(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-¡Sam!...¡oye!...¿qué haces aquí?—dijo Blaine estrechándole la mano y golpeándole la espalda, en medio de los pasillos de la “súper tienda” de artículos para el hogar del centro de Lima.
-Hola Blaine!...vine con mi Papá, nuestra calefacción se averió y él cree que puede repararla, así es que vinimos por los materiales, ¿y tú?, ¿viniste con tu papá?—contesto Sam mirando por sobre el hombro.
-No… vine con mi Mamá, necesita plantas de temporada para cambiar las jardineras de la casa—explico, poniendo la cara de que aquello era peor que buscar piezas de radiador.
-Genial… ¿Qué tal tus fiestas?, luego que me contaste que irías a New York con el Papá de Kurt no supe mas…¿estuviste con él?—quiso saber Sam, dándole un golpe en el antebrazo con fuerza desmedía.
-No—dijo frunciendo el entrecejo y sobándose —hable con él, quedamos bien, no como me gustaría, pero… ¿Qué tal tu y Brittany?
-Bien, estuvimos casados por un par de días, y…
-¿¡QUE!?...
-Pero no hay problema fue una situación extrema por el fin del mundo, pero ya no lo estamos—dijo Sam sonriendo y haciendo un ademan con su mano que le quitaba cualquier peso a aquella historia.
-Me alegra escuchar eso…
-¡Sam!... ¡qué bueno verte!
-Sra. Anderson, ¿Cómo esta?
-Genial…hijo ayúdame con esto—pidió la Madre de Blaine, que cargaba 6 macetas con el mismo número de plantas diferentes.
Blaine tomo las macetas de a tres y las puso en el carro de compras, mientras su mamá abrazaba a Sam.
-¿Cómo estás?...¿andas solo?...¿te podemos llevar?
-No, no, le contaba a Blaine que vine con mi Papá—indico Sam apuntando al sector de “piezas y cañerías”
-¡Claro, claro!…¿Qué tal tus vacaciones?, ¿descansando?
-Si…bueno, no hay mucho tiempo de descansar en medio de tanta fiesta…
-¡OH!... ¡insecticida!—exclamo la Sra. Anderson alzando sus dedos índice, como si los problemas de Sam para descansar, le hubiesen recordado un producto faltante en su alacena.
Blaine rió y la miro alejarse.
-Oye…Tina me llamo…
-¿Tina?, ¿Por qué?
-Dice que tiene una idea para hacer en la escuela ahora que volvemos de las vacaciones y como somos “P” y “DP”, nos la quiere contar en la próxima reunión.
-¿Qué es “P” y “DP”?
-Presidente y Vicepresidente—explico Sam apuntándolo a él y a sí mismo.
-¡Ah!...por supuesto, pero es "V"..¡No importa!…¿y no sabes qué es?—pregunto ordenando por tamaño, las comparas de su Madre dentro del carro.
-No lo sé, creo que algo de un baile, donde las chicas invitan a los chicos.
-¿Qué?...—dijo Blaine dejando caer una de las macetas.
-Sadie algo…—trato de explicar Sam mirando al cielo como si la respuesta estuviese allí.
-¿Sadie Hawkins?—corrigió Blaine cambiando su semblante por uno que evidenciaba cierta incertidumbre.
-¡Eso!... ¿sabes lo que es?...
-Si…pero…
-Sam, ¿te acuerdas de la tuerca de la salida de agua? , ¿era ¾ o ¼?—pregunto el Papá de Sam llegando a donde estaban ellos, con tres tuercas de diferente tamaño.
-3/4 …
-¿Seguro?
-Totalmente, Papá ¿te acuerdas de Blaine?
-Por supuesto, ¿Cómo estas hijo?—dijo estrechándole la mano con tuercas y todo— ¡perdón!—agrego al ver la cara de aflicción de Blaine.
-Está bien, no se preocupe…
-Llevaremos las dos, así no nos equivocamos—explico a Sam, moviendo todas la piezas entre sus manos como si comparara el peso entre ellas.
-¿No confías en mi?, ¿en tu propio hijo?, te digo que es la de ¾—acoto Sam, poniendo cara y acento de ofendido.
-Claro que confío en ti, ¿pero hay que estar preparados?, ¿verdad Blaine?
-…
-“Fiu, fiu”—silbo Sam a la cara de Blaine, quien se había quedado pensando con nostalgia en la relación de este con su padre y en la posibilidad de revivir su peor recuerdo de la secundaria, allí mismo en Mckinley.
-Lo siento… ¿Qué decían?
-No importa… ¿vamos hijo?
-¡Claro!...¿estás bien?—murmuro Sam.
Blaine respondió haciendo un gesto con sus pulgares hacia arriba.
-Adiós Blaine, gusto de verte…
-Adiós Sr. Evans, espero y pueda reparar ese radiador—respondió Blaine apuntando a las herramientas y piezas que cargaban ambos.
-¡Lógicamente que si!...saludos a tu familia.
-Adiós Hombre…—dijo Sam volviendo a pegarle en el mismo lugar donde lo hiciera antes, Blaine pensó que Sam no tenía idea cuanta fuerza tenían sus propios brazos—Nos vemos en la escuela…¿Cuándo empiezan las clases?
-En dos semanas…
-OK…¡adiós!
-Adiós…
Blaine miro alejarse a Sam con su Padre, lo vio darle pequeños golpes a su hijo y al chico reír de vuelta, dio un suspiro, tomo su teléfono y escribió: “¿Podemos hablar?...te necesito” y acto seguido se lo envió a Kurt.
