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[Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
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JVM
Tati.94
marthagr81@yahoo.es
7 participantes
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Página 2 de 17. • 1, 2, 3 ... 9 ... 17
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
marthagr81@yahoo.es escribió:Creo, que al decirle niña, Santana se esta recordando de cierta manera que Brittany es Intocable por ser la hermana menor de Q..
Hola, mmm si, la vrdd tienes un punto ai..., pero no quita que duela o sea injusto, no¿? Saludos =D
micky morales escribió:ahhhhh bueno ya se sabe pq aparentemente Britty odia a San, a ver como siguen las cosas pq seguro la tal Brenda es una zorra e ira tras los huesos de San!!!!
Hola, si, una respuesta al menos de tantas, no¿? xD Espero y mejore, y no pase nada con esa ¬¬ que si que ya es zorra ¬¬ Saludos =D
monica.santander escribió:Hola!!!!
Que habrá hecho Santana??
Saludos
Hola, pfff espero y nada tan grave la vrdd =/ pero otra pregunta más jajajajaja. Saludos =D
3:) escribió:Hola morra...
Mmmmm a ver cuanto le dura el " eres una niña para mi" para san??.
Britt la va a pasar mal mientras san este ahí!!
Nos vemos!
Hola lu, jajaajajaj la vrdd¿? espero y nada la vrdd jaajajajajajaja. Si, tmbn pienso igual =/, pero tmbn espero y sea por poco tiempo xD Saludos =D
JVM escribió:Vaya que habrá muchos momentos de tensión en la casa ahora que San vivirá ahí ..... Y el que le siga diciendo "niña" a Britt solo la hace recordar que rompió su corazón con esa frase que no ha podido olvidar. Sin embargo aun falta conocer el lado de la morena...así que veremos como van las cosas
Hola, jaajaj si, toda, pero toda la razón! No esta haciendo bn las cosas con esa palabra =/ Mmm si, espero y tenga un gran motivo por su actuar, no¿? Espero y mejor. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 5
Capitulo 5
Según en la clase de psicología de la personalidad.
Se interesa también en el estudio de las actitudes, las opiniones, y los rasgos de carácter.
Todo individuo humano tiene un carácter como también una personalidad o sea que no existe ninguno que carezca de personalidad.
Y López parece que tuviera muchas y todas son feas y muy confusas para mí.
No puedo estudiar realmente a Santana.
¿Por qué momento difícil estará pasando que tiene que mudarse lejos de Holanda?
Y además de eso, pausar su carrera en su momento más importante.
Levanto la mirada y me encuentro con sus ojos inyectados de recelo y cuando quiero dedicarle la misma mirada, mi visión es interrumpida por las manos de alguien más.
—Hola, chiquita—me susurra Sam al oído.
—Hola—me obligo a decir cuando ya me ha plantado un gran beso en los labios en presencia de todos.
—Sam Evans—advierte la voz de mi hermana—Aparta tus sucias garras de mi pequeña hermana—me rio y Quinn le tiende la mano—Y saluda a tu cuñada, quien no ha podido patearte el culo, pero que definitivamente lo ha hecho mi hermana… más de una vez.
—Quinn—Sam estrecha su mano de mala gana.
En ese momento veo que se acerca Santana tomando la misma posición sobreprotectora que mi ya hermana mayor ha presentado y eso me confunde.
—¿Amigas nuevas o novia?—pregunta de inmediato mi posesivo novio, pero eso solamente significa una cosa, que desde ya no le cae bien, por cómo se ven ambos.
—De hecho es un vieja amiga—Sam me ve confundido por un segundo y Quinn continúa—De las dos.
—Santana López—se presenta tendiéndole la mano.
Sam la ve por un segundo y le regresa el saludo.
—Sam Evans, novio de Britt.
¡Bingo!
—¿Has dicho López?—pregunta divertido Sam.
—La misma Snixx López—le sigo yo—Tendremos una celebridad en casa estos días.
—¿Ah, sí?
—Así es—farfulle mi hermana con ojos de querer molerlo a golpes—Santana vivirá aquí por un tiempo mientras esté yo aquí, así que ahora tendrás cuatro pares de ojos sobre ti, Evans.
Sé que se ríe cuando le dice esas cosas, pero viniendo de Quinn no está bromeando en absoluto, me sobreprotege demasiado y sé que habla en serio.
—No tienes porqué—me toma de la cintura de nuevo—Estamos bien ¿Verdad, cariño?
Me veo encontrando los ojos de Santana que podrían taladrar con su mirada la mano que Sam descansa en mi cintura de manera posesiva.
—Sí—digo con hilo de voz viendo los ojos de Santana—Estamos bien.
—Si nos disculpan.
Sam me toma de la mano y me aleja de la presencia de mi hermana y su amiga.
¿A qué ha venido ese sentimiento de incomodidad?
Nunca se me ha hecho difícil fingir estar bien Sam y yo, pero por una razón tener los ojos de Santana sobre mí y sobre Sam, fue toda una maratón poder responder.
—¿Se puede saber por qué no me habías dicho nada sobre esto?
Aquí vamos otra vez.
—No lo sabía, Sam—me excuso con sinceridad—En realidad estoy tan sorprendida y enfadada como tú.
—Más le vale que no se acerque a ti, conozco a las personas de su clase y la reputación que tiene no es del todo santa. ¿Por qué tus padres la permiten aquí?
¿De qué reputación está hablando?
—Ya lo has oído, es una vieja amiga—intento explicarme y por una razón es como si quisiera excusarme de algo que no comprendo—Santana creció junto con Q.
—¿Y tú?—continúa preguntando con su tono posesivo.
Veo por un segundo a Santana a lo lejos y como lo dijo Quinn, parece que desde ya ha empezado a custodiarnos.
—¿Yo qué?
—¿Tú también creciste con ella?
—Por supuesto—maldigo para mis adentros por responder tan rápido—Quiero decir, lo veía en compañía de Quinn siempre.
Parece que no creyera mi explicación, en realidad es así, solamente que estoy omitiendo que “estaba enamorada de ella” o al menos eso creo, después de que me dijera esas duras palabras lloré en mi habitación.
No fueron horas, fueron días y casi meses.
Exagerado, pero en realidad desde los diez estaba enamorada de ella, solamente que a sus dieciséis al igual que Quinn, jamás se fijaría en una niña.
Por lo que mi amor fue declarado cuando tenía trece.
Y ahora nueve años después, lo único que ha cambiado es que ahora la odio y ella… ella me sigue viendo como una niña todavía.
Mientras estoy en compañía de Sam y estamos disfrutamos de la parrillada, escucho un par de voces y solamente una es de mi agrado.
¿Qué hace ella aquí?
Pensé que Quinn no hablaba en serio, y ella tiene el descaro de venir a mi casa.
Como si me quemaran las orejas voy de inmediato a la cocina para tomar un poco de aire aunque el aire esté afuera y no aquí adentro.
—Respira, Britt—digo en voz alta sin darme cuenta que parezco una loca hablando sola.
Cierro los ojos y pienso en que no tengo que arruinar la tarde de Quinn, además que está en compañía de Rachel, pero no puedo creer que hablaba en serio cuando dijo que Brenda también estaría presente.
—Parece que quisieras matar a alguien.
Como si ya no hubiese hecho el ridículo, su ronca voz me hace tropezar en mis propios pies y malditamente salto hacia atrás, provocando que mis pies de gelatina fallen y me hagan caer al suelo, esta vez lo piensa tarde y sí, he caído al suelo.
—¡Mierda!—se apresura a acercarse—¿Estás bien?
Levanto la mirada y me sorprendo.
En realidad pensé que estaría riéndose de mí, pero parece preocupado. Aun así no me fío de su otra personalidad y lo fulmino con la mirada.
—Lo estoy.
Ignoro que me ofrece su mano y me levanto yo sola del suelo, solamente espero no haberle mostrado mis bragas.
Estiro mi falda y me acomodo de nuevo mi ropa nerviosamente, mientras que Santana no quita la mirada de mí.
De todo de mí para ser más exacta.
No digo nada, y tampoco demuestro que su presencia me pone nerviosa, ahora que estamos solas, mi osadía ha quedado en la gaveta.
Lo único que puedo hacer es… huir.
—¿Siempre eres así?—rompe el silencio cuando ve mi intento de huida.
—Explícate.
Sus ojos oscuros y temerarios siguen viéndome pero no muestran algo en concreto, algo que estoy empezando a odiar tan rápido de ella.
—Torpe.
Aprieto mis ojos y respiro hondo.
Estoy por caerle encima a golpes, parece que Sam no es la única persona que conocerá mis puños por aquí después de todo. Pero lo pienso mejor, no me mostraré como una niña malcriada o princesa de hielo como hace unas horas me llamó.
No voy a responderle con la misma grosería.
Llevaré la fiesta en paz, al menos por ahora.
Y solamente lo haré por su bien.
—¿Tú siempre eres así?
Mi pregunta lo toma por sorpresa, pero aun así responde con otra cosa.
—Explícate—imita.
—Defendiéndote—y antes de que me interrumpa—Con las personas que no deberías serlo.
De acuerdo, no pensé que mi observación sería tan seria y madura, eso sonó como si lo conociera, y me doy cuenta de ello desde el momento en que veo que deja de fruncir el cejo y sus ojos siguen haciendo eso que me confunde.
Puntualizando mi rostro.
En realidad puedo leerlo, pero solamente lo puedo hacer no estando molesta, algo que es casi imposible de hacer.
—¿Por qué fingiste que no me recordabas?
Cambia el tema tan rápido y vuelve su faceta de Snixx López a acción. Al menos puedo seguirla torturando, aunque no estén mis padres o mi hermana presentes, seguiré fingiendo que no la recuerdo.
—No sé a qué…
—Hola.
Ambas nos giramos para ver a nada más y nada menos que la zorra de mi vecina entrar a la cocina con una cerveza en sus manos.
No me sorprende en realidad.
Brenda ve que ninguna de las dos respondemos porque los ojos de Santana han vuelto a los míos y seguramente está esperando en qué momento me lanzo a golpear el delicado rostro de Brenda mientras aprieto lo más que puedo mis puños.
—Pensé que mamá había sacado la basura—me giro hacia Brenda—Pero ya veo que no.
Pone los ojos en blanco y se cruza de brazos, lo que hace que sus pechos se aprieten y su ridículo escote se note más.
—Creo que tu mamá te debe de querer mucho—se defiende de inmediato riendo como hiena.
No sostiene la mirada por mucho tiempo hasta que sus ojos vuelven hacia Santana, pero esta vez de manera lasciva. Siento un poco de recelo por eso, no sé de dónde ha venido, pero no me gusta como la mira y tampoco me gusta como Santana la ve a ella y a su maldito escote.
—No nos vas a presentar—hace morritos y sacude su cabello.
Veo a Santana y pienso rápido, antes de darme cuenta que no quiero que la conozca o se conozcan.
Pero es muy tarde para ello, ya que mi hermana junto con Rachel entrán y cambio mi rostro sonriéndole a ambas.
—Ahí estás—dice Quinn, dirigiéndose a Santana.
—Estaba buscando un poco más de cerveza.
Eso me atrapa y hace que la vea, porque tiene una cerveza sin abrir en sus manos y definitivamente entró con ella a la cocina.
¿Ella me siguió hasta la cocina?
—Britt estaba por presentarme a su nueva amiga—interrumpe Brenda llamando la atención de todas como siempre y yo sigo maldiciendo para mis adentros por tener que soportarla.
—Santana ella es Brenda, la hermana de Rachel—las presenta enseguida—A Rachel ya la conociste.
—Santana López—se presenta éste muy seria.
—Brenda Berry.
Me rio sin querer, escucharla decir su apellido por alguna razón suena divertido viniendo de su chillona voz.
Mi risa de burla hace que me vean todas y de inmediato me disculpo con la mirada, pero no parece molestarle a Rachel, en cambio a su hermana menor sí, por lo que alza una ceja y vuelven sus ojos—demasiados maquillados— a los de Santana que aun sostiene su mano.
—¿López?—pregunta interesada—¿La Snixx corredora de la NASCAR?
Santana asiente.
—Parece que sí—dice con dificultad.
Eso me sorprende, es como si no estuviese orgullosa de su triunfo como corredora profesional y además campeona.
No es que haya sido un presumido en el pasado, pero al menos ahora sus ojos son tristes cuando lo admite, algo que antes definitivamente no lo hacía por lo que podía ver en la televisión.
Sí, la he visto.
—¡Oh, por Dios!—casi se la come cuando se lanza hacia ella y la abraza.
¡Por el amor de Dios!
Que alguien la detenga.
—Parece que has encontrado a la primera admiradora aquí—se burla Quinn.
En verdad la odio y también a Brenda, pero no sólo por eso tengo que soportarlo.
Y mientras ella sigue restregándose en Santana, pongo cara de asco y salgo de la cocina para encontrarme con un Sam demasiado nervioso.
Se interesa también en el estudio de las actitudes, las opiniones, y los rasgos de carácter.
Todo individuo humano tiene un carácter como también una personalidad o sea que no existe ninguno que carezca de personalidad.
Y López parece que tuviera muchas y todas son feas y muy confusas para mí.
No puedo estudiar realmente a Santana.
¿Por qué momento difícil estará pasando que tiene que mudarse lejos de Holanda?
Y además de eso, pausar su carrera en su momento más importante.
Levanto la mirada y me encuentro con sus ojos inyectados de recelo y cuando quiero dedicarle la misma mirada, mi visión es interrumpida por las manos de alguien más.
—Hola, chiquita—me susurra Sam al oído.
—Hola—me obligo a decir cuando ya me ha plantado un gran beso en los labios en presencia de todos.
—Sam Evans—advierte la voz de mi hermana—Aparta tus sucias garras de mi pequeña hermana—me rio y Quinn le tiende la mano—Y saluda a tu cuñada, quien no ha podido patearte el culo, pero que definitivamente lo ha hecho mi hermana… más de una vez.
—Quinn—Sam estrecha su mano de mala gana.
En ese momento veo que se acerca Santana tomando la misma posición sobreprotectora que mi ya hermana mayor ha presentado y eso me confunde.
—¿Amigas nuevas o novia?—pregunta de inmediato mi posesivo novio, pero eso solamente significa una cosa, que desde ya no le cae bien, por cómo se ven ambos.
—De hecho es un vieja amiga—Sam me ve confundido por un segundo y Quinn continúa—De las dos.
—Santana López—se presenta tendiéndole la mano.
Sam la ve por un segundo y le regresa el saludo.
—Sam Evans, novio de Britt.
¡Bingo!
—¿Has dicho López?—pregunta divertido Sam.
—La misma Snixx López—le sigo yo—Tendremos una celebridad en casa estos días.
—¿Ah, sí?
—Así es—farfulle mi hermana con ojos de querer molerlo a golpes—Santana vivirá aquí por un tiempo mientras esté yo aquí, así que ahora tendrás cuatro pares de ojos sobre ti, Evans.
Sé que se ríe cuando le dice esas cosas, pero viniendo de Quinn no está bromeando en absoluto, me sobreprotege demasiado y sé que habla en serio.
—No tienes porqué—me toma de la cintura de nuevo—Estamos bien ¿Verdad, cariño?
Me veo encontrando los ojos de Santana que podrían taladrar con su mirada la mano que Sam descansa en mi cintura de manera posesiva.
—Sí—digo con hilo de voz viendo los ojos de Santana—Estamos bien.
—Si nos disculpan.
Sam me toma de la mano y me aleja de la presencia de mi hermana y su amiga.
¿A qué ha venido ese sentimiento de incomodidad?
Nunca se me ha hecho difícil fingir estar bien Sam y yo, pero por una razón tener los ojos de Santana sobre mí y sobre Sam, fue toda una maratón poder responder.
—¿Se puede saber por qué no me habías dicho nada sobre esto?
Aquí vamos otra vez.
—No lo sabía, Sam—me excuso con sinceridad—En realidad estoy tan sorprendida y enfadada como tú.
—Más le vale que no se acerque a ti, conozco a las personas de su clase y la reputación que tiene no es del todo santa. ¿Por qué tus padres la permiten aquí?
¿De qué reputación está hablando?
—Ya lo has oído, es una vieja amiga—intento explicarme y por una razón es como si quisiera excusarme de algo que no comprendo—Santana creció junto con Q.
—¿Y tú?—continúa preguntando con su tono posesivo.
Veo por un segundo a Santana a lo lejos y como lo dijo Quinn, parece que desde ya ha empezado a custodiarnos.
—¿Yo qué?
—¿Tú también creciste con ella?
—Por supuesto—maldigo para mis adentros por responder tan rápido—Quiero decir, lo veía en compañía de Quinn siempre.
Parece que no creyera mi explicación, en realidad es así, solamente que estoy omitiendo que “estaba enamorada de ella” o al menos eso creo, después de que me dijera esas duras palabras lloré en mi habitación.
No fueron horas, fueron días y casi meses.
Exagerado, pero en realidad desde los diez estaba enamorada de ella, solamente que a sus dieciséis al igual que Quinn, jamás se fijaría en una niña.
Por lo que mi amor fue declarado cuando tenía trece.
Y ahora nueve años después, lo único que ha cambiado es que ahora la odio y ella… ella me sigue viendo como una niña todavía.
Mientras estoy en compañía de Sam y estamos disfrutamos de la parrillada, escucho un par de voces y solamente una es de mi agrado.
¿Qué hace ella aquí?
Pensé que Quinn no hablaba en serio, y ella tiene el descaro de venir a mi casa.
Como si me quemaran las orejas voy de inmediato a la cocina para tomar un poco de aire aunque el aire esté afuera y no aquí adentro.
—Respira, Britt—digo en voz alta sin darme cuenta que parezco una loca hablando sola.
Cierro los ojos y pienso en que no tengo que arruinar la tarde de Quinn, además que está en compañía de Rachel, pero no puedo creer que hablaba en serio cuando dijo que Brenda también estaría presente.
—Parece que quisieras matar a alguien.
Como si ya no hubiese hecho el ridículo, su ronca voz me hace tropezar en mis propios pies y malditamente salto hacia atrás, provocando que mis pies de gelatina fallen y me hagan caer al suelo, esta vez lo piensa tarde y sí, he caído al suelo.
—¡Mierda!—se apresura a acercarse—¿Estás bien?
Levanto la mirada y me sorprendo.
En realidad pensé que estaría riéndose de mí, pero parece preocupado. Aun así no me fío de su otra personalidad y lo fulmino con la mirada.
—Lo estoy.
Ignoro que me ofrece su mano y me levanto yo sola del suelo, solamente espero no haberle mostrado mis bragas.
Estiro mi falda y me acomodo de nuevo mi ropa nerviosamente, mientras que Santana no quita la mirada de mí.
De todo de mí para ser más exacta.
No digo nada, y tampoco demuestro que su presencia me pone nerviosa, ahora que estamos solas, mi osadía ha quedado en la gaveta.
Lo único que puedo hacer es… huir.
—¿Siempre eres así?—rompe el silencio cuando ve mi intento de huida.
—Explícate.
