[Fic Brittana] You Drive Me Wild | Capítulo 29: I can't lie

Feliz domingo! Les traigo una nueva entrega de nuestro fic, antes de que llegue el maldito lunes :( En este capítulo SÍ hay Brittana *inserte aplausos* , ya no podía aguantar no tenerlas juntas a estas dos ;) Aparte, hoy hace un mes que Brittana rompió y tenía que consolarme con algo :(

Como dije hace unos días, mañana empiezo los exámenes y no tengo idea si podré actualizar todos los días, así que me disculpo de nuevo por eso :( Prometo que si tengo tiempo actualizaré lo más seguido que pueda :)

Sin más que decir, aquí les dejo este cap! Buen inicio de semana :D


Capítulo 7: Two worlds collide

Apenas los primeros trazos de un nuevo día aparecían en el cielo de Los Ángeles, cuando Santana dejó la cama para darse una ducha bien fría. Miró a Quinn, quien seguía durmiendo profundamente en la cama de al lado.

Durante toda la noche apenas había dormido porque no podía dejar de pensar que en apenas horas vería de nuevo a Brittany, después de haberse comportado como una idiota en la fiesta de Sugar.

La semana pasó rápido, para desgracia de la morena, quien quería frenar los días para que el dichoso viernes no llegara. No entendía por qué se sentía tan temerosa acerca del encuentro con la rubia, quizás era porque por primera vez se puso a pensar un poco en las consecuencias de sus acciones.

Q: ¿Lista para hoy? –preguntó a la morena, apenas salía del baño envuelta en una toalla y con el pelo mojado.

S: ¿Qué haces despierta a esta hora? Son las 6:14 am –dijo mirando el reloj.

Q: Me emociona la idea de ver a Rachel de nuevo y no puedo dormir... Aún no me respondiste la pregunta.

S: ¡NO! –gritó asustando a su amiga– No estoy lista. Jamás pedí disculpas a alguien que no seas tú.

Q: Bien, pues prepárate –se levantó de un salto de la cama y se dirigió al baño– Por cierto, no se vale arrepentirse a último minuto.

Rachel se encontraba igual o más emocionada que Quinn. Su amiga Brittany intentaba por todos los medios no gritar a la judía para que parara de hablar de la rubia de ojos verdes, porque se estaba volviendo insoportable.

R: No sé si ya te lo había dicho, pero Quinny dice que tengo una linda voz –decía mientras caminaban por los pasillos del colegio– Y también dice...

B: ¡Por Dios Rachel! –gritó– Entiendo que estés súper enamorada y todo eso, pero tampoco te da derecho para que me tortures obligándome a escuchar las cosas que te dice Quinn, que por cierto, ya me las dijiste millones de veces esta semana.

R: Lo siento, pero cuando pienso en ella me descontrolo. ¡Ya quiero verla! Los mensajes de texto ya no son suficientes –hizo un puchero– No puedo esperar a ver sus lindos ojos de nuevo, y esa sonrisa, y su cabello...

B: Aquí vamos de nuevo –dijo por lo bajo, mientras Rachel seguía nombrando las virtudes de Quinn.

Las horas pasaron rápidamente, y en un abrir y cerrar de ojos, Santana y Quinn se encontraban esperando frente al McKinley.

S: Brittany no sabe que estaré aquí, ¿cierto? –preguntó con algo de temor.

Q: Noup, ¿no me digas que LA GRAN SANTANA LOPEZ tiene miedo? –rió.

S: ¡Idiota! No tengo miedo, es sólo que esto es bastante... raro.

Q: Así se empieza –sonrió– ¡Mira, allí ya están saliendo los alumnos! –gritó, mientras señalaba a la puerta.

Santana sintió que su corazón bajaba a sus pies, y que su estómago amenazaba con salir por su boca. Intentó por todos los medios posibles calmarse, pero era en vano.

Q: Tranquila amiga –dijo al ver el estado de la morena– Todo estará bien.

Y allí las vieron. Brittany y Rachel bajaban las escaleras de la entrada del colegio, y al parecer aún no notaban que Quinn y Santana estaban ahí.

