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[Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
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FIC BRITTANA " ENCARCELADAS" CAP 10
ENCARCELADAS CAP- 10
Ves como su pecho sube y baja, su boquita tan bonita entreabierta, ese nariz suyo arrugado al igual que su frente, y tú sonríes apoyando tu cabeza en la palma de tu mano. Ella es tan tonta.
-Santana: No voy a poder divertirme sin ti Brittany, es imposible.
Ella mueve su cabeza divertida y abre su ojo derecho para verte de reojo. Aún se te hace muy raro llamarla por su nombre, pero simplemente, es perfecto. Le pega genial.
-Brittany: Oh vamos, has estado conmigo encerrada en este cuartucho durante dos días enteros, hoy puedes disfrutar una noche sola sin que yo te moleste.
Tú haces un puchero y ella niega con la cabeza suspirando cansada y relajándose en la cama. Prácticamente como si estuviera tomando el sol, igual.
-Santana: Es tu cumpleaños, quiero estar contigo. Y además, tú no me molestas me alegras.
Acaricias lentamente su hombro derecho desnudo y te quedas mirando como una tonta su piel. Tan suave, tan pálida, tan fuerte y puesta en su sitio. Es como si estubieras tocando a una reina. Mejor. Mucho mejor.
-Brittany: Tú también me alegras.
Tú con un chute de adrenalina te subes encima de la cama y te sientas en sus piernas, enredando tus manos en su cuello y sonriendo como ahora casi siempre lo haces. Ella se incorpora y apoya su espalda en el respaldo de la cama, abrazándote por la cintura.
-Santana: ¿Te lastimo así? –Preguntas mirando a su abdomen y con hilo de preocupación en tu voz.
-Brittany: No, quédate así, me encanta tenerte cerca.
Tú te acomodas en sus piernas, y enredas las tuyas alrededor de su cintura. Lo que has estado pensando desde que os besásteis, es que necesitas más de ella. No sólo quieres besos ni abrazos, quieres sentirla, que ella te toque….pero ….por debajo de la ropa. Resumiendo : Ella y tú, desnudas.
Tú te acercas a su rostro y unes tus labios con los suyos, suspirando y agarrando con fuerza su pelo rubio. Notas lo caliente que te estás poniendo y quieres transmitírselo, asique intensificas el beso y abres más tu boca, y ella, mete su lengua dentro, como si ese fuera su hogar de toda la vida.
Gimes cuando su lengua mágica juega con la tuya, y el sudor se hace presente en tu frente. Tu sexo palpita más, que un móbil en silencio. Bajas tus manos a su camisa blanca de tiras, y las pasas por su abdomen y delicadamente, se la subes un poco para verla bien. Te sorprendes cuando ella te agarra las manos y para vuestro precioso beso, uniendo su frente con la tuya. La miras a los ojos dañada. Ella no quiere estar contigo.
-Brittany: No quiero que esto ocurra así –Susurra mirándote fijamente a los ojos, y sientes como que en cualquier momento, pudieran atravesarte.
-Santana: ¿Por qué? Te necesito maldita sea Brittany, te necesito. ¿No me deseas? ¿Por qué no lo haces?
Ella niega con la cabeza y cierra sus ojos, tragando fuertemente saliva. Tú abres a lo máximo tus ojos y notas cómo tu pulsación aumenta cada vez más, ¿No? ¿No te desea?
Apartas con furia el agarre que ella tenía en tus mano y quieres levantarte de sus piernas pero ella te agarra del brazo, poniéndote de nuevo en el sitio que estabas.
-Brittany: No me has dejado acabar, no te necesito nena, me muero por ti, me muero por cada trozo, cada milímetro de tu preciosa piel.
Tú la miras confundida y acaricias con tus dedos el tatuaje de su cuello, y sueltas un suspiro de enamorada, cuando ves que ella cierra sus ojos azules.
-Santana: ¿Entonces por qué no quieres que lo hagamos? –Agarras su nuca y la acercas a tu cara, mirando con atención, si puedes ver asomarse el azul de sus pupilas.
-Brittany: Simplemente quiero que sea especial –Alza sus hombros acariciando la parte de tus muslos y por fin, abriendo sus ojos.
-Santana: ¿Y ahora no lo es? Estamos las dos solas, no entrará nadie.
No se lo estás proponiendo, se lo estás suplicando con todas tus fuerzas. Nunca has sido de esas chicas que se arrodillan ante otra por tener relacciones sexuales, pero con ella no es simplemente sexo, tú la quieres y hablas de amor, de sentimientos. Y quieres fundirlos con ella.
-Brittany: Sí lo sé, pero la habitación de mi tío no me parece muy apropiado sinceramente.
Tú suspiras y dejas un corto beso en sus labios, disfrutando de las caricias que te está dejando un poco más debajo de tu culo.
-Santana: Con esto no ayudas, ¿Sabes? –Ella suelta un carcajada y sí, esta vez te agarra del culo, y te sube más hacia arriba, chocando con su nariz.
-Brittany: ¿Qué haré yo contigo preciosidad? ¿Qué haré? –Tú frunces tus labios y dejas un pequeño beso en su mejilla, que está un poco rojita.
-Santana: No lo sé, tendrías que pensarlo.
Ella asiente pasando su lengua por sus labios y tu boca se hace agua al ver semejante sexualidad. Jesús, juras tener un orgasmo con simplemente verla.
-Brittany: Prométeme que hoy lo pasarás genial, que bailarás con tus amigas y no ligarás con nadie, y cuando te sientas con ganas de descansar, vendrás aquí y dormirás conmigo. Sólo dormir.
Tú sonríes en su cuello y aprietas tus piernas a su alrededor, suspirando el olor de su piel.
Tan ella.
-Santana: Te lo prometo.
Ella asiente y tú dejas un beso en su cuello, seguido de otro y otro, vale te quedó claro que no quiere hacer el amor ahora, pero por eso, quieres torturarla.
-Brittany: Son las cinco y cuarto, deberías prepararte.
Tú te separas rápidamente de su cuello y la miras con el ceño fruncido, ¿Enserio? ¿Realmente te esta hechando? ¿Lo está haciendo?
-Santana: ¿Quieres que me valla? ¿Me estás echando Pierce?
Ella niega con la cabeza y te agarra por los hombros con una sonrisa condenadamente dulce en su rostro.
-Brittany: El baile comienza a las nueve y bueno, supongo que quieres tener tiempo para prepararte.
Tú pasas tu lengua por tus mofletes haciendo vultos y la miras con una chispita de indignación en tus ojos.
-Santana: ¿Seguro que es eso? ¿Qué estás tramando dime? – Coges tus dos manos y las pasas por detrás de sus orejas.
-Brittany: sólo es eso enserio, vete y disfruta.
Tú apoyas tus dos manos en el cabecero de su cama y ella se acerca hacia delante para darte un beso, pero tú te apartas. Te levantas de la cama y tocas el suelo, acomodándote tu mono naranja. La rubia te mira desde la cama totalmente confundida, pero bueno, que se fastidie.
-Santana: Me voy, nos vemos más tarde, te quiero.
Te despides de ella con la mano y atraviesas la puerta cerrándola detrás de ti. No lo vas a negar, estás algo cabreada con ella. Te echó de su habitación y sí, sabe dios lo que ella se trama. No es normal que ella se comporte de esa manera, no lo es.
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La rubia coge un walkie talkie que tiene a su lado en la mesita pequeña de noche y lo enciende, mientras se aclara la garganta.
-Brittany: Puedes venir, ya se ha ido.
Brittany se acomodó en la cama esperando la respuesta de la otra línea, y sonrió cuando escuchó unos cuantos ruídos.
-Vale, voy ahora.
Dejó el aparato en el mismo lugar en el que estaba y apartó las sábanas de su cuerpo. Se levantó y estiró sus brazos por encima de su cabeza, bostezando por el cansancio que también tenía.
Sonrió al pensar en la sorpresa que le tenía preparada a su morena, que posiblemente ahora mismo estaría cabreada con ella, lo sabía. Santana por veces podía ser muy desconfiada y celosa, y eso a la rubia le gustaba más, que su hermosa morena se preocupara por ella.
Se apoyó en el escritorio con un color marrón algo destiñido y se cruzó de brazos, esperando al maldito grandullón. Sí, ella aún estaba cabreada con él, pero así no consiguiría nada, es más, lo necesitaba para esto.
Tres toques se escucharon en la puerta, y la cabeza de su tío se asomó con lentitud y tranquilidad.
-Eduardo: ¿Puedo pasar?
La rubia asintió sin nisiquiera moverse de su sitio, y el rubio entró con una sonrisa algo triste en su rostro. Su sobrina no había cambiado su actitud con él y eso le dolía.
-Brittany: gracias por venir tan rápido – Miró fijamente como el hombre enfrente suya se sacaba la pistola de su cintura y la ponía en el escritorio, donde ella estaba.
-Eduardo: No pasa nada, estoy para lo que necesites, ¿Y bien?
Brittany se apartó del escritorio y caminó hacia el armario con ambas manos en su boca y nariz, con aire pensativa.
-Brittany: ¿Puedo ir al baile o no?
Se giró para mirar al ojiazul, quien abrió sus ojos y apoyó sus brazos en el mueble detrás de su cuerpo. Esa pregunta lo cogió por sorpresa, pero bueno, le parecía normal.
-Eduardo: ¿Quieres ir? –La rubia asintió varias veces seguidas y tragó fuertemente saliva - ¿Quieres ir por estar con ella verdad?
-Brittany: No empieces otra vez con eso por favor, entiende que la quiero y ella me quiere, es más ¡Nos hemos besado! Creo que podemos empezar una relación y que a mis padres les va a gustar, ella es buena, amable, dulce, inteligente….¿Por qué no puedes verlo?
Eduardo sonrió de lado y miró al suelo, con la diversión y estusiasmo en sus ojos parecidos a los de su sobrina.
-Eduardo: Ella va a llevar un vestido rojo.
Brittany miró a su tío a los ojos y giró un poco su cabeza, con su boca entreabierta. ¿Qué significaba esto?
-Brittany: ¿Qué?
Eduardo batió en la mesa y se acercó a su sobrina, provocando que el suelo crugiese y a Brittany se le pusieran los pelos de punta. Ese ruído le recordaba a su padre.
-Eduardo: Ella lleva un vestido rojo, me lo dijo tu hermana, que es la novia de su prima, por eso te he comprado esto.
Se acercó a su cama, y abrió el cajón de la mesita de noche, sacando una caja negra con letras plateadas. Miró a la caja con alegría en sus ojos y regresó la vista a su rubia algo emocionada, se acercó de nuevo a ella y se la tendío, y Britttany la cogió, con las manos temblorosas.
Le sacó la tapa y sonrió enormemente cuando vió una pajarita roja, y a su lado, una flor para poner en la solapa de un traje, o eso a ella le parecía. Aquella flor era blanca, preciosa y delicada, y eso le recordó a Santana. Brittany miró a su tío y tragó saliva, negando con la cabeza.
-Brittany: ¿Qué quieres decir?
Eduardo sacó la pajarita roja de la caja, y se la puso alrededor del cuello de su sobrina, con una divertida sonrisa en su reluciente rostro.
-Eduardo: Creo que te quedará genial con tu traje negro.
La rubia sin pensarlo dos veces, se lanzó a los brazos de su tío enredando sus brazos en su fuerte cuello. Cerró sus ojos y disfrutó del amor que le daba su tío, que vale, le quería. Mucho además.
-Brittany: Gracias – Susurró delicadamente mientras apretaba más su abrazo. Sonrió cuando notó la sonrisa de su tío en su hombro.
-Eduardo: Discúlpame por mi comportamiento, quiero decirte que acepto a Santana y vuestra relación y os deseo lo mejor, te quiero.
La rubia no quería llorar, no debía hacerlo y no podía soportar hacerlo, pero esto se lo ponía difícil. En estos días su tío se había comportado estupendamente con ella, y se lo agradecía con todo su corazón. A parte de Santana, el fue la que la cuidó y ayudó en todo que ella necesitaba, como siempre. Por no variar.
Brittany se separó de su tio y bajó su cabeza mirando la flor en sus manos pálidas. Raramente, le quedaba bien en su piel.
Eduardo abrió la puerta del armario detrás de Brittany y sacó un traje colgado en una percha. Un traje precioso. Simplemente precioso. Con su camisa blanca de manga corta, su pantalón negro al igual que su chaqueta, y unos zapatos brillantes con cordones, negros.
Brittany acercó la pajarita al traje y sonrió al ver el resultado. Le encantaba.
-Eduardo: Me gustaría verte con él puesto.
Sonrió pasando sus dedos por la camisa y la chaqueta, mirando de reojo a su sobrina, quien sonreía mirando la flor en sus manos.
-Brittany: ¿Me dejas ir?
Eduardo agarró la mano de su sobrina y la miró con admiración. Sí, admiraba a esa niña que hoy cumplía 20 años, se estaba haciendo tan mayor, y sí, cada vez más especial y única.
-Eduardo: Sí, puedes ir.
La rubia sonrió y colocó un mechón de su pelo detrás de su oreja mientras suspiraba cansada, cosa que extrañó un poco a su tío.
-Eduardo: ¿Qué pasó? – Preguntó colgando el traje en la manilla de la puerta del armario y apoyándose en él.
-Brittany: En este día me gustaría estar con mamá y papá y con ellas, ya sabes, es un día importante para mí – Alzó sus hombros sin levantar la vista.
-Eduardo: Tienes a esa mujercita que te tiene loca, ¿No es así? Ella puede arreglarlo todo, con ella estarás bien, lo sé.
La rubia sonrió pensando en su princesa. Esa sonrisa suya, sus ojos oscuros con grandes pestañas, sus mejillas rojas, esos labios carnosos, su piel canela……Ella. Sí, ella.
-Brittany: Sí, ella lo arregla todo.
Eduardo sonrió y cogió el traje y se lo puso en las manos a su sobrina, quien suspiró emocionada y se mordió su labio.
-Eduardo: Cámbiate, tienes todo lo necesario en el armario, planchas, espuma para el pelo, maquillaje…….Si necesitas algo, ya sabes – Dijo señalando el aparato encima de la mesita de noche – Ponte guapa, nos vemos en el baile – Le guiñó el ojo a su rubita, y salió por la puerta con una gran sonrisa.
Brittany miró el traje en sus manos y luego, en la otra, la flor y su pajarita. Ella no era de poner vestidos, es más, no le gustaban para nada, asique la idea del traje, era muy buena. Más de una vez había puesto un pantalón vaquero con una camiseta y una americana, pero un traje, con su camisa y pantalón con su chaqueta a juego, y en los pies unos zapatos como los que llevan los señores en las películas, nunca.
Pero debía admitirlo: La idea le gustaba
Mucho
Se acercó a la cama y colocó las prendras por separado encima de la cama, y adorándolos en silencio. Pensó por un momento como llevar su pelo, y sí, en un segundo lo tenía pensado. Suelto y rizado. Perfecto.
Se sentó en una silla y pasó sus manos por el pelo rubio, pensando y pensando en la conversación que había tenido con Santana. Su primera vez juntas. Amor. Hacerlo. Ella quería que fuera especial, y bueno, también se moría por hacer suya a la morena. Siendo exactos, desde el primer momento que la vió.
Una idea pasó por su mente, y levantó su cabeza con una sonrisa pícara en su rostro.
¿Quería hacerlo especial? Sí, lo iba a ser.
Único mejor dicho
Sin palabras
Sacó una caja de zapatos de debajo de la cama y la abrió. Unos zapatones negros, con un brillo viejo y aburrido para ella, sí, los estúpidos zapatones que tenía que llevar puestos
-Brittany: Tengo una idea.
Se acercó de nuevo al armario y cogió tres mantas azules, junto con cuatro almohadas negras. Las puso en el suelo y luego, en el cajón cerca de la cama, cogió diez velas pequeñas con sus mistos. Las puso en sus bolsillos y luego, como si de una bala se tratara, se puso sus zapatones en menos de un segundo. Cogió las mantas y almohadas del suelo, y salió de la puerta con una energía, que no tenía hace muchos meses.
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Sonríes cuando tu amiga te sube la cremallera de tu vestido, y pasas tus manos por tu cintura, sintiéndote, como una completa princesa. Te pones tus zapatos de tacón, y superas en altura a Marley, algo que era difícil.
-Santana: ¿Qué tal? ¿Os gusta?
Rachel asiente pasando su lengua por esos labios suyos, y sonríes emocionada cuando Alex aplaude, contagiando a las demás. Sí, obvio que pareces una princesa, por un día, lo eres. Increíble.
-Dani: Preciosa –Murmura mirándote de arriba abajo mientras se coloca bien unas pinzas en su pelo recogido.
-Tina: Hoy romperemos todas, será una noche increíble- Dice completamente entusiasmada mientras se pone los tacones y se mira al espejo al lado de una de las duchas.
-Sugar: ¿No irá B San?
Tú frunces el ceño cuando escuchas B, pero vale, tu mente vuelve a ser la que era. Sólo tú sabes su nombre, delante de tus amigas, ella es B o Pierce. B o Pierce. Joder, tienes que metértelo en tu cabeza.
-Santana: No.
Ellas tuercen sus bocas, y siguen pintándose los labios o maquillándose, arreglándose el pelo…… Hacen tantas cosas.
-Mercedes: No te dejaremos sola en ningún momento, somos un grupo.
Tú le guiñas el ojo a través del espejo, y sonríes mientras das el último toque a tu pelo, que está hábilmente ondulado. Por no hablar en general de ti. Estás preciosa y sí, puedes decirlo con tranquilidad.
-Rachel: Bueno yo ya estoy, ¿Vosotras?
Sí ella si que está preciosa. Lleva un vestido rosa, palabra de honor con algunas perlas en su pecho, que simplemente le queda genial cayendo por su cuerpo hasta llegar a sus pies. Su pelo está completamente suelto, y a diferencia del tuyo, estás liso.
-Alex: Yo también.
Dios, ese vestido corto azul hace juego con sus zapatos. Tina, Marley y ella, son las únicas que llevan vestido corto y las demás, vestido largos. Simplemente y con todo el orgullo, estáis preciosas. Seréis las preciosidades del baile. Las que digan lo contrario, serán unas envidiosas.
-Sugar: ¿Qué hora es?
Meercedes mira el reloj al lado de la puerta y sonríe enseñando todos sus dientes blancos.
-Mercedes: Son las 9 menos cuarto.
Tú guardas el pintalabios en tu estuche y lo cierras, dejándolo dentro de tu taquilla, junto con las cosas de Rachel. Bueno, vale, taquilla compartida.
-Tina: ¿Nos vamos?
Tú miras a tus amigas con la mano en tu cintura y ellas soníen levantándose de sus asientos, y arreglándose sus bonitos vestidos.
Mercedes es la que sale primero y tú, la última.
Camináis por los pasillos y todo son carteles, globos, adornos pegados en las paredes, luces de discoteca alumbrando cada esquina. Esto es genial, y aún no habéis llegado al salón donde se celebra el baile.
Miras a tu alrededor, y ves compañeras tuyas animadas hablando unas con otras y sobre todo, vestidas elegantemente.
Ves como Lindsay te mira con una ceja levantada, cerca de la puerta del baile, y tú le regalas tu mejor mirada asesina. Ni el maquillaje le quita la cara de tonta que tiene. Pobre.
Tina abre la puerta, y valla, si, valla.
Luces casi apagadas, sillas y mesas colocadas perfectamente, una mesa con comida y bebida, y como no, ponche. Globos que cuelgan por cualquier parte, un Dj cambiando las canciones a petición de las demás personas, una pista enorme de baile y sí, el escenario decorado con varios micrófonos e instrumentos en él.
Esta es la misma sala en la que los guardias os dijeron cuales serían vuestras celdas y compañeras, si, esta es.
Camináis en medio de la multitud, y os acercáis a una mesa donde hay nueve sillas. Os sentáis, bailando una que otra vez al sonido de la canción, y con una sonrisa divertida, miráis como en la pista de baile bailan Quinn y Hanna como unas locas.
-Rachel: Y eso que aún no han bebido nada- Bufa con una simpática mueca y tú te ríes dándole un simple golpe en su hombro.
-Santana: Quiero verte a ti con unos cuantos tragos en tu cuerpo, y después aver quien llama más la atención.
Ella alza sus hombros y da un brusco golpe en la mesa llamando la atención de tus compañeras y sobre todo, tuya.
-Rachel: Vamos a desmadrarnos peña, hoy será una noche inolvidable.
Os levantáis al mismo tiempo, y agarrándoos unas a otras camináis hacia el ponche, sí, debes probarlo, tienes que dar tu opinión. Tú siempre has sido una experta en sabores, todo tipo.
-Marley: Está bueno – Dice llevando el vaso a sus labios y pasando la lengua por ellos asintiendo con la cabeza.
-Mercedes: Yo me voy a tomar otra copa.
Sonríes y piensas en lo bien que lo estás pasando aunque esteas en la prisión, y agradeces a estes chicas el estar contigo, y sobre todo, ser tus amigas. Cada una de ellas tiene algo especial, algo por lo que destacan haciéndolas ser diferente. Y sí, cada una forma parte de tu vida. Son geniales. Simplemente.
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La rubia, ahora vestida con su traje negro, se miró al espejo y se acomodó la pajarita en su cuello, haciendo muecas intentando abrochársela en la parte trasera.
-Brittany: Esto es una mierda.
Suspiró indignada y cuando escuchó el “Click” sonrió acomodando sus cuellos correctamente y metiendo su camisa por dentro de los pantalones. Se puso su cinturón negro y colocó bien su chaqueta mirándose con orgullo en el cristal. Ella no era una persona creída, pero ahora mismo, se veía muy guapa.
Su pelo rubio suelto con sus rizos cayendo por su espalda y pecho, su cara con un poco de maquillaje y bueno, su traje, ese traje que le encantaba. Esa era la palabra. Encantar.
-Brittany: Espero que Santana no me pegue cuando llegue allí.
Soltó una risa y cogió la rosa que estaba colocada encima de la cama, y miró la solapa de su chaqueta. Se la acomodó bien para que no le cayera, y se abrochó los botones de la americana negra, estando, sexy y tractiva.
Se acercó al escritorio haciendo ruído con sus zapatos y sacó una caja, con la flor que ella le daría a su acompañante. Blanca, como la que ella tenía. Sí, para su Santana.
Salió por la puerta y bajó las escaleras en forma de caracol, mirando hacia el suelo.
Se encaminó por los escuros pasillos y se sorprendió por tanto cambio. Ella no había pisado este lugar en tres semanas, y ahora, todo era distinto. Paredes decoradas, globos por un lado, papeles pegados en otro. Bueno, tenía que admitirlo, le gustaba.
Sonrió cuando algunas chicas que estaban charlando unas con otras se paraban y la miraban con la boca abierta, mirando su cuerpo una y otra vez, sin pausa. La rubia asintió con su cabeza, y le guiñó un ojo, causando que las otras mujeres soltaran un suspiro llenas de calor en su cuerpo.
-Estás guapísima B, joder, me pones a cien.
Brittany pasó por su lado, empujándolas sutilmente y por fin, abrió la gran puerta, donde se celebraba el esperado baile.
Miró a su alrededor y se dio cuenta, que todas las mejores, se quedaron quietas observándola atentamente. Aquellas que estaban bailando, aquellas que cantaban, aquellas que bebían, todas, la comían con la mirada.
Ella caminó a paso lento por el salón, y buscó con su mirada a la mujer que a ella solo le interesaba, que hablando de ella, no la encontraba.
Saludó con su mano libre a sus amigas las rubias, quienes la miraron con una gran sonrisa y alzaron sus pulgares, demostrándole lo guapa y estupenda que ella estaba.
Y sí, cuando ella vió de espaldas a esa morena suya, suspiró tranquila.
Su tío tenía razón, iba de rojo
Lo que él no sabía, es que ella estaba preciosa
Increíble y hasta incluso, comestible.
Brittany vió como las amigas de su chica la señalaban, y Santana se daba la vuelta mirándola completamente sorprendida y contenta. “Bueno por lo menos se alegra de verme”- pensó la rubia quien caminaba hacia ella, con la flor en ambas manos.
Santana decidió andar a su encuentro, y se situó a unos cuantos pasos de ella, esperando a que su rubia, diera el paso correcto y final.
-Brittany: Estás preciosa Santana.
Ella sonrió bajando su mirada y poniéndose completamente colorada. Aún no estaba acostumbrada a los cumplidos por parte de Brittany, siempre conseguía avergonzarla con sus hermosas palabras.
-Santana: ¿Qué haces aquí? –Preguntó aclarando su garganta y mirando los relucientes zapatos de su acompañante, que se acercaron más a ella.
-Brittany: He venido al baile, contigo.
Abrió la caja y sacó la flor de mano blaca, y sonrió cuando Santana le tendió su preciosa muñeca. La morena alzó su vista, y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando la flor se situaba en su mano, dejándola perfecta.
-Santana. Dijiste que no vendrías- Susurró con voz ronca mientras acariciaba la mano de la ojiazul.
-Brittany: Quería que fuera una sorpresa.
Santana negó con la cabeza mientras se mordía su labio inferior, y cogió la nuca de Brittany, atrayéndola a sus labios, en un apasionado beso.
Brittany soltó la caja vacía que tenía en sus manos, y rodeó la cintura de su princesa, mientras introducía su lengua en la boca de ella, disfrutando completamente de ese genial beso que estaban teniendo.
Santana pasó sus dedos por el cuello de Brittany, mientras que con la otra mano, le acariciaba delicadamente su mejilla, soltando un suspiro cuando se separó del beso y puso su cara en el pecho de la rubia.
-Brittany: ¿Te has dado de cuenta de que me has besado delante de todo el mundo?
Santana sonrió cerrado sus ojos y aferrándose fuertemente a la camisa blanca de su rubia, quien le acariciaba dulcemente su espalda media desnuda.
-Santana: Que se vallan acostumbrando todas esas perras.
La rubia soltó una carcajada y besó la cabeza morena de Santana, quien levantó su cabeza y la miró a los ojos.
-Santana: Estás demasiado sexy esta noche, eres como Brad Pitt versión mujer con ese traje, con esa pajarita, tus ojos azules….. !Dios despues no quieres que lo hagamos y vienes aquí con estas pintas!
Brittany sonrió coquetamente mientras tiraba de los lados de su chaqueta y se movía con poses sexys en su sitio.
-Brittany: ¿Te has visto a ti nena? Oh vamos creo que me he corrido nada más verte.
Santana negó con la cabeza y cogió la mano de su rubia, mientras tiraba de lla para acercarla a sus amigas, quienes sonrieron al verlas juntas. Hacían una pareja preciosa, y se veía que se querían.
-Santana: Chicas, aquí está mi pareja- Sonrió apoyando su cabeza en el hombro de Brittany y pasando su brazo por la cintura de esta.
-B: Hola, estáis muy guapas hoy, raro que no tengáis pareja, ¿Cómo es eso?
Las chicas sonríen completamente contentas y miran a su amiga Santana, que mira a su rubia completamente embobada.
-Rachel: Estamos bien, por cierto, estáis muy bien las dos juntas, me alegro mucho por vosotras.
Brittany pasa su brazo por los hombros de Santana y acaricia con la punta de su nariz el pelo de ella.
-Santana: Gracias.
Brittany sonríe y señala la pista de baile, y la morena completamente emocionada, asiente y toma el brazo de su acompañante, para bailar en la gran pista con gente y gente en ella.
-Brittany: Espera aquí un segundo –Dice besando la mejilla de la morena y alejándose en medio de la multitud.
La rubia se acercó al DJ, que era amigo de sus padres y sonrió al ver la expresión en la cara de Dave.
-Dave: ¡Oh dios Britt como estás! – Se sacó los cascos de su cabeza y chocó las cinco con la rubia delante de él – Estás enorme chica, como has crecido.
-Brittany: Gracias Dave, veo que has mejorado mucho en la música – Dijo señalando los aparatos encima de una gran mesa, con cables.
-Dave: Sí, ya sabes, decidí dedicarme a esto y bueno, aquí estoy – Alzó sus hombros y se apoyó en la mesa mirando con una gran sonrisa a su amiga de la infancia.
-Brittany: Me alegro mucho, ahora, ¿Puedes hacerme un favor? – El moreno asintió y la rubia se acercó a él con una sonrisa – ¿Puedes poner una canción que a mí me gusta?
-Dave: Claro que sí Brittany, eso no se pregunta, ¿Cuál quieres?
La rubia miró hacia sus compañeras, quienes la miraban con una sonrisa pícara en su rostro, y dirigió de nuevo la mirada a su colega.
-Brittany: Pégate más
Los primeros acordes de la canción comenzaron a sonar y Brittany corriendo se acercó a sus amigas, quienes la cogieron del brazo y juntas, se subieron al escenario. Quinn quien llevaba un pantalón color crema y una camisa igual a la de Brittany, cogió el micrófono y fue la que se decidió a cantar.
-Quinn: Señorita 10 ouuh
Perfecta de la cabeza a los pies
Como se mueve, menea bien
La cosa más sexy que he podido ver – le pasa el micro a Hanna quien se sube los cuellos de su camisa y sonríe coqueta.
-Hanna: Ella se adueña del lugar
Con ese movimiento me pone mal
Me encanta verla sudar...
Y le gusta cuando le pido más –Señala a sus amigas y aplaude completamente orgullosa.
-Érica y Ahsley:
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
-Megan:
La conocí, ouohhh
En el medio de la pista vino donde mi
Como se mueve, siento morir
Es la rosa más sexy que podría existir
Ella se dueña del lugar
Con ese movimiento me pone mal
Me encanta verla sudar...
Y le gusta cuando le pido más
La multitud gritaba ante ese espectáculo, y más cuando vieron que la sexy rubia de ojos azules se desabrochaba los botones de su chaqueta y cogía el micro contenta.
-B: No me detengo, sigo asechando
El capitán retoma el mando
La subo de rango, si me enloquece bailando
Muévete, muévete
Págalo, págalo
Sacudelo es el comando
Bailame un electro bando
No mas reflejos sigue calentando
Que suba suba, la temperatura
Que la noche esta buena pa' hacer travesuras
Movimiento sexual sin cordura
Al borde de la locura, me tiene enfermo ella es mi cura –Miró a Santana pícaramente y le guiñó el ojo.
-Quinn: Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Las rubias se colocaron en fila, y juntas, decidieron disfrutar de esos aplausos que eran solo de ellas, de los focos alumbrando su cara, momento de orgullo y fama. Un hecho único, que nunca antes, habían vivido.
-¡Un fuerte aplauso para estas chicas tan talentosas!
Y si antes el público había gritado y gritado, con esto podrían aver quedado sordas y bueno, lo habrían hecho felices.
Brittany junto con sus amigas bajó del escenario yse acercó a un grupo de morenas bastante sorprendidas y emocionadas.
-B: ¿Te ha gustado? –Preguntó cruzándose de brazos con Quinn y Hanna a cada lado de ella.
-Santana: Si, mucho – Murmuró mirando de reojo a Rachel, quien en toda la canción no le había sacado ojo a Quinn, aunque lo negara.
-Hanna: Nos alegramos mucho.
Brittany asintió y miró a su amigas, quienes miraban a las morenas curiosas y divertidas.
-B: Chicas, ellas son Rachel, Mercedes, Tina, Sugar, Alex, Dani, Marley y por supuesto, Santana.
La latina bajó su mirada con las mejillas rojas y tragó saliva, completamente excitada.
-Quinn: Encantada de conoceros, Hola Rachel – Se acercó a la pequeña castaña mientras le pasaba el brazo por su hombro – Estás hermosa esta noche.
-Rachel: ¿Osea que antes era fea? ¿Además que derecho tienes para tocarme? No cojas tantas confianzas rubita – Protestó apartando el brazo de su cuerpo y empujándola lejos de ella.
-Quinn: Oh vamos me has estado mirando toda la canción, yo he podido ver eso castañita, no lo niegues.
Britttany abrazó la cintura de Santana y sonrió al ver esa escena. Así empezaron Santana y ella, y al final, bueno, esta era la respuesta. Le sacó una gran sonrisa pensar en eso.
-Santana: ¿Por qué sonríes? – susurró besando la oreja de su rubia y apretando su chaqueta en sus puños.
-Brittany: Así empezamos nosotras, discutiendo y peleándonos, y ahora míranos, no puedo vivir sin ti – Besó la cabeza de la morena delicadamente y respiró el olor de su pelo.
-Rachel: ¡Ya te gustaría! Ni de broma, eres como un virus, ¡Igual me contaminas o algo por el estilo!
-Quinn: Te pones sexy cuando te enfadas, te tiembla el labio y te haces ver tan comestible.
-Rachel: Tú a mí me gustarías con una piedra en la boca para no poder hablar y una marca de mi mano en tu cara – Se cruzó de brazos mirando con indiferencia a la ojiverde.
-Quinn: Si tú me la das, me gustará castañita.
-Rachel: ¡Deja de llamarme así, eres insoportable!
Brittany se acercó al oído de su morena, y apartándole los pelos de su cabeza, susurró lentamente “Ven, tengo que enseñarte algo”.
Santana frunció el ceño y la rubia asintió entrelazando sus dedos, y apartándose del grupo. Se encaminaron por la pista de baile, y salieron por la gran puerta, con la mirada de varias chicas borrachas del pasillo.
Brittany tiró de la atontada morena, y juntas, caminaron por el pasillo oscuro y algo escalofriante. La rubia se paró, y eso asustó más a la latina.
-Santana: ¿Qué pasa?
Brittany sonrió y sacó de su chaqueta un estuche plateado de terciopelo, de un tamaño bastante considerable.
-Brittany: Sé que hoy es mi cumpleaños y tendría que ser yo la que recibiera regalos, pero no he podido controlarme, por eso te he comprado algo.
Abrió la caja, y los ojos de Santana se iluminaron al ver tal joya. Una pulsera de perlas completamente blancas y brillantes, a juego con unos pendientes del mismo tipo. La latina se llevó ambas manos a la boca, completamente sorprendida.
-Santana: Oh dios mío Brittany, me encantan.
La rubia orgullosa de su regalo, desenganchó la pulsera de la cajita, y la puso en la otra muñeca libre de su pareja. Cerró el cierre, y admiró por un segundo la belleza de su mano.
-Brittany: En tu mano aún me gusta más.
Santana sonrió con sus ojos llenos de lágrimas y se sacó los pendientes pequeños que tenía en sus orejas, tirándolos en la papelera que tenía a su lado. Brittany se sorprendió ante eso.
-Brittany: ¿Qué haces? No los tires.
-Santana: Me los regaló la puta de Verónica, asique no quiero ni verlos más.
La ojiazul hizo lo mismo que hizo con la pulsera, y puso ambos pendientes en su mano izquierda. Tiró la caja vacía en la papelera, y con un paso firme se acercó a Santana, poniendo una mano en su oreja. Con cuidado le puso un pendiente, y seguido, la tuerca para evitar que la perla se callera. Dejó un beso en la oreja de la latina, provocando que esta soltara un suspiro, e hizo lo mismo en su otra oreja.
-Brittany: Ahora tengo que llevarte a un sitio.
La morena entrecerró sus ojos y tragó saliva al ver como Brittany se sacaba la chaqueta, quedando con una camisa blanca de manga corta, y con una pajarita roja.
-Santana: ¿Más cosas? Brittany ya me sentía mal por no comprarte nada y con esto no lo arreglas.
La rubia sonrió de lado, y apoyó su chaqueta en su antebrazo izquierdo agarrando con la otra mano la cintura de la morena.
