(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Julio 2039



-¡Listo!... Rachel hablara con él y luego nos dirá… averiguara cuando atiende y concertara una cita… le dije que si podía acompañarte también.
-¿Qué?... ¡¿por qué?!
-Hija, ya hablamos que hay cosas que son exclusivas de mujeres, y podrías incomodarte si vas con tus dos Papás.
-¿Qué? —repitió
-Está bien… nosotros entendemos, no nos ofendemos ni nada… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad…
-Pues yo quiero ir con ustedes, son mis Padres y no confió en nadie más en el mundo… así es que me acompañan o no voy a ninguna parte —concluyo Lizzie cruzándose de brazos y dando un pisotón en el piso.
Kurt sonrió pensando que el temor que tenía desde siempre que no podría acompañar a su hija en todas las cosas “de chicas”, era infundado. Se sintió orgulloso de ella y más aun de él y de Blaine y de la labor que habían hecho como Padres.
-Como quieras Princesa.
-¡Perfecto!... ahora… ¿se cena en esta casa o tendré que ir a mendigar a los vecinos?
-¡No tendrás que mendigar nada! —dijo Blaine tomándola de un brazo y tirándola en la cama para hacerle coquillas como cuando era una niña.
-¡No “Papáblen”! —exclamo riendo de la manera más exquisita posible— ¡suéltame! —añadió entre más risas
-¡No la sueltes Blaine! —dijo Kurt sumándose a las cosquillas— no antes que nos diga qué clase de películas anda viendo, ¡confiesa Lizzie Anderson! —agrego Kurt  recordando el comienzo de la conversación con su hija.
-¡No Papá!....—grito al chica riendo a más no poder— ¡Noah!... ¡ayúdame Goblin!
-No recurras a tu hermano, además no está —dijo Kurt pellizcando la panza de su hija.
-¿Cómo que no está? —dijo Lizzie emitiendo pequeñas risas— Creí que estaba durmiendo…
-Pues no, esta con Julianna en el parque quería recolectar algo… ¿Qué era Blaine?
-Unas hojas y unas orugas… Julianna nos llamo que lo llevaría directo del taller.
-¿Por qué no espero hasta mañana?
-No lo sé… ya sabes cómo es tu hermano, quiere adelantarse a todos…
-¿Por que el sale a estas horas?, cuando yo tenía cuatro años estaba bien dormida.
-Cuando tu tenias cuatro años andabas dando brincos y volteretas por la casa, el único que estaba dormidito era Henry —dijo Kurt haciendo más cosquillas.
-Bueno Henry es bastante aburrido, que más se puede pedir… ¡me mataran de la risa! —grito la chica riendo con mas ganas.
-Pues merecerías esa condena por curiosa… y no hables así de tu hermano, el te adora —señalo Blaine dejando un poco las cosquillas y acariciándole los rizos.
-¡Y yo a él!, ¡te amo Henry Anderson-Hummel!— grito hacia donde se suponía y estaba Philadelphia— pero que es aburrido lo es…
-Es correcto que es diferente…—advirtió Kurt queriendo darle de piquetes en la panza.
-No… el presidente de la suprema corte es correcto, Henry es solo aburrido…
-Como sea, esto no se trata de tus hermanos, se trata de ti pequeña fisgona… no quieras escaparte de esto Princesa… esas películas que ves… ¿las ves desde internet?... ¿ah?... —quiso saber Blaine haciendo más cosquillas en la panza y en el cuello.
-¡No!… ¡me quieren matar! —grito Lizzie riendo sin parar.
-¡Hija!, si los vecinos escuchan llamaran al 911—advirtio Kurt comenzando a darle de almohadonazos en las piernas.
-¡Ahora golpes!... ¡ayúdeme Señor Murdoch! —grito creyendo que el más famoso de sus vecinos bajaría a ayudarla desde su “Pent-house”
-Eres una loca Lizzie Anderson-Hummel, ahora, levántate y vete del cuarto de tus Padres —dijo Blaine poniéndose de pie y estirando sus brazos para que Lizzie se levantara.
-¿Qué?... ¡¿Por qué?!... yo estoy  de lo más cómoda aquí —respondió la chica arreglándose como un gato sobre  el colchón— ¿o harán algo que nadie puede ver? —agrego sonriendo de lo mas picara.
-¿Otra vez con lo mismo?, ya estas siendo falta de respeto —sentencio Kurt poniéndose serio.
-¿Te enojaste?... ¿de verdad?... te juro y no diré nunca más nada que vea en esas películas.
-Lizzie… siéntate… —comenzó a decir Kurt sentándose también en la cama— ¡Lizzie!—exclamo al ver que su hija se ponía tiesa como una tabla cuando la tomaba de las manos para hacer que sentara— ¡Blaine! —exclamo pidiendo ayuda a su esposo.
-Princesa, siéntate como corresponde, tu Papá habla enserio esta vez —advirtió Blaine dándole unos golpecitos en la pantorrilla.
-¡Bien!... ¡no se puede estar cómoda en esta casa! —dijo al chica sentándose sobre sus talones y causando el escozor en Kurt al verla con las zapatillas sobre el “Comforter” Calvin Klaine.
-Deja de reclamar, te saldrán tantas arrugas como rizos tienes en la cabeza.
-¿De verdad papá? —pregunto la chica estirando su cara como si se hiciera un lifting con sus dedos— pues espero que no —añadió modulando apenas.
-Loca… mira —comenzó a decir Kurt tomándole un mano— mas allá de lo divertido que resulta cada una de tus “aventuras”, esto es bastante serio, esas películas no te aportan nada y solo desvirtúan algo que debería ser privado.
-¡Lo sé!... ¡hola!... además vi solo una, una vez, sentí curiosidad y la vi… ni siquiera era pornográfica total…
-Hija… por mucha curiosidad que sientas, eso solo estropea todo, tu “Papáblen” me lo dijo una vez… dejan de lado lo principal… el amor, la conexión entre dos personas… eso que quieres lograr con Colin, no lo encontrarás en una película triple X.
