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*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
owwwwww :3 Ax es tan lindoooooo San ya deja de hacerte la apretada hahahhahaha y no la emparejes con Sebastian porfaaaa no sabes cuando sufriria mi corazón no entiendo como pueden shipear Sebtana por Dioooos mi OTP siempre sera Brittana SIEMPRE!
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Esas faberry siempre me rio con ellas cada locura que hacen jaja... no se porque pero sebastian nunca me ah caído bien, mas que ahora intenta algo con mi san ¬¬ ella solo es de britt jaja ok no.. me diverti mucho con este capitulo
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
definitivamente brittany tiene un aliado en axel, me encanta ese niño, es un amor, sebastina no me gusta nada y creo que traera problemas y lagrimas, drama no por favor o por lo menos en pequeña dosis, para poder digerirlo, si por favor. Las faberry son geniales, me encantan sus locuras, aunque alice sigue ahi como fiera acechando a su prresa. Excelente capitulo, un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Me perdi 2 cap.. u.u. Sabes que no pude interpretar nada del sueño de San, posta, mi mente estaba en cero, jajaja, soy malisima con las interpretaciones!!.. xD.. Pero ahora que lo explicaste entendi todo!!.. jajaja
Que bueno que empiece a ver un poco mas de Brittana, ya me estaba enloqueciendo, ahora que estan viviendo juntas mejor!!. Y Ax es un amor ♥, me encanta, y espero que el las una a Britt y San!!.. Siiiiiii.. :D
Buenisimo los cap.. beso.. :D
Que bueno que empiece a ver un poco mas de Brittana, ya me estaba enloqueciendo, ahora que estan viviendo juntas mejor!!. Y Ax es un amor ♥, me encanta, y espero que el las una a Britt y San!!.. Siiiiiii.. :D
Buenisimo los cap.. beso.. :D
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
ADORO a Ax!! es mi debilidad!! Me encanta la relación tan desenfadada que tienen las chicas, aunque necesito un poco de acción...que se vea que Santana empieza a ver a Britt con otros ojos.
Sebastian...no me inspira NADA de confianza...pero nada nada nada...
Ya estoy deseando leer otro cap!
Besotesss
Sebastian...no me inspira NADA de confianza...pero nada nada nada...
Ya estoy deseando leer otro cap!
Besotesss
Invitado- Invitado
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Amo a Áxel! *__*
Y odio a Sebastian...
Por dios que Santana no haga ninguna idiotez con él D=
Me ha gustado el capítulo :)
Y odio a Sebastian...
Por dios que Santana no haga ninguna idiotez con él D=
Me ha gustado el capítulo :)
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Awwwmi vida con Ax yo lo amo, sin duda yo creo que en algún momento le va a decir a Brittany "mamá" y va a ser algo incómodo para Santana y la rubia.
Adoro tu fic, nos leemos luego.
Adoro tu fic, nos leemos luego.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Buenos, Dias, mañanas, tardes... no se si llego a decir noches pero bueno de paso noches tambien Jaja Mil gracias por todos sus comentarios, me dan siempre la energia necesaria para seguir :) Hoy no tengo mucho tiempo, actualizo rápido, no estoy segura si mañana lo hare, pero les dejo el capitulo. Saludos y gracias.
Capitulo 26: Fobias
-¡Exijo inmediatamente otro pediatra!
-Santana cálmate, nos correrán…
-¡¿Qué me calme?! ¿En que mundo vives? ¡Ese tipo no merece un titulo en medicina, es un fiasco!
La latina estaba enojada. Llegaron tarde a la cita con el medico gracias a que pincharon un neumático a medio camino y digamos que, en cuestiones de mecánica, ambas se podrían morir de hambre si de eso dependieran para vivir. Al llegar les toco dejar a Axel en manos de un doctor bastante anciano, mal agestado y severo. Ya de por si a Brittany le daba una especie de pavor estar en una sala medica llena de instrumentos y cosas así, pero más incomoda se sentía percibiendo cómo el hombre la miraba minuciosamente y de forma muy descarada. Santana no la pasaba mejor, ya que el tipo solo la criticaba respecto a Axel:
-Peso al límite del grado de la desnutrición. ¿Sigue tomando biberón?
-S-si.
-Muy mal, eso solo le impide mejorar su alimentación, sin contar la deformación de sus dientes. ¿Cabello tan largo para un varón? Supongo que debe estar acostumbrada a lidiar con la pediculosis entonces…
-¿Disculpe...? Mi hijo no es ningún piojoso. Me ocupo perfectamente de su higiene personal.
-Claro, por eso el niño continua usando pañales.- Dijo en tono irónico.- Si, sin duda usted si que se interesa.
-Está en entrenamiento. -Comentó la morena apretando los dientes.- Ni siquiera tiene dos años...
-¿Y todavía no tiene sus respectivas vacunas...? Muy mal, muy, muy mal.
La rubia se cubría la cara, una para no ver al sujeto y otra para no reírse con la tonalidad que llegaba a tomar su jefa ante cada queja que escuchaba. Axel continuaba sentado en la camilla con bastante miedo encima.
-Sin dudas este es otro caso de niño mimado. No me sorprendería que ni siquiera duerma en su propia cama.
-Correcto, duerme conmigo ¿Algún problema con eso?
-Solo le esta haciendo daño, sufrirá dependencia y con diez años no podrá despegarlo de su lado.
-¿Y cual seria el drama? Soy su madre, siempre va a depender de mí.
-Solo una mala madre enseña esos hábitos.
Con esas palabras Santana perdió la cordura y al primer objeto que encontró, en este caso su bolso, comenzó a darle golpes al medico. A fuerza de tres enfermeros, terminaron afuera de la sala, con toda la gente mirando. Brittany sostenía a Axel debatiéndose entre unirse a Santana para recriminar la actitud del doctor, o salir de allí por el escándalo que estaba haciendo la misma. La morena no pretendía irse sin dejarle un recuerdo al tipo ese para que se enterase que nadie se podía meterse con su hijo, y menos con ella. Finalmente, tras un rato de calmarse sentadas en la recepción, otra doctora se acercó a hablarles.
-¿No les fue bien con el Dr. Herbert? -Antes que la latina abriera la boca para continuar con su protesta, la rubia se encargó de responder.
-Es un tanto severo... Sus palabras no fueron muy dulces que digamos.
-Entiendo. Si desean yo puedo hacer la revisión de su hijo. -Sonrió la mujer en buen modo mirando a la bailarina. Santana cruzó las cejas: era más que obvio que la rubia no tenia nada que ver con el pequeño. No entendía por qué decían que era hijo de ella también. Brittany le dirigió una mirada para que cambiara la cara en tanto volvían a la sala. Por fin, la médica pudo revisar como correspondía al moreno.
-No veo por qué tanto palabrerío por parte de Mr. Herbert. Este muchacho es fuerte como un león. -Ella si era una buena pediatra, se notaba en la dulzura de sus palabras. –Eso sí: coincido en que ya va siendo hora de liberarse del biberón. ¿No? -Le sonrió con picardía al niño que miraba instintivamente a su madre.
-Haré lo posible. Estamos en una fase de cambios y no creí que fuera conveniente quitárselo aun…
-Es entendible, pero se ha comprobado el daño que le hace sobretodo a los dientes, ademas piénsalo así: te ahorraras bastante dinero dejando de comprar leche vitaminada y eso. -La latina giró los ojos. Si bien era cierto, no iba a pasar mucho tiempo más para tener que volver a comprarla aunque claro, ya no seria Axel quien la tome. -¿Y lo de las vacunas?
-Bien, es cierto, le hace falta la de los 22 meses. -Dijo la medica leyendo la ficha de su pequeño paciente- Si lo deseas podemos ponérsela ahora mismo. Estamos en campaña de vacunación.
La sangre de Brittany se heló totalmente. Ver una aguja causaba automáticamente un terror en todo su cuerpo y no pretendía ver sufrir a aquel niñito, pero ya estando allí dentro solo atino a tragar saliva. Por supuesto que Santana aceptó que Axel reciba la inyección, total era por su bien. Pero la bailarina no era la única que le tenía pánico a esas cosas: el pequeño Lopez recordaba perfectamente lo que pasaba cuando veía una jeringa. La doctora se adelantó y dio una buena sugerencia.
-A ver, las dos me van a ayudar: Una lo distrae y la otra lo sostiene.
Ambas se miraron con complicidad. La rubia quería gritar aunque ya para ese momento le tocó sostener al niño por la espalda en tanto Santana hacia alguna mueca frente a él.
-De acuerdo Axel, será solo un piquete. -Murmuró la doctora dándole leves golpecitos a la jeringa. Brittany permanecía con los ojos prácticamente cerrados hasta que tuvo la mala idea de abrirlos justo cuando la aguja ingresaba en la piel del brazo del pequeño. Fue un segundo agónico para ambos. Inevitablemente el moreno comenzó a llorar con angustia y dolor, a lo que su madre fue a contenerlo.
-Ya cielo, ya… Lo sé, te duele. -Lo calmaba abrazándolo mientras lo sostenía. No pudo dejar de notar que la rubia se había quedado tildada.
-¿Estas bien...? -Indagó en tanto la doctora también la miraba.
La bailarina estaba tan pálida como un papel y le temblaba la barbilla; miró un segundo más la jeringa en manos de la médica y a partir de allí se le borró la película.
Despertó minutos después recostada en la misma camilla. Una enfermera estaba a su lado terminando de medirle la presión. La rubia miró hacia todos lados con confusión.
-Aquí estamos. -Susurró la morena poniéndole una mano en el hombro. –Se te bajó la presión.
-No soporto los hospitales, menos las agujas… Que pena.-Comentó llevándose las manos a la cara. Santana inevitablemente se llenó de ternura al verla así. Era cierto: una vez en Mckinley fueron a hacer una campaña contra la gripe y ella junto a Quinn estuvieron cerca de dos horas persiguiendo a la bailarina que corría desesperada por todo el instituto para que no la pinchasen. Pero suponía que siendo más grande ese miedo ya había quedado en el pasado.
-¿Sientes lo mismo con los doctores...?
-Con todo lo relacionado a la medicina en realidad... Ese día que te acompañe a lo de la ecografía también estaba muy tensa. No se por qué no lo tolero…
-Eso puede llegar a tener nombre: se llama Nosocomefobia. Miedo a los hospitales y todo lo que tenga que ver con ellos. He tenido casos como el tuyo. -Justificaba la latina recordando a uno o dos pacientes fóbicos.
-¿Y tiene cura…?
-Trata de no romperte una pierna o que te dé apendicitis, y estarás bien.
Tras despedirse de la doctora decidieron ir a comer un helado, tanto porque la rubia necesitaba un poco de azúcar como porque a la morena se le antojaba; eso sin contar que Axel estaba totalmente malhumorado y el helado era santo remedio para que se le pasara cualquier tipo de molestia.
-Me hubieras dicho que no te gustan los hospitales… -Murmuró la latina en tanto terminaba de elegir los sabores que les gustaban.
-Pensé que podría soportarlo. -Comentó la rubia con un pequeño puchero y arqueándose levemente de hombros. –Además no me pude resistir. Fue Axel quien me invitó...
-Hey: ni pienses dejarte manipular. Suele aparecer su lado caprichoso, y es preferible mantenerlo controlado. Tiene ese no sé que para convencerte usando solo sus caras... Es bastante astuto para tener casi dos años.
-Si tú lo dices debe ser verdad… Por cierto ¿Cuándo los cumple? -Indagó la bailarina, recibiendo su cono de tres sabores, bastante grande y lleno de chispitas.
-El diez.
-¿De junio...?
-Ajam… -Respondía su jefa dándole algunas cucharadas al pequeño Axel, mientras salía de la heladería para tomar asiento en alguno de los bancos que había en la calle.
-Pero ya quedan pocos días para eso. -Murmuró Brittany revisando el calendario de su teléfono. –Menos de dos semanas ¿Qué piensas hacerle? -Se entusiasmó, sentándose al lado de ambos.
Santana quedó algo pensativa con esa pregunta. La verdad que en lo que menos había pensado era en hacerle alguna clase de festejo o algo por el estilo a su hijo. Todo ese tiempo se la habían pasado de aquí para allá con encuentros, problemas, discusiones, y desilusiones; existían días que pasaban volando, como también horas interminables, lo que hacia que se perdiera en las fechas en muchos casos.
-No lo se… Solo es un cumpleaños…
-¿Cómo que solo un cumpleaños...? No se cumplen dos años todos los días.
-La verdad no se si las cosas están como para hacer algo. No es que no quiera que Ax tenga un día perfecto, pero tengo tanto en la cabeza últimamente… El tema de la casa, del trabajo, el otro bebe… Debo lidiar con muchos problemas a la vez... Ni siquiera están Quinn y Rachel… -Se calló luego de ver que la rubia agachaba un poco la mirada. Sin querer continuaba excluyéndola de sus cosas. Pero no era tan fácil asumir que se estaban llevando bien pasado tan poco tiempo, era medio fantástico si lo miraban así. -Por otro lado… También me molesta el hecho de que recién es su segundo cumpleaños y… -Suspiró cruzándose de cejas. –Y el innombrable de Anderson no va a estar presente.
Brittany tragó saliva. Quinn, en los días que estuvo en su casa, le contó con bastantes detalles cómo fue el tema del divorcio de Santana. Inevitablemente a la rubia le costaba creer que alguien fuera capaz de abandonar a una criatura tan perfecta como Axel. No cabía en su mente que existiera gente tan obsesionada como para dejar lo más importante de su vida por otra persona. En definitiva, ella sabía lo que era vivir con ambos padres: si bien no fue una vida ideal, tenia esa contención básica de ver a dos personas que traían el pan a la mesa... a regañadientes pero lo hacían.
Axel no iba a tener esa oportunidad, y menos su futuro hermano, cosa que la llenaba de tristeza en su corazón.
-… ¿Se fue por decisión propia, verdad? -Indagó con una mezcla de sentimientos. Entendería de todas formas que la latina no quisiera contarle nada, a fin y al cabo se notaba que era un tema muy doloroso para ella.
-Él se iba a ir sin siquiera hacer todo lo que tardó solo un mes en hacer. -Soltó la morena llenando su mente de recuerdos. –Lo tenía bien planeado: los boletos, sus cosas... Pero como lo descubrí unos días antes no le quedó otra opción que confesar todo su plan de escape con el otro imbécil. Tuvo suerte que no lo matara esa noche... -Decía con la mirada en la nada, pero nublada y triste. - Pude haberlo hecho… Pensé que no soportaría otra vez tenía esa clase de dolor. Las cosas entre nosotros no estaban bien pero... No creo que para intentar huir de esa forma. No lo creía. Ni bien Quinn se enteró de inicio los juicios por los bienes y la tenencia, además de los trámites del divorcio. Como tiene muchos contactos nuestro caso fue tomado de inmediato...-La morena hizo una pausa recorriendo el cielo de la tarde. Si se concentraba podía revivir cada minuto de esa eterna y agotadora época.- En todo ese tiempo no cambio de idea, renuncio a todo. Queríamos a toda costa destrozarlo en aquel momento. Necesitaba ver que el al menos sufría, que se hundía....Pero ni eso se compara con esto.- Agregaba viendo a su hijo cerca de ella. - Ax ya no tiene un padre. Él vive lujosamente en algún rincón de Europa.-Brittany la tomó apenas por el hombro.
-Mira, por lo que yo veo y entiendo, no se merece ni siquiera que lo llamen padre.
-Jaj, Ni el… Ni Maribel… Ninguna de las personas que le hace daño a sus hijos sin tener la necesidad. El egoísmo los domina, su felicidad es todo lo que les interesa. Los demás pueden irse al diablo.
- Es un día único para Axel, pero te entiendo. Espero que alguna vez puedas olvidar todas esas feas experiencias San… No tienes por qué aun sufrir más.
-Olvidar no es fácil, ni perdonar. Pero ¿Sabes? He aprendido algo: hay gente que no amerita ni que los odie, porque el odio es un sentimiento, y por esas personas no debería sentir nada. Tengo que seguir, eso es todo. Lo he hecho antes. Tengo a Ax, y a este pequeño incógnita, eso es lo único que debería importarme.- Finalizó con una media sonrisa.
-Es un buen plan. -Sonrió Brittany con dulzura. Le agradaba notar que ya la latina asumía bastante bien la llegada de su segundo hijo.
El atardecer caía lentamente en Lima, Axel jugaba entre unos juegos que había en el exterior de la heladería. La rubia lo observaba, terminando su helado.
-Festejémosle su cumpleaños. Lo merece. -Dijo con ilusión mirando a Santana que se había tildado un poco en sus palabras dichas con anterioridad. – Podemos invitar a Kim, junto a Finn, y conozco algunos niños en el barrio con los cuales podrían llevarse bien para jugar en la tarde. Algo sencillo, después de que salgas de tu trabajo. -Esa nueva y creciente idea hacia que se entusiasmara cada vez más.
-¿Lo dices en serio...?- En realidad la morena pensaba encontrar una casa pronto, incluso antes del diez de junio; por comodidad propia más que nada.
-Vamos, es una fecha especial. Por más que no recuerde su segundo cumpleaños en el futuro, nadie merece no festejar un día tan importante. -Santana escuchaba algo apenada: debería ser ella quien idee formas para que su pequeño este feliz, pero, a la vez, le llamaba mucho la atención el hecho que Brittany se haya encariñado tanto con el niño. Ahora, viéndola allí con tanta ilusión y entusiasmo, le daban ganas de abrazarla y agradecerle por todo lo que estaba haciendo. Sonrió finalmente asintiendo. Todo sea por Axel.
-De acuerdo… Pero con una condición.
-¿Cuál? -Preguntó la rubia con gran curiosidad.
-Tú no vas a cortar el pastel. Con lo distraída que eres terminaras con los dedos llenos de banditas de Toy Story. -Inevitablemente la bailarina se río a carcajadas empujando a su jefa con cariño.
-Bien, me mantendré al margen jugando con todos los niños. Sera genial.
En Paris Kurt finalizaba su última jornada en la galería. Ya estaba listo casi todo para que el desfile se llevara a cabo, y por el contrario de lo que se pudiera esperar se encontraba perfectamente seguro de que ese espectáculo iba a ser arrasado. Creía ciegamente en su talento y sabia muy bien cuan admirado era, cosa que alimentaba su ego a niveles estelares. Yendo a su auto se vio rodeado de pronto por varios reporteros y fotógrafos. Suponía que eso iba a pasar, por lo que se armó de paciencia.
-¿Kurt como esperas el desfile de este viernes...?
-Tranquilo. Estamos muy felices con el trabajo que hemos realizado, la verdad será una gran noche.
-¿Qué nos dices respecto a los comentarios que hiciste días atrás respecto a la participación de modelos metrosexuales?
-Los reitero: estoy totalmente a favor de la diversidad y eso quiero dejarlo claro con la ropa que se vera en la gala. Hay una gran variedad para todas las personas.
-¿Puedes adelantarnos algo de las tendencias que se vienen?
-Mi marca es una tendencia... Jaj, No es cierto solo bromeo. Se vienen los escotes otra vez, mujeres libérense, ya no estamos en la primera década.
-Kurt ¿que nos dices de tu relación con el contador americano Blaine Anderson...?
El diseñador se centró en aquel periodista. No suponía que ya existiera tanta información de su novio, pero era tiempo de despejar dudas.
-Estamos comenzando a transitar una nueva etapa. Es un gran apoyo y no tengo de quñe quejarme. Eso es un triunfo para mi, me conocen, por ahora las cosas van viento en popa y soy feliz. Lo siento muchachos, pero tengo que irme. Aun hay muchas cosas que organizar. Gracias...
