[Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)

                  Encarceladas  cap-18   parte  2

Su vestido es largo, blanco, y hermoso. Tiene dos gruesos tirantes con un poco de encaje, el cuerpo del vestido es igual, liso, delicado, y con encaje, y en la zona de las piernas, el vestido se ajusta más y más, y cuando la tela llega al suelo, una cola de un metro es arrastrada por el suelo. Su pelo negro está recogido, pero en un fino moño, y alrededor de este, unas pequeñas flores blancas. Ella está maquillada con una pequeña capa de maquillaje, la sombra que tiene bordeando los ojos es rosa clarito, y así hace resaltar sus ojos oscuros, que hoy tienen un brillo especial. Sus mejillas están rojas, pero así, se ve tierna al mismo tiempo. Tiene una pulsera de perlas en la muñeca derecha, y en su dedo, aún permanece el anillo de plata. Ella se está mirando en el espejo, y sonríe sin parar, y yo hago lo mismo. Se ve tan feliz.

-¿Estás segura de esto?- Pregunto llamando su atención. Sus ojos se conectan con los míos a través del cristal.

-Sé que es la mujer de mi vida, la amo.

“Hay momentos en que los sentimientos abundan y las palabras sobran, es así como me siento hoy al estar en su boda y ser parte de esta bella unión entre ellas”.

-¿Sois jóvenes, demasiado, lo sabéis?- Ella sonríe de nuevo acariciando con sus dedos el vestido y mirándolo con atención.

-Tenemos 18 recién cumplidos.

.

-¿Te arrepentirás?

Ella se gira hacia mí, y se pone a centímetros de mi cara.

-¿Te arrepentirías tú si te casaras con Brittany?- Yo trago saliva y noto como mis labios tiemblan.

Miro mi vestido azul eléctrico sin una manga, y mis zapatos plateados. Llevo el mismo peinado que ella, y también voy igual de maquillada. Soy su dama de honor junto con las hermanas de Brittany y mías, Rachel y Quinn. Sí, Quinn.

-Nunca lo haría- Digo sin pensármelo.



-Pues entonces, es lo mismo San.

Le sonrío, y la idea de yo vestida con un vestido blanco, y Brittany en el altar esperándome hace que millones de mariposas en mi estómago bailen borrachas sin parar.

“Dime algo que necesito saber
Luego toma mi aliento y nunca lo dejes ir.
Si tan sólo me dejaras invadir tu espacio
Tomaré el placer, lo tomaré con el dolor”.


Miro el reloj. Faltan quince minutos.

-Casi es la hora- Le digo canturreando, y ella suelta un suspiro cargado de nervios- No estés nerviosa, todo saldrá bien.

Toma mis manos y las aprieta con fuerza.

-Lo sé lo sé, pero es algo inevitable, mi corazón va a mil.

Sé lo que es esa sensación. Me sentía así a cada segundo cuando estaba con Brittany. Cuando me abrazaba, cuando me besaba….Incluso cuando me miraba, ya que una mirada, en ocasiones dice más que las propias palabras.

La extraño. Necesito verla.

Ha pasado tanto tiempo….

-¿Llamo a tu padre?- Le pregunto.

-Estoy lista- Y se muerde el labio inferior poniendo ambas manos a cada lado de su cadera- ¿Me ves bien, bueno, estoy bien?

Entonces le sonrío, porque no sé cómo demostrarle y decirle, que no puede estar más guapa, decirle, que no existe otra mujer perfecta, porque ella ya lo es. La he considerado niña todo el tiempo, y ahora, mi niña, ya no es niña, es una mujer que se va a casar.
Mi padrino no hace más que amenazar a Ángela. Sabe cómo utilizar armas y dónde esconder un cadáver.

-Nunca he visto una mujer tan hermosa, Sam.

Ella se ríe.

-No mientas, ¿Y Britt?

Britt….Britt es Britt.7

-¿Enserio quieres que te haga sufrir hoy?- Y vuelve a soltar otra carcajada.

“Porque si quieres tenerme, vas a tener, tener, tener, tener, tener que amarme más fuerte”.

-No por favor, ya estoy de los nervios.

Tocan a la puerta, y asoma la cabeza su padre, vestido con un traje negro muy elegante, una camisa blanca, con un chaleco gris y una corbata gris con rayas negras. Lleva el pelo engominado, y muy bien peinado, que es extraño en él. Y sobre todo, se ve orgulloso de su hija. Al verla los ojos se le llenan de lágrimas.

La boda se lleva a cabo en un bonito castillo rural, bonito y único. Con jardines verdes y amplios, con flores de todos los colores. Hoy hace un extraordinario día, hace sol, está despejado, y además, hay muchos invitados.

-Jéssica, hija, estás perfecta cariño.

Y ella aguanta las ganas terribles de llorar.

-Papá, gracias.

-¿Vamos?- Le ofrece su brazo para que ella lo coja con una gran sonrisa, y Jéssica lo agarra con fuerza, apretando con sus dedos. Suspira de nuevo, y mira al techo blanco perfectamente pintado- Si algo sale mal, tranquila que Pierce las pagará, hija.

Me río, y salgo delante de ellos.

En el salón donde se celebra la boda, está lleno de gente. Las sillas están cubiertas por una capa blanca, y flores rosas. Hay una gran alfombra también blanca, que empieza en la puerta y acaba al borde del altar. El altar tiene unas pequeñas escaleras, y en él, hay dos sillas más grandes, pero iguales a las otras, y una señora que anunciará la boda. Una mesa donde permanecen unos papeles, que después de la boda ellas dos deben firmar. Entonces cuando yo aparezco por la sala, y detrás de mí una de las dos novias, la gente se levanta y la mira atentamente. Un violín empieza tocar la conocida canción.

Llevo un ramo de flores blancas y rosas, y detrás de mí caminan Rachel, Anna y mi hermana Samanta. Todas vamos vestidas igual.

Al llegar al altar nos repartimos: Rachel y yo nos ponemos en el lado derecho, con Jéssica, y Anna y Samanta, en el lado izquierdo, con Ángela.

-Es un día especial, lo sabes, ¿Verdad?- Susurra Rachel a mi lado con una gran sonrisa.
Cuando veo a la futura esposa de mi prima, sonrío con más ilusión. Dios santo, se va a casar. Es tan maravilloso….

Camina a lo largo del pasillo de una manera elegante pero sexy al mismo tiempo. Su vestido es muy diferente al de Jéssica. Es tipo palabra de honor, el cuerpo es liso, pero hace pequeños detalles, en la cintura tiene un cinturón color plata, y luego, es flojo. Lleva un pequeño velo, no como el de Jéssica, que es bastante largo. Lleva un ramo de flores, rosas, rosas blancas perfectamente colocadas. Está perfectamente peinada, con el pelo suelto envuelto en tirabuzones, y maquillada con la sombra de ojos también rosa.

Está preciosa.



Quinn, Helena, Sarah y Alejandra acompañan a Ángela en la pequeña caminata, y se vuelven a dividir, Helena y Alejandra para el lado derecho con Jéssica y Quinn y Sarah en el lado izquierdo, con Ángela.

Están tan guapas….

Se miran casi llorando. Así. Se pierden en los ojos de la otra, y se cogen de la mano. Están en su propio mundo. La música deja de sonar, y la señora manda que la gente se siente. La boda empieza. Se van entregar la una a la otra. Así quería hacerlo yo con Brittany, y una punzada de dolor invade mi estómago.



-Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a dos mujeres, dos mujeres que hoy, quieren hacerse una promesa, ¿Y qué es el matrimonio? El matrimonio es eso, una unión entre dos personas pero….

Es realmente hermoso ver esto en primera persona. Es realmente hermoso presenciarlo, y ver la felicidad de los demás. Es realmente hermoso. Pero siento algo. Algo en falta, y en realidad no es algo, es todo: Brittany Pierce.

“Y si en este momento me muerdo los labios, cariño, en este momento sabrás que es algo más grande que nosotros y más allá de la felicidad. Dame una razón para creerlo”.


Me encuentro con los ojos de mi madre entre toda la multitud. Aunque haya cientos de personas, mi madre me sonríe, y me guiña un ojo. ¿Si fuera yo la que se estuviera casando, haría lo mismo?

Estoy inquieta. Como si algo fuera a suceder pronto.

-Y ahora la hora de los votos, ¿Quieres empezar tú, Ángela?- Ella asiente, y lee la hoja que tiene entre sus manos.

Está demasiado nerviosa. Las manos le tiemblan al igual que su voz.

Se miran de nuevo a los ojos, e incluso puedo sentir lo mucho que se aman. Dios, son tan adorables. Por un momento en mi mente la escena cambia, y la morena de ojos oscuros pero brillantes, se convierte en mí, y la rubia alta y nerviosa, se convierte en...en…Brittany.

-Bueno…Yo…..Emm...No sé por dónde empezar….

