FanFic BRITTANA “The Mighty Storm” (2da Parte "Wethering the Storm) Sinopsis + Epílogo (23 de Junio 2015)

Hola……….buenos días a todas/os……….su apoyo a este fic me enorgullece y anima a continuar con esta historia…..vieron que tenía razón cuando decía que en algunos momentos de la historia querrán torturar a alguna de las protagonistas jejejeje……………y bueno, sé que con los capítulos de hoy querrán que actualice lo antes posible……….por ahora nos toca disfrutar de la aparente calma, pero ojo: el drama retorna desde el capítulo 26 o 27 retorna el drama (van a querer torturar a Britt), para que luego la calma reaparezca en el capítulo 30





Confirmo que dadas mis obligaciones universitarias, personales y otras, el ritmo de actualización será de 2 veces por semana, es decir: los días LUNES (3 capítulos) y JUEVES (3 capítulos)….así que podrán observar que como ofrecí en la primera actualización cumpliré con la publicación de 6 capítulos por semana jejejejeje





Insisto, el episodio final de la serie fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..








*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:







http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)






http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)







http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)








*Próxima actualización: día LUNES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)






Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.







Y la canción del día es……….


















https://www.youtube.com/watch?v=piq9a5btAT8





NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “The Mighty Storm” y es de autoría de Samantha Towle (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).








Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Los Ángeles fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Lima-Ohio, Nueva York, Los Ángeles (en pequeñas ocasiones Chicago) (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.











Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + 31 capítulos (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de Brittany, en el caso de esta adaptación); el segundo libro se compone de: sinopsis + 25 capítulos + epílogo. Esta historia es narrada desde el punto de vista de Santana (en el caso de esta adaptación) casi al 100%.......aunque en el capítulo 31 del primer libro y algunos capítulos de segundo libro podremos observar también el punto de vista de Brittany sobre algunos sucesos importantes que hacen a la historia………Espero disfruten de esta historia










Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.









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Capítulo 21

Britt y yo pasamos el resto del día de ayer en su suite. Pedimos servicio a la habitación y miramos una película, e hicimos otras cosas por supuesto.

Llamé a Holly a casa y le expliqué todo lo que había estado pasando con Brittany y Alice. Pensaba que iba a ser una conversación realmente incómoda, pero Holly no es estúpida, lo sabía.

Me dijo que me tomara tanto tiempo como necesitara fuera del trabajo, la biografía era lo primordial de todos modos y como ahora lo estaba experimentando de cerca con nuestra destinada, no se opuso. Pero yo sí, no quiero tomarme libertades.

Después de que colgué el teléfono con Holly, comencé a pensar en la biografía, y que era un poco extraño que Brittany y yo fuéramos pareja y todavía fuera a escribirla. Comencé a pensar que tal vez no debería hacerla.

Cuando traté de sacar el tema con Brittany, no me tomó en serio. Dijo que no importaba, ya que la mayor parte del tour europeo se terminó antes de que comenzáramos, así que no era gran cosa. Pero no sé, una parte de mí siente que hay un conflicto de intereses, luego por el otro lado no quiero perder esta gran oportunidad en mi carrera, por lo tanto intento no pensar en ello en este momento.

Llamé a mi papá también. Tampoco se sorprendió sobre Brittany y yo. Lo debía haber percibido cuando estuvieron de visita. Y mientras que papá estaba absolutamente encantado sobre Brittany y yo, mamá fue, como esperaba, un poco más reservada sobre ello. Ella sabe lo que es vivir con un músico y con una tan famosa como Brittany y sus tendencias pasadas, ella me dijo, como lo había hecho antes, que se preocupaba por mi corazón. La quiero mucho por preocuparse, pero sé que Brittany nunca romperá mi corazón. No soy solo cualquier otra chica para mi rubia. Nos conocemos la una a la otra de toda una vida. Sí, sé que la vida con Brittany estará llena de baches, alocada y un poco difícil a veces, pero no creo que ella alguna vez vaya realmente a lastimarme. Lo sé porque lo puedo ver en sus ojos cada vez que me mira, su amor por mí y me pregunto cómo es que nunca lo vi antes. Tal vez no lo podía ver porque ella tenía miedo de demostrármelo. Pero ahora todas aquellas puertas están abiertas y yo no podría ser más feliz.

— ¿Bebé, me puedes pasar la mermelada?

Brittany y yo desayunamos en el balcón de su suite, con París como nuestro telón de fondo.

Kurt está en el interior trabajando en la sala de estar reajustando las presentaciones canceladas de Brittany en los EE.UU. Aquellas que ella canceló para quedarse aquí conmigo.

Kurt podría trabajar en su propia suite supongo, pero necesita preguntarle cosas a Brittany de vez en cuando y creo que se siente un poco solo en su suite. Sé que yo lo estaría. Y creo que está acostumbrado a estar alrededor de Brittany. Me encanta la amistad que tienen y me gusta tener a Kurt alrededor, es divertido y buena gente.

Brittany ignora la mermelada y ya que yo estoy sosteniéndola, agarra mi muñeca y me jala hacia adelante por encima de la mesa. Encontrándome a mitad de camino, me planta un beso largo y delicioso en mis labios.

—Sabes de rechupete —murmuro. Ha estado comiendo una napolitana de chocolate.

—Tú también —guiña, y mi rostro al instante enrojece.

Se refiere a lo que me hizo en la cama, la primera cosa esta mañana.

Escalofríos me recorren de la cabeza a los pies por el recuerdo y un calor elevándose rápido dentro de mí.

Me recuesto en mi asiento, recogiendo un cuchillo, extiendo la mermelada en mi croissant.

— ¿Así que, qué quieres hacer hoy? —pregunta Brittany—. Podríamos ir a dar la vuelta por ahí, hacer la ruta turística completa, Torre Eiffel y eso y salir a almorzar, podríamos ir a la tienda gourmet que hace los mini pasteles que te encantan… o te puedo llevar de compras y comprarte muchas cosas bonitas. Estoy segura que Quinn se levantaría para ello si quisieras que Rachel nos haga compañía para las compras.

Rachel decidió quedarse también. Se tomó unos días fuera del trabajo para pasarlos con Quinn, ya que se están llevando realmente bien. Estoy muy feliz por ella.

Puck y Ryder tomaron el jet de vuelta a L.A. Así que estamos solo nosotras cuatro y Kurt y por supuesto Finn y Ben todavía están aquí, en París también.

Y París es hermoso. He visto apenas algo de ello mientras he estado aquí y realmente quisiera salir con Brittany hoy, pero no creo que debiera.

Arrugo mi rostro anticipadamente por lo que voy a decir.

— ¿Qué? —suspira, dirigiendo sus dedos a través de su pelo—. ¿Es aquella cosa de estar gastando dinero para ti otra vez? Porque en serio, Santana, estamos juntas ahora y tengo mucho dinero y quiero consentirte.

—No, no es eso. Quiero decir, no te quiero gastando grandes cantidades de dinero en mí, pero entiendo que eres rica y las cosas son diferentes cuando eres rica así que me tendré que acostumbrar a eso… es solo...

— ¿Qué? —Sus cejas se fruncen.

—Solo pensaba que tal vez nos podríamos quedar.

—Ayer nos quedamos aquí todo el día.

—Lo sé y fue tan impresionante que quiero volver a hacerlo otra vez.

Su ceño fruncido se profundiza haciendo que una línea se forme entre sus cejas, así que sé que no se lo tragó.

—Ayer fue asombroso, sin ninguna duda y anoche y esta mañana también, pero no es eso, Santana, hay algo que no me estás diciendo. ¿Por qué no quieres salir conmigo?

—Sí quiero… es solo que…

— ¿Es solo que qué? —Su tono es tan enérgico, que le doy una mirada aguda.

—Bien, es solo que yo um… —arrastro mis dedos nerviosamente a través de mi cabello—. Sé que si salimos juntas, es muy probable que nos fotografíen juntas, porque tú pues eres, tú. Y porque tú eres tú y estás con una mujer como yo… esas fotos terminarán indudablemente en los tabloides en algún punto.

— ¿No quieres que la gente sepa que estamos juntas? —Todavía me mira con ceño—. ¿Te avergüenzas de mí o algo así?

¿Avergonzada de Britt? ¿De dónde vino esto?

— ¡No! ¿Cómo podrías pensar eso?

—Um —Se frota la frente con los dedos, dándome una mirada seria—. Porque no quieres ser vista en público conmigo.

—No es eso. Realmente quiero que me vean en público contigo, estoy muy contenta de estar contigo. Te amo. Es solo que…

¿Cómo digo esto sin causar una discusión?

—Alice y yo rompimos justo ayer.

Su cara se oscurece al mencionar a Alice, justo como sabía que haría.

—Y solo pienso que sería realmente insensible de mi parte salir en público contigo y que esas fotos terminen publicadas para que ella las vea. Sería como frotarle con sal sobre su herida ya abierta y no quiero hacerle más daño del que ya le he hecho.

—Así que esto es sobre Alice. ¡Qué maldita sorpresa! —Lanza sus manos en el aire—. Todo lo que parece que te preocupa son sus sentimientos. ¿Qué hay de mis sentimientos, Santana? ¿O todavía son irrelevantes para ti?

Le miro impactada.

—Tus sentimientos nunca fueron irrelevantes para mí. Me preocupo por ti, Brittany, mucho. Yo no podría soportar la idea de verte herida. Te amo, estoy enamorada de ti.

—Bien, tienes un modo gracioso de demostrarlo —Dobla los brazos sobre su pecho.

—Estás siendo irracional.

— ¿Yo?

— ¡Sí, tú! —Comienzo realmente a enfadarme ahora—. ¡Estuvimos enredándonos a espaldas de Alice! ¡Rompí su corazón tan solo ayer por la mañana! ¡Trato de evitar causarle más dolor del que le he hecho ya!

— ¿Y tú crees que yo no estuve sufriendo? Todo el tiempo en el que tú todavía estabas con esa, atorada entre ella y yo, y luego tener que verte con ella durante mi espectáculo y después en la post-fiesta. ¡Me senté aquí esa noche volviéndome loca pensando en ti en ese cuarto con ella! ¡Durmiendo en esa cama con ella! ¡Maldición! —Recoge sus cigarrillos de la mesa y furiosamente saca uno.

—No dormí con Alice, te lo dije y no lo hice desde que nosotras comenzamos a dormir juntas.

— ¿Crees que estoy hablando de sexo aquí, Santana? —Avienta el paquete de cigarrillos en la mesa—. Estoy hablando del hecho de que tú estuviste en la cama, junto a ella, toda la noche, cuando debería haber sido yo. Yo debería haber sido la que despertara a tu lado.

— ¡Me tienes ahora! —grito frustrada—. ¡Y cada día a partir de ahora! ¿Por qué siquiera estamos hablando de esto?

— ¡Porque no quieres que te vean en público conmigo!

— ¡Sí quiero! —Tomo una calmada respiración a través de mi nariz—. Solo quiero esperar un poco —digo en una voz más tranquila—. Dejar que las cosas se asienten.

— ¿Así que me estás diciendo que no saldrás conmigo? —Su mirada es firme y determinante.

Sacudo la cabeza, no.

—Bien —Empuja su silla hacia afuera, las piernas metálicas rechinando fuerte contra el suelo pedregoso y se pone de pie—. Veré si Quinn y Rachel quieren hacer algo conmigo, tal vez debería tomar a Kurt como mi cita —Lanza su cigarrillo no encendido en la mesa.

—Brittany, por favor no hagamos esto —Me levanto, alcanzándole—. No quiero pelear.

—Pues yo sí.

Ella se va echando chispas a la sala de estar.

Salgo de mi silla y le sigo dentro.

—Estás siendo injusta —digo detrás de ella. Kurt levanta la vista del ordenador portátil.

— ¿Qué soy injusta? —Brittany se vuelve hacia mí.

—Sí. Actúas como una niña mimada que no puede salirse con la suya.

Kurt sale de su asiento y silenciosamente se desliza a través del cuarto y hacia la puerta principal. No le culpo. Yo desearía poder irme también.

— ¡Sí y tú actúas como alguien que todavía tiene sentimientos por su ex! ¿Vamos en serio a regresar allí otra vez Santana? ¿Estancada entre Alice y yo de nuevo? ¿Quieres volver con ella?

— ¿Qué? ¡No! ¿De dónde sacas eso? —Agarro mi cabeza frustrada—. ¡Te elegí a ti! ¡Y te volvería a elegir todas las veces! Pero rompí el corazón de Alice al hacerlo. Lo menos que puedo hacer es intentar hacer las cosas un poco más fáciles para ella.

—Tú no me elegiste —Su tono es bajo y frío—. Alice tomó la decisión por ti cuando le dijiste la verdad. Nunca le dijiste, «estoy terminando esto contigo porque quiero estar con Brittany». Yo fui solo tu maldito premio de consolación.

Sentí que acababa de abofetearme.

—Vete a la mierda, Brittany.

Voy hecha una furia a su dormitorio, tomo mi llave del buró y me dirijo directamente hacia la puerta principal.

Brittany sigue parada donde lo dejé.

— ¿Dónde vas? ¿Sales corriendo de regreso a Alice? —dice amargamente detrás de mí.

Me paro en la puerta.

— ¡No, solo me pongo lo más lejos posible de ti y tu maldito botón de autodestrucción!

Doy un portazo detrás de mí, luego corro a mi cuarto, con lágrimas derramándose por mis mejillas.

Mirennos. Dos minutos en nuestra relación y ya peleamos.

Sólo lamento que no pudiera ver las cosas desde mi punto de vista. No trato de hacerle daño, pero no quiero causarle a Alice más daño del que ya le causé.

¿Así va ser esto de Brittany y yo? Cuando estamos bien es estupendo y cuando estamos mal es realmente horrible. Nunca solíamos pelear así cuando éramos más jóvenes.

Pero supongo que entonces el sexo y la pasión no eran parte de nuestra relación y aquellas dos cosas pueden tomar un largo camino para desatar discusiones. No sé, tal vez nos movemos demasiado rápido juntas.

Estoy en mi cama, donde he estado la última hora y media, mirando fijamente sin expresión la TV, ansiosa y llorando por mi pelea con Brittany.

Me pregunto si habrá salido con Rachel y Quinn

Una parte de mí quiere ir a verla y aclarar esto. Pero sigo estando seriamente enojada con ella y mi orgullo no me lo permite. No he hecho nada incorrecto así que definitivamente pasaré de esto.

De repente Adele comienza a sonar en mi buró. No he comprobado mi teléfono en días. Mientras lo recojo, veo que hay una carga de llamadas perdidas, mensajes de voz y texto. De Alice, supongo.

Me ocuparé de ellos más tarde, porque ahora mismo, Brittany me llama.

— ¿Me estás llamando? —digo en modo de «Santana todavía enojada».

No estoy lista para perdonarla todavía, aún si el que me llame es tan ridículamente dulce considerando que está sólo a medio pasillo. Bueno yo espero que lo esté.

—Bueno, estabas tremendamente enojada conmigo por una buena razón —añade silenciosamente—. Y pensé que intentaría primero llamarte para tantear el terreno… ver si ya te has calmado… así que, ¿lo estás?

— ¿Qué?

—Calmada.

—Tal vez.

— ¿Puedo ir a verte?

—No —Sonrío abiertamente.

— ¿Por qué?

—Porque eres una gilipollas, Brittany S. Pierce.

—Lo sé. Pero soy una gilipollas que está locamente enamorada de ti… si dijera que lo siento ¿estaríamos bien?

Suspiro, manteniendo mi simulado enojo, que desapareció al segundo que dijo «locamente enamorada».

—Sería un comienzo.

— ¿Y algunas flores?

—No dolerían.

— ¿Qué tal yo, de arrodillas fuera de tu puerta sosteniendo un ramo de flores?

—Estás fuera de mi puerta, ¿no es así? —Mi piel tiembla de placer.

—Tal vez —murmura. Puedo oír su sonrisa bajo la línea y me conmueve.

Con mariposas agitándose en mi estómago, salgo de la cama y voy de puntillas a través del cuarto, a travieso la sala de estar y abro la puerta para encontrar a Brittany de rodillas fuera de mi puerta con un enorme ramo de flores en su mano.

Alza la vista hacia mí con sus maravillosos ojos azules de cachorrito.

—Te ves hermosa —dice.

—Y tú pareces una idiota, levántate —digo reprimiendo la sonrisa enorme que siento.

Se pone de pie y me ofrece las flores para que las coja.

Tomándolas, las llevo a mi nariz e inhalo. Son absolutamente hermosas. Todas en rosas, morados y cremas. Rosas, peonías, lirios y gerberas y unas que ni siquiera reconozco. Se ven costosas.

—Así que me compraste flores a modo de disculpa —Levanto una ceja.

—Lo hice —sonríe, una sonrisa cautelosa.

— ¿Las encargaste? —No estoy lista aun para soltar el gancho. Sus cejas se fruncen.

—No.

— ¿Enviaste a Kurt por ellas?

—No —dice claramente ofendido—. Salí a la floristería, calle abajo y las compré y las escogí yo misma.

—No oí ningún grito de tus admiradoras cuando te descubrieron en la calle.

Sonríe abiertamente.

—Me puse un disfraz —Le entrecierro los ojos, inclinando mi cabeza a un lado—. Gafas de sol y un sombrero.

— ¿Y nadie te reconoció?

— ¡No! —sacude la cabeza.

—Gracias —digo suavemente—. Son hermosas.

Alcanza mi mano.

—Siento haber sido una imbécil.

—No fuiste una imbécil, fuiste irracional.

—Lo fui. Es solo porque te amo tanto —Mueve su mano de la mía y acaricia con sus dedos mi mejilla.

—Te amo también —susurro.

Me mira fijamente a los ojos, con su rostro serio.

—Pensé en ello después de que te fuiste, lo que dijiste y hablé con Kurt… y comprendí tu punto de vista —suspira—. Entendí lo que dijiste y… siento el modo en que actué y las cosas que dije. Sé que tú me elegiste y que quieres estar conmigo. No sé ni siquiera por qué dije todo eso — Recorre su cabello con la mano.

Parece nerviosa, confundida y totalmente fuera de su zona de confort. Y supongo que lo está. Brittany nunca antes tuvo que considerar a alguien más que a ella misma.

—Es porque eres irracional —Le doy una sonrisa pequeña, burlona. Asiente con la cabeza seriamente.

—Lo soy y merezco cualquier castigo que creas adecuado darme.

Enrollando mis dedos en su chaqueta, la jalo dentro del cuarto, cerrando la puerta detrás de ella y pongo las flores en la mesa junto a la puerta.

—Estoy segura de que se me puede ocurrir un castigo apropiado — murmuro ladeando la cabeza.

Me sonríe abiertamente con su sonrisa maliciosa y mi estómago cae en picado.

Andando de espaldas, mis dedos todavía firmemente enganchados en su chaqueta, llevo a Brittany para el dormitorio.

Cuando llegamos cerca de la cama, ella me agarra de la cintura y jala de mí firmemente contra su cuerpo y me besa con fuerza.

Liberándome fácilmente de mi camiseta, la deja caer al suelo.

Jalo su chaqueta y camiseta fuera sobre su cabeza y recorro mis dedos sobre sus pechos desnudos, tocándolos, trazándolos ligeramente con mis dedos sobre ellos.

Se estremece bajo mi toque y adoro la sensación.

Brittany me levanta en la cama y retrocedo lentamente mientras sube sobre mí, luego se inclina hacia abajo y comienza a besar mi cuello.

—No me gusta pelear contigo —murmura trazando besos en mi piel.

—A mí tampoco, pero la reconciliación está bastante bien. Brittany levanta su cabeza, mirándome. —Diría que es asombrosa.

Se sienta, jala de los botones de mi pijama y me sonríe abiertamente, coge mis bragas y las rasga en dos.

Comienzo a reírme tontamente.

Entonces corta mi risa cuando agacha su cabeza hacia abajo, usando su boca para convertir mi risa en gemidos con su nombre, mientras que comienza a trabajar en nuestra sesión de reconciliación.



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—Deberíamos salir hoy —digo levantando la cabeza de su pecho.

Estamos recostadas en la cama después de una sesión muy larga de reconciliación, yo encima de Brittany, mientras acaricia con sus dedos la piel de mi espalda, su propia piel suave y cosquilleante en la mía.

—No tenemos que hacerlo, preciosa. Nos quedaremos aquí y eso significa que te puedo hacer mía todo el día.

—Tan bien como eso suena, creo que deberíamos salir —Me siento—. No podemos escondernos para siempre —digo pensando en ello—. Siempre va a estar ese día cuando nuestra foto termine en el periódico, así que dejemos que ese día sea hoy. Estamos en una de las ciudades más hermosas y románticas del mundo. Deberíamos aprovecharlo al máximo.

— ¿Estás segura? —dice mirando a través de mí con esperanza.

—Lo estoy.

— ¿Así que puedo invitar a mi chica a una apropiada primera cita? —Ah, así que esto es de lo que se trataba todo. Quería invitarme a una primera cita. Y ahora yo la amo aún más si esto fuera del todo posible—. Dios, te amo, Santana López —dice jalándome de regreso sobre ella, besándome firmemente en los labios.

—Y yo te amo ti, mi pequeña tormenta.

Me pone una cara sorprendida y de amor.

—Bien, vale, te amo Britt—me río tontamente.

—Así está mejor. Ahora mueve tu sexy trasero de esta cama y prepárate. Te voy a llevar fuera para mostrarle al mundo que eres mía —Golpea mi trasero con su mano.


— ¡Oww! —Chillo—. ¡Vale, ya voy! —Salgo de la cama, dejando a Brittany recostada allí en toda su hermosa gloria, mientras me voy a tomar una ducha.

Capítulo 22

Nos costó un poco demasiado tiempo salir mientras Brittany decidió unirse a mí en la ducha y nosotras… um… bueno, ya saben.

Decidimos ir al Louvre, porque ninguna de nosotras ha ido y siempre he querido ir y me encanta que sea algo nuevo que podemos hacer juntas.

Así que estamos en la parte trasera del Mercedes con Finn conduciendo y Ben en el asiento del pasajero. Aparentemente dos grupos de seguridad se necesitan hoy. Este hecho me hace sentir un poco rara, pero estoy intentando empujarlo al fondo de mi mente, porque voy a tener que acostumbrarme a este tipo de cosas estando con Brittany.

Kurt también ha llamado para dejar saber al equipo del Louvre que Brittany estará de visita hoy. Aparentemente así es como funciona en el mundo célebre. Tienes que preanunciar tu llegada. Es bueno saberlo. Es raro vivir así. Antes de Brittany si quería ir a algún lugar lo hacía, sin tener que planear todo o traer seguridad durante el paseo. Así que, básicamente, vamos a nuestra primera cita con Finn y Ben. Algo así mata la emoción de esto, pero no quiero decirle nada a Brittany y molestarla, porque esta es la vida con Brittany. Todo tiene que ser estructurado, la seguridad con nosotras todo el tiempo y los lugares a los que vamos tienen que ser informados antes de su llegada. Es muy loco. Y tomará bastante acostumbrarse.

Brittany está sosteniendo mi mano, recorriendo su pulgar sobre mi piel. Pienso que sabe que estoy nerviosa sobre ir a nuestra primera salida juntos como pareja. Honestamente, mi estómago está dando vueltas. La gente pronto sabrá que soy su novia. Y seré la enemiga pública número uno de sus fans. Mi interior comienza a temblar y no de un buen modo.

Finn conduce el auto bajo Avenue du Général Lemonnier y entra en el aparcamiento subterráneo del Louvre. El espacio más cercano a los ascensores ha sido reservado para nosotras y hay un encargado esperando listo para encontrarnos.

Ok, dejemos que esto comience.

Finn aparca y sale del coche con Ben. Ben abre la puerta de Brittany.

— ¿Lista? —me pregunta Brittany.

Parece que no puedo responder. Estoy congelada en mi asiento. En verdad estoy asustada, incluso más ahora que estamos aquí.

He estado viviendo en una burbuja con Brittany. Nuestra relación esta última semana ha sido sólo ella y yo resguardadas, a pesar de toda la cosa de Alice. Ahora estamos por salir en público juntas y todos sabrán que soy la novia de Brittany S. Pierce y entonces ya no seremos más ella y yo. Su mundo será una parte de nosotras.

Y estoy preocupada de que eso pueda tomar el poder.

—Danos un minuto —le dice Brittany a Ben, agarrando la puerta, la cierra.

— ¿Qué pasa? —pregunta girándose a mí, su mirada preocupada.

—No lo sé —me encojo de hombros, encontrando mi voz—. Supongo que todo esto se pone un poco real ahora y no me refiero a nosotras —añado a su expresión empeorando—. Quiero decir a ti, quién eres, el mundo en el que vives. Ese en el que estoy por convertirme en parte de ello.

Me mira perpleja.

—Santana, todo este tiempo has sabido cómo es mi vida.

Tomo un profundo respiro.

—Lo sé, supongo… es sólo esto, nosotras yendo a nuestra primera cita y tenemos que traer a Finn y Ben junto con nosotras y Kurt tiene que llamar antes para prepararlos para tu llegada, ¡al Louvre por el amor de Dios! Esto es por cuán famosa eres y sólo se siente… muy loco. Y un poco como no-cita —agrego tranquila, retorciendo mis manos juntas en mi regazo.

—Es una locura, amor —Toma mi mano, intentando suavizar mi tensión—. Y es una parte de mi vida, es un hecho pero no toda. Sé que esta parte no es fabulosa y lo siento si esto no se siente como una cita —Sus labios giran hacia abajo en las esquinas—. Pero nunca he estado en una antes, así que soy un poco nueva en todo esto. Vas a tener que ayudarme con esto, ¿vale?

—Por supuesto que te ayudaré… yo sólo… Creo que sólo estoy un poco asustada.

— ¿De qué? —Parece preocupada otra vez.

—Del hecho de que mi vida va a cambiar, mayormente, por estar contigo y por eso, quizá no sea capaz de hacer cosas que suelo hacer.

—No estés asustada —Britt pone mi pelo detrás de mi oreja—. Nada cambiará para ti. Te lo prometo. Me aseguraré de que tu vida permanezca exactamente igual, sólo con la ventaja agregada de mí en ella —sonríe—. Y esto aquí es una cosa pequeña. A la gente que viene al Louvre no le importará o no sabrán quién soy.

—Sí, porque los aficionados al arte nunca escuchan música, Brittany —Elevo mi ceja a ella—. Todos saben quién eres.

—No todos. Apuesto a que hay millones de personas que no me conocen. Y apuesto a que cada una de ellas está en el Louvre hoy.

—Eres una tonta —digo riendo.

—Hace falta una para reconocer a otra.

—Así es —Pongo mis manos sobre su caliente mejilla—. Te amo.

—Te amo también y todos los demás te amarán cuando lleguen a conocerte.

—Excepto por tu legión de fans.

—Sí, bueno, quizá ellas no —sonríe. Pongo los ojos en blanco.

—Pero te amarán cuando vean cuán feliz me haces… y lo haces, Santana — hacerme feliz— siempre lo hiciste. No sé cómo salí adelante todos estos años sin ti.

—Britt —digo suavemente.

Ella mira hacia abajo.

—Oye, no quise molestarte —Pongo mis dedos bajo su barbilla, tocando su cicatriz, mientras levanto su cabeza.

—No lo hiciste —Ella encuentra mis ojos—. Sólo me pone triste que Jake nunca tendrá la oportunidad de sentir algo con una chica como lo hago contigo.

—Entonces sólo tenemos que vivir el doble de intenso por él —Me inclino y beso sus labios suavemente—. Vamos, superestrella rubia. Dejemos este espectáculo en el camino.

Brittany sostiene mi mano firmemente, mientras caminamos hacia el ascensor, siendo guiados por el encargado y Finn, con Ben caminando detrás de nosotras.

Me siento como estando bajo vigilancia armada porque estoy llevando una preciosa carga en el Louvre.

Es tan surrealista.

Todos subimos al ascensor en silencio. Esto está poniéndome un poco inquieta.

Salimos en el primer piso y parado afuera del ascensor está un hombre elegantemente vestido, alto, de oscuro cabello ondulado y obviamente esperando por nosotras.

—Srta. Pierce —dice dando un paso adelante mientras salimos del ascensor—. Soy Alexander Baudin. Es un gusto conocerla. Estamos absolutamente encantados de que nos visite aquí en el Louvre hoy.

Su inglés es excelente, aunque con un fuerte acento y un sonido muy sexy. Brittany estrecha su mano extendida.

—Llámame Brittany, por favor y ella es mi novia, Santana López.

—Encantado de conocerla, Srta. López —dice Alexander Baudin, estrechando mi mano.

—Entonces, ¿qué desean ver hoy? —pregunta Alexander Baudin, caminando hacia adelante. Lo seguimos.

—Esta área del Louvre en la que estamos ahora, es donde algunas de nuestros muchos grabados, dibujos y pinturas están localizados. Como El Joven Mendigo y por supuesto nuestra dama residente, la Mona Lisa —Se gira, sonriéndonos—. Estoy contento de acompañarles hoy, darles un recorrido guiado.

—Gracias por la oferta, pero estaremos bien —dice Brittany, llegando a una parada—. Estoy seguro de que es un hombre ocupado y no quiero interrumpir su día.

—No hay problema —sonríe Alexander Baudin.