Caminaron en silencio, regalándose una que otra mirada acompañadas de sonrisas y mejillas rojas. Santana se sorprendió al ver como su acompañante se paraba delante del auditorio, y cogía una llave del bolsillo de su pantalón.
-Brittany: Lo he hecho con mucho cariño, espero que realmene te guste.
Introdució la llave en la cerradura y con un simple movimiento de muñeca, la puerta se abrió en sus narices dejando ver una oleada de velas por toda la alfombra roja, al igual que en el escenario. Unas mantas en el suelo y unas almohadas, colocadas correctamente, pareciendo por un momento una hermosa cama. Flores que tenían el jardín de la prisión estaban colocadas encima del piano, y algunos de sus pétalos, esparcidos por cualquier parte.
Brittany empujó ligeramente a Santana, llevándola dentro de la sala y cerró de nuevo con llave, para que nadie pudiera molestarlas.
La morena no podía dar crédito a lo que estaba viendo. Este lugar no parecía el mismo que ella había pisado unas tres semanas antes. Esto parecía la habitación de un hotel. Del mejor hotel del mundo.
-Santana: No puedo creerlo – Susurró admirando cada detalle de la habitación, sorprendiéndose cada vez más.
-Brittany: Quería que fuera algo especial, asique bueno, creo que lo es – Abrazó a su morena por detrás, enterrando su nariz en el perfecto cuello color canela.
-Santana: Creéme, lo es.
Santana se dio lentamente la vuelta encontrándose con los ojos oscuros y azules de Brittany. Miró a los brazos pálidos rodeándola y sonrió con entusiasmo y alegría, pues con todo esto, Brittany estaba demostrando que la quería.
La rubia se mordió su labio al ver como Santana pasaba sus manos por el tatuaje de su cuello, matándola con cada toque, resucitándola en menos de un minuto.
Santana agarró con posesión la nuca de Brittany, y con toda la fuerza que ella le daba, la estampó contra sus labios. La morena suspiró al sentir ese contacto, tan placentero, tan único. Brittany con sumo cuidado, introdució la legua en su boca y apretó sus manos en la pequeña cintura de su amada.
La morena soltó un gemido al sentir el apretado agarre de la ojiazul en ella, y como si no quisiera la cosa, bajó sus manos a la camisa blanca que le sentaba tan bien, pero que en ese momento, la quería fuera de su cuerpo. Sacó la prenda fuera de los pantalones dejándola caer en su cintura y desabró el primer botón, sintiéndose intrigada y emocionada por saber lo que había debajo de la ropa.
Brittany sonrió besando el hombro descubierto de Santana, y posó sus manos en la cremallera negra de su vestido, cogiéndola entre sus dedos y sin previo aviso, bajándola hasta no poder más. Santana se separó del cuerpo de la rubia, y moviendo ligeramente sus hombros hacia atrás, el vestido largo cayó a sus pies, dejando a Brittany completamente sorprendida.
Ese cuerpo moreno, tan perfecto y hermoso, esas piernas tan perfiladas y completamente y jodidamente senxuales. Dios, esos pechos cubiertos por un simple sujetador blanco y sí, esas diminutas braguitas del mismo color.
-Brittany: Eres preciosa – Susurró embobada sin dejar de mirar a la latina.
Santana negó con la cabeza mientras cogía a Brittany por los cuellos de la camisa, y comía “Literalmente” sus labios. Desabrochó dos botones más y sí, ahora si que no podía más. Necesitaba cuanto antes a esa rubia de ojos azules. Brittany llevó sus manos al trasero latino, y las metió por dentro de la braguita, acariciando y apretando las nalgas de Santana entre sus dedos.
-Santana: Britt – Suspiró y cerró sus ojos apoyándo su cabeza en el hombro de la rubia, aún con sus manos en los botones de la camisa.
-Brittany: Hoy no dormirás en toda la noche, te lo puedo asegurar – Susurró besando el pelo de la morena con ternura.
Santana metiendo sus manos por el borde de la camiseta, la abrió rompiendo todos los botones que faltaban y mirando por un momento, como rebotavan en el suelo, haciendo un ruido simpático.
Sacó la prenda blanca del cuerpo pálido y se mordió el labio cuando vio tal monumento. Ese abdomen tan marcado no podía ser real, había soñado tantas veces con esto que no sabía si estaba durmiendo o estaba en la bendita realidad.
Brittany sonrió y se desabrochó el cinturón sin dejar de ver a su acompañante a los ojos, se soltó la prenda de cuero de su cintura y desprendió el botón de su pantalón. Santana simplemente saltó a sus brazos, enredando sus piernas alrededor de la rubia y agarrando su cuello con posesión mientras la besaba con pasión. La ojiazul cogió las nalgas de Santana con fuerza y con cuidado, intentó caminar hacia las mantas encima del escenario.
Brittany se separó del beso y tragó saliva al ver como la respiración de Santana era muy acelerada. Subió las escaleras y con preocupación, fue acostando a la morena en las mantas, quedando encima de ella.
Santana bajó el pantalón de la rubia hasta las rodillas y luego esta, se arrodilló y se lo sacó quedando en ropa interior, zapatos y pajarita. Brittany besó ambos tobillos de la preciosa latina y lentamente, le sacó ambos tacones dejando sus pies al descubierto. La sexy rubia, simplemente se sacó sus zapatos y calcetines negros en menos de un minuto.
Santana desde el suelo, se mordió el labio al ver como Brittany se acomodaba entre sus piernas y apoyaba una de sus manos en su cintura y otra cerca de su cabeza. Estaba tan excitada.
Y de nuevo, sus bocas volvieron a unirse, como si de imanes se trataran, como si no pudieran estar mucho tiempo separados.
La mano pálida bajaba por el cuerpo moreno, hasta pararse en el borde de las braguitas, quedándose quieta en ese lugar.
Santana alzaba su cuerpo y abría sus piernas para que Brittany entendiera sus señales, asique la rubia, reinició de nuevo sus caricias.
Bajó la mano hasta la parte trasera de su cuerpo, y apretó las nalgas de la morena en sus manos. Santana tomó con posesión la nuca de Brittany y la atrajo a sus labios, para demostrarle lo mucho que la quería.
-Santana: Britt n-no puedo más.
Brittany sonrió y se separó un poco del cuerpo canela
“Eres tan hermosa”-Pensó.
Con amor en sus ojos, recorrió una y otra vez aquel monumento, susurrando lo preciosa que era. Lo tanto que la quería. Entrelazó su mano izquierda con la de Santana, y con su mano libre, bajó la prenda que tapaba la parte íntima de su acompañante, dejándola libre ante ella.
Suspiró y apoyó su frente en la sudada y caliente de su morena
-Brittany: Te quiero.
Santana se abrió de piernas y las enredó en la cintura de su rubia, dejándole notar lo mojada que ella estaba.
-Santana: Créeme rubia caliente, yo más.
Brittany sonrió y dejó un corto beso en los labios carnosos de la morena, apretando suavemente la unión de sus perfectas manos. Amor. Ellas dos reflejaban amor.
Santana, sin soltar su agarre, se posicionó encima de Brittany
Acarició con su mano libre su moldeado abdomen y se mordió el labio inferior
“Todo este cuerpo es para mi”- Pensó.
Puso ambas manos en la espalda del cuerpo pálido, y desabrochó su sujetador. Tiró de sus correas y dejó ver sus bien puestos y atractivos pechos. Sus pezones rosados, esa senxualidad que ella poseía. Tan condenadamente sexy.
Santana se acercó más a su amor, y besó el espacio entre sus pechos, notando la respiración acelerada que ella tenía.
Brittany llevó su mano traviesa al sujetador de Santana, y se lo sacó con dulzura y ternura, como siempre. Ella era siempre tan buena persona con Santana, era otra mujer. Ella la hacía cambiar.
Santana, desnuda sobre el cuerpo de la ojiazul, tragó saliva. Esta muy nerviosa. ¿Y si no era lo bastante mujer para Brittany? ¿Y si no era bastante atractiva para ella? ¿Y si no la podía complacer? ¿Y si despues de esto, Brittany la dejaba? No podía soportar eso, realmente, quería a esta rubia tierna y dulce.
Brittany notó como el rostro de Santana se endureció y se sentó sobre las mantas, sentando a su morena en el regazo de sus piernas. Acarició su espalda desnuda.
-Brittany: Tranquilízate princesa.
Santana enredó sus brazos en el cuello de Brittany y miró fijamente sus ojos azules.
-Santana: Tengo miedo a no ser suficiente para ti.
Brittany acarició la mejilla de Santana con un brillo especial en sus ojos, y negó con la cabeza.
-Brittany: Eres lo más grande de este mundo y cada día que pasa me enamoro más de ti, escúchame eres suficiente, es más, yo no te merezco porque una princesa como tú debería estar en un castillo con su príncipe, bueno princesa.
-Santana: Tú eres la mía.
Brittany sonrió emocionada y sin apartar la mirada de los ojos escuros de Santana, se sacó su braga dejándola a unos cuantos metros de ellas.
Estaban desnudas
Ambas
Sus cuerpos se tocaban, sus cuerpos se sentían, sus cuerpos se amaban
Su unión, era única
Santana acarició con admiración el hombro de Brittany, pasando su dedo índice por la mandíbula hasta parar en sus labios. Esos labios ya inchados de tantas veces que ella los había deborado. No era la última.
Se abrazaron fuertemente y se besaron con pasión y necesidad, pero sobre todo con amor. Sus lenguas eran testigo de ello.
Brittany agarró la espalda de Santana, y la acostó dejándola en las mantas bien cómoda y con ella entre sus piernas. La rubia acarició la cintura de Santana con ambas manos. Provocándola. Se posicionó correctamente entre sus piernas, de cierta manera que sus centros chocaban, y llevó ambas manos a cada lado de la cabeza de la excitada morena. Santana sabía perfectamente lo que iba a suceder. Lo deseaba con toda su alma.
Cuando Brittany hizo su primer movimiento, ella gimió
Cuando Brittany hizo su segundo movimiento, volvió a gemir
Cuando Brittany hizo su tercer movimiento con más presión, ella enloqueció
Ella se aferró a la espalda de Brittany y besó sus labios una vez más, dejando que la rubia llevara el control de esto. Brittany imbistió por cuarta vez, y ella, no pudo contener un gran gemido.
-Santana: Britt oh mi dios.
La rubia sonrió con picardía y mordió el labio inferior de la morena, provocando que ella soltora otro fuerte gemido. Y sin más, con una velocidad increíble, Brittany empezó a mover su pelvis, como si llevara toda la vida haciéndolo. Un baile, se le podía llamar, sus cuerpos subían y bajaban al compas, el sudor bajaba por su piel y sus manos se aferraban una a otra.
Brittany gimió en el oído de Santana
-Brittany: ¿Estás bien?- Susurró con la voz entrecortada mordiendo el lóbulo de su oreja.
-Santana: Mejor que nunca mi amor.
Brittany se emocionó al escuchar sus palabras
“Mi amor”
Sonaba tan bien en sus labios y su perfecta voz
-Santana: Voy a correrme Brittany.
Brittany negó con la cabeza y besó los labios rojos de Santana
-Brittany: Lo harás, pero no ahora.
Paró su baile y se aprtó del cuerpo sudado de Santana, colocándose de rodillas delante de ella. La morena la miró frustrada y confundida.
-Santana: ¿Qué?
-Brittany: Date la vuelta
Santana se dio la vuelta, dejándole mostrar su espalda y trasero. La morena agarró con ambas manos el cojín de su lado, y giró un poco su cabeza para ver a su compañera.
Brittany con delicadeza se posicionó encima de su morena, y dejó su mano derecha descansar en el abdomen color canela. Besó la nuca de Santana, y bajó poco a poco hasta su hombro, dejando un pequeño mordisco en él.
-Santana: Dios mío, me matas con cada beso.
-Brittany: Quiero besar cada parte de tu cuerpo.
Y así fue
Besó su espalda, cada rincón de ella, sin dejar ningún lugar
Besó la parte baja de su espalda, y agarró fuertemente la cintura de Santana
Besó su nalga tatuada, y sonrió al ver la carita sonriente en ella
-Brittany: Es muy bonito- susurró pasando su lengua por él y mirando como Santana apretaba fuertemente la almohada en sus puños- Cada parte de ti es bonita.
Besó su otra nalga, y bajó por sus piernas
Hasta llegar al dedo pequeño del pié
Delicadamente dio la vuelta la morena, y sonrió al ver las gotas de sudor bajando por su frente morena. Besó sus mejillas rosadas y se colocó de nuevo en su hogar: Sus piernas.
-Brittany: ¿Qué quieres que haga?- murmuró acariciando con atención su pelo mojado.
-Santana: Quiero que me hagas tuya, que me demuestres lo tanto que me quieres.
Brittany bajó su mano derecha poco a poco, y tocó el centro del cuerpo de su morena. Ese lugar tan mojada y resbaladizo, un lugar, tan poco conocida para ella, cosa que iba a cambiar.
Santana dio un pequeño salto en su sitio
No se esperaba eso
Brittany masajeó el centro de Santana, frotando con su pulgar el clítosis inchado y mirando con deboción el rostro de placer que ella posuía. Tan hermosa. Tan condenamente atractiva.
-Brittany: Dime lo mucho que me quieres- Murmuró a centímetros de los labios carnosos entreabiertos.
-Santana: Te quiero- Gimió abrazándose con fuerza a la espalda húmeda de Brittany y entrelazando las piernas en su cintura, dándole más comodidad para ella.
-Brittany: Repítelo – Susurró introduciendo un dedo en su interior y dejándolo quieto.
-Santana: Te quiero- repitió perdiendo la cabeza y balanceándose hacia delante al sentir el dedo pálido en su interior.
-Brittany: ¿Por qué me quieres?- Murmuró besando sus labios y si, metiendo otro dedo en su interior, dejando ambos quietos, sin ningún movimiento.
-Santana: Porque realmente estamos hechas la una para la otra.
Brittany sonrió y miró a los ojos cristalinos que la observaban
Y Santana, pareció olvidar que en su interior había dos dedos juguetones parados, y acarició con amor la mejilla rojiza de Brittany, negando con la cabeza completamente enamorada.
Brittany giró su cabeza, y besó la mano que tenía en su cara, haciendo sonreir a la mujer que quería y tanto adoraba.
Apoyó su brazo izquierdo al lado de la cabeza de Santana, y sin más, movió sus dedos provocando que Santana soltara un gran grito de placer. Metió y sacó, metió y sacó, y volvió a meter y a sacar. Besó con necesidad los labios de Santana y entrodució la lengua en su boca, jugando con ella, disfrutando con ella.
Santana gimió en los labios de la ojiazul llevando sus uñas desde los hombros pálidos hasta al trasero del mismo color, y cuando sintió otro tercer dedo en su interior, rasgó una y otra vez la espalda de Brittany.
Santana sentía explotar
Tanto placer era el que tenía que pareció olvidarse del lugar donde se encontraba, de la música del alrededor que sonaba. Miró a los ojos a Brittany, y por fin, se corrió.
Brittany llevó sus dedos mojados a la boca y los disfrutó
Santana aún abrazada a su espalda, la besó notando su sabor
Esta vez, era un beso tierno. Ternura, dulzura, paciencia, tranquilidad. Amor.
Brittany se acostó al lado de Santana y sonrió.
-Brittany: ¿Cómo estás?
-Santana: Hoy es el mejor día de mi vida.
Brittany sonrió enormemente y agarró el cuerpo frágil de Santana poniéndola encima del suyo. La cabeza de Santana se apoyó en su cuello, y ella acarició su espalda. Realmente, amaba a Santana.
Santana regaló unos cuantos besos en el cuello de Brittany, sonriendo al ver como su piel se ponía de gallina. Era tan hermosa. Besó como por una enternidad los labios que a ella tanto le gustaban, y miró como Brittany pasaba una manta por encima de sus cuerpos entrelazados, para luego, volver a besarse.
Santana acarició la mandíbula de su amor y pasó un mechón de su cabelllo rubio para detrás de su oreja. La quería. Lo hacía.
-Santana: ¿Britt?
La rubia debajo de su cuerpo movió su cabeza ligeramente con los ojos cerrados y hizo muecas adorables, para el gusto de Santana.
-Brittany: Dime princesa.
-Santana: Te quiero
Brittany sonrió y abrió sus ojos
-Brittany: Yo más
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Espero que os haya gustado, gracias por vuestro esfuerzo en comprenderme y vuestra espera. Sé que este capítulo seguramente no sea lo que querías pero bueno, el próximo espero que os guste más. Espero que esteáis bien y cuidaros. BESITOS DE NUTELLA. OS QUIERO MUCHO GENTE.
Nerea
Ves como su pecho sube y baja, su boquita tan bonita entreabierta, ese nariz suyo arrugado al igual que su frente, y tú sonríes apoyando tu cabeza en la palma de tu mano. Ella es tan tonta.
-Santana: No voy a poder divertirme sin ti Brittany, es imposible.
Ella mueve su cabeza divertida y abre su ojo derecho para verte de reojo. Aún se te hace muy raro llamarla por su nombre, pero simplemente, es perfecto. Le pega genial.
-Brittany: Oh vamos, has estado conmigo encerrada en este cuartucho durante dos días enteros, hoy puedes disfrutar una noche sola sin que yo te moleste.
Tú haces un puchero y ella niega con la cabeza suspirando cansada y relajándose en la cama. Prácticamente como si estuviera tomando el sol, igual.
-Santana: Es tu cumpleaños, quiero estar contigo. Y además, tú no me molestas me alegras.
Acaricias lentamente su hombro derecho desnudo y te quedas mirando como una tonta su piel. Tan suave, tan pálida, tan fuerte y puesta en su sitio. Es como si estubieras tocando a una reina. Mejor. Mucho mejor.
-Brittany: Tú también me alegras.
Tú con un chute de adrenalina te subes encima de la cama y te sientas en sus piernas, enredando tus manos en su cuello y sonriendo como ahora casi siempre lo haces. Ella se incorpora y apoya su espalda en el respaldo de la cama, abrazándote por la cintura.
-Santana: ¿Te lastimo así? –Preguntas mirando a su abdomen y con hilo de preocupación en tu voz.
-Brittany: No, quédate así, me encanta tenerte cerca.
Tú te acomodas en sus piernas, y enredas las tuyas alrededor de su cintura. Lo que has estado pensando desde que os besásteis, es que necesitas más de ella. No sólo quieres besos ni abrazos, quieres sentirla, que ella te toque….pero ….por debajo de la ropa. Resumiendo : Ella y tú, desnudas.
Tú te acercas a su rostro y unes tus labios con los suyos, suspirando y agarrando con fuerza su pelo rubio. Notas lo caliente que te estás poniendo y quieres transmitírselo, asique intensificas el beso y abres más tu boca, y ella, mete su lengua dentro, como si ese fuera su hogar de toda la vida.
Gimes cuando su lengua mágica juega con la tuya, y el sudor se hace presente en tu frente. Tu sexo palpita más, que un móbil en silencio. Bajas tus manos a su camisa blanca de tiras, y las pasas por su abdomen y delicadamente, se la subes un poco para verla bien. Te sorprendes cuando ella te agarra las manos y para vuestro precioso beso, uniendo su frente con la tuya. La miras a los ojos dañada. Ella no quiere estar contigo.
-Brittany: No quiero que esto ocurra así –Susurra mirándote fijamente a los ojos, y sientes como que en cualquier momento, pudieran atravesarte.
-Santana: ¿Por qué? Te necesito maldita sea Brittany, te necesito. ¿No me deseas? ¿Por qué no lo haces?
Ella niega con la cabeza y cierra sus ojos, tragando fuertemente saliva. Tú abres a lo máximo tus ojos y notas cómo tu pulsación aumenta cada vez más, ¿No? ¿No te desea?
Apartas con furia el agarre que ella tenía en tus mano y quieres levantarte de sus piernas pero ella te agarra del brazo, poniéndote de nuevo en el sitio que estabas.
-Brittany: No me has dejado acabar, no te necesito nena, me muero por ti, me muero por cada trozo, cada milímetro de tu preciosa piel.
Tú la miras confundida y acaricias con tus dedos el tatuaje de su cuello, y sueltas un suspiro de enamorada, cuando ves que ella cierra sus ojos azules.
-Santana: ¿Entonces por qué no quieres que lo hagamos? –Agarras su nuca y la acercas a tu cara, mirando con atención, si puedes ver asomarse el azul de sus pupilas.
-Brittany: Simplemente quiero que sea especial –Alza sus hombros acariciando la parte de tus muslos y por fin, abriendo sus ojos.
-Santana: ¿Y ahora no lo es? Estamos las dos solas, no entrará nadie.
No se lo estás proponiendo, se lo estás suplicando con todas tus fuerzas. Nunca has sido de esas chicas que se arrodillan ante otra por tener relacciones sexuales, pero con ella no es simplemente sexo, tú la quieres y hablas de amor, de sentimientos. Y quieres fundirlos con ella.
-Brittany: Sí lo sé, pero la habitación de mi tío no me parece muy apropiado sinceramente.
Tú suspiras y dejas un corto beso en sus labios, disfrutando de las caricias que te está dejando un poco más debajo de tu culo.
-Santana: Con esto no ayudas, ¿Sabes? –Ella suelta un carcajada y sí, esta vez te agarra del culo, y te sube más hacia arriba, chocando con su nariz.
-Brittany: ¿Qué haré yo contigo preciosidad? ¿Qué haré? –Tú frunces tus labios y dejas un pequeño beso en su mejilla, que está un poco rojita.
-Santana: No lo sé, tendrías que pensarlo.
Ella asiente pasando su lengua por sus labios y tu boca se hace agua al ver semejante sexualidad. Jesús, juras tener un orgasmo con simplemente verla.
-Brittany: Prométeme que hoy lo pasarás genial, que bailarás con tus amigas y no ligarás con nadie, y cuando te sientas con ganas de descansar, vendrás aquí y dormirás conmigo. Sólo dormir.
Tú sonríes en su cuello y aprietas tus piernas a su alrededor, suspirando el olor de su piel.
Tan ella.
-Santana: Te lo prometo.
Ella asiente y tú dejas un beso en su cuello, seguido de otro y otro, vale te quedó claro que no quiere hacer el amor ahora, pero por eso, quieres torturarla.
-Brittany: Son las cinco y cuarto, deberías prepararte.
Tú te separas rápidamente de su cuello y la miras con el ceño fruncido, ¿Enserio? ¿Realmente te esta hechando? ¿Lo está haciendo?
-Santana: ¿Quieres que me valla? ¿Me estás echando Pierce?
Ella niega con la cabeza y te agarra por los hombros con una sonrisa condenadamente dulce en su rostro.
-Brittany: El baile comienza a las nueve y bueno, supongo que quieres tener tiempo para prepararte.
Tú pasas tu lengua por tus mofletes haciendo vultos y la miras con una chispita de indignación en tus ojos.
-Santana: ¿Seguro que es eso? ¿Qué estás tramando dime? – Coges tus dos manos y las pasas por detrás de sus orejas.
-Brittany: sólo es eso enserio, vete y disfruta.
Tú apoyas tus dos manos en el cabecero de su cama y ella se acerca hacia delante para darte un beso, pero tú te apartas. Te levantas de la cama y tocas el suelo, acomodándote tu mono naranja. La rubia te mira desde la cama totalmente confundida, pero bueno, que se fastidie.
-Santana: Me voy, nos vemos más tarde, te quiero.
Te despides de ella con la mano y atraviesas la puerta cerrándola detrás de ti. No lo vas a negar, estás algo cabreada con ella. Te echó de su habitación y sí, sabe dios lo que ella se trama. No es normal que ella se comporte de esa manera, no lo es.
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La rubia coge un walkie talkie que tiene a su lado en la mesita pequeña de noche y lo enciende, mientras se aclara la garganta.
-Brittany: Puedes venir, ya se ha ido.
Brittany se acomodó en la cama esperando la respuesta de la otra línea, y sonrió cuando escuchó unos cuantos ruídos.
-Vale, voy ahora.
Dejó el aparato en el mismo lugar en el que estaba y apartó las sábanas de su cuerpo. Se levantó y estiró sus brazos por encima de su cabeza, bostezando por el cansancio que también tenía.
Sonrió al pensar en la sorpresa que le tenía preparada a su morena, que posiblemente ahora mismo estaría cabreada con ella, lo sabía. Santana por veces podía ser muy desconfiada y celosa, y eso a la rubia le gustaba más, que su hermosa morena se preocupara por ella.
Se apoyó en el escritorio con un color marrón algo destiñido y se cruzó de brazos, esperando al maldito grandullón. Sí, ella aún estaba cabreada con él, pero así no consiguiría nada, es más, lo necesitaba para esto.
Tres toques se escucharon en la puerta, y la cabeza de su tío se asomó con lentitud y tranquilidad.
-Eduardo: ¿Puedo pasar?
La rubia asintió sin nisiquiera moverse de su sitio, y el rubio entró con una sonrisa algo triste en su rostro. Su sobrina no había cambiado su actitud con él y eso le dolía.
-Brittany: gracias por venir tan rápido – Miró fijamente como el hombre enfrente suya se sacaba la pistola de su cintura y la ponía en el escritorio, donde ella estaba.
-Eduardo: No pasa nada, estoy para lo que necesites, ¿Y bien?
Brittany se apartó del escritorio y caminó hacia el armario con ambas manos en su boca y nariz, con aire pensativa.
-Brittany: ¿Puedo ir al baile o no?
Se giró para mirar al ojiazul, quien abrió sus ojos y apoyó sus brazos en el mueble detrás de su cuerpo. Esa pregunta lo cogió por sorpresa, pero bueno, le parecía normal.
-Eduardo: ¿Quieres ir? –La rubia asintió varias veces seguidas y tragó fuertemente saliva - ¿Quieres ir por estar con ella verdad?
-Brittany: No empieces otra vez con eso por favor, entiende que la quiero y ella me quiere, es más ¡Nos hemos besado! Creo que podemos empezar una relación y que a mis padres les va a gustar, ella es buena, amable, dulce, inteligente….¿Por qué no puedes verlo?
Eduardo sonrió de lado y miró al suelo, con la diversión y estusiasmo en sus ojos parecidos a los de su sobrina.
-Eduardo: Ella va a llevar un vestido rojo.
Brittany miró a su tío a los ojos y giró un poco su cabeza, con su boca entreabierta. ¿Qué significaba esto?
-Brittany: ¿Qué?
Eduardo batió en la mesa y se acercó a su sobrina, provocando que el suelo crugiese y a Brittany se le pusieran los pelos de punta. Ese ruído le recordaba a su padre.
-Eduardo: Ella lleva un vestido rojo, me lo dijo tu hermana, que es la novia de su prima, por eso te he comprado esto.
Se acercó a su cama, y abrió el cajón de la mesita de noche, sacando una caja negra con letras plateadas. Miró a la caja con alegría en sus ojos y regresó la vista a su rubia algo emocionada, se acercó de nuevo a ella y se la tendío, y Britttany la cogió, con las manos temblorosas.
Le sacó la tapa y sonrió enormemente cuando vió una pajarita roja, y a su lado, una flor para poner en la solapa de un traje, o eso a ella le parecía. Aquella flor era blanca, preciosa y delicada, y eso le recordó a Santana. Brittany miró a su tío y tragó saliva, negando con la cabeza.
-Brittany: ¿Qué quieres decir?
Eduardo sacó la pajarita roja de la caja, y se la puso alrededor del cuello de su sobrina, con una divertida sonrisa en su reluciente rostro.
-Eduardo: Creo que te quedará genial con tu traje negro.
La rubia sin pensarlo dos veces, se lanzó a los brazos de su tío enredando sus brazos en su fuerte cuello. Cerró sus ojos y disfrutó del amor que le daba su tío, que vale, le quería. Mucho además.
-Brittany: Gracias – Susurró delicadamente mientras apretaba más su abrazo. Sonrió cuando notó la sonrisa de su tío en su hombro.
-Eduardo: Discúlpame por mi comportamiento, quiero decirte que acepto a Santana y vuestra relación y os deseo lo mejor, te quiero.
La rubia no quería llorar, no debía hacerlo y no podía soportar hacerlo, pero esto se lo ponía difícil. En estos días su tío se había comportado estupendamente con ella, y se lo agradecía con todo su corazón. A parte de Santana, el fue la que la cuidó y ayudó en todo que ella necesitaba, como siempre. Por no variar.
Brittany se separó de su tio y bajó su cabeza mirando la flor en sus manos pálidas. Raramente, le quedaba bien en su piel.
Eduardo abrió la puerta del armario detrás de Brittany y sacó un traje colgado en una percha. Un traje precioso. Simplemente precioso. Con su camisa blanca de manga corta, su pantalón negro al igual que su chaqueta, y unos zapatos brillantes con cordones, negros.
Brittany acercó la pajarita al traje y sonrió al ver el resultado. Le encantaba.
-Eduardo: Me gustaría verte con él puesto.
Sonrió pasando sus dedos por la camisa y la chaqueta, mirando de reojo a su sobrina, quien sonreía mirando la flor en sus manos.
-Brittany: ¿Me dejas ir?
Eduardo agarró la mano de su sobrina y la miró con admiración. Sí, admiraba a esa niña que hoy cumplía 20 años, se estaba haciendo tan mayor, y sí, cada vez más especial y única.
-Eduardo: Sí, puedes ir.
La rubia sonrió y colocó un mechón de su pelo detrás de su oreja mientras suspiraba cansada, cosa que extrañó un poco a su tío.
-Eduardo: ¿Qué pasó? – Preguntó colgando el traje en la manilla de la puerta del armario y apoyándose en él.
-Brittany: En este día me gustaría estar con mamá y papá y con ellas, ya sabes, es un día importante para mí – Alzó sus hombros sin levantar la vista.
-Eduardo: Tienes a esa mujercita que te tiene loca, ¿No es así? Ella puede arreglarlo todo, con ella estarás bien, lo sé.
La rubia sonrió pensando en su princesa. Esa sonrisa suya, sus ojos oscuros con grandes pestañas, sus mejillas rojas, esos labios carnosos, su piel canela……Ella. Sí, ella.
-Brittany: Sí, ella lo arregla todo.
Eduardo sonrió y cogió el traje y se lo puso en las manos a su sobrina, quien suspiró emocionada y se mordió su labio.
-Eduardo: Cámbiate, tienes todo lo necesario en el armario, planchas, espuma para el pelo, maquillaje…….Si necesitas algo, ya sabes – Dijo señalando el aparato encima de la mesita de noche – Ponte guapa, nos vemos en el baile – Le guiñó el ojo a su rubita, y salió por la puerta con una gran sonrisa.
Brittany miró el traje en sus manos y luego, en la otra, la flor y su pajarita. Ella no era de poner vestidos, es más, no le gustaban para nada, asique la idea del traje, era muy buena. Más de una vez había puesto un pantalón vaquero con una camiseta y una americana, pero un traje, con su camisa y pantalón con su chaqueta a juego, y en los pies unos zapatos como los que llevan los señores en las películas, nunca.
Pero debía admitirlo: La idea le gustaba
Mucho
Se acercó a la cama y colocó las prendras por separado encima de la cama, y adorándolos en silencio. Pensó por un momento como llevar su pelo, y sí, en un segundo lo tenía pensado. Suelto y rizado. Perfecto.
Se sentó en una silla y pasó sus manos por el pelo rubio, pensando y pensando en la conversación que había tenido con Santana. Su primera vez juntas. Amor. Hacerlo. Ella quería que fuera especial, y bueno, también se moría por hacer suya a la morena. Siendo exactos, desde el primer momento que la vió.
Una idea pasó por su mente, y levantó su cabeza con una sonrisa pícara en su rostro.
¿Quería hacerlo especial? Sí, lo iba a ser.
Único mejor dicho
Sin palabras
Sacó una caja de zapatos de debajo de la cama y la abrió. Unos zapatones negros, con un brillo viejo y aburrido para ella, sí, los estúpidos zapatones que tenía que llevar puestos
-Brittany: Tengo una idea.
Se acercó de nuevo al armario y cogió tres mantas azules, junto con cuatro almohadas negras. Las puso en el suelo y luego, en el cajón cerca de la cama, cogió diez velas pequeñas con sus mistos. Las puso en sus bolsillos y luego, como si de una bala se tratara, se puso sus zapatones en menos de un segundo. Cogió las mantas y almohadas del suelo, y salió de la puerta con una energía, que no tenía hace muchos meses.
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Sonríes cuando tu amiga te sube la cremallera de tu vestido, y pasas tus manos por tu cintura, sintiéndote, como una completa princesa. Te pones tus zapatos de tacón, y superas en altura a Marley, algo que era difícil.
-Santana: ¿Qué tal? ¿Os gusta?
Rachel asiente pasando su lengua por esos labios suyos, y sonríes emocionada cuando Alex aplaude, contagiando a las demás. Sí, obvio que pareces una princesa, por un día, lo eres. Increíble.
-Dani: Preciosa –Murmura mirándote de arriba abajo mientras se coloca bien unas pinzas en su pelo recogido.
-Tina: Hoy romperemos todas, será una noche increíble- Dice completamente entusiasmada mientras se pone los tacones y se mira al espejo al lado de una de las duchas.
-Sugar: ¿No irá B San?
Tú frunces el ceño cuando escuchas B, pero vale, tu mente vuelve a ser la que era. Sólo tú sabes su nombre, delante de tus amigas, ella es B o Pierce. B o Pierce. Joder, tienes que metértelo en tu cabeza.
-Santana: No.
Ellas tuercen sus bocas, y siguen pintándose los labios o maquillándose, arreglándose el pelo…… Hacen tantas cosas.
-Mercedes: No te dejaremos sola en ningún momento, somos un grupo.
Tú le guiñas el ojo a través del espejo, y sonríes mientras das el último toque a tu pelo, que está hábilmente ondulado. Por no hablar en general de ti. Estás preciosa y sí, puedes decirlo con tranquilidad.
-Rachel: Bueno yo ya estoy, ¿Vosotras?
Sí ella si que está preciosa. Lleva un vestido rosa, palabra de honor con algunas perlas en su pecho, que simplemente le queda genial cayendo por su cuerpo hasta llegar a sus pies. Su pelo está completamente suelto, y a diferencia del tuyo, estás liso.
-Alex: Yo también.
Dios, ese vestido corto azul hace juego con sus zapatos. Tina, Marley y ella, son las únicas que llevan vestido corto y las demás, vestido largos. Simplemente y con todo el orgullo, estáis preciosas. Seréis las preciosidades del baile. Las que digan lo contrario, serán unas envidiosas.
-Sugar: ¿Qué hora es?
Meercedes mira el reloj al lado de la puerta y sonríe enseñando todos sus dientes blancos.
-Mercedes: Son las 9 menos cuarto.
Tú guardas el pintalabios en tu estuche y lo cierras, dejándolo dentro de tu taquilla, junto con las cosas de Rachel. Bueno, vale, taquilla compartida.
-Tina: ¿Nos vamos?
Tú miras a tus amigas con la mano en tu cintura y ellas soníen levantándose de sus asientos, y arreglándose sus bonitos vestidos.
Mercedes es la que sale primero y tú, la última.
Camináis por los pasillos y todo son carteles, globos, adornos pegados en las paredes, luces de discoteca alumbrando cada esquina. Esto es genial, y aún no habéis llegado al salón donde se celebra el baile.
Miras a tu alrededor, y ves compañeras tuyas animadas hablando unas con otras y sobre todo, vestidas elegantemente.
Ves como Lindsay te mira con una ceja levantada, cerca de la puerta del baile, y tú le regalas tu mejor mirada asesina. Ni el maquillaje le quita la cara de tonta que tiene. Pobre.
