(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

-Un centavo por tus pensamientos —dijo Blaine al encontrarse con Kurt dentro de su habitación mirando hacia afuera como perdido en el tiempo y el espacio.
-¿Cargas suficiente efectivo?, o June te hace pagar las propinas en todos esos restaurantes estilosos a los que te lleva —señalo Kurt volteándose.
-Ni lo uno, ni lo otro —respondió Blaine acercándose a su prometido.
-Mercedes me dejo entrar, a pesar que está un poco frenética con un perro que hay en esta casa… ¿de quién es?
-Es de Sam… pero antes que todo —dijo Blaine dándole un abrazo tan apretado y largo que Kurt creyó que sus siguientes palabras serian “me quedan tres meses de vida”— hola… —añadió aferrado a su espalda.
-Hola… —respondo Kurt un tanto extrañado— ¿tuviste un mal día?… insisto con lo de June y las propinas.
-No, nada de eso… necesitaba esto y te extrañaba… es todo —contesto Blaine haciendo una mueca y apartándose de a poco.
-Siento venir sin avisar…
-No tienes porque avisar… te dije una vez que puedes tomar mi dormitorio como refugio las veces que quieras —explico Blaine guiándolo a la cama.
-Gracias… —contesto Kurt dejándose llevar. Se recostó a un lado de la cama de su prometido y se quedo mirando el techo con una mano tras la cabeza. Blaine se recostó a su lado y se movió lo suficiente para que sus cabezas se encontraran.
-¿Vienes del trabajo?, ¿hubo mucha clientela?
-No, vengo de otro lado… pero háblame de ese perro… ¿es de Sam dijiste?
-Sí, lo busco en un refugio y quería adoptarlo, pero Mercedes no tolero que le comiera un par de pelucas y unos zapatos, creo que lo quiere fuera de la casa.
-¿De verdad?...
Blaine hizo un gesto positivo con su cabeza.
-Bueno, espero y no se enteren las “Broadway Bitches”, que en realidad de “Broadway” tienen poco, si sabes a lo que me refiero.
-Lo imagino —dijo Blaine arrimándose más.
-Aunque me sorprende lo de Mercedes, se supone y era más tolerante… al menos eso es lo que me hizo creer.
-Bueno, eso sucede cuando no estas en tu propia casa y solo arriendas un cuarto.
-¿No sientes que estás en tu casa? —pregunto Kurt como con nostalgia.
-No, pero me da lo mismo… la verdad es que siento que mi casa es donde quiera que estés tú…
Kurt sonrió y pensó que él sentía lo mismo, cada vez que estaba con él, se sienta como en casa, arropado y confortado como en ningún lugar.
-Debió ser digno de ver —agrego retomando el tema del perro de Sam mientras se volteaba hacia él.
-Debió… —respondió Blaine besándole un hombro.
-¿No estabas?
-No… estaba…
-¿Con June?
-Si…
-Está bien… debes hacer lo que debes hacer.
-¿Ahora tú debes contarme porque estas tan triste?
-No es tristeza… no sabría explicarlo…
-Inténtalo —pidió Blaine cogiéndole la mano izquierda para besare el dedo del anillo
-Es como…—contesto tomando aire— ¿te imaginas si vas a una fiesta y nadie habla contigo y piensas que daría lo mismo si no estuvieras allí?
-Ese un pensamiento bastante pesimista.
-Lo sé… pero no puedo evitar pensar que todos avanzan menos yo… si hasta estoy creyendo que Sam tendrá un contrato millonario bajo su brazo antes que yo pueda tener algún rol en algo.
-Tendrás tu oportunidad, lo sabes…
-Tal vez... en una de esas termino robándote la cámara en el show ese que June está preparando para ti y que en tu inmensa generosidad decidiste incluirme.
-Claro… pero más allá de eso, recién estas empezando tu carrera, tu oportunidad llegara… te lo prometo —dijo Blaine dando otro beso esta vez en la mejilla.
-No puedes prometer eso, pero es dulce que lo digas… y como no puedo quedarme lamiendo mis heridas, decidí hacer algo —contesto Kurt levantándose.









Octubre de 2025



-Dile tú… —murmuro Henry en la puerta de la habitación de sus padres al tiempo que espiaba de manera disimulada a Blaine que leía despreocupado sobre la cama.
-Pero el Papá “no’ta” —respondió Lizzie asomando un ojo por la puerta.
Blaine advirtió la actitud de sus hijos y se escondió tras el guion que leía, aparentando que no los escuchaba.
-Pero está el “Papáblen”, digámosle a él… después al Papá —ordeno Henry haciendo como que golpeaba la puerta.
-Pero tú le dices… —dijo Rizzie acomodándose una calabaza plástica de Halloween sobre su cabeza e impidiendo que su hermano tocara a la puerta.
-Pero “Rizzie”, tu eres más pequeña, los Papás harán lo que tu digas… solo di esas palabras que te gusta inventar —agrego Henry golpeando con toda su fuerza.
-¿Cómo “turbiluli”?
-¿Qué?...—dijo Henry golpeando de nuevo y mirando a su hermana como si estuviera demente.
Lizzie se encogió de hombros y volvió acomodar el sombrero calabaza sobre su cabeza.
-¿Quién es? —dijo Blaine desde dentro de la habitación.
-Es Henry y Lizzie “Papáblen”.
-Pues adelante Henry y Lizzie —respondió mirando a su hijos por sobre el libreto— ¿Qué sucede? —pregunto dejando lo que estaba haciendo.
-¿Dónde está el Papá? —quiso saber Lizzie subiéndose a la cama de un salto.
-Está en el teatro… ¿Por qué?
-Porque queríamos decir algo… los dos, como hermanos —dijo Henry quitándose las zapatillas para subirse a la cama también, pero con toda la calma y corrección del mundo.
-¿Decir qué?... ¿me lo pueden decir a mi?… ¿o prefieren hablar con su Papá? —quiso saber Blaine cruzando las manos sobre su panza.
-Da lo mismo quien, pero ambos deben estar de acuerdo, ya que están casados y todo —explico Henry tomando el libreto que hasta ese momento leía su padre.
-¿De acuerdo en que?
-¿Este es el libreto dónde vas actuar tu “Papáblen”? —pregunto Henry hojeando las primeras páginas.
-Así es… “Ladies in red”, la nueva obra de tu Papá y la tía Lily —explico señalando el titulo.
-¿Ya no serás canción?—pregunto Lizzie queriendo darse una vuelta de carnero pero viendo frustrado su intento por la cabecera de la cama y el sombrero de calabaza.
-Obvio que seguiré siendo canción… pero también puedo hacer esto, soy muy versátil.
-¿Ver…? ¿Qué?
-Versátil Henry, es decir que puedo hacer muchas cosas…
-¡Oh! —exclamo Henry creyéndose sabihondo— ¿Y porque tu estas aquí y el Papá en el teatro?
-Porque él es el director y eso es algo súper importante.
-¿Y que eres tú “Papáblen”? —quiso saber Lizzie con los pies apoyados en la pared.
-Yo… soy el protagonista… al menos en la primera semana.
-¿Después no? —pregunto Henry sentando de manera tan correcta que Blaine pensó y seria un inspector de algo cuando grande.
-No, porque después debo dedicarme a mi disco —explico Blaine crispando la nariz —ahora pequeños hijos… ¿qué sucede? —agrego tomando a Lizzie por la cintura para ubicarla en su regazo, hizo como que le comía el cuello y la cara con sus besos y la pequeña rio de buena gana, con una seña le indico a Henry que se acercara a él y este obedeció sentándose a su lado.
-¡Queremos un perro! —grito la pequeña riendo aun.
-¡Rizzie!... —exclamo Henry como en tono de reprimenda— se supone y se lo diríamos con calma —añadió el pequeño cruzando sus brazos molesto.
-“Pedoname” Henry… —dijo Lizzie cubriéndose la cara con “Rita”
-¿Eso es verdad hijo?, ¿quieren una mascota?
-Si… bueno… no se… es decir si… ¿crees que el Papá nos dará permiso?
-Bueno… —comenzó a decir Blaine tomando aire y pensando que Kurt bajo ninguna circunstancia dejaría que un perro, gato o cualquier otro animal viviente ensuciara los sofás de la sala— creo que debemos preguntarle.
-Dirá que no… estoy seguro —dijo Henry encogiéndose de hombros.
-¿Por qué crees que dirá que no?
-Porque cuando vinieron el Tío Dylan y la Tía Lily con su gato el Papá se puso como un loco poniendo periódicos en el piso.
-Eso es verdad, pero creo que lo hizo más por tu Tío Dylan que por “Ringo”
-Mentira… —dijo Henry riendo de la manera más dulce.
-Hijo, no juzgues las acciones de tu Papá antes de conocerlas… ¿Qué opinas tu Lizzie?, ¿también quieres un perro?
-Yo quisiera un “efefante”
-¡Rizzie!… ¡nada que ver! —exclamo Henry haciendo como que la corría hacia un lado.
-¿No crees que un elefante es muy grande para que lo cuides?
