(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Agosto de 2039




-¿Sebastian?... ¿hay algo que necesites contarme? —pidió Tyler dejando su servilleta a un costado y poniendo al cara de quien solicita una explicación “ipso facto”.
-Tyler... no ahora… por favor… —respondió Sebastian dejando callado a su esposo.
Todos los anfitriones miraron a los invitados como si se fuese a producir una batalla campal frente a sus ojos.
-OK… —añadió Sebastian soltando un poco de aire, como poniendo paños fríos a la situación— ¿Qué tal si nos calmamos y terminamos esta deliciosa cena?, ¿hay postre verdad? —pregunto haciendo el ademan que recogía los platos.
-Lo hay… y les aseguro que ese no lo queme ni nada —aseguro Blaine levantándose y tomando los platos de él, de Kurt y de los invitados.
-Te ayudo… —dijo Kurt recogiendo el resto.
Lizzie miro a Tyler que miraba a su esposo con un dejo de desconfianza y pensó que sus Papás nunca habían actuado así, ni en público, ni en privado, tal vez porque entre ellos la palabra secreto no existía.
-Yo voy al baño… —dijo Noah levantándose tras sus Padres.
-¿Te ayudo “Goblin”?
-Solo si puedes Henry Anderson Hummel —añadió el pequeño moviéndose un poco.
-Obvio que si… permiso… —dijo Henry mirando a los invitados.
-¿Quiere más vino Señor Smythe? —pregunto la chica tomando la botella.
-Gracias… y por favor llámame Sebastian, de lo contrario me siento como de 100 años.
-Muy bien… Sebastian… —dijo Lizzie tal y como Blaine lo pronunciaba.
-Eres idéntica a Blaine…—señalo apuntándole el gesto con su copa.
-Es lo que me dicen… —respondió Lizzie apuntando su cabello y sus moños medio desarmados.
-Sí pero más allá de lo evidente —insistió Sebastian moviendo su palma abierta como si abarcara todo el cabello de la chica— tienes muchos gestos de él, lo que es bastante adorable.
-Si bueno, creo que si hubiese sido niño me habrían vestido igual que a su hi…
-No puedo creer que no me dijeras que habías estado enamorado de esta persona… —interrumpió Tyler bebiendo lo que le quedaba en su copa de un solo trago— ¿llegaste a salir con este compañero tuyo?
Lizzie abrió sus ojos tanto que Gable llego a dar un respingo.
-No, no salimos e insisto que no fuimos compañeros, de hecho fuimos casi rivales hasta que nos graduamos.
-Excepto cuando el “Papáblen” organizo la propuesta de matrimonio para el Papá... –señalo Lizzie apuntando a Sebastian.
-¿En serio?... —dijo Tyler pensando que tal vez hasta el señor de bigotes de la portería del edificio conocía mejor a su esposo que él.
-Si… ahora que lo recuerdo, fue algo bien bonito.
-¿”Bonito”?... Tyler… ¿puedo llamarlo Tyler? —se atrevió a preguntar Lizzie como dudando si la confianza que le había entregado Sebastian también se la manifestaría el esposo de este.
-Puedes… — dijo Tyler estirando su copa para que Lizzie la llenara también.
-Ok… esa propuesta no fue bonita fue ¡ESPECTACULAR!… es decir, ¡hola!, el “Papáblen” organizo a un montón de coros, ¡hasta a unos chicos sordos por todos los cielos!, hubo pétalos de rosas y música y baile… ¡ay! —dijo soltando un suspiro mientras servía vino en la copa de Tyler y se echaba un poco en la suya propia.
-¿Tus padres te dejan beber?... ¿cuántos años tienes? —pregunto Sebastian mirándola de medio lado.
-¿Qué?... ¡Ay!... ¡no me di cuenta!…—dijo la chica tapándose la boca— obvio que no… ¡no se lo digan!… —añadió sonriendo y pensando que perdía el sentido de todo cuando se entusiasmaba hablando de la historia de sus padres.
-¿Tú estabas allí? —pregunto Gable apuntándola con su servilleta que haba convertido en barco.
-No…
-¿Cómo sabes tanto entonces?
-Pues porque mis Papás me lo han contado… como un millón de veces en realidad —dijo Lizzie como recordando aquello con cierta preocupación– ¡en fin! —agrego moviendo sus manos— ¿tus papás no te hablan de su historia?
-No… —contesto Gable encogiéndose de hombros.
-¿Por qué?... —pregunto Lizzie mirando con reproche a los adultos de la mesa.
-Porque creemos... en realidad… —dijo Tyler tragado vino— Sebastian cree que es muy pequeño para escuchar esas cosas —concluyo dándole unas palmadas medias violentas en el hombro a su esposo.
-¿De verdad Sebastian? —pregunto Lizzie crispando al nariz— bueno, pensando en cómo se conocieron creo que le encuentro razón— agrego como desdiciéndose.
-Gracias… —contesto Sebastian mostrando más dientes que nunca. Tyler negó con su cabeza y continuo bebiendo— En fin… hablando de contar cosas… ¿te han dicho tus padres que tu nombre iba a ser otro? —dijo como queriendo cambiar de tema.
-¿Cómo? —dijo Lizzie irguiendo su cuello como un perro curioso lo haría.
-Por tu reacción asumo que no…
-¡Obvio que no!... ¡hola!... ¿que nombre?... ¿no era lago como “Strawberry”?, ¿o si?... ¡o algún estado!... ¡oh por Dios si dices Alabama creo que me dará un ataque! —exclamo Lizzie tomándose le pecho.
-No, tranquila, no era ninguno de esos… se supone y tu nombre seria Hepburn, o al menos eso fue lo que dijo Kurt en un video hace muchos años.
-¿Un video?, ¿qué video? —pregunto Tyler cada vez mas confundido— ¿Ahí fue cuando dejaste de ver a estas personas entonces? —insistió acomodándose en la silla.
-No, te lo dije, los vi hace muchos años, cuando el chico grande que acaba de levantarse con su hermano, tenía como 2 años o menos —respondió Sebastian bajando el tono de su voz.
