(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-Hola…
-Hola hijo…—respondió Burt dando un abrazo extra apretado— ¿Qué tal tu vuelo?
-Bien… ¿Cómo estás tú? —dijo sin zafarse.
-Bien… bien… ¿Rachel tuvo algún problema con su equipaje?
-No… no pudo venir...
-¿De verdad?
-Sí, creo que pensó que era demasiado para ella, volver para esto sería como revivir todo otra vez.
-¿Qué hay de Quinn?, ¿le paso lo mismo?
-Hable con ella, Santana también lo hizo, pero se negó, creo que le sobrevino una crisis de fe nuevamente.
-Bueno, había mucha historia entre ellos.
-Si, claro… —dijo Kurt  haciendo un gesto como pensando que si él estaba ahí que era el hermano de Finn, el resto bien pudo hacer un esfuerzo.
-Cada quien lidia con la pena a su manera hijo…
-Lo sé… ¿Dónde está Blaine? —pregunto mirando a su alrededor.
-¿No lo sé?, ¿en su casa?… ¿no le dijiste que yo vendría por ti? —contesto Burt tomando el equipaje.
-Si…
-¿Entonces?
-Pensé que vendría de todas formas —repitió como si hablara con un niño de 3 años.
-¿Por qué?... —pregunto Burt avanzando hacia la salida.
-Porque debería saber que siempre existe una tercera opción secreta entre lo que digo yo y lo que dice él, y en esta ocasión era que debía venir de todos modos y no dejarme plantado en medio del “Baggage Claim”.
-¿De nuevo hubo problemas con la presurización de la cabina?
-Nada de eso…
-¿No querías que viniera yo?
-Quería al principio, pero después  me arrepentí en pleno vuelo, ya deberías saber que si digo que no, a veces es si, él también…
-¿Qué?... —dijo Burt mas confundido que turista.
-¡Que estupidez!... sé que no fui muy amable la última vez que hablamos, pero debería entenderme— dijo tomando su teléfono.
-Kurt…—interrumpió Burt poniendo su mano sobre la de su hijo— tal vez porque te entiende es porque hace esto.
-…
-¿No te dijo que mejor y se veían en la escuela?
-Tienes razón… él tiene razón… y odio cuando ambos se ponen de acuerdo para tener la razón. ¿Cómo esta Carol?
-Hecha un desastre, despierta a medianoche, llora… guarda silencio, vuelve a llorar… creo que jamás volverá a ser la misma, lo que resulta un poco aterrador— explico guardando el equipaje de su hijo y cerrando el maletero acto seguido.
-Que terrible…—dijo Kurt poniéndose una mano en el mentón— aun me cuesta creer todo esto…
-Y a mi…
-¿Tú como llevas esa situación?
-No hay nada que llevar hijo, a veces solo hay que… estar ahí…—contesto subiéndose al auto
-También lo creo…—dijo Kurt haciendo lo propio.
-¿Te llevo a casa de Blaine?
-No… lo veré mañana, lo llamare mas tarde para avisarle que llegue sin problemas.
-¿Está todo bien? —pregunto Burt encendiendo el auto e iniciando el camino a casa.
-¿A qué te refieres?
-A Blaine y tu y a… —dijo enseñando el anillo—recién mencionaste que no fuiste amable con él o algo así…
-Todo está bien… hablamos más que cuando estábamos los dos aquí, si es que eso es posible… es solo que… no sé… y se todo lo que hace es para que me sienta bien, pero no creo que entienda realmente lo que significa esto para mi
-¿De qué estás hablando?, ¡se van a casar por todos los santos!, ¿Cómo puedes decir que no entiende por lo que estas pasando?… ¿acaso te dijo algo?
-No… pero Papá, él se llevaba mal con Finn desde el principio, y me resulta raro e incomodo escucharlo hablar cosas buenas de él, como si siempre hubiesen sido los mejores amigos o algo.
-Vamos, dale un respiro… ¿acaso tú no te llevabas mal con tu hermano también al principio?
-Sí pero él es… era… lo siento…
Burt miro a su hijo que agachaba la cabeza entristecido, a él también le pasaba lo mismo, aquello de pasar de decir “es” a “era”, resultaba difícil e increíble.
-¿Cómo van tus clases?
-Bien… todo va bien… ¿Qué tal el taller?...
-El taller esta perfecto… hijo, si deseas puedo llevarte a la casa de Blaine estoy seguro y te está esperando…
-¿Cómo llegamos a esto Papá?... hace un mes estábamos en la mesa del restaurante del aeropuerto los cinco hablando de mi boda con Blaine, haciendo planes, hablando de revivir “FURT”, discutiendo por estupideces… y ahora…—dijo comenzando a soltar el llanto— ni siquiera… ni siquiera recuerdo que fue lo último que le dije ese día nos vimos, ¿Qué tal si fue una estupidez?... algo relacionado con su ropa o con Rachel… ¿fue ese el recuerdo que se llevo de mi?