-No…
-Pero no cabria en nuestra casa, ni en el ascensor… —aseguro Blaine mientras le armaba los rizos de la frente.
-Era una idea —dijo la pequeña corriéndose un mechón de pelo y acomodándose más en los brazos de su “Papáblen”.
-Les diré que haremos…—dijo Blaine corrigiendo su postura en la cama— ¿me alcanzas mi computadora Henry?
-Claro… —respondió el pequeño bajándose de la cama— ¿a qué hora va a llegar el Papá?
-No lo sé Henry, está ultimando detalles con la Tía Lily para la obra… aunque ya debería haber llegado —dijo mirando su reloj— ¿qué tal si lo llamamos y le preguntamos? —señalo estirándose para alcanzar su teléfono.
-¿No te contesta? —pregunto Henry arrugando la nariz.
-No… tal vez viene conduciendo —añadió terminando la llamada.
-Aquí está tu computadora “Papáblen”—agrego el pequeño entregándosela.
-Gracias hijo —contesto Blaine dejando su teléfono a un lado— lo que haremos será buscar algún refugio donde podamos adoptar un cachorrito que no tenga hogar… ¿Qué les parece?
-¡Súper perfecto! —exclamo Henry acercándose.
-Pero… antes que los veamos, deberán prometerme que aceptaran la decisión de su Papá, si él dice que no es posible, pues no lo es… ¿de acuerdo? —pregunto Blaine a sus hijos— ¿Henry?
-De acuerdo “Papáblen” —contesto el pequeño chocando “los cinco” con su Papá
-¿Lizzie?
-“Dacuerdo” —respondió estirando su manito como si sellara un trato importante.
-Muy bien —dijo Blaine conectándose a internet y buscando los refugios de NY.
-¡Ahí hay perritos! —exclamo Henry apuntando la pantalla.
-Veremos aquí.
-¡Blaine lo siento!... me atrase, el teatro está hecho un… ¡Pero qué maravillosa familia! —dijo Kurt tragándose la palabrota al ver que sus hijos estaban junto a su esposo en la cama— ¿hay espacio para mí en esa cama?
-¡Papá!... —grito Henry sintiéndose feliz. Lizzie se puso de pie sobre la cama y comenzó a dar pequeños saltos, Blaine sonrió como nunca y Kurt termino sintiéndose el hombre más importante del mundo.
-¡Tanta felicidad! —dijo acercándose y abrazando a cada uno, le dio un beso a Blaine y se excuso para ir al baño.
-¿Cómo le diremos? —murmuro Henry sentándose de nuevo sobre las almohadas.
-Digamos la verdad… —señalo Lizzie tomando el teléfono de Blaine para agitarlo como si tuviera semillas dentro.
-¿Quieren que le diga yo? —pregunto Blaine mirando a sus hijos que se habían instalado uno a cada lado.
-Decirme que… —señalo Kurt saliendo del baño.
-¿Cómo te fue? —pregunto Blaine cerrando su computadora.
-Más allá de la confusión y caos, excelente… ¿me dejas un espacio cariño? —dijo Kurt mirando a Henry.
-Por supuesto —contesto su hijo moviéndose hacia un lado al tiempo que le hacía gestos a Blaine como para dijera y no dijera lo de la mascota.
-Ok… ¿qué está sucediendo? —pregunto mirando a todos.
-Lo que sucede es que nuestros hijos quieren pedirnos algo —explico Blaine como preparando el terreno.
-¿Algo?, ¿no es cambiar el disfraz de Halloween?, ¿o sí?
-No, no es eso.
-¡Queremos un “efefante”! —exclamo Lizzie levantando a su conejo azul.
-¿Qué?
-No Papá... ¡Rizzie ya deja eso!… —pidió Henry mirándola— Papá… a mí y a Rizzie nos gustaría… nos gustaría…
-¿Si?...
-Nos gustaría tener un perro —dijo Henry mirando hacia otro lado.
-¿Perdón? —respondió Kurt levantando sus cejas lo mas que pudo.
-Papá, yo lo cuidare… también Rizzie… todos mis amigos tiene una mascota… hasta Tessa tiene una iguana o no sé qué…
-Eso explica muchas cosas —dijo Kurt arrugando el entrecejo.
-Con el “Papáblen” estábamos viendo unas páginas de refugios de perritos que no tienen casa ni nada, tal vez…
-¿Eso estaban haciendo? —interrumpió Kurt dando una mirada más que reprobatoria a su esposo. Blaine trato de articular algunas palabras en respuesta pero término tomándose la oreja a cambio— ¿me acompañas al baño por favor? —agrego levantándose. Blaine se puso de pie enseguida y le hizo un gesto a sus hijos como evidenciando que todo estaba bien. Henry logro captar todo como siempre y le sonrió un tanto nervioso.

-¿Me puedes explicar que esta pasado? —pregunto Kurt cerrando la puerta.
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo que “a que te refieres”?, me retraso 10 minutos y al llegar ya hay en nuestra casa una crianza de perros, gatos e iguanas —añadió sacando un bote de crema para las manos de uno de los gabinetes.
-Creo que estas exagerando —dijo Blaine sentándose sobre el retrete.
-Muy bien señor relajo explíqueme usted… —insistió Kurt embetunándose las manos con mas crema de la necesaria— ¡Y por favor no te sientes allí! —agrego como tapando con su mano la imagen de Blaine sentado en aquel lugar.
-Lo siento —dijo levantándose para cambiarse a la silla de diseñador que había al lado de la puerta— lo que sucedió es que los niños vinieron y me dijeron que les gustaría tener una mascota.
-Ya deduje eso… quiero saber qué es eso de visitar sitios de animales abandonados, creí que habíamos decidido algo con respecto a las mascotas —añadió Kurt esparciéndose la crema.
-Lo sé… es solo que… Kurt son niños, obvio que en algún momento iban a querer tener a una criatura viva merodeándolos, y según los especialistas eso los ayudaría a desarrollar responsabilidades e independencia —explico Blaine creyéndose especialista.
-Vuelvo a repetir, ya habíamos hablado de esto.
-Lo sé… lo sé… —contesto poniéndose de pie para acercarse a él— y les dije que tú tenias la última palabra en esto, si no quieres no…
-¿Cómo?...
-Que… le dije a Henry que si tú no querías…
-¿O sea que yo quedare como el malo en todo esto?... ¿en qué diablos estabas pensando? —interrumpió Kurt gesticulando con sus brazos
-No… Kurt… obvio que no… jamás te dejaría solo en una decisión que involucrara a nuestros hijos.
-…
-Mira… si no estás de acuerdo.
-No es que no esté de acuerdo, obvio que me gustaría complaceros con todo lo que desean pero Blaine, sabes bien que no tenemos tiempo, estamos en un proyecto juntos, tu empezaras tu disco recopilatorio en un par de días… nadie tendrá tiempo de cuidar una mascota y…—dijo haciendo la señal de alto con su mano al ver que su esposo se preparaba para rebatirle todo— se que ellos se pueden comprometer a cuidarlo, pero los dos sabemos que eso durara un par de meses y luego lo olvidaran y nosotros terminaremos por encargarnos de todo… un momento ¿dije nosotros?, ¡YO! terminare por encargarme de todo —termino por decir Kurt apuntándose de pie frente al espejo.
-Tú sabes que eso no es cierto…
-Por supuesto que no…
-Kurt… ¿estás bien?... es decir entiendo que te moleste todo esto, pero creo que estas exagerando y poniéndote un poco…
-Espera a que un animal destroce nuestra casa y veras de verdad como me pongo —interrumpió molesto.
-Ok… —dijo Blaine haciendo el ademan de retirarse.
-Blaine… disculpa… estoy un tanto… lo siento.
-No hay problema… —aseguro Blaine devolviéndose— siempre te he dicho que tienes el derecho a sentirte como quieras —añadió tomándole las manos y besando cada una— te diré que haremos… vamos a salir a hablar con nuestros hijos y los abrumaremos con todas las responsabilidades que implica tener una mascota, y créeme que desistirán en cuanto hablemos de sacarlo a pasear todos los días incluso cuando hay lluvia —dijo acariciándole la cara.
-Pero… siempre podríamos contratar a un “paseador de perros” —señalo Kurt comenzando a jugar con los dedos de su esposo.
-¿Hablas enserio? —pregunto Blaine mirándolo de medio lado.
-Si… y tienes razón, son solo niños, merecen tener una criatura a quien aferrarse.
-¿Además de sus Padres? —añadió Blaine sonriendo.
-Obvio… —dijo Kurt delineándole la sonrisa con uno de sus dedos.
-¿Qué hay de los muebles?
-Son solo muebles…
-Podemos enseñarle a ser educado.
-¿Cesar Millán aun estará disponible?
-Habría que averiguarlo…
-¿Que hay de “Broadway Bitches”?
-Eso creo que no…
-Tendremos que buscar otro lugar entonces… siento mi reacción… de verdad —insistió Kurt soltando un suspiro.
-No te preocupes… ¿está todo viene en el teatro? —pregunto Blaine sentándose de nuevo en el retrete. Kurt lo siguió y se sentó sobre sus piernas sin reparar en el lugar donde estaba sentado su esposo.
