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FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
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FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola a Todas(os) mi nombre es lucia tengo 20 años y siempre he sido una lectora silenciosa, he leído muchísimos fics dentro del foro la mayoría adaptaciones y no estoy en contras de ellas. Pero decidí escribir una historia de mi autoria, la cual la tengo por la mitad pero sigo escribiéndola y quiero compartirla con ustedes.
Se que les fastidia esperar así que subiré un capitulo cada dos días pero todo depende de la receptividad que tenga mi fic.
Espero que les guste y lo disfruten....
Personajes:
Santana López:
Brittany Pierce:
Sam Evans:
Kitty Walden:
Quinn Fabray:
Rachel López:
Kurt Hummel:
Blaine Anderson:
Marley Rose:
Ryder Lynn:
Penny Walden:
Mercedes Jones:
Jake López:
Carlos López:
Kate Matthew:
― Papá por favor no me obligues a irme –pedí con ojos llorosos a mi padre Carlos quien ya molesto por mi insistencia y moviendo su bigote como siempre lo hacía, salió de mi cuarto haciendo rabietas.
― Te he dicho que empaques tus cosas Santana –dijo sin darme otra opción.
Enojada y llorosa comencé a empacar mis discos favoritos. Metí todo lo que pude en mi maleta pues solo podía llevar pocas cosas. A mi padre le ofrecieron un viaje en un crucero atravesando desde Nueva York hasta Londres. Nos mudaríamos allí al terminar el viaje.
A pesar de tener 20 años, aun vivía con mi padre. Tenía una hermana mayor de veintidós Rachel y un hermano de diez y nueve Jake. Acababa de graduarme de la universidad, estudié fotografía. Tenía solo una amiga y ahora que me mudaba ya no tendría a nadie. ¿Novio? No tengo tiempo para ese tipo de cursilerías. Además de que no le gustaba a nadie. Por una extraña razón me tenían miedo los chicos. Fea supongo que no era.
Mi padre nos había comprado a cada uno de mis hermanos un celular internacional. Él viajaba todo el tiempo y siempre se la pasaba mandándonos mensajes para preguntarnos nuestro paradero y ese tipo de cosas. Cosas de papás. Mi madre había fallecido hace dos años, un accidente en nuestro baño, se resbaló y se golpeó la cabeza en la tina. Una ridícula muerte ¿No? Es cierto es terrible.
― Kate –dije llamando a mi mejor amiga. Mi padre siempre me ponía crédito ilimitado para que yo llamara a todos por allí.
― ¿Santana? –contestó mi pelirroja amiga.
― ¿Puedes venir a mi casa? Necesito hablar contigo –dije aventándome a mi cama.
― Claro, llego en 20 minutos –dijo seria. Colgamos.
Tenía 20 años, perfectamente me podía quedar aquí. Se supone que tendría una exhibición en unos días y mi padre me lo había arruinado. Mi relación no era tan mala con él, es cierto peleábamos pero lo quería.
Bajé las escaleras y fui al comedor tomé una Manzana, mi fruta favorita. En la barra a mi lado estaba mi hermana, Rachel.
― ¿Estás emocionada con el viaje? –pregunté. Ella bajó la mirada y luego alzó la cara con una sonrisa enorme.
― ¡Sí, ya quiero vivir en Londres! –yo rodé los ojos y le di una mordida a mi manzana. Jake se acercó a nosotros y nos sonrió.
― ¿Están listas? –preguntó emocionado. El pequeño para mí era tan ñoño. Pero era mi hermanito.
― Yo no… ¿Por qué ustedes sí se quieren ir? –pregunté molesta.
― Santana, será como un nuevo comienzo. Además a mí me encantaría ver las universidades que tienen.
― Debiste de haber enviado una solicitud antes, así no te aceptarán –dije desalentándolo. Él agachó la cabeza, parecía un niño pequeño. Bajé del banco y salí para abrazarlo.
― Lo siento, no quise hacerte sentir mal –dije, él me pellizco un brazo.
― ¡Odio que hagas eso Jake! –dije molesta. Tocaron el timbre y entró mi amiga Kate, ella era pequeña y pelirroja. Sus ojos eran cafés y su piel era muy blanca, unas pequeñas pecas se le asomaban bajo sus ojos.
― ¿Para qué me necesitabas? –preguntó y se sentó en mi sillón poniendo los pies en mi mesita de centro.
― Me mudo mañana, ¿Recuerdas el crucero que te mencioné, Nueva York – Londres?
― Sí –dijo algo preocupada― ¿Te irás?
― Sí, no pude convencer a mi padre de quedarme aquí.
― Oh vamos Santana, ya tienes suficiente edad como para vivir sola en cualquier parte del mundo.
― Pero no la suficiente madurez –dijo mi padre a mis espaldas. Bufé y luego Kate frunció el ceño. A ella no le agradaba mi padre.
― ¿Qué pasará con la exhibición? –preguntó molesta.
― No habrá tal –dije agachando la cabeza.
― En Londres puedes hacer las que quieras –me instó mi padre y yo simplemente me limité a mirarlo. Mi padre creía que ella era una mala influencia para mí. No me permitía salir a ningún lado con ella. Al menos permitía que ella viniera a casa.
― Lo siento Tana tengo que irme, aquí apesta a hipocresía –dijo Kate. Su comentario me molestó.
― No seas irrespetuosa –pedí. Ella rodó los ojos, me abrazó y luego me dio un pequeño golpe en el brazo.
― Bueno… espero que te pueda volver a ver algún día. Mañana yo no estaré en casa así que posiblemente ya no te vuelva a ver.
― De acuerdo, Kate –dije agachando la mirada. Mi amiga se fue y mi padre suspiró aliviado.
― Por fin esa dañina amistad terminó –dijo mi padre Carlos tomando una pera del cesto.
― Papá no empieces –dije molesta.
― Hija, ella hizo que Sam terminara contigo. Salió con él y además hizo que te dijera muchas cosas a ti y tú simplemente la perdonaste. Eso no está bien –dijo iniciando su sermón.
― Papá, ya me quiero ir al crucero. Deja de decirme con quien puedo hacer amistad.
― Gracias a Dios que ya nos vamos –dijo mi padre.
Me recosté y puse mi celular en mi lista de reproducción favorita. Se escuchaban canciones de todo tipo. Desde Adele, Fall out Boys, Katy Perry, hasta Pink. Me quedé dormida y ya no supe más de mí.
Se que les fastidia esperar así que subiré un capitulo cada dos días pero todo depende de la receptividad que tenga mi fic.
Espero que les guste y lo disfruten....
Personajes:
Santana López:
Brittany Pierce:
Sam Evans:
Kitty Walden:
Quinn Fabray:
Rachel López:
Kurt Hummel:
Blaine Anderson:
Marley Rose:
Ryder Lynn:
Penny Walden:
Mercedes Jones:
Jake López:
Carlos López:
Kate Matthew:
Capítulo 1
― Papá por favor no me obligues a irme –pedí con ojos llorosos a mi padre Carlos quien ya molesto por mi insistencia y moviendo su bigote como siempre lo hacía, salió de mi cuarto haciendo rabietas.
― Te he dicho que empaques tus cosas Santana –dijo sin darme otra opción.
Enojada y llorosa comencé a empacar mis discos favoritos. Metí todo lo que pude en mi maleta pues solo podía llevar pocas cosas. A mi padre le ofrecieron un viaje en un crucero atravesando desde Nueva York hasta Londres. Nos mudaríamos allí al terminar el viaje.
A pesar de tener 20 años, aun vivía con mi padre. Tenía una hermana mayor de veintidós Rachel y un hermano de diez y nueve Jake. Acababa de graduarme de la universidad, estudié fotografía. Tenía solo una amiga y ahora que me mudaba ya no tendría a nadie. ¿Novio? No tengo tiempo para ese tipo de cursilerías. Además de que no le gustaba a nadie. Por una extraña razón me tenían miedo los chicos. Fea supongo que no era.
Mi padre nos había comprado a cada uno de mis hermanos un celular internacional. Él viajaba todo el tiempo y siempre se la pasaba mandándonos mensajes para preguntarnos nuestro paradero y ese tipo de cosas. Cosas de papás. Mi madre había fallecido hace dos años, un accidente en nuestro baño, se resbaló y se golpeó la cabeza en la tina. Una ridícula muerte ¿No? Es cierto es terrible.
― Kate –dije llamando a mi mejor amiga. Mi padre siempre me ponía crédito ilimitado para que yo llamara a todos por allí.
― ¿Santana? –contestó mi pelirroja amiga.
― ¿Puedes venir a mi casa? Necesito hablar contigo –dije aventándome a mi cama.
― Claro, llego en 20 minutos –dijo seria. Colgamos.
Tenía 20 años, perfectamente me podía quedar aquí. Se supone que tendría una exhibición en unos días y mi padre me lo había arruinado. Mi relación no era tan mala con él, es cierto peleábamos pero lo quería.
Bajé las escaleras y fui al comedor tomé una Manzana, mi fruta favorita. En la barra a mi lado estaba mi hermana, Rachel.
― ¿Estás emocionada con el viaje? –pregunté. Ella bajó la mirada y luego alzó la cara con una sonrisa enorme.
― ¡Sí, ya quiero vivir en Londres! –yo rodé los ojos y le di una mordida a mi manzana. Jake se acercó a nosotros y nos sonrió.
― ¿Están listas? –preguntó emocionado. El pequeño para mí era tan ñoño. Pero era mi hermanito.
― Yo no… ¿Por qué ustedes sí se quieren ir? –pregunté molesta.
― Santana, será como un nuevo comienzo. Además a mí me encantaría ver las universidades que tienen.
― Debiste de haber enviado una solicitud antes, así no te aceptarán –dije desalentándolo. Él agachó la cabeza, parecía un niño pequeño. Bajé del banco y salí para abrazarlo.
― Lo siento, no quise hacerte sentir mal –dije, él me pellizco un brazo.
― ¡Odio que hagas eso Jake! –dije molesta. Tocaron el timbre y entró mi amiga Kate, ella era pequeña y pelirroja. Sus ojos eran cafés y su piel era muy blanca, unas pequeñas pecas se le asomaban bajo sus ojos.
― ¿Para qué me necesitabas? –preguntó y se sentó en mi sillón poniendo los pies en mi mesita de centro.
― Me mudo mañana, ¿Recuerdas el crucero que te mencioné, Nueva York – Londres?
― Sí –dijo algo preocupada― ¿Te irás?
― Sí, no pude convencer a mi padre de quedarme aquí.
― Oh vamos Santana, ya tienes suficiente edad como para vivir sola en cualquier parte del mundo.
― Pero no la suficiente madurez –dijo mi padre a mis espaldas. Bufé y luego Kate frunció el ceño. A ella no le agradaba mi padre.
― ¿Qué pasará con la exhibición? –preguntó molesta.
― No habrá tal –dije agachando la cabeza.
― En Londres puedes hacer las que quieras –me instó mi padre y yo simplemente me limité a mirarlo. Mi padre creía que ella era una mala influencia para mí. No me permitía salir a ningún lado con ella. Al menos permitía que ella viniera a casa.
― Lo siento Tana tengo que irme, aquí apesta a hipocresía –dijo Kate. Su comentario me molestó.
― No seas irrespetuosa –pedí. Ella rodó los ojos, me abrazó y luego me dio un pequeño golpe en el brazo.
― Bueno… espero que te pueda volver a ver algún día. Mañana yo no estaré en casa así que posiblemente ya no te vuelva a ver.
― De acuerdo, Kate –dije agachando la mirada. Mi amiga se fue y mi padre suspiró aliviado.
― Por fin esa dañina amistad terminó –dijo mi padre Carlos tomando una pera del cesto.
― Papá no empieces –dije molesta.
― Hija, ella hizo que Sam terminara contigo. Salió con él y además hizo que te dijera muchas cosas a ti y tú simplemente la perdonaste. Eso no está bien –dijo iniciando su sermón.
― Papá, ya me quiero ir al crucero. Deja de decirme con quien puedo hacer amistad.
― Gracias a Dios que ya nos vamos –dijo mi padre.
Me recosté y puse mi celular en mi lista de reproducción favorita. Se escuchaban canciones de todo tipo. Desde Adele, Fall out Boys, Katy Perry, hasta Pink. Me quedé dormida y ya no supe más de mí.
Última edición por heya08 el Mar Jun 03, 2014 8:17 pm, editado 19 veces
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Eueu holaa me gusto el comienzo dl fic..
seguilo xfa!
Saludos
seguilo xfa!
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Jaja...colocaste manzana como fruta favorita y comió pera xD
pero se ve interesante
saludos*
pero se ve interesante
saludos*
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Otra vez de nuevo en el foro, gracias por sus comentarios ya corregí unos errores que tenia jeje, me conecte rápido para subirles un nuevo capitulo.
Por favor comenten que tal les parece el fic
Narra Brittany
Con el grupo iniciamos nuestra pequeña e improvisada gira que había terminado hace un mes. Fuimos a Nueva York para disfrutar de una semana de vacaciones y nuestro representante pensó que sería una buena idea salir en el crucero mañana. Pasaríamos un mes en un barco. Tal vez sería bueno pasar unas buenas vacaciones y prepararíamos algunas canciones para poder grabar el disco que teníamos planeado.
― Chicos, nos ofrecieron cantar en diversos eventos que el crucero tendrá, ¿Les gustaría participar? –preguntó Marley interesada
― Yo estoy totalmente interesada, ya quiero que sea mañana –dijo Quinn emocionada.
― Kurt, ¿Tú qué dices?
― Por mí sería genial, además de que el barco… está hermoso. Hoy lo vi por Internet.
― Yo… ―dije un poco dudosa.
― De acuerdo estaría genial –dije desanimada, Hace unos días había terminado con mi novia, si así es novia.
