(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

-¡Soy una persona Blaine!, soy de carne, hueso y sangre y esta era una gran noche para mí y necesitaba que estuvieras aquí.
-Kurt…—trato de decir Blaine dándose cuenta que la llamada se había terminado, hizo una mueca de decepción y se dejo caer en el arcón de los pies de su cama— ¡auch!— dijo para sí al sentir que se había pegado en la cabeza un poco más fuerte de lo que tenia presupuestado.
-¡Cariño!... ¡la cena!... —dijo la Señora Anderson entrando en el cuarto de su hijo sin golpear— ¿por qué esta acostado allí?… ¿te crees una frazada en un día de calor? —agrego celebrando su chiste con una risa.
-¿Que? —contesto Blaine incorporándose y sobándose la cabeza.
-Eso… ¿Estás bien?
-No… —respondió poniéndose de pie y tirando su teléfono en la cama.
-¿Qué sucede?... ¿por que no hay ropa tirada por todos lados?... ¡dame un poco de trabajo soy tu Madre!
-¿Quieres que desordene?
-No, quiero que te comportes como el adolescente que eres… ¿Qué sucede? —insistió estirando los cobertores de la cama sin que hubiese necesidad alguna.
-Nada… ¿Mamá?, ¿puedo preguntarte algo?
-Por supuesto… —respondió abultando las almohadas.
-¿Existen antecedentes de enfermedades mentales en nuestra familia?
-¿Enfermedades mentales?, ¿cuenta la personalidad de mi suegra?
-¡Mamá!...
-¿Qué?... es la verdad tu abuela es bastante… —respondió la Señora Anderson haciendo el gesto de locura con uno de sus dedos.
-Sabes que no…
-Hijo…—insistió sentándose en la orilla de la cama.
-¡Esta bien!, la abuela es más loca que una cabra de monte, pero no me refiero a eso…—dijo Blaine sentándose en su silla roja— me refiero a insanidad repentina, alucinaciones, ese tipo de cosas.
-¿Alucinaciones?... hijo… ¿estás bien? —pregunto la Señora Anderson tocándole la frente y los ganglios del cuello, como si hiciera un diagnostico certero con aquellas dos acciones.
-Estoy bien… lo que sucede es… ¡da lo mismo!... ¿Qué querías? —dijo quitándose las manos de su madre de la cara.
-Te venia  a avisar que la cena esta lista… un momento,  ¿no ibas a viajar a New York de nuevo?
-Se supone y debía estar allí ahora, pero  la directora me dio tres días de detención por algo que hice.
-¿Detención?, ¡¿Qué hiciste?!
-¿Te importa si no te cuento?, no tengo ganas de hablar de eso ahora —respondió Blaine haciendo una especie de vuelta de carnero para pasar de la silla a su cama sin tener que levantarse.
-Me importa… ya deberías saber que me gusta estar al tanto de todo, por lo tanto te torturare hasta que me lo cuentes… ¿hablaste con Kurt? —dijo su Madre corriéndose un resto en la cama para no toparse con los zapatos de su hijo.
-Si recién… y estaba más que molesto porque no iré a su presentación.
-¿De “Pamela Anderson”? —pregunto extra convencida.
-“Pamela Lansbury”…
-¿Y ella? ¿es hermana de Angela Lansbury?... ¿también es actriz?
-No… es una fusión de nombres que invento, en realidad la invento Rachel pero para él fue la epifanía que le revelo como debería llamarse su banda.
-¡Que cosa tan divertida!... Kurt es tan inteligente e ingenioso… ya quiero que lleguen los bebés Anderson Hummel…
-Espera… no sabes si serán “Anderson Hummel” o “Hummel Anderson”.
-¿No han hablado de eso?
-Aun ni siquiera tenemos la fecha de la boda y ¿quieres que hablemos de cómo se apellidaran nuestros hijos?
-En realidad es muy pronto… pero me emociona saber que podre cargar a un nieto pronto —dijo al Madre de Blaine agudizando su voz y haciendo con sus brazos como que arrullaba a un recién nacido.
-¿Has pensado en eso? —pregunto Blaine acomodándose en las almohadas como si fuera alguien sobre quien dormir.