Q: Está tan linda... –suspiró.

La latina se quedó sin palabras. En la fiesta apenas se había tomado el tiempo de analizar correctamente a la rubia de ojos azules, y no se había percatado de cuán hermosa era. Sus fluidos movimientos eran tan coordinados y perfectos, sus ojos irradiaban esa luz propia de alguien que vive con miles de sueños y esperanzas, y su sonrisa la dejó simplemente muda. La pasada noche no tuvo la oportunidad de verla sonreír, y ahora que lo hacía, le parecía la cosa más bella del universo.

Q: ¡Fabray llamando a Tierra! –gritó en el oído de Santana.

S: ¡No me grites! –reclamó frotándose la oreja.

Q: Sólo quería decirte que tenemos que acercarnos un poco más para que nos vean –la tomó del brazo– ¡Vamos!

Las chicas se acercaron a Brittany y a Rachel, quienes estaban entretenidas hablando.

Q: ¡Sorpresa! –dijo tapando los ojos de la judía.

R: ¡AAAAH! –empezó a gritar asustando a Quinn– ¡ME QUIEREN SECUESTRAR! ¡BRITT, DILE QUE YO SOY UNA INOCENTE CRIATURA QUE NO TIENE LA CULPA DE NADA!

Santana soltó una risotada, ante esto, Brittany reparó en su presencia. Sus miradas se cruzaron, una vez más, pero la rubia apartó la suya rápidamente.

Q: Soy yo Rachel –soltó a la pequeña diva– Hola...

R: L-lo siento –dijo tímidamente mientras se sonrojaba– S-soy una tonta...

Q: No te preocupes, me pareces muy graciosa –dicho esto, la abrazó nerviosamente.

Entre tanto, Santana y Brittany contemplaban la escena algo incómodas. La latina sabía que tenía que decir algo, pero no sabía cómo.

R: ¿Qué haces tú aquí? –dijo soltándose del abrazo de Quinn y percatándose de que Santana estaba ahí.

Q: Creo que no se conocen oficialmente aún –dijo intentando sacar del apuro a su amiga– Rachel, ella es Santana Lopez, mi mejor amiga.

R: Sí, me lo suponía. Pero aún no entiendo qué hace aquí.

S: Eres persistente hobbit –se burló– Vengo a hablar con ella –señaló a Brittany.

B: ¿Conmigo? –preguntó extrañada– No pienso aceptar que sigas burlándote de mí.

Q: San... ¡dile de una maldita vez!

Santana tomó una buena cantidad de aire, e intentó recordar las palabras que había estado practicando para cuando llegara ese momento. Increíblemente, no recordaba nada. Su mente estaba en blanco.

B: Si te vas a quedar callada mejor me voy...

S: ¡No! –la tomó del brazo– Lo que yo quería decirte es... que siento lo de la otra noche –agachó la mirada porque su cara se había transformado en algo muy rojo.

Brittany no supo cómo reaccionar ante las palabras de la latina. No podía creer que esa chica dura y rebelde estuviera delante de ella pidiéndole perdón por haber sido toda una perra.

Q: ¿No es tierna Santana? –dijo suavemente a Rachel– Awww...

Santana al escuchar esto levantó la cabeza, ya que no quería que su reputación de mala fuera manchada.

S: ¡Cállate Fabray! –dirigió una mirada fría a Brittany– Y bien...

B: ¿Qué?

S: ¡ACABO DE PEDIRTE PERDÓN! ¿NO PIENSAS DECIR ALGO?

B: ¿Qué quieres que te diga?

S: ¡AAAAH! ¡ERES UNA PEDANTE NIÑA RICA! –se dio la vuelta y se dirigió a su motocicleta.

Quinn y Rachel miraban sorprendidas lo que acababa de pasar. Por primera vez, la judía iba a defender a alguien que no sea Brittany.

R: ¿Te das cuenta de lo tonta que eres? –regañó a su amiga.