—Aprecio la oferta —dice Brittany amablemente, inclinándose más cerca de él—. Pero estoy aquí en una cita con mi chica y tenemos suficiente compañía de por sí. —Brittany mueve la cabeza en dirección de Finn y Ben, quienes estaban merodeando cerca.

—Ah, entiendo —dice Alexander Baudin en voz baja, asintiendo—. Aquí está una guía del Louvre —Saca un folleto desde el interior del bolsillo de su chaqueta y se lo da a Brittany.

—Espero que ambas disfruten su día aquí y si necesitan cualquier cosa, por favor háganmelo saber.

—Lo haremos, gracias —dice Brittany.

Alexander Baudin nos sonríe una vez más y se va.

—Bien, nena, ¿dónde primero, entonces? —dice Brittany, abriendo la guía del Louvre.








Hemos estado en el Louvre durante un poco más de una hora mirando las pinturas. No hemos llegado muy lejos porque hay muchas y sigo quedándome atascada, porque algunas de ellas son realmente asombrosas, muy hermosas y me he estado sintiendo muy emocional sólo mirándolas. Me hacen desear poder crear algo tan maravilloso.

No creo que Brittany esté tan absorta por ellas como yo, sin embargo. Si el museo estuviera cubierto con guitarras, probablemente estaría más interesada, pero me encanta que esté mostrando un entusiasmado interés por mí. Y es tan encantadora, tan atenta, constantemente tocándome, sosteniendo mi mano, que estoy teniendo el mejor momento con ella. Sólo estoy ignorando el hecho de que Finn y Ben están siguiéndonos, y que estamos recibiendo miradas de la gente, quienes o reconocen a Brittany inmediatamente, o la reconocen y no están seguros de dónde.

No es demasiado horrendo; raro, pero tolerable.

Escucho un teléfono sonando, girando veo a Finn sacando su teléfono de su bolsillo. Se aleja de nosotros para tomar la llamada.

Me concentro otra vez en la figura frente a nosotros, Mujer mirándose al espejo.

—Esta pintura es tan hermosa —le digo a Brittany—, creo que es mi favorita hasta ahora.

—No es tan hermosa como tú —susurra en mi oído desde atrás, deslizando sus brazos alrededor de mi cintura.

—Eres tan encantadora, cariño —me río apoyando mi cabeza contra su pecho.

—Brittany —Se acerca Finn—. Era Kurt en el teléfono. Hay algunas fotografías tuyas y de Santana aquí en el Louvre que acaban de aparecer en internet y están subiéndolas a los sitios de paparazzi. Sólo quería hacerte saber que las cosas podrían ponerse un poco concurridas cuando nos vayamos.

—De acuerdo —dice Brittany suspirando.

— ¿A qué se refiere con concurridas? —Me giro hacia Brittany.

—Significa que hay una alta probabilidad de que haya paparazzi esperando por nosotras fuera cuando nos vayamos.

Mi estómago se anuda.

— ¿Cómo consiguieron fotos de nosotras?

—Teléfonos con cámara, nena.

—Tengo que apreciar la tecnología —Ahí va nuestra agradable cita. Empiezo a morder mi labio—. ¿Deberíamos irnos ahora?

—No —niega Brittany—. Sólo olvídalo, quiero seguir disfrutando mi día contigo.

— ¿Pero y si somos acosadas? —Mi voz se ha puesto un poco chillona. En honor a la verdad, estoy comenzando a enloquecer.

—No seremos acosadas —se ríe entre dientes, poniéndome el cabello detrás de la oreja—. Y si lo somos, eso es para lo que Finn y Ben están aquí. Ellos son muy buenos en su trabajo, Santana. Los mejores en el negocio, y por eso los tengo trabajando para mí. Estás completamente a salvo, no te preocupes.

No me siento a salvo. De repente me siento expuesta y vulnerable.

¿Así es cómo siempre se va a sentir? La idea me atormenta un poco.

—Vamos —dice Brittany tomándome de la mano—. Tenemos mucho más de este lugar por ver.

Dejo que me guíe, pero ya no estoy interesada en las pinturas. Sólo me siento tensa y tengo visiones de ser asediadas por hordas de chicas gritando y fotógrafos, y no puedo dejar de lado la sensación.

Después de otros quince minutos y un poco más adentro del Louvre, comienzo a notar que el volumen de personas cerca de nosotras se incrementa. Finn y Ben obviamente lo notan también, ya que se han movido más cerca de nosotras. Donde teníamos espacio antes, ahora tenemos muy poco. Puedo sentir a Brittany tensándose. No creo que sea por la atención de la concurrencia lo que está molestándola, pienso que está frustrada porque sabe que está molestándome a mí y quería que tuviéramos este día juntas.

Nuestra primera cita juntas, ahora estamos compartiéndola no sólo con Finn y Ben, sino con unas otras cincuenta personas.

Un miembro del equipo de seguridad del Louvre se acerca y le habla en voz baja a Finn. El hombre de seguridad se pone atrás, quedándose con nosotras y sólo ese hecho hace que me sienta incluso más nerviosa de lo que ya estoy.

Finn hace una llamada rápida, entonces se acerca y le habla a Brittany al oído. Brittany se mueve hacia atrás lejos de mí para escuchar lo que Finn tiene que decir.

Estoy intentando enfocarme en la pintura frente a mí, pero no puedo. Ni siquiera sé cómo se llama ésta. Apenas lo he pillado.

Estoy intentando ignorar los ojos a mí alrededor, pero mi cuerpo completo se siente como en llamas, quemando bajo su escrutinio.

No creo estar hecha para esto.

Oigo a Brittany suspirar ruidosamente, entonces la veo asentir a Finn. Se acerca, parándose frente a mí, toma mi mano y dice en voz baja:

—Nena, los fotógrafos están aquí, afuera… de alguna manera se han enterado de cuál es nuestro auto en el aparcamiento y… hay un montón de ellos esperándonos.

— ¿Cuántos?

—Suficientes. Y el merodeo obviamente ha atraído algo de atención, y bueno… ahora la multitud ha crecido porque la gente sabe que estoy aquí. —Suena realmente incómoda y avergonzada diciéndome esto.

—Oh —digo.

—El equipo de aquí está intentando limpiar el estacionamiento, pero Finn ha llamado a Kurt y él está en camino para venir a recogernos en el otro auto.

—De acuerdo.

—Lo siento mucho por esto, Santana —Pone su mano en mi cara, pero no puedo siquiera disfrutar la sensación de su piel sobre la mía, porque estoy muy consciente del hecho de que la gente está mirando.

Siento como que estoy en un zoológico y estoy verdaderamente del lado equivocado de las cercas.

—Está bien —digo intentando mantener mi voz uniforme—. No es tu culpa. Así es como son las cosas. Entiendo. Vámonos.

Tomo fuerte la mano de Brittany y comenzamos a caminar a través del Louvre siguiendo a Finn. Ben está detrás nuestro, el equipo del museo con nosotras también.

La gente nos está siguiendo, deteniéndose a mirar mientras pasamos. Honestamente, me hace querer salir corriendo.

Todas estas hermosas cosas aquí en el Louvre, y todo lo que la gente parece querer hacer es mirar a Brittany.

Entiendo que es hermosa. Quiero mirarla todo el día también, pero es sencillamente grosero mirar fijamente de forma tan descarada y seguirla… nos… cuando estamos claramente saliendo juntas por el día, sin ninguna pretensión en absoluto.

Sujeto un poco fuerte la mano de Brittany. Ella aprieta, dándome un apretón, un poco incómodo. Se está sintiendo mal porque tenemos que irnos y sé que está preocupada por cómo me siento al respecto, especialmente después de que hablamos de ello en el auto justo antes de llegar.

¿Cómo me siento? Estresada, un poco en pánico, molesta de que no podamos siquiera salir en un simple día juntas sin atraer la locura.

¿Es así como será siempre? No sé si estoy hecha para esto. El nivel de atención que Brittany recibe da miedo.

Llegamos a la puerta principal y Finn la abre, entonces soy golpeada con algunos flashes de cámaras. Hay fotógrafos aquí fuera. Pensé que estaban en el aparcamiento. ¿Cómo demonios sabían que saldríamos por este camino?

— ¿Así que estan juntas entonces? ¿Estás asentándote finalmente, Brittany?
¿Es Santana la elegida?

Las voces vienen de la izquierda, derecha y el centro. Jesucristo, esto es una locura.

Mantengo la cabeza baja. El brazo de Brittany está alrededor de mí ahora, fuerte, sosteniéndome hacia ella. Finn está a la derecha de Brittany, su brazo nos guía al auto esperando de Kurt. Ben está a mi lado, permaneciendo cerca.

— ¡Santana! ¡Luces magnífica, déjanos ver tu cara!

Necesito salir de aquí. No creo que me haya sentido así de incómoda en toda mi vida como lo hago ahora.

Inclino la cabeza más abajo, prácticamente poniendo la barbilla en mi pecho.

La siguiente cosa que sé, es que estamos en el auto. Finn tiene la puerta abierta y Brittany está guiándome a entrar.

Me deslizo a lo largo detrás del asiento del pasajero, luego Brittany sube rápidamente detrás de mí.

Finn cierra la puerta, empujando a algunos paparazzis fuera del camino en el proceso. Ben sube al asiento del pasajero y luego Kurt nos conduce lejos, muy rápidamente.

Mi corazón está chocando alrededor de mi pecho.

Me giro en mi asiento mirando la ventana trasera, preocupada de que los paparazzi quizá nos sigan.

No puedo ver ningún auto que parezca sospechoso, pero hay muchos alrededor. Y estoy agradecida en este momento de que las ventanas están tan fuertemente teñidas en este auto.

Brittany toma mi mano, empujando mi atención a ella y sólo entonces noto que mi mano está temblando.

—Ey, ¿estás bien? —su voz es suave y calmante. Sostiene mi barbilla, forzando mis ojos a los suyos.

—Estoy bien —Mi boca está seca. Humedezco mis labios con la lengua—. Eso fue solo… um… un poco loco —Tomo un profundo suspiro—. ¿Es siempre así cuando sales?

—No siempre, no —niega—. Eso fue un poco más frenético de lo normal, pero estoy suponiendo que es porque tú estás conmigo y la prensa estará detrás de una foto de nosotras juntas.

— ¿Y las de Twitter no fueron suficiente?

—Aparentemente no.

—Sin embargo, no lo entiendo, Brittany. Has estado saliendo con mujeres antes, eso no es exactamente una rareza.

Eso sonó un poco más inadecuado de lo que intentaba. Ella me mira.

—No, Santana. He caído en clubes con mujeres antes. Nunca he salido con nadie en una cita.

— ¿Cómo siquiera sabían que estábamos en una cita? —mi voz es chillona otra vez.

—Bueno, bebé —Pone mi cabello detrás de mi oreja y me siento aliviada por su toque—. Cualquiera que dé un vistazo a nosotras dos juntas podría concluirlo fácilmente, darse cuenta de que estoy loca por ti.

— ¡Pero sólo comenzamos a vernos apropiadamente la una a la otra ayer! De acuerdo, así que estoy enloqueciendo un poco… un montón.

—No les tomó mucho tiempo, Santana. Tú estás en el negocio, sabes cómo funciona.

— ¡Quizá soy una periodista, pero no soy nada como ellos! —digo con indignación.

—Eso no es lo que quiero decir y lo sabes —Britt me da una mirada—. Sólo estoy diciendo que tú trabajas en una revista, ves cómo son las cosas con las celebridades. Mi vida no es privada en un montón de formas, sin importar cuánto intento mantenerla como tal. Y este es su trabajo —el de los paparazzi—. Ellos se ganan la vida con todo lo que sucede en mi vida, y la vida de otras celebridades. Es sólo como son las cosas. No todo el tiempo, pero un montón de él y si algo sucede en mi vida, como que salga en una cita… la posibilidad de que tenga novia, bueno, entonces los medios se interesan…. Se interesan en ti.

—Pero no soy nadie especial.

—Lo eres para mí —Su voz es intensa—. Tú eres todo para mí —agrega en un tono más bajo—. Y siento que esto no haya sido una primera cita, como una primera cita debería ser —Britt ahueca mi mejilla con su mano—. Lo compensaré para ti, lo prometo.

Entonces veo a Brittany aquí, delante de mí, mirándome seria, llena de amor por mí, me siento de repente abrumada por mis sentimientos por ella y la profundidad de esos sentimientos. Y momentáneamente olvidándome de que Kurt y Ben están en el frente del auto, sólo a unos centímetros de distancia, me inclino hacia adelante y la beso, fuerte. Abro mis labios bajo los suyos, dejo su lengua moverse dentro de mi boca, y entonces lo siento pasar entre nosotras. La energía, el deseo y comienzo a sentir esa excitación en mi cuerpo que sólo mi rubia puede crear.

La quiero, aquí y ahora……necesito tocarla.

Sé que lo siente también mientras gime un pequeño sonido en mi boca. Brittany sostiene un firme agarre de mi cabello, besándome incluso más apasionadamente.

Toma un largo momento, pero eventualmente me hago muy consciente del hecho de que Kurt y Ben están en el frente del auto, especialmente cuando la mano de Brittany va a mi pierna y comienza a moverla más arriba.

Sabiendo de seguro que ellos no quieren un show porno de Santana y Brittany, me alejo de ella. Brittany me mira decepcionada. Muevo rápido los ojos en la dirección del frente del auto. Estoy contenta de que la radio esté bastante fuerte, lo cual ahogaría el sonido de nuestros besos. Pero aun así, mis mejillas se sonrojan con vergüenza por mi pérdida de control con Brittany.

Ella sonríe y se inclina cerca otra vez, corriendo su nariz sobre la sensible piel en mi cuello, llega a mi oído y susurra:

—No puedo esperar a tenerte de vuelta en el hotel… Voy a desvestirte, lentamente… y voy a besarte en todas partes.

Puedo sentir sus palabras, ahí abajo y el calor se eleva otra vez en mi estómago. Me encanta cómo me hace sentir.

—Te quiero —le susurro de vuelta.

—Jesucristo, Santana —gime en voz baja en mi oído, su aliento caliente sobre mi piel—. Sabes lo que eso me hace. Si sigues hablando así no me importará nada quién está en el auto con nosotras, te haré mía aquí y ahora, en el asiento trasero.

Sus palabras me hacen cosas locas y me estoy sintiendo encendida y de repente insensata. Quizás es porque sigo entusiasmada con la adrenalina después de lo que acaba de pasar en el Louvre, o por cuánto la amo, pero de repente tengo la urgencia de excitarla, desafiarla.

—Rayos, Brittany… eso es lo que quiero hacer contigo, ahora —susurro.

Ella sabe exactamente lo que le estoy diciendo.

La siento estremecerse a mí lado.

Miro rápidamente en la dirección de Kurt, viendo que sus ojos están en la ruta. Ben está hablando en su teléfono, conversando con Finn, presumiblemente.

Así que me deslizo en el asiento, me muevo más cerca a la puerta, girando mi cuerpo hacia ella y recorro con mis dedos mi muslo, levantando mi falda, muy suavemente, abro las piernas.

Brittany respira intensamente. Sus ojos están en mí y están brillando.

Adoro esta sensación de poder que tengo sobre ella ahora mismo. Es estimulante.

La miro, encontrando su caliente mirada y humedeciéndome los labios con la lengua.

Sonriendo seductoramente a Brittany, bajo mi falda de nuevo, presionando mis piernas juntas, sintiéndome orgullosa de mi pequeño momento lascivo pensando que mi trabajo aquí estaba hecho, bueno, hasta el hotel eso es todo, pero Brittany niega, no.

Mis piernas comienzan a temblar.

Se mueve más cerca, posicionándose a sí misma a mi lado y pone su pie levantándolo en el resto entre el frente de los asientos, cubriendo cualquier posibilidad de mis piernas con las suyas. Brittany descansa su mano en mi regazo, entonces muy ligeramente empuja mis piernas abiertas con sus manos y la dejo.

Mi corazón está desbocado en mi pecho y mi boca de repente seca.

Brittany desliza su mano bajo mi falda, alcanzando mis braguitas, engancha sus dedos en ellas, moviéndolas a un lado, dándole el acceso que quiere, comienza a tocarme. Luego suavemente, desliza su dedo en mi interior. Mi cuerpo completo casi explota. Tengo que morder mi labio, duro, para detenerme a mí misma de hacer un ruido.

Giro mi rostro hacia ella. Me mira. Sus ojos atrevidos, acuosos y calientes.

Nunca en toda mi vida he hecho algo como esto. Y sé que debería importarme que hay otras personas con nosotras en el auto, pero es difícil hacerlo ahora mismo. Todo lo que me importa es Brittany y la forma en que me está haciendo sentir.

Comienza a mover su dedo, dentro y fuera, en un movimiento rítmico, frotando su pulgar sobre mí, y mi corazón empieza a latir tan fuerte que mis piernas se sacuden incontrolablemente y sé qué va a suceder si no se detiene.

—Brittany, para, o me voy a correr —le artículo.

Ella sonríe y frota su pulgar un poco más firme sobre mi punto caliente. Mi cuerpo se sacude.

—Por favor —modulo otra vez, presionando mis piernas juntas, en sus manos.

Ella sonríe otra vez, pareciendo satisfecha consigo misma y el efecto que tiene en mí y desliza su mano fuera de mi falda, luego procura disminuir su muy notable respiración acelerada.

Estoy aliviada y decepcionada al mismo tiempo.

Y tengo muchas ganas de hacerle lo mismo a ella, tocarla hasta el punto de casi la combustión.

Kurt se detiene fuera del frente del hotel unos pocos minutos más tarde y aún estoy luchando por reunir mis nublados pero muy calientes pensamientos.

Estoy tan cerca y desesperada por aliviar el dolor con el que Brittany me ha dejado, que estoy casi lista para hacer el amor en cualquier lugar con ella.

Una vez que estamos fuera del auto, Brittany agarra fuerte mi mano y me guía directamente hacia el hotel, prácticamente arrastrándome a través del lobby y dentro de un ascensor.

Cuando las puertas se cierran, ella me empuja contra la pared, su boca sobre la mía, dura y rápida y sus manos están en todas partes.

Luego, antes de que lo sepa, suenan las puertas metálicas del ascensor abriéndose en nuestro piso y Brittany está empujándome bajo el pasillo, abriendo la puerta de su suite y entonces estamos finalmente solas.

Brittany comienza a caminar hacia mí pero retrocedo.

Tiempo de devolución, mi rubia sexy.

Ladea su cabeza hacia un lado, mirándome un poco desconcertada y muy curiosa.

—Quédate ahí —respiro.

Realmente nunca he sido confiada respecto a mi cuerpo.

Así que no tengo idea de dónde viene ese pequeño show de subir la falda en el auto, o por qué la dejé hacer lo que me hizo, o incluso por qué quiero seguir con el show aquí dentro. Pero lo hago. Quiero hacerlo para ella, por Britt.

Brittany me hace sentir confiada… y muy sexy.

Estoy muy contenta ahora mismo porque estoy usando mi buena ropa interior, mientras comienzo a desabotonar mi blusa, lentamente, un botón a la vez.

Veo los ojos de Brittany mientras siguen mis manos hacia abajo.

Me quito la blusa, bajo los brazos, dejándola caer al piso. Luego me quito los tacones y desabrocho mi falda en la parte trasera, lentamente deslizando la cremallera hacia abajo. La meneo sobre mis caderas, luego la dejo caer al piso y me salgo de ella.

Ahora sólo estoy parada aquí simplemente en mi ropa interior negra de encaje. Los ojos de Brittany están en llamas, devorándome y luce como a punto de abalanzarse en cualquier segundo ahora.

Corro mi mano bajo mi estómago y engancho un pulgar en el elástico de mis bragas, deslizándolas lentamente centímetro o centímetro sobre mis caderas.

La respiración de Brittany es superficial. Sus ojos fijos en mi mano, esperando.

Dejo de empujar mis bragas hacia abajo, cambiando de idea y dejándolas descansar en mi cadera.

Ladea su cabeza. Lentamente, camino hacia ella.

Mi corazón está latiendo duro en mi pecho. Siento un calor en mi bajo vientre y estoy ruborizada por completo.

Brittany agarra fuertemente mi cadera y me atrae a sus brazos con desesperación desde el momento en que estoy dentro de su alcance.

Negando, quito sus manos de mi cadera y retrocedo un poco.

—No aún —susurro.

—Te quiero ahora —Su tono es urgente, intenso. Viaja a través de mí, golpeándome justo en el punto correcto.

Me inclino hacia su oído y susurro:

—Tú me vuelves loca, Britt.

Contiene un suspiro.

—Dios, Santana —gime—. Si quieres que espere vas por buen camino.

Retrocedo, le sonrío, mordiendo mi labio inferior con los dientes—. Dime, ¿qué acabas de decir? Necesito saber —sus palabras son un susurro, irregulares.

Me encanta poder hacerle esto sólo con palabras.

—Déjame mostrarte —digo acariciando sus piernas traviesamente.

Entonces le quito sus jeans, dedicándome a desnudarla por completo y mostrándole exactamente lo que quise decir.











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Capítulo 23

-¿Por qué no me dices a dónde vamos? —pregunto a Brittany de nuevo, girando en mi asiento para mirarla.

Ella parpadea mirándome.

—Porque es una sorpresa.

— ¿Por qué todo siempre es una sorpresa contigo?

Frena el auto hasta detenerlo en el semáforo en rojo.

—Porque me gusta ver la expresión de tu cara cuando descubres cuál es la sorpresa —Se acerca y acaricia mi mejilla con sus dedos.

—Todavía obtendrías la mirada de sorpresa incluso si me lo dices, ya sabes que soy genial con las caras de sorpresa.

—Sí, estoy segura de que lo eres —se ríe—. Pero aún así, simplemente no es igual la mirada que se ve en tus ojos, cuando lo ves por primera vez.

¿Eh? Bueno, ahora estoy confundida.

—Bueno, ¿y si te dijera que no me gustan las sorpresas? —Cruzo los brazos sobre mi pecho.

—Bueno, no ha parecido que te molesten hasta ahora —dice con confianza, poniendo el auto de nuevo en marcha mientras la luz cambia a verde—. Y definitivamente no parecía importarte la que te di antes.

Mis mejillas inmediatamente se ruborizan.

Recuerdos de Brittany sigilosamente detrás de mí cuando estaba en el baño, cepillando mis dientes, preparándome para salir esta noche... y luego estaba llegando, pero de una manera completamente diferente.

—Bueno, si me gustó ésa —sonrío hacia ella, desplegando los brazos.

—Ves, las sorpresas pueden ser buenas —Se apodera de mi mano, la besa y luego la baja de nuevo.

Más temprano fue increíble, pero creo que también fue la forma de Brittany de amortiguar el golpe —perdón por el juego de palabras—, porque después de que hicimos el amor, ella había tenido algunos de esos pasteles increíbles entregados cuando nunca tuvimos la oportunidad de ir a las tiendas de delicatesen, y mientras estábamos sentadas en la cama alimentándonos la una a la otra de los pastelillos, me dijo que las fotos de ella y yo dejando el Louvre habían impactado los tabloides a todo color diciéndole al mundo que estamos juntas. También saben que Brittany y yo crecimos juntas. Que vivíamos al lado de la otra y habíamos sido mejores amigas mientras crecíamos.

Así que ahora todo el mundo lo sabe casi todo sobre Brittany y yo. Sólo que no saben que tenemos una aventura.

No saben que todavía tenía una novia cuando empezamos a vernos. No han ligado esa pequeña pieza de información, sin embargo, y espero que nunca lo hagan. Por el bien de Alice tanto como el mío.

La noticia es que Brittany ha encontrado a «la indicada». Su chica de al lado. Es dulce, en una intrusiva, rara forma.

Brittany estaba preocupada de cómo me sentiría por mis problemas de privacidad y por la forma en que había querido proteger los sentimientos de Alice tanto como fuera posible.

Le aseguré que estaba bien con todo. Estaba destinado a alcanzar la prensa un día, así que mejor pronto que tarde.

Así que ahora que está fuera, Brittany y yo podemos seguir con simplemente disfrutar de nuestra relación.

Miro por la ventana fuertemente polarizada mirando París a mí alrededor. Siento que soy la chica más afortunada en el mundo por estar con Brittany. Por tenerla de vuelta en mi vida y porque por fin estamos juntas y porque me ame también, como yo siempre la he amado.

Si sólo nos hubiéramos dicho la una a la otra cómo nos sentíamos cuando éramos más jóvenes, tal vez nunca hubiéramos perdido el contacto. Tal vez siempre habríamos estado juntas y Brittany nunca hubiera tenido el problema del descontrol en su vida y yo habría estado allí para ella cuando su mejor amigo Jake murió.

Es triste pensar que nos hemos perdido tantos años juntas, pero nos tenemos la una a la otra ahora y eso es lo que importa.

Por lo tanto, no tengo ni idea de a dónde voy esta noche, lo que es un poquito frustrante, pero la otra cara es que es sólo Brittany y yo esta noche. Les dijo a Finn y Ben que se quedaran en el hotel.

Lo sé, yo tampoco lo podía creer.

Finn no estaba cómodo con Brittany saliendo sola. Pero Brittany es la jefa y lo que ella dice se hace. Puede ser muy autoritaria cuando quiere serlo. Y es realmente muy sexy verla en acción. Tal vez la deje ser toda autoritaria conmigo en la cama esta noche.

Sé por qué Brittany quería salir a solas conmigo. Está tratando de darme una noche normal después de la aventura de hoy en el Louvre. Tratando de probarme que la vida puede ser normal con ella a veces.

Así que no hay Finn siguiéndonos. Solo Brittany y yo en su nuevo coche de alquiler, un BMW Z4 biplaza negro.

Es un coche sexy, al igual que su conductora.

Brittany lo había pedido antes de que saliéramos esta noche y Kurt también ha cambiado el Mercedes, por lo que ahora Brittany tiene un Audi para el resto de su estancia.

Por muy larga que sea.

No hemos hablado de ir a casa todavía. Sé que tengo que ir a casa pronto, ya que tengo que volver a la revista y hacer algo de trabajo antes de que comience la etapa de la gira en EE.UU. Pero me resisto a sacar el tema porque no quiero dejarla aún, o nunca.

Cada vez que pienso en estar sin Brittany, tengo esta horrible sensación, estrangulando, apretando en mi estómago.

Así que por ahora, no estoy pensando en ello.

Brittany toma el siguiente giro, que nos lleva por la Rue de la Paix. Detiene el coche justo afuera de Tiffany’s y apaga el motor.

— ¿Qué estamos haciendo aquí? —pregunto, un poco de escalofrío de energía estallando en mi estómago.

Por supuesto que tengo una idea, bueno, una esperanza, de lo que estamos haciendo aquí, pero tengo que preguntar para estar segura.

—Hay algo que tengo que recoger —responde.

—Oh, está bien.

Mi pequeño rayo de brillante esperanza se desvanece.

Por supuesto, no quiero que Brittany gaste mucho dinero en mí, pero si alguna vez siente la necesidad de comprarme algo bonito de Tiffany´s entonces no me lo tomaría como una ofensa total.

Siempre he querido joyas de Tiffany´s.

A: Porque me encanta Audrey Hepburn y quería ser ella por un tiempo, cuando era más joven, bueno, como que todavía lo quiero.

B: Me encanta la canción.

Pero sobre todo C: Porque la joyería es ridículamente hermosa, pero también, fuera de alcance económico.

De todos modos, está aquí para recoger algo y eso es genial.

Tal vez sea algo para su madre. Habló con ella por teléfono antes. Le habló de nosotras.

Al parecer, está muy contenta y esperando volver a verme.

Honestamente, la idea me pone nerviosa. Tal vez sea porque veré a Susan de nuevo después de todos estos años como la novia de Brittany y no sólo como su amiga.

Salgo del coche y Brittany se reúne conmigo por el otro lado.

Por suerte, las calles están bastante tranquilas esta noche, ya que no me apetece otro acoso psicológico como el que tuvimos antes.

Brittany toma mi mano y caminamos hacia Tiffany’s.

He estado en la tienda de Tiffany’s antes, por supuesto. Mirando alrededor y luego saliendo antes de que matara mi tarjeta visa o llorara.

El cartel de cerrado está en lo alto de la puerta, pero el lugar está todo iluminado y puedo ver a un hombre caminando hacia la puerta.

Han mantenido el lugar abierto hasta tarde para Brittany. Oh, el poder del dinero y el estatus.

Somos recibidas en la puerta por el hombre en el interior que se identifica como Devin.

Devin está bien acicalado y es muy atractivo. Me recuerda a Kurt en cierto modo. Me pregunto si es gay...

—Su pieza está lista para usted, señorita Pierce —Devin dice a Brittany mientras lo seguimos al iluminado, lustroso, brillante mostrador.

Pero apenas estoy escuchando. Es tan condenadamente bonito aquí. Mi cabeza está girando sobre su eje en mi cuello.

Se ve aún más elegante que la de Bond Street allá en casa. Probablemente no lo es, es sólo porque está aquí en el increíble París que lo creo.

Más que nada, quiero visitar Tiffany´s & Co. en Nueva York. La original y la mejor.

Algún día Santana, algún día.

Me estoy distrayendo, hay tantas cosas que ver y mis dedos están picando por tocar las cosas.

Una muestra de anillos a mi izquierda me llama la atención, por lo que suelto la mano de Brittany y paseo para echar un vistazo, dejándola para recoger su «pieza».