Y no me encontraba de un gran humor. Marley llevaría a Ryder su novio. Kurt llevara a un amigo en realidad están saliendo su nombre es Blaine y Quinn, Mercedes y yo estaríamos disfrutando de nuestra soltería. Me mareaba en los barcos pero trataría de estar bien en este.
Dormimos esa noche en el mismo departamento, yo dormí en mi improvisada cama, hecha de sillas y Quinn en el sofá cama, Kurt en el suelo con su amigo y Marley con Blake en su cama. Mercedes estaba recostada en el suelo, pero recargada en la pared. Lucía tan tierna allí tirada, era algo raro tener una amiga lesbiana y un amigo gay, como lo eran Quinn y Kurt, pero con el tiempo algunos de nuestros pequeños admiradores lograron aceptarlo, y más cuando decidí declararme Bisexual en una entrevista.
Al despertar sacamos todas nuestras cosas y nos ayudamos mutuamente para poder salir de allí tan rápido se podía. Me puse mis lentes oscuros, tomé mi mochila y me acurruqué en mi asiento pues aún era muy temprano.
Narra Santana
Sentí cómo movían mi brazo izquierdo y a lo lejos escuchaba que pronunciaba mi nombre.
― ¡Santana López! –pronunció más alto mi hermano― ¡Santana! –me gritó. Abrí los ojos y me levanté de golpe haciendo que me mareara. Toqué mi cabeza y cerré mis ojos.
― Santana aún no nos subimos al barco y ya estás mareada.
― Cállate sal de aquí –dije molesta, él regresó a mi habitación y sonrió― ¿Qué? –pregunté.
― Papá me mandó para decirte que tenemos una hora retrasados y… ya estamos todos en el auto.
― ¿Por qué no me despertaron antes? –dije alarmada y arrancándome la blusa.
― Papa… ―entendí el punto.
― De acuerdo, salgo en medio minuto.
Corrí hacia mi mochila y saqué la primera blusa que encontré, era blanca y estampada en gris. Me puse mis shorts negros, llegaban hasta debajo de las rodillas y mis converse ya desgastados negros.
Mis ojos estaban delineados desde ayer de negro, comúnmente no me despintaba, Mis ojos Marrones raramente delataban un color miel, Saqué el estuche de mi guitarra y la mochila donde tenía los lentes de mis mejores cámaras. Me puse la mochila en el hombro. Di un vistazo rápido a mi cuarto y corrí escaleras abajo.
Abrí la puerta y la camioneta tenía la cajuela abierta. Metí el estuche de la guitarra y revisé que llevaran la otra maleta con mi ropa dentro. Allí estaba mi maleta roja. Entré y antes de cerrar la puerta mi padre aceleró.
― ¡Es tarde Santana! –gritó mi padre acelerando aún más.
― ¿Por qué no me despertaste? –dije molesta.
― Esa es tu responsabilidad, sabías que nos iríamos a las siete, son las ocho –dijo mirando su reloj
― Ya –finalicé molesta―. No quiero empezar esta nueva vida peleando contigo Carlos
― Hija –dijo mi padre después de un rato de silencio.
― Sam te vino a buscar en la noche cuando estabas dormida.
― ¿Qué te dijo? –pregunté interesada. Él no me había llamado desde lo que pasó con Kate.
― Dijo… que no quería que te fueras.
No dije nada, simplemente me molestaba esto. Por qué los chicos se dan cuenta del verdadero cariño que te tienen hasta que ya te vas. Odiaba eso, siempre pasa. Tanto en las películas como en cualquier libro. Ella lo llamaba, él respondía diciéndole lo mucho que la amaba y aquí sería cuando yo bajaría de la camioneta para correr hacia el auto que venía atrás de mí persiguiéndome, pidiendo y rogando que yo no me fuera. De acuerdo exageraba. Pero por si las dudas, miré hacia atrás. Ningún auto nos perseguía.
Envié un mensaje.
“¿Qué querías?” –envié.
Recargué mi cabeza en la ventana, para así mirar al horizonte y ver la hermosa ciudad que estaba dejando. La tonada de Fuck You de Lilly Allen no tardó en aparecer.
“Fui a buscarte porque sabía que te irías hoy, pero al parecer estabas dormida y tu padre no me dejó verte. No me dejó despedirme de ti. Solo quiero que sepas que siempre te quise y no quería lastimarte. Por favor perdóname”.
Miré hacia la carretera y observé cientos de personas caminando en parejas. Recuerdo cuando yo paseaba así. Un sentimiento extraño pasó por mi corazón. Vacío.
“Sé que haces esto solo por mantener tu conciencia tranquila. No te preocupes, no me interesa si te quedas con mi mejor amiga, al fin y al cabo son solo tú y ella. Yo desapareceré de tu vida. Por favor no me busques más, no quiero llamadas, ni más mensajes tuyos” –cuando pulsé la tecla donde decía enviar. Sentí cómo una lágrima corría por mis mejillas. Hacía tanto que no lloraba por un hombre. Borré su número de mi agenda y aunque sabía que me lo sabía de memoria, borrarlo de mi agenda era un gran logro.
― ¿Pasa algo? –dijo mi padre preocupado.
― No solo me despedía –dije acomodando mi cabeza nuevamente en la ventana. Me puse los audífonos y proseguimos nuestro camino al muelle.
Por favor comenten que tal les parece el fic
Capítulo 2
Narra Brittany
Con el grupo iniciamos nuestra pequeña e improvisada gira que había terminado hace un mes. Fuimos a Nueva York para disfrutar de una semana de vacaciones y nuestro representante pensó que sería una buena idea salir en el crucero mañana. Pasaríamos un mes en un barco. Tal vez sería bueno pasar unas buenas vacaciones y prepararíamos algunas canciones para poder grabar el disco que teníamos planeado.
― Chicos, nos ofrecieron cantar en diversos eventos que el crucero tendrá, ¿Les gustaría participar? –preguntó Marley interesada
― Yo estoy totalmente interesada, ya quiero que sea mañana –dijo Quinn emocionada.
― Kurt, ¿Tú qué dices?
― Por mí sería genial, además de que el barco… está hermoso. Hoy lo vi por Internet.
― Yo… ―dije un poco dudosa.
― De acuerdo estaría genial –dije desanimada, Hace unos días había terminado con mi novia, si así es novia.
Y no me encontraba de un gran humor. Marley llevaría a Ryder su novio. Kurt llevara a un amigo en realidad están saliendo su nombre es Blaine y Quinn, Mercedes y yo estaríamos disfrutando de nuestra soltería. Me mareaba en los barcos pero trataría de estar bien en este.
Dormimos esa noche en el mismo departamento, yo dormí en mi improvisada cama, hecha de sillas y Quinn en el sofá cama, Kurt en el suelo con su amigo y Marley con Blake en su cama. Mercedes estaba recostada en el suelo, pero recargada en la pared. Lucía tan tierna allí tirada, era algo raro tener una amiga lesbiana y un amigo gay, como lo eran Quinn y Kurt, pero con el tiempo algunos de nuestros pequeños admiradores lograron aceptarlo, y más cuando decidí declararme Bisexual en una entrevista.
Al despertar sacamos todas nuestras cosas y nos ayudamos mutuamente para poder salir de allí tan rápido se podía. Me puse mis lentes oscuros, tomé mi mochila y me acurruqué en mi asiento pues aún era muy temprano.
Narra Santana
Sentí cómo movían mi brazo izquierdo y a lo lejos escuchaba que pronunciaba mi nombre.
― ¡Santana López! –pronunció más alto mi hermano― ¡Santana! –me gritó. Abrí los ojos y me levanté de golpe haciendo que me mareara. Toqué mi cabeza y cerré mis ojos.
― Santana aún no nos subimos al barco y ya estás mareada.
― Cállate sal de aquí –dije molesta, él regresó a mi habitación y sonrió― ¿Qué? –pregunté.
― Papá me mandó para decirte que tenemos una hora retrasados y… ya estamos todos en el auto.
― ¿Por qué no me despertaron antes? –dije alarmada y arrancándome la blusa.
― Papa… ―entendí el punto.
― De acuerdo, salgo en medio minuto.
Corrí hacia mi mochila y saqué la primera blusa que encontré, era blanca y estampada en gris. Me puse mis shorts negros, llegaban hasta debajo de las rodillas y mis converse ya desgastados negros.
Mis ojos estaban delineados desde ayer de negro, comúnmente no me despintaba, Mis ojos Marrones raramente delataban un color miel, Saqué el estuche de mi guitarra y la mochila donde tenía los lentes de mis mejores cámaras. Me puse la mochila en el hombro. Di un vistazo rápido a mi cuarto y corrí escaleras abajo.
Abrí la puerta y la camioneta tenía la cajuela abierta. Metí el estuche de la guitarra y revisé que llevaran la otra maleta con mi ropa dentro. Allí estaba mi maleta roja. Entré y antes de cerrar la puerta mi padre aceleró.
― ¡Es tarde Santana! –gritó mi padre acelerando aún más.
― ¿Por qué no me despertaste? –dije molesta.
― Esa es tu responsabilidad, sabías que nos iríamos a las siete, son las ocho –dijo mirando su reloj
― Ya –finalicé molesta―. No quiero empezar esta nueva vida peleando contigo Carlos
― Hija –dijo mi padre después de un rato de silencio.
― Sam te vino a buscar en la noche cuando estabas dormida.
― ¿Qué te dijo? –pregunté interesada. Él no me había llamado desde lo que pasó con Kate.
― Dijo… que no quería que te fueras.
No dije nada, simplemente me molestaba esto. Por qué los chicos se dan cuenta del verdadero cariño que te tienen hasta que ya te vas. Odiaba eso, siempre pasa. Tanto en las películas como en cualquier libro. Ella lo llamaba, él respondía diciéndole lo mucho que la amaba y aquí sería cuando yo bajaría de la camioneta para correr hacia el auto que venía atrás de mí persiguiéndome, pidiendo y rogando que yo no me fuera. De acuerdo exageraba. Pero por si las dudas, miré hacia atrás. Ningún auto nos perseguía.
Envié un mensaje.
“¿Qué querías?” –envié.
Recargué mi cabeza en la ventana, para así mirar al horizonte y ver la hermosa ciudad que estaba dejando. La tonada de Fuck You de Lilly Allen no tardó en aparecer.
“Fui a buscarte porque sabía que te irías hoy, pero al parecer estabas dormida y tu padre no me dejó verte. No me dejó despedirme de ti. Solo quiero que sepas que siempre te quise y no quería lastimarte. Por favor perdóname”.
Miré hacia la carretera y observé cientos de personas caminando en parejas. Recuerdo cuando yo paseaba así. Un sentimiento extraño pasó por mi corazón. Vacío.
“Sé que haces esto solo por mantener tu conciencia tranquila. No te preocupes, no me interesa si te quedas con mi mejor amiga, al fin y al cabo son solo tú y ella. Yo desapareceré de tu vida. Por favor no me busques más, no quiero llamadas, ni más mensajes tuyos” –cuando pulsé la tecla donde decía enviar. Sentí cómo una lágrima corría por mis mejillas. Hacía tanto que no lloraba por un hombre. Borré su número de mi agenda y aunque sabía que me lo sabía de memoria, borrarlo de mi agenda era un gran logro.
― ¿Pasa algo? –dijo mi padre preocupado.
― No solo me despedía –dije acomodando mi cabeza nuevamente en la ventana. Me puse los audífonos y proseguimos nuestro camino al muelle.
Última edición por heya08 el Vie Abr 04, 2014 3:45 pm, editado 1 vez
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
O.o me gusta mucho este fic!!
Xfa seguilo..ya quiero ver q pasa cuando se encuentre Britt y San..
Tienen todo un mes juntaaas!!
Xfa seguilo..ya quiero ver q pasa cuando se encuentre Britt y San..
Tienen todo un mes juntaaas!!
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaa nueva lectora e gusta la forma en q narras la historia de diferentes aspectos, me gusta como lo redactaste y me gusta la idea del crucero pero ansió q santana y britt se conozcan.
Espero tu actu rapidooooo jejeje
Espero tu actu rapidooooo jejeje
O_o***** - Mensajes : 250
Fecha de inscripción : 05/05/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 3
Día 1
Narra Santana
Llegamos al muelle y mi padre me despertó pues me había quedado dormida. Rápidamente bajamos las cosas de la camioneta y adormilada tomé mi equipaje. Caminé detrás de Carlos y mis hermanos. Ellos venían admirando el hermoso crucero blanco que estaba frente a nosotros. La verdad es que era enorme y hermoso. Se veía bastante lujoso. Me sentí como si fuera el Titanic, me pregunto si aquí me encontraría con un Jack. Sería lindo.
Caminé aún más y luego nos encontramos con la parte donde subían todos los pasajeros. O sea el costado de babor (parte izquierda), donde había unas pequeñas rampas por la cual todos los pasajeros estaban subiendo. Yo iba cargada con mi mochila, mi maleta roja y además el estuche de mi guitarra.
Al caminar con los ojos cerrados pude sentir como topaba con alguien, me paré en seco y abrí los ojos. Frente a mí estaba una chica de piel blanca, cabello liso y rubio. Tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa hermosa y cautivadora debo agregar; y unas grandísimas gafas negras tapaban sus ojos.
– Lo siento –dije tallando mis ojos.
– No te preocupes, Ve tu primero –dijo con un ademán. Yo le sonreí y seguí caminando hacia dentro del barco.
Al entrar estaba frente a nosotros un lobby enorme que se dividía en muchos pasillos y elevadores. Estaba abarrotado de gente, gente con cara de bobo admirando cada detalle que el barco tenía. Yo estaba igual que esa gente, mirando a todos lados y de repente no vi a mi padre. Alguien tomó mi brazo y yo asustada me zafé rápidamente.
– Lo siento –dijo la chica de las gafas enormes y hermosa sonrisa de la entrada.
