(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Mayo de 3034


-¿Blaine?...
-…
-¿Sabías que Lily está embarazada?... ¡obvio que lo sabias!, y no sé por qué no me lo contaste, si no la hubiese llamado hoy por lo del técnico en sonido que conoce, nunca me hubiese enterado… ¿Blaine?...
Blaine hizo un movimiento en su lado de la cama como si quisiera ponerse cómodo y evidenciar que estaba durmiendo plácidamente.
-Quiero otro bebé… —murmuro Kurt en el oído de su esposo.
-Esta noche no cariño… estoy cansado —respondió Blaine moviéndose entre las sabanas.
-No bromees… —insistió Kurt acercando mas su cuerpo al de él pero riendo de todos modos.
-No bromeo… de verdad estoy cansado —repitió Blaine acomodándose en las almohadas.
-Blaine… vamos… hablemos de esto… —dijo besándole un hombro.
-Blaine está durmiendo, no puede hablar…
-Blaine… —repitió Kurt bajando sus manos por el cuerpo de su esposo— se que estas despierto hace mucho, no finjas conmigo.
-Nunca he podido… —respondió volteándose hacia el otro lado de la cama, encendió la luz de su mesa de noche, se sentó sobre las almohadas y se restregó la cara para terminar de quitarse el sueño que aun tenia— ¿Qué hora es?
-Son casi las 6… —respondió Kurt encendiendo la luz de su lado para acomodarse en el pecho de Blaine después.
-¿Por qué me despiertas antes que la alarma?
-Porque encontré sumamente injusto que yo estuviera despierto desde hace mas de una hora y tu no…
-Ok…—dijo Blaine acercándolo a él por medio de un abrazo— ¿de qué querías hablarme?, ¿en medio de la noche?
-Ya es de mañana… y me escuchaste… —respondió Kurt mientras le dibujaba corazones en el pecho.
-¿Sobre el embarazo de Lily?... te advierto que no te lo había contado porque lo supe solo hace tres días cuando Dylan me llamo para gritármelo en el oído.
-¿Y qué te parece?
-Pues me parece que el clan Westbrook Stewart será muy grande si siguen así.
-Pero no me refiero a eso…
-¿A qué te refieres entonces? —quiso saber Blaine dando un bostezo.
-Lo sabes perfectamente, me escuchaste no digas que no….
-Te escuche, ¿algo sobre un tercer bebé?...
-Así es… el doctor Jacobs nos dijo que lo más prudente era esperar unos 6 memes, pues ya han pasado casi 10…
-Si…
-¿No crees entonces… que deberíamos de intentarlo de nuevo?
-No lo sé…
-¿Cómo? —pregunto Kurt incorporándose para mirarlo a la cara— ¿te arrepentiste?
-No… obvio que no… es…
-¿Qué?... siempre dijimos que queríamos tres hijos, Henry tiene 16 y Lizzie 12… es el momento perfecto… aunque en realidad el momento perfecto era cuando Lizzie tenía 5, pero quien iba a pensar que nuestros científicos no darían el ancho sino que hasta 10 años después —dijo Kurt poniendo mala cara como si toda la comunidad científica pudiera oír sus reclamos.
-Eso no era posible de manejar y desde que leíste ese artículo sobre los tres progenitores sabías que sería algo que demoraría en implementarse.
-Pues ahora ya esta implementado, dime porque no quieres… —dijo Kurt sentándose sobre la cama con las piernas cruzadas.
-No, Kurt… no es que no quiera…
-¿Entonces?
-¿Qué tal si lo intentamos y resulta?
-¿Pues es lo que buscamos?, ¿o no?
-Lo es, pero a lo que me refiero es… sabes que a fines de este año comienza mi gira por Europa, que será más extensa que la del año anterior.
-¿Y?
-Kurt… si lo hacemos ahora nos perderemos casi cuatro meses de la gestación de nuestro hijo… incluso su nacimiento nos puede pillar quizás donde.
-Ok… ahora si que te entiendo menos, con los chicos no conocimos a la madre sustituta y toda la información nos la daba el Doctor Jacobs… ¿no crees que sea posible que nos la mande por correo electrónico al lugar donde estemos?
-Sí pero…
-¡Es lo mismo!
-Muy bien te acepto eso… pero ahora, ¿Qué tal tu obra?, “Yes my Dear” esta a tablero vuelto desde que la estrenaste a fines del año pasado… ¿crees que los productores estarán de acuerdo con que dejes el montaje?
-¿Sabes lo que creo?... que solo estas buscando una excusa para decir no…—sentencio Kurt cruzándose de brazos cada vez más molesto.
-Eso no es verdad… —respondió Blaine acercándosele para acariciarle una pierna.
-¡Si que lo es!… —exclamo apartándole la mano.
-No, no lo es… —insistió Blaine poniendo a su voz toda la paciencia del mundo, se le acerco mas y le tomo el dedo gordo del pie— lo que no quiero… es que nos ilusionemos con algo que después no resulte, ambos terminamos bastante mal después del último intento, tu sobre todo —explico haciéndole un poco de cosquillas en el talón.
-Lo sé pero… —respondió Kurt soltando una pequeña risa— ¿no crees que ya ha pasado el tiempo suficiente como para que los errores se hayan corregido?
-No creo que haya pasado el tiempo suficiente, tal vez en un par de años…
-¡¿Un par de años?!, ¿no quieres esperar tanto?... ¿o sí?
-No… es decir… no se…
-Vaya… —dijo Kurt como decepcionado— no sabía que pensabas así…—añadió levantándose de la cama.
-Kurt… ¿dónde vas?... espera… —agrego Blaine tomándole la mano para impedir que se levantara.
-Ya va a ser la hora de levantarse, nuestros hijos deben ir a la escuela.
-Ven… vamos, no te enfades… —insistió tirándolo hacia él. Kurt termino por sentarse otra vez en la orilla de la cama sin intención de hacerlo— no te enfades… —repitió abrazándolo desde atrás.
-No me enfado… es solo…
-Lo sé… —interrumpió dándole un beso en el cuello— y si tú crees que es el momento, entonces lo haremos —agrego Blaine dando otros dos besos.
-Pues lo creo…
-¿Y crees también que el doctor nos podrá recibir mañana?
-¿Qué?...
-Eso… ¿crees que es posible que tu productor musical se pueda encargar de preparar el ensayo de la obra?
