(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Junio de 2011


-Ven aquí… —dijo Kurt abriendo y cerrando sus manos hacia la dirección de su novio, parado a un costado de  la recepción del  “Lost Creek Country Club”.
-¿Qué?...— dijo Blaine acercándosele con cierta prudencia.
-¡Me encanta esto! —respondió con un grito medio ahogado.
-¿Qué cosa?, ¿El Club?—pregunto de vuelta mirando todo.
-No… esto —contesto señalándose a el mismo y luego a Blaine— tú y yo quedándonos en habitaciones de hotel o clubes de golf… donde sea… pero me encanta —insistió Kurt sonriendo como niño en Navidad.
-Me alegra… —dijo Blaine queriendo hacerle un cariño en la cara pero arrepintiéndose de inmediato al advertir el gesto de incomodidad de su novio, termino entonces por sonreírle y retirarse a hacer el “check-in” de la habitación  que habían reservado para el fin de semana.
-¿Podemos ir a la habitación?... ¿a hacer cosas que no podemos hacer aquí?—dijo Kurt disimulando.
-Si… pero hay un problema…
-¡No!… ¡sabia que algo malo iba a pasar!, era todo demasiado bueno… ¿no te dejaran entrar verdad?, ¿tus Padres no han pagado la mensualidad?
-No, no es eso… si podremos entrar y quedarnos y todo, los “Señores Anderson”, son extra populares aquí y muy responsables con sus obligaciones de pago —explico Blaine haciendo como un ademan de importancia cuando mencionaba a sus padres.
-¿Entonces?... ¿es porque nos quedaremos en la misma habitación? ¿no saben que habrá dos camas?... porque si es así… —advirtió Kurt haciendo como que se acercaba a enarbolar una bandera de arcoíris allí mismo.
-¡Kurt! —exclamo Blaine deteniéndolo por la camiseta— no es eso… ven… —dijo llevándolo hasta donde habían dejado sus bolsos y se sentó  junto a él en una de las bancas a un lado de un gran ventanal que daba a un jardín aun más espectacular.
-¿Me vas a decir que sucede? —quiso saber Kurt arreglando a la pasada las flores de la mesita de junto.
-Lo que sucede, es que hay una boda programada para este fin de semana, para hoy para ser más exactos.
-¿Y?
-Y… las “Twin room” las alquilaron todas… pero… —se adelanto en decir Blaine al ver que su novio ponía cara de “¡COMO ES POSIBLE NOS ARRUINARON EL FIN DE SEMANA!”—nos dieron una doble…—agrego Blaine de corrido y empequeñeciendo sus ojos, esperando una reacción aun mas apoteósica de su novio.
-¿Una… doble?... —pregunto Kurt tragando saliva.
-Así es… ¿sabes la diferencia?, ¿verdad?
-¡Obvio que si!, ¿por quién me tomas?
-Mira, si quieres nos podemos ir y volver el fin de semana siguiente, aunque te advierto que tengo la gira…
-¿¡Que!?... ¡NO!... ya estamos aquí… ¿Cómo nos vamos a ir?... además ya chequee todo los servicios y como bien me dijiste, es un club de campo, con piscina, áreas verdes y muchas cosas entretenidas para hacer… nos la arreglaremos.
-¿Seguro?
-Mucho…—respondió sonriendo.
-Ok… —dijo Blaine como aliviado. Soltó un poco de aire y tomo el bolso de él y los de Kurt y se dirigió con él hasta la habitación que estaba en el sector este y que daba a la cancha principal y al lago “Lost creek Reservoir”

-En efecto hay solo una cama —dijo Kurt en cuanto entro en la habitación.
-Te lo dije —añadió Blaine entrando después— si te incomoda podemos volver otro fin de semana, insisto en ello —dijo echando una mirada dentro del closet.
-Ven aquí… —repitió Kurt tal y como lo hiciera en la recepción del club, pero esta vez incluyendo mas cercanía con su novio— me… encanta… esto…—agrego dando tres besos seguidos.
-Y a mí… —respondió Blaine disfrutando de los labios de su novio y poniendo más pasión al beso.
-Tenemos un compromiso… ¿recuerdas?…—dijo Kurt apartándose un poco.
-Lo recuerdo… no te preocupes y en honor a ese compromiso, yo puedo dormir en el suelo.
-¿Estás loco?... ¡no!
-Kurt…
-¿Qué?, hemos compartido la cama antes… de cierta manera.
-Sí, pero Kurt, ver películas y leer libros sobre mi cama o la tuya no se compara a dormir juntos…
-Lo sé, pero si pudimos resistir la tentación cuando vimos esa película…—recordó Kurt poniendo voz seria cuando mencionaba lo de la cinta triple X— podemos controlarnos… no somos animales —advirtió quitándose los zapatos para tirarse en la cama después.
-Pues en ese tiempo solo éramos amigos…
-¡Tu morías por mi!... lograre que lo confieses algún día —dijo Kurt cruzando sus manos sobre el vientre.
-Ok… pero, debo recordarte  que de acuerdo al profesor de ciencias si somos animales —corrigió Blaine subiéndose también a la cama y acostándose panza arriba al lado de Kurt.
-Pero nosotros… —dijo acomodándose sobre su pecho— somos pensantes, lo que nos da una ventaja de autocontrol sobre el resto de los animales.
-¿Qué puedo decir frente a eso? —contesto Blaine haciendo un gesto con sus manos y besándolo en la cabeza, como si en realidad no hubiera nada más que decir frente a eso.
-Creo que nada… —respondió Kurt soltando una pequeña risa— ¿Cómo es todo aquí?, ¿has venido antes?, ¿verdad?
-He venido, con mis Padres… una vez mi Papá, rento un par de horas la cancha de golf.
-¿Juegas Golf Blaine Anderson?
-Trato de hacerlo… y mi Papá también lo intento,… pero no tuvimos éxito ninguno de los dos—contesto Blaine recordando aquello con una risa.
-¿Qué hay de la comida?
-Pues podemos pedir a la habitación o bajar al restaurante.
-Tenemos opciones, eso me agrada —respondió Kurt acomodándose— ¿Qué más podemos hacer?
-Pues… tenemos “Pay Per View” en la televisión y algo que vi en el closet.
-¿Que viste?
-Unos juegos de mesa.
-¿De verdad? —dijo Kurt incorporándose un poco para mirarlo a  la cara.
-De verdad, creo que vi  las cajas de “Pictonary”, “Scrabble” y “Monooly”, ¿quieres que juguemos a algo?
-Me encantaría —respondió dando un beso— aunque…— añadió acomodándose de nuevo.
-¿Aunque?...
-Con lo genial e invencible que soy yo y la cero tolerancia a la frustración que tienes tú en cuanto  a juegos de mesa se refiere, temo por la estabilidad de nuestra relación si yo gano todas las partidas.
-Eso es creerse mucho Kurt Hummel —dijo Blaine haciéndole un arrumaco.
-Lo sé… —respondió Kurt encogiendo un hombro.
-¿Te gusto la película?
-Entretenida… aunque nunca he entendido esa obsesión de Hollywood por los extraterrestres, nunca pensé que Spielberg cayera en eso… de nuevo.
-Pues deberías culpar mas a JJ Abrams, que es el creador y director —dijo Blaine entrelazando sus dedos con los de su novio.
-Bueno, el es un cuento aparte, luego de “LOST”, se puede esperar cualquier cosa de su cabeza.
-¿Nunca terminaras tu batalla contra “LOST”
-¡Nunca!...
-Pues yo diría que después de “Felicity”, se podía esperar cualquier cosa de él.
-¡Oye! —exclamo Kurt dándole un pequeño empujón— ¡”Felicity Porter” era lo mejor!… aunque después que se corto el cabello en la segunda temporada todo cambio —añadió Kurt cambiando el tono de su voz, como si aquello hubiese sido un momento decisivo en una situación extrema.
-Imagino que si… ahora…—agrego Blaine levantándose.
-¿Dónde vas?
-Pues a hacer algo para que nuestro compromiso se mantenga inquebrantable —añadió mirando a su alrededor.
-¿A qué te refieres? —quiso saber Kurt sentándose y arreglándose el cabello.
-A que… —comenzó a explicar mientras abría el closet y la puerta del baño —yo dormiré justo aquí —añadió señalando el piso al lado de la cama.
-¿Qué?... No, no puedo permitir que duermas incomodo.
-¿Quién dijo que estaría incomodo? —pregunto moviendo la mesa de noche del lado izquierdo para hacer más espacio.
-Porque lo estarás, vas a dormir en el piso y enfrentémoslo, muy elegante será este Club pero la alfombra, creo y es 100% poliéster —sentencio Kurt sintiendo el piso con sus pies descalzos.
-Pues no me acostare en la alfombra y si algo he aprendido en todas las películas de hotel que he visto… dentro de este arcón, habrán mantas y cobertores extras —dijo Blaine abriendo el mueble de los pies de la cama— ¿viste? —añadió tomando dos mantas y un cobertor extra mullido.
