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[Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
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JVM
Tati.94
marthagr81@yahoo.es
7 participantes
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Alguien se va a arrepentir!!!!
Y el otro alguien..... cumplira su palabra??
Saludos
Y el otro alguien..... cumplira su palabra??
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:ok ahi esta lo dijo, ahora si que abra que esperar que santana cumpla su palabra, pde que si o pde que no!!!! yo espero que si!!!!!
Hola, jajajaajajajajaja xD me hizo acordar a una canción xD ajajajajajajajaja. Pero espero lo mismo la vrdd xD Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
SE VA A ARREPENTIR!!!!!
britt va a ser esclava de sus palabras,.. solo profesional de ahora en adelante!!!
a ver hasta donde llega san con cumplir su palabra???
nos vemos!!!
Hola lu, dices tu¿? jajajaajajajajaja. JAjajajaajaj xD ni yo le creo, pero es bueno q haga sufrir un poco más a la morena xD Tmbn creo q sera por poco xD ajjaajjaaj, para ella es más fácil estar lejos de britt, pero igual es difícil jajaja. Saludos =D
monica.santander escribió:Alguien se va a arrepentir!!!!
Y el otro alguien..... cumplira su palabra??
Saludos
Hola, eso mismo creo, pero me gusta q aun se haga de rogar, aun creo q san merece rogar o hacer más por el perdon xD Mmm interesante pregunta jaajjaa. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 22
Capitulo 22
Le dije que amaba a Kitty, ni siquiera sé cómo pude no titubear ante tan vil mentira.
Pero ahora me toca a mí salvarla y si tengo que mentirle lo haré.
Ahora mismo es la tercera visita a un condominio no lejos del Florence. He rechazado cada llamada de Quinn, pero he respondido los mensajes de texto de mi cuñada, diciéndole que necesito que mi hermana mayor me dé un respiro y no siga metiéndose en mi vida, quiero hacer las cosas por mí.
Quiero empezar una nueva vida, sola, sí sola y no me importa, es lo que es.
—¿Señorita Pierce?—me llama el agente de bienes raíces, es muy joven para dedicarse a ello, pero ya veo porqué.
Me encanta este condominio, es amplio, lleno de luz, ni tan pequeño ni tan grande, es perfecto.
No necesito otro lugar grande, suficiente el tiempo en que estuve en casa de mis padres yo sola, llena de recuerdos, ahora quiero construir los míos.
—Hemos terminado el recorrido, ¿Le gusta lo que ve?
—Es perfecto—veo a mi alrededor y me visualizó aquí, empezaré mañana, Rachel se ofreció a ayudarme, tendré que comprar algunos muebles y listo.
Mi vida comienza ahora.
—Muy buena elección, Señorita Pierce.
Lo veo y se sonroja un poco cuando le sonrío.
Hemos conversado un poco, y no porque yo haya entablado la conversación, es un chico risueño además de elegante y carismático.
Desde hace tres días hemos estado viendo condominios y ninguno me gustaba, pero era porque quizás mi mente estaba todavía en aquel sonido de la puerta del hotel cuando se cerró.
—¿Señorita Pierce?
Demonios, otra vez.
—Discúlpame, estoy un poco distraída.
—Bueno—toma la carpeta y regresa su mirada castaña a mí—Me gustaría que llenáramos el contrato, pero ya que después de este día quizás no te vuelva a ver, quiero hacer lo que he querido desde que te conocí.
¿Está tuteándome?
—¿Ah?
Se ríe.
—Quiero invitarte un café, quizás te ayude en tu distracción.
—Eh… yo…
—Llámame Blaine—toma mi mano y coloca su brazo entre el mío para dirigirnos a la puerta—Descuida que no muerdo y aunque lo hiciera—abre la puerta y extiende su mano para que salga primero que él y dice divertido—No eres un chico.
—Oh.
Caminamos una calle arriba donde hay una cafetería y yo sigo aferrada del brazo de Blaine, desde que le conocí siempre me veía divertido y es un tanto intimidante, pero ni en un millón de años hubiese pensado que es…
—No soy gay.
Estamos afuera de la cafetería, hemos encontrado un buen lugar para conversar y desde aquí puedo ver mi coche y el de él.
—Pero dijiste que…
—Bueno no del todo. Te lo dije para que aceptaras tomar algo conmigo.
Me rio a carcajadas:
—Eres todo un personaje, Blaine.
—Descuida, no suelo hacer esto con todos mis clientes pero desde que te vi quise conocerte y además sé perfectamente quién eres o… quién eras.
—Supongo que la gente sigue hablando sobre ello.
—¿Bromeas?—no sé si responder a eso—Eras la novia de Santana Snixx López.
Como me lo nombre alguien más de nuevo no respondo.
—Lo era, hace dos años y por lo tanto si yo lo superé, creo que todo el mundo debería también hacerlo.
Blaine asiente y entrecierra sus ojos.
—¿Tan malo fue?
No tengo idea de por qué estamos teniendo esta conversación, acabo de comprarle un condominio, no entregarle mi biografía completa, de todas formas parece alguien de confianza y platicar con alguien que no sea mi hermana o mi cuñada me vendría bien.
—No fue malo—lo digo en serio—Solamente no era el momento.
—Lo siento, no nos conocemos, no tenemos por qué hablar de eso—toma un sorbo de su café—Soy tan malo con eso de las citas.
—¿Esto es una cita?
Me hace guiño y yo vuelvo a reír.
Continuamos conversando y nunca me había reído tanto como hoy, Blaine dice que tiene problemas con las chicas, que le va mejor con los chicos, pero no entiendo, es mono y además inteligente.
—Dra. Pierce—la taza se resbala de mis manos y cae todo sobre mis vaqueros, vale más que ya estaba frío, sino hubiese sido terrible.
—¡Mierda!—Blaine se acerca rápido a intentar limpiar con una servilleta de tela, pero mis ojos siguen en alguien que ahora quisiera matar a este chico por estar tocándome.
—Yo…—tartamudeo quitándole—Yo, puedo Blaine.
—Déjame ayudarte, Britt.
—Ella dijo que no necesita tu maldita ayuda.
Santana lo fulmina con la mirada, no quita sus ojos de Blaine y éste se da cuenta levantando sus manos y tomando distancia de mí.
Ha entendido el mensaje.
—No seas grosera—le gruño—Es tu culpa que se me haya derramado el café, siempre apareciendo como un fantasma.
¿Qué hace aquí?
Dijo que solamente se acercaría de forma profesional y dudo mucho que hacer que derrame mi café y amenazar con la mirada a mi nuevo amigo, sea algo profesional.
—Pasaba por aquí y quise ver cómo estabas.
—Bueno estoy bien—digo con la frente en alto—Como verás has interrumpido mi cita, por lo tanto te voy a pedir que te retires.
Analiza mi petición y su respiración se acelera, pienso en retractarme, en decirle que Blaine es solamente alguien que acabo de conocer y que además he comprado un condominio nuevo donde puedo cuidar a Emily cuántas veces lo necesite.
Pero cuando veo que una rubia se cuelga de su brazo, ahora soy yo la que retrocede.
—¿Nos vamos?—le pregunta ella, me ve y sonríe de manera triunfal.
—Sí—responde Santana sin quitar sus ojos de los míos, pone un brazo alrededor de la cintura de la rubia y se va sin decir más.
Me dejo caer en mi mesa y tomo el café de Blaine, no creo que le importe.
—Eso fue…
—Una mierda.
—Una mierda grande—me sigue—¿Siempre es así? Todo lo linda que es lo opaca con su idiotez.
—Antes era peor.
—Oye—Toma mi mano y lo veo—Lo siento mucho.
—No pasa nada—me levanto y veo el desastre en mis pantalones—Tengo que irme a trabajar pero primero debo cambiarme de ropa.
—Te acompaño—se levanta bien y vuelve a tomarme del brazo, suspiro y hago lo mismo, a diferencia de Santana es que no lo hago frente a ella para terminar de destrozarla, lo hago porque Blaine es una persona agradable sin otras intenciones como las de esa rubia o aquella otra modelo.
Seguro ésta también es una modelo.
Todavía me pregunto qué ve o qué vio en mí, no soy nada hermosa como lo son ellas.
—Debo admitir—Blaine me trae a la realidad, mientras espero en la puerta de mi auto—Que Snixx haya hecho derramar tu café hizo saltarme dos citas más para poder tocarte.
Lo golpeo en broma y me rio a carcajadas cuando él hace lo mismo.
—Eres un idiota, Blaine.
—Sé que no te conozco mucho, pero tengo cinco hermanas, a las cinco les han roto el corazón por lo tanto sé que el tuyo no está lejos de estar así. Pareces una buena chica, no voy a intentar meterme en tu cama al menos de que me lo pidas—eso hace que me ría de nuevo—Pero no dejes de sonreír por lo que haga esa linda, pero idiota, se ve que solamente lo hizo por molestarte.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque lo vi con la rubia, tenía cinco minutos de estarte viendo y se soltó de su agarre desde que se bajó del auto para acercarse a ti—ahora mi sonrisa se ha ido—Los hombres jugamos sucio, pero las mujeres más cuando se trata de alguien a quien amamos, también solemos comportarnos como unos verdaderos idiotas y ella acaba de hacer todo eso en menos treinta segundos y lo hizo porque yo estaba ahí.
—Yo tampoco ayudé, le dije que eras mi cita.
—Lo eres—pongo los ojos en blanco y vuelve a reír—Cuídate mucho, Dra. Pierce—abre la puerta de mi coche y entro—Cualquier cosa que necesites tienes mi número, pero si quieres sexo de consuelo, me temo que no puedo hacerlo. Amo demasiado a mi novio y aunque estemos peleados en estos momentos, no he dejado de pensar en su trasero.
—¿Tienes novio?
—¿Dije novio?—asiento—Quise decir novia.
Vuelvo a reírme y Blaine se despide de mí.
La sonrisa no me dura mucho cuando regreso al hotel, me cambio de ropa y tomo mis llaves.
Hoy veré a Emily, por lo tanto también veré a su mamá.
Llego al Centro y Santana ha llegado antes, Emily corre hacia mí y la levanto para abrazarla, a su mamá se le ilumina la cara pero cuando nuestras miradas se cruzan se hace el fuerte y frunce el ceño.
—¿Y tu cita?—pregunta divertida—¿Tan rápido fue?
—No era una cita de ese tipo, Santana—me siento en mi silla—Tengo novia
¿Recuerdas?
—Sí, una…
—Santana—la reprendo y veo que Emily está entretenida con su muñeca, pero aun así, no es momento para tener ese tipo de conversaciones.
—¿Qué hará Emy hoy?—pregunta cambiando el tema—Te dejaré con ella yo tengo que irme, ocurrió una emergencia.
—¿Está todo bien?
—Me temo que no lo sé todavía—saca un par de llaves y me las entrega—Ten, por si no vuelvo a tiempo, puedes ir a mi casa.
—¿Pretendes que deje a Em en tu casa, sola?
—No—responde tajante—Pretendo que lleves a Emy a casa y te quedes ahí, esperando hasta que yo llegue—tomo las llaves sin vacilar y me fulmina con la mirada—Si a tu novia no le importa.
—Ojalá pudiera decirte lo que estoy pensando.
Me ignora y llega hasta donde Emily, le susurra un par de cosas y ella asiente, sin verme de nuevo, sale por la puerta y siento un nudo en mi garganta.
¿Por qué actúa tan fría conmigo?
En el café hace algunas horas estaba un poco celosa y resultó ser una idiota.
Pero caigo en una razón, le dije que amaba a otra.
Que esté actuando de esa manera es un alivio, ya que en mi lugar, buscaría la forma de cómo hacerle pagar por cada pedazo roto de mi corazón.
Dejo mis problemas a un lado y me limito a hacer la terapia física de Emily, me doy cuenta en cada terapia que ya no necesita venir, a menos no a las terapias físicas, ha perdido el miedo, habla un poco más e interactúa con otros niños.
Termino la terapia y mi día laboral y Emily tiene hambre, no voy a ir a encerrarla a casa, pienso en algo mejor y la llevo de compras, la compañía no me vendría mal y cuando le mencioné la palabra compras saltó de alegría, aunque serán muebles para mi nuevo departamento, espero que no se aburra porque hasta pensarlo ya me estoy aburriendo yo.
Salimos con Emily del centro, mientras ella va comiendo una McDonald en el asiento trasero, yo voy pensando dónde ir primero.
Necesitaré una cama, un escritorio, mesas, muebles y demás cosas.
Me doy por vencida y me desvío para ir a casa de Quinn, si alguien sabe de decorar una casa ésa es mi cuñada.
—Por favor, no digas nada—susurro luego de presentarle a Emily, le ha caído bien y ha empezado ya a jugar con Charlie—Necesito tu ayuda, he encontrado un departamento y está tan vacío como mi alma.
Rachel se burla de mí y asiente.
Los cuatro salimos de compras y es música para mis oídos escuchar a Emily reír por las caras que Charlie le hace.
La tarde ha sido larga, ha anochecido y ahora estamos sobre el gigante colchón que Rachel me hizo comprar y es lo primero que entregaron hoy.
Ha visto el departamento y le ha encantado, mi primer piso a mis veintitantos.
Charlie y Emily se han quedado dormidos en el otro extremo y yo sigo viendo el techo de madera, Rachel hace lo mismo y sé que quiere hacer muchas preguntas.
—Habla.
—¿Sabe Santana que estás soltera y disponible para ella?
De acuerdo, eso fue ir demasiado al grano.
—No lo sabe y no lo sabrá.
—¿Qué vas a decirle cuando venga a recoger a Emily?
Santana ha llamado hace media hora preocupado porque ha ido a su casa y no nos ha encontrado ahí, le he dicho dónde estoy y le he asegurado que mi novia no está aquí, por lo tanto estará aquí dentro de poco.
—Que me mudé—digo sin importancia—No tiene que hacer preguntas que no le corresponden.
—¿No crees que será sospechoso?
—No, porque Santana, Kitty, Quinn y tú creen que voy saltar a sus brazos una vez esté soltera, y aunque ya lo esté eso no ha pasado… yo… ya no la amo.
—Britt…
El timbre suena, y ambas nos levantamos.
Veo a Emily y sigue completamente dormida al lado de Charlie, se ven tan lindos cuando duermen.
Voy caminando hacia la puerta y Santana tiene la misma cara de pocos amigos que hace unas horas.
—¿Dónde está mi hija?—entra un poco mal humorada y la puedo entender, casi secuestré a su hija hoy en toda la tarde—¿Qué es esto?
Ve a su alrededor y no hay nada más que cajas y algunas cosas que compré hoy que siguen embaladas.
Ignoro su cara de leche cortada y regreso a la puerta para cerrarla, pero veo un tacón que se interpone en el marco de la puerta.
—¿Tú eres?—pregunta viéndome de pies a cabeza y juro por Dios que me quiero morir, una rubia diferente, van tres y quiero cada día matar a Santana.
—Espérame en el coche—dice Santana detrás de mí, arrojándole las llaves y la rubia torpemente las deja caer al suelo, yo sigo sin moverme y veo cuando las toma, me guiña un ojo y se va revoloteando su trasero en un diminuto vestido floreado.
—Britt—llama Santana y volteo sintiendo la sangre correr por toda mi cara—Te pregunté algo.
—Eso no te importa, Santana—la empujo con mi hombro cuando paso cerca de ella—Em está por aquí.
Por el pasillo sale Rachel que saluda entre dientes a Santana y ésta le sonríe, a ella sí le sonríe después de todo, menos a mí y a su rubia que lo espera fuera.
—Tu hija es preciosa, Santana—dice Rachel—Se ha quedado dormida con mi hijo en cuanto terminaron de cenar, así que puedes llevarla a la cama sin ningún problema.
—Gracias, Rachel—toma a su hija en sus brazos y sale de la habitación, no sin antes ver que también aquí está todo vacío.
Le doy la espalda rápido cuando llega a la puerta, la abro para que salga y se detiene para verme por encima del hombro de Emily.
—Gracias.
Se va sin decir más y yo cierro la puerta, no sin antes echarme a llorar en el hombro de mi mejor amiga.
Santana López sigue siendo la misma jugadora de siempre, no hay ninguna excusa para que esté restregándome en la cara a sus polvos de una noche.
Para el aniversario de Quinn fue para no sentirse un idiota abandonado, pero esto es diferente, para esto no hay excusa.
Santana López lo dijo en el pasado.
Las mujeres son un escape para ella y después de dos años lo sigue siendo.
Pero ahora me toca a mí salvarla y si tengo que mentirle lo haré.
Ahora mismo es la tercera visita a un condominio no lejos del Florence. He rechazado cada llamada de Quinn, pero he respondido los mensajes de texto de mi cuñada, diciéndole que necesito que mi hermana mayor me dé un respiro y no siga metiéndose en mi vida, quiero hacer las cosas por mí.
Quiero empezar una nueva vida, sola, sí sola y no me importa, es lo que es.
—¿Señorita Pierce?—me llama el agente de bienes raíces, es muy joven para dedicarse a ello, pero ya veo porqué.
Me encanta este condominio, es amplio, lleno de luz, ni tan pequeño ni tan grande, es perfecto.
No necesito otro lugar grande, suficiente el tiempo en que estuve en casa de mis padres yo sola, llena de recuerdos, ahora quiero construir los míos.
—Hemos terminado el recorrido, ¿Le gusta lo que ve?
—Es perfecto—veo a mi alrededor y me visualizó aquí, empezaré mañana, Rachel se ofreció a ayudarme, tendré que comprar algunos muebles y listo.
Mi vida comienza ahora.
—Muy buena elección, Señorita Pierce.
Lo veo y se sonroja un poco cuando le sonrío.
Hemos conversado un poco, y no porque yo haya entablado la conversación, es un chico risueño además de elegante y carismático.
Desde hace tres días hemos estado viendo condominios y ninguno me gustaba, pero era porque quizás mi mente estaba todavía en aquel sonido de la puerta del hotel cuando se cerró.
—¿Señorita Pierce?
Demonios, otra vez.
—Discúlpame, estoy un poco distraída.
—Bueno—toma la carpeta y regresa su mirada castaña a mí—Me gustaría que llenáramos el contrato, pero ya que después de este día quizás no te vuelva a ver, quiero hacer lo que he querido desde que te conocí.
¿Está tuteándome?
—¿Ah?
Se ríe.
—Quiero invitarte un café, quizás te ayude en tu distracción.
—Eh… yo…
—Llámame Blaine—toma mi mano y coloca su brazo entre el mío para dirigirnos a la puerta—Descuida que no muerdo y aunque lo hiciera—abre la puerta y extiende su mano para que salga primero que él y dice divertido—No eres un chico.
—Oh.
Caminamos una calle arriba donde hay una cafetería y yo sigo aferrada del brazo de Blaine, desde que le conocí siempre me veía divertido y es un tanto intimidante, pero ni en un millón de años hubiese pensado que es…
—No soy gay.
Estamos afuera de la cafetería, hemos encontrado un buen lugar para conversar y desde aquí puedo ver mi coche y el de él.
—Pero dijiste que…
—Bueno no del todo. Te lo dije para que aceptaras tomar algo conmigo.
Me rio a carcajadas:
—Eres todo un personaje, Blaine.
—Descuida, no suelo hacer esto con todos mis clientes pero desde que te vi quise conocerte y además sé perfectamente quién eres o… quién eras.
—Supongo que la gente sigue hablando sobre ello.
—¿Bromeas?—no sé si responder a eso—Eras la novia de Santana Snixx López.
Como me lo nombre alguien más de nuevo no respondo.
—Lo era, hace dos años y por lo tanto si yo lo superé, creo que todo el mundo debería también hacerlo.
Blaine asiente y entrecierra sus ojos.
—¿Tan malo fue?
No tengo idea de por qué estamos teniendo esta conversación, acabo de comprarle un condominio, no entregarle mi biografía completa, de todas formas parece alguien de confianza y platicar con alguien que no sea mi hermana o mi cuñada me vendría bien.
—No fue malo—lo digo en serio—Solamente no era el momento.
—Lo siento, no nos conocemos, no tenemos por qué hablar de eso—toma un sorbo de su café—Soy tan malo con eso de las citas.
—¿Esto es una cita?
Me hace guiño y yo vuelvo a reír.
Continuamos conversando y nunca me había reído tanto como hoy, Blaine dice que tiene problemas con las chicas, que le va mejor con los chicos, pero no entiendo, es mono y además inteligente.
—Dra. Pierce—la taza se resbala de mis manos y cae todo sobre mis vaqueros, vale más que ya estaba frío, sino hubiese sido terrible.
—¡Mierda!—Blaine se acerca rápido a intentar limpiar con una servilleta de tela, pero mis ojos siguen en alguien que ahora quisiera matar a este chico por estar tocándome.
—Yo…—tartamudeo quitándole—Yo, puedo Blaine.
—Déjame ayudarte, Britt.
—Ella dijo que no necesita tu maldita ayuda.
Santana lo fulmina con la mirada, no quita sus ojos de Blaine y éste se da cuenta levantando sus manos y tomando distancia de mí.
Ha entendido el mensaje.
—No seas grosera—le gruño—Es tu culpa que se me haya derramado el café, siempre apareciendo como un fantasma.
¿Qué hace aquí?
Dijo que solamente se acercaría de forma profesional y dudo mucho que hacer que derrame mi café y amenazar con la mirada a mi nuevo amigo, sea algo profesional.
—Pasaba por aquí y quise ver cómo estabas.
—Bueno estoy bien—digo con la frente en alto—Como verás has interrumpido mi cita, por lo tanto te voy a pedir que te retires.
Analiza mi petición y su respiración se acelera, pienso en retractarme, en decirle que Blaine es solamente alguien que acabo de conocer y que además he comprado un condominio nuevo donde puedo cuidar a Emily cuántas veces lo necesite.
Pero cuando veo que una rubia se cuelga de su brazo, ahora soy yo la que retrocede.
—¿Nos vamos?—le pregunta ella, me ve y sonríe de manera triunfal.
—Sí—responde Santana sin quitar sus ojos de los míos, pone un brazo alrededor de la cintura de la rubia y se va sin decir más.
Me dejo caer en mi mesa y tomo el café de Blaine, no creo que le importe.
—Eso fue…
—Una mierda.
—Una mierda grande—me sigue—¿Siempre es así? Todo lo linda que es lo opaca con su idiotez.
—Antes era peor.
—Oye—Toma mi mano y lo veo—Lo siento mucho.
—No pasa nada—me levanto y veo el desastre en mis pantalones—Tengo que irme a trabajar pero primero debo cambiarme de ropa.
—Te acompaño—se levanta bien y vuelve a tomarme del brazo, suspiro y hago lo mismo, a diferencia de Santana es que no lo hago frente a ella para terminar de destrozarla, lo hago porque Blaine es una persona agradable sin otras intenciones como las de esa rubia o aquella otra modelo.
Seguro ésta también es una modelo.
Todavía me pregunto qué ve o qué vio en mí, no soy nada hermosa como lo son ellas.
—Debo admitir—Blaine me trae a la realidad, mientras espero en la puerta de mi auto—Que Snixx haya hecho derramar tu café hizo saltarme dos citas más para poder tocarte.
Lo golpeo en broma y me rio a carcajadas cuando él hace lo mismo.
—Eres un idiota, Blaine.
—Sé que no te conozco mucho, pero tengo cinco hermanas, a las cinco les han roto el corazón por lo tanto sé que el tuyo no está lejos de estar así. Pareces una buena chica, no voy a intentar meterme en tu cama al menos de que me lo pidas—eso hace que me ría de nuevo—Pero no dejes de sonreír por lo que haga esa linda, pero idiota, se ve que solamente lo hizo por molestarte.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque lo vi con la rubia, tenía cinco minutos de estarte viendo y se soltó de su agarre desde que se bajó del auto para acercarse a ti—ahora mi sonrisa se ha ido—Los hombres jugamos sucio, pero las mujeres más cuando se trata de alguien a quien amamos, también solemos comportarnos como unos verdaderos idiotas y ella acaba de hacer todo eso en menos treinta segundos y lo hizo porque yo estaba ahí.
—Yo tampoco ayudé, le dije que eras mi cita.
—Lo eres—pongo los ojos en blanco y vuelve a reír—Cuídate mucho, Dra. Pierce—abre la puerta de mi coche y entro—Cualquier cosa que necesites tienes mi número, pero si quieres sexo de consuelo, me temo que no puedo hacerlo. Amo demasiado a mi novio y aunque estemos peleados en estos momentos, no he dejado de pensar en su trasero.
—¿Tienes novio?
—¿Dije novio?—asiento—Quise decir novia.
Vuelvo a reírme y Blaine se despide de mí.
La sonrisa no me dura mucho cuando regreso al hotel, me cambio de ropa y tomo mis llaves.
Hoy veré a Emily, por lo tanto también veré a su mamá.