-Hepburn es un gran nombre… —dijo Lizzie como pensando que hubiera sido de su vida si se hubiese llamado así.
-Yo creo que es bien feo —opino Gable que seguía doblando y desdoblando su servilleta haciendo diferentes figuras. Lizzie pensó que era un rasgo “obsesivo compulsivo” por la relación que tenían sus padres.
-¿De qué hablas?, ¡es genial!
-Pues no tienes cara de Hepburn —concluyo Gable negando con su cabeza.
-¿Y cuál es la cara de Hepburn según tú? —pregunto Lizzie poniendo caras.
-Pues ciertamente no la tuya —respondió Gable haciendo un gesto que no daba pie a una respuesta.
-OK… —dijo Lizzie mirando al chico con cierto recelo— así es que, ¿Conoció a Henry cuando era pequeño? —agrego queriendo disipar la tensión que había en la mesa.
-Si… me encontré con tus Padres en el Central Park una vez.
-¡Amo el Central Park! —exclamo Lizzie alzando sus brazos y haciendo un pequeño baile después. Gable rio como ahogado mientras murmuraba “eso no lo haría una Hepburn”
-¿Y…? —dijo Tyler como si esperara una respuesta hace bastante rato.
-¿Y qué?... —contesto Sebastian comenzando a incomodarse.
-¿Cuándo dejaste de saber de estas personas o siempre has estado en contacto con ellos?
-No, ¿cuántas veces he decírtelo?…
-¡iré a averiguar lo del postre!... ¡nadie puede vivir sin postre¡… —exclamo Lizzie chocando con su hermano que regresaba de ayudar a Noah. Lo miro fijo y le hizo un gesto murmurando “encárgate” y se retiro a la cocina.

-Por favor dime que advertiste lo que sucedo allá afuera —dijo Kurt dejando los platos sucios dentro del fregadero.
-¿Qué cosa?... —pregunto Blaine haciendo lo mismo con los que él había recogido.
-Lo que sucedió… no me hagas que te lo diga —contesto Kurt echando las sobras de comida al triturador para poner los platos en la maquina lavavajilla luego.
-¿Qué Sebastian y Tyler necesitan un consejero matrimonial? —dijo Blaine abriendo el refrigerador.
-No… —dijo Kurt ubicando los cubiertos en la rejilla respectiva.
-Pues yo creo que si… —insistió Blaine.
-Y yo, pero no es a lo que me refiero.
-¿Entonces?...
-¡Sebastian aun está interesado en ti!
-¿Qué?... —dijo asomándose tras la puerta.
-Me escuchaste… —contesto Kurt acomodando el resto de los platos.
-¿Estás loco?, ¿de qué estás hablando? —dijo Blaine sacando una caja de la pastelería “Bien Cuit”
-No me digas que no te diste cuenta, te vi esbozar esa sonrisa engreída que tienes —advirtió Kurt moviendo sus dedos al apuntar la boca de su esposo— “Tu quinto tour por Europa”, “regálame tu primer álbum”… —dijo Kurt hablando con burla.
-¿Estas tratando de imitar a Sebastian? —quiso saber Blaine empequeñeciendo sus ojos.
-¡No, Dios nos ayude si eso sucede! —respondió alzando sus brazos con una plato en cada mano.
-Creo que estas exagerando.
-Pues no lo estaría si tu no le hubieras alentado ese lado acosador de estrellas de la música que acaba de mostrar —dijo Kurt mientras abría y cerraba las puertas de los gabinetes como buscando algo.
-¿Yo?... ¿Cuándo?
-¡Por favor!... “Oye Sebastian… que tal si vienes al estudio conmigo y te muestro todos mis premios y te regalo un par de Grammys y la camiseta empapada en sudor que use en el ultimo concierto” —termino por decir Kurt tratando esta vez de hablar como su esposo.
-Nunca has podido imitarme y lo sabes… y todo eso que dijiste yo no lo dije nunca y… el detergente para el lavavajillas esta en el anaquel de allí —advirtió apuntando el mueble del costado del extractor de aire.
Kurt repitió entre dientes y en un tono agudo todo lo que le dijera Blaine, mientras sacaba el envase con las capsulas de detergente, este sonrió y se concentro en trasladar con cuidado el pastel que servirían de postre.
-¿No le regalaras esos álbumes?, ¿o si?
-No “esos” álbumes, solo le regale una copia del primero, ya escuchaste que su hijo lo rompió.
-¿Y?...
-Kurt…
-No, de verdad…—insistió cambiando el envase de una mano a otra— ¿Por qué se lo tienes que regalar?, se supone y es para tu club de fans y si ese pequeño clon de él, que a propósito estoy seguro y le dijo cosas pesadas a nuestro hijo.
-¿A Noah?... ¿acaso te dijo algo?
-No… ¡pero conozco a mi hijo! —sentencio manipulando los botones de la maquina.
-Creo que solo estas buscando una excusa para odiar más a Sebastian.
-Eso no es necesario porque ya lo odio lo suficiente… ¡por Dios si ya estoy viendo que fue el primero en resolver esa “trivia” que salió de ti en la revista “Seventeen”!
-No creo que Sebastian lea esa revista —aseguro Blaine abriendo la caja del pastel.
-“No creo que Sebastian lea esa revista”… ¡escúchate!... —dijo Kurt cruzándose de brazos medio sentado en la orilla del fregadero
-Kurt… ¿no deberías tomar sus halagos como algo sin importancia?, ¿como los que me hacen el resto de mis fans?
-¡Odio al resto de tus fans! —exclamo levantando los brazos— y este no es un halago de una de tus fans, ¡es Sebastian por todos los santos!… siempre quiso quitarme de en medio… y lo sabes —añadió tomando el envase de detergente y apuntando a su esposo con él.
-Pero no lo consiguió… y eso deberías saberlo tú…—dijo Blaine sacando el pastel de la caja para ponerlo sobre un plato grande de cristal con base.
