(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-Hacen una pareja muy dulce… —dijo Liz mirando a Kurt y a Blaine.
-No somos pareja —se apresuro en decir Kurt causando el desasosiego y desilusión en Blaine.
-¿Te habrías casado conmigo si te le hubiese propuesto? —pregunto Jan mirando a su novia— me refiero, si se nos permitiera hacerlo.
-Siempre hubiese dicho que si, mientras fuera legal en Ohio —respondió Liz sosteniéndole la mano
-Lo será… con el tiempo, pero mientras tanto, hay muchos lugares donde es legal… así es que… —dijo Jan dejando la servilleta sobre la mesa— Elizabeth Margaret Stevens… —agrego dando suspenso a su frase y poniéndose de rodillas frente a su novia— ¿te casarías legalmente conmigo? —concluyo sosteniendo una sortija frente a sus ojos, causando la impresión en su novia, y en los chicos.
Liz le dijo que si y le dio un beso, los chicos aplaudieron así como todos los clientes que a esa hora llenaban el “Breadstix”. Liz lucio en alto su argolla y al ver la felicidad de ambas algo pareció cambiar en la cara y en el corazón de Blaine, rio con tristeza y celebro con nostalgia.
-¡Esto es fantástico! —dijo Kurt dando unos 5 aplausos por sobre el resto de los comensales.
-¡Lo sé! —exclamo Liz mirando su mano— ¿de cuándo que tenias planeado esto?— le consulto a su novia.
-Creo que desde hace 30 años…—respondió Jan sonriendo y cogiéndola de la mano.
-Creo que necesito un pañuelo… ¿dónde?... —dijo Liz buscando entre ambas— en estos momentos, es que desearía que este fue un restaurante mas ordinario y en vez de tantos palillos de pan tuviera servilletas de papel… ¡voy al baño! —dijo enjugándose los ojos y la nariz con la mano.
-¡Voy contigo!... —dijo Kurt levantándose también. Blaine lo miro alejarse y volvió a esbozar una sonrisa, que mas podía hacer llorar a alguien que contagiarle buen humor.
-Tu chico es muy guapo…—dijo Jan sonriendo.
-Lo es…
-¿Qué te pareció nuestra historia?
-Maravillosa, todo me pareció extraordinario, y lo de ahora… fue…
-Bueno tenía que hacerlo en algún momento y debo decir que te lo debo a ti Blaine —dijo inclinando su cuerpo hacia adelante para hacerle un cariño en una mano, como tratando de darle confort de algún modo.
-¿A mí?... ¿Por qué?
-Porque en todos los años que llevo en el negocio de las joyas he visto muchos enamorados entrar y salir de mi tienda, algunos escogen lo primero que les ofrezco, esos son los que se casan solo por cumplir, otros que vienen con sus novias para que ellas escojan la sortija, a aquellos los llamo “los prácticos”, prefieren ahorrase el mal rato de elegir algo incorrecto y carecen de romance, a su matrimonio les doy 5 años como máximo—explico Jan haciendo el cinco con su mano y un gesto hacia atrás, desechando con ello la posibilidad que aquellas parejas fueran felices— y luego… luego estas tú… aquel que si pudiera le bajaría la luna a quien ama y que en lugar de sacar la billetera solo pone su alma allí mismo en el mesón…
Blaine sonrió un tanto avergonzado de tener su propia categoría entre los clientes de la joyería de Jan.
-Aun no entiendo porque me debes a mí esto…
-Porque me hiciste recordar cómo era yo a tu edad, por lo tanto, me dije mi misma, “Jan es hora”… y lo hice… —dijo la señora haciendo un gesto de satisfacción con manos.
-Si bueno, es diferente cuando las dos personas están en el mismo lugar… con Kurt, creo que eso está cada vez más lejano.
-¿Por qué crees eso?
-Porque acaba de decirlo…”no somos una pareja”—dijo Blaine echándose hacia atrás en el asiento y haciendo un gesto a una mesera para que le trajera la cuenta.
