(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-Hola…
-¿Que quiere decir este regalo que me dejaste en el árbol?
-Hola Kurt…—dijo Blaine sonriendo de inmediato, como si el teléfono estuviera conectado con el lado de su cerebro que maneja la alegría.
-Hola… ¿Qué tal tu vuelo?
-Excelente, gracias por preguntar…
-Ahora… ¿Qué significa ese regalo que me dejaste en el árbol?
-¿Por qué?… ¿no te gusto?—pregunto Blaine disimulando su tristeza a través del teléfono.
-Me encanto…pero no debiste…
-¿Por qué no?
-Primero, porque yo no te compre nada...
-Con el regalo que me diste en año nuevo… estoy más que satisfecho—advirtió Blaine dando un tono sexy a su voz.
-Blaine…con respecto a eso, fue maravilloso, pero… no quiero que te confundas o…
-No te preocupes, no pensare que volvimos ni nada…entiendo lo que significo para ti, así como lo que representó para mi… no te preocupes…
-¿Estás bien?...
-Si, por supuesto que si…
-¿Estabas durmiendo?, tu voz suena rara…
-No, debe ser…el cambio de presión del avión…no es nada… ¿y lo segundo?
-¿Segundo?
-Dijiste “primero”… ¿hay un segundo?
-Claro… ¿seguro y estas bien?
-Si Kurt…
-Bueno…segundo…eso debió costarte una fortuna y no veo que siendo aun un estudiante puedas darte el lujo de comprar algo así.
-No me costó tanto, además siento decepcionarte, pero no es autentico…
-A mi me parece que sí lo es…—advirtió Kurt que sostenía en su mano el broche de Audry Hepburn.
-Está bien, lo es…
-¡Blaine!...
-Kurt…sabes que no, no tengo miles de dólares para pagar algo verdadero…pero es una copia digna de la mafia… ¿no crees?
-Claro, casi pensé que vendría con un certificado firmado por el propio Paul Sorvino.
-¿Te gusto entonces?...
-Me encanto como te dije, en especial por la dedicación, te aseguro que lo usare en Mi primera alfombra roja.
-Y yo te estaré viendo por la televisión, donde sea que la vida me lleve…


Junio de 2019
-“o me dedo on el zul”…—dijo Blaine sosteniendo tres trajes, uno en cada mano y un tercero con el gancho en la boca.
-No se…se supone que vestir azul no es elegante…—respondió Kurt que había entendido el mascullo de Blaine de inmediato…— ¿podrías tomas el gris?
-¿Y dejar cual?, no sé si lo notas pero no tengo más de donde colgar algo…—dijo Blaine, dejando caer el traje que sujetaba con la boca, un tanto maneado con todo lo que cargaba.
-Lo siento…—respondió Kurt levantándose de la cama y tomando el mismo el traje y poniéndolo junto a los que sostenía Blaine, retrocedió unos pasos y se hizo una perspectiva a la distancia de cual debía usar en un par de horas.
-Si no te apuras, llegaremos tarde y no podrás hablar… con…nadie—dijo entrecortado Blaine al sentir vibrar su teléfono en el bolsillo de atrás de su pantalón.
-¡Que te sucede!—quiso saber Kurt al verlo menearse como si le estuviera dando un calambre en una parte muy extraña.
-Es mi…teléfono…podrías…—dijo apuntándose el bolsillo correspondiente con las manos ocupadas.
-Tienes un nuevo mensaje de… ¿lo leo?—pregunto antes de seguir mirando.
-Por supuesto… ¿Ya puedo soltar esto?—pregunto un tanto cansado.
-Si…me decidí por el gris…es de Dylan, dice: “te lo estas perdiendo amigo, esta fantástico”, ¿Qué te pierdes? y ¿Qué esta fantástico?—curioseo Kurt al tiempo que le entregaba el teléfono a Blaine quien a su vez dejaba todos los trajes sobre la cama.
-Nada, no te preocupes—respondió mirando los otros mensajes que le habían llegado durante la tarde.
-Blaine…
-Está bien, pero no me digas nada…—advirtió antes de comenzar a explicar.
-No puedo prometer eso y lo sabes—dijo Kurt mirado el traje que había elegido sin convencerse del todo.
-Dylan me había invitado tocar con su banda hoy en el “Avery Fisher Hall”.
-Pero ese lugar es para música clásica…espera…¿Qué?..¿te habían invitado a cantar como telonero de “Dear Beth”?
-No, no de telonero, se supone que era un concierto unplugged, y yo cantaría un par de temas, pero Dylan lo resolvió, no era gran cosa tampoco.
-Pero Blaine, ¿Por qué no me lo dijiste?
-Porque si te lo contaba me obligarías a asistir y yo quería estar hoy día contigo.
-Pero era una gran oportunidad para ti…
-Sí pero, yo te había prometido que te acompañaría el día que supimos de tu nominación.
-¿Y esto del concierto?, ¿Cuándo te lo propuso Dylan?
-Ayer…—dijo Blaine respondiendo cualquier cosa, mientras guardaba los trajes desechados en el closet.
-¡Blaine!—volvió a decir Kurt en tono de reprimenda, como si tuviera en frente a Henry y no a su esposo.
