(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-¿Para quién es ese traje?
-¡Cariño!, me asustaste… pensé que estabas en el dormitorio trabajando—dijo la Sra. Anderson desviando su camino hacia la sala donde se encontraba su marido.
-No, me duele la espalda trabajar en la cama—dijo este, tocándose la cintura y retorciéndose como un sarmiento de uva.
-¿Necesitas un masaje?—pregunto la Mamá de Blaine mientras ponía sus manos en los hombros de su marido y comenzaba a frotarlas sobre ellos.
-Excelente...—respondió cerrando su computadora y abandonándose al masaje.
-Aun tengo cosas que te encantan ¿verdad?
-Tú me encantas…dime ¿ese traje es para Blaine?
-Sí, lo recogí esa tarde, hoy tiene un baile en la escuela.
-¿Un baile?, los bailes no son casi en Mayo…
-El de graduación lo es, este es el baile “Sadie Hawkins”, ¿lo recuerdas?—quiso saber la Sra. Anderson, murmurándole cerca del oído a su esposo.
-Lo recuerdo…—respondió su marido dando un suspiro y remontándose a sus años de adolescente—pero espera, este no es un baile donde las chicas invitan a los chicos.
-Así es…un empoderamiento del sexo débil…—respondió sonriendo y moviendo sus manos por el cuello del Señor Anderson.
-¿Y tu hijo ira con una chica?
-Nuestro hijo, ira con una chica.
-Está bien, ¿nuestro hijo ira con una chica?
-Así es, lo invito una niña llamada Tina Cohen Chang…
-Ya sabía que todo iba muy bien, ¿una chica asiática?...tu hijo sale una para caer en dos peores.
-¿Perdón?, ¿Qué pasa contigo?—quiso saber deteniendo los masajes e inclinando su cabeza para mirar a su esposo a la cara.
-Nada, es solo que ellos tienen una cultura diferente…eso es todo.
-Esta niña es estadounidense… ¿Qué crees que vive en Beijing o algo parecido?
-No…—respondió entornando sus ojos, como sabiendo que tendría que lidiar con un enfado de su esposa a la hora de irse a la cama.
-¿Entonces?, no hagas ese tipo de comentarios…
-Esta bien…lo siento…
- Es una chica muy bonita, de verdad.
-¿La conoces?
-Claro, la conocí cuando fueron las competencias Nacionales, es simpática y lista….excelente para nuestro hijo.
-Espera… ¿ha habido un cambio aquí del que yo no me he enterado?—dijo haciendo la señal de alto con una de sus manos.
-No, ningún cambio, nuestro hijo es el mismo de siempre, solo con nuevos amigos—respondio la Señora Anderson dejando su trabajo de masajista y tomando el traje para subirlo al cuarto de Blaine.
-Vaya, ya me había ilusionado con algo de normalidad…
-Cariño…
-Está bien, lo siento, nuestro hijo es nuestro hijo, es lo único que importa—respondió el Señor Anderson, como quien repite un discurso que le han dicho 480 veces.
-Exacto…—dijo sonriendo y dándole un beso—voy a entregarle esto a Blaine.
-Dile que puede llevarse mi auto, si lo desea…
-¡Se pondrá feliz!...se lo diré…

-¿Blaine?...permiso—dijo al Sra. Anderson mientras tocaba y abría la puerta del cuarto de su hijo.
-Hola Mamá…
-¿Puedo pasar?.
-Por supuesto…—dijo Blaine desde la cama, mientras manipulaba su teléfono.
-¿Estas ocupado?, ¿estabas hablando por teléfono?, vuelvo mas tarde—dijo la Sra. Anderson haciendo el ademan de devolverse por donde entro.
-No mamá…pasa, estaba llamando a Kurt, pero no me contesta, debe estar ocupado con algo…
-Lo mas probable es que así sea…mira “Charannnnnn”—exclamo abriendo la bolsa que contenía el traje y enseñándoselo.
-¿Qué es “Charannnnn”?—pregunto desde la cama.
-La exclamación como de redoble de tambores… ¿no me salió bien?
-Te salió bien, pero en un futuro, di “Tatatataaaannnn”, es más creíble que ese otro ruido que utilizaste—explico Blaine al tiempo que se sentaba en la cama y ponía el teléfono a su lado.
-Lo tendré en cuenta, mira fui a por tu traje… ¿Qué te parece?
-Es fantástico Mamá… gracias…—dijo Blaine dándole una mirada por todas partes.
-Pues debe lucir fantástico también…—explico sacándolo por completo de la bolsa donde venia—le dije a tu Padre y está muy feliz por ti…
-Claro, como voy con una chica…
-No es por eso…
-¡Mamá!...
-Está bien…—dijo mientras abría los cajones de su hijo y sacaba diferentes pares de calcetines—está contento por eso, pero yo le asegure que tu seguías siendo el mismo de siempre—agrego meneando los calcetines de un lado a otro, Blaine creyó que haría un malabar como de circo.
-Gracias, supongo… ¿quieres dejar de registrar en mis cajones?—pidió Blaine apuntándolos.