-¡¿Pero no lo escuchaste?! ¡sabe más cosas de ti que nadie!... ¡pregúntale sobre esa “trivia”!... insisto —exclamo Kurt poniendo tres capsulas de detergente en el compartimiento del lavavajillas.
-¿No deberías poner solo una?...
-¿Qué?... —pregunto cerrando la puerta del aparato y echándolo andar acto seguido.
-Nada…—dijo Blaine acomodando unas fresas del pastel para chuparse un par de dedos luego, siempre pensando que la cocina se llenaría de espuma en unos cuantos minutos.
-¡Padres! —exclamo Lizzie entrando en la cocina como una loca— se que encargarse de una “Strawberry-Lychee Tart” es tarea de 2 personas como mínimo, pero deben volver a la sala, ya no puedo encargarme de esa mesa yo sola —advirtió la chica mañoseando la crema del postre.
-¿Sucedió algo Princesa? —pregunto Blaine tomando el plato.
-Creo que sus amigos necesitan consejería matrimonial urgente, y una para Padres también… ¡no le cuentan nada a su hijo!... Henry, Noah y yo sabemos la historia de ustedes desde el principio… en cambio a ese pequeño sus padres no le dicen nada, me dio un poco de pena.
-No todas las familias son iguales princesa —advirtió Blaine caminando a la salida.
-Lo se… ¡hola!, pero todas deberían comunicarse… ¡vuelvan a la sala por favor! —volvió a decir Lizzie bajando sus brazos y haciendo un meneo con todo su cuerpo como si sufriera un frio intenso.
-Vamos ahora cariño, tu mientras tano lleva esto, con tu “Papáblen” llevaremos los platos y las tazas para el café.
-Muy bien… pero no se demoren… —pidió levantando el plato con el pastel por sobre su cabeza.
-¡Cuidado! —gritaron los dos al mismo tiempo.
-Ay, si se no caerá… ¿ven? —dijo Lizzie moviéndolo de un extremo a otro— ¡vuelvan! —exclamo saliendo— luego me explicaran porque mi nombre no fue Hepburn —añadió devolviéndose.
-¿Qué?... ¿quién te dijo que sería así? —pregunto Kurt cruzándose de brazos.
-Sebastian…
-“Señor Smythe”… —corrigió Blaine mirándola con cierta seriedad.
-El me dijo que podía decirle así… ¡ahora vuelvan!... no se queden besándose o algo —termino por decir Lizzie volviendo a la sala.
-¡Genial!… ¡lo que faltaba! —exclamo Kurt alzando una de sus manos— ahora pondrá a nuestros hijos en nuestra contra.
-¿Qué?... ¿por qué dices eso? —pregunto Blaine sacando una bandeja para llevar todo lo necesario para el postre y el café.
-…
-¿Kurt?...
-Saca los platos verdes son los que van con estas tazas —pidió Kurt acomodando seis de ellas sobre la bandeja.
-Oye… ven… —dijo Blaine tomándole ambas manos— oye… —insistió haciéndole un cariño en la cara.
-Que… —respondió Kurt entre triste y enojado y resistiéndose a cualquier tipo de mimo.
-Tú eres lo más importante para mi… y te amo por sobre todo… ¿lo sabes verdad? —dijo Blaine comenzando a jugar con sus dedos entrelazados.
-Un poco…
-Pues así es… y sé que Sebastian fue, es y será tu enemigo número uno, pero tú mismo advertiste que estaba cambiado, que se comporto amablemente y que nos había ayudado con todo lo de Noah.
-Yo nunca dije eso… —rebatió Kurt con actitud de niño malcriado.
-Ok…—respondió Blaine sonriendo— no lo dijiste, pero sí creo que estuviste de acuerdo conmigo que haríamos esto por Noah… ya sabes que para él “el señor Sebastian es impotente”
-¡Oh por Dios!... ¿viste como se puso cuando Noah lo dijo? —exclamo Kurt soltando a Blaine para taparse la boca con sus dos manos.
-Lo sé…
-Pensé que reaccionaria de otra forma…
-Y yo… —agrego Blaine corrigiéndole la dirección del flequillo.
-Espero y no saque a colación el tema de los dientes, que a propósito creo que tiene como cinco más.
-Te amo…—dijo Blaine soltando una risa.
-Mas te vale… —respondió Kurt soltando otra.
-¿Ves como podemos reírnos de todo esto?
-Lo sé… pero eso no quita que lo odio, espero y lo sepas…
-Lo sé…
-¿Me haces un favor? —dijo Kurt volviendo a su actitud de niño voluntarioso.
-El que quieras…
-No vayas solo con él al estudio, mira que creo que podría abalanzarse sobre ti y hacerte cosas encima de la mesa mezcladora de sonido.
-¿Sobre la mesa mezcladora? —repitió Blaine en tono sexy— ¿no comprobamos que los botones dificultan el maniobrar?
-Tienes razón… además dejan marcas bastante feas…—añadió Kurt sonriendo como si recordara una travesura— ¿me lo prometes?
-Te lo prometo… —dijo Blaine dándole un beso en la frente— ¿vamos?... —agrego tomando la bandeja con las tazas.
-Ve tu primero, yo hare el café… —contesto Kurt señalando la maquina.
-¿Seguro?, ¿no te quedaras refunfuñando y pensando lo que no es?
-No, pero maldiciendo y deseando que Sebastian sea alérgico a las fresas claro que si…—dijo Kurt comenzando a preparar el café.

Marzo de 2038



-¡Ten cuidado! —advirtió Blaine entregándole su guitarra favorita a Dylan.
-Vamos pequeño, sabes de sobra que lo tendré… —respondió haciendo un movimiento con ella como si desplegara todo su talento sobre el escenario del “Broklyn Bowl” donde su banda tocaría esa noche— además tú y tus instrumentos siempre me han traído buena suerte.
-Debiste invitarlo a cantar contigo entonces —dijo Kurt desde el sofá donde se encontraba junto Lily.
