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[Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
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FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Cap 14
Capitulo 14
Santana
Luego de despertarme varias veces durante la noche para encontrar que Brittany seguía metida apretadamente contra mi pecho, fue una gran decepción cuando me desperté sola.
Me estiré y senté, buscando por las prendas de ropa que habíamos tirado alrededor de la habitación.
Las de Brittany se había ido y las mías se hallaban cuidadosamente dobladas en la silla.
¿Cuándo se fue?
Poniéndome de pie, alcancé una camisa ancha y me la puse antes de ir a buscar mi teléfono así podría llamarla y averiguar a dónde demonios fue.
Sí pensaba que lo de anoche no cambió las cosas, entonces se equivocaba.
Había cambiado todo.
Mi vida estaba jodida y no existía nada que pudiera hacer al respecto, pero no dejaría que Brittany se fuera.
Ahora no.
Susurros y risitas venían de mi habitación.
Seguía aquí o Bree hablaba consigo misma.
Abrí la puerta despacio para ver a Brittany sentada en la cama con Bree. Hablaban en voz baja, pero lo que sea que le decía, hizo reír a Bree. Brittany se encontraba vestida con una falda corta, así que casi cada centímetro de sus piernas se encontraba a la vista.
Anoche había tenido esas piernas envueltas alrededor de mí. Cerré los ojos y alejé las imágenes.
Bree se encontraba aquí.
Tenía que mantener las manos lejos de Brittany frente a Bree.
Esto iba a ser difícil.
—¡Tana!—chilló Bree mientras sus ojos se toparon con los míos, y aplaudía felizmente.
Había sido descubierta.
Las mejillas de Bree parecían de un rosado saludable y se sentía mucho mejor. La felicidad que irradiaba de su rostro hizo que mi corazón se hinchara.
Brittany puso esa mirada.
—Hola, mi Bree May. Se ve que esta mañana te sientes mejor—le dije mientras entraba a la habitación.
Luché bastante por no mirar a Brittany. Todavía no estaba segura de explicarle como me sentía.
No podía decirle como pagué por este departamento y me hacía cargo de la casa de mamá y los niños. La perdería y después de anoche sabía que esa no era una opción.
No podía perder a Brittany.
—Me estoy sintiendo mucho medor—respondió—Y Bitt me va a ridar mi cabeso.
—¿Sí? ¿Vas a tener una cita importante de la que no esté enterada?—me burlé, sentándome a su lado.
Soltó una risita y sacudió la cabeza.
—Sólo me gusta los ridos—respondió.
Brittany empezó a moverse y no pude aguantar más sin mirarla. Volteé la cabeza en su dirección y observé mientras salía de la cama y enderezaba su falda increíblemente corta.
Necesitaba un cambio.
Era demasiado corta.
—¿A dónde vas?—le pregunté.
Se encogió de hombros y retorció un mechón de cabello alrededor de su dedo nerviosamente.
—Pensé en darles algún tiempo a solas. Tengo clase en treinta minutos. Puedo volver más tarde, si eso está bien. Le dije a Bree que rizaría su cabello…—se fue apagando y miró hacia el suelo.
Yo seguía durmiendo cuando despertó, así que no pudimos hablar de nada. No sabía lo que pasaba por su cabeza en este momento. Pero sabía que precisaba aclarar algunas cosas antes de dejarla salir de mi departamento con esa maldita falda puesta.
—Bree May, por qué no vas a ver un poco de televisión mientras te preparo algo para desayunar y despido a Britt para que vaya a la escuela. ¿Está bien?—le dije mientras me levantaba.
Bree asintió y le tendí el control remoto de la pantalla plana en mi pared que había ganado el mes pasado en un juego de póquer.
Miré de regreso a Brittany y asentí hacia la puerta. Caminó hacia ella y la seguí.
Sí, esa falda era demasiado corta en la parte de atrás. Si se agachaba, alguien vería ese dulce traserito.
Tendría que cambiarla.
Sin dudas.
Cerrando la puerta detrás de mí, me moví rápidamente y la tomé de las caderas, luego la volteé para que me enfrentara y la presioné contra el refrigerador.
—Te fuiste cuando desperté—le susurré antes de besar la esquina de su boca.
—Me desperté temprano—respondió.
—Me perdí de verte toda arrugada por el sueño y tocarte mientras esa neblina sexy y somnolienta seguía en tus ojos—deslicé la mano por su muslo fácilmente ahuecando su trasero casi desnudo, gracias a las pequeñas bragas que usaba—Britt.
—Sí—respondió un poco entrecortadamente.
—Vas a tener que cambiarte.
Se quedó quieta en mis brazos.
—No puedo dejar que te vayas así. Me va a volver loca. Esta falda es demasiado corta, cariño. Las personas van a estar mirando y no quiero que miren.
Una sonrisa lenta se extendió a través de sus labios rojos.
Gracias a Dios.
No se iba a enojar por esto, porque no quería forzarla a hacer nada.
—¿Estás celosa?—preguntó, como si no creyera lo que decía.
—Diablos sí, estoy celosa—le respondí, pasando la mano sobre la piel suave de su trasero—No voy a compartir esto. No quiero pensar en que otras personas miren esto.
La sonrisa de Brittany se volvió más grande y yo estaba bastante cerca de rasgar esas bragas y tomarla contra el refrigerador. El hecho de que mi hermana menor se encontraba en la otra habitación era la única razón de que no estuviera haciendo cosas en este preciso minuto.
—Voy a cambiarme—respondió, tocando mi cara. Me besó en la mejilla y tomó una respiración profunda mientras me sonreía—Así que, lo de anoche… ¿no era algo de una sola vez?
Me pregunté cómo podía pensar eso, si era por el hecho de que tuve sexo con ella antes y me alejé.
Tenía toda la razón de pesar de que iba a alejarme nuevamente. No se dio cuenta que ahora era incapaz de alejarla.
Fuimos demasiado lejos.
—Anoche cambió todo—le aseguré antes de besar la esquina de su boca—Nunca voy a ser capaz de sacarte de mi sistema. Y no quiero hacerlo. Te necesito, Britt—cubrí su boca con la mía y me deslicé dentro para probarla.
Esta conexión con ella era lo primero en mi vida que me daba miedo. Nunca tuve temor de nada más, podía manejarlo todo.
Mis hermanos sabían que estaría ahí.
Podía hacerme cargo de ellos.
Podía hacer lo que sea necesario y sabía que me amaban.
Pero esto con Brittany, si lo perdía, si la perdía, perdería todo.
En la jodida vida que me tocó, ella era mi una fuente de consuelo. Con sólo estar a su lado, hacía que todo lo demás parezca bien.
Siempre fui honesta con ella acerca de todo… excepto lo único que podía alejarla de mí.
Nunca lo entendería.
Incluso si lo hacía, nunca lo aceptaría.
Si supiera que me acostaba con mujeres ricas por dinero, iba a dejarme.
Nunca podría saberlo.
Brittany
¿Has pensado en esa cena en Nueva York?
El mensaje de Sam llegó durante mi clase de literatura.
Me quedé mirando mi teléfono e intenté pensar qué iba a decirle. Si la decisión era entre Santana y él, entonces era Santana.
Me gustaba Sam y era probable que sea el más seguro cuando se trataba de proteger mi corazón.
Pero eso era todo.
No me preocupaba que Sam me lastimara, porque sabía que él no tenía ese poder.
Sólo salimos una vez y fue en la fiesta de compromiso de mi hermana. No era como si hubiera seguido adelante con él.
Metí mi teléfono en mi mochila y decidí que me ocuparía de él más tarde.
Necesitaba pensar en la respuesta correcta.
El profesor despidió a la clase y me apresuré a mi auto para volver con Santana.
Prometí peinar a Bree y si era completamente honesta conmigo misma, me sentía ansiosa por ver a Santana otra vez.
Anoche y esta mañana casi parecía como si hubiera entrado en uno de mis sueños.
Era increíble que Santana me mirara con esa emoción en sus ojos. Y que me diga que me cambiara puede que haya sido algo bárbaro, pero honestamente, si me lo pedía, me pondría unos pantalones chándal.
El hecho de que fuera posesiva conmigo y que no quería que otras personas me miraran, provocaba que mi tonto corazón se acelerara.
Lo malo era, que seguía esperando que mi alarma me despertara.
Seguía sin parecer real.
Mi teléfono empezó a sonar y lo alcancé dentro de mi mochila para sacarlo. El número de Santana iluminó la pantalla.
Sonriendo, respondí y puse mi teléfono en la oreja.
—Hola.
—Hola. ¿Ya saliste de clase?
¿Me comprobaba?
¿En serio?
—Sí, acabo de salir.
—¿Vas a regresar?
—Um. Eso planeaba. ¿Prometí peinar a Bree, recuerdas?
Hizo una pausa y suspiró.
Oh no. Llegaba a su fin. Tiempo de despertarse.
—Cierto. Quería asegurarme de que tus planes no habían cambiado. Tengo que correr al gimnasio para encontrarme con el entrenador. No puedo dejar sola a Bree.
Oh… no intentaba deshacerse de mí.
—Odio tener que pedirte que vengas y te quedes con ella mientras estoy fuera.
Sonriendo, abrí la puerta y entré.
—Estoy feliz de poder cuidarla por ti. Planeaba pasar el resto del día con Bree, así que no es un problema. Estaré ahí en un par de minutos.
Otra pausa.
¿Qué le pasaba?
—Está bien. Gracias, Britt.
¿De verdad no estaba acostumbrado a que la gente la ayudara con los niños?
—No tienes que agradecer. Te veo en un segundo—corté la llamada y viré el auto hacia lo de Santana.
La puerta del departamento de Santana se abrió antes de que pudiera tocar.
Estiró el brazo, tomó mi mano, y me jaló hacia dentro. Su boca estuvo en la mía inmediatamente.
Esta vez era diferente a las otras veces.
Algo sobre esto era desesperado. Como si intentara aferrarse a mí.
¿Le preocupaba que cambiara de opinión?
¿Después de la forma en que la perseguí por meses?
Dejé caer mi mochila al suelo y deslicé las manos en su cabello. Ella necesitaba algún tipo de consuelo de mi parte.
Me sentía segura de eso. Así que se lo di.
—No quiero dejarte—dijo contra mi boca mientras cerraba la puerta detrás de mí y luego me presionó contra ella.
—Estaré aquí cuando regreses —le aseguré, luego le di un mordisco a su labio inferior antes de acariciar dentro de su boca con mi lengua.
—Pero no quiero irme—repitió. Su voz sonaba con un poco de pánico mientras sus manos corrían dentro de mi camiseta y ahuecaba mis pechos—Te deseo, Britt. Sólo a ti.
No pude evitar sonreír. Eso sonaba tan bien.
—Simplemente es un entrenamiento, San. Incluso te daré un masaje cuando vuelvas.
Sus brazos se apretaron a mí alrededor y sentí el teléfono vibrar en su bolsillo.
Masculló una maldición y se apartó de mí. Pasó la yema del pulgar por mi labio inferior.
—Tengo que irme. Ojalá no tuviera que hacerlo.
Esta Santana pegajosa era algo nuevo.
Me gustaba, pero entonces, también me molestaba un poco. No quería que se preocupara cada vez que me dejaba como si las cosas pudieran ser diferentes cuando volviera.
¿Era insegura?
Nunca clasifiqué a Santana como insegura.
—Entre más rápido te vayas, más rápido regresarás—le dije, mordiendo su dedo pulgar que todavía tocaba mi labio—Ahora ve.
Santana asintió y dejo caer la mano de mi boca. Empezó a decir algo más y se detuvo. Me moví de la puerta y observé mientras la abría. Le di una sonrisa tranquilizadora y una sonrisa lenta y sexy tocó sus labios.
Me gustaba cuando sonreía.
No quería que estuviera preocupada o ansiosa.
Cuando cerró la puerta, me di cuenta que no se llevó la bolsa. Eso era extraño. Quizá tenía un cambio de ropa en su casillero en el gimnasio.
Me estiré y senté, buscando por las prendas de ropa que habíamos tirado alrededor de la habitación.
Las de Brittany se había ido y las mías se hallaban cuidadosamente dobladas en la silla.
¿Cuándo se fue?
Poniéndome de pie, alcancé una camisa ancha y me la puse antes de ir a buscar mi teléfono así podría llamarla y averiguar a dónde demonios fue.
Sí pensaba que lo de anoche no cambió las cosas, entonces se equivocaba.
Había cambiado todo.
Mi vida estaba jodida y no existía nada que pudiera hacer al respecto, pero no dejaría que Brittany se fuera.
Ahora no.
Susurros y risitas venían de mi habitación.
Seguía aquí o Bree hablaba consigo misma.
Abrí la puerta despacio para ver a Brittany sentada en la cama con Bree. Hablaban en voz baja, pero lo que sea que le decía, hizo reír a Bree. Brittany se encontraba vestida con una falda corta, así que casi cada centímetro de sus piernas se encontraba a la vista.
Anoche había tenido esas piernas envueltas alrededor de mí. Cerré los ojos y alejé las imágenes.
Bree se encontraba aquí.
Tenía que mantener las manos lejos de Brittany frente a Bree.
Esto iba a ser difícil.
—¡Tana!—chilló Bree mientras sus ojos se toparon con los míos, y aplaudía felizmente.
Había sido descubierta.
Las mejillas de Bree parecían de un rosado saludable y se sentía mucho mejor. La felicidad que irradiaba de su rostro hizo que mi corazón se hinchara.
Brittany puso esa mirada.
—Hola, mi Bree May. Se ve que esta mañana te sientes mejor—le dije mientras entraba a la habitación.
Luché bastante por no mirar a Brittany. Todavía no estaba segura de explicarle como me sentía.
No podía decirle como pagué por este departamento y me hacía cargo de la casa de mamá y los niños. La perdería y después de anoche sabía que esa no era una opción.
No podía perder a Brittany.
—Me estoy sintiendo mucho medor—respondió—Y Bitt me va a ridar mi cabeso.
—¿Sí? ¿Vas a tener una cita importante de la que no esté enterada?—me burlé, sentándome a su lado.
Soltó una risita y sacudió la cabeza.
—Sólo me gusta los ridos—respondió.
Brittany empezó a moverse y no pude aguantar más sin mirarla. Volteé la cabeza en su dirección y observé mientras salía de la cama y enderezaba su falda increíblemente corta.
Necesitaba un cambio.
Era demasiado corta.
—¿A dónde vas?—le pregunté.
Se encogió de hombros y retorció un mechón de cabello alrededor de su dedo nerviosamente.
—Pensé en darles algún tiempo a solas. Tengo clase en treinta minutos. Puedo volver más tarde, si eso está bien. Le dije a Bree que rizaría su cabello…—se fue apagando y miró hacia el suelo.
Yo seguía durmiendo cuando despertó, así que no pudimos hablar de nada. No sabía lo que pasaba por su cabeza en este momento. Pero sabía que precisaba aclarar algunas cosas antes de dejarla salir de mi departamento con esa maldita falda puesta.
—Bree May, por qué no vas a ver un poco de televisión mientras te preparo algo para desayunar y despido a Britt para que vaya a la escuela. ¿Está bien?—le dije mientras me levantaba.
Bree asintió y le tendí el control remoto de la pantalla plana en mi pared que había ganado el mes pasado en un juego de póquer.
Miré de regreso a Brittany y asentí hacia la puerta. Caminó hacia ella y la seguí.
Sí, esa falda era demasiado corta en la parte de atrás. Si se agachaba, alguien vería ese dulce traserito.
Tendría que cambiarla.
Sin dudas.
Cerrando la puerta detrás de mí, me moví rápidamente y la tomé de las caderas, luego la volteé para que me enfrentara y la presioné contra el refrigerador.
—Te fuiste cuando desperté—le susurré antes de besar la esquina de su boca.
—Me desperté temprano—respondió.
—Me perdí de verte toda arrugada por el sueño y tocarte mientras esa neblina sexy y somnolienta seguía en tus ojos—deslicé la mano por su muslo fácilmente ahuecando su trasero casi desnudo, gracias a las pequeñas bragas que usaba—Britt.
—Sí—respondió un poco entrecortadamente.
—Vas a tener que cambiarte.
Se quedó quieta en mis brazos.
—No puedo dejar que te vayas así. Me va a volver loca. Esta falda es demasiado corta, cariño. Las personas van a estar mirando y no quiero que miren.
Una sonrisa lenta se extendió a través de sus labios rojos.
Gracias a Dios.
No se iba a enojar por esto, porque no quería forzarla a hacer nada.
—¿Estás celosa?—preguntó, como si no creyera lo que decía.
—Diablos sí, estoy celosa—le respondí, pasando la mano sobre la piel suave de su trasero—No voy a compartir esto. No quiero pensar en que otras personas miren esto.
La sonrisa de Brittany se volvió más grande y yo estaba bastante cerca de rasgar esas bragas y tomarla contra el refrigerador. El hecho de que mi hermana menor se encontraba en la otra habitación era la única razón de que no estuviera haciendo cosas en este preciso minuto.
—Voy a cambiarme—respondió, tocando mi cara. Me besó en la mejilla y tomó una respiración profunda mientras me sonreía—Así que, lo de anoche… ¿no era algo de una sola vez?
Me pregunté cómo podía pensar eso, si era por el hecho de que tuve sexo con ella antes y me alejé.
Tenía toda la razón de pesar de que iba a alejarme nuevamente. No se dio cuenta que ahora era incapaz de alejarla.
Fuimos demasiado lejos.
—Anoche cambió todo—le aseguré antes de besar la esquina de su boca—Nunca voy a ser capaz de sacarte de mi sistema. Y no quiero hacerlo. Te necesito, Britt—cubrí su boca con la mía y me deslicé dentro para probarla.
Esta conexión con ella era lo primero en mi vida que me daba miedo. Nunca tuve temor de nada más, podía manejarlo todo.
Mis hermanos sabían que estaría ahí.
Podía hacerme cargo de ellos.
Podía hacer lo que sea necesario y sabía que me amaban.
Pero esto con Brittany, si lo perdía, si la perdía, perdería todo.
En la jodida vida que me tocó, ella era mi una fuente de consuelo. Con sólo estar a su lado, hacía que todo lo demás parezca bien.
Siempre fui honesta con ella acerca de todo… excepto lo único que podía alejarla de mí.
Nunca lo entendería.
Incluso si lo hacía, nunca lo aceptaría.
Si supiera que me acostaba con mujeres ricas por dinero, iba a dejarme.
Nunca podría saberlo.
Brittany
¿Has pensado en esa cena en Nueva York?
El mensaje de Sam llegó durante mi clase de literatura.