– El señor que venía contigo te está buscando, está por allá –dijo señalándome el siguiente elevador. Su acento parecía extranjero.
– Gracias –dije y caminé hacia allá. Carlos me miró molesto.
– ¿Dónde estabas? –preguntó presionando el botón.
– En la entrada, me perdí –dije agachando la cabeza. Subimos al elevador y dentro parecía venir un chico, como el típico que siempre viene allí. La música del elevador era tan lenta y tan aburrida como siempre.
– Estoy emocionada –dijo Rachel, yo le sonreí.
Ella era una linda chica, una hija obediente y sumisa. Lo que yo no era. Enganchó su brazo en el mío, regularmente me quitaba pero hoy no quería ser grosera con ella. Fruncí los labios y allí se detuvo el elevador.
– Gracias –le dijo mi padre al chico. Él asintió y cerró de nuevo la puerta.
Estábamos en un pasillo enorme y lleno de puertas. Mi padre se paró frente la habitación 640–A y sacó las llaves.
– Esta será la habitación de Jake y mía –dijo metiendo la llave.
– La suya es la que está al lado, es una suite –Anunció. Cuando dijo eso prácticamente se me formó una sonrisa traviesa en los labios. Viajaría con mucho lujo esta vez.
– ¿En serio? –dije levantando una ceja. Él me entrecerró los ojos y luego de aventar su maleta hacia adentro de la habitación, se cruzó de brazos frente a mí.
– No quiero que rompas nada, esto es lujoso y a pesar de que mi trabajo lo pagará, es importante para mí que se comporten. Por favor, Santana, ya hazte una persona más responsable, ya no tienes doce años –dijo reprendiéndome.
– Ya papá, solo dame la llave, quiero dormir un rato más –dije molesta por su comentario.
– De acuerdo, Rachel, cuídense –dijo dándole las llaves a ella.
Ella metió las llaves a la cerradura de la puerta y luego de ver un botoncito verde prenderse, esta se abrió. Al entrar vimos como una salita se asomaba frente a nosotras, era totalmente blanca, frente al sillón había un televisor de plasma. Detrás había un pequeño escritorio con una lámpara. Además en una esquina en un estante de caoba encontramos muchas botellas de diversos licores. Era un mini bar. Dentro de una puertecita estaba un refrigerador pequeño, esto era realmente genial. Había ventanas por donde se filtraba la luz y nos dejaba ver la ciudad pues el barco aún no zarpaba.
Caminamos hacia la habitación y encontramos dos camas individuales separadas por un buró con una lámpara sobre él. Abrimos la puerta del baño y encontramos una regadera con llaves por todos lados y una tina de hidromasaje, este viaje sería a todo lujo y extensión de toda la palabra. Esto sería genial. Por fin me olvidaría de todo, de mi pasado y viviría todo mi presente.
– ¿Quieres ir a dar una vuelta alrededor del barco? –preguntó mi hermana ansiosa.
– De acuerdo, solo déjame sacar mi cámara, me gustaría tomar algunas fotos.
– ¡Sí! – Dijo ella emocionada.
– Me quiero cambiar de ropa, siento que me veo demasiado… ciudadana –dijo debido a su blusa de vestir y falda floreada. La miré de arriba a abajo y luego reí.
– Cámbiate te espero –dije sacando mi cámara y algunos lentes especiales. Luego noté como ella salía con un short de mezclilla y una camisa azul cielo, decía con palabras blancas, “Rock”.
Salimos de la habitación y caminamos hacia el elevador. Allí estaba de nuevo el chico. En su gafete decía Jake.
– Te llamas igual que mi hermano –dije sonriente y él se sonrojó–, podrías dirigirnos a la cubierta principal, por favor.
– Claro –dijo él gustoso.
– Esperen –dijo alguien cuando la puerta estaba a punto de cerrarse.
Era la chica de la hermosa sonrisa, traía puesta una camisa blanca y unos jeans largos con Vans. Ahora no traía las gafas y sus ojos verdes dominaron mi mirada. Me sonrojé un poco pues ella sonreía de oreja a oreja y no podía evitar sonreírle.
– Lo siento, voy… a… arriba a la maderota es que no recuerdo el nombre –dijo ella apenada. Pasó su mano entre su cabello y yo reí.
– ¿A la cubierta? –pregunté inocentemente.
– Sí –dijo riendo–, gracias, tenía el nombre en la punta de la lengua.
– Claro –dije sarcásticamente.
– Por cierto, me llamo Quinn –dijo dándome su mano, yo se la estreché y sonreí.
– Hola, soy Santana y ella es mi hermana Rachel –dije, ella se giró y la vio. Le dio un fugaz vistazo de arriba a abajo y luego noté cómo sus mejillas se pusieron coloradas, oh no, no me digas que ella es…
– Es… este… un placer… conocerte –dijo apenada– conocerlas, perdón –dijo.
El timbre del elevador sonó y ella sonriente salió caminando o prácticamente trotando. Nos dedicó una sonrisa y luego desapareció entre la gente.
– La chica… es muy linda. –dijo mi hermana sonrojada. Yo no podía creer que ella dijera algo así de un chica, ¡UNA CHICA!, Y no cualquiera, una que apenas habíamos visto.
– ¿Rachel, lo dices en serio? a ti no te gustan las chicas –dije mientras íbamos saliendo y metiéndonos entre tanta gente.
– Sí, soy mujer y ella también y… pues no estoy ciega, ¿Acaso me lo negarás? –preguntó parándose cerca del barandal, nos sentamos en las camillas que allí estaban y reí.
– No, no te lo puedo negar, la verdad es que es muy linda, pero no me gustan las chicas –dije mirando hacia el océano.
Luego de un rato de platicar vimos como el barco zarpaba. Al principio sentí un leve mareo, pues sentí como se comenzaba a mover lentamente. Le sonreí a mi hermana quien se veía realmente feliz de dejar todo atrás. A mi lado derecho se sentó mi hermano quien estaba con una sonrisita viendo a todas las chicas que pasaban atrás de él. Negué con la cabeza y comencé a tomar fotografías.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaaa!!
u.u los caps se me hacen muy cortos.!
Me encanta como relatas,y q actualices todos los dias )
Saludos
u.u los caps se me hacen muy cortos.!
Me encanta como relatas,y q actualices todos los dias )
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
muy bien, pinta bien tu historia tu siguele, pero como lo dijiste que eras lectora silencionsa, sabes bien lo que se siente estar esperando una actualizacion, asi que porfas no te demores entre actualizaciones y todos felices
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
floor.br escribió:Holaaa!!
u.u los caps se me hacen muy cortos.!
Me encanta como relatas,y q actualices todos los dias )
Saludos
Gracias por seguir mi historia y comentar, quiero subir los cap que pueda
marcy3395 escribió:muy bien, pinta bien tu historia tu siguele, pero como lo dijiste que eras lectora silencionsa, sabes bien lo que se siente estar esperando una actualizacion, asi que porfas no te demores entre actualizaciones y todos felices
Me alegro que te guste mi historia, y si se lo que es esperar actu por eso todo los dias subo un cap... Gracias por comentar..
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 4
Narra Brittany
Llegamos al puerto y vimos como montones de gente se acercaban a las pequeñas rampas que allí estaban. Todos traíamos los lentes oscuros y nuestras chaquetas negras para que nadie nos reconociera , me pareció algo arrogante, ya que no éramos la gran cosa, solo una pequeña banda independiente pero lastimosamente nuestro representante no lo veía de esa forma dentro del barco sería otro asunto.
Caminábamos lentamente pues la gente no nos dejaba subir. Había muchos niños de papi y niños por doquier. Me dolía un poco la cabeza y el cuerpo pues no había dormido bien. Noté como una chica linda caminaba hacia nosotros con los ojos cerrados. Traía el maquillaje corrido, parecía ser producto de no desmaquillarse la noche anterior. Quinn iba caminando frente a mí y como venía jugando con Kurt, topó con ella de frente. Ella abrió los ojos y noté sus hermosos ojos chocolates, que a simple vista tornaban un color miel no tan intenso.
– Lo siento –dijo la chica inocente. Quinn me hizo una seña con las manos.
– No te preocupes, Dale tu primero –dijo haciéndose la educada,
Ella no dijo nada y solo caminó hacia dentro. Había algo en ella que me hacía sentir extraña. Parecía estar triste o adormilada.
– ¿Está bonita no? –Dijo Quinn
– Sí, es muy linda –dije honestamente.
Subimos e íbamos detrás de ella. Marley nos guió hacia el elevador y noté como su padre la estaba buscando. Me preocupé pues ella estaba toda boba viendo hacia su alrededor y cuando notó que el señor no estaba a su lado, se comenzó a mover nerviosa.
– Quinn, dile que el señor que venía con ella está en ese elevador –le señalé el lugar y luego ella me miró pensativa.
– ¿Por qué no se lo dices tú? –dijo retándome.
– He… porque tú ya mantuviste una conversación con ella. Tal vez conmigo se asuste –dije apenada.
– Eres demasiado gallina Pierce –dijo Quinn, se acercó a ella y la tomó del brazo, se exaltó pero al final le agradeció.
Luego de un rato y de revisar que nuestros camarotes estuvieran en orden. Decidimos subir a la cubierta para admirar el paisaje mientras zarpábamos. Quinn se quedó un momento más guardando sus cosas.
Arriba sentí como el barco comenzaba a moverse. Me mareé y luego sentí como sudaba frío. Esto sería demasiado cruel para mi cuerpo mientras me acostumbraba al movimiento.
– Britt has estado muy seria –dijo Marley.
– Tú no eres así.
– Ya Marley, cuando me acostumbre al movimiento del barco, prometo hacerte cariñitos todos los días –dije riendo. Ella sonrió y luego abrazó a Ryder, quien venía al lado de élla.
– Lo siento –dijo Ryder– pero para cariños, solo yo –dijo robándole un beso. Yo sonreí y luego sentí como Quinn me empujaba.
– Brittany –dijo agitada– ya sé cómo se llama la chica de la rampa.
– ¿Sí? Felicidades –dije con tal de no parecer tan interesada. Aunque en realidad moría por saber su nombre.
– Bueno, si no quieres saber su nombre, te diré el de su hermana mayor. Se llama Rachel y es tan hermosa. Ella es muy agradable, pero creo que no tengo oportunidad, ambas parecen muy heterosexuales
– Quinn estoy mareada, ahora no quiero hablar sobre chicas o chicos o lo que sea.
La verdad es que aún me dolía un poco el corazón por cómo terminó mi relación con Kitty.
– ¿Kurt te gustaría ir a beber algo al bar que está en el piso de abajo? –pregunté. El algo dudoso aceptó.
Caminábamos y yo iba bastante distraída. Un chico estaba jugando con otro frisbee y me empujó haciendo que empujara a una chica.
Narra Santana
Estaba tranquilamente tomando fotos, cuando sentí que alguien me empujó haciendo que mi cámara cayera por la borda. Sentí como mi estómago se iba hasta el suelo al ver que mi cámara profesional, por la que había ahorrado tanto tiempo se caía hacia el mar.
– ¡Mi cámara! –grité alarmada. La chica de pelo rubio que me aventó abrió bien la boca y se puso pálida. Yo sin pensarlo dos veces me subí al barandal dispuesta a saltar por ella.
– ¡Santana, no! ¿Qué haces? –me gritó mi hermano. Tomó mi mano y me bajó.
– ¡Mi cámara! –Dije molesta y llorosa.
– Tengo… tengo que recuperarla… –dije con el corazón en las manos.
– Santana no vas a saltar por ella… ¡Además… ya se mojó! No funcionará –me dijo para que entrara en razón.
– Oye… –comenzó la chica que la aventó.
– Lo siento, iba caminando un poco distraída y…
– ¡Eres una idiota! –le grité sin piedad, ella me miró pasmada y luego agachó la mirada.
– Lo siento –dijo con la cabeza gacha.
– No fue mi intención de verdad. Prometo comprarte una…
– ¡No! –Dije molesta.
– No entenderías la clase de conexión que tenía yo con esa cámara.
– Oye tampoco exageres –dijo el chica que venía con ella. Era alto y con cara de chica, vi otra vez a la chica que hizo que arrojara mi cámara y era realmente atractiva, a este paso me voy a volver lesbiana, acaso todas las personas de aquí son así de atractivos?. Sus ojos azules y su cuerpo escultural me distrajeron un poco pero luego volví a mi pésimo humor.
– Es que… –dije llorando.
– Solo… ¡Me largo! –corrí hacia la entrada del pasillo. Dejé a todos atrás y lloré desesperadamente.
Claro que no estaba gritando tampoco quería parecer loca. Bajé en el elevador y luego entré a mi camarote. Me aventé a la cama y abracé la almohada, esta no era la forma de comenzar mi viaje a la nueva vida.
Narra Brittany
Íbamos caminando hacia el bar cuando un chico bastante tonto, me empujó haciendo que topara con una chica. Ella sostenía una cámara profesional y debido a mí la soltó y calló por la borda.
Luego de que me gritó me comencé a sentir como una completa inútil. Pues era la chica que había visto en la entrada. El viaje había comenzado y yo ya estaba arruinando el viaje de alguien más. Que mal.
Ella corrió hacia la entrada del pasillo y yo vi cómo iba llorando desesperadamente. Los chicos que estaban con ella nos miraban detenidamente.
– Escucha… –dije preocupada.
– Lo siento. De verdad que no fue mi intención.
– Tranquila –dijo la chica con una gran sonrisa, parecía ser su hermana–, ella estará bien. Sí tenía algo de valor la cámara pero… ya se recuperará.
– Es que fui una tonta… a ella le afectó mucho –dije preocupada y Kurt me dio un pequeño golpecito en el brazo.
– Así es Santana… es bastante berrinchuda. Tranquila ella estará bien –dijo el chico.
