(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-Esperaba que tú me llamaras ayer… —dijo Kurt en tono casi de reclamo
-¿Kurt?…—respondió Blaine soltando un poco de aire y carraspeando, como si hubiese despertado con el ruido del teléfono.
-¿Estabas durmiendo?
-No…
-¿Seguro?, porque cada vez que te llamo tu voz suena a cuatro de la mañana y a “Kurt, no puedo dormir, hagamos otra cosa”
-¡Kurt!... eso fue una vez, una noche… ¿lo seguirás mencionando el resto de nuestras vidas?
-Sí que lo hare…
-¡¿Por qué?!
-Porque fue más sexy que el infierno y… fue… una de nuestras mejores veces,  debo decir —respondió bajando la voz, como si aquello fuera el secreto mejor guardado de su vida.
-Lo tendré en cuenta entonces…
-¿Seguro y no estabas dormido?
-No, no estaba durmiendo y son… —Blaine emitió un quejido como si se contorsionara en un trapecio— las 8:30, nadie duerme a las 8 y 30.
-¿Qué estabas haciendo entonces?
-Estaba aquí, en mi cama pensando y sonriendo como idiota…
-Ok…  ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día?
-Excelente, el sol brilla, los pájaros cantan… ese tipo de cosas, ¿qué tal el tuyo?
-Casi igual, el sol brilla, el cielo es más azul, y estoy bastante seguro  de que si me pongo a cantar entraran unos pájaros de colores a ayudarme a limpiar el departamento.
-Todo es posible…
-Sí, pero considerando que estamos en Bushwick, lo más probable es que sean palomas cargando infecciones.
-Ayudarían igual —contesto Blaine emitiendo aquel ruido de risa deliciosa y que hacía que el corazón de Kurt diera tres vueltas y media.
-…
-¿Kurt?
-Estoy aquí solo me quede en silencio para escuchar eso que me encanta.
Blaine volvió a  emitir el mismo sonido y se quedo en silencio unos segundos escuchando la respiración de su prometido.
-Si vamos a hacer esto a diario hasta que por fin te mudes aquí, creo que deberíamos cambiar el plan de nuestros teléfonos, o terminaremos en la ruina, viviendo junto a esas palomas.
-Claro… es solo que me quede pensando en que cuando recién te mudaste a New York el año pasado, me llamabas cada tres segundos porque no podías dormir… recordé eso.
-También lo recuerdo… háblame de tu día.
-Bien… tengo dos novedades para contarte.
-¿Dos?... cuéntame…
-Ok, pero primero dime, ¿llegaste bien?, ¿Qué tal el vuelo?
-Excelente, pero viajar con traje no es recomendable para nadie, debí escucharte e ir a tu casa a cambiarme de ropa antes de tomar el avión.
-¿Ves que a veces tengo razón?
-Ahora lo sé… pero ese día  pensé que solo me querías ver desvestido.
-Algo de cierto hay en eso…—respondió Blaine soltando un quejido de acomodo remolón —¿Qué hay de las chicas?, ¿están bien?
-Bien también, bueno no las he visto mucho, ya que están trabajando en esa cafetería, pero llegaron bien también, Rachel sigue quejándose por lo de su prueba para “Funny Girl” y Santana... creo, ¡creo!… que no seguirá soltera por mucho tiempo.
-¿En serio?, me alegro por ella.
-Y yo… ahora cuéntame…
-Ok… ayer se supieron los nominados al Rey y Reina del Baile.
-¡Que emocionante!, ¿Quiénes son?
-Pues lo creas o no estás hablando con uno de ellos.
-¿De verdad?, ¿te nominaron a ti?, ¿estás seguro y escuchaste bien?
-Pareces sorprendido…
-Pues lo estoy porque cuando se trata de Mckinley desconfío hasta de mi sobra y no porque crea que no lo mereces, porque vamos, si vieran lo que he visto yo… te darían la corona antes del evento…
-Gracias Kurt…
-Por nada futuro esposo…
-¿Esposo?
-Es lo que seremos ¿o no?
-Así es…
-¿Entonces?, ¿Por qué te pones medio raro?
-No me pongo raro, es solo que… me agrada escuchar eso y pensar en todo lo que nos espera… me hace feliz.
-¿Qué te vas  a poner?
-Un traje asumo…
-¿Compraras uno?
-No lo sé, bueno  fuimos ayer con los chicos a probarnos algunos por eso no te llame, e iremos el miércoles o jueves a recogerlos porque necesitaban algunos ajustes…
-¿Con quién fuiste?
-Con Artie y Sam, pero en realidad todo lo del baile me da lo mismo…
-¿Por qué dices eso?, es tu baile de graduación, debes lucir perfecto como tu sonrisa y eso implica un traje impecable y un régimen de belleza extra riguroso.
-Lo sé… pero si no estarás conmigo, ¿cuál es el punto de arreglarse tanto?
-Blaine… lo siento de verdad…
-No hay problema te lo dije.
-¿Iras solo?
-Sí, bueno, no solo, solo… iremos todos como grupo…
-¿Me llamaras ese día para contarme como te fue?
-Por supuesto…
-Pero, debo exigir que para entonces tengas lista tu conexión para que pueda verte todo elegante.
-Ok…



Junio de 2011

-¿Kurt?
-¡En el baño!... salgo de inmediato —grito desde dentro— ¿A qué hora es la película? —pregunto asomándose por la puerta con cinco frascos diferentes en sus manos.
-A las seis…
-Perfecto —respondió entrando de nuevo al baño— ¿y a qué hora tenemos que estar en ese club elegante? —añadió volviendo salir con tres frascos mas.
-A ninguna hora en especifico, pero habíamos acordado que a las ocho, y no es un club elegante, es el “Lost Creek Country Club”, un club de campo, con piscina, áreas verdes y muchas cosas entretenidas para hacer —explico Blaine sentándose en la cama.
-Ok, pero no me dirás que con ese nombre es para pensar que anda gente a caballo con sirvientes a su alrededor.
-¿Viste “Dowton Abbey” ayer?
-No… –respondió saliendo del baño con un bolso pequeño con un cierre extra largo— ¿Dónde está tu equipaje?
-Lo deje abajo… es solo un fin semana, así es que es solo un bolso… tu en cambio —dijo Blaine mirando los tres que Kurt había alistado.
-Son dos días, tres si sumamos la tarde de hoy… —dijo mirando en cuál de ellos guardar el bolso que contenía todos sus productos de belleza.
-Toda la razón —contesto sonriendo.
-¿Serias tan amble de llevarme esto en tu pequeño y practico bolsito? —pregunto Kurt poniendo cara de niño malcriado mientras enseñaba su “neceser”.