Tina abre la puerta, y valla, si, valla.
Luces casi apagadas, sillas y mesas colocadas perfectamente, una mesa con comida y bebida, y como no, ponche. Globos que cuelgan por cualquier parte, un Dj cambiando las canciones a petición de las demás personas, una pista enorme de baile y sí, el escenario decorado con varios micrófonos e instrumentos en él.
Esta es la misma sala en la que los guardias os dijeron cuales serían vuestras celdas y compañeras, si, esta es.
Camináis en medio de la multitud, y os acercáis a una mesa donde hay nueve sillas. Os sentáis, bailando una que otra vez al sonido de la canción, y con una sonrisa divertida, miráis como en la pista de baile bailan Quinn y Hanna como unas locas.
-Rachel: Y eso que aún no han bebido nada- Bufa con una simpática mueca y tú te ríes dándole un simple golpe en su hombro.
-Santana: Quiero verte a ti con unos cuantos tragos en tu cuerpo, y después aver quien llama más la atención.
Ella alza sus hombros y da un brusco golpe en la mesa llamando la atención de tus compañeras y sobre todo, tuya.
-Rachel: Vamos a desmadrarnos peña, hoy será una noche inolvidable.
Os levantáis al mismo tiempo, y agarrándoos unas a otras camináis hacia el ponche, sí, debes probarlo, tienes que dar tu opinión. Tú siempre has sido una experta en sabores, todo tipo.
-Marley: Está bueno – Dice llevando el vaso a sus labios y pasando la lengua por ellos asintiendo con la cabeza.
-Mercedes: Yo me voy a tomar otra copa.
Sonríes y piensas en lo bien que lo estás pasando aunque esteas en la prisión, y agradeces a estes chicas el estar contigo, y sobre todo, ser tus amigas. Cada una de ellas tiene algo especial, algo por lo que destacan haciéndolas ser diferente. Y sí, cada una forma parte de tu vida. Son geniales. Simplemente.
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La rubia, ahora vestida con su traje negro, se miró al espejo y se acomodó la pajarita en su cuello, haciendo muecas intentando abrochársela en la parte trasera.
-Brittany: Esto es una mierda.
Suspiró indignada y cuando escuchó el “Click” sonrió acomodando sus cuellos correctamente y metiendo su camisa por dentro de los pantalones. Se puso su cinturón negro y colocó bien su chaqueta mirándose con orgullo en el cristal. Ella no era una persona creída, pero ahora mismo, se veía muy guapa.
Su pelo rubio suelto con sus rizos cayendo por su espalda y pecho, su cara con un poco de maquillaje y bueno, su traje, ese traje que le encantaba. Esa era la palabra. Encantar.
-Brittany: Espero que Santana no me pegue cuando llegue allí.
Soltó una risa y cogió la rosa que estaba colocada encima de la cama, y miró la solapa de su chaqueta. Se la acomodó bien para que no le cayera, y se abrochó los botones de la americana negra, estando, sexy y tractiva.
Se acercó al escritorio haciendo ruído con sus zapatos y sacó una caja, con la flor que ella le daría a su acompañante. Blanca, como la que ella tenía. Sí, para su Santana.
Salió por la puerta y bajó las escaleras en forma de caracol, mirando hacia el suelo.
Se encaminó por los escuros pasillos y se sorprendió por tanto cambio. Ella no había pisado este lugar en tres semanas, y ahora, todo era distinto. Paredes decoradas, globos por un lado, papeles pegados en otro. Bueno, tenía que admitirlo, le gustaba.
Sonrió cuando algunas chicas que estaban charlando unas con otras se paraban y la miraban con la boca abierta, mirando su cuerpo una y otra vez, sin pausa. La rubia asintió con su cabeza, y le guiñó un ojo, causando que las otras mujeres soltaran un suspiro llenas de calor en su cuerpo.
-Estás guapísima B, joder, me pones a cien.
Brittany pasó por su lado, empujándolas sutilmente y por fin, abrió la gran puerta, donde se celebraba el esperado baile.
Miró a su alrededor y se dio cuenta, que todas las mejores, se quedaron quietas observándola atentamente. Aquellas que estaban bailando, aquellas que cantaban, aquellas que bebían, todas, la comían con la mirada.
Ella caminó a paso lento por el salón, y buscó con su mirada a la mujer que a ella solo le interesaba, que hablando de ella, no la encontraba.
Saludó con su mano libre a sus amigas las rubias, quienes la miraron con una gran sonrisa y alzaron sus pulgares, demostrándole lo guapa y estupenda que ella estaba.
Y sí, cuando ella vió de espaldas a esa morena suya, suspiró tranquila.
Su tío tenía razón, iba de rojo
Lo que él no sabía, es que ella estaba preciosa
Increíble y hasta incluso, comestible.
Brittany vió como las amigas de su chica la señalaban, y Santana se daba la vuelta mirándola completamente sorprendida y contenta. “Bueno por lo menos se alegra de verme”- pensó la rubia quien caminaba hacia ella, con la flor en ambas manos.
Santana decidió andar a su encuentro, y se situó a unos cuantos pasos de ella, esperando a que su rubia, diera el paso correcto y final.
-Brittany: Estás preciosa Santana.
Ella sonrió bajando su mirada y poniéndose completamente colorada. Aún no estaba acostumbrada a los cumplidos por parte de Brittany, siempre conseguía avergonzarla con sus hermosas palabras.
-Santana: ¿Qué haces aquí? –Preguntó aclarando su garganta y mirando los relucientes zapatos de su acompañante, que se acercaron más a ella.
-Brittany: He venido al baile, contigo.
Abrió la caja y sacó la flor de mano blaca, y sonrió cuando Santana le tendió su preciosa muñeca. La morena alzó su vista, y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando la flor se situaba en su mano, dejándola perfecta.
-Santana. Dijiste que no vendrías- Susurró con voz ronca mientras acariciaba la mano de la ojiazul.
-Brittany: Quería que fuera una sorpresa.
Santana negó con la cabeza mientras se mordía su labio inferior, y cogió la nuca de Brittany, atrayéndola a sus labios, en un apasionado beso.
Brittany soltó la caja vacía que tenía en sus manos, y rodeó la cintura de su princesa, mientras introducía su lengua en la boca de ella, disfrutando completamente de ese genial beso que estaban teniendo.
Santana pasó sus dedos por el cuello de Brittany, mientras que con la otra mano, le acariciaba delicadamente su mejilla, soltando un suspiro cuando se separó del beso y puso su cara en el pecho de la rubia.
-Brittany: ¿Te has dado de cuenta de que me has besado delante de todo el mundo?
Santana sonrió cerrado sus ojos y aferrándose fuertemente a la camisa blanca de su rubia, quien le acariciaba dulcemente su espalda media desnuda.
-Santana: Que se vallan acostumbrando todas esas perras.
La rubia soltó una carcajada y besó la cabeza morena de Santana, quien levantó su cabeza y la miró a los ojos.
-Santana: Estás demasiado sexy esta noche, eres como Brad Pitt versión mujer con ese traje, con esa pajarita, tus ojos azules….. !Dios despues no quieres que lo hagamos y vienes aquí con estas pintas!
Brittany sonrió coquetamente mientras tiraba de los lados de su chaqueta y se movía con poses sexys en su sitio.
-Brittany: ¿Te has visto a ti nena? Oh vamos creo que me he corrido nada más verte.
Santana negó con la cabeza y cogió la mano de su rubia, mientras tiraba de lla para acercarla a sus amigas, quienes sonrieron al verlas juntas. Hacían una pareja preciosa, y se veía que se querían.
-Santana: Chicas, aquí está mi pareja- Sonrió apoyando su cabeza en el hombro de Brittany y pasando su brazo por la cintura de esta.
-B: Hola, estáis muy guapas hoy, raro que no tengáis pareja, ¿Cómo es eso?
Las chicas sonríen completamente contentas y miran a su amiga Santana, que mira a su rubia completamente embobada.
-Rachel: Estamos bien, por cierto, estáis muy bien las dos juntas, me alegro mucho por vosotras.
Brittany pasa su brazo por los hombros de Santana y acaricia con la punta de su nariz el pelo de ella.
-Santana: Gracias.
Brittany sonríe y señala la pista de baile, y la morena completamente emocionada, asiente y toma el brazo de su acompañante, para bailar en la gran pista con gente y gente en ella.
-Brittany: Espera aquí un segundo –Dice besando la mejilla de la morena y alejándose en medio de la multitud.
La rubia se acercó al DJ, que era amigo de sus padres y sonrió al ver la expresión en la cara de Dave.
-Dave: ¡Oh dios Britt como estás! – Se sacó los cascos de su cabeza y chocó las cinco con la rubia delante de él – Estás enorme chica, como has crecido.
-Brittany: Gracias Dave, veo que has mejorado mucho en la música – Dijo señalando los aparatos encima de una gran mesa, con cables.
-Dave: Sí, ya sabes, decidí dedicarme a esto y bueno, aquí estoy – Alzó sus hombros y se apoyó en la mesa mirando con una gran sonrisa a su amiga de la infancia.
-Brittany: Me alegro mucho, ahora, ¿Puedes hacerme un favor? – El moreno asintió y la rubia se acercó a él con una sonrisa – ¿Puedes poner una canción que a mí me gusta?
-Dave: Claro que sí Brittany, eso no se pregunta, ¿Cuál quieres?
La rubia miró hacia sus compañeras, quienes la miraban con una sonrisa pícara en su rostro, y dirigió de nuevo la mirada a su colega.
-Brittany: Pégate más
Los primeros acordes de la canción comenzaron a sonar y Brittany corriendo se acercó a sus amigas, quienes la cogieron del brazo y juntas, se subieron al escenario. Quinn quien llevaba un pantalón color crema y una camisa igual a la de Brittany, cogió el micrófono y fue la que se decidió a cantar.
-Quinn: Señorita 10 ouuh
Perfecta de la cabeza a los pies
Como se mueve, menea bien
La cosa más sexy que he podido ver – le pasa el micro a Hanna quien se sube los cuellos de su camisa y sonríe coqueta.
-Hanna: Ella se adueña del lugar
Con ese movimiento me pone mal
Me encanta verla sudar...
Y le gusta cuando le pido más –Señala a sus amigas y aplaude completamente orgullosa.
-Érica y Ahsley:
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
-Megan:
La conocí, ouohhh
En el medio de la pista vino donde mi
Como se mueve, siento morir
Es la rosa más sexy que podría existir
Ella se dueña del lugar
Con ese movimiento me pone mal
Me encanta verla sudar...
Y le gusta cuando le pido más
La multitud gritaba ante ese espectáculo, y más cuando vieron que la sexy rubia de ojos azules se desabrochaba los botones de su chaqueta y cogía el micro contenta.
-B: No me detengo, sigo asechando
El capitán retoma el mando
La subo de rango, si me enloquece bailando
Muévete, muévete
Págalo, págalo
Sacudelo es el comando
Bailame un electro bando
No mas reflejos sigue calentando
Que suba suba, la temperatura
Que la noche esta buena pa' hacer travesuras
Movimiento sexual sin cordura
Al borde de la locura, me tiene enfermo ella es mi cura –Miró a Santana pícaramente y le guiñó el ojo.
-Quinn: Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Mas, mas, dame mas, quiero mas
Move of body, pégate mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Uoohh, ouuhh, Yeah!
Cuando le pido mas
Las rubias se colocaron en fila, y juntas, decidieron disfrutar de esos aplausos que eran solo de ellas, de los focos alumbrando su cara, momento de orgullo y fama. Un hecho único, que nunca antes, habían vivido.
-¡Un fuerte aplauso para estas chicas tan talentosas!
Y si antes el público había gritado y gritado, con esto podrían aver quedado sordas y bueno, lo habrían hecho felices.
Brittany junto con sus amigas bajó del escenario yse acercó a un grupo de morenas bastante sorprendidas y emocionadas.
-B: ¿Te ha gustado? –Preguntó cruzándose de brazos con Quinn y Hanna a cada lado de ella.
-Santana: Si, mucho – Murmuró mirando de reojo a Rachel, quien en toda la canción no le había sacado ojo a Quinn, aunque lo negara.
-Hanna: Nos alegramos mucho.
Brittany asintió y miró a su amigas, quienes miraban a las morenas curiosas y divertidas.
-B: Chicas, ellas son Rachel, Mercedes, Tina, Sugar, Alex, Dani, Marley y por supuesto, Santana.
La latina bajó su mirada con las mejillas rojas y tragó saliva, completamente excitada.
-Quinn: Encantada de conoceros, Hola Rachel – Se acercó a la pequeña castaña mientras le pasaba el brazo por su hombro – Estás hermosa esta noche.
-Rachel: ¿Osea que antes era fea? ¿Además que derecho tienes para tocarme? No cojas tantas confianzas rubita – Protestó apartando el brazo de su cuerpo y empujándola lejos de ella.
-Quinn: Oh vamos me has estado mirando toda la canción, yo he podido ver eso castañita, no lo niegues.
Britttany abrazó la cintura de Santana y sonrió al ver esa escena. Así empezaron Santana y ella, y al final, bueno, esta era la respuesta. Le sacó una gran sonrisa pensar en eso.
-Santana: ¿Por qué sonríes? – susurró besando la oreja de su rubia y apretando su chaqueta en sus puños.
-Brittany: Así empezamos nosotras, discutiendo y peleándonos, y ahora míranos, no puedo vivir sin ti – Besó la cabeza de la morena delicadamente y respiró el olor de su pelo.
-Rachel: ¡Ya te gustaría! Ni de broma, eres como un virus, ¡Igual me contaminas o algo por el estilo!
-Quinn: Te pones sexy cuando te enfadas, te tiembla el labio y te haces ver tan comestible.
-Rachel: Tú a mí me gustarías con una piedra en la boca para no poder hablar y una marca de mi mano en tu cara – Se cruzó de brazos mirando con indiferencia a la ojiverde.
-Quinn: Si tú me la das, me gustará castañita.
-Rachel: ¡Deja de llamarme así, eres insoportable!
Brittany se acercó al oído de su morena, y apartándole los pelos de su cabeza, susurró lentamente “Ven, tengo que enseñarte algo”.
Santana frunció el ceño y la rubia asintió entrelazando sus dedos, y apartándose del grupo. Se encaminaron por la pista de baile, y salieron por la gran puerta, con la mirada de varias chicas borrachas del pasillo.
Brittany tiró de la atontada morena, y juntas, caminaron por el pasillo oscuro y algo escalofriante. La rubia se paró, y eso asustó más a la latina.
-Santana: ¿Qué pasa?
Brittany sonrió y sacó de su chaqueta un estuche plateado de terciopelo, de un tamaño bastante considerable.
-Brittany: Sé que hoy es mi cumpleaños y tendría que ser yo la que recibiera regalos, pero no he podido controlarme, por eso te he comprado algo.
Abrió la caja, y los ojos de Santana se iluminaron al ver tal joya. Una pulsera de perlas completamente blancas y brillantes, a juego con unos pendientes del mismo tipo. La latina se llevó ambas manos a la boca, completamente sorprendida.
-Santana: Oh dios mío Brittany, me encantan.
La rubia orgullosa de su regalo, desenganchó la pulsera de la cajita, y la puso en la otra muñeca libre de su pareja. Cerró el cierre, y admiró por un segundo la belleza de su mano.
-Brittany: En tu mano aún me gusta más.
Santana sonrió con sus ojos llenos de lágrimas y se sacó los pendientes pequeños que tenía en sus orejas, tirándolos en la papelera que tenía a su lado. Brittany se sorprendió ante eso.
-Brittany: ¿Qué haces? No los tires.
-Santana: Me los regaló la puta de Verónica, asique no quiero ni verlos más.
La ojiazul hizo lo mismo que hizo con la pulsera, y puso ambos pendientes en su mano izquierda. Tiró la caja vacía en la papelera, y con un paso firme se acercó a Santana, poniendo una mano en su oreja. Con cuidado le puso un pendiente, y seguido, la tuerca para evitar que la perla se callera. Dejó un beso en la oreja de la latina, provocando que esta soltara un suspiro, e hizo lo mismo en su otra oreja.
-Brittany: Ahora tengo que llevarte a un sitio.
La morena entrecerró sus ojos y tragó saliva al ver como Brittany se sacaba la chaqueta, quedando con una camisa blanca de manga corta, y con una pajarita roja.
-Santana: ¿Más cosas? Brittany ya me sentía mal por no comprarte nada y con esto no lo arreglas.
La rubia sonrió de lado, y apoyó su chaqueta en su antebrazo izquierdo agarrando con la otra mano la cintura de la morena.
Caminaron en silencio, regalándose una que otra mirada acompañadas de sonrisas y mejillas rojas. Santana se sorprendió al ver como su acompañante se paraba delante del auditorio, y cogía una llave del bolsillo de su pantalón.
-Brittany: Lo he hecho con mucho cariño, espero que realmene te guste.
Introdució la llave en la cerradura y con un simple movimiento de muñeca, la puerta se abrió en sus narices dejando ver una oleada de velas por toda la alfombra roja, al igual que en el escenario. Unas mantas en el suelo y unas almohadas, colocadas correctamente, pareciendo por un momento una hermosa cama. Flores que tenían el jardín de la prisión estaban colocadas encima del piano, y algunos de sus pétalos, esparcidos por cualquier parte.
Brittany empujó ligeramente a Santana, llevándola dentro de la sala y cerró de nuevo con llave, para que nadie pudiera molestarlas.
La morena no podía dar crédito a lo que estaba viendo. Este lugar no parecía el mismo que ella había pisado unas tres semanas antes. Esto parecía la habitación de un hotel. Del mejor hotel del mundo.
-Santana: No puedo creerlo – Susurró admirando cada detalle de la habitación, sorprendiéndose cada vez más.
-Brittany: Quería que fuera algo especial, asique bueno, creo que lo es – Abrazó a su morena por detrás, enterrando su nariz en el perfecto cuello color canela.
-Santana: Creéme, lo es.
Santana se dio lentamente la vuelta encontrándose con los ojos oscuros y azules de Brittany. Miró a los brazos pálidos rodeándola y sonrió con entusiasmo y alegría, pues con todo esto, Brittany estaba demostrando que la quería.
La rubia se mordió su labio al ver como Santana pasaba sus manos por el tatuaje de su cuello, matándola con cada toque, resucitándola en menos de un minuto.
Santana agarró con posesión la nuca de Brittany, y con toda la fuerza que ella le daba, la estampó contra sus labios. La morena suspiró al sentir ese contacto, tan placentero, tan único. Brittany con sumo cuidado, introdució la legua en su boca y apretó sus manos en la pequeña cintura de su amada.
La morena soltó un gemido al sentir el apretado agarre de la ojiazul en ella, y como si no quisiera la cosa, bajó sus manos a la camisa blanca que le sentaba tan bien, pero que en ese momento, la quería fuera de su cuerpo. Sacó la prenda fuera de los pantalones dejándola caer en su cintura y desabró el primer botón, sintiéndose intrigada y emocionada por saber lo que había debajo de la ropa.
Brittany sonrió besando el hombro descubierto de Santana, y posó sus manos en la cremallera negra de su vestido, cogiéndola entre sus dedos y sin previo aviso, bajándola hasta no poder más. Santana se separó del cuerpo de la rubia, y moviendo ligeramente sus hombros hacia atrás, el vestido largo cayó a sus pies, dejando a Brittany completamente sorprendida.
Ese cuerpo moreno, tan perfecto y hermoso, esas piernas tan perfiladas y completamente y jodidamente senxuales. Dios, esos pechos cubiertos por un simple sujetador blanco y sí, esas diminutas braguitas del mismo color.
-Brittany: Eres preciosa – Susurró embobada sin dejar de mirar a la latina.
Santana negó con la cabeza mientras cogía a Brittany por los cuellos de la camisa, y comía “Literalmente” sus labios. Desabrochó dos botones más y sí, ahora si que no podía más. Necesitaba cuanto antes a esa rubia de ojos azules. Brittany llevó sus manos al trasero latino, y las metió por dentro de la braguita, acariciando y apretando las nalgas de Santana entre sus dedos.
-Santana: Britt – Suspiró y cerró sus ojos apoyándo su cabeza en el hombro de la rubia, aún con sus manos en los botones de la camisa.
-Brittany: Hoy no dormirás en toda la noche, te lo puedo asegurar – Susurró besando el pelo de la morena con ternura.
Santana metiendo sus manos por el borde de la camiseta, la abrió rompiendo todos los botones que faltaban y mirando por un momento, como rebotavan en el suelo, haciendo un ruido simpático.
Sacó la prenda blanca del cuerpo pálido y se mordió el labio cuando vio tal monumento. Ese abdomen tan marcado no podía ser real, había soñado tantas veces con esto que no sabía si estaba durmiendo o estaba en la bendita realidad.
Brittany sonrió y se desabrochó el cinturón sin dejar de ver a su acompañante a los ojos, se soltó la prenda de cuero de su cintura y desprendió el botón de su pantalón. Santana simplemente saltó a sus brazos, enredando sus piernas alrededor de la rubia y agarrando su cuello con posesión mientras la besaba con pasión. La ojiazul cogió las nalgas de Santana con fuerza y con cuidado, intentó caminar hacia las mantas encima del escenario.
Brittany se separó del beso y tragó saliva al ver como la respiración de Santana era muy acelerada. Subió las escaleras y con preocupación, fue acostando a la morena en las mantas, quedando encima de ella.
Santana bajó el pantalón de la rubia hasta las rodillas y luego esta, se arrodilló y se lo sacó quedando en ropa interior, zapatos y pajarita. Brittany besó ambos tobillos de la preciosa latina y lentamente, le sacó ambos tacones dejando sus pies al descubierto. La sexy rubia, simplemente se sacó sus zapatos y calcetines negros en menos de un minuto.
Santana desde el suelo, se mordió el labio al ver como Brittany se acomodaba entre sus piernas y apoyaba una de sus manos en su cintura y otra cerca de su cabeza. Estaba tan excitada.
Y de nuevo, sus bocas volvieron a unirse, como si de imanes se trataran, como si no pudieran estar mucho tiempo separados.
La mano pálida bajaba por el cuerpo moreno, hasta pararse en el borde de las braguitas, quedándose quieta en ese lugar.
Santana alzaba su cuerpo y abría sus piernas para que Brittany entendiera sus señales, asique la rubia, reinició de nuevo sus caricias.
Bajó la mano hasta la parte trasera de su cuerpo, y apretó las nalgas de la morena en sus manos. Santana tomó con posesión la nuca de Brittany y la atrajo a sus labios, para demostrarle lo mucho que la quería.
-Santana: Britt n-no puedo más.
Brittany sonrió y se separó un poco del cuerpo canela
“Eres tan hermosa”-Pensó.
Con amor en sus ojos, recorrió una y otra vez aquel monumento, susurrando lo preciosa que era. Lo tanto que la quería. Entrelazó su mano izquierda con la de Santana, y con su mano libre, bajó la prenda que tapaba la parte íntima de su acompañante, dejándola libre ante ella.
Suspiró y apoyó su frente en la sudada y caliente de su morena
-Brittany: Te quiero.
Santana se abrió de piernas y las enredó en la cintura de su rubia, dejándole notar lo mojada que ella estaba.
-Santana: Créeme rubia caliente, yo más.
Brittany sonrió y dejó un corto beso en los labios carnosos de la morena, apretando suavemente la unión de sus perfectas manos. Amor. Ellas dos reflejaban amor.
Santana, sin soltar su agarre, se posicionó encima de Brittany
Acarició con su mano libre su moldeado abdomen y se mordió el labio inferior
“Todo este cuerpo es para mi”- Pensó.
Puso ambas manos en la espalda del cuerpo pálido, y desabrochó su sujetador. Tiró de sus correas y dejó ver sus bien puestos y atractivos pechos. Sus pezones rosados, esa senxualidad que ella poseía. Tan condenadamente sexy.
Santana se acercó más a su amor, y besó el espacio entre sus pechos, notando la respiración acelerada que ella tenía.
Brittany llevó su mano traviesa al sujetador de Santana, y se lo sacó con dulzura y ternura, como siempre. Ella era siempre tan buena persona con Santana, era otra mujer. Ella la hacía cambiar.
Santana, desnuda sobre el cuerpo de la ojiazul, tragó saliva. Esta muy nerviosa. ¿Y si no era lo bastante mujer para Brittany? ¿Y si no era bastante atractiva para ella? ¿Y si no la podía complacer? ¿Y si despues de esto, Brittany la dejaba? No podía soportar eso, realmente, quería a esta rubia tierna y dulce.
Brittany notó como el rostro de Santana se endureció y se sentó sobre las mantas, sentando a su morena en el regazo de sus piernas. Acarició su espalda desnuda.
-Brittany: Tranquilízate princesa.
Santana enredó sus brazos en el cuello de Brittany y miró fijamente sus ojos azules.
-Santana: Tengo miedo a no ser suficiente para ti.
Brittany acarició la mejilla de Santana con un brillo especial en sus ojos, y negó con la cabeza.
-Brittany: Eres lo más grande de este mundo y cada día que pasa me enamoro más de ti, escúchame eres suficiente, es más, yo no te merezco porque una princesa como tú debería estar en un castillo con su príncipe, bueno princesa.
-Santana: Tú eres la mía.
Brittany sonrió emocionada y sin apartar la mirada de los ojos escuros de Santana, se sacó su braga dejándola a unos cuantos metros de ellas.
Estaban desnudas
Ambas
Sus cuerpos se tocaban, sus cuerpos se sentían, sus cuerpos se amaban
Su unión, era única
Santana acarició con admiración el hombro de Brittany, pasando su dedo índice por la mandíbula hasta parar en sus labios. Esos labios ya inchados de tantas veces que ella los había deborado. No era la última.
Se abrazaron fuertemente y se besaron con pasión y necesidad, pero sobre todo con amor. Sus lenguas eran testigo de ello.
Brittany agarró la espalda de Santana, y la acostó dejándola en las mantas bien cómoda y con ella entre sus piernas. La rubia acarició la cintura de Santana con ambas manos. Provocándola. Se posicionó correctamente entre sus piernas, de cierta manera que sus centros chocaban, y llevó ambas manos a cada lado de la cabeza de la excitada morena. Santana sabía perfectamente lo que iba a suceder. Lo deseaba con toda su alma.
Cuando Brittany hizo su primer movimiento, ella gimió
Cuando Brittany hizo su segundo movimiento, volvió a gemir
Cuando Brittany hizo su tercer movimiento con más presión, ella enloqueció
Ella se aferró a la espalda de Brittany y besó sus labios una vez más, dejando que la rubia llevara el control de esto. Brittany imbistió por cuarta vez, y ella, no pudo contener un gran gemido.
-Santana: Britt oh mi dios.
La rubia sonrió con picardía y mordió el labio inferior de la morena, provocando que ella soltora otro fuerte gemido. Y sin más, con una velocidad increíble, Brittany empezó a mover su pelvis, como si llevara toda la vida haciéndolo. Un baile, se le podía llamar, sus cuerpos subían y bajaban al compas, el sudor bajaba por su piel y sus manos se aferraban una a otra.
Brittany gimió en el oído de Santana
-Brittany: ¿Estás bien?- Susurró con la voz entrecortada mordiendo el lóbulo de su oreja.
-Santana: Mejor que nunca mi amor.
Brittany se emocionó al escuchar sus palabras
“Mi amor”
Sonaba tan bien en sus labios y su perfecta voz
-Santana: Voy a correrme Brittany.
Brittany negó con la cabeza y besó los labios rojos de Santana
-Brittany: Lo harás, pero no ahora.
Paró su baile y se aprtó del cuerpo sudado de Santana, colocándose de rodillas delante de ella. La morena la miró frustrada y confundida.
-Santana: ¿Qué?
-Brittany: Date la vuelta
Santana se dio la vuelta, dejándole mostrar su espalda y trasero. La morena agarró con ambas manos el cojín de su lado, y giró un poco su cabeza para ver a su compañera.
Brittany con delicadeza se posicionó encima de su morena, y dejó su mano derecha descansar en el abdomen color canela. Besó la nuca de Santana, y bajó poco a poco hasta su hombro, dejando un pequeño mordisco en él.
-Santana: Dios mío, me matas con cada beso.
-Brittany: Quiero besar cada parte de tu cuerpo.
Y así fue
Besó su espalda, cada rincón de ella, sin dejar ningún lugar
Besó la parte baja de su espalda, y agarró fuertemente la cintura de Santana
Besó su nalga tatuada, y sonrió al ver la carita sonriente en ella
-Brittany: Es muy bonito- susurró pasando su lengua por él y mirando como Santana apretaba fuertemente la almohada en sus puños- Cada parte de ti es bonita.
Besó su otra nalga, y bajó por sus piernas
Hasta llegar al dedo pequeño del pié
Delicadamente dio la vuelta la morena, y sonrió al ver las gotas de sudor bajando por su frente morena. Besó sus mejillas rosadas y se colocó de nuevo en su hogar: Sus piernas.
-Brittany: ¿Qué quieres que haga?- murmuró acariciando con atención su pelo mojado.
-Santana: Quiero que me hagas tuya, que me demuestres lo tanto que me quieres.
Brittany bajó su mano derecha poco a poco, y tocó el centro del cuerpo de su morena. Ese lugar tan mojada y resbaladizo, un lugar, tan poco conocida para ella, cosa que iba a cambiar.
Santana dio un pequeño salto en su sitio
No se esperaba eso
Brittany masajeó el centro de Santana, frotando con su pulgar el clítosis inchado y mirando con deboción el rostro de placer que ella posuía. Tan hermosa. Tan condenamente atractiva.
-Brittany: Dime lo mucho que me quieres- Murmuró a centímetros de los labios carnosos entreabiertos.
-Santana: Te quiero- Gimió abrazándose con fuerza a la espalda húmeda de Brittany y entrelazando las piernas en su cintura, dándole más comodidad para ella.
-Brittany: Repítelo – Susurró introduciendo un dedo en su interior y dejándolo quieto.
-Santana: Te quiero- repitió perdiendo la cabeza y balanceándose hacia delante al sentir el dedo pálido en su interior.
-Brittany: ¿Por qué me quieres?- Murmuró besando sus labios y si, metiendo otro dedo en su interior, dejando ambos quietos, sin ningún movimiento.
-Santana: Porque realmente estamos hechas la una para la otra.
Brittany sonrió y miró a los ojos cristalinos que la observaban
Y Santana, pareció olvidar que en su interior había dos dedos juguetones parados, y acarició con amor la mejilla rojiza de Brittany, negando con la cabeza completamente enamorada.
Brittany giró su cabeza, y besó la mano que tenía en su cara, haciendo sonreir a la mujer que quería y tanto adoraba.
Apoyó su brazo izquierdo al lado de la cabeza de Santana, y sin más, movió sus dedos provocando que Santana soltara un gran grito de placer. Metió y sacó, metió y sacó, y volvió a meter y a sacar. Besó con necesidad los labios de Santana y entrodució la lengua en su boca, jugando con ella, disfrutando con ella.
Santana gimió en los labios de la ojiazul llevando sus uñas desde los hombros pálidos hasta al trasero del mismo color, y cuando sintió otro tercer dedo en su interior, rasgó una y otra vez la espalda de Brittany.
Santana sentía explotar
Tanto placer era el que tenía que pareció olvidarse del lugar donde se encontraba, de la música del alrededor que sonaba. Miró a los ojos a Brittany, y por fin, se corrió.
Brittany llevó sus dedos mojados a la boca y los disfrutó
Santana aún abrazada a su espalda, la besó notando su sabor
Esta vez, era un beso tierno. Ternura, dulzura, paciencia, tranquilidad. Amor.
Brittany se acostó al lado de Santana y sonrió.
-Brittany: ¿Cómo estás?
-Santana: Hoy es el mejor día de mi vida.
Brittany sonrió enormemente y agarró el cuerpo frágil de Santana poniéndola encima del suyo. La cabeza de Santana se apoyó en su cuello, y ella acarició su espalda. Realmente, amaba a Santana.
Santana regaló unos cuantos besos en el cuello de Brittany, sonriendo al ver como su piel se ponía de gallina. Era tan hermosa. Besó como por una enternidad los labios que a ella tanto le gustaban, y miró como Brittany pasaba una manta por encima de sus cuerpos entrelazados, para luego, volver a besarse.
Santana acarició la mandíbula de su amor y pasó un mechón de su cabelllo rubio para detrás de su oreja. La quería. Lo hacía.
-Santana: ¿Britt?
La rubia debajo de su cuerpo movió su cabeza ligeramente con los ojos cerrados y hizo muecas adorables, para el gusto de Santana.
-Brittany: Dime princesa.
-Santana: Te quiero
Brittany sonrió y abrió sus ojos
-Brittany: Yo más
*******************************************************************
Espero que os haya gustado, gracias por vuestro esfuerzo en comprenderme y vuestra espera. Sé que este capítulo seguramente no sea lo que querías pero bueno, el próximo espero que os guste más. Espero que esteáis bien y cuidaros. BESITOS DE NUTELLA. OS QUIERO MUCHO GENTE.
Nerea
NeReA** - Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Aaaaww volviste!
Que te digo...!? No podia esperar más de ti, valió la pena esperar.
Dios! Ellas me pueden son tan kdjxhsgajrkekag *----*
Ya quiero el próximo capítulo :D
Cuidate :)
Que te digo...!? No podia esperar más de ti, valió la pena esperar.
Dios! Ellas me pueden son tan kdjxhsgajrkekag *----*
Ya quiero el próximo capítulo :D
Cuidate :)
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Awwwwwwww!!!!!!!
Dios, me ha encantado este capitulo <3<3<3<3<3<3<3<3 rezuma amor y dukzura por todas parte ME ENCANTA!!!!!!
Las dos se ven tan lindas juntas.
Por otra parte, que lanzada Quinn y Rachel que cortante jajajaja
Dios, me ha encantado este capitulo <3<3<3<3<3<3<3<3 rezuma amor y dukzura por todas parte ME ENCANTA!!!!!!
Las dos se ven tan lindas juntas.
Por otra parte, que lanzada Quinn y Rachel que cortante jajajaja
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
estuvo espectacular, espero tu pronta actualizacion!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
holap,...
son super tiernas las dos,.. SON UN AMOR!!!!!!!!!!!!!!!!
me encanto todo lo que hizo britt para san!!!
morí de risa con quinn y rachel!!! va a ser divertido verlas pelear!!! jajaj
nos vemos!!!
son super tiernas las dos,.. SON UN AMOR!!!!!!!!!!!!!!!!
me encanto todo lo que hizo britt para san!!!
morí de risa con quinn y rachel!!! va a ser divertido verlas pelear!!! jajaj
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Genial capitulo!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Simplemente perfecto... Sigue asi!!!! espero la conti prontooo, y perdón por ser tan insistente, pero por favor no abandones "Titanic" realmente amo ese fic... Nos leemos
Invitado- Invitado
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
me encanto el cap fue genial, mas tiernas las chicas, excelente besos!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Continualo porfaaaaa!!! estoy muy impaciente esperando la conti... Se que sonara repetitivo, pero por favor continua "Titanic", ambos fics son geniales, besos
Invitado- Invitado
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Conti, conti conti conti!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Invitado- Invitado
FIC -Brittana "Encarceladas" CAP-11
ENCARCELADAS CAP-11
“Me gusta tu sonrisa
Me gusta tu vibra
Me gusta tu estilo
Pero no es por eso que te amo
Y me gusta la forma en que eres como una estrella
Pero no es por eso que te amo”
Sonreí al ver su rostro dormido, a centímetros de mi cara rojiza. Ella se veía tan dulce y tranquila. Relajada.
