*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*

Que bueno que actualizaste antes.. ya ves has caso a las señales xD.. que
bueno que tu sobrino no daño tu notebook no se quien hubiera sufrido mas
tu o nosotros por quedarnos sin fic jaja..

me gusta que se sepa un poco mas sobre la vida de finn.. se me hace tan lindo xD.. la escena de rachel con santana en clases fue tan divertida.. san parecía una niña chiquita con su comportamiento .. mira que ponerse a dibujar y quedarse dormida en clases jaja...

y eso de que britt la acompañara fue lo mejor ♥.♥ es que son tan perfectas juntas kjsksdjsks... van dando pasitos de bebes ....

y por ultimo la aparición de judy..o.O a que habrá ido.. ahora que se le ocurrió a tu grandiosa mente? .. espero no vuelvas con tanto drama :D

en fin que tengas un excelente fin de semana, hasta la próxima chao.

me gusto el cap pero quiero momentos brittana

me encanto el cap peroo ya quiero brittana!! siq ue te haces esperar hee!! y que onda la madre de quiin? que querra? fin y rach confidentes mmm no me cuadra mucho auque oijala si solo sean confidentes amigos y ahi entre en juego la cuñada de arti ajjaa besitos seguii asi!

Pero quiero brittana a la de ya!!!!!

Pobreee Quiiiiinn!!!! owwwwww Brittany siempre tan lindaaaaa me llena de ternura y Finn me cae bien :)

Hola, muy buenas tardes!
Ya tengo que salir así que no podré hacer una de esas peroratas -que, dicho sea de paso, me salen sin querer...
Pero como luego en la semana no puedo comentar...
Estupendos dos capítulos. Te lo escribí varias veces: tenés la capacidad de hacer que circunstancias cotidianas, mínimas, generen expectativas y una sensación de verdad placentera al leerte. El drama -más o menos bueno- llama la atención siempre. Lo que vos venís haciendo en la mayoría de tu fic, es mucho más difícil. Y te sale muy bien.
Ummm... No puedo evitar preguntarte a qué te referís con lo de escritura en bloque. Si es lo que pienso, no sé si estoy de acuerdo con que sea un defecto. Hay escritores formidables que escriben de ese modo. Se me ocurre, ahora, un caso despampanante: D.H. Lawrence en su maravillosa Mujeres Enamoradas: cada capítulo es una historia que comienza y acaba y habrían podido ser pequeñas y perfectas obritas cada una. Pero no sé si es a esa forma, a lo que te referís ¿podrías aclarármelo, si no te parece muy desubicado de mi parte?
La historia... La secuencia de Finn fue estupenda. Creo que pude verlo tropezándose con la caja y poniéndose rígido ante la cuñada de Artie.
La discusión de Santana y Rachel, impecable. Es terrible cómo Santana tiene conciencia de su debilidad y, aun así, no puede contrarrestarla. Los contrastes en Santana son uno de sus caracteres más atractivos. Tu Rachel es humanamente adorable y la interacción entre ellas toma, así, una diversidad de giros realistas y queribles al mismo tiempo.
Y aunque Brittana es solo el esbozo de una promesa, la sensación de comodidad entre ellas vale lo que muchas batallas ganadas al tiempo y la distancia.
Bueno... menos mal que no podía escribir mucho. Pero no revisaré lo puesto, así que perdón por los errores!!!
Un abrazo. Que empieces lindo la semana!!!

prometiii no emocionarme... voy a levantar el meñique al cielo y ser fuerte... no m voy a emocionar porq ese acercamiento no significo nada sino una ayuda de amigas, nada mas... ^^.. jajajjajjaja

exelente cap.. besoooo.. :)

muy tiernas las chicas en esa clase, momento brittana unico, ahora ya van dos cosas que el ocultan a santana, primero lo de samuel que indirectamente le dijo a erick donde encontrar a brittany y segundo lo de la boda de blaine, entendo que lo hagan por su bien pero la morena esta tratando de confiar de nuevo y eso no la va a ayudar, espero ue esto no traiga problemas; es mi imaginacion o a finn le gusto la cuñada de artie, seria bueno para el, nos vemos en el siguiente capitulo.

Por favor te lo pido por lo que mas quieras que no se acerquen mas las Brittana, casi mas muero muerta al leer que casi pasa algo, porque HOLA! se supone que son re amigas y si Britt se acerca a San, chau amistad y no queremos eso, osea queremos Amistad Brittana, nada mas. Si Britt va a ser la madrina no puede gustarle, serian como especie de familia, y eso es PUAJ, osea no me asustes mas con ese tipo de cosas por favor. Dijimos AMISTAD! respeta un poco (?. JEJEJEJEJEJEJEJEJE (se rie esquisofrenicamente mientras se mueve para adelante y para atrás en la silla :P)

Ok, ahora hablando enserio! Vos me estas charlando de una forma potenciada. ¬¬ La señorita "Falta mucho para que haya Brittana posta", o mejor dicho la señorita "Voy a hacerlas sufrir y que se hagan la cabeza mal", nos dice "no se emocionen, son amigas, entre amigas se dan la mano y besos en la mejilla". PATRAÑAS!!!!! (me gusta esa palabra xD). Son amigas mis pamplinas (esa también xD), entre amigas no pasa eso, no te quedas mirando a la otra persona de esa forma como si no hubiera un mañana. (?. Esas miradas significan algo, y ese algo es AMOR, AMOR BRITTANESCO. (?. JEJEJE. Pero no voy a emocionarme ni nada, obvio. (? jejeje re bipolar era. xD

Hermoso cap, posta, estuvo muy bueno. ^^. La amistad PezBerry es lo mas. ^^. Ojala que Britt aprenda de eso así se lleva igual con San xD.

Bueno, escribí mucho creo, es que me emociono. (?. Besote. ♥

Prometo tenerte paciencia jaja es que me emocionas demasiado soy ansiosaa ajjaj!! besitoss!!

Im still standing… nanananana (8)

What doesn’t kill you makes me stronger (lo se, lo se, vamos distraete….)
…. For you…. :’( there be no more cry… For you… the sun Will be shining… Cause I feel that when I’m with you… It’s all right; I know it’s right…

Imaginen esta situación: una chica, 18 años, ojitos medios achinados, flequillo en los ojos, hecha un mar de lagrimas cantando esta canción sin la menor entonación pero con todo el sentimiento que se puede tener. Más allá de que aprendí Songbird como una canción de cuna para mi sobrinito (que por cierto se queda tranquilo en mis brazos escuchándome, con lo cual o entiende esta preciosa letra o canto algo bien) hoy intento que sea la canción que expresa todo el amor en el mundo de Brittana, y la cual deja en claro que amor es amor. Ok, necesito un abrazo :’( yaaaaa
Sabia que el cap 4 iba a ser mega difícil de ver y no me equivoque.… No tengo pulso ¿Algo anda mal?

Bueno lectoras queridas, estos días se me corto internet y me desesperaba no poder subir la actualización como había dicho pero que estoy, luchando intentando ser fuerte y dejar de llorar como una magdalena, justo hoy tenia que estar hipersensible :’( Gracias a todas por sus comentarios, ahora nos sumergiremos en este lugar que se vuelve un refugio en días de lluvia. Vamos, después de la tormenta sale el sol… sonare bipolar, pero es que lo soy… jaja en fin, les dejo el cap. Smile, y fuerzas :3

Capitulo 50: Picardias

Quinn pidió el resto de la tarde libre. Conducía en silencio, con la cabeza sumida en varios pensamientos. No creyó conveniente hablar con su madre en el trabajo, por lo que se veía era un tema serio. Judy viajaba a su lado, contemplando esos rasgos que tan bien conocía. Su hija ya era toda una mujer, hecha y derecha. Hacia bastante tiempo que no se veían, y las pocas veces que lo hicieron siempre terminaban discutiendo.
La madre de la abogada se había marchado de Lima para vivir en Kentucky, con su nuevo esposo, cuando la rubia recién iniciaba sus estudios en la universidad de New York. No se llevaba bien con su padrastro: era un tipo despreciablemente homofóbico. En muchos casos logró lavarle la cabeza a su mujer para que trate influir respecto a la vida de Quinn. Y era por eso que ambas rubias chocaban; porque dejó la beca en Yale para mudarse a la gran ciudad; o quiso ser abogada en vez de doctora, como todos esperaban. Y, sobretodo, porque salía con una aspirante a actriz, judía. El marido de Judy era pastor de la iglesia evangelista, detestaba a los judíos, y más si tenían otras tendencias sexuales. La ex animadora pasó bastantes cosas, sin tener el apoyo de su madre. Pero con el tiempo se fue acostumbrando a no contar con ella, ni con su hermana (de la que sabia poco y nada, por alguna que otra conversación por internet) Basta con decir que cuando las invitó a su boda, ellas aparecieron por unas horas sin mucha alegría encima.

