(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Abril de 2036



-¿Puedes decir teléfono? —dijo Blaine recostado en la cama con el pequeño Noah instalado en su panza.
-¡”Tedefono”! —dijo el pequeño soltado una risa.
-¡Eso!... —exclamo Blaine tomándole las manitos para que aplaudiera su logro— ahora… ahora… —añadió mirando que podía decirle a Noah para que repitiera —di… ¡control remoto! —dijo tomando el aparato que estaba a su lado en la cama— ¿puedes decirlo?... ¿control remoto?
-“Contomoto”—dijo Noah meneándose entero de emoción, como si hubiese dicho la palabra correcta.
-Muy bien… ¡mira!... ¿quién llego?... —pregunto Blaine apuntando la puerta y a Kurt que entraba a la habitación luego de llegar de comparar la cena.
-¡”Papá”!... —exclamo Noah aplaudiendo entre las manos gigantes de Blaine.
-¡Sí!... ¡llego tu Papá!... ¡Hola bebé!… —dijo Kurt acercándose a la cama para dar un beso a su hijo y otro a su esposo— hola… —repitió soltando un suspiro.
-Hola… —dijo Blaine soltando otro— ¿Cómo te fue?
-Bien… traje los favoritos de todos —contesto Kurt dirigiéndose al baño.
-Por tres porciones, pudiste ordenar por teléfono y no moverte de nuestra casa —murmuro Blaine haciéndole caras a Noah.
-¡Y no me digas que por tres porciones pude ordenar desde aquí!... ¡En “BABBO” no es lo mismo! —exclamo desde el baño.
-Es lo mismo… ¿verdad bebé?... no era necesario conducir por 20 minutos… ¿puedes decir “20 minutos”?
-“Ventenutos”
-Excelente… —dijo Blaine sonriendo aun más bello que Noah si es que aquello era posible.
-¿Sigues pidiéndole que diga cosas?, estas en eso desde que me fui…
-¿Y?...
-Y ya deja de decirle que diga cosas, terminaras aburriéndolo —aseguro Kurt saliendo del baño con crema en las manos.
-Estamos de lo mas entretenidos… ¿verdad Noah?... ¿Quién soy yo?
-“Papaben”…
-Me encanta su tono de voz… —dijo Kurt acostándose al lado de su esposo.
-Y a mi… Henry nunca tuvo la voz tan profunda… ¿verdad? —quiso saber Blaine estirando su brazo para recibir a Kurt a su lado.
-No, nunca… —respondió este acariciando el cabello de su hijo— es tan “ronquito” que me dan ganas de comérmelo… —agrego haciendo como que se devoraba el pequeño brazo de Noah.
-Hable con Burt… —comenzó a contar Blaine encogiendo sus piernas para que el bebé las utilizara de respaldo.
-¿Le preguntaste?
-Le pregunte, me dijo que la marca favorita era “Jeep”… y que le había dicho que siempre prefería el modelo “Wrangler”, tal y como lo habíamos deducido… ¿dirás “jeep” bebé?
-“Pip”… —dijo Noah como si fuera un pajarito.
-Pero… ¿aun lo fabrican?
-¡Es un clásico!… obvio que lo fabrican…
Kurt entorno los ojos y pensando que lo único “Wrangler” que conocía era la marca de jeans y ni siquiera eso lo entusiasmaba tanto.
-¿Cuándo iremos al concesionario? —pregunto acercándose más a Blaine.
-Pues cuando estemos desocupados, por lo demás tenemos hasta Septiembre para hacer aquella compra.
-Henry se pondrá feliz… se merece eso y más… el otro día estuvimos hablando y me conto que terminara primero de la clase.
-¿De verdad?, ¿ya lo confirmo?, había dicho que no estaba seguro.
-Pues ahora lo está… estoy tan orgulloso de él… solo creo que ya lo estoy extrañando, te juro y llorare sin consuelo cuando se vaya en otoño —aseguro acomodándose en el hombro de su esposo tal y como su hijo lo hacía en el sector de la barriga.
-No digas eso… Philadelphia está a menos de 2 horas de aquí.
-Aun así… crecen tan rápido, ya creo que va a llegar el día que este pequeñín nos deje también —dijo Kurt besándole una manito a su hijo.
-Pues para eso faltan unos cuantos años… ¿verdad Noah?... di unos cuantos años.
-“Cantaños”…
Ambos rieron a la par con Noah.
-Es muy inteligente, ¿no crees? —añadió Blaine rascándole la cabeza a su esposo.
-Lo es… pero no menos que sus hermanitos, ¿verdad bebé?, ¿igual que Lizzie y Henry? —dijo Kurt acariciándole el cabello.
-“Lisi y Endy”… —repitió Noah aplaudiendo de nuevo.
-Eso bebé…. tus hermanos… —dijo Blaine soltando una risa.
-¿A qué hora tienes que irte al sello?
-Dentro de una hora…
-¡Esto es tan injusto!... ¡odio que tengas que trabajar hasta tan tarde!… —refunfuño Kurt como si tuviera al edad de Noah.
-Lo sé… lo siento, pero solo será esta semana hasta que Farrell se recupere.
-Aun así, ¿Por qué tu bajista no pudo cuidarse mejor?
-No creo que se pueda hacer algo frente a la mordida de un perro…
-Entonces debiste buscar un reemplazante que pudiera tiempo completo y no solo por las tardes.
-Pues era lo único que pudimos conseguir en tan corto tiempo… estamos grabando contra reloj, lo siento…—repitió Blaine haciendo un puchero.
-Pues yo lo siento más… la cama es gigante sin ti…
-Te diré algo… —dijo Blaine besándole al frente— hoy me escapare y llegare antes de las 10.
-No puedes escaparte… ¿Quién cantara si no estás tú?...
-No lo sé… —respondió riendo.
-Con que llegues pronto me conformo —dijo Kurt acurrucándosele en el hombro.
-¿“Papáblen”? —dijo Lizzie golpeando la puerta.
-¿Quién es?... ¿Quién es Noah?
-¡“Lisi”!
-Eso… Lizzie… ¡adelante Princesa!
-Hola padres… “Goblin”… “Papáblen” tu teléfono, se te quedo en la sala y está sonando —dijo Lizzie entregándole el aparato a Blaine.
-Gracias hija… —respondió este tomando a Noah para dejarlo instalado en la cama, cogió el aparato y contesto la llamada.
-Yo me voy a la casa de Alaska, recuerda que su Papá me vendrá a dejar.
-Muy bien, ¿dejaste lista la mesa? —pregunto Kurt arreglándole el cabello a su hijo.
-¿Qué?.. ¿Por qué?... ¡Ni siquiera cenare aquí!... ¡hola!
-Pues recuerda tu castigo “señorita Matemáticas en la NYU”… ¿o prefieres cambiarlo por un mes de encierro? —dijo Kurt poniendo caras.
-¿Henry vendrá a cenar? —pregunto la chica obedeciendo de inmediato.
-No, no vendrá… ¡no llegues muy tarde!
-No lo hare… —exclamo Lizzie saliendo del cuarto para dejar su castigo resuelto.
-No adivinas quien era… —dijo Blaine enchufando su teléfono a la corriente.
-¿Quién?
-Cooper…
-¿Cooper tu hermano?
-“Cupe”… —dijo Noah dando tres aplausos.
-El mismo… y no creerás donde esta…
-¿Haciendo alguna locación en New México? —pregunto Kurt como adivinando.
-No, está a tres cuadras de aquí y quiere pasar a vernos.
-¡En serio!... —exclamo Kurt sin disimular nada del entusiasmo que la visita de su cuñado le provocaba— le dijiste que si supongo.
-La verdad es que no pude decirle nada, se hizo el invitado así sin mas —respondió Blaine tomando a Noah en sus brazos.
-¡Ay Blaine!, es tu hermano… no necesita invitación —advirtió Kurt comenzando a arreglarse el peinado y la ropa frente al espejo.
-Te advierto que se hizo el invitado a cenar también.
-Maravilloso… solo habrá que agregar otro puesto a la mesa que asumo y Lizzie dejo lista antes de marcharse.
-Pues a mí me parece bastante mal educado de su parte llegar sin avisar… ¿verdad Noah?... ¿Maleducado?, ¿puedes decir “el tío Cooper es un maleducado”?
-“CupeMaducado”… —repitió el pequeño como queriendo dormirse.
-¿Estás cansado bebé?… ¿quieres dormir?, lo llevare a su cuarto —dijo Blaine acunándolo en sus brazos.