-Ok…—respondió Blaine levantándose— pero primero, no es un bolso pequeño y segundo—dijo tomando el de Kurt— ¡oye! ¡esto pesa!... ¿Qué llevas?, ¿todo el baño aquí?
-No… solo lo que necesito…
-¿Y qué es? —quiso saber Blaine  meneando el estuche y escuchando un ruido de varios vidrios que chocan.
-Todos mis productos… ¿me vas a decir Blaine Anderson que no tienes un adminiculo como ese con todas tus cosas?
-Tengo uno, pero solo tengo mi crema de afeitar, mi loción, una crema humectante y mi gel para el cabello —contesto Blaine contando mentalmente las cosas que usaba a diario.
-¿No tienes una rutina de belleza?
-No… —respondió arrugando la nariz.
-¿Ni siquiera una crema de limpieza?
-Ni siquiera eso —agrego sonriendo.
-Eso se acaba ahora —dijo Kurt quitándole el bolso y abriendo el cierre extra largo comenzó a sacar unos ocho frascos diferentes y los dispuso sobre la cama.
-¿Que vas a hacer?
-Algo que no olvidaras…
-¿En serio? —pregunto Blaine poniendo cara sexy.
-¡Blaine!... ven… — dijo Kurt tomándolo de la mano y guiándolo al baño— ¡siéntate! —añadió apuntando la silla que había en un costado de su cuarto frente a un espejo.
-¿Qué vas a hacer?
-Solo siéntate y no hables —dijo Kurt disponiendo sus productos en el tocador como si fuesen los instrumentos para una cirugía a corazón abierto— primero, ¡no puedo creer que no tengas una rutina de belleza!— añadió levantado dos envases pequeños como de agua envasada.
-Me lavo la cara a diario —advirtió Blaine pasando una de sus manos por su rostro, como evidenciando que no necesitaba nada más.
-Ok “niño Jesuita”, existen más cosas que solo el jabón... ¿qué tipo de piel tienes?
-¿Cómo?
-Eso, ¿Qué tipo de piel tienes? —insistió Kurt acercándosele a la cara creyéndose dermatólogo.
-No… no se… medio morena —respondió Blaine un tanto nervioso al sentir la respiración de Kurt en su cuello y su olor incomparable en toda el área de su nariz.
-¡Esa no es una respuesta! —exclamo riendo— yo diría…  que tienes una casi igual que la mía… con un poco más de color pero del mismo tipo, así es que mis productos te servirán.
-Ok… —dijo Blaine mirando con cierto temor todo lo que Kurt pensaba ponerle en la cara.
-Bien, lo que debes saber —dijo tomando el más pequeño de todos sus frascos— es que la rutina de belleza más simple y básica consta de tres pasos: limpiar, exfoliar y humectar —explico contando con sus dedos los pasos a seguir— algunos hacen una de hasta siete, pero yo te enseñare una que puedas recordar.
-¿Gracias? —contesto Blaine pensando si aquello lo hacía porque creía que era medio tonto o porque no quería complicarle la vida con aquella nimiedad.
-Esto —dijo enseñando un frasco pequeño con dispensador como de jabón común— es un jabón líquido especial para la piel media grasosa de la cara —explico mientras le tomaba la mano y le vertía un par de gotas en la palma— espárcetelo y luego te lavas con abundante agua, dejara tu piel limpia y fresca.
-¡Pero si ya me lave la cara!
-¡Esto es diferente!... vamos… —exclamo apuntando el lavamanos.
Blaine accedió a  aquello y se esparció el producto por toda la cara, lo enjuago con abundante agua, se seco una toalla extra mullida que había en un costado y volvió al lugar donde estaba su novio.
-¿Sientes la diferencia? —pregunto Kurt poniendo cara de promotora de supermercado.
-Un poco…
-Bien, ahora —añadió tomando otro frasco casi de las mismas características que el anterior pero cuyo contenido era más acuoso y rosado— esto es una loción exfoliante y  clarificadora,  te ayudara con los “puntos negros”, eliminara el exceso de grasa y dará a tu piel brillo y luminosidad
-¡Kurt!... estás hablando como en un comercial
-Claro que sí, uso estas cosas desde que tengo memoria, bien podría aparecer en los comerciales, además ya empezamos con los pasos, no puedes detenerte ahora.
-Ok… —dijo Blaine recibiendo una mota de algodón embebida en la loción y aplicándosela en la cara acto seguido.
-¡Excelente!— opino Kurt que vigilaba las acciones de Blaine como un maestro en un laboratorio de química.
-¿Con esto terminamos?
-Dije que eran tres pasos, ¿no escuchaste mi explicación del comienzo?
-La escuche…
-¿Entonces?, ¿por qué pierdes la paciencia antes de tiempo? —dijo Kurt probando en su mano la efectividad de la “bomba” en la tapa del tercer producto que pondría en la piel de su novio.
-Yo no pierdo la paciencia, pero creo que el cine si la perderá, la película empieza a las seis.
-Lo sé… ahora ponte esto… —dijo entregándole el tercer frasco— te ayudara a mantener un balance entre la humectación y la crasitud propia de la piel.
-¿Hiciste un curso de cosmetología o algo así? —pregunto Blaine aplicando la tercera capa de productos en su cara.
-No… son conocimientos básicos, cosa que deberías saber siendo…
-¿Es una regla para ser gay?
-Pues debería serlo —dijo Kurt guardando sus otros productos en el bolso.
-Listo…—añadió Blaine leyendo la etiqueta de lo que acababa de ponerse en la cara.
Kurt lo miro y sonrió contenido.
-¿Qué?
-Eres pésimo en esto Blaine Anderson.
-¿Por qué?
-Porque… —dijo Kurt sentándose encima de las piernas de su novio para quedar justo en frente de él, como si montara la más cómoda de las bicicletas— tienes una acumulación de humectante aquí… aquí… y aquí —explico señalándole la frente, la comisura derecha de la boca y el área cercana a una de sus orejas.
-Ok…
-Por lo tanto…—agrego tomándole la cara con ambas manos— no esparcir bien los productos te llevaría  a un fracaso dermatológico —insistió extendiendo con sus pulgares la crema por la cara de su novio, de manera tan delicada y concentrada, que Blaine creyó sentir cada una de las líneas que componían las huellas digitales de sus pulgares.
Kurt lo miro un instante y se miro a sí mismo en la posición en la que estaba sobre él, dándose  cuenta recién que había actuado sin pensar, se perdió en sus ojos  y quiso besarlo de inmediato, rodar con él allí mismo en el piso de su baño inclusive, se sintió acalorado y con ganas, tal y como le había sucedido hacia casi un mes en el  cuarto de lavado de la casa de Blaine, cuando por primera vez había sentido entre sus manos la piel desnuda de su espalda.