B: ¿Y qué querías que haga? ¿Que vaya, la abrace y le diga: 'Seamos mejores amiga'? –ironizó– ¡Yo no soy tan fácil!

De repente, la rubia de ojos azules escuchó el ruido de un motor detrás de ella. Se volteó asustada, y se encontró con la profunda mirada de Santana.

S: Última chance –le ofreció un casco– Puedo hacer que me perdones llevándote a un lugar muy divertido...

Brittany dirigió una mirada a Rachel, quien le hizo un gesto afirmativo con la cabeza. La rubia suspiró, sabía que podría arrepentirse de esto, pero decidió correr el riesgo y se subió a la motocicleta detrás de Santana.

S: Pon tus manos en mi cintura, para no caerte –al ver que la rubia dudaba, rió– ¡Vamos! No muerdo, aún...

B: No te pases de lista –advirtió.

Santana sólo se limitó a sonreír a Quinn por última vez, antes de arrancar la moto y dirigirse hacia su destino, con Brittany apretada a su cuerpo.

Hola! Como vieron, ayer no actualicé por culpa de los exámenes, estuve estudiando para matemáticas (que por cierto me fue horrible), y ahora deberia estar estudiando para fisica, pero exoneré el examen por mi super inteligencia (?) ah.

En fin, este es el capitulo de la 'cita' Brittana :D Aunque las cosas se liarán un poco de nuevo, asi que veremos que ocurre después.

Mañana de nuevo no podre actualizar por falta de internet, capaz lo haga el jueves por la noche si tengo algo de tiempo.

Agradeciendo una vez más sus comentarios y deseos de buena suerte para los exámenes, aquí les dejo el capítulo. Disfrutenlo!

Nota: En este capítulo se introduce un nuevo personaje: Marissa. Sí sí, la pelirroja de The Glee Project. La amo, sabian? No podia dejar de incluirla, aunque quizas su personaje les de unos cuantos dolores de cabeza ajajaja ;)


Capítulo 8: Opposites attract

La calurosa tarde era la compañera perfecta para el tipo de diversión que Santana tenía en mente. Brittany permanecía callada, agarrada fuertemente de la cintura de la morena, quien no podía ocultar la sonrisa de satisfacción en su rostro.

Se detuvieron frente a un semáforo en rojo, y la latina giró la cabeza para observar a Brittany, quedando sus rostros a pocos centímetros.

S: ¿Qué te parece el viajecito?

B: Digamos que tengo bastante miedo de que choquemos, porque conduces como una loca desenfrenada –contestó con la voz temblorosa.

S: Así me llaman –rió.

B: Por cierto, ¿a dónde vamos?

S: Sorpresa –sonrió, antes de poner en marcha de nuevo la moto.

B: ¡¿Falta mucho?! –gritó, para sobreponerse al ruido del viento.

S: ¡No demasiado!

POV Brittany

¿Por qué decidí subirme a la moto con esta chica? No lo sé, quizás no lo sepa nunca. Hay algo en ella que me causa mucha curiosidad, es una necesidad que tengo de conocerla más y más. Si en este momento me viera mi familia, probablemente me desheredarían. A lo mejor mi hermana aprobaría esto, ella es del tipo de chicas que ama las aventuras. Yo siempre fui muy cuidadosa y prudente, pero llegó Santana y empiezo a dudar de que eso sea verdad. ¿Qué me hiciste Lopez? Yo no era así.

Fin POV Brittany.

Aproximadamente quince minutos después, se detuvieron frente a una casa de muy buena apariencia. Brittany dedujo que allí vivían personas de un buen status social y económico, ya que ella solía frecuentar ese tipo de lugares con su familia.

S: Llegamos bonita –le ofreció una mano a la rubia para ayudarle a bajar de la moto– Espero que te diviertas.

B: ¿De quién es la casa? –preguntó mientras dejaba la motocicleta, sin soltar la mano de la morena.

S: Es la residencia Puckerman, ¿te suena? –sonrió.

B: Sí, mi padre es el socio del señor Puckerman en algunos negocios.

