(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-¿Este es él? —pregunto la dueña de la tienda, apuntando al chico que había entrado como desaforado.
-No, no… él quería “hacérmelo” pero no… somos amigos… Sam… —dijo estrechándole la mano.
-Jan… —respondió estrechándosela de vuelta— ¿Nos disculpas por un momento? —agrego haciéndole un gesto a Blaine para que la siguiera hacia un costado de la tienda.
Blaine le dio un toque a Sam sonriendo, como reprimiéndole divertido por aquello de “hacérmelo”
-Si quieras hacérmelo… —insistió en voz baja antes que se retirara.
-¿Quería?… ¿“hacértelo”? —dijo Tina sarcástica.
-¿Qué?... es la verdad… y tu no me juzgues… —advirtió Sam haciendo el ademan de frotarse algo en el pecho.
-¡Uy!... ¿Ya quieres dejar eso?… todos deberían de dejar eso…
Sam hizo un gesto de inocencia con sus manos mientras daba una mirada a las joyas de la vitrina de junto.
-¿Es raro no crees? —dijo Tina apuntando a Blaine.
-Extremadamente raro…—respondió Sam ubicándose a su lado con ambas manos en sus bolsillos.
-Es decir… ¡míralo!...
-Lo sé… nadie pude andar por la vida sin calcetines, es decir está lloviendo por todos los cielos…
-Me refiero a la situación Sam… ¿no crees que es raro que se quiera casar con Kurt si hace poco le gustabas tú y hace mucho que terminaron?
-Es lo que trate de decirle, pero como él es nuestro amigo, pequeño y encantador, creo y lo único que nos queda es apoyarlo, de manera incondicional y cariñosa —dijo Sam apuntándolo.
-¡Vaya triangulo que hacemos!… —dijo Tina cruzándose de brazos— a mí me gustaba Blaine, a él le gustabas tu y a ti… —añadió dándole una mirada, como esperando a que completara el triangulo diciendo que a él le gusta ella.
-A mí me gusta Brittany…—se apresuro en afirmar, para despejar toda duda o sospecha.
-Lo sé… solo espero y Kurt no le haga daño…—dijo Tina haciendo un puchero.
-También yo… también yo…

-Perdóname por ser insistente… pero… ¿tienes a alguien que te aconseje sobre esto?, es decir alguien que realmente lo entienda— le dijo Jan a Blaine en un costado de la tienda.
-¿Alguien?... ¿Gay?...—respondió Blaine sonriendo.
-Si…—dijo Jan en el mismo tono.
-Realmente no…
-Solo quiero que ustedes vean lo que es posible cuando dos personas realmente se aman… ¿Qué te parece?
-Genial…
-Mira…— dijo moviendo su mano en espera de que Blaine le dijera su nombre.
-¡Blaine!... mi nombre es Blaine Anderson… —contesto estrechándole la mano.
-Mira Blaine Anderson, que te parece si tú y tu chico se juntan conmigo y con Liz para conversar, para contarles como fue nuestra vida, siempre se aprende de experiencias ajenas, ¿conoces el restaurant “Breadstix”?
-Si… por supuesto que si…
-Entonces, ¿Qué tal si quedamos para cenar los cuatro?, ¿te parece mañana en la noche?
-Me parece perfecto…hablare con Kurt y le diré… aunque… me gustaría que usted no mencionara nada sobre esto, mi relación con él está en un punto complicado y no quisiera asustarlo o algo así.
-No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo y para que veas que es así —dijo rodeando la vitrina más próxima y volviendo a abrir el estuche de los anillos— te reservare cualquier anillo que escojas… el tiempo que sea necesario —respondió Jan guiñándole un ojo.
-Gracias… solo espero que no sea mucho tiempo —respondió Blaine con un poco de temor.