Inmediatamente se metió en su auto. Los paparazis solían ser muy entrometidos y no tardarían en sacarle más información. La verdad era que encubría muy b¡en su cara, pues debería estar con un perfil de nerviosismo e inseguridad. Condujó a toda velocidad hasta el estudio de Steve con la casualidad de que allí también se encontraba Ernest.
-¡K! Me han llamado de la revista Vogue de nuevo.
-Ahora no bigotón. -Cortó el castaño desparramándose en uno de los sillones de la oficina.
-¿Día muy pesado corazoncito...?- Indagó Steve, limándose delicadamente una uña.
-Si pero no por el desfile en realidad… -No pudo evitar decir mirando por la ventana.
-¿Has discutido con tu hombre? -Saltó de inmediato el rubio sentándose a su lado. Eran amigos y tenían la confianza de contarse lo que sea, o al menos eso suponía el teñido.
-Es una larga historia…
-Aquí estas. Dime que sabes dónde esta la maleta que tenia los libros y eso… -Preguntó el contador de inmediato dejando a su novio con la boca abierta.
-En el armario del fondo, el de la limpieza…
Acto seguido el otro castaño salió disparado de la habitación. El diseñador trago saliva, esperaba que no buscara cierto objeto electrónico que había ocultado. Lo siguió para liberarse de dudas. Blaine revisaba activamente todo dando con aquella valija.
-¿Lo ves? estaba aquí… -Sonrió algo nervioso el chico ojos claros.
-¿Dónde está el celular? -Preguntó más para si el ex cantante buscando enérgicamente. -¿Tú lo tomaste por casualidad?
-¿Celular qué celular...?
-Estoy seguro que lo guarde aquí.- Murmuró su pareja llevándose una mano a la frente. Irremediablemente tuvo que viajar en su mente al día en que estaba empacando en New York. Omitía lo que seguía después a eso, solo se dedicaba a pensar en dónde había dejado su móvil.
-Necesito la agenda de ese teléfono… Rayos.
-¿La agenda, para qué...?
-Unos socios de Boston. Necesitaba que me envíen un presupuesto pero… Vaya, lo único que me falta es que haya perdido ese aparato… ¿Y si lo dejé allá?
-No hace falta que pienses en eso ¿No puedes preguntar por E-mail o algo por el estilo?
El contador se acomodó en una de las sillas del comedor, agachando la mirada.
-No... No solo necesitaba los números.- Susurró con un suspiro. Kurt abrió los ojos tragando más saliva. Se sentó a su lado suplicando que dejara de pensar en ese maldito aparato y en todo.
-Perdona, es que algunos días se me hace un poco difícil... Sé que fue mi decisión y así está bien. Aquí soy feliz como nunca lo he sido.- Empezó a hablar tomando la rosada mano del diseñador. –Pero… En ese móvil… también tenia fotos de… Axel.
-Axel… Axel el… -Se trababa falsamente su pareja. Algunas veces había escuchado a Blaine hablar de ese niño, pero lo tomaba como algo superficial. Blaine asintió mordiéndose los labios.
-No puedo negar que lo he extrañado este tiempo.
-Pero tú…
-Lo sé Kurt, yo lo dejé...-Agregaba el castaño interumpiendolo. - Y lo acepto. De todas formas hubiera sido un terrible padre para el. Lo mejor que pude haber hecho fue irme de allí.- Se auto convencía. -¿Puedes ver cuanto te amo, verdad?
-Yo no te puse una pistola en la cabeza para que hagas todo esto ¿o si? -Se excusó el castaño hirviendo por dentro y con miedo a que su hombre reaccionara mal.
-No, yo no dije eso. Deja, fue una estupidez. Tienes razón voy a enviar un mail y asunto arreglado. -Se paró dándole un beso en la mejilla a su chico, y salió yendo a buscar su portafolio.
-Menos mal que te dije que cuidaras que no los recordara.
-¿Qué esperabas Ernest...? En definitiva ese hombre vivió mucho tiempo con ellos. Es su sangre. Es más que obvio que le tiene que pesar, es humano. Pero si tuvo los cojones para dejarlos, sin dudas, o es porque es el indicado de Kurt, o esta bien loco y obsesionado. -Argumentó el rubio.
-Nuestro amor es una locura, siempre lo establecimos así.- Mencionó el diseñador en tono inspirador pero no dejaba de estar preocupado. De pronto al sujeto del bigote se le iluminó la lamparita de las ideas.
-K…
-Dime.
-¿Dudas aun que Blaine se vuelva a Estados Unidos?
-No... Bueno como dice Stevi, sin dudas le tenia que pesar en algún momento es decir, vamos, todos tenemos conciencia. Pero cada día estoy más convencido de que el me amay lo que hizo es una dura y a la vez clara prueba de ese sentimiento.
-Mira, yo que tu lo mantendría distraído.- Aconsejó el manager con entusiasmo.
-¿Cuánto mas? ¿Con qué? Ya hemos hecho de todo…
-Mucho más, dando un paso que hace soñar a cualquier persona...- Murmuró, mirando fijo al castaño.
-¿Estas hablando de la palabrota con “C”? -Susurró el diseñador, con cara de trauma.
-¡¿Castración...?! -Interrumpió con susto el rubio, ganándose una mirada de incomprensión de los otros.
-¿Casarnos…? P-pero la prensa, la fiesta, los… -Kurt siempre hiperventilaba de solo pensar en el matrimonio. Ernest lo sostuvo por los hombros.
-No ahora. Seria muy pronto todo. Pero ve ablandando el terreno. No tiene por qué ser algo público, una fiesta entre los más íntimos y se acabó.
-Excuse me... ¿Ustedes no tienen ni la mas remota idea de como son las relaciones humanas, no? Se divorció hace ¿Cuánto? ¿dos meses? No pueden ni soñar que acepte, por todo el amor del mundo, nadie es tan estúpido como para volver a casarse así como así. Cómprale un auto, llévalo de viaje al caribe, gánatelo bien antes de hacer algo tan apresurado como eso.
- Steve nadie te pidió tu opinión. El chico dejó todo por Kurt, está claro que haría cualquier cosa por él. Casarse, nuevos sueños, adiós total al resto de su pasado, hola futuro como el señor Blaine Anderson de Hummel. -Alentaba el bigotón dándole unas palmadas al diseñador. –Por la prensa no te preocupes, ya me estoy encargando de eso, y de todo, como te había dicho antes. Tenemos lo que queramos a nuestro alcance. Piénsalo K... ¿Que quieres con él?
-Casarme con Blaine… Kurt y Blaine Anderson-Hummel. Jaj suena bien. Y eso que me aterraba la palabra matrimonio, pero con él… Con él si. Definitivamente si. Blaine, serás mi esposo muy pronto. Eres el hombre de mi vida. No dejare que nada, ni nadie, nos separe nunca más. Ahora si será nuestro “Y vivieron felices por siempre” -¡Bueno basta de sueños y locuras por el momento, tenemos un desfile que terminar!
Capitulo 26: Fobias
-¡Exijo inmediatamente otro pediatra!
-Santana cálmate, nos correrán…
-¡¿Qué me calme?! ¿En que mundo vives? ¡Ese tipo no merece un titulo en medicina, es un fiasco!
La latina estaba enojada. Llegaron tarde a la cita con el medico gracias a que pincharon un neumático a medio camino y digamos que, en cuestiones de mecánica, ambas se podrían morir de hambre si de eso dependieran para vivir. Al llegar les toco dejar a Axel en manos de un doctor bastante anciano, mal agestado y severo. Ya de por si a Brittany le daba una especie de pavor estar en una sala medica llena de instrumentos y cosas así, pero más incomoda se sentía percibiendo cómo el hombre la miraba minuciosamente y de forma muy descarada. Santana no la pasaba mejor, ya que el tipo solo la criticaba respecto a Axel:
-Peso al límite del grado de la desnutrición. ¿Sigue tomando biberón?
-S-si.
-Muy mal, eso solo le impide mejorar su alimentación, sin contar la deformación de sus dientes. ¿Cabello tan largo para un varón? Supongo que debe estar acostumbrada a lidiar con la pediculosis entonces…
-¿Disculpe...? Mi hijo no es ningún piojoso. Me ocupo perfectamente de su higiene personal.
-Claro, por eso el niño continua usando pañales.- Dijo en tono irónico.- Si, sin duda usted si que se interesa.
-Está en entrenamiento. -Comentó la morena apretando los dientes.- Ni siquiera tiene dos años...
-¿Y todavía no tiene sus respectivas vacunas...? Muy mal, muy, muy mal.
La rubia se cubría la cara, una para no ver al sujeto y otra para no reírse con la tonalidad que llegaba a tomar su jefa ante cada queja que escuchaba. Axel continuaba sentado en la camilla con bastante miedo encima.
-Sin dudas este es otro caso de niño mimado. No me sorprendería que ni siquiera duerma en su propia cama.
-Correcto, duerme conmigo ¿Algún problema con eso?
-Solo le esta haciendo daño, sufrirá dependencia y con diez años no podrá despegarlo de su lado.
-¿Y cual seria el drama? Soy su madre, siempre va a depender de mí.
-Solo una mala madre enseña esos hábitos.
Con esas palabras Santana perdió la cordura y al primer objeto que encontró, en este caso su bolso, comenzó a darle golpes al medico. A fuerza de tres enfermeros, terminaron afuera de la sala, con toda la gente mirando. Brittany sostenía a Axel debatiéndose entre unirse a Santana para recriminar la actitud del doctor, o salir de allí por el escándalo que estaba haciendo la misma. La morena no pretendía irse sin dejarle un recuerdo al tipo ese para que se enterase que nadie se podía meterse con su hijo, y menos con ella. Finalmente, tras un rato de calmarse sentadas en la recepción, otra doctora se acercó a hablarles.
-¿No les fue bien con el Dr. Herbert? -Antes que la latina abriera la boca para continuar con su protesta, la rubia se encargó de responder.
-Es un tanto severo... Sus palabras no fueron muy dulces que digamos.
-Entiendo. Si desean yo puedo hacer la revisión de su hijo. -Sonrió la mujer en buen modo mirando a la bailarina. Santana cruzó las cejas: era más que obvio que la rubia no tenia nada que ver con el pequeño. No entendía por qué decían que era hijo de ella también. Brittany le dirigió una mirada para que cambiara la cara en tanto volvían a la sala. Por fin, la médica pudo revisar como correspondía al moreno.
-No veo por qué tanto palabrerío por parte de Mr. Herbert. Este muchacho es fuerte como un león. -Ella si era una buena pediatra, se notaba en la dulzura de sus palabras. –Eso sí: coincido en que ya va siendo hora de liberarse del biberón. ¿No? -Le sonrió con picardía al niño que miraba instintivamente a su madre.
-Haré lo posible. Estamos en una fase de cambios y no creí que fuera conveniente quitárselo aun…
-Es entendible, pero se ha comprobado el daño que le hace sobretodo a los dientes, ademas piénsalo así: te ahorraras bastante dinero dejando de comprar leche vitaminada y eso. -La latina giró los ojos. Si bien era cierto, no iba a pasar mucho tiempo más para tener que volver a comprarla aunque claro, ya no seria Axel quien la tome. -¿Y lo de las vacunas?
-Bien, es cierto, le hace falta la de los 22 meses. -Dijo la medica leyendo la ficha de su pequeño paciente- Si lo deseas podemos ponérsela ahora mismo. Estamos en campaña de vacunación.
La sangre de Brittany se heló totalmente. Ver una aguja causaba automáticamente un terror en todo su cuerpo y no pretendía ver sufrir a aquel niñito, pero ya estando allí dentro solo atino a tragar saliva. Por supuesto que Santana aceptó que Axel reciba la inyección, total era por su bien. Pero la bailarina no era la única que le tenía pánico a esas cosas: el pequeño Lopez recordaba perfectamente lo que pasaba cuando veía una jeringa. La doctora se adelantó y dio una buena sugerencia.
-A ver, las dos me van a ayudar: Una lo distrae y la otra lo sostiene.
Ambas se miraron con complicidad. La rubia quería gritar aunque ya para ese momento le tocó sostener al niño por la espalda en tanto Santana hacia alguna mueca frente a él.
-De acuerdo Axel, será solo un piquete. -Murmuró la doctora dándole leves golpecitos a la jeringa. Brittany permanecía con los ojos prácticamente cerrados hasta que tuvo la mala idea de abrirlos justo cuando la aguja ingresaba en la piel del brazo del pequeño. Fue un segundo agónico para ambos. Inevitablemente el moreno comenzó a llorar con angustia y dolor, a lo que su madre fue a contenerlo.
-Ya cielo, ya… Lo sé, te duele. -Lo calmaba abrazándolo mientras lo sostenía. No pudo dejar de notar que la rubia se había quedado tildada.
-¿Estas bien...? -Indagó en tanto la doctora también la miraba.
La bailarina estaba tan pálida como un papel y le temblaba la barbilla; miró un segundo más la jeringa en manos de la médica y a partir de allí se le borró la película.
Despertó minutos después recostada en la misma camilla. Una enfermera estaba a su lado terminando de medirle la presión. La rubia miró hacia todos lados con confusión.
-Aquí estamos. -Susurró la morena poniéndole una mano en el hombro. –Se te bajó la presión.
-No soporto los hospitales, menos las agujas… Que pena.-Comentó llevándose las manos a la cara. Santana inevitablemente se llenó de ternura al verla así. Era cierto: una vez en Mckinley fueron a hacer una campaña contra la gripe y ella junto a Quinn estuvieron cerca de dos horas persiguiendo a la bailarina que corría desesperada por todo el instituto para que no la pinchasen. Pero suponía que siendo más grande ese miedo ya había quedado en el pasado.
-¿Sientes lo mismo con los doctores...?
-Con todo lo relacionado a la medicina en realidad... Ese día que te acompañe a lo de la ecografía también estaba muy tensa. No se por qué no lo tolero…
-Eso puede llegar a tener nombre: se llama Nosocomefobia. Miedo a los hospitales y todo lo que tenga que ver con ellos. He tenido casos como el tuyo. -Justificaba la latina recordando a uno o dos pacientes fóbicos.
-¿Y tiene cura…?
-Trata de no romperte una pierna o que te dé apendicitis, y estarás bien.
Tras despedirse de la doctora decidieron ir a comer un helado, tanto porque la rubia necesitaba un poco de azúcar como porque a la morena se le antojaba; eso sin contar que Axel estaba totalmente malhumorado y el helado era santo remedio para que se le pasara cualquier tipo de molestia.
-Me hubieras dicho que no te gustan los hospitales… -Murmuró la latina en tanto terminaba de elegir los sabores que les gustaban.
-Pensé que podría soportarlo. -Comentó la rubia con un pequeño puchero y arqueándose levemente de hombros. –Además no me pude resistir. Fue Axel quien me invitó...
-Hey: ni pienses dejarte manipular. Suele aparecer su lado caprichoso, y es preferible mantenerlo controlado. Tiene ese no sé que para convencerte usando solo sus caras... Es bastante astuto para tener casi dos años.
-Si tú lo dices debe ser verdad… Por cierto ¿Cuándo los cumple? -Indagó la bailarina, recibiendo su cono de tres sabores, bastante grande y lleno de chispitas.
-El diez.
-¿De junio...?
-Ajam… -Respondía su jefa dándole algunas cucharadas al pequeño Axel, mientras salía de la heladería para tomar asiento en alguno de los bancos que había en la calle.
-Pero ya quedan pocos días para eso. -Murmuró Brittany revisando el calendario de su teléfono. –Menos de dos semanas ¿Qué piensas hacerle? -Se entusiasmó, sentándose al lado de ambos.
Santana quedó algo pensativa con esa pregunta. La verdad que en lo que menos había pensado era en hacerle alguna clase de festejo o algo por el estilo a su hijo. Todo ese tiempo se la habían pasado de aquí para allá con encuentros, problemas, discusiones, y desilusiones; existían días que pasaban volando, como también horas interminables, lo que hacia que se perdiera en las fechas en muchos casos.
-No lo se… Solo es un cumpleaños…
-¿Cómo que solo un cumpleaños...? No se cumplen dos años todos los días.
-La verdad no se si las cosas están como para hacer algo. No es que no quiera que Ax tenga un día perfecto, pero tengo tanto en la cabeza últimamente… El tema de la casa, del trabajo, el otro bebe… Debo lidiar con muchos problemas a la vez... Ni siquiera están Quinn y Rachel… -Se calló luego de ver que la rubia agachaba un poco la mirada. Sin querer continuaba excluyéndola de sus cosas. Pero no era tan fácil asumir que se estaban llevando bien pasado tan poco tiempo, era medio fantástico si lo miraban así. -Por otro lado… También me molesta el hecho de que recién es su segundo cumpleaños y… -Suspiró cruzándose de cejas. –Y el innombrable de Anderson no va a estar presente.
Brittany tragó saliva. Quinn, en los días que estuvo en su casa, le contó con bastantes detalles cómo fue el tema del divorcio de Santana. Inevitablemente a la rubia le costaba creer que alguien fuera capaz de abandonar a una criatura tan perfecta como Axel. No cabía en su mente que existiera gente tan obsesionada como para dejar lo más importante de su vida por otra persona. En definitiva, ella sabía lo que era vivir con ambos padres: si bien no fue una vida ideal, tenia esa contención básica de ver a dos personas que traían el pan a la mesa... a regañadientes pero lo hacían.
Axel no iba a tener esa oportunidad, y menos su futuro hermano, cosa que la llenaba de tristeza en su corazón.
-… ¿Se fue por decisión propia, verdad? -Indagó con una mezcla de sentimientos. Entendería de todas formas que la latina no quisiera contarle nada, a fin y al cabo se notaba que era un tema muy doloroso para ella.
-Él se iba a ir sin siquiera hacer todo lo que tardó solo un mes en hacer. -Soltó la morena llenando su mente de recuerdos. –Lo tenía bien planeado: los boletos, sus cosas... Pero como lo descubrí unos días antes no le quedó otra opción que confesar todo su plan de escape con el otro imbécil. Tuvo suerte que no lo matara esa noche... -Decía con la mirada en la nada, pero nublada y triste. - Pude haberlo hecho… Pensé que no soportaría otra vez tenía esa clase de dolor. Las cosas entre nosotros no estaban bien pero... No creo que para intentar huir de esa forma. No lo creía. Ni bien Quinn se enteró de inicio los juicios por los bienes y la tenencia, además de los trámites del divorcio. Como tiene muchos contactos nuestro caso fue tomado de inmediato...-La morena hizo una pausa recorriendo el cielo de la tarde. Si se concentraba podía revivir cada minuto de esa eterna y agotadora época.- En todo ese tiempo no cambio de idea, renuncio a todo. Queríamos a toda costa destrozarlo en aquel momento. Necesitaba ver que el al menos sufría, que se hundía....Pero ni eso se compara con esto.- Agregaba viendo a su hijo cerca de ella. - Ax ya no tiene un padre. Él vive lujosamente en algún rincón de Europa.-Brittany la tomó apenas por el hombro.
-Mira, por lo que yo veo y entiendo, no se merece ni siquiera que lo llamen padre.
-Jaj, Ni el… Ni Maribel… Ninguna de las personas que le hace daño a sus hijos sin tener la necesidad. El egoísmo los domina, su felicidad es todo lo que les interesa. Los demás pueden irse al diablo.