-Lo sé… ¡hola!... no soy adicta o algo… solo sentí curiosidad y… ¡apuesto que ustedes sintieron la misma en algún momento!... ya saben cando eran… jóvenes.
-¿Perdón?... Lizzie Anderson-Hummel, ¿estás tratando a tus padres de viejos? —pregunto Kurt alzando sus cejas a todo lo que su frente daba.
-No… —contesto Lizzie como asustada.
-Muy bien… porque para que lo sepas tus Papás siempre se mantendrán fabulosos y lozanos... ¿verdad Blaine?
-Ese es el plan.
-OK…—dijo la chica dándose una vuelta como voltereta antes de levantarse—  ya obtuve lo quería, una conversación y un consejo, así es que iré a terminar mis deberes para que luego cenemos… ¿esperaremos al Goblin supongo?
-Supones bien… disculpa… —dijo Kurt tomando su teléfono— es Julianna, espero y no sea algo importante apenas me queda batería… ¡alcánzame el cargador cariño! —añadió señalando el mueble de la entrada.
-¡Todo yo!... ¡Todo yo! —refunfuño Lizzie como si hubiera terminado recién de asear la casa, hacer la cena y lavar toda la ropa y mas encima le encargaban otra labor.
-Julianna… ¿Cómo?... ¿Dónde?..
-Kurt que sucede… —dijo Blaine al ver que su esposo se ponía cada vez más pálido.
-Pero… ¿Noah está bien?... ¡Julianna!... ¿hola?... ¡HOLA!... ¡maldito teléfono con poca batería! —dijo Kurt tratando de enchufar el cargador y volver a llamar a su niñera al mismo tiempo.
-¿Kurt que sucedió? —repitió Blaine acercándose.
-Julianna dice que Noah se cayó de alguna parte, no le entendí nada… ¡Maldito cable!, ¡con un demonio!— exclamo tratando de encontrar la punta que iba puesta en el teléfono.
-¡Papá!... ¡cálmate!… ¡dame eso!… — dijo la chica tomando el teléfono y el cable del cargador.
-Kurt… ¿Qué sucedió?... dime por favor…— volvió a decir Blaine tomándolo por los hombros y mirándolo fijo, como si demandara una respuesta esquiva del propio Noah.
-Blaine, te juro que no entendí… se escuchaba pésimo, además que el teléfono se apago... le escuche que Noah tuvo un accidente… pero no se… ¡No se!
-OK, tranquilo… Lizzie está hablando con ella ahora… —dijo Blaine apuntando a su hija que hablaba con la niñera y se movía cerca de la ventana. Kurt se tomo botón del cuello de la camisa y Blaine espero a su lado con las manos en la cadera.
-¡Listo! —dijo terminando la llamada.
-¡Que sucedió! —dijeron los dos al mismo tiempo.
-¡Wow!... eso les salió súper bien… como un coro o algo… ¿no han pensado…?
-¡LIZZIE!
-¡Ay! está bien Padres… Julianna dice que el Goblin se cayó de un árbol porque quería atrapar una oruga o un bicho de esos que le gustan, perdió el equilibrio y se cayó, y que está con él, en el “Presbyterian”, en el de niños  claro… ¡obvio!... ¡hola!... —termino de decir Lizzie meneando sus manos cerca de su cabeza como si advirtiera que alguien allí estaba loco.
-Lizzie, Princesa…  ¿tu hermano está bien? —pregunto Blaine de la forma más calmada que pudo.
-Sí, está ingresado pero bien.
-¡Por Dios!...— dijo Kurt tomándose la cabeza.
-¡Iré por mi sweater!...—grito Lizzie mientras salía corriendo del cuarto de sus Padres como un dibujo animado lo haría.
-Buscare mis cosas —dijo Blaine abriendo el cajón de una  de las mesas de noche— ¡Kurt!
-Si… ¡vamos!...—respondió este como reaccionando recién, se dirigió al closet y tomo lo primero que encontró. Se envolvió el cuello con un pañuelo y saco un cárdigan de verano para su esposo.
-Blaine…—dijo Kurt haciéndole un gesto para que se apresurara. Este tomo sus documentos y los guardo en su bolsillo, recibió la pieza de ropa y tomo a Kurt de la mano— todo estará bien— le dijo mirándolo a los ojos. Kurt hizo un gesto de si en silencio y salió junto a él rumbo al Hospital.


-¿Dónde será?...
-Urgencias asumo —dijo Blaine caminando con decisión con Kurt en una mano y su hija en la otra.
-¡Allá “Papáblen”! —dijo la chica apuntando el cartel de urgencias.
-Llamare a Julianna —dijo Kurt tomando el teléfono de Blaine desde su bolsillo.
Blaine se acerco al mesón de atención para explicar el accidente de su hijo, quien lo había traído y como se llamaba el pequeño. Kurt trataba de comunicarse con Julianna y veía a Noah en cada niño que pasaba en camilla hacia el interior del hospital, Lizzie estaba con Blaine y se equilibrara en el mesón  dejando sus pies colgando.
-¿Hacia allá? —pregunto Blaine al recibir las instrucciones de la enfermera del “triaje”— ¡Kurt!— exclamo haciéndole una seña para  que los siguiera.
-Julianna no contesta… Blaine esto me da mala espina.
-Tranquilízate, todo esta bien, la enfermera vio la ficha en el computador y Noah tuvo una fractura en el brazo y un pequeño corte en la frente. Le hicieron exámenes y está bien.
-¿Qué clase de exámenes?
-No se… una radiografía, un TAC…
-¡Allí esta Julianna! —interrumpió Lizzie casi gritando.
-¡Gracias a Dios! —dijo Kurt adelantándose a todos para hablar con ella.
-¡Señor Anderson!, ¡Señor Hummel!...—dijo Julianna  a punto de llorar.
-¿Qué sucedió?...
