(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Diciembre de 2010

-¿Quieres cerveza también? —pregunto Kurt desde la cocina.
-No, solo la pizza, ¡y quiero el trozo con más grasa!…
-¡Papá!... ¿Estás loco?, con suerte dejo que comas esta clase de comida, con lo de tu infarto deberías estar comiendo una ensalada o algo más liviano.
-¡Oye!... debo comer grasa, ¿no es lo que se debe comer cuando uno se siente deprimido?, extraño a mi esposa, es el primer año nuevo casado y ella se va a Toledo con Finn.
-Pudiste acompañarlos y lo sabes —dijo Kurt mientras acomodaba un par de platos en una bandeja junto con vasos y cubiertos.
-¡No!... apenas conozco a esa gente, además Carol llegara mañana, no hay mucha diferencia.
-¡Claro que la hay! —contesto  llegando con la bandeja a la sala— se supone y deberían besarse  a la media noche, cosa que no haces con nadie desde hace tiempo.
-Lo se... pero con Carol hablamos y ella entendió que mi lugar estaba contigo.
-¿Por qué? —quiso saber Kurt poniendo cara de confusión.
-Porque no quería dejarte solo, menos con todo lo que te paso en la escuela este año —dijo Burt apuntándolo con la servilleta para ponerla sobre una de sus rodillas acto seguido.
-Papá…
-Es la verdad Kurt, aparentas que estas bien, pero todo lo que sucedió con ese tipo amenazándote, sumado al cambio de colegio, no debe ser fácil —añadió sacando la rebanada mas grasosa de la caja.
-No lo fue, pero Dalton es un sueño de la mañana a la tarde y me siento muy bien allí.
-Pero extrañas a tus amigos.
-Pero estoy a salvo de que alguien me mate, que creo, ¡creo! y es más importante que cualquier otra cosa —respondió Kurt sacando otra rebanada para él.
-Lo es… pero también es importante que te sientas cómodo…
-¡Papá!... camino por los pasillos y hay chicos que me saludan dándome “los cinco”, ¡soy parte los “Warblers”! por todos los cielos, creo y me siento más que cómodo.
-Bien… ¿no había alguna fiesta o algo?
-¿Dónde? —pregunto Kurt masticando pepperoni.
-En Dalton… o con tus amigos los Warbler.
-No, asumo y cada quien tenía sus compromisos, además luego que comenzaron las vacaciones de Navidad no he hablado con nadie.
-¿Ni con ese amigo tuyo? —quiso saber Burt sacando otra rebanada de pizza de la caja.
-¿Cuál… amigo? —pregunto Kurt de vuelta sintiendo que se ponía colorado.
-Ese que te llama… ¿”Ben”?
-Blaine… —corrigió sonriendo medio pícaro— y no me llama todos los días.
-Yo no dije que te llamaba todos los días… ¿te llama todos los días? —dijo Burt apuntándolo  con la rebanada de pizza a medio comer.
-No…
-¿Qué hay con esa cara?
-¿Cuál cara?
-Esa que pusiste, como si alguien te estuviese haciendo cosquillas bajo el sweater —contesto Burt moviendo sus dedos como si escudriñara en el piso de un granero.
-No sé a qué te refieres —dijo Kurt aparentando normalidad— mejor voy a cubrir la jaula de “Pavarotti”, si bien nosotros trasnocharemos unos minutos, el no tiene porque pasarlo mal.
-¿Qué hay con ese pájaro  Kurt?,
-No es ese pájaro, es “Pavarotti” y los Warblers me lo entregaron a mi ya que  es una tradición, “Para un nuevo Warbler, un actual Warbler” o ¿era al revés?... el asunto es que es de una dinastía de canarios por así decirlo.
-¡Eso no existe! —exclamo Burt riendo.
-En Dalton existe hasta lo más insospechado… ¡prende el televisor ya van a ser las 12!—exclamo dirigiéndose  a su dormitorio.
-Claro… ¿quienes estarán en la fiesta este año? —dijo Burt encendiendo el aparato y sintonizando el canal correspondiente.
-“Willow Smith”, “NKOTB” y creo que “Fergie”, pero no estoy seguro.
-¿Dick Clark estará de anfitrión verdad?
-Por supuesto, no hay año nuevo sin Dick Clark… vuelvo enseguida.
Kurt entro a su dormitorio y se fijo si “Pavarotti” tenia agua suficiente, le silbó unas cuantas melodías y lo cubrió con una camiseta usada, dio un vistazo a su teléfono y comprobó que había recibido mensajes de Rachel, Mercedes y de Artie, deseándole felicidad y buenos augurios para el 2011, tanto para él, como para su Papá.
-¡No te llamara! —dijo Kurt mirando su teléfono y revisando de nuevo por si tenía alguna “llamada perdida” o un mensaje que por razones desconocidas se hubiera ido directo a los “ya leídos”— nadie llama a alguien que conoció hace menos de dos meses para saludarlo en año nuevo, ¡nadie!— volvió a decir tirando el teléfono en la cama.

-Rachel y Mercedes te envían saludos… —dijo Kurt llegando a la sala y sentándose junto a su Padre.
-¿Hablaste con ellas?
-No, me enviaron un mensaje con buenos deseos.
-Genial, se los correspondes si les envías uno tú.
-Lo hare, pero luego de medianoche, como corresponde, saludar antes es casi como hacerlo para salir del paso, además creo que trae mala suerte.
-¿De cuando crees en la mala suerte?
-¿Desde que alguien trato de matarme en la escuela?, ¿Por qué cambiaste de canal?, ¿quieres perderte la mejor parte? —quiso saber Kurt al ver que su papá prefería ver “Rambo” antes de la transmisión de la “Dick Clark's New Year's Rockin' Eve”
-Lo siento… alguien esta catando —señalo Burt mientras apuntaba la pantalla.
-“Ke$sha”… te dije que estaría —exclamo Kurt al tiempo que se acomodaba junto a su Padre.
-No lo dijiste y además me mentiste, Dick Clark no está, en cambio esta ese otro tipo bajo entrevistando a todos.
-Vamos Papá alguien debía tomar la antorcha, Dick tiene más años que alguno de los edificios de Manhattan.
-No discutiré con eso, ¿El pájaro estaba bien?
-Lo estaba… y su nombre es “Pavarotti”… insisto.
-Muy bien, “Pavarotti”…—respondió Burt acentuando el nombre del canario como si hablara del propio “Luciano Pavrotti”
-¿Esa es la hora?... ¿faltan 5 minutos?
-Así es… Kurt, antes que comiences a emocionarte por ver New York, quiero decirte que te quiero hijo… y que si este año fue difícil para ti, el próximo no lo será, te lo prometo…
-Gracias Papá y aunque no puedes prometer eso… te lo agradezco… lo mismo deseo para ti... ¡Mira toda esa gente!... me encantaría estar allí algún día.
-¿Las nacionales no son en New York el año entrante?
-Lo son, pero me refiero a estar allí en medio de la multitud, esperando el año nuevo, besándome con alguien… no lo sé…
-Tal vez si vas a una universidad en New York podrás hacer todo eso.
-Siento que  falta una eternidad para eso… ¡mira!,  ¡allí conectaron con Dick Clark!
-¡Wow!, el tipo es un desastre…
-¡Papá!...
-Es la verdad… ¡míralo!... parece que estuviera embalsamado o algo.