-Tal vez… —respondió Kurt sin convencerse del todo— ¿Qué hay de tus reuniones por lo de la gira a Europa del próximo año?
-Pues mañana es jueves, y los jueves solo tengo ensayo en la tarde con la banda.
-¿Cambiaste de opinión en menos de 10 minutos Blaine Anderson-Hummel?
-Tú me hiciste cambiar de opinión en menos de 10 minutos… —corrigió Blaine dándole otro par de besos.
Kurt sonrió para sí pensando en el poder que tenia sobre su esposo, se puso de pie y se volteo hacia él, lo miro un instante y termino por tomarle la cara para darle un beso.
-¿Estás seguro?
-Muy seguro… solo necesito que me prometas algo —dijo Blaine de rodillas en la cama.
-¿Qué cosa?...
-Que si este tercer intento no resulta, esperaremos ese par de años que te dije.
-Resultara, no tenemos que pensar que no.
-Pero aun así… aun poniendo todos nuestros pensamientos positivos para que resulte, si el destino no lo quiere y algo sale mal… necesito que hagas ese compromiso conmigo.
-Está bien… —respondió de mala gana— te lo prometo —agrego abrazándolo por el cuello—ahora… iré a despertar a nuestros hijos, tu ganaras la ducha, luego preparas el desayuno y se lo diremos —sentencio Kurt poniéndose un chaleco extra largo sobre la ropa de dormir.
-¿Cómo?... ¿ahora? —pregunto Blaine bajándose de la cama.
-Si… ahora…
-Kurt… ¿no se supone y la regla es esperar hasta el tercer mes para contar a amigos y familiares?
-Se supone, pero estamos hablando de nuestros hijos y su futuro hermanito o hermanita, no de cualquier persona.
-Si lo sé pero…
-Blaine… —dijo Kurt acercándosele de nuevo— nuestros hijos notan todo y a todos, especialmente Lizzie, ¿qué quieres?, ¿que lleguemos con un bebé de un día para otro?, le diremos lo que haremos, los riesgos que hay y así manejaran la misma información que nosotros.
-Bien… no estoy de acuerdo, pero será como quieras.
-Gracias… —añadió dándole un beso— con razón y te amo tanto... ¡Ducha! —exclamo apuntando el baño mientras salía del dormitorio.

Kurt termino por salir con una gran sonrisa en su cara, casi planeando como arreglaría el cuarto de su futuro bebé, imagino como seria su carita y lo que dirían sus otros dos hijos al respecto.

-¿Henry?... hora de levantarse —dijo golpeando la puerta del cuarto de su hijo mayor.
-¡Ya estoy vistiéndome Papá!— grito el chico desde adentro.
-Obvio que si… —murmuro sonriendo mientras avanzaba hasta el cuarto de su hija— ¿Lizzie? —dijo llamando a la puerta con delicadeza— ¿Lizzie?... —insistió dando más energía a sus nudillos— ¿¡Hija?!... es hora de levantarse —termino por decir Kurt entrando del todo.
Lizzie aun estaba en la cama tapada hasta las orejas dejando ver solo una porción de su abundante cabello ensortijado. Kurt entro tropezándose con la ropa que había por todo el piso y le dio un par de palmadas a la altura de los pies.
-Son casi las 6 cariño —dijo abriendo las cortinas.
-¿Qué?... —respondió la chica irguiéndose de a poco como un zombie que se levanta de la tumba lo haría.
-Ya es hora de levantarse —repito Kurt recogiendo la ropa esparcida por el piso.
-¿Por qué?...
-Porque debes ir al colegio, como la buena niña que eres…
-¡Pero es tan temprano!... —exclamo dejándose caer en las almohadas— ¿por qué me pasa esto a mi?... ¡quiero dormir!... ¡hola! —agrego tapándose toda.
-Vamos… termina de despertar, el “Papáblen” está haciendo el desayuno y los dos queremos contarles algo a tu hermano y a ti.
-¿Qué cosa? —dijo Lizzie asomando solo un ojo entre los cobertores como si no quisiera deshacerse de su pereza.
-Algo… levántate y lo sabrás.
-¿Por qué?... llama a la escuela, di que tengo la peste bubónica…
-¿Qué?...—dijo Kurt soltando una risa.
-Eso… la tengo mira estas cosas que tengo en mi cara… son claro signo de la peste…—respondió Lizzie señalando su mentón y hablando como bruja de cuento cuando mencionaba lo de la peste.
-Pues si me hicieras caso y usaras los productos que te compre, no tendrías nada… ¡vamos levántate!
-¡Estoy moribunda!... llama a la escuela…
-Llamare y diré que tienes un caso de flojera aguda… ¡vamos! —insistió Kurt tirándole hacia atrás todos los cobertores.
-¡Papá!... ¿Qué tal si hubiera estado sin ropa? —reclamo Lizzie levantándose de a poco.
-Pues serias bastante desagradecida con toda la ropa de dormir que te hemos comprado… ¡arriba Lizzie Anderson Hummel!
-¡Mira estas manchas!... ¡moriré!... ¡moriré! —exclamo dejándose caer hacia un lado de lo mas histriónica, con la lengua afuera y todo.
-¡Levántate!… —repitió Kurt mientras volvía a su propio dormitorio para ocupar su turno en el baño.


-Insisto que estoy moribunda…—dijo Lizzie entrando en la cocina y hablando como si de verdad le quedara un hilo de vida.
-No estás moribunda “Rizzie”, además piensa que ya están por llegar las vacaciones —dijo Henry entrando detrás de su hermana.
-¡Aun faltan dos meses para eso!... ¡hola!...
-¿Qué hay de las dos semanas en Junio?, ¿olvidas las vacaciones por “Pentecostés”?...
-¿No hay que ser católico para eso?... además, no sé si alcanzare a llegar hasta junio… —dijo Lizzie tocándose la garganta como exagerando un malestar inexistente.
-¿Te sientas mal Princesa? —pregunto Blaine mientras cocinaba panqueques.
-Lo estoy “Papáblen”, creo y debería quedarme en cama, o terminare contagiando de peste bubónica a toda mi clase.
-¿No insistas con eso?, no estamos en la Europa del Siglo XIV —advirtió Kurt poniendo tazas y platos en cada uno de los lugares.
-Pero Papá, llegamos hace una semana de Italia, estoy segura que esa persona que me estornudo encima en la “Fontana di Trevi” tuvo algo que ver.