-Kurt, Finn te amaba… y miraba por ti como un hermano mayor… lo sabes, además… siendo honestos, no creo que haya tenido tiempo de pensar en nada cuando… todo sucedió.
-Aun así… todo es demasiado injusto.
-Por supuesto que lo es…
-¿No deberías tratar de confortarme con toda esa estupidez de que todo pasa por algo?
-No…




Un Mes Atrás.

-¿Esta está bien?... —dijo Burt apuntando una de las mesas del restaurante del aeropuerto.
-Yo creo que esta perfecta cariño…—opino Carol ubicándose de inmediato en una de las sillas.
-Si no existe otra opción —opino Kurt un tanto decepcionado que la celebración de su compromiso fuese primero en la cafetería del pueblo y luego en un restaurante de comida rápida.
-No la existe… si tienes que subirte en un avión en… —replico Burt mirando al hora en el reloj de aeropuerto— 45 minutos, no hay tiempo para el “Breadstix” o  el “Kewpee Hamburgers”
-¡Eso hubiera sido genial!... allí las hamburguesas son el doble del tamaño de las aquí… —dijo Finn sentándose al lado de su Madre.
-A mi me parece bien, luego cuando tengas más tiempo podremos celebrar en un lugar más apropiado, además el lugar lo hacemos nosotros —opino Blaine sentándose de los últimos y sonriendo como no había dejado de hacerlo desde que Kurt le dijera que sí.
-¿Dónde está Rachel?—pregunto Carol mientras dejaba su bolso bajo la mesa.
Kurt la miro y luego a Finn que se rasco la cabeza un tanto incomodo, luego miro a su papá y después a Blaine, como escaneando las caras de todos, en especial la de su hermano.
-Ya se fue, con Santana, su vuelo era otro…
-¿Cómo le ha ido hermano?... vamos, no me miren así, se que no he hablado con ella últimamente, pero… es un tema que siempre me interesara.
-Bien… esta con la incertidumbre de su “callback” para “Funny”, pero está bien… ¿y tú?... no te había visto desde… ¿las regionales?
-Si bueno, tengo que ponerme al día con las clases, además como perdí mucho tiempo al principio del semestre, ahora me está pasando la cuenta.
-Mmm… es eso verdad… —dijo Carol en todo de reprimenda.
-Ya está todo bien Mamá, no te preocupes.
-Me preocupo, soy tu madre y es mi trabajo.
-¿Cómo se ordena la comida aquí? —dijo Burt mirando hacia la barra.
-Es un McDonald’s, no nos queda más que levantarnos e ir por lo que queremos—advirtió Kurt tratando de visualizar el menú desde el lugar en donde se encontraban sentados.
-¿Qué dijeron tus Padres Anderson?
-Bueno… aun no les he dicho nada…—explico soltando una risa como de inocencia— pero estoy seguro y no habrá problema.
-Por supuesto  que no… tu Mamá es tan adorable, siempre me está llamando para que salgamos algún día de compras.
-Ah… yo que tú trataría de aceptar su invitación o te seguirá llamando… y llamando… y llamando —contesto Blaine como si su madre fuera el conejo de las pilas alcalinas que nunca se cansa, todo mientras ayudaba a Kurt a quitarse la chaqueta de su traje y la colgaba en la silla.
-¡Ay por favor!...—exclamo Carol menando una mano.
-¿Qué comeremos? —dijo Finn sobándose el estomago como si no pudiera mas de hambre.
-¿Hamburguesas? —contesto Burt señalándolos a todos mientras hacía como que se levantaba a por la comida.
-¿Cómo puedes comer una hamburguesa?, acabamos de tomar café y comer masas en el Lima Bean, ¿no deberías cuidar tu alimentación? —dijo Kurt poniendo cara de médico internista.
-Cariño… no gastes saliva… —dijo Carol mirando a su esposo con reprobación.
-¡Que!...—dijo Burt como si no fuera el involucrado en la plática nutricional.
-¿Fueron al Lima Bean?—quiso saber Finn mirando a las personas que ya estaban comiendo.
-Si, Míster Schue nos invito.
-Forzadamente, pero nos invito —agrego Blaine sonriendo de nuevo.
-¿Forzadamente? —repitió Carol mientras le acomodaba la camisa su hijo en la parte del cuello.
-Si… lo que sucede es que Sam dijo como broma a viva voz que él nos invitaría y no tuvo más opción que hacerlo.
-¿Fueron todos? —insistió Finn sintiéndose excluido.
-Todos…
-¿Por qué no me avistaste hermanito?