-Si entra el administrador le darán tres ataques al ver su “comforter” de plumas sobre el piso.
-Nadie vendrá, te lo aseguro —respondió extendiendo una de las mantas.
-Blaine…
-¿Qué?... ya te lo dije estoy acostumbrado a dormir en el piso —insistió Blaine doblando el cobertor en dos y luego en cuatro, abultando lo más posible el relleno en cada doblada.
-¿Si?, ¿Cuántas veces lo has hecho?
-¡Cientos de veces! —aseguro doblando la segunda manta para que quedara del porte del improvisado colchón.
-Nómbrame una —pidió Kurt cruzándose de brazos.
-Una que…
-¡Una vez que hayas dormido en el piso!
-¡Oh!... pues bien… una vez… una vez —dijo Blaine concentrándose en las mantas, como si allí estuviera la respuesta a la pregunta de su novio.
-¡Estas mintiendo!—exclamo Kurt sonriendo, pero pensando que quería comérselo a besos
-¡Claro que no!
-¡Claro que sí!, si no, no te sería tan difícil describirme al menos una de las “cientos de veces” en la que has dormido en el piso.
-¡Mi hermano por ejemplo!
-¿Tu hermano?, ¿aquel de quien te rehúsas a hablar?
-El mismo… una vez… —comenzó a contar Blaine tomando desde la cabecera de la cama, las dos almohadas que le correspondían— llego medio ebrio y… ¡Y!... confundió mi cuarto con el de él, por lo tanto me echo… y yo tuve que dormir en el piso.
-¿Y porque no te fuiste tú a su cuarto a cambio?
-Porque… porque lo manejaba con llave… ¿ves?
-Eres tan adorable cuando quieres inventar una excusa y no te sale...
-¡Que no es una excusa!… ¿Qué tal las veces que tuve que acoger a mi prima Kim?... yo debía dormir en el piso.
-Pues tú me dijiste que la única vez en la que habías compartido la cama con alguien había sido con tu “molesta” prima Kim, tampoco dormiste en el suelo aquella vez.
-Bueno son dos de 100, no te las puedo contar todas, o se nos pasara la noche y no podremos hablar de nada más ni jugar “Pictonary”, ni nada.
-Blaine, me siento pesi…
-¡Kurt!...—interrumpió pasando por encima de su improvisada cama para acercarse a su novio y tomarlo de las manos— esta bien… a mi no me molesta, de verdad y se sincero conmigo, sé que no quieres que duerma a tu lado…
-No es que no quiera… es…
-Te incomoda, y está bien, te entiendo… este es nuestro fin de semana y quiero que estés súper cómodo… y a gusto, si no, no podrás disfrutar nada —concluyo dando un beso en cada mano.
-Gracias —dijo Kurt haciendo una mueca— ¿y qué cosas son esas?, ¿las que no puedo perderme?
-¿No habías leído todo lo que es posible de hacer aquí? —quiso saber Blaine sacando algunas cosas de su bolso, incluido el “neceser” de Kurt que contenía todos sus productos de belleza.
-Así es… —contesto tirándose a la cama nuevamente—pero me gusta escucharlo de tu boca, siempre me gusta cuando me explicas cosas.
-¿Si?
-Si…
-Pues veras —dijo Blaine terminando de alistar su cama y sintiéndose como el hombre más importante del mundo —como ya sabes, hay un campo de golf y una piscina, pero también un spa, clases de baile… y  muchas otras cosas divertidas.
-¿Clases de baile?, solo falta que digas que habrá una prueba de pelucas y me sentiré como “Baby” en  “Kellerman's Resort” —dijo Kurt sentándose en una orilla de la cama.
-Un momento —advirtió Blaine acomodando las almohadas— si tu eres “Baby”, entonces yo vendría siendo  “Johnny Castle” —agrego moviendo su cadera como Swayze en “Dirty Dancing”
-¿Y moviéndote así quieres mantener las cosas calmadas? —quiso saber Kurt tapándose la boca con una mano mientras sonreía.
-No… lo siento —dijo riendo y siguiendo con lo de hurgar en su bolso.
Kurt se acostó de medio lado y lo observo mientras sacaba la ropa de dormir y su propio “neceser”, mucho más pequeño que el de él, además de una bolsita pequeña como de regalo.
-¡Mira!, lo había olvidado... te compre esto —dijo Blaine entregándole la pequeña bolsa.
-¿Me compraste algo?
-Por supuesto —respondió enculillándose frente a la cama.
-¿Cuándo?
-Luego que vimos a película y tu entraste a esa barata de pañuelos, te dije que iba al baño y aproveche de comparte esto —explico Blaine dando un pequeño toque a su regalo.
-¿Y qué es?
-Es una estupidez, pero las vi y pensé en ti.
-Ok… —dijo Kurt incorporándose y sacando un estuche pequeño con tres frascos dentro— ¿Miniaturas “clinique”? —agrego mirando el set.
-No son solo miniaturas, son los tres pasos básicos que me enseñaste hace menos de  5 horas, y en un tamaño ideal para viajar… por lo que estoy pensando que debería habértelo comprado antes de viajar hasta aquí.
-¿Así no hubiera traído todos esos frascos?
-¡Exacto!... es una estupidez, lo sé… pero…
-¡Me encanta!... y me encantas tú… gracias —dijo dándole un beso.
-Ok… —respondió Blaine saboreando los labios de Kurt y haciendo que el beso durara lo mas posible.
-¿Qué hora es? —pregunto Kurt apartándose.
-¿Hora? —repitió Blaine poniéndose de pie y soltando un suspiro— son… ¡es!… las 9 y 30 —contesto mirando su teléfono.
-¿Ya es muy tarde para hacer todas esas cosas divertidas?
-No lo sé… creo y vi un folleto en la mesa de la entrada —dijo Blaine pasando nuevamente por sobre su improvisada cama.
-Yo voy por el —se apresuro en decir Kurt dirigiéndose a la mesa que había a un costado de la puerta y leyendo el folleto correspondiente— al parecer si —dijo enseñando la pagina central y haciendo un puchero después.
-Lo siento. ¿tienes hambre?
-Tampoco —contesto recostándose de nuevo.
-¿”Pictonary” entonces? —dijo Blaine mirándolo de medio lado.
-¡Obvio!
-Genial… un momento… ¿se puede jugar con dos personas?
-Yo creo… podemos adaptar las reglas si no.
-Muy cierto —dijo tomando una caja azul con el nombre del juego en la tapa— o, podemos buscar en “Youtube” las indicaciones, allí hay tutoriales para todo— añadió Blaine tomando su teléfono.
-Excelente…idea —respondió Kurt dando un bostezo gigante.
-¿Estas cansado?
-¿Qué?… —dijo dando otro.
-Estas agotado… mejor lo dejamos para mañana.
-¡No!... ¡“Pictonary”!… ¡estupendo!… —exclamo con sus pulgares arriba y abriendo los ojos mas de lo normal.
-Lo dejaremos para mañana —sentencio Blaine guardando el juego.
-Lo siento…
-No hay porque, el viaje desde Westerville fue largo, por lo tanto… te concedo el que estés cansado…
-¿SI?... ¿no estas enojado?, ¿ni saldrás corriendo a buscar a alguien que si juegue contigo?
-Tentador, pero prefiero quedarme aquí… además…—dijo tomándolo de ambas manos, para ayudarlo a levantarse— para que veas que no estoy enojado y que me importas por sobre todo, te concedo el turno del baño— concluyo dándole un pequeño beso.
-Ok…—respondió Kurt sonriendo al tiempo que tomaba su ropa de dormir y los productos de belleza.
Blaine se resigno a que su turno seria en una hora más como mínimo, así es que decidió ponerse la ropa de dormir en la habitación y esperar a Kurt en su cama improvisada.
-¿Crees que la limpieza facial que te obligue hacer hoy en la tarde te durara para siempre?
-¿Cómo? —pregunto acostándose sobre uno de sus costados.
-Eso…—insistió acomodándose en la orilla de la cama para quedar lo más cerca que pudo de Blaine.
-Pues un día que no lo haga —se defendió buscando su mano.
-Tienes razón… —respondió entrelazando sus dedos con los de él— ¿estás incomodo en ese piso duro?
-¿Estas bromeando?, esto me servirá para  corregir mi postura y poner a prueba mi elasticidad— contesto acariciándole los dedos de a uno.
-Te amo…
-Y yo te amo a ti…
-Si duermes mal, mañana cabíamos, yo voy abajo y tú arriba…
-No me olvidare de eso Kurt Hummel, espero y lo sepas —dijo Blaine riendo.
-¿Qué?... ¿Por qué?... ¡Blaine! —exclamo cayendo en la cuenta  de que lo que había dicho podía interpretarse de muchas maneras.
-Lo siento… es solo que quería ver eso antes de dormirme —dijo Blaine apuntando la cara ruborizada de  Kurt.