-¡Eso…seria! —dijo levantándose de pronto, carraspeando  los deseos que se le habían pasado por la cabeza.
-¿Ahora sí que quede bien? —pregunto Blaine  tocándose una oreja y poniéndose de pie de un solo salto.
-¡Excelente!... ¿a qué hora es el  campo?... es decir el club de película… es decir la película… ¿a qué hora es la película?
-A… —dijo mirando su muñeca— a las seis… es a las seis... mira… —añadió enseñándole el reloj.
-Perfecto… ¿sabes lo que hare?... te regalare estos tres frascos, así podrás practicar los tres pasos del régimen de belleza en tu casa y no tendrás excusa para no lucir radiante como el novio que tienes.
-Eso no lo discuto… gracias Kurt —respondió Blaine aun medio complicado— ¿llevo esto a mi bolso entonces?
-Claro… gracias… ¡y toma!...la  muestra gratis por haber soportado estoicamente tu primera rutina de belleza— dijo Kurt entregándole los productos de regalo.
-Gracias... —contesto sonriendo como el galán de cine que creía ser estando al lado de Kurt.



-¿A quién nominaron para reina?
-Bueno algunas chicas de las Cheerios, además de  Kitty y Tina
-¿Tina?... me alegra, raramente pero  me alegra.
-A mi igual, aunque se puso como loca cuando escucho su nombre, hasta dejo plantado a Sam.
-Ella siempre ha sido media loca Blaine… prométeme que te compraras un traje bonito, no porque vayas solo vas a ir impresentable.
-No iré impresentable, además como te dije, ya escogimos algunos, iremos mañana a recogerlos.
-¿Si?... ¿y es uno elegante?
-Bastante…
-¿No deslucirá ante aquello que te compre?
-“¿Aquello que te compre?”… ¿Me compraste algo?... ¿Qué cosa?
-Considéralo un regalo de tu futuro esposo.
-¿Cómo?
-Ok… esto va a ser la mar de divertido. Resulta que en complicidad con mi futura suegra, compre algo en “Desing by Ahn” que es una florería súper elegante aquí en New York, y lo envié a Lima al trabajo de tu Mamá.
-¿A su trabajo? ¿Cuándo hablaste con ella?
-El lunes… y debía enviarlo a su trabajo o tu lo descubrirías antes que yo te lo dijera.
-¿Qué?... ¿de qué estás hablando?
-¡Te dije y seria súper divertido!, así es que lo que quiero que hagas es que primero salgas de tu dormitorio.
-Kurt…
-¡Vamos compláceme!... piensa que ya estamos casados y te estoy pidiendo que no pongas los pies en la mesa de café o algo…
-¿Me dirás donde puedo no puedo poner los pies?
-¡Por supuesto!... ahora sal de tu cuarto.
-Ok… —dijo Blaine soltando un suspiro al levantarse de la cama.
-¿Estas saliendo?, no escucho ruido de pasos.
-Estoy saliendo y si no escuchas ruido de pasos, es porque voy por la alfombra y además estoy descalzo.
-Claro… ¿estás bajando ahora?
-Lo estoy…
-Cuando llegues al final de la escalera avísame para darte el resto de las instrucciones.
Blaine pudo advertir que Kurt esbozaba una sonrisa mientras hablaba, como cuando quería que  planearan algo en conjunto y terminaba tomando todas las decisiones él solo.
-Estoy abajo.
-¿Tan rápido?... ¿no me estas tomando el pelo o sí?
-No… además es una escalera pequeña, no estoy bajando el “Empire State”
-Excelente referencia a New York… Ok, ahora debes… —dijo Kurt haciendo un pausa más que larga, Blaine pudo contar 8 de sus respiraciones
-¿Debo?...
-Espera un segundo que estoy tratando de recordar hacia donde está la cocina en tu casa.
-Hacia la…
-¡No me digas!
-Ok…
-Ahora ve a la cocina…
-¿No te acordaste? —dijo Blaine  caminando hacia donde le indicaran.
-No… lo siento.
-Ese olvido se puede arreglar, para la próxima vez que vengas a Lima, te quedas aquí y así memorizas todo de nuevo.
-Me parece perfecto… pero sabes que vienen mis exámenes y que tal vez deba conseguir un trabajo.
-¿Un trabajo?, ¿Qué hay de “Vougue.com”?
-¡No pagan ni un centavo!... y necesito desesperadamente dinero para la banda esa que te mencione que quiero crear.
-¿La de tributo a Madonna?
-¡Exacto!, además una boda no se paga sola, a no ser que vendamos los derechos a alguna revista o programa de televisión.
-¡Quien querria comprar los derechos!... nadie nos conoce.
-Pero podría ser una inversión a largo plazo… algo así como una compra “en verde”
-Excelente referencia al rubro de la construcción… ahora dime que hago.
-¿Ya estás en la cocina?
-Lo estoy, parado en la puerta mirando todo.
-Bien… ve al refrigerador y mira en la gaveta de las verduras.
-¿Querrás que me ponga  a dieta Kurt Hummel?
-No… primero porque no podría vigilarte para ver que la cumplas a cabalidad y segundo… porque pude comprobar con mis manos que todo sigue igual que antes… ¿lo abriste?
-…
-¿Blaine?
-¡Kurt!… ¡es hermoso!…
-¿Te gusto?
-¡Obvio que si!… —Kurt escucho un ruido como de plásticos que chocan y otro de meneo de botellas, asumió que era la gaveta de los vegetales y la puerta de la heladera que se corrían y cerraban respectivamente.
-Que bueno, habían muchos tipos de “Boutonniere” pero me decidí por un clavel porque recuerda el que usamos en nuestro primer baile juntos y escogí blanco porque así combinara con cualquier corbata que utilices.
-Me encanta… ¿pero cuando lo compraste?
-Bueno eso lo compre ayer y lo envié hoy a Lima, el señor que me atendió me aseguro que si se guardaba en la gaveta de las verduras duraría dos semanas como mínimo, así es que, de aquí al viernes estará impecable para que lo uses en tu solapa.
-Kurt… gracias… es perfecto… y aunque no dure hasta el viernes lo usare igual… gracias.
-De nada… y durara si lo conservas en la gaveta, si no, créeme que estoy aprendiendo unas groserías en ruso para  decírselas en la cara a quien me atendió.
-¿Es una florería rusa?