El pensamiento me da ganas de reír. Soy tan inmadura a veces.

Mis ojos recorren las joyas en la caja de cristal, diamantes blancos, zafiros, diamantes amarillos y, oh, Dios mío, un diamante de color rosa. ¡Un maldito diamante rosa! ¡Ni siquiera sabía que podías obtener diamantes de color rosa!

En realidad estoy flipando un poco aquí. Porque este tiene que ser el anillo más hermoso que he visto en mis completamente enteros veintiséis años en este planeta.

Es de platino con un diamante rosa en forma de pera y una sola hilera de diamantes blancos brillantes redondos abrazándolo.

Creo que solo pude haber muerto e ido al cielo de chicas.

Vendería a mi abuela para tener este anillo, así de increíble es. Por supuesto, nunca le diría a ella eso, perdería mi pellejo si lo hiciera.

Mis ojos revisan alrededor por un precio para el anillo, pero no hay uno, lo que significa que es ridículamente caro.

Como si alguna vez pudiera pagarlo de todos modos. Ni siquiera puedo darme el lujo de los precios moderados de Tiffany’s. Ni siquiera el Tiffany’s económico, si hay tal cosa.

Ese anillo debe valer más de lo que puedo ganar en la vida.

— ¿Ves algo que te guste? —dice Brittany con voz ronca detrás de mí.

Sin pensarlo, digo todavía en mi estado soñador,

—Mira ese anillo, es tan hermoso —apunto el dedo hacia el objeto.

Entonces me doy cuenta, de golpe y porrazo, cómo parecerá a Brittany estando yo aquí de pie, mirando con ojos de ensueño anillos de diamante rosa, que en realidad se parece mucho a un anillo de compromiso y yo le estoy señalando dicho anillo a ella, en una voz que suena soñadora.

Soy tan infantil a veces.

—Um... Quiero decir que es bonito, ya sabes, como los anillos... así que, ¿tienes por lo qué viniste? —pregunto de repente cambiando de tema. Me aparto del anillo de ensueño para estar de frente a Britt.

—Lo tengo —Acaricia su bolsillo luciendo muy contenta consigo misma.

Brittany se ve absolutamente atractica esta noche. Y muy inteligente. Lleva un precioso vestido azul acompañado de un elegante abrigo y se ve muy caliente.

Estoy usando mi vestido estampado floral, sin mangas. Está ajustado en la cintura y tiene un escote en la espalda. Es bonito, con una sensualidad real en él. Lo he combinado con mis tacones crema y mi pelo suelto y rizado, justo como a Brittany le gusta.

Toma mi mano y abre la puerta para mí, salgo primero, dejando Tiffany’s.

—Adiós brillantes —murmuro en voz baja a mí misma.

— ¿Qué has dicho? —pregunta Brittany.

—Um... ¿qué? Nada —Mi cara se vuelve escarlata y rápido marcho hacia el auto, dejando a Brittany reír suavemente detrás de mí.

Apenas entro en el coche y me pongo el cinturón de seguridad, cuando me vuelvo a Brittany, preguntándome por qué no ha encendido el auto todavía y veo una caja de Tiffany’s colocada sobre el apoyabrazos que nos separa.

Mi corazón hace un pequeño baile en mi pecho. Miro de la caja hacia ella.

—Te traje una cosita —dice luciendo sorprendentemente nerviosa.

— ¿Es esto lo que fuiste a recoger allí?

—Ajá —asiente.

— ¿Qué es? —Mis entrañas están haciendo volteretas en el momento, pero mantengo cara de póquer. No quiero dar la impresión de la nena idiota que soy realmente.

Sonríe, riendo suavemente.

—Ábrelo y descúbrelo.

Me acerco y levanto la caja. Abriéndola, me encuentro dentro al más hermoso collar que he visto nunca. Jamás.

Es un colgante de corazón de platino, con un conjunto de diamantes en forma de corazón en el centro.

No puedo creer que me comprara esto. Creo que, de hecho, voy a llorar.

—Es tan hermoso, Brittany —respiro.

—Ábrelo —señala con el mentón el medallón.

Saco el medallón de la caja, poniéndola de nuevo en el reposabrazos. Luego, utilizando la uña, hago saltar el seguro del medallón.

Jadeo. La sonrisa en mi cara ha alcanzado el tamaño máximo.

—Tu padre me envió la foto —dice pareciendo tímida. Me encanta la Brittany tímida—. La otra es de la fiesta después del show en Suecia.

Impreso en el medallón están dos imágenes de Brittany y de mí. Una de cuando éramos niñas. Debíamos tener tres años de edad máximo y la otra es de la fiesta después del show en Suecia como dijo.

Llena de emoción, me lanzo hacia ella. Besándola con fuerza y apasionadamente en la boca, enredando mis dedos en su cabello, sosteniéndola contra mí. Brittany me besa con la misma pasión, su mano ahuecada alrededor de mi nuca, sosteniéndome contra ella, su lengua vagando por mi boca, moviéndose con la mía.

— ¿Así que te gusta entonces? —susurra en mi boca mientras nuestro beso se va más despacio.

—Me encanta y te amo.

—Regalo de cumpleaños número tres —murmura, retirándome el cabello de la cara.

—Todavía tengo que darte algo.

—Tengo todos mis doce en el momento en que accediste a ser mía.

— ¿Quién diría que fueras una romántica empedernida, Brittany S. Pierce? — Sonriendo, trazo mi dedo sobre sus labios. El ligero hematoma de su pelea con Alice todavía es evidente allí.

Es una locura creer que sólo fue ayer por la mañana. Se siente como que hemos hecho muchas cosas juntas desde entonces.

—Sólo contigo. Y también estoy ansiosa por tenerte de nuevo entre mis brazos—Pasa la mano por mi muslo, empujando el dobladillo de mi vestido para arriba con los dedos.

— ¿Otra vez? —digo.

—Siempre.

—Bueno, no lo haremos aquí, en el coche en la calle, Pervertida Perverson.

— ¿«Pervertida Perverson»? —escupe Brittany una carcajada.

—Friends, ¿nunca lo viste? —digo al ver su expresión de desconcierto.

—No, estaba muy ocupada viajando y ganándome la vida, mientras tú estabas holgazaneando alrededor de la uni viendo telenovelas.

—Cierra la boca y ponme el collar PP —sonrío hacia ella.

Brittany extiende la mano por el collar, por lo que lo coloco en su palma. Me aparto de ella, quitándome el pelo largo de mi cuello.

Brittany coloca el frío metal alrededor de mi cuello y lo abrocha en la parte posterior. Sus manos permanecen en mis hombros y luego siento el roce de sus labios cálidos en la nuca.

Envía escalofríos corriendo por mi columna.

Extiendo mi mano hacia atrás, tocando su muslo y me reclino hacia ella.

El contacto con Britt se siente increíble y un calor comienza a subir en mi cuerpo, acumulándose en mi vientre. Y ahora estoy excitada.

Empiezo a mover poco a poco mis dedos por su muslo. Brittany se apodera de mi mano.

—No vamos a hacerlo aquí, SP.

— ¿SP? —Me vuelvo y lo miró perpleja.

—Sra. Pierce Perverson —sonríe con suficiencia, entonces me deja fría, enciende el auto, se pone el cinturón y sale a la carretera.

¿Señora Pierce P.? Hmm... Me está gustando el sonido de eso. Sra. Santana Pierce.

Tiene un gran anillo con eso si me lo preguntas. Ahora no, por supuesto. Pero Brittany no es exactamente de las que se casan.

La idea me hace sentir un poco triste.

— ¿Y ahora qué? —pregunto haciendo caso omiso de mis propias campanas de boda estrellándose y en lugar de eso tratando de sacarle algo de información.

—Ahora es el momento del regalo de cumpleaños número cuatro.

Brittany detiene el auto a la carretera principal a un tramo de distancia de la Torre Eiffel. Está un poco más concurrido por aquí, por supuesto. Los turistas están por todas partes.

Fuera de mi ventana, veo a un chico joven esperando al borde del camino, y al instante sé que está esperando por nosotras.

—Vamos, nena —dice Brittany saliendo del auto.

Al momento estoy fuera del auto, el chico, deslumbrado, está tomando las llaves del auto de Brittany y está yendo hacia el lado del conductor, con una enorme sonrisa en su rostro.

—No le acabas de dar el auto a un extraño al azar, ¿verdad? —pregunto, sonriendo.

—No —se ríe, repasando suavemente mi trasero con la mano—. Trabaja en el lugar al que vamos. Va a aparcar el auto por nosotras... probablemente disfrute paseando en él primero, no puedo decir que lo culpe porque yo lo haría si fuera él, pero siempre y cuando esté de vuelta para cuando lo necesitamos, me parece bien.

—Aww, eres tan dulce, mi amor, dejando que el adolescente vaya a dar una vuelta en el auto de alquiler —La empujo con mi cadera—. Y también eres tonta, romántica y luces muy caliente esta noche.

— ¿Sí? —Se vuelve hacia mí, ese fuego lujurioso de nuevo en los ojos de Brittany—. Y tú eres hermosa e increíblemente sexy y ahora quiero quitarte poco a poco el vestido y hacerte cosas sucias justo aquí y ahora en la calle, pero creo que podríamos ser arrestadas si lo hago.

Aprieto mis piernas juntas, tratando de controlar el temblor que acaba de crear con sus palabras.

— ¿Más tarde?

—Oh, definitivamente —asiente—. Ahora vamos, preciosa. Pongámonos en marcha antes de comience a ser detenida por autógrafos —Da una rápida mirada cómica alrededor y luego extiende su brazo para que lo tome.

Enlazo mi brazo con el suyo, encerrando mi repentina ansia para más tarde y empezamos a caminar por la calle Parisian juntas, al igual que cualquier otra pareja normal, en dirección a la Torre Eiffel.

Me siento relajada y feliz, y nada preocupada por ser asediadas por los fans de TMS.

Si la gente nos está mirando, ni siquiera lo noto, porque estoy demasiado ocupada mirando a Brittany, absorbiéndola.

— ¿Qué? —pregunta mirándome.

—Nada. Estoy feliz —Apoyo la cabeza en su hombro mientras caminamos.

—Yo también —murmura besando la parte superior de mi cabeza.

A medida que nos acercamos a la Torre Eiffel, miro hacia arriba y tengo una sensación de vértigo de la absoluta altura de la misma.

—Guau, es tan increíble —murmuro.

—Sí, es bastante grandiosa, ¿no es así? —dice Brittany, siguiendo mi mirada hacia el cielo.

— ¿Has estado aquí antes? —pregunto.

—No.

— ¿Pero has estado en París? —Yo no. Es mi primera vez aquí. Siempre he sido más una chica conservadora.

—Sí, he estado aquí unas cuantas veces —responde.

—Entonces, ¿por qué nunca has visitado esto, o el Louvre ahora que pienso en ello?

—Porque los estaba guardando para ti.

— ¿Qué? —Dejo de caminar. Estamos justo debajo de la torre ahora.

Brittany se vuelve hacia mí, deslizando sus brazos alrededor de mi cintura, acercándome.

—Sabía que algún día finalmente te vería de nuevo y sabía que cuando llegara ese día no te iba a dejar ir por nada. Y estas eran las cosas que quería hacer contigo cuando te tuviera de vuelta. Nadie más, sólo tú.

— ¿Así que me estabas esperando?

—Sí.

Awww…….me derrito aún más por Britt.

—¿Y si el destino hubiera decidido que estábamos destinadas a no estar juntas nunca?

—Entonces nunca habría habido nadie más. No hay nadie más para mí. Sólo tú.

Justo cuando creo que no puede ser más dulce, va y dice algo que supera su última sacarina celestial.

Me pongo de puntillas y la beso en la mejilla.

—Nunca voy a dejarte ir —susurra mientras mis labios tocan su piel.

—No quiero que lo hagas. Nunca.

Veo por encima del hombro de Brittany a un hombre, un hombre mayor, merodeando por una puerta en la parte inferior de la torre.

—Creo que uno de tus empleados está esperándote.

Brittany mira por encima de su hombro y hace la seña de dos minutos al tipo. Él asiente y da un paso atrás junto a la puerta.

—No es de mi equipo, sabelotodo —dice golpeando mi trasero—. Sólo lo he contratado para la noche.

—Espero que yo sea más que una contratación para pasar la noche — Presiono mis labios, conteniendo la sonrisa.

—Depende de lo que tengas que ofrecer —Levanta una ceja, lanzándome su mirada hagamos el amor-ahora.

— ¿Brittany S. Pierce? ¿Es usted Brittany S. Pierce? —llega una voz que suena joven de nuestra derecha.

Ah mierda.

Me vuelvo y veo a un muchacho joven, de unos trece-catorce años máximo, mirando a Brittany, boquiabierto y con los ojos abiertos, como si todas sus Navidades acabaran de llegar a la vez.

Brittany asiente al chico y pone su dedo sobre sus labios, mirando a su alrededor.

El chico, obviamente en un estado de shock, sólo asiente lentamente a Brittany.

Luce bastante cómico, dios bendiga su alma. Dejándome, Brittany se acerca al niño y dice:

—Estoy en una cita con mi chica y no quiero una multitud, ya sabes.

—Ajá —asiente el chico.

—Así que no le digas a nadie que estoy aquí, ¿de acuerdo?

—De a-acuerdo —el chico asiente de nuevo. Suena como si estuviera cayendo en estado de coma.

— ¿Tienes un teléfono con cámara, chico?

—J-Johnny —dice volviendo a la vida un poco, escarbando hasta sacar su teléfono de su bolsillo—. Mi nombre es Johnny —Da a Brittany su teléfono sin pensarlo dos veces.

—Un gran nombre —sonríe Brittany.

—Santana, ¿te importaría? —Brittany se vuelve hacia mí, ofreciendo el teléfono para que lo tome.

—Claro, no hay problema —sonrío.

Tomo el teléfono de Brittany y pongo la cámara. Tomo una foto de Brittany y el niño Johnny, luego le entrego la cámara de nuevo.

—G-gracias —me dice Johnny.

Se vuelve y mira a Brittany de nuevo. Parece que tiene un millón de cosas que quiere decir a Brittany, pero todas están atascadas en su cabeza. Pobre chico.

Conozco la sensación demasiado bien.

—G-gracias por la f-foto —tartamudea.

—Cuando quieras... y recuerda, ni una palabra —Brittany le guiña un ojo, a continuación, toma mi mano y me lleva dentro de la puerta.

—Creo que el pobre chico estaba en un estado de shock —río mientras caminamos hacia el ascensor juntas.

El contratado de Brittany está aquí para acompañarnos en el viaje hacia arriba.

—Creo que tienes razón.

—Esa fue una buena cosa que hiciste allí, cariño —Aprieto su mano.

—Sólo pongo mi granito de arena para la humanidad —La miro perpleja—. Santana, esa foto de él conmigo, le ayudará a ese chico a tener su momento de gloria en su colegio o si no, al menos una chica asediándolo.

— ¿Es eso cierto?

—Sip —Se inclina cerca y susurra en mi oído—: Eso es lo que esperaba hacer contigo en Lumb Falls hace todos aquellos años.

—Oh —digo, mi pulso acelerado mientras los recuerdos inundan mi cerebro, pero esta vez en una luz completamente nueva.

Soltando mi mano, Brittany pasa detrás de mí apoyando su mano en mi trasero, lo ahueca con sus dedos.

—Vamos a tener que volver allí un día y puedes hacerme todas las cosas que me perdí entonces.

Trago saliva. Sexo con Brittany bajo una cascada.

Woww…….es algo que espero hacer pronto con ella.

Antes de que tenga la oportunidad de responder, las puertas del ascensor se abren, y con las piernas tambaleándose en serio, sigo a Brittany al salir y me encuentro en el vestíbulo de un restaurante.

Hay un camarero para saludarnos

—Srita. Pierce, Srta. López. Mi nombre es Adrien y seré su camarero por la noche. Por favor, síganme a su mesa.

Brittany toma mi mano otra vez y seguimos a Adrien a un gran comedor.

Jadeo audiblemente en estado de shock.

El lugar está despejado. Quiero decir despejado. Nada excepto una mesa para dos colocada junto a la ventana y cuando digo ventana, quiero decir que el lugar es cristal de pared a pared en todos lados, así que a donde sea que miro todo lo que puedo ver es París en la noche.

Y adornando alrededor de todo el lugar hay bastantes luces blancas, centelleantes y Jeff Buckley está a mitad de camino cantando Lilac Wine suavemente en el fondo.

Me siento como si hubiera estrado en el cielo y me detengo en seco. Deteniéndose también, Brittany se vuelve hacia mí.

— ¿Contrataste la Torre Eiffel? —Respiro.

—No tengo tanto poder, Santana. Bueno, no creo que lo tenga —Me da una sonrisa descarada, pasando la mano por el pelo—. Solo contraté el restaurante por la noche, ya sabes —Se encoge de hombros como si esto fuera algo cotidiano, restándose importancia a sí misma como siempre.

Mi corazón está golpeando torpemente alrededor de mi pecho.

—Brittany, esto es... —Estoy luchando por las palabras—. ¿Cómo te las arreglas para conseguir esto? —pregunto, sintiéndome sin aliento.

—Kurt. Puede ser muy persuasivo cuando quiere serlo. Especialmente con mi dinero de su lado —Apoya sus manos sobre mis hombros, pasando los dedos en mí cabello—. ¿Te gusta?

—Mmm, sólo un poco —muerdo mi sonrisa.

Lilac Wine termina y Hallelujah comienza en voz baja con cadencia en el aire.

— ¿Estás lista para sentarte? —Brittany señala con la cabeza en dirección de nuestra mesa, en la que Adrien está a la espera.

Niego.

—Baila conmigo.

Sonríe y se ilumina toda su cara. Brittany se vuelve a Adrien.

—Danos cinco minutos.

—Siete —digo, sabiendo que la canción dura casi todo ese tiempo.

—Siete —corrige Brittany.

Adrien asiente y desaparece fuera a través de la puerta a su derecha.

Brittany toma mi mano en la suya, poniendo su brazo alrededor de mi cintura, me acerca. Coloco mi mano contra su pecho, mientras ella comienza a movernos, bailando juntas.

—Sí que vas a tener sexo esta noche —digo mirando sus ojos azules.

—Te voy a tomar la palabra —Hay una intensidad en su mirada que me hace temblar de la cabeza a los dedos de los pies.

—Hazlo —susurro mientras descanso mi cabeza en su hombro.

Puedo oír su corazón latiendo a través de su pecho, su calor acariciándome, su especial aroma de Brittany calmándome y sé inequívocamente que este es mi momento más feliz con ella hasta ahora y sé que hay muchos más por venir.

—Te amo —murmuro en voz baja.

—Yo también bebé y lo haré, siempre —susurra besando mi pelo.

Y nos quedamos aquí bailando por mucho más tiempo que los siete minutos, con Jeff Buckley y las luces de París como nuestra única compañía.











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¿Qué les parece hasta ahora la historia?..........para que no me consideren malvada jejejeje, voy a ponerles un par de adelantos de lo que se viene en la siguiente actualización…….








Breves adelantos – caps. 24, 25 & 26






—Esto no es lo mismo que entonces. Ya no tenemos catorce años. No vamos a perdernos la una a la otra. Soy tuya y tú eres mía y eso nunca va a cambiar —Sostengo mi brazalete de amistad hacia ella como prueba de eso—. Solo voy a trabajar por poco tiempo y luego estaremos juntas cuando vuele de regreso en una semana. Sólo me estás pidiendo que me vaya a vivir contigo en un impulso, por la manera como te sientes en este momento acerca de estar alejada de mí.

Britt sostiene mi brazo y besa el brazalete de la amistad.

—No, no lo hago. Quiero vivir contigo porque estoy enamorada de ti. Quiero compartir mi vida contigo. ¿Sólo dime que al menos lo pensarás?
*****
Me despierto con el sonido de Adele sonando, me lleva un minuto para orientarme. Estoy en mi casa. En mi propia cama. Entorno los ojos al reloj. Son las 4:00 am. Agarrando el teléfono de la mesita de noche, veo que es Brittany.

—Bebé, te echo de menos también, pero son las 4:00 am.

—Santana.

Al instante sé que algo no va bien por el sonido de su voz rota.

— ¿Brittany, qué pasa? —Me siento en la cama, consternada, siento mi estómago atado en miles de nudos.
******
Hay una pausa entre nosotras antes de que Brittany hable otra vez.

—Te necesito, Santana —Podía escuchar su respiración entrecortada en la línea.

—Aquí estoy. Estoy aquí siempre para ti.

—Ya sé que es tarde allí, ¿pero te quedarás conmigo al teléfono?

—Por supuesto que lo haré. ¿Así que de qué quieres hablar?
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Brittany levanta las manos a mi cara, apartando mi pelo detrás de mi oreja, me besa suavemente en los labios y murmura:

—Santana, lo eres todo para mí, ¿lo sabes, verdad? —Asiento, confundida sin saber a dónde quiere llegar al decir esto.

Toma mi mentón entre su pulgar y su dedo índice.

—Sólo.... no me dejes nunca. No importa lo que pase... nunca me dejes — Trago saliva. Me inspira preocupación con estas palabras.
******
— ¿Me llevas a Lumb Falls?

—Sí —Le vuelvo a mirar fugazmente, formándose una sonrisa en la mía. Brittany extiende su mano y la pone sobre mi muslo.

— ¿Vas a dejar que te haga cosas calientes mientras estemos ahí?

—Bueno, de hecho estaba planeando hacerte cosas calientes a ti —Me muerdo el labio, volviendo a mirarle rápidamente.

— ¿Ya te he dicho lo mucho que te quiero? —desliza más arriba su mano sobre mi muslo, sus dedos subiendo un poco mi vestido.
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Es la primera vez que Brittany me habla tan claramente sobre lo que sucedió aquella noche. Sabía algunas cosas, pero no sabía que Paul intentó violar a Susan. Mi familia eludió contarme esa parte, por razones obvias.

Por lo que les hizo a Brittany y Susan, Paul fue a prisión. Le dieron ocho años. Ocho miserables años. Ya lo sé, ¿ridículo, verdad? Tiras a tu hija por la escalera y casi la matas, golpeas y casi violas a tu mujer y aquí no pasa nada, te damos ocho años en la más elegante instalación penitenciaria con la oportunidad de una pronta libertad condicional.
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No había manera de detener la historia, aunque Brittany y Kurt lo intentaron. Así que nos fuimos de Chicago esa noche y volamos a LA, a la casa de Brittany. Mi primera estadía en su casa, mi nueva casa, no era como exactamente me la hubiera imaginado. Brittany estaba tensa y estresada. Yo estaba sola la mayor parte del tiempo. Cuando la historia llegó a los medios, la perdí. Britt se volvió introvertida. Tenía la esperanza de que las cosas mejoraran cuando la gira comenzara. Una vez que tuviera que enfocarse en su trabajo. Pero no lo hicieron; se puso peor. Continuaba desapareciendo por su cuenta y en ocasiones, sin Finn.

Cuando le preguntaba dónde había estado, sólo decía que estaba aclarando su mente. Básicamente, ella estaba usando drogas otra vez. Brittany se distanció de mí. De todos. Sólo hablaba para gritar órdenes a las personas de la gira. Y el único momento que la veía parecerse algo cercano a la Brittany que conozco era cuando cantaba en el escenario. Pero en el minuto que dejaba la tarima, volvía a ser la misma persona extraña que veía últimamente.
******
Odio cuando se pone así de arrogante. Amo a la Brittany sexy arrogante. No a la Brittany «soy la reina del mundo de usuarios de drogas».

—Y, ¿por qué todo esto?... espera, ¿era una especie de prueba? La historia ya está enterrada, ¿o no? —Cierro las manos haciendo puños a cada lado de mí—. ¿Por qué simplemente no puedes hablar conmigo sobre esto en vez de hacer un teatro de ello?

Su rostro vuelve a tener coraje.

— ¿Cómo diablos piensas que me sentí cuando vi esas fotos, Santana? —Señala con un dedo en dirección a las fotos—. ¡Y luego te pones de parte de ella como sabía qué harías!
********
— ¿En serio? —me grita. Su nivel de coraje me hace saltar de frío—. Porque honestamente no creo que tengas una jodida idea. ¿Qué haces tú? ¡Escribir una estúpida columnita en una revista de mierda! ¿Yo? Estoy a cargo de un importante sello disquero y una banda, cuido de todos los demás, mientras estoy de gira; así que sabes qué, ¡no creo que tengas una mierda de idea sobre la clase de presión en la que estoy!

Me siento desalentada. Sé que no es Britt quien habla, pero eso no hace que duela menos.

—Gracias Brittany. Es bueno saber cómo me veo frente a tus ojos.

Hola……….buenos días a todas/os……….su apoyo a este fic me enorgullece y anima a continuar con esta historia….. y bueno, sé que con los capítulos de hoy querrán que actualice lo antes posible……….se que con estos capítulos van a querer torturar a Britt jejejeje….la calma reaparecerá en el capítulo 30





Confirmo que dadas mis obligaciones universitarias, personales y otras, el ritmo de actualización será de 2 veces por semana, es decir: los días LUNES (3 capítulos) y JUEVES (3 capítulos)….así que podrán observar que como ofrecí en la primera actualización cumpliré con la publicación de 6 capítulos por semana jejejejeje





Insisto, el episodio final de la serie fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..








*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:







http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)






http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)







http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)








*Próxima actualización: día JUEVES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)






Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.







Y la canción del día es……….


















https://www.youtube.com/watch?v=ElXiiI6xYNg




NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “The Mighty Storm” y es de autoría de Samantha Towle (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).








Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Los Ángeles fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Lima-Ohio, Nueva York, Los Ángeles (en pequeñas ocasiones Chicago) (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.











Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + 31 capítulos (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de Brittany, en el caso de esta adaptación); el segundo libro se compone de: sinopsis + 25 capítulos + epílogo. Esta historia es narrada desde el punto de vista de Santana (en el caso de esta adaptación) casi al 100%.......aunque en el capítulo 31 del primer libro y algunos capítulos de segundo libro podremos observar también el punto de vista de Brittany sobre algunos sucesos importantes que hacen a la historia………Espero disfruten de esta historia










Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.








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Capítulo 24

Entro en mi casa, arrastrando la pesada maleta detrás de mí. Rachel está en el trabajo. Ella llegó a casa varios días antes que yo. Su trabajo es un poco más estricto en los días festivos que el mío; supongo que esa es la parte más increíble de tener un jefe que también es uno de mis mejores amigos. No podía soportar dejar a Brittany y ella no estaba interesada en dejarme ir tampoco. Sacando el teléfono de mi bolsillo, me quedo viendo su último mensaje, el que había recibido en el momento en que estaba sentada en el asiento de Primera Clase del avión que me traía a casa:

«Sólo piénsalo por favor. Te amo demasiado. Te quiero en mi vida, permanentemente. Quiero despertar cada día contigo a mi lado.»

—No te vayas —susurra Brittany, sosteniendo mi cara en sus manos.

—Tengo que hacerlo. Tengo trabajo que hacer en la revista y tú tienes que hacer la promoción para la gira… y estoy segura que necesitas ir a la oficina para revisar la etiqueta, bebé, es sólo por una semana y después volveremos a estar juntas —Añado viendo sus ojos tristes.

—Son ciento sesenta y ocho horas sin ti —suspira Britt.

— ¿Acabas de sumar eso en tu cabeza?

Ella asiente.

—Sabelotodo.

—Deja de cambiar el tema.

Poso mis dedos en su rostro.

—No será por mucho tiempo y luego volveremos a estar juntas.

—No me refiero a eso.

Se siente como si fuera a ser para siempre, especialmente cuando Britt se viene abajo en horas así. Pero habíamos estado mucho tiempo en los bolsillos de la otra… demasiado, últimamente, y no quiero que Brittany se aburra conmigo. La distancia le hará extrañarme, haciéndola desearme más. O haciéndola sentir sola e ir en busca de confort en otro lugar. Rápidamente bloqueo ese pensamiento de mi estúpido lado irracional. Un tiempo fuera será bueno para nosotras. Brittany me mira a los ojos, sus ojos azules acariciando mi alma, puedo sentirme titubear y debilitarme a su petición.

¡No! Sé fuerte, Santana. Es solo una semana.

No, son solo ciento sesenta y ocho horas…

—Te extrañaré bebé —digo forzándome a sonar fuerte—. Muchísimo, pero ambas tenemos que trabajar —Me pongo de puntillas y beso sus labios.

—Múdate conmigo.

¡¿Qué?!

— ¿Qué? —me alejo de su rostro, apoyándome en mis inestables tacones, buscando su expresión.

—He pasado el suficiente tiempo sin ti en mi vida, Santana, y no lo haré de nuevo. Ven y vive conmigo en L.A… ven a vivir conmigo.

Recorro mi dedo sobre la pantalla de mi teléfono, mirando su mensaje otra vez.

— ¡Brittany, esto es una locura! ¡No podemos irnos a vivir juntas!

—No, lo que es una locura es que estoy parada en un aeropuerto diciéndote adiós otra vez.

—Esto no es lo mismo que entonces. Ya no tenemos catorce años. No vamos a perdernos la una a la otra. Soy tuya y tú eres mía y eso nunca va a cambiar —Sostengo mi brazalete de amistad hacia ella como prueba de eso—. Solo voy a trabajar por poco tiempo y luego estaremos juntas cuando vuele de regreso en una semana. Sólo me estás pidiendo que me vaya a vivir contigo en un impulso, por la manera como te sientes en este momento acerca de estar alejada de mí.