Llegaron a la casa de las Faberry. Los judíos aun no volvian, por lo que todo estaba en completo silencio. Quinn dejó sus llaves en la mesa, invitando a su madre para a que pasara a la cocina. Judy contemplaba el lugar tímidamente, algunas fotos la detuvieron por unos instantes, pero no tenia ni quería perder mucho tiempo, dudaba incluso si estaba haciendo lo correcto al estar allí.

-¿Quieres algo de tomar? ¿Un café o…?
-Agua estaría bien, si no es mucho pedir.
Hablaba la mujer, sentándose lentamente en la mesa. Su hija asintió, suspirando un poco cansada. La cara de Judy demostraba muchas cosas, pero sobretodo agotamiento, quizás melancolía. La ex animadora se sentó frente a ella, entregándole el vaso y mirándola con curiosidad.
-Y… ¿Cómo has estado? ¿Cómo están… Rachel y…?
Dudaba la otra rubia, buscando vagamente en su mente.
-Iker.
Le contestó certeramente la muchacha un poco incomoda.
-Ya sé como se llama, Abraham Iker Fabray. No lo olvido. Lo que si se me fue es su apodo… -Sonreía su madre.
-Aik. Están bien… Hace unos meses volvimos a Lima, por cuestiones laborales de Rach y familiares. -Explicaba cruzándose de piernas.- Como veras estamos tranquilos de nuevo en la ciudad…
-Me agrada oír eso, hija, de corazón. Escucha… Sé que nuestra relación ha sido muy mala. Y yo tengo gran parte de culpa en que haya sido así. Ahora que aparecí de repente, puede que estés ofendida conmigo y lo entiendo. Pero no tengo a quien más acudir.
Decía Judy agachando la mirada. Quinn se estaba sorprendiendo al verla tan pensativa, definitivamente algo había pasado para que estuviera así. Su madre tragó saliva, moviendo velozmente los ojos como reviendo todas las cosas que había vivido estando lejos
–Hace menos dos años, Oscar y yo terminamos de separarnos. Se metió con una de las religiosas de la zona, y bueno… Era más joven que yo, más guapa…
-Ese tipo era un asco, mil veces te lo dije.
-Y cuanta razon tenías Quinnie, fui muy ciega, y lo admito. Desde ese día viví con tu hermana. Tú sabes que ella está casada y tiene sus cosas. -La abogada asentía sin perder su perfil serio. –Yo… Muchas veces quise comunicarme contigo, pero no tenía el valor de presentarme así como estoy ahora. Pase por una fase muy obscura en mi vida.
-¿Tanto así que no podías ni siquiera llamar por teléfono alguna que otra vez…?
-Quinn, yo estoy en recuperación. Hace un año que pertenezco a alcohólicos anónimos. -A la ex animadora se le erizo la piel tras oír eso, quedando en total silencio. –Hoy no me apena casi nada decir que llevo 363 días sin beber ni una copa de vino. Pero estuve mal, perdida… sin rumbo. Tú hermana no me tenía paciencia y cada día que pasaba me dejaba más sola. Hasta que finalmente se fue con su marido a Miami. Gracias a Dios, encontré a dos personas maravillosas que me llevaron por el buen camino espiritual. Tengo dos mejores amigas que me quieren y me cuidan.
-¿Has vuelto a la iglesia entonces…?
-Así es, pero no a la que acostumbraba a ir, es diferente y muy reconfortante. Debo decir que gracias a ello pude replantearme muchas cosas, entre ellas el distanciarme tanto de ti y los tuyos. Me prometí a mi misma que cuando sintiera que ya no te traería molestias, te buscaría… Pero, aquí es donde tengo que pedirte ayuda, con mucha vergüenza, eh incluso rompiendo esa misma promesa. Si bien ese vicio pecaminoso me atrajo y casi me lleva a la perdición, tuve otro peor… Las apuestas.
-¿También tuviste líos con el juego? -Se molestó un poco la rubia Fabray. Pero bajó la guardia de inmediato cuando su madre se llevo las manos a la cara, comenzando a llorar. No parecía mentir, y hablar con la verdad debía ser incomodo para ella.
-Perdí mucho dinero, incluso la casa que tenia. Créeme que hoy lo veo y me parece horrible la manera en la que desperdicie mi vida, siendo que podía buscar la luz en otra parte mucho mejor. En el casino eh dejado una deuda bastante alta, que me es imposible de saldar a la fecha. Me han enviado una carta documentada, y conforme no pague… -Le explicaba a su hija entregándole los papeles. –Iniciaran acciones legales contra mí… Podría ir a prisión… -Quinn leyó el monto levantando una ceja y suspirando fuertemente.
-¿Entonces lo que quieres es que te ayude a pagar esto...?
-Yo sé que no tengo cara para venir a pedirte nada en verdad, pero estoy en aprietos. Realmente he cambiado, y para bien. Gracias a Dios, he sacado fuerzas. Ahora quiero reiniciar mi vida; te juro Quinnie que cada centavo te lo devolveré. Estoy trabajando junto a Denisse, una de mis amigas, en una florería. Y hacemos colectas en la iglesia...
-¿Y no te era más fácil pedir un crédito?
-Lo pensé, pero me lo darían en un plazo muy largo….
-Claro, es verdad. Esto lo tienes que pagar a más tardar… mañana. ¿Por qué esperaste tanto tiempo?
-No pensé que fuera tanto… Además, esto lo recibí la semana pasada.
Quinn se llevó las manos a la cabeza un rato. Todo lo que le contaba su madre le parecía duro, real. Se sentía inquieta, tal vez si hubiera hecho un esfuerzo la habría podido ayudar antes. Pero era tarde y las cosas siempre pasan por algo en la vida. Ahora Judy parecía otra mujer, distinta a la que estaba casada con el pastor ese. Su pasado era obscuro, y todo en la vida es un ida y vuelta muy extraño de cuestionar en esos casos. La puerta se abrió y las voces enérgicas de los judíos llenaron con su espíritu el lugar.
-¿Q? ¡Cielo, llegaste temprano! -Hablaba la castaña dejando sus cosas en el salón y yendo hacia la cocina. –No sabes, estuvimos haciendo las listas de la academia y… -La judía se quedó de una pieza reconociendo inmediatamente a la acompañante de su esposa, que se encontraba viéndola con curiosidad. –Yo… Perdón, creo que será mejor que las dejemos solas.
Susurró dando unos pasos hacia atrás con una pizca de temor y confusión.
-No Rachel, por favor. -Sonrió finalmente Judy, parándose a saludarla, cosa que extraño aun más a la actriz. –Ha pasado mucho tiempo, es bueno ver que sigues bien con Quinn. Decía su suegra sin borrar la sonrisa de su cara.
-Si… Eso no cambiará nunca. -Murmuraba con desconfianza. La relación de ambas no era la mejor, sobretodo porque la castaña siempre le dijo las verdades sin ninguna clase de limite ni compasión. No le agradaba ver como atormentaba de pensamientos a su mujer, y tampoco que la dejara de lado como lo había hecho.
-Mami querida, si las cosas que hace Pompón son uno y dos, ¿Cómo le dices al vomito?
Indagaba Iker acercándose para tirar de la blusa a su madre judía. Judy se inclinó para poder contemplar a su nieto.
-¿Aik…?
-¡Ándale! ¡Mamá! ¿¡De verdad llamaste a la señora del orfanato!? No, por favor. Te prometo que no vuelvo a decirle a mi maestra que tiene bigote. Perdón, perdón, no lo volveré a hacer. -Imploraba el pequeño dramático corriendo a ocultarse tras el sofá. Las mujeres inevitablemente se rieron.
-Iker, ven acá… Ya hablaremos de las vellosidades de tu maestra luego. ¿No te acuerdas de ella? -Decía Quinn poniéndose de pie. Con eso, la mayor de ellas agachó un poco la mirada.
-Es normal, lo vi cuando era un bebe, y después creo que no tenia más de tres años. He dejado que pasara demasiado tiempo…
Murmuraba inclinándose de hombros, con algo de nostalgia retenida. El mini judío se acercó curioso.
-Ella es tu abuela Aiki, la mamá de tu mamá. Explicaba Rachel tomándolo de la mano. El joven Fabray arrugó un poco la nariz, llenando su cabeza de pensamientos.
-¿Y por qué no me manda regalos de navidad como los abuelos…?
Fue lo primero que comentó mirando fijo a su madre castaña. La abogada pasó un rato hablando con su pequeño, hasta que finalmente Iker entendió que su abuela había estado lejos, pero que, aparentemente, ya no seria así. Judy le dio un abrazo algo tímido, dejándole unas bendiciones en la frente. Estaba fascinada con el niño, ni siquiera le molestaba lo charlatán que se puso ni bien entraron en confianza. Le parecía una copia masculina y más risueña de su hija menor, cosa que le daba una sensación grata en el corazón al recordar esos tiempos, donde Quinn era su pequeño cielo, y la luz de sus ojos.