-Está bien, me lo dijo el día que lanzamos el disco, accedí aquel día, pero luego surgió esto, así es que hable con él y…
Kurt sonrió y se acerco a Blaine, lo tomo de la cara y lo sorprendió con un beso.
-¿Y eso?...—dijo sonriendo de vuelta.
-Eres lo más dulce que existe… ¿lo sabías?
-Si…–respondió engreído y agarrándolo de la cintura.
-Gracias…igual esa era una oportunidad para ti…
-Ya existirán otras, además caminar por una alfombra roja, igual es buena exposición.
-Sí, pero la prensa de Broadway no tiene nada que ver con lo tuyo…no quisiera que se refirieran a ti como “El esposo de Kurt Hummel”
-¿Por qué no?, ¿es lo que soy?, ¿o me engañaste y nuestra ceremonia fue una farsa?—quiso saber Blaine empequeñeciendo sus ojos de manera suspicaz.
-No lo fue…pero…—dijo Kurt pasando sus manos por el pecho de Blaine y dando 15 formas diferentes a su acostumbrado puchero—ya sabes a lo que me refiero.
-Lo sé…—dijo besándole la nariz.
-Solo quiero estar seguro de que sepas que no eres solo eso y que brillas con luz propia…
-Lo sé, también…
-¿Seguro?—preguntó Kurt acercando su frente a la de él.
-La manera como me miras cada día me lo recuerda…
-Pero…
-Pero nada, hoy lo único que quiero es caminar de la mano de mi guapo, talentoso y súper bien vestido esposo, sonreír a tu lado y esperar que todos noten cuan orgulloso estoy de estar contigo.
Kurt sintió como si una corriente lo recorriera entero y no sabía si estaba más feliz de enfrentar la primera alfombra roja de su vida o por el comentario que acababa de hacer Blaine y que lo hacía sentir con su ego desbordado.
-Gracias…—repitió exhalando un suspiro—pero prométeme algo…
-¿Qué cosa?—murmuró Blaine respirándole en el cuello.
-Que si en otra ocasión, tienes que hacer algo tuyo... lo harás.
-OK… ahora…—dijo dándole un beso—el traje que escogí yo, ¿te gusta?
-No…—respondió besándolo de vuelta—pero no importa, te escogí otro—agrego dando un segundo beso y sonriendo con picardía.
-Está bien…—respondió Blaine, aceptando la voluntad de Kurt como siempre—me cambiare… ¿le dijiste a Julianna que tendrá que quedarse hasta más tarde con Henry?—añadió mientras comenzaba a desvestirse.
-Sí, le dije, no puso problemas.
-Perfecto… ¿Cómo nos iremos?
-No se… ¿en taxi?
-¿No se supone y deberías llegar en limusina, ya sabes por todo el “Glamour” de este tipo de eventos?
-Tienes razón…debí contratar una…tengo tantas cosas en la cabeza que lo olvide, ¿Qué hacemos?—dijo Kurt moviendo sus manos cerca de su cabeza, como si todas las cosas que tenia dentro de ella desearan comenzar a salir.
-Llama a Lily, tal vez ella contrato una y nos puede pasar a buscar.
-¡Excelente idea!—respondió tomando su teléfono, mientras se acomodaba la corbata.

-¿Qué te dijo?...
-Que vendrá a buscarnos en una hora y me reto de nuevo por no contratar una asistente.
-Creo que estoy con Lily en eso, si contrataras a alguien, te olvidarías de lidiar con tantas cosas—afirmo Blaine, ya vestido y listo para salir—¿Qué tal?...—pregunto parándose frente a Kurt, listo para recibir el visto bueno y el pase para salir sin problemas.
-Te ves espectacular—dijo acercándosele—aunque te esfuerces Blaine Anderson, es imposible que luzcas mal, solo déjame…—agrego corrigiéndole la dirección del nudo de la corbata—¿de verdad crees que debo contratar una asistente?
-Lo creo…
-¿No es demasiado pretencioso?, no llevo ni 6 meses en este negocio y ¿ya necesito una asistente?, has así—dijo Kurt agachando su cabeza hacia adelante para que Blaine hiciera lo mismo y pudiera doblar como correspondía el cuello de su camisa— pronto querré tener un doble para distraer a la prensa…¡listo!—termino por decir dejándole la corbata perfecta.
-No exageres, además encontrar a alguien igual a ti seria una misión prácticamente imposible.
-Gracias… ¡y ya deja de coquetear conmigo!, o nos distraeremos en otras cosas y llegaremos tarde…
-¿Qué clase de cosas, Señor Hummel-Anderson?—preguntó dándole una mirada extra libidinosa.
-¡Blaine!... ¡ya!, ahora vete a la sala o no terminare nunca de vestirme—exclamo Kurt sonriendo y apuntando hacia la puerta.
- Mejor voy a ver a Henry…—respondió robándole un beso– y apúrate…–advirtió desde la puerta.
-Lo sé…

Luego de casi una hora completa, Kurt salió listo y casi inmaculado, como si fuera un maniquí de las tiendas más lujosas del barrio de Soho. Blaine estaba en la sala haciéndole gracias a Henry, lo tenía sentado en su panza y jugaba con él a aplaudir y a ocultarse tras sus manitos, el bebé reía fuerte y agudo y eso provocaba que el mismo Blaine, no pudiera contener su propia risa.