La gente suelta una pequeña risa, y Ángela vuelve a mirar a Jéssica a los ojos.

-Nunca fui buena con las palabras, y lo sabes, pero contigo intentaré hacer un gran esfuerzo-Se calla un momento y mira al suelo- Nunca conocí la sensación de estar enamorada. De poder pasar día y noche pensando en ti incluso en los momentos que estaba a tu lado, Jess-Levanta la cabeza y mira con los ojos cristalinos a mi prima- La sensación de pertenecerle solo a alguien, la sensación de amar como nunca lo había hecho. Nunca me imaginé estar aquí de pié delante de toda esta gente, diciéndote lo mucho que te amo y demostrándotelo, porque creo que no hay mayor y mejor demostración de amor que entregarme a ti, y hacerme tuya por el resto de nuestras vidas, amor, porque solo quiero ser tuya, y de nadie más. Solo quiero verte a ti por las mañanas nada más levantarme, verte sonreír por cualquier tontería, abrazarte a cada momento, poder coger tu mano, y el poder decirle a todo el mundo “Ella es la mujer a la que elegí, y es mía”. ¿Y sabes?- Jéssica está punto de llorar- Te elegiría a ti por mil años más. Prometo ser la mujer que deseas, prometo cuidarte incluso más que mi vida, prometo….-Se para y besa la mano de su casi esposa- Prometo ser todo lo que quieras. Yo, te amaré siempre, y tengo tanta suerte de poder estar hoy aquí de pié contigo. Gracias por dármelo todo, y sin merecerlo. Te amo.



“No digas, no, di sí, y lo haremos….Es una noche preciosa, y no tenemos nada que hacer, ¿Ey cariño? Creo que me quiero casar contigo”.

Cuando te casas, lo haces con la persona a la que quieres, y de la que estás enamorada. Si sientes mariposas cuando escuchas la voz de esa persona especial, cuando la ves, cuando os miráis. Si te imaginas un futuro, ¿A quién ves a tu lado? ¿Con quién quieres pasar tu vida entera, eh? ¿Tener hijos, comprar una casa, ir de vacaciones? ¿Con quién?

-Sí quiero- Y el anillo de oro se desliza por el dedo de Jéssica.

No puedo evitar llorar.

-Si…Si quiero- El anillo ahora destaca en el dedo de Ángela.

Se acarician las manos, mirándose con lágrimas cayendo por sus mejillas rojizas.

-Os anuncio a las recién casadas, os declaro, mujer y mujer, enhorabuena pareja, podéis besaros.

“Me prometió quererme toda la eternidad. Pero la eternidad tuvo fecha y final. Ella llegó y trastocó toda mi vida. Me dejé llevar por la forma que tenía de retirarse el pelo de la cara. Por sus delicadas manos. Por sus besos a escondidas. Y entonces descubrí que la eternidad no tiene ni fecha ni final. Simplemente, ahora le pertenecía a ella”.

Ahora ya estaban casadas. Hijos, casa, vacaciones….

El comedor es amplio, enorme, con mesas redondas, de ocho asientos. Las sillas son iguales a las del salón. Las recién casadas no paran de charlar con la gente, y  sacar fotos. Bebo otro sorbo de mi cubata, y cruzo los brazos mirando a mi alrededor. Me encanta esto.

-Hola, forastera- Me dice Quinn acariciando mi hombro y colocándose a mi lado.

Está más cambiada, pero sobre todo más guapa. Y me recuerda aún más a…

-¿Qué tal, Quinn?- Pregunto regalándole una gran sonrisa. Es raro verla con vestido, porque ella no parece una chica a la que le guste vestir así, pero olvidando esa objeción, está preciosa. Parece una modelo. Quinn es preciosa.

Me gusta estar con Quinn. Pero me recuerda a la vida que tenía hace dos meses, y a la persona que amo y no veo desde hace un año. Me pregunto tantas cosas sobre ella…Pero aun así, la compañía de Quinn es realmente agradable, y una amiga como ella no se encuentra todos los días. La gente que sale de la cárcel no es mala, ni tiene porqué ser drogadicta, ni delincuente….Y no entiendo por qué se piensa eso. Me ofende, porque yo no me merezco esa humillación. Soy persona, cometo errores como todo el mundo, lo que pasa es que yo lo tuve que pagar de otra manera, yo, pero hay gente que se merece estar en el lugar que yo estuve, pero no irá a ese sitio.

-Bien, te ves espectacular San- Murmura dándole un sorbo a su copa de vino- Será una noche muy larga, amiga.

Noto en su voz, un toque de misterio. Me estremezco.

-¿Por qué dices eso?- Ella deja la copa vacía encima de la mesa, y se arregla el vestido.

-Hoy tendremos todos una gran sorpresa, pero en especial, esa sorpresa va dedicada para ti.



-¿Qué? ¿Para mí? Pero…Quinn…Hoy es la boda de Ángela y Jéssica.

Ella me mira de arriba abajo unas cuántas veces, y cuando termina en mis ojos, y me observa fijamente, suelta una risa que deja ver sus perfectos dientes y su bonita sonrisa.

Los labios los tiene pintados de un rosa claro.

-Créeme, todo empezará por esto, pronto puede ser la tuya, San.

“En este loco mundo de oportunidades, yo tengo pocas, o tú vienes conmigo, o yo voy contigo, porque por fin encontré. Nunca tendrás que preocuparte si lo que digo es cierto, chica, te he estado buscando, y cuando te vi, supe que por fin te encontré”.

Un escalofrío recorre mi espalda. Yo solo me casaría con una persona, solo con una persona…entonces…

-¿Qué quieres decir, Quinn? Explícate, me estás poniendo nerviosa.

Ella vuelve a sonreír, pero esta vez se ve emocionada.

-Es la hora San, no vas a tener que esperar más.

“Aprendí a vivir medio viva, y ahora llegas tú y me quieres de nuevo”.



Espera….

El padre de Ángela choca su tenedor con la copa, provocando un ruido que logra callar a todos los invitados. Miro a Quinn rápidamente, y ella me mira a mí. Va a suceder algo, y cuando veo a Quinn temblar, miro a todos los lados de la sala. Tiene que estar aquí.



Tiene que estar aquí.

-Quiero hacer un brindis, por esta maravillosa pareja que hoy empieza en la travesía cara el futuro. Se aman, lo sé, pero solo digo….Voy al gimnasio, sí, se me nota. Bueno, os deseo lo mejor chicas, y Jéssica, no me podría alegrar más de que mi hija te tenga aquí, eres una mujer extraordinaria. Te quiero hija, estoy orgulloso de ti- Alza la copa y el resto de la gente hace lo mismo.

Un brindis demasiado corto. 7

Un camarero retira unas sillas del escenario, y dice algo en el oído del señor Pierce, quien asiente y sonríe enormemente. Quinn pone su mano en mi espalda asustándome.

-Disfruta, me agradecerás esto siempre- Y se marcha dejándome en el medio de la sala de pié.

Entonces el mismo camarero habla a través del micrófono…

-Tenemos un pequeño número para la pareja, deseo que os guste.

Las luces se apagan completamente, y el telón del escenario cae.

Dios mío… ¿Qué? ¿Qué pasa?

Mi corazón late muy deprisa, ¿Dónde está?

< ¿Qué está sucediendo? >

Una voz dulce suena en toda la habitación, y es una voz conocida.

Sarah. La hermana de….



“Dibujé un corazón justo en el cristal de tu ventana- Ahora lleva puesto un pantalón vaquero negro y una camisa blanca. Pero aun así, está muy guapa.
Esperé a tu respuesta aquí, bajo la lluvia torrencial.
Solo respira contra el cristal /deja tu aliento en el cristal/
Déjame alguna clase de señal, sé que el dolor no pasará, sí- Sonríe, y entonces se gira, como esperando a alguien.
Solo dime que no es el final de la frase. Solo dime que no es el final de la frase”.

Entonces…no

Aparece Brittany Pierce, con un pantalón blanco y una camisa azul celeste, que hace juego con sus ojos. Camina a grandes pasos, con su sonrisa de siempre. Pero no parece la misma. Sí. Está alta, delgada. Tiene los brazos fuertes, y en general, el cuerpo fuerte de siempre. Su pelo está más largo, con tirabuzones cayendo por su espalda y pecho. Tiene la cara más delgada, pero se ve más feliz.

El día que se fue hace un año en aquel autobús, me hizo pedazos. Nunca sufrí tanto por alguien. Por un momento, un pequeño, la odié por hacerme sentir así, por no poder estar a mi lado. Y el pensar que la odiaba, me hizo aún más daño. Pero ella, en realidad,  solo me dio felicidad. En todo el tiempo que estuve en la cárcel, me hizo olvidar que estaba ahí, y quería hacerme sentir bien. Ella se inventó otra nueva presentación para nosotras. Ella tenía planes “estúpidos” para el futuro según sus palabras, pero que conmigo eran geniales. Ella logró marcar todo lo que era y soy, y aún con el paso del tiempo, estar tan hipnotizada como el primer día. Estar tan enamorada. Estar tan completa.