Sus ojos oscuros y temerarios siguen viéndome pero no muestran algo en concreto, algo que estoy empezando a odiar tan rápido de ella.
—Torpe.
Aprieto mis ojos y respiro hondo.
Estoy por caerle encima a golpes, parece que Sam no es la única persona que conocerá mis puños por aquí después de todo. Pero lo pienso mejor, no me mostraré como una niña malcriada o princesa de hielo como hace unas horas me llamó.
No voy a responderle con la misma grosería.
Llevaré la fiesta en paz, al menos por ahora.
Y solamente lo haré por su bien.
—¿Tú siempre eres así?
Mi pregunta lo toma por sorpresa, pero aun así responde con otra cosa.
—Explícate—imita.
—Defendiéndote—y antes de que me interrumpa—Con las personas que no deberías serlo.
De acuerdo, no pensé que mi observación sería tan seria y madura, eso sonó como si lo conociera, y me doy cuenta de ello desde el momento en que veo que deja de fruncir el cejo y sus ojos siguen haciendo eso que me confunde.
Puntualizando mi rostro.
En realidad puedo leerlo, pero solamente lo puedo hacer no estando molesta, algo que es casi imposible de hacer.
—¿Por qué fingiste que no me recordabas?
Cambia el tema tan rápido y vuelve su faceta de Snixx López a acción. Al menos puedo seguirla torturando, aunque no estén mis padres o mi hermana presentes, seguiré fingiendo que no la recuerdo.
—No sé a qué…
—Hola.
Ambas nos giramos para ver a nada más y nada menos que la zorra de mi vecina entrar a la cocina con una cerveza en sus manos.
No me sorprende en realidad.
Brenda ve que ninguna de las dos respondemos porque los ojos de Santana han vuelto a los míos y seguramente está esperando en qué momento me lanzo a golpear el delicado rostro de Brenda mientras aprieto lo más que puedo mis puños.
—Pensé que mamá había sacado la basura—me giro hacia Brenda—Pero ya veo que no.
Pone los ojos en blanco y se cruza de brazos, lo que hace que sus pechos se aprieten y su ridículo escote se note más.
—Creo que tu mamá te debe de querer mucho—se defiende de inmediato riendo como hiena.
No sostiene la mirada por mucho tiempo hasta que sus ojos vuelven hacia Santana, pero esta vez de manera lasciva. Siento un poco de recelo por eso, no sé de dónde ha venido, pero no me gusta como la mira y tampoco me gusta como Santana la ve a ella y a su maldito escote.
—No nos vas a presentar—hace morritos y sacude su cabello.
Veo a Santana y pienso rápido, antes de darme cuenta que no quiero que la conozca o se conozcan.
Pero es muy tarde para ello, ya que mi hermana junto con Rachel entrán y cambio mi rostro sonriéndole a ambas.
—Ahí estás—dice Quinn, dirigiéndose a Santana.
—Estaba buscando un poco más de cerveza.
Eso me atrapa y hace que la vea, porque tiene una cerveza sin abrir en sus manos y definitivamente entró con ella a la cocina.
¿Ella me siguió hasta la cocina?
—Britt estaba por presentarme a su nueva amiga—interrumpe Brenda llamando la atención de todas como siempre y yo sigo maldiciendo para mis adentros por tener que soportarla.
—Santana ella es Brenda, la hermana de Rachel—las presenta enseguida—A Rachel ya la conociste.
—Santana López—se presenta éste muy seria.
—Brenda Berry.
Me rio sin querer, escucharla decir su apellido por alguna razón suena divertido viniendo de su chillona voz.
Mi risa de burla hace que me vean todas y de inmediato me disculpo con la mirada, pero no parece molestarle a Rachel, en cambio a su hermana menor sí, por lo que alza una ceja y vuelven sus ojos—demasiados maquillados— a los de Santana que aun sostiene su mano.
—¿López?—pregunta interesada—¿La Snixx corredora de la NASCAR?
Santana asiente.
—Parece que sí—dice con dificultad.
Eso me sorprende, es como si no estuviese orgullosa de su triunfo como corredora profesional y además campeona.
No es que haya sido un presumido en el pasado, pero al menos ahora sus ojos son tristes cuando lo admite, algo que antes definitivamente no lo hacía por lo que podía ver en la televisión.
Sí, la he visto.
—¡Oh, por Dios!—casi se la come cuando se lanza hacia ella y la abraza.
¡Por el amor de Dios!
Que alguien la detenga.
—Parece que has encontrado a la primera admiradora aquí—se burla Quinn.
En verdad la odio y también a Brenda, pero no sólo por eso tengo que soportarlo.
Y mientras ella sigue restregándose en Santana, pongo cara de asco y salgo de la cocina para encontrarme con un Sam demasiado nervioso.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Lo sabia, la zorra olio carne fresca, que le abra pasado a San y cual es el secreto de boca de pescado??????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
me huele a guerra de poderes de ahora en adelante!!!
enserio brenda,.. con sam y ahora con san???
eso que solo es el primer dia de convivencia,.
nos vemos!!!
me huele a guerra de poderes de ahora en adelante!!!
enserio brenda,.. con sam y ahora con san???
eso que solo es el primer dia de convivencia,.
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:Lo sabia, la zorra olio carne fresca, que le abra pasado a San y cual es el secreto de boca de pescado??????
Hola, ¬¬ si ¬¬ Espero y no sea nada grave =/ Nah ni me importa, solo que deje a britt en paz y todo bn. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
me huele a guerra de poderes de ahora en adelante!!!
enserio brenda,.. con sam y ahora con san???
eso que solo es el primer dia de convivencia,.
nos vemos!!!
Hola lu, jajaajaajaj que razón llevas! ajajajaajaj. ¬¬ si ¬¬ Ufff como seran los siguientes entonces xD Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 6
Capitulo 6
Sam me toma de las manos y me lleva hasta el otro extremo del jardín donde— mis padres que están conversando a gusto— no pueden vernos.
—¿Qué hace ella aquí?—casi tiembla cuando lo pregunta—¿Es alguna prueba o algo?
De acuerdo, hasta viniendo de él eso suena extraño. Pero entonces veo su lenguaje corporal, está sudando, temblando y además sus labios están demasiado rojos e hinchados.
Oh, Sam.
—¿Ni siquiera pudiste respetar la casa de mis padres, Sam?
Palidece cuando sabe el origen de mi pregunta y la acusación.
—Chiquita, puedo explicarlo.
—Ni siquiera te molestes en hacerlo.
Hago el intento de darme la vuelta, pero las manos de Sam me lo impiden cuando me toma de los brazos y me atrae hacia él, estrellando sus labios en los míos, provocándome una mueca de dolor y gemido de molestia.
—Eres la número uno—jadea—La única.
¿Por qué lo soporto?
—Eres la única que puede salvarme, Britt.
Ésa es la razón, cuando me dice eso me atrapa y no me da tiempo de protestar.
—Ella se me acercó, Britt—me explica lo que es obvio—Te juro que no le correspondí y le dije que se alejara de mí, sino la iba a dejar en ridículo delante de todos.
—¿En serio?
Me sorprende su audacia, en realidad quisiera que todo saliera a la luz, al menos eso y de una vez por todas sepan la clase de chica que es Brenda, no solamente aquí, sino en la facultad, piensan que yo soy la mala y ella una víctima de mis locuras.
—Te lo juro.
—De acuerdo.
Me abraza y como si algo me llamara, veo a hacia donde están todos, parece que se divierten, pero cuando veo a Santana que se ha percatado del pequeño drama de Sam, la que palidece ahora soy yo.
Da un trago a su cerveza y regresa su conversación con… Brenda.
Fantástico.
—Quizás Brenda te deje en paz.
—¿Por qué lo dices?—pregunta de inmediato Sam viéndome por un segundo.
—Creo que ya encontró a alguien de su talla.
Y no es que Brenda no sea alguien de la talla de Sam, solamente que ahora quedaría un problema por resolver a la vez.
Sam dirige su mirada a mi objetivo en la mira y frunce el cejo con extrañeza.
—Parece que sí—me sorprende que esté de acuerdo—Son tal para cual, además lo mantendrá lejos también de ti.
—Eso no es necesario, Sam—discrepo palmeando su hombro—Nunca te engañaría de esa manera y mucho menos con ella.
—Sé que no me amas como te amo yo, Britt—dice derrotado y me toma del rostro para que lo vea.
—Pero algún día sentirás algo más por mí que no sea lástima.
—No te tengo lástima, Sam.
En realidad ni yo sé lo que realmente siento por él, pero definitivamente no es amor.
Tengo que salvarlo, él dijo que solamente yo puedo hacerlo, así que lo haré, pero tampoco toleraré otro engaño más.
Regresamos con los demás y parece que tienen una conversación sobre nuestra celebridad, todos parecen orgulloso menos la persona que ahora es el centro de atención.
Parece que odiara lo que es y apenas sonríe.
—El piloto que termine con la mayor cantidad de puntos en el Homestead-Miami Speedway será el nuevo campeón de la NASCAR Sprint Cup—dice Quinn con orgullo—Aquí mi amiga ha ganado cinco veces seguidas así que un poco de descanso no le vendría mal.
—Creo que todos necesitamos un descanso de vez en cuando—la sigue mi papá.
—¿No estarás en esta temporada?—pregunta Brenda, rio incrédula porque viniendo de ella sé que ni siquiera sabe cuántas etapas son de una carrera.
Por otro lado, Santana se toma su tiempo para responder a la pregunta, pero lo más extraño de todo es que no ha vuelto a verme a los ojos o siquiera darse cuenta que estoy aquí.
No es que quiera llamar su atención, pero vamos, la chica desde que vino no me la ha hecho fácil y no creo que se haya dado por vencida.
—De momento no—responde sin más y no creo que sólo yo me haya dado cuenta de su evasiva.
Es tan extraño, siempre en la televisión se le veía como una mujer orgullosa de su carrera y además reservada, apenas sonreía ante las cámaras, aun cuando sostenía su trofeo, y creo que esa humildad era lo que a la gente le gustaba y aunque me cueste admitirlo a mí también.
Algo en Santana López cambió desde que era una corredora clandestina, es la misma chica atractiva, aunque los años le sientan cada vez mejor—algo que también debo admitir— pero hay algo más.
Y algo me dice que ese momento difícil es el origen de todo.
El momento es interrumpido cuando un teléfono celular suena y es el de Sam, algo que está remotamente prohibido pero por algo mis padres lo toleran ahora viniendo de él.
—Discúlpenme.
Se va un poco lejos a responder a la llamada y no me molesto en maquinar de qué se puede tratar, Sam no es ningún artista, arquitecto ni futuro médico.
Se graduará este año en administración empresarial, su papá tiene una empresa importante de inversiones en la ciudad y Sam no está lejos de convertirse en alguien como su papá, aunque desperdicie su vida en otras cosas.
El ser hijo único, no ha tenido que luchar por nada ni pasar ningún tipo de necesidad, al contrario de sus padres, crecieron desde muy abajo y se mantienen en un nivel social importante, pero no te metas con los Evans, acaban con tu reputación y lo peor de todo es que lo hacen con la verdad, siempre saben todo acerca de todos.
Veo que Sam regresa con cara de pocos amigos pero aun así sonríe a todos.
—Me tengo que ir—se disculpa, aunque éstas pequeñas reuniones familiares no se le dan bien—Mucho gusto, López.
Le tiende la mano y Santana la toma, esta vez con recelo.
—¿Te vas?—le pregunto una vez caminamos juntos hacia la puerta principal.
—Mi papá saldrá de viaje mañana.
—¿Y eso qué tiene que ver contigo?
—Tengo que acompañarlo—me explica sin ningún tipo de remordimiento.
—Se supone que me ibas a ayudar a conducir—cruzo mis brazos y me detengo en la puerta.
—Lo siento, chiquita—aquí vamos otra vez, no sé en qué momento le pedí ayuda a él—Pero mi papá…
—Ya sé—lo interrumpo—Es el negocio familiar.
—Por favor, no te enfades.
—No estoy enfadada.
Más bien decepcionada porque de todas las personas el único que sabe que “no puedo conducir” es Sam, cuando en realidad es vencer el miedo de estrellarme como en el pasado lo hizo Quinn.
—También tenemos un negocio familiar y no solo por eso te he dejado plantado.
—Serás doctora no arquitecta, por lo tanto el negocio familiar no te impide hacer otras cosas.
—Ya.
—Chiquita.
De nuevo estrella sus labios con los míos, pero esta vez su mano llega hasta mi trasero y lo toma como si le perteneciera y me sobresalto alejándome de él.
—Lo siento—finge disculparse cada vez que lo hace.
Le sonrío como puedo y cierro la puerta. Al girarme de nuevo mis pies amenazan con caer, cuando veo a Santana al pie de la escalera con Brenda hablando—demasiado cerca.
Asco.
—Le decía a Santana que tú y Sam hace una bonita pareja—escucho que dice Brenda y eso hace que me detenga en seco.
Me giro para verla, pero antes respiro profundo.
Esta chica se fija en todo lo que camina.
Todo el mundo sabe que a Santana le gustan las mujeres, jamás lo oculto.
¿Pero Brenda?
Cualquier cosa le sirve.
—Será mejor que no me provoques en mi propia casa, Brenda—la amenazo sin cruzar una mirada con Santana.
—¿Provocarte?—pregunta como toda una actriz ofendida—Mejor dile a tu novio que no me provoque a mí.
—¿Qué dijiste?—me acerco un poco más.
—Lo que escuchaste.
—Lo único que escucho es a una zorra parlante—la veo de pies a cabeza—Mejor finge como siempre lo haces y vete de mi casa, antes de que te golpee… de nuevo.
Su sonrisa se borra con mi pequeña amenaza mientras voy preparando mi puño, pero pienso demasiado tarde cuando es ella quien levanta primero su puño y se dirige hacia mi cara, es demasiado tarde para evadirlo por mi cuenta, pero alguien más lo hace por mí.
—¿Nos vamos?—le pide Santana a Brenda que aun sostiene su brazo cuyo puño iba dirigido a mi rostro.
Ella sonríe y me ve de pies a cabeza.
—Sí.
¿Adónde?
¿Por qué me importa?
—Adiós—dice Brenda con orgullo, toma el brazo de Santana y salen por la misma puerta que hace algunos momentos salió quien se supone que es mi novio y que no me debe de importar lo que haga o deje de hacer Santana López.
—¿Qué hace ella aquí?—casi tiembla cuando lo pregunta—¿Es alguna prueba o algo?
De acuerdo, hasta viniendo de él eso suena extraño. Pero entonces veo su lenguaje corporal, está sudando, temblando y además sus labios están demasiado rojos e hinchados.
Oh, Sam.
—¿Ni siquiera pudiste respetar la casa de mis padres, Sam?
Palidece cuando sabe el origen de mi pregunta y la acusación.
—Chiquita, puedo explicarlo.
—Ni siquiera te molestes en hacerlo.
Hago el intento de darme la vuelta, pero las manos de Sam me lo impiden cuando me toma de los brazos y me atrae hacia él, estrellando sus labios en los míos, provocándome una mueca de dolor y gemido de molestia.
—Eres la número uno—jadea—La única.
¿Por qué lo soporto?
—Eres la única que puede salvarme, Britt.
Ésa es la razón, cuando me dice eso me atrapa y no me da tiempo de protestar.
—Ella se me acercó, Britt—me explica lo que es obvio—Te juro que no le correspondí y le dije que se alejara de mí, sino la iba a dejar en ridículo delante de todos.
—¿En serio?
Me sorprende su audacia, en realidad quisiera que todo saliera a la luz, al menos eso y de una vez por todas sepan la clase de chica que es Brenda, no solamente aquí, sino en la facultad, piensan que yo soy la mala y ella una víctima de mis locuras.
—Te lo juro.
—De acuerdo.
Me abraza y como si algo me llamara, veo a hacia donde están todos, parece que se divierten, pero cuando veo a Santana que se ha percatado del pequeño drama de Sam, la que palidece ahora soy yo.
Da un trago a su cerveza y regresa su conversación con… Brenda.
Fantástico.
—Quizás Brenda te deje en paz.
—¿Por qué lo dices?—pregunta de inmediato Sam viéndome por un segundo.
—Creo que ya encontró a alguien de su talla.
Y no es que Brenda no sea alguien de la talla de Sam, solamente que ahora quedaría un problema por resolver a la vez.
Sam dirige su mirada a mi objetivo en la mira y frunce el cejo con extrañeza.
—Parece que sí—me sorprende que esté de acuerdo—Son tal para cual, además lo mantendrá lejos también de ti.
—Eso no es necesario, Sam—discrepo palmeando su hombro—Nunca te engañaría de esa manera y mucho menos con ella.
—Sé que no me amas como te amo yo, Britt—dice derrotado y me toma del rostro para que lo vea.
—Pero algún día sentirás algo más por mí que no sea lástima.
—No te tengo lástima, Sam.
En realidad ni yo sé lo que realmente siento por él, pero definitivamente no es amor.
Tengo que salvarlo, él dijo que solamente yo puedo hacerlo, así que lo haré, pero tampoco toleraré otro engaño más.
Regresamos con los demás y parece que tienen una conversación sobre nuestra celebridad, todos parecen orgulloso menos la persona que ahora es el centro de atención.
Parece que odiara lo que es y apenas sonríe.
—El piloto que termine con la mayor cantidad de puntos en el Homestead-Miami Speedway será el nuevo campeón de la NASCAR Sprint Cup—dice Quinn con orgullo—Aquí mi amiga ha ganado cinco veces seguidas así que un poco de descanso no le vendría mal.
—Creo que todos necesitamos un descanso de vez en cuando—la sigue mi papá.
—¿No estarás en esta temporada?—pregunta Brenda, rio incrédula porque viniendo de ella sé que ni siquiera sabe cuántas etapas son de una carrera.
Por otro lado, Santana se toma su tiempo para responder a la pregunta, pero lo más extraño de todo es que no ha vuelto a verme a los ojos o siquiera darse cuenta que estoy aquí.
No es que quiera llamar su atención, pero vamos, la chica desde que vino no me la ha hecho fácil y no creo que se haya dado por vencida.
—De momento no—responde sin más y no creo que sólo yo me haya dado cuenta de su evasiva.
Es tan extraño, siempre en la televisión se le veía como una mujer orgullosa de su carrera y además reservada, apenas sonreía ante las cámaras, aun cuando sostenía su trofeo, y creo que esa humildad era lo que a la gente le gustaba y aunque me cueste admitirlo a mí también.
Algo en Santana López cambió desde que era una corredora clandestina, es la misma chica atractiva, aunque los años le sientan cada vez mejor—algo que también debo admitir— pero hay algo más.
Y algo me dice que ese momento difícil es el origen de todo.
El momento es interrumpido cuando un teléfono celular suena y es el de Sam, algo que está remotamente prohibido pero por algo mis padres lo toleran ahora viniendo de él.
—Discúlpenme.
Se va un poco lejos a responder a la llamada y no me molesto en maquinar de qué se puede tratar, Sam no es ningún artista, arquitecto ni futuro médico.