-¿Sam se fue?—quiso saber la Sra. Anderson tirando al carro un frasco de insecticida, dos de desodorante ambiental, un quita manchas, un lustra muebles y una silicona para auto, como si hubiera recordado y todo lo que le hacía falta en tan solo un par de segundos.
-Si…había venido con su Papá…
-Hijo, tu Papá de adora…
Blaine soltó una risa y negó con la cabeza.
-Es la verdad—dijo tomando el carro y avanzando por la “súper tienda”—siempre habla y quiere tomar todas las decisiones, pero al final, termina rindiéndose a lo que tú deseas.
-¡MAMÁ!...—respondió Blaine, sin saber que palabra utilizar luego, como si se le hubieran ocurrido treinta de ellas, todas diferentes y todas estuvieran atascadas en su garganta queriendo salir al mismo tiempo.


Mayo de 2009

-¡Blaine!... ¡la cena!....¡Baja hijo, es tu favorita! ¡Cooper esta aquí!...—grito la Sra. Anderson al pie de la escalera.
-¡Bajo enseguida!...—grito de vuelta desde su dormitorio. Había tomado la decisión que de esa noche no pasaría sin que les contara a sus padres lo mal que lo estaba pasando en la escuela de Westerville y que necesitaban hacer algo al respecto, podía soportar cualquier cosa, pero todo lo sucedido en el baile, había sido la gota que rebalso el vaso. Nadie de su familia sabía que era gay, creían que los golpes y la ropa rota, eran parte de los continuos pleitos en los que se metía por pelear por “chicas” o porque simplemente se los buscaba.
-¡Blaine!...
-¡Ya escuchaste a tu madre, baja hora!
Blaine dio un suspiro hondo y bajo de su habitación, Cooper había venido para el día de las madres y se había quedado tiempo extra como era su costumbre, al parecer el ser una estrella de comerciales, le permitía ausentarse del trabajo por varios días consecutivos.
-¿Qué pasaba hijo?, ¿no me escuchabas?—dijo la Sra. Anderson, recibiéndolo a los pies de la escalera como si hubiese llegado de una misión a Marte.
-Sí, solo estaba ocupado…siento demorarme.
-¿Qué tal tu ojo?... ¡AH!, ya veo que esta sanando, no deberías de meterte en tantos pleitos…no es bueno para tu semblante…
-Gracias mamá—respondió sonriendo.
-Ya que el “Squirrel” está aquí…podemos comer por fin…—dijo Cooper tomándolo por los hombros y zamarreándolo con fuerza.
Blaine se zafo molesto y tomo su lugar en la mesa junto con el resto de su familia.
-¿Ves que debías bajar a cenar?...espagueti con albóndigas, tu favorito.
-Gracias mamá…
-¿Desde cuándo decides los menús en esta casa “Squirrel”?, ese era mi privilegio.
-Bueno, ya que tú no vives mas aquí…alguna vez debía tocarme—dijo Blaine sirviéndose una dosis extra de albóndigas y recibiendo de parte de Cooper una mueca que podría describir como entre rata y mono.
-Esto esta exquisito cariño—dijo el Padre de Blaine dando un sorbo a su copa de vino.
-Gracias querido—respondió la Señora Anderson dándole una mirada llena de amor.
-Entonces… Blaine, ¿nos vas a contar como te fue con esa chica con la quien saliste el otro día?, ¿Cómo se llamaba mamá?
-Amanda…—respondió haciéndole una cara de aprobación a Blaine.
-¿Es tu novia Blaine?, ¿Cuándo la conoceremos?...—pregunto su padre.
-No es mi novia…
-Yo creo que es dulce y simpática, me encontré con sus padres el otro día en el centro comercial…—acoto la Sra. Anderson.
-¿En serio?, ¿los conocemos?—pregunto el padre de Blaine tomándole la mano a su esposa.
-No es mi novia—insistió Blaine sin que nadie le tomara atención.
-¡Un momento!, es esa chica que tiene dos enormes…—dijo Cooper comenzando a gesticular con sus manos un par de senos enormes.
-¡Cooper!, ¿Qué comportamiento es ese frente a tu Madre!—exclamo la Sra. Anderson, dándole un golpe con la servilleta de género que tenía en el regazo.
-Dos enormes ojos…es lo que iba a decir mamá…O J O S, no me dejas terminar…
-¡Si , claro!
-¡De verdad!, pero si es ella…Blaine, me saco el sombrero.
-No es mi novia, además es más alta que yo, parece una jirafa…—contesto Blaine masticando las albóndigas y la rabia que la situación le provocaba.
-Todos son más altos que tu…—dijo Cooper riendo.
-¿Hijo?, ¿estás bien?
-Tal vez se peleo con su novia…—acoto el Sr. Anderson mientras se servía ensalada.
-¿Es eso Blaine?, ¿te peleaste con tu novia Amanda?
-¡NO ES MI NOVIA!... ¿de acuerdo?, NO es mi novia…es fea, gigante, estúpida y racista, por lo tanto desearía que dejaran de decir que es algo que no es…—sentencio Blaine tirando su tenedor y echándose hacia atrás en la silla.
-Vaya si estas sensible…
-Cooper…—dijo la señora Anderson advirtiendo que algo le sucedía al más pequeño de sus hijos.
-¿Qué está pasando Blaine?, ¿tienes problemas con alguna de tus clases?—quiso saber el Sr. Anderson dejando su cena y concentrándose en su hijo.
-Tengo problemas en todas las clases, ya no quiero estudiar en esa escuela—respondió Blaine con su cabeza agacha.
