(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

-¡Muy bien no tienes que preocuparse por la banda porque las dos están fuera! —dijo Kurt levantándose del sillón.
-¡QUE!—exclamo Rachel mirándolo con asombro
-“Pamela Lansbury” está muerta, empezare una nueva banda con Elliot y Danny, será un trío —dijo mirando ambas.
-Espera, ¿o sea que mi propia novia está de acuerdo en echarme de la banda? —quiso saber Santana media confundida.
-Tu novia quiere cantar y divertirse, y ella sabe que eso es imposible contigo en la banda, aquí hay un cartel de nuestro primer trabajo —dijo Kurt desdoblando una hoja tamaño carta sobre la mesa de café— espero y ambas puedan declararse una amnistía tan larga como para vernos actuar —concluyo retirándose.
-Gracias Kurt —dijo Rachel como si fuera inocente de todo— bien Santana espero y puedas elevarte por encima de esto, porque yo no me lo perdería por nada en el mundo.
-Bien, pero asegúrate de quedarte de tu lado del club, enano.
-Creo que vi salir una ardilla desde la parte de atrás de tu cabello.
-¿Quieren dejar eso?... ¡parece que vuelven a tener 15 años! —dijo Kurt devolviéndose a la sala.
-Relájate “Lady Hummel” nadie sacara un cuchillo ¿verdad “Mini Fanny”?
-Pues con esa cantidad de cabello creo que preferiría unas tijeras de podar —dijo Rachel arreglándose su lacia cabellera.
-¡Mira Berry…!
-¡No en mi cara por favor! —dijo Rachel como defendiéndose de un futuro golpe— soy la actriz principal de una obra, cosa que tú no sabes porque eres y serás siempre la sustituta...
-Rachel...
-Perdón Kurt… perdón Santana… ¿En que estaba pensando?, por supuesto que no eres “la” sustituta… eres “MI” sustituta —añadió apuntándose y poniendo acento en el “Mi”
-¿Qué tal si se retiran?, a comprar, a pasear por New York… ¿sacarse los ojos en un escenario o cualquier lugar que no sea este?, yo necesito mi tranquilidad —dijo Kurt retirándose de nuevo.
-¿Escuchaste Rachel? —dijo Santana haciendo el gesto de quien echa a otro.
-¡Las dos!, ¡me refería a las dos! —exclamo Kurt devolviéndose por segunda vez a la sala—¡déjenme solo!—agrego abriendo la puerta.
Rachel se levanto de su asiento y se tapo la boca para no reírse a carcajadas de su ex amiga, paso por su lado y se arreglo el cabello justo enfrente de ella. Santana tuvo que alejarse para no ser azotada por uno de los lacios mechones.
-No puedo creerlo —dijo Kurt cruzándose de brazos y negando con la cabeza al ver la actitud de ambas.
-Adiós Kurt, te veré en la presentación —advirtió Rachel haciéndole una seña de adiós y un desprecio a Santana.
-¿Cómo pude soportar vivir contigo Rachel Berry? —se auto pregunto Santana mientras cogía sus cosas y se prestaba para irse.
-Creo que estoy en la sala de coros de nuevo —murmuro Kurt restregándose la frente.
-Demonios “Lady Hummel”, ¿Necesitas una dosis de “yeast-i-stat” o algo?...
-¡Vete!... —exclamo Kurt empujándola a la salida, sintió vibrar su teléfono y sin mirar quien era contesto con la furia que tenía en ese instante— ¡QUE! —dijo mientras cerraba la puerta de un solo golpe.
-¿Kurt?... lo siento… ¿es un mal momento?
-¿Qué?... ¡Blaine!... no… —dijo como reaccionando.
-Te llamo más tarde no te preocupes —respondió este como queriendo no haber discado el numero de su prometido nunca.
-No… por favor… disculpa… no quise contestar así… pero este día está resultando ser bastante desagradable, pero tú no tienes la culpa de nada… lo siento.
-Ok… pero, Kurt si no quieres hablar con nadie no hay problema… llamo mas tarde.
-No Blaine, por favor, tu voz es lo único que me calma… y necesito calmarme o terminare matando a alguien esta noche.
-¿Tan grave es?
-Lo es… —respondió Kurt corriendo las cortinas de su cuarto para luego dejarse caer en su cama— pero antes… hola…
-Hola Kurt…
-¿Cómo estás?
-Bien… aunque suene tonto… ¿cómo estás tú?
-A punto de matar a alguien, te lo dije, pero si me hablas de lo que sea me mantendré alejado de los homicidios— dijo Kurt acomodándose en su cama con el teléfono en la oreja— ¿Qué tal tu día?
-Bien… de hecho estamos a punto de tener el set de canciones para las nacionales.
-¿De verdad?
-Si…
-¿Cuándo parten a Los Angeles?
-Finalizando la otra semana…
-¿No tuvieron problemas con el financiamiento esta vez?
-No, bueno aun teníamos el dinero que juntamos con Finn con lo de los calendarios, como las regionales fueron acá, no se gasto nada de eso.
-…
-¿Kurt?
-Si… te dije, hablar contigo de lo que sea me calma desde la punta del pie hacia arriba, nunca dejes de hacerlo… ¿bueno?
-Bueno…







Agosto de 2039


-¡Lizzie!... ¡ya basta con el teléfono!... ¡Prometiste ayudarnos hija!… —grito Kurt abriendo las puertas de sala, y dirigiendo su voz hacia el segundo piso.
-¡Lo sé!... —respondió la chica asomando la cabeza por la escalera de la galería, como si estuviera colgando de los pies.
-¿Entonces? —insistió Kurt señalando su reloj.
-Ya voy… estoy enterándome de cosas súper interesantes… ¡bajo de inmediato!… ¡Lo juro!—exclamo Lizzie haciendo gestos de promesa en su cara, frente y pecho.
-Si claro… —murmuró para si Kurt volviendo a lo que estaba en la mesa del comedor.
-¿Por qué no puedo ayudar yo? —pregunto Noah sentando junto a “Desmond” sobre el piano de la sala.
-Porque, estás accidentado cariño y tu manito esta enyesada —respondió Kurt mientras corregía la limpieza de las copas con una toalla de papel, antes de ubicarlas en cada uno de los puestos.
-¡Pero tengo dos! —señalo el pequeño levantando su mano sana.
-Pues tienes razón…—contesto sonriendo y acercándosele para bajarlo desde donde estaba—dime en que me quieres ayudar.
-Puedo poner los cubiertos, se su ubicación “exapta”.
-Muy bien, los cubiertos entonces… toma —dijo Kurt entregándole primero los ocho tenedores para cada uno de los comensales.
-¿Ocho?... ¿vamos a comer el doble?
-No… ¿Por qué dices eso?
-Porque somos cuatro y cuatro más cuatro… ¡son ocho! —aseguro Noah contando con sus pequeños dedos, incluidos los que se le asomaban por el yeso.
-¡Excelente deducción cariño!, pero no comeremos el doble, aunque el “Roast beef” con papas de tu “Papáblen” así lo amerite… lo que sucede es que vendrán unas personas a comer con nosotros
-¿Invitados?
-Invitados… toma bebé… —dijo Kurt entregándole las cucharas.
-¿Quién?
-Pues departida tu hermano Henry…
-¡Henry Anderson Hummel!...
-Así es, como ya se acabaran sus vacaciones, pasara su última semana en New York.
-¡Genial! —exclamo Noah sonriendo.
-Lo es —dijo Kurt mirando una de las copas en la luz del ventanal.
-¿Quién más?
-Pues un señor llamado Sebastián Smythe, junto con su esposo que se llama Tyler Woodward y…
-¿También son gays como ustedes?
-También son gays como nosotros… —repitió Kurt sonriendo y pensando que ya se hubiera querido esa naturalidad de reacción en la gente que lo rodeo cuando estaba creciendo— ¿Eso te molesta?
-No…—contesto Noah encogiéndose de hombros— ¿y quién mas viene?
-El hijo de ambos, que se llamaba…. ¿Cómo se llamaba? —se auto pregunto Kurt dándose golpecitos en el mentón con la copa que limpiaba.
-¿Charlie?
-No…
-¿Bernard?
-Tampoco cariño, le preguntare a tu…
-¿Lois? —insistió Noah que parecía y había comenzado a nombrar a todos sus futuros compañeros de escuela.
-No y no creo que sea necesario que menciones todos los nombres que conoces —dijo Kurt entregándole las cucharas de postre para que siguiera con la vuelta a la mesa.
-Pensé que te ayudaría si decía algunos “nombes”
-Lo sé cariño... gracias por… ¡Gable!... ese es su nombre, Gable… y algo mas… tiene ocho años y tal vez te caiga bien.
-Tal vez…— dijo Noah empinándose para alcanzar el lugar donde correctamente iba cada cuchara.
-¡Lizzie!... —insistió Kurt hacia al habitación de su hija— ¡tercera vez que…!
-¿Dónde está esa cosa que es como así? —interrumpió Blaine moviendo sus manos como si tuviera tenazas en vez de dedos.
-¿La pinzas para la carne? —pregunto Kurt casi derretido por verlo con delantal y medio despeinado.
-¡Exacto! —respondió apuntándolo con sus dedos índice.
-Tercer cajón, mueble al lado del refrigerador.
-Perfecto… muchas gracias —dijo caminado hacia el— ¿será por eso que te amo? —añadió dándole un beso de agradecimiento.
-¿Solo me amas por el dominio que tengo de los implementos de la cocina? —dijo Kurt abrazándolo por el cuello con la copa que limpiaba y todo.
-Entre otras cosas —dijo Blaine dando otro beso.
-Te ves muy sexy…
-¿De verdad? —pregunto zafándose y apuntándose de arriba abajo, dando una vuelta completa sobre uno de sus pies después.
-De verdad —repitió Kurt mordiéndose el labio.
-Tal vez podría usarlo en otra parte de nuestra casa —añadió moviendo sus cejas.
-¡”Papáblen”!, ¿sabías que vienen unas personas a comer?—interrumpió Noah tomando los cuchillos.
-¿De verdad? —dijo Blaine acercándose a su hijo en medio de una sonrisa, al sentir un agarrón disimulado de parte de su esposo.
-Sí, un Señor llamado Tyler Woodward, un niño llamado Gable y algo mas y otro Señor llamado Sebastian Smythe y que tiene muchos dientes.
-Kurt… —murmuro Blaine dando una mirada de reprimenda a su esposo.
-No he dicho nada… lo juro… —respondió entre dientes.
-Hijo… ¿de dónde sacaste eso?
-Papá lo dijo… —respondió el pequeño ubicando los últimos dos cuchillos
-¡Kurt!...
-¿Qué?... hijo… ¿Cuándo dije eso?
-Cuando veníamos del hospital en el auto… —añadió Noah parándose a lado de la mesa como esperando otra orden.
-Hijo… escúchame…— comenzó a decir Kurt agachándose para mirarlo a los ojos— eso que dije, no estuvo bien, ¿de acuerdo?
-¿Por qué?
-Porque no es correcto juzgar o criticar a alguien por como luce, es frívolo y no corresponde.
-¿Y porque lo dijiste entonces?
-Porque no lo pensé bien… y cuando uno no piensa, dice cualquier cosa —explico Kurt arrugando la nariz.
-¿Qué es “fivolo”?
-Frívolo, es cuando le damos importancia a algo que en realidad no lo tiene, ¿entiendes?
-¿Cómo el tamaño de los dientes? —dijo Noah enseñando los propios.
-Exacto, pero lo más importante y lo que nunca, nunca, nunca debes olvidar, es que nadie mereces ser juzgado por su apariencia, porque lo importante no es como luces, lo importante eres tú… ¿de acuerdo?
-De acuerdo —respondió Noah sonriendo— ¿El Señor Sebastián es “impotente”?
-Lo más probable es que si…
-¡Kurt! —exclamo Blaine soltando una risa
-“Importante” cariño, se dice “IMPORTANTE”—corrigió Kurt riendo también.
-¿Lo es? —insistió Noah sin entender de que se reían sus Padres
-Un poco, el nos ayudo a que salieras más pronto del hospital, por lo tanto lo invitamos para agradecerle aquello.
-¡Oh!… —dijo Noah como sorprendido— ¿Qué más puedo ayudar?
-Pues aparece que aquí está todo listo, ¿Qué tal, si vas a tu cuarto y escoges una ropa bonita?, luego voy yo y te ayudo a que te cambies.
-Muy bien… —dijo Noah dirigiéndose a su habitación.
-Debo decir señor Kurt Hummel Anderson que eso fue en extremo dulce.
-¿Si? —pregunto mientras se incorporaba.
-Así es… —repitió Blaine abrazándolo desde atrás.
-Pues yo creo que debería haberte hecho caso ese día en el auto sobre no hablar así de alguien en frente de nuestros hijos, lo siento.
-Bueno, estabas hablando de uno de tus enemigos mortales, no podías controlarte —dijo Blaine besándole el cuello.
-Aun así…
-Oye… —dijo Blaine soltándolo para pararse frente a él— ¿Qué paso?... háblame… —agrego acariciándole el cabello a la altura de la frente.
-No es nada... —respondió con un cariño en la cara— es decir, espero y sepas el esfuerzo que estoy haciendo en recibir a Sebastian en nuestra casa— añadió Kurt arreglándole el tirante torcido del delantal a la altura del cuello.
-Lo sé, y yo te dije que si no querías hacer esto no lo hacíamos simplemente —recordó Blaine poniéndole ambas manos en el trasero.
-Sí pero… Blaine siento que… ¡mira donde estamos!, todo lo que tenemos, como son nuestros hijos, no hay razón para me sienta amenazado por él, pero aun así… no puedo evitarlo y no quisiera que nuestros hijos fueran igual de inseguros que yo o…
-Te diré una cosa —interrumpió Blaine silenciándolo con un beso— tú tienes derecho a sentir lo que quieras y aunque pasemos el resto de la semana comiendo carne asada puedo llamarlo y decirle que no venga, le diré que tuvimos una emergencia o algo.
-No es necesario que lo llames… siempre terminas confortándome… no importa lo que digas —dijo Kurt abrazándolo más fuerte.
-¿A quién van a llamar?... ¡Wow!... ¡búsquense una habitación! —dijo Lizzie mirando hacia otro lado.
-Tenemos una Princesa —dijo Blaine sin soltar a su esposo.
-Pues deberían de usarla… ¡hola!
-Mira a la hora que apareces y haciéndote la simpática —contesto Kurt soltando a Blaine.
-¡Pero si soy simpática! —dijo Lizzie dando un salto hacia un lado haciendo que sus dos talones chocaran.
-Pues, “Miss Congeniality”, tu pequeño hermano tuvo que ayudarme en algo a lo que tú te habías comprometido a hacer —añadió Kurt verificando que no faltara nada en la mesa.
-¡Ay Papá!, te dije que estaba enterándome de cosas súper interesantes —aseguro la chica mientras corregía la posición de los cubiertos como si necesitaran ser enderezados al costado de cada uno de los platos— además al “Goblin” le encanta ayudar, ¿Qué vamos a comer?
-Aun así era tu responsabilidad.
-Eso es verdad Princesa.
-¿A nadie le importa que estaba teniendo una conversación extra interesante?, ¿sabían que le gusto Reuben?
-¿Qué Reuben?
-¡Reuben Buckley!... ¡hola!
-¿Quien es Princesa?— pregunto Blaine cruzándose de brazos y ubicándose al lado de Kurt.
-Un amigo de Alaska… ella me lo estaba contando —dijo moviendo sus cejas.
-¿Y a ti te gusta él?
-No lo sé… es atractivo y simpático, pero anda todo el día con la chaqueta del equipo de Futbol… ¿no tiene más ropa acaso?
-Bueno, eso en nuestros tiempos era lo más genial del mundo, ¿verdad Blaine?
-Así es…
-Bueno eso habrá sido en el 1800, pero ahora… ¡hola!, es como si… ¿Qué es ese olor? —pregunto Lizzie como oliendo el aire.
-¿Qué o…?... ¡Blaine!... ¡la cena! —exclamo Kurt apuntando hacia la cocina.
-¡Con un demo….! —dijo este acompañado de unas cuantas groserías.
Lizzie rio tomándose el estomago y llamo a Noah para que también se enterara de lo que estaba pasando. Kurt trato de disimular y se fue tras Blaine a verificar que además de Sebastian en la mesa, la cena no tuviera otro hecho desgraciado.