Se graduará este año en administración empresarial, su papá tiene una empresa importante de inversiones en la ciudad y Sam no está lejos de convertirse en alguien como su papá, aunque desperdicie su vida en otras cosas.
El ser hijo único, no ha tenido que luchar por nada ni pasar ningún tipo de necesidad, al contrario de sus padres, crecieron desde muy abajo y se mantienen en un nivel social importante, pero no te metas con los Evans, acaban con tu reputación y lo peor de todo es que lo hacen con la verdad, siempre saben todo acerca de todos.
Veo que Sam regresa con cara de pocos amigos pero aun así sonríe a todos.
—Me tengo que ir—se disculpa, aunque éstas pequeñas reuniones familiares no se le dan bien—Mucho gusto, López.
Le tiende la mano y Santana la toma, esta vez con recelo.
—¿Te vas?—le pregunto una vez caminamos juntos hacia la puerta principal.
—Mi papá saldrá de viaje mañana.
—¿Y eso qué tiene que ver contigo?
—Tengo que acompañarlo—me explica sin ningún tipo de remordimiento.
—Se supone que me ibas a ayudar a conducir—cruzo mis brazos y me detengo en la puerta.
—Lo siento, chiquita—aquí vamos otra vez, no sé en qué momento le pedí ayuda a él—Pero mi papá…
—Ya sé—lo interrumpo—Es el negocio familiar.
—Por favor, no te enfades.
—No estoy enfadada.
Más bien decepcionada porque de todas las personas el único que sabe que “no puedo conducir” es Sam, cuando en realidad es vencer el miedo de estrellarme como en el pasado lo hizo Quinn.
—También tenemos un negocio familiar y no solo por eso te he dejado plantado.
—Serás doctora no arquitecta, por lo tanto el negocio familiar no te impide hacer otras cosas.
—Ya.
—Chiquita.
De nuevo estrella sus labios con los míos, pero esta vez su mano llega hasta mi trasero y lo toma como si le perteneciera y me sobresalto alejándome de él.
—Lo siento—finge disculparse cada vez que lo hace.
Le sonrío como puedo y cierro la puerta. Al girarme de nuevo mis pies amenazan con caer, cuando veo a Santana al pie de la escalera con Brenda hablando—demasiado cerca.
Asco.
—Le decía a Santana que tú y Sam hace una bonita pareja—escucho que dice Brenda y eso hace que me detenga en seco.
Me giro para verla, pero antes respiro profundo.
Esta chica se fija en todo lo que camina.
Todo el mundo sabe que a Santana le gustan las mujeres, jamás lo oculto.
¿Pero Brenda?
Cualquier cosa le sirve.
—Será mejor que no me provoques en mi propia casa, Brenda—la amenazo sin cruzar una mirada con Santana.
—¿Provocarte?—pregunta como toda una actriz ofendida—Mejor dile a tu novio que no me provoque a mí.
—¿Qué dijiste?—me acerco un poco más.
—Lo que escuchaste.
—Lo único que escucho es a una zorra parlante—la veo de pies a cabeza—Mejor finge como siempre lo haces y vete de mi casa, antes de que te golpee… de nuevo.
Su sonrisa se borra con mi pequeña amenaza mientras voy preparando mi puño, pero pienso demasiado tarde cuando es ella quien levanta primero su puño y se dirige hacia mi cara, es demasiado tarde para evadirlo por mi cuenta, pero alguien más lo hace por mí.
—¿Nos vamos?—le pide Santana a Brenda que aun sostiene su brazo cuyo puño iba dirigido a mi rostro.
Ella sonríe y me ve de pies a cabeza.
—Sí.
¿Adónde?
¿Por qué me importa?
—Adiós—dice Brenda con orgullo, toma el brazo de Santana y salen por la misma puerta que hace algunos momentos salió quien se supone que es mi novio y que no me debe de importar lo que haga o deje de hacer Santana López.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Ese Sam tiene bien medida a Britt y sabe que decir para salirse con la suya... Espero que pronto Britt se de cuenta que no puede cargar con la responsabilidad de "salvar" a alguien.
Y pues San con Brenda...haber que sale :/
Y pues San con Brenda...haber que sale :/
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
Quien es britt... Dios ahora para "salvar" a sam?
En serio san y la zorra???
Que paso con san y. Su carrera en nascar?
Nos vemos!!!
Quien es britt... Dios ahora para "salvar" a sam?
En serio san y la zorra???
Que paso con san y. Su carrera en nascar?
Nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Muy mal santana acaba de conocer a la zorra y ya se va con ella???
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
JVM escribió:Ese Sam tiene bien medida a Britt y sabe que decir para salirse con la suya... Espero que pronto Britt se de cuenta que no puede cargar con la responsabilidad de "salvar" a alguien.
Y pues San con Brenda...haber que sale :/
Hola, si ¬¬ la sabe manipular más q bn :@ Espero y si =/ no es justo para ella. ¬¬ nada q decir... aaah q salga más q mal ¬¬ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Quien es britt... Dios ahora para "salvar" a sam?
En serio san y la zorra???
Que paso con san y. Su carrera en nascar?
Nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajajaja xD creo q ella cree eso, no¿? osea no dios, que tiene o puede salvarlo =/ Eso parece ¬¬ Mmm espero y este cap nos diga algo más. Saludos =D
micky morales escribió:Muy mal santana acaba de conocer a la zorra y ya se va con ella???
Hola, si, más q mal,mucho, pero mucho más ¬¬ :@ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 7
Capitulo 7
Veo el techo de mi habitación mientras el resplandor de las luces de un auto se asoma por toda mi ventana, haciéndome burla en toda la pared de mi habitación.
Me levanto rápidamente y me acerco con cautela de no ser vista y veo que se trata del auto de Brenda y la puerta del pasajero se abre, lo que veo a continuación hace que mi estómago se sacuda.
Santana bajando de él y ayudando a una Brenda un— poco ebria— entrar a hurtadillas en su casa.
—Qué típico—digo en voz alta.
Ni siquiera me sorprendo de ver a Brenda ebria.
No es la primera vez que la veo entrar de esa manera a su casa desde el techo de mi habitación a altas horas de la noche, pero que ahora sea en compañía de Santana lo hace diferente.
No quiero ni pensar a dónde fueron ni qué hicieron.
Brenda se despide de Santana y si mi estómago se sacudió ahora es mi pecho al ver que ella le planta un beso directo en los labios. Santana no la detiene, pero tampoco profundiza el beso, solamente la ayuda a terminar de entrar y cierra la puerta detrás de ella.
Camina calmada y con la cabeza gacha cuando se dirige hacia la entrada trasera de mi casa, lo que quiere decir que no está ebria como su nueva amiga.
Me veo viéndola todavía hasta que se detiene y como si sintiera que alguien la observa, levanta su mirada y me ve desde la ventana.
No voy a esconderme, sería demasiado estúpido de mi parte siquiera intentarlo.
Nos quedamos viendo unos segundos más, hasta que por fin rompe su mirada y entra por la puerta que da a la casa de jardín.
Vuelvo a respirar.
—¿Qué demonios pasa contigo, Brittany Pierce?—me digo a mí misma.
—Lo mismo digo—dice alguien detrás de mí y brinco como un resorte casi golpeando mi cabeza contra la ventana.
—¡Dios, Quinn!—me quejo con la mano en el pecho—¿No tocas antes de entrar?
—Toqué pero no respondiste.
Regreso a mi cama y vuelvo a tomar el libro que leía antes de que el techo de mi habitación me distrajera de mis propios pensamientos.
—¿Cómo estás?—me pregunta uniéndose a mí—No hemos podido hablar entre tanta reunión familiar y… viejas amigas.
Me rio.
—Estoy bien, ¿Cómo estás tú?
—Ahora que estoy en casa mejor.
—Es oficial lo de Rachel y tú—afirmo orgullosa y feliz—Ya era hora.
—A veces cuando estás lejos de esa persona especial no te das cuenta de cuánto la necesitas.
—Vaya—digo casi conmovida, definitivamente en estos momentos muero de la envidia—Ojalá yo sintiera esa sensación algún día.
Me doy cuenta de mi error, pero es tarde cuando escucho que Quinn hace la siguiente pregunta:
—Las cosas entre tú y Sam no están bien ¿Cierto?
De pronto siento ganas de llorar.
—¿Britt?—la mano de Quinn llega hasta mi mejilla y me doy cuenta que en verdad estoy llorando—¿Qué está mal?
—Creo que soy esclava de la rutina.
—Si me dices que Sam te tiene con él a la fuerza o te ha lastimado voy a matarlo, sin importar que sea mujer, lo mato.
Oh, Quinn.
—Por supuesto que no estoy a la fuerza con él—me defiendo enseguida—Lo de lastimarme… es algo que no vas a poder entender, pero no lo hace a propósito.
—Explícate.
—Algún día te lo explicaré todo—tomo su mano y uno nuestros meñiques—Confía en mí, por favor.
—Voy a estar aquí un buen tiempo, Britty—rompo nuestras miradas pero enseguida me toma del rostro para que lo vea—Pero si continúo viendo ese rostro cansado e infeliz; voy a averiguarlo y sabes que lo haré.
—No pasa nada—le sonrío como puedo, aunque mi hermana me conoce demasiado bien—Confía en mí.
—Sabes que siempre lo hago—se deja caer de espalda a mi cama y ya sé de lo que quiere hablar—Por otro lado, no quiero que la estadía de San aquí sea un inconveniente para ti.
Me dejo caer yo también y ambas vemos el techo de mi habitación, las viejas fotografías están un poco torcidas pero ése era el efecto collage que quería.
Quinn en las carreras, una fotografía del último día de escuela que Quinn tomó por sorpresa mientras iba por mí desde el auto.
Mamá y papá en una de las parrilladas que hacíamos en Holanda.
Todas son fotos familiares, excepto una.
La misma fotografía que a veces me rompía el corazón verla desde el techo de mi vieja casa en Holanda, pero que aun así regresó donde pertenece… al pasado.
Santana y Quinn en la vieja carretera, ambas están sentadas en capo del automóvil de Santana, un viejo Lancer rojo deportivo, sonríen y es lo que más me gusta porque Santana nunca sonríe, se abrazan como hermanas.
Yo tomé la fotografía, quería acércame a esa morena poco a poco esa noche y declararle mi amor.
—No sabía que aun tenías esa fotografía—observa Quinn.
—Ni yo lo sabía—miento descarada.
—Mi pequeña torpe hermana—masculla divertida, sé que me está viendo pero yo sigo viendo el rostro de Santana en la fotografía, su cuerpo no estaba tan definido como ahora, su cejo no estaba tan fruncido y su mirada no era tan fría—¿Sabes lo que jamás se puede ocultar?
Su pregunta hace que lo vea a los ojos.
—¿Un embarazo?
—Muy lista—pone los ojos en blanco—Pero no.
—¿Entonces?
Se levanta de la cama y me da un beso en mi frente como lo hacía cuando era pequeña. Se dirige a la puerta y antes de cerrar detrás de ella, me ve sobre su hombro y dice:
—Un corazón roto.
Cierra la puerta, pero no la escucho.
Solamente mis pensamientos y aquellas cinco palabras que aunque fui una niña y es casi imposible que alguien te rompa el corazón de esa manera que sientes que hasta te puedes morir, sea lo que signifique para una niña de trece años el enamorarse, esas palabras siguen doliendo, no lo sabía hasta ahora que ella me ha vuelto a ver de la misma manera aunque ya no sea una niña.
Quinn lo preguntó muchas veces y le dije que no, que era imposible que yo estuviese enamorada de un egocéntrica chica como Santana.
Debo superarlo.
Tan segura que así como yo, Santana López tiene su historia.
Sabrá Dios qué ha pasado con ella estos últimos nueves años y de qué momento difícil está huyendo.
No soy ninguna idiota, nadie se toma un momento de descanso o meses en la cima de su carrera, eso solamente significa una cosa y es que Santana López está huyendo de algo.
Y no me importa, sea lo que sea, soy una niña para ella.
Pero al menos yo sé fingir mi situación.
—Será un fin de semana largo—dice mi mamá mientras estamos desayunando.
Sí, Santana celebridad está con nosotros y apenas he tocado mi desayuno por sus grandes ojos oscuros escudriñando todos mis movimientos.
—Sí que lo será—me mofo jugando con mi comida.
—¿No iba Sam a ayudarte con las clases de manejo?
—¿Clases de manejo?—pregunta Quinn un poco desconcertada—Pero si tú sabes conducir.
—Lo he olvidado—digo de inmediato—No conduzco desde los quince.
—Es extraño que dejaras de conducir desde que Quinny tuvo ese accidente en la carretera—concluye mi papá llevándose otro bocado a la boca—Una sabia decisión.
—Bueno—me muevo nerviosa—Estaba aprendiendo, y Q ya no pudo enseñarme.
Quinn me observa con recelo, por supuesto que terminó de enseñarme, de hecho lo hacía bien, pero después de verla dos semanas en coma, era suficiente para mí estar lejos del volante y si por mí fuera, lo haría para siempre.
—La verdad no necesito aprender—prosigo sin ver a nadie en concreto—Voy con mamá a la universidad y si salgo es con ustedes de todas maneras.
—Es necesario, Britty—continúa mi mamá—Tarde o temprano vas a tener que independizarte, no todo el tiempo tu papá o yo estaremos aquí.
—Existe el transporte público.
—De ninguna manera, señorita—reprende mi papá—Es muy peligroso, además tienes tu auto, seguramente el pobre ya ni enciende.
—Yo podría enseñarte—se ofrece Quinn y eso me sorprende—Pero pasaré con papá en la oficina así que sería en las noches.
—Vendrás cansada—busco de inmediato una excusa—Buscaré un instructor.
Me olvido por completo de todo y de todos cuando la ronca voz de Santana me hace por fin levantar la mirada.
—Yo tengo tiempo de sobra.
—No, gracias—digo enseguida.
—Suena bien—la sigue mi mamá—Por las tardes después de la escuela me parece bien. ¿Verdad, Britty?
—No, mamá—digo molesta y la fulmino la morena con la mirada—En las tardes estudio y además a veces tengo que dar tutorías en la universidad.
—Eso puedo arreglarlo—atisbo un poco de picardía en su propuesta—Puedo asignar a alguien más.
—Lo pensaré—digo rendida, no voy a discutir, no le daré ese gusto de batallar delante de ella con mis padres, solamente espero cantarle sus tres cuando nadie esté.
Eso de ofrecerse muy amable ni ella se la cree, además si Santana y Brenda tienen un romance de esos que más que amor es sexo desenfrenado al estilo Brenda Berry, ni loca lo quiero cerca de mí.
—Me tengo que ir—soy la primera en levantarme de la mesa—Tengo que ir al hospital.
—¿Ya no fuiste este año?—preguntan mis padres y Quinn al unísono.
—Sí—los veo a todos y les sonrío—Si ustedes tuvieron dos parrilladas, entonces yo tendré mi visita al hospital dos veces al año también. ¿Me llevas, Q?
—De acuerdo.
Quinn me sigue hasta a mi habitación y preparo mi cámara y mi libreta.
Me gusta visitar el centro de salud mental infantil una vez al año. El centro médico para adultos, dos veces al año y hacer trabajo comunitario en las afueras de Canadá con mi mamá una vez al año también.
Mi mamá es una excelente psicóloga, en la universidad de Toronto es una de las mejores especialistas y su cargo la ha llevado hasta ser rectora de la facultad de psicología.
Desde muy pequeña nos llevaba a Quinn y a mí a visitar a los niños de nuestra edad, nos enseñó que no hay diferencia en cuanto a ser humano se trata solamente porque otros tengan problemas de aprendizaje o cualquier otro problema psicológico de que se trate.
Es por eso que me enamoré de esa rama de la medicina y ahora en los tres años y medio que llevo de mi carrera no podía haber escogido algo mejor.
Entré algo tarde por lo que a mi edad ya estuviese graduada, pero me tomé un par para viajar junto con mi mamá y conocer el mundo de la ayuda mental.
—Deberías venir conmigo—invito a Quinn—No lo haces desde que éramos unos adolescentes.
—Suena bien—acepta mientras bajamos la escalera—Quizás San también quiera venir.
—Por favor—protesto—La señorita celebridad creo que lo único que ha hecho por la humanidad es dejar de contaminar el medio ambiente con su momento de descanso.
—¿Por qué la odias tanto?
—No la odio, ella parece que sí.
Regresamos a la cocina y mi mamá está terminando de recoger la mesa, mientras mi hermana convence a su amiga de unirse a nosotras, le ayudo a mi mamá y solamente espero que Santana sea tan inhumana como se ve conmigo que niegue a acompañarnos.
—Fuerza, Britty—aconseja mi mamá como siempre lo hace cada vez que visito uno de los centros—Enfócate en que eres una profesional, pero sobre todo, un ser humano como ellos.
—Lo sé—me abraza y me da un beso.
—¿Nos vamos?—pregunta Quinn.
Me giro hacia ella y veo que Santana lleva puesta ya su chaqueta de cuero café.
Mis mejillas las siento demasiado calientes, hace un momento estaba desaliñada, pero ahora en cuestión de segundos parece una estrella de rock, su cabello largo y esos ojos oscuros resaltan con el centro de su camisa blanca que marca sus pechos. Y ese par de vaqueros, hacen resaltar un par de piernas firmes y se nota que se ciñen a su lindo tra...
Oh, Brittany.
—Eh, sí—me sofoco cuando respondo.
—Y Tana—llama mi mamá pero tanto mi hermana y yo nos detenemos—Pase lo que pase no dejes a Britty sola y no te asustes.
—¿Hola?—dice Quinn, como si mi mamá se haya olvidado de ella—Estoy aquí.
—Yo también—me quejo.
—Quinny conoce ese tipo de lugares y no es que no confíe en ti, hija—responde mi mamá acercándose a ella—Pero un poco de ayuda no te vendría mal. La última vez uno de los pacientes acorraló a tu hermana porque no quería que se fuera, y aunque tu hermana al final lo supo controlar, sigue siendo peligroso.
—¿Por qué yo no sabía eso?
—Estabas de viaje, además ya oíste a mamá, lo supe controlar—veo a mi mamá y continúo—Además, vamos al centro infantil, no va haber ningún problema con ellos, más que alguna pataleta.
Ambas sonríen, pero lo que más me sorprende es la mirada y silencio de Santana, no me ve con recelo, es como si me estuviera sonriendo con ellas.
Caminamos hasta la puerta principal y antes de salir observo mi atuendo, un par de vaqueros, una camisa blanca y mi ahora chaqueta café, es como si estuviera uniformada como cierta persona, cuyos ojos me ven de pies a cabeza mientras mi hermana no se inmuta de ello.
—¿Intentas enamorar a algún niño o niña?—pregunta Santana un poco divertida, pero esa pregunta me hace sonreír, porque no sonó estúpida viniendo de ella.
Y como si no fuera poco de nuevo está esa mirada después de verme y escucharme reír.
—Creo que ellos son más lindos que tú.
Me doy cuenta de mi error demasiado tarde cuando Santana levanta su ceja y dice:
—¿Acabas de llamarme linda?
—¡En tus sueños, celebridad!—le grito cuando salgo por la puerta, huyendo de esos ojos oscuros que me ponen los pelos de punta.