- Es un día único para Axel, pero te entiendo. Espero que alguna vez puedas olvidar todas esas feas experiencias San… No tienes por qué aun sufrir más.
-Olvidar no es fácil, ni perdonar. Pero ¿Sabes? He aprendido algo: hay gente que no amerita ni que los odie, porque el odio es un sentimiento, y por esas personas no debería sentir nada. Tengo que seguir, eso es todo. Lo he hecho antes. Tengo a Ax, y a este pequeño incógnita, eso es lo único que debería importarme.- Finalizó con una media sonrisa.
-Es un buen plan. -Sonrió Brittany con dulzura. Le agradaba notar que ya la latina asumía bastante bien la llegada de su segundo hijo.
El atardecer caía lentamente en Lima, Axel jugaba entre unos juegos que había en el exterior de la heladería. La rubia lo observaba, terminando su helado.
-Festejémosle su cumpleaños. Lo merece. -Dijo con ilusión mirando a Santana que se había tildado un poco en sus palabras dichas con anterioridad. – Podemos invitar a Kim, junto a Finn, y conozco algunos niños en el barrio con los cuales podrían llevarse bien para jugar en la tarde. Algo sencillo, después de que salgas de tu trabajo. -Esa nueva y creciente idea hacia que se entusiasmara cada vez más.
-¿Lo dices en serio...?- En realidad la morena pensaba encontrar una casa pronto, incluso antes del diez de junio; por comodidad propia más que nada.
-Vamos, es una fecha especial. Por más que no recuerde su segundo cumpleaños en el futuro, nadie merece no festejar un día tan importante. -Santana escuchaba algo apenada: debería ser ella quien idee formas para que su pequeño este feliz, pero, a la vez, le llamaba mucho la atención el hecho que Brittany se haya encariñado tanto con el niño. Ahora, viéndola allí con tanta ilusión y entusiasmo, le daban ganas de abrazarla y agradecerle por todo lo que estaba haciendo. Sonrió finalmente asintiendo. Todo sea por Axel.
-De acuerdo… Pero con una condición.
-¿Cuál? -Preguntó la rubia con gran curiosidad.
-Tú no vas a cortar el pastel. Con lo distraída que eres terminaras con los dedos llenos de banditas de Toy Story. -Inevitablemente la bailarina se río a carcajadas empujando a su jefa con cariño.
-Bien, me mantendré al margen jugando con todos los niños. Sera genial.
En Paris Kurt finalizaba su última jornada en la galería. Ya estaba listo casi todo para que el desfile se llevara a cabo, y por el contrario de lo que se pudiera esperar se encontraba perfectamente seguro de que ese espectáculo iba a ser arrasado. Creía ciegamente en su talento y sabia muy bien cuan admirado era, cosa que alimentaba su ego a niveles estelares. Yendo a su auto se vio rodeado de pronto por varios reporteros y fotógrafos. Suponía que eso iba a pasar, por lo que se armó de paciencia.
-¿Kurt como esperas el desfile de este viernes...?
-Tranquilo. Estamos muy felices con el trabajo que hemos realizado, la verdad será una gran noche.
-¿Qué nos dices respecto a los comentarios que hiciste días atrás respecto a la participación de modelos metrosexuales?
-Los reitero: estoy totalmente a favor de la diversidad y eso quiero dejarlo claro con la ropa que se vera en la gala. Hay una gran variedad para todas las personas.
-¿Puedes adelantarnos algo de las tendencias que se vienen?
-Mi marca es una tendencia... Jaj, No es cierto solo bromeo. Se vienen los escotes otra vez, mujeres libérense, ya no estamos en la primera década.
-Kurt ¿que nos dices de tu relación con el contador americano Blaine Anderson...?
El diseñador se centró en aquel periodista. No suponía que ya existiera tanta información de su novio, pero era tiempo de despejar dudas.
-Estamos comenzando a transitar una nueva etapa. Es un gran apoyo y no tengo de quñe quejarme. Eso es un triunfo para mi, me conocen, por ahora las cosas van viento en popa y soy feliz. Lo siento muchachos, pero tengo que irme. Aun hay muchas cosas que organizar. Gracias...
Inmediatamente se metió en su auto. Los paparazis solían ser muy entrometidos y no tardarían en sacarle más información. La verdad era que encubría muy b¡en su cara, pues debería estar con un perfil de nerviosismo e inseguridad. Condujó a toda velocidad hasta el estudio de Steve con la casualidad de que allí también se encontraba Ernest.
-¡K! Me han llamado de la revista Vogue de nuevo.
-Ahora no bigotón. -Cortó el castaño desparramándose en uno de los sillones de la oficina.
-¿Día muy pesado corazoncito...?- Indagó Steve, limándose delicadamente una uña.
-Si pero no por el desfile en realidad… -No pudo evitar decir mirando por la ventana.
-¿Has discutido con tu hombre? -Saltó de inmediato el rubio sentándose a su lado. Eran amigos y tenían la confianza de contarse lo que sea, o al menos eso suponía el teñido.
-Es una larga historia…
(Flashback de esa mañana)
Blaine buscaba algo frente al armario. No recordaba dónde había terminado guardando una de sus valijas. En tanto pensaba terminaba de vestirse para salir al trabajo. Kurt salía de ducharse y encontrarlo revisando el ropero le causó gran curiosidad.-Aquí estas. Dime que sabes dónde esta la maleta que tenia los libros y eso… -Preguntó el contador de inmediato dejando a su novio con la boca abierta.
-En el armario del fondo, el de la limpieza…
Acto seguido el otro castaño salió disparado de la habitación. El diseñador trago saliva, esperaba que no buscara cierto objeto electrónico que había ocultado. Lo siguió para liberarse de dudas. Blaine revisaba activamente todo dando con aquella valija.
-¿Lo ves? estaba aquí… -Sonrió algo nervioso el chico ojos claros.
-¿Dónde está el celular? -Preguntó más para si el ex cantante buscando enérgicamente. -¿Tú lo tomaste por casualidad?
-¿Celular qué celular...?
-Estoy seguro que lo guarde aquí.- Murmuró su pareja llevándose una mano a la frente. Irremediablemente tuvo que viajar en su mente al día en que estaba empacando en New York. Omitía lo que seguía después a eso, solo se dedicaba a pensar en dónde había dejado su móvil.
-Necesito la agenda de ese teléfono… Rayos.
-¿La agenda, para qué...?
-Unos socios de Boston. Necesitaba que me envíen un presupuesto pero… Vaya, lo único que me falta es que haya perdido ese aparato… ¿Y si lo dejé allá?
-No hace falta que pienses en eso ¿No puedes preguntar por E-mail o algo por el estilo?
El contador se acomodó en una de las sillas del comedor, agachando la mirada.
-No... No solo necesitaba los números.- Susurró con un suspiro. Kurt abrió los ojos tragando más saliva. Se sentó a su lado suplicando que dejara de pensar en ese maldito aparato y en todo.
-Perdona, es que algunos días se me hace un poco difícil... Sé que fue mi decisión y así está bien. Aquí soy feliz como nunca lo he sido.- Empezó a hablar tomando la rosada mano del diseñador. –Pero… En ese móvil… también tenia fotos de… Axel.
-Axel… Axel el… -Se trababa falsamente su pareja. Algunas veces había escuchado a Blaine hablar de ese niño, pero lo tomaba como algo superficial. Blaine asintió mordiéndose los labios.
-No puedo negar que lo he extrañado este tiempo.
-Pero tú…
-Lo sé Kurt, yo lo dejé...-Agregaba el castaño interumpiendolo. - Y lo acepto. De todas formas hubiera sido un terrible padre para el. Lo mejor que pude haber hecho fue irme de allí.- Se auto convencía. -¿Puedes ver cuanto te amo, verdad?
-Yo no te puse una pistola en la cabeza para que hagas todo esto ¿o si? -Se excusó el castaño hirviendo por dentro y con miedo a que su hombre reaccionara mal.
-No, yo no dije eso. Deja, fue una estupidez. Tienes razón voy a enviar un mail y asunto arreglado. -Se paró dándole un beso en la mejilla a su chico, y salió yendo a buscar su portafolio.
(Fin del flashback)
-Menos mal que te dije que cuidaras que no los recordara.
-¿Qué esperabas Ernest...? En definitiva ese hombre vivió mucho tiempo con ellos. Es su sangre. Es más que obvio que le tiene que pesar, es humano. Pero si tuvo los cojones para dejarlos, sin dudas, o es porque es el indicado de Kurt, o esta bien loco y obsesionado. -Argumentó el rubio.
-Nuestro amor es una locura, siempre lo establecimos así.- Mencionó el diseñador en tono inspirador pero no dejaba de estar preocupado. De pronto al sujeto del bigote se le iluminó la lamparita de las ideas.
-K…
-Dime.
-¿Dudas aun que Blaine se vuelva a Estados Unidos?
-No... Bueno como dice Stevi, sin dudas le tenia que pesar en algún momento es decir, vamos, todos tenemos conciencia. Pero cada día estoy más convencido de que el me amay lo que hizo es una dura y a la vez clara prueba de ese sentimiento.
-Mira, yo que tu lo mantendría distraído.- Aconsejó el manager con entusiasmo.
-¿Cuánto mas? ¿Con qué? Ya hemos hecho de todo…
-Mucho más, dando un paso que hace soñar a cualquier persona...- Murmuró, mirando fijo al castaño.
-¿Estas hablando de la palabrota con “C”? -Susurró el diseñador, con cara de trauma.
-¡¿Castración...?! -Interrumpió con susto el rubio, ganándose una mirada de incomprensión de los otros.
-¿Casarnos…? P-pero la prensa, la fiesta, los… -Kurt siempre hiperventilaba de solo pensar en el matrimonio. Ernest lo sostuvo por los hombros.
-No ahora. Seria muy pronto todo. Pero ve ablandando el terreno. No tiene por qué ser algo público, una fiesta entre los más íntimos y se acabó.
-Excuse me... ¿Ustedes no tienen ni la mas remota idea de como son las relaciones humanas, no? Se divorció hace ¿Cuánto? ¿dos meses? No pueden ni soñar que acepte, por todo el amor del mundo, nadie es tan estúpido como para volver a casarse así como así. Cómprale un auto, llévalo de viaje al caribe, gánatelo bien antes de hacer algo tan apresurado como eso.
- Steve nadie te pidió tu opinión. El chico dejó todo por Kurt, está claro que haría cualquier cosa por él. Casarse, nuevos sueños, adiós total al resto de su pasado, hola futuro como el señor Blaine Anderson de Hummel. -Alentaba el bigotón dándole unas palmadas al diseñador. –Por la prensa no te preocupes, ya me estoy encargando de eso, y de todo, como te había dicho antes. Tenemos lo que queramos a nuestro alcance. Piénsalo K... ¿Que quieres con él?
-Casarme con Blaine… Kurt y Blaine Anderson-Hummel. Jaj suena bien. Y eso que me aterraba la palabra matrimonio, pero con él… Con él si. Definitivamente si. Blaine, serás mi esposo muy pronto. Eres el hombre de mi vida. No dejare que nada, ni nadie, nos separe nunca más. Ahora si será nuestro “Y vivieron felices por siempre” -¡Bueno basta de sueños y locuras por el momento, tenemos un desfile que terminar!
Última edición por Dreamer=) el Mar Jun 11, 2013 8:30 pm, editado 2 veces
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
pobre brittany, pero todo sea por axel y santana, me encanta que poco a poco vayan retomando la amistad, no cuando sera algo mas pero por ahora creo que va bien, ya quiero ver esa fiesta de axel, me gusta que santana ya este tomando en cuenta al otro bebe, bien un abrazo y nos vemos en el proximo capitulo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
jajajajaja Santana re loca por lo que le decia ese doctor, pero que desuvicado tambien, me cayo mal, si Axel es re tierno.. ♥.. jajajajaja. Y re emocionada Britt planeando una fiesta para el, son re amor las dos, ya fue, que vuelvan juntas, no nos hagas sufrir mucho.. ¬¬.. jajajaja
Kurt Y Blaine me caen mal y los amigos de Kurt tmb.. ¬¬
Espero el prox cap.. beso
Kurt Y Blaine me caen mal y los amigos de Kurt tmb.. ¬¬
Espero el prox cap.. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Muy lindos los ultimos capitulos,quiero la fiesta del cumple y Britt y Ax son tan tiernos juntos.
Que estes bien y saludos.
Que estes bien y saludos.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Me alegra que Santana empiece a dejar ir los traumas para que ya no afecte en nada a sus hijos.
Aún tengo sentimientos encontrados con Kurt y Blaine en este fic
Muy buen fc, espero el siguiente capítulo.
Aún tengo sentimientos encontrados con Kurt y Blaine en este fic
Muy buen fc, espero el siguiente capítulo.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hola!! Tanto tiempo sin tiempo para comentar!! Pero aquí estoy, para decirte (escribirte) una vez más, lo muy bueno que me parece tu fic.
Las situaciones del último capítulo son maravillosas: Santana dándole carterazos al médico me resultó irresistible, porque... quién no ha tenido el impulso de golpear a la gente que, sin más ni más, te maltrata de esa manera? Tanto que la vida la "amansó" en algunos aspectos, pero aun puede sacar a la chica de Lima Hight de vez en cuando... Buenísimo. Y terapéutico, para mí.
Pero creo que cada uno de lo párrafos de esta última entrega son significativos y amorosamente humanos: la molestia de Santana porque la gente se dirige a Brittany como la madre de su hijo; las pequeñas metidas de pata que, advierte, va cometiendo en sus conversaciones con la rubia; los pensamientos secundarios como, por ejemplo, que por más que deje de comprar la leche para el mayor ahora, muy pronto tendrá que comprar de nuevo; el impulso reprimido -y rápidamente travestido- de agradecer a Brittany lo que está haciendo, etc, etc. Estupendo.
Las historias "mechadas" de Blaine y Kurt, y la de las Faberry, me tienen intrigada, divertida y atrapada. Estás haciendo de Kurt otro personaje muy ambiguo y fascinante, aunque por supuesto que me resulta odioso. Aunque mucho menos que Blaine, por supuesto.
Entiendo que en algún punto de la historia, las vidas de todos ellos volverán a cruzarse, pero sean cuales fueren tus intenciones -como ya te he dicho antes- es un verdadero placer leerte.
Espero el próximo!! Muchas, muchas gracias!!
Las situaciones del último capítulo son maravillosas: Santana dándole carterazos al médico me resultó irresistible, porque... quién no ha tenido el impulso de golpear a la gente que, sin más ni más, te maltrata de esa manera? Tanto que la vida la "amansó" en algunos aspectos, pero aun puede sacar a la chica de Lima Hight de vez en cuando... Buenísimo. Y terapéutico, para mí.
Pero creo que cada uno de lo párrafos de esta última entrega son significativos y amorosamente humanos: la molestia de Santana porque la gente se dirige a Brittany como la madre de su hijo; las pequeñas metidas de pata que, advierte, va cometiendo en sus conversaciones con la rubia; los pensamientos secundarios como, por ejemplo, que por más que deje de comprar la leche para el mayor ahora, muy pronto tendrá que comprar de nuevo; el impulso reprimido -y rápidamente travestido- de agradecer a Brittany lo que está haciendo, etc, etc. Estupendo.
Las historias "mechadas" de Blaine y Kurt, y la de las Faberry, me tienen intrigada, divertida y atrapada. Estás haciendo de Kurt otro personaje muy ambiguo y fascinante, aunque por supuesto que me resulta odioso. Aunque mucho menos que Blaine, por supuesto.
Entiendo que en algún punto de la historia, las vidas de todos ellos volverán a cruzarse, pero sean cuales fueren tus intenciones -como ya te he dicho antes- es un verdadero placer leerte.
Espero el próximo!! Muchas, muchas gracias!!
MarisaParedes****** - Mensajes : 316
Fecha de inscripción : 25/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Buenas tardes lectoras! Perdonenme me eh pasado un dia sin actualizar :( ocupaciones ya ven u.u Bueno mil gracias por sus comentarios, que bueno que les haya gustado el capitulo. Enserio mil gracias por cada comentario siempre me sirve para incluso darme cuenta de cosas o detalles. Bueno el cap de hoy es más que nada destinado a una problematica entre las Faberry, pero no dejaran de estar las Brittana :) No adelanto más, saludos y mil gracias por todo.
Capitulo 27: Aléjate
Quinn era una mujer paciente, pero definitivamente tener a cuatro personas con el apellido Berry en su casa ya era demasiado. No hacían 24 horas que sus suegros estaban de visita en el departamento familiar; no debería molestarle en lo más mínimo, si no fuera porque lo único que hicieron fue llenar de dulces y helado a su nieto consentido. No hablamos de cualquier helado, era su favorito: el de café, y no fue un poquito, fue casi un kilo. Lo único que la rubia puede rescatar de las situaciones que le siguieron a eso, es que Iker no pudo dormir en toda la noche, tuvo pesadillas manteniéndola en vela solamente a ella, y estaba tan descontrolado a la mañana siguiente que la llamaron de la guardería para saber si el niño había ingerido alguna clase de droga o algo por el estilo. Como cereza del postre esa tarde había llegado agotada del trabajo, otro juicio perdido se sumo a su lista de casos fallidos, y lo único que deseaba era darse una ducha. Jamás paso por su cabeza llamar a la puerta de su propio baño; mala idea, ya que sus suegros estaban disfrutando de un placentero rato en el jacuzzi en aquel momento. Era por eso que ahora estaba tirada en el piso de la terraza, mirando las palomas ir y venir por el cielo, intentando borrarse tan comprometedora imagen de la mente. El sonido de su celular hizo que volviera a la shokeante realidad.
-Quinn Fabray, ¿en que puedo servirle? Saludo la rubia suponiendo con quien se comunicaba.
-Buenas tardes, solicitaría de sus servicios de esposa lo más pronto posible. Mis labios desean sus besos y mi alma, sus caricias. Respondía melosamente la judía.
-Es una oferta tentadora, tendré que consultar mi agenda…
-No me diga, es una mujer ocupada Jajaja ¿Vendrás a buscarme Quinnie?
-Dije que lo haría ¿verdad? Aprovechare que mi auto ya esta listo y en mi poder de nuevo.
-Perfecto… Cielo, mis papis querían ver un poco del ensayo. ¿Pueden ir contigo? Ya les avise…
-En realidad, creo que tus padres estaban ocupados y yo planeaba salir ya para allá… Se excusó cerrando los ojos para tratar de omitir lo de la escena del baño. En ese momento notó que alguien cerraba las puertas de su precioso vehículo, sintiendo que se le borraba el alma del cuerpo. Pronto la bocina empezó a sonar sin parar. Sus suegros ya la esperaban dentro del auto.
-¡Quinn! ¡Ya estamos listos! Gritaba desde la ventanilla Leroy. La abogada los miraba desde el borde del balcón negando con la cabeza. Definitivamente eran padres de Rachel.
-Olvida lo que dije amor… Nos vemos en unos minutos. Corrigió, despidiéndose de su esposa.
Tras casi morir en un choque frontal, gracias al especialista de Hiram, la pobre rubia tomó la terminante decisión de que nadie más conduciría su auto. Solo Iker, y seria cuando tenga dieciocho. El pequeño judío había asistido a su club exploradores, castigado por su actitud en la guardería. Definitivamente todos los niños de allí lo pensarían dos veces antes de decirle al mini Fabray que juegue al dogball con ellos otra vez, sobretodo usando canicas. Y las niñas deberían dedicarse a mantener su cabello corto, puesto que la plastilina que el joven dramático esparció por sus largos y bien peinados mechones, les arruinó totalmente la cabeza.
