(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Blaine se acerco a Becky y sintió que el pasillo de Mckinley se silenciaba y vaciaba de pronto, y solo existía él y el aparato electrónico que sostenía la secretaria de la Directora Sue.
-Esa es una gran foto Becky… —dijo  disimulando su molestia— pero no te preocupes, Kurt y Elliot son solo amigos —añadió sonriendo a medias.
-¡Solo amigos mi trasero!... —exclamo al chica sosteniendo su Tablet— ¡y hablando de traseros!… ¡“Pancake face” va agarrar!… ¡ Oh si! —termino por decir Becky mientras chasqueaba sus dedos y se retiraba por donde había llegado.
Blaine se le quedo viendo y sonrió de nuevo como ocultando algo. Artie y Tina intercambiaron miradas pensando lo mismo.
-Blaine… ¿te sientes bien? —pregunto Artie dando un ojo a Tina de nuevo.
-…
-¿Blaine?...
-¿Qué?... ¡estoy bien!... ¡obvio que estoy bien… ¿ustedes?, ¿están bien? —pregunto volteándose  mientras sostenía el tirante de su bolso como si fuese un cinto de seguridad.
-Nosotros lo estamos —contesto Artie girando su silla.
-Blaine, aunque la foto sea bastante decidora, estoy segura y Kurt no te está engañando —dijo Tina poniéndole una mano sobre el hombro como si le diera el pésame por una gran pérdida.
-¿Por qué dices eso? —pregunto zafándose— ya lo se… ahora si me disculpan —añadió Blaine aun sosteniendo su bolso y dando una especie de pequeño salto en el puesto se retiro a su siguiente clase.
Continuo su camino pensando en llamar a Kurt y preguntarle sobre la foto, sin embargo se auto convenció que aquello no era nada y si confiaba en su prometido debía hacerlo de manera ciega.
-¡Oye!... ¡hombre!... –dijo Sam golpeando a Blaine en la cabeza con un rollo de papel.
-¿Qué?...
-Te he llamado desde que pasaste la sala de Ingles… ¿no escuchaste? —insistió el chico dando otros tres golpes.
-Claramente no… —dijo siguiendo su camino al tiempo que se sobaba la cabeza.
-¡Pero si te llame como ocho veces! —volvió a  decir Sam agregando cuatro nuevos golpes.
-¡Auch!... —contesto Blaine apuntando su cabeza y deteniéndose frente a su casillero.
-Ups… lo siento… ¿sucede algo?
-No… —respondió tratando de abrir el candado.
-¿De verdad?...
-¿Quieres algo Sam? —quiso saber Blaine forzando el grillete como si tuviera la culpa de que él estuviera en Lima y Elliot Gilbert sentado tan cerca de su prometido en el sofá del departamento de Bushwick.
-Si… tal vez pusiste mal un numero —opino Sam mirando el casillero cerrado— yo siempre confundo el 1 con el 7… ¿o es el 7 con el 1? —se auto preguntó dándose  de golpes con el rollo de papel.
-Creo que es lo mismo en cualquiera de los dos casos, pero yo no olvide ningún numero, es solo esto que ya no funciona… —aseguro Blaine soltando el candado como dándose por vencido.
-Yo lo arreglo… —dijo Sam dándole un puñetazo logrando que se abriera en ese mismo instante— te dije una vez que todo se arreglaba con un golpe —aseguro dándole otro en la cabeza con el rollo de papel.
-¿Quieres dejar de hacer eso? —pidió Blaine sacando unos libros y revisando otros.
-¡Oye!... me entere que te darán el “Valedictorian”, ¿Cuan Genial es eso?
-Mucho… —respondió soltando un suspiro.
-¡Vaya si que estas con ánimo!, ¿Qué te paso?, ¿te dio pánico escénico tener que hablar frente a todas esas personas?... ¿Vendrá Kurt?... ¿y Rachel?
-No, no sé y no se —respondió sacando dos libros y guardándolos en su bolso.
-¿Por qué me respondes con monosílabos? ¿te hice algo y no se?... ¿estás celoso de Ryder?
-¿Qué?... ¡Sam!, ¿te estás escuchando?... o ¿simplemente dejas que las palabras salgan de tu boca?
-Solo dejo que salgan… ¡oye!, ¿sabes que?, con Ryder hablábamos el otro día que el también tiene dislexia, como yo, entonces yo pensé que tal vez sea algo en el agua de Lima que provoca que los niños sufran ese mal… ¿te imaginas si descubrimos eso y demandamos a “Peacock Neldon & Sons”?, ¡seriamos como los Erin Brockovich de Lima!
-¿”Peacock Neldon & Sons”?, ¿eso no es una compañía familiar de gasfiteros?
-No lo se… fue el primer nombre que se me vino a la cabeza… ¡Oye!... ¿te unirías a nuestra demanda?, Julia Roberts gano tres millones de dólares.
-Con tres millones de dólares me compraría un avión y viajaría New York  a diario, así Kurt no tendría oportunidad de tomarse fotos con supuestos enemigos, que déjame decirte de enemigos tienen bien poco —dijo Blaine cerrando la puerta de su casillero de un golpe.
-Pues yo con tres millones les compraría una casa a mis Papás y luego compraría la “House of Bichette” para salir en todas las fotos... ¡Ah! y traería de vuelta a “Jack Lalanne”… ¿qué dijiste de Kurt? —pregunto Sam como reaccionando con tardanza.
-Nada importante… ¿necesitas algo? —quiso saber Blaine tratando de cerrar esta vez su candado.
-¡Si!, quería hablarte porque como me entere de lo de tu discurso de “valentía”, quería saber si quieres ir a celebrar al Lima Bean…
-La verdad es que no tengo ganas… ¿quién mas va?
-Pues yo, Ryder, Marley, Tina y Artie.
-¿Tina y Artie?, ¿seguro?
-Si… ¿por qué?
-Porque… Sam, creo que rompiste esto… mira no cierra —dijo Blaine señalando su casillero.