Llego al Centro y Santana ha llegado antes, Emily corre hacia mí y la levanto para abrazarla, a su mamá se le ilumina la cara pero cuando nuestras miradas se cruzan se hace el fuerte y frunce el ceño.
—¿Y tu cita?—pregunta divertida—¿Tan rápido fue?
—No era una cita de ese tipo, Santana—me siento en mi silla—Tengo novia
¿Recuerdas?
—Sí, una…
—Santana—la reprendo y veo que Emily está entretenida con su muñeca, pero aun así, no es momento para tener ese tipo de conversaciones.
—¿Qué hará Emy hoy?—pregunta cambiando el tema—Te dejaré con ella yo tengo que irme, ocurrió una emergencia.
—¿Está todo bien?
—Me temo que no lo sé todavía—saca un par de llaves y me las entrega—Ten, por si no vuelvo a tiempo, puedes ir a mi casa.
—¿Pretendes que deje a Em en tu casa, sola?
—No—responde tajante—Pretendo que lleves a Emy a casa y te quedes ahí, esperando hasta que yo llegue—tomo las llaves sin vacilar y me fulmina con la mirada—Si a tu novia no le importa.
—Ojalá pudiera decirte lo que estoy pensando.
Me ignora y llega hasta donde Emily, le susurra un par de cosas y ella asiente, sin verme de nuevo, sale por la puerta y siento un nudo en mi garganta.
¿Por qué actúa tan fría conmigo?
En el café hace algunas horas estaba un poco celosa y resultó ser una idiota.
Pero caigo en una razón, le dije que amaba a otra.
Que esté actuando de esa manera es un alivio, ya que en mi lugar, buscaría la forma de cómo hacerle pagar por cada pedazo roto de mi corazón.
Dejo mis problemas a un lado y me limito a hacer la terapia física de Emily, me doy cuenta en cada terapia que ya no necesita venir, a menos no a las terapias físicas, ha perdido el miedo, habla un poco más e interactúa con otros niños.
Termino la terapia y mi día laboral y Emily tiene hambre, no voy a ir a encerrarla a casa, pienso en algo mejor y la llevo de compras, la compañía no me vendría mal y cuando le mencioné la palabra compras saltó de alegría, aunque serán muebles para mi nuevo departamento, espero que no se aburra porque hasta pensarlo ya me estoy aburriendo yo.
Salimos con Emily del centro, mientras ella va comiendo una McDonald en el asiento trasero, yo voy pensando dónde ir primero.
Necesitaré una cama, un escritorio, mesas, muebles y demás cosas.
Me doy por vencida y me desvío para ir a casa de Quinn, si alguien sabe de decorar una casa ésa es mi cuñada.
—Por favor, no digas nada—susurro luego de presentarle a Emily, le ha caído bien y ha empezado ya a jugar con Charlie—Necesito tu ayuda, he encontrado un departamento y está tan vacío como mi alma.
Rachel se burla de mí y asiente.
Los cuatro salimos de compras y es música para mis oídos escuchar a Emily reír por las caras que Charlie le hace.
La tarde ha sido larga, ha anochecido y ahora estamos sobre el gigante colchón que Rachel me hizo comprar y es lo primero que entregaron hoy.
Ha visto el departamento y le ha encantado, mi primer piso a mis veintitantos.
Charlie y Emily se han quedado dormidos en el otro extremo y yo sigo viendo el techo de madera, Rachel hace lo mismo y sé que quiere hacer muchas preguntas.
—Habla.
—¿Sabe Santana que estás soltera y disponible para ella?
De acuerdo, eso fue ir demasiado al grano.
—No lo sabe y no lo sabrá.
—¿Qué vas a decirle cuando venga a recoger a Emily?
Santana ha llamado hace media hora preocupado porque ha ido a su casa y no nos ha encontrado ahí, le he dicho dónde estoy y le he asegurado que mi novia no está aquí, por lo tanto estará aquí dentro de poco.
—Que me mudé—digo sin importancia—No tiene que hacer preguntas que no le corresponden.
—¿No crees que será sospechoso?
—No, porque Santana, Kitty, Quinn y tú creen que voy saltar a sus brazos una vez esté soltera, y aunque ya lo esté eso no ha pasado… yo… ya no la amo.
—Britt…
El timbre suena, y ambas nos levantamos.
Veo a Emily y sigue completamente dormida al lado de Charlie, se ven tan lindos cuando duermen.
Voy caminando hacia la puerta y Santana tiene la misma cara de pocos amigos que hace unas horas.
—¿Dónde está mi hija?—entra un poco mal humorada y la puedo entender, casi secuestré a su hija hoy en toda la tarde—¿Qué es esto?
Ve a su alrededor y no hay nada más que cajas y algunas cosas que compré hoy que siguen embaladas.
Ignoro su cara de leche cortada y regreso a la puerta para cerrarla, pero veo un tacón que se interpone en el marco de la puerta.
—¿Tú eres?—pregunta viéndome de pies a cabeza y juro por Dios que me quiero morir, una rubia diferente, van tres y quiero cada día matar a Santana.
—Espérame en el coche—dice Santana detrás de mí, arrojándole las llaves y la rubia torpemente las deja caer al suelo, yo sigo sin moverme y veo cuando las toma, me guiña un ojo y se va revoloteando su trasero en un diminuto vestido floreado.
—Britt—llama Santana y volteo sintiendo la sangre correr por toda mi cara—Te pregunté algo.
—Eso no te importa, Santana—la empujo con mi hombro cuando paso cerca de ella—Em está por aquí.
Por el pasillo sale Rachel que saluda entre dientes a Santana y ésta le sonríe, a ella sí le sonríe después de todo, menos a mí y a su rubia que lo espera fuera.
—Tu hija es preciosa, Santana—dice Rachel—Se ha quedado dormida con mi hijo en cuanto terminaron de cenar, así que puedes llevarla a la cama sin ningún problema.
—Gracias, Rachel—toma a su hija en sus brazos y sale de la habitación, no sin antes ver que también aquí está todo vacío.
Le doy la espalda rápido cuando llega a la puerta, la abro para que salga y se detiene para verme por encima del hombro de Emily.
—Gracias.
Se va sin decir más y yo cierro la puerta, no sin antes echarme a llorar en el hombro de mi mejor amiga.
Santana López sigue siendo la misma jugadora de siempre, no hay ninguna excusa para que esté restregándome en la cara a sus polvos de una noche.
Para el aniversario de Quinn fue para no sentirse un idiota abandonado, pero esto es diferente, para esto no hay excusa.
Santana López lo dijo en el pasado.
Las mujeres son un escape para ella y después de dos años lo sigue siendo.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
se dice que es muy difícil nadar contra la corriente y britt lo hace!!!
joder es mas fácil que una pared te hable te cante y hasta te baile,. antes de que britt les de la razón a todas y asimile que si sigue amando a san!!!
bueno san tiene derecho a estar con quien quiera no??? mientras no afecte a em!!! britt no puede decir nada,..
nos vemos!!
nos vemos!!!
se dice que es muy difícil nadar contra la corriente y britt lo hace!!!
joder es mas fácil que una pared te hable te cante y hasta te baile,. antes de que britt les de la razón a todas y asimile que si sigue amando a san!!!
bueno san tiene derecho a estar con quien quiera no??? mientras no afecte a em!!! britt no puede decir nada,..
nos vemos!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Pero que salames son!!!
Cual habra sido la emergencia de San????
Saludos.
PD: un maraton no vendria nada mal!! Jaja
Cual habra sido la emergencia de San????
Saludos.
PD: un maraton no vendria nada mal!! Jaja
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Hay Brittany, que esperabas, que Santana se dedicara a venerar tu imagen cual santo en una iglesia,???? aqui estan las consecuencias de tu "amor" por kitty, asumelo y ya!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Esa San sigue haciendo mierda cuando las cosas no le salen como quiere.... Pero ahora con tanta chica debe pensar en su hija
Y pues Britt empezando desde cero... Me gusta merece un nuevo comienzo aunque las cosas se pongan dificl . además creo que hace bien en tomarse un tiempo y no regresar con San ambas deben madurar y superar muchas cosas
Y pues Britt empezando desde cero... Me gusta merece un nuevo comienzo aunque las cosas se pongan dificl . además creo que hace bien en tomarse un tiempo y no regresar con San ambas deben madurar y superar muchas cosas
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
se dice que es muy difícil nadar contra la corriente y britt lo hace!!!
joder es mas fácil que una pared te hable te cante y hasta te baile,. antes de que britt les de la razón a todas y asimile que si sigue amando a san!!!
bueno san tiene derecho a estar con quien quiera no??? mientras no afecte a em!!! britt no puede decir nada,..
nos vemos!!
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajaajaja xD si que si xD Esta siendo un poco porfiada, pero sigo pensando q esta bn para q la morena intente luchar..., pero se va =/ Esk eso es lo que digo intenta tres veces pedir perdon y lindo, despues de todo lo q hizo... se hace la victima, cuando ella es al q debe seguir luchando por britt... Saludos =D
monica.santander escribió:Pero que salames son!!!
Cual habra sido la emergencia de San????
Saludos.
PD: un maraton no vendria nada mal!! Jaja
Hola, ajajajajajaa si q si xD mmm interesante pregunta jaajajaj. Saludos =D
Pd: mm si¿? jajaja podría ser, pero no tengo caps, pero hazme acordar el viernes y lo subo!
micky morales escribió:Hay Brittany, que esperabas, que Santana se dedicara a venerar tu imagen cual santo en una iglesia,???? aqui estan las consecuencias de tu "amor" por kitty, asumelo y ya!!!!!
Hola, la vrdd sigo diciendo lo mismo, san ha hecho mal las cosas y cree con pedir perdon tres veces todo solucionado, pero no es así, ella deberia seguir insistiendo un poco más al menos, pero lo hace dificil =/ digo... Saludos =D
JVM escribió:Esa San sigue haciendo mierda cuando las cosas no le salen como quiere.... Pero ahora con tanta chica debe pensar en su hija
Y pues Britt empezando desde cero... Me gusta merece un nuevo comienzo aunque las cosas se pongan dificl . además creo que hace bien en tomarse un tiempo y no regresar con San ambas deben madurar y superar muchas cosas
Hola, eso mismo es lo que yo digo! hace las cosas mal y cree q con pedir perdon esta todo bn, pero no es a´si, ella es la q tiene q seguir insistiendo! y no lo hace! y más con em =/ Eso mismo es lo que digo! ajajajaj pensamos igual jajajajajajaajaj. BRitt ha pasado por mucho! y siempre pensando en los demás, ahora es pensar en ella! y san... q solucione las cosas bn con britt Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 23
Capitulo 23
Mi nuevo hogar ha quedado bien, me he pasado casi toda la noche y madrugada arreglando cada cosa en su lugar y debo darme un par de créditos, lo de decorar no se me da mal, aunque también tiene culpa mi cuñada, de ahora en adelante no tendré que preocuparme por nada o por quién me espera en casa.
Veo el calendario y hoy es el cumpleaños número 31 de Quinn.
—¡Demonios!—grito para mí misma.
Lo olvidé por completo y Quinn va a matarme, tengo que llamar a Rachel si va a prepararle algo e ir ayudarle, después de todo no puedo estar molesta con ella por mucho tiempo, es mi hermana y la amo más que a mi vida, así que por hoy la soportaré e intentaré dar lo mejor de mí.
Después de tener un día un poco cansado en el Florence, conduzco hasta la casa de Quinn, por suerte no está su auto, debe de estar en el trabajo todavía.
Llamé a Rachel antes de venir y dijo que todo estaba listo, que solamente quería que cuidara un momento a Charlie mientras ella se preparaba para su esposa, dijo que había comprado un vestido de infarto y otro para mí.
Esto último me negué, pero dijo que si no lo usaba se iba a enfadar conmigo.
Y no quieres ver a una Rachel enfadada por supuesto, sino pregúntenle a mi hermana.
Chiquita, pero peligrosa cuando se enoja.
Veo por última vez el regalo que he comprado para mi hermana, espero que le guste y olvide todo lo que ha pasado últimamente con las dos.
—Son hermosos—Rachel toca la pulsera de oro con dos dijes en forma de volante de auto, es mi manera de recordar nuestra adolescencia, cuando éramos bastante unidas, puedo entender que ahora es mamá de familia y tiene una familia hermosa, pero quiero que sepa que siempre estaré aquí para ella—Los amará.
Después de una hora, el jardín está preparado para una cena familiar y algunas amistades de Quinn, no será como su aniversario, después de que Sam se presentara, Rachel decidió algo más íntimo y su enorme jardín es todo menos íntimo, ya que su tamaño es para meter a una buena cantidad de personas aquí.
—No voy a usar esto, Rachel—veo el vestido que ha elegido para mí, es blanco de encaje, pero demasiado corto que apenas cubrirá mi trasero, al menos tiene mangas largas lo que cubrirá un poco mi cuerpo.
—Lo usas y punto, Dra. Pierce.
—Pareceré desesperada, los amigos de Quinn querrán flirtear conmigo.
—Eso no lo voy a permitir, ¿ves mi vestido?—veo y no parece que hubiese dado a luz a un hijo, sus curvas son perfectas, casi tenemos el mismo estilo de vestido—Seremos las chicas de Quinny esta noche, así que vístete, voy a darle el biberón a Charlie y llamaré a Quinny, se está tardando mucho.
Resoplo y me quito la bata de baño, mi cabello está perfectamente liso gracias a las mágicas manos de mi cuñada.
Una vez termino de maquillar mi rostro, me pongo el vestido y me veo al espejo, me veo hermosa y rara vez lo puedo admitir, no desde ese día.
Respiro hondo cuando veo que ya hay personas esperando en el jardín y hay música suave en el fondo.
Odio las reuniones, y sé que también Quinn, pero Rachel es una persona que le gusta llevar una vida social y además aunque no queramos, nosotras también tenemos que tener una, ya que somos la imagen de nuestra empresa, el legado de nuestro papá.
—Como vea que alguien te vea con otros ojos lo mataré, sin importarme que sea mujer—la voz de mi hermana me toma por sorpresa y me doy la vuelta, luce guapa en su vestido rojo y lo único que puedo hacer en abrazarla, ya no puedo seguir molesta con ella, no tiene la culpa de que mi vida sea una mierda en estos momentos.
—Feliz cumpleaños.
—Gracias—susurra abrazándome.
Aprovecho para entregarle mi regalo y lo abre delante de mí, tenemos un pequeño momento a solas e íntimo entre hermanas y quiero ver su reacción.
A Quinn se le ponen los ojos llorosos y a mí también al ver el significado de su pulsera en forma de volante, vuelve a abrazarme y no dice nada.
No hace falta.
—Yo también lo extraño todo, Britty.
—Ahora tienes todo lo que siempre has soñado, disfrútalo.
—Lo haré—me da un beso en mi frente y regresa con su esposa que está secándose las lágrimas al vernos tan conmovidas, ya está en los treinta.
La noche va bien, he comido hasta más no poder, la comida que ha preparado Rachel ha sido espectacular, he bailado con mi sobrino y reído mucho enseñándole nuevos pasos, veo a Quinn y a Rachel que ríen a carcajadas al ver a su hijo bailar con su sexy tía, según dicen ellos.
Cuando él sale corriendo seguramente a los brazos de su morena mamá, me sorprendo cuando es a la pequeña Emily a quien se acerca.
Mi sonrisa se borra y salgo de la pequeña pista cuando tropiezo con alguien.
—Lo siento—digo sin mirar quien sujeta mi cintura, pero enseguida ese aroma hace que quiera terminar de caer.
Evalúa mi rostro y no ve nada, una sonrisa, timidez, nada.
Ni siquiera estoy enfadada, sabía que estaría aquí.
La alejo de mí pero me detiene del brazo cuando dice:
—¿Bailamos?—sigue sin soltar mi mano y por un segundo la veo.
No recuerdo la última vez que bailamos, por alguna razón parece que lo que vivimos hace dos años haya sido un sueño, a veces es todo tan borroso.
No me da tiempo de reaccionar cuando me lleva hasta ella y empieza a moverse, la canción es algo sensual, podemos bailarla como mejor nos resulte, pero ella se pega a mí, pongo mi mejilla en su hombro y ambas nos movemos al ritmo de Shura.
¿Alguna vez has perdido?
Podríamos perdernos
Quiero perderme
(Quiero perderme contigo)
¿Ha venido con otra chica para no sentirse humillado de nuevo?
Solamente espero que al menos esta vez nadie quiera marcar territorio, porque soy capaz de arrancarle todos los pelos de la cabeza quien intente de nuevo arruinar una celebración de mi hermano.
—No apruebo su vestido, Dra. Pierce—susurra y hace que me sienta nerviosa y quiera salir corriendo—¿Le gusta provocar a las personas a su alrededor?
—No… yo…fue…
—¿La pongo nerviosa?—el revoloteo de su pecho me indica que se está riendo de mí.
—Fue Rachel, ella lo compró para mí.
—Ya veo—continúa—Creo que Quinn tampoco aprueba el de ella por lo que puedo ver.
Veo a mi hermana a lo lejos con su esposa y sí, Quinn está diciéndole algo a su esposa sobre su vestido porque lo señala, Rachel se ríe de Quinn y le toma el rostro para besarlo, una imagen algo incómoda ya que yo no puedo hacer lo mismo.
¡Pero qué digo!
—Yo tengo que…
—¿En busca de tu novia?—concluye y fijo mis ojos en ella.
¿Realmente no se da cuenta que estoy sola?
—Sí.
Suelta mi mano y me deja ir, yo en cambio tengo calor, tengo sed y quiero quitarme este vestido porque si sigue viéndome así me va a enfadar, parece que quisiera arrancarlo con la boca y hacerme el amor en todos lados.
Solamente logro llegar hasta la puerta de la habitación de Quinn y Rachel cuando alguien me empuja hacia adentro, la habitación está oscura, no logro ver nada y tampoco puedo gritar, ya que mi atacante me ha tapado la boca con su mano.
No voy a hacerlo, ya que no es cualquier extraño, su aroma es inconfundible, por lo tanto dejo que me lleve hasta donde quiere hacerlo, ya no estoy haciendo nada malo, pero ella está entrando a la boca del lobo.
—Britt—lleva sus manos hasta mi cintura, baja un poco hasta mi trasero y me hace gemir en su boca porque hace mucho tiempo no me sentía así y había olvidado que solamente ella sabe tocar el punto exacto.
—Santana… por favor.
—Shhh—cuando siento su aliento sobre mi boca me aparto y enciendo la luz rápidamente, Santana sigue con su rostro rojo y me ve como si quisiera comerme, literalmente comerme.
No digo nada y tampoco quiero salir corriendo, no voy a huir como lo hace ella.
—No vuelvas a hacer eso—susurro concentrándome en un punto fijo—No soy una de tus amiguitas y seguramente la cuarta te está esperando.
No dice nada, más sin embargo se impulsa hacia adelante y vuelve a tomarme de las manos, inmovilizándome y llevándome hasta la cama esta vez.
—¿Hasta cuándo, Britt?—masculle con voz ronca y yo cierro mis ojos porque tengo unas malditas ganas de llorar—¿Hasta cuándo vas a dejar de fingir… y de mentir?
—Yo… no—tartamudeo y pone sus labios en los míos, no le doy entrada, solamente abro los ojos mientras siguen sus labios en los míos como si fuera el primer beso de dos niños.
Deja de besarme y vuelve su mirada a la mía.
—¿Dónde está Kitty?
Oh, mierda.
—Ella… debe de estar por llegar.
—¿Por qué te mudaste?
—Yo… quería vivir en otro lugar, quiero decir, queríamos vivir en otro lugar.
—¿Por qué solamente habían cajas con ropa tuya en tu nuevo departamento?
—Eso no…
—¡Deja de mentirme en la cara!—exclama levantando un poco la voz y hace que mi labio tiemble.
Me ha descubierto.
—Yo no… no estoy mintiendo.
—Ni siquiera puedes dejar de tartamudear, Brittany Pierce. ¿Acaso sigues teniéndome miedo? ¿O es que no sabes qué otra cosa inventar?
—Yo…—levanta la ceja advirtiéndome que deje de tartamudear.
De acuerdo, ha ganado.
Pero eso no le da derecho a tratarme como las cualquieras de sus amiguitas.
—Déjame ir—le pido casi llorando—No tienes ningún derecho a tratarme de esta manera, te balanceas sobre mí cuando quieres como si fuese una…
—Cuidado con esa boca—me calla.
—Como si fuera una más—termino—Te he visto con una mujer diferente y sé que otra te espera, termina lo que has empezado y vete con ella, déjame en paz.
—¿Terminar lo que he empezado?—ladea su cabeza y ha sido una mala idea provocarla de esa forma—Quieres decir… ¿Esto?
Lleva su boca hacia mi cuello y lo besa, no puedo hacer nada, ya que sostiene mis manos por encima de mi cabeza, y aunque no lo hiciera, no tendría el valor de apartarla, mi cuerpo no la rechaza.
—¿Esto?—continúa besando mi pecho hasta más abajo, huele y restriega su cara en mis pechos.
Ahora soy yo ya que quiere empezar a tocarla y sentir algo más que su boca.
—Creo que me gusta más esto—toma mis dos manos con una suya y la otra la lleva a mis labios, repasándolos y dándoles un beso casto, cierro los ojos y desliza su mano más abajo, ignorando uno de mis pechos, llegando a mi cintura hasta tocar mis muslos.
Vuelvo a tensarme y jadeo con los ojos cerrados mientras lleva su mano hacia el interior de la parte baja de mi vestido y empieza a jugar con mi sexo que ha vuelto a arder desde que ha regresado.
—Por favor…
—Dime, Britt—continúa en lo suyo y susurra en mis labios—¿Le pides a tu no novia que se corra como me lo pedías a mí?
Aprieto sus manos sintiendo el placer y pensando en la locura que estamos haciendo, pero cuando ha llevado de nuevo esa imagen a mi cabeza, pienso en cuando se fue y mintió, en mi accidente después de eso, en cuando conocí a Kitty y me salvó y ahora que ha regresado a joderlo todo.
Con todas mis fuerzas me suelto de su agarre y saco su mano de mi ropa interior, llorando, sudada y todavía excitada le gruño:
—¡Te odio!
—No me odias, te odias a ti misma por no aceptar que todavía sientes algo por mí.
Me levanto de la cama y ella también lo hace.
Cuando se acerca solamente puedo hacer una cosa, y es llevar la palma de mi mano de nuevo a su bello rostro.
Espero una reacción y no lo hace, entonces vuelvo a golpearlo del otro lado.
Cuando quiero una tercera detiene mi mano en el aire y la empujo para que se aparte.
Me seco las lágrimas con el dorso de mi mano y la encaro.
—¿Quieres seguir jugando conmigo?—la reto—¿A quién quieres olvidar esta vez? ¿De qué estás huyendo ahora?
Sus ojos negros gritan que me calle, pero no puedo, tengo que decírselo ahora, todo lo que he querido decirle desde que se fue.
—Esas mujeres con las que me viste son modelos de la NASCAR—me explica riéndose—Quería ver hasta dónde eras capaz de llegar con tu falsa teoría de que amas a la artista esa.
—Eres una idiota.
—Deja.de.malditamente.insultarme—gruñe haciendo brillar más sus ojos grises—Si no quieres que haga que te corras en el marco de esa puerta.
—Eres un animal.
—Siempre lo he sido y antes no te quejabas.
—Antes te amaba—he conseguido callarla—Antes creía en ti, te apoyaba, te admiraba y quería pasar el resto de mi vida contigo, a tu lado, darte hijos y formar una familia… la que una vez tuve.
—No digas eso—su voz es casi un susurro—No me digas que no me amas, cuando lo que acaba de pasar hace un momento demuestra lo contrario.
—No te amo, Santana—siento lástima por mí misma en estos momentos—Amo a Kitty.
—¡Deja de mentir!—esta vez grita de verdad—No estás con ella, es por eso que te mudaste, vives sola, Britt. Deja ya de mentirte a ti misma.
No puede ser.
—Es por eso que estabas aquella noche en un hotel y ebria—prosigue al igual que mis lágrimas ya están cayendo con cada palabra que dice—Me dijiste que la amabas para apartarme de ti, porque tienes miedo de volver a sentirte segura y feliz a mi lado, piensas que voy a dejarte de nuevo cuando tú sabes que vine para quedarme, mi hija te ama, yo te amo, ¿No lo ves?