-Ahora sigue hablándome de Las Nacionales, ¿Cantaras un solo me imagino?
-Así es… diría lo que me muero por decir, pero estas tan abrumado, que creo que lo que menos quieres escuchar es un prometido demandante.
-¿Se trata de mi no yendo a ver tu presentación?
-Algo así…
-Blaine escucha…
-No seas tonto, no digas nada… además no tienes porque decir nada, porque yo personalmente no he dicho nada al respecto.
-¿Sabes que dijiste “nada” como cuatro veces?
-Creo que si… —respondió Blaine soltando una risa que se escucho como música en el oído de Kurt.
-Pero quiero que sepas que lo siento…
-No te aflijas… hablemos de otra cosa…
-Claro… ¿qué tal salió todo lo del encierro? ¿Te divertiste?
-Bastante, claro hasta que Sam y Tina cometieron una imprudencia bastante desagradable y asquerosa…
-¿Asquerosa?... ¿vertieron algo en alguna parte?
-No… peor que eso, y termine enojado con ambos, por lo que si no te molesta me gustaría saltarme mi súper “Overnigth Lock in”, fue una estúpida idea de todas formas.
-¡Wow!... si que estas enojado —dijo acomodándose en las almohadas— ¿hay algo que pueda hacer?
-¿Además de contestar tan amablemente mi llamada?… creo que no.
-Ya te pedí disculpas… si vivieras con dos mujeres entenderías lo que padezco.
-¿No era que Rachel se había ido?
-Por cierto que se fue, pero si no lo recuerdas tenia una banda a la que ellas pertenecían.
-Tienes razón... un momento… ¿”tenia”?, ¿tienes problemas con eso?
-Bien… te contare… aunque quería hacerlo ayer y espere a que me llamaras y no lo hiciste, estuve a punto de telefonear a tu casa y alarmar a todos a altas horas de la madrugada.
-Fue porque todo resulto mal y estaba bastante molesto, nada que ver que te llamara sintiéndome así.
-Muy bien pensado… en fin… Santana y Rachel siguen peleando, te juro y me sentí como en la secundaria de nuevo… solo falto que alguien me empujara contra los casilleros o que me llamaran de manera ofensiva.
-Pues esas tres cosas que pensaste ya no son posibles, primero porque ya no estás en secundaria, estas en New York viviendo tu sueño, segundo nadie te empujara contra nada, porque estoy yo para defenderte y tercero tampoco nadie te dirá palabras ofensivas por que también estoy yo para taparles la boca.
-Gracias… ahora me siento aun peor por no acompañarte.
-Te enviare muchas fotos…
-¿Ya saben lo que usaran?
-De hecho si, las chicas de negro y nosotros de traje blanco.
-Excelente combinación, aunque debo decir y me robaron la idea para nuestra boda.
-Pues se te ocurrirá otra cosa… siempre es así.
-¿Lo crees?
-Obvio, ahora dime como es eso de que “tenias” una banda.
-Pues si, decidí que no podía soportar las peleas de Rachel y Santana, por lo que ahora forme un trío, solo Elliot, Danny y yo, y debutaremos el viernes, en “Callbacks”
-¡Que genial!... ¿verdad?
-Lo es… pero, no se Blaine, la banda fue algo que se me ocurrió para comenzar a hacer historia en New York, que la gente conociera mi nombre y no resulto… ¿Qué tal si las otras cosas que emprenda también son un fracaso?
-Pero “Pamela Lansbury” no fue un fracaso… y que haya terminado no fue por tu culpa, más bien fue por el egoísmo de Rachel y Santana que las cosas terminaron mal.
-Eso es verdad… tienes razón, siempre la tienes.
-Voy a empezar a grabar cuando dices eso, así lo usare en mi favor cuando tengamos nuestros líos de casado.
-¿Crees que tendremos líos?
-¡Obvio que si!
-¡Blaine!
-Pero escucha lo que sigue… tendremos líos de casado pero los solucionaremos de la más amable, apasionada y sexy de las maneras.
-Ok…
-Puedo verte ruborizado Kurt Hummel
-Claro que no puedes… estamos hablando por teléfono, no por “Skype”
-Aun así…
-¿Tienes ensayo ahora?
-Lo tengo… ¿te llamo más tarde?
-Por favor…
-¿No me contestaras con rudeza?, ¿o sí?
-No… y ya te dije que lo siento…
-Y yo te dije que no importaba…
-¿Para qué lo mencionas entonces?
-Porque cualquier excusa es buena para seguir oyendo tu voz.
-Te amo Blaine Anderson futuro Hummel.
-Lo sé… hasta más tarde.
-Hasta mas tarde…

