[Resuelto]FanFic BRITTANA: "Celestial Winds - 2da Parte: Rayos de Luna y Skye": Sinopsis + Caps. 22, 23 & 24 (23 de Julio 2016)-ADAP.

Hola……….buenas noches a todas/os……….espero que disfruten esta historia……..así que a LEER….


Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejejeje)……..


*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:







http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)






http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)






http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)







http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)




http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)





http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)





https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22641p210-fanfic-brittana-madam-president-sinopsis-cap-final-08-de-marzo-2016-2da-parte
(Madam President)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22658p100-fanfic-brittana-forever-with-me-sinopsis-prologo-epilogo-23-de-abril-2016-adap#554151
(Forever With Me)



*Actualización: día SÁBADO…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….



https://www.youtube.com/watch?v=HfOsu6Lvi6A

NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia, además de que esto me pareció lo más conveniente) (solo puse el título en inglés), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Vientos Celestiales” y es de autoría de Kate Sweeney (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); hallé casualmente esta obra hace un año atrás aproximadamente en un valioso blog llamado NOESTOYSOLASOYINDEPENDIENTE (en el archivo pdf que descargué en aquella ocasión no aparece el nombre de quien o quienes se hayan encargado de traducirla, corregirla o algo) (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original la podrán encontrar en distintos blogs o web site).



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Chicago entre otros, tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Lima, Ohio y decidí mantener Chicago e incluí otros. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades (en otros casos, conserve el nombre de personajes que se mencionan en la historia original), aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de: sinopsis + 23 capítulos + epílogo, “Vientos Celestiales” es la primera obra que leí de Kate Sweeney, y honestamente me fascinó y a la vez me encantó infinitamente.………Espero disfruten de esta historia






Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 20

Brittany estaba reordenando los armarios de la cocina cuando sonó el timbre. Con un gemido, anadeó hacia la puerta lo más deprisa que pudo, porque no quería que el timbre despertara a Skye de la siesta. En la puerta había dos hombres con sendas sonrisas.

—Tenemos una entrega para Brittany Pierce. ¿Dónde la quiere?

—Va en la habitación del fondo, la señora te lo dijo —refunfuñó el otro, cargado de bultos.

—Bueno —musitó Brittany, que dio un paso atrás—. La habitación del fondo está a la derecha.

Los dos transportistas llevaron las cajas a la habitación y Brittany los observó, confusa, mientras desembalaban las cajas. El hombre de más edad le sonrió.

—Se supone que tengo que decirle que se siente y ponga los pies en alto.

Brittany abrió mucho los ojos.

—Vaya, pues a nosotros nos pagan por hora.

Brittany les lanzó una mirada prudente antes de volver a la sala de estar, desde donde los observó hacer viajes por la casa. Al parecer, al cabo de una hora, habían terminado.

—Muy bien, ya puede mirar. ¡Feliz Navidad! —le dijo el mayor, y le estrechó la mano.

Brittany no salía de su asombro al acompañarlos a la puerta. Para más inri, el portero apareció de improviso y se le acercó, cargado de cajas y paquetes.

—Papá Noel se ha adelantado, señora Pierce. Santana me dijo que le dijera que se sentase...

—Y que ponga los pies en alto, lo sé, Mike. Pasa —lo invitó con una risotada—. Creo que todo eso debe de ir en la habitación del fondo.

De repente, se le había puesto un nudo en la garganta y le saltaron las lágrimas. El portero le guiñó un ojo y recorrió el pasillo.

—Feliz Navidad, señora Pierce —le dijo, e inclinó su sombrero al salir.

Brittany entró en la habitación muy despacio y se llevó la mano al corazón.

Habían montado una cuna con una mecedora al lado. En la pared de enfrente había una cómoda y un cambiador. Los paquetes envueltos con papel de regalo estaban en la cuna, sobre la cual habían colocado un móvil de Disney. Fue entonces cuando vio que había una tarjeta colgada del móvil y fue a abrirla con los ojos anegados en lágrimas.

“Mi querida Brittany:

La maternidad te sienta muy bien. Nuestro bebé no puede llegar a este mundo sin tener un sitio donde dormir. Que te ayude Skye... ¡Dile que ha sido Papá Noel!

Te quiero, solo a ti. ¡Feliz Navidad! Eres la única para mí.

Por siempre, Santana.

PD: Ya sé que son las hormonas, pero siéntate y deja de limpiar los armarios”.

—Nuestro bebé —susurró Brittany, mirando en derredor con la tarjeta contra el pecho.

—Mamá —la llamó Skye, con voz adormilada.

Brittany se volvió hacia su hija, que entró en la habitación con las mejillas arreboladas.

—Papá Noel ha venido antes para el bebé —la informó Brittany.

Skye abrió unos ojos azules como platos.

—¡Vene muy pronto, mamá!

—Ya lo sé, pero sabía que necesitábamos todo... todo esto y nos... nos quiere... —balbuceó Brittany, que rompió a llorar en la mecedora.

Skye corrió hacia ella y le apoyó la cabeza en el regazo.

—¿Mamá, contenta?

—Sí, pastelito, mamá está muy contenta —le dijo, y se secó los ojos—. Vamos a ver qué ha traído Papá Noel.

Brittany se pasó la hora siguiente balanceándose en la mecedora mientras Skye abría los paquetes, maravillada de la cantidad de ropa de bebé que había. Le hizo mucha gracia que fuera toda blanca, ni para niño ni para niña. También había sonajeros y anillos de dentición. Sonrió al imaginarse a Santana Marie López suelta en una tienda de bebés. Que Dios se apiadase de las dependientas.

Entonces Skye abrió otro paquete y arrugó el ceño con curiosidad.

—¿Qué dice, mamá? —preguntó.

Le llevó la camiseta recién desenvuelta y Brittany se echó a reír al leerla.

—Serás idiota, López...

Ponía «Las pianistas lo hacen de pie» en enormes letras rojas en la parte delantera. Se lo leyó a Skye, pero la niña no pilló el chiste, así que se limitó a encogerse de hombros y se centró en el último regalo.

—¿Es todo para el bebé? —preguntó, mientras Brittany la ayudaba a recoger los papeles.

—Sí, cariño. ¿Verdad que Papá Noel ha sido muy bueno? Ya verás cuando te traiga regalos a ti —la tranquilizó su madre. La niña sonrió y dio palmas—. Tenemos que enviarle la carta. ¿Quieres que lo hagamos después de cenar?

Skye no cabía en sí de gozo.


Santana silbaba la tonadilla de «Navidad, Navidad» mientras acarreaba el enorme abeto. Mike, el portero, se partía de risa.

—Por amor de Dios, San, ¿ya va a caber en el ascensor?

Santana se detuvo y estudió el árbol.

—Mierda, espero que sí. Ayúdame con las bolsas, Mike, por favor.

Él meneó la cabeza, cogió las bolsas y la siguió al ascensor.

—¿Se ha sorprendido? —quiso saber Santana.

Mike asintió.

—Si no hubiera estado yo, se habría puesto a llorar como una niña. —Tengo que acabar de prepararlo todo. El bebé nacerá dentro de una semana o así —explicó Santana, mientras pugnaba por entrar en el ascensor. El olor del abeto llenó la cabina.

—Estás dejando resina por todas partes —refunfuñó Mike, que le aguantaba la puerta.

—No tienes ni pizca de romanticismo, Michael —lo riñó ella, y le dio un beso en la mejilla.

Cuando llegó al apartamento, abrió con su llave.

—Jo jo jo —anunció su llegada en voz baja.

Skye chilló, se echó a reír y se puso a dar saltos.

—Tana... ¡Un árbol!

Brittany salió de la cocina y cabeceó.

—Santana... —rio.

Santana sonreía como una niña pequeña. Apoyó el árbol contra la pared, fue hacia Brittany y la besó en la boca.

—Hola —le susurró—. ¿Ya estabas limpiando otra vez?

—Sí y sí, son las hormonas. Gracias —murmuró Brittany contra sus labios—. Hueles a abeto.

Santana se rio.

—Hola, pitufa —la saludó, y la volteó en sus brazos.

Al cabo de media hora, Skye y ella tenían colocado el árbol en su soporte, al lado de la chimenea.

—Esperen... —les dijo Brittany, que estaba sentada en el sofá con los pies en alto—. Hay un hueco. Gírenlo un poco.

Santana lo giró ligeramente.

—Un poco más —la animó Brittany.

Santana gruñó al arrastrar el enorme árbol.

—Poco ma, Tana —imitó Skye.

Santana asomó la cabeza y fulminó con la mirada al tapón de rizos dorados, mientras Brittany trataba de disimular la sonrisa.

—¡Perfecto! —anunció Brittany—. ¿Verdad, pastelito?

—Verdad —asintió Skye.

Santana se dejó caer en el sofá con ellas, agotada.

—Necesito algo de beber. Bueno, ¿ha pasado algo interesante hoy?

Skye se acordó de las novedades de repente.

—Tana, Papá Noel vene pronto —exclamó, y le tiró de la mano.

Santana ayudó a Brittany a levantarse y Skye se adelantó por el pasillo, a todo correr. Brittany retuvo a Santana un momento y le acarició la mejilla.

—Eres una buena persona, López —susurró, y la besó con ternura.

—¡Mamá! ¡Tana! —las llamó Skye.

Santana sonrió y rodeó a Brittany con el brazo mientras caminaban por el pasillo.

—¡La madre del cordero! —exclamó Santana al ver el cuarto.

Skye estaba tan excitada que casi se mordió la lengua.

—¡Es inquedible! —gritó, sin dejar de dar palmas—. Es todo para el bebé. Y mamá tene mecedora —informó, colocándose junto a la mecedora.

—Sabía que le gustaría, pitufa —afirmó Santana en tono afectuoso, con un guiño a Brittany.

El resto de la tarde se dedicaron a adornar el árbol, con villancicos de fondo. Al final, se sentaron en el sofá para contemplar su obra. La sala de estar estaba bañada del resplandor cálido y acogedor combinado del fuego del hogar y las lucecitas del árbol.

Santana rodeaba a Brittany con el brazo y esta tenía la cabeza apoyada en su hombro. Sobre ellas, Skye dormía con la cabeza en el regazo de Brittany y los pies encima de Santana, que le acariciaba la pierna en gesto ausente.

—Esto es vida —murmuró Santana, sosteniéndole la mirada a Brittany.

—Sí que lo es —suspiró Brittany. Luego miró a su hija—. Será mejor que la acostemos.

Santana se levantó y llevó a Skye a su habitación en brazos.

Cuando la acostó, la niña se despertó con un quejido.

—Eh, vuelve a dormirte —le susurró Santana, y le dio un beso en la mejilla.

—Mi pes... —musitó Skye.

Aún con los ojos cerrados, estiró los brazos hacia el peluche y Santana se lo acercó cariñosamente.

—Buenas noches, pitufa.

—Nanoches, Tana —repuso ella, casi dormida.

Santana volvió a la sala y se encontró con que Brittany también estaba casi dormida en el sofá.

—Venga, tortuguita. Hora de irse a la cama.

—¿No podemos quedarnos aquí un ratito? La espalda me está matando, pero se está muy bien.

—Claro —dijo Santana—. Levanta.

Brittany obedeció y levantó los pies. Santana se sentó y se los colocó en el regazo.

—Haces unos masajes geniales —le dijo Brittany cuando empezó a acariciarle los pies cansados.

Se colocó un cojín detrás de la cabeza y escrutó el rostro de Santana, que miraba fijamente las llamas.

—¿En qué estás pensando?

Santana sonrió y se encogió de hombros.

—Solo pensaba en todo lo que nos ha pasado estos últimos meses.

—¿Te parece demasiado? —quiso saber Brittany, acariciándose la barriga casi sin darse cuenta.

—Bueno, ha sido un gran cambio para las dos.

—Sí, es verdad. Mira, Santana, si tienes dudas sobre esto, lo entiendo perfectamente.

Santana dejó de frotarle los pies y se volvió a medias hacia ella.

—No, cariño. No dudo de mi amor por ti y por Skye. Pero, sinceramente, dudo de mí misma.

—¿Por qué, cielo? —inquirió Brittany.

Como Santana no contestaba, ella guardó silencio hasta que la pianista continuó.

—Supongo que no estoy segura de ser una buena madre y una buena compañera. He vivido sola mucho tiempo —dijo, reanudando el masaje.

—Para mí también es duro, Santana —se sinceró Brittany.

—¿Hasta qué punto?

Esta vez fue Brittany la que guardó silencio y Santana la que esperó a que siguiera hablando.

—A veces siento que fui egoísta al querer este bebé. Quiero decir: lo quería. Elaine también lo quería. Pero en aquel momento en lo que pensaba era en que Elaine estuviera más tiempo en casa. Fue una estupidez de lo más infantil —confesó, y respiró hondo.

—Brittany, eres una buena madre y serás una buena madre para el bebé.

—Es que todo pasó tan deprisa con Elaine...

Santana asintió.

—Imagino lo duro que fue para ti.

—Enfermó muy rápido y los últimos meses fueron trágicos. Cuando no estaba con la quimio, que la destrozaba, estaba completamente exhausta y no podía hacer nada. El cáncer la devoró.

Santana no la interrumpió, para que se desahogara, ya que era la primera vez que hablaba del tema.

—Cuando murió estaba casi irreconocible —explicó Brittany en voz hueca, con la mirada fija en los pies, que le masajeaba Santana—. Skye apenas se acuerda de ella, porque siempre estaba fuera. Cuando me dijo que tenía cáncer de huesos, empezó a pasar la mayor parte del tiempo en el hospital o en casa de Quinn. — Santana puso cara de extrañeza, y Brittany aclaró—: Es una buena amiga nuestra. Elaine no quería estar en casa cuando no estaba en el hospital. Según Quinn, no quería que Skye la viera así de enferma. El único problema con eso es que yo no tuve ocasión de cuidarla. Estábamos tan contentas cuando me quedé embarazada... Fue casi como si... —dejó caer la frase.

—Como si no quisiera que le recordaran cosas felices cuando no iba a poder tenerlas.

Brittany asintió; le temblaba la barbilla.

—Seguramente fue lo mejor. Como he dicho, Skye casi no se acuerda de ella. —Respiró hondo y exhaló lentamente varias veces.

—¿Estás bien? —se interesó Santana.

Brittany asintió, sin dejar de respirar.

—¿Braxton Hicks? —preguntó Santana. Sin esperar respuesta, salió de debajo de las piernas de Brittany y se agachó junto a su cabeza —. Dicen que si te mueves, las contracciones a veces paran. Deben de ser cada vez más fuertes, ¿verdad?

Brittany le sonrió.

—¿Ya has estado leyendo otra vez?

—Pues sí. Venga, vamos a llevarte a la cama. ¿Te apetece una manzanilla? —ofreció Santana, al tiempo que la ayudaba a incorporarse.

—No, tengo acidez de estómago —replicó Brittany, irritada.

—Niveles altos de progesterona —asintió Santana.

Brittany le lanzó una mirada incendiaria.

—Hace que los músculos se relajen y los ácidos del estómago...—calló de golpe, al detectar en los ojos azules de Brittany lo que había llegado a identificar como odio furibundo.

—Sí, ya lo sé.

—¿Y un yogur?

—No me gusta el yogur.

—¿Y un vasito de leche caliente, con un poco de miel?