S: Bueno... Noah, el hijo, es un viejo amigo –le hizo un pequeño guiño– ¡Entremos!

B: ¡Espera un segundo! –se detuvo en medio de la acera– ¿Qué se supone que hacemos aquí?

S: Los padres de Noah no están y vamos a tener nuestra reunión semanal con otros amigos –le estiró de la mano y la llevó frente a la puerta– ¡Vas a divertirte, te lo aseguro!

Santana presionó el botón del timbre, y enseguida, un chico con un corte mohawk les abrió.

S: ¡Puck! –saludó– ¿Qué tal todo?

P: De maravillas –vio a las chicas tomadas de la mano y no pudo evitar sonreír– Veo que tú estás sentando cabeza, Lopez.

Brittany se percató del hecho, y soltó la mano de la latina rápidamente. Santana sintió una tristeza repentina, pero la ocultó.

S: Nah, sólo es una... amiga.

B: Conocida –corrigió, para desaire de Santana.

P: Da igual –les cedió el paso– ¡Adelante señoritas!

Las chicas entraron, seguidas de Puck. La rubia se sorprendió al ver tanta gente, no esperaba algo así. No conocía a nadie más que a Santana, y ahora, a Puck.

B: ¿Tan temprano y ya bebiendo alcohol? –preguntó en un tono audible sólo para la morena.

S: No hay hora definida para la diversión. ¡Hoy aprenderás lo que es divertirse de verdad!

La latina la condujo hacia un grupo de personas y presentó a Brittany ante todos. Más de uno se quedó babeando con la belleza de la rubia.

S: ¡Ya basta de mirar demasiado! –gritó ocultando a Brittany detrás de ella– Ni que fuera animal de zoológico.

La aludida sonrió enormemente y decidió provocar un poco más a la latina, para ver cuánto podía aguantar.

B: ¡Denme algo de beber! –exigió.

S: ¡Vaya preciosa! –sonrió– Aprendes rápido.

B: Corrección: me adapto rápido.

Al igual que a Brittany, a la morena se le ocurrió la 'grandiosa' idea de darle un poco de celos, a ver cuánto resistía. Sin que la otra la supiera, ambas cayeron en el juego de la provocación. Y como todos sabemos, este tipo de cosas nunca termina bien.

Las horas pasaban y ya casi eran las 7 pm. Como la morena vaticinó, Brittany se estaba divirtiendo demasiado, y más aún provocando a Santana al extremo.

P: ¿Y qué haces de tu vida? –preguntó a la rubia.

B: Estoy terminando la preparatoria –respondió naturalmente a causa de las muchas copas que ya se había bebido.

P: ¿Vas a ir a la universidad? Te recomiendo que no lo hagas, es demasiado aburrido.

B: Quiero ir a Juilliard. Soy bailarina.

P: ¿Bailarina? –sonrió– Me encantaría ver como te mueves.

B: ¡Pues pon la música! –gritó a la par que se levantaba y estiraba a Puck con ella.

Alguien puso una canción bastante movida. La rubia se movía sensual e impresionantemente contra el cuerpo del chico del mohawk, quien no ocultaba su gran satisfacción.

La que no estaba para nada feliz era Santana. Sentía como que la rubia le estaba ganando el jueguito ese de la provocación. Deseaba asesinar a Puck en ese mismo instante, mientras veía cómo el chico acariciaba las piernas de Brittany.

¿Alguien está celosa o sólo es mi imaginación? –dijo una chica, sentándose al lado de la morena.

S: Nah –intentó borrar la furia de su rostro y sonrió– Hola Marissa.

Marissa era una pelirroja de ojos verdes, muy hermosa por cierto, que fue una de las tantas conquistas nocturnas de Santana. A la morena siempre le cayó muy bien, pero nunca pasaron a ser algo más que 'amigas con beneficios'.

M: Hola San –señaló a Brittany– ¿quién es ella?

S: Una conocida –utilizó las palabras de la rubia– La traje porque tenía ciertas deudas pendientes con ella.

M: Hace mucho no me buscas –se acercó más a Santana– ¿Dónde estuviste?