-¡Obvio que si!... quiero cargar 10 bebés parecidos a ti y a Kurt, aunque secretamente prefiero que sean iguales a ti —respondió  la Señora Anderson acercándose a la cara de su hijo para darle un pellizco en el mentón.
-¿Qué hay de Papá?, ¿también quiere lo mismo?
-También, aunque no lo dice… le encantan los bebés, si no hubiera sido porque el trabajo de él y el mío nos demandaba tanto, hubiéramos tenido cinco como tu hermano y otros tantos como tú—respondió poniéndose de pie y poniendo cara de soñadora al imaginarse aquello.
-¿De verdad?...
-Pareces sorprendido…
- No…  bueno, si… es decir, nunca te he visto como una mujer extra maternal, ni  a Papá…
-Ahora sí que me ofendiste… ¡Me encantan los bebés!… y a tu Papá también, recuerdo que cuando tú eras pequeñito, él solía dormir contigo por las noches, nos costó un mundo establecerte un  horario.
-¿Di problemas desde que era bebé entonces?
-No eran problemas… era lo que había que hacer… ¿Por qué estas triste me dijiste?
-No te dije… y esa es una pésima forma de sonsacar información.
-Lo sé…—dijo encogiendo un hombro— pensé que funcionaria esta vez… ¿hablabas de la banda de Kurt?—añadió la Señora Anderson arreglando los libros y cuadernos en el escritorio de su hijo.
-Si…
-¿Y hoy tenían la presentación?
-Hoy… me había mandado los tickets y todo, siento que lo decepcione… ¡odio decepcionarlo!
-Ay cariño, no creo que sienta eso, de seguro y entendió tu situación…—dijo hojeando una de las libretas como si le perteneciera.
-No lo creo… me necesitaba y lo defraude… y créeme que se bien lo que es sentirse así—dijo Blaine sentándose sobre las almohadas.
-Estoy segura que en cuanto se calme te volverá a llamar, recapacitara su error y te hará sentir mejor de alguna forma—sentencio la Señora Anderson aun hojeando la libreta de su hijo
-¿Tienes poderes síquicos ahora?
-Siempre los he tenido… sino nunca hubiera durado tanto con tu Padre.
-Gracias Mamá… ahora, ¿quieres dejar de mirar mis cosas?
-¿Qué cosas?... ¡hijo!... que monitos tan bonitos —exclamo enseñándole un par de páginas— ¿los dibujaste tu?
-¿No escuchaste lo que te dije? —dijo Blaine levantándose para quitarle la libreta de las manos.
-¡Son hermosos!... y este se parece a la niña esa que es tu amiga… ¿Tina?...
-Si… es ella, es un proyecto en el que estoy trabajando en la clase de artesanía… ¿dámela?... ¿por favor?
-¡Este es Sam! —dijo sentándose en la cama de nuevo para seguir mirando el cuaderno donde Blaine tenia los bosquejos de lo que serian los títeres que fabricaría— ¿y este con corazones alrededor es Kurt? —añadió haciendo una mueca tierna.
-Mamá…
-Llegue cariño…— dijo el Señor Anderson asomándose en la puerta del cuarto de su hijo— hola Blaine.
-Hola Papá… —respondió este al tiempo que trataba de quitarle la libreta de las manos a su Madre.
-¿Qué están haciendo?
-Cariño… mira nuestro hijo… dime si no es talentoso —dijo la Señora Anderson poniéndose de pie para mostrar todos los dibujos que Blaine había hecho de sus amigos y compañeros del Club Glee.
-¡Vaya! —dijo el Señor Anderson haciendo un gesto de asombro— ¿tú hiciste esto hijo?—pregunto apuntando las paginas.
-Si… pero...
-¡Claro que los hizo él!… te lo digo, nuestro hijo será una estrella, como John Lennon que también dibujaba, cantaba y dibujaba.
-O Paul Mccartney..
-O Tony Bennett…
-O Eve Plumb…
-O Sylvester Stallone…
-No el no…—dijeron ambos negando con la cabeza. Blaine los miraba pensando si recordaban que él estaba allí o si les parecía bien hurgar en sus cosas como si aun tuviera 6 años.