-¿Sabes que el computador esta encendido?, ¿lo mismo que la televisión? —pregunto la Señora Anderson entrando a la habitación de su hijo.
-¿Cómo? —pregunto este de vuelta mientras escogía ropa desde el closet y la guardaba en su maleta.
-¿Por qué no me pones atención?
-¿Por qué estas tan quisquillosa?
-¿Quién yo?
-Si… tú… y francamente Mamá, no quiero que te molestes pero pareciera que quieres compensar 18 años de abandono en un par de semanas —aseguro Blaine mientras escogía corbatas de moño que combinaran con las camisas que llevaría a Los Angeles.
-¿Qué? —exclamo poniéndose media empingorotada.
-Eso… lo siento… —añadió contando calcetines.
-¡Eso fue bastante rudo Blaine Devon Anderson!, y quiero que sepas que no es cierto.
-Lo sé…
-¿Cómo? —dijo la señora Anderson volviendo al empingorotamiento.
-Mamá… estaba bromeando contigo… —contesto Blaine soltando una risa mientras enumeraba sus camisas.
-¡Oye!, ya me iba a echar a llorar, espero y lo sepas —aseguro apuntándolo con el sobre que cargaba.
-Y eso si sería una novedad… ¿verdad? —respondió sonriendo.
-¿Estas como quieres?, ¿no cariño?
-Algo así —contesto Blaine dirigiéndose al baño.
-¿Por qué estas tan feliz? —quiso saber su Madre sentándose en la cama.
-Porque voy a conocer Los Angeles, lo que no deja de ser súper emocionante y si bien Kurt no estará conmigo como en las ultimas Nacionales, al menos eso es lo que me quiere hacer creer, pienso que será genial de todas formas —aseguro volviendo a la habitación con algunos productos en la mano.
-¡Obvio que lo será!, Los Angeles lo tiene todo, playa, sol todo el año, es la ciudad ideal para vivir —aseguro arreglándose como si se fuera a quedar largo rato.— un momento… ¿”te quiere hacer creer”?, ¿Qué significa eso cariño?
-Bueno… es una corazonada que tengo.
-¿Basada en…?
-Hoy, cuando nos encontramos con Burt, deslizo algo… por lo tanto—contesto sonriendo con toda su cara.
-¿Te lo dijo así?: “Kurt irá a Los Angeles”
-No… ¡obvio que no!... pero ya sabes…
-¡Ay qué cosa tan emocionante! —exclamo dando pequeños aplausos mientras se cruzaba de piernas.
-¡No te acomodes! —advirtió apuntándola con el desodorante— estoy esperando que Kurt se conecte para hablar con él y lo que menos deseo es que estés presente —dijo Blaine moviendo sus manos como si su Madre fuese un gato a quién correr del sofá.
-¿Por qué no?, ¿déjame hablar con él?... ¡lo amo!
-No… yo lo amo… tu remítete a quererlo como el yerno tuyo que será —contesto guardando sus artículos de aseo en un bolso más pequeño.
-¡Ay está bien! —dijo poniéndose de pie— en realidad solo vine a darte esto —añadió entregándole el sobre.
-¿Qué es?
-Algo que tu Papá tenía para ti.
-¿Dinero? —pregunto abriendo el sobre y sacando unos cuantos billetes.
-Sí, necesitaras efectivo para tu viaje.
-¿Pero si la escuela pagara todo?
-Sí pero… ¡hola!... vas a estar en Los Angeles, hay muchos lugares por ver y visitar, además de cosas ricas para comer… objetos bellos que traerle a tu Madre… ¿acaso pensabas viajar sin nada?
-Bueno, tanto como nada no, tenía algo…
-Pues ahora tienes más…
-Pero Mamá…
-Tómalo… gástalo en cualquier cosa, menos en hombres...—dijo pellizcándole una mejilla.
-¡Mamá!
-¿Qué?... ¿crees que eres el único que puede gastar bromas? —dijo la Señora Anderson encogiendo un hombro presuntuosa.
-¡Ah!... ¿era una broma? —pregunto Blaine levantando una ceja— pues debo decir que fue… la mar de chistosa… —agrego mientras sacaba todo de la maleta y lo ponía en su cama nuevamente.
-¿Qué haces?
-Siento que olvido algo, así es que revisare todo de nuevo.
-Agrupa tu sus cosas, así te será más fácil…
-¿Agruparlas?
-Si… pone tu ropa interior acá, tus pantalones aquí y tus camisas y camisetas allá… —dijo la Señora Anderson señalando diferentes partes de la cama de su hijo. Este le obedeció y pudo darse cuenta que lo tenía todo, una vez acabada la reorganización, comenzó a armar su maleta de nuevo.
-Mira tú… eres, más que sobres con dinero.
-¡Ay!, ¡sabes que si!…
-Por supuesto que lo sé, y por eso te quiero como la loca que eres —contesto Blaine siguiendo el consejo para empacar de su Madre.
-¿Loca?... ¡hola!...
-¿Qué es eso?
-¿Qué? —pregunto desdoblando y volviendo a doblar las camisas de su hijo.
-Eso de “¡hola!”
-Ay… es que me encontré con un par de amigas de la secundaria y me recordaron que era lo que decía luego de cada frase y se me quedo un tanto pegado.
-Un tanto extraño, pero adorable, que más puedo decir —opino Blaine casi terminando de guardar nuevamente la ropa.
-Ay gracias cariño, ¡no olvides nuestro aporte solidario! —exclamo tomando el sobre desde arriba de las almohadas.
-Claro… pero no sé qué hare con tanto, ni siquiera puedo consentir a Kurt… pero bueno…
-Cómprale algo a tus amigos o cómprate un bloqueador solar no se…
-Ok… gracias Mamá y dale las gracias a Papá también —dijo Blaine guardando el dinero en uno de los bolsillos de su maleta— ahora… ¿te importaría? —añadió apuntando hacia la salida.
-¿Eso quiere decir que debo irme?, ¿Qué estás viendo? —quiso saber mirando el televisor—¿algo de terror?, ¿Por qué Matthew McConaughey tiene el cabello tan horrible? —pregunto mientras se retiraba.
-Adiós Mamá, gracias otra vez —dijo Blaine cerrando su puerta.
-¡Dale saludos a Kurt! —exclamo desde el otro lado de la puerta— ¡Dile que lo amo! —añadió mientras bajaba las escaleras.
Blaine negó con la cabeza y siguió organizando sus cosas, conto mentalmente lo que llevaba y reviso el “porta trajes” con su atuendo para la competencia, todo mientras mantenía un ojo en la computadora en espera de que Kurt se conectara y otro en la televisión donde estaban pasando una serie de crímenes y misterio.
-¡Oh por Dios! —exclamo Kurt apareciendo en la pantalla— ¡Dime que viste eso! —dijo abrazado de su almohada y comiéndose un par de uñas.
-Hola Kurt —respondió sonriendo.
-Hola… ¡Oh por Dios!, ¡dime que viste eso! —repitió apuntando hacia el frente.
-Lo vi… una escena bastante violenta —dijo mientras corregía la posición del cobertor de su cama.
-¿Violenta?, ¡casi califica para cine “Gore”! —agrego haciendo un gesto como de repugnancia, mientras abría un solo ojo.
-No la veas entonces… —dijo Blaine sonriéndole con ternura al tiempo que se subía a su cama.
-¡La veo porque tú me la recomendaste!
-¿Y…?
-Y… porque… aparece Matthew McConaughey… aunque aquí está bastante desmejorado debo decirlo…—explico Kurt mirando el televisor aun oculto tras su almohada.
-¿Qué tal si apagas el televisor y te concentras en hablar conmigo?
-¡Tú lo tienes encendido!
-Muy cierto, pero yo no estoy atrincherado tras mi ropa de cama.
-Eso es porque tú no le temes nada.
-Le temo a muchas cosas, pero todas cosas reales.
-¡Al menos dime que sobrevivirán!
-No lo sé… te juro y no lo he visto.
-¡¿Cómo es eso posible?!, siempre que ves una serie averiguas todos los detalles.
-Bueno ahora no he tenido mucho tiempo de averiguar nada.
-¿Entonces voy a quedarme con la incógnita?
-Si quieres yo puedo seguir con el televisor encendido y te cuento en que finaliza, además ya debe de estar por terminar… ¡Wow!
-¿Qué? —dijo Kurt tapándose la cara con su almohada.
-El tipo malo murió… creo y salto un trozo de su cráneo.
-¡Asco!
-Apaga el televisor… vamos…
-Bien… pero promete que me contaras el final.
-Lo prometo.
-Bien… —dijo Kurt estirándose para alcanzar el control remoto desde la mesa de café.
-¿Estas solo?
-No, Elliot esta aquí…
-¿Cómo? —quiso saber Blaine dejando desatendida la serie de televisión, para acercarse a la computadora, como si pudiera ver más si se situaba a tres centímetros de distancia.
-Bueno, no está aquí, “aquí”… —se autocorrigió Kurt señalando el piso— lo que sucede es que llegamos hace como una hora de un tercer show en “Callbacks” y pensamos celebrar, acompaño a Danni a su casa y luego volverán para que salgamos.
-¿Por qué dijiste que estabas con él? —volvió a preguntar Blaine tocándose una oreja.
-Porque recién me llamo y estaba hablando con él, me enseñaba unos carteles que tenia Danni en su cuarto.
-Oh… genial… ¿Qué tal tus presentaciones? —pregunto mirando medio desconfiado.
-Bien, excelente en realidad, había un poco de reticencia porque no se presentaba “Pamela Lansbury” pero después nos ganamos a la audiencia en cada ocasión.
-Me alegro mucho Kurt… de verdad…
-Y yo… ya sabes que tenía dudas sobre mi decisión, pero creo que todo se esta aclarando para mi… de nuevo.
Blaine le sonrió y le lanzo un beso.
-Ahora, señor vocalista principal de “New Directions”… ¿ya tienes todo listo?
-Sí, de hecho estaba terminando de empacar cuando te conectaste.
-¿Ya terminaste?
-Termine —dijo Blaine moviendo su computadora para que Kurt viera la maleta dispuesta a un lado de la puerta de su habitación.
-¡Excelente!... ¿la bolsa esa?... ¿tiene tu traje?
-Si… ¿quieres verlo?
-Me encantaría…
-Muy bien… —dijo Blaine poniéndose de pie.
Kurt lo vio mover su computadora nuevamente y descolgar la bolsa del perchero de la entrada. Con cuidado Blaine saco el traje y desde el gancho lo colgó a la altura de su cuello.
-¿Qué tal?
-Te veras muy guapo de eso no habrá duda.
-Gracias… en realidad eso espero—dijo poniendo el traje de vuelta en su lugar.
-¿Están nerviosos?
-No tanto, bueno yo no lo estaba hasta que vi algunos comentarios en los blogs sobre “Throat Explosion” y su líder Jean Baptiste.
-¿Son excelentes verdad?
-Lo son, llega a ser bastante desagradable, pero confió en que podamos dar la talla.
-Obvio que si…
-¿Qué? —pegunto Blaine al ver que Kurt se le quedaba viendo por un par de segundos.
- ¿Por qué a pesar de todo pareces tan contento?
-¿Cómo?
-Eso… parece como si ocultaras algo, algo increíble... ¡Blaine Anderson futuro Hummel tienes tu cara de secreto!
-¡Claro que no!
-¡Claro que sí la tienes!... cuéntamelo.
-Ok… ¡oh!... acaban de rescatar a “Martin” y a “Rust”—señalo apuntando su televisor.
-¿Si?,
-Así es…
-¿Si sintonizo el Show no me pondré nervioso?
-Bueno ya que te pones nervioso con la caratula de “World of Warcraft” prefería que no vieras a tu “novio” McConaughey todo mal herido.
-Bien… y no cambies el tema y explica lo de tu cara de secreto.
-Ok… hoy me encontré con tu Papá.
-¿Viste a mi Papá?
-Sí, lo encontré en la tienda y hablamos un rato, me dijo que mañana ira con Carol a darnos una especie de charla motivacional.
-¿Y eso te tiene tan entusiasmado?
-No, lo que sucede… es que después me dijo que habría una sorpresa, y sé que no debería sacar conclusiones apresuradas pero tengo una corazonada de lo que puede ser…
-¿De verdad?
-Sí, pero no te preocupes, cuando “suceda” actuare con total sorpresa.
-Blaine… ¿Qué crees que sucederá?
-Bueno… —dijo haciendo un gesto como de sorpresa— mira, no te enojes, ni pienses que Burt hablo lo que no debía pero…—agrego Blaine sonriendo casi ilusionado— tengo la corazonada de que la sorpresa a la que se refería tu Papá es que tu viajaras a Los Angeles.
-Blaine…
-No, mira está bien, no me digas nada, prometo sorprenderme cuando te vea aparecer en el “The Orpheum Theatre”—dijo guiñándole un ojo y bajando la voz cuando mencionaba lo del teatro.
-No… Blaine, eso…
-¿Qué?
-Eso no es así… yo no voy a viajar…
-¿No?
-No… lo siento…
-¡Oh!… Ok.
-Te lo dije, no puedo, mis clases, la banda, el trabajo en la cafetería, estoy seguro que mi Papá se refería a otra cosa cuando te hablo de esa supuesta “sorpresa” —dijo Kurt poniendo cara de complicación.
-Claro… ¡que estupidez!… —dijo Blaine negando con su cabeza al tiempo que trataba de esbozar una sonrisa— no sé porque pensé eso… ¿por qué pensé eso?
-Blaine…
-No Kurt… por favor ya habíamos hablado de esto y yo entendí tus razones, es solo que son tantas las ganas que tengo de verte y de que tú me veas a mí, triunfar espero… que imagine toda una historia en mi cabeza… —añadió señalándose como si estuviese loco— no te preocupes… hablemos de otra cosa…
-No, no hablemos de otra cosa, hablemos de esto, tienes derecho a enojarte… es la segunda vez que te hago algo así.
-Si pero, contando que yo te deje plantado en la primera presentación con tu banda, estamos 2 a 1.
-Esa presentación fue todo un fiasco y no fue tal, así es que sigue siendo 2 a 0 en mi contra.
-Aun así, si lo vemos desde otra perspectiva, solo me quedan dos semanas aquí… después todo se solucionara y nos olvidaremos de hablar a través de esto y podremos estar juntos.
-Claro… no puedo esperar, ¿lo sabes verdad?
-Absolutamente… y vamos… te lo dije hablemos de otra cosa…
-Por ejemplo…
-Por ejemplo…que… ¡mi mamá te ama!
-¿Cómo? —pregunto soltando una pequeña risa.
-Eso, antes que te conectaras estaba aquí y me dijo que te dijera que te amaba.
-Dale mis saludos también.
-Lo hare… ¿quieres conocer las canciones?—pregunto Blaine tomando unas hojas de partitura que mantenía en su mesa de noche y enseñándolas a la pantalla
-Me encantaría, Blaine…
-¿Que?
-Solo quiero que sepas que de verdad lamento no poder estar contigo… y no me gustaría que pensaras que lo hago de intento, o que simplemente no quiero ir.
-Kurt… por favor, te conozco lo suficiente como para saber que eso no es cierto, me conformo con que estés pensando en mí y en el resto del grupo el día de la competencia.
-Cuenta con que pensare en ti, en el resto… ¡olvídalo!
-Ok…—dijo sonriendo de nuevo— ahora, ¿quieres escucharme cantar antes que salgas a celebrar?
-Por supuesto que si… —dijo Kurt acomodándose en el sofá, esta vez sin ocultarse tras ninguna almohada, solo dispuesto a escuchar a su prometido como le hubiera gustado a él que lo hiciera en Los Angeles.