-Por supuesto que no… ¿viste? —contesto arreglándolo nuevamente con otro golpe— ¿Qué dices?
-Seguro… texteame la hora.
-¡Oye!... ¿Qué pasa contigo?, tienes esa expresión de enojado, como la que Kurt describe que pones en ocasiones —dijo Sam arrugando el entrecejo.
-De verdad no quieres saber esto… —dijo Blaine comenzando a caminar.
-¿Por qué no? ¿por algo pregunte? ¿o no? —insistió Sam volteándolo hacia él por un hombro—¿no quieres hacer lo del discurso de la “Valerie”?
-No, si quiero hacer el “Valedictorian” es… es una estupidez, veras… Becky me mostro una foto que Kurt se tomo…
-¿Una foto?, ¿qué foto? —dijo Sam sacando su teléfono del bolsillo y entrando a Facebook de inmediato— ¿Cómo una foto te pude ofuscar tanto?, además Kurt toma excele…. ¡Oh!… ya entiendo —añadió mirando la imagen de Elliot besando en la mejilla del prometido de su amigo.
Blaine hizo un gesto con sus palmas abiertas como diciendo “¿ves a que me refiero?”
-¡Oye!, pero esto no significa nada… aunque tiene como 30 “likes”
-¡¿Qué?!—exclamo quitándole el teléfono para cerciorase de aquello— ¡Genial! —agrego devolviéndoselo.
-31…
-¡Sam!
-Lo siento… 32…
-Se que no significa nada, pero… —trato de decir Blaine golpeando su cabeza contra una de las paredes.
-Pero que…
-Nada... olvídalo… ¿Lima Bean entonces?—dijo haciendo el ademan de retirarse.
-¡Oye hombre!, no actúes como si tuvieras algún tipo de problema de concentración o algo… 33… dime que sucede.
-Mira… tu sabes bien la historia, ¿verdad?, ¿cuándo Kurt y yo rompimos?
-Me la contaste… ¿Acaso?... ¿este es el mismo tipo con el que tú te acostaste?
-¿¡Que!?... ¡no!... ¡Por todos los cielos Sam!, ¿de dónde sacas esas cosas?
-No sé, el mundo es pequeño… ¿cierto?
-No, no es… los que sucede es que —trato de explicar Blaine soltando un poco de aire casi al llegar a la salida principal de la escuela— siento que no tengo derecho a exigirle ningún tipo de explicación, ya sabes, por lo que le hice… creo incluso que hasta sería justificado si él decide engañarme o algo.
-¡¿Como te va a engañar?! —exclamo Sam volviendo a lo de los golpes con el rollo de papel— Kurt esta loco por ti, ¡se van a casar por todos los cielos!, además tu mismo dijiste que confiabas en él.
-¿Cuándo dije eso?
-No sé un día…—contesto encogiéndose de hombros.
-¡Sam! —respondió abriendo la puerta como para irse.
-Mira… —dijo de vuelta Sam poniendo una mano en la puerta e impidiendo aquello— si quieres cerciorarte pregúntale y ya —añadió manipulando su teléfono como si buscara el número del prometido de su amigo
-¿Y qué le voy a preguntar?... ¿”Oye Kurt tu y “Starchild” son mas que enemigos ahora”? —dijo Blaine gesticulando unas estrellas parpadeantes cuando mencionaba el nombre artístico de Elliot.
-No… obvio que no, si le vas a preguntar así, hasta yo me molestaría… —advirtió Sam aun buscando el numero— ¡UH!... ¡ya se! —exclamo conectando la llamada— pregúntale si vendrá a nuestra graduación, dile que el comité está organizando las invitaciones o algo… —dijo entregándole el teléfono— o sobre las nacionales… pregúntale si ira a LA a vernos.
-Pero Sam este es tu teléfono ¿Qué voy a decir…?
-¡Hola Sam!... ¿Qué cuentas? —dijo Kurt contestando al llamada.
-Hola Kurt… soy yo…
-¿Blaine?, ¿eres tú?, ¿o es Sam haciendo una de sus imitaciones?
-Soy yo… hola
-¿Por qué estás hablando con el teléfono de Sam Evans?
-Es que… el mío… se quedo sin batería… —respondió Blaine entornando sus ojos como pensando que aquella era la excusa más torpe que pudo ocurrírsele.
-¿De verdad?, ¿no me llamaste hace como 20 minutos?
-Sí, pero después… ya sabes…
-¿No estás teniendo problemas con tu teléfono de nuevo?, ¿o si?
-No, nada de eso, es solo que olvide cargarlo esta mañana y se agoto la batería.
Sam hizo un gesto positivo con su cabeza acompañado de sus pulgares arriba mas otro que Blaine no pudo identificar.
-Cuéntame que sucede…
-Nada básicamente, es decir estábamos con Sam viendo lo de la graduación, ya sabes como Presidente y Vicepresidente, estábamos revisando el trabajo del comité y están repartiendo las invitaciones, por lo que quería saber si… tú… ibas a venir a Lima para mi graduación —termino de decir Blaine como con temor, observo a Sam que hacia como si cantara frente a un micrófono y se tiraba todo el cabello hacia delante— ¿Qué? —murmuro mirándolo raro.
-Blaine… la verdad es que no lo sé… es decir estoy terminando las clases y tengo exámenes de todas las asignaturas, además que todo lo que gano lo estoy invirtiendo en la banda, no se en realidad si podre asistir, lo siento…
-Está bien, no te preocupes, es una estúpida graduación de todas formas, te mandare fotos mías usando esa toga horrenda.
-Blaine...
-No, ¡Kurt!, de verdad, además estaba pensando que tendrías mucho que hacer en la universidad con los miembros de tu banda… espera un segundo por favor —dijo Blaine tapando el micrófono del teléfono— ¡¿Qué?! —dijo mirando a Sam que seguía con sus gestos de imitar a una cantante.
-Pregúntale si va a venir Rachel… —respondió levantando sus cejas.
