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Finalizado FanFic Brittana: Razonable II (Adaptada) Cap 4

Mensaje por 23l1 Vie Dic 23, 2016 11:44 pm

Capitulo 4


Retracción.





Santana



—¿Cómo crees que debemos proceder con el cliente, Harriet? —me recosté en mi silla la noche siguiente, temiendo mis horas requeridas de "Deja que los internos ayuden en un caso cada mes”.

—Um, señorita López…—ella hizo girar un mechón de cabello alrededor de su dedo—Mi nombre es Tina.

—Es lo mismo—dije—¿Cómo crees que debemos proceder con este caso?

—Podríamos poner a su ex esposa en el estrado. Ella podría dar fe de su carácter.

—Estuvieron casados durante treinta días—puse los ojos en blanco y miré al interno que se ubicaba a su lado—Y eso fue hace diez años. Bob, ¿qué tienes?

—Es… es Rory, en realidad.

—Es lo que yo diga que es. ¿Qué. Es. Lo. Que. Tienes?

—Estuve haciendo una investigación sobre sus antecedentes, y al parecer fue reprendido por romper el muro cortafuegos de su universidad en su último año. Podríamos empezar por ahí y construir un caso en torno a su pasado anarquista…

Suspiré.

—Es nuestro cliente, Rory. ¿Por qué vamos intencionalmente a hacer que se vea culpable?

Él parpadeó.

Me volví hacia el último interno en la habitación, una pequeña morena.

—¿Qué sugieres?

—¿Usted no va a tratar de adivinar mi nombre?—ella sonrió.

—Acabo de darme cuenta hoy de que no eras mi conserje. ¿Qué tienes?

—Esto—deslizó una carpeta sobre la mesa—Si estamos tratando de demostrar que él no cometió una violación de la política de su empresa cuando sacó sus cuotas iniciales, podríamos utilizar este caso como referencia.

Abrí la carpeta, leyendo la primera línea de un caso que no solo tenía más de cien años, si no que había sido anulado hace décadas por la Corte Suprema.

—¿Se han fumado las mismas drogas antes de sus entrevistas?—negué—Están en la Facultad de Derecho. A pocos años de tener el futuro de alguien potencialmente en sus manos, ¿y este es el tipo de mierda que se les ocurre?

—Con el debido respeto, señorita López…—habló Rory—¿Hay siquiera una respuesta correcta a esta pregunta? Quiero decir… ¿Esto es una de esas cosas de ja-ja, esto era solo una prueba para ver cómo funcionan sus mentes? ¿De verdad hay una respuesta?

—Sí—me puse de pie.

—¿En serio? ¿Cuál es?

—Es irse a su puta casa—empecé a apilar mis papeles—Todos ustedes. Ahora mismo.

—Pero…

—Ahora—los miré, a la espera hasta que todos salieron de la habitación.

Al segundo en que me quedé sola, dejé escapar un suspiro y me senté de nuevo.

Era mejor dejar que Quinn me ayudara en este caso. No sabía una mierda de leyes, pero estaba seguro de que al menos lo intentaría.

—Señorita López, yo…—Brittany entró en la habitación con una taza de café—¿A dónde se fueron todos?

—A casa—cogí la taza, frustrada—También eres libre de irte.

—¿Alguna vez me vas a devolver formalmente mi puesto de interna o voy a ser siempre tu cafetera y organizadora de archivos?

—También eres la encargada de responder las llamadas telefónicas. Esa es una responsabilidad que no debe tomarse a la ligera.

—Lo digo en serio…—me puso los ojos en blanco—Por mucho que me gusta tener sexo contigo cada mañana con tu café, me gustaría volver a sentir que en realidad tengo un propósito aquí.

—Está bien—di un sorbo de mi taza—¿Has estado al tanto de mi caso actual?

Ella asintió.

—Genial—dije secamente—¿Cómo crees que debo proceder?

—Creo que primero necesitas contactar con el hombre que borró la identidad de tu cliente.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

Tomó una carpeta de su bolso y la puso delante de mí.

—Mis padres me enseñaron cómo investigar los antecedentes de alguien muy, muy bien. Eso es lo único por lo que puedo darles crédito—pasó unas cuantas páginas—Tu cliente tiene registros escolares, de sus calificaciones en las pruebas, cambios de dirección, etcétera. Hay un registro de dónde asistió a la universidad, el posgrado, incluso hay un registro de las veces que rompió el muro cortafuegos de su universidad y que fue suspendido por un semestre completo. Después de eso, hay un breve matrimonio fracasado con una mujer que conoció en Cabo, y unos cuantos registros fundacionales de su compañía. Pero después de eso, con la excepción de los alegatos recientes, no hay nada.

Eché un vistazo a las páginas.

—¿No crees que es extraño?—me miró—¿Cómo puedes buscar en Internet a alguien y que no aparezca nada acerca de ellos? ¿Cómo puedes buscar en varias bases de datos para obtener información y encontrar que décadas enteras han desaparecido?

Cerré la carpeta.

—Es un poco extraño.

—¿Un poco?

—Sí. Un poco. ¿Es esta toda la evidencia que tienes?

—Se trata de las pruebas que necesitas—me miró a los ojos—Encuentra al tipo que lo borró, o encuentra al tipo que te borró, y es posible que tengas una nueva victoria en tu haber. Si no…

—Brittany…

—La gente no viene simplemente de la nada, Santana—dijo—Lo sabes, lo sé, y estoy bastante segura de que tu cliente lo sabe.

—¿Ahora estamos hablando sobre el cliente?

—No hay ningún registro de Santana López en cualquiera de las bases de datos de abogados registrados del estado.

—Yo no estoy enfrentando un juicio.

—Llamé a todas las facultades de derecho del estado y fingí ser una alumna en busca de un compañero y no había ningún registro de un Santana López que haya obtenido su título en ninguna de ellas.

—¿Estás obsesionada conmigo?—le sonreí.

—Hice lo mismo con las facultades de derecho de Nueva York. Eso fue un poco más complicado, pero los resultados fueron los mismos. No había ningún registro de que fueras a la universidad durante los años en los que estabas en asistencia.

—¿Y esto cómo te afecta?

—Me humillaste cuando te enteraste de que te mentí.

—Pido disculpas.

—No lo hagas—sacudió la cabeza—Me hiciste llorar porque me dijiste que era una mentirosa por ocultar la verdad y fingir ser alguien que no era.

—Estoy bastante segura de que yo no sería la única persona que te clasificaría como una mentirosa después de lo que hiciste.

—Sin embargo, cada día que te follo, cada noche que te hablo por teléfono, no estoy más cerca de llegar a saber algo acerca de ti—noté la preocupación en sus ojos—Siempre soy yo hablando sobre mí, o tú hablando de cosas abstractas que componen una imagen borrosa.

—No importa. Te dije que…

—Que nunca me has mentido—dijo—Te creo, y por un momento pensé que tú eras siempre completamente sincera conmigo, pero cuando hago un recuento, solo eres sincera acerca de lo que tú quieres hablar. Por lo tanto, la aparición aleatoria de la señora López, y…

—Ya te he hablado de eso—agarré su mano y la estreché atrayéndola hacia mí—Así que no voy a perder mi tiempo discutiendo esa mierda de nuevo. Ya lo he analizado contigo.

—Solo…

—Mira—presioné mi dedo contra sus labios—Eres la única mujer a la que he follado con regularidad en seis años.

—¿Se supone que debo estar orgullosa de eso?

La puse en mi regazo.

—Tú eres la única mujer, persona en realidad, con la que hablo fuera de mis horas en esta oficina, la única mujer con la que he follado por teléfono, la única mujer que ha estado en mi coche, y la única mujer que me ha mentido y todavía ha logrado que me quede…

Ella suspiró, mirándome.

—Ahora—dije—, Si no te importa, voy a follarte en esta silla. Y cuando hayamos terminado voy a mostrarte amablemente cómo investigar a alguien de la manera correcta, ya que al contrario de lo que piensas, mi cliente tiene un historial.

—No, lo he comprobado doblemente todo y yo…

Apreté los labios contra los suyos.

—Después de que te folle.




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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

Pd: Solo decir que no estoy segura que mañana pueda subir los caps correspondientes, pero el domingo les dejo mi regalo de navidad!


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Mensaje por JVM Sáb Dic 24, 2016 2:29 am

San aunque lo niegue siente algo por Britt, como dice es la única persona a la que le permite estar cerca.
Y su relación me encanta porque la forma de ser ambas es diferente pero se llevan increíble jajaja
** si no actualizas mañana, te deseo lo mejor a ti y a tu familia que te la pases increíble, un abrazo***
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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por micky morales Sáb Dic 24, 2016 6:51 am

San es mas caliente que un horno, me pregunto si su "relacion" con brittany solo se reduce a eso, a pesar de que ella sea la unica mujer en todo, feliz navidad y que la pases de lo mejor!!!!! [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 2145353087 [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 1206646864 [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 3637566961
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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por 23l1 Dom Dic 25, 2016 7:06 pm

JVM escribió:San aunque lo niegue siente algo por Britt, como dice es la única persona a la que le permite estar cerca.
Y su relación me encanta porque la forma de ser ambas es diferente pero se llevan increíble jajaja
** si no actualizas mañana, te deseo lo mejor a ti y a tu familia que te la pases increíble, un abrazo***



Hola, si, osea ella puede esconderlo, pero por cuanto tiempo¿? jajajajajaaj si! Jajajajaajajajaj o no¿? jajaajajajaj polos opuestos se atraen, no¿? jajajajajaja. Muchas gracias! Espero que tu también la pasaras bn! Igual! Saludos =D






micky morales escribió:San es mas caliente que un horno, me pregunto si su "relacion" con brittany solo se reduce a eso, a pesar de que ella sea la unica mujer en todo, feliz navidad y que la pases de lo mejor!!!!! [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 2145353087 [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 1206646864 [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo - Página 3 3637566961




Hola, jajajajajaajaj sangre latina dicen jajaajajajajajajaj. Mmmm no creo q sea solo eso, solo q ella lo kiere creer, pero veremos hasta cuando jajajajajaj. Gracias, espero que tu tmbn lo pasaras bn! Feliz Navidad! Saludos =D




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Finalizado FanFic Brittana: Razonable II (Adaptada) Cap 5

Mensaje por 23l1 Dom Dic 25, 2016 7:09 pm

Capitulo 5


Consentimiento.



Brittany


Asunto: Nueva York/Tus Bragas.
Para que conste, fui a la escuela de derecho en Nueva York. Fui la
mejor estudiante de mi clase.— Santana.

PD: Si escondes un par más de tus bragas húmedas con las notas “Para tu fetiche” en el cajón de mi escritorio, voy a suponer que quieres que duerma con tu coño sobre mi cara. Me ha estado doliendo la lengua por hacer eso desde la primera vez que te “conocí”, así que no hay necesidad de pistas innecesarias…



—¿Britty?—la voz de mi mamá sacó la sonrisa de mi cara—Britt, ¿estabas escuchando a tu papá en este momento?

—No, lo siento—suspiré, horrorizada de que siguiera sentada en una cena con ellos.

Me habían llamado al segundo en que mi ensayo terminó y exigieron que condujera de vuelta a casa para que pudiéramos viajar todos juntos a nuestro restaurante “favorito”.

Era donde todos sus amigos del club de campo comían regularmente, y sabía que sólo querían venir aquí para afirmar nuestra imagen de familia aparentemente perfecta.

—¿Me estás escuchando ahora?—mi papá levantó una ceja.

—Sí…

—Te trajimos aquí para poder contarte que… voy a postularme para gobernador en las próximas elecciones—dijo.

—¿Quieres mi voto?

—Ugh, Britt—resopló mi mamaá, y chasqueó los dedos hacia el camarero—Este es uno de los momentos más felices de tu vida.

—No…—negué con la cabeza—Estoy bastante segura de que no es…

—Todos esos años de trabajo duro, construyendo nuestra firma para ser una de las más impecables de la ciudad—dijo mientras miraba los ojos de mi papá—, Se trata de una enorme ganancia. Ya tenemos unos cuantos compromisos verbales para el presupuesto de la campaña, y ya que estamos del mismo lado, te corresponde…

—Tienes una muy buena oportunidad de ser gobernador—la interrumpí—Felicidades, papá.

Él se estiró sobre la mesa y apretó mi mano.

Mi mamá no parecía capaz de callarse.

—Tendremos que tomar nuevas fotos familiares para publicidad, ¿sabes? Fotos que podamos darle a la prensa para sus artículos, así que tendrás que arreglarte el cabello en algo distinto de esa cosa de bailarina.

—Es un moño.

—Es una monstruosidad.

—Whitney…—regañó mi papá—No es una monstruosidad… es sólo…

—¿Es solo qué?—miré de ida y vuelta entre ellos.

—Es importante para nosotros lucir como una unidad americana cohesiva en la campaña electoral—mi mamá tomó una copa de vino del camarero y esperó a que se alejara—Puede que tengamos que hacer algunas salidas como familia.

—Te estás postulando para gobernador, no para presidente, ¿y qué chica de veintitantos años viaja con sus padres durante una campaña sólo para sesiones fotográficas?

—Nuestro oponente tiene gemelos de veinte años que han sido educados en casa—dijo ella—Viajan a países del tercer mundo cada verano para ayudar a los pobres y estoy bastante segura de que van a estar en cada parte de la campaña electoral.

Bufé.

—¿Por qué estás tratando de competir con gente genuina? ¿No crees que ellos sean los que merecen ganar?

—Brittany, esto es serio—mi papá parecía molesto—Este ha sido mi sueño desde hace mucho tiempo y queremos asegurarnos de que nada se interponga en el camino.

Ambos intercambiaron miradas y levanté una ceja.

—¿Nada como qué?—pregunté.

—Está bien…—mi mamá bajó la voz y miró por encima de su hombro antes de hablar—Necesitamos saber si hay algún esqueleto en tu armario, alguna imagen en las redes sociales que te hagan parecer una chica fiestera, algún ex novio o novia o pareja sexual con el que podrías tener que lidiar, o cualquier cosa que nos haría quedar como malos padres.