Por fin llegaron al lugar donde la actriz ensayaba. Al entrar en silencio total, podían distinguir inmediatamente como Rachel se movía por el escenario. Estaban en plena escena, ella y, para pesar de Quinn, también Alice.
-Dame una oportunidad de demostrártelo…
-Ni sueñes Julia, esto no esta bien. ¡Deja de mirarme así!
-¿Por qué? Se acercó la segunda protagonista, posando su barbilla en el hombro de la judía.
-Tengo escalofríos…
-¿Yo los causo? Quinn tragaba saliva y respiraba profundo. Alice estaba haciendo lo mismo que hizo en el camerino con ella, solo que con su esposa; claro que era actuación, pero sabia lo que realmente se sentía que aquella castaña la sujetara por la cintura. Las mujeres estaban tan cerca que el ambiente se tornó muy denso de golpe.
-¡Bien muchachas! Con eso está bien. Cortó el director, para alivio de la abogada. Las chicas comenzaron a reírse en tanto se daban una abrazo amistoso –“Alicia” -Llamó el hombre haciendo que se separen. –Necesito que pongas más sensualidad, pero femenina, no seas tan brusca; recuerda que no eres un hombrecito.
-Ok, trabajare en ello Charlie, no te preocupes, no soy tan bruta cuando quiero. Comentó la muchacha dirigiendo su mirada a cierta persona del reducido público.
-¡Bien equipo, por hoy terminamos! Un aplauso para todos. Indicó el director yéndose. Todos aplaudieron con entusiasmo, ya no quedaba mucho para el estreno. Rachel de un salto fue al encuentro de su familia.
-Perfecta como siempre mi Rachelah. Felicito Hiram a su hija, dándole un beso en la frente. La judía no pudo evitar ver la cara de molestia que traía su rubia. La tomó de la mano con una sonrisa, que logró derretir de inmediato cualquier clase de enojo en la ex animadora. “Te amo” le dijo sin sonido, esperando que leyera sus labios.
-Que gran lugar, me dan ganas de gritar. Interrumpió Leroy girando sobre si mismo con los brazos en alto. Los Berry reían, en tanto Quinn vigilaba, sin darse cuenta, los pasos de Alice; que salía lentamente del escenario con la cabeza gacha. –Dijimos que íbamos a ir al zoológico con Aiki, más te vale que te hayas acordado.
-Claro que si papá, ni bien salga de exploradores, iremos todos juntos. Oh es cierto, cariño ¿podrías ir a mi camerino por mis cosas? yo iré dos segundos al baño y de ahí nos vamos. Pidió la actriz despertando a su mujer de su vigilancia. La rubia dudo un segundo, pero luego asintió, saliendo disparada del lugar. Caminaba de manera rápida, como esperando encontrar algo. Y en efecto, quedo parada en uno de los pasillos viendo como Alice tomaba de la mano con cariño a uno de los actores, hablando bajito y con una gran sonrisa. Por dentro a la rubia se le revolvió el estomago y comenzó a caminar de nuevo, esta vez con la cabeza gacha, directo al camerino. La castaña noto su presencia, y se despidió del chico con un leve beso en los labios. Quinn suponía lo que pasaría. Tomó el bolso y el abrigo de su esposa, al girar Alice ya estaba nuevamente tras ella.
-No es lo que parece. Comento la actriz acercándose.
-Yo no dije nada, es más, pienso que lo mejor es que te vayas por el otro sendero. Buena tu actuación…
-Si se nota que fue tan buena que llego a molestarte. Mírate, estas que mueres de furia.
-Tú no sabes ni captas nada niña, no entiendo qué más quieres. Recién parecías muy feliz.
-Ryan es una diversión más…
-Como todo, no me olvido de tu filosofía.
-Ahí te equivocas. Cortó la castaña sin poder contenerse y aventándose con fuerza hacia Quinn, que sintió el impacto de aquel beso como una puñalada en el medio del pecho. Podía sentir el calor de los finos labios de esa mujer sobre su boca, y casi le daba una especie de morbo sacarlos. Por fin, pasados dos eternos segundos, la corrió con violencia. Alice se despegó agitada, llena de adrenalina. –Tú no eres una diversión para mí.
-¿Cómo te atreves….? Murmuró la rubia llevándose una mano a la boca, sus ojos se llenaban de lágrimas en ese preciso instante. No pudo articular ninguna palabra, solo volvió a empujar a la muchacha, sacándola de su camino. La culpa la rodeaba, su alma se llenaba de rencor con ella misma, y lo peor… Continuaba percibiendo esa sensación en sus labios, no podía borrarla, sentía en todo su ser la pasión contenida que Alice le había traspasado. No se dio ni cuenta cuando ya se encontraba frente a sus suegros de nuevo. Intentó de mil maneras cambiar su cara, pero le era imposible. Ambos charlaban distendidos y no se percataron de la presencia de la rubia. Quinn temblaba, quería en ese preciso instante borrarse de la tierra. Miro su mano, su anillo de matrimonio ¿Qué clase de persona estaba siendo? Alguna vez le fue infiel a sus ex novios, pero a su judía jamás pensó que seria capaz de engañarla, porque a ella si la amaba y por ella vivía. Sintió que alguien la tomaba por su otra mano de nuevo, y temió que aquella ambiciosa mujer la haya seguido buscando más de ella. Pero era Rachel, que continuaba con su perfecta e inocente sonrisa. Por el contrario de sentirse calmada y en paz por tenerla a su lado, se sentía sucia, como una criminal.
-¿Nos vamos? Comentó la actriz sin cambiar su semblante. Quinn por poco y la arrastra para que se fueran de ese sitio. Llegaron en un abrir y cerrar de ojos al auto, era como si el mundo se posara sobre sus hombros, dejándola casi sin aire.
-Rach… tú conduces. Susurró entregándole las llaves a la castaña, que la miro con sorpresa.
-Pero, dijiste que nadie más conduciría tu auto Quinnie. Salto Leroy en tono burlón.
-Cielo, ya lo tire a una zanja no quiero que te enojes si le pasa algo de nue…
-Confío en ti. Casi gritó con desesperación, autoconvenciéndose. Podía decir eso de todo el mundo, pero no lo creería si ya no se reconocía ni a ella misma. Los Berry charlaban divertidos durante el viaje. Quinn los escuchaba lejos, ya que no estaba presente ahí, en cuerpo y alma.
-Fue solo un beso. Un maldito beso que esa estúpida me quito de la boca. Yo no lo hice apropósito. Jamás engañaría a Rachel, la amo y le jure serle siempre fiel. ¿Un beso es infidelidad? Por dios, debe serlo solo si hay consentimiento de mi parte. Y por Alice no siento nada… ¿Verdad? Inevitablemente el reciente recuerdo y las disparadoras sensaciones que había sentido volvían una y otra vez a su cabeza. Luego se agolpaban voces a su mente.
-“… ¿Sabes lo horrible que se siente que te engañen?”
-Claro que lo se cariño, es algo que no deseo volver a revivir.
Todo era un caos, sus propias palabras estaban cayendo a un vacío sin fin, torturándola.
-"Yo Quinn Fabray, aquí, ahora, frente a todos los que nos quieren; te hago mi esposa Rachel, prometiendo amarte, cuidarte y serte fiel, por siempre. Eres la estrella que ilumina mi vida, y la única que me va a importar en esta gran constelación, por toda la eternidad..."
-Por ti dejo la vida Quinn, no puedo tolerar no tenerte a mi lado. Dios, ya no pretendo soltarte nunca más. Que Finn y todo el resto se vaya a volar. Por favor despierta, y ven conmigo a New York; te juro que serás la mujer más feliz y dichosa en esta tierra, porque vamos a estar por fin juntas, y nada ni nadie se volverá a meter en lo que sentimos. Te amo, y te necesito aquí. Esas palabras fueron las primeras que la rubia logro oír, despertando del coma tras ese terrible choque cuando estaban cercanas a graduarse del instituto. La judía había rechazado a Finn en el registro civil, cinco minutos antes de enterarse que Quinn sufrió aquel accidente, que la dejaría en un debate entre la vida y la muerte, por casi una semana. Siete días en los cuales la castaña no se despego de su lado en el hospital, rezando por un milagro. Ahora, diez años más tarde ella estaba viva, sintiéndose la peor cosa del mundo por haber besado otros labios que no eran los de su mujer.
-Que tal, llamaba para pedir un turno… Hablaba la latina sentada en su sillón del pequeño consultorio terapéutico. Su ultimo paciente acababa de cerrar la puerta hacían segundos.
-Si, creo que es la doctora Stuart… Así es. Si ya eh ido antes. Comentaba mordiéndose levemente una uña. Era fecha de hacerse otro control para chequear que todo estuviera en orden. -¿El miércoles que viene? Si perfecto, después de las cinco seria lo ideal. Bien muchas gracias. Hasta luego. Por la voz, debía ser la recepcionista de anteojos… Era linda… Dios, Santana, controla tus revolucionadas hormonas de una maldita vez.
En tanto salía del consultorio, pensaba un poco lo del cumpleaños de Axel, pero no pudo completar ninguna idea más de momento. Apoyado contra su auto, la esperaba Sebastian. Ese sujeto ya comenzaba a fastidiarla con sus apariciones.
-Tu tío lejano te debe querer mucho como para que vengas tan seguido…
-En realidad, estoy viendo si me incluye en su testamento. Ambos eran buenos para el sarcasmo. Si hicieran una competencia seria algo digno de ver, aunque también arriesgado. - ¿Como le fue a tu primogénito con el doctor?
-Perfectamente, es un Lopez, somos como la yerba mala. Comentaba la morena yendo a su puerta.
-Mmm escuchar eso me hace pensar…
-¡Vaya! Milagro, si eres creyente deberías prender una vela.
-No dudo que tu sentido del humor fue lo que conquisto a tu pareja.
-¿Pareja? -Pensó, girándose –No mal entiendas, con ella no tengo nada...
-Mmm ¿y el padre de Alex...?
-Primero: eres un entrometido, asquerosillo de pacotilla y no tengo por qué darte ninguna explicación. Segundo: No se a que quieres llegar con todo esto. Y lo mas importante de todo: Es Axel, perra…
-Aja, ¿Y yo que dije?
-Alex.
-¿Y no es lo mismo?
-A ti te puedo llamar pequeña rata de alcantarilla engendrada por una suricata, si crees que es lo mismo, no lo se, dímelo tú. Argumentó cruzándose de brazos. Interiormente todavía disfrutaba insultar y discutir con el ejecutivo.
-Bien, bien, veo que has practicado. No me meteré más, con una condición.
-¿Quién te crees que eres para condicionarme? Aléjate Smythe, o te pateare una nuez. Renegó abriendo por fin la puerta del auto, con intensiones de marcharse.
-Ven conmigo al casino. Cortó el castaño, cerrando la puerta con su mano, apoyándose de manera interesante frente a la latina. –Esta noche, jugamos al póker, cantamos, y me borro.
-Mira: si bien sigo teniendo cierto aprecio por los juegos de azar, más sabiendo que puedo ganar dinero, mañana trabajo, tengo un niño pequeño a quien hacer dormir. Ya no es tiempo de hacer lo que se me venga en gana. Tú si, estas solo y…
-Y tu también. Eres joven aun, como yo. Puedes y debes querer liberar stress, como yo.
-¿Sabes? Siéndote franca: para la único que me sirve salir con animalitos como tú, es para terminar vistiendo un buen abrigo de piel sintética.
-Vaya, veo que ya no eres la chica rompecorazones, sino todo lo contrario… Que lastima, pensé que teníamos más en común. Deseaba ganarte en el karaoke una vez más… Como aquella vez con los chicos del chelo… Dijo mirándola de arriba a abajo.
-¿Me estas desafiando? Comentó la latina sosteniéndole la mirada, recordando ese famoso slushie. Desde ese día se las tenia juradas, se vengaría, solo que no tuvo la oportunidad en esos años.
-Tómalo como quieras, de todas formas ya te gane cuando no aceptaste la invitación, pequeña latina cobarde. Esas palabras nunca podrían concordar con Santana Lopez, o por lo menos así era hasta hace unos años atrás; para los retos ella podía ser una perra si quería aun. La confianza en su talento natural nunca la abandonó, sabia que su voz continuaba siendo magnifica y lo valoraba. Pero mejor no dijo nada, giro los ojos, metiéndose a su auto. El castaño le golpeo en la ventanilla. Al mirarlo el chico le hacia la seña de "Loser" con la mano en la frente. Esto no se quedara así. Bajo un poco su vidrio.
-Tú te lo buscaste: a las diez, en el casino. Te aplastare una vez más Smythe. Dijo con una convicción que casi ya no utilizaba, poniéndose modestamente sus anteojos de sol.
-Te estaré esperando. Sonrió con maldad el ejecutivo metiendo las manos en los bolsillos.
La latina arrancó su auto haciendo que las ruedas derraparan un poco en el asfalto, un truco enseñado por Quinn; supuestamente era un modo de imponer respeto. Ya en el camino de regreso, vino el tan conocido arrepentimiento por sus acciones, bueno en realidad las acciones que ejercía su alter ego violento y ególatra cuando se apoderaba de su cuerpo. Ahora se preguntaba qué demonios era lo que había hecho. Aceptar salir, porque era una salida, y nada menos que con Sebastián, en ¿qué estaba pensando? Ahora si no iba, sabía que aquel individuo no la dejaría en paz, y la llamaría cobarde con todo derecho. No quería perder, menos ante él. Además dijo que se borraría si ella aceptaba. ¿Y desde cuando confiaba en la palabra de alguien otra vez? Definitivamente, o dejaba de aceptar cosas impulsivamente o se vería obligada a sellarse la boca con una engrampadora, y si era necesario pegamento u otros elementos. Entró a aquella casa, en la cual ya se estaba acostumbrando a ver todos los objetos de las repisas y cada detalle de la exquisita decoración; dejó las llaves de su auto en la mesa, aun con su debate mental de si ir o no en la noche. Todo estaba en silencio, lo cual era raro. Dejando sus cosas en su habitación, pudo notar que las otras dos personas que vivían con ella no estaban en el primer piso. Tampoco en la cocina, o en el patio. No había ninguna nota, y en su celular no existían nuevas llamadas o mensajes. Marcó de inmediato el número de Brittany, empezando a preocuparse sin sentido.
-Vamos contesta… Murmuró cruzándose de cejas, bastante impaciente.
-¿A quien llamas? Se escuchó tras su espalda.
-A Britt… Se tildo y sintió que su alma se esfumaba del susto, sabiendo que hacia tres segundos estaba sola en aquella casa. Al girarse, la rubia estaba parada con Axel en brazos, sonrientes.
-¡¿Se puede saber que han hecho?! Gritó la latina reaccionando del mega infarto espiritual que había sufrido, y notando que ambos estaban llenos de polvo de los pies a la cabeza.
-Perdona no era mi intensión asustarte. Se reía la bailarina ante la cara de su jefa. –Fuimos al parque, ¿recuerdas que te hable de los niños del barrio?, pues Axel y yo estuvimos jugando con varios de ellos. La pasamos excelente, ahora entendí las reglas del rugby.
-Se nota, ¿pero era necesario que se ensuciaran tanto? Reprocho la morena tomando a Axel en brazos. –Tú te vas a dar un buen baño. Aclaró dándole un beso en la mejilla al pequeño, aunque después tuvo que sacarse un poco de polvo de los labios.
- Pero no ha dormido su siesta…
-¿Qué pretendes, que duerma con toda esa tierra encima?
-Hace bien al cutis. Inevitablemente la latina seguía riendo con esas respuestas de la rubia. Se encargó de inmediato de bañar a su hijo, con esfuerzo: el día que Axel no dormía su siesta, tenía un humor idéntico al de ella cuando se despertaba temprano. Afuera lentamente el atardecer se fue transformando en noche. Cerca de las ocho, los tres cenaron spaghetti, la comida preferida de Brittany. Finalmente, Santana decidió ir al casino, más que nada porque ella era una mujer de palabra, y deseaba con toda sus fuerzas subirse a un escenario de nuevo; eso sin contar que quería darle su merecido a Sebastian. No pretendía pasar mucho tiempo con el ejecutivo, seria cantar, jugar unas fichas en las maquinas y volver. Pero surgió una nueva inquietud que la detenía inconscientemente: debía informarle a Brittany que saldría sin Axel.
-Me vas a decir qué tienes o vas a lograr hacer un poso de tanto que caminas alrededor de la mesa… Bromeaba la rubia tomando un refresco, relajada en la cocina.
-Te quería, bueno es que… -Dudaba, tragando saliva. –Voy a salir un rato mas tarde. La bailarina la miró con curiosidad terminando de pasar el líquido por su garganta.
-¿En día de semana?
-Si es que… No quería dar muchas explicaciones, tampoco creía que fuera necesario. Pero la cara de Brittany reflejaba que la idea no le parecía muy adecuada. –Es el cumpleaños de una compañera, es medio solitaria y me llevo bien con ella. Me invito al casino. No me pasare de la raya, o beberé ni nada por el estilo. Se excusó. En realidad no quería mentir, pero creyó conveniente decir algo lucido, antes que contar que había aceptado un reto por parte de Sebastian y que iba a competir contra el en el karaoke. No sonaba muy maduro para una dama, de 28 años, psicóloga, divorciada, con hijos.
-Jaja esta bien, es tu vida San. Se reía la dueña de casa en buen modo, era divertido ver que Santana le daba explicaciones como pidiendo permiso o algo así. –No te preocupes, puedo cuidar de Axel. Pero lo agregare a tu cuenta. Bromeo con una sonrisa.
-Si esta bien, ya te debo demasiado. Va a ser la única vez...
-Tranquila, diviértete. Lo mereces. La dulzura de aquella chica comenzaba a matarla, no podía ser que tuviera tanta paciencia, tanta calma. ¿Realmente la estaba comprendiendo? A decir verdad Brittany sentía aun que no podía, ni tenía, grandes derechos a criticar o llamarle la atención a la latina. Eso era un claro reflejo de lo que ella era en su interior: una persona humilde por sobretodos las cosas. Si bien Santana se había comportado de mal modo la ultima vez que salió de noche, ella confiaba en la palabra de la morena, y no le molestaba poder ayudarla en lo que sea, por el contrario.
Tras esa charla, cada una se fue a su cuarto. En tanto Axel jugaba con sus cosas, despierto de milagro, Santana aprovechó para darse una ducha y empezar a prepararse para la salida. Si bien se vistió casi en su totalidad en el baño, olvidó su blusa en la habitación, por lo que disparada para que nadie la vea, corrió en sostén hasta su recamara. Su hijo quedo medio embobado al verla.
-Sin duda tú eres hombre eh Ax. Bromeo mirándose en el espejo. Contempló un momento su silueta, que se conservaba casi intacta. Pudo comprobar que era de las mujeres que no cambiaba su físico así como así, para ser que casi rozaba los tres meses de embarazo no había ni un rastro particular, por el contrario, hasta se veía más sexy. Se colocó la blusa, que se ajustaba perfectamente a su torso, junto a su chaqueta de cuero, satisfecha con lo que veía.