Me quedé mirando mi teléfono e intenté pensar qué iba a decirle. Si la decisión era entre Santana y él, entonces era Santana.
Me gustaba Sam y era probable que sea el más seguro cuando se trataba de proteger mi corazón.
Pero eso era todo.
No me preocupaba que Sam me lastimara, porque sabía que él no tenía ese poder.
Sólo salimos una vez y fue en la fiesta de compromiso de mi hermana. No era como si hubiera seguido adelante con él.
Metí mi teléfono en mi mochila y decidí que me ocuparía de él más tarde.
Necesitaba pensar en la respuesta correcta.
El profesor despidió a la clase y me apresuré a mi auto para volver con Santana.
Prometí peinar a Bree y si era completamente honesta conmigo misma, me sentía ansiosa por ver a Santana otra vez.
Anoche y esta mañana casi parecía como si hubiera entrado en uno de mis sueños.
Era increíble que Santana me mirara con esa emoción en sus ojos. Y que me diga que me cambiara puede que haya sido algo bárbaro, pero honestamente, si me lo pedía, me pondría unos pantalones chándal.
El hecho de que fuera posesiva conmigo y que no quería que otras personas me miraran, provocaba que mi tonto corazón se acelerara.
Lo malo era, que seguía esperando que mi alarma me despertara.
Seguía sin parecer real.
Mi teléfono empezó a sonar y lo alcancé dentro de mi mochila para sacarlo. El número de Santana iluminó la pantalla.
Sonriendo, respondí y puse mi teléfono en la oreja.
—Hola.
—Hola. ¿Ya saliste de clase?
¿Me comprobaba?
¿En serio?
—Sí, acabo de salir.
—¿Vas a regresar?
—Um. Eso planeaba. ¿Prometí peinar a Bree, recuerdas?
Hizo una pausa y suspiró.
Oh no. Llegaba a su fin. Tiempo de despertarse.
—Cierto. Quería asegurarme de que tus planes no habían cambiado. Tengo que correr al gimnasio para encontrarme con el entrenador. No puedo dejar sola a Bree.
Oh… no intentaba deshacerse de mí.
—Odio tener que pedirte que vengas y te quedes con ella mientras estoy fuera.
Sonriendo, abrí la puerta y entré.
—Estoy feliz de poder cuidarla por ti. Planeaba pasar el resto del día con Bree, así que no es un problema. Estaré ahí en un par de minutos.
Otra pausa.
¿Qué le pasaba?
—Está bien. Gracias, Britt.
¿De verdad no estaba acostumbrado a que la gente la ayudara con los niños?
—No tienes que agradecer. Te veo en un segundo—corté la llamada y viré el auto hacia lo de Santana.
La puerta del departamento de Santana se abrió antes de que pudiera tocar.
Estiró el brazo, tomó mi mano, y me jaló hacia dentro. Su boca estuvo en la mía inmediatamente.
Esta vez era diferente a las otras veces.
Algo sobre esto era desesperado. Como si intentara aferrarse a mí.
¿Le preocupaba que cambiara de opinión?
¿Después de la forma en que la perseguí por meses?
Dejé caer mi mochila al suelo y deslicé las manos en su cabello. Ella necesitaba algún tipo de consuelo de mi parte.
Me sentía segura de eso. Así que se lo di.
—No quiero dejarte—dijo contra mi boca mientras cerraba la puerta detrás de mí y luego me presionó contra ella.
—Estaré aquí cuando regreses —le aseguré, luego le di un mordisco a su labio inferior antes de acariciar dentro de su boca con mi lengua.
—Pero no quiero irme—repitió. Su voz sonaba con un poco de pánico mientras sus manos corrían dentro de mi camiseta y ahuecaba mis pechos—Te deseo, Britt. Sólo a ti.
No pude evitar sonreír. Eso sonaba tan bien.
—Simplemente es un entrenamiento, San. Incluso te daré un masaje cuando vuelvas.
Sus brazos se apretaron a mí alrededor y sentí el teléfono vibrar en su bolsillo.
Masculló una maldición y se apartó de mí. Pasó la yema del pulgar por mi labio inferior.
—Tengo que irme. Ojalá no tuviera que hacerlo.
Esta Santana pegajosa era algo nuevo.
Me gustaba, pero entonces, también me molestaba un poco. No quería que se preocupara cada vez que me dejaba como si las cosas pudieran ser diferentes cuando volviera.
¿Era insegura?
Nunca clasifiqué a Santana como insegura.
—Entre más rápido te vayas, más rápido regresarás—le dije, mordiendo su dedo pulgar que todavía tocaba mi labio—Ahora ve.
Santana asintió y dejo caer la mano de mi boca. Empezó a decir algo más y se detuvo. Me moví de la puerta y observé mientras la abría. Le di una sonrisa tranquilizadora y una sonrisa lenta y sexy tocó sus labios.
Me gustaba cuando sonreía.
No quería que estuviera preocupada o ansiosa.
Cuando cerró la puerta, me di cuenta que no se llevó la bolsa. Eso era extraño. Quizá tenía un cambio de ropa en su casillero en el gimnasio.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
se me hace que san ya empezó cagando la!! a entrenar en serio??
las nuevas facetas de san en lo que quiere con britt!!!
espero que san ubique todo en su lugar antes que britt se de cuenta,.. sam todavía anda en órbita!
nos vemos!!!
se me hace que san ya empezó cagando la!! a entrenar en serio??
las nuevas facetas de san en lo que quiere con britt!!!
espero que san ubique todo en su lugar antes que britt se de cuenta,.. sam todavía anda en órbita!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Las mentiras tienen patas cortas San!!!!
La va a Joder !! !!
Saludos
La va a Joder !! !!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
ok la va a cagar pq no tiene experiencia en una relacion exclusiva, pero mientras por favor dejemoslas en su nube aunque sea un tiempecito!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
se me hace que san ya empezó cagando la!! a entrenar en serio??
las nuevas facetas de san en lo que quiere con britt!!!
espero que san ubique todo en su lugar antes que britt se de cuenta,.. sam todavía anda en órbita!
nos vemos!!!
Hola lu, nose xq creo lo mismo que tu..., pero tengo la mínima posibilidad q si se va a ir a entrenar =/ Todo por la rubia... su rubia! jajajajaaja. Espero con todo mi ser q sea así ajajajajajaj. ¬¬ si ¬¬ lo q nose si es bueno o malo ¬¬ Saludos =D
monica.santander escribió:Las mentiras tienen patas cortas San!!!!
La va a Joder !! !!
Saludos
Hola, aii si q si y eso es lo q duele aki!!!! Pienso igual, pero para q decirlo, no¿? =/ Saludos =D
micky morales escribió:ok la va a cagar pq no tiene experiencia en una relacion exclusiva, pero mientras por favor dejemoslas en su nube aunque sea un tiempecito!!!!!
Hola, ese es un buen punto...y no es bueno =/ JAjaajajajajajaj pero q punto tienes otra vez jaajjaj, osea xq no un ratito aunk sea¿? jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Cap 15
Capitulo 15
Santana
No pude hacerlo.
Cassandra July era una de mis mejores clientes. Me había enviado a muchas otras mujeres ricas.
Pero maldita sea si podía dejar Brittany en mi departamento y entrar en la casa de playa de esta mujer.
Sería un maldito milagro si pudiera llegar hasta ahí.
La culpa de mentirle a Brittany y haberla dejado cuidando de Bree era bastante mala.
Al recordar lo bien que se sentía estar unida a Brittany, tenerla aferrada a mí y diciendo mi nombre mientras ella encontraba la liberación, era un asunto completamente diferente.
Nadie más iba a llegar a esa altura.
Me veía y me sentía mal.
No podía hacer esto.
Saqué mi Jeep del estacionamiento de la casa de Cassandra. Iba a tener que decirle algo. Cualquier cosa para dejar esto de lado.
Necesitaba el dinero.
Ryder tenía otra cita con el odontólogo para su aparato la próxima semana y necesitaría por lo menos mil dólares para eso. Además necesitaba conseguir nuevas ventanas en las habitaciones de los niños. Dos estaban rotas.
Ryder dijo que cuando llovía, se mojaba la pared y el suelo. Lo último que necesitaba era que el remolque tuviera un piso podrido.
Mi teléfono sonó.
Miré hacia abajo para ver el nombre de mi mamá en la pantalla.
Mierda.
No quería hablar en estos momentos. Pero si la ignoraba, podría ir al departamento mientras no estaba y encontraría a Brittany.
—¿Qué?—dije con rabia al teléfono.
Todo era culpa suya, incluso que estuviera en esta situación difícil.
—Trae a Bree a casa. Se encuentra mejor. Y mi coche tiene un neumático pinchado. Necesito neumáticos nuevos.
—Llevaré a Bree a casa esta noche, si creo que está bien. Y si quieres neumáticos nuevos, consigue un maldito trabajo.
Perra estúpida, odiaba recurrir a mí para pagar las cuentas, pero seguro que no le importaba pedirme dinero.
—¿Quieres que conduzca con tus hermanos en esos neumáticos malos? Bien. Conduciré con ellos a la escuela. Odian el autobús de todas formas.
Era una amenaza que mantendría sólo porque era una viciosa.
Miré hacia la casa en frente de mí. Necesitaba el dinero.
Siempre necesitaba más dinero.
Debería haber guardado el dinero de Artie del juego de póker para pagar en efectivo y no haber obtenido esa maldita televisión de pantalla plana.
No hubiera sido suficiente dinero, pero habría ayudado.
—Conseguiré tus neumáticos. Pero será mejor que no lleves a los chicos a ninguna parte hasta que lo haga.—colgué el teléfono y lo tiré en el asiento del pasajero.
Apagando todas las emociones y bloqueando cualquier sentimiento que tenía por Brittany, abrí la puerta de mi Jeep y salí.
Hacía esto desde hace tres años.
Podría hacerlo.
Tenía que hacerlo.
Tres horas más tarde estacioné mi Jeep de vuelta en mi casa y salí, cerrando la puerta detrás de mí.
Había tenido tiempo suficiente en el camino a casa para calmarme.
Le di una patada a mi neumático y golpeé las dos manos sobre el capó. Respiraciones profundas.
Necesitaba respirar profundamente.
Me dolía el pecho, el estómago se retorció en nudos y el dinero de mierda en mi bolsillo era más pesado que nunca.
Antes de que tuviera a Brittany, esto era fácil. Ahora era enfermizo.
Yo era una jodida hija de puta, literalmente.
Necesitaba sentir de nuevo.
Necesitaba estar cerca de Brittany.
Anduve a través del estacionamiento y me dirigí escaleras arriba, de dos en dos a la vez.
Verla y sostenerla lo mejoraría.
La mujer que acababa de pagarme destelló en mi mente y me congelé. No podía tocar a Brittany en estos momentos.
Tenía que estar limpia.
Necesitaba una ducha.
La más caliente que pudiera soportar.
Brittany no tenía necesidad de estar cerca del sexo barato y sin sentido que yo acababa de tener.
Abrí la puerta y entré. La televisión en mi habitación se hallaba encendida y podía oír a las chicas hablando. Antes de que ninguna de ellas se diera cuenta de que me encontraba en casa, me dirigí al cuarto de baño.
Brittany
Oí el chasquido de la puerta de enfrente cerrarse y miré la puerta del dormitorio para ver si Santana aparecía.
No lo hizo.
Miré por encima de Bree, que veía la televisión otra vez después de explicarme que esta chica era la niñera de un puñado de niños y que un par de ellos eran adoptados y me giré en la cama.
—Enseguida vuelvo—le aseguré, cuando volvió la cabeza llena de rizos para mirarme.
Sonrió y volvió a ver su espectáculo.
Cerré la puerta de la habitación al salir y me dirigí a la sala. El sonido de la ducha respondió a mi pregunta.
Santana había vuelto a casa desde el gimnasio todo sudada y quería estar limpia.
Qué mal.
Me hubiera gustado verla sudorosa.
Me acerqué a la nevera y saqué el pollo frito y galletas que Bree me ayudó a preparar.
Santana debía de tener hambre después de estar en el gimnasio durante tres horas.
Encendí el horno y puse una pechuga de pollo y una pata junto con un par de galletas en una bandeja de horno, luego la deslicé dentro.
No era una fan de la microonda. Estaba segura de que era la causa de todo tipo de problemas de salud.
El agua de la ducha dejó de escucharse y las mariposas en mi estómago empezaron a subir mientras esperaba ansiosamente volver a verla.
Era ridículo que estuviera tan emocionada por ello. Sólo había estado fuera tres horas.
Cuando abrió la puerta del baño, Santana salió con nada más que un corto albornos.
No había palabras para esto.
Nada se le comparaba.
Sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa tocó sus labios.
—¡Hola!—dijo mientras se acercaba a mí.
No me moví de mi lugar en la cocina.
—Hola—me las arreglé para responder.
Mantener los ojos fuera de sus piernas y sobre su rostro era otro problema.
—Algo huele bien—miró hacia el horno y luego a mí—¿Sabes cocinar?
—Tal vez.
Santana movió la cabeza hasta que su boca se cernía sobre la mía.
—Sexy como el infierno y además cocinas, Dios, cariño, no podría haber conseguido nada mejor.
Riendo, baje mi cabeza para besarla en la boca antes de dar un paso atrás y revisar su pollo.
—Bree me ayudó—le dije.
—¿En serio? Creo que es necesario comprobarlo otra vez—dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras me daba la vuelta.
—Necesita unos minutos más—le expliqué.
—Admiraba la vista.
Dejé que mi mirada viajara por sus piernas húmedas, apenas cubiertas y a continuación, volvía a subirla.
—Podría decir lo mismo—le dije.
Los ojos de Santana se oscurecieron y ardieron al instante.
—Me miras así de nuevo, y te meteré en el baño y te tomaré contra la pileta.
Di un paso hacia ella.
—¿Es una amenaza o una promesa?
Santana alcanzó mi cintura y me jaló hacia ella, cuando se abrió la puerta de la habitación. Bree salió saltando y sonriendo.
—Tana—gritó en señal de saludo y luego una pequeña arruga tocó su frente—¿Nonde está tu ropa?
Me tapé la boca para sofocar mi risa y alcancé una agarradera para sacar la comida de Santana del horno.
—Bueno, Bree May, tengo que ir a buscar un poco. Acabo de tomar una ducha para quitarme la suciedad.
—Te cocinamos la dena—dijo alegremente, señalando a la comida que ponía en un plato para su hermana.
—Y se ve deliciosa. Gracias, chicas, por cuidarme. Voy a buscar algo de ropa y entonces vendré a comer.
—Buena idea—concordó Bree.
Observé a Santana caminar hacia la puerta de su habitación y la vista de ella en su albornoz era tan bonita desde la parte posterior.
Necesitaba un ventilador.
—¿Le dijiste sobre la tarta de matequilla de maní?—preguntó Bree en un susurro después de que Santana cerrara la puerta.
—No. Pensé en dejarte sorprenderle con ella. Ya que hiciste todo el trabajo duro.
Bree aplaudió e hizo un pequeño baile feliz.
No había manera de que fuera a ser capaz de dejar que se comiera toda su comida antes de que sacara la tarta de la nevera.
—¿Por qué no me ayudas a arreglar algo de beber?
Bree corrió al lavavajillas y sacó un vaso limpio. Me lo entregó.
—Creo que le gusta beder cerveza de raíz. Porque Ryder dijo que le gustaba beder cerveza, pero no creo que sea del tipo que bede mi mamá. No le gusta cuando ella bede esas cosas.
Dios la bendiga.
Era tan pequeña y ya sabía mucho.
No iba a ser la que le dijera que Santana, en efecto, bebía cerveza. Pero también sabía que no iba a haber ninguna cerveza de raíz en esta cocina.
—¿Y el té dulce que hice antes? ¿Crees que le gustaría eso?
Tenía la esperanza de que sí, porque habría eso. Abrí la nevera y empujé las cervezas Bud Light a la parte trasera de la nevera y trasladé el zumo de naranja delante antes de que Bree se diera cuenta.
—Ese dulce té delicioso. Creo que le gustará—respondió.
Terminé de verter el té y le arreglé un plato en la mesa con la ayuda de Bree, justo a tiempo para que Santana viniese pavoneándose de su habitación en una camiseta negra ajustada que hacía juego con sus ojos y un par de vaqueros de cintura baja.
Esa aspecto debería ser ilegal.
Sus pies estaban desnudos y bronceados. Antes no les había prestado mucha atención, pero ahora sabía que incluso tenía los pies sexy.
—¿Debo quedarme quieta hasta que termines?—bromeó Santana.
Negué con la cabeza y me encontré con su mirada divertida.
—No dejes que te detenga. Lo disfruté. Por favor, continúa.
No pude evitarlo.
Me eché a reír.
Me había atrapado comiéndole con los ojos.
—Te vistes así y es difícil no mirar—le contesté y me alejé de ella para sacar el lavavajillas.
—¿Qué está nal con su ropa?—preguntó Bree, confundida.
Abrí la boca para decirle que nada, pero Santana se me adelantó.
—Nada, Bree May. Creo a Britt le gusta cómo me veo en mi ropa.
Levanté la cabeza y sus centelleantes ojos se encontraron con los míos.
—Si le gusta, entonces debes usarlas todo el tiempo. Es dulce, divertida y hemosa. Y puedes usarlas cuando venga a vernos.
Su vocecita emocionada me dio ganas de ir a abrazarla con fuerza y asegurarle que me vería de nuevo.
Todavía no había dicho nada sobre su mamá o incluso mencionado volver a casa.
Eso dice más que cualquier palabra que pudiera haber dicho. Eso me rompió el corazón.
—Es una buena idea, Bree May. Tal vez debo usarlas todos los días. Podría conseguir que Britt se quedara durante un rato. En algún momento, ella y yo podríamos ir a buscarlos a ti y los chicos y llevarles a conseguir una hamburguesa.
Bree saltó con entusiasmo sobre las puntas de sus pies.
—Sí, sí, por favor—se volvió hacia mí—¿Ella te gusta con ota ropa, o sólo con esa?
La sinceridad de su pregunta me hizo sonreír.
Iba a hacer lo que fuera para conseguir que Santana llevara ese conjunto todos los días sólo para que pudiera verme de nuevo.
Si no lo hubiera hecho ya, se habría abierto paso a mi corazón, en ese momento.
—En realidad, Bree, creo que se ve bien todo el tiempo. Sólo me atrapó mirándole esta vez.
Los ojos de Bree se agrandaron y una sonrisa estalló en su cara cuando volvió a mirar a Santana.
—Le gustas y ella es hemosa y divertida.
Bree miraba de mí a Santana. Eso podría haber sido lo más dulce que alguien me haya dicho.
