(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-¿Por qué estamos aquí?...
-Te lo dije…debo esperar un libro, el encargado me dijo que deben devolverlo antes de las 2 de hoy, así es que…
-¿Esperaremos hasta las dos?—pregunto Rachel dejando su café en el piso para consultar el reloj de su teléfono, haciendo luego un gesto de hastío máximo.
-¿Tienes algo que hacer?, o mejor dicho, ¿Brody tiene algo que hacer?—quiso saber devuelta Kurt poniendo caras.
-¿De que estas hablando?, Brody no define mi agenda…
-¡JA!—exclamo interrumpiendo
-Es verdad, tal vez lo habría hecho con la antigua Rachel, pero ahora, ahora todo es diferente…—afirmo la chica reafirmando sus dichos con un movimiento de sus manos.
-Si claro—insistió.
-¡Es Verdad!...tengo que reunirme con una chica que es de ultimo año, vi un cartel sobre el casting para su película y quede de reunirme con ella.
-Vaya, el triunfo en el “Showcase”, ahora una película, ¿No te me pondrás engreída? ¿O sí?
-No más que tú…—respondió dándole un empujón con su cuerpo.
-¿Y de que se trata?
-No los sé, pero el titulo es muy interesante, se llama “Vuelve conmigo Abuela, un viaje en el Alzheimer”
-¡UF!, súper interesante…oye…
-¿Si?
-¿Sam te parece atractivo?—pregunto Kurt dando un sorbo a su café.
-¿Sam?... ¿Sam, cuanto?
-Sam Evans…
-¿Sam Evans de Mckinley?
-Exacto…
-¿Por qué?
-Solo responde…
-OK…no me parece que sea feo, pero atractivo…no sé, es muy blanco para mi gusto…
-¿No te llama la atención?, ¿sus labios o su cuerpo por ejemplo?
-Aunque vi su cuerpo en el bar de strippers en el que trabajaba, diría que no… ¿Por qué?
-Por nada, solo curiosidad—advirtió Kurt frotándose las piernas por el frio que le producía esperar sentado en la escalera de piedra a la entrada de la biblioteca.
-Bien extraña tu curiosidad…ahora debo decirte algo…
-¿Qué cosa?
-Invite a Brody a vivir conmigo…
-¿Qué?..
-Eso, ya te dije el otro día que todo se trata de vivir el momento, y como él…
-¡Rachel!
-Aun no ha dicho nada pero como vive tan lejos y esta quedándose en la casa todo el tiempo, pensé que sería una buena solución…
-No sé qué decirte, creo que empezare a maldecir el día en que te hicimos este “Makeover”—dijo Kurt moviéndole el cabello con un manotazo.
-¡Kurt!
-Adam… ¡hola!… ¿como estas?
-Bien, ¿y tú?, ¿qué tal el “Mash-up” que te encargue?
-Estoy trabajando en el, pero creo que estoy falto de inspiración.
Rachel miraba al recién llegado y a Kurt sin entender muy bien que pasaba, y solo se remitía a beber y beber y café.
-No puedo creer eso…mira—dijo Adam sacando de su bolso un libro viejo y maltratado—es lo que leo cuando me encuentro falto de inspiración o de sensibilidad artística.
-Gracias…—dijo Kurt tomándolo y analizando la portada, lomo y contraportada del libro—“Letters to a Young Poet”—leyó en voz baja.
-Te ayudara estoy seguro de ello—insistió el chico apuntándolo.
-¿Siempre lo traes contigo?
-Casi siempre…
-¿Buscas gente falta de inspiración a quien salvar entonces?—´pregunto Kurt sonriendo coqueto.
Rachel hizo un ruido como si estuviese resfriada y necesitara despejar su garganta.
-¡Ay!... ¡Lo siento!—exclamo dándole una mirada a su amiga—Adam, esta mi amiga y compañera de cuarto, Rachel Berry, Rachel él es Adam, director, fundador y creador de “The Adam’s Apples”—agrego Kurt con una gran sonrisa y poniendo solemnidad a sus palabras, casi como si le presentara al Secretario del Tesoro.
-¡Oh!...gusto en conocerte—dijo la chica estrechándole la mano sorprendida—no eres como te imaginaba, para nada.
-¿Por qué?, ¿por lo que te ha contado Kurt de mi?...
-No…él no ha dicho nada de ti en realidad, lo digo por las muchas leyendas sobre quién y quienes integran ese grupo coral y ninguna de ellas te hace justicia, debo decir, ¿quieres café?—explico Rachel al tiempo que ofrecía el café extra que cargaba para Brody.
-No, gracias, debo irme, tengo un curso que calificar y juzgar, la mejor parte de ser un Asistente de Maestro.
Kurt rio como si hubiese escuchado a Jay Leno, decir el mejor chiste de su vida.
-Entonces Kurt… ¿hoy a las ocho?—pregunto finalmente Adam arreglándose el gorro que llevaba puesto.
-Por supuesto, nos vemos allá…
-Perfecto… ¡Adiós!, gusto en conocerte Rachel…
-¡Igualmente!...—grito la chica haciendo un gesto con su vaso.
Kurt miro a Rachel como esperando la reacción que tendría su amiga frente a su decisión de integrarse de todas formas al coro y de que además tendrá una cita con el director, fundador y creador de “The Adam’s Apples”
-¡OH POR DIOS!—grito poniéndose de pie
-Rachel…
-¡OH POR DIOS! ¡OH POR DIOS!....—insistió mientras aplaudía rápido a la altura de su pecho.
-¿Quieres calmarte?