-Esta todo perfecto, pero ya sabes el torbellino que se arma con la proximidad de un estreno.
-¿Ya te reuniste con los reporteros?
-No… eso es mañana…
-¿Cuando tenemos que ir Rachel y yo?
-El jueves… ahí estará todo el elenco… gracias por acceder a interpretar el protagónico de nuevo.
-Bueno, creo que la primera vez que lo hice te trajo mucha suerte, por lo tanto tómame como tu amuleto personalizado —dijo Blaine besándole el cuello.
-El más sexy y atractivo de los amuletos, debo agregar… —contesto Kurt acariciándole el pelo.
-Resolvamos el dilema de la mascota y podemos seguir con esto —aseguro Blaine continuando con los besos.
-¿Aquí?...
-Donde quieras… —agrego Blaine en tono sexy.







-¿Qué cosa? —pregunto Blaine medio extrañado al verlo ponerse de pie de pronto para revisar sus cosas.
-Esto… —dijo mostrando el cartel de la obra del asilo de ancianos.
-“Hogar Lexington para artistas jubilados, presenta Peter Pan”—leyó Blaine mirando el poster y luego a su prometido— ¿Qué es esto?
-Es una obra, es decir trata de ser un musical y yo seré parte de el… voy a interpretar a “Peter Pan” —dijo Kurt sonriendo como si hubiera obtenido el rol de “Alan Strang” en “Equus”
-¿Qué?...—pregunto Blaine releyendo el cartel.
-Es estúpido lo sé, pero me siento bastante entusiasmado.
-No… Kurt no es estúpido… no digas eso… es…
-Dilo… —dijo Kurt mirándolo y esperando una respuesta como la que le dieran sus amigas horas antes.
-Es genial… —respondió Blaine fijándose en los datos de donde y cuando era el estreno.
-¿Lo es?, ¿cierto?
-¡Claro que sí!, pero cuéntame, ¿cómo te enteraste de esto? —insistió señalando el cartel y estirándolo con cariño.
-Bueno, hoy me encontré una anciana súper extra adorable y me pidió que colgara un poster en la cafetería para hacerle publicidad a la obra, nos pusimos a hablar y luego tuve un desencuentro con Rachel y Santana y me fui a visitarla.
-¿Qué paso?
-¿Cuándo fui al Hogar Lexington?
-No, con Rachel y Santana…
-Da lo mismo, por lo demás no quiero hablar de eso, prefiero contarte lo que paso en el hogar de ancianos.
-Muy bien…
-Bueno, el asunto es que los vi ensayar un rato y después que Debbie falleciera en plena actuación me ofrecí a ocupar su puesto.
-Un momento… ¿alguien murió delante de ti?... Kurt, ¡eso es horrible! —dijo Blaine quitándose el reloj y el cardigán blanco que vestía.
-Lo fue… espeluznante en realidad, pero todos se lo tomaron de manera tan natural que no cabía en mi hacer una escena de histeria o algo —explico Kurt sentándose en la cama de nuevo— además asumo que la muerte es algo muy presente en aquellos lugares.
-Como en todos lados… ¿Cuándo empiezas a ensayar?
-Desde mañana, pero lo más importante es que el lunes es el estreno… ¿quieres acompañarme?
-¿El lunes?...
-El lunes a las cuatro…
Blaine hizo una mueca como si repasara todos sus compromisos mentalmente.
-¿A las cuatro dijiste?—repitió mientras se desataba la corbata de moño y seguía como pesando— ¿porque no es mas tarde?
-En un asilo esa hora ya es tarde… ¿no puedes?
-¡Obvio que puedo!… —contesto recostándose de nuevo— no me lo perdería por nada del mundo —añadió.
-¿Seguro?... ¿no tienes algo que hacer con tu propia anciana del espectáculo? —quiso saber Kurt moviéndose para quedar sobre uno de sus lados, escondió sus manos bajo las almohadas y espero que Blaine terminara de acomodarse.
-Tengo, pero me da lo mismo… nunca en mi vida faltaría a un estreno tuyo —aseguro Blaine haciendo lo mismo que Kurt, pero en su lado de la cama.
-Gracias… luego te daré los detalles…—dijo acercándose tanto que sus narices casi chocaron— ¿puedo quedarme aquí? —pregunto cerrando los ojos.
-¿A dormir?
- Si…
-Me encantaría… —contesto Blaine con su sonrisa de siempre.

-¿Ese que esta ahí? —pegunto Blaine apuntando un edificio al final de la calle.
-Ese es… —respondió Kurt tratando de lidiar con su bolso y el porta trajes que cargaba.
-Lo dije cuando bajamos del subterráneo y lo repito ahora… ¿te ayudo con algo?
-Ahora que quedan menos de 200 metros para llegar… no gracias.
-Como quieras… creo que conozco este vecindario —aseguro Blaine mirando a su alrededor.
-¿Estás seguro?
-¡Claro que si!, ¿Por qué lo dudas?
-Pues porque aquí no hay ninguna tienda de “Cronuts”, así es que debes estar confundido.
-Ja, ja… muy gracioso, deberías saber que enrostrar… ¡qué digo enrostrar!... siquiera mencionar su debilidad a un adicto es cruel e inhumano.
-Tienes razón, lo siento —respondió Kurt sonriendo— además has llevado tu periodo de abstinencia con bastante dignidad.
-Te lo dije —respondió Blaine deteniéndose ante la luz roja, guardo sus manos en los bolsillos y se quedo mirando Kurt que sonreía al sentir la brisa sobre su cara.
-¿Qué?... —pregunto sintiéndose observado.
-Nada…—contesto Blaine corrigiéndole el peinado— ¿vendrán todos? —agrego apoyando un hombro en el semáforo.
-No lo sé… no creo, todos están bastante ocupados, pero tu estas aquí… lo que debería ser más que suficiente —respondió Kurt pensando que en realidad no era más que suficiente— que dijo June cuando le rechazaste lo de hoy —quiso saber mientras retomaba el camino al asilo junto a su prometido
-La verdad es que nada… me siento como un hijo consentido…
-Claro…
-¡De verdad!, lo que es bastante útil, porque por fin puedo experimentar lo que sintió Cooper toda su vida —aseguro Blaine abriendo la puerta del asilo de ancianos.
-Gracias —dijo Kurt entrando.
-¿Dónde? —pregunto Blaine mirando y apuntando a ambos lados del hall de entrada.
-Sígueme, tienen una habitación adaptada como camerino, ya que siempre están montando diferentes obras, y se supone y a esta hora está dispuesta para la estrella del show.
-¿Tu?
-“Bien sûr, monsieur!”
-Muy bien —dijo Blaine caminando tras de él al tiempo que miraba todo y recibía algunas sonrisas y señas de los ancianos que pasaban por su lado— son todos muy simpáticos —añadió saludando a algunos a la distancia.
-No sé si simpáticos pero son muy sociables eso si… —dijo Kurt caminando con propiedad como si hubiese estado internado en aquella casa de reposo tanto o más tiempo que la propia Maggie Banks.
-¿Cuántos son los que actúan?... ¿esa anciana me guiño un ojo? —pregunto Blaine como nervioso.
-Te dije que son sociables —respondió Kurt sonriendo— aquí es… —agrego indicando la puerta con su boca.
-Si me hubieras dejado ayudarte —insistió Blaine abriendo la puerta.
-Ya estamos aquí que es lo importante —dijo Kurt devuelta dejando parte de sus cosas sobre las sillas que le correspondían a los “chicos” y el resto en de las “chicas”.
-¡Vaya!... súper profesional —opino Blaine tomando algunas de las cosas que habían sobre los tocadores.
-Creo que ni Rachel tiene espejos con tantas luces en su teatro.
-Lo más probable es que no...
Kurt volvió a sonreír como lo había hecho toda la mañana y parte de la tarde y comenzó a sacar su vestuario así como algunos productos para el cabello. Blaine lo observo con las manos en los bolsillos y sonrió también a verlo tan entusiasmado.
-¿Quieres que te deje solo?
-¿Qué?... ¡obvio que no!... además necesito que me ayudes con algo… ¿o tu prefieres irte? —pregunto mientras se quitaba la camiseta de manga larga que vestía.
-No... bueno, lo decía para lograr una buena ubicación antes que llegue el resto del público.
-No creo que esta función este a tablero vuelto, no te preocupes por los asientos… ¿me ayudas? —pidió mostrándole una camisa sin mangas cubierta de hojas de plástico verde.
-¿Y esto?...—dijo Blaine acercándosele y tomando la pieza de ropa por una de las puntas.
-La hice ayer, bueno no es mucho lo que había hacer, solo necesite un par de metros de enredadera plástica y una pistola de pegamento, mas una camisa vieja de mi Papá —contesto Kurt mirando su creación
-Pero ya está terminada, ¿o no?
-Sí, por supuesto que si, lo que necesito… —dijo poniéndosela— es que me ayudes a cubrir el arnés, que, según las instrucciones que me dio Freddie en uno de sus periodos de conciencia, debería estar… aquí —dijo sacando una especie de cinturón con tirantes que se puso de inmediato— ¿ves?—añadió apuntando las partes que sobresalían de las hojas.