-Porque no sabía que tu estarías aquí este fin de semana, ni que me encontraría con ustedes aquí en el aeropuerto, al parecer has hecho muchas cosas a mis espaldas esta última semana—dijo Kurt cogiendo la mano de Blaine por debajo de la mesa.
-Esto no lo organice yo…
-Yo lo organice, ¿Qué querías excluir a Carol y a tu hermano de este tu gran día?, ordenemos las hamburguesas mejor —sentencio Burt volviendo al ademan de levantarse.
-No para mi…—dijo Kurt levantando una mano.
-Ni para mi… —añadió Carol haciendo el mismo gesto.
-¿Qué pasa con ustedes?, no pueden venir al palacio internacional de la comida chatarra y ordenar una ensalada.
-Pues yo te recuerdo que debo tomar un avión en 30 minutos y lo que menos quiero es un ataque al colón en pleno vuelo.
-Y yo estoy comenzando una dieta… que en realidad la he comenzado 20 veces antes… pero bueno… no hay que perder la esperanza que esta vez resultara.
-Luces fantástica Carol, no la necesitas —aseguro Blaine sonriéndole.
-Gracias cariño… Kurt, deberías casarte con él —agrego apuntándolo.
-Si… también lo he pensado —contesto Kurt sonriendo y mirándolo como quien ve el sol directo.
-¡Un momento!... ahora que surgió el tema debo decir… —dijo Finn abriendo sus palmas y entrelazándolas luego sobre la mesa— ¿no eras tú hermanito, el que me insistió e insistió e insistió que era muy joven para casarme?
-Ok…—respondió Kurt comenzando a reír ante lo que su hermano decía y ante los “oh” y “ah” de sorpresa que todos comenzaban a murmurar.
-Respóndeme Kurt… tú hiciste una campaña intensa con nuestros padres, con los padres de Rachel, con Míster Schue —dijo Finn enumerando con sus dedos todas las personas que en ese momento recordaba y habían estado en contra del enlace.
-Con los estudiantes de Mckinley… —añadió Blaine levantando una mano.
-¡Oye!... ¿de parte de quien estas? —exclamo Kurt dándole una especie de empujón a su prometido.
-Lo siento… pero es la verdad —replico Blaine arrimándosele un poco.
-Entonces… —dijo Finn como esperando una respuesta.
-Ok… ante eso debo decir que… ¡no tengo nada que decir!—concluyo Kurt gesticulando inocencia.
-¡No!... qué cosa tan injusta… no te quiero ver interponiéndote cuando llegue mi verdadera boda con Rachel, estoy seguro que será…—Finn se silencio al ver que todos ponían diferentes caras de incomodidad ante lo que él daba por sentado pero que Rachel parecía que no— mejor voy por la comida… ¿qué quiere cada uno? —pregunto levantándose.
-Yo quiero una ensalada y un jugo de naranja hijo.
-Yo una hamburguesa con mucho de todo —pidió Burt gesticulando un sándwich extra contundente con sus manos.
-Yo quiero lo mismo —dijo Blaine comenzando a buscar su billetera.
-Para mí una ensalada también, gracias… —dijo Kurt ayudando a Blaine que parecía tener problemas para sacar su billetera del bolsillo de atrás de su pantalón.
-Nada de eso… yo invito —dijo Finn apartando el dinero de Blaine hacia un lado de la mesa.
-¿Seguro?
-Tu costeaste un anillo, créeme y se lo que eso significa —añadió apuntándolo— vuelvo enseguida
-¡Grita si necesitas ayuda con las bandejas! —grito Kurt con su mano cerca de la boca, simulando un megáfono.
-¿Qué sabes tú de bandejas? —pregunto Burt quitándose la gorra.
-Mucho… trabaje en la Lima Bean ¿no lo recuerdas?... además para las reuniones en “Vougue.com” debía servir café y repartir carpetas, todo mientras ponía oído a los vaivenes de la moda.
-¿Iras a la “Fashion Week” Kurt? —quiso saber Carol acomodándose en la silla como si el tema más importante de la velada fuese a ser tratado.
-Por cierto, aunque debo coordinar mis exámenes, pero sé que tendré tiempo.
-¡Que emocionante! —agrego al mamá de Finn dando aplausos.
-Puedo conseguirte entradas para alguna de las pasarelas si quieres.
-¿De verdad?... ¡BURT!... ¿irías conmigo a New York para eso?
-Claro, tú entras a tu evento y yo te espero afuera sentado en un banco del Central Park.
-¡Vaya compañía!…—reclamo Carol dándole un golpe en la panza y levantándose para ir al baño.
-Yo voy contigo —dijo Burt advirtiendo aquello.
Blaine miro a Kurt y no pudo evitar sonreírle de nuevo, este le devolvió al mueca de alegría y miro a todos lados para poder besarlo con propiedad.
-¡Ayuda!...—grito Finn desde la barra de atención, al tiempo que hacía gestos con sus manos y brazos, como si estuviese perdido en un laberinto de setos.