– Soy Jake su hermano.
– Hola, soy Brittany, el es Kurt –dije presentando a mi amigo.
– Yo soy Rachel –dijo la chica.
Supongo que ella es de quien Quinn hablaba. Era muy linda y su sonrisa era hermosa. Además de que su humor era encantador.
– Bueno… –dijo Kurt– fue un placer conocerlos, pero tenemos algunas cosas qué hacer.
– De acuerdo –dijo la chica y nosotros caminamos hacia el pasillo. Bajamos en elevador y llegamos al salón donde había un casino y un bar enorme. Nos sentamos en el banquito y un chico con camisa negra y un moñito blanco nos saludó.
– ¿Qué tal, les puedo servir algo? –dijo amablemente.
– Nos das dos Martinis dobles por favor –dijo Kurt. Yo me quedé callada y me limité a cruzar los brazos frente mí, sobre la barra. Noté que el lugar estaba completamente lleno pero me sentía tan sola.
– Oye… sé que no estás muy bien últimamente pero… Kitty no se merecía a una chica tan especial como tú. Deja de lamentarte por lo que pasó con ella y ve hacia delante.
– Respecto a ella sí me siento mal… pero creo que tienes razón.
– Debido a la chica de la cámara… fue un accidente –dijo dándole un sorbo a su Martini.
– Cierto, aunque sí se alteró mucho.
– Sí, luego quien sabe, tal vez la conquistas y le pagas la cámara y todo resuelto –dijo comiendo un pistache.
– ¡Callate! y respecto a la cámara supongo que tienes razón –dije tratando de esbozar una sonrisa.
Narra Santana
Esa chica odiosa me había arruinado mi primer día en el crucero. Ahora no tenía una cámara decente con la cual retratar mis mejores momentos y algunas buenas tomas para mi futura exhibición en Londres. Estaba de pésimo humor pero… no dejaría que la odiosa me arruinara el día.
Tomé mi celular y comencé a buscar el número de Sam. Por extraño que parezca sentía la necesidad de contarle lo que me había pasado. De decirle que lo había perdonado y que todo estaría bien. Yo quería hablar con él.
Después de estarlo buscando por mucho tiempo, no lo encontré. Recordé que lo había borrado y aventé el celular a la cama. Saqué mi guitarra de su estuche y lo conecté al amplificador. Estuve tocando algunas melodías, como Welcome to My Life de Simple Plan.
Luego de un rato yo aún estaba ansiosa por hablar con Sam, tanto que no lo pensé más, me aventé a la cama y teclee algo.
“Hola, amor. Siento el haberte dicho tantas cosas. Por favor perdóname tú a mí. Lamento que lo nuestro no haya funcionado y… quiero que sepas que siempre estaré a aquí para apoyarte, aunque tú casi no me correspondas a esto tan fuerte que siento”.
Tecleé su número y me quedé pensando en si el último dígito era un cinco o un seis. Puse seis y lo envié.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola hola..bueno el comienzo de las Brittana no fue bueno u.u
Pero espero q dsps sea mejor :)
Ojala Britt le compre una camara a San!
Gracias x actualizar seguido!!
Pero espero q dsps sea mejor :)
Ojala Britt le compre una camara a San!
Gracias x actualizar seguido!!
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola de nuevo estoy para dejarles un nuevo cap, pero no si seguir subiendo la historia por que no tengo muchas respuestas y creo q no les ha gustado mi fic.
Si quieran que lo siga escríbanme y díganme q les gusto y que no les gusto por favor eso me ayudaría.
Narra Santana
Salí del camarote y me encontré con mi padre.
– Supe que una chica hizo que tiraras la cámara por la borda –dijo apenado. Lo abracé y él me correspondió.
– Tranquila hija, encontraremos una buena cámara para ti, pero ya no llores.
– De acuerdo –dije triste.
Fuimos juntos al restaurante que estaba en el cuarto piso. Mis hermanos ya estaban allí y nos sonreían. Hice media sonrisa y me senté junto a Jake.
– Hola, ¿Estás mejor? –me preguntó.
– Sí –respondí seriamente. Me abrazó y luego tomé un poco de vino blanco.
Comimos filete, pues mi padre quería darse el lujo desde el primer día. Después de estar riendo toda la noche, decidimos que era bueno ir a dormir ya. Íbamos caminando por el pasillo cuando nos encontramos con Quinn, al chico con cara niña de esta tarde, una chica de pequeños labios, ojos azules y estatura media y un chico alto que venía enganchado junto a ella
– Buenas noches –dijo Quinn. Carlos sonrió y siguió de largo. Nosotras aún nos quedamos allí paradas.
– Te presento a Marley y su novio Ryder y el sexy de allí es Kurt. Mercedes, una amiga nuestra se tuvo que quedar en la habitación, se enfermó.
– Es un placer –dijimos ambas.
– También para nosotros –dijo Marley, Mientras Ryder se limitó a sonreír. Kurt levantó la cabeza.
– Hola –dije a Kurt haciendo una media sonrisa–, lamento haberme puesto así… es solo que… esa cámara era importante para mí.
– Sí lo notamos, no te preocupes, seguro que a Brittany le agradará saber que ya no la odias –dijo riendo.
– Aún la odio, Solo que tú no tienes nada que ver con ella, por eso me disculpé –dije frunciendo el ceño.
– ¿Fue ella la que le tumbó una cámara? –dijo Quinn sorprendida.
– Sí, idiota –susurré para mis adentros.
– No fue su intención, además se siente culpable –dijo Marley
– Igual ya pasó –dijo mi hermana. Yo la fulminé con la mirada y luego les sonreí a ellos.
– Tengo sueño, será mejor que nos vayamos ya a dormir –dije tomando a Rachel del brazo.
– De acuerdo, que descansen –dijo Quinn y le dio un beso en la mejilla a mi hermana. Yo caminé y solo me despedí de ellos con la mano.
Narra Brittany
Luego de estar en el bar, decidí ir al camarote para dormir un rato. Recordé cada cosa que pasé con Kitty y me di un buen baño en la tina de hidromasaje. Me quedé allí por unos minutos y luego recordé que mi celular estaba en la maleta. Al sacarlo noté que tenía un mensaje allí.
Era un número desconocido.
“Hola, amor. Siento el haberte dicho tantas cosas. Por favor perdóname tú a mí. Lamento que lo nuestro no haya funcionado y… quiero que sepas que siempre estaré a aquí para apoyarte, aunque tú casi no me correspondas a esto tan fuerte que siento”.
Esas palabras me hicieron sentir extrañamente bien. Describieron exactamente el sentimiento que tenía ahora. Me hicieron sentir especial. Pensé en que se habrían equivocado pues… yo no esperaba que alguien me dijera eso. Sabía perfectamente que Kitty no era, posiblemente debe estar revolcándose con su nuevo novio.
“Hola. Yo también lamento que no haya funcionado. Agradezco estas palabras tan alentadoras y también el hecho de que estarás allí para apoyarme no importa lo que pase. Sería una tonta si no te correspondiera, aunque… no creo que sea yo la indicada para decírtelo”.
Me metí de nuevo a la tina y relajé el cuerpo. Comenzó a timbrar mi celular de nuevo. Era otro mensaje.
“¿Tal vez, ninguna? bueno en fin… tal vez ninguno de los dos sea el indicado para decir algo acerca de esto. No somos perfectos y cometemos errores. Eso lo entiendo perfectamente. Hoy… peleé con alguien por algo estúpido, pero me dolió lo que hizo”.
Estar hablando con… ¿Ella o él? … creo que ella, No sabía siquiera si era mujer. Decidí da ir con precaución… esto podría ser algo peligroso.
“Bueno, como dijiste todos cometemos errores. Una chica como tú no debe de pelear con alguien, aunque sea la ofensa más fuerte o el insulto más duro. Si tú conservas la compostura te aseguro que dejarás al tipo o a la tipa con la boca abierta”. –envié.
Salí de la tina y me puse unos jeans negros ajustados. Usé una playera blanca y salí del camarote. Necesitaba algo de aire. Fui a la proa y allí me encontré con los chicos. Quinn estaba en la punta, me acerqué a élla y extendí mis brazos y levanté los de ella
– Jack –dijo Quinn.
– ¡Jack, estoy volando! –dijo riendo.
– ¡Oh, Rose, déjate llevar! –dije riendo también. Por fin mi humor había vuelto a la normalidad.
– ¡Vaya Brittany! –Dijo Marley.
– Hasta que vuelves a la normalidad.
– No sé… simplemente me siento mejor.
Comenzamos a jugar y estuvimos recitando toda la película de Titanic. Marley se la pasaba abrazada de Ryder y jugando con nosotros. El era un gran chico, pero a veces su actitud algo afeminada me hacía dudar en ocasiones, pero se notaba tan enamorado de Marley que trataba de alejar todos esos pensamientos, pero de alguna manera creo que es bueno, un hombre con el que puedas hablar en confianza. Blaine no era tan hablador como Kurt para ser pareja, pero también se integraba.
– Blaine, Me acompañas a una tienda del tercer piso, necesito tu opinión para algo
– Claro –dijo. Ambos Nos dedicaron una gran sonrisa y nos dejaron allí solos.
A mi celular llegó un mensaje.
Narra Santana
Estaba recostada en la cama y no podía responder al mensaje que Sam me había enviado. Me había dicho “dama”. Cosa rara en él. Rara vez me hacía un halago. Tal vez él estaba cambiando, pero no pude evitar pensar en el “tonta” pero supongo que se equivoco en alguna letra.
Rachel ya estaba dormida.
Yo después de debatirme un rato y de sentir que me ahogaba decidí salir a tomar aire. Aún traía la misma ropa pues no me había cambiado. Subí a la cubierta y estaba a estribor cerca de la proa. Noté que unos chicos estaban jugando allí, parecían ser los amigos de Quinn y la idiota asesina de cámaras.
“Desde cuándo me dices “dama”, eres totalmente extraño. Al principio me tratas como un fenómeno y ahora me hablas con palabras dulces” –envié.
Comencé a tomar fotos con mi celular. Aunque los pixeles y la definición eran bastante malas, tomé unas buenas fotografías de la luna reflejándose en el mar. Había mucha gente pasando detrás de mí.
“Te he dicho que no soy quien tú crees, ni a quien tú buscas. Pero… el chico que dices es un idiota por tratarte como fenómeno. No se debe de tratar a una mujer de esa forma, te lo digo porque se lo que es”.
Cuando me dijo que no era quien yo creía. Comencé a sospechar del número del que recibía los mensajes. Busqué entre los antiguos mensajes el número de Sam y efectivamente este no era su número. Me había equivocado.
“Escucha, no sé quién eres pero… lamento haberte enviado todo esto, bueno… te envié algo personal y lo siento” –envié rápidamente.
Me sentía completamente apenada pues le había confesado mi amor a una o un completo desconocido. Mis mejillas estaban totalmente sonrojadas y mi corazón estaba latiendo con rapidez. Caminé hacia la puerta que me llevaría al pasillo y topé con la chica asesina de cámaras. Quien venía escribiendo algo en su celular.
– Oh, –comencé yo.
– Lo siento –dije apenada. Ella me miró sorprendida y bajó su celular.
– No te preocupes –dijo sonriéndome, yo aún estaba acalorada por lo de los mensajes.
– Oye… –todos sus amigos nos observaban, caminé hacia un lado y ella me siguió.
– Lamento… el berrinche que hice… con lo de la cámara –dije mirando hacia el mar.
– No te preocupes… yo tuve la culpa –dijo tocando su cabeza.
– Bueno… es que se supone que tiene una correa con la que se cuelga al cuello y debía de tenerla así sujeta, pero… no me la puse.
– Errores que pasan –dijo tratando de ayudarme.
– Bueno… adiós –dije y caminé un poco hacia la puerta, ella me tomó de un brazo y sonrió apenada.
– ¿Cómo… te llamas? –preguntó.
– Santana –dije sonriéndole. Entré y ni siquiera esperé a que ella me mencionara su nombre, recuerdo a Kurt diciendo que era Brittany. Entré a mi habitación y me recosté. Cuando estaba a punto de quedarme dormida, un mensaje llegó a mí.
“No te preocupes. No me molesta escuchar este tipo de situaciones, digamos que viví algo como tú. Ahora tengo que dormir pero, no te preocupes por ese tipo de personas, siempre habrá alguien que te merezca. Cuídate y… que descanses”
Escuchar que esta persona se interesaba en lo que yo pensara, me hacía sentir extraña. Tal vez no era tan mala persona. De acuerdo esto podría ser peligroso pero… me interesaba saber su opinión.
“Gracias y lamento haberme entrometido en tu vida de esta forma. Eres muy amable al decirme todo esto. Si lo que me dices es cierto, pues creo… que tú también tendrás alguien que te merezca. Descansa” –envié.
Estaba un poco sonrojada. No sabía qué pensar acerca de esto. Mi celular nunca había enviado tantos mensajes a la misma persona y con tantos caracteres en una sola hoja. Casi siempre eran, “hola, no, sí, no quiero, está bien o ya voy para allá”.
“Sí, has llegado a mi vida pero en el mejor momento, no te preocupes. Sabes… sonará incorrecto pero… por un momento quise ser ese chico al que le pedías perdón. Pues, por tus palabras, suenas a que sabes reconocer los errores y pedir perdón, ¿aún lo quieres?”.
Su mensaje me hizo sonrojar. Ni siquiera me conocía y ya me estaba halagando. Mordí mi labio inferior, lo hacía siempre que me apenaba. Puse mi celular en vibrador y luego de una sonrisa que apareció en mis labios respondí.
“Le pedí perdón aunque no se lo merecía. Me cuesta trabajo despedirme de mi pasado. Tal vez soy una tonta, pero… es casi siempre lo que siento”.