-Perfecto, ¿trajiste…?
-¿La pistola y las hojas extras?
-Exacto…
-Están en el bolso —indico Kurt al tiempo que se desordenaba el pelo frente al espejo y se aplicaba fijador en espuma.
-Si no hubiera estado tan ocupado esta semana, te hubiera ayudado a… —dijo Blaine sacando lo que Kurt le indicara pero silenciándose al voltearse hacia él y verlo con el cabello revuelto.
-¿Cómo?...—dijo mirándolo por el espejo.
-Ese… —respondió moviendo su mano cerca de su cabeza como si desordenara su propio cabello— ese estilo te queda… muy bien.
-Gracias, pensé que nadie que vive en “Never Land” anda con un peinado tan elaborado, es mi toque al personaje —dijo Kurt revolviéndose más el cabello.
-Te ves muy bien…—insistió Blaine pensando en las otras ocasiones en que el cabello de Kurt se había visto así, y que ninguna tenía que ver con actuaciones o presentaciones en público, sino que más bien con circunstancias que involucraban la habitación e intimidad de ambos.
-Aquí hay un enchufe —dijo Kurt indicando debajo de uno de los espejos.
-Perfecto…—agrego Blaine conectando la pistola de pegamento y escogiendo las hojas más grandes para pegarlas traje, se guardo un par en el bolsillo y se sentó junto a Kurt para ayudarlo en aquel menester





Marzo de 2019



-¡Me encanta cuando nuestras noches terminan así! —dijo Kurt medio despierto y medio dormido.
-¿Con amaneceres en habitaciones de hotel? —pregunto Blaine acariciándole la espalda.
-Exacto… ¿sería exagerado si dijera que conocemos todos los hoteles de New York? —pregunto Kurt moviéndose sobre su panza para que las manos de su esposo pudieran tocarlo con mayor comodidad.
-Creo que no… —contesto este mientras le dibujaba garabatos cerca del tatuaje.
-Las conocemos entonces… —reafirmo Kurt haciendo un movimiento de gato remolón— ¿Qué hora es?
-Casi las 8…
-¿De la mañana?
-Obvio que de la mañana… —dijo Blaine sonriendo— sé que mis besos y mis manos te trastornan un poco, pero de ahí a detener el tiempo…
-Engreído —respondió Kurt dándole un beso. Blaine le tomo la cara e hizo que aquel pequeño encuentro de sus labios se convirtiera en un beso apasionado y largo— creo que estas así de detener el tiempo —añadió haciendo un gesto de algo pequeñito con sus dedos.
-Habrá que practicar entonces —dijo Blaine acercándosele de nuevo.
-¿Qué sabes de las ventas de tu disco? —quiso saber Kurt apartándose en un suspiro de satisfacción.
-Pues no he hablado con Ginger, pero asumo que va todo bien… ¿puedo contarte un secreto? —dijo Blaine moviéndose entre las sabanas.
-Siempre…
-El otro día… pase a una tienda de discos y busque el mío en la “M” y adivina que…
-¿No habían disponibles?
-¡Exacto!, ni una sola copia de “My Universe”, se que es estúpido pero me sentí súper bien —dijo Blaine sonriendo.
-No es estúpido y créeme que yo salgo cada noche a ver cuántas entradas han vendido en cada función… ¡Estoy tan orgulloso de ti!... –exclamo acariciándole la cara— bueno siempre he estado orgulloso de ti y de tu talento, pero que ahora estés logrando lo que siempre soñaste y por lo que has luchado tanto… es perfecto… como tú —termino por decir Kurt dándole tres besos seguidos.
-Gracias Kurt… y no trates de aminorar tus propios logros, esos rumores de Tony que Lily les conto a ti ya la compañía son dignos de creer y mil veces mejores que haber vendido un par de discos extras.
-Pues yo prefiero esperar hasta Mayo cuando sean las nominaciones, así es que lo mío son meras especulaciones, lo suyo en cambio Señor Anderson-Hummel, es realidad pura y cristalina —aseguro Kurt dándole pequeños toques toda la extensión de la barriga de su esposo son dos de sus dedos.
-¡Oye!... —exclamo riendo— ¡cuidado con esos dedos! —agrego apartándose un poco.
-No seas remilgoso y egoísta con tu cuerpo y dime mejor si llamaste a Julianna —pregunto Kurt echándose hacia atrás.
-¿Cómo?
-Eso… —señalo abrazando un par de almohadas para acomodarlas bajo su mentón— si llamaste a nuestra niñera para decirle que Henry se quedara hasta el lunes en Lima con mi Papá.
-Le avise hace semanas, lo sabe…
-Pero deberías habérselo recordado, estoy bastante seguro que anda medio enamorada, el otro día que llegue temprano la descubrí cantando canciones de “Air Supply”
-Eso no es prueba de nada —aseguro Blaine apoyando la cabeza en una de sus manos.
-¡Claro que sí!... en especial si la hubieras escuchado cantando “All out of love”, no se puede cantar “All out of love” sin estar perdidamente enamorado de alguien.
-Y aunque así fuera… eso no sería un problema y lo sabes —dijo Blaine recorriéndole la espalda con sus dedos— ¡Por Dios!...—exclamo soltando un suspiro— pensar que todo esto es mío—agrego besándole un hombro y levantándose después.
-¿Dónde vas?, ¿no vas a seguir disfrutando de lo que es tuyo?
-Tengo toda una vida para eso, pero ahora voy al baño y luego a ordenar el desayuno…
-Ok… —respondió Kurt acomodándose sobre su panza como para dormir una siesta.
-No deberías dormir, considerando que quedan 5 minutos para que comience tu programa de chismes —advirtió Blaine señalando su reloj.
-¡Tienes razón! —exclamo sentados en la cama y encendiendo el televisor acto seguido.
-¡¿Alguna preferencia para el desayuno?! —grito Blaine desde el baño.
-¿Estas pensando en el desayuno mientras estas allí dentro? —pregunto Kurt devuelta mientras cambiaba de canales— porque no deberías —agrego quedándose en canal que buscaba.
-¡Obvio que si!... ¡dime!...
-Pues no… ¡OH POR DIOS! —exclamo Kurt en un grito casi ahogado por la mano que se llevaba a la boca.
-¿Kurt?... —dijo saliendo del baño— esta carta es bastante variada, así es que o ordenamos de todo lo que hay o elegimos con sumo cuidado queremos comer —continuo Blaine sin percatarse que Kurt tenía los ojos mas abiertos que nunca y parecía hipnotizado por la televisión— ¿Kurt?...
Kurt no dijo nada y apunto a la apantalla. Blaine lo miro a él un segundo y luego al televisor y se quedo tanto o más choqueado que su esposo.
-¡Que demonios! —exclamo sentándose casi al frente del televisor, le dio mas volumen desde la pantalla y se quedo casi tapando al visión de Kurt.
-Por favor dime que esos no somos nosotros —dijo Kurt tapándose los ojos con una de sus manos.
-Lamentablemente creo que si lo somos —respondió Blaine observando la imagen grabada desde un teléfono móvil y que los mostraba a ellos actuando de manera más que apasionada en el baño de un restaurante.
-¿¡Como es posible!? —insistió Kurt gateando sobre la cama para ubicarse tan cerca del televisor como el mismo Blaine lo estaba.
-Pues al parecer aquel “paparazzi” que nos vio en el “Bill’s bar & Burguer” tenia mas que las fotos que nos mostro— dijo Blaine tomándose la cabeza.
-¡Blaine!.. ¿Qué vamos a hacer?...—exclamo Kurt al ver como la imagen de él subido encima de su esposo y presionado contra una de las paredes de los cubículos de los baños se repetía una y otra vez, como la grabación en un disco defectuoso.
-De partida llamar al programa ese —dijo Blaine tomando su teléfono.
-¿Para decir qué?
-Para advertir que… que esto no se quedara así… Kurt le pagamos por esas foros que tomo y nos juro y re juro que no tenía mas material.
-¡Esto es terrible! —añadió poniéndose las manos en la cabeza— ¡este programa es terrible pero igual lo ven millones de personas.!, ¡púdrete TZM! —exclamo arrojándole un almohadón al televisor— ¡un millón uno! —agrego tomando su teléfono.
-¿Quien es? —quiso saber Blaine mientras seguía tratando de contactarse con el programa o con el “paparazzi” que los sorprendiera en el restaurante hacia dos semanas.
-Es Lily… hablare con ella — dijo Kurt, se envolvió en una de las sabanas y se puso de pie para hablar con Lily y se aparto hacia uno de los ventanales del “New York Palace”
Blaine se sentó aun con el teléfono en la oreja y cambio de canal por si en otras estaciones estaban dando lo mismo.
-¡Pero no la cambies!... —exclamo Kurt quitándole control remoto.
-¿Por qué no?... ¿no crees y es lo suficientemente espeluznante verse en situaciones comprometedoras en pantalla de 42 pulgadas, como para verlo repetido?