Por la noche, las cuatro amigas se reunieron a cenar en casa de la bailarina, que argumentaba extrañar el estar todas juntas, con lo ocupadas que estaban últimamente. Ya la cena estaba lista, y junto a los niños, charlaban sentadas en la mesa.
-Pagaría por haber visto tu cara cuando reconociste a tu suegra, Berry.
Se burlaba la latina, que luchaba por cortar la cena de su hijo en trozos pequeños. Rachel le arrojó una servilleta desde la otra punta, con una media sonrisa.
-Para mi suerte yo no tengo suegra. Reía la abogada que, por otro lado, le robaba comida al mini judío.
-Entonces ¿Qué harás? ¿Podrás ayudar en algo a tu madre?
Se preocupaba Brittany, divertida con la discusión que estaban teniendo los Lopez a su lado. La abogada se cruzó un rato de brazos, pensando un momento las cosas. Miró a su esposa, como queriendo encontrar una respuesta más clara. Pero la castaña solo se inclinó de hombros; la decisión quedaba en sus manos.
-Si no, de todas formas tendré que ayudarla con el juicio que le pueden hacer… Decía como argumento, sin dejar de esperar una corrección o algo por parte de la actriz.
-Q, yo no puedo obligarte a que no lo hagas o que corras en su ayuda. Cielo, es tu madre, ambas sabemos que ha cometido algunas cosas malas…
-¿Algunas…? -Se metía Santana. –Axel, suficiente. No voy a implorarte que comas, allá tú si luego tienes hambre.
Agregaba mirando fijo al moreno, dejándole enfrente su plato. El pequeño Lopez se cruzó de cejas y de brazos, generando un puchero caprichoso que derritió a todas, salvo a su propia madre.
-Ya sé, lo tengo presente también… Pero… Si no hago algo, tampoco me quedare tranquila. Por lo que me contaba, su vida no fue color de rosa. Y, yo le creo cuando dice que ha cambiado. Tiene fuerza de voluntad, solo que no la utiliza a diario…
-¿Y tienes el dinero como para saldar la deuda…? Indagaba la bailarina tímidamente. Seguida a esa pregunta, tomó el tenedor de su niño favorito con una media sonrisa. -¿Quieres? Si no Duquesa se encargara de acabarlo…
Ante eso, Axel abrió la boca expectante a que le den de comer. La morena se cruzó de cejas, con ella no servía nunca la psicología inversa para convencerlo.
-Si que tenemos, no es por hacerme la superada, pero se puede costear esa deuda sin mucho dolor en el bolsillo que digamos…
Contestaba Rachel, ganándose una mirada algo sorprendida de la abogada.
-¿No que el dinero lo ahorraban para emergencias y la universidad de Aik? Alegaba la latina levantando una ceja.
-¿La universidad? Pf ¿Pero quien…? Empezaba a decir la actriz cuando sintió una patada por debajo de la mesa, bien puesta por Quinn, que luego la miró fijo para que no siga con esa pregunta. –Oh, claro la universidad. Pero tenemos otros fondos además, no tocaríamos eso por nada del mundo.
Corregía mirando dubitativamente a su mujer. La rubia ojos verdes, sonrió asintiendo. Sus amigas las miraron con curiosidad.
- Mi madre volvía hoy por la noche a Kentucky con su amiga, y me pasó su teléfono nuevo. Creo que ya está decidido, le avisare a Amber que tendré que ausentarme. Lo bueno es que nos volvimos más intimas en este tiempo, dudo mucho que le disguste.
-Tendrás que partir bastante temprano ¿O no? Pensaba la latina.
-Si, pero como Kentucky esta a menos horas que New York, mañana por la noche ya estaré de vuelta. La rubia se quedo un rato pensando, eh iluminó su mirada con picardía. -¿No quieres acompañarme Rach?
-¿Un viaje…? Dudó la actriz viéndola con curiosidad.
-Vamos cielo, que nos vendría bien un día solo para nosotras. Sonreía la ojos verdes tendiéndole la mano a su chica.- Quiero creer que este tramite no nos llevara más de una hora, y si nos vamos temprano terminaremos en buen horario para dar una vuelta.
-Aik tiene guardería. Argumentaba la castaña señalando a su pequeño, que se entretenía escuchándolas.
-Vamos y volvemos, ¿San…? Sonreía Quinn esperando apoyo de su mejor amiga.
-¿Quieres que lo cuide? Bueno... mañana tenía que ver algo de la pintura de la academia… Se excusaba Santana, inclinándose de hombros.
-Yo cuido de Aik chicas, no se hagan problema. Y lo de la pintura lo podemos hacer juntas ¿No? Sonrió la bailarina mirando de manera tierna a la latina.
La abogada asintió triunfante. Ante eso, ninguna de las otras mujeres se pudo negar. Pasaron buena parte de esa noche juntas, intentando hacer entender el sentido del poker a la holandesa.

Quinn empacó los papeles necesarios para su pequeño viaje antes de irse a dormir. Rachel la contemplaba desde la cama con los brazos cruzados.
-¿Qué...? Indagó la rubia, viendo la cara de su mujer.
-¿Por qué les dijiste que el dinero era para la universidad de Aik…?
-Oh, eso… No es por nada… -La judía levantó una ceja, claramente ese no era un argumento valido. –Okey… Cuando Britt quería iniciar con lo de la academia, noté que San se interesó de verdad. Si ellas se volvían socias significaba que ya contaban con la confianza necesaria. Y míralas, incluso San aceptó que Britt la acompañara en la clase… ¿No te parece bueno? Que estén unidas es un excelente avance… -La castaña se acercó para atraerla a la cama.
-¿Hasta donde esperas que llegue todo…?
-No lo digas como si yo fuera la única que delira con eso. Tú lo de la publicidad lo hiciste rápido, incluso te restaba tiempo para ir a la clase. Es como darles un pequeño empujoncito.
-No, no. Me agrada saber y ver que están más unidas pero no hay que ilusionarse Q. San y Britt están bien, no es bueno que ni tú, ni nadie fuerce las cosas, menos conociendo como esta todo para Santana.
-Si, lo se… Así debe ser. -Susurró la abogada recostándose en la cama.
Su judía se recostó a su lado, acariciándole levemente la mejilla. La rubia le dio un tierno beso en la frente, pero luego fue dejando otros en su cara hasta llegar finalmente a los labios que tanto le atraían. Siguieron besándose, cada vez apegándose un poco más una a la otra, soltando algunos suspiros y risas.
-Hay que aprovechar que Aiki duerme… -Bromeaba la castaña, comenzando a deslizar su mano por debajo de la camisa que Quinn usaba para dormir. Sintiendo un escalofrió, la abogada se giro hasta quedar arriba de ella, mirándola intensamente. Ya cuando ambas estaban tan sumidas en sus caricias la ropa comenzó a salir como por arte de magia. Todo iba bien, hasta que la puerta se abrió de golpe. Con susto, Quinn se tapó con las sabanas, en tanto Rachel voló de la cama cayendo escandalosamente al suelo.
-¿Ustedes creen que soy tonto? Comentó Iker, con todos los pelos parados y los ojos prácticamente cerrados.
-¿Por qué lo dices…? Indagaba su madre rubia nerviosamente, tanteando su camisa.
-Yo se bien que escondieron mis galletas de chips y las cambiaron por las que come Pompón. -Dijo el hijo de ambas en tono grueso. La judía, tras vestirse, se acercó velozmente hasta su pequeño.
-Está sonámbulo. Sonreía hablando a modo de susurro. La abogada giró los ojos.
-Anda tráelo, ya es tarde y hay que dormir.
Murmuró optando por apagar su luz de noche, y suspirando algo frustrada; la diversión tendría que esperar para otra oportunidad.