-¿Le estas tratando de explicar que vamos a salir?—pregunto Kurt llegando hasta el sillón y enculillándose a un lado.
-No, la verdad es que quiero que aprenda a decir “Tony”, pero solo consigo que articule un…
-¿Un qué?
Blaine se silencio unos cuantos segundos al ver a Kurt lucir tan guapo y por sobre todo por verlo usar el broche de imitación que le regalar hace casi 6 años.
-¿Qué?...—insistió mientras tomaba la manito de Henry.
-Kurt…—comenzó a decir levantándose con el bebe en los brazos—te ves…
-Gracias Blaine…
-No pero… de verdad…es decir…estas muy, pero muy guapo y no puedo creer que lleves puesto ese broche—dijo apuntándolo.
-¿Por qué?...—contesto mirándose la solapa y arreglándolo para que no fuera a torcerse ni nada.
-Porque te lo regale hace mucho tiempo…nunca pensé que…—respondió soltando un suspiro sin terminar la frase.
-¿No te acuerdas acaso que me lo regalaste para que lo usara en mi primera alfombra roja?
-Me acuerdo, por supuesto que si…es solo que…—contesto interrumpiéndose de nuevo, ensimismado por la hermosura del hombre con quien había decido pasar el resto de sus días y por lo que significaba para él que Kurt recordara cada detalle de todo.
-Solo que… ¿Qué?... ¿estás bien?—quiso saber tomando él esta vez a Henry quien le tocaba la cara con sus pequeñas manitos y balbuceaba un enredo inentendible, pero que fue interpretado por Kurt como que quería un “cambio de padre”
-Cuando te lo di, tú y yo…ya sabes…—dijo Blaine encogiendo un hombro sin atreverse siquiera a pronunciar la palabra “separados”, que tanto tormento le había provocado en aquel entonces.
-Y eso que tiene que ver… ¿creías que lo había tirado a la basura o algo así?
-No, pero no pensé que en ese momento era algo que quisieras conservar hasta ahora…gracias—dijo acariciando el broche y de paso el pecho de Kurt.
-De nada…
-Te amo…
-¿Aun?
-Siempre…
Kurt se acerco mas y quiso darle un beso largo y apasionado, como eran los que siempre recibía de él, sin embargo el citófono de la entrada lo interrumpió sin misericordia.
-Debe ser Lily…—dijo Kurt entregándole a Henry y yendo a contestar — ¡Juliana!—grito hacia los dormitorios acto seguido.
-¿Ya se va Señor Hummel?—pregunto la chica con el juguete favorito de Henry en una de sus manos y monitor de bebé en la otra.
-Si, Lily llego, recuerda que nuestros números de teléfono están en el refrigerador, lo mismo que el lugar de donde estaremos luego de la ceremonia.
-Claro, no se preocupe—dijo recibiendo al pequeño de los brazos de Blaine—espero y gane Sr. Hummel.
-Yo también lo espero Sr. Hummel. ..—agrego Blaine cogiéndolo por la cintura.
-Calmados lo dos….lo más probable es que no, pero gracias…—contesto sonriéndole a ambos—adiós Julianna…¡adiós bebé!, Papá de te ama….—dijo besando la cabecita del pequeño.
-Adiós Julianna…adiós Henry…¿Dónde está Henry?...—dijo Blaine citando el juego que sostenían minutos antes—¿Dónde está Henry?—insistió. El pequeño se cubrió la carita con sus manos y no sé dejo ver hasta que Blaine le dijera “Allí esta”, luego aplaudió y termino retorciéndose sobre el hombro de la niñera con ternura.
Kurt cogió a Blaine de la mano y lo condujo a la puerta de entrada, ambos voltearon y agitaron una mano en señal de adiós a su hijo, recibieron de vuelta un beso lanzado por Henry y un “buena suerte” de parte de Julianna.


-Blaine, ¿Qué te sucede?...estoy pensando que te quedaste en la calle por vender hasta lo que no tenias por comprar este regalo…
-No Kurt, ya te lo dije, y aunque me hubiese costado una fortuna, habría valido la pena cada centavo solo con imaginar la cara que pusiste…
-¿Por qué no me lo diste en navidad?, así hubieras visto mi cara en vivo y directo…
-Porque pensé que me obligarías a devolverlo y…porque pensé también que no estabas muy contento de verme allí.
-Ya deja eso…te explique que fue por lo de mi Papá y por la sorpresa de verte…
-Claro…
-Blaine Devon Anderson, ¿Qué sucede? Y no me insistas con que nada o culpes al avión…
-Discutí con mi Papá…
-¿Por qué?
-Por mis opciones de estudio…creo que no le convence que estudie Música en NYADA o en cualquier otra parte, suerte para ti también, no te vi tan convencido de tenerme allí el próximo año.
-Eso no es verdad…
-Lo es…por lo demás, solo tiene problemas con que estudie algo relacionado con la música.