Ella está aquí. Lo que tanto había esperado. Que viniera…Y se quedara conmigo.

“Nunca tuve intención de romperte el corazón, ahora, no dejaré que este avión descienda- Y en el momento, en que sus ojos se encuentran con los míos, tengo ganas de llorar. Todo lo que tengo a mi alrededor parece paralizarse. Es ella, de pié, cantándome ahí. Ella, Brittany, la mujer a la que amo, joder. ¡Está aquí! Brittany Pierce….Dios….
Nunca tuve intención de hacerte llorar, haré lo que haga falta para hacer que esto vuele- Una lágrima cae por mi mejilla. Ella está aquí. Ha vuelto. Está aquí. Con todos. Con sus padres. Conmigo.
Oh, tienes que aferrarte, aferrarte a lo que sientes, este sentimiento es lo mejor, lo mejor, sin duda- Este sentimiento es lo mejor, sin duda. Mi amor, mi vida mi cariño….Me tapo la cara con ambas manos, y niego con la cabeza. Está aquí. No me lo puedo creer. No…No me lo creo. Estoy soñando. No….No es Brittany. Solo…estoy soñando, lo he soñado miles de veces. Esta puede ser una nueva vez. No…
Voy a apostar por nosotras, sé que este amor va en la misma dirección, eso es”-Me mira de nuevo, y traga saliva. Su voz tiembla un poco. Quiere apostar por nosotras, y quiere decirme que aún me ama, ¿Yo lo hago?

Sarah le toca el hombro, y la abraza. Pero luego dirige la mirada hacia mí, y sonríe. En mis sueños Sarah nunca aparece.

“Tú dibujaste un signo de interrogación, pero sabes lo que quiero, quiero dar la vuelta al coche, sí, volver al lugar en el que estaba.
Así que vamos a construir un puente, sí, de tu lado al mío. Yo seré la que cruce- Cantan las dos mirándome fijamente. No sé cómo tener que sentirme….No lo sé…Pero ella está aquí.
Chica, sé que podríamos escalar, de vuelta al lugar en el que estábamos entonces, lo siento aquí, en mi corazón, pongo mi corazón en tu mano. Bueno, tengo esperanzas, y rezo que tú de verdad lo entiendas, si lo hiciste, todo lo que tienes que decir es...

Un foque me ilumina a mí, y la luz por unos segundos me ciega.

Y toda la gente se voltea a verme. Sonríen.

Es la mejor sorpresa que he recibido en mi vida.

Sí, sí, sí... ¡Estoy esperándote! Sí, sí, sí...-La gente empieza a cantar con ellas y a aplaudir. No puedo parar de llorar.

Voy a apostar por nosotras, sé que este amor va en la misma dirección, eso es. Arriba.
Entonces la canción acaba, y no sé qué hacer. El salón está en completo silencio. Y me encanta sentir los ojos de Brittany en mí. Quiero que se acerque. Que me bese. Que me abrace. Que me haga suya de nuevo. La quiero de vuelta. Juntas. Y no olvidándonos de la cárcel, porque ahí empezó todo.

-Está de vuelta, San- susurra Quinn detrás de mí. No puedo apartar la mirada de Brittany. No quiero- No se va a marchar nunca más.

< ¡Estoy esperándote! >

Brittany baja las escaleras del escenario, y se acerca a mí. No quiero ser el centro de atención, y eso ella lo sabe. Ahora la gente está bailando en la pista, nadie nos mira. Salvo Quinn, las hermanas de Britt y las mías. Está a solo un metro de mí….

El corazón va a salirme del pecho. No puedo dejar de llorar. Quiero correr al encuentro. Ha pasado un año. En ese año, ella estuvo a punto de morir, estuvo por meses en coma, le daban palizas. Está conmigo, aquí viva.

-Santana…-Pronuncia mi nombre con la dulzura de siempre. No estoy soñando. Más lágrimas caen por mis mejillas, y comienzo a andar a pasos cortos.



Un escalofrío recorre mi espalda.

Y cuando está a centímetros de mí, me tapo la cara con ambas manos, y luego, me abalanzo sobre ella. Agarro con fuerza su cuello, y entierro mi cara en su cuello. Su fragancia inunda todo mi ser. Sus manos se enredan en mi cintura, y la aprieto más a mí. Está aquí, está aquí. Está aquí. No la quiero soltar nunca más. Y caigo en la realidad, ya está, estoy donde tengo que estar: Entre sus brazos. Estoy en mi hogar. Me viene a la cabeza mi primera impresión sobre ella, los insultos, los golpes, los celos, los sentimientos, los piropos, los besos, los abrazos, las palabras, las promesas, los planes, la unión, las despedidas….Pero no habrán más despedidas, porque ella está conmigo de nuevo, y no puede dejarme, porque si me deja, no lo podré soportar, no de nuevo. . Apoyo mi mejilla en su piel, y cierro los ojos: Se está tan bien. Ella acaricia mi pelo, lentamente, y con dulzura. Como lo hacía siempre. La amo. Me aprieta más, me acerca más y pone sus labios en mi oreja. Otro escalofrío. Su mano tiembla, y su respiración es entrecortada: Está llorando.

Me coge la cara, acercándome más a ella. Nuestros cuerpos chocan. Su aliento golpea mi boca. Sus ojos me queman.

-Te echado muchísimo de menos San, dios santo, Te amo muchísimo, te amo, te amo, te amo…San, te amo, San….Eres lo mejor que tengo en mi vida- Susurra con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Me ama.

“No sé, es sólo algo en ti. Me haces sentir como si no pudiera estar sin ti y cada vez que alguien menciona tu nombre me siento cerca de ti”.

Ella limpia mis lágrimas y giro la cara para disfrutar de sus caricias. Y me sonríe. Cuanto he echado de menos esa sonrisa. Dios…La he extrañado tanto.

“Solo tu sonrisa permanece como muchas estrellas sobre ti, y pronto también sobre mí. Y sabes, cualquiera en su sano juicio se habría enamorado de ti”.

-Britt…-Susurro su nombre con los ojos cerrados, sintiendo el calor de su cuerpo.

-Dime San-Besa mi mejilla, y entonces parpadeo para mirarla- Tranquilízate San, está todo bien.

“Está claro que lo mejor no es la caricia en sí misma, si no su continuación”.



Nos abrazamos de nuevo, pero esta vez apoyo la cabeza en su pecho. Está más delgada. Enredo mis brazos alrededor de su cintura, y la aprieto más y más. Está más delgada.

“Si te dijera que mi corazón late fuerte. Si pudiéramos escapar de la muchedumbre de algún modo. Si te dijera que solo quiero tu cuerpo ahora ¿Lo sostendrías contra mí?”

Su corazón está muy acelerado. Y poco a poco, sus latidos se transforman en una dulce y tranquila melodía, que quiero escuchar el resto de mi vida. Ella respira fuerte, cerca de mi oreja. La piel de mi nuca se estremece. Al igual que todo mi ser. Tenemos que recuperar el tiempo perdido. Ahora.

Y sé que vuelve a mí, porque el asesino siempre vuelve al lugar del crimen.

-Te amo también, Britt- murmuro en su pecho, y agarro en mis manos su blusa- Te he necesitado demasiado.

“Así que ven cerca, un poco más cerca, quiero susurrar en tu oído. Diré una pregunta poco clara. Quiero saber solamente como tú te sientes”.

Ahora en el comedor, iluminan unas leves luces de discoteca. No se ve nada.

Absolutamente nada. Quiero estar con Brittany a solas…Sentirla muy cerca.

Me separo de ella, pero no demasiado. Nos miramos cara a cara, y cuando sus ojos se fijan en mis labios, una corriente invade mi cuerpo, pero en especial, mi zona íntima. No había sentido esto desde el momento que ella se fue.

Acaricio su hombro, el espacio de sus pechos y acabo en su barriga, y la miro con las mejillas rojas. Ella me mira fijamente. Se pasa la lengua por los labios y mojándolos. Están esperando mi contacto. Quiero estar a solas con ella.

Quiero jugar. Me separo completamente de su cuerpo. Cojo otro cubata, más pequeño, y lo bebo delante de ella. Dejo el vaso vacío, y me limpio los labios con mi dedo pulgar. Me ha encantado siempre, que ella sea más alta. Me observa, y en su mirada noto pasión. Amor. Deseo.

La miro por última vez, y me giro con formalidad. Camino lentamente, con pasos cortos y sensuales, porque sé que ella me está mirando. Noto una ola de calor subir por mi espalda. Antes de salir del salón, la miro de reojo agarrando el marco de la puerta de madera con fuerza, y le sonrío pícaramente. Ella en la distancia respira fuerte, y veo como su cuerpo se tensa.