Pone los ojos en blanco y Quinn regresa a nosotras, nos dirigimos a la camioneta de Quinn y subo enseguida en el asiento trasero.
—Descuida—dice Quinn a Santana que se sorprende que no actúe como una niña por no ir enfrente—Aunque vayamos las dos, siempre va atrás.
No dice nada, más sin embargo sube al auto y Quinn da marcha lejos del estacionamiento de casa.
Saco mi teléfono y reviso algunos mensajes de texto y me sorprendo no encontrar ninguno de Sam.
Ha estado enviando mensajes de texto todo el tiempo después del incidente con Brenda.
—¿Te gusta hacer este tipo de cosas?—pregunta Santana a Quinn.
—Sí, de pequeñas mamá siempre nos llevaba, aunque cuando comencé a correr y luego la universidad me olvidé de ello—le explica sin quitar sus ojos de la carretera—Ahora la que va una vez al año, no sólo a uno, sino a varios junto con mi mamá es Britt.
Minutos después Quinn se detiene en el supermercado donde también hay una pequeña juguetería.
—¿Qué hacemos aquí?—vuelve a preguntar Santana, está empezando a irritarme.
—No esperabas que llegáramos solamente con tu cara bonita, celebridad—me rio bajando del auto y ella también.
—A Britt le gusta llevar víveres y unos cuantos juguetes a los niños—le explica Quinn.
Ni siquiera me molesto en esperarlas, tomo una carreta de compras y empiezo a llenar con algunos productos que tengo permitido llevar y algunos juguetes.
—Ustedes pueden esperar en el auto si quieren—las veo—Lo tengo controlado.
—De ninguna manera—Quinn me toma de los hombros y me instala lejos de la carreta, tomando ella el mando.
Santana continúa siguiéndonos, por un segundo me siento demasiado nerviosa.
Está muy callada, en todo el camino iba como una persona normal conversando con mi hermana, algo que pensé que no era.
Mientras lleno mis manos lejos de ellas, la imagen de Brenda ebria besándola hace que se me caigan algunas cosas al suelo y de inmediato las recojo.
Me agacho para levantarlas y un par de zapatos se posan frente a mí, no me molesto en levantar la mirada, pero entonces ella se agacha y me ayuda.
—Torpe.
—Deja de llamarme así si no quieres que deposite todo esto en tu cabeza—la amenazo—Delante de mi familia eres una cosa, pero eres una idiota conmigo cuando tienes la oportunidad. ¿Qué haces aquí de todas maneras, Celebridad?
No dice nada solamente hace eso que me molesta… verme.
—Mientras tú me sigas llamado de esa manera que no sea mi nombre—dice sosteniendo las cosas que levantó del suelo—Te seguiré llamando como quiera, niña.
—Muy madura de tu parte.
—Mejor dime—empieza a caminar junto a mí mientras nos dirigimos a la carreta de compras—¿Tus padres saben que gastas una fortuna de su dinero con todo esto?
—Por supuesto—dejo caer las cosas y la veo furiosa—Mis padres aprueban que gaste una fortuna para ayudar a los niños del centro.
Observo las compras dentro y hago una lista mental de lo que hace falta, mientras escucho a Quinn decir por lo bajo.
—La universidad le paga a Britt por dar tutorías en las tardes—dice Quinn con orgullo—Y lo ahorra para hacer estas compras para los niños, se rehúsa a que mis padres paguen por ello.
Levanto la mirada y ahí está de nuevo esa mirada de Santana López.
Sí, ella sabe que cometió un error al juzgarme, es lo único que ha hecho conmigo, y no lo digo desde estos dos días que ha estado en casa, es lo que siempre ha hecho.
Llego hasta el pasillo de juguetes y tomo algunos, tanto para niñas como para niños, es mi parte favorita de las compras.
De cuando niña mi mamá hacía lo mismo y siempre me daba a escoger un juguete para mí, pero al final de nuestra visita, yo terminaba regalando también el mío.
Tomo un auto de carreras y sonrío cuando choco con otra mano.
—Lo siento—digo enseguida y veo de quien se trata—¿Ahora vas a robar mis juguetes?—me quejo.
—No—levanta una ceja y puedo jurar que eso es todo lo que puedo conseguir que se acerque a una sonrisa—Voy a comprarlo.
—¿No estás muy grande para comprar juguetes?
Santana me ve casi divertida y empiezo a reírme de nuevo en su cara, es tan fácil meterse con ella y hacerla enfadar.
Aunque me gustaría ver esa sonrisa.
Lo admito mordiendo mis mejillas en el interior, pero quiero ver esa sonrisa que alguna vez vi y que está capturada en la fotografía del techo de mi habitación.
—Voy a comprarlos para nuestra visita.
Eso me sorprende.
—No tienes que hacerlo, llevo muchos ya.
—Yo pagaré por ellos—insiste.
—¿Por qué?—pregunto ahora demasiado seria.
—Porque soy una idiota.
Vuelvo a reírme.
—En todo caso tendrás que llevar cien más de esos—la señalo.
—De acuerdo.
—¿Qué?
—Llevaré cien.
—¿Estás jugando conmigo?
—Creo que ya somos grandes para eso, Brittany.
Escuchar mi nombre de sus labios hace que mis piernas fallen y estoy por caerme pero me contengo.
—Santana—toco su brazo—No tienes que hacerlo.
—Te juzgué mal ¿De acuerdo?—empieza a llenar la carretilla y veo a Quinn que a lo lejos está con una llamada por su móvil—Es mi manera de disculparme.
Veo sinceridad aquí, está hablando en serio, además le hace una seña a la chica que está colocando otros juguetes en el otro extremo y abro los ojos tanto como Quinn una vez ha terminado su llamada cuando Santana dice:
—Quiero cien de estos, señorita.
—¿Cien?—tanto ella como yo compartimos el mismo sentimiento de asombro.
—Cien—corrobora.
—¿Quiere que se lo enviemos a algún lugar?—pregunta la chica una vez se da cuenta que su nueva cliente está hablando en serio.
—Si pueden seguirnos con el pedido a donde nos dirigimos, estaría perfecto.
—Por supuesto.
La chica sale casi corriendo hacia uno de sus superiores y Santana regresa con nosotras como si nada haya pasado.
No es cualquier juguete, además de ser ridículamente caro para su tamaño, es un auto de carreras.
—Estás loca, Tana—la aluda Quinn—Los niños se volverán locos cuando te miren llegar con cien carros de carrera para que jueguen.
—Es lo que intento—su mirada se encuentra con la mía, y yo me encuentro sonriéndole por primera vez de manera agradecida y admirada.
Me levanto rápidamente y me acerco con cautela de no ser vista y veo que se trata del auto de Brenda y la puerta del pasajero se abre, lo que veo a continuación hace que mi estómago se sacuda.
Santana bajando de él y ayudando a una Brenda un— poco ebria— entrar a hurtadillas en su casa.
—Qué típico—digo en voz alta.
Ni siquiera me sorprendo de ver a Brenda ebria.
No es la primera vez que la veo entrar de esa manera a su casa desde el techo de mi habitación a altas horas de la noche, pero que ahora sea en compañía de Santana lo hace diferente.
No quiero ni pensar a dónde fueron ni qué hicieron.
Brenda se despide de Santana y si mi estómago se sacudió ahora es mi pecho al ver que ella le planta un beso directo en los labios. Santana no la detiene, pero tampoco profundiza el beso, solamente la ayuda a terminar de entrar y cierra la puerta detrás de ella.
Camina calmada y con la cabeza gacha cuando se dirige hacia la entrada trasera de mi casa, lo que quiere decir que no está ebria como su nueva amiga.
Me veo viéndola todavía hasta que se detiene y como si sintiera que alguien la observa, levanta su mirada y me ve desde la ventana.
No voy a esconderme, sería demasiado estúpido de mi parte siquiera intentarlo.
Nos quedamos viendo unos segundos más, hasta que por fin rompe su mirada y entra por la puerta que da a la casa de jardín.
Vuelvo a respirar.
—¿Qué demonios pasa contigo, Brittany Pierce?—me digo a mí misma.
—Lo mismo digo—dice alguien detrás de mí y brinco como un resorte casi golpeando mi cabeza contra la ventana.
—¡Dios, Quinn!—me quejo con la mano en el pecho—¿No tocas antes de entrar?
—Toqué pero no respondiste.
Regreso a mi cama y vuelvo a tomar el libro que leía antes de que el techo de mi habitación me distrajera de mis propios pensamientos.
—¿Cómo estás?—me pregunta uniéndose a mí—No hemos podido hablar entre tanta reunión familiar y… viejas amigas.
Me rio.
—Estoy bien, ¿Cómo estás tú?
—Ahora que estoy en casa mejor.
—Es oficial lo de Rachel y tú—afirmo orgullosa y feliz—Ya era hora.
—A veces cuando estás lejos de esa persona especial no te das cuenta de cuánto la necesitas.
—Vaya—digo casi conmovida, definitivamente en estos momentos muero de la envidia—Ojalá yo sintiera esa sensación algún día.
Me doy cuenta de mi error, pero es tarde cuando escucho que Quinn hace la siguiente pregunta:
—Las cosas entre tú y Sam no están bien ¿Cierto?
De pronto siento ganas de llorar.
—¿Britt?—la mano de Quinn llega hasta mi mejilla y me doy cuenta que en verdad estoy llorando—¿Qué está mal?
—Creo que soy esclava de la rutina.
—Si me dices que Sam te tiene con él a la fuerza o te ha lastimado voy a matarlo, sin importar que sea mujer, lo mato.
Oh, Quinn.
—Por supuesto que no estoy a la fuerza con él—me defiendo enseguida—Lo de lastimarme… es algo que no vas a poder entender, pero no lo hace a propósito.
—Explícate.
—Algún día te lo explicaré todo—tomo su mano y uno nuestros meñiques—Confía en mí, por favor.
—Voy a estar aquí un buen tiempo, Britty—rompo nuestras miradas pero enseguida me toma del rostro para que lo vea—Pero si continúo viendo ese rostro cansado e infeliz; voy a averiguarlo y sabes que lo haré.
—No pasa nada—le sonrío como puedo, aunque mi hermana me conoce demasiado bien—Confía en mí.
—Sabes que siempre lo hago—se deja caer de espalda a mi cama y ya sé de lo que quiere hablar—Por otro lado, no quiero que la estadía de San aquí sea un inconveniente para ti.
Me dejo caer yo también y ambas vemos el techo de mi habitación, las viejas fotografías están un poco torcidas pero ése era el efecto collage que quería.
Quinn en las carreras, una fotografía del último día de escuela que Quinn tomó por sorpresa mientras iba por mí desde el auto.
Mamá y papá en una de las parrilladas que hacíamos en Holanda.
Todas son fotos familiares, excepto una.
La misma fotografía que a veces me rompía el corazón verla desde el techo de mi vieja casa en Holanda, pero que aun así regresó donde pertenece… al pasado.
Santana y Quinn en la vieja carretera, ambas están sentadas en capo del automóvil de Santana, un viejo Lancer rojo deportivo, sonríen y es lo que más me gusta porque Santana nunca sonríe, se abrazan como hermanas.
Yo tomé la fotografía, quería acércame a esa morena poco a poco esa noche y declararle mi amor.
—No sabía que aun tenías esa fotografía—observa Quinn.
—Ni yo lo sabía—miento descarada.
—Mi pequeña torpe hermana—masculla divertida, sé que me está viendo pero yo sigo viendo el rostro de Santana en la fotografía, su cuerpo no estaba tan definido como ahora, su cejo no estaba tan fruncido y su mirada no era tan fría—¿Sabes lo que jamás se puede ocultar?
Su pregunta hace que lo vea a los ojos.
—¿Un embarazo?
—Muy lista—pone los ojos en blanco—Pero no.
—¿Entonces?
Se levanta de la cama y me da un beso en mi frente como lo hacía cuando era pequeña. Se dirige a la puerta y antes de cerrar detrás de ella, me ve sobre su hombro y dice:
—Un corazón roto.
Cierra la puerta, pero no la escucho.
Solamente mis pensamientos y aquellas cinco palabras que aunque fui una niña y es casi imposible que alguien te rompa el corazón de esa manera que sientes que hasta te puedes morir, sea lo que signifique para una niña de trece años el enamorarse, esas palabras siguen doliendo, no lo sabía hasta ahora que ella me ha vuelto a ver de la misma manera aunque ya no sea una niña.
Quinn lo preguntó muchas veces y le dije que no, que era imposible que yo estuviese enamorada de un egocéntrica chica como Santana.
Debo superarlo.
Tan segura que así como yo, Santana López tiene su historia.
Sabrá Dios qué ha pasado con ella estos últimos nueves años y de qué momento difícil está huyendo.
No soy ninguna idiota, nadie se toma un momento de descanso o meses en la cima de su carrera, eso solamente significa una cosa y es que Santana López está huyendo de algo.
Y no me importa, sea lo que sea, soy una niña para ella.
Pero al menos yo sé fingir mi situación.
—Será un fin de semana largo—dice mi mamá mientras estamos desayunando.
Sí, Santana celebridad está con nosotros y apenas he tocado mi desayuno por sus grandes ojos oscuros escudriñando todos mis movimientos.
—Sí que lo será—me mofo jugando con mi comida.
—¿No iba Sam a ayudarte con las clases de manejo?
—¿Clases de manejo?—pregunta Quinn un poco desconcertada—Pero si tú sabes conducir.
—Lo he olvidado—digo de inmediato—No conduzco desde los quince.
—Es extraño que dejaras de conducir desde que Quinny tuvo ese accidente en la carretera—concluye mi papá llevándose otro bocado a la boca—Una sabia decisión.
—Bueno—me muevo nerviosa—Estaba aprendiendo, y Q ya no pudo enseñarme.
Quinn me observa con recelo, por supuesto que terminó de enseñarme, de hecho lo hacía bien, pero después de verla dos semanas en coma, era suficiente para mí estar lejos del volante y si por mí fuera, lo haría para siempre.
—La verdad no necesito aprender—prosigo sin ver a nadie en concreto—Voy con mamá a la universidad y si salgo es con ustedes de todas maneras.
—Es necesario, Britty—continúa mi mamá—Tarde o temprano vas a tener que independizarte, no todo el tiempo tu papá o yo estaremos aquí.
—Existe el transporte público.
—De ninguna manera, señorita—reprende mi papá—Es muy peligroso, además tienes tu auto, seguramente el pobre ya ni enciende.
—Yo podría enseñarte—se ofrece Quinn y eso me sorprende—Pero pasaré con papá en la oficina así que sería en las noches.
—Vendrás cansada—busco de inmediato una excusa—Buscaré un instructor.
Me olvido por completo de todo y de todos cuando la ronca voz de Santana me hace por fin levantar la mirada.
—Yo tengo tiempo de sobra.
—No, gracias—digo enseguida.
—Suena bien—la sigue mi mamá—Por las tardes después de la escuela me parece bien. ¿Verdad, Britty?
—No, mamá—digo molesta y la fulmino la morena con la mirada—En las tardes estudio y además a veces tengo que dar tutorías en la universidad.
—Eso puedo arreglarlo—atisbo un poco de picardía en su propuesta—Puedo asignar a alguien más.
—Lo pensaré—digo rendida, no voy a discutir, no le daré ese gusto de batallar delante de ella con mis padres, solamente espero cantarle sus tres cuando nadie esté.
Eso de ofrecerse muy amable ni ella se la cree, además si Santana y Brenda tienen un romance de esos que más que amor es sexo desenfrenado al estilo Brenda Berry, ni loca lo quiero cerca de mí.
—Me tengo que ir—soy la primera en levantarme de la mesa—Tengo que ir al hospital.
—¿Ya no fuiste este año?—preguntan mis padres y Quinn al unísono.
—Sí—los veo a todos y les sonrío—Si ustedes tuvieron dos parrilladas, entonces yo tendré mi visita al hospital dos veces al año también. ¿Me llevas, Q?
—De acuerdo.
Quinn me sigue hasta a mi habitación y preparo mi cámara y mi libreta.
Me gusta visitar el centro de salud mental infantil una vez al año. El centro médico para adultos, dos veces al año y hacer trabajo comunitario en las afueras de Canadá con mi mamá una vez al año también.
Mi mamá es una excelente psicóloga, en la universidad de Toronto es una de las mejores especialistas y su cargo la ha llevado hasta ser rectora de la facultad de psicología.
Desde muy pequeña nos llevaba a Quinn y a mí a visitar a los niños de nuestra edad, nos enseñó que no hay diferencia en cuanto a ser humano se trata solamente porque otros tengan problemas de aprendizaje o cualquier otro problema psicológico de que se trate.
Es por eso que me enamoré de esa rama de la medicina y ahora en los tres años y medio que llevo de mi carrera no podía haber escogido algo mejor.
Entré algo tarde por lo que a mi edad ya estuviese graduada, pero me tomé un par para viajar junto con mi mamá y conocer el mundo de la ayuda mental.
—Deberías venir conmigo—invito a Quinn—No lo haces desde que éramos unos adolescentes.
—Suena bien—acepta mientras bajamos la escalera—Quizás San también quiera venir.
—Por favor—protesto—La señorita celebridad creo que lo único que ha hecho por la humanidad es dejar de contaminar el medio ambiente con su momento de descanso.
—¿Por qué la odias tanto?
—No la odio, ella parece que sí.
Regresamos a la cocina y mi mamá está terminando de recoger la mesa, mientras mi hermana convence a su amiga de unirse a nosotras, le ayudo a mi mamá y solamente espero que Santana sea tan inhumana como se ve conmigo que niegue a acompañarnos.
—Fuerza, Britty—aconseja mi mamá como siempre lo hace cada vez que visito uno de los centros—Enfócate en que eres una profesional, pero sobre todo, un ser humano como ellos.
—Lo sé—me abraza y me da un beso.
—¿Nos vamos?—pregunta Quinn.
Me giro hacia ella y veo que Santana lleva puesta ya su chaqueta de cuero café.
Mis mejillas las siento demasiado calientes, hace un momento estaba desaliñada, pero ahora en cuestión de segundos parece una estrella de rock, su cabello largo y esos ojos oscuros resaltan con el centro de su camisa blanca que marca sus pechos. Y ese par de vaqueros, hacen resaltar un par de piernas firmes y se nota que se ciñen a su lindo tra...
Oh, Brittany.
—Eh, sí—me sofoco cuando respondo.
—Y Tana—llama mi mamá pero tanto mi hermana y yo nos detenemos—Pase lo que pase no dejes a Britty sola y no te asustes.
—¿Hola?—dice Quinn, como si mi mamá se haya olvidado de ella—Estoy aquí.
—Yo también—me quejo.
—Quinny conoce ese tipo de lugares y no es que no confíe en ti, hija—responde mi mamá acercándose a ella—Pero un poco de ayuda no te vendría mal. La última vez uno de los pacientes acorraló a tu hermana porque no quería que se fuera, y aunque tu hermana al final lo supo controlar, sigue siendo peligroso.
—¿Por qué yo no sabía eso?