-¡Hola! —exclamo Blaine a todo pulmón.
-Hola… —respondió Kurt apartando un poco el teléfono de su oreja— ¿Dónde estás?
-¡Acabamos de llegar!, bueno recién pero hace como una hora…
-Genial, ¿todo bien con el vuelo?
-¡Todo excelente!, aunque creo que Sam se enamoro de una sobrecargo y pensó en secuestrar el avión y llevárselo hasta Hawái.
-¿Cómo? —pregunto Kurt sonriendo.
-¡Que Sam…!
-No Blaine, te escuche… ¿qué te pasa?, estas un tanto hiperventilado.
-¡¿Lo Crees?!
-Gritas todas tus respuestas, ¿qué quieres que piense?
-Lo siento, asumo y es la ciudad —dijo Blaine calmando su entusiasmo.
-No te preocupes, te entiendo, la ciudad de los ángeles debe tener ese efecto en la gente, ¿has visto alguno?
-¿Un ángel? —pregunto con voz media boba.
-O una estrella de cine que es casi lo mismo.
-No todavía, no hay ángeles por aquí donde estamos, ¿te preocupa que me encuentre con uno?
-No me preocupa más que te encuentres con uno de esos chicos musculosos que andan en patines por las calles de la ciudad.
-¿Eso no es en Miami?
-No en Miami solo se preocupan de bailar salsa, ten cuidado con lo que miras.
-Esta bien.
-¿Ya están en el hotel?
-No, tomaremos un bus para recorrer la ciudad primero y…
-¡Hola Kurt!... ¡Blaine te extraña!
-¿Qué fue eso? —pregunto al escuchar que alguien le lanzaba un par de besos.
-Es… es Tina, te lo digo, estamos todos medio entusiasmados.
-¿Van a abordar un bus dijiste?
-¡SI!... ¡uno turístico, esos de dos pisos de la línea “Starline”! —exclamo volviendo a la estridencia
-¡Oh si los conozco!... ¡Quisiera estar allí contigo!
-Lo sé… pero parte de ti esta aquí… asumo y sabias, pero Burt y Carol están con nosotros haciendo de chaperones del viaje.
-Lo sabía… y como ya habrás deducido esa…
-Era la sorpresa a la que se refería Burt —dijo Blaine completando la frase de su prometido.
-Así es…
-Bueno, me alegra que estén aquí, en realidad fue una verdadera sorpresa para todos, imagino cómo se pondrá Carol cuando escuche que nuestras canciones son todas…
-Las favoritas de Finn —dijo Kurt completando esta vez él la frase que diría su futuro esposo.
-Espero y le sirva para sentirse cerca de él o recordarlo como lo haremos nosotros, porque a pesar que bajo su dirección no conseguimos clasificar, fue una pieza importante de todas las que nos permitieron llegar hasta aquí.
-Por supuesto y créeme que Carol lo sabe…
-¡Kurt!... ¡Tu novio quiere ir al museo de “Madame Tussaud” para tomarse una foto con “James Dean”… ¡No te preocupes!, ¡no lo permitiré!
-Asumo y ese fue Sam Evans.
-Así es…—dijo Blaine soltando una risa celestial.
-¿Harán un recorrido turístico?
-Si… bueno tu Papá se fue al hotel directamente y como Mister Schue ya tiene reservadas las habitaciones para nosotros, no hay problema a qué hora lleguemos al hotel.
-¿Donde mas irán?
-Supongo que al “Hollywood Sing”, “Dolby Theatre”, el “Staples Center” y el “Grauman's Chinese Theatre”, aunque me gustaría que hiciéramos un tiempo para visitar el estadio de los “Dodger” —dijo Blaine describiendo el recorrido en orden, como si fuese manejando él, el bus “Starline Hollywood Fun Tours”
-Por supuesto que querrías, ¿me enviaras fotos?, ¿verdad?
-¡Obvio que si!… ¡esto es súper fantástico!, ¡pura diversión!, te lo aseguro.
-Al parecer ya no hay duda de quién asumirá el rol de “el Papá divertido” en nuestra futura familia.





Octubre de 2022



-¿Quieres café o té?
-Un café por favor —respondió Blaine mientras lavaba los platos de la cena.
-¿Por qué no usas el lavavajillas? ya habrías terminado —aseguro Kurt mientras sacaba un par de tazas, echaba a andar la cafetera y ponía aparte a calentar agua para su té.
-Porque prefiero el estilo más clásico, además así queda todo limpio.
-Con el aparato igual —dijo carraspeando un poco.
-¿Te duele la garganta de nuevo? —pregunto Blaine enjuagando los vasos.
-No, por supuesto que no, además ya estoy completamente restablecido, creo y ya deje atrás los gérmenes —aseguro limpiando la mesa.
-Pues aun quedan de tus remedios por si los necesitas.
-¡No necesito nada!, te lo dije, estoy en perfectas condiciones —contesto Kurt haciendo un gesto como de alguien engreído.
-Como sea…
-¿Te gusto el traje de Henry? —quiso saber Kurt cambiando el tema.
-Está perfecto…
-¿Tendrás tiempo para que salgamos el lunes con los niños?, ¿verdad?
-Por supuesto que si… no me lo perdería por nada, por lo demás “The Beatles” eran justo cuatro.
-¡Exacto! —dijo Kurt sirviéndose su té.
-Ahora cuéntame —dijo Blaine comenzando a secar lo que había lavado.
-¿Qué cosa?
-Lo que has estado aguantándote desde que comenzamos a cenar.
-¿Por qué crees que he estado aguantando algo?
Blaine hizo un gesto como diciéndole “te conozco Kurt Hummel-Anderson”
-Bien, tengo algo atravesado pero no quiero decirte porque pensaras que me estoy poniendo paranoico con los años o algo así.
-Primero nunca diría eso, segundo solo te estás poniendo más guapo con los años y tercero—añadió sonriendo— ¿me alcanzas una toalla de papel?, creo que me excedí con el detergente —termino por decir apuntando el mueble junto al fregadero
-¡Lavavajillas Blaine!... ¡Para eso existen! —insistió abriendo y cerrando la puerta del aparato al tiempo que tomaba la toalla de papel y le daba unas cuantas hojas.
-Gracias… ahora dime… —dijo mientras limpiaba todo.
-Pues veras, creo que Henry está un poco raro.
-¿Raro?... ¿Por qué lo dices?
-¿Ves que ibas a decir que estoy paranoico? —dijo Kurt poniéndose de pie para servir el café de su esposo.
-Kurt, yo no he dicho eso… te pegunto porque eres tu quien está aquí cuando Henry llega de la escuela, y tal vez allí hayas advertido algo raro, porque cuando llego yo esta siempre feliz.
-¡Porque lo único que haces tú es jugar con él!, eres casi como su juglar personal —advirtió Kurt moviendo su cabeza como si tuviera un gorro con cascabeles que precisaban que alguien los hiciera sonar.
-Sabes que soy serio cuando la ocasión lo amerita—aseguro repasando el mueble de manera extra dedicada— ¿Qué raro le encuentras?— insistió.
-No lo sé, dirás que estoy loco…
-¿Además de paranoico?
-Ok, me retracto, sé que no me tratarías con esos nombres en mi presencia.
-Ni en tu presencia, ni en tu ausencia, nunca me referiría así de ti —dijo concluyendo con el secado y comenzando a guardar todo lo utilizado en la cena.
-Ok, me retracto por segunda vez… el asunto es que creo y está un poco raro, culpo a la conversación que tuvimos con él sobre todo el asunto de la “sustituta”
-¿En serio? —pregunto sentándose junto a él.
-Sí, es decir no se… es una sensación que tengo —advirtió sosteniendo su taza con ambas manos y bebiendo té después.
-¿Crees que no entendió?
-No lo sé… o tal vez no sea eso, y tal vez esta celoso de Lizzie… no lo sé.
-Pero si no hemos cambiado con él.
-No de manera drástica, pero de que ha dejado de ser el centro de atención de todos, lo ha dejado de ser…
-¿Te quedarías más tranquilo si hablamos con él?
-Mucho… —contesto tomándole la mano por sobre la mesa.
-Pues bien…—dijo Blaine dándole un beso en el dedo del anillo— es lo que haremos, aunque tal vez deberíamos prepararnos para lo peor.
-¿Cómo? —pregunto Kurt poniendo cara de impacto y atragantándose un resto con el liquido que bebía.
-Eso… tal vez lo que le suceda es que… odie a “The Beatles” y no quiera salir disfrazado de “Ringo” a pedir dulces por toda la Quinta Avenida —concluyo Blaine soltando una risa.
-¡Blaine!
-Vamos… sonríe, sé que no será nada, además…
-El deber nos llama —interrumpió Kurt apuntando el “baby monitor” que comenzaba a reproducir el pequeño llanto de Lizzie.
-Muy bien —dijo Blaine tomando un sorbo largo de café antes de levantarse— yo iré a ver a Lizzie y tú ve con Henry, luego nos reunimos en su cuarto y hablamos con el hoy mismo.
-Perfecto… —contesto Kurt levantándose.
-Espera un momento —advirtió Blaine poniendo cara seria mientras el tomaba la cara.
-¿Qué?
-Tienes algo aquí… —dijo deslizando el pulgar por encima de su boca, como buscando una excusa para darle un beso extra largo acto seguido.
-Hijos… —susurro Kurt en medio de un suspiro.
-Hijos… —repitió Blaine apartándose y dirigiéndose al cuarto de su hija.