—Ustedes son malos padres.

—Basta, Brittany—mi papá me agarró la mano y la apretó con fuerza—Los dos te hemos dado todo lo que alguna vez pudiste querer mientras crecías y todo lo que estamos pidiendo es un pequeño sacrificio de tu parte.

—No tengo ningún esqueleto en mi armario, ni si quiera yo estoy dentro—apreté los dientes.

—Bien—mi mamá puso su sonrisa falsa—Entonces, cuando te retires de la escuela en tu último año para ayudarnos con la campaña, no se verá sospechoso. Ya hemos hablado con el jefe de departamento acerca de las clases online y, de hecho, son ofrecidas. Para aquellas que no lo son, tendrás que presentarte en la escuela para tomarlas, pero hacen consideraciones especiales para estudiantes con circunstancias como la tuya…

—No—la interrumpí—No, gracias.

—Esto no está en discusión, Brittany. Esto es para el beneficio de…

—El sueño de papá, ¿verdad?—traté de no alterarme—¿Porque él es la única persona en esta familia que tiene un sueño?

—Sí—dijo mi mamá a través de su sonrisa dentuda—Estamos hablando de sueños reales, Brittany. No unos fallidos que no tienen ni-una-oportunidad-
en-el infierno-de-cumplir.

—¿¡Disculpa!?—me levanté—¿Quieres hablar de sueños fallidos cuando los dos han fallado más que nadie que conozca a expensas de su propia hija?—había lágrimas en mis ojos.

—Brittany, vuelve a sentarte—me agarró la mano—No hagamos una escena.

—¡Vamos a hacerla!—arrebaté mi mano—¡Vamos a discutir cómo tengo veintidós malditos años y estoy en tercer año en la universidad cuando ya debería estar graduada! ¿Les parece? ¿Pueden explicar por qué es eso?

La cara de mi papá enrojeció e hizo señas para que me sentara, pero me mantuve firme.

Mi mamá se aferró a sus perlas.

—Brittany… hicimos lo que era mejor en el momento, y a pesar de que cambiar los sistemas escolares dos veces en dos años fue desafortunado, te hizo ser quien eres hoy. Ahora, la campaña no comenzará hasta…

—No me importa cuándo demonios empiece. No voy a ir a una campaña electoral sin sentido, y no voy a tomar ninguna de mis clases online, porque adivinen qué—podía sentir mi sangre hirviendo—¡No se puede aprender el jodido ballet en línea!

El restaurante de repente se quedó en silencio.

—Ustedes son más allá de egoístas y ni siquiera lo saben—negué con la cabeza—Voy a votar por el otro tipo—me fui pisoteando en medio de jadeos
y susurros de las otras mesas, ligeramente contenta de que la imagen de familia perfecta de mis padres hubiera sido arañada públicamente.

—¿Su número, señorita?—me dijo el valet mientras salía.

—¿Mi qué?

—¿Su número?—él ladeó la cabeza—¿Para su auto?

Mierda… suspiré y miré por encima de mi hombro.

Los clientes apuntaban en mi dirección y no podía soportar la idea de volver ahí sólo porque no tenía forma de volver a casa.

Consideré llamar a un taxi, pero sabía que era inútil. Tomaría una eternidad que llegara hasta aquí, y probablemente podría caminar de regreso a mi departamento más rápido de lo que llegaría.

Había una parada de autobús a un kilómetro más o menos, pero sólo tenía una tarjeta de crédito. Dudaba que Santana viniera a buscarme, pero decidí intentarlo.


Asunto: Un Paseo.
Realmente necesito un favor…— Brittany



Asunto: Re: Un Paseo
Querer dar un paseo en mi coño a medio día no debería ser considerado como un “favor” en este punto.—Santana



Asunto: Re: Re: Un Paseo
No estoy hablando de tu coño. Estoy hablando de tu auto… ¿serías capaz de venir a recogerme en este momento? Estaba en una cena con mis padres pero no terminó muy bien… y no tengo mi auto.
Si no puedes, lo entenderé.—Brittany



Asunto: Re: Re: Re: Un Paseo
¿Dónde estás?— Santana



Media hora más tarde, Santana se detuvo en la calzada del club de campo.

Me metí en su auto antes de que siquiera pudiera aparcar —sin volverme a mirar hacia los miembros presumidos que probablemente susurraban y se preguntaban acerca de lo que había pasado entre mis padres y yo.

—Te llevo a casa, ¿verdad?—preguntó mientras aceleraba.

—No…

Me miró.

—¿Te llevo a SHL?

—Si quieres. Pero no a mi departamento—hice una pausa—Estoy segura de que mis padres se detendrán por ahí después de la cena y tratarán de hablar conmigo, así que…

—¿Ya comiste?

—Perdí el apetito…—dije en voz baja, y luego sonreí—Pero si estás interesado en llevarme a una cita en este momento, no me opongo a eso.

—¿Por qué te llevaría a una cita?

—Porque me debes una.

—¿Desde cuándo?

—Una vez dijiste que me llevarías a una si alguna vez nos conocíamos en persona, y aun no lo has hecho—nos acercamos a un semáforo y se giró para mirarme—Si estuviera vagamente interesada en llevarte a una en este momento, lo cual no estoy, ¿a dónde demonios te llevaría si ya has cenado?

—Sorpréndeme—me encogí de hombros y me apoyé contra el vidrio, cerrando los ojos.

Prácticamente podía imaginármela mirándome, y dedicándome esa mirada de “estás malditamente loca”, y mientras conducía de vuelta a la calle, sonreí, esperando que esto fuera el comienzo de nosotras saliendo regularmente.

Soñaba con ella besándome en la sala de la galería otra vez cuando la sentí
sacudir suavemente mi hombro.

—Brittany…—susurró—Brittany, despierta.

Levanté la cabeza y miré por mi ventana. Había plantas exuberantes y un enorme edificio con una pared de vidrio —un condominio ejecutivo.

Mi corazón dio un vuelco porque sabía que ella nunca había llevado a una mujer a su casa antes, y estaba feliz de ser la primera.

La miré, lista para decir algo, pero luego la vi jugueteando con un pase verde de estacionamiento y miré por la ventana frontal… viendo dónde estábamos realmente.

Fuera de un hotel Hilton.

—¿Tu idea de una cita es llevarme a un hotel?

—Se trata más de follarte en el hotel.

—Santana, aquí es donde traes a todas tus otras citas…

—¿Y?

Mi corazón se hundió.

—¿Acaso no pensaste que traerme aquí heriría mis sentimientos?

—¿Prefieres el Marriott?

Parpadeé.

—No tienen el mismo nivel de servicio de habitación—dijo—, Pero si eso
es lo que prefieres…

—Sólo llévame a casa, ahora mismo—mi voz se quebró y me apoyé contra la ventana, cerrando los ojos de nuevo—Lidiaré con mis padres…




Me desperté en un sofá de cuero, metida debajo de una suave manta negra.

Sentándome, vi que mis zapatos habían sido quitados y colocados en un estante al otro lado de la habitación. Había una bandeja con fruta fresca y chocolates en la pequeña mesa frente a mí, y había una botella de vino puesta junto a dos copas.

La habitación parecía como si hubiera sido sacada de una revista: cortinas de seda blanca, paredes grises, y retratos enmarcados en plata.

Uno de esos retratos era de un maldito hotel, haciendo evidente donde me encontraba exactamente.

Inmediatamente arrojé la manta —lista para encontrar a Santana y gritarle por traerme aquí contra mi voluntad.

Caminé por el pasillo, notando lentamente que los cuadros colgando de las paredes eran de ella.

En una imagen, estaba de pie en una playa, mirando a lo lejos. En otra, estaba de pie delante de un taxi en Nueva York, y en otra, se apoyaba contra
una banca en un parque de la ciudad.

Era joven en todas esas fotos —sus ojos tenían un encanto más juvenil, y si no me equivocaba, se veía feliz.

Extremadamente feliz.

En medio de todas las imágenes más grandes, habían pequeños bloques de madera en forma de un entrelazado “E” y “A”.

Al principio pensé que simplemente faltaba la “S” para el primer nombre de Santana, que una de las piezas se había caído, pero ese no era el caso: en el último cuadro al extremo del pasillo había una foto enorme de “E” y “A” que se componía únicamente de fotos de Nueva York.

¿“E” y “A”?

Seguí caminado por el pasillo, sonriendo cuanto más “estimaba” las fotos que colgó de ella misma. Me detuve cuando escuché el sonido del agua corriendo y seguí hasta el interior de la enorme habitación.

Todo se hallaba encapotado en negro: las sábanas que cubrían la cama tamaño King, las largas cortinas de seda que colgaban sobre las puertas francesas del balcón, y la alfombra de felpa que descansaba sobre sus pulidos suelos de madera.

Caminé hacia su armario y tiré del primer cajón.

—¿Qué estás haciendo?—Santana estaba parada detrás de mí.

—Estaba…—me paralicé cuando envolvió sus brazos alrededor de mi cintura—Buscaba entre tus cosas.

—¿Algo en particular?—besó la concha de mi oreja por detrás.

—Busco dónde guardas mis bragas.

Dejó salir una risa.

—Están al lado de mi cama—deslizó sus manos por debajo de mi falda y me paralicé una vez que sus dedos encontraron mi coño desnudo—Ya que no usas nada, ¿necesito devolvértelas?

Rodé los ojos y me dejó ir.

—¿Esto es mejor que una habitación de hotel?—preguntó.

—Depende—me giré—¿Cuántas mujeres más has traído aquí?

—Ninguna.

—¿Ninguna?—no podía creerlo—¿En seis años?

—Me gusta mantener mi vida de folladas separada de mi vida hogareña—apretó mi mano.

—Entonces, ¿soy la excepción a la regla?

No respondió.

Simplemente me llevó al otro lado de la habitación y al interior de una suite completamente blanca en donde el agua de la ducha seguía corriendo.

—He estado esperando a que despiertes…—me miró.

—¿Por qué quieres que veamos películas juntas?

—Porque quiero follarte en la ducha—presionó mi espalda contra la pared y me miró a los ojos—Porque quiero follarte toda la noche.

Gemí mientras ponía su rodilla entre mis muslos y me sacaba la camisa por encima de la cabeza. Deslizó una mano detrás de mi espalda y desabrochó
mi sostén, y mientras caía al suelo, pasó su lengua por mis pezones.

—Quítate la falda…—se alejó de mí.

Mis manos fueron a mi cremallera, pero mis ojos permanecieron pegados a ella mientras comenzaba a desvestirse.

La había follado numerosas veces en su oficina, imprudentemente monté sus dedos y su sexo una y otra vez, pero nunca la vi completamente desnuda.

Se quitó su camisa con cuello de V por encima de la cabeza y la lanzó a la
Esquina justo después se quitó el sujetador, exponiendo sus perfectos pechos y un pequeño tatuaje en cursiva grabado en su pecho.

Intenté leer qué decían las palabras, pero luego liberó los cordones de su pantalón y lo dejó caer al suelo.

Podría ver que su perfecto sexo se encontraba húmedo ya que se les humedecieron las bragas, y esperé que se las quitara, pero caminó hacia mí. Agarrando mi mano, la posicionó contra ellas.

—Quítamelas.

Deslicé mi pulgar debajo del elástico, pero me detuvo.

—Con tu boca.

Mis ojos se abrieron mientras la miraba, viendo la sexy sonrisa en su rostro. Trace besos entre sus pechos, luego a sus pezones, me doblé lentamente y seguí trazando besos por su cintura, escuchándola inhalar con fuerza mientras sus manos se deslizaban por mi cabello.

Agarré sus muslos en busca de equilibrio y tiré del dobladillo de sus bragas con mis dientes. Tirando de la tela hacia abajo unos escasos centímetros, usé mis dedos para moverlas más abajo, pero me apartó por el cabello.

—Solo tu boca—advirtió.

Le lancé una mirada de entendimiento y me dejó ir. Otra vez agarré sus bragas con mis dientes y lentamente bajé la tela por sus piernas.

Levanté la mirada y vi que su coño se encontraba muy húmedo ante la atención y lista para mi coño y dedos, como siempre, y por la mirada en sus ojos, sabía que iba a levantarme y follarme contra la pared.

Antes de que tuviera la oportunidad, me puse de rodillas y con mi lengua alrededor de su clítoris y lentamente lo masajeé con ella.

—Brittany…—pasó sus dedos por mi cabello y me miró—¿Qué haces?

—Estoy…—sentí mis mejillas calentarse—Estoy chupando tu coño.

Parpadeó, dejando que una ligera sonrisa se extendiera por sus labios.

—No la estás chupando… la estás besando.

—Iba a llegar a esa parte. Intentaba hacerlo como…—negué con la cabeza y me levanté, completamente avergonzada—No importa.

—¿Intentabas hacerlo como qué?—susurró contra mis labios.

Negué con la cabeza otra vez y me miró a los ojos.

—No necesitas ver a nadie más para aprender. Yo te enseñaré…

Aun sonriendo, agarró mi mano y me llevó a la ducha. Presionó su pecho contra el mío y deslizó un dedo en mi boca mientras el agua corría sobre nosotras.

—¿Te gusto lo que sentiste?

Parpadeé, asintiendo.

—Eso es muy bueno…—se sentó en la pequeña banca mojada detrás de ella y me señaló que me inclinara.

El agua que caía azotaba mi espalda mientras me arrodillaba.

—Lámete los labios—ordenó, y obedecí, sintiéndome completamente fuera de mi zona.

Me incliné, asumiendo que se suponía que la tomara en mi boca ahora, pero me detuvo.

—Lámeme.

—¿Qué?

—Pon tu lengua en mi coño y lámelo.

Dudosa, presioné mis labios contra su coño y deslicé mi lengua por su clítoris. Me encontraba arremolinándola contra ella lentamente, pero luego tiró de mi cabeza hacia arriba.