Ella me había dado una noche preciosa
La mejor de toda mi vida
“Me gusta cómo te portas mal
Cuando estamos ebrias
Pero no es por eso que te amo
Y también como mantienes tu compostura
Cuando yo soy complicada
Pero no es por eso que te amo”
Miré su cuerpo que estaba tapado en simples partes de él; estúpido edredón blanco. Sus brazos pálidos estaban descubiertos, al igual que su pierna derecha. Toda su pierna derecha. Me mordí el labio aguantando las ganas de despertarla y hacerla mía de nuevo, otra vez. Era tan sumamente sexy.
“Eres tan hermosa
Pero no es por eso que te amo
No estoy segura de que sepas
Que la razón por la que te amo es
Porque tú eres tú, simplemente tú”
Acaricié su cara con amor, con adoración. Sus mejillas estaban cálidas, como ella misma, como todo su cuerpo. Me recorrió un escalofrío por la espalda, cuando ella se movió y buscó de nuevo mi tacto.
Tan jodidamente adorable
Sentía que no podía vivir sin ella ni un segundo
“Aunque no lo hayamos logrado
Siempre estoy aquí para ti”
Yo me acerqué más a ella, hasta el punto, de tener su mandíbula debajo de mi pelo moreno. Suspiré cuando sus brazos rodearon mi cintura, poniéndome la piel de gallina.
-Hola princesa
Besé su pecho y pasé mi pierna por su cintura. Yo era su princesa, lo sería para toda la vida, con el trato de que ella también fuera la mía.
-Hola mi amor
A ella le gustaba cuando le decía esas cosas, cuando la trataba con amor. Y lo hacía, porque me gustaba, además de que yo estaba enamorada de ella. Con toda mi mente y corazón.
-¿Qué hora es San?
Y yo miré en el reloj de la pared, sonreí. Aún nos quedaba tiempo.
-Son las seis de la mañana, sigue durmiendo Britt es temprano.
Sabía perfectamente que ella iba a negarse aunque hiciera cualquier cosa, pero era algo que me gustaba hacer con ella, insistirle y después, acabáramos besándonos o abrazándonos. Me parecía tan romántico. Como en las películas.
-Sabes que no voy a hacerlo morena
Reí en su pecho al escuchar sus palabras, y levanté mi cara para encontrarme con sus ojos azules mirándome divertidos.
Hasta a estas horas de la mañana, ella era hermosa
-Lo sé, pero sé cómo vamos a acabar asique…..- Alcé mis cejas y ella sonrió apartando la sábana de mi cuerpo. También seguía siendo igual de pervertida.
-¿Y qué se supone que quieres hacer señorita López?
Ella se subió encima mía, y yo tragué saliva mientras con mi pié, apartaba la cubierta de su figura. Su perfecta y comestible figura. Cualquiera moriría por tener un centímetro de ella, y yo era la afortunada. Me sonrojé cuando ella apartó un mechón de mi pelo y besó mi mejilla.
Amaba cuando ella era así, tan cariñosa
Mejor dicho, amaba todo de ella, ¿Quién no lo haría?
-No sé, dime tú.
Y sí, ella hizo de todo menos hablarme
Besó mi cuello y luego, miró a mis ojos repletos de deseo. Deseo por ella. Yo deseaba a esta mujer con todas mis fuerzas, nunca tenía suficiente de ella. Cada vez que ella me miraba, podía sentir lo que ella pensaba. Sus ojos me decían lo mucho que me quería, el orgullo que sentía por mí, el cariño que me guardaba. Cada vez que lo hacía era perfecto. Ella era la persona que me hacía sentir amada y única en este mundo, tan especial. Sólo ella.
-Britt….
Con una mano me abracé a su espalda y con la otra, cogí su cara para besarla. La besé tiernamente, disfrutando del tacto de sus labios con los míos, no tenía prisas, no quería ir rápido, quería aprovechar el tiempo que tenía con ella. Ella me siguió emocionada y contenta.
Seguimos besándonos durante varios minutos
Y me separé cuando ella entrelazó nuestras manos
-San, Te quiero, ¿Lo sabes?
Me entusiasmaba escuchar esas amorosas palabras de sus labios
Conseguía impresionarme sin ni siquiera darme de cuenta
-Lo sé porque yo también te quiero
“¿Sientes... me sientes?
¿Sientes lo mismo que yo?
¿Necesitas... me necesitas?
¿Me necesitas?”
Su cara se iluminó en el momento que yo le dije esas palabras, que en este momento serían sus favoritas. Ella pareció congelarse totalmente, como si le hubiera dicho algo que no era de este mundo. Estaba sensible.
Como había dicho, dulce
Más dulce que un caramelo repleto de azúcar
-Mi amor, mi pequeño amor.
Lloré cuando ella acarició mi frente con sus dedos temblorosos
Me sentía tan completa con ella, me hacía olvidar de todo. En el lugar en el que me encontraba, la gente de la que estaba rodeaba. Sólo me importaba ella.
“Siendo tú, sólo tú
Sí, la razón porque te amo
Es por todo lo que hemos sido
Y por eso te amo”
-San, tendríamos que estar en nuestras celdas
Y ella tenía razón, podría ser muy temprano aún pero nosotras tendríamos que estar en nuestras asquerosas celdas a las 3 de la mañana. 3. Ahora eran las 6. Bastante diferencia, ¿Cierto?
-¿Nos reñirán?
-No princesa, no dejaré que te hagan daño.
“Por eso te amo”
Me levanté de su cuerpo y me senté tapando el mío con la sábana, mientras ella besaba mi espalda acostada detrás de mí. Estaba haciéndolo a propósito.
Gemí agarrando la manta entre mis manos, y miré de reojo a la rubia que tenía atrás.
-Britt por favor
Siguió haciéndolo, esta vez con ayuda de su húmeda y placentera lengua
Una corriente eléctrica corrió por mi cuerpo a una gran velocidad. Desde los dedos de mis pies, hasta el último pelo de la cabeza. El último.
-¿Qué San?
Me salió una risa por su contestación
Ella era tan tonta
-Britt nos tenemos que vestir cariño, es tarde.
Ella bufó y se acostó de nuevo, sin apartar la vista de mí. Yo le tiré una almohada a su cara, y me erguí del suelo acercándome a mi vestido tendido encima del piano. No entendí como pudo haber llegado ahí. ¿Fantasmas acosadores?
Me coloqué la ropa interior con mis mejillas completamente rojas, Britt no dejaba de verme. Notaba su mirada pervertida en mi cuerpo. Eso me ponía nerviosa.
Escuché el ruido de las sábanas moviéndose, y el de sus huesos acomodándose a la mañana y al nuevo día que le esperaba.
Me giré y la vi poniéndose sus calcetines
Ella no paraba de mirarme
-¿Qué?-Pregunté confundida -¿Por qué me miras tanto?
-Porque eres preciosa
Valla….
Eso me había dejado bastante descolocada. Demonios, a veces deseaba no quererla tanto y no sentir todo este amor por ella, a veces me preocupaba, el no ser suficiente mujer para tanta belleza. Pero cuando ella hablaba, cuando ella decía una simple palabra, eses pensamientos se esfumaban como una hoja en otoño. Rápido y sin importancia. Eso me pasaba a mí.
-Britt para….
-¿Qué? ¿Qué pare de ser sincera?
Otra vez: Demonios
Me acomodé un mechón rebelde que caía en mi cara, y me mordí el labio inferior mientras ella se ponía su camisa blanca. Abrochó sus tres botones, y luego sonrió al ver que no tenía más. Yo se los había roto la noche pasada. Cogió su pantalón negro, y se lo puso atando su cinturón de cuero alrededor de su fuerte cintura.
-Sabes, a veces me gustaría cambiar esto
Ella me miró con el ceño fruncido, enredando los cordones de sus zapatos
-¿Perdón?
-A veces desearía conocerte en otra circunstancia, otras circunstancias
Ella adaptó su chaqueta de traje a su cuerpo, y se puso correctamente los cuellos de su camisa. Luego, metió sus manos en los bolsillos de los pantalones, sin hacer nada más.
-¿Por qué?
-A ver, nuestra historia como la contaremos ¿Nos conocimos en una cárcel? ¿Enserio? Brittany a mí me gustaría poder decir te conocí en un baile, en una floristería cuando cogiste la misma flor que yo quería, en el supermercado ya que me ayudaste a coger los cereales de la estantería más alta….
Y ella, no dijo nada
Creí que se había enfadado, que no le parecía justo lo que yo por veces pensaba, lo que yo por veces deseaba. Creí que ella iba a largarse dejándome sola maldiciendo lo idiota que yo era. Me equivoqué, como siempre. Ella no se movió. Solo miró a sus pies y de nuevo, volvió su vista a mí.
Pero en un momento sin más, una de las cosas que yo pensé y no quería que pasara, bajó las escaleras caminando por el gran pasillo hasta abrir la puerta cerrada con llave, y largarse.
Por una vez, no me había equivocado
Dios mío, esto era realmente horroroso
Yo pasé mis manos sudadas por mi pelo despeinado, y suspiré realmente destrozada y humillada. ¿Qué habría hecho? Demonios, ¿Por qué tenía que ser tan idiota? Mierda
El ruido del portón abrirse me asustó
Y más, cuando la vi de nuevo caminando hacia mí, ¿Venía a gritarme acaso?
Esta vez, subió los escalones y se paró a centímetros de mi cara
-Hola, no he podido evitar verte bailando toda la noche en el baile, y sólo puedo decirte que me pareces increíble y que ese vestido te sienta hermoso, por no hablar de ti.
Y supe perfectamente lo que estaba haciendo, Oh Dios, si
Yo me llevé ambas manos a mi boca y la miré con los ojos cristalinos
¿Lo estaba haciendo por mí?
Por favor, dime si esto es real o estoy en mi mejor sueño
-Oh Dios Hola
Ella sonrió comprensiva por mi reacción
-Me llamo Brittany por cierto, ¿Tu nombre? Obvio, tiene que ser tan perfecto como tú, asique no me sorprenderás.
Asentí y le agradecí a todo el universo por ponerme a esta mujer en mi vida
-Santana
Ella sacó la flor que tenía bien puesta en la solapa de su chaqueta, y me la tendió con la mejor de sus sonrisas.
-Un placer conocerte Santana, ¿Bailarías conmigo?
Y yo tomé la flor de sus manos y asentí mientras soltaba una pequeña risa nerviosa. Me abrazó por la cintura y yo enredé mis manos en su cuello.
-¿Tienes novia o novio?
Yo la miré sonriente
-No, no tengo novia
Nos movíamos al son de una música que no existía, nos balanceábamos juntas, sin faltas en nuestros pasos, como si estuviéramos acostumbrados a esto. Como si lo hiciéramos por toda una vida. Era lento y romántico.
-No quisiera tener problemas con nadie, aunque si es por ti, lo que sea
Yo me sentí orgullosa de ser quien era, debido a que ahora tenía una suerte que nunca antes había tenido
-Es bueno saberlo
Ella me dio una pequeña vuelta y de nuevo me tomó entre sus brazos
-¿Podría verte de nuevo?
Acaricié su chaqueta con mis dedos y sonreí
-Depende
-¿Depende?
La miré a los ojos, esos ojos llenos de amor
-¿Tendrías tiempo para mí?
Y ella negó con la cabeza mientras paraba su baile, y tomaba mi mano para dejar un beso dulce en ella
-Para ti, todo el tiempo de mi vida
Yo hice una pequeña reverencia delante de su figura, y olí la flor en mis manos
-¿Hoy a las cuatro, en el pasillo de la lavandería?
Asintió con las manos cruzadas en su pecho, y se acercó un poco más a mí
-Ha sido un placer conocerte Santana, nos vemos
Dejó un beso castro en mis manos, y acarició mi mejilla con toda la dulzura que ella poseía. Yo abracé sus manos y cerré los ojos. Creía que estaba en el mejor de mis sueños. El mejor.
-Eres perfecta Britt, no me puedo creer que hallas hecho esto por mí.
-Haría todo por ti, todo, ¿Me oyes? Nunca lo dudes
Me quedé mirándola, y supe perfectamente que por eso, ella se dio de cuenta de algo que yo nunca le había dicho: Estaba enamorada de ella. Y sí, se alegró tanto que me dio ganas de gritarle al mundo entero lo tanto que la quería.
-Me tengo que ir –Susurré -Nos vemos luego.
-Nos vemos luego
Me separé de ella, y me alejé de ese lugar con los tacones en mis manos y la flor enganchada en mi pelo, mientras no podía apartar la sonrisa boba que tenía. Una misión que no quería cumplir.
Caminé por los pasillos solitarios, llenos de basura, y con una ráfaga de luz en ellos. Algunos globos ya no estaban tan inflados. Algunos carteles estaban despegados. Algunas cintas rotas permanecían en el suelo. Parecían algunas de las fiestas a las que yo había asistido.
Me traía más recuerdos
Decidí ir a las duchas, en las taquillas era donde yo tenía mi mono, mis zapatones. Mi ropa de mierda, como yo la llamaba.
Todo estaba en un silencio al que yo no estaba acostumbrada, realmente no había ruidos ni palabras desagradables. Se escuchaba el ruido de las tuberías, el de los aparatos eléctricos y hasta si me ponía tranquila y relajada, podía escuchar a los pájaros cantar, disfrutar de la mañana soleada. Me gustaba esto. Pero solo tendría esta paz durante unos quince minutos más.
Abrí con cuidado la puerta grande y azul, y asomé mi cabeza para ver si había alguien. Oh vamos, ¿Quién estaría a las 6 de la mañana en las duchas pudiendo estar durmiendo? Cerré la puerta a mi paso, y me acerqué a mi taquilla.
Saqué mi mono, que estaba bien encartado y mi camiseta blanca, junto con los zapatones. Puse la ropa en el banco negro, y me senté en él.
Me saqué el vestido poco a poco, y aunque sonara raro o incluso estúpido, no quería sacarme esta brillante ropa, porque eso significaba volver otra vez a los golpes y malos tratos, eso significaría dejar de ser una princesa. Significaba que todo esto, había sido simplemente una noche de la que tendría que vivir en mis recuerdos.
Acaricié ese vestido rojo, ese vestido tocado por los dedos finos y suaves de Brittany. Ese vestido testigo de una maravillosa noche.
Cogí el mono naranja y me lo puse, para luego ponerme la camiseta blanca y así poder subir la cremallera hasta el punto de mi cuello. Sí, me quedaba grande. Es más. Parecía Cantinflas. Siempre me subía las mangas del mono hasta la altura de los codos, y en los pies me lo subía unos cuantos centímetros, pero aun así, a veces me veía al espejo y me consideraba un globo.
Un globo moreno
Cuando se lo decía a Rachel y a Marley, ellas decían: “Un globo sexy y hermoso” Y yo solo podía sonreír y bajar la cabeza, para que ellas no me vieran roja por su culpa.
Me puse los zapatones, y los até en un perfecto nudo. Me acordaba de cuando era pequeña y mi madre me enseñaba a atarlos cordones y para que yo lo recordara siempre lo hacía de una misma manera “- Pasa este cordón por ahí y así queda como las dos orejitas de un conejo-” Y ahora que tengo 19 años, lo veo estúpido, porque no me parecen las orejas de un conejo. Si no, un antifaz, una pajarita, un bigote. Hasta incluso un infinito.
Valla tontería decía mi madre cuando era una enana
Enana como Rachel, porque ella parecía que no haber durante toda su vida
Podría unirse a la película de Blancanieves y así, serían los ocho enanitos. Además, así la princesa esa chunga tendría una amiga con la que hablar. Pobre muchacha.
Me levanté y luego, cogí la gran mochila para guardar mi ropa, y así dársela a mi madre cuando viniera en la próxima visita.
En la próxima visita
Yo llevaba aquí tres meses
Tres
Cerré la taquilla y me apoyé un momento en ella
Dentro de dos semanas sería el cumpleaños de mi madre
Y yo siempre tenía la costumbre de hacerle el desayuno, y luego, hacerle un masaje acompañado de una manicura de manos y pies. Después, toda la familia, mi padre, mis hermanos, mis hermanas, todos mis tíos, todas mis tías, mis dos abuelas, mis dos abuelos, mis primos, mis primas, mi madrina y mi padrino, le hacíamos un picnic en la playa y disfrutábamos el día todos juntos.
Me gustaría tanto eso
Tanto
Me daba gracia algo, que era que mi hermano Carlos siempre le regalaba una taza de color rosa. Todos los años. Mi madre decía lo mismo: “Gracias hijo, me encanta”. Y yo pensaba, “Todos los años es lo mismo, si el anterior te gustó este también” Y después me daba de cuenta que le regalaba siempre lo mismo porque le gustaba ver la cara que ponía, luego al fin y al cabo, le regalaba una camiseta, una bufanda, unos bonitos zapatos…..Carlos tenía buen gusto con la ropa. Fuera de hombre como de mujer. Incluso mejor que papá.
Sonreí al pensar en las peleas que tenían cuando iban a comprar algo juntos, y armaban espectáculos en el supermercado, en el centro comercial…..Ellos se comportaban como niños. Lo eran. Y quien sabe, probablemente lo seguirán siendo.
Me enderecé cuando escuché un fuerte ruido que provenía de las duchas, y yo, como era tan curiosa, quería ver. Realmente quería porque me había asustado, igual alguien había matado a alguien. Ojalá fuera Lindsay la difunta.
Miré a las duchas, y cuando vi a dos figuras tendidas en el suelo, oh dios
Me reí cuando la percibí y ella se asustó, bueno, se asustaron
Joder, era tan condenadamente gracioso que me meaba en los pantalones
-Dios, no me lo puedo creer
Ella intentó levantarse pero solo aterrizó en el suelo mojado, de nuevo. Lo mejor era su pelo húmedo y su maquillaje corrido.
-San, esto no es lo que parece.
Me crucé de brazos mientras la rubia de su lado se acomodaba en el suelo y sí, intentaba dormirse.
-¿Y qué parece?
Ella se colocó bien el vestido mientras le daba pequeñas patadas al cuerpo dormido de la mujer y tragó saliva. Estaba tan nerviosa que parecía un flan de lo tanto que temblaba.
-N-No sé, a mí no me parece nada.
Claro, nada. Ella estaba acostada con una mujer en la ducha medio desnuda, con el pelo alborotado y no parecía nada. ¿Me tomaba por tonta?
-¿Enserio Rachel? Además despierta a Quinn, después no va a poder ni levantarse.
Ella se agachó y la balanceó, y la pobre Quinn, suspiró y se sentó en las baldosas. Su pelo rubio parecía que venía de un tornado. Su cara, oh dios, sin palabras. Era una mezcla entre drogada, dormida y media tonta.
-¿Qué hacéis las dos juntas, en la ducha, medio desnudas y solas a estas horas? Estáis mal de la cabeza ¿O qué?
No respondieron y yo lo consideré como un sí
-Es que ayer…..Bebí demasiado San y no sé, acabo de despertar ahora
Menos mal que Quinn era una mujer y no podía dejarla embarazada, si no, bombo que te crió después de nueve meses.
-Claro, eso siempre es la excusa, ya está muy visto Rachel.
Ella miró a Quinn y volvió a mirarme
Yo alcé una ceja
-¿Estáis saliendo?
-¿Qué? Tú flipas Santana, yo a esta tipa no la quiero ni regalada, ni en pintura.
Quinn la miró con el ceño fruncido y completamente seria
-¿Perdona? Estoy aquí, ¿Sabes? Además a noche no decías eso cuando yo te quit-
Rachel la calló poniéndole una mano en la boca y mirándome con una sonrisa nerviosa. Ya, su “Folla amiga” la había delatado.
-Rachel, no me tomes por gilipollas porque no lo soy, además son las seis y media, si os pillan los guardias os matan a palizas.
Ellas suspiraron y asintieron
Eso no me valía de nada
-¿Y tú de dónde vienes? Desapareciste de la nada y te estuve buscando toda la noche Santana.
Yo me ruboricé mientras colocaba un mechón de mi pelo detrás de la oreja. Me apoyé en la columna y la miré fijamente. Ella lo intuía.
-¿Brittany? –Preguntó Quinn con una sonrisa
-Brittany –Afirmé mirándola de vuelta
Rachel se encontraba con los brazos cruzados mientras en su cara permanecía una divertida sonrisa. Me sentí como si estuviera delante de mi madre.
-¿Qué pasa? –Ella negó con la cabeza y se mordió el labio inferior
-Te veo feliz San, en todo este tiempo no te he visto así
Lo sabía, perfectamente
Miré a Quinn y ella sonreía, y por un momento quise saber lo que ella estaba pensando.
-Ella me hace estar así
Rachel sonrió enormemente, con esas sonrisas suyas que alumbraban todo su rostro y la hacían ver adorable. Ella lo era al fin y al cabo. Y Quinn, lo era también. Hacían buena pareja.
-Lo sé, se nota
Yo también lo sabía
-Brittany se siente igual que tú, créeme, está en las nubes – Murmuró Quinn mirando al techo.
-¿Lo está?-Pregunté con un hilo de voz
-Oh vamos Santana, ella no para de hablar de lo genial que tú eres, Brittany enamorada es puro aburrimiento. Bla Bla Bla Santana, Bla Bla Bla es tan hermosa, Bla Bla Bla es l-
Rachel le golpeó la cabeza y Quinn se sobó la cabeza confundida
-Podrías aprender de ella estúpida
Yo solté una risita, era tan Rachel siempre con sus peleas y sus riñas
-¿Para qué? Yo así me hago más sexy y atractiva
-Lo dudo rubita- Miró de arriba abajo a Quinn y negó con la cabeza –Brittany es más guapa, más alta, más amable, más fuerte, más atenta, más talentosa…. ¿Sigo o quieres que pare?
Quinn que estaba de brazos cruzados alzó sus hombros y la miró cabreada
-Parece que te gusta, ¿No es así?
Rachel la miró cansada y rió secamente
-Me gustan muchas cosas de ella – Quinn seguía seria –Vamos es la novia de mi mejor amiga, ¿Cómo me va a gustar?
Quinn alzó una ceja y Rachel suspiró
-Vale, al principio me gustaba, y aún a veces, por veces lo hace. Es que la veo con su mono, y la hace ver tan sexy que me dan gana de comerla, ¿No te pasa eso Santana? –Yo asentí sonriente- Y cuando come los músculos de su mandíbula se tensan, y sus bíceps se aprietan y yo me quedo como “Ooh”, ella cuando habla te mira fijamente como si quisiera saber lo que piensas, ¿Cierto San? –Reí al ver la cara de Quinn- Y luego está cuando hace cosas por los demás, ¿La viste el día del baile? Tan atenta con San, y cuando cantó la canción, me morí y volví a resucitar, ¿Verdad San? Obvio que sí, pero ella no me gusta Quinn. Yo creo que ella es la indicada para San, son tan hermosas juntas.
Quinn se quedó parada por un momento mirándola fijamente y luego negó con la cabeza y salió de las duchas dejándonos solas a Rachel y a mí. Ella debía de ser tonta.
-Rachel, ¿No puedes ver que le gustas? ¿Por qué le haces esto?
Ella subió la mirada y pude ver lo destrozada y decepcionada que estaba. La comprendía totalmente, al principio no quería comprender los sentimientos que sentía por Brittany y además no quería admitirlos. ¿Ahora? Estoy mejor que nunca. Pero Rachel se estaba haciendo la dura.
-Lo sé, por eso la trato de esta manera – Ella me miró y yo entrecerré mis ojos
-¿Por qué?
Se aclaró la garganta y se llevó las manos a la cabeza
-Porque no puedo enamorarme de alguien a quien no merezco Santana, no puedo.
No entendía por qué hablaba de esa manera, ¿Había sucedido algo?
-¿Qué te pasó con ella Rach?
Ella no parecía entender pero yo fijé mi mirada en ella. Me estaba mintiendo, olía a mentiras por todas partes y ella no podía negarlo. La conocía muy bien y a veces, podía sorprenderla por ello.
-¿Por qué tendría que pasar algo? ¡Para ti siempre pasa algo! ¿Cuándo será el día en el que no pase algo, a ver? Me ves caminando y ya piensas “Pasa algo” pues no, no pasa algo, ¡No pasa nada!
Vale, con eso me había demostrado que pasaba algo. La escuchaba hablar todos los días, y sí, me entraban ganas de arrancarme las orejas. Pero ella ahora estaba nerviosa. Esa era la diferencia.
-Rach, no me mientas en la cara, no lo hagas mujer
Y ella simplemente se acercó a mí, abrazándome con tanta fuerza que me dejó completamente de piedra. Completamente sorprendida. Con un malestar debido a que ella estaba mal, y no lo quería.
Yo enredé su pelo húmedo en mis dedos con una mano, y acaricié su espalda con la otra
Escuché como lloraba, y me sentí peor de lo que ya estaba. ¿Por qué ella tenía que estar así? ¿Por qué no me contaba su sufrimiento?
-Rach….
-San…..Yo…..Ella……Ayer me besó….Y yo no……
-¿Tu qué?
-Le dije que era la mayor basura de este mundo, y que nunca más volviera a tocarme porque no era lo s-suficiente buena ni para poder mirarme –Ella tragó saliva y apretó mi mono en sus manos –Ella mi suplicó que la conociera mejor, y yo sólo le di un puñetazo en su cara…Y-Yo no sabía que m-me pasaba San.
Oh, vale, entendía algo más las cosas
-¿Cómo acabasteis aquí? –Miré a mi alrededor frustrada
-Ella me trajo a la fuerza, y valla sí que la tiene.
Sonreí pensando en Brittany, ella era como mi Hulk pero no era ni verde ni fea. Si no blanquita y hermosa, ciertamente hermosa.
-¿Y después?
Ella soltó una risa
-Después yo quise salir, y de nuevo me cogió a la fuerza. Me llevó hasta aquí, e impidió que saliera.
Me imaginé la escena en mi cabeza e hice una mueca intentando aguantar la risa
-¿Y?
-Y en un intento de cogerme las manos le di al botón de las duchas y nos mojamos por completo. Si vieras su cara, empezó a gritar “Mierda mi traje, quería tenerlo bien preparado y por tu culpa está hecho una toalla de baño”
Yo besé su hombro y ella se separó, dejándome ver sus lágrimas que caían por su cara como una cascada. A parte de eso, ella sonrió con las manos en su cintura y yo alcé mi pulgar para limpiar sus ojos
-¿Luego?
Ella jugó tiernamente con sus manos
-Luego nos sentamos y ella me dijo que le importaba, que quería conocerme profundamente
Me recordó tanto a Brittany y a mí. Todo esto era tan conocido, me sentía tan emocionada por ella. Estaba viviendo la misma historia que yo. Eso me alegraba.
-¿Y….?
Ella bufó molesta
-Y yo le dije que estaba mintiendo. No sé en qué momento me quedé dormida en el suelo teniendo en cuenta de que está mojado y es incómodo, pero me desperté cuando escuché el ruido de la taquilla cerrarse.
Yo metí las manos en mis grandes bolsillos y me apoyé en mi pierna derecha, mientras la miraba con atención
-¿Y ese gran ruido que se escuchó? ¿Qué?
Ella se rascó la barbilla graciosamente, y cuando supongo que el recuerdo vino a su cabeza, sonrió enormemente.
-Ella intentó ayudarme a levantar y bueno, se cayó de nuevo al suelo –Yo levanté mi ceja izquierda y ella se aclaró la garganta –Vale lo hice adrede, tiré de ella para que se callera.
Yo negué la cabeza y me froté mis ojos cerrados
Era tan infantil
-¿Ella te gusta Rachel?
Ella me miró sin entender y yo suspiré
Claro, ahora de repente no sabía de lo que yo estaba hablando
-¿Quién?
-El papa Rachel, ¿De quién estamos Hablando? ¡Quinn! –Ella sonrió de lado y yo esperé su respuesta ansiosa -¡Qué dime!
Ella miró al suelo a cuadros azul, como esperando que allí pusiera la respuesta que yo estaba esperando. Cuando esquivaba mi mirada, cuando no quería verme sabía que ella estaba incómoda. Incómoda. Y si ella estaba incómoda, es que yo estaba dando en un clavo perfecto.
Ella estaba enamorada
Yo también
Era tierno
-¿Rach? Estoy esperando tu respuesta
Ella se acercó a la pequeña ventana que había en la pared y le dio un golpe pequeño y seco. Yo me acerqué a ella cogiéndole las manos, y sujetándolas con mucha fuerza
-Me gustan algunas cosas de ella
Ya, algunas cosas
Lo había repetido como unas diez veces, yo no era tonta
-Rach, que no me mientas joder
Ella se soltó de mi agarre y apoyó su cabeza en la pared
-Vale me gusta, ¡Me gusta! ¡Me gusta! ¿Contenta? Arg eres tan insistente como Sugar, ¿No seréis hermanas? ¡Las dos me ponéis de los nervios!
Me reí en su espalda y ella giró su cabeza para poder verme mejor. Lo que más me gustaba de cuando se enfadaba era los orificios de su nariz, se abrían tanto que parecía un toro.
Tan chistosa.
-No sé, puede, no te digo que no –Ella me miró de reojo y yo con un simple movimiento, la empujé contra la pared y ella soltó un quejido –No seas tan tonta Rachel, y sólo confía en mí, yo contigo lo hago y me gustaría que hicieras lo mismo.
Yo le eché un último vistazo, y dispuse a irme. Recogí su bolso del suelo, y me giré -¿Sabes Rach? No deberías apartar esos sentimientos que tienes, simplemente disfruta del momento, después te arrepentirás – Le lancé el bolso y ella lo cogió con dificultad –Piénsalo bien.
Salí de las duchas haciendo ruido con mis zapatones, y cerré la puerta a mi paso. Caminé por el pasillo solitario con mis manos en mis pantalones, arrastrando mis pies. Rach estaba tan equivocada, estaba haciendo mal las cosas. Y yo que lo sabía, quería ayudarla. Ella no se dejaba, como siempre. Lo que más me llamaba la atención era, que ella ayudaba a todo el mundo, sin importar lo que fuera, pero cuando era su momento de ser ayudada, se negaba.
Miré el reloj negro que permanecía en la pared haciendo un ruido constante, sin parar ni un segundo. Era las siete. Hora de desayunar. Asique simplemente, decidí ir a la cafetería, me ahorraría una buena bronca, debido a que yo no sería la única que llegaría tarde.
Di la vuelta, y ya escuché los gritos y murmullos de la gente. Las tazas tocando las mesas, platos junto con sus cubiertos y las bandejas haciendo un ruido seco.
Abrí ambas puertas, y me encontré con mujeres caminando de un lugar a otro, cargando con su desayuno. Se notaba que la gente tenía hambre después de una noche de baile y fiesta.
Entré sin hacer mucho escándalo, que nadie notara que yo estaba aquí. Cogí una bandeja cualquiera de metal, y anduve por la cola vacía sin ninguna persona en ella. Una señora no muy alta y con uno que otro pelo blanco en su cabeza, me sirvió un plato con cereales de los que a mí me gustaba. Sonrió como hacía siempre, ella se llamaba Celeste. Un vaso demasiado grande con leche, otro de zumo de naranja, un bol con cereales y por último, unas cuantas galletas. Cogí la bandeja y le sonreí, y ella, murmuró un “Hasta luego guapa”.
Ella no me tenía miedo.
Avancé entre las mesas plenamente llenas, y cuando pasé al lado de Brittany, choqué levemente mi cadera con su espalda y ella se giró. No se sorprendió, solo me miró fijamente, y me guiñó un ojo. Me fijé, y oh mierda, ella tenía un chupón en su cuello. Un gran chupón.
Ella al verme mirar, soltó una risita simpática, negando con la cabeza. Quitándole importancia.
Yo le lancé un beso volador, y me alejé para llegar a mi mesa donde estaban mis queridas amigas. Ellas al verme dejaron de comer, y alzaron sus brazos haciéndome reír. Me senté al lado de Mercedes, y ella pasó su brazo por mi hombro.
-Hola muchacha, ¿Qué es de tu vida?
Yo tomé una cucharada de cereales y sólo fruncí mis hombros
-Ella estuvo con una muchachita, rubita de ojos azules, y apuesto a que acaban de despertarse ahora mismo –Canturreó divertida Tina con su cuchara en la boca y una mirada coqueta en sus ojos marrones.
Valla, ella estaba completamente en lo cierto
-Puede ser
Ella batió en la mesa con sus manos y la cuchara calló en la blanca leche salpicando a Dani.
-Tina, para, siempre acabo mal desayunando
Sugar con una servilleta limpió la cara de Dani y Tina no paraba de mirarme, queriendo que yo le contara algo sobre ayer.
-Brittany –Afirmé
-¿Brittany? –Preguntó ella
-Sí, Brittany –Volví a afirmar
Marley sonrió apoyando su cabeza en la palma de la mano y me miró con sus ojitos azules profundos y hermosos. Ella era una buena amiga. Una de las mejores que había conocido en mi vida.
-Asique…vosotras…. ¿Lo habéis hecho? –Yo miré rápidamente a Alex, y me sonrojé. Una respuesta clara para ella –Valla, ¿Sí?
-Sí –Susurré tomando un gran bocado de la galleta y cogiendo otra en mis manos. Ellas no paraban de mirarme.
-¿Enserio? ¡Oh mi dios que tiernas! –Gritó Tina a todo pulmón ganándose miradas de todas las prisioneras del lugar. Ella al ver el silencio que se había formado, se giró y frunció el ceño -¡Qué miráis estúpidas! –Algunas que otras dirigieron su mirada a su desayuno, otras se levantaron de sus asientos y se cruzaron de brazos -¡Oh espera vais a pegarme! –Lindsay y algunas de sus amigas se dirigieron a nuestra mesa y se apoyaron en ella.
-¿Algún problema China Tina?
Lindsay se rió por la ocurrencia de su amiga, y ambas chocaron sus manos fuertemente con una mirada victoriosa. Odiaba a esa pelirroja con todas mis fuerzas, era tan sumamente estúpida que a veces sentía pena por ella.
-¿Qué le has llamado? –Mercedes se levantó de su asiento mirándolas con el ceño fruncido
-Oh vamos, cuidado, ¿No habéis sentido un tornado cuando ella se ha levantado? ¡Todas a cubierta! ¡Nos va a comer! – Lindsay volvió a reír con su anormal risa y clavó su mirada en la mía –Y ahora tú, la puta de la cárcel, ¿Podría pedir una cita contigo o es que ya tienes a bastante gente en tu agenda?
La rabia recorrió mi cuerpo y de una patada aparté mi bandeja levantándome para enfrentarla. Estaba teniendo una mañana increíble y por su culpa, me la estaba cargando. Hija de la gran puta.
Era tan sumamente estúpida, ¿De pequeña se había caído de la cuna?
-¿Tienes algún problema Lindsay? ¿Me llamas a mí puta teniendo en cuenta de que tú eres la mayor cabrona que existe en este mundo? ¿Te estás describiendo a ti, cierto? Te comprendo, intentas llamar la atención de las mujeres y ellas te dan la espalda, será para no ver tu horrorosa cara, das miedo por no hablar de pena –Ella quiso acercarse a mí pero una de sus amigas la paró cogiéndola del brazo –Déjala tú, ¿Crees que ella puede hacer algo?
Ella, esa morena de pelo largo, soltó a Lindsay quien se subió encima de la mesa y aplaudió llamando la atención de todas las mujeres del lugar. Todas. Brittany clavó su mirada en la mía.