-Cuñado inoportuno…—murmuro Blaine en los labios de Kurt.
-¿Cuñado?...
-Cuñado… ¿Te acuerdas que la primera vez que lo llame cuñado tu enloqueciste un poco?—recordó Blaine mientras se levantaba.
-¡Ayuda!... ¡Blaine! —insistió Finn poniendo más energía a sus brazos enormes.
-Creo que lo recuerdo… —respondió Kurt que trataba de arreglarse la camisa y acomodarse los pantalones del traje a la altura de las rodillas.
-¿No quieres ir a cambiarte de ropa a mi casa antes de viajar?
-Pero no alcanzo… —dijo haciendo un puchero.
-Si lo hubieras hecho cuando te dije en Lima Bean… —respondió Blaine haciendo el mismo gesto.
-¿Y dejarte solo con Sebastián? —respondió levantando una ceja—… ayuda a Finn por favor, creo que perderá un brazo si lo sigue moviendo con tanta entereza.
-Claro… ¡voy! —exclamo apurando sus pasos.
Kurt se quedo observando a ambos y pensando en cuan divertidas serian las reuniones familiares venideras. Si bien Finn había tenido problemas con Blaine al principio hoy lo abrazaba como si fuera un tercer hermano en el crisol inagotable que era la casa Hummel-Hudson y ahora también Anderson.
-¡Listo!... ensalada, ensalada, hamburguesa, hamburguesa y hamburguesa —dijo Finn repartiendo los alimentos a cada quien según lo que habían ordenado.
-Gracias hijo… —dijo Carol incorporándose a la mesa junto a Burt.
-¡Hambre!....—exclamo este tomando su sándwich apenas su trasero toco la silla.
Kurt lo miro con cierta reprobación mientras abría la caja con sus verduras.
-¡Hagamos un brindis! —exclamo Blaine tomando su gaseosa.
-¡Eso!...
-¿Brindis con gaseosa en un vaso de cartón?... ¡estiloso!
-Ya deja de quejarte —dijo Burt lanzándole una bolsita de condimentos— cuando vuelvas a venir yo invitare la cena en el Breadstix —agrego tomando su vaso.
-Yo diré algo… —dijo Finn aclarando su garganta como si se preparara para dar su primera clase— Salud por mi hermanito menor, que a pesar de estar en contra del matrimonio adolescente, hoy a dado un gran paso camino a el… le deseo lo mejor y espero que él y Blaine sean tan felices como merecen… ¡salud!
-¡Salud! —dijeron todos haciendo chocar sus vasos en el centro de la mesa.
-¿Quién será tu padrino Blaine? —quiso saber Carol bebiendo de su jugo.
-Bueno… le dije a Sam así es que… espero y no se eche para atrás.
-¿Sam Evans? —pegunto Finn sorbiendo de su gaseosa.
-Así es…
-¿No crees y  se desvestirá en medio de la ceremonia? —agrego Finn perdiendo su vista en el sándwich antes de mascarlo, como imaginando aquello.
-No lo creo… —contesto riendo.
-¿Qué hay de ti hijo?
-Bueno… no se lo he preguntado aun, pero creo que… deberías ser tu Finn.
Finn saco una abundante mascada de su hamburguesa antes de que Kurt le pidiera fuera su padrino, al escucharlo se quedo con la comida en su boca sonriendo de manera chueca y tratando de tragar, pensar una respuesta y decirla, todo al mismo tiempo.
-Creo que lo sorprendiste —opino Blaine mirándolo a él y a su futuro cuñado de manera alternada.
Kurt sonrió y sintió que perdería el vuelo si seguía esperando la respuesta de su hermano, que seguía tratando de tragar la súper extra porción de comida que parecía estar atragantada entre su boca y esófago.
-¿Qué hora es? —dijo Burt en tono burlón.
-¿Hijo?... ¿estás bien?
-…
-Finn, te estás poniendo medio azul… —dijo Blaine achicando sus ojos.
El chico termino de tragar por fin y se limpio la boca con una de las servilletas de papel, miro a su mamá, a Burt y a Blaine y luego a su hermano sin decir palabra.
-Listo, se trago la lengua también —agrego Burt soltando una risa.
-Kurt… ¿estás seguro? —dijo por fin.
-Por supuesto, la verdad es que se lo iba a pedir a Rachel, pero si bien quiero que todo sea único, también deseo que sea tradicional… así es que… Finn, ¿quieres ser mi padrino?
-¡Por supuesto!... —respondió levantándose y abrazándolo por sobre Blaine y por sobre todo lo que estaba en la mesa.
-¡Eso!... —dijo Carol aplaudiendo y sintiéndose emocionada.
-Sera la oportunidad perfecta para revivir nuestra unión…
-¿Unión? —pregunto Blaine intrigado.