—Estás siendo demasiado amable—dijo—No necesito que seas una maldita dama ahora…

—Yo…

—Necesito que seas agresiva, codiciosa, y descuidada porque no voy a ser amable cuando te esté devorando—cuidadosamente bajó mi cabeza y extendió un poco las piernas—Masajea con tu mano…

Inmediatamente pase mis dedos por su labios y con la otra masajee uno de sus pechos.

—Un poco más fuerte…—su respiración se ralentizó y aceleré el ritmo de mis dedos.

—Ahora—susurró—Aprieta mis pezones y el clítoris…

Con ambas manos ahora sobre sus pechos se los apretaba y masajeaba, mientras que con mi boca tomaba su coño con facilidad mientras ella enredaba los dedos en mi cabello.

—Mantén los ojos en mí—pareció un poco impresionada—No tienes que tomarla toda ahora…—gimiendo, me miró con pura lujuria en los ojos, y luego susurró—Llévame más profundo.

Seguí sus instrucciones y gruñó más fuerte. Podía ver los músculos de sus piernas tensarse mientras mi boca se movía por su coño y mis manos por sus pechos.

Comenzaba a sentirme un poco más audaz, más confiada, así que tomé un poco más de ella y mordí su clítoris.

—Joder…—inhaló.

Comenzó a tirar de mi cabello, rogándome.

Sintiéndome ahora en control, aceleré el ritmo de todos mis movimientos.

—Brittany…—sus palabras eran tensas.

Masaje y apreté un poco más.

—Brittany…—dijo otra vez, sonando desesperada.

No ponía atención a sus palabras.

Me encantaba la manera en que se sentía sus pechos en mis manos y su coño en mi boca, amaba la forma en que mi lengua la dominaba y la hacía reaccionar.

—Alto—me tiró del pelo y me miró—Necesito que me dejes venirme en tu boca…—su voz era rasposa.

Solté sus pechos y la agarré sus rodillas y chupe, mordí más y más rápido, y su cuerpo se contraía. Podía sentirla, ya se estaba por correr y mientras se inclinaba hacia atrás y finalmente se dejaba ir, yo sentí chorros de calor
deslizándose por mi lengua.

Me encantaba el sabor.

Cuando la limpie del todo, la miré a los ojos mientras me miraba. La expresión en su cara era de pura satisfacción y admiración, y estaba más encendida de lo que estuve nunca antes en mi vida.

Se levantó, llevándome con ella y presionando sus labios en los míos.

—Eso fue jodidamente perfecto—cerró la ducha, me sacó del baño y me llevó de regreso a su habitación, sin preocuparse por secarme. Me agarró por la cintura y me lanzó a la cama—Abre las piernas.

Dejé mis piernas caer y se subió sobre mí. Estrellando sus labios contra
los mío, chupó mi labio inferior en su boca.

Podía sentir sus caderas cerca de las mías y levanté las caderas, invitándola a unirnos.

Después de estar con ella en la ducha, no quería hacer más juego previo y
no quería hablar.

Solo quería que me follara ahora.

Sus manos acariciaron mis pechos y las alejé.

—Fóllame, Santana.

—Lo haré.

—Ahora.

Me sonrió, pareciendo como si quisiera decir algo inteligente, pero solo se acomodó y junto nuestros sexos, haciéndome gemir de placer.

—Ahhhh…—me estiré y agarré su cabello mientras sus caderas golpeaban contra mí implacablemente.

Estaba segura de que nunca me cansaría de que me follara, y tanto como quería que esto durara, no sería capaz de contenerme.

—Santanaaaa…—dije su nombre mientras mis caderas comenzaban a sacudirse y mi orgasmo me tomaba.

Grité, cayendo en las almohadas, y ella colapsó sobre mí segundos después.
Ambas yacimos ahí, enredadas en la otra durante mucho tiempo, sin decir una palabra.

Cuando finalmente encontré la energía para hablar, me aclaré la garganta.

—¿Vas a dormir unida a mí toda la noche?

—Claro que no—y se alejó de mí, haciéndome extrañar la sensación de ella inmediatamente.

Caminó hacia el armario.

—¿Qué haces?—me senté.

—Vistiéndome.

—¿Para qué?

—Para poder llevarte a casa—se puso unos pantalones—Y entonces poder dormir—se puso una camisa, y luego me miró—¿Cuánto tiempo crees que te llevará prepararte?

—No quiero irme a casa—sacudí la cabeza—Quiero quedarme.

—¿Aquí?—parecía absolutamente confundida.

—Sí, aquí.

—¿Como toda la noche?

Asentí, y se paró ahí mirándome como si le acabara de pedir lo impensable.

La mirada que me dedicaba era una de angustia, arrepentimiento, y por un segundo casi me sentí mal por sugerirlo.

—Brittany, no…—suspiró—Nunca dejo a nadie pasar la noche.

—Entonces déjame ser la primera…

Siguió mirándome, dándose golpecitos en la barbilla, y luego caminó hacia su armario y agarró un pijama.

—Puedes dormir con esto…—me lo entregó.

Lo agarré y lo tomé, pero ella negó con la cabeza.

—Levántate.

Salí de la cama y me paré frente a ella. Se tomó su tiempo ayudándome con la camisa de botones, besando cada parte de mi piel expuesta hasta que llegó al botón superior, y cuando terminó, besó mis labios.

Esperaba que luego me pusiera los pantalones, pero los lanzó al otro lado
de la habitación.

—Entra en la cama.

Sonriendo, me deslicé bajo las sábanas mientras ella apagaba las luces. Se unió a mí en la cama segundos después, atrayéndome contra su pecho.

—¿Estás feliz?—susurró.

—Sí…

—¿Segura? ¿Hay algo más fuera de mi zona de confort que quieras que haga por ti esta noche?

—Nada, pero podrías prepararme el desayuno por la mañana.

—Estás presionando…

—Solo en caso de que cambies de opinión, me gustarían waffles, tocino, fresas rebanadas, y jugo de naranja.

—A menos que quieras comerte todo eso de mi coño o tetas no va a pasar—pellizcó mi trasero—Duérmete, Brittany.




En la mañana, abrí los ojos y me di cuenta de que me encontraba sola en la cama de Santana.

Miré hacia donde había dormido ella y encontré una nota en papel de SHL:

Tuve que ir corriendo a la oficina para reunirme con un cliente nuevo. Regresaré para llevarte a casa.

PD: Siéntete libre de llevarte tu colección de bragas.—Santana.



Salí de la cama, lista para explorar más su condominio, pero de pronto hubo un toque fuerte en la puerta.

Me apresuré y giré la perilla, esperando ver a Santana. Pero era un hombre vestido de negro.

—Eh, ¿hola?—intenté no parecer confundida.

—¿Es usted Brittany Pierce?

—Sí…

—Genial—me entregó una bolsa blanca—Waffles gourmet, tocino, fresas rebanadas y jugo de naranja, ¿verdad?





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Pd: estoy trabajando en su regalo!!!




¡FELIZ NAVIDAD!




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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por Tati.94 Dom Dic 25, 2016 8:30 pm

Regalo??! Ahora estoy impaciente!jajja. Me hace un poco de gracia san,porqe trata de parecer fria o algo asi con britt, y no se da cuenta qisas cuando es dulce.
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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por 23l1 Dom Dic 25, 2016 11:59 pm

Tati.94 escribió:Regalo??! Ahora estoy impaciente!jajja. Me hace un poco de gracia san,porqe trata de parecer fria o algo asi con britt, y no se da cuenta qisas cuando es dulce.



Hola, sip, aquí se los dejo! Jajajajajaa, ya no esperaras mas! Jajajajjajajaajajajajajaj obvio que no puede, si al rubia fue, es y sera su debilidad jajajajajaajaj. Saludos =D


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Finalizado FanFic Brittana: Razonable II (Adaptada) Cap 6

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 12:01 am

Capitulo 6


Denegación.




Santana


Unos Días Más Tarde…


Me encontraba oficialmente fuera de mi maldita mente.

Estaba en mi bañera, con Brittany sentada encima de mí, jadeando mientras salía de otro orgasmo.

Pasaría la noche en mi departamento por tercera vez esta semana, y era inútil pretender siquiera que me importaba.

No me encontraba segura de qué demonios pasaba, pero definitivamente había llegado a mí.

Se infiltraba en todos mis pensamientos, y no importaba lo que hiciera para tratar de recuperar mis sentidos, para recordarme que esto sólo podría ser temporal; cada vez se deslizaba más profundamente en mi vida.

—¿Por qué estás tan tranquila esta noche?—preguntó.

—¿No tengo permitido pensar?

—No cuando una mujer está desnuda en tu regazo.

—Te daba una oportunidad para relajarte—deslicé mis manos por debajo de sus muslos—¿De qué mierda innecesaria quieres hablar hoy?

—No es innecesario—dijo—Se trata de tu familia.

—¿Qué pasa con mi familia?

—¿Todavía están en Nueva York?

Me impedí apretar la mandíbula.

—No lo sé.

—¿No lo sabes?—levantó la ceja—¿Qué quieres decir con que no lo sabes? ¿Estás distanciada de ellos?

—No…—suspiré—Simplemente no tengo padres.

Inclinó la cabeza hacia un lado.

—Entonces, ¿por qué recuerdo que me contaste una historia acerca de tu mamá el primer mes en que nos conocimos?

—¿Qué historia?

—La historia de Central Park y el helado—me miró a los ojos, como si estuviera esperando que dijera algo—Dijiste que te llevó a alguna feria para niños, creo. Era algo que hacían todos los sábados. Pero lo que recordabas es que un día estaba lloviendo y ella de todas formas te llevó, e hicieron la fila durante una hora sólo para obtener una bola de vainilla.

Parpadeé.

—¿La historia no está bien? ¿Estoy mezclándola con algo más?

—No—le dije—Así es… pero no la he visto desde entonces.

—Oh…—bajó la mirada—Lo siento.

—No lo hagas—pasé un dedo por sus labios—Todo resultó muy bien.

—¿Puedo hacerte unas cuantas preguntas más?

—Tienes una cuota de preguntas diarias a partir de hoy.

Rodó los ojos.

—¿Qué representan todas las imágenes de "E" y "A" en tu pasillo?

Sentí un dolor repentino en el pecho.

—Nada.

—Si odias tanto Nueva York y no quieres hablar de tu pasado o de lo que perdiste hace seis años, ¿por qué tienes tantos recuerdos colgando en tus paredes?

—Brittany…

—Está bien, olvida esa pregunta. ¿Y la cita en latín a través de tu corazón? ¿Qué significa?

—Mientes sobre una cosa, mientes sobre todo…—besé sus labios antes de que me pudiera preguntar algo más.

Empezaba a preguntarme por qué no quiso ser una maldita periodista en lugar de una bailarina.

—Es tu turno—dijo en voz baja—Ahora puedes hacerme preguntas.

—Preferiría follarte de nuevo—la levanté conmigo y la ayudé a salir de la bañera.

Nos secamos y fuimos a mi habitación. Justo cuando la atraía hacia mí, sonó el timbre.

Suspiré.

—La cena llegó temprano—me coloqué unos pantalones anchos y una camiseta y me dirigí a la puerta con mi tarjeta de crédito.

Al segundo en que abrí, encontré a la última persona en la tierra a la que
quería ver.

Elaine.

—No te atrevas a cerrarme la jodida puerta en la cara esta vez—dijo entre dientes—Tenemos que hablar.

—No necesitamos hablar una mierda—salí y cerré la puerta detrás de mí—¿Cuántas veces tengo que decirte que no te quiero aquí?

—Tantas veces como te tome creerlo de verdad, porque no lo haces—se burló—Pregúntame por qué vine a Durham a verte, señorita López.

Apacíguame y me iré lo más lejos posible.

—Te vas a ir bien lejos, independientemente de lo que haga—dije rotundamente—Realmente no me importa una mierda por qué viniste aquí.

—¿Ni siquiera si vine para firmar los papeles del divorcio?

—Podrías haberme enviado esa mierda por correo—apreté los dientes—Y ya que estoy segura de que se te están acabando los pretextos para impugnarlo, estoy dispuesta a esperar hasta que todas las opciones se agoten. Estoy segura de que tus abogados te dejarán tan pronto como se enteren de qué tipo de cliente eres.

—Todo lo que estoy pidiendo es diez mil dólares al mes.

—Ve a pedírselos al hombre al que te follabas en nuestra habitación mientras me encontraba trabajando—la miré, lívida—O mejor aún, pregúntale al juez al que sólo "te follaste por un favor", o bueno, podrías ir a
follar con mi ex mejor amigo. Dormir con él siempre parecía sentarte bien, ¿verdad?

—Tampoco eras la Señorita Perfecta.

—Nunca te engañé, y nunca mentí.

Silencio.

—Cinco mil dólares al mes—dijo.

—Vete a la mierda, Elaine.

—Sabes que nunca me doy por vencida—dijo, sus ojos se ensancharon cuando di un paso atrás para entrar en mi departamento—Siempre consigo lo que quiero.

—Yo también—cerré la puerta en su cara, sintiendo mi corazón palpitar, los horribles recuerdos apareciendo de nuevo.

Lluvia.

Nueva York.

Corazón roto.

Angustia total y absoluta.

Ver a Elaine en persona otra vez, escuchar su voz manipuladora y sentir ese familiar dolor en mi pecho, de inmediato me hizo darme cuenta de que no podía cometer el mismo error otra vez.

Brittany ya hacía preguntas, tratando de introducirse en mi vida tanto como podía, pensando que si se quedaba el tiempo suficiente, lo nuestro funcionaría.

Pero sabía que eso nunca sucedería, no después de ver a Elaine y de saber lo mucho que ella podría arruinarme otra vez.

Este juego de monogamia que habíamos hecho durante las últimas dos semanas se encontraba oficialmente terminado. Fue bastante divertido, diferente, pero ya que Brittany nunca podría ser mía y yo nunca podría ser suya, también era bastante jodida y sin sentido.