-Compañeras, esta señorita de aquí, Santana López, ¿Adivinen por qué está aquí? Fue engañada por su mejor amiga, quien le pidió que le ayudara a robar en una casa, ¡Y Santana sin ni siquiera hacer nada aquí la tenemos! Verónica se llama su amiga, ahora está riéndose en su cara y por no hablar del video del juicio de López – Lindsay fijó su mirada en mí –Que está en internet con miles de visitas, fue gracioso verte llorar Santana, te ves tan estúpida. Es lo que eres.
Yo me quedé de piedra, y las lágrimas se asomaron en mis ojos
¿Era eso cierto? ¿Verónica había subido eso a internet?
Era el peor ser de este mundo, ella me había metido en prisión y aún tenía cara para hacer esto. ¿Cómo podía? ¿Por qué Lara no le había dicho nada? ¿Por qué demonios tenía que hacer esto? ¡Joder, porqué!
Y no pude aguantar más, cuando la gente comenzó a reírse. Se estaban riendo de mí, de mi pasado. ¿Podría ser peor?
Entre mis lágrimas, vi como Brittany se acercaba a mí empujando y tirando a la gente que se metían en su camino. Se situó en frente de Lindsay, y yo, me limpié las lágrimas que corrían por mis mejillas húmedas. Me daba igual todo. Completamente todo.
-Y aquí tenemos a su estúpida novia, que después de golpes y golpes, por fin Santana le hizo caso.
La gente hizo por el fin de reírse, pero mi rubia alzó su mano derecha y fulminó a la pelirroja con su bonita mirada.
-Quien tenga la valentía de reírse, la mato.
Y con esas palabras, la cafetería quedó en completo silencio
Por un momento, pude ver el miedo en los ojos de Celeste, que estaba de pié mirándonos preocupadas. No había ningún guardia. Ninguno. ¿Qué pasaría?
Lindsay soltó una risa despiadada
-Vamos, ¿Crees que me das miedo? Me das de todo menos eso
Brittany ni siquiera se movió
-Venga gran B, mátame y así quedarás toda tu mierda de vida encerrada entre rejas, que es lo que te mereces
Yo me abracé al brazo de Dani, y suspiré. No quería que le pasara nada a mi Britt, no quería que la encerraran de nuevo.
-Bájate de ahí, y simplemente vete
Las amigas de Lindsay fueron las que rieron y Brittany sin girarse, les lanzó una patada haciendo que las tres, se cayeran al suelo, Como bolos. Una encima de otra. La hija de puta de la pelirroja se sorprendió ante ello, pero no dijo nada.
-Mira Lindsay estoy cansada de ti, de tus mierdas, de que te hagas la dura y luego te den una paliza y tengas que ir a la enfermería en mal estado, y luego tengas la cara de decir “No te tengo miedo” Tú no tienes nada, porque no eres nada. Nada. Eres una vergüenza.
Con cada palabra que Brittany decía, lo hacía con toda su rabia y enfado. La sangre caliente en su cuerpo. Me sentía orgullosa de ella.
-Y tú eres la indicada para hablar, ¿Verdad? –Murmuró Lindsay sin ni siquiera levantar la vista de la mesa
-¿Qué has dicho? Dímelo mirándome a la cara, ¿O es que no tienes suficiente cara como quieres aparentar? Vamos –Soltó una risa mirándome y cuando vio mis lágrimas, se puso completamente seria.
Ella me había visto llorar, y yo sabía lo mucho que ella odiaba eso
Lo odiaba con toda su alma
-No quiero mirar la cara que tienes, ¡Me das asco! –Alzó la voz, pero yo sabía que en su voz no tenía seguridad, si no temor. Todo el mundo adoraba a “B” pero cuando se enfadaba, cualquiera le tenía pánico.
Ella se transformaba. Como un vampiro
-Me adoras, lo sé, no hace falta que te comportes conmigo de esa manera
Y Lindsay se quedó completamente confundida, incluso yo. Brittany tenía esa manía, cambiar de conversación y sí, la gente le seguía la corriente porque lo hacía tan bien…..Pero a mí, por veces, me dejaba bastante aturdida.
-Si eso es lo que tú piensas Pierce……
Brittany se subió encima de la mesa, haciendo que Lindsay diera un paso hacia atrás, y metió sus manos pálidas en los bolsillos. Esa era una postura muy común en ella. Me encantaba cuando lo hacía. Parecía más interesante de lo que ya era.
-Lo pienso yo, lo piensa aquella de allá, lo piensa el guardia, lo piensa todo el mundo niña.
Yo sonreí, porque era cierto.
Sabía lo que mi Britt estaba haciendo, estaba intentando animarme
-¿Pero qué te pasa? ¿Quién eres ahora la reina de Inglaterra o qué? –Señaló con asco a mi rubia y soltó una risa sarcástica.
-No, no, no para nada. ¿Qué te pasa a ti? –Lindsay frunció el ceño y alzó sus manos frustrada.
-¡A mí! ¡No te entiendo chica! –Yo me crucé de brazos en mi asiento y sonreí al ver la escena.
Sentí una mano en mi hombro, y me giré. Rachel. Mi Rachel.
Ella me dio un pequeño beso en la mejilla, y yo le dejé lugar para que se sentara a mi lado, lo que hizo completamente contenta. Al ver a las dos mujeres encima de la mesa frunció el ceño, yo simplemente negué con la cabeza
Rachel se veía cansada, y sobre todo, preocupada
-Digo, te tiene que pasar algo al ser tan retrasada, ¿Es algo de ahora o de hace mucho tiempo?
Se escuchó un gran “Oh” y Lindsay abrió su boca como si le hubieran dado un gran golpe o algo parecido. Que se joda.
-Vale, ¿Te crees muy guay por hablarme de esa manera delante de todo el mundo? –Brittany negó con la cabeza y dio un paso hacia delante
-No me lo creo, a ver si me escuchas bien, lo soy
Rachel me miró y yo sonreí orgullosa, la manera en la que Britt actuaba era la que me gustaba. Genial como ella.
-Porque te lo diga tu novia no tiene por qué ser cierto, ¿Sabes?
-¿Por qué siempre metes a mi novia en todo? ¿Qué te importa a ti lo que ella diga?
-Me importa, porque miente, y el problema es que tú te crees todo lo que ella dice. ¿Crees que te quiere? Oh vamos, piénsalo un poco, primero te odia y de un día para otro te quiere, ¿No encuentras algo raro en todo eso? ¡Di la verdad!
Miré la cara de Brittany, y un dolor embriagó mi pecho. Ella no se movía, permanecía quieta con la mirada perdida en alguna parte. ¿Ella de verdad creía a esa estúpida? No, por dios……
Froté mis ojos cerrados, y sentí la mano de Rachel apoyarse en mi rodilla
Me sentía mal
-¿Por qué no nos dejas en paz? ¿No ves que ella quiere ser feliz? ¿No ves que quiero hacerla feliz? ¡Deja de meterte en medio!
Lindsay se acercó a Brittany y cogió sus manos mirándola fijamente
Los celos estaban invadiendo mi cuerpo, ella estaba tocando algo que me pertenecía
Brittany era mía
Mía, de nadie más
-Me interesas, ¿Lo sabes cierto? Me interesas y sinceramente, nosotras hacemos mejor pareja. Yo puedo quererte, puedo darte una vida feliz, una vida llena de amor.
Brittany rió, con una risa que nunca había oído en ella
-Tú lo que me das es dolor de cabeza chica
Lindsay apretó las manos de Brittany con desesperación.
-No te dejo porque siento que eres mía, llámame loca, llámame idiota, pero lo siento. Siento que me perteneces, y te pertenezco, nos pertenecemos. B, por favor….
Por primera vez, sentí, pude ver, como Brittany tenía pena por ella, compasión. Tenía miedo a que ella por lástima, le diera una oportunidad. Y que probablemente, ellas podían hacer un perfecto par.
-Probablemente sientas eso, que perteneces a alguien, que te pertenece, pero ese alguien no soy yo. Búscate a esa persona que te quiera tanto como tú te mereces Lindsay, lo siento.
Ella le suplicó con la mirada, que no hiciera esto, que simplemente, no le dijera adiós. Que rompiera sus esperanzas en miles de pedazos, con la intención de olvidarlas. No. Que no lo hiciera.
Brittany soltó sus manos, y se separó de ella
-Te equivocas, intentas hacerme cambiar de opinión pero no lo voy a hacer, n-no quiero hacerlo.
Brittany alzó sus hombros, haciéndole saber que hiciera lo que ella quisiera
-No sé qué decirte, ¿Qué quieres oír?
Lindsay tragó saliva
-Que me das una oportunidad, que me crees diferente a las demás, que puedes llegar a quererme, que podemos tener una relación. Juntas. Hasta que dure, hasta que lo hagamos durar.
Brittany bajó su mirada
-Puedo hacerlo
Yo creí que estaba en la peor de mis pesadillas, y rápidamente, la miré. Creí que la mujer que estaba hablando no era la misma de la que ayer me había regalado la noche más hermosa de mi vida, la que me había dicho “Te quiero”. Ella estaba jugando conmigo, ella….ella no podía estar hablando enserio maldita sea, no era la misma Britt, no era mi Britt.
Me levanté de mi asiento apartando la mano de Rachel de mi rodilla, y me alejé de la multitud. Necesitaba estar sola. Completamente sola.
Al fin y al cabo, tenía razón. Era mejor no enamorarme, así no sufriría, así no tendría que llorar, así no tendría que estar apenada. Así estaría mejor.
Pero como siempre, ella consiguió pararme. Pararme con sus palabras.
-Puedo hacerlo con la persona de la que estoy enamorada –Alzó su voz, y sí. Ella miraba mi cuerpo, porque notaba su mirada.
Ella se estaba declarando delante de todo el mundo, maldita sea. Ella me quería más de lo que yo alguna vez había imaginado, ella era perfecta, ella era increíble. Ella no podía ser mejor, porque ella ya lo era. Ella…..Ella era Brittany Pierce, la dueña del corazón de Santana López. Ella hacía que nuestra relación, fuera real. Ella hacía, creaba lo que teníamos. Ella lo era todo. Lo sería hasta el momento que ella decidiera que no éramos lo suficiente buenas para estar juntas, y sabía perfectamente, que ella nunca haría eso. Ella, sería la persona de la que nunca se separaría de mi lado, aunque yo se lo suplicara. Y todas aquellas veces que había deseado vivir amor de película, ahora lo era. Era mucho mejor, que coño, porque esta era mi película. Yo era la protagonista, y ella el amor de la protagonista. Mi amor. Mi pequeño amor. Mi infinito amor.
Me giré, y había como cientos de pares de ojos de diferentes colores mirándome, pero los únicos que me importaban, eran los suyos. Los de ella.
Sentí como mis piernas temblaban y mis manos se debilitaban. Me sentía frágil. Como un jarrón importante.
Ella me tendió su mano, y la cogí, sonriendo cuando ella me subió encima de la mesa quedando en frente de Lindsay. Brittany rodeaba con su brazo mi hombro, con posesión, con cariño. Me gustaba.
-La persona de la que estoy enamorada, Santana López.
Ella me presentaba como si fuera la primera vez que viera a esa cara horrorosa y terrorífica.
Lindsay me miró con lágrimas en los ojos
-¿Enserio? ¿Me cambias por ella?
Brittany acarició mi mejilla con su nariz
-Solo ha existido una mujer en mi vida, y la tienes delante
Yo era la única mujer en su vida, lo era. Ella lo había dicho, me lo había demostrado. Lo había gritado.
Ella también era la única mujer de mi vida
-Eres una estúpida –Insultó Lindsay señalando con odio a mi Britt
-Lo sé –Contestó Brittany besándome la mejilla
-Eres una puta, carroñera, mala persona –Señaló a la rubia de mi lado, para luego llevar las manos a su cabeza
-También lo sé –Volvió a repetir -¿Algo m-
-Eres una mujeriega, una mentirosa, una traidora –Gritó haciendo que Brittany asintiera sin importarle lo que decía.
-Lo sé, lo sé y lo sé –Yo sonreí mirando los ojos azules que me observaban
-Una violenta, penosa, canalla, malcriada –Insultó de nuevo.
-Puede ser, no lo niego.
Lindsay negó con la cabeza con odio y rabia
-¡Puede ser no! ¡Lo eres!
Brittany no le dijo nada más, la miró atentamente, esperando otros insultos por parte de la pelirroja. No hubo más ofensas, pero si amenazas.
-Te voy a matar lo juro, ¡Te voy a matar!
Brittany me soltó, y sentí un vacío en mi cuerpo. Cogió la taza de leche que tenía Marley en su bandeja, y la miró pensativa. Yo fruncí el ceño mirándola con curiosidad.
-¡Guerra de comida! –Gritó estampando la leche en la cara de Lindsay y riendo, mientras colocó la taza en su lugar de antes.
La pelirroja abrió su boca completamente sorprendida, y pasó sus manos por su cara mojada y caliente. Quitó la asquerosa leche de sus ojos, y miró a Brittany con odio, más odio de lo que ya tenía. Si era posible claro. Ella pasaba del amor a la rabia de la nada. Me asustaban sus cambios de humor.
Quinn, cogió un puñado de cereales y se los tiró a Rachel, quien quiso no sonreír, pero le fue imposible. Eligió una de sus cinco galletas, y se la estampó a Quinn en el pelo. Yo solté una gran risa.
Y de la nada, en un abrir y cerrar de ojos, la comida bueno mejor dicho, el desayuno, volaba por encima de nuestras cabezas.
Cuando un vaso de zumo calló en mi cabeza, Britt soltó un gruñido y miró a Lidia con seriedad y ella, hizo un puchero haciendo sonreír a Brittany, que le lanzó galletas machacadas mezcladas con leche.
Intentando coger un vaso, Brittany se resbaló con un poco de leche que había en la mesa y se calló, chocando con su espalda en la tabla. Me asusté, pero cuando le vi reír a todo pulmón, agarrándose el estómago de lo tanto que se estaba divirtiendo, me relajé, y la miré.
Ella se merecía ser feliz, y me alegraba tanto verla así
La ayudé a levantarse, y me reí cuando vi toda su espalda hasta su trasero mojado, su pelo lleno de comida, su camiseta blanca llena de chocolate. Ella estaba hecha un desastre, pero un desastre comestible, nunca mejor dicho.
Sacó un cereal de mi pelo y se lo comió, y se quedó pensando por un momento
-En tu pelo me gusta más, me imagino como será comer en tu estómago o bueno, bajando un poco más –Concluyó con una mirada pícara en sus ojos. Yo me sonrojé y ella dejó otro beso en mi mejilla.
Yo le di un pequeño golpe en su hombro
Miré abrazada a Britt, como Quinn jugaba divertida con Rachel, cogiéndola por la espalda y alzándola, y bueno, mi amiga no podía parar de reír. Se veían felices y eso era lo que yo quería, que fuera feliz, pero juntas. Que fueran felices.
Todo a mi alrededor sucedía a cámara lenta, en mi película lo querría así. Chicas jugando entre ellas, otras en pareja abrazadas o estampándose comida en la cara o alguna parte del cuerpo. Risas que no cedían, carreras que no paraban. Este momento era realmente único.
Brittany saltó de la mesa, y abrió sus brazos para que yo la acompañara, salté en ellos, como una niña lo haría. Ella me cogió contenta, y me soltó con delicadeza en el suelo.
Avanzamos entre mujeres con una sonrisa en nuestras caras, esquivando desayuno volador, compañeras que parecían medias locas corriendo de un sitio para otro. En ningún momento, solté su mano fuerte. No tenía pensado hacerlo, no de momento.
Cerramos la puerta detrás nuestra, y seguimos corriendo por los pasillos esta vez, llenos de luz y alegría. Reíamos como si no hubiera mañana, disfrutando de nuestra compañía, porque eso era lo que yo hacía, disfrutar de cada minuto que pasaba con ella.
Me paré, muerta de la risa, y me apoyé en la pared
Ella me miró tocándose el estómago, con lágrimas en sus ojos
En un momento, pude tranquilizarme, y restregué mis manos por el blanco muro, llamando la atención de mi querida acompañante. Mi querida rubia. Ella puso ambas manos en sus caderas, y se apoyó en su pierna derecha.
Miré su cuerpo, de arriba abajo, una y otra vez
Estaba mojada, empapada en leche y zumo, con su ropa ajustada a su cuerpo.
Y bueno, además estábamos solas. Completamente solas.
Descansé mi pié en la pared, increíblemente loca por ella
-Ven aquí –Murmuré mirándola fijamente y señalándola con mi dedo índice
–Acércate a mí -Ella desabrochó su mono, sacándose las mangas y enredándolas en su cintura.
Se acercó a mí, y me recordó a la noche del baile. Cuando caminaba lentamente, mirándome, mientras agarraba la flor en sus dedos. Me agarró la mano, y yo acaricié su cara. Su preciosa cara.
Pecas permanecían en ella, muchas, y cada una me parecía única. Estaba roja, y sus mejillas lo demostraban. Y cuando ella miró mis labios, agarré su cuello fuertemente llevándola conmigo a la pared. Mi espalda estaba fría, demasiado, pero cuando sus manos la recorrieron con lentitud, con ternura, mi cuerpo se volvió fuego intenso. Fuego puro.
Me besó, y yo cerré mis ojos disfrutando de la sensación de nuestros labios unidos. Su lengua asomó en mi boca, y yo la abrí más para dejarle paso, para que se uniera con la mía. Como a mí me gustaba. La abracé más fuerte, y ella apretó su cuerpo con el mío, y sí, ahora no existía ninguna distancia entre nosotras. Justo como debería ser. Ella movía su lengua, jugando con la mía, pasándola por mis dientes y después, la metió lo más profundo que pudo. Yo solté un gran gemido. Acarició con sus manos mis piernas, que ahora mismo estaban hechas un flan, y suspiró. Se separó lentamente de mí, tomándose su tiempo, y antes de apoyar su frente con la mía, dejó un precioso beso en mis hinchados labios. Dejé los ojos cerrados, disfrutando. Gozando de sus mimos, de sus palabras. De ella.
-Britt…..Yo…. –Susurré mientras rozaba mis labios con los suyos, ella pasó su mano temblorosa por mi nuca, poniendo un mechón de mi pelo mojado detrás de la oreja.
-Tú……- Su aliento golpeó mi cara haciéndome perder la noción del tiempo, haciéndome perder la compostura. Ella me hizo olvidar del lugar donde me encontraba. Ella me hizo sentir increíblemente bien, como siempre.
-Yo….también quiero estar….Contigo……yo contigo….puedo…hacerlo
Ella separó su cara de la mía, lo noté de inmediato
Su mano se quedó quieta en mi mejilla, quieta. Y me sonrojé cuando noté su otra mano quieta en mi trasero. Una parte dulce. Una parte atrevida. Amaba todo de ella.
-Quiero conocer a tu familia San
Abrí mis ojos encontrándome con su mirada dulce. Me sorprendía, cada vez me miraba o simplemente observaba. Lo hacía como si fuera la última vez. Ternura, amor, unión, cariño. Infinito. Un para siempre.
No me esperaba esas palabras. No me esperaba, que esas atrevidas pero dulces palabras salieran de su preciosa boca. Ella quería ir más allá que esto, ella quería olvidarse de la cárcel y de toda la mierda que nos rodeaba. Quería centrarse en mí, en un “Nosotras”. Quería conocer a mi familia, para poder presentarse como la mujer que yo había elegido para mi vida: Mi novia. Ella no me lo había pedido oficialmente, pero se lo había dicho a Lindsay, se lo había dicho a toda la prisión. Eso era mejor. A Brittany no le incomodaba la idea de verse cara a cara con mi serio padre. No le importaba las preguntas incómodas de mi madre. No le importaban las amenazas de mi hermano Carlos. Las ofensas de mi hermano Abel. Las miradas asesinas de Samanta. Los juegos aburridos de Alejandra. Ella quería pasar por todo eso, porque eso significaba un aprobado en nuestra relación. Significaba que ella tendría un Suegro, una suegra, dos cuñados y dos cuñadas. Ah, sin olvidar a mis abuelos, abuelas, primos, primas, tíos, tías y padrinos. Ellos también querrían dar su aprobado en esto.
-¿Es lo que quieres? –Murmuré agarrando con fuerza su camisa blanca en mis puños – Brittany, te enfrentarás a toda mi familia. La familia López.
-Claro que sí, quiero conocer a las personas que te importan San, quiero conocer a todo lo que tenga que ver contigo.
Yo sonreí acercando su cara a mis labios
Estaba tan contenta
-¿Segura? Después no hay vuelta atrás –Reí provocando una gran sonrisa en su cara.
Asintió entrecerrando sus ojos.
-¿Tan malo será? Me estás dando miedo –Imitó como si acabara de ver a un horroroso fantasma, y yo pasé mi mano por su cara.
Tan mía, era tan mía
-Tú puedes con todo Britt, eres la mejor –Ella relajó su cara, apoyando ambas manos a cada lado de mi cabeza. Estaba tan cerca de mí. Otra vez.
-La semana que viene, habrá una reunión familiar asique…..-
-Podrás conocer a mi familia y yo a la tuya. Además, tu hermana sale con mi prima, asique estamos relacionadas en algo.
Su cara se iluminó, y me alzó en sus brazos dando vueltas y vueltas, mientras yo reía agarrando su cuello con firmeza. Esta vez con entusiasmo. Me había dado un chute de adrenalina.
Ella paró los giros, pero no me soltó
Me miró, mordiendo su labio inferior, mientras apretaba sus manos en mi trasero
Nuestras miradas estaban conectadas
-A veces pienso que no puedo quererte más de lo que ya lo hago –Susurré apoyando mi frente con la suya.
Ella suspiró sonriendo, enseñándome sus blanqueados dientes
-Créeme, siento lo mismo, pero cuando pasan cosas como estas me digo “Un poco más podré quererla” Y mírame, lo hago.
Yo gemí de la emoción, y me abracé a ella
Sentía que estaba en las nubes, que nada podía estropear esto porque estaba en mi burbuja, nuestra burbuja porque ella también permanecía en ella. Nada ni nadie, nos podía separar, porque estábamos unidas por un infinito que nunca se acabaría. Eso era lo que yo sentía.
-Sinceramente, creo que te quiero –Murmuré con una risita.
Sus ojos me sonrieron, pero estaba muy ocupada probando sus labios
-¿Sabes? Yo también creo que te quiero
Ella unió nuestras manos
Haciéndome la mujer más feliz de todo el universo
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Holaaaaaaa ¿Que tal? Espero que muy bien. También espero que os haya gustado el cap, y si, ahora si......!VACACIONES DE VERANO! Ahora tendre todo el tiempo para escribir y subir. Estoy empezando con el siguiente cap de Titanic para aquellas personas que le guste, y ya tengo pensado la continuacion de estes capitulos, que empieza el drama, mucho drama. Gracias siempre por vuestros comentarios que me animan y ayudan a seguir escribiendo. BESITOS DE NUTELLA. Abrazos y saludos desde galicia.
Cuidaros
Con Cariño
Nerea X
“Me gusta tu sonrisa
Me gusta tu vibra
Me gusta tu estilo
Pero no es por eso que te amo
Y me gusta la forma en que eres como una estrella
Pero no es por eso que te amo”
Sonreí al ver su rostro dormido, a centímetros de mi cara rojiza. Ella se veía tan dulce y tranquila. Relajada.
Ella me había dado una noche preciosa
La mejor de toda mi vida
“Me gusta cómo te portas mal
Cuando estamos ebrias
Pero no es por eso que te amo
Y también como mantienes tu compostura
Cuando yo soy complicada
Pero no es por eso que te amo”
Miré su cuerpo que estaba tapado en simples partes de él; estúpido edredón blanco. Sus brazos pálidos estaban descubiertos, al igual que su pierna derecha. Toda su pierna derecha. Me mordí el labio aguantando las ganas de despertarla y hacerla mía de nuevo, otra vez. Era tan sumamente sexy.
“Eres tan hermosa
Pero no es por eso que te amo
No estoy segura de que sepas
Que la razón por la que te amo es
Porque tú eres tú, simplemente tú”
Acaricié su cara con amor, con adoración. Sus mejillas estaban cálidas, como ella misma, como todo su cuerpo. Me recorrió un escalofrío por la espalda, cuando ella se movió y buscó de nuevo mi tacto.
Tan jodidamente adorable
Sentía que no podía vivir sin ella ni un segundo
“Aunque no lo hayamos logrado
Siempre estoy aquí para ti”
Yo me acerqué más a ella, hasta el punto, de tener su mandíbula debajo de mi pelo moreno. Suspiré cuando sus brazos rodearon mi cintura, poniéndome la piel de gallina.
-Hola princesa
Besé su pecho y pasé mi pierna por su cintura. Yo era su princesa, lo sería para toda la vida, con el trato de que ella también fuera la mía.
-Hola mi amor
A ella le gustaba cuando le decía esas cosas, cuando la trataba con amor. Y lo hacía, porque me gustaba, además de que yo estaba enamorada de ella. Con toda mi mente y corazón.
-¿Qué hora es San?
Y yo miré en el reloj de la pared, sonreí. Aún nos quedaba tiempo.
-Son las seis de la mañana, sigue durmiendo Britt es temprano.
Sabía perfectamente que ella iba a negarse aunque hiciera cualquier cosa, pero era algo que me gustaba hacer con ella, insistirle y después, acabáramos besándonos o abrazándonos. Me parecía tan romántico. Como en las películas.
-Sabes que no voy a hacerlo morena
Reí en su pecho al escuchar sus palabras, y levanté mi cara para encontrarme con sus ojos azules mirándome divertidos.
Hasta a estas horas de la mañana, ella era hermosa
-Lo sé, pero sé cómo vamos a acabar asique…..- Alcé mis cejas y ella sonrió apartando la sábana de mi cuerpo. También seguía siendo igual de pervertida.
-¿Y qué se supone que quieres hacer señorita López?
Ella se subió encima mía, y yo tragué saliva mientras con mi pié, apartaba la cubierta de su figura. Su perfecta y comestible figura. Cualquiera moriría por tener un centímetro de ella, y yo era la afortunada. Me sonrojé cuando ella apartó un mechón de mi pelo y besó mi mejilla.
Amaba cuando ella era así, tan cariñosa
Mejor dicho, amaba todo de ella, ¿Quién no lo haría?
-No sé, dime tú.
Y sí, ella hizo de todo menos hablarme
Besó mi cuello y luego, miró a mis ojos repletos de deseo. Deseo por ella. Yo deseaba a esta mujer con todas mis fuerzas, nunca tenía suficiente de ella. Cada vez que ella me miraba, podía sentir lo que ella pensaba. Sus ojos me decían lo mucho que me quería, el orgullo que sentía por mí, el cariño que me guardaba. Cada vez que lo hacía era perfecto. Ella era la persona que me hacía sentir amada y única en este mundo, tan especial. Sólo ella.
-Britt….
Con una mano me abracé a su espalda y con la otra, cogí su cara para besarla. La besé tiernamente, disfrutando del tacto de sus labios con los míos, no tenía prisas, no quería ir rápido, quería aprovechar el tiempo que tenía con ella. Ella me siguió emocionada y contenta.
Seguimos besándonos durante varios minutos
Y me separé cuando ella entrelazó nuestras manos
-San, Te quiero, ¿Lo sabes?
Me entusiasmaba escuchar esas amorosas palabras de sus labios
Conseguía impresionarme sin ni siquiera darme de cuenta
-Lo sé porque yo también te quiero
“¿Sientes... me sientes?
¿Sientes lo mismo que yo?
¿Necesitas... me necesitas?
¿Me necesitas?”
Su cara se iluminó en el momento que yo le dije esas palabras, que en este momento serían sus favoritas. Ella pareció congelarse totalmente, como si le hubiera dicho algo que no era de este mundo. Estaba sensible.
Como había dicho, dulce
Más dulce que un caramelo repleto de azúcar
-Mi amor, mi pequeño amor.
Lloré cuando ella acarició mi frente con sus dedos temblorosos
Me sentía tan completa con ella, me hacía olvidar de todo. En el lugar en el que me encontraba, la gente de la que estaba rodeaba. Sólo me importaba ella.
“Siendo tú, sólo tú
Sí, la razón porque te amo
Es por todo lo que hemos sido
Y por eso te amo”
-San, tendríamos que estar en nuestras celdas
Y ella tenía razón, podría ser muy temprano aún pero nosotras tendríamos que estar en nuestras asquerosas celdas a las 3 de la mañana. 3. Ahora eran las 6. Bastante diferencia, ¿Cierto?
-¿Nos reñirán?
-No princesa, no dejaré que te hagan daño.
“Por eso te amo”
Me levanté de su cuerpo y me senté tapando el mío con la sábana, mientras ella besaba mi espalda acostada detrás de mí. Estaba haciéndolo a propósito.
Gemí agarrando la manta entre mis manos, y miré de reojo a la rubia que tenía atrás.
-Britt por favor
Siguió haciéndolo, esta vez con ayuda de su húmeda y placentera lengua
Una corriente eléctrica corrió por mi cuerpo a una gran velocidad. Desde los dedos de mis pies, hasta el último pelo de la cabeza. El último.
-¿Qué San?
Me salió una risa por su contestación
Ella era tan tonta
-Britt nos tenemos que vestir cariño, es tarde.
Ella bufó y se acostó de nuevo, sin apartar la vista de mí. Yo le tiré una almohada a su cara, y me erguí del suelo acercándome a mi vestido tendido encima del piano. No entendí como pudo haber llegado ahí. ¿Fantasmas acosadores?
Me coloqué la ropa interior con mis mejillas completamente rojas, Britt no dejaba de verme. Notaba su mirada pervertida en mi cuerpo. Eso me ponía nerviosa.
Escuché el ruido de las sábanas moviéndose, y el de sus huesos acomodándose a la mañana y al nuevo día que le esperaba.
Me giré y la vi poniéndose sus calcetines
Ella no paraba de mirarme
-¿Qué?-Pregunté confundida -¿Por qué me miras tanto?
-Porque eres preciosa
Valla….
Eso me había dejado bastante descolocada. Demonios, a veces deseaba no quererla tanto y no sentir todo este amor por ella, a veces me preocupaba, el no ser suficiente mujer para tanta belleza. Pero cuando ella hablaba, cuando ella decía una simple palabra, eses pensamientos se esfumaban como una hoja en otoño. Rápido y sin importancia. Eso me pasaba a mí.
-Britt para….
-¿Qué? ¿Qué pare de ser sincera?
Otra vez: Demonios
Me acomodé un mechón rebelde que caía en mi cara, y me mordí el labio inferior mientras ella se ponía su camisa blanca. Abrochó sus tres botones, y luego sonrió al ver que no tenía más. Yo se los había roto la noche pasada. Cogió su pantalón negro, y se lo puso atando su cinturón de cuero alrededor de su fuerte cintura.
-Sabes, a veces me gustaría cambiar esto
Ella me miró con el ceño fruncido, enredando los cordones de sus zapatos
-¿Perdón?
-A veces desearía conocerte en otra circunstancia, otras circunstancias
Ella adaptó su chaqueta de traje a su cuerpo, y se puso correctamente los cuellos de su camisa. Luego, metió sus manos en los bolsillos de los pantalones, sin hacer nada más.
-¿Por qué?
-A ver, nuestra historia como la contaremos ¿Nos conocimos en una cárcel? ¿Enserio? Brittany a mí me gustaría poder decir te conocí en un baile, en una floristería cuando cogiste la misma flor que yo quería, en el supermercado ya que me ayudaste a coger los cereales de la estantería más alta….
Y ella, no dijo nada
Creí que se había enfadado, que no le parecía justo lo que yo por veces pensaba, lo que yo por veces deseaba. Creí que ella iba a largarse dejándome sola maldiciendo lo idiota que yo era. Me equivoqué, como siempre. Ella no se movió. Solo miró a sus pies y de nuevo, volvió su vista a mí.
Pero en un momento sin más, una de las cosas que yo pensé y no quería que pasara, bajó las escaleras caminando por el gran pasillo hasta abrir la puerta cerrada con llave, y largarse.
Por una vez, no me había equivocado
Dios mío, esto era realmente horroroso
Yo pasé mis manos sudadas por mi pelo despeinado, y suspiré realmente destrozada y humillada. ¿Qué habría hecho? Demonios, ¿Por qué tenía que ser tan idiota? Mierda
El ruido del portón abrirse me asustó
Y más, cuando la vi de nuevo caminando hacia mí, ¿Venía a gritarme acaso?
Esta vez, subió los escalones y se paró a centímetros de mi cara
-Hola, no he podido evitar verte bailando toda la noche en el baile, y sólo puedo decirte que me pareces increíble y que ese vestido te sienta hermoso, por no hablar de ti.
Y supe perfectamente lo que estaba haciendo, Oh Dios, si
Yo me llevé ambas manos a mi boca y la miré con los ojos cristalinos
¿Lo estaba haciendo por mí?
Por favor, dime si esto es real o estoy en mi mejor sueño
-Oh Dios Hola
Ella sonrió comprensiva por mi reacción
-Me llamo Brittany por cierto, ¿Tu nombre? Obvio, tiene que ser tan perfecto como tú, asique no me sorprenderás.
Asentí y le agradecí a todo el universo por ponerme a esta mujer en mi vida
-Santana
Ella sacó la flor que tenía bien puesta en la solapa de su chaqueta, y me la tendió con la mejor de sus sonrisas.
-Un placer conocerte Santana, ¿Bailarías conmigo?
Y yo tomé la flor de sus manos y asentí mientras soltaba una pequeña risa nerviosa. Me abrazó por la cintura y yo enredé mis manos en su cuello.
-¿Tienes novia o novio?
Yo la miré sonriente
-No, no tengo novia
Nos movíamos al son de una música que no existía, nos balanceábamos juntas, sin faltas en nuestros pasos, como si estuviéramos acostumbrados a esto. Como si lo hiciéramos por toda una vida. Era lento y romántico.
-No quisiera tener problemas con nadie, aunque si es por ti, lo que sea
Yo me sentí orgullosa de ser quien era, debido a que ahora tenía una suerte que nunca antes había tenido
-Es bueno saberlo
Ella me dio una pequeña vuelta y de nuevo me tomó entre sus brazos
-¿Podría verte de nuevo?
Acaricié su chaqueta con mis dedos y sonreí
-Depende
-¿Depende?
La miré a los ojos, esos ojos llenos de amor
-¿Tendrías tiempo para mí?
Y ella negó con la cabeza mientras paraba su baile, y tomaba mi mano para dejar un beso dulce en ella
-Para ti, todo el tiempo de mi vida
Yo hice una pequeña reverencia delante de su figura, y olí la flor en mis manos
-¿Hoy a las cuatro, en el pasillo de la lavandería?
Asintió con las manos cruzadas en su pecho, y se acercó un poco más a mí
-Ha sido un placer conocerte Santana, nos vemos
Dejó un beso castro en mis manos, y acarició mi mejilla con toda la dulzura que ella poseía. Yo abracé sus manos y cerré los ojos. Creía que estaba en el mejor de mis sueños. El mejor.
-Eres perfecta Britt, no me puedo creer que hallas hecho esto por mí.
-Haría todo por ti, todo, ¿Me oyes? Nunca lo dudes
Me quedé mirándola, y supe perfectamente que por eso, ella se dio de cuenta de algo que yo nunca le había dicho: Estaba enamorada de ella. Y sí, se alegró tanto que me dio ganas de gritarle al mundo entero lo tanto que la quería.
-Me tengo que ir –Susurré -Nos vemos luego.
