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*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
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Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡Buenas noches chicas! Se que eh estado un poco desaparecida, pero eh tenido problemas con mi computadora, sin contar que eh estado un poco triste. Al volver a leer este capitulo, me di cuenta que era muy brusco asi que extenderé el drama un poquito más sino quedaría muy loco e.e eso me pasa por escribir al amanecer.
Bien mil gracias por sus comentarios, Erick es maldadoso, ya nos esta dejando de caer bien a todos. Saludos, espero que no se aburran.
Capitulo 40: El plan
Santana conducía apresurada. Había recibido una llamada desde el hospital de Lima, no pudieron darle muchos detalles, solo le pidieron que se acercara. Dejó a Axel con sus amigas que justo pasaban por su casa. Al llegar a la recepción pidió explicaciones de inmediato:
-Me llamaron desde aquí por un problema ¿Qué ha pasado?
-Perdone, era el primer numero que tenia guardado esta muchacha en el registro de su teléfono. Respondía una de las doctoras acercándosele.
-¿Y por qué tienen su móvil? ¿Dónde esta Brittany?
-¿Se llama Brittany? ¿Rubia, alta, de ojos azules?
-¿Qué clase de profesional es usted? Me llamaron por ella, obviamente hablo de la misma persona…
-Perdóneme, pero ni siquiera nos ha dicho su nombre. La doctora le indicó que la siguiera. – La encontraron unos colegas, ni pareciera que respira, no quiere que nadie la toque. Explicaba caminando por el pasillo. En un rincón, sentada en un banco, la bailarina miraba fijo al piso. Santana se apresuró para ponerse a su lado.
-Britt… Susurró tocándole el hombro, la muchacha se corrió con violencia, sin cambiar su mirada.
-¿Dónde estaba…? Se giró la morena dándole un vistazo a la médica, preocupándose.
-En la morgue, estaba encerrada allí. Seguramente pasó más de dos horas hasta que alguien logro abrir la puerta. Santana se paró de golpe, totalmente indignada.
-¿¡Y por qué estaba allí…!? Exclamó acercándose de manera amenazante.
-No lo sabemos, ni ha querido decírnoslo…
-Incompetentes, está en shock, conmocionada… ¡¿Qué no tienen idea de estas cosas?! ¿Saben acaso lo traumatizante que puede ser un lugar así? Discutía la psicóloga, recordando perfectamente que su amiga se había desmayado solo al ver una jeringa. Ahora, habiendo estado obligada a ver dios sabe qué cosas, solo podía imaginarse que la pobre rubia no quería seguir viviendo del trauma que su mente pudo haber generado. La médica no supo qué responder, solo se alejo a buscar ayuda de otros colegas. Santana se sentó nuevamente al lado de la shockeada bailarina.
-Soy yo Britt, tranquila… Escucha mi voz. Todo estará bien… Hablaba con dulzura acercando lentamente su mano a la espalda de su amiga. Pudo percibir que temblaba con miedo contenido. Esta vez la holandesa no se corrió, respiraba agitada casi sin parpadear. Lentamente fue levantando su mirada, cruzándola con los potentes ojos marrones de la latina. Permaneció unos segundos en silencio hasta que reacciono de golpe. Se aferró al cuello de Santana, temblando y sollozando como una niña pequeña.
-Había muchos cuchillos… Tenían sangre, los cuerpos estaban cubiertos por sabanas. Lloraba casi sin aliento. La morena la escuchaba tragando saliva. –Por favor no me dejes sola. ¡Odio los hospitales, los odio, los odio…!
-Tranquila, respira… ¿Por qué estas aquí? ¿Cómo es que quedaste encerrada? Dudo mucho que hayas venido por tu cuenta. Brittany permaneció en silencio, soltando unas cuantas lágrimas. –Britt…
-Fue Erick. Cortó con malestar. –Lo acompañe y nos metimos allí, me besaba, después se enojo y me dejo encerrada. La sangre de Santana comenzó a hervir de furia. Sabia que ese tipo no era nada bueno, ahora estaba más que claro que sus sospechas no eran en vano. No le gustaba, ni nunca la iba a gustar ver y oír que aquella rubia sufría por culpa de alguien, menos por un hombre. Sin lugar a dudas el mundo masculino era una decepción creciente para ella, y cada vez le producían más asco, salvo por Finn. Brittany sollozaba en sus brazos, ella le acariciaba el cabello, intentando contener varios insultos en español que llegarían a recordar a la madre de la madre del profesor con gran facilidad.
-Llora, así te quitas la angustia. Le decía sin despegarse. La doctora apareció de nuevo junto a dos enfermeros.
-¿Quieres que te demos unos calmantes? Con eso te relajaras...
-¡Aléjense de mí! ¡Ni muerta me van a tocar! ¿¡Esta claro!? Grito Brittany totalmente transformada. Su fobia se acrecentaba a niveles superiores a cada segundo que permanecía allí. Santana la tomó por la mano intentando calmarla. Era tan raro y doliente verla enojada, que necesitaba hallar un modo para que volviera a su característica tranquilidad y dulzura. Los médicos se alejaron con algo de temor.
-Por favor, váyanse… Puedo controlarla.
-Pero esta en…
-Soy psicóloga, con eso basta para saber cómo son las cosas y créanme que tengo más tacto que ustedes. Cortó la morena levantando la voz. La bailarina agacho la mirada, dándose cuenta de cómo estaba actuando. Apretó con fuerza la mano de su amiga, para que ahora ella se relajara.
-Por favor, vámonos. No quiero volver a pisar un hospital. Susurró como los niños pequeños. La latina asintió, y sin soltarse, lentamente caminaron a la salida. Interiormente, Santana temía que la holandesa no haya terminado de colapsar y que una nueva conmoción se apoderara de sus sentidos. Podía desmayarse o entrar en shock de nuevo, y ella no iba a poder hacer mucho más que llevarla de nuevo a la sala medica. Y todo seria un círculo, porque la bailarina despertaría solo para traumatizarse más y más. Para suerte de ambas, Brittany dejó un poco de lado toda aquella situación estresante. Viajaron en silencio, solo la radio sonaba en el auto. En otro momento, pasarían a buscar la motocicleta.
Llegaron a la restrenada casa de los Lopez. Las Faberry corrieron al encuentro de su amiga, sorprendiéndose al verles las caras a ambas mujeres. Sentaron a la ex animadora de ojos claros en el sofá, le dieron una taza de café y esperaron pacientemente a que se decidiera a hablar. Aun continuaba algo ida, era difícil pensar que el chico en el que confió, le había hecho algo tan cruel. Claro que no estaba enterado de que ella tenía esa extraña fobia y había hecho un esfuerzo para acompañarlo preocupándose de corazón, pero no dejaba de ser malo o una broma pesada muy baja. Rachel estaba sentada a su lado, Quinn en el otro, y Santana deambulaba frente a ellas con Axel en brazos.
-Se puso algo molesto…
-¿Algo? Britt, te encerró en la morgue… Se quejaba la abogada, cruzándose de cejas.
-Si, eso no se hace ni en chiste. A nadie le gustaría quedarse en ese lugar… Una vez casi olvidamos a Aik en el cementerio y el pobre lloró como tres semanas….
-¡Barbra no estas ayudando! Interrumpió la latina con molestia. Estaba enojada y no podía, ni quería ocultarlo. Brittany permanecía con la cabeza baja, pensando en lo que iba hacer.
-Seguramente me va a pedir disculpas… Lo conozco y sé que estará muy apenado.
-Esto lo hizo apropósito, no se te vaya ocurrir darle la razón en algo. Hablaba seria la rubia Fabray. –Los hombres y su maldito libido, cada día están más locos…
-Eso digo yo, por eso es que cada vez hay más lesbianas. Son histéricos y si no complaces sus caprichos tienen el descaro de lastimarte. Se metía Rachel continuando el discurso.
-Convengamos que las mujeres también están más lindas con el paso del tiempo. Murmuró Santana olvidándose por un segundo de su ira y pensamientos asesinos hacia Erick. Sus amigas la miraron con sorpresa. Después solo rieron, apaciguando el momento tenso que habían pasado. El celular de la bailarina comenzó a sonar, pero no deseaba contestar. Era Erick quien la llamaba.
-¿Britt…?
-No quiero hablarle Rach… Respondía la rubia con un puchero.
-No, no es eso. ¿Tu tenias tu celular todo el tiempo?
-S-si… Dijo inclinándose de hombros.
-¿Y por que no llamaste a alguien para pedir ayuda cuando estabas encerrada?
-No tenia cobertura, no te creas que no lo intente. Las tres mujeres asintieron, dejando de pensar que la pobre bailarina seguía siendo demasiado distraída. Con el tiempo, debió aprender a estar más atenta a las oportunidades que se le presentaban, y con eso su mente y sus reflejos estaban bastante más despiertos cuando era necesario. El móvil no paraba de sonar. Quinn accedió a contestar tragándose el enojo.
-Diga… ¿Erick verdad? Dijo con voz gruesa.
-Si soy yo…Disculpa ¿Esta Brittany? ¿Podría hablar con ella, por favor?
-¿Te soy sincera? No puedes. Ahora haznos un favor, agarra un volante y manéjate. Cortó rápido. Las chicas solo atinaron a reír con esa respuesta. La abogada les guiño un ojo, nadie podía molestar a una de las suyas.
Decidieron distraerse haciendo algo para cenar, ya había obscurecido y todos tenían hambre. Comieron todos juntos cambiando de tema para mantener distraída a la muchacha ojos celestes. Dos horas más tarde las Faberry marcharon de vuelta a su casa, llevándose consigo a la bailarina que aun asi iba un poco perdida en sus pensamientos. Santana las despidió un tanto preocupada, Quinn pudo notar ese semblante en su amiga.
-Tranquila, la cuidaremos antes de dejarla sola. Sonrío la abogada dándole una palmada a la madre de su ahijado.
-Detesto a ese tipo, ya decía yo que algo malo tenia…. Comentó la morena apretando los dientes.
-Convengamos que a ti nunca te cayó bien ningún novio de Britt, San… La latina se ruborizo ante el comentario. La rubia solo se río yéndose para su auto, donde los otros ya la esperaban.
Santana se quedo en la entrada hasta que las luces del vehículo se perdieron en la carretera. No le agradaba retener el enojo que continuaba guardando. Notó que en el salón, la bailarina había dejado olvidado su móvil. No quiso darle importancia, pero ahora tendría una razon para pasar a visitarla por la mañana y saber cómo se encontraba. Ordenó un poco la cocina en silencio, su hijo ya se había dormido y se encontraba sola con sus pensamientos. Aquel aparato en el salón le provocaba inquietud. Finalmente, se sentó en el sofá, mordiéndose apenas una uña. Lo tomó entre sus manos y busco el número del profesor. Pero desistió de la idea, no era correcto llamar así como así, menos ella. Justo en ese momento el móvil empezó a sonar una vez más, cosa que la hizo soltar el aparato varios centímetros más arriba de sus manos del susto. ¿Qué hacer? ¿Contestar, colgar, apagarlo…? Las llamadas iban una atrás de la otra. Opto por seguir los pasos de su amiga abogada. Del otro lado no llegaron a hablarle, simplemente porque distinguieron su voz.
-Se que estas ahí… Escúchame: no te vuelvas a acercar a Brittany si piensas seguir haciéndole estas cosas. ¿Te parece divertido? Pues no lo es, ella le teme a los hospitales. Deberías estar avergonzado, estas dejando que una increíble mujer se te vaya de las manos por ser un patan, caliente e imbecil a la vez. Que no me vuelva a enterar de otra de tus andanzas ¿Esta claro? Britt no esta sola, que te quede claro.
Al oír esas palabras, el profesor colgó. La morena suspiró frustrada, tenia más cosas para decir, pero ya era tarde y demasiado se había inmiscuido, gracias a sus impulsos. Decidió irse a dormir, no había más que hacer por ese día.
-Me decepcionas, dijiste que habías avanzado. Murmuró cruzándose de brazos.
-Y lo estoy haciendo, la segunda parte…
-¿Qué? ¿Crees que darle cosas y hacerla sonreír es ganarte todo?
-Tú quisiste que fuera tan largo… Pude haber empezado ni bien me entere que estaba en Lima. Comentaba sentándose lentamente en la cama del hotel. La otra persona encendió un cigarro, ya se estaba cansando de esas discusiones.
-¿Sabes? Hay veces que pareciera que no tienes en claro lo que busco. Comento poniéndosele en frente. – Me costó conseguir la información y hacerte entender tu rol en toda esta historia, conociéndola, dimos en el clavo con mucha suerte. Me gusta que las cosas sean tal y como las planeo, y mi plan es genial ¿O no? Que se sienta feliz, para que después sufra lentamente.
-Pero yo podía hacerlo solo, dijiste que no querías involucrarte.
-¡Porque estas tardando demasiado imbécil! Dime… ¿Acaso ya tienes listo lo del banco? Recuerda que necesitamos dinero para fugarnos de nuevo, y así como vamos, de las ventas no nos valdremos mucho que digamos. Dijo dándole una mirada de arriba a abajo.
-Me falta terminar el dispositivo… pero si. Y con ella… Ahora esta bastante protegida ese el problema.
-Basta de lentitud, no tengo más paciencia, ni ganas de invertir en que te pases de acá para allá haciéndote el lindo como si todo fuera color de rosa.
-Me confundes…
-Son las drogas idiota ¿Cuánto aspiraste? Critico tomándolo del mentón, la mirada de aquel hombre ya comenzaba a irse de nuevo. –Mira, olvida la segunda parte. Pasemos a las acciones.
-De acuerdo, sabes que estoy a tus órdenes…
-Te conviene, te pago con buena mercancía…
-Tú eres una linda mercancía también, no te enojes… Hare lo que me pidas. ¿Podemos quitar del mapa a…?
-No, la cosa es con ella, por ahora no quiero homicidios de terceros ni nada. Ya en unos días todo acabara, y nos largamos de aquí. Bien lo he decidido, quiero verla, supongo que no te será un problema… El muchacho quedó pensativo un momento. Después solo asintió.
-Mañana, al atardecer, la tendré al lado mio de nuevo. Ahí podrás hacer lo que quieras.
-Perfecto. Entonces prepárate. Sonrió de manera satisfactoria. Las ansias por cumplir el plan que tanto esfuerzo le había puesto comenzaban a dominar su ser. Seria un desafío estar frente a frente con aquella persona, siendo que en un principio solo deseaba saber a la distancia que ella también pagaría. Pero mejor seria que lo escuchara de su propia boca.
Eran pasadas las cuatro de la mañana en Paris, los cuatro amigos hablaban tan ebrios y alegres en el departamento de Steven que daban vergüenza ajena. Se estaban acostumbrando a pasar así las noches, Kurt y Blaine cada vez que podían se besaban y se susurraban cosas sexys al oído.
-¡Así que se van a casar! ¿Ya tienen fecha? Preguntaba el manager, que dentro de todo era el más cuerdo del grupo. Ya no tenia bigote, se lo había afeitado y su cara parecía trasero de bebe, según Steven. La pareja de tortolos cayó rendida en el sofá, entre risas y caricias.
-¡Hey! ¡Paren que no es a prueba de sexópatas! Se quejaba el teñido, que actualmente tenía el cabello mas largo, bien atado con una colita de caballo. De por si le molestaba que tocaran algo en su amado departamento, y aquellos dos cursis no eran la excepción a la regla.
-¿Perdona “Eni” que nos decías? Sonreía Kurt intentando poner la mirada fija en sus amigos. Blaine solo se reía a carcajadas. Su pareja le dio un palmazo para que se callara. -¿Qué te da gracia? ¿Es por lo del pantalón y mi trasero otra vez? Se quejaba el diseñador cruzándose de cejas, debajo de él, su novio soltaba lágrimas de risa.
-Le dijiste Eni, suena a nombre de dibujito animado. Decía entre risas.
-Bien señores, están hasta las chanclas. Se quejaba Steven abriendo un poco la ventana para que el olor a encierro y alcohol saliera de una vez por todas. Ernest encendió uno de sus cigarros importados, de esos que compraba en tiendas sofisticadas y costosas.
-¿Y bien? Dijo soltando un poco de humo. La pareja comprometida lo miró con una sonrisa.
-Pues aun no hemos puesto una fecha… Decía Blaine incorporándose un poco.
-A mi en lo personal me gustaría casarme mañana mismo contigo. Coqueteo el ojos claros rosando su nariz con la del contador. Su novio se sobresalto al entender esas palabras, moviéndose bruscamente y causando que Kurt cayera en seco al piso. Tras volver a sufrir un ataque de risa grupal, continuaron hablando.
-Ya, no lo se… ¿Tú quieres hacer una fiesta y todo eso amor? Decía el diseñador fregándose un poco los ojos. Blaine se inclinó de hombros, comenzando a barajar alguna fechas e ideas.
- Me encantaría, pero que sea sencilla, a mi me bastaría con que estén estos dos caballeros y el juez. Sonreía el castaño poniendo un brazo sobre su novio. –Tenemos todo el tiempo del mundo… ¿O no?
-Si, pero me gustaría que sea este año. El próximo tendré que dedicarme en gran parte a cinco desfiles, y siendo sincero no quiero estresarme organizando todo a la vez.
-Pero nosotros los ayudamos con gusto. Intervino Ernest dándole un codazo a Steven que escuchaba esa charla con mala cara. –Pensemos una lista de invitados aproximados…
-De acuerdo. Se entusiasmo Kurt sentándose con las piernas cruzadas. –Bueno pues, mi padre, su esposa…. Tendremos que pagarle el pasaje pero esos son detalles. Em, los fotógrafos de la última entrega, me cayeron sensacional y me encantaría que se encargaran de hacer las fotos. Después varios amigos del club… ¿No? Blaine asentía hipnotizado en la mirada de su hombre.
-¿Y tu no vas invitar a tu familia…? Preguntó Steven con ironía. Ernest y Kurt lo fulminaron con la mirada. Blaine decayó un poco en su sonrisa, pero contesto sin percatarse del sentido de la pregunta.
-¡Claro que lo hare! Todos lo miraron con los ojos muy abiertos. ¿Estaba enloqueciendo? El contador se rio al ver sus caras. –Supongo que por lo menos mi hermano si querrá asistir.
-Oh, claro tu familia de Seattle. Sonrió el diseñador recuperando el aliento. Blaine casi no se comunicaba con sus padres, desde antes que se casara por primera vez tenia una relación bastante cortada y fría. En cambio con su hermano mayor siempre podía contar. –Bien, si quieres que vengan… No tengo problema mi amor. Le dijo besándolo levemente.
-¿Y tú...? ¿No invitaras a Finn?
-No creo que pueda venir, según me dijo Carole esta ocupado con su familia y su trabajo. Mintió el ojos claros como quien habla de un desconocido. Blaine no estaba enterado de que los hermanastros estaban peleados. En realidad la madre de Finn, lo ultimo que sabia era que su hijo trabajaba en Lima, y velaba por el cuidado de su única nieta, a quien conocía solo por fotos. Solo se llamaban cuando era estrictamente necesario, y nada más. –Bien me estoy emocionando y estos no nos dejaran en paz… Dime una fecha. Sonrió ilusionando sus ojos con gran brillo.
-¿Fin de año? Dijo el contador inclinándose de hombros. –No mejor en enero, así comenzamos todo desde cero, nuevo año, nueva vida… Sonrió abrazando a su chico.
-De acuerdo… Veremos si puedo en esa fecha, sino un poco antes de las fiestas, así pasamos navidad y año nuevo de luna de miel. Todos aplaudieron, se estaban poniendo de acuerdo. Rato después la feliz pareja se marcho a su propio departamento, desesperados por una cuota de salvajes caricias a obscuras.
-Casi arruinas la noche, homosexual. Se quejo Ernest terminándose otro cigarro importado. Steven lo miro con molestia.
-Me parece una estupidez todo esto… Ese tipo nunca se va a poder despegar del pasado que abandono.
-Mira, deja de hablar de eso ¿Entendiste? Ahora apoyaremos a Kurt, y pintaremos todo color de rosa. Deja de ser tan envidioso, tuviste tu oportunidad y por cobarde la desperdiciaste.
-Kurt ya estaba enamorado, no valía la pena. Además ¿Qué te vienes a hacer el que realmente se preocupa por el? Lo haces en tanto y en cuando puedas financiar tus viajes y tus cigarros. Sin contar esa ropa horrenda que siempre traes.
-Eso es cosa mía Steven. Y si me preocupo, soy su manager debo estar al pendiente de todo lo que se relaciona con el… Incluso de su novio y su pasado. Tengo que estar manejando a la prensa para que no hable…
-¿Acaso ya saben que estuvo casado?
-Ni en chiste, hablo de esto de la boda y eso… Sigo pensando que de todas formas nos convendría callar a esa gente en Estados Unidos. Decía el manager poniéndose su chaqueta para marcharse un poco tambaleante. Steven lo empujo con molestia solo para que se estampe contra la pared.
-Déjalos en paz… Si aquí no se sabe nada, allá menos.
-Jajá tranquilo, tengo todo bajo control. El rubio lo miró con incertidumbre.
-¿Por qué dices eso…? Indagó acompañándolo hasta la puerta.
-Nada olvídalo. El teñido le cerró la puerta en las narices. Dentro de todo él era el único que pensaba más en los sentimientos de los demás. El resto solo se preocupaba por su bienestar, llegando a ser algunas veces casi enfermante.
Bien mil gracias por sus comentarios, Erick es maldadoso, ya nos esta dejando de caer bien a todos. Saludos, espero que no se aburran.
Capitulo 40: El plan
Santana conducía apresurada. Había recibido una llamada desde el hospital de Lima, no pudieron darle muchos detalles, solo le pidieron que se acercara. Dejó a Axel con sus amigas que justo pasaban por su casa. Al llegar a la recepción pidió explicaciones de inmediato:
-Me llamaron desde aquí por un problema ¿Qué ha pasado?
-Perdone, era el primer numero que tenia guardado esta muchacha en el registro de su teléfono. Respondía una de las doctoras acercándosele.
-¿Y por qué tienen su móvil? ¿Dónde esta Brittany?
-¿Se llama Brittany? ¿Rubia, alta, de ojos azules?
-¿Qué clase de profesional es usted? Me llamaron por ella, obviamente hablo de la misma persona…
-Perdóneme, pero ni siquiera nos ha dicho su nombre. La doctora le indicó que la siguiera. – La encontraron unos colegas, ni pareciera que respira, no quiere que nadie la toque. Explicaba caminando por el pasillo. En un rincón, sentada en un banco, la bailarina miraba fijo al piso. Santana se apresuró para ponerse a su lado.
-Britt… Susurró tocándole el hombro, la muchacha se corrió con violencia, sin cambiar su mirada.
-¿Dónde estaba…? Se giró la morena dándole un vistazo a la médica, preocupándose.
-En la morgue, estaba encerrada allí. Seguramente pasó más de dos horas hasta que alguien logro abrir la puerta. Santana se paró de golpe, totalmente indignada.
-¿¡Y por qué estaba allí…!? Exclamó acercándose de manera amenazante.