-¿Me escuchaste en la tienda cuando te dije que el amor siempre encuentra el camino?
-Claro…—respondió sin ganas.

~~~

-Quiero bailar contigo para siempre… —dijo Kurt susurrando mientras bailaba con Blaine, lo envolvía con sus manos y con su nariz le recorría lentamente parte de la cara y del cuello.
-De acuerdo a lo que hicimos recién, es lo que harás “hasta que la muerte nos separe”…—respondió, mientras le recorría la espalda con sus manos.
-Me agrada eso…
-Te amo…
- Y yo te amo a ti, Señor Anderson- Hummel —dijo Kurt sonriendo de manera amplia.
-Sabes… una vez tu Papá me dijo que algo sucedía cuando se intercambiaban los votos… y es verdad, y no me preguntes porque, pero siento como si todo fuera diferente, como si de ahora en adelante fueras mío para siempre…
-Eso sonó un poco espeluznante… —contesto riendo— ¿Cuándo mi Papá te dijo eso?
-Hace un buen tiempo, cuando quería proponerte matrimonio antes de terminar la escuela.
-¿Quisiste proponérmelo antes de terminar la escuela? —repitió Kurt echando su cuerpo hacia atrás para mirarlo a los ojos— ¿Por qué no lo hiciste?
-Sabes porque…—respondió Blaine besándole el hombro.
-Y tu sabes que habría dicho que si de todos modos… —respondió Kurt acariciándole la cara— porque soy tuyo desde hace mucho… —dijo mordiéndose el labio y pasándole sus manos por la solapa del traje.
-Eso me agrada…
Kurt le respondió con un beso.
-¿No me dirás donde será nuestra “Luna de Miel”?
-Si te lo digo dejara de ser una sorpresa…
-¿Cómo sabré que ropa llevare?
-¿Quién dijo?... —contesto Blaine tomándole una mano para hacerlo girar sobre sí mismo y dejarlo caer entre sus brazos, como si practicaran el final de un Tango— ¿que necesitarías ropa? —agrego sintiéndose irresistible y terminando todo con otro beso.
-Me haces tan feliz…
-Lo sé...—respondió sonriéndole sobre los labios.
-Ok…Ok… —dijo Finn poniéndose de pie frente al micrófono que usaba la banda que a esa hora amenizaba la fiesta— ¡atención!… —agrego golpeando su copa con un cubierto.
Todos dejaron de bailar y se ubicaron en sus mesas, Kurt tomo a Blaine de la mano y lo llevo a la mesa principal que estaba frente a todos y ambos se sentaron para escuchar lo que Finn quería decir.
-Bien… para quienes no me conocen, mi nombre es Finn Hudson, padrino de uno de los novios… de mi hermano, Kurt. Esta la segunda vez que tengo que hacer un discurso en una boda, la primera fue en la de mi madre y ahora me corresponde la de mi hermano —Kurt le hizo un gesto como de saludo a él y al resto de los invitados— quiero decir que me siento muy feliz por ti Kurt y por ti Blaine por supuesto, y solo puedo decirles a todos aquellos que se han dado por vencidos y que no creen que el amor existe, que deberían de mirarlos a ustedes y sabrán que aquello no es verdad. Te quiero hermano… ¡salud! —concluyo Finn, alzando su copa y moviéndose para que Dylan tomara su turno en los discurso.
-Hola… yo soy Dylan Westbrook, no soy hermano de nadie, pero si soy el padrino del otro novio, mi amigo Blaine, el mejor amigo que alguien pueda pedir —Kurt le acaricio la cara a su esposo y en complicidad le guiño un ojo, orgulloso de la opinión que todos tenían de él— … no soy bueno con las palabras, pero si con la música, así es que… —dijo recibiendo una de sus guitarras de la mano de Lily, la chica paso por delante de la banda e hizo una especie de reverencia, como excusándose por cruzarse delante de todos— Gracias linda… como dije no soy bueno con las palabras, así es que esta canción es para ustedes.
