(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-Súbeme el cierre Berry… —pidió Santana llegando a la sala con su uniforme a medio poner.
-¿Tienes que trabajar? —pregunto Rachel poniéndose de pie para ayudar a su amiga con el vestuario.
-No, voy a un desfile de “Halloween”… ¡obvio Rachel!...
-Lo decía…—dijo volviendo a sentarse— porque ayer trabajaste el turno de noche, ¿hoy no tenias que descansar?
-Tenia, pero “Lady Hummel” reservo el día, Dani tenía un compromiso y como no estaba dispuesta a andar vagando por la ciudad hasta que los “osos cariñositos” se quedaran dormidos, decidí hacer un turno extra. ¿Qué vas a hacer tú? —pregunto revisando su look en el espejo de cuerpo entero de Kurt.
-Voy al teatro, no hay mucho que hacer, pero puedo quedarme allí el tiempo que quiera, así es que, tampoco seré una molestia.
-¿Donde está “Lady Hummel” apropósito? —pregunto Santana mientras revisaba los objetos dentro de su cartera.
-Salió a comprar algunas cosas para la cita, debe de estar por llegar, porque de acuerdo al papel que hay en el refrigerador el vuelo número 8231 proveniente de Lima, llega en una hora.
-¡UY!... debe andar acicalándose por ahí —dijo Santana moviendo sus manos como si se arreglara el cabello. Rachel le hizo una seña seguida de un carraspeo al ver que el amigo de ambas llegaba de las compras.
-¿Aun están aquí? —pregunto Kurt entrando al departamento con un par de bolsas de mercado.
-Relájate “Wonder boy”, yo al menos ya me iba —contesto Santana tomando su cartera y un chaleco del perchero de la entrada— que tengas una excelente cena y un… mejor postre —añadió la chica guiñándole un ojo.
-¿Qué?... —dijo Kurt apuntando a su amiga que se retiraba.
Rachel sonrió y se puso de pie también para intrusear en las compras de Kurt.
-¿Vas a cocinar?...
-No, voy a pedir comida…
-¿No tendrás tiempo? —quiso saber Rachel poniendo cara traviesa.
-¿Qué?... ¿Qué pasa con ustedes?, ¿desde cuándo se volvieron Charlotte y Samantha?
-¡Es New York!, no nos culpes —dijo sacando un par de velas aromáticas y dos cajas cuadradas de plástico, una llena de fresas y la otra con pétalos de rosa— ¡Wow!, fresas, velas y pétalos de rosas… ¿quién es Samantha ahora? —añadió con voz aguda.
-Esto… —dijo Kurt quitándole el envase de fruta y llevándolo a la heladera— es para los wafles de mañana y si me vas a dar algún rol —agrego quitándole las velas y la caja con flores— quiero el de “Carrie Bradshaw”, es la más estilosa.
-Y la que tiene más zapatos…
-¡Exacto!
-Como quieras… —dijo Rachel dirigiéndose a su dormitorio.
-¿Te vas a ir verdad?
-Obvio que si… —respondió mientras se retocaba su maquillaje— aunque en vista y considerando que las velas son obviamente para el baño, las fresas para los wafles y los pétalos tal vez, para fabricar “potpurrí”, no veo en que interrumpiré si me quedo
-¡Rachel!...
-Mírame… voy saliendo —dijo riendo y tomando su cartera.
-¿Dónde iras?
-Voy al teatro, allí no me molestara nadie si quiero ensayar un par de canciones —explico despidiéndose con un beso— te quiero… ¡saludos Blaine!
-¡Rachel!...
-¿Si? —dijo la chica asomándose en la entrada.
-Antes que lo olvide… ¿NYADA está abierto mañana sábado?, ¿verdad?
-Sí, para actividades extracurriculares y las clases comunitarias… ¿Por qué?
-Porque quiero llevar a Blaine a que conozca el lugar… me hablo de una especie de crisis vocacional… así es que…
-¡¿Crisis vocacional?! —repitió Rachel volviendo a entrar— ¿cómo alguien que lleva cantando toda su vida puede tener una crisis vocacional?
-No lo sé, supongo y me contara mas detalles cuando este aquí.
-¿No creerás que sus Padres le están poniendo problemas? ¿o sí?
-No lo sé, espero que no, de hecho el me dijo que no, pero no se… —respondió Kurt mirando al infinito pensando en todos los “no” que había pronunciado.