—Estabas de viaje, además ya oíste a mamá, lo supe controlar—veo a mi mamá y continúo—Además, vamos al centro infantil, no va haber ningún problema con ellos, más que alguna pataleta.
Ambas sonríen, pero lo que más me sorprende es la mirada y silencio de Santana, no me ve con recelo, es como si me estuviera sonriendo con ellas.
Caminamos hasta la puerta principal y antes de salir observo mi atuendo, un par de vaqueros, una camisa blanca y mi ahora chaqueta café, es como si estuviera uniformada como cierta persona, cuyos ojos me ven de pies a cabeza mientras mi hermana no se inmuta de ello.
—¿Intentas enamorar a algún niño o niña?—pregunta Santana un poco divertida, pero esa pregunta me hace sonreír, porque no sonó estúpida viniendo de ella.
Y como si no fuera poco de nuevo está esa mirada después de verme y escucharme reír.
—Creo que ellos son más lindos que tú.
Me doy cuenta de mi error demasiado tarde cuando Santana levanta su ceja y dice:
—¿Acabas de llamarme linda?
—¡En tus sueños, celebridad!—le grito cuando salgo por la puerta, huyendo de esos ojos oscuros que me ponen los pelos de punta.
Pone los ojos en blanco y Quinn regresa a nosotras, nos dirigimos a la camioneta de Quinn y subo enseguida en el asiento trasero.
—Descuida—dice Quinn a Santana que se sorprende que no actúe como una niña por no ir enfrente—Aunque vayamos las dos, siempre va atrás.
No dice nada, más sin embargo sube al auto y Quinn da marcha lejos del estacionamiento de casa.
Saco mi teléfono y reviso algunos mensajes de texto y me sorprendo no encontrar ninguno de Sam.
Ha estado enviando mensajes de texto todo el tiempo después del incidente con Brenda.
—¿Te gusta hacer este tipo de cosas?—pregunta Santana a Quinn.
—Sí, de pequeñas mamá siempre nos llevaba, aunque cuando comencé a correr y luego la universidad me olvidé de ello—le explica sin quitar sus ojos de la carretera—Ahora la que va una vez al año, no sólo a uno, sino a varios junto con mi mamá es Britt.
Minutos después Quinn se detiene en el supermercado donde también hay una pequeña juguetería.
—¿Qué hacemos aquí?—vuelve a preguntar Santana, está empezando a irritarme.
—No esperabas que llegáramos solamente con tu cara bonita, celebridad—me rio bajando del auto y ella también.
—A Britt le gusta llevar víveres y unos cuantos juguetes a los niños—le explica Quinn.
Ni siquiera me molesto en esperarlas, tomo una carreta de compras y empiezo a llenar con algunos productos que tengo permitido llevar y algunos juguetes.
—Ustedes pueden esperar en el auto si quieren—las veo—Lo tengo controlado.
—De ninguna manera—Quinn me toma de los hombros y me instala lejos de la carreta, tomando ella el mando.
Santana continúa siguiéndonos, por un segundo me siento demasiado nerviosa.
Está muy callada, en todo el camino iba como una persona normal conversando con mi hermana, algo que pensé que no era.
Mientras lleno mis manos lejos de ellas, la imagen de Brenda ebria besándola hace que se me caigan algunas cosas al suelo y de inmediato las recojo.
Me agacho para levantarlas y un par de zapatos se posan frente a mí, no me molesto en levantar la mirada, pero entonces ella se agacha y me ayuda.
—Torpe.
—Deja de llamarme así si no quieres que deposite todo esto en tu cabeza—la amenazo—Delante de mi familia eres una cosa, pero eres una idiota conmigo cuando tienes la oportunidad. ¿Qué haces aquí de todas maneras, Celebridad?
No dice nada solamente hace eso que me molesta… verme.
—Mientras tú me sigas llamado de esa manera que no sea mi nombre—dice sosteniendo las cosas que levantó del suelo—Te seguiré llamando como quiera, niña.
—Muy madura de tu parte.
—Mejor dime—empieza a caminar junto a mí mientras nos dirigimos a la carreta de compras—¿Tus padres saben que gastas una fortuna de su dinero con todo esto?
—Por supuesto—dejo caer las cosas y la veo furiosa—Mis padres aprueban que gaste una fortuna para ayudar a los niños del centro.
Observo las compras dentro y hago una lista mental de lo que hace falta, mientras escucho a Quinn decir por lo bajo.
—La universidad le paga a Britt por dar tutorías en las tardes—dice Quinn con orgullo—Y lo ahorra para hacer estas compras para los niños, se rehúsa a que mis padres paguen por ello.
Levanto la mirada y ahí está de nuevo esa mirada de Santana López.
Sí, ella sabe que cometió un error al juzgarme, es lo único que ha hecho conmigo, y no lo digo desde estos dos días que ha estado en casa, es lo que siempre ha hecho.
Llego hasta el pasillo de juguetes y tomo algunos, tanto para niñas como para niños, es mi parte favorita de las compras.
De cuando niña mi mamá hacía lo mismo y siempre me daba a escoger un juguete para mí, pero al final de nuestra visita, yo terminaba regalando también el mío.
Tomo un auto de carreras y sonrío cuando choco con otra mano.
—Lo siento—digo enseguida y veo de quien se trata—¿Ahora vas a robar mis juguetes?—me quejo.
—No—levanta una ceja y puedo jurar que eso es todo lo que puedo conseguir que se acerque a una sonrisa—Voy a comprarlo.
—¿No estás muy grande para comprar juguetes?
Santana me ve casi divertida y empiezo a reírme de nuevo en su cara, es tan fácil meterse con ella y hacerla enfadar.
Aunque me gustaría ver esa sonrisa.
Lo admito mordiendo mis mejillas en el interior, pero quiero ver esa sonrisa que alguna vez vi y que está capturada en la fotografía del techo de mi habitación.
—Voy a comprarlos para nuestra visita.
Eso me sorprende.
—No tienes que hacerlo, llevo muchos ya.
—Yo pagaré por ellos—insiste.
—¿Por qué?—pregunto ahora demasiado seria.
—Porque soy una idiota.
Vuelvo a reírme.
—En todo caso tendrás que llevar cien más de esos—la señalo.
—De acuerdo.
—¿Qué?
—Llevaré cien.
—¿Estás jugando conmigo?
—Creo que ya somos grandes para eso, Brittany.
Escuchar mi nombre de sus labios hace que mis piernas fallen y estoy por caerme pero me contengo.
—Santana—toco su brazo—No tienes que hacerlo.
—Te juzgué mal ¿De acuerdo?—empieza a llenar la carretilla y veo a Quinn que a lo lejos está con una llamada por su móvil—Es mi manera de disculparme.
Veo sinceridad aquí, está hablando en serio, además le hace una seña a la chica que está colocando otros juguetes en el otro extremo y abro los ojos tanto como Quinn una vez ha terminado su llamada cuando Santana dice:
—Quiero cien de estos, señorita.
—¿Cien?—tanto ella como yo compartimos el mismo sentimiento de asombro.
—Cien—corrobora.
—¿Quiere que se lo enviemos a algún lugar?—pregunta la chica una vez se da cuenta que su nueva cliente está hablando en serio.
—Si pueden seguirnos con el pedido a donde nos dirigimos, estaría perfecto.
—Por supuesto.
La chica sale casi corriendo hacia uno de sus superiores y Santana regresa con nosotras como si nada haya pasado.
No es cualquier juguete, además de ser ridículamente caro para su tamaño, es un auto de carreras.
—Estás loca, Tana—la aluda Quinn—Los niños se volverán locos cuando te miren llegar con cien carros de carrera para que jueguen.
—Es lo que intento—su mirada se encuentra con la mía, y yo me encuentro sonriéndole por primera vez de manera agradecida y admirada.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
no vale juzgar a la primera como hizo san,..!!!
bandera blanca por el día de visitas al centro medico???
a ver como va???
nos vemos!
no vale juzgar a la primera como hizo san,..!!!
bandera blanca por el día de visitas al centro medico???
a ver como va???
nos vemos!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
linda santana ganando puntos por bruta!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
no vale juzgar a la primera como hizo san,..!!!
bandera blanca por el día de visitas al centro medico???
a ver como va???
nos vemos!
Hola lu, no ¬¬ que se cree¿? ¬¬ Eso parece... y es algo bueno. Espero y mejor xD jaajajajaa. Saludos =D
micky morales escribió:linda santana ganando puntos por bruta!!!!!
Hola, XD jaajajajajajajajaj morí, pero tienes razón, esta ganando algo q ella misma perdió ¬¬ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 8
Capitulo 8
Como lo sospeché, los niños se volvieron locos.
Y más algunas enfermeras y enfermeros.
Por supuesto que conocían a Santana López, de inmediato todos empezaron a llamarla Snixx.
Negué para mis adentros y seguí ayudándoles a algunas enfermeras con los niños.
Jugué y me divertí mucho al igual que Quinn.
Todos los niños obtuvieron un juguete gracias a Santana. Algo que me dejaba demasiado feliz, siempre tenía que improvisar los pocos juguetes que podía comprar, pero esta visita fue diferente, tanto los niños como yo, estábamos felices.
—¿Eres la novia de Snixx López?—pregunta una de las niñas.
Becky de diez años, sufre de síndrome de Down. Es muy risueña, además de inteligente, en cada visita siempre tiene un regalo para mí, un pequeño dibujo y por supuesto me iré a casa con uno nuevo.
—No—le respondo ayudándole a colorear—No es mi novia.
—¿Entonces por qué te mira así?
—¿Así cómo?—le pregunto.
Ella se sonroja y señala lejos de mí, veo que Santana se encuentra a poca distancia de la habitación y me sorprende.
¿Desde cuándo ha estado ahí viéndome?
—Te ve como las personas que se gustan.
Me rio a carcajadas, porque Santana de que yo le guste no tiene nada y yo, ni el nombre.
—Creo que estás exagerando, Becky.
—Algún día se casarán.
Vuelvo a reírme a carcajadas y Becky hace lo mismo, toco su bello rostro y le sonrío.
—Si algún día me caso con alguien como ella, te prometo que dejaré que me pintes toda la cara como siempre has querido.
—¿Con marcadores?
—¡Desde luego!
Veo que Becky se levanta y se acerca a Santana, la sigo porque la morena palidece sin saber qué hacer entonces escucho cuando Becky le dice:
—Por favor, cásate con ella.
Santana frunce el cejo y me ve a mí cuando le pregunta:
—¿Por qué debería casarme con ella, pequeña?
—¡Porque así podré pintarle la cara con marcadores!—exclama emocionada.
Llevo mi mano a la boca y evito no reírme, le hago una seña de broma a Santana y asiente.
—De acuerdo—le da un beso en la mejilla—Cuando eso pase te lo haré saber y si quieres me pintas a mí en vez de a ella, creo que soy más atractiva.
—¡Sí!—chilla Becky, y sale corriendo donde están los otros niños.
Sigo sonriendo hasta que se une con los otros niños y Santana carraspea su garganta esperando una respuesta por esa propuesta demasiado rara hasta para mí.
—Lo siento—me rio nerviosa—Ella lo ha planeado sola, dijo que estabas viéndome y que quería que te casaras conmigo, luego le dije que si eso llegara a pasar, dejaré que pinte mi cara. Lo ha querido hacer desde mucho tiempo.
—¿Por qué no la has dejado que pinte tu cara?—se encoge de hombros—Te la lavas y ya.
—Oh, no—vuelvo a reírme y veo que Becky tiene sus armas en las manos lista para su próxima víctima—Ella usa marcadores permanentes, y créeme, la cara de esa enfermera la pintó seguro hace tres meses.
Parece que a ahora me rio sola y Santana sigue viéndome raro… pero tierna.
—¿Qué?—pregunto ahora nerviosa—¿Por qué me miras así?
—No sabía que te querías casar conmigo.
—Serás creída—me mofo—Me refería a casarme en concreto, no te sientas importante, ella solamente es una niña que le gusta soñar.
—Entonces tendrás que pensar en algo, ella parece muy emocionada al respecto—continúa y pregunta—¿Nunca has traído a tu novio aquí?
—Eso no es asunto tuyo—evado de inmediato y me alejo de ella, pero me corta el paso.
—Por supuesto que no lo es—dice de nuevo con esa mirada oscura y arrogante—Es solamente que parece que eres una chica inteligente.
—¿Y eso qué significa?—la reto.
—Supongo que no es asunto mío.
Suelta mi brazo y ahora es ella, el que se va.
De nuevo la extraña sensación en mi estómago me deja sin nada qué decir o hacer.
Maldita Santana López y sus múltiples personalidades.
Desde luego que no me tengo que fiar por la caridad y falsa disculpa que acaba de hacer, es una idiota y los idiotas siguen siendo idiotas no importa qué.
No seré yo la víctima en mi propia casa, eso de ninguna manera.
Luego de que nos despedimos de los niños, ignoré por completo las miradas punzantes de Santana, en el camino me limité solamente a ver por la ventana y pensaba en algunas actividades que tenía pendiente por hacer este fin de semana.
Apenas había pasado un día y el aire me estaba haciendo falta desde que Santana decidió tomar su descanso en mi casa.
—¿Vas a salir?—le pregunto a Quinn mientras estoy en su habitación y observo cómo peina su cabello y estira su ropa formal—¿Tienes una de esas citas?
—¿A qué te refieres?
—Ya sabes, esas en un restaurante fino, con una persona hermosa a la cual quieres impresionar.
—Odio cuando sacas conclusiones y aciertas, pequeña torpe—me ve por un segundo mientras arregla sus pendientes—Y sí, saldré con Rach.
—Qué envidia—suspiro—Estoy tan feliz por ustedes dos.
—Alguien que lleva dos años en una relación no debería de sentir envidia de otras parejas.
Lo sé.
Pero es la verdad, ya olvidé cuándo fue la última vez que Sam se tomó la oportunidad de llevarme a una cita romántica que no fuesen reuniones en su casa o en la mía, además del sofá de su casa o el mío.
En cuanto a la pregunta que no respondí de Santana, la respuesta es no, Sam nunca ha querido a acompañarme a una de mis visitas en los centros, jamás he insistido en hacerlo, simplemente es algo que haces de corazón y no por compromiso.
Algo que me sorprendió de Santana porque ni siquiera protestó o se vio incómoda durante nuestra visita.
Al menos en eso es humano.
—Bueno, ya ves que no se puede tener todo en el mundo.
—Lo averiguaré tarde o temprano, Britt.
—Haz lo que quieras, Q.
Se gira y ahora me ve casi molesta.
—¿Qué sucede contigo?
—Nada.
—¿Nada?—continúa con el interrogatorio y ahora sí está molesta—Desde que regresé a casa eres otra persona, no sé si ya habías tomado esa actitud en mi ausencia pero te comportas como una niña malcriada todo el tiempo, tratas muy mal a San cuando no te ha hecho nada, ¿Quieres que continúe?
—No voy a tener esa conversación contigo, Quinn—me levanto y termino de acomodar su cabello—Te deseo lo mejor en tu cita de esta noche.
Le doy un beso en la mejilla y salgo de su habitación.
Reviso mi teléfono celular y no hay ninguna llamada ni un mensaje de Sam. Al momento de guardarlo de nuevo en mi bolsillo trasero, empieza a sonar y enseguida respondo.
—Hola, chiquita.
—Hola—respondo tajante.
Son más de las diez y además de eso, escucho que la está pasando bien.
—Siento mucho tener que llamarte hasta ahora—se excusa sin sentido de culpa—He estado muy ocupado.
—Puedo escuchar lo ocupado que estás ahora.
—Los nuevos socios de mi papá insistieron en que saliéramos a celebrar por el nuevo contrato que acabamos de cerrar.
—¡Vamos, Sam!—escucho la voz de una chica a lo lejos y se me llena de sangre congelada toda la cara
—¿Qué fue eso?—ahora escucho un breve silencio hasta que vuelvo a repetir la pregunta—No te encontraste con una de tus amiguitas, ¿Verdad, Sam?
—Sólo son unas copas—se excusa—Mi papá está aquí, no pasará nada.
—Sam, esto no fue lo que acordamos.
—Chiquita, me tengo que ir.
—Sam—ahora toda la sangre me hierve—¡Samuel!
Corta la llamada y pongo mis manos en mi cabeza para tomar unas cuantas respiraciones, sé que esto terminará mal.
No confío en Sam en absoluto y que esté lejos eso lo hace peor.
—Parece que alguien está molesta porque no se cumplen sus caprichos.
Esta vez no me sobresalto, ya que mis ojos se cuecen por querer llorar de la impotencia de saber que Sam está de regreso en sus andadas.
—Vete a la mierda, Santana.
Ahora todo su rostro se ve más duro que de costumbre su quijada tiembla de lo mucho que la está apretando, pero entonces me doy cuenta que no fue mi insulto lo que hará que la vena de su cuello explote, sino por la lágrima que se derrama por mi mejilla sin darme cuenta.
Enseguida la limpio e intento salir de su presencia pero de nuevo me corta el paso.
—No tengo tiempo para seguir discutiendo contigo, Santana—mi voz es casi un susurro, estoy prácticamente rogándole a la chica que me deje ir o que mantenga su boca cerrada.
—Lo lamento—se disculpa viendo todo a mi alrededor menos mis ojos y por alguna razón eso me enfada demasiado.
—Al menos ten la decencia de que cuando te disculpes sea viéndome a la cara.
Entonces me ve.
Maldigo el momento en que la reté para que lo hiciera, porque mis rodillas fallan de lo nerviosa que me pone, y esta vez no me sorprendo que me sostenga para no caer.
Su tacto, esa mirada, es lo que quise hace nueve años atrás y ahora he vuelto a hacer la misma niña que ella una vez rechazó.
—No.vuelvas.a.tocarme—enfatizo cada palabra con voz pesada—Jamás en tu vida, vuelvas a impedir que caiga… Es demasiado tarde.
—Eres la chica más complicada que he conocido en toda mi maldita vida, Brittany.
Que me llame por mi nombre y no por Britt o niña, me sorprende.
Eso quiere decir que realmente está hablando en serio cuando me dice que soy una chica complicada.
—Bueno—me alejo un poco de ella una vez recupero el equilibrio—Supongo que recibiste tarde el memo.
—No me asustan las personas negativas—masculle mientras llena un vaso con agua y lo pone sobre la isla para mí—Yo huyo de quienes predican la luz, libertad y amor cuando por dentro son el infierno mismo.
—Gracias—digo una vez tomo el vaso con agua y lo llevo hasta mi boca.
—No quiero hacer mi estadía aquí una incomodidad para ti.
Esa confesión me hace sentir mal, en realidad pensé que el chico tenía ése como objetivo.
Hacer de mi vida un infierno por quién sabe cuánto tiempo.
—Puedo irme si quieres.
Maldición.
¿Ahora qué digo?
En realidad las primeras veinticuatro horas no han sido tan difíciles, además el fin de semana casi termina, por lo que pasaré largas horas en la universidad así que no la veré, aunque sí a su conquista que vive al otro lado de la calle.
—¿Quieres que me vaya?—pregunta seria.
—No—apenas escucho mi voz.