Me puse boca abajo y traté de conciliar el sueño. Puse mi celular en reproducción y mientras escuchaba alguna canción, sentí el vibrar del celular, indicio de otro mensaje.
“Es cierto que cuesta despegarse de su pasado. A mí me ha costado mucho. No eres la única. ¿Eres única y no único, cierto?”
Cuando leí eso no pude evitar reírme. Era cierto, ni siquiera sabíamos si éramos hombre y mujer o mujer y mujer, pero supongo que por la forma en la que me escribió antes era una chica, pero le preguntaría de todas formas,
“Sí, soy mujer. ¿Tranquilo o tranquila? –pregunté.
Mi corazón no dejaba de latir rápidamente. Mi sueño había desaparecido y me puse a mirar hacia fuera por la ventanilla, solo había agua y oscuridad. Mi cama sintió una pequeña onda.
“Sí, soy chica. Espero que no mientas. Pues sería una gran decepción saber que estoy platicando con un hombre de 50 años y que me puede robar” –solté una carcajada.
Mi hermana despertó y me miró extrañada pues yo estaba sentada y tapada con la sábana hasta la cabeza. Me vio sonriente y no pudo evitar preguntarme el por qué.
– ¿Qué tienes? –me preguntó.
– Nada… simplemente estoy hablando con alguien –dije tratando de responder el mensaje.
– ¿Con quién? –preguntó ella interesada.
– Rach… eso es privado –dije mirándola fijamente.
– Bueno, no me digas. Pero te aseguro que luego me contarás –dijo recostándose de nuevo y tapándose con su sábana hasta que solo se le asomaran mechones de su cabello.
“En serio, soy una chica y no creo tener 50 años. Tal vez una que otra arruga, pero nada importante”.
Fui al bar y me serví un poco de vodka en un vasito de vidrio con unos cuantos hielos. Luego de unos minutos llegó otro mensaje.
“Tal vez se te notan ya las patitas de gallo al lado de los ojos. Pues, yo soy chica y tengo 20 años. Estoy de vacaciones con unas amigas, de hecho una acaba de descubrir que estoy hablando con alguien y ya me regañó”. Reí.
Era de mi misma edad, pero sabía que esto podría ser peligroso. Tal vez ella me mentiría y sería un señor asqueroso que solo quisiera conocerme para robarme.
“No tiene derecho a regañarte, rebélate –sabía que le tenía que comentar que esto puede ser peligroso–, Escucha eres… aparentemente amable. Pero, no me preguntes, ni mi nombre, ni mi procedencia, ni nada que pueda ponerme en peligro. Porque no te responderé. Además, de que yo tampoco quiero saber nada personal”
Después de unos minutos esperé a que ella me respondiera pero no lo hizo. Me recosté en el sillón y encendí el televisor. Después de ponerle en MTV y ver unos cuantos videos, me quedé dormida.
Si quieran que lo siga escríbanme y díganme q les gusto y que no les gusto por favor eso me ayudaría.
Capítulo 5
Narra Santana
Salí del camarote y me encontré con mi padre.
– Supe que una chica hizo que tiraras la cámara por la borda –dijo apenado. Lo abracé y él me correspondió.
– Tranquila hija, encontraremos una buena cámara para ti, pero ya no llores.
– De acuerdo –dije triste.
Fuimos juntos al restaurante que estaba en el cuarto piso. Mis hermanos ya estaban allí y nos sonreían. Hice media sonrisa y me senté junto a Jake.
– Hola, ¿Estás mejor? –me preguntó.
– Sí –respondí seriamente. Me abrazó y luego tomé un poco de vino blanco.
Comimos filete, pues mi padre quería darse el lujo desde el primer día. Después de estar riendo toda la noche, decidimos que era bueno ir a dormir ya. Íbamos caminando por el pasillo cuando nos encontramos con Quinn, al chico con cara niña de esta tarde, una chica de pequeños labios, ojos azules y estatura media y un chico alto que venía enganchado junto a ella
– Buenas noches –dijo Quinn. Carlos sonrió y siguió de largo. Nosotras aún nos quedamos allí paradas.
– Te presento a Marley y su novio Ryder y el sexy de allí es Kurt. Mercedes, una amiga nuestra se tuvo que quedar en la habitación, se enfermó.
– Es un placer –dijimos ambas.
– También para nosotros –dijo Marley, Mientras Ryder se limitó a sonreír. Kurt levantó la cabeza.
– Hola –dije a Kurt haciendo una media sonrisa–, lamento haberme puesto así… es solo que… esa cámara era importante para mí.
– Sí lo notamos, no te preocupes, seguro que a Brittany le agradará saber que ya no la odias –dijo riendo.
– Aún la odio, Solo que tú no tienes nada que ver con ella, por eso me disculpé –dije frunciendo el ceño.
– ¿Fue ella la que le tumbó una cámara? –dijo Quinn sorprendida.
– Sí, idiota –susurré para mis adentros.
– No fue su intención, además se siente culpable –dijo Marley
– Igual ya pasó –dijo mi hermana. Yo la fulminé con la mirada y luego les sonreí a ellos.
– Tengo sueño, será mejor que nos vayamos ya a dormir –dije tomando a Rachel del brazo.
– De acuerdo, que descansen –dijo Quinn y le dio un beso en la mejilla a mi hermana. Yo caminé y solo me despedí de ellos con la mano.
Narra Brittany
Luego de estar en el bar, decidí ir al camarote para dormir un rato. Recordé cada cosa que pasé con Kitty y me di un buen baño en la tina de hidromasaje. Me quedé allí por unos minutos y luego recordé que mi celular estaba en la maleta. Al sacarlo noté que tenía un mensaje allí.
Era un número desconocido.
“Hola, amor. Siento el haberte dicho tantas cosas. Por favor perdóname tú a mí. Lamento que lo nuestro no haya funcionado y… quiero que sepas que siempre estaré a aquí para apoyarte, aunque tú casi no me correspondas a esto tan fuerte que siento”.
Esas palabras me hicieron sentir extrañamente bien. Describieron exactamente el sentimiento que tenía ahora. Me hicieron sentir especial. Pensé en que se habrían equivocado pues… yo no esperaba que alguien me dijera eso. Sabía perfectamente que Kitty no era, posiblemente debe estar revolcándose con su nuevo novio.
“Hola. Yo también lamento que no haya funcionado. Agradezco estas palabras tan alentadoras y también el hecho de que estarás allí para apoyarme no importa lo que pase. Sería una tonta si no te correspondiera, aunque… no creo que sea yo la indicada para decírtelo”.
Me metí de nuevo a la tina y relajé el cuerpo. Comenzó a timbrar mi celular de nuevo. Era otro mensaje.
“¿Tal vez, ninguna? bueno en fin… tal vez ninguno de los dos sea el indicado para decir algo acerca de esto. No somos perfectos y cometemos errores. Eso lo entiendo perfectamente. Hoy… peleé con alguien por algo estúpido, pero me dolió lo que hizo”.
Estar hablando con… ¿Ella o él? … creo que ella, No sabía siquiera si era mujer. Decidí da ir con precaución… esto podría ser algo peligroso.
“Bueno, como dijiste todos cometemos errores. Una chica como tú no debe de pelear con alguien, aunque sea la ofensa más fuerte o el insulto más duro. Si tú conservas la compostura te aseguro que dejarás al tipo o a la tipa con la boca abierta”. –envié.
Salí de la tina y me puse unos jeans negros ajustados. Usé una playera blanca y salí del camarote. Necesitaba algo de aire. Fui a la proa y allí me encontré con los chicos. Quinn estaba en la punta, me acerqué a élla y extendí mis brazos y levanté los de ella
– Jack –dijo Quinn.
– ¡Jack, estoy volando! –dijo riendo.
– ¡Oh, Rose, déjate llevar! –dije riendo también. Por fin mi humor había vuelto a la normalidad.
– ¡Vaya Brittany! –Dijo Marley.
– Hasta que vuelves a la normalidad.
– No sé… simplemente me siento mejor.
Comenzamos a jugar y estuvimos recitando toda la película de Titanic. Marley se la pasaba abrazada de Ryder y jugando con nosotros. El era un gran chico, pero a veces su actitud algo afeminada me hacía dudar en ocasiones, pero se notaba tan enamorado de Marley que trataba de alejar todos esos pensamientos, pero de alguna manera creo que es bueno, un hombre con el que puedas hablar en confianza. Blaine no era tan hablador como Kurt para ser pareja, pero también se integraba.
– Blaine, Me acompañas a una tienda del tercer piso, necesito tu opinión para algo
– Claro –dijo. Ambos Nos dedicaron una gran sonrisa y nos dejaron allí solos.
A mi celular llegó un mensaje.
Narra Santana
Estaba recostada en la cama y no podía responder al mensaje que Sam me había enviado. Me había dicho “dama”. Cosa rara en él. Rara vez me hacía un halago. Tal vez él estaba cambiando, pero no pude evitar pensar en el “tonta” pero supongo que se equivoco en alguna letra.
Rachel ya estaba dormida.
Yo después de debatirme un rato y de sentir que me ahogaba decidí salir a tomar aire. Aún traía la misma ropa pues no me había cambiado. Subí a la cubierta y estaba a estribor cerca de la proa. Noté que unos chicos estaban jugando allí, parecían ser los amigos de Quinn y la idiota asesina de cámaras.
“Desde cuándo me dices “dama”, eres totalmente extraño. Al principio me tratas como un fenómeno y ahora me hablas con palabras dulces” –envié.
Comencé a tomar fotos con mi celular. Aunque los pixeles y la definición eran bastante malas, tomé unas buenas fotografías de la luna reflejándose en el mar. Había mucha gente pasando detrás de mí.
“Te he dicho que no soy quien tú crees, ni a quien tú buscas. Pero… el chico que dices es un idiota por tratarte como fenómeno. No se debe de tratar a una mujer de esa forma, te lo digo porque se lo que es”.
Cuando me dijo que no era quien yo creía. Comencé a sospechar del número del que recibía los mensajes. Busqué entre los antiguos mensajes el número de Sam y efectivamente este no era su número. Me había equivocado.
“Escucha, no sé quién eres pero… lamento haberte enviado todo esto, bueno… te envié algo personal y lo siento” –envié rápidamente.
Me sentía completamente apenada pues le había confesado mi amor a una o un completo desconocido. Mis mejillas estaban totalmente sonrojadas y mi corazón estaba latiendo con rapidez. Caminé hacia la puerta que me llevaría al pasillo y topé con la chica asesina de cámaras. Quien venía escribiendo algo en su celular.
– Oh, –comencé yo.
– Lo siento –dije apenada. Ella me miró sorprendida y bajó su celular.
– No te preocupes –dijo sonriéndome, yo aún estaba acalorada por lo de los mensajes.
– Oye… –todos sus amigos nos observaban, caminé hacia un lado y ella me siguió.
– Lamento… el berrinche que hice… con lo de la cámara –dije mirando hacia el mar.
– No te preocupes… yo tuve la culpa –dijo tocando su cabeza.
– Bueno… es que se supone que tiene una correa con la que se cuelga al cuello y debía de tenerla así sujeta, pero… no me la puse.
– Errores que pasan –dijo tratando de ayudarme.
– Bueno… adiós –dije y caminé un poco hacia la puerta, ella me tomó de un brazo y sonrió apenada.
– ¿Cómo… te llamas? –preguntó.
– Santana –dije sonriéndole. Entré y ni siquiera esperé a que ella me mencionara su nombre, recuerdo a Kurt diciendo que era Brittany. Entré a mi habitación y me recosté. Cuando estaba a punto de quedarme dormida, un mensaje llegó a mí.
“No te preocupes. No me molesta escuchar este tipo de situaciones, digamos que viví algo como tú. Ahora tengo que dormir pero, no te preocupes por ese tipo de personas, siempre habrá alguien que te merezca. Cuídate y… que descanses”
Escuchar que esta persona se interesaba en lo que yo pensara, me hacía sentir extraña. Tal vez no era tan mala persona. De acuerdo esto podría ser peligroso pero… me interesaba saber su opinión.
“Gracias y lamento haberme entrometido en tu vida de esta forma. Eres muy amable al decirme todo esto. Si lo que me dices es cierto, pues creo… que tú también tendrás alguien que te merezca. Descansa” –envié.
Estaba un poco sonrojada. No sabía qué pensar acerca de esto. Mi celular nunca había enviado tantos mensajes a la misma persona y con tantos caracteres en una sola hoja. Casi siempre eran, “hola, no, sí, no quiero, está bien o ya voy para allá”.
“Sí, has llegado a mi vida pero en el mejor momento, no te preocupes. Sabes… sonará incorrecto pero… por un momento quise ser ese chico al que le pedías perdón. Pues, por tus palabras, suenas a que sabes reconocer los errores y pedir perdón, ¿aún lo quieres?”.
Su mensaje me hizo sonrojar. Ni siquiera me conocía y ya me estaba halagando. Mordí mi labio inferior, lo hacía siempre que me apenaba. Puse mi celular en vibrador y luego de una sonrisa que apareció en mis labios respondí.
“Le pedí perdón aunque no se lo merecía. Me cuesta trabajo despedirme de mi pasado. Tal vez soy una tonta, pero… es casi siempre lo que siento”.
Me puse boca abajo y traté de conciliar el sueño. Puse mi celular en reproducción y mientras escuchaba alguna canción, sentí el vibrar del celular, indicio de otro mensaje.
“Es cierto que cuesta despegarse de su pasado. A mí me ha costado mucho. No eres la única. ¿Eres única y no único, cierto?”
Cuando leí eso no pude evitar reírme. Era cierto, ni siquiera sabíamos si éramos hombre y mujer o mujer y mujer, pero supongo que por la forma en la que me escribió antes era una chica, pero le preguntaría de todas formas,
“Sí, soy mujer. ¿Tranquilo o tranquila? –pregunté.