-Espero y no sea así…
-Ni yo… —contesto Kurt señalando la puerta con su cabeza y moviendo sus manos como si espantara una mosca.
-¡Ay lo sé!… ya me iba… ¡te quiero!
Kurt sonrió satisfecho por quedarse solo. Aunque ya se lo sabía de memoria, volvió a chequear la información del vuelo y miro el reloj en la pared de la cocina, soltó un suspiro como si no pudiera más de la espera y término de guardar lo que había comprado. Se llevo las cosas al dormitorio y comenzó el orden, distribuyo los pétalos sobre la cama, encendió las velas y se paro en frente para ver como lucia todo, sonrió mordiéndose el labio, como si lo más espectacular fuera a suceder de un momento a otro, volvió a soltar aire y se dispuso a cambiar su ropa, miro la hora nuevamente y entro al baño a corregir su peinado. Salió pulcro como siempre y agrego música a todo lo dispuesto.

-¡Por fin! —grito como ahogado al sentir la puerta, se detuvo unos segundos antes de abrirla y con sus palmas abiertas trato de calmarse, tomo aire y termino suspirando unas tres veces. Abrió la puerta con la mejor de sus sonrisas y lo vio, allí estaba Blaine sonriendo como el príncipe que era, con un bolso colgado al hombro, otro en una de sus manos y unas cuantas rosas en la otra.
-¡Hola!... me demore porque…
-¡No hables!… ¡dame un beso!… —exclamo Kurt abalanzándose sobre él, le tomo la cara y lo beso con ganas haciéndolo retroceder algunos pasos. Blaine se sorprendió gratamente y le respondió el beso con toda la pasión que cabía en su corazón, en ese corazón que no conocía fin y que latía solo por él, tiro el bolso y las flores y lo empujo hacia adentro sin despegarse de él ni de sus labios.
-Kurt… te extrañe tanto... ¿estamos solos?
-Lo estamos… ¡Lo… estamos! —dijo medio entrecortado mientras le desabotonaba la camisa y le quitaba la corbata.
-¿No llegaran?... ¿estás seguro? —insistió Blaine, sintiendo los labios de Kurt en toda su cara, labios y cuello.
-No hables, no hables… solo bésame por favor —insistió silenciándolo con sus labios— ¡Te extrañe tanto! —añadió dándole más besos.
-Y yo a ti…— le contesto casi dentro de la boca, sintiendo con complacencia la resonancia de su voz, le tomo la cara y volvió a besarlo, le desato el cinturón y bajo con sus manos hasta sentir su arrebato masculino, Kurt emitió un quejido de goce casi censurable y le hundió su nariz en el cuello como respuesta. Dio una vuelta con él en medio de la sala y se dejo despojar del pañuelo del cuello que vestía. Blaine sintió las manos de su prometido en toda su espalda, y sonrío nuevamente, esta vez sobre sus labios al sentir como ese par de manos le agarraban el trasero con propiedad.
Kurt lo miro un instante y le acaricio el pelo calmando sus ganas de algún modo, se humedeció las labios con su lengua y volvió a besarlo, avanzo con él hacia el dormitorio casi movido por la energía que el roce de ambos despedía, le dio una vuelta como en “Dancing with the Stars” y lo tomo desde atrás para besarle el cuello despacio, casi como si lo acariciara con su aliento. Blaine abrió los ojos y vio el arreglo que había hecho su prometido en el dormitorio.
-Kurt… que bonito… —dijo medio emocionándose.
-Lo hice para ti… —respondió como si estuviera bajo el sol en pleno verano.
-Te amo…—respondió volteándose y besándolo de frente— tanto… —agrego calmando un poco sus ganas con la ternura de su abrazo. Esbozo su sonrisa celestial y se encargo de la camisa de Kurt, despacio, botón por botón.
-Puedo sentirlo —dijo Kurt bajando con sus manos por las caderas de Blaine— ¿No crees que es muy trillado y como de “softporno”? —pregunto sonriendo y moviéndose con él al ritmo de la música que sonaba en ese instante.
-No… —dijo soltando una risa— es romántico, como tú —agrego besándole un hombro y parte de un brazo.
-Pues lo hice porque esta es la primera vez que estamos aquí como pareja comprometida.
-Me gusta escuchar eso…
-Y a mí me gusta que lo seamos… —agrego Kurt rozando con la punta de sus dedos toda la amplitud de la espalda de su prometido.