—También huele bien y tengo algo por ese hermoso pelo rubio—agregó Santana, echándose hacia atrás en su silla y estudiándome.
—De hecho, huele muy bien—concordó Bree—Y su té dulce es delicioso.
Santana asintió.
—Sí, tiene todo delicioso.
Apreté los labios para no reír y apoyé una cadera contra el mostrador para ver como los dos me estudiaban.
—También puede cantar, me cantó todo tipo de canciones.
Los ojos de Santana se agrandaron ante la declaración de Bree. No tenía intención de que se lo dijera a Santana.
Canté para ella.
Me lo pidió y creí que nadie le había cantado antes. La dejé arrastrarse encima de mi regazo y la canté todas las canciones que me pidió.
—¿En serio?—preguntó Santana con una sonrisa pícara en su rostro—Mmm. No lo sabía. Supongo que va a ser el factor decisivo para mí. Britt tendrá que cantar para decidir si quiero que siga cerca.
Bree parecía contenta con esto.
—¡Sí! Lo harás. Canta muy bien.
Temía el momento en que estuviéramos solas.
El teléfono de Santana sonó y se tensó inmediatamente. El aspecto divertido en su rostro desapareció.
¿A quién esperaba?
Metió la mano en el bolsillo, descolgó su teléfono y luego dejó escapar un suspiro.
—La llevaré a casa dentro de un rato. Déjame comer primero.
Oh, no. Era su mamá.
No estaba dispuesta a que Bree volviera con esa mujer.
—Treinta minutos—colgó el teléfono y miró a Bree—Mamá está lista para que vuelvas a casa, Bree May. ¿Por qué no vas a conseguir tus cosas mientras termino?
La carita de Bree cayó, pero no discutió. Asintió y se dirigió al dormitorio.
La observé hasta que la perdí de vista y luego volví a mirar a Santana.
—¿Tiene que irse?—le pregunté en voz baja.
Santana frunció el ceño y asintió.
—Sí.
A ella tampoco le gustaba la idea.
—¿Crees que estará bien? ¿Tu mamá recordará darle los antibióticos todos los días? Porque es muy importante que se los tome hasta que se hayan terminado.
—Ryder se asegurará de que se los tome todos. Es bueno con esas cosas.
Lágrimas picaban en mis ojos y tenía que irme antes de que me pusiera a llorar y Bree me viera.
Fui al baño y abrí el grifo para enmascarar mis lágrimas.
Era horrible la idea de enviar a Bree de nuevo a ese sucio y viejo remolque con una mamá a la que no le importaba.
—Oye—Santana abrió la puerta del baño y entró—Ven aquí—me abrazó y apoyó la barbilla en mi cabeza—Sé que esto es una mierda, pero te prometo que estará bien. Conseguiré que te dejen volver a verla. Joder, si dejas de llorar, también le conseguiré un teléfono para que puedan hablar.
Asentí.
Me gustó esa idea.
—Está bien.
—¿Está bien, quieres que le consiga un teléfono?—me preguntó.
—Sí.
Santana se rió entre dientes.
—Hecho. Ahora deja de llorar. Puedo ir y comprobarlos más de una vez a la semana.
No quería que se sintiera como si estuviera fallando cuando era obvio que hacía todo lo posible para cuidarlos.
Si tenía un trabajo de verdad, no sabía cuál era. Tenía la escuela y el Softbol.
Ella había tenido algunos trabajos secundarios, pero nada cerca de aquí. De alguna manera, tenía dinero.
Empecé a preguntarle al respecto cuando se abrió la puerta del baño y Bree apareció con el ceño fruncido hacia nosotras.
—¿Qué ocude?
No podía hacerle saber por qué había estado llorando.
Sonreí y me salí de los brazos de Santana.
—Nada. Sólo tenía una basurita algo en el ojo y vine aquí para sacarla—me giré hacia el grifo y lo cerré.
—¿Por qué te abrazaba Tana?
La niña no se perdía nada.
—Le saqué la basurita —respondió Santana.
Bree pareció conforme con esta respuesta, por lo que asintió.
—Conseguí mis cosas, etoy lita para irme.
—Bien, mi Bree May, déjame terminar de comer y luego iremos.
—Pero ¿qué pasa con su sopresa?—me preguntó Bree mirando a la nevera con anhelo.
—Creo que ahora sería un momento increíble para su sorpresa—contesté y dejó caer su bolso y corrió para recuperar la tarta de mantequilla de maní de la nevera.
Santana me lanzó una mirada inquisitiva y se limitó a sonreír.
—Hice todo el trabajo dulo. Pregúntale a Bitt—le informó Bree mientras le tendía la tarta de mantequilla de maní con orgullo.
—¿Me hiciste una tarta?—preguntó Santana con asombro en su voz mientras se agachaba a su nivel.
—Sí, lo hice. Matequilla de maní.
Santana se inclinó y la besó en la mejilla.
—Apuesto a que va a ser la mejor tarta de mantequilla de maní que haya probado.
Bree le sonrió y en ese momento, Santana López era absolutamente perfecta.
Cassandra July era una de mis mejores clientes. Me había enviado a muchas otras mujeres ricas.
Pero maldita sea si podía dejar Brittany en mi departamento y entrar en la casa de playa de esta mujer.
Sería un maldito milagro si pudiera llegar hasta ahí.
La culpa de mentirle a Brittany y haberla dejado cuidando de Bree era bastante mala.
Al recordar lo bien que se sentía estar unida a Brittany, tenerla aferrada a mí y diciendo mi nombre mientras ella encontraba la liberación, era un asunto completamente diferente.
Nadie más iba a llegar a esa altura.
Me veía y me sentía mal.
No podía hacer esto.
Saqué mi Jeep del estacionamiento de la casa de Cassandra. Iba a tener que decirle algo. Cualquier cosa para dejar esto de lado.
Necesitaba el dinero.
Ryder tenía otra cita con el odontólogo para su aparato la próxima semana y necesitaría por lo menos mil dólares para eso. Además necesitaba conseguir nuevas ventanas en las habitaciones de los niños. Dos estaban rotas.
Ryder dijo que cuando llovía, se mojaba la pared y el suelo. Lo último que necesitaba era que el remolque tuviera un piso podrido.
Mi teléfono sonó.
Miré hacia abajo para ver el nombre de mi mamá en la pantalla.
Mierda.
No quería hablar en estos momentos. Pero si la ignoraba, podría ir al departamento mientras no estaba y encontraría a Brittany.
—¿Qué?—dije con rabia al teléfono.
Todo era culpa suya, incluso que estuviera en esta situación difícil.
—Trae a Bree a casa. Se encuentra mejor. Y mi coche tiene un neumático pinchado. Necesito neumáticos nuevos.
—Llevaré a Bree a casa esta noche, si creo que está bien. Y si quieres neumáticos nuevos, consigue un maldito trabajo.
Perra estúpida, odiaba recurrir a mí para pagar las cuentas, pero seguro que no le importaba pedirme dinero.
—¿Quieres que conduzca con tus hermanos en esos neumáticos malos? Bien. Conduciré con ellos a la escuela. Odian el autobús de todas formas.
Era una amenaza que mantendría sólo porque era una viciosa.
Miré hacia la casa en frente de mí. Necesitaba el dinero.
Siempre necesitaba más dinero.
Debería haber guardado el dinero de Artie del juego de póker para pagar en efectivo y no haber obtenido esa maldita televisión de pantalla plana.
No hubiera sido suficiente dinero, pero habría ayudado.
—Conseguiré tus neumáticos. Pero será mejor que no lleves a los chicos a ninguna parte hasta que lo haga.—colgué el teléfono y lo tiré en el asiento del pasajero.
Apagando todas las emociones y bloqueando cualquier sentimiento que tenía por Brittany, abrí la puerta de mi Jeep y salí.
Hacía esto desde hace tres años.
Podría hacerlo.
Tenía que hacerlo.
Tres horas más tarde estacioné mi Jeep de vuelta en mi casa y salí, cerrando la puerta detrás de mí.
Había tenido tiempo suficiente en el camino a casa para calmarme.
Le di una patada a mi neumático y golpeé las dos manos sobre el capó. Respiraciones profundas.
Necesitaba respirar profundamente.
Me dolía el pecho, el estómago se retorció en nudos y el dinero de mierda en mi bolsillo era más pesado que nunca.
Antes de que tuviera a Brittany, esto era fácil. Ahora era enfermizo.
Yo era una jodida hija de puta, literalmente.
Necesitaba sentir de nuevo.
Necesitaba estar cerca de Brittany.
Anduve a través del estacionamiento y me dirigí escaleras arriba, de dos en dos a la vez.
Verla y sostenerla lo mejoraría.
La mujer que acababa de pagarme destelló en mi mente y me congelé. No podía tocar a Brittany en estos momentos.
Tenía que estar limpia.
Necesitaba una ducha.
La más caliente que pudiera soportar.
Brittany no tenía necesidad de estar cerca del sexo barato y sin sentido que yo acababa de tener.
Abrí la puerta y entré. La televisión en mi habitación se hallaba encendida y podía oír a las chicas hablando. Antes de que ninguna de ellas se diera cuenta de que me encontraba en casa, me dirigí al cuarto de baño.
Brittany
Oí el chasquido de la puerta de enfrente cerrarse y miré la puerta del dormitorio para ver si Santana aparecía.
No lo hizo.
Miré por encima de Bree, que veía la televisión otra vez después de explicarme que esta chica era la niñera de un puñado de niños y que un par de ellos eran adoptados y me giré en la cama.
—Enseguida vuelvo—le aseguré, cuando volvió la cabeza llena de rizos para mirarme.
Sonrió y volvió a ver su espectáculo.
Cerré la puerta de la habitación al salir y me dirigí a la sala. El sonido de la ducha respondió a mi pregunta.
Santana había vuelto a casa desde el gimnasio todo sudada y quería estar limpia.
Qué mal.
Me hubiera gustado verla sudorosa.
Me acerqué a la nevera y saqué el pollo frito y galletas que Bree me ayudó a preparar.
Santana debía de tener hambre después de estar en el gimnasio durante tres horas.
Encendí el horno y puse una pechuga de pollo y una pata junto con un par de galletas en una bandeja de horno, luego la deslicé dentro.
No era una fan de la microonda. Estaba segura de que era la causa de todo tipo de problemas de salud.
El agua de la ducha dejó de escucharse y las mariposas en mi estómago empezaron a subir mientras esperaba ansiosamente volver a verla.
Era ridículo que estuviera tan emocionada por ello. Sólo había estado fuera tres horas.
Cuando abrió la puerta del baño, Santana salió con nada más que un corto albornos.
No había palabras para esto.
Nada se le comparaba.
Sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa tocó sus labios.
—¡Hola!—dijo mientras se acercaba a mí.
No me moví de mi lugar en la cocina.
—Hola—me las arreglé para responder.
Mantener los ojos fuera de sus piernas y sobre su rostro era otro problema.
—Algo huele bien—miró hacia el horno y luego a mí—¿Sabes cocinar?
—Tal vez.
Santana movió la cabeza hasta que su boca se cernía sobre la mía.
—Sexy como el infierno y además cocinas, Dios, cariño, no podría haber conseguido nada mejor.
Riendo, baje mi cabeza para besarla en la boca antes de dar un paso atrás y revisar su pollo.
—Bree me ayudó—le dije.
—¿En serio? Creo que es necesario comprobarlo otra vez—dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras me daba la vuelta.
—Necesita unos minutos más—le expliqué.
—Admiraba la vista.
Dejé que mi mirada viajara por sus piernas húmedas, apenas cubiertas y a continuación, volvía a subirla.
—Podría decir lo mismo—le dije.
Los ojos de Santana se oscurecieron y ardieron al instante.
—Me miras así de nuevo, y te meteré en el baño y te tomaré contra la pileta.
Di un paso hacia ella.
—¿Es una amenaza o una promesa?
Santana alcanzó mi cintura y me jaló hacia ella, cuando se abrió la puerta de la habitación. Bree salió saltando y sonriendo.
—Tana—gritó en señal de saludo y luego una pequeña arruga tocó su frente—¿Nonde está tu ropa?
Me tapé la boca para sofocar mi risa y alcancé una agarradera para sacar la comida de Santana del horno.
—Bueno, Bree May, tengo que ir a buscar un poco. Acabo de tomar una ducha para quitarme la suciedad.
—Te cocinamos la dena—dijo alegremente, señalando a la comida que ponía en un plato para su hermana.
—Y se ve deliciosa. Gracias, chicas, por cuidarme. Voy a buscar algo de ropa y entonces vendré a comer.
—Buena idea—concordó Bree.
Observé a Santana caminar hacia la puerta de su habitación y la vista de ella en su albornoz era tan bonita desde la parte posterior.
Necesitaba un ventilador.
—¿Le dijiste sobre la tarta de matequilla de maní?—preguntó Bree en un susurro después de que Santana cerrara la puerta.
—No. Pensé en dejarte sorprenderle con ella. Ya que hiciste todo el trabajo duro.
Bree aplaudió e hizo un pequeño baile feliz.
No había manera de que fuera a ser capaz de dejar que se comiera toda su comida antes de que sacara la tarta de la nevera.
—¿Por qué no me ayudas a arreglar algo de beber?
Bree corrió al lavavajillas y sacó un vaso limpio. Me lo entregó.
—Creo que le gusta beder cerveza de raíz. Porque Ryder dijo que le gustaba beder cerveza, pero no creo que sea del tipo que bede mi mamá. No le gusta cuando ella bede esas cosas.
Dios la bendiga.
Era tan pequeña y ya sabía mucho.
No iba a ser la que le dijera que Santana, en efecto, bebía cerveza. Pero también sabía que no iba a haber ninguna cerveza de raíz en esta cocina.
—¿Y el té dulce que hice antes? ¿Crees que le gustaría eso?
Tenía la esperanza de que sí, porque habría eso. Abrí la nevera y empujé las cervezas Bud Light a la parte trasera de la nevera y trasladé el zumo de naranja delante antes de que Bree se diera cuenta.
—Ese dulce té delicioso. Creo que le gustará—respondió.
Terminé de verter el té y le arreglé un plato en la mesa con la ayuda de Bree, justo a tiempo para que Santana viniese pavoneándose de su habitación en una camiseta negra ajustada que hacía juego con sus ojos y un par de vaqueros de cintura baja.
Esa aspecto debería ser ilegal.
Sus pies estaban desnudos y bronceados. Antes no les había prestado mucha atención, pero ahora sabía que incluso tenía los pies sexy.
—¿Debo quedarme quieta hasta que termines?—bromeó Santana.
Negué con la cabeza y me encontré con su mirada divertida.
—No dejes que te detenga. Lo disfruté. Por favor, continúa.
No pude evitarlo.
Me eché a reír.
Me había atrapado comiéndole con los ojos.
—Te vistes así y es difícil no mirar—le contesté y me alejé de ella para sacar el lavavajillas.
—¿Qué está nal con su ropa?—preguntó Bree, confundida.
Abrí la boca para decirle que nada, pero Santana se me adelantó.
—Nada, Bree May. Creo a Britt le gusta cómo me veo en mi ropa.
Levanté la cabeza y sus centelleantes ojos se encontraron con los míos.
—Si le gusta, entonces debes usarlas todo el tiempo. Es dulce, divertida y hemosa. Y puedes usarlas cuando venga a vernos.
Su vocecita emocionada me dio ganas de ir a abrazarla con fuerza y asegurarle que me vería de nuevo.
Todavía no había dicho nada sobre su mamá o incluso mencionado volver a casa.
Eso dice más que cualquier palabra que pudiera haber dicho. Eso me rompió el corazón.
—Es una buena idea, Bree May. Tal vez debo usarlas todos los días. Podría conseguir que Britt se quedara durante un rato. En algún momento, ella y yo podríamos ir a buscarlos a ti y los chicos y llevarles a conseguir una hamburguesa.
Bree saltó con entusiasmo sobre las puntas de sus pies.
—Sí, sí, por favor—se volvió hacia mí—¿Ella te gusta con ota ropa, o sólo con esa?
La sinceridad de su pregunta me hizo sonreír.
Iba a hacer lo que fuera para conseguir que Santana llevara ese conjunto todos los días sólo para que pudiera verme de nuevo.
Si no lo hubiera hecho ya, se habría abierto paso a mi corazón, en ese momento.
—En realidad, Bree, creo que se ve bien todo el tiempo. Sólo me atrapó mirándole esta vez.
Los ojos de Bree se agrandaron y una sonrisa estalló en su cara cuando volvió a mirar a Santana.
—Le gustas y ella es hemosa y divertida.
Bree miraba de mí a Santana. Eso podría haber sido lo más dulce que alguien me haya dicho.
—También huele bien y tengo algo por ese hermoso pelo rubio—agregó Santana, echándose hacia atrás en su silla y estudiándome.
—De hecho, huele muy bien—concordó Bree—Y su té dulce es delicioso.
Santana asintió.
—Sí, tiene todo delicioso.
Apreté los labios para no reír y apoyé una cadera contra el mostrador para ver como los dos me estudiaban.
—También puede cantar, me cantó todo tipo de canciones.
Los ojos de Santana se agrandaron ante la declaración de Bree. No tenía intención de que se lo dijera a Santana.
Canté para ella.
Me lo pidió y creí que nadie le había cantado antes. La dejé arrastrarse encima de mi regazo y la canté todas las canciones que me pidió.
—¿En serio?—preguntó Santana con una sonrisa pícara en su rostro—Mmm. No lo sabía. Supongo que va a ser el factor decisivo para mí. Britt tendrá que cantar para decidir si quiero que siga cerca.
Bree parecía contenta con esto.
—¡Sí! Lo harás. Canta muy bien.
Temía el momento en que estuviéramos solas.
El teléfono de Santana sonó y se tensó inmediatamente. El aspecto divertido en su rostro desapareció.
¿A quién esperaba?
Metió la mano en el bolsillo, descolgó su teléfono y luego dejó escapar un suspiro.
—La llevaré a casa dentro de un rato. Déjame comer primero.
Oh, no. Era su mamá.
No estaba dispuesta a que Bree volviera con esa mujer.
—Treinta minutos—colgó el teléfono y miró a Bree—Mamá está lista para que vuelvas a casa, Bree May. ¿Por qué no vas a conseguir tus cosas mientras termino?
La carita de Bree cayó, pero no discutió. Asintió y se dirigió al dormitorio.
La observé hasta que la perdí de vista y luego volví a mirar a Santana.
—¿Tiene que irse?—le pregunté en voz baja.
Santana frunció el ceño y asintió.
—Sí.
A ella tampoco le gustaba la idea.