-Pues yo me conformo con ver eso el resto de mi vida —dijo apuntando de vuelta la sonrisa incomparable su novio— promete que me dirás mañana si no pudiste dormir.
-Te lo prometo… con eso de yo arriba y tu abajo…
-¡Blaine!
-Ok… nunca más… buenas noches —dijo besándole la mano.
-Buenas noches —respondió cerrando sus ojos sin soltar la de su novio.

-Pensé que de verdad te habías ido a buscar a alguien que jugara contigo y no te echara de la cama —advirtió Kurt parado frente a la ventana de la habitación mirando el lago “Lost creek Reservoir”
-Lo pensé, pero verte dormir es tan embriagador que no pude —respondió abrazándolo desde atrás.
-Hola…—dijo Kurt sonriendo.
-Hola…—contesto Blaine besándolo en el cuello y entregándole una flor roja.
-¿Sabías que esta es la flor estatal?, si te pillan cortándola es un delito federal —advirtió oliendo el clavel.
-Valdría la pena cada día en la cárcel —dijo abrazándolo con mas fuerza.
-¿De dónde sacas tanta frase?, ¿las preparas el día antes o…?
-Las preparo el día antes, de hecho tengo una libreta…pero… —contesto Blaine mirando como si buscara algo— no tengo nada… tu me inspiras lo que es más que suficiente.
-Gracias… —dijo recibiendo un besos en el cuello— ¿te das cuenta de algo?
-¿De que estas envuelto en mi “colchón”? —respondió Blaine aludiendo al cobertor con el que Kurt se había envuelto.
-Además de eso… esta es la primera vez que vemos un amanecer juntos —dijo mirándolo hacia atrás.
-Tienes razón… ¿y tú te das cuenta de otra cosa?
-¿Qué cosa?
-¿Que este amanecer será el primero de muchos? —dijo Blaine mirando como aparecía el sol por detrás del lago, como si emergiera en busca de oxigeno, luego de estar sumergido por horas.  Volvió  abrazar a Kurt y se lleno con su olor de recién levantado, mezcla de hombre y productos de belleza, pensó sonriendo que no le importaría, en algún momento de su vida y cuando Kurt estuviese listo, tener impregnado aquel aroma en su propia piel para siempre

Abril de 2022



-¿Blaine?... ¿estás aquí? —dijo Kurt abriendo la puerta del estudio de grabación con cautela— ¿Blaine?...—continuo llamándolo por el pasillo y mientras bajaba la escalera que daba a la galería de la entrada, miro hacia la sala y vio a su esposo en frente de uno de los ventanales que daban al parque, estaba descalzo y con la ropa de dormir y tenía en su mano algo que no distinguió a la distancia, la sala estaba con la luz apagada y solo se iluminaba con las luces de la avenida y el tránsito de aquella hora— ¿Blaine? —repitió abriendo las puertas.
-Kurt… hola… lo siento, no quise despertarte…
-Bueno… —dijo acercándose y notando que lo que sostenía era una de las camisetas de Henry— a pesar que hay mil grados afuera y 999 aquí dentro… me voltee para abrazarte y no estabas… y así, no existe posibilidad alguna de seguir durmiendo— añadió abrazándolo desde atrás como quería hacerlo en la cama.
-Lo siento… —dijo Blaine mirando por la ventana.
-¿Estás bien?... ¿extrañas a nuestro hijo? —pregunto Kurt señalando la camiseta.
-Un poco… — contesto Blaine oliendo la pieza de ropa— su olor es casi tan espectacular como el tuyo, pero de diferentes maneras por cierto.
-Me parece encantador que solo hayan pasado un par de horas y ya lo estés extrañando, pero no es la primera vez que toma un avión a Ohio…
-Lo sé… pero es la primera vez que se va con mis Padres y eso me preocupa un poco.
-¿Por qué? —pegunto besándole un hombro.
-No lo sé… ¿será porque desde que yo era un niño que no han tenido un bebé a su cargo?
-Lo harán bien y además era absolutamente necesario para que se acostumbre a sus abuelos, ya sabes que mi Papá no podrá cuidarlo cuando nazca Lizzie.
-¿Debemos mandarlo lejos?... es decir… tenemos a Julianna y yo no tengo conciertos hasta junio, no creo que sea necesario —dijo Blaine volviendo a sentir el aroma de su hijo en la pequeña camiseta.
-Yo creo que si… —corrigió Kurt besándole el cuello— porque te recuerdo que yo estrenare una obra el próximo mes y tú estarás en ella y si los dioses me escuchan por más de una función, Julianna se ira de vacaciones a principios de Mayo y nuestra hija nacerá justo en esos días.
-Aun así… — dijo Blaine mirándose los pies descalzos.
-¿Estás seguro y estas bien?...
-Lo estoy solo no puedo dormir.
-Pues yo diría que es algo mas… —insistió Kurt dando otros cuatro besos, en el cuello y tras la oreja.
-¿Por qué crees eso? —pregunto Blaine mirándolo por el reflejo de unos de los ventanales de la sala.
-¿Debo sacar la “carta” “te conozco Blaine Devon Anderson-Hummel” una vez mas?
-Al parecer —dijo Blaine soltando una pequeña risa.
-Pues te conozco Blaine Devon Anderson- Hummel, y sé que esa cara y actitud no es porque tus padres se están encargando de Henry… ¿aun estas molesto porque encontré un “Fanfiction” tuyo y de Dylan?
-No… —contesto riendo medio forzado— y pensé que eso te molestaría a ti.
-Pues me molesto bastante, en especial porque hacías cosas con él que raramente haces conmigo.
-¿Qué me he negado a hacer contigo Kurt Hummel? —quiso saber Blaine volteándose hacia él con ímpetu varonil.
-No lo sé… —contesto riendo con picardía.
-Pues recuerde usted Señor Hummel-Anderson, que lo hemos intentado todo… ¿o no?
Kurt hizo un gesto como si repasara en su cabeza un millón de imágenes, cada una más sensual que la otra, pero sin quedar conforme con ninguna.
-No me pasa nada de verdad, no te preocupes —agrego sentándose en el rellano de la ventana.
-Pues no te creo y aquí otra prueba —dijo Kurt arreglándole la camiseta a la altura del cuello— es la primera vez que estando solos en el departamento no lo hemos aprovechado como corresponde a una feliz y joven pareja casada.
-Estoy un tanto cansado, te lo dije.
-Tampoco te creo…
-¿Por qué?
-Porque creo que estas así desde que llegaste del aeropuerto, yo utilice mis mejores estrategias contigo en la cena y no cause ningún efecto… ¿Por qué no me cuentas?, ¿te peleaste con Dylan?
-No… nada de eso…
-Entonces, ¿Qué sucede?... esa mirada… es como si tuvieras miedo de algo…—dijo tomándole la cara— ¿estás enfermo?
-Kurt… no insistas —respondió poniéndose de pie.
-Es mi deber insistir, espero y lo sepas… y si no… pues ve sabiéndolo desde ya… ¿tienes problemas en el sello?, ¿se molestaron porque estarás en una obra?
-No…
-¿Paso algo con tu Mamá en el aeropuerto entonces? —insistió Kurt soltando un poco de aire como si estuviera perdiendo la paciencia.
-Kurt por favor…—dijo Blaine dirigiéndose a la cocina.
-¡Blaine! —exclamo siguiéndolo.
-Kurt… de verdad… no me preguntes mas… mañana estaré bien… no te preocupes.
-Insisto que es mi deber preocuparme por ti… Blaine te amo… ¿que mas puedo hacer?… ¿estás acaso asustado por el nacimiento de nuestra hija?… ¿te arrepientes tal vez?
-No Kurt, como dices eso… jamás me arrepentiría de nuestra familia…
-Estaría bien si estuvieses asustado, pero te digo, criarla será mil veces más fácil, tenemos más experiencia y más oportunidades que cuando nació Henry… no deberías de preocuparte.
-No es eso… estoy ansioso porque nazca Lizzie… es solo que hoy…
-¿Qué?... estas punto de contármelo… así es que…
-Créeme y es mejor que no lo sepas, de verdad —insistió abriendo el refrigerador.
-Esto es bastante desagradable que quieres que te diga —dijo Kurt cruzándose de brazos.
-¿Qué cosa? —pregunto Blaine apareciendo tras el refrigerador con una botella de agua.
-Esto, te pregunto y te pregunto qué te sucede, no con el afán de curiosear, si no porque me importas más que el aire que respiro… y que tú insistas en responderme con rodeos o no responderme del todo es bien desagradable además…
-Hoy perdí Henry... —interrumpió de pronto.
-¿Cómo?...
-Hoy, la persona que es más importante para ti que el aire que respiras, perdió a nuestro hijo de 4 años.
-¡Ja!, ¡ja!… que gracioso… inventa otra cosa por favor… ¿es agua esa la que esta bebiendo?