S: Tenía cosas que hacer –se le ocurrió una magnífica idea para molestar a Brittany– ¿Por qué ahora no recuperamos el tiempo perdido?

Marissa sonrió y se lanzó a los labios de la morena, quien gustosamente profundizó el beso. Las manos de la pelirroja se ubicaron detrás de la cabeza de la latina, y Santana se levantó del sofá, estirando con ella a Marissa en dirección al baño.

Entre tanto, Brittany seguía bailando y bebiendo con Puck, pero se detuvo
súbitamente al ver el espectáculo que Santana y Marissa estaban ofreciendo. Su cara se transformó brutalmente y se alejó del chico, saliendo molesta de la casa.

B: ¡Soy una idiota! –gritó cuando ya nadie la escuchaba– Yo haciendo de todo para provocarla y ella revolcándose con otras...

En ese momento su celular empezó a vibrar en su bolsillo. Lo tomó y leyó el mensaje de su hermana mayor Jenny.

J: ¿Dónde estás? No sabes todas las mentiras que tuve que decirles a mamá y a papá para que no salieran a barrer la ciudad buscándote.

B: Lo siento, se me hizo tarde. Estoy con unos amigos, cúbreme un rato más. Te quiero :*

J: Está bien, pero me debes una. Te quiero más :)

Brittany miró a su derecha y luego a su izquierda. No sabía en qué parte exacta de la ciudad estaba, y además, no tenía dinero como pagar un taxi. Su única opción era Santana.

B: ¡Qué genial! Tendré que esperar a que acabe con su trabajito para que pueda llevarme. Espero que sea rápida, al menos –resopló.

Entró de nuevo a la casa y buscó a la morena con la mirada. No la encontró por ningún lado, así que decidió esperar con Puck.

P: ¡Hey princesa! ¿A dónde fuiste?

B: Necesitaba algo de aire –suspiró– ¿Viste a Santana?

P: Supongo que seguirá en el baño con Marissa.

B: Ah –suspiró de nuevo– ¿Crees que tarden mucho?

P: ¿Tú también quieres algo de diversión con Lopez? –rió ante la cara de sorpresa de Brittany– Era broma. Depende de la cantidad de energía que tengan –volvió a reír.

A partir de ahí, la rubia permaneció en silencio. Casi media hora después, cuando ya estaba pensando en pedir a Puck que la llevara, la puerta del baño se abrió. Santana y Marissa salían con grandes sonrisas en las caras, se notaba que la pasaron bien.

P: ¡Wooow Lopez! Mira la cara de estúpida satisfecha que te traes encima –se burló.

S: –lo golpeó en el hombro– ¡No seas idiota! –se fijó en Brittany y la expresión de molestia que tenía– ¿Qué pasa bonita?

B: Quiero irme a casa –escupió– Mis padres no saben que estoy aquí y ya es tarde.

S: ¿Tarde? –miró el reloj– Apenas son las 8:26 pm.

B: ¿Me llevas a casa? Pagaría un taxi, pero no tengo dinero.

S: Tenía planeado llevarte a otro sitio...

B: Lo siento. No puedo –se cruzó de brazos– ¿Ya podemos irnos?

S: No a menos que aceptes que te lleve a ese sitio mañana.

B: –resopló molesta– No Santana. No quiero y no puedo.

S: Vaaaaaaamos –hizo un puchero, produciendo que a la rubia se le parara el corazón– Yo se que te divertiste hoy. Mañana lo harás el doble.

B: Está bien –cedió– ¿Hora?

S: 11 pm –sonrió– Te buscaré a esa hora.

B: Es demasiado tarde. Mi madre jamás me dejará salir.

S: Puedes escaparte –sugirió.

B: Yo no hago esas cosas.

S: ¡Vamos! No seas aburrida.

B: No soy aburrida.

S: Sí lo eres.

B: No lo soy –hizo una pausa– Okay, a las 11 en mi casa, mañana.

Santana sonrió satisfecha, y posteriormente pasó a despedirse de todos. Brittany hizo lo mismo detrás de la latina.