-¡OH POR DIOS!...Kurt, es increíblemente guapo y te lo aseguro esta totalmente loco por ti—exclamo Rachel dejando los aplausos y poniéndose la mano en el pecho en señal de emoción máxima
-Rachel…
-Es verdad, en mi posición total y absolutamente imparcial pude ver cómo te miraba… ¡Kurt esto es fantástico!, ¿Qué libro te presto?—pregunto volviendo a sentarse a su lado
Kurt le enseño la portada del libro y Rachel leyó en voz baja el titulo y el autor.
-He escuchado de el, al parecer es súper motivacional….¡Esto es tan excitante!, y su acento…¿podemos hablar de su acento?…Kurt, tienes que seguir adelante con esto, ¡imagínate!, ambos con nuestros novios paseando por New York—propuso Rachel mientras estiraba su mano como si la ciudad de New York estuviera frente a ella
-¿Novio?...tengo la sensación que estas pensando y actuando a la velocidad de la luz últimamente
-Es esta ciudad, se mueve rápido y no para, dime que asistirás a la cita esta noche—dijo Rachel apuntándolo
-Asistiré, no soy de los que deja plantado, es solo que…
-Kurt no empieces, Blaine es parte de tu pasado, ya deberías olvidarte de él.
-¿Cómo podría olvidarlo?, es mi mejor amigo en el mundo y…tengo en mi cabeza todo lo que vivimos juntos y también lo que viviríamos en el futuro.


Abril de 2019

-¿Qué haremos con esta habitación?—pregunto Kurt mirando a su alrededor mientras le quitaba la envoltura protectora a uno de los cuadros y procedía a colgarlo.
-Me encanta esa foto…
-A mi igual, pero… ¿no crees y deberíamos actualizarla?
-¿Actualizarla?—dijo Blaine parándose detrás de él y abrazándolo a la altura de la cintura.
-Claro, si bien ambos nos vemos despampanantes, creo que falta Henry en medio de nosotros—respondió Kurt apuntando la foto en blanco y negro donde aparecían ambos como si estuviesen bailando un tema extremadamente romántico.
-Tienes razón—afirmo besándole el cuello—aunque eso, nos forzaría a actualizarla cada vez que tengamos otro hijo.
Kurt esbozo una pequeña sonrisa al escuchar a Blaine hablar de tener más hijos sin que fuera él quien pusiera el tema en el tapete.
-¿Mas hijos?—pregunto volteándose y envolviéndole el cuello con sus brazos.
-Sí, ¿Por qué me miras así?, ¿te sorprende acaso?
-Un poco… ¿Cuántos mas si puedo preguntar?—agrego acariciándole el pelo.
-¿Una docena más?—respondió sonriendo de la manera celestial que hacía que Kurt quisiera tener 20 hijos como él.
-¿En serio?
-Por supuesto, todo es más barato por docena…
-¿De verdad lo crees o estas citando la película más mala de Steve Martin?
-No lo sé, es solo que estamos en un momento excelente de nuestras vidas, y creo que traer más gente a esta casa a compartir todo eso, es lo que hay que hacer ¿no crees?
-Lo creo, pero no una docena…
-Ok…—dijo dándole un beso.
-Pero si uno o dos más, podremos al menos darle un uso a cada uno de los cuartos, empezando por este.
-Da lo mismo lo que hagamos con este…total, ya lo “inauguramos” que es lo importante—le murmuro Blaine cerca del oído.
-Lo sé…—dijo dándole un beso y zafándose de sus brazos para continuar con el orden — ¿Quedo derecho el cuadro?—agrego soltando un suspiro al recordar lo que había sucedido en aquella habitación hacia dos días.
-Está perfecto…
-¿Seguro?—insistió Kurt, retrocediendo unos pasos para ratificar si lo que decía Blaine era verdad.
-¿Ves?, ¿Me crees ahora?—respondió este, al ver que Kurt comprobaba que lo que el decía era cierto.
-¿Cuándo traerán el resto de nuestras cosas?—pregunto sentándose encima de dos cajas apiladas y que decían “cosas de Blaine”
-La persona dijo que traería lo demás mañana y el viernes.
-Creo que no terminaremos de ordenar nunca.
-Bueno, tu dijiste que este era el departamento para el resto de nuestra vida, por lo tanto tenemos el resto de nuestra vida para arreglarlo—dijo Blaine mientras abría otra de las cajas que decía “libros”
-Lo sé, pero es abrumador todo el trabajo que nos espera.
-Podemos organizar una fiesta del orden o algo así—propuso Blaine mientras comenzaba a sacar los libros de la caja y los ubicaba en el estante al lado de la ventana.
-¿Cómo crees que una fiesta nos ayudara a ordenar?, conociendo a nuestros amigos, solo producirá lo contario—opino Kurt bajándose de las cajas de un salto para comenzar a ordenar libros también.
-Bueno, a lo que me refería no era a una fiesta “FIESTA”…sino a una reunión donde nuestros amigos nos ayuden a ordenar y a desempacar cajas, podemos pedirle a Burt y Carol que vengan también—dijo Blaine apuntándolo con dos primeras ediciones de Gerald Astor
Kurt hizo una mueca torcida, evidenciando que la idea de la “no fiesta FIESTA”, solo contribuiría al desorden.
-¿No te convence?, ¿verdad?—pregunto Blaine ojeando uno de los libros antes de ponerlo en su lugar.
-No, si es una buena idea…
-Pero…
- Hace tiempo y no hacías eso—dijo Kurt reordenando los libros que Blaine ya había ubicado.
-Hace tiempo y no me dabas la oportunidad de hacerlo.
-El asunto es que esta es nuestra casa y no quisiera que otras manos decidieran donde vamos a poner esto o aquello.
-OK…—respondió Blaine sonriendo y tomando 6 libros a la vez.
-“¿OK?”…¿seguro?
-Sí, si no quieres “otras manos” en nuestra casa, está bien, no hay problema.