-¿Puedo pasar bebé? —pregunto Kurt entrando en el cuarto de su hijo.
-Claro Papá…
-Permiso… ¿Cepillaste tus dientes cariño?
-¿Cómo? —pregunto el pequeño, que estaba abrazado del “Señor Oso” y de su mantita con nubes, mientras miraba los árboles del Central Park que se asomaban en su ventana.
-Que si cepillaste tus dientes luego de la cena —repitió Kurt al tiempo que tomaba la ropa que su hijo había usado aquel día y la llevaba a la cesta del baño.
-Lo hice —respondió Henry enseñando sus pequeños dientes.
-Perfecto, dientes limpios para una sonrisa perfecta —dijo como si estuviera en un comercial de dentífricos— ven a acostarte cariño —añadió haciéndole una seña.
-¿Donde está el “Papáblen”? —pregunto Henry mientras se subía de un salto a su cama.
-Está cambiando a tu hermanita, ¿por qué? —quiso saber Kurt tirando los cobertores hacia atrás.
-Por nada —respondió acostándose.
Kurt lo arropo y arreglo las sabanas y los cobertores a todo su alrededor, le acomodo las almohadas y le hizo espacio al “Señor Oso” a su lado, se le quedo viendo un instante y termino, como lo hacía siempre, reconociéndose en la cara de su hijo.
-¿Estás bien bebé? —pregunto dándole un toque en la nariz.
-Si… —contesto restregándose la nariz.
-Cariño, quiero que sepas que tú “Papáblen” y yo te queremos mucho y que cualquier cosa que quieras, cualquier duda que tengas, puedes hablar con nosotros sin problemas —señalo Kurt acariciándole el pelo.
-Lo sé…—contesto Henry acercándose su mantita a la cara.
-Entonces…
-¿Entonces qué?...
-¿Te sucede algo?, te he notado un poco extraño últimamente.
-¿”Extaño”?
-Si… no sé, creo que algo te preocupa o te molesta… ayer te enseñé los trajes que usaremos para “Halloween” y ni siquiera te entusiasmaste… ¿te gustaron?
-Si…
-¿Y porque no dijiste nada?
-No lo sé…
-¿Hay alguien en la escuela que está molestando?, ¿esa niña Tessa ha vuelto decirte cosas?
Henry se volteo hacia uno de sus lados y cubrió más su cara con su mantita.
-Cariño… puedes decirme lo que sea, confía en mi… —dijo Kurt comenzando a preocuparse.
-¿”Pometes” que no le dirás al “Papáblen”?
-Bebé, no puedo prometerte eso, el es tu Papá también y está preocupado por ti al igual que yo.
-Yo creo que solo le “pecupa” “Rizzie” —dijo Henry encogiendo un hombro.
-¿Por qué dices eso?
-“Poque” ella es su hija y yo no…
-Henry ¿de qué estás hablando? —quiso saber Kurt acariciándole las manitos.
-Tessa dijo —contesto Henry al tiempo que se volteaba para quedar sobre su espalda.
-Pequeña engendro del demonio… —murmuro Kurt tomándose la cabeza.
-¡Papá!
-Lo siento hijo… no quise decir eso, ¿Qué fue lo que esta chica te dijo?
-Que… que yo no podía ser hijo de los dos… y que si la bebé tenia rizos y yo no, era “poque” el “Papáblen” no era mi Papá “boloquico”, ¿lo es?
-¿Biológico?
-Eso…
-¿Por qué necesitas saber eso cariño?, eso no tiene nada que ver con cuanto te amamos Blaine y yo, ¿Cuándo paso esto?
-El otro día…
-¿Y porque no nos contaste lo que te estaba pasando?
-“Poque” me retarían.
-¿A ti?, ¿por qué?
-Dije una “palaba” fea…
-¿Una palabra fea?... ¿a quién?
-A Tessa, la “pofesora” me escucho y mando una nota.
-¿Una nota?... ¿y donde esta?
-Aquí… —contesto Henry sacando un papel doblado desde el interior de la funda de su almohada.
Kurt tomo la nota y la desdoblo para leerla, allí decía que debía presentarse con Blaine la semana entrante para discutir lo que había sucedido junto a los Padres de Tessa Caldwell.
-¡Listo!... Lizzie volvió a dormirse… ¿Qué sucede? —pregunto al ver que Kurt se ponía de pie con cara de circunstancia trágica y Henry terminaba por ocultar toda su cara tras su mantita.
-¿Kurt? ¿Qué es eso? — quiso saber apuntando la hoja que su esposo sostenía en una de sus manos. Este se la entrego y Blaine la leyó poniendo diferentes caras de asombro a medida que avanzaba en la misiva— ¿Los Padres de Tessa Caldwell?, ¿Qué sucedió hijo?—pregunto una vez que termino de leer.
-Dije una palabra fea y la “pofesora” se molesto.
-¿Se la dijiste a tu compañera?, ¿Por qué Henry?, ¿no hablamos que a las personas se las trata con respeto?
-Blaine…
-Te dijimos que si esta chica te decía algo que te incomodaba debías decirle a tu profesora o a nosotros, no insultarla o algo así, eso no se hace.
-Lo sé… lo siento —contesto Henry soltando unos pequeños sollozos, mientras enrollaba una de las puntas de su mantita en su dedo índice.
-Cariño no llores, no estamos enojados contigo… además creo que deberías contarle al “Papáblen” todo lo que sucedió.
Henry se limpio al nariz con el “Señor Oso” y le conto a Blaine lo mismo que le había explicado a Kurt segundos a atrás, incluido aquello que pensaba, que quería mas a Lizzie que a él porque era su hija “boloquica”. Blaine trago saliva y sintió que sus ojos se aguaban un resto.
-¿No eres mi papá?, ¿verdad? —pregunto Henry restregándose un ojo.
-Yo soy tu Papá Henry, nunca dudes eso —respondió Blaine acariciándole el pelo.
-¿Y porque mi cabello no es como el tuyo o el de “Rizzie”?
-¿Recuerdas cuando hablamos que existen diferentes tipos de familia?, ¿Qué hay ocasiones que dos personas que se aman no pueden hacer un bebé que complete su felicidad?
-Por eso buscan a una “sustituta”…
-Exacto y como tu Papá y yo no pudimos hacer un bebé entre nosotros, tuvimos que elegir quien de los dos sería el afortunado que aportaría la semillita que trajo a este mundo.
-¿La aporto el Papá?
-Así es…—respondió Blaine sonriendo. Kurt creyó que nunca había amado a Blaine tanto como en aquel instante— y eso es súper genial, ¿sabes por qué?
Henry negó con su cabeza al tiempo que se acurrucaba junto al “Señor Oso”
-Porque la persona que más amo en este mundo, es responsable de la existencia de la segunda personita que más amo en este mundo, tú… —dijo Blaine acercándose a su hijo para darle un beso.
-¿Me “queres” mas que a “Rizzie”?
-Los quiero a los dos por igual —contesto Blaine corrigiéndole la dirección del flequillo con sus dedos —pero tu llevas cuatro años de ventaja— añadió guiñándole un ojo al tiempo que le hacia una especie de arrumaco por sobre los cobertores.
-Te amo “Papáblen”—dijo Henry estirando sus bracitos.
-Y yo te amo a ti bebé… nunca, nunca, nunca lo dudes… ¿de acuerdo?
-De acuerdo —contesto dándole de palmaditas en la espada.
-¿Puedo unirme a este abrazo? —pregunto Kurt que para ese instante solo quería besar a Blaine y abrazar a su hijo sin soltarlo hasta que cumpliera por lo menos 18 años.
-¿Qué dices Henry?
-¡Obvio!, son los dos mis Papás —respondió olvidando la pena.
Kurt se subió a la cama y los abrazo a ambos, beso la cabeza de Henry y los labios de su esposo, decidió que aquel momento merecía ser inmortalizado y tomo el teléfono de Blaine para autorretratarse junto a los hombres de su vida, el pequeño Henry se incorporo un poco y se ubico en medio de ambos y con sus pequeños brazos los rodeo a los dos. Había entendido perfectamente la explicación de su “Papáblen” y no necesitaba saber más, a su corta edad había comprendido que uno de sus Papás era el responsable de la semillita que le dio su existencia, y el otro de una que nacía del corazón y del amor por tener un hijo.





-¿Cómo?
-Lo que escuchaste, estoy seguro y seré yo quien imponga las reglas y tú solo te limitaras a divertirte con nuestros hijos.
-¿Y eso es malo?
-No, por supuesto que no, es injusto, pero no malo.
-Bien, intentaré ser rudo si la ocasión lo amerita.
-Te cobrare la palabra Blaine Anderson futuro Hummel.
-¿Estás hablando con Kurt? —pregunto Will arrebatándole el teléfono sin siquiera esperar una respuesta— ¡Kurt! —dijo tomando el aparato.
-¿Mister Schuester?
-¿Cómo estás?
-Muy bien gracias ¿y Usted?
-Bien también, oye, solo quería agradecerte el gran Padre que tienes, estoy seguro y su presencia me servirá de gran ayuda con los chicos, con Emma sin venir pensé que todo se me vendría cuesta arriba
-¿Por qué no asistió Emma?
-Larga historia, pero el asunto es que tu Papá y Carol son lo mejor que existe.
-Gracias Mister Schuester, yo también lo creo.
-Muy bien, te dejo con Blaine, un gusto saludarte
-Igualmente…
-Siento eso —dijo Blaine retomando la conversación.
-¿Eres el único con teléfono allí?
-¿Cómo?
-Nada… envíame las fotos en cuanto las saques estoy aquí en la casa esperando por mi turno en la cafetería, por lo tanto no interrumpirás nada.
-¿No ensayaras con el trío hoy?
-No… tuve un par de exámenes en la mañana y estoy algo cansado, así es que no.
-¿Qué tal te fue?
-Bien… obviamente que bien.
-Me alegro…
-¡Los Angeles!...
-¿Esos quienes fueron?
-Artie y Kitty, ya llego el bus.
-Ok… diviértete, así te liberaras de los nervios… ¡pero no mucho!, mira que te quiero entero devuelta en Westerville
-Lo hare… ¡te amo Kurt Hummel!, ¡y me casare contigo!…
-Ok “Edward Bloom”, guarda entusiasmo para la celebración del triunfo…
-Ok… me tengo que ir… ¡adiós!
-Adiós... ¡recuerda las fotos! —alcanzo a decir Kurt antes que Blaine cortara la llamada en medio de un tumulto de voces que gritaban cosas sobre la ciudad en la que se encontraban