Ya sobre la moto, la rubia le indicó la dirección de su casa a la morena mientras volvía a poner sus brazos alrededor de la cintura de esta. Santana volvió a sonreír de dicha una vez más.

POV Santana

La traigo loca. Sé que le molestó demasiado lo que hice con Marissa, lo puedo ver en su rostro. Y si aceptó salir de vuelta conmigo mañana es por algo. Debería provocarla un poco más, me encanta cómo se pone. Debo admitirlo, es demasiado sexy y en estos momentos no pienso en otra cosa que no sea ella. Pero yo soy Santana Lopez, no cedo ante nada ni nadie. Aunque quién sabe, después de todo, dicen que opuestos se atraen.

Fin POV Santana

Llegaron por fin a la casa de los Pierce. Santana ayudó a Brittany a bajarse de la motocicleta, y se despidió de ella dejando un beso en su mejilla.

S: Entonces... nos vemos mañana, preciosa –sonrió.

B: Eres odiosa, ¿sabías?

S: Y te encanta –arrancó la moto de nuevo– Adiós linda.

Dicho esto, Santana partió. La rubia se quedó observando hasta que la morena se perdió entre la oscuridad de la noche y luego entró a la casa.

Hola hija –saludó Susan, la madre de Brittany– ¿Terminaron el trabajo?

B: Ehh... ¿el trabajo? –miró a su hermana, que le hacía señas para que diga que sí– Sí, ya está hecho.

Su: Me alegro... –sonrió– ¿Quieres comer algo o ya lo hiciste?

B: No, no te preocupes. ¿Y papá?

Su: Se atrasó con el trabajo.

B: Ah. Subiré a mi habitación.

J: ¡Yo voy con ella! –dijo Jenny, apresurándose a subir las escaleras detrás de su hermana menor.

Las dos rubias se dirigieron a la habitación de la menor, y se encargaron de cerrar bien la puerta para poder conversar tranquilamente.

Brittany se parecía bastante a Jenny, aunque la rubia mayor tenía los ojos de un gris muy brillante, igual que su padre. La de ojos azules se parecía más a su madre.

J: Ahora sí –se sentó en la cama, frente a su hermana– ¿Dónde rayos estabas?

Brittany procedió a explicarle la historia completa, desde la fiesta hasta lo que pasó esa tarde. Entre ellas nunca hubo secretos y había mucha confianza.

J: ¿Fuiste de fiesta con Santana Lopez? –preguntó admirada.

B: ¿La conoces?

J: Fue a la secundaria conmigo –respondió– Aunque nunca hablamos y ella se graduó un año antes que yo. Cuando estaba en mi último año, ella se había convertido en algo así como una leyenda de la noche. Y lo sigue siendo.

B: Pues yo nunca escuché de ella...

J: Es porque apenas tienes vida social –se burló– ¿Sigue igual de hermosa que siempre?

B: Es muy linda –miró sorprendida a su hermana– Creí que te gustaban los hombres.

J: Y me gustan, pero por Santana Lopez cualquiera dudaría de su sexualidad –hizo una pausa– ¿A ti te gusta?

B: ¿A mí? –silencio por unos segundos– No.

J: Mientes, lo sé –se levantó de la cama– Solo piénsalo, ¿quién no querría tener algo con ella? Ahora te dejo. Buenas noches.

B: Buenas noches...

Jenny salió de la habitación, dejando a su hermana menor con la cabeza hecha un lío respecto a sus sentimientos.

POV Brittany

¡No puede gustarme Santana! Es una pedante, mal educada, insoportable y está loca. Pero es tan linda... ¿Qué demonios estoy diciendo? ¡Rayos! Mañana la veré de nuevo, espero que por última vez.

¡Maldita sea la hora en que me encontré con ella! Sencillamente es ilógico que alguien así me guste. Mis padres jamás aceptarían esto. Es más, ni deben conocerla porque me prohibirían salir por el resto de mi vida.

Mi cabeza es un desastre. Te odio Santana, mira cómo me tienes...

Fin POV Brittany