-¿De verdad?
-Por supuesto, ¿Por qué?
-Porque acabo de escucharla en mi cabeza y es una exigencia estúpida, es decir sé que siempre tengo la razón—Blaine soltó una risa entre resignado y divertido, pensando que aquello estaba lejos de ser verdad—pero esto es estúpido.
-Si es tan estúpido, ¿Por qué lo mencionas entonces?—afirmo Blaine desarmando la caja ya vacía y poniéndola en un rincón.
-Porque pensé que me darías un poco de batalla y eso conduciría a una pelea y a la posterior reconciliación sexual y salvaje.
-¡¿Qué?!...¡Kurt!
-¡Que!, no te pondrás puritano conmigo a esta altura de nuestras vidas, ¿o sí?
-No…pero…
-¡Es la verdad!—exclamó cambiando dos libros de lugar.
-Bueno, en ese caso, sabes que no necesitas pelear para obtener aquello sexual y… ¿salvaje?, ¿dijiste?—acoto Blaine abriendo la segunda de una pila de cuatro cajas etiquetadas con la palabra “Libros”
-Ciertamente…—opino Kurt dándole una mirada por sobre el hombro mientras volvía a sentarse donde estaba antes—pero luego de una pelea, todo se disfruta más… ¿no crees?
-¿Quieres que peleemos Kurt Hummel-Anderson?—pregunto Blaine, tirando un par de libros de vuelta en la caja y acercándosele—porque si es así…—agrego separándole las piernas y ubicándose entre ellas—se me ocurren muchas cosas que te harían enojar.
-¿Si?, ¿Cómo cuales?—respondió Kurt abrazándole el cuello.
-Por ejemplo, sacarme esta goma de mascara de la boca y pegarla debajo de esta repisa…o podría correr a la cocina, abrir el gabinete de los pocillos y confundir los del cereal, con los de la ensalada y con los de la sopa—termino por decir Blaine tan cerca de la cara de Kurt que este creyó que le tragaría la nariz.
-No se atrevería Señor Anderson-Hummel…
-¿No?...—dijo dando dos pasos hacia atrás.
-¡Blaine!...
-Tendrás que detenerme…—insistió levantando sus manos y retrocediendo otros tantos pasos.
-¡Oye!—exclamo bajándose de las cajas al ver que Blaine comenzaba a retroceder más rápido.
Al llegar al umbral de la puerta de la habitación, Blaine dio una vuelta y comenzó a correr por el pasillo, Kurt lo siguió al mismo ritmo y no lo alcanzo sino hasta la cocina.
-Blaine, acabaras por provocarme más que un disgusto—advirtió Kurt al verlo que abría el gabinete y tomaba tres pocillos en cada mano.
-¿De verdad?, ¿eso es lo que querías o no?—dijo poniendo tres de las piezas en mueble central y comenzando a mezclarlas como si de un naipe se tratase, miro a Kurt y levanto una ceja desafiante.
-No reclames si tú cereal sabe a ajo mañana en la mañana—advirtió Kurt apuntándolo y acercándosele.
Al ver que Kurt se acercaba a él por uno de los costados, Blaine tomo dos de los recipientes y corrió con ellos al otro extremo de la cocina, riendo sin parar, Kurt hizo un movimiento en falso y le hizo creer que tomaría la derecha, cuando en realidad consiguió llegar a él tomando la izquierda, lo tomo de la cintura y comenzó a hacerle cosquillas en la panza con una mano y con la otra trato de quitarle uno de los pocillos. Blaine rio con más fuerza y con el forcejeo para evitar que se los quitara, dejo caer a piso la loza que cargaba.
-¡Acabas de romper dos piezas irremplazables!
-Lo siento…—dijo riendo.
-Adema despertaras a Henry con toda esta locura—advirtió poniéndole sus manos en la cadera.
Blaine sonrió mordiéndose el labio inferior, con sus manos le tomo la cara y lo beso haciéndolo retroceder unos pasos hasta chocar con el lavaplatos, las piezas de los pocillos quebrados sonaron bajo sus zapatos.
-¿Sabes lo que deberíamos estar haciendo, en vez de preocuparnos por ordenar?—pregunto Blaine volviendo a besarlo y moviéndose junto a él como si se equilibraran en una tabla sobre un charco
-¿Qué cosa?—quiso saber Kurt mientras le recorría la espalda con ambas manos, desde el cuello hasta el trasero.
-Deberíamos de continuar nuestro ritual de inauguración…
-Esta nuestro hijo en la casa, ¿no crees…?... ¡por Dios!—dijo Kurt en un suspiro al sentir la suntuosa lengua de Blaine sobre su cuello y oreja— ¿no crees que sería inapropiado?
-Está durmiendo, ¿o no?—respondió desabotonándole la camisa.
-Blaine…
-Estoy seguro que está durmiendo…además solo nos falta la cocina y el futuro estudio de grabación…—dijo Blaine agitándose y ciñendo mas su cuerpo al de Kurt.
-¿Solo esas dos?...creí que…creí…que nos faltaban mas.
-Podemos agregar el piano si quieres cuando lo traigan el sábado…—propuso Blaine tomando a Kurt de la cintura y sentándolo sobre el fregadero.
-Esto es muy “Atracción fatal”…. —dijo sonriendo y moviendo su cabeza hacia un lado para hacer espacio a la cabeza de Blaine a sus labios y a su lengua.
-¿Quieres cocinar un conejo también?—pregunto entre risas, sintiendo su corazón tan agitado como el de Kurt.
-No, pero…podría pensar lo del elevador, “Señor Gallagher”…—respondió hundiendo sus manos más abajo del ombligo y de lo que el pudor recomendaba.