-No lo sabemos, ni ha querido decírnoslo…
-Incompetentes, está en shock, conmocionada… ¡¿Qué no tienen idea de estas cosas?! ¿Saben acaso lo traumatizante que puede ser un lugar así? Discutía la psicóloga, recordando perfectamente que su amiga se había desmayado solo al ver una jeringa. Ahora, habiendo estado obligada a ver dios sabe qué cosas, solo podía imaginarse que la pobre rubia no quería seguir viviendo del trauma que su mente pudo haber generado. La médica no supo qué responder, solo se alejo a buscar ayuda de otros colegas. Santana se sentó nuevamente al lado de la shockeada bailarina.
-Soy yo Britt, tranquila… Escucha mi voz. Todo estará bien… Hablaba con dulzura acercando lentamente su mano a la espalda de su amiga. Pudo percibir que temblaba con miedo contenido. Esta vez la holandesa no se corrió, respiraba agitada casi sin parpadear. Lentamente fue levantando su mirada, cruzándola con los potentes ojos marrones de la latina. Permaneció unos segundos en silencio hasta que reacciono de golpe. Se aferró al cuello de Santana, temblando y sollozando como una niña pequeña.
-Había muchos cuchillos… Tenían sangre, los cuerpos estaban cubiertos por sabanas. Lloraba casi sin aliento. La morena la escuchaba tragando saliva. –Por favor no me dejes sola. ¡Odio los hospitales, los odio, los odio…!
-Tranquila, respira… ¿Por qué estas aquí? ¿Cómo es que quedaste encerrada? Dudo mucho que hayas venido por tu cuenta. Brittany permaneció en silencio, soltando unas cuantas lágrimas. –Britt…
-Fue Erick. Cortó con malestar. –Lo acompañe y nos metimos allí, me besaba, después se enojo y me dejo encerrada. La sangre de Santana comenzó a hervir de furia. Sabia que ese tipo no era nada bueno, ahora estaba más que claro que sus sospechas no eran en vano. No le gustaba, ni nunca la iba a gustar ver y oír que aquella rubia sufría por culpa de alguien, menos por un hombre. Sin lugar a dudas el mundo masculino era una decepción creciente para ella, y cada vez le producían más asco, salvo por Finn. Brittany sollozaba en sus brazos, ella le acariciaba el cabello, intentando contener varios insultos en español que llegarían a recordar a la madre de la madre del profesor con gran facilidad.
-Llora, así te quitas la angustia. Le decía sin despegarse. La doctora apareció de nuevo junto a dos enfermeros.
-¿Quieres que te demos unos calmantes? Con eso te relajaras...
-¡Aléjense de mí! ¡Ni muerta me van a tocar! ¿¡Esta claro!? Grito Brittany totalmente transformada. Su fobia se acrecentaba a niveles superiores a cada segundo que permanecía allí. Santana la tomó por la mano intentando calmarla. Era tan raro y doliente verla enojada, que necesitaba hallar un modo para que volviera a su característica tranquilidad y dulzura. Los médicos se alejaron con algo de temor.
-Por favor, váyanse… Puedo controlarla.
-Pero esta en…
-Soy psicóloga, con eso basta para saber cómo son las cosas y créanme que tengo más tacto que ustedes. Cortó la morena levantando la voz. La bailarina agacho la mirada, dándose cuenta de cómo estaba actuando. Apretó con fuerza la mano de su amiga, para que ahora ella se relajara.
-Por favor, vámonos. No quiero volver a pisar un hospital. Susurró como los niños pequeños. La latina asintió, y sin soltarse, lentamente caminaron a la salida. Interiormente, Santana temía que la holandesa no haya terminado de colapsar y que una nueva conmoción se apoderara de sus sentidos. Podía desmayarse o entrar en shock de nuevo, y ella no iba a poder hacer mucho más que llevarla de nuevo a la sala medica. Y todo seria un círculo, porque la bailarina despertaría solo para traumatizarse más y más. Para suerte de ambas, Brittany dejó un poco de lado toda aquella situación estresante. Viajaron en silencio, solo la radio sonaba en el auto. En otro momento, pasarían a buscar la motocicleta.
Llegaron a la restrenada casa de los Lopez. Las Faberry corrieron al encuentro de su amiga, sorprendiéndose al verles las caras a ambas mujeres. Sentaron a la ex animadora de ojos claros en el sofá, le dieron una taza de café y esperaron pacientemente a que se decidiera a hablar. Aun continuaba algo ida, era difícil pensar que el chico en el que confió, le había hecho algo tan cruel. Claro que no estaba enterado de que ella tenía esa extraña fobia y había hecho un esfuerzo para acompañarlo preocupándose de corazón, pero no dejaba de ser malo o una broma pesada muy baja. Rachel estaba sentada a su lado, Quinn en el otro, y Santana deambulaba frente a ellas con Axel en brazos.
-Se puso algo molesto…
-¿Algo? Britt, te encerró en la morgue… Se quejaba la abogada, cruzándose de cejas.
-Si, eso no se hace ni en chiste. A nadie le gustaría quedarse en ese lugar… Una vez casi olvidamos a Aik en el cementerio y el pobre lloró como tres semanas….
-¡Barbra no estas ayudando! Interrumpió la latina con molestia. Estaba enojada y no podía, ni quería ocultarlo. Brittany permanecía con la cabeza baja, pensando en lo que iba hacer.
-Seguramente me va a pedir disculpas… Lo conozco y sé que estará muy apenado.
-Esto lo hizo apropósito, no se te vaya ocurrir darle la razón en algo. Hablaba seria la rubia Fabray. –Los hombres y su maldito libido, cada día están más locos…
-Eso digo yo, por eso es que cada vez hay más lesbianas. Son histéricos y si no complaces sus caprichos tienen el descaro de lastimarte. Se metía Rachel continuando el discurso.
-Convengamos que las mujeres también están más lindas con el paso del tiempo. Murmuró Santana olvidándose por un segundo de su ira y pensamientos asesinos hacia Erick. Sus amigas la miraron con sorpresa. Después solo rieron, apaciguando el momento tenso que habían pasado. El celular de la bailarina comenzó a sonar, pero no deseaba contestar. Era Erick quien la llamaba.
-¿Britt…?
-No quiero hablarle Rach… Respondía la rubia con un puchero.
-No, no es eso. ¿Tu tenias tu celular todo el tiempo?
-S-si… Dijo inclinándose de hombros.
-¿Y por que no llamaste a alguien para pedir ayuda cuando estabas encerrada?
-No tenia cobertura, no te creas que no lo intente. Las tres mujeres asintieron, dejando de pensar que la pobre bailarina seguía siendo demasiado distraída. Con el tiempo, debió aprender a estar más atenta a las oportunidades que se le presentaban, y con eso su mente y sus reflejos estaban bastante más despiertos cuando era necesario. El móvil no paraba de sonar. Quinn accedió a contestar tragándose el enojo.
-Diga… ¿Erick verdad? Dijo con voz gruesa.
-Si soy yo…Disculpa ¿Esta Brittany? ¿Podría hablar con ella, por favor?
-¿Te soy sincera? No puedes. Ahora haznos un favor, agarra un volante y manéjate. Cortó rápido. Las chicas solo atinaron a reír con esa respuesta. La abogada les guiño un ojo, nadie podía molestar a una de las suyas.
Decidieron distraerse haciendo algo para cenar, ya había obscurecido y todos tenían hambre. Comieron todos juntos cambiando de tema para mantener distraída a la muchacha ojos celestes. Dos horas más tarde las Faberry marcharon de vuelta a su casa, llevándose consigo a la bailarina que aun asi iba un poco perdida en sus pensamientos. Santana las despidió un tanto preocupada, Quinn pudo notar ese semblante en su amiga.
-Tranquila, la cuidaremos antes de dejarla sola. Sonrío la abogada dándole una palmada a la madre de su ahijado.
-Detesto a ese tipo, ya decía yo que algo malo tenia…. Comentó la morena apretando los dientes.
-Convengamos que a ti nunca te cayó bien ningún novio de Britt, San… La latina se ruborizo ante el comentario. La rubia solo se río yéndose para su auto, donde los otros ya la esperaban.
Santana se quedo en la entrada hasta que las luces del vehículo se perdieron en la carretera. No le agradaba retener el enojo que continuaba guardando. Notó que en el salón, la bailarina había dejado olvidado su móvil. No quiso darle importancia, pero ahora tendría una razon para pasar a visitarla por la mañana y saber cómo se encontraba. Ordenó un poco la cocina en silencio, su hijo ya se había dormido y se encontraba sola con sus pensamientos. Aquel aparato en el salón le provocaba inquietud. Finalmente, se sentó en el sofá, mordiéndose apenas una uña. Lo tomó entre sus manos y busco el número del profesor. Pero desistió de la idea, no era correcto llamar así como así, menos ella. Justo en ese momento el móvil empezó a sonar una vez más, cosa que la hizo soltar el aparato varios centímetros más arriba de sus manos del susto. ¿Qué hacer? ¿Contestar, colgar, apagarlo…? Las llamadas iban una atrás de la otra. Opto por seguir los pasos de su amiga abogada. Del otro lado no llegaron a hablarle, simplemente porque distinguieron su voz.
-Se que estas ahí… Escúchame: no te vuelvas a acercar a Brittany si piensas seguir haciéndole estas cosas. ¿Te parece divertido? Pues no lo es, ella le teme a los hospitales. Deberías estar avergonzado, estas dejando que una increíble mujer se te vaya de las manos por ser un patan, caliente e imbecil a la vez. Que no me vuelva a enterar de otra de tus andanzas ¿Esta claro? Britt no esta sola, que te quede claro.
Al oír esas palabras, el profesor colgó. La morena suspiró frustrada, tenia más cosas para decir, pero ya era tarde y demasiado se había inmiscuido, gracias a sus impulsos. Decidió irse a dormir, no había más que hacer por ese día.
-Me decepcionas, dijiste que habías avanzado. Murmuró cruzándose de brazos.
-Y lo estoy haciendo, la segunda parte…
-¿Qué? ¿Crees que darle cosas y hacerla sonreír es ganarte todo?
-Tú quisiste que fuera tan largo… Pude haber empezado ni bien me entere que estaba en Lima. Comentaba sentándose lentamente en la cama del hotel. La otra persona encendió un cigarro, ya se estaba cansando de esas discusiones.
-¿Sabes? Hay veces que pareciera que no tienes en claro lo que busco. Comento poniéndosele en frente. – Me costó conseguir la información y hacerte entender tu rol en toda esta historia, conociéndola, dimos en el clavo con mucha suerte. Me gusta que las cosas sean tal y como las planeo, y mi plan es genial ¿O no? Que se sienta feliz, para que después sufra lentamente.
-Pero yo podía hacerlo solo, dijiste que no querías involucrarte.
-¡Porque estas tardando demasiado imbécil! Dime… ¿Acaso ya tienes listo lo del banco? Recuerda que necesitamos dinero para fugarnos de nuevo, y así como vamos, de las ventas no nos valdremos mucho que digamos. Dijo dándole una mirada de arriba a abajo.
-Me falta terminar el dispositivo… pero si. Y con ella… Ahora esta bastante protegida ese el problema.
-Basta de lentitud, no tengo más paciencia, ni ganas de invertir en que te pases de acá para allá haciéndote el lindo como si todo fuera color de rosa.
-Me confundes…
-Son las drogas idiota ¿Cuánto aspiraste? Critico tomándolo del mentón, la mirada de aquel hombre ya comenzaba a irse de nuevo. –Mira, olvida la segunda parte. Pasemos a las acciones.
-De acuerdo, sabes que estoy a tus órdenes…
-Te conviene, te pago con buena mercancía…
-Tú eres una linda mercancía también, no te enojes… Hare lo que me pidas. ¿Podemos quitar del mapa a…?
-No, la cosa es con ella, por ahora no quiero homicidios de terceros ni nada. Ya en unos días todo acabara, y nos largamos de aquí. Bien lo he decidido, quiero verla, supongo que no te será un problema… El muchacho quedó pensativo un momento. Después solo asintió.
-Mañana, al atardecer, la tendré al lado mio de nuevo. Ahí podrás hacer lo que quieras.
-Perfecto. Entonces prepárate. Sonrió de manera satisfactoria. Las ansias por cumplir el plan que tanto esfuerzo le había puesto comenzaban a dominar su ser. Seria un desafío estar frente a frente con aquella persona, siendo que en un principio solo deseaba saber a la distancia que ella también pagaría. Pero mejor seria que lo escuchara de su propia boca.
Eran pasadas las cuatro de la mañana en Paris, los cuatro amigos hablaban tan ebrios y alegres en el departamento de Steven que daban vergüenza ajena. Se estaban acostumbrando a pasar así las noches, Kurt y Blaine cada vez que podían se besaban y se susurraban cosas sexys al oído.
-¡Así que se van a casar! ¿Ya tienen fecha? Preguntaba el manager, que dentro de todo era el más cuerdo del grupo. Ya no tenia bigote, se lo había afeitado y su cara parecía trasero de bebe, según Steven. La pareja de tortolos cayó rendida en el sofá, entre risas y caricias.
-¡Hey! ¡Paren que no es a prueba de sexópatas! Se quejaba el teñido, que actualmente tenía el cabello mas largo, bien atado con una colita de caballo. De por si le molestaba que tocaran algo en su amado departamento, y aquellos dos cursis no eran la excepción a la regla.
-¿Perdona “Eni” que nos decías? Sonreía Kurt intentando poner la mirada fija en sus amigos. Blaine solo se reía a carcajadas. Su pareja le dio un palmazo para que se callara. -¿Qué te da gracia? ¿Es por lo del pantalón y mi trasero otra vez? Se quejaba el diseñador cruzándose de cejas, debajo de él, su novio soltaba lágrimas de risa.
-Le dijiste Eni, suena a nombre de dibujito animado. Decía entre risas.
-Bien señores, están hasta las chanclas. Se quejaba Steven abriendo un poco la ventana para que el olor a encierro y alcohol saliera de una vez por todas. Ernest encendió uno de sus cigarros importados, de esos que compraba en tiendas sofisticadas y costosas.
-¿Y bien? Dijo soltando un poco de humo. La pareja comprometida lo miró con una sonrisa.
-Pues aun no hemos puesto una fecha… Decía Blaine incorporándose un poco.
-A mi en lo personal me gustaría casarme mañana mismo contigo. Coqueteo el ojos claros rosando su nariz con la del contador. Su novio se sobresalto al entender esas palabras, moviéndose bruscamente y causando que Kurt cayera en seco al piso. Tras volver a sufrir un ataque de risa grupal, continuaron hablando.
-Ya, no lo se… ¿Tú quieres hacer una fiesta y todo eso amor? Decía el diseñador fregándose un poco los ojos. Blaine se inclinó de hombros, comenzando a barajar alguna fechas e ideas.
- Me encantaría, pero que sea sencilla, a mi me bastaría con que estén estos dos caballeros y el juez. Sonreía el castaño poniendo un brazo sobre su novio. –Tenemos todo el tiempo del mundo… ¿O no?
-Si, pero me gustaría que sea este año. El próximo tendré que dedicarme en gran parte a cinco desfiles, y siendo sincero no quiero estresarme organizando todo a la vez.
-Pero nosotros los ayudamos con gusto. Intervino Ernest dándole un codazo a Steven que escuchaba esa charla con mala cara. –Pensemos una lista de invitados aproximados…
-De acuerdo. Se entusiasmo Kurt sentándose con las piernas cruzadas. –Bueno pues, mi padre, su esposa…. Tendremos que pagarle el pasaje pero esos son detalles. Em, los fotógrafos de la última entrega, me cayeron sensacional y me encantaría que se encargaran de hacer las fotos. Después varios amigos del club… ¿No? Blaine asentía hipnotizado en la mirada de su hombre.
-¿Y tu no vas invitar a tu familia…? Preguntó Steven con ironía. Ernest y Kurt lo fulminaron con la mirada. Blaine decayó un poco en su sonrisa, pero contesto sin percatarse del sentido de la pregunta.
-¡Claro que lo hare! Todos lo miraron con los ojos muy abiertos. ¿Estaba enloqueciendo? El contador se rio al ver sus caras. –Supongo que por lo menos mi hermano si querrá asistir.
-Oh, claro tu familia de Seattle. Sonrió el diseñador recuperando el aliento. Blaine casi no se comunicaba con sus padres, desde antes que se casara por primera vez tenia una relación bastante cortada y fría. En cambio con su hermano mayor siempre podía contar. –Bien, si quieres que vengan… No tengo problema mi amor. Le dijo besándolo levemente.
-¿Y tú...? ¿No invitaras a Finn?
-No creo que pueda venir, según me dijo Carole esta ocupado con su familia y su trabajo. Mintió el ojos claros como quien habla de un desconocido. Blaine no estaba enterado de que los hermanastros estaban peleados. En realidad la madre de Finn, lo ultimo que sabia era que su hijo trabajaba en Lima, y velaba por el cuidado de su única nieta, a quien conocía solo por fotos. Solo se llamaban cuando era estrictamente necesario, y nada más. –Bien me estoy emocionando y estos no nos dejaran en paz… Dime una fecha. Sonrió ilusionando sus ojos con gran brillo.
-¿Fin de año? Dijo el contador inclinándose de hombros. –No mejor en enero, así comenzamos todo desde cero, nuevo año, nueva vida… Sonrió abrazando a su chico.
-De acuerdo… Veremos si puedo en esa fecha, sino un poco antes de las fiestas, así pasamos navidad y año nuevo de luna de miel. Todos aplaudieron, se estaban poniendo de acuerdo. Rato después la feliz pareja se marcho a su propio departamento, desesperados por una cuota de salvajes caricias a obscuras.
-Casi arruinas la noche, homosexual. Se quejo Ernest terminándose otro cigarro importado. Steven lo miro con molestia.
-Me parece una estupidez todo esto… Ese tipo nunca se va a poder despegar del pasado que abandono.
-Mira, deja de hablar de eso ¿Entendiste? Ahora apoyaremos a Kurt, y pintaremos todo color de rosa. Deja de ser tan envidioso, tuviste tu oportunidad y por cobarde la desperdiciaste.
-Kurt ya estaba enamorado, no valía la pena. Además ¿Qué te vienes a hacer el que realmente se preocupa por el? Lo haces en tanto y en cuando puedas financiar tus viajes y tus cigarros. Sin contar esa ropa horrenda que siempre traes.
-Eso es cosa mía Steven. Y si me preocupo, soy su manager debo estar al pendiente de todo lo que se relaciona con el… Incluso de su novio y su pasado. Tengo que estar manejando a la prensa para que no hable…
-¿Acaso ya saben que estuvo casado?
-Ni en chiste, hablo de esto de la boda y eso… Sigo pensando que de todas formas nos convendría callar a esa gente en Estados Unidos. Decía el manager poniéndose su chaqueta para marcharse un poco tambaleante. Steven lo empujo con molestia solo para que se estampe contra la pared.
-Déjalos en paz… Si aquí no se sabe nada, allá menos.
-Jajá tranquilo, tengo todo bajo control. El rubio lo miró con incertidumbre.
-¿Por qué dices eso…? Indagó acompañándolo hasta la puerta.
-Nada olvídalo. El teñido le cerró la puerta en las narices. Dentro de todo él era el único que pensaba más en los sentimientos de los demás. El resto solo se preocupaba por su bienestar, llegando a ser algunas veces casi enfermante.
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Es adorable ver a Santana protegiendo a Britt, es más común ver muestras de cariño de Britt hacia la latina, pero ésta también tiene alguna que otra con Britt, y es precioso que sea así :)
He echado de menos en este cap a axel, ese pequeñajo es un amor! Estoy segura de que si se hubiese acercado a Britt cuando estaba en casa de las Faberry y le hubiese dicho una de sus palabritas a Britt se le hubiese pasado todo jaja amo a ese pequeño.
Estoy mega intrigada por esa extraña pareja que intenta hacer daño a...Britt? Agggg quiero saberlo!
Besotes!
He echado de menos en este cap a axel, ese pequeñajo es un amor! Estoy segura de que si se hubiese acercado a Britt cuando estaba en casa de las Faberry y le hubiese dicho una de sus palabritas a Britt se le hubiese pasado todo jaja amo a ese pequeño.
Estoy mega intrigada por esa extraña pareja que intenta hacer daño a...Britt? Agggg quiero saberlo!
Besotes!
Invitado- Invitado
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Erick me cae mal y oculta muuuchas cosas!!!.. ¬¬.. No me gusta nada y las llamadas esas raras, menos.. Pero que tierno Santana cuidandola a Britt ♥.. Se estan acercando no???.. e.e.. jaajjajajaj
Buenisimo el cap.. besoo
Buenisimo el cap.. besoo
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Dije que no volvería a leer tu fic desde mi cel, pero ps no puedo cumplir, mas si estoy en la universidad sin clases¬¬ aunque tbn es un poco molesto mas cuando tienes al lado a un amigo que te molesta preguntándote en que tanto te entretienes en fin.. ya lo pude leer mejor..
y cada dia odio mas a erick pobre de mi britt .. y santana consolandola que tierna yo que ella iba y le daba una patada en el cu... al estupido ese
bueno pues ya.. espero y actualices pronto y ya no andes triste, sea lo que sea nos vemos bye bye
y cada dia odio mas a erick pobre de mi britt .. y santana consolandola que tierna yo que ella iba y le daba una patada en el cu... al estupido ese
bueno pues ya.. espero y actualices pronto y ya no andes triste, sea lo que sea nos vemos bye bye
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Las Quintana defendiendo a Britt ♥ Que amor! Mas San obvio. jejejejeje Odio a Erick! Algo oculta, aca hay gato encerrado. (?. jejejejejeje
Que se acerquen mas las Brittana ♥ Porfa.
Besote
Que se acerquen mas las Brittana ♥ Porfa.
Besote
Fer-Sofi- ---
- Mensajes : 572
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Pobrecita Britt,menos mal que tiene a unas amigas geniales,especialmente San,que estan a su lado.Y sobre el plan,ahi tengo la duda,porque al principio pensaba que era contra Santana pero ahora me tinca mas Brittany,nose que pensar,ya quiero que se revele todo ese asunto.
Gracias por actualizar,que estes muy bien y arriba el ánimo.
Gracias por actualizar,que estes muy bien y arriba el ánimo.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Hola!! A ver, es la tercera vez que intento hacerte un comentario y siempre por H o por P, algo pasa y borro lo que escribo y no puedo subirlo!!! Pero hoy voy a ser insistente.
He leído todos y cada uno de los capítulos con mucha atención... es que es imposible no hacerlo, porque la historia me tiene con los pelos de punta, literalmente!!!
No puedo discernir cuál de las dos es la amenazada y víctima de una venganza. Me inclino a pensar que Brittany, por su vinculación con la mafia y porque no imagino qué enemigos de esa envergadura podría tener Santana. Pero de verdad no sé, y esa imposibilidad de adelantarme a lo que vas a escribir me tiene fascinada.
Y qué hay de los planes del manager de Kurt? Son planes distintos o se trata siempre de lo mismo? Tampoco lo sé.
Sobre la relación de las chicas, que avanza tal lentamente, me parece perfecta. Así que Santana encontró una excusa para ver a Brittany a la mañana siguiente (para devolverle el teléfono)? Eso es MUY Santana. Me encanta. Y en el capítulo anterior, fueron bastante significativas las meditaciones de Brittany acerca de su esperanza de no volver a separarse de la latina y, al mismo tiempo, la expresión de su necesidad de formar una familia y hacerlo con Erik. Yo había pensado que cuando compraba libros sobre maternidad primeriza, lo hacía con vistas al López por venir, pero ahora no estoy tan segura. En todo caso, de subsistir un vínculo amoroso entre ambas, es claro que va a desenvolverse con mucha dificultad, sobre todo por el lado de Santana, que necesitará afianzarse mucho a sí misma, para volver a confiar en otro.