-No desperdiciemos más nuestro nuevo estado entonces— sugirió Blaine en tono sexy ayudándolo a desprenderse del resto de su ropa.








Marzo de 2011

-Gracias por venir… —dijo Kurt abriendo la puerta de su casa.
-Por nada… ¡me encanta tu casa!… —contesto Blaine entrando y dándole unas palmadas en un hombro como una especie de saludo fraternal.
-¿Aun tienes la esperanza que mi Papá de adopte?, ¿no es así?
-La albergo… ¡claro que sí!… —respondió sonriendo de la manera que hacía que a Kurt le temblaran las piernas.
-¿Por qué estas con tu uniforme?, ¿siempre estas con tu uniforme?
-No…
-Entonces… ¿tienes ropa como el resto de los mortales?
-¡Por supuesto que sí!… —exclamo Blaine entregándole el abrigo y la bufanda.
-¿Y porque no la usas entonces?, jamás te he visto…
-¿Cómo que jamás?…
-Jamás, eso puedo asegurarlo… —rebatió Kurt comenzando a subir a su dormitorio seguido por su amigo.
-¿Qué tal la fiesta de Rachel?, allí use ropa “normal”, y si pudiste verme…
-Ah claro, ahora recuerdo que te vi, junto con otras actitudes que no hubiera querido presenciar —agrego Kurt casi murmurando.
-¿Cómo? —pregunto Blaine adelantándose en la escalera.
-¿Qué?... ¡no!, decía que si te atrasaste habrá sido porque tenias que ensayar…
-Si… bueno no cantando con todos los Warblers, pero si tratamos de escoger las canciones para las regionales, que francamente, se están tornando en una especie de pesadilla interminable…
-Bueno, tu voz es inagotable, no habría que preocuparse por cual solo harás para la competencia.
-Bueno, tengo algunas canciones en mente… ¿Conoces a Maroon 5?
-Por supuesto…
-Pues de ellos he pensado algo… ¿Tu Papá no está?
-No… esta en el taller…
-¿Carol?...
-Con sus amigas en el centro comercial.
-¿Qué hay de Finn?...—pregunto Blaine dando un toque a las figuras de una de las mesas de arrimo del pasillo.
-Esta con Quinn… al parecer su “vuelta” está siendo con todo —explico Kurt haciendo hincapié en el “todo”.
-¿Finn y Quinn?... ¿cuándo paso eso?
-Aparentemente luego que Santana le contara a Sam que ambos se besaron… ¿no viste que ella y Sam estaban juntos en la fiesta de Rachel?
-No… bueno, no estaba muy consiente en realidad.
-No discutiré con eso…—dijo Kurt sentándose en su cama.
-Me parece justo —respondió Blaine haciendo lo mismo en la banqueta del tocador— ¿Qué quieres hacer? —dijo desabotonándose le blazer del uniforme. Kurt se fijo en las manos de su amigo y en el movimiento de cada uno de los dedos, imagino como seria sentir aquellas manos vastas y varoniles sobre él.
-Bien… —contesto Kurt poniéndose de pie y sacudiendo sus pensamientos— lo primero es pedirte disculpas por haber actuado como un desquiciado el otro día que viniste.
-¿Cuándo? —quiso saber Blaine enchuecado su cara como si fuera un perro que ve algo nunca antes visto.
-El otro día, cuando me quisiste ayudar con mis caras sexys y todo ese asunto de… ya sabes—dijo Kurt poniendo la cara de quien se sienta sobre una tachuela.
-¡Ah!...”eso”, me acorde —dijo soltando una risa mientras destapaba los múltiples envases que Kurt tenía en su tocador y olía los productos de a uno.
-No te rías de mi o hasta aquí dejo mi discurso de disculpas, lo mismo si me desordenas allí —dijo apuntando sus frascos.
-No Kurt… lo siento… no me estoy riendo de ti, es solo que… dijiste “caras sexys” y te volviste a sonrojar… creo que es un tanto… tierno…
-Ok…
-Continúa por favor…
-Bueno, como decía aquel día me comporte muy mal y termine echándote de mi casa, cosa que no quise hacer bajo ningún punto, pero fue toda la situación que me sobrepaso un poco y… por eso quiero pedirte un favor…
-Un momento… ¿quieres disculparte pidiéndome un favor?, ¿no deberías tú hacer algo por mí para que yo pensara en disculparte? —argumento Blaine apuntándose a él y a Kurt mientras hablaba.
