a la puerta para que bajara.

Santana como dormía pocas horas por día, por supuesto, ya estaba arreglada. Incluso, sin que nadie se diera cuenta, había dejado bajo el árbol los regalos que habíamos comprado, pero no el de ella, pues lo tenía en mí poder.

Pronto estábamos todos reunidos alrededor del árbol de navidad.

Me sentía muy feliz de tener a mis padres, mis hermanos y a Santana conmigo.

Si tomaba mi vida vampira, tendría que alejarme de mi familia, al menos, cuando llegara el momento en que se hiciera complicado explicarles que ya no voy a envejecer.

Era difícil porque los amaba a todos.

Pensar en amores imposibles era algo que ya no podía ver de la misma manera, nunca más.

Como pierde el tiempo la gente pensando que un amor es imposible. Si la persona que amas te corresponde, tienes que hacer todo lo posible por estar con ella, como lo estoy haciendo yo por Santana.

La acepto tal cual es y quiero estar a su lado siempre.

—Yo voy primero con mis regalos—se adelantó Mike.

Les dio a mis padres unas camisetas idénticas que decían: “Mis hijos están locos, pero los amamos”.

Él realmente tenía un gusto terrible para los regalos; como siempre, mis padres se mostraban agradecidos con todo lo que les dábamos.

Sam recibió un suéter y yo, una bufanda.

Luego fue su turno de entregar regalos; y así fuimos hasta llegar a Santana y a mí que compramos los regalos juntas. Yo realmente prefería otras cosas, pero esto fue lo más normal que puede aceptar de Santana que quería gastar demasiado dinero en los regalos.

Antes de comenzar, mis padres le dieron a Santana una chaqueta deportiva que le gustó mucho. Tomé nota mental para agradecer a mi mamá por ese detalle.

Así que entre las dos, sostuvimos y entregamos los regalos.

—Aquí tienen chicos, papá y mamá, estos son nuestros regalos navideños.

Cada uno tomó el correspondiente.

—Todas las cajas son iguales, menos la tuya papa,—dijo Mike—Así que te toca a ti abrirla primero.

Así lo hizo.

Cuando papá la abrió, se quedó congelado. Era una botella del mejor whisky, de veintiún años.

La presentación era espectacular.

—¡¡Vaya!! Es espectacular, muchas gracias—apenas pudo decir por la emoción.

—Podemos abrirla esta noche—sugirió Sam.

—Ni lo sueñes, esto es solo para mí—dijo mi papá aun admirando su regalo.

—Ahora, abran ustedes sus regalos al mismo tiempo—les pedí a mis hermanos.

Ambos estuvieron felices al abrir sus regalos y encontrar un Iphone 6.

—Tienes todo mi permiso para casarte con mi hermana—dijo Mike desesperado por terminar de romper el sello de a caja.

—¡¡No tan rápido!!—intervino papá—Me agradas Santana, pero deben tomarse su tiempo para conocerse.

Ambas asentimos solemnemente.

—Falta un regalo—dije cortando el tema.

Le di mi cajita a Santana pidiendo al cielo que le gustara.

Santana me miró sorprendida y conmovida. Con cuidad la tomó entre sus manos y rasgó el papel como una niña para ver que había adentro. Su rostro se iluminó.

Era un reloj inteligente, totalmente negro, que se conectaba con su teléfono, GPS y un montón de cosas más. Por dentro estaba grabado su nombre y la fecha de nuestra primera navidad juntas.

Santana, que hasta el momento solo se me había tomado de la mano en algunas ocasiones para no molestar a mi papa, olvidó todo y me tomó en sus brazos besándome intensamente.

Me encantó su alegría y correspondí a su muestra de cariño. En ese momento no me importaba nada más que Santana; estaba feliz.

—Debes mejorar tus regalos Mike, por eso es que no te besan así cuando le das regalos a Tina—bromeo Sam.

Fue entonces cuando nos separamos y los miramos sonriendo.

—Es un muy buen regalo—dijo mi papá con tono neutro.

—Tranquilo cariño, tú también recibiste el tuyo—habló mi mamá guiñándole un ojo.

—Ahora me toca a mí—dijo Santana.

Me quedó mirando con admiración y sacó de su bolsillo un estuche pequeño; de Tiffany, pude ver. Yo me quedé con boquiabierta cuando la puso entre mis manos, y mis padres también.

Cuando lo abrí encontré una hermosa cadena de la que colgaba un diamante azul.

—Me parece que hace juego con tus ojos—dijo Santana con suavidad y ternura.

Tomó la cadena de mis manos y la abrió para ponérmela. Con un gesto me pidió que me diera la vuelta. Cuando ya estaba en mi espalda, levanté mi cabello y Santana me la puso. Para mí era más que una hermosa cadena Tiffany.

Para mí era una cadena de amor que nos uniría para siempre.

Me giré.

Ella admiró la imagen completa y sonrió complacida. Nos miramos fijamente. Varias lágrimas comenzaron a derramarse por mi rostro; ella secó una con su pulgar.

La ternura invadía sus ojos.

Nos besamos tiernamente.

Fue un momento mágico.

Todos en la habitación guardaron silencio y creo que mis padres comprendieron por primera vez, lo sería que era nuestra relación.



Luego de los regalos, fuimos a desayunar.

Fue un momento difícil para Santana para deshacerse de la comida. Estaba haciendo realmente un esfuerzo para que todo saliera bien.

Yo estaba volando en una nube, no podía imaginar una navidad mejor que la de hoy.

Poco después se nos unieron Quinn y Rachel, cada una mostrando sus regalos.

En el caso de Quinn, era una chaqueta, por lo que imagine qué Rachel seguramente había ayudado a mi mamá con el regalo de Santana; y Rachel, llevaba puesto un par de pendientes muy bonitos, suéter, pantalones y demás.

No sólo sus abuelos, como siempre, la habían consentido, si no que Quinn también había hecho lo propio.

Me pregunté si era solo por representar su papel o porque existía algo más.



Fue un día maravilloso.

Incluso jugamos un partido de futbol americano.

Era cómico ver como Santana y Quinn tenían que fingir que eran solo unas chicas que podían ser derribadas con facilidad, así como tener cuidado de no lastimar a nadie.

Santana no parecía molestarse con eso, pero a Quinn eso de perder no le agradaba y Rachel, que estaba en el equipo de mis hermanos, tampoco se lo hacía fácil burlándose de ella.

El único momento complicado fue cuando mis hermanos fueron por mí para derribarme.

Yo sabía que no me lastimarían, pero siempre asustaban a mi papá con eso. Esta vez no fue sólo a él, sino también a Santana, quien rápidamente me cubrió tirándolos al suelo, quizás un poco más fuerte de lo que una chica podría hacerlo.

Afortunadamente, todo transcurrió bien porque mi papá no paró de reírse de ellos.

Decidí irme un rato para ayudar a mi mamá; como ella había dicho, ellos necesitaban su espacio para conocerse, así que los dejé burlándose de mis hermanos.


Cuando entré en la cocina, mi mamá tenía casi todo listo.

—Mamá, pero ya está todo listo—dije sorprendida.

Ella sonrió.

—Es que fui adelantando en la semana. Tu sabes hija, tu papá y yo estamos jubilados, nos aburrimos algunas veces, quizás ya sea hora de cuidar un nieto—dijo como quien dice la cosa más natural del mundo.

Para mí fue todo lo contrario.

”¡¡Soy muy joven!! ¿A caso ella no lo sabe?”

—Yo… no estoy segura que pueda ayudar en eso.

—Claro que sí, puedes tener hijos si quieres.

—Es que no se si Santana y yo seamos del tipo de tener hijos.

—¿Santana y tú? Si te lo estas planteando, aunque sea para que no ocurra, es porque definitivamente es algo serio lo de ustedes.

—Muy serio mamá, con Santana lo quiero todo.

—¿Estas segura hija? A veces es bueno darse el tiempo de conocer bien a las personas, no te apresures—me aconsejó.

—Con Santana he vivido mucho en poco tiempo. Es intenso lo que tenemos, pero sobre todo, yo no puedo imaginar mi vida sin ella.

—Así me pasó con tu papá y, hasta el sol de hoy, no me arrepiento.

En ese momento entre mi papá que apenas alcanzó a escuchar lo último que decíamos.

—¿Que te pasó conmigo?—quiso saber.

—Que supe inmediatamente que eras el hombre de mi vida—le respondió mi mamá.

—¿De qué están hablando? ¿Por qué tocan ese tema? ¿Quieren decirme algo?—tartamudeó mi papá.

—Ve afuera con tus hermanos hija, yo me encargo de tu papá.

Salí rápidamente de la cocina.

Estaba preparada para hablar de eso con mi madre, pero mi papá, él ya era otra cosa. Aunque eso no cambiaba lo que sentía por

Santana, estaba perdidamente enamorada de ella.



El día pasaba con tranquilidad.

Todos lo estábamos disfrutando, menos mi papá que, después de lo de la cocina, parecía bastante serio. Sabía que le costaría entenderlo, pero era cuestión de darle tiempo.


Cuando la tarde llegó, subimos por separado a darnos una ducha y a cambiarnos de ropa para la cena, preferimos no subir juntas solo para no presionar a mi papá.

Era una cena sencilla, así que optamos por vestirnos casual, nos pusimos unos suéteres y pantalones, los míos ceñidos al cuerpo y los de Santana un poco más holgado.

Yo llevaba unas zapatillas y ella unas botas.

Estábamos todos en la sala tomando un ponche cuando llegó Rachel con Quinn y sus abuelos.

El ambiente se tornó todavía más alegre y entusiastas.

Los abuelos de Rachel, aunque eran personas mayores, no habían perdido la alegría de vivir.

Enseguida las historias de las travesuras de Rachel y yo de pequeñas salieron a relucir; Quinn y Santana morían de la risa.

Entonces tocaron a la puerta.

Mi papá fue a abrir la puerta.

De inmediato tenía a Santana a mi lado y completamente alerta. Fue el mismo caso de Quinn con Rachel.

Cuando la puerta se abrió y la persona que tocaba entró pude darme cuenta, a pesar de mi sorpresa, que era mi ex, Marley.

—Marley, ¿Qué haces tú aquí?—le pregunté.

—Tu papá me invito a cenar con ustedes—respondió.

En seguida mi mamá y yo miramos a papá con mala cara.

”¿Acaso mi padre se estaba volviendo loco?”

Santana se alejó un poco de mí; sin embargo, podía sentirla muy tensa por la situación.

—Siéntate, ¿Quieres tomarte algo?—preguntó mi mamá manteniendo la educación y buenos modales.

—Claro.

Marley se dedicó a saludar a todos.

—Espero que la estén pasando bien.