Y como vos nos das este fic (que a mí entender y gusto, es uno de los mejores que existen) yo me veo en la obligación de decirte que es un enorme placer leerte.
Ojalá actualices pronto, porque de verdad estoy impaciente!!!
GRACIAS, de corazón.
Un abrazo fuerte!!!
He leído todos y cada uno de los capítulos con mucha atención... es que es imposible no hacerlo, porque la historia me tiene con los pelos de punta, literalmente!!!
No puedo discernir cuál de las dos es la amenazada y víctima de una venganza. Me inclino a pensar que Brittany, por su vinculación con la mafia y porque no imagino qué enemigos de esa envergadura podría tener Santana. Pero de verdad no sé, y esa imposibilidad de adelantarme a lo que vas a escribir me tiene fascinada.
Y qué hay de los planes del manager de Kurt? Son planes distintos o se trata siempre de lo mismo? Tampoco lo sé.
Sobre la relación de las chicas, que avanza tal lentamente, me parece perfecta. Así que Santana encontró una excusa para ver a Brittany a la mañana siguiente (para devolverle el teléfono)? Eso es MUY Santana. Me encanta. Y en el capítulo anterior, fueron bastante significativas las meditaciones de Brittany acerca de su esperanza de no volver a separarse de la latina y, al mismo tiempo, la expresión de su necesidad de formar una familia y hacerlo con Erik. Yo había pensado que cuando compraba libros sobre maternidad primeriza, lo hacía con vistas al López por venir, pero ahora no estoy tan segura. En todo caso, de subsistir un vínculo amoroso entre ambas, es claro que va a desenvolverse con mucha dificultad, sobre todo por el lado de Santana, que necesitará afianzarse mucho a sí misma, para volver a confiar en otro.
Y como vos nos das este fic (que a mí entender y gusto, es uno de los mejores que existen) yo me veo en la obligación de decirte que es un enorme placer leerte.
Ojalá actualices pronto, porque de verdad estoy impaciente!!!
GRACIAS, de corazón.
Un abrazo fuerte!!!
MarisaParedes****** - Mensajes : 316
Fecha de inscripción : 25/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
AnaVera9 escribió:Es adorable ver a Santana protegiendo a Britt, es más común ver muestras de cariño de Britt hacia la latina, pero ésta también tiene alguna que otra con Britt, y es precioso que sea así :)
He echado de menos en este cap a axel, ese pequeñajo es un amor! Estoy segura de que si se hubiese acercado a Britt cuando estaba en casa de las Faberry y le hubiese dicho una de sus palabritas a Britt se le hubiese pasado todo jaja amo a ese pequeño.
Estoy mega intrigada por esa extraña pareja que intenta hacer daño a...Britt? Agggg quiero saberlo!
Besotes!
Algunas veces hay situaciones en las que lo mejor es cambiar de roles jaja a mi tambien me gusta que la empiece a proteger. Axel, es todo un protagonista como los tres niños que presento (y presentaré) en el fic, es cierto que ha hecho un poco de falta, tratare de compensar eso :) Paciencia ya todo se resolverá en breve. ¡Gracias por comentar!
Len104 escribió:Erick me cae mal y oculta muuuchas cosas!!!.. ¬¬.. No me gusta nada y las llamadas esas raras, menos.. Pero que tierno Santana cuidandola a Britt .. Se estan acercando no???.. e.e.. jaajjajajaj
Buenisimo el cap.. besoo
A Erick ya nadie lo quiere e.e! Tranquila tranquila tanto enojo puede hacer daño jajaja podria decirse que se estan acercando o algo asi xD Saludos
heathermylove escribió:Dije que no volvería a leer tu fic desde mi cel, pero ps no puedo cumplir, mas si estoy en la universidad sin clases¬¬ aunque tbn es un poco molesto mas cuando tienes al lado a un amigo que te molesta preguntándote en que tanto te entretienes en fin.. ya lo pude leer mejor..
y cada dia odio mas a erick pobre de mi britt .. y santana consolandola que tierna yo que ella iba y le daba una patada en el cu... al estupido ese
bueno pues ya.. espero y actualices pronto y ya no andes triste, sea lo que sea nos vemos bye bye
e.e tu si que no tienes remedio jajajaj Bueno mucho no puedo hablar, yo lei un fic el otro dia desde el nuevo celular de mi mejor amiga, me lo arranco con mano y todo cuando me pregunto cuanto tiempo estube en internet y respondi... No see... una hora o mas¿¿?? seguidamente tuve que desembolsar dinero, es peligroso jajajaj Tranquila que si hubiera podido lo agarraba con un sarten o algo por el estilo a Erick jejeje Gracias, ya se me paso la penita tranquila :D espera el proximo cap que ya llega. Saludos ^_^
Fer-Sofi escribió:Las Quintana defendiendo a Britt Que amor! Mas San obvio. jejejejeje Odio a Erick! Algo oculta, aca hay gato encerrado. (?. jejejejejeje
Besote
jejejejejeje lo de gato encerrado ¡Es literal! Ya entenderás por qué lo digo, pero le pegaste en el clavo con esa frase jajajaa Gracias por leer, propongo un club de anti Erick :P
Para suerte de todas, se tienen las unas a las otras :) el plan, pronto pronto se resolvera! Saludos y gracias por comentar siempre :Dbluelove escribió:Pobrecita Britt,menos mal que tiene a unas amigas geniales,especialmente San,que estan a su lado.Y sobre el plan,ahi tengo la duda,porque al principio pensaba que era contra Santana pero ahora me tinca mas Brittany,nose que pensar,ya quiero que se revele todo ese asunto.
Gracias por actualizar,que estes muy bien y arriba el ánimo.
Marisa! Eaa que bueno leerte :) Jejeje me siento poderosa te mantengo intrigada e.e Que bueno que hayas podido comentar, que me encanta verte por aqui :)MarisaParedes escribió:Hola!! A ver, es la tercera vez que intento hacerte un comentario y siempre por H o por P, algo pasa y borro lo que escribo y no puedo subirlo!!! Pero hoy voy a ser insistente.
He leído todos y cada uno de los capítulos con mucha atención... es que es imposible no hacerlo, porque la historia me tiene con los pelos de punta, literalmente!!!
No puedo discernir cuál de las dos es la amenazada y víctima de una venganza. Me inclino a pensar que Brittany, por su vinculación con la mafia y porque no imagino qué enemigos de esa envergadura podría tener Santana. Pero de verdad no sé, y esa imposibilidad de adelantarme a lo que vas a escribir me tiene fascinada.
Y qué hay de los planes del manager de Kurt? Son planes distintos o se trata siempre de lo mismo? Tampoco lo sé.
Sobre la relación de las chicas, que avanza tal lentamente, me parece perfecta. Así que Santana encontró una excusa para ver a Brittany a la mañana siguiente (para devolverle el teléfono)? Eso es MUY Santana. Me encanta. Y en el capítulo anterior, fueron bastante significativas las meditaciones de Brittany acerca de su esperanza de no volver a separarse de la latina y, al mismo tiempo, la expresión de su necesidad de formar una familia y hacerlo con Erik. Yo había pensado que cuando compraba libros sobre maternidad primeriza, lo hacía con vistas al López por venir, pero ahora no estoy tan segura. En todo caso, de subsistir un vínculo amoroso entre ambas, es claro que va a desenvolverse con mucha dificultad, sobre todo por el lado de Santana, que necesitará afianzarse mucho a sí misma, para volver a confiar en otro.
Y como vos nos das este fic (que a mí entender y gusto, es uno de los mejores que existen) yo me veo en la obligación de decirte que es un enorme placer leerte.
Ojalá actualices pronto, porque de verdad estoy impaciente!!!
GRACIAS, de corazón.
Un abrazo fuerte!!!
Los planes, hay uno más malo que otro y son varios no solo uno o dos, por lo cual las sacadas de quicio se las tendran que aguantar jejej La relacion de las chicas va lenta como tiene que ser, vamos que de un dia para otro no pueden cambiar mucho, el tiempo y la paciencia tienen que ser sus aliados, mas de Brittany y poco a poco va cobrando las recompensas con la renaciente confianza, los leves gestos todo suma, de a poco, a que su amistad vaya mejorando más y me encanta que sea si :3 Britt quiere una familia y la merece ¿O no? por las revistas, solo diré que le gusta leer y siempre es mejor estar preparada :) ¡Mil gracias por comentar!
Chicas tras esta ronda de multi respuestas, dejo el siguiente capitulo, mañana subo mi otro fic, y el domingo actualizo nuevamente e.e tratare de que A punto cero se actualice mas o menos cada dia por medio :) ¡Que esten bien!
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Como dije más arriba, traigo un nuevo capitulo :D estoy feliz porque puedo gozar haciendo un super capitulo FABERRYTTANA ea que me encantan, obviamente sumando a dos pequeños diablillos que nunca paran con sus cosas e.e! Espero que les guste, distenderemos un ratico el drama, aunque siempre esta presente en comodas cuotas. ¡¡Saludos!!
Capitulo 41: La emboscada
El sonido de su móvil a toda potencia hizo que Santana se despertara de un salto, aunque no fue lo indicado ya que le dio un fuerte calambre, teniendo que quedarse a los gritos en la misma posición por lo menos cinco minutos.
-Ax… Cielo… por favor pásame el maldito aparato ¿Si puedes? Exigió tendida a lo largo de su cama. Su hijo obedeció con su característica sonrisa y buena disposición, bajándose con naturalidad, aun no se acostumbraba a dormir solo en su cuarto. El celular no dejaba de sonar.
-¡Mas te vale que sea algo importante Berry porque te juro que te golpeare con un bate y un sartén la próxima vez que te vea, puedo hacerlo, sino pregúntale a Finn!
-También me encanta escuchar tu voz tan tierna y delicada Lopez. Ante eso la latina bajo la guardia.
-Lo siento Q, ¿Cuándo planeas comprarte otro teléfono? Suspiró mientras le daba un beso en la cabeza a su pequeño, que merodeaba la habitación agarrando cuan objeto tenia en frente.
-Nunca más, así Rachel no me esta llamando cada tres minutos…
-¡¿Yo?! ¡Fue una sola vez, y era porque no me acordaba la clave de seguridad del banco!
Ambas amigas se rieron ante esa exclamación, sin lugar a dudas le judía estaba la pendiente de todo. Eran las ocho de la mañana, Quinn se levantaba para ir a trabajar, cuando se dio cuenta que los sábados no era necesario moverse de su casa. Fue su esposa quien se lo recordó tomándola de la mano y arrastrándola a la cama para una pequeña sesión de besos y caricias. Claro que Iker las interrumpió justo a tiempo, por lo cual estaban los tres metidos en la cama matrimonial de ellas.
-Latina, ¿Vienes a desayunar con nosotras? Echamos de menos ver tu linda cara de recién levantada. Hablaba la abogada con voz de niña pequeña.
-¿Y pretendes que viaje un kilometro y medio, habiéndome mudado hace unos días, gastando combustible y energía para ir a tu casa Fabray? Indago la morena levantando una ceja, haciéndose de rogar.
-Si… Te comprare lo que quieras…
-No hay nada que se me antoje.
-¿Ni siquiera un delicioso pastel hecho por tu sobrino favorito, el valiente Iker…? Se metió Rachel tomando poder de su teléfono. Ante esas palabras la morena lo pensó un momento. Seria lo ideal ir a visitarlas, así también podía saber como se encontraba Brittany, y de paso entregarle su móvil olvidado la noche anterior. Se sentía un tanto inquieta por haberle contestado al profesor por su cuenta; por un lado pensaba que desde un principio debió dejarle en claro como debía comportarse, por más que fuera un sujeto de treinta años, supuestamente cuerdo y educado; y por otro lado, su personalidad impulsiva le había hecho inmiscuirse en temas que sin dudas la pareja debería hablar en privado. Pero no podía negar que ver a Brittany en shock por culpa de ese fulano la sacaba de quicio, casi tanto como en el instituto al verla llorar o triste.
-Me parece una locura como me pueden sobornar con comida, es muy muy bajo de su parte… Pero en quince minutos estaremos allá. Dijo aceptando finalmente ir a casa de sus Faberry. Se dio una ducha, vistió a su pequeño como a un galán y partieron a toda velocidad en el auto.
Al llegar Iker estaba pegado en el vidrio de la entrada esperándolos, no le agradaba estar lejos de la otra parte de su familia, por más que ahora estuviera con su primo en la guardería y lo viera en las horas compartidas. El mini judío corrió y se aferro a la pierna de su tía como un koala.
-¡Ya los extrañaba, pensé que me volverías a abandonar como hiciste en mi otra casa! La latina tenía que hacer equilibrio entre su sobrino y Axel, que intentaba manotearle el cabello a su primo por estar abrazado a su madre. En ese sentido el moreno era bastante celoso. Quinn también los saludo muy animada, aunque se habían visto hacia menos de doce horas y hablado hace menos.
-¡Tía Brittany, que bello amanecer el saber que iluminas las mañanas en mi hogar con tu presencia y cabello de ricitos de oro, no notando seguramente que ayer en la noche con mi mamá chocamos tu cerca con el auto pero luego mi mamá puso palito con palito como…!
-Aik… Cielo, calladito te ves mas bonito. Corto la abogada poniéndole una galleta en la boca a su hijo, que hablaba a toda velocidad. Santana dejó en el suelo a Axel, y este corrió para abrazar a la bailarina que se encontraba atrás de ellos junto a Rachel, que había ido a verla para saber como se encontraba; al verlos llegar en el auto, la rubia ojos celestes se vistió y peinó a toda prisa, cruzando a la casa de la judía. Se agachó y abrazo a su niño favorito con todas sus fuerzas.
-Bodoque… ¿Y ahora con quien voy a desayunar?
-Ya dejen de hablar así que se vieron ayer. Se quejaba la latina cruzándose de brazos. -¿Y este enano desde cuando te dice tía…? Preguntó levantando una ceja, hablando de su sobrino.
-¿No lo recuerdas San? Se metió la actriz – Hace tiempo Aik pidió que lo lleváramos a casa de Britt…
-Sip, y ahí le pedí a mi tía, si quería ser mi tía… Respondía el mini judío cruzando una mirada de complicidad con Axel, terminando de tragarse la galleta. Junto a Kim, los niños tenían una idea adquirida recientemente, aunque ahora se veía un poco frustrada, pero el joven Fabray se las arreglaría para solucionar las pequeñas dificultades que se habían presentado.
-Es verdad, me había olvidado. Perdonen estoy un poco distraída. Se disculpaba la morena con una sonrisa. Le agradaba estar rodeada de esas personas tan agradables.
-Mmm cabecita de enamorada… Se burlaba Quinn, yendo a la cocina.
-¡Callate Fabray! ¡Son las hormonas!
-¡Ja! ¡¡Entonces yo tengo hormonas de sobra por Rach!!
-Aww… Espera… ¿Eso fue un coqueteo o alguna broma que no entendí? Se metió la judía cerrando la puerta, Brittany se inclinó de hombros con igual cara de curiosidad.
Los más pequeños prefirieron no desayunar en la mesa, por lo que la castaña del grupo les dejo un vaso de leche a cada uno con pastel para que comieran en la habitación de Iker entretanto jugaban. En cambio, ellas se sentaron en la mesa hablando de todo un poco y tomando café o té.
-¿Te encuentras bien? Indagó Santana poniendo una mano en el hombro de la holandesa.
-Si, ya estoy más tranquila… Aunque no pude dormir muy bien que digamos. Tuve pesadillas…
-Es normal, en realidad lo bueno es que hayas podido dormir. Si quieres… Hablar al respecto estoy dispuesta a escucharte. Agregó la morena ofreciéndole sus servicios en buena fe. La bailarina solo sonrió, en tanto se llevaba una cucharada de colmada de pastel a la boca. Un rato después la latina le entregó el móvil que había olvidado en su casa: prefirió mantenerlo apagado, así no se tentaba otra vez. La bailarina le dio un vistazo, había cerca de diez mensajes de Erick.
-¿Estas bien? Creo que me pase de la raya. –Britt, me siento mal soy un completo idiota… -¿Puedo ir a verte a tu casa? –Te quiero, no debí haberte presionado…
-Pff, palabrerío… A buena hora se viene a sentir culpable. Se quejaba Quinn cruzada de brazos. La holandesa se quedó contemplando un rato los mensajes, después venían a su mente las pesadillas que había tenido, y la actitud de aquel castaño al encerrarla, sin contar que anteriormente quería estar de un modo bastante más comprometedor con ella, a sabiendas que dijo que seria paciente, y además estaba siempre diciendo que la bailarina no merecía pasar malos ratos. Armándose de valor, Se alejó un poco de la mesa y decidió llamarlo.
-Hola princesa, ya quería oír tu voz tan…
-Llamaba para escuches de mi boca, que estuvo mal dejarme así encerrada, tuve una crisis nerviosa.
-Quise hacerte una broma pero… ¿Estas muy molesta conmigo?
-¿Tú que crees? Murmuro levantando una ceja con ironía.
-Perdóname, yo… No sé qué me paso, me siento como un tonto infantil. Deje las llaves ahí cerca, creí que te abrirían en un abrir y cerrar de ojos… Además aproveche a verme por la doctora y…
-Me decepciona esta actitud Erick, no fue nada agradable la bromita.
- Ahora que me lo dices, si estuvo mal… ¿Quieres que nos juntemos a almorzar o algo así…? Y sin tus amigas que se metan en la charla… Con eso la bailarina se cruzó de cejas, el profesor estaba comenzando a mostrar otras actitudes a las que había presentado en un principio.
-Yo también me metería si le hicieran algo a una de ellas, porque así son los amigos, están siempre más aun cuando la pasas mal.
-No dije lo contrario… Yo…No me voy a cansar de pedirte disculpas. Cambio de tema el castaño un tanto nervioso, podía percibir el enojo de la rubia.
-No, no es necesario. Creo que lo mejor será que dejemos pasar un tiempo sin vernos, hay algunas cosas que tendríamos que pensar, ambos.
-¿Cómo….? Vamos, que solo fue un encierro, tampoco es para que me cortes de esta forma…
-¿Solo un encierro…? ¿Sabias acaso que le tengo fobia a los hospitales? Ayer por tu culpa casi me inyectan somníferos, no fue solo un encierro.
-Pero… yo…
-Déjalo así, tú si solo eres un hombre. Con esas últimas palabras le colgó. No le agradaba descubrir como eran las personas cuando ocultaban sus verdaderas actitudes, y sus amigas tenían razón: si los hombres tenían el libido subido y les dañaban el ego, actuaban como salvajes. Las chicas escuchaban atentas desde la cocina, no se les pasaba por la mente oír tan seria a aquella dulce muchacha. Pero sin lugar a dudas estaba haciendo lo correcto, cuidándose, teniendo un poco de dignidad en no caer como todo el mundo ante unas suplicas y el perdón. Quería a Erick, pero no por eso iba a dejar que se pasara de la raya. Tomó un poco de aire, y suspiró más aliviada.
Pasaron gran parte del día juntas, omitiendo temas, o gente, molestos en sus charlas.
-A la de tres Ax. Decía Iker apoya dando su espalda contra el refrigerador. Su primo lo seguía intentando caminar lo más silenciosamente que sus piernas le permitieran. –Ya lo sabes, pero esta vez no te gires…. Esas galletas serán nuestras. Sonreía con un aire de maldad.
-Ti, ¡Etas!
-Shh, vamos.
Mientras sus madres charlaban en el salón, los niños acercaron una silla hasta la cocina. Aik se trepo a la encimera como un monito, dándole la mano al pequeño moreno para que siguiera sus pasos. En cuestión de segundos, ambos miraban hacia lo más alto de la alacena. Con suma delicadeza y práctica, Axel se subió una vez más en los hombros del judío, esta vez si tenía que funcionar.
-Despacio…. Piensa que eres el encargado de adquirir un valioso tesoro de chips de chocolate. La nación te necesita Axel. Susurraba el joven Fabray mirando a cada segundo hacia el salón. El pequeño Lopez tanteaba como podía el frasco, aun no tenia la atura necesaria para alcanzarlo.
-¿Por qué siento algo baboso en mi pie…? Preguntó para si el hijo de las Faberry mirando sus zapatos. –Ups, creo que hoy no vamos a comer gelatina de postre… Sonreía al ver que el tazón de gelatina de manzana le llegaba casi más arriba de su tobillo.
-¡Abraham! Gritó Rachel desde el salón pegando un salto del sofá.
-Otra vez… Susurró Santana viendo la misma escena que en la cabaña del amor, esta vez ella no podría tirarse al rescate. Los niños se quedaron petrificados en la misma posición. Las rubias corrieron hasta la cocina.
-Okay… No se muevan. Hablaba Brittany, acercándose lentamente, ante la cara de sorpresa de los niños.
-Queríamos galletas… Se inclino de hombros el pequeño judío. Claro que omitió el detalle de que sobre él, y sin condiciones de equilibrio, se encontraba su primo. Axel resbaló pero en vez de caer, se aferró como pudo de la alacena, haciendo que el judío también trastabillara. Cuando Quinn se apresuró en sujetar a su ahijado, las repisas se vinieron abajo.
-¡Mira evitaremos discutir, y aceptaré el hecho de que Aiki es un tanto travieso…! Hablaba Rachel barriendo todos los condimentos que se habían desparramado por el piso.
-¿¡UN TANTO…?! ¡Me golpeé la cabeza, me cayó harina, aceite y dios sabe que otro polvo en todo mi cabello! ¿Y tú, AHORA, me vienes a decir eso? ¡¿Crees que no me di cuenta?! Decía a gritos la abogada desde el baño.
-Por favor Quinn déjame entrar… Necesito sacarte una foto, te lo suplico. Reía Santana golpeando insistentemente. Para suerte de los niños, aquella rubia puso las manos para retener las repisas evitando que todo les cayera en la cabeza, a ellos. Iker estaba en su habitación castigado, y Axel permanecía en brazos de Brittany, ya que su madre también le dio una reprimenda por andar uniéndose a esas maldades.
-Esto es normal entre nosotros, date una idea. Aclaraba la latina intentando abrir la puerta del baño con su teléfono en la mano. Ver a Quinn toda empolvada como había quedado no era común, y debía quedar para la posteridad. La bailarina solo reía negando con la cabeza, le encantaban todas las locuras que veía y escuchaba estando con ellos. No estaba triste, se sentía tranquila.
-No vas a entrar Lopez, me daré una ducha, créeme que no querrás ver este sexy cuerpo desnudo…
-Como si no lo hubiera visto antes. Cortó su amiga cruzándose de brazos. Un incomodo silencio cundió en la casa. Rachel y Brittany se giraron cruzando las cejas (más la judía claro)
-Estem… es que… Vamos no me miren así. Britt, tu sabes las animadoras se duchaban en el mismo baño… Gran cosa. Se excusaba la morena sonrojándose.
-Nos metiste en un lio, muy amable, ahora me tendré que mudar contigo y tendrás que mantenerme porque caeré en la depresión... Hablaba la abogada desde la ducha. –Oye por cierto… ¿Sigues teniendo ese lunar en…? ¡Ahh! La actriz de Broadway no pretendía escuchar ese tipo de charlas por lo que, sofisticadamente, abrió la llave del agua fría en la cocina con lo cual en ese momento la otra persona que se estuviera duchando saltaría por el agua hirviendo que comenzaría a caer.