Me dirigí de nuevo a mi habitación y vi a Brittany sonriendo mientras se sentaba en la cama.

—¿Dónde está la cena?—preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado—¿La dejaste en la puerta?

—No—negué con la cabeza y comencé a empacar sus cosas, acomodándolas en su bolso.

—¿Qué estás haciendo?—preguntó.

—No puedes quedarte a pasar la noche.

—Estás bien…—se puso de pie—¿Acaba de suceder algo? ¿Quieres hablar sobre…?

—No quiero hablar de nada más contigo—siseé—Sólo quiero que te vayas.

—¿Qué?—parecía confundida—¿Qué sucede contigo? ¿Por qué eres…?

—Asegúrate de sacar toda tu mierda de mi cuarto de baño. No volverás aquí de nuevo.

—¿Por qué no?

—Porque tengo que empezar a follar a otra persona—tomé su diadema—Creo que ya pasé más que suficiente tiempo contigo, ¿no te parece?

—Santana…—su cara cayó—¿De dónde viene todo esto?

—Del mismo lugar del que siempre vino. Me mentiste una vez, me mentirás otra vez.

—Pensé que lo habíamos dejado atrás.

—Tal vez tú, pero yo no.

—¿Qué estás diciendo?

—Estoy diciendo que necesitas juntar todas tus cosas para que pueda llevarte a casa, y de aquí en adelante, tú eres mi interna y yo soy tu jefe. Siempre serás la señorita Pierce, y para ti yo seré la señorita López.

—Santana…

—Jodida. Señorita. López.

Corrió hacia mí y agarró sus cosas, dejando escapar algunas lágrimas de sus ojos.

—Vete a la mierda. ¡VETE.A.LA.MIERDA! Esta es la última vez que me darás esta mierda de pasar de caliente y a frío—salió de mi departamento, cerrando la puerta detrás de ella.

Suspiré y sentí una punzada inmediata de culpa en mi pecho, pero sabía que era lo correcto.

Cortaba esta mierda ahora, o sería responsable de romper su corazón más tarde.

Salí al balcón y encendí un cigarrillo mirando al cielo sin luna. Aunque me sentía mal por terminar las cosas de manera tan abrupta, por echarla sin ninguna explicación, necesitaba volver a quién demonios era rápidamente antes de joderlo todo y abrir mi corazón de nuevo…




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Finalizado FanFic Brittana: Razonable II (Adaptada) Cap 7

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 12:04 am

Capitulo 7



Alegato Final.



Santana


(Bueno… por aquel entonces me habrías llamado “Blanca M. Álvarez”)


Hace Seis Años.
Nueva York



Hay algo acerca de esta ciudad que me hace creer de nuevo.

Es la esperanza en el aire, las luces intermitentes que brillan más que en ninguna otra parte, y los soñadores que llenan las calles día tras día —negándose a renunciar ante los fracasos hasta que finalmente ganan.

No hay otra ciudad como esta, y no hay nada más atractivo fuera de los límites del estado —nada que me hará marcharme alguna vez.

Mientras el sol se pone en la distancia, envuelvo mi brazo alrededor de la cintura de mi esposa.

Nos hayamos de pie frente a la barandilla del Puente de Brooklyn, sonriendo, porque acabo de añadir otro cliente de alto perfil a mi firma.

—¿Crees que algún día los periódicos dirán la verdad sobre tu primer caso?—me mira con sus ojos color marrón—¿O crees que seguirán barriéndolo bajo la alfombra?

—Barriendo bajo la alfombra—suspiro—Dudo mucho que el gobierno quiera que la gente sepa que una chica recién salido de la escuela de leyes destapó una conspiración. Es un insulto a su organización.

—¿Así que estás bien con ser reducida a ser una pregunta aleatoria en un programa de televisión que tendrá lugar de aquí a diez años? “Tomaré abogados que nunca consiguieron créditos, por doscientos dólares, San”.
¿Estás bien con eso?

—¿Por qué no lo estaría?—beso su frente—No necesitaba que los periódicos publicaran mi nombre para conseguir clientes. La gente lo sabía, así es como me encontraron.

—Deberías ser mucho más grande de lo que eres…—sacude la cabeza, susurrando—Tu nombre debería estar plasmado en cada valla de la ciudad.
Malditos imbéciles…

Sonriendo, aprieto mi agarre alrededor de su cintura y comienzo a caminar de regreso a nuestro coche.

De toda la gente que ha entrado y salido de mi vida, Elaine Sanchez, ha sido la única constante.

Es la única mujer que he amado, y desde el día que la hice mía en nuestra boda hace tres años, juré que eso nunca cambiaría.

—También estaba pensando—dice mientras se desliza en el asiento del pasajero—, Que tal vez tú, yo, y tú compañero Sam podríamos salir a un bar
de solteros el próximo fin de semana.

—¿Por qué iríamos nosotras a un bar de solteros?

—Es más por Sam … Necesita tener su propia vida. Estoy cansada de que esté a nuestro alrededor todo el tiempo. Ya es lo suficientemente malo que todos trabajemos en tu firma juntos, pero ¿también tenemos que pasar cada
momento del día juntos?

Riendo, conduje por las calles de la ciudad, hogar de la enorme casa de piedra rojiza que compartíamos.

Fue la primera compra que hice luego de ganar el “caso que nunca sucedió” y Elaine había insistido en que comprara la más cara.

—Porque jodidamente te lo mereces—había dicho—Y nunca te permites nada bueno… Eso es lo que no entiendo sobre ti, Blanca. Eres tan buena con todo el mundo excepto contigo misma…

Aparco nuestro coche enfrente de nuestra casa e inmediatamente salgo para abrirle la puerta.

Como de costumbre, Elaine susurra:

—Apuesto a que ella gritará por ti primero—mientras la acompaño por las escaleras.

Al segundo en que entramos, esa familiar y dulce voz suena desde el otro lado de la habitación.

—¡Mamiiiiii!

Dejo ir la mano de Elaine y me agacho para que así mi hija, Emma Álvarez, pueda correr a mis brazos.

Ella es la mejor parte de mi día, la mejor parte de mi vida, y verla siempre trae una sonrisa inquebrantable a mi cara.

La beso en la frente mientras balbucea incoherentemente sobre su día con la niñera y yo sonrío cuando sus ojos oscuros miran fijamente los míos.

Ahora soy inconsciente de ello—estoy demasiado ciega y feliz para verlo, pero en los próximos meses, mi vida se vendrá abajo tan rápida e inesperadamente que desearé no haber existido nunca.

Las mentiras que salen a la luz serán tan devastadoras y aplastantes que toda mi vida se derrumbará a mí alrededor.

Pero la peor parte, la parte que me romperá, es no saber que este momento presente con mi “hija” será el último buen recuerdo de Nueva York que tendré jamás.



Continuara…






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Finalizado FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Sinopsis

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 12:06 am

Sinopsis

La odio...

Odio que me enamoré de esa morena, odio que ella no me correspondiera, y odio el hecho de que acabo de tomar una decisión que cambiará mi vida solo para poder alejarme lo más posible de ella.

Ella siempre había dicho que era inmutable, sin corazón y fría...

En verdad debería haberle creído...






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Finalizado FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Prólogo

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 12:08 am

Prólogo


Santana


Hace Varios Meses.


Estaba todo ahí en blanco y negro, en la parte delantera y en el centro, sin relleno.

Aunque los datos estaban asimétricos y The New York Times se había descuidado una vez más publicando mi foto, el daño a mi firma — Álvarez & Evans, estaba hecho ahora.

Y sabía exactamente lo que iba a ocurrir, paso a paso.

Lo había visto suceder en esta ciudad muchas veces.

En primer lugar, los mejores clientes que juraron permanecer siempre a mi lado llamarían para decir que "de repente" encontraron una nueva representación.

Luego, los empleados podrían presentar cartas de reasignación —el saber que tendrían una firma contaminada en sus expedientes obstaculizaría sus carreras.

Después, los inversores llamarían —pretendiendo simpatizar mientras me denunciarían públicamente en los medios de comunicación y de inmediato retirarían toda la financiación.

Por último, y para más desgracia, estaba seguro de que me convertiría en otro abogado pez gordo que arruinó su carrera incluso antes de que pudiera comenzar.


—¿Cuánto tiempo crees que serás capaz de salirte con la tuya acechando a Emma?—el investigador privado que contraté pasó a mi lado.

—Es mi jodida hija. No voy a acosarla.

—Ciento cincuenta y dos metros—encendió un cigarrillo—Eso es lo lejos que se supone que debes estar.

—¿La están tratando bien durante la semana?

Suspiró y me entregó una pila de fotos.

—Preescolar privado, clases tempranas de claqué, y fines de semana en el parque, como puedes ver claramente, está bien.

—¿Aún llora por la noche?

—A veces.

—¿Todavía ruega verme? ¿Ella…?

Dejé de hablar una vez que los ojos oscuros de Emma se encontraron con los míos en los columpios.

Chillando, saltó de su asiento y corrió hacia mí.

—¡Mamiii! ¡Maamii!—gritó, pero fue recogida antes de que se acercara más.

Se la llevaron y la pusieron dentro de un auto justo cuando se puso a llorar.




Joder…

Inmediatamente me senté en la cama, dándome cuenta de que no estaba en Central Park en Nueva York.

Me encontraba en Durham, Carolina del Norte, y estaba teniendo otra pesadilla.

Echando un vistazo al reloj de la pared, vi que era un poco más de la una.

El calendario que colgaba directamente sobre él solo confirmó que había estado viviendo aquí durante demasiado tiempo.

Toda la investigación que había hecho hace seis años —sopesar los pros y los contras, el control de los registros de todas las empresas principales y el aguantar las mentiras de los perfiles de las mujeres en Date-Match, era ahora aparentemente nulo: el condominio que compré era un mero remanente de lo que se había anunciado, solo había una empresa digna de mi tiempo, y la piscina de mujeres dignas para follar disminuía día a día.

Hace apenas unas horas, había ido a una cita con una mujer que me dijo que era maestra de jardín de infancia con una inclinación por el color rojo y por los libros de historia.

En realidad, era del doble de mi edad, daltónica, y solo quería recordar cómo se sentía un buen sexo.

Frustrada, me deslicé de la cama y caminé por el pasillo —enderezando los marcos "E" y "A" que colgaban en la pared, tratando de no parecer demasiado duro.

Iba a necesitar algo más que uno de mis pocos tragos habituales para soportar esta noche, y empezaba a cabrearme mucho por no haberme follado a alguien en lo que parecían siglos.

Me serví dos tragos de whisky y me los tomé consecutivamente. Antes de que pudiera verter otro, mi teléfono vibró.

Un correo electrónico.

Alyssa.


Asunto: Calidad del Desempeño.
Estimada Thoreau, estoy segura de que en este momento estás en medio de otra jodida conquista, y a pocos segundos de darle tu infame línea de "Una cena. Una noche. Sin repeticiones”, pero estaba pensando en algo y TENÍA que enviártelo por correo electrónico…
Si te gusta el sexo tanto como dices, ¿por qué solo insistes en una noche? ¿Por qué no una estricta relación de amigas con beneficios y así no tendrías que tener tantos períodos de sequía? (Me refiero, ¿este es el trigésimo día de la "Operación: Todavía sin Coño" para ti, no?)
De hecho, estoy empezando a preguntarme si la única razón por la que das una noche es porque ya sabes que tu rendimiento no será el suficiente para prometer otra buena…
Tener unos movimientos mediocres no es el fin del mundo. —Alyssa.



Negué y escribí una respuesta.


Asunto: Re: Calidad del Desempeño.
Estimada Alyssa, por desgracia, no estoy en medio de otra jodida conquista. En vez de eso, estoy ocupada escribiéndote una respuesta a tu último ridículo correo electrónico.
Este es, de hecho, el trigésimo día de tu apropiado nombre de "Operación: Todavía Sin Coño", pero desde que te follé por teléfono e hice que te corrieras, no ha sido un completo fracaso…
Disfruto del sexo, mi coño tiene un apetito insaciable por él, pero ya te he dicho una infinidad de veces que no estoy en relaciones. Jamás. Me niego a abordar siquiera tu último párrafo, ya que nunca he recibido ni una solo queja sobre mi "rendimiento" y mis movimientos está lejos de ser mediocres.
No obstante, tienes toda la razón en tu discurso de clausura: tener unos movimientos realmente infames no es el fin del mundo.
Tener un coño no follado sí que lo es. —Thoreau.



Mi teléfono sonó inmediatamente.

—¿En serio?—espetó Alyssa cuando le contesté—¿Tu mensaje en realidad dice lo que yo creo que dice?

—¿De repente olvidaste cómo leer?

—¡Eres ridícula!
—se echó a reír—¿Qué pasó con tu cita de esta noche?

—Era otra mentirosa de mierda.
—Ayy. Pobre Thoreau. Realmente esperaba que el trigésimo día fuera el definitivo.


Puse los ojos en blanco y me preparé otra bebida.

—¿Vivir vicariamente en mi vida sexual es tu afición recién descubierta?

—Por supuesto que no
—su risa flotó a través la línea, y pude escuchar el sonido de papeles mezclándose en el fondo—He querido preguntarte, ¿de dónde eres?

—¿Qué quieres decir con, de donde soy?

—Exactamente lo que te pregunté
—dijo—No puedes ser del sur. No arrastras las palabras, y ni siquiera tienes una pizca de acento en tu voz.

Dudé.

—Soy de la ciudad de Nueva York.

—¿Nueva York?
—su voz se elevó una octava—¿Por qué saliste de ahí para venir a Durham?

—Es personal.

—No puedo imaginarme algún día queriendo irme de Nueva York. Parece tan perfecto. Y hay algo en cuanto a las luces y las vidas de las personas que se alojan ahí, la forma en que todos deben tener esos grandes sueños y…


Desconecté y me bebí mi trago.

Su alabo poético sobre ese desolado lugar tenía que ser detenido.

Rápidamente.