—No…
—Vas a quedarte sola, tú serás la única culpable de tu miseria, ya no me puedes culpar a mí, cometí un error, sí, pero lo hice porque te amaba y de un día a otro resultó que era mamá y que mi hija me necesitaba, no podía arrastrarte conmigo, tenía que solucionarlo para poder recuperarte. Sé que me hubieses apoyado, pero eras una niña, acababas de perderlo todo incluso cuando querías tener hijos, pero después decidimos que no, vi que algo dentro de ti se destruyó, perdonarme por haberte mentido pero no iba a dejar que cuidaras a la hija de alguien que según tú yo seguía amando y la hija que no me podías dar en ese momento. Ahora que tienes que actuar por lo que amas no lo haces, pero has estado engañándote durante un año con alguien que no amabas y ahora ella te dejó. Sé que ella fue el que lo hizo porque al contrario de ti ella sí te amaba y quería que buscaras tu felicidad. La que es a mi lado. ¿Qué se siente, Britt? ¿Qué se siente perderlo todo por orgullo?
—También te estoy salvando—gimoteo derribando las paredes que he construido—También te estoy salvando.
—No me estás salvando de nada—se aproxima y abre la puerta—Solamente quieres dejarme ir… en cambio yo nunca te he dejado de amar y ten por seguro que nunca te dejaré ir de nuevo—se va, llevándose con ella todo.
Jamás pensé que me hablara de esa manera, que me dijera las cosas de esa manera tan cruel, pero estoy segura que de una u otra forma no lo hubiese entendido nunca.
Ahora lo entiendo todo y no puedo arreglarlo, no puedo reparar el corazón de Kitty, no puedo abrirle las puertas de nuevo porque esta vez fue ella quien se fue sin que le dijera la verdad, que yo tampoco la he dejado de amar que fui una idiota en no buscarlo para que me diera una explicación, debí creer que me mentía ese día en el hospital, era real, todo era real.
Ella no podía dejarme por otra mujer, era para recuperar a su hija, pero tiene razón, hubiese sido devastador aceptar en ese momento que había una tercera persona entre nosotras, y aunque ahora ame a Emily con todo mi corazón, hace dos años era una niña con muchos miedos y nunca lo hubiese entendido.
Veo el calendario y hoy es el cumpleaños número 31 de Quinn.
—¡Demonios!—grito para mí misma.
Lo olvidé por completo y Quinn va a matarme, tengo que llamar a Rachel si va a prepararle algo e ir ayudarle, después de todo no puedo estar molesta con ella por mucho tiempo, es mi hermana y la amo más que a mi vida, así que por hoy la soportaré e intentaré dar lo mejor de mí.
Después de tener un día un poco cansado en el Florence, conduzco hasta la casa de Quinn, por suerte no está su auto, debe de estar en el trabajo todavía.
Llamé a Rachel antes de venir y dijo que todo estaba listo, que solamente quería que cuidara un momento a Charlie mientras ella se preparaba para su esposa, dijo que había comprado un vestido de infarto y otro para mí.
Esto último me negué, pero dijo que si no lo usaba se iba a enfadar conmigo.
Y no quieres ver a una Rachel enfadada por supuesto, sino pregúntenle a mi hermana.
Chiquita, pero peligrosa cuando se enoja.
Veo por última vez el regalo que he comprado para mi hermana, espero que le guste y olvide todo lo que ha pasado últimamente con las dos.
—Son hermosos—Rachel toca la pulsera de oro con dos dijes en forma de volante de auto, es mi manera de recordar nuestra adolescencia, cuando éramos bastante unidas, puedo entender que ahora es mamá de familia y tiene una familia hermosa, pero quiero que sepa que siempre estaré aquí para ella—Los amará.
Después de una hora, el jardín está preparado para una cena familiar y algunas amistades de Quinn, no será como su aniversario, después de que Sam se presentara, Rachel decidió algo más íntimo y su enorme jardín es todo menos íntimo, ya que su tamaño es para meter a una buena cantidad de personas aquí.
—No voy a usar esto, Rachel—veo el vestido que ha elegido para mí, es blanco de encaje, pero demasiado corto que apenas cubrirá mi trasero, al menos tiene mangas largas lo que cubrirá un poco mi cuerpo.
—Lo usas y punto, Dra. Pierce.
—Pareceré desesperada, los amigos de Quinn querrán flirtear conmigo.
—Eso no lo voy a permitir, ¿ves mi vestido?—veo y no parece que hubiese dado a luz a un hijo, sus curvas son perfectas, casi tenemos el mismo estilo de vestido—Seremos las chicas de Quinny esta noche, así que vístete, voy a darle el biberón a Charlie y llamaré a Quinny, se está tardando mucho.
Resoplo y me quito la bata de baño, mi cabello está perfectamente liso gracias a las mágicas manos de mi cuñada.
Una vez termino de maquillar mi rostro, me pongo el vestido y me veo al espejo, me veo hermosa y rara vez lo puedo admitir, no desde ese día.
Respiro hondo cuando veo que ya hay personas esperando en el jardín y hay música suave en el fondo.
Odio las reuniones, y sé que también Quinn, pero Rachel es una persona que le gusta llevar una vida social y además aunque no queramos, nosotras también tenemos que tener una, ya que somos la imagen de nuestra empresa, el legado de nuestro papá.
—Como vea que alguien te vea con otros ojos lo mataré, sin importarme que sea mujer—la voz de mi hermana me toma por sorpresa y me doy la vuelta, luce guapa en su vestido rojo y lo único que puedo hacer en abrazarla, ya no puedo seguir molesta con ella, no tiene la culpa de que mi vida sea una mierda en estos momentos.
—Feliz cumpleaños.
—Gracias—susurra abrazándome.
Aprovecho para entregarle mi regalo y lo abre delante de mí, tenemos un pequeño momento a solas e íntimo entre hermanas y quiero ver su reacción.
A Quinn se le ponen los ojos llorosos y a mí también al ver el significado de su pulsera en forma de volante, vuelve a abrazarme y no dice nada.
No hace falta.
—Yo también lo extraño todo, Britty.
—Ahora tienes todo lo que siempre has soñado, disfrútalo.
—Lo haré—me da un beso en mi frente y regresa con su esposa que está secándose las lágrimas al vernos tan conmovidas, ya está en los treinta.
La noche va bien, he comido hasta más no poder, la comida que ha preparado Rachel ha sido espectacular, he bailado con mi sobrino y reído mucho enseñándole nuevos pasos, veo a Quinn y a Rachel que ríen a carcajadas al ver a su hijo bailar con su sexy tía, según dicen ellos.
Cuando él sale corriendo seguramente a los brazos de su morena mamá, me sorprendo cuando es a la pequeña Emily a quien se acerca.
Mi sonrisa se borra y salgo de la pequeña pista cuando tropiezo con alguien.
—Lo siento—digo sin mirar quien sujeta mi cintura, pero enseguida ese aroma hace que quiera terminar de caer.
Evalúa mi rostro y no ve nada, una sonrisa, timidez, nada.
Ni siquiera estoy enfadada, sabía que estaría aquí.
La alejo de mí pero me detiene del brazo cuando dice:
—¿Bailamos?—sigue sin soltar mi mano y por un segundo la veo.
No recuerdo la última vez que bailamos, por alguna razón parece que lo que vivimos hace dos años haya sido un sueño, a veces es todo tan borroso.
No me da tiempo de reaccionar cuando me lleva hasta ella y empieza a moverse, la canción es algo sensual, podemos bailarla como mejor nos resulte, pero ella se pega a mí, pongo mi mejilla en su hombro y ambas nos movemos al ritmo de Shura.
¿Alguna vez has perdido?
Podríamos perdernos
Quiero perderme
(Quiero perderme contigo)
¿Ha venido con otra chica para no sentirse humillado de nuevo?
Solamente espero que al menos esta vez nadie quiera marcar territorio, porque soy capaz de arrancarle todos los pelos de la cabeza quien intente de nuevo arruinar una celebración de mi hermano.
—No apruebo su vestido, Dra. Pierce—susurra y hace que me sienta nerviosa y quiera salir corriendo—¿Le gusta provocar a las personas a su alrededor?
—No… yo…fue…
—¿La pongo nerviosa?—el revoloteo de su pecho me indica que se está riendo de mí.
—Fue Rachel, ella lo compró para mí.
—Ya veo—continúa—Creo que Quinn tampoco aprueba el de ella por lo que puedo ver.
Veo a mi hermana a lo lejos con su esposa y sí, Quinn está diciéndole algo a su esposa sobre su vestido porque lo señala, Rachel se ríe de Quinn y le toma el rostro para besarlo, una imagen algo incómoda ya que yo no puedo hacer lo mismo.
¡Pero qué digo!
—Yo tengo que…
—¿En busca de tu novia?—concluye y fijo mis ojos en ella.
¿Realmente no se da cuenta que estoy sola?
—Sí.
Suelta mi mano y me deja ir, yo en cambio tengo calor, tengo sed y quiero quitarme este vestido porque si sigue viéndome así me va a enfadar, parece que quisiera arrancarlo con la boca y hacerme el amor en todos lados.
Solamente logro llegar hasta la puerta de la habitación de Quinn y Rachel cuando alguien me empuja hacia adentro, la habitación está oscura, no logro ver nada y tampoco puedo gritar, ya que mi atacante me ha tapado la boca con su mano.
No voy a hacerlo, ya que no es cualquier extraño, su aroma es inconfundible, por lo tanto dejo que me lleve hasta donde quiere hacerlo, ya no estoy haciendo nada malo, pero ella está entrando a la boca del lobo.
—Britt—lleva sus manos hasta mi cintura, baja un poco hasta mi trasero y me hace gemir en su boca porque hace mucho tiempo no me sentía así y había olvidado que solamente ella sabe tocar el punto exacto.
—Santana… por favor.
—Shhh—cuando siento su aliento sobre mi boca me aparto y enciendo la luz rápidamente, Santana sigue con su rostro rojo y me ve como si quisiera comerme, literalmente comerme.
No digo nada y tampoco quiero salir corriendo, no voy a huir como lo hace ella.
—No vuelvas a hacer eso—susurro concentrándome en un punto fijo—No soy una de tus amiguitas y seguramente la cuarta te está esperando.
No dice nada, más sin embargo se impulsa hacia adelante y vuelve a tomarme de las manos, inmovilizándome y llevándome hasta la cama esta vez.
—¿Hasta cuándo, Britt?—masculle con voz ronca y yo cierro mis ojos porque tengo unas malditas ganas de llorar—¿Hasta cuándo vas a dejar de fingir… y de mentir?
—Yo… no—tartamudeo y pone sus labios en los míos, no le doy entrada, solamente abro los ojos mientras siguen sus labios en los míos como si fuera el primer beso de dos niños.
Deja de besarme y vuelve su mirada a la mía.
—¿Dónde está Kitty?
Oh, mierda.
—Ella… debe de estar por llegar.
—¿Por qué te mudaste?
—Yo… quería vivir en otro lugar, quiero decir, queríamos vivir en otro lugar.
—¿Por qué solamente habían cajas con ropa tuya en tu nuevo departamento?
—Eso no…
—¡Deja de mentirme en la cara!—exclama levantando un poco la voz y hace que mi labio tiemble.
Me ha descubierto.
—Yo no… no estoy mintiendo.
—Ni siquiera puedes dejar de tartamudear, Brittany Pierce. ¿Acaso sigues teniéndome miedo? ¿O es que no sabes qué otra cosa inventar?
—Yo…—levanta la ceja advirtiéndome que deje de tartamudear.
De acuerdo, ha ganado.
Pero eso no le da derecho a tratarme como las cualquieras de sus amiguitas.
—Déjame ir—le pido casi llorando—No tienes ningún derecho a tratarme de esta manera, te balanceas sobre mí cuando quieres como si fuese una…
—Cuidado con esa boca—me calla.
—Como si fuera una más—termino—Te he visto con una mujer diferente y sé que otra te espera, termina lo que has empezado y vete con ella, déjame en paz.
—¿Terminar lo que he empezado?—ladea su cabeza y ha sido una mala idea provocarla de esa forma—Quieres decir… ¿Esto?
Lleva su boca hacia mi cuello y lo besa, no puedo hacer nada, ya que sostiene mis manos por encima de mi cabeza, y aunque no lo hiciera, no tendría el valor de apartarla, mi cuerpo no la rechaza.
—¿Esto?—continúa besando mi pecho hasta más abajo, huele y restriega su cara en mis pechos.
Ahora soy yo ya que quiere empezar a tocarla y sentir algo más que su boca.
—Creo que me gusta más esto—toma mis dos manos con una suya y la otra la lleva a mis labios, repasándolos y dándoles un beso casto, cierro los ojos y desliza su mano más abajo, ignorando uno de mis pechos, llegando a mi cintura hasta tocar mis muslos.
Vuelvo a tensarme y jadeo con los ojos cerrados mientras lleva su mano hacia el interior de la parte baja de mi vestido y empieza a jugar con mi sexo que ha vuelto a arder desde que ha regresado.
—Por favor…
—Dime, Britt—continúa en lo suyo y susurra en mis labios—¿Le pides a tu no novia que se corra como me lo pedías a mí?
Aprieto sus manos sintiendo el placer y pensando en la locura que estamos haciendo, pero cuando ha llevado de nuevo esa imagen a mi cabeza, pienso en cuando se fue y mintió, en mi accidente después de eso, en cuando conocí a Kitty y me salvó y ahora que ha regresado a joderlo todo.
Con todas mis fuerzas me suelto de su agarre y saco su mano de mi ropa interior, llorando, sudada y todavía excitada le gruño:
—¡Te odio!
—No me odias, te odias a ti misma por no aceptar que todavía sientes algo por mí.
Me levanto de la cama y ella también lo hace.
Cuando se acerca solamente puedo hacer una cosa, y es llevar la palma de mi mano de nuevo a su bello rostro.
Espero una reacción y no lo hace, entonces vuelvo a golpearlo del otro lado.
Cuando quiero una tercera detiene mi mano en el aire y la empujo para que se aparte.
Me seco las lágrimas con el dorso de mi mano y la encaro.
—¿Quieres seguir jugando conmigo?—la reto—¿A quién quieres olvidar esta vez? ¿De qué estás huyendo ahora?
Sus ojos negros gritan que me calle, pero no puedo, tengo que decírselo ahora, todo lo que he querido decirle desde que se fue.
—Esas mujeres con las que me viste son modelos de la NASCAR—me explica riéndose—Quería ver hasta dónde eras capaz de llegar con tu falsa teoría de que amas a la artista esa.
—Eres una idiota.
—Deja.de.malditamente.insultarme—gruñe haciendo brillar más sus ojos grises—Si no quieres que haga que te corras en el marco de esa puerta.
—Eres un animal.
—Siempre lo he sido y antes no te quejabas.
—Antes te amaba—he conseguido callarla—Antes creía en ti, te apoyaba, te admiraba y quería pasar el resto de mi vida contigo, a tu lado, darte hijos y formar una familia… la que una vez tuve.
—No digas eso—su voz es casi un susurro—No me digas que no me amas, cuando lo que acaba de pasar hace un momento demuestra lo contrario.
—No te amo, Santana—siento lástima por mí misma en estos momentos—Amo a Kitty.
—¡Deja de mentir!—esta vez grita de verdad—No estás con ella, es por eso que te mudaste, vives sola, Britt. Deja ya de mentirte a ti misma.
No puede ser.
—Es por eso que estabas aquella noche en un hotel y ebria—prosigue al igual que mis lágrimas ya están cayendo con cada palabra que dice—Me dijiste que la amabas para apartarme de ti, porque tienes miedo de volver a sentirte segura y feliz a mi lado, piensas que voy a dejarte de nuevo cuando tú sabes que vine para quedarme, mi hija te ama, yo te amo, ¿No lo ves?
—No…
—Vas a quedarte sola, tú serás la única culpable de tu miseria, ya no me puedes culpar a mí, cometí un error, sí, pero lo hice porque te amaba y de un día a otro resultó que era mamá y que mi hija me necesitaba, no podía arrastrarte conmigo, tenía que solucionarlo para poder recuperarte. Sé que me hubieses apoyado, pero eras una niña, acababas de perderlo todo incluso cuando querías tener hijos, pero después decidimos que no, vi que algo dentro de ti se destruyó, perdonarme por haberte mentido pero no iba a dejar que cuidaras a la hija de alguien que según tú yo seguía amando y la hija que no me podías dar en ese momento. Ahora que tienes que actuar por lo que amas no lo haces, pero has estado engañándote durante un año con alguien que no amabas y ahora ella te dejó. Sé que ella fue el que lo hizo porque al contrario de ti ella sí te amaba y quería que buscaras tu felicidad. La que es a mi lado. ¿Qué se siente, Britt? ¿Qué se siente perderlo todo por orgullo?
—También te estoy salvando—gimoteo derribando las paredes que he construido—También te estoy salvando.
—No me estás salvando de nada—se aproxima y abre la puerta—Solamente quieres dejarme ir… en cambio yo nunca te he dejado de amar y ten por seguro que nunca te dejaré ir de nuevo—se va, llevándose con ella todo.
Jamás pensé que me hablara de esa manera, que me dijera las cosas de esa manera tan cruel, pero estoy segura que de una u otra forma no lo hubiese entendido nunca.
Ahora lo entiendo todo y no puedo arreglarlo, no puedo reparar el corazón de Kitty, no puedo abrirle las puertas de nuevo porque esta vez fue ella quien se fue sin que le dijera la verdad, que yo tampoco la he dejado de amar que fui una idiota en no buscarlo para que me diera una explicación, debí creer que me mentía ese día en el hospital, era real, todo era real.
Ella no podía dejarme por otra mujer, era para recuperar a su hija, pero tiene razón, hubiese sido devastador aceptar en ese momento que había una tercera persona entre nosotras, y aunque ahora ame a Emily con todo mi corazón, hace dos años era una niña con muchos miedos y nunca lo hubiese entendido.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
vaya, era hora que Brittany entendiera las razones de Santana!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
la verdad duele y siempre es cruel!!!!
era el golpe final que necesitaba britt para madurar de una vez por todas!!!
ya quedaron las cosas mas que claras para las dos!!! san no iba a cargar sola con el dolor de los celos,..
ahora todo depende de britt... san ya dijo que no la va a dejar, pero se puede cansar!?
nos vemos!!!
la verdad duele y siempre es cruel!!!!
era el golpe final que necesitaba britt para madurar de una vez por todas!!!
ya quedaron las cosas mas que claras para las dos!!! san no iba a cargar sola con el dolor de los celos,..
ahora todo depende de britt... san ya dijo que no la va a dejar, pero se puede cansar!?
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Pues San le dijo la verdad a Britt en su cara, pero la morena también debe entender que necesita un tiempo a solas para sanar y que por algo esta huyendo de ella si la ama debe entender eso y esperarla, siento que solo la presiona para volver a estar juntas, ahora le toca a ella esperar
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:vaya, era hora que Brittany entendiera las razones de Santana!!!!
Hola, jajajaaj si xD costo, pero salio y es bueno no pueden ser las cosas tan fáciles después de todo =/ Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
la verdad duele y siempre es cruel!!!!
era el golpe final que necesitaba britt para madurar de una vez por todas!!!
ya quedaron las cosas mas que claras para las dos!!! san no iba a cargar sola con el dolor de los celos,..
ahora todo depende de britt... san ya dijo que no la va a dejar, pero se puede cansar!?
nos vemos!!!
Hola lu, si que si =/ después de todo lo que le ha pasado no creo q sea falta de madures la vrdd, solo q ya no confía como antes =/ Eso era lo que faltaba, aunk sigo esperando más cosas buenas de parte de san =/ Pff nunca carga con nada sola ¬¬ Mmm creo q igual depende de san... pfff seria bn cobarde xq britt la espero desde niña y luego dos años más ¬¬ SAludos =D
JVM escribió:Pues San le dijo la verdad a Britt en su cara, pero la morena también debe entender que necesita un tiempo a solas para sanar y que por algo esta huyendo de ella si la ama debe entender eso y esperarla, siento que solo la presiona para volver a estar juntas, ahora le toca a ella esperar
Hola, ya era hora, al menos, una vez ¬¬ Eso mismo es lo q digo yo, osea no puede esperar q decir tres cosas britt caiga a sus pies olvidando todo... ya lo hizo un par de veces y britt no salio bn ¬¬ Eso mismo, eso mismo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 24
Capitulo 24
Mientras me debato entre llamarla de nuevo o no, me dejo caer en mi cama y veo al techo, sí, la vieja fotografía ha regresado al techo de mi nuevo departamento, la misma donde el amor de mi vida, y mi hermana están en las viejas carreras clandestinas.
Después del cumpleaños de Quinn, cuando salí de la habitación me llevé la sorpresa de que Santana se había ido junto con Emily.
Dijo que Emily se sentía un poco mal y que por eso se tuvo que ir, mi hermana y mi cuñada se dieron cuenta que algo estaba mal, y más cuando vieron el lápiz labial en los labios de Santana junto con el suyo.
Ninguna de las dos preguntó y se los agradecí.
Mi hermana pasó un feliz cumpleaños, me quedé a dormir en su casa a petición de mi sobrino Charlie y más que encantada acepté.
Ahora, dos días después de esa noche, Santana sigue sin aparecer.
Hoy tenía cita con Emily, le daría el alta y además tenía que hablar con ella sobre lo que le dijo el abogado y qué más hay que hacer para que recupere la custodia total de su hija.
Pero no apareció por ningún lado.
Cierro mis ojos y los abro de nuevo al escuchar la tonadilla de mi teléfono móvil, veo el nombre de Santana y atiendo enseguida.
—Santana…
—¡Britt!—suena asustado—¡Te necesito!… yo no sé a quién más llamar.
—¿Qué pasa?—salgo de la cama lista para salir corriendo.
—Es Emy—suena como si estuviera llorando—Ella se ha desmayado mientras jugaba y no respiraba… yo…
—¿¡Dónde estás!?—grito.
Apenas y escucho el nombre del hospital salgo corriendo, tomando las llaves de mi coche y mi chaqueta para ir lo más rápido que pueda.
Siento un dolor horrible en mi pecho, al pensar que algo le ha pasado a mi Emily, y más me parte el alma al escuchar a Santana tan desesperada y sola.
Llego al hospital y la veo en el pasillo esperando por mí.
Lo único que puedo hacer es abrazarla fuerte y ella no se resiste, se mantiene fuerte pero sé que ha estado llorando, sus ojos inyectados de color rojo me lo demuestran.
—¿Qué fue lo que le pasó?
—Estábamos jugando y de repente sus ojos—hace una pausa y tomo su mano—Se pusieron en blanco. No quería llamar a Bratt y mucho menos a Zoila, me culparían, siempre lo hacen.
—Tranquila. ¿Qué dijeron los médicos?
—Todavía no sé nada, se la llevaron y no me dejaron entrar, golpee a un par de enfermeros y tuve que calmarme porque si no me echarían.
—Oh, San—la abrazo y se siente tan bien poder estar aquí—Gracias por haberme llamado.
—Yo… no sabía qué otra cosa hacer—tomo su rostro para que me vea—Eres en la única persona que confío además de Quinn.
Cuando estoy por decirle que la amo, que me disculpe por todo y que tiene razón de que no quiero quedarme sola, pero que tampoco podemos estar juntas… al menos no ahora.
El médico que atiende a Emily llega hasta nosotras y Santana es la primero en preguntar.
—Veo que ha llamado a su esposa, Señorita López—dice el médico, yo me sonrojo y Santana sonríe un poco y no lo corrige—La pequeña se encuentra mejor, parece que no se ha estado alimentando bien.
—¿Alimentarse?—Santana y yo preguntamos al unísono—Pero si mi hija come más que yo, pese a su edad le encanta la comida.
—Los resultados de hemoglobina arrojaron que tiene bajo los glóbulos rojos, comer comida chatarra no es comer, Emily es una niña fuerte, pero a pesar de no reflejarse físicamente el problema de peso, está sufriendo una desnutrición.
Oh, Dios mío.
—No quiero ser entrometido, pero me preocupa su salud—prosigue el doctor—No sé a quién dejan a cargo a Emily, pero claramente no lo está haciendo bien.
—Ella—Santana carraspea su garganta—Ella vive con sus abuelos, yo… yo…
—¡Santana!—grito al ver que palidece y con mi ayuda y la del médico no permitimos que su desmayo llegue a más.
Enfermeros nos ayudan y yo he empezado a llorar y pedirle que abra los ojos, lo hace, débilmente, pero lo hace.
Es demasiado para ella todo esto.
Tengo que saber qué le dijo el abogado para que esté tan cansada, lo puedo ver en sus ojos, es sobre eso que está así, además de los dolores de cabeza que le he estado dando yo.
Pero no más.
Ya no más, Emily nos necesita.
—¿San?—su rostro tiene color de nuevo, le han administrado algo para que se recupere, ya que necesita estar fuerte para cuando le den el alta a Emily.
Santana aprieta mi mano y no dice nada, solamente me ve y yo le sonrío.
—Dime que no estoy soñando.
—No estás soñando—vuelvo a reírme.
—Dime que no estoy muerta.
—No estás muerta.
—Dime que me amas.
—Buen intento—me río y la abrazo—Pero t…
Su móvil suena, poco a poco se levanta y ve que es una llamada del señor Stanton.