-¡Era broma Rach! ¡Vamos! Exclamaba Quinn, pegada contra la pared.
-Lo hago por tu bien, así se te terminan de enjuagar los trapos que nunca te dignas a sacar al sol. Sus amigas solo negaban con la cabeza, Axel miraba para todos lados sin entender de donde gritaba su madrina. Un rato después la rubia Fabray salió de aquel sauna improvisado y caliente.
-Sigues oliendo a orégano Q, puedo sentirlo… Hablaba la latina en tanto jugaba al póker contra la castaña. –Y ahora que lo pienso… Comento cruzándose de cejas. Todos la miraron con curiosidad.
-¡Ya está! ¡Escalera! Me debes una cena… Se burlaba la judía soltando las cartas que tenia en su mano.
-¡No tan rápido Berry! Cortó la morena antes que Rachel comenzara con su discurso respecto a la derrota y los momentos placenteros de verla rendirse ante su superioridad. –En tu honor por ser una estrella, te saludan los reyes. Sonrió con maldad, mostrando sus cartas. Sin lugar a dudas los juegos de mesa, azar y estrategia eran su fuerte.
-Eso es imposible…
-No lo es, ahora quiero una cena a la luz de las velas, con un coro de ángeles que te toque el violín por ser una perdedora.
-Ashh...De acuerdo. ¿Qué quieres comer?
-¡Quinn ven! Gritó la morena llamando a su amiga que se cambiaba en su habitación. La rubia apareció con el cabello todo húmedo y enredado. –Sip, lo he decidido. Iremos a una buena pizzería.
-¿Y por qué me llamaste…? Comentó la abogada levantando una ceja.
-Porque la pizza lleva orégano, como tu cabeza. Aunque esto me preocupa, lo único que hago es pensar en comida…
-Es un buen modo de dominarte. Sonreía la judía compartiendo una mirada de complicidad con Brittany. La morena se cruzo de cejas, Quinn la abrazo por la espalda dándole un beso en la mejilla.
-Ya déjenla en paz, tú puedes tener todos los antojos que quieras. La animaba sin soltarla del abrazo.
-¡Complot! Muy bien, Britt y yo nos iremos a comer comida vegetariana mientras ustedes se quedan luchando con sus pantalones y ahogando sus penas con helado.
-¿Y crees que saldré corriendo a detenerte? Adelante, vete. Se burlaba la rubia ojos verdes acurrucándose junto a su amiga latina. Axel cambio de cara, particularmente ese día le molestaba que cualquiera se acercara a su madre.
-¡No nina! Exclamó enojándose de manera idéntica a la de su madre. Las mujeres se quedaron mirándolo.
-¿Tu eras “nina”? Preguntó Santana dirigiéndose a la bailarina.
-Nop… Soy Nany. Negó la rubia sosteniendo al moreno, que seguía con su semblante molesto.
-Ok, me perdí ¿De que hablan? Se metió Rachel mirando a ambos extremos. Quinn se despego de la latina caminando hacia su ahijado.
-¿Quién soy…? Le pregunto dejando brillar sus verdes ojos.
-Nina… Respondió Axel, ahora con un poco de timidez. La abogada tragó saliva, elevando los brazos para que le cedieran el honor de cargar al pequeño Lopez. Seguidamente Ax se soltó de la holandesa.
-¡Este niño me hace feliz! ¡Soy tu madrina es cierto, y me lo dices! ¡Por fin, ya no tendré que soportar que me digas como a la loca castaña esa! Reía dando unos giros, haciendo que su ahijado se riera un tanto nervioso. Sin lugar a dudas el lenguaje del pequeño se iba desarrollando mucho mejor. Las chicas sonreían, era divertido ver a Quinn más distendida, y no a los gritos como hacia un rato atrás. Rachel recordó que tenía una deuda pendiente.
-De acuerdo… Tengo un… ¡Nuevo plan! Grito parándose con una mano en alto. Tomó un poco de aire y prosiguió:
–Si bien dije que Britt y yo uniríamos fuerzas contra ustedes puesto que su alimentación las lleva por el mal sendero de la hipertensión y la diabetes, propongo una tregua para que salgamos los seis; perdón siete, a cenar. Tú Quinn ponte perfume, o un sombrero lo que mejor te plazca y te parezca, ustedes quédense aquí en tanto preparo a mi castigado príncipe, y en media hora salimos todos juntos en los autos. Ya sé que aun es de día, pero entre que luchamos por encontrar un lugar para estacionar y los pedidos de Santana por ir al baño puesto que su vejiga esta más sensible, será hora de cenar al momento en que ubiquemos un buen restaurante.
-En total, lo que la aquí parlanchina judia esta queriendo decir, es que vamos a comer pizza. Punto, no era necesario perder minutos de mi vida en tus discursos Berry. Y mi vejiga esta en perfectas condiciones, la otra vez me tomé un litro, y es demasiado, de jugo de manzana recién comprado. Cortó Santana parándose también de la mesa. Las rubias se miraron sin saber qué agregar.
-Yo no voy a hablar con Iker, sigo enojada… Y estoy segura que él también.
-Quinn no seas amargada, solo fue..
-Eh, ni se te ocurra continuar. Discutían las Faberry con su típica problemática en cuanto a los límites. Sus amigas giraron los ojos.
-Yo puedo cambiarlo si quieren… Comentó la bailarina, para que las chicas terminaran su discusión.
-Te acompaño, me imagino que Aik estará con sus penas por las peleas de sus locas progenitoras. Se incluyó la latina caminando hacia la habitación de su sobrino. Las dos encontraron al pequeño dibujando con sus crayones desparramados por el piso.
-Hey Aik, ¿Quieres que salgamos a cenar todos juntos? Indagó la rubia agachándose al lado del pequeño judío. Sus dibujos mostraban a varias personas, rubias, castañas y morenas.
-¿Vendrán ustedes también tía? Sonrió el niño poniéndose de pie. Santana asintió desde la puerta. Iker las contempló a ambas por un momento, después solo agachó la cabeza. –Tías… ¿Se pelearon y por eso no están más juntas? Murmuró estirando un poco los labios. Las amigas lo miraron con curiosidad.
-¿Juntas, como Aik? Indagó Brittany, viendo por la habitación alguna prenda para ponerle al pequeño.
-Viviendo juntas… Contestaba el joven Fabray tomando asiento en su cama.
-Jaja no cariño. Respondió Santana entrando a la habitación. –Britt nos dejo vivir con ella un tiempo pero ahora con Ax tenemos nuestra propia casa. No estamos enojadas, créeme que te darías cuenta si así fuera.
-Así es, tendríamos cara de pocos amigos… O no nos hablaríamos. Argumentaba la bailarina.
-Ya veo, si mi tía San estuviera enojada contigo seguramente haría lo que hizo con mi mamá cuando no la pasó a buscar una vez, ella me dijo que hacías hielo o algo así.
-Jajaja La ley del hielo Aik, es cierto eso hago cuando me ofendo con las personas.
-¿Lo ves? Si estuviéramos enojadas no haríamos nada, porque yo también hago la ley del hielo cuando me enfado… Hablaba la holandesa con una sonrisa.
- Tampoco estaríamos riéndonos con tus cosas… Seguía la latina
-O nos abrazaríamos…
-O cenaríamos juntas…
-O le diría que la quie… ro… Se le escapo a la rubia continuando con la secuencia de argumentos. La morena la miró con una pizca de sorpresa. Ambas tragaron saliva, sin saber qué más decir. Iker sonrió ampliamente cortando el silencio incomodo que se generó de un momento para otro.
-Entonces solo fui un poco dramático. ¡Bien vamos a cenar! Las chicas asintieron, dejando de lado esa conversación, ayudando rápido a vestirlo. Minutos más tarde aparecieron en el salón, donde las Faberry estaban abrazadas, besándose fluidamente.
-Madres, les suplico que no me traumaticen desde tan corta edad de desarrollo. Decía su hijo. Las mujeres rieron, ese niño siempre las hacia sonreír con sus locuras. De pronto el celular de Santana comenzó a sonar:
-Hey Hudson ¿Qué me cuentas?
-Que tal San, llamaba para avisarte que ya tengo en mi poder las llaves del local. Ya sabes de la academia… Hablaba el castaño del otro lado de la línea.
-¿De verdad? Eso es genial, estamos en casa de Quinn, ¿Quieres pasar a dejarlas?
-En realidad, pretendía que pases a buscarlas, estoy en el lugar dándole un vistazo… Mi camioneta está en el lavado de autos, no creo que pueda acercarme.
-Oh… Bueno… Hablaba la latina viendo a las chicas que la escuchaban con curiosidad, Brittany leía un nuevo mensaje de texto en su móvil. –Supongo que puedo pasar ahora, en realidad íbamos a salir con las chicas…
-Como quieras, yo te espero aquí. Cortó Finn deambulando por la sala que pronto seria el lugar donde se darían las clases de baile. A los pocos segundos terminaron la llamada.
-Bien, tendremos que hacer una pequeña parada… Explicaba la morena a sus amigas.
-Yo tengo algo que hacer también. Dijo la bailarina guardando su móvil –Erick me ha pedido que le lleve los documentos, dijo que sus amigos los necesitan de inmediato. Tendré que llevárselos al departamento donde viven…
-Yo quiero ver el local tía, ¿Puedo ir, si puedo? Se metía Iker zamarreándole la blusa a la latina, que miraba con preocupación a la holandesa. Quinn y Rachel también escuchaban.
-Creo que si ambas son dueñas del aquel lugar tendrían que recibir las llaves juntas… Comenzó a hablar la judía. –Si quieres Quinn y yo llevamos esos papeles a la dirección de Erick, y te ahorras el tener que verlo a la cara. Decía mirando a Brittany. La abogada asintió de buen modo.
-Claro que se tendrán que llevar a este tornado, no nos dejará tranquilas si no puede ver el famoso local… Hagamos eso, y nos reunimos de nuevo para ir a cenar.
-No chicas, yo iré de una carrera…
-¿En qué, en tu motocicleta? Ironizó Santana recordándole a la rubia que su vehículo estaría seguramente aun estacionado en las afueras del hospital.
-Anda Britt, que sabemos que no quieres verlo… ¿O si? Hablaba Quinn, acomodándose el cabello.
-No, pero… Otro mensaje le llego interrumpiendo su discurso:
"Hablo enserio, se molestaron conmigo, y están en lo correcto también es su trabajo.No te preocupes, te paso la dirección..."
Brittany leyó con un toque de incertidumbre; nunca había visto a esos muchachos, solo los conocía de nombre que algunas veces mencionaba el profesor al leer las cosas y no pretendía quedar mal ante las personas que también la ayudaron de algún modo. Miró a sus amigas que la esperaban, suspiró cansinamente y acepto.
-De acuerdo, voy a casa para buscar las carpetas, y les anoto la dirección que me acaba de pasar. Las Faberry asintieron. Minutos después se pusieron en marcha en los autos. El atardecer comenzaba a caer tenuemente, y alguien tenia que empezar con su plan lo más pronto posible.
Capitulo 41: La emboscada
El sonido de su móvil a toda potencia hizo que Santana se despertara de un salto, aunque no fue lo indicado ya que le dio un fuerte calambre, teniendo que quedarse a los gritos en la misma posición por lo menos cinco minutos.
-Ax… Cielo… por favor pásame el maldito aparato ¿Si puedes? Exigió tendida a lo largo de su cama. Su hijo obedeció con su característica sonrisa y buena disposición, bajándose con naturalidad, aun no se acostumbraba a dormir solo en su cuarto. El celular no dejaba de sonar.
-¡Mas te vale que sea algo importante Berry porque te juro que te golpeare con un bate y un sartén la próxima vez que te vea, puedo hacerlo, sino pregúntale a Finn!
-También me encanta escuchar tu voz tan tierna y delicada Lopez. Ante eso la latina bajo la guardia.
-Lo siento Q, ¿Cuándo planeas comprarte otro teléfono? Suspiró mientras le daba un beso en la cabeza a su pequeño, que merodeaba la habitación agarrando cuan objeto tenia en frente.
-Nunca más, así Rachel no me esta llamando cada tres minutos…
-¡¿Yo?! ¡Fue una sola vez, y era porque no me acordaba la clave de seguridad del banco!
Ambas amigas se rieron ante esa exclamación, sin lugar a dudas le judía estaba la pendiente de todo. Eran las ocho de la mañana, Quinn se levantaba para ir a trabajar, cuando se dio cuenta que los sábados no era necesario moverse de su casa. Fue su esposa quien se lo recordó tomándola de la mano y arrastrándola a la cama para una pequeña sesión de besos y caricias. Claro que Iker las interrumpió justo a tiempo, por lo cual estaban los tres metidos en la cama matrimonial de ellas.
-Latina, ¿Vienes a desayunar con nosotras? Echamos de menos ver tu linda cara de recién levantada. Hablaba la abogada con voz de niña pequeña.
-¿Y pretendes que viaje un kilometro y medio, habiéndome mudado hace unos días, gastando combustible y energía para ir a tu casa Fabray? Indago la morena levantando una ceja, haciéndose de rogar.
-Si… Te comprare lo que quieras…
-No hay nada que se me antoje.
-¿Ni siquiera un delicioso pastel hecho por tu sobrino favorito, el valiente Iker…? Se metió Rachel tomando poder de su teléfono. Ante esas palabras la morena lo pensó un momento. Seria lo ideal ir a visitarlas, así también podía saber como se encontraba Brittany, y de paso entregarle su móvil olvidado la noche anterior. Se sentía un tanto inquieta por haberle contestado al profesor por su cuenta; por un lado pensaba que desde un principio debió dejarle en claro como debía comportarse, por más que fuera un sujeto de treinta años, supuestamente cuerdo y educado; y por otro lado, su personalidad impulsiva le había hecho inmiscuirse en temas que sin dudas la pareja debería hablar en privado. Pero no podía negar que ver a Brittany en shock por culpa de ese fulano la sacaba de quicio, casi tanto como en el instituto al verla llorar o triste.
-Me parece una locura como me pueden sobornar con comida, es muy muy bajo de su parte… Pero en quince minutos estaremos allá. Dijo aceptando finalmente ir a casa de sus Faberry. Se dio una ducha, vistió a su pequeño como a un galán y partieron a toda velocidad en el auto.
Al llegar Iker estaba pegado en el vidrio de la entrada esperándolos, no le agradaba estar lejos de la otra parte de su familia, por más que ahora estuviera con su primo en la guardería y lo viera en las horas compartidas. El mini judío corrió y se aferro a la pierna de su tía como un koala.
-¡Ya los extrañaba, pensé que me volverías a abandonar como hiciste en mi otra casa! La latina tenía que hacer equilibrio entre su sobrino y Axel, que intentaba manotearle el cabello a su primo por estar abrazado a su madre. En ese sentido el moreno era bastante celoso. Quinn también los saludo muy animada, aunque se habían visto hacia menos de doce horas y hablado hace menos.
-¡Tía Brittany, que bello amanecer el saber que iluminas las mañanas en mi hogar con tu presencia y cabello de ricitos de oro, no notando seguramente que ayer en la noche con mi mamá chocamos tu cerca con el auto pero luego mi mamá puso palito con palito como…!
-Aik… Cielo, calladito te ves mas bonito. Corto la abogada poniéndole una galleta en la boca a su hijo, que hablaba a toda velocidad. Santana dejó en el suelo a Axel, y este corrió para abrazar a la bailarina que se encontraba atrás de ellos junto a Rachel, que había ido a verla para saber como se encontraba; al verlos llegar en el auto, la rubia ojos celestes se vistió y peinó a toda prisa, cruzando a la casa de la judía. Se agachó y abrazo a su niño favorito con todas sus fuerzas.
-Bodoque… ¿Y ahora con quien voy a desayunar?
-Ya dejen de hablar así que se vieron ayer. Se quejaba la latina cruzándose de brazos. -¿Y este enano desde cuando te dice tía…? Preguntó levantando una ceja, hablando de su sobrino.
-¿No lo recuerdas San? Se metió la actriz – Hace tiempo Aik pidió que lo lleváramos a casa de Britt…
-Sip, y ahí le pedí a mi tía, si quería ser mi tía… Respondía el mini judío cruzando una mirada de complicidad con Axel, terminando de tragarse la galleta. Junto a Kim, los niños tenían una idea adquirida recientemente, aunque ahora se veía un poco frustrada, pero el joven Fabray se las arreglaría para solucionar las pequeñas dificultades que se habían presentado.
-Es verdad, me había olvidado. Perdonen estoy un poco distraída. Se disculpaba la morena con una sonrisa. Le agradaba estar rodeada de esas personas tan agradables.
-Mmm cabecita de enamorada… Se burlaba Quinn, yendo a la cocina.
-¡Callate Fabray! ¡Son las hormonas!
-¡Ja! ¡¡Entonces yo tengo hormonas de sobra por Rach!!
-Aww… Espera… ¿Eso fue un coqueteo o alguna broma que no entendí? Se metió la judía cerrando la puerta, Brittany se inclinó de hombros con igual cara de curiosidad.
Los más pequeños prefirieron no desayunar en la mesa, por lo que la castaña del grupo les dejo un vaso de leche a cada uno con pastel para que comieran en la habitación de Iker entretanto jugaban. En cambio, ellas se sentaron en la mesa hablando de todo un poco y tomando café o té.
-¿Te encuentras bien? Indagó Santana poniendo una mano en el hombro de la holandesa.
-Si, ya estoy más tranquila… Aunque no pude dormir muy bien que digamos. Tuve pesadillas…
-Es normal, en realidad lo bueno es que hayas podido dormir. Si quieres… Hablar al respecto estoy dispuesta a escucharte. Agregó la morena ofreciéndole sus servicios en buena fe. La bailarina solo sonrió, en tanto se llevaba una cucharada de colmada de pastel a la boca. Un rato después la latina le entregó el móvil que había olvidado en su casa: prefirió mantenerlo apagado, así no se tentaba otra vez. La bailarina le dio un vistazo, había cerca de diez mensajes de Erick.
-¿Estas bien? Creo que me pase de la raya. –Britt, me siento mal soy un completo idiota… -¿Puedo ir a verte a tu casa? –Te quiero, no debí haberte presionado…
-Pff, palabrerío… A buena hora se viene a sentir culpable. Se quejaba Quinn cruzada de brazos. La holandesa se quedó contemplando un rato los mensajes, después venían a su mente las pesadillas que había tenido, y la actitud de aquel castaño al encerrarla, sin contar que anteriormente quería estar de un modo bastante más comprometedor con ella, a sabiendas que dijo que seria paciente, y además estaba siempre diciendo que la bailarina no merecía pasar malos ratos. Armándose de valor, Se alejó un poco de la mesa y decidió llamarlo.
-Hola princesa, ya quería oír tu voz tan…
-Llamaba para escuches de mi boca, que estuvo mal dejarme así encerrada, tuve una crisis nerviosa.
-Quise hacerte una broma pero… ¿Estas muy molesta conmigo?
-¿Tú que crees? Murmuro levantando una ceja con ironía.
-Perdóname, yo… No sé qué me paso, me siento como un tonto infantil. Deje las llaves ahí cerca, creí que te abrirían en un abrir y cerrar de ojos… Además aproveche a verme por la doctora y…
-Me decepciona esta actitud Erick, no fue nada agradable la bromita.
- Ahora que me lo dices, si estuvo mal… ¿Quieres que nos juntemos a almorzar o algo así…? Y sin tus amigas que se metan en la charla… Con eso la bailarina se cruzó de cejas, el profesor estaba comenzando a mostrar otras actitudes a las que había presentado en un principio.
-Yo también me metería si le hicieran algo a una de ellas, porque así son los amigos, están siempre más aun cuando la pasas mal.
-No dije lo contrario… Yo…No me voy a cansar de pedirte disculpas. Cambio de tema el castaño un tanto nervioso, podía percibir el enojo de la rubia.
-No, no es necesario. Creo que lo mejor será que dejemos pasar un tiempo sin vernos, hay algunas cosas que tendríamos que pensar, ambos.
-¿Cómo….? Vamos, que solo fue un encierro, tampoco es para que me cortes de esta forma…
-¿Solo un encierro…? ¿Sabias acaso que le tengo fobia a los hospitales? Ayer por tu culpa casi me inyectan somníferos, no fue solo un encierro.
-Pero… yo…
-Déjalo así, tú si solo eres un hombre. Con esas últimas palabras le colgó. No le agradaba descubrir como eran las personas cuando ocultaban sus verdaderas actitudes, y sus amigas tenían razón: si los hombres tenían el libido subido y les dañaban el ego, actuaban como salvajes. Las chicas escuchaban atentas desde la cocina, no se les pasaba por la mente oír tan seria a aquella dulce muchacha. Pero sin lugar a dudas estaba haciendo lo correcto, cuidándose, teniendo un poco de dignidad en no caer como todo el mundo ante unas suplicas y el perdón. Quería a Erick, pero no por eso iba a dejar que se pasara de la raya. Tomó un poco de aire, y suspiró más aliviada.
Pasaron gran parte del día juntas, omitiendo temas, o gente, molestos en sus charlas.
-A la de tres Ax. Decía Iker apoya dando su espalda contra el refrigerador. Su primo lo seguía intentando caminar lo más silenciosamente que sus piernas le permitieran. –Ya lo sabes, pero esta vez no te gires…. Esas galletas serán nuestras. Sonreía con un aire de maldad.
-Ti, ¡Etas!
-Shh, vamos.
Mientras sus madres charlaban en el salón, los niños acercaron una silla hasta la cocina. Aik se trepo a la encimera como un monito, dándole la mano al pequeño moreno para que siguiera sus pasos. En cuestión de segundos, ambos miraban hacia lo más alto de la alacena. Con suma delicadeza y práctica, Axel se subió una vez más en los hombros del judío, esta vez si tenía que funcionar.
-Despacio…. Piensa que eres el encargado de adquirir un valioso tesoro de chips de chocolate. La nación te necesita Axel. Susurraba el joven Fabray mirando a cada segundo hacia el salón. El pequeño Lopez tanteaba como podía el frasco, aun no tenia la atura necesaria para alcanzarlo.
-¿Por qué siento algo baboso en mi pie…? Preguntó para si el hijo de las Faberry mirando sus zapatos. –Ups, creo que hoy no vamos a comer gelatina de postre… Sonreía al ver que el tazón de gelatina de manzana le llegaba casi más arriba de su tobillo.
-¡Abraham! Gritó Rachel desde el salón pegando un salto del sofá.
-Otra vez… Susurró Santana viendo la misma escena que en la cabaña del amor, esta vez ella no podría tirarse al rescate. Los niños se quedaron petrificados en la misma posición. Las rubias corrieron hasta la cocina.
-Okay… No se muevan. Hablaba Brittany, acercándose lentamente, ante la cara de sorpresa de los niños.
-Queríamos galletas… Se inclino de hombros el pequeño judío. Claro que omitió el detalle de que sobre él, y sin condiciones de equilibrio, se encontraba su primo. Axel resbaló pero en vez de caer, se aferró como pudo de la alacena, haciendo que el judío también trastabillara. Cuando Quinn se apresuró en sujetar a su ahijado, las repisas se vinieron abajo.