-Bueno… pensé… que... como eres tan… —trato de decir Kurt poniéndose nervioso.
-¡Estoy bromeando!... puedes pedirme lo que quieras… —dijo Blaine sonriendo mientras se cruzaba de piernas.
-¿Estas como quieres no?... culpo a “Maroon 5”… y al súper sexy Adam Levine de ello… está bien… lo que quería pedirte es que vieras una película conmigo…
-¿Eso?... ¿una película?... ¿no es lo que hacemos casi siempre?...
-Lo es… pero esta es diferente…
-¿Un estreno?... ¿estás traficando con descargas ilegales Kurt Hummel?, porque te lo advierto que eso está penado por la ley.
-No… —dijo agachándose y tanteando algo entre el colchón y la base de su cama.
-¿Que buscas? —pregunto Blaine levantándose rápido al pensar que tal vez Kurt le voltearía el colchón encima.
-La película…
-¿Y por qué no está sobre tu televisor y la tienes tan oculta?
-Porque cuando veas la caratula lo sabrás… —dijo Kurt encontrado la caja con el DVD y ocultándola de inmediato bajo su sweater. Blaine lo observo extrañado ir a cerrar la puerta con llave, además de arrimar la banqueta que usaba en su tocador, como si quisiera que nadie entrara en la habitación en ese ni en cualquier otro momento.
-¿Kurt que está sucediendo?, te advierto y me estoy asustando un poco.
-Blaine, el favor que quiero pedirte es que veas esta película conmigo —dijo Kurt de corrido mientras sacaba el DVD de entre sus ropas y le enseñaba la carátula por partes ocultándola tras sus manos.
-“Moving to LA”… ¿Qué película…? ¡Wow!...—exclamo Blaine leyendo el titulo y soltando una risa como ahogada al terminar de ver la caratula que Kurt se negaba a mostrar en su totalidad, luego lo miro a él y vio que tenía su mirada puesta en la manilla de la puerta.
-Creí que te complicaba ver este tipo de películas —contesto Blaine tomando la caja.
-Me complica… claro que me complica —respondió sentándose en la cama— pero pensé que como bien dijiste tendría que aprender de todo esto algún día y mi Papá… si existe Dios que lo bendiga, hablo conmigo y no fue tan incomodo como siempre pensé que sería, incluso me consiguió algunos…
-¿Tu Papá hablo contigo? —interrumpió Blaine medio satisfecho de ser el artífice de aquella conversación.
-Si… el otro día… y bueno, pensé que tenía que superar esta… —trato de describir Kurt con sus manos una enorme vergüenza— y ver una de una buena vez.
-Creí que dijiste que habías visto algunas…
-No, lo que dije es que he tratado de ver “esas” películas, pero solo he podido ver algunas escenas en internet… nunca he visto una…
-No es necesario que veas una película de estas para aprender de sexo… además, debo advertirte que estas cintas son bastante explicitas…
-¿Qué tan… explicitas?... —dijo Kurt tomando aire.
-Pues bastante… temo si la vemos tu piel quede ruborizada para siempre.
-¿Qué?...—dijo Kurt tomándose la cara.
-Kurt… no necesitas ver esto, al final terminan desvirtuando todo… son sexys, si… en una manera bastante extraña, pero al final algunas resultan un poco incomodas y para nada estimulantes.
-¿Estimulantes? —quiso saber Kurt bajándose el sweater hasta casi la rodilla, como si temiera alguna reacción incontrolable de su propio cuerpo.
-Si... bueno… Kurt… algunas personas las ven para… ya sabes… —trato de explicar Blaine mientras movía una de sus manos como si su muñeca necesitara ejercicio.
-Ese gesto... ¿significa lo que creo que significa?
-Masturbarse, Kurt…
-Mas… Ok… —dijo cruzándose de piernas y volviendo a estirar su sweater casi hasta convertirlo en un vestido de coctel.
-¡Mírate!... estas todo complicado, yo digo que guardemos esto aquí mismo y nos olvidemos del asunto— dijo Blaine volviendo a ocultar la película bajo el colchón de su amigo.
-Como quieras… —respondió comenzando a jugar con sus dedos casi decepcionado.