-Pero es lo que te gusta…
-Sí, pero me estoy acostumbrando a perder todo aquello que me gusta… tal vez solo deba estudiar negocios y dejar contentos a todos…
-A todos menos a ti mismo…Blaine, tienes talento, si estudias otra cosa, será como lanzar todo eso a la basura…si hay alguien llamado a triunfar ese eres tu… ¿tu Mamá que opina?
-Esta de mi lado al menos…
-Tal vez ella pueda interceder por ti…
-Tal vez…gracias Kurt…se… sé que no quieres escuchar esto, pero…me gustaría que estuvieras aquí…—dijo Blaine, convirtiendo su voz en un pequeño hilo a punto de cortarse.
-Blaine…
-No, no te aflijas…olvida lo que dije…cuéntame… ¿Rachel llego de su crucero?
-Blaine…
-Kurt por favor, háblame de Rachel…
-Llego, está bien, te envía saludos…
-¿Está contigo?
-No, salió a encontrarse con Brody…
-¿Con Brody?...¿están saliendo ahora?
-Lo están…no lo menciones delante de Finn, ¿de acuerdo?
-No lo hare, no te preocupes….
-Gracias….
-¿Kurt?
-¿Si?
-¿Puedo pedirte algo?
-Por supuesto…¿quieres que hable con tu Padre?, puedo hacerlo si quieres…
-No, no es eso….
-¿Seguro?, puedo utilizar mi carta de hijo de un congresista, para amenazarlo con un alza de impuestos o caducación de alguna licencia sino te deja estudiar lo que quieres.
-Gracias…—dijo Blaine soltando aquella risa que solo provocaban los comentarios de Kurt.
-¿Qué es?
-Kurt, si en un futuro cercano, o no….tu comienzas a salir…es decir conoces a alguien y comienzan salir…prométeme que seré el primero en enterarme….
-Blaine… ¿Por qué querrías saber eso?
-Porque no quisiera enterarme por otra persona….¿seguimos siendo amigos?¿ verdad?
-Por supuesto…
-Entonces…por favor., si eso sucede… ¿me lo dirías antes que a nadie?
-Está bien…
-¿Prometido?
-Te lo prometo…pero solo si tú haces lo mismo conmigo…
-Claro…
-Ahora te dejo porque Rachel solo hizo el ademan de ayudarme con el árbol y se fue sin decir nada...
-OK…
-Adiós Blaine…
-Adiós…

-¿Entraste al guardarropa de la entrenadora Sylvester?—pregunto Kurt en medio de la sección de deporte de la tienda por departamentos.
-¿Qué?... ¿no te gusta?, estaba en el rack central, en cual tu me dijiste era donde estaban las mejores prendas—dijo Rachel mirando el atuendo deportivo que había escogido y que en efecto lucia como si la entrenadora Sue lo hubiese mandado a hacer a la medida.
-Necesito algo más acorde a mi estilo, lo haría yo mismo pero no tengo la maquina adecuada para cocer prendas de este material—dijo Kurt tomando una sudadera sin mangas y con una enorme estrella en el centro.
-OK, eso es horrible, parece que anduvieras promocionando sicotrópicos por toda la escuela—advirtió Rachel quietándosela de las manos— ¿Por qué necesitas ropa deportiva?
-Por mis clases, tengo unas cuantas que son bastante “físicas” y necesitare ropa para ello.
-¿No trajiste tus atuendos “físicos” de Lima?, te veías bastante bien vestido en los “Bottie camp” de Mr. Shuster.
-Sí, las tengo, pero ¡es NYADA por todos los cielos!, ¿no crees que debería vestirme adecuadamente?
-Habla con Isabelle, a mi me ayudo bastante tu llamado “The couture vault”—dijo Rachel poniendo acento francés.
-Lo sé, pero me sentiría un poco mal aprovecharme de la buena voluntad de ella, sabiendo que voy renunciar al internado.
-¿Vas a renunciar?, pensé que trabajarías tiempo parcial en la revista…
-Es lo que quiero, en realidad no lo he decidido aun, veré como van mis clases y decidiré que hacer… ¿te gusta este?—dijo Kurt señalando una camiseta azul con gorro.
-Me encanta, este azul es hermoso–opino Rachel estirando las mangas y volteándola para examinarla bien.
-A mi igual, creo que llevare esta y….
-¿Puedo ayudarlos?—interrumpió un vendedor de la sección de deportes.
-Um….si…gracias amable señor…creo que llevare esta “tanqueta”, es decir camiseta…llevare esta camiseta–dijo Kurt algo turbado, por la apariencia de galán de los años 50 que tenía el vendedor, en medio de una sonrisa termino entregándole el colgador con la pieza de ropa.
-¿Desea ver algo más?—pregunto devuelta el vendedor con una gran sonrisa.
-No…gracias…¿”Marius”?— dijo Kurt leyendo el nombre en su pecho—¿Francés?—agrego preguntando lo obvio.
-Si, mis padres están obsesionados con “Les miserables”, de ahí proviene.
-Bueno, muy adecuado al presente…es decir, no me refiero que tu, que usted sea un “miserable”, sino que por la película…la película…tienes suerte que no te nombraran Veljan o Javet…—advirtió Kurt sonriendo y gesticulando demás.