—Creo que ahora lo pasaremos mejor—dijo uno de mis hermano sonriendo galantemente.

—Papá, ¿Podemos hablar en la cocina?

—Tal vez más tarde hija, atiende ahora a tus invitados.

Le lancé una mirada asesina por aquello.

Marley parecía no darse cuenta de la situación, actuaba de lo más normal.

—Casi lo olvido,—dijo con inocencia—Traje esta botella de vino y un regalo para mi chica.

”Esta mujer está loca.”

Pude ver por el rabillo del ojo que Quinn se colocaba al lado de Santana.

Seguramente las palabras de Marley no lo gustó nada.

—Oh Marley, no has debido molestarte.

—Toma, ábrelo—lo tendió hacia a mi sonriendo de una manera.

Tomé su regalo y lo abrí. Era un suéter muy fino, color crema, con las mangas y cuello de negro.

—Está muy bonito, gracias—la situación era realmente incómoda para mí.

—Espera, vamos a ver si te queda.

Marley actuó muy rápido, tomó el suéter y lo colocó sobre mi pecho.

—Creo que te queda muy bien—dijo pareciendo satisfecha y pasando descaradamente por mi pecho sus manos con sutileza.

No hubo nada que Quinn pudiera hacer; enseguida Santana la empujó por el pecho y la tiró contra la pared.

Marley reaccionó muy rápido, aunque estaba sorprendida, y enseguida se puso en guardia, pero mi chica estaba dispuesta a ir sobre ella de nuevo.

La voz de mi papá rugió y las detuvo.

—¡¡¡Un momento!!! ¡No tolero peleas en mi casa!—dijo poniéndose entre ambas, pero se dirigió a Santana—Si no soportas que tu novia reciba un regalo, ¿Cómo sé que no serás violenta con ella?

Santana no se amedrentó.

—Ella no solo le dio un regalo, si no que toco a mi novia—explicó Santana diciendo la última palabra con lentitud, estaba segura que quería decir “mi mujer”, pero se contuvo por mi papá.

Santana tenía los ojos entre cerrados para que no pudieran ver que estaban completamente negros. Respiró profundo. Con algo de resistencia se sentó en un mueble un poco alejado de la escena.

Yo no estaba dispuesta a incomodar a Santana por mi papá, así que me acerqué a donde ella estaba y me senté en sus piernas rodeándola también con un brazo por su cuello.

Para Santana fue justo lo que necesitaba porque enseguida me abrazó por la cintura con toda la posesión que fue capaz de mostrar.

—¿Qué te parece si terminamos esto afuera?—la retó Marley.

—No lo creo, estoy muy cómoda en este momento—respondió Santana arrogantemente, pero sonriendo.

—Marley, ¿Por qué no le cuentas a mi papá la razón por la que terminamos?—le dije, sabía que eso le dejaría las cosas clareas a mi papá.

Marley se removió incómoda.

—N… no viene al caso—balbuceó.

—Claro que sí. Cuéntale que yo iba saliendo de mi habitación y te encontré besándote con mi mejor amiga… en mi casa… en mi sala.

—Eso fue un error—se justificó de inmediato.

—Espera… tu excusa fue que no te dedicaba mucho tiempo por estar solo pendiente de mis estudios—contrarresté.

Mi papá no daba crédito a lo que escuchaba.

Se quedó mirando fijamente a Marley y estaba segura que la sacaría de la casa cuando Quinn intervino.

—¿Tu besaste a Rachel?—preguntó asombrada.

—No lo pude evitar—respondió apenada Marley.

—Rachel, ¿Cómo es posible? Ella es tu amiga—le reclamó Quinn con decepción.

—No era importante, no es como si fuera Santana—respondió Rachel.

—Claro que es importante, eso estuvo muy mal Rachel.

—¡No me reclames! No tienes derecho a hacerlo.

Quinn estaba a punto de contestarle, pero no le dio tiempo, pues Marley la interrumpió.

—La verdad es que ella se me fue encima, yo solo respondí, dada las circunstancias.

—¿Qué estas insinuando sobre Rachel?—le preguntó Quinn.

—Nada. Solo que ella es la responsable de esto.

Creo que cuando vio a Quinn acercarse a ella, Marley se dio cuenta que había sobrepasado la línea.

—Nunca más te acerques a ella,—le dijo acercándose demasiado a Marley—Ni siquiera menciones su nombre o no seré tan amable como esta noche—le dijo y entonces la tomó por un brazo y la llevó hacia la puerta.

Marley no se resistió.

Se dio cuenta que había cometido un error.

Haber venido hasta mi casa.

Luego de eso se desató una discusión entre Quinn y Rachel por el tema que fue calmada por su abuelo cuando les pidieron que fueran a arreglar ese problema en su casa y que regresaran a la cena solo cuando estuvieran calmadas como dos niñas buenas.

Cuando ellas se marcharon, yo me acerqué hasta donde estaba mi papá y le reclamé por haber causado aquella situación. Lo obligué a disculparse con Santana que trató de quitarle importancia al tema.

—Eso estuvo muy mal—dijo mi mamá luego todo estaba ya más calmado.

—Estoy de acuerdo—concordó la abuela de Rachel.

—Creo que necesitamos un trago fuerte para pasar el mal rato. ¿Qué tal un trago del whisky que escuché que te regalaron?—aventuró su suerte el abuelo de Rachel.

Mi papá se detuvo un momento para rechistar, pero luego fue por la botella y sirvió tragos para todos.

—Sera solo un trago y nada más—advirtió.

Las cosas regresaron a la normalidad… o a cómo estaban las cosas antes que apareciera Marley, solo que Rachel y Quinn no regresaban.

—Britt, estoy preocupada por esas dos, ¿Qué te parece si vamos a buscarlas?—me sugirió Santana.

—Creo que tienes razón, vamos por ellas.

Salimos las dos hacia la casa de nuestros vecinos.

Todo estaba en silencio, algo que me preocupó, sobre todo considerando cómo solían discutían esas dos. Me apresuré a abrir la puerta; en eso sentí que Santana trataba de detenerme, pero era muy tarde, la puerta estaba ya abierta.

Mi mayor sorpresa fue encontrar a Quinn tirada en el sofá con Rachel sobre ella besándola.

Me quede fría y por impulso, cerré de nuevo la puerta.

—Tengo que decir que no esperaba esto—fue lo primero que dijo Santana.

—Yo te confieso que sí. Como decía mi abuela, del odio al amor solo hay un paso.

Santana rió con picardía.

—Parece que estaban dando más que un paso Britt.

Las dos reíamos cuando la puerta se abrió y salieron Rachel y Quinn.

—Vamos a la cena—dijo Quinn muy seria y ambas mujeres echaron a andar.

—Pensé que ya estabas comiendo—las chinchó Santana.

Todas volvimos a reír y regresamos a casa de mis padres.


La cena transcurrió con calma, pero tratando de cubrir la comida de Quinn y Santana.

Todos estábamos muy relajados en una noche navideña en familia.



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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

Mensaje por JVM Miér Jun 29, 2016 1:16 am

Jaja jajajaja por fin faberry .... Quinn defendiendo a Rach, súper bella jajajajaja
Y Marley llego a desatar caos pero al final ayudó a las chicas.
Y bueno su primer navidad juntas!!!!
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Mensaje por micky morales Miér Jun 29, 2016 8:49 am

Que fastidio con el papa de Brittany, tampoco es que se iba a quedar virgen para siempre, o si????? por fin Faberry!!!!!!
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Mensaje por 3:) Miér Jun 29, 2016 9:54 am

Hola morra....

Bueno ya dos de tres las parejas armadas...
Ya era medio difícil.que rachel y quinn estén mucho tiempo mas separadas...
Siempre ahí uno que arruina la noche.... Yo uniese dejado que le.arranquen la cabeza a marley... No mas por divercion jajaja la hizo bien britt armando desmadre....
Mepa a mi o había un nombre conocido..???

Nos.vemos....

Pd: entre tu historia, hush hush (angeles, arcángeles) que leí y ahora cazadores de sombras (neófitos, vampiros, duendes,asas) que estoy leyendo ahora voy a empezar a alucinar jajaj
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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

Mensaje por 23l1 Miér Jun 29, 2016 11:50 pm

JVM escribió:Jaja jajajaja por fin faberry .... Quinn defendiendo a Rach, súper bella jajajajaja
Y Marley llego a desatar caos pero al final ayudó a las chicas.
Y bueno su primer navidad juntas!!!!



Hola, siii!!! ya era hora, no¿? ajajajajajaja. Aiii si esa quinn es una tiernucha! ajajajajaja. Ufff marley, marley... es como rachel al principio, no¿? xD Siiiiii!!! como van avanzando las cosas, no¿? jajajaja. Saludos =D





micky morales escribió: Que fastidio con el papa de Brittany, tampoco es que se iba a quedar virgen para siempre, o si????? por fin Faberry!!!!!!



Hola, uffff ese hombre ¬¬ no quiere que britt este con nadie y si lo es quiere a marley ¬¬ pero de lo mas bn q acepto el regalo ¬¬Si! si ai brittany ai faberry, no¿? jajajaja. Saludos =D





3:) escribió:Hola morra....

Bueno ya dos de tres las parejas armadas...
Ya era medio difícil.que rachel y quinn estén mucho tiempo mas separadas...
Siempre ahí uno que arruina la noche.... Yo uniese dejado que le.arranquen la cabeza a marley... No mas por divercion jajaja la hizo bien britt armando desmadre....
Mepa a mi o había un nombre conocido..???

Nos.vemos....

Pd: entre tu historia, hush hush (angeles, arcángeles) que leí  y ahora cazadores de sombras (neófitos, vampiros, duendes,asas) que estoy leyendo ahora voy a empezar a alucinar jajaj



Hola lu, jajajajajaja vamos avanzando, no¿? ajajajaja. Jajajajajaj esk al química entre ellas es como la de las brittana, no¿? ajajajaja. Ufff si q si ¬¬ JAjajajaajaj tu dices¿? jajajaaj podría ser, no¿? ajajajajaja. Jajajaajajaj esa rubia ajajajajjajaa. Mmmm como así o cual¿? Saludos =D

Pd: jajajaja pero e sbueno, no¿? Leí hus hus, pero me gusto la vrdd xD osea el primero si, pero ya del segundo nones jajajaja.



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Finalizado FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Cap 12

Mensaje por 23l1 Miér Jun 29, 2016 11:52 pm

Capitulo 12


Después de la cena Rachel se marchó a su casa con Quinn y sus abuelos.

Mis hermanos, agotados, subieron a dormir.

Santana y yo nos fuimos a nuestra habitación mientras mis padres se quedaron para terminar de recoger algunas cosas que quedaron en la cocina.