-¿Qué dices esposo?...continuamos con esto o posponemos el resto de la inauguración para cuando Henry este con tu Papá—pregunto Blaine desatando el cinturón de Kurt produciendo un ruido metálico cuando la hebilla toco el fregadero.
-Continua por favor…—pidió Kurt desbordando deseo.
Blaine lo miro un segundo y continuo con los besos en el cuello, Kurt creyó sentir que uno de los besos se convertía en un mordisco a la altura de su mandíbula y soltó un quejido grave y gozoso .Con una de sus manos, movió la llave del agua hacia un costado y se acomodo como pudo en el hueco del lavaplatos. Blaine le sonrió en los labios al sentir que sus piernas le abrazaban la cintura.
-¿Estas incomodo?—le susurro en el oído mientras se quitaba los pantalones una pierna por vez.
-Un poco, pero da lo mismo, da lo mismo—repitió como una grabación a alta velocidad al tiempo que le quitaba la camiseta.
Blaine se aparto de él y sin recordar que el bebé dormía dos habitaciones más allá, con sus manos boto todo lo que había sobre el mueble central de la cocina, un ruido interminable de platos, ollas y utensilios lleno toda la casa.
-¡Blaine!—dijo Kurt de manera ahogada tapándose la boca con una de sus manos.
-¡Ups!...olvide a Henry, lo siento—respondió en el mismo tono y encogiéndose de hombros.
Se acerco de nuevo a Kurt y ambos se quedaron en silencio escuchando por si Henry despertaba.
-¡Dios bendiga el sueño interminable de los bebés!—exclamo Kurt volviendo de nuevo a abrazarle la cintura con sus piernas, Blaine lo tomo del trasero y lo cargo desde el lavaplatos hasta el mueble acostándolo sobre él. Kurt se acomodo un resto y recibió a Blaine sobre él complacido y entusiasmado, pensó que deberían haber elegido un departamento aun mas grande, así el número de habitaciones sería interminable.


-Kurt, yo también me sentía así con respecto a Finn, el también era mi amigo, pero ya ves como se encuentran otros, ¿como yo pude olvidarlo del todo?
-Tal vez porque tú y él no eran tan amigos como crees, me siento pésimo no contándole esto—dijo Kurt apuntando al libro que le diera Adam y a el mismo, como si la relación fuese con el texto y no con el chico Ingles.
-¡Cuéntale entonces!
-No puedo, pienso que puedo herirlo si le cuento algo así, el aún…
-¿Está enamorado de ti?, ¡Kurt ese es su problema no el tuyo!
-Vaya si eres solidaria…—dijo Kurt desviando su mirada a la entrada de la biblioteca.
-Kurt, debes seguir adelante, ¿no era prioritario para ti que tú consiguieras novio antes que él?, dijiste que morirías si él lo hacía antes.
-Adam no es mi novio…
-Entonces de que te preocupas…—insistió la chica entornando sus ojos como perdiendo la paciencia—te estás contradiciendo a ti mismo—agrego cruzándose de brazos y frunciendo el ceño—solo habla con Blaine, y cuando te pregunte si conociste a alguien le dices que sí, que están saliendo, ¡Fin de la historia!—dijo moviendo sus brazos como dando fin a la historia.
-Ya me lo pregunto el otro día…
-¿Y?...
-Le dije que no…
-¡KURT!
-No puedo decirle algo así…
-Si quieres se lo cuento yo…
-No, no, no, no…
-¿Por qué no?, que sabes tú lo que está haciendo él en Lima, tal vez ya conoció a alguien y te olvido… ¡Así!—sentencio Rachel chasqueando sus dedos.
-Eso…—dijo Kurt poniéndose pie y arreglando su bolso—eso es algo que, primero, tú no sabes y segundo…segundo tú no sabes al dedillo todo lo que he vivido con Blaine, como amigo, como novio, fue una gran historia como para tirarla al basura.
-Kurt, tu lo dijiste, esa fue tu historia con Blaine, ahora debes pensar en que tal vez debieras comenzar a escribir una nueva con este chico Adam, por ejemplo.
-Mira…creo que ya llego el libro que estoy esperando, ¿no tenias una audición a la que asistir?...—dijo Kurt alejándose molesto.
-Kurt…
-Nos vemos en el departamento—termino por decir agitando su mano y alejándose hacia la biblioteca.

Kurt se paseaba de un lado a otro por la West 42nd St. en las afueras del “AMC Empire 25”, el cine en el que se había quedado de juntar con Adam para ver “Le Misérables”. Ya llevaba 10 minutos de retraso y ya se había resignado a que lo dejarían plantado, sentía que nada le estaba saliendo bien, había discutido con Rachel y quería de todas formas aprovechar su “soltería” en New York, pero hiciera lo que hiciera solo podía pensar en Blaine, en como tomaría su cita si se enteraba y en las expectativas que tenían ambos con esta película desde el primer día en que la prensa había hablado de su realización. Sabía que Blaine no estaba con nadie como había dicho Rachel, solo tenía ese ridículo enamoramiento por Sam que no tenía por donde convertirse en algo serio, se sintió mal y contrariado, casi como si lo estuviese engañando de manera descarada. Hizo un movimiento con su cabeza como si espantara una mosca, tratando con ello de disipar todos sus pensamientos y de concentrase en cambio, en lo de “seguir adelante”
- 5 minutos más…—dijo en voz baja chequeando su teléfono y mirando a todos lados.
-¡Kurt!...hola, lo siento, problemas con el subterráneo…
-Hola Adam…pensé que no vendrías.
-No, como te digo, problemas con el tren, discúlpame ¿sí?
-No te preocupes, bueno, perdimos el comienzo de la película, pero podemos ingresar de todos modos—dijo Kurt, haciendo el ademan de entrar al teatro.