-No pero quien me atendió lo era, y era robusto como si pudiera matar un oso con su manos y luego beberse una botella de vodka sin chistar.
-Te amo Kurt…
-¿Aun?
-Siempre…
-Perfecto… ahora para que veas que soy el mejor de los prometidos…
-¿Qué? —dijo Blaine  al escucharlo reír  mientras guardaba su “Boutonniere” de vuelta en el cajón de los vegetales del refrigerador.
-Nada es que no se si está bien dicho, “prometidos”
-Tal vez deberíamos seguir llamándonos novios.
-Prefiero “prometidos”, aunque la palabra no exista.
-Está bien “prometido”…. ¿Qué me ibas a decir?
-Te iba a decir…. que escuche que dijiste que tenias dos novedades, ¿Cuál es la segunda?
-La segunda… es que le conté a mis Padres… bueno a mi Papá, mi Mamá me había encontrado el anillo y lo supo antes, pero esa es otra historia.
-¿Les contaste?... ¿Qué te dijeron?
-Me dijeron que me querían y que solo querían que fuera feliz…
-¿Están de acuerdo entonces?
-Lo están
-¡Qué bueno Blaine!…
-¿Ya lo sabías verdad?
-No…
-¡Kurt!
-Bueno… tu Mamá... ya sabes…
-Lo sabía, ella nunca ha podido guardar un secreto, si hasta empezó a planear una cena con tu Papá, Carol, ellos y nosotros.
-También me lo dijo…
-¿Te lo dij…?... lo siento…
-¿Por qué?... no te aflijas, me alegro, por ti… por nosotros.
-Amo cuando dices nosotros.
-Y yo te amo a ti… ¿estás en tu dormitorio de nuevo?
-Voy subiendo… ¿Por qué?
-Porque necesito que sintonices el canal 22…
-¿Por qué?... ¿Qué están pasando?
-Enciende el televisor y veras.
-Ok…—dijo Blaine apurando sus pasos. Llego hasta su dormitorio y se tiro de en salto a la cama, cogió el control del televisor y sintonizó el canal que Kurt le indicara— “Swing Shift”… ¿esto es por aquello de que  por cada Bethenny y Jason hay un Kurt y una Goldie?
-Así es, pero insisto que yo soy Goldie…
-Por cierto…—repito Blaine acomodándose en las almohadas con el teléfono en la oreja, escuchando cada dato que su prometido sabía sobre la película en la que Kurt Russel  y Goldie Hawn se habían enamorado y pensando que no existía algo mejor que escuchar la voz  Kurt de nuevo, hablándole, pendiente de él,  como antes, como al principio de todo.

-Ese tipo está bastante loco…—dijo Santana colgada del brazo del Rachel.
-Te acostumbraras a él, Rachel y yo lo hicimos de inmediato —replico Kurt tomado del otro brazo de su amiga.
-Por cierto que si, le gusta pedir cosas pero siempre las devuelve —añadió Rachel subiendo con ellos hacia el departamento.
-Eso sí es ser caradura… ¿Cómo se llama? —insistió Santana dando un vistazo al vecino “Hipster” del piso de abajo.
-No tengo idea…—respondieron ambos soltando una risa.
-Vaya, “Ellen” y “Portia”, las mejores vecinas de la localidad —dijo Santana haciendo un ademan con su mano como si describiera un cartel luminoso en Las Vegas.
-Somos buenos vecinos, ¿verdad Kurt? —este hizo un gesto positivo con su pulgar mientras manipulaba su teléfono—¿viste?.., ¡Ay! ¡Esto es tan emocionante!... ahora que trabajamos los tres en el mismo lugar, podremos venirnos juntos…—agrego Rachel agudizando su voz  y meneando sus caderas como haciendo una especie de baile.
-En relación a eso… tengo una pregunta—dijo Santana zafándose de su amiga— ¿Como lo haremos con las propinas?
-¿A qué te refieres?—pregunto Rachel abriendo la puerta corredera del departamento y entrando junto a sus amigos.
-A como lo haremos con las propinas —insistió Santana colgando su bolso en el perchero de la entrada— ahora que “Lady Hummel” trabaja en la cafetería con nosotros.
-¿Por qué habría de haber un problema con eso? —dijo Kurt mientras chequeaba su teléfono sonriendo.
-Porque las chicas obtenemos mas propinas gracias a estas súper denigrantes minifaldas, y sé que tú has querido hacerte pasar por una chica todos estos años, pero claramente con Gunther no te servirá.
-Sigo sin entender…—respondió Kurt soltando un suspiro mientras contestaba un texto.
-¡A  que los chicos reciben menos propinas!... ¿te harás el listo conmigo “Gasparin”?
-Por cierto que no y solo te advierto que de ahora en adelante tendrás que lidiar solo conmigo en el restaurante, es evidente que  la “Señorita Broadway” aquí presente se marchara mañana mismo….—dijo Kurt dando un pequeño empujón a Rachel.
-¡Ay aun no puedo creerlo!... —exclamo al chica tocándose la cara con sorpresa.
-Créelo Berry, eras mejor que todas… obvio que obtendrías el papel —dijo Santana tratando de mirar la pantalla del teléfono de Kurt y averiguar así que lo ponía tan sonriente.
-Aun así estoy viendo que aparece el productor y me dice que todo fue un error o algo…
-¿Que pasa contigo?, no te sirvió de nada el juramento de meñique que hicimos… ¡Nada de pesimismos! —exclamo Kurt dirigiéndose a su cuarto.
-¿Dónde vas “Lady Hummel”? —pregunto Santana sentándose en la sala.
-Tengo cosas que hacer.
-¡Pero debemos celebrar! —dijo Rachel dando unos aplausos a la altura de su pecho.
-Estoy de acuerdo con Berry… ¿puedo invitar a Danielle?
-Uyyyy… —exclamo Rachel seguido de un codazo repetitivo a la altura de las costillas de su amiga.
-Rachel… ¿Qué demonios? —dijo Santana como queriendo detenerla con sus manos sin éxito alguno.
-¿Ella es la chica en cuestión? —pregunto Kurt devolviendo sus pasos otra vez hacia la sala.
-Ella es…—contesto Rachel extra modulando.
-¿Quieren madurar?...
-¡Mírala si se pone toda nerviosa!... es tan dulce verla así…—dijo Rachel poniendo diferentes caras de ternura y pegando su cabeza a la Santana.
-¡Oh!... está enamorada…—agrego Kurt haciendo un puchero y pestañeando rápido, como demostrando un enamoramiento absoluto y total.
-¡Cállense!...—exclamo levantándose a tomar agua a la cocina.