-Nos vemos luego
Me separé de ella, y me alejé de ese lugar con los tacones en mis manos y la flor enganchada en mi pelo, mientras no podía apartar la sonrisa boba que tenía. Una misión que no quería cumplir.
Caminé por los pasillos solitarios, llenos de basura, y con una ráfaga de luz en ellos. Algunos globos ya no estaban tan inflados. Algunos carteles estaban despegados. Algunas cintas rotas permanecían en el suelo. Parecían algunas de las fiestas a las que yo había asistido.
Me traía más recuerdos
Decidí ir a las duchas, en las taquillas era donde yo tenía mi mono, mis zapatones. Mi ropa de mierda, como yo la llamaba.
Todo estaba en un silencio al que yo no estaba acostumbrada, realmente no había ruidos ni palabras desagradables. Se escuchaba el ruido de las tuberías, el de los aparatos eléctricos y hasta si me ponía tranquila y relajada, podía escuchar a los pájaros cantar, disfrutar de la mañana soleada. Me gustaba esto. Pero solo tendría esta paz durante unos quince minutos más.
Abrí con cuidado la puerta grande y azul, y asomé mi cabeza para ver si había alguien. Oh vamos, ¿Quién estaría a las 6 de la mañana en las duchas pudiendo estar durmiendo? Cerré la puerta a mi paso, y me acerqué a mi taquilla.
Saqué mi mono, que estaba bien encartado y mi camiseta blanca, junto con los zapatones. Puse la ropa en el banco negro, y me senté en él.
Me saqué el vestido poco a poco, y aunque sonara raro o incluso estúpido, no quería sacarme esta brillante ropa, porque eso significaba volver otra vez a los golpes y malos tratos, eso significaría dejar de ser una princesa. Significaba que todo esto, había sido simplemente una noche de la que tendría que vivir en mis recuerdos.
Acaricié ese vestido rojo, ese vestido tocado por los dedos finos y suaves de Brittany. Ese vestido testigo de una maravillosa noche.
Cogí el mono naranja y me lo puse, para luego ponerme la camiseta blanca y así poder subir la cremallera hasta el punto de mi cuello. Sí, me quedaba grande. Es más. Parecía Cantinflas. Siempre me subía las mangas del mono hasta la altura de los codos, y en los pies me lo subía unos cuantos centímetros, pero aun así, a veces me veía al espejo y me consideraba un globo.
Un globo moreno
Cuando se lo decía a Rachel y a Marley, ellas decían: “Un globo sexy y hermoso” Y yo solo podía sonreír y bajar la cabeza, para que ellas no me vieran roja por su culpa.
Me puse los zapatones, y los até en un perfecto nudo. Me acordaba de cuando era pequeña y mi madre me enseñaba a atarlos cordones y para que yo lo recordara siempre lo hacía de una misma manera “- Pasa este cordón por ahí y así queda como las dos orejitas de un conejo-” Y ahora que tengo 19 años, lo veo estúpido, porque no me parecen las orejas de un conejo. Si no, un antifaz, una pajarita, un bigote. Hasta incluso un infinito.
Valla tontería decía mi madre cuando era una enana
Enana como Rachel, porque ella parecía que no haber durante toda su vida
Podría unirse a la película de Blancanieves y así, serían los ocho enanitos. Además, así la princesa esa chunga tendría una amiga con la que hablar. Pobre muchacha.
Me levanté y luego, cogí la gran mochila para guardar mi ropa, y así dársela a mi madre cuando viniera en la próxima visita.
En la próxima visita
Yo llevaba aquí tres meses
Tres
Cerré la taquilla y me apoyé un momento en ella
Dentro de dos semanas sería el cumpleaños de mi madre
Y yo siempre tenía la costumbre de hacerle el desayuno, y luego, hacerle un masaje acompañado de una manicura de manos y pies. Después, toda la familia, mi padre, mis hermanos, mis hermanas, todos mis tíos, todas mis tías, mis dos abuelas, mis dos abuelos, mis primos, mis primas, mi madrina y mi padrino, le hacíamos un picnic en la playa y disfrutábamos el día todos juntos.
Me gustaría tanto eso
Tanto
Me daba gracia algo, que era que mi hermano Carlos siempre le regalaba una taza de color rosa. Todos los años. Mi madre decía lo mismo: “Gracias hijo, me encanta”. Y yo pensaba, “Todos los años es lo mismo, si el anterior te gustó este también” Y después me daba de cuenta que le regalaba siempre lo mismo porque le gustaba ver la cara que ponía, luego al fin y al cabo, le regalaba una camiseta, una bufanda, unos bonitos zapatos…..Carlos tenía buen gusto con la ropa. Fuera de hombre como de mujer. Incluso mejor que papá.
Sonreí al pensar en las peleas que tenían cuando iban a comprar algo juntos, y armaban espectáculos en el supermercado, en el centro comercial…..Ellos se comportaban como niños. Lo eran. Y quien sabe, probablemente lo seguirán siendo.
Me enderecé cuando escuché un fuerte ruido que provenía de las duchas, y yo, como era tan curiosa, quería ver. Realmente quería porque me había asustado, igual alguien había matado a alguien. Ojalá fuera Lindsay la difunta.
Miré a las duchas, y cuando vi a dos figuras tendidas en el suelo, oh dios
Me reí cuando la percibí y ella se asustó, bueno, se asustaron
Joder, era tan condenadamente gracioso que me meaba en los pantalones
-Dios, no me lo puedo creer
Ella intentó levantarse pero solo aterrizó en el suelo mojado, de nuevo. Lo mejor era su pelo húmedo y su maquillaje corrido.
-San, esto no es lo que parece.
Me crucé de brazos mientras la rubia de su lado se acomodaba en el suelo y sí, intentaba dormirse.
-¿Y qué parece?
Ella se colocó bien el vestido mientras le daba pequeñas patadas al cuerpo dormido de la mujer y tragó saliva. Estaba tan nerviosa que parecía un flan de lo tanto que temblaba.
-N-No sé, a mí no me parece nada.
Claro, nada. Ella estaba acostada con una mujer en la ducha medio desnuda, con el pelo alborotado y no parecía nada. ¿Me tomaba por tonta?
-¿Enserio Rachel? Además despierta a Quinn, después no va a poder ni levantarse.
Ella se agachó y la balanceó, y la pobre Quinn, suspiró y se sentó en las baldosas. Su pelo rubio parecía que venía de un tornado. Su cara, oh dios, sin palabras. Era una mezcla entre drogada, dormida y media tonta.
-¿Qué hacéis las dos juntas, en la ducha, medio desnudas y solas a estas horas? Estáis mal de la cabeza ¿O qué?
No respondieron y yo lo consideré como un sí
-Es que ayer…..Bebí demasiado San y no sé, acabo de despertar ahora
Menos mal que Quinn era una mujer y no podía dejarla embarazada, si no, bombo que te crió después de nueve meses.
-Claro, eso siempre es la excusa, ya está muy visto Rachel.
Ella miró a Quinn y volvió a mirarme
Yo alcé una ceja
-¿Estáis saliendo?
-¿Qué? Tú flipas Santana, yo a esta tipa no la quiero ni regalada, ni en pintura.
Quinn la miró con el ceño fruncido y completamente seria
-¿Perdona? Estoy aquí, ¿Sabes? Además a noche no decías eso cuando yo te quit-
Rachel la calló poniéndole una mano en la boca y mirándome con una sonrisa nerviosa. Ya, su “Folla amiga” la había delatado.
-Rachel, no me tomes por gilipollas porque no lo soy, además son las seis y media, si os pillan los guardias os matan a palizas.
Ellas suspiraron y asintieron
Eso no me valía de nada
-¿Y tú de dónde vienes? Desapareciste de la nada y te estuve buscando toda la noche Santana.
Yo me ruboricé mientras colocaba un mechón de mi pelo detrás de la oreja. Me apoyé en la columna y la miré fijamente. Ella lo intuía.
-¿Brittany? –Preguntó Quinn con una sonrisa
-Brittany –Afirmé mirándola de vuelta
Rachel se encontraba con los brazos cruzados mientras en su cara permanecía una divertida sonrisa. Me sentí como si estuviera delante de mi madre.
-¿Qué pasa? –Ella negó con la cabeza y se mordió el labio inferior
-Te veo feliz San, en todo este tiempo no te he visto así
Lo sabía, perfectamente
Miré a Quinn y ella sonreía, y por un momento quise saber lo que ella estaba pensando.
-Ella me hace estar así
Rachel sonrió enormemente, con esas sonrisas suyas que alumbraban todo su rostro y la hacían ver adorable. Ella lo era al fin y al cabo. Y Quinn, lo era también. Hacían buena pareja.
-Lo sé, se nota
Yo también lo sabía
-Brittany se siente igual que tú, créeme, está en las nubes – Murmuró Quinn mirando al techo.
-¿Lo está?-Pregunté con un hilo de voz
-Oh vamos Santana, ella no para de hablar de lo genial que tú eres, Brittany enamorada es puro aburrimiento. Bla Bla Bla Santana, Bla Bla Bla es tan hermosa, Bla Bla Bla es l-
Rachel le golpeó la cabeza y Quinn se sobó la cabeza confundida
-Podrías aprender de ella estúpida
Yo solté una risita, era tan Rachel siempre con sus peleas y sus riñas
-¿Para qué? Yo así me hago más sexy y atractiva
-Lo dudo rubita- Miró de arriba abajo a Quinn y negó con la cabeza –Brittany es más guapa, más alta, más amable, más fuerte, más atenta, más talentosa…. ¿Sigo o quieres que pare?
Quinn que estaba de brazos cruzados alzó sus hombros y la miró cabreada
-Parece que te gusta, ¿No es así?
Rachel la miró cansada y rió secamente
-Me gustan muchas cosas de ella – Quinn seguía seria –Vamos es la novia de mi mejor amiga, ¿Cómo me va a gustar?
Quinn alzó una ceja y Rachel suspiró
-Vale, al principio me gustaba, y aún a veces, por veces lo hace. Es que la veo con su mono, y la hace ver tan sexy que me dan gana de comerla, ¿No te pasa eso Santana? –Yo asentí sonriente- Y cuando come los músculos de su mandíbula se tensan, y sus bíceps se aprietan y yo me quedo como “Ooh”, ella cuando habla te mira fijamente como si quisiera saber lo que piensas, ¿Cierto San? –Reí al ver la cara de Quinn- Y luego está cuando hace cosas por los demás, ¿La viste el día del baile? Tan atenta con San, y cuando cantó la canción, me morí y volví a resucitar, ¿Verdad San? Obvio que sí, pero ella no me gusta Quinn. Yo creo que ella es la indicada para San, son tan hermosas juntas.
Quinn se quedó parada por un momento mirándola fijamente y luego negó con la cabeza y salió de las duchas dejándonos solas a Rachel y a mí. Ella debía de ser tonta.
-Rachel, ¿No puedes ver que le gustas? ¿Por qué le haces esto?
Ella subió la mirada y pude ver lo destrozada y decepcionada que estaba. La comprendía totalmente, al principio no quería comprender los sentimientos que sentía por Brittany y además no quería admitirlos. ¿Ahora? Estoy mejor que nunca. Pero Rachel se estaba haciendo la dura.
-Lo sé, por eso la trato de esta manera – Ella me miró y yo entrecerré mis ojos
-¿Por qué?
Se aclaró la garganta y se llevó las manos a la cabeza
-Porque no puedo enamorarme de alguien a quien no merezco Santana, no puedo.
No entendía por qué hablaba de esa manera, ¿Había sucedido algo?
-¿Qué te pasó con ella Rach?
Ella no parecía entender pero yo fijé mi mirada en ella. Me estaba mintiendo, olía a mentiras por todas partes y ella no podía negarlo. La conocía muy bien y a veces, podía sorprenderla por ello.
-¿Por qué tendría que pasar algo? ¡Para ti siempre pasa algo! ¿Cuándo será el día en el que no pase algo, a ver? Me ves caminando y ya piensas “Pasa algo” pues no, no pasa algo, ¡No pasa nada!
Vale, con eso me había demostrado que pasaba algo. La escuchaba hablar todos los días, y sí, me entraban ganas de arrancarme las orejas. Pero ella ahora estaba nerviosa. Esa era la diferencia.
-Rach, no me mientas en la cara, no lo hagas mujer
Y ella simplemente se acercó a mí, abrazándome con tanta fuerza que me dejó completamente de piedra. Completamente sorprendida. Con un malestar debido a que ella estaba mal, y no lo quería.
Yo enredé su pelo húmedo en mis dedos con una mano, y acaricié su espalda con la otra
Escuché como lloraba, y me sentí peor de lo que ya estaba. ¿Por qué ella tenía que estar así? ¿Por qué no me contaba su sufrimiento?
-Rach….
-San…..Yo…..Ella……Ayer me besó….Y yo no……
-¿Tu qué?
-Le dije que era la mayor basura de este mundo, y que nunca más volviera a tocarme porque no era lo s-suficiente buena ni para poder mirarme –Ella tragó saliva y apretó mi mono en sus manos –Ella mi suplicó que la conociera mejor, y yo sólo le di un puñetazo en su cara…Y-Yo no sabía que m-me pasaba San.
Oh, vale, entendía algo más las cosas
-¿Cómo acabasteis aquí? –Miré a mi alrededor frustrada
-Ella me trajo a la fuerza, y valla sí que la tiene.
Sonreí pensando en Brittany, ella era como mi Hulk pero no era ni verde ni fea. Si no blanquita y hermosa, ciertamente hermosa.
-¿Y después?
Ella soltó una risa
-Después yo quise salir, y de nuevo me cogió a la fuerza. Me llevó hasta aquí, e impidió que saliera.
Me imaginé la escena en mi cabeza e hice una mueca intentando aguantar la risa
-¿Y?
-Y en un intento de cogerme las manos le di al botón de las duchas y nos mojamos por completo. Si vieras su cara, empezó a gritar “Mierda mi traje, quería tenerlo bien preparado y por tu culpa está hecho una toalla de baño”
Yo besé su hombro y ella se separó, dejándome ver sus lágrimas que caían por su cara como una cascada. A parte de eso, ella sonrió con las manos en su cintura y yo alcé mi pulgar para limpiar sus ojos
-¿Luego?
Ella jugó tiernamente con sus manos
-Luego nos sentamos y ella me dijo que le importaba, que quería conocerme profundamente
Me recordó tanto a Brittany y a mí. Todo esto era tan conocido, me sentía tan emocionada por ella. Estaba viviendo la misma historia que yo. Eso me alegraba.
-¿Y….?
Ella bufó molesta
-Y yo le dije que estaba mintiendo. No sé en qué momento me quedé dormida en el suelo teniendo en cuenta de que está mojado y es incómodo, pero me desperté cuando escuché el ruido de la taquilla cerrarse.
Yo metí las manos en mis grandes bolsillos y me apoyé en mi pierna derecha, mientras la miraba con atención
-¿Y ese gran ruido que se escuchó? ¿Qué?
Ella se rascó la barbilla graciosamente, y cuando supongo que el recuerdo vino a su cabeza, sonrió enormemente.
-Ella intentó ayudarme a levantar y bueno, se cayó de nuevo al suelo –Yo levanté mi ceja izquierda y ella se aclaró la garganta –Vale lo hice adrede, tiré de ella para que se callera.
Yo negué la cabeza y me froté mis ojos cerrados
Era tan infantil
-¿Ella te gusta Rachel?
Ella me miró sin entender y yo suspiré
Claro, ahora de repente no sabía de lo que yo estaba hablando
-¿Quién?
-El papa Rachel, ¿De quién estamos Hablando? ¡Quinn! –Ella sonrió de lado y yo esperé su respuesta ansiosa -¡Qué dime!
Ella miró al suelo a cuadros azul, como esperando que allí pusiera la respuesta que yo estaba esperando. Cuando esquivaba mi mirada, cuando no quería verme sabía que ella estaba incómoda. Incómoda. Y si ella estaba incómoda, es que yo estaba dando en un clavo perfecto.
Ella estaba enamorada
Yo también
Era tierno
-¿Rach? Estoy esperando tu respuesta
Ella se acercó a la pequeña ventana que había en la pared y le dio un golpe pequeño y seco. Yo me acerqué a ella cogiéndole las manos, y sujetándolas con mucha fuerza
-Me gustan algunas cosas de ella
Ya, algunas cosas
Lo había repetido como unas diez veces, yo no era tonta
-Rach, que no me mientas joder
Ella se soltó de mi agarre y apoyó su cabeza en la pared
-Vale me gusta, ¡Me gusta! ¡Me gusta! ¿Contenta? Arg eres tan insistente como Sugar, ¿No seréis hermanas? ¡Las dos me ponéis de los nervios!
Me reí en su espalda y ella giró su cabeza para poder verme mejor. Lo que más me gustaba de cuando se enfadaba era los orificios de su nariz, se abrían tanto que parecía un toro.
Tan chistosa.
-No sé, puede, no te digo que no –Ella me miró de reojo y yo con un simple movimiento, la empujé contra la pared y ella soltó un quejido –No seas tan tonta Rachel, y sólo confía en mí, yo contigo lo hago y me gustaría que hicieras lo mismo.
Yo le eché un último vistazo, y dispuse a irme. Recogí su bolso del suelo, y me giré -¿Sabes Rach? No deberías apartar esos sentimientos que tienes, simplemente disfruta del momento, después te arrepentirás – Le lancé el bolso y ella lo cogió con dificultad –Piénsalo bien.
Salí de las duchas haciendo ruido con mis zapatones, y cerré la puerta a mi paso. Caminé por el pasillo solitario con mis manos en mis pantalones, arrastrando mis pies. Rach estaba tan equivocada, estaba haciendo mal las cosas. Y yo que lo sabía, quería ayudarla. Ella no se dejaba, como siempre. Lo que más me llamaba la atención era, que ella ayudaba a todo el mundo, sin importar lo que fuera, pero cuando era su momento de ser ayudada, se negaba.
Miré el reloj negro que permanecía en la pared haciendo un ruido constante, sin parar ni un segundo. Era las siete. Hora de desayunar. Asique simplemente, decidí ir a la cafetería, me ahorraría una buena bronca, debido a que yo no sería la única que llegaría tarde.
Di la vuelta, y ya escuché los gritos y murmullos de la gente. Las tazas tocando las mesas, platos junto con sus cubiertos y las bandejas haciendo un ruido seco.
Abrí ambas puertas, y me encontré con mujeres caminando de un lugar a otro, cargando con su desayuno. Se notaba que la gente tenía hambre después de una noche de baile y fiesta.
Entré sin hacer mucho escándalo, que nadie notara que yo estaba aquí. Cogí una bandeja cualquiera de metal, y anduve por la cola vacía sin ninguna persona en ella. Una señora no muy alta y con uno que otro pelo blanco en su cabeza, me sirvió un plato con cereales de los que a mí me gustaba. Sonrió como hacía siempre, ella se llamaba Celeste. Un vaso demasiado grande con leche, otro de zumo de naranja, un bol con cereales y por último, unas cuantas galletas. Cogí la bandeja y le sonreí, y ella, murmuró un “Hasta luego guapa”.
Ella no me tenía miedo.
Avancé entre las mesas plenamente llenas, y cuando pasé al lado de Brittany, choqué levemente mi cadera con su espalda y ella se giró. No se sorprendió, solo me miró fijamente, y me guiñó un ojo. Me fijé, y oh mierda, ella tenía un chupón en su cuello. Un gran chupón.
Ella al verme mirar, soltó una risita simpática, negando con la cabeza. Quitándole importancia.
Yo le lancé un beso volador, y me alejé para llegar a mi mesa donde estaban mis queridas amigas. Ellas al verme dejaron de comer, y alzaron sus brazos haciéndome reír. Me senté al lado de Mercedes, y ella pasó su brazo por mi hombro.
-Hola muchacha, ¿Qué es de tu vida?
Yo tomé una cucharada de cereales y sólo fruncí mis hombros
-Ella estuvo con una muchachita, rubita de ojos azules, y apuesto a que acaban de despertarse ahora mismo –Canturreó divertida Tina con su cuchara en la boca y una mirada coqueta en sus ojos marrones.
Valla, ella estaba completamente en lo cierto
-Puede ser
Ella batió en la mesa con sus manos y la cuchara calló en la blanca leche salpicando a Dani.
-Tina, para, siempre acabo mal desayunando
Sugar con una servilleta limpió la cara de Dani y Tina no paraba de mirarme, queriendo que yo le contara algo sobre ayer.
-Brittany –Afirmé
-¿Brittany? –Preguntó ella
-Sí, Brittany –Volví a afirmar
Marley sonrió apoyando su cabeza en la palma de la mano y me miró con sus ojitos azules profundos y hermosos. Ella era una buena amiga. Una de las mejores que había conocido en mi vida.
-Asique…vosotras…. ¿Lo habéis hecho? –Yo miré rápidamente a Alex, y me sonrojé. Una respuesta clara para ella –Valla, ¿Sí?
-Sí –Susurré tomando un gran bocado de la galleta y cogiendo otra en mis manos. Ellas no paraban de mirarme.
-¿Enserio? ¡Oh mi dios que tiernas! –Gritó Tina a todo pulmón ganándose miradas de todas las prisioneras del lugar. Ella al ver el silencio que se había formado, se giró y frunció el ceño -¡Qué miráis estúpidas! –Algunas que otras dirigieron su mirada a su desayuno, otras se levantaron de sus asientos y se cruzaron de brazos -¡Oh espera vais a pegarme! –Lindsay y algunas de sus amigas se dirigieron a nuestra mesa y se apoyaron en ella.
-¿Algún problema China Tina?
Lindsay se rió por la ocurrencia de su amiga, y ambas chocaron sus manos fuertemente con una mirada victoriosa. Odiaba a esa pelirroja con todas mis fuerzas, era tan sumamente estúpida que a veces sentía pena por ella.
-¿Qué le has llamado? –Mercedes se levantó de su asiento mirándolas con el ceño fruncido
-Oh vamos, cuidado, ¿No habéis sentido un tornado cuando ella se ha levantado? ¡Todas a cubierta! ¡Nos va a comer! – Lindsay volvió a reír con su anormal risa y clavó su mirada en la mía –Y ahora tú, la puta de la cárcel, ¿Podría pedir una cita contigo o es que ya tienes a bastante gente en tu agenda?
La rabia recorrió mi cuerpo y de una patada aparté mi bandeja levantándome para enfrentarla. Estaba teniendo una mañana increíble y por su culpa, me la estaba cargando. Hija de la gran puta.
Era tan sumamente estúpida, ¿De pequeña se había caído de la cuna?
-¿Tienes algún problema Lindsay? ¿Me llamas a mí puta teniendo en cuenta de que tú eres la mayor cabrona que existe en este mundo? ¿Te estás describiendo a ti, cierto? Te comprendo, intentas llamar la atención de las mujeres y ellas te dan la espalda, será para no ver tu horrorosa cara, das miedo por no hablar de pena –Ella quiso acercarse a mí pero una de sus amigas la paró cogiéndola del brazo –Déjala tú, ¿Crees que ella puede hacer algo?
Ella, esa morena de pelo largo, soltó a Lindsay quien se subió encima de la mesa y aplaudió llamando la atención de todas las mujeres del lugar. Todas. Brittany clavó su mirada en la mía.
-Compañeras, esta señorita de aquí, Santana López, ¿Adivinen por qué está aquí? Fue engañada por su mejor amiga, quien le pidió que le ayudara a robar en una casa, ¡Y Santana sin ni siquiera hacer nada aquí la tenemos! Verónica se llama su amiga, ahora está riéndose en su cara y por no hablar del video del juicio de López – Lindsay fijó su mirada en mí –Que está en internet con miles de visitas, fue gracioso verte llorar Santana, te ves tan estúpida. Es lo que eres.
Yo me quedé de piedra, y las lágrimas se asomaron en mis ojos
¿Era eso cierto? ¿Verónica había subido eso a internet?
Era el peor ser de este mundo, ella me había metido en prisión y aún tenía cara para hacer esto. ¿Cómo podía? ¿Por qué Lara no le había dicho nada? ¿Por qué demonios tenía que hacer esto? ¡Joder, porqué!
Y no pude aguantar más, cuando la gente comenzó a reírse. Se estaban riendo de mí, de mi pasado. ¿Podría ser peor?
Entre mis lágrimas, vi como Brittany se acercaba a mí empujando y tirando a la gente que se metían en su camino. Se situó en frente de Lindsay, y yo, me limpié las lágrimas que corrían por mis mejillas húmedas. Me daba igual todo. Completamente todo.
-Y aquí tenemos a su estúpida novia, que después de golpes y golpes, por fin Santana le hizo caso.
La gente hizo por el fin de reírse, pero mi rubia alzó su mano derecha y fulminó a la pelirroja con su bonita mirada.
-Quien tenga la valentía de reírse, la mato.
Y con esas palabras, la cafetería quedó en completo silencio
Por un momento, pude ver el miedo en los ojos de Celeste, que estaba de pié mirándonos preocupadas. No había ningún guardia. Ninguno. ¿Qué pasaría?
Lindsay soltó una risa despiadada
-Vamos, ¿Crees que me das miedo? Me das de todo menos eso
Brittany ni siquiera se movió
-Venga gran B, mátame y así quedarás toda tu mierda de vida encerrada entre rejas, que es lo que te mereces
Yo me abracé al brazo de Dani, y suspiré. No quería que le pasara nada a mi Britt, no quería que la encerraran de nuevo.
-Bájate de ahí, y simplemente vete
Las amigas de Lindsay fueron las que rieron y Brittany sin girarse, les lanzó una patada haciendo que las tres, se cayeran al suelo, Como bolos. Una encima de otra. La hija de puta de la pelirroja se sorprendió ante ello, pero no dijo nada.
-Mira Lindsay estoy cansada de ti, de tus mierdas, de que te hagas la dura y luego te den una paliza y tengas que ir a la enfermería en mal estado, y luego tengas la cara de decir “No te tengo miedo” Tú no tienes nada, porque no eres nada. Nada. Eres una vergüenza.
Con cada palabra que Brittany decía, lo hacía con toda su rabia y enfado. La sangre caliente en su cuerpo. Me sentía orgullosa de ella.
-Y tú eres la indicada para hablar, ¿Verdad? –Murmuró Lindsay sin ni siquiera levantar la vista de la mesa
-¿Qué has dicho? Dímelo mirándome a la cara, ¿O es que no tienes suficiente cara como quieres aparentar? Vamos –Soltó una risa mirándome y cuando vio mis lágrimas, se puso completamente seria.
Ella me había visto llorar, y yo sabía lo mucho que ella odiaba eso
Lo odiaba con toda su alma
-No quiero mirar la cara que tienes, ¡Me das asco! –Alzó la voz, pero yo sabía que en su voz no tenía seguridad, si no temor. Todo el mundo adoraba a “B” pero cuando se enfadaba, cualquiera le tenía pánico.
Ella se transformaba. Como un vampiro
-Me adoras, lo sé, no hace falta que te comportes conmigo de esa manera
Y Lindsay se quedó completamente confundida, incluso yo. Brittany tenía esa manía, cambiar de conversación y sí, la gente le seguía la corriente porque lo hacía tan bien…..Pero a mí, por veces, me dejaba bastante aturdida.
-Si eso es lo que tú piensas Pierce……
Brittany se subió encima de la mesa, haciendo que Lindsay diera un paso hacia atrás, y metió sus manos pálidas en los bolsillos. Esa era una postura muy común en ella. Me encantaba cuando lo hacía. Parecía más interesante de lo que ya era.
-Lo pienso yo, lo piensa aquella de allá, lo piensa el guardia, lo piensa todo el mundo niña.
Yo sonreí, porque era cierto.
Sabía lo que mi Britt estaba haciendo, estaba intentando animarme
-¿Pero qué te pasa? ¿Quién eres ahora la reina de Inglaterra o qué? –Señaló con asco a mi rubia y soltó una risa sarcástica.
-No, no, no para nada. ¿Qué te pasa a ti? –Lindsay frunció el ceño y alzó sus manos frustrada.
-¡A mí! ¡No te entiendo chica! –Yo me crucé de brazos en mi asiento y sonreí al ver la escena.
Sentí una mano en mi hombro, y me giré. Rachel. Mi Rachel.
Ella me dio un pequeño beso en la mejilla, y yo le dejé lugar para que se sentara a mi lado, lo que hizo completamente contenta. Al ver a las dos mujeres encima de la mesa frunció el ceño, yo simplemente negué con la cabeza
Rachel se veía cansada, y sobre todo, preocupada
-Digo, te tiene que pasar algo al ser tan retrasada, ¿Es algo de ahora o de hace mucho tiempo?
Se escuchó un gran “Oh” y Lindsay abrió su boca como si le hubieran dado un gran golpe o algo parecido. Que se joda.
-Vale, ¿Te crees muy guay por hablarme de esa manera delante de todo el mundo? –Brittany negó con la cabeza y dio un paso hacia delante
-No me lo creo, a ver si me escuchas bien, lo soy
Rachel me miró y yo sonreí orgullosa, la manera en la que Britt actuaba era la que me gustaba. Genial como ella.
-Porque te lo diga tu novia no tiene por qué ser cierto, ¿Sabes?
-¿Por qué siempre metes a mi novia en todo? ¿Qué te importa a ti lo que ella diga?
-Me importa, porque miente, y el problema es que tú te crees todo lo que ella dice. ¿Crees que te quiere? Oh vamos, piénsalo un poco, primero te odia y de un día para otro te quiere, ¿No encuentras algo raro en todo eso? ¡Di la verdad!
Miré la cara de Brittany, y un dolor embriagó mi pecho. Ella no se movía, permanecía quieta con la mirada perdida en alguna parte. ¿Ella de verdad creía a esa estúpida? No, por dios……
Froté mis ojos cerrados, y sentí la mano de Rachel apoyarse en mi rodilla
Me sentía mal
-¿Por qué no nos dejas en paz? ¿No ves que ella quiere ser feliz? ¿No ves que quiero hacerla feliz? ¡Deja de meterte en medio!
Lindsay se acercó a Brittany y cogió sus manos mirándola fijamente
Los celos estaban invadiendo mi cuerpo, ella estaba tocando algo que me pertenecía
Brittany era mía
Mía, de nadie más
-Me interesas, ¿Lo sabes cierto? Me interesas y sinceramente, nosotras hacemos mejor pareja. Yo puedo quererte, puedo darte una vida feliz, una vida llena de amor.
Brittany rió, con una risa que nunca había oído en ella
-Tú lo que me das es dolor de cabeza chica
Lindsay apretó las manos de Brittany con desesperación.
-No te dejo porque siento que eres mía, llámame loca, llámame idiota, pero lo siento. Siento que me perteneces, y te pertenezco, nos pertenecemos. B, por favor….
Por primera vez, sentí, pude ver, como Brittany tenía pena por ella, compasión. Tenía miedo a que ella por lástima, le diera una oportunidad. Y que probablemente, ellas podían hacer un perfecto par.
-Probablemente sientas eso, que perteneces a alguien, que te pertenece, pero ese alguien no soy yo. Búscate a esa persona que te quiera tanto como tú te mereces Lindsay, lo siento.
Ella le suplicó con la mirada, que no hiciera esto, que simplemente, no le dijera adiós. Que rompiera sus esperanzas en miles de pedazos, con la intención de olvidarlas. No. Que no lo hiciera.
Brittany soltó sus manos, y se separó de ella
-Te equivocas, intentas hacerme cambiar de opinión pero no lo voy a hacer, n-no quiero hacerlo.
Brittany alzó sus hombros, haciéndole saber que hiciera lo que ella quisiera
-No sé qué decirte, ¿Qué quieres oír?
Lindsay tragó saliva
-Que me das una oportunidad, que me crees diferente a las demás, que puedes llegar a quererme, que podemos tener una relación. Juntas. Hasta que dure, hasta que lo hagamos durar.
Brittany bajó su mirada
-Puedo hacerlo
Yo creí que estaba en la peor de mis pesadillas, y rápidamente, la miré. Creí que la mujer que estaba hablando no era la misma de la que ayer me había regalado la noche más hermosa de mi vida, la que me había dicho “Te quiero”. Ella estaba jugando conmigo, ella….ella no podía estar hablando enserio maldita sea, no era la misma Britt, no era mi Britt.
Me levanté de mi asiento apartando la mano de Rachel de mi rodilla, y me alejé de la multitud. Necesitaba estar sola. Completamente sola.
Al fin y al cabo, tenía razón. Era mejor no enamorarme, así no sufriría, así no tendría que llorar, así no tendría que estar apenada. Así estaría mejor.
Pero como siempre, ella consiguió pararme. Pararme con sus palabras.
-Puedo hacerlo con la persona de la que estoy enamorada –Alzó su voz, y sí. Ella miraba mi cuerpo, porque notaba su mirada.
Ella se estaba declarando delante de todo el mundo, maldita sea. Ella me quería más de lo que yo alguna vez había imaginado, ella era perfecta, ella era increíble. Ella no podía ser mejor, porque ella ya lo era. Ella…..Ella era Brittany Pierce, la dueña del corazón de Santana López. Ella hacía que nuestra relación, fuera real. Ella hacía, creaba lo que teníamos. Ella lo era todo. Lo sería hasta el momento que ella decidiera que no éramos lo suficiente buenas para estar juntas, y sabía perfectamente, que ella nunca haría eso. Ella, sería la persona de la que nunca se separaría de mi lado, aunque yo se lo suplicara. Y todas aquellas veces que había deseado vivir amor de película, ahora lo era. Era mucho mejor, que coño, porque esta era mi película. Yo era la protagonista, y ella el amor de la protagonista. Mi amor. Mi pequeño amor. Mi infinito amor.
Me giré, y había como cientos de pares de ojos de diferentes colores mirándome, pero los únicos que me importaban, eran los suyos. Los de ella.
Sentí como mis piernas temblaban y mis manos se debilitaban. Me sentía frágil. Como un jarrón importante.
Ella me tendió su mano, y la cogí, sonriendo cuando ella me subió encima de la mesa quedando en frente de Lindsay. Brittany rodeaba con su brazo mi hombro, con posesión, con cariño. Me gustaba.
-La persona de la que estoy enamorada, Santana López.
Ella me presentaba como si fuera la primera vez que viera a esa cara horrorosa y terrorífica.
Lindsay me miró con lágrimas en los ojos
-¿Enserio? ¿Me cambias por ella?
Brittany acarició mi mejilla con su nariz
-Solo ha existido una mujer en mi vida, y la tienes delante
Yo era la única mujer en su vida, lo era. Ella lo había dicho, me lo había demostrado. Lo había gritado.
Ella también era la única mujer de mi vida
-Eres una estúpida –Insultó Lindsay señalando con odio a mi Britt
-Lo sé –Contestó Brittany besándome la mejilla
-Eres una puta, carroñera, mala persona –Señaló a la rubia de mi lado, para luego llevar las manos a su cabeza
-También lo sé –Volvió a repetir -¿Algo m-
-Eres una mujeriega, una mentirosa, una traidora –Gritó haciendo que Brittany asintiera sin importarle lo que decía.
-Lo sé, lo sé y lo sé –Yo sonreí mirando los ojos azules que me observaban
-Una violenta, penosa, canalla, malcriada –Insultó de nuevo.
-Puede ser, no lo niego.
Lindsay negó con la cabeza con odio y rabia
-¡Puede ser no! ¡Lo eres!
Brittany no le dijo nada más, la miró atentamente, esperando otros insultos por parte de la pelirroja. No hubo más ofensas, pero si amenazas.
-Te voy a matar lo juro, ¡Te voy a matar!