-No estoy bromeando —respondió mirándolo fijo.
-¡Claro que estas bromeando!, ¡no te creo nada!, eres el hombre más ordenado que existe y el padre más responsable en todo Norteamérica, creo que solo “Bill Cosby” y “Brad Pitt” están por sobre ti, claro que el segundo por otras razones también —dijo Kurt sonriendo con travesura, como si en las palabras de Blaine no existiese atisbo de verdad alguna.
-Kurt…
-¡Por Dios! —exclamo al darse cuenta que no había broma en las palabras de su esposo— ¡oh por Dios!
-Kurt, déjame explicarte…
-¿Cómo que lo perdiste?... ¡Blaine!… ¡nuestro hijo!... ¡¿Cómo demonios paso algo así?! —dijo tomándose la cabeza.
-Lo siento Kurt… lo siento mucho.
-Blaine… ¿Cómo pudiste?, ¿donde está Henry ahora?...
-Esta con mis Padres en su casa… ¿Qué creías que no lo había encontrado?, gracias por la confianza.
-¡Oye!… no trates de voltear las cosas… esto se trata de ti y de tu horrible, ¡Horrible error!, ¿Dónde lo perdiste?... ¿aquí en el departamento?
-…
-Si dices que en la avenida con mas viajes en todo New York soy capaz de desterrarte al sofá hasta que cumplamos 50 años de casados —dijo Kurt poniendo un poco de humor a la situación en extremo delicada.
-Fue en el aeropuerto…
-¡EN EL AEROPUERTO! —repitió Kurt que para esa altura solo repetía lo que Blaine le decía pero unos cuantos decibeles más alto.
-Kurt…
-¡Blaine!... ¡por todo los cielos! ¡El JFK es el aeropuerto mas transitando del mundo!… ¡cómo es posible que fueras tan descuidado!
-Déjame explicarte…
-¡Que vas a explicar!...—exclamo tomando el teléfono inalámbrico de la cocina como si quisiera llamar a las autoridades.
-¿Quieres calmarte por favor? ¿a quién vas a llamar?
-¡A Henry!... ¡necesito saber si está bien!
-Henry está bien… tu en cambio deberías tranquilizarte.
-¿Tranquilizarme? ¿Cómo quieres que me tranquilice?... ¿Henry está bien?
-Te lo dije, Henry está bien… esta con mis Padres… yo en cambio preferiría estar muerto —dijo sentándose cabeza agacha en el mueble central de la cocina.
-No digas eso por favor…
-Kurt, lo siento… de verdad…
-Blaine… nuestro hijo… ¿Qué paso?... ¿Qué…? —trato de decir Kurt soltando el teléfono medio derrotado, ante la posibilidad que algo así de horrible le pudiera haber pasado al pequeño Henry.
-Me escuchaste…
-Te escuche… pero… no entiendo, ¿Cómo es posible que lo perdieras?… ¿de qué estás hablando? —quiso saber Kurt sentándose en la mesa de la cocina con una mano en la frente y otra en su boca— tú eres extra cuidadoso conmigo, con nuestro hijo… no entiendo… —agrego calmando su ira y cayendo en la cuenta que Blaine se sentía 30 veces peor que él.
-Estoy hablando que hoy perdí a Henry en el aeropuerto, estaba con el de la mano esperando a mi Mamá y lo perdí… un guardia lo encontró después de los 5 minutos más largos y terribles de mi vida.
-Blaine… no puedo ni imaginármelo... ¿nuestro hijo?... ¿está bien? —pregunto de vuelta tomándose el pecho y luego la cabeza como si Henry aun estuviese extraviado.
-Lo está… no recuerda nada… solo que lo encontré —dijo Blaine tocándose el cuello.
-¿Qué sucedió? —insistió Kurt volviendo a la molestia del principio de la conversación.
-Estábamos esperando a mi Mamá en el aeropuerto en la puerta de las salidas nacionales y yo lo tenia de la mano, estábamos hablando de los aviones y de la gente que pasaba a nuestro alrededor, entonces alguien se me acerco para pedirme un autógrafo y una foto, yo accedí porque era una niña, creo que un poco más grande que Henry y lo solté un segundo… Kurt… ¡te lo juro!, fue solo un segundo, firme la hoja de la niña y cuando me voltee hacia él, ya… ya no estaba.
-¡Por Dios! —exclamo Kurt volviendo a tomarse la cabeza.
-Lo siento… —dijo Blaine soltando un par de lagrimas— soy el peor padre del mundo.
-Blaine… no…
-¡Es la verdad!... ¿Qué clase de padre pierde a su hijo?... Kurt te juro que no fue mi intención, y creo que esos minutos buscándolo fueron los más aterradores de toda mi vida.
-Blaine… —dijo acercándosele y calmando un poco su rabia— tú no eres el peor padre del mundo… eres un padre maravilloso… y esto fue un accidente… esas cosas pasan.
-A ti no te hubiera pasado nunca, ¿o sí? —advirtió apuntándolo con la botella de agua.
-¡Por supuesto que no! —exclamo casi ofendido.
-¿Ves?...— dijo Blaine sintiéndose pésimo— Kurt… te lo juro… fue solo un segundo… un maldito segundo que lo perdí de vista —repitió restregándose la cara con ambas manos.
-Con los niños un segundo basta…
-Lo sé…
-Blaine, si a mí no me ha pasado nunca no es porque sea mejor Padre que tú, si no porque sostengo la mano de Henry con tanta fuerza que creo que ya le he provocado varias fracturas.
-No trates de disimular —dijo Blaine soltando una risa— estas más que enfadado conmigo.
-Lo estoy… pero no por lo que paso, sino por ocultármelo… ¿Qué pretendías quedarte con esa angustia tu solo?, ¿no decírmelo nunca?
-Pensé que mi lecho de muerte era el momento propicio —contesto enjugándose unas lagrimas en silencio.
-¿Cómo lo encontraste?
-Un guardia fue quien lo encontró en la cinta transportadora de las maletas, ¿Cómo pude perder a mi hijo?
-Pero lo encontraste eso es lo que importa.
-Yo no lo encontré… ¿no escuchaste?, el mismo busco a un guardia y le dijo que no encontraba a su “Papáblen”…
-¿Y quién le enseño eso?
-¿Cómo?...
-Eso… —dijo Kurt acercándosele— ¿quien le enseño que cuando nos perdiera de vista por alguna razón buscara a una autoridad?
-Yo… pero… Kurt, ¿Qué tal si esto le causa algo?, ¿un trauma o algo peor?
-Tú mismo dijiste que no recordaba nada, tal vez se entretuvo con algo y ni siquiera se dio cuenta de lo grave de la situación, yo me perdí una vez en una tienda de juguetes y no fue tan terrible, un niño…
-¿Qué tal si no lo hubiera encontrado nunca?...
-Blaine…
-¡De verdad!, ¿Qué tal si no lo hubiera encontrado nunca?, ¿si lo hubiera perdido?, te hubiera perdido a ti también obviamente.
-¿Por qué dices eso?
-¿Acaso habrías perdonado algo así? —dijo Blaine poniéndose en la situación peor posible.
-Creo que estas yendo demasiado lejos con esto… Henry está bien, en la casa de sus abuelos siendo mimado por todos, no creo que piense ni que tú eres un mal padre, ni que lo abandonaste de intento, por lo demás, con toda la comida que le da tu Mamá solo podrá pensar en chocolate y panqueques por un buen tiempo.
-Aun así… —insistió Blaine sin mirar a Kurt a la cara.
-Blaine, no te tortures, esto fue un accidente.
-Lo sé Kurt, pero…
-¿Hay algo más?... ¿algo que no me estás diciendo? —pregunto Kurt acercándose a su esposo—¿Blaine? —insistió tomándole la cara para encontrar sus ojos.
Blaine lo miro y pensó que los ojos de Kurt habrían sido el lugar ideal para hundirse y huir en el momento que Henry había desaparecido.
-Kurt, cuando Henry se perdió… —trato de explicar como si estuviera en un hoyo sin salida— Kurt… amo a nuestro hijo… ¿lo sabes?... ¿Verdad?
-Por supuesto que si…
-Sin embargo, por más que amo a Henry, cuando se perdió, lo único que podía pensar es que tu nunca me perdonarías algo así y que te perdería para siempre y eso es algo que…
-Blaine… detente… detente allí mismo… escúchame… —interrumpió Kurt ubicándose entre las piernas de su esposo— si bien una situación así me habría devastado… claramente seguir adelante habría sido difícil, pero sin ti aun mas… esto fue una circunstancia extraordinaria, es casi como si estuviésemos con él en el parque, se cayera y terminara golpeándose, o si le pasara algo inevitable en la escuela… tu le enseñaste a buscar un adulto confiable cuando nos perdiera de vista… fuiste tú… porque eres un gran padre y un hombre aun más maravilloso y Henry no se acordara, te lo prometo.
-¿Cómo puedes prometer eso?