-Si… es algo que surgió en la boda de mi Papá y Carol, ¿te conté?—dijo apartándose un poco y recibiendo un no por respuesta de su prometido—… ya sabes como en el club Glee todos se ponen apodos, ese día Finn dijo que había surgido uno nuevo… “FURT”…
-¿”FURT”?... ¡ah!... excelente —exclamo chasqueando sus dedos y entendiendo a lo que se refería aquello.
-Por “Furt” entonces… —añadió Kurt entusiasmado,  olvidándose que brindaba con vasos de cartón.
-¡POR FURT!... —dijeron todos sonriendo.

-¿Qué pasara ahora?—dijo Kurt luego de un silencio que duro unos cuantos kilómetros.
-¿A qué te refieres?
-A Carol, a ti… a las cosas de Finn…
-Bueno, Carol ha pospuesto el ordenar su cuarto desde el día en que se lo mencione, siempre le surge algo y termina por no hacerlo, tal vez ahora que tu estarás aquí unos días se anime a  hacerlo.
-Ayudare en lo que sea… espero y Blaine comprenda que no estaré mucho con el aunque quiera.
-Sabes que te comprendería aunque le hablaras en armenio… dijiste que lo llamarías… hazlo…—dijo Burt apuntando con su boca el teléfono que su hijo había dejado en el compartimiento bajo la radio.
Kurt dio un suspiro y tomo el aparato, busco el numero de Blaine y lo llamo. Burt escucho que le decía que había llegado bien, que esperaba que no estuviera durmiendo y que lo vería al día siguiente en la escuela, todo de manera pausada y triste, como sentía que sería su vida desde el momento en que había perdido a su hermano.

Carol no pudo más y soltó el llanto. De rodillas en el piso, pensaba como era posible seguir siendo una madre si ya no tenía a su hijo. Kurt se agacho y le acaricio la espalda, Burt hizo lo mismo por el lado contrario y entre ambos trataron de darle el consuelo que no encontraba en ningún lado. Allí se quedaron los tres confortándose mutuamente, rodeados de lo único que les quedaba de Finn, sus  objetos personales.
-¿Qué demonios?—dijo Burt al escuchar que tocaban a la puerta.
-¿Quién podrá ser? —pregunto Carol de manera entrecortada como si tuviera un ataque de hipo incontrolable.
-¿Esperas a alguien cariño? —contesto Burt ayudándola a levantarse.
-No… —dijo sonándose— pero tal vez es la Señora Tennembaum, dijo que pasaría esta semana a dejar las tarjetas de agradecimiento a las condolencias— agrego Carol poniéndose de pie entre sollozos.
-No… debe ser Blaine, le dije que viniera hoy por la tarde… espero y no les moleste —explico Kurt secándose las lagrimas con un pañuelo descartable.
-Oh, cariño, por supuesto que no… eso si no he preparado nada para cenar… ya sabes…
-No te preocupes Carol… nos arreglaremos… permiso… —dijo haciéndose paso entre las cajas y la ropa sin clasificar.

-Hola… ¿Que sucede? —dijo Blaine al verlo con los ojos llorosos.
-Que bueno que viniste… —respondió Kurt recibiéndolo con un abrazo.
-Kurt…
Blaine le respondió el abrazo con fuerza y se quedo quieto para él, desde que Finn había muerto todo se había vuelto mas difícil y le resultaba cada vez más duro tratar de hacerlo sonreír o que se sintiera como antes.
-¿Qué sucedió?...—pudo preguntar una vez que Kurt lo soltó.
-Nada... —contesto limpiándose las lágrimas— bueno…  estábamos revisando las cosas de Finn.
-¿Por eso la chaqueta? —pregunto Blaine juntando las puntas del cuello.
-Si… Carol quería donarla, pero… pensé en quedármela, pasa… —dijo apartándose a un lado en la puerta.
-Anderson… —dijo Burt estrechándole la mano una vez que Blaine termino de entrar a la casa.
-Hola Burt… ¿Cómo estás?
-He tenido días mejores.
-Blaine… ¿como estas cariño?—pregunto Carol que no paraba de sonarse.
-Bien… ¿tu?
-Un desastre como vez… dile a tu mamá que recibimos sus flores, eran preciosas, dale las gracias de mi parte.
-Lo hare…—contesto el chico sintiéndose un tanto demás en toda aquella situación y culpable porque en su familia no existía tal tragedia…
-¿Quieres que continuemos?... podemos tomarnos todo el tiempo del mundo, tal y como dijo Kurt no hay calendario para esto.
-Lo sé querido… pero ya que comenzamos —respondió Carol acariciando la cara de su esposo—permiso Blaine…
-Claro… —dijo este haciendo un ademan con su mano.
-Pidan una pizza… no hay nada para cenar —agrego la Mamá de Finn tomándose la cabeza.