Britt sostiene mi brazo y besa el brazalete de la amistad.

—No, no lo hago. Quiero vivir contigo porque estoy enamorada de ti. Quiero compartir mi vida contigo. ¿Sólo dime que al menos lo pensarás?

Cierro los ojos por un momento.

—Lo pensaré...

Sus manos se mueven alrededor de mi cuello y después me está besando profundamente.

—No te arrepentirás —murmura.

—Aún no he dicho que sí —levanto la ceja.

—No. Pero lo estoy esperando… Sé que te es difícil decirme que no.






Arrastrando la maleta hacia mi habitación, la dejo caer al suelo y me siento en la orilla de la cama en silencio por un momento. La última vez que estuve aquí, estaba aquí con Alice. Todo ha cambiado desde entonces. Siento una repentina e inesperada lagrima salir de mis ojos. Lastimé a Alice horriblemente y ya nunca podré deshacerla o arreglarla. Es difícil, sentir felicidad al nivel que lo hago con Brittany, cuando sé que se produjo con el dolor de Alice. Era más fácil bloquear todo cuando aún estaba en París con Brittany, pero sentada aquí ahora, rodeada por los recuerdos de Alice y el tiempo que pasamos juntas, lo hace todo más real.

Y duele que lo haya lastimado tan terriblemente. Quise a Alice, aún lo hago, pero no como amo a Britt. Sentimientos así no desaparecen de la noche a la mañana. Sólo deseo que hubiera alguna manera de decirle lo sinceramente arrepentida que estoy. Nunca podría cambiar la elección de vivir con Brittany, sólo desearía haber tenido la precaución de hacerlo de la manera correcta. Pero entonces… ¿hay alguna manera fácil de romper el corazón de la persona con la que tienes una relación, para dejarla por tu alma gemela?

Con un suspiro, empiezo a desempacar mi maleta y me pongo a hacer la colada. Odio lavar la ropa, pero esto ayuda a mantener mi mente ocupada de tristes pensamientos sobre Alice, y pensamientos miedosos acerca de irme a vivir con Brittany, hasta que Rachel llegue a casa del trabajo. Está llena de trabajo por lo cual llegará tarde, pero traerá pizza con ella y nos sentaremos en la sala comiendo y bebiendo vino.

Rachel me contó todo acerca de Quinn y qué ha estado pasando con ellas desde que regresó a casa de París. Por como sonaban las cosas, la ausencia definitivamente hace crecer el cariño en su caso. Está totalmente enamorada y estoy tan feliz por ella. Pero me está haciendo extrañar a Brittany aún más, solo escuchándola hablar de cómo extraña a Quinn.

He estado lejos de Brittany solo por medio día y ya está doliendo demasiado, así que durar una semana realmente no se siente físicamente posible por el momento. Siento como si me faltara una de mis extremidades. Pero voy a hacer mi mejor esfuerzo para aguantar el mayor tiempo que pueda, porque es saludable para nosotras tener un tiempo separadas.

— ¿Así que, como fue dejar a Brittany? —pregunta Rachel, levantando su copa de vino y tomando un sorbo.

—Horrible-Duro-Lloroso.

— ¿Sin embargo, la verás en una semana?

—Sí —asiento. Tomo un sorbo de mi propio vino, luego bajo la copa y tomo un suspiro profundo—. Brittany me ha pedido que me vaya a vivir ella.

Ella balbucea en su vino.

— ¿En serio?

—En serio. Me pidió que me fuera a Los Angeles a vivir con ella.

— ¡Wow! —dice—. Entonces… ¿lo vas a hacer?

—No lo sé —me encojo de hombros—. Es mucho lo que tengo que pensar. Me encanta vivir aquí contigo. Me encanta trabajar en la revista. Me encanta Holly. Mis amigos están aquí en mi ciudad natal. Sólo que no sé.

— ¿La amas?

La miro a los ojos.

—Como a nadie, siempre lo he hecho.

—Entonces ahí tienes tu respuesta —dice suavemente.

Paso mis manos por el cabello, tratando de componer una respuesta coherente, pero no aparece nada, excepto que ella tiene razón.

Adele empieza a sonar sobre la mesa del café. Una mirada rápida a mi teléfono me dice que es Brittany. No había oído de ella en todo el día, mientras Britt estaba en su vuelo de regreso a Los Ángeles, debía de haber aterrizado ya.

—Estaba por llamar a Quinn de todas maneras —sonríe Rachel, poniéndose de pie—. Saluda a Brittany por mí.

—Hola bebé —murmuro contestando.

—Ven a L.A. ahora. Por favor, mandare el jet para ti.

—Un simple «te echo de menos, Santana» habría servido —Empiezo a masticar mi uña del pulgar.

—Te echo de menos, Santanae. Demasiado. ¿Puedes ahora venir a L.A.? Me voy a volver loca aquí sin ti.

—Han sido solo, ¿qué? ¿Trece horas? —Yo no le iba a admitir que también me iba a volver loca sin ella.

—Doce, ¿y tú no me estás echando de menos? —su voz atada con dolor.

—Lo hago. Como nunca sabrás. Peor que cuando éramos niñas.

— ¿Entonces por qué nos estamos haciendo esto?

—Porque es saludable pasar un tiempo separadas.

—Eso es tonto. Santana… bebé, por favor, te echo mucho de menos. No puedo siquiera empezar a explicarlo. Odio el no estar en este momento contigo —suspira—. Bien, ya está —suena repentinamente alerta—. Voy cancelar la cosa de la gira. Si tú no vienes a mí, entonces yo voy a ti.

— ¡No puedes hacer eso! —exclamo, pero me encanta que lo quiera hacer.

—Soy la jefa. Puedo hacer lo que quiera.

—Brittany, la gira es importante para ti y los chicos.

—Puck y Quinn pueden hacer las relaciones públicas, lo que quiere decir que puedo estar con mi chica hasta que la gira empiece de nuevo.

—Estás diciendo locuras —me río.

—La única cosa loca que he hecho es haberte dejado ir antes, en el aeropuerto. Desperdicié doce años sin ti, Santana. No más. Si tú no vienes a Los Ángeles entonces yo iré a ti.

Deslizo la punta de mi dedo por una ranura de la mesita del café.

—Yo nunca dije que no iría a Los Angeles.

Se hace un silencio en la línea. Puedo escuchar su respiración entrecortada.

— ¿Vendrás a vivir conmigo? —su voz suave y tentativa. Respiro profundamente.

—Sí.

—Nena, no tienes idea de lo feliz que acabas de hacerme o cómo de feliz voy a hacerte —puedo prácticamente sentir su sonrisa en la línea.

—Brittany, ya me haces feliz. Todo lo que necesito es a ti. Te tengo, soy la mujer más feliz sobre la tierra.

— ¿Cuándo vas a venir?

—Dame esta semana para arreglar las cosas aquí y entonces seré toda tuya, para siempre. Sólo necesito ver cómo trabajar las cosas con Holly. Calcular las cosas con Rachel y decirles a mis amigos, por supuesto.

— ¿Tu papá va a darme una tunda por alejarte de él, no es cierto?

—Yo diría que es bastante probable —me río.

—Tomaré la tunda si eso significa que te voy a tener conmigo… así que sólo tengo que pasar esta semana alejada de ti, entonces tú serás mía, ¿para siempre?

—Sí.

—Bueno, puedo vivir con eso… sola —añade.

Pasamos las siguientes horas en el teléfono haciendo planes, diciendo tonterías como Brittany y yo lo hacemos y a mí eso me encanta. Finalmente cuelgo el teléfono, con mucha renuencia, pero necesito dormir ya que el jetlag finalmente se desquitó conmigo. Me voy a la cama, pensando en cómo voy a renunciar a mi trabajo y mudarme a Los Angeles y también de que tengo que encontrar un trabajo una vez que esté ahí. No voy a vivir a costa de Brittany. Tengo algunos ahorros que deberían sostenerme hasta que me haga con un trabajo. Me pregunto si Holly tendrá algún contacto de la revista ahí. Brittany los tendrá, pero no voy a tener su influencia para conseguir un trabajo. Quiero hacerlo por mí misma.

Y me quedo dormida pensando en Brittany y en todas las cosas maravillosas que tendremos juntas por delante. La vida no podía ser mejor de como es en este momento.




Me despierto con el sonido de Adele sonando, me lleva un minuto para orientarme. Estoy en mi casa. En mi propia cama. Entorno los ojos al reloj. Son las 4:00 am. Agarrando el teléfono de la mesita de noche, veo que es Brittany.

—Bebé, te echo de menos también, pero son las 4:00 am.

—Santana.

Al instante sé que algo no va bien por el sonido de su voz rota.

— ¿Brittany, qué pasa? —Me siento en la cama, consternada, siento mi estómago atado en miles de nudos.

—Santana, es… mi padre… está muerto.

Mi corazón se detiene.

— ¿Paul? —pregunto, aclarando que no se trataba de su padrastro Dale.

—Sí.

Brittany no había visto a su padre desde que tenía nueve años hasta donde sabía. Y su historia… bueno es complicada, difícil y ahora estoy insegura de qué camino va a tomar con esto.

¿Tristeza o alivio?

—Mi amor, lo siento —digo tentativamente.

—Está bien, digo, está muerto y no lo había visto desde… bueno, ya sabes…

—Lo sé —respiro—. Iré contigo ahora. Tomaré el próximo vuelo a Los Ángeles—. Empiezo a levantarme de la cama.

—No, está bien. Estoy bien. Tengo que llegar a tiempo, para su funeral.

— ¿Vas a ir?

—Era mi padre, Santana —su tono es agudo.

—Lo sé. Lo siento. No quise decirlo…

—No, lo siento —se retracta—. Mi cabeza está un poco confundida en este momento —suspira—. Te necesito, Santana

—Ojalá estuviera contigo. Siento no estarlo —Me castigo a mí misma por toda la cosa del tiempo fuera.

— ¿Cuándo vendrás? —pregunto.

—He alquilado un avión para el vuelo de la media noche. Estaré allí temprano.

— ¿Dónde se va a celebrar el funeral? —No tengo ni idea de dónde había estado el padre de Brittany por los últimos diecisiete años.

—En Chicago. En dos días. Lo estoy arreglando todo. No hay nadie para hacerlo.

—Déjamelo a mí. Tú no quieres estar haciéndolo, Britt.

—Está bien. Me refiero a que Kurt está ayudando.

—Yo quiero ayudar.

—Está bien… Mmm… habla con Kurt y ves lo que necesita.

—Lo haré… ¿entonces me reúno contigo?

—No, yo iré a buscarte. Necesito verte… y el funeral no es hasta el viernes, ¿está bien si me quedo contigo en tu casa? Yo solo…

—Brittany, no necesitas siquiera preguntar, te quiero aquí. ¿Y al funeral, quieres que te acompañe?

No quería suponer que ella me quisiera ahí. No quería suponer nada en este momento.

—No puedo hacerlo sin ti.

—Entonces ahí estaré. Somos tú y yo ahora Brittany. ¿Y qué tal tú mamá?
¿Vendrá ella al funeral?

—No —su tono es cortante.

Es entendible porqué Susan no quiere ir. Pero pensé que lo haría para apoyar a Brittany.

—Está bien —digo, insegura de qué decir en este momento.

Hay una pausa entre nosotras antes de que Brittany hable otra vez.

—Te necesito, Santana —Podía escuchar su respiración entrecortada en la línea.

—Aquí estoy. Estoy aquí siempre para ti.

—Ya sé que es tarde allí, ¿pero te quedarás conmigo al teléfono?

—Por supuesto que lo haré. ¿Así que de qué quieres hablar?

—De ti y de mí, de nuestro futuro. De lo que vamos a hacer juntas.

—Quieres decir que quieres que hable acerca de la casa que vamos a construir en una isla en las Malvinas y que nos pertenezca solo a nosotras, y vamos a vivir de la tierra como un par de náufragos.

—Te amo, Santana López.

—Y yo te amo, Brittany S. Pierce.

—Dime más acerca de esta isla.

Y lo hago. Me quedo al teléfono con Brittany hasta que sale el sol y es tiempo para ella de tomar el vuelo a Lima, Ohio y luego a Chicago. Me ducho, me visto, tomo un poco de desayuno y después me dirijo hacia el trabajo tomando el metro. Estoy cansada. Había dormido poco, pero no podría dormir en ese momento si lo hubiera intentado, estaba demasiado preocupada por Brittany.




Holly me sonríe brillantemente cuando llamo a su puerta abierta, luego veo cómo su cara cae cuando ve la mía.

— ¿Cuál es el problema, querida? —me pregunta preocupada, saliendo de su silla y viniendo hacia mí.

—El padre de Brittany murió —Mi voz tambalea y sé que me pondré a llorar en cualquier minuto. No estoy molesta de que Paul muriera, no del todo. Estoy molesta porque Brittany lo está. Le duele, a mí me duele.

—Oh, dulzura —Pone sus brazos sobre mis brazos, mirando hacia mi cara—. ¿Cómo lo está llevando Brittany?

Me encojo de hombros.

—Ella no había visto a su padre desde hace mucho tiempo. Ellos tenían una… relación difícil… pero honestamente, creo que le pegó bastante duro.

—Ven, vamos a sentarnos —Ella me guía hacia el pequeño sofá en su oficina.

—Siento realmente hacerte esto otra vez, Holly… pero necesito tomarme un tiempo libre para estar con Brittany. Ella está volando el día de hoy y el funeral es en Chicago el viernes. Por supuesto trabajaré desde casa y me pondré al día con lo que sea que me pidas antes de irme a recorrer Estados Unidos para el resto de la gira.

—Está bien, Santana —Ella toma mi mano palmeándola con su otra mano—. Todo está listo aquí con tu columna. Lo importante en este momento es Brittany y asegurarse de que esté bien. Podemos preocuparnos de la biografía y todo lo demás después.

Sentí cómo el peso se levantaba de mis hombros.

— ¿Te he dicho últimamente lo maravillosa que eres? —Podía sentir las lágrimas formándose en mis ojos.

—Ha pasado un tiempo —Ella mi guiña el ojo.

—Bueno pues lo eres y te quiero mucho, mucho —Envuelvo mis brazos a su alrededor, abrazándola.

Las lágrimas empiezan a correr de mis ojos. ¿Cómo voy a arreglármelas sin ella y Rachel cuando me mude a Los Ángeles? ¿Y mamá y papá por la misma razón? No puedo ni siquiera decirle a Holly acerca de mudarme en ese momento. Lo haré pronto, dejar caer esto sobre ella es más que suficiente por ahora, creo.

—Oh, mi querida niña no llores —dice escuchando mis sollozos, ella me abraza más fuerte.

Gracias a dios llevo rímel a prueba de agua el día de hoy. Subconscientemente tuve que haber sabido que iba llorar mucho hoy. Soltándome, tomo un pañuelo de mi bolso y seco mis ojos.

—Lo siento —murmuro.

—No lo sientas. Has tenido un momento emocional últimamente, un montón de cambios en tu vida. Me estaría preocupando si no estuvieras llorando, ¿quieres algo de beber? —pregunta levantándose y caminando hacia su escritorio.

— ¿Café?

—Estaba pensando en algo un poco más fuerte —Su tono de complicidad. Entonces saca una botella de Jim Beam de su escritorio.

—Perfecto —digo con una pequeña sonrisa formándose en mis labios, mientras Holly agarra dos vasos de su estante.


*******


Salí del trabajo más o menos una hora después, habiendo pasado ese tiempo en la oficina de Holly hablando y bebiendo whisky. Me sentí un poco más ligera después de la conversación y un poco más ligera después del trago, ahora estoy más que lista para ver a Brittany.

Ocho horas para irme.

Mientras empujo las puertas de cristal de mi edificio, el aire frío golpea mi piel y la ligereza, amablemente proporcionada por Jim Beam desafortunadamente comenzaba a disiparse. Girando hacia la derecha, me dirijo hacia la estación del metro para ir a casa.

— ¿Santana?

Deteniéndome, me doy la vuelta para ver a Alice de pie a unos veinte metros de distancia. Viste unos jeans azules, una camisa blanca y una chaqueta negra de piel. Se ve como si no hubiera descansado en un tiempo, y podía ver el moretón alrededor de su ojos que le quedó de su pelea con Brittany. Odio que hayan peleado por mí.

Se ve diferente, pero sigue igual de guapa. Sólo Alice… La Alice que amé…. Siento haberla lastimado. La intensidad me sorprende.

— ¿Alice? ¿Qué… que estás haciendo aquí? —Trato de recuperarme de la sorpresa de verla justo aquí en la calle.

—Lo siento, yo solo… —ella da un paso hacia adelante.

— ¿Me has seguido? —le pregunto.

Eso sonó bastante vanidoso. Quisiera poder retirarlo.

—No —contesta suavemente—. Aparecí por el trabajo para dejar algo, y te vi yendo hacia tu edificio. Yo solo… quería hablar contigo, así que caminé por ahí y esperé —Empuja sus manos más profundo en los bolsillos—. Te llamé… dejé mensajes pero nunca regresaste las llamadas.

—Lo siento —Abrazo mi bolso a mi lado—. Creí que no era buena idea hablar entonces, tú estabas enojada… con razón y yo no quería empeorar más las cosas para ti.

— ¿Cómo estás? —Ella da otro paso más más cerca.

—Estoy bien —Meto mi cabello nerviosamente detrás de mí oído—. ¿Cómo estás tú?

—Oh, ya sabes —Ella se encoge de hombros y pasa su mano por su hermoso cabello. Se ve todo revuelto.

Sus ojos se encuentran con los míos. Se ve nerviosa y triste. Mi corazón duele de verla ahí parada delante de mí mirándome de esa manera. Esto es lo que le había hecho.

— ¿Tienes tiempo para tomar un café? —pregunta.

—Umm…

—Digo, si estás muy ocupada, lo entiendo.

—No estoy demasiado ocupada. Por supuesto que tomaré un café contigo. —Sonrío.

Ella sonríe también, es agradable verla.

— ¿Podemos ir a Callo’s? —pregunta.

—Sí, vamos.

Caminamos juntas en un relativo silencio durante la caminata de cinco minutos hacia Callo’s. Cuando llegamos, Alice abre la puerta para mí. Camino dentro de la Cafetería, el aroma del café me golpea directamente y los recuerdos… demasiados recuerdos. Este era nuestro lugar. Nosotros siempre comíamos juntas aquí. Es triste estar aquí con ella ahora, así, separadas. Creo que nunca pensé que habría un día que yo estuviera sin Alice. Como es temprano, Callo’s está vacío, solo Alice y yo, así que tomamos una pequeña mesa junto a la ventana y ordenamos dos lattes.

— ¿No trabajaste el día de hoy? —pregunto en un vano intento de una pequeña conversación, mientras esperábamos nuestras bebidas.

—No —Mueve la cabeza—. Me tomé un tiempo de descanso después de volver de París, ya sabes.

Me muerdo el labio. Podía sentir las lágrimas formándose en mis ojos, pero no quería llorar frente a ella. No merezco el derecho a llorar. Enlazo mis dedos sobre la mesa, tomando un profundo respiro, digo:

—Los siento mucho, Alice. Por todo. Por el dolor que te he causado.

Ella me mira a los ojos y todo lo que puedo ver en ellos es dolor. Y no puedo evitar la lágrima que escapa de mi ojo. Rápido la detengo de caer.

—Santana, ese día… cuando te empujé lejos en el pasillo y tu caíste... ¿No te lastime verdad? —Ella suena atormentada.

Después de todo lo que le había hecho, aún seguía importándole si me había lastimado o no. Eso hace que mi corazón duela aún más. Otra lágrima cae.

—No, por supuesto que no lo hiciste —negué.

—Vi los periódicos —pronuncia en voz baja—. Tú… y Brittany.

Cierro los ojos por un momento.

— ¿Eres feliz? —pregunta ella.

—Sí… y no. No estoy feliz por lo que te he hecho. Lo siento mucho, Alice — Las lágrimas corren libremente de mis ojos ahora y no me importa quién las vea.

Puedo ver los ojos de Alice brillando, pero ella las retiene.

—Me odio a mí misma por lo que te hice —Me seco las lágrimas que gotean de mi barbilla con el dorso de la mano.

—Yo no te odio, Santana. Quisiera, pero no puedo… te amo demasiado.

Me muerdo mi labio tembloroso. Nunca la merecí. Y ciertamente no la merezco ahora. Ella toma un respiro profundo.

—Si te dijera que nada de eso importa, lo que sucedió con Brittany, que yo todavía te quiero independientemente de todo eso —se detiene, presionando sus labios, antes de terminar—. ¿Considerarías… regresar conmigo?

Estoy destrozada en estos momentos, estando lejos de Alice, es fácil olvidar cuánto la ame. Una parte de mí quiere decir que sí, y quitar su dolor y el mío. Pero no puedo. Brittany es mi alma gemela. Mi mejor amiga. Y siempre volvería con mi rubia hermosa, cada vez. Despacio negué.

—Te quiero, Alice. Mucho. Pero… amo más a Brittany. Ella es mi mejor amiga. Lo siento tanto.

Una lágrima sale de su ojo, la cual rápidamente se limpia.

—No sé cómo vivir mi vida sin ti en ella, Santana. Nada tiene sentido en este momento.

Quiero tocarla. Sostenerla. Quiero arreglar esto, pero no sé cómo.

—Te mereces algo mejor que yo —Parpadeo y corren más lágrimas—. Siempre lo hiciste. Tú siempre eras demasiado buena para mí, Alice. Tú te mereces a alguien que nunca, jamás te lastime.

—Pero yo te quiero a ti —dice ella. Una lagrima corre por su mejilla. Y ella no la seca.

Mis labios tiemblan otra vez, lágrimas corren.

—Y una parte de mí te quiere también, pero pertenezco a Brittany. Siempre lo he hecho. Te quise mucho, siempre lo haré, pero… amo más a Brittany —Froto mi nariz con la manga.

En ese momento, el mesero se acerca con nuestros cafés con leche. Agarro algunas servilletas rápidamente limpiando mis lágrimas. El mesero tiene la delicadeza de fingir que no me ve llorando. Una vez que él se retira, Alice atraviesa la mesa y sostiene mis manos, apretándolas. Empiezo a llorar nuevamente.

Nos sentamos así por un buen rato, sin hablar, dejando que nuestros cafés se enfríen, sosteniendo nuestras manos, viendo pasar el mundo a través de la ventana, sólo pasando tiempo juntas. Yo sé que esta es la última vez que veré a Alice y por ahora, solo quiero aferrarme a ella lo más que pueda. Después de lo que pareció una eternidad en un corto tiempo, renuentemente me doy cuenta de que no podemos estar sentadas aquí todo el día juntas. Alice se da cuenta también.

Paga por nuestras bebidas rechazando mi oferta de pagar. Nos paramos fuera de Callo’s, titubeando. No sé cómo decirle adiós. Estoy tan confundida. No quiero dejarla ir habiéndola lastimado tanto, es la cosa más dura que alguna vez hice.

— ¿Vas a tomar el metro para ir a casa? —pregunta ella.

—Sí.

— ¿Quieres que te acompañe a la estación?

Niego.

—Gracias, pero creo de debo irme sola.

Necesitábamos decirnos adiós aquí afuera. En nuestro lugar. Alice mira arriba al letrero de Callo’s.

—No creo que sea capaz de regresar aquí otra vez —suspira.

—Yo tampoco —Ella vuelve a mirarme a los ojos. Y no puedo hacer otra cosa que llorar otra vez. Me muerdo el labio tratando de retener mis lágrimas, pero mirarla aquí, sabiendo que esta es la última vez que voy a verla, está rompiendo mi corazón—. Lo siento —mi labio tiembla.

Sin siquiera pensarlo, Alice me mete en sus brazos, envolviéndome en un fuerte abrazo. Ella se siente como siempre. A calidez, comodidad y seguridad de los dos últimos años de mi vida. Aspiro su aroma, tratando de aferrarme a esto, a ella, lo más que pueda. Sé que soy la causante de esto, pero saberlo no lo hace más fácil. Nunca imaginé que era posible dañar a alguien de esta manera.

—Siempre te amaré, Santana —susurra sobre mi cabello. Escucho cómo su voz se quiebra—. Brittany nunca será lo suficientemente buena para ti. Tú mereces mucho más de lo que ella te puede dar alguna vez.



Entonces me suelta, alejándose con pasos grandes, metiendo las manos en sus bolsillos mientras camina y yo me quedo de pie aquí afuera de Callo’s observándola partir. Observando la mayor parte de los últimos dos años de mi vida, alejándose de mí, a petición mía.

Capítulo 26

-¿Las está usando otra vez, ¿no es así?

Kurt mira tristemente sobre la mesa de la cafetería en la que estamos y asiente una vez.

—Sí, creo que sí.

— ¿Crees o estás seguro?

—Estoy seguro —dice sin vacilar.

Kurt debe de saberlo. Vivió con Brittany la adicción anterior.

—Yo también —suspiro revolviendo mi café, mirando hacia mi taza.

Estamos en Boston y han pasado dos semanas de la parte de la gira de Estados Unidos. Y nuevamente, Brittany está usando drogas. Se ha hecho más evidente en la última semana. Nunca he vivido con una adicta anteriormente, pero las señales son muy claras. No está durmiendo. Sus estados de ánimo varían todo el tiempo. Su temperamento es corto; esta bebiendo más de lo usual. Inquieta. Puedo seguir enumerando.

Después de Lumb Falls, regresamos al hotel, felices y cuando despertamos en la mañana todo era perfecto. Brittany volvió a ser Brittany. Pasamos tiempo con su madre y mis padres. Todos juntos pasamos unos días maravillosos en Chicago. Entonces en una noche todo cambio. Una llamada telefónica cambio todo. Kurt recibió una llamada de la prensa sobre una historia que iba a circular la mañana siguiente. La prensa se había enterado de la muerte de Paul. Investigaron un poco más y encontraron que había estado en prisión y por qué había sido encarcelado.

No había manera de detener la historia, aunque Brittany y Kurt lo intentaron. Así que nos fuimos de Chicago esa noche y volamos a LA, a la casa de Brittany. Mi primera estadía en su casa, mi nueva casa, no era como exactamente me la hubiera imaginado. Brittany estaba tensa y estresada. Yo estaba sola la mayor parte del tiempo. Cuando la historia llegó a los medios, la perdí. Britt se volvió introvertida. Tenía la esperanza de que las cosas mejoraran cuando la gira comenzara. Una vez que tuviera que enfocarse en su trabajo. Pero no lo hicieron; se puso peor. Continuaba desapareciendo por su cuenta y en ocasiones, sin Finn.

Cuando le preguntaba dónde había estado, sólo decía que estaba aclarando su mente. Básicamente, ella estaba usando drogas otra vez. Brittany se distanció de mí. De todos. Sólo hablaba para gritar órdenes a las personas de la gira. Y el único momento que la veía parecerse algo cercano a la Brittany que conozco era cuando cantaba en el escenario. Pero en el minuto que dejaba la tarima, volvía a ser la misma persona extraña que veía últimamente.

Britt retiraba a todos a su alrededor y no tenía idea de qué hacer. Cómo ayudarla. Me siento completamente fuera de ambiente y tan impotente. Impotente al hecho de que la chica que amo se está destruyendo lentamente frente a mis ojos. He considerado llamar a su patrocinador hasta a su consejero en adicción, pero siento que estaría cruzando una línea si lo hago. Me siento perdida. No tienen idea de lo difícil que es tratar de aferrarse alguien cuando ellos no quieren que lo hagas. No quiere hablar conmigo, me evita diciéndome que no hay nada malo. Claramente lo hay.

La historia que salió a la luz de lo que Britt había sufrido a manos de su padre, fue la última gota que colmó el vaso. Podía hacer frente a la muerte de Paul y el resurgimiento de sus viejas memorias y sentimientos, pero que la historia saliera a la luz, era demasiado. Sé que siente que ha sido expuesta al mundo como la chica débil que cree realmente ser. Esto la ha paralizado y la única manera que conoce para lidiar con esta emoción es utilizar drogas para no tener que sentir nada.

El otro lado de esto que no ve, es que deja también de amar. Ella ha dejado de amarme en un nivel fundamental. Todavía está allí, enterrada en un lugar profundo dentro de ella. Pero por ahora, esta Brittany que tengo aquí conmigo, no me ama.

No realmente. No es que no quiera, pero es que no puede. Así que ahora me toca a mí tratar de encontrar la manera de traerla de vuelta. Creo que comenzó a usarla otra vez cuando empezó la gira en Estados Unidos. Lo sabía en un grado pero no quería creerlo. Pero ahora es muy difícil ignorarlo.

Había ido a tomar una ducha esta mañana y cuando salió del baño, la miré y tenía sangre goteando de su nariz.

Ahí es cuando supe lo qué había estado haciendo allí. Le restó importancia al sangrado de la nariz. Dijo que era sólo porque estaba cansada y estresada. Después que limpié el sangrado, fui al baño buscando alguna evidencia de las drogas, pero no pude encontrar nada. Britt es muy hábil ocultando su adicción. Ahora sólo necesito idear la manera de poderla descubrir.

— ¿Qué puedo hacer? —pregunto a Kurt, bajando la cuchara a la mesa.

—Confrontarla.

— ¿Lo negará?

—Absolutamente.

—Luego, ¿qué?