-Oye…—dijo Adam tomándolo de un brazo.
Kurt lo miro y luego miro la mano de este sobre su brazo, sintió un poco de cosquillas en la panza que terminaron por ponerlo nervioso y lo llevaron a sonrojarse.
-¿No quieres mejor ir a otro lugar?, aquí claramente no podremos ni hablar…”The West Bank Café” esta menos de dos minutos…¿Qué te parece?
-Claro…—respondió Kurt, sintiendo una sed repentina y resignándose a la idea de no ver la película.

-Este lugar es muy bonito—opino Kurt sentándose a la mesa que les indico el mesero.
-¿No lo conocías?, no puedo creer que un estudiante obsesionado con Broadway, no visitara este barrio lleno de cafés, teatros y librerías.
-Bueno, la verdad es que he estado ocupado, todo ha sido bastante abrumador desde que llegue, así es que he tenido poco tiempo para conocer.
-¿No conocías New York?... Gracias—dijo recibiendo la carta.
-Si, vine en el verano, me hospede en plaza… Gracias—repitió Kurt a recibir la suya.
-¡Wow!, ¿El Plaza?...eso sí que es primera clase, ¿viniste solo?
-No…vine…—Kurt busco la excusa de poner su servilleta en el regazo para bajar la vista y silenciarse unos cuantos segundos, recordó a alta velocidad todo lo vivido con Blaine en el pasado verano.
-OK, entendí…—dijo Adam ocultándose tras la carta.
-No… mira, no es algo a ocultar, vine con mi novio de entonces, el preparo un par de semanas espectaculares, creo que siempre las recordare…lo siento.
-¿Por qué?, tal y como con el Plié, intentémoslo de nuevo, Kurt, ¿conocías New York?
Kurt sonrió como lo hizo en el salón de clases de Baile.
-Sí, si lo conocía, vine el verano pasado y conocí lo mas que pude.
-Excelente…
-¿Qué vas a ordenar?—pregunto leyendo su carta.
-Pues lo que me mas me gusta, “Truffle ‘Mac-n-Cheese”
-“¿Truffle?”, ¿de verdad le ponen trufas al Macarrón con queso?
-No…
-¿Entonces porque lo llaman a así?
-Tiene aceite de Trufa Blanca, por ello su nombre, lo dice la carta, justo aquí—dijo apuntando.
-Algo tiene entonces…—dijo Kurt bebiendo de su agua y sintiéndose un poco estúpido, casi ignorante.
-¿Qué ordenaras tu?—pregunto esta vez Adam dejando su carta a un lado y cruzándose de manos sobre el plato base.
-No lo sé… —respondió releyendo.
-Toda la comida es espectacular aquí…
-¿Vienes seguido?
-Sí, tengo unos asuntos en este barrio, así es que vengo seguido.
-“¿Asuntos?”—pregunto Kurt pensando que tenia la confianza con Adam para exigir explicaciones.
Adam hizo un gesto con su cabeza como mirando hacia un lado.
-Lo siento, no quiero…
-No está bien, pero no esperarás que te cuente todo en la primera cita… ¿O sí?—dijo Adam repitiendo el gesto.
-No, por supuesto que no, disculpa…—dijo Kurt moviendo una de sus manos.
-Está bien, ¿eres curioso desde siempre o solo en las primeras citas?
-Desde siempre, tengo una obsesión por saberlo todo, asumo que es la inseguridad de querer tener todo bajo control, lo siento, de verdad.
-Bueno eso es normal a tu edad, la inseguridad, los celos, se van disipando cuando creces, en este caso, será cuando nos conozcamos mas.


Febrero de 2012

-¿Quieres sentarte?
-¿Qué?—pregunto Kurt dándose media vuelta en medio de la segunda corrida de asientos de la consulta del oftalmólogo.
-Que te sientes, tengo visión unidimensional, pero aun así, me estas mareando–dijo Blaine tocándose la frente.
-Exagerado…—murmuro Kurt, mientras manipulaba la maqueta de un ojo que había sobre uno de los estantes.
-Es la verdad, además estas molestando al resto de la gente, mira a ese pobre bebé, terminara con tortícolis—insistió apuntando a un bebé que estaba en frente de ellos, sentado en la silla para auto y que no tenía idea lo que era padecer tortícolis.
-¿Cuál bebé?
-Ese…
-No es mi problema no es nuestro bebé…
-“¿Nuestro?”...”¿Bebé?”
-Tranquilo, no quiero concebir uno en este instante, además…creo que esta nerviosos porque cree que TÚ eres un pirata que los secuestrará y lo hará caminar por la rampa—respondió Kurt bajando su voz a medida que se acercaba a Blaine.
-En cualquier caso…Siéntate, ¿por favor?—pidió dando dos golpes a la silla junto a él.
-Está bien…—asintió Kurt de mala gana y sentándose de un solo golpe.
-¿Por qué estas tan inquieto?, mira la ultima VOGUE—indico entregándole una revista.
-Esta es de hace dos años, mira el cabello de Victoria Beckham, aun luce como el de alguien normal lo mismo que su cuerpo.
-Claro, olvide que conoces todas las portadas…
-Igual que tu, no te hagas el que no…—dijo Kurt dándole un golpecito en las rodillas con la revista enrollada.
-¿Por qué estas tan inquieto?, insisto.
-No me gustan las oficinas de los doctores, cada vez que he visitado una todo termina en tragedia, siento que pierdo el control de la situación en cuanto entro….además siempre siguen el mismo patrón, mira este color, es deprímete.
-Se supone y debería ser relajante…
-¡Muy bien Brad Pitt!, es deprimente y punto—insistió ojeando la revista de todos modos—¿Por qué tienes que hacerte este examen?
-No es un examen, es una revisión de rutina.