Kurt y Rachel soltaron una risa y comenzaron a hacer una especie de coreografía de enamorados allí mismo en la sala del departamento. Rachel entonaba una melodía y Kurt movía sus manos como señalando su talento.
-¡Lo digo enserio!—exclamo Santana comenzando a arrojarles gotas de agua desde su vaso con los dedos— o me veré obligada a poner cosas venenosas bajo sus sabanas.
-Quisiera verte hacer eso…
-Pues espera y veras “porcelana”, tengo sangre latina sé exactamente dónde ir por ellas.
-Ok… entonces que tal si nos cambiamos de ropa, compramos una botella de  champagne y nos embriagamos hasta quedar tirados en el piso.
-Suena a sábado en la noche para mí —dijo Santana levantando sus brazos sonriendo, como si bailara en un club nocturno.
-¿Rachel?...—dijo Kurt dándole una mirada.
-Perfecto…
-Llamare a Danielle…—dijo Santana buscando su teléfono.
-¡Uy!...—exclamaron ambos, comenzando nuevamente a molestar a la chica con su recién estrenada novia.
-¿Van a comenzar?—quiso saber Santana haciendo el ademan que les arrojaba los cojines del sofá.
-¡Voy a cambiarme!...—dijo Rachel en medio de una risa al recibir uno en la cabeza.
-¡Y yo! —agrego Kurt esquivando los cojinazos— me demorare porque debo hacer algo antes… luego… soy todo suyo señoritas.
-Saludos al Señor Anderson-Hummel —grito Santana antes de salir al rellano de la escalera de incendios para hablar con Dani.
Kurt sonrió y cerró las cortinas de su cuarto, Blaine le había texteado que estaba listo para hablar con él mediante Skype y que lo esperaba cuando estuviera listo. Se quito la chaqueta y encendió su computadora, la dejo sobre la cama y se arreglo un tanto el cabello y la camisa del uniforme que vestía. Pensó en cambiarse ropa pero atrasaría la cita cibernética y como Blaine hacia esfuerzos para que todo saliera bien esta vez, el también debía hacerlos y no quería por ningún motivo que volviera a sentirse excluido o que pensara que ya no era parte de sus prioridades, como le paso cuando recién se mudo a New York.
-¡Hola!... —dijo Blaine agitando su mano frente a la cámara.
-Hola… —respondió Kurt haciendo lo mismo.
-¿Qué llevas puesto? —quiso saber acercándose a la pantalla como para distinguir mejor el atuendo de su prometido.
-¿Esto?... —dijo como sacudiendo su camisa a la altura del pecho— pues vera futuro Señor Anderson-Hummel es mi uniforme.
-¿Tu uniforme?
-Así es, debes saber que conseguí trabajo en “Spotlight Dinner”, así es que me moveré entre todas las estrellas sin descubrir que se dedican a servir mesas esperando por su oportunidad—explico Kurt haciendo un gesto de quien carga una bandeja.
-Déjame verte —pidió Blaine sonriendo.
-¡NO!
-¿Por qué no?...
-Porque es un uniforme bastante básico, créeme que me sentí como “Caroline Channing” llegando al “The Williamsburg Diner”, solo espero que quien lo uso antes haya sido cuidadoso con su higiene personal.
-Seguro que lo hacía, además… ¿no crees que los lavan antes de dárselos a otros trabajadores?
-Pues no lo sé… —dijo Kurt mirándose de arriba abajo.
-Vamos… muéstrame… —pidió poniendo ojitos de pena.
-Ok… no puedo decir que no a eso…—respondió Kurt apuntando el área de los ojos de Blaine.
-¿De verdad?...
-Obvio… además los sabes desde el día uno… —contesto Kurt alejándose un poco y ubicándose en la cabecera de la cama. De pie junto  a su espejo se arreglo la camisa levantándose el cuello y corrigió la posición de su “name tag”, levanto una ceja y se dejo admirar.
-Te ves… muy bien…
-¿Crees que es posible verse bien con una camisa 70% poliéster, 10% algodón y 20% de algo que nadie sabe qué es?
-Pues tú haces que sea posible, cuéntame —dijo Blaine acostándose sobre su barriga—  ¿Cuándo comenzaste a trabajar en la cafetería?
-Recién hoy, todo fue bastante fácil, espero y sea así en los días siguientes… —respondió sonriendo y sentándose con las piernas cruzadas sobre la cama— ahora… —añadió poniendo su computadora en el regazo— ¿puedo llamarte “Rey”?, ¿o no?
-Puedes, siempre puedes… pero no basado en los hechos de hoy.
-¿Cómo es eso?
-Eso, no gane… —dijo Blaine haciendo un puchero mientras se desataba la corbata.
-¿Cómo que no?... ¿Qué le pasa a esa escuela?... ¿Quién gano?, apuesto que Artie, asumo que la actitud que tiene ahora que esta de novio de esa desquiciada de Kitty resulto avasalladora para todos— termino de decir Kurt cruzándose de brazos molesto, como si el hecho que Blaine no fuera elegido Rey, fuera una afrenta personal.
-No…
-¿Quién entonces?
-“Stoner Brett”
-¡QUE!
-Eso, gano Brett Bukowski.
-Estas bromeando supongo...
-No, estoy diciendo la verdad.
-Me vas a decir que ese chico que se viste, habla y ¡Dios me ayude!... huele como indigente en Woodstock, ¿es el rey del baile?
-Exacto,  pero eso no fue lo más terrible que paso.
-¿Cómo que no?... nada puede ser más terrible… ¿estás bien?
-Si… no era mi año, me decepcione un poco pero… ya vendrán otros bailes.
-Dulce Blaine Anderson, te recuerdo que ese era el último baile de tu vida como estudiante…
-¿Me llamaste dulce?
-¿Qué?... no…
-Si…
-¡No, no lo hice!...
-Ok…
-¿Seguro y estas bien?
-Lo estoy, fue un golpe a mi vanidad pero ya paso…
-Yo puedo decirte un par de cosas que elevaran tu vanidad hasta el Everest.
-¿Si?
-Si…
-¿Estas solo?
-No… pero tengo las cortinas cerradas, lo que en código de convivencia significa privacidad.
-Excelente… y ahora reflexionando, tienes razón con lo que es mi último baile... no había caído en la cuenta de ello.
-Pues lo es, y como lo es, ahora tú me debes un despliegue “fashionista”… apártate para ver cómo es tu traje.
-¿No recibiste la foto que te mande?
-¿Esa donde Tina te tiene agarrado de la cintura y quiere como besarte?... ¿esa foto?
-La misma…
-La recibí… pero quede tan impactado por la pollera extra voluminosa de tu amiga, que no me fije tanto en como lucias… ¿sigues con el traje o no? —pregunto acercándose a la pantalla.