—Seguir tratando. Pero Santana, Britt no reconocerá el problema hasta que esté lista para hacerlo. Necesitas saber eso y estar lista para la repercusión que sin duda vendrá con eso cuando la enfrentes.

Pongo la cabeza en mis manos.

—No puedo creer que de nuevo haya regresado a eso —Levanto mi cabeza—. Esto debe ser terrible para ti, verla hacer esto de nuevo… Me contó lo ocurrido en LA, cuando tú la encontraste —Con mi expresión facial, me refiero al resto de la historia.

—Me alegra que ella te lo haya dicho. Demuestra lo mucho que confía en ti.

— ¿La vas a dejar?

Kurt me mira sorprendido.

—No. ¿Por qué dices eso?

Anudo mis dedos alrededor de la taza de café.

—Porque Brittany dijo que le dijiste en ese momento que si continuaba con eso te irías, y pensé que como de nuevo ella… entonces tal vez te ibas.

No creo que Brittany se las pueda arreglar sin Kurt. Honestamente, yo tampoco me las podría arreglar sin él. He llegado a depender mucho de su amistad en estas últimas semanas. Niega, sonriendo.

—Nunca la dejaría. Me gustan demasiado los beneficios —Pone sus ojos en blanco de forma irónica—. Brittany es como mi familia, igual que ahora lo eres tú, chica —Él se acerca y aprieta mi mano. Mis ojos se llenan de lágrimas—. Era una vacía amenaza.

—Funcionó —le digo secando mis ojos con una servilleta.

—Si, pero Britt también estaba lista en ese momento. Lo sabía al igual que yo.

— ¿Es lo que debo hacer? Amenazarla con dejarla.

Se encoge de hombros. Recostándose en su silla, se saca el cabello de la frente.

—Cualquier cosa vale la pena, pero Brittany se quitará si realmente lo quiere… te ama como a nadie. Veo la unión que tienen, por lo que quizás la amenaza de que la dejes puede moverla a eso. Sé que volver a tenerte en su vida significa todo para ella. Tal vez la idea de perderte de nuevo la obligue hacia la dirección correcta.

—Pero y si… —Hago una pausa, tragando mis palabras, con los ojos hacia abajo, golpeando mis uñas en la mesa—. ¿Y si la amenazó con dejarla y Britt no deja de usarla?

Kurt se inclina hacia delante, acercándose a mí.

—Bueno, cariño, antes de hacer algo debes decidir cuál es la oportunidad que quieres. La posibilidad de perderla. No creo que vayas a perder permanentemente a Brittany, ¿pero temporalmente? Quizá puede ocurrir, si ella todavía no está lista para afrontar el problema.

No quiero perder a Brittany. No en absoluto. Ni por un momento. Pero tampoco quiero esta versión de ella.

—Casi pierdo a mi Brittany en el momento que tuvo su primer éxito —Suspiro levantando mis ojos hacia Kurt—. Si tengo alguna posibilidad de traerla de vuelta, entonces tengo que enfrentar esta versión de ella y partir de ahí, no importa lo que ocurra.

En el momento que regresé a nuestra suite en el Hotel Ritz, supe inmediatamente que algo iba mal. Podía sentir la tensión de Brittany en el aire cuando abrió la puerta.

— ¿Dónde diablos estabas? —me dice al momento que atravieso por la puerta—. ¡¿Ya no contestas tu maldito celular?!

Suspiro por dentro.

Volvemos a lo mismo.

—Hola a ti también —digo.

—No estoy bromeando, Santana.

—Tampoco yo —Le echo una dura mirada mientras paso por su lado.

Saco mi teléfono de mi bolso y veo que tengo diez llamadas perdidas y cinco mensajes de voz.

—Estaba tomando un café con Kurt —digo poniendo mi teléfono de vuelta en mi bolso y dejándola en la mesa.

—Lo llamé a él también y no contestó, ¿por qué no?

—No sé, no leo la mente. ¿Quizá porque estaba conmigo? ¿Quizá porque es su día libre? ¿Por qué no le preguntas? —Me volteo para ver a Brittany dando vueltas por la habitación con ira en su rostro. No sé qué está mal con ella en este momento, pero parece que vamos a tener que manejar lo que sea esto antes de que pueda hablarle sobre las drogas—. Britt, ¿qué ocurre? — pregunto caminando hacia ella.

Estoy usando el acercamiento suave y táctico; es la única manera en este momento. En ocasiones, Brittany puede ser irracional. Una Brittany drogada, siempre es irracional.

—Esto es lo que está mal —Se retira de mí, dejándome en seco, va al escritorio, recoge un sobre y regresa, empujándolo en mi mano.

— ¿Qué es esto? —Miro hacia abajo confundida.

—Abre el estúpido sobre y entonces me puedes contestar la misma pregunta.

La miro perpleja, luego miro el sobre. Está bien, lo que sea la tiene bastante cabreada. Retiro el sello trasero del sobre, busco dentro y pongo mis dedos alrededor de lo que se siente son fotos. Sí, son fotos. Fotos de Alice y mías en Callo’s la última vez que la vi. Una es de Alice y yo sentadas frente una a la otra en una mesa, la siguiente, Alice sujetando mi mano a través de la mesa y la última, una foto de Alice y yo abrazándonos fuera de Callo’s. Miro hacia Brittany.

— ¿De dónde sacaste esto?

— ¿Te estás acostando con ella?

Siento como si me hubiera abofeteado.

—No.

—No te creo.

—Cree lo que quieras, es la verdad —Dejo las fotos en la mesa de la sala junto con el sobre—. ¿Hiciste que me siguieran?

—No. ¿Necesito hacerlo? —La miro—. La prensa las envió —me dice—. Están circulando la historia de que tienes un amorío con tu ex.

Resoplo de la ridiculez de la idea.

— ¿Encuentras algo divertido en esto? —Me mira con ojos vidriosos. Está drogada en este momento y tampoco le hace gracia.

Bueno Brittany, adivina qué, a mí tampoco.

—Yo diría que sí —Pasando mis manos por mí cabello—. La prensa me acusa de tener un amorío con Alice, la chica que fue la perjudicada porque yo tenía un amorío contigo. ¡Eso es absurdo! No podemos dejar que esto pase. Necesitamos decirle la verdad a la prensa y necesito llamar a Alice y advertirle sobre esto.

Saco el teléfono de mi bolso lista para hacer la llamada, pero Brittany se lanza hacia delante y me lo quita de la mano.

— ¡Estas engañándome con ella y la vas a llamar frente a mí! —grita.

—Brittany, no te estoy engañando con Alice. Salvo el hecho de que yo nunca te haría eso, ¿cuándo exactamente podría hacer eso? Estoy contigo todo el tiempo. Y estoy aquí en Estados Unidos y Alice está en Lima, Ohio. En serio, por favor ve el sentido de esto y devuélveme el teléfono —digo sosteniendo mi mano hacia ella.

—Santana, no la vas a llamar.

—Devuélveme mi teléfono.

— ¡No! —grita y tira mi teléfono a través del cuarto y todo lo que hago es mirar cómo se rompe en pedazos contra la pared.

— ¿Te has vuelto loca? —grito agarrándome la cabeza—. ¡Jesucristo, Brittany! ¿Quién es esta versión de ti? ¡Siento que ya no te conozco! —Me dirijo a donde está mi teléfono roto, en cuclillas, recojo los pedazos y los sujeto como si alguien lo pudiera reparar. Permanezco allí por un momento, hago unas cuantas respiraciones profundas antes de hablar—. Cualquiera que sea el asunto que tienes con Alice —digo estando de pie calmada, poniendo los remanentes de mi teléfono destrozado en la mesa, pobre Adele—. Ella no ha hecho nada malo y es justo advertirle que está a punto de ser perseguida por la prensa. Tiene una carrera que proteger. Seguro que puedes entender eso.

Brittany me mira por un largo rato, su pecho sube y baja con dificultad.

—Voy a llamar a mis abogados para que sepulten la historia.

— ¿Puedes hacer eso? —siento un gran alivio.

No quiero que hieran a Alice más de lo que ha estado y si Brittany puede detener todo, mejor.

—Puedo hacer todo lo que yo quiera.

Odio cuando se pone así de arrogante. Amo a la Brittany sexy arrogante. No a la Brittany «soy la reina del mundo de usuarios de drogas».

—Y, ¿por qué todo esto?... espera, ¿era una especie de prueba? La historia ya está enterrada, ¿o no? —Cierro las manos haciendo puños a cada lado de mí—. ¿Por qué simplemente no puedes hablar conmigo sobre esto en vez de hacer un teatro de ello?

Su rostro vuelve a tener coraje.

— ¿Cómo diablos piensas que me sentí cuando vi esas fotos, Santana? —Señala con un dedo en dirección a las fotos—. ¡Y luego te pones de parte de ella como sabía qué harías!

— ¿Ponerme de su parte? ¡No estamos en la escuela! —Me detengo para organizar mis ideas, dándome cuenta de que gritando no lograremos nada—. Brittany, no estoy de parte de Alice —digo con voz calmada—. Sé que debe ser una sorpresa vernos así pero trata de ver las cosas, esas fotos no son lo que tú piensas. Entiendo esta situación que tienes con Alice, pero la tienes que dejar ir y confiar en mí. Ella es la más afectada aquí, no nosotras. — Camino para acercarme a Britt—. Estoy contigo. Siempre estaré contigo. No soy infiel, aunque suene irónico. Solo hice lo que hice a Alice contigo, porque eras tú, Brittany. Porque sé lo que siento por ti; cómo siempre me he sentido por ti. Te he amado toda mi vida. Debes de saber eso. Sí, he manejado todo muy mal, pero te prometo que nunca te voy a herir como herí a Alice.

Sus ojos estudian mi rostro.

—Necesito saber si algo pasó cuando se vieron.

¿Estoy hablando conmigo misma?

—No —Trato de estar calmada, lo estoy, pero estoy luchando en este momento.

—Solo el pensamiento de esa estúpida contigo… —Arrastra sus manos a través de su cabello viéndose angustiada—. ¿Cuándo me ibas a decir que nuevamente estas durmiendo con ella? ¿Alguna vez me lo ibas a decir?

Aparentemente, estoy hablando conmigo misma.

— ¡Argghh! ¡Nunca! —Exploto, finalmente mi cabeza estalla—. ¡Porque no hay nada que decir! Vi a Alice el día que volé a Lima, Ohio después que tu padre murió. Fui a trabajar en la mañana para ver a Holly antes de que fueras a llegar. Cuando salí del edificio, me encontré a Alice afuera. Me había visto ir al trabajo y esperó por mí a que saliera. Sólo quería hablar conmigo. Pensé que era lo menos que podía hacer después de lo que le había hecho. Fuimos a Callo’s para un café. Hablamos; lloré. Tomó mi mano ya que estaba triste porque la había herido. Fue un bonito gesto después de lo que le había hecho. Salimos de Callo’s; me abrazó despidiéndose de mí. Y luego nos fuimos por caminos separados y no he vuelto a saber de ella desde entonces.

Brittany me está mirando, pero es como si estuviese viendo a través de mí. Sus pupilas están anchas y dilatadas; me pregunto si ha oído cada palabra que dije.

—Entonces, ¿por qué no me dijiste que la habías visto ese día? —su voz se oye un poco calmada.

Casi exhalo de alivio ya que finalmente mis palabras se estaban entendiendo y esta conversación parecía estar cerca del final. Lo malo es que tengo que mencionar el asunto de su muy aparente uso de drogas.

—Porque tu padre acababa de morir y sabía que esto te iba a preocupar y estresar. Britt, cuando se trata de Alice no ves las cosas claras. Iba a decírtelo cuando las cosas se calmaran, pero cuando la historia sobre tu padre llegó a la prensa… lo que pasó esa noche y después no ha habido el momento correcto.

Porque nuevamente estas usando drogas. Su rostro se oscurece.

— ¿Así que pensaste seguir mintiéndome como alternativa?

Volvemos de nuevo.

Britt tiene sus altas y bajas como un maldito yo-yo y estoy cansada de esta mierda.

— ¡¿Estas podidamente bromeando?! Ni se te ocurra, Brittany, no me provoques —La señalo disgustada.

— ¿Qué? Yo nunca te he mentido.

—Um, ¿no? Disculpa, ¿pero cuándo fue exactamente que me dijiste que comenzaste a usar drogas de nuevo?

Britt me mira calmada.

—No las estoy usando —Frunce el ceño, luego se frota la nariz.

—Seguro que no. Déjame ver si entiendo —Presiono la punta de mis dedos en la frente—. Para mí no está bien que no mencione algo como tomar un café con Alice, tratar de ayudarte con tus sentimientos en un momento terrible en tu vida, pero está bien contigo romper promesas y mentirme sobre el uso de drogas. Brittany es bueno saber cómo funcionamos —añado sarcásticamente.

—No estoy usando drogas —Nuevamente frunce el ceño y se forma una pequeña arruga entre las cejas.

Me recuesto contra la mesa y cruzo los brazos sobre el pecho.

—Por favor no me insultes. Lo sé.

—Tú no sabes nada porque no las estoy usando.

— ¡No me mientas! —Lloro, mirándola de arriba a abajo mientras me enderezo—. Quiero saber ¿cuándo comenzaste y exactamente qué estás usando?

—Yo no…

— ¡Maldición, no me mientas! —grito—. ¡No soy estúpida!

—Sí, como yo no soy estúpida sobre lo que ha estado pasando a mis espaldas entre Alice y tú.

Me río. Realmente me río de su audacia.

—No trates de regresar el asunto hacia mí porque no va a funcionar. Dime qué estás usando. Si no, voy a salir por esa puerta y no voy regresar nunca —Me aseguro de mantener mi voz estable para hacerle saber que lo digo en serio.

Britt deja escapar un leve suspiro. Dando un paso hacia atrás, se apoya contra la pared y pasa sus manos por su cabello.

—Solo un poco de coca —dice uniformemente, encogiéndose de hombros.

A pesar de que lo sabía, me duele escucharlo. Y siento que se rompe una esquina de mi corazón.

—Oh no, Brittany —Niego desesperadamente—. ¿En qué estabas pensando?

—Lo tengo bajo control.

—Sabes, para ser una chica inteligente y exitosa, a veces eres una completa idiota.

—Santana…

—No Brittany, en serio, esto no está bien. ¿Dónde están? —Mis ojos están revisando la habitación.

— ¿Qué?

— ¡Las drogas, Brittany! ¿Dónde están?

—No hay nada aquí.

— ¡No me mientas!

Comienzo a moverme por la habitación, tirando cojines, sacando cajones, buscando en la habitación como una mujer poseída.

¿Dónde una adicta escondería las drogas? Santana, piensa, piensa.

Entonces recuerdo a Brittany esta mañana en el baño, y choco con algo que había visto en una película. Voy directa al baño de la suite. Brittany camina rápido detrás de mí y ahí es cuando sé que me dirijo al lugar correcto. Le gano y levanto la tapa de la cisterna. Ahí está, sobre la tubería.

Una pequeña bolsa de polvo blanco. Cocaína, supongo. La levanto, sujetándola entre mis dedos y me volteo hacia Britt. Su rostro está pálido. Mi cuerpo está temblando de miedo y coraje. Mayormente coraje. Sostengo la bolsa de cocaína frente a mí.

— ¿Cuánto tiempo?

Britt mira hacia abajo lejos de mí.

— ¿Cuánto tiempo llevas usándola de nuevo? ¿O nunca lo dejaste? ¿Has estado con esta mierda todo el tiempo que hemos estado de nuevo juntas?

Sus ojos encuentran los míos.

—No. Cuando te dije que estaba limpia era cierto.

—Entonces, ¿cuándo?

—Tuve el primer pase en Chicago.

Suspiro.

— ¿El primer concierto de la gira? —mis palabras salen bajas y pequeñas.

A pesar de que había pensado que este era el caso, sigue siendo difícil oírlo.

— ¿Por qué? —tiembla mi voz. Mi garganta está llena de lágrimas. Britt sacude la cabeza, encogiéndose de hombros.

—Solo estaba al borde y… necesitaba algo que me quitara eso para poder continuar con el concierto. Santana, no es la gran cosa.

— ¡¿No es la gran cosa?! ¡¿Estás bromeando?! —protesto.

—No soy una adicta —niega.

— ¿Cuántas veces la has usado desde Chicago?

Se mueve sobre sus pies. Sin mirar a mis ojos, dice:

—Una vez, dos como máximo.

Está mintiendo. El miedo comienza a extenderse sobre mí como una tela de araña.

— ¿Cuántas veces?

Ella suspira y se recuesta contra la pared de azulejos.

— ¿Importa?

—Entonces tomo eso como a diario.

No discute el hecho por lo que obtengo la respuesta; mi sangre se congela. Se ha estado drogando por dos semanas seguidas. Drogada cuando hemos cenado juntas. Visto TV juntas. Cada vez que me ha besado; me ha hecho el amor. Ha tenido esta mierda en su cuerpo y eso lo empaña todo.

Me siento engañada y muy enojada; de repente todo estalla frente a mí.

—Brittany, ¡no lo puedo creer! ¡Me prometiste que nunca volverías a usar esta mierda! ¡Lo prometiste de regreso a Lumb Falls!

—Sí, bueno las cosas cambian —Su voz es fría y baja y no se escucha como la Brittany que conozco. La Brittany que amo.

Las lágrimas llegan a mis ojos. Sintiéndome perdida y a la deriva, bajo mi mano que sostiene la pequeña bolsa de cocaína. Veo los ojos de Brittany siguiéndola como si su vida dependiera de ello.

Decepción y un dolor tan crudo corren a través de mí y siento que me partirán en dos. Estoy perdiendo a la mujer que amo por esta basura que tengo en mi mano. No tengo idea de cómo evitar que suceda.

—Mira no es un gran problema —dice. Su voz ha cambiado otra vez, es gentil, su expresión se ha suavizado—. Sólo uso un poco para ayudarme a pasar el día, eso es todo. Bebé, no hay nada de qué preocuparse.

—No deberías necesitar esta mierda para pasar el día, en lo absoluto — susurro, mi voz se quiebra—. No es correcto, Brittany. Tú lo sabes. Has estado antes ahí.

—No soy una adicta. Esta vez lo tengo bajo control.

—Y eso es exactamente lo que diría una adicta —Muerdo el interior de mi mejilla para no romper a llorar—. Igual que la adicta que se desnudó en el escenario frente a miles de personas… como la adicta que casi se ahoga.

Sus ojos se estrechan; su mandíbula se tensa, puedo ver cómo tiembla bajo su piel. Sé que ella está tratando de controlar su coraje, por ahora.

—Eso era diferente —dice midiendo su voz—. Entonces no estaba en control. Ahora estoy en control y en ese entonces no te tenía, San —Trata de acercarse a mí pero uso mi mano para detenerla.

—Me tienes ahora pero sigues usando esta mierda. Eso no pega, Brittany. No es una buena razón la que tienes. No pienso que esto sea diferente a la última vez, en absoluto. Pienso que terminarás exactamente donde estabas, flotando cabeza abajo muerta en una maldita piscina si continuas con esto —Prácticamente su mirada me rasga. Sé que esto fue cruel pero necesito darle una sacudida para que entre en razón—. Sé que las cosas son difíciles para ti en este momento. Sé que has estado luchando desde que tu padre murió y la historia que salió publicada esa noche, lo que te hizo; sé que estas bajo presión por la gira y…

— ¿En serio? —me grita. Su nivel de coraje me hace saltar de frío—. Porque honestamente no creo que tengas una jodida idea. ¿Qué haces tú? ¡Escribir una estúpida columnita en una revista de mierda! ¿Yo? Estoy a cargo de un importante sello disquero y una banda, cuido de todos los demás, mientras estoy de gira; así que sabes qué, ¡no creo que tengas una mierda de idea sobre la clase de presión en la que estoy!

Me siento desalentada. Sé que no es Britt quien habla, pero eso no hace que duela menos.

—Gracias Brittany. Es bueno saber cómo me veo frente a tus ojos.

La empujo mientras paso, dirigiéndome a la sala. Ella me sigue. Me detengo y volteo.

Sólo me queda una carta por jugar—. Sé que estas luchando, eso está claro, y tu vida está bajo tensión en este momento, pero no puedo manejar lo del uso de drogas.

Por última vez, sostengo la bolsa de mierda en alto.

—Es esto o yo.

— ¿Qué? —Sus ojos se agrandan con incredibilidad.

—Has oído. O vas de nuevo a rehabilitación y te limpias, o me voy. No me quedaré y veré cómo arruinas tu vida otra vez —Mi cuerpo está temblando con el peso de mis palabras.

Todas las emociones desaparecen de su rostro, toma una respiración profunda por la nariz.

— ¿Otra vez? Disculpa, ¿estuviste aquí la última vez?

Cierro los ojos con fuerza y tomo un profundo respiro. Luego los abro.

—No. ¿Y por qué fue eso Brittany? —La miro—. Soy yo o esto —repito levantando la bolsa más alto.

Su mandíbula se tensa, sus ojos se deslizan fuera de foco; luego se estrechan hacia mí con una nueva determinación en ellos.

—No tolero ningún ultimátum.

Un dolor me golpea el pecho. Brittany ha tomado su decisión. Está más perdida de lo que pensaba.

Parpadeo por la agonía, una lágrima sale de mi ojo. La limpio con mi manga; luego le arrojo la bolsa de cocaína. Golpea su pecho y cae al suelo.

—Brittany, que tengas una vida maravillosa con tus drogas.

Giro sobre mis talones, sintiendo salir más lágrimas de que las libero. Brittany me sujeta por detrás, tirándome hacia ella.

—Santana, no, no quiero que te vayas.

— ¡No puedes tenernos a ambas! —le grito en su rostro.

— ¡Deja de actuar como una niña!

Un repentino coraje sale de mi voz y Britt acerca su rostro al mío, sus dedos apretando mi brazo al punto del dolor.

— ¡¿Yo?! ¡Yo no estoy actuando como una niña! —protesto—. Creo que necesitas darte un buen vistazo en el espejo.

Su rostro se contorsiona y por un momento no la reconozco. Ella me libera, empujándome lejos.

—Vete a la mierda. Yo puedo hacer lo que quiera y si quiero meterme coca por la nariz todo el día, lo haré, porque es mi vida. Estaba bien antes de que interfirieras con tu actitud de santa. No te necesité antes y ciertamente no te necesito ahora.

Me apuñaló en un segundo, sus palabras me congelaron los huesos. Y en este momento solo quiero herirla como ella me ha herido a mí.

—Sabes qué Brittany. Estás en lo correcto, tú eres exactamente igual que tu padre.

Ella se ve como si la hubiese golpeado duro. Luego su rostro se suaviza, sus ojos fijos en mí.

—Si eso es lo que sientes. Sabes dónde está la puerta.

Su voz es fría, sin emoción y terriblemente calmada. Esto es su ultimátum. Estoy tan herida y enojada que no puedo ver con claridad en este momento.


—Lo es. No puedo hacer esto contigo. Hemos terminado —Levantando mi barbilla, me giro sobre mis talones, agarro mi bolso y doy un portazo al salir del cuarto de hotel.










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¿Qué les parece hasta ahora la historia?..........para que no me consideren malvada jejejeje, voy a ponerles un par de adelantos de lo que se viene en la siguiente actualización…….




Breves adelantos – caps. 27, 28 & 29



Y ahora, por las últimas cuatro o más horas, no he tenido nada con que mantener mi mente ocupada, por lo que me he visto obligada a pensar en la pelea que tuve con Brittany.

¿Qué voy a hacer?

Estaba muy enojada con ella la noche anterior. Enojada porque se había permitido volver allí. Enojada porque me había mentido acerca del uso de drogas y porque me lo había ocultado. Pero ya no estoy enfadada. Ahora estoy preocupada y muy asustada. Por ella. Por nosotras. Si es que todavía hay un nosotras.

Sólo no sé qué hacer, ¿qué es lo mejor para Brittany?
*****
Por favor que esté sola. Por favor. Puedo perdonar la fiesta y las drogas. Pero todo lo demás, no.

Empujo hacia abajo la manija y abro lentamente la puerta.

El corazón me golpea con fuerza en mi pecho y luego siento mi estómago hundirse.

Y siento cómo mi mundo se viene abajo con todo a mi alrededor, en el instante en que veo a Brittany en la cama con otra mujer.

No puedo ver su rostro, ya que veo un inconfundible pelo rubio, pero sé que es Brittany, puedo reconocerla donde sea.

Por un momento, literalmente no sé qué hacer. Estoy paralizada.

La vida que había previsto con Brittany, pasa ante mis ojos y luego muy lenta y muy dolorosamente sale de mi visión.
******
Y eso es todo lo que puedo ver. Puedo ver sus manos sobre ella, de la misma manera que lo estuvieron con la pelirroja en París.

Tocándola, besándola, estando con ella como estaba conmigo. Diciéndole las cosas que antes estaban reservadas sólo para mí.

Y ahí es cuando el dolor verdadero me golpea en todo su esplendor. No sabía que un dolor como éste existía. Un dolor que lo consume todo y que me está destruyendo. Necesito que deje de tocarme. Necesito que deje de hablar. Sólo quiero que esté lejos de mí. Lejos, muy lejos de mí. No puedo permitir que su cuerpo contaminado esté cerca de mí.

Lo ha destruido todo, para siempre.
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—Santana, acaban de romperte tu amoroso corazón de la peor manera, necesitas tiempo para recuperarte.

Ella quiere decir, públicamente.

Ya es suficientemente malo que el amor de tu vida te rompa el corazón, pero cuando el resto del mundo se alimenta de esa pena, hace que duela todavía un poco más.
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Los detalles de mi vida, la vida que compartí con Brittany y su traición, han estado en todas las noticias expandiéndose para que el mundo las vea.

Mi pena es de consumo público. Y esa es la peor clase de tortura.

No soy una persona pública. Claro que sabía lo que implicaba estar con Brittany, es solo que nunca anticipé esto. Y ahora sé, con absoluta seguridad, que no estoy hecha para la vida que lleva. Su vida le pertenece a todo el mundo. Y no quiero eso para mí misma. Tal vez Kaitlyn Perra me hizo un favor. Porque por lo menos ahora sé en qué consiste la vida con Brittany. Es mejor que salga ahora, pronto, antes de que me involucre demasiado.

Bueno, eso es, de hecho, lo que me estoy diciendo. Mi corazón me está diciendo que ya estoy demasiado involucrada, para empezar.
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— ¿Desde cuándo tienes novio? —Casi puedo escuchar la pausa y la mente de Brittany deduciendo, sé lo que va a venir—. ¿Está Santana en el teléfono?

Mi corazón se detiene en mi pecho.

—No —le contesta Kurt—. Tengo que irme amor, mi jefa controladora no me deja… ¡Dios, Brittany! ¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!

Oigo el forcejeo y la voz de Kurt perderse, mientras Brittany le arranca el teléfono de las manos.

En cualquier momento voy a oír su voz.
++++++++
Todo lo que puedo pensar es que ella está aquí en el hotel en alguna parte. En algún lugar cerca. Y sabiendo que puedo recoger mi teléfono y llamarla, y yo estaría extendida en sus brazos en pocos minutos hace que todo sea más difícil.

La rabia que había estado aferrando desesperadamente salta sobre mí, dejándome con la emoción cruda.

Yo sabía que ver a Brittany de nuevo sería difícil, pero subestimé lo difícil.

Al verla de pie allí expuso mis sentimientos en una explosión, lo primero que he estado tratando desesperadamente de ocultar en esta última semana. Me vi obligada a sentir la intensidad total y absoluta de ellos y me ha estado fastidiando desde entonces.
******
— ¿Qué importa lo que yo quiero? —Me lanzo hacia ella. Frunce el ceño.

—Por supuesto que importa.

— ¡No, no! Si así fuera, entonces no estaría aquí en este momento teniendo esta conversación contigo. Estaría en casa, siguiendo adelante con mi vida.

—Santana... —Estira su mano sobre la mesa, tratando de tomar la mía, pero la alejo antes de que tenga oportunidad.

— ¿Por qué estás aquí? —Le doy la mirada más fría que puedo reunir—. ¿Acabas de llegar hasta aquí para torturarme un poco más, más de lo que ya has hecho?
********
Veo a Quinn acercándose, con los ojos firmemente clavados en Rachel. Estoy muy feliz de que se encontraran la una a la otra. Una cosa buena de reunirnos Brittany y yo, supongo.

Voy sin rumbo a un lado para darles un poco de espacio. Odio ser la tercera rueda, en el mejor de los casos. En el peor de los tiempos, incluso más.

El hecho de saber que Brittany está por aquí me está volviendo loca. Estoy en constante alerta ante cualquier señal de ella.

Hasta ahora, no hay nada todavía. Me pregunto si me evita después de nuestra pelea de esta mañana.

Hola……….buenos días a todas/os……….su apoyo a este fic me enorgullece y anima a continuar con esta historia….. y bueno, sé que con los capítulos de hoy querrán que actualice lo antes posible……….con la siguiente actualización concluiremos con la primera parte (primer libro) de la historia





Confirmo que dadas mis obligaciones universitarias, personales y otras, el ritmo de actualización será de 2 veces por semana, es decir: los días LUNES (3 capítulos) y JUEVES (3 capítulos)….así que podrán observar que como ofrecí en la primera actualización cumpliré con la publicación de 6 capítulos por semana jejejejeje





Insisto, el episodio final de la serie fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..