La mirada de Brittany no se suavizó ni un ápice.

—Recuérdame que le dé las gracias al doctor Martin por darte esos panfletos —espetó. Luego esbozó una sonrisa reticente—. Supongo que un brownie con helado no es una posibilidad...

—Eh, pues no.

—Muy bien, doctora, pues entonces leche caliente. Te espero en la habitación. Pero si te presentas con algo de chocolate, no respondo de mis actos.

Santana se rio y le dio un empujoncito a Brittany en la dirección adecuada. Al pensar en la leche caliente, reprimió una mueca.

—Menos mal que pronto tendrá al bebé.



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Breves adelantos cap. 21


—Santana, lo último que necesito ahora es tener que llevarte a urgencias.

Dejó escapar un suspiro cuando el dolor de la contracción disminuyó. Santana se levantó y se subió la cremallera de los tejanos antes de encender la luz. Entonces cogió el teléfono y llamó a Kurt.

—Kurt... ya viene. Sí, ahora. Vale... llama a mi abuela. —Colgó el teléfono sin más—. Kurt y Blaine estarán aquí en diez minutos. Ayer estuvimos planeando la ruta que debían seguir.

Brittany intentó burlarse de los preparativos de Santana, pero la siguiente contracción transformó su sonrisa en una mueca de dolor.

Santana corrió a su lado y se arrodilló junto a ella.

—Vale, voy a llamar a la doctora Haines.

++++++

—¿Es que nadie va a preocuparse de lo que toca? —gimió Santana.

—Es peor que un hombre —comentó la enfermera, con un guiño hacia Brittany.

Le dejó un bolígrafo a Santana y esta rellenó los papeles en menos que canta un gallo.

—La doctora Haines ha llamado: está de camino. Vamos a prepararla. Venga, mami —la animó la enfermera.

Santana se quedó quieta, hasta que Brittany levantó la mirada y le cogió la mano.

—Santana, cariño, te habla a ti.

++++++

—¿Qué pasa, pitufa? —le preguntó Santana—. Cuéntamelo, tesoro.

A Skye le tembló la barbilla.

—Tada tene dos mamás. No justo —lloró.

Santana y Brittany cruzaron una mirada de sorpresa, ya que no habían previsto aquel tipo de reacción.

—Yo también quero dos mamás —declaró Skye.

Brittany se sorprendió de lo mucho que había crecido en los últimos cuatro meses. Enarcó una ceja y Santana parpadeó.

«¿Qué vas a hacer ahora, López?»

—Pitufa, ven aquí, por favor —pidió Santana, abriendo los brazos.

Hola……….buenas noches a todas/os……….espero que disfruten esta historia……..así que a LEER….


Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad ejejeje)……..


*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:





http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)




http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)





http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)




http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)





http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)





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(Sweet Hope)




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(Ecos de la calle Escocia)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22641p210-fanfic-brittana-madam-president-sinopsis-cap-final-08-de-marzo-2016-2da-parte
(Madam President)




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(Forever With Me)



*Actualización: día MARTES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….



https://www.youtube.com/watch?v=h3Yvsb4HUSw

NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia, además de que esto me pareció lo más conveniente) (solo puse el título en inglés), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Vientos Celestiales” y es de autoría de Kate Sweeney (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); hallé casualmente esta obra hace un año atrás aproximadamente en un valioso blog llamado NOESTOYSOLASOYINDEPENDIENTE (en el archivo pdf que descargué en aquella ocasión no aparece el nombre de quien o quienes se hayan encargado de traducirla, corregirla o algo) (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original la podrán encontrar en distintos blogs o web site).



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Chicago entre otros, tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Lima, Ohio y decidí mantener Chicago e incluí otros. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades (en otros casos, conserve el nombre de personajes que se mencionan en la historia original), aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de: sinopsis + 23 capítulos + epílogo, “Vientos Celestiales” es la primera obra que leí de Kate Sweeney, y honestamente me fascinó y a la vez me encantó infinitamente.………Espero disfruten de esta historia






Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 21

Había llegado el momento. El grito ahogado de dolor que le arrancó la segunda contracción llegó a los tres minutos de la anterior y Brittany alargó la mano hacia Santana, que se despertó de inmediato.

—¿Ya? —exclamó Santana, echando un vistazo al reloj de la mesilla de noche.

Si las miradas mataran, Santana habría caído fulminada al instante.

—No creo que al bebé le importe la hora que sea —siseó, con los dientes apretados.

—¿Cada cuánto son? —quiso saber Santana, al tiempo que se vestía a toda velocidad. Al ponerse los tejanos se tropezó y se fue de bruces al suelo—. ¡Joder!

Brittany puso los ojos en blanco.

—Santana, lo último que necesito ahora es tener que llevarte a urgencias.

Dejó escapar un suspiro cuando el dolor de la contracción disminuyó. Santana se levantó y se subió la cremallera de los tejanos antes de encender la luz. Entonces cogió el teléfono y llamó a Kurt.

—Kurt... ya viene. Sí, ahora. Vale... llama a mi abuela. —Colgó el teléfono sin más—. Kurt y Blaine estarán aquí en diez minutos. Ayer estuvimos planeando la ruta que debían seguir.

Brittany intentó burlarse de los preparativos de Santana, pero la siguiente contracción transformó su sonrisa en una mueca de dolor.

Santana corrió a su lado y se arrodilló junto a ella.

—Vale, voy a llamar a la doctora Haines.

Marcó el número.

—Doctora Haines... Sí... Es la hora... Tres minutos... Sí, sí. De acuerdo —dijo, y respiró hondo, como al parecer le había recomendado.

Brittany gritó.

—Salimos en cinco minutos —informó Santana a la doctora.

—¡Santana! —gimió Brittany, estirando la mano.

Santana se agachó a su lado de nuevo y le cogió la mano.

—Muy bien, vamos a vestirte.

—Cariño, está bien. Solo pásame las zapatillas.

—¿Zapatillas? ¿Dónde?

Santana se puso muy nerviosa y empezó a buscarlas frenéticamente por debajo de la cama. Mientras, Brittany se incorporó con mucho esfuerzo y, justo cuando lograba sentarse al borde de la cama, Santana salió de mirar debajo y le dio un cabezazo en la mejilla.

—Joder, cariño, ¡lo siento mucho! —gruñó Santana, frotándose la cabeza.

Brittany se llevó la mano a la mejilla.

—No pasa nada, Santana, cálmate antes de que te desmayes —le recomendó Brittany, pese al dolor de las contracciones—. Santana, ay Dios.

—¿Qué pasa? —preguntó Santana, histérica.

La súbita cascada de fluido que le resbaló entre las piernas a Brittany la dejó estupefacta.

—Por los clavos de Cristo, ¿qué...?

—Creo que he roto aguas, cielo.

—¿Tus aguas? —chilló Santana—. ¿Dónde cojones está Kurt?

Brittany alargó la mano y Santana se apresuró a agarrársela otra vez, con los ojos desorbitados y cara de preocupación.

—Cariño, respira hondo.

Santana inspiró unas cuantas veces hasta rozar la hiperventilación y se tambaleó un instante cuando la sangre volvió a subirle a la cabeza.

—Ahora, cielo, me encanta tu cuerpo, pero quizá deberías ponerte una camisa.

Santana se miró, semidesnuda, y torció el gesto antes de agarrar un jersey, metérselo por la cabeza y, finalmente, calzarse los zapatos. En ese momento llamaron a la puerta.

—No te muevas —le dijo a Brittany.

Corrió a abrirles la puerta a Kurt y a Blaine.

—Muy bien, ustedes dos se quedan con Skye —anunció Santana, le quitó las llaves a Kurt y volvió con Brittany como alma que lleva el diablo.

—¡Hola! —le gritó Kurt a la atribulada mujer.

Blaine se rio y se quitó el abrigo.

—Los llamaré cuando puedan traer a Skye —les dijo Santana por encima del hombro mientras ayudaba a Brittany a salir.

—¿Han llamado a Alma? —preguntó Brittany, mientras se ponía el abrigo y apretaba la mandíbula contra el dolor.

—Sí, no te preocupes. Viene enseguida, y luego iremos todos al hospital —la tranquilizó Kurt, y le dio un beso en la mejilla—. Buena suerte, Brittany. No con el bebé, sino con esta —señaló a Santana, que estaba de los nervios.

Brittany se rio.

—Díganle a Skye que la queremos. Tráemela luego, Kurt — pidió Brittany, mientras Santana la hacía salir, con ternura, pero con firmeza.


—Santana, por favor, que no nos multen. Estoy bien, tenemos mucho tiempo —pidió Brittany, con el rostro desencajado.

La mujer que amaba condujo como una loca por las oscuras calles de Chicago. Ante la entrada de urgencias, frenó derrapando, y cuando fue a salir del coche, se olvidó de que llevaba puesto el cinturón de seguridad. La marca del tirón que le dejó en el cuello le duraría varios días. Por el momento se limitó a gruñir de dolor y a manosear el enganche traidor para liberarse, pero sin éxito.

—¡Por amor de Dios! —rugió, furiosa.

A punto estuvo de arrancar el cinturón entero de la puerta del coche.

—Santana, cariño, por favor —le suplicó Brittany entre contracciones.

—Estoy bien —graznó Santana, estirando el cuello.

Corrió al interior del hospital y se hizo con una silla de ruedas, con la que intentó estúpidamente pasar por las puertas giratorias y se quedó encallada. Buscó a Brittany con la mirada, oyó sus gritos amortiguados desde el coche y retrocedió con la silla.

—¡Estúpidas puertas de mierda! —gritó, y se dirigió a la puerta automática.

En cuanto se abrió, se plantó delante de Brittany en un abrir y cerrar de ojos para ayudarla a sentarse. Enseguida la metió en el hospital en la silla de ruedas, a través de las puertas automáticas.

—Santana, cariño, frena —pidió Brittany, aquejada de una nueva contracción.

Santana llevó la silla y a su ocupante ante el puesto de enfermeras.

La más mayor sonrió a Brittany.

—¿El bebé ya llega? —se interesó. Entonces se fijó en la marca enrojecida que Santana tenía en el cuello—. ¿Qué ha pasado?

Brittany agitó una mano para descartar la cuestión.

—Hemos tenido una experiencia cercana a la muerte al salir del coche.

Santana puso los ojos en blanco mientras la enfermera se echaba a reír y les pasaba los formularios que debían completar.

—¿Es que nadie va a preocuparse de lo que toca? —gimió Santana.

—Es peor que un hombre —comentó la enfermera, con un guiño hacia Brittany.

Le dejó un bolígrafo a Santana y esta rellenó los papeles en menos que canta un gallo.

—La doctora Haines ha llamado: está de camino. Vamos a prepararla. Venga, mami —la animó la enfermera.

Santana se quedó quieta, hasta que Brittany levantó la mirada y le cogió la mano.

—Santana, cariño, te habla a ti.

—Oh —pestañeó Santana—. Oh —repitió, como si acabara de entender la teoría de la relatividad.

Así que las siguió por el pasillo.

Dos horas después, Brittany estaba en la camilla ginecológica con estribos, sudando profusamente. Cada contracción le arrancaba un chillido. Santana le sostenía la mano y le secaba el sudor de la frente.

—No pasa nada, mi vida.

—¿Y tú qué coño vas a saber? ¡El próximo lo tienes tú!

Horrorizada, Santana abrió desmesuradamente los ojos e hizo una mueca cuando Brittany le estrujó la mano. No tenía ni idea de que aquella mujer tuviera tanta fuerza, pero lo cierto es que casi cayó de rodillas. Justo en ese momento entró la doctora Haines, con una sonrisa en los labios.

—Vaya, buenos días. ¿Cómo está la mamá?

—Estoy bien... —Santana calló cuando Brittany la fulminó con la mirada—. Ah.

La doctora se rio y procedió a examinar a Brittany.

—Muy bien, estás dilatando perfectamente, Brittany —le dijo, y le tomó la presión.

Santana fue la que se dio cuenta de que fruncía el ceño, ya que Brittany estaba demasiado ocupada con las contracciones.

—Muy bien, Brittany. Tienes la presión un poco baja, pequeña. La iremos controlando, ¿vale? —le dijo con un guiño.

Impotente, Santana solo pudo ser testigo de los quejidos de Brittany, que intentaba no gritar con cada contracción.

—Lo estás haciendo muy bien, Brittany. Ahora respiraciones cortas y empuja...

Brittany obedeció y dejó escapar un grito al empujar. Santana le apretó la mano y le ofreció palabras de aliento.

—Empuja, cariño —la animó.

Brittany asintió y volvió a empujar. La doctora Haines levantó la mirada para vigilar la presión sanguínea, pero de repente Brittany se desplomó sobre la almohada, blanca como el papel.

—Muy bien, nos la llevamos a quirófano.

Santana se quedó donde estaba, sin saber cómo reaccionar.

—¿Cómo?

—Santana, le está bajando mucho la tensión. Solo es para asegurarnos de que todo vaya bien. Espera fuera. Iré a buscarte luego.

—¿Pero está...? —preguntó Santana.

Brittany gemía y le agarraba la mano con todas sus fuerzas.

—Estará bien. Ahora dale un beso y sal de aquí —le ordenó la doctora Haines.

Santana le dio un beso rápido, sin soltarle la mano.

—Brittany, mi amor. Te quiero. Estaré fuera. Por favor... —Se detuvo e inspiró hondo.

Brittany alzó la mano y le acarició la mejilla.

—Va a ser niña —sonrió.

Santana le devolvió la sonrisa y le dio un largo beso.

—Te quiero. Díselo a Skye... —le dijo en un susurro.

Santana la vio desaparecer tras las puertas del quirófano, con el corazón en un puño.

Alma se reunió con Santana en la sala de espera, con Skye en brazos. Kurt y Blaine les pisaban los talones. En cuanto dejó a la niña en el suelo, Skye corrió a los brazos de Santana.

—¡Tana! —la llamó.

La pianista la levantó en volandas, la abrazó con fuerza y se echó a llorar. Kurt le puso una mano en el hombro.

—Tienes mal aspecto.

—¿Mamá tene bebé? —preguntó Skye.

Santana negó con la cabeza.

—Todavía no, cariño. Pero pronto —logró decir sin sollozar.

Alma acudió junto a su nieta.

—¿Qué pasa?

—Tenía la presión baja. Está en quirófano. La doctora Haines no quiere correr riesgos —le explicó a su abuela, con los ojos anegados en lágrimas.

Alma abrió los brazos y Santana se refugió entre ellos y sollozó en silencio contra su pecho.

—No puede morirse, abuela. Ahora no, no puede...

—No se va a morir, no digas eso —le susurró Alma, y la apartó un poco—. Brittany tiene muchas razones para vivir, Santana.

Santana no pudo contener las lágrimas y se secó los ojos. Al otro lado de la sala de espera, Blaine y Kurt jugaban con Skye.

—Vamos a dar un paseo —le dijo Alma, cogiéndose del brazo de su nieta.

Caminaron por el pasillo hasta las puertas de la capilla. Santana las contempló, inexpresiva, y luego miró a su abuela.

—Hace siglos que no piso una iglesia.

Alma le sonrió, con los azules ojos brillantes de lágrimas.

—A Él no le importa —le dijo, y le dio un suave empujón hacia la puerta.