-Embalsamado o no, igual puede con la cuenta regresiva —señalo Kurt al ver que el octogenario animador comenzaba  a descontar los segundos que quedaban del 2010.
Ambos se quedaron en silencio escuchando a Dick Clark cantar los números, las cámaras mostraban a la gente que se entusiasmaba cada vez más, conforme los segundos se acercaban al 1.
-¡Que cosa tan maravillosa! —opino Kurt  moviéndose en el sofá, como si quisiese acercarse lo más posible a New York,  a través de  la pantalla del televisor.
-¡Listo!... ¡Adiós 2010!... ¡Feliz año Nuevo hijo! —dijo Burt poniéndose de pie y dando un abrazo a su hijo.
-Igual para ti Papá… que seas muy feliz.
-Tu igual… y estarás allí en algún momento de tu vida, lo sé… —añadió dándole otro abrazo.
-Gracias Papá…
-Por nada… ahora yo me iré a acostar, ¿tu?
-No, yo quiero ver un poco más, siempre muestran los mejores besos, y Ryan dijo que tocarían “New York New York”… así es que…—dijo Kurt sentándose de nuevo.
-Muy bien… no te quedes hasta muy tarde que mañana me gustaría que desayunáramos todos en cuanto llegue Carol.
-No lo hare…  
-Buenas noches.
-Buenas noches Papá… “Start spreading the news…” —dijo Kurt señalando el televisor. Burt sonrió y lo apunto con su dedo mientras se retiraba— ¡Yo contesto! —exclamo al escuchar replicar el teléfono.
-¡Si es Carol dile que quiero el divorcio! —reclamo Burt soltando una risa y esperando en la entrada del pasillo a ver quien llamaba a esa hora.
Kurt sonrió y tomo el auricular pensando que podía ser Carol.
-Hola ¡Feliz 2011!
-¿Kurt?...
-¿Blaine?...
-¡Hola hombre! —exclamo Blaine desde el otro lado del teléfono en medio de un bullicio de gente y música.
-Espera un segundo…
-¿Quién es? —pregunto Burt hacienda una seña de duda con su cabeza.
-Es... es, para mi… —contesto Kurt sonriendo nervioso.
-Ok… Buenas noches.
-Buenas noches Papá —respondió con uno de los extremos del auricular cubierto con su mano, tomo aire y volvió a hablar— ¿Blaine?
-¡Oye!... ¿estás ocupado celebrando?
-No… ¿tú si?
-¡Obvio!, te dije que tenias que buscarte una fiesta… ¿Cómo estás?
-Bien… ¿tú?
-Bien también, aquí complaciendo a mis Padres vestido para la ocasión y celebrando el año nuevo… ¡oye!... ¡Feliz año nuevo!
-Gracias, igual para ti… ¿porque me llamas a esta hora?
-Porque a esta hora comienza el 2011, no te iba a llamar antes cuando no correspondía, además creo que la gente que saluda antes es porque quieren salir del paso, incluso escuche que trae mala suerte —dijo Blaine provocando una sonrisa silenciosa en Kurt que sintió que hablaba con su alma gemela.
-Gracias por la consideración… ¿estás en una fiesta?, se escucha gente hablando y mucha música.
-Bueno, como te conté mi familia organiza una fiesta y no se anima hasta que yo me hago cargo de la música, ahí es cuando la fiesta comienza a disfrutarse… ¡oye!, ¿Por qué no te vienes para acá?
-¡QUE! —dijo Kurt mas fuerte de lo que correspondía.
-Eso… ahora que ya viste caer la bola en New York, no tiene excusa.
-¿Cómo sabes que me quedaría a ver lo del “Time Square”?
-Me lo dijiste y lo recordé… oye, en serio toma tu auto y vente a mi casa, te aseguro una fiesta de aquellas.
-No puedo Blaine…
-¿Por qué no?, estamos empezando el año, puede ser tu resolución para el 2011 disfrutar el año empezando por el primer día.
-Suena una excelente resolución, pero de verdad no puedo, mi Papá se quedo aquí y no viajo a Toledo con su esposa por acompañarme, sería un poco desagradecido de mi parte si lo dejo solo  a él.
-¡Ven con él entonces!, hay comida y alcohol para todos.
-¿Alcohol?... ¿Acaso bebes?
-No… —dijo Blaine un tanto ahogado, casi como si se hubiese bebido una  lata de cerveza de un tirón.
-¡Estas bebiendo ahora! —exclamo Kurt riendo.
-Ok, lo confieso, pero es solo una inocente cerveza… ¿Qué dices?
-No puedo, de verdad, además mi Papá ya se acostó, no podría ir con él, ¿invitaste a alguien de la escuela?
-No, la verdad es que si hubiera querido que viniera alguien ese tendrías que haber sido tú, pero me despiste con todo lo de mi presentación en Navidad, y finalmente no te dije nada, por eso quería resarcir aquello llamándote esta noche.
-Gracias Blaine.
-Por nada… ¿te dije Feliz año nuevo?, porque es año nuevo y si no te lo dijera seria un tanto extraño.
-Me lo dijiste.
-…
-¿Blaine?
-¡Sí!… estoy aquí… oye,  ¿Cómo esta “Pavarotti”?, ¿no está trasnochando?, ¿verdad?
-No por supuesto que no, cubrí  su jaula hace como cinco horas —dijo Kurt inventando algo.
-Ah perfecto… ¿está bien entonces?
-Muy bien…
-Bueno, ya que no quieres venir a mi súper fiesta, a libarme del acoso de mis padres y de mi prima Kim… te dejo.
-Bueno… no bebas si no tienes 21, luego lo lamentaras, tenemos que volver a clase el lunes.
-Tienes razón… Kurt… que este año sea genial para ti, yo hare todo lo que esté en mis manos para que eso suceda, ya sea como líder indiscutido de los Warblers, así como conocedor de Dalton, serás feliz en nuestra escuela, y olvidaras lo que te hizo el gigantón ese.
-Gracias Blaine.
-De nada… ¿no te falta algo?
-¿Cómo?
-Eso… ¿no te falta algo por hacer?
Kurt se silencio un momento pensando que Blaine le pediría que le lanzara un beso a  través  del teléfono o algo así.
-¿A qué te refieres?
-¡A que es año nuevo y no me has deseado ningún parabién!
-¡Claro!... disculpa es que tu llamada me tomo un poco de improviso y aun estoy medio descolocado… te deseo lo mejor, aunque no se que mas podrías lograr este año que ya no tengas… pero sea como sea…  ¡Felicidades Blaine!
-¡Gracias hombre!, y ¿seguro y no quieres venir?… escucha… —dijo Blaine poniendo su teléfono hacia donde estaba la música.
-¿Esa es, “Only Girl (in the World)”?
-La señorita Rihanna en persona, bueno no en persona, pero en “Itunes” —dijo Blaine riendo.
-Vaya, no te imaginaba tan “Top 40”
-Es una fiesta… ¡debo serlo!, ¿ni con eso te animas?
-A pesar de eso… no puedo
-¿De verdad?, luego viene Katy Perry y Maroon 5
-Tal vez el próximo año…
-Ok Kurt Hummel no te acoso mas… que sea feliz y nos vemos el lunes.
-Nos vemos Blaine —respondió Kurt con una sonrisa enorme en su cara, que ni Dick Clark y su "New Year's Rockin' Eve” habían podido provocarle nunca.

Enero de 2049


-¿Qué te dijo Noah?