-¿Sigues con lo de Rachel?, creí que era solo un “intercambio de energía” como lo llamaste cuando estuvimos en New York.
-Lo fue… pero eso no quita que quiera saber si va a venir o no…
-¿Blaine?
-Kurt, disculpa… ¿sabes si Rachel tampoco podrá venir?
-Pues asumo que ninguno de nosotros podrá, Rachel esta full ensayando y Santana… Ok, no creerás esto… ¿tienes tiempo?
-Para ti todo el tiempo del mundo.
Sam saco su cuaderno y escribió “¡Uyyyyyyy!” con varios corazones rodeándola y se lo enseño a su amigo, Blaine sonrió  y siguió conversado con su prometido.
-OK… ¿recuerdas  que te dije que Rachel no estaría en el ensayo porque quería ver todo lo de su sustituta y bla, bla?
-Lo recuerdo…
-Pues adivina quien  gano el papel de “Funny Brice dos”
-No se…
-¡Santana!
-¡Santana!… —repitió Blaine extra sorprendido.
-Así es, por lo tanto las cosas están bastante revueltas entre mis compañeras de piso.
-Imagino que para Rachel fue terrible.
-Lo fue… pero lo siento, ya me puse a contarte cosas de aquí y no te pregunto sobre lo que ha sucedido contigo, cuéntame... además que le gastaras todos los minutos a tu amigo.
-No te preocupes a él no le importa —dijo Blaine poniéndole caras a Sam. Este le respondió señalando su reloj seguido de un gesto como si se limpiase el sudor luego de un ejercicio particularmente esforzado.
-¿Qué mas querías decirme Blaine Anderson futuro Hummel?
-Nada… solo preguntarte por las Nacionales… ¿tampoco podrás ir a Los Angeles?
-Maldición… vi las fechas y creo que tampoco…
-Kurt…
-Lo siento mucho de verdad… prometo compensarte en cuanto pongas un pie en New York.
-No tienes que hacerlo…. ¿Cómo?
Kurt soltó una risa y al escucharlo, Blaine creyó que había muerto y llegado al cielo.
-Conozco muchas formas, te las enseñare en cuanto llegues… ¿no estás triste?
-No lo estoy…
-Suenas como si lo estuvieras.
-No… Kurt… ¿Puedo preguntarte algo? —dijo Blaine corriéndose hacia un lado para dar privacidad a su dialogo.
-Claro…
-¿Que tal las cosas con Elliot?...
-¡OH!... verdad… te juro y te iba a llamar en este instante para contarte. El estuvo aquí… ¿recuerdas que te dije?
-Lo recuerdo…
-Pues bien… hablamos y el ya sospechaba que mi repentino acercamiento era porque yo temía que me quitara el liderazgo de la banda... ¿no es fantástico?
-¿Él o la situación?
-¿Cómo?
-Nada… continúa por favor…
-Bien, me dijo que no tena intención alguna en quitarme la banda y que solo quería que todos tuviéramos éxito… ¿no es genial?
-¿Además de fantástico?
-¡Obvio!
-Por supuesto que lo es…
-¿Seguro que estas bien?
-Lo estoy y me alegra saber que no tendrás problemas con la banda.
-Gracias… y igual… ¿Quieres que te haga reír?, ¿viste mi actualización en Facebook?
-No… te dije que mi teléfono…
-¡Pues vela en el teléfono de Sam  luego que cortes!, Te reirás de la foto que subí, seguro y te subirá el animo
-¿Por qué? —pregunto Blaine pensando que lo que menos le provocaba aquella imagen era risa— ¿estás sin camiseta?
-No… y eso no lo puede ver nadie, excepto tu, por lo tanto jamás publicare algo así, es una “Selfie” que nos tomamos con Elliot, quedo súper linda.
-¿Con Elliot?
-Si… pensé, si el Presidente Obama puede hacerse una en medio de un funeral… Kurt Hummel líder indiscutido de “Pamela Lansbury” también puede…
-¡Claro!...
-¿veras la foto?
-La vere…
-¿No estarás triste por lo de la graduación?
-No…
-Lo siento de verdad.
-Ya deja de disculparte… si no puedes no importa… pero te advierto que cuando llegue a New York no me despegare de ti nunca.
-Y yo dejare que lo hagas de lo mas complacido… ¿”Skype a la noche”?
-Por supuesto…
-¿No estas pensando lo que no es verdad?
-¿A que te refieres?...
-A que yo estoy aquí acercándome y hablando de Elloit todo el tiempo y tu estas a unos cuantos kilometros de distancia...
-Lo siento...
-No tienes porque, ademas yo solo de pensar que estas en el mismo estado que Sebastian se me crispan los pelos... pero te aseguro y no tienes porque preocuparte tampoco... tu eres lo mas importante para mi, ¿confías en mi verdad?
-Por supuesto que si.
-Pues es todo lo que necesitas... ademas creo que Elliot es muy alto para mi, prefiero los mas pequeñitos.
-Gracias Kurt...
-Te amo…
-¿Aun?
-¿Estas bromeando?... ¡siempre Blaine Anderson!... ¡Siempre!...
Blaine cortó la llamada y observo un instante el teléfono de Sam, como si la cara y los ojos de constelación infinita de Kurt estuvieran observándolo de vuelta, se sintió raramente calmado y decidió confiar en él, decidió confiar en Kurt Hummel, futuro Anderson.

-Esa es una excelente vista… —dijo Blaine llegando frente a la pantalla de su computadora para la cita diaria por “Skype” que tenia con su prometido y que esta vez lo había pillado de espaldas a la cámara, como si ordenara un escritorio particularmente desordenado.
-¡Al fin aparece Señor Anderson futuro Hummel!, ya creí y me dejaría plantado —respondió Kurt mirándolo por sobre un hombro.
-Lo siento…
-¿”Lo sientes”?, ¿no me darás una explicación?— pregunto volteándose hacia su computadora.