“Sé que si me quiere, vendrá”.

Camino por el pasillo solitario y escuro, aún se oye el sonido de la música, se percibe, y no me molesta. La música parece golpear las paredes. Se escuchan mis tacones chocando con las baldosas, mi respiración agitada. Sé que ella me sigue.

Noto su cuerpo caminar detrás del mío.

Entro en la gran cocina del castillo, y dejo la puerta abierta para que ella entre. Miro las mesas de metal, las estanterías de madera. La luz de la luna atraviesa la pequeña ventana. Acaricio el metal, frío, mis dedos se paralizan cuando Brittany besa mi nuca.
Aparta mi pelo, y sique besando mi piel. Enreda sus brazos alrededor de mi cintura, y siento sus pechos en mi espalda. Suspiro con fuerza. La he extrañado tanto….Me doy la vuelta, y me desabrocho el vestido, bajando poco a poco la cremallera.

-Bésame- Susurro rozando sus labios con los míos.

Me encuentro agarrando su pelo con una mano y su hombro con otra. Su lengua entra en mi boca, gimo, nuestro beso se intensifica, cada vez es más y más pasional, mi corazón late con fuerza. Extrañaba tanto sus labios….Extrañaba también besar su sonrisa. Su sabor. Ella. Pasa sus manos suaves por mi espalda desnuda, y así, con un pequeño esfuerzo me sube encima de las mesas de metal. Gimo al sentir el frío justo en mis pernas, y Brittany se acomoda entre ellas. Coge mi cara con ambas manos, sus caricias son dulces y tiernas, al igual que sus besos. Pasa su mano derecha por mi rodilla, subiendo cada vez más y más. Nuestras miradas se encuentran, la luna refleja en sus ojos. Deseo, amor, y pasión. Enredo mis piernas alrededor de su cintura, y ella besa delicadamente mi cuello, deja unas pequeñas mordidas, y lo succiona: Mañana tendré un chupetón. Llega a mi oreja, y muerde el lóbulo, tres veces seguidas. Gimo en alto, agarrándola con más fuerza.

“Tus labios en mi cuello, y pierdo la cabeza”.

Cojo los cuellos de su camisa, y la rompo, los botones de su camisa caen al suelo, y en la mesa, cerca de mí. Su cuerpo es el mismo de siempre, acaricio el borde de sus pechos, su tonificado abdomen, el botón de su pantalón y bajo la cremallera de este. Ella suspira y abre un poco la boca, dejando ver sus dientes. Levanta mi vestido y mete su mano dentro de mi braga, y aprieta mi culo. Con fuerza y pasión, muerde mi labio. Cojo su nuca con fuerza. La amo dios, la amo, la amo, y está de vuelta. Llevo mis dedos a su espalda, y paso las uñas una y otra vez. Desde la parte de arriba de la espalda, hasta casi su trasero, con fuerza, gimiendo en su boca. Baja mis bragas, y las lleva a su nariz: Las huele y luego las tira al suelo. Siento mojarme más de lo que estoy. Ella desabrocha el botón de su pantalón, y justo el reflejo de la luna enfoca sobre su abdomen y el comienzo de sus bragas, las cuales son azul marinas con encaje. Como su sujetador.

Acaricia con cariño mis hombros, y pasa los dedos por mi clavícula. Poco a poco me saca el vestido, mirándome, sin apartar la mirada de mí y de mis ojos oscuros cargados de deseo. El vestido cae al suelo con el resto de mi ropa. En mi cuerpo solo permanece la parte de arriba de mi ropa interior, y ya es demasiada ropa para mi gusto…Y para el de ella también.

Nos besamos de nuevo, y sus uñas rascan la piel de mis muslos. Salto, y me acerco más a ella. Mi centro golpea justo con su botón desabrochado. Gimo en alto y me muerdo el labio, ahora no noto el metal tan frío. La amo tanto y tanto.

Meto mis dos manos por la parte trasera de su pantalón, y se lo bajo, junto con sus bragas. Es tan preciosa, y sigue igual. Mía. Mi Britt. Ella puso mi puto mundo sin sentido al revés. Abrazo la parte baja de su espalda, y beso su estómago.

Le saco la camisa azul, y ahora quedamos en las mismas condiciones. Solo en sujetador. Nos miramos en silencio, pero al mismo tiempo diciéndolo todo.

“¿Me quieres? Recorro el pasillo. Eres afortunada, la habitación es mi pasarela, ¡Palméame! estoy clavada a la puerta. Besa, muerde, seduce. Mi lengua malvada, ¿dónde irá a parar? Sé que si yo te quiero, tú deberías quererme”.

Y al mismo tiempo, sin apartar los ojos de la otra, nos sacamos los sujetadores. Ella a mí. Yo a ella. Nos encontramos como hechizadas, en el mejor de los hechizos. Paralizadas. Desnudas. Me vienen imágenes de nuestra primera vez. Tan única como lo es y será esta.
Acaricio sus hombros, paso mi uña por uno de sus pezones y luego toco su mejilla. Ella besa mi mano. Mi Britt. Mi amada y querida Britt.

La necesito. La necesito con furia. Necesito que me haga suya.

Mi lengua entra en su boca, y ella aprovecha para mordérmela. Gimo y sonrío abrazando su cuello, aun así, nuestros cuerpos se rozan, solo estamos a un centímetro, menos…

-Brittany, házmelo por favor.

Y por primera vez en tanto tiempo, la persona que amo y que ha vuelto, acaricia mi centro, apretando entre sus dedos mi clítoris. Gimo en alto, y agarro con fuerza su pelo.

-¿Hacerte lo qué, San?

Le dejo un pequeño beso en los labios, y luego sigo besando su cuello, su mandíbula, con mis manos aferradas a su trasero. Estoy en el borde de la mesa, mejor dicho, la que me sujeta es Brittany, y no unas cuatro patas de metal. Nos abrazamos más y más fuerte.

-Hazme el amor, como si no fuera la última vez, amor.

“Me haces lucir como loca en este momento, tu amor. Me haces lucir como loca en este momento, enamorada. Me haces lucir como loca en este momento, tus caricias. Me tienes esperando un mensaje tuyo en este momento, tus besos. Luciendo tan locamente enamorada. Tan locamente, tan locamente enamorada”.

Nuestros cuerpos en realidad no pueden estar más juntos y más unidos. Sus dedos parecen jugar en el centro de mi cuerpo, y siento mi propia humedad corriendo por mis piernas. La necesito ahora. Agarro su nuca con posesión, y succiono su cuello, mordiéndolo, lamiéndolo. Está sudando.

Nuestros besos cada vez son más conocidos, más recordados, y más necesitados. No puedo apartar mi boca de la suya, y no pienso hacerlo. Y creo que ella tampoco. Sus caricias cada vez son más profundas, y entonces, cuando dejo una mordida en su pezón izquierdo, poco a poco introduce un dedo en mi centro.

Salto y medio grito del placer inesperado.

Me pego más a ella. Araño su espalda, casi su hombro, y tiro de su pelo. La necesito, y la necesito demasiado. Al mismo ritmo que nuestras bocas y labios haciendo fricción, sus dedos hacen lo mismo. Dos dedos entran y salen de mí, haciéndome explotar. Grito y ella sonríe en mis labios. No para de mirarme en ningún momento, y la mano que tengo en su cabeza, no quiere dejarla sola, y por eso pone la de ella encima. Para que estemos aún más unidas, porque lo preciso. Ha pasado tanto tiempo…Y ahora está aquí.

En los pasillos se escucha resonar otra canción.

“Eres la luz, eres la noche, eres el color de mi sangre. Eres la cura, eres el dolor, eres la única cosa que quiero tocar. Nunca creí que podía significar tanto, tanto”.

La luz de la luna ilumina en su mano entre mis piernas, y la música hace parecer que estamos bailando. Es el mejor de los bailes, y lo he pensado siempre. Brittany añade un tercer dedo, y gimo en sus labios. Me mira fijamente, y me abraza más y más. Mueve los dedos primero lento y lento, pero hasta el fondo. Suelto pequeños gemidos, y sé que a ella le encanta escucharme.

“Eres el miedo, no me importa, porque nunca he estado tan feliz. Sígueme en la oscuridad, déjame llevarte más allá de nuestros satélites. Puedes ver el mundo que has traído a la vida, a la vida”.

Mis dedos aprietan sus pezones, que se endurecen rápidamente, y su cuerpo se tensa. Gime por lo bajo. Me río, entonces ella rápidamente da una fuerte embestida y grito. Dios, oh dios….Su sonrisa ilumina más que las propias estrellas. Estoy sudando, siento como gotas de sudor caen por mi frente y en general, todo mi cuerpo está caliente. Tanto por dentro como por fuera. Sus dedos se vuelven más ágiles y traviesos, y la primera embestida es solo el comienzo. Cada una es mejor que la anterior. Voy a llegar al paraíso con ella. Por primera vez desde que la conocí, meto poco a poco un dedo en su interior. Al principio se sorprende, y por un momento creo que me va a parar. No. Sus labios devoran  los míos una vez más.