-No, Carol por favor… no vine a eso… yo…
-Nos vemos Anderson —dijo Burt subiendo abrazado de su esposa.
-Claro…—repitió haciendo el mismo gesto con su mano, termino de entrar a la sala, guardo sus manos en los bolsillos y se quedo observando a Kurt que seguía a su Papá con la mirada, arropado en la chaqueta de su hermano.
-¿Quieres algo? —pregunto acercándosele.
-No… nada... Kurt si estas ocupado en eso… —dijo señalando al chaqueta— yo puedo irme y venir otro día o hablar contigo en la escuela mañana.
-No… no te vayas… estábamos haciendo esto, pero creo que ellos se pueden apañar solos un instante.
-¿Seguro?... no quiero interferir en un momento familiar…
-¿Qué dijiste?
-Eso… no lo tomes a mal… es solo que no quiero interferir en un momento que creo y es un tanto privado…
-Gracias Blaine…
-¿Por qué?
-Por venir  a pesar que te dije que no…
-Por nada, además… ¿No es mi trabajo saber que existe una tercera opción secreta entre lo que dices tú y lo que digo yo?
-Claro…—respondió Kurt envolviéndose con la chaqueta de Finn.
-Qué… —dijo Blaine al ver que Kurt ponía la cara de alguien que quería hablar pero había perdido el don de hacerlo.
-Nada… es decir, se que estuve un poco distante hoy en la escuela y todo este mes en realidad, pero… todo esto es tan abrumador que no sé cómo actuar… —explico encogiéndose de hombros.
-Está bien Kurt… te lo dije, el día del funeral, tienes derecho a actuar, decir, ser… como sientas, después de todo perdiste a tu hermano… y eso es irremplazable —respondió Blaine tomando y besándole ambas manos
-Y tu a un amigo… y no te veo actuar medio desquiciado ni llorando a cada segundo.
-Aun así… no te preocupes —insistió haciéndole un cariño en la cara.
-Gracias… —respondió arropándose de nuevo con la pieza de ropa que no le pertenecía pero que parecía y no se quitaría nunca.
-Pensé…—dijo Blaine apartándose y sentándose en uno de los sillones de la sala— que podríamos ir a ver una película.
-¿Al cine?
-Sí, están pasando una maratón de las películas de Marilyn Monroe… ¿te gustaría ir?
-La verdad  es que no tengo ganas de salir…
-Ok… ¿Qué tal si vamos a mi casa y vemos una allí entonces?
-Te dije que no quiero salir… ¿Qué te parece si nos quedamos aquí un rato?
-¿Aquí en la sala?
-Ven… —dijo Kurt cogiendo su mano y guiándolo al sofá más grande, espero que Blaine se sentara y él se recostó poniendo la cabeza en su regazo y los pies sobre los cojines— gracias…—repitió.
-Te dije que no me debes nada —respondió Blaine comenzando a acariciarle el cabello.
-Aun así… no te hable durante todo el día y creo que eso no corresponde a dos personas que piensan casarse.
-No… pero recibí tu texto que habías llegado a tu casa y te ibas a dormir una siesta… aunque no se qué hiciste luego de la reunión del club Glee.
-Hable con Rachel y la entrenadora Sue quería verme por lo del árbol…
-¿Qué sucedió con el árbol?
-Alguien lo arranco… pensé que lo sabías…
-No…—dijo Blaine que seguía con sus dedos la forma de la oreja y cuello de su prometido.
-Pues es lo que sucedió… una estupidez, pero no quiero hablar de eso…
-Como quieras…
-Te extrañe de todos modos…
-Y yo a ti… ¿Cómo te sientes?—pregunto volviendo a lo del pelo.
-Finn sigue muerto… sigue sintiéndose como mil puñaladas en el centro del pecho.
-Kurt…
-No digas nada y continua haciendo eso… —pidió Kurt apuntando su cabeza.
-Ok…
-¿Sabías que Rachel no pudo venir?
-¿Por lo de la obra?
-No… solo no pudo… pienso en cómo debe sentirse y me estremezco entero… si algo te pasara a ti yo…
-Lo sé… —dijo inclinándose hacia adelante para besarle en la mejilla— yo también me estremezco de solo pensarlo, lo mismo que la situación de tus Padres, de Carol en particular.
-Está muy mal… recién se quebró mientras ordenábamos las cosas de Finn, dijo algo sobre la llamada de aquel día, que la recuerda una y otra vez  y pensé…—dijo Kurt moviéndose sobre el sillón para quedar sobre su espalda mirando a Blaine a la cara— que yo tampoco olvido ese día.





Tres semanas atrás

-¿Blaine?
-Kurt…. Hola… ¿volviste a no poder dormir?—respondió soltando un suspiro, seguido de un quejido de quien recién despierta.