Santana entró, y el ensordecedor silencio la golpeó como un martillo. Se sentó en el último banco, al fondo de la capilla, y contempló el crucifijo sobre el pequeño altar. Entonces se arrodilló y murmuró:

—Espero que mi abuela tenga razón y no Te importe. Por favor, Dios, no me la quites. Tus ángeles me la enviaron y ni siquiera hemos empezado a vivir... Te lo suplico —rogó Santana, con las manos unidas en oración. Con un sollozo desgarrador, hundió el rostro entre las manos—. Elaine... —susurró—. Por favor, ayúdanos si puedes. Tú nos uniste. Por favor...

Dejó escapar un nuevo sollozo y se irguió. Al cabo de unos minutos, se sentía emocionalmente exhausta. Oyó el crujido de las puertas al abrirse y Skye asomó la cabeza al interior.

—¿Tana?

Santana se volvió y vio que su abuela le había traído a Skye.

Alma le guiñó un ojo y la dejó a solas con la niña.

—Ven aquí, pitufa.

Skye corrió hacia ella y Santana la sentó a su lado en el banco.

—¿Qué haces, Tana?

—Rezo.

Skye estudió el altar con el ceño fruncido.

—¿Como antes de dormir?

—Sí, cielo —asintió Santana, tratando desesperadamente de contener el llanto.

Las dos permanecieron sentadas en silencio, la una al lado de la otra. Aunque Santana tenía los ojos cerrados, notaba que Skye la observaba. Al abrir los ojos, Skye estaba haciendo precisamente eso. —¿Rezas por dentro, Tana?

A Santana le tembló la barbilla al contestar.

—Sí, cariño.

—Yo también —afirmó Skye, y cerró los ojos.

—Recemos por mamá y por el bebé.

—Vale, Tana.

Al cabo de un rato, Skye le tiró de la manga.

—¿Ya estás? Tengo caca.

Santana escrutó el inocente rostro de Skye y se echó a reír.

Estrechó a la pequeña entre sus brazos con mucha fuerza, hasta que Skye gimió.

—Tana, caca.


Santana paseaba de un lado para otro de la sala de espera, mientras Alma veía la televisión con Skye. Blaine y Kurt habían ido a por café y, cuando volvieron, Kurt le pasó una taza humeante a Santana.

—¿Alguna novedad? —se interesó Blaine.

Santana, que estaba perdiendo la paciencia, negó con la cabeza.

—Ya hace más de dos horas.

—Santana, si Brittany estuviera teniendo un parto natural, es posible que tardara todavía más.

—Lo sé, lo sé —dijo Santana, sin dejar de caminar.

Al final se sentó y dio un trago de café. Justo en ese momento apareció la doctora Haines, y Santana se tiró el café encima al ponerse de pie de golpe.

—¿Cómo está?

—Está bien. El bebé está bien. Felicidades, mami. Es una niña.

Santana se tapó la cara con las manos y se echó a llorar, con Blaine y Kurt a lado y lado y Skye aferrada a su pierna. Alma parecía a punto de desmayarse.

—Está muy cansada. Va a tener que quedarse ingresada un día, solo para controlarle la tensión. Es una mujer muy fuerte. No me ha dejado hacerle cesárea, pero hemos estado cerca. La niña está bien, tiene sus diez dedos en las manos y en los pies. La tenemos en observación, pero las dos están perfectamente —les dijo con un guiño—. Ustedes dos pueden subir.

Santana entró en la habitación con Skye de la mano y Brittany les sonrió de oreja a oreja.

—Pareces agotada, estás pálida y eres absolutamente preciosa—la saludó Santana.

Skye estiró los bracitos hacia su madre y Santana la levantó en brazos por encima de la baranda de la cama, para que le diera un beso.

—Hola, mamá. ¿Pupa?

—No, pastelito. Mamá solo está un poco cansada. Tienes una hermanita, Skye.

Santana la dejó en el suelo y Skye las miró a ambas.

—Hola, mami —le susurró Brittany a Santana, cuya mirada seguía siendo indefinida y estupefacta—. Estoy bien, Santana. Tenemos una niña.

Santana no pudo evitarlo: apoyó la cabeza sobre el pecho de Brittany y lloró, mientras esta le acariciaba el pelo cariñosamente.

—Mamá, Tana llora —se lamentó Skye.

Brittany le sonrió a su hija.

—No pasa nada, pastelito, es que está contenta —le explicó, mientras abrazaba a la otra mujer—. Acaba de darse cuenta de que lo del embarazo ha ido en serio —le susurró con afecto, y la besó en el oscuro cabello.

Cuando Santana dejó de berrear, Brittany aventuró:

—¿Qué te parece Tara?

—¿Tara? Mmm, vale —se mostró de acuerdo Santana, sorbiendo las lágrimas.

—Skye significa Cielo, ¿así que por qué no tener también la Tierra?

Santana no pudo contener las lágrimas y volvió a echarse a llorar en brazos de Brittany. Justo en ese momento apareció la enfermera, que anunció:

—Tenemos a una pequeña visitante y tiene hambre.

Skye se puso a dar saltos y Santana pestañeó, sin poder apartar los ojos del pequeño bulto que llevaba la enfermera en brazos.

—Qué suerte tiene esta bebita, con sus dos mamás... —comentó la enfermera.

Le entrego el bebé a Brittany, que la acunó instintivamente.

—Es tu primera, así que te enseñaré a darle el pecho...

La enfermera calló y arqueó una ceja, porque la pequeña Tara ya había encontrado el pecho de Brittany y mamába plácidamente. Brittany esbozó una amplia sonrisa, mientras Santana las admiraba, llena de asombro. Entonces la enfermera se rio.

—Supongo que no me necesitarás. Si la notas inquieta, cambia de lado. A veces un lado le va mejor que otro.

Brittany levantó la mirada hacia la atónita Santana y le sonrió.

—Está aquí —exclamó.

Las dos mujeres soltaron una risita y Santana alargó la mano y le acarició la cabeza a la pequeña.

—Es tan diminuta... —musitó—. Y yo estoy... —hizo una pausa y sonrió—... celosa.

Brittany se puso muy colorada y disimuló una sonrisa. Entonces Santana miró a su alrededor y vio que Skye observaba ceñuda a la nueva incorporación, con los brazos cruzados en gesto desafiante.

Le dio un golpecito a Brittany en el brazo, que también miró a Skye.

—Oh, oh... —murmuró—. Eh, pastelito, ven a decirle hola a Tara, tu nueva hermanita.

—No —dijo Skye con un puchero.

Santana levantó una ceja.

«¿Y ahora qué?»

Miró a Brittany, que se encogió de hombros, como queriendo decir: «Te toca». Santana se sentó y trató de subir a Skye a su regazo, pero la niña se zafó de ella y se quedó junto a la puerta.

—¿Qué pasa, pitufa? —le preguntó Santana—. Cuéntamelo, tesoro.

A Skye le tembló la barbilla.

—Tada tene dos mamás. No justo —lloró.

Santana y Brittany cruzaron una mirada de sorpresa, ya que no habían previsto aquel tipo de reacción.

—Yo también quero dos mamás —declaró Skye.

Brittany se sorprendió de lo mucho que había crecido en los últimos cuatro meses. Enarcó una ceja y Santana parpadeó.

«¿Qué vas a hacer ahora, López?»

—Pitufa, ven aquí, por favor —pidió Santana, abriendo los brazos.

Skye se le acercó despacio, sin descruzar los brazos.

—Lo siento, cariño.

—No justo, Tana —afirmó Skye, con vocecilla triste.

Brittany fingió no prestarles atención mientras le daba el pecho a Tara, ya que aquel era un problema que tenía que solucionar Santana.

—Lo sé. ¿Me quieres a mí? Quiero decir, ya tienes a tu mamá.

—Si Tada tene dos mamás, ¿po qué yo no?

—No se me ocurre ninguna razón, es verdad. Si tu hermana puede tener dos mamás, tú también. Me encantaría ser tu mami. Te quiero mucho. Quiero a tu mamá y a la pequeña Tara. Somos una familia, pitufa. Nunca las dejaré y siempre estaremos juntas. ¿Qué te parece? —preguntó Santana, con un nudo en la garganta.

Skye saltó a su regazo y Santana la abrazó con un gemido.

—¿Todavía eres Tana?

—Sí, pitufa. Siempre seré Santana y tu mami.




Después de que Alma y los chicos pasaran a verla, Brittany estaba agotada, así que Alma se llevó a Skye a casa y dejó a Santana y a Brittany solas al fin. Sentada al borde de la cama, Santana le sostuvo la mano a Brittany.

—Bueno, ha ido bien.

—Es un poco confuso para la pobre niña, pero sí, creo que lo he gestionado muy bien —asintió Santana, satisfecha de su primera aportación a la maternidad.

—Así es. Estoy orgullosa de ti, mami —le sonrió Brittany.

La enfermera regresó con Tara.

—Hora de otra toma.

Brittany cogió a Tara y la sostuvo contra su pecho. Santana seguía maravillada ante la imagen.

—No tengo palabras. Te quiero y te admiro tantísimo por haber tenido a este bebé... —le dijo, y le acarició el pequeño remolino de pelo de la cabeza al bebé—. Me preocupaste, Brittany.

Esta levantó la mirada.

—Estamos bien.

—Lo sé. Sencillamente no sé qué haría sin ti.

—Santana —empezó Brittany. Tara dejó escapar un gimoteo, y Brittany se la apartó del pecho y se la tumbó encima—. Tenemos una vida muy larga por delante, cariño. Tú y yo, con Skye y con Tara.

Santana sonrió y asintió, al tiempo que Brittany le dedicaba una mirada retadora.

—¿Quieres cogerla?

Santana se envaró de golpe, abrió unos ojos como platos y se puso blanca.

—Es muy pequeña.

—No pasa nada. Sencillamente, que no se te caiga —le dijo Brittany, levantando a Tara.

La niña estaba profundamente dormida. Santana se pasó las manos por el pelo y luego se secó el sudor de las palmas en la pernera del pantalón.

—Ay, Dios, me sudan las manos.

Agarró al bultito con mucho cuidado y la acunó en brazos.

—Cuidado con la cabeza.

Santana asintió y soltó una carcajada.

—No me puedo creer que tenga a tu bebé en brazos.

—Nuestro bebé —la corrigió Brittany.

—Sí, nuestro bebé. —Santana besó a Tara en la frente—. A lo mejor toca el piano.

Brittany las observó juntas, sonriente.

—A lo mejor sí. Podrá ser lo que quiera ser.

Santana levantó la mirada y se le escapó una lágrima.

—Te quiero, Brittany.

—Yo también te quiero, Santana.

Tara empezó a despertarse y se quejó otra vez.

—A lo mejor tiene hambre.

Le devolvió el bebé a su madre con cuidado y esta se la acercó al pecho. Santana le dedicó una mirada curiosa y sensual.

—Esto de dar el pecho... —comentó, y se acercó unos centímetros.

Brittany se rio de buena gana.

Capítulo 22

Brittany y Santana solían contemplar a Tara mientras dormía. Tenía ya casi tres semanas y tanto ella como Brittany se estaban acostumbrando a la rutina. Habían trasladado la cuna a su habitación, porque una de las tomas era en mitad de la noche. Cuando se despertaba, Santana se levantaba a cogerla y se la llevaba a Brittany.

—Esta es mi niña —le susurró Brittany, y le besó la cabecita mientras mamaba ávidamente.

Santana se tumbó de lado para mirarlas.

—Eres una mujer muy buena, Brittany. Te quiero muchísimo — murmuró, y le dio un beso en la frente, aunque tardó un poco en despegar los labios de su piel.

—Dios, Santana —gimió Brittany—. Han sido tres semanas muy largas.

—Lo sé —le dijo Santana.

Le acarició el hombro con cariño y luego le acarició la cabeza a Tara, jugueteando con el remolino de pelo oscuro que tenía en la coronilla.

—Me encanta jugar con su pelo.

Brittany se rio y miró a Santana sin decir nada.

—¿Qué? —le preguntó Santana.

—Es que... me preguntaba... No hemos hablado mucho de nosotras —dijo Brittany.

—No, es verdad. ¿Qué te preocupa, cariño?

—Mi cuerpo se ha ido recuperando desde el parto y creo que estoy volviendo a ser como... —calló, al notar que Tara se había dormido.

Santana cogió a la niña con cuidado y la dejó en su cuna, en donde la observó un momento antes de volver a la cama.

—Así que... lo que decías de tu cuerpo... —empezó Santana con voz ronca.

Brittany soltó una risilla nerviosa y se subió la manta hasta la barbilla.

Santana arqueó una ceja, pero no dijo nada.

—Necesito un poco de tiempo. Quiero que me encuentres atractiva.

—Creo que eres preciosa.

A Brittany le tembló la barbilla y ocultó el rostro entre las manos.

—Yo no me siento atractiva —farfulló—. Y me da miedo que nuestra relación vaya a ser esto: dormir juntas y nada más.

Santana esbozó una sonrisa leve y le apartó las manos; los azules ojos de Brittany brillaban por las lágrimas y Santana le pasó el pulgar bajo los ojos.

—Escúchame bien —le susurró—. Haremos el amor cuando estés preparada. Yo sé de estas cosas.

Brittany levantó una ceja.

—Sabes de estas cosas, ¿eh?

Santana se inclinó y la besó en el cuello, arrancándole un gemido.

—Sí. Hay un capítulo entero dedicado a la vida sexual después del parto. No hay reglas ni plazos grabados en piedra —le mordisqueó la tierna carne bajo los labios—. La autora instaba a las parejas a darle a la madre todo el tiempo y el espacio del mundo y hacer todo lo posible para que se sienta deseada —susurró Santana contra su garganta—. Cumpliré mi palabra y esperaré todo el tiempo que haga falta —le dijo, y levantó la mirada—. ¿Cómo voy?

Brittany se rio, azorada.

—Vas muy bien. Sigue leyendo.




A medida que se acercaba la Navidad, Skye estaba entusiasmada con la llegada de Papá Noel. Alma se reía al escuchar la lista de Navidad de Skye. Cuando terminó de hacerla, la niña se metió en su habitación a jugar y Alma contempló a Brittany recogiendo los juguetes del comedor.

—Skye —la llamó Alma—. Ven aquí, cariño, y recoge los juguetes.

Skye salió corriendo y trató de llevarse todos los peluches a la vez. —¿Tú qué quieres para Navidad, Brittany? —se interesó Alma, mientras observaba a Skye de reojo hacer varios viajes al baúl de sus juguetes.

Brittany se encogió de hombros.

—No se me ocurre nada que necesite o que quiera. Mira mi vida, Alma. Tengo una familia y a una mujer que me quiere.

Brittany se sentó en la merecedora, que ahora estaba más cerca de la chimenea. A Alma le gustaban los cambios que había hecho Brittany en la casa desde que se había mudado con Santana.

—Esto ya parece un verdadero hogar. Y eso es gracias a ti.

Brittany se meció y echó un vistazo circular al apartamento.

—Gracias. Creo que a Santana también le gusta. Dice que le recuerda a su cabaña.

—Tienes otra vez esa mirada. ¿Qué pasa?

—Dios, Alma, nada. Soy muy feliz. Bueno, salvo por las tomas de las dos de la madrugada.

Alma se rio, pero no estaba dispuesta a dejar el tema.

—¿Y qué más?

Brittany meneó la cabeza.

