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[Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
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Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
0.o
que cancion le cantara .........
amo esre fic
actualiza pronto
que cancion le cantara .........
amo esre fic
actualiza pronto
colfercriss**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 23/06/2013
Edad : 26
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Uhm...
me gusto
el problema es
que ¡donde estas?
vamos dime donde ya!
necesito que actualices ya
con esto me despido y cuídate
me gusto
el problema es
que ¡donde estas?
vamos dime donde ya!
necesito que actualices ya
con esto me despido y cuídate
♫♥Anny Hummel♥♫- - Mensajes : 1241
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Edad : 25
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Kurt.
Debo reconocer que lo que siento por Blaine es realmente grande. No sé si llamarlo AMOR, porque amar a una persona significa demasiado, además llevo muy poco de conocerlo, aún queda mucho por delante y prefiero no precipitarme a nada por ahora. Simplemente tengo más que seguro que deseo y necesito estar a su lado en cada ocasión que me sea posible.
Tal vez fue demasiado duro alejarme de él en el momento cuando más necesitaba mi apoyo para afrontar esto que juntos estamos experimentando. Él requiere de una persona que lo comprenda a cabalidad y que sea capaz de decirle las palabras de aliento que él desea escuchar, cuando los que se hacían llamar sus amigos, le den la espalda por ser lo que es, y por ser feliz con ello.
- ¿Realmente crees estar enamorado de mí? – pregunté a Blaine, mientras nos encontrábamos recostados sobre mi cama. Él me había acompañado a mi casa.
- ¿Por qué no lo haría, si eres perfecto para mí? – respondió acariciando mi cabello.
- No me contestes con una pregunta – apoyé mi cabeza sobre su trabajado pecho, sintiendo su calidez.
- Eres perfecto para mí – afirmó con sinceridad en su voz – Por eso me enamoré de ti. Cuando estoy junto a ti me siento lleno, y no me falta nada. Todo lo que deseo, lo obtengo cuando estás a mi lado.
Alcé mi vista para mirarlo, incrédulo de haber escuchado bien todas las hermosas cosas que él acababa de decir. Sus ojos amielados me miraban profundamente, como intentando meterse dentro de los míos.
- También me siento así al estar contigo – murmuré bajando la vista. Jugué con la cremallera de su chaqueta del equipo de futbol, mientras él entrelazaba sus dedos con mi pelo castaño. Se sentía tan bien estar entre sus brazos, solo acariciándonos tiernamente – Mi padre comprará una casa la próxima semana. Tendremos que visitar varias y de entre todas esas decidir la que más se acomode a nuestros gustos.
- Eso será divertido – murmuró tomando mi mano y besando cada uno de mis dedos.
- ¿Me acompañarías? – pregunté sin pensármelo.
- ¿Acompañarte… a ver casas? – dijo extrañado.
- Sí, eso creo – reí emocionado – Así podrías ayudarme con mi dilema de escoger un cuarto en donde me sienta cómodo. Algo con suficiente espacio, luz, color y que sea de mi estilo – Él rió abrumado por mis requerimientos, meneando la cabeza.
- Me encantaría – su sonrisa iluminó mi mirada, me sentía tan complacido al tenerlo junto a mí.
Mi padre le entregó una invitación para su boda, tal y como yo se lo había sugerido días antes. Blaine la aceptó encantado, asegurándome que me acompañaría.
Al caer la noche, Blaine se fue a su casa y yo a dormir con una sonrisa inmensa en mi rostro.
El día siguiente, partió normal, aunque creí que Blaine pasaría por mí en la mañana, pero no había coordinado nada, así que no me molesté con él por eso. En la escuela, se respiraba un ambiente de paz absoluta. Caminar por los pasillos de McKinley, sin brabucones merodeando, no tenía comparación. Realmente era un jodido genio.
Hoy me sentí completamente solo. No vi a Mercedes, ni a Tina. Blaine no apareció durante todo el día. Rachel parece que había secuestrado a Finn, y Artie tampoco estaba en ninguna parte. Era extraño, algo que jamás me había ocurrido. No sabía si sospechar de algo o simplemente creer que debido a una cantidad inexplicable de casualidades, no había coincidido con ninguno de ellos.
Cuando las clases acabaron, me alegré, porque ahora no se me escaparía ninguno de los secuestrados del día de hoy. Todos tenían que ir al salón de coro.
Al entrar en el lugar, estaba vacío y sólo una silla acomodada. Las demás estaban apiladas a un lado.
- ¿Qué demonios? – exclamé para mí mismo.
Sin perder la calma, tomé asiento en la única silla disponible y esperé. Pasaron los segundos, convirtiéndose en minutos y nada pasó.
Desde afuera oí una melodía hecha por voces y algún tipo de pista, o algo así.
Mis amigos del coro comenzaron a entrar en hilera por ambas puertas, tarareando una música. Blaine ingresó al final, mirándome con esa expresión que tanto amaba.
Acomodó un estéreo que traía en su mano, sobre el piano y comenzó a cantar.
Mi mandíbula cayó al piso, no sabía si golpearlo o simplemente salir del salón. Él me miraba expectante, esperando por mi reacción.
Había odiado la canción. Era ofensiva y arrogante de parte de él. Si él buscaba sexo, pues que fuera por él a otra parte, yo no estaba para ese tipo de cosas.
Sentí mis mejillas ruborizarse y las miradas de mis compañeros de club fijas en mí. ¿Qué diablos se supone que tendría que decir o hacer?
Opté por la segunda opción, me puse de pie empujando a Blaine para apartarlo de mi camino y corrí hasta el servicio de chicos. Sabía que el shock por haberme ido, lo petrificaría los segundos exactos para que no me alcance.
Al entrar, tranqué la puerta echándole el cerrojo. Me sentía realmente humillado, la canción estuvo horrible. Tal vez Blaine sea un buen cantante, pero la selección, no era su fuerte. No sé cómo le hizo la vez anterior para elegir una canción tan perfecta, que me expresó todo lo que sentía. No quería creer que la “cosa” que acababa de cantar, también decía sus sentimientos más ocultos, porque acabo de traumarme.
Una vez más me siento el presidente del club de celibato, pero es que he sufrido mucho por personas que no me han valorado. Jamás un chico había puesto sus ojos en mí, más que con asco o con deseos de golpearme. Esta era la primera vez, y ya ha comenzado mal un millón de veces. Pasamos un día bien, y luego tres días mal. No hay forma de que esto funcione… y al parecer, no lo hará nunca.
Al llegar a mi casa, luego de estar en el baño por más de dos horas; mi padre me dijo que mañana iríamos a visitar nuestra primera casa, Carol nos acompañaría, pero Finn no podría.
Antes de dormir, llamé a Mercedes para contarle con detalles el por qué no iría a la escuela mañana, además de regañarla por prestarse para semejante idiotez.
Levantarme en la mañana se me hizo pesaroso, pues me quedé parte de la noche leyendo Romeo y Julieta, para redactar un informe que debía hacer para la clase de lengua.
La casa que visitamos se encontraba no muy lejos de la escuela, lo que era bastante bueno. Tenía dos plantas, y dentro de ella, muros impecablemente blancos, una escalera en forma de caracol y mucho lujo, tal vez demasiado. Inspeccioné el segundo piso, en busca de un cuarto adecuado que cumpliera con todas mis excentricidades.
Miraba por el balcón de uno de los cuartos, cuando mi padre me llamó desde la primera planta. Yo corrí escaleras abajo, pero me detuve en seco cuando el rostro de Blaine apareció al final de los escalones.
- ¿Cómo…? – iba a preguntar pero la respuesta me llegó de inmediato – Mercedes.
- La soborné con una caja extra jumbo de M&M’s – explicó con cara de culpable – Perdóname – intentó tomarme la mano que tenía sobre el pasamano, pero yo fui más rápido y la quité.
- ¿Qué haces aquí? – consulté con dureza.
- Pues averiguando por qué te marchaste así ayer. No sé lo que hice para hacerte sentir mal, pero sea lo que sea, no tuve intención de hacerlo, lo juro – se excusó.
- ¿No sabes lo que hiciste mal? – Murmuré incrédulo – Déjame ponerlo más claro para que puedas captarlo – dije con sarcasmo – Me cantaste una canción, frente a todos hablando de sexo, y de tus intenciones de ese tipo conmigo. Aparte de que cada palabra estaba cargada de arrogancia.
- Yo… - mantuvo la boca abierta a la espera de que saliera algo de ella, pero nada salió.
- ¿Kurt? – Diablos, mi papá, lo olvidé por completo. ¡Y yo hablando de sexo! - ¿Hay algún problema? Te oyes alterado.
- No papá, Blaine ya se iba, sólo pasó a saludar – musité sonriendo para demostrar que todo estaba bien.
- ¿Seguro? – Insistió – Porque este chico me dijo que venía a rogarte perdón por algo que te hizo y que tú lo odiabas.
Miré a Blaine, alzando una ceja, tratando de decirle sin palabras que estaba sumando punto en contra con todo esto.
- ¡Qué bromista eres Blainy! – fingí una carcajada, mientras le daba un empujoncito a su brazo.
- ¿Blainy? – susurró. Yo cambié mi expresión de la risa a la seriedad, solo para lanzarle una mirada asesina, y para que me siguiera el juego – Ah… - lentamente captó la idea – Ha, ha, ha… Sí, yo… sólo bromeaba… No era… No era en serio – carcajeó falsamente y ante la mirada insatisfecha de mi padre, lo jalé del brazo para que no siguiera hablando de más, frente a él.
- ¿Eres tarado o te caíste de las manos del ginecólogo al nacer? – le regañé entre siseos, para que mi papá no nos oyera discutir.
- Eso es ofensivo, Kurt – se quejó – Hieres mis sentimientos.
- Mira, Blaine – me puse con los brazos en jarras – Me he esforzado durante toda mi vida, y aún más cuando le confesé mi sexualidad, en no darle ni siquiera el más mínimo problema. No quiero hacerle sentir que soy un problema, él me ama y me acepta por lo que soy, y yo también lo amo y me preocupo por su bienestar y su salud. Hace un año, sufrió una operación al corazón, por lo que no me puedo dar el lujo de complicarlo con mis problemas amorosos. No serás tú el que ocasione el primero. Eso te lo aseguro.
- Discúlpame – murmuró bajando la cabeza avergonzado.
- De todos modos… Agradezco que hayas hecho el esfuerzo de venir hasta aquí sólo para averiguar lo que me pasaba. Eso es dulce.
- Eres todo para mí, Kurt ¿Por qué no lo haría? – Tomó mi brazo, desarmando mi postura indignada, agarrando mi mano entre las suyas – Sólo que… no pensé bien al escoger la…
- No lo menciones… Sólo intenta rectificarlo – finalicé, dándome la vuelta y dejándolo de pie en el portal.
Estoy muy feliz y emocionada... He visto muchos spoiler acerca del SI que le dará Kurt a Blaine en el 5x01, asi que me inspiré y les escribí este capitulo, además estoy de cumpleaños, bueno, hace una hora atrás todavía era mi cumpleaños (22 de Agosto) asi que agradezco sus comentarios, y espero más con este capitulo, que si bien es algo triste... pronto se pondrá meeeejoooor
Debo reconocer que lo que siento por Blaine es realmente grande. No sé si llamarlo AMOR, porque amar a una persona significa demasiado, además llevo muy poco de conocerlo, aún queda mucho por delante y prefiero no precipitarme a nada por ahora. Simplemente tengo más que seguro que deseo y necesito estar a su lado en cada ocasión que me sea posible.
Tal vez fue demasiado duro alejarme de él en el momento cuando más necesitaba mi apoyo para afrontar esto que juntos estamos experimentando. Él requiere de una persona que lo comprenda a cabalidad y que sea capaz de decirle las palabras de aliento que él desea escuchar, cuando los que se hacían llamar sus amigos, le den la espalda por ser lo que es, y por ser feliz con ello.
- ¿Realmente crees estar enamorado de mí? – pregunté a Blaine, mientras nos encontrábamos recostados sobre mi cama. Él me había acompañado a mi casa.
- ¿Por qué no lo haría, si eres perfecto para mí? – respondió acariciando mi cabello.
- No me contestes con una pregunta – apoyé mi cabeza sobre su trabajado pecho, sintiendo su calidez.