*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:







http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)






http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)







http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)








*Próxima actualización: día LUNES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)






Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.







Y la canción del día es……….


















https://www.youtube.com/watch?v=OK_KvknlJxA




NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “The Mighty Storm” y es de autoría de Samantha Towle (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs).








Aclaro que si bien en la obra, los lugares recurrentes que se mencionan son Inglaterra y EE.UU (Los Ángeles fundamentalmente), tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada …….decidí que los lugares donde se desarrollará la historia sea Lima-Ohio, Nueva York, Los Ángeles (en pequeñas ocasiones Chicago) (Espero les parezcan estas alternativas). Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.











Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de dos libros, el primero consta de: sinopsis + 31 capítulos (aunque el último capítulo corresponde a la rememoración de uno de los primeros capítulos desde el punto de Brittany, en el caso de esta adaptación); el segundo libro se compone de: sinopsis + 25 capítulos + epílogo. Esta historia es narrada desde el punto de vista de Santana (en el caso de esta adaptación) casi al 100%.......aunque en el capítulo 31 del primer libro y algunos capítulos de segundo libro podremos observar también el punto de vista de Brittany sobre algunos sucesos importantes que hacen a la historia………Espero disfruten de esta historia










Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.









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Capítulo 27

Mi corazón duele en lo profundo de mi pecho. Estoy confundida. Mis pensamientos están en completo caos.

Y todo lo que puedo ver cada vez que cierro los ojos es la mirada en el rostro de Brittany cuando le dije que era exactamente igual a su padre.

No quise decir eso. Por supuesto que no. Me arrepentí de esas palabras en el instante en que salieron de mi boca. Pero mi orgullo no me dejó retractarme. Brittany nunca podría ser como Paul. Es cálida y amorosa... tierna y muy amable. Ella está un poco perdida en este momento y lo que necesita es ayuda. Pero no estoy segura de cómo poder ayudarla o si soy yo quien puede hacerlo.

Aun así, sin embargo, me fui y la dejé en el momento en que más me necesitaba. ¿Qué clase de persona hace eso? Sé que ella dijo algunas cosas de mierda, pero yo también lo hice. Honestamente, mi comportamiento últimamente me ha hecho cuestionarme a mí misma y a mi moral. No hace mucho tiempo le dije a Brittany que nunca la dejaría, pasara lo que pasara. La noche anterior lo hice. Rompí la promesa que le había hecho. Le di una patada en el culo por sus promesas rotas y entonces hago exactamente lo mismo.

Dando una vuelta miro el reloj por centésima vez en la última hora. Son las 5:30 de la mañana y me acosté en una fría y vacía cama en el Hotel Best Western aquí en Boston.

No he dormido en toda la noche. Sólo he permanecido aquí en la oscuridad, mirando a través de la luz. Volteando las cosas una y otra vez en mi mente, tratando de averiguar la manera de actuar de la mejor manera.

Después de dejar el Hotel Ritz, caminé por la ciudad durante horas. Sabiendo que no podía volver a nuestro hotel y sin tener otro lugar a donde ir, ni un teléfono para llamar a cualquier persona, me registré en el siguiente hotel con el que me encontré que estuviera en mi rango de precio.

Una vez en la habitación, me di una ducha, lavé mi cabello con el champú del hotel. Luego me sequé con el secador de pelo del hotel. Era uno pequeño y olía a pelo quemado, y me llevó una eternidad secar todo mi cabello, pero lo hice porque necesitaba algo en qué concentrarme. Algo para mantenerme ocupada.

Entonces vi televisión sin sentido durante horas hasta que ya no pude soportarlo.

Y ahora, por las últimas cuatro o más horas, no he tenido nada con que mantener mi mente ocupada, por lo que me he visto obligada a pensar en la pelea que tuve con Brittany.

¿Qué voy a hacer?

Estaba muy enojada con ella la noche anterior. Enojada porque se había permitido volver allí. Enojada porque me había mentido acerca del uso de drogas y porque me lo había ocultado. Pero ya no estoy enfadada. Ahora estoy preocupada y muy asustada. Por ella. Por nosotras. Si es que todavía hay un nosotras.

Sólo no sé qué hacer, ¿qué es lo mejor para Brittany?

Desearía poder hablar con mi padre acerca de esto, recibir sus consejos. Pero no quiero que sepa sobre el estado de Brittany en este momento. Y por Dios, si le digo a mamá ella volaría aquí para llevarme a casa pateando y gritando, de eso estoy segura. No tengo el número de Kurt para llamarlo. Estaba en mi teléfono, el mismo teléfono que Brittany rompió en su pequeño ataque de rabia. Y no quiero llamar a Rachel y contarle sobre todo esto a ella. No mientras ame a Quinn por sobre todo el mundo. Además no quiero ponerla en una posición donde tenga que mentirle a Quinn sobre el consumo de drogas de Brittany, si es que la rubia ojiverde ya no lo sabe.

Estoy sola en esto y tendré que afrontarlo por mí misma.

Una cosa que sí sé, es que no puedo quedarme aquí para siempre, escondiéndome de Brittany y su... nuestro problema.

Todas mis cosas están en el Hotel Ritz, y en este momento todavía estoy usando la ropa y las bragas de ayer. Necesito ropa interior limpia de cualquier forma.

Sé que tengo que volver, pero es solo... mi orgullo está cavando sus talones profundamente en este momento.

No, vamos, Santana. Has estado fuera toda la noche. La has dejado molesta durante mucho tiempo, ya has dejado claro tu punto. Brittany tiene que hacer el show en el TD Garden. Ve hablar con ella ahora. Termina hoy con esto.

Brittany es demasiado importante para dejarla esperando por más tiempo.

Me levanto de la cama, ya estoy vestida, solo hago un viaje rápido al baño y después de tomar mi bolso, salgo de la habitación.

Dejo mi llave en la recepción y salgo a recibir la temprana mañana en las calles de Boston.

No se ve ningún taxi.

Sintiéndome frustrada, empiezo a caminar en dirección hacia donde creo que está el Hotel Ritz.

Mientras camino, veo carteles para el show de Brittany de esta noche. Es curioso cómo no los noté ayer, cuando todavía estaba muy enojada con ella.

Me detengo y miro hacia el enorme cartel en el que están Brittany, Puck y Quinn, como si me miraran fijamente. Puedo ver en los ojos de Brittany. La mirada perdida. Aquella que nadie más ve. La mirada que sólo yo he podido ver.

De repente, siento una inmensa sensación de amor por Britt que me llena y me hace ansiarla. Está confundida, pero es mía. Y no puedo estar sin ella, no importa lo que pase.

Estoy desesperada por verla en este momento. Sólo tengo que llegar a Britt y arreglar las cosas entre nosotras. Podemos superar sus problemas juntas. Puedo ser lo suficientemente fuerte por las dos.

Al ver a un taxi con su luz en dirección a mí, corro a la calle y lo detengo. Saltando en el asiento trasero, jadeo sin aliento.

—Al Hotel Ritz-Carlton.

El taxi se pone en marcha y me quedo atrás en el asiento, nerviosa y llena de ansiedad por ver a Brittany.

Cuando el taxi se detiene frente al Hotel Ritz, pago la tarifa y salgo con mis piernas temblorosas.

Estoy nerviosa por estar frente a Britt después de todo lo que nos dijimos.

No, se trata de Brittany. Puedo hacer esto.

Sacudo mis piernas temblorosas y camino, me abro paso a través del vestíbulo que está vacío por ser tan temprano en la mañana, voy directamente al ascensor esperando que me lleve donde Brittany.

Probablemente ella esté aún dormida, así que voy a tener que despertarla porque no quiero esperar más para hablar sobre nosotras.

Coloco la tarjeta llave y presiono el botón del piso doce, para que me lleve hasta la suite presidencial donde nos alojamos.

El ascensor comienza a subir y tengo las manos apretadas frente a mí, el estómago me está dando vueltas y muevo mis piernas en el lugar. Recuerdo cuando tomé el ascensor para hacer la entrevista, hace unos pocos meses.

Han pasado muchas cosas desde entonces.

El ascensor se detiene y la puerta suena al abrirse.

De inmediato sé que algo está mal en el mismo segundo que salgo al rellano.

Hay botellas de alcohol tiradas por el suelo, colillas de cigarrillos pisoteadas en la alfombra y lo que parece ser el top de una mujer también.

Camino hacia donde está, me agacho y lo recojo. Es de color rojo con la palabra «Hussy» escrita en color negro en el frente.

Siento un hueco en mi estómago.

No quiero entrar ahí. No quiero ver lo que hay detrás de la puerta. Pero tengo que hacerlo, lo sé.

Tomando una respiración profunda por la nariz, empujo con cuidado mi tarjeta llave escucho el pequeño pitido y el clic de la apertura de la cerradura y con mucho silencio abro la puerta.

El lugar es un desastre.

Literalmente está lleno de botellas de licor, personas dormidas, algunos vestidos, otros no.

Absolutamente todo el lugar apesta a sudor, alcohol y cigarrillos. Brittany hizo una fiesta.

Tuvimos una pelea. Pasé toda la noche preocupada por Britt. Y ella estaba de fiesta.

Saberlo me hace sentir enferma.

Obviamente que la abandone no significa nada para ella en absoluto.

Tal vez, durante todo este tiempo ha estado esperando a que me marche. Tal vez esto es lo que ha querido desde hace bastante tiempo.

Creo que este es el funeral de nuestra relación. O celebración, dependiendo de la forma en que se vea.

Esta es Brittany. Una estrella de rock que celebra, toma drogas y folla con groupies. Ella no es del tipo de chica que tiene relaciones estables. Fui la tonta que quiso creerlo, la que por un momento deseaba que así fuera.

Independientemente, todavía necesito hablar con ella. Si no puedo hacerlo solo quiero recoger mis cosas y largarme de aquí.

Mi corazón está bombeando fuerte, hago un baile de pasos tranquilos alrededor de los cuerpos dormidos de hombres y mujeres, no reconozco a nadie por el momento, miro buscando a Brittany. Pero no está por ningún lado en esta enorme cantidad de espacio llamado sala de estar.

Sabía que no iba a estar. Sólo estaba retrasando lo inevitable.

Ella debe de estar en el dormitorio. Tengo miedo con lo que me voy a encontrar cuando entre allí.

Al pasar por la mesa de café de mármol, veo los restos de polvo blanco, y los restos de los porros.

La ira recorre a través de mí. Esa es una señal segura, como si la fiesta no fuera suficiente para comprender que Brittany no da absolutamente nada por mí.

Pensé que su amor por mí era profundo. Pero ahora estoy empezando a creer que tal vez nunca estuvo allí en primer lugar.

Mientras camino lentamente hacia la habitación, mi corazón late con un dolor constante en mi pecho.

La puerta del dormitorio está cerrada.

Me acerco con una mano temblorosa, aprieto mis dedos sobre la manija, tomo una respiración profunda antes de abrir.

Por favor que esté sola. Por favor. Puedo perdonar la fiesta y las drogas. Pero todo lo demás, no.

Empujo hacia abajo la manija y abro lentamente la puerta.

El corazón me golpea con fuerza en mi pecho y luego siento mi estómago hundirse.

Y siento cómo mi mundo se viene abajo con todo a mi alrededor, en el instante en que veo a Brittany en la cama con otra mujer.

No puedo ver su rostro, ya que veo un inconfundible pelo rubio, pero sé que es Brittany, puedo reconocerla donde sea.

Por un momento, literalmente no sé qué hacer. Estoy paralizada.

La vida que había previsto con Brittany, pasa ante mis ojos y luego muy lenta y muy dolorosamente sale de mi visión.

Mi bolso se desliza de mi hombro y cae al suelo con un ruido sordo.

La chica despierta, abre sus ojos y se restriega las manchas de su maquillaje y centra su mirada en mí que estoy en la puerta.

Está vestida sólo con un sostén y espero, que tenga sus bragas puestas bajo las sábanas.

Me siento mal físicamente. Tan mal como nunca antes me he sentido en toda mi vida.

Ella frunce el ceño hacia mí, y me siento como una intrusa.

Entonces creo ver un destello de reconocimiento en sus ojos, casi como si me conociera. Pero estoy segura de no conocerla.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta en un tono no-muy-cordial.

Abro la boca, dispuesta a repetirle la misma maldita pregunta, pero no pasa nada. Soy como un maldito pez dorado. La única vez que necesito que mi boca funcione y me falla.

Dándome una mirada oscura, pasa la mano por los hombros de Brittany y la sacude un poco. Britt se queja. Rodando sobre su espalda, toma la mano y murmura:

—Santana.

Abro la boca de nuevo, pero todavía no funciona.

Sé que debería estar gritando, haciendo un escándalo o cualquier cosa, pero me parece que no puedo hacer que mi cerebro y cuerpo puedan funcionar. Ni siquiera he pestañeado todavía.

Los ojos de Brittany se abren lentamente, consigue enfocarse.

Entonces ella ve primero a la chica. Veo la confusión aparecer en su rostro y luego la cabeza gira, casi como en cámara lenta y me ve aquí de pie en la puerta.

Su expresión se congela. Luego de un salto se levanta de la cama.

No sé por qué, pero siento alivio al ver que ella aún llevaba puesta su lencería. Como si de alguna manera eso pudiera hacer que la situación fuera mejor, aunque acabo de encontrarla en la cama con otra mujer.

— ¡Oh no! ¡Nononono! —Tiene las manos en alto, avanzando alrededor de la cama, viniendo hacia mí.

La misma cama en la que hicimos el amor dos noches atrás. La cama en la que me dijo que me amaba. La cama en la que acaba de dormir con esa mujer. O de hacer… lo que sea, con ella.

—No, ¡Santana! ¡Esto no es lo que piensas! —Se detiene a pocos metros de mí. Me quedo mirándola fijamente. No puedo hacer nada más.

Y aquí y ahora, sé exactamente cómo Alice se sintió cuando le hablé de Brittany y de mí. Por lo menos la salvé de tener la imagen real en su mente, tal como ahora la estoy viendo en la mía.

— ¿Qué demonios estás haciendo aquí? —le ruge Brittany a la joven, volviéndose hacia ella.

Ella se encoje visiblemente. Luego se escurre de la cama, recuperando su vestido del piso, tirando de él con rapidez, metiendo los pies en sus baratos tacones negros.

—Santana... —Brittany da un paso adelante, acercándose a mí. Doy un paso hacia atrás, chocando con la puerta abierta.

—No tuve relaciones sexuales con ella. Te lo juro, díselo… —dice mirando de nuevo a la chica—. ¡Dile que no tuve relaciones sexuales contigo!

Ella me mira desafiante. Y en este momento puedo ver lo joven que es en realidad. Diecinueve, veinte, máximo.

Caminando hacia nosotras, pasando entre Brittany y yo, ella simplemente me sonríe dulcemente, se encoge de hombros y sale por la puerta abierta.

— ¡NO! —Ruge Brittany—. Santana, está mintiendo. ¡No hice nada con ella! ¡DI LA PUTA VERDAD! DILE QUE NUNCA TE HE TOCADO.

Pero la chica ya está fuera de la habitación, moviéndose rápidamente para evitar la ira de Brittany.

Todo el lugar está despertando por los gritos de Brittany y veo cómo el lugar se empieza a vaciar, la gente sale dejándonos solas a Britt y a mí.

Pero eso no me importa. La chica no me importa. Ya nada importa. Porque acabo de perder la única cosa que realmente me importaba.

Ahora todo es intrascendente.

Las manos de Brittany están en su cabello, ella pasea por el suelo. Parece que está en dolor físico.

—Ni siquiera sabía que estaba aquí. Te lo juro —No estoy segura de si ella está hablando conmigo o a sí misma en estos momentos.

Todavía parece que no puedo sentir nada. Es como si el dolor de verla en la cama con ella fuera tan grave, que en el momento en que vi todo eso mi cuerpo instintivamente se cerró.

—No he follado con ella, Santana —Está de pie delante de mí de nuevo—. Te lo juro. Por todo lo que te amo, te juro que no follé con ella. Tienes que creerme —Su voz es desesperada.

Arrastro mi mirada hacia la suya, mi mente todavía está congelada, suspendida en este horrible tiempo en el que me siento atrapada.

—Di algo, por favor —Su voz suena como una súplica.

Mis ojos se mueven de ella a la desordenada cama. Siento que una lágrima cae por el rabillo de mi ojo.

— ¡No, Santana, no! Tienes que escucharme. No tuve relaciones sexuales con ella. Te lo juro. Después de que nos peleamos y te fuiste, estaba muy enojada, pero luego me calmé y te extrañé mucho, y quería decirte cuánto lo sentía, decirte que te amo, que iba a hacer lo que querías que hiciera. Que me gustaría ir a rehabilitación si eso significaba mantenerte en mi vida. Pero no sabía dónde estabas, no lo sabía y no podía llamar a tu celular porque fui una estúpida que lo rompió. Así que tomé el auto y conduje por la ciudad durante horas, buscándote por todas partes tratando de encontrarte, pero no estabas en ninguna parte y estaba muy preocupada, así que volví al hotel, y me senté en el bar del lobby, esperando a que volvieras. Pero tú no venías. Y me senté allí durante horas bebiendo y mirando la puerta, esperando, y me estaba volviendo loca pensando en ti y luego antes de darme cuenta estaba ebria y esta gente se me había unido en el bar. Y me estaba haciendo daño, porque te habías ido, así que tomé más y más y luego tomé un poco de coca y lo siguiente que sé es que están todos aquí bebiendo y de fiesta, y tú todavía no habías regresado, Santana... y consumí más coca y... —Se frota los ojos hinchados y vidriosos—. Sólo recuerdo que entré aquí y luego me debo haber desmayado. Pero no estaba con ninguna chica, te lo prometo. Nunca te haría eso. Ella, ella debe haber venido aquí después de que me desmayé y…

— ¿Por qué? —Mi voz suena rota, así que lo intento de nuevo—. ¿Por qué ella vino aquí?

— ¡No sé! —Lleva sus manos a la cabeza—. No entiendo nada de eso, pero te digo que no tuve relaciones sexuales con ella.

Escucho sus palabras, pero no las creo. No le creo. Se ha acabado.

Todo lo que había imaginado con Brittany, nuestra vida en común, todo se ha ido.

Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, rápida y sucesivamente, una tras otra. Siento como que no puedo respirar, como si alguien estuviera comprimiendo con fuerza mi pecho, llevándose mi vida.

Entonces Brittany me agarra, tirando de mí hacia ella, me abraza fuertemente contra su pecho, sus brazos me rodean y sumerge su rostro en mi cabello.

—Lo siento, cariño. De verdad lo siento —repite con la voz rota, sollozo en silencio contra su pecho, mis lágrimas caen en su piel—. Te quiero tanto. Voy a hacer esto bien, te lo prometo. Lo siento mucho.

Su calor me rodea. Tomo aire fuertemente. Ella huele a Brittany, solo a Brittany. Todo lo que amo.

No hay rastro de perfume en ella, o de cualquier fragancia femenina de ningún tipo, pero eso no importa de todas formas. Lo vi claramente con mis propios ojos.

Brittany en la cama con ella.

Y eso es todo lo que puedo ver. Puedo ver sus manos sobre ella, de la misma manera que lo estuvieron con la pelirroja en París.

Tocándola, besándola, estando con ella como estaba conmigo. Diciéndole las cosas que antes estaban reservadas sólo para mí.

Y ahí es cuando el dolor verdadero me golpea en todo su esplendor. No sabía que un dolor como éste existía. Un dolor que lo consume todo y que me está destruyendo. Necesito que deje de tocarme. Necesito que deje de hablar. Sólo quiero que esté lejos de mí. Lejos, muy lejos de mí. No puedo permitir que su cuerpo contaminado esté cerca de mí.

Lo ha destruido todo, para siempre.

Empiezo a moverme en sus brazos, tratando de liberarme, pero Brittany mantiene su férreo control sobre mí.

— ¡NO! —Me libero de ella, tambaleándome hacia atrás —Se ve dolida y asustada—. Santana... por favor... —Sostiene su mano hacia mí.

Y aquí de pie, mirándola, disgustada con ella, por lo que me ha hecho a mí, a nosotras, sé lo que tengo que hacer.

No puedo vivir esta vida con ella, no importa lo que haya pensado antes. Podría haber manejado las drogas.

Pero no el engaño.

Tal vez me hace una hipócrita, la verdad no me importa. Pero sé que no puedo vivir una vida manchada con su traición y el temor constante que siempre estaría en el fondo de mi mente de que ella lo vaya a hacer de nuevo cualquier día.

Y sin decir nada más, me suelo de Brittany y voy por mi maleta del armario. La dejo en el piso abierta.

— ¿Qué estás haciendo? —Está detrás de mí.

— ¿Qué te parece? —respondo con amargura, cuando empiezo a sacar la ropa de sus perchas, colocándolas en mi maleta.

— ¿Me estás dejando? Ni siquiera vas a hablar conmigo sobre esto. ¿Sólo vas a seguir tu camino? ¿Nos abandonas?

La rodeo, con una de mis faldas todavía en la mano.

—No soy la que nos distanció. Nosotras tuvimos una pelea, ¡sobre tu maldito consumo de drogas! Salí para despejar mi cabeza, me quedé en un hotel de mierda toda la noche pensando las cosas, en lo mejor que puedo hacer por ti, por nosotras y luego vuelvo aquí para hablar de las cosas contigo y te encuentro en la cama con una… ¡MALDITA CHICA! ASI QUE BRITTANY, SÍ, TE ESTOY DEJANDO.

—No la toqué, Santana. ¡Te juro que no la toqué!

—NO TE CREO —grito.

Da un paso atrás, mirando como si la hubiera golpeado. Ojalá lo hubiera hecho.

—Tienes que creerlo —dice más tranquila, con la voz quebrada—. Por favor, Santana. Tienes que hacerlo.

Estoy jadeando tan fuerte que siento como si mis pulmones fuesen a explotar. Me aferro a la mano en la que todavía sostengo la falda, tratando de calmar mi respiración.

—No tengo que hacer nada de nada —le digo en voz baja, secándome con la palma de mi mano las lágrimas que corren por mi rostro.

—No puedo perderte, Santana. Por favor.

Llega junto a mí de nuevo, pero me alejo fuera de su alcance.

— ¡Aléjate de mí! —lloro—. ¡No te quiero cerca de mí nunca más! ¿Y no quieres perderme? Bueno, debías de haber pensado en eso antes de emborracharte con tu vagabunda.

Dejo caer la falda en la maleta. Entonces voy a los cajones y saco mi ropa interior.

—Pero tú dijiste que te mudabas conmigo a Los Ángeles. Se supone que debemos estar viviendo juntas. Me prometiste que nunca me dejarías.

Me río con amargura, finalmente me obligo a mirarla. Y cuando mis ojos se encuentran con ella, todo lo que siento es rabia y dolor atravesándome.

—Sí, bueno, las cosas cambian —le digo con calma, con sus propias palabras de la noche anterior en su contra—. Cambiaste todo para siempre en el segundo en que permitiste que ella se metiera en tu cama —Me duele mucho decir esas palabras en voz alta.

—No lo hice.

— ¡NO TE CREO! —grito de nuevo hacia Brittany.

Haciendo una pausa, con las manos a ambos lados del cajón abierto, me aferro para tener apoyo.

Luego, después de unos segundos en silencio, sigo empacando mis cosas en la maleta.

Brittany está ahí, con las manos en el cabello, sus ojos fijos en cada uno de mis movimientos.

Sólo desearía que se fuera. No quiero que esté cerca de mí.

Cuando tengo empacada la mayor parte de mi ropa y ya no puedo soportar tenerla aquí mirándome, arrastro mi maleta por su lado en el dormitorio.

Brittany me sigue.

Dejo mi maleta en el suelo del dormitorio y voy al cuarto de baño. Tomo rápidamente mis cosas del tocador y vuelvo a la habitación para encontrar a Brittany de pie al lado de mi maleta.

Ignorándola, tiro mis cosas y subo la cremallera. No creo que jamás haya empacado tan rápido en mi vida.

Me mantengo firme con mi maleta en posición vertical, lista para salir.

Brittany se mueve delante de mí. La miro a través de mis ojos manchados por las lágrimas.

Está llorando.

La observo mientras se frota fuertemente las lágrimas de su rostro. Nunca había visto llorar a Brittany. Me duele mucho el corazón.

—Por favor, no te vayas. Quédate, habla conmigo, podemos resolver esto. Sé que puedo. Nunca te engañé, te lo juro. Sólo cree en mí, por favor. Te quiero tanto. Tú eres la única persona que he amado. Y sé que lo he arruinado con las drogas, pero nunca te he engañado. Eres mi mejor amiga. Eres mi todo —Su voz se rompe, como mi corazón.

Por un pequeño momento, me siento tambalear.

Podría quedarme, podríamos resolver esto. Tal vez este dolor se detendría, si me quedo con ella. Tal vez esto se pueda arreglar. No. Brittany ha tenido relaciones sexuales con otra mujer en la cama que era nuestra. Ya es demasiado tarde.

Sin decir palabra, me alejo de ella, regreso al armario y tomo mi pasaporte de la caja de seguridad.

Cuando regreso, Brittany está frente a mi maleta, bloqueándomela. Ve el pasaporte en mi mano y su rostro se rompe.

—Por favor, no me dejes —suplica.

—Muévete Brittany.

—No.

— ¡Muévete! —Trato de empujarla fuera del camino, pero ella no se mueve, es como tratar de mover una pared.

Me agarra los brazos tratando de detenerme, para mantenerme con ella.

Lucho contra ella, la empujo lejos de mí y la golpeo fuerte en el pecho, tratando de que le duela como a mí.

—Está bien. No necesito mis cosas, quédatelas —Camino a la puerta de la habitación, recogiendo mi bolso del suelo y meto mi pasaporte.

— ¡Santana, por favor! —Brittany viene detrás de mí, agarrándome del brazo, tirándome hacia ella—. No te vayas. Puedo arreglar esto, solo dame una oportunidad para hacer lo correcto —su voz es desesperada, rota, igual que su expresión.

En este momento, lo único que puedo hacer es mirarla. Hay tantas palabras queriendo salir a través de mi mente, pero me parece que no puedo agarrar una sola que decirle.

Brittany se pone de rodillas delante de mí, sosteniendo mis manos como si su vida dependiera de ello.

—Te lo ruego —Está llorando de nuevo—. Por favor, no me dejes. No puedo vivir sin ti.

Me siento débil de nuevo, pero entonces levanto mi mirada y veo la cama, las sábanas revueltas. Brittany le pidió a la chica que me dijera la verdad, que me dijera que ellas no habían tenido relaciones sexuales. Ella no tenía nada que perder si me decía que no las habían tenido y no dijo nada, pero me dio a entender muchas cosas. E independientemente de lo que ella pudiera decirme, a Britt ya no le creo. Sé quién y lo que Brittany es. Siempre lo he sabido, sólo quería ver algo diferente por un tiempo.

Ahora, creo en lo que ven mis ojos.

Mi confianza en esa rubia que un día me enamoró está rota, se ha ido para siempre y sin eso, no tenemos nada.

Miro su hermoso rostro por un largo momento, tomando algo de ella por última vez.

Luego la dejo ir.

—Empezamos con un error Brittany, así que tiene sentido que terminemos con uno.

Libero mis manos de las suyas, dejándolo arrodillada en el suelo, me doy la vuelta para salir de la habitación.



Y fuera de su vida.

Capítulo 28

-No quiero que te sientas obligada a hacer nada querida... es sólo que la editorial está insistiendo mucho en que el último show sea cubierto como parte de la biografía. Dicen que no van a publicar el libro sin esos datos...

La suave voz de Holly es implacable a través del teléfono.

Me recuesto en el sofá de mamá y papá, llevo las rodillas hasta el pecho metiendo los pies bajo mi trasero y miro el techo.

Hay una brecha en la esquina más alejada. Me pregunto si papá sabe de su existencia. Debería decirle para que pueda arreglarlo.

—... y sé que esto debe ser muy difícil para ti querida y, honestamente, haré lo que quieras que haga.

Hay una larga pausa.

Ah, ella dejó de hablar. Eso significa que ahora yo tengo que hacerlo.

—Está bien, Holly —dejo escapar el aire—. Cuando te dije que lo haría, iba en serio. No tienes que preocuparte por mí.

—Pero lo hago, querida.

—Lo sé y te quiero por eso. Y por dejarme trabajar desde casa esta semana. Bueno, desde la de mis padres mejor dicho.

—No tenías que trabajar en absoluto.

—Sí, tenía que hacerlo. Como va la cosa, ya me has dado demasiados días libres.

—Santana, acaban de romperte tu amoroso corazón de la peor manera, necesitas tiempo para recuperarte.

Ella quiere decir, públicamente.

Ya es suficientemente malo que el amor de tu vida te rompa el corazón, pero cuando el resto del mundo se alimenta de esa pena, hace que duela todavía un poco más.

Cierro los ojos apretándolos fuerte para retener las lágrimas que siento amenazando con caer.

—Gracias, pero para ser honesta, necesito mantenerme ocupada. Y trabajar me mantiene ocupada.

—Lo entiendo, cariño. Pero este trabajo del que estamos hablando, la biografía, involucra a... Brittany —dice su nombre como si fuera una mala palabra.

Lo cual es cierto para mí en este momento. Hago una mueca de dolor con sólo escucharlo en voz alta.