En cuanto entramos a la habitación me acerqué a Santana y comencé a besar y a acariciar su cuerpo por encima de la ropa.

La deseaba, así que le quite la ropa poco a poco y la conduje a mi cama. Ella se acostó, cuando iba a ponerme sobre ella, me detuvo.

—Britt, debes detenerte, sabes cómo va a terminar todo esto.

—Claro que lo sé, por eso justo quiero empezarlo.

—Pero está tu papá, ¿Qué pasó con lo de ir con calma por él?

—Creo que después de lo que hizo hoy se merece un pequeño castigo.

Santana rió.

—Amor, no será un pequeño castigo, créeme—me dijo con voz ronca.

—Mejor entonces.

Santana permanecía ahí, desnuda y lista para mí. Así la contemple desde arriba.

—Date la vuelta San—le pedí.

Mi vampira obedeció al instante

—Abre las piernas.

Cumplió con lo pedido.

Yo me desvestí poco a poco; sabía que la espera la desesperaba, pero tenerla así era algo que me encantaba.

Subí entonces sobre ella y cubrí su cuerpo con el mío. Al sentir mi calor percibí como se estremecía. Comencé a besarla. Mis labios recorrieron su nuca; cuando la cubrí toda, comencé dejar algunos besos aquí y allá por su espalda.

Los músculos de Santana se tensaban.

De pequeños besos pasé a suaves mordiscos. La respiración de la mujer debajo de mí se hacía más agitada.

Me acerqué a su oído y le susurré:

—Me va a encantar tomar tu sangre Santana.

El efecto fue el esperado.

Santana dejó escapar un sofocado rugido. Separé más sus piernas y llevé mi mano a su centro acariciando su clítoris con mis dedos. Metí mi pierna entre sus muslos y comencé a frotarme contra ella, deseaba que sintiera lo húmeda que estaba; un gemido me respondió.

—San…—mi sangre bombeaba por todo mi cuerpo—Te deseo tanto. No sabes cuánto quiero sentirte dentro de mí.

Ella intento moverse, pero no la dejé.

—Tranquila… ahora quiero llevarte yo al cielo—me frote con más fuerza, el deseo me azotaba con toda sus fuerzas—Luego será tu turno. Solo quiero que sientas todo lo que te deseo.

La deje sentir de nuevo mi humedad y eso fue algo que le dio una descarga a Santana que la incitó a moverse más rápido contra mi mano. Yo movía mi dedo corazón sobre su hinchado clítoris llevándola más y más lejos.

Los movimientos eran más intensos y el deseo aumentaba en Santana.

Cuando percibí que estaba a punto de llegar al clímax acerqué la muñeca de mi mano libre a su boca.

Ya no podía imaginar el sexo sin sangre, era como si estuvieran ligados eternamente.

Apenas sentí sus colmillos entrar en mi piel, la danza de amor culminó en una explosión de lujuria y pasión.

No sé cómo termine en los brazos de Santana, inicialmente era ella quien estaba envuelta en los míos.

—Eres mía Santana López—apenas pude decir luego de salir de aquel dulce letargo.

—Totalmente Brittany.

Los dedos de Santana comenzaron a acariciar mi clítoris.

—Tal vez deberíamos parar por mi papá—le sugerí malévolamente sólo para ver su reacción.

Santana me miró sorprendida.

—¡¡No!! Jamás dejaría a mi mujer así de húmeda como esta… por nadie en el mundo—dijo esto último un poco más bajo y seductoramente.

Yo olvidé cualquier otra cosa que hubiera en mi mente.

Sus dedos no solo acariciaban mi clítoris poniendo a temblar mi cuerpo, si no que tocaban el borde del lugar donde quería que sus dedos entraran, pero no lo hacían, solo lo acariciaban y se alejaban, era una agónica tortura.

—Entra San, por favor—le rogué.

—Todavía no—murmuró en mi oído.

Se dedicó a atender mis senos, succionando uno primero y otro después.

Repetía el mismo ritual de acariciar mi clítoris para mantenerme al borde del abismo. Yo estaba cada vez más cerca y Santana no paraba de atormentarme.

No podía decir una palabra coherente, solo dejarme arrastrar por las sensaciones.

Cuando Santana entró en mí, me sentí llena y solo bastaron algunos empujes y caricias con su pulgar para llevarme al borde. Entonces sus colmillos entraron en mi cuello y todo estalló en mí.

El orgasmo fue profundo.

Santana me susurraba dulces palabras al oído, pero yo estaba demasiada adormecida para responderle, solo pude abrazarme a ella sintiéndola mía y entregándome a ella.

Así me quedé dormida entre sus brazos.






Me despertó el hablar de Santana por su teléfono.

La luz del sol bañaba la habitación, pero debía de ser muy temprano. Aventuré una mirada al reloj, eran las 7:30 a.m. Estaba a punto de dormirme un rato más, cuando la voz alterada de Santana me sobresaltó.

—¡¡Era importante que lo mantuvieras vivo!! ¡¡Teníamos que saber a quién le informaba!!

—¿Con quién hablas San?—le pregunté.

Me hizo seña con la mano de que esperara.

—Está bien comprendo, no podías permitir que matara a otro más de los nuestros. Prepararé todo para salir en quince minutos, nos vemos en la fortaleza.

Al fin terminó su llamada en lo que me parecieron años. Santana estaba muy tensa, se notaba a simple vista.

—Britt, prepara todo para irnos en quince minutos. Dile a tus padres que se presento algo y por eso nos vamos más temprano de lo previsto.

—¿Qué pasa San?

—Confía en mí, te explicaré todo cuando salgamos. Ahora debo llamare a Quinn.

Sin recibir más explicación, me apresuré a ducharme y a vestirme.

Al bajar, mis padres estaban en la cocina tomando café.

—Mamá, papá, tenemos que irnos temprano, se presentó un asunto que atender en el trabajo de San y tiene que atenderlo—les dije.

—Si es por lo de anoche hija, ya hablé con tu padre, está más tranquilo.

Me sentí muy apenada, ellos se dieron cuenta al ver lo roja que me puse.

—Es la juventud hija lo comprendo. No es una mala persona, yo solo espero que comprendan que te amo y tan solo quiero cuidarte—me dijo mi papá.

Santana bajó con el equipaje, los dejó en el piso y se acercó a mis padres.

—Quiero agradecerles sus atenciones en estos días, son muy amables. Me gustaría que más adelante conocieran a mi mamá y también quiero que sepan que cuidaré a Brittany con mi vida si es preciso.

Mi papá sonrió satisfecho.

Ambos se tendieron la mano en un fuerte apretón; y a mi mamá me dio un beso en la mejilla.

Sin más preámbulos salimos rápidamente de la casa y nos encontramos con Quinn y Rachel que ya estaban también listas.

—¿Cómo quedaron tus abuelos—le pregunté en cuanto tuve oportunidad.

—Un poco tristes, pero dijeron que los chicos debían divertirse, así que todo bien.

—¿Sabes qué es lo que pasa?

—No todavía.

Subimos las cuatros al auto de Santana y rápidamente apareció Kelly con otros vampiros que tomaron el de Quinn.

—¿Qué paso con Badu y los otros?—pregunté.

—Se quedan a cuidar a tus padres y a los abuelos de Rachel, mientras llegan refuerzos—me respondió Santana aún más tensa.

Me miró a penas un segundo y luego puso atención a la carretera.

—¡¡Están en peligro!!—gritó Rachel y Quinn rápidamente la abrazó tratando de calmarla.

—No lo creo porque ya deben saber que nos fuimos, pero no quiero correr riesgos—explicó Santana.

—San, ¿Qué pasa? Dímelo por favor, no entiendo nada.

Mi vampira llevaba los nudillos más blancos de lo normal por la fuerza con que apretaba el volante.

Iba concentrada, pero atenta a todo.

Respiró profundo.

—Está bien, te lo diré—miró por el retrovisor—Quinn por favor, activa el bloqueador, no quiero que nadie nos escuche.

Quinn se movió en el asiento de atrás para cumplir la orden.

—Listo.

—Kitty encontró a uno de los traidores. Estaba hablando por teléfono con uno de los vampiros que nos estaba cuidando. Decía que ya había informado la dirección, es decir la de tu casa y nos atacarían hoy, dentro de una hora aproximadamente. Que debía estar alerta. Kitty encontró varios bloqueadores en una inspección sorpresa que hizo y los destruyo sin decir nada a nadie, por eso lo escuchó hablando y ahora tenemos la suerte de poder marcharnos.

—¿Quién fue el traidor?—preguntó Quinn con voz ronca y contenida.

—Luis—respondió Santana.

Me quede fría.

Él nunca me gustó, pero pensé que era amigo de Santana.

—Él siempre fue un resentido, siempre quiso estar por encima de ti y nunca lo pudo lograr. Lo voy a matar con mis propias manos—dijo Quinn.

—Es tarde, Kitty ya lo hizo.

—¿Lo mató? ¿Pero ahora cómo sabremos quiénes son sus cómplices?

—Luis acabó con uno de los nuestros y estaba a punto de matar a otro cuando Kitty le arrancó la cabeza. No tuvo opción—dijo Santana fríamente.

Todos nos quedamos en silencio hasta que Rachel habló.

—Por eso anoche no dormiste Quinn, esto es lo que presentías.

—Yo algunas veces me pongo nerviosa. Es un presentimiento, lo sentía cuando era humana y ahora es más intenso. No puedo saber qué es, sólo me pongo nerviosa.

—Supongo que aún no estás tranquila, ¿Verdad?—le preguntó Santana mirándola por el retrovisor.

—No lo estoy—contesto.

Santana asintió en silencio mirando con atención el tráfico.

—El cómplice de Luis ya debió avisar que salimos antes de lo esperado, pero con menos protección, así que creo que nos atacaran en cualquier momento—dijo Santana con una calma que yo sabía no sentía.

—Brittany, ¿Tienes tu arma?—me preguntó Quinn.

—Sí, la tengo.

—Rachel, ten esta arma—le dijo sacando un arma de la sobaquera que llevaba bajo la chaqueta—Y dispara a cualquiera que se te acerque que no sea alguno de los que estamos en este auto.

—Yo aún no se usarla—dijo Rachel mirando el arma sin tomarla.

—Lo harás bien, estoy contigo—la instó Quinn mirándola con seguridad.

Rachel tomó el arma.

—Perdieron el factor sorpresa, sin eso les haría falta un ejército para acabar con nosotros—dijo Santana.

En ese momento Santana divisó unos autos por el retrovisor que nos seguían y dio la voz de alerta.