Minutos más tarde Axel ya suplicaba que lo hicieran dormirá gritos, por lo que al tomarlo en brazos éste pasó a soñar con los angelitos ni bien apoyo su cabeza en el hombro de su madre. Le recostó en su cama, termino de arreglarse, y antes de salir, fue una vez más a hablar con la rubia. Entró con timidez al cuarto, pero aquella bailarina ya se había dormido, recostada sobre su cama. Le dio pena despertarla, seguramente se había cansado de jugar con los niños. Y creía que en caso de que Axel se despertara, sin duda sentiría su llanto. De todas formas no pensaba estar fuera tanto como para que su hijo la busque entre las sabanas. Dejó una nota antes de irse, sobre la mesa de noche, al lado de la rubia:
“Volveré pronto. Gracias por todo Britt-Britt”
Capitulo 27: Aléjate
Quinn era una mujer paciente, pero definitivamente tener a cuatro personas con el apellido Berry en su casa ya era demasiado. No hacían 24 horas que sus suegros estaban de visita en el departamento familiar; no debería molestarle en lo más mínimo, si no fuera porque lo único que hicieron fue llenar de dulces y helado a su nieto consentido. No hablamos de cualquier helado, era su favorito: el de café, y no fue un poquito, fue casi un kilo. Lo único que la rubia puede rescatar de las situaciones que le siguieron a eso, es que Iker no pudo dormir en toda la noche, tuvo pesadillas manteniéndola en vela solamente a ella, y estaba tan descontrolado a la mañana siguiente que la llamaron de la guardería para saber si el niño había ingerido alguna clase de droga o algo por el estilo. Como cereza del postre esa tarde había llegado agotada del trabajo, otro juicio perdido se sumo a su lista de casos fallidos, y lo único que deseaba era darse una ducha. Jamás paso por su cabeza llamar a la puerta de su propio baño; mala idea, ya que sus suegros estaban disfrutando de un placentero rato en el jacuzzi en aquel momento. Era por eso que ahora estaba tirada en el piso de la terraza, mirando las palomas ir y venir por el cielo, intentando borrarse tan comprometedora imagen de la mente. El sonido de su celular hizo que volviera a la shokeante realidad.
-Quinn Fabray, ¿en que puedo servirle? Saludo la rubia suponiendo con quien se comunicaba.
-Buenas tardes, solicitaría de sus servicios de esposa lo más pronto posible. Mis labios desean sus besos y mi alma, sus caricias. Respondía melosamente la judía.
-Es una oferta tentadora, tendré que consultar mi agenda…
-No me diga, es una mujer ocupada Jajaja ¿Vendrás a buscarme Quinnie?
-Dije que lo haría ¿verdad? Aprovechare que mi auto ya esta listo y en mi poder de nuevo.
-Perfecto… Cielo, mis papis querían ver un poco del ensayo. ¿Pueden ir contigo? Ya les avise…
-En realidad, creo que tus padres estaban ocupados y yo planeaba salir ya para allá… Se excusó cerrando los ojos para tratar de omitir lo de la escena del baño. En ese momento notó que alguien cerraba las puertas de su precioso vehículo, sintiendo que se le borraba el alma del cuerpo. Pronto la bocina empezó a sonar sin parar. Sus suegros ya la esperaban dentro del auto.
-¡Quinn! ¡Ya estamos listos! Gritaba desde la ventanilla Leroy. La abogada los miraba desde el borde del balcón negando con la cabeza. Definitivamente eran padres de Rachel.
-Olvida lo que dije amor… Nos vemos en unos minutos. Corrigió, despidiéndose de su esposa.
Tras casi morir en un choque frontal, gracias al especialista de Hiram, la pobre rubia tomó la terminante decisión de que nadie más conduciría su auto. Solo Iker, y seria cuando tenga dieciocho. El pequeño judío había asistido a su club exploradores, castigado por su actitud en la guardería. Definitivamente todos los niños de allí lo pensarían dos veces antes de decirle al mini Fabray que juegue al dogball con ellos otra vez, sobretodo usando canicas. Y las niñas deberían dedicarse a mantener su cabello corto, puesto que la plastilina que el joven dramático esparció por sus largos y bien peinados mechones, les arruinó totalmente la cabeza.
Por fin llegaron al lugar donde la actriz ensayaba. Al entrar en silencio total, podían distinguir inmediatamente como Rachel se movía por el escenario. Estaban en plena escena, ella y, para pesar de Quinn, también Alice.
-Dame una oportunidad de demostrártelo…
-Ni sueñes Julia, esto no esta bien. ¡Deja de mirarme así!
-¿Por qué? Se acercó la segunda protagonista, posando su barbilla en el hombro de la judía.
-Tengo escalofríos…
-¿Yo los causo? Quinn tragaba saliva y respiraba profundo. Alice estaba haciendo lo mismo que hizo en el camerino con ella, solo que con su esposa; claro que era actuación, pero sabia lo que realmente se sentía que aquella castaña la sujetara por la cintura. Las mujeres estaban tan cerca que el ambiente se tornó muy denso de golpe.
-¡Bien muchachas! Con eso está bien. Cortó el director, para alivio de la abogada. Las chicas comenzaron a reírse en tanto se daban una abrazo amistoso –“Alicia” -Llamó el hombre haciendo que se separen. –Necesito que pongas más sensualidad, pero femenina, no seas tan brusca; recuerda que no eres un hombrecito.
-Ok, trabajare en ello Charlie, no te preocupes, no soy tan bruta cuando quiero. Comentó la muchacha dirigiendo su mirada a cierta persona del reducido público.
-¡Bien equipo, por hoy terminamos! Un aplauso para todos. Indicó el director yéndose. Todos aplaudieron con entusiasmo, ya no quedaba mucho para el estreno. Rachel de un salto fue al encuentro de su familia.
-Perfecta como siempre mi Rachelah. Felicito Hiram a su hija, dándole un beso en la frente. La judía no pudo evitar ver la cara de molestia que traía su rubia. La tomó de la mano con una sonrisa, que logró derretir de inmediato cualquier clase de enojo en la ex animadora. “Te amo” le dijo sin sonido, esperando que leyera sus labios.
-Que gran lugar, me dan ganas de gritar. Interrumpió Leroy girando sobre si mismo con los brazos en alto. Los Berry reían, en tanto Quinn vigilaba, sin darse cuenta, los pasos de Alice; que salía lentamente del escenario con la cabeza gacha. –Dijimos que íbamos a ir al zoológico con Aiki, más te vale que te hayas acordado.
-Claro que si papá, ni bien salga de exploradores, iremos todos juntos. Oh es cierto, cariño ¿podrías ir a mi camerino por mis cosas? yo iré dos segundos al baño y de ahí nos vamos. Pidió la actriz despertando a su mujer de su vigilancia. La rubia dudo un segundo, pero luego asintió, saliendo disparada del lugar. Caminaba de manera rápida, como esperando encontrar algo. Y en efecto, quedo parada en uno de los pasillos viendo como Alice tomaba de la mano con cariño a uno de los actores, hablando bajito y con una gran sonrisa. Por dentro a la rubia se le revolvió el estomago y comenzó a caminar de nuevo, esta vez con la cabeza gacha, directo al camerino. La castaña noto su presencia, y se despidió del chico con un leve beso en los labios. Quinn suponía lo que pasaría. Tomó el bolso y el abrigo de su esposa, al girar Alice ya estaba nuevamente tras ella.
-No es lo que parece. Comento la actriz acercándose.
-Yo no dije nada, es más, pienso que lo mejor es que te vayas por el otro sendero. Buena tu actuación…
-Si se nota que fue tan buena que llego a molestarte. Mírate, estas que mueres de furia.
-Tú no sabes ni captas nada niña, no entiendo qué más quieres. Recién parecías muy feliz.
-Ryan es una diversión más…
-Como todo, no me olvido de tu filosofía.
-Ahí te equivocas. Cortó la castaña sin poder contenerse y aventándose con fuerza hacia Quinn, que sintió el impacto de aquel beso como una puñalada en el medio del pecho. Podía sentir el calor de los finos labios de esa mujer sobre su boca, y casi le daba una especie de morbo sacarlos. Por fin, pasados dos eternos segundos, la corrió con violencia. Alice se despegó agitada, llena de adrenalina. –Tú no eres una diversión para mí.
-¿Cómo te atreves….? Murmuró la rubia llevándose una mano a la boca, sus ojos se llenaban de lágrimas en ese preciso instante. No pudo articular ninguna palabra, solo volvió a empujar a la muchacha, sacándola de su camino. La culpa la rodeaba, su alma se llenaba de rencor con ella misma, y lo peor… Continuaba percibiendo esa sensación en sus labios, no podía borrarla, sentía en todo su ser la pasión contenida que Alice le había traspasado. No se dio ni cuenta cuando ya se encontraba frente a sus suegros de nuevo. Intentó de mil maneras cambiar su cara, pero le era imposible. Ambos charlaban distendidos y no se percataron de la presencia de la rubia. Quinn temblaba, quería en ese preciso instante borrarse de la tierra. Miro su mano, su anillo de matrimonio ¿Qué clase de persona estaba siendo? Alguna vez le fue infiel a sus ex novios, pero a su judía jamás pensó que seria capaz de engañarla, porque a ella si la amaba y por ella vivía. Sintió que alguien la tomaba por su otra mano de nuevo, y temió que aquella ambiciosa mujer la haya seguido buscando más de ella. Pero era Rachel, que continuaba con su perfecta e inocente sonrisa. Por el contrario de sentirse calmada y en paz por tenerla a su lado, se sentía sucia, como una criminal.
-¿Nos vamos? Comentó la actriz sin cambiar su semblante. Quinn por poco y la arrastra para que se fueran de ese sitio. Llegaron en un abrir y cerrar de ojos al auto, era como si el mundo se posara sobre sus hombros, dejándola casi sin aire.
-Rach… tú conduces. Susurró entregándole las llaves a la castaña, que la miro con sorpresa.
-Pero, dijiste que nadie más conduciría tu auto Quinnie. Salto Leroy en tono burlón.
-Cielo, ya lo tire a una zanja no quiero que te enojes si le pasa algo de nue…
-Confío en ti. Casi gritó con desesperación, autoconvenciéndose. Podía decir eso de todo el mundo, pero no lo creería si ya no se reconocía ni a ella misma. Los Berry charlaban divertidos durante el viaje. Quinn los escuchaba lejos, ya que no estaba presente ahí, en cuerpo y alma.
-Fue solo un beso. Un maldito beso que esa estúpida me quito de la boca. Yo no lo hice apropósito. Jamás engañaría a Rachel, la amo y le jure serle siempre fiel. ¿Un beso es infidelidad? Por dios, debe serlo solo si hay consentimiento de mi parte. Y por Alice no siento nada… ¿Verdad? Inevitablemente el reciente recuerdo y las disparadoras sensaciones que había sentido volvían una y otra vez a su cabeza. Luego se agolpaban voces a su mente.
-“… ¿Sabes lo horrible que se siente que te engañen?”
-Claro que lo se cariño, es algo que no deseo volver a revivir.
Todo era un caos, sus propias palabras estaban cayendo a un vacío sin fin, torturándola.
-"Yo Quinn Fabray, aquí, ahora, frente a todos los que nos quieren; te hago mi esposa Rachel, prometiendo amarte, cuidarte y serte fiel, por siempre. Eres la estrella que ilumina mi vida, y la única que me va a importar en esta gran constelación, por toda la eternidad..."
-Por ti dejo la vida Quinn, no puedo tolerar no tenerte a mi lado. Dios, ya no pretendo soltarte nunca más. Que Finn y todo el resto se vaya a volar. Por favor despierta, y ven conmigo a New York; te juro que serás la mujer más feliz y dichosa en esta tierra, porque vamos a estar por fin juntas, y nada ni nadie se volverá a meter en lo que sentimos. Te amo, y te necesito aquí. Esas palabras fueron las primeras que la rubia logro oír, despertando del coma tras ese terrible choque cuando estaban cercanas a graduarse del instituto. La judía había rechazado a Finn en el registro civil, cinco minutos antes de enterarse que Quinn sufrió aquel accidente, que la dejaría en un debate entre la vida y la muerte, por casi una semana. Siete días en los cuales la castaña no se despego de su lado en el hospital, rezando por un milagro. Ahora, diez años más tarde ella estaba viva, sintiéndose la peor cosa del mundo por haber besado otros labios que no eran los de su mujer.
-Que tal, llamaba para pedir un turno… Hablaba la latina sentada en su sillón del pequeño consultorio terapéutico. Su ultimo paciente acababa de cerrar la puerta hacían segundos.
-Si, creo que es la doctora Stuart… Así es. Si ya eh ido antes. Comentaba mordiéndose levemente una uña. Era fecha de hacerse otro control para chequear que todo estuviera en orden. -¿El miércoles que viene? Si perfecto, después de las cinco seria lo ideal. Bien muchas gracias. Hasta luego. Por la voz, debía ser la recepcionista de anteojos… Era linda… Dios, Santana, controla tus revolucionadas hormonas de una maldita vez.
En tanto salía del consultorio, pensaba un poco lo del cumpleaños de Axel, pero no pudo completar ninguna idea más de momento. Apoyado contra su auto, la esperaba Sebastian. Ese sujeto ya comenzaba a fastidiarla con sus apariciones.
-Tu tío lejano te debe querer mucho como para que vengas tan seguido…
-En realidad, estoy viendo si me incluye en su testamento. Ambos eran buenos para el sarcasmo. Si hicieran una competencia seria algo digno de ver, aunque también arriesgado. - ¿Como le fue a tu primogénito con el doctor?
-Perfectamente, es un Lopez, somos como la yerba mala. Comentaba la morena yendo a su puerta.
-Mmm escuchar eso me hace pensar…
-¡Vaya! Milagro, si eres creyente deberías prender una vela.
-No dudo que tu sentido del humor fue lo que conquisto a tu pareja.
-¿Pareja? -Pensó, girándose –No mal entiendas, con ella no tengo nada...
-Mmm ¿y el padre de Alex...?
-Primero: eres un entrometido, asquerosillo de pacotilla y no tengo por qué darte ninguna explicación. Segundo: No se a que quieres llegar con todo esto. Y lo mas importante de todo: Es Axel, perra…
-Aja, ¿Y yo que dije?
-Alex.
-¿Y no es lo mismo?
-A ti te puedo llamar pequeña rata de alcantarilla engendrada por una suricata, si crees que es lo mismo, no lo se, dímelo tú. Argumentó cruzándose de brazos. Interiormente todavía disfrutaba insultar y discutir con el ejecutivo.
-Bien, bien, veo que has practicado. No me meteré más, con una condición.
-¿Quién te crees que eres para condicionarme? Aléjate Smythe, o te pateare una nuez. Renegó abriendo por fin la puerta del auto, con intensiones de marcharse.
-Ven conmigo al casino. Cortó el castaño, cerrando la puerta con su mano, apoyándose de manera interesante frente a la latina. –Esta noche, jugamos al póker, cantamos, y me borro.
-Mira: si bien sigo teniendo cierto aprecio por los juegos de azar, más sabiendo que puedo ganar dinero, mañana trabajo, tengo un niño pequeño a quien hacer dormir. Ya no es tiempo de hacer lo que se me venga en gana. Tú si, estas solo y…
-Y tu también. Eres joven aun, como yo. Puedes y debes querer liberar stress, como yo.
-¿Sabes? Siéndote franca: para la único que me sirve salir con animalitos como tú, es para terminar vistiendo un buen abrigo de piel sintética.
-Vaya, veo que ya no eres la chica rompecorazones, sino todo lo contrario… Que lastima, pensé que teníamos más en común. Deseaba ganarte en el karaoke una vez más… Como aquella vez con los chicos del chelo… Dijo mirándola de arriba a abajo.
-¿Me estas desafiando? Comentó la latina sosteniéndole la mirada, recordando ese famoso slushie. Desde ese día se las tenia juradas, se vengaría, solo que no tuvo la oportunidad en esos años.
-Tómalo como quieras, de todas formas ya te gane cuando no aceptaste la invitación, pequeña latina cobarde. Esas palabras nunca podrían concordar con Santana Lopez, o por lo menos así era hasta hace unos años atrás; para los retos ella podía ser una perra si quería aun. La confianza en su talento natural nunca la abandonó, sabia que su voz continuaba siendo magnifica y lo valoraba. Pero mejor no dijo nada, giro los ojos, metiéndose a su auto. El castaño le golpeo en la ventanilla. Al mirarlo el chico le hacia la seña de "Loser" con la mano en la frente. Esto no se quedara así. Bajo un poco su vidrio.
-Tú te lo buscaste: a las diez, en el casino. Te aplastare una vez más Smythe. Dijo con una convicción que casi ya no utilizaba, poniéndose modestamente sus anteojos de sol.
-Te estaré esperando. Sonrió con maldad el ejecutivo metiendo las manos en los bolsillos.
La latina arrancó su auto haciendo que las ruedas derraparan un poco en el asfalto, un truco enseñado por Quinn; supuestamente era un modo de imponer respeto. Ya en el camino de regreso, vino el tan conocido arrepentimiento por sus acciones, bueno en realidad las acciones que ejercía su alter ego violento y ególatra cuando se apoderaba de su cuerpo. Ahora se preguntaba qué demonios era lo que había hecho. Aceptar salir, porque era una salida, y nada menos que con Sebastián, en ¿qué estaba pensando? Ahora si no iba, sabía que aquel individuo no la dejaría en paz, y la llamaría cobarde con todo derecho. No quería perder, menos ante él. Además dijo que se borraría si ella aceptaba. ¿Y desde cuando confiaba en la palabra de alguien otra vez? Definitivamente, o dejaba de aceptar cosas impulsivamente o se vería obligada a sellarse la boca con una engrampadora, y si era necesario pegamento u otros elementos. Entró a aquella casa, en la cual ya se estaba acostumbrando a ver todos los objetos de las repisas y cada detalle de la exquisita decoración; dejó las llaves de su auto en la mesa, aun con su debate mental de si ir o no en la noche. Todo estaba en silencio, lo cual era raro. Dejando sus cosas en su habitación, pudo notar que las otras dos personas que vivían con ella no estaban en el primer piso. Tampoco en la cocina, o en el patio. No había ninguna nota, y en su celular no existían nuevas llamadas o mensajes. Marcó de inmediato el número de Brittany, empezando a preocuparse sin sentido.
-Vamos contesta… Murmuró cruzándose de cejas, bastante impaciente.
-¿A quien llamas? Se escuchó tras su espalda.
-A Britt… Se tildo y sintió que su alma se esfumaba del susto, sabiendo que hacia tres segundos estaba sola en aquella casa. Al girarse, la rubia estaba parada con Axel en brazos, sonrientes.
-¡¿Se puede saber que han hecho?! Gritó la latina reaccionando del mega infarto espiritual que había sufrido, y notando que ambos estaban llenos de polvo de los pies a la cabeza.
-Perdona no era mi intensión asustarte. Se reía la bailarina ante la cara de su jefa. –Fuimos al parque, ¿recuerdas que te hable de los niños del barrio?, pues Axel y yo estuvimos jugando con varios de ellos. La pasamos excelente, ahora entendí las reglas del rugby.
-Se nota, ¿pero era necesario que se ensuciaran tanto? Reprocho la morena tomando a Axel en brazos. –Tú te vas a dar un buen baño. Aclaró dándole un beso en la mejilla al pequeño, aunque después tuvo que sacarse un poco de polvo de los labios.
- Pero no ha dormido su siesta…
-¿Qué pretendes, que duerma con toda esa tierra encima?