-La peste bubónica la trasmiten las pulgas de los roedores Princesa, no las personas —dijo Blaine poniendo una torre de panqueques de arándano y limón en medio de la mesa. Kurt termino por poner los cubiertos y servilletas además de servir jugo en cada uno de los vasos.
-¡Amo tus panqueques! —exclamo Lizzie olvidándose que estaba moribunda.
-Y yo…—dijo Henry sirviéndose dos.
-Gracias hijos… —dijo Blaine sentándose en su lugar. Kurt le sirvió café y le hizo un gesto para que recordara que iban a hablar con sus hijos.
-¿Qué hay con ese gesto? —pregunto Lizzie con la boca llena.
-Termina de tragar cariño, nadie quiere ver lo que estas comiendo —dijo Kurt mirándola fijo.
-Lo siento… —contesto Lizzie mascando lo que tenía en la boca de la manera más rápida posible.
-¿Qué sucede Papá? —pregunto Henry mirando a Kurt, después a Blaine y luego a Lizzie que apuntaba a sus padres con el tenedor casi acusándolos por el secreto que supuestamente guardaban.
-Nada malo cariño no te preocupes —contesto Kurt sonriendo al ver que Lizzie se ponía colorada por mascar a toda velocidad
-Ok… ¡oh!, lo olvidaba…. ¿alguno de los dos me puede llevar mañana al “Soccer Field” en el “Chelsea park”?, cambiaron el horario de la practica y la mamá de Liang no nos puede llevar.
-¿A qué hora hijo? —pregunto Blaine mirando de reojo a Kurt.
-¡Otra vez! —dijo Lizzie que ya había terminado de tragar.
-¿Otra vez que? —pregunto Henry mirando a su hermana.
-¡El gesto!... ¡ay Henry!, nunca te enteras de nada… ¡hola! —dijo Lizzie bebiendo jugo.
-Aquí no hay ningún gesto, y Henry, mañana no podemos hijo, con tu Papá tenemos una cita con el Doctor.
-¿El doctor?... ¿está todo bien? —quiso saber Henry mirando a sus dos padres.
-Lo sabía, la peste bubónica… se los advertí… ¡por dios que se los advertí! —exclamo Lizzie alzando sus brazos.
-Princesa, aquí nadie tiene peste… lo que sucede es que… hace tiempo que con su Papá estamos planeando tener otro hijo y…
-¡OTRO HERMANO!... ¡Qué maravilla! —exclamo Lizzie levantándose de su silla para abrazar a sus dos padres— que sea una niña por favor… quiero legarle a alguien mi sabiduría femenina—agrego haciendo un gesto de suplica con sus manos entrelazadas.
-Bueno aun no hacemos nada, por lo tanto no sabemos que será… —dijo Kurt con los brazos de su hija en el cuello.
-¿Qué opinas tu Henry? —quiso saber Blaine mirando al mayor de sus hijos.
-Pienso… pienso que es genial… y que cualquier bebé, sea niño o niña, será el más afortunado de los niños por nacer en esta familia.
-Gracias cariño… —dijo Kurt haciendo un puchero.
-Si gracias hijo, eso fue muy dulce…—dijo Blaine estirando su brazo para hacerle un cariño en la cabeza.
-Sí, si, si… Henry es tan súper dulce que me dan ganas de darle un mordisco, —dijo Lizzie volviendo a su silla— pero cuenten… ¿Quién de los dos será el que…?, ya saben… —añadió señalando su vaso.
-¡Lizzie!
-¿Qué?... ¡vamos!... con Henry sabemos bien todo, así es que no finjan.
-Nadie esta fingiendo… —dijo Kurt sintiendo que los colores se le subían— pero hay maneras y maneras de hablar de ciertas cosas y además… ¿Cómo es eso que “saben todo”?
-Papá… tengo doce… ¡hola!
-Pues yo a los doce, lo único que sabia era lo que se escondía bajo los pantalones cortos de los muñecos “Ken” de mis compañeras de séptimo grado.
-¡Ay!... eso fue hace como un millón de años —dijo Lizzie haciendo una mueca divertida—mejor digan quien será el donador… ¡Se tu “Papáblen”!, para que alguien más tenga nuestro súper cabello —agrego moviendo toda su melena.
Kurt quedo mirando a su hija como impactado, bebió un poco de café y miro a su esposo.
-¿Blaine?— dijo entregándole la responsabilidad de lidiar con ese asunto.
-Bueno, de hecho seremos los dos —respondió Blaine mirando a Kurt.
-¿Los dos? —preguntaron los chicos al unísono.
-Así es, el asunto es que existe la posibilidad de concebir un hijo con tres progenitores, es decir Kurt, yo y la sustituta… este será nuestro tercer intento por lo…
-¡Un momento! —exclamo Lizzie alzando sus manos como si detuviera el trafico en “Time Square”— ¿tercer intento?... ¿Por qué no nos habían dicho nada?
-No les habíamos dicho porque era todo bastante experimental al principio, por lo tanto si nosotros lo pasamos muy mal cuando no resulto, no queríamos eso para ustedes, ¿verdad Kurt? —explico Blaine tomándole la mano.
-Así es…
-¡Pero con mayor razón!… ¡hola!... somos una familia, si hay que pasarlo mal, lo hacemos, pero juntos… ¡di algo Henry! —dijo Lizzie dándole un empujón a su hermano.
-“Rizzie” tiene razón, si somos una familia debemos estar en las buenas y en las malas, debieron compartir esa pena con nosotros.
Kurt miro a Blaine sintiéndose la más afortunada de las personas, no solo tenía a su lado al mejor hombre del mundo, sino que también a los hijos que cualquier padre se quisiera.
-¿De dónde salieron tan sabios ustedes? —dijo Kurt disimulando una lagrima como si fuera una basura en su ojo.
-Lo mismo digo y ya terminaron por emocionar a su Papá —advirtió Blaine besándole la mano a su esposo,
-¡Pues tenemos a los mejores padres!... ¡hola!... ahora los detalles… —dijo Lizzie continuando con su desayuno.
Kurt sonrió y se excuso para ir al baño no sin antes dar un beso a cada uno de sus hijos. Blaine lo miro retirarse y procedió a contarles a Henry y a Lizzie todos los detalles de los procedimientos anteriores y como este tercer intento que harían también involucraba riesgos así como también cuáles eran los nombres que tenían pensado para el nuevo integrante de la familia.