-¿Qué?... ¿por qué?
-Oye, la primaria de Westerville es lo mejor que existe, yo forje un buen nombre para los Anderson allí, no te atrevas a desperdiciarlo…—advirtió Cooper señalándolo con su tenedor.
-Si no te metieras en tantos pleitos por las chicas, no tendrías problemas en todas las clases—advirtió su Padre volviendo a retomar la cena.
-No es por eso…
-Hijo… ¿Qué sucede?, ¿tiene algo que ver con la pelea que tuviste el otro día?, el director me dijo que fueron 3 chicos los que estaban molestándote…
-Tal vez también quieren a Amanda…pero los Anderson siempre se quedan con la chica, ¿no es así hijo?—dijo el patriarca de los Anderson haciéndole un guiño a Cooper.
-Eso es verdad, sobre todo si tiene un par de…
-¡BASTA!....basta por favor….no estoy saliendo con esa tal Amanda, de hecho no estoy saliendo con nadie, ¿saben por qué?... porque no me gusta nadie y… porque ni siquiera me gustan las mujeres.
Todos se quedaron en silencio dándose miradas impactadas unos a otros, para luego quedarse viendo a Blaine, que se restregaba la frente con ambas manos, como arrepintiéndose de lo que acababa de decir.
Cooper rompió el silencio soltando una risa ahogada dentro de su boca.
-¿Qué dijiste Blaine?...
-Hijo…
-Creo que acaba de salir de un closet muy pequeñito—afirmo Cooper mirándolo con recelo.
-No, no, no….aquí hay un error, esto es una broma, ¿verdad Blaine?, yo tuve dos hijos hombres…HOMBRES…
-Soy un hombre Papá—respondió Blaine levantando su cabeza y mirando a su padre.
-Hijo, no puedes saber algo así, tienes apenas 14 años, nunca has tenido una novia, tal vez solo estas confundido, como esa cantante que salía con hombres y después lo hizo con una mujer, y ahora volvió a la normalidad, Cooper, tu sabes a quien me refiero…
-¿Linsay Lohan?
-¡Ella!...tal vez es eso lo que te pasa, necesitas salir con una chica, una bonita, que te guste, no esa gigantona del otro día…
-¿Para qué?, ¿qué crees que es esto mamá?, ¿algo que puedo cambiar si salgo con todas las chicas de Westerville?, ¿Qué tal vez si pruebo con ellas “se me pasara”?, esperaba de papá un comentario así, pero no de ti…—dijo Blaine haciendo el ademan de levantase.
-No te levantaras hasta que termines tu cena o esta conversación se haya acabado.
-Creo que ustedes ya la terminaron por mi…—respondió, levantándose de todas formas.
-¡Siéntate he dicho!—advirtió el señor Anderson golpeando la mesa con tanta fuerza que todos los platos dieron un giro sobre su base.
Blaine volvió a sentarse asustado y deseando nunca haber dicho la verdad sobre quien era realmente.
-Hijo, hablemos esto con calma… ¿por qué crees que eres…gay?—quiso saber su madre, haciendo una pausa extra larga como si le fuera imposible pronunciar la palabra gay.
-Porque lo sé…lo sé mamá, cuando estoy con una chica no siento nada de lo que los otros muchachos hablan cuando platican sobre sus novias…yo no siento eso, ni siquiera una mínima parte…
-¿Has estado con algún chico?
-Por favor no respondas a eso…—advirtió el Señor Anderson poniéndose la mano en el pecho como si se sintiera enfermo con el solo hecho de pensar en la posibilidad que su hijo tuviera un novio o se hubiera besado con alguien de su mismo sexo.
-No…
-¡Gracias a Dios!—exclamo su madre soltando un suspiro de alivio.
-Pero no necesito estar con alguien para saberlo…solo lo sé…lo sé…—repitió Blaine, cansado y frustrado.
Sus padres se miraron entre sí sin saber que decir, ni como actuar frente a lo que Blaine había confesado, hasta hora el mayor de los problemas que habían tenido con él, era una A- que había traído un día de un examen de literatura.
-Tal vez deberías de buscar ayuda profesional…
-Claro, a ver si me “mejoro” y pueda llegar a ser como tú, con el pelo perfecto, los ojos perfectos, la perfecta novia y el trabajo soñado ¿verdad hermanito?—dijo Blaine apuntando las partes de su cuerpo mientras hablaba del pelo y los ojos perfectos de su hermano.
-No, “Squirrel”, no me malinterpretes—dijo Cooper poniendo sus codos en la mesa y cruzando sus manos— me refiero a ayuda para enfrentar esto que te está sucediendo, te espera una gran batalla, no solo aquí, en el mundo cuando salgas a el.
-Cooper tiene razón…hijo, nosotros te amaremos pase lo que pase… ¿verdad cariño?—advirtió la Sra. Anderson tomando la mano de su esposo.
-Permiso…—dijo este, levantándose de la mesa sin decir nada.
-Papá…—quiso decir Blaine sintiéndose pequeño y desprotegido, casi como lo peor del mundo.
-Mira Blaine…no me pidas que salte en un pie después de escuchar lo que nos has dicho, ¿cómo puedes ser tan egoísta?, ¿Qué crees que dirá la gente?, lo que dirán el resto de nuestros parientes, ¿nuestros amigos en el Club?…
-No creo que eso importe Papá…— contesto Cooper sintiendo pena por la desazón de su hermano pequeño— ¿por eso te golpean en la escuela?
Blaine asintió con cabeza y secaba sus lágrimas de tanto en tanto.