—No importa. Creo que tengo depresión posparto —rio—. Si Santana estuviera aquí me diría en qué capítulo sale.

—¿Y dónde está esa cabeza hueca que tengo por nieta?

—Está en el estudio. Ha ido pasándose por allí durante estas dos semanas, porque dice que tiene que arreglar algunas composiciones. —Brittany empezó a mecerse algo más deprisa, bajo la atenta mirada de Alma—. Aquí tiene un piano muy bueno, pero ni lo ha tocado.

Alma arrugó el ceño.

—¿Y lo que te preguntas es por qué tiene que ir al estudio? Te preocupa que sea por Suzette.

Brittany dejó de balancearse.

—Sí, y me odio por ello.

—¿Lo has hablado con Santana? Si no lo has hecho, ¿por qué no? Ya sabes que con Santana hace falta una bomba para que hable de cualquier cosa. La mitad de veces no se entera —sonrió—. Y lo digo con todo el cariño.

Brittany se echó a reír y se mostró de acuerdo.

—De verdad que no creo que Santana esté haciendo nada a mis espaldas. Confío totalmente en ella. Es solo que ella y yo... Santana y yo no...

—¿Tienen sexo?

Brittany se encogió sobre sí misma.

—¿Por qué suena tan horrible cuando lo dices tú?

—No lo sé. Mira, querida, ¿has hablado con Santana del tema?

—Sí, y está siendo fiel a su palabra.

—¿Que era...?

—Que esperaría a que yo estuviera preparada y no me presionaría.

—¿Y qué hay de malo en eso?

—No lo sé —musitó Brittany—. Supongo que nada.

Alma entornó los ojos, sagaz.

—Ya veo, quieres que te coja en brazos y te tumbe de espaldas en la cama.

Brittany se encogió de hombros.

—¿Es malo eso?

—En absoluto. De hecho, es necesario. Pero, Brittany... —le dijo Alma, echándose hacia delante—. ¿Ella cómo lo va a saber? Te dijo que esperaría hasta que estuvieras preparada. Tienes que darle alguna señal. Por amor del cielo, eres una mujer y eres muy atractiva. Te has recuperado muy bien desde que has tenido a mi segunda bisnieta. —Alma hizo una pausa y sonrió—. Me encanta decir eso.

Brittany se levantó y se puso las manos en la barriga.

—Llevo tanto tiempo embarazada que no sé cómo actuar sin estarlo. Mírame, Alma. Aún estoy hinchadísima.

—Eso se pasará, lo sabes —le aseguró Alma, con expresión curiosa—. Aquí pasa algo más. Algo aparte del sexo.

Brittany le dio la espalda y negó con la cabeza.

—Creerás que soy una puritana.

—Pruébame. Esto tengo que oírlo.

Brittany se volvió hacia ella de nuevo y la sorprendió lo roja que se estaba poniendo.

—No creo que Santana esté hecha para el matrimonio.

—Ah, ya veo. ¿Y necesitas que sea así?

Brittany se encogió de hombros.

—No lo sé. Es que han pasado muchas cosas. Entre la muerte de Elaine, el nacimiento de Tara, Santana y yo enamorándonos contra toda lógica... Y entonces va y me dice que solo sería madre si estuviera casada, pero no ha vuelto a decirme una sola palabra del tema. ¿Cómo crees que me hace sentir?

Alma abrió la boca, pero Brittany no le dio tiempo a intervenir.

—Pues te lo voy a decir. Me siento como una amante... ¡sin ni siquiera tener sexo! —exclamó. Enseguida cerró los ojos para calmarse—. Ya sé que estoy siendo irracional. Creía que, una vez que tuviera a la niña, mis hormonas volverían a la normalidad. —Se desplomó sobre la mecedora, abatida—. Supongo que no.

—Todavía hace muy poco del parto. No seas tan dura contigo misma ni con Santana.

—Lo sé, tienes razón —rio Brittany mirando a Alma—. Diría que te apetece beber algo.

—¡Ahora estás hablando! —le dijo Alma—. ¿Qué planes tienen para Navidad?

—No lo hemos hablado, pero me encantaría pasar las fiestas contigo y con los chicos.

—Díselo a Santana, a mí me parece bien —afirmó—. Y ahora, ¿qué decías de beber algo?




Santana estaba sentada al piano y tocaba con un lápiz detrás de la oreja, cuando se le acercó Kurt y le puso la mano en el hombro.

—Llevas dos horas, vete a casa.

Santana comprobó la hora en su reloj de pulsera.

—Ah, vaya por Dios. —Recogió las partituras y las metió en la banqueta del piano—. No las toques.

Kurt puso cara de ofendido.

—Vale, vale, mujer...

—Lo siento —se disculpó ella—. Pero lo digo en serio.

Kurt puso los ojos en blanco y la echó del estudio.

En cuanto metió la llave en la cerradura de casa, Santana oyó a su abuela reírse. Elevó los ojos al cielo y entró. Brittany estaba en la cocina y Alma estaba con Tara en brazos, en la sala de estar, y levantó la mirada cuando Santana entró por la puerta.

—Vaya, ¿dónde estabas?

—En el estudio. Estoy trabajando en una pieza. ¿Y Brittany?

—Estoy en la cocina, San.

Santana le dio un beso en la mejilla a su abuela y otro a Tara en la frente.

—Y ahora ve a besar a tu esposa. Ah, espera. Que no es tu esposa.

Santana la miró con incredulidad.

—¿De qué estás hablando? —le preguntó por encima del hombro, de camino a la cocina.

Brittany le sonrió y la recibió con un beso.

—Ñam... Sabes a salsa de espaguetis. Y hablando de salsa, ¿mi abuela ha estado bebiendo? Acaba de decirme una cosa rarísima—comentó, antes de besar a Brittany de nuevo—. Te quiero. ¿Qué tal el día?

—Yo también te quiero y ha sido divertido. Alma ha venido a hacerme compañía.

Santana creyó detectar cierto deje de amargura en la voz de Brittany.

Le robó una hoja de lechuga y se apoyó en el mármol para observarla.

—¿Qué te pasa, cariño?

Brittany suspiró y sacó las salchichas de la nevera.

—Nada, de verdad. Es que estoy cansada de seguir sintiéndome embarazada.

Santana abrió la boca, pero Brittany le metió un trozo de zanahoria y sonrió.

—Lo sé, hay un capítulo entero sobre la depresión posparto. — La besó en la mejilla—. Oh, y vamos a celebrar la Navidad. Es dentro de una semana. Dios, han pasado tantas cosas que no me creo que llegue Navidad. Bueno, he invitado a Alma. Puedes decírselo a Kurt, ¿qué te parece?

—Claro, por mí bien. Tengo muchas ganas de que llegue Navidad. Ah, y acuérdate de que dijiste que no nos hiciéramos regalos caros.

—Sí. Anda, ve a cambiarte para la cena.

Cuando se dio la vuelta, Santana le dio una palmada juguetona en el trasero, pero cuando Brittany se volvió con un chillido, la pianista ya se había esfumado.




Por fin llegó la mañana de Navidad y Skye a duras penas contenía los nervios mientras esperaba a que Santana se levantara de la cama.

—Tana, pofiii —le suplicaba, y le tiraba del brazo.

Santana fingió que seguía durmiendo y hasta roncó y todo.

—Mami —insistió Skye, con la nariz pegada a la suya.

Santana soltó una carcajada ronca.

—Ahora soy «mami», ¿eh? Muy bien, pequeño hobbit...

—Santana... —la apremió Brittany desde el umbral.

Estaba haciendo eructar a Tara. Santana se dio la vuelta y subió a Skye a la cama.

—Mamá, Tana está desnuda otavés —anunció la niña.

Santana se subió la colcha hasta cubrirse los pechos y Brittany la fulminó con la mirada justo cuando Tara eructó.

—Traidora —murmuró Santana, que empezó a hacerle cosquillas a Skye hasta que la hizo chillar.

—Tana, vene Papá Noel —suplicó.

Santana alargó la mano hacia la bata.

—Vale, dame un segundo.

Skye saltó de la cama y corrió junto a Brittany.

—Venga, cariño. Vamos a cambiar a Tara —le dijo Brittany—. Así, mientras, Santana se viste.

Santana hizo una mueca ante el énfasis que la otra mujer puso en la última palabra y se puso la bata.

—Necesito un pijama —se dijo.

Cuando fue a la habitación del bebé, Brittany estaba en la mecedora con Tara en brazos y Skye le acariciaba el bracito con delicadeza.

—Qué manitas más peques, mamá.

Brittany sonrió y dejó a Tara dormida en la cuna.

Eran unas Navidades modestas, porque Brittany le había pedido a Santana que no se pasara con los regalos y esta había estado de acuerdo... Sin embargo, no pudo menos que menear la cabeza al descubrir a Skye sentada entre decenas de peluches nuevos, sobre todo peces.

—Hay muchos, mamá. Papá Noel sabe que me gustan los peses.

Santana dio un sorbo de café, sin dejar de sonreír. Llevaba su bufanda nueva al cuello.

—Me encanta mi regalo, mamá.

—Y a mí también el mío, cielo —contestó Brittany, tocándose los pendientes de zafiro.

—A lo mejor a Tara le gustaría tener alguno —opinó Santana, refiriéndose a los peluches.

—¿Puedo? Le doy a Tada alguno para su camita —dijo Skye.

—Es una buena idea, pastelito. Eres una buena hermana mayor.

—Bueno, parece que esto es todo —comentó Santana, pero entonces miró hacia el piano—. Oye, ¿qué es aquello de allá? —preguntó, al tiempo que se sentaba en el brazo del sofá, al lado de Brittany. Esta frunció el ceño y miró a Santana con suspicacia.

—¿Qué has hecho?

—Nada —protestó Santana.

Entonces Skye vio que había algo debajo de una manta y miró a sus dos madres.

—Adelante, pitufa. Ve y levántala.

Skye levantó la puntita de la manta y soltó un grito. Era un piano de cola en miniatura y la pequeña no supo cómo reaccionar.

—¿Un piano para mí? —preguntó, casi temerosa.

Santana asintió.

—Para ti solita, pitufa —le dijo cariñosamente.

Brittany se apoyó en ella.

—Eres maravillosa —le dijo, acariciándole la pierna.

Santana tragó saliva con cierta dificultad. Era la primera muestra física de cariño fuera de besarse y acurrucarse juntas que salía de Brittany. «Frena, López...», se dijo.

—Queda uno —anunció.

—Dijimos que no gastaríamos mucho... —susurró Brittany.

Santana sonrió de oreja a oreja, la abrazó y la besó con lengua, mientras le acariciaba el cuello y la cara. Se sorprendió gratamente cuando Brittany le devolvió el beso con la misma pasión, hasta el punto de que casi perdió el equilibrio y se cayó del brazo del sillón.

—Guau —musitó.

Se apartó de Brittany sin aliento y escrutó su rostro, esperanzada. Brittany asintió y meneó las cejas, con una sonrisa radiante.

—Feliz Navidad, mamá —le susurró en tono seductor.

Era la primera vez que Santana la oía hablar así, y la recorrió un escalofrío de la cabeza a los pies. Cerró los ojos y sonrió.

—¡Gracias, Dios!

A regañadientes, se separó de Brittany, fue al piano y abrió la banqueta, sin que Skye se diera cuenta, ya que la niña estaba sentada en el suelo, tocando el piano alegremente como Schroeder de Snoopy. Le llevó a Brittany un paquete envuelto y esta sonrió cuando Santana se sentó delante de ella; después abrió el paquete y sacó una partitura. Puso los ojos como platos al leer el título.

—«Vientos celestiales.»

Las lágrimas se le agolparon en los ojos al mirar a Santana, que sonreía algo avergonzada.

—Me dijiste que la habías dejado, pero la has acabado...

—Es en lo que he estado trabajando en el estudio estas últimas dos semanas; no quería que lo supieras —explicó Santana, que se sentó al piano—. Solo para ti —le dijo.

Y empezó a tocar.

—¿La has escrito para mí?

Santana esbozó una sonrisa torcida.

—Pues claro, boba.

Brittany exhaló un suspiro de felicidad y escuchó los románticos acordes que su amante tocaba para ella. La música le arrancó un escalofrío y sintió una oleada de satisfacción. Al darle la vuelta a la partitura se dio cuenta de que Santana le había escrito una breve nota al final, que la hizo fruncir el ceño.


“Mi único amor:
Los vientos celestiales te han traído hasta mí y no me imagino la vida sin estar a tu lado. Este es mi regalo para ti: mi amor y mi vida.

Una vez dije que solo había una manera de que quisiera formar una familia. Hablaba en serio y ahora todavía más. Vivamos como los vientos celestiales, por siempre entrelazadas. Por favor, Brittany Susan Pierce, cásate conmigo, sé mi compañera y recorre conmigo esta vida. No rechaces mi amor. No soportaría estar en este mundo sola, sin ti y sin las niñas.

Ahora mismo te estoy haciendo el amor. Santana”


Brittany miró a su amante, con los ojos llorosos. Santana tenía razón: en aquel momento le estaba haciendo el amor con aquella canción. Brittany se acercó al piano para verla tocar mejor y Santana le sonrió. En ese momento vio la cajita azul que había en una esquina del piano. La sonrisa de Santana se ensanchó y le dedicó un guiño. Brittany abrió la caja y se llevó la mano a la boca: era un increíble anillo de zafiro con un diamante a cada lado y le iba a juego con los pendientes. Su mirada encontró la de Santana cuando esta acabó la canción con un acorde lento y sensual.

Sin pronunciar palabra, Santana sacó el anillo de la caja y se lo puso en el dedo. A Brittany le temblaban las piernas al rodear el piano y Santana la abrazó de la cintura mientras ella le echaba los brazos al cuello.

—Te quiero, Santana Marie López —le susurró al oído.

—Cásate conmigo, Brittany. Estoy perdida sin ti —le suplicó Santana, besándole el cuello.

—Sí. Me casaré contigo... —lloró Brittany.

Santana la levantó del suelo y le dio una vuelta entre sus brazos.

Skye se levantó enseguida, porque no quería quedarse al margen.

—Yo también. ¡Aúpa! —exclamó.

Santana la cogió en brazos y las tres se besaron y se abrazaron mientras bailaban por la sala de estar.



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Breves adelantos cap. 23


Kurt y Blaine fueron a cenar y Skye volvió a recibir regalos de Papá Noel. También se pasaron el rato haciéndole monerías a Tara, que sonrió, babeó y sonrió aún más. Fue Alma la primera en fijarse en el anillo y le cogió la mano a Brittany al punto, para estudiarlo.

—Vaya, vaya... —suspiró—. Es muy bonito, Brittany. Qué romántico.

Brittany contuvo las lágrimas y asintió.

—Ha acabado la canción, Alma.

—¿Qué? —se asombró Alma, que no pudo ocultar la sorpresa cuando Santana regresó a la sala de estar—. Santana, después de todos estos años, has acabado tu canción.

—La canción de Brittany, abuela. —Santana la rodeó con el brazo—. Mamá decía que algún día encontraría a la persona adecuada y sería capaz de terminarla. Tenía razón.

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—Perdona por despertarte, pero es que tengo una pregunta. Esto... —Santana hizo una pausa cuando oyó reírse a Brittany debajo de la sábana, y también se rio—. Tengo una pregunta sobre dar el pecho.