Kurt miro a Blaine sorprendido murmurándole un “¿Qué?” y este le devolvió una mirada con tanto o más asombro, seguida de un gesto con sus manos y hombros que indicaban un “no tengo idea”
-“Todo comenzó en aquella escalera”… —comenzó a cantar Dylan describiendo a la perfección la relación entre Blaine y Kurt. Conocía tanto a su amigo que sabía todo, sus idas y vueltas, el tiempo en que habían estado separados, así como lo que significaba para él haberlos conocido, Blaine rio al escuchar la parte de una de las estrofas donde decía que “Adam denigraba a Inglaterra y a la reina”. Cuando la canción termino todos aplaudieron, Dylan hizo una reverencia, se dirigió corriendo a la mesa de los novios y los padres y le dio un abrazo apretado a su amigo Blaine y otro igual a Kurt.
-¡Eso fue increíble!...—respondió Blaine mientras le palmoteaba la espalda.
-Ustedes son los increíbles… gracias… —dijo Dylan emocionándose.
-¿Estas llorando?...
-No… ¡qué estás diciendo!…—exclamo el Ingles simulando un ataque de tos.
-No se lo digas… perderá puntos frente a las chicas de la fiesta —aseguro Kurt dándole otro abrazo.
-¡Gracias amigo!...—dijo Blaine sonriendo.
Dylan se retiro con su guitarra hacia otro sector de la recepción y la música comenzó a sonar de nuevo, muchas de las parejas volvieron a la pista, entre ellos Santana y su novia, Artie, Mercedes, Lily y Cooper.
-Creo que ese ha sido el mejor regalo de todos—dijo Blaine sentado a la mesa, mientras comía del pastel y le daba probadas a Kurt.
-Fue fantástico…
-Lo que es fantástico es este pastel —afirmo Blaine apuntándolo con el tenedor mientras mascaba y tragaba.
-¿No te descuidaras ahora que nos casamos?, ¿o sí? —quiso saber Kurt mirando la escena de su esposo engullendo todas esas calorías.
-¿Cómo?...—dijo pasando el tenedor por el plato para que no quedara nada en el.
-Lo que escuchaste Blaine Devon Anderson-Hummel, no quisiera que mis manos perdieran esos abdominales tuyos.
-¿Crees que estoy gordo? —pregunto devuelta haciendo un gesto de duda intensa y entrando el abdomen por debajo de la chaqueta del traje.
-No… además, te amaría aunque pesaras 200 kilos.
-Eso no es cierto…—afirmo limpiándose con una de las servilletas y sonriéndole a Lily que le hacía gestos de emoción por estar bailando con Cooper.
-¿Por qué no?... ¿crees que porque trabaje en modas soy superficial o algo así?
-No, porque nadie podría amar a alguien de 200 kilos sin morir aplastado.
Kurt soltó una risa enorme, sin saber si era porque el chiste de su esposo era súper fome pero era su obligación reírse igual o porque se imaginaba a él mismo muriendo aplastado por un gordo y sexy Blaine.
-¿Cuándo me dirás lo de la luna de miel? —quiso saber Kurt notando que todos los invitados lo estaban pasando estupendo mientras bailaban y comían.
-Te dije que no te lo diré…—advirtió Blaine recibiendo dos vasos de jugo de los meseros que daban vueltas por la casa.
-¡Dímelo!… —dijo recibiendo uno de los vasos— ¡dímelo!…
-Es una sorpresa… y no me pongas esa cara —señalo apuntando el puchero que Kurt comenzaba a esbozar con sus labios— ¿no era que te gustaban las sorpresas? —agrego bebiendo.
-Si… tienes razón, me encantan… así es que mejor no me lo digas… —dijo levantando sus manos— no mejor dímelo… ¡dímelo!… ¡dímelo!…
-Bien… pero te debo advertir que gran parte de mi dinero se fue en tu anillo y en colaborar con la fiesta…
-Sabes que podría haberte colaborado con eso…
-Y tu sabes que siento que es mi obligación correr con todos los gastos… además que ambos tenemos clase el lunes, por lo que solo será de un fin de semana… —explico Blaine al tiempo que sacaba dos flores del centro de mesa y las guardaba en su bolsillo.