Piensa si atender o no y le digo por lo bajo que atienda.
—Hola… sí, todo está bien—me ve enojada y la entiendo, yo también lo estoy—Estamos viendo una película… pronto irá a la cama…sí…está bien… adiós.[/i]—corta la llamada y casi destruye su celular cuando lo deja caer al lado de la camilla.
Tomo su mano y eso parece calmarla.
—Dime que el médico no dijo que no están cuidando bien de mi bebé.
—Lo lamento—Santana niega con la cabeza—¿Crees que eso te ayude con el abogado?
—Por supuesto. Una prueba más de que mi hija me necesita.
—¿Una prueba más?
—Sí, la tuya es la más importante de todas, tu diagnostico lleva puntos ganados para demostrar que mi hija está sana, pero ahora esto… es una mierda, Britt—se para asustada recordando que Emily está también aquí y la detengo.
—Ella está durmiendo—se aferra a mi mano—Estará bien, yo misma me encargaré de llevarla a un nutricionista si me lo permites y ya no le daré comida chatarra… me siento culpable al respecto, yo no lo sabía.
Apenas me sonríe.
—No tienes la culpa, es normal que una niña a esa edad adore las hamburguesas con queso. Lo que no entiendo es por qué. Tanto dinero y lujo y no pueden darle la alimentación que mi hija necesita… todo es mi culpa.
—No, San. No es tu culpa—la abrazo—Sabes muy bien cómo es Zoila, seguramente le daba lo primero que Em pedía para no tener que lidiar con ella.
Recapacita un poco y toma la postura firme que su hija necesita. Ahora me ve y sonríe.
—Pensé que no vendrías.
—Te dije que siempre estaría aquí para ella… y para ti.
—Siento mucho lo que te dije…
—No quiero hablar de eso—le digo poniendo mi mejilla sobre su hombro—Ya no.
No discute y asiente con la cabeza.
El médico regresó minutos después y dijo que Emily necesitaba quedarse un día más en observación, vi el rostro de Santana caer de nuevo, pero al menos ya no estaría sola para cuidar de ella.
Ya no.
—Puedes irte a descansar—me aconseja—Te llamaré mañana cuando vayamos a casa.
—No—vuelvo a sentarme más cerca de ella—Me quedaré aquí contigo hasta que ella despierte.
Me ve sonriendo.
—Me recordaste a la Britt de hace dos años, la que da todo por sus pacientes.
—Em es más que un paciente—recuerdo cuando la conocí—Desde que la conocí lo supe, vi algo en ella que hizo que mi corazón se derritiera de inmediato, es más que un paciente.
—Te ama.
—Y yo la amo más.
—Seguramente estabas durmiendo cuando te llamé, Britt. Por favor, ve a descansar, ya has hecho mucho esta noche.
—Te he dicho que no—me levanto y beso su mejilla—Iré a traer café y algo para que comas y cuando estés lista, quiero que hablemos sobre lo que te dijo el abogado.
Voy hasta la cafetería sintiéndome más tranquila con nuestra situación.
Hay muchas cosas de las cuales tenemos que hablar, pero todo a su tiempo, no quiero causarle más estrés, pero debo admitir que me siento un poco nerviosa sobre ello.
¿Qué pasa si Emily no recupera a su mamá?
El corazón me duele de solo pensarlo, eso devastaría a Santana, pero haré lo que sea para ayudarla, lo merece, todos merecemos una familia.
Compro un sándwich y dos café para las dos.
Regreso donde dejé a Santana en la sala de espera, llevo los café en una mano y en la otra la bolsa de cartón. A lo largo del pasillo veo la camisa blanca de Santana, su espalda.
Está discutiendo con alguien al teléfono y ya me imagino de quién se trata.
—¡No puedes hacerme esto!—grita, y no se da cuenta que estoy detrás de ella—No es tan fácil… no, no puedes… para eso te pago… eres mi maldito abogado no mi jodido psicólogo… no lo haré… debe de haber otra solución… de acuerdo… adiós.—Santana corta la llama y deja salir un gran suspiro.
¿A qué vino eso?
Su abogado debe de estar recibiendo una buena cantidad de dinero para que tengan que aguantar al Santana de hace rato.
—¿Está todo bien?
—Sí.
Está mintiendo.
Toma un café y lo bebé poco a poco, le doy en sándwich y lo ignora por completo.
La entiendo, pero debe cuidarse de sí misma, por lo que discuto con ella amenazándola que soy capaz de meterle de un bocado si no hace caso, así que no discute y termina por comerlo todo de dos bocados.
—¿Hay algún problema con tu abogado?—debo preguntarlo, es tan terca que piensa que está en eso sola.
—No.
—Mientes—replico enfadada.
—Britt-Britt—cierra sus ojos suspirando—Mi maldito abogado me está tocando la nariz, pero no es nada de lo que tengas que preocuparte. ¿De acuerdo?
—De acuerdo—bebo mi café—Lo dejaré estar por unas horas, pero quiero que me lo cuentes todo, sé que no somos…—me sonrojo—Pareja, pero quiero que confíes en mí.
—Te ves adorable cuando te sonrojas—toca mis mejillas—Pareja o no, nunca he dejado de confiar en ti.
Por una parte me hace sentir bien, pero por otra, me siento triste.
Dice que confía en mí pero se ha guardado muchas cosas y sé que me oculta otras, quizás no tengo el derecho de saberlo todo, pero quiero saberlo, no quiero que huya porque piensa que está en esto sola.
—¿¡Dónde está!?—el grito de Zoila hace que ambas nos pongamos en guardia cuando vemos a Zoila y a Bratt acercándose hacia nosotras.
—Cariño—la detiene su esposo—Tranquilízate, seguramente todo tiene una explicación.
—¿Qué hace ella aquí?—me señala y regresa su mirada llena de odio hacia Santana—Ahora entiendo todo. Sabía que algo no andaba bien y fui a buscar a mi nieta a tu casa y me dijeron que Emily se había ido en una ambulancia hasta aquí. ¡Cómo pudiste!
—Señora Stanton, con todo respeto. No es momento para pelear, Emily se encuentra fuera de peligro.
—¡No te metas, zorra!—me grita casi en la cara.
—¡No te permito que le hables así!—interviene Santana.
La señora Zoila se queda con la boca abierta viendo a Santana cómo me defiende sin mostrarse intimidado.
—Ella ha venido a ayudarme y más bien agradece que no he llamado a la policía porque si estoy aquí es por tu culpa.
Las venas del cuello de Santana van a explotar en cualquier momento, el señor Bratt sigue con sus pantalones escondidos porque no tranquiliza a su mujer.
—No sabes lo que dices, Santana.
—Sabes perfectamente que no has cuidado bien de mi hija en mi ausencia y ahora más que nada es el momento perfecto para decirles que voy a pelear por la custodia completa de Emily.
—No… no puedes hacernos esto—ahora llora.
—Claro que puedo y no vuelvas a hablarle así a la Dra. Pierce en mi presencia o a referirte a ella de otra forma más que parte de la familia, mi familia.
—Santana—intervengo para calmar la situación.
—Es por ella, ¿cierto?—gruñe Zoila viéndome de pies a cabeza—Desde que la vi la reconocí. ¡Es por ella que dejaste que Dani muriera sola!
Oh, Dios mío.
—¡Sabes perfectamente que tu hija me alejó!—le grita Santana y doy un paso hacia adelante al igual que ella para quedar frente a frente con Zoila—Ella fue la que malditamente me alejó y ustedes… me alejaron de mi hija. No me dejaron ir ni al funeral de su mamá, no estuve para el nacimiento de Emily, me perdí sus primeros pasos y ahora aunque no pueda retroceder el tiempo y recuperar a Dani y estar con ella hasta el último día que le quedaba de vida, no voy a dejar que me quites a mi hija también.
Las lágrimas caen de mi rostro al escuchar las duras palabras de Santana, puedo sentir su dolor, su impotencia, su hija estuvo en peligro y no se encuentra bien.
¿Cómo es posible que digan amar tanto a su nieta si no la ha cuidado bien?
Santana tiene razón, la culpa es de ella, aunque también la culpo por haber confiado demasiado en ellos.
—Te vas a lamentar de haberme declarado la guerra, López
¿La está amenazando?
—No me conoces todavía quién soy.
—Me hago una idea.
—Basta, Santana—tomo su mano y la traigo hasta mí—Por favor, no es el momento.
—La Dra. Pierce tiene razón—ahora se digna en hablar el señor Stanton—Zoila, vámonos a casa, estoy seguro que ellas tienen todo bajo control, mañana será otro día y creo que podemos sentarnos a hablar, sobre todo eso de la custodia, Santana. Sabes perfectamente que amamos a Emily.
Santana niega con la cabeza.
—Mejor váyanse.
—¡No voy a irme!—grita su mujer de nuevo—Legalmente somos sus padres si hay alguien que tiene que irse son ustedes ¡Fuera!
—Sobre mi cadáver, Zoila.
—¡Santana, por favor!—ahora soy yo la que le grita y eso la hace reaccionar—Ya no más, no es momento.
Me giro ahora para enfrentar a una Zoila que quisiera sacarme los ojos y me sorprendo de querer hacer exactamente lo mismo y hasta más.
—Señora, sé que aquí soy un cero a la izquierda y quizás me meta en lo que no me importa, pero como la doctora de Emily le puedo decir que éste no es el momento ni el lugar para pelear. Se trata de Emily, y es verdad lo que dijo Santana, la niña no se encuentra bien de salud, el médico ha dicho que no se está alimentando bien—cuando digo esto ella ve hacia otro lado, evadiendo verme a los ojos porque ha caído—No quiero juzgarla, pero ha sido el médico quien lo dijo; no nosotras, por lo tanto si tiene un derecho legal sobre ella, se lo puede meter por dónde más le quepa porque aunque no le guste, Santana es su mamá y si alguien tiene derecho de estar aquí es ella, no es ni usted, ni su marido o yo, es ella.
—¿Cómo te atreves?—sisea.
—Me atrevo porque amo a esa niña, seguro no más que usted, pero a las pruebas me remito. Y que sea la última vez que me llama «Zorra» porque después de ser una profesional, también soy mujer, y como tal puedo quitarle esos aires de grandeza que tiene y que cree que le dan el derecho para pisotear a los demás. No me conoce y no me querrá conocer.
—No debí llevar a mi nieta a ese centro—dice enfadada y apretando sus puños, es increíble que ni su marido ni Santana intervengan—Desde que te vi te reconocí y estás en mi lista.
—No me amenace señora, porque ahora más que nada en el mundo voy a hacer todo lo posible para que Santana recupere a su hija y dele gracias a Dios que quizás ella le permita verla de vez en cuando porque a diferencia de usted, ella sí tiene corazón.
Se ahoga en su propio veneno y se da la vuelta, tomando de la mano a su marido como títere que es de ella, hace lo que le pide y se salen de la sala.
No creo que lleguen tan lejos, después de todo, la muy culebra tiene razón, ella puede hacernos que nos saquen de aquí en un dos por tres porque legalmente no somos nada de Emily.
—¿Estás bien?—le pregunto a Santana que me ve todavía con los ojos bien abiertos—¿Te sientes bien?
Sigue sin decir nada, me toma del rostro con sus manos y me acerca a su rostro con mucha necesidad para darme un beso casto.
No puedo hacer nada, ni siquiera he cerrado mis ojos porque estoy tan asombrada como ella por cómo le hablé a Zoila, pero alguien tenía que hacerlo.
—Por favor, dime que eres real—susurra en mi oído—Gracias.
Sonrío para mis adentros y la abrazo.
No hay más nada qué decir, ahora tenemos que esperar, una larga lucha se nos viene encima, y lo que dije era cierto.
Yo misma me voy a encargar de que todo salga como Santana lo quiere, o hasta mejor, y esta vez no me importa salir lastimada.
Después del cumpleaños de Quinn, cuando salí de la habitación me llevé la sorpresa de que Santana se había ido junto con Emily.
Dijo que Emily se sentía un poco mal y que por eso se tuvo que ir, mi hermana y mi cuñada se dieron cuenta que algo estaba mal, y más cuando vieron el lápiz labial en los labios de Santana junto con el suyo.
Ninguna de las dos preguntó y se los agradecí.
Mi hermana pasó un feliz cumpleaños, me quedé a dormir en su casa a petición de mi sobrino Charlie y más que encantada acepté.
Ahora, dos días después de esa noche, Santana sigue sin aparecer.
Hoy tenía cita con Emily, le daría el alta y además tenía que hablar con ella sobre lo que le dijo el abogado y qué más hay que hacer para que recupere la custodia total de su hija.
Pero no apareció por ningún lado.
Cierro mis ojos y los abro de nuevo al escuchar la tonadilla de mi teléfono móvil, veo el nombre de Santana y atiendo enseguida.
—Santana…
—¡Britt!—suena asustado—¡Te necesito!… yo no sé a quién más llamar.
—¿Qué pasa?—salgo de la cama lista para salir corriendo.
—Es Emy—suena como si estuviera llorando—Ella se ha desmayado mientras jugaba y no respiraba… yo…
—¿¡Dónde estás!?—grito.
Apenas y escucho el nombre del hospital salgo corriendo, tomando las llaves de mi coche y mi chaqueta para ir lo más rápido que pueda.
Siento un dolor horrible en mi pecho, al pensar que algo le ha pasado a mi Emily, y más me parte el alma al escuchar a Santana tan desesperada y sola.
Llego al hospital y la veo en el pasillo esperando por mí.
Lo único que puedo hacer es abrazarla fuerte y ella no se resiste, se mantiene fuerte pero sé que ha estado llorando, sus ojos inyectados de color rojo me lo demuestran.
—¿Qué fue lo que le pasó?
—Estábamos jugando y de repente sus ojos—hace una pausa y tomo su mano—Se pusieron en blanco. No quería llamar a Bratt y mucho menos a Zoila, me culparían, siempre lo hacen.
—Tranquila. ¿Qué dijeron los médicos?
—Todavía no sé nada, se la llevaron y no me dejaron entrar, golpee a un par de enfermeros y tuve que calmarme porque si no me echarían.
—Oh, San—la abrazo y se siente tan bien poder estar aquí—Gracias por haberme llamado.
—Yo… no sabía qué otra cosa hacer—tomo su rostro para que me vea—Eres en la única persona que confío además de Quinn.
Cuando estoy por decirle que la amo, que me disculpe por todo y que tiene razón de que no quiero quedarme sola, pero que tampoco podemos estar juntas… al menos no ahora.
El médico que atiende a Emily llega hasta nosotras y Santana es la primero en preguntar.
—Veo que ha llamado a su esposa, Señorita López—dice el médico, yo me sonrojo y Santana sonríe un poco y no lo corrige—La pequeña se encuentra mejor, parece que no se ha estado alimentando bien.
—¿Alimentarse?—Santana y yo preguntamos al unísono—Pero si mi hija come más que yo, pese a su edad le encanta la comida.
—Los resultados de hemoglobina arrojaron que tiene bajo los glóbulos rojos, comer comida chatarra no es comer, Emily es una niña fuerte, pero a pesar de no reflejarse físicamente el problema de peso, está sufriendo una desnutrición.
Oh, Dios mío.
—No quiero ser entrometido, pero me preocupa su salud—prosigue el doctor—No sé a quién dejan a cargo a Emily, pero claramente no lo está haciendo bien.
—Ella—Santana carraspea su garganta—Ella vive con sus abuelos, yo… yo…
—¡Santana!—grito al ver que palidece y con mi ayuda y la del médico no permitimos que su desmayo llegue a más.
Enfermeros nos ayudan y yo he empezado a llorar y pedirle que abra los ojos, lo hace, débilmente, pero lo hace.
Es demasiado para ella todo esto.
Tengo que saber qué le dijo el abogado para que esté tan cansada, lo puedo ver en sus ojos, es sobre eso que está así, además de los dolores de cabeza que le he estado dando yo.
Pero no más.
Ya no más, Emily nos necesita.
—¿San?—su rostro tiene color de nuevo, le han administrado algo para que se recupere, ya que necesita estar fuerte para cuando le den el alta a Emily.
Santana aprieta mi mano y no dice nada, solamente me ve y yo le sonrío.
—Dime que no estoy soñando.
—No estás soñando—vuelvo a reírme.
—Dime que no estoy muerta.
—No estás muerta.
—Dime que me amas.
—Buen intento—me río y la abrazo—Pero t…
Su móvil suena, poco a poco se levanta y ve que es una llamada del señor Stanton.
Piensa si atender o no y le digo por lo bajo que atienda.
—Hola… sí, todo está bien—me ve enojada y la entiendo, yo también lo estoy—Estamos viendo una película… pronto irá a la cama…sí…está bien… adiós.[/i]—corta la llamada y casi destruye su celular cuando lo deja caer al lado de la camilla.
Tomo su mano y eso parece calmarla.
—Dime que el médico no dijo que no están cuidando bien de mi bebé.
—Lo lamento—Santana niega con la cabeza—¿Crees que eso te ayude con el abogado?
—Por supuesto. Una prueba más de que mi hija me necesita.
—¿Una prueba más?
—Sí, la tuya es la más importante de todas, tu diagnostico lleva puntos ganados para demostrar que mi hija está sana, pero ahora esto… es una mierda, Britt—se para asustada recordando que Emily está también aquí y la detengo.
—Ella está durmiendo—se aferra a mi mano—Estará bien, yo misma me encargaré de llevarla a un nutricionista si me lo permites y ya no le daré comida chatarra… me siento culpable al respecto, yo no lo sabía.
Apenas me sonríe.
—No tienes la culpa, es normal que una niña a esa edad adore las hamburguesas con queso. Lo que no entiendo es por qué. Tanto dinero y lujo y no pueden darle la alimentación que mi hija necesita… todo es mi culpa.
—No, San. No es tu culpa—la abrazo—Sabes muy bien cómo es Zoila, seguramente le daba lo primero que Em pedía para no tener que lidiar con ella.
Recapacita un poco y toma la postura firme que su hija necesita. Ahora me ve y sonríe.
—Pensé que no vendrías.
—Te dije que siempre estaría aquí para ella… y para ti.
—Siento mucho lo que te dije…
—No quiero hablar de eso—le digo poniendo mi mejilla sobre su hombro—Ya no.
No discute y asiente con la cabeza.
El médico regresó minutos después y dijo que Emily necesitaba quedarse un día más en observación, vi el rostro de Santana caer de nuevo, pero al menos ya no estaría sola para cuidar de ella.
Ya no.
—Puedes irte a descansar—me aconseja—Te llamaré mañana cuando vayamos a casa.
—No—vuelvo a sentarme más cerca de ella—Me quedaré aquí contigo hasta que ella despierte.
Me ve sonriendo.
—Me recordaste a la Britt de hace dos años, la que da todo por sus pacientes.
—Em es más que un paciente—recuerdo cuando la conocí—Desde que la conocí lo supe, vi algo en ella que hizo que mi corazón se derritiera de inmediato, es más que un paciente.
—Te ama.
—Y yo la amo más.
—Seguramente estabas durmiendo cuando te llamé, Britt. Por favor, ve a descansar, ya has hecho mucho esta noche.
—Te he dicho que no—me levanto y beso su mejilla—Iré a traer café y algo para que comas y cuando estés lista, quiero que hablemos sobre lo que te dijo el abogado.
Voy hasta la cafetería sintiéndome más tranquila con nuestra situación.
Hay muchas cosas de las cuales tenemos que hablar, pero todo a su tiempo, no quiero causarle más estrés, pero debo admitir que me siento un poco nerviosa sobre ello.
¿Qué pasa si Emily no recupera a su mamá?
El corazón me duele de solo pensarlo, eso devastaría a Santana, pero haré lo que sea para ayudarla, lo merece, todos merecemos una familia.
Compro un sándwich y dos café para las dos.
Regreso donde dejé a Santana en la sala de espera, llevo los café en una mano y en la otra la bolsa de cartón. A lo largo del pasillo veo la camisa blanca de Santana, su espalda.
Está discutiendo con alguien al teléfono y ya me imagino de quién se trata.
—¡No puedes hacerme esto!—grita, y no se da cuenta que estoy detrás de ella—No es tan fácil… no, no puedes… para eso te pago… eres mi maldito abogado no mi jodido psicólogo… no lo haré… debe de haber otra solución… de acuerdo… adiós.—Santana corta la llama y deja salir un gran suspiro.
¿A qué vino eso?
Su abogado debe de estar recibiendo una buena cantidad de dinero para que tengan que aguantar al Santana de hace rato.
—¿Está todo bien?
—Sí.
Está mintiendo.
Toma un café y lo bebé poco a poco, le doy en sándwich y lo ignora por completo.
La entiendo, pero debe cuidarse de sí misma, por lo que discuto con ella amenazándola que soy capaz de meterle de un bocado si no hace caso, así que no discute y termina por comerlo todo de dos bocados.
—¿Hay algún problema con tu abogado?—debo preguntarlo, es tan terca que piensa que está en eso sola.
—No.
—Mientes—replico enfadada.
—Britt-Britt—cierra sus ojos suspirando—Mi maldito abogado me está tocando la nariz, pero no es nada de lo que tengas que preocuparte. ¿De acuerdo?
—De acuerdo—bebo mi café—Lo dejaré estar por unas horas, pero quiero que me lo cuentes todo, sé que no somos…—me sonrojo—Pareja, pero quiero que confíes en mí.
—Te ves adorable cuando te sonrojas—toca mis mejillas—Pareja o no, nunca he dejado de confiar en ti.
Por una parte me hace sentir bien, pero por otra, me siento triste.
Dice que confía en mí pero se ha guardado muchas cosas y sé que me oculta otras, quizás no tengo el derecho de saberlo todo, pero quiero saberlo, no quiero que huya porque piensa que está en esto sola.
—¿¡Dónde está!?—el grito de Zoila hace que ambas nos pongamos en guardia cuando vemos a Zoila y a Bratt acercándose hacia nosotras.
—Cariño—la detiene su esposo—Tranquilízate, seguramente todo tiene una explicación.
—¿Qué hace ella aquí?—me señala y regresa su mirada llena de odio hacia Santana—Ahora entiendo todo. Sabía que algo no andaba bien y fui a buscar a mi nieta a tu casa y me dijeron que Emily se había ido en una ambulancia hasta aquí. ¡Cómo pudiste!
—Señora Stanton, con todo respeto. No es momento para pelear, Emily se encuentra fuera de peligro.
—¡No te metas, zorra!—me grita casi en la cara.
—¡No te permito que le hables así!—interviene Santana.
La señora Zoila se queda con la boca abierta viendo a Santana cómo me defiende sin mostrarse intimidado.
—Ella ha venido a ayudarme y más bien agradece que no he llamado a la policía porque si estoy aquí es por tu culpa.
Las venas del cuello de Santana van a explotar en cualquier momento, el señor Bratt sigue con sus pantalones escondidos porque no tranquiliza a su mujer.
—No sabes lo que dices, Santana.
—Sabes perfectamente que no has cuidado bien de mi hija en mi ausencia y ahora más que nada es el momento perfecto para decirles que voy a pelear por la custodia completa de Emily.
—No… no puedes hacernos esto—ahora llora.
—Claro que puedo y no vuelvas a hablarle así a la Dra. Pierce en mi presencia o a referirte a ella de otra forma más que parte de la familia, mi familia.
—Santana—intervengo para calmar la situación.
—Es por ella, ¿cierto?—gruñe Zoila viéndome de pies a cabeza—Desde que la vi la reconocí. ¡Es por ella que dejaste que Dani muriera sola!
Oh, Dios mío.
—¡Sabes perfectamente que tu hija me alejó!—le grita Santana y doy un paso hacia adelante al igual que ella para quedar frente a frente con Zoila—Ella fue la que malditamente me alejó y ustedes… me alejaron de mi hija. No me dejaron ir ni al funeral de su mamá, no estuve para el nacimiento de Emily, me perdí sus primeros pasos y ahora aunque no pueda retroceder el tiempo y recuperar a Dani y estar con ella hasta el último día que le quedaba de vida, no voy a dejar que me quites a mi hija también.
Las lágrimas caen de mi rostro al escuchar las duras palabras de Santana, puedo sentir su dolor, su impotencia, su hija estuvo en peligro y no se encuentra bien.
¿Cómo es posible que digan amar tanto a su nieta si no la ha cuidado bien?
Santana tiene razón, la culpa es de ella, aunque también la culpo por haber confiado demasiado en ellos.
—Te vas a lamentar de haberme declarado la guerra, López
¿La está amenazando?
—No me conoces todavía quién soy.
—Me hago una idea.
—Basta, Santana—tomo su mano y la traigo hasta mí—Por favor, no es el momento.
—La Dra. Pierce tiene razón—ahora se digna en hablar el señor Stanton—Zoila, vámonos a casa, estoy seguro que ellas tienen todo bajo control, mañana será otro día y creo que podemos sentarnos a hablar, sobre todo eso de la custodia, Santana. Sabes perfectamente que amamos a Emily.
