(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-¡Hola Burt!
-¡Anderson!... ¿Qué haces aquí?—respondió al ver Blaine asomarse por el costado de uno de los autos en el que trabajaba.
-Vine a saber de mi auto…
-¿Tu auto?—pregunto mientras salía de debajo del que estaba arreglando, ayudado por una especie de carro aplastado—creí que te había dicho que mande a pedir una pieza a la fabrica, es bien complicado encontrar piezas originales aquí en Lima—agrego apuntándolo con una Llave Stillson.
-No… ¿eso demorara mucho?
-Bueno la mande a pedir el miércoles y hoy día es lunes y no sé nada, saca tú tus conclusiones.
-Eso sí es un problema…—dijo sentándose en una pila de neumáticos mientras chequeaba su teléfono.
-¿Por qué?—quiso saber Burt limpiando unas tuercas hexagonales con lo que Blaine creyó y era el mismo trapo asqueroso que lo viera usar días antes de navidad pero que al parecer había acumulado más mugre desde entonces.
-Porque es un fastidio tomar el autobús desde Westerville, y mi Papá sale antes que yo y Kurt no está para que me lleve…y mi teléfono está fallando…¡Un fastidio!—repitió alzando sus manos.
-¿Kurt te llevaba?
-Bueno no siempre, lo hizo un par de veces…
-¿Cómo esta todo entre ustedes?, porque déjame decirte que lo vi como si hubiese inhalado óxido de nitrógeno durante la “no boda” del Will.
Blaine sonrió por lo bajo como si también hubiese estado inhalando gas hilarante.
-A eso me refiero—agrego el papá de Kurt apuntándolo con las tuercas del diferencial del auto que acababa de desarmar—cuéntame…
-Todo está bien, es decir tenemos un “nuevo status”…pero asumo que no quieres información detallada de lo que le hago a tu hijo, ¿o sí?
-No…—respondió alargando la “o”—pero si quiero que sea feliz.
-Puedo decir que yo no lo estoy…pero estoy bien…al menos yo…—dijo Blaine apuntándose a si mismo y menando su teléfono como si la señal se fuese en diferentes direcciones y fuera necesario atraparla.
-¿Qué hay de mi muchacho?...ayúdame con esto—pidió Burt mientras se volvía a meter bajo del automóvil–dame el torquimetro, ¿has hablado con él desde que se fue?
-Si…unas cuantas veces en realidad—respondió asomándose por un costado y sonriendo como si recordara algo súper especial.
Burt lo miro un segundo y no pudo evitar sentir un cariño paternal por él.
-Dame la llave mixta—pidió para sacarlo de la nube en donde se había subido por un instante—me encontré con tu Papá el otro día.
-¿En serio?—respondió entregándole le instrumento que precisaba.
-En serio, no sabía que conocía tanto de autos.
-Pues conoce, creo que su sueño frustrado era ser piloto de carreras o algo así.
-¿Por qué…frustrado?, ¿Qué le impidió hacerlo realidad?
-Creo que las responsabilidades que se le vinieron encima después de la secundaria, he sacado algunas cuentas y creo que Cooper se anuncio antes de tiempo.
-¡Ah!...eso pasa…o pasaba mas en mis tiempos—dijo Burt en medio de un quejido por el trabajo que le estaban dando las tuercas al montar otra vez el diferencial de la 4x4 que reparaba.
-¿De quién es este auto?...—quiso saber Blaine mirando debajo como si el nombre del dueño estuviera escrito en medio del Cárter del cigüeñal.
-No tengo idea, pero me está dando tanto trabajo como el tuyo.
-¿Hay alguna esperanza con el mío?
-¡Por supuesto que si!—exclamo Burt saliendo de debajo del auto dando por terminada su labor.
-¡Excelente!... ¿cómo te has sentido?
-¡Perfectamente!...
-¿Has tenido controles?, ¿exámenes?, ¿Qué tal tu peso?, yo te veo igual que antes pero…
-¡OYE!, ¿qué es todo esto?, ¿Kurt te mando a averiguar cosas?
-No…
-¿Seguro?
-Seguro, es solo que le prometí que te cuidaría mientras el no estuviese aquí.
-Pues estoy bien, y se lo dije cuando estuvo aquí el mes pasado… ¿Qué hay de ti?, ¿ya enviaste tus solicitudes a NYADA?
-Las envié, también a la NYU, solo debo esperar.
-Te irá bien…ya te imagino en New York el próximo otoño—dijo Burt desmontando el gato hidráulico con el que había elevado unos cuantos centímetros la todoterreno—¿te mudaras con Kurt?