-Buen punto—contesto Marius divertido—vuelvo enseguida, aparentemente esta prenda no tiene código.
-¿Qué fue eso?—pregunto Rachel lanzando una mirada inquisidora que ya se la quisiera cualquier juez de la corte suprema.
-¿Qué?...—respondió descuidado, continuando con la búsqueda del resto del atuendo.
-Estabas coqueteando con ese vendedor, que…Perdón, podría ser tu Padre…y no es para nada atractivo—sentencio Rachel dándole una mirada por encima de un motón de pantalones de ejercicio doblados y ordenados sobre uno de los estantes.
-¿De que estas hablando?, nada que ver—respondió Kurt haciendo un gesto con su mano.
-Pues yo diría que si… ¿Qué está pasando?, ¿de qué me perdí?
-De nada, pero ya te conté que con Blaine llegamos a un acuerdo de salir con otras personas, ¿o no?
-Sí, me acuerdo, pero…
-Pero que, Marius parece interesante y debe tener un gen recesivo francés, ¿lo escuchaste pronunciar “Les miserables”?
-Sí pero Kurt, no parece ser tu tipo, parece como si…
-Como si que…—interrumpió Kurt molestándose un poco.
-Parece como si te estuvieras forzando a conocer a alguien antes que Blaine…
-…
-Lo siento, pero es lo que parece—se disculpo Rachel al ver que su amigo se giraba sobre su eje y se dirigía a mirar zapatillas—¡Kurt!
-Tienes razón, ¡ODIO QUE TENGAS RAZON!—exclamo tomando unas zapatillas como cinco tallas más grande que sus pies.
-No diré “te lo dije”…pero ¡te lo dije!... ¿qué sucede?, ¿estas arrepentido de la decisión que tomaste?
-No, bueno si…en realidad no se…solo sé que me moriría si Blaine me llama para decirme que conoció a alguien antes que yo…
-¿Y porque te llamaría para contarse eso?, ¿no es un poco masoquista?—pregunto Rachel sacándose el zapato derecho y probándose unos que parecían ser zapatillas y sandalias al mismo tiempo.
-Porque llegamos a un acuerdo el otro día que lo llame para pedirle explicaciones por el broche ese que me regalo en navidad, que, a todo esto, no es original.
-¿Descartamos comprar una caja fuerte entonces?—pregunto la chica divertida al ver su pie con la zapatilla-sandalia que se habia probado.
-Lo descartamos…
-¿Y él te dijo eso de que te avisaría si conocía alguien?
-No, el me lo pidió a mí, me pidió que si conocía a “alguien” y luego comenzaba a salir con ese “alguien”, le contara antes que a nadie.
-Suena razonable…
-Si claro, como si te he visto a ti hablar con Finn, diciéndole que sales con “abdominales-Brody”
-Él lo sabe…al menos lo dedujo cuando fuimos a Lima para el musical…además él fue quien dijo que no quería tener contacto conmigo pasara lo que pasara… no es lo mismo que tu y Blaine.
-Nada es lo mismo que Blaine y yo…—advirtió Kurt mientras le cambiaba ropa a uno de los maniquíes para que quedara mejor vestido.
-¿Entonces?, ¿no preferirías esperar?, si el destino tiene a alguien para ti, seguro y te lo pondrá enfrente…no andes forzando las cosas.
-Bien…entonces cuando él me llame súper feliz porque encontró a otro, le mentiré y le diré que yo estoy en las mismas y que no le había contado por no herirlo, cosa que no le importará porque seguro que el que encontrará él será 100 veces mejor que el que pueda encontrar yo…
-¡Kurt!—dijo Rachel poniendo más “ues”, que las que admitía la palabra.
-¡Que!—respondió el chico imitándola, pero diciendo más “e”
-Esas actuando como si sintieras celos de ante mano…no se que estas esperando para perdonarlo y volver con él, bien sabes que él es el indicado…tu mismo lo dijiste.
-Yo no he dicho tal cosa…
-Listo aquí está el código, con esto puede pasar a la caja de enfrente…
-¿Tu no atiendes aquí?—pregunto Kurt pestañando más de lo normal.
-No, solo soy promotor de la marca, necesita un vendedor para poder comprarla.
-Esta bien…”Vive la république!” —exclamo Kurt alzando su puño izquierdo y arrepintiéndose al segundo al ver que Marius fruncía su entrecejo extrañado y huía de él como si tuviera lepra.
-Vamos a la caja “Víctor Hugo”—dijo Rachel tomándolo de un brazo y riendo por lo bajo.
-Creo que no sirvo para coquetear con nadie…
-Claro que sirves, solo estas un poco oxidado...
-No, no sirvo que es diferente—admitió con frustración mientras sacaba efectivo de su billetera.
-¿De qué estás hablando?, algo debiste haber hecho para conquistar a Blaine, ¿o no?
-Bueno, descartando que moría por él y la canción de un pájaro muerto, la verdad es que m quede sentado esperando que él se diera cuenta que “no podía vivir sin mi”…
-Te gusta que te conquisten, ese es el problema…
-¿Quién va a querer conquistarme?, tengo la nariz de un pingüino y soy blanco como un papel…
-Eres guapo, amable, considerado y vistes espectacular, cualquiera puede notar eso, Blaine lo hizo, ¿o no?—dijo Rachel tomando la “Big Brown bag”
-Eres un dolor en el trasero Rachel Berry ¿te lo había dicho?