Todas teníamos nuestras armas en mano esperando que pasaran la primera barrera que era el auto de Kelly que venía detrás de nosotros; algo que pasó muy rápido porque el auto se desvió y fue a estrellarse con un poste.

Dos de los tres carros se siguieron detrás de nosotros; el otro se quedó con el carro golpeado de Kelly.

Santana hizo algo que nos dejó sorprendidos. Condujo el auto hacia unos árboles y se estacionó entre ellos.

—Quinn, ubica a Rachel donde pueda disparar, pero que esté cubierta—ordenó Santana.

Como un rayo, Quinn desapareció de mi vista. Bajamos rápidamente del auto, Santana me tomó por la cintura y me subió a un árbol grueso.

—Britt, con tu puntería seguro vas a eliminar a más de uno. Recuerda, directo al pecho, tres balas, deben ser al menos ocho vampiros.

No me dio tiempo a responder cuando Santana ya había desaparecido.

Los dos autos se pararon a los lados del nuestro.

Yo me oculté para que no me vieran.

Los vampiros comenzaron a cubrir la zona.

Vi dos vampiros que se separaron por el lado Este y fueron abordados por Santana; yo los tenía a tiro, pero se movían tan rápido que no estaba segura de poder disparar sin darle a Santana.

Comencé a cubrir más la zona y pude ver un vampiro que se les acercaba; apunté y no dudé en disparar.

Tres disparos y cayó a tierra.

El celular de Rachel timbró y la ubiqué en unos de los otros árboles. Lamentablemente, no sólo fui yo quien lo escuchó. Dos vampiros fueron por ella.

Uno comenzó a subir. Apunté y disparé, le di en la pierna con lo que cayó del árbol, pero no lo detendría.

Rachel le vació la pistola al otro, algunas dieron en el blanco, pero el que quedó herido comenzó a subir de nuevo al árbol. Ya no lo tenía a la vista, pero vi que Quinn intervino y acabo con él en segundos.

Santana ya tenía controlado a los otros dos, debían quedar dos o tres, dependiendo de los que hubiera eliminado Quinn que rápidamente fue por uno que tenía cerca.

Yo me había distraído viendo lo que ocurría con Rachel que no me percaté que tenía a un vampiro muy fornido a unos tres árboles de mi posición.

Tomada con la guardia baja, comencé a dispararle, pero se movía muy rápido, no logré darle con ninguno de mis disparos y en segundos lo tenía enfrente, sonriéndome.

—Al fin tengo en mis manos al pez gordo—dijo con voz diabólica.

Apenas terminó la frase, Santana salto sobre él derribándolo al suelo. Aunque era más grande y fuerte que Santana, ella no le dio respiro. Era rápida y ágil, esquivó sus golpes y en un par de intentos le mordió la yugular.

Lo mantuvo inmóvil.

—¡¡Ella es mía!!—rugió Santana y le arrancó la cabeza con lentitud.

Era un animal atacando a su presa y lo disfrutaba.

Yo la veía imponente y hermosa.

Cuando todo acabó y volvió a la calma, se acercó y me ayudó a bajar del árbol. La abracé y la besé, necesitaba que ella sintiera que la apoyaba en esto, que la aceptaba tal cual era. Santana me miro con ternura y correspondió a mis besos.

Quinn y Rachel se acercaron a nosotras, ambas aun con las armas en sus manos.

—Hablé con Kelly, fue la única que sobrevivió, los otros están muertos. Badu pasara por ella en unos veinte minutos, ya los refuerzos están en las casas de las chicas—informó Quinn.

—Muy bien. Ahora debes alimentarte Quinn, te necesito fuerte, ¿Desde cuándo no comes?—le pregunto Santana.

Quinn se removió incómoda.

—Era complicado alejarme de Rachel sin levantar sospecha. Paremos en un bar que está más adelante, buscaré alimento—dijo Quinn.

—Eso no es necesario. Yo puedo hacerlo—ofreció Rachel.

—No estoy segura que sea buena idea—interino Santana—Puede que a la Señora B esto no le guste.

—Aquí cerca hay un hospital, podemos parar y tomar unas bolsas de sangre—sugerí.

—Eso no pasará. Seguiremos hasta el aeropuerto y en el avión te alimentara—puntualizó Santana sin dar lugar a replicas.

Rachel parecía muy molesta, pero Quinn lo aceptó sin oponerse.


El resto del camino transcurrió en silencio.

Yo estaba un poco preocupada por Quinn, se veía que la lucha la había dejado agotada.

Rachel se mantenía en el otro extremo mirando por la ventana, parecía que la distancia entre ellas había regresado.




Subimos al avión y Quinn comenzó a alimentarse sin más esperas.

Poco después llegaron Badu, Kelly y los otros tres vampiros que estaban con ellos.

Apenas abordaron, despegamos.

Me senté con Rachel para conversar un poco. Saque el dispositivo bloqueador que me había dado Santana y lo activé, no porque fuera un secreto de estado, sino porque era agradable tener un poco de privacidad.

—¿Qué pasa con Quinn?—le pregunté sin preámbulos.

—Nada.

—Te estabas besando con ella el otro día, las vi.

Ella torció un poco el gesto rindiéndose.

—Britt, la verdad es que Quinn me gusta, pero es muy mandona y no sé si podamos ser compatibles, somos tan diferentes.

Yo sonreí.

—Las diferencias algunas veces unen más a las parejas porque se complementan.

—Tal vez pueda vivir con eso, pero el que crea que me puede gobernar, olvídalo. Además, yo solo tengo algo en mi cabeza.

—Tú tienes un carácter muy pesado y te crees dueña del mundo. Necesitas a alguien con carácter.

Me sacó la lengua, ya que sabía que tenía razón.

Volví a reír:

—Dime, ¿Qué es lo que tienes en tu cabeza que es tan importante para ti? Más que el amor.

Me miró con seriedad.

—Vengarme Britt. Quiero acabar con el vampiro que mató a mis padres. Voy a entrenar muy fuerte y luego que me convierta, iré por él y lo acabaré, pero por favor, no se lo digas a nadie, aun no se en quien confiar.

—Ten cuidado Rach, no quisiera que te pasara nada.

—Tranquila, tampoco soy una loca que va a salir a buscarlo ahora mismo, pero créeme, ese vampiro va a morir por mis manos.

—Mejor hablemos de otra cosa. ¿Me prestas uno de tus vestidos para la fiesta de gala? San dice que es muy elitista y yo no tengo ropa para una ocasión así.

—¡¡¿Cómo dices?!!—preguntó Rachel alterada.

“Esta mujer está loca—pensé—¿Reacciona así sólo porque le pido prestado un vestido?”

—¿Qué pasa?

—¡Nadie me dijo nada de eso! No vengo preparada para eso—parecía muy alterada.

—¿Estás diciendo que no trajiste vestidos? ¿Y qué se supone que nos vamos a poner?

Ella me miraba con los ojos muy abiertos.

—¿Por qué me hacen estas cosas?—reclamó por encima de su asiento, los demás voltearon a mirarla como si estuviera loca.

—Tranquila—le dije tratando que se calmara.

—Tenemos que comprar ropa al llegar. Tenemos que estar a la altura de esa fiesta mañana, llama a tu novia porque nos tiene que llevar de compras—me ordenó.




Santana y Quinn se habían unido a nosotras.

Mi vampira quería ir directo a la fortaleza, no quería exponernos por nada del mundo, pero yo, al igual que Rachel, no estaba dispuesta a ceder.

No planeaba ir a mi primera fiesta con Santana mal vestida.

—Rachel, entiende que lo más importante es la seguridad de ustedes—argumentó Santana una vez más.

—No vamos a ir mal vestidas—se mantuvo firme mi amiga.

—Mi amor, yo quiero ponerme bella para ti. Me imaginé esta noche como algo muy especial, y de verdad quería sorprenderte—le dije a Santana, tratando de convencerla.

Me sentí mal por usar esas armas, pero tenía que ir de compras.

Santana me miró con intensidad, estaba ya deseando verme con ese vestido y pude ver cómo sus defensas caían.

—Vamos Santana, es una batalla perdida. Mejor acepta, pediremos refuerzo para que nos ayuden a cuidarlas. Además, es Las Vegas, nuestra zona. Seguro que estaremos bien—le dijo Quinn.

Santana respiró profundo, resignada.

—Está bien, arregla todo Quinn.

Me moví hasta sentarme en sus piernas y comencé a besarla. Le susurré al oído.

—No solo voy a comprar un vestido hermoso para ti. También ropa íntima muy linda para que la rompas.

Todo el avión quedó en silencio, fue entonces cuando recordé que tenían súper oídos y también, de idiota, olvidé volver a encender el dichoso dispositivo.

Nadie dijo nada, sólo Santana soltó una pequeña risita. La miré duramente para que se detuviera y entonces me besó con dulzura.

Supongo que era un castigo divino por manipular de aquella manera a Santana.



Cuando finalmente llegamos al aeropuerto, salimos como torpedos al primer centro comercial que encontramos en Las Vegas.

Enseguida me preocupé, no porque no tuvieran vestidos, pues había muchísimos, sino porque eran tiendas de diseñadores súper reconocidos y mi bolsillo no lo cubriría. Incluso, con todo lo consentida que era Rachel, seguramente que el de ella, tampoco.

Mi mirada encontró la de Rachel y sin hablarnos, nos trasmitimos el mensaje, así que teníamos que pedir que nos llevaran a otra zona de tiendas.

—San, me parece que es mejor que busquemos en otro lugar. Es que no creo que aquí encuentre lo que realmente estoy buscando—argumenté esperando que no se diera cuenta de la verdad.

—Creo que Britt tiene razón—apoyó Rachel.

Santana nos miró con suspicacia.

—Yo creo que estamos justo donde debemos para unas mujeres tan lindas como ustedes. Además, tienen una sesión de ropa íntima que tienes que visitar—dijo Santana significativamente—Toma mi tarjeta Britt, compraremos los vestidos que necesites y algunas otras cosas para las dos. Te dejaré comprarme lo que quieras.

Santana no tenía límites para comprarme cosas.

Si no fuera porque no la dejaba, se gastaría una fortuna en mí, pero no acostumbraba a comprarse cosas para ella.

Me estaba dando la oportunidad de ocuparme de comprarle ropa a ella también.

Era una trampa vil y descarada, pero no importaba que me atrapara, esto era fabuloso.

De pronto recordé a Rachel y entonces mis ánimos cambiaron, tal vez si hablaba con Santana.

Quinn se me adelantó.

—Rachel, me gustaría que me acompañaras a la fiesta. Siempre dicen que no soy muy sociable y sé que una mujer como tú cambiaria eso—le argumentó la guardaespaldas.

Rachel pareció nerviosa, pero luego tomó el control.