Diciembre de 2010





-¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto Kurt mirando a Rachel como si su presencia en el centro comercial de Lima fuera lo peor del mundo.
-¿Qué?... vine a mis compras navideñas, ¿Qué más?
-OK… continua entonces… ¡Adiós!, ¡Buena suerte encontrando ofertas! —exclamo Kurt empujándola hacia un lado, como si quisiese que se fuera en ese instante.
-Kurt, espera… ¿Cómo esta Finn? —quiso saber Rachel poniendo cara de gato con hambre.
-Excelente cada vez mas alto… “Joyeux Noël” —respondió forzándola a que se moviera un par de centímetros nuevamente, al tiempo que miraba hacia la entrada principal.
-No… Kurt… no he hablado con él, por eso…
-¡Vaya que tristeza!... ¿ya te vas? —interrumpió Kurt mirando por entre los clientes que a esa hora entraban al centro comercial.
-¿Qué está pasando? —pregunto Rachel mirando en la misma dirección— ¿esperas a alguien?
-¿Quien?...
-Tú…
-¿Qué?... ¡no!... gusto en verte Rachel… le diré a Finn que te vi y que luces despampanante con ese sweater rojo con renos.
-No creo que le importe… —dijo Rachel sentándose en uno de los regalos gigantes que adornaban la salida de una de las tiendas.
-¿Por qué no?... ¿aun no arreglan las cosas? —pregunto Kurt como si le importara.
-No… —contesto alargando la “o”— incluso le prepare una canción en el auditorio como regalo de Navidad, pero ni siquiera se digno a escucharla —explico Rachel sintiéndose abandonada.
Kurt blanqueo los ojos y en contra de sus instintos se sentó a su lado para escuchar el drama de su ex compañera de escuela.
-¿Le pediste disculpas? —dijo haciéndose espacio a su lado, pero sin quitar la atención de la puerta.
-¡Se las pedí como un millón de veces! —exclamo como si Kurt estuviese a metros de distancia. Este hizo un gesto para que bajara la voz y sonrió disimulando ante una pareja que justo pasaba por su lado— lo mío y lo de Puck, solo fue un beso —añadió en un tono más apropiado— él se acostó con Santana, ¿qué es peor?
-¿La tuya…? —respondió Kurt poniendo cara de desgano.
-¡¿QUE?!
-Voz interna Rachel… voz interna… —dijo Kurt tapándose un oído.
-¿Que?...—repitió casi susurrando— ¿Por qué?
-Porque a nadie de aquí le interesan tus dramas… y francamente no quiero quedarme sordo antes de los 20 —dijo Kurt tapándose el oído contrario, como chequeando si es que de verdad no había quedado sordo antes de cumplir 20 años.
-No me refiero a eso… ¿Cómo es eso de que lo que yo hice es peor?
-Rachel, tú te besaste con Puck cuando estabas con Finn… el hizo aquello con Santana cuando ustedes ni siquiera eran novios.
-Aun así, me mintió y mentir es 10 veces peor…
-¿Peor? ¿Peor que, qué? —pregunto Kurt tomándose las sienes como si ya no pudiera mas.
-Peor… ¡PEOR!... se supone que ambos, ya sabes… —dijo Rachel poniéndose de pie y cruzándose de brazos.
-¿Ambos?... ¿ambos qué? —quiso saber Kurt irguiendo su cuello cuando una nueva oleada de clientes entraba a por sus compras navideñas
-¡Ambos!… —repitió Rachel poniendo caras.
-¿Vivirían felices para siempre?
-No, bueno si… pero no es eso, se supone… —dijo Rachel sentándose de nuevo en el “regalo-asiento”— que ambos lo haríamos por primera vez… juntos…
-¿Primera vez?, ¿No dormiste con Jessie el año pasado?
-No…
-Es lo que dijiste… o al menos diste a entender…
-Solo lo dije porque quería que Finn se pusiera celoso, no lo he hecho con nadie, nunca…
-Ok… Rachel… escucha… —dijo tomándole la mano como si fuera la monja directora de una escuela de chicas rebeldes— Finn es…
-¿Finn es qué?... —pregunto Rachel mirando a su amigo que comenzaba a arreglar su atuendo— ¿Kurt?...
Kurt se silencio y se puso de pie en menos de un segundo al ver entrar a Blaine por la puerta principal, luego de su presentación en “Kings Island's Christmas Spectacular", lo había llevado de vuelta a Dalton para que solucionara unos asuntos relacionado con las regionales con Wes y el resto del consejo de los Warblers, habían quedado de acuerdo de encontrase luego en el centro comercial para comparar el regalo del “Santa Secreto” de Mister Schuester.
Blaine venia con su abrigo y bufanda del uniforme, al entrar se acomodo el cabello y la ropa y mantuvo la puerta abierta para que dos señoras salieran con sus compras, les hizo un gesto como de reverencia y entro del todo sonriendo como el príncipe que era. Se froto las manos y se las abrigo con su aliento, miro a todos lados hasta que diviso a Kurt, este le hizo una seña y Blaine le respondió con otra aun mas efusiva.
-¿Quién es?, ¿Finn? —dijo Rachel levantándose también al tiempo que se arreglaba su abrigo y boina.
-No… ¿ya te vas entonces?... sigue mi consejo, te resultara estoy seguro —aseguro Kurt dándole un abrazo, una palmada en la espalda y un apretón de manos, todo seguido.
-¿Qué?... no… ¿Quién es él? —quiso saber Rachel al ver a Blaine que se acercaba haciéndole caras a Kurt.
-Nadie…
-¿Cómo nadie?... te esta… ¿es a ti a quien está haciendo gestos?, creo que lo conozco —añadió la chica mirando hacia atrás de ellos como si dudara que aquel chico extra guapo era a Kurt a quien saludaba— ¿lleva el uniforme de Dalton?...
-Y con la mayor de galanuras… —dijo Kurt soltando un suspiro. Rachel lo miro con cara rara y luego puso sus ojos en Blaine que se acercaba a ellos como si fuera el dueño del centro comercial entero.
-Hola… —dijo el recién llegado, poniendo sus manos en los bolsillos.
-Hola Blaine… gracias por venir…
-Te dije que lo haría, ¡amo el centro comercial!, en especial en Navidad —señalo mirando a su alrededor.