-Que llegara más tarde porque se quedara estudiando con dos amigos.
-¿Quiénes? —quiso saber Kurt arreglando su bufanda extra grande.
-Simona Vitagliano y Tate Bloomfield…
-¿Te lo dijo así? —pregunto Kurt riendo mientras salía del ascensor.
-Así mismo, como si no los hubiésemos visto casi a diario los últimos dos años —dijo Blaine sonriendo.
-Noah es tan correcto, incluso más que Henry cuando tenía su edad, me encanta eso.
-Y a mi… aunque me gustaría que se alocara un poco, después  de todo tiene casi 15 años.
-Es es como es y punto… creo que mis genes han ido ganando lugar en él.
-¡Oye! Yo también era extra ordenado cuando tenía su edad.
-Sí, pero luego te vino lo de “Rockstar” y terminaste despeinándote… literalmente —dijo Kurt revolviéndole un poco los rizos— por eso digo que mis genes son los predominantes aquí.
-Visto así, también lo creo y eso, es a mí a quien encanta —dijo Blaine dándole un beso allí mismo en el portal del edificio.
-¿Le dijiste que nos encontraríamos con su hermana?, ¿qué almorzaríamos con ella?
-Se lo dije, me pidió que le dijera que la adoraba, “Dile a Lizzie Anderson-Hummel que la adoro”
-Precioso… oye… ¿Recuerdas el teatro “The Grand Prospect Hall”? —pregunto Kurt mientras salía  a la  Fifth Av. junto a su esposo.
-¿El que está en Brooklyn? —respondió Blaine arreglándose la bufanda una vez en la calle, como si hubiese sentido un frio repentino e incontrolable— ¡está congelado! —exclamo arropándose.
-Te dije que debías ponerte el abrigo más grueso… no digas que no —advirtió Kurt cogiéndolo del brazo.
-No diré nada… —añadió haciendo un movimiento de tiritón con todo su cuerpo— ¿Qué me decías?
-Que si recuerdas el teatro “The Grand Prospect Hall”
-Por cierto que si, ¿Por qué?
-Porque escuche el otro día que lo iban a demoler.
-Bueno tiene más de 150 años de antigüedad.
-¡De historia!... es hermoso, y  debería ser inconstitucional que destruyeran la historia artística de la ciudad de esa manera.
-¿Por qué lo van a demoler?
-Porque ya dejo de ser rentable para sus dueños, y creo que no pueden costear una restauración.
-Creí que el dueño era el ayuntamiento de New York.
-Lo era hasta el 2025, luego lo cedieron a una orden religiosa y allí todo se derrumbo, como todo lo que toca la religión  en realidad.
-Tal vez deberías de averiguar detalles y podría ser que tu compañía quien lo compre.
-¿Un teatro?... ¿estás loco?, ¡costaría una fortuna!
-No creo y tanto y por lo demás una compañía que ha venido ganando “Tonys” con cada obra que ha estrenado desde hace mas de 30 años, no tendría problemas en obtener un crédito o financiamiento  caritativo de los mecenas anónimos.
-Un teatro… —murmuro Kurt sonriendo ante el desafío que le planteaba su esposo.
-Mira… esta Bill, ¿quieres un “Hot-dog”?
-Vamos a almorzar dentro de nada —respondió Kurt tomando la muñeca de Blaine y mirando la hora.
-Dentro de 5 minutos, la caminata te dará hambre —dijo acercándose al carrito de comida.
-¡Señor Anderson!, ¡Señor Hummel!... ¡Vaya clima!
-Horrible… —dijo Kurt sonriendo y arropándose con su bufanda.
-¿Lo de siempre? —pregunto el dependiente.
-Lo de siempre —repitió Blaine haciendo con su lengua una seña de hambre absoluta. Kurt lo miro y negó con la cabeza sonriendo— solo mostaza Bill…—añadió dando un pequeño salto en el puesto, como para entrar en calor.
-Muy bien señor Anderson—respondió el dueño haciendo lo que le pidieran— ¿Qué hay de Usted Señor Hummel?
-Lo mismo, gracias —dijo sonriendo y cubriéndose la cara casi en su totalidad.
-Dicen que la tormenta que viene será igual o peor a la que vivimos en el 2014.
-Espero y no sea peor, casi me congelo en aquella ocasión y eso que era más joven— contesto Kurt causando la risa en el vendedor.
-Pues es lo que dicen en el noticiario —insistió Bill al tiempo que entregaba los panes a Blaine—Señor Anderson…—añadió dándole un par de servilletas— y va por mi cuenta no se preocupe.
-¿Qué?, ¿de que estas hablando?, por ningún motivo—contradijo sacando su billetera.
-No Señor Anderson, de verdad, lo que sucede es que quiero pedirle un favor y como favor con favor se paga.
-Ok… ¿de que se trata?— dijo Blaine mirándolo raro.
-¿Sería posible que me firmara este disco?, es para una amiga de mi hija que no podía creer que usted y su esposo eran mis clientes habituales, así es que, si fuera posible— explico Bill sacando el último álbum de Blaine y un marcador rojo desde el fondo del carrito de “hot-dog”
-¿Cómo se llama la amiga de tu hija?
-Valentine… Valentine López.
-¡Que hermoso nombre! —dijo Blaine firmando los discos mientras Kurt lo esperaba sujetando los panes.
-Gracias señor Anderson, Valentine se pondrá como loca.
-Espero que no… gracias Bill —contesto Blaine depositando unos cuantos dólares en el tarro de las propinas de todas formas.
-Por nada señor, gusto en verlo, igual a usted señor Hummel.
-Gracias —respondió este  sonriendo.

-Eso fue raro —opino Blaine recibiendo su “hot-dog”.
-¿Qué cosa? —pregunto Kurt dando una mascada extra grande al suyo.
-Eso que paso recién, ni te enojaste ni nada porque me puse a firmar un autógrafo, ¿estás perdiendo el interés en mí? —quiso saber Blaine comenzando a comer y a avanzar por la “Fifth Av.” hacia la “W57th St.”
-¿Qué?... ¡Eso jamás!…
-¿Entonces?
-Bueno, ese era nuestro fiel Bill no una manada de adolecentes histéricas, que te quieren agarrar de donde sea —respondió Kurt haciendo con su mano como que agarraba un “hot-dog” más grande— además estoy como emocionado.
-¿Por qué?
-Por la reunión a la que nos cito Lizzie, estoy seguro y será para decidir cosas sobre su boda —dijo Kurt agudizando su voz y sonriendo emocionado.
-¿Cómo crees eso?
-Vamos…—dijo dando otra mascada— nos dijo hace una semana que se iba a casar con James, ¿no crees que ya es hora de preparar las cosas?… ¡tenemos que reservar el Plaza!, hablare con Helen, ella tiene más contactos que el Papa, creo que su vestido lo podrimos mandar a hacer, bueno eso dependerá de la fecha que haya elegido… si es pronto tendremos que ver las opciones ya listas, ni Vera Wang puede coser uno en tan corto tiempo.
-Kurt…
-¡Por Dios! —exclamo sin escuchar nada— si Noah y Liverpool fueran más pequeños podrían estar en el cortejo, arrojando flores camino al altar,  pero ¡Gracias a Dios Lily tiene también a Joplin!, ella será perfecta, ¿crees que quiera invitar a mucha gente?, yo creo que debería, aunque…
-¡Kurt!… —grito Blaine deteniendo el discurso de su esposo que se había extendido como por dos cuadras y ni lugar a respirar le había dado.