—Claro que lo cambiaria, sólo necesitas dejarte ver un poco—le dijo Rachel—Está bien, te acompañaré.

Quinn sonrió satisfecha.

—Muy bien, pero como deseo ser el centro de atención de la fiesta, quiero que estés muy guapa, así que no repares en gastos. Ten mi tarjeta—le ofreció.

Cuando Rachel vio la tarjeta, no pudo ocultar su emoción. Creo que Quinn no sabía en el lio que se había metido. Sólo esperaba que realmente pudiera aguantar el golpe que estaba por venirle.

Fuimos a varias tiendas con Quinn y Santana siguiéndonos, pero en seguida se entraron a una tienda de electrónica y se distrajeron viendo jugueticos.

Nosotras entramos en la tienda de al lado y comenzamos a probarnos los vestidos.



Yo encontré un vestido negro de Carolina Herrera que me encantó. Se me pegaba al cuerpo como un guante y Rachel se fue por un Dior azul oscuro que le resaltaba su hermosa figura.

Después, fuimos por los zapatos y accesorios.

Se nos había pasado la mano en gastos, pero estábamos en las garras del gusanillo de las compras.

Seguimos a otra tienda a comprar ropa interior.

Escogí un ligero negro realmente arrebatador.

Rachel también compró algo de ropa ahí, estaba segura que pensando en Quinn, pero ella misma se lo negaba.

No pensaba ser yo quien le diera lata con eso.

—Rach, hemos comprado demasiado. Creo que se nos ha pasado la mano—dije mirando todas las bolsas y sintiéndome culpable.

—Tranquila, Santana tiene mucho dinero.

—¿Tu sabes si Quinn tiene dinero para cubrir todo esto?

—Nunca habla de eso, pero no parece de las que tiene dinero. Igual había pensado tomar algo de mi fideicomiso para ayudarla con los gastos.

—Creo que deberíamos comprarles algunas cosas a ellas también.

—Buena idea. Quinn necesita ropa para hacer deporte.

—San algo de ropa interior y unas chaquetas nuevas.

Fuimos dispuestas a comprarles aquellas cosas y para cuando terminamos, estábamos aún más llenas de bolsa y paquetes. También decidí cambiar el regalo para la mamá de Santana por unos aretes que me parecieron encantadores para ella.


Cuando Santana y Quinn nos vieron, se quedaron sorprendidas por las tantas cosas que compramos.

Ellas a penan tenían dos bolsitas cada una con calcetines, baterías adicionales de teléfono y dos armas con fundas para vestidos.

Definitivamente, los vampiros nunca dejaban de estar armados.

—Rachel, ¿Qué tanto compraste? ¡Por Dios!—Quinn estaba con la quijada en el piso.

—Tranquila Quinn, yo te ayudaré a pagarlo. Solo me descontrole un poco—dijo Rachel visiblemente apenada.

—Está bien, no te preocupes por eso. Lo importante es que no te falte nada.

Nos fuimos a cenar a donde me había llevado Santana el día anterior.

Sin darnos cuenta, habíamos pasado el día sin comer, apenas unas hamburguesa que tomamos en el avión y dos sodas.

Después de eso nos fuimos a la fortaleza.

Rachel se marchó con la Señora B a su casa y Santana y yo a la nuestra.

Estaba tan agotada que apenas llegamos, me quede rendida.

La noche anterior apenas dormí y el día de hoy había sido muy agitado.

Me dormí en los brazos de Santana pensando en el día que estaba por venir.

Seguramente también sería muy intenso.



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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Epílogo

Mensaje por monica.santander Miér Jun 29, 2016 11:53 pm

Holaaaaa!!!
Que pesado el papa de San!!!!
jajaj sabia como iban a terminar quinn y Rachel!!!!
Saludos
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Mensaje por 23l1 Miér Jun 29, 2016 11:54 pm

monica.santander escribió:Holaaaaa!!!
Que pesado el papa de San!!!!
jajaj sabia como iban a terminar quinn y Rachel!!!!
Saludos



Hola, justo acabo de subir un nuevo cap jajajajaja. El de britt, no¿? ajajaja, pero si q lo es al vrdd ¬¬ Jajajajaajaj esk esas faberry tienen la misma química que las brittana jajajaja. Saludos =D


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Mensaje por JVM Jue Jun 30, 2016 1:46 am

Ya descubrieron a un traidor, espero que a los demás pronto!!
Y bueno las chicas aprovecharon las compras jajajaja. Pero estoy segura que cuando las vean San y Quinn, valdrá la pena.
Haber que tal les va en el evento :D
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Mensaje por micky morales Jue Jun 30, 2016 8:19 am

quien no se volveria loca con ese par de tarjetas????? a ver como va la dichosa fiesta!!!!
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Mensaje por 3:) Jue Jun 30, 2016 10:38 am

Hola morra....

Ahí que estar presentable para "la presentación en sociedad" por ahí decirlo jajajaja mas britt con su suegra. Por suerte que no tienen corazon por que cuando les llegue el resumen de la tarjeta jaajja
Definitivamente britt se volvió el centro de atención del otro clan...
A ver como va la fiesta...

Nos vemos...

Pd a mi me falto el íntimo libro de hush hush... Ya me aburrió jajaja aunque me pierdo la pelea final jajaja...por ahí después lo término de leer ciando termine los cazadores....
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Mensaje por marcy3395 Jue Jun 30, 2016 10:10 pm

nooooo puede ser!! esta historia me encanto, y mira que yo soy mas bien de detectives y policias, sin embargo puedes actualizar??? andale si???? ya quiero ver la reaccion de las chicas cuando vean en que gastaron su dinero.
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Mensaje por 23l1 Jue Jun 30, 2016 10:42 pm

JVM escribió:Ya descubrieron a un traidor, espero que a los demás pronto!!
Y bueno las chicas aprovecharon las compras jajajaja. Pero estoy segura que cuando las vean San y Quinn, valdrá la pena.
Haber que tal les va en el evento :D



Hola, espero lo mismo la vrdd ¬¬ JAjajajajajaaj britt y rach son peligrosas con dinero ajajajajaja. Jajajajajaj pienso igual ajajajaja. Aquí el siguiente cap para eso! ajajaja. Saludos =D




micky morales escribió:quien no se volveria loca con ese par de tarjetas????? a ver como va la dichosa fiesta!!!!




Hola, jajajajajajajajajaajajajaj mmmm =/ nadie¿? ajajajajajajajaja. Espero y este cap nos diga algo jajajaja. Saludos =D





3:) escribió:Hola morra....

Ahí que estar presentable para "la presentación en sociedad" por ahí decirlo jajajaja mas britt con su suegra. Por suerte que no tienen corazon por que cuando les llegue el resumen de la tarjeta jaajja
Definitivamente britt se volvió el centro de atención del otro clan...
A ver como va la fiesta...

Nos vemos...

Pd a mi me falto el íntimo libro de hush hush... Ya me aburrió jajaja aunque me pierdo la pelea final jajaja...por ahí después lo término de leer ciando termine los cazadores....



Hola lu, jajajajajajaja claro, por eso ai q comprar cosas lindas jajajajajaja. JAjajaajajajajajjajajajajajajajaja xD jajajajajajajajajajaa un bonus no¿? jajajajaja. Si q si ¬¬ De lo mejor... vrdd¿? Saludos =D

Pd: jajajajajajaj a mi tmbn me aburrio xD jajajaja dicen que saldrá la serie asik ai lo veré jajajajaja.





marcy3395 escribió:nooooo puede ser!! esta historia me encanto, y mira que yo soy mas bien de detectives y policias, sin embargo puedes actualizar??? andale si???? ya quiero ver la reaccion de las chicas cuando vean en que gastaron su dinero.



Hola desaparecida, vamos bn entonces, no¿? Aaaa si¿? si tienes algún libro para adaptar a las brittana, bienvenido sean ajajajajaj. Jajajajajaja Aquí esta tu actualiaación. Jajajajajaaja quizás y este cap lo traiga jajajaja. Saludos =D



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El mundo de Brittany

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Finalizado FanFic Brittana: Vampira (Adaptada) Cap 13

Mensaje por 23l1 Jue Jun 30, 2016 11:46 pm

Capitulo 13


Cuando desperté me encontré con Santana sonriéndome.

Definitivamente era una de mis mejores navidades, muy a pesar de todo; que quisieran matarme a mí y a mi novia, que ella fuera un vampiro y perteneciera a un mundo oscuro y misterioso.

Yo conocía el amor y eso es algo maravilloso, no importa donde lo encuentres y las circunstancias, uno debe sentirse bendecida por poder amar y ser correspondida.

—Te traje el desayuno y tus vitaminas, es importante que te alimentes bien. Hoy será un día largo y seguramente vas a necesitar mucha energía. Además, me has dado mucha sangre estos días.

Acaricié su cara.

—Sanny, créeme, en un placer, tanto que justo ayer pensaba que ya no podría vivir sin eso. Dime, cuando sea vampiro ¿Podrás tomar mi sangre?

—Primero come, luego te explico.

No estaba del todo contenta, pero me concentre en comer. El desayuno tenia de todo, frutas, huevos revueltos tal y como me gustan, tocineta medio tostada, tostada y un poco de mermelada de fresa.

Estaba segura que Santana no sabía cocinar, especialmente después de tener tantos años sin comer, pero al menos recordaba perfectamente lo que me gustaba.

Mientras comía Santana me daba algunos bocados en la boca, algo que definitivamente me complacía mucho. Me contaba también que la había pasado muy bien con mis padres y que hablaría con su mamá para que se conocieran.

—Créeme que lo aprecio San, pero no sé si tenga sentido si dentro de poco no podré verlos, al menos no como humana. Seguramente tendré que distanciarme de ellos.

—No tenemos apuro con eso—me dijo con restándole importancia.

—Dime algo, ¿No corro más riesgo como humana y tú también si estás conmigo?

—Es así, pero quiero que estés segura. Mi papá prefirió seguir siendo humano. Se convirtió en padre de nuevo y vivió feliz hasta su muerte. Créeme, ser vampiro está sobrevalorado.

—Yo no quisiera ser vampiro si tú no existieras en mi vida—era hora de hacer esa pregunta que rondaba mi cabeza—San, ¿Podrías tú vivir sin mí?

Ella me miró.

—No—respondió con determinación.

—Yo tampoco, y me estas pidiendo que lo hagas.

Se quedó mirándome fijamente, no sé si pensando lo que le dije o buscando una sombra de duda en mi mirada.

—En el acto sexual podemos alimentarnos una a la otra, disfrutaremos de los mismos placeres, incluso más intensos, pero es importante que sepas que no te alimenta. Lo hacemos más por placer que por necesidad.