-No lo creo…
-¿Por qué no?, mi muchacho tendrá mañas pero no es alguien con el que no se pueda vivir…
-No, no es eso…¿sabes que él está saliendo con alguien?, ¿verdad?
-¿Cómo?...—pregunto dejando caer de un golpe el capó del auto — ¿estás hablando enserio?
-Si… es un chico que conoció en NYADA, Alan o Adam, no tengo idea—dijo Blaine dándole mínima importancia al nombre del individuo aquel— ¿no te lo conto?
-No…
-Entonces creo que acabo de cometer una imprudencia grave.
-No, no te preocupes, si no me lo conto, debe ser porque no es importante…—sentencio Burt guiñándole un ojo.


Agosto de 2018

-¡Ay…esto es tan emocionante!—dijo la señora Anderson llegando al departamento de Kurt y Blaine.
-Súper…—respondió su esposo deteniendo el auto.
-¿Qué se supone y significa ese “súper”?
-Nada…solo ¡SUPER!—repitió el Señor Anderson haciendo con sus brazos como si hubiera ganado algo y necesitara celebrarlo.
-¿Te comportaras verdad?
-¡Oye!... ¿por quién me tomas?, claro que me comportare, siempre me comporto en público…
-¿Qué?...querido…no quiero pelear contigo…pero…esto no es “el publico”, es la casa de nuestro hijo, de su esposo y nuestro pequeño nieto—dijo la Sra. Anderson acariciándole un hombro y poniendo una voz chillona cuando menciono a Henry.
-Lo sé…lo sé...—repitió el padre de Blaine afirmándose en el volante, como si no quisiera bajarse.
-Pero…
-¿Sabes si es NUESTRO nieto?
-¡Claro que lo es!... ¿a qué te refieres?
-A lo que me refiero es que si es en realidad nuestro nieto, no sé cómo funcionan estas cosas, pero me imagino que solo uno de ellos… ya sabes…—dijo el Señor Anderson apuntándose la entrepierna.
-Querido eso es lo de menos… sea como sea es nuestro nieto…
-¿Tu hijo te dijo algo?
-Nuestro hijo no me dijo nada, tal vez ni ellos lo saben, que tal si ambos hicieron una donación de esperma y no tiene idea cual fue la que usaron, o…
-Por favor…no digas nada mas…—interrumpió su esposo restregándose la cara como si todo aquel procedimiento fuera inaudito—estaré bien…
-Cariño, te amo…pero esto no es sobre ti…es sobre Blaine, nuestro pequeño cabecita de brócoli que se convirtió en Padre…y nos necesitara allí con él, con una gran sonrisa y dos pares de brazos para envolverlo a él y a su bebé…
-Lo sé…—dijo el Señor Anderson con una voz que su esposa creyó que estaba a punto de quebrarse.
-Cariño… ¿estás bien?
-Si…lo siento—dijo tragando saliva, como si engullera con ella la emoción que sentía—estoy orgulloso de él—reconoció sonriendo de manera tan divina, que si Kurt lo hubiese visto, habría entendido de donde venia aquella sonrisa irresistible de Blaine.
-¡Por supuesto que lo estas!...es nuestro hijo, ¿o no?
-Sí, pero mas allá de eso…mas allá de que sea nuestro deber protegerlo, amarlo y celebrar sus logros porque es nuestro hijo…estoy orgulloso de él por todo lo que ha logrado sin nuestra ayuda…fui duro con él mientras crecía, lo reconozco…pero…fue más por ignorancia y estupidez mía que otra cosa…¿crees que me odia?
-No, claro que no…—respondió la Madre de Blaine, acariciándole el pelo a su esposo, como si fuera un tercer hijo—Blaine te ama…y creo que te amaría mas si le dijeras eso que acabas de decirme a mí.
-Bueno…ya veremos…—respondió soltando un poco de aire como una locomotora lo haría.
-¿Trajiste lo que le compramos?
-¿Era yo el encargado acaso?
-¡Yo lo compre tu debías subirlo al avión y después al auto!—exclamo la Sra. Anderson mirando hacia atrás y debajo de su asiento.
-Esta atrás… ¿Por qué me case contigo?
-Por la misma razón que Blaine se caso con Kurt…porque usted Señor Anderson, es mi alma gemela…¿Vamos?
-Vamos…—respondió el padre de Blaine dándole un beso antes.

-Te juro y podría mirarlo todo el día—dijo Kurt en voz baja parado al lado de la cunita de Henry.
-Yo igual—respondió Blaine entrando a la habitación— ¿de dónde sacaste ese atuendo?—agrego haciendo referencia a la ropita ultra estilosa del bebé.