-Porque así sucedió un día que yo lo perdí en el supermercado.
-Mentira —dijo Blaine bajándose del mueble.
-Es la verdad… —insistió Kurt cruzándose de brazos
-Solo lo dices para que yo no me sienta tan culpable, tú mismo dijiste que nunca soltabas la mano de Henry.
-Lo dije y ha sido así desde que eso ocurrió, yo estaba escogiendo manzanas y Henry estaba a mi lado, no quiso subirse a un carro, así es que solo tome una cesta y recorrí con él los pasillos, cuando llegamos a la verdura, comencé a tomar lo que necesitábamos y en ese momento me voltee un segundo para oler no me acuerdo que y Henry desapareció. Deje todo tirado y lo busque por todos los pasillos como un loco, hasta que lo encontré en la sección de galletas y cereales, lo abrace y lo reprendí sin que él tuviera culpa…
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Sabes porque…
-Kurt…
-No digas nada mas… —dijo silenciándolo con un beso.
-Tuve mucho miedo Kurt…
-Lo sé… lo sé… —respondió tomándole la cara para volver besarlo— y te entiendo no sabes cuánto… pero los miedos son para enfrentarlos y los desafíos para vencerlos y así será para Henry y así haremos que sea para Lizzie.
-Lo siento Kurt…
-¿No más “lo siento”?... ¿de acuerdo?
-Pero de verdad lo lamento…
-Por supuesto que si… pero no es necesario que lo repitas mas…
-Ok… ¿Abrázame? —pidió Blaine en medio de la cocina.
Kurt hizo lo que su esposo le pidiera y lo envolvió con sus brazos, nunca lo había visto tan asustado y vulnerable, trato de entregarle el valor y la confianza que necesitaba en aquel abrazo apretado y largo. Olvido la rabia que tenia y el temor que le había provocado aquella revelación y se quedo confortando a su esposo. Blaine soltó unos sollozos y quiso quedarse en ese refugio cálido y perfumado que le brindaba el cuerpo de Kurt para siempre.
-Lo siento… —insistió apartándose.
-Aquí no hay culpables Blaine, solo dos personas que están aprendiendo la más dura pero maravillosa de las labores: ser padres… y sé que con Lizzie nos será más fácil por todo lo que hemos aprendido, o tal vez mas difícil porque será una niña… no lo sé… pero sea como sea… lo enfrentaremos juntos como ha sido nuestra historia hasta ahora.
-Gracias Kurt…
-Por nada… te amo… y si vuelves a decir “lo siento” de nuevo juro y soy capaz de perderte a ti en un aeropuerto, pero en cualquiera, en el “Hartsfield–Jackson” de Atlanta, que es el más grande del mundo, ni el “Inspector Gadget” podrá encontrarte —concluyo Kurt sonriendo.
-¿Así aprenderé una lección?
-Así es… —contesto acariciándole el pelo.
-¿De verdad crees que Henry no recordara nada?
-De verdad… lo que sí es más probable que recuerde es un fracaso de sus Padres en Broadway, por lo tanto vamos a la cama que mañana debemos ensayar…
-Te amo Kurt…
-Lo sé Blaine Anderson-Hummel… lo sé… —contesto Kurt dando el más dulce de los besos a cambio.

-Hola…
-¡Blaine!… hola… espera un segundo —dijo Kurt al otro lado del teléfono. Blaine pudo escuchar el ruido del tráfico y unos pasos que resonaron en algo como de fierro.
-¿Estas ocupado?... mejor dicho, ¿dónde estás?
-En la escalera de incendios…
-¿Estás bien?...
-Muy bien… bueno tengo algunos asuntos en la cabeza.
-¿Qué asuntos?... ¿algo con la Universidad?, ¿no puedes dejar de pensar en mi?
-Algo entre ambas…
-¿Me quieres contar?
-Por supuesto… pero no es nada malo, te lo digo desde ya…
-¿Seguro?, digo como estas en la escalera de incendios alejado de todos y no conectado a Skype…
-Estoy bien… y se supone y nos deberíamos de conectar en…
-¿Qué fue eso?
-Estoy entrando para ver la hora, cosa que ahora me estoy dando cuenta y debí ver en el teléfono.
-Eso es verdad —dijo Blaine sonriendo.
-En fin, ya entre y como estaba diciendo, habíamos quedado en “vernos” dentro de… una hora —aseguro Kurt apuntando el reloj de la cocina como si su prometido  también pudiera verlo.
-Lo sé… siento adelantarme…  aunque gracias por contestar.
-¿Cómo no iba a contestarte?, te lo prometí… ¿recuerdas?
-Lo recuerdo… cuéntame…
-¿Estás en tu dormitorio?
-No… ¿Por qué?
-Tu voz sonó como cuando te acomodas en las almohadas, ya sabes remolona pero… inmensamente sexy.
-No, estoy… lo siento… —se disculpo Blaine ante el hecho de no poder hilar un par de frases en respuesta.
-¿Qué?
-Kurt… ¿puedo decir que me gusta cuando haces eso?
-¿Hablar contigo?
-No… recordar cosas, detalles que parecen estúpidos, pero… ya sabes.
-Ok… ahora debo decir yo que me encanta que TÚ hagas eso… ponerte medio derretido.
-¿Si?
-¡Obvio!... es como “¡Por Dios!... yo Kurt Hummel soy capaz de derretir a Blaine Anderson… ¡BLAINE ANDERSON!”
-Te amo…
-Y yo amo a Blaine Anderson… ¡Blaine Anderson! —repitió riendo.
-Ok… ahora dime que pasa por tu cabeza.
-Lo que sucede,  es que a Elliot, ¿recuerdas a “StarChild”?, ¿verdad?
-Lo recuerdo…
-Bueno,  lo entrevistaran…
-¡Kurt eso es genial!...
-Supongo…
-¿En dónde?
-No lo se… pero a esta altura me parecería bien una aparición  en el “The village Voice” o el “Chelsea Reporter”… incluso el “Daily Bugle”
-¿Estamos hablando de algo bueno? ¿o no? —dijo Blaine como dudando del entusiasmo que había puesto en su reacción al escuchar el sarcasmo que ponía su prometido en sus palabras.
-Por supuesto, muy bueno… y espero que aquello traiga cosas positivas para la banda…
-Pero…
-No hay peros… es solo que deberían haberme entrevistado a mi, yo soy el líder de la agrupación, no él.
-No creo que exista duda con respecto a eso…
-¡Por supuesto que no!
-Entonces, deberías pensar positivo, tal vez Elliot hablara en la entrevista de ti más que de nadie… yo  hablaría de ti más que de nadie.
-Lo sé… gracias…
-Por nada… ¿Cuándo es la entrevista?
-No lo sé, solo me envió un mensaje advirtiéndomelo.
-Pues espera tranquilo, estoy más que seguro que ensalzará tus cualidades como el denodado líder que eres…  ¿Qué tal todo lo demás?
-Todo bien, Santana y Rachel están en la cafetería y yo no tengo turno hasta mañana en la noche, por lo tanto hoy estoy solo en este gran departamento.
-¿Si?
-Si…
-No te duermas tarde.
-¿Cómo?... ¿eso es todo lo que me vas a decir?... ¿nada de deslizar algún comentario triple x? o ¿proponer una charla sexy por SKYPE o algo?
-¿Qué?
-Nada… olvídalo…
-Kurt… tú me dijiste que te incomodaba hacer ese tipo de cosas, lo que en realidad lamento porque aquella conversación que tuvimos cuando te hiciste el tatuaje, fue memorable y prácticamente inolvidable.
-Lo fue, ¿verdad?
-Claro que si…
-Ahora sí que estamos hablando de algo interesante… ahora tu dime Blaine Anderson futuro Hummel…  ¿Por qué tienes una voz diferente?
-¿Diferente?
-Sí, diferente… como de desgano o algo… ¿recibiste tu carta de NYADA?
-No, no he recibido nada aun…
-¿Cómo no?... yo a esta altura ya tenía mi carta en la mano… de rechazo pero la tenia.
-Tal vez hay problemas con el correo, suele pasar a esta altura del año.
-¿Quieres que averigüe por mi cuenta?
-¿Cómo harás tal cosa?
-Puedo entrar en la oficina de Carmen y revisar sus archivos.
-¿Estás loco?, ¿Cómo piensas hacer algo así?
-Pues fácil, la puerta se abre hacia dentro puedo darle una patada o empujarla hasta que se abra…
-Todas las puertas se abren hacia adentro Kurt…
-Ok… pero esta siempre está sin llave, incluso podría afirmar que siempre está abierta, por lo tanto no me será difícil ingresar. Lo que si sucederá, es que deberé lidiar con toda su decoración que es extra retro pero no me importa chocar con par de muebles “style normand”
-¿No tiene un asistente o algo así?
-Lo tiene, Madame Tibideaux  tiene un asistente, pero es tan estúpido, que creo y nunca se daría cuenta de nada, puedo coquetearle hasta distraerlo y luego…
-¿Perdón?