-Hace bien al cutis. Inevitablemente la latina seguía riendo con esas respuestas de la rubia. Se encargó de inmediato de bañar a su hijo, con esfuerzo: el día que Axel no dormía su siesta, tenía un humor idéntico al de ella cuando se despertaba temprano. Afuera lentamente el atardecer se fue transformando en noche. Cerca de las ocho, los tres cenaron spaghetti, la comida preferida de Brittany. Finalmente, Santana decidió ir al casino, más que nada porque ella era una mujer de palabra, y deseaba con toda sus fuerzas subirse a un escenario de nuevo; eso sin contar que quería darle su merecido a Sebastian. No pretendía pasar mucho tiempo con el ejecutivo, seria cantar, jugar unas fichas en las maquinas y volver. Pero surgió una nueva inquietud que la detenía inconscientemente: debía informarle a Brittany que saldría sin Axel.
-Me vas a decir qué tienes o vas a lograr hacer un poso de tanto que caminas alrededor de la mesa… Bromeaba la rubia tomando un refresco, relajada en la cocina.
-Te quería, bueno es que… -Dudaba, tragando saliva. –Voy a salir un rato mas tarde. La bailarina la miró con curiosidad terminando de pasar el líquido por su garganta.
-¿En día de semana?
-Si es que… No quería dar muchas explicaciones, tampoco creía que fuera necesario. Pero la cara de Brittany reflejaba que la idea no le parecía muy adecuada. –Es el cumpleaños de una compañera, es medio solitaria y me llevo bien con ella. Me invito al casino. No me pasare de la raya, o beberé ni nada por el estilo. Se excusó. En realidad no quería mentir, pero creyó conveniente decir algo lucido, antes que contar que había aceptado un reto por parte de Sebastian y que iba a competir contra el en el karaoke. No sonaba muy maduro para una dama, de 28 años, psicóloga, divorciada, con hijos.
-Jaja esta bien, es tu vida San. Se reía la dueña de casa en buen modo, era divertido ver que Santana le daba explicaciones como pidiendo permiso o algo así. –No te preocupes, puedo cuidar de Axel. Pero lo agregare a tu cuenta. Bromeo con una sonrisa.
-Si esta bien, ya te debo demasiado. Va a ser la única vez...
-Tranquila, diviértete. Lo mereces. La dulzura de aquella chica comenzaba a matarla, no podía ser que tuviera tanta paciencia, tanta calma. ¿Realmente la estaba comprendiendo? A decir verdad Brittany sentía aun que no podía, ni tenía, grandes derechos a criticar o llamarle la atención a la latina. Eso era un claro reflejo de lo que ella era en su interior: una persona humilde por sobretodos las cosas. Si bien Santana se había comportado de mal modo la ultima vez que salió de noche, ella confiaba en la palabra de la morena, y no le molestaba poder ayudarla en lo que sea, por el contrario.
Tras esa charla, cada una se fue a su cuarto. En tanto Axel jugaba con sus cosas, despierto de milagro, Santana aprovechó para darse una ducha y empezar a prepararse para la salida. Si bien se vistió casi en su totalidad en el baño, olvidó su blusa en la habitación, por lo que disparada para que nadie la vea, corrió en sostén hasta su recamara. Su hijo quedo medio embobado al verla.
-Sin duda tú eres hombre eh Ax. Bromeo mirándose en el espejo. Contempló un momento su silueta, que se conservaba casi intacta. Pudo comprobar que era de las mujeres que no cambiaba su físico así como así, para ser que casi rozaba los tres meses de embarazo no había ni un rastro particular, por el contrario, hasta se veía más sexy. Se colocó la blusa, que se ajustaba perfectamente a su torso, junto a su chaqueta de cuero, satisfecha con lo que veía.
Minutos más tarde Axel ya suplicaba que lo hicieran dormirá gritos, por lo que al tomarlo en brazos éste pasó a soñar con los angelitos ni bien apoyo su cabeza en el hombro de su madre. Le recostó en su cama, termino de arreglarse, y antes de salir, fue una vez más a hablar con la rubia. Entró con timidez al cuarto, pero aquella bailarina ya se había dormido, recostada sobre su cama. Le dio pena despertarla, seguramente se había cansado de jugar con los niños. Y creía que en caso de que Axel se despertara, sin duda sentiría su llanto. De todas formas no pensaba estar fuera tanto como para que su hijo la busque entre las sabanas. Dejó una nota antes de irse, sobre la mesa de noche, al lado de la rubia:
“Volveré pronto. Gracias por todo Britt-Britt”
Última edición por Dreamer=) el Sáb Nov 17, 2012 7:49 pm, editado 1 vez
Dreamer=)- ---
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¿porque siento que no volvera pronto y que pasara algo mas con sebastian? eso no me gustas, pero tal vez es necesario que vuelva a caer para madurar de una vez por todas, defintivamente dejarse llevar por sus arrebato de snixx no le trae nada bueno, vaya paciencia que tiene la rubia de verdad, pero ¿cuanto le durara? necesito ver que la rubia tambien reaccione. Por otro lado me da pena Quinn, no la esta pasando nada bie y todo por Alice, vaya mujer tan insistente, eso se pondra feo porque me da impresion que Quinn ¿le quiere seguir el juego?. Esperando el siguiente, un abrazo.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Nose porque se me hace que en esa salida va a pasar algo o no va a terminar bien.. u.u.. Se tiene que dejar de joder Santana, ¬¬, la amo, pero no esta bien algunas cosas q hace.. O que Britt le diga algo, o AAAHHH, estoy desesperada.. jajajajajajaja.. Y pobre Quinn, esa Alice no me gusta nada.. ¬¬..
Buenisimo el cap. :)..
Buenisimo el cap. :)..
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Santana dejándose llevar por las provocaciones de Sebastian T___T
espero que no pase nada más allá del karaoke y el casino¬¬ que no se puede liar con el carardilla por favor D=
Gracias por la actualización :)
espero que no pase nada más allá del karaoke y el casino¬¬ que no se puede liar con el carardilla por favor D=
Gracias por la actualización :)
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Pffff! pero cómo he podido perderme todo esto!!!!!!!!! wow pero que bien escribes querida Dreamer! Shit, sorry por mi desaparición jajajaja pero ya que estoy aquí comento y te diré que me interesa como llevas la acción aunque uff no me gustalo de San con Sebastian y tampoco esta Alice lo que hace a Quinn ¬¬' espero que en el próximo me sorprendas con esto! jiji buen cap, pero nos dejas con ganas de más! Espero el siguiente :)
TheGirlOnFire**** - Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 08/07/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
ptm... pinche sebastian... y qe p2 cn santana y la obsesion con los gays. qe no aprendio con blaine... jumm..... pfff qe maL plan qe se aya ido con el... pff..!! :(
rosytha britt-san****** - Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 04/08/2011
Edad : 35
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Buenas tardes/noches (en mi pais) a todas! Primero que nadaa contesto una cosita :
TheGirlOnFire estas totalmente absuelta de cargos porque vos hoy actualizaste y me fascino tu capitulo :3 jejeje gracias
Ahora si, repito: Gracias Por comentar a todos,en especial a esas fieles lectoras.
Bien chicas, me estoy emocionando por avanzar en mi historia, ya tengo minuciosamente planeado todo, claro que no escrito, pero ya las ideas estan listas en las notas de mi celular (? aunque me di cuenta con eso que este fic va a ser de varios capitulos, haciendolo MEGA largo... o_O espero que no las aburra ni las canse. Volviendo al capitulo de hoy, por que siii voy a subirlo :3, tenemos a las Faberry, y el nuevo conflicto que se esta generando, después veremos en que termina todo entre Sebastian y Santana, vamos no lo miren mal al chico que solo es un coqueto ¬¬ jejeje no adelanto más ¡Espero que les guste! Gracias por leer :) Saludos
Capitulo 28: Lealtad
En la ciudad de New York, la familia Fabray-Berry había terminado de cenar. Esa tarde tras una espectacular jornada en el zoológico, todos estaban felices; a excepción de Quinn. El hecho de que Alice la haya besado la mantenía con un humor de perros, ya que no podía dejar de pensar en que con eso traicionaba a su mujer. Trataba de olvidar ese momento con la televisión, pero eso no significaba que su mente no estuviera trabajando nerviosamente a mil por hora. En tanto Hiram jugaba en la computadora junto a Iker, Rachel y su otro padre charlaban en el comedor. La rubia se encontraba sola en el salón, terminando de destruir su última uña que conservaba sana. Cambiaba de canales sin parar, todo en ese momento parecía hablar de pasiones y de infidelidades, en definitiva nada le servía, solo el vaso de cerveza que tenia frente a ella. Finalmente dejó el primer canal que le pareció aburrido pero suficientemente básico para distraerla.
-Desfiles de moda… ¿Desde cuando eh caído tan bajo? Preguntó mirado al techo. De pronto una cara en la pantalla le pareció familiar, en tanto tomaba un trago, miró fijo la imagen.
“…Ya terminando, esta son las tendencias presentadas por el afamado diseñador Kurt Hummel. Podemos ver modelos de todos colores, siempre con el carisma característico de este hombre, reflejado en cada traje, en cada combinación. Debo agregar que un toque mas seductor y casi diría apasionado, se percibe en las vestimentas masculinas. ¿Sera acaso que el amor tiende a transformar a la gente?...”
De pronto los judíos sintieron un fuerte golpe proveniente del salón. En conjunto fueron a ver de qué se trataba: Quinn estaba parada frente al televisor, respiraba agitada, en el piso el vaso de vidrio estaba roto en cientos de pedazos. Miraba furiosa hacia la pantalla, Rachel se acercó por atrás. Antes que pudiera articular palabra alguna, la rubia comenzó a gritar.
-¿¡Por qué sonríes!? ¡Por tu culpa, por tu maldita culpa, y la del imbécil de tu novio! ¡Gracias a ustedes no tengo a mi amiga a mi lado! ¡Para que me abrace, y me haga reaccionar…Y...! Era su alma la que hablaba, necesitaba a la latina en ese instante, de última para que la regañe, pero sabía que era a la única a quien quería acudir, y no podía hacer más que hablar por teléfono con ella. Ver sonriente a Kurt, fue la gota que rebalso el vaso, en todo el torbellino mental que traía. De pronto se dio cuenta que todos en el departamento la miraban con temor. Inmediatamente aterrizó en la realidad.
-Yo… Perdón, es que… Esto ya es el colmo. Lo que pasa es que…Perdí otro juicio, no tuve un buen día, y creo que… Iré a caminar un rato, necesito aire. Permiso. Se intento excusar, roja de vergüenza. Tomó el primer abrigo que encontró y salió, con la cabeza baja.
-¿Se habrá enojado por lo del baño? Pregunto Leroy, preocupado.
-¿Qué cosa del baño? Insinuó la judía. Pese a que debería estar asustada, en realidad sabia que Quinn había estado estresada, y que cuando algo no le salía bien se frustraba. Eso sin quitar que entendía perfectamente que se enojara al ver al diseñador, y culparlo era normal, total era cierto que la ida de la amiga de ambas tambien se debió a que no quería permanecer con los tristes recuerdos de New York, provocados por la actual pareja del ojos claros.
-No querrías saber Rachelah. Cortó Hiram dándole una palmada en el hombro.
-Creo que será mejor que vaya a verla… Murmuró la castaña con un suspiro.
-No cariño, deja. Iré yo. Dijo el hombre de anteojos, casi en un susurro. No le agradaba ver que aquella rubia estuviera triste, él siempre contaba con una buena palabra de aliento para ella.
-¡¿Qué pasó con mamá? ¿Por qué se fue? ¿Ya descubrió lo de Pompón?! Interrumpió Iker hablando a toda velocidad, viendo de manera asustada a su madre judía.
-¿Pompon…? Se extraño la actriz levantando una ceja. Al voltearse pudo observar que su mascota tenía pelo solo en la cola y en las patas, mientras que su cabeza tenía una especie de tintura rosada. Volvió a mirar a su hijo con la boca abierta de la sorpresa, sin saber que decir.
-Estem… es que quería que fuera un poodle… Sonrió el niño con picardía, inclinándose de hombros. Rachel iba tomando un color muy rojo en sus mejillas ante la risita del pequeño.
-¡Iker Fabray! Se sintió su grito, haciendo retumbar todo el edificio.
Afuera, más detalladamente, en la puerta del departamento, la abogada deambulaba pensativa; tomando bastante aire para calmarse de una vez por todas. Fumaba enérgicamente un cigarrillo que le había pedido al portero antes de salir; un vicio que le dejó inculcado Santana, en los momentos de nerviosismo. Intentó llamar a su amiga, pero en el preciso instante en el que marcó su número, se le acabo la batería del celular, por lo que casi termina tirándolo contra la pared.
-¿Acaso estas fumando? Preguntó su suegro, que la había estado contemplando unos segundos.
-Si es que… Quería tranquilizarme un poco. No es que lo haga de costumbre ni nada de eso… Perdona Hiram, me pase allá arriba. Dijo agachando un poco la mirada. El hombre se acercó y la tomo por los hombros. Esos ojos de extraña tonalidad verde estaban perdidos, agotados, reteniendo casi unas desesperadas lagrimas. La miro con cariño, parecía una niña resignada a que se avecinaba un gran castigo. La sentó en uno de los escalones de la entrada, ambos permanecían en silencio. De pronto quito el cigarro de la blanca mano de la rubia, fumando el también un poco.
-Estas así por la otra actriz ¿Verdad? Preguntó soltando el humo blanco que había aspirado. Quinn lo miró con miedo ¿Cómo había podido saberlo? A él siempre le fue sincera, solo agachó la cabeza suspirando cansinamente.
-No quisiera, pero no puedo... Le contestó con vergüenza.
-Lo se, lo note desde que entramos a ver el ensayo. ¿Ha pasado algo entre ustedes? El tono del hombre hacia notar que poseía una gran tranquilidad, como si eso que estaba pasando fuera algo totalmente natural y común.
-No. No de mi parte, es ella la que me busca… Hoy por ejemplo. -Dijo cruzando las cejas. –Me beso en los labios cuando me la cruce en el camerino de Rachel.
-¿Y tú que hiciste?
-La corrí, pero eso no evito que me sintiera como un asco de persona… -Hiram le devolvió el cigarro, mirando hacia la calle, como quien busca alguna respuesta entre todo lo que se ve pasar. Quinn no sabia si lo que estaba haciendo era bueno, a fin y a cabo, era su suegro. Pero tampoco podía soportar hasta poder hablar con Santana; sin contar que la latina se pondría bastante histérica al enterarse y lo que menos quería era causarle problemas.
-Fue solo un desliz… Si tú no sientes nada por ella, entonces no tiene sentido que te castigues tanto Quinnie. La abogada lo miró con curiosidad. - Una vez Leroy y yo nos peleamos, antes que Rachel llegara a casa. Éramos jóvenes, fogosos, y al primer tipo que se me cruzo en un bar lo bese. Después me arrepentí de mi actitud, eh incluso se lo dije a los pocos dias. Pudo haberme echado, o lo que quisiera, yo estaba resignado. Pero, nuestro amor es tan puro, tan franco, que me perdono, y yo nunca más me salí de la raya. No quiere decir que justifique estas actitudes, pero... Tú Quinn no eres mala ni traidora, confió en ti y en que lo que menos quieres es hacer sufrir a la persona que amas… ¿Me equivoco?
-Yo amo a Rachel, eso es cierto. Jamás hubiera pasado por mi cabeza hacer algo para que se sienta mal, pero Alice se metió más y más… Por un momento pensé que podía llegar a gustarme.
- No te gusta la chica, tu gustan los caprichos. Son desafíos, siempre van a estar presentes. Su matrimonio es todavía joven, y esas dudas pueden aparecer. Pero si tú tienes en claro lo que sientes, no tendrás problema en superarlo.
-Eso es verdad… Suspiró otra vez la ex animadora.
-Ya no te sientas mal, no esta bien que andemos por la vida besando gente estando casados, pero si no se nos vuelve costumbre… Son solo recuerdos. Dijo con una media sonrisa su suegro. –Como consejo eso si: Aléjate lo más que puedas de esa mujer así no tienes que pensar en nada.
-Si eso hare. Gracias por escucharme Hiram, siempre me ayuda hablar contigo.
-Tranquila cielo, eres como otra hija para mí. Pero recuerda esta charla, espero nunca mas tener que darla, por lo menos contigo. Se lo dije a los ex novios de Rachelah y te lo digo a ti: si ella sufre, yo estuve en la milicia. Amenazó en broma el sujeto de anteojos, haciendo que la rubia negara con la cabeza en tanto se reía. Ahora estaba mucho más tranquila, más relajada.
Lo que ninguno de los dos se imaginaba era que la judía había estado escuchando tras la puerta una pequeña parte de la ultima conversación.
Lejos de allí, pero a la misma hora, Santana deambulaba por el casino. Había llegado hacía unos minutos, y buscaba vagamente alguna cara familiar. Bastante gente sentada en mesas de cartas se divertía con euforia, otros jugando con los tragamonedas insistentemente subían y bajaban las palancas con nerviosismo. Finalmente, divisó a su contrincante, atento al giro de la ruleta. Caminó hacia él, en tanto algunas personas que había en el camino se echaban hacia atrás dándole el paso, sin dejar de darle una mirada de arriba a abajo. La latina se movía con la frente en alto, y una sonrisa de lujuria y maldad en el rostro. Sebastian cruzó su mirada con la de ella, sonriendo también.
-Bien veo que hay que desafiarte para que vengas. Comentó en tanto contemplaba la figura que tenia enfrente.
-¡Ja! ¿Es temor lo que siento en tu voz Smythe? Porque no te servirá cantar así… El castaño asintió, sin poder articular un contrataque en es momento.
- De acuerdo, no eh tenido suerte con esto. Vamos. Quiero tirar los dados. Ambos caminaron hasta la larga mesa donde se desarrollaba el juego. La ronda de gente que la rodeaba expectante, se abrió un poco ante la entrada del ejecutivo y su compañera. Tras algunos tiros de otras personas, finalmente fue el turno del castaño para jugar.
-Hay que arriesgarse algunas veces. Sonrió mirando a la latina, que se incomodo un poco ante el comentario. Después de hacer dos tiros, en ningún caso tuvo suerte.
-Necesitas un amuleto… Le comentaron en chiste otros hombres.
-Puede ser cierto. Respondió con aire divertido. Seguidamente tomó la mano de la morena y puso en ella los dos rojos dados. –Hay que volar alto, que salga un doce. Dijo haciéndole una seña para que los agite y los arroje. Santana no se había percatado que el muchacho mantenía su otra mano apoyada en su espalda. Movió un segundo los dados en sus dedos y, con un leve suspiro, los lanzó.
Rodaron como en cámara lenta, todos los seguían con la mirada, expectantes. Finalmente el primero marco seis, y el siguiente rodó un momento más, también terminando de marcar el mismo número.
-¡Doce, ustedes ganan! Exclamó con alegría el encargado de la mesa. Todos festejaron sorprendidos, en tanto los ex cantantes reían y se miraban con complicidad.
-El seis es el número del diablo, seguramente por eso pude invocarlo. Bromeaba la latina saliendo hacia las maquinas, haciendo sonreír al ejecutivo.
-Bien, gracias a eso podremos disfrutar de unos tragos con el premio. Comentó el castaño caminando hacia el resto-bar del lugar. Estaba bien ambientado, unas cuantas personas charlaban y reían, en tanto la música sonaba por los altavoces a un volumen mediano. La barra estaba iluminada por luces fluorescentes; fue allí donde ambos se acomodaron en las banquetas; más atrás se desplegaba un pequeño escenario con los micrófonos listos para que quien quisiera se acercara a cantar. Esa noche no había espectáculos, sino siempre una estrella invitada era la entretención del público, pero siendo día de semana esos shows no eran comunes.