-Tal vez lo que deberíamos de hacer es buscarle un nuevo colegio a Blaine, donde no lo acosen…el otro día leí de un joven que…
-¿Otro colegio?...¿Crees que será fácil encontrar matricula a esta altura del año?...
-El año escolar termina en un par de semanas Papá…
-Lo sé…—dijo el Sr. Anderson poniendo el tono de voz que jamás se esperaría de un hombre adulto—por lo mismo, las matriculas se resuelven antes, ya en diciembre los buenos colegios están completos.
-Lo siento papá…—dijo Blaine en un susurro.
-No te disculpes hijo, encontraremos el modo de ubicarte, ¿Cómo se llamaba esa academia, que era internado también?, donde asiste el pequeño de los Weasley…
-¿Hogwarts?...—dijo Cooper guiñándole un ojo a Blaine que soltó una risa en medio de su tristeza.
-¡Ay!...¡por supuesto que no!, la que está cerca del centro…
-¿Cuál?, ¿Dalton?—respondió el Sr. Anderson parado detrás de su silla y moviendo sus dedos en el respaldo.
-¡Esa!...lo que he oído es que es muy buena y que existe una política de cero tolerancia al abuso…¿Qué te parecería esa escuela hijo?
-Lo que decidan ustedes estará bien para mi…—respondió Blaine queriendo retirarse a su habitación y dormir 5 días seguidos.
-Veremos que hacer, ahora vete a tu cuarto por favor…—dijo el Sr. Anderson mirando un punto fijo en el final del comedor.
Blaine se levanto sin decir nada y dio una mirada su Padre donde no encontró respuesta, su Madre le sonrió y Cooper le guiño un ojo. Dio la vuelta y después de un suspiro al pie de la escalera esbozo una pequeña sonrisa, a pesar de todo, se sentía más liviano y honesto luego de decir frente a su familia quien era realmente.


-Es la verdad… ¿sabías que desecho los papeles de Stanford que te tenia?
-Debido a tu insistencia de seguro…—dijo Blaine mirando los estantes de gasfitería y luego su teléfono.
-No, no alcancé a decirle nada cuando ya no los tenía, además…lo descubrí mirando el sitio oficial de NYADA en internet.
-¿Estas hablando en serio?
-Evidentemente…—respondió su Madre mientras se ubicaba en la línea de la caja que primero encontró—te sorprenderían algunas actitudes de él.
-¿Cómo las que tiene con Cooper?, ¿por ejemplo?—quiso saber Blaine, manipulando un aparato que se encontraba cerca de la caja y que parecía ser mas chistoso que útil.
-No hablo de Cooper, hablo de actitudes relacionadas contigo…¿sabías por ejemplo que fue él quien utilizo sus influencias para que te admitieran en Dalton luego de que las matriculas estaban cerradas?
-Es mi Padre, es su deber…—señalo volviendo a ver su teléfono y la bandeja de entrada de los mensajes instantáneos.
-Así es…pero su deber o no, como dices, también hace las cosas porque te quiere…
-Está bien…—dijo rindiéndose ante su madre y ante el mensaje que le acababa de llegar…”Llámame a la noche”.

Blaine salió ofuscado del salón de eventos donde se celebraba la boda de Emma y Will, había escuchado a Kurt hablar sin parar con Mercedes y Artie, de lo maravilloso que era el chico con quien estaba saliendo, de lo guapo que era y de lo talentoso que se mostraba en el escenario. Se le quedo viendo un momento, escuchándolo mientras hablaba de él y espero que los ojos de Kurt se encontraran con los de él, a ver si podía leerlos como antes, a ver si podía ver el dolor que en ese momento se desbordaba por ellos.
-Blaine…—murmuro viéndolo darse media vuelta y salir lo más rápido que podía esquivando a todos los invitados.
Afuera llovía como nunca, pero nada de eso le importaba a esas alturas, los celos y la impotencia solo le demandaban salir de allí cuanto antes.
-¡BLAINE!—grito Kurt desde la ´puerta— ¡Blaine espera!—agrego, indeciso entre salir tras de él en medio de la copiosa lluvia o esperar a que regresara y darle una explicación, que sentía y no le debía.—¡BLAINE!—insistió gritando mas fuerte, al tiempo que abandonaba la entrada y lo seguía hasta el estacionamiento —¡BLAINE!...
-¡Déjame solo!—respondió moviendo uno de sus brazos, como si Kurt lo hubiese agarrado para evitar que siguiera.
-¡Oye!....¡Espera!...¿Qué te pasa?...
-¡¿POR QUE KURT?!—pregunto volteándose.
-Porque que…
-Olvídalo…—respondió siguiendo su camino hacia el auto, mientras la lluvia se hacía más intensa y la música de la fiesta se perdía entre las miles de gotas que golpeaban el asfalto.
-¿Por qué te vas?... ¿Por qué estas enojado conmigo?...
-Te escuché Kurt …te escuché hablar de ese tal Adam…Rachel me lo dijo hace unas semanas, pero no le creí, porque se supone y habíamos llegado a un acuerdo…y ahora te escucho hablar de él…¿no pensabas contármelo nunca?
Kurt trago saliva y se limpio un poco el agua de la cara sin saber que responder a aquello. Blaine le había pedido que si conocía a alguien y comenzaba una nueva relación, se lo contara antes que a nadie.
-¿Viniste con él?, ¿llegara después?... ¿no pensaste ni por un minuto como me sentiría yo al respecto de todo esto?