-Claro, solo estaba distraído por la vista, ya te dije —añadió sonriendo medio sexy.
-Tu maravillosa sonrisa no te servirá esta vez —dijo Kurt sentándose en su cama con una serie de papeles en una mano y una libreta de apuntes en la otra.
-¿Por qué?
-Porque yo, Kurt Hummel futuro Anderson, estaba aquí dispuesto a nuestra cita diaria a la hora acordada y lo único que podía ver de ti eran tus mullidas almohadas y acabo de llegar de la cafetería, donde apropósito tengo turno tres noches seguidas.
-¿Y yo tengo la culpa de eso también?
.No, pero puedo rebuscar y terminaras siendo el culpable.
-Ok…
-Dime dónde estabas.
-Primero estaba ordenando mis cosas y midiendo mi tamaño, después...
-¿Qué?
-Esta bien, eso sonó un tanto extraño…—dijo soltando una risa a la par con Kurt— estaba corroborando… —agrego poniendo acento en la palabra— estaba corroborando cuanto mido exactamente, mañana tenemos que recoger los atuendos para la graduación y quiero estar absolutamente seguro que escogí la talla correcta.
-No creo que puedas equivocarte en eso, porque enfréntenoslo son solo túnicas, no prendas a medida de la última colección de “Carolina Herrera”.
-Lo sé… pero es importante escoger la correcta, después de todo y a pesar que TU NO ME VERAS —dijo Blaine acercándose a la cámara web— me tomaran fotos, que estarán en los álbumes  familiares por décadas, por lo tanto al menos quiero lucir bien.
-¿Cuál escogiste?
-¿Cuál escogí de qué? —dijo Blaine desplazándose con la computadora hasta los pies de su cama.
-Cual talla…
-¡Oh!... “L”
Kurt se tapo la boca como disimulando un ataque de risa.
-¡Kurt!
-¿Qué?... lo siento, es solo que creo que tu huincha de medir tiene problemas, tu talla dista de ser “L”
-Pues esa es la que encargue y es la que usare —dijo Blaine sentándose en el suelo y poniendo cara de ofendido.
-Muy bien entonces… ¿terminaron lo de las invitaciones?
-¿Qué invitaciones?
-¡Las de la graduación! , dijiste que era una labor en la que estabas tú y Sam por ser de la directiva.
-¿La directi…? ¡Sí!... ¡obvio! —exclamo dándose un golpe en la frente con su palma abierta—obvio que si... y aunque sea anti ético me robe dos, por si es que te arrepientes de dejar solo a tu prometido en aquel día tan especial y decides tomar un avión a Ohio.
-Blaine…
-Las tengo, si las usas bien, sino bien también, no te aflijas.
-¿De verdad?... ¿no me lo cobraras en cualquier momento después?
-No… además que tú me ofreciste una compensación a elección por lo tanto, pienso en eso y me conformo.
-Nunca dije “a elección” Blaine… pero esta bien, mereces que sea así.
-¡Sí!... —exclamo Blaine haciendo un gesto con sus puños como si triunfara en lago.
-Bien… y no celebres tanto, aun me debes una explicación, por dejarme mirando tus almohadas.
-Ah si… bueno hice lo de la túnica y después  tuve que atender a Tina.
-¿Tina?, ¿Esa en tu casa?... ¿tu mama le pidió recetas de comida oriental?
-No, no estaba aquí… la llame porque hoy en el ensayo tuvo un momento de nostalgia y comenzó a llorar cuando Mister Schue advirtió que ya nos quedaba poco tiempo y ese tipo de cosas.
-Y tú la consolaste.
-Sí, bueno de hecho yo y Sam…
-Ah… ¿y está bien?
-Sí, sigue triste y creo que soltara el llanto en cualquier minuto, pero además de eso asumo y estará bien… ¿Qué hay de ti?... ¿extrañas a Rachel?
-Un poco, fuimos los colonizadores aquí y aunque desquiciada hasta la medula, Rachel Berry era una gran “roomate”…
-¿Santana no lo es?
-Lo es también, pero en una forma más… ¿cómo decirlo?...
-¿Picante?
-Exacto… media picante e indecente… —dijo Kurt poniendo cara de desagrado.
-Te entiendo, pero como ya sabes que yo voy para allá en un par de semanas… tal vez, no se… podrías deshacerte de tu compañera indecente y tomarme a mí, que siempre estoy siempre ordenado y limpio.
-Te tomaría  aunque fueras la versión masculina de Santana.
-¿Por qué tienes tanto papeles?, ¿son cosas de la Universidad?, ¿para tus exámenes?
-No… —dijo escondiéndolos debajo de su trasero.
-¿Por qué los ocultas? —quiso saber Blaine apuntando hacia la cámara.
-No los oculto, es solo que estaba haciendo unos bosquejos de algo y olvide que tenia esos otras cosas en la mano.
-¿Y de que se tratan?
-Estas bastante curioso, debo decirlo.
-Es mi trabajo y lo sabes…
-Ok, pero no quiero que pienses que soy un desesperado o algo —dijo Kurt sacándolos del escondite.
-¿Desesperado?, ¿por qué habría de pensar eso?
-Porque…  bueno… te lo diré pero prométeme que me tomaras enserio y no te pondrás  como si hubieras perdido tu gel para el cabello o algo.
-Lo prometo…
-Son cosas sobre bodas.
-¿De bodas?
-Sí, porque no sé si lo recuerdas pero me pediste que me casara contigo hace un par de meses, y cuando la gente se compromete casarse hay muchas cosas que decidir, y sé que tu no decidirás nada, primero porque yo no te dejare y segundo porque estas muy ocupado con tu graduación.
-No sé si reír o llorar frente a lo que acabas de decir…
-Reír siempre es bueno reír…
-O navegar en internet como alguien con problemas de adicción.