-¿Todo bien con los Warblers?
-Todo perfecto, había un problema con la lista preliminar de canciones que les entregue hace un par de días, pero creo que ya está en camino de solucionarse, terminaremos de escogerlas en la próxima reunión.
-Genial…—dijo Kurt sonriendo.
Rachel hizo un ruido como de tos y luego sonrió al sentirse notada.
-Blaine, esta es mi antigua compañera en el club Glee de Mckinley, Rachel Berry, Rachel, el es Blaine Anderson, líder indiscutido de lo Warblers y a quien deberían de temer en las próximas regionales, pero asumo que ya lo sabes luego de verlo en nuestra presentación.
-Bueno soy menos de lo que Kurt aquí señala, hola… —dijo Blaine estrechándole la mano—¿creo que nos conocimos cuando fueron las seccionales? —pregunto mientras le sostenía la mano.
-Así es… —dijo Rachel estrechándosela de vuelta— en el auditórium de las competencias.
-¿Era un bar?... ¿te acuerdas Kurt? —pregunto mirándolo— ¿Dónde te fui a buscar?
-¡Tienes razón!, no lo recordaba, pero siempre es bueno conservar las formalidades.
-Bueno… —dijo Blaine mirando a su alrededor— ¿Dónde quieres comenzar las compras?, ¿vendrás con nosotros Rachel?
-Bueno…
-¡No!... es decir…—dijo Kurt tragando saliva y calmando un poco su reacción inicial— Rachel tiene planes… ¿verdad Rachel? —agrego mirando a su amiga con los ojos bien abiertos.
-¿Planes?... la verdad es que…
-¿Rachel?... ¿puedo hablar contigo un segundo? —añadió tomándola por un brazo.
-¿Está todo bien? —quiso saber Blaine sintiéndose un tanto perdido.
-¡Todo está de maravillas!, ya sabes… “cosas de chicas” —contesto Kurt haciendo gestos que evidenciaban que Rachel era casi una “damisela en desgracia” sacada de las páginas de alguna novela de Jane Austen.
-Ok… —dijo Blaine sonriendo medio chueco y distrayéndose con un coro ambulante que entonaba villancicos tres tiendas más allá de donde él estaba.
-Rachel si te vas, te juro por mi guardarropa que hablare tanto de ti con Finn, que llegara a decir tu nombre en sueños.
-¿Qué?
-Eso… hasta puedo alterar la cinta de hipnosis de mi Papá y en vez que diga “deja la comida chatarra” diga “Finn ama a Rachel”
-¿De verdad?
-“Bien sûr, Miss!”—aseguro Kurt dando una mirada a Blaine que ya se había unido del todo al coro.
-¿Acaso quieres intentar algo con ese chico? —quiso saber Rachel hablando como entre dientes.
-¿Qué?... ¡no!... es un gran, talentoso y súper atractivo amigo… pero nada más —respondió Kurt poniendo se un poco colorado.
-¡Esto es tan dulce! —dijo Rachel dándole un abrazo mientras le hacia un gesto de complicidad que Kurt no término de entender— me voy, no te preocupes —añadió moviendo sus cejas.
-Muy bien…. gracias…
-Este centro comercial es lo mejor… ¿viste a esas personas cantando?, casi me uno a ellos, lo juro —dijo Blaine de lo mas entusiasmado una vez que Kurt y Rachel terminaron su charla secreta y se acercaron a donde él estaba.
-Habrías liderado las bendiciones Navideñas —dijo Kurt sonriendo.
-Creo que esas las lidera el niño Jesús… pero bueno… ¿Comenzamos con las compras?, estoy seguro que cada vez entra más gente —señalo Blaine apuntando hacia la entrada, casi preocupado que los “stocks” de productos en las tiendas se acabaran.
-Yo no los acompañare, tengo mi propia agenda judía en estas fechas, por lo tanto —dijo Rachel encogiéndose de hombros al tiempo que se despedía de Kurt y luego de Blaine— recuérdale a Finn lo que se pierde por dejarme ir —añadió dando una vuelta sobre uno de sus pies, como si se exhibiera en una feria o algo parecido.
-¿Finn tu hermano?—pregunto Blaine mirándola irse.
-El mismo…
-¿No habían terminado? —agrego haciéndole una seña de adiós a Rachel
-Así es, pero todo es una nebulosa con Rachel y Finn —dijo Kurt mirando en la misma dirección.
-En fin… ¿Por dónde quieres comenzar?
-Bueno, necesito buscar algo para el “Santa Secreto” del profesor del que te hable.
-¿Y ya sabes qué?
-Pues si… —dijo Kurt comenzando a avanzar— se supone y le toco la entrenadora de las porristas, Sue Silvester, ¿te hable de ella?, ¿verdad?
-Sí, la señora ruda que te llama “Porcelana”
-La misma, pues lo único que viste es ropa deportiva, por lo tanto creo que el mejor regalo para ella es algo de diseñador con ese estilo.
-¿Donde encontraras algo así?
-Conozco la tienda perfecta —dijo Kurt encogiendo un hombro.
-Perfecto entonces… ¡oh!... ¿sabes lo que deberíamos hacer?
-¿Aconsejar al gerente de aquí en como adornar de una manera que no sea esta tan vulgar? —respondió Kurt apuntando a unas campanas gigantes y demasiado doradas que colgaban desde el umbral de una de las tiendas.
-No… deberíamos ir a ver una película, ¿Qué dices?
-¿”The King Speech”? estoy seguro y ganara un par de premios de la academia.
-No… —dijo Blaine crispando la nariz
-¿Entonces?, ¿No estarás pensando en algo de acción?, ¿o sí? —pregunto Kurt subiéndose a la escalera mecánica.
-No, algo de Navidad, ¿qué te parece “It's a Wonderful Life”?
-¡Me encanta!... nadie puede resistirse a James Stewart deseando “Feliz Navidad” a todo el mundo, a pesar que piensa que le espera un largo tiempo en prisión, lo que es bastante confuso —dijo Kurt mirando hacia el techo vidriado del centro comercial— ¿quieres ir al “Revival House”
-Normalmente diría que sí, pero ahora no es necesario porque aquí, en ese templo del consumismo la están pasando en una de las salas —explico Blaine bajándose un salto de la escalera.
-¿Aquí? —pregunto Kurt apuntando el piso.