-Si…un par de veces—respondió sonriendo, casi sintiéndose orgullosa de ser “un dolor en trasero” para su amigo— ¿Qué mas comparemos?—pregunto mientras lo tomaba del brazo.
-No lo sé, creo que necesitare un bolso, no resultaría apropiado usar mi bolso de cuero con camiseta y pantalones de ejercicio.
-A los bolsos entonces…—contesto bajando con él la escalera mecánica.
Antes de llegar a la sección de bolsos y carteras, ambos distrajeron sus miradas a una pareja que parecía feliz y totalmente enamorada y que veían anillos en el aparador de joyas de diseñador. El chico la tenia abrazada por la cintura y ella tenía metida su mano en el bolsillo del jeans de su novio, ambos reían de todo y se dedicaban miradas cómplices que hacían que cualquiera que los viera volviera a creer que existía alguien para cada quien en el mundo.
-¿Repugnante?, ¿no?—dijo Kurt mirando la escena.
-¡Vamos!, es bonito ver que el amor esta en el aire…parece que buscan anillos de compromiso, ¿espiemos fingiendo que estamos comprometidos y queremos uno nosotros?
-¡QUE!...sobre mi cadáver Rachel Berry…además odio ver a la gente feliz.
-Mentira, tu amas los finales felices, hasta en los comerciales.
-Eso era antes, además seguro y terminarán divorciándose al año o menos—sentencio Kurt de manera amarga como sui tuviera 80 años y hubiera sobrevivido a un par de guerras mundiales.
Rachel guardo silencio un instante mirando a los enamorados que se abrazaban felices por haber encontrado el anillo correcto.
-¿Recordaste algo?
-Por supuesto, aunque el anillo de Finn no era ni de diseñador ni de una gran tienda, era hermoso, pero lo mejor de todo es que me lo entrego lleno de ilusión y simpleza, como eran aquellos tiempos—termino de decir dando un suspiro.
-¡Qué bonita historia abuela!—dijo Kurt entornando sus ojos y tirándola del brazo para que avanzara junto a él
-Kurt, espera un momento, ¿sí?
-Vamos Rachel, al menos puedes decir que tu si tuviste un anillo, lo único que conseguí yo de Blaine fue uno hecho de papeles de chicle acompañado de promesas que ni siquiera se dio el trabajo de cumplir.
-Estoy segura que si se presentara hoy con uno como ese—dijo apuntando al aparador—le dirías que si de inmediato.
Kurt emitió un sonido como si tuviera exceso de aire en la boca y se viera en la obligación de expulsarlo de algún modo.


Abril de 2016

-¿Qué opinas Blaine?... ¿Blaine?...¡BLAINE!—grito como último recurso Lily, al ver que su amigo no le prestaba ni la mas mínima atención.
-¡OYE!—exclamo Dylan, dándole un manotazo en la cabeza, que hizo que Blaine se fuera hacia adelante.
-¡Auch!, ¿Por qué hiciste eso?, ¿llego el profesor?—pregunto sobándose la cabeza y mirando por sobre él hacia la puerta.
-No, Lily te está hablando hace rato y tu como si oyeras llover…literalmente—respondió Dylan, apuntando la lluvia que caía esa tarde en New York.
-Lo siento Lily…debo decir que me dolió—reclamo dándole una mirada a su amigo y sobándose más la cabeza, además de mirarse la palma de la mano buscando rastros de sangre.
-¡No exageres!—advirtió Dylan golpeándolo de nuevo con una de sus libretas de apuntes.
-Ya no lo golpees o terminara por perder la memoria—dijo Lily quitándole la libreta de las manos.
-Gracias Lily…
-Nada de “Gracias Lily”, ¿Qué pasa contigo?, estas como trastornado, no de la forma que estamos todos al final de cada semestre, sino más bien como si…
-Te hubieras escapado de un asilo para enfermos mentales—acoto Dylan terminando la frase.
-¿Exacto!—exclamo la chica apuntándolo con la libreta.
-Lo siento, estaba pensando…
-Si me dices que en Kurt, te juro que tomo una de las guitarras de Dylan y la rompo en tu cabeza.
-¿Y por qué una de las mías?, utiliza la de él, al fin y al cabo es su cabeza.
-Pero sería demasiado dramático, además de llorar por el golpe, lo haría también por su guitarra.
-Tienes razón…pero usa esta pequeña, no es tan valiosa y en realidad no sé porque la cargo a todas partes—explico Dylan, al tiempo que le entregaba la guitarra mas pequeña de las tres que siempre llevaba a la Universidad como si Lily, en realidad, fuera a romperla en la cabeza de Blaine.
-¡Oye!...— exclamo Blaine abriendo sus manos como quien pide explicación de algo.
-Estamos bromeando…es realidad esta guitarra si es valiosa—dijo Dylan riendo a la par con Lily y provocando con ello también una risa en Blaine.
-¿Qué te sucede?, ¿estás bien?