—Significa que vas a tener que verla otra vez. Pasar tiempo cerca de ella.

Dejo salir un suspiro.

—Lo sé.

Y éste es el por qué nunca mezclas trabajo con placer. Lo estoy aprendiendo rápido.

Sabía que involucrarme con Brittany mientras estaba trabajando para ella era un riesgo, pero ignoré esa vocecita en mi cabeza porque me imaginé que era Brittany.

La Brittany que he conocido y amado desde siempre.

Nunca preví que nada de esto pudiera pasar. Que podía perderla otra vez. Por lo que en ese entonces no importó.

Ahora importa.

Porque no solamente tengo que ir y pasar tiempo con ella, sino que tengo que escribir este maldito libro sobre ella.

En realidad no tengo idea de cómo voy a arreglármelas para hacerlo después de todo lo que pasó entre nosotras.

Estoy intentando ver el lado más purificador de todo esto. Estoy pensando que escribir sobre Brittany será terapéutico. Una manera de sacarla de mi sistema y dejarla ir para siempre.

Bueno, eso es lo que estoy tratando de decirme.

La editorial me está presionando porque soy la que fue engañada por Brittany, ellos están deleitados al pensar en un libro sobre Brittany S. Pierce, escrito por la mujer a la que traicionó. Por eso me están presionando para que escriba sobre el show, para que vuelva con ella.

Además, no soy estúpida. Sé que Brittany está detrás de todo esto; es su forma de intentar obligarme a verla y hablar con ella.

La editorial ha estado sobre Holly, diciéndole que el último show del tour de Nueva York tiene que ser cubierto para el libro, el cual es en dos días. Y si no voy y lo cubro, sacarán la exclusiva de la revista y darán de baja el libro.

Esto es todo por Brittany.

Deja que la editorial haga el trabajo sucio, maneja los hilos, haciendo que parezca que son ellos los que están forzando la situación, no ella. Pero yo sé que es ella. Brittany es una experta en lograr que la gente haga lo que ella quiere. Sé eso perfectamente. Y, según parece, va a conseguir que haga lo que quiere una vez más.

Odio no poder enfrentarla en esto. Quiero hacerlo. Más de lo que puedo explicarlo. Quiero plantarme en mis trece y decirle que no lo haré, pero no puedo arriesgar esto por Holly. La revista lo es todo para ella. Y ella significa mucho para mí. Es una de mis mejores amigas y no la decepcionaré.

No he visto o hablado con Brittany desde que la dejé hace cinco días.

Cuando salí de la habitación del hotel y la dejé, tomé el siguiente vuelo a Ohio y vine directo a la casa de mis padres en lugar de ir a cualquier otro lugar. Todo lo que quería era esconderme.

Brittany me encontró de todos modos.

Fui una estúpida. Por supuesto que Brittany sabía que si no estaba en el departamento que compartía con Rachel, sólo había un lugar al que iría.

En retrospectiva, debería haberme hospedado en un hotel, pero estaba dolida y todo lo que quería era a mi papá y mi mamá.

Brittany llamó a casa de mis padres casi a la hora, y cada hora desde el primer día. Mi papá habló con ella. Yo no. No sé qué se dijeron.

No quiero saber.

Oh, en realidad eso es mentira, sé una cosa. Escuché a papá diciéndole a mamá que Brittany iba a salirse del tour. Que iba a volar hasta aquí para verme.

Que se atreva a aparecerse aquí y verme. De ninguna maldita manera. Papá la disuadió.

Le dijo a mamá que me convencería para que hablara con Brittany.

Hasta ahora no ha tenido suerte.

Brittany envía flores todos los días. Yo las tiro a la basura. Envía cartas. Las rompo sin leerlas.

No quiero saber ni una sola cosa de ella, ni sobre ella. Pero es bastante difícil debido a quién es Brittany y el hecho de que nuestra relación, o lo que una vez fue una relación, está nutriendo los tabloides actuales gracias a su «loca putita».

Así que ahora ni siquiera puedo conectarme o mirar la televisión por miedo a ver algo nuevo sobre nosotras en las noticias.

La chica que encontré en la cama de Brittany, Kaitlyn Poole —y la odio, justamente por meterse ahí— vendió su historia a un tabloide de Nueva York y ahora son noticias mundiales. Afirma que ella y Brittany habían estado teniendo una aventura todo el tiempo que ella estuvo conmigo y la prensa lo está aceptando con entusiasmo.

¿Le creo?

En este momento estoy luchando para considerar la situación en conjunto, porque no puedo sacarme de la cabeza la imagen de Brittany en la cama con ella.

«Kaitlyn Perra», como yo la llamo, tiene fotos de esa noche con Brittany en la cama. No son imágenes claras, están un poco oscuras, las tomó con la cámara de un celular supongo. Y Brittany parece dormida. Bueno, tiene los ojos cerrados. Pero eso no significa nada. Mis ojos salen cerrados en montones de fotos porque siempre parpadeo cuando veo el flash.

Pero el punto es que ella estaba acostada en la cama junto a Brittany. Su rostro junto al de la rubia que me rompió el corazón… en la cama. Ella en la cama con Brittany. Eso es todo lo que necesito saber, me dice todo lo que ya sabía.

Además, hay una foto de ella sentada sobre las piernas de Brittany en lo que, aparentemente, es el bar del hotel. Ya sabes, en el que Britt estaba sentada suspirando por mí, esperándome después de nuestra pelea.

Sí, ese bar.

Los detalles de mi vida, la vida que compartí con Brittany y su traición, han estado en todas las noticias expandiéndose para que el mundo las vea.

Mi pena es de consumo público. Y esa es la peor clase de tortura.

No soy una persona pública. Claro que sabía lo que implicaba estar con Brittany, es solo que nunca anticipé esto. Y ahora sé, con absoluta seguridad, que no estoy hecha para la vida que lleva. Su vida le pertenece a todo el mundo. Y no quiero eso para mí misma. Tal vez Kaitlyn Perra me hizo un favor. Porque por lo menos ahora sé en qué consiste la vida con Brittany. Es mejor que salga ahora, pronto, antes de que me involucre demasiado.

Bueno, eso es, de hecho, lo que me estoy diciendo. Mi corazón me está diciendo que ya estoy demasiado involucrada, para empezar.

Así que por cinco días me he estado escondiendo en la casa de mis padres, dejando que papá se encargue de la prensa en la puerta y por teléfono, además de los paparazzis que rondan por ahí esperando conseguir una foto mía.

Odio tener que traerles el problema a su casa, pero es que no podía volver a mi apartamento. Eso hubiera significado encargarme de todo eso yo sola. Sé que tengo a Rachel allí, pero no habría sido justo arrastrarla en esto, especialmente cuando ella está con Quinn. Eso ya la involucra lo suficiente. Por lo que estoy dejando que papá pateé traseros de paparazzis, mientras me escondo en la casa y trabajo en mi columna para mantenerme ocupada.

Mis padres se han portado geniales estos últimos cinco días. No podría haberlo enfrentado sin ellos, bueno, no es como si los estuviera enfrentando de ninguna manera… es más como una inercia.

Mamá se las arregló para contenerse del «te lo dije» sobre Brittany y papá… bueno, él no me lo dijo directamente, pero creo que piensa que Brittany está diciendo la verdad acerca de Kaitlyn Perra. Y que papá piense que Brittany dice la verdad me hace tambalearme, si voy a ser completamente honesta. Pero lo que me hace flaquear justo ese poquito más es todo eso de «han estado teniendo una aventura». Porque para ser sincera, una historia es lo que uno cree que es.

Ella seguro mintió acerca de las veces que dijo que estuvo con Brittany. Simplemente no pueden ser posibles, porque ella estaba conmigo. Una de ellas es cuando todos pensaban que Brittany estaba en Los Ángeles, pero no estaba, porque estaba a solas conmigo. Fue justo después de que su padre murió y usó el jet para venir a estar conmigo. Porque me necesitaba. Kaitlyn Perra afirma a la prensa que pasaron la noche juntas en un hotel de Los Ángeles, que Brittany le reservó un vuelo. Hasta tiene una amiga que la respalda, diciendo que ella estaba con Kaitlyn cuando Brittany llamó.

Podría ir en público y decir que es mentira, pero no quiero estar más metida en la prensa de lo que ya estoy y, en realidad ¿cuál es el punto? Eso no borra el hecho de que atrapé a Brittany en la cama con ella. Así que si están teniendo una aventura completa, o si fue cosa de una noche y ella lo está embelleciendo para la prensa, es irrelevante.

Brittany me traicionó.

Aparentemente, Brittany está demandando al periódico que redactó la historia, la que compró los derechos para hacerlo.

Rachel me lo dijo. Quinn le contó a ella. Realmente no me importa lo que haga Brittany. Estoy harta de todo. Estoy harta de ella.

Todo lo que quiero es que su jueguito llamado Nueva York se termine y darlo por finalizado, para poder seguir adelante con mi vida.

—Puedo hacerlo Holly —concluyo sin estar completamente segura de a quién quiero convencer en este momento—. Estaré bien. Ya se acabó todo con Brittany. Iré a Nueva York, cubriré el show y luego volveré directo a casa. Finalmente seré libre de todo esto.

Libre de Brittany. Bueno, una vez que la biografía esté terminada.

— ¿Quieres que vaya contigo? Como apoyo moral y, además, puedo patearle el culo por ti, si quieres.

Sonrío ante el pensamiento.

—Gracias por la oferta, pero si alguien va a patearle el culo a Brittany, seré yo. Ya tienes suficiente con la revista por el momento. Estaré bien. Solo entraré y me iré después del show. Arreglaré mis vuelos para no quedarme más de un día. Haré mi trabajo y luego volveré directo a casa.

La oigo exhalar del otro lado de línea.

—No creo que vaya a ser tan fácil, corazón. Estamos hablando de Brittany.

—Lo sé. Pero he tenido tiempo, ya me siento más fuerte. No voy a volver a ella, sin importar los juegos que juegue. Haré mi trabajo y después ella saldrá de mi vida para siempre.

—Espero que sepas lo que haces.

—Lo hago.

—Santana… mira, esta soy yo haciendo de abogada del diablo, como amiga… ¿has considerado la posibilidad de que Brittany esté diciendo la verdad? Sé que la encontraste en la cama con esa zorra, pero ella está siendo muy firme al respecto. Ella está vendiendo la historia del tórrido amorío a la prensa y Brittany está demandándolos a todos. Grandes armas. Solo eso te hace pensar un poco, sabes.

—Lo he considerado —admito.

De hecho, hace unos pocos minutos. Y antes de eso, cada minuto del día.

—Pero es que… —suspiro frotándome la cara—, ya no sé qué pensar sobre nada Holly, excepto el hecho de que la encontré en la cama con ella.

No puedo cerrar los ojos por temor a verlo todo de nuevo.

—Pero a veces la imagen no muestra los datos reales… ya sabes —Puedo sentirla dándome un empujoncito—. Tal vez deberías hablar con Brittany. Escuchar lo que tiene para decirte. Obviamente está desesperada por verte, querida, está luchando y eso está a la vista de todos.

Brittany no iba a dar el concierto en TD Garden después de que la dejé, pero de alguna manera los chicos lograron que se subiera al escenario.

No vi el show, todo esto es lo que escuché de Rachel cuando le hablé por teléfono, no es como si le hubiera pedido los detalles, pero sintió la necesidad de compartirlo y se está enterando de todo directamente por Quinn, así que lo tomo por cierto. Pero según dijo Rachel, Brittany literalmente subió al escenario, cantó sin parar, número tras número. No hubo bromas, nada. Una vez que terminó la actuación, no repitió ninguna, se bajó del escenario e hizo que Finn la llevara de vuelta directo al hotel. Así también es más o menos como se dieron los últimos shows desde entonces.

Y lo peor es que algunos de sus fans me están culpando por dejarla y hacer que se comporte de esa manera. ¡¿Pueden creerlo?! Algunos culpan también a la puta que encontré en su cama. Pero aún así, es más mierda que añadir al montón. Otro agudo pinchazo de por qué nunca podría estar con Brittany otra vez.

Además, Rachel me contó que está limpia.

Dijo que no se ha drogado desde que me fui. Aparentemente se contactó con su patrocinador. No va a volver a rehabilitación, sino que va a hacerlo con el grupo de apoyo y los consejeros de su patrocinador, así que por lo menos una cosa buena salió de esta continua pesadilla. Me alegra que esté limpia. Más que eso, me alivia. Puede que esté molesta con Brittany, pero no quiero que se dañe con esa basura.

—Honestamente, hablar con Brittany sobre esto es lo último que quiero hacer ahora —le digo a Holly —, me limitaré a hablar con ella sobre el tour y nada más. Sólo quiero ir a Nueva York, cubrir el show, luego volver a Lima y ponerme directamente a trabajar. Necesito volver a la normalidad, ya sabes.

—Lo sé y te apoyaré en todo lo que pueda.

—Gracias.

—Bien, entonces dejemos que esta bola comience a rodar, mientras más rápido termines, más rápido estarás fuera… ¿cierto? ¿Quieres que llame a Kurt y le diga que irás? ¿O quieres llamarlo tú?

—Lo llamaré yo —contesto sin dudar. No he hablado con Kurt desde que me fui. Lo extraño un montón—. ¿Tienes su número a mano Holly?

No tengo el número de nadie. Todos estaban guardados en mi teléfono. El teléfono que Brittany rompió. Todavía no consigo otro. No he tenido oportunidad de hacerlo y no hay ningún punto en tener uno por el momento. Solamente recibiría llamadas que no quiero recibir. Sin embargo, extraño escuchar a Adele.

Holly me da el número de Kurt y cuelgo.

Estoy nerviosa por llamar a Kurt. Llamarlo es lo más cercano a llamar a Brittany.

—Kurt Hummel —su cálida y agradable voz viene desde el otro lado de la línea y siento que mi labio tiembla instantáneamente.

—Kurt, hola, soy Santana.

—Oh… um… hola.

Muy bien, esa no es la respuesta que estaba esperando. Supongo que no me ha extrañado tanto como yo a él. Y ahí estaba yo pensando que éramos buenos amigos. Soy una mierda para juzgar a la gente.

—Quería llamarte para, eh… que sepas que iré para cubrir el show de Nueva York.

Silencio.

¿Está enojado conmigo?

—Genial —dice finalmente. No suena como si lo pensara.

—Kurt, ¿está todo bien? ¿Estás enojado conmigo o algo?

—No, claro que no hermosa —De acuerdo, esa oración sonó más como él que las anteriores y agrega, haciendo énfasis en la palabra—: Es sólo algo.

Y mi cerebro hace click.

—Brittany está contigo, ¿no?

—Sí, estoy en el auto, con… algo y me imaginé que no querrías… ya sabes.

— ¿Con quién rayos estás siendo tan cuidadoso? —oigo la voz de Brittany fuerte y clara en el fondo.

Mi corazón comienza a doler sólo de escuchar su voz.

Ay Dios. La extraño demasiado. No, no lo hago. La odio.

Creo. No sé. Mierda.

Mírenme. Oigo su voz y mi cabeza se vuelve puré. ¿Cómo demonios voy a hacer para ir a Nueva York y verla, un día entero?

No, estaré bien. Puedo hacerlo, por Holly y la revista. Eso es todo lo que importa.

—Estoy hablando con mi novio —le dice Kurt—, ocúpate de tus propios malditos asuntos.

— ¿Desde cuándo tienes novio? —Casi puedo escuchar la pausa y la mente de Brittany deduciendo, sé lo que va a venir—. ¿Está Santana en el teléfono?

Mi corazón se detiene en mi pecho.

—No —le contesta Kurt—. Tengo que irme amor, mi jefa controladora no me deja… ¡Dios, Brittany! ¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!

Oigo el forcejeo y la voz de Kurt perderse, mientras Brittany le arranca el teléfono de las manos.

En cualquier momento voy a oír su voz.

Quiero colgar. No, no quiero.

La mano que está cerrada en un puño, rodeando el teléfono, de repente se pone resbaladiza por el sudor.

—Santana, ¿eres tú? —La profunda voz de Brittany susurra desde el otro lado. Mi pecho se aprieta. No puedo hablar—. ¿Eres tú, verdad? Es por eso que no estás diciendo nada.

Inspiro profundamente y lo dejo salir.

—Sí.

—Santana, oh Dios, mi amor, te extraño tanto —sus palabras salen como una ráfaga y puedo oír el alivio en su voz—. Por favor, déjame verte. Necesito hablar contigo. Lo siento tanto, por todo. Por favor, solo déjame verte.

Su voz comienza a romperse. Lágrimas llenan mis ojos.

Las retengo con parpadeos y me armo de coraje para hablar.

—Voy a ir a Nueva York en unos días para cubrir el show.

— ¿En serio? Ahh, gracias a Dios. Gracias, nena. No te arrepentirás, podemos hablar y resolver todo esto y…

—No Brittany. No vamos a resolver nada, porque no hay nada que resolver. Voy a cubrir el show porque me estás obligando a hacerlo. Cualquier otra cosa entre tú y yo, se terminó. Para siempre. No hay nada que discutir.

—Santana, no, por favor.

Mi corazón se siente tan pesado en mi pecho que prácticamente puedo sentirlo latir hasta el estómago.

Con una fuerza que no tengo y que tal vez no vaya a tener nunca más, respiro profundo y hablo.

—Piensas que no sé lo que estás haciendo, obligarme a ir a Nueva York para que puedas intentar llenarme con tus mentiras. Usar a Holly y a la revista para llegar a mí es una bajeza Brittany, hasta para ti. Y si pensaste, siquiera por un momento, que esto te daría una oportunidad para arreglar las cosas y que de alguna manera me ocuparía de ti otra vez, desafortunadamente estás equivocada. Todo lo que logras es hacer que me sea más fácil odiarte, más de lo que ya te odio —otra respiración profunda—, por favor, pídele a Kurt que me envíe los detalles del vuelo y la habitación a mi email. Adiós, Brittany.

—Santana ¡No! ¡Espera! ¡Lo malinterpretaste todo! Habla conmigo, déjame hablar sobre esto, por favor.

Soy incapaz de moverme por un minuto.

Estoy temblando otra vez. Cierro los ojos y veo la imagen de ella en la cama con esa mujer.

—No.

Cuelgo el teléfono. Lo dejo caer al suelo y comienzo a sollozar tapándome la cara con las manos.







Aterrizamos en el JFK a las 10 de la noche. Rachel está conmigo. Estaba por venir sola, dado que solo voy a quedarme por un corto tiempo. Pero Rachel no quería que viniera sola. Fue insistente. Y dijo que pronto iba a venir a ver a Quinn de todos modos, por lo que estaba matando dos pájaros de un tiro.

Finn está en el aeropuerto esperándonos.

—Hola Santana —me sonríe.

—Hola, Finn —Me pongo de puntitas y le beso en la mejilla. Me mira sorprendido y veo como sus mejillas se sonrojan un poco—. Te extrañé —le digo. Lo cual es cierto. Los he extrañado a todos.

—Bueno, todos aquí te extrañamos también —Me da una clara impresión de que se está refiriendo a Brittany.

—Hola, Rachel —dice mientras toma nuestras maletas—. El auto está justo en frente.

Engancho mi brazo con el de Rachel mientras seguimos a Finn hasta el auto.

Quinn está en el auto esperándonos. Bueno, a Rachel, no a mí obviamente. Y ella está más que encantada de verla.

Me duele.

Estoy feliz por ella, claro, pero me recuerda cuando aterricé en Estocolmo y Brittany estaba esperándome en el auto. El día que intercambiamos nuestros brazaletes de la amistad.

Lo toco en mi muñeca. No soy capaz de quitármelo aún. Todavía estoy usando el collar de Tiffany´s también.

Me los sacaré pronto, pero no estoy lista todavía.

Una pequeña parte de mí se preguntaba si Brittany estaría en el auto esperando por mí y odio la sensación de decepción que siento cuando vi que no estaba.

No ha intentado ninguna forma de contactarse conmigo en los últimos días. Ni flores. Ni cartas. Ha estado completamente silenciosa.

Tal vez por fin entendió el mensaje que le di por teléfono.

Muy bien, me alegro. Creo.

Mierda.

Durante el viaje al hotel me siento adelante con Finn para darles a las tortolitas un poco de tiempo. Charlo con él acerca de todo, desde el clima a los deportes, asegurándome de evitar cualquier conversación que pudiera llevar a Brittany.

Vamos a hospedarnos en el Mandarin Oriental. Finn aparca en el hotel e insiste en cargar mi maleta hasta mi suite. Quinn está lista con las cosas de Rachel. Es muy tierna con ella.

Quinn y Rachel están en el piso número cincuenta, por lo que se bajan del ascensor primero. Yo estoy en el número cincuenta y tres.

Rachel me abraza como despedida antes de salir del ascensor.

— ¿Estarás bien? —me dice al oído—, puedo quedarme contigo si quieres.

—No seas tonta, estaré bien —digo mientras me suelto de su abrazo—, ve a divertirte con Quinn y te veré mañana.

— ¿Estás segura?

—Segura.

Sale del ascensor a regañadientes.

—Ya sabes dónde estoy si me necesitas.

—Lo sé, ahora vete… Buenas noches Quinn —le sonrío.

—Te veo luego, Santana.

Finn suelta el botón y saludo a Rachel mientras las puertas se cierran. Subimos un piso más y llegamos al mío.

Finn arrastra mi maleta por el pasillo.

—Aquí es —dice deteniéndose fuera de las puertas dobles que marcan la Suite Presidencial.

¿Qué demonios?

Mete la tarjeta de acceso y abre una de las puertas.

— ¿Voy a quedarme aquí? —le doy una mirada confundida. Finn asiente y me pasa la tarjeta.

— ¿Sola?

—Sí Santana —se ríe entre dientes.

Sé que me quedé en esta clase de suites antes, pero la Suite presidencial es generalmente la mejor suite que un hotel tiene para ofrecer. Siempre es en la que Brittany se hospeda.

—Pero… es demasiado para mí sola —mascullo mientras meto la cabeza por la puerta.

Jadeo.

Es condenadamente enorme. Más grande que cualquier otra en la que me quedé antes con Brittany.

Vuelvo a mirar a Finn, con los ojos como platos. Se encoje de hombros, sonriendo.

—Kurt reserva las habitaciones.

Bajo las órdenes de Brittany.

—Tendré que agradecerle mucho —murmuro tomando mi maleta y luego le sonrío—. Gracias por recogerme del aeropuerto.

—Fue un placer.

—Supongo que te veré mañana.

—Así es —sonríe—. Buenas noches Santana.

—Igual para ti —contesto.

Finn se voltea y comienza a caminar por el pasillo, entonces se detiene y se vuelve para mirarme.

—Sé que no es de mi incumbencia y no es mi intención hablar cuando no me toca, pero no creo que lo que esa chica está declarando sea cierto. He trabajado para Brittany por un largo tiempo y vi un montón de cosas y también tengo la habilidad de saber cuándo la gente está mintiendo… algo que aprendí en mis años en la marina y, creo que Brittany está diciendo la verdad —Hace una mueca como diciendo «lo siento pero así es» y me sonríe por última vez antes de darse la vuelta y alejarse.

Cierro la puerta detrás de mí y me recuesto contra ella.

Todos creen en Brittany. Creo que hasta Rachel, para ser sincera, pero no lo ha dicho. Parece que soy la única que no le cree. Pero yo fui la que la encontró en la cama con otra.

¿Y Finn estuvo en la marina? ¿Cómo es que nunca supe eso?

Pero aún así, no divagues y no renuncies, Santana. Confía en tu propio juicio. Tú sabes lo que viste. Brittany es una mujeriega. Todos lo saben. Es lo que es, así que ¿por qué maldita razón cambiaría por ti?

Arrastro mi maleta por la suite, la dejo en la monstruosa habitación y entonces veo una cajita azul clara descansando en la cama igual de monstruosa.

Brittany.

Me acerco y me siento en el borde de la cama junto a la caja. Tentativamente levanto la tapa.

En el interior hay un iPhone nuevo. También hay una pequeña tarjeta en la caja.

La abro y leo:

«Esto es para remplazar el que rompí. Está registrado con tu antiguo número. Lo configuré con tu tono de teléfono. Britt»

Levanto el teléfono con dedos temblorosos, dejando caer la tarjeta de vuelta en la caja.

No puedo creer que me comprara un iPhone nuevo. No, en realidad sí puedo, es Brittany de quien estamos hablando.

Bueno, no voy a quedármelo. No puede comprarme con aparatos sofisticados.

Sin embargo, es lindo.

Puede que sólo lo encienda, para ver cómo es, ya saben, en caso de que decida comprarme uno después de que devuelva este.

Lo prendo y la pantalla se ilumina. Espero mientras carga.

El fondo de pantalla aparece detrás de los íconos. Es una foto de Lumb Falls.

Instantáneamente se me llenan los ojos de lágrimas con el bombardeo de recuerdos.

¿Está intentando lastimarme?

Oprimo el ícono de música, quitando la foto de la pantalla y veo que solo hay una canción. Adele. Mi tono de teléfono. Selecciono la canción para que se reproduzca, me siento y escucho a Adele que comienza a cantar a capela. Nunca antes había escuchado esta versión. Oigo que alguien toca ligeramente la puerta principal.

Probablemente sea Rachel que viene a ver si estoy bien. Suele ser así de aprensiva.

Recorro la habitación, teléfono en mano con Adele todavía cantando, sigo a través del living y abro la puerta.

Brittany.

Mi corazón se para.

Se ve guapísima, muy atractiva. Está triste, con sus ojos oscuros, cansados, pero aún así es tan absolutamente hermosa que te quita el aliento.

Hace que me duela el pecho.

Su aroma impregna el aire. Su aroma especial a Brittany. Comienza a dolerme el interior y mis dedos pican por la absoluta desesperación de tocarla.

Todo mi enojo hacia ella se disipa. Todas las cosas que quería decir, que pensé que le diría, se han ido.

Me vuelvo incapaz por su presencia.

Aprieto la mano en el teléfono que todavía está sonando.

—Lo recibiste —Baja la vista al teléfono. Mis ojos siguen los suyos.

—S-sí. Sí, gracias… aunque no tenías que haberme comprado esto.

—Sí tenía que hacerlo —Levanta la vista y quedo presa de su mirada. Las piernas me comienzan a temblar.

— ¿Te gusta la canción? —pregunta dejándome libre cuando parpadea.

—Sí, gracias. Es increíble. Me encanta.

—Le gustará oír eso.

Estoy confundida y un poco desconfiada.

— ¿De dónde sacaste la canción?

Se peina el pelo con los dedos y deja la mano colgando detrás de su cuello; veo los músculos de sus brazos tensarse. Me hace querer tocarla todavía más.

—Es tuya. La grabó en el teléfono como un favor para mí.

— ¿Lo hizo?

—Sí.

—Oh.

Por Dios. Me consiguió mi propio tono grabado en versión a capela. Soy la única persona en el mundo que tiene esta versión.

Tengo mi propio tono especial gracias a Brittany.

Lo que quedaba de mi corazón acaba de ser hecho trizas. Puedo sentir las lágrimas espesando mi garganta.

Hace que sea muy difícil odiarla cuando hace mierdas tan ridículamente encantadoras por mí.

No, no te ablandes. Es todo parte de su plan para engañarte y volver a tu vida.

Tuvo sexo con otra mujer. Creo.

No sé. Rayos.

—Gracias —le digo mascullando. Nos miramos por otro largo momento. Adele deja de cantar en mi mano, rompiendo el momento—. ¿Querías algo o…? —Tiro nerviosamente del dobladillo de mi camiseta, con la vista baja, lejos de su pesada mirada.

—Ah sí, yo eh… te traje tus cosas —Arrastra una maleta que estaba justo detrás de la pared.

Mi maleta. La que dejé en Boston. La mantuvo consigo todo este tiempo. Para ser sincera, no había pensado en lo que había hecho con ella.

—Gracias —digo tomándola. Mis dedos tocan los suyos en el intercambio.

El calor abrasa dolorosamente mi brazo, fluyendo a través de mi cuerpo y llegando bruscamente directo a mi corazón.

Meto la maleta y la dejo a un lado de la puerta, intentando controlar mis sentimientos desesperadamente.

—Así que… mmm —repasa el cabello con los dedos de nuevo—, ¿necesitas algo, cualquier cosa o…?

—No, estoy bien. Gracias.

Esto es muy difícil. No hay ninguna broma ingeniosa de Brittany. La facilidad que siempre hubo entre nosotras ya no está. Es casi como si fuéramos extrañas. Ya no es mi Brittany y duele más de lo que las palabras puedan expresar.

—De acuerdo —retrocede—. Entonces… supongo que te veré… mañana.

Se está yendo. Un sentimiento de hundimiento me abarca.

No quiero que se vaya. Sí quiero.

Me controlo.

—Buenas noches, Brittany.

—Buenas noches, Santana López —me sonríe con remordimiento. Cuando comienzo a cerrar la puerta, vuelva a hablar.

— ¿Santana?

Abro la puerta nuevamente.

—Es realmente bueno verte otra vez. Te ves… bien.

—Gracias —me obligo a sonreír aunque duele—, tú también.

Cierro la puerta. Dejándola afuera.

Me recargo contra ella soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo, me deslizo hacia abajo, hundiéndome hasta el suelo, bajo el peso de una pena que está aplastándome.

Es mucho más difícil de lo que alguna vez pensé que sería.