-¿Qué?
-¿Cómo es eso que vas a coquetearle?
-Si claro, como si tú no hubieses coqueteado nunca con nadie para conseguir algo.
-¡Nunca he hecho tal cosa! , y tú deberías de abstenerte de hacerla.
-¿Por qué?
-Porque te recuerdo que estamos comprometidos.
-¿Y eso que tiene que ver?
-¡Kurt!, el anillo que llevas significa muchas cosas.
-¿Estas tratando de demostrar pertenencia aquí?
-Más bien dominio…
-OK…
-¡Por Dios!... te extraño… no sabes cuanto.
-Y yo te extraño a ti… ¿por eso estas así?, entre nostálgico y somnoliento.
-Un poco, es decir… entre otras cosas…
-¿Cómo pro ejemplo?
-Bueno, hoy luego del ensayo caí en la cuenta que nos quedan solo un par de semanas para que la escuela se acabe para siempre…
-¿Y eso es malo por…?
-No, no es que sea malo, es… creo que voy a extrañar todo y  a todos…
-¿Incluyendo a Tina?
-¡Kurt!
-Ok... es tu amiga y la adoras, lo sé… y a mí también me caía bien hasta que perdió los estribos y se te subió encima… todo seguiría igual si no se te hubiese subido encima.
-¿No deberías de olvidar eso?
-¿Por qué?... ¿crees que en la escuela alguien lo ha olvidado?
-Pues yo sí.
-¿Por qué la nombras a cada rato entones?
-¡Tú fuiste quien la menciono!… y aunque te moleste, si… también  la voy a  extrañar a ella y a propósito de Tina hoy la Directora Silvester la llamo a ella y a Artie a su oficina.
-¿Por qué?... dime que fue lo que hizo esta  vez y volveré a insistir en que es una mala influencia para ti.
-No hizo nada malo… pero ella y Artie tienen las mejores calificaciones y los eligieron para el “Valedictorian”
-¿A ellos?, ¿y por que a ti no?
-Yo quede tercero, lamentablemente…
-¿Tercero?, ¿Me perdí de algo Blaine Anderson?
-¿A qué te refieres?
-A que cuando te deje en la escuela estabas en el top de la clase, presidente y miembro de las Cheerios… ¿Qué paso?
-Bueno, hubo un momento en que mis notas bajaron, porque… no me podía concentrar y la verdad es que no me importaba nada en realidad.
-¿Tuviste tu momento de rebeldía?
-No…
-¿Dime que no fue cuando te “enamoraste”  de Sam?
-Primero no me enamore de Sam, solo fue una locura que me dio y que por cierto ya te explique y segundo fue cuando… tú y yo… ya sabes…
-¿Me vas a culpar de tu baja de notas?
-No, nunca te culparía de nada, me preguntaste y yo respondí, además es un estúpido discurso, ¿quién quiere hablar el día de su graduación?, ya es suficiente con tener que usar esa Toga y el birrete
-Creo que tú…
-Bien, lo reconozco y me encantaría,
-¡Obvio que te encantaría!… cuando estabas en Dalton era de lo único que hablabas.
-¡No es cierto!... no era de lo único que hablaba y lo sabes.
-Lo sé, pero déjame recordarte que mientras yo quería hacer otras cosas en los pasillos y salones de la Academia para varones de Dalton, tú preferías estudiar porque debías, DEBIAS ser el primero de tu clase y obtener el “Valedictorian” para cuando estuvieras en tu último año.
-Bueno… en Dalton era diferente, la ceremonia de graduación es extra formal, casi como el discurso del Presidente o algo.
-Claro —dijo Kurt soltando una risa
-Pero ya no se pudo… además prefiero  concentrarme en lo que viene después…
-¿Hablas de la fiesta?
-No, hablo del día en que me mudare a New York contigo.
-Ah… si es así… ¡al diablo con el discurso!, te tengo que colgar… ¿te importa?
-No… está bien… no te preocupes… ¿Qué iba a decirte?... ¡ah!... cuéntame lo de la entrevista de Elliot.
-Lo hare… ¿mañana cuáles son tus clases?
-Tengo seguidas Español, Geografía y Matemáticas, pero puedes llamarme en alguno de los recesos.
-¿Me contestaras sin problemas?
-Podría hasta fingir un ataque de apendicitis para salir del salón y hablarte.
-Gracias…
-Llámame entonces…
-Lo haré… y no te despidas tanto, que nos veremos en 40 minutos.
-No puedo esperar, te amo.
-Y yo te amo a ti Blaine Anderson.
-Hasta 40 minutos entonces
-Hasta 40… ¡39!... Adiós.
-Adiós Kurt…

-Prometiste responder mis llamadas, no te quejes… —advirtió Kurt como primerísima cosa.
-No he dicho nada… por lo demás,  ¿Por qué habría de quejarme por hablar con mi prometido?
-Porque cuando te llame en la mañana parecías apurado o no se…
-Porque tenía la mañana con clases seguidas, te lo dije…
-Suenas tan adorable cuando hablas de tus clases, insisto que me siento como Madonna y su novio 20 años menor.
-Pues a nosotros no nos separan tantos años… hola…
-Hola… ¿estás en clase?
-No… voy caminando a mi casa.
-¿Y porque no estás en clase?
-Porque ya termine y la “consejera estudiantil” me dijo que ya tenía los suficientes créditos como para dejar de visitar un par de salones.
-¡Wow!... “Señor súper estudiante”… ¿y la directora Sue no sabe eso?
-Lo sabe, tuve que hablar con ella primero y luego aceptar un par de insultos y agarrones de Becky, ¿Por qué?
-Pues porque debería repensar lo del “Valedictorian” y dártelo a ti… ¿Cómo va eso?
-Pues Tina y Artie tendrán que dar un discurso en el auditórium y un jurado seleccionara quien es mejor para el trabajo… yo se lo daría Tina.
-Por supuesto que lo harías…
-Kurt, lo necesita para aumentar sus chances de entrar a  “Brown”, está en lista de espera.
-¿De verdad?, ¿no quería ser Veterinaria o algo así?... ¡Ups!
-Eran sus opciones… ¿Qué sucede?
-¡Oh!...  estoy aquí en la tienda de víveres y acabo… de tirar un par de cajas de cereal… ¿por que ponen mi favorito hasta atrás?... —dijo Kurt como si reclamara al gerente de reposición de productos de abarrote.
-¿No es mejor que las cajas de “Rooster O’s” estén hasta atrás?, ¿así nadie más los compra?
-¡Por supuesto que no!
-Ok…
-Mira… necesito que me ayudes con algo.
-¿Algo relacionado con los víveres?
-Obviamente, es donde estoy… veras seguí tu consejo y estoy tratando de acercarme a “Starchild”, el otro día teníamos ensayo y las chicas no pudieron asistir…
-¿Por qué no pudieron asistir?
-Porque Rachel quería estar presente en las audiciones de su “sustituta”, y Santana dijo “si ella no asiste yo tampoco”…
-Muy maduro de su parte…
-¡Vieras!... en fin, me reuní solo con él, prepare algunos bocadillos lo invite a comer para que habláramos y luego terminamos en una tienda de música…
-¿Por qué?
-Porque el toca el piano y está aprendiendo guitarra… ¿puede ser más irritante?
-No lo creo…
-Pues bien, le dije que debíamos repetirlo, por lo tanto me juntare con él de nuevo y necesito hornear algo para que no crea que está lidiando con alguien que solo prepara sándwich de pepino.
-¡Amo tus sándwich de pepino!
-¿De verdad te gustan?
-Me encantan, los comería a toda hora.
-¡oh!... te extraño… — exclamo Kurt muriendo de ternura.
-Y yo a ti…
-En fin… necesito tu ayuda, por lo tanto preciso saber si recuerdas el nombre de esos pasteles congelados que comimos la última vez que estuviste aquí.
-¿Pasteles congelados?
-Si… ¿recuerdas?, ¿que eran como rollos?, ¿y yo me encargue de ponerle extra, extra glaseado?
-¿“Pillsbury prepackaged buns”?
-“¡Pillsbury!”... sabía que era algo relacionado con Mckinley —dijo Kurt forzando su voz, como si se estuviese cayendo a un hoyo.
-¿Te estás metiendo en el congelador?
-Pues quedan bastante pocos, así es que literalmente... si, ¿Qué pasa con los reponedores de este supermercado?
-Deberías  recordarlo por el muñeco ese como de nieve de la etiqueta.
-Ahora sí que no lo olvidare.
-¿Por qué tienes que hornearle cosas a “Starchild”?
-Porque… ¡Blaine!... ¿no escuchaste nada de lo que dije?, necesito convertirme en algo así como su “enemiamigo”, es preciso que lo impresione, tanto hasta que se rinda y termine por confesar que no es más una “Diana Ross” dejando “The Supremes” o cualquiera analogía de traición que sirva y de las cuales el mundo de la música está llena.