-Sí, tome una decisión sobre algo y quería pedirles su opinión.
-Blaine, ya hemos hablado de esto, las hormonas para el crecimiento son efectivas solo hasta cierta edad—respondió Dylan tomándole un hombro y dándole seriedad extra a sus palabras.
-El ingles tiene razón—acoto Lily apuntándolo.
-¿Pueden ponerse serios un momento?
-Esta bien, lo siento…
-Lo siento también—acoto Lily cruzando sus piernas y poniéndole toda la atención del mundo.
-Estuve pensando…y creo que llego el momento de enseriar las cosas con Kurt.
Dylan y Lily se dieron una mirada adivinando de inmediato lo que Blaine iba a decir.
-¿Te vas a casar?—gritaron ambos al unísono.
Blaine asintió con su cabeza y sonrió pensando que, bromas aparte, tenia los mejores amigos del mundo.
-¡Blaine esto es genial!—dijo Lily a punto de llorar y bajándose de la mesa donde estaba sentada, lo abrazo casi por un minuto completo.
-¡Felicidades hombre!—exclamo Dylan dándole unas palmadas amistosas en la espalda.
-¿Qué les parece?—pregunto Blaine cuando los abrazos y las palmadas acabaron.
-Ya era hora…—contesto Dylan volviendo a las palmadas.
-Kurt es muy afortunado…
-No, yo soy el afortunado aquí, no me cansare de decirlo.
Lily sonrió pensando en cuanto quería a Blaine, y que si alguien se daba el tiempo de escudriñar en el fondo de su corazón, descubriría esa pequeñísima parte de ella que aun estaba enamorada de él desde el día en que lo conoció y que probablemente lo estaría hasta el fin de sus días.
-¿Cuándo lo harás?—pregunto la chica volviendo de su ensimismamiento.
-Bueno, pensé mucho y creo que lo hare el mes próximo, el 15 es el aniversario de nuestro primer beso, por lo que creo que la ocasión es perfecta.
-¿Aun te acuerdas el primer beso que se dieron?, yo no podría recordar algo así.
-Tu besas a una chica diferente cada día, ¿Qué gracia hay en ello?—dijo Lily arreglando sus lentes “cat eye”, como lo hacía siempre que discutía con Dylan sobe su adicción a las mujeres
-Oh querida…tiene mucha gracia—corrigió sonriendo y tomando una de sus guitarras—¿tienes celos?
-¡Uf!, no sabes cuánto…además lo de Blaine es diferente, fue el primer beso de su vida.
Blaine asintió sonriendo.
-¡Whoa…Whoa!...¿me estás diciendo, Blaine Anderson, que al único hombre que has besado en tu vida es a Kurt?...¿Qué pasa contigo?
-Si ha besado a otros, pero eso fue después—explico Lily bajando el tono de su voz, como si aquel tema estuviera prohibido.
-Pues me alegra saber eso…—dijo Dylan guiñándole un ojo a Blaine, sin que este entendiera muy bien porque.
-Bueno, lo creas o no, cuando bese a Kurt, supe de inmediato que era él la persona a quien quería darle todos mis besos.
-Ooooooh….—dijo Lily como si se estuviera derritiendo de a poco.
-OK…—agrego Dylan, sin convencerse para nada de que besar a una sola persona por el resto de los días era algo plausible.
-El asunto es que quiero proponerle matrimonio y necesito que me ayuden, primero a escoger el anillo.
-Tiene que ser de Tiffany &Co., lo sabes—advirtió Lily apuntándolo con sus gafas, antes de comenzar a limpiarlas con su camiseta.
-Lo se…
-¿De dónde sacaras dinero para eso?...
-Pues he guardado mis propinas desde hace tres años, así es que tengo un fondo bastante grande para la ocasión.
-Oooooh…—volvió a decir Lily, derritiéndose aun más.
-¡Ya deja eso!—exclamo Dylan molesto y pensando que con tanta dulzura en el ambiente, terminaría por contraer diabetes.
Blaine rio, mientras sacaba de su bolso un pequeño catalogo de la casa de joyas, para mostrarles las opciones a sus amigos.
-Miren—dijo abriendo el pequeño libro—tengo estas tres opciones preseleccionadas, ¿Qué opinan?
-¡Wow!, esta es totalmente “Kurt”—opino Dylan eligiendo el más hermosos y más caro.
-También lo creo, pero este me encanta, es simple pero hermoso—agrego Lily apuntando al de la ultima pagina, más sencillo y barato, cuidando con ello el presupuesto de su amigo de manera disimulada—¿pero cuál te gusta a ti?
-El primero…
Dylan hizo un sonido como de explosión con su boca y le mostro la lengua a Lily, quien le devolvió una mueca divertida mostrándole sus dientes, como si estuviera en una inspección de colmillos.
-¿Cuándo lo comprarás?—quiso saber Dylan, riendo por la mueca de Lily.
-Mañana…aprovechare que Kurt tiene clases seguidas todo el día, así podre esconderlo en el departamento sin que sospeche—explico Blaine sonriendo lleno de ilusión.
-¿Te acompaño?—preguntaron los dos al mismo tiempo como dos siameses unidos por el abdomen.