-Blaine, tú y yo no estamos juntos, y tú mismo dijiste que aunque no lo estuviéramos seguiríamos siendo amigos…
-¡QUE DEMONIOS IBA A SABER YO!...¡como se supone e iba a saber cómo me iba a sentir cuando eso pasara!—exclamo con sus brazos en alto.
-Pues deberías haberlo pensado antes de engañarme, ¡Demonios Blaine!...todo cambio entre nosotros desde ese día…para siempre…
-¡LO SE!....lo sé, pero ya dije lo siento, peor es lo que acabas de hacer tú, parece que ni siquiera admite tu arrepentimiento.
-¿Qué?... ¿Que cosa?...¡BLAINE!—grito Kurt al verlo voltearse hacia el auto con las llaves en la mano.
-¡HUMILLARME!....¡humillarme Kurt!, hablando en frente de todos de lo bueno que es este otro sujeto, de lo feliz que eres…pensé…—dijo poniendo una de sus manos en la cadera y la otra en el pelo—pense que venias para estar conmigo…que… que me habías perdonado por fin…estúpidamente le había dicho eso a todos.
-Ese es tu problema…
-Claro…
-Blaine, lo nuestro acabo, no esperarás que…
-Yo no espero nada…—dijo forzando la puerta.
-Entonces, si lo nuestro terminó, tengo el derecho a…
-¡Pero para mí no!...para mí no ha terminado Kurt, yo aun…yo aun te amo.
-Blaine…no…
-¿Cómo pudiste olvidarme tan pronto?—interrumpió Blaine acercándosele.
Kurt no dijo nada y solo lo quedo mirando, la lluvia los mojaba a ambos, pero de cierta manera parecía afectar más a Blaine haciendo que su cara se viera vulnerable, casi indefensa, el agua le había ganado al gel y sus rizos comenzaban a asomarse de a poco, vio sus ojos como si los viera por primera vez, enmarcados por sus pestañas de ensueño los noto más grandes y húmedos, sin poder diferenciar si era por la lluvia o por sus lagrimas.
-Dime Kurt… por favor, porque si me lo dices, tal vez yo pueda lograrlo también, porque hasta ahora no lo he podido conseguir…no puedo…no…—dijo Blaine abriendo la puerta del auto.
-Eso…eso es…
-¡Que!—dijo girando hacia él.
-Eso… es…—sin poder continuar, Kurt lo tomo de la corbata y se lo acerco a la boca, le dio un beso y lo soltó de inmediato.
Blaine se toco los labios y luego de un momento se acerco más a él y sin inhibiciones, tal y como si Kurt le hubiese mostrado una luz verde, lo beso de vuelta, lo apretó hacia él y sintió todo su cuerpo junto al suyo. Continuo besándolo percibiendo la complacencia de Kurt en todo su ser, como antes, como al principio de su historia.
Kurt movió sus manos y poniendo una por debajo de la hebilla de su pantalón, lo empujo hacia el auto y continuó besándolo, en los labios en las mejillas y en cuello, sintiendo otra vez el sabor incomparable de sus besos, mezclado con la salinidad de sus lágrimas y la frescura de la lluvia. Blaine abrió más la puerta del auto y se subió sentándose en el asiento del chofer, Kurt se le monto encima y cerró la puerta de un golpe.
-Te extrañe…—le dijo susurrando y con ambas manos sobre su cara continuo besándolo.
Blaine le recorrió la espalda y le quito la chaqueta, el agua en su ropa, había hecho que la tela se pegara en su piel siguiendo la forma de cada uno de los músculos, los sintió y los reconoció de inmediato, como antes, como suyos.
Kurt se movió un poco sobre él para hacerle espacio a sus manos, para dejarlas libres por su entrepierna, le recorrió la pelvis y le desato el cinturón, le saco la camisa del pantalón y de un tirón la abrió, para dejar su pecho desnudo a la complacencia de sus manos. Volvió a besarlo y a tocarlo en el pecho, desesperado, como cayendo luego de una larga abstinencia. Blaine le acaricio el pelo e incorporándose le beso el cuello, el sabor de su piel era incomparable, así como los sonidos diminutos y gozosos que emitía cuando sus manos se atrevían a ir más debajo del final de su espalda. El calor entre ambos traspasaba sus cuerpos y se condesaba en las ventanas del auto, ambos pensaron sin decirlo, que deseaban que nadie más abandonara la fiesta, habría sido impropio e imperdonable, que los interrumpieran en aquello.

-Hola…
-¿No dijiste que querías hablar conmigo?
-¿Kurt?...
-Me mandaste un mensaje… ¿no recibiste el mío?—dijo Kurt en tono de reclamo.
-Lo recibí…es solo que…
-Que cosa…¿Estas bien?...pensé que te pasaba algo, me escribiste “te necesito”
-Lo sé Kurt, lo siento, iba a llamarte pero me distraje con la televisión.
-Entonces ¿estás bien?
-Si…es decir…
-Perfecto…esperare a que me llames…
-¿Qué?... ¡Kurt!... ¿hola?... ¡Kurt!
Blaine sonrió y manipulo su teléfono para llamar a Kurt de vuelta, rió para sus adentros, fantaseando que Kurt se preocupaba por él y se lo imagino incluso sentado en la cama, mirando el teléfono a cada instante esperando su llamada
-Hola…
-Hola Blaine, ¿Cómo estás?
-¿Qué?, Kurt, ¿Qué estás haciendo?
-Nada…
-¿Estas aburrido?
-Un poco…
-¿Rachel no está?
-No…
-¿Salió?