Brittany estalló en carcajadas, bajó la sábana, y observó a Santana con incredulidad.

—¿Dar el pecho? —preguntó Emma.

—Sí, yo... Bueno, es que resulta que yo... Verás, Brittany y yo estábamos... y yo...

—Ni una palabra más, ya me lo imagino. No pasa nada. La leche de Brittany está perfectamente. Sencillamente deja algo para el bebé.

Santana suspiró, aliviada.

—Gracias, Emma.




Y EN ESTE PUNTO CON TODO EL MAR DE CONTRADICCIONES DE SENTIMIENTOS (ALEGRÍA, TRISTEZA, NOSTALGIA, ETC.) DEBO DECIRLES QUE LA HISTORIA ESTA EN SU RECTA FINAL....TAN SÓLO FALTA 1 CAPÍTULO Y EL EPÍLOGO PARA TERMINAR.......ESPERO ESTÉN ATENTAS A LA CONCLUSIÓN DE ESTA HISTORIA Y AL PRÓXIMO INICIO DE OTRA........GRACIAS POR SU APOYO CONSTANTE A ESTA Y OTRAS HISTORIAS

Hola……….buenas noches a todas/os……….espero que disfruten esta historia……..así que a LEER….


Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejeje)……..


*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:





http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)




http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)





http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)




http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)





http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)





https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22641p210-fanfic-brittana-madam-president-sinopsis-cap-final-08-de-marzo-2016-2da-parte
(Madam President)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22658p100-fanfic-brittana-forever-with-me-sinopsis-prologo-epilogo-23-de-abril-2016-adap#554151
(Forever With Me)



*Actualización: día JUEVES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….



https://www.youtube.com/watch?v=kKjVy1Z2zTU

NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia, además de que esto me pareció lo más conveniente) (solo puse el título en inglés), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Vientos Celestiales” y es de autoría de Kate Sweeney (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); hallé casualmente esta obra hace un año atrás aproximadamente en un valioso blog llamado NOESTOYSOLASOYINDEPENDIENTE (en el archivo pdf que descargué en aquella ocasión no aparece el nombre de quien o quienes se hayan encargado de traducirla, corregirla o algo) (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original la podrán encontrar en distintos blogs o web site).



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Chicago entre otros, tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Lima, Ohio y decidí mantener Chicago e incluí otros. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades (en otros casos, conserve el nombre de personajes que se mencionan en la historia original), aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de: sinopsis + 23 capítulos + epílogo, “Vientos Celestiales” es la primera obra que leí de Kate Sweeney, y honestamente me fascinó y a la vez me encantó infinitamente.………Espero disfruten de esta historia






Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 23

Fue una Navidad fabulosa: Skye jugó con su piano y le regaló a su hermana pequeña varios peluches; Brittany hizo la cena y Santana pudo elegir entre tocar el piano o ayudar en la cocina.

Así que Skye y ella se sentaron en sus pianos respectivos.

Kurt y Blaine fueron a cenar y Skye volvió a recibir regalos de Papá Noel. También se pasaron el rato haciéndole monerías a Tara, que sonrió, babeó y sonrió aún más. Fue Alma la primera en fijarse en el anillo y le cogió la mano a Brittany al punto, para estudiarlo.

—Vaya, vaya... —suspiró—. Es muy bonito, Brittany. Qué romántico.

Brittany contuvo las lágrimas y asintió.

—Ha acabado la canción, Alma.

—¿Qué? —se asombró Alma, que no pudo ocultar la sorpresa cuando Santana regresó a la sala de estar—. Santana, después de todos estos años, has acabado tu canción.

—La canción de Brittany, abuela. —Santana la rodeó con el brazo—. Mamá decía que algún día encontraría a la persona adecuada y sería capaz de terminarla. Tenía razón.

Brittany le dio un beso en la mejilla y regresó a la cocina; Santana se volvió hacia su abuela, que sonrió y la besó a su vez.

—Maribel estaría muy orgullosa de ti. Está orgullosa de ti. Y yo también.

—Gracias, abuela.

—¿La querrás para siempre? —le preguntó Alma.

Santana asintió.

—Para siempre. Que Dios se apiade de ella.

El chillido de Kurt desde la cocina interrumpió sus carcajadas y salió corriendo, seguido de Brittany, meneando la cabeza, para abrazar a Santana con todas sus fuerzas.

—Es maravilloso —se alegró—. Es... ay, es muy romántico. ¿Y has terminado tu canción para Brittany? Ay, Dios mío, eso... oh, es tan...

—Romántico —completó Alma.

Santana puso los ojos en blanco y fue a la cocina.

—Necesitamos champán.

Kurt miró a Brittany.

—No bromea, ¿verdad?

—No, me quiere —afirmó Brittany, feliz como unas castañuelas, y la siguió a la cocina.

Mientras Santana abría la botella, Brittany fue por detrás, le rodeó la cintura con los brazos y le besó el cuello. Santana cerró los ojos y se estremeció. Entonces Brittany fue subiendo la mano lentamente y le tocó un pecho.

—Ah, Dios, Brittany... no hagas eso ahora —gimió Santana, temblorosa.

Brittany se alegraba de ver que no había perdido la práctica, porque había pasado mucho tiempo y las expectativas sobre cómo sería su primera vez la estaban matando.

—Has tenido mucha paciencia. Ya no voy a hacerte esperar más, cariño... —murmuró Brittany, masajeándole el pecho muy despacio.

Santana cerró los ojos de nuevo; tenía la respiración desbocada.

—Después de acostar a las niñas. Guarda una botella de champán —le susurró al oído antes de soltarla.

Santana dejó escapar un gruñido de impotencia y se volvió hacia Brittany, que mordisqueaba una ramita de apio. Salió de la cocina y Santana se quedó clavada donde estaba, paralizada y dominada por el ansia.

Santana echó a Kurt y a Blaine temprano y Alma se partía de risa mientras se ponía el abrigo, hasta el punto de que Brittany se moría de vergüenza.

—Vale, vale, ya lo hemos pillado —les dijo Kurt, al salir por la puerta.

—Feliz Navidad —les deseó Brittany.

Los dos se despidieron con un gesto de la mano. A Alma le dio un beso y la anciana meneó las cejas.

—Pásenlo bien —les deseó, y besó a Santana en la mejilla—. Espero no saber nada de ustedes hasta dentro de unos días.

—Te quiero, abuela —le dijo Santana—. Pero ya te estás largando.

Alma soltó una carcajada, les lanzó un beso a ambas y cerró la puerta.

—Santana Marie López... —la riñó Brittany cuando se hubo marchado.

Santana la ignoró y cogió en brazos a Skye, que dormitaba en el sofá. —Muy bien, pitufa, hora de irse a la camita —anunció, y llevó a la adormilada pequeña a su habitación.

Brittany cabeceó, pero se apresuró a apagar las luces, cerrar la puerta con llave y coger el champán. Dentro del baño, se contempló en el espejo que había detrás de la puerta.

—No está mal, con un poco de ejercicio... Bueno, con mucho ejercicio —se dijo.

Se cepilló el pelo, se puso el camisón que le había regalado Santana por Navidad y la bata de seda a juego, y respiró hondo.

Al llegar a la habitación, Santana vio el botellero casero dentro del cual había metido el champán en hielo. Sonrió y abrió la botella con un chasquido que lanzó el corcho a la otra punta de la habitación, llenó dos copas y empezó a desabrocharse la camisa.

—Ah, no. Quieta —le ordenó Brittany desde la puerta del baño.

Santana se dio la vuelta y se quedó con la boca abierta. Brittany estaba...

—Absolutamente preciosa —musitó, con la boca seca.

Dio un trago apresurado de champán cuando Brittany se le acercó; al llegar a su lado le quitó la copa y dio un sorbo. Santana sonrió y cerró los ojos, sumergiéndose en el embriagador perfume de su amante. Entonces Brittany dejó la copa y empezó a desabrocharle la camisa ella misma.

—Llevo tanto tiempo imaginándote así, Santana...

Esta exhaló un suspiro y le acarició la melena rubia a Brittany, que le apartó la camisa de los hombros y le besó la parte superior de los pechos. Santana inspiró bruscamente y se le escapó un gemido quedo.

Se quitó la camisa lo más rápido que pudo, al tiempo que Brittany le desabrochaba el sujetador y lo dejaba caer al suelo.

—Dios mío, Santana, tienes un cuerpo precioso —susurró Brittany.

Le agarró los dos pechos a la vez y Santana se quedó sin habla.

Le temblaban los dedos al desatarle la bata de seda y Brittany, más que dispuesta a ayudarla, empezó a desabrocharse los botones, pero Santana le apartó las manos.

—Yo solita.

—No, por favor, nada de hablar como una niña pequeña... a no ser que la situación lo requiera —pidió Brittany en voz baja.

La recorrió un escalofrío cuando la bata se deslizó de sus hombros y le cayó alrededor de los tobillos. Dios, querían ir despacio, de verdad que sí, pero las dos mujeres ansiaban tanto sentirse la una a la otra que era casi doloroso y lo único que querían era llegar al clímax. Se tumbaron en la cama, con la respiración entrecortada, y Santana le devoró el cuello a Brittany. Esta jadeó y le acarició el espeso cabello.

—Santana, por favor, necesito tenerte dentro...

Santana le abrió las piernas a su amada y titubeó.

—¿Estás segura? Quiero decir, no...

Brittany le selló los labios con la yema de los dedos.

—Estoy bien, no me harás daño.

Santana sonrió y le besó los dedos. Cuando deslizó sus largos dedos de pianista entre sus húmedos pliegues, dejó escapar un gruñido ronco.

—Por Dios, Brittany... —gimió, cuando el primer contacto con la mujer que amaba la hizo estremecer.

Brittany arqueó las caderas, buscándola.

—Santana —le suplicó.

Santana la penetró una y otra vez, con tanta ternura que Brittany estuvo a punto de perder el control. Se sacudió descontroladamente y chilló.

—Santana, sí, más hondo, por favor —gemía, incapaz de contenerse.

Santana apenas respiraba y Brittany notó la tensión en su rostro y movió la pierna debajo de Santana. Al levantarla entre sus muslos, le frotó la entrepierna y se maravilló de lo caliente y lo mojada que estaba.

—Dios mío, Brittany —gritó Santana.

Le metió los dedos con más fuerza y los gemidos de ambas llenaron la quietud de la habitación. Santana se balanceaba sobre el muslo de Brittany, mientras la penetraba todo lo hondo que podía, sumando un dedo y luego otro más.

—¡Sí, Santana! —exclamó Brittany, sofocando un grito.

Agitó las caderas, hundiéndole el muslo a Santana entre las piernas. Ella intentó contenerse hasta que Brittany estuviera a punto.

—Estoy muy cerca —la advirtió entre jadeos, y le metió y agitó los dedos en su interior.

Entonces notó que los músculos de Brittany se tensaban alrededor de sus dedos y se descubrió dando gracias estúpidamente por sus ejercicios Kegels, por saber que Brittany estaba al límite.

—Córrete conmigo, Brittany... —le rogó en voz baja y sensual.

Aquello bastó. Brittany puso todo el cuerpo en tensión y el orgasmo la recorrió como una cascada, arrastrando a su amante al abismo.

El clímax fue rápido y poderoso, pero sorprendentemente silencioso. Brittany se abrazó a Santana, respingando y sacudiéndose hasta que por fin dejó de temblar. Solo entonces Santana retiró la mano y Brittany arqueó la espalda y gimió al dejar de sentirla dentro.

—Santana —murmuró, cuando su amante se tumbó encima de ella para recuperar el aliento.

La abrazó y repitió su nombre una y otra vez, hasta que Santana fue capaz de moverse y se echó de espaldas. Enseguida, Brittany se acurrucó a su lado.

—Oh, Dios mío —susurró Brittany al recuperar el habla.

Santana se limitó a asentir, alargar el brazo y servir dos copas de champán.

—Guau —murmuró, y brindó con Brittany.

Estuvieron un rato abrazadas en la cama, bebiendo champán, sin decir nada, hasta que la oyeron:

—Mamá... —llamaba Skye.

—Esa no puede ser Tara —opinó Santana—. ¿Verdad?

—Mamá —insistió Skye.

—Te llama a ti —afirmó Santana, dándose aires de superioridad.

Brittany se incorporó y la observó.

—¿Y por qué no puedes ser tú?

—Porque yo soy «mami». Tú eres mamá.

Brittany la miró con los ojos entornados, pero tuvo que admitir que tenía razón. Entonces volvió a oírse la vocecilla.

—Mami...

Santana arrugó la nariz, y esta vez fue Brittany la que le regaló una sonrisa burlona, antes de besarla en el cuello.

—Ya voy yo —susurró.

Santana gruñó y dejó la copa en la mesita de noche.

—No, voy yo. Si vas tú te pasarás una hora, arrullándola y haciendo de madre cursi —opinó Santana.

Se dirigía a la puerta cuando Brittany la llamó.

—Cariño.

Santana se volvió.

—La bata —le recordó Brittany en tono severo.

Santana se puso colorada.

—Siempre se me olvida —farfulló, y se puso la bata.

—Si fuera por ti, criaríamos dos niñas nudistas —comentó Brittany, dando un sorbo de champán—. ¿Cielo?

Santana miró a su amada: Brittany estaba tumbada de lado y se pasaba una mano por el pecho lentamente.

—Date prisa.

Santana se estremeció físicamente.

—Ay, Dios —gimió.

Y salió a toda prisa.

—Eh, pitufa. ¿Qué pasa, cariño? —la oyó preguntar Brittany.

Skye farfulló algo que Brittany no llegó a entender, así que se levantó y salió al pasillo a tiempo de ver a Santana con Skye bajo el brazo, de camino al baño. La niña se reía.

—Deprisa, nena... —le decía Santana.

Brittany se tapó los ojos con la mano.

—Madre del año —suspiró, y dio otro sorbo de champán.

—Ya está, buena chica. Eres muy mayor —la felicitó Santana apresuradamente. Brittany oyó que, gracias a Dios, tiraban de la cadena y se alegró muchísimo cuando Santana apuntó—: Espera, lávate las manos antes de que mamá me grite.

A continuación asistió horrorizada a cómo Santana salía corriendo del baño con su hija debajo del brazo como un saco de patatas, con los brazos y las piernas colgando.

—¡Tana! ¡Mami! —protestaba Skye.

Brittany se tapó la cara otra vez.

—Qué niña más buena, ¿sí? Ya está, bonita. Felices sueños.

Skye murmuró algo más.

—Aquí tienes al pez. Te quiero. Buenas noches, pitufa.

En un abrir y cerrar de ojos, Santana estaba de vuelta en la habitación.

—Una parada en tiempo récord, si me permites —se enorgulleció.

Brittany le lanzó una mirada severa.

—¿Qué? —se extrañó Santana, confundida.

Forzó una risita al quitarse la bata y deslizarse bajo las sábanas con Brittany.

—Nuestra hija no es un saco de patatas —insistió Brittany.

Santana se apoyó sobre el codo cuando Brittany le pasó la copa de champán.

—Ya lo sé, mi amor. Es... bueno, es un hobbit, cariño.

Brittany trató de contener la risa.

—¿Por qué la llamas así?

—Porque me encanta cómo se te marca la vena del cuello — respondió Santana, pasándole la yema de los dedos por la vena en cuestión.