—¿Y los bufetes de abogados en Nueva York no son mucho más atractivos que los de aquí?—seguía hablando—Como uno de mis favoritos<.

—¿Cuál es el nombre de ese ballet para el que vas a hacer un casting este año?
—la corté.

—El Lago de los Cisnes.

—Siempre dejaba el tema si yo decía algo sobre el ballet.

—¿Por qué?

—Solo preguntaba. ¿Cuándo es la audición?

—Dentro de unos meses a partir de ahora. Me estoy esforzando tanto como puedo para equilibrar mis clases
—se aclaró la garganta—Quiero decir, me estoy esforzando mucho para equilibrar mis casos con mi tiempo de prácticas.

—¿Por qué no le preguntas a tu jefe si puedes trabajar los fines de semana a cambio de un par de días a la semana libres?

—Estoy bastante segura de que no va a funcionar.

—Por supuesto que va a funcionar
—dije—Hay un abogado en mi empresa que trabaja de sábados a miércoles para poder dedicarse a la música. Si la empresa para la que trabajas merece malditamente la pena, van a ser flexibles contigo.

—Sí, bueno, supongo que tendré que investigar eso.


Silencio.

—¿En qué empresa trabajas?—pregunté.

—No puedo decirte eso.

—¿Cuáles son los nombres de los socios?

—Tampoco puedo decírtelo.

—¿Pero si me puedes decir lo profundo que quieres que mis dedos se entierre dentro de ti más tarde esta noche?


Contuvo una corta respiración, un sonido atractivo que me volvía loca cuanto más lo oía.

—¿Cuánto tiempo crees que voy a aguantar solo hablando contigo por teléfono, Alyssa?

—Durante el tiempo que quiera que aguantes
—su voz sonaba más segura ahora.

—¿Crees que voy a hablar contigo dentro de un mes sin poder follarte? ¿Sin ser capaz de verte en persona?

—Creo que me has hablado durante varios meses sin follarme. De hecho, creo que me has hablado durante años sin follar conmigo porque soy tu amiga, y las amigos…

—Si no te follo en el próximo o próximos dos meses, no vamos a ser amigas nunca más.

—¿Quieres apostar?

—No tengo que hacerlo
—colgué y cogí mi ordenador portátil, dispuesta a darle otro intento a Date-Match.

En el segundo que hice clic en la mujer más bonita de la página, un correo electrónico de Alyssa apareció en mi pantalla.



Asunto: Confía en mí.
Tú y yo todavía seremos amigas en unos meses desde ahora, y te parecerá completamente bien el no ver mi cara.
Ya verás. —Alyssa.




Asunto: Re: Confía en mí.
Tú y yo vamos a follar en unos meses desde ahora, y la única razón por la que me parecerá bien el no ver tu cara, será porque vas a estar montando mis dedos mientras inclino tu culo sobre la mesa.
Ya verás. —Thoreau.






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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por JVM Lun Dic 26, 2016 1:43 am

San dejándose llevar por el pasado...
Y Britt ya se harto de ese sube y baja que es estar con san, ahora haber que decisión toma para alejarse de ella.
Y de San vamos descubriendo mas de su pasado, de la familia que tenia con Elaine
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Mensaje por Tati.94 Lun Dic 26, 2016 9:33 am

Esta buenisima esta historia, britt se va a alejar, pero creo que esta bien. Ahora san que piense un poco ,pero no veo que, la pueda hacer cambiar esa actitud. Estaba todo bien hasta eleine
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Mensaje por micky morales Lun Dic 26, 2016 3:52 pm

la historia es muy buena pero algo confusa, no me gusta la actitud de santana, es bastante cansona, en fin...a ver como sigue todo!!!
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Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 7:09 pm

JVM escribió:San dejándose llevar por el pasado...
Y Britt ya se harto de ese sube y baja que es estar con san, ahora haber que decisión toma para alejarse de ella.
Y de San vamos descubriendo mas de su pasado, de la familia que tenia con Elaine



Hola, así sabemos un poco mas de su actitud, no¿? =/ Mmm esk ese momento iba a llegar mas temprano que tarde, xq si llegaban a cansar esos "ahora si" "ahora no" =/ Si, y así saber que la hizo cambiar y como es ahora =/ Saludos =D





Tati.94 escribió:Esta buenisima esta historia, britt se va a alejar, pero creo que esta bien. Ahora san que piense un poco ,pero no veo que, la pueda hacer cambiar esa actitud. Estaba todo bien hasta eleine



Hola, si¿? vamos mas que bien entonces jajajajaaj. Mm si, yo tmbn lo creo, todos tenemos un limite =/ Mmmm esta difícil la vrdd, pero creo que saber q la rubia se alejara es motivo suficiente, no¿? ¬¬ si ¬¬ Saludos =D





micky morales escribió:la historia es muy buena pero algo confusa, no me gusta la actitud de santana, es bastante cansona, en fin...a ver como sigue todo!!!



Hola, si¿? vamos bn entonces... osea casi jajajajaajajajajaj. Ni a mi la vrdd ¬¬ xq no cuenta todo de una y listo ¬¬ Aquí el siguiente cap para saber mas! Saludos =D



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Finalizado FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Cap 1

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 7:11 pm

Capitulo 1


Testimonio…



[b]Santana/b]


—Señorita Pierce, ahora puede intervenir y cuestionar a la señorita López—dijo el señor Schuester desde el otro lado de la sala.

Era el último día del mes, lo que significaba que finalmente usaríamos la sala de audiencias del millón de dólares que se encontraba en el piso superior de SHL.

La sala no era necesaria, pero ya que la firma tenía demasiado dinero y no sabía qué hacer con él, utilizaban el espacio para los simulacros de casos de los internos.

El “juicio” de hoy era sobre algún idiota que estafó a los empleados de su propia empresa, dejándolos sin seguro médico, y por desgracia, yo interpretaba a la acusada.

De pie frente a la mesa de la defensa, Brittany agarró su cuaderno y tomó la palabra.

No hablábamos desde que la eché de mi departamento hace dos semanas, pero por lo que pude ver, parecía imperturbable.

Sonreía con bastante frecuencia, era muy agradable, y cada vez que me entregaba mi café, lo hacía con una sonrisa, diciendo: “Realmente espero que disfrute de este café, señorita López”.

Había estado deteniéndome en la cafetería que se encontraba calle abajo desde entonces.

—Señorita López—dijo, alisando su ajustado vestido azul—, ¿Es verdad que usted engañó previamente a su esposa?

—Nunca la engañé.

—Mantén el personaje, Santana—susurró el señor Howell desde el asiento del juez.

Rodé los ojos.

—Sí. Engañé a mi esposa por un tiempo.

—¿Por qué?

—¡Objeción!—vociferó uno de los internos—Su Señoría, ¿realmente necesitamos conocer los detalles sobre la vida amorosa de mi cliente? Este simulacro de juicio es sobre su participación en una conspiración.

—Si me lo permite, su Señoría—intervino Brittany antes de que el “juez” pudiera decir algo—Creo que la valoración de cómo se comporta la señorita López en sus asuntos es una buena forma de evaluar su carácter. Si tratáramos con un cliente que abandonó a su compañía por incompetencia, no estaría fuera de lugar que le pregunte acerca de sus relaciones personales anteriores, sobre todo si nuestro cliente falso es de alto perfil.

—Denegado.

Brittany sonrió y miró su cuaderno.

—¿Tiene problemas con el compromiso, señorita López?

—¿Cómo puedo tener un problema con algo en lo que no creo?

—Así que, ¿cree en tener solo relaciones de una noche durante el resto de su vida?

—Su Señoría—el interno que representaba a la defensa se puso de pie, pero levanté la mano.

—No es necesario—dije, estrechando mis ojos en dirección a Brittany—Responderé al inapropiado interrogatorio de la señorita Pierce. Creo en vivir mi vida como me dé la gana y en tratar con personas sólo cuando quiera hacerlo. No estoy segura de por qué esto tiene algo que ver en este simulacro de caso de conspiración, pero ya que estamos hablando de mi vida sexual, debe saber que estoy feliz y satisfecho. De hecho, tengo una cita esta noche. ¿Quiere que les informe de los detalles a usted y al jurado mañana?

Los internos que conformaban el jurado rieron cuando la sonrisa de Brittany se desvaneció. Incluso cuando se obligó a sonreír de nuevo, pude ver un atisbo de dolor en sus ojos.

—Así que—respiró hondo—En relación con el caso.

—Qué bueno que finalmente llegue al tema.

Los miembros del jurado rieron de nuevo.

—¿Cree en la moral, señorita López?—preguntó.

—Sí.

—¿Cree que usted posea una?

—Creo que todo el mundo lo hace hasta cierto punto.

—¿Permiso para acercarme al testigo?—miró al señor Howell y él asintió.

—Señorita López, ¿puede leer la parte resaltada de este documento, por favor?—colocó una hoja de papel delante de mí, y noté una pequeña nota escrita a mano en la parte superior de la página:

Jodidamente te odio y desearía no haberte conocido nunca.



—Sí—dije, tomando una pluma de mi bolsillo—Dice que mi empresa no estaba al tanto de los cambios en la política de seguros.

Cuando ella le entregó una copia del documento al jurado, escribí una respuesta a su nota:

Lamento que te arrepientas de nuestros encuentros, ya que no me arrepiento de conocerte, sólo me arrepiento de follarte más de una vez.



Me pidió que leyera otra sección para el tribunal, y entonces tomó el papel, mirándome una vez que leyó mis palabras.

Traté de apartar la mirada para centrarme en otra cosa, pero la forma en que me miraba lo impidió. Su cabello no se encontraba recogido en un moño, sino que caía sobre sus hombros en largos rizos que descansaban sobre sus pechos.

El vestido que llevaba era altamente inadecuado, demasiado ajustado en sus muslos, por lo que se levantaba un centímetro cada vez que daba un paso.

—Tengo tres preguntas más para la señorita López, su Señoría —dijo.

—No tiene un límite, señorita Pierce—sonrió.

—Correcto—dio un paso adelante y me miró a los ojos—Señorita López, usted y su compañía le hicieron creer a sus empleados que se preocupaban por ellos, que cuidaban de sus intereses, y que literalmente les comunicarían los cambios qué harían antes de que sucedieran. ¿No están esas promesas en el manual de su empresa?

—Lo están.

—Entonces, ¿cree que merece ser multada o sancionada por dar a sus empleados falsas esperanzas? ¿Arrastrándolos a una situación que usted supo todo el tiempo cómo acabaría?

—Creo que hice lo que era mejor para el interés de mi compañía—dije, ignorando el hecho de que mi corazón latía con fuerza contra mi pecho—Y en el futuro, cuando esos empleados se desplacen a nuevos lugares, tal vez se den cuenta de que mi empresa no era la mejor opción para ellos, de todos modos.
—¿No cree que les debe una simple disculpa? ¿No cree que al menos debería darles eso?

—Una disculpa implica que hice algo mal—apreté los dientes—Sólo porque no están de acuerdo con lo que hice, no significa que no hice lo correcto.

—¿Cree en la duda razonable, señorita López?

—Dijo que sólo tenía tres preguntas que ya me ha hecho. ¿Las matemáticas elementales han cambiado recientemente?

—¿Cree en la duda razonable, señorita López?—su rostro enrojeció—¿Sí o no?

—Sí—apreté la mandíbula—Sí, creo que eso es una disposición común para todos los abogados en este país.

—Así que, dado el caso actual que estamos discutiendo, ¿cree que alguien como usted, alguien que trataba a sus empleados tan terriblemente, jamás podría cambiar en el futuro ahora que sabe el daño que le ha hecho a los demás?

—La duda razonable no se trata de sentimientos, señorita Pierce, y sugiero que consulte el diccionario jurídico más cercano que pueda encontrar, porque estoy bastante segura de que hemos tenido esta discusión una vez antes.

—No recuerdo eso, señorita López, pero…

—Citando sus propias desafortunadas pero correctas palabras, ¿no me dijo una vez, en su primera entrevista aquí en SHL, que ciertas mentiras son dichas y ciertas verdades son retenidas? ¿Y que la condena final depende de quién pueda discernir cuál es cuál?—la miré de arriba abajo—¿No es la definición exacta que proporcionó para la duda razonable?

Me miró fijamente con la misma mirada de dolor que tenía cuando la eché de mi casa.

—No hay más preguntas, su Señoría—murmuró.

El señor Schuester aplaudió ruidosamente desde el fondo de la sala. El señor Howell y los otros internos siguieron el ejemplo.

—¡Muy buen trabajo, señorita Pierce!—gritó el señor Howell—Esa fue una línea muy directa, pero aun así convincente, de preguntas.

—Gracias, señor—evitó mirarme.

—Oficialmente es la primera interna que consiguió irritar a Santana—sonrió, aparentemente impresionado—Definitivamente necesitamos mantenerla alrededor. Infiernos, podemos llamarla cuando necesitemos que nos recuerden que ella es capaz de mostrar alguna emoción.

Más risas.

—¡Gran trabajo, todo el mundo!—se echó hacia atrás en la silla del juez—Vamos a repasar sus presentaciones finales esta semana y les enviaremos por correo electrónico los resultados el próximo jueves—golpeó su mazo—La Corte queda en receso.

Los internos salieron de la habitación y Brittany me miró por encima del hombro por última vez, lanzándome una mirada enojada.

También le dediqué una mirada furiosa, agradecida de tener una cita por la noche para poder sacarla a ella y a sus preguntas estúpidas de mi mente.

Las siete no podían llegar lo suficientemente pronto…




Esperé unos minutos antes de dirigirme al ascensor y traté de recordar mi calendario para el resto del día.

Esta tarde tenía dos consultas con los propietarios de pequeñas empresas, y tenía que hacer una carrera a Starbucks antes de que Brittany me trajera mi próxima taza de café.

Abrí la puerta de mi oficina y encendí las luces, preparándome para llamar a Quinn, pero Elaine estaba de pie delante de mi biblioteca.