-El amor siempre encuentra el camino…—advirtió Jan tomándole la mano— y si no hay camino, es tan testarudo que es capaz de derribar lo que sea para hacérselo el mismo…
-Gracias Señora…
-¡Por favor llámame Jan!, soy vieja pero no tanto… ¡Chicos! —dijo haciéndoles una seña a Tina y a Sam para que se acercaran a ellos.
-¿Señora?... —dijo Sam acercándose con las manos atrás como si se prepara para un reto de su abuela.
-¿Ya sabes que compraras Blaine?—dijo Tina acercándosele.
-No lo sabe, por eso los necesita… vamos, mírenlos todos… traeré otro estuche de unos que son más exclusivos… —señalo la dueña de la joyería entusiasmándose con la idea de escoger el anillo perfecto para el hombre a quien Blaine amaba tanto.
-¡Me gusta este!..—dijo Tina tomando uno lleno de brillos amarillos.
-Eso es horrible, parece sacado de la colección de “Libe”… algo…—dijo Sam tomando dos y mirándolos de cerca como si fuera un tasador de joyas.
-“Liberace” Sam… y no quiero algo tan recargado, Kurt no es así…
-Yo diría que un poco…—insistió Tina probándose el anillo extra brillante.
-¡Blaine!... ¿Quién soy?... “¡Maldita sea esta joyería!”... —dijo Sam con cuatro anillos puestos en una sola mano y golpeándola empuñada en la palma de la otra.
-No lo sé… ¿alguien que gano cuatro Super Bowls?
-No, vamos… ¿Tina?… —dijo Sam haciéndole gestos a la chica para que adivinara su imitación.
-¿“Mister T”?—dijo como adivinando.
-¡Exacto!, ¡EXACTO! —repitió hablando como Mario Baracus.
-Sam…—dijo riendo y negando con la cabeza— dijiste que tenias el mejor gusto, deja de jugar y ayúdame —agrego indicando la joyería completa.
-Mira Blaine… aquí tengo unos de corte clásico, casi vintage… —dijo Jan trayendo otro estuche más pequeño.
-Gracias… siento el desorden que estamos provocando…
-No te preocupes… debes quedar conforme con lo que compres—advirtió la mujer abriendo el nuevo estuche y dejando ver 3 anillos en su interior.
-¡Wow!... creo que podría desmayarme… —exclamo Tina poniéndose la mano en el pecho al mirar los nuevos anillos que la dependienta ponía frente a sus ojos.
-Este es maravilloso…—dijo Blaine tomando el que le llamo más la atención.
-Sí que lo es…—corroboro Sam mirando la joya por encima del hombro de su amigo.
-¿Puedo pedirte algo?...—pregunto volteándose hacia Sam.
-Si es dinero para pagar eso te advierto que soy pobre.
-No no es eso… ¿puedes sostener el anillo?, quiero verlo desde todas las perspectivas posibles.
-OK…—respondió Sam parándose derecho como si se prestara a jurar lealtad a la bandera de Estados Unidos. Tomo la joya y la sostuvo delante de él, Blaine la miro desde lejos y desde cerca con su mano en el mentón, casi analizándola de todos los ángulos posibles— ¿y?—agrego moviendo sus ojos incomodo, como si estuviera siendo observado por todos.
-Este es… —respondió Blaine emocionándose.
-¡Ay creo que llorare!… —exclamo Tina abriendo y cerrando sus ojos con fuerza como si los estrujara para que le salieran las lagrimas.
-¡Uf!... amigo… creo que tendrás que asaltar un banco para pagar esto —dijo Sam mirando la etiqueta con el precio.
-Eso es lo de menos…—se apresuro en decir Blaine tomando el anillo casi con mimo.
-Lloraré… insisto… Kurt es tan afortunado que lo odio… —dijo Tina cruzándose de brazos al tiempo que daba un pisotón en el piso— estoy bien…—agrego auto consolándose.
-¿Elegiste uno Blaine?—quiso saber Jan ubicándose tras la vitrina.