—Tú tomas muy poco de mí, siempre te alimentas de forma complementaria. Sin embargo, en casa de mis padres tomaste un poco más que siempre.

—Puedo alimentarme de ti totalmente, pero eso te pondría muy débil con el tiempo. En casa de tus padres tomé más porque no tenía cómo alimentarme o mejor dicho, quise evitarlo, no deseaba separarme de ti. Es muy placentero alimentarme de ti cuando hacemos el amor, mis colmillos se despliegan automáticamente; cuando eso pasa, no puedo controlarlo después. Es parte de mi naturaleza, mi cuerpo te reconoce como mi pareja.

—No soy vampiro, pero tampoco puedo imaginarme teniendo relaciones contigo sin poder darte mi sangre.

Santana sonrió complacida, pero luego congeló su sonrisa y agregó:

—También soy más territorial Britt, no puedo soportar si quiera la idea de que alguien te toque, eso me enloquecería.

—Aun no soy un vampiro, pero si alguien te toca, le corto la cabeza.

Santana soltó una carcajada, estaba riendo a más no poder.

Me encantaba verla de esa forma.

Cuando se calmó un poco retiró la bandeja ya vacía de la cama y comenzó a besarme. Estábamos perdiendo la línea del tiempo cuando Santana miró su reloj y dio un salto.

—¡Arréglate mujer! Tenemos diez minutos para llegar a la reunión.

—¡¡¡¿Diez minutos?!!! ¡¡¿Por qué no me dijiste eso antes?!!

—Es difícil hablar con tus labios pegados a los míos—dijo con esa media sonrisa pícara que aflojaba mis piernas.

—¡¡Soy humana San, no puedo ir tan rápido como los vampiros!!—me fui refunfuñando al baño.





Aunque Santana me tuvo que, literalmente, cargar para llegar súper rápido a la sala de reunión, cuando entramos, ya todos estaban sentados en sus puestos y listos para iniciar.

—Buenos días jóvenes, me alegra que no olvidaron la puntualidad—comentó la mamá de Santana muy seria, pero dejando caer una pequeña sonrisa al final.

—Disculpen, por favor—dijo mi Santana tomando su posición de General.

Yo tomé asiento a su lado.

—Creo que debemos darle la palabra a Kitty, dado que ella tiene información para actualizarnos—anunció.

—Gracias Primer Ministro—comenzó diciendo Kitty—Como ya expliqué al General, encontré a Luis hablando con uno de los vampiros que cuidaba a las señoritas. Esperé que terminara el mensaje e intenté atraparlo, pero muy hábilmente se libró de mí y tuve que pedir refuerzos. Cuando fui a darle captura, asesinó a uno de los nuestro y estaba por hacer lo propio con alguien más, entonces lo detuve, ya saben cómo.

—¿Cómo sabes que era con uno de los nuestros con quien hablaba y no con alguien que nos seguía?—quiso saber Santana.

—Decía de que definitivamente estabas muy involucrada con Brittany, que ella era el premio mayor. Eso demuestra que había tenido tiempo de observarlas—explicó Kitty.

—Kitty,—intervino la Señora B—¿Qué recomiendas para mejorar la seguridad de las chicas?

—Del grupo que las cuidaban mataron a tres, quedan solo cinco y conmigo seis. Uno de ellos es un traidor por lo que necesitamos dos personas más. No podemos sacarlos del grupo porque aumentarían los sospechosos. Ahora sólo está reducido a un grupo de cinco. Estoy segura que tienen a alguien dentro de la organización. Cuentan con personal entrenado y recursos, yo solo puedo hacer dos recomendaciones. La primera, tengo seleccionadas a tres personas que le deben su vida a Santana. Creo que son de fiar, ellos aún no han sido solicitados para la misión.

—Kitty, creo que estas sobrevalorando mis actuaciones en las misiones, nadie me debe nada—la interrumpió Santana.

—Todos sabemos que eso no es así General—dijo con solemnidad Kitty.

Santana no dijo nada.

—¿Por qué recomiendas tres personas más y no dos que es lo que como grupo te hace falta?—preguntó la Ministra.

—Mi segunda recomendación Señora es retirar a Quinn de la misión. Ella la compromete de forma emocional. En el caso de Santana, ella es su pareja y justo por eso estamos aquí, pero en el caso de Quinn, creo que sería un error tenerla con nosotros—dijo Kitty.

Luego todo se convirtió en un lio.

Quinn se levantó más que molesta, indignada y diciéndole a Kitty que tal vez la traidora era ella, que no podíamos confiarnos en su palabra, pero la Primera Ministra mandó a todos a callar y restableció el orden.

—Quinn, ¿Crees que estas involucrada emocionalmente en la misión?—le preguntó directamente la Ministra.

Ella miró a Kitty y luego a la Ministra.

—Sí—respondió bajando la mirada.

—Entonces Kitty tiene razón, debes ser retirada de la misión—agregó la Señora B.

—¡¡No!!—se resistió Quinn—Yo puedo cuidarlas sin involucrar mis sentimientos por ella. Ustedes saben que en nuestra naturaleza, cuando alguien se involucra sentimentalmente es capaz de dar la vida sin dudar por esa persona.

—Pero eso pone en riesgo la vida de Brittany. No puedes formar parte de su grupo de seguridad Quinn, puedes continuar en la misión en el grupo de Rachel, siempre que ella y la Señora B así lo quieran, de lo contrario, mi deber es retirarte—dijo Santana.

Mi vampira me tomó la mano por debajo de la mesa; sabía que apreciaba a Quinn muchísimo, pero era su deber ser imparcial y tomar las decisiones correctas.

Ella era una líder nata.

Ahora comprendía porque muchos la querían en el Consejo. Santana seria, definitivamente, una integrante valiosa para cuidar de su pueblo.

—Por mi parte concuerdo con Kitty, Quinn debe ser retirada—dijo la Señora B.

Quinn se levantó dispuesta a salir de la habitación, pero al llegar a la puerta la voz de Rachel la detuvo.

—¡Quinn, espera! Falta mi decisión—Quinn la miró—Yo quiero que continúes siendo mi guardaespaldas.

—Rachel, comprende que ella puede cometer errores y no podemos correr ninguno—le recordó la Señora B.

—Hasta ahora se ha preocupado por cuidarme, arriesgando su vida para lograrlo. Estoy conforme con su trabajo—argumentó Rachel manteniéndose firme en su decisión.

—¿Estas segura?—le preguntó de nuevo la Señora B.

—Totalmente—respondió.

—Entonces Quinn puede quedarse—anunció B.

Quinn volvió con cierta resistencia a la mesa y se sentó con la cabeza en alto.

Para cerrar aquel tema, Santana le disparó una pregunta a Kitty, es que era una política increíble.

—Kitty, ¿Por qué debemos confiar en ti?

La mujer fue tomada con la guardia baja, pero rápidamente se recuperó.

—No tienen por qué confiar en mí, pero si hubiera querido matarlos, no les hubiera avisado del ataque que estaban por darles.

—Sabes que eso no es concluyente—la retó Santana.

—Lo sé, pero yo no permitiría que lastimasen a dos humanas completamente inocentes.

Santana la miró con suspicacia, Kitty mantuvo su postura firme.

—De acuerdo, yo entrevistaré a las tres personas que seleccionaste y tomaremos dos que pueden ser de esas tres, pero si no quedo conforme, pediremos más personal.

—Muy bien, concluida la reunión. Brittany quédate conmigo—me pidió la Ministra.

Miré a Santana que me dio un asentamiento con la cabeza y estaba dispuesta a marcharse con Kitty cuando Quinn se acercó a nosotras.

—Santana, ya tengo horas, mañana temprano me entregaré.

—Muy bien, estoy poniendo mis manos en el fuego por ti, no me defraudes.

—Nunca Santana.

Intercambiaron una sonrisa cómplice de amigas y se marcharon. Yo me quede con la que sería mi suegra que me condujo a su despacho. Rachel se había ido con su abuela, la Señora B.

—Brittany, quisiera comentarte un poco sobre la fiesta de esta noche, no sé cuánto te ha dicho Santana, pero conociéndola, seguro no ha sido gran cosa.

—Me dijo que es una fiesta formal, con mucho protocolo y aburrida.

—Me lo imaginé—me invitó a tomar asiento y luego ella hizo lo mismo detrás de su gran escritorio—Veras, si es una fiesta formal a la que vienen los nuestros, acompañados de sus donantes cuando los tienen. A Santana no le gusta mucho asistir, pero hasta ahora he logrado que lo haga. Realmente nosotras celebramos mañana.

—Sí, ella me contó y también me invito. Espero que no sea una molestia para usted, de lo contrario puedo buscar la manera de no asistir.

—Si Santana te invitó, eres bienvenida, pero eso también me confirma lo que ya sabía. Eres muy especial para mi hija, lo que hace que esta conversación sea más importante.

—¿Qué me quiere decir Señora?

—Puedes tutearme o decirme suegra como te escuché decir la otra vez. Claro, trata que eso no ocurra en una reunión formal, los tiempos son muy duros y es difícil mantener el orden en nuestra sociedad.

Yo me sonrojé profundamente.

Esto era realmente un fastidio, yo siempre pensando en voz alta y estos vampiros que lo escuchaban todo.

“Tengo que tener más cuidado con eso.”

—Tranquila Brittany, no te apenes, todo lo contrario, me hace feliz que Santana encuentre una compañera. Incluso creo que eso era lo que le faltaba para estabilizar más sus emociones ya que puede valorar la importancia de una familia, de tener a alguien por quien vivir, pero también por quien morir.

—Estoy segura que ella tiene todo eso con usted que es su mamá—le dije.

—Santana me quiere, pero ella debe hacer su vida y tú me pareces una buena persona. Solo espero que comprendas que ella está para cosas grandes. Estoy segura que apenas se desocupe el primer puesto en el Consejo, ella será postulada y sinceramente pienso que nuestra sociedad la necesita.

—Aunque no estoy muy segura de cómo funciona su Consejo, yo sé que Santana lo haría muy bien. Ella es noble, buena y sobre todo, justa.

—Tienes razón, pero ser parte del Consejo significa mucha responsabilidad y vivir aquí, en la fortaleza.

—Lo sé, pero eso, llegado el momento, será decisión de Santana. Si quiere saber si yo la voy a apoyar la respuesta es sí, pero siempre y cuando pueda ejercer mi profesión, no soy de las que se quedan en casa esperando todo el día.

La mamá de Santana parecía muy feliz con mi respuesta.