-Obvio, si no está…
-Claro…
-¿Qué te sucedió?
-Nada importante, es solo que recordé una vieja herida que aun tengo…y solo pensé en ti…y en cuanto extraño hablar contigo.
-¿Qué herida recordaste?
-Lo del baile…
-¿Cuál baile?
-El de Sadie Hawkins…tú eres el único que sabe esa historia…y…
-¿Y?...
-¿Estas ocupado?...
-Ocupado hablando contigo…
-Lo siento, es que pareciera que estás ocupado en algo, distraído… no sé…
-No Blaine, es solo que estuve esperando que me llamaras por bastante rato…
-Lo siento Kurt, como te dije me distraje viendo televisión…
-¿Y que estabas viendo?
-No quieres saberlo…
-Te pregunte… ¿o no?
-¿Ves?...pareces molesto, mejor te llamo mañana o te mando un mensaje…
-Blaine…creo que eres tu el que esta molesto aquí… ¿Qué pasa con ese asunto del baile?
-…
-¿Holaaaaa?...—dijo Kurt como aburrido de algo, o de todo.
-No es nada, de verdad si estas ocupado en algo..
-¿Qué sucede contigo?, se supone y YO soy la “Drama queen” en nuestra relación...
-Bueno, ya no tenemos una relación así es que da lo mismo ¿o no?
-¿Blaine?
-Si…
-En estos días de vacaciones… ¿has hecho cosas?
-¿Cosas?, ¿a qué te refieres con “cosas”?
-Cosas, ya sabes, terminar un rompecabezas, pintar tu casa, ir a la Iglesia, hacer trabajo comunitario…conocer a alguien…cosas…
-No Kurt, no he hecho ninguna de esas cosas y no he conocido a nadie tampoco… ¿y tú?
-Tampoco…
-¿Es inapropiado decir que me alegra oír eso?…
-No, no lo es…
-OK…
-Pero recuerda que…
-Lo sé…lo recuerdo, no te preocupes.


Octubre de 2013

-¿No crees que se ve raro?...—pregunto Kurt de pie en medio de la sala del primer departamento que compartiría con Blaine en New York.
-Bueno…—dijo Blaine haciendo un gesto y entregándole una botella de agua.
-Gracias…
-De nada—respondió dándole un beso en el hombro que tenia descubierto gracias a la camiseta de trabajo que llevaba puesta y que era 3 tallas mas grande.
-Creo que en el catalogo se veía más oscuro…
-Creo que se veía igual—corrigió Blaine sentándose en el piso sobre los papeles de periódico que impedían que el piso de madera se manchara con pintura.
-Creo que es horrible…—sentencio Kurt tirando la brocha y alejándose un poco del muro.
-Tanto como horrible…
-¿Por qué elegimos este color?—quiso saber Kurt ubicándose tras el mueble de la cocina, por si es que la distancia le daba al “amarillo limón” una apariencia menos estridente.
-Corrección, no deberías decir: “¿Por qué YO elegí este color?”
-Tienes razón… ¿Por qué TÚ elegiste este color?
-¡Oye!...—exclamo sonriendo—tu optaste por este color, dijiste que le daría vida al lugar y que agrandaría el espacio, tal y como si nos hubiésemos mudado a un departamento de la Quinta Avenida.
Kurt hizo una mueca, seguido de un estiramiento de su cuello como si tuviera tortícolis crónica.
-Estas exhausto, ven acuéstate aquí conmigo.
-¿En el piso?—pregunto apuntándolo con su botella.
-Si…
-¿Sobre los papeles de periódico?
-Exacto—insistió Blaine sonriendo.
-¿Qué somos?... ¿indigentes?
-Vamos, ven, duerme una pequeña siesta aquí conmigo—dijo Blaine estirándose a todo su largo y sacando dos de los cojines del único mueble que tenían, un sofá que Burt les había enviado de regalo por estrenar departamento.
-Esta bien…—dijo caminando hacia él como un robot sin aceite.
Blaine se acomodo en el piso haciendo sonar los papeles bajo él, puso uno de los cojines tras su cabeza y el otro lo dejo a su lado para que Kurt lo ocupara. Este se arrodillo primero y se dejo caer de a poco al piso, receloso de acostarse sobre papeles de periódico, obvió los cojines y se acostó sobre el pecho de Blaine donde, desde siempre, había estado cómodo y a gusto.
-¿Qué haremos con este color?—pregunto metiendo de inmediato su mano por debajo de la camiseta de Blaine.
-Creo que aprenderemos a aceptarlo…o compramos más pintura y repintamos todo.
-No…por supuesto que no…
-¿Por qué no?, la pintura es barata y el espacio es pequeño.
-Sí, pero mientras antes terminemos de arreglar todo, antes podremos mudarnos.
-Eso es verdad…—dijo Blaine besándole el pelo.
-No puedo esperar para vivir contigo, los dos solos…—afirmo Kurt, abrazandolo con fuerza.
-¿Aunque tengamos solo un sillón y una cama?
-Aunque no tuviéramos nada…eres todo lo que necesito.
-Kurt…
-¿Qué?—dijo levantándose un poco para mirarlo a la cara.
-Eso fue muy dulce…
-Lo sé…—respondió arrugando la nariz y sonriendo como nunca.
-Tal vez deberíamos poner papel mural y olvidarnos de la pintura—dijo Blaine soltando un suspiro y recibiendo a Kurt nuevamente entre sus brazos.
-¿Papel?...eso si es complicado, alguna solución encontraremos.
-Oye… de los muebles que tenias en Bushwick, ¿alguno era tuyo?