-Si… este…—dijo entregándole la joya que había elegido— es el anillo perfecto…
-Sí que lo es…. apuesto que tu hombre es romántico como el atardecer.
-Lo es…—dijeron Sam y Tina antes que Blaine pudiera contestar.
-¡Perfecto! —exclamo guardándolo en una caja— lo que hare ahora, será guardarlo aquí y allí se quedara esperando por ti —añadió al tiempo que guardaba la cajita dentro de una especie de armario blanco con vitrina y cajones que estaba a un costado de la tienda.
-Gracias Jan…
-Por nada y recuerda, mañana en el “Breadstix”
-Si, por supuesto… ¿a las 8 está bien?
-A las ocho está bien.
-Gracias —repitió Blaine mientras salía de la tienda.
-Si gracias “Señora de los anillos”—añadió Sam divertido haciendo un gesto con su mano, seña que repitió Tina al tiempo que salía con los chicos de la joyería.

-¿Por qué tan arreglado?...
-¡Papá!... hola, siento ocupar tu cuarto, este es el único espejo de cuerpo entero que hay en la casa, luego que yo me lleve el mío… —dijo apuntándolo— ¿no te importa? ¿O sí?
-¿Cambiaria algo si dijera que si? —dijo Burt sentándose en su cama con un periódico en la mano.
-No… pero creo que debía decírtelo, ya que ya no vivo aquí —explico Kurt arreglándose un pañuelo en el cuello.
-Está siempre será tu casa, te lo dije el día que te fuiste… —advirtió Burt apuntándolo con el periódico.
-Gracias Papá… —respondió Kurt arreglándose el chaleco sin mangas en la espalda.
-¿Puedo preguntar cuál es la ocasión?
-Puedes… ahora que te conteste, es otro asunto.
-“Touché”… —dijo Burt riendo.
-No es gran cosa, voy a salir a cenar con Blaine.
-¿Con Blaine?...
-Si… ¿Por qué?, ¿es raro para ti?
-Un poco… ¿acaso volvieron?
-No… pero es mi amigo e insistió tanto que… —dijo deshaciendo el nudo que se había hecho en el pañuelo, para metérselo dentro de la camisa en cambio.
-¿Alguna ocasión especial?
-No, me dijo que había conocido a una pareja y que sería interesante si yo las conocía también.
-¿”Las”?... ¿una pareja de chicas?
-Si… dos mujeres adultas, muy simpáticas según él… al menos una de ellas.
-¿Las conoció donde?
-¿Qué es este interrogatorio?... nunca lo habías hecho.
-¿Qué cosa?
-Preguntarme tantas cosas… no sé, pareciera que te mueres de curiosidad por saber lo que hare o dejare de hace con Blaine —dijo Kurt gesticulando y arreglándose a la vez.
-No es eso… es solo que estas muy arreglado para solo salir con un amigo, que te insistió tanto y que prácticamente te “obligo” a aceptar su invitación —respondió Burt haciendo el gesto de comillas con sus dedos en la parte que se refería a la obligación.
-¿De qué estás hablando Papá?
-¿Qué sucedió con ese chico con el que salías en New York?
-¿Adam?
-El mismo…
-Bueno…
-¿Burt?... ¡Kurt!, no sabía que estabas en nuestro cuarto…
-Lo siento Carol, pero…—dijo apuntando el espejo.
-¡Claro!...
-¿Que sucede cariño?
-El grifo de la cocina… te lo dije hace tres días… —dijo Carol poniendo cara de circunstancia trágica.
-Yo se lo dije hace casi un año —advirtió Kurt mirándose al espejo sin convencerse aun sobre lo del pañuelo.
-¡Lo arreglare!... saben que lo hare, necesito un repuesto y la tienda está cerrada a esta hora —dijo consultando su reloj tras el periódico.
-Estuvo abierta todo el día… —murmuro Carol mirando hacia el piso.
-¡Escuche eso!...
Kurt miro a Carol y ambos rieron por lo bajo.
-Por cierto… ¿cenaras aquí?