-¿¡Que!? —respondió limpiándose con la servilleta.
-¿No crees que estas tomándote demasiadas atribuciones?
-¿Qué? … ¡no!... ¿Por qué piensas eso?
-Porque sabemos hace como 5 días que nuestra hija se va  a casar y tu ya tienes decidido hasta que comeremos de postre.
-Aun no tengo decidió eso, aunque creo que las fantásticas “Frenchy fruit tarts” del “Bien Cuit” serán fenomenales, aunque insisto que…
-Kurt… —insistió Blaine deteniéndose  frente a él— sabes de sobra que una de las cosas que más amo de ti es que seas tan increíblemente entusiasta, pero creo que con esto no… no deberías…
-¿No debería  qué?
-No deberías creer que Lizzie aceptara todas sus ideas.
-¿Por qué no?, es nuestro primer hijo que se casa, ¡NUESTRA UNICA HIJA QUE SE CASA!, ¿no crees que es como para entusiasmarse?
-Lo es, pero ella siempre ha sido extremadamente independiente, sabes eso.
-Sí, pero cada vez que necesitó algo nos lo consulto a nosotros, ¿por qué en esto tendría que ser distinto?
-Porque esto es algo de ella, porque ya es una mujer con un grado académico, que tiene amigas, una futura cuñada con quienes decidir estas cosas, y porque si bien siempre recurrió a nosotros para todo, siempre tenía casi todo resuelto en su cabeza enrulada —explico Blaine chupando la mostaza de sus dedos.
-Pero nosotros costearemos la boda…
-Kurt…
-Lo siento… no quise decir eso… y no se lo diré a ella, de verdad.
-Espero… solo digo que te calmes un poco y que esperes  a ver lo que nos tiene que decir, ¿Qué tal si tiene todo decidido y tu terminas desilusionándote?, no me gustaría eso —dijo Blaine acariciándole  la frente.
-Tienes razón… lo siento… es solo que… tenía tanta ilusión y toda una idea de lo que sería este día cuando llegara… no sé, ya me estaba sintiendo como “Randy Fenoli” en medio de todos los vestidos de novia… —dijo Kurt encogiéndose de hombros—  pero es verdad… Lizzie siempre ha sido muy independiente, no como Henry, ni como Noah… creo que la última vez que nos necesito fue cuando Henry encontró ese monstruo aquel día de playa.
-¿Hablas del cangrejo?
-Cangrejo, monstruo es cómo lo mismo —dijo Kurt sintiéndose  un tanto desilusionado.
-Veamos primero para que nos cito, ¿de acuerdo?
-De acuerdo…
-¿Estás bien? —quiso saber Blaine tomándole cara.
-Lo estoy… pueden pasar mil años y tu sonrisa es lo único que me devuelve la calma.
-Ok… —contesto  dándole un beso— ¿hay que doblar aquí?, ¿verdad?
-Sabes que si… ¿recuerdas la primera vez que vinimos al “Russian Tea Room”?
-Obvio que si, nuestras primeras vacaciones en New York.
-Así es…—corroboro Kurt apenas.
-Kurt… no te entristezcas antes se tiempo, además  aunque no seamos parte de la boda en si, tal vez nos considere para algunas decisiones, no sé, los centros de mesa por ejemplo —dijo Blaine tomando a su esposo de las manos y dándole un beso en cada una.
-Y una fiesta no es nada sin ellos —contesto Kurt esbozando una pequeña sonrisa.
-Amo eso… —dijo Blaine deslizando su pulgar por los labios de Kurt.
-¿Entremos?
-Entremos… espera, la llamare para decirle que ya llegamos —dijo Blaine llamando a su hija.
-¿Qué te dijo?
-Que están en el “Bear Lounge”
-¿”Están”?
-Sí, es lo que me dijo… lo siento.
-Al menos tenemos los centros de mesa.
-Peleare por los centros de mesa —aseguro Blaine entrando junto a su esposo.

-¡¡“Papáblen”!!… —grito la chica como si estuviese en el mercado.
Blaine sonrió y le hizo una seña, Kurt hizo lo mismo y se adelanto entre las mesas para saludarla. Si bien, al igual que con Henry hablaban a diario y se veían casi todos los Domingos, para él era como si no la hubiese visto en un año.
-¡Papá! —exclamo al chica abrazando a Kurt— ¡”Papáblen”!— añadió dando otro abrazo a Blaine— ¿Cómo están?
-Bien hija, ¿tú?
-Bien también… ¡siéntense! —dijo señalando las sillas.
-¿Estás sola?
-¡Obvio!... James esta en el laboratorio… ¿por qué?
-Por nada cariño, es solo que cuando Blaine te pegunto dónde estabas dijiste “estamos”, pensé que estarías con tus amigas de la Universidad o con la hermana de tu prometido —explico Kurt sentándose en la silla que su esposo había abierto para él.
-No, ¡nada que ver!, primero porque este almuerzo es con mis Padres y segundo Candance es una pesada, si James fuera hijo único seria mas ideal de lo que es, además me refería al resto de la gente que esta aquí, y no miren pero esos que están allí están discutiendo desde que llegaron —dijo la chica bajando el tono de su voz.
Kurt miro disimulado a la pareja en cuestión y luego le hizo una seña a Blaine para que mirara también, este se hizo el desentendido y prefirió esconderse tras el menú.
-¿Como está el “Goblin”? —pregunto la chica acomodándose en la silla.
-Está bien en la escuela le ha ido genial y aun habla de cuando estuvimos en España hace dos meses.
-¡Extraño ir con ustedes por el mundo!... ¿saben lo que deberíamos de hacer?, tomar unas vacaciones todos juntos, Ustedes, Henry y Amelia, yo y James y el Goblin con… ¿está con alguien?—se interrumpió Lizzie mirando medio chueco.
-No que nosotros sepamos, aunque cuando Rachel viene con Barbra se queda de lo mas contento —dijo Kurt mirando a su hija como si aun fuera la pequeña de cabello revuelto.
-¿En serio?, ¿con Barbra?... eso seria genial…
-No tanto, no creo que quiera tener a Rachel de suegra.
-¡Ay “Papáblen”!, la Tía Rachel es lo máximo, aunque espero que no se case con ella sino me tildaran como al promiscua de la familia, después de todo soy la única que ha tenido más de un novio.
-Tienes razón… —dijo Blaine sonriendo y pasando pagina en el menú.
-¿Quieren que ordenemos ahora?, ¿o prefieren que les diga lo que quiero decirles? —dijo Lizzie acomodándose el cabello que ahora lucia ordenado y estiloso.
-Como quieras hija…—contesto Kurt dando una mirada a su esposo.
-Bien…  pero antes, ¡cuéntenme!... ¿qué dijo Helen? ¿algún galardón a la vista?
-Pues tu Papá no quiere creerlo, pero nos dijo que su película esta de favorita para los Oscar.
-¿De verdad Papá?, te juro que cuando la fui a ver con mis amigas todas quedaron súper impactadas con tu actuación, mereces todos los Oscar.
-Bueno solo me darán el de actor protagónico si eso sucede.
-¿Y el guion?, ¿no lo escribiste tu también?
-Sí, pero…
-¿Y la dirección?... todos los créditos tenían tu nombre Papá…—recordó la chica como si estuviese interrogando a uno de sus alumnos de la NYU.