—¿Crees que estará bien? ¿Tu mamá recordará darle los antibióticos todos los días? Porque es muy importante que se los tome hasta que se hayan terminado.
—Ryder se asegurará de que se los tome todos. Es bueno con esas cosas.
Lágrimas picaban en mis ojos y tenía que irme antes de que me pusiera a llorar y Bree me viera.
Fui al baño y abrí el grifo para enmascarar mis lágrimas.
Era horrible la idea de enviar a Bree de nuevo a ese sucio y viejo remolque con una mamá a la que no le importaba.
—Oye—Santana abrió la puerta del baño y entró—Ven aquí—me abrazó y apoyó la barbilla en mi cabeza—Sé que esto es una mierda, pero te prometo que estará bien. Conseguiré que te dejen volver a verla. Joder, si dejas de llorar, también le conseguiré un teléfono para que puedan hablar.
Asentí.
Me gustó esa idea.
—Está bien.
—¿Está bien, quieres que le consiga un teléfono?—me preguntó.
—Sí.
Santana se rió entre dientes.
—Hecho. Ahora deja de llorar. Puedo ir y comprobarlos más de una vez a la semana.
No quería que se sintiera como si estuviera fallando cuando era obvio que hacía todo lo posible para cuidarlos.
Si tenía un trabajo de verdad, no sabía cuál era. Tenía la escuela y el Softbol.
Ella había tenido algunos trabajos secundarios, pero nada cerca de aquí. De alguna manera, tenía dinero.
Empecé a preguntarle al respecto cuando se abrió la puerta del baño y Bree apareció con el ceño fruncido hacia nosotras.
—¿Qué ocude?
No podía hacerle saber por qué había estado llorando.
Sonreí y me salí de los brazos de Santana.
—Nada. Sólo tenía una basurita algo en el ojo y vine aquí para sacarla—me giré hacia el grifo y lo cerré.
—¿Por qué te abrazaba Tana?
La niña no se perdía nada.
—Le saqué la basurita —respondió Santana.
Bree pareció conforme con esta respuesta, por lo que asintió.
—Conseguí mis cosas, etoy lita para irme.
—Bien, mi Bree May, déjame terminar de comer y luego iremos.
—Pero ¿qué pasa con su sopresa?—me preguntó Bree mirando a la nevera con anhelo.
—Creo que ahora sería un momento increíble para su sorpresa—contesté y dejó caer su bolso y corrió para recuperar la tarta de mantequilla de maní de la nevera.
Santana me lanzó una mirada inquisitiva y se limitó a sonreír.
—Hice todo el trabajo dulo. Pregúntale a Bitt—le informó Bree mientras le tendía la tarta de mantequilla de maní con orgullo.
—¿Me hiciste una tarta?—preguntó Santana con asombro en su voz mientras se agachaba a su nivel.
—Sí, lo hice. Matequilla de maní.
Santana se inclinó y la besó en la mejilla.
—Apuesto a que va a ser la mejor tarta de mantequilla de maní que haya probado.
Bree le sonrió y en ese momento, Santana López era absolutamente perfecta.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Asi es San es perfecta salvo por un pequeñito detalle que esta omitiendo!!!
Tambien hay que entenderla hace lo que hace por sus hermanitos.....maldita vieja, la madre!!
Saludos
Tambien hay que entenderla hace lo que hace por sus hermanitos.....maldita vieja, la madre!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Esta historia, a este punto me fue un poco difícil de "digerir". Por el hecho de que Santana vaya y se acueste con otras mujeres por dinero y luego venga donde Britt y pretenda que todo esta bien. Creo que se pudo buscar otro trabajo pero bue... No será bonito cuando Britt se entere de la realidad de sus escapadas.
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
la omisión de san le va a salir muy caro,..! aunque lo haga por ayudar a sus hermanos, y sobretodo de la madre que les toco....
duro muy poco,. la familia!!! jajaja cada ves mas serca britt de sus cuñaditos!!
me gusta como van las cosas!!
nos vemos!!
la omisión de san le va a salir muy caro,..! aunque lo haga por ayudar a sus hermanos, y sobretodo de la madre que les toco....
duro muy poco,. la familia!!! jajaja cada ves mas serca britt de sus cuñaditos!!
me gusta como van las cosas!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Abria que ponerse en los zapatos de san. Ya no lo hace por gusto, ella quiere a britt
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
monica.santander escribió:Asi es San es perfecta salvo por un pequeñito detalle que esta omitiendo!!!
Tambien hay que entenderla hace lo que hace por sus hermanitos.....maldita vieja, la madre!!
Saludos
Hola, pero podemos hacer la vista gorda, no¿? aunk sea un pokito. Si que si...pero xq ocultar... xq es difícil si q si. SI! :@ Saludos =D
Tati.94 escribió:Esta historia, a este punto me fue un poco difícil de "digerir". Por el hecho de que Santana vaya y se acueste con otras mujeres por dinero y luego venga donde Britt y pretenda que todo esta bien. Creo que se pudo buscar otro trabajo pero bue... No será bonito cuando Britt se entere de la realidad de sus escapadas.
Hola, la vrdd esk si. La situación no se puede contar así como así, pero si pudo hacer algo para terminar..., lo cual tmbn es difícil tiendo gente q mantener y cuidar =/ Tmpoco lo creo=/ y espero q no sea de esa manera. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,..
la omisión de san le va a salir muy caro,..! aunque lo haga por ayudar a sus hermanos, y sobretodo de la madre que les toco....
duro muy poco,. la familia!!! jajaja cada ves mas serca britt de sus cuñaditos!!
me gusta como van las cosas!!
nos vemos!!
Hola lu, pienso igual =/ esk es dicícil xq no ai como salir si tiene gente a cuidado =/ y q paguen así de bn... JAjajaaj tan lindas! Siiii jajaajaj insisto, el destino es un loquillo jajajaaj. Si¿? Que bueno, espero y siga así ajjaja. Saludos =D
micky morales escribió:Abria que ponerse en los zapatos de san. Ya no lo hace por gusto, ella quiere a britt
Hola, si que si. La cosa no esta fácil y menos salir. Lo cual es muy importante y lo complica más, no¿? =/ Saludos =D
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Cap 16
Capitulo 16
Santana
Me sentía inquieta.
Brittany se fue cuando fui a llevar a Bree a casa. Dijo que tenía que ir a cenar con su mamá.
Anoche le había dicho a su mamá que se quedaba en lo de un amigo. Dijo que se pondría curiosa si ella no se presentaba esta noche.
Todo el departamento olía a Brittany.
No había estado a solas con ella desde el trabajo. Necesitaba estar a solas con ella.
El miedo dentro de mí me comía viva.
Si alguna vez se enteraba... No podía suceder.
Mi teléfono sonó y caminé al mostrador y lo levanté. Era la rubia equivocada.
—Hola—dije, tratando de no estar irritada porque era Quinn y no Brittany.
—Hola, ¿qué haces esta noche?
Esperar junto al teléfono a que tu hermana me llame, no era exactamente algo que pudiera decirle.
—Nada. Me quedo en casa.
—Rach está estudiando para una prueba y necesita que me aleje. ¿Quieres ir a Live Bay? Mike estará ahí. Toca Jackdown y sabes que Tina no se lo perderá.
No.
Quería quedarme aquí y esperar a Brittany. Pero si no llamaba, podría ponerme un poco loca.
Necesitaba una distracción.
—Bueno, sí. Nos encontraremos ahí.
—Suena bien—contestó y colgó.
Me puse las botas y agarré mis llaves.
Iría para pasar el rato con mis amigos hasta que llamara Brittany.
Cuando entré, el lugar ya se hallaba repleto.
Me detuve en el bar y tomé una cerveza antes de hacer mi camino a nuestra mesa.
Quinn ya estaba aquí.
Mike y Tina ocupaban sólo un taburete ya que ella se sentó en su regazo.
Artie no se encontraba cerca.
—Ahí está—dijo Quinn mientras yo sacaba el taburete de su lado y me senté.
—Pero, ¿por cuánto tiempo? Tan pronto como una chica se acerque, la perderemos por la noche—dijo Mike, arrastrando las palabras.
Quinn se echó a reír.
Traté de no tensarme.
Se darían cuenta si me comportaba diferente. Entonces todos empezarían a hacer preguntas. Y no había forma de que las respondiera.
Quinn era como mi hermana, pero si trataba de alejarme de Brittany, iba a ser un problema.
Nadie iba a parar esto.
—Me voy a tomar una noche libre—le contesté.
—¿Alguien te cansó anoche?—preguntó Mike.
Tampoco iba a ir ahí.
Esto era difícil.
Siempre había sido capaz de hablar con ellos de chicas. Pero entonces, nunca hablaría de Brittany en la forma en que hablaba de las otras chicas.
—Simplemente no estoy de humor—expliqué y tomé un trago largo.
Un teléfono sonó y Quinn sacó el suyo.
—¿Está bien?... Sí, la he comprobado hoy... Lo siento, estoy en Live Bay. ¿Puedes oírme?... Si ella está durmiendo bien, entonces debería estar bien si quieres salir... Uh, no. San, Mike y Tina están aquí. ¿Quieres venir a verme?... ¡Ja! Claro que sí. Te veo en un segundo—colgó el teléfono—Mi mamá va a cansar a Britt. Por mucho que la hubiera extrañado, no me gusta la idea de que se quede para cuidar a mamá. Necesita una vida.
Era Brittany.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo saqué y bajé la mirada.
¿Te parece bien si voy a Live Bay? Si no, me iré a la cama y te veo más tarde.
Diablos, no.
Necesitaba verla esta noche.
Tu hermana cree que vienes aquí. Ven a calmarla y luego vamos a encontrar una manera de irnos.
—¿San está enviando mensajes de texto?—preguntó Mike—¿Cuándo en el infierno comenzó a enviar mensajes de texto?
De acuerdo. Nos vemos en unos minutos.
Deslicé el teléfono en mi bolsillo y levanté la mirada para ver a todos en la mesa mirándome con expresión de incredulidad en sus rostros.
No enviaba tantos mensajes de texto.
¿Cuál era el problema?
—¿Qué?—pregunté, tratando de alcanzar mi cerveza.
—Le enviaste mensajes de texto a alguien—respondió Quinn.
—Intensamente—agregó Tina.
Con Brittany aquí, no necesitaba que vigilen cada uno de mis movimientos.
—En realidad, son mensajes sexuales. Las calientas lo suficiente y comienzan a enviarte videos sexy mediante texto—guiñé un ojo y me recosté en mi asiento.
Eso era lo que esperaban de mí.
Quinn se echó a reír y sacudió la cabeza.
Mike levantó las cejas y miró a Tina.
—Si te regalo ese nuevo iPhone, ¿me enviarás videos sexy?
Tina se rió y le susurró al oído. Aparté mi atención de ellos y miré la puerta.
Me las arreglé para seguir la conversación en la mesa sin parecer tan desconectada.
Entonces la puerta se abrió y por fin entró Brittany.
Maldición.
Llevaba un corto vestido rojo y botas de vaquero.
Iba a terminar en una pelea.
Brittany
No estaba segura de sí era una buena idea.
Cada vez que estuve en Live Bay, Santana se emborrachaba y había chicas con cuerpos glamurosos envueltas alrededor de ella.
Me cambié de ropa tres veces, tratando de encontrar algo que me hiciera quedar lo bastante sexy para competir con las chicas que me enfrentaría aquí.
Desafortunadamente, nada de lo que poseía hizo que mis tetas se vieran más grandes de lo que son. Así que me decidí a resaltar mis puntos fuertes.
A Santana le gustaban mis piernas. Así que fui con eso.
Miré a su mesa y los ojos de Santana ya estaban fijos en mí. Se veía... enojada.
¿Por qué se enojó?
Tal vez enojada no era la palabra.
Tal vez se veía feroz.
No estaba segura.
Lo bueno era, que las únicas chicas en su mesa eran Quinn y Tina. Había estado preparada para ver algo mucho peor.
Mientras me dirigía hacia la mesa, alguien se puso delante de mí. Levanté la mirada para ver la cara sonriente de Finn Hudson.
En la escuela secundaria, creía que era precioso. Pero ahora ya no parecía tan perfecto.
—Hola, Finn—dije, dando un paso hacia un lado para esquivarlo.
—Hola, Brittany. No te he visto desde la graduación. ¿Cómo van las cosas?
Sonreí.
—Bien, gracias, ¿y tú?
La mano de Santana agarró la mía y me atrajo hacia su lado.
—¿Qué llevas puesto?—susurró en mi oído mientras me apartaba de Finn.
—Un vestido—le contesté, tratando de averiguar por qué me preguntó algo tan absurdo y por qué hacía una escena delante de mi hermana.
—Voy a terminar dándole una paliza a alguien esta noche por este vestido—gruñó y soltó mi mano—Ve a la mesa. Yo me encargaré de esto con Quinn.
Asentí y corrí hacia la mesa, tratando de parecer casual, mientras que Quinn me estudiaba cuidadosamente.
—Viniste—dijo Quinn, mirando por encima de mi hombro a Santana, que se encontraba justo detrás de mí.
—Sí—fue la mejor respuesta que se me ocurrió. Sonreí a Mike y a Tina, que también parecían estudiarme y luego Santana, con curiosidad.
—¿Quieres decirme qué pasó?—preguntó Quinn, con la mirada fija en Santana en vez de mí.
Tenía casi miedo de mirar a Santana, pero no pude evitarlo. Tenía que asegurarme de que estaba bien.
—Ese idiota estaba encima de ella y tú te quedaste sentada aquí sin hacer nada. Alguien tenía que ir por ella—explicó Santana en un tono molesto.
—Eso fue muy caballeroso de tu parte—Tina sonaba divertida y para nada engañada.
Quinn se volvió para mirarme.
—¿Ese chico te tocó?—el filo en su voz significaba que creyó la excusa de Santana.
Eso era bueno.
Pero no quería que vaya y maltrate a Finn sólo por saludar.
—Es un amigo de la escuela secundaria. Coqueteamos en la escuela, pero nunca nada más. Santana lo malinterpretó.
La tensión en los hombros de Quinn desapareció y asintió.
Me atreví a echar un vistazo a Santana, que no se había relajado en absoluto. Incluso ahora me apretó más firmemente.
Esta fue una muy mala idea.
Mi presencia aquí iba a ser un problema.
—¿Tomé tu asiento, Santana?—le pregunté, tratando de distraerla.
Desvió la mirada hacia mí.
—No, quédate. Voy a agarrar otra cerveza y buscaré un taburete. ¿Quieres algo?
—Una Coca Cola, por favor —le contesté.
Asintió y se dirigió hacia el bar.
—Britt—dijo Quinn y aparté la mirada de Santana y la miré.
—¿Sí?
—¿Por qué siento que me pierdo algo aquí?—preguntó, estudiando mi cara de cerca.
Me encogí de hombros.
—No lo sé.
Volvió a mirar a Santana en el bar.
Santana pedía nuestras bebidas y echaba una chica al mismo tiempo. Parecía muy desinteresada, lo cual me hizo sonreír.
Los ojos de Santana encontraron los míos y una sonrisa de complicidad curvó sus labios. Sus ojos se dirigieron a mi hermana y su sonrisa desapareció.
Decidí estudiar el escenario.
Jackdown acababa de entrar de nuevo en el escenario y Tina hacía sus vítores de siempre.
—Aquí está tu Coca Cola—dijo Santana, deslizando una taza con hielos y una lata en frente de mí y luego puso un taburete en el otro lado de Quinn.
No se sentó a mi lado.
Esto era muy frustrante.
Sólo quería decirle a Quinn y que lo supere.
¿Qué tan malo podía ser?
La música estaba demasiado alta para escuchar cualquier otra cosa, por lo que nadie hablaba, mientras que la voz de Noah llenaba la habitación.
Tenía un sonido suave con un toque áspero que hacía que las chicas se vuelvan locas.
Tenía que admitir, el tipo era sexy.
Nunca me había interesado mucho por él, como muchas de mis amigas, pero entonces, en el fondo siempre había tenido debilidad por Santana.
Era difícil enfocar mi atención en cualquier otra persona. Me gustaba Finn en la escuela secundaria, pero nunca fue algo muy serio.
Una chica se acercó a Santana y comenzó a susurrarle en el oído. Ella envolvió los brazos alrededor de su cuello y sus ojos se dispararon directamente a mí.
Esto era lo que temía cuando decidí venir esta noche.
Las chicas conocían a Santana como una jugadora. La amaban por ello.
Santana se alejó de su boca, que era totalmente demasiado cerca de su cuerpo.
Sus ojos nunca dejaron los míos.
Dejé caer la mirada hacia mi refresco y contemplé irme.
Era demasiado duro.
No podía enojarme por la chica debido a Quinn. Santana no podía actuar desinteresado por Quinn.
Si yo iba a ser algo más que un punto en el radar de Santana, íbamos a tener que decirle a Quinn.
No podía seguir así.
La reputación de Santana requería que actúe de cierta manera para evitar que Quinn la cuestione.
Alcancé mi bolso y me levanté. Me despediría de Quinn y volvería a casa.
Era donde debería haber estado.
Santana se encontraba de pie y fuera de su asiento antes de que pudiera decir algo. Me detuve y miré cuando empujó a la chica y se acercó a mí.
—Baila conmigo—dijo en mi oído, tomando mi bolso y colocándolo de nuevo en la mesa, para luego llevarme hacia la pista de baile.
Brittany se fue cuando fui a llevar a Bree a casa. Dijo que tenía que ir a cenar con su mamá.
Anoche le había dicho a su mamá que se quedaba en lo de un amigo. Dijo que se pondría curiosa si ella no se presentaba esta noche.
Todo el departamento olía a Brittany.
No había estado a solas con ella desde el trabajo. Necesitaba estar a solas con ella.
El miedo dentro de mí me comía viva.
Si alguna vez se enteraba... No podía suceder.
Mi teléfono sonó y caminé al mostrador y lo levanté. Era la rubia equivocada.
—Hola—dije, tratando de no estar irritada porque era Quinn y no Brittany.
—Hola, ¿qué haces esta noche?
Esperar junto al teléfono a que tu hermana me llame, no era exactamente algo que pudiera decirle.
—Nada. Me quedo en casa.
—Rach está estudiando para una prueba y necesita que me aleje. ¿Quieres ir a Live Bay? Mike estará ahí. Toca Jackdown y sabes que Tina no se lo perderá.
No.
Quería quedarme aquí y esperar a Brittany. Pero si no llamaba, podría ponerme un poco loca.
Necesitaba una distracción.
—Bueno, sí. Nos encontraremos ahí.
—Suena bien—contestó y colgó.
Me puse las botas y agarré mis llaves.