-New York tiene de todo, inclusive diseños en miniatura
-Genial…—dijo rodeando la cunita y abrazándolo desde atrás.
-Gracias…
-¿Por qué?
-Porque puedo decir que estoy cumpliendo todo lo que algún día soñé…y todo gracias a ti…—dijo Kurt tomándole las manos por sobre su cintura.
-Eso no es cierto…esta cosita perfecta que está durmiendo aquí, es obra tuya—dijo Blaine besándole el cuello y casi susurrando su respuesta.
-Si…pero…tu sabes a que me refiero…siempre lo sabes…—respondió Kurt haciéndole una especie de cariño frotando su cabeza con la de él.
-Eso es verdad—sentencio dándole más besos.
-¿No van a llegar tus padres de un momento a otro?—pregunto Kurt dejándose besar de todas formas.
-No…creo que cancelaron…
-Es usted un mentiroso Señor Anderson- Hummel…—dijo Kurt sonriendo complacido al sentir los labios de Blaine en todo su cuello y detrás de su oreja.
-No...te lo juro—insistió, involucrando también sus manos en el juego de seducción.
-Oye…—dijo Kurt volteándose, tus Padres llegaran para conocer a Henry…tal vez, quizás cuando ellos se vayan…—dijo levantando y bajando sus cejas y abrazándolo por el cuello para darle unos cuantos besos hasta que escucho que golpeaban la puerta. Blaine pudo contar 8— Te lo dije…—agrego arreglándose el cabello y la camisa.
-No les abras, tal vez piensen que salimos o que nos ahogamos con el gas del horno…
-¡Blaine!... ¿qué pasa contigo?...Henry precisa conocer a todos sus abuelos y no solamente para que lo cuiden cuando queramos salir, sino porque se lo merece… ¿no crees?—sentencio Kurt llevándoselo hasta sala de la mano.
-¿Y si dices que yo tuve que ir al bar de manera urgente?...—dijo Blaine resistiéndose a avanzar.
-Ya no trabajas en el bar…¡Blaine!...—exclamo soltándolo para abrir la puerta.
-Pero ello no lo sa…
-¡Kurt!... ¿como estas?—exclamo la Señora Anderson de pie en el umbral.
-Señora Anderson…¿como esta?...
-Hola Kurt—dijo el padre de Blaine estrechándole la mano.
-Señor Anderson…pasen por favor…
-¿Dónde está mi hijo?
-Aquí estoy Mamá…
-¡Blaine!... ¡aquí estas!...¿cómo te va?...¿qué tal la paternidad?...—quiso saber su madre examinándole la cara como si estuviese convaleciente de tuberculosis.
-Bueno han pasado solo dos semanas, no hay mucho que decir…hola Papá…
-Hola hijo… ¿Qué tal todo?
-Todo bien...gracias—dijo Blaine un tanto confundido al recibir un abrazo incomodo de su padre— ¿Cómo están?, ¿Qué tal el vuelo?
-¡Excelente!...¿verdad cariño?.
-Si, sin ningún inconveniente—respondió el Señor Anderson haciendo un ademan con las bolsas que cargaba como si las quisiera dejar en algún lugar sin saber dónde.
-Trajimos unos obsequios para Henry…—advirtió la señora Anderson tomando las bolsas y entregándoselas a Kurt.
-¡Que amables!...muchas gracias, no tenían la obligación de hacerlo., siéntense por favor—pidió Kurt apuntando el sofá de la sala y dejando los regalos en el mueble de la cocina.
-¡Claro que si!…es nuestro primer nieto…Cooper se ha portado bastante flojo en esa área.
-Lamentablemente… ¿verdad padres?—dijo Blaine con un toque de sarcasmo, recibiendo la reprobación de Kurt con un “Blaine” y un gesto acorde.
-¿Dónde se están quedando?—pregunto Kurt tratando que la pesadez de su esposo pasara inadvertida.
-En el “W”…
-¿El de la avenida Lexington?
-¡El mismo!... ¿lo conoces?
-Si…bueno con Blaine…
-¡OH!...—exclamo la Mamá de Blaine haciéndole un gesto cómplice a Kurt y a su hijo—Ahora…háblenme de mi nieto…—agrego.
-Por supuesto, pero antes, ¿quieren algo?
-Yo nada, no te aflijas.
-Ni yo…—respondió el Sr. Anderson mirando todo a su alrededor.
-Bueno, ya saben que su nombre es Henry, nació el 8 de agosto…
-¡Signo Leo!...qué cosa tan maravillosa…
-¡Mamá!...—exclamo Blaine negando rápido con su cabeza, como evidenciando vergüenza ajena.