-No saldrá con su “amigo” Blaine… —se adelanto en contestar Burt repitiendo el gesto con los dedos.
-Así es Carol, cenare con Blaine, me aviso ayer y olvide avisarte a ti… lo siento.
-No te preocupes, eres un adulto ahora, no tienes que avisar ni explicar todos tus pasos —dijo Carol moviendo su mano como evidenciando despreocupación.
-¿Viste Papá?, “Soy un adulto ahora”… —repitió Kurt levantando una ceja.
-Nunca serás lo suficientemente adulto como para que yo no te exija explicaciones —advirtió Burt apuntándolo.
-¿Dónde iras?—quiso saber Carol arreglándole el pelo en la parte de la nuca.
-Al “Breadstix”, se supone y conoceré a alguien que él conoció…
-¿A un chico?
-¡Que!... ¡NO!... bueno cuando me dijo lo pensé y casi me muero, es decir… me refiero a que sería incomodo… a eso me refiero… él es soltero puede salir con quiera… claro que si —trato de explicar Kurt advirtiendo las miradas cómplices que se daban sus Padres.
-¡Yo voy!… —exclamo Carol al escuchar el timbre.
-No Carol, no te preocupes, debe ser Blaine, yo voy… —dijo Kurt dándole un beso a ella y a su Papá— llegare tarde… ¡los amo!— agrego mientras salía.


Noviembre de 2011

-¡Supongo que me gusta Van Halen!... —dijo Puck ocultando sus verdaderas razones por haber escogido “Hot For Teacher” para cantar frente a todos.
-¡OK… a rockear! —exclamo Will dándole los cinco a Mike, Blaine y Finn que habían acompañado a Puck en la presentación— bien, el resto… nos vemos mañana para la tarea de la semana— concluyo Will tomando sus libros y saliendo del salón.
Todos los chicos lo siguieron saliendo por las diferentes puertas. Finn tomo a Rachel de la mano y se fue hablando con ella mientras movía sus baquetas. Tina se fue con Mike, y Rory y el resto tomaron diferentes rumbos. Puck puso los ojos en Shelby y la siguió por varios pasillos. Blaine tomo los pies de los micrófonos y los ubico en un costado.
-Hay gente que se encarga de eso… se llaman conserjes —indico Kurt desde el fondo del salón.
-Lo sé… pero no me cuesta nada ordenar un poco… ¿tienes clase?
-No… ¿tú?
-Tampoco… —respondió Blaine tomando la guitarra y haciendo como que tocaba— ¡me encantaría aprender!— agrego moviendo su brazo como manilla de reloj sobre las cuerdas.
-Es lo que te falta para terminar de ser súper sexy… —murmuro Kurt dando un suspiro.
-¿Cómo?... —pregunto acercándose.
-Nada… ¿quieres ir al Lima Bean?
-¡Me encantaría ir al Lima Bean! —respondió sentándose al revés en la silla para quedar abrazando el respaldo —me gusta tu gorro— añadió estirando su brazo como queriendo alcanzar las orejeras del sombrero de Kurt.
-Es un homenaje a Katherine Hepbrum en “Christopher Strong”
-¿Vimos esa película? —pregunto Blaine apoyando su brazo y su cabeza en el respaldo de la silla.
-…
-¿Kurt?...
-¿Qué?...
-La película… ¿la vimos?
-Si… ¿o no?... —contesto distraído por las formas de Blaine que se asomaban de su camisa abierta y porque toda la performance de “Hot the Teacher” había sido extremadamente sensual a sus ojos
-¿Estás bien?... estas un poco distraído —dijo inclinando la silla hacia adelante para alcanzarle un rodilla
-Estoy bien… y controla tus manos… sabes que alguien puede entrar en cualquier momento.
-Eso… —dijo levantándose— puede arreglarse de inmediato —explico mientras avanzaba hacia las puertas y les pasaba llave, dejando cerrado el salón de coros.