Iría para pasar el rato con mis amigos hasta que llamara Brittany.
Cuando entré, el lugar ya se hallaba repleto.
Me detuve en el bar y tomé una cerveza antes de hacer mi camino a nuestra mesa.
Quinn ya estaba aquí.
Mike y Tina ocupaban sólo un taburete ya que ella se sentó en su regazo.
Artie no se encontraba cerca.
—Ahí está—dijo Quinn mientras yo sacaba el taburete de su lado y me senté.
—Pero, ¿por cuánto tiempo? Tan pronto como una chica se acerque, la perderemos por la noche—dijo Mike, arrastrando las palabras.
Quinn se echó a reír.
Traté de no tensarme.
Se darían cuenta si me comportaba diferente. Entonces todos empezarían a hacer preguntas. Y no había forma de que las respondiera.
Quinn era como mi hermana, pero si trataba de alejarme de Brittany, iba a ser un problema.
Nadie iba a parar esto.
—Me voy a tomar una noche libre—le contesté.
—¿Alguien te cansó anoche?—preguntó Mike.
Tampoco iba a ir ahí.
Esto era difícil.
Siempre había sido capaz de hablar con ellos de chicas. Pero entonces, nunca hablaría de Brittany en la forma en que hablaba de las otras chicas.
—Simplemente no estoy de humor—expliqué y tomé un trago largo.
Un teléfono sonó y Quinn sacó el suyo.
—¿Está bien?... Sí, la he comprobado hoy... Lo siento, estoy en Live Bay. ¿Puedes oírme?... Si ella está durmiendo bien, entonces debería estar bien si quieres salir... Uh, no. San, Mike y Tina están aquí. ¿Quieres venir a verme?... ¡Ja! Claro que sí. Te veo en un segundo—colgó el teléfono—Mi mamá va a cansar a Britt. Por mucho que la hubiera extrañado, no me gusta la idea de que se quede para cuidar a mamá. Necesita una vida.
Era Brittany.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo saqué y bajé la mirada.
¿Te parece bien si voy a Live Bay? Si no, me iré a la cama y te veo más tarde.
Diablos, no.
Necesitaba verla esta noche.
Tu hermana cree que vienes aquí. Ven a calmarla y luego vamos a encontrar una manera de irnos.
—¿San está enviando mensajes de texto?—preguntó Mike—¿Cuándo en el infierno comenzó a enviar mensajes de texto?
De acuerdo. Nos vemos en unos minutos.
Deslicé el teléfono en mi bolsillo y levanté la mirada para ver a todos en la mesa mirándome con expresión de incredulidad en sus rostros.
No enviaba tantos mensajes de texto.
¿Cuál era el problema?
—¿Qué?—pregunté, tratando de alcanzar mi cerveza.
—Le enviaste mensajes de texto a alguien—respondió Quinn.
—Intensamente—agregó Tina.
Con Brittany aquí, no necesitaba que vigilen cada uno de mis movimientos.
—En realidad, son mensajes sexuales. Las calientas lo suficiente y comienzan a enviarte videos sexy mediante texto—guiñé un ojo y me recosté en mi asiento.
Eso era lo que esperaban de mí.
Quinn se echó a reír y sacudió la cabeza.
Mike levantó las cejas y miró a Tina.
—Si te regalo ese nuevo iPhone, ¿me enviarás videos sexy?
Tina se rió y le susurró al oído. Aparté mi atención de ellos y miré la puerta.
Me las arreglé para seguir la conversación en la mesa sin parecer tan desconectada.
Entonces la puerta se abrió y por fin entró Brittany.
Maldición.
Llevaba un corto vestido rojo y botas de vaquero.
Iba a terminar en una pelea.
Brittany
No estaba segura de sí era una buena idea.
Cada vez que estuve en Live Bay, Santana se emborrachaba y había chicas con cuerpos glamurosos envueltas alrededor de ella.
Me cambié de ropa tres veces, tratando de encontrar algo que me hiciera quedar lo bastante sexy para competir con las chicas que me enfrentaría aquí.
Desafortunadamente, nada de lo que poseía hizo que mis tetas se vieran más grandes de lo que son. Así que me decidí a resaltar mis puntos fuertes.
A Santana le gustaban mis piernas. Así que fui con eso.
Miré a su mesa y los ojos de Santana ya estaban fijos en mí. Se veía... enojada.
¿Por qué se enojó?
Tal vez enojada no era la palabra.
Tal vez se veía feroz.
No estaba segura.
Lo bueno era, que las únicas chicas en su mesa eran Quinn y Tina. Había estado preparada para ver algo mucho peor.
Mientras me dirigía hacia la mesa, alguien se puso delante de mí. Levanté la mirada para ver la cara sonriente de Finn Hudson.
En la escuela secundaria, creía que era precioso. Pero ahora ya no parecía tan perfecto.
—Hola, Finn—dije, dando un paso hacia un lado para esquivarlo.
—Hola, Brittany. No te he visto desde la graduación. ¿Cómo van las cosas?
Sonreí.
—Bien, gracias, ¿y tú?
La mano de Santana agarró la mía y me atrajo hacia su lado.
—¿Qué llevas puesto?—susurró en mi oído mientras me apartaba de Finn.
—Un vestido—le contesté, tratando de averiguar por qué me preguntó algo tan absurdo y por qué hacía una escena delante de mi hermana.
—Voy a terminar dándole una paliza a alguien esta noche por este vestido—gruñó y soltó mi mano—Ve a la mesa. Yo me encargaré de esto con Quinn.
Asentí y corrí hacia la mesa, tratando de parecer casual, mientras que Quinn me estudiaba cuidadosamente.
—Viniste—dijo Quinn, mirando por encima de mi hombro a Santana, que se encontraba justo detrás de mí.
—Sí—fue la mejor respuesta que se me ocurrió. Sonreí a Mike y a Tina, que también parecían estudiarme y luego Santana, con curiosidad.
—¿Quieres decirme qué pasó?—preguntó Quinn, con la mirada fija en Santana en vez de mí.
Tenía casi miedo de mirar a Santana, pero no pude evitarlo. Tenía que asegurarme de que estaba bien.
—Ese idiota estaba encima de ella y tú te quedaste sentada aquí sin hacer nada. Alguien tenía que ir por ella—explicó Santana en un tono molesto.
—Eso fue muy caballeroso de tu parte—Tina sonaba divertida y para nada engañada.
Quinn se volvió para mirarme.
—¿Ese chico te tocó?—el filo en su voz significaba que creyó la excusa de Santana.
Eso era bueno.
Pero no quería que vaya y maltrate a Finn sólo por saludar.
—Es un amigo de la escuela secundaria. Coqueteamos en la escuela, pero nunca nada más. Santana lo malinterpretó.
La tensión en los hombros de Quinn desapareció y asintió.
Me atreví a echar un vistazo a Santana, que no se había relajado en absoluto. Incluso ahora me apretó más firmemente.
Esta fue una muy mala idea.
Mi presencia aquí iba a ser un problema.
—¿Tomé tu asiento, Santana?—le pregunté, tratando de distraerla.
Desvió la mirada hacia mí.
—No, quédate. Voy a agarrar otra cerveza y buscaré un taburete. ¿Quieres algo?
—Una Coca Cola, por favor —le contesté.
Asintió y se dirigió hacia el bar.
—Britt—dijo Quinn y aparté la mirada de Santana y la miré.
—¿Sí?
—¿Por qué siento que me pierdo algo aquí?—preguntó, estudiando mi cara de cerca.
Me encogí de hombros.
—No lo sé.
Volvió a mirar a Santana en el bar.
Santana pedía nuestras bebidas y echaba una chica al mismo tiempo. Parecía muy desinteresada, lo cual me hizo sonreír.
Los ojos de Santana encontraron los míos y una sonrisa de complicidad curvó sus labios. Sus ojos se dirigieron a mi hermana y su sonrisa desapareció.
Decidí estudiar el escenario.
Jackdown acababa de entrar de nuevo en el escenario y Tina hacía sus vítores de siempre.
—Aquí está tu Coca Cola—dijo Santana, deslizando una taza con hielos y una lata en frente de mí y luego puso un taburete en el otro lado de Quinn.
No se sentó a mi lado.
Esto era muy frustrante.
Sólo quería decirle a Quinn y que lo supere.
¿Qué tan malo podía ser?
La música estaba demasiado alta para escuchar cualquier otra cosa, por lo que nadie hablaba, mientras que la voz de Noah llenaba la habitación.
Tenía un sonido suave con un toque áspero que hacía que las chicas se vuelvan locas.
Tenía que admitir, el tipo era sexy.
Nunca me había interesado mucho por él, como muchas de mis amigas, pero entonces, en el fondo siempre había tenido debilidad por Santana.
Era difícil enfocar mi atención en cualquier otra persona. Me gustaba Finn en la escuela secundaria, pero nunca fue algo muy serio.
Una chica se acercó a Santana y comenzó a susurrarle en el oído. Ella envolvió los brazos alrededor de su cuello y sus ojos se dispararon directamente a mí.
Esto era lo que temía cuando decidí venir esta noche.
Las chicas conocían a Santana como una jugadora. La amaban por ello.
Santana se alejó de su boca, que era totalmente demasiado cerca de su cuerpo.
Sus ojos nunca dejaron los míos.
Dejé caer la mirada hacia mi refresco y contemplé irme.
Era demasiado duro.
No podía enojarme por la chica debido a Quinn. Santana no podía actuar desinteresado por Quinn.
Si yo iba a ser algo más que un punto en el radar de Santana, íbamos a tener que decirle a Quinn.
No podía seguir así.
La reputación de Santana requería que actúe de cierta manera para evitar que Quinn la cuestione.
Alcancé mi bolso y me levanté. Me despediría de Quinn y volvería a casa.
Era donde debería haber estado.
Santana se encontraba de pie y fuera de su asiento antes de que pudiera decir algo. Me detuve y miré cuando empujó a la chica y se acercó a mí.
—Baila conmigo—dijo en mi oído, tomando mi bolso y colocándolo de nuevo en la mesa, para luego llevarme hacia la pista de baile.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
celos celos celos!!! jajajaja
es difícil que santana mantenga lejos todo su humanidad de britt jajaja
a ver como termina la noche,.. después del baile y la miradita de tod@s!!??
nos vemos!!!
celos celos celos!!! jajajaja
es difícil que santana mantenga lejos todo su humanidad de britt jajaja
a ver como termina la noche,.. después del baile y la miradita de tod@s!!??
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Esto se esta poniendo algo dificil, creo que a la larga no van a poder controlarse!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
celos celos celos!!! jajajaja
es difícil que santana mantenga lejos todo su humanidad de britt jajaja
a ver como termina la noche,.. después del baile y la miradita de tod@s!!??
nos vemos!!!
Hola lu, cuando miras a otra chic@, tengo celos¿? ajajajajajajaj. Pero que razón tienes, xq si q los ai! jaajajajajaj. JAjaajajajaj y como aguantar¿? jajajajaajaj. Aquí otro cap para saberlo... mmmm interesante cap el q viene entonces jajajaja. Saludos =D
micky morales escribió:Esto se esta poniendo algo dificil, creo que a la larga no van a poder controlarse!!!!
Hola, sip... como si ya no lo fuera se complican las cosas =/ JAjajajaajaj nooo xD esk nose como lo hacen ahora jaajajajjaaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Cap 17
Capitulo 17
Santana
Esta noche iba a pelear, pero no con alguna persona que se acercara demasiado a Brittany.
Sería con su hermana.
Quinn me había estado observando muy de cerca y le di una muy buena razón para sospechar de algo. Pero tuve que elegir entre dejar que la chica me manoseara por todas partes delante de Brittany y ver caer su rostro, o que mi mejor amiga me golpeara, así que elegí la patada en el culo.
No podía dejarla irse así.
Se enfadó y estuvo a punto de salir corriendo.
No iba a dejar que eso sucediera.
—¿Qué estás haciendo?—preguntó cuándo la atraje a mis brazos una vez que estuvimos entre la multitud en movimiento.
Con suerte, lo suficientemente lejos para que Quinn no pudiera vernos. Aunque había una buena probabilidad de que estuviera justo detrás de nosotras.
—Bailando contigo—contesté, deslizando las manos sobre la curva de sus caderas.
Sonrió.
—Eso no es lo que quise decir y lo sabes.
Eché un vistazo por encima de mi hombro para ver si Quinn venía por nosotras.
La costa seguía despejada. Me giré de vuelta a Brittany.
—Estabas a punto de irte—dije.
Frunció el ceño.
—Sí, bueno, he visto más de lo que podía soportar.
La atraje hacia mí y me moví para susurrarle al oído.
—Sólo estoy interesada en ti. Si te hubieses ido, habría perseguido tu culo sexy.
Se rió, deslizó una mano sobre mi pecho y luego la curvó detrás de mi cuello.
—Habría dejado que me atraparas. No hubieses tenido que tratarlo mucho.
Estaba lista para sacarla de aquí y tenerla para mí sola. Pero eso no iba a pasar hasta que enfrentara un gran obstáculo.
—Voy a tener que hablar de esto con Quinn.
Su sonrisa cayó.
—Lo sé.
Quería besarla y tranquilizarla, pero ya presioné lo suficiente.
Había una buena probabilidad de que Quinn, yo, o ambas termináramos en la sala de emergencias si me dejaba llevar por ese impulso.
—Va a estar molesto—dijo ella.
Me reí.
—No, Britt-Britt. Va a estar cabreada. Tan malditamente cabreada que va a ir por mi garganta.
Sus manos se apretaron en mi cabello.
¿Qué iba a hacer, intentar retenerme aquí?
—Tal vez no tengamos que decirle. Puedo aprender a lidiar con las chicas.
No, no podía y estoy segura de que yo no podría hacer frente a los chicos y chicas.
No iba a esconderlo.
Cuando ese idiota se paró frente a ella, no veía más allá de mi nariz. No me importaba quien me viera o lo que pensaran.
Sólo quería que se moviera.
Si la hubiese tocado, habría sido mucho peor.
—Quiero que las personas sepan que estás conmigo. No me gusta que se acerquen.
Se rió y se apretó contra mí de nuevo.
—Bueno, al menos nadie colgaba de mí. Tenías a una chica haciéndoselo a tu espalda.
Bajé las manos hacia su trasero y lo apreté suavemente, provocando que riera más fuerte.
—Si él te hubiese tocado, las cosas habrían ido de una manera muy diferente.
—¿Ah, en serio? ¿Cómo es eso?
Bromeaba conmigo.
Era fácil olvidar que no estábamos solas cuando me miraba de esa manera.
—Habría. Pateado. Su. Culo.
Una mano agarró mi hombro.
Eso significaba que Quinn finalmente vino por mí. Los ojos de Brittany se abrieron de par en par y comenzó a negar con la cabeza hacia su hermana.
—Yo me encargo. Todo irá bien—le aseguré.
Dejó caer las manos de mi cuello y agarró mi brazo con fuerza.
—Afuera. Ahora—dijo Quinn en un gruñido ruidoso y enojado.
Ah, sí.
Estaba enojada
—Suéltala, Brittany—le espetó.
—No le hables así—levanté la voz y me paré justo frente a ella.
Entendía que le molestara, pero no iba a dejar que se desquite con la persona equivocada.
—Afuera. Ahora—repitió.
Volví a mirar a Brittany mientras Quinn caminaba hacia la puerta. Se aferraba a mí con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en mi brazo.
—Quédate aquí—le dije y negó con la cabeza.
—De ninguna manera—gritó por encima de la multitud.
Empecé a moverme hacia la muchedumbre con ella aferrada a mi brazo. Iba a tener que soltarme.
Quinn sólo iba ponerse más furiosa si seguía agarrándome de esa manera.
—Ah, joder. ¿Qué demonios has hecho?—dijo Mike mientras daba un paso delante de nosotras, justo antes de llegar a la puerta.
—Muévete, Mike—dije, empujándome más allá de él.
—Por favor, Dios, dime que no…—hizo una pausa y miró a Brittany—, Hiciste lo que creo—concluyó.
—Esto no es asunto tuyo. Déjame ir a hablar con Quinn—contesté.
Mike dejó escapar una carcajada.
—Ella no planea hablar contigo. Está planeando patear tu culo y luego encerrar a su hermana en su habitación por el resto de su vida. Espero que no tenga un arma.
El agarre de Brittany se apretó.
No estaba segura de si era porque le preocupaba que Quinn me hiciera daño o que nos mantenga separadas.
Nunca había peleado con Quinn, así que no estaba muy segura de quién iba a salir ganadora, pero lo que sí era seguro, es que no le iba a permitir mantenerla lejos de mí.
—Britt, chica, tienes que quedarte adentro con Tina—dijo Mike, extendiendo la mano para alcanzar el brazo de Brittany—No hay ninguna razón para que salgas ahí. Suelta a Santana antes de que Quinn te vea y explote.
—No. La. Toques—dije calmadamente, tratando con mucho esfuerzo no alejarla de él.
—Cálmate de una puta vez. Estoy tratando de evitar que las vea pegadas a Quinn y a ti. No es algo que necesite ver.
Tomé una respiración profunda y la miré.
—¿Quieres ir con Tina, Britt-Britt?
Sacudió la cabeza y me apretó con más fuerza.
—No voy a hacer que se vaya. Además, ninguno de nosotros va a dejar que salga lastimada.
Mike sacudió la cabeza y suspiró.
—¿En qué pensabas?—preguntó—Es la hermanita de Quinn. Podías joder con cualquier otra. ¿Por qué te metiste con su hermana?
No me importaba que Mike fuera mucho más alto que yo, que fuera hombre o que tuviera pura fibra en su cuerpo que parecía construido como una pared de ladrillos.
No iba a agrupar a Brittany con cualquier otra chica con la que alguna vez me haya acostado.
Me acerqué hasta que estuve frente a su cara.
—Nunca vuelvas a hablar así de ella. No es alguien con quien esté jodiendo—abrí la puerta y salí a la calle con Brittany todavía unida a mí.
—Tal vez deberías haber sido más amable con Mike y traerlo aquí contigo—dijo, caminando tan cerca de mí como le era posible.
—No necesito a Mike. Todo va a estar bien. Pero tiene razón. Tienes que soltarme. Esto no va a ayudar al temperamento de Quinn.
Negó con la cabeza y me rendí.
Quinn se paseaba frente a su camioneta. Cuando nos vio, se detuvo y sus puños se apretaron a los costados.
—Suéltala, Brittany—ordenó mientras nos acercábamos.
—No, Quinn. Escúchame. No lo entiendes. Tienes que calmarte y dejarme explicarte.