-Aquí, es una versión remasterizada con sonido digital y todo, ¿Qué dices? —dijo Blaine mirando a su amigo casi expectante.
-¿Tu me vas a invitar?
-¿Otra vez?, ya serian más de cuatro invitaciones las que me deberías Kurt Hummel.
-Pues cuando sea mi turno, prometo darte lo que quieras… es decir… prometo hacerte lo que quieras… ¡hacer!... hacer lo quieras.
-Ok…—dijo Blaine sonriendo al tiempo que avanzaba junto a Kurt como siguiendo el ritmo de los villancicos que se escuchaban de fondo.
-Esa es la tienda…—dijo Kurt apuntando hacia el establecimiento deportivo— ¡lo que faltaba!—murmuro molesto.
-¿Qué?.... ¿los conoces? —pregunto Blaine mirando a la pareja de novios que se besaba apasionadamente en la entrada de “Finish Line” y hacia que los clientes entraran como de medio lado.
-¡Por supuesto que no!, la gente que yo conozco no es tan exhibicionista.
-Creo que están enamorados.
-¿Y por eso tienen que montar espectáculo?... ¿disculpen?... —dijo Kurt tocándole el hombro a la mujer de la pareja— ¿podrían hacer eso unos cuantos centímetros mas allá?, hay gente que quiere comprar —concluyo sonriendo, como si lo que había hecho iba a ser reconocido por el resto de clientes con un aplauso cerrado. Los chicos pusieron cara de acido y se movieron un trecho para continuar con “lo suyo”. Blaine les sonrió medio incomodo y entro a la tienda tras su amigo.
-¿Qué?... —dijo Kurt sintiendo que su reacción no merecía recriminaciones.
-Nada… ¿te molesta esto?
-¿Qué cosa?... ¿las ofertas? —pegunto tomando un gancho con una camiseta llena de brillos.
-No, que esos chicos se besaran en público.
-Obvio que si, las demostraciones de cariño publica me parecen exageradas y fuera de lugar.
-¿No siquiera si estas enamorado?
-Pues si estuviera enamorado, las guardaría para mi intimidad.
-¿Y si tu novio te lo pidiera?
-No tengo novio y lo sabes —contesto Kurt desechando la camiseta brillante y tomando en su lugar un sweater con bolsillos y gorro.
-Lo sé… pero, ¿qué tal si algún día cuando tengas novio este se te acerca y te toma por sorpresa para darte una beso en medio de una calle publica? —pregunto Blaine haciendo como que la camiseta manga larga que había cogido Kurt era su propio novio y le daba un beso como de final de tango.
Kurt puso cara de impresión divertida.
-¿Romántico?... ¿no crees? —sentencio Blaine devolviéndole la pieza de ropa.
-Pues a menos que estuviéramos celebrando el final de una guerra y el vistiera de marinero y yo de enfermera… tal vez lo pensaría, vamos al tercer nivel, aquí solo hay cosas para gente anoréxica —dijo Kurt mirando con desdén el resto de atuendos de la tienda.
-Ok… —dijo Blaine soltando una risa sin saber si era por descubrir lo tímido que era su amigo o porque no sabría que hacer si un día lo veía aparecer vestido de enfermera de los años del “V.J.Day” .

Agosto de 2039




-¡Amo el Central Park! —exclamo Lizzie alzando sus brazos y haciendo un pequeño baile después. Gable rio como ahogado mientras murmuraba “eso no lo haría una Hepburn”
-¿Y…? —dijo Tyler como si esperara una respuesta hace bastante rato.
-¿Y qué?... —contesto Sebastian comenzando a incomodarse.
-¿Cuándo dejaste de saber de estas personas o siempre has estado en contacto con ellos?
-No, ¿cuántas veces he decírtelo?…
-¡iré a averiguar lo del postre!... ¡nadie puede vivir sin postre¡… —exclamo Lizzie chocando con su hermano que regresaba de ayudar a Noah. Lo miro fijo y le hizo un gesto murmurando “encárgate” y se retiro a la cocina.
-¿Qué?....—mascullo Henry de vuelta mirando a su hermana, Lizzie volvió a hacer el mismo gesto abriendo bien los ojos y apuntando con su mirada a los adultos de la mesa. Noah se sentó junto a Gable y este le comenzó a enseñar a doblar las servilletas para darle forma de barco.
-¿Cómo te va en la Universidad Henry? —pregunto Sebastian una vez que el chico se sentó.
-Bien, bueno, el próximo año comienzo a pensar de que tratara mi tesis y luego espero conseguir un trabajo lo más rápido posible.
-¿Tienes algo visto?, es decir, ¿han hecho ferias laborales en tu campus? —pegunto Tyler volviendo a beber.
-Sí, de hecho las hacen todos los años, y de todas las compañías que asisten, la más importante y a la que todos aspiran es “L.F. Driscoll Co”.
-Es una gran compañía —agrego el esposo de Sebastian mientras movía dos de las tres botellas de la mesa en busca de mas vino— si deseas me envías tus antecedentes cuando corresponda y yo se los hago llegar a mis Padres, ellos tienen muchos contactos.
-¡Vaya!... muy amable de su parte Señor Crawford, lo tendré presente, gracias.
-¿Ves Sebastian?, soy extra amable —dijo Tyler tomando la tercera botella.
-¿Desea mas vino Señor Crawford?
-Por supuesto que no… —respondió Sebastian apartándole la copa, Tyler lo miro un poco con odio y comenzó a murmurar cosas. Henry sonrió incomodo y puso su preocupación en los pequeños de la mesa, pensando que si algo mas sucedía entre los amigos de sus Padres, Noah y Gable no tenían porque presenciarlo.
-Noah… ¿te acuerdas que querías hacerle un regalo al Señor Sebastian?
-¡Es verdad! —exclamo el pequeño poniéndose ambas manos en la cara, como si su olvido no tuviera perdón.
-¿Un regalo?... ¿Por qué?
-Porque es impo…
-¡importante!... —se adelanto en decir Henry— importante… ¿verdad “Goblin”?
-Sí y por ayudarme con lo de mi “hospitalizason”... —contesto Noah sonriendo y enseñando su brazo.
-Pues no es necesario, pero es muy amable de tu parte—dijo Sebastian cruzando sus manos sobre la mesa.