-¡Oh debe ser él! —exclamo Kurt al sentir la puerta.
-¡Por Dios ve abrir!… ¡que el cielo nos proteja si haces esperar a tu cuñado! —sentencio Blaine llevándose a Noah.
-¡Ay me encanta cuando actúas como un celoso demente y sicótico! —aseguro Kurt gesticulando locura con sus manos y dándole un apretón en las mejillas luego.
-Tendré eso en cuenta, no creas que no —dijo Blaine entre divertido y adolorido por el apretón en sus mejillas.
Kurt sonrió y se dirigió a la sala, abrió la puerta y recibió a Cooper con un abrazo, a pesar de los años, el hermano mayor de Blaine seguía teniendo el mismo atractivo magnético de siempre y resultaba irresistible para quien lo mirara.
-¡”Squirrel”!... —exclamo ya instalado en la sala al ver llegar a su hermano cargando un “baby monitor”
-Hola Coop… —respondió abrazándolo— ¿Qué haces aquí?
-Pues estoy filmando unas locaciones en Jersey y me dije: “Cooper, es hora de visitar a tu pequeño hermano y su familia”, así es que… ¡aquí estoy! —explico arreglándose el cabello.
-Genial… —dijo Kurt como sin aire.
-¿Cómo están los Papás?, ¿has hablado con ellos? —pregunto Blaine sentándose en frente.
-Pues me creerás que no… he estado como un loco trabajando y no me ha dado tiempo, ¿Qué hay de ti?
-Pues yo hable con Mamá la semana pasada, están todos bien.
-Perfecto, me contaras todo luego… ¿les parecerá muy maleducado si me quedo a cenar?
-Bastante... —dijo Blaine por lo bajo.
-¡Por supuesto que no!… —se adelanto en decir Kurt mirando a su esposo— los chicos no están, por lo tanto la cena que compre alcanza para todos.
-¿Mis sobrinitos no están?
-No, Henry esta con sus amigos y Lizzie se fue a terminar un reporte a casa de una compañera, solo esta Noah…
-¡Me encanta Noah!... le traje un reglo por cierto —dijo apuntando una bolsa de una juguetería— ¿puedo entregárselo?, ¿se acordara de mi?
-Bueno acaba de dormirse, luego se lo entregas… perdón… —se excuso Kurt tomando su teléfono— Es Helen, debo contestarle —añadió apuntando la pantalla.
-No te aflijas cuñado… atiende tus asuntos… ¿ya vieron mi última película?, hay rumores de Oscar— dijo apuntando a Blaine.
-¿Qué?...
-Te lo digo… —insistió como si aquello no requiriese mayor explicación.
-Ok, ha surgido un problema enorme.
-¿Que sucedió Kurt? —pregunto Blaine poniendo cara de circunstancia trágica.
-Era Helen, surgió un problema en el teatro, debo ir de inmediato —dijo como buscando sus cosas.
-Pero Kurt… yo me tengo que ir al sello en menos de 1 hora…—advirtió Blaine mirando su teléfono y apuntando su guitarra que estaba dispuesta al lado de la puerta vidriada de la sala.
-¿No puedes llamar y suspender el ensayo?
-No, ojala y pudiera, pero estamos contra reloj con las grabaciones, te lo dije.
-Pero yo no puedo eludir esto, aparentemente una de mis actrices creyó que era buena idea aplicarse autobronceante a dos días del debut.
-Kurt… alguien debe quedarse con Noah, Julianna no pude venir sin previo aviso.
-Y puedo cuidarlo… —dijo Cooper levantando su mano.
-¿De verdad? —dijo Kurt como si lo salvaran de la ahorca.
-Obvio… —aseguro poniéndose de pie al tiempo que se arremangaba la camisa, como si cuidar a su sobrino implicara hacer algún esfuerzo físico importante.
-Cooper no sabes cuanto…
-Kurt, ¿puedo hablar contigo un segundo? —dijo Blaine apuntando hacia la cocina y abriendo sus ojos tanto que Kurt creyó que las largas pestañas de su esposo se enredarían con su cabello.
-Claro… —respondió mirándolo extrañado— ¡Problema resuelto!…—añadió agudizando su voz y poniendo cara de emoción una vez traspasada la puerta de la cocina.
-No quiero que Cooper cuide a nuestro hijo —dijo Blaine sin tomar en cuenta que Kurt actuaba como si al propia “Martha Stewart” estuviera allí para ayudarlos.
-¿Qué?, ¿Por qué no?
-Porque no…
-Esa no es una respuesta Blaine Anderson-Hummel.
-Sí que la es… escucha: No quiero que Cooper cuide a nuestro hijo.
-Pero Blaine, tu hermano es un hombre adulto, responsable e increíblemente guapo, puede hacerse cargo de Noah sin problemas.
-No, no, no… te equivocas es irresponsable y olvidadizo, si dejas a nuestro hijo a su cargo, lo más probable es que lo pierda en el parque o algo así.
-Blaine…
-¡Es la verdad!, te juro y cuando yo era pequeño me dejaba abandonado en tiendas dentro de los centros comerciales para irse de citas con las chicas.
-¿No era una adolescente en ese entonces? —dijo Kurt enchuecando su cara y poniendo ternura a sus palabras.
-¿Y?...
-Blaine, ahora tiene unos cuantos años mas… además no tenemos a quien más recurrir, ¿o prefieres pedirle al Señor Jenkins que ponga a nuestro hijo en una caja bajo el escritorio de la portería?
-No, pero podemos llamar a Henry o a Lizzie para que se vengan de inmediato.
-Ellos tenían sus planes y debemos respetarlos… ¿no es eso lo que siempre dices?
-Kurt…
-Ok, mira... yo no puedo pasar por alto este problema, tengo que ir al teatro y tu tampoco puedes dejar de cumplir con tu trabajo… no nos quedan muchas opciones aquí… ¿no confías en tu hermano?
-No, eso es lo que he dicho desde que nací —contesto con las manos en la cadera.
-Pues ahora estas bastante más grande… —dijo Kurt abrazándole por el cuello— te prometo que será media hora como máximo…
-¿Seguro?
-Seguro… solo tengo que ir a escobillar la cara de esa irresponsable y me devuelvo de inmediato, ¿de acuerdo? —agrego besándole la frente.
-Como sea… —respondió Blaine de malos modos y sin responder al abrazo.
-¡No me respondas así!… se me quitan las ganas de hacerte eso que te gusta en cuanto llegues del sello. Blaine esbozo una sonrisa traviesa y lo miro a los ojos como rindiéndose.
-¡Bien!... que tu adulto, responsable e increíblemente guapo cuñado se haga cargo de nuestro hijo… pero será tu responsabilidad si cuando regresemos lo único que hace Noah es apuntar y preocuparse por su cabello.
-Lidiare con eso… ¿sales conmigo?...
-Aprovechare de llevarte —dijo Blaine volviendo a la sala.

-¿Estaban hablando de mi? —pregunto Cooper mirando a ambos.
-¿Tú qué crees?
-Solo estábamos hablando de lo amable que eres en quedarte con Noah durante esta emergencia, mira… —dijo Kurt tomando un papel y lápiz al tiempo que se ponía un cardigán delgado y tomaba las llaves del auto, todo al mismo tiempo —este es el numero de donde estaré en caso de cualquier cosa y este otro —agrego anotando— es el del sello de Blaine… si nuestros móviles no contestan llamas aquí.
-Ok… —dijo Cooper recibiendo el papel— ¿Qué hago con él?
-¿Cómo? —pregunto Blaine arrepintiéndose desde ya de dejar a Noah en manos de su hermano.
-Es decir, no “¿qué hago con él?” —repitió Cooper haciendo el gesto de las comillas— si no… que le gusta hacer, cantar, ver televisión, peinarse… —añadió corrigiendo su peinado por enésima vez.
-Solo mantenlo con vida…
-Cuenta con eso Squirrel —dijo Cooper apuntándolo con sus dos manos estiradas.
-Parece que despertó… —advirtió Blaine devolviendo sus pasos al escuchar unos ruiditos remolones a través del “baby monitor”.
-¡Oigan!... ¡yo lo atenderé!… ustedes váyanse... además debo entregarle este presente que le compre especialmente para el… —dijo Cooper dándole tres golpes a la bolsa de la juguetería.
Blaine lo miro con el ceño fruncido sin confiar en él ni un ápice y salió del departamento casi arrastrado por su esposo.