-Señor Hummel, Noah se cayó, fue algo de segundos, le dije que no se trepara al árbol pero mientras le arreglaba la ropa a mi hijo lo hizo de todas maneras… lo siento mucho.
-No te aflijas Julianna —dijo Blaine tomándole un hombro— dime, ¿tu lo viste?, ¿hablaste con él?
-Sí, está bien…. Tiene un poco de dolor, pero le dieron unos medicamentos, la doctora esta con el ahora.
-¡Iré para allá! —dijo Kurt sin importarle nada.
-¡Señor Hummel!... no puede, yo trate de ingresar pero no me lo permitieron, hay que esperar a la doctora —dijo la chica poniendo cara de complicación extrema.
-¡Pues yo soy su Padre deben dejarme entrar! —exclamo Kurt devuelta casi con furia.
-Lo sé…es solo que…
-¡Solo que…! ¡que!... Julianna sabes de sobra como es Noah, debes tener más cuidado.
-Kurt…
-Señor Hummel, de verdad lo siento… no se que mas decir.
-¡Ni yo Julianna!.... ¡Ni yo!... —exclamo caminando hacia la entrada del pasillo.
-¡Ay Julianna! tranquilízate… el Goblin es tan curioso que era obvio que algo así le pasaría, no te pongas triste —dijo Lizzie dándole un abrazo.
-Gracias linda… —respondió esta sonriéndole.
-¡Por qué no viene nadie! —dijo Kurt como si hubiesen pasado 5 horas.
-Kurt no te pongas así… —pidió Blaine acariciándole la espalda.
-¡Me pongo como quiera!...  solo quiero ver a mi hijo —dijo gesticulando con sus manos.
-¡Esa es la doctora! —advirtió Julianna apuntando hacia el comienzo del pasillo.
-¿Cuál?... ¿la asiática? —pregunto Blaine apuntando también.
-Ella…
-Lo que me faltaba otro de los hombres de mi vida en manos de una oriental —murmuró Kurt mientras se acercaban a la doctora. Blaine sonrió por lo bajo pensando que aunque pasaran mil años, Kurt nunca olvidaría tres cosas: a Sebastian Smythe, a Elli y a la única chica que se le había subido encima, Tina Cohen Chang.
-¿Qué?... —pregunto mirándolo raro.
-Nada…—respondió Blaine sonriendo de nuevo.
Ambos se dirigieron  a la entrada del pasillo para hablar con la traumatóloga que había atendido a Noah, se acercaron y esperaron a que terminara de hablar con otros tres médicos que  a todas luces eran internos de primer año.
-Disculpe…—dijo Kurt mostrándose de lo más amable.
-Un segundo por favor… —respondió la doctora mientras chequeaba algo en su “tablet” que uno de los estudiantes le indicaba desde una ficha de papel a medio a maltraer —Buenas tardes— añadió volteándose hacia ellos.
-Buenas tardes, mi nombre es Blaine Anderson y el es mi esposo Kurt Hummel, nuestro hijo fue ingresado hace como media hora  —dijo Blaine apuntando a su esposo.
-Yo soy la Doctora Yuán, Huiqing Yuán…—respondió la facultativa estrechando la mano de ambos.
-¿Chun…? ¿Como?— pregunto Kurt pensando que  le estaban hablando literalmente en chino.
-No se preocupen, siempre tengo problemas con eso… pueden llamarme “Doctora” si gustan—dijo la señora riendo mientras se ponía unas gafas de prescripción— ¿su hijo es…? —añadió buscando la ficha correspondiente en su aparato electrónico.
-Noah… Noah Anderson- Hummel
-¡Ah!… el pequeño de la gafas…—recordó Huiqing soltando una risa— vengan conmigo —agrego mirando la información correspondiente.
-¿El está bien? —quiso saber Kurt temiendo que le dijeran lo peor.
-Está perfecto, tiene la cabeza más dura que he visto en mi vida y eso que he visto cientos de ellas, por aquí —indico doblando a la izquierda en uno de los pasillos— de acuerdo a lo que nos dijo la persona que lo ingreso se cayó de un árbol, ¿sabían eso?
-Si —respondieron ambos.
-Pues bien, al caer el acto reflejo de apoyarse en la mano le provoco una fractura en el antebrazo, miren —dijo encendiendo una especie de pizarra luminosa que había a la salida de una de las salas, saco un cable de su bolsillo y conecto una de las puntas a su “Tablet” y la otra al negatoscopio de última generación. Presiono algunos iconos y un par de radiografías digitales se desplegaron en la pantalla— ¿ven? —añadió apuntando los huesos largos a continuación de la muñeca.
-¿Esa es la fractura? —pregunto Blaine apuntando un par de rayas mas oscuras en medio de uno de los huesos mas delgados.
-¡Exacto! —exclamo la doctora como si hablara con un alumno.
-Perdón la ignorancia, pero no parece a las que se ven en la televisión —dijo Kurt acercándose  para ver mejor la imagen radiológica del brazo de su hijo.
-Por supuesto que no señor Hummel, primero porque estas son reales, y segundo porque los huesos de los niños son muy elásticos, por lo que no se rompen del todo, a este tipo de lesiones les llamamos deformación plástica, se rompen como se rompería  una rama verde, de forma incompleta, no como le sucedería  a un adulto, una fractura en alguien mayor es casi como romper una rama seca, esto es más fácil de curar y tratar —explico Huiqing mientras enseñaba distintos ángulos del brazo fracturado de Noah.
-¿Estará bien entonces? —pregunto Kurt sintiéndose  el ser más ignorante ser del planeta.
-¡Muy bien! —respondió la Doctora Yuán apagando el negatoscopio y desconectando su “Tablet”
-Nuestra niñera dijo que se golpeo en la cabeza también —agrego Kurt tocándose su propia cabeza.
-En la frente mas bien, pero no se preocupen le hicimos un TAC y no hay indicio de traumatismo alguno, solo suturamos con adhesivo y quedo perfecto.
-¿Le pegaron la cabeza a mi hijo? —pregunto Kurt como si lo que acababa de escuchar fuera inconcebible.