“Asique ámame como tú lo haces, ámame como tú lo haces, tócame cómo tú lo haces, tócame como tú lo haces, ¿A qué estás esperando?”

La oigo gemir, y es lo más hermoso. Nuestros gemidos se juntan y en una milésima de segundo se funden en uno. Sus embestidas cada vez son más rápidas, y noto ese calor en mi centro, y sé que me voy a correr. Son espasmos también los que invaden mi cuerpo. Voy a derrumbarme por tanto placer. La mujer que amo me está haciendo el amor, pero yo, se lo estoy haciendo a ella. Mis dos dedos no paran dentro de su ser. Gime. Cada vez más alto. Sus uñas se clavan en mi trasero y mi cadera. Es tan adorable. El mejor reencuentro de todos.

Le cojo la cara para que me mire, y una lágrima desciende de mi ojo.

-Te amo muchísimo, siempre, ¿Me oyes? Lo nuestro nunca terminará- Hablo como puedo entre gemidos y ella grita antes mis fuertes y seguidas embestidas.

-Siempre San, siempre.

“Apareciendo y desapareciendo, en el borde del paraíso. Cada pulgada de tu piel es un santo grial que debo encontrar, solo tú puedes prender mi corazón en llamas, en llamas”.

Gemimos una en la boca de la otra, y los últimos movimientos, son los que mejor saben a gloria. ¡La amo, dios, la amo, gracias por poner a esta mujer en mi vida!

Acerca sus labios a mi oreja, su voz está cargada de pasión y amor, pero también está entrecortada -Te amo más San- Susurra.

Y sí, los últimos movimientos son los definitivos y los más satisfactorios.

“Sí, te dejaré marcar el ritmo, porque no pienso con claridad. Mi cabeza está dando vueltas y ya no veo claramente, ¿A qué esperas?”

Noto como su cuerpo se entrega al paraíso, como se entrega al orgasmo, y como su cuerpo se tensa entre mis manos. Grita, gritamos las dos juntas al unísono, y sonrío. Hemos hecho el amor. Y el pensar eso, que está aquí, que es ella la que me toca, y con el último toque, me corro, y suspiro con fuerza. Juntamos nuestras frentes, bañadas en agua, y sí. Acabamos con el baile de manos, pero no con el baile de nuestros labios amándose. Me levanta de la mesa, y me alza. Enredo mis piernas en su cadera y mis brazos en su cabeza. Su lengua entra en mi boca, y en la cocina se escuchan nuestras bocas sincronizadas.

Se siente genial sus brazos rodeando mi cuerpo, sus besos en todo mi ser, su mirada en mis ojos, su sonrisa provocando la mía. Se siente genial, que ella esté a mi lado, donde siempre debe permanecer. Me siento completa. Mi vida ahora tiene sentido.

“Asique ámame cómo tú lo haces, ámame cómo tú lo haces. Tócame cómo tú lo haces, tócame cómo tú lo haces, ¿A qué estás esperando?”

< Te amo directamente sin problemas ni orgullo: Así te amo porque no sé andar de otra manera. Sino de este modo en que no soy ni eres, tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía, tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño>




               
   
                                       

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Hola, ¿Qué tal? Espero que bien gente  aquí os dejo este capítulo, y espero vuestros comentarios, este capítulo hasta me ha encantado a mí escribirlo...

Espero que os vaya bien, cuidaros y bueno, si hay quejas decirlas, lo que sea.

Ah, gracias a las personas que comentaron. Sois los mejores todos los que len esta historia, los lectores y todos en general.

Os quiere: Nerea  

Hasta pronto, gente.

Estupenda sorpresa la que le han dado a Santana, después de un año sin ver a Britt aprovecharon muy bien la noche xD. Ahora solo espero que las próximas en casarse sean las Brittanas. Lindo capítulo. Actualiza pronto :)

Bueno bueno, esto se va poniendo interesante. Me ha encantado la noche que pasaron Britt y San y también la boda. Oh!  pero que super riquiñas son todas :)
Como en cada capitulo cada vez me sorprendes más Nere y esas escenas ui ui ui, normal que te gustará escribirlas a mi me pasaría igual, me encantan tus historias al igual que tú ;)
Espero seguir disfrutando de tus historias,
Un beso
(Tu N)    

ellas nunca han tenido problema del lugar en que demostrarse su amor, el capitulo buenisimo, tremenda sorpresa para san, hasta pronto!

Fabulosa sorpresa para San!!!!
Hermoso capitulo!!
Gracias
Saludos

Me encanto el cap! fue excelente!!! besos!

holap,...

genial la sorpresa para san!!!!
ahi que recuperar el tiempo perdido!!!!!
a ver como termina la noche de las dos

nos vemos!!!!

“Muéstrame lo que significa estar solo. Tantas palabras para el corazón roto es difícil ver en un amor irritado, tan difícil respirar. Camina conmigo y tal vez pronto las noches lleguen a ser de luz. Salvaje y libre, y yo podría sentir el sol. Cada deseo tuyo se hará realidad. Me dicen...”





Recuerdo perfectamente tus ojos al encontrarse con los míos. Me observaste como lo ha hecho siempre todo el mundo, pero solo los primeros cinco segundos. El resto de ellos, fueron diferentes. Nunca nadie me había mirado así. No quise admitirlo, pero tus ojos eran los más bonitos que había conocido. Los quería observar por el resto de mi vida. Tu olor me inundaba, toda yo se había quedado con tu fragancia. Ahora sé que discutía contigo solo para tenerte más y más cerca. Tu sonrisa, tan abierta, tan eficaz. Tan hermosa. Tus manos eran las que siempre había querido tener rodeándome con fuerza. Protegiéndome del mundo. Agradezco al universo, doy gracias, por estar conmigo. Nunca he amado, y lo hice por primera vez: A ti. Quiero hacerlo todo, tenerlo todo, ver de todo, sentir todo…..Pero contigo. Te amo. Te resumo, me resumo…Nos resumimos en eso. En que te amo. Soy echa para ti. No me dejes nunca, y te prometo permanecer siempre a tu lado. Y todo esto lo pienso mientras te veo dormir…

Lleva puesta una camiseta vieja, floja y gris. Sus bragas por el contrario, son blancas. Llevo adorándola en silencio, necesitándola a gritos desde las tres de la madrugada. Ahora son las ocho. Pero no estoy cansada, si no muy despierta.

“-¿Y ahora qué?- digo mirándola con lágrimas en los ojos.
-San, yo aún te amo, podemos intentarlo, yo emm…nada ha cambiado…
-Si ha cambiado, Brittany. Todo”.

Me doy la vuelta, y miro fijamente al techo. Suspiro.

Busco su mano encima del colchón, y hago una mueca. Me estoy acostumbrando a dormir con ella, y tengo miedo a que esta costumbre, así, de repente, se acabe. Dormir con ella es como dormir en el cielo. Es el amor de mi vida. Su respiración es lenta y pacífica, y por otro lado, su tórax sube y baja. Tiene la boca algo abierta, y de vez en cuando hace pequeños gestos. Es adorable.

Al otro lado, en la habitación cercana a la nuestra escucho ruidos que provienen de Quinn y Rachel. Ruidos que si salieran de la boca de Brittany, me harían feliz y sobre todo, me excitarían. Pero…ellas…a las ocho de madrugada.

El cabecero de la cama choca con la pared y los gemidos cada vez son más altos y potentes. Brittany se mueve en la cama, se va a despertar.

Abro la boca sorprendida, y pongo los ojos en blanco.

La enana y la rubia. Me tapo la cara con ambas manos y me río. Nunca me había imaginado que Rachel podía llegar gritar tanto.

Me apoyo en Brittany y beso poco a poco su mejilla. Su cuello, su oreja, y la muerdo con ternura. Suelta pequeños quejidos, y abre poco a poco los ojos. Siempre, a primera hora de la mañana, los tiene más oscuros de lo normal. Me encantan sus pecas. Cuando sonríe, se le forman unos pequeños hoyuelos, que la hacen ver más adorable.

-Britt, buenos días.

Sonríe, y se estira en cama.

“-¿Qué? ¿Cómo? ¿Ya no sientes lo mismo, Santana?- Me mira vistiendo la camisa rota y acercándose a mí.
-No dije eso- Digo apoyándome en la mesa de metal- No puedo dejar de amarte, así, de repente.
-¿Pues entonces?
-¿Estás dispuesta a estar conmigo, o me dejarás de nuevo?”.

-¿Qué es eso?- Pregunta mirando a todos lados con asco- ¿Son los vecinos?