Tomo una profunda respiración en un intento de estabilizar mis emociones.

Es solamente un día Santana, eso es todo. Tienes que pasar el día de mañana y el show, tu vuelo está reservado justo para cuando termine y estarás libre en casa.

¿O no? ¿Alguna vez seré libre de Brittany cuando ya ha hecho mella tan profundamente en mi corazón?

Adele comienza a cantar en mi mano. Levanto el teléfono y veo que tengo un mensaje de Brittany:

«Cuando dije que te veías bien, lo que en realidad quise decir era que estabas hermosa. Britt»

Y ahí está mi Brittany.

Lágrimas imparables chorrean por mi cara, al tiempo que me empiezo a ahogar en recuerdos. El tacto de su piel contra la mía, sus besos, la forma en que me hace el amor.

No creo que pueda hacer esto. Es demasiado duro estar cerca de ella.

No. Sí puedo, solamente son veinticuatro horas. Veinticuatro pequeñas horas que tengo que sobrevivir.


Pero incluso mientras lo pienso y lucho mi batalla interna, ya no me siento segura. Y entonces las lágrimas se convierten en sollozos y sigo llorando hasta que todo lo que me queda son las arcadas secas que se acumularon en mi cuerpo por el dolor sin sentido.









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Capítulo 29

Después de que Brittany se fuera anoche y yo misma haber llorado en un estado de ojos hinchados, me sumergí en la bañera, permaneciendo en el agua hasta que se quedó helada, pensando en Brittany y lo que iba a hacer.

Después de no llegar a ninguna conclusión y quedándome exactamente donde estaba antes, asalté el minibar. Tomo un par de copas de vino con la esperanza de que me ayude a dormir y me meto en la cama descomunal.

El vino no me ayuda a dormir como yo esperaba, porque dormir en una cama así sin Brittany, solo me hace sentir mal. Vacía y muy solitaria.

Eso solo hace que la extrañe más de lo que ya lo hago.

Todo lo que puedo pensar es que ella está aquí en el hotel en alguna parte. En algún lugar cerca. Y sabiendo que puedo recoger mi teléfono y llamarla, y yo estaría extendida en sus brazos en pocos minutos hace que todo sea más difícil.

La rabia que había estado aferrando desesperadamente salta sobre mí, dejándome con la emoción cruda.

Yo sabía que ver a Brittany de nuevo sería difícil, pero subestimé lo difícil.

Al verla de pie allí expuso mis sentimientos en una explosión, lo primero que he estado tratando desesperadamente de ocultar en esta última semana. Me vi obligada a sentir la intensidad total y absoluta de ellos y me ha estado fastidiando desde entonces.

Así que después de pasar la noche escuchando Cyndi Lauper, Time After Time en bucle en mi nuevo iPhone, llorando junto a la letra, finalmente lloré hasta quedarme dormida durante unas horas. Y ahora me encuentro a las 6:00 de la mañana sentada en una mesa en el restaurante del hotel, bebiendo café sólo por el deseo de hacer algo.

Luzco un ojo hinchado, cansada, echa un lío, pero no me importa.

Como es tan temprano, el desayuno todavía no empieza a ser servido, así que estoy sola aquí, con solo el personal de servicio por compañía. Exactamente como lo quiero.

Pillo un periódico en la entrada para leer y así mantener mi mente ocupada. Es el New York Times y estoy leyendo las páginas de negocios evitando cualquier cosa remotamente en cuanto a entretenimiento en el caso de que haya algo de Brittany aquí.

Paso mis ojos sobre el texto del precio siempre creciente de la gasolina y siento una presencia a mi lado.

Miro arriba esperando ver al camarero, pero es Brittany.

Mi corazón salta en mi pecho, directamente de la boca y hace un perno para la puerta.

—Hola —dice. Su voz suena áspera y suave como solo ella sabe—. ¿Te importa si me uno a ti?

Huele a un fuerte aroma a cigarrillos. Debe tomar, literalmente, sólo tomar una cortina de humo.

Trago mi corazón hacia abajo, digo:

—Um, no, por supuesto que no.

Brittany se sienta frente a mí en la mesa y estoy luchando por mantener mis ojos encima de ella.

Parece que no ha dormido mucho. Sus ojos claros normalmente tienen una mirada oscura y su pelo se ha ondulado encima luciendo como se pone cuando está preocupada por algo y ha estado pasando sus dedos varias veces a través de ella.

Me dan ganas de arrastrar mi mano y tranquilizarla, calmarla. Aprieto mis palmas a la mesa.

— ¿Has pedido ya? —indica mi café a medio beber.

—Sólo el café.

— ¿Estás comiendo?

Niego, en respuesta, descansando mis ojos de nuevo en el periódico.

—Parece que has perdido peso.

Mis ojos se ajustan a los suyos.

— ¿Estás diciendo que antes estaba gorda?

Aquí está, Santana quiere pelear con Brittany. Me preguntaba cuándo ella aparecería.

Al parecer, a las 6:00 de la mañana en un restaurante de hotel.

—No, por supuesto que no —Sacude la cabeza, mirando impotente—. Solo estaba... tratando de hacer conversación, supongo... —se apaga.

—Bueno, no lo hagas.

— ¿No quieres hablar?

—No.

Mis ojos se vuelven al papel, tratando desesperadamente de concentrarme en el texto, pero ahora todo lo que puedo sentir es mi enojo y la rabia calentando en mi sangre, burbujeando y solo quiero gritarle.

— ¿Quieres que me vaya? —pregunta en voz baja, trazando la punta de su dedo sobre el mantel.

Y eso es todo lo que tiene que decir y estoy al límite.

— ¿Qué importa lo que yo quiero? —Me lanzo hacia ella. Frunce el ceño.

—Por supuesto que importa.

— ¡No, no! Si así fuera, entonces no estaría aquí en este momento teniendo esta conversación contigo. Estaría en casa, siguiendo adelante con mi vida.

—Santana... —Estira su mano sobre la mesa, tratando de tomar la mía, pero la alejo antes de que tenga oportunidad.

— ¿Por qué estás aquí? —Le doy la mirada más fría que puedo reunir—. ¿Acabas de llegar hasta aquí para torturarme un poco más, más de lo que ya has hecho?

— ¿Torturarte? —Luce seriamente molesta con esa declaración.

— ¡Sí! —Golpeo mis manos sobre la mesa—. Me torturas, ¡me obligas a estar cerca de ti después de lo que hiciste!

—No lo hice.

— ¡No quiero escucharlo! —Lloro poniéndome de pie.

Mi corazón está bombeando rápido, duro y la sangre está rugiendo en mis oídos. Empiezo a caminar lejos de la mesa y de Brittany.

— ¡QUIERES PARAR Y ESCUCHARME! —ruge de pie, tan bruscamente que la silla se cae detrás de ella, golpeando el suelo.

Yo palidezco.

Su voz es tan demandante que todo en la habitación deja de moverse.

Yo. El Tiempo. El Aire. Todo.

El pecho de Brittany está bombeando hacia arriba y hacia abajo con enojo, su camiseta subiendo y bajando con cada respiración.

No creo que nunca lo hubiera visto tan enojada.

Momentáneamente aturdida, vacilo, pero entonces muy rápidamente vuelvo a la vida.

Volviendo en el acto, declaro:

— ¡No, no voy a parar de una maldita vez y escucharte porque no estoy interesada en una maldita cosa que tengas que decir! —Maldigo la traición de mi voz cuando tiembla ligeramente.

— ¡Santana! —Grita—. ¡Eres tan terca! ¡Y vas a escucharme así tenga que atarte a la maldita silla para hacerlo! —Golpea un dedo en la dirección del asiento que mi trasero solo honró hace unos momentos—. Y voy a seguir diciendo esto hasta que me escuches. No tuve sexo con esa chica, ¡y ciertamente no tenía una aventura con ella! ¡Yo te amo, Santana! ¡Más que a mi propia vida! ¡Yo nunca haría eso! ¿Ahora no estás escuchando nada de esto todavía? —Levanta las manos a su cabeza en señal de frustración—. ¿Está algo de esto llegando a través de tu cerebro testarudo?

Se ve tan enojada y frustrada y perdida.

Pero claro, yo también lo estoy. Cruzo los brazos sobre mi pecho.

—Palabras, Brittany. Eso es todo lo que son. Creo en los hechos, las estadísticas y la lógica —Estoy lanzándole palabras, tratando de confundirla, o tal vez a mí, no estoy segura, lo único que sé es que en este momento sueno como Holly.

— ¿Qué? —dice furiosa, con la mandíbula apretada y el ceño fruncido.

— ¡Creo en lo que he visto!

—No, ¡crees lo que crees haber visto!

— ¿Me estás diciendo que no te encontré en la cama con ella?

—No, yo solo…

—Entonces vi bien.

— ¡NO!

— ¡Sí! —Envuelvo mi mano alrededor de mi cola de caballo, tirando con fuerza, como si el dolor pudiera alejar toda mi ira y frustración.

—Nada de lo que digas o hagas me va a hacer cambiar de opinión — continúo en voz baja y firme—. Creo lo que vi, ahora si has terminado voy a volver a mi habitación.

Doy un paso hacia atrás, pero me detiene con sus palabras.

—No he terminado —Suena tan autoritaria, tan enojada, que palidezco y literalmente no puedo moverme.

Brittany acecha alrededor de la mesa, acercándose a mí. Su ira está irradiando y me dan ganas de dar un paso atrás, pero lucho contra el deseo.

—No voy a renunciar hasta que me creas, Santana —dice bajo, apoyándose en la mesa—. No voy a dejar de luchar por ti, por nosotras. Te quiero de vuelta y voy a seguir intentándolo, con cualquier método que pueda, hasta que creas que estoy diciendo la verdad, que me perdones por haberte decepcionado con las drogas y que tengo que devolverte a mi vida otra vez.

Dándome una última mirada determinada, se vuelve bruscamente y sale del restaurante y me deja temblando hasta la médula y sola con las miradas de los camareros que son simples testigo de nuestra lucha.

Envuelvo mis brazos alrededor de mi pecho, mi cara ardiendo, brotan de regreso las lágrimas y con los pies inestables rápidamente dejo el restaurante dirigiéndome directamente a mi habitación.






Estoy de compras en Macy´s con Rachel. Bueno Rachel está de compras, y estoy siguiendo detrás de ella. Se enteró de mi pelea con Brittany y ordenó que saliera esta tarde de compras.

A pesar de que yo no estaba de humor y habría sido muy feliz de esconderme en mi habitación hasta que tuviera que mostrar mi cara en el show de esta noche, me di cuenta del significado del punto de Rachel. Yo casi perdí las ganas de pelear que había en mí antes de mi discusión con Brittany, así que cedí.

Todavía estoy aturdida para ser honesta.

Ella no va a dejarme ir. Brittany nunca va a renunciar a nosotras.

Sí, pues buena suerte con eso rubia, ya que cuanto más presiones más voy a alejarme.

Creo. No sé. Mierda.

Brittany tiene esta forma innata de ser capaz de tirar y atar mis cadenas como nadie antes y cuando estoy cerca de ella me parece perder todo sentido y enfoque. Y tal vez una parte pequeñísima de mí quiere volver.

Pero una gran parte de mí, la humillada, la parte traicionada de mí, no. Y por ahora, la humillada Santana está en control.

Rachel está cargándose con ropa que potencialmente quiere comprar. Yo he ido tan lejos en mi propia de falta de interés que ni siquiera puedo empezar a apreciar las cosas bonitas que me rodean.

—Voy a probarme esto. ¿Me acompañas? —Rachel pregunta.

—Por supuesto —No es como si tuviera algo mejor que hacer.

Sigo a Rachel en los vestuarios vacíos y tomo un asiento mientras ella entra en el cubículo para probarse.

— ¿Qué opinas? —pregunta ella, saliendo de la cabina en un hermoso, vestido rosa fucsia de Miss Sixty unos minutos más tarde.

Mi hermoso-vestido finalmente aparece y estoy inmediatamente enamorada. Es sin mangas, alto con cinturón, pegado al cuerpo, tiene un dobladillo bajo y un cuello redondo, con un detalle afilado en el pecho.

—Es magnífico —murmuro, deseando haber prestado más atención hasta ahora, cómo me hubiera gustado haberlo escogido para mí. Por lo menos sé que Rachel me lo prestara si quiero usarlo. No es que me sienta con ganas de salir mucho en la actualidad.

—Podría hacer conjunto con esos tacones azules que tienes allí —Asiento en la dirección de los zapatos de tacón muy alto alineados en el suelo.

— ¿Eso crees? —Empuja las cejas juntas—. Yo los traje para probar con el vestido negro.

—Confía en mí —le digo—. Pruébatelos y verás.

Se encoge de hombros y desliza sus pies en los increíblemente altos tacones y se mira en el espejo.

— ¡Wow! Tienes razón —sonríe—. Son perfectos. El único problema es que este par está en la chica equivocada.

De ninguna manera iba probármelos, soy demasiado pálida. Eso está escrito por todas partes.

—Nah, te quedan perfectos.

—Pruébalos —me anima.

Aunque me encanta el vestido, no estoy de humor para jugar a los disfraces. No puedo hacer que mi estado de ánimo superara a Brittany.

—No estoy de humor para tratar de vestirme —Empiezo a masticar sobre mi uña del pulgar.

—Entonces no trates, sólo compra. Somos más o menos del mismo tamaño —dice ella, evaluándose a sí misma en el espejo. Resoplo. No es el sonido más atractivo.

— ¡Lo somos! —Suena defensiva.

—Sí, a excepción de que mi trasero es cerca de diez veces más grande que el tuyo.

—No, no lo es —Me da una mirada de desaprobación—. Garantizo que este vestido se ajustará a ti, por lo que te estoy diciendo que debes tener este vestido y estos zapatos aunque tenga que pagar por ellos yo misma. Y los llevaras puestos al espectáculo de esta noche también.

— ¡Me gusta la ropa que llevo! —Le digo, creyéndolo en mi cabeza—. Voy al espectáculo en mis pantalones jeans y una camiseta, ropa cómoda de vuelo. No voy a arreglarme para viajar en avión.

—Puedes cambiarte en el aeropuerto. Irás al espectáculo luciendo lo mejor, Santana.

—No voy a ir al espectáculo, voy a trabajar.

— ¿Y la gente en general se viste bien para el trabajo?

—Los recolectores de basura no lo hacen.

—Ya basta, Santana —Se acerca y se sienta a mi lado, en mi pronto de ser propietaria del par—. Estás sufriendo en estos momentos —Su voz es suave y cuidadosa—. Como era de esperarse. Y la mejor manera de superar ese dolor es tratar de sentirte bien contigo misma. Ponerte un hermoso vestido y un par de tacones y sí, es posible que todavía te sientas como una mierda por dentro, pero por fuera luces para noquear y eso será lo único que mantendrá la sonrisa estampada en tu cara por la noche — Me empuja con su hombro, sonriendo.

—Bien —resoplo—. Me pondré el estúpido vestido.

—Bueno. Y ya que estoy en un estado de ánimo de dar consejos, ¿puedo darte otro consejo?

Vuelvo mi cabeza, mirando directamente a ella.

—Si se trata de Brittany, entonces no.

Ella me mira con sentimiento.

—Hable con ella, Santana. He mantenido mi opinión para mí en esto y te he apoyado como mejor amiga, pero ahora te digo que esto no es bueno para ninguna de las dos —Ella pone su mano sobre mi antebrazo—. Y puedes arremeterme todo lo que quieras, pero... yo le creo. Creo que está diciendo la verdad. No creo que tuviera algo con esa fulana. Creo que ella es solo una puta cazafortunas oportunista. Y honestamente, no puedo ni siquiera empezar a imaginar lo doloroso que debe de haber sido ver a tu rubia en la cama con ella de esa manera... y sí, totalmente te defraudó con las drogas —Agrega rápidamente, cuando abro la boca para hablar—. Pero no puedes seguir así. Tienes que hablar con ella. Y, honestamente — suspira—, creo que lo sabes también, pero por alguna razón que no puedo comprender, no vas a dejarla entrar para arreglar las cosas. Y simplemente no es propio de ti ser tan implacable, Santana —Apoyo la punta de la bota contra la alfombra. Ella está muy cerca de la verdad en estos momentos. Más cerca de lo que quiero—. Brittany te ama, eso está más que claro —ella continúa—, y sé que la amas demasiado. Entonces sólo tienes que hablar con ella y encontrar una solución para las dos.

Y porque está tan cerca de la verdad me enfado.

Me pongo de pie, sintiéndome un poco más enfadada.

—Se supone que debes estar de mi lado, Rachel.

—Y estoy de tu lado —Está de pie también, frente a mí—. Y es por eso que estoy diciendo esto. Odio verte tan herida tan cuando puede ser fácilmente corregido. Si hablas con Britt, escuchas lo que tiene que decir... —pone sus manos en mis brazos—. Sinceramente, cariño, si pensara por un minuto que lo había hecho con la pequeña golfa, entonces yo estaría arrojándola de tu lado y pateando su culo al infierno y de vuelta... pero, sinceramente, no creo que lo haya hecho —ella está sacudiendo la cabeza—. Ella ha cometido errores, algunos grandes, pero no uno como ese —Las lágrimas están brotando de mis ojos—. No estoy tratando de molestarte, cariño — Me toma en sus brazos, abrazándome—. Sólo necesitaba decirlo.

Cierro los ojos con fuerza, luchando contra las lágrimas.

—Simplemente no puedo sacar esa imagen de Brittany en la cama con ella de mi cabeza —Golpeo mi frente con la mano—. Y honestamente... —Me muerdo el labio, maldiciéndome a mí misma por decir esto último—. Yo solo... bueno, no creo que esté hecha para todo esto. No estoy hecha para su estilo de vida, todo lo que viene con ella.

Echándose hacia atrás, ella mira mi cara.

—De eso se trata, ¿no? ¿Por qué lo has negado por completo?

Rozo una lágrima perdida lejos.

—Al principio, sinceramente, creía que me había engañado con ella después de la captura. Pero con el tiempo esto ha ido... —Suspiro—. No, yo no creo que Britt me haya engañado, pero la venta de su historia y toda la atención que ha traído a mí... sólo me di cuenta de que mis temores eran todo el tiempo estar con Brittany.

Sabía esto por un tiempo, pero lo he estado cubriendo con todo el engaño. Fue mucho más allá de la Kaitlyn perra, en el instante que la prensa estableció el campamento a las puertas de mis padres.

— ¿Cuáles son? —empuja.

—Quien Brittany es. Todo lo que viene con ella. Simplemente no hay privacidad, Rachel. Apenas podemos ir a una cita sin alguien sacando una foto, queriendo un autógrafo, queriendo un pedazo de ella. No se siente como que estuviéramos siempre ella y yo, que alguna vez será totalmente mía y sí sé lo egoísta que parece. Pero yo solo quiero una vida normal. Una vida privada. No quiero una vida donde cada vez que tengo una pelea con mi novia, o cuando vayamos a una cita juntas, eso pueda salir por internet al día siguiente con la gente leyéndolo para el desayuno. La verdad es que sólo ha habido un momento en que sentí que nuestra relación verdaderamente nos pertenecía solo a Brittany y a mí, y fue en nuestra noche en Lumb Falls.

—Entonces habla con ella, dile esto —insta Rachel con suavidad.

Niego.

—Eres muy terca, Santana López. Dale a tu chica una oportunidad de luchar, en serio, porque actualmente está rota y herida por algo que no hizo, desesperada por llegar a ti y hacerte saber eso. Pero en realidad está yendo por otro lado. No es justo para ella, Santana y tú lo sabes.






He estado dándole vueltas a lo que dijo Rachel durante horas.

Ella tiene razón y lo sé. Debo decirle a Brittany que le creo sobre la chica y que mis temores reales son de estar con ella.

Pero no puedo.

Porque si lo hago me hablará de nuevo sobre su vida y ahora eso ya no es lo que quiero.

Bueno, creo que no lo es.

Estoy de pie detrás del escenario en el Madison Square Garden con Rachel. El grupo de apoyo está tocando. Son bastante buenos. Muy buenos, de hecho.

Son una banda local que ganó un concurso a través de una emisora de radio para apoyar a TMS aquí, en su espectáculo en Nueva York.

Fue idea de Brittany para poner la contienda fuera. Nadie lo sabe, excepto Kurt y yo. Brittany acredita como la idea de las bandas. Ella tiene un buen corazón. Me gustaría que lo mostrara más a la gente, no sólo a mí.

Ben nos llevó a Rachel y a mí al hotel. Tengo mi equipaje en el coche. Ben va a llevarme directamente al aeropuerto después del espectáculo. Todo lo que tengo que hacer es hacerle saber cuándo estoy lista para salir. Rachel se queda en Nueva York para pasar unos días con Quinn.

No he visto ni he hablado con Brittany desde esta mañana, lo cual es una buena cosa.

Creo. No sé.

No sé nada más.

Veo a Quinn acercándose, con los ojos firmemente clavados en Rachel. Estoy muy feliz de que se encontraran la una a la otra. Una cosa buena de reunirnos Brittany y yo, supongo.

Voy sin rumbo a un lado para darles un poco de espacio. Odio ser la tercera rueda, en el mejor de los casos. En el peor de los tiempos, incluso más.

El hecho de saber que Brittany está por aquí me está volviendo loca. Estoy en constante alerta ante cualquier señal de ella.

Hasta ahora, no hay nada todavía. Me pregunto si me evita después de nuestra pelea de esta mañana.

Llevo el vestido rosa y zapatos de tacón ridículamente bastante azules que Rachel me obligó a comprar antes y me estoy arrepintiendo de los zapatos, mis pies están jodidamente matándome. ¿Por qué nunca aprendo que lo bonito no es igual de cómodo?

Apoyo mi trasero contra la pared y me agacho, deslizando mi pie fuera del zapato, froto mi dolorido arco con mi mano.

Cuando miro hacia arriba veo un par de converses negros acechándome.

Levanto la mirada hasta los jeans negros, alcanzando las mangas, la camiseta retro «94 Nine Inch Nails Downwards Spiral», con una guitarra con correa presionado firmemente a través de ella, para culminar finalmente con la cara de Brittany.

Se ve increíble. Hermosa. Igual que la estrella de rock que es. Y siempre estaba destinada a ser.

Deslizo mis pies de nuevo en mi zapato. Los nervios me abarcan instantáneamente, encapsulándome.

—Deberías aprender a llevar zapatos cómodos —Ella asiente hacia abajo a mis pies.

—Debería.

—Por otra parte, si lo hubieras hecho, nunca habría tenido que llevarte en el hotel esa noche —Su tono es bajo, íntimo y sus ojos encuentran los míos intensamente.

Los nervios terminan encendiéndose en chispas de fuego hacia mi cuerpo, causando una intensa oleada de quererla y necesitarla.

Mirando hacia abajo, rompo nuestra mirada.

—Así que... uh... Quinn dijo que te vas justo después del espectáculo —Da un paso más cerca de mí.

Estamos a solo treinta centímetros de distancia ahora. Quiero extender mi mano y tocarloamás que nada. Pero no puedo.

—Sí —Meto mi cabello detrás de mí oreja—. Lo siento, no puedo hacer la fiesta después de la actuación. Tengo que volver a casa a trabajar, ya sabes, y mi vuelo está reservado así que...

—Sí, claro, por supuesto, lo entiendo —Empuja su mano hasta mi cabello. Encuentro sus ojos, y puedo ver la flagrante falta de armonía en ellos.

— ¿Así que te veré después del espectáculo? Antes de que te vayas — pregunta.

—Sí.

Eso es una mentira. No voy a estar aquí cuando ella salga del escenario. Voy a irme durante el bis. Todo el mundo está en su nivel más alto en ese momento, por lo que seré capaz de escapar sin ser vista.

Me despedí de Brittany una vez. Dos veces es simplemente demasiado.

—Muy bien, te veré después del espectáculo entonces —sonríe, su estado de ánimo aparentemente recuperado.

—Sí... parece que estás arriba —Asiento en la dirección del técnico, quien está esperando para conectar su guitarra arriba.

Brittany me da una sonrisa triste. Casi me rompo en el acto. De mala gana, ella da la vuelta para irse.

— ¿Brittany?

Deteniéndose, ella se da la vuelta, deslizando su guitarra al frente.

—Que tengas un gran espectáculo —sonrío.

—Lo haré... y Santana —Da un paso hacia delante, de nuevo a mí—. Te ves preciosa con esos zapatos... y ese vestido, pero claro, luces hermosa en cualquier cosa.


Luego ella se fue, preparándose para satisfacer a sus adorados admiradores de Nueva York, sin saberlo, llevándose mi corazón con ella.











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¿Qué les parece hasta ahora la historia?..........para que no me consideren malvada jejejeje, voy a ponerles un par de adelantos de lo que se viene en la siguiente actualización…….







Breves adelantos – caps. 30 & 31





Kurt me lleva por un pasillo donde está tranquilo. Echa un rápido vistazo alrededor asegurándose de que estamos solos.

—Acabo de recibir una llamada avisándome de que la chica, Kaitlyn, oficialmente va a estar retractándose de su historia sobre Brittany.

— ¿Qué? —Estoy sorprendida. No, desecha eso, estoy asombrada.

—Ella está admitiendo que mintió acerca de acostarse con Brittany.

— ¿Y por qué ella, de repente, haría eso? —Le doy una mirada sospechosa.
*****
—Esta gira ha sido increíble para nosotros en muchos aspectos. Esto iba a ser difícil para nosotros, pero ustedes, nuestros fans, nos han ayudado a hacerlo un verdadero tributo para Jake. Así que les damos las gracias por eso.

La gente la recibe con aplausos de nuevo.

—Otra cosa sorprendente de esta gira —dice Brittany sobre los aplausos—, fue que trajo a alguien de regreso a mí con quien cometí una vez el error de dejarla ir hace muchos años, una persona importante.

Ella mira directamente hacia mí en la oscuridad silenciosa. Mi cuerpo entero tiembla bajo el peso de su mirada. Sus ojos se alejan de los míos cuando comienza a hablar de nuevo.

—Una vez ella me preguntó, que si tuviera que elegir una canción de todas las canciones alguna vez escritas para describirme mejor, cuál sería. Dije que la canción que voy a cantar.
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—Lo conseguí antes de salir de París.

Es el anillo de diamante rosa que estaba viendo en Tiffany’s la noche en que me compró el collar.

—N-no puedo creer que lo compraras —Me falta el aire. Sostiene el anillo entre nosotras.

—Sabía que te estaría pidiendo que fueras mi esposa desde el mismo segundo en que entraste en esa habitación del hotel y regresaste a mi vida. Y cuando vi tu cara esa noche mirando este anillo, sólo lo supe, sabía que pertenecía a tu dedo, y he estado esperando el momento adecuado desde entonces para pedírtelo. Sé que ahora no es el momento más romántico, o perfecto para proponerlo.

Britt mira alrededor, a nuestro sombrío entorno de concreto.

—Pero ahora es el único momento que tengo antes de perderte para siempre. Así que voy a preguntarte otra vez... —Toma una respiración profunda—. Santana López, te amo más allá de las letras que he podido escribir o cualquier palabra que alguna vez pude decir. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. ¿Te casarás conmigo?

La miro sin palabras.

Mi mejor amiga. Mi amante. Mi vida. Y ella es mi vida. Siempre lo ha sido, incluso a través de nuestros años separadas.
+++++++ Capítulo 31: Bonus Track (POV Brittany)
“El hotel”

¿Qué hora es?

Me estoy volviendo loca aquí. Solo espero que se dé prisa y llegue aquí para que yo pueda salir de mi miseria.

Sé que estoy actuando como una loca ahora mismo, pero es Santana. Para mí siempre estuvo solo ella, y eso no cambió nunca en todo el tiempo que he estado separada de ella. Era la única que me conocía entonces, y sólo ella podía amarrarme así. Era mi mejor amiga, la única chica que amé jamás, y la he echado mucho de menos.
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Es ella.

Y que me maten si quieren, pero mi Santana luce preciosa, deslumbrante y sé en este momento que nunca la voy a soltar de nuevo.

Camina un poco más adentrándose en la sala. No puedo apartar los ojos de ella. Luce impresionante. Está vistiendo una camiseta floja gris, atada con cinturón, mostrando su diminuta cintura y sus pechos lucen increíbles en ella, perfectos. Y tiene puesta esa preciosa minifalda. Es corta y muestra mucha pierna. Joder, esas piernas son largas y ella lleva ese par de botas “ven y fóllame ahora” que lucirían impresionantes envueltas alrededor de mi cintura.

— ¿Santana? —Mi voz llega un poco ronca. Respiro hondo—. ¿Santana López? ¿Mi Santana López? —repito como una idiota. Por supuesto que es ella, gilipollas. Doy un paso adelante—. Woww, realmente eres tú.
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—Lo siento —murmura sacando su teléfono, silenciándolo—. Podría ser mi jefa.

Miro su cara mientras lee el mensaje de texto rápidamente. Una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

¿Novio o novia, quizás? Joder, espero que no. Pero mírala. No, tendrá pareja seguro, no es posible que esté soltera luciendo como lo hace.

Apuesto a que su pareja es una gilipollas estirada….o lo que sea

Averiguaré quien es por ella y conseguiré que Kurt indague algo sobre el o la cretina pareja más tarde.

Necesito saber cuál es mi competencia.

Con cualquier otra, sería capaz de tomarla sin una pizca de trabajo, pero a ella no.