Cooper sonrió y espero que se fueran para ir en busca de su sobrino, subió por la escalera de la cocina y llego hasta el cuarto del pequeño. En efecto, Noah estaba despierto y observaba todo con sus grandes ojos azules abiertos de par en par, vio entrar a Cooper y le sonrió de inmediato, la promesa que habían hecho todos hacia ya 15 años de pasar las festividades juntos, permitía que el hermano mayor de su “Papáblen” no fuera un desconocido para él.
-Hola pequeño… —dijo Cooper haciendo la seña de saludo.
-¡”Cupe”!... —contesto Noah estirando sus bracitos.
-¡Oye!… me conoces… ¿viste alguna de mis películas? —añadió cogiéndolo en sus brazos.
-“CupeMaducado”…—dijo Noah abrazándolo.
-¿Cómo?... ¿tienes algún diccionario traductor o algo?... eso ultimo no lo entendí…—agrego sonriendo— lo que si entiendo es que eres un pequeñín que le gustan los juguetes, por lo tanto… acompáñame a la sala porque tengo algo para ti.
-¿”Papaben”?
-¿Dijiste “Papáblen”?... porque si dijiste eso, no está, Kurt tampoco..
-¿”No’ ta”? —dijo Noah llevándose sus manitos a la boca como sorprendido.
-Oye… ese histrionismo te llevara lejos… yo también lo tenía a tu edad, ¿te ha contado Blaine que soy famoso?, porque lo soy… —advirtió Cooper dejando a su sobrino en uno de los sofás de la sala. Noah se quedo quietecito como lo hacía siempre y lo miro sacar algo desde una bolsa llena de colores— esto es para ti… —dijo entregándole un paquete de regalo.
-¿Pa’ mí?... —repitió Noah volviendo a impactarse.
-Si… ábrelo... ¿sabes cómo? —pregunto Cooper al tiempo que encendía la televisión.
Noah miro el regalo y comenzó a arrugar el papel con su pequeñas manos, emitiendo un sonido de risa pequeñita cada vez que escuchaba el ruido que el papel hacia. Cooper se concentro en la televisión y cuando ya había pasado un par de veces por todos los canales se dio cuenta de cuanta alegría le provocaba aquel sonido a su sobrino.
-¿Te gusta ese ruido?... de haberlo sabido solo te hubiera regalado un rollo de papel —dijo riendo y volviendo su vista a la televisión— ¡Oh!... mira Noah, ese show será reeditado, nadie lo sabe, pero ahora que hay mas tecnología volverán a hacerlo, dime si no será mejor ver el accidente del vuelo 815 en “3D”
-“Tesde”… —repitió Noah abriendo por fin su regalo.
-Voy a audicionar precisamente para ese papel, el de “Desmond Hume”… soy mejor que Henry Ian Cusick, ¿verdad? —pregunto Cooper moviendo su cara frente a Noah como si un pequeño de un año y algo supiera quién era Henry Ian Cusick y su diferencia con Cooper Anderson.
-“Desmon”…—dijo Noah sacando el juguete de su envoltorio.
-¿Te gusta?... es un dinosaurio, la señorita que me atendió, que en realidad quería atenderme de otra forma, si sabes a lo que me refiero —dijo Cooper sonriendo y guiñándole un ojo a su sobrino— me dijo que todos los niños amaban los dinosaurios, y este… —agrego tomando el juguete de color azul— tiene algo súper especial… mira… —prosiguió quitándole un elástico que tenía en la cabeza para dejar al aire un copete como el de “George Harrison” cuando era adolescente— ¿ves?... es un “Tiranosaurio Rex” súper estiloso igualito a tu tío Cooper, también futuramente conocido como “Desmond Hume”.
-“Desmon”—repitió Noah moviendo sus manitos para alcanzar su juguete nuevo.
-¿Te gusto verdad?... ¿puedes decir Dinosaurio?
-“Desmon” —dijo Noah sonriendo mientras inspeccionaba el juguete por todos lados.
-No… “di-no-sau-rio”—pidió Cooper extra pronunciando.
-“Desmon”…—insistió Noah abrazando el juguete.
-¿Por qué sigues diciendo eso?... ¿¡acaso te descompuse!? —exclamo Cooper tocando a su sobrino a la altura de la cabeza y la espalda como si se le hubiesen caído las baterías— mira que no sabría que decirle a tus padres cuando vuelvan —agrego poniéndose de pie y tomándose la cabeza, aprovechando de mirarse el peinado en el reflejo de la ventana.
-¡”Desmon”! —volvió a exclamar Noah levantando el juguete como si fuera un trofeo de campeonato.
-¿Sera…? —comenzó a decir Cooper como si quisiera interpretar el mas difícil de los idiomas— ¿será que quieres llamar “Desmond” a este monito? —añadió sentándose al lado de su sobrino nuevamente.
-“Gasas CupeMaducado”…—dijo Noah poniéndose de pie sobre el sofá para aferrarse a su tío a nivel del cuello.
-¡Oh por Dios!...—contesto Cooper emocionándose— esto es tan maravilloso, usare este momento para cuando tenga que recurrir a mi memoria emotiva en la escena en que me separo de “Penny”—añadió apartándose y dándole al pequeño un par de besos en la frente.
Noah sonrió y volvió a sentarse de manera correcta instalando a su lado a su nuevo compañero de juegos.
-Te lo autografiare en cuanto obtenga el papel, y lo obtendré… acuérdate de mi… —sentencio Cooper acomodándose al lado de “Desmond” para seguir viendo televisión y cumplir con sus labores de niñera de emergencia.

Abril de 2014



-¿Qué es esto? —pregunto Blaine asomándose en pijama a la cocina.
-Hola… —dijo Kurt con la mejor de sus sonrisas.
-Hola…—respondió Blaine dándole un beso— ¿Qué es esto? —repitió apuntando la bandeja que había sobre la mesa.
-Déjame explicarte lo que sucede por las mañanas, luego de una noche buena, mala o genialmente sexy como la de nosotros… —comenzó a explicar Kurt mientras acomodaba tazas y cubiertos en la bandeja dispuesta para ello— la gente se despierta, luego de eso… —continuo mientras chequeaba la máquina de “waffles”— desayuna… y eso es lo que es esto… ¡el desayuno! —concluyo encogiendo sus hombros más que feliz.
-¿Alguien esta de muy bien humor?
-¡Apuesta tus mejores partes a que si! —exclamo Kurt siguiendo con la organización de la bandeja.
-¿Es por lo de Rachel? —quiso saber Blaine acercándosele.
-Por eso… y por otras cosas también… y haciéndome dueño de tus palabras, no es posible desayunar en cama si no estás en la cama, por lo tanto… —sentencio moviendo una espátula e indicando en dirección hacia el dormitorio.
-Pero ya me levante… y como tú también decías… ¿puedo ayudar en algo? —pregunto Blaine abrazándolo desde atrás.
-No… ¡por Dios como me encanta eso!… —dijo Kurt soltando un suspiro al sentir los labios de su prometido en el cuello.
-Lo sé… —agrego Blaine respirándole cerca de la oreja y llenando sus pulmones con su olor— ¿Qué puedo hacer? —insistió.
-Nada... y yo soy más persuasivo que tú, por lo tanto… —advirtió zafándose para empujar a su prometido hasta el dormitorio.
-¿Puedo ir al baño al menos? —dijo Blaine avanzando gracias a la fuerza que Kurt ejercía en su espalda.
-Iras después… ¡recuéstate!... —ordeno empujándolo hacia la cama.
-¡Amo cuando haces eso! —exclamo hundiendo su cabeza en las almohadas luego de dar un pequeño rebote en el colchón.
-No te entusiasmes y acomódate.
-Pero Kurt…
-¡Nada de peros!...—prorrumpió volviendo a la cocina.
-¿Voy a comprar el periódico? —pregunto asomándose de nuevo.
-¡Blaine Devon Anderson futuro Hummel!, ¡si no estás recostado en nuestra cama de la más sexy de las manera dentro de 5 segundos, te juro y lo lamentaras!
Blaine sonrió para sí y volvió a la cama de inmediato, casi como si utilizar aquel adjetivo posesivo para nombrar el lugar donde dormían lo hiciera rendirse de inmediato ante cualquier cosa que Kurt le pidiera.
-¿Ves?... menos de 5 segundos —dijo Kurt llegando con el desayuno.
-Todo luce genial… —opino Blaine mientras emitía pequeños ruidos como de complacencia y hambre —gracias Kurt.