-¿Qué ves Hummel? —pregunto Santana llegando a la cocina con ropa de dormir.
-¿Por qué te levantas a esta hora?
-¿Por qué me respondes con una pregunta “Lady Hummel”?, ¿estás viendo películas para adultos?
-¿Qué?... ¡No!
-Bueno, yo decía, ya que “Portia” se mudo, asumí que por fin… ¡por fin!, harías cosas remotamente adultas y remotamente gays.
-Extraño a Rachel… —murmuro Kurt mientras miraba fotos en su teléfono.
-¿Son fotos de tu pequeño prometido?... ¿eso es Los Angeles? —dijo quitándole el teléfono.
-¡Oye!... ¡dame eso! —exclamo poniéndose de pie con su mano estirada.
-¿Por qué esta en LA?
-¿Estas bromeando verdad?
-Demonios “Lady Hummel” si encontró la manera de ponerte los cuernos en el estado más aburrido del medio oeste, imagina lo que hará en la ciudad de la eterna diversión —dijo elevando el teléfono por sobre su cabeza, tratando de que Kurt no lo alcanzara.
-No hará nada que no sea ensayar… ¿dame mi teléfono por favor?
-¿Ensayar?... ¿ensayar le llaman ahora?... eres muy cándido compañerito.
-No soy cándido, confío en él… ¡y no me llames compañerito!
-Lo hare de todas formas… ¿esa es Tina? —dijo al chica apuntando la imagen que veía.
-¡Santana!… —exclamo tratando de quitárselo— esto que haces raya en la violación a la propiedad privada, ¡te lo advierto!
-¡Ay vamos!, ahora yo soy tu “nueva Rachel”, deberías compartir mas… ¿Qué hace el futuro “Señor lady Hummel” en LA?... ¿esa es la loca de Kitty? —agrego mirando la imagen de más cerca.
-¿De verdad no sabes porque Blaine esta en Los Angeles?, ¿por qué todo “New Directions” está en Los Angeles?
-NO… —dijo mirando el resto de las fotos con total propiedad.
-Las Nacionales Santana, Las Nacionales son en Los Angeles.
-¿De verdad? —pregunto soltando una risa al ver una de las imagines.
-De verdad —respondió arrebatándole el teléfono— ahora si me disculpas seguiré viendo lo que Blaine me ha enviado— dijo cambiándose al sofá de la sala.
-¿”Seguir viendo”?, son como tres fotos, creo que estas exagerando —dijo sentándose en el sillón de enfrente.
-Bueno, el resto las veré cundo vuelva, tiene una cámara con rollo y todo.
-¿Qué?... ¿Qué es esto? ¿1987?
-¿Qué es 1987?
-¡No lo se!... un millón de años atrás, ¿Qué es tu novio? ¿un “amish” encubierto?
-¿No tienes algo que hacer?... porque creo que si lo piensas encontraras algo.
-No… explícame mejor cuándo decidieron que harían la competencia en Los Angeles?
-¿Desde el otoño cuando fueron las regionales? vamos Santana, tú estabas en Lima para entonces…
-Pues no lo recuerdo, si hubiese sabido habría ido para allá, en vez de estar aquí lidiando con la loca de tu amiga, ¿cuándo es?
-Hoy… ya deben de estar en el teatro para esta hora.
-¿Por qué no fuiste tú?
-Porque tenía mucho que estudiar, trabajar y crear—explico Kurt sonriendo con las tres últimas fotos.
-¿Y Anderson te perdono por no acompañarlo?, porque si yo fuera él no te perdonaría aunque me regalaras un frasco de 5 kilos de gel para el cabello.
-Primero, eso no existe, segundo, no hay nada que perdonar, entendió mis razones y punto…—dijo Kurt echando su cabeza hacia atrás en el sofá.
-¿Y por eso estas así?
-As como…
-Así, como si alguien te hubiera dicho que Betty White dejo este mundo cruel y olvidado de Dios.
-Lo extraño es todo, además se que debería haber viajado para ver su presentación y sé también que me lo cobrara en algún momento.
-¿Blaine Anderson cobrarte algo?, ¿de que estás hablando Hummel?, ¿no es esta la misma persona que te pidió disculpas como un millón de veces por ese estúpido desliz?
-No fue estúpido, ¿de acuerdo?, por lo demás, ¿Por qué hablo de esto contigo? ¿Qué tal si te vas a dar una ducha o algo?, solo espero que a diferencia de Rachel tus extensiones no tapen el desagüe de la ducha.
-No sé a qué extensiones te refieres Hummel —respondió la chica arreglando su abundante cabellera— y si hablas conmigo es porque soy lo único que tienes en 100 kilómetros a la redonda—termino por decir Santana dirigiéndose al baño.
Kurt hizo un gesto de burla repitiendo a manera de murmullo las palabras que dijera su nueva compañera de departamento.







Noviembre de 2010


-¿Kurt?...
-¿Si? —respondió Kurt con voz de quien ha dormido un par de horas como mínimo.
-¿Kurt Hummel?, ¿eres tú? —insistió Blaine del otro lado del teléfono.
-¿Quién habla?
-¡Hola hombre!... ¡soy Blaine!...
-¿Blaine?... —repitió tanteando su mesa de noche para encender la luz. Blaine escucho un par de cosas caerse.
-¿Acaso estabas durmiendo?
-Pues no lo estaría si me llamaras más temprano y no a las... ¿esto es una broma? ¿9:30?... —dijo Kurt mirando la hora y sintiendo un tanto de vergüenza por acostarse a la hora que un ciudadano de la tercera edad lo haría.
-¿Te acuestas temprano?, no lo sabía.
-No… bueno… lo que sucede es que estoy acostado pero despierto, ya sabes, la piel necesita descansar —respondió poniendo caras como si aquello fuera la peor de las excusas.
-Muy bien, cuidar la piel es muy importante.
-¿Qué necesitas?
-Bueno, lo que necesito es que te levantes, tomes tu auto y te vengas a Dalton.
-¿Cómo?
-Eso… existe una tradición muy importante que realizan los Warblers desde hace más de un siglo antes de cada competencia y como tú ahora eres un miembro de este grupo, debes participar de ella.
-¿Una tradición?
-Exacto… ¿a qué hora llegas?
-Blaine, es un poco tarde.
-Vamos son recién las 9:30, ni siquiera la programación adulta ha comenzado en la televisión.
-Pero…
-Mira, si tienes que pedirle autorización a tu Papá…
-No, mi Papá no está.
-¿No está?, y ¿dónde está? —pregunto Blaine como dando entonación de canto a sus palabras.
-Estas un poco entusiasmado al parecer…
-Si, lo siento, es que esto es tan emocionante, que quiero que seas parte sea como sea… vamos pídele la autorización, yo te espero en línea.
-No es necesario, como dije, y no me escuchaste por tu delirio desbordante, estoy solo, si bien mi Papá y Carol no pudieron viajar a Hawái, no renunciaron a su viaje de bodas y están en Toledo desde el sábado.
-¿Toledo?, ¡me encanta esa ciudad!
-¿No estás bajo los efectos de algo? ¿o si?
-No, obviamente que no, entonces, Kurt Hummel, ya que estas solo y no tienes que dar cuentas a nadie, ¿Qué tal si te levantas, te pones el uniforme y vienes a la escuela?
-¿Tengo que ir con el uniforme?
-¡Por supuesto!, es una tradición de lo Warblers y como tal, debe ser formal como somos nosotros.
-¿Descarto el que tengamos que pasar sobre un charco de barro en ropa interior entonces?
-Descártalo.
-¡Bu!
-¿Cómo?
-Tú… ¿Dónde estás tú?
-¡En Dalton!, ¡termina de despertar de una vez!
-¡Ya lo estoy!, tu entusiasmo despierta a cualquiera, ¿háblame de esa tradición por favor?
-Bueno, es una tradición que se hace antes de cada competencia… ¿Qué te parece?
-¿Es algo seguro verdad?
-Obvio que si, nunca dejaría que algo malo que te pasara, vamos, ¿te espero entonces?
-Voy para allá… —dijo Kurt como si lo estuvieran obligando a usar unos zapatos de plástico reciclado.
-¡Muy bien!… haz cambios de luces cuatro veces cuando llegues a la reja, ¿de cuerdo?
-¿La escuela estará cerrada?, ¿de qué estás hablando Blaine?
-Estará cerrada porque es tarde, pero yo estaré oculto tras uno de los magnolios de la entrada.
-¿Oculto?, ¿tengo que preocuparme aquí?
-No, de verdad, ¿confías en mí?
-…
-¿Kurt?... ¡Kurt!... ¡hola!...
-Estoy aquí… lo siento…
-¿Me escuchaste?, ¿confías en mi?
- Por supuesto que confío en ti… ¿cuatro veces entonces?
-Si… cuatro, entonces sabré que eres tú y me podre acercar a tu auto sin problemas.
-¿Esta iniciación no es en Dalton?
-No… claro que no… en el camino te explico, ¡y no es una iniciación!
-Muy bien, ¿debo llenar el estanque?, ¿llevar mi pasaporte?, ¿especies que me sirvan de intercambio por seguridad?
Blaine soltó una risa tan encantadora que Kurt nunca creyó y se la escucharía a un ser humano, solo se la había oído a los príncipes de la franquicia de Disney.
-Te espero hombre… —dijo Blaine aun riendo.
Kurt corto al llamada y se quedo viendo un instante su teléfono, se levanto y se puso su uniforme pensando en que como era posible que fueran las 9 y 30 y el ya estuviese en la cama durmiendo.

-¡Hola!
-¡Por Dios Santo!, ¡me acabas de dar un susto de los mil demonios! —exclamo Kurt al ver a Blaine al lado de la ventana de su auto con la muestra empírica de la risa que le había escuchado minutos antes. Le hizo una seña para que rodeara el auto y se estiro sobre uno de sus lados para abrirle la puerta.
-¿No tuviste problemas? —pregunto con más emoción que antes.
-Ninguno… ¿no me dijiste que encendiera las luces y no sé que mas?
-Sí, era como una clave, pero como reconocí tu auto desde el lugar en donde estaba, no se hizo necesario aquello.
-Ok, pero para la próxima ocasión, no te aparezcas entre las sombras, pensé lo peor —advirtió Kurt con sus palmas abiertas como si quisiera auto calmarse.
-Lo siento… la próxima vez hare que me vayas a buscar a mi casa, así no habrá problema alguno —dijo Blaine poniéndose el cinturón.
-¿Tu casa?, ¿vives cerca de aquí?
-No, bueno, en Westerville pero no cerca de la escuela como a 15 minutos —respondió apuntando hacia adelante como si indicara un camino que da unas cuantas vueltas y luego se detiene.
-Ok…—dijo Kurt mirándolo raro— ¿dónde vamos a esta iniciación? —añadió haciendo un ademan de refinamiento cuando mencionaba la última palabra.
-No es una iniciación, eso debes tenerlo más que claro, el hecho que cuides a Pavarotti ya es una iniciación en sí, esto es una tradición.
-Muy bien… ¿Dónde es esta tradición?
-En el anfiteatro donde serán las seccionales de mañana.
-¿Cómo? —pregunto Kurt alzando una ceja.
-Eso, así es que… —respondió haciendo los movimientos de quien enciende y echa andar un auto.
-¿Estás hablando enserio?
-¡Oh por Dios!… muy enserio —aseguro Blaine como si ocultara alguna travesura recién hecha.
-¿Vamos a entrar?, ¿a reunirnos afuera? —quiso saber Kurt sin encender el auto.
-Ambos, te lo explico en el camino —insistió el chico moviendo sus manos como si manejara el volante.
Kurt lo miro con cierto recelo y encendió el auto para volver a darle otra mirada, Blaine esbozaba pequeñas sonrisas al ver la desconfianza de su amigo y este le daba una ojeada cada vez más suspicaz.