—¿El refugio para desamparados no se encontraba abierto?—pregunté.

—Vine aquí para darte finalmente lo que pediste.

—Es demasiado temprano para saltar de un puente.

—Estoy hablando en serio.

—Yo también—pasé junto a ella y envié rápidamente un mensaje de texto en mi teléfono—Si saltas antes del mediodía, el equipo de noticias no será capaz de relatar la historia durante el horario estelar.

Se puso delante de mi escritorio y dejó una carpeta.

—No voy a arrastrar más tu nombre pos tribunales, no presentaré más petitorios o requerimientos judiciales, y no haré afirmaciones falsas acerca de tu carácter, he terminado de mentir.

—Estoy segura—recogí los papeles—En otras palabras, hay alguna persona nueva a la que estás ansiosa por follarte. ¿Sabe cómo eres realmente?

—¿En serio? Estás consiguiendo tu ansiado divorcio. ¿Por qué te importa?

—No lo sé—me puse las gafas de lectura y miré por encima de los documentos—¿No hay solicitudes de pensión alimenticia, reclamos de abuso, o demandas de propiedad? ¿Me estoy perdiendo alguna página?

—Te lo dije. Ya terminé de mentir.

No la creí ni por un segundo, pero tomé mi teléfono y llamé al notario, diciéndole que era una emergencia.

—Sabes—Elaine se apoyó en mi escritorio—Recuerdo el pastel que me compraste para nuestro aniversario de boda. Era blanco y azul claro, y tenía todos estos muy pequeños adornos de Nueva York. También tenía capas de diferentes sabores. Uno por cada año que estuvimos juntas. ¿Te acuerdas de eso?

—Te recuerdo follando a mi mejor amigo.

—¿No podemos tener un momento agradable antes de terminar las cosas bien?

—Tú y yo terminamos hace mucho tiempo, Elaine—traté de mantener mi voz plana, monótona—Cuando algo ha terminado, las palabras finales, buenas o malas, no hacen ni una puta diferencia.

Suspiró y me di cuenta de lo terrible que se veía.

Tenía los ojos inyectados en sangre, su pelo rizado y atado en una cola de caballo, y aunque el vestido azul que llevaba se le ajustaba perfectamente, no había intentado plancharlo.

—¿De qué se trata este llamado de emergencia, señorita López?—la notaria entró en la sala, sonriente—¿Está solicitando que compremos otra cafetera de mil dólares?—dejó de hablar una vez que vio a Elaine.

—Señor Blaine, esta es Elaine Sanchez, mi futura ex-esposa. Necesito que atestigüe la firma de los papeles del divorcio, haga tres copias, y selle una de ellas para que sea enviada.

Asintió y sacó un sello de su bolsillo.

—¿Te diste cuenta de que te di voluntariamente nuestro departamento en West End?—preguntó Elaine.

—¿El departamento que yo compré?—firmé con mi nombre—Qué generosa.

—Tenemos un montón de recuerdos en esa casa.

—Firmar los documentos no requiere conversación—dije.

Tomó la pluma y puso su firma encima de la mía, tomándose tiempo extra para añadir un doble remolino hasta en la última letra.

—Estaré de vuelta con sus copias—Blaine evitó mirarnos cuando salió de la habitación.

—Por lo tanto, eso es todo, supongo—dijo Elaine—Estoy oficialmente fuera de tu vida.

—No—negué con la cabeza—Desafortunadamente, todavía estás en mi vista.

—¿Te mataría desearme lo mejor? ¿Al menos desearme buena suerte?

—Viendo que vas a volver a prisión, supongo que sería apropiado—me encogí de hombros—Buena suerte. Las autoridades están fuera esperando por ti, así que tómate todo el tiempo que necesites. Incluso hay una máquina expendedora en el pasillo si quieres probar la libertad por última vez, aunque, ya que vas a estar encerrada con un montón de mujeres, estoy seguro de que comer coño después de que las luces se apaguen te sabrá igual de bien.

—¿Jodidamente me delataste?—su rostro se puso blanco cuando levanté mi teléfono, mostrándole el mensaje que envié al segundo en que la vi en mi oficina—¿Cómo pudiste hacerme esto?

—¿Cómo podría no hacerlo?

—¿De verdad te lastimé tanto, Blanca? Yo…

—Nunca me vuelvas a llamar así, joder.

—¿Te he lastimado tanto?—repitió, sacudiendo la cabeza.

No le respondí.

—Esto es, esto es acerca de Emma, ¿no?—siseó—¿Eso por eso? ¿Todavía sostienes esa mierda sobre mi cabeza?

—Lárgate de aquí. Ahora.

—Han pasado seis años, Blanca. Seis. Jodidos. Años. Necesitas dejarlo ir—abrió la puerta y una astuta sonrisa se extendió por su cara—Ese tipo de cosas sucede todo el tiempo, aunque fue lamentable, te ayudó a ser la mujer que eres hoy, ¿no?

Tomó todo lo que había en mí permanecer sentada y no lanzarme tras ella.

Furiosa, esperé a que saliera y me acerqué a mi ventana, mirando cuando salió al estacionamiento levantando las manos en el aire mientras los oficiales le gritaban.

Entonces, al igual que hace seis años, sonrió cuando le colocaron las esposas y se rio cuando la arrojaron a la parte trasera del auto.

Finalmente se alejaron, y una familiar punzada golpeó mi pecho.

Agarrando mis llaves, corrí al estacionamiento y me metí en el auto, mi subconsciente me decía que fuera a casa, pero conscientemente conduje hacia la playa más cercana.

Puse mi teléfono en silencio cuando salí a la carretera, y los segundos se disolvieron en horas, mientras la ciudad desaparecía en el espejo retrovisor.

Los edificios parecían más y más lejanos, y, finalmente, la única cosa que veía fuera de mi ventana eran árboles y arena.

Cuando por fin llegué a una bahía aislada, estacioné mi auto delante de una roca. Abrí la guantera y saqué la carpeta roja que Brittany una vez intentó abrir.

Entonces salí y me senté en el banco más cercano.

Tomando una respiración profunda, saqué las fotos y me prometí a mí misma que esta sería la última vez que las miraría: yo y mi hija caminando por la orilla de la playa de Nueva Jersey bajo la puesta de sol. Su sonrisa mientras levantaba una concha marina y la sostenía contra su oído. Llevándola sobre mis hombros y apuntando a un estrellado cielo nocturno.

A pesar de que sabía que hacer esto inevitablemente me traería sudores fríos y pesadillas, continué pasando las fotos.

Incluso en las que yo no salía; en las que ella se veía triste y solitaria en el parque, con la mirada perdida en la distancia, en algo o alguien, que no estaba ahí.

Emma…

Mi corazón se encogió con la foto final.

Era ella jugueteando con su paraguas, llorando. Estaba molesta porque la obligaron a entrar, porque no entendían que aunque le gustaba estar en el parque a plena luz del sol, prefería jugar afuera en la lluvia.




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Mensaje por Tati.94 Lun Dic 26, 2016 8:14 pm

Mm no entiendo lo de emma,se murio? A san la veo tan perdida no veo como podra cambiar.
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Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 11:39 pm

Tati.94 escribió:Mm no entiendo lo de emma,se murio? A san la veo tan perdida no veo como podra cambiar.




Hola, mmm eso parece =( que pena si es así =( Mmmm ni yo =/ No va bien la cosa, no¿? Saludos =D



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Finalizado FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Cap 2

Mensaje por 23l1 Lun Dic 26, 2016 11:41 pm

Capitulo 2



Angustia Emocional



Brittany


Lucía terrible.

Absolutamente terrible.

Hoy era el primer ensayo completo con todos los trajes para El Lago de los Cisnes y no lucía para nada apropiada para el rol.

Mis ojos estaban hinchados, arruinados por llorar por Santana, mis labios estaban secos y quebrados, y mi piel estaba tan pálida que el señor Smythe se acercó y preguntó:

—¿Vas a representar a un cisne blanco o a un fantasma blanco?

Tanto como trataba de forzarme a sonreír a través de mi dolor de cabeza, lloraba a cada momento en que me encontraba sola, comiendo una exorbitante cantidad de helado y chocolate cada noche, y no podía dormir para nada.

Aún no podía creer que Santana me echara a patadas de su condominio tan cruelmente.

Un minuto me sostenía contra su pecho y me besaba, y al siguiente me decía que ella y yo ya habíamos follado suficiente, que no me quería más, y que iba a follar a alguien más.

Lo que fue peor, fue que cuando regresamos al trabajo ese lunes siguiente, se había mostrado dos veces más ruda conmigo. Me reasignó a un caso que me tomaría meses arreglar, me regañó enfrente de todo el mundo por llegar diez minutos tarde, y luego tuvo la audacia de quejarse porque estaba sonriendo mientras le llevaba su café diario.

Al menos escupí en este…

—¿Estás llorando ahora?—la asistente de maquillaje inclinó mi barbilla hacia arriba—¿Sabes lo costosa que es esta máscara de escenario?

—Lo siento—congelé mis globos oculares en sus cuencas y contuve las lágrimas.

—No veo el nombre de tus padres en la lista de invitados para esta noche. ¿Vienen a la segunda presentación el sábado?

—No.

—Supongo que solo quieren ver el espectáculo completo sin paradas entonces, ¿huh?—se rio—Mis padres son iguales. Les comenté sobre el número de ensayos que tenemos que hacer y dijeron que lo verían cuando estuviera terminado. Son todo sobre la perfección.

—Desafortunadamente, me puedo identificar.

Ella se rio y habló y habló tontamente, haciéndome contar silenciosamente los segundos hasta que terminó.

Cuando presionó mi cara con la última nube de polvo, me giró para que viera el espejo que había al otro lado de la habitación.

—Guau—susurré—En serio, guau.

No parecía que hubiera estado llorando para nada. Aunque mis párpados estaban cubiertos de sombra oscura, y ella había aplicado delicadamente el falso camino de una lágrima pasando mi ojo derecho; lucía como si fuera la mujer más feliz en la Tierra.

—¿Señorita Pierce?—preguntó el señor Smythe, parándose detrás de mí—¿Puedo tomarla prestada por un segundo?

—Sí, señor—lo seguí a través de las puertas de atrás del escenario hacia el exterior, al área vacía de estiramiento.

—Siéntese en la banca, señorita Pierce—sacó un cigarro de su bolsillo y lo encendió.

El humo se desplegó en espirales entre nosotros y me miró de arriba abajo.

Por alguna extraña razón, parecía más molesto de lo usual, como si estuviese a punto de gritarme.

—Señor Smythe—dije suavemente—¿Hice algo malo?

—No—negó con su cabeza—La traje aquí a solas porque quiero que sepa que lucía gorda durante la práctica de ayer. Demasiado gorda.

—¿Qué?

—Aunque bailó la parte del cisne negro hermosamente, capturando el correcto grado de enojo y tristeza, falló, falló jodidamente, con el cisne blanco—tosió—Parecía como si su mente estuviese en otra parte. Como si la estuviera matando ser feliz durante cinco minutos, y para completar esto, ha engordado.

Rodé los ojos y los aparté, enfocándome en los autos que pasaban zumbando por la calle.

Ya no me perturbada por sus insultos.

Que me llamara gorda no era nada comparado con las cosas que me había dicho la semana pasada.

—¿Señorita Pierce?—su voz me sacó de mis pensamientos.

—¿Sí?

—Necesito que abra eso más tarde—dijo, palmeándome en el hombro—Es muy importante.

—¿Abrir qué?

—¿No ve el sobre que acabo de colocar en su regazo?—sacó su cigarrillo—¿Tengo decirle a su suplente que necesita prepararse para bailar?

—No—tomé el sobre, pasando mis dedos a lo largo del pliegue—No necesita hacer eso, señor.

—Bien—caminó hacia el edificio y sostuvo la puerta abierta—Ahora, hágame creer que escogí a la chica adecuada para que fuera mi cisne.





—Los Figgins vendrán a cenar el próximo domingo a las seis y necesitamos que hagas una aparición—me dijo mi madre por teléfono esa noche—Creo que van a hacernos un muy buen cheque para la campaña.

—Que emocionante.

—Es emocionante, ¿no es así?
—prácticamente chilló—Todo está sucediendo tan rápido y cayendo en su lugar tan perfectamente. Estamos recogiendo fondos, planeando la publicidad, y…

Coloqué mi teléfono en la mesa y me preparé un balde con agua helada, haciendo una mueca con cada paso que daba. Estaba segura de que tendría un nuevo grupo de ampollas al final de esta semana, pero después de la forma en que bailé en el ensayo de hoy, valdrían la pena.

Completé cada salto con facilidad, me acoplé a mis compañeros paso por paso, y al final, cuando el número final pedía diez pirouettes, hice quince.

Todos en la audiencia me dieron una ovación de pie, pero el señor Smythe estaba sentado silenciosamente frotándose la barbilla.

Me miró, inclinó la cabeza a un lado, y simplemente dijo:

—La práctica de hoy terminó.

Ese fue el mayor cumplido que nunca había dado.

Sonriendo ante el recuerdo, llevé el balde de hielo hasta el mueble y lo bajé. Deslicé mis pies en el interior y sostuve el teléfono contra mi oído de nuevo.

—Oh, y los Ryan—mi madre todavía estaba hablando—Están considerando hacer una pequeña fiesta en honor a tu padre el próximo mes en el club de campo. Necesitarás estar presente para eso y no será algo casual, por lo que en verdad preferiría que llevaras el cabello con rizos, por favor. Habrá un fotógrafo de un periódico local ahí.

—¿Vas a preguntar cómo fue mi día?

—En un minuto. ¿Recibiste el vestido que envié ayer?


Miré la bolsa de plástico colgada sobre mi puerta.

—Hubo un duro ensayo de El Lago de los Cisnes ayer. Fue para que los diseñadores de los trajes vieran si todo lucía correcto bajo las nuevas luces. Fue el mejor ensayo que hemos tenido hasta ahora.

—¿Ya te probaste el vestido? ¿Piensas que serás capaz de hacerlo esta noche?