Santana niega con la cabeza.
—Mejor váyanse.
—¡No voy a irme!—grita su mujer de nuevo—Legalmente somos sus padres si hay alguien que tiene que irse son ustedes ¡Fuera!
—Sobre mi cadáver, Zoila.
—¡Santana, por favor!—ahora soy yo la que le grita y eso la hace reaccionar—Ya no más, no es momento.
Me giro ahora para enfrentar a una Zoila que quisiera sacarme los ojos y me sorprendo de querer hacer exactamente lo mismo y hasta más.
—Señora, sé que aquí soy un cero a la izquierda y quizás me meta en lo que no me importa, pero como la doctora de Emily le puedo decir que éste no es el momento ni el lugar para pelear. Se trata de Emily, y es verdad lo que dijo Santana, la niña no se encuentra bien de salud, el médico ha dicho que no se está alimentando bien—cuando digo esto ella ve hacia otro lado, evadiendo verme a los ojos porque ha caído—No quiero juzgarla, pero ha sido el médico quien lo dijo; no nosotras, por lo tanto si tiene un derecho legal sobre ella, se lo puede meter por dónde más le quepa porque aunque no le guste, Santana es su mamá y si alguien tiene derecho de estar aquí es ella, no es ni usted, ni su marido o yo, es ella.
—¿Cómo te atreves?—sisea.
—Me atrevo porque amo a esa niña, seguro no más que usted, pero a las pruebas me remito. Y que sea la última vez que me llama «Zorra» porque después de ser una profesional, también soy mujer, y como tal puedo quitarle esos aires de grandeza que tiene y que cree que le dan el derecho para pisotear a los demás. No me conoce y no me querrá conocer.
—No debí llevar a mi nieta a ese centro—dice enfadada y apretando sus puños, es increíble que ni su marido ni Santana intervengan—Desde que te vi te reconocí y estás en mi lista.
—No me amenace señora, porque ahora más que nada en el mundo voy a hacer todo lo posible para que Santana recupere a su hija y dele gracias a Dios que quizás ella le permita verla de vez en cuando porque a diferencia de usted, ella sí tiene corazón.
Se ahoga en su propio veneno y se da la vuelta, tomando de la mano a su marido como títere que es de ella, hace lo que le pide y se salen de la sala.
No creo que lleguen tan lejos, después de todo, la muy culebra tiene razón, ella puede hacernos que nos saquen de aquí en un dos por tres porque legalmente no somos nada de Emily.
—¿Estás bien?—le pregunto a Santana que me ve todavía con los ojos bien abiertos—¿Te sientes bien?
Sigue sin decir nada, me toma del rostro con sus manos y me acerca a su rostro con mucha necesidad para darme un beso casto.
No puedo hacer nada, ni siquiera he cerrado mis ojos porque estoy tan asombrada como ella por cómo le hablé a Zoila, pero alguien tenía que hacerlo.
—Por favor, dime que eres real—susurra en mi oído—Gracias.
Sonrío para mis adentros y la abrazo.
No hay más nada qué decir, ahora tenemos que esperar, una larga lucha se nos viene encima, y lo que dije era cierto.
Yo misma me voy a encargar de que todo salga como Santana lo quiere, o hasta mejor, y esta vez no me importa salir lastimada.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 25
Capitulo 25
Emily duerme en casa de Santana, el abogado ha logrado que Emily se quede unos días con ella, el diagnóstico del médico ayudó mucho y también que algunos fueron testigos del escándalo que provocó Zoila cuando le dieron el alta a Emily al siguiente día, actuó como una loca y eso fue motivo para que Emily no estuviese con una mujer inestable como le hizo saber su marido y unos cuantos médicos.
Tanto Santana como yo nos sorprendimos, parecía otra persona y no la mamá abnegada que dice ser en cuanto a su nieta.
—Se ve tan hermosa cuando duerme—susurra Santana detrás de mí.
—¿Hace cuánto llevas ahí?—la acuso.
Estaba durmiendo en el otro sofá y Emily se quedó dormida en mi regazo mientras mirábamos los dibujos animados.
—Un buen rato.
Veo por última vez a Emily antes de salir de su habitación. Ahora que nos hemos quedado solas me siento extraña y nerviosa.
Santana me ve como si quisiera desnudarme y yo se lo permito, le permito que me vea que se acerque y que me bese.
Porque eso es lo que está haciendo y es lo que yo necesito y me acabo de dar cuenta en cuanto he sentido su aliento en mi boca.
—Yo…Debo—la aparto sintiéndome culpable—Debo irme.
—Por favor—susurra besando mis labios—Quédate.
—No puedo… yo—gimo sin sentido de culpa y esa es luz verde para que me tome de la mano y me conduzca hasta su habitación.
—Solamente quiero cuatro cosas está noche, Britt—dice mientras me conduce entre besos hacia su cama, la habitación sigue a oscuras y agradezco por todo lo alto que así permanezca, muero de la vergüenza ahora mismo, siento que es la primera vez que me encuentro así con ella.
—¿Cuatro cosas?—pregunto.
—Cuatro—responde y me deja caer en la cama, ya mi blusa desaparece por encima de mi cabeza, la suya también y llevo mis manos frías a sus pechos y la acaricio.
Está oscuro a nuestro alrededor pero sé que cierra sus ojos cuando siente mis caricias.
—¿Qué quieres de mí, Santana?
Mis pantalones se deslizan suavemente fuera de mi cuerpo y yo le ayudo a hacer lo mismo con los suyos, me lleva un poco de más tiempo porque me tiemblan las manos, pero lo consigo.
Santana toma mis manos para llevarlas por encima de mi cabeza cuando dice:
—Yo te hago mía de nuevo—besa mi cuello y gimo—Tú gimes.
Faltan dos.
—¿Qué más?—jadeo mordiendo sus labios.
—Te doy lo que quieras—nos deshacemos de nuestra ropa interior y ahora ya no hay nada que nos impida hacer esa primera cosa—Y por último…nunca me dejes ir.
La unida a mi y cierro los ojos abriéndome más para ella y nuestro roce, ignoro las lágrimas de felicidad y me aferro a su espalda mientras sigue moviéndose suavemente como la primera vez.
—Santana… ¡Dios!
Regresa a mi cara y busco su boca con mucha sed y hambre de meter mi lengua dentro de su boca y que la acaricie con la suya.
Rodamos en la cama, nos estorban las sábanas, las almohadas y nos deshacemos de ellas por el remolino que hacemos con nuestros cuerpos.
Mientras estoy sobre ella, me muevo lento de adelante hacia atrás mientras sus manos llegan a mi pechos y los masajea haciéndome gritar y caer sobre su pecho.
Lo admito.
Siempre sabe lo que hace.
—Dime que no te irás, Britt-Britt—me pide cambiando de posición, de nuevo me encuentro sobre mi espalda besando su cuello—Dime que eres mía.
—Soy tuya, San… Dios, soy toda tuya ¿No lo ves?
—Dímelo—me pide moviéndose cada vez más rápido—¡Dímelo!
Entonces recuerdo la primera vez que me hizo suya, mi primera vez con la mujer que siempre he amado desde que era una niña.
—Hasta que salga el sol, San—tiemblo debajo de ella y gimo en su boca entreabierta—Hazme tuya hasta que salga el sol y nunca me dejes ir.
Si eso no era lo que ella quería escuchar, debe de ser mejor lo que dije, porque ha empezado a alcanzar su punto de rebelión y ha caído sobre mí, besando mis labios y preparándome de nuevo para volver a hacer el amor.
Espero que el sol esta vez, esté de nuestro lado.
Abro los ojos y siento un pequeño cuerpecito apretarse contra mí.
Me quejo un poco, pero luego siento un aroma del otro lado.
¡Dios!
Toco mi cuerpo y ahora recuerdo que después de hacer el amor— hasta que saliera el sol—, ambas nos duchamos y me puse una camisa ancha de ella.
Estamos salvadas.
Beso la pequeña cabeza de Emily que ha abierto sus ojitos oscuros como los de su mamá y me sonríe.
—Buenos días, princesa.
—Mamá—susurra abrazándome y yo me he quedado sin poder respirar porque de nuevo me ha llamado mamá.
—¿Tienes hambre?—intento que no vea las lágrimas en mis ojos y ella asiente.
Veo del otro lado y Santana está durmiendo boca abajo.
Ambas salimos de la cama, yo la llevo en brazos y ella va jugando con mi cabello.
La primera cita de hoy es llevar a Emily a un nutricionista, conozco a una muy buena, así que hoy de nuevo tendremos día de chicas.
Busco entre la cocina algo nutritivo para Emily, y algunos huevos con tocino para Santana cuando despierte.
—¿Cómo te sientes, cariño?—le pregunto a Emily que ha empezado a jugar con algunos juguetes cerca de la pequeña sala por la cocina—¿Te duele algo?
—No—se limita a decir y sigue jugando—Mamá, hame.
Mi corazón se derrite.
—Sé que tienes hambre, cariño. Estoy en ello.
Ambas nos sonreímos y mientras preparo el desayuno, enciendo el televisor con los dibujos animados. Emily queda embelesada y se recuesta en un pequeño sofá que da perfecta visión a él y desde la cocina puedo verla mientras preparo el desayuno.
Termino de preparar los huevos y tocino y Emily ya está comiendo su cereal, o parte de él, ya que tiene un ojo en sus dibujos animados y otro en el plato de su cereal.
—Cariño, comeré aquí contigo—me siento en el suelo y le ayudo a comer—Pero me vas a prometer que harás una cosa a la vez, ¿bueno?
Ella asiente y ahora come al ritmo mío.
Aunque yo casi no tengo hambre.
—Es hermoso despertarse así—escucho la voz de Santana y tanto mis ojos como los de Emily se iluminan—Escuchando sus voces, el sonido de la televisión y ese aroma delicioso.
Me levanto del suelo y me acerco a ella para besar sus labios y abrazarla.
—Buenos días ¿Has dormido bien?
—De maravilla.
—¡Mami!—grita Emily debajo de nosotras y ambas la tomamos en brazos y la aplastamos con nuestros cuerpos mientras la comemos a besos, ella se ríe a carcajadas y yo no puedo dejar de sonreír también.
Ninguna de las tres puede.
Le dije a Santana mis planes con Emily hoy y ella me sorprendió en que tenía una reunión con su abogado, de nuevo estaba aquella mirada que no me gustaba en su rostro.
Pero sabía que tarde o temprano confiaría en mí y me diría qué es lo que está pasando.
—¿Tú y yo estamos bien?—pregunta con temor mientras nos despedimos de ella antes de irnos con la doctora.
—Estamos bien, Santana—beso sus labios y me sonríe de vuelta—Por favor, ten cuidado y trata bien a los demás.
Levanta una ceja.
—A veces se lo merecen.
—Hablo en serio.
—De acuerdo, Britt-Britt—abre la puerta para mí, ya Emily se encuentra en su asiento y juega con su muñeca—Cuida de nuestra hija.
De nuevo el corazón se me desboca por eso y ella lo nota susurrando en mi oído.
—No hagas esa cara cuando hoy de nuevo mi hija te ha vuelto a llamar mamá y tú no la has corregido, la amas tanto como si fueses su mamá también, y yo te amo a ti.
—Te amo—es lo único que puedo decir.
Cuando llegamos donde la doctora, no me dijo nada nuevo.
El peso de Emily estaba bajo, aunque su cuerpo no lo reflejara. Me dio una dieta rica en nutrientes y unas vitaminas y Emily estaría más que sana con cada día que pasara.
Me sentí feliz y lo único que quería hacer era decírselo a Santana.
Después tuve que ir al Centro, Emily jugaba tranquila y Santana seguía sin responder mis llamadas.
No quise insistir, seguramente esas juntas duran mucho tiempo o quizás estaba en casa de los Stanton, quería creer mejor en la primera.
Cuando dieron las cinco de la tarde, ya Emily iba dormida en el asiento trasero.
Recibí un mensaje de Santana que llegaría un poco tarde a casa y no discutí, a la hora que llegara teníamos que tener una conversación seria.
Amo a Emily, pero Emily también necesita de su mamá por lo que no me gusta que se ausente por horas, aunque Santana dijo que sería solamente mientras se encargaba de la custodia.
Me decidí por llevarla a mi departamento y no estar solas en esa enorme casa.
Mientras Emily duerme su siesta que más que siesta quizás es cansancio debido a su condición, el timbre de la puerta suena y enseguida voy a abrirla.
—¿Blaine?
—Dra. Pierce—se burla, saludándome—Te juro que mi visita es por negocios.
—Qué sorpresa, pasa.
Blaine entra al departamento y ve todo a su alrededor aprobándolo.
—Es hermoso lo que has hecho por aquí, me hubiera gustado que mi nueva amiga me llamara para quedar de nuevo. Sin dramas, por supuesto.
Me rio a carcajadas.
—Lo siento, he estado un poco ocupada, además no ha pasado mucho tiempo. ¿A qué debo tu visita?
—Directo al grano—se sienta sobre el sofá y me invita a que me siente con él—Te he dicho que es de negocios, trae tu culo aquí, Dra. Pierce.
Vuelvo a reírme y al mismo tiempo lo fulmino con la mirada.
Veo que saca un par de papeles y me los da.
—Creo que olvidé de que firmaras estos también—veo los papeles y se trata del contrato, pensé que lo había comprado, pero me doy cuenta que son de esos departamentos que te pertenecen a largo plazo, lo que lo hace como tuyo de manera permanente o simplemente puedes rentarlo.
Lo veo por un segundo y una pequeña figura me distrae.
—Mamá—llama Emily.
—Oh, tienes una hija—dice Blaine.
Emily viene enseguida hacia mí y se acurruca en mi regazo.
Seguramente está asustada porque no conoce el lugar, lo que me lleva a seguir viendo los papeles e ignorar la pregunta que me ha hecho Blaine.
—Éste es Blaine—le presento a Emily—Blaine ella es Emily… mi Emily.
—Oh, pensé que era tu…
—Lo es—lo corto enseguida para que capte el mensaje—No te has equivocado, la pequeña Emily es mi hija.
De pronto me da la nostalgia y Blaine también parece conmovido.
Emily salta de mi regazo y juega a lo lejos con su muñeca.
Blaine y yo nos quedamos viendo y luego miramos a la morenita.
—Es de Santana—le confieso—Ella y yo… siempre nos hemos amado.
—Ahora lo entiendo, aunque es algo admirable que la nena ya te llame mamá.
—Es una larga historia, quizás algún día te la cuente.
—Eso espero—pone su mano sobre la mía y ese mismo instante la puerta se abre.
¿Cómo tiene llave?
Y ¿cómo sabía que estaba aquí?
—¡Mami!—grita Emily corriendo hacia Santana que ha empezado a apretar su mandíbula después de ver a Blaine tomar mi mano.
Oh, demonios, que no vaya su cabeza terca hasta ahí.
—Hola, Britt-Britt—aun así me saluda, dándome un beso.
—Santana, él es Blaine—presento—Blaine, Santana…
—Su novia—se apresura Santana en decir—Y mamá de Emily.
De acuerdo, está actuando de manera ridícula.
—Santana López—Blaine le tiende la mano—Debo decir que soy un fiel admirador.
—¿Solamente de mí?—gruñe Santana, sacando a la ogra celosa de su interior.
—Santana, Blaine fue quien me vendió el departamento.
—Arrendó—me corrige Blaine—Todavía no has firmado por cuánto tiempo lo vas a querer, aunque sería una lástima después de todo lo que has hecho por aquí.
—En realidad fue también mi cuñada.
Santana pone en el suelo de nuevo a Emily y ella ahora corre a jugar con el control remoto del televisor de la sala.
Ni siquiera yo sabía que se podía encender desde esa distancia.
Niego con la cabeza riéndome y las miradas que se están dando Blaine y Santana no me gustan para nada.
—¿Así que eres agente de bienes raíces?—interroga Santana a Blaine y éste se pone nervioso y asiente—Pensé que eras su… cita o algo como la última vez.
Lo sabía, su mente va a acabar con ella.
—Yo… lo siento—tartamudea Blaine—Creo que mejor me voy.
—Te acompaño, Blaine.
—Creo que puede llegar solo, Britt-Britt—Santana toma mi cintura y me atrae hacia ella.
Blaine parece que quisiera salir corriendo y toma su chaqueta, se despide con un gesto de mano de mí y de Emily y se va.
Eso fue grosero.
—Santana—me alejo de ella y la veo para regañarle—Eso no fue amable, la culpa es mía por haber mentido esa tarde, Blaine tiene novia o novio.
—Es igual, sigue siendo hombre.
Me rio.
—Eres una exagerada.
—No, señorita—vuelve a tomarme de la cintura y me besa—Tú tienes la culpa. ¿Puedo ver esos papeles?
—Sí—regreso a la pequeña mesa y los levanto, cuando voy a dárselos retrocedo—¿Cómo sabías que estaba aquí y cómo tienes llaves?
—Te conozco, sabía que no ibas a querer estar sola en casa—me tiende la mano pero yo todavía espero la respuesta de mi otra pregunta—Y sobre lo otro, tenías dos llaves de más en tu llavero.
—¿Y?
—Britt-Britt, no voy a disculparme por tomar las llaves de aquí—se encoje de hombros como si fuese lo más normal que meta sus narices donde no lo llaman—Cruzando esa puerta se encontraba las dos personas más importantes de mi vida, así que no voy a disculparme, estoy en todo mi derecho.
—Serás testaruda, Santana López.
Me rindo y le doy los papeles, sigo sin entender para qué los quiere ver, no sé si lo vaya a rentar por mucho tiempo, ahora pasaré más en su casa que en mi departamento y conociéndola no querrá dejarme ir nunca.
Después de que la señorita celosa y entrometida revisara los papeles, me metí a la cocina y preparé la cena, Emily devoró toda su comida y se quedó dormida horas después.
Yo mientras tanto estaba limpiando un poco la cocina, me sentía nerviosa y aunque ahora era la mujer más feliz del mundo, una realidad de mi pasado quería jugármelas muy mal cuando sentí los besos de Santana en mi cuello.
—¿Y Em?
—Sigue durmiendo—responde trazando más besos.
—¿Podemos hablar?
—Justamente venía a proponértelo.
Me seco las manos y nos sentamos en el sofá, me siento un poco aturdida todavía por mis propios pensamientos que me siento un poco lejos de ella y llevo mis rodillas hasta mi pecho.
Santana frunce el cejo pero no dice nada.
—Artie solamente logró que Emily se quedara conmigo una semana más.
—¿Artie?
—Mi abogado, es un viejo amigo y es uno de los mejores abogados de Holanda.
—¿Por qué solamente una semana?
—Ahora que los Stanton saben que estoy con todo, ellos también han movido sus fichas—veo que se empieza a desesperar al recordar esa reunión—Me han dejado como una maldita mujeriega, inestable, una maldita celebridad que no podrá ser capaz de criar a su propia hija.
—Eso no es cierto, tú no… tú no eres ya así—enarca una ceja, su reputación como una mujeriega y campeona mundial, son dos títulos que lastimosamente siempre han sido parte de ella.
Es una ganadora de la copa NASCAR por más de cinco años consecutivos, pero mujeriega estoy seguro que dejó de serlo desde hace mucho tiempo.
A no ser que estos últimos dos años haya regresado a las andadas.
—Sé que si te digo que solamente he estado con las mujeres que cuento con los dedos de una mano y me sobran durante estos dos años sin ti, no me creerías; pero es cierto.
—Pensar en que has estado con otras mujeres no me afecta, San. Yo también…
—No.lo.digas—sisea cerrando sus ojos—No lo digas, Britt-Britt.
—Lo siento—me acerco un poco y tomo su mano en mi regazo—¿Qué más te dijo?
—Que los Stanton no se quedarán con los brazos cruzados, Emy es el único recuerdo que tienen de su hija y puedo entenderlo. También me salió con la jodida jugada de que son un matrimonio sólido y tiene un hogar estable, por lo que yo llevo las de perder.
Entre más escucho a Santana hablar, mi mente solamente se queda estancada en una palabra.
Hogar sólido.
Hogar.
Se me escapan un par de lágrimas al sentirme emocionada por lo que voy a decirle, debo de estar loca.
Pero es lo que tenemos que hacer, no será tan diferente, ya hemos vivido esto antes —casi—pero creo que podemos lograrlo, por Emily, por nosotras y por un nuevo comienzo.
—Hagámoslo—digo y deja de hablar, puedo ver en sus ojos que quiere lo mismo pero tiene miedo de mi reacción.
—¿Hagamos qué?
—Si me conoces sabes a lo que me refiero.
Ahora es ella, el que no dice nada.
En cambio su quijada tiembla y me echo en sus brazos a llorar, no sé por qué lo hago, pero lo hago y más al sentir su corazón que va a mil por hora.
—¿Britt-Britt, tú… tú estás hablando en serio?—asiento—¿Quieres… quieres que seamos una familia? Pensé que no estabas lista, que era demasiado para ti y…
—Siempre has sido mi familia, Sanny—acaricio su rostro es ve tan guapa—Y Em es parte de nuestra familia ahora, estoy dispuesta a irme a vivir contigo, hacerle saber a los Stanton que Santana Snixx López es una mamá de familia, una novia, y una mujer de hogar. No vas a negármelo, ¿verdad?
—¡Joder!—gruñe besándome y dejándome sin aliento—De ninguna jodida manera te iba a dejar ir, Britt-Britt. Pero tenía miedo que fuese demasiado para ti, no quiero que te sientas utilizada.
—Jamás me he sentido así, te lo he propuesto yo primero, genia.
—Te amo, Britt.
—También te amo, San.
Tanto Santana como yo nos sorprendimos, parecía otra persona y no la mamá abnegada que dice ser en cuanto a su nieta.
—Se ve tan hermosa cuando duerme—susurra Santana detrás de mí.
—¿Hace cuánto llevas ahí?—la acuso.
Estaba durmiendo en el otro sofá y Emily se quedó dormida en mi regazo mientras mirábamos los dibujos animados.
—Un buen rato.
Veo por última vez a Emily antes de salir de su habitación. Ahora que nos hemos quedado solas me siento extraña y nerviosa.
Santana me ve como si quisiera desnudarme y yo se lo permito, le permito que me vea que se acerque y que me bese.
Porque eso es lo que está haciendo y es lo que yo necesito y me acabo de dar cuenta en cuanto he sentido su aliento en mi boca.
—Yo…Debo—la aparto sintiéndome culpable—Debo irme.
—Por favor—susurra besando mis labios—Quédate.
—No puedo… yo—gimo sin sentido de culpa y esa es luz verde para que me tome de la mano y me conduzca hasta su habitación.
—Solamente quiero cuatro cosas está noche, Britt—dice mientras me conduce entre besos hacia su cama, la habitación sigue a oscuras y agradezco por todo lo alto que así permanezca, muero de la vergüenza ahora mismo, siento que es la primera vez que me encuentro así con ella.
—¿Cuatro cosas?—pregunto.
—Cuatro—responde y me deja caer en la cama, ya mi blusa desaparece por encima de mi cabeza, la suya también y llevo mis manos frías a sus pechos y la acaricio.
Está oscuro a nuestro alrededor pero sé que cierra sus ojos cuando siente mis caricias.
—¿Qué quieres de mí, Santana?
Mis pantalones se deslizan suavemente fuera de mi cuerpo y yo le ayudo a hacer lo mismo con los suyos, me lleva un poco de más tiempo porque me tiemblan las manos, pero lo consigo.
Santana toma mis manos para llevarlas por encima de mi cabeza cuando dice:
—Yo te hago mía de nuevo—besa mi cuello y gimo—Tú gimes.
Faltan dos.
—¿Qué más?—jadeo mordiendo sus labios.
—Te doy lo que quieras—nos deshacemos de nuestra ropa interior y ahora ya no hay nada que nos impida hacer esa primera cosa—Y por último…nunca me dejes ir.
La unida a mi y cierro los ojos abriéndome más para ella y nuestro roce, ignoro las lágrimas de felicidad y me aferro a su espalda mientras sigue moviéndose suavemente como la primera vez.
—Santana… ¡Dios!
Regresa a mi cara y busco su boca con mucha sed y hambre de meter mi lengua dentro de su boca y que la acaricie con la suya.
Rodamos en la cama, nos estorban las sábanas, las almohadas y nos deshacemos de ellas por el remolino que hacemos con nuestros cuerpos.
Mientras estoy sobre ella, me muevo lento de adelante hacia atrás mientras sus manos llegan a mi pechos y los masajea haciéndome gritar y caer sobre su pecho.
Lo admito.
Siempre sabe lo que hace.
—Dime que no te irás, Britt-Britt—me pide cambiando de posición, de nuevo me encuentro sobre mi espalda besando su cuello—Dime que eres mía.