A la mañana siguiente, fue la judía la encargada de dejar en la puerta de la casa de enfrente a su pequeño diablillo. Le explico cerca de diez veces a la bailarina lo que debía hacer si al castaño le daba uno de sus ataques de asma, por más que ya se lo había dicho en varias oportunidades. Le entregó una mochila de ropa, suponiendo que terminaría ensuciándose como siempre le pasaba, y tras luchar por despegar a Iker de su pierna, la actriz se marchó prometiendo traerle algunos regalos y llegar antes del siguiente día.
Tras charlar entretenidos camino a la guardería, Brittany recibió una llamada.
-¿Todo en orden San? Saludó la rubia sin soltar de la mano a su sobrino adoptivo.
-Si Britt, estoy yendo al centro con Ax. ¿Ustedes están bien?
-Genial, con Aik vamos camino a la guardería… ¿No llevaras al bodoque?
-En realidad es por eso que te llamaba. ¿Tienes el cupón que te dio Jacob?
Ante esa pregunta la holandesa se quedo algo tildada, pero reacciono velozmente al cabo de unos segundos.
-Si, creo que lo tengo guardado en mi bolso. ¿Lo quieres…?
-Hagamos esto: nos juntamos los cuatro en el centro comercial y de ahí hacemos algunas compras, aprovechando para pasar el rato los cuatro… o cinco... Como sea. De ahí pensaba que podríamos ver lo de la pintura ¿Te parece?
-Es un gran plan. Sonrió la bailarina, guiñándole un ojo al mini judío.

Un rato más tarde, se encontraron en la entrada del primer lugar que había indicado la morena. Dieron algunas vueltas mirando vidrieras, y sosteniendo a tientas a los niños que las tiraban con fuerza para que los siguieran. Iker miraba todo con más o igual ambición que Axel, sin contar que la picardía ya se resaltaba en su mirar. Pasaron a una de las tiendas con ropa y cosas para niños pequeños, donde podrían utilizar sin problema el cupón que se ganaron el día anterior.
-¿Y más o menos que estamos buscando...? Indagaba la rubia. absteniéndose de babear con cada pequeña prenda que se le aparecía frente a sus azules y brillantes ojos. La morena se cruzó de brazos un tanto pensativa.
-En realidad creo que solo quiero gastar y comenzar a guardarle cosas para cuando llegue. -Reía acercándose hasta quedar al lado de su amiga. –Si quieres da una vuelta con los niños, no creo que me lleve mucho ver algo de ropa y eso. Tengo una idea de lo que se necesita básicamente…
-No te preocupes, en realidad me halaga que quisieras compartir esto conmigo. Sonreía la bailarina con algo de timidez.
-Si bueno… Rachel ya tenía una lista de cinco metros con lo que pretendía que me ponga a gastar, y a Quinn le aburre un poco salir de compras. Ganamos el cupon juntas ¿No?
Brittany asintió sin borrar la sonrisa de su cara. Le parecía muy especial que la morena la tomara en cuenta para esas cosas. A ella le encantaba todo lo relacionado con los bebes, y aunque intentara no emocionarse, también tenia muchas ganas de poder estar presente en los meses siguientes hasta conocer a la nueva integrante del grupo.
-Tengo una duda: ¿Planeas que duerma sola en una cuna? Indagó pasando por el sector de las pequeñas camas para niños. La latina la acompañó, cruzando un poco las cejas al ver los precios de esos muebles.
-Pues seria lo ideal… Aunque hablando enserio, no se si lo resistiríamos. Ax siempre durmió conmigo en las noches, se vuelve como una obsesión saber y sentir que respiran y duermen tranquilos como angelitos.
Decía sonriendo con una pizca de melancolía. No dejaba de preocuparle el futuro de los tres, por más que intentara ver todo con buenos ojos. Brittany pudo percatase de la molestia de la latina ante los costos en los que se vería obligada a invertir.
-Tranquila, al primer dinero que recibamos con la academia vendrás y le compraras las mejores cosas. Las que se merece. -Le decía con entusiasmo dejando volar un poco la imaginación. –Pero por el momento ¿Qué dices? No puedes negar que es tierno… Sonreia tomando una pequeña camisa, suave y de color amarillo.
-Jaja, Britt tienes que dejar de guiarte por todo lo que tenga patitos. Reía la morena tomando con delicadeza otras prendas pequeñas de diversos colores. La bailarina continúo con la camisa en las manos.
-Anda, yo se la regalo. Le quedara preciosa. Agregaba haciéndole algunas cosquillas a su amiga por la espalda. –Imagínala: Morena, seguramente con gran carácter, vestida así y con tus lindos ojos mirándote…
Ante eso ambas se sonrojaron sin querer, dándose cuenta además que las vendedoras las miraban con total ternura. Los niños permanecían viendo los juguetes, un tanto aburridos. Las chicas pasaron un rato más viendo ropa, y comprando finalmente algunas cosas básicas para empezar. El cupón les sirvió para algunas aunque, aun así, tuvieron que desembolsar dinero.
-De acuerdo… Aik quieres… La morena comenzó a mirar hacia todos lados del local. –Britt…
-¿Dime...? Respondía la bailarina desde la otra punta, terminando de contestarle un mensaje de texto a Finn.
-Los niños están contigo… ¿Verdad? Ante eso la rubia levantó la mirada con confusión. Ambas se miraron extrañadas entre si, comenzando a sentir que sus corazones se aceleraban. Empezaron a buscar a lo largo del local, pero los dos pequeños no estaban allí.
-Ay no… No, no, no…. ¡Iker! ¡Axel! Los llamaba Brittany, saliendo a las afueras de la tienda, donde una gran cantidad de gente transitaba sin parar. -¡Niños!
-No están adentro… Decía la morena saliendo ya con cara de gran preocupación. El centro comercial era inmenso, había varias puertas que daban hacia la calle y siempre permanecían abiertas. La rubia se llevó una mano al cuello, ya había pasado por la situación de perder por unos minutos al pequeño Lopez, y no fue nada agradable.
Ahora, allí, en aquel gigantesco edificio ambas empezaron a tener miedo. Se miraron dubitativas unos instantes, pero sin más tiempo que perder, comenzaron con una frenética búsqueda. No entendían cuan rápidos podían ser aquellos dos diablillos, ni hacia donde podrían haberse dirigido; pero conociendo a Iker, algún plan se le ocurriría. Y solo imploraban cuatro cosas: Que no salgan a la calle, ni se separen en ningún momento; que ninguna persona les haga daño y que a Rachel y a Quinn no se les ocurra llamarlas para preguntar como estaban.

noooo jajajja que niñoss esoooss jjaja me mato la ternura de britt y que san este con ella! de a poco comienzan acercarse me facinaa!! prometo tenerte paciencia jajaja besos!

vaya par de diablillo! espero que aparezcan pronto y todo se quede en un pequeño susto...
Jamás me cansaré de decirte lo mucho que me encantan las escenas entre las brittana, son tan adorables! es que se me cae la baba mientras leo sus momentos...estás llevando genial toda la amistad, el ritmo, todo, aunque ya deseo que pase algo ajajaj

un abrazo

pd: hoy es un dia MUY triste para todos los brittana shipper, asi que POR FAVOR...sé buena en el siguiente ep y danos alguna alegría...lo necesitamos!

Estuvo bien el capitulo me encanto los niños el acercamiento de ellas muy bien.