-Sigo…—dijo Blaine poniéndose de pie y dándose una vuelta completa sobre uno de sus pies—¿Qué te parece?
-Pues te ves muy guapo, ¿el “Boutonniere” no se marchito?
-No, lucio perfecto…—dijo Blaine mientras se quitaba la chaqueta y se desbotonaba la camisa hasta el comienzo del pecho— y debo decir que el mío era el más elegante.
-Era de New York… obvio que era el más elegante… cuéntame mas.
-Bueno, sucedió algo medio trágico.
-¿Alguien murió?
-No… ¿Por qué dices eso?
-No se… eso es trágico, la muerte siempre lo es.
-Pues no murió nadie, pero si fue algo horrible, Tina salió reina y…
-¡Blaine!... ¿no se supone y es tu amiga?... ¿por qué calificas su triunfo como algo horrible?
-Ok… entendí tu broma, por sofisticada que esta fue… pero no me refiero a eso, me refiero… a que Tina salió elegida reina y una vez que la coronaron, alguien se encargo que un “Slushie” gigante le cayera encima.
-¡QUE!
-Lo que escuchaste fue horrible.
-¡Por Dios!... ¿ella está bien?
-Lo está, bueno después del asunto estaba toda humillada y triste, pero entre todos la ayudamos, ¿puedes creer que Kitty le prestó su vestido para que saliera airosa de la situación?
-¿Era un vestido expansible?
-Kurt...
-Lo siento... pero estoy impactado ¡qué cosa tan terrible!... —exclamo mientras daba miradas hacia un costado, como si quisiera saber que sucedía tras las cortinas de su cuarto—  espérame un segundo… solo un segundo vuelvo enseguida.
-Claro…—respondió Blaine rascándose la cabeza y haciendo una mueca de desagrado.
-No creas que estoy ocupado o algo, pero hay una novedad que te contare, solo espérame…—agrego Kurt asomándose de nuevo por la cámara como si hubiera advertido la molestia de su prometido— ¡te amo!— añadió por ultimo.
-Ok…—respondió Blaine esta vez sonriendo.




Junio de 2033

-¿No estará en nuestro cuarto?—pregunto Kurt levantando dos de los cojines del sofá.
-No, te dije que no… ayer vimos el juego con Henry y lo deje justo allí —respondió Blaine apuntando la mesa de café.
-Pues no está… —replico Kurt encogiéndose de hombros— ¡ay maldita tecnología!, ¿recuerdas que antes los televisores también se podían encender desde el aparato?, ahora todo es control para esto y para aquello —añadió apuntando los aparatos electrónicos repartidos por la sala.
-Estás hablando como si tuvieras 80 años y sobrevivido a tres guerras mundiales —señalo Blaine sonriendo— tal vez exista algún botón o algo —dijo tanteando la orilla del televisor de lo más concentrado.
-¡No!, ¡no!, ¡no!, la última vez que intentaste arreglar algo fue hace mas de 15 años y Dylan termino por solucionar el problema.
-Esto es diferente, no es el fregadero de la cocina… —argumento Blaine con sus manos en la cadera pensando que podía hacer para que el televisor encendiera.
-Es lo mismo… —contesto Kurt abrazándolo desde atrás y dándole un beso en el cuello— eres pésimo en labores de reparación.
-¿Qué hacen Padres?... ¿además de besarse? —dijo Lizzie llegando a la sala.
-Estamos bus… ¿Qué es eso en tu cabello? —pregunto Kurt apuntando al cabeza de su hija que lucía un moño tan abultado que parecía que un águila calva había anidado justo en medio de sus rizos.
-¿Qué cosa?—respondió moviendo la cabeza.
-¿Es un calcetín Princesa? —dijo Blaine soltando una risa.
-Si…
-¡Lizzie!... ¿no tienes suficientes elásticos? ¿Como puedes poner un calcetín en tu pelo?
-¿Qué tiene?, está limpio… necesitaba amarrar mi cabello y esto es lo que estaba más a mano, además me combina con mis verdaderos calcetines —explico al chica apuntando sus pies— ¿Qué buscan? —insistió tirándose en el sofá como si fuera una piscina.
-Estamos buscando el control del televisor, ayer tu “Papáblen” lo extravió y no quiere confesarlo.
-¡No lo extravié!, ayer estábamos viendo el juego con tu hermano y luego desapareció…
-Eso es porque pierdes la noción del tiempo y el espacio al ver gente corriendo y empujándose por un balón.
-Yo sé donde esta…
-¿Dónde? —dijeron los dos al mismo tiempo.
-Lo tengo yo…
-¿Por qué?—volvieron a preguntar ambos como si fueran un coro de Iglesia.
-Porque lo estaba usando… ¿para qué lo quieren ustedes?
-Pues porque vamos a ver una película con tu Papá.
-¿Cuál?
-“Moulin Rouge”
-¡Otra vez! —exclamo Lizzie como si la hubiesen mandado a hacer todas las camas de la casa.
-¿Qué se supone y significa eso Lizzie Anderson? —dijo Kurt cruzándose de brazos.
-Que es la película más aburrida que existe…
-¿Perdón?... —añadió Kurt levantando una ceja.
-¡Es verdad!... “Papáblen” ayúdame aquí… ¿sí o no que es una película aburrida?… ¡vamos! el tipo se enamora de una prostituta y ¿cree que le será fiel?, ¿Qué pasa con él?
-Blaine, ¿puedes decirle  a tu hija que Satine no era una prostituta?
-Lizzie, Satine no era una prostituta —repitió Blaine conteniendo la risa.
-¡Si que lo era! —exclamo arreglándose el moño.
-¡No lo era!… era una “Courtisane”
-Ok, era una “Courtisane”, un nombre refinado para una prostituta de la Francia del 1900.
-¿Cómo puedes tener una opinión de algo que nunca has visto?, ¿terminaste tu tarea?
-¿Cómo?
-Terminaste ¿sí o no?—repitió Kurt aun con los brazos cruzados.
-Si la termine…
-Pues bien, iras a por el control del televisor y veras la película con nosotros.
-¿Qué?... ¿Por qué?
-Porque si, porque soy tu Papá y te lo estoy mandando.
-¿Henry la vio acaso?
-Tu hermano la vio cundo tenía cuatro años… y le encanto por cierto.
-La llamaba la “película roja”, ¿recuerdas Kurt?
-Por supuesto, así es que ahora te toca a ti, esta película es lo mejor que existe y es importante para la historia de tu familia.
-¿Cómo es eso?