-No con “Bostik”… —respondió riendo— con un adhesivo especial, que permite que la herida quede más elástica y no exista riesgo de infección alguna.
-Mejor así… —dijo Kurt mirando a su alrededor.
-¿Alguna otra pregunta? —pregunto la doctora “cerrando” la ficha de Noah.
-¿Podemos verlo?
-¡Por supuesto!, está en la segunda cama de esa sala, pasen…
-Gracias doctora Yuáng —dijo Kurt dándole la mano y entrando primero que nadie.
-Por nada…
-Gracias…—repitió Blaine redundando el gesto de Kurt— ¿alguna recomendación?
-Vendré dentro de un segundo con la prescripción y los detalles, además de fijar las citas para el retiro del yeso.
-Perfecto… gracias de nuevo.
-El placer es mío… vuelvo enseguida —dijo la doctora alejándose por el pasillo por donde todos habían entrado.

Blaine entro a la sala y vio a Noah más pequeño que nunca, la cama le quedaba extra grande y tenia puestos sus anteojos, estaba con una bata llena de dinosaurios de colores y había acostado a “Desmond” a uno de sus costados, Kurt lo tenía abrazado y Blaine pudo ver como sus pequeño hijo le daba palmaditas en la espalda a su padre con su mano sana, casi como si él lo estuviese consolando y no al revés.
-¡Hijo!... —dijo Blaine acercándose a la cama y queriendo abrazarlo con más fuerza y por más largo rato de lo que Kurt lo había hecho.
-¡”Papáblen”!, no creerás, lo que me paso —dijo Noah soltando a Kurt y estirando sus manitos a para abrazar a su otro padre. Kurt se aparto hacia un costado y Blaine pudo notar que se enjugaba algunas lágrimas con el pañuelo que llevaba al cuello. Se sentó a su lado y le dio un abrazo, se trago el llanto y se aparto sonriendo.
-Cuéntame que te paso…
-Sí, pero primero… ¡Miren!, tengo una foto de mi “apcidente” —dijo Noah enseñando una imagen impresa  de su radiografías.
-¿En serio?... ¿Estás bromeando?...
-No… mira “Papáblen” —insistió el pequeño mostrando la foto.
-¿Este es tu brazo hijo?... —dijo Kurt soltando un suspiro y tratando de parecer como en día de picnic.
-No Papá… es una foto de mi brazo, mi brazo esta aquí —dijo Noah levantando el yeso color celeste— ¡auch!
-¿Tienes algún dolor hijo? —quiso saber Kurt haciendo el ademan de levantarse.
-Me duele un poco, pero me pusieron esta aguja para que no.
-¿Te dijo algo sobre el dolor Blaine? —insistió Kurt mirando la bolsa de suero, aprovechando que Noah buscaba algo entre sus pertenencias
-Dijo que vendría con la prescripción y las fechas para los controles, Kurt, el está bien… tranquilo —dijo Blaine haciéndole una especie de arrumaco en la cara.
-Lo siento…
Blaine le sonrió y le guiño un ojo con ternura.
-¡Miren Papás!…—dijo Noah sacando un frasco de vidrio como de alimento para bebé de su mochila,  con una oruga extra peluda dentro.
-¡Noah! —exclamo Kurt dando un salto.
-Hijo… ¿Qué es eso?
-Una oruga, se llama “American Lady”, pero yo la llamo “Adam”…
-Excelente nombre para un bicho tan horrible… —dijo Blaine dando una mirada de reojo a Kurt. Este sonrió sintiendo que era una venganza por lo de la doctora asiática.
-Pero no es tan horrible,  después se convierte en Mariposa —explico el pequeño sonriendo y meneando el frasco.
-¿De verdad?, ¿Cómo sabes eso? —dijo Blaine tomando el envase con el insecto.
-Lo vi en mi libro, en el taller de la “biboteca”
-¿Está bien cerrado eso? —quiso saber Kurt antes de volver asentarse junto a su hijo.
-Lo está… tómalo —dijo Blaine acercándole el frasco.
-¿Estás loco?, ¿quieres que me de algo aquí mismo y tenga que atenderme la mamá de Tina?—dijo Kurt refiriéndose  a la doctora del nombre impronunciable.
-Por supuesto que no, ¿esto es lo que buscabas hijo?, ¿cuándo te caíste?
-Sí, estaba con Julianna Gilmore y su hijo y la vi en el árbol, me trepe y me caí… ella me dijo que no pero yo lo hice de todas maneras.
-¿Y cómo crees que estuvo eso? —dijo Blaine dejando el insecto sobre la mesa de los pies de la camilla.
-¿Mal?…—contesto el chico haciendo una mueca.
-Muy mal cariño —dijo Kurt sentándose con confianza luego que el bicho estaba lejos de su alcance— los adultos  que te aman, siempre querrán lo mejor para ti, por eso es bueno obedecer lo que te dicen.
-Pero yo solo quería mi “insepto”
-Lo sabemos —dijo Blaine acariciándole el cabello— pero tú también debes aprender que el exceso de curiosidad te puede poner en peligro, y ni tu Papá, ni yo, ni tus hermanos queremos que te suceda algo.
-¿Lizzie está aquí?
-Lo está… iré por ella.
-No… “Papáblen”, espera un poco —dijo Noah tomándolo del sweater.
-¿Qué sucede?, ¿no quieres ver a tu hermana?
-Sí, pero primero… ¿pueden cantarme mi canción?, tengo un poco de miedo.
-Hijo… bebé, no tengas miedo… todo salió bien —dijo Kurt tomándole la cara y acariciándolo actos seguido.
-No quiero dormir aquí… —dijo el pequeño haciendo un puchero.
Kurt miro a Blaine y este le devolvió la mirada pensando lo mismo, que por mas “adulto” que parecía comportarse Noah en ocasiones, era solo un niño, un bebé casi, que los necesitaba a ellos  más que a sus libros.