Todos las brittanicas estamos :'(: ahi nooo creo que se hayan separado la felicidad nos duro que 3 minutos y despues tristeza total. Pero yo se que ellas estaran juntas love is love y el de ella es un amor forever .....

estoy triste no es normal que siga llorando.. nada mas entre al foro y ver que muchas tienen fotos de mis hermosas brittana cuando san canta MINE
me deprime mas u.u necesito fuertes dosis de amor entre estas dos chicas
si no yo no se que haré.... no es justo ¬¬

ahora en cuanto al capitulo... que bueno que actualizaste xD.. Me alegra ver
como san y britt cada día se acercan mas.. cuando estaban escogiendo
las cosas para la bebe fue lo mas tierno... yaaa juntalas por el amor de
dios que estoy en crisis!!!! ... ya ya.. me calmo,, me relajo mejor

tu fic es perfecto sigue asi.. xD hasta la próxima chao.

Ahhhhh llore con el ep de ayer.... :( pero por lo menos tu fic me ah sacado unas cuantas risas haha

Acompaño tu sentimiento!!! TT_TT Porque tuvieron que teminar las Brittana??.. osea, eso entiendo eso d la distancia y todoo.. u.u. Pero si se empeñan entre las dos, si ponen d las dos algo, pueden pasar esa etapa!!!.. LPM, me siento como el OR$@.. Me dejó mal el cap d ayer!! Yo dije, bueno le va acantar Mine que es una hrmosa cancion, pero despues se pusieron a llorar y NOOOOOOOOO PAF, sentí una tremnda cachetada!!:. u.u.. Fue demasiado para asimilar en una hora.. u.u.. Pero tngo fe de que van a volver!!!..

Ahora con tu cap, estubo buenisimo!!... ^^.. Como amo a esos nenes!! ♥.. Me encantan!!. Y Bueno aunq sea para levantarnos el animo danos un poco mas de Brittana!!!.. ;).. jajajajajja

Beso.. :)

Estoy profunda y terriblemente devastada. La pregunta que nos hacemos todos es Porque Brittana? Te juro que todavía no caigo. u.u. OseaKlaine bueno, blaine engaño a Kurt. Finchel se lo veía venir por Brody (que no la culpo a Rach porque esta re dable xD). Pero Brittana?. No me cierran cosas. Mas alla de lo de la distancia, que se me hace que es jodido, pero se aman!. u.u. Maldito Ryan M. ¬¬. Nos engaño mal con la cancion Mine, yo pense que era re amor y todo (Aunque Naya la ame ♥ cantando eso), pero nada que ver, era una especie de despedida. u.u. Dios, es demasiada info en tan poco tiempo. Yo tengo la Fe de que vuelvan todavia, porque Osea Es Brittana! Brittana is end Game ♥. Pero bueno, vamos a tener que sufrir. T_T

Ya medescargue. :P. Con respecto al cap, eso de Judy no me gusta nada, aparece para perdile plata a Quinn ¬¬ Eso no se hace, pero bueno. y las Brittana comprandole ropa a la beba ♥ Awww, son re amigas! ^^ Que feliz. jejejejejejejejeje. Espero que no les pase nada a los peques! jeje. Besote ♥

-¡Ándale! ¡Mamá! ¿¡De verdad llamaste a la señora del orfanato!? No, por favor, chica me haz hecho reir despues de la catastrofe del capitulo de ayer, me encanto el capitulo pero me preocupa la mama de quinn, ya veremos que pasa, cad vez que leo iker y axel juntos, pienso que estan tramando algo, o mejor dicho que berry jr esta tramando algo acompañado de su fiel seguidor, no imagino las caras de las brittanas al darse cuenta que se les han perdido, volviendo al capitulo de ayer, sinceramente sigo sin entender los motivos de santana, no entiendo, las canciones las ame pero el resultado no, haber que hacen de ahora, veo glee solo por ellas. Bueno un abrazo y excelente capitulo.

Hola chicas!! Muy buenas noches a todas, o al menos mejores conforme pasan los dias. Ya se que estoy un poco desaparecida en accion con este fic, pero tratare de llevarle un buen ritmo a los capitulos, ya no prometo actualizar a diario porque se me estan sumando varias tareas para el trimestre, entre ellas tengo que dirigir una obra de teatro ._. duro... ok no hablo más, mil gracias por sus comentarios! Animos y a seguir con todo :) Saludos

Capitulo 51: Unión
-Si nos separamos será peor, terminaremos todos perdidos…
-¿¡En que estábamos pensando?! ¿Dónde teníamos la cabeza? ¡¿Como se me ocurre dejar a Axel con el hijo demente de Barbra?!
Hacia cinco minutos que Santana no se callaba. Se llevaba las manos a la cabeza, inspiraba y exhalaba, cerraba los ojos contando hasta el infinito, pero nada le servia en ese preciso instante. Brittany giraba sobre si intentando dar con aquellos dos diablillos. Estaban en el punto central de aquel edificio, y la gente circulaba cargada de bolsas, hablando con sus móviles, transitando como una autopista congestionada en día de acción de gracias. Nadie parecía percatarse que pasaban junto a dos mujeres, que por cada segundo que se sumaba en el reloj, sus latidos se revolucionaban de miedo.
-Bien. -Cortó la bailarina, sosteniendo por los hombros a su amiga latina, tanto para que se quede quieta, como porque le desesperaba más y más oírla hablar al aire. –Tranquila… -Decía, mirándola a los ojos. Santana se mordió los labios, asintiendo. Lentamente la rubia la liberó del agarre, sin dejar de mirarla.
-¡No me puedes pedir que esté tranquila! ¡Axel está en este lugar, solo con Iker! ¡Dios sabe lo que puede pasar! ¿¡Y si los secuestraron?! ¡¿Qué tal si un traficante de inocentes y perfectas criaturas los estaba observando desde antes?!
-Okeey, tengo la sensación de que serias una excelente escritora de cuentos policiales... -Suspiraba Brittany, aceptando que no podría calmarla así como así, y era de esperarse aquella reacción en Santana. En dos años su pequeño moreno nunca se había separado de su lado, millones de pensamientos la invadían y le provocaban hasta ganas de vomitar.
–No tenemos que perder la cordura… Entiendo, es una situación muy estresante, seguramente Quinn cavará nuestras tumbas y Rachel bailara sobre ellas, sin contar que soy yo la que tiene el inhalador del pequeño Iker, lo cual lo deja indefenso ante un ataque de asma. Pero no vamos a ponernos nerviosas ¿Si? -Decía la holandesa lentamente. La morena la miró sin mover ni un músculo de la cara, solo dilatando sus pupilas y tragando saliva, queriendo suponer que todo eso era dicho con ironía, aunque pensándolo claramente la rubia no estaba nada errada. Se sentó al borde de la fuente que adornaba el centro comercial, restregándose la cara con las manos. Brittany se quedó a su lado, sin saber por donde empezar.
-Tenemos que encontrarlos. Vamos… Piensa. -Decía rápidamente la latina, levantando la cabeza y mirando hacia la nada. –Si fueras un niño de cuatro años con instinto dramático y aventurero, en un centro comercial, con cientos de atracciones ¿Qué querrías primero?
-Eh… ¿Más tiempo para pensar? -Contestó la bailarina soltando lo primero que se le vino a la mente. Santana la miró cruzándose de cejas, y negando con la cabeza.
-Vamos, hay que decirles a los de seguridad, y buscaremos en cada maldito rincón. No hay tiempo que perder.
Ante eso ambas partieron como alma que las lleva el diablo hasta el primer oficial que encontraran.

Un hombre de mediana edad ingresó apurado al baño de caballeros. Había una pequeña fila para ingresar a una de las dos gavetas.
-¿Hace mucho que esperan? -Indagó a los otros señores, que se voltearon a verlo inclinándose de hombros. El lugar quedó en silencio y lograron percibir unas tiernas voces, cruzándose de cejas.

♪ -I'm walking on sunshine -(whoa oh)♪
♪ -I'm walking on sunshine -(whoa oh)♪
♪ -I'm walking on sunshine -(whoa oh)♪
♪ -And don't it feel good♪

El último señor en entrar, caminó hacia las gavetas, fijándose por la ranura que quedaba debajo de la puerta: Se podían ver unas converse rojas colgando y moviéndose.
-Bien Ax, pero más entonado… -Decía Iker, meciendo activamente sus piernas.

♪ I used to think maybe you loved me, now baby i’m sure♪
♪ And I just can’t wait till the day when you knock on my door♪

Tras escuchar un segundo más ese concierto improvisado, el hombre llamó a la puerta golpeando activamente.