Me río tapándome la cara con la almohada. Incluso la pequeña tela que protege el cojín huele a ella. Bendita gloria.

Cuando necesito motivación
Mi única solución eres tú mi reina
Porque me mantienes fuerte, sí
Estás siempre en la esquina
Justo ahí, cuando te pienso.

Aparto el pelo de su frente, y la acaricio.

-Son nada más y nadas menos, que nuestras compañeras, querida.

Brittany levanta la cabeza, y sorprendida, pega la oreja a la pared pintada de un suave color naranja. Cuando Quinn suelta un gruñido, despega la cara y da unos sigilosos saltos en la cama. Se ríe, y escuchar su risa a primeras horas de la mañana, es mejor que escuchar una docena de pájaros dándote los buenos días.

Está mucho más delgada, y tiene pequeñas cicatrices en la cara.

Pero también a lo largo de su cuerpo. A veces intento besarlas, y esas marcas que reflejan y hacen recordar el dolor y el sufrimiento, se borren.

Pero así, tal como es, me encanta.

-¿Te gusta hacer bromas?- Me pregunta de pie en el colchón.

Incluso la ropa interior le queda floja.

-Sí, sí, claro que sí- Intento olvidarme del tema del peso, y le sonrío- ¿Por qué lo dices?

Vuelve a reírse, esta vez de forma perversa.

-Oh vamos, podemos cortarle el rollo- Murmura señalando a la nada- ¿Te imaginas sus caras?

La idea de Rachel completamente roja, con los pelos alborotados, y sudada, con su típica cara de arrepentida y la voz temblorosa, pagaría por verlo. Cualquier cantidad de dinero.

-Admito que la idea es tentadora, pero pobrecitas, ¿No?

Ella se pone de rodillas a centímetros de mis labios, y los mira delicadamente.

Trago saliva.

Su aliento huele a fresas. Y quiero probar y morder esas fresas.

-Y después que sean ellas las que nos callen si se atreven.

Su nariz roza con la mía, y ella sonríe en mi boca.

Parpadeo.

-Hagamos esa broma- Susurro abrazando su cuello. Ella se ríe en lo bajo, y deja un pequeño beso en mis labios.

“-Santana, no te dejaría nunca, yo…
-Lo hiciste, Brittany.
-No por mi propia voluntad”.

Ella me mira, y yo asiento.

Se levanta de la cama, y juntas salimos de la habitación. La puerta del cuarto de Quinn está media abierta. La tomo de la mano, y ella la aprieta. Sus dedos juegan con los míos como siempre.

Los sonidos de placer cada vez se hacen más audibles.

Me recuerda en la cárcel, cuando Britt y yo fuimos vistas por todo el mundo. El problema es que Brittany es demasiado burlista, y es peor que veinte pares de ojos observándote.
Antes de entrar en la habitación, me mira y sonríe.

Con ella siempre hago locuras nuevas, y lo mejor, es que me encanta, y nunca me arrepiento de hacerlo.
Los cuerpos de Quinn y Rachel, parecen encajar como las piezas de un puzle. No son iguales, ni una ni la otra, pero por eso encajan. Si fueran iguales, no lo harían. Rachel está debajo, está acorralada entre Quinn y la cama. Está agarrada firmemente a la espalda de su novia, y gime en su oído. Quinn toca la parte más íntima de Rachel con pasión.

Están en su propio mundo. Pero no por mucho tiempo.

-Quinn, ¡Qué aplastas a la enana!

Ellas saltan en la cama, y Quinn tapa a Rachel y a ella misma con la sábana blanca.
Están rojas. Sudadas. Nerviosas.

Oh dios, no puedo parar de reírme. Brittany se apoya en el marco de la puerta, y asiente con superioridad, y gracia. Ese tono, es del que yo hablaba.

Rachel me mira con miedo y vergüenza en los ojos.

Le sonrío.

“-¡Pero lo hiciste, y antes de irte me dijiste que nunca te marcharías de mi lado!
-¿Por qué me estás hablando de esta manera? Santana….-Ella me mira con lágrimas en los ojos.
-Pude encontrar a alguien más, Brittany- Mira al suelo, y las lágrimas descienden por su cara.
Britt…
-Sé que hay alguien mejor que yo, pero por favor, Santana, no lo encuentres”.

Miro a Brittany, y trago saliva cuando sus ojos se encuentran con los míos.

Su personalidad también ha cambiado. La cárcel siempre te cambia.

Y nunca nadie me había importado tanto como lo hace ella.

-Vestiros, tenemos que desayunar.

Preparamos ella y yo el desayuno en silencio, pero no es un silencio incómodo. Unta una de las tostadas primero con mantequilla, y luego le echa una cucharada de mermelada de fresa. Yo coloco perfectamente las madalenas, unas palmeras y unas galletas de chocolate en un plato. Corto el bizcocho en cuatro trozos, y echo de nuevo un vistazo a Brittany. Ahora unta mermelada de melocotón.

Quinn está preparando el beicon en el otro lado de la cocina, junto con Rachel, que exprime zumo de naranja. Noto algo raro en Brittany.

Demasiado callada ahora mismo.

También cuando se despertó esta mañana.

-Sentimos mucho lo de esta mañana, chicas.

Brittany sonríe cerrando el frasco de mantequilla. La observo con atención.

-Solo no sé, Quinn siempre es juguetona por la mañana y-

Brittany levanta una mano con cara de asco haciéndola callar.

-Arg Rachel, no me cuentes tu vida, y menos sexual- Un escalofrío recorre su cuerpo y se estremece- No me interesa.
Quinn mira fijamente a mi novia.

Novia. Suena genial.

Brittany se acomoda en la mesa del comedor, se sienta correctamente en la silla y lleva una madalena a su boca, me siento a su lado, y Quinn y Rachel se ponen enfrente de nosotras respectivamente. Hacen muy buena pareja.
Pero no puedo parar de imaginármelas.

Y suelto una pequeña risa. Brittany me mira sonriente.

-¿Me pasas un vaso de zumo Rachel? Sí, ese, el que está justo ahí, ese es, oh si ese- Murmuro bebiendo un pequeño sorbo- Delicioso, nena.

Brittany se ríe a carcajadas. Y yo me uno a ella.

Están de nuevo rojas como el culo de un mandril.

-Oh vamos, no fue para tanto, ¡Brittany joder! ¡Deja de reírte!- Quinn da un golpe en la mesa y se cruza de brazos, pero antes peinando su pelo con una coleta.

Quinn tiene unos ojos verdosos preciosos.

El piso que compartimos las cuatro es amplio y estupendo.

Nada más entrar por la puerta, un acogedor salón nos recibe. Los cuatro sofás son de piel, grises, y la televisión es de 55 pulgadas. Hay un mueble también gris, y una alfombra blanca y negra. Las baldosas son negras y grises. Todo el piso es de ese color. La cocina tiene una barra, y luego un gran mármol donde hay todo lo necesario. La habitación de ellas es granate y blanca. Solo de ese color. Mientras la nuestra es naranja y blanca. Me gusta muchísimo el color naranja.

Los dos baños que hay son amplios, y con un yacusi en cada uno.

-¿Queréis…salir a caminar…hoy?- Rachel nos mira con el tenedor en sus dedos.

-Claro, pero vestidas.

El campo por el que solemos pasear, es como un lugar sacado de la mejor película. La calle por la que paseamos es de arena, y a cada lado tenemos un montón de hierba, flores y árboles, y estos últimos, parecen protegernos de las nubes, ya que parecen volar por encima de nuestras cabezas. Algunas hojas caen del cielo, y aterrizan en nuestros pies. Hoy el tiempo está nublado, igual incluso llueve.

Brittany camina de mi mano, con un pantalón vaquero largo roto en las rodillas, una camiseta blanca y negra, y una cazadora militar. Calza además unas nuevas air force. Rachel y Quinn están unos metros más para delante.

El agarre de nuestras manos se intensifica.

Brittany me mira, y suelta mi mano para abrazarme por la cintura. Apoyo la cabeza en su hombro y cierro por un momento los ojos.

Me siento genial a su lado.

“-No hay nadie mejor que tú, Brittany.
-Me derrumbaría si te viera con alguien más”.

Quinn y Rachel corren unas tras la otra, lanzándose hojas y riéndose juntas.

-Son como niñas- Susurro viéndolas- Y nosotras sus madres.

Brittany me mira sonriendo y se aleja unos centímetros de mí.

Frunce el ceño y luego alza una ceja.

-¿Cómo que madres? ¿Enserio? Si Quinn y yo somos casi de la misma edad.

Somos únicos, insustituibles,
Cómo llegamos a estar tan ciegos y ser tan cínicos,
Si hay amor en esta vida,
Somos imparables,
No, no podemos ser derrotados.

-Pero ella parece más joven, cariño.

Se separa de mí riéndose, y señala el césped algo largo.