-¡Mira evitaremos discutir, y aceptaré el hecho de que Aiki es un tanto travieso…! Hablaba Rachel barriendo todos los condimentos que se habían desparramado por el piso.
-¿¡UN TANTO…?! ¡Me golpeé la cabeza, me cayó harina, aceite y dios sabe que otro polvo en todo mi cabello! ¿Y tú, AHORA, me vienes a decir eso? ¡¿Crees que no me di cuenta?! Decía a gritos la abogada desde el baño.
-Por favor Quinn déjame entrar… Necesito sacarte una foto, te lo suplico. Reía Santana golpeando insistentemente. Para suerte de los niños, aquella rubia puso las manos para retener las repisas evitando que todo les cayera en la cabeza, a ellos. Iker estaba en su habitación castigado, y Axel permanecía en brazos de Brittany, ya que su madre también le dio una reprimenda por andar uniéndose a esas maldades.
-Esto es normal entre nosotros, date una idea. Aclaraba la latina intentando abrir la puerta del baño con su teléfono en la mano. Ver a Quinn toda empolvada como había quedado no era común, y debía quedar para la posteridad. La bailarina solo reía negando con la cabeza, le encantaban todas las locuras que veía y escuchaba estando con ellos. No estaba triste, se sentía tranquila.
-No vas a entrar Lopez, me daré una ducha, créeme que no querrás ver este sexy cuerpo desnudo…
-Como si no lo hubiera visto antes. Cortó su amiga cruzándose de brazos. Un incomodo silencio cundió en la casa. Rachel y Brittany se giraron cruzando las cejas (más la judía claro)
-Estem… es que… Vamos no me miren así. Britt, tu sabes las animadoras se duchaban en el mismo baño… Gran cosa. Se excusaba la morena sonrojándose.
-Nos metiste en un lio, muy amable, ahora me tendré que mudar contigo y tendrás que mantenerme porque caeré en la depresión... Hablaba la abogada desde la ducha. –Oye por cierto… ¿Sigues teniendo ese lunar en…? ¡Ahh! La actriz de Broadway no pretendía escuchar ese tipo de charlas por lo que, sofisticadamente, abrió la llave del agua fría en la cocina con lo cual en ese momento la otra persona que se estuviera duchando saltaría por el agua hirviendo que comenzaría a caer.
-¡Era broma Rach! ¡Vamos! Exclamaba Quinn, pegada contra la pared.
-Lo hago por tu bien, así se te terminan de enjuagar los trapos que nunca te dignas a sacar al sol. Sus amigas solo negaban con la cabeza, Axel miraba para todos lados sin entender de donde gritaba su madrina. Un rato después la rubia Fabray salió de aquel sauna improvisado y caliente.
-Sigues oliendo a orégano Q, puedo sentirlo… Hablaba la latina en tanto jugaba al póker contra la castaña. –Y ahora que lo pienso… Comento cruzándose de cejas. Todos la miraron con curiosidad.
-¡Ya está! ¡Escalera! Me debes una cena… Se burlaba la judía soltando las cartas que tenia en su mano.
-¡No tan rápido Berry! Cortó la morena antes que Rachel comenzara con su discurso respecto a la derrota y los momentos placenteros de verla rendirse ante su superioridad. –En tu honor por ser una estrella, te saludan los reyes. Sonrió con maldad, mostrando sus cartas. Sin lugar a dudas los juegos de mesa, azar y estrategia eran su fuerte.
-Eso es imposible…
-No lo es, ahora quiero una cena a la luz de las velas, con un coro de ángeles que te toque el violín por ser una perdedora.
-Ashh...De acuerdo. ¿Qué quieres comer?
-¡Quinn ven! Gritó la morena llamando a su amiga que se cambiaba en su habitación. La rubia apareció con el cabello todo húmedo y enredado. –Sip, lo he decidido. Iremos a una buena pizzería.
-¿Y por qué me llamaste…? Comentó la abogada levantando una ceja.
-Porque la pizza lleva orégano, como tu cabeza. Aunque esto me preocupa, lo único que hago es pensar en comida…
-Es un buen modo de dominarte. Sonreía la judía compartiendo una mirada de complicidad con Brittany. La morena se cruzo de cejas, Quinn la abrazo por la espalda dándole un beso en la mejilla.
-Ya déjenla en paz, tú puedes tener todos los antojos que quieras. La animaba sin soltarla del abrazo.
-¡Complot! Muy bien, Britt y yo nos iremos a comer comida vegetariana mientras ustedes se quedan luchando con sus pantalones y ahogando sus penas con helado.
-¿Y crees que saldré corriendo a detenerte? Adelante, vete. Se burlaba la rubia ojos verdes acurrucándose junto a su amiga latina. Axel cambio de cara, particularmente ese día le molestaba que cualquiera se acercara a su madre.
-¡No nina! Exclamó enojándose de manera idéntica a la de su madre. Las mujeres se quedaron mirándolo.
-¿Tu eras “nina”? Preguntó Santana dirigiéndose a la bailarina.
-Nop… Soy Nany. Negó la rubia sosteniendo al moreno, que seguía con su semblante molesto.
-Ok, me perdí ¿De que hablan? Se metió Rachel mirando a ambos extremos. Quinn se despego de la latina caminando hacia su ahijado.
-¿Quién soy…? Le pregunto dejando brillar sus verdes ojos.
-Nina… Respondió Axel, ahora con un poco de timidez. La abogada tragó saliva, elevando los brazos para que le cedieran el honor de cargar al pequeño Lopez. Seguidamente Ax se soltó de la holandesa.
-¡Este niño me hace feliz! ¡Soy tu madrina es cierto, y me lo dices! ¡Por fin, ya no tendré que soportar que me digas como a la loca castaña esa! Reía dando unos giros, haciendo que su ahijado se riera un tanto nervioso. Sin lugar a dudas el lenguaje del pequeño se iba desarrollando mucho mejor. Las chicas sonreían, era divertido ver a Quinn más distendida, y no a los gritos como hacia un rato atrás. Rachel recordó que tenía una deuda pendiente.
-De acuerdo… Tengo un… ¡Nuevo plan! Grito parándose con una mano en alto. Tomó un poco de aire y prosiguió:
–Si bien dije que Britt y yo uniríamos fuerzas contra ustedes puesto que su alimentación las lleva por el mal sendero de la hipertensión y la diabetes, propongo una tregua para que salgamos los seis; perdón siete, a cenar. Tú Quinn ponte perfume, o un sombrero lo que mejor te plazca y te parezca, ustedes quédense aquí en tanto preparo a mi castigado príncipe, y en media hora salimos todos juntos en los autos. Ya sé que aun es de día, pero entre que luchamos por encontrar un lugar para estacionar y los pedidos de Santana por ir al baño puesto que su vejiga esta más sensible, será hora de cenar al momento en que ubiquemos un buen restaurante.
-En total, lo que la aquí parlanchina judia esta queriendo decir, es que vamos a comer pizza. Punto, no era necesario perder minutos de mi vida en tus discursos Berry. Y mi vejiga esta en perfectas condiciones, la otra vez me tomé un litro, y es demasiado, de jugo de manzana recién comprado. Cortó Santana parándose también de la mesa. Las rubias se miraron sin saber qué agregar.
-Yo no voy a hablar con Iker, sigo enojada… Y estoy segura que él también.
-Quinn no seas amargada, solo fue..
-Eh, ni se te ocurra continuar. Discutían las Faberry con su típica problemática en cuanto a los límites. Sus amigas giraron los ojos.
-Yo puedo cambiarlo si quieren… Comentó la bailarina, para que las chicas terminaran su discusión.
-Te acompaño, me imagino que Aik estará con sus penas por las peleas de sus locas progenitoras. Se incluyó la latina caminando hacia la habitación de su sobrino. Las dos encontraron al pequeño dibujando con sus crayones desparramados por el piso.
-Hey Aik, ¿Quieres que salgamos a cenar todos juntos? Indagó la rubia agachándose al lado del pequeño judío. Sus dibujos mostraban a varias personas, rubias, castañas y morenas.
-¿Vendrán ustedes también tía? Sonrió el niño poniéndose de pie. Santana asintió desde la puerta. Iker las contempló a ambas por un momento, después solo agachó la cabeza. –Tías… ¿Se pelearon y por eso no están más juntas? Murmuró estirando un poco los labios. Las amigas lo miraron con curiosidad.
-¿Juntas, como Aik? Indagó Brittany, viendo por la habitación alguna prenda para ponerle al pequeño.
-Viviendo juntas… Contestaba el joven Fabray tomando asiento en su cama.
-Jaja no cariño. Respondió Santana entrando a la habitación. –Britt nos dejo vivir con ella un tiempo pero ahora con Ax tenemos nuestra propia casa. No estamos enojadas, créeme que te darías cuenta si así fuera.
-Así es, tendríamos cara de pocos amigos… O no nos hablaríamos. Argumentaba la bailarina.
-Ya veo, si mi tía San estuviera enojada contigo seguramente haría lo que hizo con mi mamá cuando no la pasó a buscar una vez, ella me dijo que hacías hielo o algo así.
-Jajaja La ley del hielo Aik, es cierto eso hago cuando me ofendo con las personas.
-¿Lo ves? Si estuviéramos enojadas no haríamos nada, porque yo también hago la ley del hielo cuando me enfado… Hablaba la holandesa con una sonrisa.
- Tampoco estaríamos riéndonos con tus cosas… Seguía la latina
-O nos abrazaríamos…
-O cenaríamos juntas…
-O le diría que la quie… ro… Se le escapo a la rubia continuando con la secuencia de argumentos. La morena la miró con una pizca de sorpresa. Ambas tragaron saliva, sin saber qué más decir. Iker sonrió ampliamente cortando el silencio incomodo que se generó de un momento para otro.
-Entonces solo fui un poco dramático. ¡Bien vamos a cenar! Las chicas asintieron, dejando de lado esa conversación, ayudando rápido a vestirlo. Minutos más tarde aparecieron en el salón, donde las Faberry estaban abrazadas, besándose fluidamente.
-Madres, les suplico que no me traumaticen desde tan corta edad de desarrollo. Decía su hijo. Las mujeres rieron, ese niño siempre las hacia sonreír con sus locuras. De pronto el celular de Santana comenzó a sonar:
-Hey Hudson ¿Qué me cuentas?
-Que tal San, llamaba para avisarte que ya tengo en mi poder las llaves del local. Ya sabes de la academia… Hablaba el castaño del otro lado de la línea.
-¿De verdad? Eso es genial, estamos en casa de Quinn, ¿Quieres pasar a dejarlas?
-En realidad, pretendía que pases a buscarlas, estoy en el lugar dándole un vistazo… Mi camioneta está en el lavado de autos, no creo que pueda acercarme.
-Oh… Bueno… Hablaba la latina viendo a las chicas que la escuchaban con curiosidad, Brittany leía un nuevo mensaje de texto en su móvil. –Supongo que puedo pasar ahora, en realidad íbamos a salir con las chicas…
-Como quieras, yo te espero aquí. Cortó Finn deambulando por la sala que pronto seria el lugar donde se darían las clases de baile. A los pocos segundos terminaron la llamada.
-Bien, tendremos que hacer una pequeña parada… Explicaba la morena a sus amigas.
-Yo tengo algo que hacer también. Dijo la bailarina guardando su móvil –Erick me ha pedido que le lleve los documentos, dijo que sus amigos los necesitan de inmediato. Tendré que llevárselos al departamento donde viven…
-Yo quiero ver el local tía, ¿Puedo ir, si puedo? Se metía Iker zamarreándole la blusa a la latina, que miraba con preocupación a la holandesa. Quinn y Rachel también escuchaban.
-Creo que si ambas son dueñas del aquel lugar tendrían que recibir las llaves juntas… Comenzó a hablar la judía. –Si quieres Quinn y yo llevamos esos papeles a la dirección de Erick, y te ahorras el tener que verlo a la cara. Decía mirando a Brittany. La abogada asintió de buen modo.
-Claro que se tendrán que llevar a este tornado, no nos dejará tranquilas si no puede ver el famoso local… Hagamos eso, y nos reunimos de nuevo para ir a cenar.
-No chicas, yo iré de una carrera…
-¿En qué, en tu motocicleta? Ironizó Santana recordándole a la rubia que su vehículo estaría seguramente aun estacionado en las afueras del hospital.
-Anda Britt, que sabemos que no quieres verlo… ¿O si? Hablaba Quinn, acomodándose el cabello.
-No, pero… Otro mensaje le llego interrumpiendo su discurso:
"Hablo enserio, se molestaron conmigo, y están en lo correcto también es su trabajo.No te preocupes, te paso la dirección..."
Brittany leyó con un toque de incertidumbre; nunca había visto a esos muchachos, solo los conocía de nombre que algunas veces mencionaba el profesor al leer las cosas y no pretendía quedar mal ante las personas que también la ayudaron de algún modo. Miró a sus amigas que la esperaban, suspiró cansinamente y acepto.
-De acuerdo, voy a casa para buscar las carpetas, y les anoto la dirección que me acaba de pasar. Las Faberry asintieron. Minutos después se pusieron en marcha en los autos. El atardecer comenzaba a caer tenuemente, y alguien tenia que empezar con su plan lo más pronto posible.
Dreamer=)- ---
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Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
No quiero imaginarme el plan de quien .______.
Creo que apenas comienzo a encontrarle sentido a las cosas
Odio a Erick... MUCHO! :@
en fin...
Seguiré esperando por un momento Brittana, con beso y noche de pasión asegurada (8 jajaja si, soy rara y que? xD
Espero la actualización c:
Creo que apenas comienzo a encontrarle sentido a las cosas
Odio a Erick... MUCHO! :@
en fin...
Seguiré esperando por un momento Brittana, con beso y noche de pasión asegurada (8 jajaja si, soy rara y que? xD
Espero la actualización c:
Pamela Lopez-Pierce***** - Mensajes : 220
Fecha de inscripción : 14/05/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Ves tu también haz leído algún fic desde el celular.. celular ajeno pero bueno jaja .. y ayer lo volví a hacer cuando vi que ya habías puesto este capitulo
pero hasta ahorita te estoy comentando... un capitulo faberryttana me encanta y mas si le sumas esos niños!! enserio cada travesura que hacen me matan de risa..
Y ah britt se le salio decir que quiere a santana
y lo ultimo creo ya se hizo costumbre dejarnos en suspenso.. con eso de que alguien tiene que empezar con su plan lo mas pronto posible pff!! en fin
nos leemos en tu próxima act que ya estoy ansiosa xD.. chao chao Paz. :D
pero hasta ahorita te estoy comentando... un capitulo faberryttana me encanta y mas si le sumas esos niños!! enserio cada travesura que hacen me matan de risa..
Y ah britt se le salio decir que quiere a santana
y lo ultimo creo ya se hizo costumbre dejarnos en suspenso.. con eso de que alguien tiene que empezar con su plan lo mas pronto posible pff!! en fin
nos leemos en tu próxima act que ya estoy ansiosa xD.. chao chao Paz. :D
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Osea que le pegue sin querer pegarla?. O.o. jejejejejeje. Pero ahora me confudi mas. u.u. Pero que onda? Britt le gusta Erick o no?. no puede contestarle ni verlo despues de lo que le hizo! ¬¬.
Aww, ame cuando casi le dijo te quiero.. askjksalajslksd. <3. Hermoso.
Exelente Cap. Besote
Aww, ame cuando casi le dijo te quiero.. askjksalajslksd. <3. Hermoso.
Exelente Cap. Besote
Fer-Sofi- ---
- Mensajes : 572
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
OOOOOkeeeeey que denso eh :( ya quiero que Britt y San esten juntas :(
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Que linda esa escena donde Britt le dice que quiere a Santana,despacio o apenas,pero salio.Agradezco a Dios de que tengo mucha paciencia o sino nose que haria,pero aun asi quiero saber ese plan y los involucrados,espero que en el siguiente se vea eso,o bueno si no es asi seguire con mi paciencia,hasta que lo decidas tú.
Agradecimientos por dos cosas,primero por fomentar mi lectura y la segunda por actualizar.Saludos.
Agradecimientos por dos cosas,primero por fomentar mi lectura y la segunda por actualizar.Saludos.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Awwww le dijo que la quieree!!!.. Sii, de apoco de a poco se van acercando!!!!... Pero Erick estorba ahi, trata de nose, hacerlo desapareher o algo.. xD jajajajajajaja..
Buenisimo el cap.. beso
Buenisimo el cap.. beso
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Buenos dias, en mi caso, a todos :) Mil gracias por sus comentarios, tengo que ir a desayunar o caso contrario mi mamá me arrancara la notebook de las manos ._. Pero bueno dije que actualizaria hoy. Haber tengo algo que decir de este capitulo: primero que nada, es uno de los capitulos que sera dividido en dos partes por ser muy largo para subirlo completo, ademas si lo dejara seria una mezcla terrible de emociones y no quiero estresarlas de golpe, más de lo que lo hare a lo largo del dia. Segundo: Digamos que esta es la parte más loca, desesperante y dramática de todo el bendito fic, pero cuando naces con algo, no te es tan fácil despegarte menos dejando cabos sin terminar de atar o hacer desaparecer. Es hora de saber quien anda planeando el mal contra una de las chicas, y si lograran su cometido. No durara mucho, pero puede provocar grandes cambios quizás… Saludos
Capitulo 42: Mal intento
El viaje hacia el local, que pronto seria la futura academia, fue un rato de aprendizaje más que nada para Santana.
-Tía ¿Y por qué el cielo es azul? Indagaba Iker pegado al vidrio del auto, sentado a su lado venia Axel. La latina conducía con las cejas cruzadas, y Brittany solo atinaba a reír por esa cara en su compañera.
-¿No tienes una pregunta más fácil para tu pobre tía? Renegaba la morena mirando por el retrovisor. ”Vamos Santana… Ármate de paciencia, sino ¿Cómo pretendes soportar a tus futuros alumnos? En lo posible debería tratar de escucharlos y aconsejarlos bien, guiarlos… O que sean mudos…Si eso es perfecto, da igual que no puedan cantar, me se el lenguaje de señas. Para mi suerte Ax es bastante callado, aunque no dudo que cuando se digne a hablar no lo callare con nada.”
-Tía ¿Me estas escuchando?
-Si Aik… pero no puedo responder eso, ¿Una más fácil no tienes?
-Mmm… ¿De donde vienen los bebes?
-Britt, ¿Por qué era que el cielo era azul? Indagó velozmente Santana dándole una mirada suplicante. La bailarina solo sonreía, aunque no se atrevía a cruzar demasiado su mirada con la de la latina. Se sentía un poco avergonzada por decir de repente que la quería. No era nada malo, ni falso, pero fue algo que se le escapo inconscientemente. Sin lugar a dudas revivió el cariño que le tenia, tenerla como amiga era algo maravilloso, más ahora que demostraba que continuaba teniendo ese sentimiento de protección con ella. Seguramente era eso, el quererla como amiga, y ella siempre demostraba lo que sentía sin ninguna clase de temor o dificultad, cuando lo sentía de verdad.
-Holaaa… Alguien podría responderme… Se quejaba el mini judío desde la parte trasera, Axel giraba los ojos, hasta a él le cansaba un poco escucharlo hablar y hablar.
-Creo que eso es algo que tienes que discutir con tus madres Iker. Cortaba la morena esperando nerviosamente a que el semáforo diera la luz verde de una vez por todas.
-Ya lo hice, y me dijeron que cuando dos personas se quieren una se toma una semilla con mucha agua y de ahí llega un bebe. Ambas mujeres soltaron una carcajada, no dudaban que Rachel había sido la encargada de darle detalles de ese tipo a su hijo. –Te estoy entrenando tía querida de mi corazón, así cuando Ax y su hermanito te pregunten cosas, tú les contestes y no te enloquezcas como mi mamá. Santana negaba con la cabeza girando los ojos, en verdad no solo por sus futuros alumnos tendría que sacar paciencia.
Llegaron por fin al local, cada una llevó a uno de los niños. Finn las estaba esperando en la entrada apoyado contra la puerta.
-Que bien se ven. Sonrió el castaño saludándolos. Las chicas lo miraron con curiosidad.
-¿Por qué lo dices? Indagó la rubia sosteniendo con firmeza al pequeño Lopez.
-Jaja solo las halago ¿Qué, está mal? Preguntó el amigo de ambas despegándose. Despeinó un poco la cabeza de Axel y se agachó para saludar a Iker.
-¿Por qué es que eres tan alto? Preguntó el mini judío poniendo una mano en el hombro del vendedor.
-Porque comí muchas verduras que me hicieron crecer fuerte como un árbol. Respondió Finn volviendo a sonreír, las chicas también esbozaron una sonrisa. Hay una cierta edad en que los niños intentan saber el por qué de las cosas, y pueden pasar todo el rato preguntando hasta cansarse, o al menos hasta que no se sientan satisfechos en cuanto a sus dudas respecto al mundo que los rodea. El joven Fabray se cruzó de cejas, esta vez no lo podían engañar.
-Eso no es cierto. Dijo poniendo sus manos a la cintura. –Mi mami es vegetariana, es decir que no come nada que sea de los animalitos, y yo la veo bien chaparra en comparación de todos ustedes. El castaño se echo para atrás con sorpresa.
-Vaya eres un niño muy inteligente...
-Y todos ustedes son unos mentirosos, definitivamente solo tendre que criarme como lo hacen los niños de mi edad: con la televisión e internet. Las amigas giraron los ojos, esas pizcas de drama eran la mejor herencia de Rachel.
Finalmente, con un poco de emoción, ingresaron al local: era amplio, una sala sencilla se ubicaba a la entrada, según Brittany vendría a ser como la recepción. Despues se desplegaba por un pasillo la primer aula, que seria la sala de música donde los alumnos practicarían canto; antes de llegar a lugar de practicas de baile, los baños interrumpían la secuencia. Eran amplios y servirían como vestidores si era necesario, en la planta alta existía otra habitación a la cual no le daban aun una utilidad especifica, pero Santana ya veía que seria una oficina o algo por el estilo. Sonrieron satisfechas, si que había sido una buena elección, ver de nuevo el lugar solo se hizo que lo re confirmaran. No era necesario mucho más para que el sueño de la bailarina se vuelva un hecho real. Los niños aprovecharon a corretear, el eco en el lugar vacío hacia que sus pasos sonaran fuerte en el suelo.
-Aquí irían espejos… Y por aquí barras para calentar. Hablaba Brittany dando un recorrido por su salón.- La luz es buena aunque podríamos ver si agragamos algo para que den un efecto más divertido.
-Mejor anótalo, que yo con lo olvidadiza que estoy no lo recordaré mañana. Hablaba la latina desde la entrada, seguidamente se adentró hasta quedar junto a su amiga. -¿Estas emocionada? Preguntó con una media sonrisa. La bailarina la miró con ternura, si no hubiera sido por ella eso aun no habría sido posible.
-Claro que si. Ya te eh conseguido algunos alumnos, son unos chicos geniales. Le respondió apoyando una mano en el hombro de la morena. -¿Tú qué dices Finn, en cuanto tiempo podremos empezar con las clases?
-Pues no lo se… Hablaba el castaño desde uno de los baños que volvía a inspeccionar, más que nada por curiosidad. –Yo no lo veo tan mal, un poco de ambientación, esas cosas que dices… Los equipos… y creo que estaría bien. Tendrán que hacerse la fama eso si… Podríamos poner a los niños a repartir folletos.