-Pues yo creo que nos veíamos extraordinariamente bien —aseguro Kurt volviendo a sintonizar “TZM”
-¿Cómo?
-¡Olvídalo!… mira, podemos hacer dos cosas aquí, una es derramar lagrimas porque nuestra privacidad ha sido invadida o tomar acciones en contra de esta persona, Lily acaba de decirme que podemos recurrir a un abogado.
-También lo creo… ¡oh!, es Ginger —dijo contestando a la productora de SONY.
Kurt se tomo el cuello y volvió a sentarse en la cama, si bien un buen escándalo podría elevar la atención de la prensa en su obra de teatro, nos sabia si ocurriría lo mismo con la carrera de su esposo que estaba recién comenzando.
-¿Qué te dijo?—pregunto Kurt con un ojo en Blaine y otro en el programa de televisión.
-Pues me dijo varias cosas —respondió tragando saliva.
-¿Algo malo?... ¿esto afectara lo de la gira por la costa oeste?
-No… nada de eso, me dijo que todo seguía igual y que ella llamaría personalmente al programa, le dije que tenia grabado el trato que habíamos hecho con el sujetes este y…
-¡Un momento! —exclamo Kurt poniendo cara de loco demente— ¿Qué es eso que tienes grabado lo del trato?, ¿Por qué no me lo contaste?
-Porque pensé que nunca lo necesitaríamos, pero cuando el entregamos el dinero y el nos paso la memoria de su cámara encendí mi teléfono y lo grabe, te juro y dice como 10 veces que no tiene mas material y que nos quedemos tranquilos.
-¡Blaine eso es extraordinario!... ¡nos salvara de todo! —dijo Kurt incorporándose sobre la cama.
-Bueno no de todo, porque a pesar que no podrán ponerlas al aire de nuevo ya la vieron, como bien dijiste millones de personas.
-Si pero, ahora estan hablando de Linsay Lohan, que enfrentémoslo, les da más material que cualquiera de nosotros… ¡que cosa tan maravillosa! —exclamo levantando los brazos— creo y deberíamos sacarle unos cuantos dólares a ese sujeto deleznable.
-También lo creo… ¡Uf!... casi pensé que todo se iba al tacho de la basura por tus debilidades para conmigo —dijo Blaine tirando su teléfono al sillón del costado para subirse a la cama de un salto, se arrodillo frente a Kurt y se le quedo viendo un instante.
-Estoy mas que orgulloso de tu ingenio… creo y deberíamos dedicarnos a resolver crímenes cuando ambos nos jubilemos de nuestras actividades —propuso Kurt entrelazando sus dedos con los de él.
-¿Qué hay de nuestra colonia… de… artistas? —pregunto Blaine dando algunos besos entre cada palabra.
-Colonos de día, investigadores de noche… ¿Qué dices? —insistió Kurt moviendo sus cejas.
-Me parece excelente… siento lo que sucedió…
-¿Por qué?, no es tu culpa…
-Pero yo te incite a que… ya sabes… lo hiciéramos en el baño del restaurante.
-Ya, y yo soy un discapacitado mental que no pude tomar sus propias decisiones… yo acepte porque tenía ganas, porque eres irresistible y porque siempre había querido comprobar si aquella encimera donde están instalados los lavabos era los suficientemente firme como para soportar un cuerpo humano.
-¿Comprobaste que si lo son?
-Así es… —dijo Kurt sonriendo con picardía.
-¿No estas molesto?, ¿no te traerá problemas en el teatro?
-¡Obvio que no!... incluso creo que habrá mas personas en las funciones de esta semana.
-Me alegro si es así… —dijo Blaine dándole un beso en la punta de la nariz.
-Pues así será… ahora quiero algo que me prometiste y me darías…
-¿Qué… cosa?
-¡El desayuno Blaine Anderson!... ¿Qué estabas pensado? —quiso saber Kurt mirándolo de medio lado.
-En el desayuno… ¡obvio!... —contesto Blaine sonriendo y dirigiéndose al teléfono de la mesa a un costado de la puerta.







Blaine comprobó que la pistola de pegamento estaba lo suficientemente caliente y comenzó a pegar las hojas plásticas sobre el traje.
-¿Esto no te quema? —pregunto mirándolo por el espejo.
-No… esta camisa es lo suficientemente gruesa como para sentir algo.
-¿Las pongo en cualquier sentido?, ¿verdad?
-Por supuesto… además es mi espalda, nadie notara si están mal puestas.
-Gracias por la confianza Kurt Hummel.
-No digo que las pondrás mal… y gracias por hacer esto, no quiero que los arneses se vean, el show ya es lo suficientemente ordinario —dijo Kurt arreglándose frente al espejo.
-Bueno, yo me estoy perdiendo una cena con June y Diane Von Furstenberg en la casa de Annie Leivobitz, pero no hay otro lugar donde prefería estar —aseguro pegando mas hojas.
-Lanza todos los nombres que quieras, mis señoras mayores son mucho mas geniales que la tuya —dijo Kurt mirando a Blaine y este sonrió complacido.
-Es muy bonito verte tan feliz, nunca pensé que un asilo de ancianos pudiera hacer a alguien sonreír tanto.
-Sabes, por primera vez desde que me mude aquí, siento que estoy haciendo algo con un propósito —dijo Kurt sentándose en el tocador— además de la escuela claro.
-¿Debería guardar algunos asientos? —pregunto Blaine levantándose para retirarse.
-No, no, te veré después.
-Ok… —dijo Blaine dándole un beso en la mejilla— te amo— agrego mientras se retiraba.
-Yo también… ¡oh!, no te sientes en la primera fila, no confió en este arnés y Gladys ha tenido un mal rato tratando de digerir su comida solida… así es que…
-Ok… —contesto Blaine poniendo cara de impacto— “Quiébrate una pierna” —agrego mientras salía.
Kurt sonrió y lo vio retirarse, se sentó nuevamente frente al espejo y dio los últimos retoques a su vestuario y peinado.
-¡Él es! —dijo Maggie apuntando a Blaine, venia con el resto del elenco caminando por el pasillo, Blaine creyó que sufriría una lenta pero fatal embestida.
-¿Perdón? —dijo mirando hacia atrás.
-¿Tu eres el novio de “PIllsbury”?, ¿verdad? —dijo la anciana mas bajita.
-¿Quién?
-Se llama Kurt Maggie, ella siempre cambia los nombres de la gente —advirtió otro anciano de raza negra mas fornido y alto.
-Para mí siempre será “Pillsbury”… ¿lo eres cariño? —insistió Maggie cogiendo a Blaine por un brazo.
-Si… soy su novio, su prometido de hecho
-¿Prometido?... ¡que dulce!
-Cuando mi hijo se comprometió fue todo un acontecimiento.
-¡Tu no tienes hijos Gladys! —corrigió Maggie mirándola.
-Entonces, ¿quien se comprometió?
-¡“Pillsbury”! —exclamo Freddy sonriendo y volviendo a dormirse.
Blaine los observo a todos que lo rodeaban y miraban con curiosidad.
-Kurt ha hablado mucho de ustedes, de cuan talentosos son y de cuan maravillosa será esta obra.
Todos los ancianos soltaron un suspiro de satisfacción.
-¿Podemos ayudarte en algo…?
-Blaine, Blaine Anderson.
-¿Podemos ayudarte en algo Blaine, Blaine Anderson? —pregunto otro de los ancianos calvo y sonriente
-Por supuesto —respondió este— ¿me ayudan a buscar un buen lugar?—agrego sonriendo a todos y cada uno.

-¿Por qué estamos aquí? —pregunto Blaine entrando en la tienda de alimentos orgánicos “Whole Foods Market”
-¿Te refieres a por que estamos en esta tierra?
-No… me refiero a porque estamos en esta súper tienda de abarrotes y verduras.
-¡Oh!… ya estaba pensando que June te había presentado a Sean Penn o al compositor antes conocido como Cat Stevens —contesto Kurt entrando luego de su prometido.
-No, nada de eso…
-Pues estamos aquí porque hoy es lunes y por la noche es nuestra cena semanal —dijo tomando un canasto de plástico verde.
-¿Y no se supone que cada quien traería algo?, ¿así evitarías cocinar para todos?
-Bueno….—dijo Kurt mirando los precios del anaquel de los abarrotes— todos están bastante ocupados, Mercedes está preparando su presentación en el centro comercial, Sam esta con lo de la audición para las fotos, tú estas atrapado entre las garras de June y Rachel va a recibir a la escritora del Show ese que le ofrecieron, por lo tanto, he de tomar la antorcha aquí y hacer algo o esta bella tradición se perderá —explico Kurt echando al canasto un par de botellas de agua —siento que soy el pegamento que une a todos.
-Lo eres…
-Pero uno elegante, con botella de vidrio y todo —advirtió Kurt señalándolo con una caja de leche
-¿Tú cocinaras todo entonces? —quiso saber Blaine mirando con nostalgia un par de barras de chocolate.
-Pues yo cambiaria el pronombre y el tiempo verbal y diría “nosotros”, pero no, compraremos la comida lista… también venden comida lista —dijo Kurt creyéndose promotor del mercado orgánico.