-Igual…—dijo sentándose junto a él— si quieres superar tu vergüenza… yo puedo ayudarte… la pornografía no es tan mala… porque también algunas parejas las ven para dar nuevos bríos a su relación… como un afrodisiaco tecnológico.
-Espero y eso nunca nos pase…—dijo Kurt como si nada.
-¿Cómo?
-¿Qué?... es decir que nunca te pase a ti con alguien, o a mi con alguien, ya sabes… habla bien mal de una relación si se necesita recurrir a algo para encender la pasión…
-Muy cierto… pero creo y terminaría por ser divertido… pero te insisto, no necesitas ver eso, que por lo demás deja de lado lo mas importante en una relación.
-¿Qué nadie te este enfocando?
-NO… deja de lado el amor… la complicidad, esa conexión increíble que ocurre entre dos personas y que los lleva aceptar la vulnerabilidad que implica estar sin ropa con alguien…
Kurt sintió que nunca encontraría a alguien como Blaine aunque viviera quinientos años.
-Además —agrego— nadie tiene el “equipamiento” tan grande…
-¿Qué?...
-Eso, nadie tiene sus partes de ese tamaño ni esta excitado todo el tiempo… eso es bastante irreal…
-¡Demonios Blaine!... ya me había decido a verla… y ahora que dijiste todo esto… me acobarde totalmente —exclamo Kurt tirándose hacia atrás en la cama y tapando su cara con dos de sus cojines.
-Oye… ya te dije, no es tan malo, si quitas la parte del sexo son bastante aburridas, la historia siempre es la misma y los enfoques de las partes a veces resultan un tanto divertidos…
-¿Tú has visto muchas?
-No tanto como muchas, pero si he visto algunas, por simple curiosidad claro… pero si he visto.
-¿Por qué tienes que saber más cosas que yo?... yo soy mayor que tu…
-Pero aparentas menos edad… lo que es bastante conveniente para el futuro. Lo que digo Kurt es que si quieres verla yo te acompaño… así te preparo para cuando tengas un novio y quieras sorprenderlo el día de San Valentín o algo… ¡vamos!… ¡levántate!… —dijo golpeándole una pierna con la caja del DVD.
-¿De verdad? —pregunto aun tras los cojines.
-De verdad… vamos acomódate… —añadió Blaine quitando el disco al tiempo que encendía el televisor y el reproductor.
-¿Esta seguro?... no será incomodo para ti… o para ambos… ¡por Dios! ¡acabo de darme cuenta!…
-¿Darte cuenta de qué? —dijo Blaine mientras cogía el control remoto y dejaba en pausa el comienzo de la película, dejando en pantalla la imagen de un hombre con el torso extra esculpido.
-De que estaremos los dos aquí solos, viendo algo que tú mismo describiste como “estimulante”
-¿Temes que pase algo entre nosotros? —dijo Blaine con cara de chiste.
-No… ¡por supuesto que no!, ¿por quién me tomas? —contesto Kurt calmándose de pronto, como si aquella idea fuera la más fuera de lugar del mundo de las ideas.
-¿Entonces?… no se hable más, ¡ven!… —dijo apuntando el final de la cama.
-Ok…—respondo Kurt acercándose con miedo, como si una de las “partes” que describiera su amigo antes, lo fuera a atacar o algo.
-Eso sí… toma —añadió Blaine entregándole el control— si te sientes incomodo o quieres dejar de verla, es tu decisión apagar el televisor.
-¿De verdad?... qué tal si tu quieres seguir viendo.
-¡Vamos! es una película porno, no la ganadora del Oscar al mejor guion…
-Gracias Blaine…
-Por nada… ¿para qué están los amigos?
-Aunque trillado, muy cierto —contesto Kurt sonriendo.
-Ahora dale… —dijo como acomodándose en la orilla de la cama.
-Ok…—añadió Kurt soltando aire y presionando “play”— ¡Oh por Dios! —dijo mirando de medio lado con un ojo abierto y el otro cerrado.
-¿Qué?... —pregunto Blaine sonriendo y mirándolo a él y a la película.
-¿Empiezan así?, ¿sin más? —quiso saber Kurt estirando una mano, como si aquello tapara por completo el televisor y la película.
-Algunas… ¡Wow!... —exclamo al ver la escena siguiente— y al parecer está en particular si, ¿Qué tiendas de videos frecuentas Kurt Hummel?