-No… Blaine…
-Kurt, ¿Qué sucede?, tu voz suena rara —dijo Blaine despertando del todo y sentándose en la cama.
-Paso algo… —contesto con un hilo de voz.
-¿Te paso algo a ti?
-No…es decir si…
-Kurt… ¿estas físicamente bien?
-Lo estoy… Blaine… Finn…
-¿Qué le sucedió a Finn?
-Mi Papá me llamo y… tuvo un accidente.
-¿Qué?... ¿está herido?, ¿en el hospital?
-No… esta… esta muerto….
-…
-¿Blaine?... ¿hola?...
-Kurt…. ¿Que estas diciendo?... ¿Cómo?... ¿cuándo?
-Hace un par de horas, hubo un accidente, un conductor… —trato de explicar Kurt soltando el llanto.
Blaine lo oyó sollozar y sus ojos se aguaron, escucho de fondo un llanto femenino desgarrador y desconsolado y sintió que caía en un derrumbe y no se podía sostener de nada.
-¿Estas en New York? —pregunto tragándose la pena.
-Si… Santana está tratando de conseguir unos pasajes para los tres… pero no se… no se…
-Kurt… escúchame… pásame a Santana…
-¿Cómo?
-Eso, dile a Santana que se ponga al teléfono.
-Está bien…
Blaine salió de su habitación casi corriendo y bajo del mismo modo las escaleras, encendió las luces de la sala y busco en la libreta de su madre el nombre y teléfono de una de las amigas  de ella que manejaba una agencia de viajes en Manhattan, sabía que si alguien podía conseguir pasajes a cualquier hora y cualquier destino era ella.
-¿Que sucede Blaine?
-Santana... escucha, quiero que anotes este número, es de una amiga de mi Mamá, si la llamas te conseguirá lo boletos para el siguiente vuelo disponible, trabaja para el JFK, si mencionas que llamas de parte de ella no habrá problema.
-Gracias Blaine… dame el número.
Santana escribió los datos y se hizo cargo de lo que ni Kurt ni Rachel podían en ese momento, le devolvió el teléfono a su amigo y se dispuso contactar a la amiga de los Anderson.
-¿Blaine?
-Kurt… le di unos datos  a Santana, podrán volar esta misma noche, te lo aseguro.
-No sé qué hacer…
-Kurt, escúchame, debes tratar de tranquilizarte, es impor…
-No puedo… ¿cómo quieres que me tranquilice?, Finn… es mi hermano.
-Lo sé…—respondió tratando de darle a su voz un tono que calmara a su prometido.
-Esto no está pasando…
-Kurt, tienes que calmarte, no puedes viajar en ese estado, tienes que salir a la calle, tomar decisiones…
-No puedo… —respondió en un sollozo.
-Sí que puedes… Kurt escúchame, no estás solo en esto… cuando llegues, yo estaré aquí para ti, para lo que necesites, pero ahora debes calmarte, no soportaría que te sucediera algo por no proceder con calma… te entiendo y sé que esta noticia es la más devastadora que has podido recibir, pero te lo repito, no estás solo en esto, ni en todo lo que venga… ¿de acuerdo?
-..
-¿Kurt?
-Ok…
-Avísame si Santana tiene problemas para hablar con Rebecca, si es así puedo decirle a mi Mamá que la llame personalmente.
-Le diré…
-Que tengas un buen viaje… y te espero aquí… y te advierto que cuando llegues te abrazare y no te soltare hasta el año entrante— dijo Blaine sintiendo que la voz se le quebraba.
-OK…—respondió Kurt soltando una pequeña risa mezclada con llanto.
-Te amo Kurt…
-Te amo también… Blaine…
-¿Si?
-Santana quiere hablar contigo de nuevo.
-OK… adiós Kurt… cuídate por favor
-Lo hare… adiós, te amo…
-Te amo también… Adiós…
-Si, Blaine… no se que hacen tus Padres a tus espaldas, tal vez trafican armas o algo, pero esta persona nos consiguió pasajes en primera clase para Berry, Lady Hummel y para mi… así es que te lo agradezco.
-Por nada… Santana… por favor cuida a Kurt por mí…
-Lo hare Anderson… nos vemos.
-Nos vemos…

Blaine se sentó en el brazo de uno de los sillones y se quedo atontado con la noticia, no podía creer lo que estaba sucediendo, ni menos podía hacerse la idea del dolor que Kurt estaba sintiendo.
-¿Hijo?... —dijo la Señora Anderson, llegando a la sala con cara de sueño— ¿Qué te paso?, ¿por qué estás aquí?
-Disculpa mamá… ¿te desperté?
-Al parecer si… a menos que sea sonámbula y este hablando dormida… ¿Qué sucedió?, ¿con quién hablabas tan tarde? —insistió acomodándose su bata rosada.