-¡Ándale! Exclamó el mini judío, apurándose para salir. Se sintió que tiraron la cadena del inodoro y, sin ninguna clase de vergüenza, el joven Fabray salió de allí.
-Buen día caballeros. Hablaba con filosofía, mientras los hombres lo miraban con la boca abierta.
-Niño ¿Tú eras el que cantaba así?
-Sip, y mi primo hace los coros. Bueno es normal, viene de familia según mi mamá… Contestaba Iker fregándose un poco la nariz con una media sonrisa y el ego subido. Seguido a eso, llamó a la otra puerta y la abrió. –Vamos Ax, deja de comer papel… -Se quejaba poniendo las manos en la cintura. El pequeño moreno soltó el rollo y con una media sonrisa siguió a su primo judío.
Salieron tranquilos y, en el caso del hijo de las Faberry, con alivio. Contemplaron el panorama unos segundos, hasta que el castaño se dio cuenta de un detalle.
–Oh, oh… Creo que no me acuerdo como llegar a la tienda.
-¿Mamá? Preguntaba Axel, mirándolo con curiosidad.
-Pues… No lo se…. -Ante eso, el moreno borró la sonrisa de su cara. –Pero no te preocupes, podemos cuidarnos solos. ¿Somos hombres no? Lo único que necesitaremos serán provisiones. -Agregaba el mini judío, llegando a ver un puesto de comida a lo lejos. Comenzaba a planear la manera de obtener algo para sobrevivir. No tenía dinero, por lo que tendría que pedir “prestadas” unas palomitas de maíz, y manzanas acarameladas. Si les daba sed podrían tomar agua del baño. Ropa conseguirían en las tiendas y tendrían todo un centro comercial para divertirse. Todo eso le hacia imaginar un universo fantástico, donde él terminaba siendo el rey del mundo, y una chica, que vio en un comercial, le entregaba el paquete de galletas más grande de todos. Cuando reaccionó de sus delirios, su primo estaba a su lado dándole unos sorbos a un biberón.
-¿Y tú de donde sacaste eso...? Sin dejar de beber, Axel señaló a lo lejos a un niño que tendría poco menos de su edad, que lloraba desconsolado, mientras que su madre no sabía qué era lo que le pasaba. –Eres un chico rudo eh… -Se asombró el castaño, tomando de la mano a su primo más pequeño. Seguido a eso, caminaron al puesto de comida.

-Quédense tranquilas hemos cerrado todas las entradas, y los de seguridad están revisando las cámaras con diez ojos. Decía uno de los supervisores moviendo exageradamente las manos. –Será mejor que se queden aquí, esperando una respuesta positiva…
-Aja, ¿Pretende que me quede aquí sentada, seguramente tejiendo como si nada hubiera pasado, mientras mi hijo y otras trescientas personas circulan sin parar por este lugar? Ironizaba la latina, mirándolo de manera desafiante.
-Perdone, está nerviosa…. Murmuraba Brittany, sonrojándose con la actitud de su amiga.
-No te preocupes, creo que cualquier madre estaría así. Confíen en nosotros, encontraremos a sus hijos…
Santana comenzaba a abrir la boca para protestar, pero el hombre se alejó velozmente hablando por radio con otros colegas. La bailarina la miró unos segundos.
-Yo iré a buscarlos también, pero tú te quedas aquí e intentas relajarte… No te viene bien estresarte tanto.
-¿Qué quieres que haga Britt...? Susurró la morena con un hilo de voz, agachando la cabeza. La rubia la abrazó contra ella, acariciándole un poco el cabello.
–Los encontrare, te lo prometo. -Le dijo, en tanto se separaban lentamente. La latina asintió, conteniendo las lágrimas con su respiración. Seguido a eso, salió rumbo a las tiendas corriendo velozmente.

Pasaba por cada local preguntándole a todos si no habían visto a dos niños pequeños, uno de ojos verdes, y otro moreno. Para su malestar, le respondían que no. Ya habían pasado veinte angustiantes minutos, y el pavor de no encontrar a Axel le producía una molestia muy fuerte en el pecho. Ingresó al baño de mujeres, y a cada una de las muchachas que allí se encontraban, les seguía haciendo la misma pregunta. Negaban con pena, notando en la mirada azul de Brittany, como poco a poco el miedo se iba resaltando más y más. Inhalando bastante aire, se metió al otro baño. Dos o tres hombres la miraron con sorpresa, sin dejar de relojearla de arriba a abajo. No quiso darles importancia y se fijo en la ranura debajo de las puertas y en cada rincón de la habitación.

-Vamos Ax… Susurraba Iker, en tanto el moreno le alcanzaba una lluvia de palomitas de maíz que cayeron en su castaña cabeza. Bajó con cuidado a su primo de sus hombros, y comenzaron a recogerlas, rogando que el dueño del puesto no los viera. Con tantas palomitas en los bolsillos que no podían ni caminar, comenzaron a andar entremedio de la gente, siempre de la mano para no perderse.
-Esto es genial, quiero quedarme toda la vida aquí. -Sonreía el castaño, viendo hacia arriba, donde todas las personas pasaban casi sin percatarse de su presencia. Repentinamente frente a ellos se paró un sujeto uniformado.
-Aquí a base, creo que los encontré. -Comentó el hombre por radio. –Niños tienen que acompañarme. La sangre del mini judío se heló totalmente, tragando saliva.
-Nos descubrieron… -Susurró con un hilo de voz. -¡Corre Ax! -Ambos salieron disparados sin mirar atrás.
–Ay, no, Ay, no… Soy muy joven para ir a prisión, no quiero que me tatúen mi pielcita, y el color naranja me queda feo. Diosito te prometo que no vuelvo a hacerlo pero no lo hagas, que mi mamá se enojara.
Axel básicamente volaba de la mano de Iker, que movía sus verdes ojos desesperado por hallar un escondite.
-¡Agáchate Ax! Alcanzó a gritar, mientras se deslizaba debajo de las piernas de un hombre que caminaba por allí. El moreno tenía buena reacción, por lo que accionaba casi a la misma velocidad que su primo. Pasaron la fuente y, bastante cansados, se sentaron en el suelo ocultándose entre unas cajas apiladas en un rincón. El joven Fabray espiaba, pero parecía ser que habían perdido de vista a aquel oficial. Su respiración no se calmaba y con ello, poco a poco fue sintiendo que le faltaba el aire. Buscó en sus bolsillos, quitando las pocas palomitas que le quedaban, pero no tenía su inhalador.
-Miedu… Comentaba Axel.
-No Ax, no te asus-tes. Hablaba el judío entrecortando las palabras para ahorrar oxigeno. –Mi mamí siem-pre dice que mi tia San es fuer-te, tú tan-bien lo e-res ¿No? El moreno se apoyó en el brazo del castaño escuchándolo atentamente.

-Disculpe, ¿No vio a dos niños pequeños por aquí? Indagó Brittany al hombre del puesto de comida. El sujeto la miró levantando una ceja.
-¿Qué se cree que aquí somos niñeros?
- Le estoy preguntando y sin un mal tono señor. -Remarcaba la rubia, notando el semblante amargado del tipo. –Pero veo que no puede responderme, disculpe las molestias. -Se dio la vuelta para seguir buscando, pero sintió que el vendedor murmuraba entre dientes.
-Esta juventud de hoy que no puede ni hacerse cargo de su vida… -Con eso lo volvió a mirar, apretando los puños.
-¿Perdone…?
-Que ustedes los jóvenes, no tendrían que traer al mundo criaturas que no van a saber cuidar. -Brittany ya estaba demasiado nerviosa como para soportar una queja de ese tipo, nadie debería venir a hablar si no sabia la realidad de los hechos y eso le molestaba enormemente.
-Ante todo creo que usted no tendría por qué faltarle el respeto a las personas ni degradarlas. Y no tiene nada que ver que seamos jóvenes; nadie nació con experiencia, ni existe un libro que diga como hacer bien las cosas. Usted no puede venir a decir que yo no se como cuidar a un niño, menos a dos. No me conoce, y aunque esté en la libertad de expresar su opinión, está equivocado. Míreme, estoy al borde del colapso buscándolos, porque esos pequeños son una de las mejores cosas que tengo en mi vida. Sepa y aprenda a guardar silencio, que seguramente usted también tuvo una madre totalmente humana, y que sin dudas ha cometido errores en su labor. -Hablaba la rubia haciendo que el hombre retrocediera varios pasos, bajo la mirada seria y molesta de ella. La bailarina apretaba los dientes, con los ojos brillosos. Sintió que la tomaban del hombro con un cálido calor. Al voltearse respirando alterada, Santana la miraba totalmente sorprendida.
-No le des importancia. Vamos, los vieron correr y ya los encontraran. -La calmaba hablándole con suma tranquilidad. La holandesa asintió caminando a su lado. El vendedor solo se quedó con la boca abierta, y agachando la cabeza.