-¿Y qué me robara todo el protagonismo?... ¡no gracias! —agrego Dylan tocando unos cuantos acordes. Blaine puso cara de aflicción e hizo un gesto con sus manos como si quisiera proteger las cuerdas de su guitarra.
-No te aflijas Blaine, si la rompe la pagara —aseguro Lily mientras chequeaba cosas desde su Tablet.
-¿De qué lado estas bonita?
-Siempre del tuyo sexy… —respondió esta lanzándole un beso.
Dylan sonrió y le lanzo otro seguido de un guiño medio deseoso, Kurt creyó que si él y Blaine no hubiesen estado en la sala, todo aquello habría terminado con menos ropa que la vestían sus amigos.
-¿Tienen sus pases?, ¿les hiciste llegar sus pases bonita?
-Obvio… la primera pista y con las mejores bolas…
-¿No es obligación jugar?, ¿o sí? —quiso saber Kurt poniendo mala cara.
-Vamos… será divertido… —dijo Blaine sentándose a su lado.
-No es necesario que juegues, puedes concentrarte en mi concierto —advirtió Dylan ajustando las cuerdas para afinar el instrumento a su gusto.
-Claro que será divertido, yo soy un cero a la izquierda en todo ese asunto, pero creo que y está garantizado un buen momento, y por lo demás, allí también es posible celebrar fiestas privadas por si no lo sabías —advirtió Lily apuntando como si hubiese recordado un antecedente de suma importancia.
-¿Si?... —dijo Kurt abrazando a su esposo por sobre los cojines del sofá.
-¿Una fiesta privada? —pregunto Blaine abrazándolo de vuelta.
-Los 16 de Lizzie… —respondió Kurt sonriendo.
-¿16?... ¿Rizzie Lizzie?, ¿no tiene como 8? —pregunto Dylan tocando algunos acordes.
-Hace 7 años los tenia… —corrigió Kurt mirando la información del “Broklyn Bowl” que Lily había buscado en internet y que le enseñaba desde su Tablet.
-¿En serio?... ¿cuándo cumple 18?, a esa fiesta si quisiera asistir.
-¿De verdad Westbrook? —pegunto Lily arreglando sus gafas.
-Porque deseo hacer un concierto gratuito para ella y sus amigos… no me dejas terminar la frase bonita.
Lily sonrió y volvió a lanzarle un beso. Kurt blanqueo los ojos y le enseño la información a Blaine.
-No creo que a nuestra hija le guste esto para su fiesta.
-¿Por qué?, mira todos esos jóvenes se están divirtiendo de lo lindo —aseguro Kurt enseñando las fotos de promoción de los eventos privados que allí se habían llevado a cabo.
-Pero es para 600 personas, Lizzie no conoce a 600 personas —advirtió Blaine haciendo una mueca como contando mentalmente a los amigos de su hija.
-Pues podemos arrendar personas, como modelos o algo… —dijo Kurt en cuya cabeza ya habían más de 50 ideas diferentes para la fiesta de su hija.
-¿Le regalaran un auto? —quiso saber Lily mirando su teléfono.
-No, eso es para cuando se gradué y vaya a la Universidad, así lo hicimos con Henry y así lo haremos con ella —respondió Kurt descansando su cabeza en el hombro de su esposo.
-¿Quién es bonita? —pregunto Dylan a ver que su esposa contestaba algunos textos.
-Es Hendrix, dice que ya está todo listo, que puedes llegar en cuanto quieras.
-¡Genial! —exclamo el ingles poniéndose de pie de un salto. Guardo la guitarra de Blaine en el estuche respectivo y comenzó a arreglarse para partir. Lily se levanto también y comenzó a hacer lo mismo.
-¡No lleguen tarde! —dijo la Señora Westbrook apuntando a ambos.
-No lo haremos, solo debemos esperar a Julianna para que se quede con los pequeños.
-Muy bien, iré despedirme de Liverpool.
-Te acompaño bonita… —dijo Dylan partiendo junto a su esposa— no se preocupen por nosotros conocemos la salida, quédense besando o algo —añadió colgándose la guitarra a la espalda.
-Muy bien —dijo Kurt comenzando a ordenar— Julianna llegara en media hora, ¿armaste la cama en el cuarto de Noah?
-La arme esta mañana, ¿te importa si voy al estudio estos minutos?, los acordes que estaba tocando Dylan se me quedaron pegados en la oreja, y sé que si escribo algo antes que él no habrá problema.
-¿De acusaciones de plago dices tú?
-Exacto… ¿te importa?
-Por supuesto que no… ¿Quién soy yo para interponerme entre mi talentoso esposo y un ataque de inspiración? —dijo Kurt sonriendo y recibiendo un beso de premio por ello.
-Gracias… vuelvo enseguida —contesto Blaine haciendo con sus dedos los acordes que se habían grabado en su cabeza.
-Pero Blaine… ¡espera!… —exclamo alcanzándolo en la puerta de la cocina— antes que nos vayamos al concierto, ¿me acompañas a hablar con Lizzie sobre su fiesta?
-¿Ya te dijo que quiere una fiesta?
-No, pero vamos, ¿qué niña no querría una fiesta de 16 años?, solo le preguntaremos que quiere y a quien invitara, y yo me encargare de todo, ¿de acuerdo?
-De acuerdo, pero debes prometerme algo antes…
-No me pidas que juegue a los bolos, con solo pensar en todos los pies que han estado en esos zapatos que tienen me provoca calosfríos —advirtió Kurt haciendo un tiritón con todo su cuerpo.
-No es eso… aunque podría ser… se me ocurren muchas cosas que apostarle en una partida de bolos señor Hummel-Anderson —advirtió Blaine moviendo sus cejas.
-¿Si?... —dijo Kurt mordiéndose el labio.
-¡Oh si! —insistió Blaine acercándosele.
-Pues en ese caso...
-¡Nos vamos! —grito Dylan desde la galería que daba a la puerta de salida— ¡bésense les dije! —añadió agitando su mano en señal de despedida.
-¡Muy bien! —respondió Blaine haciendo un gesto de pulgares arriba. Tomo a Kurt por la cintura y lo beso— Dylan dijo… —advirtió sonriendo.