-Yo no tengo problemas de adicción... veras, todo aquí esta súper revolucionado con Rachel yéndose al departamento de “Starchild” y con Santana agregando cabello a su cabeza, y lo único que me calma es saber que hablare contigo cada noche y buscar en internet toda la información que pueda, si bien traje muchas cosas de mi casa en Lima, lo que no traje fue mi baúl con revistas de bodas, por lo tanto debo buscar de memoria todas las cosas que ya daba por sabidas… ¿Por qué me miras así?, ¿crees que estoy loco demente?
-No, creo que eres adorable y precavido… muéstrame…
-¡Oh!... gracias… —dijo haciendo un puchero— muy bien… ¡Taran!… —exclamo Kurt mostrándoselos a la pantalla.
-¿Qué son?
-¿No lo ves? —volvió a preguntar mirándolos el mismo.
-No… ¿es una casa en un  parque?
-No es una casa es la “Boathouse” y no es un parque es el “Central Park”, es  “The Loeb Central Park Boathouse”
-¡Oh!.. ¡ahora si lo se!… ¿Por qué?, ¿Hacen bodas allí?
-Pues claro… ¿nunca viste “27 Dresses”?, era la boda soñada de “Jane Nichols” —dijo Kurt mostrando otra hoja impresa frente a la cámara  donde aparecía la casa en horas de la noche toda iluminada.
-¿Lo sacaste de una página web?
-Obvio que si… mira que contenta se ve esa gente —advirtió Kurt señalando una pequeña foto que aunque Blaine hubiese tenido la vista del águila calva, no la hubiera podido distinguir aunque quisiera.
-Entonces… —dijo tomando su teléfono— ¿Qué tal si me envías el “link”?, así veo al pagina directamente, porque francamente no veo muy bien lo que me estas mostrando.
-¡Excelente idea! —respondió dando dos aplausos para luego tomar su teléfono y enviar a su prometido la información que le solicitara— ¿te llego?
-Si… espera un segundo… —contesto manipulando el aparato frente a la cámara— ahora si… ¡wow!, Kurt es precioso…  nunca la había visto esas fotos.
-Lo sé… y se supone que tiene gente experta y todo.
-¿No es muy costoso?
-No lo sé, bueno de hecho lo es, casi 130 dólares por persona…
-Kurt…
-Lo sé… lo sé… y es solo una opción, no creas que me pondré como un estúpido exigiendo lo que no podemos pagar, pero es bello y quería mostrártelo.
-Es muy bello en realidad… aquí dice que hay un paseo a caballo por el parque…
-Sí, bueno, existen diferentes paquetes para recepciones… cuando vengas iremos personalmente a preguntar detalles… ¿Qué te parece?
-Me parece perfecto…
-¿Pero?
-Pero nada… es solo que… ¿no querías realizar la ceremonia aquí, en Lima?, ¿en la casa de tu Papá?
-Si… bueno, esa era mi idea desde que soñaba con casarme con el tío Jessie de “Full House”, pero no sé, con todo lo que paso con Finn… me es inevitable en pensar en cosas tristes cada vez que cruzo el umbral de esa casa.
-Claro… además agreguemos que el matrimonio igualitario aun no es legal en Ohio.
-Otra razón… ¿te muestro más?
-Por favor…
-Pero te mando el link también, ¿verdad?
-Muy verdad… Ok… ¿”The Plaza”?... ¿no crees que eso si es excesivo?
-Lo es… —contesto Kurt mirando la hoja de las diferentes posibilidades que ofrecía el hotel para ceremonias privadas— pero no pude resistirme… lo siento.
-No tienes porque… este me gusto… —opino Blaine mirando el segundo dato que Kurt le enviara— ¿también está en el parque?
-¿Cuál? —quiso saber Kurt revisando las hojas.
-El “Cop Cot”—señalo Blaine mostrando la imagen de una estructura entera de madera cubierta de vegetación y que parecía un “Gazebo” de una casa de campo.
-¡Oh!.... ese es perfecto también, pero dependiendo de la fecha que elijamos puede haber riesgo de lluvia.
-Entonces elegiremos una fecha que nos garantice que habrá sol.
-Pero eso sería dentro de dos meses o un año… ¿no me harás esperar un año o sí?
-Por supuesto que no, aunque sería conveniente para que juntáramos el dinero suficiente y rentar completo el “The Plaza”
-Tal vez… —dijo Kurt haciendo una mueca.
-O…  podemos pedirle a nuestros Padres que nos ayuden después de todo, es casi una tradición.
-Bueno, mi Padre podría conseguir fondos públicos o algún salón en Washington para la ceremonia.
-¿Cómo la “Capitol Crypt”?
-Puede ser… aceptaría hasta decir “si” bajo los pies de Abraham Lincoln mientras no sea un centro comunitario o uno del YMCA, estará todo bien —aseguro Kurt ordenando las hojas que tenia en la mano
-¿Qué es eso? —dijo Blaine apuntando hacia adelante.
-¿Qué?
-Esa hoja que tiene un… ¿micrófono? —agrego empequeñeciendo sus ojos como si enfocara su vista para ver algo a distancia.
-¡Ah!... es algo que hice, pero espero no necesitarlo.
-¿Algo para tu banda?
-¿Te importa si no te cuento?
-Mucho…
-Mira, lo que sucede es que… ¡oh!... había olvidado el más importante… —dijo Kurt  encontrando otra hoja con información a un costado de su cuerpo.
-¿Cuál?
-Te envió el Link…
-¿Dalton?
-¡Obvio!, enfrentémoslo, tiene tantos salones como de baile que creo que “Ang Lee” podría haber hecho las locaciones de la casa de “Mister Darcy” sin ningún problema.
-Pero no creo que Dalton este en renta para bodas.
-Podemos preguntar… ¡tú puedes preguntar!, además estoy seguro y lo arriendan para otras cosas, juraría que vi la escalera en un comercial de teléfonos móviles, por lo tanto te recomiendo que en vez de andar consolando a Tina y su histeria pre graduación, ve a Dalton y habla con el director.
-Ok…
-¡Pero ve un día que no haya clases!
-¿Por qué?