-No ganaremos a la gente por lastima, lo haremos por esmero Finn. Hablaba la rubia cruzándose de cejas. –Bueno, tienes razon. Los equipos y esas cosas ya las tengo vistas, seguramente Artie podría darme una mano…
-Si porque es lo único que puede darte en realidad. Se rio con ironía la latina, causando que Britt la empujara.
-Tú si que no cambias. Reía, le gustaba ver que aquella morena poseía de vez en cuando su humor, negro, pero característico de ella. –En un tiempo, todo comenzara a funcionar, confió en eso. Aplaudió dando unos saltitos.
En un departamento ubicado en zonas bajas de Lima, dos personas discutían evitando elevar la voz. Aquel castaño tuvo que terminar contándole la verdad a quien lo dirigía: la persona a la que necesitaban, le había cortado por teléfono.
-¿Cómo se supone que pondrás en marcha la siguiente parte si estas alejando a esta otra entupida?
-Ya lo tengo todo estudiado. No me ha sido fácil, me rechazó bastante aun siendo su novio. Es verdad, me pase un poco de la raya, pero soy hombre tengo necesidades y demasiado tiempo eh estado actuando como un maldito angelito. Ante eso recibió una fuerte bofetada de la blanca mano de su acompañante.
-¿Estudiado? No me digas. ¿Quién te paga para que hagas todo esto? ¿Quién te mantiene? ¿Quién invirtió en el viaje y todo el bastardo plan para que te puedas involucrar con ella? Estas tirando todo por la borda, y sin ni siquiera proseguir… No fue nada fácil hacer que esos incompetentes se pongan a hacer un estudio de mercado de toda la porquería cultural de esta apestosa ciudad.
-Tú quisiste que fuera todo así de largo y laborioso, no era necesario y lo sabias Pero no tú que me hiciste estudiar y hacerme el guapo para convencerla…Y sin más no me equivoco ellos te debían un favor, no los obligaste a hacer nada porque ya lo tenían todo preparado. De todas formas fue interesante de ver, yo también me hubiera puesto con la idea de abrir algo así. Comentó Erick llevándose una mano a la boca para saber si el golpe había sido lo suficientemente fuerte como para lastimarlo. –Yo lo veo como que le hiciste un favor, le diste las alas para volar y eso es todo lo contrario a una venganza…
-Solo quiero que sufra, pero primero que sienta que tiene razones para vivir. Pero seria demasiado fácil y yo quiero que pague… Sabes que es con eso que finalmente podré estar feliz… Dijo agachando la mirada.
-Y yo quiero que lo seas. Agregó en un tono casi obsesivo el profesor. –Podemos hacer que sufra, atacando sus puntos débiles y…
- Demasiado me has desobedecido y sabes cuanto odio que no sigan mis reglas. Se besaron parando de discutir. Su daño mental y compulsivo era otra de las cosas que los unía. Erick había estudiado actuación a principios de la universidad, y sabía lo necesario para encubrir su demente personalidad.
-Tengo todo preparado, de verdad, confía en mí. Ahora nada más hay que esperar a que venga al “departamento de mis amigos”. Me respondió, dijo que alcanzaría los papeles en un momento. Para ser que me ha cortado ni pareciera que no necesita verme, y bueno nadie puede resistirse mucho a mis encantos que digamos. Decia Erick despegandose levemente. La otra persona lo empujó con fuerza.
-Más te vale. ¿Dejo aquí estas cosas? Comentó colocando unas bolsas en el suelo de aquel viejo departamento. –Sera mejor que la próxima vez que vayas a entregar los pedidos, te lleves esto, asi no te golpean como el otro día. Agregó entregándole un arma al castaño. Erick dudo unos segundos en aceptarla. –Hey, solo para defenderte, no vaya a ser que te mandes otro lio con esto. Tiene tres balas, nada más. No la mires con ambición que sino me la quedo yo…
-No, no. Por el contrario, me servirá para hacer que se quede sin que se atreva a protestar. La mirada fija de su acompañante hizo que corrigiera un poco sus palabras. –Solo la asustare, ya tú te encargaras de hacer lo que sea que quieras con ella… Dijo, poniendo la pistola en el borde entre su pantalón y su abdomen.
-¿Este es el dispositivo? Indagó su secuaz viendo un extraño objeto sobre la pequeña mesa de madera que había en la habitación.
-No lo toques que es bastante sensible, se puede activar con un golpe. Lo termine hoy, puede romper hasta la caja fuerte más dura. Date una idea de lo potente que es. “Termine” es un decir, en realidad lo mande a encargar, pero bueno…
-De acuerdo, yo iré a dar una vuelta, cuando vuelva espero que ya este aquí. Se inclinó de hombros, se coloco un sombrero y anteojos obscuros, y salió del lugar con su típico andar un tanto encorvado. Erick contempló desde la ventana, no circulaba mucha gente por la calle. En ese piso no habitaba nadie más que él, pero utilizaba el departamento como un deposito más que nada, prefería la comodidad del hotel. Se fijo en la mercancía de las bolsas. Sonrió con ambición, otra de las falencias que se presentaban en su ser y lo tenían allí, planeando y haciendo todo aquello.
-Mmm Éxtasis para sentir mejor. Anfetaminas… no, eso fue ayer… aquí estas. Hablaba solo dando con el paquete de polvo blanco, una costumbre adquirida hacia un tiempo. –Todo es más fácil visto de un punto de vista relajado.
-No se si esto sea correcto Q… Hablaba la judía apoyada sobre el mostrador de un negocio al que habían entrado hacían algunos minutos. Su rubia la beso en la cabeza abrazándola por los hombros.
-Solo fotocopiamos algunas cosas, no les molestará, y si Britt los necesita no tendrá que pedirle nada al pesado de Erick.
-Eres mala, pero me encanta.
-Hay muchas maldades que se me ocurren ahora, y algunas son muy dulces. Le susurró la abogada con voz sensual, haciendo que la castaña sintiera un escalofrió.
-Ya, para que me dan ganas de secuestrarte e ir rápido a casa.
-No, le entregamos esas cosas al idiota este asi no molesta más y después…
-¿Después…? Jugueteaba la actriz acariciando con su mano la cara de su mujer.
-Después cenamos, y creo que tendremos que mandar a Iker a dormir con su tía Santana. Reía la ex animadora en tanto recibía las fotocopias, bien dadas por el hombre de la librería. Salieron tomadas de la mano hasta su auto, el atardecer se iba prolongando en Lima, la gente caminaba por las calles, los niños jugaban en los parques, nadie podría imaginar lo que se avecinaba de la mano de dos mentes perversas. Ambas tardaron en encontrar la dirección, la ciudad había crecido bastante en esos años y algunos edificios eran nuevos, estaban remodelados o ya simplemente no existían.
-¿Me esperas aquí? Insinuó Quinn terminando de estacionar el auto.
-No, vamos juntas, que creo que no me voy a resistir a verle la cara de frustración. Sonrió la judía tomando en su poder las carpetas originales a entregar. Subieron lentamente las escaleras, solo se sentía el sonido de sus pasos cosa que las incomodaba.
-Deberíamos haber…
-Hace bien subir escaleras amor, no seas tan quejosa.
-¿Yo quejosa? Hey, te encantan mis quejas. Sonría la rubia pícaramente, acercándose a la puerta del final del pasillo. Tocó finamente con los nudillos, soltando un suspiro de cansancio.
Dentro, Erick se encontraba un tanto mareado, pero al sentir ese sonido se peino con las manos y se arregló un poco la ropa. Un gatito pequeño rondaba por sus tobillos, lo había encontrado en el pasillo y sin más ni menos el felino se inmiscuyo dentro de aquel departamento. No era amante de los animales por lo cual solo le daba agua esperando que pronto se muriera o recordara abandonarlo en alguno callejón oscuro cuando tuviera tiempo. La puerta sonaba insistentemente, por lo que se apresuró a abrir, dibujando una característica sonrisa de niño bueno.
Solo atinó a quedar con la boca entre abierta al ver a aquellas dos mujeres en su entrada.
-¿Ustedes...? Murmuró entrecerrando un poco la puerta.
-También nos agrada verte Erick. Saludó la abogada sin evitar el uso del sarcasmo.
-¿Y Brittany…?
-Nos ofrecimos a traerte los papeles, ella esta ocupada en cosas más importantes. Sonrió Rachel, sin dejar de soltar esas palabras con la intensión de hacer rever al castaño sus faltas con la bailarina. Aquel hombre se cruzó de cejas mientras una gran frustración se apoderaba de su ser: tal parece que Brittany no era tan tonta e inocente como imaginaba, o por lo menos no mientras esas entrometidas continuaran interviniendo. Ahora se le iba a armar la grande, no iba poder cumplir con lo prometido y especulado una vez más.
-Quería verla… Hablarle… Que molesto es que ustedes se metan en esto. Dijo apretando los dientes.
-A ver … A ver. Bájanos el tonito que solo le hicimos el favor de no ver tu cara. Se quejó Quinn apuntándolo con su dedo índice. –Te estas pasando de la raya, si lo que quieres es recuperarla te aclaro que estas arruinando las cosas, eres un idiota.
-¡Nadie me dice así! Gritó el profesor perdiendo el dominio de su conciencia, golpeando la puerta para que está se abriera y azote con fuerza. La manija de metal alcanzo a enganchar la punta de su camisa, llegando a levantarla lo suficiente para que se viera parte de su abdomen. Rachel tomó de la mano a su esposa y la puso tras su espalda: había visto el arma. La rubia se quedó atónita.
-Rach… mejor vámonos… Susurró la abogada sintiendo que su corazón comenzaba a latir frenéticamente ante la cara transformada de aquel muchacho. Dieron unos pasos hacia atrás, en tanto el castaño se acomodaba su ropa, por más que fuera tarde.
-Saben demasiado… Sonrió de manera macabra. Las chicas comenzaron a correr, pero el tipo sujetó a la actriz por la chaqueta. Con dos movimientos agiles la atrajo hacia él con violencia. En un acto desesperado la castaña le dio una patada en la pierna, pero este ni siquiera se molesto en quejarse. La sujetó con fuerza por los hombros, la abogada se volteó unos metros más lejos al notar que su esposa no venia con ella. Pudo ver como Erick empujaba a Rachel con tanta fuerza y violencia que esta salió despedida, golpeando su cabeza contra la pared, cayendo en peso muerto al suelo.
-¡Hey que diablos…! Gritó corriendo para defender a su chica. Erick sacó el arma. La rubia se freno en seco, al igual que su corazón y su mente.
-Un paso más y la mato, así de fácil. Sentencio el castaño apuntando intercalado entre la inconsciente y ella. Quinn abrió y cerró la boca varias veces, sintiendo que sus piernas temblaban.
-Erick… espera, esto es una locura… Suélta esa cosa,por favor. Dijo levantando sus manos frente a ella, mostrando que estaba desprotegida y sin intensiones de hacerle daño. –Vamos, que tu no eres un mal hombre ¿Verdad? Rió nerviosamente. El profesor recargó el arma, estaba sin uso de sus completas facultades y conciencia, por lo cual su mente solo ordenaba lo primero que surgía como impulso. Sea como sea tenia que hallar a Brittany. La rubia apenas se movió.
-¿Qué acabo de decirte...? Dijo en tono más bajo, esperando que los pocos vecinos del lugar no se alarmaran por el altercado en el ultimo piso. –Agáchate. Ordenó apuntando de nuevo hacia Rachel. Quinn cerró los ojos suplicando interiormente que todo eso fuera una pesadilla. ¿Cómo era posible que aquel tipo en realidad fuera un homicida o algo por el estilo? ¿En que mundo se había metido?
-¿Qué no me estas escuchando? Sintió al lado de su oído, junto al aire de la respiración del profesor que rosaba su mejilla. Sin abrir los ojos se dejó caer de rodillas. Sintió algo helado atrás de su nuca, e inevitablemente suspiro con miedo.
-Por favor… Susurró dejando caer una lagrima desesperada. De pronto sintió un fuerte dolor en la cabeza y todo se torno oscuro...
Capitulo 42: Mal intento
El viaje hacia el local, que pronto seria la futura academia, fue un rato de aprendizaje más que nada para Santana.
-Tía ¿Y por qué el cielo es azul? Indagaba Iker pegado al vidrio del auto, sentado a su lado venia Axel. La latina conducía con las cejas cruzadas, y Brittany solo atinaba a reír por esa cara en su compañera.
-¿No tienes una pregunta más fácil para tu pobre tía? Renegaba la morena mirando por el retrovisor. ”Vamos Santana… Ármate de paciencia, sino ¿Cómo pretendes soportar a tus futuros alumnos? En lo posible debería tratar de escucharlos y aconsejarlos bien, guiarlos… O que sean mudos…Si eso es perfecto, da igual que no puedan cantar, me se el lenguaje de señas. Para mi suerte Ax es bastante callado, aunque no dudo que cuando se digne a hablar no lo callare con nada.”
-Tía ¿Me estas escuchando?
-Si Aik… pero no puedo responder eso, ¿Una más fácil no tienes?
-Mmm… ¿De donde vienen los bebes?
-Britt, ¿Por qué era que el cielo era azul? Indagó velozmente Santana dándole una mirada suplicante. La bailarina solo sonreía, aunque no se atrevía a cruzar demasiado su mirada con la de la latina. Se sentía un poco avergonzada por decir de repente que la quería. No era nada malo, ni falso, pero fue algo que se le escapo inconscientemente. Sin lugar a dudas revivió el cariño que le tenia, tenerla como amiga era algo maravilloso, más ahora que demostraba que continuaba teniendo ese sentimiento de protección con ella. Seguramente era eso, el quererla como amiga, y ella siempre demostraba lo que sentía sin ninguna clase de temor o dificultad, cuando lo sentía de verdad.
-Holaaa… Alguien podría responderme… Se quejaba el mini judío desde la parte trasera, Axel giraba los ojos, hasta a él le cansaba un poco escucharlo hablar y hablar.
-Creo que eso es algo que tienes que discutir con tus madres Iker. Cortaba la morena esperando nerviosamente a que el semáforo diera la luz verde de una vez por todas.
-Ya lo hice, y me dijeron que cuando dos personas se quieren una se toma una semilla con mucha agua y de ahí llega un bebe. Ambas mujeres soltaron una carcajada, no dudaban que Rachel había sido la encargada de darle detalles de ese tipo a su hijo. –Te estoy entrenando tía querida de mi corazón, así cuando Ax y su hermanito te pregunten cosas, tú les contestes y no te enloquezcas como mi mamá. Santana negaba con la cabeza girando los ojos, en verdad no solo por sus futuros alumnos tendría que sacar paciencia.
Llegaron por fin al local, cada una llevó a uno de los niños. Finn las estaba esperando en la entrada apoyado contra la puerta.
-Que bien se ven. Sonrió el castaño saludándolos. Las chicas lo miraron con curiosidad.
-¿Por qué lo dices? Indagó la rubia sosteniendo con firmeza al pequeño Lopez.
-Jaja solo las halago ¿Qué, está mal? Preguntó el amigo de ambas despegándose. Despeinó un poco la cabeza de Axel y se agachó para saludar a Iker.
-¿Por qué es que eres tan alto? Preguntó el mini judío poniendo una mano en el hombro del vendedor.
-Porque comí muchas verduras que me hicieron crecer fuerte como un árbol. Respondió Finn volviendo a sonreír, las chicas también esbozaron una sonrisa. Hay una cierta edad en que los niños intentan saber el por qué de las cosas, y pueden pasar todo el rato preguntando hasta cansarse, o al menos hasta que no se sientan satisfechos en cuanto a sus dudas respecto al mundo que los rodea. El joven Fabray se cruzó de cejas, esta vez no lo podían engañar.
-Eso no es cierto. Dijo poniendo sus manos a la cintura. –Mi mami es vegetariana, es decir que no come nada que sea de los animalitos, y yo la veo bien chaparra en comparación de todos ustedes. El castaño se echo para atrás con sorpresa.
-Vaya eres un niño muy inteligente...
-Y todos ustedes son unos mentirosos, definitivamente solo tendre que criarme como lo hacen los niños de mi edad: con la televisión e internet. Las amigas giraron los ojos, esas pizcas de drama eran la mejor herencia de Rachel.
Finalmente, con un poco de emoción, ingresaron al local: era amplio, una sala sencilla se ubicaba a la entrada, según Brittany vendría a ser como la recepción. Despues se desplegaba por un pasillo la primer aula, que seria la sala de música donde los alumnos practicarían canto; antes de llegar a lugar de practicas de baile, los baños interrumpían la secuencia. Eran amplios y servirían como vestidores si era necesario, en la planta alta existía otra habitación a la cual no le daban aun una utilidad especifica, pero Santana ya veía que seria una oficina o algo por el estilo. Sonrieron satisfechas, si que había sido una buena elección, ver de nuevo el lugar solo se hizo que lo re confirmaran. No era necesario mucho más para que el sueño de la bailarina se vuelva un hecho real. Los niños aprovecharon a corretear, el eco en el lugar vacío hacia que sus pasos sonaran fuerte en el suelo.
-Aquí irían espejos… Y por aquí barras para calentar. Hablaba Brittany dando un recorrido por su salón.- La luz es buena aunque podríamos ver si agragamos algo para que den un efecto más divertido.
-Mejor anótalo, que yo con lo olvidadiza que estoy no lo recordaré mañana. Hablaba la latina desde la entrada, seguidamente se adentró hasta quedar junto a su amiga. -¿Estas emocionada? Preguntó con una media sonrisa. La bailarina la miró con ternura, si no hubiera sido por ella eso aun no habría sido posible.
-Claro que si. Ya te eh conseguido algunos alumnos, son unos chicos geniales. Le respondió apoyando una mano en el hombro de la morena. -¿Tú qué dices Finn, en cuanto tiempo podremos empezar con las clases?
-Pues no lo se… Hablaba el castaño desde uno de los baños que volvía a inspeccionar, más que nada por curiosidad. –Yo no lo veo tan mal, un poco de ambientación, esas cosas que dices… Los equipos… y creo que estaría bien. Tendrán que hacerse la fama eso si… Podríamos poner a los niños a repartir folletos.
-No ganaremos a la gente por lastima, lo haremos por esmero Finn. Hablaba la rubia cruzándose de cejas. –Bueno, tienes razon. Los equipos y esas cosas ya las tengo vistas, seguramente Artie podría darme una mano…
-Si porque es lo único que puede darte en realidad. Se rio con ironía la latina, causando que Britt la empujara.
-Tú si que no cambias. Reía, le gustaba ver que aquella morena poseía de vez en cuando su humor, negro, pero característico de ella. –En un tiempo, todo comenzara a funcionar, confió en eso. Aplaudió dando unos saltitos.
En un departamento ubicado en zonas bajas de Lima, dos personas discutían evitando elevar la voz. Aquel castaño tuvo que terminar contándole la verdad a quien lo dirigía: la persona a la que necesitaban, le había cortado por teléfono.
-¿Cómo se supone que pondrás en marcha la siguiente parte si estas alejando a esta otra entupida?
-Ya lo tengo todo estudiado. No me ha sido fácil, me rechazó bastante aun siendo su novio. Es verdad, me pase un poco de la raya, pero soy hombre tengo necesidades y demasiado tiempo eh estado actuando como un maldito angelito. Ante eso recibió una fuerte bofetada de la blanca mano de su acompañante.
-¿Estudiado? No me digas. ¿Quién te paga para que hagas todo esto? ¿Quién te mantiene? ¿Quién invirtió en el viaje y todo el bastardo plan para que te puedas involucrar con ella? Estas tirando todo por la borda, y sin ni siquiera proseguir… No fue nada fácil hacer que esos incompetentes se pongan a hacer un estudio de mercado de toda la porquería cultural de esta apestosa ciudad.
-Tú quisiste que fuera todo así de largo y laborioso, no era necesario y lo sabias Pero no tú que me hiciste estudiar y hacerme el guapo para convencerla…Y sin más no me equivoco ellos te debían un favor, no los obligaste a hacer nada porque ya lo tenían todo preparado. De todas formas fue interesante de ver, yo también me hubiera puesto con la idea de abrir algo así. Comentó Erick llevándose una mano a la boca para saber si el golpe había sido lo suficientemente fuerte como para lastimarlo. –Yo lo veo como que le hiciste un favor, le diste las alas para volar y eso es todo lo contrario a una venganza…
-Solo quiero que sufra, pero primero que sienta que tiene razones para vivir. Pero seria demasiado fácil y yo quiero que pague… Sabes que es con eso que finalmente podré estar feliz… Dijo agachando la mirada.
-Y yo quiero que lo seas. Agregó en un tono casi obsesivo el profesor. –Podemos hacer que sufra, atacando sus puntos débiles y…
- Demasiado me has desobedecido y sabes cuanto odio que no sigan mis reglas. Se besaron parando de discutir. Su daño mental y compulsivo era otra de las cosas que los unía. Erick había estudiado actuación a principios de la universidad, y sabía lo necesario para encubrir su demente personalidad.
-Tengo todo preparado, de verdad, confía en mí. Ahora nada más hay que esperar a que venga al “departamento de mis amigos”. Me respondió, dijo que alcanzaría los papeles en un momento. Para ser que me ha cortado ni pareciera que no necesita verme, y bueno nadie puede resistirse mucho a mis encantos que digamos. Decia Erick despegandose levemente. La otra persona lo empujó con fuerza.
-Más te vale. ¿Dejo aquí estas cosas? Comentó colocando unas bolsas en el suelo de aquel viejo departamento. –Sera mejor que la próxima vez que vayas a entregar los pedidos, te lleves esto, asi no te golpean como el otro día. Agregó entregándole un arma al castaño. Erick dudo unos segundos en aceptarla. –Hey, solo para defenderte, no vaya a ser que te mandes otro lio con esto. Tiene tres balas, nada más. No la mires con ambición que sino me la quedo yo…
-No, no. Por el contrario, me servirá para hacer que se quede sin que se atreva a protestar. La mirada fija de su acompañante hizo que corrigiera un poco sus palabras. –Solo la asustare, ya tú te encargaras de hacer lo que sea que quieras con ella… Dijo, poniendo la pistola en el borde entre su pantalón y su abdomen.
-¿Este es el dispositivo? Indagó su secuaz viendo un extraño objeto sobre la pequeña mesa de madera que había en la habitación.
-No lo toques que es bastante sensible, se puede activar con un golpe. Lo termine hoy, puede romper hasta la caja fuerte más dura. Date una idea de lo potente que es. “Termine” es un decir, en realidad lo mande a encargar, pero bueno…
-De acuerdo, yo iré a dar una vuelta, cuando vuelva espero que ya este aquí. Se inclinó de hombros, se coloco un sombrero y anteojos obscuros, y salió del lugar con su típico andar un tanto encorvado. Erick contempló desde la ventana, no circulaba mucha gente por la calle. En ese piso no habitaba nadie más que él, pero utilizaba el departamento como un deposito más que nada, prefería la comodidad del hotel. Se fijo en la mercancía de las bolsas. Sonrió con ambición, otra de las falencias que se presentaban en su ser y lo tenían allí, planeando y haciendo todo aquello.
-Mmm Éxtasis para sentir mejor. Anfetaminas… no, eso fue ayer… aquí estas. Hablaba solo dando con el paquete de polvo blanco, una costumbre adquirida hacia un tiempo. –Todo es más fácil visto de un punto de vista relajado.