El cálido roce le arrancó un suspiro a Brittany.

—Si las teclas de tu piano pudieran hablar... —susurró.

Santana sonrió y le paseó los dedos por los senos. Luego la tumbó de espaldas afectuosamente y admiró su cuerpo.

—Déjame mirarte —pidió Santana, recorriéndole con los dedos el contorno de los generosos pechos.

A Brittany le entró vergüenza, porque sus pechos no se habían recuperado tan bien como el resto de su cuerpo. Santana adivinó lo que le pasaba por la cabeza.

—Te adoro. Adoro saber que has dado tu cuerpo por nuestra hija. Me parece increíblemente sexy —murmuró Santana en voz ronca y sensual.

A Brittany se le sacudieron las caderas instintivamente y Santana, que lo notó, le regaló una sonrisa radiante. Le encantaba saber que era capaz de excitar tanto a aquella mujer. Su caricia, ligera como una pluma, se centró en el turgente pezón, que se puso duro como una piedra bajo sus atenciones.

—Me encanta cómo responde tu cuerpo cuando te toco. Nadie más sabrá cómo darte placer, solo yo.

—Es como si hubiera sido la primera vez que me hacían el amor. Nadie me ha hecho sentir nunca como tú. Es como si me tocaras el alma.

Santana le sonrió y le acarició la curva de la cadera y el estómago.

—Y pensar que solo hace tres semanas que Tarita estaba creciendo aquí dentro... —suspiró Santana, y bajó la mano un poco, enredando los dedos en los suaves rizos oscuros.

Brittany sonrió y cerró los ojos.

—Por Dios, López, se te da bien...

Santana se agachó y la besó en la mejilla, en la comisura de los labios y finalmente en la boca, caliente y húmeda. Le lamió los labios con la punta de la lengua, hasta que los separó, y entonces le recorrió los dientes antes de buscar al fin la sedosa lengua de Brittany.

Cuando sus lenguas se encontraron, las dos mujeres gimieron y las entrelazaron en una suave danza. Santana se colocó sobre ella y le separó las piernas con la rodilla. Brittany se lo permitió con un suspiro de satisfacción, y Santana se colocó entre sus muslos y empezó a balancearse contra sus caderas. Mientras tanto, Brittany le masajeó el trasero y se frotó con ella. Santana gimió y se tumbó encima de su amante, de manera que sus pechos se rozaran sensualmente y sus pezones entraran en contacto.

—Dios —gimió Santana, arqueando la espalda bajo las caricias de Brittany.

Esta suspiró cuando sus labios se unieron de nuevo en un beso celestial. Luego los labios de Santana viajaron más al sur y le cubrieron de besos la barbilla y el cuello... Cuando alcanzó su pecho y se metió el pezón en la boca, Brittany se arqueó de golpe. Miró hacia abajo para verla chupar y le enredó los dedos en el pelo para mantenerle la cabeza en su sitio. Santana gimió contra su pecho y a Brittany le entraron los temblores; con la mano libre, Santana se concentró en el otro pecho y le pellizcó el pezón con delicadeza, sin dejar de chuparla.

Brittany estaba en el paraíso.

De repente, Santana se apartó de golpe y miró a Brittany, helada.

Tragó saliva y se relamió. Brittany levantó la vista.

—¿Qué, Santana? ¿Qué pasa?

—Yo... tu pecho... He tragado un poco... lo siento. Tu leche... yo... —balbuceó, perpleja.

—Creo que no pasa nada —le aseguró Brittany, aunque frunció el ceño—. No pasa nada, ¿verdad? —preguntó, algo inquieta.

—Voy a averiguarlo.

Santana saltó de la cama, cogió su móvil y marcó. Mientras esperaba que se lo cogieran, paseaba desnuda por la habitación.

—No estarás llamando a Alma.

—Dios, no —contestó Santana.

—¿Estás llamando a la doctora?

Santana se detuvo en seco y se volvió, roja como un tomate.

—Oh. Supongo que eso habría sido mejor idea —musitó, con una leve sonrisa.
Brittany abrió unos ojos como platos.

—¿Y a quién demonios estás llamando? —inquirió, subiéndose la sábana hasta la garganta.

Santana torció el gesto y habló al auricular.

—Hola... ¿Will?

—¿Will? —gimió Brittany, desplomándose de espaldas y tapándose la cabeza.

—Esto... hola, Will... Sí, o... oye, ¿está Emma? —preguntó Santana, tratando de aparentar naturalidad.

Estar desnuda en el medio de la habitación, por mucho que apoyara una mano en la cadera, no ayudaba precisamente a aparentar que no pasaba nada.

—Santana —la voz soñolienta de Emma sonó al otro lado del auricular—. ¿Qué pasa?

—Perdona por despertarte, pero es que tengo una pregunta. Esto... —Santana hizo una pausa cuando oyó reírse a Brittany debajo de la sábana, y también se rio—. Tengo una pregunta sobre dar el pecho.

Brittany estalló en carcajadas, bajó la sábana, y observó a Santana con incredulidad.

—¿Dar el pecho? —preguntó Emma.

—Sí, yo... Bueno, es que resulta que yo... Verás, Brittany y yo estábamos... y yo...

—Ni una palabra más, ya me lo imagino. No pasa nada. La leche de Brittany está perfectamente. Sencillamente deja algo para el bebé.

Santana suspiró, aliviada.

—Gracias, Emma.

—Pásenlo bien. Eso sí que es dar el pecho, y lo demás son tonterías. Me muero de ganas de contárselo a Will.

Santana colgó, satisfecha, y le sonrió seductoramente a Brittany.

—¿Qué ha dicho? —le preguntó esta cuando su amante se metió otra vez en la cama y gateó sobre ella como una pantera a punto de atacar.

Santana se tumbó encima de Brittany y la besó apasionadamente.

—Que recordáramos dejar algo para el bebé. Si con esto no despertamos a las niñas, será un milagro —le dijo Santana en voz baja.

La besó entre los pechos y le pasó la lengua por todo el torso y por la zona del ombligo, sin dejar de estrujarle los pechos con las manos.

—Brittany, te deseo tanto... —murmuró Santana contra su estómago al notar que los músculos de Brittany se estremecían incontroladamente.

Brittany abrió las piernas todo lo que pudo y empujó a Santana por los hombros.

—¿Quieres algo, cariño? —preguntó Santana con voz ronca—. Dímelo, Brittany. Dime lo que quieres.

—Santana, por favor... Yo... —calló, porque nadie le había preguntado nunca lo que quería—. Quiero sentir cómo me comes entera, cariño. Por favor, ahora —le suplicó. Su deseo latía cada vez con más urgencia.

Santana descendió sobre ella y Brittany gimió en alto cuando la besó en el pubis y en la cara interior del muslo. Santana la lamió y le besó la pierna hasta la rodilla y luego volvió hacia arriba, ignorando el palpitante clítoris de Brittany con toda la intención. Brittany gimoteó, pero si la primera vez había sido demasiado rápido, esta vez Santana iba a asegurarse de que su amante lo disfrutaba. Se merecía que la mujer que la quería le hiciera el amor lenta y apasionadamente. Siempre.

Santana le besó la parte superior del muslo y luego le subió un poco las piernas, para acariciarle la parte de atrás. Brittany se estremecía y se mordía el labio, aferrada a las sábanas, para no gritar, así que Santana supuso que ya la había hecho esperar bastante y se inclinó para besar sus tiernos pliegues.

—Sí... sí —suplicó Brittany.

Santana siguió besándola amorosamente unos segundos y finalmente sacó la lengua y saboreó su amor por primera vez.

—Santana, no pares cariño, por favor, no pares —repetía Brittany, enredándole los dedos en el pelo.

Santana suspiró bajo las caricias de Brittany y a continuación le cubrió el clítoris con la boca y chupó con delicadeza.

—Oh —Brittany dejó escapar un gruñido gutural.

Era como si volara. Había olvidado aquella sensación, y saber que era Santana la que le hacía el amor y que nunca sería nadie más que ella era la emoción más exquisita que había experimentado jamás. Arqueó la espalda cuando Santana la lamió con la lengua plana, de arriba abajo, sin parar, y todo su cuerpo se puso en tensión.

—Ahora, Brittany. Córrete para mí ahora. Solo para mí —murmuró Santana.

La erótica orden desató una pasión arrolladora que la recorrió en oleadas de gloria hasta entregarle a aquella mujer todo lo que tenía dentro.

—Sí, Santana —gritó, cuando un nuevo orgasmo volvió a partirla en dos.

Y aun así, notaba un tercero cerca y agarró a Santana del pelo con todas sus fuerzas para que no se moviera. Para que no parase.

Finalmente, el placer se convirtió en un dolor sordo y ya no pudo soportarlo más. Tiró de Santana y esta remontó sobre su cuerpo, cubriéndola de besos por todas partes. Entonces Brittany rodó e inmovilizó a Santana bajo su cuerpo. La pianista gimió, y Brittany la besó apasionadamente y le estrujó los senos firmes y suaves. —Santana, yo también te deseo. Necesito estar dentro de ti. Muy dentro —dijo.

El sonido de su voz le puso a Santana el corazón a cien. Entre tanto, su amante agachaba la cabeza y se metía su duro pezón en la boca. La maravillaba lo mucho que le gustaba el sabor del cuerpo de Santana y le comió el pezón con avidez.

—Brittany, Brittany... por favor —gruñía Santana.

Brittany estaba completamente concentrada en dar placer a Santana: le pasó la mano por el vientre y luego bajó un poco más. Santana enseguida abrió las piernas, increíblemente excitada. Sus oscuros rizos brillaban de humedad y latían, hambrientos de sus caricias.

—¡Brittany! —gritó Santana, sacudiendo las caderas con anticipación.

Brittany le acarició el pubis empapado, enganchada a su olor, y gimió contra el pecho de Santana mientras le introducía los dedos entre los pliegues y alcanzaba el clítoris palpitante con la yema de los dedos. La estudió con insistencia, ansiosa por conocer cada centímetro inexplorado de Santana. Esta estaba completamente entregada, con los ojos cerrados y perdida en sus caricias.

—Santana, mi amor, mírame —le susurró apasionadamente—. Puede que hayas conocido a muchas mujeres, pero la única que conocerá tu cuerpo de ahora en adelante seré yo. Eres mía, Santana López, y yo soy tuya. Ahora y para siempre.

—Sí, Brittany. Soy tuya. Nunca había sentido algo tan fuerte por nadie... nunca —gimió Santana, asombrada.

Era la verdad, Brittany tenía razón: era como si fuera su primera vez.

Brittany estaba acariciándole el alma.

—Ahora, Santana. Córrete para mí —repitió la erótica orden de Santana.

Esta chilló cuando Brittany le metió un dedo y luego otro. Arqueó las caderas para darle mejor acceso.

—Más, Brittany, dámelo todo, cariño, por favor... —suplicó Santana, aferrada a su amada con los dedos enredados en su espesa melena rubia.

Nunca había pedido ni necesitado tanto de nadie como de Brittany en aquel instante.

—¡Brittany, ahora!

Brittany la penetró con caricias largas y rítmicas hasta que el interior de Santana se contrajo en torno a sus dedos.

—¡Dios! —gritó Santana cuando la recorrió una nueva oleada.

Brittany notó el amor de Santana resbalarle por la mano, hasta que su cuerpo se sacudió una última vez y Brittany aminoró el ritmo y recibió a Santana con ternura en su lento regreso del cielo.

—Estoy completamente muerta —croó Santana con la voz rota.

Brittany le acarició los pechos.

—Para ya o me desmayaré —le dijo Santana.

Brittany se rio, pero dejó la mano quieta.

—Ha sido maravilloso —afirmó, y la besó en el hombro.

—Sí, lo ha sido —asintió Santana—. Y pensar que no hemos despertado a las niñas...

—Creo que hemos estado muy cerca un par de veces.

Brittany se echó a su lado y apoyó la cabeza sobre su pecho.

—Ahora mismo soy muy feliz.

—Yo también, Brittany. Es verdaderamente increíble.

Yacieron abrazadas, sin hablar. Santana no dejaba de acariciarle el pelo, en gesto ausente pero reverente. La notaba parpadear contra su pecho y sabía que no estaba dormida. —¿En qué piensas? —susurró.

—Me acordaba del día que viniste a recogernos a la estación de autobuses —respondió Brittany afectuosamente, y le acarició el estómago.

Santana soltó una carcajada y un bostezo al mismo tiempo.

—Dios, no estaba preparada para tener a nadie en mi vida. La primera vez que te vi, yo...

Brittany levantó la mirada.

—¿Tú qué? —inquirió, apoyando la cabeza sobre la mano.

Santana se encogió de hombros y se rio, nerviosa.

—No entré enseguida. Las vi a Skye y a ti y las observé un par de minutos. Te vi con el conductor e imaginé que no tenías dinero para darle. Vi la cara que ponías.

Brittany asintió.

—Sí, estaba sin dinero, López.

Se quedaron calladas un par de minutos, hasta que Santana volvió a hablar.

—Era completamente irracional, pero estaba cabreada con Elaine por ponernos en aquella situación —confesó Santana.

Brittany asintió de nuevo.

—Lo entiendo, yo también estaba un poco enfadada con ella. — Respiró hondo y exhaló lentamente—. ¿Te importa que hablemos de Elaine? Sé que acabamos de hacer el amor como nunca y deberíamos de hablar sobre el futuro...

—A veces el pasado forma parte del futuro. Claro que no me importa. Nunca hemos llegado a hablar de ella.

Aunque hablaba en serio, Santana no pudo evitar notar una punzada de inseguridad, que relegó al fondo de su mente para escuchar a Brittany.

—Cuando Elaine me dijo que tenía cáncer de huesos, como te conté, me quedé destrozada. Lo sentía muchísimo por ella. Quería consolarla de alguna manera, pero ella se alejó de mí. Se volvió huraña y distante, pero no podía culparla. No tengo ni idea de cómo habría reaccionado yo en su situación. —Hizo una pausa y volvió a inspirar profundamente. Santana guardó silencio—. Entonces pensé en Skye y en mi embarazo. Fue surrealista descubrir que estaba embarazada pocas semanas antes de que a Elaine le diagnosticaran el cáncer. Era como...

—El mejor momento de tu vida y el peor.

Brittany asintió y siguió mirando al frente.

—Pasó todo muy deprisa —susurró, y se secó una lágrima—. Casi no tuvimos tiempo de hacernos a la idea antes de que empeorara. Enseguida se debilitó y se puso muy enferma. A los seis meses se había ido. Pasó la mayor parte de su tiempo lejos de nosotras.

—Lo sé. Cuando me lo dijiste no me lo podía creer. ¿Por qué crees que fue?

—Decía que no quería que Skye la viera así. La verdad es que Elaine era una mujer muy solitaria y celosa de su intimidad. Me había dicho que quería morir sola, sin que nadie la llorara. Así que en los últimos meses permaneció alejada hasta que no le quedó más opción que ir al hospital. Como te dije, vivía con Quinn.

—¿Y no te parece raro?

Brittany estuvo de acuerdo.

—Yo no podía hacer nada. Intenté entenderla y creo que en parte sí la entiendo. Era su vida y era decisión suya cómo quería pasar sus últimos meses. Yo iba a verla cada día. Bueno, siempre que Elaine me lo permitía, porque había días que no quería verme. Hubo un tiempo en que pensé que Quinn y ella tenían una aventura.