Blaine los observaba desde uno de los sillones sin poder evitar el sonreír, ir en contra de Kurt era una cosa, pero ir en contra de él y además en contra de Christian y Satine, era otra muy diferente, pensó que  Lizzie no saldría bien parada de ello.
-Blaine explícale a tu hija por favor…
-Princesa, esta película es importante para nosotros porque primero, la canción principal fue la canción de nuestra boda y segundo porque cuando la vi con tu Papá a comienzos de su ultimo año en la escuela, fue la primera vez que se quedo a dormir conmigo.
-¡Uy!...—dijo al chica poniéndose de pie y comenzando a punzar a su Papá  con sus dedos a la altura de la panza.
-¡Lizzie!...—exclamo Kurt comenzando a reír— ¡no es lo que crees!
-¿No?...—agrego dejando los punzasos y enseriándose de inmediato,  como el payaso bipolar que su Papá creía que era.
-Pues no… un día te contaremos todos sobre nuestra historia de amor, por ahora lo que necesitamos es que vayas por el control remoto— insistió Kurt dándole un toque en la nariz y un cariño en el mentón.
-¡Bien!... —exclamo mientras partía corriendo a su cuarto.
-¡No corras por la casa!
-Déjala, es adorable —dijo Blaine mirando con ternura.
-Una loca… adorable —corrigió Kurt sentándose en el sofá.
-¿Estas cansado?
-No… estoy más bien preocupado… no hemos tenido noticias del Doctor Jacobs y le advertimos que nos iríamos  a finales de mes a tu gira por Europa.
-Estoy seguro y saldrá todo bien… el nos lo aseguro y por lo demás no ha pasado ni un mes desde la concepción —respondió Blaine acariciándole el pelo.
-También lo creo… —añadió Kurt dando el un pequeño beso— ¿Cuándo se lo diremos a los chicos?
-Quedamos en que esperaríamos hasta que pasara el primer trimestre—respondió Blaine besándole la frente.
-Tienes razón… estoy viendo la reacción de ambos ante la…
-¿Puedo pedirles algo? —interrumpió Lizzie llegando a la sala y entregando el aparato en las manos de Kurt.
-¿Pedirnos? —repitió Blaine apartándose un poco de Kurt al notar que su hija planeaba dejarse caer en medio de ellos.
-¿Necesitas dinero para  “Lithium” pequeña enloquecida? —pregunto Kurt corrigiendo la posición del “calcetín-coleta”
-No… necesito que vayamos a la farmacia a comprar tampones —contesto la chica acomodándose en los cojines.
-¿Cómo?...—dijo Kurt tragando mas saliva de la necesaria y palideciendo un poco.
-Eso… ¿Cuándo podemos ir?
-Lizzie… ¿Por qué nece…?... ¿acaso tú…? es decir… ya tienes… ya tuviste tu primer… ¿Ya? —dijo Blaine de manera entrecortada como si no fuera capaz de redactar en su cabeza lo que quería decir antes de decirlo.
-No… pero la enfermera de la escuela dio una charla a la clase y dijo que todas estábamos en la edad en que nos llegaría nuestro primer periodo, por lo tanto nos enseño un montón de fotos y cosas y dijo que debíamos hablar con nuestros Padres sobre esto y pedirles que estuvieran preparados comprando lo necesario, y lo necesario son tampones y las otras cosas —termino por decir Lizzie gesticulando la forma de los artículos de higiene personal que necesitaba y comportándose  como si hablara de los árboles que rodeaban su casa.
-Llamare a Julianna —dijo Kurt levantándose.
-¡¿Qué?!... ¿Por qué? —exclamo Lizzie haciendo un gesto con sus manos.
-Porque… no se hija… este tema… tal vez quieras hablarlo con ella… no sé, ella es mujer como tú… ¿Blaine?—dijo Kurt recurriendo a su esposo como era de costumbre cuando la situación lo rebasaba de alguna forma.
-Princesa, lo que tu Papá quiere decir es que tal vez te sientas mas cómoda hablando con Julianna que con nosotros.
-¡¿Por qué?! ustedes son mis Padres ¿con quién mas podría estar mas cómoda que con ustedes?, confió en ustedes… además ya me ayudaron con esta cosa que tengo que usar —respondió Lizzie dando un tirón a su “sostén de entrenamiento” en la parte del broche de la espalda.
-Eso es diferente hija… es una pieza de ropa… ¿cómo no podríamos ayudarte con una pieza de ropa? —sentencio Kurt sintiéndose cada vez más nervioso.
-¿A ustedes les incomoda?
-No… por supuesto que no… como bien dices somos tus padres… resolveremos las dudas que tengas, ¿verdad Kurt?
Este respondió moviendo su cabeza y gesticulando un no continuado y silencioso para que Lizzie no lo advirtiera, Blaine le sonrió y le hizo un gesto para que volviera a sentarse, Kurt entendió que debía dejar de lado sus pudores y estar allí para su hija.
-¿Qué?... ¿qué quieres saber de todo ese asunto?…—dijo Kurt poniendo cara de circunstancia asquerosa.
-Pues no mucho, es decir la enfermera nos explico todo bastante bien…
-¡Entonces ya sabes todo!... ¿quién quiere helado? —exclamo Kurt levantándose con una sonrisa amplia en su cara.
-Kurt… —dijo Blaine mirándolo fijo—  Lizzie… ¿Qué dudas tienes?
-No muchas, pero si… ¿por qué tenemos que ser las mujeres a las que nos pase esto?
-Porque ustedes son las encargadas de cargar a los bebes, y aquello… que pierdes en cada uno de tus periodos es lo que permite, cuando llegue el momento,  que los bebés estén cómodos en tu panza. Pero no debes pensar en esto como algo trágico, es totalmente normal y si bien te causara algunas incomodidades al comienzo, después será casi parte de tu rutina diaria.
-¿Qué tal si yo no quiero tener bebés?... ¿no sería posible firmar un documento y liberarme de esto?
-No es posible que eso suceda —advirtió Kurt soltando una risa— además dices eso que no quieres bebés ahora porque eres pequeñita, pero luego cuando te enamores o quieras tener una familia, agradecerás no haber firmado ese documento —añadió olvidando la incomodidad.
-Puede ser… pero eso no quita que piense que es algo bastante asqueroso e incomodo—opino Lizzie cruzándose de brazos y crispando la nariz, tal como Blaine lo hacía.
-Lo es… pero tu cuerpo se está preparando para que dejes de ser una niña, no hay nada que puedas hacer en contra de eso —contesto Kurt acariciándole la frente.
-Ni tampoco nada de qué avergonzarte—agrego Blaine acariciando el otro lado de la cabeza de su hija.