- Eres perfecto para mí – afirmó con sinceridad en su voz – Por eso me enamoré de ti. Cuando estoy junto a ti me siento lleno, y no me falta nada. Todo lo que deseo, lo obtengo cuando estás a mi lado.
Alcé mi vista para mirarlo, incrédulo de haber escuchado bien todas las hermosas cosas que él acababa de decir. Sus ojos amielados me miraban profundamente, como intentando meterse dentro de los míos.
- También me siento así al estar contigo – murmuré bajando la vista. Jugué con la cremallera de su chaqueta del equipo de futbol, mientras él entrelazaba sus dedos con mi pelo castaño. Se sentía tan bien estar entre sus brazos, solo acariciándonos tiernamente – Mi padre comprará una casa la próxima semana. Tendremos que visitar varias y de entre todas esas decidir la que más se acomode a nuestros gustos.
- Eso será divertido – murmuró tomando mi mano y besando cada uno de mis dedos.
- ¿Me acompañarías? – pregunté sin pensármelo.
- ¿Acompañarte… a ver casas? – dijo extrañado.
- Sí, eso creo – reí emocionado – Así podrías ayudarme con mi dilema de escoger un cuarto en donde me sienta cómodo. Algo con suficiente espacio, luz, color y que sea de mi estilo – Él rió abrumado por mis requerimientos, meneando la cabeza.
- Me encantaría – su sonrisa iluminó mi mirada, me sentía tan complacido al tenerlo junto a mí.
Mi padre le entregó una invitación para su boda, tal y como yo se lo había sugerido días antes. Blaine la aceptó encantado, asegurándome que me acompañaría.
Al caer la noche, Blaine se fue a su casa y yo a dormir con una sonrisa inmensa en mi rostro.
El día siguiente, partió normal, aunque creí que Blaine pasaría por mí en la mañana, pero no había coordinado nada, así que no me molesté con él por eso. En la escuela, se respiraba un ambiente de paz absoluta. Caminar por los pasillos de McKinley, sin brabucones merodeando, no tenía comparación. Realmente era un jodido genio.
Hoy me sentí completamente solo. No vi a Mercedes, ni a Tina. Blaine no apareció durante todo el día. Rachel parece que había secuestrado a Finn, y Artie tampoco estaba en ninguna parte. Era extraño, algo que jamás me había ocurrido. No sabía si sospechar de algo o simplemente creer que debido a una cantidad inexplicable de casualidades, no había coincidido con ninguno de ellos.
Cuando las clases acabaron, me alegré, porque ahora no se me escaparía ninguno de los secuestrados del día de hoy. Todos tenían que ir al salón de coro.
Al entrar en el lugar, estaba vacío y sólo una silla acomodada. Las demás estaban apiladas a un lado.
- ¿Qué demonios? – exclamé para mí mismo.
Sin perder la calma, tomé asiento en la única silla disponible y esperé. Pasaron los segundos, convirtiéndose en minutos y nada pasó.
Desde afuera oí una melodía hecha por voces y algún tipo de pista, o algo así.
Mis amigos del coro comenzaron a entrar en hilera por ambas puertas, tarareando una música. Blaine ingresó al final, mirándome con esa expresión que tanto amaba.
Acomodó un estéreo que traía en su mano, sobre el piano y comenzó a cantar.
Mi mandíbula cayó al piso, no sabía si golpearlo o simplemente salir del salón. Él me miraba expectante, esperando por mi reacción.
Había odiado la canción. Era ofensiva y arrogante de parte de él. Si él buscaba sexo, pues que fuera por él a otra parte, yo no estaba para ese tipo de cosas.
Sentí mis mejillas ruborizarse y las miradas de mis compañeros de club fijas en mí. ¿Qué diablos se supone que tendría que decir o hacer?
Opté por la segunda opción, me puse de pie empujando a Blaine para apartarlo de mi camino y corrí hasta el servicio de chicos. Sabía que el shock por haberme ido, lo petrificaría los segundos exactos para que no me alcance.
Al entrar, tranqué la puerta echándole el cerrojo. Me sentía realmente humillado, la canción estuvo horrible. Tal vez Blaine sea un buen cantante, pero la selección, no era su fuerte. No sé cómo le hizo la vez anterior para elegir una canción tan perfecta, que me expresó todo lo que sentía. No quería creer que la “cosa” que acababa de cantar, también decía sus sentimientos más ocultos, porque acabo de traumarme.
Una vez más me siento el presidente del club de celibato, pero es que he sufrido mucho por personas que no me han valorado. Jamás un chico había puesto sus ojos en mí, más que con asco o con deseos de golpearme. Esta era la primera vez, y ya ha comenzado mal un millón de veces. Pasamos un día bien, y luego tres días mal. No hay forma de que esto funcione… y al parecer, no lo hará nunca.
Al llegar a mi casa, luego de estar en el baño por más de dos horas; mi padre me dijo que mañana iríamos a visitar nuestra primera casa, Carol nos acompañaría, pero Finn no podría.
Antes de dormir, llamé a Mercedes para contarle con detalles el por qué no iría a la escuela mañana, además de regañarla por prestarse para semejante idiotez.
Levantarme en la mañana se me hizo pesaroso, pues me quedé parte de la noche leyendo Romeo y Julieta, para redactar un informe que debía hacer para la clase de lengua.
La casa que visitamos se encontraba no muy lejos de la escuela, lo que era bastante bueno. Tenía dos plantas, y dentro de ella, muros impecablemente blancos, una escalera en forma de caracol y mucho lujo, tal vez demasiado. Inspeccioné el segundo piso, en busca de un cuarto adecuado que cumpliera con todas mis excentricidades.
Miraba por el balcón de uno de los cuartos, cuando mi padre me llamó desde la primera planta. Yo corrí escaleras abajo, pero me detuve en seco cuando el rostro de Blaine apareció al final de los escalones.
- ¿Cómo…? – iba a preguntar pero la respuesta me llegó de inmediato – Mercedes.
- La soborné con una caja extra jumbo de M&M’s – explicó con cara de culpable – Perdóname – intentó tomarme la mano que tenía sobre el pasamano, pero yo fui más rápido y la quité.
- ¿Qué haces aquí? – consulté con dureza.
- Pues averiguando por qué te marchaste así ayer. No sé lo que hice para hacerte sentir mal, pero sea lo que sea, no tuve intención de hacerlo, lo juro – se excusó.
- ¿No sabes lo que hiciste mal? – Murmuré incrédulo – Déjame ponerlo más claro para que puedas captarlo – dije con sarcasmo – Me cantaste una canción, frente a todos hablando de sexo, y de tus intenciones de ese tipo conmigo. Aparte de que cada palabra estaba cargada de arrogancia.
- Yo… - mantuvo la boca abierta a la espera de que saliera algo de ella, pero nada salió.
- ¿Kurt? – Diablos, mi papá, lo olvidé por completo. ¡Y yo hablando de sexo! - ¿Hay algún problema? Te oyes alterado.
- No papá, Blaine ya se iba, sólo pasó a saludar – musité sonriendo para demostrar que todo estaba bien.
- ¿Seguro? – Insistió – Porque este chico me dijo que venía a rogarte perdón por algo que te hizo y que tú lo odiabas.
Miré a Blaine, alzando una ceja, tratando de decirle sin palabras que estaba sumando punto en contra con todo esto.
- ¡Qué bromista eres Blainy! – fingí una carcajada, mientras le daba un empujoncito a su brazo.
- ¿Blainy? – susurró. Yo cambié mi expresión de la risa a la seriedad, solo para lanzarle una mirada asesina, y para que me siguiera el juego – Ah… - lentamente captó la idea – Ha, ha, ha… Sí, yo… sólo bromeaba… No era… No era en serio – carcajeó falsamente y ante la mirada insatisfecha de mi padre, lo jalé del brazo para que no siguiera hablando de más, frente a él.
- ¿Eres tarado o te caíste de las manos del ginecólogo al nacer? – le regañé entre siseos, para que mi papá no nos oyera discutir.
- Eso es ofensivo, Kurt – se quejó – Hieres mis sentimientos.
- Mira, Blaine – me puse con los brazos en jarras – Me he esforzado durante toda mi vida, y aún más cuando le confesé mi sexualidad, en no darle ni siquiera el más mínimo problema. No quiero hacerle sentir que soy un problema, él me ama y me acepta por lo que soy, y yo también lo amo y me preocupo por su bienestar y su salud. Hace un año, sufrió una operación al corazón, por lo que no me puedo dar el lujo de complicarlo con mis problemas amorosos. No serás tú el que ocasione el primero. Eso te lo aseguro.
- Discúlpame – murmuró bajando la cabeza avergonzado.
- De todos modos… Agradezco que hayas hecho el esfuerzo de venir hasta aquí sólo para averiguar lo que me pasaba. Eso es dulce.
- Eres todo para mí, Kurt ¿Por qué no lo haría? – Tomó mi brazo, desarmando mi postura indignada, agarrando mi mano entre las suyas – Sólo que… no pensé bien al escoger la…
- No lo menciones… Sólo intenta rectificarlo – finalicé, dándome la vuelta y dejándolo de pie en el portal.
Estoy muy feliz y emocionada... He visto muchos spoiler acerca del SI que le dará Kurt a Blaine en el 5x01, asi que me inspiré y les escribí este capitulo, además estoy de cumpleaños, bueno, hace una hora atrás todavía era mi cumpleaños (22 de Agosto) asi que agradezco sus comentarios, y espero más con este capitulo, que si bien es algo triste... pronto se pondrá meeeejoooor
Invitado- Invitado
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
¿No hay comentarios? Que triste entrar y ver vacío esto :(
Pero no importa, por que de todos modos subiré un capitulo esta tarde... Con la esperanza de que haya al menos un comentario, para subirme el ánimo.
Pero no importa, por que de todos modos subiré un capitulo esta tarde... Con la esperanza de que haya al menos un comentario, para subirme el ánimo.
Invitado- Invitado
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
me encanto espero que subas un capitulo pronto
nicoleunicornio**** - Mensajes : 176
Fecha de inscripción : 27/07/2013
Edad : 24
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
te quedo muy bien ya quiero leer el proximo cap y yo tambien estoy que muero por los spoler Klaine es tan genial espero y sean verdad actualiza lo mas pronto posible estare esperando ansiosa tu actualizacion!!! :DDD
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
perdón por no coemtnar nada :c, no tuve tiempo, sdgaubdfg me encantó el capítulo y bueno, ojalá blaine lo arregle :).
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Sapo verde eres tu!!!! Espero te la ayas pasado super, te mando un abrazo...
Cambiando de tema, me encanto el capitulo, con razon Rachel & Mercedes querian cambiar la cancion, "Do Ya Think I'm Sexy" es una de mis canciones favoritas (amo a los Warblers) sin embargo pense no se, que seria What Kind Of Fool... Esa cancion enserio es hermosa... Deberias escucharla... En fin, espero el proximo capitulo... FELICIDADES!!! Cuidate
Cambiando de tema, me encanto el capitulo, con razon Rachel & Mercedes querian cambiar la cancion, "Do Ya Think I'm Sexy" es una de mis canciones favoritas (amo a los Warblers) sin embargo pense no se, que seria What Kind Of Fool... Esa cancion enserio es hermosa... Deberias escucharla... En fin, espero el proximo capitulo... FELICIDADES!!! Cuidate
Veronica Everett Criss****** - Mensajes : 368
Fecha de inscripción : 19/06/2013
Edad : 26
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Blaine.
Me encontraba sentado en las gradas, mirando cómo el equipo de futbol realizaba su práctica. Todo se había ido por un tubo, en tan solo una semana y media. Puck se puso de novio con Quinn, y no quiero saber cómo, pero averiguó que la chica era virgen. Todo el caos que se desató luego de eso, por poco me obliga a transferirme. Noah, Sam, Mike e incluso Karofsky junto con Azimio, me arrinconaron en los vestidores antes de la práctica, llenándome de preguntas que carecían de lógica y bastantes neuronas.