-¿Por qué tienes que hacerte esta revisión de rutina?
-Porque después de la operación hay que ver como quedo todo y si necesito mas reposo…pero te prometo que estaré como nuevo para San Valentín—se adelanto en decir Blaine al ver que Kurt se disponía decir el discurso de que no era posible que se perdieran la fiesta de Sugar y el Primer día de San Valentín como pareja.
-¿Si?
-Sí, ayer me quite el parche para comprobarlo—dijo Blaine sonriendo como si hubiera hecho una trampa exitosa en un examen.
-¡BLAINE!—exclamo Kurt golpeando la revista en su regazo produciendo con ello un ruido tan fuerte que termino por asustar al bebé de la presunta tortícolis.
-¡Shhhhhh!...—dijo Blaine poniendo su dedo en la boca, haciendo el gesto de silencio.
-¿Cómo que te sacaste el parche?—pregunto Kurt disgustado y volviendo al tono de voz normal que se espera en una consulta médica.
-Fue solo una espiadita, me lo levante y pude ver todo a mi alrededor, lo que es bastante bueno…
-No estoy feliz en relación a todo esto, te lo advierto…
-OK…
-¿Crees que te recetaran anteojos?
-¿Anteojos?—dijo Blaine como si aquello fuera lo peor del mundo
-Si… ¿tienes algún problema con eso?
-No…solo espero y tú no tengas problemas con tener un novio “cuatro ojos”.
-Te amaría aunque tuvieses seis ojos, siempre y cuando todos tengan las pestañas de los dos que tienes—aseguró Kurt sonriendo tras la revista.
-Eso fue muy dulce…gracias—respondió Blaine apoyando su cabeza en el hombro de Kurt—y gracias también por acompañarme.
-Por nada, tu Mamá fue súper extra amable al pedírmelo, creo que no tenía idea que lo habría hecho de cualquier forma.
-Bueno, creo que fue súper extra amable porque estaba más que aliviada de que la liberaras de todo esto.
-Blaine tu Mamá no…
-¡Blaine Anderson!—dijo una asistente, vestida de color verde pastel, con una ficha en su mano.
-Sí, soy yo…—respondió levantándose acompañado de Kurt.
-Buenas tardes…
-Buenas tardes— dijeron ambos.
-El Doctor Kenneth Miller, te atenderá enseguida—dijo la asistente abriendo la puerta de la lúgubre oficina del oftalmólogo—pasa siéntate…
-¿El puede entrar conmigo?, esta acompañándome…—pregunto Blaine apuntando a Kurt y poniendo el tono de voz de un niño de Tercer grado que pide permiso para ir al baño.
-Por supuesto…
-Mira, más ojos…—dijo Kurt señalando el estante tras el escritorio del doctor.
-Mejor y no los toques—pidió Blaine acomodándose en la silla del rincón.
-Buenas tardes… ¿Blaine?...—pregunto el doctor llegando a la oficina y consultando la ficha—¿eres tú?
-No, mi nombre es Kurt Hummel, creo que a quien busca es al joven del parche allá en el rincón
Blaine hizo una seña como de saludo.
-Claro, el chico de la córnea rayada…—recordó el Doctor dejando la tabla sobre el escritorio y sentándose en un piso redondo con ruedas. Como si fuera un medio de transporte, el Doctor Kenneth Miller, se desplazo desde el escritorio hasta el otro extremo de la consulta donde se encontraba Blaine—¿Cómo te has sentido?
-Bien…
-¿No has tenido molestias?—pregunto desplazándose de nuevo, esta vez hacia el gabinete de un costado de la puerta, lo abrió y saco un pequeño riñón metálico, unas tijeras, dos hisopos como de bebé y una botella de agua estéril.
-¿Molestias?
-Claro…punzadas, tirantes por ejemplo o como si tuvieras una pequeña piedrecita en el ojo—explico el doctor describiendo una piedra diminuta con dos de sus dedos.
-No, nada de eso…
-No ha querido hacer reposo eso si…—advirtió Kurt desde la penumbra, sentado en la silla de los acompañantes con las piernas cruzadas y sus manos sobre las rodillas.
-¿Eso es cierto señor Anderson?—pregunto mientras se ponía unos guantes de látex y quebraba la punta de la botella de agua, vertiendo el contenido en el recipiente dispuesto para ello.
-No, no es verdad…
-¡Si lo es!—exclamo Kurt.
-¡No, no lo es!, he estado reposando lo suficiente, Doctor Miller.
-Eso espero y por favor llámame Kenneth, ¿no soy tan viejo?, ¿o sí?
-No…—respondió Blaine sonriendo.
Kurt hizo un movimiento como si fuera un perro que detecta un temblor antes que los instrumentos.
-Ahora, voy a aplicar un poco de esta solución alrededor de tu parche para que cuando remueva las cintas no sientas incomodidad.
-Gracias…—dijo Blaine sintiéndose súper especial.
Kurt pudo advertir la complacencia de su novio a pesar de la poca luz de la oficina, respondió a ella levantando una ceja.
-Por nada, es mi deber cuidar de estos preciosos ojos, asumiendo que ambos tienen estas pestañas que parecen dibujadas a mano por Walt Disney.
Blaine no dijo nada y solo rio un tanto coqueto. Kurt cambio de posición en la silla y agudizo sus ojos para advertir cualquier movimiento del “Doctor Acosador” y estar preparado para pegarle una patada al “piso móvil” con el que recorría toda su oficina y apartarlo así de Blaine, pero solo atino a carraspear unas cuatro veces.
-¿Sucede algo?—pregunto el oftalmólogo, dándole una mirada por sobre los lentes que usaba.
-Nada…solo el aire que está un poco pesado, ¿no cree?