—Excelente noticia. Yo esperaba que quisieras trabajar, me gustaría actualizar las leyes. Creo que se crearon con mentalidades muy antiguas, quiero hacer un estudio sobre eso una vez te gradúes. No estoy segura de cuando Santana entrara al Consejo, pero algo me dice que quizás tengas que hacer esa especialización en Las Vegas.

—Me gusta la idea, pero debemos esperar la respuesta de Santana—le dije.

—Cuento también con tu ayuda para eso, pero ahora regresemos a la fiesta. Tendrás dos mesas con comida y bebida para humanos del resto, no te recomiendo tocar nada que lleven los mesoneros. Debido a la posición de Santana, muchos te observaran esta noche, no te sientas cohibida actúa con naturalidad.

—La verdad es que estoy un poco nerviosa con todo esto—confesé.

—No tienes por qué estarlo, estoy segura que todo saldrá bien, solo déjate admirar y siéntete uno de las nuestros. Bien, ahora debo dejarte, tengo algunas cosas que atender antes de irme a arreglar para la fiesta.

—Gracias por todo, suegra—le dije sonriendo.

Ella me devolvió la sonrisa.

—Brittany, algo más. Algunos no tratan muy bien a sus donantes, pero recuerda que siempre son libres de irse cuando ellos quieren y no se les puede hacer daño físico. Sin embargo, algunos de los nuestros pueden ser bastante desagradables, recuerda que uno es quien les da el poder a los demás de hacerte daño.



Me fui del despacho sintiéndome más segura que antes para enfrentar la fiesta.

Busqué a Santana, pero seguía ocupada.

Decidí irme a comer, no creo que esta noche pueda probar bocado, así que lo mejor era alimentarme ahora.

En el comedor me encontré con Rachel que estaba acompañada de la Señora B.

Hablamos un rato y me relajé con todas las historias de B sobre la madre de mi amiga.

Luego me dirigí a la habitación para arreglarme, aún faltaba bastante para la fiesta, pero quería tomarme mi tiempo.

Cuando estaba por llegar, me encontré con Kitty, que parecía estar pasando casualmente cerca de lo que era, algo así, como la casa de Santana, pero yo creo que me estaba esperando.

—¡Hola Kitty!—la saludé alegremente.

—Hola Brittany, que gusto verte. Aprovecho y te acompaño, quiero comentarte unas cosas sobre entrenamiento.

—Por supuesto.

Seguimos caminando y Kitty encendió un dispositivo para que no nos escucharan.

—Brittany, ¿Confías en mí?—me preguntó.

—Sí, y espero no equivocarme con eso.

—Bien. Voy a ponerte algo en el brazo, pero debo entrar a tu habitación para que las cámaras no me filmen. Es un localizador, dura una semana y luego se disuelve. Creo que el ataque será pronto, pero no puedes decírselo a nadie.

—Imagino que a Santana sí.

—No, porque ella tendrá que hablar con el Consejo y estoy segura que nuestro enemigo es parte de él. Por eso tienen tantos recursos e información. Si te secuestran, Santana debe parecer desesperada, sin ninguna forma de encontrarte.

Fruncí el ceño, toda esa situación no mesaba gustando nada.

—Kitty, me estas pidiendo demasiado porque debo confiar en ti. ¿Cómo sé que sencillamente no quieres saber dónde estoy para secuestrarme?

—No lo sabes. He visto cómo amas a Santana, me haces recuperar la fe en las personas cada vez que te veo y no voy a dejar que unos idiotas preocupados nada más por tener el poder, acaben con esto. Por el amor que le tienes a ella es que debes estar segura.

Mientras caminaba hasta la puerta de mi habitación donde me disponía a arreglarme para la fiesta de esa noche, mi mente no dejaba de procesar cual sería la mejor decisión.

Ya no sabía en quién confiar, pero tenía que tomar una decisión y esperaba que fuera la correcta.

Cuando al fin llegamos invité a pasar a Kitty.

—Adelante Kitty, confiare en ti.

—Muy bien. Ya sabes, no le digas a nadie de esto.

Apenas entramos y quedamos cubiertas de las cámaras, Kitty sacó una especie de inyectadora metálica de su bolsillo, la puso en mi brazo y sentí como una picada de abeja.

—Gracias por confiar en mí.

Kitty tan solo dijo eso y se marchó.

Yo me quedé sin saber qué pensar, pero ya estaba hecho, para bien o para mal. Decidí no dar más vueltas al asunto y me dispuse a arreglarme.

Me metí al baño y disfrute al máximo de su potencial.

Santana realmente sabía cómo estar cómoda.

Además, estaba lleno de todas las cosas que siempre utilizaba para arreglarme. Incluso para peinar mi cabello. Mi vampira era, definitivamente, muy detallista.

Me tomó tiempo arreglarme el cabello, pero al fin logre aplacarlo un poco y debido a que mi vestido rojo dejaba ver mis hombro, recogí lo recogí dejando caer algunos bucles sueltos.

Estaba a punto de ponerme el liguero cuando llego Santana y me encontró de esa manera.

Tan solo en ropa interior.

—Cuando pienso que no puedes verte más bella, entonces me deslumbras nuevamente—dijo con voz contenida contemplándome arriba abajo con total descaro.

—Estas bellísima mi estrella. Te amo.

—Yo también te amo mi amor.

—¿Podemos comenzar la fiesta ahora mismo?—preguntó caminando hasta mí.

—No, y mira que si comenzamos no llegaremos nunca a la fiesta—le advertí.

—Yo la verdad no quería ir, así que me parece excelente la idea la de quedarnos esta noche.

Tuve que escaparme de sus manos porque si me tocaba, estaba segura que me sumergiría en sus brazos.

—Amor, vamos a la fiesta, por favor. Yo quiero lucir mi vestido y luego regresamos para que puedas romper mi ropa interior nueva—le dije imitando de una pose sexy.

Santana gruñó y sus ojos se pusieron completamente negros.

—Es una promesa mujer—me dijo con voz ronca—Voy a darme un baño con agua muy fría para arreglarme para ir la fiesta—me dijo Santana antes de entrar al baño.

Terminé de ponerme mi vestido, maquillarme y ponerme algunos accesorios entre los que estaba, por supuesto, el collar que Santana me regaló en navidad.

Cuando terminé, me senté en el sofá a esperarla.

Me quede pensando en que esta era ahora mi casa o mejor dicho, nuestra casa y creo que sería bueno poner mi toque en la decoración.

Apenas pasaran las navidades, saldría a hacer unas compras para darle un ambiente más hogareño.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando Santana salió ya vestida con su uniforme militar.

“¡¡Dios mío!!”

Estaba arrebatadora.

Sus mechones rebeldes salían de su visera dándole un toque mortal pero atrevido.

Ahora era yo la que no quería ir a la fiesta.

Tuve que armarme de la mayor voluntad posible para salir del brazo de Santana rumbo a esa fiesta.




Una cosa era escuchar sobre la fiesta y otra muy distinta verla.

Entramos en un gran salón decorado con mucha elegancia con una cantidad moderada de mesas pulcramente distribuidas, aunque la mayoría de los presentes estaban de pie conversando; claro, ellos no se cansan con facilidad.

Pude ver algunos guardias, varios mesoneros con copas de cristal en sus bandejas con sangre, y al final, un tanto alejada, había una mesa con comida que supongo era la que correspondía a los humanos.

Una orquesta tocaba a lo lejos música clásica.

Era como una fiesta de la realeza solo que, en este caso, chupaban sangre y yo estaba del brazo de la princesa.

Todo el mundo saluda a Santana y me observaban como si yo fuera una cosa rara. Me estaban poniendo más nerviosa de lo que ya estaba.

Mi pareja apretó mi mano para darme apoyo.

Me presentó con algunas personas como su donante; realmente no me gustaba ese término, pero era el que ellos usaban. Avanzamos rápidamente hasta donde estaba mi suegra, supongo que por protocolo o porque, en el fondo, Santana buscaba ayuda.

La Primera Ministra estaba junto a la Señora B, Rachel y Quinn que también lucia su uniforme.

—Primer Ministro, reciba mis saludos—dijo Santana a su mamá haciendo una leve reverencia.

—Querida, que gusto que hayas llegado. Brittany, estas muy bella hoy.

Sentí sonrojarme.

—Usted está muy guapa también.

La Primera Ministra con un gesto hizo bajar la música y captó la atención de todos en la fiesta.

—Buenas noches a todos. Quiero darles la bienvenida a la fiesta navideña de este año que, como siempre, es un honor organizar para ustedes. Espero que la disfruten.

Todos aplaudieron y se concentraron aun más en sus palabras.

—Quiero compartir con ustedes que mi hija Santana, después de tanto años ha encontrado una pareja sentimental que, actualmente, es su donante, pero que esperamos que muy pronto, sea su compañera de sangre—hubo un leve murmullo entre la gente, pero se acalló rápidamente—Brittany está por graduarse de abogado. Es muy atractiva, pero sobre todo, es una persona noble y comparte los objetivos de nuestra sociedad por lo que además de ser la compañera ideal para mi hija, es también una muy buena adquisición para nosotros.

La multitud aplaudió aún más y todas las miradas se fijaron en mí.

Santana me abrazó por la cintura en un gesto posesivo; tampoco le agradaba todas esas miradas en mí.

—Vaya Brittany, eso sí que es entrar por la puerta grande—me murmuro Rachel, mientras aplaudía.

—La verdad es que no me gusta tanta atención.

—Te entiendo, yo también prefiero no llamar la atención, pero en tu caso, mientras estés con Santana eso es imposible—agregó la Señora B.

—Santana, ven para que saludes a algunas personas. Brittany, acompáñanos por favor—nos pidió la Primera Ministra.

Me embarque en una cruzada de saludar y conocer a personas y vampiros.

Traté de ser educada y amable con ellos, aunque algunos me resultaron desagradables.

Aunque mi suegra trataba de actuar con naturalidad, siempre dejaba saber algunas de las distinguidas acciones de Santana, recordando sus misiones y muchas cosas más.

Las personas la miraban con respeto y escuchaban sus palabras, me di cuenta que mi vampira no solo era un líder nato, si no una excelente política cuando se lo proponía.

Yo seguí el plan de su mamá y ayudaba, cada vez que podía, a decir lo maravillosa que era mi Santana.


Un poco cansada de todo eso, me disculpé para pasar por el baño y a la mesa de comida.

Eso de saludar y conversar sobre leyes y cosas que aun no conocía, me tenía agotada y pensar que si me quedaba con Santana, esto sería parte de mi vida.

Tendría que pedirle a mi suegra sus libros de leyes o constitución para documentarme más sobre ellos y su cultura.

En el baño me encontré con Rachel y aproveché para hablar un poco con ella.

—¿Cómo te va con la fiesta?—le pregunté mientras activaba el dispositivo para no ser escuchadas.