-¿Que tal mi actuación?... ¿no merezco un Oscar también? —pregunto Blaine que había tenido un pequeño papel en la primera película actuada, escrita y dirigida por su esposo.
-Por supuesto “Papáblen”, además ese galardón es el que les falta en su repisa… ¿qué hay de Julianna?
-Julianna está bien, y aunque tu hermano insista en que esta grande y no necesita que lo cuiden, estará con nosotros hasta que se gradúe de secundaria.
-¿Eso dice el “Goblin”?—pregunto Lizzie sonriendo.
-A diario… —dijo Kurt leyendo el menú
-Es un loco, ¿les conté que me fue  a ver a Universidad?
-El nos conto.
-¿SI?... ¡obvio!... les juro que no me vuelvo a perder otro Domingo, después quedo despistada con las novedades de mi familia.
-No te preocupes hija, sabemos que tienes mucho que hacer —dijo Kurt tomándole una mano.
-¡No tengo justificación!... ¡no insistan! —exclamo divertida— ¿Qué les dijo Noah?
-Estaba feliz, creo que desde que tenía 4 años decidió que estudiaría Ciencias allí —dijo Blaine cerrando el menú ya listo para ordenar.
-Pues estuvo toda la tarde en la biblioteca y yo lo lleve al campus de biología y creo que enloqueció un poco —dijo la chica riendo.
-¿Hay programas?, ¿Cómo para haga un par de cursos en el verano o algo? —pregunto Blaine recibiendo el menú de Kurt.
-Si los hay, ¿quieren que lo inscriba en alguno?
-Primero le preguntamos a él y te avisamos Princesa —dijo Blaine como si Lizzie tuviera tres años.
-Nunca dejes de llamarme así.
-¿No?, creí que te avergonzaba un poco.
-Lo hacía cuando era adolescente ahora soy una mujer adulta que adora las cosas que odiaba cuando adolescente, así es que nunca dejes de llamarme Princesa.
-Muy bien Princesa —dijo Blaine sonriendo y tomando la mano de Kurt por debajo de la mesa.
-¿Qué pasa Papá?
-Nada… es solo que te veo tan resuelta y hermosa, que creo que podría llorar por lo grande que estas, por la maravillosa mujer en la que te has convertido
-¡Papá!... ¿Es porque dije de un día para otro que me iba  casar?, ¿hubieran preferido que James pidiera mi mano y ese tipo de cosas?
-No cariño es tu vida puedes hacer lo que quieras, ¿verdad Kurt? —se adelanto en decir Blaine murando a su esposo, este hizo un gesto positivo sin poder evitar la nostalgia.
-¿Si?, porque James quería hablar con ustedes para pedir mi mano y no sé que, yo le dije: “¿¡Que es esto  1995!?”, y que si tenía que hablar con alguien era conmigo, ¿hice mal? —pregunto la chica arrugando al nariz igual como Blaine lo hacía.
-No Cariño, no hiciste mal, como bien dijo tu “Papáblen” es tu vida y ahora eres más que adulta para decidir como quieras.
-¿Me están llamando vieja?, porque si es así hago que ustedes paguen por todo lo que ordenare.
-No Cariño, y tu nos invitaste así es que quien debe pagar eres tú.
-Lo sé… ¡lo sé! —exclamo Lizzie alzando sus brazos.
Los tres rieron y dijeron al mozo lo que ordenarían, este les dejo unos vasos diminutos con vodka y se retiro a por lo que habían ordenado.
-¿Haremos un brindis? —quiso saber Kurt alzando su vaso.
-Por supuesto… pero yo digo porque —advirtió Lizzie acomodándose por enésima vez en su silla.
-Ok… —dijeron sus Padres al unísono.
-Bien… quiero hacer un brindis por los mejores padres del mundo que coincidentemente son ustedes —dijo la chica apuntándolos a ambos— y quiero decir que gracias ustedes soy lo que soy y gracias al ejemplo de amor que vi en mi casa mientras crecía, hoy puedo reconocer ese sentimiento y querer lo mismo para mí.
-Lizzie… —dijo Kurt queriendo llorar a grito pelado.
-Eso es muy bonito Princesa… ¡salud! —añadió Blaine chocando su vasito con el de los demás.
-¡Salud!— repitió Kurt.
-¡Eso!— dijo Lizzie bebiendo su vodka de un trago, hizo una mueca de desagrado seguido de un estremecimiento con todo su cuerpo.
Kurt puso cara de haber chupado un limón  y Blaine soltó un poco de aire luego de terminar con su bebida.
-¡Pidamos otro! —dijo Lizzie entusiasmándose.
-¡Hija!…
-Ay Papá tengo 27 años… ¡hola!...
-Aunque tengas 60, basta de bebida —advirtió Kurt levantando una ceja.
-Bien, además ni quería seguir bebiendo… lo que sí quiero —dijo la chica meneándose sobre su asiento— es decirles algo…
-¿Estas embarazada? —dijo Kurt sin pensarlo.
-¡Que!... ¡no!… ¡nada que ver!... —exclamo Lizzie tocándose el vientre.
-Lo siento, eso podría explicar lo de la boda tan repentina —agrego Kurt encogiéndose hombros.
-No es repentina, con James teníamos planeado casarnos hace como un año.
Kurt dio una mirada a Blaine como dándole  la razón en todo lo que le había dicho sobre que tal vez Lizzie tenía  ya todo decido para la boda y que a ellos  solo les tocaría elegir los centros de mesa.
-¿Un año Princesa?...
-Si, bueno, no es que me lo haya propuesto hace un año… gracias… —dijo Lizzie al recibir su orden— es solo que hace como un año que veníamos hablando de que podríamos casarnos.
-A eso esta más claro… “спасибо” —dijo Kurt que había aprendido a decir “Gracias”, “Por favor” y “¿Qué hora es?” en ruso, luego de la última de las giras de su esposo.
-Por cierto que lo está —dijo Blaine haciéndole una venia al mozo luego de recibir su plato.
-Bueno, pero más allá de la fecha yo los cite aquí para decirles algo, preguntarles más bien.
-¿Qué cosa? —dijo Kurt poniendo la servilleta en su regazo.
-Quiero que ambos estén mi boda…
-¡Hija!, obvio que estaremos, tengamos lo que tengamos que hacer, lo suspenderemos para aquella fecha —dijo Blaine tomando la mano de Kurt, esta vez por sobre la mesa.
-No, pero no me refiero a que asistan a la boda, eso lo doy por hecho desde que tenía 12 y todas mis amigas del colegio andaban con un cuaderno con recortes de vestidos y cosas relacionadas con las bodas.
-Tú en cambio andabas con un cuaderno de matemáticas —dijo Kurt sonriendo y poniendo sal a su “Pelmeni”
-¡Obvio!, yo no necesitaba de esas cosas, además sabia de sobra que si algún día me casaba, tendría al mejor “Wedding planner” de todo el mundo —dijo mirando a Kurt con orgullo y cariño.
-¿Quién?... ¿Shawn Rabideau? —pregunto este sin caer en la cuenta.
-¡Tu Papá!… —dijo la chica dando a su voz el tono del de una deficiente mental.
-¿Cómo?
-Eso… “Papáblen” no te pido esto a ti porque sé que no te gusta tanto como al Papá, pero si yo quiero que seas tú quien me entregue, así ambos estarán en la ceremonia, tu Papá, entraras encabezando el cortejo de las “damas de honor”, luego entro yo con el “Papáblen”, aunque no sé si Henry y Noah querrán ponerse un traje  y entrar dejando pétalos o algo —dijo la chica como mirando el infinito.