—¿Todavía lo piensas?

—No, y a estas alturas, tampoco importa. Cuando Elaine perdió el conocimiento y la ingresaron en el hospital, Quinn me llamó y tuvo la amabilidad de cuidar de Skye mientras yo pasaba prácticamente todo mi tiempo en el hospital. Fue cuestión de días. Elaine estaba hasta arriba de morfina y apenas se daba cuenta de que estaba con ella. Era muy triste, Santana.

Santana tragó saliva alrededor del nudo que se le había puesto en la garganta y asintió; Brittany alargó la mano y le acarició la mejilla.

—Siento hablar de esto.

—No lo sientas. Elaine ha sido parte de nuestras vidas.

—¿Dónde la conociste? —quiso saber Brittany.

—En Chicago. Compartimos taxi desde el aeropuerto. Llovía. Esa noche se quedaba en la ciudad, así que cenamos juntas —explicó Santana—. Creo que fue el uniforme.

Brittany sonrió cariñosamente.

—A mí también me conquistó.

Las dos se rieron. Luego Santana siguió hablando.

—Nuestra relación empezó muy deprisa. Con Elaine las cosas eran rápidas y apasionadas. Nunca estábamos quietas demasiado tiempo, y a mí ya me convenía, porque en aquella época yo también me movía constantemente. Entre Chicago y Los Ángeles intentaba coger el vuelo que pilotaba ella... —confesó, y dejó caer la voz, con una sonrisa.

—Lo pasaste bien con ella —dijo Brittany, más a modo de afirmación que de pregunta.

Santana asintió.

—Sí, lo pasamos bien, Brittany. Llevábamos una vida muy... —hizo una pausa y se rio al dar con la palabra adecuada—... muy bohemia. Nunca nos asentábamos en ninguna parte, así que cuando empezó a hablar de tener hijos...

—Te entró el pánico —completó Brittany, con una sonrisa burlona.

—No estoy segura de que «pánico» sea la palabra adecuada, pero me quedé de piedra. Tener hijos era lo último que se me había pasado por la cabeza, aunque hubiéramos hablado de ello. Sabía que ella no pensaba en el futuro. Creo que más bien quería un compañero de juegos. Y no pretendo sonar reduccionista: a Elaine le encantaba la idea de tener un hijo, pero no era responsable. Joder, no es que yo lo fuera. Así que el tema abrió una brecha entre nosotras.

—Y eso fue lo que terminó con lo suyo.

—Sí. Ella me presionaba demasiado y yo estaba harta de discutir, de darle explicaciones y de tratar de entenderla. Hace cinco años hizo escala en Denver y yo volé allá para encontrarme con ella.

Brittany se incorporó en la cama.

—¿A Denver?

Santana enarcó una ceja.

—Sí, ¿por?

—¿Eso cuándo fue?

—He dicho hace cinco años. En invierno, justo antes de...

—San Valentín —completó Brittany.

Santana arrugó el ceño y entonces cayó en la cuenta.

—No me digas.

—Sí, yo vivía en Denver. Conocí a Elaine y empezamos a salir unos días antes de San Valentín, hace cinco años.

Las dos se quedaron en silencio unos momentos. A Santana le daba vueltas la cabeza, intentando recordar aquella última vez que había visto a Elaine.

—Habíamos tenido una pelea terrible. Yo estaba harta de la situación y fui a Denver con la esperanza de arreglarlo de una vez por todas. Las dos nos tranquilizamos y estuvimos hablando casi todo el día y toda la noche hasta que ambas nos dimos cuenta de que se había acabado. El último año nos habíamos distanciado y el amor, sencillamente, se había desvanecido —relató Santana, y suspiró profundamente—. Me besó y me dijo: «Nos vemos, Sanny», y salió de la habitación de hotel. Fue la última vez que la vi.

—No me lo puedo creer —se sorprendió Brittany—. Mira que es casualidad.

—Pues sí. Supe de ella al cabo de un año. Me llamó de repente y me contó que había conocido a una mujer y que estaba loca por ella. —Elaine me habló de ti. No paraba, la verdad. Estaba harta de oír «Santana Marie López esto, Santana Marie López lo otro» —rio Brittany—. Cuando el abogado de Elaine dijo tu nombre me entraron ganas de agarrar la grapadora y graparle la lengua a la frente.

Santana enarcó las cejas con asombro.

—Eso es un poquitín extremo, nena.

Brittany soltó una sonora carcajada, aunque enseguida hizo una mueca y echó un vistazo a la cuna donde dormía Tara.

—En ese momento estaba embarazada y tenía antojo de helado.

Santana se rio e hizo que Brittany se acostara de nuevo a su lado.

—No me cabe duda.

De nuevo se quedaron en silencio un rato, tumbadas cómodamente la una junto a la otra.

—¿Brittany?

—¿Mmm? —contestó Brittany, adormilada.

—¿Crees que Elaine sabía que nos enamoraríamos?

Brittany miró a Santana a los ojos.

—No lo sé. Nunca lo sabremos, Santana. Pero una cosa es segura.

—¿El qué?

—Nunca he querido a nadie tanto como te quiero a ti. Me haces sentir amada, Santana Marie López. Eres una buena persona y una buena amiga —le dijo, y apoyó la cabeza en su pecho una vez más.

—Yo siento lo mismo, Brittany. Y también quiero a Skye y a Tara. Somos una familia, para siempre.

—Para siempre jamás —susurró Brittany, casi dormida.

Santana siguió abrazando con fuerza a Brittany hasta que las dos mujeres se sumieron en un plácido sueño.




Y BUENO....HOY NO HABRÁN LOS ADELANTOS ACOSTUMBRADOS, ASÍ QUE A ESPERAR LA ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN DE LA HISTORIA....en uno de los comentarios me hacían notar que la historia tiene una 2da parte, y bueno, pienso si quien me hizo notar este detalle tiene avanzado el proyecto de adaptación, pues adelante con la publicación de la historia en este entrañable y querido foro (ÁNIMO ...lucy), pero si no pudiera mi querida amiga "lucy" (mil discupas si no acerté correctamente en el nombre) mi persona puede llevar adelante el proyecto (ya que acabo de conseguir la obra en cuestión)...........de todas maneras, ojalá apoyen la 2da parte de la historia independientemente de quien la publique

Hola……….buenas noches a todas/os……….espero que disfruten esta historia……..así que a LEER….


Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad jejeje)……..


*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:





http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)




http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22314p90-resueltofanfic-brittana-beautiful-stranger-cap-16-final-12-de-noviembre
(Beutiful stranger)





http://www.gleeklatino.com/t22405p135-fanfic-brittana-lick-sinopsiscapitulo-22-final-09-de-enero#536524
(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)




http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)





http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)





https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22641p210-fanfic-brittana-madam-president-sinopsis-cap-final-08-de-marzo-2016-2da-parte
(Madam President)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22658p100-fanfic-brittana-forever-with-me-sinopsis-prologo-epilogo-23-de-abril-2016-adap#554151
(Forever With Me)



*Actualización: día MARTES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….



https://www.youtube.com/watch?v=b3ZdTZRAgAI

NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia, además de que esto me pareció lo más conveniente) (solo puse el título en inglés), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Vientos Celestiales” y es de autoría de Kate Sweeney (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); hallé casualmente esta obra hace un año atrás aproximadamente en un valioso blog llamado NOESTOYSOLASOYINDEPENDIENTE (en el archivo pdf que descargué en aquella ocasión no aparece el nombre de quien o quienes se hayan encargado de traducirla, corregirla o algo) (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original la podrán encontrar en distintos blogs o web site).



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Chicago entre otros, tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Lima, Ohio y decidí mantener Chicago e incluí otros. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades (en otros casos, conserve el nombre de personajes que se mencionan en la historia original), aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de: sinopsis + 23 capítulos + epílogo, “Vientos Celestiales” es la primera obra que leí de Kate Sweeney, y honestamente me fascinó y a la vez me encantó infinitamente.………Espero disfruten de esta historia






Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Epílogo

Santana estaba en pie ante la chimenea de la cabaña, muy nerviosa.

El fuego hacía lo posible por caldear la fría noche de febrero y tenían invitados, de manera que habían cambiado de sitio los muebles de la sala de estar para que estuvieran cómodos. Kurt alargó el brazo y le arregló los pliegues del vestido.

—Estás preciosa —le susurró.

Santana llevaba un vestido de seda color marfil, con unas joyas que acentuaban su belleza. Encima llevaba un abrigo, con una rosa roja en la solapa que luego se quitó.

—¿Tienes el anillo? —le preguntó a Kurt por enésima vez.

Él asintió, paciente, y en ese momento llegó el anciano sacerdote y ocupó su lugar.

—Estás más tensa que una gata a punto de saltar, Santana —le dijo.

Ella le sonrió, al borde del desmayo. Algo más atrás, su abuela tenía a Tara en brazos y por suerte la niña estaba dormida. Cuando sus miradas se cruzaron, Alma le guiñó un ojo.

—Te quiero —le susurró.

—Yo también te quiero, abuela.

—Bueno, no es San Patricio —comentó Alma—. Pero, como te dije hace muchos años, pobre de ti si intentabas que me perdiera tu boda.

Santana sonrió y le dio un beso.

—Gracias.

La anciana se sentó en la primera fila de sillas. Había pocos invitados, pero eran los amigos más cercanos de Santana y Brittany. Los hijos de Marge aguardaban sentados pacientemente; Jeffrey levantó el pulgar en su dirección, sentado junto a su esposa. Will y Emma sonreían alegremente y la mirada de su amigo era de pura admiración. Todas las personas importantes para Brittany y ella estaban allí.

Entonces Santana oyó que abrían la puerta del dormitorio y sonrió cuando Skye fue la primera en salir. Llevaba un pequeño y precioso vestido color marfil con un abrigo porque les había asegurado que iba a «vestirse como Tana». Para Brittany fue un alivio.

—Al menos no quiere ir desnuda —había comentado.

La niña llevaba los rubios rizos peinados hacia atrás y le relucían los ojos azules de pura alegría. Saludó a Santana con la manita mientras se acercaba poco a poco por el pasillo formado entre las sillas. Santana le devolvió el saludo y le guiñó un ojo. Lo que vio a continuación la transformó por completo, su corazón ya nunca volvería a latir igual: del brazo de Blaine caminaba la mujer más hermosa que Santana había visto nunca.

Brittany llevaba un elegante vestido color marfil y la melena rubia, suelta sobre los hombros, le hacía juego con la vestimenta de Santana. En la mano llevaba un pequeño ramo de rosas rojas.

Santana contuvo la respiración a medida que Blaine acercaba a Brittany a la que iba a ser su nueva vida y se le saltaron las lágrimas al ver que llevaba puesto el collar de oro con el colgante del atrapasueños. Brittany sonrió y acarició el colgante con cariño.

Blaine y Kurt se quedaron junto a ellas, en su papel de testigos, y Santana y Brittany se volvieron hacia el sacerdote.

—Bueno, estas son las bodas que más me gustan. Esta unión entre estas dos mujeres es especial. Especial, porque vivimos en un mundo muy precario donde por desgracia el amor no se mide por el corazón de las personas, sino por su género. Santana Marie López y Brittany Pierce han demostrado que el amor va más allá del género. El amor es sencillamente... Amor. Nada más y nada menos. Cuando dos corazones se encuentran, nada más importa en realidad. Es en verdad lo que Jesús nos enseñó: a amar a los demás como él nos amó a todos y a cada uno de nosotros. Por eso aplaudo y celebro su unión. En un mundo lleno de racismo, odio y falta de voluntad para aceptar al prójimo, estas mujeres son un ejemplo de lo que hay de bueno en este mundo. De lo que anhelamos y esperamos alcanzar algún día. Por tanto, es un honor para mí unirlas en matrimonio. Dense la mano.

El sacerdote les sonrió. Santana le cogió la mano a Brittany y se la apretó muy fuerte.

—Santana Marie López, ¿quieres a Brittany Pierce como esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, y prometes serle fiel hasta que la muerte las separe?

—Sí, quiero —contestó Santana en tono seguro.

Brittany le dio un apretón en la mano.

—Y tú, Brittany Susan Pierce, ¿quieres a Santana Marie López como esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, y prometes serle fiel hasta que la muerte las separe?

Brittany asintió, luchando por no llorar.

—Sí, quiero —respondió por fin, deshecha en llanto.

Santana puso los ojos en blanco y mantuvo el cariñoso apretón.

—¿Los anillos? —pidió el sacerdote.

Kurt le dio el anillo a Santana.

—Pónselo en el dedo y demuéstrale a esta mujer tu amor y compromiso.

Santana le puso el anillo y esbozó una sonrisa radiante.

—Me he pasado la vida corriendo. Y todo ese tiempo, corría hacia ti. Gracias por salvarme, Brittany Susan Pierce.

Brittany pestañeó para ver a través de las lágrimas y aceptó la alianza de boda que le tendía Blaine.

—Pónselo en el dedo y demuéstrale a esta mujer tu amor y compromiso.

Santana tenía la mano caliente cuando Brittany la sostuvo entre las suyas, y le colocó el anillo en el esbelto dedo.

—Me he encontrado a mí misma en ti, Santana Marie López. Estás en mi corazón y en lo más profundo de mi alma. Doy gracias a Dios por tu bondad y generosidad. Te querré siempre y para siempre.

Santana sonrió y fue a darle el beso, pero el sacerdote carraspeó y Santana se puso roja como la grana.

—Impulsiva —le susurró Brittany entre dientes.

—Por el poder que me ha sido conferido, y ante estos testigos y amigos, yo las declaro compañeras en la vida. Para vivir y amarse a los ojos de Dios —dijo, y sonrió—. Ahora, Santana, puedes besar a la novia...

Santana sonrió, estrechó a Brittany entre sus brazos, la miró a sus azules ojos y la besó apasionadamente. Brittany le devolvió el beso y, para cuando Santana la soltó, se había quedado sin aliento. Entonces Skye le tiró de los pliegues del vestido a Santana y esta la levantó en brazos y le dio un buen beso. Alma le dio el bebé a Brittany; Tara se despertó y empezó a llorar, así que Brittany la acunó amorosamente.

—Tara llora otra vez —se lamentó Skye.

Santana se echó a reír.

—Eso es porque es un bebé, no una niña mayor como tú, pitufa— le dijo, y le hizo cosquillas en la barriga.

Las cuatro se abrazaron y dio comienzo la fiesta. Entre besos y abrazos, sus miradas llenas de amor se cruzaron y en sus profundidades hallaron la felicidad del paraíso. Santana le guiñó un ojo y levantó el dedo anular. Brittany sonrió y también le mostró el suyo.

—Para siempre —dijeron las dos a la vez.


“Los vientos celestiales las unieron y Santana y Brittany volaron a lomos de aquellos vientos el resto de sus vidas, tanto en la bonanza como en la tormenta. Envejecieron juntas, vieron a sus hijas formar sus propias familias y malcriaron a sus nietos. Al final, les bastaba abrazarse ante la chimenea de la cabaña que tanto amaban. Ni siquiera la muerte fue capaz de separarlas, pues los vientos celestiales recogieron sus almas y las entrelazaron para siempre con dulce emoción. Para siempre jamás”.





Fin...???