—Mamá.

—Debo tenerlo adaptado para la noche del domingo tan pronto como sea posible si este no te queda bien.

—¿Podrías simplemente decir “honestamente me importa una mierda tu vida, Brittany”?
—gruñí mientras los dedos de mis pies finalmente sentían el efecto del hielo—Eso me haría sentir diez veces mejor en este momento.

—Brittany Susan Pierce
—enunció cada sílaba de mi nombre—¿Has perdido la cabeza?

—No, pero estoy comenzando a perder mi tolerancia por hablar contigo por teléfono. ¿Por qué molestarte en llamar si solo quieres escucharte a ti misma hablar?


No tuvo oportunidad de responder.

Había una llamada en mi otra línea, así que presioné terminar sin mencionarlo.

—¿Hola?—respondí.

—¿Es Brittany Pierce?—era una voz masculina.

—Sí, soy yo.

—¡Genial! Soy Joe Hart. ¡Soy el presidente de inscripción estudiantil, y solo llamaba para dejarle saber que su retiro de la universidad ha sido aprobado! Será oficial una vez venga y firme personalmente los formularios. Personalmente pienso que es genial que se tome tiempo fuera para ayudar con la campaña de su padre.

—¡¿QUÉ?!

—Fue muy desinteresado de su parte, señorita Pierce
—dijo él—Estoy seguro de que cuando decida regresar, el comité académico le ofrecerá créditos por su experiencia del mudo real. De cualquier manera, me di cuenta de que rellenó las solicitudes electrónicas, pero ya que vive dentro de un radio de ochenta kilómetros de la escuela, es política que tenga que firmarlos también manualmente. Además, dados los créditos que ha ganado en la universidad hasta ahora.

Todo a mi alrededor se puso negro.

No podía creer esta mierda.

Quería colgar y gritarle a mi madre, preguntar cómo se atrevieron ella y mi padre a sacarme de la universidad sin siquiera decírmelo, pero no podía.

Simplemente colgué y me senté quieta, con la cara como una piedra y perdida.

Había lágrimas cayendo por mi cara, pero no podía sentirlas.

No podía sentir una maldita cosa.

Presioné el botón de apagar en mi teléfono para prevenir que nadie más llamara y saqué el sobre que me dio más temprano el señor Smythe. Asumí que esta era una larga lista de insultos, o una nueva dieta, pero era una carta:

Señorita Pierce,
Acabo de recibir la noticia de que dejará la universidad al final de este periodo. Aunque estoy decepcionado de su fracaso al alertarme de esta noticia por anticipado, estoy impresionado con el crecimiento que ha mostrado mientras ha estado en mi programa.
Aún es una bailarina promedio, pero considerando el hecho de que sus compañeros son todos bailarines terribles, creo que puede de alguna manera estar orgullosa de ese prestigio.
Detrás de esta carta hay una recomendación para la Compañía de Ballet de la ciudad de Nueva York. Debido a unas pocas circunstancias desafortunadas, muchos puestos han sido abiertos para su clase actual. Esto no sucede con frecuencia, y sería algo estúpida si no hiciera una audición.
De cualquier manera, si hace una audición y no es aceptada, esto solo significará que no bailó de la mejor forma que podía. (O que ganó otro desafortunado kilo).—Sebastián Smythe.


Giré la página adjunta y me di cuenta de que la fecha tope para la audición era en tres semanas, que si audicionaba y era aceptada, estaría dejando mi actual rol principal atrás y tendría que comenzar todo de nuevo.

Bailar para la Compañía de Ballet de NYC había sido una vez mi sueño, pero después de que me rompí el pie a los dieciséis, reajusté mi versión de una carrera soñada; la competencia en un lugar como ese sería demasiado fiera para alguien que estuvo sentada durante un año completo, completamente recuperada o no.

No obstante, no podía imaginar ir a Nueva York, no sola, de cualquier manera.

No pensaba que pudiera dejar a Santana sin al menos obtener una muy merecida disculpa.

Suspirando, encendí mi portátil y me conecté al correo electrónico, impresionada de ver su nombre justo al inicio de mi bandeja de entrada.


Asunto: Simulacros de juicios.
Señorita Pierce, por tercera vez en esta semana, ha aludido a nuestra antigua aventura en el cuarto de la corte. Aunque no estoy sorprendido por esto, me siento algo decepcionado.
Puede arrepentirse de las secuelas de follar conmigo, pero sé jodidamente bien que amó cada simple segundo que mis dedos estuvieron en su interior. (Y antes de que mienta y diga que no lo hizo, piense en las numerosas veces que gritó mi nombre mientras mi boca devoraba su coño).
Quizás si pensara sobre esas cosas en vez de sus incontrolables y erráticos "sentimientos", sus defensas en la corte no serían tan cómicas.—Santana.



Borré el correo y leí de nuevo la carta de Smythe.

Necesitaba buscar las audiciones del Ballet de Nueva York esta noche.




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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

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Finalizado Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Epílogo

Mensaje por monica.santander Lun Dic 26, 2016 11:55 pm

Britt se va a Nueva York. No entiendo por que San sigue molestando a Britt si ella la echó.
Saludos
Espero su hayas pasado una linda Navidad.
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Mensaje por JVM Mar Dic 27, 2016 2:24 am

Pobre Britt todo se le esta juntando, lo peor es que no tiene a nadie a su lado que la apoye, y en cambio solo la presionan de todos lados.
Y con San pues sigue sufriendo pero N.Y parece ser una salida en este momento. Así que espero que le vaya bien.
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Mensaje por micky morales Mar Dic 27, 2016 10:08 am

Ahora que lo pienso es mejor que Brittany se largue bien lejos, con una loca enferma sexual como Santana y unos padres que no conocen la palabra no, creo que sera lo mejor para ella!!!!
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Mensaje por Tati.94 Mar Dic 27, 2016 6:43 pm

Lo mejor para es que se vaya lejos de sus padres y santana, la estan volviendo loca.
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Mensaje por 23l1 Mar Dic 27, 2016 7:08 pm

monica.santander escribió:Britt se  va a Nueva York. No entiendo por que San sigue molestando a Britt si ella la echó.
Saludos
Espero su hayas pasado una linda Navidad.



Hola, si =/ Mmmm la locura de querer lejos a una persona, pero no kerer dejarla ir¿? jajjajjajaaj. Saludos =D
Pd: Si, gracias, espero y tu tmbn!





JVM escribió:Pobre Britt todo se le esta juntando, lo peor es que no tiene a nadie a su lado que la apoye, y en cambio solo la presionan de todos lados.
Y con San pues sigue sufriendo pero N.Y parece ser una salida en este momento. Así que espero que le vaya bien.



Hola, =/ si, en estos momentos ella necesita al menos una persona, pero no ai nadie para ella =/ y lo mejor es alejarse de todo. Esperemos y las cosas mejoren... osea que san ya se ponga las pilas y busque a la rubia ¬¬ Saludos =D





micky morales escribió:Ahora que lo pienso es mejor que Brittany se largue bien lejos, con una loca enferma sexual como Santana y unos padres que no conocen la palabra no, creo que sera lo mejor para ella!!!!



Hola, si lo pones de esa manera, la cual es vrdd, tienes razón, necesita un respiro y pensar en ella, ya q las personas q ella kiere no la toman en cuenta, no queda de otra. Ah, y que san se ponga las pilas y busque a su rubia y la haga feliz. Saludos =D






Tati.94 escribió:Lo mejor para es que se vaya lejos de sus padres y santana, la estan volviendo loca.





Hola, si, osea literalmente la estan volviendo loca ¬¬ Que la dejen respirar y san la vaya a buscar y la haga feliz ya! jajajaja. Saludos =D




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Finalizado FanFic Brittana: Razonable III (Adaptada) Cap 3

Mensaje por 23l1 Mar Dic 27, 2016 7:10 pm

Capitulo 3



Malversación.



Santana


Abrí el cajón a mi izquierda en busca de un frasco de aspirinas.

No había dormido bien en más de una semana, y estaba segura de que en su mayoría tenía que ver con los informes a medias que los internos me entregaban.

Eso, o Brittany envenenaba mi almuerzo.

Leí su informe más reciente y gemí mientras leía sus comentarios escritos a mano: “Me parece muy irónico que pueda darnos una asignación sobre la importancia de la confianza y las relaciones cuando no tiene ni idea de lo que cualquiera de esas palabras significan.

PD: No "devoraste" mi coño.”



Arranqué la nota y la tiré a la basura, leyendo la siguiente:

“¿Un caso que se trata de un jefe tirándose a su empleada? Al menos este jefe tuvo las pelotas para revelar su mentira y admitir que a ella realmente le gustaba la chica, en lugar de echarla como si fuera basura.

PD: Ayer el ingrediente extra en su café fueron copos de súper pegamento derretido. Espero que le hayan gustado.”



—¿Señorita López?—Quinn entró en mi oficina.

—¿Sí?

—¿Quiere que envíe su traje a otra empresa de limpieza en seco?—preguntó—Esta es la tercera vez que le ha enviado esas faldas. No creo que esa mancha marrón vaya a salir.

—No, gracias—suspiré—Sólo ordena unas nuevas, por favor.

—¡Lo haré!—batió sus pestañas cuando se fue, y le envié inmediatamente un correo electrónico Brittany.


Asunto: Súper Pegamento.
Ya no bebo tu puto café, pero desde que has demostrado una vez más que eres novata en lo que respecta a la ley, voy a guardar tu nota escrita a mano por lo que mis amigos sabrán a quién culpar por mi asesinato.
Madura.—Santana



Asunto: Re: Súper Pegamento.
No tienes amigos. Yo era la única. Y no me importa si guardas mi nota escrita a mano porque he guardado todos tus correos electrónicos, especialmente los que dicen: “Ven a mi oficina para que pueda comer tu coño en mi hora del almuerzo", o "me encanta la forma en que tu boca se ve cuando la mueves en mi coño".
Tu primero. —Brittany.



Empecé a responderle, sin estar dispuesto a entregarle la última palabra, pero oí a Quinn aclarándose la garganta.

—¿Hay alguna otra cosa en la que pueda ayudarte?—levanté la mirada—Podría jurar que acabas de salir de mi oficina.

—Se rumorea por la firma que hoy es su cumpleaños.

—Hoy no es mi cumpleaños.

—Eso no es lo que me dijeron en recursos humanos.

—Recursos humanos está lleno de mierda—miré la taza de café en el borde de mi escritorio, notando que el café no era ni siquiera marrón.

Era de color naranja.

—Pero hablando de recursos humanos, ¿podría hacer que le prohíban a la señorita Pierce tocar las máquinas de café?

—Lo dudo—se acercó aún más—Entre usted y yo, le vamos a dar una fiesta sorpresa en la sala de descanso. Como, en este momento. Hemos estado esperando que usted se tome un descanso, pero no lo ha hecho, así que. ¿Puede salir por un segundo?

—¿Acaba de negarme mi petición con respecto a la máquina de café?

—Me encargaré de ello, después de que vaya a su fiesta—sonrió y tomó mi mano, pero me puse de pie por mi cuenta.

—Le he dicho a su abuelo en múltiples ocasiones que no aprecio sus fiestas de cumpleaños de los empleados.

Se encogió de hombros y me llevó por el pasillo.

—Asegúrese de lucir sorprendida. Puse mucho trabajo en esto, siempre hago un esfuerzo extra por usted.

No hice caso de la forma en que se lamía los labios.

Abrió la puerta, y todo el personal lanzó confeti al aire y gritó:

—¡Feliz cumpleaños, señorita López!—entonces comenzaron a cantar la canción de cumpleaños, fuera de tono y terriblemente desafinados.

Me acerqué a las ventanas donde se había colocado un pequeño pastel blanco con velas de color azul, y las apagué antes de que terminara la canción.

—¡Feliz cumpleaños, Santana!—el señor Schuester me entregó un sobre azul—¿Cuántos cumples hoy?

—Ya que hoy no es mi cumpleaños, tengo la misma edad que ayer.

Él se rio, todavía incapaz de entender que hablaba en serio. Sosteniendo su estómago, hizo un gesto a uno de los internos para que nos tomara una foto.

Mientras la cámara destellaba, vi a Brittany de pie en una esquina con los brazos cruzados. Sacudía la cabeza hacia todo el mundo, y cuando sus ojos se encontraron con los míos finalmente, frunció el ceño.

—Tengo algo para usted—Quinn presionó una pequeña caja negra en mi mano—Pero creo que necesita abrirlo en un lugar privado, cuando esté sola y pensando en mí—se sonrojó, alejándose.

Hice una nota mental para tirar lo que sea que fuera a la basura.

Y en vez de dejar inmediatamente la fiesta, caminé por la habitación y les di las gracias a todos, recordándole a cada interno que "cumpleaños" o no, las asignaciones todavía tenían que ser entregadas al final del día.

Me acerqué a Brittany con la mano extendida, pero retrocedió y se dirigió a la antesala contigua.

—¿En serio es tan inmadura, señorita Pierce?—la seguí, haciéndola girar hacia mí cuando la puerta se cerró.

—¿En serio eres tan cruel?—me miró—Me diste más trabajo que a nadie esta mañana solo para poderme reprender delante de ellos más tarde, simplemente porque crees que te avergoncé ante el tribunal de nuevo.

—En realidad, tendrías que saber qué diablos hacías si querías avergonzarme ante el tribunal—involuntariamente agarré sus manos, frotando mis dedos contra su piel—Y te di más trabajo para que no tuvieses tiempo de hacer mi café, el que hasta esta mañana, asumí que estaba envenenando.

—¿Desde cuándo un “escupitajo” es considerado como veneno?

—Me debes otro puto traje—bajé la voz—¿Tienes alguna idea de lo mucho que…?

—No—me interrumpió—¿Tienes alguna idea de lo mucho que has cambiado? De hecho, echo de menos el tiempo en que yo era Alyssa y tú eras Thoreau.