-Con tantas advertencias estoy pensando que tienes escondida una tienda de campaña y que nos iremos al Central Park al sector de “Shakesperae Garden” a acampar.
-¿Cómo adivinaste?... ¿estás hurgando entre mis cosas? —quiso saber Blaine volteándose en la silla para quedar frente a él.
-¿¡QUE?!...—exclamo Kurt sin poder creer que su luna de miel seria en medio de un lugar por donde pasaba casi a diario.
-No es allí… ¿por quién me tomas?... —dijo acariciándole la cara— bien…—agrego dando un suspiro— iremos a “Hawái”… a la isla “Kauai”…
-¿De verdad?... ¿Hawái? —dijo Kurt agudizando su voz y dando 10 aplausos en menos de 5 segundos.
-¿Te gusto?...
-¡Me encanto!...—exclamo dándole un abrazo— ¡nunca he estado allí!
-Ni yo... no quedaremos en el “St. Regis Princeville”, y tendremos una habitación que tiene vista a la bahía de “Hanalei” y al Océano Pacifico —explico Blaine mientras le tomaba las manos y le daba un beso en cada una.
-¡Vaya!... elegante… aunque si hubieras sacado la carpa de debajo de la mesa hubiera estado bien igual… es nuestra luna de miel… y estar contigo es lo único que me importa —agrego acercándolo a sus labios tomándolo de la corbata.
-Estas mintiendo...—dijo Blaine sonriendo y arreglandole el peinado.
-Por supuesto que si...pero tenia que decirlo...¡Ahora bailemos!
-¿Para siempre?
-¡Para siempre!...—exclamo comenzando a avanzar hacia la pista, meneándose como pocas veces Blaine había tenido el placer de observar.

~~~

-Gracias —dijo Blaine al recibir el estuche con la cuenta de la cena.
-Déjame a mi… —propuso Jan tomando el estuche.
-No, por favor, es mi invitación… —contesto Blaine sacando su billetera.
-Sí, pero también es cierto que las dueñas de joyerías ganamos más que los estudiantes de secundaria.
-¿Qué hay con los estudiantes de secundaria? —dijo Kurt llegando desde el baño junto a Liz.
-Nada, estamos discutiendo de quien paga la cuenta.
-¡Oh!, no discutas eso con él, es obstinado cuándo invita, recuerdo que el verano pasado me invito a New York y no quería que yo pagara nada… ¿verdad Blaine?
-Verdad…—respondió sacando el dinero suficiente y poniéndole dentro del estuche.
-Bueno, eso… en mi tiempo no era tozudez, era ser galán…—advirtió Liz dando una mirada como de reverencia a Blaine cuando pronunciaba lo de galán.
-¿Viste?... soy un galán… —replico Blaine, recuperando un poco el humor— gracias —agrego entregándole el dinero a la mesera.
-Entonces, chicos… ha sido un enorme gusto para mí y para Liz el conocerlos, y aunque no sean pareja, son muy dulces… ambos.
-Oh… gracias… —dijo Kurt sintiéndose extra halagado.
-¿Tienen como irse? —pregunto Liz, mientras se alistaba para salir.
-Sí, vinimos en auto… —respondió Blaine apuntando hacia atrás como si el auto de su Papá estuviese allí mismo.
-Genial… Kurt, un gusto conocerte… —dijo Jan dándole un abrazo.
-Gracias igualmente… y espero y no sea la última vez…
-¡Uf!... a mi edad todo puede ser la última vez… —respondió divertida como si fuese una anciana de 105 años.
Liz hizo lo propio despidiéndose de los chicos y augurando futuras reuniones. Blaine se acerco a Jan y le dio un abrazo, como si la conociera de años, “El anillo te estará esperando, el tiempo que necesites, no te preocupes”, le susurro al oído. Blaine sonrió y les deseo un buen regreso a casa.
-¿Vamos?...—dijo Kurt sacando dos bocados seguidos del pastel que estaba en medio de la mesa.