Incluso algunos creen que no tengo pene, lo que lo considero estúpido, ya que nos hemos bañado juntos por años. Pero mis explicaciones no les fueron suficientes, ellos me tacharon de muchas cosas, y entre esas de marica. Si digo que no me preocupo por ello, sería un gran mentiroso. La verdad es que estoy aterrado. De todos modos intenté hablar con Puckerman y decirle que Quinn no era lo suficientemente buena como para llegar a eso, y que debía agradecer que le había dejado a la quizás única chica virgen de todo McKinley para él. Pero él no podía creer que hubiera pasado casi cuatro años sin sexo, sólo porque no era suficiente chica para mí.
Además, por asistir a los ensayos del club Glee, me he perdido bastantes prácticas en el equipo de futbol, y aunque soy el favorito de la entrenadora Beiste, ella me quitó el título de Quaterback, para dárselo a Finn Hudson, el futuro medio hermano de Kurt…
Kurt es otro que me tiene mal. Desde el incidente de la canción, se ha distanciado de mí, no me dirige la palabra, no me mira, no se acerca a mí, ignora mis mensajes y mis llamadas, se escabulle cuando lo busco y ya no puedo secuestrarlo como solía hacerlo, porque siempre está acompañado por Mercedes o Tina, o ambas. Simplemente ha hecho de cuenta que yo no existo. Él me dijo la última vez que habló conmigo, que debía rectificarlo, pero tengo bastante miedo de hacerlo. ¿Qué tal si una vez más lo jodo todo? ¿Si escojo otra canción ofensiva para él? No me perdonaría jamás alejarlo más de mí, eso sería una condena.
El problema era que necesitaba ayuda, pero no tenía la menor idea de a quién pedírsela.
Dejé la cancha de futbol atrás, y caminé por los pasillos de la escuela, abarrotados de gente, pero ya nadie me miraba como antes. Estaban perdiendo su respeto y admiración por mí, porque todo el mundo sabía que yo ya no era el mariscal de campo nunca más. Eso era casi deprimente.
Obviamente mi supuesto “plan” de hacernos amigos de los ñoños y luego darle el ataque sorpresa, lo dejaron totalmente en el olvido y continuaron sus rutinarios faciales helados, lanzamientos a los basureros y constantes amedrentamientos con ellos.
Por el pasillo, frente a mí, Kurt hizo su aparición, junto a Tina y Mercedes. Una idea me abordó. Me quedé de pie esperando a que pasaran frente a mí, ya que debían hacerlo. Él desvió la mirada, como si los locker fueran de lo más interesantes, Tina se puso a rebuscar algo en su bolso, y Mercedes codeaba a Kurt, en busca de alguna forma de evitarme.
- Hola chicos – exclamé de lo más natural.
- ¿Ho... Hola? – tartamudeó Tina.
- ¿Qué es lo que quieres? – apeló Kurt alzando un ceja.
- Mercedes, ¿Tienes un minuto? – pregunté, descomponiendo la expresión de él, demostrando en parte que yo le importaba aun.
- Em… Sí, claro – asintió ella, un poco extrañada.
Sin dudarlo un segundo, la tomé del brazo y la llevé en dirección contraria.
Atrás quedó Kurt, con cara de “¿Por qué ella y no yo?” junto a Tina. Mercedes se detuvo al doblar en el pasillo, y me miró expectante.
- Ok chico blanco, si quieres información de Kurt, te costará mucho más que una caja de M&M’s – murmuró apuntándome con un dedo.
- No es eso – reí por lo que dijo – Necesito ayuda en… otro aspecto. Yo… - solté un suspiró, pasando una mano por mi cabello con frustración – Yo soy… soy…
- ¿Qué? – me instó a continuar, notando que me costaba trabajo hablar.
- Soy gay – confesé sintiéndome un idiota.
- Ya lo sabía – afirmó con tranquilidad.
- ¿Qué? ¿Cómo? – Pregunté confundido – Acaso Kurt…
- No Blaine, Kurt no me ha dicho nada – explicó tomando mi mano – Es algo que simplemente no supiste ocultar muy bien – rió – Pero no te juzgo, si es eso lo que te temes. Aunque debo admitir que me sorprende que me lo hayas contado.
- Es que… Eres la mejor amiga de Kurt y la única que puede ayudarme a recuperarlo.
- Ya se me hacía raro tanta canción de amor y tantas miradas en la sala del coro. ¿Qué demonios pasó? A mí no ha querido contarme absolutamente nada, sólo dice que no desea hablar contigo, pero no entra en detalles.
En cuestión de segundos le narré toda la historia. No sé por qué, pero Mercedes me inspiraba tanta confianza como Kurt, además, tenía claro que ella era la única que conocía lo suficiente como para aconsejarme qué hacer al respecto.
- Y eso es, más o menos, todo lo sucedido – finalicé.
- Son un par de idiotas – yo alcé las cejas, sorprendido – Tú, por dejar que que tus instintos de cantante aficionado te dejara elegir una canción tan… ¿Cómo decirlo? Inapropiada. Y Kurt, por desperdiciar al único chico que le ha declarado amor en todo el tiempo que lleva esperando por este momento, sobre todo por que es un chico realmente sexy.
Sonreí de lado y ella rió conmigo.
- Piensa en esto. Kurt ama el romance… Las películas de amor son sus preferidas.
- Sí lo sé, cuando me cuidó, llevó Titanic – recordé con una sonrisa melancólica.
- ¿Lo ves? Ese es el punto débil. Una canción romántica, de una película romántica, que diga lo que sientes de corazón – ella puso una mano en mi hombro.
- ¿Alguna sugerencia? – pregunté, esperanzado en que me dijera el nombre de alguna canción.
- Usa tu cabeza – murmuró y se marchó, dejándome sólo en el pasillo.
Apoyé mi espalda en la pared, indeciso, pensando y dándole mil vueltas a las cosas. Sabía que Mercedes le contaría acerca de nuestra conversación a Kurt, pero no me importaba. Ya llevaba casi dos semanas ignorándome y yo seguía aquí, esperando por un poco de él. Era tiempo de que él se diera cuenta de que yo realmente lo necesito en mi vida, que estoy enamorado de él.
Recordé una película que una vez vi con mi madre. Sí, increíblemente hubo un momento de mi vida en que mi madre no salía a sus congresos y se quedaba en casa conmigo, viendo televisión. Mentalmente repetí la canción que más me había gustado, mientras estaba sentado en la sala del coro. Ojeé un cuaderno que se me ocurrió hacer dentro de esta semana que pasé lejos de él, sacando algunas fotos de su Facebook, y poniendo recortes. Era algo tonto, pero me gustaba mirar las fotografías de Kurt.
Caminé cantando mentalmente de regreso al campo de futbol. Tal vez no asistía a las prácticas, pero no podía estar tan perdido en las nuevas jugadas que la entrenadora Beiste estaba implementando.
Me senté donde anteriormente estaba, en las gradas del campo y una idea llegó a mi cabeza. Envié un mensaje a Mercedes, diciéndole que llevara a Kurt al auditorio. Corrí por los pasillos e ingresé por la parte del escenario, preparando un micrófono y ocultándome, para esperar a que él llegara. Oí voces, provenientes de la parte alta. Había llegado mi momento. Observé a hurtadillas si es que Kurt estaba donde yo esperaba tenerlo. Él miraba hacia atrás, viendo como Mercedes se marchaba, luego volteó intentando divisar algo en el escenario. Yo encendí el foco que iluminaba el sector en donde había acomodado el micrófono y salí a escena.
Me centré en su mirada cristalina, mi canción le había transmitido todo lo que yo quería. Sus ojos azules llameaban con un sentimiento similar a la felicidad o admiración. Oí aplausos provenientes de la parte superior del auditorio. Alcé la vista de los ojos de Kurt y me encontré con todos los chicos del club Glee. ¡Demonios! Mercedes había acelerado más de lo debido las cosas. Ahora todos en el coro sabrán que yo y Kurt tenemos algo.
Vi cómo Kurt se puso de pie, con la vista centrada en mí, bajó los escalones con ese contoneo que lo caracterizaba, hasta que llegó lentamente junto a mí. Su mirada penetrante me revelaba de ante mano sus deseos. Él esperaba una muestra de cariño frente a todo el público que nos miraba expectantes. Él deseaba que yo me deshiciera de mis ataduras y me mostrara tal y como era. Él quería liberarme, y que todo el mundo se enterara de nuestro amor.
Tal vez yo no iría corriendo a los vestidores del equipo de futbol y les gritaría que amo a Kurt, pero al menos le daría la satisfacción de sentirnos libres frente a nuestros compañeros del coro.
Tomé sus manos, que temblaban como siempre que estoy cerca de él y clavé mi mirada en la profundidad de sus azulados ojos.
- Te necesito… junto a mí. Ya no puedo continuar mi vida si no estás tú en ella – murmuré, sintiendo como todo el coro bajaba los escalones despacio, intentando no interrumpir con sus susurro nuestro momento – Eres el chico más maravilloso que jamás pensé conocer y no quiero perderte. Por favor, ya no te alejes de mí. No lo hagas – rogué y vi cómo se llenaban de lágrimas sus bellos ojos.
- No lo haré… - su voz se quebró – Y… am, gracias, por insistir. Eres muy dulce.
No quise esperar un segundo más, lo tomé con mis manos y lo besé frente a todos sin que me importara en lo más mínimos. Las exclamaciones, bromas y silbidos no se hicieron esperar de parte de los chicos. Todos reían, algunos aplaudían y otros nos gritaban que nos buscáramos una habitación.
En medio de aquel ambiente, decidí que era también el momento adecuado para atreverme a hacer una pregunta o exigir la respuesta que hace tiempo esperaba.
- Kurt Hummel – dije luego de abrazarlo, y tomar una vez más sus manos entre las mías - ¿Quieres ser mi novio?
Más gritos y celebraciones se oyeron por todo el auditorio.
- Yo… am… - rodó los ojos, dando obviedad a mi respuesta – Claro que quiero – se lanzó a mis brazos y yo lo recibí gustoso, presionándolo contra mi cuerpo.
Los chicos nos rodearon y acabamos el momento con un abrazo grupal, bastante conmovedor.
HEEEEEY EVERYBODY!!!Aquí yo con otro capítulo... Por fin Blaine está tomando más confianza... :D
Pero aún queda mucho por delante.... Gracias a todas por comentar, estuve un poco melancólica cuando no vi ninguno y a eso sumarlo lo de mi aburrido cumpleaños, me hice bolita por unas horas, pero ya me alegré a mil cuando leí que todas habían escrito... Como las amo <3
Me encontraba sentado en las gradas, mirando cómo el equipo de futbol realizaba su práctica. Todo se había ido por un tubo, en tan solo una semana y media. Puck se puso de novio con Quinn, y no quiero saber cómo, pero averiguó que la chica era virgen. Todo el caos que se desató luego de eso, por poco me obliga a transferirme. Noah, Sam, Mike e incluso Karofsky junto con Azimio, me arrinconaron en los vestidores antes de la práctica, llenándome de preguntas que carecían de lógica y bastantes neuronas.
Incluso algunos creen que no tengo pene, lo que lo considero estúpido, ya que nos hemos bañado juntos por años. Pero mis explicaciones no les fueron suficientes, ellos me tacharon de muchas cosas, y entre esas de marica. Si digo que no me preocupo por ello, sería un gran mentiroso. La verdad es que estoy aterrado. De todos modos intenté hablar con Puckerman y decirle que Quinn no era lo suficientemente buena como para llegar a eso, y que debía agradecer que le había dejado a la quizás única chica virgen de todo McKinley para él. Pero él no podía creer que hubiera pasado casi cuatro años sin sexo, sólo porque no era suficiente chica para mí.
Además, por asistir a los ensayos del club Glee, me he perdido bastantes prácticas en el equipo de futbol, y aunque soy el favorito de la entrenadora Beiste, ella me quitó el título de Quaterback, para dárselo a Finn Hudson, el futuro medio hermano de Kurt…
Kurt es otro que me tiene mal. Desde el incidente de la canción, se ha distanciado de mí, no me dirige la palabra, no me mira, no se acerca a mí, ignora mis mensajes y mis llamadas, se escabulle cuando lo busco y ya no puedo secuestrarlo como solía hacerlo, porque siempre está acompañado por Mercedes o Tina, o ambas. Simplemente ha hecho de cuenta que yo no existo. Él me dijo la última vez que habló conmigo, que debía rectificarlo, pero tengo bastante miedo de hacerlo. ¿Qué tal si una vez más lo jodo todo? ¿Si escojo otra canción ofensiva para él? No me perdonaría jamás alejarlo más de mí, eso sería una condena.