-Cariño… —dijo Kurt acostándose a su lado— no dormirás aquí, la doctora que te atendió nos dijo que estabas muy bien, que a pesar que tendrías que usar esto un par de semanas —dijo Kurt tomándole el brazo enyesado con delicadeza— y que usaras ese parche por un par de días— agrego dándole un beso en la frente magullada— todo estará bien, y te vendrás a casa con nosotros en un instante.
-Y aunque no fuera así —añadió Blaine, recordando que de todas las consultas que le habían hecho a la doctora Huiqing, la de que si su hijo estaba de alta, no era una de ellas— nosotros nos quedaremos aquí contigo, uno a cada lado de tu camita para que nada te pase —termino por decir Blaine acostándose al otro lado.
-Que bueno… —dijo el pequeño acomodándose entre sus padres. Kurt le acaricio la cabeza y Blaine le cogió la mano con el yeso y se preparo para cantar la canción que le pidiera.
Además de las canciones que Blaine había escrito para cada uno de sus hijos, cada niño Anderson-Hummel tenía su tema propio de otra autoría. Así como Henry y Lizzie habían crecido escuchando “Black Bird” y “Girl” de The Beatles, el pequeño Noah en tanto, calmaba sus miedos y se quedaba dormido escuchando “Beautiful Boy” de John Lennon.
Blaine comenzó a cantarla despacito y se acomodo junto a él para confortarlo y mimarlo.
-Es Henry…—dijo Kurt que aun tenía el teléfono de Blaine en su bolsillo.
-¿Se habrá enterado? —pregunto murmurando.
-Lizzie debió decirle, mejor le contesto o podría preocuparse —respondió Kurt hablando bajito.
-Mejor…
-Permiso bebé… —dijo Kurt dándole un beso en la frente al menor de sus hijos. Se levanto despacio y salió de la habitación para hablar con Henry, quedándose un par de segundos en la puerta para observar a Blaine y lo maravilloso que era como padre, luego de la pesadilla que había resultado todo lo de su tratamiento, verlo así arropado junto a Noah, era lo mejor de la vida.

Marzo  de 2019



-¿Adivina quién es? —dijo Kurt queriendo sorprender a Blaine que lo esperaba cerca de uno de los ventanales del restaurante que había elegido para la cita.
-A ver… la verdad es que no lo sé… conozco a tanta gente, y tengo tantas admiradoras que podría ser cualquiera, de hecho…
-¡Oye! —exclamo de vuelta dando un pequeño golpe en la cabeza— Aun ni siquiera lanzas tu disco a la venta y ya estas presumiendo… ¿Cómo es posible que no conozcas a tu propio esposo?
-Te reconocí en cuanto entraste al local, solo estaba bromeando contigo —dijo Blaine tomándolo por una mano, como si necesitara guía para encontrar la silla que estaba enfrente. Se puso de pie y la abrió para él, Kurt le sonrió y le hizo un cariño en la barbilla, terminando de saludarse con un beso— ¿ves que estaba bromeando?, ¿haría esto por un desconocido?
-No te creo nada…
-Es la verdad, nadie, nadie, tiene las manos tan suaves y perfumadas como tú… —contesto cogiéndole la mano de nuevo para  darle un beso en cada dedo.
-Ahora sí que estoy por creerte —contesto Kurt medio coqueto— ¡pero no vuelvas a hacerme la desconocida!, sabes que no me gusta eso… —añadió cambiando su expresión por una de descontento infantil, al tiempo que miraba el restaurante.
-¿Ni siquiera cuando engañamos ese par de chicas que querían conquistarnos?
-¡Ah eso fue divertido!... —dijo Kurt como recordando aquello— pero a pesar de eso… ¡no me gusta! —sentencio apuntándolo— me hace pensar que cuando seas extra famoso y estés con tus fans yo me convertiré en una mancha borrosa para ti o en algo más insignificante.
-¿Qué?... ¡eso nunca!
-Pues eso espero…—insistió cruzándose de manos sobre la mesa.
-¿Avisaste a Julianna?
-Le avise, le dije que nos demoraríamos mas porque mi amado y siempre impredecible esposo quería juntarse conmigo en un restaurant al otro lado de Estados Unidos.
-Esto no esta tan lejos… mejor cuéntame, ¿Qué tal el ensayo de hoy?, ¿todo bien?
-Todo perfecto, aunque estoy tratando de descifrar porque Lily quiere que nos reunamos el viernes después de ensayar y antes de la función.
-¿El viernes?... pero… ese día es la  presentación de mi disco, lo… ¿lo olvidaste? —pregunto Blaine tocándose una oreja.
-¡¿Estas bromeando?!, ¡Por supuesto que no!... tengo esa fecha grabada en mi piel, y aunque Lily se ponga como se ponga, saldré a tiempo para tu conferencia de las 17 horas en SONY como el fan numero uno que soy de ti.
-Gracias…—dijo Blaine sonriendo y tomando la carta del restaurant de hamburguesas “Bill’s bar & Burguer”— ahora, ya que mencionaste eso de las fans, hoy me presentaron a parte de mi “fans club”, de hecho mi primerísimo Fan Club, llamado… —dijo sacando su teléfono— “Our Universe” —añadió mostrando a su esposo la foto de él rodeado de chicas adolescentes y no tanto, que parecían  estar embobadas por algún gas adormecedor.
-¿Tu “Fan Club”?... —repitió Kurt mirando la foto con detención, como corroborando que las manos de todas las chicas no estuvieran tocando alguna parte de su esposo.
-Fueron muy simpáticas, y el sello les obsequio el álbum, así que se los firme y todo —explico Blaine enseñando una segunda foto donde aparecía con quien parecía ser la presidenta del club y que lucía una sonrisa tan grande que Kurt creyó y tenia mas dientes que el común de los seres humanos.
-¿Son todas mujeres? —pregunto levantando una ceja y volviendo a la foto de todas las chicas.
-Al menos las que se presentaron en el sello hoy si lo eran… ¿qué miras con tanta detención?