-¿Me ayudaran?
-¿A… que?... —pregunto Kurt sintiendo que lo peor estaba por venir.
-¡A comprar lo que necesito! —exclamo Lizzie moviendo sus manos como si describiera algo que se pone dentro de otra cosa.
-Por supuesto que si… pero hija… ¿tú sabes cómo se utilizan esos… artículos? —quiso saber Blaine mirando a Kurt que cambiaba su cara de incomodidad cada tres segundos.
-Lo sé…
-¿Se…gura?—insistió Blaine moviendo su dedo índice y causando una risa en su hija.
-¡Obvio!... ¡son tan lindos! —dijo la chica dando un beso a cada uno— ¡los amo Padres! —añadió poniéndose de pie mientras repetía “Amo mi vida” y bailaba una coreografía graciosa.
-Hija…—trato de decir Kurt riendo— ¿estás bien?
-¡Muy bien!... aunque no estoy segura si me caerán una vez que me los ponga… —contesto Lizzie deteniendo su baile y esbozando la mueca de asco propia de su Papá.
-Eso… ¿Blaine? —dijo Kurt estremeciéndose al pensar en aquello.
-Cariño eso no te pasara, tu cuerpo está preparado para que eso no suceda.
-¿Me ayudaran entonces? —dijo Lizzie con sus manos en la cintura.
-Te ayudaremos… ¿quieres ir ahora? —pregunto Blaine levantándose también.
-Si es que no prefieren quedarse a ver a prostitutas cantando —respondió Lizzie apuntando el televisor.
-¡Que Satine no es….! ve a arreglarte mejor, saldremos en 5 minutos —advirtió Kurt meneando su mano a la altura de su cabeza, como señalando que era el peinado lo primero que su hija debía corregir antes de salir al público.
-Ok…—respondió Lizzie dando un salto hacia un lado mientras se retiraba— Papás…—dijo devolviéndose.
Ambos la miraron y respondieron un “¿sí?”
-Gracias… en serio…
-De nada Princesa y si aun necesitas hablar con alguien que tenga un punto de vista femenino sobre todo esto, siempre puedes recurrir a Julianna…
-O Rachel…
-O a Lily...
-O a tus abuelas —añadió Kurt a la lista de las mujeres que siempre los habían rodeado.
-O a Dylan… creo que hasta él sabe más de asuntos femeninos que nosotros —concluyo Blaine parándose al lado de Kurt y abrazándolo por la cintura.
-Saben lo suficiente Papás… ¿pueden aprovechar y comprarme ropa tal vez?
-No te aproveches… —advirtió Kurt sonriendo— ve a alistarte.
-¡Bien!...—dijo Lizzie al tiempo que partía corriendo y deslizándose en sus calcetines por el piso de madera.
-¡No corras por…! —quiso decir Kurt silenciándose al ver que era inútil insistir en aquello.
-¿Estás bien? —pregunto Blaine tomándole las manos.
-Bien… sorteamos otra situación creo que de la mejor de las maneras…
-También lo creo…—contesto arrimándose.
-¿Por qué en la escuela no enseñan a lidiar con cosas así?, créeme y deberían usar el tiempo que designan al deporte a dar charlas o cosas por el estilo.
-Pues salimos del paso sin ningún problema, sin necesidad de charla alguna —añadió Blaine dando un beso.
-¿Cómo que sin ningún problema? —dijo Kurt poniendo caras.
-¿A cuál problema te refieres?
-¡A que cree que Satine es una prostituta!... ¡cómo puede decir eso!... es más, ¿como nuestros hijos no sienten ninguna atracción por los musicales o las obras de teatro? …¿Qué pasa con ellos?
-Son personitas adorables e independientes… ¿no te agrada que tengan esas personalidades tan autónomas y avasalladoras?, además amado esposo… es tiempo de enfrentarlo… Satine era una prostituta
Kurt hizo un gesto como de conformidad con su cara y hombros, seguido de una risa que no pudo ser resistida por Blaine quien  termino besándolo casi un minuto seguido



-¡Volví!... ¿Blaine? —dijo Kurt acercando la computadora a sus ojos, al notar que su prometido no estaba en pantalla.
-¡Lo siento! —respondió asomándose de pronto y  sin camiseta— me estaba quitando el traje —agrego poniéndose la pieza de ropa faltante.
-¿Te cambiaras de ropa en frente mío?
-¿Te molesta? —quiso saber Blaine acelerando la postura de su ropa.
-No... pero, es solo que no puedo hacer nada al respecto, si sabes a lo que me refiero—dijo Kurt apuntando la parte del vientre que aun se le veía.
-Lo siento… ¿tu novedad?
-¿Cómo?
-Dijiste que tenías una novedad para contarme.
-¡Ah! claro... prepárate…—dijo Kurt enseñando sus palmas como dando suspenso a lo que quería contar.
-Ok…
-Nuestra amiga Rachel…
-¿Si?...
-¡Obtuvo el papel de “Funny”!
-¡NO!
-¡SI!...
-¡Que cosa tan maravillosa!, felicítala de mi parte —exclamo Blaine juntando sus manos como demostrando emoción absoluta.
-Lo hare…
-¿Cuándo supo?
-Recién, bueno no recién, hoy cuando terminábamos el turno fue el productor a darle la noticia personalmente, se puso como loca…
-¿Esta feliz?
-Lo está… y me alegro por ella, había como perdido la motivación…
-¿Por qué?, ¿A causa de Finn?
-No, es decir tal vez en parte por eso… pero es más porque todos estamos obteniendo cosas,  Santana obtuvo un  trabajo en un comercial y yo… bueno…—dijo enseñando su anillo—entonces creo que sentía que se quedaba atrás y enfrentémoslo a Rachel Berry no le gusta quedarse atrás.
-Claro que no… pero que bueno que obtuvo el papel… ¿van a celebrar?
-Sí, justamente fui a entregar mi cuota para la compra del festejo… aunque, no puedo evitar pensar que  me gustaría que estuvieras aquí.
-Y mi me gustaría estarlo… pero cada vez queda menos…
-Lo sé... ahora como yo sé lo  que es el pudor, no me desvestiré enfrente de ti, por lo tanto…
-¿Vas a cambiarte de ropa?
-Obvio... este uniforme ya me está causando desazón.
-Ok…
-¿Me llamas para las buenas noches?
-Lo hare… te amo Kurt…
-Y yo te amo a ti… —respondió lanzándole un beso
-Adiós…
-Adiós Blaine… recuerda las buenas noches.
-Lo hare… y no bebas en demasía.
-No lo hare…