-Está bien Blaine…yo también mire el calendario—respondió Kurt sonriendo y apuntando a su suegra.—todo está normal peso 7.5 libras y midió 25 pulgadas
-Sera un niño grande…—opino el Señor Anderson dando una mirada de reojo a Blaine.
-Si quieren saber quién es el padre bilógico, con Kurt decidimos que…
-No hijo…por favor…lo que menos nos preocupa es eso, ¿es hijo de ambos?, ¿verdad?—se apresuro en decir la Señora Anderson al ver que Blaine sentía que aquello era lo único que les importaba conocer—Cuénteme, ¿se porta bien?... ¿los ha dejado dormir?
-Es un bebé maravilloso, se duerme de inmediato y solo despierta para alimentarse… ¿verdad Blaine?. Este sonrió una respuesta positiva.
-¿Cómo hacen eso?...es decir, la mad… ¿la persona que lo tuvo es quien lo alimenta?…—pregunto el papá de Blaine de manera tímida y desinflada.
-No…con Blaine—comenzó a explicar Kurt mientras se sentaba junto a su esposo en el sillón de enfrente y le ponía una mano en la rodilla—decidimos no tener ningún tipo de contacto con ella… ¿creí que les habías contado todos los detalles a tus papás?—le comento en voz baja y disimulando—así es que por lo tanto, lo alimentamos con lo que corresponde para un recién nacido.
-Yo con Cooper hice lo mismo era muy joven cuando nació y no pude acostúmbrame a amamantarlo…y salió perfecto… ¿verdad?
-Verdad…—dijo Blaine entornando sus ojos.
-Kurt… ¿estás en una obra en Broadway me conto mi esposa?—pregunto el Señor Anderson dándole una mirada a ella y tomándole la mano.
-Bueno aun no, pero estamos preparando todo para que el estreno sea antes de Navidad.
-¡Cuan genial es eso!, puedo presumir que le esposo de mi hijo es una estrella de Broadway—opino la Señora Anderson dándose ínfulas de grandeza.
-Tal vez debería presumir de su hijo, que está grabando un disco con el sello SONY… ¿tampoco les contaste eso?—pregunto Kurt sintiéndose un poco decepcionado del comportamiento de Blaine.
Este hizo un gesto con su mano como diciendo “no se” o “no tuve tiempo”
-¿De verdad Blaine?—pregunto extrañado su Papá.
-Si…me llamaron un poco antes que naciera Henry y ya tengo 3 canciones listas para comenzar a grabar a principios de Septiembre.
-¡Hijo!—exclamo la Señora Anderson aplaudiendo rápido y sonriendo de manera amplia—¿por qué no nos habías contado?
-No se…pensé en hacerlo cuando el disco estuviera listo, ya saben que los anteriores fueron un fra…es decir, no tuvieron tanto éxito—explico Blaine evitando usar la palabra fracaso que tanto odiaba Kurt.
-¿Cuándo lo terminaras?
-Espero y antes de fin de año, pero nunca se sabe…
-Esperan lanzarlo a principios del año entrante—agrego Kurt sin poder más de orgullo.
-Felicitaciones hijo…—dijo el Señor Anderson mirándolo fijo unos cuantos segundos.
-¡Bueno!... ¿dónde está mi nieto?—quiso saber la madre de Blaine juntando sus manos como si ya hubiera tenido demasiada paciencia en la espera.
-Veré si despertó, estaba dormidito…—dijo Blaine levantándose y dirigiéndose a la habitación del pequeño Henry.
-¿De verdad no quieren nada?, lo que está en el frigobar de las habitaciones tiene un sobreprecio excesivo.
-Lo sabemos Kurt…gracias…
Kurt sonrió y los tres vieron a Blaine aparecer en la sala con el pequeño Henry en sus brazos, tenía unas zapatillas diminutas, un jeans y una camisa a cuadros con corbata de moño incluida. Los señores Anderson nunca se imaginaron que existiera ropa tan estilosa para alguien tan pequeño.
-Papás…les presento a Henry Anderson Hummel….Henry, ellos son tus abuelos—dijo Blaine enseñándoles el bebe y provocando el llanto inmediato en su madre.
-¿Puedo cargarlo?...por favor…—dijo la Sra. Anderson casi como suplicando.
-Por supuesto—dijo Kurt sonriendo.