-Nada… —respondió Kurt entregándole el teléfono.
-Ok… pero te advierto que todas te conocen, incluso me preguntaron por ti.
-¿De verdad? —quiso saber Kurt mirándolo de medio lado.
-De verdad…
-¿No me odian?
-¿Por qué habrían de odiarte?, eres lo más dulce que existe, es imposible que te odien —aseguro Blaine sonriendo.
-Aun así, yo duermo contigo y ellas no… y eso es algo que algunas fans no perdonan.
-Pues si no durmieras conmigo, eso sería algo que yo no te perdonaría Kurt Hummel-Anderson.
-Sabes a lo que me refiero…
-Lo sé, pero creo que no te odian porque a diferencia de otras parejas que existen,  ni yo ni tú andamos  pegados él uno al otro como un molusco a una roca…
-Primero, compararnos con moluscos es bastante asqueroso, segundo —dijo Kurt dando un sorbo al agua que había traído recién un mesero— tu no andas pegado a mi porque tú no quieres, si fuera por mí, estarías en mi camerino del teatro todo el tiempo y tercero, con respecto a mi, no lo hago… ¡Porque tu no me dejas!, sino créeme y habría  aparecido en primer plano en esa foto.
-Y muy bien que habrías salido.
-Como sea… solo espero que se comporten y no te besen o te agarren de donde no corresponda, pero al parecer, como vi en la foto, todas sus manitos estaban bien situadas.
-Lo estaban…
-¿Le avisaste a tus Padres de este gran acontecimiento?
-Por supuesto, incluso les di la dirección del “Livestream”, mi Mamá estaba como loca—respondió soltando una risa al pensar en lo desquiciada que actuaba su madre en ocasiones.
-Me alegra… ¡Mi esposo será un superventas! —exclamo Kurt poniéndose las manos en la boca como si quiera ahogar un grito mas enloquecido que el que daría su suegra.
-Aun no sé si será “súper ventas”, puede ser un fracaso al igual que los otros.
-No lo será y lo sabes Blaine… ¿Dylan te acompañara?
-Lo hará…
-Perfecto… ¡estoy tan orgulloso de ti!... juro que en tu primer concierto gritare que duermo contigo… te lo advierto.
-Ok…—dijo Blaine mirándolo como siempre.
-Bien… ¿Por qué me citaste aquí?... ¿no será para ver un juego? ¿o sí? —pregunto Kurt tomando su carta y mirando a su alrededor las pantallas “Led”.
-Hoy es miércoles, no hay ningún juego.
-¿Ni siquiera esos extranjeros que te dio por ver? —dijo mirando los tipos de hamburguesas.
-Tampoco, y si te cite aquí fue porque es el mejor restaurant de hamburguesas que existe –explico Blaine leyendo su menú— y quería estar a solas contigo —añadió tomándole una mano— con todo lo del disco, tu obra y nuestro hijo, no hemos tenido tiempo de hacer esto tan seguido como antes.
-Lo sé…—respondió Kurt haciendo un puchero.
-Entonces… ¿Qué te parece el lugar? —quiso saber Blaine mirando y apuntando a su alrededor.
-Bonito…
-Pero…
-¿Sabías que a menos de 5 minutos de nuestra casa hay uno igual de estos?, no se para que me hiciste atravesar medio New York.
-Porque este es el original y no una versión engreída como la que hay en el “Rockefeller Center”.
-El que está allí es exactamente igual, no tenías que venir hasta el “Meatpacking District” para comer una hamburguesa… ¿aun tienes esa fantasía de encontrarte con “Daniel Day-lewis”?
-¿Qué?... ¡no!... ¿de dónde sacaste eso?
-No lo sé, porque te lo advierto, “Gangs of New York” fue hace 17 años.
-Lo sé… y si hay que elegir entre esos carniceros, preferiría encontrarme con “Di Caprio”…  ¿Qué vas  a ordenar?
-Pues si ordeno una “Soupe aux oignons” me miraran raro, así que asumo que una hamburguesa, ¿esto es plástico? —pregunto Kurt tomando una punta del mantel a cuadros que cubría la pequeña mesa.
-Deja de refunfuñar, y si es plástico, no te hará daño comer sobre un mantel de hule por una vez en tu vida.
-Si tú lo dices… —dijo Kurt verificando que todo estuviera impío.
-Mira,  hay una llamada “Onion Soup burguer”, deberías de intentar con esa —opino Blaine indicando aquel plato en su menú.
-No lo creo, no me gustan las segundas versiones de las cosas, ya deberías saberlo… —advirtió Kurt bebiendo más agua— ¡a propósito de segundas versiones!— exclamo como recordando algo de pronto— Rachel… está saliendo con alguien…
-¿En serio?
-Así es… es un músico o coreógrafo que llego a su compañía, no estoy muy seguro... a ver como le va —dijo Kurt haciendo un gesto con su mano, como si supiera de antemano que todo sería un fracaso.
-¿Eso es algo que te molesta?
-No, ¿Por qué lo dices?
-Por tu gesto… —contesto Blaine repitiendo el gesto de desestimación que hiciera antes su esposo.
-No nada de eso… Finn murió hace mucho, solo me preocupa que comience con las comparaciones, como lo hizo en sus anteriores intentos.
-Sera inevitable que las haga.
-Tal vez… pero bueno… hablemos de otra cosa… por ejemplo, que debemos elegir ropa para el lanzamiento de tu disco… ¡Y no me digas que iras con el mismo traje que usaste para el estreno de mi obra!... porque soy capaz de llevarme este frasco de salsa picante para verterlo sobre el y así asegurarme de que no lo vuelvas  a usar.
-Es un buen traje, y creo que me servirá por largo tiempo mas —dijo Blaine quitándole el envase de plástico rojo y ubicándolo en un extremo de la mesa.
-Blaine… ya dejamos de ser tan pobres, no deberías privarte de vestir bien.
-¡Visto bien!… ¿no me ves? —dijo acomodándose  la camisa y el sweater que vestía.