-De nada, y todo es genial y bajo en calorías… —agrego Kurt dejando la bandeja en medio de ambos para subirse a la cama después.
-¿Dónde está Rachel? —pregunto Blaine tomando un panecillo.
-Pues viajo a Lima ayer por la noche… ¿no te lo dije?
-No… —respondió mascando.
-Pues lo hizo… —repitió Kurt bebiendo jugo.
-¿Para qué?...
-Para contarle a sus Padres sobre el piloto ese que hará en Los Angeles y de paso le dirá a Míster Schue… y a Sue… y a Sam… y a la entrenadora Beiste… y en realidad a todos quienes no hayan visto el “hashtage” #CallMeLAWoman.
-Eso quiere decir a todo Mckinley —dijo Blaine bebiendo jugo.
-Lo más probable, le pedí que visitara a mi Papá si le daba tiempo —añadió Kurt como con nostalgia.
-¿No te dieron ganas de ir con ella?
-No…
Blaine lo miro de medio lado como siempre lo hacía cuando las respuestas de su prometido no le eran convincentes.
-¡De verdad! —exclamo Kurt advirtiendo aquel gesto.
-Te creeré… —dijo tomando su taza de café para calentarse las manos en ella.
-Es la verdad… además no puedo ausentarme de NY, tengo cosas importantes que hacer… —dijo con cara de cajero bancario.
-¿Qué cosas?
-Cosas…
-¡Kurt!
-Bueno… atender a mi prometido por ejemplo… come un “waffle” no son como los “hotcakes” tuyos, pero son casi tan buenos como los del “Café Pierre”
-En eso tienes razón… —dijo Blaine comiendo un trozo.
-¿Qué harás después? —quiso saber Kurt acomodándose sobre la cama.
-Bueno, iba a hacer algo, pero ahora que se que Rachel no está… se me ocurren por lo menos 100 cosas diferentes de hacer contigo en esta misma cama —dijo Blaine queriendo alcanzar el muslo de Kurt con uno de sus pies descalzos.
-¿En serio?... ¿100 cosas? —pregunto Kurt levantando una ceja y mirando el pie travieso de su prometido.
-105… —corrigió Blaine poniendo cara sexy.
-Pues lamento decirte que yo si tengo cosas impostergables que hacer y quería invitarte a una de ellas.
-107…
-¿No te interesa lo que tu prometido tiene que contar?
-109… ¡No!... 110… —insistió
-¡Blaine! —exclamo haciéndole cosquillas en la planta del pie.
-¡Eso es jugar sucio!— dijo riendo al tiempo que corregía su postura en la cama.
-No lo es… es un arma secreta que se puede usar en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
-Lo tendré en cuenta entonces… recuerda que se cuales son todos tus lugares “cosquilleables” —respondió Blaine moviendo sus dedos como si ya los tuviera sobre alguno de aquellos lugares del cuerpo de su prometido.
-Eso sí que es jugar sucio Blaine Anderson… ¿quieres saber?
-¿Qué cosa?—pregunto bebiendo café.
-¡Mi súper plan impostergable!
-Por supuesto que si… —dijo Blaine comiendo otro “waffle”
-Pues Elliot volvió de su retiro de Yoga hace una semana, por lo que comenzaremos con los ensayos con la banda otra vez.
-¡Genial!... ¿Qué hay de Danni?
-Bueno Danni termino su campeonato pero quedo un tanto enfadada con Santana por lo que decidió alejarse de la banda un tiempo.
-¡Pero tú que tienes que ver!… —advirtió Blaine medio mascando.
-No lo sé… —dijo Kurt encogiendo un hombro.
-Ni que Santana fuera parte de la banda o algo parecido…
-Sí pero me da lo mismo, además por experiencia se que los despechados actúan así, cuando Ad… es decir Alan… es decir… no… nadie… es decir… ¡Culpo a Santana por no aclarar las cosas con ella a tiempo! —dijo Kurt mirando hacia otro lado.
-¿Dijiste Adam?
-No… dije Santana… son palabras diferentes… —advirtió comiendo tres trozos de fruta a la vez.
-¿Iras a un ensayo entonces?... ¿Adam quedo despechado?
-Si… no… ¿no hablemos de eso?...
-¿De tu ensayo o de Adam?
-Ambos… es decir… si del ensayo, porque quiero que vengas conmigo.
-¿Yo?, ¿al ensayo?
-Si… quiero que me acompañes y sustituyas a Danni mientras encontramos a otra persona…
-¿Estás seguro de eso?
-Obvio… Elliot me dijo que ese día que lo fuiste a visitar, además de comportarte como un desequilibrado mental, hiciste unas improvisaciones con él, por lo tanto, serias un gran aporte a la banda.
-No lo sé Kurt…
-¡Vamos!... eres talentoso, apuesto y cantas como un Dios, tres aptitudes que tenemos el resto de los integrantes… ¡te divertirás!... eso te lo garantizo —aseguro Kurt acabando su jugo de un solo trago.
-Apuesto a que sí, pero… —Blaine dejo su taza en la mesa de noche y se limpio la boca con una servilleta, se incorporo en la cama adoptando una postura más correcta y miro a Kurt como si fuese a decirle algo extremadamente delicado— Kurt… todo está saliendo de maravillas, yo volví aquí a vivir contigo, Rachel se mudara a Los Ángeles, estamos mejor que nunca..
-¿Y?
-Y… veras, cuando me pediste que volviera a vivir contigo hice un compromiso mental de no hacer nada que volviera a estropear las cosas, porque no quiero volver a arruinarlo todo, por lo tanto eso de la banda aunque suena súper atractivo, no me gustaría aceptarlo.
-¿Por qué no? —dijo Kurt como perdiendo la paciencia.
-Porque no quiero que sientas que estoy metiéndome en tus cosas —explico Blaine moviéndose un poco hacia adelante para cogerle una mano.
-Pero yo te estoy invitando… es diferente…
-Lo es, pero el fondo del asunto es que no quiero que te vuelvas a sentir ahogado de nuevo…—dijo dibujándole con uno de sus dedos tres pequeños corazones en la palma.
-¿Esto es porque mencione el nombre de Adam?
-No… aunque creo y no podre sacármelo de la cabeza en las próximas 6 horas, pero no… es porque te amo y porque no quiero volver a arruinar lo nuestro.
-¿Quieres dejar eso?... tú no eres el único responsable de que las cosas salieran mal, ni ahora, ni antes, yo también tengo algo de culpa.
-¿Perdón?... ¿escuche bien?... —dijo Blaine poniéndose una mano tras la oreja como si necesitase un aparato auditivo— ¿Kurt Hummel asumiendo culpa?
-¿Quieres que arroje tu maquina de burbujas por la escalera de incendios?
-Sigue… —dijo Blaine sonriendo de la manera que hacía que el corazón de Kurt diera tres vueltas y media.
-El asunto es que yo también cometí errores y también contribuí a que todo se volviera un desespero haciendo y diciendo cosas que no debía, por lo tanto el trabajo para que esto funcione es de ambos… y si te estoy invitando al ensayo de la banda es porque de verdad quiero que vengas… ¿Qué dices?, ¿o sigues pensando en las 110 cosas que quieres hacerme?
-¿110?, ¿estas bromeando?, en este par de minutos ya legue a 125…
-¿Quieres venir o no?...—dijo Kurt soltando una risa.
-Quiero, obvio que quiero… pero no cantare, solo te acompañare y me quedare sentado admirando y alabando tu talento… y el de Elliot, para que no se sienta mal —contesto Blaine volviendo a tomar su taza para seguir desayunando.
-Muy bien, pero quiero que sepas que si te dan ganas de cantar u opinar sobre lo que estamos haciendo, eres libre de hacerlo, estas más que bienvenido —aseguro Kurt bebiendo café y haciendo con su mano una seña que indicaba que los aportes de su prometido serian escuchados.
-Muchas gracias… ahora… luego de ensayar y dar mis opiniones y alabarte sin miramientos, ¿podemos volver aquí?… a… ya sabes… ¿hacer cosas?…
-¿De las 125 esas?
Blaine movió su cabeza en señal de sí.
-Podemos… aunque… —dijo Kurt moviendo la bandeja hacia un costado de la cama para hacer espacio y acercarse a su prometido como un gato lo haría— tenemos tiempo ahora para hacer por lo menos 8 —añadió montándosele en el regazo.
-Vaya…—dijo Blaine tomándolo por los muslos— mis desayunos nunca terminaron así…—agrego dándole un beso— a pesar que ponía mucho empeño en ellos.