-Hija… no te entiendo, ese es el puesto de la “Maid of Honor”
-Si… y quiero que “esa”, seas tu Papá si no te ofendes claro… porque James me dijo que tal vez te ofenderías y no sé que mas,  uno de sus discursos de físico cuántico, pero si no quieres me dices… no hay problema —dijo la chica moviendo sus palmas abiertas como si limpiara dos vidrios a la vez.  
Kurt se quedo con la boca abierta como si hubiera perdido el don del habla, miro a Blaine y luego a Lizzie y después otra vez a Blaine.
-Hija… yo… —trato de responder Kurt  sintiendo que la emoción lo desbordaba.
-Igual es como harto trabajo, porque tendrías que encargarte de todo, pero lo más importante es que me ayudes a escoger mi vestido, tu también “Papáblen”, tengo como una idea en la cabeza, pero es tan rara que tal vez nunca encuentre un vestido así, ni siquiera en “Klainfeld”—dijo Lizzie mirando a Kurt que seguía como enmudecido— ¿Papá?
-Lizzie, ¿estás segura?, ¿Qué hay de tus amigas?, creí que una de ellas seria tu “Maid of Honor”
-¿Qué?... ¡no!... al diablo con ellas, yo tengo decidido esto desde que tenia 12 y nunca lo dije porque pensé que ustedes creerían que me quería casta a esa edad y me encerrarían en mi cuarto para siempre, pero es lo que quiero, Papá tu eres tan importante para mí que creo que no podría recurrir a otra persona, lo mismo tu “Papáblen”… ¡Henry hará lo mismo cuando llegue su hora y los escogerá a ustedes como “Best man”! ¡a ambos!... ¿Por qué yo no haría lo mismo?.
-Pero, ¿Qué hay de la familia de James?, ¿no son medio tradicionalistas?, podrían molestarse.
-Lo son, van a misa todos los domingos del año, ¿pueden creerlo?, pero no me importa, la boda es mía y de él y ya le dije que si había algún problema y sus padres se ponían a predicar o a tirar agua bendita la boda se cancelaba en ese instante —sentencio Lizzie haciendo un gesto de termino con una de sus manos.
-Gracias hija…
-¿Eso es un sí?… —quiso saber la chica poniendo la cara de traviesa que sus padres conocían desde siempre.
-¡Por supuesto que sí! —exclamo Kurt levantándose para abrazarla. Lizzie pego un grito y meneo sus brazos como un pájaro revoloteando, haciendo con ello que el resto de la gente que estaba en el “Bear Lounge” se voltearan a mirarlos, incluidos los amantes en disputa. Blaine sonrió satisfecho y feliz por como Lizzie era con ellos y enfrentaba su vida y tambien porque Kurt podría hacer lo que había soñado desde el día en que recibió a Lizzie en sus brazos 27 años atrás.

Mayo de 2013


-¿Puedo pasar?—pregunto Kurt desde la puerta del baño.
-Por supuesto…
-Gracias…—dijo entrando y sentándose en el retrete.
-¿Por qué me agradeces?... después de todo es tu baño —contesto Blaine mientras se afeitaba frente al espejo.
-Pues deberías decirle eso a Rachel cuando se levanta “especial” y gasta toda el agua caliente.
-Eso te pasa por vivir con dos chicas —dijo Blaine sonriendo entre espuma de afeitar.
-Muy cierto…
-¿Necesitas el baño? —quiso saber Blaine apuntando a su alrededor.
-No, mi ritual nocturno lo hice hace media hora, como bien dices vivir con dos mujeres hace que el baño este permanentemente ocupado, por lo que debo aprovechar cualquier espacio libre que exista— explico Kurt concentrándose en el agua que caía por el cuello de Blaine y se perdía por el medio de la abertura de su camisa— ¿Por qué te afeitas ahora?, no es que me queje, me encanta verte… solo siento curiosidad—añadió como reaccionando de un trance.
-Hago esto ahora porque estoy seguro y mañana no tendré tiempo —aclaro rasurándose una de las mejillas.
-Creí que tu vuelo salía a medio día —índico Kurt mientras abultaba el pañuelo saliente de la cajita sobre el estanque del baño.
-El vuelo sale  a medio día, pero creo y Sam quiere ir a “Liberty Island”, pero no estoy seguro si alcancemos.
-Bueno… —dijo Kurt cruzándose de piernas y arreglando la cortina de la ducha al mismo tiempo— el primer Ferry sale de “Mainland” a las 9:30 y el ultimo a las 3:30 de la tarde, así es que si quieren  alcanzan, aunque me gustaría hacer otra cosa contigo— añadió mirando a su novio en aquel ritual que le parecía particularmente sexy.
-¿Qué cosa?
-Una cosa… y me gustaría sorprenderte así es que si no te molesta, no te lo diré.
-Muy bien… —dijo Blaine enjuagando la hoja de su navaja— ¿Dónde están todos?
-Rachel está en su cuarto, Santana salió con Dani y creo que pasara la noche en el departamento de ella y Sam subió a la azotea para tomar unas fotos.
-¿Estamos medios solos? —pregunto Blaine mirándolo por el espejo.
-No… Rachel está en su cuarto, ¿te dejo sordo hacer tanta fuerza con ese piano?
-No…—contesto sonriendo y rasurando la zona de su barbilla.
-Igual creo que no debiste gastar tanto dinero en un regalo, no necesitabas comprarnos nada—señalo poniéndose  de pie y corrigiendo la posición del cuadro que estaba a su espalda.
-¿Estas teniendo segundos pensamientos sobre lo que te regale? —pregunto Blaine volteándose hacia Kurt con un bigote de espuma de afeitar.
-¿Qué?, ¡no!... me encanta ya te lo dije, es solo que creo que todo nuestro dinero debería ser para un solo propósito —contesto Kurt señalando su anillo.
-Lo sé y tengo eso medio cubierto, confía en mí —agrego terminando con las áreas sin  afeitar.
-Confío plenamente en ti Blaine Anderson futuro Hummel —sentencio Kurt tomando una pequeña toalla desde la repisa de un costado, así como un frasco de loción y otro de crema— y hablando de confianza… ¿no tienes nada que contarme? —añadió parándose a su lado.
-¿A qué te refieres? —quiso saber Blaine lavándose la cara con agua tibia.
-A que si no tienes que contarme algo… tal vez, ¿algo que te haya confiado tu amigo Sam? —insistió Kurt entregándole la toalla.
-No lo creo… —respondió secándose la cara.
-¿Seguro? —volvió a preguntar Kurt entregándole el frasco de loción.
-Seguro… Kurt, ¿hay algo de lo que tú quieras hablarme?
-¡No! —contesto alargando al “o” y volviendo al asiento de retrete— no si tengo que sonsacarte las palabras con tirabuzón —añadió medio murmurando.
-No entiendo a que te refieres, de verdad —dijo Blaine aplicándose “Aftershave”
-Sí que lo sabes, pero me da lo mismo, en realidad no me da lo mismo, pero me hace sentir orgulloso que guardes con tanto recelo el secreto de tu amigo.
-¿Estás hablando de Sam? —pregunto Blaine poniendo los frascos devuelta en la repisa del baño.