No quiero doblegar mi orgullo aquí con ella.
—Mírame, Brittany—demanda—Y responde la pregunta. A mí también me gusta que me vean a la cara cuando me hablan.
Entonces ahora soy yo la que la ve y me agarro de la orilla de la isla para no caerme por esos ojos oscuros que parece que me sonríen porque he obedecido a su orden.
—No quiero que te vayas, Santana—espeto seria—Eres la mejor amiga de Quinn. Si ella dice que debes quedarte… debes quedarte.
—Ya que insistes—se burla y no puedo evitar no reírme.
—Supongo que el sentimiento es mutuo cuando te referiste que era la chica más complicada del mundo—coloco el vaso sobre el fregado y me giro para verla—Pero la diferencia es que tú también eres una chica complicada y rara.
—Me han dicho cosas peores.
—Me lo puedo imaginar—me encojo de hombros y pienso en algo que debí hacer desde ayer—¿Amigas?—le tiendo mi mano casi temblorosa y ella la observa.
Va a torturarme ahora que bajé la guardia con ella, lo sé porque ahora sus ojos me lo dicen, va a decir algo que no me va a gustar.
Viniendo de Santana López, la Snixx López, nada es color rosa.
—Con una condición—dice viendo todavía mi mano en el aire.
—¿Cuál?
—No cometas el error de enamorarte de mí, Brittany Pierce.
Trago la gigante bola de nerviosismo, dolor y confusión del pasado por escuchar que me pida eso.
Ella debe recordarlo.
Debe de recordar lo que le dije hace nueve años atrás.
Pero ahora en mi maravilloso presente, nadie ocupa un lugar en mi corazón, simplemente porque no tengo, o al menos parte de él ni siquiera se molesta en salir.
—No será un problema, Santana López—me apresuro a tomar su mano y ambas la estrechamos—Algunos errores sólo se cometen una vez.
Antes de que se dé cuenta de la vieja espina en mi voz. Me apresuro a subir las escaleras y me voy directo a mi cuarto.
¿Acabo de hacer un trato?
Olvidé darle mi condición.
Y más algunas enfermeras y enfermeros.
Por supuesto que conocían a Santana López, de inmediato todos empezaron a llamarla Snixx.
Negué para mis adentros y seguí ayudándoles a algunas enfermeras con los niños.
Jugué y me divertí mucho al igual que Quinn.
Todos los niños obtuvieron un juguete gracias a Santana. Algo que me dejaba demasiado feliz, siempre tenía que improvisar los pocos juguetes que podía comprar, pero esta visita fue diferente, tanto los niños como yo, estábamos felices.
—¿Eres la novia de Snixx López?—pregunta una de las niñas.
Becky de diez años, sufre de síndrome de Down. Es muy risueña, además de inteligente, en cada visita siempre tiene un regalo para mí, un pequeño dibujo y por supuesto me iré a casa con uno nuevo.
—No—le respondo ayudándole a colorear—No es mi novia.
—¿Entonces por qué te mira así?
—¿Así cómo?—le pregunto.
Ella se sonroja y señala lejos de mí, veo que Santana se encuentra a poca distancia de la habitación y me sorprende.
¿Desde cuándo ha estado ahí viéndome?
—Te ve como las personas que se gustan.
Me rio a carcajadas, porque Santana de que yo le guste no tiene nada y yo, ni el nombre.
—Creo que estás exagerando, Becky.
—Algún día se casarán.
Vuelvo a reírme a carcajadas y Becky hace lo mismo, toco su bello rostro y le sonrío.
—Si algún día me caso con alguien como ella, te prometo que dejaré que me pintes toda la cara como siempre has querido.
—¿Con marcadores?
—¡Desde luego!
Veo que Becky se levanta y se acerca a Santana, la sigo porque la morena palidece sin saber qué hacer entonces escucho cuando Becky le dice:
—Por favor, cásate con ella.
Santana frunce el cejo y me ve a mí cuando le pregunta:
—¿Por qué debería casarme con ella, pequeña?
—¡Porque así podré pintarle la cara con marcadores!—exclama emocionada.
Llevo mi mano a la boca y evito no reírme, le hago una seña de broma a Santana y asiente.
—De acuerdo—le da un beso en la mejilla—Cuando eso pase te lo haré saber y si quieres me pintas a mí en vez de a ella, creo que soy más atractiva.
—¡Sí!—chilla Becky, y sale corriendo donde están los otros niños.
Sigo sonriendo hasta que se une con los otros niños y Santana carraspea su garganta esperando una respuesta por esa propuesta demasiado rara hasta para mí.
—Lo siento—me rio nerviosa—Ella lo ha planeado sola, dijo que estabas viéndome y que quería que te casaras conmigo, luego le dije que si eso llegara a pasar, dejaré que pinte mi cara. Lo ha querido hacer desde mucho tiempo.
—¿Por qué no la has dejado que pinte tu cara?—se encoge de hombros—Te la lavas y ya.
—Oh, no—vuelvo a reírme y veo que Becky tiene sus armas en las manos lista para su próxima víctima—Ella usa marcadores permanentes, y créeme, la cara de esa enfermera la pintó seguro hace tres meses.
Parece que a ahora me rio sola y Santana sigue viéndome raro… pero tierna.
—¿Qué?—pregunto ahora nerviosa—¿Por qué me miras así?
—No sabía que te querías casar conmigo.
—Serás creída—me mofo—Me refería a casarme en concreto, no te sientas importante, ella solamente es una niña que le gusta soñar.
—Entonces tendrás que pensar en algo, ella parece muy emocionada al respecto—continúa y pregunta—¿Nunca has traído a tu novio aquí?
—Eso no es asunto tuyo—evado de inmediato y me alejo de ella, pero me corta el paso.
—Por supuesto que no lo es—dice de nuevo con esa mirada oscura y arrogante—Es solamente que parece que eres una chica inteligente.
—¿Y eso qué significa?—la reto.
—Supongo que no es asunto mío.
Suelta mi brazo y ahora es ella, el que se va.
De nuevo la extraña sensación en mi estómago me deja sin nada qué decir o hacer.
Maldita Santana López y sus múltiples personalidades.
Desde luego que no me tengo que fiar por la caridad y falsa disculpa que acaba de hacer, es una idiota y los idiotas siguen siendo idiotas no importa qué.
No seré yo la víctima en mi propia casa, eso de ninguna manera.
Luego de que nos despedimos de los niños, ignoré por completo las miradas punzantes de Santana, en el camino me limité solamente a ver por la ventana y pensaba en algunas actividades que tenía pendiente por hacer este fin de semana.
Apenas había pasado un día y el aire me estaba haciendo falta desde que Santana decidió tomar su descanso en mi casa.
—¿Vas a salir?—le pregunto a Quinn mientras estoy en su habitación y observo cómo peina su cabello y estira su ropa formal—¿Tienes una de esas citas?
—¿A qué te refieres?
—Ya sabes, esas en un restaurante fino, con una persona hermosa a la cual quieres impresionar.
—Odio cuando sacas conclusiones y aciertas, pequeña torpe—me ve por un segundo mientras arregla sus pendientes—Y sí, saldré con Rach.
—Qué envidia—suspiro—Estoy tan feliz por ustedes dos.
—Alguien que lleva dos años en una relación no debería de sentir envidia de otras parejas.
Lo sé.
Pero es la verdad, ya olvidé cuándo fue la última vez que Sam se tomó la oportunidad de llevarme a una cita romántica que no fuesen reuniones en su casa o en la mía, además del sofá de su casa o el mío.
En cuanto a la pregunta que no respondí de Santana, la respuesta es no, Sam nunca ha querido a acompañarme a una de mis visitas en los centros, jamás he insistido en hacerlo, simplemente es algo que haces de corazón y no por compromiso.
Algo que me sorprendió de Santana porque ni siquiera protestó o se vio incómoda durante nuestra visita.
Al menos en eso es humano.
—Bueno, ya ves que no se puede tener todo en el mundo.
—Lo averiguaré tarde o temprano, Britt.
—Haz lo que quieras, Q.
Se gira y ahora me ve casi molesta.
—¿Qué sucede contigo?
—Nada.
—¿Nada?—continúa con el interrogatorio y ahora sí está molesta—Desde que regresé a casa eres otra persona, no sé si ya habías tomado esa actitud en mi ausencia pero te comportas como una niña malcriada todo el tiempo, tratas muy mal a San cuando no te ha hecho nada, ¿Quieres que continúe?
—No voy a tener esa conversación contigo, Quinn—me levanto y termino de acomodar su cabello—Te deseo lo mejor en tu cita de esta noche.
Le doy un beso en la mejilla y salgo de su habitación.
Reviso mi teléfono celular y no hay ninguna llamada ni un mensaje de Sam. Al momento de guardarlo de nuevo en mi bolsillo trasero, empieza a sonar y enseguida respondo.
—Hola, chiquita.
—Hola—respondo tajante.
Son más de las diez y además de eso, escucho que la está pasando bien.
—Siento mucho tener que llamarte hasta ahora—se excusa sin sentido de culpa—He estado muy ocupado.
—Puedo escuchar lo ocupado que estás ahora.
—Los nuevos socios de mi papá insistieron en que saliéramos a celebrar por el nuevo contrato que acabamos de cerrar.
—¡Vamos, Sam!—escucho la voz de una chica a lo lejos y se me llena de sangre congelada toda la cara
—¿Qué fue eso?—ahora escucho un breve silencio hasta que vuelvo a repetir la pregunta—No te encontraste con una de tus amiguitas, ¿Verdad, Sam?
—Sólo son unas copas—se excusa—Mi papá está aquí, no pasará nada.
—Sam, esto no fue lo que acordamos.
—Chiquita, me tengo que ir.
—Sam—ahora toda la sangre me hierve—¡Samuel!
Corta la llamada y pongo mis manos en mi cabeza para tomar unas cuantas respiraciones, sé que esto terminará mal.
No confío en Sam en absoluto y que esté lejos eso lo hace peor.
—Parece que alguien está molesta porque no se cumplen sus caprichos.
Esta vez no me sobresalto, ya que mis ojos se cuecen por querer llorar de la impotencia de saber que Sam está de regreso en sus andadas.
—Vete a la mierda, Santana.
Ahora todo su rostro se ve más duro que de costumbre su quijada tiembla de lo mucho que la está apretando, pero entonces me doy cuenta que no fue mi insulto lo que hará que la vena de su cuello explote, sino por la lágrima que se derrama por mi mejilla sin darme cuenta.
Enseguida la limpio e intento salir de su presencia pero de nuevo me corta el paso.
—No tengo tiempo para seguir discutiendo contigo, Santana—mi voz es casi un susurro, estoy prácticamente rogándole a la chica que me deje ir o que mantenga su boca cerrada.
—Lo lamento—se disculpa viendo todo a mi alrededor menos mis ojos y por alguna razón eso me enfada demasiado.
—Al menos ten la decencia de que cuando te disculpes sea viéndome a la cara.
Entonces me ve.
Maldigo el momento en que la reté para que lo hiciera, porque mis rodillas fallan de lo nerviosa que me pone, y esta vez no me sorprendo que me sostenga para no caer.
Su tacto, esa mirada, es lo que quise hace nueve años atrás y ahora he vuelto a hacer la misma niña que ella una vez rechazó.
—No.vuelvas.a.tocarme—enfatizo cada palabra con voz pesada—Jamás en tu vida, vuelvas a impedir que caiga… Es demasiado tarde.
—Eres la chica más complicada que he conocido en toda mi maldita vida, Brittany.
Que me llame por mi nombre y no por Britt o niña, me sorprende.
Eso quiere decir que realmente está hablando en serio cuando me dice que soy una chica complicada.
—Bueno—me alejo un poco de ella una vez recupero el equilibrio—Supongo que recibiste tarde el memo.
—No me asustan las personas negativas—masculle mientras llena un vaso con agua y lo pone sobre la isla para mí—Yo huyo de quienes predican la luz, libertad y amor cuando por dentro son el infierno mismo.
—Gracias—digo una vez tomo el vaso con agua y lo llevo hasta mi boca.
—No quiero hacer mi estadía aquí una incomodidad para ti.
Esa confesión me hace sentir mal, en realidad pensé que el chico tenía ése como objetivo.
Hacer de mi vida un infierno por quién sabe cuánto tiempo.
—Puedo irme si quieres.
Maldición.
¿Ahora qué digo?
En realidad las primeras veinticuatro horas no han sido tan difíciles, además el fin de semana casi termina, por lo que pasaré largas horas en la universidad así que no la veré, aunque sí a su conquista que vive al otro lado de la calle.
—¿Quieres que me vaya?—pregunta seria.
—No—apenas escucho mi voz.
No quiero doblegar mi orgullo aquí con ella.
—Mírame, Brittany—demanda—Y responde la pregunta. A mí también me gusta que me vean a la cara cuando me hablan.
Entonces ahora soy yo la que la ve y me agarro de la orilla de la isla para no caerme por esos ojos oscuros que parece que me sonríen porque he obedecido a su orden.
—No quiero que te vayas, Santana—espeto seria—Eres la mejor amiga de Quinn. Si ella dice que debes quedarte… debes quedarte.
—Ya que insistes—se burla y no puedo evitar no reírme.
—Supongo que el sentimiento es mutuo cuando te referiste que era la chica más complicada del mundo—coloco el vaso sobre el fregado y me giro para verla—Pero la diferencia es que tú también eres una chica complicada y rara.
—Me han dicho cosas peores.
—Me lo puedo imaginar—me encojo de hombros y pienso en algo que debí hacer desde ayer—¿Amigas?—le tiendo mi mano casi temblorosa y ella la observa.
Va a torturarme ahora que bajé la guardia con ella, lo sé porque ahora sus ojos me lo dicen, va a decir algo que no me va a gustar.
Viniendo de Santana López, la Snixx López, nada es color rosa.
—Con una condición—dice viendo todavía mi mano en el aire.
—¿Cuál?
—No cometas el error de enamorarte de mí, Brittany Pierce.
Trago la gigante bola de nerviosismo, dolor y confusión del pasado por escuchar que me pida eso.
Ella debe recordarlo.
Debe de recordar lo que le dije hace nueve años atrás.
Pero ahora en mi maravilloso presente, nadie ocupa un lugar en mi corazón, simplemente porque no tengo, o al menos parte de él ni siquiera se molesta en salir.
—No será un problema, Santana López—me apresuro a tomar su mano y ambas la estrechamos—Algunos errores sólo se cometen una vez.
Antes de que se dé cuenta de la vieja espina en mi voz. Me apresuro a subir las escaleras y me voy directo a mi cuarto.
¿Acabo de hacer un trato?
Olvidé darle mi condición.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Van conociéndose nuevamente, obviamente el tiempo las cambio ...
Y ese error no lo cometerá de nuevo??? Tal vez ni siquiera lo ha superado
Y cual sera la condición de Britt??
Y ese error no lo cometerá de nuevo??? Tal vez ni siquiera lo ha superado
Y cual sera la condición de Britt??
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
No se puede salir de un error si todavía sigues en el....A ver como van a ir los tratos???
Bueno tienen una tregua!!! Por cuanto tiempo???
Sam ya la cago... De nuevo jajaja
Nos vemos!!
No se puede salir de un error si todavía sigues en el....A ver como van a ir los tratos???
Bueno tienen una tregua!!! Por cuanto tiempo???
Sam ya la cago... De nuevo jajaja
Nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Los misterios de santana me obstinan y el no saber pq brittany mantiene una relacion con ese idiota cuando ni siquiera lo quiere, pues mas!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
JVM escribió:Van conociéndose nuevamente, obviamente el tiempo las cambio ...
Y ese error no lo cometerá de nuevo??? Tal vez ni siquiera lo ha superado
Y cual sera la condición de Britt??
Hola, si... y nose si es bueno o malo al final de todo =/ Eso también es cierto! Mmmm interesante pregunta... y espero q no =/ Mmm interesante... mmm... espero y este cap diga algo =/ =O tmbn espero y este cap nos diga algo =/ Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
No se puede salir de un error si todavía sigues en el....A ver como van a ir los tratos???
Bueno tienen una tregua!!! Por cuanto tiempo???
Sam ya la cago... De nuevo jajaja
Nos vemos!!
Hola lu, toda, pero toda al razón! Esperemos y mejor =/ Algo es algo! ajajajaj y bn para ellas xD =O interesante pregunta... espero y para siempre xD SI! ¬¬ ya que britt lo deje :@ Saludos =D
micky morales escribió:Los misterios de santana me obstinan y el no saber pq brittany mantiene una relacion con ese idiota cuando ni siquiera lo quiere, pues mas!!!!
Hola, jajajajajaaj osea solo enojo causan los caps en ti XD y si, tienes razón... espero y mejore xq la paciencia se acaba ¬¬ XD Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 9
Capitulo 9
Nueve Años Atrás
Santana
—¡Eres una hija con suerte!—aluda Quinn, mi mejor amiga.
Fue mi primera amiga desde que me mude a Holanda desde Puerto Rico con mi familia y lo sigue siendo hasta ahora.
He vuelto a ganar el primer lugar en la carrera contra uno de los contrincantes más difíciles del Street Dragons.
—Te dije que no sería fácil—le digo mientras me quito los guantes de las manos—El hijo de perra debe de estarse cortando más la piel ahora mismo.
—Eres Santana López—mi mejor amiga palmea mi hombro con orgullo—Espero que no se le olvide eso cuando estés arriba.
—Ya veremos.
—¡Chicas!—escucho la voz de la pequeña hermana de Quinn.
Brittany, es una chica de trece años, pero es capaz de burlar a los gorilas de un club con esas curvas y esa sonrisa de súper modelo que tiene y que simula tener los dieciocho.
Todavía no entiendo por qué Quinn la trae aquí, aunque estoy segura que es ella la que se lo pide.
Siempre mantengo un ojo en ella y que nadie se le acerque.
Es como mi…
¡Joder!
De ninguna manera la veo como una pequeña hermana, y más si mi maldita calentura me lo recuerda en estos momentos que la veo y me sonríe de manera tan sensual e inocente.
¿Qué mierda pasa conmigo?
Tengo novia y la amo, además Quinn me mataría, ella tiene trece y yo diecinueve.
Soy muy grande para ella, pero ¿Qué mierda estoy diciendo?
¡Tengo novia, joder!
Me siento como una maldita enferma.
Ni siquiera es legal tener estos pensamientos.
—Quiero tomarles una foto—pide Brittany, con esa sonrisa que me encantó desde que la conocí.
Pongo mi brazo alrededor del cuello de Quinn, mientras estamos sentadas frente al capo de mi Lancer. Brittany toma la cámara un poco nerviosa después me sonríe y el flash sale.
Brittany se acerca con nerviosismo, siempre está nerviosa cuando yo estoy cerca.
Ni siquiera le sonrío o le hablo, en realidad tengo prohibido hacerlo, es una de mis reglas, no voy a joder a esta niña.
Y más si es la pequeña hermana de mi mejor amiga.
—¡Quinn!—la llama.
—Ahora regreso—pone los ojos en blanco—Mantén tus manos lejos de mi hermana.