-De acuerdo ¿Que te vas a pedir? ¿Whisky, tequila? Yo invito… Murmuraba el hombre mientras leía la lista de tragos. –Mmm Sex on the beach, suena tentador. Rio levantando insinuantemente una ceja. La morena lo golpeo en el hombro riendo de mala gana.
-No seas idiota. No quiero beber, tengo que conducir de vuelta a casa. Se excusó quitándole la carta y pudiendo comprobar que no existía ningún trago sin alcohol, por lo menos que se le antoje.
-Podemos pedir un taxi para los dos. Continúo insinuándose el castaño haciéndole una seña al barman.
-Detente, ¿Acaso no eras gay? Dijo en voz alta la latina, haciendo que algunos se voltearan a verlos.
-¿Y cual es el problema con eso? Respondió en el mismo tono el ex cantante. –La verdad es que me entretengo con quien quiera, quien se me cruce entre las cejas. Le simpatizo a todos, no tengo opción... Reía en tanto recibía su trago. Santana finalmente solo se pidió un refresco, para no tener la garganta seca; estaba cumpliendo con su palabra al pie del cañón. Charlaron de todo un poco, cerca de una hora. El ejecutivo le explicó de que se trataba su negocio, en definitiva era dedicado al otorgamientos de créditos y eso. No dejando de hablar de sus viajes por el mundo, mantenían una charla entretenida, más distendidos.
-A si que… Estas divorciada. Vaya quien diría que terminarías con Blaine. Murmuró más suelto de lengua por el alcohol. Alguna vez él también estuvo tras el contador, pero después lo dejo pasar, no era el único chico que le gustaba en aquel tiempo y no pretendía esperar a nadie. Años después, como todo rumor, llegó a enterarse que se había casado con la latina sospechando que todo eso era una patética farsa.
- Así es, creo que no soy buena para el matrimonio ni las relaciones largas.
-¿No te molesta estar sola?
-Es la primera vez que estoy sola de ese modo, quiero disfrutarlo de una vez por todas. Respondía un poco incomoda con el estado del muchacho.
-¿Puedo darte un consejo? Aprovecha lo que se te aparece enfrente, no es lindo no tener ninguna diversión o entretención. Aquí por ejemplo, ahora, estoy yo. Corres con suerte latina, no todas las veces me pongo a seguir a alguien, teniendo tiempo libre para hacer lo que se me venga en gana. Se le escapo terminándose su Martini. Santana lo miró con molestia.
-¿Cómo “seguir”? ¿No dijiste que estabas de viaje y luego visitando a un tío? Sebastián quedó dubitativo ante esas preguntas. Ahora no sabía como arreglar aquel lio, olvidándose de las cosas que habia dicho anteriormente.
La latina se había enojado ¿Acaso nadie podía ser de verdad sincero con ella? Todo el tiempo descubría que se la pasaban mintiéndole u ocultándole información, y ya estaba harta de que le vean la cara. Pidió un batido de frambuesa, en tanto el ejecutivo intentaba calmarla.
-Hey, no te enojes… Quiero hacerte compañía un rato, así no estas sola y te olvidas del idiota ese.
A cada palabra parecía que estaba arruinando cada vez más las cosas, tal parece que ese ultimo trago no lo beneficiaba en nada.
-¿Sabes qué? No necesito de una suricata para estar bien, y olvidarme de quien sea. Oh, no perdona estoy mintiendo… Corrigió luego de unos segundos, parándose de la barra. Sebastián la miraba un tanto confundido. La morena se acercó hasta el Dj, y hablo dos o tres cosas con él. Seguido a eso, se dirigió al escenario, al fin y al cabo, había ido a cantar. El castaño decidido seguirla, recordando el desafío.
-Bien, buenas noches a todos. Saludo con una media sonrisa llamando la atención del público. –Vamos a entretenerlos un rato mi amigo, aquí presente, y yo, esperemos que les guste. Esta canción es para todos aquellos que sienten que están solos. Según Sebastian…–Decía señalando al ejecutivo, que la contemplaba tragando saliva-…Yo también lo estoy. ¡Dale! Indicó haciéndole una seña al Dj. La gente aplaudía sin entender mucho. Le pasó uno de los micrófonos al muchacho, en tanto se acomodaba para cantar. La música comenzó a sonar, inspiro profundo y se relajó.
https://www.youtube.com/watch?v=5G3E7o3uCwE&feature=related
Sebastian se acercó, leyendo la pantalla donde aparecía la letra, sosteniendo algo nervioso el micrófono. No conocía casi nada de aquella canción.
La gente escuchaba muy entretenida, sumado a que Santana se movía por el escenario con naturalidad. De verdad extrañaba cantar, si bien la canción no era rápida ni necesitaba mucha habilidad, le parecía perfecta en todos los sentidos, y justa para ese momento. Claramente pensaba en sus Faberry queridas, en Finn y terminaba de endulzar la letra pensando en Brittany, su nuevo apoyo. Sebastian sentía perfectamente como la latina le estaba dando una paliza, sobretodo psicológica.
Al terminar de cantar todo el mundo aplaudió y silbó con energía de sobra. La morena hizo una reverencia con una perfecta sonrisa, en tanto su compañero contemplaba al público un poco perdido, como nunca. Al bajar, muchas personas pedían que la cantante suba de nuevo al escenario.
-Perdonen, pero me tengo que ir. Prometo volver, prometo volver… Reía agradeciéndoles a todos. Regresó a la barra y tomó un poco del batido que había pedido con anterioridad. Sebastian la tomó por el hombro con cara de molestia.
-¿Se te hizo muy chistoso? No sabia la letra, me hiciste hacer el ridículo.
-Jaj, no solo no sabes la letra Smythe, tampoco entiendes lo que es tener amigos, porque tú si estas totalmente solo. Refuto la latina mirándolo sobrante. -Crees que lo que tú sientes interiormente es lo que me pasa a mí, pero estas muy equivocado. Puedes vivir como quieras y disfrutes, pero mírate: ebrio, intentando ligar, y siendo derrotado en un dueto por una chica.
-¿Qué se siente saber que nunca triunfaras en nada más que en esto? Le contestó el ejecutivo pegando su frente con la de ella, mirándola fijo. La morena retrocedió un poco ante la pregunta.
-¿Quieres saberlo de verdad? Dijo, tomando bastante aire para no dejarse llevar por sus emociones. El castaño inclinó la cabeza con una sonrisa de maldad.
-¡Pues se siente así! Exclamó Santana, tirándole lo que le quedaba de batido en la cara. Sebastian se llevo las manos a los ojos, intentando despejar la vista y escupiendo pequeños pedacitos de frambuesa. La latina se sentía victoriosa, dejando de lado esa doliente pregunta que había tirado el muchacho segundo atrás. Por fin se había vengado, casi de la misma forma que años atrás.
-Soy alérgico maldita sea… Se quejaba el ejecutivo escupiendo insistentemente.
-Oh, entonces será mejor que vayas al hospital. Sonrió Santana, acomodándose su chaqueta. –Gracias por la velada, cara de rata, la pase muy bien. Dijo antes de irse, deteniéndose al lado de su compañero de canto. –Y una última cosa: la frambuesa no sale rápido de la ropa blanca. Finalizó dándole unas palmadas en el pecho.
Volvió a su auto sin borrar una sonrisa de satisfaccion. Condujo con la radio encendida a todo volumen, emocionada por llamar y contarles pronto a sus amigas la picardia que había hecho.
Al llegar a casa, todo estaba obscuro y en silencio. Subió a su habitación evitando hacer mucho ruido. Encendió su lámpara, se quito su chaqueta y se desarreglo un poco el pelo. Se detuvo al notar que Axel no estaba en su cama. Miró por todos lados, y entonces supuso que el pequeño se había despertado, y solo había un lugar donde podría estar a esa hora. Caminó en puntitas hasta la habitación de Brittany. Se le revolvió el estomago al ver aquella conmovedora y, a la vez, extraña escena:
La rubia estaba acostada al borde de su cama, sobre su brazo derecho Axel apoyaba su cabeza, ambos totalmente dormidos. Encima del torso semi-destapado de la bailarina yacía un libro de cuentos; el pequeño Lopez estaba aferrado al pato de peluche que tanto le gustaba. La latina tragó saliva, no sabia si era lo correcto despertarlos, se veían tan tranquilos… Pero tampoco pretendía dormir sin su hijo. Miró el reloj despertador sobre la mesita de luz, marcaba las doce de la noche. Intentó levantar al niño en brazos, pero este hizo un gesto de molestia que causo que se detuviera. Tal parece que Axel seguía empeñándose en mantener cerca a su niñera. Pasó por su mente la canción que les había dedicado a sus amigos, y volvió a su cuarto. Se puso un pantalón más cómodo, junto a una remera manga larga. Minutos más tarde ella también se acomodó al otro lado de su hijo.
TheGirlOnFire estas totalmente absuelta de cargos porque vos hoy actualizaste y me fascino tu capitulo :3 jejeje gracias
Ahora si, repito: Gracias Por comentar a todos,en especial a esas fieles lectoras.
Bien chicas, me estoy emocionando por avanzar en mi historia, ya tengo minuciosamente planeado todo, claro que no escrito, pero ya las ideas estan listas en las notas de mi celular (? aunque me di cuenta con eso que este fic va a ser de varios capitulos, haciendolo MEGA largo... o_O espero que no las aburra ni las canse. Volviendo al capitulo de hoy, por que siii voy a subirlo :3, tenemos a las Faberry, y el nuevo conflicto que se esta generando, después veremos en que termina todo entre Sebastian y Santana, vamos no lo miren mal al chico que solo es un coqueto ¬¬ jejeje no adelanto más ¡Espero que les guste! Gracias por leer :) Saludos
Capitulo 28: Lealtad
En la ciudad de New York, la familia Fabray-Berry había terminado de cenar. Esa tarde tras una espectacular jornada en el zoológico, todos estaban felices; a excepción de Quinn. El hecho de que Alice la haya besado la mantenía con un humor de perros, ya que no podía dejar de pensar en que con eso traicionaba a su mujer. Trataba de olvidar ese momento con la televisión, pero eso no significaba que su mente no estuviera trabajando nerviosamente a mil por hora. En tanto Hiram jugaba en la computadora junto a Iker, Rachel y su otro padre charlaban en el comedor. La rubia se encontraba sola en el salón, terminando de destruir su última uña que conservaba sana. Cambiaba de canales sin parar, todo en ese momento parecía hablar de pasiones y de infidelidades, en definitiva nada le servía, solo el vaso de cerveza que tenia frente a ella. Finalmente dejó el primer canal que le pareció aburrido pero suficientemente básico para distraerla.
-Desfiles de moda… ¿Desde cuando eh caído tan bajo? Preguntó mirado al techo. De pronto una cara en la pantalla le pareció familiar, en tanto tomaba un trago, miró fijo la imagen.
“…Ya terminando, esta son las tendencias presentadas por el afamado diseñador Kurt Hummel. Podemos ver modelos de todos colores, siempre con el carisma característico de este hombre, reflejado en cada traje, en cada combinación. Debo agregar que un toque mas seductor y casi diría apasionado, se percibe en las vestimentas masculinas. ¿Sera acaso que el amor tiende a transformar a la gente?...”
De pronto los judíos sintieron un fuerte golpe proveniente del salón. En conjunto fueron a ver de qué se trataba: Quinn estaba parada frente al televisor, respiraba agitada, en el piso el vaso de vidrio estaba roto en cientos de pedazos. Miraba furiosa hacia la pantalla, Rachel se acercó por atrás. Antes que pudiera articular palabra alguna, la rubia comenzó a gritar.
-¿¡Por qué sonríes!? ¡Por tu culpa, por tu maldita culpa, y la del imbécil de tu novio! ¡Gracias a ustedes no tengo a mi amiga a mi lado! ¡Para que me abrace, y me haga reaccionar…Y...! Era su alma la que hablaba, necesitaba a la latina en ese instante, de última para que la regañe, pero sabía que era a la única a quien quería acudir, y no podía hacer más que hablar por teléfono con ella. Ver sonriente a Kurt, fue la gota que rebalso el vaso, en todo el torbellino mental que traía. De pronto se dio cuenta que todos en el departamento la miraban con temor. Inmediatamente aterrizó en la realidad.
-Yo… Perdón, es que… Esto ya es el colmo. Lo que pasa es que…Perdí otro juicio, no tuve un buen día, y creo que… Iré a caminar un rato, necesito aire. Permiso. Se intento excusar, roja de vergüenza. Tomó el primer abrigo que encontró y salió, con la cabeza baja.
-¿Se habrá enojado por lo del baño? Pregunto Leroy, preocupado.
-¿Qué cosa del baño? Insinuó la judía. Pese a que debería estar asustada, en realidad sabia que Quinn había estado estresada, y que cuando algo no le salía bien se frustraba. Eso sin quitar que entendía perfectamente que se enojara al ver al diseñador, y culparlo era normal, total era cierto que la ida de la amiga de ambas tambien se debió a que no quería permanecer con los tristes recuerdos de New York, provocados por la actual pareja del ojos claros.
-No querrías saber Rachelah. Cortó Hiram dándole una palmada en el hombro.
-Creo que será mejor que vaya a verla… Murmuró la castaña con un suspiro.
-No cariño, deja. Iré yo. Dijo el hombre de anteojos, casi en un susurro. No le agradaba ver que aquella rubia estuviera triste, él siempre contaba con una buena palabra de aliento para ella.
-¡¿Qué pasó con mamá? ¿Por qué se fue? ¿Ya descubrió lo de Pompón?! Interrumpió Iker hablando a toda velocidad, viendo de manera asustada a su madre judía.
-¿Pompon…? Se extraño la actriz levantando una ceja. Al voltearse pudo observar que su mascota tenía pelo solo en la cola y en las patas, mientras que su cabeza tenía una especie de tintura rosada. Volvió a mirar a su hijo con la boca abierta de la sorpresa, sin saber que decir.
-Estem… es que quería que fuera un poodle… Sonrió el niño con picardía, inclinándose de hombros. Rachel iba tomando un color muy rojo en sus mejillas ante la risita del pequeño.
-¡Iker Fabray! Se sintió su grito, haciendo retumbar todo el edificio.
Afuera, más detalladamente, en la puerta del departamento, la abogada deambulaba pensativa; tomando bastante aire para calmarse de una vez por todas. Fumaba enérgicamente un cigarrillo que le había pedido al portero antes de salir; un vicio que le dejó inculcado Santana, en los momentos de nerviosismo. Intentó llamar a su amiga, pero en el preciso instante en el que marcó su número, se le acabo la batería del celular, por lo que casi termina tirándolo contra la pared.
-¿Acaso estas fumando? Preguntó su suegro, que la había estado contemplando unos segundos.
-Si es que… Quería tranquilizarme un poco. No es que lo haga de costumbre ni nada de eso… Perdona Hiram, me pase allá arriba. Dijo agachando un poco la mirada. El hombre se acercó y la tomo por los hombros. Esos ojos de extraña tonalidad verde estaban perdidos, agotados, reteniendo casi unas desesperadas lagrimas. La miro con cariño, parecía una niña resignada a que se avecinaba un gran castigo. La sentó en uno de los escalones de la entrada, ambos permanecían en silencio. De pronto quito el cigarro de la blanca mano de la rubia, fumando el también un poco.
-Estas así por la otra actriz ¿Verdad? Preguntó soltando el humo blanco que había aspirado. Quinn lo miró con miedo ¿Cómo había podido saberlo? A él siempre le fue sincera, solo agachó la cabeza suspirando cansinamente.
-No quisiera, pero no puedo... Le contestó con vergüenza.
-Lo se, lo note desde que entramos a ver el ensayo. ¿Ha pasado algo entre ustedes? El tono del hombre hacia notar que poseía una gran tranquilidad, como si eso que estaba pasando fuera algo totalmente natural y común.
-No. No de mi parte, es ella la que me busca… Hoy por ejemplo. -Dijo cruzando las cejas. –Me beso en los labios cuando me la cruce en el camerino de Rachel.
-¿Y tú que hiciste?
-La corrí, pero eso no evito que me sintiera como un asco de persona… -Hiram le devolvió el cigarro, mirando hacia la calle, como quien busca alguna respuesta entre todo lo que se ve pasar. Quinn no sabia si lo que estaba haciendo era bueno, a fin y a cabo, era su suegro. Pero tampoco podía soportar hasta poder hablar con Santana; sin contar que la latina se pondría bastante histérica al enterarse y lo que menos quería era causarle problemas.
-Fue solo un desliz… Si tú no sientes nada por ella, entonces no tiene sentido que te castigues tanto Quinnie. La abogada lo miró con curiosidad. - Una vez Leroy y yo nos peleamos, antes que Rachel llegara a casa. Éramos jóvenes, fogosos, y al primer tipo que se me cruzo en un bar lo bese. Después me arrepentí de mi actitud, eh incluso se lo dije a los pocos dias. Pudo haberme echado, o lo que quisiera, yo estaba resignado. Pero, nuestro amor es tan puro, tan franco, que me perdono, y yo nunca más me salí de la raya. No quiere decir que justifique estas actitudes, pero... Tú Quinn no eres mala ni traidora, confió en ti y en que lo que menos quieres es hacer sufrir a la persona que amas… ¿Me equivoco?
-Yo amo a Rachel, eso es cierto. Jamás hubiera pasado por mi cabeza hacer algo para que se sienta mal, pero Alice se metió más y más… Por un momento pensé que podía llegar a gustarme.
- No te gusta la chica, tu gustan los caprichos. Son desafíos, siempre van a estar presentes. Su matrimonio es todavía joven, y esas dudas pueden aparecer. Pero si tú tienes en claro lo que sientes, no tendrás problema en superarlo.
-Eso es verdad… Suspiró otra vez la ex animadora.
-Ya no te sientas mal, no esta bien que andemos por la vida besando gente estando casados, pero si no se nos vuelve costumbre… Son solo recuerdos. Dijo con una media sonrisa su suegro. –Como consejo eso si: Aléjate lo más que puedas de esa mujer así no tienes que pensar en nada.
-Si eso hare. Gracias por escucharme Hiram, siempre me ayuda hablar contigo.
-Tranquila cielo, eres como otra hija para mí. Pero recuerda esta charla, espero nunca mas tener que darla, por lo menos contigo. Se lo dije a los ex novios de Rachelah y te lo digo a ti: si ella sufre, yo estuve en la milicia. Amenazó en broma el sujeto de anteojos, haciendo que la rubia negara con la cabeza en tanto se reía. Ahora estaba mucho más tranquila, más relajada.
Lo que ninguno de los dos se imaginaba era que la judía había estado escuchando tras la puerta una pequeña parte de la ultima conversación.
Lejos de allí, pero a la misma hora, Santana deambulaba por el casino. Había llegado hacía unos minutos, y buscaba vagamente alguna cara familiar. Bastante gente sentada en mesas de cartas se divertía con euforia, otros jugando con los tragamonedas insistentemente subían y bajaban las palancas con nerviosismo. Finalmente, divisó a su contrincante, atento al giro de la ruleta. Caminó hacia él, en tanto algunas personas que había en el camino se echaban hacia atrás dándole el paso, sin dejar de darle una mirada de arriba a abajo. La latina se movía con la frente en alto, y una sonrisa de lujuria y maldad en el rostro. Sebastian cruzó su mirada con la de ella, sonriendo también.
-Bien veo que hay que desafiarte para que vengas. Comentó en tanto contemplaba la figura que tenia enfrente.