-Seria genial chicos…gracias, pero lo que si quiero pedirles es…bueno…lo siento Lily…quería pedirte a ti Dylan que fueras mi Padrino.
-¡QUE!—grito Lily desde el fondo de sus pulmones, poniéndose de pie y cruzándose de brazos ofuscada a más no poder
-Blaine…—dijo Dylan poniéndose de pie un tanto conmovido y darle a continuación un abrazo súper apretado.
-¿Eso es un si?...—quiso saber Blaine sintiendo como si se zafara del abrazo de un oso gigante.
-Por supuesto… ¿pero que hay de tu hermano?
-¡¿QUE HAY DE MI?!—volvió a gritar la chica apuntándose y dando un pisotón en el puesto.
-Lily, los siento, de verdad…pero…se supone que debo escoger a un “Padrino”—trato de explicar Blaine, poniendo acento en la “o”—lo siento…—agregó poniendo ojos de cachorro mojado.
-Bien… ¡pero no creas que no me meteré en tu boda, porque lo hare!...¡LO HARE!
-Y agradecería que así fuera, lo más probable es que Kurt quiera organizarlo todo, pero necesitara ayuda, aunque no la pida…
Dylan volvió a abrazarlo luego que terminara de dar las explicaciones a Lily, se sentía afortunado y orgulloso de su amigo, pero por sobre todo le complacía el hecho de verlo feliz por querer pasar el resto de su vida con Kurt, a quien también apreciaba como a nadie.
-¡Conozco todos los bares Gays existentes!—término por decir Dylan extra entusiasmado.
-¡Eso es una mentira!…—corrigió Lily de inmediato, al tiempo que le daba un golpe en uno de sus brazos.
-Bueno, si…pero puedo averiguar dónde quedan, ¡la despedida de soltero será fantástica!—contesto moviendo sus cejas.
-No creo que a Kurt le agrade eso, y te estás adelantando, tiene que decir que “si” primero.
-Buenas tardes futuras estrellas y futuros fracasados…—dijo el Profesor Van der Woodsen, entrando al salón—llueve a cantaros, por favor no me hagan lamentar el haber abandonado mi cómodo y calefaccionado departamento en Upper East Side, y muestren algo de talento.
Blaine, Lily, Dylan y los demás alumnos comenzaron a ordenarse en sus puestos.
-Bueno, si te dice que “no”, yo se de alguien que gustosa te diría que si—dijo Dylan dando a Lily un empujón sin que Blaine lo notara.


-¿Qué se supone que significa eso?
-Nada, exceso de aire en mi boca…¿Qué opinas de este?—pregunto Kurt tomando un bolso rojo con rayas blancas.
-Ese sí que parece ser propiedad de la entrenadora Sue…
-Pues entonces deja de preguntar tonterías y ayúdame a elegir uno….para eso te traje.
-Me trajiste porque me amas Kurt Hummel… ¿Qué tal este?—dijo levantando uno igual pero de color negro.
-Si…creo que servirá…—dijo colgándoselo cruzado—lo mismo que el vendedor de esta sección…—aseguro Kurt mirando a un segundo chico en menos de 30 minutos.
-¡Kurt!, ya basta…
-Lo sé, lo sé…y no te preocupes, solo estoy tanteando posibilidades—contesto gesticulando y cruzándose descuidado un segundo bolso de color gris— por más que miro y miro…ninguno me hace sentir lo que Blaine cuando lo conocí en la escalera de Dalton.
-¿En serio?...ni siquiera el bien peinado de la sección de deportes..”¿Maurus?”..—dijo Rachel imitando el acento francés de Kurt.
-Marius…y ni siquiera él…veras—comenzó a contar mientras se colgaba un tercer bolso, sin siquiera darse cuenta—cuando conocí a Blaine, las cuatro palabras que me dijo, bastaron para que mis manos sudaran, mi corazón casi quisiera salirse por mi boca y mi cabeza diera ocho vueltas seguidas.
-¿Qué palabras fueron esas?—quiso saber Rachel pasando su mano por una billetera peluda y purpura.
-“Mi nombre es Blaine”…—dijo Kurt mirando a la nada como si aquel momento estuviese proyectándose frente a sus ojos—después lo vi y escuche cantar y …
-Te entiendo…
-No, no entiendes…—sentencio Kurt colgándose un cuarto bolso blanco y cuadrado.
-Por supuesto que sí, es como la primera vez que vi a Finn en los pasillos de Mckinley, ni siquiera me noto, pero yo si a él…con Brody en cambio…
-¿Ves? a eso me refiero, ¿Qué tal si nunca encuentro a alguien que me haga sentir lo que él?
-Claro que lo encontraras, solo debes tener paciencia, el primer amor nunca se olvida, pero eso no impide que vuelvas a enamorarte…pero ahora debes tomar una decisión.
-¿Sobre qué?
-Sobre cual bolso quieres comprar…o ¿pretendes salir de casa con cuatro bolsos al cuello?—dijo Rachel al tiempo que tomaba cada uno de ellos.
-¿Qué?...—dijo Kurt riendo y dándose cuenta que llevaba puesto casi toda la sección de bolsos y carteras en el cuello.