Esa orden siempre la hace cuando es de mí del que menos debe de desconfiar, pero no sabe que soy yo quien la protege más cuando ella viene a este lugar lleno de perdición.
Brittany se acerca un poco más y mis manos empiezan a sudar.
—Estuviste genial.
—Gracias—respondo cortante.
Mueve sus pies nerviosa, muerde su labio inferior y además no me ve a los ojos, pero demonios, yo sí la estoy viendo y me gusta lo que veo… ingenuidad hermosa.
No estoy segura que Brittany sepa que tengo novia, a Dani ni por todo el cielo la traigo a este lugar, soy demasiado celosa para permitir que vean a mi novia de manera pervertida, ni siquiera sé cómo no he partido la cara de algunos por ver a Brittany de manera prohibida.
—Tengo algo que decirte—susurra pero no estoy seguro si escuché bien.
¿Qué tiene que decirme?
Por fin levanta la mirada y me ve, sus mejillas de porcelana se sonrojan y ahí está de nuevo esa hermosa sonrisa de niña.
No puedo responder, mi maldita boca no se abre, además no la quiero poner más nerviosa de lo que está, así que hago el intento de sonreír pero apenas lo consigo.
—Verás—dice desviando la mirada a todo el lugar, estoy segura que está buscando a su hermana mayor y me pregunto si de alguna u otra manera Brittany se hubiese acercado a mí para decirme sabrá Dios qué cosa.
—Sé que eres la mejor amiga de toda la vida de Quinn, me gusta lo que hacen, pero más me gusta verte… a ti.
Oh, mierda.
—Sé que soy chica y quizás tengas novia, pero no quiero morir en el intento, solamente por favor no te burles de mí cuando termine… romperás mi corazón.
Oh, santa mierda.
Ella continúa y continúa y no se da cuenta que tengo los ojos fuera de mis orbitas en estos momentos por escuchar lo que pienso que creo que va a decir.
—Lo que quiero decir es que—respira profundo y entonces me ve—Me gustas.
La santa mierda del mundo.
—Creo que me gustas tanto que es por eso que soporto estar en este lugar solamente para verte correr—se apena y vuelve a sonreír, yo ni siquiera sé si estoy respirando—Me gustas, Santana. Quizás tú lo veas extraño ya que soy mucho menor que tú, pero es solamente un número, soy mucho más madura de lo que crees, no te estoy pidiendo nada y creas que puede ser una fase y quiero probar con alguien de mi mismo sexo, pero no es así, ya te dije que soy madura y se lo que siento—dice de manera arrebatada— Solamente me gustaría que nos conociéramos un poco.
Oh, Brittany.
Pero qué mierda vio esta hermosa chica en mí.
Nunca he sido buena con ella, ni siquiera la saludo cuando la veo y quizás los únicos hola y adiós han sido cuando voy a su casa.
Ella merece algo mejor, una persona de su edad, no yo.
Quinn me matará, pero primero tengo que hacer algo para protegerla a ella, la idiota debo ser yo no ella por haberse fijado en mí.
Así que hago lo único que sé hacer bien después de competir.
Ser una idiota.
—Eres una niña para mí.
Juro por la santa mierda del mundo que puedo escuchar su corazón romperse desde aquí.
Ella me pidió que no lo rompiera, pero es la única manera de salvarla de mí.
No lo pude hacer con Dani, pero al menos mi chica es una mujer que sabe en lo que se está metiendo.
Veo sus ojos apagarse, su sonrisa borrarse y casi se cae si no la sostengo.
No voy a disculparme.
Es lo que es, y ella quizás algún día lo entienda.
—¿Nos vamos?—Quinn se nos une y Brittany ve hacia otro lado y dice que sí con la cabeza.
—Tengo un dolor de cabeza terrible, amiga.
Quinn asiente y se despide, Brittany se apresura hasta llegar al coche de mi amiga y yo subo al mío, ya no escucho el murmullo de la gente, la música o las botellas caer al suelo.
Solamente escucho esas palabras que me dijo que ahora se repiten una y otra vez.
—No te burles de mí… romperás mi corazón.
¿Por qué siempre termino haciendo lo que me piden que no haga?
Dani me ve y no dice nada por los últimos cinco minutos.
Lo único que supe hacer es ir a su casa y decirle lo que pasó. Ella no conoce a Brittany, pero de alguna manera Quinn y yo la hemos nombrado en una de nuestras conversaciones.
—Por favor dime que soy un idiota.
—Eres una idiota—se ríe—Y creo que por eso le gustas. ¿A qué chica no le gustan las personas idiotas?
—De todas las chicas o mujeres tenía que ser la hermana de mi mejor amiga.
—Bebé—Dani acaricia mi espalda—No te sientas mal, se le pasará.
—¿Cómo lo sabes?—pregunto desesperada.
—No lo sé—ve hacia el suelo—La verdad es que nunca me han roto el corazón y a la chica a la que le declaré mi amor; me llevé la sorpresa de que también sentía lo mismo por mí.
Le sonrío y le doy un beso breve en los labios.
Dani es la chica para mí, hemos estado juntas desde los quince, ella tenía trece y desde entonces somos inseparables, pero debo decir que Dani conoce lo peor de mí.
A ella no le gusta que corra y ése ha sido el problema número uno en nuestra relación.
—Espero que algún día la pequeña Britt encuentre al amor de su vida—me abraza más fuerte—A lo mejor eres tú, quien sabe.
—¡Oye!—le pillo las costillas y empieza a reírse—Tú eres el amor de mi vida.
—Nunca sabemos las vueltas de la vida—dice ahora demasiado seria—Yo pensé que lo de correr era un pasatiempo pero ahora me doy cuenta que no lo es.
—Cariño…
—No—me corta de inmediato—Nunca aprobaré que pongas tu vida en peligro, pero respetaré tus sueños, Santana.
—Eso no es justo.
—Lo que no es justo es que no quieras ir a la universidad conmigo por querer convertirte en una corredora profesional.
—¿Vamos a tener esa conversación ahora?—pregunto de mala gana, no puedo soportar romper otro corazón en una noche.
—No—responde abrazándome—Pero la tendremos.
—De acuerdo—llevo mi mano hacia su firme trasero y lo aprieto, escucho que gime en mi cuello y eso me hace sonreír—Ahora por favor, hagamos el amor antes de que tus padres regresen.
Fue mi primera amiga desde que me mude a Holanda desde Puerto Rico con mi familia y lo sigue siendo hasta ahora.
He vuelto a ganar el primer lugar en la carrera contra uno de los contrincantes más difíciles del Street Dragons.
—Te dije que no sería fácil—le digo mientras me quito los guantes de las manos—El hijo de perra debe de estarse cortando más la piel ahora mismo.
—Eres Santana López—mi mejor amiga palmea mi hombro con orgullo—Espero que no se le olvide eso cuando estés arriba.
—Ya veremos.
—¡Chicas!—escucho la voz de la pequeña hermana de Quinn.
Brittany, es una chica de trece años, pero es capaz de burlar a los gorilas de un club con esas curvas y esa sonrisa de súper modelo que tiene y que simula tener los dieciocho.
Todavía no entiendo por qué Quinn la trae aquí, aunque estoy segura que es ella la que se lo pide.
Siempre mantengo un ojo en ella y que nadie se le acerque.
Es como mi…
¡Joder!
De ninguna manera la veo como una pequeña hermana, y más si mi maldita calentura me lo recuerda en estos momentos que la veo y me sonríe de manera tan sensual e inocente.
¿Qué mierda pasa conmigo?
Tengo novia y la amo, además Quinn me mataría, ella tiene trece y yo diecinueve.
Soy muy grande para ella, pero ¿Qué mierda estoy diciendo?
¡Tengo novia, joder!
Me siento como una maldita enferma.
Ni siquiera es legal tener estos pensamientos.
—Quiero tomarles una foto—pide Brittany, con esa sonrisa que me encantó desde que la conocí.
Pongo mi brazo alrededor del cuello de Quinn, mientras estamos sentadas frente al capo de mi Lancer. Brittany toma la cámara un poco nerviosa después me sonríe y el flash sale.
Brittany se acerca con nerviosismo, siempre está nerviosa cuando yo estoy cerca.
Ni siquiera le sonrío o le hablo, en realidad tengo prohibido hacerlo, es una de mis reglas, no voy a joder a esta niña.
Y más si es la pequeña hermana de mi mejor amiga.
—¡Quinn!—la llama.
—Ahora regreso—pone los ojos en blanco—Mantén tus manos lejos de mi hermana.
Esa orden siempre la hace cuando es de mí del que menos debe de desconfiar, pero no sabe que soy yo quien la protege más cuando ella viene a este lugar lleno de perdición.
Brittany se acerca un poco más y mis manos empiezan a sudar.
—Estuviste genial.
—Gracias—respondo cortante.
Mueve sus pies nerviosa, muerde su labio inferior y además no me ve a los ojos, pero demonios, yo sí la estoy viendo y me gusta lo que veo… ingenuidad hermosa.
No estoy segura que Brittany sepa que tengo novia, a Dani ni por todo el cielo la traigo a este lugar, soy demasiado celosa para permitir que vean a mi novia de manera pervertida, ni siquiera sé cómo no he partido la cara de algunos por ver a Brittany de manera prohibida.
—Tengo algo que decirte—susurra pero no estoy seguro si escuché bien.
¿Qué tiene que decirme?
Por fin levanta la mirada y me ve, sus mejillas de porcelana se sonrojan y ahí está de nuevo esa hermosa sonrisa de niña.
No puedo responder, mi maldita boca no se abre, además no la quiero poner más nerviosa de lo que está, así que hago el intento de sonreír pero apenas lo consigo.
—Verás—dice desviando la mirada a todo el lugar, estoy segura que está buscando a su hermana mayor y me pregunto si de alguna u otra manera Brittany se hubiese acercado a mí para decirme sabrá Dios qué cosa.
—Sé que eres la mejor amiga de toda la vida de Quinn, me gusta lo que hacen, pero más me gusta verte… a ti.
Oh, mierda.
—Sé que soy chica y quizás tengas novia, pero no quiero morir en el intento, solamente por favor no te burles de mí cuando termine… romperás mi corazón.
Oh, santa mierda.
Ella continúa y continúa y no se da cuenta que tengo los ojos fuera de mis orbitas en estos momentos por escuchar lo que pienso que creo que va a decir.
—Lo que quiero decir es que—respira profundo y entonces me ve—Me gustas.
La santa mierda del mundo.
—Creo que me gustas tanto que es por eso que soporto estar en este lugar solamente para verte correr—se apena y vuelve a sonreír, yo ni siquiera sé si estoy respirando—Me gustas, Santana. Quizás tú lo veas extraño ya que soy mucho menor que tú, pero es solamente un número, soy mucho más madura de lo que crees, no te estoy pidiendo nada y creas que puede ser una fase y quiero probar con alguien de mi mismo sexo, pero no es así, ya te dije que soy madura y se lo que siento—dice de manera arrebatada— Solamente me gustaría que nos conociéramos un poco.
Oh, Brittany.
Pero qué mierda vio esta hermosa chica en mí.
Nunca he sido buena con ella, ni siquiera la saludo cuando la veo y quizás los únicos hola y adiós han sido cuando voy a su casa.
Ella merece algo mejor, una persona de su edad, no yo.
Quinn me matará, pero primero tengo que hacer algo para protegerla a ella, la idiota debo ser yo no ella por haberse fijado en mí.
Así que hago lo único que sé hacer bien después de competir.
Ser una idiota.
—Eres una niña para mí.
Juro por la santa mierda del mundo que puedo escuchar su corazón romperse desde aquí.
Ella me pidió que no lo rompiera, pero es la única manera de salvarla de mí.
No lo pude hacer con Dani, pero al menos mi chica es una mujer que sabe en lo que se está metiendo.
Veo sus ojos apagarse, su sonrisa borrarse y casi se cae si no la sostengo.
No voy a disculparme.
Es lo que es, y ella quizás algún día lo entienda.
—¿Nos vamos?—Quinn se nos une y Brittany ve hacia otro lado y dice que sí con la cabeza.
—Tengo un dolor de cabeza terrible, amiga.
Quinn asiente y se despide, Brittany se apresura hasta llegar al coche de mi amiga y yo subo al mío, ya no escucho el murmullo de la gente, la música o las botellas caer al suelo.
Solamente escucho esas palabras que me dijo que ahora se repiten una y otra vez.
—No te burles de mí… romperás mi corazón.
¿Por qué siempre termino haciendo lo que me piden que no haga?
Dani me ve y no dice nada por los últimos cinco minutos.
Lo único que supe hacer es ir a su casa y decirle lo que pasó. Ella no conoce a Brittany, pero de alguna manera Quinn y yo la hemos nombrado en una de nuestras conversaciones.
—Por favor dime que soy un idiota.
—Eres una idiota—se ríe—Y creo que por eso le gustas. ¿A qué chica no le gustan las personas idiotas?
—De todas las chicas o mujeres tenía que ser la hermana de mi mejor amiga.
—Bebé—Dani acaricia mi espalda—No te sientas mal, se le pasará.
—¿Cómo lo sabes?—pregunto desesperada.
—No lo sé—ve hacia el suelo—La verdad es que nunca me han roto el corazón y a la chica a la que le declaré mi amor; me llevé la sorpresa de que también sentía lo mismo por mí.
Le sonrío y le doy un beso breve en los labios.
Dani es la chica para mí, hemos estado juntas desde los quince, ella tenía trece y desde entonces somos inseparables, pero debo decir que Dani conoce lo peor de mí.
A ella no le gusta que corra y ése ha sido el problema número uno en nuestra relación.
—Espero que algún día la pequeña Britt encuentre al amor de su vida—me abraza más fuerte—A lo mejor eres tú, quien sabe.
—¡Oye!—le pillo las costillas y empieza a reírse—Tú eres el amor de mi vida.
—Nunca sabemos las vueltas de la vida—dice ahora demasiado seria—Yo pensé que lo de correr era un pasatiempo pero ahora me doy cuenta que no lo es.
—Cariño…
—No—me corta de inmediato—Nunca aprobaré que pongas tu vida en peligro, pero respetaré tus sueños, Santana.
—Eso no es justo.
—Lo que no es justo es que no quieras ir a la universidad conmigo por querer convertirte en una corredora profesional.
—¿Vamos a tener esa conversación ahora?—pregunto de mala gana, no puedo soportar romper otro corazón en una noche.
—No—responde abrazándome—Pero la tendremos.
—De acuerdo—llevo mi mano hacia su firme trasero y lo aprieto, escucho que gime en mi cuello y eso me hace sonreír—Ahora por favor, hagamos el amor antes de que tus padres regresen.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
anda le el sentimiento era mutuo,..
es entendible en ese momento,.. pero cagarla de esa forma!!
a ver si san enmienda lo que hizo,.. hora la diferencia de edad no es nada!!
nos vemos!!
anda le el sentimiento era mutuo,..
es entendible en ese momento,.. pero cagarla de esa forma!!
a ver si san enmienda lo que hizo,.. hora la diferencia de edad no es nada!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
ahhhhh bueno, una razon bastante logica pero poco delicada!!!! san tendra mucho camino por delante para que britt olvide esa frase!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
anda le el sentimiento era mutuo,..
es entendible en ese momento,.. pero cagarla de esa forma!!
a ver si san enmienda lo que hizo,.. hora la diferencia de edad no es nada!!
nos vemos!!
Hola lu, si que si! y eso es bueno! Mmm, es como "si te entiendo, pero no te comprendo" xD Esperemos y si =/ Nada de nada, es más que es hermana de su amiga. Saludos =D
micky morales escribió:ahhhhh bueno, una razon bastante logica pero poco delicada!!!! san tendra mucho camino por delante para que britt olvide esa frase!!!!!
Hola, jajaja si, como dije, se entiende, pero no se comprende xD SI! y espero y haga todo lo posible para q lo haga! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca I (Adaptada) Cap 10
Capitulo 10
Domingo aburrido, eso es lo que es mientras observo el cielo azul en el techo fuera de mi habitación.
Veo la piscina y pienso en que hace un buen tiempo que no nado en ella.
El clima hoy está un poco a mi favor, así que no lo pienso dos veces y entro a mi habitación y me pongo mi bikini.
Mientras me veo al espejo pienso en que no quiero bajar sola y más si sé que Santana podrá verme, no es que la mujer me vaya a comer, es que no quiero pelear tan temprano un Domingo por la mañana.
Voy a buscar a mi hermana.
—Oye, quieres ir a…
—¡Britt!—grita Quinn cubriendo su cuerpo desnudo.
—Oh, demonios—me tapo la cara riendo—Lo siento, chicas.
—No pasa nada, Britt—dice Rachel riendo conmigo—Ya puedes mirar… bueno no es que no hayas visto nada ya.
Poco a poco quito mi mano y veo a una Rachel riendo nerviosa y a mi hermana en ropa interior fulminándome con la mirada.
—Gran noche—las adulo y Rachel ríe a carcajadas—¿Cómo es que yo no tenía idea de todo esto?
—¿Te refieres a…
—¡No, no!—me cubro la cara de nuevo avergonzada por la sugerencia—No me refiero a ustedes dos haciendo cosas, me refiero juntas, parece que fue ayer cuando Quinn parecía una idiota viéndote pasar y nunca se atrevía a hablarte.
—¡Britt!—me reprende mi hermana divertida—Pequeña torpe, mejor dime a qué has venido.
—Quería nadar, pero ya que estás en buena compañía pueden venir ambas a la piscina.
—Suena bien—sigue Rachel—Iré por mi bikini.
—Las veré luego, chicas—me levanto de la cama y digo sobre mi hombro—Ustedes sigan en lo suyo, no hay prisa.
—¡Britt!—corro antes de recibir la almohada en mi cabeza que Quinn lanza hacia mí.
Voy riendo y bajo las escaleras, es casi un milagro que no me caiga esta vez en el último escalón.
Parece que mamá y papá no están porque el auto de papá no está en el garaje solamente el de mi mamá y el mío.
Quinn como tuvo su cita hasta tarde, su auto sigue en la acera de la casa junto con el de la celebridad de su amiga.
Ni siquiera ha movido su auto de ahí, y además ¿Por qué trajo uno de todas maneras?
Veo mi teléfono antes de dejarlo sobre mi toalla y me quito el pequeño vestido, mostrando mi pequeño bikini color lila, tomo una goma y me acomodo el cabello en un moño alto y desordenado.
Escucho mi teléfono sonar y me apresuro a verlo para ver que se trata de Sam.
—Demasiado tarde.
Apago el teléfono celular y entro a la piscina.
La calefacción hace un buen trabajo aquí aunque el clima hoy no está tan frío por lo que se siente bien relajarse bajo el agua.
Tomo el IPod y me detengo en mis brazos en la orilla de la piscina mientras le doy reproducir a la música.
Cierro mis ojos y acomodo mi cabeza en mis brazos mientras siento la brisa en mi espalda.
Tú y yo, líneas borrosas
Vamos juntos todo el tiempo
Muy incorrectas, no correctas
Nos perdemos en la noche
De afuera, desde afuera
Todos han de pensar porque lo intentamos
Porque lo intentamos
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todo
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todos
Oo-ooh. Oo-ooh.