Blaine le entregó su hijo a su mamá y esta lo recibió con la experticia de cualquier madre, le tomo la cabeza con una mano y el trasero con la otra y se lo puso enfrente, derramando el triple de lágrimas. Henry abrió sus pequeños y los miro a ambos detenidamente, la madre de Blaine comenzó a hablarle y decirle cosas de ellos y de Blaine, Henry ponía toda su atención en los ojos de su abuela.
-Déjame a mi…—piido el Señor Anderson estirando sus brazos.
-¿Quieres ir donde tu abuelo?... ¿quieres bebé?—dijo su esposa poniendo voz de alguien mas pequeño y agudo.
-Por supuesto que quiere…dámelo—insistió.
La mamá de Blaine le entrego a su nieto y el Señor Anderson lo tomo con la misma experticia, lo puso junto a su pecho y Blaine creyó ver en él, al padre que siempre quiso, sonrió al comprobar que sus ojos se abrillantaban con la emoción.
Por casi una hora estuvieron intercambiándose al bebé, hablando y contando anécdotas de cuando Blaine era un recién nacido. Kurt sonreía al ver que este hablaba e interactuaba con sus padres como el mismo lo había hecho toda su vida con el suyo. Cuando Henry comenzó a incomodarse, Blaine se lo llevo de vuelta a su habitación.
-¡Es maravilloso!... ¡los felicito!...estoy—dijo la Señora Anderson besando y abrazando a cada uno—orgullosa de ustedes.
-Gracias…
-Gracias Mamá…
-Mi esposa tiene razón, los felicito…—agrego el Señor Anderson estrechando la mano de Kurt.
-Gracias señor…—respondió Kurt sonriendo.
-Hijo…
Blaine estiro su mano esperando que ese sería el gesto de su padre hacia él, sin embargo le dio un abrazo que lo sorprendió. Se quedo un instante con los brazos abajo, pensando que el gesto paternal duraría, como era habitual, un par de segundos sin embargo lo sintió cálido y familiar, como si quisiese compensar casi 20 años de ausencia, en un par de minutos. No tuvo otra opción entonces, que abrazarlo de vuelta con la misma fuerza.
Kurt suspiro casi sintiendo la emoción de Blaine, miro a la Madre de este y ambos sonrieron como si vieran por fin el final feliz de una larga saga.
-¿Vamos?...—dijo el señor Anderson apartándose de su hijo.
-Gracias Papá…—alcanzo a murmurar Blaine antes que el abrazo se acabara.
-Bueno, nos vamos…cuídense y cuiden a mi nieto…—dijo la Señora Anderson apuntando a ambos.
-¿Regresaran hoy mismo a Lima?
-No…nos quedaremos un par de días para recorrer un poco…
-Podríamos almorzar antes que se vayan…—propuso Blaine sintiendo que no debía desperdiciar este nuevo acercamiento con sus padres.
-Perfecto…—respondió el Señor Anderson.
-Nos llamamos…
-Adiós…
-Adiós...¡cuiden a Henry!...
Blaine cerró la puerta y miro a Kurt un instante, no necesitaba decir nada frente a él, ya lo sabía todo, camino hacia sus brazos y allí se quedo, “lo sé”…murmuro Kurt en su oído…”lo sé”.


-Gracias Burt…
-No me agradezcas, es la verdad…—respondió mientras hacia anotaciones del auto que acababa de reparar.
-Espero y así los sea…—dijo Blaine mirando la pantalla de su teléfono.
-¿Viste?...apuesto a que es el llamándote…
-No, es decir no sé, la pantalla se apago y ahora no enciende nada…—reclamo Blaine apretando el encendido y tocando el teléfono por todas partes.
-¿Tu teléfono se descompuso?...
-Así es…y es una molestia, porque hoy día trate de hablar con Kurt en uno de los recesos para contarle lo que haríamos en la semana en el Club Glee y no logre decir nada, el no me escuchaba, después yo no escuchaba a él…no sé…—dijo mostrando el teléfono y dándole unos cuantos golpes con su mano después.
-Tal vez fue la interferencia del clima, escuche que hay una nevazón que no se había visto en años.
-Puede ser…puede ser…—respondió limpiando la pantalla como si se hubiera arrepentido de los golpes que propino.
-Si se comunica conmigo, le diré que tienes problemas con tu teléfono.
-Gracias Burt…ahora me tengo que ir…¿me avisas cuando esté listo mi auto?
-Te aviso…
-Adiós…
-Adiós Blaine…
Burt lo vio alejarse y salir finalmente del taller, pensó en cuan buen muchacho era Blaine ante sus ojos y que no entendía porque su hijo no lo veía de la misma manera. Se autoimpuso la tarea de conseguir convencerlo de aquello, era su hora de intervenir.