-Genial…
-¿Estas un tanto distraído?... ¿estás bien?
-Muy bien… algo cansado en realidad —contesto Blaine mirando las verduras.
-Cuéntame que hará June contigo esta semana, ¿mas cenas?, ¿mas almuerzos elegantes?
-No… bueno, tengo que ensayar, reconocer el escenario, ver con June la lista de invitados…
-¡Wow!, si que estarás ocupado, pero lo bueno que será en uno de los salones de NYADA donde harán a presentación y ese en particular esta camino a todas mis clases, por lo que podre verte igual y podre tener por fin las partituras de lo que yo cantare —dijo Kurt apuntándolo de nuevo, esta vez con un par de limones que luego puso en una bolsa.
-Bueno, ni yo lo sé bien aun.
-¿Estás hablando enserio? —insistió oliendo otros tres— ¿no nos pillara el tiempo?
-No, no te preocupes, además se que si alguien te entregara una partitura en este preciso instante tu cantarías lo que fuera.
-Eso es verdad—contesto sonriendo presuntuoso— ¿le hablaste June sobre mi idea de incluir unas maquinas de humo?
-La verdad es que no he tenido la ocasión de hacerlo
-Claro, como no pasas con ella casi 8 horas a día —dijo Kurt contando los limones que llevaba en la bolsa.
-No te quejes, tu me dijiste que debía pasar el mayor tiempo con ella, que cualquier persona que me presentara podría ser “LA” persona que me ofrezca una oportunidad, son tus palabras Kurt Hummel —sentenció Blaine sacando el otra bolsa del dispensador a un costado de las lechugas.
Kurt repitió todo lo que le dijera su prometido pero murmurando en tono infantil y burlón. Blaine termino por sonreír y continuo con las compras.
-Dime mejor sobre esa escritora que visitara tu departamento —agrego.
-Pues se llama Mary Halloren y vendrá a inspirarse con Rachel, como el show se supone y será sobre ella —dijo Kurt haciendo un gesto.
-Ese show será digno de ver —dijo Blaine tomando un par de manzanas.
-Pues no lo creo… ¡Oh!, pero no elijas manzanas tengo suficientes —explico apuntando la fruta que Blaine comenzaba a escoger.
-Pero yo no tengo… y créeme y Mercedes ha olvidado que vive con mas gente y el refrigerador está prácticamente vaco.
-¿Son para ti?
-Son para mí… —respondió escogiendo otras dos.
-No eh dicho nada entonces… ¿de que hablábamos?
-De la serie inspirada en Rachel Berry…
-Claro, bueno, el asunto es que es una escritora súper joven y casi súper dotada es la “Lena Dunham” de la cadena FOX.
-Vaya, interesante —dijo Blaine sellando su bolsa.
-¿Sabes lo que deberíamos hacer una vez que tengas un tiempo libre?
-¿Qué cosa?
-Ir a comprar ropa.
-¿Ropa?
-Si… Blaine es nuestra gran noche, ¡debemos lucir impecables!.
-Si pero… ¿no compramos ropa hace un par de semanas para el debut de Rachel?... no tengo un closet tan grande.
-Pero Blaine… ¿acaso crees que June te dejara vestir algo que no sea estrenado?
-¿Cómo lo sabrá?
-¡Tiene como mil años!, obvio que sabe la diferencia… un momento… —dijo apuntándolo con una banana en el pecho como si fuera una pistola 9mm.
-¿Qué?…—pregunto Blaine casi levantado sus brazos en señal de rendición.
-¿No te ha comprado ropa?, ¿o si?, porque ahí si que me importaría un demonio que sea rica e influyente, la pondría en su lugar.
-No, no me ha comprado ropa, y créeme que eso es algo que no dejaría que hiciera.
Kurt lo miro con sospecha sosteniendo aun con la banana contra su pecho.






Abril de 2060



-¡Kurt!... ¡Kurt Hummel!...¡dinos como esta Blaine!... ¿¡Es verdad que estuvo al borde la muerte!?
-¡¿Es cierto que Dylan Westbrook es su amante?!
Kurt decidió ignorar a todos los periodistas y “paparazzis” que habían en las afueras del hospital y entro haciéndose paso entre todos. Henry iba adelante con Amelia y Lizzie y Noah los seguía de la mano de Barbra mirando cada dos segundos hacia atrás asegurándose que su Papá los seguía de cerca.
Todos subieron hasta el piso donde se encontraba Blaine, sonriendo y llorando por las buenas noticias que el Doctor les había hecho saber por teléfono minutos antes.
-Espero y nos dejen verlo… —dijo Henry mirando los números del ascensor.
-No nos dejaran, somos muchos… con suerte y dejaran entrar al Papá… ¡hola!... es un hospital no el “Radio City Music Hall” —opino Lizzie en un rincón agarrada fuertemente de su hermano mayor.
-Me asegurare de que sepa cuan preocupados están —dijo Kurt acariciando la cara de cada uno de sus hijos.
-Pero si puedes, haz que nos permitan entrar aunque sea un par de segundos —pidió Noah tan compungido como cuando era un bebé y le arrebataban a “Desmond”
-Lo hare cariño… —contesto Kurt sonriendo y saliendo de los primeros una vez que el ascensor se detuvo.
-¡Señor Hummel!... ¿vino de inmediato? —dijo el Doctor preguntando lo obvio.
-Sí, lo siento… no podía esperar hasta mañana, ¿Cómo esta mi esposo?
-Está muy bien, como el dije por teléfono el procedimiento fue exitoso, ahora esta descansando, pero lo puede ver si gusta.
-Gusto, si señor… mucho—dijo Kurt soltando un suspiro al tiempo que agarraba algo a la altura de su pecho que el Doctor no pudo identificar.
-Sígame…
-¡Papá! —exclamo Noah haciéndole una seña para preguntara si podían pasar todos. Kurt lo miro sonriendo y le hizo otro gesto de vuelta como para que se tranquilizara.
-Doctor, mis hijos…
-También podrán pasar, pero debo pedirle que sea uno a la vez, no queremos agobiar a alguien que estuvo a punto de morir —explico el Doctor como si hablara del tiempo atmosférico. Kurt lo miro ceñudo y el Doctor termino por disculparse.
-Pase… —dijo abriendo la puerta.
-Grais Doctor… por todo —contesto Kurt estrechándole la mano.
-No hay por qué darlas, su esposo es un luchador, asumo y tiene mucho por que vivir.
-Así es… —contesto mirando a su esposo.
Blaine estaba dormido en la cama de hospital con su cabeza hacia un lado, como si hubiera estado viendo televisión y de pronto lo hubiera vencido el sueño, tenia puesto un aparto que le monitoreaba sus signos vitales y un manguera en su nariz que el proporcionaba oxigeno, su rostro lucia pacifico como nunca y la intensidad del procedimiento habían hecho que su cabello luciera revuelto pero de la mas sexys de las maneras. Kurt sonrió para si pensando que ni siquiera en aquella hora tan oscura, Blaine podía dejar de seducirlo, inconsciente inclusive. Se sentó a su lado y le tomo la mano con cuidado de no desconectar el pequeño oximetro de pulso que tenia en uno de sus dedos, apenas su piel toco al de él sintió que Blaine le apretaba la mano de vuelta y comenzaba a despertarse de a poco.
-Hola… —dijo Kurt en susurro lleno de lágrimas.
Blaine sonrió y solo un suspiro hondo y largo.
-Estas aquí… —murmuró tragando saliva.
-No podía dejarte solo… ¿Cómo estás?
-Como si me hubiera dado un ataque cardiaco… —contesto sonriendo.
-Tonto… —dijo Kurt dándole un beso en la frente.
-No llores…
-No lo hare… —aseguro Kurt llorando con más ganas.
-Estoy bien…
-Lo sé, el doctor llamo y me vine con los chicos de inmediato.
-¿Los niños… están aquí?
-Están afuera, así como tus Padres y Carol… Ah, y Cooper que llego hace un par de horas.
-¿Mi hermano?
-Así es, se vinieron directo del aeropuerto.
-¿Están con nuestros hijos?
-Así es… Noah insiste en entrar a verte, lo mismo que Henry y Lizzie —explico Kurt al tiempo que le acariciaba la mano.
-¿Están bien?
-Bien… asustados pero bien… no sabes todo lo que pasamos estas horas.
-Lo siento… —dijo Blaine tratando de cambiar de posición en la cama.
-¿Qué quieres hacer?... —quiso saber Kurt levantándose.
-Quiero… la almohada… —contesto levantando un poco su brazo como para corregir el mismo lo que le incomodaba.
-Déjame ayudarte… —se adelanto en decir Kurt. Tomo las almohadas y se las arreglo tras la cabeza— ¿ahora si?, ¿estas cómodo?
-No es como estar sobre tu pecho… pero si…
-Ok… ahora deberías seguir descansando, acabas de ser sometido a un tratamiento muy serio, no quiero que te vuelvas a enfermar.
-No lo hare… Kurt… te amo… tanto…
-Y yo te amo a ti, el doble de eso —aseguro Kurt comenzando a llorar de nuevo.