—No necesito una explicación. He conocido a Santana desde que éramos niñas. He visto todo de ella. Lo suficiente como para saber que no es el tipo de persona que necesita que una chica como tú se aferre a ella y la defienda. No la conoces, Brittany. Yo sí.
—¡Sí, la conozco! Sé mucho sobre ella y no tienes ni idea de lo que está pasando aquí. Yo empecé esto. Huyó de mí por meses. Me alejó y yo seguía volviendo. Y no me está tratando de la forma en que pareces pensar.
—No me persiguió—dije.
No podía soportar escucharla decirle que había venido a mí con tanta insistencia y yo sólo cedí.
No fue la manera en que pasó esto.
—No creo que lo haya hecho—respondió Quinn con una voz mortalmente tranquila.
—¡Sí, lo hice! Incluso una noche me aproveché de ella cuando estaba borracho—dijo Brittany, dando un paso delante de mí.
—Britt, no…
—Estaba completamente borracha y la seguí. Ni siquiera lo recuerda. Trató de mantenerme lejos. Era amable conmigo, pero seguía diciéndome que no. Entonces su hermana se enfermó, corrí tras ella a su jeep y la acompañé. Es tan dulce y pequeña, Quinn. La cuidamos juntas y entonces las cosas simplemente pasaron. Por fin atravesé sus paredes. Me dejó entrar. No me arruines esto. Estoy enamorada de ella.
¿Qué?
Quinn alcanzó a Brittany y la alejó de mí. Su puño se plantó firmemente en mi cara antes de que pudiera asimilar el hecho de que ella acababa de decir que me amaba.
—¡Lamentable hija de puta!—rugió Quinn y me agarró del cuello antes de que su puño conectara con mi cara de nuevo.
Podía oír los gritos de Brittany en la distancia. Pero mi vista era borrosa y mi cabeza se sentía confusa.
Me sacudí y levanté las manos para bloquear más ataques mientras trataba de evitar que mi mundo girara.
—¡Quinn, NO!—lloró Brittany.
Mi cabeza se aclaró muy rápido.
Esto la hacía llorar.
No quería que llorara.
Esta vez, cuando su puño se acercó a mí, lo bloqueé y empujé con fuerza su pecho para conseguir que se apartara de mí.
Golpearla alteraría más a Brittany, pero tampoco podía dejar que me noqueara.
—Confié en ti. Eres mi mejor amiga. ¿Cómo puedes meterte con mi hermanita? Cree que te ama—rugió Quinn—Ni siquiera te conoce. Dile, Santana. Dile la mierda que has hecho.
—¡Cállate!—grité—Ya conseguiste golpearme. No voy a devolvértelo y molestarla más—levanté el brazo para limpiar la sangre que corría por mi nariz.
Brittany pasó corriendo junto a su hermana y chocó contra mi pecho.
—¡Maldición!—gruñó Quinn.
—Lo siento, lo siento mucho—Brittany lloró contra mi pecho.
Verla así me volvía loca.
¿No podía ver lo que le hacía?
—Dame un minuto—le grité a Quinn—Primero déjame calmarla. Necesita la tranquilidad de saber que no vamos a matarnos. ¿Es que no te das cuenta?—incliné la cabeza y acuné el rostro de Brittany para poder mirarla.
Mi ojo izquierdo se cerró por la hinchazón, pero todavía podía ver su rostro surcado por las lágrimas.
Odiaba verla así.
Si no empeorara las cosas, le daría unos buenos puñetazos a su estúpida hermana por hacerla llorar.
—Estoy bien. No lo dejaré golpearme más. Me atrapó con la guardia baja.
Me amaba.
Sus palabras se reprodujeron de nuevo en mi cabeza.
¿Cómo alguien tan jodidamente dulce como Brittany Pierce podía amarme?
—Sólo quiero irme. Necesito conseguirte un poco de hielo y estás sangrando—hipó.
—Lo sé. Dejaré que lo hagas, pero antes déjame tratar con ella, ¿de acuerdo?
Envolvió los brazos a mí alrededor y me sostuvo con fuerza. Esta era su manera de protegerme.
Nunca nadie me había protegido.
—Bueno, he visto suficiente—dijo la voz de Mike detrás de mí—Retrocede, Quinn.
—Es mi hermana con la que está jodiendo, Mike. No me digas que retroceda.
—Sí, por eso te dejé golpearla. Pensé lo mismo—Mike se interpuso entre nosotras. Me miró de nuevo. Su mirada cayó en Brittany, luego regresó a mi rostro—Esto es diferente.
—Ella no lo hace diferente—escupió Quinn—Es mi hermanita. Se supone que la proteja. Siempre la he protegido. No puedo dejarla cerca de Santana. No es lo suficientemente buena.
El dolor por las palabras, que sabía eran ciertas, lanzadas en mi cara por una de las únicas personas que creí que me aceptaba, con defectos y todo, fue duro.
Brittany giró la cabeza para enfrentar a su hermana.
—No te atrevas a decir eso. CÁLLATE, Quinn.
Mike hizo un gesto con la mano en nuestra dirección.
—¿Viste eso? ¿Alguna vez la has visto aferrarse así a alguien? No te regresó los golpes y no porque no pudiera, porque si fuera una pelea real, mi dinero estaría en Santana. Ha estado peleando toda su vida. No te golpeó porque no le gusta molestar a tu hermana. La protegió.
Quinn tomó respiraciones rápidas y enojadas mientras miraba a Brittany junto a mí. Pasó las manos por su cabello.
—Mierda. Pero ella dijo que la ama—le dijo a Mike. Luego me miró—Te ama. ¿Por lo menos sabes qué hacer con eso?
Besé la cima de su cabeza.
—Cuidarlo como si fuera lo más precioso en la faz de la tierra—le contesté con toda sinceridad.
—Bueno, demonios. Se volvió toda poética—dijo Mike, sonriendo y sacudiendo la cabeza—Nunca pensé que vería el día.
Quinn se apoyó en el capó de su camioneta y cruzó los brazos sobre el pecho, luego bajó la cabeza.
Habíamos ganado.
Iba a consentirlo.
—Tu ojo se cerrará por completo si no le pones algo de hielo. Sigan adelante. Me encargaré de Quinn—dijo Mike, señalando mi jeep para que nos fuéramos.
Quería prometerle a Quinn que nunca le haría daño, o decirle que también la amaba.
Pero no podía hacerlo.
Si alguna vez se enteraba de lo que hice para cuidar de mi familia, la lastimaría.
La quería.
La necesitaba.
Pero, ¿la amaba?
¿Podía amarla sin ser completamente honesta con ella?
Brittany
Arreglé una bolsa con hielo mientras Santana se daba un baño y limpiaba toda la sangre de su rostro.
Me encogí al pensar en su rostro maltratado.
Iba a ser difícil perdonar a Quinn.
Siguió golpeando a Santana, quien ni siquiera se defendía. Sabía que Quinn estaría molesto, pero no sabía que sería tan violenta.
Nunca la había visto pelear con nadie, y casi nunca la oía maldecir.
Hizo ambas cosas esta noche.
No entendía por qué no pudo escucharme y dejar que le explicara.
Simplemente enloqueció.
Si no hubiera soltado el brazo de Santana, no la habría golpeado. Fue mi culpa.
Lo único que podría haber hecho para protegerla era mantenerme en la línea de fuego y me moví creyendo que podía conseguir que Quinn hablara de ello.
Que me escuchara.
La puerta del baño se abrió y Santana salió usando nada más que una toalla, de nuevo.
Podría acostumbrarme a eso.
Sin embargo, los moretones en su cara y su ojo hinchado tenían mi completa atención por el momento.
—Siéntate. Tenemos que poner hielo en tu ojo —le dije antes de empujarla hacia el sofá.
—¿No me vas a dejar vestirme primero?—preguntó en un tono divertido.
—Nop. Ya hemos esperado demasiado tiempo para poner hielo en tu ojo. Siéntate.
No discutió.
Se ajustó la toalla para evitar que se abriera cuando se sentó y se recostó.
Le entregué la bolsa con hielo.
—Hazlo tú. No quiero lastimarte.
—Ojalá tuviera un bistec. Funcionaría mejor—dijo, tomando la bolsa, sosteniéndola sobre el ojo y haciendo una mueca de dolor.
—Lo siento mucho—dije de nuevo.
No podía evitarlo.
Cada vez que miraba su cara, me sentía culpable.
—Basta, Britt—me alcanzó—Ven aquí.
Fui voluntariamente.
Necesitaba sentirla y saber que estaba bien. Además, acurrucarme era algo que tenía muchas ganas de hacer.
—Esperaba que Quinn viniera por mí. Estaba como loca. No lo culpo.
Pasé los dedos sobre su cabello.
—Fue una idiota. No puedo creer que actuó de esa manera.
Santana se rió entre dientes.
—Sí, bueno, Britt-Britt, hay muchas cosas de mí que no sabes. Quinn lo sabe casi todo. Sabe lo suficiente como para no querer a su hermanita cerca de mí.
¿Qué significaba?
¿Ahora ella también decía que yo era una idiota?
Empecé a alejarme y los brazos de Santana se apretaron.
—¿A dónde vas? —preguntó.
Esta noche le dije a mi hermana que amaba a Santana. Demonios, se lo dije a cualquiera que estuviera cerca para oírme gritarlo.
Pero Santana no dijo lo mismo.
No había esperado que lo hiciera. Sabía que no me amaba. Pero supongo que esperaba más que una afirmación de su parte.
Algo más que sólo aceptar la molestia de Quinn como algo justificado. Era como si estuviera de acuerdo en que yo cometía un error.
—Britt, dime lo que está mal—podía escuchar la preocupación en su voz.
Las lágrimas inundaron mis ojos y parpadeé para eliminarlas.
No iba a llorar.
Me cansé de llorar por todo.
No es extraño que Quinn me tratara como un bebé.
Actuaba como uno.
—Simplemente parece que estuvieras de acuerdo con Quinn. Como si creyeras que mi deseo de estar contigo es algo malo.
El cuerpo de Santana se puso rígido y luego la bolsa de hielo cayó a su lado.
Puso las manos en mi cintura y me jaló a su regazo.
—Mírame, Britt—dijo suavemente.
Hice lo que me pidió y las emociones que podía ver en sus ojos eran suficientes.
Podría no amarme, pero sentía algo muy cercana.
Podía verla.
—Nada acerca de esto que tenemos es malo. No voy a mentir: no te merezco. Estoy muy segura de que no soy lo suficientemente buena para ti pero, siempre y cuando me quieras, soy todo tuya.
Esa no era una declaración de amor, pero era lo más cercano que conseguiría de Santana.
Conocía lo suficiente sobre su pasado como para saber que nunca había sido seria con ninguna chica.
—¿Esto entre nosotras va a ser exclusivo? O es sólo…—me detuve, insegura de cómo ponerlo en palabras.
No quería decir “sólo sexo”, porque no se trataba de sexo.
Éramos más que eso, o al menos eso pensaba.
—Demonios sí, es exclusivo. No puedes salir con nadie más, Britt. No puedo lidiar con eso. Esta noche estaba listo para arrancar los brazos de ese chico por hablar contigo.
Esto era en ambos sentidos.
—Um… ¿y tú? ¿Es exclusivo para ti?—pregunté tentativamente.
Sabía que si no podía decirme que sí, no sería capaz de hacer esto. Era muy profundo emocionalmente.
Sonrió.
Pasó la mano por mi cabello y acunó la parte posterior de mi cabeza.
—Cariño, lo único que veo es a ti. Es algo que nunca he experimentado, pero ya no puedo ver a nadie más. Sólo a ti.
Mi corazón se estrelló en mi pecho.
Santana acercó mi cabeza lo suficiente para que sus labios tocaran los míos. Sabía que le dolía la cara, así que le devolví el beso suavemente.
No quería lastimarla.
—Britt, te deseo —susurró contra mis labios.
Esas no eran las dos palabras que quería escuchar, pero estaban bastante cerca del segundo lugar.
Salí de su regazo y me coloqué delante de ella, mientras alcanzaba mi espalda, abría la cremallera de mi vestido y lo dejaba caer.
—Dulce Jesús —susurró Santana.
No me había puesto un sujetador y tenía las bragas más reveladoras que poseía.
Me hallaba doblada quitándome las botas, cuando Santana se inclinó y agarró mi brazo.
—Déjatelas puestas.
—¿Cómo voy a sacarme las bragas?
Me lanzó una sonrisa maliciosa, luego agarró mis piernas y me metió entre las suyas. Acariciándome con las manos, las deslizó bajo las finas cuerdas que sostenían mis bragas y me las sacó con un fuerte tirón.
—Ni siquiera quiero saber cómo aprendiste a hacer eso.
—Las reemplazaré. Te compraré un montón igual a esas—prometió, llevándome a su regazo mientras se quitaba la toalla.
Sería con su hermana.
Quinn me había estado observando muy de cerca y le di una muy buena razón para sospechar de algo. Pero tuve que elegir entre dejar que la chica me manoseara por todas partes delante de Brittany y ver caer su rostro, o que mi mejor amiga me golpeara, así que elegí la patada en el culo.
No podía dejarla irse así.
Se enfadó y estuvo a punto de salir corriendo.
No iba a dejar que eso sucediera.
—¿Qué estás haciendo?—preguntó cuándo la atraje a mis brazos una vez que estuvimos entre la multitud en movimiento.
Con suerte, lo suficientemente lejos para que Quinn no pudiera vernos. Aunque había una buena probabilidad de que estuviera justo detrás de nosotras.
—Bailando contigo—contesté, deslizando las manos sobre la curva de sus caderas.
Sonrió.
—Eso no es lo que quise decir y lo sabes.
Eché un vistazo por encima de mi hombro para ver si Quinn venía por nosotras.
La costa seguía despejada. Me giré de vuelta a Brittany.
—Estabas a punto de irte—dije.
Frunció el ceño.
—Sí, bueno, he visto más de lo que podía soportar.
La atraje hacia mí y me moví para susurrarle al oído.
—Sólo estoy interesada en ti. Si te hubieses ido, habría perseguido tu culo sexy.
Se rió, deslizó una mano sobre mi pecho y luego la curvó detrás de mi cuello.
—Habría dejado que me atraparas. No hubieses tenido que tratarlo mucho.
Estaba lista para sacarla de aquí y tenerla para mí sola. Pero eso no iba a pasar hasta que enfrentara un gran obstáculo.
—Voy a tener que hablar de esto con Quinn.
Su sonrisa cayó.
—Lo sé.
Quería besarla y tranquilizarla, pero ya presioné lo suficiente.
Había una buena probabilidad de que Quinn, yo, o ambas termináramos en la sala de emergencias si me dejaba llevar por ese impulso.
—Va a estar molesto—dijo ella.
Me reí.
—No, Britt-Britt. Va a estar cabreada. Tan malditamente cabreada que va a ir por mi garganta.
Sus manos se apretaron en mi cabello.
¿Qué iba a hacer, intentar retenerme aquí?
—Tal vez no tengamos que decirle. Puedo aprender a lidiar con las chicas.
No, no podía y estoy segura de que yo no podría hacer frente a los chicos y chicas.
No iba a esconderlo.
Cuando ese idiota se paró frente a ella, no veía más allá de mi nariz. No me importaba quien me viera o lo que pensaran.
Sólo quería que se moviera.
Si la hubiese tocado, habría sido mucho peor.
—Quiero que las personas sepan que estás conmigo. No me gusta que se acerquen.
Se rió y se apretó contra mí de nuevo.
—Bueno, al menos nadie colgaba de mí. Tenías a una chica haciéndoselo a tu espalda.
Bajé las manos hacia su trasero y lo apreté suavemente, provocando que riera más fuerte.
—Si él te hubiese tocado, las cosas habrían ido de una manera muy diferente.
—¿Ah, en serio? ¿Cómo es eso?
Bromeaba conmigo.
Era fácil olvidar que no estábamos solas cuando me miraba de esa manera.
—Habría. Pateado. Su. Culo.
Una mano agarró mi hombro.
Eso significaba que Quinn finalmente vino por mí. Los ojos de Brittany se abrieron de par en par y comenzó a negar con la cabeza hacia su hermana.
—Yo me encargo. Todo irá bien—le aseguré.
Dejó caer las manos de mi cuello y agarró mi brazo con fuerza.
—Afuera. Ahora—dijo Quinn en un gruñido ruidoso y enojado.
Ah, sí.
Estaba enojada
—Suéltala, Brittany—le espetó.
—No le hables así—levanté la voz y me paré justo frente a ella.
Entendía que le molestara, pero no iba a dejar que se desquite con la persona equivocada.
—Afuera. Ahora—repitió.
Volví a mirar a Brittany mientras Quinn caminaba hacia la puerta. Se aferraba a mí con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en mi brazo.
—Quédate aquí—le dije y negó con la cabeza.
—De ninguna manera—gritó por encima de la multitud.
Empecé a moverme hacia la muchedumbre con ella aferrada a mi brazo. Iba a tener que soltarme.
Quinn sólo iba ponerse más furiosa si seguía agarrándome de esa manera.
—Ah, joder. ¿Qué demonios has hecho?—dijo Mike mientras daba un paso delante de nosotras, justo antes de llegar a la puerta.
—Muévete, Mike—dije, empujándome más allá de él.
—Por favor, Dios, dime que no…—hizo una pausa y miró a Brittany—, Hiciste lo que creo—concluyó.
—Esto no es asunto tuyo. Déjame ir a hablar con Quinn—contesté.
Mike dejó escapar una carcajada.
—Ella no planea hablar contigo. Está planeando patear tu culo y luego encerrar a su hermana en su habitación por el resto de su vida. Espero que no tenga un arma.
El agarre de Brittany se apretó.
No estaba segura de si era porque le preocupaba que Quinn me hiciera daño o que nos mantenga separadas.
Nunca había peleado con Quinn, así que no estaba muy segura de quién iba a salir ganadora, pero lo que sí era seguro, es que no le iba a permitir mantenerla lejos de mí.
—Britt, chica, tienes que quedarte adentro con Tina—dijo Mike, extendiendo la mano para alcanzar el brazo de Brittany—No hay ninguna razón para que salgas ahí. Suelta a Santana antes de que Quinn te vea y explote.
—No. La. Toques—dije calmadamente, tratando con mucho esfuerzo no alejarla de él.
—Cálmate de una puta vez. Estoy tratando de evitar que las vea pegadas a Quinn y a ti. No es algo que necesite ver.
Tomé una respiración profunda y la miré.
—¿Quieres ir con Tina, Britt-Britt?
Sacudió la cabeza y me apretó con más fuerza.
—No voy a hacer que se vaya. Además, ninguno de nosotros va a dejar que salga lastimada.
Mike sacudió la cabeza y suspiró.