-Eso…—contesto subiéndole la camiseta del pijama para tocarle la panza— es porque mis desayunos son especiales— sentencio quitándosela del todo.
-¿Desayunos 2.0? —pregunto Blaine incorporándose un poco en las almohadas para abrazarlo con propiedad.
-Definitivamente —respondió Kurt casi perdiendo el aliento al recibir el más apasionado de los besos.

Agosto de 2019



-¿”Oreos”?... —dijo Kurt llegando a la sala con un plato lleno de galletas de chocolate.
-Siempre… —respondió Blaine sonriendo— ¿Terminaste? —pregunto tomando dos galletas.
-¡Si!... ¡¡por fin!!... —exclamo bajando sus brazos como demostrando cansancio extremo— te juro y no sé porque a tu amiga se le ocurrió agregar ese par de escenas, la obra estaba bien como estaba —dijo Kurt sentándose en el sofá.
-Tal vez ella creyó que no, así como también yo creo… —dijo levantándose— que galletas sin leche son como el “Señor Peabody” sin su traje a cuadros— añadió dándole tres besos seguidos antes de  dirigirse  a la cocina.
Kurt sonrió y tomo el “baby monitor” de Henry, se lo acerco a la oreja y estuvo por largo rato concentrado por si escuchaba algo.
-¿Esto funciona? –pregunto agitándolo.
-¿Qué cosa?, ¡no se a que te refieres! —contesto  en voz alta desde la cocina.
-¡Al “baby monitor” de nuestro bebé!… ¡no se escucha nada!
-Tal vez es porque no hay nada que escuchar…—agrego Blaine volviendo a la sala con dos vasos de leche llenos hasta casi el borde.
-¿Seguro?... —insistió Kurt dándole unos golpes en el lugar donde iban las baterías.
-Funciona perfectamente, por lo demás,  ya sabemos que cuando Julianna lo deja dormido, se queda así hasta el otro día… solo espero y no le este suministrando algo —dijo Blaine como pensando en aquella posibilidad.
-¿Qué?...
-Nada... ¿Hablaste con la persona esa que pintara la sala? —pregunto entregándole un vaso a su esposo para volver a sentarse después.
-¿Cómo? —dijo Kurt agitando el monitor nuevamente esta vez con más ganas, evidenciando mas concentración en su hijo dormido que es su esposo despierto y presente.
-Que si hablaste con las personas que pintaran la sala.
-¡Ah!... ¡claro!... —respondió Kurt dejando el aparato sobre el brazo del sofá— hable, se supone y vendrán el miércoles de la próxima semana
-¿Podemos confiar en ellos?
-¿A qué te refieres? —pregunto Kurt acomodándose en un extremo del sofá. Blaine levanto sus piernas y luego las instalo sobre las de su esposo.
-A que la profesión de contratista, es la menos confiable en todo el mundo, dicen que terminaran un día y finalizan un par de meses después.
-Pues el Señor Jenkins me dijo que eran de fiar, si resultan ser lo contrario le pegare cosas en su bigote como venganza —sentencio Kurt sonriendo y bebiendo leche— por lo demás es solo pintar, no construir un tercer piso… ¿verdad?
-Muy verdad…
-¿Y tú?, ¿qué haces?, ¿escogiendo las canciones para tu concierto del sábado? —añadió apuntando la libreta que Blaine había dejado sobre la mesa de café.
-No, nada de eso —respondió corrigiendo su postura.
-¿Cómo van las ventas?
-Pues las entradas más caras ya se vendieron —dijo Blaine haciendo un gesto presuntuoso con su cara— lo que debo decir y se siente súper sensacional y el resto… el resto asumo y se venderán  los días que quedan.
-Que cosa tan maravillosa… ¿no te han  hablado de hacer una gira por esta costa ahora? —quiso saber Kurt apuntando hacia afuera, como si abarcara con su dedo toda la extensión de la costa este de Estados Unidos.
-La verdad es que no, pero si me hablaron de una por Europa el año entrante —dijo Blaine como si contara un travesura.
-¿Europa?... —pregunto Kurt devuelta ahogándose un poco con lo que bebía y tragaba.
-Si, al parecer un video de una de mis actuaciones se “viralizo” allá y todos me conocen—explico con una gran sonrisa.
-¡Maravilloso!… un momento… esta gira… ¿incluirá Londres?
-Incluirá Londres…
-¡Blaine eso es fantástico!... —exclamo Kurt moviéndose hacia él para abrazarlo— ¡estoy tan feliz! —añadió dando unos aplausos.
-Gracias... y… esta vez podremos disfrutar de la parte más engreída de Londres, no iremos con las libras justas como cuando nos invito Dylan hace 4 años, aunque cuando le conté, me ofreció quedarnos en su casa.
-¿En su departamento en Belgravia?
-Exacto… —dijo Blaine pensando que le encantaba cuando Kurt se emocionaba por ese tipo de cosas que rayaban en lo superficial.
-¡Oh por Dios! —exclamo dando más aplausos— creo y podría morir de orgullo por ti en este preciso instante —agrego sonriendo tan ampliamente que Blaine pudo ver hasta la última de sus muelas— y no solo por el viaje o la posibilidad de conocer el mejor barrio de Londres, que debo decir esta súper cerca del Palacio de Buckingham.
-En realidad… creo que desde su ventana se ve el “Victoria Memorial”
-¿Qué?.... ¿quieres que me de un orgasmo múltiple en este instante?
-No…—dijo Blaine sonriendo tras su vaso.
-Porque si aquello es cierto me podría morir de uno… te lo advierto…
-Pues te aconsejaría que no, tenemos algo por hacer.
-¿Algo sexy? —dijo Kurt metiendo su mano por una de las piernas del pantalón de su esposo.
-No, algo relacionado con nuestro hijo, yo ya escribí la lista de las cosas que necesitamos para la fiesta, a ti te corresponde completar la lista de invitados y el lugar lo podemos escoger los dos.
-¿No dijimos que haríamos algo pequeño?, un pastel y ya.
-Lo dijimos… —dijo Blaine tomando una galleta.
-¿Entonces?...
-Entonces, pensé que un año se cumple solo una vez en la vida, por lo tanto creo que nuestro hijo merece una celebración que sea más que solo un pastel.
-Es muy pequeño… no sabrá nada.
-Nosotros si… ¿tengo que obligarte a ver ese episodio de FRIENDS otra vez?, ¿el del primer cumpleaños de Emma?
-¿El del pastel erótico?, ¿Qué clase de fiesta estas planeando? —pregunto Kurt tomando la libreta para comenzar a leer todos los apuntes de su esposo.
-No… hablo del sentido del primer cumpleaños de un bebé… creo y deberíamos de celebrarlo por todo lo alto.
-Ok, no creo que eso sea posible, primero… —dijo Kurt comenzando a enumerar su razones, pero silenciándose unos segundos al ver a Blaine y su rutina con las galletas. Tomaba una y la abría a la mitad, le comía la crema del relleno y después mojaba en la leche cada una de las tapas y se las echaba a la boca acto seguido.
-¿Qué?... —pregunto mascando.
-Eso que haces con la galleta, es…
-¿Qué?
-Es extremadamente dulce, creo que podría sumergirte en leche a ti y comerte entero—aseguro Kurt sonriendo con ternura.
-Ok…
-¡Hablo enserio!... ¿Cuántos litros hará nuestra bañera?
-¡Kurt!
-Yo diría que unos 100… —se auto respondió mirando en dirección del dormitorio.
-No cambies de tema y explícame mejor porque no podemos celebrar a Henry como yo creo y deberíamos celebrarlo —dijo Blaine sintiéndose un tanto avergonzado.
-Bueno, primero aun no terminamos de instalarnos, sería bastante injusto hacer que nuestros invitados se sentaran en cajas de mudanza.
-Tenemos una mesa, sillas y mucho espacio —advirtió Blaine como si estuviera en un concurso de debate.
-Segundo… vendrán a pintar la próxima semana, y si quieres que todos nuestros amigos y parientes terminen intoxicados con  diluyente de pinturas organizaría algo de inmediato.
-Podemos aprovechar aquello y organizar la fiesta de Henry con un motivo urbano y  contestatario.
-¿Rebatirás todo lo que diga?
-Si…
-Bien… tercero, por mas series de televisión que me obligues a ver deberíamos de guardar la celebración en grande para cuando este mas crecido y pueda darse cuenta de lo que pasa.