-¿Qué haces?... —pregunto fijando su vista en el trasero de su novio.
-Extremando la privacidad.
-Estamos en la escuela…
-Lo sé… —dijo volviendo a la posición en la silla— ¿te gusto la canción?
-Mmmm…—dijo soltando un poco de aire y fingiendo desinterés al sentir que se le subían los colores
-¿Qué se supone que significa eso?
-¿Qué cosa?...
-Ese “mmm”—quiso saber Blaine cogiéndolo por una mano.
-Nada…
-¡Oye!…
-OK… pero no te rías…
-Kurt… nunca me reiría de ti… —respondió enseriándose en su voz y en su posición en la silla.
-¡Prométemelo! —exclamo apuntándolo y bajándose el gorro de a poco, casi como si quisiera ocultarse.
-Te lo prometo —dijo Blaine haciendo una especie de juramento con su mano en el pecho.
-Bien… —comenzó a tratar de decir Kurt tragando saliva y carraspeando entre frases— no sé si es porque… tu y yo… ya sabes… —dijo moviendo sus manos como si dos cosas se enredaran— o por la canción que cantaste… pero… te ves súper sexy y quise tirarme encima de ti en cuanto la canción termino —dijo Kurt sin poner pausa entre palabras.
-¿Qué?… —respondió Blaine sonriendo.
-¡Te estás riendo! —exclamo sonrojándose y bajándose más el gorro hasta dejar ver solo su nariz— ¡lo prometiste!
-Lo sé… lo siento —agrego aguantando la risa.
-¡Y mírate!... ¡sigues! —insistió bajándose más el gorro— ¿no sabes lo que le sucede a las personas cuando rompen sus promesas? —advirtió levantándose un segundo la visera, con el fin de concretar la amenaza de manera correcta.
-¿Les crece la nariz?— dijo Blaine soltando la risa.
-¡Blaine!
-Kurt…—respondió subiendo un peldaño y sentándose a su lado— no me estoy riendo de ti…
-Soy patético, puedes decirlo… —advirtió bajando su visera y tapando su cara por completo.
-No lo eres… —corrigió levantándole el gorro— me rio porque es muy dulce que a pesar que nuestra relación ya es… —dijo Blaine imitando con sus manos el gesto de las cosas que se enredan—… aun no puedas hablar de estos temas sin sonrojarte o sentirte moralmente incorrecto… —concluyo arreglándole el gorro— y eso… Kurt Hummel, es casi encantador…
-¿No te importa?—quiso saber Kurt volteándose hacia él y apoyando su brazo en el respaldo de la silla.
-No…
-¿Seguro?, no quisiera que te aburrieras o pensaras “Ok de nuevo este tipo con sus cosas”… —dijo acariciándole el pelo.
-Eso nunca va a pasar…y nunca me referiría a ti como "ese tipo", ni siquiera en mis pensamientos... ¿sabes lo que deberíamos hacer?
-Me lo imagino...
-¿Si?...—dijo Blaine haciendo un gesto sexy con sus cejas.
-Si, pero no creo que el salón de coros sea el lugar apropiado para ello, estas sillas... —dijo moviendo la más próxima como si quisiera comprobar la resistencia del inmobiliario escolar.
-Pues olvidemos las sillas… que tal el piano que esta allá… o este espacio, aquí mismo —dijo Blaine moviendo dos sillas de una patada.
-Blaine… yo estaba bromeando —dijo Kurt haciendo un gesto con su mano.
-Yo no… —dijo tomándolo de los suspensores, como si quisiera acomodarlo en él en ese mismo instante.
-Blaine…
-También estoy bromeando Kurt… —dijo sonriendo como el príncipe encantador que era, tanto a los ojos de Kurt, como a los de cualquiera que lo viera— pero debiste ver tu cara— agrego dándole un toque en la nariz.
-¿Tengo reírme?... —dijo recuperando el aire junto con la calma.