El problema era que necesitaba ayuda, pero no tenía la menor idea de a quién pedírsela.
Dejé la cancha de futbol atrás, y caminé por los pasillos de la escuela, abarrotados de gente, pero ya nadie me miraba como antes. Estaban perdiendo su respeto y admiración por mí, porque todo el mundo sabía que yo ya no era el mariscal de campo nunca más. Eso era casi deprimente.
Obviamente mi supuesto “plan” de hacernos amigos de los ñoños y luego darle el ataque sorpresa, lo dejaron totalmente en el olvido y continuaron sus rutinarios faciales helados, lanzamientos a los basureros y constantes amedrentamientos con ellos.
Por el pasillo, frente a mí, Kurt hizo su aparición, junto a Tina y Mercedes. Una idea me abordó. Me quedé de pie esperando a que pasaran frente a mí, ya que debían hacerlo. Él desvió la mirada, como si los locker fueran de lo más interesantes, Tina se puso a rebuscar algo en su bolso, y Mercedes codeaba a Kurt, en busca de alguna forma de evitarme.
- Hola chicos – exclamé de lo más natural.
- ¿Ho... Hola? – tartamudeó Tina.
- ¿Qué es lo que quieres? – apeló Kurt alzando un ceja.
- Mercedes, ¿Tienes un minuto? – pregunté, descomponiendo la expresión de él, demostrando en parte que yo le importaba aun.
- Em… Sí, claro – asintió ella, un poco extrañada.
Sin dudarlo un segundo, la tomé del brazo y la llevé en dirección contraria.
Atrás quedó Kurt, con cara de “¿Por qué ella y no yo?” junto a Tina. Mercedes se detuvo al doblar en el pasillo, y me miró expectante.
- Ok chico blanco, si quieres información de Kurt, te costará mucho más que una caja de M&M’s – murmuró apuntándome con un dedo.
- No es eso – reí por lo que dijo – Necesito ayuda en… otro aspecto. Yo… - solté un suspiró, pasando una mano por mi cabello con frustración – Yo soy… soy…
- ¿Qué? – me instó a continuar, notando que me costaba trabajo hablar.
- Soy gay – confesé sintiéndome un idiota.
- Ya lo sabía – afirmó con tranquilidad.
- ¿Qué? ¿Cómo? – Pregunté confundido – Acaso Kurt…
- No Blaine, Kurt no me ha dicho nada – explicó tomando mi mano – Es algo que simplemente no supiste ocultar muy bien – rió – Pero no te juzgo, si es eso lo que te temes. Aunque debo admitir que me sorprende que me lo hayas contado.
- Es que… Eres la mejor amiga de Kurt y la única que puede ayudarme a recuperarlo.
- Ya se me hacía raro tanta canción de amor y tantas miradas en la sala del coro. ¿Qué demonios pasó? A mí no ha querido contarme absolutamente nada, sólo dice que no desea hablar contigo, pero no entra en detalles.
En cuestión de segundos le narré toda la historia. No sé por qué, pero Mercedes me inspiraba tanta confianza como Kurt, además, tenía claro que ella era la única que conocía lo suficiente como para aconsejarme qué hacer al respecto.
- Y eso es, más o menos, todo lo sucedido – finalicé.
- Son un par de idiotas – yo alcé las cejas, sorprendido – Tú, por dejar que que tus instintos de cantante aficionado te dejara elegir una canción tan… ¿Cómo decirlo? Inapropiada. Y Kurt, por desperdiciar al único chico que le ha declarado amor en todo el tiempo que lleva esperando por este momento, sobre todo por que es un chico realmente sexy.
Sonreí de lado y ella rió conmigo.
- Piensa en esto. Kurt ama el romance… Las películas de amor son sus preferidas.
- Sí lo sé, cuando me cuidó, llevó Titanic – recordé con una sonrisa melancólica.
- ¿Lo ves? Ese es el punto débil. Una canción romántica, de una película romántica, que diga lo que sientes de corazón – ella puso una mano en mi hombro.
- ¿Alguna sugerencia? – pregunté, esperanzado en que me dijera el nombre de alguna canción.
- Usa tu cabeza – murmuró y se marchó, dejándome sólo en el pasillo.
Apoyé mi espalda en la pared, indeciso, pensando y dándole mil vueltas a las cosas. Sabía que Mercedes le contaría acerca de nuestra conversación a Kurt, pero no me importaba. Ya llevaba casi dos semanas ignorándome y yo seguía aquí, esperando por un poco de él. Era tiempo de que él se diera cuenta de que yo realmente lo necesito en mi vida, que estoy enamorado de él.
Recordé una película que una vez vi con mi madre. Sí, increíblemente hubo un momento de mi vida en que mi madre no salía a sus congresos y se quedaba en casa conmigo, viendo televisión. Mentalmente repetí la canción que más me había gustado, mientras estaba sentado en la sala del coro. Ojeé un cuaderno que se me ocurrió hacer dentro de esta semana que pasé lejos de él, sacando algunas fotos de su Facebook, y poniendo recortes. Era algo tonto, pero me gustaba mirar las fotografías de Kurt.
Caminé cantando mentalmente de regreso al campo de futbol. Tal vez no asistía a las prácticas, pero no podía estar tan perdido en las nuevas jugadas que la entrenadora Beiste estaba implementando.
Me senté donde anteriormente estaba, en las gradas del campo y una idea llegó a mi cabeza. Envié un mensaje a Mercedes, diciéndole que llevara a Kurt al auditorio. Corrí por los pasillos e ingresé por la parte del escenario, preparando un micrófono y ocultándome, para esperar a que él llegara. Oí voces, provenientes de la parte alta. Había llegado mi momento. Observé a hurtadillas si es que Kurt estaba donde yo esperaba tenerlo. Él miraba hacia atrás, viendo como Mercedes se marchaba, luego volteó intentando divisar algo en el escenario. Yo encendí el foco que iluminaba el sector en donde había acomodado el micrófono y salí a escena.
Me centré en su mirada cristalina, mi canción le había transmitido todo lo que yo quería. Sus ojos azules llameaban con un sentimiento similar a la felicidad o admiración. Oí aplausos provenientes de la parte superior del auditorio. Alcé la vista de los ojos de Kurt y me encontré con todos los chicos del club Glee. ¡Demonios! Mercedes había acelerado más de lo debido las cosas. Ahora todos en el coro sabrán que yo y Kurt tenemos algo.
Vi cómo Kurt se puso de pie, con la vista centrada en mí, bajó los escalones con ese contoneo que lo caracterizaba, hasta que llegó lentamente junto a mí. Su mirada penetrante me revelaba de ante mano sus deseos. Él esperaba una muestra de cariño frente a todo el público que nos miraba expectantes. Él deseaba que yo me deshiciera de mis ataduras y me mostrara tal y como era. Él quería liberarme, y que todo el mundo se enterara de nuestro amor.
Tal vez yo no iría corriendo a los vestidores del equipo de futbol y les gritaría que amo a Kurt, pero al menos le daría la satisfacción de sentirnos libres frente a nuestros compañeros del coro.
Tomé sus manos, que temblaban como siempre que estoy cerca de él y clavé mi mirada en la profundidad de sus azulados ojos.
- Te necesito… junto a mí. Ya no puedo continuar mi vida si no estás tú en ella – murmuré, sintiendo como todo el coro bajaba los escalones despacio, intentando no interrumpir con sus susurro nuestro momento – Eres el chico más maravilloso que jamás pensé conocer y no quiero perderte. Por favor, ya no te alejes de mí. No lo hagas – rogué y vi cómo se llenaban de lágrimas sus bellos ojos.
- No lo haré… - su voz se quebró – Y… am, gracias, por insistir. Eres muy dulce.
No quise esperar un segundo más, lo tomé con mis manos y lo besé frente a todos sin que me importara en lo más mínimos. Las exclamaciones, bromas y silbidos no se hicieron esperar de parte de los chicos. Todos reían, algunos aplaudían y otros nos gritaban que nos buscáramos una habitación.
En medio de aquel ambiente, decidí que era también el momento adecuado para atreverme a hacer una pregunta o exigir la respuesta que hace tiempo esperaba.
- Kurt Hummel – dije luego de abrazarlo, y tomar una vez más sus manos entre las mías - ¿Quieres ser mi novio?
Más gritos y celebraciones se oyeron por todo el auditorio.
- Yo… am… - rodó los ojos, dando obviedad a mi respuesta – Claro que quiero – se lanzó a mis brazos y yo lo recibí gustoso, presionándolo contra mi cuerpo.
Los chicos nos rodearon y acabamos el momento con un abrazo grupal, bastante conmovedor.
HEEEEEY EVERYBODY!!!Aquí yo con otro capítulo... Por fin Blaine está tomando más confianza... :D
Pero aún queda mucho por delante.... Gracias a todas por comentar, estuve un poco melancólica cuando no vi ninguno y a eso sumarlo lo de mi aburrido cumpleaños, me hice bolita por unas horas, pero ya me alegré a mil cuando leí que todas habían escrito... Como las amo <3
Invitado- Invitado
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
amo Kurtbastian jajajaja a si que no metas a Sebastian a que se interponga entre Blaine y Kurt please, odio cuando pasa es (yo lo hago en mi fic XD) bueno ya sigue por favor sigue que me encanta esta historia mucho, es interesante de verdad quiero que sigas y sigas o te secuestro para que la continúes
♫♥Anny Hummel♥♫- - Mensajes : 1241
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Edad : 25
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
me encanto que tierno :3 espero que subas otro capitulo pronto
nicoleunicornio**** - Mensajes : 176
Fecha de inscripción : 27/07/2013
Edad : 24
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Jajajajaja... ok, Que miedo! :Pannyhummel escribió:amo Kurtbastian jajajaja a si que no metas a Sebastian a que se interponga entre Blaine y Kurt please, odio cuando pasa es (yo lo hago en mi fic XD) bueno ya sigue por favor sigue que me encanta esta historia mucho, es interesante de verdad quiero que sigas y sigas o te secuestro para que la continúes
Actualizaré tan pronto como pueda, puesto que ya tengo casi terminado el capítulo que sigue :D
Gracias por leer
Invitado- Invitado
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Aww's...
Emotivo capitulo, buena eleccion, amo todas las que canta Blaine pero mas esta... Es simplemente genial...
Me encanto, espero actualices pronto... Cuidate
Emotivo capitulo, buena eleccion, amo todas las que canta Blaine pero mas esta... Es simplemente genial...
Me encanto, espero actualices pronto... Cuidate
Veronica Everett Criss****** - Mensajes : 368
Fecha de inscripción : 19/06/2013
Edad : 26
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
hermoso capiitulo gosh esa cancion es una de mis favoritas de blainey <3<3<3<3 sorry por no haberte comentado antes pero el tiempo se me ha hecho escaso .... hiy me actualice y me encanto
gracias por escribir me encanta tu fic
nos leemos pronto
besos !
gracias por escribir me encanta tu fic
nos leemos pronto
besos !
Dablerry********- - Mensajes : 655
Fecha de inscripción : 26/01/2013
Edad : 29
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Finalmente están juntos oficialmente!!!!!!! Me encantó este último capítulo, aunque se me pasó leer el anterior pero bueno aquí estoy felicitándote por tu fic y por tu cumpleaños (cumples 4 días antes que yo).
Bueno actualiza pronto y felicidades.
Bueno actualiza pronto y felicidades.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
estuvo hermoso el capítulo, ¡al fin están juntos! ya era tiempo sdguzdfhfh, está buenísima tu fic.
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
ooo dios muero de ternura fue tan magnifico alfin ya son novios!!!! genial esperaba esto tanto tiempo espero tu actualizacion con mucho animo amo tanto a tu fic es asombroso!!! :DDD
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Que emocion, al fin juntos y frente a todos los del coro, espero q todo siga avanzando muy bn y q puedan superar todos sus obstaculos q hay en la escuela, Ahora perdiendo en parte su popularidad puede estar mas cerca de Kurt, son adorables. Tambien me encantaria tener a un hombre como Blaine junto a mi, quizas en el futuro. Bueno actualiza pronto please, y lo siento tambien por no comentar, la Universidad me esta copando todo mi tiempo, Te adoro Mirna.