-…
-¿Que paso?, ¿se quedo sin respuestas señor “Oreo”? —dijo Kurt al ver que Blaine se quedaba sin contestarle nada de vuelta.
-No… es solo que… tienes razón, es verdad aquello que es muy pequeño para notar algo, pero, ¿no crees que sería importante para él que cuando sea mayor y vea fotos, se dé cuenta que siempre nos esforzamos para darle lo mejor?, ¿qué siempre fue importante para nosotros? —pregunto Blaine comiendo otra galleta de su particular manera.
-No necesitara fotos de fiesta para saber eso… lo sabrá porque no pararemos de demostrárselo nunca.
-¿Si?... —dijo Blaine apoyando su cabeza en el canto del sofá.
-¿Quieres hacer esa fiesta verdad? —pregunto Kurt estirando su brazo para acariciarle el pelo.
-Un poco… pero tienes razón, aunque la hiciéramos dos meses después de la fecha de su real cumpleaños Henry no notaria la diferencia.
-¿Qué has planeado hasta ahora? —dijo Kurt comenzando a hojear la libreta.
-No mucho… solo a quienes invitar, que pastel comprar, donde comprarlo, donde podemos hacer la fiesta, donde comprar los globos… ese tipo de cosas.
-¿No mucho? —repitió Kurt mirándolas casi ocho páginas llenas de datos y direcciones que Blaine había planificado— ¿se pueden hacer fiestas en el Museo de Historia Natural?—agrego al ver aquel dato.
-Así es… también me sorprendí cuando lo leí, pero es verdad.
-Que entretenido… aunque no creo que a Henry le gusten tanto los  fósiles y esqueletos de dinosaurio… tal vez a Richard que lleva a un paleontólogo dentro —dijo Kurt continuando con la revisión de la lista.
-¿Lily te ha dicho eso?
Kurt levanto una ceja como diciendo, “no me hagas contar”
-¿Este está a 10 cuadras de aquí? —pregunto Kurt señalando una dirección apuntada.
-Lo está, pero es solo para niñas… —dijo Blaine haciendo un puchero.
-Oh… reservémoslo para cuando llegue nuestra niña entonces.
-Así será…
-¿Puedo decir algo? —dijo Kurt abrazando la libreta.
-¿Algo sobre cuán estúpido es esto y que debería olvidarlo?
-No… no es eso… es… me gusta, en realidad me encanta que te entusiasme organizar el cumpleaños de nuestro hijo, se que tenias dudas sobre que tuviéramos uno tan pronto, pero verte así todo entusiasmado y pensando incluso en los que vendrán… me llena de alegría por decir lo menos —explico Kurt soltando un poco de aire.
-Bueno… eso era porque me moría un poco de celos de perder tu atención, pero como no ha sido así… —dijo Blaine encogiendo un hombro.
-Nunca lo será…—se apresuro en decir Kurt inclinándose hacia él para darle un beso.
-¿Puedo tomar eso como un “Si” a la fiesta?
-Es un sí a la fiesta… —dijo Kurt volviendo a su lugar— ¿Qué dijiste que debía hacer yo?—pregunto buscando en las anotaciones.
-Pues completar la lista de invitados que esta… —contesto Blaine moviéndose hacia él entre los cojines del sofá. Se instalo sobre sus rodillas y busco la pagina en cuestión. Kurt no pudo evitar dar un enorme suspiro al sentir su olor incomparable— aquí… yo creo que están todos pero revisa… —agrego quedándose sentado sobre sus talones.
-¿Invitaremos a Ginger Fletcher?... ¡Ni siquiera conoce a Henry!
-Lo sé, pero como vendrá Dylan asumo y él la traerá, así es que será mejor invitarla para que no se sienta como fuera de lugar.
-Estará fuera de lugar, pero asumo y siendo una productora importante y representante de una banda Inglesa de mucha popularidad, le hará un buen regalo a nuestro hijo…
-Con respecto a eso y como Henry tiene todo lo que necesita, ¿no será mejor decirle a todos que hagan una donación en su nombre a alguna institución de caridad o algo?, ¡relacionada con los niños obviamente! —se apresuro en decir Blaine al ver que Kurt se ponía cada vez mas pálido.
-¿Estas loco?, es su cumpleaños no el de unos niños desconocidos.
-Kurt…
-¡Es la verdad!, y si yo acepte organizar una fiesta para un niño de un año, tú debes aceptar mi necesidad de abrir decenas de regalos —dijo Kurt haciendo un gesto de niño malcriado— después donamos nuestra ropa de verano a la Cruz Roja o algo —añadió meneando una mano al aire.
Blaine sonrió y lo miro un instante.
-¿Te he dicho últimamente que te amo?
-¿Qué?...—pregunto Kurt mirándolo con suspicacia divertida.
-Eso… —añadió Blaine haciéndole un cariño tras la oreja— si te he dicho últimamente que te amo…
-No… que yo recuerde… —contesto Kurt entrecerrando sus ojos como si tratara de visualizar algo a lo lejos y a pleno sol. Se incorporó en el asiento y adopto la misma posición que Blaine.
-Pues te amo… amo todo lo que dices y todo lo que haces, amo que digas que no cuando en realidad estas planeando un si… amo que te encanten cosas que a nadie más entusiasman, amo el hijo que me regalaste… y por sobre todo amo que me ames a mi… —concluyo Blaine acariciándole el cabello de la frente.
-Ahora sique moriré de un orgasmo múltiple y tus serás el culpable esta vez Blaine Anderson…—aseguro Kurt tirando al libreta por los aires y respondiendo a tamaña declaración de amor con el beso que su esposo merecía.

Noviembre de 2025




-Creo que estamos perdidos... —dijo Kurt mirando por la ventana del auto y dando entonación de canto a sus palabras.
-Solo lo dices porque estas celoso de que sea yo quien conduzca esta tarde —respondió Blaine enfilando por la 9th av.
-No, lo digo porque al parecer realmente estamos perdidos y porque a 10 minutos de nuestra casa hay una tienda de mascotas, con calefacción, café y guapos dependientes, solo teníamos que atravesar el parque, y no conducir por más de una hora.
-Ese era el lugar que escogieron nuestros hijos, porque tenía la foto con los perritos más bellos.
-Bellos o no, estamos perdidos,…
-¿Por qué siempre dices que estamos perdidos cuando yo estoy conduciendo?
-Pues porque lo estamos, mi Papá, mi suegro y tú siempre están hablando de que conocen todos los autos y calles del mundo…
-¿Y no es así? —dijo Blaine arrugando el entrecejo.
-No… yo también se de autos, sus partes y cositas —replico Kurt mirando por la ventana.
-Muy bien, eso quiere decir que si quedamos varados en medio de la carretera, por alguna falla en las “cositas”, ¿tú sabrás como salir del paso?
-¡Por supuesto que sí!... llamaría a triple “A” y estarían remolcándonos en menos de 10 minutos.
-¡Eso no es salir del paso!, ¡es llamar para que otro lo haga por ti! —exclamo Blaine comenzando a reír.
-Es una forma moderna de hacerlo… pero con respecto a las calles, debes recordar que al menos aquí en NY, yo llevo más tiempo que tu.
-¿Eso no fue hace como un millón de años?, además te aseguro que vamos bien guiados, ¿verdad Henry? —dijo Blaine mirando su hijo por el espejo retrovisor.
-Si… —respondió el pequeño consultando su “GPS”
-¿Dónde ahora? —pregunto casi llegando a la 36Th St.
-Debes… debes tomar la derecha hacia la rampa del “Lincon Tunnel”
-Perfecto —dijo Blaine señalizando el viraje.
-Yo “tamben” tengo un mapa… —dijo Lizzie levantando una hoja del “Animal Adoption Center” en New Jersey.
-¿Vamos por el camino correcto cariño? —pregunto Kurt torciendo su cuerpo para mirar a su hija que viajaba extra protegida en su sillita de bebé.
-Vamos por la “dedecha”—indico la pequeña apuntando hacia la izquierda.
-¿Escuchaste Blaine?, vamos por la “dedecha”—repitió Kurt sin cambiar su cara de desagrado.
-Ya cambia la cara… estuviste de acuerdo en esto —murmuro disimulando ante sus hijos.
-Nunca estuve de acuerdo en nada —corrigió Kurt entre dientes.
-¡El túnel!... ¡debes entrara allí “Papáblen”! —exclamo Henry como impactado.
-Ok… gracias hijo —agrego Blaine maniobrando para adelantar a un par de vehículos.