-Ya no quiero… estar a-quí… -Decía Iker con la voz totalmente tomada, y los ojos un poco apesadumbrados. –Quiero a mi mamá. Ella siempre me ayu-da cuando estoy así, y me carga y me can-ta…. -Susurraba formando un puchero en sus labios, y dejando que unas lágrimas recorrieran su cara –Ax… Busca ayuda, por favor.
Ante eso el moreno se paró, mirándolo con temor. El joven Fabray cerró los ojos, muy cansado de buscar un hilo de aire. Axel miró hacia todos lados, había mucha gente. Soltó la mano de su primo y con la mirada firme comenzó a caminar.
Santana y Brittany caminaban buscando a los guardias, con sus mentes revolucionadas de tantos pensamientos que llegaban casi a la nulidad. La holandesa permanecía en silencio con bastante cansancio emocional, e imaginándose que diez veces peor podía estar la morena a su lado.
-Fue increíble lo que le dijiste… Yo no hubiera podido decir nada, a lo mucho lo estrellaría contra ese puestucho…
-En esos casos solo tienes dos opciones, atacar o decir lo que sientes desde el fondo de tu corazón. Explicaba la rubia.
-Entonces… ¿Tanto los quieres? -La latina llegó a sentir el enojo de la bailarina, pero lo que más le sorprendía fue como hablaba desde una perspectiva que ella en verdad no conocía: el instinto maternal.
-Claro que si, son mi peque y mi bodoque, uno divertido y el otro hermosamente tierno… Dos niños que llegaron a mi vida para darle más luz, como todos ustedes en verdad, y no quiero perderlos nunca… -Ambas se detuvieron frente a la fuente, tragando un poco de saliva, pero dibujando una melancólica sonrisa en sus rostros.
-¡Mamá! Sintieron un poco más lejos con lo cual se voltearon totalmente sorprendidas, rogando por que no haya sido su imaginación. Axel las vio y comenzó a correr directo hacia ellas. Inconscientemente ambas se agacharon, volviendo a sentir que la vida les volvía al cuerpo. Santana se adelantó y tomó en brazos a su pequeño, abrazándolo con todas su fuerzas.
-¡Axel, mi cielo, por dios nunca más hagas esto! Decía, dejando que las lagrimas de adrenalina y angustia finalmente la vencieran. Pero no le importaba, su corazón latía rápido. Axel se despegó un poco del abrazo, estirando la mano para alcanzar a su ex niñera, que los miraba mordiéndose los labios. Seguidamente la latina también le extendió su mano, y los tres se abrazaron con fuerza. Pero la felicidad les duro solo unos segundos.
-Ax, ¿Dónde está Iker? -Se apresuró la rubia, borrando toda sonrisa y luz en sus ojos. El moreno la escuchó y pidio que su madre lo bajara. Seguido a eso, les tomo una mano a cada una y se apresuró en caminar de nuevo. Las chicas lo seguían viendo hacia todos lados, pero para su suerte el pequeño recordaba donde hallar a su primo. Se soltaron del agarre al verlo a unos metros: tumbado en el suelo muy pálido y con los ojos cerrados.
-¡Iker! Se apresuró Santana para tomarlo por la cabeza, corriendo la cajas entre las que el pequeño se escondía. Se le erizo la piel notando la tonalidad azulada en los labios de su sobrino. Brittany se agachó escuchando en su pecho velozmente.
-Apenas y respira... Murmuró buscando en su bolso desesperadamente hasta dar con el inhalador. Tras agitarlo unos segundos como indicaba, se lo dio a aspirar, esperando nerviosamente a que funcionara.
-Vamos Aik, no nos asustes… -Susurraba la latina, acariciándole tiernamente el cabello al mini judío. Pasaron varios segundos de silencio en los cuales el pequeño parecía no reaccionar. Brittany no esperó más y lo cargó en brazos. La gente las miraba con preocupación, cediéndoles el paso para que llegaran a alguna de las salidas.
-Conforme no reaccione hay que llevarlo al hospital pero ya. -Comentaba Santana, caminando velozmente al lado de ellos, llevando consigo a su hijo. Lentamente, Iker fue abriendo los ojos, sintiendo la brisa veraniega en su rostro.
-Tia… Perdon… Hablaba casi de modo imperceptible.
-Tranquilo cariño, no estoy enojada ni nada. Ahora relájate, así te mejoras. -Sonreía la morena. El mini judío esbozó una leve sonrisa, cerrando los ojos de nuevo.
–Que bueno que están juntas… Yo sé que son felices. Terminó susurrando. Las chicas lo escuchaban enternecidas, pero con un nudito en la garganta.

Santana lo acompañó a la guardia del hospital, ya para ese momento el castaño tenia más color en su rostro y podía caminar lentamente. Tras un buen rato de esperar en el auto, Brittany y Axel contemplaban las cosas que habían alcanzado a comprar en ese lapso.
-Toda esta ropa es muy pequeña… Comentaba la rubia, sin dejar de sonreír.
-¿Bebe...? Indagaba el moreno cruzándose un poco de cejas.
-Así es Ax, ¿Ya quieres conocer a tu hermanita?
-¡Ti! Sonreía el pequeño, siempre mostrando sus perlados dientitos.
-Jaja, yo también… Murmuraba más para si la bailarina. –Me intriga el nombre que decidirá Santana. Aunque no dudo que buscara algo genial, Ax tiene uno que le queda bien, como todo lo viene de ella… -Pensaba en voz alta.
La puerta trasera se abrió y seguidamente el mini judío ingresó totalmente compuesto. Traía una paleta en la boca y la sonrisa de un angelito. Santana se subió por la puerta del conductor, sorprendiéndose al encontrar todas las cosas fuera de las bolsas.
-¿Qué hacían...?
-Estábamos aburridos… Se inclinaba de hombros la rubia, comenzando a ordenar todo. –Bien, misión cumplida. Aunque un poco más estresante de lo que debería haber sido… -Agregaba. -¿Qué haremos ahora?
-No lo se… estoy cansada, todo esto me dejó agotadísima. Le respondía la morena apoyándose un poco en el volante.
-Creo que dejamos lo de la academia para mañana, y te vas a tu casa y descansas. Es lo que más aconsejan.
-No Britt que tenemos que ver lo de la pintura…
-Un día libre no nos vendrá mal. Ya no queda casi nada para la apertura, solo estos detalles. Anda… -Le hablaba siempre con su dulce voz, poniéndole una mano en el hombro.
-Tías les traje paletas… El doctor tenía muchas y le tome algunas prestadas. -Se metía el mini judío extendiéndole una golosina a cada una. Las chicas se rieron, gracias a sus picardías se terminarían tomando un día de descanso.
Fueron a la casa de los Lopez, allí almorzaron y pasaron la tarde juntos tumbados en el sofá viendo televisión. Los niños tras jugar afuera más relajados, durmieron una buena siesta. Las mujeres charlaron en la cocina respecto a sus futuros alumnos: con la experiencia que habían vivido tomarían en cuenta no perder a ninguno de vista en tanto estén a su cargo en sus clases. Ya casi al anochecer, las Faberry se presentaron en la casa de su amiga latina.
-¿Y como les fue? -Indagaba la bailarina, tomando asiento en el sofá.
-Bien… Buen,o con lo de la deuda saldamos lo necesario para que no le hagan un juicio a mi madre. Después, hablamos con sus amigas que parecían unas buenas mujeres y dijeron que se encargarían de avisarme si surgen problemas, aunque lo dudo. -Explicaba Quinn, abrazada del hombro de su esposa.
-¿Y a ustedes como les fue en su día? Preguntó Rachel, sin perder la sonrisa de su rostro. Había pasado una tarde sensacional con Quinn, y eso la tenia del mejor humor que se podrían imaginar. Sus amigas se miraron con complicidad.
-Estuvimos tranquilas… Empezaba Santana.
-Si, no hicimos mucho que digamos. Completaba Brittany, con un poco de nerviosismo.
-¿Aik se comportó? Indagó la abogada, notando el perfil de las chicas. Finalmente con un suspiro, ambas confesaron toda la odisea que vivieron en el centro comercial. No les servía de nada ocultárselo, Iker llegó a parar al hospital y sin lugar a dudas terminaría contándoselo de todas formas. Las Faberry no pudieron enojarse con ninguna. Por el contrario, las abrazaron con fuerza, agradecidas de que se hayan preocupado tanto por el bienestar de su pequeño.
-¡Oh! Es verdad. Q, dame las llaves. Ordenaba la castaña.
-Cielo…
-Anda. Alegaba extendiendo la mano. La rubia obedeció suspirando cansinamente. Seguidamente, la actriz salio a toda velocidad para abrir el baúl del vehículo. Minutos más tarde. ingresó con las manos llenas de bolsas, en incluso traía una colgando de la boca.
-Regalos. Sonreía, comenzando a repartir lo que había comprado en su tarde con su mujer, en un acto compulsivo de gastar lo que pudiera. Su instinto maternal sub desarrollado la incentivo a comprarle casi un guardarropa completo a su futura sobrina, y con ello irían juntando más y más cosas según pasaran los meses. Sus amigas reían, Rachel nunca cambiaría su forma de ser, chillona, mandona, pero adorable en definitiva.