Sé las consecuencias que me esperan.

-Corre, porque si te cojo…-

-¿Qué?- La amenazo acercándome a sus labios.

- Te demostraré lo mala que puedo llegar a ser.

Correr nunca ha sido mi fuerte. Pero esta vez lo hago por diversión, por felicidad y alegría. Las hojas saltan al mismo tiempo que lo hago yo. El viento golpea delicadamente mi cara, y giro la cabeza para verla. Está a centímetros. Llego a junta Rachel, y riéndome, me escondo detrás de ella. Quinn se sube a la espalda de Britt, y ella, a carcajadas, le agarra las piernas.

Quinn me tira hojas a la cara.

Brittany le grita, diciéndole que no me las tire a mí, sino a la enana. Me da gracia la cara de Quinn cuando le da un pequeño golpe en la nuca a mi novia. Mi novia.

Rachel se apoya en mi pecho y se tapa la cara para no recibir la estampida de hojas por parte de Britt.

-¡Esto no se vale!-Grito mirándolas- ¡Sois más fuertes!

-¡No! ¡Quinn está demasiado fofa para esto, ella no cuenta!- Dice Britt intentando sacar a Quinn de su espalda.

-¡Quinn no está fofa!-Reclama Rachel.

-Oh si, ya lo vimos hoy, es buena en la cama.

No sé cómo, Brittany acaba en el suelo, y es atacada por todas nosotras. Ella se tapa la cara, y no puede parar de reírse. Y solo puedo pensar que la amo con toda mi alma. Me tiro encima de ella, y me agarra fuertemente la cintura.
Entonces de repente, un relámpago invade la ciudad, y las primeras gotas de lluvia empiezan a caer. En menos de diez segundos, estamos empapadas de agua y de nuevo corriendo a lo largo del camino de arena, que ahora está lleno de charcos. Su mano y la mía están frías y mojadas. Pero así, gracias a nuestro agarre, se calientan. Gotas de lluvia recorren su cara y acaban en sus labios, y también en su cuello. La amo demasiado.

Así como la lluvia ama encontrarse con Brittany.

“-Quiero tenerte a ti, a nadie más, ¿Entiendes?
-Lo entendería en todos los idiomas”.

-Vamos a casa de mis padres- Grita ella por encima de la lluvia- Está más cerca que nuestro piso.

Me miro la ropa empapada de agua y niego con la cabeza.

-Brittany, no, mira como estamos, necesitamos cambiarnos y…-

Sus labios me callan. Me agarra por la cintura con fuerza, y sujeto su cuello. Sus besos calientan todo mi cuerpo y juguetonas gotas se interponen en nuestras bocas. Nunca he besado a alguien bajo la lluvia.

-Me encanta pluralizas y te refieres a las dos, es encantador- Susurra en mi oído- Y por la ropa no te preocupes, aún tengo muchísima ropa en mi cuarto, puedes coger lo que necesites.

Quinn aclara la garganta detrás de ella.

-Podéis coger lo que necesitéis- Masculla entre dientes destacando el “Podéis”- Pero a la enana le quedará enorme mi ropa.

-Igual yo no soy tan enana, igual eres tú muy grande- Protesta Rachel poniéndose de puntillas y echando pecho para llegar a su altura.

Brittany la mira de arriba abajo con los brazos cruzados.

-Créeme Rachel, eres tú muy pequeña, cuánto mides, ¿1,40?

Rachel abre la boca como si le acabaran de dar un golpe.

-¡¿1,40?! ¡Mido 1,59! ¡¿Por quién me tomas, por los duendes de Blancanieves?!

Quinn se ríe detrás de Rachel.

-Rach, cariño, son los 7 enanitos, no duendes.

Rachel se gira con la ceja alzada.

-¿Me estás insultando, Quinn?- Dice girándose y señalándola- ¡No abras el cajón de mierda porque te manchas Quinn Fabray!

-Tú aún eres más pequeña que eses “Duendes”, tú harías tu propia película Rachel, Blancanieves y la enana de Quinn que solo mide 1,40.

Rachel aprieta los puños, y aún con la lluvia, percibo que se está poniendo roja por el enfado. Me aguanto la risa poniendo la mano en la boca.

-¡Que mido 1,59!

La lluvia no cesa, al contrario, cae con más intensidad. Juntas corremos hacia la casa de los Pierce, está a solo dos manzanas, y es una de las casas que más destacan. Es grande, preciosa y amplia.

Las air force de Brittany chapotean al mismo tiempo que sus pies tocan el suelo. Le encanta correr, y de hecho, suele hacerlo todas las mañanas y noches.

Tira de mí, y de vez en cuando me río.

El portal de su casa es alto y de metal.

Tiene que poner la contraseña.

-A ver-Teclea unos números en el pequeño teclado, y el portal se abre ante nosotras- Mamá, soy yo Brittany, abre la puerta, está lloviendo.

Al entrar, vemos en el jardín de los Pierce una gran cantidad de coches. Sé que corresponde al coche de mis padres, mis padrinos, los padres de Quinn y los de Rachel. Hay unas cuantas motos también.
La familia de Brittany siempre ha sido adinerada. Tienen casas en España, Alemania, las islas canarias y varios áticos repartidos por New York.

Brittany siempre dice que me llevará a visitar todo el mundo. Ella tiene dos coches. Solo de ella. Un Ferrari 488 gris y un Audi r8 también del mismo color. Le gusta la velocidad, lo elegante y lo poderoso.

En la puerta nos está esperando su madre con una sonrisa.

-¡Pero hija! ¡Corre por dios!

Al llegar, su madre nos tiende una toalla a cada una. En su casa se percibe el acogimiento, el calor y la familia. Restriego la toalla por el cuerpo, y por el pelo. Decido sacarme los zapatos.

-Santana, cariño, cuanto tiempo.

-¡Esther! Vine hace tres días- Le sonrío dándole un abrazo.

-Por eso hija, mucho tiempo.

“-Te amo Santana- Susurra ella acercándose a mí.
-Y yo a ti- Me alejo. Ahora mismo duele.
-No lo haces….-Susurra llorando- Piensas que lo haces, para ti es como una costumbre…..No me amas”.

-¡Rachel, Quinn! Entrar, entrar, taparos bien, así hijas, ¡Brittany! Ve coger ropa para estas tres hermosuras, ¡Brittany! ¡Rápido!

-¡Mamá! ¡Espera!

Se saca toda la ropa y se queda con la camiseta y braguitas.

Rodea la toalla en su cuerpo.

-¡Brittany, es para hoy!

Ella sube las escaleras de tres en tres, y desaparece de nuestra vista.

Esther nos mira, y nos abraza a las tres de nuevo.

-Pasad chicas al salón, estamos todos, pasad por favor, Brittany os trae ahora la ropa.

Entramos en el salón envueltas en el paño.

Todos se giran a mirarnos y siento que podría pasarme el resto de mi vida rodeada de esta gente.

Mi hermana se levanta para saludarme, me da dos besos, y me toca el pelo mojado.

-Santana hija, ¿Qué te ha pasado?- Grita mi madre agarrándome para que me siente encima de sus piernas- Hija, estás toda mojada, ¿Dónde te has metido?- Me acaricia la cara, y yo me pongo roja.

-Mamá, llueve, ¿No lo ves? ¿Qué iba estar haciendo?- Murmuro mirándola de reojo.

Ella me sonríe pícaramente y me da un dulce beso en la mejilla.

-Quinn, ¿Y Brittany?- Pregunta Sarah- Dijo que tenía algo importante que decirnos.

Ella, sentada en el enorme sillón de piel negro me mira fijamente, y me guiña un ojo.

-¿No os iréis a casar, San?- Me pongo aún más roja.

-¿Qué? Y-Yo no sabía que ella quería hablar con v-vosotros ni….-Niego con la cabeza mirándolos a todos- Ni nada, enserio.

Todos empiezan a hacer sonidos, a murmurar “uuuh” y a aplaudir.

No puedo pasar más vergüenza.

-Ey, ey dejarla tranquila- Mike me mira sonriente- Ya tienen su edad, 22 años es un buen momento.

Abel y Carlos juegan a los videojuegos y solo se ríen, yo me cruzo de brazos.

No nos vamos a casar. No ahora. No de momento. Bueno. Creo que no nos vamos a casar de momento.

Rachel habla animadamente con Kitty, Heather y Kurt.

Esther me tienda un vaso de zumo de naranja y un sándwich de jamón, queso, lechuga, tomate, cebolla y beicon. Me cuida mucho.

-¿Qué tal Jéssica y Ángela de luna de miel?- Pregunta Lucy, el ojito derecho de Quinn.

Me levanto de las piernas de mi madre cuando veo a Brittany llegar.

-Bien, ahora están en Ibiza.

Me acerco a ella, y le quito de las manos un pantalón de chándal y una sudadera. Ella me mira divertida, y veo que tiene en las manos un sobre azul con letras y decorado en azul y castaño. Frunzo el ceño.