Brittany me soltó, y sentí un vacío en mi cuerpo. Cogió la taza de leche que tenía Marley en su bandeja, y la miró pensativa. Yo fruncí el ceño mirándola con curiosidad.
-¡Guerra de comida! –Gritó estampando la leche en la cara de Lindsay y riendo, mientras colocó la taza en su lugar de antes.
La pelirroja abrió su boca completamente sorprendida, y pasó sus manos por su cara mojada y caliente. Quitó la asquerosa leche de sus ojos, y miró a Brittany con odio, más odio de lo que ya tenía. Si era posible claro. Ella pasaba del amor a la rabia de la nada. Me asustaban sus cambios de humor.
Quinn, cogió un puñado de cereales y se los tiró a Rachel, quien quiso no sonreír, pero le fue imposible. Eligió una de sus cinco galletas, y se la estampó a Quinn en el pelo. Yo solté una gran risa.
Y de la nada, en un abrir y cerrar de ojos, la comida bueno mejor dicho, el desayuno, volaba por encima de nuestras cabezas.
Cuando un vaso de zumo calló en mi cabeza, Britt soltó un gruñido y miró a Lidia con seriedad y ella, hizo un puchero haciendo sonreír a Brittany, que le lanzó galletas machacadas mezcladas con leche.
Intentando coger un vaso, Brittany se resbaló con un poco de leche que había en la mesa y se calló, chocando con su espalda en la tabla. Me asusté, pero cuando le vi reír a todo pulmón, agarrándose el estómago de lo tanto que se estaba divirtiendo, me relajé, y la miré.
Ella se merecía ser feliz, y me alegraba tanto verla así
La ayudé a levantarse, y me reí cuando vi toda su espalda hasta su trasero mojado, su pelo lleno de comida, su camiseta blanca llena de chocolate. Ella estaba hecha un desastre, pero un desastre comestible, nunca mejor dicho.
Sacó un cereal de mi pelo y se lo comió, y se quedó pensando por un momento
-En tu pelo me gusta más, me imagino como será comer en tu estómago o bueno, bajando un poco más –Concluyó con una mirada pícara en sus ojos. Yo me sonrojé y ella dejó otro beso en mi mejilla.
Yo le di un pequeño golpe en su hombro
Miré abrazada a Britt, como Quinn jugaba divertida con Rachel, cogiéndola por la espalda y alzándola, y bueno, mi amiga no podía parar de reír. Se veían felices y eso era lo que yo quería, que fuera feliz, pero juntas. Que fueran felices.
Todo a mi alrededor sucedía a cámara lenta, en mi película lo querría así. Chicas jugando entre ellas, otras en pareja abrazadas o estampándose comida en la cara o alguna parte del cuerpo. Risas que no cedían, carreras que no paraban. Este momento era realmente único.
Brittany saltó de la mesa, y abrió sus brazos para que yo la acompañara, salté en ellos, como una niña lo haría. Ella me cogió contenta, y me soltó con delicadeza en el suelo.
Avanzamos entre mujeres con una sonrisa en nuestras caras, esquivando desayuno volador, compañeras que parecían medias locas corriendo de un sitio para otro. En ningún momento, solté su mano fuerte. No tenía pensado hacerlo, no de momento.
Cerramos la puerta detrás nuestra, y seguimos corriendo por los pasillos esta vez, llenos de luz y alegría. Reíamos como si no hubiera mañana, disfrutando de nuestra compañía, porque eso era lo que yo hacía, disfrutar de cada minuto que pasaba con ella.
Me paré, muerta de la risa, y me apoyé en la pared
Ella me miró tocándose el estómago, con lágrimas en sus ojos
En un momento, pude tranquilizarme, y restregué mis manos por el blanco muro, llamando la atención de mi querida acompañante. Mi querida rubia. Ella puso ambas manos en sus caderas, y se apoyó en su pierna derecha.
Miré su cuerpo, de arriba abajo, una y otra vez
Estaba mojada, empapada en leche y zumo, con su ropa ajustada a su cuerpo.
Y bueno, además estábamos solas. Completamente solas.
Descansé mi pié en la pared, increíblemente loca por ella
-Ven aquí –Murmuré mirándola fijamente y señalándola con mi dedo índice
–Acércate a mí -Ella desabrochó su mono, sacándose las mangas y enredándolas en su cintura.
Se acercó a mí, y me recordó a la noche del baile. Cuando caminaba lentamente, mirándome, mientras agarraba la flor en sus dedos. Me agarró la mano, y yo acaricié su cara. Su preciosa cara.
Pecas permanecían en ella, muchas, y cada una me parecía única. Estaba roja, y sus mejillas lo demostraban. Y cuando ella miró mis labios, agarré su cuello fuertemente llevándola conmigo a la pared. Mi espalda estaba fría, demasiado, pero cuando sus manos la recorrieron con lentitud, con ternura, mi cuerpo se volvió fuego intenso. Fuego puro.
Me besó, y yo cerré mis ojos disfrutando de la sensación de nuestros labios unidos. Su lengua asomó en mi boca, y yo la abrí más para dejarle paso, para que se uniera con la mía. Como a mí me gustaba. La abracé más fuerte, y ella apretó su cuerpo con el mío, y sí, ahora no existía ninguna distancia entre nosotras. Justo como debería ser. Ella movía su lengua, jugando con la mía, pasándola por mis dientes y después, la metió lo más profundo que pudo. Yo solté un gran gemido. Acarició con sus manos mis piernas, que ahora mismo estaban hechas un flan, y suspiró. Se separó lentamente de mí, tomándose su tiempo, y antes de apoyar su frente con la mía, dejó un precioso beso en mis hinchados labios. Dejé los ojos cerrados, disfrutando. Gozando de sus mimos, de sus palabras. De ella.
-Britt…..Yo…. –Susurré mientras rozaba mis labios con los suyos, ella pasó su mano temblorosa por mi nuca, poniendo un mechón de mi pelo mojado detrás de la oreja.
-Tú……- Su aliento golpeó mi cara haciéndome perder la noción del tiempo, haciéndome perder la compostura. Ella me hizo olvidar del lugar donde me encontraba. Ella me hizo sentir increíblemente bien, como siempre.
-Yo….también quiero estar….Contigo……yo contigo….puedo…hacerlo
Ella separó su cara de la mía, lo noté de inmediato
Su mano se quedó quieta en mi mejilla, quieta. Y me sonrojé cuando noté su otra mano quieta en mi trasero. Una parte dulce. Una parte atrevida. Amaba todo de ella.
-Quiero conocer a tu familia San
Abrí mis ojos encontrándome con su mirada dulce. Me sorprendía, cada vez me miraba o simplemente observaba. Lo hacía como si fuera la última vez. Ternura, amor, unión, cariño. Infinito. Un para siempre.
No me esperaba esas palabras. No me esperaba, que esas atrevidas pero dulces palabras salieran de su preciosa boca. Ella quería ir más allá que esto, ella quería olvidarse de la cárcel y de toda la mierda que nos rodeaba. Quería centrarse en mí, en un “Nosotras”. Quería conocer a mi familia, para poder presentarse como la mujer que yo había elegido para mi vida: Mi novia. Ella no me lo había pedido oficialmente, pero se lo había dicho a Lindsay, se lo había dicho a toda la prisión. Eso era mejor. A Brittany no le incomodaba la idea de verse cara a cara con mi serio padre. No le importaba las preguntas incómodas de mi madre. No le importaban las amenazas de mi hermano Carlos. Las ofensas de mi hermano Abel. Las miradas asesinas de Samanta. Los juegos aburridos de Alejandra. Ella quería pasar por todo eso, porque eso significaba un aprobado en nuestra relación. Significaba que ella tendría un Suegro, una suegra, dos cuñados y dos cuñadas. Ah, sin olvidar a mis abuelos, abuelas, primos, primas, tíos, tías y padrinos. Ellos también querrían dar su aprobado en esto.
-¿Es lo que quieres? –Murmuré agarrando con fuerza su camisa blanca en mis puños – Brittany, te enfrentarás a toda mi familia. La familia López.
-Claro que sí, quiero conocer a las personas que te importan San, quiero conocer a todo lo que tenga que ver contigo.
Yo sonreí acercando su cara a mis labios
Estaba tan contenta
-¿Segura? Después no hay vuelta atrás –Reí provocando una gran sonrisa en su cara.
Asintió entrecerrando sus ojos.
-¿Tan malo será? Me estás dando miedo –Imitó como si acabara de ver a un horroroso fantasma, y yo pasé mi mano por su cara.
Tan mía, era tan mía
-Tú puedes con todo Britt, eres la mejor –Ella relajó su cara, apoyando ambas manos a cada lado de mi cabeza. Estaba tan cerca de mí. Otra vez.
-La semana que viene, habrá una reunión familiar asique…..-
-Podrás conocer a mi familia y yo a la tuya. Además, tu hermana sale con mi prima, asique estamos relacionadas en algo.
Su cara se iluminó, y me alzó en sus brazos dando vueltas y vueltas, mientras yo reía agarrando su cuello con firmeza. Esta vez con entusiasmo. Me había dado un chute de adrenalina.
Ella paró los giros, pero no me soltó
Me miró, mordiendo su labio inferior, mientras apretaba sus manos en mi trasero
Nuestras miradas estaban conectadas
-A veces pienso que no puedo quererte más de lo que ya lo hago –Susurré apoyando mi frente con la suya.
Ella suspiró sonriendo, enseñándome sus blanqueados dientes
-Créeme, siento lo mismo, pero cuando pasan cosas como estas me digo “Un poco más podré quererla” Y mírame, lo hago.
Yo gemí de la emoción, y me abracé a ella
Sentía que estaba en las nubes, que nada podía estropear esto porque estaba en mi burbuja, nuestra burbuja porque ella también permanecía en ella. Nada ni nadie, nos podía separar, porque estábamos unidas por un infinito que nunca se acabaría. Eso era lo que yo sentía.
-Sinceramente, creo que te quiero –Murmuré con una risita.
Sus ojos me sonrieron, pero estaba muy ocupada probando sus labios
-¿Sabes? Yo también creo que te quiero
Ella unió nuestras manos
Haciéndome la mujer más feliz de todo el universo
********************************************************************
Holaaaaaaa ¿Que tal? Espero que muy bien. También espero que os haya gustado el cap, y si, ahora si......!VACACIONES DE VERANO! Ahora tendre todo el tiempo para escribir y subir. Estoy empezando con el siguiente cap de Titanic para aquellas personas que le guste, y ya tengo pensado la continuacion de estes capitulos, que empieza el drama, mucho drama. Gracias siempre por vuestros comentarios que me animan y ayudan a seguir escribiendo. BESITOS DE NUTELLA. Abrazos y saludos desde galicia.
Cuidaros
Con Cariño
Nerea X
NeReA** - Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Aaw! Tú siempee me sorprendes con cada capítulo que subes.
Son tan kdkshhjg :3 & las chicas.. no pueden ser mas tiernas ♥♥
Jaja Rachel & Quinn.. pasando por lo mismo xD espero que Rachel le de la oportunidad a Quinn...ella es muy linda :)
Ja! Bien puesta en su lugar a Lindsay... aunque se que será un problema esa chica -.-
Bueno...espero ya con ansias el próximo capítulo.
Saludos :)
Son tan kdkshhjg :3 & las chicas.. no pueden ser mas tiernas ♥♥
Jaja Rachel & Quinn.. pasando por lo mismo xD espero que Rachel le de la oportunidad a Quinn...ella es muy linda :)
Ja! Bien puesta en su lugar a Lindsay... aunque se que será un problema esa chica -.-
Bueno...espero ya con ansias el próximo capítulo.
Saludos :)
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
fue genial el cap!! odio a linsay!! ame tu cap besos!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
No entiendo a lindsay??? Osea la insulta pero le pide una oportunidad!!??
Me encanta super tiernas ♡♡
Me encanta super tiernas ♡♡
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Hola que bueno que ya estas de vacaciones, espero que las disfrutes muchooo!!!
Drama mucho drama??
Saludos
Drama mucho drama??
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
holap,...
me gusto!!!
son tan tiernas juntas,...
a ver como va a ser la presentación de la familia de cada una,....
nos vemos!!!!
me gusto!!!
son tan tiernas juntas,...
a ver como va a ser la presentación de la familia de cada una,....
nos vemos!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
pq drama, no es suficiente estar encerradas?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
¡¡Amiga!! me ENCANTO el cap!! son demasiado tiernas nuestra Brittana que dios mio! *_*
Rachel tiene que dar su brazo a torcer y estar con Quinn Son super las Faberry :) y en cuanto Lindsay Bipolar, loca! zorra XD la odio me cae mal! ya me la veo venir amiga con ese drama solo espero que no afecte a la pareja y si la afecta solo espero que no dure mucho :(.
ya te había dicho no que ME ENCANTA como escribís? hahaha no sí pero vuelvo a repetirlo.
en cuanto a Titanic ya sabes amiga mi opinion y lo que pienso y ay voy a llorar... hahaha.
me estalle de la risa en varias partes una fue:
"así la princesa esa chunga tendría una amiga con la que hablar. Pobre muchacha." hahaha después el ataque de nervios de Rachel haha y con eso de "También seguía siendo igual de pervertida" me dio gracia la forma amorosa de Santana en describir a Britt y cuando la otra la destapa toda tira ese "También seguía siendo igual de pervertida" esa tipica secuencia en mi cabeza de todos besos y amor y demás y la otra de la nada pam! fuera sanas y la morena cortando con esa frase para volver a la ternura y amor y demás. buen yo me entiendo hahaha la cosa es que ME ENCANTO!. Espero las actualizaciones de ambos fics Nere! :D sabes que acá tenes una FIEL lectora y AMIGA por supuesto desde Argentilandia .
BESOS DE NUTELLA!!
XOXO VCIKY
Rachel tiene que dar su brazo a torcer y estar con Quinn Son super las Faberry :) y en cuanto Lindsay Bipolar, loca! zorra XD la odio me cae mal! ya me la veo venir amiga con ese drama solo espero que no afecte a la pareja y si la afecta solo espero que no dure mucho :(.
ya te había dicho no que ME ENCANTA como escribís? hahaha no sí pero vuelvo a repetirlo.
en cuanto a Titanic ya sabes amiga mi opinion y lo que pienso y ay voy a llorar... hahaha.
me estalle de la risa en varias partes una fue:
"así la princesa esa chunga tendría una amiga con la que hablar. Pobre muchacha." hahaha después el ataque de nervios de Rachel haha y con eso de "También seguía siendo igual de pervertida" me dio gracia la forma amorosa de Santana en describir a Britt y cuando la otra la destapa toda tira ese "También seguía siendo igual de pervertida" esa tipica secuencia en mi cabeza de todos besos y amor y demás y la otra de la nada pam! fuera sanas y la morena cortando con esa frase para volver a la ternura y amor y demás. buen yo me entiendo hahaha la cosa es que ME ENCANTO!. Espero las actualizaciones de ambos fics Nere! :D sabes que acá tenes una FIEL lectora y AMIGA por supuesto desde Argentilandia .
BESOS DE NUTELLA!!
XOXO VCIKY
vickybrittana*** - Mensajes : 148
Fecha de inscripción : 08/05/2014
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Hermoso, me quedo corta con las palabras, espero que todo siga así de hermoso entre las chicas y que puedan superar todo ese drama juntas... Al fin tendré una respuesta de Titanic, amo ese fic y este también, danos mas acción Brittana, eres genial.
Invitado- Invitado
FIC -Brittana "Encarceladas" CAP-12
ENCARCELADAS CAP-12
Uno, dos, tres. Ya.
Ya. Ya. Ya.
No puede ser. No puede ser cierto.
Hay varias maneras de contar una cosa, muchas. Lo que sucede, es que solo una es la real. Existe una realidad, y esa realidad, es la que realmente duele. Quiero hacerme otra idea en mi alocada cabeza, pero no puedo. No se puede.
Todo sucedió tan rápido, tan, que ni siquiera lo he aceptado.
Y lo que yo me pregunto, ¿Por qué ella? ¿Haber? ¿Por qué?
Creía que había sentido todo el dolor, que del 1 al 10 lo había vivido todo, pero claramente solo era hasta el 9 y este, es el terrible y doloroso 10. Maldita sea.
Ahora tengo miedo, ¿Y si soy yo la siguiente? ¿Y si intentan hacerlo de nuevo? ¿Y si…?
Había venido a este lugar por nada, y aún por encima…. ¿Morir? ¿Qué era esto? ¿Un puñetero matadero? ¿Lo era? Los guardias de mierda, ¿Para qué estaban? ¡Sólo para golpear y meter a la gente en celdas, reírse y dormir! ¡Putos cabrones de mierda!
-No se puede hacer nada, es lo que hay – Él soltó su brazo pálido y sin movimiento, y se levantó del húmedo suelo poniendo ambas manos en su cintura. Con indiferencia. Le daba igual.
Le daba igual. Increíble.
¿Él podía pensar un momento que ella tenía familia? Tenía padre, madre, una hermana, un hermano con apenas ocho meses. Ella podía salir de aquí y hacer su vida, tener un trabajo, una pareja, casarse, tener su familia……. Crear su historia. Ella ahora no puede tenerla.
¿Él podía pensar que ella podía ser su hija?
No, no pensaba.
-Informaré a sus padres, nos llevamos su cuerpo.
La tapó, y por última vez, la vi.
Tan pálida, tan quieta. Tan poco ella.
La imagen que se me quedaba de ella, era llena de sangre.
No pude ver sus preciosos ojos azules, porque no los podía abrir más. Jamás. Nunca. Ella no podía volver más con nosotras, con sus amigas, porque la habían matado. Alguien la había matado. A la mujer más buena y amable del mundo. ¿Increíble, cierto? No matan a asesinos que liquidan niños y los secuestran, que violan a adolescentes, que roban a ancianos……..No, a eses no.
Eso se llama egoísmo. Injusticia.
Y lo peor, nosotras éramos sospechosas. Sospechosas por la muerte de mi mejor amiga. Esto era irreal.
-Os haremos unas preguntas más tarde.
Se fueron, con ella en una camilla y tapada con una sábana blanca.
Oh dios no……
Intentaba hacerme la dura, no fui capaz y lloré. Cientos de lágrimas cayeron por mi cara, poniéndome enferma. Hacía tiempo que no lloraba, intentaba no hacerlo y pensar en otra cosa, pero ahora, era imposible. Todo a mi alrededor se desmoronaba.
Todo. No podía más.
Rachel se abrazó a mí, de una manera tan necesitada, que me puse peor de lo que ya estaba. La sentía, sentía toda su angustia, y no podía con esto. Me había considerado fuerte, y por toda esta mierda, me derrumbaba como una torre. Todo de repente, en menos de un minuto. Zas. Sin dolor. Sin aviso. A joderse.
-San, no puedo más – Susurró en mi oído con voz apenas audible. Rachel se estaba dejando ir – Enserio, no puedo más.
Negué con la cabeza apretándola más a mí. No le dije nada, porque no sabía que decirle. No me salían las palabras, y era como si hubiera olvidado hablar. Moverme. Pensar. Todo se había ido con ella.
Mi bonita morena. Ay dios, mi bonita morena, ¿Por qué tú? ¿Por qué?
Yo iba averiguar la culpable de su muerte. Lo iba hacer, costara lo que costara. Esto no iba quedar así. Me habían quitado a una de las personas más importantes de mi encarcelada vida. Ella hacía todo más fácil. Más divertido. Único. Como ella misma.
-Nos hemos quedado sin mejor amiga –Susurró Tina con la cabeza apoyada en la pared blanca. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar – Nos hemos quedado sin mejor amiga – Susurró completamente en shock.
Demasiado para todas. ¿Cómo íbamos a superar esto? ¿Cómo?
“Siempre te diferenciaste de todas las personas por tu lindo carácter y tu corazón tan grande, aquellas personas que logramos conocerte tuvimos mucha suerte por habernos cruzado contigo”.
La quería. Tanto, tanto, tanto. Una inmensidad.
Era la mejor de las mejores.
-Necesito irme de aquí -Murmuré mirando a la ducha cubierta de sangre roja. Sangre de ella –No puedo seguir en esta mierda de sitio, no voy a pisar esto nunca más.
Rachel se separó, y se acostó en el suelo con las manos en sus rodillas. Tenía la mirada perdida, estaba ida. Blanca coma la leche, ojerosa, sudada. Ella aparte de todo eso, temblaba.
Me largué, dejando a mis otras amigas solas. Nunca antes me había comportado de esta manera, pero ahora, no podía pensar en nadie más. No pensaba ni en mí. No pensaba en nada, sólo necesitaba huir. ¿Cómo podía seguir en el mismo sitio donde mi amiga había sido asesinada?
Murmullos. Eso era lo que yo escuchaba.
Me miraban como si fuera una criminal.
Mis manos estaban manchadas de sangre al igual que mi mono, yo había sujetado su cabeza desangrentada.
Todo el mundo se había enterado de su muerte.
Maldita sea.
-Asesina, asesina –Murmuraban a mis espaldas con sonrisas maléficas, estúpidas -Asesina, asesina.
Esto era demasiado. ¡Yo no era así! ¡Yo no la había matado! ¿Por qué eran tan crueles?
-¡Cállate gilipollas! ¡Tú no sabes nada, nada, nada! ¡Te voy a partir la puta cara! ¡Déjame en paz!
Se callaron, como si me tuvieran miedo. Bajaron sus cabezas y asintieron.
Estaban acojonadas.
Me tenían miedo. No…. ¿Era realmente una criminal?
¿Por qué todo me iba mal?
Ay dios mío………….
Salí corriendo, como nunca antes lo había hecho, y puedo jurarlo tranquilamente. Tenía la vista borrosa, por culpa de las estúpidas gotas de agua acumuladas en mis ojos. Tenía tanta rabia, dolor y odio en mi cuerpo, tanta……..
La gente no paraba de mirarme, y eso me ponía peor. Más de lo que ya estaba.
-Eh López, hasta que acabasteis con tu amiguita no parasteis eeeh, a eso se le llama amistad, enhorabuena.
Me giré y vi a Lindsay acompañada de Lidia, ambas sonriendo. Ellas disfrutaban con esto, lo hacían. A ellas le importaban una mierda, era lo que querían. Que alguien de nosotras muriera, y Lindsay, desearía que ese alguien fuera yo. Lo desearía.
Que mala suerte la suya.
-Cállate la puta boca Lindsay –Murmuré entre mientes apretando fuertemente mis puños. Notaba las venas de mi mano queriendo salir –No sabes nada.
Ella rió, con esa risa suya tan estúpida y arrogante.
Me tengo que tranquilizar. Lo tengo que hacer.
-Puede ser, pero yo creo que la que la mató fuiste tú, eres muy agresiva y violenta y bueno, quien sabe. Aquí todas son amigas pero luego se matan unas entre otras.
Sabía lo que estaba intentando hacerme.
Lo sabía.
Y yo sólo podía pensar, “Las apariencias engañan”.
Y de qué manera.
-No todo el mundo es cómo tú – La miré y ella alzó su ceja - ¿Quién te crees que eres para hablarme de esa manera, hija de puta? ¿Qué derecho tienes? Piensas que eres la dueña, que puedes hacer y decir todo lo que quieras a todo el mundo, conmigo eso no, porque como me canses lo más mínimo te las vienes conmigo.
Tenía que relajarme, si no esto acabaría muy mal.
Lidia quiso acercarse a mí, pero Lindsay la fulminó con la mirada. Rápidamente, dio un paso hacia atrás.
“La mataría si me tocaba un pelo, la mataría”.
¿Quién era esa estúpida, su plebeya o qué? ¿Su secretaria?
“Ambas eran igual de imbéciles”.
-Eso mismo le dijiste a la pobre Marley, ¿Cierto? Pobre muchacha.
Hablaba de ella como si fuera una cualquiera, como si mejor dicho, no fuera nada.
Me sacaba de mis inexistentes casillas, de mis corrales. ¿No podía dejarme por una vez en su puta vida tranquila? ¿No podía? Hizo esa mueca con los labios, con superioridad que a mí tanta rabia me daba, y apoyó sus manos en las caderas.
Disfrutaba con esto.
-Déjame, ¿Vale? Vale.
Me dispuse a caminar, cuando la oí aclararse la garganta.
-¿Por lo menos puedes decirnos como la mataste? –Me paré, quieta. Sin moverme de donde estaba. Ahora, no iba a tranquilizarme – Vamos, dinos como lo hiciste, como te sentiste. ¿Quién será tu próxima víctima? –Dejó las palabras en el aire, y aunque no la viera, noté su estúpida sonrisa -¿Pierce?
Y en ese momento, recordé sus palabras “No puedes elegir si te van a hacer daño en este mundo, pero sí puedes elegir quien te lo hace, es tu decisión, recuérdalo”.
Cuando Lindsay me vio acercarme a ella rió, pero no se esperó el pedazo puñetazo que le solté en el estómago. Gruñó en mi hombro, y abrió su boca. Vaya, sí que le había dolido.
-La siguiente vas a ser tú –Susurré en su oído –Tú.
Y seguido, otro puñetazo en la parte baja de su espalda. Ella levantó su brazo para pegarme, pero cogí su puño con fuerza, tirándola al suelo. Estaba aprendiendo mucho de Brittany. Mucho.
Su nariz sangraba, y en su ceja tenía un pequeñísimo corte por la caída en la arena del patio. Tenía que haberse atragantado con las piedras y bichos que había en el suelo.
La odiaba, la odiaba maldita sea con todas mis fuerzas.
Estábamos dentro de un círculo formado por mujeres que nos veían orgullosas y emocionadas. La novia de B Pierce y Lindsay, vaya que sexy pelea. Sería más sexy, cuando le rompiera todo el cuerpo y cada uno de los huesos. Mucho más sexy. Más divertido.
Y en un momento, cuando le estaba pegando una y otra vez en sus piernas, sin piedad, ni dolor, comencé a llorar. Mi mejor amiga había muerto, muerto, eso significaba dejar de vivir para siempre. Para siempre, que era un infinito. Y lloré y lloré, y pegué y pegué. Toda la gente se merece una vida, toda.
Toda menos Lindsay.
“Le voy a arrancar hasta el último pelo de su cabeza y luego, los voy a quemar en una hoguera echa con el veneno que ella lleva dentro”.
Se movió en el suelo, pero yo le lancé otra patada. Lidia entró en el círculo para ayudarla pero yo la señalé. Ella sería la próxima.
-Das un paso más y te pasará lo mismo, asique tu elije pedazo de zorra.
Ella se alejó caminando lentamente hacia atrás. Me tenía miedo. Otra más. Sus manos expresando calma y sus ojos gritando “No me hagas daño” la delataron.
Como su expresión corporal y facial.
Miré a Lindsay, quien me miraba con odio desde el suelo. Yo le saqué el corte de manga, y quiso levantarse, yo fui más rápida y le solté otro golpe, esta vez en la boca. Boca de puta. Para que no volviera a hablar más.
-¡Pedazo de gilipollas! ¡Venga haz algo!
Puso su mano para apoyarse, pero su cuerpo no respondía. Se desplomó en el suelo, como si le pasara un tractor por encima de ella. Eso era lo que yo quería que sintiera. O más.
Le lancé patadas a lo loco, y sentí como alguien me agarraba de la cintura y me alzaba en el aire, lanzando golpes a la nada. Yo seguí pataleando. Con lágrimas de rabia deslizándose por mis mejillas.
-Shh shh San tranquila, tranquila.
Era ella. Era Britt.
Sus brazos rodeaban fuertemente mi cintura, no dejándome ir. Y eso me hizo llorar más, mirando al cielo azul donde Marley ahora estaba.
Apoyé mi cabeza en su hombro, y ella besó mi pelo.
Pataleé de nuevo, y ella dio la vuelta sacándome de ahí rápidamente. Con un brazo me sujetaba a mí, y con el otro, apartaba a la gente que se acercaba a mirarme, algunas llevándose patadas por mi parte.
-¡Apartaros maldita sea y ayudar a esa gilipollas a levantarse!
Ella corría, como si yo estuviera mal y ella tuviera que llevarme a un hospital. Corría y corría, poniéndome en su hombro como si yo fuera un saco de patatas, viendo sus pies levantando la arena y creando polvo, incluso yo, dejando lágrimas por el camino. Sintiéndome como nada.
Acariciaba mi espalda de vez en cuando, pero yo no tenía fuerzas para decirle nada. Absolutamente nada.
"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".
Me bajó de su hombro y me miró a los ojos. Ojos rotos y hechos pedazos, ella tragó saliva al verme en ese estado. Sabía perfectamente, que cuando yo estaba mal ella se ponía peor, que si yo estaba bien, ella se ponía mejor. Ella era así. Tan mía.
Tan enamorada de mí.
-Tienes que tranquilizarte amor, porque si no t-
La callé.
-No, no puedo, ¿Cómo me dices eso? Brittany mi mejor amiga se ha muerto, no, la han matado, ¡Y tú me pides que me tranquilice!
Suspiró pasando las manos por su pelo alborotado, y me miró con ojos suplicantes.
-Vale, vale, lo entiendo pero no puedes pegarle a todo el mundo y gritarle a cualquiera que se meta en tu camino Santana.
Un segundo, ¿Ella me estaba riñendo?
¿Era mi madre o qué? ¡No podía comprenderme!
-¿Estás de broma, cierto? –Limpié mis ojos húmedos y me acerqué más a ella -¿Quieres decirme que me sacaste de ahí para que no le pegara más a esa furcia? ¡Tú no tienes ni idea de lo que me ha dicho! ¡Por su culpa toda la puñetera cárcel piensa que me yo he matado Marley!
Agarró mis manos pero yo las aparté, como si ella quemara.
No quería que me tocara.
-No, ¿Qué te pasa? ¿Me tomas por asesina?
Ella me miró con los ojos abiertos y me fijé en algo: Su brazo derecho tenía una venda hasta el codo. Una venda blanca con un esparadrapo cubriéndola.
-No te tomo por nada Santana por favor, Te quiero sé perfectamente que no h-
No la escuché en absoluto.
-¿Qué te ha pasado en el brazo?
Ella parpadeó varias veces, y yo noté como se ponía nerviosa.
-Me caí, jugando al fútbol –Asintió mirándome con preocupación –Me lastimé, ya sabes, Quinn es muy agresiva jugando y eso –Soltó una risa forzada y yo la miré con el ceño fruncido.
¿Qué le estaba pasando?
-Brittany, ¿Me dices la verdad?
Me miró, y yo cogí su cara ambas manos. Estaba sudando.
-¿Estás bien? ¿Te pasa algo?
Sus ojos estaban más oscuros de lo normal, ese brillo no estaba, ¿A dónde se había ido? Ella me observaba en silencio, como si tuviera miedo de algo, como si alguien la siguiera.
Temblaba.
-No no, estoy bien, solo me preocupo por ti San, esto…su muerte me pareció tan repentina no sé.
“Ella es una buena mujer San, se preocupa por ti, te quiere, lucha por tu amor, por un futuro juntas. Te imagino a ti con un bebé en brazos y ella abriendo la puerta de vuestra casa, con un anillo de oro en vuestra mano….Tan dulces” –Esas palabras eran de mi Marley.
Yo quería que ella fuera una dama de honor, una madrina de mis hijos.
Nada.
-Me siento tan mal Britt, te juro que no puedo más –Me abracé a ella derramando lágrimas en su camiseta blanca.
Su aliento golpeaba en mi nuca, y su respiración era relajada, lenta. Sus manos estaban posadas en mi espalda, quietas, sin moverse. Su cercanía, me ayudaba, porque sabía que ella estaba conmigo y que no me iba a dejar, su calor, me reconfortaba.
Lloraba y lloraba, y esta vez las lágrimas no se agotaban. Salían de mis ojos a una rapidez extrema, con una calidez familiar.
Es cierto eso de que “Lo peor, es de la persona que muere”.
Lo es, pero me parece tan injusto. Tan. La quería tanto, que para mí era otra de mis hermanas, ella me ayudaba en todo sin pedírselo, me animaba con cualquiera broma o cara graciosa, me daba consejos ejerciendo el papel de mi madre, me reñía si hacía algo mal como mi padre, tenía cosas locas en su cabeza como mi prima, jugaba conmigo como mis hermanos…..Ella era en mi vida, un resumen de toda mi familia.
“Marley, gracias por nuestra pequeña amistad. Nuestro pequeño infinito. Me has dado una verdadera vida en este lugar, y no sabes cómo te lo agradezco”
-Estoy contigo para lo quieras San.
Miré a mis manos llenas de sangre, su sangre, y las llevé a mi cara.
-No puedo creer que se haya ido, Britt –Susurré entre sollozos -¡Quien puede ser tan mala persona para matarla!
Su cuerpo se tensó ante mí.
-La gente es muy cruel San, la gente es así.
Froté mi mejilla contra su pecho y ella, besó de nuevo mi pelo enterrando su nariz en él. Quedándose ahí.
Sin apartarme de ella, acaricié su brazo lastimado.
Mi pobre Britt.
-¿Te duele? –Pregunté con la voz entrecortada. El imaginarme una vida sin mi Britt me rasgaba el alma.
-No mi amor, tranquila, está bien.
Asentí. Ella se estaba actuando tan rara que me confundía.
-Quien me diera hablarle por última vez Britt, solo una última vez.
Se apartó de mí y secó las lágrimas con sus pulgares, acariciando mi cara, mirando mis ojos y queriendo transformarlos. Alegría, paz, diversión. Eso era lo que ella quería.
Besó mis labios, con un beso castro pero dulce y cogió mi mano con fuerza.
-Ven, tengo una idea.
La miré con atención. ¿Qué le había sucedido hoy?
-Britt te quiero, pero hoy no tengo ganas de nada enserio.
Entrelazó nuestros dedos, y miré nuestras manos fijamente. Mi piel color canela con sangre y su piel pálida, me parecían inquietantes. Al chocar nuestras manos, una sensación se formó en mi estómago, dolor, angustia. Miedo. Miré a sus ojos, y vi los de Marley. Miré sus labios, y vi los de Marley. Miré su nariz, y vi la de Marley. Y por primera vez, sentí inseguridad al lado de la rubia de mi lado. Sentí que ella no era la Britt de siempre, que algo en ella había cambiado. Algo grande.
Sentí, que no estaba con la persona de hace unos dos días.
-Sólo ven, te llevaré a un lugar, te sentirás mejor.
Caminamos en silencio, ella delante de mí y yo más atrás agarrando con fuerza su mano. Miré su cuerpo de espaldas, y era el de siempre. Tan alto, tan firme, tan fuerte, tan bien puesto, tan hermoso. Todo menos la venda de su mano.
Me guiñó el ojo, acercándome a ella y pasando su brazo bueno por mi hombro, apretándolo suavemente. Esa sensación de amor y esos sentimientos por ella seguían ahí, no se habían ido. Y sabía perfectamente, que jamás de los jamases dejarían de existir. Estarían ahí para toda la vida. Ojalá, un gran infinito.
Pensé en Rachel y las demás, y mierda…….me sentí tan culpable. Las había dejado en el peor de los momentos, para irme y matarme a golpes con Lindsay. Ellas se merecían tener apoyo, y yo no se lo había dado. No se lo estaba dando. La culpa invadió cada parte de mi cuerpo.
Paramos en una puerta. “Biblioteca”
Ella la abrió y me dejó entrar a mí primero, esperando a que yo pasara para poder entrar y cerrar la puerta. No había nadie, como tenía que ser, no se escuchaba nada. Era pleno y único silencio. Ella me sonrió, llevándome por grandes pasillos con estanterías llenos de libros.