-¿Cómo es eso posible?
-Lo es… créeme que lo es… encontré tu “scrapbook”… —dijo acariciándole el pelo.
-Me ausento un día, ¿y ya hurgas en mis cosas?
-No estaba hurgando… se me cayó encima cuando buscaba algo…
-¿Lo viste?
-Obvio… ¿Cómo es posible que conservaras tantas cosas?
-Las he guardado por siglos… —dijo Blaine sintiendo sed.
-¿Quieres agua?... aunque no sé si te está permitido beber algo… le preguntare a la enfer…
-No te vayas… —pidió Blaine sosteniéndole la mano con fuerza e impidiendo que se levantara.
-Ok… utilizare esta cosita —dijo Kurt presionando el botón que había en una de las barandas de la cama.
-Cásate conmigo Kurt… —dijo sonriendo.
-Ya estamos casados, hace más de 40 años…
-Tengamos otro hijo entonces…
-¿Otro bebé?
-Si… tal vez podamos usar los nombres que habías escogido antes que los cambiáramos por los que llevan nuestros hijos…
-¿Hepburn y Taylor?
Blaine sonrió su respuesta.
-¿No estamos muy viejos para comenzar a criar de nuevo?
-No lo sé… tal vez “mis muchachos” lo están, deberemos recurrir a los tuyos…
-Eso no es cierto… estas como quieres y lo sabes…
-Siempre has hecho que me sienta el más importante de los hombres…
-Es porque lo eres…
-Buenas noches… ¿necesita algo Señor Anderson? —dijo una enfermera hablando como si atendiera un “call center” de ventas por televisión.
-Yo la llame, lo que sucede es que creo que necesita beber un poco de agua, pero no se si le es permitido —dijo Kurt sin quitar los ojos de su esposo.
-Por supuesto que sí, pero solo un poco… permítame… —dijo aproximándose.
-No, está bien… yo lo puedo hacer, solo quería saber si podía… gracias…
-Muy bien… —agrego la enfermera chequeando el “Tablet” con los datos de Blaine y dando una mirada a los aparatos que tenia conectado antes de retirarse.
-¿Escuchaste?, puedes beber, solo un poquito —dijo Kurt vertiendo agua en un vaso— ¿puedes incorporarte?
-Creo… creo que no…
-No importa… yo puedo ayudarte —aseguro Kurt bebiendo un poco de agua, se acerco a sus labios y poco a poco dejo caer un par de gotas sobre la boca de su esposo. Blaine sintió el alivio de quien no ha bebido nada en meses y termino por sonreír de la manera que a Kurt le encantaba— ¿mejor? —añadió acariciándole la cara y el cabello.
-Gracias Kurt…
-Gracias a ti por no dejarme solo…
-Nunca lo hare… tendrás que cargar conmigo por unos cuantos años mas…
-La más preciosa de las cargas… debo decir… —dijo Kurt besándole la frente.
-¿Cuándo puedo volver a casa?
-No lo sé… no pregunte…
-¿Qué es eso?... —quiso saber Blaine apuntando algo que Kurt había dejado a los pies de la cama.
-¡Ah!... ¿esto?… —dijo tomándolo— es una foto tuya que me entrego una de tus fans… no me di cuenta que la tome antes de salir, ni que la cargaba al llegar aquí, con razón y el doctor me miro como si necesitara sicotrópico.
-¿Déjame verla?
-Mira… —dijo Kurt enseñándosela— estas mucho más joven, que puedo decir.
Blaine sonrió y recordó todo lo relacionado a la foto que Kurt cargaba, era de su primerísimo disco y el aparecía con su guitarra al hombro como si quisiera darle un guitarrazo a alguien.
-¿De dónde la sacaste?
-Uno de tus fans me la regalo, hay cientos de ellos en las afueras del hospital.
-Cuando me recupere les regalare un concierto gratuito.
-Me parece una idea genial…
-¿Te acuerdas de este disco?—pregunto Kurt mirando la fotografía.
-Me acuerdo de todo… Kurt… —contesto Blaine cogiéndole la mano.
-Blaine… trata de descansar ahora, el doctor me dijo que debías estar tranquilo.
-Lo estoy… Kurt… ¿te acuerdas de ese día?, ¿cuando estábamos afuera del departamento de Mercedes… y tu… tu me dijiste que escogías amarme por sobre todo?
-Me acuerdo
-Gracias por haberlo hecho, mi vida sin ti no hubiera tenido sentido alguno —dijo Blaine emocionándose un poco.
-No me lo agradezcas, el placer de amarte ha sido mío… además ese día te mentí en algo…
-¿En qué?
-Pues… —contesto Kurt comenzando derramar algunas lágrimas— en que tú me dijiste que eras el tipo más afortunado del mundo, pero la verdad es que el afortunado aquí soy yo… te amo… —agrego dándole un beso.
-Y yo te amo a ti…
-Ok… nada mas de lagrimas, la situación es diferente ahora —dijo Kurt apartándose y sonándose con estridencia, tomo otro pañuelo descartable de la cajita que había en el mueble del costado de la cama y seco las lagrimas que corrían por las mejillas de su esposo— hare entrar a nuestros hijos… ¿de acuerdo?
-Ok…
-¡Y tu les explicaras porque quieres reducir el monto de lo que heredaran agregando dos personas mas a esta familia! —dijo Kurt dirigiéndose a la puerta.
Blaine sonrió y se acomodo un poco en las almohadas.
-No vayas a ninguna parte… —dijo desde la puerta.
-No lo hare…







-¿Vas a comerte esa banana o la llevaras con propósitos bélicos? —quiso saber Blaine retrocediendo algunos pasos— porque sea como sea, creo y deberías cancelarla antes —agrego crispando la nariz.
-Si, hazte el cómico… —dijo Kurt poniéndola en una bolsa con otras ocho— ¿Cuándo ensayaras me dijiste?
-Mañana y pasado mañana…
-Entonces el miércoles iremos a comprar nuestros atuendos.
-¿No escuchaste lo que dije del closet?
-No… —contesto Kurt comenzando a avanzar al sector de comidas preparadas.
-Ok… ¿Qué comeremos?
-Pensé en comida oriental, es variada, nutritiva y cintos de millones de chinos no pueden estar errados.
-Muy bien… —dijo Blaine sacando un numero de atención desde uno de los mesones.

-¿Como me veo? —pregunto Sam saliendo del departamento y bajando a la calle de un salto.
-¿Dónde vas? —contesto Blaine con su mirada perdida en un montón de palomas que revoloteaban en la acera.
-¿Cómo que donde voy?... ¿Cómo me veo? —insistió arreglando su atuendo.
-Creo que te ves bien…
-Perfecto… —respondió dando tres tirones a la banda de goma que llevaba en su brazo derecho cuando vio pasar tres bellas chicas por la calle.
-¿Sigues con eso? —pregunto Blaine apuntando el brazo de su amigo.
-Pues debo… —respondió mirando su muñeca como si lo que llevaba puesto fuera un brazalete “Cartier”— te dije que no quería arruinar nada, además me ha funcionado bastante bien, nada como un dolor para aminorar otro.
-Pues deberías hablar conmigo si quieres arruinar cosas, al parecer me he vuelto un experto en ello —dijo Blaine frotándose las piernas como si hubieran -15 grados en el exterior.
-¿Qué? —pregunto de vuelta Sam comiendo tres rebanadas de pan blanco de una vez.
-¿No se supone y te estabas cuidado por lo de las fotos para “Trasure Trailz”? —quiso saber Blaine apuntando las rebanadas de pan.
-Obvio… pero... leí en un sitio web que si comes una bolsa de pan al día, bajas 5 kilos —explico Sam mascando.
-¿Cómo?
-Eso… —dijo golpeándose el pecho con la mano empuñada, como si quisiera ayudar a bajar la comida por su esófago.
-¿No crees en eso?, ¿o si?
-¡Claro que creo!... aunque en ese sitio también decía que había que vestirse de azul y meter la cabeza en el refrigerador, ¿o era el estomago? —se auto pregunto Sam mirando hacia el final de la calle.
-¿Qué sitio es ese? —dijo Blaine soltando una risa.
-“Men’s Helath”… oye… ¿Por qué estás aquí y no cantando con Mrs. Robinson?, ¿ya te mostro una pierna?
-Hoy no tenia ensayo, por lo demás tal vez ni si quiera vaya al asunto —sentencio Blaine abrazando sus rodillas.
-¿Cómo?... ¿por qué? … ¿es porque estas peleado con Kurt? —pregunto Sam sentándose a su lado en la escalera de cemento.
-¿Quién dijo que estoy peleado con Kurt?—contesto Blaine poniendo cara de loco.
-¿Qué?...
-¿Quien dijo que estoy peleado con Kurt?, ¿Acaso fue Britt? —repitió poniendo más cara de demente.
-¿Qué cosa?... ¡nadie!...¡cuantas palomas! —exclamo Sam mirando las aves— ¿viste ese episodio de “My strange addiction”, cuando la persona dejaba que las palomas se le…
-¡Sam!...
