Re: [Resuelto]BRITTANA: CARCEL DE AMOR. GP- SANTANA . CAP. 13 FINALIZADO

por marthagr81@yahoo.es Mar Oct 25, 2016 11:30 pm

micky morales escribió:Bueno parece que la terca de santana al fin entendio que si pde darse una oportunidad con su esposa, a ver como siguen las cosas, espero de verdad que retiren los cargos y san pda viajar con britt a terminar de aclarar las cosas con sus padres!!!!!

o bueno parece que esta historia va a terminar con todas las cosas que quieres que pasen. aca dejo el ultimo cap. Gracias por leer y comentar y espero que les haya gustado esta adaptacion como yo la AME.....

por marthagr81@yahoo.es Mar Oct 25, 2016 11:32 pm

Capítulo 13

Le gustaba Brasil más cada día que pasaba allí, pero lo que más adoraba eran las tardes. Brittany estaba tumbada sesteando junto a la piscina. Se estiró y olisqueó el aire húmedo tras la lluvia habitual a primera hora de la tarde, que lavaba las montañas hasta dejarlas relucientes, y pensó en lo feliz que era. Habían retirado los cargos, pero habían tardado un par de meses en tener fondos. Habían devuelto a Quinn el dinero que le debían y vivido de los ahorros de Brittany. Pero solo cuando dejó de sentir la amenaza de la pesadilla de volver a la cárcel y el embarazo de Brittany se hizo aparente, había empezado Santana a pensar que su vida era real.

Iban a São Paulo con regularidad y Santana estaba presente en cada visita prenatal. A Brittany le encantaba que a sus padres les gustara Brasil tanto como a Santana le gustaba Australia cuando iban. Veía a sus padres a menudo, acababan de irse ese día, y gracias a las sugerencias y ayuda de su nueva nuera, los negocios iban bien en Sídney. La habían sorprendido. Una vez superado el shock de la noticia, habían sido fantásticos. Santana les había enviado pasajes para que volaran a Brasil y desde el primer día había empezado a comprender por qué a veces no se podía colgar el teléfono o poner barreras a la gente.

Empezaba a acostumbrase a las complicaciones y compensaciones de la familia. En la primera visita no les habían dado la noticia del embarazo de Brittany, era demasiado pronto para otra sorpresa, y tenían que preparar un funeral. Ella había creído que Santana se ocuparía de eso sola, pero no fue así. Hubo pocos invitados. Brittany había conocido a Tina que, por supuesto, era deslumbrante, y también estaban allí Quinn y sus colegas y Finn, el marido de Quinn.

Aunque los padres de Brittany se habían negado a asistir en un principio, al final fueron, y Santana se lo agradeció mucho. Brittany había llorado un poco esa mañana, al despedirse de sus padres, pero le habían asegurado que volverían un mes después, para estar presentes en el nacimiento de su nieto. Eso si aguantaba un mes más. Brittany, sintiendo otra contracción, consultó su guía del embarazo. No. No eran dolorosas y eran muy espaciadas.

Siguió leyendo un rato. Llegó otra contracción y anotó la hora en su teléfono porque, si bien no llegó a doler, se descubrió aguantando la respiración hasta que pasó. Se planteó telefonear a alguien para asegurarse, o esperar a Santana, que llegaría pronto. Según su guía eran contracciones Braxton Hicks y no tenía por qué preocuparse. Brittany adoraba estar embarazada. Le gustaba cómo crecía su vientre, y también a Santana. Y la quería a ella más de lo que había creído posible. Nunca llegaría a conocerla del todo. Pero tenía el resto de su vida para intentar entender a la mujer más complicada del mundo.

Las pesadillas habían acabado para ambas, y su vida había seguido adelante. Cada día se daba más cuenta de cuánto la amaba Santana.

Eran muy felices, recibían visitas de amigos a menudo y muchas noches conseguía hacer lo que más le gustaba: probar recetas nuevas.

Brittany miró su teléfono. Había pasado mucho tiempo desde la última contracción, así que debería empezar a preparar la cena. Esa noche tenían invitados, Quinn, su marido y algunos amigos más iban para animar a Brittany tras la marcha de sus padres. Quinn y ella se habían hecho muy amigas. Quinn a veces le tomaba el pelo respecto a sus primeras conversaciones, por no hablar de las indecentes bragas que le había proporcionado. Se sonrojó al pensar en lo inocente que había sido entonces y al pensar en las deliciosas cosas que hacían Santana y ella.

En ese momento sintió otra contracción, miró el teléfono y anotó la hora.

Aún estaban muy separadas, pero la alegró oír el helicóptero que anunciaba la llegada de Santana. Cruzó el jardín para ir a recibirla y de paso cortó unos aguacates maduros del árbol para preparar guacamole.

Entonces sintió un dolor intenso. Por lo visto, el libro se equivocaba. No eran contracciones preparto, porque sintió un intenso dolor que la obligó a resoplar. Santana vio como se doblaba por la cintura mientras iba hacia ella. Oyó el helicóptero despegar y se debatió entre llamar al piloto para que regresara o correr hacia ella. Maldiciéndose, porque su intención era mudarse a su apartamento de la ciudad ese fin de semana, para estar más cerca del hospital, corrió hacia ella.