-¿No tenias que estar en New York hijo?
-Sí pero…
-Lo castigaron… —interrumpió la Señora Anderson dejando la libreta sobe el escritorio.
-¿Castigado?... ¿no irá en tu expediente o sí?
-No, Papá tranquilo, si cumplo con la detención no habrá problema.
-¿Seguro?, porque una mancha en tus antecedentes puede jugarte en contra en tu  postulación a NYADA… aunque, de acuerdo con lo que nos contaste tú y lo que tu Mamá averiguo con tu prometido… luego de tu audición, te echaste al bolsillo a la tal Carmen, ¿verdad?
-No lo sé… un momento… Mamá, ¿hablaste con Kurt?.. ¿Cuándo?
-No responderé a eso… es un secreto entre suegra y yerno.
-¡Vamos! —exclamo Blaine sonriendo.
La Señora Anderson hizo un gesto con su cabeza como si estuviera alerta a algo.
-¿No me dirás?
-No…—contestó como si nada.
-¿Cuándo llega tu carta hijo? —quiso saber el Señor Anderson.
-Antes de la graduación, Kurt y Rachel la recibieron esa semana.
-No te preocupes, todo saldrá bien, sino… —agrego su Padre encogiéndose de hombros— ¡ellos se lo pierden!
-Gracias Papá… —dijo Blaine tomando su teléfono.
-De nada… ahora… ¿podemos cenar?... tengo tanta hambre que podría comerme una vaca—añadió sobándose el estomago y haciendo la mucha chueca que mil veces la Señora Anderson le había visto a su hijo.
-Bien… ¿bajas cariño?
- Si… primero… —respondió Blaine enseñando una llamada entrante.
-¡Te lo dije! —advirtió sonriendo la Señora Anderson
-¿Que le dijiste? —pregunto el Papá de Blaine, sin entender porque se guiñaban un ojo mutuamente.
-¡Ay!... secretos de madre e hijo… vamos… —respondió la Señora Anderson llevándose a su marido hasta la cocina.
-¿Tienes secretos con todos? —pregunto el Señor Anderson mientras salía empujado por su esposa.
Blaine se puso de pie y cerro la puerta de su habitación, pensó en no contestar para evidenciar así que estaba molesto, sin embargo pensó  en que cada segundo que pasaba sin escuchar la voz de su prometido, era casi un siglo sufriendo hambre.
-Hola…
-Ok… tengo una lista de más de 50 razones por las cuales no puedes enojarte conmigo —dijo Kurt de corrido.
-¿Cuántas?
-50… y puedo agregar más si no te convence ninguna.
-No estoy enojado Kurt…
-Te digo que son 50 y cada una es mejor que la… ¿Qué?
-Que no estoy enojado contigo…
-¡Pero actúe como un demente!…
-Yo iba a decir que como alguien sobrepasado por una situación, pero no tengo problemas en usar tus propias palabras.
-¿De verdad no estás enojado?
-No…
-¿Cómo puede ser eso posible?
-¿Por qué crees que lo estaría?
-Porque me comporte como un desequilibrado y te dije un montón de cosas, sabiendo que no era tu culpa… bueno casi no era tu culpa el no venir hoy a acompañarme.
-Pues no lo estoy, te entiendo, te defraude y eso te molesto… tal vez yo debería escribir una lista como la tuya… ¿Qué tal te fue?... ¿tuviste que arrancar de los fans?
-No…
-¿Dejaste acaso que te manosearan y te besaran como los desquiciados que son?
-Tampoco… y ¡asco!... ¿quién va a andar manoseando y besando a desconocidos?... ¡No!
-¿Te fue bien?
-Cuéntame primero… ¿estás bien?, ¿Por qué te castigo Sue?
-Da lo mismo, fue en realidad el final perfecto para una semana horrenda.
-¿No hiciste algo reñido con la ley o la moral? ¿o si?
-No… esto será  un poco raro de explicar y escuchar.
-Pues inténtalo…
-Veras, eso que dije sobre recuperar el “títere de Kurt” era literal, hice un títere parecido a ti en la clase de arte y manualidades.