-Era Kurt…
-¿Kurt?... ¿a esta hora?
-Si… me llamo y me dio la peor de las noticias…
-¿Le sucedió algo?...
-A él no… su hermano, Finn…
-¿El chico alto?
-Él…
-¿Qué sucedió?
-Tuvo un accidente y… murió… —dijo Blaine sintiendo que un nudo se interponía entre sus ganas de hablar y su garganta.
-¡¿CÓMO?!... —exclamo su Madre tapándose la boca de la pura impresión.
-Eso… algo de un conductor… Burt lo llamo para contarle y él me llamo a mi…—explico Blaine rascándose la cabeza, como si lo que estuviera diciendo fuera tan irrisorio como que habían dos elefantes en el jardín— me tome la libertad de darle el numero de Rebecca García, necesitan pasajes para el viaje hasta aquí.
-Hijo… que cosa tan terrible… hiciste bien… Becca es la mejor, si necesitan algo con urgencia ella se los conseguirá, ¿le dijiste que mencionaran mi nombre?
-Por supuesto… —contesto Blaine suspirando más que hondo.
-Hijo, ¿tu estas bien? —quiso saber la Señora Anderson acercándosele y sobándole los brazos en un afán por darle confort y calor— ¡estas congelado! —exclamo quitándose su bata y poniéndosela en la espalda.
-Gracias Mamá —respondió arropándose— no sé qué pensar… ni que decir… que decirle a Kurt cuando lo vea… o a Rachel… o Carol y Burt…
-No creo que ellos necesiten palabras… un abrazo dice mucho más en estas ocasiones —advirtió su Madre haciendo aquello.
-Hace menos de una semana que estuvimos con él… ¿recuerdas que te dije?, ¿Qué les conté a ti y a Papá?
-Claro, claro que lo recuerdo… cuando Kurt se fue y  se reunieron en el aeropuerto.
-Exacto… y todo estaba perfecto… hablamos, brindamos incluso y ahora… —dijo Blaine conteniendo el llanto.
-Hijo…
-Y Kurt… no sabes cómo esta él… además escuche llorar a Rachel… y asumo que Carol… no se quien está sufriendo mas… ¿Cómo sucede algo así?
-Blaine… la mayoría de las cosas no tiene explicación posible… solo suceden, y él era tu amigo, ¿verdad?
-Si, aunque creo que era más que eso... —respondió restregándose la cara.
-¿Estás bien?
-No… pero tengo que estarlo…
-¿Cómo así? —pregunto la Señora Anderson tomándole la cara para quitarle las escazas lagrimas que su hijo dejaba escapar.
-No puedo…
-Hijo…
-No puedo Mamá, si hubieras escuchado a Kurt, como esta… no puedo desarmarme yo también… tengo que estar bien para apoyarlo… llamare a Sam… para avisarle…
-¿Qué harás después?
-¿Después?
-Claro, luego de avisarle a tus amigos… si quieres te puedo acompañar a la casa de Burt y Carol… así esperas a Kurt allí…
-Pero es tarde y mañana tienes que trabajar…
-Así es, pero esto es más importante… le avisare a tu Papá.
-Gracias Mamá.
-De nada hijo… —respondió la Señora Anderson besándole la cabeza
Blaine se quedo solo en la sala para avisar a sus amigos de lo que se había enterado, arropado solamente por la bata extra peluda y rosada de su madre.




-También recuerdo esa llamada…
-Te juro y pensé que dolería menos con el paso del tiempo, pero… —trato de  decir Kurt volviendo a llorar.
-Kurt… yo… —contesto Blaine sintiéndose impotente ante tanto dolor.
-Disculpen… —dijo Burt llegando a la sala.
-No hay problema Papá… ¿Qué sucedió?
-Nada… con Carol hablamos que no hemos hecho nada para cenar y pensé en ir a comprar algo… ¿qué les parece? —dijo Burt como pensando en cualquier cosa que no fuera la cena.
-Me parece bien…—contesto Kurt levantándose del sofá.
-Burt… si lo deseas yo puedo ir a comprar lo que sea.
-¿De verdad Anderson?
-De verdad… —corroboro levantándose acto seguido.
-¿No te molesta?... —insistió Kurt como si tuviese alguna duda de la predisposición de ayudar que Blaine tenia.
-Para nada —dijo tomando las llaves de su auto y la billetera desde el recibidor de la entrada—¿alguna preferencia?—agrego mirándolos a ambos.
-Cualquier cosa que nos haga secretar endorfina —respondió Burt soltando una pequeña risa.
-¿Mucho queso y condimentos entonces?—dijo sonriendo.
-Entendiste mi punto Anderson—dijo el Papá de Kurt apuntándolo.
-Ok… voy y vuelvo—dijo Blaine haciéndole un guiño a Kurt y saliendo por donde había entrado.