-El “Goblin” es así, tan considerado que parece y tuviera 80 años y sobrevivido a todas las guerras —dijo Henry acariciándole el cabello a su hermano menor y poniendo cara de orgullo.
-¿Por qué lo llaman “Goblin”? —quiso saber Gable envolviéndose la mano izquierda con una de las servilletas.
-Mi Papá le puso así, porque como nació cuando ya todos estábamos grandes, cuando comenzó a dar sus primeros pasos, parecía un pequeño duende moviéndose entre todos.
-Tierno, por decir lo menos —opino Sebastian al tiempo que le hacia un gesto a su hijo para que dejara aquello con las servilletas.
-¿Vas a buscarlo entonces “Goblin”?
-Por supuesto Henry Anderson Hummel, el Papá me dijo que le regalara una botella de vino pero yo prefiero algo que sea mío.
-Insisto que no es necesario, era mi deber ayudarte Noah, pero te agradezco tu deferencia.
-¿Qué tal si lo acompañas Gable?, tú sabes más que podría gustarle a tu Papá.
-¡Sí!...—exclamo Gable dando un aplauso.
Noah se bajo de la silla junto a “Desmond” y partió abrazado de Gable rumbo a su cuarto, sus centímetros menos hicieron que todos soltaran una risa al ver el esfuerzo que ponía en alcanzar el hombro de su nuevo amigo.

-¡Papá!... el “Papáblen” dice que no olvides los utensilios para partir el pastel —dijo Lizzie entrando otra vez en la cocina— ¿Papá? —repitió al ver que Kurt tenía la mirada perdida y ponía mas atención en los números tintineantes del lavavajillas y que en lo que ella le decía.
-¿Cómo?... —respondió como volviendo de una hipnosis.
-¿Estás bien?, ¿te peleaste con el “Papáblen” por culpa de tus celos a Sebastian? ¿no se contagiaran de la mala relación de esos dos?, ¿o sí? —dijo Lizzie señalando a la sala con su cabeza.
-Cuantas preguntas cariño, pero la respuesta a todas es no… y estoy bien… gracias por tu interés…
-¿Por qué no vienes al comedor entonces? —insistió Lizzie metiendo ruido al buscar la espátula correspondiente— ¿no me digas que se descompuso el lavavajillas?, porque yo no lavare tantos platos.
-No, no está descompuesta, es solo que le cuesta comenzar su trabajo, pero lo hace finalmente —explico Kurt dándole unos golpes en la puerta y en la perilla del “timer”
-¡Ah!, perfecto… ¿estas son verdad? —pregunto la chica enseñando dos espátulas como raqueta de tenis.
-Esas pueden ser, pero son mejores estas —señalo Kurt sacando una caja negra con letras como en relieve.
-¿Esas no son para Navidad y otras festividades?
-Lo son, pero siempre es bueno encontrar razones para presumir —dijo Kurt tomando el set para servir pasteles— toma cariño.
-Muy bien… —dijo Lizzie dándose unos golpecitos en las mejillas con las piezas de cubertería—¿vienes conmigo?, ya sabes que el “Papáblen” comienza dando trozos grandes y luego los va achicando a medida que el pastel se acaba, no hay justicia en sus trozos… ¡hola! —añadió dándose otros tres golpes.
-Lo sé, salgo contigo —dijo Kurt tomando la cafetera para verter el contenido en una tetera aun más elegante que su juego de cubertería “Carrs”— y no hagas eso, se supone y se servirá comida con esas cosas.
-¿No revisaras la maquina? —dijo Lizzie mirando el aparato.
-No, supongo y comenzara a funcionar en cualquier momento, mañana llamare a un técnico—dijo Kurt mirándola como si le diese una última oportunidad de funcionar antes que alguien la desarmara por piezas.

-Espero y les gusten las fresas —dijo Kurt llegando junto a Lizzie.
-Pues Tyler me decía que la “Bencuit” era su pastelería favorita, por lo tanto… —dijo Blaine que miraba el pastel como si sacara mentalmente la cuenta de cuantas porciones alcanzaban.
-¿De verdad?, poca gente la conoce, lo que en realidad es bastante genial —respondió Kurt entregándole la cafetera a Blaine para que le sirviera a todos.
-Sí, bueno la conocimos cuando se estaba gestando Gable, los antojos de la mamá eran solo de esa pastelería.
-¿Conocieron a la sustituta? —pregunto Kurt sintiendo un poco de celos.
-Así es, aunque era casi imposible no conocerla, fue la hermana de Tyler —explico Sebastian sonriéndole a su esposo.
-¿Qué? —dijo Lizzie poniendo cara como de asco.
-¡Hija!... —exclamo Blaine corrigiendo al actitud de la chica, esta murmuro un “lo siento” y termino por esbozar una sonrisa como apretada al mirar a los señores Smythe-Crawford
-No está bien, se lo que estas pensado, pero aquí no hubo ningún incesto, Gable es mi hijo biológico y que se concibiera con Reagan es casi como si fuera de los dos, intentamos con lo de los tres progenitores pero no nos resulto y eso que lo intentamos cinco veces.
Kurt miro a Blaine y este le guiño un ojo pensando lo mismo, lo afortunados que habían sido 4 años atrás.
-Los Papás lo intentaron y les resulto, ¿dónde está el resultado a propósito? —dijo Lizzie mirando debajo de la mesa.
-Está en su cuarto, fue a buscar un regalo que quiere hacerle al Señor Smythe —explico Henry recibiendo su trozo de “Strawberry-Lychee Tart”
-¡Verdad que me lo había pedido!, le dije que podía regalarte una botella de vino o algo por el estilo, pero insiste con debe ser algo de él —explico Kurt sonriendo al pensar en su hijo menor.
-Prepárate que puede ser un insecto —advirtió Blaine riendo.
-No hay problema, no se preocupen —dijo Sebastian comenzando a comer pastel— entonces, Blaine… ¿puedo contar con que me regalaras ese primer álbum tuyo?
-Por supuesto… —respondió Blaine tragando y dando una mirada de reojo a Kurt— luego voy al estudio y lo busco.
-¿No me vas a invitar a conocer tu estudio?, soy tu fan numero uno, te lo dije, dame algo con que presumir en “Twitter”
Blaine sonrió un tanto incomodo y solo se limito a comer pastel Kurt lo miro como de soslayo y termino de servir los últimos dos trozos para su hijo y para Gable antes de sentarse a disfrutar de su porción.