-¡Yo no frecuento este tipo de tiendas!... ¿ya dejó de hacer “eso”? —pregunto mirando hacia sus productos de belleza.
-Si mira…
-¡Blaine! —exclamo Kurt al darse cuenta que la escena seguía y Blaine lo había engañado. Este sonrió y recibió un par de cojinazos en señal de correctivo.
-¿Cómo pretendes superar tu vergüenza si no vas a mirar nada?
-¡¿Cómo es posible que ese señor se acueste con alguien que lo único que le dijo fue “Hola”?!
-Pues le dijo mas que eso, le dijo que era el productor y que tenía que superar una prueba más antes de obtener el papel y creo que ese es su objetivo mudándose a LA.
-¡Aun así!... no es posible que… —Kurt guardo silencio y se quedo mirando un par de segundos la película— Ok… eso fue súper sexy— agrego riendo nervioso.
-Lo fue…—respondió Blaine mirándolo un instante.
-¡OK!... ¿la adelanto? —dijo Kurt de pronto como sintiendo que había llegado el verano.
-Como quieras… —añadió Blaine esbozando una pequeña sonrisa de picardía, mientras esquivaba la mirada de su amigo unas cuatro veces.
-Espero y obtenga el papel.
-Bueno, si no lo obtiene al menos… lo habrá pasado de maravillas —dijo Blaine comenzando a reír.
-Eso es cierto… —añadió Kurt riendo también.
Ambos rieron a la par un buen rato olvidándose de la película, Blaine negó con la cabeza y Kurt se limito a observarlo mientras reía, insistiendo en su teoría de que nunca encontraría a alguien como Blaine aunque viviera mil años.
-Gracias Blaine… otra vez…
-¿Por qué?... otra vez —quiso saber el chico quitándose algunas lagrimas provocadas por la risa.
-Por ver esto conmigo… se que casi arruino todo cuando te dije eso el día de San Valentín...
-No arruinaste nada… fuiste sincero que es lo importante.
-Aun así… quiero que sepas que aunque nunca llegue a pasar algo entre nosotros… aprecio tu amistad… más de lo que crees.
-Lo sé…—dijo Blaine dándole una especie de empujón para quedarse viéndolo unos cuantos segundos.
-¿Terminamos de verla? —agrego Kurt apuntando el televisor con el control remoto.
-Necesito saber si tanto esfuerzo de ese pobre señor valió la pena —respondió Blaine acomodándose de nuevo.







-¡Mírate!...igual que en Dawson Leery temporada cuatro… —dijo Blaine al ver que Kurt llegaba al dormitorio con un par de bolsas con comida oriental y vestido solamente con una manta atada a su cintura.
-Pues prefiero que si me vas a comparar con alguien… sea con Harrison Ford en “Working Girl”, que es más apuesto y que por lo demás es la escena original —aseguro Kurt subiéndose a la cama de un salto.
-Como quieras… — contesto Blaine incorporándose un poco para darle un beso.
-Ok… ¿Qué querías tú?...
-El de carne…
-Perfecto —dijo Kurt sacando los envases correspondientes.
-¿No importa que comamos aquí?
-No…
-¿Seguro? —insistió Blaine mirándolo de medio lado.
-Seguro… —dijo desenvolviendo un par de palillos y comenzando a comer.
-¿Aunque en un descuido deje caer un par de trozos de berenjena sobre tu cama?
-Aun así… y es porque estoy tan feliz de verte que ya nada más me importa —aseguro comiendo.
Blaine sonrió satisfecho, sintiéndose invencible.
-¿Sabes lo que pensaba?
-¿En qué me amas locamente y me extrañabas más que cantar a Katy Perry? —dijo Kurt sonriendo.
-Además de eso… —respondió Blaine haciendo lo mismo con sus palillos— pensaba en la última vez que estuve aquí…
-¿Para navidad? —recordó Kurt mascando y tragando dos camarones de una vez.
-No… la última vez que estuve aquí, cuando vine de improviso y como que arruine un poco tus planes de esa noche, ¿te acuerdas?
-Me acuerdo… y no arruinaste nada… ya te lo dije, nunca fue algo serio con el tipo en cuestión, además ¿Por qué te acuerdas de eso?, estamos juntos de nuevo, nos vamos casar…—advirtió meneando su mano.