—¿Antes, cuando eras una jodida mentirosa?

—Antes, cuando me tratabas mejor—me miró a los ojos, dedicándome una mirada de anhelo, y mis manos fueron alrededor de su cintura, atrayéndola hacia mí.

Tuve mi boca sobre la de ella en cuestión de segundos, besándonos como si no nos hubiésemos visto en años, luchando por el control. Arrastré los dedos contra la cremallera de la parte posterior de su vestido.

Se presionó contra mi pecho y me dejó deslizar mi lengua profundamente en su boca, pero finalmente se apartó, empujándome.

Luciendo absolutamente indignada, se dio media vuelta y salió de la habitación.

Me acomode el vestido antes de seguirla hacia la sala de la fiesta, pero ella ya no estaba ahí.

—¿Vas a cortar el pastel, Santana?—dijo el señor Howell—¿O quieres que Quinn lo haga por otro año consecutivo?

Quinn levantó el cuchillo y me guiñó un ojo.

—Quinn puede cortarlo—le dije—Regresaré enseguida—salí y me dirigí a las oficinas de los pasantes, caminado en línea recta hacia el cubículo de Brittany.

Tenía la cara roja como un tomate y metía unas carpetas en su bolso.

—No te di permiso para salir temprano—di un paso delante de ella.

—No te di permiso para tratarme como a una mierda, pero has hecho un infierno de mi trabajo, ¿no?

—Acabas de decir que no te trataba así cuando pensaba que tu nombre era Alyssa, cuando pensaba que eras una maldita abogada.

—¿Eso hace que tu trato hacia mí sea aceptable?

—Eso hace que sea justificable.

Silencio.

—No puedo seguir con esto, Santana—sacudió la cabeza.

—¿Eso significa que dejarás de actuar como una niña en la corte?

—Toma—me interrumpió y presionó una caja plateada contra mi pecho—Compré esto para ti hace unas semanas, en la época en la que Quinn planeaba tu fiesta de cumpleaños.

—¿Escupiste en ella?

—Debería haberlo hecho—tomó su bolso y pasó junto a mí, en dirección a la salida.

Una parte de mí en realidad quería ir tras ella y hacerla explicar qué demonios quiso decir con eso de "no puedo seguir con esto", pero sabía que hacerlo no tendría sentido.

Hablar con ella por menos de tres minutos me encendía, y tenía que recordar por qué terminé esa "relación" en primer lugar.

Volví a la sala de descanso y les di las gracias a los últimos internos, mirando la foto que recursos humanos había clavado en la pared.

Era un collage de mis fotos profesionales con unas pegatinas de sombreros de cumpleaños unidos a mi cabeza. Y habían escrito: "¡Feliz cumpleaños, Santana! ¡SHL te quiere!" en azul brillante.

En realidad, mi cumpleaños era dentro de meses, en diciembre, un día que no había celebrado en mucho tiempo.

Y aunque nunca lo admitiría públicamente, como que me gustaba un poco el hecho de que la gente de SHL estuviera dispuesta a celebrar mi cumpleaños —fuera real o no.

—¿Cuántas rebanadas de pastel le gustaría que envuelva para usted, señorita López?—Quinn me tocó el hombro.

—Tres—dije—Y también voy a tomar un vaso de limonada.

—No se va a quedar para el juego: "¿Quién conoce mejor a la señorita López?"

—Ninguno de ustedes me conoce—regresé a mi oficina y cerré la puerta, estableciendo los nuevos regalos de cumpleaños en la parte superior de mi biblioteca.

El sobre del señor Schuester contenía una nota que decía que apreciaba mi duro trabajo y mi dedicación a la empresa. Bajo sus palabras escritas había una tarjeta de regalo para otra entidad multimillonaria de su familia: un campo de golf.

Los regalos de los internos eran todas tarjetas de centro comercial, en las cuales rogaban por tiempo extra en sus asignaciones. Las puse todas en mi trituradora.

La caja negra de Quinn fue la siguiente, y por mucho que quería tirarla a la basura y nunca pensar en ella de nuevo, no pude resistirme a saber lo que me compró. Saqué la cubierta y quité el papel, sacando un pedazo suave de seda y una nota:

”Escuché que te gusta mantener estas en tu bolsillo… Estas son las mías. PD :Me las quité en el baño hace cinco minutos :-)”


Jesús…

Enterré sus bragas en la parte inferior de mi bote de basura y rompí esa nota.

Me quedé mirando la caja plateada de Brittany durante un rato, preguntándome si debería esperar hasta más tarde para desenvolverla, pero no pude evitar rasgar el papel.

Dentro de la caja había un pequeño marco de fotos negro.

Era artesanal—bordeado con imágenes de zapatillas de punta y escalas de derecho presionadas en hierro, y las palabras "Alyssa" y "Thoreau" en letras blancas lisas.

La imagen era de nosotras, una de ella yaciendo sobre mi pecho en la cama y sonriendo a la cámara. Tenía las mejillas encendidas de color rojo —como siempre lo estaban después de tener sexo, y vestía una de mis camisetas.

La recordé obligándome a tomar esa foto —insistiendo en que "no la compartiría con nadie" y que sólo la quería para sí misma. Incluso me obligó a sonreír.

Puse el marco boca abajo y saqué el otro objeto que había en la caja —un reloj de plata brillante con una inscripción adherida en la parte trasera:

Asunto: Tú. Me gustabas como "Thoreau," pero te amo como Santana. — Brittany (Alyssa).





Mi copa de vino permanecía sin tocar en el restaurante Arbors, y las velas en la pieza central derramaban cera sobre la mesa.

Esperaba que mi cita llegara de un momento a otro, pero no podía dejar de mirar el reloj que Brittany me dio.

Claramente había pensado acerca de todas y cada una de las partes del diseño; ningún elemento era erróneo.

Noté dos As en la esquina de su pantalla, y antes, a la luz del sol, me di cuenta de que mi nombre estaba grabado en el borde de su marco.

—¿Eres Thoreau?—interrumpió mis pensamientos una voz de mujer, haciéndome levantar la mirada.

—Sí.

Me sonrió y se sentó frente a mí.

—Espero que no te importe, pero vengo aquí con regularidad y la camarera me preguntó si ordenaría lo de costumbre cuando llegué. Le dije que sí.

—No me importa en absoluto.

Un pequeño sentimiento de culpa fluyó dentro de mi pecho, pero no fue suficiente para distraerme de conseguir lo que necesitaba esta noche: un coño.

Cuanto antes.

La camarera colocó dos platos al vapor delante de nosotros, y miré la hora.

Sólo le daría a esta mujer una hora.

—Entonces, ¿qué tipo de casos manejas normalmente? —preguntó.

—Corporativos en su mayoría, pero también he hecho gubernamentales y de impuestos.

—Interesante. ¿Por cuánto tiempo has vivido en Durham?

—Por demasiado tiempo.

—¿Y así es como operas con normalidad?—se echó hacia atrás en su silla, arrastrando las uñas contra su blusa transparente—¿Rollos de una noche?

—¿Es un problema para ti?

—Nunca lo es.

Alcé una ceja y la miré.

En realidad, era bastante atractiva —cabello largo y rubio, figura curvilínea y pechos turgentes.

Dejando los atributos físicos a un lado, parecía que teníamos mucho en común.

Era una abogada de bienes en el condado contiguo, leyó la mayor parte de los mismos libros, y por lo que me dijo por teléfono, compartíamos un apetito sexual comparable.

Nuestros platos vinieron y se fueron, la conversación continuó, pero el reloj de Brittany todavía tenía una parte de mi atención.

—¿Te molesta algo?—mi cita agitó la mano delante de mi cara—Recuerdo que eras mucho más habladora por teléfono.

—Estoy bien—le hice señas al camarero para que me trajera la cuenta—Sólo cansada.

—¿Demasiado cansada para follar?

—Nunca estoy demasiado cansada para follar.

Sonrojándose, cruzó las piernas y se inclinó sobre la mesa.

—He estado esperando esto toda la semana.

No respondí.

Simplemente firmé el cheque y me levanté, tendiéndole la mano. Caminamos por el vestíbulo del hotel, directamente hacia los ascensores.

Al segundo en que las puertas se cerraron, presionó sus labios contra los míos y entrelazó sus dedos en mi cabello.

—Joder—gemí cuando una de sus manos tocaron mis pechos.

Movió su boca por mi cuello mientras subíamos hasta el último piso, rozando sus dientes contra mi piel. Gimiendo, jadeó cuando la agarré de la cintura y le devolví el beso —controlando su lengua con la mía.

Tiré la banda de su cola de caballo y la arrojé al suelo. Cerré los ojos y profundicé nuestro beso —mordiendo tortuosamente su labio mientras ella trataba de alejarse.

Deslizando su rodilla entre mis piernas, y la presiono contra mi centro.

—¿Cuánto tiempo vamos a follar esta noche?

—Tanto tiempo como quieras—palmeé sus pechos a través de su camiseta, deslizando una mano por debajo de su sujetador.

—Ahhhh…—murmuró mientras acariciaba su pezón.

Las puertas del ascensor se abrieron rápidamente, pero nuestros cuerpos permanecieron entrelazados mientras encontrábamos el camino hasta la habitación.

Sus labios se pegaron a los míos una vez más mientras tropezábamos por la habitación —chocando con lámparas y muebles.

Ella gemía más fuerte ahora, apenas controlándose cuando desabroché su vestido y su sujetador.

Sentí sus manos en mi cintura, empujando mi vestido hasta mi cintura, y cuando mi espalda golpeó la pared, me di cuenta de que se encontraba de rodillas frente a mí.

Inclinándose, pasó las manos de arriba abajo por mi centro, pidiéndome que le dijera lo mucho que deseaba su boca sobre mí.

—No—negué con la cabeza cuando me di cuenta de que había estado fantaseando con Brittany todo el tiempo.

—¿Ni siquiera vas a rogar por ello?—sonrió, acercando la cabeza.

—Detente—la agarré por el pelo, apartándola suavemente.

—¿Pasa algo, Thoreau? ¿Acaso quieres hacérmelo primero? ¿Debería ponerme en la cama o en la silla?

No pude entender el resto de sus preguntas; imágenes de Brittany nublaban mi cerebro, invadiendo todos mis sentidos.

Y cuanto más miraba a esta mujer, una mujer que no era para nada tan hermosa como Brittany, más sentía que mi cuerpo se ablandaba.

Mierda…

Me baje el vestido y me acomode.

—Ya no tengo ganas de follarte. Puedes irte.

—¿Disculpa?—contuvo la respiración y se cruzó de brazos—¿Qué acabas de decir?

—Dije que ya no tengo ganas de follar contigo—hablé lentamente—Y que puedes irte. Disfruta el resto de tu noche.

—¿Vas a echarme? ¿Sólo así?

—¿Te gustaría que reservara otra habitación para ti?

—¿Qué pasó con la mujer que conocí online?—se puso de pie—¿Fue todo una fachada? ¿Es algún tipo de juego donde invitas a salir a mujeres, les dices cosas sexys que probablemente has leído en internet, luego haces que se desnuden sabiendo malditamente bien que no sabes cómo follar?

—Definitivamente sé cómo follar—entrecerré los ojos en dirección a ella—Simplemente no tengo ganas de follar contigo.

—No puedo no puedo creer—su mandíbula cayó—¡Eres una jodida imbécil!

—¿Imbécil? Sí. ¿Jodida? Desafortunadamente, no. ¿Puedes asegurarte de que la puerta esté completamente cerrada cuando salgas?

Se puso el vestido y recogió su bolso.

—Voy a poner un indicador al lado de tu perfil en Date-Match. ¿Y sabes qué más? También voy a dejar un comentario sobre nuestro encuentro. Voy a asegurarme…

—¿Normalmente hablas cuando te vistes?—la interrumpí y me senté en la cama—Estoy bastante segura de que es algo que no requiere conversación.

Furiosa, se puso los zapatos y salió corriendo de la habitación, cerrando la puerta de golpe detrás de ella.

Esperé hasta que escuché el sonido del ascensor y me acosté sobre el colchón.

Hice mi mejor esfuerzo para pensar en algo o alguien que no fuera Brittany, pero ella era todo lo que se me venía a la mente.

¿Qué demonios está pasando?


Me quedé mirando el techo durante otra hora, sin poder dejar de pensar en cómo se sintió su boca contra la mía en la oficina esta mañana.

Incluso si fue sólo por unos segundos.

Necesitando llegar al fondo de esto; saqué el teléfono de mi bolsillo y la llamé.

—¿Hola?—contestó al segundo timbre—¿Hola?

—¿Por qué me compraste ese reloj, Brittany?

—¿Por qué te importa?

—No lo hace, pero leí la inscripción del reverso.


Silencio.

—Necesito preguntarte algo—dije.

—Sólo si puedo preguntarte un par de cosas primero.

—Adelante.

—¿Cómo puede ser posible que seas tan inflexible acerca de la honestidad cuando no has sido completamente honesta conmigo?

—He sido completamente honesta contigo.

—Estoy empezando a creer que tu nombre no es realmente Santana López.

—Así que, ¿sigues acechándome y buscando mi pasado en internet? ¿No tienes algún otro pasatiempo?

—¿Quién es EA
—su voz se quebró—¿Por qué esas dos letras cuelgan por todas tus paredes? ¿Por qué están grabadas en tus collares o pulsras?

—Brittany…

—¿Qué está pasando contigo y Elaine? La vi salir de tu oficina la semana pasada y me sonrió.

—¿Es un mal momento para hablar?

—Sí
—respiraba con dificultad—Es un muy mal momento. ¿Por qué no cuelgas simplemente y vas al Marriott para que puedas follar a otra persona?

—Estoy en el Marriott, y en realidad estaba a punto de follar a alguien más.


Se quedó en silencio durante varios segundos.

—No, no quiero saber de ti nunca más, Santana.

—¿Qué acabas de decir?

—Dije que no quiero saber de ti nunca más. Nunca me llames jodidamente de nuevo
—colgó.




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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D


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