-Estaciónate allí… —indico Blaine apuntando el espacio entre dos autos.
-¿Están todos aquí? —pregunto Kurt al ver el grupo de chicos iluminados por las luces de su auto.
-Todos… excepto Trent que siempre tiene problemas cuando hay que infringir la ley y termina llegando al final cuando todo está resuelto —dijo Blaine bajándose del auto.
-Suena como lo que haría Trent —respondió Kurt apagando el motor y guardando sus llaves— ¡un momento! —exclamo para si, al caer en la cuenta que su amigo había mencionado algo de infringir la ley— ¡Blaine! —añadió como gritando en silencio— ¡Blaine! —repitió alcanzándolo en medio de la calle.
-¿Qué?... —dijo este volteándose hacia él.
-¿Qué es eso de “infringir la ley”?
-No es infringir, “INFRINGIR” —explico haciendo el gesto de comillas con sus dedos— se trata de… —dijo como pensando en la palabra adecuada que dejara tranquilo a su amigo, pero que a la vez no fuera una mentira de la que después tuviera que dar explicaciones— romper… de cierto modo la quietud de un anfiteatro en la noche… ¿estás bien? —pregunto al ver que en la cara de Kurt solo había preocupación.
-En realidad no lo sé.
-Pues yo si se… —dijo tomándolo por los hombros para avanzar con él hasta donde se encontraba el resto del grupo— prometo mantenerme a tu lado y también te prometo que nada malo te pasara, ¿de acuerdo?
-Ok —dijo Kurt medio desmayado al escuchar en su cabeza una declaración casi de amor eterno.
-Muy bien…—añadió dándole una palmada en la espalda para luego adelantarse y saludar al resto de sus compañeros. Le hizo una seña a Kurt y les explico a todos que le había costado trabajo convencerlo de realizar aquella aventura, pero que finalmente estaba ahí como la tradición lo demandaba.
-¡Listo chicos! —dijo Jeff llegando hasta donde estaban todos, tenia puesto un gorro como pasamontañas y un overol negro.
-¿Esta abierto? —pregunto Wesley como susurrando
-Abierto y dispuesto —respondió el chico, que termino por sacarse el gorro y el atuendo de mecánico, para quedar con el uniforme como el resto de sus pares.
-Muy bien… —añadió el capitán de los Warblers haciendo una seña para que todos siguieran a Sterling, conto a sus compañeros a medida que pasaban por su lado y entro de los últimos para cerrar la fila.
Kurt se mantenía al lado de Blaine y creía escuchar sirenas de policía a cada segundo que pasaba, luego de atravesar los estacionamientos entraron al teatro por una de las ventanas que daba al subterráneo del edificio. Blaine cogió la mano de Kurt y lo ayudo a bajar los cinco escalones que los separaban del piso. Siguieron por un pasillo estrecho y oscuro, iluminado solo por las linternas que cargaban algunos de los chicos. Todos desbordaban entusiasmo y Kurt solo podía pensar que sus zapatos se arruinarían en aquel piso humedecido por las fugas de las tuberías.
-¿Estás bien? —pregunto Blaine poniéndole la mano en la espalda.
-Si… un poco agobiado por todo esto que desconozco, pero asumo que si todos están tan contentos, no hay de qué preocuparse.
-No lo hay… confía en mí —señalo Blaine sonriéndole.
-Ok… —respondió Kurt, olvidándose de lo que estaba sucediendo con sus zapatos “Leffot”
Al llegar al final del pasillo, Nick y David comenzaron a ayudar a todos a subir, con sus manos entrelazadas fabricaron un trampolín y daban el impulso necesario para que entraran por otra ventana, más pequeña y alargada que la anterior, pero que parecía y daba al interior de uno de los vestidores.
-¿Aun queda subir eso?... —pregunto Kurt apuntando hacia adelante.
-Si… pero de acuerdo con Jeff es lo último que hay que atravesar, la ventana da a uno de los vestidores principales y de allí todo es alfombra, te lo juro, ¿hay algún problema?
-¿Mas allá que me es extra difícil trepar a cosas?
-No te aflijas, yo te ayudare, me subiré primero y te empujare hacia arriba, no hay problema —dijo Blaine adelantándose al reto de sus compañeros. Kurt lo vio subirse con experticia de escalador y sintió que su cara enrojecía cuando la abertura del blazer de su amigo dejo ver gran parte de su trasero, así como la camisa que parecía y se la había arreglado a la rápida dentro del pantalón, le vio la espalda más ancha que nunca y pensó como seria aferrarse a ella en un instante de pasión febril.
-Kurt… ¡Kurt! —exclamo Blaine haciéndole una seña para que los secundara al entrar.
-Claro… —dijo este volviendo de su ensimismamiento. Le dio la mano a su amigo y se apoyo en las palmas de David y Nick, impulso su cuerpo hacia adelante y atravesó el pequeño hueco, una vez adentro se puso de pie nuevamente con la ayuda de su amigo.
-¿No fue tan difícil?, ¿verdad?
-Créeme que si has tenido un gorila amenazándote de muerte cualquier otra cosa te parecerá pan comido —señalo Kurt mientras se arreglaba el uniforme y limpiaba sus zapatos pasándolos de canto por la alfombra.
-Mucha razón, ahora vamos al escenario.
-¿Al escenario del teatro?
-Obvio, es la parte más importante de la tradición, ensayar lo que cantaremos mañana y un par de pruebas que reafirman nuestra hermandad.
-¿Un par de…?... ¡Blaine!… no dijiste nada sobre que habrían pruebas.
-¡Pero tranquilízate!, si contestas mal no te amarraremos de una de las cortinas o algo…
-Entonces cuéntame que me preguntaran... así al menos estaré preparado por si me toca…—dijo Kurt avanzando rápido para alcanzar el ritmo de Blaine.
-No te diré nada, debe ser sorpresa para los nuevos, así fue para mí hace dos años, y para cada uno de los que se han ido integrando.
-Bien… —dijo Kurt haciendo una mueca como de capricho.
Todos siguieron a Wesley y se ubicaron en un circulo sobre el escenario, este saco desde el bolso que cargaba casi una docena de gorros de papel con los colores de Dalton y los ubico en el centro del circulo.
-Muy bien compañeros Warblers, para los que no lo saben esta tradición viene desde un par de siglos atrás y nosotros tenemos el honor de continuarla, por lo tanto procedamos —dijo sacando un libro como el que cargaría el primer Warblers de la historia de Dalton.
-¿Qué va suceder aquí?, creí que íbamos a ensayar —quiso saber Kurt hablando entre dientes.
-Eso es después, ahora Wes hará preguntas sobre la historia de Dalton, los que no sepan las respuestas tendrán que ponerse uno de esos gorros, luego al final, el que tenga más gorros en la cabeza…
-¿Lo golpean entre todos? —interrumpió Kurt poniendo cara de pánico.
-¿Qué?... ¡no!... —respondió Blaine riendo medio chueco y disimulado— el que tenga más, tendrá que lustrar los zapatos de todos, pero no te preocupes, yo te puedo “soplar” las respuestas que no sepas o ayudarte con la labor de pulir calzado —añadió guiñándole un ojo.
-¡Oh!... “magnifique” —dijo Kurt sintiendo en aquel instante tanta complicidad con Blaine que no le hubiera importado pasarse la noche entera lustrando los zapatos de todos.





-¡Blaine!, estaba hablando de ti…—dijo Kurt contestando la llamada de su prometido.
-¿De verdad?
-Bueno, no precisamente hablando, pero si mirando tus fotos, ¡vaya tour que se dieron!
-Te lo dije… fue bastante divertido.
-¿Qué paso con tu entusiasmo?, ¿estás bien?
-Sí, es solo que… veras, Sam trajo desde Lima la foto de Finn…
-¿Qué foto?
-Aquella placa conmemorativa que Rachel nos obsequio.
-¡Oh!... ya sé cual es… ¿y qué sucedió?, ¿se pusieron a llorar todos?
-No, nada de eso, se perdió, bueno Sam la perdió y casi se va las manos con Jean Baptiste
-¿Se pelearon?, Blaine ¡recuérdale que cualquier agresión es causal de desclasificación inmediata!
-Si lo sé y él también lo sabe, no te preocupes, además que todo quedo en una amenaza y Sam supo salir del paso para animar a todos en el bus que nos está trasladando.
-¿Ya están en el teatro?
-Sí, de hecho vamos caminando hacia los vestidores que nos designaron.
-¿Hiciste lo de la tradición de Dalton?
-Si… bueno solo lo de colarnos, porque no pudimos cantas ni hacer nada más.
-¿Por qué no?
-Por “Throat explosion”, creo que además de ser buenos cantantes son matones profesionales.
-¡Que lastima!... espero y no sea indicador de cómo les irá en la competencia.
-También lo espero… mira ahora me tengo que vestir y luego haremos la motivación final.
-“¡increíble!”
-“Increíble” —repitió Blaine como si sostuviera las manos de sus compañeros en el circulo antes de salir a actuar.
-¡Quiébrate una pierna Blaine Anderson futuro Hummel!
-Gracias, te amo…
-Y yo te amo… adiós…
-Adiós... y ¿Kurt?
-¿Si?
-Te avisare cualquiera sea el resultado, ¿te parece bien?
-Me parece excelente… estaré de turno en la cafetería, así es que llámame o actualiza tu estado de “Facebook” o “Twittea” lo que corresponda, estaré pendiente de todo.
-Ok… adiós
-Adiós…