-No…—dijo volteándose hacia Blaine—¿Viste?, te quite el parche y ni lo notase—agrego el doctor Miller, moviéndose sobre su “piso móvil” y desecando el parche, el protector plástico y todos los elementos que había utilizado.
-¿Ya puedo abrir el ojo?—Pregunto Blaine que esperaba echado hacia tras y con sus manos cruzadas sobre el pecho.
-Puedes abrirlo…
-¿Estás bien Blaine?—pregunto Kurt poniéndose de pie.
-Bien…pero…
-Pero que…—quiso saber el doctor, tomando el oftalmoscopio.
-No sé, veo un poco borroso—respondió moviendo su mano en frente de él, como si tratase de disipar una nube que le impedía ver con claridad.
-¿Qué?... ¿borroso?...¿y eso es normal?—pregunto Kurt mas que nervioso.
-Es normal, has tenido el ojo tapado casi dos semanas, ven te voy a examinar—dijo el doctor tomando a Blaine de la mano y después de los hombros para llevarlo al Oftalmometro, pon tu mentón aquí y no pestañees—indico.
Blaine siguió las instrucciones y se quedo quieto mientras le examinaban el ojo derecho.
-Todo luce perfecto, por lo tato es solo…—comenzó a explicar moviendo el instrumento y acercándose a Blaine con el Oftalmoscopio— la consecuencia de tener el ojo tapado—agrego.
Kurt advirtió que el doctor le ponía una mano en la pierna.
-Perfecto, tendrás que usar el parche un par de días mas y aplicarte estas gotas tres veces al día, por 5 días ¿tienes quien lo haga por ti?—dijo el doctor al tiempo que le ponía otro parche, esta vez como de villano de Tarantino.
-Sí, si tiene…—dijo Kurt de manera parca.
-Espectacular… entonces, gusto en conocerte Blaine y trata de mantenerte alejado de los pleitos que puedan dañar tu ojo.
-¿Tengo que volver, después de lo de las gotas?—pregunto meneando el frasco del medicamento.
-No, por supuesto que no, ¿no escuchaste al doctor? No dijo nada sobre volver—intervino Kurt arreglandole el pelo alrededor del parche.
-Así es, no te preocupes, recupérate…—dijo Kenneth estirando su mano.
-Gracias…–respondió Blaine estirando la suya.
-Muchas gracias y adiós—termino por decir Kurt tomando a Blaine de la mano y prácticamente arrastrándolo fuera de la consulta dejando ambos con la mano estirada.
-Eso fue grosero…bastante en realidad.
Kurt no respondió nada y solo se limito a abrir la puerta vidriada de la clínica “Westerville Eyecare”, en el pequeño centro comercial en las afueras del mismo Westerville.
-¿Kurt?
-¿Qué?
-Ni siquiera me dejaste despedirme del doctor…
-Dijo “adiós”, ¿no escuchaste al “Sexytalmologo”?
-¿Qué?—pregunto sonriendo mientras se dirigían al estacionamiento.
-Eso, ni me imagino cómo se aprovecho de ti cuando viniste ese mismo día del accidente, todo magullado y vulnerable… ¿Quién tiene las llaves?—pregunto llegando al auto
-Las tienes…—dijo Blaine metiéndole la mano en el bolsillo de atrás del pantalón— tu…—agrego entregándoselas— además, ese día me llevaron a la sala de urgencia del Lima Memorial…¡tú estabas allí!—exclamo Blaine mientras rodeaba el auto.
-Verdad…tienes razón…aun así, estoy seguro que desde ese día te echo el ojo.
-Pero él no trabaja en el hospital, Kurt, ¿de qué etas hablando?, ¿estás celoso?
-Si…—respondió sin pudor alguno, dándole una mirada antes de subirse al auto.
Blaine se quedo entre sonriendo y murmurando, un tanto descolocado, pero sintiéndose raramente halagado.
-Kurt…—dijo subiéndose al auto, ¿por qué?
-Tengo que responder a eso, ¿”Señor pestañas dibujadas por Walt Disney”?
-¿Qué? ¿quien dijo es?
-¡El Doctor acosador!, ¿no escuchaste nada de lo que te dijo?... ¡si hasta te puso la mano en la pierna cuando te estaba examinando!... ya tengo suficiente con lidiar con Sebastián como para que otro quiera robarte de mi lado…—dijo tratando de poner la llave en el encendido.
-Kurt, no me di cuenta ni me importa…
-Por favor, te vi como ponías esa sonrisa irresistible que tienes…—respondió poniendo su mentón sobre una de sus manos y mirando por la ventana.
-Kurt, no tienes nada de qué preocuparte, son solo coqueteos inocentes.
-¿Inocentes?...pues para ti lo serán, el otro debe estar pensando “Al fin Pestañas Anderson dormirá conmigo”—dijo Kurt poniendo la voz de un retrasado mental.
-Pero es problema de él…a mi no importa y lo que tu deberías de pensar que después de todo, al final del día con quien me voy a la cama es contigo…
Kurt sonrió tras sus dedos y cambio su mirada fría por una llena de amor.
-Lo siento…—dijo poniendo ambas manos sobre el volante y encogiendo sus hombros— es solo que me gustas mucho.
-Está bien… tu también me gustas mucho…—respondió Blaine acariciándole el pelo y una pierna—¿Ponemos al Doctor Kenneth Miller en nuestra lista de enemigos mortales?
-Me parecería bien—respondió soltando una risa—porque básicamente lo que quiero es arrancarle los ojos y ponerlos en el estante ese que tenia tras su escritorio de los años 20.
-OK…
-¿Te sientes bien?—dijo moviéndose sobre el asiento para quedar frente a frente con su novio de las pestañas de ensueño
-Muy bien…
-¿No estás enojado?—pregunto haciendo una mueca que haría el bebe de la sala de espera.