John Klaine* - Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 10/08/2013
Edad : 29
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Kurt.
- ¿Crees que el corbatín negro me queda mejor que el blanco? – pregunté a un Blaine de traje, sentado sobre la cama de mi nueva habitación, en mi nueva casa. Mi padre optó por comprar la primera casa que visitamos, la cual tenía la escalera en forma de caracol. Yo gustoso lo apoyé.
- Creo que con ambas te ves igual de guapo – respondió, alisando su chaqueta con las manos, mientras se ponía de pie.
Habían pasado dos semanas desde que Blaine me propuso ser su novio, y aunque no habían sido las semanas más fáciles, hemos estados juntos en todo momento. En el club Glee, nadie ha mencionado nada acerca de nuestra relación, todos lo han mantenido en secreto y eso se agradece. En cuanto a los “amigos” cavernícolas de Blaine, reestablecieron su plan de matonaje con todos nosotros, inclusive con él, ya que no lo dejan participar de las prácticas y lo degradaron a suplente. Eso ha tenido a Blaine muy triste, pero según él, todo vale la pena si me tiene a su lado.
- Me quedaré con el negro, creo que me hace ver más pálido y resalta mis ojos – murmuré acomodándolo en mi cuello. Él se acercó a mi, poniendo ambas manos sobre mis hombros.
- Aunque te vistieras con unos harapos, seguiría pensando que te ves realmente guapo – susurró a mi oído, haciendo que me sonrojara.
Tomé un par de flores rosadas que había comprado el día anterior especialmente para esta ocasión. Me volteé y puse sobre la solapa izquierda de Blaine el pequeño ramillete.
- El novio deberías ser tú – comenté mirándolo con atención. Se veía sensacional con su esmoquin de un negro impecable.
- Para casarnos – añadió más para sí mismo que para mí, pero de todos modos lo oí.
- ¿Planeas casarte algún día? – consulté con una mirada coqueta.
- Sólo si es contigo – me besó en los labios tiernamente, pero la puerta nos hizo separarnos de golpe.
- Siento interrumpir, pero tu padre espera – dijo Rachel, mirándonos con una sonrisa en el rostro.
- De acuerdo, ya vamos.
Desde que Finn y Rachel están de novios, ella ha cambiado considerablemente, casi podría decir que me agrada, pero aun es muy pronto. Aunque se ve bastante bien con el vestido rosa pálido que traía puesto, ya que se alzaba desde debajo de la cintura, haciéndola lucir como una princesa de Disney.
Blaine tomó mi brazo, enlazándolo con el suyo, y de esta forma bajamos los escalones. En el vestíbulo ya se encontraba Finn junto a mi padre, Burt. Ambos estaban muy elegantes. Los chicos del club Glee se ofrecieron voluntariamente a encargarse de la música, al enterarse de la boda de nuestros padres, ahorrándome parte de los preparativos.
Al llegar al lugar, todo estaba tal y como yo lo había diseñado, las flores, los invitados y hasta el padre. Nos situamos al lado del novio, como caballeros de honor.
La ceremonia se desarrolló perfectamente, fue emocionante y verdaderamente emotiva. Mi padre recordó a mi madre y su difunta esposa, mientras que Carol agradeció por tenernos en su vida y me dio las gracias a mí personalmente por la organización de la boda.
Cuando pasamos a la fiesta, Blaine se sentó junto a mí, meneándose al ritmo de la música, insinuándome las ganas que tenía de bailar conmigo, pero yo no estaba muy convencido.
- ¡Vamos Kurt! – insistió él, moviendo su hombro contra el mío - ¡La música está increíble y quiero bailar contigo!
- Es que… nunca he bailado con un chico – confesé.
- Pues entonces, no bailarás con un chico – musitó poniéndose de pie frente a mí – Bailarás con tu novio.
Me tendió una mano y no pude resistirme ante su encantadora sonrisa. Me dejé arrastrar hasta la pista de baile y Blaine me envolvió en sus brazos delicadamente. Apoyé mi cabeza en su hombro y me perdí con su aroma, la música y el ambiente en sí, tan cargado de romanticismo. El amor estaba en el aire, tanto que se podía respirar.
Al acabar la celebración, todos se fueron a sus casas, pero Blaine se quedó a dormir en mi casa, ya que Carol y mi padre se irían de luna de miel y no deseaba quedarme solo. O sea, no estaría solo, porque Finn también estaba en casa, pero era la excusa perfecta para pasar más tiempo junto a mi novio.
Nos dormimos bastante tarde, hablando de mil cosas, jugando de vez en cuando y demostrándonos nuestro amor. Era extraño, pero cada vez decirle “Te Amo” era más que eso, significaba mucho más que lo que esas cinco letras decían.
Al día siguiente, nos preparamos para ir a la escuela, llegando lo suficientemente temprano como para no ser vistos por nadie al bajar del carro de Blaine en el parqueadero.
Para mi suerte, la clase de química, y con ella mi novio, llegó pronto.
- ¿Puedo pedirte un favor? – Murmuró a mi lado en el salón – Olvidé mi libro en mi casillero.
- No te preocupes, yo lo traeré – asentí, saliendo de la clase, puesto que la maestra aún no llegaba.
No era la primera vez que Blaine me mandaba a su casillero porque olvidaba algo, así que ya me sabía a la perfección la combinación de su taquilla.
Me llevé una agradable sorpresa al mirar en el interior y ver en la puerta su fotografía y bajo esta, la hoja que yo le había dado con la palabra “COURAGE”. Eso no había estado las otras veces. También, mucho más abajo, una foto pequeña de nosotros dos en la boda de mi padre. Esa ha de haberla puesto esta mañana. ¿Acaso olvidó sus libros intencionalmente para que yo lo viera?
- ¿Qué haces en el casillero de Blaine, homo? – oí una voz, frente a mí. Era Puck, que por suerte estaba del otro lado, así que no podía ver en el interior.
- Yo… Sólo… - no sabía que decir – Lo… lo encontré abierto y… iba a cerrarlo.
- ¿Aparte de gay, también eres psicópata? – soltó con odio y de un manotazo, cerró la taquilla. ¡Gracias al cielo!
- Yo… yo me voy – intenté escabullirme, pero él me tomó por la espalda, arruinando la perfección de mi suéter amarillo, lanzándome contra los lockers. Él continuó su camino, pero yo me quedé sentado en el suelo con el corazón en la mano. Sólo cuestión de suerte, sino, Blaine hubiera salido descubierto en medio segundo.
Salí pitando hacia el salón de química, porque el timbre sonó, despertándome de mi trance. Por suerte había sacado los libros antes de que llegara Puckerman.
Preferí no comentar nada con mi novio, ya que bastante tiene con pasar de quaterback a suplente en la banca. Él ha hecho todo lo que le ha sido posible, y sé que en un tiempo más las cosas se resolverán para él. No puede estar toda la vida en el closet.
. . .
Las semanas transcurrían rápidas, con ganas de terminarse pronto. Blaine y yo estábamos más unidos que nunca, amándonos y siendo felices juntos. Lo malo de toda esta situación, era que los amigos de él, habían estado tratándome pésimo, incluso peor que antes. Tal vez sea que había perdido la costumbre de que me enterraran entre bolsas pestilentes de basura, pero cada vez eran más reiterados. Para ahorrarle preocupaciones, no le he dicho nada a nadie, no deseo empezar una discusión con mi perfecto novio por esto, ni arruinar el casi mes que llevamos saliendo. Sería injusto para él.
Aunque pasaba la mayor parte del tiempo de los recesos en el baño, quitando cualquier señal de violencia de mi ropa para que Blaine no lo notara, mi estado de ánimo ya no cooperaba mucho con mi misión de no preocuparlo. Reiteradas veces sus preguntas me hacían dudar si debía guardar esto en secreto por más tiempo o simplemente abrir la boca. Pero, por lo general, optaba por la primera opción, fingiendo que todo estaba perfecto, aunque no era así.
Uno de los brabucones mayores, Dave Karofsky, había comenzado a meterse conmigo, insultando y burlándose de mi homosexualidad. También me trataba con una violencia injustificada en cualquier ocasión que me encontraba solo. Era prácticamente persecución hacia mi persona.
Decidí enfrentarlo, aunque eso me significara pasearme por los pasillos de McKinley con un ojo morado. No me importaba, con tal de demostrar que no logra intimidarme.
- No sabía que las señoritas orinaban de pie – se burló ingresando al servicio de chicos, junto con su amigo cavernícola, Azimio.
- Te has equivocado, el servicio de damas es al otro lado del pasillo – se mofó el moreno.
- Ha, ha – ironicé, clavando mi vista en el espejo, intentado ignorarlos olímpicamente. Ellos eran dos, bastante grandes, y yo sólo uno. Matemática simple.
- ¿No nos has oído? – espetó Dave, acercándose a una intimidante distancia – Fuera de aquí, lady.
- ¿Cuál es tu problema? – Estallé plantándole cara - ¿Qué, si no quiero salir de aquí?
- Pues entonces estaremos encantados de ayudarte – rió Azimio desde su posición a un lado de la puerta.
- No me gusta cuando me responden, disfruto verlos temblar, no quejarse – replicó Karofsky.
- Lo lamento mucho, pero yo no me dejaré intimidar por alguien como tú – mi voz sonó firme, pero no tan potente como deseaba – Tan sólo te ocultas detrás de la violencia porque eres un cobarde que no sabe cómo enfrentar sus verdaderos problemas. Si alguna vez te sentaras a conversar, resolverías muchas más cosas que a través de puñetazos. Pero claro, ¿qué más puedo pedir? Tan sólo eres un chico descerebrado de secundaria, sin nada claro en la vida y la con la cabeza llena de parajitos. Es muy difícil esperar algo de razonamiento de tu parte.
Sus ojos centellearon de sorpresa, pero un brillo malicioso los cubrió al instante. Ok, vería mi muerte en cámara lenta, de eso podría estar seguro. Yo y mi bocota justiciera.
Sentí como Dave me toma por el cuello de mi camiseta, agitándome casi en el aire. Su fuerza era impresionante. Me mecí como muñeca de trapo, sin poder hacer nada. Era frustrante.
- ¡No soy ningún descerebrado! – bufó lleno de ira.
- ¡Dale su merecido al chico cara de muñeca! – le animó su amigo.
- No te tengo miedo – susurré, con el corazón en la boca.
- No acostumbro a golpear a las mujeres, pero creo que haré una excepción hoy – musitó con el puño en el aire.
Cerré los ojos, arrugando la cara, a la espera del golpe que Karofsky me daría. Jamás había sido golpeado en el rostro, porque siempre es lo que más protejo en este tipo de casos, pero ahora no tengo alternativa.
- ¿Qué demonios están haciendo? – oí la voz más hermosa del mundo, abriendo los ojos al instante. Blaine se veía realmente furioso - ¡Suéltalo Dave!
Sus ojos atravesaban la cabeza del animal que me mantenía aun en el aire, con ira contenida y los puños apretados. ¡Gracias al cielo por él! Llegó justo a tiempo.
Hola a todas mis fieles lectoras, aquí pasé dejandoles un capítulo temprano, por que no sé si a la tarde podré... Gracias, en serio, por todos sus comentarios, son muy importantes para mi sus opiniones, y es emocionante cuando ponen "amo tu fic", eso es lo más para mi. Bueno, como siempre, espero sus comentarios y que tengan buen dia
- ¿Crees que el corbatín negro me queda mejor que el blanco? – pregunté a un Blaine de traje, sentado sobre la cama de mi nueva habitación, en mi nueva casa. Mi padre optó por comprar la primera casa que visitamos, la cual tenía la escalera en forma de caracol. Yo gustoso lo apoyé.
- Creo que con ambas te ves igual de guapo – respondió, alisando su chaqueta con las manos, mientras se ponía de pie.
Habían pasado dos semanas desde que Blaine me propuso ser su novio, y aunque no habían sido las semanas más fáciles, hemos estados juntos en todo momento. En el club Glee, nadie ha mencionado nada acerca de nuestra relación, todos lo han mantenido en secreto y eso se agradece. En cuanto a los “amigos” cavernícolas de Blaine, reestablecieron su plan de matonaje con todos nosotros, inclusive con él, ya que no lo dejan participar de las prácticas y lo degradaron a suplente. Eso ha tenido a Blaine muy triste, pero según él, todo vale la pena si me tiene a su lado.