-Rachel, Ronny dice que la mesa 5 necesita rellenar sus tazas de café —indico Kurt cargando una bandeja honda con unos cuantos platos y vasos sucios.
-Voy en seguida… aunque… —aseguro dejando el paño que utilizaba para limpiar las cartas plastificadas— tal vez Santana quiera rellenar esas tazas, ya que le ha dado por hacer mi trabajo.
-No empiecen… —dijo Kurt mirando su teléfono.
-Yo no empiezo nada, y Dios todo poderoso me libre de atender esa mesa tuya, estoy bastante segura que se irán sin pagar —aseguro Santana levantando una ceja.
-Pues bien, la atenderé yo, y no creas que te dejare que hagas mi trabajo —advirtió Rachel apuntándola.
-Ten cuidado Berry no te vayas a resbalar y te caigas sobre un envase de salsa picante, tal vez eso daría un poco de vida a tu…
-¡Muy bien!... recuerden la amnistía en el trabajo, por favor —dijo Kurt dejando caer la bandeja sobre la barra— ¡lo prometieron!
-Yo no prometí nada Hummel —recordó Santana sentándose a la barra.
-¡Ni yo!… —añadió Rachel tomando la cafetera.
-Como sea… —termino por decir Kurt blanqueando los ojos y volviendo a mirar su teléfono.
-¿Esperas una llamada “Lady Hummel”?
-Algo así… —dijo siguiendo con la tarea de Rachel de limpiar los menús.
-Vamos “Pequeño Poni” ayer estabas muy conversador conmigo y ahora me evitas a toda costa, te advierto que no tengo ninguna infección, era solo un comercial —respondió Santana cambiando pasteles desde una caja a un recipiente vidriado.
-¿No hay noticias de Blaine todavía? —pregunto Rachel llegando con la cafetera a medio llenar.
-Aun no… y no sé porque no me ha llamado, ayer me dijo dos palabras y desde entonces no he escuchado su voz.
-¿”Soy un perdedor”?
-¡Santana!—exclamo Kurt sintiéndose ofendido a nombre de Blaine.
-Si Santana esas son tres palabras —corrigió Rachel como si la cantidad de palabras fuera lo reprochable en aquella respuesta.
La chica encogió los hombros y continuo su labor con la bollería.
-¿Cuántas horas son de diferencia? —pregunto Rachel comenzando a preparar café.
-Tres horas… se supone y debe estar en su casa en este preciso instante, ¿por qué no me llama? —dijo Kurt mirando su teléfono casi como con rabia.
-Pues no estando Rachel en el departamento y su interminable deseo de saberlo todo podrías haberlo llamado tú a cualquier hora del día —sentencio Santana sacudiéndose el azúcar glas de las manos.
-Eso es verdad Kurt, ¿Por qué no lo llamas tu? —dijo Rachel sonriendo irónica a su otrora amiga y compañera de vivienda que hacia un gesto de tener la razón.
-Porque creo que necesita tiempo para asimilar todo, además ayer me llamo y me dijo que habían perdido, que tomarían el avión esa misma noche y al otro día tenia clases, Blaine odia perder y no creo que necesite que yo le diga que lo importante es competir o lo que sea.
-¿Es eso lo que crees Hummel?, ¿no se van a casar o algo?
-Sí, ¿y eso que tiene que ver? —dijo Kurt poniendo cara de acido.
-Ya sabes, en salud y enfermedad, en la riqueza y en la pobreza y en las derrotas y en los triunfos…—contesto Santana agregando un par de promesas al discurso de los matrimonios.
-Lo sé, pero Blaine me prometió actualizar su estado de Facebook o “twittear” como se encontraba, estoy seguro y Jean Baptiste les hizo algo a todos… que a todo esto es mas engreído que…
-¿Rachel Berry? —interrumpió Santana tomando una segunda caja con muffins de arándano.
-¡Santana sabes perfecta…!
-¿Saben que?, ya estoy mas que nervioso esperando noticias de Blaine y lo que menos necesito es que ustedes dos estén conspirando y peleándose como dos estúpidas “courtisanes” en día de pago —dijo Kurt dirigiéndose a la cocina de la cafetería.
-¿Acaba de llamarnos prostitutas? —quiso saber Santana poniendo caras.
-Tal vez lo dijo por tu exceso de cabello —añadió Rachel echando a andar la cafetera.

Kurt entro en la cocina y miro nuevamente su teléfono, se sentó en una de las cajas de verduras y pensó que tal vez algo andaría mal, pensó incluso que la idea de Blaine de colarse con todos en el “The Orpheum Theatre” había sido perjudicial para todos.
-“Estoy descanso” —dijo Kurt en un torpe español al jefe de la cocina que lo miro con cara de exigir una explicación.
Le dio una vuelta otra vez a lo que le habían dicho las chicas y decidió no seguir esperando la llamada de su prometido y tomar la iniciativa de llamarlo él, para saber cómo estaba.

-Hola…
-Kurt… hola…—dijo Blaine soltando un suspiro de alivio.
-¿Cómo estás?
-Bien… bueno, no bien pero he estado mejor, ¿tu?, ¿estás trabajando?
-Si estoy en la cafetería… espere que me llamaras como dijiste, pero…
-Lo sé… lo siento, estoy como aturdido, en realidad aun estamos todos igual.
-Lo siento mucho, de verdad.
-No digas eso, no es tu culpa…
-Sí pero… que estés solo ahora sí lo es… ¿Cómo están los demás?
-Bueno, decepcionados como yo, pero creo que esto afecto mas a Sam, Tina Artie y a mi mismo.
-¿Porque era su ultimo año?
-Así es, se supone y debíamos despedirnos con un triunfo, tal y como lo hicieron ustedes el año pasado.
-Tú también estuviste en ese triunfo, no lo olvides.
-Sí pero… es diferente… ¿me entiendes verdad?
-Por supuesto que sí, no hay nada como despedirse de la escuela como un ganador, pero ¡oye!, un segundo lugar no es tan malo.
-Claro, si aceptas un premio por perder…
-¿Qué dijo Mister Schuester?
-Lo de siempre, lo políticamente correcto en estos casos de derrota, nos dio ánimo a todos, lo mismo que tu Papá y Carol, pero creo que están tanto o más decepcionados que nosotros mismos.
-¿Dónde estás ahora?
-En mi cuarto, tendido en la cama…
-¿Estas solo?
-Sí, mis Padres salieron al cine y es mejor así, no quiero ver caras de “pobrecito mi hijo” de nuevo.
-Hacen lo mejor que pueden, ¿lo sabes verdad?
-Lo sé, tal vez saque algún provecho de esto, como cuando tenía a disposición el auto de mi Papá luego de mi experiencia cercana a la muerte —dijo Blaine soltando una pequeña risa.
-Siempre se saca algo bueno de las tragedias…
-¿Y tú qué haces?...
-Estoy en la cocina de la cafetería sentado sobre una caja de lechugas.
-¿Lechugas?
-Como lo oyes, me vine para acá en busca de resguardo de los dardos que Santana y Rachel se lanzan… ya estoy bastante aburrido de eso.
-Claro…
-Blaine, lo que hicieron fue increíble y si alguien ha de ganar, el resto ha de perder.
-Lo sé… pero debimos ser nosotros los ganadores, y lo peor ¿sabes qué es?
-Que cosa…
-¿Estas ocupado?
-¡Claro que no!… ¿no escuchaste sobre que estaba mi trasero?, háblame, estoy aquí para ti…
-Gracias Kurt…
-Por nada… ahora cuéntame, ¿qué fue lo peor?
-Lo peor es que teníamos todo un plan para dedicarle el triunfo a tu hermano, pero tampoco se pudo y no se va a poder nunca…
-¿Cómo que nuca?, ya lo harán el año entrante los chicos que continuaran en la escuela, y créeme que si Finn donde quiera que este, sigue tan despistado como antes, ni notara la diferencia. Ya lo veras, el próximo año habrá un tributo a Finn y una nueva semana dedicada a Britney.
-Me haces reír… —dijo Blaine complacido.
-Lo sé… parte de mi trabajo como el súper amigo/novio/prometido que soy.
-Tantos títulos…
-Son los que me has puesto tú…
-Pues bien amigo/novio/prometido/amor de mi vida, todo acabo esta tarde así es que…
-Blaine, es solo una competencia la vida sigue… para ti cuando te gradúes, y para el resto de los chicos que se quedan en la escuela cuando vengan otras competencias, perdieron, da asco… pero no debes exagerar, hay situaciones peores en la vida.
-Primero me haces reír y ahora me regañas, ¿Cómo es eso posible?
-Porque tú me exasperas con ese pesimismo, o tal vez son las lechugas que están congelando mi trasero, pero el punto es que tú no eres así… ¿sucedió algo más?
-Lo que te decía… ya no habrá más oportunidad de homenajes, ni de triunfos, ni de nada.
-¡¿Por qué?!
-Porque Mister “Schue” nos había advertido a principio de año, que la entrenadora Sue le dijo que si no ganaba el titulo de las nacionales el Club Glee desaparecía sin ningún remedio.
-Seria una amenaza como todas las que hace…
-No, hoy luego que nos reunimos Becky lo fue a buscar y le dijo que todo se acabo.
-¿Cómo?
-Eso… quitara los fondos y el salón lo destinara a otros menesteres que requiera la escuela, hablo incluso de vender los instrumentos para comprar computadores.
-¡Pero no puede hacer eso!
-Creo que puede y lo hará, y si me pongo a analizar las cosas, me siento un poco culpable.
-¿Tú?... ¿por qué?
-Porque si, porque, está bien yo me graduare y me ire a New York contigo y créeme y no necesito nada mas, pero los chicos que aún quedan en la escuela y más aún, las generaciones futuras no tendrán la oportunidad de disfrutar de una actividad tan increíble como lo hicimos nosotros.
-Blaine… esto no es tu culpa, estoy seguro de que diste lo mejor de ti como lo haces siempre, y debes pensar positivo, recuerda que Sue dijo lo mismo cuando perdieron las seccionales y termino retractándose y no me hagas recordarte gracias a quien pudieron acceder a las regionales.
-No creo que esta vez se retracte, de acuerdo a Mister “Schue” fue bastante serio lo que les dijo en esa ocasión a él y a la entrenadora Washington.
-¿Ya saben cómo salieron las Cheerios?
-Ganaron por cierto, hay un par de chicas que nos acompañaron para completar el numero ¿te lo había dicho?
-No…
-Pues así fue… —respondió Blaine sintiéndose cada vez peor.
-Lo siento mucho… de verdad…
-Y yo… y no quiero ponerme a llorar, porque como bien dijiste, hay cosas más terribles en la vida, pero…
-Blaine, tienes derecho a sentirte mal… era algo que deseabas y enfrentémoslo, tu perdiendo… —dijo Kurt como si ante aquello no había nada más que hacer o decir.
-Lo sé… ¿Kurt?
-¿Si?
-¿Crees que será posible que puedas viajar a Ohio?… no ahora, sería estúpido exigirte algo así, pero más adelante…
-Blaine…
-Se que tienes cosas que hacer, pero… te necesito tanto… necesito abrazarte y que tú me abraces a mi hasta que me duerma… o algo así…
-Hare lo posible para viajar a tu graduación, te lo prometo.
-Gracias Kurt.
-Te amo Blaine, y te estoy abrazando ahora… mi corazón lo hace a diario, desde el primer minuto que despierto hasta el último del día cuando me duermo… recuérdalo.
-Lo hare… gracias Kurt.
-Adiós… y llámame, a la hora que sea, si no puedes dormir… yo lo hare si contraigo gripe por tener el trasero congelado.
-Ok…
Kurt corto el llamado y se dio de golpes en el mentón con el teléfono, no podía dejar que todo eso pasara por su lado sin hacer nada. Se levanto de la caja de lechugas y corrió hacia donde estaban sus amigas para contarles lo que había pasado, después de todo, ellas también habían pertenecido a “New Directions”.