—Muy bien aunque los vampiros son un poco clasista. Me he fijado que si eres familiar con derecho a ser vampiro te tratan mejor que si eres una donante y bueno, tú sabes que yo medio snob, pero sé que eso no está bien.

—Yo no me he fijado en eso, pero es bueno saberlo. He estado un poco ocupada siguiendo a Santana y a su madre por toda la fiesta.

—Me he fijado. Santana tiene muchas probabilidades de entrar al Consejo, deberías pensar bien si esto es vida para ti—me aconsejó con dulzura.

—Me conoces bien Rach y sabes que tanta atención no me gusta, pero San es buena para esta gente. Yo creo que ellos la necesitan realmente. Además, yo no puedo vivir sin ella

—Eso es mutuo. Se ve a simple vista que Santana muere por ti—dijo sonriendo—En fin, ahora te dejo, Quinn me espera afuera para bailar. Se ve tan guapa con uniforme y tan galante; si no fuera tan mandona, quizás las cosas pudieran ser diferente, pero no soy de las que se deja dominar.

—Está bien, ve a bailar, yo iré por algo de comer.


Me fui hasta la mesa de comida que, en ese momento, estaba rodeada de humanos.

Algunos hablaban animadamente y otros estaban un poco callados, pero me llamó mucho la atención una joven que estaba visiblemente pálida y con ojeras.

Me acerqué a ella verdaderamente preocupada.

—Hola, ¿Te encuentras bien?

Se sobresaltó y me miro un tanto asustada. Articuló con sus labios “Nos escuchan”.

—Sí, muy bien gracias—contestó incómoda.

Miraba a todos lados.

Con discreción le mostré mi dispositivo y lo encendí. Un par de chicas y un chico se nos acercaron de inmediato.

—Estoy un poco cansada—dijo la chica finalmente, pareciendo ahora más relajada.

—¿Cansada?—intervino una de las otras chicas que se nos cercaron.

—¿No te ves en un espejo? Te está matando. Tienes que comer y dormir. Si continua alimentándose así de ti vas a morir.

Yo escuchaba la conversación y fue como si me hubieran transportado a otra dimensión.

—Es que Mark sólo consume sangre fresca y no quiero que se busque otra donante. No quiero compartir mis oportunidades con nadie.

—Oportunidad de morir—dijo el chico con ironía.

—Mark pertenece al Consejo, sería algo muy bueno para mí poder ser su vampira.

—No te hagas esperanza con él, yo tengo ya tres años esperando que mi vampiro se decida y lo he visto cambiar de donante varias veces en ese tiempo.

—A mí me ha pasaba lo mismo—agregó el chico—Hablé con ella. Trató de presionarme, pero al final comprendió que me estaba matando con su sed de sangre.

—Puedes negarte—dije.

Todos me miraron como si estuviera loca.

—¿Realmente crees que puedes negarte a los deseos de un vampiro?—me preguntó aquella joven pálida y con ojeras.

Soltó una leve sonrisa y se marchó.

Me sentí muy confundida, dentro de mí se estaba oprimiendo algo. Volví a poner mi atención a los chicos frente a mí.

—Yo creo que los donantes deberían tener una forma de poder quejarse de sus vampiros, que sea más sencillos que tener que hablar con el Consejo, aunque yo no puedo quejarme de Finn. Sin embargo, no todos los casos son iguales. Los donantes deberían llegar aquí motivados más por amor que por obtener vida eterna.

—Estoy de acuerdo contigo—le dije

—¿Cuál es tu nombre?—me preguntó.

—Brittany. ¿El tuyo?

—Meghan.

—Meghan, creo que la única razón para aceptar ser donante es amar a tu pareja.

—Pienso lo mismo, y con suerte, ser correspondida—dijo sonriendo.

De pronto nos quedamos en silencio.

Comencé a sentirme incomoda.

—Bien, tengo marcharme, Santana debe estar esperándome—me excusé buscándola con la mirada.

—Ellos nunca vienen hasta esta mesa, es como bajarse de rango supongo—dijo sonriendo irónicamente—Así que si quieres volver con tu vampiro, tendrás que ir a buscarlo.

—Buscarla… es mi vampira—le aclaré.

Estaba por irme a buscar a Santana cuando ella se acercó a mí.

Todos los humanos la miraron como si fuera un bicho raro, supongo que esta vez le tocaba a ella ser la diferente.

Sin embargo, Santana no se inmuto.

—Llevas demasiado tiempo lejos de mi preciosa—me dijo rodeándola por la cintura.

Santana estaba medio achispada, tenía que preguntarle cómo era posible eso.

—Estaba por ir a buscarte—le dije.

—¿Comiste?

—Sí. De verdad que tienen puras exquisiteces, la comida es muy buena. Oh, disculpa, te presento a Meghan—le señalé a la joven cerca de nosotras.

—Un placer conocerte Meghan—dijo Santana tendiéndole la mano.

—El placer es mío. Hacen una pareja fantástica, tienes mucha suerte Brittany.

—Gracias—agradecí sonriéndole ampliamente—Ahora me voy a bailar con mi vampiro.

Nos fuimos a la pista.

Pronto me di cuenta que Santana bailaba muy bien, realmente disfrutaba bailar con ella.

—Estas achispada.

—Es que la sangre fue donada por alcohólicos, entonces viene con un toque especial—explicó guiñándome un ojo, me hizo reír.

—Ya veo. ¿Conoces a Mark?—le pregunté sin rodeos.

—¿Tienes el dispositivo encendido?

—Si mi amor.

—Muy bien, estas aprendiendo—le saqué la lengua y fue su turno de reñir—Mark es el tío de Kelly y supongo que conociste a su donante. Debes saber que no apruebo esas cosas, pero él no está actuando fuera de la ley.

—Tus leyes son algo que tengo que revisar.

—Mi mamá no se equivocó contigo.

—¿Por qué dices eso?

—Eres una activista nada. Defiendes a las personas que necesitan ayuda y déjame decirte que eso me enamora aún más—me dio un suave beso.

—Tu, amor, eres todo un político y esto parece ser una campaña. No me molesta y quiero que sepas que te apoyaré en todo lo que desees hacer.

—Eso es muy importante para mí—dijo mirándome con mucha ternura—Aun no estoy segura y el Consejo está completo, así que tengo tiempo para pensarlo. Esto implica mucho trabajo, pero solo puedes cambiar las cosas si eres parte de las personas que toman decisiones.

—Es interesante conocer tus deseos San, algunas veces eres muy reservada y yo quiero que sepas que estoy contigo siempre.

—Lo sé Britt y quiero que sepas que eres el centro de toda mi vida. Me complementas, eres mi estrella en mi noche oscura.

Santana detuvo nuestro baile en pleno centro de la pista y me besó sin reservas.

Con pasión y ternura mezclándose en una misma promesa. Yo correspondí con el mismo amor que me profesaban sus labios.




La fiesta continuó y con el paso de las horas se fue alegrando más aún.

Los guardias recogieron a los que estaban en malas condiciones por la sangre alcoholada.

Otros se fueron con sus donantes y llegó el momento de marcharnos nosotros.

Yo estaba muy cansada.

Camino a nuestra casa, mi hermosa vampira quiso saber mi opinión sobre la fiesta.

—¿Qué te pareció la fiesta?

—Al inicio algo fría, pero se fue tornando mejor.

—Me alegra que te gustara. Mañana mi madre nos espera, le dije que iríamos luego que desayunes.

—Claro, estoy encantada de ir. Oye, quería preguntarte algo ¿Puedo cambiar algunas cosas de la decoración? Es que tu casa es muy fría.

—Nuestra casa Britt—me corrigió. No pude evitar sonreír—Puedes y quiero que lo hagas pasado mañana. Vamos a ir de compras, todo lo que desees para la casa.

—¡Gracias! Le diré a Rach que nos acompañe.

—Claro mi amor, me hace muy feliz que te sientas en casa conmigo—dijo al tiempo que me abrazaba fuertemente.

En cuanto llegamos, entramos.

De inmediato me senté en el sofá y me quite los zapatos, me estaban matando.

Mi vampira puso la visera bajo su brazo fijando sus ojos en mí… mejor dicho, devorándome con la mirada.

—¿Estas muy cansada?—preguntó con voz ronca.

—No.

Apenas respondí, se acercó a mí, me puso la visera y me tomó en sus brazos llevándome hasta la habitación.

—Déjame quitarte el uniforme—le pedí con un susurró en su oído que la hizo estremecer.

Me bajó lentamente frente a la cama.

Me quite la visera y la puse en la mesa de noche.

Comencé a quitar su chaqueta. Primero un botón. Le sonreí levemente mirándola con intensidad, ella estaba como hipnotizada, su respiración estaba un poco acelerada. Continué con el otro botón mientras la acariciaba con pequeños besos y el contacto de mis uñas recorriéndola.

Sus ojos comenzaron a tonarse negros.

Yo continuaba desvistiéndola con calma, pero dejándole un reguero de pasión con cada paso, en cada botón, en cada beso… en cada caricia.

Santana estaba respirando ahora con más intensidad y sus ojos ya estaban negros, pero me dejaba llevar el control, la estaba tentando demasiado y eso me encantaba.

Cuando finalmente estuvo completamente sin ropa me giré para que bajara la cremallera de mi vestido. Sus dedos recorrieron mi espalda acariciándola al tiempo que la cremallera era deslizada lentamente hacia abajo.

Cuando llegó hasta al final, el vestido cayó a mis pies.

Santana me tendió la mano para que saliera de él. Sus ojos fijos en mí, me quemaban la piel.

Podía ver que mi vampira ya no se aguantaba más.

Ella deseaba tocarme y yo estaba desesperada porque lo hiciera.

Pasó sus dedos suavemente por mi piel, sólo dibujándome desde la boca hasta mis senos donde se entretuvo un poco haciendo endurecer mi pezón.
Luego bajó a un más por mi abdomen; cuando llegó al borde de mi ropa interior, se detuvo.

Yo estaba fascinada con su contacto, no quería que se detuviera.

Me regaló esa media sonrisa, supongo que sabía su efecto en mí, y continuó bajando hasta posar sus dedos en mí.

Cuando sintió mi humedad soltó un gruñido.

No pude más, deseaba a Santana con locura, necesitaba ser suya y sentirla mía.

—Puedes rasgarla San…—le dije roncamente.

Apenas lo dije cuando ya estaba completamente desnuda pegada a Santana que me besaba con pasión desbocada.

Esta era la vampira que tanto amaba y con la que esperaba pasar el resto de la eternidad.

Nos rendimos a la pasión que estábamos sintiendo y terminamos la noche amándonos.



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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
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