-¿Por qué no me has dicho que tenías algo que decirle? ¡He pasado una vergüenza…! ¡Brittany piensan que nos vamos a casar!- Ella se queda callada, y traga saliva abriendo la boca sin decir nada. . Me quedo sin palabras- ¿Enserio...? ¿Brittany?

Ser feliz, ser feliz porque sí, porque respiro y porque tú respiras.

De repente sonríe, y sus pecas parecen bailar. Sus hoyuelos me encantan.

Me toma de la mano, y se para un momento en mirar nuestra unión.

Sonríe, y en el otro brazo aguanta la ropa y ese sobre que muero por conocer.

-Hola a todos- Sonríe dándole dos chándales a Quinn y Rachel- Enana, he buscado en el armario del fondo, allí tengo ropa de cuando era pequeña, pero aun así, creo que es demasiado grande, amiga.

Rachel le coge la ropa bruscamente y le pega en el brazo.

Kurt se ríe saludando a Brittany con dos besos en cada mejilla.

-¡Britt hija! ¡Ven! ¡Estamos viendo fotos de cuando eras bebé!

Brittany niega con la cabeza y se acerca corriendo a su madre.

-¡No, mamá, no, no, no, no! ¡Temía que este día llegara!

-¡Pero hija mira! ¡En esta foto tenías siete meses! Estabas en la bañera, mira que mofletes, y que ojitos tan azules !Qué gordita!- Grita enseñándole la foto a mi madre, a la de Quinn y a los padres de Rachel.

Brittany intenta cogerle el álbum.

-¡Mamá, enséñale a Macarena y a Manuel como era Ángela, por dios!

-¡No! ¡Ángela era más fea! Mírate Britt, ven, siéntate, ¡Santanita! Ven aquí corazón, Andrea tienes una hija estupenda, es hermosa y en-

Me siento al lado de Esther y señalo una foto en la que Brittany está gateando a lo largo del pasillo simplemente desnuda. Quiero un bebé así. Con ella. Sonrío ampliamente.

-¡Oh dios mío! ¡Mira esta!- Todos empiezan a sonreír tiernamente mirando la foto- Britt, no sabía esta postura en ti- Murmuro. Me río cuando ella se pone roja.

-¡Pero, San! ¡Joder, para enserio!

-¡Brittany, esa boca!- La señala y pasa la hoja del álbum- En esta foto, estaba comiendo espagueti, tenía ocho meses, Brittany siempre fue una niña preciosa.

-Lo sigue siendo- Afirma mi madre. Yo le sonrío- Es una muchacha estupenda.

Brittany toma una cerveza cruzada de brazos, sentada entre Quinn y Rachel.

“-Yo…Por favor, no me agobies- Murmuro pasándome la mano por el pelo.
-No te agobio, te amo, ¡Dime! ¿Me amas o no?”

-Brittany, ¿Cómo se siente que te vean a ti siendo enana y desnuda?- Le pregunta Rachel comiendo una aceituna con superioridad.

-Lo mismo te puedo preguntar yo, ¿Qué tal lo de esta mañana, Rachelcita?- Rachel se atraganta y abre la boca enfadada.

-¡Siempre tienes algo que decir!

Brittany la mira con una sonrisa forzada.

-¿Sobre ti? Tengo de todo, cariño.

“-No puedo dejar de amarte, entiéndelo.
-¿Entonces? ¿Cuál es el problema, San?
-Que en realidad…Me dolió”.

Brittany se levanta y deja la cerveza encima de la mesa.

La ropa que lleva puesta le queda demasiado grande, y verla con ropa normal, de calle, por un momento, me cuesta adaptarme a verla así. Pero está estupenda. Tiene una coleta, perfectamente bien hecha, y tiene un rubor en sus mejillas.

Saca de nuevo el sobre de su bolsillo, y le dice algo a Quinn en el oído.

¿Qué le dirá?

Quiero saber lo que contiene ese sobre. Quiero saber lo que significa y lo que hacer significar ese sobre.

“Ella se ríe con dolor, y da una patada al suelo.
-¿Sabes, Santana?
Lloro, porque es lo único que puedo hacer.
-¿Qué?
-Yo no buscaba a nadie, y entonces….-Me mira limpiándose las lágrimas- Y entonces te vi”.

-Ey, escucharme por favor- Todos nos giramos para verla- Hoy he venido especialmente para algo en particular.

Esther cierra el álbum y presta toda su atención a su hija. Mis hermanos dejan de jugar a los videojuegos y se levantan, quedando de pie esperando las palabras de Brittany.

-Quiero….

“-¿Por qué me dices esto?- Le pregunto.
-Nada pasa porque sí.
-¿Qué?
-¡Estoy loca por ti!- Me grita llorando”.

-Quiero agradeceros estar para mí en todo momento, y bueno….

“-Santana, si te vas….Gritaré para que vuelvas.
-¿Y si te quedas sin voz?
-Gritaré en silencio, necesitándote”.

-He preparado un viaje a la montaña, una casa rural, ahora nevará, una cuatro días, ya lo he pagado todo, solo….

“-Me voy…-Murmuro dándome la vuelta.
-¡Espera! Dame una vida, una vida a tu lado y te juro que te haré feliz”.

-Solo quiero, que todos los que estáis aquí, vengáis. Llevar esquís, ropa de invierno, todo lo necesario. Serán como, emm….

“-¿Qué?- Me giro limpiándome las lágrimas.
Entonces un beso; Fue todo lo necesario”.

-Serán, como unas vacaciones en familia.

“-¿Quieres ser mi novia?-Susurra en mis labios”.

Sonrío mirándola con una amplia sonrisa.

-¿Qué os parece? ¿Aceptáis?

“Sí- Y nos besamos de nuevo”.

-¡Por mí perfecto!

-Cuenta con nosotros.

Los ojos son ciegos. Hay que buscar en el corazón.






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Hola, espero que os haya gustado. Intentaré subir lo más rápido posible. Espero que os vaya todo bien, y cuidaros. Besos. ¿Cómo queréis que siga la historia?

Bueno, si tenéis quejas, dudas, ayuda, opciones....Me lo hacéis saber, chulis.

Os quiere: Nerea

Hasta pronto

Gracias por leer la historia y a los que comentan. Gracias, sois los mejores

Creo que por ahi haces muchos saltos en el tiempo, y no lo haces de forma lineal, por ende hay veces que uno se pierde leyendo, por ejemplo el final del cap anterior y el principio de este! Fuera de eso estuvo excelente besos!

Hola!! Lindo capitulo!!!!
Hay una frase que dice "hay que matar el juego antes que muera" , no se si me explico.
Saludos

Lo siento mucho por esto, esta historia se me fue de las manos. Tenía pensado otras cosas, y entonces están en una situación completamente diferente a la que yo tenía imaginada. No me gusta como está tomando rumbo, y entonces, si no os enfadais decido cerrarla. Tengo una historia empezada, y si quereis, puedo subir esa. Promete. Es una historia que nada tiene que ver con esta, es original, y no esta que bueno.....No es muy real, y yo cuando leo me gusta imaginarme las cosas....Si o interesa esta historia, os dejo un avance.

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Brittany Pierce es la chica más popular del instituto. Es guapa, deseada, inteligente....Y rica. A pesar del montón de dinero que tienen sus padres, ella tiene que trabajar para comprarse su deseado coche, y por casualidad, lo hace en la casa de la chica la cual no está interesada en ella: Santana López. A Olga López le cae estupendamente Brittany, y solo le ve futuro con su hija Santana.

Pero las cosas siempre tienen que complicarse.

Olga López sufre un mortal cáncer.

Y poco a poco su vida se acaba. Y ante una charla con Santana, suelta esa frase tan famosa: Hija, ojalá te quedaras con Britt.

Santana, decidida, se acerca a la jardinera que cuida su jardín y le pregunta: ¿Quieres ser mi novia de mentira?

Lo que Santana no sabe, es que caerá profundamente enamorada de Brittany.


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Lo lamento, no me cojáis rabia.
Espero vuestros comentarios. Encarceladas se cierra. Si queréis esta historia, avisar. Muchas gracias por todo, y o lamento.

Nerea.

por lo menos dale un final a la historia!!!
Por favor!!!
Donde esta tu otra historia?
Besos

Nooo, sigue Encarceladas porfa, amo esta historia,, termínala porfa... Me encanto el avance de la otra historia. :D

me encanto el avance de la otra historia pero me gustaria saber pq cierras encarceladas!

No la cierres al menos terminala! por respeto a tus lectoras/es

Hola.
Me ha encantado mucho tu historia, solo quería darte las gracias por esta bella historia, tienes aquí una lectora que siempre va a leer cada una de tus historias, si tú quieres cerrarla pues adelante, espero con entusiasmo tu próxima historia
un beso