-A veces vienen médicos y psicólogos a ver a la gente, bueno a nosotras. ¿Ves? Se ponen aquí –Susurró señalando un pequeño escenario con un taburete y un micrófono – y comienzan a hablar y a preguntar cosas.
Miré al taburete, con algo de polvo en él.
-Quiero que te sientes, y que hables.
No entendía nada, ¿Hablar?
-¿Qué?
Me colocó un mechón de mi pelo detrás de la oreja. Esa dulzura suya….
-Quiero que te imagines que ella está aquí, asique tú te sientas y hablas, le hablas y le dices todo lo que tienes guardado. Todo lo que quieres decirle y que ella sepa.
Los ojos se me llenaron de lágrimas y mordí fuertemente mis labios.
-¿Y si no puedo hacerlo?
Apretó nuestro agarre de manos
-Yo estoy contigo, te ayudaré.
Miré fijamente al escenario, y Brittany me dio un ligero empujón, colocándose detrás de mí y apoyando su cabeza en mi hombro. Tragué saliva para evitar llorar de nuevo. Era suficiente.
-Lo voy a hacer.
Se apartó de mí, y yo me encaminé hacia el pequeño taburete. Limpié el polvo con mi mano ya sucia, y me senté en él con timidez. Acerqué el micrófono a mi boca y suspiré.
Uno, dos, tres. Ya.
Ya. Ya. Ya.
Cerré fuertemente mis ojos, imaginándomela. Una y otra vez.
Ya. Ya. Ya.
Marley, te quiero……….Y ya.
Abrí mis ojos, sentía que ella estaba aquí.
-Y-yo…..No sé qué decirte…..Marley –Dije agarrando con fuerza el micrófono y mirando a la ventana en la pared –Es….extraño hacer esto y no tenerte aquí para decirme lo loca que estoy –Solté una risa, y Brittany sonrió con los brazos cruzados –Gracias. Todo se resume en eso Marley, gracias – Mi voz estaba comenzando a entrecortarse – Yo….desde un principio, cuando llegué me hiciste todo más fácil. Me ayudaste a encajar en este infierno, sin yo pedírtelo. Estabas a mi lado para todo, aunque fuera una inmensa tontería tú querías ayudarme, porque te importaba; yo creía que abusaba de nuestra confianza, si te soy sincera- Sonreí pensando en sus consejos – A veces me preguntaba, ¿De dónde ha salido esta chica? ¿Es un ángel? –Solté un sollozo y alcé mis hombros – Y ahora me doy de cuenta de que sí, de que eres mi ángel y siempre estarás cuidándome como si fueras mi hermana mayor. No te hablaré de nuestra amistad porque bueno, ya la conoces, pero en vez de eso hablaré de matemáticas. Entre el 0 y el 1, hay muchos infinitos, y entre el 1 y el 2, hay 1.01, 1.02……Existen infinitos, muchos, por eso hay infinitos que son más grandes que otros infinitos. Marley, no sabes enserio no sé cómo agradecerte, darte las gracias por tu amistad, tu gran infinito, me has dado una vida tan buena entre rejas, que nunca podré olvidarme de todos tus hechos. Me di de cuenta Marley, que la vida no es una fábrica de conceder deseos, porque yo hoy he deseado una y otra vez que volvieras y entraras por esa puerta con la energía de siempre, y como sabes, ha sido imposible. Un día me dijiste, no puedes elegir si te van a hacer daño en este mundo pero sí puedes elegir quien te lo hace. Enserio, ¿Quién sería tan cruel para hacerte a ti daño? –Miré a Brittany y ella observaba sus pies con la cabeza gacha –Te juro que ser tu amiga, fue un gran privilegio porque enserio, si supiera que la mejor amiga del mundo estaría en este lugar no me lo hubiera creído. Me di de cuenta que el dolor no te cambia, te revela, sí, lo hace. Me di de cuenta que las cosas pueden cambiar sin ni siquiera esperártelo. Marley, sé que un día vamos a morir todos, que el olvido es inevitable…..Pero amiga mía, créeme, que olvidarme de ti es lo más difícil de este puñetero mundo. Salir de este lugar, y no tenerte a ti fuera esperándome, oh mi dios no……No quiero ver una vida sin ti Mar, no quiero ni puedo. Tú una vez me dijiste que Brittany era una gran mujer –La miré y ella me miraba sorprendida – Dijiste que ella me amaba, que ella luchaba por mi amor y que nos veías a las dos en un futuro con hijos y casadas, quería que tú fueras la madrina de uno de mis bebés, la dama de honor de mi boda, la decoradora de mi gran casa……. ¿Y ahora qué me queda? Eses sueños se fueron contigo al fin del mundo y a la tumba. Nunca superaré esto enserio, no puedo soportar esto Mar. El mundo me trata como asesina, como una criminal y sabes que no es cierto, que yo a ti solo te mataría a besos y a cosquillas, Marley…..solo…..Te quiero. Es una buena vida Marley, ¿Vale? –Miré al cielo a través de la ventana y sonreí –Vale –Susurré imitándola.
Aparté el micrófono de mi cara, y suspiré. Ahora mismo me sentía enferma, sentía que no era de este mundo.
“Todo el mundo debería tener una verdadera amistad, y por lo menos que durara toda la vida”.
**Avances cap-13**
-¿Alguna vez te dijo algo, si tenía enemigos? –Negué con la cabeza apretando el pañuelo en mis sudadas manos.
-No tenía enemigos, siempre era buena con todos –Frotó su barbilla peluda y siguió mirándome con ojos firmes y acusadores.
-¿Y si te digo que no era así?
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-¿Sabes quién la mató? –Pregunté por décima vez. Ella no dijo nada –Por eso actuabas tan rara….-Susurré mirándola perpleja y dolorida –Lo has sabido desde el principio.
-No pienso decirte nada –Murmuró con los ojos cristalinos –Sólo hablaré con los guardias y la policía, y después toda la gente sabrá la verdad y tú no tendrás que ver nada conmigo –Dijo con la voz entrecortada y un hilo de voz –Sólo quiero que me comprendas y nunca dejes de quererme.
-Britt…. ¿La mataste?
-Sí.
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-Encontramos huellas en el cuerpo de la fallecida, Lindsay, Santana López, Rachel Berry, el guardia Pierce y su sobrina, Brittany - La miré y ella dejó resbalar una lágrima por su mejilla.
No lo podía creer, la persona a la que yo quería….
- La víctima no presenta ninguna otra herida, ni síntomas de haber sido violada.
Lindsay miró de reojo a Brittany, con una mirada tan depredadora como la de un león. Quería matarla. Matarla delante de mí.
-No maté a nadie –Susurró la pelirroja- No hice absolutamente nada, lo juro.
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ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, SE QUE NO HA SIDO MUY BUEN CAPÍTULO PERO BUENO, ESTO ES DRAMA Y AUN EL QUE QUEDA. GRACIA POR LEER Y POR VUESTROS GENIALES COMENTARIOS, Y A LAS NUEVAS LECTORAS BESITOS DE NUTELLA.
OS QUIERE: Nerea.
Uno, dos, tres. Ya.
Ya. Ya. Ya.
No puede ser. No puede ser cierto.
Hay varias maneras de contar una cosa, muchas. Lo que sucede, es que solo una es la real. Existe una realidad, y esa realidad, es la que realmente duele. Quiero hacerme otra idea en mi alocada cabeza, pero no puedo. No se puede.
Todo sucedió tan rápido, tan, que ni siquiera lo he aceptado.
Y lo que yo me pregunto, ¿Por qué ella? ¿Haber? ¿Por qué?
Creía que había sentido todo el dolor, que del 1 al 10 lo había vivido todo, pero claramente solo era hasta el 9 y este, es el terrible y doloroso 10. Maldita sea.
Ahora tengo miedo, ¿Y si soy yo la siguiente? ¿Y si intentan hacerlo de nuevo? ¿Y si…?
Había venido a este lugar por nada, y aún por encima…. ¿Morir? ¿Qué era esto? ¿Un puñetero matadero? ¿Lo era? Los guardias de mierda, ¿Para qué estaban? ¡Sólo para golpear y meter a la gente en celdas, reírse y dormir! ¡Putos cabrones de mierda!
-No se puede hacer nada, es lo que hay – Él soltó su brazo pálido y sin movimiento, y se levantó del húmedo suelo poniendo ambas manos en su cintura. Con indiferencia. Le daba igual.
Le daba igual. Increíble.
¿Él podía pensar un momento que ella tenía familia? Tenía padre, madre, una hermana, un hermano con apenas ocho meses. Ella podía salir de aquí y hacer su vida, tener un trabajo, una pareja, casarse, tener su familia……. Crear su historia. Ella ahora no puede tenerla.
¿Él podía pensar que ella podía ser su hija?
No, no pensaba.
-Informaré a sus padres, nos llevamos su cuerpo.
La tapó, y por última vez, la vi.
Tan pálida, tan quieta. Tan poco ella.
La imagen que se me quedaba de ella, era llena de sangre.
No pude ver sus preciosos ojos azules, porque no los podía abrir más. Jamás. Nunca. Ella no podía volver más con nosotras, con sus amigas, porque la habían matado. Alguien la había matado. A la mujer más buena y amable del mundo. ¿Increíble, cierto? No matan a asesinos que liquidan niños y los secuestran, que violan a adolescentes, que roban a ancianos……..No, a eses no.
Eso se llama egoísmo. Injusticia.
Y lo peor, nosotras éramos sospechosas. Sospechosas por la muerte de mi mejor amiga. Esto era irreal.
-Os haremos unas preguntas más tarde.
Se fueron, con ella en una camilla y tapada con una sábana blanca.
Oh dios no……
Intentaba hacerme la dura, no fui capaz y lloré. Cientos de lágrimas cayeron por mi cara, poniéndome enferma. Hacía tiempo que no lloraba, intentaba no hacerlo y pensar en otra cosa, pero ahora, era imposible. Todo a mi alrededor se desmoronaba.
Todo. No podía más.
Rachel se abrazó a mí, de una manera tan necesitada, que me puse peor de lo que ya estaba. La sentía, sentía toda su angustia, y no podía con esto. Me había considerado fuerte, y por toda esta mierda, me derrumbaba como una torre. Todo de repente, en menos de un minuto. Zas. Sin dolor. Sin aviso. A joderse.
-San, no puedo más – Susurró en mi oído con voz apenas audible. Rachel se estaba dejando ir – Enserio, no puedo más.
Negué con la cabeza apretándola más a mí. No le dije nada, porque no sabía que decirle. No me salían las palabras, y era como si hubiera olvidado hablar. Moverme. Pensar. Todo se había ido con ella.
Mi bonita morena. Ay dios, mi bonita morena, ¿Por qué tú? ¿Por qué?
Yo iba averiguar la culpable de su muerte. Lo iba hacer, costara lo que costara. Esto no iba quedar así. Me habían quitado a una de las personas más importantes de mi encarcelada vida. Ella hacía todo más fácil. Más divertido. Único. Como ella misma.
-Nos hemos quedado sin mejor amiga –Susurró Tina con la cabeza apoyada en la pared blanca. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar – Nos hemos quedado sin mejor amiga – Susurró completamente en shock.
Demasiado para todas. ¿Cómo íbamos a superar esto? ¿Cómo?
“Siempre te diferenciaste de todas las personas por tu lindo carácter y tu corazón tan grande, aquellas personas que logramos conocerte tuvimos mucha suerte por habernos cruzado contigo”.
La quería. Tanto, tanto, tanto. Una inmensidad.
Era la mejor de las mejores.
-Necesito irme de aquí -Murmuré mirando a la ducha cubierta de sangre roja. Sangre de ella –No puedo seguir en esta mierda de sitio, no voy a pisar esto nunca más.
Rachel se separó, y se acostó en el suelo con las manos en sus rodillas. Tenía la mirada perdida, estaba ida. Blanca coma la leche, ojerosa, sudada. Ella aparte de todo eso, temblaba.
Me largué, dejando a mis otras amigas solas. Nunca antes me había comportado de esta manera, pero ahora, no podía pensar en nadie más. No pensaba ni en mí. No pensaba en nada, sólo necesitaba huir. ¿Cómo podía seguir en el mismo sitio donde mi amiga había sido asesinada?
Murmullos. Eso era lo que yo escuchaba.
Me miraban como si fuera una criminal.
Mis manos estaban manchadas de sangre al igual que mi mono, yo había sujetado su cabeza desangrentada.
Todo el mundo se había enterado de su muerte.
Maldita sea.
-Asesina, asesina –Murmuraban a mis espaldas con sonrisas maléficas, estúpidas -Asesina, asesina.
Esto era demasiado. ¡Yo no era así! ¡Yo no la había matado! ¿Por qué eran tan crueles?
-¡Cállate gilipollas! ¡Tú no sabes nada, nada, nada! ¡Te voy a partir la puta cara! ¡Déjame en paz!
Se callaron, como si me tuvieran miedo. Bajaron sus cabezas y asintieron.
Estaban acojonadas.
Me tenían miedo. No…. ¿Era realmente una criminal?
¿Por qué todo me iba mal?
Ay dios mío………….
Salí corriendo, como nunca antes lo había hecho, y puedo jurarlo tranquilamente. Tenía la vista borrosa, por culpa de las estúpidas gotas de agua acumuladas en mis ojos. Tenía tanta rabia, dolor y odio en mi cuerpo, tanta……..
La gente no paraba de mirarme, y eso me ponía peor. Más de lo que ya estaba.
-Eh López, hasta que acabasteis con tu amiguita no parasteis eeeh, a eso se le llama amistad, enhorabuena.
Me giré y vi a Lindsay acompañada de Lidia, ambas sonriendo. Ellas disfrutaban con esto, lo hacían. A ellas le importaban una mierda, era lo que querían. Que alguien de nosotras muriera, y Lindsay, desearía que ese alguien fuera yo. Lo desearía.
Que mala suerte la suya.
-Cállate la puta boca Lindsay –Murmuré entre mientes apretando fuertemente mis puños. Notaba las venas de mi mano queriendo salir –No sabes nada.
Ella rió, con esa risa suya tan estúpida y arrogante.
Me tengo que tranquilizar. Lo tengo que hacer.
-Puede ser, pero yo creo que la que la mató fuiste tú, eres muy agresiva y violenta y bueno, quien sabe. Aquí todas son amigas pero luego se matan unas entre otras.
Sabía lo que estaba intentando hacerme.
Lo sabía.
Y yo sólo podía pensar, “Las apariencias engañan”.
Y de qué manera.
-No todo el mundo es cómo tú – La miré y ella alzó su ceja - ¿Quién te crees que eres para hablarme de esa manera, hija de puta? ¿Qué derecho tienes? Piensas que eres la dueña, que puedes hacer y decir todo lo que quieras a todo el mundo, conmigo eso no, porque como me canses lo más mínimo te las vienes conmigo.
Tenía que relajarme, si no esto acabaría muy mal.
Lidia quiso acercarse a mí, pero Lindsay la fulminó con la mirada. Rápidamente, dio un paso hacia atrás.
“La mataría si me tocaba un pelo, la mataría”.
¿Quién era esa estúpida, su plebeya o qué? ¿Su secretaria?
“Ambas eran igual de imbéciles”.
-Eso mismo le dijiste a la pobre Marley, ¿Cierto? Pobre muchacha.
Hablaba de ella como si fuera una cualquiera, como si mejor dicho, no fuera nada.
Me sacaba de mis inexistentes casillas, de mis corrales. ¿No podía dejarme por una vez en su puta vida tranquila? ¿No podía? Hizo esa mueca con los labios, con superioridad que a mí tanta rabia me daba, y apoyó sus manos en las caderas.
Disfrutaba con esto.
-Déjame, ¿Vale? Vale.
Me dispuse a caminar, cuando la oí aclararse la garganta.
-¿Por lo menos puedes decirnos como la mataste? –Me paré, quieta. Sin moverme de donde estaba. Ahora, no iba a tranquilizarme – Vamos, dinos como lo hiciste, como te sentiste. ¿Quién será tu próxima víctima? –Dejó las palabras en el aire, y aunque no la viera, noté su estúpida sonrisa -¿Pierce?
Y en ese momento, recordé sus palabras “No puedes elegir si te van a hacer daño en este mundo, pero sí puedes elegir quien te lo hace, es tu decisión, recuérdalo”.
Cuando Lindsay me vio acercarme a ella rió, pero no se esperó el pedazo puñetazo que le solté en el estómago. Gruñó en mi hombro, y abrió su boca. Vaya, sí que le había dolido.
-La siguiente vas a ser tú –Susurré en su oído –Tú.
Y seguido, otro puñetazo en la parte baja de su espalda. Ella levantó su brazo para pegarme, pero cogí su puño con fuerza, tirándola al suelo. Estaba aprendiendo mucho de Brittany. Mucho.
Su nariz sangraba, y en su ceja tenía un pequeñísimo corte por la caída en la arena del patio. Tenía que haberse atragantado con las piedras y bichos que había en el suelo.
La odiaba, la odiaba maldita sea con todas mis fuerzas.
Estábamos dentro de un círculo formado por mujeres que nos veían orgullosas y emocionadas. La novia de B Pierce y Lindsay, vaya que sexy pelea. Sería más sexy, cuando le rompiera todo el cuerpo y cada uno de los huesos. Mucho más sexy. Más divertido.
Y en un momento, cuando le estaba pegando una y otra vez en sus piernas, sin piedad, ni dolor, comencé a llorar. Mi mejor amiga había muerto, muerto, eso significaba dejar de vivir para siempre. Para siempre, que era un infinito. Y lloré y lloré, y pegué y pegué. Toda la gente se merece una vida, toda.
Toda menos Lindsay.
“Le voy a arrancar hasta el último pelo de su cabeza y luego, los voy a quemar en una hoguera echa con el veneno que ella lleva dentro”.
Se movió en el suelo, pero yo le lancé otra patada. Lidia entró en el círculo para ayudarla pero yo la señalé. Ella sería la próxima.
-Das un paso más y te pasará lo mismo, asique tu elije pedazo de zorra.
Ella se alejó caminando lentamente hacia atrás. Me tenía miedo. Otra más. Sus manos expresando calma y sus ojos gritando “No me hagas daño” la delataron.
Como su expresión corporal y facial.
Miré a Lindsay, quien me miraba con odio desde el suelo. Yo le saqué el corte de manga, y quiso levantarse, yo fui más rápida y le solté otro golpe, esta vez en la boca. Boca de puta. Para que no volviera a hablar más.
-¡Pedazo de gilipollas! ¡Venga haz algo!
Puso su mano para apoyarse, pero su cuerpo no respondía. Se desplomó en el suelo, como si le pasara un tractor por encima de ella. Eso era lo que yo quería que sintiera. O más.
Le lancé patadas a lo loco, y sentí como alguien me agarraba de la cintura y me alzaba en el aire, lanzando golpes a la nada. Yo seguí pataleando. Con lágrimas de rabia deslizándose por mis mejillas.
-Shh shh San tranquila, tranquila.
Era ella. Era Britt.
Sus brazos rodeaban fuertemente mi cintura, no dejándome ir. Y eso me hizo llorar más, mirando al cielo azul donde Marley ahora estaba.
Apoyé mi cabeza en su hombro, y ella besó mi pelo.
Pataleé de nuevo, y ella dio la vuelta sacándome de ahí rápidamente. Con un brazo me sujetaba a mí, y con el otro, apartaba a la gente que se acercaba a mirarme, algunas llevándose patadas por mi parte.
-¡Apartaros maldita sea y ayudar a esa gilipollas a levantarse!
Ella corría, como si yo estuviera mal y ella tuviera que llevarme a un hospital. Corría y corría, poniéndome en su hombro como si yo fuera un saco de patatas, viendo sus pies levantando la arena y creando polvo, incluso yo, dejando lágrimas por el camino. Sintiéndome como nada.
Acariciaba mi espalda de vez en cuando, pero yo no tenía fuerzas para decirle nada. Absolutamente nada.
"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".
Me bajó de su hombro y me miró a los ojos. Ojos rotos y hechos pedazos, ella tragó saliva al verme en ese estado. Sabía perfectamente, que cuando yo estaba mal ella se ponía peor, que si yo estaba bien, ella se ponía mejor. Ella era así. Tan mía.
Tan enamorada de mí.
-Tienes que tranquilizarte amor, porque si no t-
La callé.
-No, no puedo, ¿Cómo me dices eso? Brittany mi mejor amiga se ha muerto, no, la han matado, ¡Y tú me pides que me tranquilice!
Suspiró pasando las manos por su pelo alborotado, y me miró con ojos suplicantes.
-Vale, vale, lo entiendo pero no puedes pegarle a todo el mundo y gritarle a cualquiera que se meta en tu camino Santana.
Un segundo, ¿Ella me estaba riñendo?
¿Era mi madre o qué? ¡No podía comprenderme!
-¿Estás de broma, cierto? –Limpié mis ojos húmedos y me acerqué más a ella -¿Quieres decirme que me sacaste de ahí para que no le pegara más a esa furcia? ¡Tú no tienes ni idea de lo que me ha dicho! ¡Por su culpa toda la puñetera cárcel piensa que me yo he matado Marley!
Agarró mis manos pero yo las aparté, como si ella quemara.
No quería que me tocara.
-No, ¿Qué te pasa? ¿Me tomas por asesina?
Ella me miró con los ojos abiertos y me fijé en algo: Su brazo derecho tenía una venda hasta el codo. Una venda blanca con un esparadrapo cubriéndola.
-No te tomo por nada Santana por favor, Te quiero sé perfectamente que no h-
No la escuché en absoluto.
-¿Qué te ha pasado en el brazo?
Ella parpadeó varias veces, y yo noté como se ponía nerviosa.
-Me caí, jugando al fútbol –Asintió mirándome con preocupación –Me lastimé, ya sabes, Quinn es muy agresiva jugando y eso –Soltó una risa forzada y yo la miré con el ceño fruncido.
¿Qué le estaba pasando?
-Brittany, ¿Me dices la verdad?
Me miró, y yo cogí su cara ambas manos. Estaba sudando.
-¿Estás bien? ¿Te pasa algo?
Sus ojos estaban más oscuros de lo normal, ese brillo no estaba, ¿A dónde se había ido? Ella me observaba en silencio, como si tuviera miedo de algo, como si alguien la siguiera.
Temblaba.
-No no, estoy bien, solo me preocupo por ti San, esto…su muerte me pareció tan repentina no sé.
“Ella es una buena mujer San, se preocupa por ti, te quiere, lucha por tu amor, por un futuro juntas. Te imagino a ti con un bebé en brazos y ella abriendo la puerta de vuestra casa, con un anillo de oro en vuestra mano….Tan dulces” –Esas palabras eran de mi Marley.
Yo quería que ella fuera una dama de honor, una madrina de mis hijos.
Nada.
-Me siento tan mal Britt, te juro que no puedo más –Me abracé a ella derramando lágrimas en su camiseta blanca.
Su aliento golpeaba en mi nuca, y su respiración era relajada, lenta. Sus manos estaban posadas en mi espalda, quietas, sin moverse. Su cercanía, me ayudaba, porque sabía que ella estaba conmigo y que no me iba a dejar, su calor, me reconfortaba.
Lloraba y lloraba, y esta vez las lágrimas no se agotaban. Salían de mis ojos a una rapidez extrema, con una calidez familiar.
Es cierto eso de que “Lo peor, es de la persona que muere”.
Lo es, pero me parece tan injusto. Tan. La quería tanto, que para mí era otra de mis hermanas, ella me ayudaba en todo sin pedírselo, me animaba con cualquiera broma o cara graciosa, me daba consejos ejerciendo el papel de mi madre, me reñía si hacía algo mal como mi padre, tenía cosas locas en su cabeza como mi prima, jugaba conmigo como mis hermanos…..Ella era en mi vida, un resumen de toda mi familia.
“Marley, gracias por nuestra pequeña amistad. Nuestro pequeño infinito. Me has dado una verdadera vida en este lugar, y no sabes cómo te lo agradezco”
-Estoy contigo para lo quieras San.
Miré a mis manos llenas de sangre, su sangre, y las llevé a mi cara.
-No puedo creer que se haya ido, Britt –Susurré entre sollozos -¡Quien puede ser tan mala persona para matarla!
Su cuerpo se tensó ante mí.
-La gente es muy cruel San, la gente es así.
Froté mi mejilla contra su pecho y ella, besó de nuevo mi pelo enterrando su nariz en él. Quedándose ahí.
Sin apartarme de ella, acaricié su brazo lastimado.
Mi pobre Britt.
-¿Te duele? –Pregunté con la voz entrecortada. El imaginarme una vida sin mi Britt me rasgaba el alma.
-No mi amor, tranquila, está bien.
Asentí. Ella se estaba actuando tan rara que me confundía.
-Quien me diera hablarle por última vez Britt, solo una última vez.
Se apartó de mí y secó las lágrimas con sus pulgares, acariciando mi cara, mirando mis ojos y queriendo transformarlos. Alegría, paz, diversión. Eso era lo que ella quería.
Besó mis labios, con un beso castro pero dulce y cogió mi mano con fuerza.
-Ven, tengo una idea.
La miré con atención. ¿Qué le había sucedido hoy?
-Britt te quiero, pero hoy no tengo ganas de nada enserio.
Entrelazó nuestros dedos, y miré nuestras manos fijamente. Mi piel color canela con sangre y su piel pálida, me parecían inquietantes. Al chocar nuestras manos, una sensación se formó en mi estómago, dolor, angustia. Miedo. Miré a sus ojos, y vi los de Marley. Miré sus labios, y vi los de Marley. Miré su nariz, y vi la de Marley. Y por primera vez, sentí inseguridad al lado de la rubia de mi lado. Sentí que ella no era la Britt de siempre, que algo en ella había cambiado. Algo grande.
Sentí, que no estaba con la persona de hace unos dos días.
-Sólo ven, te llevaré a un lugar, te sentirás mejor.
Caminamos en silencio, ella delante de mí y yo más atrás agarrando con fuerza su mano. Miré su cuerpo de espaldas, y era el de siempre. Tan alto, tan firme, tan fuerte, tan bien puesto, tan hermoso. Todo menos la venda de su mano.
Me guiñó el ojo, acercándome a ella y pasando su brazo bueno por mi hombro, apretándolo suavemente. Esa sensación de amor y esos sentimientos por ella seguían ahí, no se habían ido. Y sabía perfectamente, que jamás de los jamases dejarían de existir. Estarían ahí para toda la vida. Ojalá, un gran infinito.
Pensé en Rachel y las demás, y mierda…….me sentí tan culpable. Las había dejado en el peor de los momentos, para irme y matarme a golpes con Lindsay. Ellas se merecían tener apoyo, y yo no se lo había dado. No se lo estaba dando. La culpa invadió cada parte de mi cuerpo.
Paramos en una puerta. “Biblioteca”
Ella la abrió y me dejó entrar a mí primero, esperando a que yo pasara para poder entrar y cerrar la puerta. No había nadie, como tenía que ser, no se escuchaba nada. Era pleno y único silencio. Ella me sonrió, llevándome por grandes pasillos con estanterías llenos de libros.
-A veces vienen médicos y psicólogos a ver a la gente, bueno a nosotras. ¿Ves? Se ponen aquí –Susurró señalando un pequeño escenario con un taburete y un micrófono – y comienzan a hablar y a preguntar cosas.
Miré al taburete, con algo de polvo en él.
-Quiero que te sientes, y que hables.
No entendía nada, ¿Hablar?
-¿Qué?
Me colocó un mechón de mi pelo detrás de la oreja. Esa dulzura suya….
-Quiero que te imagines que ella está aquí, asique tú te sientas y hablas, le hablas y le dices todo lo que tienes guardado. Todo lo que quieres decirle y que ella sepa.
Los ojos se me llenaron de lágrimas y mordí fuertemente mis labios.
-¿Y si no puedo hacerlo?
Apretó nuestro agarre de manos
-Yo estoy contigo, te ayudaré.
Miré fijamente al escenario, y Brittany me dio un ligero empujón, colocándose detrás de mí y apoyando su cabeza en mi hombro. Tragué saliva para evitar llorar de nuevo. Era suficiente.
-Lo voy a hacer.
Se apartó de mí, y yo me encaminé hacia el pequeño taburete. Limpié el polvo con mi mano ya sucia, y me senté en él con timidez. Acerqué el micrófono a mi boca y suspiré.
Uno, dos, tres. Ya.
Ya. Ya. Ya.
Cerré fuertemente mis ojos, imaginándomela. Una y otra vez.
Ya. Ya. Ya.
Marley, te quiero……….Y ya.
Abrí mis ojos, sentía que ella estaba aquí.
-Y-yo…..No sé qué decirte…..Marley –Dije agarrando con fuerza el micrófono y mirando a la ventana en la pared –Es….extraño hacer esto y no tenerte aquí para decirme lo loca que estoy –Solté una risa, y Brittany sonrió con los brazos cruzados –Gracias. Todo se resume en eso Marley, gracias – Mi voz estaba comenzando a entrecortarse – Yo….desde un principio, cuando llegué me hiciste todo más fácil. Me ayudaste a encajar en este infierno, sin yo pedírtelo. Estabas a mi lado para todo, aunque fuera una inmensa tontería tú querías ayudarme, porque te importaba; yo creía que abusaba de nuestra confianza, si te soy sincera- Sonreí pensando en sus consejos – A veces me preguntaba, ¿De dónde ha salido esta chica? ¿Es un ángel? –Solté un sollozo y alcé mis hombros – Y ahora me doy de cuenta de que sí, de que eres mi ángel y siempre estarás cuidándome como si fueras mi hermana mayor. No te hablaré de nuestra amistad porque bueno, ya la conoces, pero en vez de eso hablaré de matemáticas. Entre el 0 y el 1, hay muchos infinitos, y entre el 1 y el 2, hay 1.01, 1.02……Existen infinitos, muchos, por eso hay infinitos que son más grandes que otros infinitos. Marley, no sabes enserio no sé cómo agradecerte, darte las gracias por tu amistad, tu gran infinito, me has dado una vida tan buena entre rejas, que nunca podré olvidarme de todos tus hechos. Me di de cuenta Marley, que la vida no es una fábrica de conceder deseos, porque yo hoy he deseado una y otra vez que volvieras y entraras por esa puerta con la energía de siempre, y como sabes, ha sido imposible. Un día me dijiste, no puedes elegir si te van a hacer daño en este mundo pero sí puedes elegir quien te lo hace. Enserio, ¿Quién sería tan cruel para hacerte a ti daño? –Miré a Brittany y ella observaba sus pies con la cabeza gacha –Te juro que ser tu amiga, fue un gran privilegio porque enserio, si supiera que la mejor amiga del mundo estaría en este lugar no me lo hubiera creído. Me di de cuenta que el dolor no te cambia, te revela, sí, lo hace. Me di de cuenta que las cosas pueden cambiar sin ni siquiera esperártelo. Marley, sé que un día vamos a morir todos, que el olvido es inevitable…..Pero amiga mía, créeme, que olvidarme de ti es lo más difícil de este puñetero mundo. Salir de este lugar, y no tenerte a ti fuera esperándome, oh mi dios no……No quiero ver una vida sin ti Mar, no quiero ni puedo. Tú una vez me dijiste que Brittany era una gran mujer –La miré y ella me miraba sorprendida – Dijiste que ella me amaba, que ella luchaba por mi amor y que nos veías a las dos en un futuro con hijos y casadas, quería que tú fueras la madrina de uno de mis bebés, la dama de honor de mi boda, la decoradora de mi gran casa……. ¿Y ahora qué me queda? Eses sueños se fueron contigo al fin del mundo y a la tumba. Nunca superaré esto enserio, no puedo soportar esto Mar. El mundo me trata como asesina, como una criminal y sabes que no es cierto, que yo a ti solo te mataría a besos y a cosquillas, Marley…..solo…..Te quiero. Es una buena vida Marley, ¿Vale? –Miré al cielo a través de la ventana y sonreí –Vale –Susurré imitándola.
Aparté el micrófono de mi cara, y suspiré. Ahora mismo me sentía enferma, sentía que no era de este mundo.
“Todo el mundo debería tener una verdadera amistad, y por lo menos que durara toda la vida”.
**Avances cap-13**
-¿Alguna vez te dijo algo, si tenía enemigos? –Negué con la cabeza apretando el pañuelo en mis sudadas manos.
-No tenía enemigos, siempre era buena con todos –Frotó su barbilla peluda y siguió mirándome con ojos firmes y acusadores.
-¿Y si te digo que no era así?
---------------------------------------------------------------------------------------
-¿Sabes quién la mató? –Pregunté por décima vez. Ella no dijo nada –Por eso actuabas tan rara….-Susurré mirándola perpleja y dolorida –Lo has sabido desde el principio.
-No pienso decirte nada –Murmuró con los ojos cristalinos –Sólo hablaré con los guardias y la policía, y después toda la gente sabrá la verdad y tú no tendrás que ver nada conmigo –Dijo con la voz entrecortada y un hilo de voz –Sólo quiero que me comprendas y nunca dejes de quererme.
-Britt…. ¿La mataste?
-Sí.
---------------------------------------------------------------------------------------
-Encontramos huellas en el cuerpo de la fallecida, Lindsay, Santana López, Rachel Berry, el guardia Pierce y su sobrina, Brittany - La miré y ella dejó resbalar una lágrima por su mejilla.
No lo podía creer, la persona a la que yo quería….
- La víctima no presenta ninguna otra herida, ni síntomas de haber sido violada.
Lindsay miró de reojo a Brittany, con una mirada tan depredadora como la de un león. Quería matarla. Matarla delante de mí.
-No maté a nadie –Susurró la pelirroja- No hice absolutamente nada, lo juro.
******************************************************************
ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, SE QUE NO HA SIDO MUY BUEN CAPÍTULO PERO BUENO, ESTO ES DRAMA Y AUN EL QUE QUEDA. GRACIA POR LEER Y POR VUESTROS GENIALES COMENTARIOS, Y A LAS NUEVAS LECTORAS BESITOS DE NUTELLA.
OS QUIERE: Nerea.
NeReA** - Mensajes : 71
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Que carajos ha sido eso? Es decir, por que le haría algo asi & por qué Brittany se veria involucrada?
A decir verdad, no creo que lo haya hecho & sólo sea algun mal entendido... que quieran poner a B como la mala. Espero sea asi, porque sería terrible. .
Ugh! Odio el drama, pero se que es necesario en todo ff & este es intenso.
Saludos :)
A decir verdad, no creo que lo haya hecho & sólo sea algun mal entendido... que quieran poner a B como la mala. Espero sea asi, porque sería terrible. .
Ugh! Odio el drama, pero se que es necesario en todo ff & este es intenso.
Saludos :)
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
holap,....
ufff,... que decirte!!! odie el capitulo por a ver muerto marley!!!
que carajo paso para que britt "matara" a marley,... y que tubo que ver Lindsay
quiero el otro capitulo!!!! yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!
nos vemos!!!
ufff,... que decirte!!! odie el capitulo por a ver muerto marley!!!
que carajo paso para que britt "matara" a marley,... y que tubo que ver Lindsay
quiero el otro capitulo!!!! yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Estas en un grave problema y es que tenes que actualizar yaaaaaaaaa!!!!!! Por que lo dejas ahí???
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
Mi hipotesis es que Lindsay mató a Marley y amenazo a Britt con hacerle lo mismo a santana
lauravm98******* - Mensajes : 489
Fecha de inscripción : 04/06/2014
Re: [Resuelto]FIC -Brittana "Encarceladas" cap-19 (Actualización)
de verdad no lo pdo creer, no acepto que britt mato a marley, pero pq? actualiza por piedad!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
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