—¿En qué pensabas?—preguntó—Es la hermanita de Quinn. Podías joder con cualquier otra. ¿Por qué te metiste con su hermana?
No me importaba que Mike fuera mucho más alto que yo, que fuera hombre o que tuviera pura fibra en su cuerpo que parecía construido como una pared de ladrillos.
No iba a agrupar a Brittany con cualquier otra chica con la que alguna vez me haya acostado.
Me acerqué hasta que estuve frente a su cara.
—Nunca vuelvas a hablar así de ella. No es alguien con quien esté jodiendo—abrí la puerta y salí a la calle con Brittany todavía unida a mí.
—Tal vez deberías haber sido más amable con Mike y traerlo aquí contigo—dijo, caminando tan cerca de mí como le era posible.
—No necesito a Mike. Todo va a estar bien. Pero tiene razón. Tienes que soltarme. Esto no va a ayudar al temperamento de Quinn.
Negó con la cabeza y me rendí.
Quinn se paseaba frente a su camioneta. Cuando nos vio, se detuvo y sus puños se apretaron a los costados.
—Suéltala, Brittany—ordenó mientras nos acercábamos.
—No, Quinn. Escúchame. No lo entiendes. Tienes que calmarte y dejarme explicarte.
—No necesito una explicación. He conocido a Santana desde que éramos niñas. He visto todo de ella. Lo suficiente como para saber que no es el tipo de persona que necesita que una chica como tú se aferre a ella y la defienda. No la conoces, Brittany. Yo sí.
—¡Sí, la conozco! Sé mucho sobre ella y no tienes ni idea de lo que está pasando aquí. Yo empecé esto. Huyó de mí por meses. Me alejó y yo seguía volviendo. Y no me está tratando de la forma en que pareces pensar.
—No me persiguió—dije.
No podía soportar escucharla decirle que había venido a mí con tanta insistencia y yo sólo cedí.
No fue la manera en que pasó esto.
—No creo que lo haya hecho—respondió Quinn con una voz mortalmente tranquila.
—¡Sí, lo hice! Incluso una noche me aproveché de ella cuando estaba borracho—dijo Brittany, dando un paso delante de mí.
—Britt, no…
—Estaba completamente borracha y la seguí. Ni siquiera lo recuerda. Trató de mantenerme lejos. Era amable conmigo, pero seguía diciéndome que no. Entonces su hermana se enfermó, corrí tras ella a su jeep y la acompañé. Es tan dulce y pequeña, Quinn. La cuidamos juntas y entonces las cosas simplemente pasaron. Por fin atravesé sus paredes. Me dejó entrar. No me arruines esto. Estoy enamorada de ella.
¿Qué?
Quinn alcanzó a Brittany y la alejó de mí. Su puño se plantó firmemente en mi cara antes de que pudiera asimilar el hecho de que ella acababa de decir que me amaba.
—¡Lamentable hija de puta!—rugió Quinn y me agarró del cuello antes de que su puño conectara con mi cara de nuevo.
Podía oír los gritos de Brittany en la distancia. Pero mi vista era borrosa y mi cabeza se sentía confusa.
Me sacudí y levanté las manos para bloquear más ataques mientras trataba de evitar que mi mundo girara.
—¡Quinn, NO!—lloró Brittany.
Mi cabeza se aclaró muy rápido.
Esto la hacía llorar.
No quería que llorara.
Esta vez, cuando su puño se acercó a mí, lo bloqueé y empujé con fuerza su pecho para conseguir que se apartara de mí.
Golpearla alteraría más a Brittany, pero tampoco podía dejar que me noqueara.
—Confié en ti. Eres mi mejor amiga. ¿Cómo puedes meterte con mi hermanita? Cree que te ama—rugió Quinn—Ni siquiera te conoce. Dile, Santana. Dile la mierda que has hecho.
—¡Cállate!—grité—Ya conseguiste golpearme. No voy a devolvértelo y molestarla más—levanté el brazo para limpiar la sangre que corría por mi nariz.
Brittany pasó corriendo junto a su hermana y chocó contra mi pecho.
—¡Maldición!—gruñó Quinn.
—Lo siento, lo siento mucho—Brittany lloró contra mi pecho.
Verla así me volvía loca.
¿No podía ver lo que le hacía?
—Dame un minuto—le grité a Quinn—Primero déjame calmarla. Necesita la tranquilidad de saber que no vamos a matarnos. ¿Es que no te das cuenta?—incliné la cabeza y acuné el rostro de Brittany para poder mirarla.
Mi ojo izquierdo se cerró por la hinchazón, pero todavía podía ver su rostro surcado por las lágrimas.
Odiaba verla así.
Si no empeorara las cosas, le daría unos buenos puñetazos a su estúpida hermana por hacerla llorar.
—Estoy bien. No lo dejaré golpearme más. Me atrapó con la guardia baja.
Me amaba.
Sus palabras se reprodujeron de nuevo en mi cabeza.
¿Cómo alguien tan jodidamente dulce como Brittany Pierce podía amarme?
—Sólo quiero irme. Necesito conseguirte un poco de hielo y estás sangrando—hipó.
—Lo sé. Dejaré que lo hagas, pero antes déjame tratar con ella, ¿de acuerdo?
Envolvió los brazos a mí alrededor y me sostuvo con fuerza. Esta era su manera de protegerme.
Nunca nadie me había protegido.
—Bueno, he visto suficiente—dijo la voz de Mike detrás de mí—Retrocede, Quinn.
—Es mi hermana con la que está jodiendo, Mike. No me digas que retroceda.
—Sí, por eso te dejé golpearla. Pensé lo mismo—Mike se interpuso entre nosotras. Me miró de nuevo. Su mirada cayó en Brittany, luego regresó a mi rostro—Esto es diferente.
—Ella no lo hace diferente—escupió Quinn—Es mi hermanita. Se supone que la proteja. Siempre la he protegido. No puedo dejarla cerca de Santana. No es lo suficientemente buena.
El dolor por las palabras, que sabía eran ciertas, lanzadas en mi cara por una de las únicas personas que creí que me aceptaba, con defectos y todo, fue duro.
Brittany giró la cabeza para enfrentar a su hermana.
—No te atrevas a decir eso. CÁLLATE, Quinn.
Mike hizo un gesto con la mano en nuestra dirección.
—¿Viste eso? ¿Alguna vez la has visto aferrarse así a alguien? No te regresó los golpes y no porque no pudiera, porque si fuera una pelea real, mi dinero estaría en Santana. Ha estado peleando toda su vida. No te golpeó porque no le gusta molestar a tu hermana. La protegió.
Quinn tomó respiraciones rápidas y enojadas mientras miraba a Brittany junto a mí. Pasó las manos por su cabello.
—Mierda. Pero ella dijo que la ama—le dijo a Mike. Luego me miró—Te ama. ¿Por lo menos sabes qué hacer con eso?
Besé la cima de su cabeza.
—Cuidarlo como si fuera lo más precioso en la faz de la tierra—le contesté con toda sinceridad.
—Bueno, demonios. Se volvió toda poética—dijo Mike, sonriendo y sacudiendo la cabeza—Nunca pensé que vería el día.
Quinn se apoyó en el capó de su camioneta y cruzó los brazos sobre el pecho, luego bajó la cabeza.
Habíamos ganado.
Iba a consentirlo.
—Tu ojo se cerrará por completo si no le pones algo de hielo. Sigan adelante. Me encargaré de Quinn—dijo Mike, señalando mi jeep para que nos fuéramos.
Quería prometerle a Quinn que nunca le haría daño, o decirle que también la amaba.
Pero no podía hacerlo.
Si alguna vez se enteraba de lo que hice para cuidar de mi familia, la lastimaría.
La quería.
La necesitaba.
Pero, ¿la amaba?
¿Podía amarla sin ser completamente honesta con ella?
Brittany
Arreglé una bolsa con hielo mientras Santana se daba un baño y limpiaba toda la sangre de su rostro.
Me encogí al pensar en su rostro maltratado.
Iba a ser difícil perdonar a Quinn.
Siguió golpeando a Santana, quien ni siquiera se defendía. Sabía que Quinn estaría molesto, pero no sabía que sería tan violenta.
Nunca la había visto pelear con nadie, y casi nunca la oía maldecir.
Hizo ambas cosas esta noche.
No entendía por qué no pudo escucharme y dejar que le explicara.
Simplemente enloqueció.
Si no hubiera soltado el brazo de Santana, no la habría golpeado. Fue mi culpa.
Lo único que podría haber hecho para protegerla era mantenerme en la línea de fuego y me moví creyendo que podía conseguir que Quinn hablara de ello.
Que me escuchara.
La puerta del baño se abrió y Santana salió usando nada más que una toalla, de nuevo.
Podría acostumbrarme a eso.
Sin embargo, los moretones en su cara y su ojo hinchado tenían mi completa atención por el momento.
—Siéntate. Tenemos que poner hielo en tu ojo —le dije antes de empujarla hacia el sofá.
—¿No me vas a dejar vestirme primero?—preguntó en un tono divertido.
—Nop. Ya hemos esperado demasiado tiempo para poner hielo en tu ojo. Siéntate.
No discutió.
Se ajustó la toalla para evitar que se abriera cuando se sentó y se recostó.
Le entregué la bolsa con hielo.
—Hazlo tú. No quiero lastimarte.
—Ojalá tuviera un bistec. Funcionaría mejor—dijo, tomando la bolsa, sosteniéndola sobre el ojo y haciendo una mueca de dolor.
—Lo siento mucho—dije de nuevo.
No podía evitarlo.
Cada vez que miraba su cara, me sentía culpable.
—Basta, Britt—me alcanzó—Ven aquí.
Fui voluntariamente.
Necesitaba sentirla y saber que estaba bien. Además, acurrucarme era algo que tenía muchas ganas de hacer.
—Esperaba que Quinn viniera por mí. Estaba como loca. No lo culpo.
Pasé los dedos sobre su cabello.
—Fue una idiota. No puedo creer que actuó de esa manera.
Santana se rió entre dientes.
—Sí, bueno, Britt-Britt, hay muchas cosas de mí que no sabes. Quinn lo sabe casi todo. Sabe lo suficiente como para no querer a su hermanita cerca de mí.
¿Qué significaba?
¿Ahora ella también decía que yo era una idiota?
Empecé a alejarme y los brazos de Santana se apretaron.
—¿A dónde vas? —preguntó.
Esta noche le dije a mi hermana que amaba a Santana. Demonios, se lo dije a cualquiera que estuviera cerca para oírme gritarlo.
Pero Santana no dijo lo mismo.
No había esperado que lo hiciera. Sabía que no me amaba. Pero supongo que esperaba más que una afirmación de su parte.
Algo más que sólo aceptar la molestia de Quinn como algo justificado. Era como si estuviera de acuerdo en que yo cometía un error.
—Britt, dime lo que está mal—podía escuchar la preocupación en su voz.
Las lágrimas inundaron mis ojos y parpadeé para eliminarlas.
No iba a llorar.
Me cansé de llorar por todo.
No es extraño que Quinn me tratara como un bebé.
Actuaba como uno.
—Simplemente parece que estuvieras de acuerdo con Quinn. Como si creyeras que mi deseo de estar contigo es algo malo.
El cuerpo de Santana se puso rígido y luego la bolsa de hielo cayó a su lado.
Puso las manos en mi cintura y me jaló a su regazo.
—Mírame, Britt—dijo suavemente.
Hice lo que me pidió y las emociones que podía ver en sus ojos eran suficientes.
Podría no amarme, pero sentía algo muy cercana.
Podía verla.
—Nada acerca de esto que tenemos es malo. No voy a mentir: no te merezco. Estoy muy segura de que no soy lo suficientemente buena para ti pero, siempre y cuando me quieras, soy todo tuya.
Esa no era una declaración de amor, pero era lo más cercano que conseguiría de Santana.
Conocía lo suficiente sobre su pasado como para saber que nunca había sido seria con ninguna chica.
—¿Esto entre nosotras va a ser exclusivo? O es sólo…—me detuve, insegura de cómo ponerlo en palabras.
No quería decir “sólo sexo”, porque no se trataba de sexo.
Éramos más que eso, o al menos eso pensaba.
—Demonios sí, es exclusivo. No puedes salir con nadie más, Britt. No puedo lidiar con eso. Esta noche estaba listo para arrancar los brazos de ese chico por hablar contigo.
Esto era en ambos sentidos.
—Um… ¿y tú? ¿Es exclusivo para ti?—pregunté tentativamente.
Sabía que si no podía decirme que sí, no sería capaz de hacer esto. Era muy profundo emocionalmente.
Sonrió.
Pasó la mano por mi cabello y acunó la parte posterior de mi cabeza.
—Cariño, lo único que veo es a ti. Es algo que nunca he experimentado, pero ya no puedo ver a nadie más. Sólo a ti.
Mi corazón se estrelló en mi pecho.
Santana acercó mi cabeza lo suficiente para que sus labios tocaran los míos. Sabía que le dolía la cara, así que le devolví el beso suavemente.
No quería lastimarla.
—Britt, te deseo —susurró contra mis labios.
Esas no eran las dos palabras que quería escuchar, pero estaban bastante cerca del segundo lugar.
Salí de su regazo y me coloqué delante de ella, mientras alcanzaba mi espalda, abría la cremallera de mi vestido y lo dejaba caer.
—Dulce Jesús —susurró Santana.
No me había puesto un sujetador y tenía las bragas más reveladoras que poseía.
Me hallaba doblada quitándome las botas, cuando Santana se inclinó y agarró mi brazo.
—Déjatelas puestas.
—¿Cómo voy a sacarme las bragas?
Me lanzó una sonrisa maliciosa, luego agarró mis piernas y me metió entre las suyas. Acariciándome con las manos, las deslizó bajo las finas cuerdas que sostenían mis bragas y me las sacó con un fuerte tirón.
—Ni siquiera quiero saber cómo aprendiste a hacer eso.
—Las reemplazaré. Te compraré un montón igual a esas—prometió, llevándome a su regazo mientras se quitaba la toalla.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
a ver que hace quinn,.. para no matar a san de nuevo???
es verdad san no le dijo el pasado completo,.. y no sabe si britt puede aceptar la??
san va a jugar con todo,.. a ver si va a exclusiva como dijo,.. va a tener ojos en la nuca,.. o mejor dicho un puntero laser!!!
nos vemos!!
a ver que hace quinn,.. para no matar a san de nuevo???
es verdad san no le dijo el pasado completo,.. y no sabe si britt puede aceptar la??
san va a jugar con todo,.. a ver si va a exclusiva como dijo,.. va a tener ojos en la nuca,.. o mejor dicho un puntero laser!!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
y ahora que??? quinn lo sabe y creo que no le quitara el ojo a santana en mucho tiempo!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Que bueno que por fin sabe Quinn sobre su relación y pues era de esperarse su reacción....
Y pues ojala San encontrara un trabajo para que pueda dejar lo que hace, aunque viéndolo de su lado es complicado encontrar un trabajo en donde gane bien y pueda seguir estudiando y con sus entrenamientos, siendo el dinero necesario sobretodo para sus hermanos :/
Y pues ojala San encontrara un trabajo para que pueda dejar lo que hace, aunque viéndolo de su lado es complicado encontrar un trabajo en donde gane bien y pueda seguir estudiando y con sus entrenamientos, siendo el dinero necesario sobretodo para sus hermanos :/
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
a ver que hace quinn,.. para no matar a san de nuevo???
es verdad san no le dijo el pasado completo,.. y no sabe si britt puede aceptar la??
san va a jugar con todo,.. a ver si va a exclusiva como dijo,.. va a tener ojos en la nuca,.. o mejor dicho un puntero laser!!!
nos vemos!!
Hola lu, mmm interesante pregunta... q lo se xD Esta complicado q esta la cosa ai =/ Espero y salga bn =/ Yo si le creo... en lo q a ella le respecta =/ JAjaajaj nose xq te creo ajaaja. Saludos =D
micky morales escribió:y ahora que??? quinn lo sabe y creo que no le quitara el ojo a santana en mucho tiempo!!!!
Hola, otro cap¿? Nose xq te creo xD ajajajaj. Saludos =D
JVM escribió:Que bueno que por fin sabe Quinn sobre su relación y pues era de esperarse su reacción....
Y pues ojala San encontrara un trabajo para que pueda dejar lo que hace, aunque viéndolo de su lado es complicado encontrar un trabajo en donde gane bien y pueda seguir estudiando y con sus entrenamientos, siendo el dinero necesario sobretodo para sus hermanos :/
Hola, es un peso menos, no¿? bn ai. Viendo el lado bueno de las coasas.... y creo q no es primera vez jajajaj. Espero lo mismo la vrdd..., pero como dices esta dificil al cosa =/ Ella necesita una gran suma de dinero para sus gastos y mas aun por su hermanitos =/ Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Cap 18
Capitulo 18
Santana
—¿Podemos hacerlo así?—preguntó Brittany con nerviosismo mientras se sentaba a horcajadas sobre mi regazo.
Dios, era tan malditamente inocente.
Saber que he sido el único que la ha tocado, estado dentro de ella, que la ha probado, empeoró mi loca posesividad.
Quería mantenerla cerca. Lejos de todos los demás.
—Sí, cariño, se siente muy bien de esta forma—le aseguré mientras sostenía sus caderas—Tendrás todo el control.
Me incliné hacia adelante y atraje uno sus pezones a mi boca. Se hallaban justo ahí, provocándome.
No podía ignorarlos.
Estaba jodidamente segura de ser adicta a ellos.
Arqueó la espalda y dejó salir un suave gemido.
—Quiero penetrarte—suplicó.
Le sonreí.
—Entonces hazlo.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego lentamente bajó su cuerpo hasta unir nuestras intimidades y luego movió sus dedos hasta que tocó mi entrada.
—¿Sólo entro?—preguntó, mirándome de nuevo.
Si no estuviera tan increíblemente encendida, me hubiera reído.
—Sí, sólo entra.
Me gustaba la forma en que sonaba.
Mordió su labio inferior mientras se movía.
—Ah, es tan bueno—gemí mientras nos atormentaba con su ritmo lento.
—Sí—jadeó—, Lo es.
Se detuvo, y quería tanto empujar hacia arriba, pero me contuve. Esto iba a ser todo para ella.
—¿Sigo adelante?—respiraba rápido y duro, haciendo que sus tetas brincaran suavemente en mi cara.
Dios, nunca tuve algo tan bueno como esto.
—Sí —le aseguré.
Se hundió por completo y mis caderas se sacudieron por voluntad propia, haciéndola gritar.
—Joder, Britt-Britt—gemí, mientras mis músculos internos apretaban sus dedos polla.