-¿Por qué esta “escuro”?... —quiso saber Lizzie abrazando a “Rita”
-Es un túnel cariño, no te asustes —dijo Kurt estirando su brazo hacia atrás para hacerle un cariño a su hija.
-No te preocupes “Rizzie” —añadió Henry moviéndose en el asiento. Se quito el cinturón de seguridad y se acerco a su hermanita, le tomo una mano y la abrazo por sobre la silla— vamos en el auto con los Papás nada malo nos puede pasar.
Blaine sonrió y miro a Kurt y este aprovecho la oscuridad del túnel para tomarle la mano por sobre la palanca de cambios.

-¿Qué le pasa a la gente con esta ciudad?, hablan y hablan de New Jersey y aun no sé por qué… es bastante horrenda —opino Kurt luego de recorrer la “New Jersey Tumpíke S” y sortear algunas bifurcaciones que los llevaron a entrar en la cuidad misma— estos suburbios no son ni la mitad de los que hay en NY.
-¿New Jersey es un estado? —pregunto Henry mirando a su alrededor.
-Lo es bebé…
-¿Qué es un “tastado”? —pregunto Lizzie con “Rita” en el cuello como si fuera una bufanda.
-Es una ciudad grande que contiene muchas otras pequeñitas dentro —respondió Kurt mirándola por sobre su hombro.
-“Turbiluli” —dijo Lizzie sonriendo.
-¿Cómo? —preguntaron Blaine y Kurt al mismo tiempo.
-Es una palabra que invento, no le hagan caso, se le olvidara como las otras —explico Henry creyéndose experto en hermanas menores— ¡”Papáblen”! aquí debes girar a la derecha, luego a la izquierda y llegamos.
-Muy bien… —contesto siguiendo las indicaciones de su hijo.
-Bien pequeños —dijo Kurt soltándose un poco el cinturón de seguridad para asomarse por el respaldo de su asiento y mirar a sus hijos— ahora que estamos por llegar, me parece prudente que repasemos las tres reglas que establecimos para esta ocasión, primero ¿Qué no pasara?
-Que nos entusiasmemos con dos mascotas y no una —dijo Henry como repitiendo de memoria.
-Muy bien, segundo… ¿de qué tamaño será el nuevo integrante de la familia?
-“Peñeño”… —dijo Lizzie mirando a su hermano.
-¡Pequeño!, perfecto y ¿tercera y última?
-Sera nuestra responsabilidad desde el momento en que se suba a este auto —dijo Henry como repitiendo una cantinela.
-¡Perfecto!... ¡ay como los adoro!... —dijo Kurt dando unos aplausos. Blaine sonreía por lo bajo pensando que en ocasiones, eran sus hijos quienes tenían más paciencia con su padre y no al contrario.
-Recuérdalo cuando se enamoren de un San Bernardo —dijo Blaine deteniéndose junto a la acera. Kurt le respondió abriendo sus ojos como dos huevos bien fritos.
-¡Creo que puedo oír a los perritos! —exclamo Henry irguiéndose por si podía ver alguno.
Lizzie hizo un gesto impresión estremeciéndose entera, tapándose los ojos con su inseparable conejo como emocionada hasta la medula.
Blaine estaciono el auto justo al frente del refugio para mascotas y sonrió al ver la emoción en sus hijos, apago el motor y se desato el cinturón de seguridad, tomo sus documentos desde la guantera y le guiño un ojo a su esposo que no terminaba de convencerse del todo con lo de agregar un animal a sus vidas.
Kurt soltó un poco de aire negando con su cabeza al ver el gesto de Blaine y como Henry erguía tanto su cuello al punto de parecer mas una jirafa que un niño, procedió a quitarse el cinturón y se bajo del auto acomodándose la bufanda. Se tomo un par de segundos para sentir el viento del otoño y abrió la puerta trasera, desato el cinturón de la sillita de Lizzie que permanecía quieta pero expectante, le reviso el atuendo antes de bajarla en sus brazos y trato de acomodarle peinado bajo el gorro.
-Imposible… —murmuro sonriendo— ¿verdad bebé?— añadió dándole un toque en la nariz. La pequeña rio como si fuera una duendecilla traviesa y hermosa, agarro a “Rita” por las orejas y se aferro al cuello de su Papá— tú espera al “Papáblen” para bajar cariño —advirtió Kurt a su otro hijo que esperaba su turno de la más correcta de las maneras.
Blaine saco su abrigo del portamaletas y miro a todos lados antes de hacer bajar a Henry, le acomodo el gorro de lana que traía puesto y lo tomo de la mano para rodear el auto y unirse al resto de su familia.
-Listo…—agrego enrollándose una bufanda como si fuera cualquier cosa.
-¿Por qué estamos aquí? —pregunto Kurt haciendo un gesto como si oliera una mugre inmunda.
-Sabes perfectamente porque estamos aquí… —respondió Blaine avanzando hacia la entrada.
-Lo sé… a lo que me refería es “¿¡POR QUE!?”… “¡¿Por qué estamos aquí?!” y no en Soho descubriendo diseñadores o algo parecido.
-¡No seas rezongón!... te saldrán arrugas —dijo Blaine besándole el entrecejo.
Kurt repitió lo que le dijera su esposo en un tono infantil y burlón, aprovecho su cercanía para arreglarle la bufanda como correspondía, la utilizo para acercarlo a él y lo beso en los labios.
-Nada de San Bernardos… —murmuro sonriendo.
-Ok…
-¡Vamos o se acabaran los mas lindos! —exclamo Henry comenzando a jalar a su “Papáblen” hacia la entrada del refugio
-¡Ya vamos!... —respondió este caminando hacia el portón.
-¡Allí dice cachorros! —apunto Henry a un pequeño cartel justo al lado del que identificaba el centro de adopción.
Kurt seguía oliendo el aire como asqueado y miro a su alrededor enseñándole a Lizzie las aves que revoloteaban en los árboles que rodeaban el recinto.
-¡Pajaritos! —exclamo la pequeña apuntando.
-Muchos cariño…—dijo Kurt tomando la mano de Blaine. Los cuatro traspasaron el portón y entraron a una pequeña casa donde estaba la recepción del refugio, Blaine se adelanto para hablar con el encargado.
-Buenas tardes, mi nombre es…
-¡Blaine Anderson!...—exclamo un chico tras un mesón tan alto que Henry quedo sin ver nada— disculpe…—agrego echándose aire con uno de los folletos— bienvenido al “Animal Adoption Center”, donde podrá encontrarme amor, es decir… su amor… donde podrá encontrar su amor —se corrigió el recepcionista mientras tomaba y dejaba unos papeles— ¿cómo puedo ayudarlo Señor Anderson?… —agrego levantándose del asiento para estrechar la mano de Blaine pero botando unos lápices y algunas figuras de animales cuando lo hizo. Kurt lo quedo mirando fijo y puso cara de perro rabioso.
-Bueno… llame en la tarde porque mis hijos quieren una mascota y estamos buscando un cachorrito que adoptar.
-Cachorrito… —repitió mirándolo a los ojos.
-¿Ay alguien más que pueda ayudarnos?, ¿de preferencia alguien con la motricidad fina más desarrollada? —pregunto Kurt sentando a Lizzie en el mesón y cruzándose de manos casi encima de la cara del muchacho.
-¿Que?... —pregunto ordenando las figuras con torpeza.
Blaine sonrió y pensó que nunca había visto a Kurt quedarse sin pestañear tanto tiempo.
-¿Cual es su nombre?... —pregunto Henry queriendo treparse en el mueble. Blaine advirtió aquello y lo tomo de la cintura para sentarlo sobre el mesón al igual que su hermana— ¿Cuál es su nombre? —repitió el pequeño tomando algunas de las figuras.
-Nathan Supnick
-¿Como el satélite? —pregunto Henry impresionado.
-No, no como el satélite —contesto Nathan sin quitar los ojos de Blaine— aunque se escribe parecido en realidad —añadió sonriendo medio coqueto.
-¿Vinimos por un perro?... ¿o me equivoco? —interrumpió Kurt rascando el cuello y pensando que a diferencia del primer satélite lanzado por la ex Unión Soviética, lo único que quería este “Sputnik” era desvestir a Blaine con sus ojos, comenzando con la bufanda.
-Si, por supuesto... acompáñenme por favor —dijo Nathan saliendo de la recepción.
Kurt tomo a Lizzie y Blaine hizo lo propio con Henry y siguieron al encargado.