-Bueno algunos, pero la mayoría los recogimos de la calle, ¿Por qué?
-No se… podríamos traer… algunos…nos… ¿Qué estás haciendo?
-Nada…
-¿Cómo que nada?, ¿me estas rayando la panza?—quiso saber Blaine soltando pequeñas risas.
-No con pintura si eso te preocupa—respondió Kurt, que había comenzado a escribir palabras en la barriga y pecho de Blaine con uno de sus dedos.
-OK…
-¿Puedes adivinar lo estoy escribiendo?—pregunto mientras escribía “SEXY” en el cuerpo de su novio.
-A ver… otra vez—pidió Blaine, mientras cerraba sus ojos para concentrarse en el juego.
Kurt volvió a escribir “SEXY” de manera lenta y resaltando cada letra, como si hubiera tomado un curso de caligrafía y estuviera practicando para el examen.
-“¿SEXY?”…—respondió riendo.
-¡SI!...otra vez…—dijo Kurt entusiasmándose y escribiendo de inmediato otra palabra más larga— ¡Pero no te rías!—advirtió.
-¡Tus dedos me hacen cosquillas!, no puedo evitarlo—explico riendo con más ganas.
-Dime…
-“Cásate conmigo Blaine Anderson”
-¡NO!…no escribí tanto… ¡concéntrate!—exclamo Kurt volviendo a escribir lo mismo.
-“Me…haces”…—dijo Blaine haciendo una pausa para pensar bien su respuesta—... ¿Pipí?
-¡Oye!... ¡NO!—dijo dándole un empujón hacia un lado—“FELIZ”, “me haces Feliz”, eso fue lo escribí…
-Lo siento…mi turno—dijo Blaine que dando una media vuelta en el piso se ubico casi encima de Kurt, le levanto el brazo derecho por sobre la cabeza y con el dedo índice comenzó a escribir sobre su tríceps hasta la altura de la axila.
-“Te amo”—adivino Kurt de inmediato, con los ojos cerrados y concentrándose igual como lo hiciera Blaine minutos antes.
-¡Muy Bien!... ¿ahora?...
-¿Algo con “P”?...hazlo de nuevo…
-¿Entonces?...—dijo Blaine, volviendo a escribir.
-“¿Propiedad?”…—pregunto riendo.
-Perfecto… ¿lo que sigue?
-“Propiedad de Blaine Anderson”—respondió sonrojándose.
-¡Exacto!...
-¿Crees que soy de tu propiedad Blaine Devon Anderson?
-No…pero desde ahora este brazo lo es, acabo de reclamarlo a mi nombre—dijo dándole tres besos seguidos en el.
-¿Lo esclavizaras y abusaras de el como todos los conquistadores?—pregunto Kurt riendo, preso de las cosquillas que le provocaban los besos.
-Quizás…—respondió Blaine subiendo su cuerpo un poco mas arriba de Kurt.
-¿Qué crees que haces?
-Conquistar otras partes tal vez…—contesto mientras deslizaba una de sus manos por la cadera y muslo izquierdo de su futuro compañero de vivienda.
-Pero estamos en el piso…
-Lo sé…
-Sobre periódicos de no sé cual año…—insistió Kurt dejándose besar y tocar de todas formas.
-Yo diría que de hace 5 años como mínimo…pero, ¿sabes?—comenzó a decir, mientras le besaba el hombro descubierto—escuche una vez, que es de buena suerte hacer el amor en cada una de las habitaciones de una casa nueva.
-¿Cómo inauguración dices tú?—respondió dejándose besar.
-Así es…
-Peo aun no nos hemos mudado y ni creas que te dejare hacerme cosas sobre papeles de periódico—respondió Kurt empujando a Blaine hacia un lado y sentándose con las piernas cruzadas frente a él.
-¿Tenemos el sillón?—insistió apuntándolo.
-NO…—respondió tomando de su botella, mientras negaba con su cabeza—mejor…establezcamos ciertas reglas.
-¿Reglas?, si me preguntas, prefiero seguir con lo de la “escritura corporal”—pregunto Blaine acomodando su cabeza en los dos cojines que estaban sobre el piso y acercando su mano a Kurt como si fuera una araña.
-Yo prefiero que establezcamos reglas…primero…—dijo haciendo el numero 1 con sus dedos y dando un golpe a la “mano araña” de Blaine después.
-Espera un momento…—interrumpió, levantándose y dándole un beso.
-Estas con “cero” concentración esta tarde, ¿verdad?
-Lo siento, pero esa camiseta que llevas puesta te da un aire irresistible de rebelde, con esa calavera y… ¿esa es una serpiente?
-Si…—dijo mirando el estampado casi desgastado—era de mi Papá, juro y creo que la compro en 1985 en el Troubador, cuando fue el primer concierto de Guns N’ Roses.
-¿Cuándo Axl Rose era delgado?
- Cuando era delgado y atractivo—corrigió Kurt poniendo énfasis en aquel importante detalle.
-Claro… ¿decías?, ¿algo de unas reglas?
-Así es, ahora que viviremos juntos, debemos establecer reglas de convivencia.
-¿Tienes reglas para todo?
Kurt asintió con su cabeza encogiendo el hombro que tenia desnudo, como orgulloso de su capacidad de establecer reglas para todo.
-Ok…
-Bien…primero, cada uno se hará cargo de lavar su propia ropa.
-Me parece justo…
-Segundo, los deberes de limpieza los haremos juntos…
-¿No podemos contratar a alguien?