-Si quieres… —dijo volviendo sentarse a su lado no sin antes ordenar las sillas que corriera cuando fingió pasión desenfrenada.
-¿Qué crees que deberíamos de hacer? —pregunto Kurt retomando el tema
-Pues creo que deberíamos inventar algo para cuando queramos decirnos algo íntimo y el lugar no sea tan propicio para la intimidad, por ejemplo que quieras decir “te amo” en un lugar lleno de gente y que eso te complique.
-¿Por qué solo yo sería el complicado?
-Porque a mí no importa donde este, te besaría hasta en la iglesia —advirtió Blaine tomándole la mano.
-¿Aunque corramos el riesgo de ser excomulgados?
-Aunque quieran exorcizarnos allí mismo en el altar—dijo acariciándole tras la oreja.
-OK…—respondió Kurt encogiendo un hombro como si fuera un gato ronroneando— ¿en qué has pensado?
-En que por ejemplo —dijo tomándole la mano y dejándola con la palma abierta hacia él— si yo hago esto…—añadió dibujando un corazón en ella— significara: “te amo”.
-Blaine…—trato de decir Kurt emocionándose.
-¿No te gusta?, ya se muy trillado…podemos pensar en otra cos…
Kurt lo silencio con un beso, olvidando que estaba en el salón de coros, pero confiando que Blaine había cerrado bien todas las puertas.
-Gracias…—dijo Kurt en un susurro cálido y pequeño.
-El placer es mío… literalmente —advirtió Blaine con su frente apoyada en la de él y respirando su aliento— te amo…
Kurt se aparto un poco, cogió la mano de Blaine y con sus dedos le dibujo un corazón, pensando que en aquella mano tan amplia, y que recorría su piel como propia, cabrían unos 20 corazones sin problemas.


-¡Hola!...
-Hola… Blaine… ¿Cómo estás? —dijo Kurt pensando que su ex novio se veía particularmente guapo.
-Bien… ¿y tú?
-Bien…
-¿Estás listo?...—pregunto sonriendo.
-Claro… ¿no quieres pasar a tomar un café o algo? —pregunto Kurt apuntando hacia el interior de su casa.
-No… ¿tu?... ¿quieres?... ¿algo? —contesto Blaine devolviendo la gentileza, como si estuviese en su casa y no en el umbral de la puerta de los Hummel.
-No… lo decía por si tú querías algo… ¿trajiste tu auto? —dijo Kurt cerrado la puerta y avanzando hacia la calle.
-No, el de mi Papá… —contesto apuntándolo con las dos manos.
-¿El Toyota Prius? —dijo levantando una ceja.
-¡Exacto!...
-¿Cómo que tu Papá te lo presto de nuevo? —quiso saber Kurt soltando un suspiro al recordar lo que había sucedido en ese auto hacia casi 3 meses atrás.
-Bueno… —respondió Blaine quitando la alarma— nada como estar cerca de la muerte para que tus Padres te consientan en todo… pienso que si me hubieran baleado ya tendría uno cero kilómetros para mí— agrego abriendo la puerta del copiloto.
-No bromees con eso…—advirtió Kurt levantando su dedo índice.
-Ok… lo siento…—respondió mirándolo y sintiendo por un segundo que ese mar inmenso, profundo y azul, que eran para él los ojos de Kurt, se abría nuevamente para él. Se vio a sí mismo con una rodilla en el piso pidiéndole matrimonio y al mismo Kurt emocionado diciéndole que si— ¿quieres conducir? —agrego carraspeando como si volviera de un sueño.
-No… conduce tu… así yo me encargo de la radio y podemos escuchar algo más que “The Beatles” —dijo subiéndose al auto— ¡Ah!... antes que lo olvide… excelente elección de corbata y traje, te ves… —añadió Kurt señalándolo de arriba abajo mientras se subía al auto.
Blaine sonrió cerrando la puerta sintiéndose invencible como antes, como solo Kurt hacia que se sintiera.