- Me quedaré con el negro, creo que me hace ver más pálido y resalta mis ojos – murmuré acomodándolo en mi cuello. Él se acercó a mi, poniendo ambas manos sobre mis hombros.
- Aunque te vistieras con unos harapos, seguiría pensando que te ves realmente guapo – susurró a mi oído, haciendo que me sonrojara.
Tomé un par de flores rosadas que había comprado el día anterior especialmente para esta ocasión. Me volteé y puse sobre la solapa izquierda de Blaine el pequeño ramillete.
- El novio deberías ser tú – comenté mirándolo con atención. Se veía sensacional con su esmoquin de un negro impecable.
- Para casarnos – añadió más para sí mismo que para mí, pero de todos modos lo oí.
- ¿Planeas casarte algún día? – consulté con una mirada coqueta.
- Sólo si es contigo – me besó en los labios tiernamente, pero la puerta nos hizo separarnos de golpe.
- Siento interrumpir, pero tu padre espera – dijo Rachel, mirándonos con una sonrisa en el rostro.
- De acuerdo, ya vamos.
Desde que Finn y Rachel están de novios, ella ha cambiado considerablemente, casi podría decir que me agrada, pero aun es muy pronto. Aunque se ve bastante bien con el vestido rosa pálido que traía puesto, ya que se alzaba desde debajo de la cintura, haciéndola lucir como una princesa de Disney.
Blaine tomó mi brazo, enlazándolo con el suyo, y de esta forma bajamos los escalones. En el vestíbulo ya se encontraba Finn junto a mi padre, Burt. Ambos estaban muy elegantes. Los chicos del club Glee se ofrecieron voluntariamente a encargarse de la música, al enterarse de la boda de nuestros padres, ahorrándome parte de los preparativos.
Al llegar al lugar, todo estaba tal y como yo lo había diseñado, las flores, los invitados y hasta el padre. Nos situamos al lado del novio, como caballeros de honor.
La ceremonia se desarrolló perfectamente, fue emocionante y verdaderamente emotiva. Mi padre recordó a mi madre y su difunta esposa, mientras que Carol agradeció por tenernos en su vida y me dio las gracias a mí personalmente por la organización de la boda.
Cuando pasamos a la fiesta, Blaine se sentó junto a mí, meneándose al ritmo de la música, insinuándome las ganas que tenía de bailar conmigo, pero yo no estaba muy convencido.
- ¡Vamos Kurt! – insistió él, moviendo su hombro contra el mío - ¡La música está increíble y quiero bailar contigo!
- Es que… nunca he bailado con un chico – confesé.
- Pues entonces, no bailarás con un chico – musitó poniéndose de pie frente a mí – Bailarás con tu novio.
Me tendió una mano y no pude resistirme ante su encantadora sonrisa. Me dejé arrastrar hasta la pista de baile y Blaine me envolvió en sus brazos delicadamente. Apoyé mi cabeza en su hombro y me perdí con su aroma, la música y el ambiente en sí, tan cargado de romanticismo. El amor estaba en el aire, tanto que se podía respirar.
Al acabar la celebración, todos se fueron a sus casas, pero Blaine se quedó a dormir en mi casa, ya que Carol y mi padre se irían de luna de miel y no deseaba quedarme solo. O sea, no estaría solo, porque Finn también estaba en casa, pero era la excusa perfecta para pasar más tiempo junto a mi novio.
Nos dormimos bastante tarde, hablando de mil cosas, jugando de vez en cuando y demostrándonos nuestro amor. Era extraño, pero cada vez decirle “Te Amo” era más que eso, significaba mucho más que lo que esas cinco letras decían.
Al día siguiente, nos preparamos para ir a la escuela, llegando lo suficientemente temprano como para no ser vistos por nadie al bajar del carro de Blaine en el parqueadero.
Para mi suerte, la clase de química, y con ella mi novio, llegó pronto.
- ¿Puedo pedirte un favor? – Murmuró a mi lado en el salón – Olvidé mi libro en mi casillero.
- No te preocupes, yo lo traeré – asentí, saliendo de la clase, puesto que la maestra aún no llegaba.
No era la primera vez que Blaine me mandaba a su casillero porque olvidaba algo, así que ya me sabía a la perfección la combinación de su taquilla.
Me llevé una agradable sorpresa al mirar en el interior y ver en la puerta su fotografía y bajo esta, la hoja que yo le había dado con la palabra “COURAGE”. Eso no había estado las otras veces. También, mucho más abajo, una foto pequeña de nosotros dos en la boda de mi padre. Esa ha de haberla puesto esta mañana. ¿Acaso olvidó sus libros intencionalmente para que yo lo viera?
- ¿Qué haces en el casillero de Blaine, homo? – oí una voz, frente a mí. Era Puck, que por suerte estaba del otro lado, así que no podía ver en el interior.
- Yo… Sólo… - no sabía que decir – Lo… lo encontré abierto y… iba a cerrarlo.
- ¿Aparte de gay, también eres psicópata? – soltó con odio y de un manotazo, cerró la taquilla. ¡Gracias al cielo!
- Yo… yo me voy – intenté escabullirme, pero él me tomó por la espalda, arruinando la perfección de mi suéter amarillo, lanzándome contra los lockers. Él continuó su camino, pero yo me quedé sentado en el suelo con el corazón en la mano. Sólo cuestión de suerte, sino, Blaine hubiera salido descubierto en medio segundo.
Salí pitando hacia el salón de química, porque el timbre sonó, despertándome de mi trance. Por suerte había sacado los libros antes de que llegara Puckerman.
Preferí no comentar nada con mi novio, ya que bastante tiene con pasar de quaterback a suplente en la banca. Él ha hecho todo lo que le ha sido posible, y sé que en un tiempo más las cosas se resolverán para él. No puede estar toda la vida en el closet.
. . .
Las semanas transcurrían rápidas, con ganas de terminarse pronto. Blaine y yo estábamos más unidos que nunca, amándonos y siendo felices juntos. Lo malo de toda esta situación, era que los amigos de él, habían estado tratándome pésimo, incluso peor que antes. Tal vez sea que había perdido la costumbre de que me enterraran entre bolsas pestilentes de basura, pero cada vez eran más reiterados. Para ahorrarle preocupaciones, no le he dicho nada a nadie, no deseo empezar una discusión con mi perfecto novio por esto, ni arruinar el casi mes que llevamos saliendo. Sería injusto para él.
Aunque pasaba la mayor parte del tiempo de los recesos en el baño, quitando cualquier señal de violencia de mi ropa para que Blaine no lo notara, mi estado de ánimo ya no cooperaba mucho con mi misión de no preocuparlo. Reiteradas veces sus preguntas me hacían dudar si debía guardar esto en secreto por más tiempo o simplemente abrir la boca. Pero, por lo general, optaba por la primera opción, fingiendo que todo estaba perfecto, aunque no era así.
Uno de los brabucones mayores, Dave Karofsky, había comenzado a meterse conmigo, insultando y burlándose de mi homosexualidad. También me trataba con una violencia injustificada en cualquier ocasión que me encontraba solo. Era prácticamente persecución hacia mi persona.
Decidí enfrentarlo, aunque eso me significara pasearme por los pasillos de McKinley con un ojo morado. No me importaba, con tal de demostrar que no logra intimidarme.
- No sabía que las señoritas orinaban de pie – se burló ingresando al servicio de chicos, junto con su amigo cavernícola, Azimio.
- Te has equivocado, el servicio de damas es al otro lado del pasillo – se mofó el moreno.
- Ha, ha – ironicé, clavando mi vista en el espejo, intentado ignorarlos olímpicamente. Ellos eran dos, bastante grandes, y yo sólo uno. Matemática simple.
- ¿No nos has oído? – espetó Dave, acercándose a una intimidante distancia – Fuera de aquí, lady.
- ¿Cuál es tu problema? – Estallé plantándole cara - ¿Qué, si no quiero salir de aquí?
- Pues entonces estaremos encantados de ayudarte – rió Azimio desde su posición a un lado de la puerta.
- No me gusta cuando me responden, disfruto verlos temblar, no quejarse – replicó Karofsky.
- Lo lamento mucho, pero yo no me dejaré intimidar por alguien como tú – mi voz sonó firme, pero no tan potente como deseaba – Tan sólo te ocultas detrás de la violencia porque eres un cobarde que no sabe cómo enfrentar sus verdaderos problemas. Si alguna vez te sentaras a conversar, resolverías muchas más cosas que a través de puñetazos. Pero claro, ¿qué más puedo pedir? Tan sólo eres un chico descerebrado de secundaria, sin nada claro en la vida y la con la cabeza llena de parajitos. Es muy difícil esperar algo de razonamiento de tu parte.
Sus ojos centellearon de sorpresa, pero un brillo malicioso los cubrió al instante. Ok, vería mi muerte en cámara lenta, de eso podría estar seguro. Yo y mi bocota justiciera.
Sentí como Dave me toma por el cuello de mi camiseta, agitándome casi en el aire. Su fuerza era impresionante. Me mecí como muñeca de trapo, sin poder hacer nada. Era frustrante.
- ¡No soy ningún descerebrado! – bufó lleno de ira.
- ¡Dale su merecido al chico cara de muñeca! – le animó su amigo.
- No te tengo miedo – susurré, con el corazón en la boca.
- No acostumbro a golpear a las mujeres, pero creo que haré una excepción hoy – musitó con el puño en el aire.
Cerré los ojos, arrugando la cara, a la espera del golpe que Karofsky me daría. Jamás había sido golpeado en el rostro, porque siempre es lo que más protejo en este tipo de casos, pero ahora no tengo alternativa.
- ¿Qué demonios están haciendo? – oí la voz más hermosa del mundo, abriendo los ojos al instante. Blaine se veía realmente furioso - ¡Suéltalo Dave!
Sus ojos atravesaban la cabeza del animal que me mantenía aun en el aire, con ira contenida y los puños apretados. ¡Gracias al cielo por él! Llegó justo a tiempo.
Hola a todas mis fieles lectoras, aquí pasé dejandoles un capítulo temprano, por que no sé si a la tarde podré... Gracias, en serio, por todos sus comentarios, son muy importantes para mi sus opiniones, y es emocionante cuando ponen "amo tu fic", eso es lo más para mi. Bueno, como siempre, espero sus comentarios y que tengan buen dia
Invitado- Invitado
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
me encanto cada vez se hace mas emocionante actualisa cuando puedas
nicoleunicornio**** - Mensajes : 176
Fecha de inscripción : 27/07/2013
Edad : 24
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Uff que oportuno de Blaine, me alegra que siempre vaya a estar cerca para protegerlo.
Como siempre amo tu fic y esperaré ansiosa tu actualización.
Como siempre amo tu fic y esperaré ansiosa tu actualización.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
siiiii blainey salvadooooor <3<3<3
mi heroe.perfecto <3
me encanta esta historia ccc:
no tardes en actualizar nos leemos pronto.besos.y abrazos.:3
mi heroe.perfecto <3
me encanta esta historia ccc:
no tardes en actualizar nos leemos pronto.besos.y abrazos.:3
Dablerry********- - Mensajes : 655
Fecha de inscripción : 26/01/2013
Edad : 29
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
ooo por dios estuvo sensacional que bien que aparecio Blaine para ayudar a Kurt y ooo cada vez se pone mas emocionante :DDD esperare super intrigada y anciosa tu actualizacion ay pero encerio como no amar tu fic si es perfeccion pura me encanta leerlo esta genial!!! ccc:
gleeismylife****** - Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Edad : 25
Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
Blaine.
Casi no había visto a Kurt durante el día y eso me preocupaba, últimamente estaba muy cabizbajo y, me atrevería a decir, que triste. No sé si otra vez hice algo mal para ofenderlo y él no quiere decírmelo, o no sé, pero está bastante raro. Su sonrisa ya no es la misma, su alegría que tanto amo no está en él… ha cambiado mucho.