-Luces encantador, pero aun así, mañana te llevare de compras —advirtió apuntándolo.
-Como quieras… ya sé que ordenare —contesto Blaine levantando su brazo para que algún mesero lo viera.
-¡Yo aun no!... baja ese brazo… —aseguro haciéndole una seña.
-¿Como que no?, llevas leyendo ese menú por varios minutos.
-Solo fingía que leía, en realidad estaba chequeando que este lugar estuviera bien sanitizado.
-¿Quieres dejar de criticar el lugar?, cuando comas lo que ordenes sentirás vergüenza por haber dudado del lugar que escogí, la comida es extraordinaria.
-Es habrá que verlo, además… —dijo Kurt silenciándose al ver entrar a alguien a quien nunca pensó y se encontraría de nuevo en aquella ciudad tan grande.
-Además que… —pregunto Blaine esperando que Kurt terminara la frase— ¿Kurt? —  insistió mirando hacia donde este miraba.
-¿Qué?
-Estabas hablando  e ibas a decir algo…
-¡No!...—dijo mirando al sujeto en cuestión.
-¡Claro que sí!... ¿que estas mirando?... ¿viste a alguien? —quiso saber Blaine haciendo como que se volteaba del todo para mirar hacia la puerta.
-¡Hagamos el amor!... —exclamo de pronto tomándolo del sweater para evitar que se volteara.
-¡¿Qué?! —exclamo Blaine como apartándose.
-Eso… me dieron muchas ganas… ¡vamos al baño!… ¿te he contado mi fantasía de hacerlo en el baño de un restaurante verdad?
-No… siempre has dicho que cualquier parte menos los baños, en especial los baños públicos.
-¡Pues acabo de cambiar de opinión!... ¡vamos!… —insistió haciendo como que se levantaba.
-Kurt… ¿te volviste loco?... ¡no!... —contesto Blaine poniendo diferentes caras de incomodidad y sonriendo al resto de los comensales, pensando que habían escuchado el delirio febril que le había dado a su compañero de mesa.
-¡Es tu deber complacerme!, lo dice el contrato que firmamos cuando nos casamos.
-No decía  en ninguna parte eso… ¿quieres calmarte?
-Vamos…  ¿me harás rogarte?
-No…
-Entonces… estoy seguro que quieres lo mismo, puedo leerlo en…
-¡OH POR DIOS!... ¡Kurt Hummel! —escucho Blaine a su espalda— ¡por favor dime que me recuerdas! —Blaine  se volteo y vio a un chico bajo, delgado y medio rubio, cuyas gafas eran casi tan grandes como su cara, sonrió un poco al verlo y no pudo evitar compararlo con la vieja animación de  “Merrie melodies”: “Egghead Jr.” Kurt se levanto algo incomodo y camino hacia él para saludarlo, le estrecho la mano y recibió de vuelta un abrazo extra efusivo.
-Ok… —dijo apartándose— Chandler, ¿Cómo estás?
-¡Excelente!... ¿como estas tú?
-Bien gracias, me sorprende que seas tan amable conmigo después de cómo corte todo entre nosotros —respondió Kurt murmurando cuando hablaba de nosotros.
-Por favor, eso fue hace mil años… ¿no te dije que los Neoyorkinos debemos permanecer juntos?, ¿Qué tal tus clases?
-Bien…  bueno ya termine hace bastante en realidad
-¡Oh por Dios!... ¡yo igual!... —exclamo el chico dando pequeños saltos— ¿dime por favor que eres el mismo Kurt Hummel que agota en Broadway?
-Es el mismo —dijo Blaine que había pasado desapercibido para el recién llegado.
-¡De verdad!... ¡ay!, ¿donde están mis modales?,  hola mi nombre es Chandler Kielh —dijo estirando la mano.
-Mucho gusto… —respondió  Blaine estuchándosela.
-El gusto es  mío… ¿quién eres tú?
-¡Oh!... lo siento mi nombre es Blaine Anderson, el esposo de la estrella de Broadway.
-¿Esposo?... ¿te casaste Kurt Hummel!... ¡Qué alegría! —exclamo gritando un poco y volviendo a darle un abrazo extra apretado— “Oh là là”, es una joya extraordinaria Kurt Hummel —opino tomando el dedo del anillo— ¿Cuándo sucedió esto?
-Hace…
-¡Da lo mismo!... no hay nada mas espectacular que estar casado, en especial luego que la Suprema Corte se diera cuenta que somos iguales al resto… ¡Señores nuestros impuestos pagan sus salarios! —dijo Chandler como gritando insultos al pleno de la corte— bueno, ya me voy, quería almorzar aquí, pero no tolero los manteles plásticos —añadió dándole un codazo a Kurt en un costado y guiñándole un ojo a Blaine— un gusto Blaine Anderson —termino por decir el chico volviendo a estrechar la mano de Blaine.
-Igualmente —respondió este sonriendo.
-Y tu Kurt Hummel, ¿aun tienes mi número?
-¡OK!...—respondió Kurt haciendo como que se lo llevaba a la salida y actuando como si el numero de Chandler fuese algo de lo que había que arrancar.
-Da lo mismo, un gusto volver a verte y créeme que me tendrás de público en una de tus funciones… ¡huelo algunos Tonys! —termino por decir el chico dando un tono de soprano a sus últimas palabras.
-Lo más probable… gracias, gusto en verte —dijo dándole un pequeño empujón hacia la  salida, como asegurándose que quería que se fuera. Miro un poco sorprendido a Blaine por la reacción que había tenido y se sentó esperando escuchar una demanda por explicaciones, seguido de un gran ataque de celos — ¿Estás bien?...—le pregunto como con suspicacia una vez que volvió a la mesa.
-Bien… ¿Por qué?, ¿lo dices por el tipo estridente?, ¿Cómo lo conoces?, me pareció simpático  pero un poco hiperventilado, ¿fue compañero tuyo en NYADA?