-Y sigo insistiendo que no es nada de eso, no conozco al tipo pero por lo que me has dicho sobre él, solo quiere ser parte de tu banda.
-¡Blaine!... ¿ponte de mi parte aquí?
-Siempre estoy de tu parte, incluso cuando te esfuerzas en hornearle cosas a otras personas…
-No estoy esforzándome en ello, solo descongelare estos bollos y los meteré al horno —dijo Kurt meneando el envase platico cerca del teléfono.
-Como quieras…—respondió Blaine alejando un poco el aparato de su oreja.
-¿Crees que a nuestros hijos les importe?
-¿Nuestros hijos?... ¿Qué cosa?
-¿Que en vez de preparar algo solo lo saque de un empaque y lo ponga al horno?
-¿Qué?
-Eso… ya sabes en vez de preparar cosas desde el principio, solo descongele y hornee.
-Pues no creo que noten la diferencia.
-Pero yo si la notare… ¡oh por Dios!... ¿Qué tal si en la escuela hay una mamá que hace las mejores galletas o algo?... ¿Qué puedo decir al respecto si yo solo descongelo panecillos?, no puedo competir contra galletas hechas en casa.
-Primero tú horneas galletas súper deliciosas y segundo, deberías saber que las reales preocupaciones de nuestros hijos serán otras.
-¿Cómo cuales?
-No lo sé… lidiar con la fama de su Papá Kurt por ejemplo… o que tenga que hacer divisiones largas y nunca le salgan…
-¿Tu lo ayudaras en eso verdad?
-Me comprometo a hacerlo…




Enero de 2025


-¡Listo! —dijo Blaine entrando en la habitación.
-¿Están dormidos nuestros hijos? —quiso saber Kurt mirándolo por sobre sus lentes de lectura.
-No…
-¡Blaine!
-Lo siento… —agrego sonriendo mientras se quitaba el reloj y se subía a la cama por su lado.
-¿Cómo que lo sientes?... ya son más de las 8, ya deberían estar durmiendo.
-¿Así como nosotros? —pregunto acercándosele.
-Pues casi… ¿Por qué no están durmiendo?
-Bueno… —respondió arreglando sus almohadas— Lizzie esta aun entusiasmada por el anuario que encontró, por lo tanto ahora se lo está enseñando a Henry en su cuarto.
-¿Aun lleva el gorro?
-Aun… creo que ese sombrero tuyo es el que la pone media desquiciada, ¿o será el look de “Katharine Hepburn”?
-Pues permíteme corregirte, Lizzie nació desquiciada, no necesita ningún atuendo para reafirmarlo —contesto Kurt pasando pagina del guion que estudiaba.
-Eso es verdad… —dijo Blaine dándole un beso en la mejilla.
-¿Pusiste la alarma?
-¡Oh!... lo olvidaba —exclamo levantándose.
-Recuerda ponerla a las 5…
-¿Las cinco? —repitió  Blaine en tono de pregunta mientras manipulaba su teléfono.
-Si… así tendremos tiempo de hacer todo, Julianna no puede venir tan temprano a cuidar a Henry, así es que aunque no me guste que pierda clases, tendremos que llevarlo también.
-Kurt está en tercer año, no se perderá nada importante.
-Deben ser responsables desde pequeños.
-Lo sé… —dijo volviendo a la cama— y amo de todo corazón cuando crees que perderse un día de la lectura de  “Saint George and the Dragon” le pasara la cuenta cuando postule a las universidades.
-Enseñan más cosas y lo sabes.
-Lo sé también.
-¿Pusiste la alarma?
-La puse… —respondió acostándose.
-¿Puedo verla?
-¿No confías en mi Kurt Hummel-Anderson?
-¡Por supuesto que si!... ¿puedo ver el teléfono? —dijo estirando su mano.
-Bien…—contesto Blaine entregándoselo.
-Gracias…—añadió comprobando que lo que decía su esposo era cierto— aun no entiendo porque teníamos que tomar la cita más temprano, es mas no sé porque tenemos que llevar a Lizzie a un especialista si solo tiene tres años, aun está aprendiendo a hablar.
-Porque el pediatra nos dijo que solo hasta cierta edad es normal que los niños cambien letras y fonemas, después de los tres años puede ser un trastorno de lenguaje.
-¡Pero Lizzie aun no tiene ni tres años!
-Pero mientras antes lo diagnostiquen es mejor…
-Claro… y no digas trastorno, hace parecer que Lizzie necesitara tranquilizantes o algo —dijo Kurt gesticulando con sus manos, mientras pasaba página en su guion sin leer nada.
-Pues no los necesita, ¿tú tal vez si? —sentencio Blaine acostándose sobre uno de sus lados para mirar a su esposo.
-No… aunque si reconozco que estoy nervioso, ¿Qué tal si lo que tiene es incurable y sigue diciendo “quedia” y “men” hasta que sea una adulta?
-Kurt eso no va  pasar, por eso vamos a ver a este especialista.
-Claro… de madrugada… ¿no pudiste concertar una cita más tarde?
-No, porque esa era la única disponible, la profesora Donnelly es la mejor de la ciudad, y ella nos orientara sobre lo que hay que hacer —explico Blaine mientras se movía sobre el colchón hasta que su mano encontró la panza de su compañero de dormitorio.
-¿Es una profesora?... pensé que veríamos a un Doctor —dijo Kurt quitándose las gafas.
-Pues ella debe hacerle unas pruebas primero y después nos dirá que hacer.
-¿Pruebas?, ¿Qué pruebas? —pregunto poniéndose otra vez los lentes.
-¿No leíste la información que imprimí para ti?
-No…
-OK…
-Tengo cosas que hacer no puedo estar leyendo todo lo que me imprimes —dijo Kurt apuntando el guion que tenía en el regazo.
-Hablas como si siempre te estuviera dando información sobre cosas —contesto Blaine metiendo su mano por debajo de la camiseta de su esposo.
-¿Dónde van esas manos Blaine Anderson-Hummel?
-A ningún lado —dijo agregando al toqueteo un par de besos en el cuello y la mejilla.
-Tengo que leer esto… —dijo acomodándose las gafas.
-¿En serio? —pregunto Blaine respirándole en el cuello.
-¿No acabas de decir que nuestros hijos están despiertos?
-¿Y tú…? —dijo quitándole el guión— ¿no viste que al momento de entrar, puse llave a nuestra cerradura? —añadió tirando el trabajo de su esposo al suelo.
-¿De verdad? —pregunto Kurt medio entusiasmándose.
-De verdad —repitió Blaine quitándole los anteojos.
-Ok...—dijo Kurt sintiéndose un tanto acalorado.
Blaine lo miro un segundo y apoyo medio cuerpo sobre él para terminar por besarlo. Kurt le tomo la cara  y le respondió el beso con ganas, sintió el brío de su esposo mas abajo de la cintura y no pudo más que sonreírle en los labios y hacerle espacio sobre él en la cama. Blaine siguió ese movimiento casi coordinado que tenían desde años y se monto sobre él, sintiendo que Kurt se incorporaba un poco, le quitaba la camiseta y lo besaba en el cuello y en el pecho. Instalado sobre él, Blaine se dejo desvestir y acariciar, le tomo las manos y jugó con sus dedos mientras lo besaba con ganas.
-¿Esa no fue la puerta verdad? —pregunto Kurt con la respiración agitada al tiempo que le desataba el cordón del pijama y metía sus manos dentro.
-No… por supuesto que no… —advirtió Blaine mientras lo ayudaba a él a desvestirse.
-Blaine… creo… que es Henry…—insistió poniendo oído.
Blaine hizo una mueca de decepción y escucho nuevamente que su hijo pequeño golpeaba la puerta seguido de un “¿Están ahí?”
-Lo siento… —dijo Kurt dándole otro beso.
-Está bien… aunque me cueste aceptarlo aquello es más importante…—aseguro Blaine soltando un suspiro de frustración para bajarse del regazo de  su esposo acto seguido.
-Iré a abrir… —agrego Kurt poniéndose la camiseta del pijama.
-Puedes… puedes esperar un poco… —pidió Blaine poniéndose una de las almohadas a la altura de la entrepierna.
-¿Qué?...
-Necesito solo un momento… —respondió Blaine poniendo caras.
-Ok… —dijo Kurt sonriendo y acercándosele— ¿ves que vale la pena ser más lento? —añadió dándole un beso.
-¡No te rías!… y eso no ayuda en realidad —aseguro apuntado al beso y las manos de Kurt sobre su pecho.
-Lo siento… piensa en el Señor Jenkins y su bigote lleno de azúcar glas —dijo Kurt soltando una risa, mientras se dirigía a la puerta.
-¡Kurt!... —exclamo Blaine riendo también y mirando al techo esperando que sus ganas se pasaran.
-¿Papás?... ¿Están ahí?—insistió Henry dirigiendo su voz al agujero de la cerradura.