-¿Qué…?, ¿Qué me querías pedir? —dijo Kurt medio atontado, como era siempre que quedaba cuando Blaine lo besaba de improviso y con pasión.
-Te quería pedir que respetaras cualquier decisión que tome Lizzie en relación a su cumpleaños y que no le impondrás tu idea de celebración, ya estoy imaginando que tienes unos 15 tipos de fiestas diferentes en tu cabeza, ¿o me equivoco?
-Te equivocas… —dijo Kurt volviendo al orden de la sala.
-Muy bien…
-Tengo por lo menos 20… —advirtió por lo bajo.
-¡Kurt!
-Esta bien… lo prometo, aunque dudo que una adolescente se niegue a una fiesta por todo lo alto.
-Esperemos y vemos… —dijo Blaine dirigiéndose al estudio.
-¡Voy por ti en 20 minutos!
Blaine levanto su mano con el pulgar arriba y subió a su estudio de grabación. Kurt continuo con el orden de la sala, mientras pensaba unos 10 temas más para la fiesta que le encantaría organizar.


-¿Estás listo? —pregunto Kurt asomándose por la puerta del estudio de grabación.
-Por supuesto, solo esperaba tu señal…—respondo Blaine dejando lo que estaba haciendo de lado para prestarle toda la atención a su esposo.
-¿Cómo la de Batman?
-Como la de Batman… aunque más sexy y maravillosa —añadió dejando su guitarra en el atril dispuesto para ello. Apago los aparatos de sonido y salió tras Kurt.
-¡Oye! —exclamo este al sentir que su esposo le daba un agarrón en el trasero— te recuerdo que vine por ti, porque debemos hacer otra cosa, no eso que tienes en mente— advirtió avanzando por el pasillo hacia el cuarto de su hija.
-¿Cómo sabes que tengo otra cosa en mente? —pregunto Blaine como inocente, pero dando otro agarrón por lo bajo.
-Porque te conozco como a mi guardarropa y se perfectamente a donde van esas manos después Señor Anderson Hummel.
-Me declaro culpable entonces… —agrego abrazándolo por detrás para darle un par de besos en el cuello— ¿llego Julianna?
-Llamo para decir que acaba de salir del subterráneo.
-Perfecto, ¿le dijimos que iba a estar a cargo de otro niño también?, ¿verdad?
-Pues YO se lo dije hace tres días —respondió Kurt poniendo acento en el “yo”
-¿Ves?... —dijo Blaine comenzando a avanzar pegado a su espalda— por eso te amo tanto, porque recuerdas todo lo que yo olvido.
-Soy infalible, lo sé…—aseguro Kurt poniendo sus manos sobre las de él.
-¡Y me encanta!… —exclamo Blaine soltándolo— ahora… —agrego ubicándose al frente a su esposo— antes de entrar al cuarto de nuestra hija… ¿recuerdas lo que me prometiste?
-¿Qué cosa? —pregunto Kurt haciendo el ademan de golpear la puerta.
-¡Kurt!...
-Lo recuerdo… tranquilo… y debes saber que hable con tu Princesa, hable con ella, le dije que su cumpleaños 16 será dentro de dos meses y que debía celebrarlo como corresponde, así es que…
-¿Pero le hablaste de organizar una fiesta entonces?
-¡Obvio! —dijo golpeando con ritmo cinco veces.
-¡Adelante! —grito Lizzie a todo pulmón.
-Hola cariño… por enésima vez, no estamos en el puerto de Newark… —advirtió Kurt entrado al cuarto de su hija.
-¡AY!, está bien… pero es mi cuarto y aquí está permitido gritar… ¡hola!... —dijo Lizzie mientras se pintaba las uñas de los pies— ¿ya nos vamos? —añadió mirándose el dedo gordo.
-No Princesa aun no…
-¡Uf!, pensé que no estaría lista… ¿a qué hora nos vamos?
-En cuanto llegue Julianna.
-¿Por qué no llevamos al “Goblin”?, a él le encanta la música, para que decir a Liverpool.
-Uno, porque ese lugar tiene mucho barullo para unos pequeñitos y dos, porque es para mayores de 21 y si tú y Hendrix pueden entrar es porque son hijos de quienes son.
-¡Obvio!... ¡hola!... ¿Qué sucede?
-Cariño con tu “Papáblen” queremos hablarte de tu cumpleaños.
-¿De qué me regalaran?... ¿mi Aston Martin por ejemplo?... ¡Que sea rojo!... como este… —exclamo Lizzie tomando un esmalte de uñas color rojo sangre.
-No, y ya hablamos de eso… —dijo Kurt sentándose en un extremo de la cama— y no creo que en la fabrica exista este color —añadió mirando el envase con recelo.
-¿Cómo que no?... el “V8 Vantage”… ¿les muestro el sitio web? —pregunto Lizzie haciendo el ademan de levantarse.
-No es necesario Princesa…
Lizzie hizo un par de muecas divertidas y volvió a su pedicura.
-Lo que queremos saber, es si vas a querer hacer una fiesta —añadió Blaine haciéndose espacio entre los frascos de pintura de uñas que su hija tenia esparcidos en toda la cama.
-¡Obvio que quiere!... ¡son sus 16! —se adelanto en decir Kurt abriendo la libreta de apuntes que cargaba dispuesto a anotar todas las exigencias de su hija, por mas excéntricas que estas fueran— pídenos lo que quieras.
-No quiero nada… —respondió Lizzie tomando su pie para acercar las uñas a su boca y así echarles aire, casi como una contorsionista de circo lo haría.
-¿Cómo? —preguntaron los dos al mismo tiempo. Kurt abrió los ojos y miro a Blaine que le devolvió una mirada de lo más extrañado.
-Eso… —insistió mirándose las uñas— no quiero una fiesta, no la necesito.
-¿Por qué no?
-Porque no Papá, son estúpidas y pretenciosas y déjenme decirles que hacen relucir lo peor del ser humano —agrego la chica bajándose de la cama para mirar como lucían sus pies con diferentes zapatos.