Pasé por fuera de los servicios de chicos, caminando como siempre, pero oí la voz de Azimio, diciendo algo de “cara de muñeca”. Mi corazón se detuvo pues inmediatamente la imagen de Kurt me abordó, aunque lo amo, él es el único chico en toda la escuela con ese rostro tan especial, que realmente parece una muñeca de porcelana, algo que me encanta sin lugar a dudas.
Oí otros murmullos y decidí entrar a defender a quien fuera que estuvieran amedrentando. A un lado de la puerta, se encontraba Azimio, con la mirada clavada en los espejos, volteé a ver y mi corazón se retorció en mi pecho. Me sentí lleno de ira en cuestión de segundos. No podía creer lo que mis ojos veían. Dave sostenía a MI Kurt por el cuello de la camisa, amenazándole con un puño alzado. Y él, indefenso, pálido como un muerto, cerraba los ojos fuertemente esperando lo que venía. No lo iba a permitir por nada del mundo.
- ¿Qué demonios están haciendo? – Exclamé colérico, viendo como mi novio abría los ojos con un alivio visible en su bello rostro. Tenía ganas de matar a Karofsky - ¡Suéltalo Dave!
- ¡Wow! Llegó tu ángel de la guarda – se burló él, bajando a Kurt y centrando su atención en mi - ¿Por qué te molestas en defenderlo?
- ¡Porque no puedes hacer eso! – vociferé, luego le hice gestos con la mirada a mi novio para que se ocultara en uno de los cubículos. Él no dudo en hacerlo – ¡Es sólo un chico! ¿Por qué no te metes con alguien de tu porte?
- Es que no hay nadie aquí – puso una mano sobre su frente como si realmente buscaba, para burlarse de mí. Tal vez no era tan alto como él, pero yo practicaba boxeo.
- ¡Idiota! – bufé, aprovechando su descuido y le propiné un puñetazo en la nariz. Quizás se la quebré y me costaría unos días de suspensión, pero no me importaba, porque haría cualquier cosa con tal de mantener a Kurt a salvo.
- ¿Oye, qué le has hecho? – alegó Azimio acercándose.
- Le di su merecido ¿Quieres que te lo dé a ti también? – el chico retrocedió al ver la sangre en la nariz de Dave, quien se quejaba como si se estuviera muriendo.
- ¡Maldito, infeliz! – Chilló Karofsky en el piso - ¡Me la has roto!
Azimio lo ayudó a ponerse de pie y ambos salieron del baño. Yo solté el aire, mientras que pateaba una puerta, me sentía tan furioso. No quería ni imaginarme lo que hubiese pasado si yo no llego a tiempo. No podía soportar la idea de que algo malo le pasara a Kurt, él es todo para mí y yo haría todo lo posible por mantener su integridad física intacta.
El sonido de uno de los cubículos abriéndose, me apartó de mis pensamientos.
- ¡Kurt! – este se lanzó a mis brazos, temblando de pies a cabeza.
- Blaine – sollozó, aferrándose a mí – Realmente pensé que moriría en manos de ese animal.
- Tranquilo, yo siempre voy a estar para cuidarte y protegerte – sentía mis ojos arder, las lágrimas quemaban, pero no las dejaría salir. Siempre me he mostrado fuerte y no será el momento ahora para dejar de hacerlo.
- Gracias, en serio, gracias – continuó sollozando.
Yo pasaba mi mano por su espalda una y otra vez, intentando consolarlo. Si hubiera entrado alguien en ese momento, me importaba muy poco. Mi novio estaba por sobre todas esas cosas.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? – consulté mientras estábamos sentados en la sala de artes.
- No quería darte más preocupaciones de las que ya tienes con todo eso del equipo de futbol – murmuró con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas. Me sentía horrible por verlo así.
- No debiste ocultármelo. El futbol jamás será más importante que tú, Kurt – dije acercando mi silla a la de él y ofreciéndole un pañuelo – Tú eres mi novio – susurré – Y por lo tanto, soy capaz de dejar el futbol, dejar a mi amigos, dejar mi popularidad y todo lo demás con tal de asegurarme que nada te dañe, y que nadie se meta contigo.
- ¿Harías eso? – Musitó sorprendido – Yo no quiero que pierdas tu beca de futbol.
- Tengo cerebro y muy buenas calificaciones, no necesito una estúpida beca para perder con un accidente más adelante.
- Blaine, yo no quiero que hagas las cosas por mí. Te dije que sería sin presiones – habló, bebiendo su vaso de café – Sé que todo esto de ser gay te tiene mal y yo no deseo complicarlo más. No puedo forzarte a salir del closet.
- No me estás forzando, y si hago todas esas cosas es simplemente… porque te amo, Kurt, y no hay nada más valioso que tú en mi vida – expliqué tomando su mano.
- De acuerdo – el inspiró aire sonoramente y secó sus lágrimas con el pañuelo.
- Además, ¿Sabes lo que pasa este fin de semana? – pregunté mostrándole mi mejor sonrisa. Vi la confusión atravesar por su mente – No lo sabes, ok. Pues este sábado cumpliremos un mes de novios y pretendo invitarte a cenar.
Su rostro se iluminó y su sonrisa no tardó en aparecer.
- ¿Cenar? – consultó incrédulo.
- Claro, una romántica cena para dos ¿Breadstix? – alcé mis cejas sugerentemente y el asintió frenéticamente.
Besé su mejilla complacido por haberle hecho olvidar los problemas por un momento.
- Vamos a clase – me puse en pie y tiré de su mano para ayudarlo.
- Eres adorable – susurró.
Estaba decidido a enfrentarme a todo el mundo, y gritar a los cuatro vientos lo mucho que amaba a Kurt, que era mi novio y que me hacía inmensamente feliz, pero a veces temía por él. ¿Qué tal si los del equipo de futbol tomaban represalias? ¿Si le tendían algún tipo de trampa? ¿Y si lo dañaban sólo por gusto? Con lo idiotas que son, ellos pueden llegar a pensar que fue Kurt quien me volvió gay, cuando no fue así. Simplemente no sé qué hacer, y no sé a quién acudir… A menos que…
- Sabes que puedes contarme cualquier cosa, por algo soy la consejera escolar – La Srta. Pillsbury me miraba desde el otro de su impecable escritorio con sus ojos abiertos como cervatillo asustado.
- Si no fuera algo tan complicado, le juro que no la molestaría – murmuré ruborizándome por lo siguiente que diría. Ella hizo un gesto con su mano para que prosiguiera – Me gustan los chicos – confesé exhalando el aire de golpe.
- Am… Wow – ella intentó que su voz sonara calmada – Eso es… es algo… am… Sí, complicado… - alcé la mirada, viendo como ella pestañeaba constantemente, buscando las palabras adecuadas y moviendo la cabeza de forma rara – Pero… no es nada de otro mundo. Em… ¿Cómo es que… estás tan seguro? Porque, ya sabes, uno puede… Um… Puede tener confusiones, sobre todo si estas dentro de un vestidor lleno de chicos sin ropa interior paseando libremente…
- Pues, hace tiempo que lo… presentía – Expliqué – No estaba cómodo conmigo mismo y no me sentía a gusto con mi novia. Entonces apareció un chico realmente maravilloso en mi vida… él suplió todas mis necesidades, llenó el vacío que sentía dentro de mí y le dio un sentido a mi vida, fue como una luz en medio de la oscuridad, mostrándome el camino que yo tanto buscaba.
- ¿Has estado con otras chicas, aparte de tu… novia? – preguntó.
- Ex novia, y sí, soy un chico, tengo hormonas… Por lo que sí y eso fue lo que me confirmó que mis sentimientos hacia los chicos… O hacia… Este chico… en particular, es verdadero.
- Bueno, veo que ya has pasado por el proceso más difícil – comentó cambiando el folletín que sostenía en la mano y rebuscando otro – El de aceptación. Eso es importante. Por lo que no veo en que soy útil – me enseñó una sonrisa sin dientes.
- Usted sabe que como capitán del equipo de futbol – me detuve – Bueno, ya no lo soy, pero aún pertenezco al equipo. Y tengo mi prestigio siendo popular. Toda la escuela me conoce y me admira… Pero ya no quiero ser esa persona visible. Simplemente deseo ser un chico que no deba hacer lo que los demás esperan y ser feliz con quien deseo. ¿Sabe a lo que me expongo con decirlo públicamente? Me matarán a mí y a Kurt…
- ¿Kurt? – Preguntó alzando las cejas - ¿Kurt Hummel? – una sonrisa suspicaz le cubrió el rostro.
- ¡Diablos! Se suponía que no lo incluiría en esto, pero… Sí, él es un chico único – murmuré.
- Lo sé, conozco su expediente y es… muy dulce – algo parecido a la simpatía, brillaba en sus ojos.
- No sé qué hacer con todo esto, él quiere que todo el mundo lo sepa - dije frustrado pasándome las manos por el pelo - ¿Alguna sugerencia?
- Uh… am… tal vez… deberías… tomártelo con calma, hablarlo con… Kurt, y preguntarle qué decisión le haría sentir cómodo. Tal vez si él se percata de que la seguridad de ambos está en peligro… Llegue a ser más paciente, y a presionar menos. Además, conozco a Kurt, él es un chico muy sensible y romántico… Si lo mantuvieras distraído con pequeños detalles, tendrías tiempo a tu favor ¿No crees? – sugirió sin quitar su sonrisa amable.
- Puede ser… pero eso sólo aplazará lo inevitable – refuté.
- Blaine, a todos nos llega un momento en que debemos enfrentar las cosas, y no puedes huir de ellas eternamente – comentó – Eres joven, y tan sólo te quedan dos años en la secundaria, a Kurt le queda uno. ¿Crees que cuando acaben la escuela, recordarás a los chicos que decían ser tus amigos? No, porque cada uno hará su vida. Los únicos que siempre estarán a tu lado, serán los que no te juzguen cuando les digas lo que eres en realidad, que no serán muchos, pero al menos tendrás la certeza de que ellos siempre estarán a tu lado.
- Wow, tiene razón… Los únicos que me aceptaron así, son los chicos del coro. Ellos lo saben y no le han dicho a nadie – me erguí en el asiento y miré a la Srta. Pillsbury con aprecio – Kurt y sus amigos son las personas a las que yo trataba mal, les lanzaba Slushies y tiraba a los basureros, pero sin embargo… me aceptan por lo que soy.
- ¿Lo ves? – Su sonrisa se amplió – Serán ellos quienes te acompañarán por el resto de la vida, de ellos deben preocuparte y a ellos cuidar. Se buen amigo con quienes se lo merezcan y se leal a las personas que tienes ahora apoyándote.
- Gracias Srta. Pillsbury, no tengo modo de agradecerle por abrir mis ojos – le tomé la mano y la agité con euforia. Ella me miró sorprendida por mi reacción.
- De todos modos, me gustaría que vinieras a verme cada dos semanas, sólo para asegurarme de que todo esté bien ¿Te parece?
- Por supuesto, me encantaría.
Fijamos una fecha para dentro de quince días y luego salí de su pequeña oficina. Me sentía con un peso menos sobre los hombros. Jamás había visto las cosas desde ese punto de vista. En pocas palabras, ¿A mí qué me tiene que importar lo que piensen un par de idiotas individualistas y descerebrados que no veré jamás en la vida? ¡Nada! Lo único que debe importarme ahora es Kurt, y nuestra felicidad. Él va a amarme toda la vida, no ellos. Yo deseo con todo mi corazón compartir cada segundo de mi existencia a su lado, y mi mayor preocupación en este momento debe ser nuestra relación.
¿Y qué si quieren meterme a un basurero y bañarme con Slushies, o lavarme el cabello en un inodoro? Sólo será un grano en la arena, en comparación con todo el tiempo que tengo por delante junto a Kurt, mi novio.
Ya nada me importará de hoy en adelante. Ahora, a planear nuestra cita.
¿No es un amor nuestro Blaine? Awwws...
Espero sus comentarioooooooos.... Y gracais a todas por comentar... ¡Ay! ¡Cómo las amo!
Casi no había visto a Kurt durante el día y eso me preocupaba, últimamente estaba muy cabizbajo y, me atrevería a decir, que triste. No sé si otra vez hice algo mal para ofenderlo y él no quiere decírmelo, o no sé, pero está bastante raro. Su sonrisa ya no es la misma, su alegría que tanto amo no está en él… ha cambiado mucho.