-¡Ja! ¿Es temor lo que siento en tu voz Smythe? Porque no te servirá cantar así… El castaño asintió, sin poder articular un contrataque en es momento.
- De acuerdo, no eh tenido suerte con esto. Vamos. Quiero tirar los dados. Ambos caminaron hasta la larga mesa donde se desarrollaba el juego. La ronda de gente que la rodeaba expectante, se abrió un poco ante la entrada del ejecutivo y su compañera. Tras algunos tiros de otras personas, finalmente fue el turno del castaño para jugar.
-Hay que arriesgarse algunas veces. Sonrió mirando a la latina, que se incomodo un poco ante el comentario. Después de hacer dos tiros, en ningún caso tuvo suerte.
-Necesitas un amuleto… Le comentaron en chiste otros hombres.
-Puede ser cierto. Respondió con aire divertido. Seguidamente tomó la mano de la morena y puso en ella los dos rojos dados. –Hay que volar alto, que salga un doce. Dijo haciéndole una seña para que los agite y los arroje. Santana no se había percatado que el muchacho mantenía su otra mano apoyada en su espalda. Movió un segundo los dados en sus dedos y, con un leve suspiro, los lanzó.
Rodaron como en cámara lenta, todos los seguían con la mirada, expectantes. Finalmente el primero marco seis, y el siguiente rodó un momento más, también terminando de marcar el mismo número.
-¡Doce, ustedes ganan! Exclamó con alegría el encargado de la mesa. Todos festejaron sorprendidos, en tanto los ex cantantes reían y se miraban con complicidad.
-El seis es el número del diablo, seguramente por eso pude invocarlo. Bromeaba la latina saliendo hacia las maquinas, haciendo sonreír al ejecutivo.
-Bien, gracias a eso podremos disfrutar de unos tragos con el premio. Comentó el castaño caminando hacia el resto-bar del lugar. Estaba bien ambientado, unas cuantas personas charlaban y reían, en tanto la música sonaba por los altavoces a un volumen mediano. La barra estaba iluminada por luces fluorescentes; fue allí donde ambos se acomodaron en las banquetas; más atrás se desplegaba un pequeño escenario con los micrófonos listos para que quien quisiera se acercara a cantar. Esa noche no había espectáculos, sino siempre una estrella invitada era la entretención del público, pero siendo día de semana esos shows no eran comunes.
-De acuerdo ¿Que te vas a pedir? ¿Whisky, tequila? Yo invito… Murmuraba el hombre mientras leía la lista de tragos. –Mmm Sex on the beach, suena tentador. Rio levantando insinuantemente una ceja. La morena lo golpeo en el hombro riendo de mala gana.
-No seas idiota. No quiero beber, tengo que conducir de vuelta a casa. Se excusó quitándole la carta y pudiendo comprobar que no existía ningún trago sin alcohol, por lo menos que se le antoje.
-Podemos pedir un taxi para los dos. Continúo insinuándose el castaño haciéndole una seña al barman.
-Detente, ¿Acaso no eras gay? Dijo en voz alta la latina, haciendo que algunos se voltearan a verlos.
-¿Y cual es el problema con eso? Respondió en el mismo tono el ex cantante. –La verdad es que me entretengo con quien quiera, quien se me cruce entre las cejas. Le simpatizo a todos, no tengo opción... Reía en tanto recibía su trago. Santana finalmente solo se pidió un refresco, para no tener la garganta seca; estaba cumpliendo con su palabra al pie del cañón. Charlaron de todo un poco, cerca de una hora. El ejecutivo le explicó de que se trataba su negocio, en definitiva era dedicado al otorgamientos de créditos y eso. No dejando de hablar de sus viajes por el mundo, mantenían una charla entretenida, más distendidos.
-A si que… Estas divorciada. Vaya quien diría que terminarías con Blaine. Murmuró más suelto de lengua por el alcohol. Alguna vez él también estuvo tras el contador, pero después lo dejo pasar, no era el único chico que le gustaba en aquel tiempo y no pretendía esperar a nadie. Años después, como todo rumor, llegó a enterarse que se había casado con la latina sospechando que todo eso era una patética farsa.
- Así es, creo que no soy buena para el matrimonio ni las relaciones largas.
-¿No te molesta estar sola?
-Es la primera vez que estoy sola de ese modo, quiero disfrutarlo de una vez por todas. Respondía un poco incomoda con el estado del muchacho.
-¿Puedo darte un consejo? Aprovecha lo que se te aparece enfrente, no es lindo no tener ninguna diversión o entretención. Aquí por ejemplo, ahora, estoy yo. Corres con suerte latina, no todas las veces me pongo a seguir a alguien, teniendo tiempo libre para hacer lo que se me venga en gana. Se le escapo terminándose su Martini. Santana lo miró con molestia.
-¿Cómo “seguir”? ¿No dijiste que estabas de viaje y luego visitando a un tío? Sebastián quedó dubitativo ante esas preguntas. Ahora no sabía como arreglar aquel lio, olvidándose de las cosas que habia dicho anteriormente.
La latina se había enojado ¿Acaso nadie podía ser de verdad sincero con ella? Todo el tiempo descubría que se la pasaban mintiéndole u ocultándole información, y ya estaba harta de que le vean la cara. Pidió un batido de frambuesa, en tanto el ejecutivo intentaba calmarla.
-Hey, no te enojes… Quiero hacerte compañía un rato, así no estas sola y te olvidas del idiota ese.
A cada palabra parecía que estaba arruinando cada vez más las cosas, tal parece que ese ultimo trago no lo beneficiaba en nada.
-¿Sabes qué? No necesito de una suricata para estar bien, y olvidarme de quien sea. Oh, no perdona estoy mintiendo… Corrigió luego de unos segundos, parándose de la barra. Sebastián la miraba un tanto confundido. La morena se acercó hasta el Dj, y hablo dos o tres cosas con él. Seguido a eso, se dirigió al escenario, al fin y al cabo, había ido a cantar. El castaño decidido seguirla, recordando el desafío.
-Bien, buenas noches a todos. Saludo con una media sonrisa llamando la atención del público. –Vamos a entretenerlos un rato mi amigo, aquí presente, y yo, esperemos que les guste. Esta canción es para todos aquellos que sienten que están solos. Según Sebastian…–Decía señalando al ejecutivo, que la contemplaba tragando saliva-…Yo también lo estoy. ¡Dale! Indicó haciéndole una seña al Dj. La gente aplaudía sin entender mucho. Le pasó uno de los micrófonos al muchacho, en tanto se acomodaba para cantar. La música comenzó a sonar, inspiro profundo y se relajó.
https://www.youtube.com/watch?v=5G3E7o3uCwE&feature=related
Sebastian se acercó, leyendo la pantalla donde aparecía la letra, sosteniendo algo nervioso el micrófono. No conocía casi nada de aquella canción.
(Free, free to be myself/Libre, libre para ser yo misma)
(Free to need some time/Libre para necesitar algun tiempo)
(Free to need some help/Libre para necesitar algo de ayuda)
(So I'm reaching, baby, out/Asi que estoy llegando, baby, fuera)
(When I'm lonely in the crowd/Cuando estoy sola entre la multitud)
(When the silence gets too loud/Cuando el silencio se hace muy largo)
(I'll be crashing on some couch/Voy a chocar sobre tu sofa)
(And even if I never forget you baby/E incluso si nunca te olvido, baby)
(Tonight I'm gonna let your memory ,baby, go/Esta noche, dejaré que tu memoria, baby, se vaya…)
(Always said I know/Siempre lo dije, lo se)
(But at least I got my friends/Pero al menos tengo a mis amigos)
(Share a rain coat in the wind/Con quienes compartir un impermeable en el viento)
(They got my back until the end/Ellos sostendran mi espalda hasta el final)
(If I never fall in love again/Y si nunca me vuelvo a enamorar…)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(Like a lifeboat in the dark/Como un bote salvavidas en la obscuridad)
(Saving me from the sharks/Salvandome de los tiburones)
(Even though I got a broken heart/A pesar de que tengo el corazon roto)
(At least I got my friends, got my friends, got my friends/Al menos tengo a mis amigos, tengo a mis amigos, tengo a mis amigos)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(I don’t wanna think, I just wanna feel/ No quiero pensar, solo quiero sentir)
(I just wanna dream, yeh/Solo quiero soñar…Yeah)
(So pour another round/¡Asi que sirvan otra ronda!)
(And throw it back until it’s down/Y repitanla hasta que amanezca)
(Let’s get lost until we're found, again and again/Vamos a perdernos hasta el fondo, una y otra vez)
(And even if I never forget you baby/Eh incluso si nunca te olvido, baby)
(Tonight I’m gonna let your memory baby/ Esta noche, dejaré que tu memoria, baby)
(Go, always said I know/Se vaya… Siempre lo digo, lo sé)
(But at least I got my friends/Pero al menos tengo a mis amigos)
(Share a rain coat in the wind/Con quienes compartir un impermeable en el viento)
(They got my back until the end/Ellos sostendran mi espalda hasta el final)
(If I never fall in love again/Y si nunca me vuelvo a enamorar…)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(Like a lifeboat in the dark/Como un bote salvavidas en la obscuridad)
(Saving me from the sharks/Salvandome de los tiburones)
(Even though I got a broken heart/A pesar de que tengo el corazon roto)
(At least I got my friends, got my friends, got my friends/Al menos tengo a mis amigos, tengo a mis amigos, tengo a mis amigos)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(And when the world is upside down, yeah/Y Cuando el mundo está al reves, yeah)
(The sky is full of clouds, yeah/Y el cielo esta lleno de nubes, yeah)
(They always come around, it feels like home, like home/Ellos siempre vienen por aqui, se siente como en casa, como en casa)
(And I never have to try, I can be myself and I/ Y nunca tengo que tratar, puedo ser yo mismo y yo)
(Never alone, I never feel alone/Nunca estoy solo, nunca me siento solo)
(And even if I never forget you, baby/e incluso si nunca te olvido,baby)
(Tonight I’m gonna let your memory, baby/esta noche dejare que tu memoria,baby…)
(Go, always said I know/Se vaya, siempre lo digo lo sé)
(Free to need some time/Libre para necesitar algun tiempo)
(Free to need some help/Libre para necesitar algo de ayuda)
(So I'm reaching, baby, out/Asi que estoy llegando, baby, fuera)
(When I'm lonely in the crowd/Cuando estoy sola entre la multitud)
(When the silence gets too loud/Cuando el silencio se hace muy largo)
(I'll be crashing on some couch/Voy a chocar sobre tu sofa)
(And even if I never forget you baby/E incluso si nunca te olvido, baby)
(Tonight I'm gonna let your memory ,baby, go/Esta noche, dejaré que tu memoria, baby, se vaya…)
(Always said I know/Siempre lo dije, lo se)
(But at least I got my friends/Pero al menos tengo a mis amigos)
(Share a rain coat in the wind/Con quienes compartir un impermeable en el viento)
(They got my back until the end/Ellos sostendran mi espalda hasta el final)
(If I never fall in love again/Y si nunca me vuelvo a enamorar…)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(Like a lifeboat in the dark/Como un bote salvavidas en la obscuridad)
(Saving me from the sharks/Salvandome de los tiburones)
(Even though I got a broken heart/A pesar de que tengo el corazon roto)
(At least I got my friends, got my friends, got my friends/Al menos tengo a mis amigos, tengo a mis amigos, tengo a mis amigos)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(I don’t wanna think, I just wanna feel/ No quiero pensar, solo quiero sentir)
(I just wanna dream, yeh/Solo quiero soñar…Yeah)
(So pour another round/¡Asi que sirvan otra ronda!)
(And throw it back until it’s down/Y repitanla hasta que amanezca)
(Let’s get lost until we're found, again and again/Vamos a perdernos hasta el fondo, una y otra vez)
(And even if I never forget you baby/Eh incluso si nunca te olvido, baby)
(Tonight I’m gonna let your memory baby/ Esta noche, dejaré que tu memoria, baby)
(Go, always said I know/Se vaya… Siempre lo digo, lo sé)
(But at least I got my friends/Pero al menos tengo a mis amigos)
(Share a rain coat in the wind/Con quienes compartir un impermeable en el viento)
(They got my back until the end/Ellos sostendran mi espalda hasta el final)
(If I never fall in love again/Y si nunca me vuelvo a enamorar…)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(Like a lifeboat in the dark/Como un bote salvavidas en la obscuridad)
(Saving me from the sharks/Salvandome de los tiburones)
(Even though I got a broken heart/A pesar de que tengo el corazon roto)
(At least I got my friends, got my friends, got my friends/Al menos tengo a mis amigos, tengo a mis amigos, tengo a mis amigos)
(Well at least I got my friends/Bueno al menos tengo a mis amigos)
(And when the world is upside down, yeah/Y Cuando el mundo está al reves, yeah)
(The sky is full of clouds, yeah/Y el cielo esta lleno de nubes, yeah)
(They always come around, it feels like home, like home/Ellos siempre vienen por aqui, se siente como en casa, como en casa)
(And I never have to try, I can be myself and I/ Y nunca tengo que tratar, puedo ser yo mismo y yo)
(Never alone, I never feel alone/Nunca estoy solo, nunca me siento solo)
(And even if I never forget you, baby/e incluso si nunca te olvido,baby)
(Tonight I’m gonna let your memory, baby/esta noche dejare que tu memoria,baby…)
(Go, always said I know/Se vaya, siempre lo digo lo sé)
La gente escuchaba muy entretenida, sumado a que Santana se movía por el escenario con naturalidad. De verdad extrañaba cantar, si bien la canción no era rápida ni necesitaba mucha habilidad, le parecía perfecta en todos los sentidos, y justa para ese momento. Claramente pensaba en sus Faberry queridas, en Finn y terminaba de endulzar la letra pensando en Brittany, su nuevo apoyo. Sebastian sentía perfectamente como la latina le estaba dando una paliza, sobretodo psicológica.
Al terminar de cantar todo el mundo aplaudió y silbó con energía de sobra. La morena hizo una reverencia con una perfecta sonrisa, en tanto su compañero contemplaba al público un poco perdido, como nunca. Al bajar, muchas personas pedían que la cantante suba de nuevo al escenario.
-Perdonen, pero me tengo que ir. Prometo volver, prometo volver… Reía agradeciéndoles a todos. Regresó a la barra y tomó un poco del batido que había pedido con anterioridad. Sebastian la tomó por el hombro con cara de molestia.
-¿Se te hizo muy chistoso? No sabia la letra, me hiciste hacer el ridículo.
-Jaj, no solo no sabes la letra Smythe, tampoco entiendes lo que es tener amigos, porque tú si estas totalmente solo. Refuto la latina mirándolo sobrante. -Crees que lo que tú sientes interiormente es lo que me pasa a mí, pero estas muy equivocado. Puedes vivir como quieras y disfrutes, pero mírate: ebrio, intentando ligar, y siendo derrotado en un dueto por una chica.
-¿Qué se siente saber que nunca triunfaras en nada más que en esto? Le contestó el ejecutivo pegando su frente con la de ella, mirándola fijo. La morena retrocedió un poco ante la pregunta.
-¿Quieres saberlo de verdad? Dijo, tomando bastante aire para no dejarse llevar por sus emociones. El castaño inclinó la cabeza con una sonrisa de maldad.
-¡Pues se siente así! Exclamó Santana, tirándole lo que le quedaba de batido en la cara. Sebastian se llevo las manos a los ojos, intentando despejar la vista y escupiendo pequeños pedacitos de frambuesa. La latina se sentía victoriosa, dejando de lado esa doliente pregunta que había tirado el muchacho segundo atrás. Por fin se había vengado, casi de la misma forma que años atrás.
-Soy alérgico maldita sea… Se quejaba el ejecutivo escupiendo insistentemente.
-Oh, entonces será mejor que vayas al hospital. Sonrió Santana, acomodándose su chaqueta. –Gracias por la velada, cara de rata, la pase muy bien. Dijo antes de irse, deteniéndose al lado de su compañero de canto. –Y una última cosa: la frambuesa no sale rápido de la ropa blanca. Finalizó dándole unas palmadas en el pecho.
Volvió a su auto sin borrar una sonrisa de satisfaccion. Condujo con la radio encendida a todo volumen, emocionada por llamar y contarles pronto a sus amigas la picardia que había hecho.
Al llegar a casa, todo estaba obscuro y en silencio. Subió a su habitación evitando hacer mucho ruido. Encendió su lámpara, se quito su chaqueta y se desarreglo un poco el pelo. Se detuvo al notar que Axel no estaba en su cama. Miró por todos lados, y entonces supuso que el pequeño se había despertado, y solo había un lugar donde podría estar a esa hora. Caminó en puntitas hasta la habitación de Brittany. Se le revolvió el estomago al ver aquella conmovedora y, a la vez, extraña escena:
La rubia estaba acostada al borde de su cama, sobre su brazo derecho Axel apoyaba su cabeza, ambos totalmente dormidos. Encima del torso semi-destapado de la bailarina yacía un libro de cuentos; el pequeño Lopez estaba aferrado al pato de peluche que tanto le gustaba. La latina tragó saliva, no sabia si era lo correcto despertarlos, se veían tan tranquilos… Pero tampoco pretendía dormir sin su hijo. Miró el reloj despertador sobre la mesita de luz, marcaba las doce de la noche. Intentó levantar al niño en brazos, pero este hizo un gesto de molestia que causo que se detuviera. Tal parece que Axel seguía empeñándose en mantener cerca a su niñera. Pasó por su mente la canción que les había dedicado a sus amigos, y volvió a su cuarto. Se puso un pantalón más cómodo, junto a una remera manga larga. Minutos más tarde ella también se acomodó al otro lado de su hijo.
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
primero pobre quinn y sus lios mentales, menos mal que el papa de rachel ayudo y comprendio, aunque me intriga saber que hara rachel con lo que escucho, segunco ahora si la suricata tuvo su merecido y vaya que me encanto como lo hizo santana, asi es tiene a sus amigos y no esta sola y por ultimo esa escena de axel y brittany y ahora santana, wow un final perfecto para este capitulo, solo una pregunta ¿cuanto tengo que esperar para que haya un poco mas de brittana? un poquito por favor, la cancion me encanto. Bueno como siempre excelente capitulo y un abrazo.
p.d pompon ¿un poodle? solo eso se le ocurre a iker.
p.d pompon ¿un poodle? solo eso se le ocurre a iker.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Primero que nada gracias por actualizar.Lo segundo,dejame decirte que me gusto mucho el último capitulo,especialmente el final,es una escena de lo mas tierna que hay.
Bueno sigue asi y que estes bien,te cuidas.
Bueno sigue asi y que estes bien,te cuidas.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Toma carardilla, ahora vas a y vuelves xDD
Esa Santana es la que más mola jajajaja
La última escena es amor <3 Imaginarselos a los tres ahí durmiendo aay, espero poder leer Brittana pronto X3
Gracias por la actualización :)
Esa Santana es la que más mola jajajaja
La última escena es amor <3 Imaginarselos a los tres ahí durmiendo aay, espero poder leer Brittana pronto X3
Gracias por la actualización :)
MonicaCS27891**** - Mensajes : 173
Fecha de inscripción : 12/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
ahora haber si no se le arma a quinn con rachel!! espero y no xD. La cancion que pusiste nunca la había escuchado pero me gusto demasiado, hace recordar cosas ja en fin!! la ultima escena me encanto que bonito imaginarse a los 3 juntos.
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Muy bueno te quedó el capítulo la última parte me encanto;-) espero que actualíces pronto...
guada24* - Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 29/03/2012
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