–Todo va bien. Haré que vuelva el helicóptero y te llevaremos al hospital –dijo, práctica y tranquila cuando la encontró de rodillas sobre la hierba–. Vamos dentro de casa –intentó ayudarla a levantarse, pero ella gemía–. Vale, te llevaré.

–No
–Brittany estaba de rodillas y anhelaba empujar, aunque una parte de ella le decía que no lo hiciera, que era demasiado pronto y debía mantener al bebé dentro de sí. Pero la otra parte le decía que si se permitía empujar con fuerza, se libraría del dolor–. ¡Ya viene! Oyó vagamente que Santana hacía una llamada y frunció el ceño al oír a quién telefoneaba.

–¿Tina?

El dolor no la dejaba pensar, pero aun así se preguntó por qué diablos llamaba a Tina.
–Hecho –dijo ella.

–¿Hecho? –Viene ayuda en camino.

Ella vio que sudaba, algo poco habitual en Santana, pero su voz sonaba tranquilizadora.

–Llamará al helicóptero para que vuelva y a una ambulancia. Brittany empezó a llorar, porque sabía que llegarían demasiado tarde, el bebé ya estaba allí.

–Todo va bien... –se quitó la chaqueta y empezó a arremangarse la camisa–. Todo va a ir bien.

–¿Acaso has traído al mundo a muchos bebés? –le gritó ella, aunque no quería hacerlo.

–No –respondió Santana. La miró a los ojos con serenidad–. Pero hice un curso de primeros auxilios en la prisión.

Aunque estaba petrificada, sonrió. Empezó a gritarle de nuevo cuando tuvo el descaro de contestar al teléfono y ponerlo en manos libres.

–Es el tocólogo –se justificó ella. Brittany, mientras ella le quitaba el bikini, pensó que tenía que acordarse de darle las gracias a Tina. Por lo que pudo entender con sus limitados conocimientos de portugués, le estaba diciendo al médico que sí, que podía ver la cabeza. ¡Ella se lo podría haber dicho sin mirar! En cierto modo, la alegró no saber lo que decían, así podía concentrarse en empujar y parar y volver a empujar cuando lo ordenaban.

Se irritó muchísimo cuando Santana dijo algo que hizo reír al tocólogo. Iba a decírselo cuando salió el bebé.

–Sim –dijo Santana–. Ela é Quinn e respiração. Sí, la bebé estaba Quinnda y respirando. Eran las mejores palabras del mundo para Brittany, y, a juzgar por su ela, parecía que tenían una niña.

El doctor no tuvo que preguntar si el bebé lloraba, porque el berrido resonó en la montaña. Brittany lloró también. Santana no, nunca lloraba.

Solo el día que comprendió que estaba a salvo ella había visto un atisbo de su llanto, pero en ese momento ¡estaba atenta a su papel de comadrona! Siguiendo las órdenes del doctor de mantenerlas abrigadas, se quitó la camisa para envolver a su hija y puso su chaqueta sobre Brittany.

Después fue por una gran toalla que había junto a la piscina y las tapó a ambas. Dio las gracias al doctor, le dijo que oía la llegada de ayuda y colgó el teléfono.

–Tienes que ponértela al pecho –le dijo a Brittany–. El médico ha dicho que eso ayudaría con la siguiente fase.

–Oh –musitó ella.

–Bien hecho –dijo Santana.

–Tú también lo has hecho bien –sonrió a su adorable partera.

–. ¿Has pasado miedo?

–Claro que no –movió la cabeza–. Es un proceso natural. Los nacimientos rápidos suelen ser rápidos –dijo unas cuantas cosas más que la llevaron a adivinar que había estado leyendo sus libros sobre embarazo y parto.

–Es prematura

–Brittany suspiró. Había tenido la esperanza de que el bebé se retrasara; así nunca sabría que había sido concebida en la cárcel.

–Todo irá bien. Fue concebida con amor –le dijo Santana–. Es cuanto necesita saber.

Habían elegido un nombre para niño y uno para niña, y Santana asintió cuando ella le preguntó si seguía gustándole el mismo. La besó y luego miró a su hija. A ella le pareció ver una lágrima en sus ojos, pero decidió no mencionarlo. Quería disfrutar de ese momento, las tres a solas en la montaña, con su nueva hija, Emilia Dos Santos. Con el significado portugués, claro. De los santos.
FIN

por marthagr81@yahoo.es Mar Oct 25, 2016 11:39 pm

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por 3:) Mar Oct 25, 2016 11:45 pm

Me gusto la historia!!!
Al fin san pudo superar por asi decirlo su pasado... y vivir con britt y em!!!
No todo lo que pasa queda en las vegas no?? Jajaja

por JVM Miér Oct 26, 2016 2:04 am

Corta pero intensa historia....
Tuvieron que pasar por cosas muy fuertes y feas para poder por estar juntas, pero al final valió la pena, San venció sus miedos y tuvo la familia mas hermosa :)
Y Britt una mujer muy fuerte que luchó por lo que amaba

por micky morales Miér Oct 26, 2016 7:10 pm

excelente historia y agradecida por haberla podido leer, gracias y mil veces gracias, hasta pronto!!!!! [Resuelto]BRITTANA: CARCEL DE AMOR. GP- SANTANA . CAP. 13 FINALIZADO - Página 3 2145353087

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