-No se si esto sea correcto Q… Hablaba la judía apoyada sobre el mostrador de un negocio al que habían entrado hacían algunos minutos. Su rubia la beso en la cabeza abrazándola por los hombros.
-Solo fotocopiamos algunas cosas, no les molestará, y si Britt los necesita no tendrá que pedirle nada al pesado de Erick.
-Eres mala, pero me encanta.
-Hay muchas maldades que se me ocurren ahora, y algunas son muy dulces. Le susurró la abogada con voz sensual, haciendo que la castaña sintiera un escalofrió.
-Ya, para que me dan ganas de secuestrarte e ir rápido a casa.
-No, le entregamos esas cosas al idiota este asi no molesta más y después…
-¿Después…? Jugueteaba la actriz acariciando con su mano la cara de su mujer.
-Después cenamos, y creo que tendremos que mandar a Iker a dormir con su tía Santana. Reía la ex animadora en tanto recibía las fotocopias, bien dadas por el hombre de la librería. Salieron tomadas de la mano hasta su auto, el atardecer se iba prolongando en Lima, la gente caminaba por las calles, los niños jugaban en los parques, nadie podría imaginar lo que se avecinaba de la mano de dos mentes perversas. Ambas tardaron en encontrar la dirección, la ciudad había crecido bastante en esos años y algunos edificios eran nuevos, estaban remodelados o ya simplemente no existían.
-¿Me esperas aquí? Insinuó Quinn terminando de estacionar el auto.
-No, vamos juntas, que creo que no me voy a resistir a verle la cara de frustración. Sonrió la judía tomando en su poder las carpetas originales a entregar. Subieron lentamente las escaleras, solo se sentía el sonido de sus pasos cosa que las incomodaba.
-Deberíamos haber…
-Hace bien subir escaleras amor, no seas tan quejosa.
-¿Yo quejosa? Hey, te encantan mis quejas. Sonría la rubia pícaramente, acercándose a la puerta del final del pasillo. Tocó finamente con los nudillos, soltando un suspiro de cansancio.
Dentro, Erick se encontraba un tanto mareado, pero al sentir ese sonido se peino con las manos y se arregló un poco la ropa. Un gatito pequeño rondaba por sus tobillos, lo había encontrado en el pasillo y sin más ni menos el felino se inmiscuyo dentro de aquel departamento. No era amante de los animales por lo cual solo le daba agua esperando que pronto se muriera o recordara abandonarlo en alguno callejón oscuro cuando tuviera tiempo. La puerta sonaba insistentemente, por lo que se apresuró a abrir, dibujando una característica sonrisa de niño bueno.
Solo atinó a quedar con la boca entre abierta al ver a aquellas dos mujeres en su entrada.
-¿Ustedes...? Murmuró entrecerrando un poco la puerta.
-También nos agrada verte Erick. Saludó la abogada sin evitar el uso del sarcasmo.
-¿Y Brittany…?
-Nos ofrecimos a traerte los papeles, ella esta ocupada en cosas más importantes. Sonrió Rachel, sin dejar de soltar esas palabras con la intensión de hacer rever al castaño sus faltas con la bailarina. Aquel hombre se cruzó de cejas mientras una gran frustración se apoderaba de su ser: tal parece que Brittany no era tan tonta e inocente como imaginaba, o por lo menos no mientras esas entrometidas continuaran interviniendo. Ahora se le iba a armar la grande, no iba poder cumplir con lo prometido y especulado una vez más.
-Quería verla… Hablarle… Que molesto es que ustedes se metan en esto. Dijo apretando los dientes.
-A ver … A ver. Bájanos el tonito que solo le hicimos el favor de no ver tu cara. Se quejó Quinn apuntándolo con su dedo índice. –Te estas pasando de la raya, si lo que quieres es recuperarla te aclaro que estas arruinando las cosas, eres un idiota.
-¡Nadie me dice así! Gritó el profesor perdiendo el dominio de su conciencia, golpeando la puerta para que está se abriera y azote con fuerza. La manija de metal alcanzo a enganchar la punta de su camisa, llegando a levantarla lo suficiente para que se viera parte de su abdomen. Rachel tomó de la mano a su esposa y la puso tras su espalda: había visto el arma. La rubia se quedó atónita.
-Rach… mejor vámonos… Susurró la abogada sintiendo que su corazón comenzaba a latir frenéticamente ante la cara transformada de aquel muchacho. Dieron unos pasos hacia atrás, en tanto el castaño se acomodaba su ropa, por más que fuera tarde.
-Saben demasiado… Sonrió de manera macabra. Las chicas comenzaron a correr, pero el tipo sujetó a la actriz por la chaqueta. Con dos movimientos agiles la atrajo hacia él con violencia. En un acto desesperado la castaña le dio una patada en la pierna, pero este ni siquiera se molesto en quejarse. La sujetó con fuerza por los hombros, la abogada se volteó unos metros más lejos al notar que su esposa no venia con ella. Pudo ver como Erick empujaba a Rachel con tanta fuerza y violencia que esta salió despedida, golpeando su cabeza contra la pared, cayendo en peso muerto al suelo.
-¡Hey que diablos…! Gritó corriendo para defender a su chica. Erick sacó el arma. La rubia se freno en seco, al igual que su corazón y su mente.
-Un paso más y la mato, así de fácil. Sentencio el castaño apuntando intercalado entre la inconsciente y ella. Quinn abrió y cerró la boca varias veces, sintiendo que sus piernas temblaban.
-Erick… espera, esto es una locura… Suélta esa cosa,por favor. Dijo levantando sus manos frente a ella, mostrando que estaba desprotegida y sin intensiones de hacerle daño. –Vamos, que tu no eres un mal hombre ¿Verdad? Rió nerviosamente. El profesor recargó el arma, estaba sin uso de sus completas facultades y conciencia, por lo cual su mente solo ordenaba lo primero que surgía como impulso. Sea como sea tenia que hallar a Brittany. La rubia apenas se movió.
-¿Qué acabo de decirte...? Dijo en tono más bajo, esperando que los pocos vecinos del lugar no se alarmaran por el altercado en el ultimo piso. –Agáchate. Ordenó apuntando de nuevo hacia Rachel. Quinn cerró los ojos suplicando interiormente que todo eso fuera una pesadilla. ¿Cómo era posible que aquel tipo en realidad fuera un homicida o algo por el estilo? ¿En que mundo se había metido?
-¿Qué no me estas escuchando? Sintió al lado de su oído, junto al aire de la respiración del profesor que rosaba su mejilla. Sin abrir los ojos se dejó caer de rodillas. Sintió algo helado atrás de su nuca, e inevitablemente suspiro con miedo.
-Por favor… Susurró dejando caer una lagrima desesperada. De pronto sintió un fuerte dolor en la cabeza y todo se torno oscuro...
Última edición por Dreamer=) el Dom Sep 09, 2012 12:46 pm, editado 1 vez
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
O POR DIOS!!!!!!!
que intriga, que le pasara a rachel y quinn, odio ase erik...
actualiza pronto porfa no nos dejes con esa duda :'(:
un abrazo
que intriga, que le pasara a rachel y quinn, odio ase erik...
actualiza pronto porfa no nos dejes con esa duda :'(:
un abrazo
jualnaru* - Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 11/04/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Jodeeer! esto fue mas de lo que me esperaba..... que no les haga nada :(
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Ohh Por Dios!! Y ahora que pasara? Maldito Erick y otro misterioso y maldito plan también.Y pensar que Britt y San estan tan felices por un lado y Rachel y Quinn tan mal por otro,ojala no les pase nada malo malo.Ahora a esperar la proxima actualizacion.
Que estes bien y gracias por el capitulo.
Que estes bien y gracias por el capitulo.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Nooo, las Fabeery no!. :(. Pobre, ojala no les pase nada. u.u. Pero que #$"$%# que es Erick, es un puerco. (?. jejejejejjejeje
Espero la siguiente parte con ansias!. ^^. Besote
Espero la siguiente parte con ansias!. ^^. Besote
Fer-Sofi- ---
- Mensajes : 572
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Qué RAYOS!?!!!
Si ya odiaba a Erick ahora lo aborrezco más!
Con que le haga malo a las Faberry se las vera negras!
Lo odio! :@
Espero que en verdad no les pase nada :c
porfa!
espero la actualización :'c
Si ya odiaba a Erick ahora lo aborrezco más!
Con que le haga malo a las Faberry se las vera negras!
Lo odio! :@
Espero que en verdad no les pase nada :c
porfa!
espero la actualización :'c
Pamela Lopez-Pierce***** - Mensajes : 220
Fecha de inscripción : 14/05/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
ya eh dicho que odio a erick? si es así lo vuelvo a decir!! ¬¬ maldito!!
me haz dejado en suspenso y sacado de quicio!! como siempre xD ahora que va a pasar necesito la segunda parte.. por favor no tardes en actualizar
me haz dejado en suspenso y sacado de quicio!! como siempre xD ahora que va a pasar necesito la segunda parte.. por favor no tardes en actualizar
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
O_O Las faberry noooooooo!!!!! Si antes Erick me cai mal, ahora ni te imaginas!!!!.. ¬¬.. jajajajajaja..
Muy buena la primera parte!! Me re gusto!!.. :D.. Ya quiero leer la segunda!!! Besoo!!
Muy buena la primera parte!! Me re gusto!!.. :D.. Ya quiero leer la segunda!!! Besoo!!
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
lo sabia!!!! sabia que Eric no era bueno!! ya lo habia dicho... me intriga saber quien es la otra persona que anda con el..... me inclino por sebastian... creo que es lo mas probable...
Ahora va a secuestrar a Quinn y a Rachel??? por favor... que termine bien todo ese asunto..... espero la actu!! saludos!!
Ahora va a secuestrar a Quinn y a Rachel??? por favor... que termine bien todo ese asunto..... espero la actu!! saludos!!
lauraprmr* - Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Edad : 33
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Buenas tardes/noches!!!! Es cierto que el verdadero Erick por fin salio a la luz, en lo personal es un debil ciego e imbecil :) (con cariño) jajajaj Bueno es hora de subir la siguiente parte, edite una o dos cosas pensaba subirla mañana pero no creo que no se merecen eso. Mil gracias por todos los comentarios!
Capitulo 42-Mal Intento-Segunda parte:
-¡¿Qué se supone que estas haciendo?! Murmuró con ira otra voz, bajando una vara de hierro que traía en su mano.
-¿La mataste…? Preguntó Erick con impresión, viendo como la rubia se desvanecía hacia adelante.
-¿¡Ibas a dispararle!? Retrucó nerviosamente, dando una mirada hacia el pasillo; se llevó la mano a los ojos. – Maldita sea Erick, quise detenerte... Se excusaba soltando la varilla, el silencio prolongado de su secuaz le dio una respuesta.
-Imbécil…. ¡Mírame! Ordenó para que el castaño le dirigiera su mirada algo ida. –Serás… ¡Guuiiii! Ahogó un grito de furia apretando sus manos. -¿¡Dónde está Brittany!?
-Vinieron ellas… Explicaba Erick, casi en tono inocente, señalando a las desmayadas mujeres con el arma en la mano.
-Arruinaste todo, ahora si que arruinaste todo. Comentó la otra persona golpeándolo en el pecho. –Por mil demonios, seguro todos han escuchado… Ayúdame a meterlas al departamento. Acto seguido ambos arrastraron a las chicas hasta el interior del lugar. Las dejaron apoyadas contra una pared.
-La noqueaste… Estúpidas, ¿Qué tienen que estar haciendo aquí? Preguntaba tomando del rostro a la castaña que yacía con los ojos cerrados, casi sin respirar.
-Pensé que con eso… Si las tenía… Podía decirle a Britt que venga por ellas…
-¡Largo de aquí, vamos! ¡Esto no se va a quedar así! ¡Me desobedeciste! ¡Arruinaste todo!
-¡Ellas se metieron...!
-¡Era a Brittany a quien necesitábamos! ¿¡Que te crees que si le decimos que sus amigas están aquí va a venir solita...!? El castaño se inclinó de hombros, llevándose una mano al cuello. Parece que había metido la pata.
-Si, si le decimos que las mataremos en tanto llame a la policía, vendrá sin chistar…
-Esto me pasa por confiar en principiantes. Se quejo empujándolo con violencia. Los nervios se apoderaban de sus sentidos, todo se había salido de control. Se rascó la cabeza rápidamente. –Ya, sal de aquí, encontraré a alguien mejor que tu y le diré que la ubiquen. Terminare rápido con toda esta basura, como debí haber hecho desde un principio; tú, estas despedido. Erick se enfureció mordiéndose los labios. -¡Te dije que salgas de aquí! Lo empujó hasta la puerta.
-¿Qué harás…? Preguntó respirando agitadamente.
-Las amordazare por si despiertan. Tú vete al hotel, ya arreglaremos cuentas. Acto seguido el profesor se fue totalmente frustrado. –¡Eh! Lo llamó desde la entrada, el castaño se giró con las cejas cruzadas. –Ni una palabra a nadie, aquí no ha pasado nada. Sentencio metiéndose al departamento y cerrando la puerta.
En unos minutos consiguió unos cables y cortó una vieja sabana. Primero ató a Quinn, la rubia dejo en el suelo un pequeño manchón de sangre por el impacto del golpe con el fierro. Le tapó la boca con los trozos de sabana, y volvió a dejar que se azote en el piso.
-Imbéciles… Decía haciendo rechinar los dientes. Hizo lo mismo con Rachel, pero esta vez más deprisa, intentando contener sus nervios. Les dio una mirada una vez que finalizo con sus ataduras, las sacudió un poco esperando a ver si reaccionaban; pero las muchachas estaban desmayadas, seguramente con igual contusión. No dudaba que Erick, con su fuerza bruta, pudo haberles hecho daño sin usar un fierro, o a lo mucho el mango del arma. Tenia que actuar rápido, no tenía ni un vehículo para meterlas y arrojarlas en algún sitio a su suerte.
-Van a tener que desaparecer también junto a la infeliz de Brittany, a este otro estúpido lo meterían de cabeza en la cárcel. Susurró poniéndose de pie.
Tomó las llaves y cerró el lugar a toda prisa, dejando a las mujeres en total encierro. Tenia que actuar pronto, sea como sea.
El pequeño felino comenzó a pasearse por la espalda de la judía. Cuando los pasos de aquella persona se dejaron de oír, la actriz abrió los ojos. Para su suerte sus años de estudio y practica le permitían hacer lo que sea, incluso fingir un desmayo total por más de media hora si fuera necesario, aunque este no era el caso. Fue lo primero que se le ocurrió, a sabiendas que de haber actuado quizás su esposa no hubiera sido azotada. Miró a su alrededor con desesperación, toda la información que había escuchado se mezclaba en su mente, y ver a Quinn inconsciente a su lado le producía cada vez más terror. No podía hablar, ni mover las manos, pero no era momento para quedar en shok o gritar pidiendo ayuda. Con un esfuerzo sobrehumano logró ponerse en pie, y de a saltos y con poco equilibrio, llegó hasta la pequeña cocina. Para su suerte algunas herramientas sobre la encimera le dieron una rápida solución: con habilidad, pero a la vez dificultad para atinarle, logró tomar un cuchillo de esos que se usan para untar la mantequilla. Fueron eternos los minutos que pasó hasta poder liberar sus muñecas atadas por cables. La invadía el miedo: si esas personas volvían, por lo que había escuchado, significaba que seria su fin.
Cuando se sintió libre, desató el resto de su cuerpo y finalmente su boca. Suspiró fuertemente todo el aire que sus pulmones contenían para conservar el juicio. Corrió hasta donde se hallaba su esposa.
-Quinn… Cielo… Vamos despierta por… Sus manos manchadas de sangre hicieron que perdiera aun más la compostura. Esto no era un juego, la vida de todos corría peligro. Buscó su bolso, claro que no estaba allí, al volar por el aire quedó en el pasillo. Su respiración se agitaba, desesperadamente tanteó en los bolsillos de su rubia: Ella tenía el móvil guardado. Sonrió cansinamente, amaba en ese momento que su mujer fuera precavida y no distraída como ella.
¿Qué hacer? ¿Llamar a la policía? Pensó en las palabras de esas dos maniáticas personas.
-Quieren a Brittany… Fue un pensamiento fugaz que le hizo marcar de inmediato el número de la bailarina.
-Hay Rach, ¿Ya vienen para acá?
-Brittany, escúchame, no digas ni muevas ni un musculo: Estamos encerradas, golpearon a Quinn, y van por ti.
-… ¿Qué? Se oye entrecortado ¿Dónde están?
-Britt, Erick.
-¿Qué tiene...?
-Planeaba hacerte daño, ahora nos tiene a nosotras. El silencio que se genero fue a causa de que la mente de la rubia de ojos claros comenzó a trabajar a mil por hora con una terrible mezcla de confusión y pánico, al entender lo dicho por Rachel.
-¿Estas segura? Fue lo primero que se le ocurrio decir.
-Brittany: Nos golpearon, nos ataron y nos metieron a este horrible departamento.
-Voy para allá. Dijo caminando hacia la salida a toda velocidad, otra solución no pasaba por su mente. Sus amigos la miraron con confusión.
-Espera, no se si es bueno que vengas, podrían estar en los alrededores, tienen un arma…
-¿Tienen? ¿Entonces son más…?
-Si, no sé que hacer, si llamo a la policía podrían volver alarmados… Tengo mucho miedo, ¿Pido ayuda? ¿Grito...?
-Cuida a Quinn, no hagas ruido, y... La llamada se cortó, el móvil se quedó sin saldo. Ambas suspiraron con molestia.
La holandesa no sabia qué pensar, solo podía entender que sus amigas corrían peligro, y todo por Erick ¿Qué tenia él contra ellas para hacerles eso? ¿Por qué él y otra persona deseaban hacerle daño? Se frenó en la vereda, Finn y Santana la seguían con preocupación.
-¿Qué tienes? Indagó la latina al ver la tonalidad pálida de su amiga.
-Dame las llaves de tu auto. Ordenó extendiendo la mano. Sus amigos la miraron con temor, sus ojos expresaban miedo y no podía ocultarlo. –Por favor es urgente…
-¿Pero qué pasa Britt? Preguntó Finn acercándose para tomarla por los hombros.
-No puedo perder tiempo por favor dame tus llaves. Decía de manera suplicante.
-No, estas totalmente nerviosa. Cortó la morena sintiendo malestar. –Finn tu conduces, iré por los niños. La bailarina no alcanzó a quejarse puesto que Santana se metió rápidamente al local. El vendedor no soporto la intriga:
-Dime de inmediato, qué es lo que pasa.
-Rachel, problema, Erick, mal, Quinn…. Se trababa la rubia en ordenar sus ideas.
-¡Hey! Tranquila respira. La calmaba el castaño sujetándola de las manos, la chica temblaba.
-Secuestraron a Rachel y a Quinn, tenemos que sacarlas de ahí ya. El ex cantante se quedó con la boca abierta. –Fue Erick, y tiene un arma…
-Hay que llamar a la policía.
-No, si las patrullas llegan puede terminar matándolas.
-¿Qué diablos le pasa…?
-No lo se… Yo entiendo menos que tú. Tenemos que ayudarlas.
-Si, de acuerdo.
-Pero ni una palabra frente a Santana. La latina salió con los niños, ahora Finn estaba pálido.
-Ustedes me están asustando ¿Qué es lo que ocurre?
-Nada, vamonos. Cortó el castaño corriendo al vehículo, la morena obedeció sentando en la parte trasera a los pequeños, en tanto Brittany corrió a cerrar la puerta del local. Se metió al auto como alma que la lleva el diablo, apoyando la cabeza sobre las rodillas, llegaba a sentir nauseas de los nervios.
-¿No es mejor que los dejemos en casa? Insinuó el vendedor, arrancando a toda prisa; Santana, en la parte trasera, se cruzaba de cejas. El silencio de la bailarina se debía a que intentaba ver claramente lo que harían. –Perderíamos tiempo… ¿verdad? Se refuto Finn al cabo de unos segundos, dándole unos giros al volante. La rubia solo asintió, aunque no fue la mejor opción que podía pensar. Los niños y Santana no podían correr peligro.
-¡Hey! ¡Tiempo fuera! ¿Esto tiene que ver con las chicas? Se metió la latina ya fuera de sus casillas.
-Santana ponte el cinturón. Ordenó Brittany girándose a verlos. Le hizo caso, pero no porque quisiera, sino porque presentía que algo muy malo estaba ocurriendo.
–Si, tuvieron un leve problema, ahora vamos a ver si están bien. Tranquila. Continuaba hablando, tratando de endulzar sus palabras para que el pánico de sus sentidos no se transmitiera en ellas. Le dio rápido la dirección a su amigo, y partieron a toda velocidad, con nerviosismo. Marco una vez al número de la abogada, de donde la castaña le había llamado.
-Ya vamos para allá.
-Quinn no despierta, la golpearon en la cabeza. La respiración de Rachel se sentía agitada, una situación así no era fácil de tolerar. La bailarina tragaba saliva, intercalando su mirada entre el conductor y los otros tres que venían atrás. Si en ese momento llamaba para pedir ayuda, no tenia modo de saber que Erick no estuviera cerca. Y si lo estaba y los veía llegar, seria igual de peligroso. No obstante estaba decidido, tenían que ayudar a sus amigas.
Sin darse cuenta y tras esquivar varios autos en silencio sepulcral, se adentraron al barrio de los departamentos.
-Aquí es… Murmuró finalmente la holandesa. Finn estaciono un tanto más lejos del lugar.
-¿¡Me pueden explicar que demonios…!?
-No. Escúchame: te quedas aquí, cierras todo con llave y por nada del mundo sales. ¿Ok?
-Pero…
- Vamos San, por dios confía en mí. Decía la bailarina cruzando intensamente su mirada con la de la morena. Tras un breve lapso de silencio, la latina asintió, pese a que todo eso la estaba matando de intriga. Brittany intentó esbozar una sonrisa, pero no tenían más tiempo que perder; le dejó su móvil, el numero de la policía estaba marcado, solo había que llamar.
-Si en menos de cinco minutos no volvemos con Rachel y Quinn, llamas.
Santana leía esos números comenzando a tener miedo, abrazó a Iker, en tanto sus amigos salían cerrando las puertas velozmente. Mirando hacia todos lados, cruzaron la calle; dándole una mirada, ambos se adentraron en el edificio.
-No comprendo que sentido tiene esto… Susurraba Finn corriendo escaleras arriba, moviendo los ojos en busca de alguna respuesta coherente.
-Yo tampoco, pero hay que sacarlas y rogarle a los dioses que Erick no les haya disparado, ni que nos encuentre.
-Aguarda, entonces vayamos sin hacer tanto alboroto.
La adrenalina tiene sus dos partes, una que te despeja la mente y otra que te acelera el corazón; caso contrario puede pasar también que todo el cuerpo se bloquee, pero ellos no podían permitírselo. Llegaron a la puerta, en el pasillo estaba el fierro tirado y también el bolso de la judía. Adentro, Quinn comenzaba a reaccionar, Rachel la estaba desatando, peleando con el gatito que se pasaba sin parar. La judía quedó sin aliento al sentir que empujaban la puerta, pero estando cerrada no era posible ingresar. Se paró y apoyo su cabeza.
-¡Rach! Gritaba Finn golpeando fuertemente.