-Sabes porque… —dijo Kurt poniendo caras.
-¡Te amo!… —dijo Blaine haciendo una mueca tan dulce que Kurt quiso abrazar el monitor en ese mismo instante y para siempre— ¿Qué? —añadió al ver que su prometido se le quedaba viendo.
-¿Sabes qué?... —dijo Kurt levantándose de la cama.
-¿Kurt?
-…
-¿Dónde?... ¡KURT!
-Olvida todo esto… —añadió apareciendo en pantalla. Blaine lo vio doblar los papeles en dos y luego en cuatro y arrojarlos a un tarro pequeño de basura.
-¿Qué haces?... ¿Por qué?
-Porque… ¿recuerdas la primera vez que estuvimos aquí?, ¿ese verano que costeaste nuestra semana de vacaciones?
-Por supuesto que lo recuerdo.
-¿Recuerdas entonces lo que te dije cuando estuvimos en el “Russian Tea Room”?
-¿Algo sobre la sopa de remolacha?
-No… algo sobre que te dije que estar contigo me bastaba para ser feliz… y si ahora nos vamos a casar, el hecho de casarme contigo ya es suficiente para mí.
-Gracias Kurt…
-Por lo tanto… estas cosas las dejaremos para más adelante —advirtió meneando el tarro de basura.
-Encontraremos la solución, te lo prometo.
-Seguro que si… ya sea para hacerlo en la “Boathouse” o en… un centro comunitario en Bushwick —dijo Kurt tragando saliva como si aquello fuera algo inconcebible— ahora necesito que me digas si es verdad lo que “JBI” puso en su blog,
-¿Que cosa?
-¡¿Que pillaron a Emma y a Will escondidos en el baño de los profesores haciendo bebés?!
Blaine soltó una risa y procedió a contarle todo lo del rumor que Becky se había encargado a echar a correr pero que nadie estaba seguro si así había sido, sin embargo por ver la risa permanente que su historia provocaba en su prometido, habría sido capaz de inventar el mismo otro rumor aun más sabroso y distorsionado.

-No llegues tarde… —dijo la Señora Anderson apareciendo desde la cocina en medio de la oscuridad de la sala.
-¡Dios Mamá!... ¡casi me matas del susto! —exclamo Blaine poniéndose una mano en el pecho.
-¡Ay que exagerado que eres!... ¿por que llevas un bolso?, ¿ya te vas  a Los Angeles?
-No…
-¿Estas planeando huir de la casa?
-¿Qué?
-Lo que escuchaste Blaine Devon Anderson… no pensaras huir a Las Vegas o algo... ¡ay por Dos! —exclamo tomándose la cabeza con una mano— ¡mi hijo se fugara y nos dejara con la ilusión de verlo casarse!… ¡sabia que esto podría pasar!
-Mamá…
-¡Lo sabia!... desde el momento en que no escogiste a tu hermano como Padrino sabía que nos querías fuera de todo —dijo la Señora Anderson en tono aun más dramático mientras se dirigía a la sala y encendía las luces de a una— ¡somos tu familia hijo!— añadió enseñando una foto donde aparecían los cuatro.
-Mamá…
-Seremos un poco locos en ocasiones pero no nos puedes hacer esto de verdad, ¡ay creo que voy a elegir este sofá para desmayarme! —dijo la Mamá de Blaine poniéndose una mano en la frente como preparándose para el desvanecimiento.
Blaine entorno los ojos y negó con su cabeza, luego soltó una risa al ver que su madre se dejaba caer en el sillón y se cubría la frente con uno de los cojines con flecos.
-Mamá… no es lo que crees.
-¿No?...—dijo asomando un ojo.
-No… no pienso huir a Las Vegas, ni casarme en la “Little White Chappel” con “Elvis” oficiando la ceremonia… creo que Kurt sería el primero en rechazar eso, si estoy saliendo tan tarde es porque vamos a hacer algo en la escuela.
-¿A esta hora? —pregunto descubriéndose la cabeza del todo.
-Si… es una especie de encierro, se supone y será fantástico —dijo Blaine levantándose como para irse.
-Pero hijo… ¿no estás poniendo en peligro tus últimos días?, ¿tu graduación?... ¡Tu Papá se muere si no tiene la posibilidad de verte cambiando al dirección de la borla en tu birrete!
-Nadie morirá mamá y es súper seguro porque seremos solo Sam…
-¡Amo a Sam!... —dijo levantando los brazos.
-Po supuesto que lo amas, y Tina…
-También me cae bien Tina, aunque le he pedido mil veces la receta del “Ichijū-sansai” y nunca me la ha dado, ¿que clase de japonesa es?
-Ella no es japonesa es… ¡da lo mismo!… mira tengo que irme me están esperando… ¿estarás bien?
-¿Van a hacerle una broma al director?
-No… porque si hacemos una broma a la directora Sue sería lo último que haríamos en la vida en realidad…
-¿Entonces si es algo inocente porque no me lo contaste?
-Porque se lo contarías al Papá de inmediato y ahí sí que ya no habría posibilidad de hacer nada de nada.
-¿Por qué crees eso?
-Mamá… vamos,  el Papá es estricto como nadie.
-Pero no tendría moral de reprenderte.
-¿Por que?… —dijo Blaine imaginando que su Papá era uno de los primeros “indignados” de mediados de los ‘90.
-Prométeme por Kurt que no le dirás  que te conté.
-Oye, no metas a Kurt en esto…
-¿Por qué no?... a apropósito ¿Cómo esta?—dijo poniéndose una mano en la cara como si estuviera conversando de lo más relajada en una tarde de verano.
-Está perfecto, pero ahora me…
-¡Que cosa tan genial!, el otro día estuvimos hablando y es tan simpático, creo que es el mejor novio que has tenido en toda la vida —aseguro la Señora Anderson abultando los cojines que tenía a su alrededor.
-En realidad es el único novio que he tenido.
-No es cierto…
-¡Si lo es!...