-¿No te acuerdas de él? , ¿Verdad?
-¿Acaso lo conozco?— dijo Blaine mirando hacia la salida.
-Buenas tardes bienvenidos a “Bill’s Bar & Burguers” mi nombre es John y ser su mesero esta tarde, ¿que desean?
-Pues yo quiero una “Spicy jalapeño burger” y una coca-cola.
-¿Usted señor? —dijo el mesero apuntando en una pequeña libreta la orden de Blaine —¿señor?
-¿Qué?... ¡sí!... disculpe… yo quiero una “Mushroom and swiss burger” y una vaso de agua por favor.
-¿Alguna en especial?
-“Perrier” por favor —contesto  Kurt que aun miraba a Blaine como pensando que este estaba esperando el momento propicio para exigir explicaciones como un loco.
-Muy bien. Vuelvo enseguida con su orden, ¿desean algo mientras esperan?, ¿alitas de pollo?, ¿nachos?
-No gracias, con eso está bien —dijo Blaine entregándole ambas cartas.
-Perfecto… permiso —contesto el mesero retirándose  con las cartas bajo un brazo.
-¿Estás seguro y estas bien?, no quiero que estés maquinando una venganza que luego me haga lamentar el día que nací —insistió Kurt  cruzándose de manos y mirándolo fijo.
-¿Qué?, ¿de qué etas hablando?
-Blaine, no puedo creer que no recuerdes quien era ese tipo que acaba de salir.
-Pues no lo recuerdo, ni siquiera creo haberlo visto nunca.
-¿No estás bromeando conmigo?, ¿o sí?
-No… ¿por qué habría de hacerlo?
-Tienes razón… ¡olvídalo!... —dijo Kurt meneando su mano como si correteara una mosca cerca de su cara— ¿sabías que este barrio se está volviendo de lo mas “fashionista”?
-No me cambies el tema, ya dejaste entrever que hay algo con ese tipo que acaba de salir, dime quien es…
-¿Para qué?... si no lo recuerdas, da lo mismo… lo que estaba diciendo, este barrio.
-¡Kurt!
-¡BIEN!... era… “eltipoquememandabamensajesdetexto”
-¿Cómo?... ¿el tipo que te qué?
-¡Era Chandler! —exclamo Kurt apuntando hacia a puerta— ¡Chandler Kielh!, el tipo que me envió los mensajes de texto
-¿Qué?... —dijo Blaine como ofuscándose de pronto.
-El…
-¡Pero si yo odio ese tipo! —exclamo Blaine mirando la salida.
-¿Cómo lo vas a odiar?, ¡ni siquiera te acordabas quien era!
-¡Claro que sí!, es el Señor “encontrémonos en frente del Plaza” y “te amo Kurt Hummel”, “Quiero usar tu voz como ringtone” —respondió moviendo sus manos como burlándose de alguien extremadamente entusiasta
-¿Cómo te acuerdas de todo eso?
-Pues me acuerdo… ¿Por qué no me dijiste?, le habría dicho unas cuantas…—insistió mirando hacia la salida.
-¿Qué te iba a decir?, “Blaine, el es Chandler, ¿te acuerdas que me acusaste de engañarte con él hace como mil años?”—dijo Kurt actuando la situación que describiera.
-Pues si… y no fueron mil años, fueron…—contesto Blaine empequeñeciendo sus ojos al tratar de sacar la cuenta de los años que habían pasado— ocho… ¡ocho años!... ¿Qué hacia aquí?
-Pues vive en New York se supone y estudio en la NYU… era posible encontrarnos con él, aunque luego de tantos años aun no he podido toparme con Ricky Martin.
-¿Es un chiste?, ¿se supone y debo reírme? —quiso saber Blaine que insistía en mirar hacia la salida.
-Por cierto que lo es… Blaine… ¿viste al tipo?, ¿verdad?
-¡Claro que lo vi!…
-Pues deberías deducir que tú tienes más “sex-appeal” en la curva esa de tu nariz que él en todo su cuerpo.
-¿SI? —dijo Blaine medio derretido— es decir… ¡Kurt!— exclamo como reaccionando— ¡por Dios si te tomo la mano! —insistio como si recién estuviera viendo toda la escena en cámara lenta y pudiera darse cuenta de hasta el mas mínimo detalle que antes le había parecido sin importancia.
-Miro mi anillo, no me tomo la mano… —corrigió Kurt blanqueando los ojos.
-Aun así… fue bastante inapropiado… ¿Por qué tenias que hablar con él?
-¡Tu también hablaste con él! —reclamo soltando una risa.
Blaine lo miro reír y no pudo evitar soltar una risa también, pensando en lo ridícula que era aquella discusión.
-No te enojes… —dijo Kurt acariciándole una mano por sobre el mantel de plástico— tu elegiste este lugar, súper varonil y para nada romántico, no lo desperdiciemos discutiendo —añadió haciéndole caras de niño consentido.
Blaine lo miro y volvió a sonreír, en parte por las caras que le ponía su esposo, así como por la crítica  soslayada que había lanzado al restaurante en el que se encontraban. Le tomo la mano de vuelta y le dio un beso en el anillo.
-Lo odio, espero y haya quedado claro.
-¡Muy claro!, la próxima vez que lo vea le diré, “Mi esposo te odia”.
-Espero… —dijo sonriendo medio chueco mientras se levantaba.
-¿Dónde vas?
-Al baño… de paso veo si realmente se fue o lo encuentro y hago que se trague esas gafas horribles.
-Eres muy sexy cuando hablas con rudeza… —dijo Kurt moviendo sus cejas.
-¿Te quieres repensar lo del baño? —pregunto Blaine haciendo una seña en dirección de los servicios.
Kurt soltó un poco de aire y arrugo un par de servilletas que habían bajo los cubiertos como demostrado emoción contenida con lo que podía llegar a pasar, Blaine le sonrió y partió primero, Kurt conto hasta cinco y se levanto con disimulo en dirección al baño del “Bill’s Bar & Burguers”.