-¿Qué te parece eso? —dijo Noah enseñando un frasco con un insecto dentro.
-Es una oruga —contesto Gable arrugando la nariz.
-Es una “American Lady”, pero la llamo Adam, mi “Papáblen” dijo que era el nombre “pefecto” para ella, no sé por qué.
-No creo que a mi “Papá 2” le guste eso…
-¿Qué tal la foto de mi “apcidente”?, trabaja en un hospital tal vez le guste —dijo Noah buscando entre los papeles que tena en una mesa cerca de la ventana.
-Tampoco creo que le guste, el no es doctor —aclaro Gable cruzado de brazos en la puerta.
-¿Que puede ser entonces? —quiso saber Noah casi desanimado al sentir que todas sus ideas eran rechazadas por algún motivo.
-¿Qué tal mil dólares? —respondió Gable encogiendo un hombro.
-¿Pero solo tengo 50?, estoy juntando para comprar un “micoscopo”—agrego tomando su alcancía de tarro de café.
-Estoy bromeando Noah, ningún niño tiene mil dólares.
-Tal vez el hijo del Presidente —advirtió como convencido.
-Tal vez… —dijo Gable riendo, al tiempo que terminaba de entrar en la habitación para ayudar a Noah a buscar algo apropiado— ¿puedo entrar aquí?, recuerdo que vi algo aquí adentro que tal vez le pueda gustarle a mi “Papá 2”
-Claro... —respondió Noah dejando su alcancía tras dos muñecos de felpa y haciéndole un gesto de silencio a “Desmond” después, como para asegurarse que no revelara donde tenía escondido sus ahorros.
-Esto creo que está bien —dijo Gable saliendo de la tienda con una hoja de papel.
-¿Un dibujo?
-Así es, a él le gustan mucho los árboles, ¿por qué eso es lo que es?, ¿verdad?, ¿un árbol? —quiso saber el hijo de Sebastian moviendo el dibujo de un lado a otro.
-Si es un Ciprés de Estados Unidos, nuestro país.
-¡Ah!... claro —dijo entregándoselo— eso es lo indicado, ahora creo y deberíamos volver, tu hermana menciono algo de un postre —añadió Gable sobándose la panza como si no hubiera comido nada en semanas.

-Ok, si obviamos lo del Twitter, para no exponer tu privacidad a tus millones de seguidores, ¿me dejarías conocer tu estudio? —dijo Sebastian que no había parado de hablar de ello durante todo el postre.
-Sebastian, escucha…
-Señor Sebastian Smythe —interrumpió Noah llegando a la sala— esto es para usted —agrego el pequeño entregándole una hoja.
-¿Qué es esto?... ¿para mí? —dijo Sebastian apuntándose.
-Si…
-¿Tu lo dibujaste?
-Si… es un Ciprés de Estados Unidos, de Arizona, es un estado —explico Noah señalando el dibujo de un pino frondoso de color azul verdoso.
-¡Me encantan los arboles!, gracias Noah… —exclamo Sebastian dándole un beso al más pequeño de lo Anderson Hummel.
-Está muy bonito hijo, ahora siéntate a comer pastel, tu también Gable —dijo Kurt apuntando los platos servidos.
Ambos pequeños se sentaron y comenzaron a comer su postre con total deleite.
Sebastian observo el dibujo otro instante y se lo enseño a su esposo, Tyler lo miro sonriendo al tiempo que sentía con sus dedos las letras del nombre del autor que estaban escritas en “gliter” anaranjado.
-Ahora solo falta que me complazcas tú —dijo Sebastian mirando a Blaine.
-Está bien… —dijo levantándose— vamos a mi estudio, pero nada de fotos, al menos no alguna que revele mi dirección o algo —advirtió apuntándolo como si Sebastian tuviera menos años que Noah.
-Como quieras —respondió este levantándose enseguida.
-¿Me acompañas Kurt? —pregunto poniéndole la mano en la espalda a su esposo. Este sonrió para sí y se limpio con la servilleta, Blaine le corrió la silla y Kurt termino por sentirse el más importante de aquella mesa.
-¿Puedo ir también? —dijo Tyler haciendo el ademan de levantarse.
-Vamos todos —agrego Kurt sonriendo de la manera más amplia que pudo.
Sebastian sonrió a medias casi como si hubiese planeado algo por años y en último momento todos se ponían de acuerdo para arruinarlo.
-Tyler, tu corbata… —dijo Sebastian indicando con sus labios el pecho de su esposo
-¡Por Dios! —dijo este mirándose hacia abajo— ¡pero como pude ser tan estúpido!— agrego notando una mancha de crema en medio de su corbata color rosa obispo.
-¿Es crema? —pregunto Sebastian tomando una de las servilletas desde la mesa.
-Al parecer… ¡que estúpido!, creo y esto no se quita.
-Pues para que recuerdes que beber en exceso y comer postre no son actividades compatibles —sentencio Sebastian tratando de limpiar la ropa de su esposo. Tyler lo miro y le quito de manera brusca la servilleta de las manos. El resto de los presentes solo atino a intercambiar miradas un tanto nerviosas.
-¡El Papá sabe quitar cualquier mancha! —exclamo Noah con la cara llena de fresa, crema y migas de biscocho.
-¿Puedes solucionar esto Kurt? —pregunto Tyler como si haberse manchado fuese lo peor del universo.
-Claro, solo necesito un poco de agua y lava vajillas.
-¿De verdad?, te juro y esta corbata es muy costosa
-No hay problema sígueme —dijo Kurt haciéndole una seña que indicaba aquello.
-¿Los esperamos? —pregunto Blaine.
-No adelántense —respondió Tyler mientras se quitaba la corbata— no quiero que mi esposo piense que me estoy interponiendo entre él y su ídolo de la música. Sebastian sonrió y negó con su cabeza ante los celos de su compañero de vida.
Blaine miro a Kurt esperando por su respuesta, este solo atino a mover sus cejas como diciendo “que se le va hacer”
-¿Dónde está tu estudio? —pregunto Sebastian adelantándose como si supiera donde se encontraba.
-Arriba —respondió Blaine señalando y rascándose la cabeza incomodo con toda la situación, miro a Kurt desaparecer tras la puerta de la cocina y siguió a Sebastian como resignado, no sin antes pedir a Henry y a Lizzie que se hicieran cargo de recoger los platos cuando los pequeños terminaran su postre.