-¡Por supuesto que no!
-¿Crees que sabes de mi vida sentimental más que yo mismo?... la historia Mamá… —dijo Blaine señalando su reloj, pero disfrutando lo dispersa que era su Madre en ocasiones.
-Pues bien… antes promételo.
-Lo prometo…
-Muy bien —dijo acomodándose con los pies arriba del sofá como si fuera a confidenciarle algo a su mejor amiga de la escuela— cuando tu Papá llego del intercambio, ¿te conté que estuvo en España verdad? —quiso saber la Señora Anderson apuntándolo con el cojín con flecos.
-Me contaste… —contesto Blaine mirando su reloj.
-Pues bien, cuando volvió era el último año y con su amigo de entonces organizo una broma para el director, consiguió entrar en su oficina y ordeno 300 pizzas en su nombre.
-¿Qué? —pregunto Blaine sentándose al lado de su Madre olvidando la prisa que llevaba.
-Eso… todos estábamos revolucionados cuando llegaron las camionetas y comenzaron a repartirlas, luego el Director tuvo que hacerse cargo de una cuenta de más de tres mil dólares.
-¿Y nunca descubrieron que había sido él?
-¡Nunca!...
-¿Y cómo las ordeno?, ¿desde su oficina?
-Por supuesto, así nunca dudarían de la orden, solo tuvo que contarle una historia a la secretaria, la que por supuesto cayó rendida ante la sonrisa de tu Padre.
-¿Cómo caíste tú?
-¡Exacto!, y como Kurt cayó ante la tuya… —dijo la Señora Anderson tomándole el mentón.
-Aduladora… pero no te preocupes… no hare ninguna broma, ni me meteré en líos —aseguro levantándose.
-¿Te das cuenta que te quedan dos semanas en esta casa?
-Si… pero Mamá, tengo que irme los…
-¿Cómo es posible que te vayas a ir?... ¡es terrible!
-Claro que no lo es… además estoy seguro que ni el Papá ni tú me quieren dando vueltas por aquí hasta que tenga 30 o algo.
-Pues yo si fíjate…
-Mamá…
-Es la verdad, decirle adiós a un hijo es bastante perturbador y nadie se ha preocupado de tocar ese tema, ni nadie ha escrito un libro de autoayuda al respecto, nunca he leído un libro que diga “El adiós a un hijo”, sin que diga  después “como lidiar con la muerte de uno”… me llegan a dar calosfríos —dijo la Señora Anderson haciendo el gesto correspondiente con todo su cuerpo.
-Estarás bien… si no, siempre puedes tener otro bebé.
-¡Ay hijo! —exclamo dándole de “cojinazos”— ya no estoy en edad de “eso”—añadió haciendo el gesto de comillas en el “eso” y poniéndose un tanto colorada.
-¡Claro que sí!, eres joven o siempre está la opción de comprar un perro o un gato… cualquiera podría reemplazarme fácilmente, ¡no me esperes llegare más que tarde! —termino por decir Blaine enseñando su reloj al tiempo que se levantaba del sofá.
-¡Oye!... ahora sí que no te dejare ir —dijo su Madre tomándolo de uno de los bolsillos del pantalón para obligarlo a sentarse otra vez.
-¡Mamá!
-¡No vuelvas a decir que un perro podría reemplazarte!… ¡tú eres irremplazable!…
-¿De verdad?
-Claro, ningún perro, gato, ni nada.
-¿Ni siquiera un cachorro de “Beagle”? —pregunto Blaine mirando a su madre de medio lado.
-Bueno… tal vez cinco mini “Beagle”, pero uno…
-¡Oye!... creí que hablabas en serio, que te reivindicarías conmigo de una vez y para siempre.
-Te amo hijo, no necesito reivindicaciones de ningún tipo, sé que no lo digo mucho pero eres un hijo maravilloso que cualquier madre se quisiera.
-Gracias Mamá —dijo Blaine acariciándole una mano por sobre los cojines.
-Por nada… ¡y no vuelvas a decir que es incomprensible mi sufrimiento!
-Yo no he dicho eso…—añadió levantándose y acomodándose el bolso.
-¡Claro que sí! —rebatió la Señora Anderson empezando a enjugarse unas lagrimas inexistentes.
-Como quieras… ahora si que me voy… ya te dije y no me esperes.
-Cuando tengas tus propios hijos sabrás a lo que me refiero.
-¿Cómo? —dijo Blaine devolviéndose los pasos que había dado.
-Eso… —repitió sonándose— cuando tengas los pequeños Anderson Hummel, sabrás lo que significa decirles adiós el día que se vayan a la Universidad… ¿No me crees? —añadió al ver que Blaine sonreía y volvía a sentarse a su lado con el bolso cruzado y todo.
-¿Recuerdas cuando fue el tiroteo?… bueno ¿el “supuesto” tiroteo en Mckinley?
-¿Qué si lo recuerdo?, hijo nunca había sentido tanto miedo en mi vida, cuando no sabía nada de ti, creí que caía muerta allí mismo enfrente del Director Figgins.
-Pues bien, ¿recuerdas también cuando hablamos en mi cuarto?
-¡Ay cuando te acordaste de la canción del brócoli! —exclamo cruzando sus manos a la altura del pecho como si fuera lo más emocionante que nadie hubiera recordado jamás.
-Claro…—respondió Blaine sonriendo de la manera que su Madre había hecho referencia al principio de la conversación— pero más importante que eso, ¿te acuerdas que me dijiste exactamente lo mismo?, ¿qué cuando tuviera hijos sabría a lo que te refieras?
-Me acuerdo… —dijo la Señora Anderson acariciándole la cabeza.
-Pues en aquel momento esa posibilidad se veía tan distante, casi imposible —comenzó a decir Blaine mirando con nostalgia un punto distante.
-¡Ay Cariño!, ya no recuerdes eso… ahora todo está bien —aseguro la Señor Anderson cogiéndole la mano con fuerza.