Hola……….buenas     noches a todas/os……….espero que disfruten esta segunda parte de la historia……..así que a LEER….


Mantengo mi posición sobre el episodio final de la serie, este final fue bueno, pero no colmo del todo mi expectativas para el cierre de lo que fue y será una gran serie: GLEE……lo que lamento es que no se haya dado a conocer el futuro o líneas de dialogo a otros personajes importantes (creo yo) para saber de ellos, por ejemplo: Santana, Brittany, Quinn, Puck o Mike, etc. Demás está decir que por ahora supongo que o mientras creo que voy a distraerme con los fic’s (benditas adaptaciones o historias originales por hacer que me distraiga un poco de la realidad    jejeje)……..


*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:





http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo
(5ta Avenida Neoyorkina)




http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo
(Play with Me)




http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)




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(Beutiful stranger)





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(Lick)




http://www.gleeklatino.com/t22471p135-resueltofanfic-brittana-breathe-with-me-epilogo-06-de-abril-2015#540911
(Breathe With Me)




http://www.gleeklatino.com/t22548-fanfic-brittana-the-mighty-storm-2da-parte-wethering-the-storm-sinopsis-epilogo-23-de-junio-2015
(“The Mighty Storm” / 2da Parte "Wethering the Storm)





http://www.gleeklatino.com/t22579p165-resueltofanfic-brittana-sweet-home-2da-parte-sinopsis-prologo-capitulos-37-epilogo-capitulo-extra-07-de-septiembre-2015
(Sweet Home: 1ra y 2da parte)





https://gleelatino.forosactivos.net/t22614p75-fanfic-brittana-sweet-hope-sinopsis-prologo-epilogo-capitulo-extra-24-de-octubre-2015
(Sweet Hope)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22620p90-resueltofanfic-brittana-before-california-ave-sinopsis-cap-28-epilogo-02-de-diciembre-2015#549251
(Before California Ave)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22632-resueltofanfic-brittana-ecos-de-la-calle-escocia-sinopsis-prologo-caps-26-27-epilogo-05-de-enero-2016
(Ecos de la calle Escocia)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22641p210-fanfic-brittana-madam-president-sinopsis-cap-final-08-de-marzo-2016-2da-parte
(Madam President)




https://gleelatino.forosactivos.net/t22658p100-fanfic-brittana-forever-with-me-sinopsis-prologo-epilogo-23-de-abril-2016-adap#554151
(Forever With Me)



*Actualización: día MARTES…….si pudiera actualizar antes se los haré saber (pero si no, tengan la seguridad que lo haré en el día señalado)





Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo






Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….



https://www.youtube.com/watch?v=PyJx5necmDU

NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que NO modifiqué el título de la historia (simplemente me limité a conservar el título original de la historia, además de que esto me pareció lo más conveniente) (solo puse esta vez el título en español), ya saben que no es lo mío ponerle nombre a algo o las cosas     jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Moonbeams  and Skye” y es de autoría de Kate Sweeney (todos los derechos reservados para esta estupenda escritora, así como a todos los involucrados en la publicación de su trabajo) (así que a esta distinguida escritora mis más grandes felicitaciones y admiración por la forma y estilo literario que realiza); hallé casualmente esta obra en un sitio valioso llamado DOCUMENTS.MX (en el archivo pdf que descargué,  no estoy muy segura quien lo tradujo pues no hay datos que me den esa certeza; sin embargo, aparece el nombre  “julieta-meltryth” en la parte  superior del mencionado sitio) (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original la podrán encontrar en la web site mencionada).



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Chicago entre otros, tomando en cuenta las características y sitios donde se desarrolló GLEE desde su primera hasta la sexta temporada…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Lima, Ohio y decidí mantener Chicago e incluí otros. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades (en otros casos, conserve el nombre de personajes que se mencionan en la historia original), aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente     jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de: sinopsis + 24 capítulos, “Moonbeams  and Skye” es la segunda obra que leí de Kate Sweeney, y honestamente me fascinó y a la vez me encantó infinitamente.………Espero disfruten de esta historia






Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Sinopsis

Nos encontramos con la familia Pierce-López disfrutando de los 6 meses de recién nacida de la segunda niña de la familia, excepto cuando Santana tiene que cambiar el pañal de Tara por primera vez. Pero su mejor amiga Skye vendrá al rescate.


La vida parece ser buena para Santana, Brittany y las niñas.


Entre la casa y Santana trabajando en la composición de música para su nuevo proyecto para los veteranos militares, su vida está completa. Pero ahora tienen que lidiar con alguien del pasado que amenaza su felicidad.


Santana y Brittany se dan cuenta de lo que se necesita para mantener sus sueños vivos y a su familia……



+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Capítulo 1

"Creo que voy a vomitar." Santana hizo una mueca y giró la cabeza, tratando de evitar el tirón en seco que sentía que se acercaba. Tenía una mano en la panza de su hija y desesperadamente buscó la toallitas húmedas con la otra. Tan hermosa y desgarbada, de estatura mediana como Santana era, no podía alcanzarlas.

Tara gorgoteó y pateó las piernas mientras yacía sobre la mesa de cambio de pañales.

"No, no, Tara, no te muevas." Santana frenéticamente alcanzó el pañal sucio. Una vez más, ella se atragantó y volvió la cabeza. "Tú estás disfrutando esto, ¿no es así?" Ella se tragó la bilis y llamó a su pequeña cómplice-el cerebro de la pandilla. "Pitufa? Necesito ayuda”.

Por supuesto, ahora le picaba la nariz, y ella no tenía las manos libres.

"Maldita sea. ¿Cómo Brittany hace esto tan fácilmente? Qué me poseyó para hacer esto mientras ella está en la tienda?"

"¿Qué haces, Tana?" Skye entró en el dormitorio y se subió a la mesa de cambio de su hermana. Ella miró a través de la barandilla, haciendo una mueca agria mientras retrocedía. "Eso se ve asqueroso, Tana."

"No es broma. Ayúdame, ¿quieres? Pásame una de esas cositas mojadas."

Santana hizo señas al contenedor de toallitas sanitarias.

"Claro, yo ayudo." Skye cogió las toallitas y se tropezó, cayendo hacia delante sobre sus manos. Ella dejó escapar un gruñido sordo mientras se levantaba.

"¿Estás bien, pitufa?", preguntó Santana, todavía sosteniendo a Tara mientras se retorcía sobre la mesa.

"Estoy bien", dijo Skye. Se miró las manos, a continuación, las levantó hacia Santana. "Yo tengo que lavar."

"No, no", dijo Santana, sintiendo una oleada de pánico a través de ella. "Tú estás bien."

"No, Tana. Mis manos sucias. Mamá dice que tengo que lavar cuando me caigo."

"Oh, santo cielo." Santana respiró hondo, tratando de recobrar cualquiera que fuera el sentido que tenía. Ella comenzó con voz calmada, "Cariño, estás muy bien. Mamá es una germofóbica. Sólo dame la __”

"Ya vuelvo. Me tengo que ir”.

"¡Espera! No me dejes”. Santana gimió y miró hacia abajo a Tara, quien mordía sus manos, sus pequeñas piernas todavía pateando. "Te ves como una rana." Entonces ella miró el pañal sucio. "Y esto luce como que te comiste una rana. Jesús, esto es asqueroso. Cómo puede alguien tan adorable como tú tener algo tan repugnante en su sistema? Ni siquiera has estado así por mucho tiempo. Dios, yo no debería haber esperado tanto tiempo para hacer esto. Y sin tu madre? ¿Qué estaba pensando?"

Ella miró el contenedor de toallitas en el suelo y calculó cuánto tiempo le tomaría si ella soltaba a Tara, corría a recoger las toallitas, y luego volvía a la mesa de cambio. No. No habría manera de que pudiera explicar cómo Tara se había caído de la mesa.

Así es que trató en vano de estirar su pie y tirar de ellas mientras se aferraba a su hija que se retorcía. A su tercer intento, el sudor caía por su espalda, y sintió la aparición de un calambre en la pantorrilla, cuando cundió el pánico, ella sabiamente se rindió.

"Skye? ¿Qué estás haciendo - tomando un baño? "

"Ya voy!" Skye dijo desde el cuarto de baño.

Santana oyó el golpeteo de pequeños pies por el pasillo. Cuando Skye entró en la habitación y cogió el recipiente, Santana casi exclamó con alivio.

"¡Gracias! Sólo toma uno y dámelo, cariño. Luego necesito que me rasques la nariz".

"Seguro." Skye gruñó, tratando de sacar una toallita. La tapa se desprendió, y las toallitas salieron volando.

"Por el amor de __" Santana estaba perdiendo la paciencia. "Está bien, pitufa, sólo dame una. "

"Tana, no. Todo sucio ahora. Mamá dice__" Se detuvo cuando Santana gruñó. "¿Tú fadada?"

Santana contó hasta diez y abrió los ojos. "No, cariño. Yo sólo quiero limpiar la caca de Tara". Hubo silencio por un momento. Pronto llegó a ser tan desconcertante; Santana tuvo que mirar hacia abajo a Skye. "¿Qué pasa ahora?"

"No caca."

Santana miró la masa de rizos rubios y grandes ojos azules que la miraban con un brillo serio e inteligente, era intimidante. "¿Qué?"

"No caca." Skye susurró: "Es popó."

Santana parpadeó. "Es ... ¿Qué?"

"Mamá dice que no caca. Es popó".

Santana cerró los ojos mientras negaba con la cabeza, soltó una risa corta.

"Popó, ¿eh?"

"M-hmm." Skye estuvo de acuerdo y estiró el cuello para ver sobre la mesa. "Sucio".

"Sí. Sí, es una popó sucia", dijo Santana con calma "por lo que me gustaría limpiarla. Me podrías pasar una toallita. ¿De acuerdo? Sólo por esta vez. Te prometo que la policía de los gérmenes no derribaran la puerta ".

Los ojos azules de Skye se agrandaron. "La policía?"

"No, no" Santana se echó a reír. Cuando vio la mirada desconcertada, se rió de nuevo. "Está bien. Sólo por favor, te lo ruego, dame una".

Skye parecía contemplar la gravedad de lo que le pedía Santana y la repercusión de usar una toallita con un valor sanitario cuestionable.

Santana suspiró con alivio cuando Skye se inclinó para recoger una... "¿Qué estás haciendo?"

Skye y Santana levantaron la vista para ver a Brittany pie en la puerta. Se apartó el pelo de la cara.

"Oh, gracias a Dios." Santana la miró a los ojos azules, notando lo hermosa que era su esposa, pero este no era el momento para eso. "Creo que es hora de tomar mi turno y cambiar a Tara ..."

Santana se rió entre dientes, recordando sus conversaciones desde que Tara nació seis meses antes. Santana estaba petrificada para explorar sus habilidades para cambiar pañales, o la falta de ella. ¿Y si ella tiene el pañal demasiado apretado? ¿Podría estallar la cabeza del bebé? Recordó al doctor diciéndoles acerca del punto sensible en la parte superior de su cabeza, el término médico se le escapaba en ese momento. Pero en serio, ella tenía pesadillas sobre ese mismo escenario.

"Bueno, yo empecé a cambiar a Tara, y ha sido un calvario desde entonces ", dijo Santana. "La invasión de Normandía tuvo que ser planeada más rápido que esto".

Brittany escondió su sonrisa. "Teniendo dificultades con una bebé, mami?"

"No. Yo sé lo que estoy haciendo", Santana espetó, ignorando su tono defensivo. "Sólo se nos cayeron las toallitas."

Brittany miró a Skye. "Hey, pastelito. Santana te pidió ayuda?"

"Hola, mamá." Skye cogió la toallita y se la ofreció a Santana. "Yo ayudo con el pañal sucio de Tara."

Brittany lo interceptó con un profundo gemido de Santana. "No me digas me ibas a usar esto después de que estuvo sobre el piso sucio?" Brittany sostuvo la toallita como evidencia.

Santana miró rápidamente a Skye, que tenía esa mirada de "Yo te lo dije”.

"Por supuesto que no," dijo ella con tanta indignación como su conciencia, o Skye, se lo permitieran.

Brittany miró a su hija. "Skye?"

"Oh, no conviertas a la niña en una soplona. Sí, yo iba a usarla. No estuvo allí tanto tiempo. Y por la manera en que tú friegas el piso, me sorprende que aun queden azulejos. Ningún germen podría sobrevivir ".

Brittany miró a Santana, pero no dijo nada mientras empujaba suavemente a Santana fuera del camino. Tara se había quedado dormida sobre la mesa de cambio, obviamente aburrida con la conversación familiar.

"Déjame hacerlo antes de que ocurra algo horrible."

"No te hagas ilusiones. Mira ese pañal ". Santana se paró detrás de Brittany, quien rió mientras abría el cajón, tomando otro recipiente más pequeño de toallitas. "Las has escondido por toda la casa? "

"De hecho, sí." Brittany limpió el trasero de Tara y rápidamente le puso un pañal limpio. "Tomando notas, mami?"

"Sí, señora. Creo que lo hiciste en un tiempo récord. Es como estar en un hoyo de NASCAR. ¿Chequeaste los neumáticos?" Ella alcanzó y sacudió suavemente la pierna regordete. A continuación Santana besó la parte superior del hombro de Brittany. "Y yo lo estaba haciendo bien hasta que Skye y las toallitas tropezaron.”

Brittany trató de no reírse mientras recogía a Tara.

"Mamá?"

Brittany miró hacia abajo. "¿Qué, pastelito?"

"¡Qué es germonofa?"

Detrás de Brittany, Santana se encogió y retrocedió cuando Brittany se volvió a ella.

"Niños", dijo Santana con una risa nerviosa. Ella puso su mano sobre la boca de Skye. "Ellos dicen lo __"

Brittany tenía esa mirada que Santana estaba empezando a conocer. Aunque sólo habían estado casadas por cuatro cortos gloriosos meses, Santana no era ninguna tonta. Bueno, ahora que lo pensaba, era tonta, pero no estúpida. Sabía que iba a tener que hacer la cena durante la próxima semana y limpiar después.

Brittany salió con Tara, dejando a las dos socias del crimen solas. Santana miró a la cara inocente de Skye y levantó una ceja. "Soplona". Santana fácilmente recogió a Skye en sus brazos. “Vamos, pitufa, si tengo que hacer la cena durante el próximo mes, tendrás que ayudarme ".

Ah, casada y con hijos. ¿Había algo mejor? Santana nunca soñó con ser tan feliz. No estaba del todo segura de que merecía esto y trató de sofocar el pesimismo que sentía. Ella oró con todo su corazón porque fuera digna y nada cambiara.




SIENTO       MUCHÍSIMO  NO HABER PODIDO ACTUALIZAR ANTES......NO ME FUE POSIBLE POR NUMEROSAS        ACTIVIDADES Y OBLIGACIONES EN LA UNIVERSIDAD (CREO QUE DETESTO EL PERIODO DE PRUEBAS        JEJEJEJE)....EN FIN, DESDE LA SIGUIENTE ACTUALIZACIÓN PONDRÉ LOS ADELANTOS ACOSTUMBRADOS, QUISE AGRADECER       SU APOYO PACIENTE Y CONSTANTE A LA HISTORIA PUBLICANDO EL EPÍLOGO DE LA 1RA PARTE Y UN AVANCE DE LA SEGUNDA PARTE....