-¿Por qué dices eso Princesa?, que celebres tu cumpleaños es algo de lo más normal—dijo Blaine comenzando a guardar los frascos de pintura en el neceser correspondiente.
-Lo sé… —respondió encogiéndose de hombros— y quiero celebrarlo, obvio que si… ¡hola!... solo se cumplen 16 una vez.
-¿Entonces? —dijo Kurt cerrando su libreta un tanto decepcionado.
-Quiero celebrarlo con ustedes, mis hermanos mis abuelos y si es posible el Tío Cooper y el Tío Dylan… —añadió suspirando amor al mencionar los dos últimos nombres.
-¿Estás segura cariño?, con tu Papá podemos hacerte la fiesta que quieras, incluso conducir hasta Hoboken para conseguirte un pastel de la forma que imagines.
-¿De verdad? —dijo Lizzie pensando ya en el mas alocado de los pasteles.
-De verdad, tu Papá está dispuesto a hablar con el Señor Valastro Jr. de manera personal, ¿no es así Kurt?
-Siempre se puede compara en línea —respondió este hablando entre dientes, ya que siempre había pensado que aquel sujeto era demasiado engreído desde que se había hecho famoso años atrás y su familia era demasiado obesa para estar en televisión.
Blaine rio por lo bajo y le guiño un ojo con ternura.
-¿Tienes algo contra los italianos? —pregunto Lizzie con un zapato alto en un pie y una zapatilla en el otro.
-No, no tengo nada contra nadie, es solo que creo que esas personas estaban en el show equivocado.
-Tu Papá siempre quiso ponerlos en manos de Chris Powell, hasta yo me hubiera puesto en manos de Chris Powell —añadió Blaine moviendo sus cejas.
-Pues eso está mejor… —señalo cambiándose un tercer par de zapatos— al igual que lo del pastel —agrego lanzando su zapatos al closet.
-Princesa, no te entiendo, cualquier chica mataría por que sus padres le ofrecieran la posibilidad de tener la fiesta de sus sueños.
-Pues yo soy feliz con mi familia catándome cumpleaños feliz… —dijo Lizzie decidiéndose por el primer par de zapatos que había escogido, aunque ni siquiera se le veían las uñas pintadas con ellos.
-¿Estás segura? —insistió Kurt rascándose la cabeza como si se deshiciera de su frustración.
-Lo estoy, quiero estar con mi Padres, que mis hermanitos me abracen, que el Abuelo Burt me llame mono mientras me canta y que la “AbuAnderson” me regale las joyas que me prometió hace un montón de años.
-¿Tu mamá se acuerda de eso? —pregunto Kurt por lo bajo
-Obvio que se acuerda… entonces... —dijo Blaine levantándose para acercarse a su hija— ¿una fiesta entre nosotros entonces?
-Una fiesta entre nosotros —repitió Lizzie sonriendo y derrochando hermosura.
-Muy bien… —agrego Blaine dándole un beso en la frente y un abrazo extra apretado.
-¿No estás enojado Papá? —pregunto la chica mirando a Kurt, aun abrazada de Blaine.
-¡Estoy furioso!... ¿qué puedo decir?… —exclamo levantando sus brazos.
-¡Amo tu histrionismo! —grito Lizzie repitiendo con sus extremidades el gesto de su Papá.
-Loca… —termino por decir Kurt acariciándole la cabeza y uniéndose al abrazo.
-Ahora… ¿podemos irnos?, no quiero que lleguemos tarde, cuando el Tío Dylan sale al escenario es la mejor de todas las partes… —dijo Lizzie dando unos pequeños saltos.
-¡Papá, “Papáblen”, Lizzie Anderson Hummel!... ¿podemos pasar? —dijo Noah tras la puerta.
-¡¡¡Pasa Goblin!!!...
-Vengo con Liverpool Westbrook, ¿puede pasar él también? —volvió a preguntar el pequeño sin entrar.
-¡Ay!...—exclamo Lizzie zafándose de sus padres— ¡obvio Goblin! —dijo abriendo la puerta— pasen los dos.
-¿Qué sucede bebé?
-Miren lo que puede hacer Liverpool Westbrook —respondió Noah riendo y apuntando a su amigo.
Liverpool sonrió y con la punta de su lengua se toco el comienzo de la nariz. Noah rio como si aquello fuera lo mejor de la vida.
-¡Vaya si tienes un don!... las chicas te lloverán por montones… —dijo Lizzie riendo con picardía.
-Muy bien Liverpool… —dijo Kurt haciéndole un cariño en la cara.
-Gracias Señor Kurt Hummel Anderson —respondió el pequeño que era tanto o más correcto que Noah, si es que aquello era posible.
-Debe ser Julianna, voy a abrirle —dijo Blaine al sentir la puerta.
-¿Quién es Julianna?—pregunto Liverpool poniéndose las manos en la cadera.
-Yo te explico…—contesto Noah abrazándolo y partiendo con él hacia la sala.
-¡Papá!... —dijo Lizzie antes que Kurt saliera también.
-¿Si?...
-¿De verdad no estás enojado?, es decir, traías tu libreta y todo… puedes decírmelo… de verdad —advirtió la chica poniendo las mismas caras que hacia Blaine cuando lo buscaba luego de un disgusto. Kurt sonrió y le acaricio la cara mirándola un instante— ¿no me vas a castigar?, ¿o sí? —advirtió mirándolo medio chueco, al ver que su Papá se le quedaba viendo.
-No cariño, solo te quede mirando porque… da lo mismo…—dijo sonriendo y soltando un suspiro— y no estoy enojado y ciertamente no estás castigada, de hecho, tú y tus hermanos son los mejores niños del universo y me hacen sentir orgulloso de ser su Padre… te amo cariño…
-¡Oh!...—dijo Lizzie alargando la “o”— yo también te amo… ¿de verdad no me regalaran el Aston Martin?
-¿Quieres ir a ese concierto?...—pregunto Kurt levantando una ceja.