—Soy tuya, San… Dios, soy toda tuya ¿No lo ves?
—Dímelo—me pide moviéndose cada vez más rápido—¡Dímelo!
Entonces recuerdo la primera vez que me hizo suya, mi primera vez con la mujer que siempre he amado desde que era una niña.
—Hasta que salga el sol, San—tiemblo debajo de ella y gimo en su boca entreabierta—Hazme tuya hasta que salga el sol y nunca me dejes ir.
Si eso no era lo que ella quería escuchar, debe de ser mejor lo que dije, porque ha empezado a alcanzar su punto de rebelión y ha caído sobre mí, besando mis labios y preparándome de nuevo para volver a hacer el amor.
Espero que el sol esta vez, esté de nuestro lado.
Abro los ojos y siento un pequeño cuerpecito apretarse contra mí.
Me quejo un poco, pero luego siento un aroma del otro lado.
¡Dios!
Toco mi cuerpo y ahora recuerdo que después de hacer el amor— hasta que saliera el sol—, ambas nos duchamos y me puse una camisa ancha de ella.
Estamos salvadas.
Beso la pequeña cabeza de Emily que ha abierto sus ojitos oscuros como los de su mamá y me sonríe.
—Buenos días, princesa.
—Mamá—susurra abrazándome y yo me he quedado sin poder respirar porque de nuevo me ha llamado mamá.
—¿Tienes hambre?—intento que no vea las lágrimas en mis ojos y ella asiente.
Veo del otro lado y Santana está durmiendo boca abajo.
Ambas salimos de la cama, yo la llevo en brazos y ella va jugando con mi cabello.
La primera cita de hoy es llevar a Emily a un nutricionista, conozco a una muy buena, así que hoy de nuevo tendremos día de chicas.
Busco entre la cocina algo nutritivo para Emily, y algunos huevos con tocino para Santana cuando despierte.
—¿Cómo te sientes, cariño?—le pregunto a Emily que ha empezado a jugar con algunos juguetes cerca de la pequeña sala por la cocina—¿Te duele algo?
—No—se limita a decir y sigue jugando—Mamá, hame.
Mi corazón se derrite.
—Sé que tienes hambre, cariño. Estoy en ello.
Ambas nos sonreímos y mientras preparo el desayuno, enciendo el televisor con los dibujos animados. Emily queda embelesada y se recuesta en un pequeño sofá que da perfecta visión a él y desde la cocina puedo verla mientras preparo el desayuno.
Termino de preparar los huevos y tocino y Emily ya está comiendo su cereal, o parte de él, ya que tiene un ojo en sus dibujos animados y otro en el plato de su cereal.
—Cariño, comeré aquí contigo—me siento en el suelo y le ayudo a comer—Pero me vas a prometer que harás una cosa a la vez, ¿bueno?
Ella asiente y ahora come al ritmo mío.
Aunque yo casi no tengo hambre.
—Es hermoso despertarse así—escucho la voz de Santana y tanto mis ojos como los de Emily se iluminan—Escuchando sus voces, el sonido de la televisión y ese aroma delicioso.
Me levanto del suelo y me acerco a ella para besar sus labios y abrazarla.
—Buenos días ¿Has dormido bien?
—De maravilla.
—¡Mami!—grita Emily debajo de nosotras y ambas la tomamos en brazos y la aplastamos con nuestros cuerpos mientras la comemos a besos, ella se ríe a carcajadas y yo no puedo dejar de sonreír también.
Ninguna de las tres puede.
Le dije a Santana mis planes con Emily hoy y ella me sorprendió en que tenía una reunión con su abogado, de nuevo estaba aquella mirada que no me gustaba en su rostro.
Pero sabía que tarde o temprano confiaría en mí y me diría qué es lo que está pasando.
—¿Tú y yo estamos bien?—pregunta con temor mientras nos despedimos de ella antes de irnos con la doctora.
—Estamos bien, Santana—beso sus labios y me sonríe de vuelta—Por favor, ten cuidado y trata bien a los demás.
Levanta una ceja.
—A veces se lo merecen.
—Hablo en serio.
—De acuerdo, Britt-Britt—abre la puerta para mí, ya Emily se encuentra en su asiento y juega con su muñeca—Cuida de nuestra hija.
De nuevo el corazón se me desboca por eso y ella lo nota susurrando en mi oído.
—No hagas esa cara cuando hoy de nuevo mi hija te ha vuelto a llamar mamá y tú no la has corregido, la amas tanto como si fueses su mamá también, y yo te amo a ti.
—Te amo—es lo único que puedo decir.
Cuando llegamos donde la doctora, no me dijo nada nuevo.
El peso de Emily estaba bajo, aunque su cuerpo no lo reflejara. Me dio una dieta rica en nutrientes y unas vitaminas y Emily estaría más que sana con cada día que pasara.
Me sentí feliz y lo único que quería hacer era decírselo a Santana.
Después tuve que ir al Centro, Emily jugaba tranquila y Santana seguía sin responder mis llamadas.
No quise insistir, seguramente esas juntas duran mucho tiempo o quizás estaba en casa de los Stanton, quería creer mejor en la primera.
Cuando dieron las cinco de la tarde, ya Emily iba dormida en el asiento trasero.
Recibí un mensaje de Santana que llegaría un poco tarde a casa y no discutí, a la hora que llegara teníamos que tener una conversación seria.
Amo a Emily, pero Emily también necesita de su mamá por lo que no me gusta que se ausente por horas, aunque Santana dijo que sería solamente mientras se encargaba de la custodia.
Me decidí por llevarla a mi departamento y no estar solas en esa enorme casa.
Mientras Emily duerme su siesta que más que siesta quizás es cansancio debido a su condición, el timbre de la puerta suena y enseguida voy a abrirla.
—¿Blaine?
—Dra. Pierce—se burla, saludándome—Te juro que mi visita es por negocios.
—Qué sorpresa, pasa.
Blaine entra al departamento y ve todo a su alrededor aprobándolo.
—Es hermoso lo que has hecho por aquí, me hubiera gustado que mi nueva amiga me llamara para quedar de nuevo. Sin dramas, por supuesto.
Me rio a carcajadas.
—Lo siento, he estado un poco ocupada, además no ha pasado mucho tiempo. ¿A qué debo tu visita?
—Directo al grano—se sienta sobre el sofá y me invita a que me siente con él—Te he dicho que es de negocios, trae tu culo aquí, Dra. Pierce.
Vuelvo a reírme y al mismo tiempo lo fulmino con la mirada.
Veo que saca un par de papeles y me los da.
—Creo que olvidé de que firmaras estos también—veo los papeles y se trata del contrato, pensé que lo había comprado, pero me doy cuenta que son de esos departamentos que te pertenecen a largo plazo, lo que lo hace como tuyo de manera permanente o simplemente puedes rentarlo.
Lo veo por un segundo y una pequeña figura me distrae.
—Mamá—llama Emily.
—Oh, tienes una hija—dice Blaine.
Emily viene enseguida hacia mí y se acurruca en mi regazo.
Seguramente está asustada porque no conoce el lugar, lo que me lleva a seguir viendo los papeles e ignorar la pregunta que me ha hecho Blaine.
—Éste es Blaine—le presento a Emily—Blaine ella es Emily… mi Emily.
—Oh, pensé que era tu…
—Lo es—lo corto enseguida para que capte el mensaje—No te has equivocado, la pequeña Emily es mi hija.
De pronto me da la nostalgia y Blaine también parece conmovido.
Emily salta de mi regazo y juega a lo lejos con su muñeca.
Blaine y yo nos quedamos viendo y luego miramos a la morenita.
—Es de Santana—le confieso—Ella y yo… siempre nos hemos amado.
—Ahora lo entiendo, aunque es algo admirable que la nena ya te llame mamá.
—Es una larga historia, quizás algún día te la cuente.
—Eso espero—pone su mano sobre la mía y ese mismo instante la puerta se abre.
¿Cómo tiene llave?
Y ¿cómo sabía que estaba aquí?
—¡Mami!—grita Emily corriendo hacia Santana que ha empezado a apretar su mandíbula después de ver a Blaine tomar mi mano.
Oh, demonios, que no vaya su cabeza terca hasta ahí.
—Hola, Britt-Britt—aun así me saluda, dándome un beso.
—Santana, él es Blaine—presento—Blaine, Santana…
—Su novia—se apresura Santana en decir—Y mamá de Emily.
De acuerdo, está actuando de manera ridícula.
—Santana López—Blaine le tiende la mano—Debo decir que soy un fiel admirador.
—¿Solamente de mí?—gruñe Santana, sacando a la ogra celosa de su interior.
—Santana, Blaine fue quien me vendió el departamento.
—Arrendó—me corrige Blaine—Todavía no has firmado por cuánto tiempo lo vas a querer, aunque sería una lástima después de todo lo que has hecho por aquí.
—En realidad fue también mi cuñada.
Santana pone en el suelo de nuevo a Emily y ella ahora corre a jugar con el control remoto del televisor de la sala.
Ni siquiera yo sabía que se podía encender desde esa distancia.
Niego con la cabeza riéndome y las miradas que se están dando Blaine y Santana no me gustan para nada.
—¿Así que eres agente de bienes raíces?—interroga Santana a Blaine y éste se pone nervioso y asiente—Pensé que eras su… cita o algo como la última vez.
Lo sabía, su mente va a acabar con ella.
—Yo… lo siento—tartamudea Blaine—Creo que mejor me voy.
—Te acompaño, Blaine.
—Creo que puede llegar solo, Britt-Britt—Santana toma mi cintura y me atrae hacia ella.
Blaine parece que quisiera salir corriendo y toma su chaqueta, se despide con un gesto de mano de mí y de Emily y se va.
Eso fue grosero.
—Santana—me alejo de ella y la veo para regañarle—Eso no fue amable, la culpa es mía por haber mentido esa tarde, Blaine tiene novia o novio.
—Es igual, sigue siendo hombre.
Me rio.
—Eres una exagerada.
—No, señorita—vuelve a tomarme de la cintura y me besa—Tú tienes la culpa. ¿Puedo ver esos papeles?
—Sí—regreso a la pequeña mesa y los levanto, cuando voy a dárselos retrocedo—¿Cómo sabías que estaba aquí y cómo tienes llaves?
—Te conozco, sabía que no ibas a querer estar sola en casa—me tiende la mano pero yo todavía espero la respuesta de mi otra pregunta—Y sobre lo otro, tenías dos llaves de más en tu llavero.
—¿Y?
—Britt-Britt, no voy a disculparme por tomar las llaves de aquí—se encoje de hombros como si fuese lo más normal que meta sus narices donde no lo llaman—Cruzando esa puerta se encontraba las dos personas más importantes de mi vida, así que no voy a disculparme, estoy en todo mi derecho.
—Serás testaruda, Santana López.
Me rindo y le doy los papeles, sigo sin entender para qué los quiere ver, no sé si lo vaya a rentar por mucho tiempo, ahora pasaré más en su casa que en mi departamento y conociéndola no querrá dejarme ir nunca.
Después de que la señorita celosa y entrometida revisara los papeles, me metí a la cocina y preparé la cena, Emily devoró toda su comida y se quedó dormida horas después.
Yo mientras tanto estaba limpiando un poco la cocina, me sentía nerviosa y aunque ahora era la mujer más feliz del mundo, una realidad de mi pasado quería jugármelas muy mal cuando sentí los besos de Santana en mi cuello.
—¿Y Em?
—Sigue durmiendo—responde trazando más besos.
—¿Podemos hablar?
—Justamente venía a proponértelo.
Me seco las manos y nos sentamos en el sofá, me siento un poco aturdida todavía por mis propios pensamientos que me siento un poco lejos de ella y llevo mis rodillas hasta mi pecho.
Santana frunce el cejo pero no dice nada.
—Artie solamente logró que Emily se quedara conmigo una semana más.
—¿Artie?
—Mi abogado, es un viejo amigo y es uno de los mejores abogados de Holanda.
—¿Por qué solamente una semana?
—Ahora que los Stanton saben que estoy con todo, ellos también han movido sus fichas—veo que se empieza a desesperar al recordar esa reunión—Me han dejado como una maldita mujeriega, inestable, una maldita celebridad que no podrá ser capaz de criar a su propia hija.
—Eso no es cierto, tú no… tú no eres ya así—enarca una ceja, su reputación como una mujeriega y campeona mundial, son dos títulos que lastimosamente siempre han sido parte de ella.
Es una ganadora de la copa NASCAR por más de cinco años consecutivos, pero mujeriega estoy seguro que dejó de serlo desde hace mucho tiempo.
A no ser que estos últimos dos años haya regresado a las andadas.
—Sé que si te digo que solamente he estado con las mujeres que cuento con los dedos de una mano y me sobran durante estos dos años sin ti, no me creerías; pero es cierto.
—Pensar en que has estado con otras mujeres no me afecta, San. Yo también…
—No.lo.digas—sisea cerrando sus ojos—No lo digas, Britt-Britt.
—Lo siento—me acerco un poco y tomo su mano en mi regazo—¿Qué más te dijo?
—Que los Stanton no se quedarán con los brazos cruzados, Emy es el único recuerdo que tienen de su hija y puedo entenderlo. También me salió con la jodida jugada de que son un matrimonio sólido y tiene un hogar estable, por lo que yo llevo las de perder.
Entre más escucho a Santana hablar, mi mente solamente se queda estancada en una palabra.
Hogar sólido.
Hogar.
Se me escapan un par de lágrimas al sentirme emocionada por lo que voy a decirle, debo de estar loca.
Pero es lo que tenemos que hacer, no será tan diferente, ya hemos vivido esto antes —casi—pero creo que podemos lograrlo, por Emily, por nosotras y por un nuevo comienzo.
—Hagámoslo—digo y deja de hablar, puedo ver en sus ojos que quiere lo mismo pero tiene miedo de mi reacción.
—¿Hagamos qué?
—Si me conoces sabes a lo que me refiero.
Ahora es ella, el que no dice nada.
En cambio su quijada tiembla y me echo en sus brazos a llorar, no sé por qué lo hago, pero lo hago y más al sentir su corazón que va a mil por hora.
—¿Britt-Britt, tú… tú estás hablando en serio?—asiento—¿Quieres… quieres que seamos una familia? Pensé que no estabas lista, que era demasiado para ti y…
—Siempre has sido mi familia, Sanny—acaricio su rostro es ve tan guapa—Y Em es parte de nuestra familia ahora, estoy dispuesta a irme a vivir contigo, hacerle saber a los Stanton que Santana Snixx López es una mamá de familia, una novia, y una mujer de hogar. No vas a negármelo, ¿verdad?
—¡Joder!—gruñe besándome y dejándome sin aliento—De ninguna jodida manera te iba a dejar ir, Britt-Britt. Pero tenía miedo que fuese demasiado para ti, no quiero que te sientas utilizada.
—Jamás me he sentido así, te lo he propuesto yo primero, genia.
—Te amo, Britt.
—También te amo, San.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 26
Capitulo 26
Mientras los días pasaban, cada día me sentía más decidida, iba a hablar de mí pasado con Santana, a lo que temía.
No ser perfecta para ella.
Mi hermana, Rachel y mi sobrino se reunieron con nosotras anoche en la casa, o nuestra casa.
Mi hermana amenazó a Santana, pero vi el brillo de felicidad también en sus ojos.
Estaba también feliz por mí.
Era mejor de cómo lo fue antes, porque ahora la familia había crecido.
—Hoy vendrán mis padres—me sorprende Santana—Quiero que pasen tiempo con Emy, solamente la han visto un par de veces. De hecho estarán aquí en cualquier momento.
¿¡Y me lo dice hasta ahora!?
—San, eso es maravilloso, pero ¡Qué nervios!
La primera y última vez que los vi no fue precisamente algo agradable, recuerdo que no me fiaba mucho de ellos pero era porque Santana me hablaba de ellos de una manera mezquina, supongo que simplemente me dejé llevar, les daré la oportunidad que se merecen, después de todo son los padres de Santana y los abuelos de Emily.
Mientras estamos en el jardín viendo a Emily jugar con su nuevo juguete inflable, no deja de sacarnos sonrisas.
—¿Puedo preguntar cómo es tu relación ahora con ellos?
—Casi nada ha cambiado, pero les estoy agradecida porque si ellos no me hubiesen dicho de que Emy existiera yo… no lo sé.
—Cariño, eso es genial—la abrazo.
—Si tú me diste una oportunidad sin merecerla—me ve con nostalgia—Yo quiero dárselas a ellos… por ti, por nosotras. No sé lo que vaya a pasar, mañana tengo el primer juicio familiar y realmente necesito todo el apoyo.
—Todo va a salir bien—la beso—El juez sabrá tomar la mejor decisión y ésa es que Em esté con nosotras.
—Una vez la recupere será una López, no es que no lo sea ya—la ve por un segundo que no para de brincar y sonríe.
—Te amo.
Me atrapa viéndola con cara de enamorada y besa mis manos.
Lo mío puede esperar, no quiero angustiarla.
De nuevo la inseguridad está traicionándome como si fuese una chiquilla todavía y Santana se da cuenta.
—Has estado muy callada estos días, Britt-Britt.
—Solamente estoy cansada.
—¿Te gusta vivir aquí?—pregunta—Puedo cambiar lo que quieras y puedes decorarla a tu gusto, incluso podemos comprar otra más grande.
Es tan tierna.
—Es perfecta, es solamente que en el centro las cosas no van bien, pero pronto todo se arreglará.
—Lamento eso.
—También yo—le doy un beso casto y me dirijo al interior de la casa.
Mis lágrimas se derraman ya por mi rostro y las limpio enseguida. Tengo que ser fuerte, Santana lo entenderá y me aceptará.
Yo todavía sigo superándolo y yendo a terapia.
Fue hace un año pero a diario lo sigo recordando.
—Britt-Britt, estaba pensando que…
Se detiene al verme que estoy limpiando bruscamente mis ojos. Su mirada es de puro espanto, hace uno minutos estábamos riendo como una pareja de recién casados y ahora parece que acabara de perderlo todo.
—¿Por qué lloras, Britt? ¿Qué sucede?—se acerca para abrazarme y yo intento sonreírle, fallando rotundamente.
—Estoy bien, es sólo cansancio.
—Britt, mírame—me pide, pero toma mi rostro con sus manos—No mientas y dime qué tienes, Britt-Britt. Estás asustándome.
—Estoy bien, te lo prometo es sólo que todo es irreal y me da miedo de… perderlas.
—No vas a perdernos, te prohíbo que pienses así, Britt. ¿Dónde está mi Britt fuerte? A veces pienso que se queda en su oficina todos los días para ser solamente fuerte con sus pacientes y no con su vida.
—Lo siento—la abrazo—Lo siento tanto.
El momento es interrumpido cuando escuchamos el timbre de la puerta.
Limpia mi cara y me hace sonreír cuando me hace cosquillas y me carga fuera de la cocina. Toma mi mano y ya la pequeña Emily se nos une, seguramente sabe que hoy tenemos una visita especial para ella.
Santana abre la puerta y veo a una pareja tomada de la mano y que nos sonríen con lágrimas en los ojos.
Creo que también voy a llorar.
—Mamá, papá—Santana abre más la puerta y ellos entran.
Su mamá es la primera en abrazarla y Santana hace lo mismo, después su papá y juro por Dios que esta vez es diferente su encuentro.
—¿Recuerdan a Britt?
—Por supuesto—su mamá me sonríe y me abraza—Qué bueno que estés de regreso, querida.
—Señora López—continúo abrazándola—Lo mismo para usted, por favor siéntase como en casa.
—Por favor, llámame, Maribel.
Unas manitas aprietan mis piernas y ambas vemos hacia abajo, todas las miradas van directo a mí cargando a Emily en brazos y besando sus mejillas.
La mamá de Santana se lleva la mano a la boca y solloza riendo, su esposo la abraza y mi morena mayor me sonríe de vuelta conmovida.
—Emily, ¿recuerdas a tus abuelos?—la ánimo y ella los ve tímida—Ellos son los padres de mamá.
Maribel es la primera en tenderle los brazos y Emily se abalanza sobre ella, es increíble que se sienta cómoda a pesar de que son quizás unos extraños para ella.
—Has crecido mucho—Maribel la abraza y continúa llorando—Oh, mi bebé eres hermosa como tu mamá San.
El papá de Santana me ve con nostalgia y yo asiento con la cabeza, es igual que Santana, solo que muy alto, grandes ojos oscuros y cabello canoso negro.
Un hombre que cuando era joven ha de haber roto algunos corazones con esa mirada que tiene.
Al contrario de su esposa y mamá de Santana.
Maribel es una mujer sencilla pero a la vez elegante, de cabello castaño y ojos marrones.
—Veo que has hecho un buen trabajo con ella—casi me asusto cuando el papá de Santana llega a la cocina, mientras todos siguen en el jardín, Emily juega con su abuela y Santana ríe viéndolas.
—¿Lo sabe?
—Santana habla más conmigo que con su mamá para no agobiarla, sé lo que has hecho con mi nieta, es admirable que te mantengas en pie después de todo lo que pasó entre ustedes, no debo ni imaginármelo.
—Supongo que no hay vuelta atrás y si nada de eso hubiese pasado, yo seguramente no estaría aquí, es así cómo es la vida.
—Injusta muchas veces.
—Exacto—me rio y él me hace un guiño.
—Eres lo que siempre he querido para Tana—me conmueve cuando dice eso—No es que Dani no haya sido una buena mujer para ella, pero arrastró a Santana a un mundo sin vida así como ella estaba muriendo poco a poco, lo estaba haciendo con San. Es lamentable lo que pasó, nunca quisimos eso para ella, ni para Dani pero ahora puedo entenderlo—ve por un segundo a su esposa a lo lejos—Yo tampoco me iría de su lado.
—Señor…
—Alfonso—me interrumpe—Llámame Alfonso.
—Alfonso, conozco esa historia bien, todo lo que pasó, al menos Santana no mintió en esa parte de que todos querían apartarlo de Dani, pero ya no tiene que castigarse por ello.
Se queda en silencio y veo que mueve la nuez de su garganta.
—Puedo ver que todavía se culpan por haber permitido que la separaran de ella, todos merecemos despedirnos. Yo lo hice con mis padres de una manera diferente, ellos iban a un viaje y nos despedimos en el aeropuerto sin saber que jamás regresarían. Yo no puedo entender su dolor como padres, pero como hija puedo entender que quieran el bien para ella. Quizás no todo fue culpa de ustedes, ahora lo sé, porque he conocido la otra versión y a los Stanton, Emily merece estar con Santana.
Ahora me sonríe y se quita la lágrima de su mejilla que ha caído por mis palabras.
—Quiero que sean parte ustedes también de la vida de Emily, no importa lo que diga San, los quiero ahí, en cada reunión familiar, acto escolar, clases de ballet o lo que ella elija, no voy a permitir que Emily lo pierda todo.
Escucho los sollozos de una mujer y me sorprendo que Santana junto a Maribel hayan escuchado nuestra conversación.
Ahora soy yo la que quiere llorar, pero me contengo.
Maribel avanza hasta llegar a mí y me abraza.
—Gracias.
—No la dejes ir esta vez—escucho que le dice Alfonso a Santana —Esta vez patearé de verdad tu trasero, hija.
—No lo haré, papá.
Los padres de Santana se quedarían por el resto de la semana, lo que Emily tenía para quedarse con nosotras.
Se instalaron en casa y cada rincón se llenaba cada vez más, de anécdotas, recuerdos, pero sobre todo, el perdón.
Ése por fin había llegado para Santana y en varias ocasiones vi que abrazaba y acunaba a su mamá.
Maribel me ayudaba con Emily mientras iba al centro por unas horas, al regresar a casa era la mejor sensación de todas.
El primer juicio había ido bien, aunque podía jurar que Zoila cada vez me odiaba más.
Acompañé a Santana junto con sus padres a la sala civil de casos de familia y juro que sentía que cada parte de mí se sentía nerviosa cada vez que escuchaba hablar a los abogados de los Stanton atacando a Santana por cualquier movimiento que hiciera.
Me daba miedo de que cualquier error que pudiese cometer, ellos lo tomarían en su contra.
Ahora la prensa sabía de nuestra relación e incluso empezaron a acampar a los alrededor de nuestra casa para hacerle un par de preguntas fuera de lugar.
Quinn estaba metiendo sus manos para ayudar también, aunque no quería decirme de qué se trataba.
—Em subió dos kilos esta semana—le digo a Santana muy feliz—La he visto con más energía, es increíble que se esté por fin recuperando.
—Espero que continúe así.
—Le he mandado todas las instrucciones sobre la dieta de Emi a Zoila—hago una mueca pronunciando su nombre—Ha prometido cuidar de ella, de hecho parecía convincente aunque no me fío de ella, tendré que hacerle llamadas a cada hora de la comida para asegurarme de que Em esté comiendo bien. De hecho Zoila me dijo que podía visitarla cuantas veces quisiera y hasta se disculpó por lo que pasó la última vez. Llámenme loca, pero no confío en ella todavía.