Quería que sintiera lo mismo y la penetre yo también.
—Oh Dios, se siente tan bien—dijo, lanzando la cabeza hacia atrás y dándome acceso total a su bonito cuello.
Me incliné, besé y lamí muchos puntos suaves antes de que comenzara a moverse.
Moví mis dedos, dijo:
—Quiero moverme.
—Hazlo, Britt. Tan rápido o tan lento como quieras. Yo te sigo.
—Oh—suspiró y sus ojos se expandieron ante mis palabras.
Se relajó y tuve que poner mi mano libre en un puño a mi lado para contenerme de tomar el control.
Esto me ponía jodidamente loca.
Era muy tentador ponerla sobre su espalda y bombear dentro y fuera de ella hasta que las dos gritáramos la liberación.
Pero entonces, mirarla experimentar esto por primera vez, era algo que nunca olvidaría.
—San—jadeó.
—¿Sí, Britt-Britt?
—¿Puedo ir más rápido? Quiero ir más rápido.
Ah, infiernos, sí.
—Muévete tan rápido y tan duro como quieras. Si se siente bien para ti, se siente increíble para mí. Lo prometo. No puedes hacerlo mal.
Asintió y empezó a mover su mano rápidamente y yo iguale su velocidad y movimiento.
—¡AH!
Lo hizo de nuevo, más duro esta vez. Era lo más increíble que había sentido alguna vez. Era más caliente dentro que antes y más suave…
¡MIERDA!
No quería ser bruta con ella.
Mierda, mierda, mierda.
Agarré su cintura cuando comenzaba a tomar ritmo y la detuve.
—No, por favor—rogó, moviéndose otra vez en mí—Sí, oh Dios, Sanny.
Jódeme.
¿Cómo iba a detener esto?
Movió su mano más rápido, duro y luego gritó. Se encontraba tan cerca.
—Britt, no quiero ser ruda.
No se detuvo como esperaba.
Sus movimientos eran más rápido y se sacudió adelante y atrás mientras hacía pequeños gemidos sexys que me ponían al borde.
—Britt…
—Está bien. Estoy bien—dijo antes de presionarse de nuevo y balancear las caderas adelante y atrás.
¿Por qué coño era tan linda?
—Sanny, ¡AH! San—gritó, agarrando mis hombros y acercándose mientras comenzaba a temblar en mi regazo.
No podría contenerlo.
Envolví mi brazo a su alrededor y enterré mi cara en su hombro mientras movía mi mano más rápido y mi liberación llego.
Brittany
No quería moverme.
Nunca.
Santana se encontraba dentro de mí.
Me sentía completamente satisfecha y su boca mordisqueaba mi cuello. No había duda de por qué a las chicas de la escuela les gustaba tanto el sexo.
Nada que haya hecho debajo de las sábanas en mi cama se sentía como esto.
—Sé que esto ha pasado antes y no es el mejor momento de decirlo, pero quiero que sepas que me hago exámenes regulares y estoy sana y limpia. Jamás dejaría que te pasara algo—me dijo Santana contra mi cuello.
Sonriendo, arqueé el cuello un poco más para que pudiera cubrir más piel.
—Está bien, confió en ti. Y yo también me he ido al ginecólogo.
—Nunca te habría expuesto a algo—dijo, inclinando la cabeza para mirarme—Estar dentro de ti y junto a ti fue la mejor experiencia de mi vida.
Mi cuerpo sintió toda la calidez.
Saber que lo disfrutó tanto como yo lo hizo incluso mejor.
Santana se inclinó y me besó.
—Sin embargo, tenemos que seguir haciéndonos las pruebas. Tan bien como se sintió. ¿Podemos hacer esto de nuevo?
—Si eres una chica muy bueno—bromeé.
Su mano se deslizo por mi espalda hasta alcanzar la parte baja.
—Puedo ser muy buena. Tan malditamente buena que querrás desnudarte para mí todo el tiempo.
Riendo, moví las caderas y la sentí dentro de mí.
Oh.
—Britt, si no te bajas de mí, pronto vamos a tener un segundo round.
Me moví un poco más en su regazo y esta vez se rió.
—Vas a matarme. Muerte por sexo con la mujer más ardiente del planeta. Es una forma magnífica de hacerlo.
Un golpe en la puerta me sobresaltó y Santana se tensó debajo de mí. Miré de la puerta a ella y me levantó de su regazo. Luego me dio una toalla.
—Ve al baño y toma una ducha.
Me preocupó que pudiera ser Quinn. No quería lastimar más a Santana.
Enrollé la toalla a mí alrededor y me levanté.
Santana señaló el baño, y negué con la cabeza.
—Puede ser Quinn.
Santana se rió.
—Bueno, que estés así no va a ayudar.
—No puedes responder a la puerta desnuda—señalé.
Se miró y rió.
—No, no puedo—entonces salió de la habitación.
Otro toque y un:
—Sé que estás ahí. Abre la maldita puerta—nos dijo que era Artie.
Santana salió caminando de la habitación con una camisa grande que cubría lo justo sus perfectas piernas y señaló el baño.
—Es Artie y las dos sabemos que no vino a patearme el trasero. Ve a ducharte y no salgas en toalla.
Sonriendo, caminé al baño y cerré la puerta detrás de mí.
Presioné la oreja contra la puerta, queriendo escuchar lo que iba a decir Artie antes de abrir el grifo.
Podría estar aquí para advertirnos que Quinn estaba en camino.
—¿Está aquí?—preguntó Artie.
—Las noticias viajan rápido.
Artie dejó salir una carcajada.
—Diablos, sí. Te metiste con la hermana de Quinn, eso está jodido. Incluso para ti.
—Cállate, Art. ¿Qué quieres, además de saber si Brittany está aquí?
—Ah, ya sabes, lo de siempre. Dejaste a Quinn lista para golpear la cabeza de cualquiera que lo mire de manera equivocada. Mike y yo tenemos que evitar que la metan en la cárcel. Así que necesito saber, ¿sólo la estás follando o es más que eso?
—Es Brittany, Art. No digas eso. Nunca.
Hubo una pausa.
—Así que Mike tenía razón. Para que te metas con Britt, tiene que haber una razón más grande. Te tiene.
—He estado atraída por ella desde hace un par de años, pero era demasiado joven. Ya no lo es y… es diferente con ella. Todo es diferente.
Escucharlo admitir que era diferente conmigo liberó la preocupación de que nunca podría amarme.
Saber que sentía algo.
—Diría que es tu problema, pero desde que éramos niños si algo iba mal con uno de nosotros, entonces era asunto de todos. Sólo ten cuidado. Sé mierda que probablemente tú no. Y no es el tipo de cosas sobre las que se construyen las relaciones. Y Britt no es el tipo de chica que usas para un rato.
—Lo sé. ¿No crees que lo sé, maldita sea?
Otro momento de silencio y entonces la puerta delantera se abrió y cerró. Me alejé y tomé una respiración profunda.
La puerta del baño se abrió y Santana entró con una sonrisa malvada en su rostro.
—Ya que me esperaste mientras escuchabas esa conversación, creo que debo ayudarte a limpiarte y puedes mostrarme tus habilidades para cantar en la ducha. He estado esperando todo el maldito día para escucharlas.
Dios, era tan malditamente inocente.
Saber que he sido el único que la ha tocado, estado dentro de ella, que la ha probado, empeoró mi loca posesividad.
Quería mantenerla cerca. Lejos de todos los demás.
—Sí, cariño, se siente muy bien de esta forma—le aseguré mientras sostenía sus caderas—Tendrás todo el control.
Me incliné hacia adelante y atraje uno sus pezones a mi boca. Se hallaban justo ahí, provocándome.
No podía ignorarlos.
Estaba jodidamente segura de ser adicta a ellos.
Arqueó la espalda y dejó salir un suave gemido.
—Quiero penetrarte—suplicó.
Le sonreí.
—Entonces hazlo.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego lentamente bajó su cuerpo hasta unir nuestras intimidades y luego movió sus dedos hasta que tocó mi entrada.
—¿Sólo entro?—preguntó, mirándome de nuevo.
Si no estuviera tan increíblemente encendida, me hubiera reído.
—Sí, sólo entra.
Me gustaba la forma en que sonaba.
Mordió su labio inferior mientras se movía.
—Ah, es tan bueno—gemí mientras nos atormentaba con su ritmo lento.
—Sí—jadeó—, Lo es.
Se detuvo, y quería tanto empujar hacia arriba, pero me contuve. Esto iba a ser todo para ella.
—¿Sigo adelante?—respiraba rápido y duro, haciendo que sus tetas brincaran suavemente en mi cara.
Dios, nunca tuve algo tan bueno como esto.
—Sí —le aseguré.
Se hundió por completo y mis caderas se sacudieron por voluntad propia, haciéndola gritar.
—Joder, Britt-Britt—gemí, mientras mis músculos internos apretaban sus dedos polla.
Quería que sintiera lo mismo y la penetre yo también.
—Oh Dios, se siente tan bien—dijo, lanzando la cabeza hacia atrás y dándome acceso total a su bonito cuello.
Me incliné, besé y lamí muchos puntos suaves antes de que comenzara a moverse.
Moví mis dedos, dijo:
—Quiero moverme.
—Hazlo, Britt. Tan rápido o tan lento como quieras. Yo te sigo.
—Oh—suspiró y sus ojos se expandieron ante mis palabras.
Se relajó y tuve que poner mi mano libre en un puño a mi lado para contenerme de tomar el control.
Esto me ponía jodidamente loca.
Era muy tentador ponerla sobre su espalda y bombear dentro y fuera de ella hasta que las dos gritáramos la liberación.
Pero entonces, mirarla experimentar esto por primera vez, era algo que nunca olvidaría.
—San—jadeó.
—¿Sí, Britt-Britt?
—¿Puedo ir más rápido? Quiero ir más rápido.
Ah, infiernos, sí.
—Muévete tan rápido y tan duro como quieras. Si se siente bien para ti, se siente increíble para mí. Lo prometo. No puedes hacerlo mal.
Asintió y empezó a mover su mano rápidamente y yo iguale su velocidad y movimiento.
—¡AH!
Lo hizo de nuevo, más duro esta vez. Era lo más increíble que había sentido alguna vez. Era más caliente dentro que antes y más suave…
¡MIERDA!
No quería ser bruta con ella.
Mierda, mierda, mierda.
Agarré su cintura cuando comenzaba a tomar ritmo y la detuve.
—No, por favor—rogó, moviéndose otra vez en mí—Sí, oh Dios, Sanny.
Jódeme.
¿Cómo iba a detener esto?
Movió su mano más rápido, duro y luego gritó. Se encontraba tan cerca.
—Britt, no quiero ser ruda.
No se detuvo como esperaba.
Sus movimientos eran más rápido y se sacudió adelante y atrás mientras hacía pequeños gemidos sexys que me ponían al borde.
—Britt…
—Está bien. Estoy bien—dijo antes de presionarse de nuevo y balancear las caderas adelante y atrás.
¿Por qué coño era tan linda?
—Sanny, ¡AH! San—gritó, agarrando mis hombros y acercándose mientras comenzaba a temblar en mi regazo.
No podría contenerlo.
Envolví mi brazo a su alrededor y enterré mi cara en su hombro mientras movía mi mano más rápido y mi liberación llego.
Brittany
No quería moverme.
Nunca.
Santana se encontraba dentro de mí.
Me sentía completamente satisfecha y su boca mordisqueaba mi cuello. No había duda de por qué a las chicas de la escuela les gustaba tanto el sexo.
Nada que haya hecho debajo de las sábanas en mi cama se sentía como esto.
—Sé que esto ha pasado antes y no es el mejor momento de decirlo, pero quiero que sepas que me hago exámenes regulares y estoy sana y limpia. Jamás dejaría que te pasara algo—me dijo Santana contra mi cuello.
Sonriendo, arqueé el cuello un poco más para que pudiera cubrir más piel.
—Está bien, confió en ti. Y yo también me he ido al ginecólogo.
—Nunca te habría expuesto a algo—dijo, inclinando la cabeza para mirarme—Estar dentro de ti y junto a ti fue la mejor experiencia de mi vida.
Mi cuerpo sintió toda la calidez.
Saber que lo disfrutó tanto como yo lo hizo incluso mejor.
Santana se inclinó y me besó.
—Sin embargo, tenemos que seguir haciéndonos las pruebas. Tan bien como se sintió. ¿Podemos hacer esto de nuevo?
—Si eres una chica muy bueno—bromeé.
Su mano se deslizo por mi espalda hasta alcanzar la parte baja.
—Puedo ser muy buena. Tan malditamente buena que querrás desnudarte para mí todo el tiempo.
Riendo, moví las caderas y la sentí dentro de mí.
Oh.
—Britt, si no te bajas de mí, pronto vamos a tener un segundo round.
Me moví un poco más en su regazo y esta vez se rió.
—Vas a matarme. Muerte por sexo con la mujer más ardiente del planeta. Es una forma magnífica de hacerlo.
Un golpe en la puerta me sobresaltó y Santana se tensó debajo de mí. Miré de la puerta a ella y me levantó de su regazo. Luego me dio una toalla.
—Ve al baño y toma una ducha.
Me preocupó que pudiera ser Quinn. No quería lastimar más a Santana.
Enrollé la toalla a mí alrededor y me levanté.
Santana señaló el baño, y negué con la cabeza.
—Puede ser Quinn.
Santana se rió.
—Bueno, que estés así no va a ayudar.
—No puedes responder a la puerta desnuda—señalé.
Se miró y rió.
—No, no puedo—entonces salió de la habitación.
Otro toque y un:
—Sé que estás ahí. Abre la maldita puerta—nos dijo que era Artie.
Santana salió caminando de la habitación con una camisa grande que cubría lo justo sus perfectas piernas y señaló el baño.
—Es Artie y las dos sabemos que no vino a patearme el trasero. Ve a ducharte y no salgas en toalla.
Sonriendo, caminé al baño y cerré la puerta detrás de mí.
Presioné la oreja contra la puerta, queriendo escuchar lo que iba a decir Artie antes de abrir el grifo.
Podría estar aquí para advertirnos que Quinn estaba en camino.
—¿Está aquí?—preguntó Artie.
—Las noticias viajan rápido.
Artie dejó salir una carcajada.
—Diablos, sí. Te metiste con la hermana de Quinn, eso está jodido. Incluso para ti.
—Cállate, Art. ¿Qué quieres, además de saber si Brittany está aquí?
—Ah, ya sabes, lo de siempre. Dejaste a Quinn lista para golpear la cabeza de cualquiera que lo mire de manera equivocada. Mike y yo tenemos que evitar que la metan en la cárcel. Así que necesito saber, ¿sólo la estás follando o es más que eso?
—Es Brittany, Art. No digas eso. Nunca.
Hubo una pausa.
—Así que Mike tenía razón. Para que te metas con Britt, tiene que haber una razón más grande. Te tiene.
—He estado atraída por ella desde hace un par de años, pero era demasiado joven. Ya no lo es y… es diferente con ella. Todo es diferente.
Escucharlo admitir que era diferente conmigo liberó la preocupación de que nunca podría amarme.
Saber que sentía algo.
—Diría que es tu problema, pero desde que éramos niños si algo iba mal con uno de nosotros, entonces era asunto de todos. Sólo ten cuidado. Sé mierda que probablemente tú no. Y no es el tipo de cosas sobre las que se construyen las relaciones. Y Britt no es el tipo de chica que usas para un rato.
—Lo sé. ¿No crees que lo sé, maldita sea?
Otro momento de silencio y entonces la puerta delantera se abrió y cerró. Me alejé y tomé una respiración profunda.
La puerta del baño se abrió y Santana entró con una sonrisa malvada en su rostro.
—Ya que me esperaste mientras escuchabas esa conversación, creo que debo ayudarte a limpiarte y puedes mostrarme tus habilidades para cantar en la ducha. He estado esperando todo el maldito día para escucharlas.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
bueno estan en medio del apogeo de la relación jajaja van a estar como conejos!!!
a ver cuantos le van de sermón a britt y a san??
y cuanto tarda san en hablar
nos vemos!!!
bueno estan en medio del apogeo de la relación jajaja van a estar como conejos!!!
a ver cuantos le van de sermón a britt y a san??
y cuanto tarda san en hablar
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Jajajajaja castigo a Britt por andar de chismosa jajaja
Y pues si , ya se regó el chisme como dijo San .
Y pues la morena mas que feliz por ser la única que ha estado con Britt de esta forma, ya me imagino lo posesiva que se pondrá ahora que ya no tienen que ocultarse
Y pues si , ya se regó el chisme como dijo San .
Y pues la morena mas que feliz por ser la única que ha estado con Britt de esta forma, ya me imagino lo posesiva que se pondrá ahora que ya no tienen que ocultarse
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
Bueno que disfruten ahorita todo lo que pdan, son tiempos bonitos! por ahora...... por cierto me gustaria que todas esas personas que han dejado sus historias colgadas las borren y se larguen del foro pq para que ocupando lugar si son fantasmas, hasta ahora esta y A UN ANGEL son mas que suficientes!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Por Ahora (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
bueno estan en medio del apogeo de la relación jajaja van a estar como conejos!!!
a ver cuantos le van de sermón a britt y a san??
y cuanto tarda san en hablar
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajaajajaj xD ajajajajajajajaajajajajaj si xD jajaajajajajaj. =O nonononono ni lo digas q es ya =/ Mmm eso si lo espero más rápido la vrdd =/ Saludos =D
JVM escribió:Jajajajaja castigo a Britt por andar de chismosa jajaja
Y pues si , ya se regó el chisme como dijo San .
Y pues la morena mas que feliz por ser la única que ha estado con Britt de esta forma, ya me imagino lo posesiva que se pondrá ahora que ya no tienen que ocultarse
Hola, jajaaj dices tu¿? jajaajaja. =/ si no¿? =/ Jajajajajjaaj xD ajajajajaj nose xq te creo la vrdd jaajajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:Bueno que disfruten ahorita todo lo que pdan, son tiempos bonitos! por ahora...... por cierto me gustaria que todas esas personas que han dejado sus historias colgadas las borren y se larguen del foro pq para que ocupando lugar si son fantasmas, hasta ahora esta y A UN ANGEL son mas que suficientes!!!!!
Hola, tienen que =/ los tiempos se vienen difíciles para ellas... =/ Saludos =D
Pd: jajajajajajaja tenemos q tener esperanza de q volverán ahora ya! Yo tmbn estoy haciendo lo posible para poder actualizar dos veces al día, pero no puedo adelantar caps por el tiempo =S
Última edición por 23l1 el Sáb Sep 09, 2017 7:26 pm, editado 1 vez
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
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