-¡Con cuidado hijo! —grito Kurt al ver que Henry partía corriendo una vez que llegaron a los caniles de los cachorros. Lizzie pidió que la bajaran y también corrió tras su hermano— ¡hija tu no….! — trato de decir Kurt sin éxito al ver que la pequeña corría aun mas endemoniada que su hermano y se detenía en todos y cada uno de los caniles.
-Yo voy, no te preocupes —dijo Blaine partiendo detrás.
Kurt soltó un poco de aire y comenzó a sentirse un tanto observado, se volteo de a poco hacia su derecha y vio a un pequeño cachorro que lo miraba con detención. Era pequeño y mestizo, tenía el pelaje blanco con pequeñas manchas negras y los colores en su cabeza estaban tan bien distribuidos que parecía y tenía un antifaz que le cubría ambos ojos. Kurt lo miro como de reojo y continuo avanzando despacio hasta donde estaban Blaine y sus hijos, con cada paso que daba el pequeño perro daba unos cinco apresurados. Si se detenía, el animal hacia lo mismo, como si supiese de antemano que era a ese señor estiloso a quien debía impresionar si quería terminar viviendo en una familia aquella misma tarde.
-¡”Papáblen”, todos son súper perfectos!
-Así es… todos son muy bonitos —contesto Blaine haciéndole caras a un par de perritos crespos como él.
-¿Podemos llevarnos ocho? —pregunto Lizzie mirando a una camada de “Golden Retriever” que hacían de todo para llamar la atención.
-¿Ocho Princesa?...—pregunto Blaine agachándose para quedar a la altura de su hija— ¿sabes cuantos son ocho?
-¿Esto? —respondió Lizzie alzando tres deditos de su mano.
-Pues no… —dijo Blaine tomándole la otra manito y alzándole otros cinco— son todos esos y ¿recuerdas las reglas del Papá?, ¿verdad?
-Solo uno… —dijo como entristecida.
-Solo uno… pero será el mejor, de eso no tengas dudas… ahora sigue viendo… —la animo Blaine acomodándole el gorro que insistía en elevarse, como si su cabello fuera hecho de resortes.
-Un perro me está siguiendo… —susurro Kurt llegando hasta donde estaba su esposo.
-¿Cómo?
-Un perro me está siguiendo… —repitió en el mismo tono al tiempo que daba pequeñas miradas de soslayo hacia su derecha.
-¿Cuál?... —pregunto Blaine mirando los caniles.
-Ese que esta ahí, el que parece tener un antifaz y un chaleco con botones.
-¿El pequeñito blanco con negro? —dijo Blaine casi muriendo de ternura.
-El mismo, te juro y me siguió desde que entramos a los caniles, creo que trama algo.
-¡Que cosas dices!... ¡pero si es muy bonito! —opino de vuelta acercándose a la reja para hacerle un cariño.
-Pero me siguió… ¿Qué tal si es un perro maniático o algo?
-Eso no existe Kurt… ¡hijos! —exclamo Blaine haciéndole una seña a los pequeños para que se acercaran.
-¡”Papáblen”! el señor dijo que hay muchos gatitos también… —dijo Henry llegando de la mano de Lizzie.
-No hay “efefantes”… —añadió al pequeña alzando sus manitos.
-Lo siento cariño… —dijo Kurt haciendo un puchero solidario con la decepción de su pequeña.
-¿Qué opinan de este pequeñín? —agrego Blaine apuntando al cachorro.
-¡Es súper perfecto!... —exclamo Henry acercándose al canil— ¡creo que nos quiere! —agrego al sentir la lengua húmeda del perro en toda su cara.
-Al parecer si…
-¡Henry!... te esta lamiendo todo… —dijo Kurt moviendo sus manos como con desesperación.
-Hace cosquillas… —respondió el pequeño riendo feliz.
-¿Qué dices tú Princesa?
-Es “monito”… —contesto Lizzie recibiendo también unos cuantos lengüetazos.
-¿Kurt?...
-¿Qué raza es?... ¿no crecerá el triple de esto?, ¿o si? —pregunto tomándose la bufanda.
-No lo sé… no lo creo… preguntemos… —contesto Blaine moviendo su brazo en alto para llamar la atención de Nathan.
-¿Ya se decidieron? —pregunto el encargado que se había sacado el delantal del refugio y parecía y había corregido su peinado unas tres veces. Kurt creyó que se había desabotonado la camisa a propósito.
-Este cachorro, ¿qué raza es? —quiso saber Blaine acercándose a la reja.
-Pues es un mestizo, según el veterinario es parte “Border Collie” y parte “Setter ingles”, es muy dócil y esa mezcla lo hace ser muy bueno para jugar, les aseguro y no se quedara quieto nunca —explico Nathan quitando el candado.
-¡Genial! —exclamo Kurt cruzándose de brazos.
El encargado abrió al reja y el cachorro salió de inmediato y comenzó a jugar con Henry y Lizzie, a darle mordidas amistosas y a lengüetearlos en la cara y en las manos.
-¿Es posible de entrenar?, ¿verdad? —pregunto Blaine al ver al cachorro tirar del pantalón de su hijo.
-Todos los perros se pueden entrenar Señor Anderson, de eso no hay duda.
-Muy bien… una votación —dijo Blaine acercándose sus hijos— quien esté de acuerdo con que adoptemos a este perrito, que levante su mano —pregunto levantando la suya. Henry la levanto como si quisiera ser visto por una persona a miles de Kilómetros y Lizzie levanto los dos brazos como si se fuera a colgar de una barra atravesada. Kurt los miro a todos y levanto una ceja como pensado que su voto disidente iba a ser irrelevante.
-¿Qué opinas Kurt? —pregunto Blaine acercándosele
-Da lo mismo, ya ganaron, son tres contra uno…
-Pero tu opinión es importante, para mí y para nuestros hijos, ¿verdad chicos?
-¡Si Papá!... dinos qué opinas… —dijo Henry tomando al perro de las dos patas delanteras como si fuera un bebe aprendiendo a caminar.
-¡Di que si Papá!… —agrego Lizzie queriendo pescarle la cola.
-Sera tu responsabilidad si resulta ser un acosador… te juro y parecía que me estaba esperando para seguirme.
-Eso… ¿es un sí? —pregunto Blaine abrazándolo desde atrás.
-Es un si… —respondió como rendido.
-¡Sí!... —dijo Blaine dándole múltiples besos en el cuello. Kurt sonrió y no perdió la ocasión de mirar a Nathan como si estableciera propiedad sobre algo.
-¡Sí!…. —gritaron también Lizzie y Henry al tiempo que se tomaban de las manos y daban saltos de alegría.
-¿Cómo lo llamaremos? —pregunto Blaine tomando al cachorro entre sus brazos.
-¡Que el Papá decida! —dijo Henry acariciándole la cola al nuevo miembro de la familia.
-¡Que se llame “Efefante”! —añadió Lizzie queriendo acariciarlo también.
-A ver… —dijo Kurt poniéndose una mano en el mentón, como si reflexionara la mas intrincada de las materias— creo… —continuo acercándose a Blaine y al perro— que estas manchitas de aquí lo hacen parecer que llevara una camisa con botones.
-¡Señor “Motones”! —dijo Lizzie dando un pequeño salto mientas abrazaba a “Rita”
-¡Muy bien cariño!… tu nombre será “Señor Botones”, ¿te gusta Henry?
-¡Súper perfecto!
-¡Súper perfecto entonces!… “Señor Botones” —dijo Blaine tomando la patita del perro como si el cachorro supiera que ese sería su nombre y debía celebrar por ello.
-¿Se quedan con el entonces? —pregunto Nathan cerrando la reja.
-Nos quedamos con el… —contesto Blaine bajando al cachorro al suelo. Henry y Lizzie volvieron a hacer un baile de felicidad que incluía esta vez al “Señor Botones”.
-¿Me acompaña Señor Anderson?, hay formas que llenar —advirtió el chico apuntando a la recepción.
-¡Yo voy!... —se adelanto en decir Kurt— ¡me encanta llenar formas!— añadió con una gran sonrisa— Blaine, ¿te quedas con nuestros hijos?
-Claro… —respondió este sonriendo.
-Adelante… —dijo Nathan estirando su brazo hacia adelante.
-No, por favor… usted primero, después de todo es el encargado aquí —sentencio Kurt mirándolo fijo.
El chico hizo un gesto como de perturbación y se encamino a la recepción, Kurt se cruzo de brazos y procuro seguirlo de cerca. Blaine volvió a sonreír medio engreído y termino sintiéndose más importante que el propio “Señor Botones”.