Santana me ve y no dice nada
—¿Qué?
—¿Desde cuándo te convertiste en la mejor mamá de todas?
Me da pena.
—Desde que tú me lo permitiste, además tu no te quedas atrás López.
Se arrastra sobre mí y empieza a besarme.
Mi burbuja se rompe y la aparto un poco brusca.
—Britt—gruñe enfadada, sé que lo ha notado—Desde que vivimos juntas solamente hemos hecho el amor una vez y no pude ver tu rostro en la oscuridad, sabes que amo verte cuando te corres.
Oh, cielos. Va a matarme.
—Lo siento, he estado un poco…
—Cansada—corta.
—No te enfades.
—No estoy enfadada pero no quiero pensar que ya estamos como esas parejas que se volvieron aburridas de la noche a la mañana.
—No digas eso—la abrazo—Sabes que te amo, te prometo que pronto estaré lista para ti. Hay algo de lo que quisiera hablarte antes y no sé cómo decírtelo.
—¿Quieres tener más hijos?—pregunta incorporándose como resorte y buscando mi expresión.
¿En verdad piensa que se trata de eso?
Ojalá fuera eso… aunque si funciono lo que hice puede que la complazca en ese sentido, pero hasta no tener resultados concretos no diré nada.
—Lamento decirte que no se trata de eso—ahora aquel rostro lleno de decepción que tuve yo hace dos años, la tiene ella.
—¿Entonces qué es, Britt?—ahora está enfadada—No se trata solamente que no hemos hecho el amor, también has estado distante, lloras a escondidas y no trates de negármelo en la cara porque sabes que tengo razón. Quiero pensar que soy yo el que tiene la culpa por hacerte parte de toda esta pesadilla y que no me estés ocultando nada, bastante tengo ya como para tener que lidiar contigo ahora.
Wow.
Aparto la mirada de la suya y me levanto de la cama, me cierro con llave en el baño y me meto a la ducha.
Ni siquiera voy a llorar, pero cuando siento el agua correr por mi cuerpo es inevitable no poder hacerlo.
Quizás ella tenga razón.
Y no puedo decirle lo que realmente me pasa, no podrá entenderlo nunca, y si no puede entenderlo… simplemente no podemos estar juntas.
—Britt—llama a la puerta—Britt-Britt, lo siento no quise decir lo que dije.
Salgo de la ducha y peino mi cabello, lavo mis dientes antes de salir.
Santana sigue de pie en la puerta y la ignoro.
—Britt-Britt, lo lamento.
—Has dicho lo que pensabas, Santana. No te lamentes de ser realmente lo que eres.
—¿Qué se supone que soy?
La encaro y no se inmuta de mi cercanía.
—¡Una egoísta!
—¿Egoísta?—pregunta levantando sus cejas—Te he estado preguntando estos días qué es lo que te pasa para que estés tan distante y yo soy la egoísta.
—Olvídalo, Santana. No podrás entenderlo de todas maneras.
Busco rápido mi ropa y vuelvo entrar al baño para cambiarme, lo hago más lento de lo normal para esperar que ambas nos calmemos, pero no está funcionando, no se trata de ella, se trata de mí, soy yo la egoísta no ella.
Pero necesito que se enfade ahora mismo para no tener que lidiar ahora yo con ello.
Salgo de nuevo y sigue en la misma posición.
Realmente quiere hablarlo ahora, pero se me hace tarde.
—Es sobre otra persona, ¿verdad?—susurra sentándose ahora en la cama y yo me detengo en seco por haberlo siquiera pensado—He visto en tu libreta hoy, tienes una cita. No puedes negarlo esta vez.
— ¿De qué estás hablando?
—Tú y Blaine, tienen una cita hoy.
La mato, esta vez la mato.
—¿En serio piensas eso?—la encaro ya sintiendo que las lágrimas de la cólera que se escuecen en mis ojos—¿En serio piensas que soy de las que corren en brazos de otra persona cuando las cosas se ponen difíciles?
—No lo sé—se pone de pie y me reta—Ya lo hiciste una vez.
No ser perfecta para ella.
Mi hermana, Rachel y mi sobrino se reunieron con nosotras anoche en la casa, o nuestra casa.
Mi hermana amenazó a Santana, pero vi el brillo de felicidad también en sus ojos.
Estaba también feliz por mí.
Era mejor de cómo lo fue antes, porque ahora la familia había crecido.
—Hoy vendrán mis padres—me sorprende Santana—Quiero que pasen tiempo con Emy, solamente la han visto un par de veces. De hecho estarán aquí en cualquier momento.
¿¡Y me lo dice hasta ahora!?
—San, eso es maravilloso, pero ¡Qué nervios!
La primera y última vez que los vi no fue precisamente algo agradable, recuerdo que no me fiaba mucho de ellos pero era porque Santana me hablaba de ellos de una manera mezquina, supongo que simplemente me dejé llevar, les daré la oportunidad que se merecen, después de todo son los padres de Santana y los abuelos de Emily.
Mientras estamos en el jardín viendo a Emily jugar con su nuevo juguete inflable, no deja de sacarnos sonrisas.
—¿Puedo preguntar cómo es tu relación ahora con ellos?
—Casi nada ha cambiado, pero les estoy agradecida porque si ellos no me hubiesen dicho de que Emy existiera yo… no lo sé.
—Cariño, eso es genial—la abrazo.
—Si tú me diste una oportunidad sin merecerla—me ve con nostalgia—Yo quiero dárselas a ellos… por ti, por nosotras. No sé lo que vaya a pasar, mañana tengo el primer juicio familiar y realmente necesito todo el apoyo.
—Todo va a salir bien—la beso—El juez sabrá tomar la mejor decisión y ésa es que Em esté con nosotras.
—Una vez la recupere será una López, no es que no lo sea ya—la ve por un segundo que no para de brincar y sonríe.
—Te amo.
Me atrapa viéndola con cara de enamorada y besa mis manos.
Lo mío puede esperar, no quiero angustiarla.
De nuevo la inseguridad está traicionándome como si fuese una chiquilla todavía y Santana se da cuenta.
—Has estado muy callada estos días, Britt-Britt.
—Solamente estoy cansada.
—¿Te gusta vivir aquí?—pregunta—Puedo cambiar lo que quieras y puedes decorarla a tu gusto, incluso podemos comprar otra más grande.
Es tan tierna.
—Es perfecta, es solamente que en el centro las cosas no van bien, pero pronto todo se arreglará.
—Lamento eso.
—También yo—le doy un beso casto y me dirijo al interior de la casa.
Mis lágrimas se derraman ya por mi rostro y las limpio enseguida. Tengo que ser fuerte, Santana lo entenderá y me aceptará.
Yo todavía sigo superándolo y yendo a terapia.
Fue hace un año pero a diario lo sigo recordando.
—Britt-Britt, estaba pensando que…
Se detiene al verme que estoy limpiando bruscamente mis ojos. Su mirada es de puro espanto, hace uno minutos estábamos riendo como una pareja de recién casados y ahora parece que acabara de perderlo todo.
—¿Por qué lloras, Britt? ¿Qué sucede?—se acerca para abrazarme y yo intento sonreírle, fallando rotundamente.
—Estoy bien, es sólo cansancio.
—Britt, mírame—me pide, pero toma mi rostro con sus manos—No mientas y dime qué tienes, Britt-Britt. Estás asustándome.
—Estoy bien, te lo prometo es sólo que todo es irreal y me da miedo de… perderlas.
—No vas a perdernos, te prohíbo que pienses así, Britt. ¿Dónde está mi Britt fuerte? A veces pienso que se queda en su oficina todos los días para ser solamente fuerte con sus pacientes y no con su vida.
—Lo siento—la abrazo—Lo siento tanto.
El momento es interrumpido cuando escuchamos el timbre de la puerta.
Limpia mi cara y me hace sonreír cuando me hace cosquillas y me carga fuera de la cocina. Toma mi mano y ya la pequeña Emily se nos une, seguramente sabe que hoy tenemos una visita especial para ella.
Santana abre la puerta y veo a una pareja tomada de la mano y que nos sonríen con lágrimas en los ojos.
Creo que también voy a llorar.
—Mamá, papá—Santana abre más la puerta y ellos entran.
Su mamá es la primera en abrazarla y Santana hace lo mismo, después su papá y juro por Dios que esta vez es diferente su encuentro.
—¿Recuerdan a Britt?
—Por supuesto—su mamá me sonríe y me abraza—Qué bueno que estés de regreso, querida.
—Señora López—continúo abrazándola—Lo mismo para usted, por favor siéntase como en casa.
—Por favor, llámame, Maribel.
Unas manitas aprietan mis piernas y ambas vemos hacia abajo, todas las miradas van directo a mí cargando a Emily en brazos y besando sus mejillas.
La mamá de Santana se lleva la mano a la boca y solloza riendo, su esposo la abraza y mi morena mayor me sonríe de vuelta conmovida.
—Emily, ¿recuerdas a tus abuelos?—la ánimo y ella los ve tímida—Ellos son los padres de mamá.
Maribel es la primera en tenderle los brazos y Emily se abalanza sobre ella, es increíble que se sienta cómoda a pesar de que son quizás unos extraños para ella.
—Has crecido mucho—Maribel la abraza y continúa llorando—Oh, mi bebé eres hermosa como tu mamá San.
El papá de Santana me ve con nostalgia y yo asiento con la cabeza, es igual que Santana, solo que muy alto, grandes ojos oscuros y cabello canoso negro.
Un hombre que cuando era joven ha de haber roto algunos corazones con esa mirada que tiene.
Al contrario de su esposa y mamá de Santana.
Maribel es una mujer sencilla pero a la vez elegante, de cabello castaño y ojos marrones.
—Veo que has hecho un buen trabajo con ella—casi me asusto cuando el papá de Santana llega a la cocina, mientras todos siguen en el jardín, Emily juega con su abuela y Santana ríe viéndolas.
—¿Lo sabe?
—Santana habla más conmigo que con su mamá para no agobiarla, sé lo que has hecho con mi nieta, es admirable que te mantengas en pie después de todo lo que pasó entre ustedes, no debo ni imaginármelo.
—Supongo que no hay vuelta atrás y si nada de eso hubiese pasado, yo seguramente no estaría aquí, es así cómo es la vida.
—Injusta muchas veces.
—Exacto—me rio y él me hace un guiño.
—Eres lo que siempre he querido para Tana—me conmueve cuando dice eso—No es que Dani no haya sido una buena mujer para ella, pero arrastró a Santana a un mundo sin vida así como ella estaba muriendo poco a poco, lo estaba haciendo con San. Es lamentable lo que pasó, nunca quisimos eso para ella, ni para Dani pero ahora puedo entenderlo—ve por un segundo a su esposa a lo lejos—Yo tampoco me iría de su lado.
—Señor…
—Alfonso—me interrumpe—Llámame Alfonso.
—Alfonso, conozco esa historia bien, todo lo que pasó, al menos Santana no mintió en esa parte de que todos querían apartarlo de Dani, pero ya no tiene que castigarse por ello.
Se queda en silencio y veo que mueve la nuez de su garganta.
—Puedo ver que todavía se culpan por haber permitido que la separaran de ella, todos merecemos despedirnos. Yo lo hice con mis padres de una manera diferente, ellos iban a un viaje y nos despedimos en el aeropuerto sin saber que jamás regresarían. Yo no puedo entender su dolor como padres, pero como hija puedo entender que quieran el bien para ella. Quizás no todo fue culpa de ustedes, ahora lo sé, porque he conocido la otra versión y a los Stanton, Emily merece estar con Santana.
Ahora me sonríe y se quita la lágrima de su mejilla que ha caído por mis palabras.
—Quiero que sean parte ustedes también de la vida de Emily, no importa lo que diga San, los quiero ahí, en cada reunión familiar, acto escolar, clases de ballet o lo que ella elija, no voy a permitir que Emily lo pierda todo.
Escucho los sollozos de una mujer y me sorprendo que Santana junto a Maribel hayan escuchado nuestra conversación.
Ahora soy yo la que quiere llorar, pero me contengo.
Maribel avanza hasta llegar a mí y me abraza.
—Gracias.
—No la dejes ir esta vez—escucho que le dice Alfonso a Santana —Esta vez patearé de verdad tu trasero, hija.
—No lo haré, papá.
Los padres de Santana se quedarían por el resto de la semana, lo que Emily tenía para quedarse con nosotras.
Se instalaron en casa y cada rincón se llenaba cada vez más, de anécdotas, recuerdos, pero sobre todo, el perdón.
Ése por fin había llegado para Santana y en varias ocasiones vi que abrazaba y acunaba a su mamá.
Maribel me ayudaba con Emily mientras iba al centro por unas horas, al regresar a casa era la mejor sensación de todas.
El primer juicio había ido bien, aunque podía jurar que Zoila cada vez me odiaba más.
Acompañé a Santana junto con sus padres a la sala civil de casos de familia y juro que sentía que cada parte de mí se sentía nerviosa cada vez que escuchaba hablar a los abogados de los Stanton atacando a Santana por cualquier movimiento que hiciera.
Me daba miedo de que cualquier error que pudiese cometer, ellos lo tomarían en su contra.
Ahora la prensa sabía de nuestra relación e incluso empezaron a acampar a los alrededor de nuestra casa para hacerle un par de preguntas fuera de lugar.
Quinn estaba metiendo sus manos para ayudar también, aunque no quería decirme de qué se trataba.
—Em subió dos kilos esta semana—le digo a Santana muy feliz—La he visto con más energía, es increíble que se esté por fin recuperando.
—Espero que continúe así.
—Le he mandado todas las instrucciones sobre la dieta de Emi a Zoila—hago una mueca pronunciando su nombre—Ha prometido cuidar de ella, de hecho parecía convincente aunque no me fío de ella, tendré que hacerle llamadas a cada hora de la comida para asegurarme de que Em esté comiendo bien. De hecho Zoila me dijo que podía visitarla cuantas veces quisiera y hasta se disculpó por lo que pasó la última vez. Llámenme loca, pero no confío en ella todavía.
Santana me ve y no dice nada
—¿Qué?
—¿Desde cuándo te convertiste en la mejor mamá de todas?
Me da pena.
—Desde que tú me lo permitiste, además tu no te quedas atrás López.
Se arrastra sobre mí y empieza a besarme.
Mi burbuja se rompe y la aparto un poco brusca.
—Britt—gruñe enfadada, sé que lo ha notado—Desde que vivimos juntas solamente hemos hecho el amor una vez y no pude ver tu rostro en la oscuridad, sabes que amo verte cuando te corres.
Oh, cielos. Va a matarme.
—Lo siento, he estado un poco…
—Cansada—corta.
—No te enfades.
—No estoy enfadada pero no quiero pensar que ya estamos como esas parejas que se volvieron aburridas de la noche a la mañana.
—No digas eso—la abrazo—Sabes que te amo, te prometo que pronto estaré lista para ti. Hay algo de lo que quisiera hablarte antes y no sé cómo decírtelo.
—¿Quieres tener más hijos?—pregunta incorporándose como resorte y buscando mi expresión.
¿En verdad piensa que se trata de eso?
Ojalá fuera eso… aunque si funciono lo que hice puede que la complazca en ese sentido, pero hasta no tener resultados concretos no diré nada.
—Lamento decirte que no se trata de eso—ahora aquel rostro lleno de decepción que tuve yo hace dos años, la tiene ella.
—¿Entonces qué es, Britt?—ahora está enfadada—No se trata solamente que no hemos hecho el amor, también has estado distante, lloras a escondidas y no trates de negármelo en la cara porque sabes que tengo razón. Quiero pensar que soy yo el que tiene la culpa por hacerte parte de toda esta pesadilla y que no me estés ocultando nada, bastante tengo ya como para tener que lidiar contigo ahora.
Wow.
Aparto la mirada de la suya y me levanto de la cama, me cierro con llave en el baño y me meto a la ducha.
Ni siquiera voy a llorar, pero cuando siento el agua correr por mi cuerpo es inevitable no poder hacerlo.
Quizás ella tenga razón.
Y no puedo decirle lo que realmente me pasa, no podrá entenderlo nunca, y si no puede entenderlo… simplemente no podemos estar juntas.
—Britt—llama a la puerta—Britt-Britt, lo siento no quise decir lo que dije.
Salgo de la ducha y peino mi cabello, lavo mis dientes antes de salir.
Santana sigue de pie en la puerta y la ignoro.
—Britt-Britt, lo lamento.
—Has dicho lo que pensabas, Santana. No te lamentes de ser realmente lo que eres.
—¿Qué se supone que soy?
La encaro y no se inmuta de mi cercanía.
—¡Una egoísta!
—¿Egoísta?—pregunta levantando sus cejas—Te he estado preguntando estos días qué es lo que te pasa para que estés tan distante y yo soy la egoísta.
—Olvídalo, Santana. No podrás entenderlo de todas maneras.
Busco rápido mi ropa y vuelvo entrar al baño para cambiarme, lo hago más lento de lo normal para esperar que ambas nos calmemos, pero no está funcionando, no se trata de ella, se trata de mí, soy yo la egoísta no ella.
Pero necesito que se enfade ahora mismo para no tener que lidiar ahora yo con ello.
Salgo de nuevo y sigue en la misma posición.
Realmente quiere hablarlo ahora, pero se me hace tarde.
—Es sobre otra persona, ¿verdad?—susurra sentándose ahora en la cama y yo me detengo en seco por haberlo siquiera pensado—He visto en tu libreta hoy, tienes una cita. No puedes negarlo esta vez.
— ¿De qué estás hablando?
—Tú y Blaine, tienen una cita hoy.
La mato, esta vez la mato.
—¿En serio piensas eso?—la encaro ya sintiendo que las lágrimas de la cólera que se escuecen en mis ojos—¿En serio piensas que soy de las que corren en brazos de otra persona cuando las cosas se ponen difíciles?
—No lo sé—se pone de pie y me reta—Ya lo hiciste una vez.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
dios,.. diosssssssssssssss!!!!!
britt necesita estar sola,.. una semana un mes algo!!!!
las dos estan escondiendo cosas,.. que no juegan a la familia perfecta por que ahora que em no esta,... no tienen ese dialogo que necesitan para construir la confianza mutua de las dos y tratar de empezar de cero aunque lo digan no lo hacen!!!
nos vemos!!!
dios,.. diosssssssssssssss!!!!!
britt necesita estar sola,.. una semana un mes algo!!!!
las dos estan escondiendo cosas,.. que no juegan a la familia perfecta por que ahora que em no esta,... no tienen ese dialogo que necesitan para construir la confianza mutua de las dos y tratar de empezar de cero aunque lo digan no lo hacen!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
porque no pdo atravezar esta pantalla y tomar de sus cuellos a esas dos para obligarlas a sincerarse de una buena vez?????? gracias por el maraton!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Fuck!
San en estos momentos esta de mirame y no me toques por toda la situación y pues era de esperarse que los cambios de Britt le iban a brincar
Y Britt pues con inseguridades que sigue guardándose para que San este bien ..... Cuando debe ser capaz de contarle a su pareja sus miedos sin ter su reacción, pero se juntaron demasiado rápido y sigue faltando el tiempo para sanar porque si siguen así van a lastimarse mas y ahora de por medio hay una pequeña :/
San en estos momentos esta de mirame y no me toques por toda la situación y pues era de esperarse que los cambios de Britt le iban a brincar
Y Britt pues con inseguridades que sigue guardándose para que San este bien ..... Cuando debe ser capaz de contarle a su pareja sus miedos sin ter su reacción, pero se juntaron demasiado rápido y sigue faltando el tiempo para sanar porque si siguen así van a lastimarse mas y ahora de por medio hay una pequeña :/
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
La jodio San con lo que dijo!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
dios,.. diosssssssssssssss!!!!!
britt necesita estar sola,.. una semana un mes algo!!!!
las dos estan escondiendo cosas,.. que no juegan a la familia perfecta por que ahora que em no esta,... no tienen ese dialogo que necesitan para construir la confianza mutua de las dos y tratar de empezar de cero aunque lo digan no lo hacen!!!
nos vemos!!!
Hola lu, eso mismo =/ Necesita su espacio... si que lo necesita =/ Esk no entienden... al menos una más q la otra que oculta más cosas ¬¬ Creo q aun no se dan cuenta cual es el error para q todo salga bn xq siguen cayendo en lo mismo ¬¬ SAludos =D
micky morales escribió:porque no pdo atravezar esta pantalla y tomar de sus cuellos a esas dos para obligarlas a sincerarse de una buena vez?????? gracias por el maraton!!!!
Hola, jajajajajajaajajaj sería muy bueno poder hacerlo, no¿? xq creo q no serías la única que lo quisiera la vrdd xD De nada, pero gracias a ti por leer! Saludos =D
JVM escribió:Fuck!
San en estos momentos esta de mirame y no me toques por toda la situación y pues era de esperarse que los cambios de Britt le iban a brincar
Y Britt pues con inseguridades que sigue guardándose para que San este bien ..... Cuando debe ser capaz de contarle a su pareja sus miedos sin ter su reacción, pero se juntaron demasiado rápido y sigue faltando el tiempo para sanar porque si siguen así van a lastimarse mas y ahora de por medio hay una pequeña :/
Hola, eso mismo xD esk no tiene mucha tolerancia, no¿? =/ Esk ellas no entienden que tienen q hablar las cosas antes de q se sepan por otro lado y no cuando ya las cosas están más q mal para decirlas =/ Q par, no¿?... pero se pertenecen xD Saludos =D
monica.santander escribió:La jodio San con lo que dijo!!!!!
Saludos
Hola, pfff otra vez¿? que raro la vrdd ¬¬ y después un "perdón, te amo" para ella esta todo listo ¬¬ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Cap 27
Capitulo 27
La palma de mi mano va a dar directamente a su rostro, pero esta vez es más veloz que yo y la atrapa, su agarre es bastante fuerte para no dejarme ir hasta que responda a su pregunta no formulada.
¿En serio piensa que la engaño y que por eso no quiero estar con ella y que solamente lo estoy por Emily?
Oh, mi amor si tan solo pudiera decirte.
—Te recuerdo que no fui yo la que huyó—siseo con los ojos cerrados—Yo te amé todavía buscando olvidarte en otros brazos, Santana. No puedes seguir viviendo en el pasado porque tú me has hecho olvidar esa parte de mi vida, no hagas que te odie por echármelo en cara ahora de haber buscado la felicidad que tú destruiste.
—Entonces dime—me suelta la mano para tomar mi cintura y acercarme—Dime qué es lo que te está pasando que te está alejando de mí. ¿Para qué quieres verte con Blaine? Le he comprado el jodido departamento para ti y he firmado un sinfín de papeles, no me gusta cómo te ve ni lo confianzuda que eres con él, no ahora que te he recuperado.
—Santana, ¡Basta!
Deja de tocarme y me alejo un poco.
¿Ha comprado el departamento?
Es por eso que Blaine ha insistido en que nos viéramos y tomemos un café, también me dijo que quiere presentarme a su pareja, aunque no sé si se trata de un hombre o de una mujer.
Lo que dice Santana y lo que piensa es ridículo.
No hay otra persona en mi vida, solamente ella, siempre ha sido ella.
—¿Compraste el departamento?
Asiente con la cabeza.
—¿Por qué?
Se levanta de la cama y va hacia el escritorio de la esquina, nunca me ha dado por ver dentro de las gavetas, pero sé que Santana guarda cosas importantes ahí y en su despacho.
Saca un par de papeles y un juego de llaves que brillan de nuevas y se acerca a mí.
—Lo compré para ti—toma mi mano y me lleva hasta la cama, ambas nos sentamos y pone el folder en mi regazo—Me voy a equivocar muchas veces como lo hice ahorita que te juzgué de esa manera, Britt-Britt. Y vas a querer huir de mí cada vez que te enfades, vas a mandarme a la mierda, tomar a Emy en brazos y salir corriendo porque hasta eso te he enseñado yo.
No digo nada y veo el folder que tiene un par de gotas de mis lágrimas ya en él.
—Si tienes que verte en la necesidad de salir corriendo, hazlo. Pero que sea a un lugar donde tenga yo la llave y poder entrar para poder ir a arrodillarme, pedirte perdón y hacer que regreses a mi lado.
Besa mi sien, se levanta y se dirige a la puerta, la veo cuando la cierra y sin limpiarme las lágrimas de mi rostro abro el folder.
El departamento está a mi nombre y veo que no es el nombre de Blaine, en su lugar es el nombre de una mujer, pero seguramente de eso era lo que quería hablarme también mi amigo.
Tan celosa está de ella que no se lo compró directamente a él. Mintió cuando dijo que se lo compró. Eso me hace reír y me levanto de la cama para dejar los papeles dentro del cajón. Tomo las llaves y también las dejo ahí adentro junto con las viejas mías, quizás nunca necesite huir.