-¿No te pondrás humectante?... ¡sabía que habías olvidado todo lo que te enseñe! —exclamo levantando sus brazos y dirigiéndose al dormitorio.

-¿No te enojaste verdad? —quiso saber Blaine asomándose.
-No… obvio que no —contesto mirando hacia la sala antes de cerrar la última porción de cortinas.
-¿Seguro y no quieres que devuelva ese piano? —pregunto Blaine ubicándose al lado de su prometido y mirando en la misma dirección que él.
-No… ya te lo dije —contesto Kurt volteándose para quedar frente a él y abrazarlo a la altura del cuello —además tener uno aquí me servirá para practicar.
-Tú no tocas piano —dijo Blaine dándole un  beso en la punta de la nariz.
-No, pero sé el comienzo de “Clair de Lune” de Debussy y eso es algo…— dijo Kurt dándole un beso en la frente— y la verdad es que lo que más me preocupa es que Rachel no nos deje llevárnoslo cuando partamos a vivir juntos.
-¿Has pensado en eso?
-¡Obvio que si!... ¿tú no?
-Cada día, pero… pensaba que tal vez, como eres tan feliz aquí viviendo con las chicas,  no querrías dejar de vivir con ellas nunca.
-¡Qué tonterías dices!... una vez casados debemos vivir solos para andar sin ropa la mayor parte del tiempo y comenzar a tener decenas de bebés —respondió Kurt sonriendo de la manera más amplia.
-Ok… ¡y el comienzo de “Clair de Lune” de Debussy es la pieza más fácil de tocar! —dijo Blaine recordando aquello.
-¿No deberías celebrar todos mis logros?
-Los celebro, pero los verdaderos, no esos que inventas cuando quieres algo —advirtió Blaine zafándose  y comenzando a  alistarse para dormir.
-Yo no quiero nada —contesto Kurt dándose de ofendido— y si no me quieres contar bien, me da lo mismo.
-¿Contarte qué?
-¡Lo de Sam!… —exclamo medio ahogado y apuntando hacia la azotea donde se encontraba el tipo en cuestión.
-Kurt…
-Bien…  entonces hablare yo —añadió quitándose el sweater y la camiseta.
-Ok… —dijo Blaine haciendo lo mismo.
-Dime si no notaste un intercambio de energía raro entre Rachel y Sam… ¡claro que lo notaste!— se respondió a sí mismo dejando a su prometido con la boca abierta presto a dar una respuesta— estoy seguro que Sam te conto todo, pero tú eres tan absolutamente buen amigo que no me dirás nada, lo que debo decir —añadió apuntándolo— es bastante sexy pero injusto, porque yo soy tu mejor amigo, no él —concluyo Kurt quitándose los pantalones y acostándose bajo los cobertores.
-Hay dos cosas que son muy verdad en todo lo que dijiste —dijo Blaine quitándose el reloj y metiéndose en la cama también.
-¿Qué cosas serian esas? —dijo con los brazos cruzados y tratando de mostrar indiferencia.
-Primero que yo soy enormemente sexy.
-Yo no dije eso… —corrigió Kurt  acostándose sobre uno de sus lados y sonriendo con disimulo.
-¡Claro que sí!… —dijo Blaine abrazándolo desde atrás— y la segunda verdad, es que tú si eres mi mejor amigo en el mundo, pero las cosas que me confía Sam son sus secretos no míos, por lo tanto —añadió arrimándose al cuerpo de su novio— no me corresponde divulgarlos.
-¡Dios!... si que eres enormemente sexy —dijo Kurt al sentir los labios de su futuro esposo en todo su cuello y parte de su oreja.
-Te lo dije —murmuró Blaine dando más besos.
-Rachel esta dos metros de aquí y Sam está por llegar al sofá de la sala.
-Pero nosotros tenemos cortinas.
-Blaine…
-Está bien, me comportare, pero no me impidas que no me quede dormido acomodado justo así —dijo Blaine poniéndole ambas manos en la barriga.
-Me encantaría si te quedaras dormido justo así —contesto Kurt echando un poco su cuerpo hacia atrás para terminar de adaptarse a las formas varoniles de su prometido— Buenas noches.
-Buenas noches Kurt… te amo…
-Y yo te amo a ti… y recuerda que mañana tienes una cita conmigo muy, muy temprano.
-¿Debe ser tan temprano?
-Por supuesto… para lo que quiero hacer debemos ganarle al amanecer.
-Ok… —dijo Blaine acomodándose para dormir abrazado del hombre de su vida.

-Está bien oscuro —dijo Blaine tratando de mirar por una de las ventanas.
-Te dije que debíamos levantarnos extra temprano… ¿quiere un café? —pregunto Kurt  llenando la cafetera de agua.
-¿Tenemos tiempo para sentarnos a beber uno?
-La verdad es que no —respondió Kurt moviéndose por la cocina.
-Entonces prefiero que compremos uno en el camino, aunque dudo que haya algo abierto a esta hora —dijo poniéndose ambas manos cerca de su cara como si quisiera fabricarse con sus dedos unos binoculares para mirar a través del vidrio.
-No es necesario que compres —advirtió Kurt sacando dos vasos con tapa desde uno de los anaqueles— la otra vez compramos estos con Rachel, son súper prácticos, nada se derrama —explico como si estuviera protagonizando un infomercial de aquellos vasos con tapa, al tiempo que hacia andar la cafetera.
-¿Dónde iremos?, ¿hay locomoción a esta hora?
-Es una sorpresa y si hay locomoción, de todo tipo, estamos en New York, no en Lima Ohio donde todo se guarda a las 10 de la noche —respondió tomando ambos vasos en espera del café— ¿quieres avisarle a Sam?
-No… no es necesario, además esta durmiendo tan bien que creo que sería un pecado despertarlo —dijo Blaine mirando a su amigo dormir sobre el sofá de la sala, con la boca abierta y un pie fuera del cobertor.
-Tienes razón —contesto Kurt mirándolo también— pero puedes escribirle un mensaje —añadió haciendo como que escribía algo.
-No, está bien… ¿Qué hay de ti?, ¿no le avisaras a Rachel?
-Le dije el otro día que tenía este plan, espero y lo recuerde —dijo Kurt vertiendo el café en los vasos y ajustando la tapa en cada uno.
-Si no, estarán llamándonos en cuanto se despierten.
-Así será… ahora vámonos, no podemos perder ningún segundo —advirtió Kurt abriendo la puerta de corredera.

Una vez en la calle, Kurt le entrego el vaso con café a su prometido y se paro en la orilla de la calle con una mano en alto, esperando que parara un taxi, luego de un par de minutos consiguió que uno los llevara.
-Al  “Whitehall Terminal”, en  Manhattan por favor —dijo Kurt subiéndose al taxi.
-¿”Whitehall terminal”?, ¿Qué haremos allí?
-Te dije que era una sorpresa, por lo que no debiste escuchar eso —contesto Kurt acomodándose en el hombro de Blaine.
-Ok, aunque insisto que está muy oscuro para ir a cualquier lado.
-Creo que ya deberíamos de cambiar ese pensamiento pueblerino, después de todo te mudaras aquí en un par de meses.
-Lo sé… —dijo Blaine mirando por la ventana.

-¿Tomaremos un Ferry?... ¿A dónde? —quiso saber Blaine llegando a la explanada del terminal.
-Ya deja de hacer preguntas —dijo Kurt pagando la tarifa y bajándose del taxi.