-Ok… tranquilo —dijo tomándolo por los hombros— Britt no dijo nada, además no es un secreto para nadie, el otro día cuando la chica rara de los anteojos le mando los guiones a Rachel y todos nos sentamos en la sala, tú te ibas a sentar al lado de Kurt y el te hizo una seña de que te ubicaras en otro lado… yo lo note, todos lo notaron —dijo Sam apuntándose a sí mismo.
-Pues notaron mal… —contesto Blaine de malos modos.
-Mira, se que has estado mintiéndole con lo del evento de la señora ricachona… a prepósito, ¿repartirá dinero a quienes asistan?, porque te digo y me vendrían bastante bien un par de dólares.
-No Sam, no creo que reparta dinero… y no he estado mintiendo… solo fue una pequeña omisión de información, que termino por convertirse en una incontrolable bola de nieve que acabo por atraparme a mi, y de paso a Kurt.
-Ok, no entendí muy bien esa analogía, pero creo que me pasa cada vez que decido probar nuevas dietas… tu quédate con esto… —dijo Sam entregándole las dos rebanadas de pan que no se había comido— y yo me voy a mi sesión de fotos… deséame suerte.
-¿Para qué me das esto? —pregunto Blaine levantado el pan.
-No se… cómelo… o alimenta a esas pobres aves… y oye… yo creo que Kurt está enojado, yo lo estaría si hubiéramos salido y tú me hubieras mentido diciéndome que una de mis imitaciones era estupenda cuando no lo era… pero hablando se entiende la gente… ¡Deséame suerte!
-¡Que tengas suerte Sam!, ¡y recuerda mirar a la cámara como si miraras a una persona, le dará más naturalidad a las fotos! —exclamo mientras Sam desaparecía por la avenida haciéndole gestos de que aquello lo sabía de sobra.
Blaine sonrió a medias contagiado de la alegría y animo de su amigo, soltó un suspiro y sostuvo el pan por varios minutos sin recordar que lo tenía en las manos. Las palomas se aproximaron mas a él y comenzaron a reunirse a sus pies, con una mano empezó a desmenuzar migas y se las arrojo pensando en lo miserable que se sentía y que no sabría que hacer si aquello que le dijera Kurt, de que no creería nunca más en algo que saliera de su boca, se volvía una verdad permanente.
-Están llenas de enfermedades —dijo Kurt sentándose al lado de Blaine— será difícil que bailes en tu “Showcase” si te salen ulceras en los pies —añadió cruzándose de brazos.
-Los humanos no se contagian con ulceras en los pies… —respondió mirando a las aves— ya no quiero hacer el “Showcase”, tu eres más importante para mí que cualquier otra cosa.
-¿Cómo piensas que será volar por primera vez?, es decir, ahí estás en tu nido, el único hogar que has conocido en la vida y aunque tu ADN y millones de años de evolución te digan que si saltas no golpearas el piso como una piedra, nunca podrás saberlo realmente —dijo Kurt mirando a las palomas que comían felices lo arrojado por su prometido— las relaciones son así, le das tu corazón a alguien para que lo cuide y te dices a ti mismo que estas a salvo, pero no sabes si hoy o mañana lo arrojaran como a una piedra.
-Kurt, realmente lo siento mucho…—dijo Blaine por enésima vez.
-Entendí lo que paso, el modo en el que estaba hablando del espectáculo, no había forma que hubiera estado bien si no estaba en el, yo también me hubiera mentido a mi mismo.
-No entiendo, si no estás enojado conmigo, ¿a dónde vas con toda esta charla de volar?
-¡Estaba enojado!… —exclamo poniendo una cara acorde y que hizo a Blaine se sintiera peor que las larvas que provocaban las ulceras en las patas de las palomas— luego me di cuenta que la confianza es una elección… Cada día saldremos de la cama y nos mandaremos al mundo, confiando en que nos cuidaremos las espaldas, pero meteremos la pata y estaremos asustados, pero… yo elijo confiar y amarte por encima de todo —termino por decir Kurt cogiéndole la mano.
-Gracias… —dijo Blaine con el alma desbordada —gracias, gracias, gracias… —repitió abrazándolo con pan y todo, Kurt sonrió y medio lo abrazo de vuelta— te amo tanto… y hablo enserio con respecto a lo del “Showcase”, o volamos juntos o no volamos.
-Estoy muy feliz por ti y estoy muy emocionado de que el mundo te vea desplegar las alas, ahora es tu turno de volar.
-Gracias… —repitió Blaine mirándolo— ahora… —añadió dándole un pequeño toque en el hombro— no sé si es por esta conversación sobre los pájaros, pero… estoy un poco excitado...
-¡Vamos adentro! —exclamo Kurt mientras se levantaba de lo mas entusiasmado.
-Oye… —dijo Blaine deteniendo sus pasos— soy el chico más afortunado del mundo.
-Si… bastante —contesto Kurt dándole un beso.
Blaine subió tras de él los peldaños que los separaban de la calle y siguió con los más próximos a la entrada del departamento de Mercedes agarrado del cinturón de su prometido.
-No sabes el alivio que me da que hayas tomado esto tan bien, de verdad pensé que…
Kurt se volteo en el umbral de la puerta y lo beso con ganas, Blaine retrocedió algunos pasos y se afirmo del barandal de cemento sorprendido por un beso extraordinario.
-No eres el único para quien funciona todo ese asunto de las aves —le susurro Kurt en el oído.
-Yo…
-No hables… —añadió Kurt entrando de espaldas a la puerta para así no despegar sus labios de los de él.
Blaine se dejo llevar por aquel beso febril y apasionado y entro junto a su prometido besándolo de vuelta, se aparto un poco y trato de decir algo, Kurt sonrió y lo silencio con mas besos.
-¿No hay nadie?... ¿verdad? —pregunto Kurt sintiendo con sus talones los primeros peldaños de la escalera, los subió un poco a tientas mientras se quitaba el sweater abierto que vestía.
-No hay nadie… no te preocupes… —contesto Blaine desatándose la corbata de moño y subiendo otros cinco peldaños.
-¡Aun huele a perro aquí! —exclamo Kurt apartándose y oliendo el aire que lo rodeaba.
-¿Qué?...
-¡Nada!... ¡olvídalo!, ¡da lo mismo! —añadió haciendo un ademan de algo sin importancia, le tomo la cara y siguió con los besos, luego bajo con sus manos por el cuello de él y le desabotono la camisa hasta casi el ombligo, lo beso un poco tras la oreja y Blaine creyó que moría, veía el cielo y volvía a caer a la tierra directo en los fuertes brazos de Kurt.
-Gracias por no ser como Mercedes —le susurro mientras sentía aquellos labios suaves por todo su cuello.
-¿Te refieres no tener el cabello abundante y una voz envidiable?
-No… me… refiero… a esa cosa religiosa de guardarse para el matrimonio —dijo Blaine desatándole el cinturón mientras seguían avanzando escalera arriba.
-¿Qué?...—dijo Kurt soltando un pequeño suspiro cuando las manos de Blaine se amoldaron a sus formas varoniles dentro de su pantalón.
-No me hagas caso…—agrego Blaine sonriendo.
-Bueno… con respecto a eso… solo puedo… ¡oh por Dios! mataría por tus labios Blaine Anderson— termino por exclamar Kurt al sentir que este bajaba con su boca y le besaba el cuello, los hombros y parte de uno de sus brazos.
-Y yo haría lo mismo por tu piel, por eso te juro que ni todas las bandas de goma del mundo me habrían podido distraer de no hacerlo —explico Blaine dándole una vuelta para quedar frente a él en la entrada de su dormitorio, lo miro un instante y lo presiono con su cuerpo en contra de la puerta, Kurt sintió que aquel empuje masculino lo elevaba un poco del piso, le sonrió en los labios pensando en que diría Mercedes si los descubría así— no podría estar sin tocarte, de verdad —insistió Blaine.
-No te preocupes, ni mi apellido es católico… —añadió metiendo sus manos dentro del pantalón de su prometido para sentirle el trasero.
-¡Gracias a Dios por eso!… —exclamo Blaine sonriendo, al tiempo que abría la puerta de su habitación.
Kurt entro primero con pasos pequeños y saltones, como si fuera un duende en la aldea de Santa Claus, termino por sacarse la camisa y se tiro en la cama, arreglándose el cabello y echándose un poco de aire con las manos para aliviar el sofoco en el que la situación lo tenía envuelto.
Blaine entro enseguida y le puso llave a la puerta, de despojo también de su camisa y se subió a la cama para instalarse sobre su prometido, le dio un beso que solo su experticia podría brindar y con sus manos entrelazo sus dedos con los de él, de a poco subió sus brazos y los ubico por encima de la cabeza de Kurt. Mientras seguía besándolo, con dos de sus dedos sintió el anillo de compromiso, se aparto un poco y lo miro a los ojos, acerco la mano de su prometido a su boca y le beso el anillo, como si reafirmara así aquel compromiso inquebrantable y único y que hacía que la perspectiva de amarlo por el resto de su vida fuera lo que lo convertía en el chico más afortunado del mundo.