-¡Voy enseguida Hijo! —sentencio Kurt hacia la puerta— ¿listo? —pregunto mirando a su esposo
-Listo… lo siento… —contesto sonriendo tan maravillosamente que Kurt quiso repensarse la prioridad que le estaba dando a los pequeños Anderson Hummel.
Blaine termino por acomodarse en la cama, se puso el pijama como correspondía y volvió a  atar el lazo de su pantalón, se recostó bajo las sabanas y aparento normalidad extrema.
-Hola bebé… ¿Lizzie tú también?... ¿qué sucede? —dijo Kurt abriendo la puerta y viendo a sus dos pequeños parados en a puerta.
-Hola Papá, perdona por venir —dijo Henry que sostenía la mano de su hermanita. Estaba con su pijama y con el “Señor Oso” en la mano que tenia libre. Lizzie tenía puesto el gorro de aviador que en algún momento le había pertenecido a Kurt y cargaba a “Rita” escondida en el cuello de su pijama de un sola pieza— ¿podemos entrar?
-Claro que si… —dijo Kurt apartándose hacia un costado.
-¿Que pasa Henry?... ¿Princesa?
-Rizzie está asustada.
-¿Asustada?... ¿Por qué? —quiso saber Kurt levantándola en sus brazos— ¿Qué pasa cariño?— añadió  tocándole la frente.
Lizzie encogió sus pequeños hombros y se recostó sobre su Papá.
-Princesa, ¿por qué tienes miedo? —pregunto Blaine al tiempo que se levantaba— ¿no estabas contenta viendo las fotos que encontraste del Papá y mías? —agrego acariciándole la cabeza por sobre el gorro.
- No “quedo” ir a las “pebas” —dijo al pequeña sin abandonar el hombro de Kurt.
-¿Cómo?
-Dijo que no quería ir a hacer las pruebas —explicó Henry que se había sentado en la orilla de la cama de sus padres y actuaba como el traductor oficial del idioma de su hermana menor.
-¿Te dijo eso hijo? —quiso saber Blaine sentándose junto a Henry
-Eso fue lo que dijo, yo le explique que no le pasaría nada… y “Papáblen”… le di un abrazo súper fuerte para que el collar la ayudara pero no resulto —explico Henry hablando bajito para que nadie más supiera lo del collar de valentía que Blaine le había dado.
-Ta vez “Rita” hizo interferencia —dijo Blaine en el mismo tono y  señalando el conejo que Lizzie mantenía en el cuello.
-¡Oh! … — exclamo Henry como impresionado,  se encogió de hombros y ubico al Señor Oso a su lado.
-¿Por qué tienes miedo cariño? —pregunto Kurt comenzando a mecer a su hija en los brazos— no debes tenerlo, tu “Papáblen” y yo siempre te cuidaremos para que nada te pase, y estaremos contigo en la consulta todo el tiempo.
-¡Y yo Rizzie! —exclamo Henry apuntándose.
-¿Viste?, hasta tu hermanito va a ir a la cita.
-¿”Poque” “teno” que ir?
Kurt miro a Blaine y se sintió incapaz de explicarle eso a su hija, casi como si el lugar donde la llevarían fuera una cámara de gases o algo peor.
-Princesa… —dijo Blaine acercándose a ambos— debemos ir porque esta persona te ayudara, ¿recuerdas el otro día cuando querías decir una palabra y no te salió? ¿qué te sentiste triste por ello?¿te acuerdas Princesa?
-Si…
-Pues esta persona te puede ayudar para que nunca más te pase eso… y no tienes que tener miedo, como dijo tu Papá estaremos contigo todo el tiempo.
-¿Y si me pone una “inyepson”?
-No cariño… —aseguro Kurt abrazándola más fuerte— este doctor no tiene nada que ver con las inyecciones, además… —comenzó a explicar mientras se dirigía  a la cama y dejaba a su hija acostada al medio— esta persona técnicamente no es un doctor…
-¿No es un doctor Papá? —pregunto Henry acercándose a su hermana.
-No lo es… es un es… un…
-¡Una especie de profesor! —interrumpió Blaine subiéndose a la cama de un salto— como los que  Henry tiene en la escuela… ¿ellos no te dan miedo?, ¿verdad hijo?
-Súper que no… aunque la Señorita Ashworth es tan horrenda que le da miedo a todos —aseguro Henry riendo de la manera más dulce.
-Henry… ¿que dijimos sobre calificar a las personas por su apariencia? —dijo Kurt mirando a su hijo con la cara que pondría la propia Señorita Ashworth.
-¿Que no se debe hacer? —respondió  el pequeño bajando su mirada.
-¿Y porque no se debe hacer? —insistió
-Porque no importa como luzcas lo importante eres tú —contesto Henry como si repitiera una frase que le ha sido dicha mil veces.
-Exacto… y no debes olvidarlo cariño… ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
-¿Es muy “gande” la “inyepson”?
-Princesa, no te pondrán ninguna inyección, te harán una prueba, como cuando dibujas en hojas de papel o como cuando el Papá te pregunta que vestido quieres usar…
-A “Hendry” le pusieron una “inyepson”…
-¿Cómo sabes eso?
-El dijo… —advirtió Lizzie apuntándolo y sacando a Rita de entre su pijama, para acomodarse en medio de sus padres después.
-¿Tu le dijiste eso a tu hermana cariño? —pregunto Kurt cubriendo a Lizzie con las sabanas.
-¡Si! —exclamo levantando una mano— se lo dije, porque me acorde cuando me pusieron esa inyección súper mega grande.
-Hijo…
-Y que yo quería llorar porque me  iba a doler súper harto…
-Henry —insistió Kurt en una fan estéril de hacer callar a su hijo que con su relato provocaba que los ojos de Lizzie se abrieran cada vez mas.
-Pero el “Papáblen” me canto mi canción y nunca supe cuando me calvaron la aguja que era así de gigante —explico Henry haciendo con sus manos la descripción de una aguja como para una punción lumbar más que para una vacuna Antimeningocócica.
-¡Aaaaaaaaaaaaahhhhh!—grito Lizzie como si tuviera enfrente tamaña inyección, se retorció en la cama y se cubrió casi media cara con el gorro de aviador.
-¡HENRY! —exclamo Kurt haciendo con sus dedos la señal de degollamiento.
-¿Qué?—dijo el pequeño encogiendo sus hombros.
Blaine sonrió y le hizo una seña para que se acostara junto a él en su lado de la cama, Kurt hizo lo propio con Lizzie insistiéndole que no le pondrían ninguna inyección.
-No creo que debas hablar de inyecciones con tu hermanita —dijo Blaine mientras le acariciaba la cabeza a su hijo mayor.
-Pero es la verdad…
-Lo sé…. pero Lizzie es pequeña y se asusta con facilidad ante lo que no conoce, mejor no compartes esa información con ella… ¿de acuerdo?
-Está bien…—respondió Henry acomodándose para dormir arropado por las sabanas y los brazos de su “Papáblen”. Blaine le dio un beso en la cabeza y se arreglo en las almohadas como si pudiera dormirse en ese mismo instante también.
-¿“Pudo” “domir” aquí?…—pregunto Lizzie abrazando a “Rita” y haciéndose un rollo sobre el regazo de su Papá
-¿Aquí?...—dijo Kurt como si aquello destruyera el mejor de los planes.
-Si…
-Pero cariño ¿Qué hay de tu camita?…—pregunto de vuelta acomodándole el gorro.
-Esta es mas “gande”
-Lizzie… lo que pasa es que cada quien tiene donde dormir… ¿verdad Blaine?... ¿Blaine? —dijo mirando a su esposo como buscando un aliado en la misión de explicarle a la pequeña Lizzie que cada quien tenía su cama y que lo que él tenía en mente de hacer con su “Papáblen” no era precisamente dormir, sin embargo lo vio dormido abrazado de Henry y con el “Señor Oso” entre ambos, sintiendo que aquella era la imagen más hermosa que había visto en la vida, tomo su teléfono con cuidado y les tomo una foto, como la cara de su hijo estaba cubierta por el juguete y la mano siempre amplia de su esposo, decidio compartirla en las redes sociales con el título, “Bed time”. Guardo el teléfono y se acomodo junto a Lizzie pensando que solo dormir aquella noche no era tan malo después de todo.


-¿Por qué quieres hacerle el quite a las matemáticas?
-¡Porque no son mi fuerte!, aunque en realidad es porque las odio, pero  yo los ayudare a vestir bien y a ser los niños mas glamorosos que existan.
-Muy bien…
-Y te corrijo de inmediato, debes agregar que nuestros hijos también tendrán que lidiar con tu fama.
-Claro… ¿Qué mas necesitas?
-¿Que me hables hasta que llegue a la caja registradora?
-Ok…
-Ahora… ¡explícame como es eso de que Becky te agarro! —dijo Kurt mientras seguía con su carro el camino a la caja registradora.