Canto al ritmo de la canción y me muevo un poco con los ojos cerrados.
Amo esta canción.
Me recuerda los días en que iba a las carreras con Quinn. Eran momentos salvajes, muy oportuno para tener mi propia historia también, pero lastimosamente fui malditamente rechazada.
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todo
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todos.
Tarareo más hasta que una sombra posa frente a mí y soy sacada fuera de la piscina de forma violenta hasta faltarme el aliento.
—¿¡Por qué no respondes mis jodidas llamadas, Britt!?
Me tiene tan sujeta de los brazos y me sacude de forma violenta que solamente puedo quedarme sin hablar y observar sus pupilas dilatadas.
—¡Me lastimas!—me quejo intentando zafarme de Sam pero es imposible.
—Haces las cosas más difíciles para ambos, Britt—dice con voz temblorosa—Eres mía, eras la número uno, sabes que no puedo vivir sin ti.
—Por favor, Sam—ruego viendo a mi alrededor—Quinn saldrá en cualquier momento, suéltame o gritaré.
—No te atreverías—muestra con tanta seguridad y aun sus manos aprietan demasiado mis delgados brazos.
Cuando abro mi boca para protestar y decirle que se equivoca, que puedo tolerar muchas cosas pero que me haga daño jamás, una voz me hace estremecer.
—Suéltala o te vas a arrepentir hasta de haber nacido.
Y como se lo ha ordenado, Sam afloja su agarre y me suelta. Se gira para enfrentar a quién lo amenazó y se ríe.
Oh, Sam. No de nuevo.
—Parece que tienes una admiradora, Britt.
—Sam, por favor.
—¿La estás defendiendo?—pregunta ofendido.
Veo a Santana que permanece con sus puños cerrados y le ruego con la mirada que no haga nada.
—Sólo vete, por favor.
—Me voy si te vienes conmigo—demanda y no hay punto para elegir.
—Ella de aquí no sale—dice inmediatamente, Santana ahora cruzando sus brazos.
Unos finos brazos que los de Sam pueden hacer añicos en cualquier segundo.
—Sus padres no están y su hermana tampoco, por lo que es mi responsabilidad no dejarla en manos de cualquier idiota.
—Mira nada más—Sam se ríe y se acerca a Santana—Tan gentil de tu parte, Snixx López. No sabía que además de ser una loca sobre ruedas también eras niñera.
Santana no dice nada, me parece increíble que la mujer la esté soportando, pero a juzgar por su vena intimidante está llegando a su límite.
—¿Qué?—continúa retándolo, Sam—¿No vas a decir nada?
Sam se acerca más, entonces yo también, es como si quisiera leer su mente cuando dice:
—¿Acaso…—titubea riendo—¿Acaso deseas a mi novia?
—Sam—ahora estoy segura que estoy rogando—Iré contigo, por favor déjalo estar.
—No vas a ir a ningún lado, Britt—la voz de Santana se dirige a mí.
—Esto no es asunto tuyo, Santana.
—Sí, Santana—Interrumpe Sam tomándome de la cintura de manera posesiva—Mi chica no es asunto tuyo.
Sam me toma de la mano fuerte y casi me arrastra lejos de Santana, cuando pienso que estoy pérdida, la voz de Quinn junto con Rachel me hacen casi caer con mis propios pies.
—¿Qué sucede?—Quinn es la primera en preguntar, estoy segura que luzco mal, además que estoy prácticamente desnuda y goteando en la sala de mi casa—¿Adónde vas?
—A mi habitación—respondo nerviosa—Sam espera aquí, no me tardo.
—De acuerdo, chiquita.
Me toma de nuevo y me besa delante de mi hermana y su novia. Rachel me ve casi con lástima cuando ve que subo las escaleras y le sonrío como puedo.
Casi corro hasta mi habitación y tomo grandes bocanadas de aire.
Sam está irreconocible y estoy segura que si no fuese por Santana, quién sabe lo que me hubiese hecho.
Esto se me está saliendo de las manos, tengo que hacer algo y debo hacerlo cuanto antes.
Quito el exceso de agua y sudor por haber estado en el momento más incómodo de mi vida y de inmediato busco ropa limpia que ponerme, quito la goma de mi cabello y maquillo mi rostro rojo por las ganas de llorar del miedo que tengo en estos momentos.
Cuando abro la puerta para enfrentar la realidad, un cuerpo me corta el paso y no de la mejor manera sino colisionando y por poco haciéndome caer.
¿En serio?
Así será siempre.
—Tienes que dejar de hacer eso, niña.
—De una jodida vez deja de llamarme niña, Santana—gruño furiosa en voz baja para que nadie me escuche, ni siquiera sé cómo está aquí sin ser vista por Sam o Quinn.
—No vas a irte con él—me ordena y abro mi boca de su osadía por darme ese tipo de órdenes—Corres peligro estando con él en ese estado, no creas que no me di cuenta que está hasta la mierda de borracho.
—Te equivocas—defiendo de inmediato—Sam solamente está enfadado.
—De cualquier manera no te irás—cruza sus brazos por encima de su pecho—Soy capaz de decirle a Quinn cómo te tenía fuera de la piscina.
—No te atreverías.
—Pruébame.
Sé que malditamente lo hará, y la verdad es que lo que menos necesita Sam en estos momentos es que su secreto se sepa y peor aún, que mi hermana lo muele a golpes por su comportamiento.
No es que esté bien que actúe así, pero solamente yo puedo controlarlo, aunque hace algunos minutos no pude hacerlo.
Sam solamente me tiene a mí, yo soy la única que puede salvarlo y sé que lo haré, sólo tengo que soportar su mierda hoy una vez más.
—Por favor, Santana.
Santana baja la guardia y me ve que prácticamente le estoy rogando, maldita idiota.
No puedo creer que me haga rogarle como si fuese mi mamá o mi hermana mayor.
Demasiado tarde para preocuparse por mí.
—Sabes que te engaña ¿cierto?—esas palabras me hacen retroceder y trago—No creo que una chica lista como tú no sepa la clase de novio que tiene.
—No sé de lo que estás hablando.
—Por supuesto que lo sabes, a menos que seas tan ingenua para no darte cuenta de lo que pasó el otro día en el jardín con tu vecina.
Que me la mencione hace que lo extermine con la mirada y apriete mis puños, por supuesto que sé lo que hicieron y además lo que hizo ella con esa zorra después de eso.
—Y supongo que a ti también debe de molestarte que tu nueva aventura te engañe.
—¿Aventura?
—Lo que sea que la zorra de Brenda tenga contigo no me interesa—agilizo el paso—Ahora déjame pasar y no te metas en mi vida, Santana.
Veo la punta de mis pies para que no vea mi rostro rojo por haberme restregado en la cara todo lo que ya sé y detesto admitir.
Mi novio me engañó con la chica más odiosa del mundo y no solamente eso, ésa misma chica ahora es la nueva aventura de la única persona que ha roto mi corazón.
—Britt—levanta mi barbilla para que la mire y lo permito—¿Acaso estás celosa?
—Sí lo estoy—gruño acercándome más a ella hasta que puedo oler su perfume—Pero no de ti, no te creas tan importante, celebridad.
Inicio mi camino y esta vez no me detiene.
Bajo las escaleras y me encuentro a Sam durmiendo en el sofá de mi sala, es por eso que no miró que Santana subió a mi habitación.
Y tampoco Quinn, ya que está en la piscina junto con Rachel.
Me acerco poco a poco y veo cómo su pecho sube y baja, me dejo caer al otro extremo y lo veo dormir.
Va a ser una tarde muy larga y solamente espero que mis padres no lleguen, sino hasta en la noche, ya cuando Sam haya recuperado el verdadero color de sus ojos y su respiración normal.
De su comportamiento no puedo decir mucho, es un idiota.
Y esos nunca cambian.
Veo la piscina y pienso en que hace un buen tiempo que no nado en ella.
El clima hoy está un poco a mi favor, así que no lo pienso dos veces y entro a mi habitación y me pongo mi bikini.
Mientras me veo al espejo pienso en que no quiero bajar sola y más si sé que Santana podrá verme, no es que la mujer me vaya a comer, es que no quiero pelear tan temprano un Domingo por la mañana.
Voy a buscar a mi hermana.
—Oye, quieres ir a…
—¡Britt!—grita Quinn cubriendo su cuerpo desnudo.
—Oh, demonios—me tapo la cara riendo—Lo siento, chicas.
—No pasa nada, Britt—dice Rachel riendo conmigo—Ya puedes mirar… bueno no es que no hayas visto nada ya.
Poco a poco quito mi mano y veo a una Rachel riendo nerviosa y a mi hermana en ropa interior fulminándome con la mirada.
—Gran noche—las adulo y Rachel ríe a carcajadas—¿Cómo es que yo no tenía idea de todo esto?
—¿Te refieres a…
—¡No, no!—me cubro la cara de nuevo avergonzada por la sugerencia—No me refiero a ustedes dos haciendo cosas, me refiero juntas, parece que fue ayer cuando Quinn parecía una idiota viéndote pasar y nunca se atrevía a hablarte.
—¡Britt!—me reprende mi hermana divertida—Pequeña torpe, mejor dime a qué has venido.
—Quería nadar, pero ya que estás en buena compañía pueden venir ambas a la piscina.
—Suena bien—sigue Rachel—Iré por mi bikini.
—Las veré luego, chicas—me levanto de la cama y digo sobre mi hombro—Ustedes sigan en lo suyo, no hay prisa.
—¡Britt!—corro antes de recibir la almohada en mi cabeza que Quinn lanza hacia mí.
Voy riendo y bajo las escaleras, es casi un milagro que no me caiga esta vez en el último escalón.
Parece que mamá y papá no están porque el auto de papá no está en el garaje solamente el de mi mamá y el mío.
Quinn como tuvo su cita hasta tarde, su auto sigue en la acera de la casa junto con el de la celebridad de su amiga.
Ni siquiera ha movido su auto de ahí, y además ¿Por qué trajo uno de todas maneras?
Veo mi teléfono antes de dejarlo sobre mi toalla y me quito el pequeño vestido, mostrando mi pequeño bikini color lila, tomo una goma y me acomodo el cabello en un moño alto y desordenado.
Escucho mi teléfono sonar y me apresuro a verlo para ver que se trata de Sam.
—Demasiado tarde.
Apago el teléfono celular y entro a la piscina.
La calefacción hace un buen trabajo aquí aunque el clima hoy no está tan frío por lo que se siente bien relajarse bajo el agua.
Tomo el IPod y me detengo en mis brazos en la orilla de la piscina mientras le doy reproducir a la música.
Cierro mis ojos y acomodo mi cabeza en mis brazos mientras siento la brisa en mi espalda.
Tú y yo, líneas borrosas
Vamos juntos todo el tiempo
Muy incorrectas, no correctas
Nos perdemos en la noche
De afuera, desde afuera
Todos han de pensar porque lo intentamos
Porque lo intentamos
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todo
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todos
Oo-ooh. Oo-ooh.
Canto al ritmo de la canción y me muevo un poco con los ojos cerrados.
Amo esta canción.
Me recuerda los días en que iba a las carreras con Quinn. Eran momentos salvajes, muy oportuno para tener mi propia historia también, pero lastimosamente fui malditamente rechazada.
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todo
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los mejores, podemos ser los mejores
Nene en nuestros momentos más salvajes
Podemos ser los peores de todos.
Tarareo más hasta que una sombra posa frente a mí y soy sacada fuera de la piscina de forma violenta hasta faltarme el aliento.
—¿¡Por qué no respondes mis jodidas llamadas, Britt!?
Me tiene tan sujeta de los brazos y me sacude de forma violenta que solamente puedo quedarme sin hablar y observar sus pupilas dilatadas.
—¡Me lastimas!—me quejo intentando zafarme de Sam pero es imposible.
—Haces las cosas más difíciles para ambos, Britt—dice con voz temblorosa—Eres mía, eras la número uno, sabes que no puedo vivir sin ti.
—Por favor, Sam—ruego viendo a mi alrededor—Quinn saldrá en cualquier momento, suéltame o gritaré.
—No te atreverías—muestra con tanta seguridad y aun sus manos aprietan demasiado mis delgados brazos.
Cuando abro mi boca para protestar y decirle que se equivoca, que puedo tolerar muchas cosas pero que me haga daño jamás, una voz me hace estremecer.
—Suéltala o te vas a arrepentir hasta de haber nacido.
Y como se lo ha ordenado, Sam afloja su agarre y me suelta. Se gira para enfrentar a quién lo amenazó y se ríe.
Oh, Sam. No de nuevo.
—Parece que tienes una admiradora, Britt.
—Sam, por favor.
—¿La estás defendiendo?—pregunta ofendido.
Veo a Santana que permanece con sus puños cerrados y le ruego con la mirada que no haga nada.
—Sólo vete, por favor.
—Me voy si te vienes conmigo—demanda y no hay punto para elegir.
—Ella de aquí no sale—dice inmediatamente, Santana ahora cruzando sus brazos.
Unos finos brazos que los de Sam pueden hacer añicos en cualquier segundo.
—Sus padres no están y su hermana tampoco, por lo que es mi responsabilidad no dejarla en manos de cualquier idiota.
—Mira nada más—Sam se ríe y se acerca a Santana—Tan gentil de tu parte, Snixx López. No sabía que además de ser una loca sobre ruedas también eras niñera.
Santana no dice nada, me parece increíble que la mujer la esté soportando, pero a juzgar por su vena intimidante está llegando a su límite.
—¿Qué?—continúa retándolo, Sam—¿No vas a decir nada?
Sam se acerca más, entonces yo también, es como si quisiera leer su mente cuando dice:
—¿Acaso…—titubea riendo—¿Acaso deseas a mi novia?
—Sam—ahora estoy segura que estoy rogando—Iré contigo, por favor déjalo estar.
—No vas a ir a ningún lado, Britt—la voz de Santana se dirige a mí.
—Esto no es asunto tuyo, Santana.
—Sí, Santana—Interrumpe Sam tomándome de la cintura de manera posesiva—Mi chica no es asunto tuyo.
Sam me toma de la mano fuerte y casi me arrastra lejos de Santana, cuando pienso que estoy pérdida, la voz de Quinn junto con Rachel me hacen casi caer con mis propios pies.
—¿Qué sucede?—Quinn es la primera en preguntar, estoy segura que luzco mal, además que estoy prácticamente desnuda y goteando en la sala de mi casa—¿Adónde vas?
—A mi habitación—respondo nerviosa—Sam espera aquí, no me tardo.
—De acuerdo, chiquita.
Me toma de nuevo y me besa delante de mi hermana y su novia. Rachel me ve casi con lástima cuando ve que subo las escaleras y le sonrío como puedo.
Casi corro hasta mi habitación y tomo grandes bocanadas de aire.
Sam está irreconocible y estoy segura que si no fuese por Santana, quién sabe lo que me hubiese hecho.
Esto se me está saliendo de las manos, tengo que hacer algo y debo hacerlo cuanto antes.
Quito el exceso de agua y sudor por haber estado en el momento más incómodo de mi vida y de inmediato busco ropa limpia que ponerme, quito la goma de mi cabello y maquillo mi rostro rojo por las ganas de llorar del miedo que tengo en estos momentos.
Cuando abro la puerta para enfrentar la realidad, un cuerpo me corta el paso y no de la mejor manera sino colisionando y por poco haciéndome caer.
¿En serio?
Así será siempre.
—Tienes que dejar de hacer eso, niña.
—De una jodida vez deja de llamarme niña, Santana—gruño furiosa en voz baja para que nadie me escuche, ni siquiera sé cómo está aquí sin ser vista por Sam o Quinn.
—No vas a irte con él—me ordena y abro mi boca de su osadía por darme ese tipo de órdenes—Corres peligro estando con él en ese estado, no creas que no me di cuenta que está hasta la mierda de borracho.
—Te equivocas—defiendo de inmediato—Sam solamente está enfadado.
—De cualquier manera no te irás—cruza sus brazos por encima de su pecho—Soy capaz de decirle a Quinn cómo te tenía fuera de la piscina.
—No te atreverías.
—Pruébame.
Sé que malditamente lo hará, y la verdad es que lo que menos necesita Sam en estos momentos es que su secreto se sepa y peor aún, que mi hermana lo muele a golpes por su comportamiento.
No es que esté bien que actúe así, pero solamente yo puedo controlarlo, aunque hace algunos minutos no pude hacerlo.
Sam solamente me tiene a mí, yo soy la única que puede salvarlo y sé que lo haré, sólo tengo que soportar su mierda hoy una vez más.
—Por favor, Santana.
Santana baja la guardia y me ve que prácticamente le estoy rogando, maldita idiota.
No puedo creer que me haga rogarle como si fuese mi mamá o mi hermana mayor.
Demasiado tarde para preocuparse por mí.
—Sabes que te engaña ¿cierto?—esas palabras me hacen retroceder y trago—No creo que una chica lista como tú no sepa la clase de novio que tiene.
—No sé de lo que estás hablando.
—Por supuesto que lo sabes, a menos que seas tan ingenua para no darte cuenta de lo que pasó el otro día en el jardín con tu vecina.
Que me la mencione hace que lo extermine con la mirada y apriete mis puños, por supuesto que sé lo que hicieron y además lo que hizo ella con esa zorra después de eso.
—Y supongo que a ti también debe de molestarte que tu nueva aventura te engañe.
—¿Aventura?
—Lo que sea que la zorra de Brenda tenga contigo no me interesa—agilizo el paso—Ahora déjame pasar y no te metas en mi vida, Santana.
Veo la punta de mis pies para que no vea mi rostro rojo por haberme restregado en la cara todo lo que ya sé y detesto admitir.
Mi novio me engañó con la chica más odiosa del mundo y no solamente eso, ésa misma chica ahora es la nueva aventura de la única persona que ha roto mi corazón.
—Britt—levanta mi barbilla para que la mire y lo permito—¿Acaso estás celosa?
—Sí lo estoy—gruño acercándome más a ella hasta que puedo oler su perfume—Pero no de ti, no te creas tan importante, celebridad.
Inicio mi camino y esta vez no me detiene.
Bajo las escaleras y me encuentro a Sam durmiendo en el sofá de mi sala, es por eso que no miró que Santana subió a mi habitación.
Y tampoco Quinn, ya que está en la piscina junto con Rachel.
Me acerco poco a poco y veo cómo su pecho sube y baja, me dejo caer al otro extremo y lo veo dormir.
Va a ser una tarde muy larga y solamente espero que mis padres no lleguen, sino hasta en la noche, ya cuando Sam haya recuperado el verdadero color de sus ojos y su respiración normal.
De su comportamiento no puedo decir mucho, es un idiota.
Y esos nunca cambian.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro.
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Ese San es un idiota, que bueno que San estuvo ahí para salvarla.... Y en verdad espero que Britt reaccione y deje a ese tonto no es su responsabilidad!!!!!
Y de la morena vamos conociendo un poco mas aunque falta lo importante....
Y de la morena vamos conociendo un poco mas aunque falta lo importante....
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
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