-¿Por qué?, ¿le ocultas algo a tu madre?...—quiso saber girando su cabeza y dándole una mirada por sobre su hombro.
-No, pero pareces una “Mamá Acosadora” y no quiero que te pilles con algo que te haga sonrojar o algo peor.
-¡Por favor!, a esta altura de mi vida, son pocas las cosas que me harían subir los colores—aseguro al Sra. Anderson, mientras abría el segundo cajón y sacaba camisetas de tres colores diferentes.
-Aun así… ¿podrías?... ¿por favor?—insistió Blaine poniéndose de pie un poco nervioso y ubicándose al lado de su Madre.
-¡Esta bien!—exclamo cerrando el tercer cajón—pretenderé que no vi nada… ¿a qué hora te irás?
-Debo recoger a Tina a las 7, así es que creo que como a las 6:30 me iré de aquí.
-Tu Papá me dijo que te dijera que te prestaba el auto.
-¿En serio?...
La Señora Anderson asintió con su cabeza sonriendo.
-¿O arrendaste una limusina?
-No, no tengo dinero para costear eso…
-¿Quieres que te preste?—dijo la Señora Anderson, obviando de nuevo la privacidad de su hijo y abriendo el cuarto cajón.
-No, no es necesario, además las limusinas son para los bailes más importantes, como el de graduación.
-Claro…para ese si quieres te financio…
-Esta bien… ¡Mamá!—exclamo apuntando su cuarto cajón.
-Ok…perdón…
-Gracias…
-Te confieso que estaba preocupada por ti y por tu reacción ante todo este asunto del baile, ¿no te han venido malos recuerdos?—quiso saber revolviéndole el cabello.
-No, bueno un poco, pero pensé que sería más…tal vez es que estoy madurando.
-Tal vez… ¡ay no!, siempre serás mi pequeñito cabeza de brócoli…—dijo la Señora Anderson revolviéndole más el cabello a su hijo.
-No puedo creer que aun me llames así, un sobrenombre como ese, es un pase directo al sicólogo infantil.
-¡Pero a ti te gustaba!, teníamos un baile y todo.
-OK, ahora si que me empiezo a preocupar…—dijo Blaine al ver que su Mamá comenzaba a bailar siguiendo un ritmo particular en su cabeza— ¡Mamá!
-Encontrare esa cinta, lo prometo…
-No es necesario que pongas una cinta humillante, me recuerdo muy bien de todo ese baile vegetal—dijo riendo y moviendo sus manos como si cantara la canción de las verduras y el brócoli en su mente.
-Me alegra que estés de mejor humor… ¿Cómo van las cosas con Kurt?
-Bien, bueno, hable con el hace dos días, según él aun no ha conocido a nadie, cosa que dudo, pero bueno…—dijo dando un suspiro.
-Tal vez, en efecto, no ha conocido a nadie…nadie le llega ni a los talones a mi hijo—advirtió su Madre, abriendo la puerta del armario.
-Gracias Mamá… ¿Mamá?
-¿Si?—dijo al tiempo que sacaba 4 corbatas diferentes y las probaba sobre las camisas y luego ambas sobre el traje.
-¿Crees que es posible que a alguien le…le gusten dos personas al mismo tiempo?
-¡Por supuesto que si!
-¿Si?...—pregunto uniéndose al escrutinio de la mejor combinación camisa/corbata/traje.
-¿Por qué me lo preguntas?... ¿te gusta alguien mas además de Kurt?
-No…
-¿Blaine?...
-No, de verdad era solo una pregunta retorica…no tiene nada que ver con la realidad.
-¿Y desde cuando le haces a tu Madre preguntas retoricas?, ¿no las resuelves siempre por internet?
-SI…bueno está bien…lo que pasa es que tengo una especie de “Crush” con alguien, pero da lo mismo porque él es “Straight” y nunca va a suceder nada, aunque lo intente.
-“¿Straight?”…¿no será Sam o sí?...
-Ok, eso fue espeluznantemente genial… ¿cómo puedes saber eso?
-Soy tu Madre, es mi trabajo saber todo de mis hijos.
-Pero esto era imposible que lo supieras…
-No lo sabía, pero tu cara y reacción me lo confirmaron—dijo dándole un toque en la nariz, con dos de las corbatas.
-¿Qué?, eso es hacer trampa…
-En el amor y en la Maternidad todo se vale…
-Eso es en el “Amor y en la Guerra”…—corrigió Blaine sintiéndose tan vulnerable como cuando tenía 6 años y cantaba la canción del brócoli.
-Bueno, cuando tengas hijos, veras que entre la guerra y la paternidad no hay mucha diferencia—apunto la Sra. Anderson escogiendo una corbata de moño que combinaba perfecto con el traje oscuro que vestiría Blaine— además soy tu Madre, he aprendido algunos trucos en estos años—agrego encogiendo un hombro, vanagloriándose de los trucos que tenia para obtener la “verdad” de sus hijos.
-¿No le dirás a nadie?...
-Por supuesto que no diré nada a nadie, mis labios están sellados—dijo haciendo el ademan de cerrarse la boca con un cierre zipper—puedes confiar en mi…ya deberías saberlo…
-Lo sé, gracias Mamá…
-¿Hablaras con él?