Pasé por fuera de los servicios de chicos, caminando como siempre, pero oí la voz de Azimio, diciendo algo de “cara de muñeca”. Mi corazón se detuvo pues inmediatamente la imagen de Kurt me abordó, aunque lo amo, él es el único chico en toda la escuela con ese rostro tan especial, que realmente parece una muñeca de porcelana, algo que me encanta sin lugar a dudas.
Oí otros murmullos y decidí entrar a defender a quien fuera que estuvieran amedrentando. A un lado de la puerta, se encontraba Azimio, con la mirada clavada en los espejos, volteé a ver y mi corazón se retorció en mi pecho. Me sentí lleno de ira en cuestión de segundos. No podía creer lo que mis ojos veían. Dave sostenía a MI Kurt por el cuello de la camisa, amenazándole con un puño alzado. Y él, indefenso, pálido como un muerto, cerraba los ojos fuertemente esperando lo que venía. No lo iba a permitir por nada del mundo.
- ¿Qué demonios están haciendo? – Exclamé colérico, viendo como mi novio abría los ojos con un alivio visible en su bello rostro. Tenía ganas de matar a Karofsky - ¡Suéltalo Dave!
- ¡Wow! Llegó tu ángel de la guarda – se burló él, bajando a Kurt y centrando su atención en mi - ¿Por qué te molestas en defenderlo?
- ¡Porque no puedes hacer eso! – vociferé, luego le hice gestos con la mirada a mi novio para que se ocultara en uno de los cubículos. Él no dudo en hacerlo – ¡Es sólo un chico! ¿Por qué no te metes con alguien de tu porte?
- Es que no hay nadie aquí – puso una mano sobre su frente como si realmente buscaba, para burlarse de mí. Tal vez no era tan alto como él, pero yo practicaba boxeo.
- ¡Idiota! – bufé, aprovechando su descuido y le propiné un puñetazo en la nariz. Quizás se la quebré y me costaría unos días de suspensión, pero no me importaba, porque haría cualquier cosa con tal de mantener a Kurt a salvo.
- ¿Oye, qué le has hecho? – alegó Azimio acercándose.
- Le di su merecido ¿Quieres que te lo dé a ti también? – el chico retrocedió al ver la sangre en la nariz de Dave, quien se quejaba como si se estuviera muriendo.
- ¡Maldito, infeliz! – Chilló Karofsky en el piso - ¡Me la has roto!
Azimio lo ayudó a ponerse de pie y ambos salieron del baño. Yo solté el aire, mientras que pateaba una puerta, me sentía tan furioso. No quería ni imaginarme lo que hubiese pasado si yo no llego a tiempo. No podía soportar la idea de que algo malo le pasara a Kurt, él es todo para mí y yo haría todo lo posible por mantener su integridad física intacta.
El sonido de uno de los cubículos abriéndose, me apartó de mis pensamientos.
- ¡Kurt! – este se lanzó a mis brazos, temblando de pies a cabeza.
- Blaine – sollozó, aferrándose a mí – Realmente pensé que moriría en manos de ese animal.
- Tranquilo, yo siempre voy a estar para cuidarte y protegerte – sentía mis ojos arder, las lágrimas quemaban, pero no las dejaría salir. Siempre me he mostrado fuerte y no será el momento ahora para dejar de hacerlo.
- Gracias, en serio, gracias – continuó sollozando.
Yo pasaba mi mano por su espalda una y otra vez, intentando consolarlo. Si hubiera entrado alguien en ese momento, me importaba muy poco. Mi novio estaba por sobre todas esas cosas.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? – consulté mientras estábamos sentados en la sala de artes.
- No quería darte más preocupaciones de las que ya tienes con todo eso del equipo de futbol – murmuró con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas. Me sentía horrible por verlo así.
- No debiste ocultármelo. El futbol jamás será más importante que tú, Kurt – dije acercando mi silla a la de él y ofreciéndole un pañuelo – Tú eres mi novio – susurré – Y por lo tanto, soy capaz de dejar el futbol, dejar a mi amigos, dejar mi popularidad y todo lo demás con tal de asegurarme que nada te dañe, y que nadie se meta contigo.
- ¿Harías eso? – Musitó sorprendido – Yo no quiero que pierdas tu beca de futbol.
- Tengo cerebro y muy buenas calificaciones, no necesito una estúpida beca para perder con un accidente más adelante.
- Blaine, yo no quiero que hagas las cosas por mí. Te dije que sería sin presiones – habló, bebiendo su vaso de café – Sé que todo esto de ser gay te tiene mal y yo no deseo complicarlo más. No puedo forzarte a salir del closet.
- No me estás forzando, y si hago todas esas cosas es simplemente… porque te amo, Kurt, y no hay nada más valioso que tú en mi vida – expliqué tomando su mano.
- De acuerdo – el inspiró aire sonoramente y secó sus lágrimas con el pañuelo.
- Además, ¿Sabes lo que pasa este fin de semana? – pregunté mostrándole mi mejor sonrisa. Vi la confusión atravesar por su mente – No lo sabes, ok. Pues este sábado cumpliremos un mes de novios y pretendo invitarte a cenar.
Su rostro se iluminó y su sonrisa no tardó en aparecer.
- ¿Cenar? – consultó incrédulo.
- Claro, una romántica cena para dos ¿Breadstix? – alcé mis cejas sugerentemente y el asintió frenéticamente.
Besé su mejilla complacido por haberle hecho olvidar los problemas por un momento.
- Vamos a clase – me puse en pie y tiré de su mano para ayudarlo.
- Eres adorable – susurró.
Estaba decidido a enfrentarme a todo el mundo, y gritar a los cuatro vientos lo mucho que amaba a Kurt, que era mi novio y que me hacía inmensamente feliz, pero a veces temía por él. ¿Qué tal si los del equipo de futbol tomaban represalias? ¿Si le tendían algún tipo de trampa? ¿Y si lo dañaban sólo por gusto? Con lo idiotas que son, ellos pueden llegar a pensar que fue Kurt quien me volvió gay, cuando no fue así. Simplemente no sé qué hacer, y no sé a quién acudir… A menos que…
- Sabes que puedes contarme cualquier cosa, por algo soy la consejera escolar – La Srta. Pillsbury me miraba desde el otro de su impecable escritorio con sus ojos abiertos como cervatillo asustado.
- Si no fuera algo tan complicado, le juro que no la molestaría – murmuré ruborizándome por lo siguiente que diría. Ella hizo un gesto con su mano para que prosiguiera – Me gustan los chicos – confesé exhalando el aire de golpe.
- Am… Wow – ella intentó que su voz sonara calmada – Eso es… es algo… am… Sí, complicado… - alcé la mirada, viendo como ella pestañeaba constantemente, buscando las palabras adecuadas y moviendo la cabeza de forma rara – Pero… no es nada de otro mundo. Em… ¿Cómo es que… estás tan seguro? Porque, ya sabes, uno puede… Um… Puede tener confusiones, sobre todo si estas dentro de un vestidor lleno de chicos sin ropa interior paseando libremente…
- Pues, hace tiempo que lo… presentía – Expliqué – No estaba cómodo conmigo mismo y no me sentía a gusto con mi novia. Entonces apareció un chico realmente maravilloso en mi vida… él suplió todas mis necesidades, llenó el vacío que sentía dentro de mí y le dio un sentido a mi vida, fue como una luz en medio de la oscuridad, mostrándome el camino que yo tanto buscaba.
- ¿Has estado con otras chicas, aparte de tu… novia? – preguntó.
- Ex novia, y sí, soy un chico, tengo hormonas… Por lo que sí y eso fue lo que me confirmó que mis sentimientos hacia los chicos… O hacia… Este chico… en particular, es verdadero.
- Bueno, veo que ya has pasado por el proceso más difícil – comentó cambiando el folletín que sostenía en la mano y rebuscando otro – El de aceptación. Eso es importante. Por lo que no veo en que soy útil – me enseñó una sonrisa sin dientes.
- Usted sabe que como capitán del equipo de futbol – me detuve – Bueno, ya no lo soy, pero aún pertenezco al equipo. Y tengo mi prestigio siendo popular. Toda la escuela me conoce y me admira… Pero ya no quiero ser esa persona visible. Simplemente deseo ser un chico que no deba hacer lo que los demás esperan y ser feliz con quien deseo. ¿Sabe a lo que me expongo con decirlo públicamente? Me matarán a mí y a Kurt…
- ¿Kurt? – Preguntó alzando las cejas - ¿Kurt Hummel? – una sonrisa suspicaz le cubrió el rostro.
- ¡Diablos! Se suponía que no lo incluiría en esto, pero… Sí, él es un chico único – murmuré.
- Lo sé, conozco su expediente y es… muy dulce – algo parecido a la simpatía, brillaba en sus ojos.
- No sé qué hacer con todo esto, él quiere que todo el mundo lo sepa - dije frustrado pasándome las manos por el pelo - ¿Alguna sugerencia?
- Uh… am… tal vez… deberías… tomártelo con calma, hablarlo con… Kurt, y preguntarle qué decisión le haría sentir cómodo. Tal vez si él se percata de que la seguridad de ambos está en peligro… Llegue a ser más paciente, y a presionar menos. Además, conozco a Kurt, él es un chico muy sensible y romántico… Si lo mantuvieras distraído con pequeños detalles, tendrías tiempo a tu favor ¿No crees? – sugirió sin quitar su sonrisa amable.
- Puede ser… pero eso sólo aplazará lo inevitable – refuté.
- Blaine, a todos nos llega un momento en que debemos enfrentar las cosas, y no puedes huir de ellas eternamente – comentó – Eres joven, y tan sólo te quedan dos años en la secundaria, a Kurt le queda uno. ¿Crees que cuando acaben la escuela, recordarás a los chicos que decían ser tus amigos? No, porque cada uno hará su vida. Los únicos que siempre estarán a tu lado, serán los que no te juzguen cuando les digas lo que eres en realidad, que no serán muchos, pero al menos tendrás la certeza de que ellos siempre estarán a tu lado.
- Wow, tiene razón… Los únicos que me aceptaron así, son los chicos del coro. Ellos lo saben y no le han dicho a nadie – me erguí en el asiento y miré a la Srta. Pillsbury con aprecio – Kurt y sus amigos son las personas a las que yo trataba mal, les lanzaba Slushies y tiraba a los basureros, pero sin embargo… me aceptan por lo que soy.
- ¿Lo ves? – Su sonrisa se amplió – Serán ellos quienes te acompañarán por el resto de la vida, de ellos deben preocuparte y a ellos cuidar. Se buen amigo con quienes se lo merezcan y se leal a las personas que tienes ahora apoyándote.
- Gracias Srta. Pillsbury, no tengo modo de agradecerle por abrir mis ojos – le tomé la mano y la agité con euforia. Ella me miró sorprendida por mi reacción.
- De todos modos, me gustaría que vinieras a verme cada dos semanas, sólo para asegurarme de que todo esté bien ¿Te parece?
- Por supuesto, me encantaría.
Fijamos una fecha para dentro de quince días y luego salí de su pequeña oficina. Me sentía con un peso menos sobre los hombros. Jamás había visto las cosas desde ese punto de vista. En pocas palabras, ¿A mí qué me tiene que importar lo que piensen un par de idiotas individualistas y descerebrados que no veré jamás en la vida? ¡Nada! Lo único que debe importarme ahora es Kurt, y nuestra felicidad. Él va a amarme toda la vida, no ellos. Yo deseo con todo mi corazón compartir cada segundo de mi existencia a su lado, y mi mayor preocupación en este momento debe ser nuestra relación.
¿Y qué si quieren meterme a un basurero y bañarme con Slushies, o lavarme el cabello en un inodoro? Sólo será un grano en la arena, en comparación con todo el tiempo que tengo por delante junto a Kurt, mi novio.
Ya nada me importará de hoy en adelante. Ahora, a planear nuestra cita.
¿No es un amor nuestro Blaine? Awwws...
Espero sus comentarioooooooos.... Y gracais a todas por comentar... ¡Ay! ¡Cómo las amo!
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Re: [Fic-Klaine] "PRETENDING" - CAPITULO 27
me encanto actualisa pronto
nicoleunicornio**** - Mensajes : 176
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