Mi corazón no dejaba de latir rápidamente. Mi sueño había desaparecido y me puse a mirar hacia fuera por la ventanilla, solo había agua y oscuridad. Mi cama sintió una pequeña onda.
“Sí, soy chica. Espero que no mientas. Pues sería una gran decepción saber que estoy platicando con un hombre de 50 años y que me puede robar” –solté una carcajada.
Mi hermana despertó y me miró extrañada pues yo estaba sentada y tapada con la sábana hasta la cabeza. Me vio sonriente y no pudo evitar preguntarme el por qué.
– ¿Qué tienes? –me preguntó.
– Nada… simplemente estoy hablando con alguien –dije tratando de responder el mensaje.
– ¿Con quién? –preguntó ella interesada.
– Rach… eso es privado –dije mirándola fijamente.
– Bueno, no me digas. Pero te aseguro que luego me contarás –dijo recostándose de nuevo y tapándose con su sábana hasta que solo se le asomaran mechones de su cabello.
“En serio, soy una chica y no creo tener 50 años. Tal vez una que otra arruga, pero nada importante”.
Fui al bar y me serví un poco de vodka en un vasito de vidrio con unos cuantos hielos. Luego de unos minutos llegó otro mensaje.
“Tal vez se te notan ya las patitas de gallo al lado de los ojos. Pues, yo soy chica y tengo 20 años. Estoy de vacaciones con unas amigas, de hecho una acaba de descubrir que estoy hablando con alguien y ya me regañó”. Reí.
Era de mi misma edad, pero sabía que esto podría ser peligroso. Tal vez ella me mentiría y sería un señor asqueroso que solo quisiera conocerme para robarme.
“No tiene derecho a regañarte, rebélate –sabía que le tenía que comentar que esto puede ser peligroso–, Escucha eres… aparentemente amable. Pero, no me preguntes, ni mi nombre, ni mi procedencia, ni nada que pueda ponerme en peligro. Porque no te responderé. Además, de que yo tampoco quiero saber nada personal”
Después de unos minutos esperé a que ella me respondiera pero no lo hizo. Me recosté en el sillón y encendí el televisor. Después de ponerle en MTV y ver unos cuantos videos, me quedé dormida.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Ni se te ocurra no seguir el fic!!!A mi me encanta y mas ahora con lo de los mensajes , me parece tan bonito *-*
Y tambien me encanta que actualices tan rapido.
Por fa no lo dejes¡¡
saludos :)
Y tambien me encanta que actualices tan rapido.
Por fa no lo dejes¡¡
saludos :)
Marina LoPierce* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Aww me parecio re tierno lo de los mensajes jaja :D
Ei a mi me encanta tu fic y la manera en la q relatas..y lo mas importante..q actualizas seguido jaja..
Xfa seguilooo
Ei a mi me encanta tu fic y la manera en la q relatas..y lo mas importante..q actualizas seguido jaja..
Xfa seguilooo
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
me encantoo, creo que es la primera vez que comento, esta buena la historia,
no la cierres porfaaa
nos vemos en la proxima
no la cierres porfaaa
nos vemos en la proxima
Patri_glee***** - Mensajes : 225
Fecha de inscripción : 01/10/2013
Edad : 32
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Marina LoPierce escribió:Ni se te ocurra no seguir el fic!!!A mi me encanta y mas ahora con lo de los mensajes , me parece tan bonito *-*
Y tambien me encanta que actualices tan rapido.
Por fa no lo dejes¡¡
saludos :)
Vale no lo dejare me alegra saber que te gusto :)
floor.br escribió:Aww me parecio re tierno lo de los mensajes jaja :D
Ei a mi me encanta tu fic y la manera en la q relatas..y lo mas importante..q actualizas seguido jaja..
Xfa seguilooo
Gracias por tu comentarios los mensajes tienen un trasfondo ya lo veras y estoy adelantando lo que puedo.
Patri_glee escribió:me encantoo, creo que es la primera vez que comento, esta buena la historia,
no la cierres porfaaa
nos vemos en la proxima
Si es la primera vez que comentas gracias por hacerlo, y no lo dejare por ahora asi q tranquila ;)
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 6
Día 2
Narra Brittany
En la noche había tenido una conversación muy amena con una chica. Bueno, eso pensé pues eso me dijo. Me pidió que no le preguntara información personal, pues no me respondería. Era bueno saberlo así sabría que ella tampoco me preguntaría nada a mí.
Pensaba contestarle pero Quinn me había quitado el celular. Pues estuvo sonando demasiadas veces. Ella quería dormir y puso mi celular bajo su almohada. Me quedé toda la noche tratando de quitárselo pero no me dejó.
Al despertar cuando Quinn me lo entregó, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a ella. La había agregado a mi agenda así: “Ella”.
“Buen día. Lamento no haberte respondido anoche, pero me quitaron el celular. Tienes razón ya debo rebelarme. No te preocupes con las cosas personales. No pienso hacerte daño, no soy esa clase de persona y no te preguntaré tu nombre si tampoco me lo quieres decir”.
Esperé a que ella me respondiera pero no lo hizo. Quinn era un desastre por las mañanas. Salió con lentes oscuros del baño y me hizo media sonrisa.
– Creo… que tengo resaca –dijo tocándose la cabeza.
– Creo que sí –dije riendo.
– ¿Con quién hablabas? –preguntó recostándose de nuevo en la cama.
– Con… una amiga –dije entrando al baño.
– ¿Qué amiga? –preguntó Ella desde fuera, lavé mi rostro y luego mis dientes.
– Pierce, ¿con cuál amiga? –volvió a preguntar.
– Con una nueva amiga Quinn no la conoces y no te pienso decir su nombre.
Porque no lo sé amiga mía –pensé.
– Bueno… no me digas, pero lo descubriré. Vamos con los chicos a desayunar.
Salimos del camerino y nos encontramos con Rachel en el pasillo. Al parecer estaba hospedada a unos cuantos camarotes de distancia. Quinn se quedó paralizada y yo le di un pequeño empujón.
– ¡Shh! –dijo ella, al parecer estaba nerviosa.
– Buen día –saludé yo. Quinn me miró desesperada y se puso sus lentes oscuros. Ella se giró y nos saludó con la mano y una bonita sonrisa en sus labios.
– Buenos días, chicas. ¿Qué tal su primera noche? –dijo metiendo la llave en la puerta de su habitación.
– Fue… –traté de pensar, pues lo único que había mejorado mi día eran los mensajes.
– Extraña –reí.
– ¿Qué tal la tuya? –Preguntó desviando la mirada.
– ¿Quinn verdad?
– Sí, fue… linda –dijo agachando la cabeza.
– ¿Estás bien? –preguntó ella.
Ella rió nerviosamente y luego me miró a mí.
– Estoy… bien, bien. Solo tengo un ligero dolor de cabeza.
– Bueno, recupérate pronto. Que estén bien chicas, disfruten su día, tengo que levantar a mi hermana –dijo riendo.
– ¿Les gustaría acompañarnos a desayunar? –preguntó Quinn, Ella se sonrojó y luego frunció los labios.
– Me encantaría pero… no creo que mi hermana pueda estar en el mismo lugar que tú –me señaló. Yo rasqué mi cabeza y luego desvié la mirada. Recordé lo de la cámara. Mi celular vibró y me alejé un poco.
“Buenos días. No te preocupes, yo me quedé dormida y ahora tengo una terrible resaca. Creo que no debo de beber el vodka solo”.
Reí debido a eso. Quinn estaba tratando de mantener una conversación con Rachel y luego de un rato de estar tecleando un mensaje para ella se lo envié.
“Se supone que se debe de tomar con jugo o agua mineral. No puedo creer que te lo tomaras solo. Puede hacerte mucho daño”.
De repente de la puerta de la habitación salió Santana con los ojos repletos de delineador corrido y restos de lagañas. Abría muy poco los ojos y cuando notó nuestra presencia, no le importó y se quedó allí parada. Yo reí un poco y agaché la cabeza. Se veía extrañamente linda.
– Buen día –dije y ella alzó la cabeza. Miró a su hermana y Rachel estaba totalmente sonrojada, al parecer le daba pena ajena.
– ¿Dónde está mi toalla? –preguntó a Rachel.
– En mi maleta –contestó ella apenada. Ella entró de nuevo a su camarote sin decirnos nada.
– Es muy… diferente tu hermana de ti –dijo Quinn.
– Es… algo rebelde –dijo mirando hacia dentro.
– Pero es muy agradable cuando la conoces.
– ¡Rach, no la encuentro! –se escuchó desde dentro. Ella suspiró y nos sonrió.
– Cuando la conoces bien –dijo sonriente–, será en otra ocasión lo del desayuno.
– De acuerdo, espero verte por aquí –dijo Quinn
– Yo también –dijo Rachel.
Me sentí bastante incómoda en medio de tanto amor, quien hubiera imaginado que la chica también se interesaría por Quinn, Mi celular vibró de nuevo.
“No te preocupes, soy fuerte como un roble. ¿No te molesta la gente inoportuna? La que está frente a ti en el momento menos indicado. Conocí a un chico y creo que es lindo pero aún sospecho de él”.
Caminando hasta el elevador, estaba Jake. El chico del elevador. Nos saludó y yo traté de responder.
“¿Ese chico es inoportuno para ti, como por qué?, ¿No te gustaría enamorarte?, no tengo un buen historial con los chicos, pero deberías darle la oportunidad a alguien que no conoces”.
Llegamos al camarote de Ryder y Marley. Tocamos y ellos nos abrieron. Estaban intactos, parecía como si hubieran ido a un salón para arreglarse.
– Vaya Quinn, ¿qué te pasó? –Preguntó Ryder
– Nada, solo es algo de resaca –dijo quitándose los lentes lentamente.
Rodé los ojos y luego sentí cómo vibraba de nuevo mi celular. Marley se puso frente a mí y luego extendió la mano, indicio de que quería saber con quién hablaba.
– Sí Marley, oblígala a que te diga quién es esa chica con la que habla.
– ¡Dame! –dijo Marley. Le di mi celular y notó que tenía un mensaje nuevo.
“Tengo miedo a enamorarme –comenzó a decir Marley –, la verdad es que he sufrido mucho por eso y sé que aunque los hombres no son iguales. A mí siempre me tocan los peores. Además de que… es un maldito perro, lamento que no te haya ido bien antes.”.
– No sabes quién es la chica, ¿Cierto? –preguntó.
Ryder me miró con cierto tipo de desaprobación y yo solo sonreí.
– Es… una amiga –dije agachando la cabeza.
– Brittany sabes bien que eso puede ser algo peligroso, ¿Verdad? –dijo Ryder.
– Sí, lo sé. Pero no hablamos sobre nada personal ni serio. Simplemente platicamos.
– Britt–dijo preocupado.
– No sé qué tratas de hacer pero… Marley –dijo llamándola.
– Dale el celular, déjalo que se entretenga un rato, si esa “chica” hace que ella se sienta mejor y relajada. Pues dejemos que hable con ella. Mientras no… –dijo señalándome con las manos.
– No le digas nada que ponga en peligro la banda, ¿Está bien?
– Sí –dije contenta. Marley me entregó el celular y yo comencé a teclear otro mensaje.
“No debes de tener miedo a enamorarte. Sí hay muchos hombres, como dijiste. Ya llegará el tiempo en que te toque uno lindo. Solo espera y solito caerá ante ti”.
Narra Santana
Mi papá, mis hermanos y yo decidimos salir al Flow Rider (un simulador de surf), que estaba en la cubierta pero en la parte de atrás. Allí había una gran piscina y había un restaurante. Decidimos desayunar allí.
– ¿Cómo se la están pasando? –preguntó mi padre, traía solo un short puesto. Gracias a Dios que él tenía un buen cuerpo y no me daba vergüenza estar cerca de él.
– Yo genial –dijo Jake.
– Conocí a una chica muy linda llamada Verónica.
– ¡Pórtate bien Jake! –dijo mi padre.
– He… tiene suficiente edad, déjalo –le dije y probé mi licuado de plátano. Mi padre comió sus huevos revueltos y mi hermana estaba bebiendo su coco. Mi hermano decidió probar una piña colada sin alcohol por que era temprano.
– Buenos días –dijo Marley detrás de nosotros. Venían tres chicas, un chico algo afeminado recuerdo que su nombre es Blaine y aquel chico que supongo que era su novio de Marley se encontraba detrás de ella. La asesina de cámaras no dejaba de mirarme.
– Buenos días –dijo mi padre.
– Es un placer conocerlo señor… –Ella esperó para que mi padre completara.
– López –dijo serio.
– Mi nombre es… –comenzó a presentarse. Al final mi padre terminó riendo con Marley y los otros chicos, hasta la asesina resulto ser muy amable.
– Hola no me he presentado soy Mercedes–nos saludó.
– Hola –contestamos ambas.
– ¿Les gustaría ir a nadar un poco? –preguntó.
– Blaine y yo iremos un rato.
– Yo si quiero ir –dijo mi hermana encantada.
– Yo… no lo sé… soy muy penosa, no me gusta que los chicos me vean con traje de baño –dije apenada.
– Ellos no son nada juiciosos no te preocupes –me alentó Mercedes
– La gente no te prestará atención –dijo despreocupada.
– De acuerdo –dije caminando con ellos hacia los vestidores, Blaine al de los hombres y nosotras al de las mujeres, entramos mi hermana, Mercedes y yo, cada quien a su propio vestidor y luego noté que tenía un mensaje en el celular.
“Escucha estaré un poco ocupada así que probablemente no lea los mensajes. Adiós” –envié.