-¡Blaine!...
-¿Qué?..
-Eso es un poco… horripilante… por decir lo menos.
-¿Por qué?
-Porque si…
-Ok… piensa lo que quieras, pero… te extrañaba tanto que solo pensé en que quería verte y lo hice, pero después la directora me lo quito porque la toque con él y eso creo que no le gusto para nada, no tengo idea porque…
-¿Anduve tocando a la gente?
-No, solo a ella, es que… es una larga historia… el asunto es que ahora solo puedo pensar en títeres, lo que me lleva a pensar que tal vez estoy perdiendo la cordura de algún modo.
-Eso es imposible y lo sabes… ¿se parecía a mí al menos?
-Claro que si… lo veras por ti mismo…
-¿Me enviaras una foto?
-Algo así… dime… ¿Qué tal tu función?
-Un desastre más horripilante que pensar que me convertiste en un muñeco de felpa.
-¿Por qué?
-No asistió nadie, bueno una persona…
-¡Una persona!...—repitió Blaine como si aquello fuera imposible.
-Así es…
-¿Y se… presentaron… igual? —pregunto de vuelta con cierto temor, como si pensara que Kurt estallaría nuevamente.
-Si, me costó convencerlos, pero al menos tocamos tres temas…
-Al menos… oye ¿que tal si la persona que estaba en la audiencia era un  “bootlegers”?, puedes tener  una entrevista con una compañía cuando menos los pienses.
-Ok…  ahora sí que ceo que estas pasando mucho tiempo con los títeres ¿recuerdas mi historial?, ¿verdad?, la suerte nunca ha estado de mi parte…
-Kurt…
-¡Es verdad!... la única vez que me he sentido afortunado es cuando te conocí… lo demás, puras decepciones.
-Kurt… mira, de verdad lo siento… es decir lo que más quería era  estar contigo.
-Lo sé Blaine, y créeme  a mi cuando digo que se exactamente lo que es un castigo de la entrenadora Sue, el Club Glee ha soportado de todo con ella, a propósito de eso… ¿Cómo va tu relación con el resto?, ¿sigues guardando silencio?
-Así es… no espero una disculpa, pero sí que me gustaría una.
-Claro…
-¿Estas en el departamento?
-No estoy aquí en el bar con Rachel, aproveche que se fue al baño para llamarte.
-¿Y el resto?
-Se fueron, Santana dijo algo como “te lo dije” y se retiro con Dani y con Elliot… yo me quede con Rachel ahogando el fracaso en “Bloody Marys” vírgenes.
-Lo siento…
-Lo sé…
-¿Me llamas más tarde?, tengo que bajar a cenar.
-No lo sé Blaine, el trago sin alcohol se me puede ir a la cabeza, pero si prometo hacerlo mañana, ¿te parece bien?
.Me parece perfecto
-Ok…
-Adiós Kurt y…  lo siento, de verdad…
-Yo también lo siento de verdad… te extraño…
-Y yo a ti…
-Tu al menos tienes el títere…
-Tienes razón—dijo Blaine soltando una risa.
-No lo pongas a hacer cosas raras contigo.
-¿Qué?... ¿por quién me tomas Kurt Hummel?
-Bien… olvídalo… te amo futuro esposo.
-Y yo a ti…. Futuro esposo.
-Adiós…
-Adiós…¡Kurt!... ¡Kurt!
-¡Que!, ¡Que!
-¿No me leerás la lista?
-¡Que lista?
-La de las 50 razones, ¿por las que debería perdonarte?
-¡Ah!... claro… pero debo confesar que es un poco mas exigua de lo que te dije.
-¿No son 50?
-No…
-¿Son 40?
-Tampoco…
-¿Cuántas son entonces? —pregunto Blaine sonriendo como si Kurt pudiera verlo..
-Una…
-¡Una!... ¿y dando una razón querías que te perdonara?
-¡Me dijiste que no estabas enojado!—rebatió Kurt también sonriendo.
-Es verdad… pero,  ¿qué tal si lo hubiese estado?…
-¿Y que tal si nos olvidamos de esto?
-Ok… hasta mañana.
-Hasta mañana Blaine.