-Lo sé, tienes razón… lo siento…
-Siempre tengo razón, ya deberías saberlo, y lo que siempre tengo también —dijo limpiándose con la servilleta— es un plan, y sepa Señor Anderson futuro Hummel que tengo todo un panorama planeado para nosotros este fin de semana.
-¿De verdad? y ¿puedo saber de qué se trata?
-¡Por supuesto!, mañana te llevare a NYADA para que te vayas habituando y se… —se adelanto en decir Kurt al ver que Blaine ponía cara rara— que tienes esa especie de crisis vocacional, que por dios, no tengo idea de donde vino.
-No te preocupes, no es nada… de verdad…
-¿Estas seguro?...
-Mucho… no te preocupes… ¿de cuerdo?
-De acuerdo —dijo Kurt soltando un poco de aire que evidenciaba que no estaba para nada de acuerdo— ¿Qué? —añadió al ver que Blaine se le quedaba viendo.
-Nada… lo siento, es solo que me gusta ver tu mano con el anillo puesto.
-¡Ah!... y a mi gusta presumir de ello… ¿puedo saber algo yo ahora? —dijo Kurt dejando el envase con comida en el suelo junto a la cama para sacudir sus palmas como si las hubiera tenido metidas en la harina.
-Por supuesto —contesto Blaine dejando su comida en la mesa de noche junto a la lámpara y enseriando su posición sobre las almohadas.
-¿Cuándo?... es decir, ¿Cuándo te decidiste por esto?—pregunto señalando su dedo.
-¿Por el anillo?, ¿Cuándo lo compre?
-No… no el anillo, ya me contaste esa historia, cuando te decidiste a pedirme matrimonio y sé que en tu súper discurso de proposición dijiste que me has amado desde siempre, pero, me gustaría saber el momento exacto…
-¿Exacto?... —dijo Blaine cruzando las manos sobre su barriga y mirando el cielo raso, como si no fuera capaz de recordar aquello— bueno, debo decir que fue para cuando estuve aquí en Navidad y… tú preparaste la cena y yo te ayude con los platos, ¿te acuerdas? —Kurt sonrió en señal de “si”— tu Papá estaba en la sala y cuando no sentamos tu me dijiste que tomara la cabecera y cuando estábamos comiendo no pude evitar pensar que no me molestaría hacer eso por el resto de mi vida… esperarte, cenar contigo, escuchar sobre como estuvo tu día, que tu escuches sobre el mío, lavar los platos, ver una película abrazados en el sillón, deshacer juntos la cama —dijo Blaine sonriendo sexy— y esperar al otro día para hacer exactamente lo mismo… te observe un instante y lo supe…
-¿Aunque estábamos peleados?
-Aunque estábamos peleados… había decidido esperarte, y no me hubiera importado hacerlo toda la vida —dijo Blaine siguiendo los dibujos de la manta que envolvía el cuerpo de Kurt.
-Gracias por decirme esto Blaine…
-Gracias por querer casarte conmigo Kurt…—agrego acomodándose en su regazo— ¿Qué hay del domingo?
-¿El domingo? —pregunto Kurt soltando un suspiro mientras le acariciaba el pelo.
-Dijiste y tenías planeado todo el fin de semana…
-¡Claro!... bueno el domingo pienso llevarte…
-¡No estoy aquí!... ¡no se aflijan! —grito Rachel llegando al departamento— ¡pensé que me dejarían quedarme toda la noche pero al parecer no existen teatros 24/7!… ¡Hola Blaine! —añadió al chica por si acaso sus amigos estaban despiertos.
-Hasta aquí mis planes de toda la noche…
-¿Es Rachel? —dijo Blaine medio bajito
-Ella… lo siento… —contesto Kurt basándole una oreja.
-No te preocupes… además ya hicimos todo el ruido posible… y si queremos repetirlo mañana, podemos ir a otro lugar…
-¿También tienes planes Blaine Anderson?
-“Futuro Hummel”… olvidaste eso…—recordó Blaine acomodándose en la panza de su futuro esposo.
-Claro… ¡eres tan lindo!... ¿Cómo es posible que seas tan lindo, sexy y tierno a la vez?...
-No lo sé… mejor cuéntame sobre lo del domingo.
Kurt lo miro un instante, le acaricio la cara y el pelo y comenzó a contarle lo que tenía planeado para el día siguiente de la excursión a NYADA, interrumpiéndose en ocasiones para continuar con los halagos y silenciándose en otras para recibir algunos besos.