Me quité mi short y mi blusa y me envolví en una toalla negra con rojo que tenía. Las chicas ya estaban listas viéndose en el espejo y acomodándose el traje de baño. Mi hermana tenía un gran cuerpo. Siempre había sido muy cuidadosa con su piel, no tenía ni rastro de estría o varices o nada, parecía una Barbie. Pero sin lo hueca. Lucy era la más simpática, de todo te preguntaba. Traía un lindo traje de baño color azul turquesa y aunque sea gordita le quedaba perfecto, mi hermana uno café con rosa y yo traía uno negro con rojo de dos piezas, mi hermana me lo había comprado hace un año pero nunca me lo había puesto.
– Estás muy linda –le dije a mi hermana, ella rápidamente se sonrojó y se envolvió en una toalla.
Salimos de los vestidores y Blaine nos estaba esperando se había quitado el short y la camiseta que llevaba y ahora tenía un traje de baño tipo bóxer color verde, también tenía un gran cuerpo, era muy lindo, tenía el cabello castaño, se notaba a leguas que es gay y era algo serio, de hecho no hablaba nada conmigo.
– Bueno, ahora que estamos listos salgamos a nadar –dijo Blaine con una sonrisa. Al parecer solo necesita tiempo para agarrar confianza.
Caminamos hacia fuera y llegué con mi hermano quien estaba cerca de la asesina. Quinn también estaba cerca de ella.
– Pon la toalla en la banca –dije quitándomela del cuerpo.
También mi hermana se quito la toalla y Quinn se sonrojó rápidamente y desvió la mirada.
– ¿Quieres nadar? –le pregunté a Quinn. Ella me miró y rió nerviosamente, me dio un poco de pena su expresión.
– Yo… este… –vimos como Ryder jalaba a Marley quien como solo traía una camisa por encima se la quito y de la mano y se tiraban juntos a la piscina. Blaine se acercó a Kurt quien ya estaba en traje de baño, al llegar le dio un beso en los labios. Él se levantó y lo cargó tirándolo en la piscina, nos salpicó un poco de agua. Kurt reía y luego se tiró con el.
– ¿Vienes o no? –pregunté un poco más desesperada.
– En un momento… pero Brittany sí va –dijo empujándola. Me le quedé viendo a la asesina, ella me miraba a los ojos y yo esbocé una pequeña, mínima sonrisa que duró menos de lo que duré explicando esto. Ella miró a Quinn y luego se levantó de la banca, yo me separé y ella se quitó la camisa que traía puesta, noté el hermoso cuerpo que la chica se cargaba, Su traje de baño era azul marino, era marcado pero no suficiente como para verse pesada. Su cabello rubio y sus ojos eran los que más me distraían, era sin duda hermosa. Para no parecer una boba admirándola mientras quitaba su short, miré hacia donde estaba Marley, quien estaba salpicando a Ryder. Mercedes y Jake estaban jugando juntos, al parecer esos dos se habían hallado bien. Luego de un rato sentí cómo la mano de Brittany a mi lado pasaba por mi espalda baja guiándome hacia delante.
– ¿Lista? –pregunté. Ella me sonrió y asintió. Caminamos hacia la piscina y luego noté el perfecto abdomen que tenía. Lucía bastante atractiva, ¡TU NO ERES BISEXUAL SANTANA!, bajé la cabeza apenada, pues no quería que ella se diera cuenta de que la observaba. Le sonreí y metí ligeramente un pie estaba tibia, el sol no me quemaba pero sí calentaba el agua.
– ¿Sabes nadar? –me preguntó. Yo la miré extrañada, sus ojos azules eran realmente imponentes, me dominaban.
– Sí –dije corto y claro. Ella sonrió y luego se movió hacia mi lado.
– Entonces no habrá problemas si… –se agachó y me cargó en sus brazos. Yo me quedé totalmente congelada, para ser chica realmente tenía una fuerza fenomenal, la miré a los ojos. Ella sonrió y luego dio un brinco hacia dentro de la piscina.
Ya debajo del agua me soltó y los dos nadamos hacia la superficie, yo tenía el cabello cubriendo mis ojos y luego ella se puso a mi lado. Me sonreía y yo no pude evitar reír. Reí mucho, casi me estaba carcajeando hacía tiempo que no reía así. Bueno, desde ayer con los mensajes.
– Pensé que tu caja de la risa se había roto y no reías así –me dijo ella riendo.
– No soy Bob Esponja –le dije riendo.
– ¿Te gustan las caricaturas? –preguntó interesada. Yo me sumergí y jalé uno de sus pies haciendo que se hundiera conmigo, debajo del agua le sonreí y luego ella se acercó a mí para hundirme más… estábamos hasta el fondo y yo sentí la necesidad de aire. Le di un pequeño toque en la nariz y cuando cerró los ojos salí disparada hacia arriba. La verdad es que me estaba divirtiendo.
– Tramposa, igual y yo sé que mantengo la respiración por más tiempo que tú –dijo cuando estaba a mi lado.
– No me ganarás, asesina de cámaras –dije.
– Me llamo Brittany –me dijo–, oye… lamento lo de tu cámara –al recordarla agaché la mirada.
– Prometo compensarte.
– No importa, no necesito que hagas nada por mí tampoco.
– Pero no me sentiré bien conmigo misma hasta que haga algo por ti. Puedes… –trató de pensar en algo– puedes cortarle las cuerdas a la guitarra de Mercedes o algo así.
– ¡No le cortaré nunca las cuerdas a ninguna guitarra, eso es como un homicidio!, ¿Estás loca? –dije alterada, una vez cuando niña mi madre me las cortó como castigo.
– ¿Por qué te alteras tanto? –preguntó riendo.
– Porque yo también tengo una y moriría si alguien le cortara las cuerdas.
– ¿Tocas? –preguntó.
– Sí, pero… solo imito, no sé componer canciones –dije sentándome en la horilla de la piscina. Ella se puso a mi lado. Me miraba.
– Yo no sé tampoco componer pero tengo buenas amigas que dan grandes ideas y Mercedes y Kurt son realmente buenos en eso. Si quieres le podemos decir que te acompañen un día.
– Tal vez… –dije mirando hacia mi hermano, él hablaba con una chica castaña y de estatura promedio. Tal vez era la tal Vero de la que hablaba.
– Luces… bueno… te… vez… –trató de decirme, yo no le entendí así que no le presté atención– lin… bueno, tal vez debería…debería decirte que soy bis – Paró– olvídalo…
– ¿A qué te gano en una carrera nadando desde este extremo hasta el otro, pero… por debajo del agua sin salir a respirar ni una sola vez? –la reté para intentar cambiar el tema.
Ella sonrió y jaló de mis piernas para sumergirme. Ya abajo conté con la mano y mientras ella me observaba. A la cuenta de tres, salimos disparadas y le iba ganando hasta que ella por su fuerza me alcanzó y me rebasó. No me gustaba perder así que pensé en una treta.
Dejé de nadar y me comencé a hundir, pensé en fingir que me estaba ahogando. Dejé que mi cuerpo llegara hasta el fondo de la piscina.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 6)
muy buen cap...
no entiendo algo quinn le gusta san o rachel ? o que?
bueno sea lo q sea me encanta ...y la pobre britt todavia se siente culpable aww
muy BUENO ...
saludos!
no entiendo algo quinn le gusta san o rachel ? o que?
bueno sea lo q sea me encanta ...y la pobre britt todavia se siente culpable aww
muy BUENO ...
saludos!
fanybeaHEYA***** - Mensajes : 208
Fecha de inscripción : 04/03/2014
Edad : 29
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Lindo cap!
Me gusta q a San le parezca atractiva Britt :)
Son muy tiernas cuando estan juntas :3
Espero tu proxima actu..
Saludos
Me gusta q a San le parezca atractiva Britt :)
Son muy tiernas cuando estan juntas :3
Espero tu proxima actu..
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
me encato porfavor
actualiza luegooo
actualiza luegooo
PAUlANyH**** - Mensajes : 172
Fecha de inscripción : 17/11/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola!! Me gusta mucho tu historia Me da mucho gusto leer que no la dejarás
Así que... hasta la siguiente actu!! Saludines!!!
Así que... hasta la siguiente actu!! Saludines!!!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
fanybeaHEYA escribió:muy buen cap...
no entiendo algo quinn le gusta san o rachel ? o que?
bueno sea lo q sea me encanta ...y la pobre britt todavia se siente culpable aww
muy BUENO ...
saludos!
En este cap veras a quien le gusta quinn... gracias por comentar :)
floor.br escribió:Lindo cap!
Me gusta q a San le parezca atractiva Britt :)
Son muy tiernas cuando estan juntas :3
Espero tu proxima actu..
Saludos
Me encanta como son ambas... y ya viene la actu
PAUlANyH escribió:me encato porfavor
actualiza luegooo
Gracias por tu comentario y ya actualizoo
Dolomiti escribió:Hola!! Me gusta mucho tu historia Me da mucho gusto leer que no la dejarás
Así que... hasta la siguiente actu!! Saludines!!!
Me alegra q te guste mi historia es la primera y estoy haciendo otras mas.. ya viene la actu
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 7
Narra Brittany
Estaba divirtiéndome con Santana. Al parecer ella no era tan ruda como parecía. Ya había olvidado lo de su cámara aunque yo quería compensarla. Estaba nadando a su lado, en una carrera y cuando llegué al extremo final subí a la superficie. Pero no la vi arriba, esperé unos segundos a que ella llegara al extremo… pero no llegaba ni subía. Me comencé a preocupar y me sumergí para ver dónde estaba. Fue cuando la vi allí hasta el fondo inválida.
Rápidamente nadé hacia ella y la sujeté por la cintura, la llevé a las escaleras por donde estaba la zona para niños. La saqué en los brazos y la puse en el suelo. Hacía mucho había leído algo sobre RCP, pero ahora no tenía idea de qué hacer. Ella se veía tan frágil…
– ¿Qué pasó? –preguntó Quinn en frente de mí.
– ¡No sé estábamos nadando y de repente ella ya no salió! –dije alarmada.
Quinn se acercó y revisó si respiraba. Me miró asustada, miré a su hermana quien desde lejos fingía no mirar… Yo me sentía toda nerviosa.
– ¿Respira? –pregunté asustada.
– ¡No! –Dijo Quinn alarmada.
– ¡Dale respiración de boca a boca! –Me gritó y yo la miré asustada.
– ¡Vamos Britt hazlo ya! –dijo asustada.
Sentí un poco de miedo pero me acerqué a sus labios, cuando estaba a punto de tocarlos.
– ¿Qué estás haciendo? –dijo ella mirándome. Yo rápidamente sentí como me sonrojaba y me separé de ella.
– Tú… se supone que no respirabas –dije alarmada. Ella se sentó y me dio un pequeño golpe en el brazo.
– No vuelvas a ganarme en una carrera. No me gusta perder –dijo levantándose. Caminó hacia la piscina y yo me quedé aún allí, inmóvil.
– Ella es ganadora de una medalla de oro en natación de la escuela preparatoria y en la universidad. No le gusta perder –dijo Rachel cerca de mí.
– ¿Tú lo sabías? –pregunté a Quinn.
– ¡Sí! –dijo riendo. La empujé hacia el agua y Rachel entró tranquilamente, comenzaron a nadar juntas y ella se quitó la playera que traía y la aventó a la banca más cercana quedando en su traje de baño de dos piezas rojo acompañado de puntos blancos. Todos estábamos nadando con alguien en especial, excepto Mercedes quien nadaba con todos.
Santana estaba acostada en la silla de playa y traía unos lentes RayBan negros. La verdad era que con traje de baño lucía realmente hermosa, su piel morena lucía bella en ese traje negro. Me encantaba verla así, pasaría el tiempo así y no tendría problema alguno. Nunca me habían gustado las chicas de piel tan oscura. Pero ella tenía algo, algo que llamaba mi atención.
– Me asustaste –le dije ya una vez a su lado. Ella giró su cabeza y rió.
– Bueno… creo que lo merecías –dijo poniendo su brazo sobre su frente.
– No vuelvas a hacerlo, porque no te creeré y no saltaré a buscarte.
– De acuerdo –dijo ella con una media sonrisa– Me… bueno…
Era raro escuchar que ella tartamudeara, regularmente era muy directa.
– Tienes unos ojos muy bonitos –dijo directa y colorada. Yo también me sonrojé.
– Gracias –dije.
– ¿Puedo verlos más de cerca? –preguntó sentándose. Yo me acerqué más a ella y le sonreí. Santana acarició mi mejilla mientras me miraba directamente a los ojos. Yo desviaba la mirada pues no quería que ella descubriera que yo estaba sonrojada.
– Son lindos –dijo y se volvió a sentar en su camilla.
– También tus labios. Dan ganas de besarlos –murmuró y yo me enrojecí rápidamente.
– ¿Qué te detiene? –pregunté interesada.
– No lo sé… –dijo regresando a su silla. Tomó su celular y comenzó a teclear algo. Recordé que el mío estaba lejos, en la mochila de Marley. Pero lo dejé pasar. Ella seguía tecleando y luego lo dejó a su lado.
– Bien… ya me tengo que ir… me gustaría ir a ver una exhibición que habrá en el salón.
– Bueno… fue bueno verte –le dije. Ella sonrió y se envolvió en la toalla.
– Adiós, Odiosa asesina de cámaras –dijo y me dio un golpecito en mi brazo.
– Adiós San –pronuncié en un susurro. Agaché la cabeza y luego sentí cómo tocaban mi espalda.
– Me encantan tus ojos y tu voluptuoso trasero, sin descartar que me encanta ese nuevo apodo Britt. –dijo cerca de mi oreja. Me estremecí, ella sonrió y sentí como pasaba un raro escalofrío por toda mi espalda.
Narra Santana
Me tomaron 10 segundos pensar en lo que había hecho, ahora ella definitivamente pensara que soy lesbiana o bisexual, pero no puedo negar que moría por decirlo, al parecer no era tan odiosa como yo pensaba. Marley estaba en la barra del bar con Ryder, Blaine, Kurt, Quinn y Mercedes, se divertían jugando con Jake y mi padre al voleibol. Rachel les estaba dando una paliza.