En las calles nocturnas de la bella Italia, la familia Hummel se reunía para cenar. Burt y Carole se habían mudado allí desde hacia tiempo, gracias a que el mismísimo diseñador les regalo la preciosa casa donde actualmente residían. Eran vecinos conocidos y queridos de la zona, con lo cual el padre de Kurt seguía en sus movimientos políticos contando con bastante apoyo. Los prometidos decidieron pasar por unos días en su recorrido a visitarlos, luego seguirían su expedición turística y romántica por Europa.
-¡Salud por la futura pareja! -Brindaba Burt con una sonrisa. Todos elevaron sus copas con una sonrisa. –Así que Blaine, me contaba Kurt que trabajas en una empresa…
-Así es, por suerte puedo ejercer lo que me gusta. -Le respondía su futuro yerno.
-Eso es genial. Es tan bueno verlos juntos, siempre notamos que Kurt no podría dejarte ir… -Agregaba Carole en buen modo. El diseñador escuchaba la charla algo incomodo, y sonrojado. -¿Cómo se están preparando para la boda?
-Bien, todavía nos queda tiempo de arreglarla para que se un día perfecto. Respondía el ojos claros, tomando un poco de vino.
-¿Y ya están haciendo las invitaciones? Quiero suponer. -Comentaba su padre mirándolos intercalado. -¿Tú ya hablaste con tu familia Blaine?
-S-Si, ya están enterados… Pero por ahora solo mi hermano me ha confirmado, mis padres siempre están muy ocupados. -Se excusaba el contador inclinándose de hombros. –De todas formas, más que nada por Kurt, no quiero hacer mucho alboroto y le pedí a Cooper que guarde discreción. E-l diseñador apoyó su cabeza en el hombro de su chico, con una tierna sonrisa en los labios.
-¿Y ya invitaste a Finn…? Murmuró Burt. Con eso la sonrisa de Kurt se borró de inmediato. -¿Cuándo piensas arreglarte con él...?
-¿Finn y tú están peleados? -Se sorprendió Blaine mirándolo algo serio.
Había cosas que el castaño se guardaba para si, sobretodo si se trataba de gente de América. Ni su prometido sabía que la relación entre él y su hermanastro era pésima, ni su padre estaba enterado que en verdad su yerno era divorciado. Creía que eran detalles que no venían al caso nombrar. Él era feliz ahora, no importaba el pasado.
-Yo eh hablado con Finn estos días, se encuentra trabajando…. -Se metía Carole, intentando apaciguar el ambiente.
-¿Y donde se encuentra él? Se interesó el contador, tomando un sorbo de vino.
-Sigue en Lima, tiene una hija de tres años que es una divinidad. -Sonreía la mujer, alegre de que las cosas con su propio hijo ya marchaban bien. El castaño asintió sin borrar el asombro de su rostro, hacia mucho que no tenía noticias de aquel muchacho.
-Estábamos hablando con Carole, de pasar a visitarlo antes de nuestro viaje a América central… -Agregaba el mayor de los hombres. Los prometidos asintieron, con diferentes caras cada uno. –Hijo: Quiero que volvamos a ser una familia unida, pese a la distancia. Ahora se sumara Blaine y estoy muy contento con la decisión de ambos; pero Finn pertenece también, junto a su hija. Y quiero que vuelvan a llevarse bien.
-Las diferencias que tengo con él son grandes, no creo que se puedan arreglar solo con llamadas y un poco de perdón. -Se excusaba el diseñador, dejando que sus mejillas se sonrojaran.
-Bien, tienes razón. Es por eso que queríamos proponerles algo: Acompáñennos a nuestro viaje… -Decía Burt, mirándolo con los ojos iluminados. –Conociéndolo, sé que podrán llegar a un arreglo, y les vendrá bien a ambos, más que nada por lo espiritual...
-¿Quieres que vayamos a Lima con ustedes? -Se sorprendió el ojos claros, inclinándose hacia atrás en su silla. –Vamos a estar recién casados, no creo que sea el mejor destino para una luna de miel…
-¿Qué no es esta su luna de miel por adelantado? -Indagaba su madrastra, tomando de la mano a su esposo.
-No, este es solo un viaje vacacional. Sonreía Blaine, tímidamente.
-Exacto. Yo pensaba más bien viajar a algún lugar de Asia, o a Dubái. Se ilusionaba el diseñador.
-...Pero lo que dice tu padre me parece muy correcto Kurt… -Empezaba a decir el contador, tomándolo del hombro. –Siempre es bueno contar con un hermano, y no me agrada saber que estas peleado con Finn. No me molestaría acompañarte, si es que sinceramente deseas hacer las pases con él.
La mirada tierna de su chico, hizo pensar un poco las cosas al diseñador. No extrañaba en nada a su hermanastro. Pero por otro lado no quería ser el que vivía en discordia manteniendo desunida a la familia, rompiendo las ilusiones de su padre, a quien quería en verdad ver bien. –Además, podríamos visitar a viejos amigos, quizás hasta al Sr Schuester. Y solo serán unos días… -Sonreía Blaine.
-Lo pensare. Cortó Kurt, sin mucho animo. –Anden, comamos que se enfría todo y estos momentos de unión se tienen que guardar calientes. Se excusó atacando su cena, con varias decisiones que tomar por delante.

o no lo que faltaba que vayan a lima y encima arruinen la vida de san maldita idea!! de unir a la familia!! por fa que no le arruinen la pcoa felicidad que consiguio san hasta ahora con britt y las faberry por fa!! nos seas malita jajajaj
bueno aca sigo como siempre besos!!!

vamos......te he comentado el otro fic pero este no...creo....en fin... aquí estoy de vaga escapando de mis obligaciones par comentarte y decirte que esta historia también es pasada de buena...osea gran don el que te mandas escribiendo.....amo esta historia...es como toda loca realista...linda dramática... policíaca....al igual que el otro fic,...quiero Brittana....me la quitaron en la serie por favor tu no.....jajajja otra cosa...no mas drama...no quiero ver el reencuentro de esa extraña pareja que formo Blaine y Santana...osea eso fue loco......y la verdad verlos reunidos.....pues no....a demas que Axel...es divino...no merece hacerse ilusiones....y ufff nunk lo pense pero Kurt me cae como una patada en el estomago.....en fin no dejo esto mas largo.....no se si vuelva a comentar seguido...pero fan de tus historias

las mejores vibras!!!!!

esos dos niños si que son traviesos, mientras santana y britt sufre que sufre
por no poder encontrarlos, me gusto mucho lo que le dijo britt al señor ese
del puesto xD.. muy ciertas sus palabras.
Por suerte todo quedo en un susto. Ahora kurt y blaine en lima de nuevo?
o.O y se encontraran con las chicas? o.O eso sera muy interesante..

hasta la próxima.. y buena suerte chao.