-Es justo que me contestes, después de todo está oscuro y no sé qué harás conmigo —sentencio Blaine poniendo cara de niño virgen y dando un sorbo a su café.
-Pues  tomaremos ese Ferry —contesto Kurt apuntando— hasta “St. George Terminal” en “Saten Island”
-¿De verdad?, ¿y por qué a esta hora?
-Porque… —dijo Kurt tomándolo del brazo— quiero enseñarte algo —añadió dirigiéndose con él hasta la entrada del terminal.
-¿Qué cosa?
-Lo veras cuando lo veas, ¡y ya deja de hacer preguntas Blaine Anderson!, estas demasiado curioso.
-Pero si no me cuentas, puedo imaginarme cualquier cosa.
-Pues imagina lo que quieras pero guarda silencio.
-Pero… —alcanzo a decir Blaine antes que Kurt lo silenciara con un beso.
-Pero que… —pregunto coqueto.
-Nada… nada en absoluto.
-Muy bien —dijo subiéndose con él a un Ferry que tenía casi cuatro pisos y a que a esa hora tenía como pasajeros en su mayoría personas que trabajaban en New Jersey y sus alrededores— ¡Ven!... ¡esta por suceder! —exclamo tomándolo  de la mano y guiándolo a una de las cubiertas.
-¿Qué tienes en mente Kurt Hummel?... ¿y cómo descubriste que existía este Ferry?
-Pues bien, un día de tantos me subí a esto, solo para sentirme como “Tess McGill” rumbo a Manhattan y descubrí que era una manera gratuita y entretenidísima de viajar, además de poder ver… —dijo Kurt tomando a Blaine por los hombros y volteándolo en la orilla del barandal hacia el rio— eso… —añadió señalando el amanecer.
-Kurt… ¡Que maravilloso! —opino Blaine sorprendiéndose con la más hermosa salida del sol que hubiese visto nunca, la luz se asomaba desde el océano y los edificios comenzaban a brillar como si tuvieran luz propia, el Hudson también revivía destellando, como si se despertara con pereza luego de una noche de oscura calma.
-¿Te gusto? —pregunto mordiéndose el labio, como ansioso de la reacción de su prometido.
-Es maravilloso… —repitió sin recordar otra palabra que halagara aquello que Kurt le enseñaba con tanto cariño. Se apoyo en el barandal y se quedo observándolo como si nada mas existiese en el mundo.
-También lo creo — añadió Kurt sonriendo y acercándose a él.
-¿Cómo descubriste esta escena?, ¿luego de una noche de juerga? —quiso saber Blaine sintiendo la brisa helada en toda su cara.
-No…—contesto refugiándose en el café y en su prometido, de aquella misma brisa— con Rachel no salíamos tanto, aunque cuando tú y yo rompimos, ella insistió, insistió e insistió en que debía olvidarte y que por lo tanto debíamos  buscar chicos a quienes besar.
-¿Tú…?... ¿querías olvidarme? —pregunto Blaine mirando el rio Hudson.
-Desesperadamente… sí…
-Ok… —respondió sintiéndose medio incomodo.
-Pero no pude…—dijo Kurt arrimándose a su brazo— y agradezco no haber podido.
-Y yo… —añadió Blaine dándole  un beso— dime entonces…—agrego saboreándose.
-Pues la primera vez que lo vi, no fue desde aquí, si no que  desde el puente de Brooklyn, un día  que trabajamos toda la noche en la revista, luego hice mis investigaciones y descubrí este Ferry gratuito y fabuloso, y recuerdo que cuando vi ese amanecer en lo único en que pude pensar fue en ti…
-¿En mi?...—pregunto Blaine sintiendo que sus pies abandonaban el piso.
-Así es…
-¿Por qué?
-Porque  la primera vez que vi un amanecer junto a alguien, fue junto a ti ¿te acuerdas cuando fuimos  a ese club elegante al que me invitaste?
-Me acuerdo…
-Pues bien, a pesar que aun no pasaba nada entre nosotros, es un recuerdo que guardo en mi corazón con más de una llave.
-Me alegra que recuerdes esas cosas —dijo Blaine acomodándole el pañuelo del cuello y ordenándole cabello revuelto, utilizando sus dedos como improvisada peineta.
-Pues no es todo —añadió bebiendo café— luego —continuo Kurt volteándose y apoyando su espalda en el barandal de un de las cubiertas— pensé en que te extrañaba con locura y lo único que me hacía sentir cerca tuyo era esto,  así es que cada vez que me sentía  solo, me levantaba temprano para ver este hermoso amanecer, porque enfrentémoslo es igual a ti.
-¿Cómo es eso?
-Lo es… porque suceda lo que suceda, este sol aparece cada mañana, constante, inquebrantable, noble y generoso… y aunque lleve mil años en esta rutina, cada día es como si fuera el primero, como si recién hubiese sido creado y hoy fuera el primer amanecer del que presume, y así me siento contigo, así siento que es tu amor,  cada día, cada hora… para siempre —concluyo sonriendo emocionado.
Blaine soltó un suspiro y lo envolvió con sus brazos, hizo suyo el olor de su prometido, así como también la nostalgia que aquellos días les provoco a ambos. Se aparto de manera lenta y sintió que ni el bravo atlántico que tenían delante, se comparaba con el  océano profundo de los ojos de Kurt, le sonrió como la alteza heredera en que se convertía cuando estaba feliz y lo beso.
-¡Por Dios! —dijo Kurt exhalando aire con sabor a Blaine— te amo…
-Cásate conmigo Kurt… —murmuró Blaine de vuelta mientras le sostenía la cara con una mano y hacia que sus narices rozaran.
-Creo que ya te dije que si…
-Tienes razón… —dijo Blaine sonriendo y apartándose un poco— gracias por decirme esto Kurt…
-Gracias por no darte por vencido conmigo Blaine —dijo Kurt arrimándose a él de cara al amanecer
-Nunca lo hice y nunca lo haría… ahora… dime, ¿Qué hacemos ahora?, ¿nos devolvemos nadando?
-Creo que arrojarnos al agua seria un tanto dramático…
-¿Al estilo de  “Rose DeWitt Bukater”?
-Ella no llego a lanzarse, “Jack” lo impidió… y no hablemos de esa película ¿bueno?
-¿Por qué no?, creí que morías por la historia de amor entre “Jack” y “Rose”.
-Ya no… por lo que si muero es por un buen desayuno, así es que sugiero que lleguemos hasta el final del viaje, desayunemos como corresponde en “On Your Mark Cafe”, damos una vuelta por la costanera y nos devolvemos en el Ferry de las 10:00, ¿Qué te parece?
-¿Puede ser en uno más temprano?, tengo un vuelo que tomar —dijo Blaine haciendo una mueca.
-¡Tienes razón!, aunque hacerte perder el avión seria una excusa magnifica para hacer que te quedaras —advirtió Kurt poniendo cara de travesura.
-Me encantaría quedarme, lo sabes, pero soy un estudiante de secundaria, tengo deberes que hacer.
-Bien… entonces acomodando los planes a tu horario escolar, desayunemos como corresponde en “On Your Mark Cafe”, damos una vuelta por la costanera y nos devolvemos en el Ferry de las 09:00, ¿Qué te parece?
-Me parece el mejor plan de toda mi vida —contesto Blaine cruzándole un brazo por sobre el hombro.
-Y a mi… —añadió Kurt abrazándolo  a la altura de la panza con vaso de café y todo.