-¿Con quien?
-Con Sam…
-OK, pensé que solo te habías puesto melancólica recordando lo del brócoli, ahora con esto me confirma que estas completamente loca.
-¿Por qué?
-Mamá, como crees que voy a decir algo así…Sam es mi amigo, el único amigo que tengo, no arruinare nuestra relación hablando estupideces—respondió Blaine moviendo sus manos y rodeando su cama para terminar sentado en la silla roja del costado.
-Nunca califiques tus sentimientos como “Estupidez”, ¿de acuerdo?—advirtió la Señora Anderson tomándole la cara y sentándose en la cama para quedar frente a su hijo.
-No es que lo crea…es solo…
-Yo creo que si hablas directo con él y le cuentas como te sientes, te ayudara…
-¡Como es posible que algo así pueda ayudarme!—exclamo Blaine alzando sus manos y dejándolas caer sobre los brazos de la silla, produciendo un ruido como de bofetada.
-Te ayudara, ¡Oye!, escúchame—dijo la Sra. Anderson tomándole el mentón, al ver que Blaine hacia un gesto con su boca y un chasquido con su lengua, como evidenciando que aquello era lo mas estúpido a hacer—si te dice que “Si”, puedes comenzar algo tal vez con él, pero si te dice que “no”, podrás seguir adelante y dar por superado ese enamoramiento.
-…
-En cambio si sigues sin decir nada, preguntándote que podría pasar, o imaginándote cosas, terminaras por volverte loco.
-Mamá…
-Mira, cuando yo estaba en la escuela, estaba prendada de tu Padre desde el día en que lo vi, era tan guapo, tal y como Cooper—Blaine blanqueo sus ojos pensando que él nunca sería para su madre, ni para nadie tan atractivo como lo era su hermano mayor—cuando fue el baile de las chicas yo lo invite, me dijo que si de inmediato, casi me desmayo te lo juro—conto divertida haciendo el gesto de desvanecimiento.
-¿Esa fue su primera cita?
-Claro, la primera de muchas—respondió alzando y bajando sus cejas 5 veces seguidas—el asunto que esa noche me beso, y comenzamos a salir.
-Ok, pero ¿que tiene que ver eso con lo que me está pasando ahora?…—quiso saber Blaine al no encontrar relación entre la historia de su madre y su aflicción por sentir que le gustaban dos chicos a la vez.
-Bueno, cuando tu Padre se fue de intercambio a España…
-¡Espera!... ¿Papa se fue de intercambio?
-Así es, fue solo un mes, pero él le da mucha importancia, no le digas que te conté la verdad sobre su “intercambio a España”—dijo la Señora Anderson haciendo el gesto de las comillas con sus dedos—en fin, cuando se fue creí que me moriría, pero decidimos seguir la relación larga distancia, entonces fue cuando comencé asentirme atraída por Joseph, otro de los chicos de ultimo año, me sentía terrible porque creía que estaba engañando a tu padre y que le ocultaba algo cada vez que hablábamos, así es que lo que hice fue contarle a ambos lo que me estaba sucediendo y pude tomar una decisión. Joseph me dijo que yo no le gustaba, por lo tanto pude olvidar mi enamoramiento y tu Padre…bueno tu Padre me hizo una escena de celos que aun recuerdo, ¿le contaste a Kurt?
-Le conté…
-¿Y qué te dijo?... ¿se puso celoso, verdad?
-No…
-¿No?, ¿estás seguro?
-Sí, bueno me dijo algo como que esperaba que se me pasara pronto, pero no lo tome como celos, fue más…no se…
-Tal vez está destruyendo platos en este instante… por eso no te contesta…
Blaine soltó una risa negó con su cabeza.
-Pero algo te dijo, ¿o no?
-Nada, es decir se rio un poco de mi, pero entre líneas me dijo lo mismo que tu—explico Blaine echándose hacia atrás y mirando el techo.
-Las mentes brillantes pensamos igual—dijo la Sra. Anderson levantando una ceja y abriendo el cajón de la mesita de noche para comenzar a registrar el contenido y tomar las cosas que habían dentro—¿pensaras mi consejo entonces?
-¿Cuál?—pregunto Blaine tan echado en la silla que parecía que estaba a punto de caerse.
-¡El de hablar con Sam!...¿que pasa contigo?—advirtió su Madre desordenándole el pelo y hurgando mas en el cajón del velador.
-Lo intentare…me muero de vergüenza, pero lo intentare.
-Perfecto… ¿Qué es esto?...“Extra cherry lubr…”
-¡Oye!—exclamo Blaine cerrando su cajón y evitando por segundos que la mano de su madre quedara atrapada en el.
-Lo siento…—dijo encogiendo sus hombros y sonriendo nerviosa—cuando estés listo bajas y te tomo una foto conmigo, ¿de acuerdo?
-De acuerdo…gracias mamá…
-Por nada…cuando quieras—respondió la Sra. Anderson levantándose de la cama y dándole un beso en la frente.
-Pero sin registrar mis cajones… ¿de acuerdo?
-De acuerdo…