-¡Excelente idea!, pero dime algo, ¿desde cuándo que vas al baño a producir dinero?
-¡Vamos!, tan pobres no somos…
-Yo diría que si…—dijo Kurt mirando a su alrededor—así es que hasta que no seamos ricos y famosos y podamos contrataremos a alguien para hacer cada cosa, las haremos ambos ¿de acuerdo?
-De acuerdo…
-Tú puedes poner reglas también—advirtió Kurt al ver que Blaine aceptaba todo sin reclamar siquiera.
-No tengo ninguna…
-¿Ninguna?, ¿en serio?
-No…bueno una… ¡NO!...dos
-¿Cuáles?
-Primero, nunca irnos a la cama molestos.
-¿Estás viendo al Dr. Drew otra vez?
-No, pero dijiste que podía poner cualquier regla…esa es una…
-Está bien… ¿la otra?
-Sin televisión en el dormitorio…
-¿QUE?... ¿POR QUE?—quiso saber Kurt, poniendo el tono de voz de un niño mañoso y que se ha saltado la siesta.
-¿Tengo que explicar mis reglas?, tú no has explicado ninguna…
-Bien…pero no reclames si me voy a la cama tarde, “Say yes to the Dress” la emiten después de las 10 de la noche.
-Entonces la veo aquí contigo—dijo Blaine incorporándose con todo su cuerpo como si hiciera un ejercicio en la clase de Yoga, para alcanzar la frente de Kurt y darle un beso— ¿hay mas reglas?
-No…creo que esas son todas—respondió pensando y rascándose la cabeza.—¡AH!...—exclamo recodando otra—podemos invitar amigos solo con la complacencia del otro—termino por decir apuntándolo con la botella del agua.
-Perfecto… pero además de Lily, no tengo ningún otro amigo.
-Acabas de comenzar la Universidad, ya harás más amigos.
-¿Si?...—dijo Blaine haciéndole una seña con sus brazos para que volviera a acostarse junto a él.
-Por supuesto, eres encantador y lo sabes, lamentablemente…—advirtió Kurt acomodándose complacido.
-¿Lamentablemente?...—pregunto Blaine rascándole la cabeza.
-Si…porque como los sabes usas tus poderes para la maldad…
-¡Eso no es cierto!—exclamo Blaine agarrándole una mano.
-Sí que lo es… y me encanta…
-Eres un dulce Kurt Hummel…gracias—respondió besandole la mano y escondiéndola entre la suya y su pecho.
-Ahora… ¿Qué hacemos con este color?
-No tengo idea… ¿Qué tal si dormimos una siesta y nos preocupamos al despertar?—dijo Blaine rozando su mentón en el cabello de Kurt.
-Ok…—respondió murmurando, olvidándose de los antiguos papeles de periódico y del hecho que estaba recostado en el piso.


-Ahora cuéntame lo del baile…y te estoy escuchando, no creas que no.
-Gracias Kurt…
-¿Estás viendo “Gilmore Girls”?
-¿Cómo pudiste escuchar?, tengo la televisión al mínimo…
-Solo escuche, “Where You Lead” y lo supe, ¿Qué episodio estás viendo?
-Todos y ninguno…
-¿Cómo es eso posible Blaine Anderson?
-Solo estoy viendo los DVD que…los que te había enviado y tú…
-¿Te mande de vuelta?
-Exacto…
-Bueno, esta es la parte incomoda en que te digo que me arrepiento, pero bueno, háblame de una vez de aquello del baile…
-Habrá un baile de Sadie Hawkins en Mckinley.
-¿De verdad?
-Bueno, no lo sé bien aun, me encontré con Sam y él me dijo que Tina le había dicho…
-Espera…déjame armar la cadena en mi cabeza, ¿Sam le dijo a Tina?
-No, Tina le dijo a Sam y este me dijo a mí, creo que quiere que el consejo estudiantil decida la idea cuando empiecen las clases de nuevo.
-¿Cómo votaras tu?
-Tengo que votar a favor, no porque una de mis pesadillas, la peor en realidad, vuelve en gloria y majestad y en mi nueva escuela, voy a dejar que todo se arruine para todos.
-Eres muy generoso Blaine…
-No, no creas…
-Por supuesto que si…eres generoso con todo y con todos…
-Menos contigo, tratándose de ti soy extremadamente egoísta, creo que te lo dije alguna vez.
-San Valentín 2012…
-Claro, pero eso no—trato de decir Blaine soltando un suspiro tan hondo y largo, que se escucho como si su teléfono hubiera sido intervenido por extraterrestres.
-¿Qué fue eso?..¿Blaine?
-Si, estoy aquí…el asunto es que me sentí un poco mal al saber la idea…no se qué hacer y solo…solo pensé en ti…
-Bueno, lo que yo creo es que tal vez esta ocasión te sirva para desterrar definitivamente de tu cabeza los fantasmas que aun te quedan, y debes pensar que en Mckinley las cosas han mejorado y veo bastante difícil que se repita un escenario como el de tu otra escuela.
-Lo sé…gracias Kurt…además tal vez ni siquiera sea eso…Sam es una fuente poco confiable cuando de trasmitir mensajes se trata.
-¿Por su dislexia?
-Por eso y por todo…Gracias de nuevo.
-Por nada…y cuando vuelva a ir a Lima, tomare lo que es mío…
-¿Qué dijiste?...
-La caja de “Gilmore Girls” pervertido…
-OK…
-Adiós Blaine y cualquier cosa, no dudes en llamarme…
-Lo hare, y…te digo lo mismo…Adiós Kurt
-Adiós.