-Si, Finn… Chicos aquí estamos. Decía la actriz sonriendo con alivio. Quinn había abierto los ojos y se quejaba para que le sacaran la sabana de la boca que era lo único que continuaba atado en su cuerpo.
-Está cerrada...
- Me vale un bledo el escándalo. Cortó Brittany dando unos pasos hacia atrás. Su amigo la siguió entendiendo sus intenciones.
-¡Rach, aléjense de la puerta!
-¡Ok! Se sintió que gritaron del interior. –Maldición… Shu, vamos, largo de aquí. Decía la castaña empujando con su pie al felino, que se alejó trepándose como pudo por uno que otro mueble hasta quedar arriba de la mesa.
-¡Ya! Exclamaron Finn y Brittany, corriendo con un hombro por delante. Golpearon con tanta fuerza y velocidad que la puerta se tumbo de inmediato, rompiendo el marco y volando hasta chocar con la mesa donde se hallaba el gato. Los amigos trastabillaron por el impulso. Rachel se aferró al cuello de ambos.
-Gracias a dios, gracias a dios…
-¿Están bien...? Preguntaba el castaño bastante agitado.
-Ayúdenme… Decía Quinn, algo aturdida. En ese lapso, con el susto y el golpe, el pequeño felino arrasó con todo lo que había sobre la mesa, dejando que el dispositivo que allí se encontraba olvidado por los que pretendan usarlo para robar una caja fuerte del banco, cayera al suelo. La mala suerte dejó que se activara un cronometro que marcaba dos minutos descontando rápidamente las milésimas.
-¿Qué es ese zumbido…? Murmuró la bailarina al cabo de un momento, tomándose el hombro que le había quedado adolorido. Al girarse algunas veces quedó viendo horrorizada de donde provenía el sonido. -¡Hay que salir de aquí!
-¿¡Eso es una bomba…!?
-¡No se, pero no quiero arriesgarme!
-¡Tírala por la ventana! Exclamó Rachel con pánico.
-¡NO! ¡Santana está en la calle! Gritó la bailarina sacada de quicio y nervios. Quedaba un minuto y treinta segundos. A Quinn le costaba levantarse por lo que Finn la cargo en hombros, tenían que irse rápido.
-¡Vámonos pero ya! Ordenó el vendedor yendo hacia la entrada. Algunos vecinos se habían tomado la molestia de ir a ver lo que ocurría, pero se vieron atropellados por aquel gigantón y la rubia. Rachel sujetó a la holandesa de la mano. Brittany se había bloqueado ¿Todo eso era por ella? ¿Querían asesinarla con una bomba?
- Britt, vámonos… Suplicaba la judía arrastrando del brazo a su amiga ojos claros. Quedaba menos de un minuto, y Rachel no pudo más, saliendo a toda velocidad escaleras abajo. -¡Aléjense de aquí rápido! Gritaba a la gente que se le cruzaba en el paso. El tiempo era fugaz.
El gatito maullaba, la rubia lo tomó en brazos una vez que lo encontró, siempre apiadándose de esas bellas criaturas. Intento salir, pero tropezó con los restos de la puerta derrumbada, golpeándose la cabeza.
Cuando Finn llegó a la calle sin aliento, transpirando y sosteniendo a tientas a su ex novia, se dejó caer de rodillas en la vereda. Santana salió del auto, ya no podía soportar la intriga.
-¿¡Que les paso!? Gritó acercándose a toda velocidad. La rubia se aferró como pudo a su cuello. Rachel se sumo a su ex prometido, tirándose al suelo totalmente exhausta y dejando caer unas lágrimas combinadas con miedo y adrenalina. Todo era un caos en esa calle. Santana miraba sin entender, solo sintiendo el pavor de sus amigos. Contempló medio segundo el panorama y su pecho se comprimió de golpe.
-¿¡Y Brittany…!? Fue una pregunta que soltó sin ni siquiera medir el tono de sus palabras. Finn y Rachel se voltearon hacia la entrada, no había nadie más saliendo a la vereda, ni siquiera los vecinos.
-Venia atrás mio… Alcanzó a decir la judía, justo cuando una fuerte explosión se sintió sobre ellos. Todos levantaron la cabeza reteniendo el poco aliento que podían conservar. Los ojos de Quinn se llenaron de lágrimas, Rachel ahogó un grito con su mano. Finn se abalanzó sobre sus amigas.
-¡Cuidado!
Miles de escombros comenzaron a caer, la gente comenzó a gritar. Sin saber cómo ni en que momento dio esa carrera, Santana abrió la puerta trasera del auto y sujetó a su hijo de las manos. Los niños la miraban con miedo por el fuerte estruendo que se había sentido. Las sirenas de los bomberos y la policía se escuchaban acercarse velozmente. Ya en ese lapso de incertidumbre la psicóloga prefirió asegurarse llamando al 911, a lo mucho la catalogarían de exagerada o loca, pero por algo la rubia le habia dado el telefono. La gente del departamento corría despavorida. Los ex prometidos miraban a la multitud, pero no encontraban a quien buscaban. Un gran temor se estaba metiendo en su cabeza a medida que pasaban los segundos: ¿Y si Brittany no había alcanzado a salir...?
Capitulo 42-Mal Intento-Segunda parte:
-¡¿Qué se supone que estas haciendo?! Murmuró con ira otra voz, bajando una vara de hierro que traía en su mano.
-¿La mataste…? Preguntó Erick con impresión, viendo como la rubia se desvanecía hacia adelante.
-¿¡Ibas a dispararle!? Retrucó nerviosamente, dando una mirada hacia el pasillo; se llevó la mano a los ojos. – Maldita sea Erick, quise detenerte... Se excusaba soltando la varilla, el silencio prolongado de su secuaz le dio una respuesta.
-Imbécil…. ¡Mírame! Ordenó para que el castaño le dirigiera su mirada algo ida. –Serás… ¡Guuiiii! Ahogó un grito de furia apretando sus manos. -¿¡Dónde está Brittany!?
-Vinieron ellas… Explicaba Erick, casi en tono inocente, señalando a las desmayadas mujeres con el arma en la mano.
-Arruinaste todo, ahora si que arruinaste todo. Comentó la otra persona golpeándolo en el pecho. –Por mil demonios, seguro todos han escuchado… Ayúdame a meterlas al departamento. Acto seguido ambos arrastraron a las chicas hasta el interior del lugar. Las dejaron apoyadas contra una pared.
-La noqueaste… Estúpidas, ¿Qué tienen que estar haciendo aquí? Preguntaba tomando del rostro a la castaña que yacía con los ojos cerrados, casi sin respirar.
-Pensé que con eso… Si las tenía… Podía decirle a Britt que venga por ellas…
-¡Largo de aquí, vamos! ¡Esto no se va a quedar así! ¡Me desobedeciste! ¡Arruinaste todo!
-¡Ellas se metieron...!
-¡Era a Brittany a quien necesitábamos! ¿¡Que te crees que si le decimos que sus amigas están aquí va a venir solita...!? El castaño se inclinó de hombros, llevándose una mano al cuello. Parece que había metido la pata.
-Si, si le decimos que las mataremos en tanto llame a la policía, vendrá sin chistar…
-Esto me pasa por confiar en principiantes. Se quejo empujándolo con violencia. Los nervios se apoderaban de sus sentidos, todo se había salido de control. Se rascó la cabeza rápidamente. –Ya, sal de aquí, encontraré a alguien mejor que tu y le diré que la ubiquen. Terminare rápido con toda esta basura, como debí haber hecho desde un principio; tú, estas despedido. Erick se enfureció mordiéndose los labios. -¡Te dije que salgas de aquí! Lo empujó hasta la puerta.
-¿Qué harás…? Preguntó respirando agitadamente.
-Las amordazare por si despiertan. Tú vete al hotel, ya arreglaremos cuentas. Acto seguido el profesor se fue totalmente frustrado. –¡Eh! Lo llamó desde la entrada, el castaño se giró con las cejas cruzadas. –Ni una palabra a nadie, aquí no ha pasado nada. Sentencio metiéndose al departamento y cerrando la puerta.
En unos minutos consiguió unos cables y cortó una vieja sabana. Primero ató a Quinn, la rubia dejo en el suelo un pequeño manchón de sangre por el impacto del golpe con el fierro. Le tapó la boca con los trozos de sabana, y volvió a dejar que se azote en el piso.
-Imbéciles… Decía haciendo rechinar los dientes. Hizo lo mismo con Rachel, pero esta vez más deprisa, intentando contener sus nervios. Les dio una mirada una vez que finalizo con sus ataduras, las sacudió un poco esperando a ver si reaccionaban; pero las muchachas estaban desmayadas, seguramente con igual contusión. No dudaba que Erick, con su fuerza bruta, pudo haberles hecho daño sin usar un fierro, o a lo mucho el mango del arma. Tenia que actuar rápido, no tenía ni un vehículo para meterlas y arrojarlas en algún sitio a su suerte.
-Van a tener que desaparecer también junto a la infeliz de Brittany, a este otro estúpido lo meterían de cabeza en la cárcel. Susurró poniéndose de pie.
Tomó las llaves y cerró el lugar a toda prisa, dejando a las mujeres en total encierro. Tenia que actuar pronto, sea como sea.
El pequeño felino comenzó a pasearse por la espalda de la judía. Cuando los pasos de aquella persona se dejaron de oír, la actriz abrió los ojos. Para su suerte sus años de estudio y practica le permitían hacer lo que sea, incluso fingir un desmayo total por más de media hora si fuera necesario, aunque este no era el caso. Fue lo primero que se le ocurrió, a sabiendas que de haber actuado quizás su esposa no hubiera sido azotada. Miró a su alrededor con desesperación, toda la información que había escuchado se mezclaba en su mente, y ver a Quinn inconsciente a su lado le producía cada vez más terror. No podía hablar, ni mover las manos, pero no era momento para quedar en shok o gritar pidiendo ayuda. Con un esfuerzo sobrehumano logró ponerse en pie, y de a saltos y con poco equilibrio, llegó hasta la pequeña cocina. Para su suerte algunas herramientas sobre la encimera le dieron una rápida solución: con habilidad, pero a la vez dificultad para atinarle, logró tomar un cuchillo de esos que se usan para untar la mantequilla. Fueron eternos los minutos que pasó hasta poder liberar sus muñecas atadas por cables. La invadía el miedo: si esas personas volvían, por lo que había escuchado, significaba que seria su fin.
Cuando se sintió libre, desató el resto de su cuerpo y finalmente su boca. Suspiró fuertemente todo el aire que sus pulmones contenían para conservar el juicio. Corrió hasta donde se hallaba su esposa.
-Quinn… Cielo… Vamos despierta por… Sus manos manchadas de sangre hicieron que perdiera aun más la compostura. Esto no era un juego, la vida de todos corría peligro. Buscó su bolso, claro que no estaba allí, al volar por el aire quedó en el pasillo. Su respiración se agitaba, desesperadamente tanteó en los bolsillos de su rubia: Ella tenía el móvil guardado. Sonrió cansinamente, amaba en ese momento que su mujer fuera precavida y no distraída como ella.
¿Qué hacer? ¿Llamar a la policía? Pensó en las palabras de esas dos maniáticas personas.
-Quieren a Brittany… Fue un pensamiento fugaz que le hizo marcar de inmediato el número de la bailarina.
-Hay Rach, ¿Ya vienen para acá?
-Brittany, escúchame, no digas ni muevas ni un musculo: Estamos encerradas, golpearon a Quinn, y van por ti.
-… ¿Qué? Se oye entrecortado ¿Dónde están?
-Britt, Erick.
-¿Qué tiene...?
-Planeaba hacerte daño, ahora nos tiene a nosotras. El silencio que se genero fue a causa de que la mente de la rubia de ojos claros comenzó a trabajar a mil por hora con una terrible mezcla de confusión y pánico, al entender lo dicho por Rachel.
-¿Estas segura? Fue lo primero que se le ocurrio decir.
-Brittany: Nos golpearon, nos ataron y nos metieron a este horrible departamento.
-Voy para allá. Dijo caminando hacia la salida a toda velocidad, otra solución no pasaba por su mente. Sus amigos la miraron con confusión.
-Espera, no se si es bueno que vengas, podrían estar en los alrededores, tienen un arma…
-¿Tienen? ¿Entonces son más…?
-Si, no sé que hacer, si llamo a la policía podrían volver alarmados… Tengo mucho miedo, ¿Pido ayuda? ¿Grito...?
-Cuida a Quinn, no hagas ruido, y... La llamada se cortó, el móvil se quedó sin saldo. Ambas suspiraron con molestia.
La holandesa no sabia qué pensar, solo podía entender que sus amigas corrían peligro, y todo por Erick ¿Qué tenia él contra ellas para hacerles eso? ¿Por qué él y otra persona deseaban hacerle daño? Se frenó en la vereda, Finn y Santana la seguían con preocupación.
-¿Qué tienes? Indagó la latina al ver la tonalidad pálida de su amiga.
-Dame las llaves de tu auto. Ordenó extendiendo la mano. Sus amigos la miraron con temor, sus ojos expresaban miedo y no podía ocultarlo. –Por favor es urgente…
-¿Pero qué pasa Britt? Preguntó Finn acercándose para tomarla por los hombros.
-No puedo perder tiempo por favor dame tus llaves. Decía de manera suplicante.
-No, estas totalmente nerviosa. Cortó la morena sintiendo malestar. –Finn tu conduces, iré por los niños. La bailarina no alcanzó a quejarse puesto que Santana se metió rápidamente al local. El vendedor no soporto la intriga:
-Dime de inmediato, qué es lo que pasa.
-Rachel, problema, Erick, mal, Quinn…. Se trababa la rubia en ordenar sus ideas.
-¡Hey! Tranquila respira. La calmaba el castaño sujetándola de las manos, la chica temblaba.
-Secuestraron a Rachel y a Quinn, tenemos que sacarlas de ahí ya. El ex cantante se quedó con la boca abierta. –Fue Erick, y tiene un arma…
-Hay que llamar a la policía.
-No, si las patrullas llegan puede terminar matándolas.
-¿Qué diablos le pasa…?
-No lo se… Yo entiendo menos que tú. Tenemos que ayudarlas.
-Si, de acuerdo.
-Pero ni una palabra frente a Santana. La latina salió con los niños, ahora Finn estaba pálido.
-Ustedes me están asustando ¿Qué es lo que ocurre?
-Nada, vamonos. Cortó el castaño corriendo al vehículo, la morena obedeció sentando en la parte trasera a los pequeños, en tanto Brittany corrió a cerrar la puerta del local. Se metió al auto como alma que la lleva el diablo, apoyando la cabeza sobre las rodillas, llegaba a sentir nauseas de los nervios.
-¿No es mejor que los dejemos en casa? Insinuó el vendedor, arrancando a toda prisa; Santana, en la parte trasera, se cruzaba de cejas. El silencio de la bailarina se debía a que intentaba ver claramente lo que harían. –Perderíamos tiempo… ¿verdad? Se refuto Finn al cabo de unos segundos, dándole unos giros al volante. La rubia solo asintió, aunque no fue la mejor opción que podía pensar. Los niños y Santana no podían correr peligro.
-¡Hey! ¡Tiempo fuera! ¿Esto tiene que ver con las chicas? Se metió la latina ya fuera de sus casillas.
-Santana ponte el cinturón. Ordenó Brittany girándose a verlos. Le hizo caso, pero no porque quisiera, sino porque presentía que algo muy malo estaba ocurriendo.
–Si, tuvieron un leve problema, ahora vamos a ver si están bien. Tranquila. Continuaba hablando, tratando de endulzar sus palabras para que el pánico de sus sentidos no se transmitiera en ellas. Le dio rápido la dirección a su amigo, y partieron a toda velocidad, con nerviosismo. Marco una vez al número de la abogada, de donde la castaña le había llamado.
-Ya vamos para allá.
-Quinn no despierta, la golpearon en la cabeza. La respiración de Rachel se sentía agitada, una situación así no era fácil de tolerar. La bailarina tragaba saliva, intercalando su mirada entre el conductor y los otros tres que venían atrás. Si en ese momento llamaba para pedir ayuda, no tenia modo de saber que Erick no estuviera cerca. Y si lo estaba y los veía llegar, seria igual de peligroso. No obstante estaba decidido, tenían que ayudar a sus amigas.
Sin darse cuenta y tras esquivar varios autos en silencio sepulcral, se adentraron al barrio de los departamentos.
-Aquí es… Murmuró finalmente la holandesa. Finn estaciono un tanto más lejos del lugar.
-¿¡Me pueden explicar que demonios…!?
-No. Escúchame: te quedas aquí, cierras todo con llave y por nada del mundo sales. ¿Ok?
-Pero…
- Vamos San, por dios confía en mí. Decía la bailarina cruzando intensamente su mirada con la de la morena. Tras un breve lapso de silencio, la latina asintió, pese a que todo eso la estaba matando de intriga. Brittany intentó esbozar una sonrisa, pero no tenían más tiempo que perder; le dejó su móvil, el numero de la policía estaba marcado, solo había que llamar.
-Si en menos de cinco minutos no volvemos con Rachel y Quinn, llamas.
Santana leía esos números comenzando a tener miedo, abrazó a Iker, en tanto sus amigos salían cerrando las puertas velozmente. Mirando hacia todos lados, cruzaron la calle; dándole una mirada, ambos se adentraron en el edificio.
-No comprendo que sentido tiene esto… Susurraba Finn corriendo escaleras arriba, moviendo los ojos en busca de alguna respuesta coherente.
-Yo tampoco, pero hay que sacarlas y rogarle a los dioses que Erick no les haya disparado, ni que nos encuentre.
-Aguarda, entonces vayamos sin hacer tanto alboroto.
La adrenalina tiene sus dos partes, una que te despeja la mente y otra que te acelera el corazón; caso contrario puede pasar también que todo el cuerpo se bloquee, pero ellos no podían permitírselo. Llegaron a la puerta, en el pasillo estaba el fierro tirado y también el bolso de la judía. Adentro, Quinn comenzaba a reaccionar, Rachel la estaba desatando, peleando con el gatito que se pasaba sin parar. La judía quedó sin aliento al sentir que empujaban la puerta, pero estando cerrada no era posible ingresar. Se paró y apoyo su cabeza.
-¡Rach! Gritaba Finn golpeando fuertemente.
-Si, Finn… Chicos aquí estamos. Decía la actriz sonriendo con alivio. Quinn había abierto los ojos y se quejaba para que le sacaran la sabana de la boca que era lo único que continuaba atado en su cuerpo.
-Está cerrada...
- Me vale un bledo el escándalo. Cortó Brittany dando unos pasos hacia atrás. Su amigo la siguió entendiendo sus intenciones.
-¡Rach, aléjense de la puerta!
-¡Ok! Se sintió que gritaron del interior. –Maldición… Shu, vamos, largo de aquí. Decía la castaña empujando con su pie al felino, que se alejó trepándose como pudo por uno que otro mueble hasta quedar arriba de la mesa.
-¡Ya! Exclamaron Finn y Brittany, corriendo con un hombro por delante. Golpearon con tanta fuerza y velocidad que la puerta se tumbo de inmediato, rompiendo el marco y volando hasta chocar con la mesa donde se hallaba el gato. Los amigos trastabillaron por el impulso. Rachel se aferró al cuello de ambos.
-Gracias a dios, gracias a dios…
-¿Están bien...? Preguntaba el castaño bastante agitado.
-Ayúdenme… Decía Quinn, algo aturdida. En ese lapso, con el susto y el golpe, el pequeño felino arrasó con todo lo que había sobre la mesa, dejando que el dispositivo que allí se encontraba olvidado por los que pretendan usarlo para robar una caja fuerte del banco, cayera al suelo. La mala suerte dejó que se activara un cronometro que marcaba dos minutos descontando rápidamente las milésimas.
-¿Qué es ese zumbido…? Murmuró la bailarina al cabo de un momento, tomándose el hombro que le había quedado adolorido. Al girarse algunas veces quedó viendo horrorizada de donde provenía el sonido. -¡Hay que salir de aquí!
-¿¡Eso es una bomba…!?
-¡No se, pero no quiero arriesgarme!
-¡Tírala por la ventana! Exclamó Rachel con pánico.
-¡NO! ¡Santana está en la calle! Gritó la bailarina sacada de quicio y nervios. Quedaba un minuto y treinta segundos. A Quinn le costaba levantarse por lo que Finn la cargo en hombros, tenían que irse rápido.
-¡Vámonos pero ya! Ordenó el vendedor yendo hacia la entrada. Algunos vecinos se habían tomado la molestia de ir a ver lo que ocurría, pero se vieron atropellados por aquel gigantón y la rubia. Rachel sujetó a la holandesa de la mano. Brittany se había bloqueado ¿Todo eso era por ella? ¿Querían asesinarla con una bomba?
- Britt, vámonos… Suplicaba la judía arrastrando del brazo a su amiga ojos claros. Quedaba menos de un minuto, y Rachel no pudo más, saliendo a toda velocidad escaleras abajo. -¡Aléjense de aquí rápido! Gritaba a la gente que se le cruzaba en el paso. El tiempo era fugaz.
El gatito maullaba, la rubia lo tomó en brazos una vez que lo encontró, siempre apiadándose de esas bellas criaturas. Intento salir, pero tropezó con los restos de la puerta derrumbada, golpeándose la cabeza.
Cuando Finn llegó a la calle sin aliento, transpirando y sosteniendo a tientas a su ex novia, se dejó caer de rodillas en la vereda. Santana salió del auto, ya no podía soportar la intriga.
-¿¡Que les paso!? Gritó acercándose a toda velocidad. La rubia se aferró como pudo a su cuello. Rachel se sumo a su ex prometido, tirándose al suelo totalmente exhausta y dejando caer unas lágrimas combinadas con miedo y adrenalina. Todo era un caos en esa calle. Santana miraba sin entender, solo sintiendo el pavor de sus amigos. Contempló medio segundo el panorama y su pecho se comprimió de golpe.
-¿¡Y Brittany…!? Fue una pregunta que soltó sin ni siquiera medir el tono de sus palabras. Finn y Rachel se voltearon hacia la entrada, no había nadie más saliendo a la vereda, ni siquiera los vecinos.
-Venia atrás mio… Alcanzó a decir la judía, justo cuando una fuerte explosión se sintió sobre ellos. Todos levantaron la cabeza reteniendo el poco aliento que podían conservar. Los ojos de Quinn se llenaron de lágrimas, Rachel ahogó un grito con su mano. Finn se abalanzó sobre sus amigas.
-¡Cuidado!
Miles de escombros comenzaron a caer, la gente comenzó a gritar. Sin saber cómo ni en que momento dio esa carrera, Santana abrió la puerta trasera del auto y sujetó a su hijo de las manos. Los niños la miraban con miedo por el fuerte estruendo que se había sentido. Las sirenas de los bomberos y la policía se escuchaban acercarse velozmente. Ya en ese lapso de incertidumbre la psicóloga prefirió asegurarse llamando al 911, a lo mucho la catalogarían de exagerada o loca, pero por algo la rubia le habia dado el telefono. La gente del departamento corría despavorida. Los ex prometidos miraban a la multitud, pero no encontraban a quien buscaban. Un gran temor se estaba metiendo en su cabeza a medida que pasaban los segundos: ¿Y si Brittany no había alcanzado a salir...?
Última edición por Dreamer=) el Mar Sep 11, 2012 10:20 am, editado 1 vez
Dreamer=)- ---
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Fecha de inscripción : 21/06/2012
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