-Ay está bien… —contesto Lizzie saliendo de su cuarto— ¡fingiré sorpresa cuando me entreguen las llaves! —exclamo mientras bajaba corriendo.

Mayo de 2014


-¿Cambiaste el dentífrico? —pregunto Blaine desde el baño.
-¿Cómo?... —respondió Kurt entrando con un envase de jabón y un par de rollos de papel higiénico.
-El dentífrico —insistió mirando el envase— no es el que compramos, ¿o sí?
-No… —respondió mientras vaciaba el jabón a un contendor más elegante.
-¡También en jabón!... ¿Cuándo los cambiaste?
-Cuando te concentraste en escoger naranjas los cambie por los correctos.
-¿Por qué?
-Porque este es el dentífrico que debemos usar, tres líneas para tres diferentes funciones —dijo Kurt enseñando la caja como si la pagaran por ello.
-OK… ¿Qué hay del jabón?
-Pues este, además de limpiar es humectante… ¿no es genial? —respondió sonriendo como si aquel descubrimiento cosmético fuera lo máximo en la vida.
-¿No es “auto bronceante”? ¿verdad?
-Por supuesto que no… luego de ver “Final Destination 3” no quiero saber nada con autobronceado —dijo Kurt desechando el envase vacio.
-Esas eran camas solares, no es lo mismo —corrigió Blaine mientras comenzaba a escobillarse.
-Es bronceado igual… y no te sientas mal porque cambie las cosas… ya retomaras el ritmo de todo lo que se usa aquí, en nuestra casa.
Blaine sonrió complacido entre la espuma del dentífrico.
-La Vogue que te compre, ¿también la cambiaste?
-¿Estás loco?, es el numero de Mayo que aun no he leído, por lo tanto esta esperándome en mi lado de la cama.
-¿Vas a leer?... tenía otros panes que no incluían leer… —advirtió Blaine apuntándolo con el cepillo de dientes.
-Tú siempre tienes otros planes que no incluyen leer.
-Te discutiría eso…—agrego Blaine escupiendo— pero es verdad…
-Lo sé…—dijo Kurt mirándolo de reojo— ¿Me contaras qué opinas de lo que te propuse?—pregunto tomando todos sus productos de belleza desde el interior del mueble que colgaba encima del lavamanos.
-¿Qué cosa? —quiso saber Blaine con la boca llena de espuma. Kurt puso cara como de asco y Blaine entendió que debía escupir y limpiarse de inmediato.
-Mejor… —añadió aplicándose con un algodón el primero de sus productos— ¿has pensado lo que te dije sobre la banda?
-Lo he pensando… y no…
-¿Qué?...
-Eso, mi respuesta es no… —sentencio concentrándose en limpiar sus muelas.
-¿Por qué no?...
-Kurt… la banda es tu asunto… yo no quiero meterme.
-Pero tu serias un buen elemento y créeme que no estoy pensado como tu futuro esposo y padre de tus hijos, sino que como el líder intrépido que siempre he sido, primero de “Pamela Lansbury” y luego de “One tree hill”
-¿Qué tal si Dani quiere volver? —pregunto Blaine enjuagándose y secándose la boca con la toalla.
-Pues no volverá, no después de lo que le hizo Santana…
-¿Qué hay de Elliot?
-¡Eliot te ama!
Blaine empequeñeció sus ojos y lo miro un instante como diciendo “Kurt, ¿de qué estás hablando?”
-Bueno… no te ama, pero has estado en nuestros ensayos desde hace varias semanas y no ha habido ningún problema —insistió Kurt aplicando en su rostro el segundo paso en su tratamiento de belleza nocturno.
-Kurt…
-Blaine… vamos... necesito mas integrantes, Dani se fue, Santana y Rachel también, y para que hablar de que solo esta Elliot y el hecho de que cantando junto a él parezco su hermano menor menos atractivo me dan ganas de romper todas sus guitarras.
-Eso es imposible y lo sabes…—señalo Blaine dándole un beso.
-¿Qué cosa?, ¿ser menos atractivo o que sea capaz de romper in instrumento?
-Ambas— añadió Blaine apretándole la punta de la nariz— pero mi respuesta sigue siendo no… te espero en la cama —termino por decir saliendo del baño para dirigirse al dormitorio.
Kurt empuño sus manos como en gesto de frustración nerviosa y continuo con el último paso en su tratamiento de belleza.

-Creo que deberías de aceptarlo… —dijo Kurt llegando listo para acostarse a dormir, pero luciendo tan impecable que parecía y se alistaba para salir a un evento elegante.
-Creo que deberíamos hablar de otra cosa —señalo Blaine poniéndose la camiseta del pijama.
Kurt blanqueo los ojos y termino por acostarse.
-¿Has hablado con Rachel? —pregunto mientras se quitaba el reloj y lo dejaba en perfecto orden en su mesa de noche.
-No… además no llamara hasta que le presenten al resto del casting, ya sabes para comentar… —respondió Kurt ya instalado en el lado de su cama.
-¿Comentar qué?...
-Comentar… ya sabes, si hay alguien famoso querrá contar todos los detalles, ¡es Rachel por todos los Santos!
-Claro… pero no creo que el show incluya a famosos… ¿no se supone y ella es el centro de todo?, me parecería raro que contraten actores que le roben cámara o algo parecido —sentencio Blaine mientras corría las cortinas que rodeaban el dormitorio.
-¿Para qué haces eso? —pregunto Kurt aprestándose a leer su revista nueva.
-¿Cómo?...
-Eso… —dijo mirándolo por sobre el último ejemplar de la “Vogue” y apuntando con sus labios la cortinas.
-Porque, si existe una posibilidad de roce de cuerpos desnudos esta noche, no quiero que alguien nos interrumpa.
-Eso fue bastante vulgar Blaine Anderson futuro Hummel.
-Lo sé… —respondió riendo de su comentario y asegurando las cortinas que daban a los pies de la cama.
-Pues para tu información, si querías privacidad, debiste poner el cerrojo en la puerta, tal y como lo hice yo hace media hora —dijo Kurt alzando sus cejas.