Salgo de la habitación una vez estoy presentable y bajo.
La mamá de Santana tiene el desayuno preparado y Emily está ya devorándolo.
Mantengo una pequeña conversación con mi suegra y veo a las dos personas de su vida hablando a lo lejos por la piscina.
—¿Estás bien, querida?
—Sí, solamente tengo un día de esos.
—Ya me lo puedo imaginar—ve a su hija y creo que sabe que se trata de ella—Está demasiado estresada, no dejes que esto los distancie, tienen que estar más unidas que nunca.
—Lo sé, Maribel—aquí va el llanto de nuevo—Es mi culpa que estemos así.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
—Ojalá pudieras, pero me temo que es algo que debo solucionar de inmediato, no necesitamos esto ahora, Em nos necesita fuerte.
Me despido de ella con un fuerte abrazo y otro de Emily que ve los dibujos animados, le prometo llegar temprano a casa para pasar tiempo juntas antes de que sus abuelos regresen por ella, solamente espero que todo salga bien y que no le afecte.
Pero qué digo, por supuesto que tiene que afectarle, ha estado más sonriente que nunca mientras estuvo con nosotras.
Veo el reloj y tomo mis llaves antes de salir de mi despacho. Blaine me espera en el café, no pude cancelarle ya que me dijo que era urgente verme y que necesitaba de una amiga.
Cuando llegué al café Blaine estaba hecho un lío.
Se había peleado con su pareja, a pesar de tener un trabajo estable en Toronto no tenía muchas amistades por lo que conocerme era una de las mejores cosas que le habían pasado.
Le he contado que las cosas entre Santana y yo no están bien aunque no he indagado mucho el tema, ya que hasta para mí es difícil hablarlo todavía.
—Estoy jodidamente molesto contigo también—bebe de su café—Tu novia le compró el departamento a la zorra de la oficina, me perdí de una buena comisión.
—Lo siento por eso.
—Me tengo que ir—ambos nos levantamos y me da un fuerte abrazo—Gracias por venir, ve y dile a tu novia que no tiene de qué preocuparse, o mejor dile que no nos vimos hoy, quizás se ponga más tranquila.
—No creo que sirva de mucho pero lo intentaré.
Ambos entramos a nuestros respectivos coches y conduzco directo a casa, Quinn también estará ahí, todos queremos darle una linda noche a Emily antes de irse a casa y espero que para el próximo juicio sean buenas noticias y nunca más se vaya de nuestro lado.
Mi móvil suena mientras voy camino a casa y se trata del hombre que tiene mi corazón entero en sus manos, Santana.
—Britt-Britt—suspira—Te amo.
—También te amo—sonrío—Odio discutir.
—¿Dónde estás?
—Voy a casa, ¿Ya llegaron todos?
—Sí, solamente faltas tú. Emy está un poco ansiosa.
—Lo sé, pude ver algo de eso hoy por la mañana—giro el volante y freno en seco cuando un fotógrafo se mete en el camino—Santana, tengo que colgar, un par de fotógrafos no han dejado de seguirme.
—Mierda—gruñe enfadada—Por favor, ten cuidado y ven a casa.
Ignoro el auto que no deja de tomarme fotografías y tomo otra calle hasta perderlos.
Me relajo al ver que estoy por llegar a casa y distingo ya los autos afuera en el redondel que da la entrada a la inmensa casa que compartimos Santana y yo con nuestra hija.
Al momento en que me bajo del auto, siento un nudo feo en mi estómago y me detengo asustada, es la misma sensación que sentí cuando mis padres murieron.
Lo que me indica que algo malo va a suceder.
Pienso en que quizás son los nervios y el estrés y me obligo a entrar a la casa.
Emily sale corriendo hacia mí y me dan ganas de llorar cuando lo hace. Le sonrío aun con los ojos aguados y ella regresa a jugar con Charlie.
Todos están aquí y me ven un poco preocupados.
Deben de saber que me siento terrible al saber que hoy nos despediremos de Emily y que quizás nunca la volvamos a tener por mucho tiempo con nosotros.
—Hola, pequeña torpe—Quinn me abraza y hundo mi cara en su cuello para abrazarla fuerte—Hey, tranquila. Todo va a salir bien.
La amo, sabe que me siento terrible.
—Deja a mi novia, Q—le advierte Santana —Creo que ya la tuviste bastante tiempo para ti.
Me rio y busco sus brazos para nuestra reconciliación.
No pude despedirme de ella esta mañana y la extrañé demasiado.
—Hola—la aprieto más a mí—¿Cómo estás?
—Cada vez que te veo siento que estoy soñando, Britt-Britt. Estoy bien ¿Qué tal tu día?
—Normal.
—¿Viste a Blaine?—pregunta enseguida y no me sorprende que lo haga.
—No—me odio por mentir, pero quiero alejar su cabeza de todos los celos posibles.
Mi mentira funciona y besa mis labios.
Me reúno con los demás y pasamos una agradable tarde y poco de la noche con Emily, ella ríe y juega con mi sobrino que ahora me ha ignorado por completo y me siento un poco celosa.
Veo a toda mi familia, nuestra familia y el hogar que queremos formar y que por algunos días hemos logrado hasta llegar hasta este día que tarde o temprano sabía que pasaría.
No quiero llorar, pero sé que cuando Emily salga por esa puerta en los brazos de su abuela, temo que sea para siempre, Santana intenta ser fuerte y yo también, pero ambas sabemos que tenemos el mismo miedo.
En el juicio hay ventaja por igual, y ser parte de su vida ha ayudado mucho, ahora lo que menos queremos es un escándalo que pueda a venir a arruinarlo todo.
Los Stanton han lanzado unos cuantos golpes bajos diciendo que Emily no merece crecer en un ambiente de celebridad y no es así.
Somos personas normales, ni siquiera necesitamos guardaespaldas o esas cosas que necesitan las personas famosas.
A pesar del éxito de Santana siempre ha mantenido su vida privada fuera de todo el escándalo, es por eso que hasta el día de hoy no saben absolutamente nada sobre Dani aunque sí de su hija, aunque no mucho porque no ha pasado con él por largas temporadas.
No contamos con servidumbre tampoco, solamente lo básico cuando Santana salía por largas temporadas y dejaba la casa sola.
Casi no he tocado mi comida y Santana tampoco aunque me obliga a hacerlo, apenas llevo dos bocados a la boca y le riño que no quiero comer.
Todos ríen vernos discutir, incluso Emily se burla de su mami.
Aunque todos estén sonriendo, yo no dejo de ver el reloj, Zoila será malditamente puntual.
Santana y yo jugamos con Emily, Rachel aprovecha en tomar fotografías, ha estado haciéndolo durante toda la noche y no se cansa, ni yo tampoco, quiero que cada momento sea capturado.
Hasta que escuchamos el timbre de la puerta.
—Yo abro—dice Alfonso.
Me aferro a la mano de Santana y Emily se queda con nosotras.
Alfonso abre la puerta y los Stanton fingen una gran sonrisa cuando entran, el ambiente se siente hostil y yo no puedo sonreír más.
—¿Estás lista, Emily?—dice Zoila.
Mi Emily sigue aferrada a mis brazos y niega con la cabeza.
Oh, Dios, dame fuerzas.
—Danos unos minutos más, Zoila—le dice Santana, fingiendo amabilidad—Deja que se despida de todos.
—Tienes diez minutos, un vuelo nos espera mañana temprano.
—¿Vuelo?—reacciono desesperada.
—Vamos a llevar a Emily a Disneylandia.
El paraíso de todos los niños, Emily ama a las princesas, seguro la pasará bien. Así que no me alarmo, pero a juzgar por el rostro de Emily, que hayan nombrado Disney no le alegra nada.
—Vamos, cariño—le digo—Vamos a despedirnos.
Todos se despiden de Emily y Charlie ha cambiado su carita de inmediato porque sabe que su ahora mejor amiga se va.
Santana se queda hablando y controlándose a sí misma mientras está con Zoila y Bratt, parece que discuten y Zoila finge una sonrisa a los demás.
Nadie ha dicho nada, solamente se limitan a abrazar y besar a Emily y decirle que se divierta mucho en Disneylandia.
Cuando pongo a Emily en el suelo ella hace su pataleta, la misma que hacía cuando la conocí y Zoila empieza a perder la paciencia.
La puerta se abre y veo a un hombre trajeado familiar, el abogado de los Stanton.
—¿En serio?—espeta furiosa, Santana—Debes estar jodidamente bromeando para venir a traer a mi hija en compañía de tu abogado, Zoila.
—Era por si te negabas a hacerlo.
—Por favor, no hagan esto más grande, no es sano para Emily.
—¡Mamá!—grita Emily—¡mami!
—¿Por qué te dice mamá?—dice Zoila atontada. —¡Tú no eres su mamá!
El momento se vuelve peor cuando Quinn interviene para que el abogado no se meta, es algo familiar y me temo que Zoila empezará con otra de sus locuras porque ha escuchado que Emily me ha llamado «mamá».
—Porque lo es—responde Santana—Ella ha cuidado de Emily más que tú.
Ahora Zoila se ríe.
—Vamos, Emily. No tengo tiempo para esto.
—Nena—acaricio la mejilla de Emily—¿Recuerdas lo que hablamos?
Ella asiente.
—Casa, familia—responde entre sollozos—Todo iá bien.
—Todo irá bien—le sonrío como puedo—Somos una familia, tus abuelos te van a llevar a Disneylandia ¿No quieres conocer a las princesas?
—Sí.
—Entonces prométeme que te la pasarás bien y te tomarás muchas fotos que luego me mostrarás, aquí estaremos esperándote, princesa. Sabes que te amamos.
—Princesa—Santana la abraza—Escucha lo que dice mamá, te amamos, todo estará bien, te prometo que cuando regreses, volveremos a hacer otro viaje todas juntas. ¿Sí?
Emily se limpia sus grandes lágrimas y asiente.
—Sin llorar, princesa. Te amo.
—Amo—responde ella y la abraza.
Zoila la toma de la mano y Bratt como el cobarde que es, no intervino en que su esposa cerrara el pico.
—Haznos un favor y cuida de mi hija por primera vez en tu vida mientras esté con ustedes—le dice Santana y Bratt me ve a mí—Porque será la última vez que la tengan por tanto tiempo—Santana cierra la puerta y ya no hay que seguir fingiendo.
Ambas nos abrazamos entre sollozos y nos quedamos así por todo el tiempo que sea necesario para no sentir el vacío y el miedo de volver a perder a alguien que amamos.
¿En serio piensa que la engaño y que por eso no quiero estar con ella y que solamente lo estoy por Emily?
Oh, mi amor si tan solo pudiera decirte.
—Te recuerdo que no fui yo la que huyó—siseo con los ojos cerrados—Yo te amé todavía buscando olvidarte en otros brazos, Santana. No puedes seguir viviendo en el pasado porque tú me has hecho olvidar esa parte de mi vida, no hagas que te odie por echármelo en cara ahora de haber buscado la felicidad que tú destruiste.
—Entonces dime—me suelta la mano para tomar mi cintura y acercarme—Dime qué es lo que te está pasando que te está alejando de mí. ¿Para qué quieres verte con Blaine? Le he comprado el jodido departamento para ti y he firmado un sinfín de papeles, no me gusta cómo te ve ni lo confianzuda que eres con él, no ahora que te he recuperado.
—Santana, ¡Basta!
Deja de tocarme y me alejo un poco.
¿Ha comprado el departamento?
Es por eso que Blaine ha insistido en que nos viéramos y tomemos un café, también me dijo que quiere presentarme a su pareja, aunque no sé si se trata de un hombre o de una mujer.
Lo que dice Santana y lo que piensa es ridículo.
No hay otra persona en mi vida, solamente ella, siempre ha sido ella.
—¿Compraste el departamento?
Asiente con la cabeza.
—¿Por qué?
Se levanta de la cama y va hacia el escritorio de la esquina, nunca me ha dado por ver dentro de las gavetas, pero sé que Santana guarda cosas importantes ahí y en su despacho.
Saca un par de papeles y un juego de llaves que brillan de nuevas y se acerca a mí.
—Lo compré para ti—toma mi mano y me lleva hasta la cama, ambas nos sentamos y pone el folder en mi regazo—Me voy a equivocar muchas veces como lo hice ahorita que te juzgué de esa manera, Britt-Britt. Y vas a querer huir de mí cada vez que te enfades, vas a mandarme a la mierda, tomar a Emy en brazos y salir corriendo porque hasta eso te he enseñado yo.
No digo nada y veo el folder que tiene un par de gotas de mis lágrimas ya en él.
—Si tienes que verte en la necesidad de salir corriendo, hazlo. Pero que sea a un lugar donde tenga yo la llave y poder entrar para poder ir a arrodillarme, pedirte perdón y hacer que regreses a mi lado.
Besa mi sien, se levanta y se dirige a la puerta, la veo cuando la cierra y sin limpiarme las lágrimas de mi rostro abro el folder.
El departamento está a mi nombre y veo que no es el nombre de Blaine, en su lugar es el nombre de una mujer, pero seguramente de eso era lo que quería hablarme también mi amigo.
Tan celosa está de ella que no se lo compró directamente a él. Mintió cuando dijo que se lo compró. Eso me hace reír y me levanto de la cama para dejar los papeles dentro del cajón. Tomo las llaves y también las dejo ahí adentro junto con las viejas mías, quizás nunca necesite huir.
Salgo de la habitación una vez estoy presentable y bajo.
La mamá de Santana tiene el desayuno preparado y Emily está ya devorándolo.
Mantengo una pequeña conversación con mi suegra y veo a las dos personas de su vida hablando a lo lejos por la piscina.
—¿Estás bien, querida?
—Sí, solamente tengo un día de esos.
—Ya me lo puedo imaginar—ve a su hija y creo que sabe que se trata de ella—Está demasiado estresada, no dejes que esto los distancie, tienen que estar más unidas que nunca.
—Lo sé, Maribel—aquí va el llanto de nuevo—Es mi culpa que estemos así.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
—Ojalá pudieras, pero me temo que es algo que debo solucionar de inmediato, no necesitamos esto ahora, Em nos necesita fuerte.
Me despido de ella con un fuerte abrazo y otro de Emily que ve los dibujos animados, le prometo llegar temprano a casa para pasar tiempo juntas antes de que sus abuelos regresen por ella, solamente espero que todo salga bien y que no le afecte.
Pero qué digo, por supuesto que tiene que afectarle, ha estado más sonriente que nunca mientras estuvo con nosotras.
Veo el reloj y tomo mis llaves antes de salir de mi despacho. Blaine me espera en el café, no pude cancelarle ya que me dijo que era urgente verme y que necesitaba de una amiga.
Cuando llegué al café Blaine estaba hecho un lío.
Se había peleado con su pareja, a pesar de tener un trabajo estable en Toronto no tenía muchas amistades por lo que conocerme era una de las mejores cosas que le habían pasado.
Le he contado que las cosas entre Santana y yo no están bien aunque no he indagado mucho el tema, ya que hasta para mí es difícil hablarlo todavía.
—Estoy jodidamente molesto contigo también—bebe de su café—Tu novia le compró el departamento a la zorra de la oficina, me perdí de una buena comisión.
—Lo siento por eso.
—Me tengo que ir—ambos nos levantamos y me da un fuerte abrazo—Gracias por venir, ve y dile a tu novia que no tiene de qué preocuparse, o mejor dile que no nos vimos hoy, quizás se ponga más tranquila.
—No creo que sirva de mucho pero lo intentaré.
Ambos entramos a nuestros respectivos coches y conduzco directo a casa, Quinn también estará ahí, todos queremos darle una linda noche a Emily antes de irse a casa y espero que para el próximo juicio sean buenas noticias y nunca más se vaya de nuestro lado.
Mi móvil suena mientras voy camino a casa y se trata del hombre que tiene mi corazón entero en sus manos, Santana.
—Britt-Britt—suspira—Te amo.
—También te amo—sonrío—Odio discutir.
—¿Dónde estás?
—Voy a casa, ¿Ya llegaron todos?
—Sí, solamente faltas tú. Emy está un poco ansiosa.
—Lo sé, pude ver algo de eso hoy por la mañana—giro el volante y freno en seco cuando un fotógrafo se mete en el camino—Santana, tengo que colgar, un par de fotógrafos no han dejado de seguirme.
—Mierda—gruñe enfadada—Por favor, ten cuidado y ven a casa.
Ignoro el auto que no deja de tomarme fotografías y tomo otra calle hasta perderlos.
Me relajo al ver que estoy por llegar a casa y distingo ya los autos afuera en el redondel que da la entrada a la inmensa casa que compartimos Santana y yo con nuestra hija.
Al momento en que me bajo del auto, siento un nudo feo en mi estómago y me detengo asustada, es la misma sensación que sentí cuando mis padres murieron.
Lo que me indica que algo malo va a suceder.
Pienso en que quizás son los nervios y el estrés y me obligo a entrar a la casa.
Emily sale corriendo hacia mí y me dan ganas de llorar cuando lo hace. Le sonrío aun con los ojos aguados y ella regresa a jugar con Charlie.
Todos están aquí y me ven un poco preocupados.
Deben de saber que me siento terrible al saber que hoy nos despediremos de Emily y que quizás nunca la volvamos a tener por mucho tiempo con nosotros.
—Hola, pequeña torpe—Quinn me abraza y hundo mi cara en su cuello para abrazarla fuerte—Hey, tranquila. Todo va a salir bien.
La amo, sabe que me siento terrible.
—Deja a mi novia, Q—le advierte Santana —Creo que ya la tuviste bastante tiempo para ti.
Me rio y busco sus brazos para nuestra reconciliación.
No pude despedirme de ella esta mañana y la extrañé demasiado.
—Hola—la aprieto más a mí—¿Cómo estás?
—Cada vez que te veo siento que estoy soñando, Britt-Britt. Estoy bien ¿Qué tal tu día?
—Normal.
—¿Viste a Blaine?—pregunta enseguida y no me sorprende que lo haga.
—No—me odio por mentir, pero quiero alejar su cabeza de todos los celos posibles.
Mi mentira funciona y besa mis labios.
Me reúno con los demás y pasamos una agradable tarde y poco de la noche con Emily, ella ríe y juega con mi sobrino que ahora me ha ignorado por completo y me siento un poco celosa.
Veo a toda mi familia, nuestra familia y el hogar que queremos formar y que por algunos días hemos logrado hasta llegar hasta este día que tarde o temprano sabía que pasaría.
No quiero llorar, pero sé que cuando Emily salga por esa puerta en los brazos de su abuela, temo que sea para siempre, Santana intenta ser fuerte y yo también, pero ambas sabemos que tenemos el mismo miedo.
En el juicio hay ventaja por igual, y ser parte de su vida ha ayudado mucho, ahora lo que menos queremos es un escándalo que pueda a venir a arruinarlo todo.
Los Stanton han lanzado unos cuantos golpes bajos diciendo que Emily no merece crecer en un ambiente de celebridad y no es así.
Somos personas normales, ni siquiera necesitamos guardaespaldas o esas cosas que necesitan las personas famosas.
A pesar del éxito de Santana siempre ha mantenido su vida privada fuera de todo el escándalo, es por eso que hasta el día de hoy no saben absolutamente nada sobre Dani aunque sí de su hija, aunque no mucho porque no ha pasado con él por largas temporadas.
No contamos con servidumbre tampoco, solamente lo básico cuando Santana salía por largas temporadas y dejaba la casa sola.
Casi no he tocado mi comida y Santana tampoco aunque me obliga a hacerlo, apenas llevo dos bocados a la boca y le riño que no quiero comer.
Todos ríen vernos discutir, incluso Emily se burla de su mami.
Aunque todos estén sonriendo, yo no dejo de ver el reloj, Zoila será malditamente puntual.
Santana y yo jugamos con Emily, Rachel aprovecha en tomar fotografías, ha estado haciéndolo durante toda la noche y no se cansa, ni yo tampoco, quiero que cada momento sea capturado.
Hasta que escuchamos el timbre de la puerta.
—Yo abro—dice Alfonso.
Me aferro a la mano de Santana y Emily se queda con nosotras.
Alfonso abre la puerta y los Stanton fingen una gran sonrisa cuando entran, el ambiente se siente hostil y yo no puedo sonreír más.
—¿Estás lista, Emily?—dice Zoila.
Mi Emily sigue aferrada a mis brazos y niega con la cabeza.
Oh, Dios, dame fuerzas.
—Danos unos minutos más, Zoila—le dice Santana, fingiendo amabilidad—Deja que se despida de todos.
—Tienes diez minutos, un vuelo nos espera mañana temprano.
—¿Vuelo?—reacciono desesperada.
—Vamos a llevar a Emily a Disneylandia.
El paraíso de todos los niños, Emily ama a las princesas, seguro la pasará bien. Así que no me alarmo, pero a juzgar por el rostro de Emily, que hayan nombrado Disney no le alegra nada.
—Vamos, cariño—le digo—Vamos a despedirnos.
Todos se despiden de Emily y Charlie ha cambiado su carita de inmediato porque sabe que su ahora mejor amiga se va.
Santana se queda hablando y controlándose a sí misma mientras está con Zoila y Bratt, parece que discuten y Zoila finge una sonrisa a los demás.
Nadie ha dicho nada, solamente se limitan a abrazar y besar a Emily y decirle que se divierta mucho en Disneylandia.
Cuando pongo a Emily en el suelo ella hace su pataleta, la misma que hacía cuando la conocí y Zoila empieza a perder la paciencia.
La puerta se abre y veo a un hombre trajeado familiar, el abogado de los Stanton.
—¿En serio?—espeta furiosa, Santana—Debes estar jodidamente bromeando para venir a traer a mi hija en compañía de tu abogado, Zoila.
—Era por si te negabas a hacerlo.
—Por favor, no hagan esto más grande, no es sano para Emily.
—¡Mamá!—grita Emily—¡mami!
—¿Por qué te dice mamá?—dice Zoila atontada. —¡Tú no eres su mamá!
El momento se vuelve peor cuando Quinn interviene para que el abogado no se meta, es algo familiar y me temo que Zoila empezará con otra de sus locuras porque ha escuchado que Emily me ha llamado «mamá».
—Porque lo es—responde Santana—Ella ha cuidado de Emily más que tú.
Ahora Zoila se ríe.
—Vamos, Emily. No tengo tiempo para esto.
—Nena—acaricio la mejilla de Emily—¿Recuerdas lo que hablamos?
Ella asiente.
—Casa, familia—responde entre sollozos—Todo iá bien.
—Todo irá bien—le sonrío como puedo—Somos una familia, tus abuelos te van a llevar a Disneylandia ¿No quieres conocer a las princesas?
—Sí.
—Entonces prométeme que te la pasarás bien y te tomarás muchas fotos que luego me mostrarás, aquí estaremos esperándote, princesa. Sabes que te amamos.
—Princesa—Santana la abraza—Escucha lo que dice mamá, te amamos, todo estará bien, te prometo que cuando regreses, volveremos a hacer otro viaje todas juntas. ¿Sí?
Emily se limpia sus grandes lágrimas y asiente.
—Sin llorar, princesa. Te amo.
—Amo—responde ella y la abraza.
Zoila la toma de la mano y Bratt como el cobarde que es, no intervino en que su esposa cerrara el pico.
—Haznos un favor y cuida de mi hija por primera vez en tu vida mientras esté con ustedes—le dice Santana y Bratt me ve a mí—Porque será la última vez que la tengan por tanto tiempo—Santana cierra la puerta y ya no hay que seguir fingiendo.
Ambas nos abrazamos entre sollozos y nos quedamos así por todo el tiempo que sea necesario para no sentir el vacío y el miedo de volver a perder a alguien que amamos.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
hola morra...
no jodas britt y sus presentimientos,.. nunca ayudan!!! a ver como va el viaje a disney?? sera disney a donde van?!!
vaya,.. si que supo como jugar san con los enojos de britt y darle un lugar donde aislarse cuando lo necesite,..
mmmm que no sigan mintiendo o omitiendo de nuevo,.. sobre todo britt con lo de Blaine va a ser peor!!!
nos vemos!!!
no jodas britt y sus presentimientos,.. nunca ayudan!!! a ver como va el viaje a disney?? sera disney a donde van?!!
vaya,.. si que supo como jugar san con los enojos de britt y darle un lugar donde aislarse cuando lo necesite,..
mmmm que no sigan mintiendo o omitiendo de nuevo,.. sobre todo britt con lo de Blaine va a ser peor!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
cuando se va a acabar esto de los idiotas Stantontos!!!!!!????
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Nunca II (Adaptada) Epílogo
Britt no debio mentir. No se pq pienso que no es a Disney donde van, esa vieja infeliz de la abuela merece que le pateen el trasero hasta que llegue a tinbuctu!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
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