-¿No quieres acabarte eso primero? —pregunto Blaine apuntando el pastel a medio comer.
-¡NO!... ¿estás loco?, si me quedo aquí me acabare este y querré pedir otro, mejor nos vamos.
Blaine lo dejo salir primero sin pronunciar palabra.

-¿Qué te sucedió? ¿Te molesto algo? —pregunto Kurt mientras caminaba con Blaine desde el Breadstick hasta el estacionamiento.
-No… no es nada —respondió avanzando con sus manos en los bolsillos y mirando a su alrededor, como si hubiese olvidado donde había aparcado el auto.
-Ok… aunque yo diría que es algo, estabas muy contento en la cena, con tus nuevas amigas y de pronto te entristeciste o te aburriste… creo que algo sucedió mientras yo estaba en el baño…
Blaine sonrió agachando su cabeza.
-¿Tal vez fue por la cuenta que tuviste que cancelar?... si me esperas en la casa te puedo reembolsar la mitad, aunque te recuerdo que fuiste tacaño con el postre un pastel con cuatro tenedores no es muy generoso.
-No es eso Kurt, de verdad no te preocupes… debe ser la presión de la competencia… las regionales están a la vuelta de la esquina y… —dijo Blaine apuntando con su mano hacia adelante, como indicando algo que esta “a la vuelta de la esquina”
-Lo harás bien… sabes que lo harás bien, los “The Hoosierdaddies” son dura competencia, pero no menos que lo que era “Vocal Adrenaline” o “Los Warblers”… cuando tú eras la voz principal claro…
-Claro…
-Blaine… pareciera que estoy conversando con un robot… ¿Qué sucede? —dijo Kurt deteniéndose y tomándolo por un brazo.
-No… es estúpido, no vale la pena contarlo, dudo que te interese, ¿dónde deje el auto?...esta haciendo un poco de frio… —respondió mirando hacia todos los sentidos.
-¿Por qué pregunte entonces?
-Ok… —respondió dando un suspiro— ¿te acuerdas de la noche del estreno de “West Side Story”?
-Sabes que si… —respondió Kurt haciendo un gesto de nostalgia.
-¿Te acuerdas entonces de lo que me dijiste en el escenario?...
-¿Qué odiaba a Sebastián más que a nada en este mundo?
-No… no eso… lo que me dijiste de que… querías ser mi superestrella de bar gay, pero que muy a tu pesar eras solo un “tonto romántico”.
-Me acuerdo también —dijo Kurt soltando un poco de aire, como si aquello hubiese ocurrido hace 10 años o si él ya no fuera el mismo de entonces— ¿por qué?
-Porque no sé si lo sigues siendo…
-¿Romántico o una superestrella de bar gay?
-Romántico…
-Creo que si….tal vez no tan tonto… pero creo que sí, sigo siendo romántico… ¿por eso estas triste?, ¿esperabas que no lo siguiera siendo?
-No es solo que… al ver a Liz y Jan comprometerse justo en frente de nuestros ojos, no pude evitar pensar que… sé que no quieres escuchar esto pero, no pude evitar vernos reflejados en ellas, con esa edad, juntos… felices, y me vuelvo a preguntar si algún día eso ocurrirá… —dijo Blaine llegando al auto, se encogió de hombros y sonrió con melancolía.
-No sé que responder a eso…—dijo Kurt un poco nervioso.
-No respondas nada… no te preocupes, fuiste claro al decirle a Liz que “no somos una pareja”… y es la verdad, nadie debe sorprenderse ante la verdad —respondió Blaine quitando la alarma.
-Blaine… no te enojes, yo…
-No me enojo Kurt, de verdad… ahora subamos al auto… déjame que te abra la puerta, después de todo de acuerdo con las chicas “soy un galán” —dijo Blaine rodeando el auto por la parte delantera.
-Blaine…
-Vamos, sube… creo que el otoño no se quiere ir del todo y resfriarme a días de la competencia no es bueno para nadie—concluyo abriéndole la puerta y evitando su mirada a toda costa.