-Lo sé… y si sonrió es por eso, porque ahora es como si todos los sueños que he tenido desde el día en que me enamore de  Kurt se estuvieran realizado, uno tras otro… como si fuera una instalación con dominós que quiere batir un record.
-¡Cariño!…—exclamo la Señora Anderson abrazándolo por sorpresa— ¡me alegro tanto que estés siendo tan feliz!, sabía que todo se arreglaría para ti —añadió dándole otro abrazo a su hijo, aun más apretado y que termino por asfixiarlo un poco.
-Pues yo también me alegro —dijo tratando de zafarse— no al punto del ahogamiento, pero me alegro —añadió como recuperando el aire— y hablando de pequeños “Anderson Hummel”, apróntate por qué tendrás a lo menos tres nietos —dijo Blaine levantándose de nuevo.
-¡Ay qué lindo!.... aunque deberían ser mas, pero me conformo con tres preciosos tú rondándome a mí y a tu Papá.
-También serán de Kurt…
-¡Por supuesto que sí!... ¡ojala y el primero sea una niña!... ¿cómo les llamaran?, ¿ya lo decidieron?
-Eso es algo que prefiero dejarlo en la intimidad mía y la de tu futuro yerno.
-Ya dime…
-Mamá… por enésima vez tengo que irme —dijo Blaine repitiendo lo del reloj.
-Espérame un momento… —señalo levantándose de pronto.
-¿Qué?... ¿por qué?
-Solo espérame aquí —dijo tomándolo por los hombros y ubicándolo al lado del sofá, como si Blaine aun tuviera 5 años o  menos y fuera manejable cual trozo de plastilina.
-¡Mamá, tengo que irme!, ¿recuerdas que te dije que tenía cosas que hacer?
-¡Ay Blaine!, ¡si es solo un encierro con tus amigos, ellos podrán esperarte!, ¡Ni que tuvieras las llaves de la escuela o algo! —siguió exclamando la Señora Anderson mientras subía al piso de arriba.
-No, pero soy “Nightbird” —contesto para si tanteando su bolso— ¿Mamá?... ¡Como sea!—termino por decir por lo bajo mientras se dejaba caer en el sofá de la sala en espera de su Madre, decidió enviarle un mensaje a Sam diciéndole que estaba atrasado, este le envió otro devuelta que advertía que el también. En ese mismo segundo recibió un tercer mensaje, esta vez de Kurt que le peguntaba si ya estaba en “el encierro” con sus amigos. Blaine sonrió de inmediato y le conto que su Madre lo tenía encerrado a él, recibió de vuelta tres caras como sorprendidas al máximo seguidas de un texto que preguntaba “¿POR QUE?”
Blaine se descolgó el bolso y decidió “textearse” con su prometido un rato, después de todo su Madre siempre terminaba por demorarse en todo lo que planeaba y  hacia.
-“Esta contándome historias y preocupada porque me voy”…
-“Dile que yo te cuidare, que no se preocupe”
-“Se lo diré”
-“Llámame cuando llegues”
-“Estarás dormido”
-“No importa…”
-“Muy bien…tengo que irme”
Blaine recibió como respuesta un “Cuídate” con letras mayúsculas seguido de un par de corazones, volvió a sonreír como si Kurt pudiera verlo y guardo su teléfono cuando vio aparecer otra vez a su Madre.
-¡Mira lo que tengo! —exclamo la señora Anderson como cantando una música de baile tropical.
-Mamá… ¿adivina qué?... ¡tengo que irme!
-¡Ay si lo sé!... te escuche la primera vez que lo dijiste… Solo mira esto… —insistió sacando una caja como de zapatos de una bolsa de género con cierre— esto… lo compre para ti antes que nacieras, pero como resultaste ser un niño, muy bello por lo demás, no pude dártelo y no tuve más remedio que guardarlo —agrego sacando otra caja más pequeña y rosada, como el empaque de una muñeca de plástico— ¡mira!—concluyo enseñando el frente del empaque.
Blaine sonrió y tomo la caja que contenía un conejo azul de fieltro, tenia una pequeña cinta rosada en una de sus orejas y la cara era tan expresiva que Blaine creyó que si lo sacaba del envase, se pondría a conversar de un tema extra interesante con ellos dos, allí mismo en la sala de su casa.
-¡Mamá!... ¡Qué hermoso!
-¿Lo es verdad?
-¡Por supuesto que sí! —dijo Blaine mirando la caja por todos lados y leyendo la especie de certificado de nacimiento que tenía en su parte trasera— ¿“Lovely Rita”? —pregunto leyendo el nombre— ¿es tu letra? —añadió sonriendo.
-Lo es… y es su nombre, y debo decir que tu Papá y su muy, muy, ¡MUY!, exceso de fanatismo que tenía en ese tiempo  por “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” lo escogió, pensamos en dártela de todos modos, pero ya sabes cómo es tu Papá, “los niños de azul y las niñas de rosado”
-Este es literalmente azul…
-Lo es… pero la cinta rosada hace toda la diferencia —aclaro la Señora Anderson poniendo cara seria.
-Claro…
-En fin,  ahora me alegro el haberlo guardado, porque así mi nieta tendrá su primer juguete antes que nadie y regalado por su Abuela favorita.
-¿Y si el primero es niño? —pregunto Blaine haciéndole caras al conejo.
-Pues entonces lo guardare hasta cuando corresponda.
-Ok… ¿me lo quedo?
-¡No Señor! —exclamo arrebatándoselo— te dije que se lo iba a dar yo… y así será —dijo su Madre volviendo a guardar el juguete en la caja y luego en la bolsa que parecía y tenia mas años que el propio Blaine.
-Muy bien… Gracias por contarme esto Mamá… pero…
-¡Te tienes que ir! —dijo la Señora Anderson gesticulando con sus brazos.
-Te amo…—contesto Blaine dándole un beso.
-Saludos a Sam y a Tina… ¡y cuídate!
-Lo haré —respondió Blaine mientras se retiraba a su encierro.