-¿De verdad?... —respondió Blaine sonriendo medio coqueto esta vez.
-Muy verdad, odio que nos interrumpan, es algo casi tan desagradable como que me obligaran a usar poliéster o algo peor —aseguro Kurt pasando pagina de lo que leía.
-Te amo… —dijo Blaine mirándolo enamorado.
-Lo sé… —respondió lanzándole un beso y volviendo a la lectura.
Blaine sonrió con un dejo de nostalgia, se quito los zapatos y termino por meterse a la cama.
-¿No te importa que lea?, ¿o sí?
-No obvio que no… además el regreso de Kate Moss merece tu entera atención —sentencio Blaine apuntando la portada.
-Pues prefiero ponerle más atención a los 20 datos actualizados de belleza —contesto Kurt mostrando la página respectiva.
-Ok… —dijo Blaine acomodándose sobre uno de sus lados y abultando las almohadas, lo miro un instante y sonrió sintiéndose afortunado— ¿puedo preguntar algo?
-Si es sobre Kate Moss, te advierto que aun no empiezo a leer ese artículo —aseguro Kurt oliendo una muestra de perfume que venía a un costado de una de las paginas pero arrepintiéndose al segundo por lo desagradable que era.
-No no es eso…
-¿Tampoco es de Rachel?, ¿o sí?
-No…
-Muy bien, porque, aunque lo negare cuando regrese, estoy más que disfrutando estos días sin ella… —dijo Kurt moviendo su cuerpo para acercarse a su prometido.
-Tu secreto está a salvo conmigo —respondió Blaine al tiempo que apoyaba su cabeza en una de sus manos y con la otra comenzaba a acariciarle la panza.
-¿Qué me quieres preguntar?... ¡con un demonio!, ¿acaso el encargado de seleccionar las promociones de perfume estaba congestionado o algo?… huele esto —dijo Kurt desdoblando otra página que contenía otra muestra de fragancia más densa que la anterior que había olido.
-¡Por Dios!... parece y está hecha de cebollas en vinagre… —opino Blaine arrugando al nariz.
-¡Lo sé!… alguien debería decirle a esta señorita que lo suyo es la marihuana y los atuendos de lencería vulgar, no la elaboración de fragancias… —añadió Kurt pasando rápido la pagina.
-Mándale un “Tweet”—dijo Blaine acercándose más.
-¿Y provocar un revuelo en la red por mi súper acertado comentario? —pregunto haciendo un gesto engreído y sintiéndose más asertivo que la propia Joan Rivers.
-Justamente…
-Lo pensare… ¿Qué me querías preguntar? —dijo Kurt sonriendo con lo que leía.
-Era una estupidez no te preocupes…
-No creo que haya sido una estupidez, nunca es una estupidez cuando haces esa ceremonia antes de preguntar algo.
-¿Qué ceremonia? —quiso saber Blaine metiendo su mano por debajo de la camiseta de su prometido.
-Esa de preguntar primero si puedes preguntar algo… es bastante formal y te pones todo así… agravando tu voz y demás… —dijo Kurt enronqueciendo la suya y adoptando una posición de alguien extra conservador— dime… —agrego pasando otra página.
-¿Por qué nunca dices “te amo”?...
-¿Cómo?... —dijo Kurt mirándolo como si aquello fuese la más grande las mentiras— ¿eso querías preguntarme?
-Eso… ¿por qué nunca me dices “te amo”? —repitió Blaine.
-¿De qué estás hablando?, ¡lo digo todo el tiempo! —exclamo Kurt cerrado la revista y poniendo más cara de asombro.
-No… dices, “yo también” o “lo sé”… o terminas por apostar alguna de las partes de mi cuerpo, pero decirlo… nunca.
-Un momento… —dijo Kurt esbozando una pequeña sonrisa— ¿estamos recreando la conversación en la cama de “Molly Jensen” y “Sam Wheat”?... porque desde que vimos “Gravity” que no lo hacemos con alguna película.
-No, esta es la conversación en la cama de Kurt Hummel y Blaine Anderson —sentencio Blaine acostándose de espaldas.
-¿Estás hablando en serio?
-Obvio que si… ¿por qué crees que lo menciono?, nunca lo dices y a veces pienso que tal vez… no se…
-Ok…—dijo Kurt tirando a revista hacia los pies de la cama— no puedo creer que pienses que yo no siento lo mismo por ti.
-No es que no lo sientas…
-¡Accedí a casarme contigo! —interrumpió Kurt enseñando su anillo— estas ahora en mi cama, viviendo conmigo y perdone lo que tú ya sabes… ¿Cómo puedes creer que no te amo?
-No es que no lo crea… obvio que si… es solo que a veces es lindo escucharlo… es todo…—dijo Blaine desordenándose el pelo como arrepentido de haber preguntado aquello.
-Lo sé… —contesto Kurt trepándose en el cuerpo de su prometido— pero debe saber Señor Blaine Devon Anderson, futuro Hummel que yo te amo… más que a nada y más que a nadie, y que tal vez no lo digo seguido, pero es lo que siento —termino por decir instalado en su pecho.
-¿Si?... —pregunto Blaine delineándole los labios con su dedo pulgar.
-Si…
-Ok… siento haberlo mencionado, no quería que…
-Está bien… te entiendo y te amo Blaine Anderson, por favor no vuelvas a pensar que no.
-No lo hare… —respondió Blaine irguiendo un poco su cabeza para darle un beso.
-Muy bien… porque no se qué haría sin ti…—aseguro Kurt volviendo a su lugar en la cama.
-Comprar el dentífrico y el jabón correcto eso de seguro.
-¡Ah!… muy bien dicho… ahora ven… te leeré los 20 mejores datos actualizados de belleza —dijo Kurt volviendo a tomar la revista. Blaine sonrió y se le recostó en el hombro abrazándolo a la altura de la panza.
-Te amo… —dijo Kurt dándole un beso en la cabeza.
-Lo sé… —respondió Blaine sonriendo satisfecho