– Un vodka con… jugo –dije sonrojada.
– ¿No te molestó Brittany o sí? –preguntó Marley, al parecer era la más seria de ellos. Aunque yo sabía que tenía su lado juguetón.
– No… –dije mirando a la asesina de cámaras, ella parecía distraída viendo hacia el mar.
– Se portó bien.
– Casi siempre se quejan de ella –dijo Ryder con una mirada curiosa.
– Será que… entre ella y yo… yo soy más traviesa –dije sonriendo y dándole un sorbo a mi vodka. Sabía delicioso el concejo de “ella” había sido bueno en cuanto a esto.
– Eso es interesante, no encontramos a alguien que sea tan traviesa y risueña como ella… aún –dijo Marley entrecerrando los ojos.
– No busques más –dije caminando hacia mi camarote bajo la vista de todos especialmente de Rachel quien había escuchado todo con una cara de asombro y una sonrisa traviesa en su rostro.
Cuando entré me di una ducha para quitarme el cloro de la piel. Me estaba poniendo los pantalones cuando tocaron a mi puerta. Fui envuelta en una toalla de arriba por que aún no me ponía la blusa. Abrí la puerta y era Brittany quien estaba frente a mí.
– Hola, siento molestarte pero… dejaste tu celular… en la silla –dijo mostrándomelo.
– Gracias –dije tomándolo. Ella estaba por irse y por extraño que parezca sentí la necesidad de invitarla a pasar.
– ¿Quieres pasar? –dije dudosa. Ella mordió su labio inferior y luego sonrió.
– Gracias pero… será mejor que vaya a ver a los chicos… hoy tenemos un pequeño compromiso.
– Bueno… –dije un poco decepcionada– otro día será –dije y cerré la puerta.
“¿No te ha pasado que a veces quieres hacer algo que no debes?” –llegó a mi celular.
Esta chica se identificaba tanto conmigo. Me puse la blusa y luego de secar mi cabello respondí.
.
“Muchas veces me ha pasado eso… pero siempre suelo hacerlo y luego pido perdón. Me arrepiento la mayoría de las veces, aunque otras… pienso que fue la mejor decisión que pude haber tomado, no te asustes, pero incluso en algunas ocasiones dudo que tipo de sexo me atrae”.
Decidí ir a la exhibición sin maquillaje, me sentía libre después de mi extraña declaración como para estar atada a un polvo a algún brillo labial.
Caminaba por el pasillo cuando me encontré con Blaine, El también venía un poco arreglado.
– Hola –le dije. El sonrió y me saludó con la mano.
– Hola Tana, ¿hacia dónde vas? –me preguntó.
– Iré a ver una exhibición de fotografías, está en…
– El cuarto piso –completó el.
– Yo también voy hacia allá, pero Kurt quiso quedarse con Quinn aún en la piscina. ¿Vamos juntos?
– Claro –acepté, no me hacía mal tener un amigo.
– ¿Qué te parece el barco? –me preguntó. Sentí cómo mi celular vibraba y anunciaba la presencia de un mensaje.
– Es muy lindo y lujoso, creo que me gusta –dije observando mi celular.
“Hoy no tuve el valor para hacer algo importante. Tal vez no era el momento, creo que es el momento en que te diga que soy bisexual, y puedo entender lo que se siente, no digo que lo seas, pero si lo dudas es por algo, respecto a lo que te decía Es que me da mucha pena hablar con una chica. ¿Me pregunto por qué contigo es tan fácil?” –reí y me sonrojé un poco.
– Es por eso que me gusta… –dijo Blaine. La verdad es que no la había escuchado.
– Lo siento, por leer el mensaje no te escuché, ¿me decías? –pregunté. El sonrió y me dio una palmadita en la espalda.
– Que me gusta este viaje porque nos hemos estado divirtiendo y porque hay gente muy amable, como tu familia. Pensamos que por los chicos estaríamos siempre rodeados de mucha gente y así.
– ¿Ustedes suelen ser siempre así? –pregunté intrigada.
– ¿Cómo? –preguntó el castaña, sus ojos avellanas, me miraban fijamente.
– Tan amables y modestos, ¿a qué te dedicas? –pregunté.
– Yo soy violinista –dijo haciendo un ademán con ambas manos, como si cargara un violín imaginario.
– Y solemos tener los pies en la tierra. No nos creemos más que los demás.
– ¿A qué se dedican tus amigos? –pregunté, ya estábamos en el salón. Caminábamos y vimos muchas boutiques de ropa. En el centro había un pequeño escenario y había mucha gente acomodando sillas y cinco micrófonos Junto con otras cosas del sonido. ¿Me preguntaba quién tocaría?
– Bueno, el grupo lo formaron hace casi un año de un reallity show en el Inglaterra, allí fue donde se conocieron, se formó el grupo, juntos fueron finalistas y ganaron. Salió su primer disco y ahora estuvieron de gira. Cantan, bastante bien.
– Oh, me encantaría ver cómo cantan. Nunca había escuchado de ellos –dije honestamente.
Notamos que había un local hecho de puro vidrio, era genial. Había una exhibición de fotografías y admito que me enamoré de ellas. Todo era tan hermoso, la visión que le ponían era tan genial. Me acerqué a una en especial, era una pareja de chicas abrazadas a la luz de la luna bajo un puente… me encantó.
– ¿Está linda no? –preguntó Blaine interrumpiendo mis pensamientos.
– Sí –dije casi con una lágrima en los ojos.
– ¿La comprarás? –me preguntó, revisé mi cartera y no la completaba.
– No –dije caminando hacia la siguiente. Estuvimos viendo todas hasta que la exhibición terminó. Recordé que tenía el mensaje sin responder.
“Tal vez… es fácil conmigo porque no estás frente a mí. Pero, atrévete, acercarte a la chica, tal vez te guste, y si tal vez tengas razón, pero aun no lo sé” –dije instándola.
Salimos del lugar y nos sentamos en las primeras filas frente al escenario. A mi lado llegó Ryder acompañado de mis hermanos y mi padre.
– ¿Qué hacemos aquí? –Pregunté a Blaine
– El grupo tendrá una presentación hoy –me comentó Rach.
– Quinn me pidió que viniera.
– ¿Ya son novias? –pregunté sin temor a equivocarme.
– No –dijo mi hermana sonrojada.
– Es… mi amiga.. ya callate Tana, solamente –dijo desviando la mirada.
– Eso dicen ellas… –dijo mi hermano en un susurro. Yo le sonreí y luego pasé un brazo por su hombro. Mi celular vibró de nuevo.
“Es que ella, es diferente. Admito que luce diferente a todas las chicas. Pero… trataré de acercarme a ella, tal vez funcione. ¿Cómo me recomiendas que me acerque sin parecer desesperada o una boba?, es que al principio pensé que solo le gustaban los chicos, pero hoy paso algo que me confundió un poco” –reí pues me pedía consejos sobre algo en lo que nunca había sido buena.
– ¿Con quién hablas? –me preguntó Jake.
– Con una amiga –dije tratando de responder el mensaje. A nosotros llego el grupo.
– Hola –saludaron todos, Quinn se acercó a mi hermana para darle un beso en la mejilla. Ella sonriente lo aceptó.
– Cantaremos sólo cinco canciones, luego habrá micrófono abierto –comentó Marley.
– Seguro cantarán genial –dijo Jake. Los chicos sonrieron y yo me levanté para poder responder al mensaje. Entré de nuevo al lugar de la exhibición aunque ya estaban quitando las fotografías de la pared.
“Todas somos diferentes y yo no soy buena para eso del amor. Simplemente pregúntale sobre algo que tengan en común o algo que le guste a ella. Seguro te responderá sin problemas. Solo confía en ti misma capas y le gustas” –envié.
Me le quedé viendo a la fotografía que me había gustado y luego de un rato sentí cómo tocaban mi hombro.
– Hola –me dijo Brittany amablemente.
– Que hay –dije sin dejar de mirar la fotografía.
– Es linda –dijo observándola.
– Es genial –dije separándome de ella y caminando hacia la salida.
– ¿Te quedarás a escucharnos cantar? –preguntó. Lo pensé, sí quería pero a la vez, pensé en irme y seguir con la chica de los mensajes.
– Me quedaré solo para ver el ridículo que harás –dije mirándolo a los ojos, ella arrugó la nariz y luego rió.
– No creo que haga un ridículo, pero si no me crees… quédate a comprobarlo –dijo retándome.
– De acuerdo –dije– solo porque no te creo.
– Hecho –dijo y caminamos juntas hacia los demás.
Ellos se despidieron de nosotros y se fueron hacia atrás del escenario. El salón se comenzaba a llenar y las sillas vacías comenzaban a desaparecer. Mi celular timbró de nuevo.
“De acuerdo, trataré de hablar con ella y saber qué tipo de cosas le gustan. Gracias por darme tan lindos consejos” –me llegó.
La odiosa se acercó a mí y me sonrió. Me gustaba su ropa, resaltaba su trasero y me sonrojé al pensar en mirarlo de atrás.
– Luces linda sin delineador –me dijo ya cerca de mí. No pude evitar quedar congelada ante esas palabras. Ella me tendió su celular y su cartera, yo los tomé dudosa.
– Cuídalos por favor… –pidió.
– No deberías de dejar algo tan personal, cerca de mí –le advertí, pues me intrigaba su celular.
– Confío en que no lo revisarás –dijo sonrojada. Levantó un par de veces sus cejas, haciendo que se me saliera una sonrisa. Se dio la vuelta y caminó dos pasos.
– No lo revisaré, porque no quiero que revises el mío –dije temerosa.
– ¿Escondes algo importante? –dijo regresando hacia mí. Marley la llamó y ella solo hizo una señal con la mano de que en un segundo se acercaba.
– No –dije sonrojada.
– De acuerdo entonces, te los encargo –dijo y caminó hacia atrás del escenario.
“Suerte y no te preocupes por lo que pase, te aseguro que caerá redondita hacia ti”– estaba a punto de poner enviar cuando mi papá me arrebató el celular.
– Con ese celular ignorarás al grupo, en cuanto terminen de cantar te lo regresaré –dijo mi padre.
Me crucé de brazos y metí el celular de Britt en uno de mis bolsillos. Tenerlo sobre las piernas sería una terrible tentación. Aunque su cartera también me era una tentación.
– No la abras –me dijo Rachel
– Solo será un vistazo, no soy ratera así que no sacaré dinero –dije abriéndola.
– Buenas noches, hoy se presentará una banda internacional, cantarán para nosotros unos cuantos éxitos. Ellos son Pamela Lansbury disfruten la velada –dijo una chica.
Al frente estaban las cuatro chicas y Kurt posicionados uniformemente, todos sonreían y pusieron las manos sobre el micrófono con bastante seguridad. Brittany me miraba y notó que yo tenía su cartera abierta en las manos; así que la cerré de golpe y sonreí.
–Buenas noches, esta es una canción es una de las que cantamos en el show, se llama Addicted To Love –dijo Kurt.
Los chicos comenzaron a cantar, admito que su música era bastante pegajosa y la letra era hermosa. Cantaron varios covers y unas canciones de ellos, eran realmente buenos. Luego de terminar hubo muchos aplausos y la gente se comenzaba a abarrotar en el salón.
Rachel no dejó de aplaudir al final cuando notó el solo que Quinn hizo. La verdad era que ellos eran bastante talentosos y no habían hecho ningún ridículo.
–Muchas gracias –dijo Marley entre los aplausos, todos se pararon para aplaudir y ellos comenzaron a sonreírle a la audiencia, muchas chicas y chicos se comenzaron a acercar al escenario y a pedirles autógrafos.
Yo me alejé de allí ya con mi celular en la mano. Fui al bar que estaba cerca. Abrí la cartera de Brittany y me enamoré de la foto que tenía en su identificación. Tenía el cabello largo y sobre sus ojos. Sonreía tímidamente y sus ojos azules transmitían demasiado nerviosismo. Me quedé mucho tiempo viéndola hasta que sentí que me la arrebataban.
– Disculpa pero esto es mío –dijo ella atrás de mí.
– Lo siento –dije y le entregué el celular.
– No te preocupes, ¿qué te pareció la banda? –preguntó. Yo tomé de mi wisky y sonreí.
– Son… buenos –dije tratando de parecer desinteresada.
– ¿Solo buenos? –dijo ella un poco decepcionada.
– Sí –dije mirando hacia el canasto de la botana.
– Como digas –dijo y tomó un cacahuate.
– ¿Te gustaría que Mercedes te enseñe los acordes de Addicted To Love ?
– ¡Serías tan genial! –dije con un brillo intenso en los ojos, me había enamorado de esa canción. Ella rió y luego me dio un pequeño golpe bajo la barbilla.
– Claro –dijo riendo, que hermosa sonrisa.
– Sabía que te gustaría.
– ¿Por qué lo dices? –dije volviendo a mí.
– Porque noté cómo me mirabas en esa canción, tenías un brillo especial en tus ojos… por cierto son muy lindos sin todo ese maquillaje –dijo y yo me sonrojé–, eres una linda chica sin tener un humor tan… rudo.
– Eso del maquillaje ya me lo habías dicho antes, y eso de tener un humor rudo… pues así soy, te agrade o no –dije un tanto molesta.
– No te lo dije para que te molestaras, ¿quieres ir ahora por tu guitarra? –preguntó. Yo lo pensé un rato y luego negué con la cabeza.
– Tal vez mañana ahora quiero irme a dormir. Eso de nadar y fingir que me ahogaba es algo pesado.
– Como quieras –dijo ella y se fue. Me pareció extraño que se fuera así, regularmente era yo la que se iba primero. Tomé mi vaso y me fui a mi habitación
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
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Tat-Tat******* - Mensajes : 469
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