-No… ¿tu?, parece que me perderé de todas formas la fiesta de Sugar.
-Da lo mismo, podemos tener nuestra propia fiesta, es nuestro primer San Valentín, aunque estuvieras en coma no dejaría de celebrarlo contigo.
-Te amo…
-Y yo te amo a ti…—respondió Kurt inclinándose hacia él para darle un beso delicado y dulce—ahora vámonos, no quiero que el “Doctor acosapacientes Miller” nos salga persiguiendo.
-Claro…—dijo Blaine acomodándose en el asiento, sintiendo su ego tan elevado que creyó que podría tomar a Kurt y al auto en sus brazos y llegar volando hasta su casa.


-¿Cuántos años crees que tengo?
-¿17?...
-No, tengo 19…
Adam hizo un gesto como si la diferencia entre 17 y 19, fuera nula.
-No te preocupes, ¿decidiste que ordenar?
-Sí, la “Beet and Goat Cheese Salad”—respondió Kurt sintiéndose de hecho como si tuviera 17.
-Perfecto, ahora esperemos al mesero, mientras tanto, cuéntame, ¿de dónde eres?—pegunto Adam bebiendo de su agua.
-Lima Ohio, no es Birmingham, pero es un pueblo bastante decente.
-¡Ohio!, tienen la atención de la prensa y el país cada cuatro años entonces…
-Así es… ¿tu votas?
-No, aun me faltan unos cuantos años para ganarme ese derecho, si lo hago en mi país, elegir al primer ministro es un asunto delicado e interesante. ¿Qué hay de ti?
-Si bueno, tengo que hacerlo, mi papá es miembro del congreso así es que…
-¿Tu Papá?, vaya si eres una caja de sorpresas, pero espera ¿votas solo porque tu papá es miembro del congreso?, ¿no te motiva otra cosa?
Kurt quiso pensar en una respuesta que pareciera un discurso extra político y cargado de citas, casi como el que clausura las convenciones Republicanas y Demócratas, pero por lo nervios de no quedar como de “17”, solo pudo decir algo como “es la posibilidad de salir en televisión” y “el sticker es genial para mi agenda”
-¿Tus Padres viven aun allí?—quiso saber Adam pasando por alto el incidente del “sticker”
-Mi Papá, mi mamá murió cuando era muy pequeño—explico Kurt sintiendo vibrar su teléfono.
-Siento oír eso, debió ser difícil criarse sin Madre.
-Lo fue, pero mi Papá es fantástico, trato de suplir su ausencia lo mas que pudo y lo logro de manera exitosa—agrego leyendo desde la pantalla—tu… ¿fuiste cercano a tus padres?
-Lo suficiente, me fui de Birmingham cuando tenía 17, por lo que solo esos años… ¿necesitas privacidad?
-¿Qué?... ¿por qué?
-Es la segunda vez que cortas esa llamada.
-No, no le corto a nadie, es Isabelle Wrigth, la sigo en Twitter, y esta súper entusiasmada enviado Tweets cada 5 minutos porque está en Paris haciendo una sesión fotográfica por el día de San Valentín yo hubiera podido estar allí pero..—explico Kurt leyendo un tercer mensaje.
-¿Por qué?
-Porque cuando me mude a New York encontré trabajo en VOGUE.COM, un trabajo soñado en realidad.
-¿De verdad?
-Suenas sorprendido, ¿Por qué?
-Porque todo ese mundo de la moda, no hace más que reafirmar el culto a los estereotipos de belleza, que en realidad no sé quien estableció…
Ok…—dijo Kurt sorprendido
-¿Esa Isabelle, es amiga tuya?, ¿de Lima?
-No, Isabelle Wright, ¿no la conoces?
-No…
-OK, o eres un excelente actor pretendiendo que no sabes nada de estas cosas “puramente gays” y echando barro a quienes se dedican a la moda o comenzare a dudar que lo seas.
-¿Por qué habría de conocerla?
-Porque es una diseñadora súper exitosa y está a cargo de la edición de internet de la revista Vogue.
-Interesante…
-¿Definitivamente no te interesa la moda?
-Visto ropa que es lo importante.
-Sí, pero que es la vida sin un poco de estilo y sofisticación.
-Bueno creo que el estilo es lo que cada uno hace con lo que tiene y la sofisticación prefiero encontrarla en una buena conversación.
Kurt bebió toda su agua pensando en que decir a continuación y que no llevara a Adam a dar un discurso como si el espíritu de Bono se hubiera apoderado de él.
-O sea, que además de no ver televisión, no tienes internet, ni lees revistas… ¿Qué haces Adam en tu tiempo libre?—quiso saber Kurt diciéndose a sí mismo que tal vez este chico no tenía nada que ver con él.
-Veo televisión…
-Déjame adivinar, CNN, Discovery, BBC…
-Algo así—dijo Adam echándose hacia atrás en la silla para dar espacio al mesero que traía la orden de ambos—gracias, ¿me trae más agua?, ¿por favor?—agrego meneando su copa.
-Gracias—dijo Kurt recibiendo su ensalada y mirando el plato de Adam, pensó que si Blaine estuviera en frente de él ya le habría dado una probada de su plato y viceversa, tal y como lo hicieran la vez que visitaron el “The Russian Tea Room”.
-¿Sucede algo?—pregunto Adam al ver que Kurt se quedaba mudo y taciturno.
-No…nada…”bon apetite”—dijo alzando sus pulgares y entornando sus ojos acto seguido, como dándose cuenta que había dicho una estupidez de nuevo. Comenzó a comer y pensó inevitablemente en Blaine, y en si algún día podría tener con alguien más, aquel grado de complicidad que tenia con él y que tanto placer le provocaba.