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FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
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¿Les gusta esta peculiar historia?
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Amo taaanto q actualices seguido!!!
Me encanta q San sea tan directa con Britt :3
Me re enganche con este fic..
Saludos
Me encanta q San sea tan directa con Britt :3
Me re enganche con este fic..
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Acabo de leerme los 7 capitulos de una vez y me han parecido geniales, la relacion de san y britt es extraña pero es lo que la hace interesante, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Tat-Tat escribió:Sigue porfa...
Cuando sepan que se están mandando mensajes...xD
Será genial xD
No se veremos como se enteraran
floor.br escribió:Amo taaanto q actualices seguido!!!
Me encanta q San sea tan directa con Britt :3
Me re enganche con este fic..
Saludos
Actualizo seguido por que tengo tiempo y xq ya termine la historia... me alegra q te guste.
Confieso q he leído tus fic, ya sabes lectora silenciosa. jejeje
micky morales escribió:Acabo de leerme los 7 capitulos de una vez y me han parecido geniales, la relacion de san y britt es extraña pero es lo que la hace interesante, hasta pronto!
Hey q bueno q te gustoo jejeje.. y si quise hacer algo diferente con sus personalidades jeje..
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Les informo que este fic tiene de todo romanticismo, amistad, cosas Wankys y mucho drama así que quedan advertidas...
Última edición por heya08 el Dom Abr 06, 2014 10:57 pm, editado 2 veces
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 8
Narra Quinn
Estos primeros días habían sido geniales, conocí mejor a Rachel y aunque es 1 año mayor que yo, tiene una sonrisa que me hipnotiza y un gran corazón. Es un poco tímida pero me encanta que cuando abre la boca me sorprende lo que dice. Puede ser muy juguetona a veces, pero si realmente quería tener algo con ella debería tener claro si le gusto, además ¿cómo se lo tomaría su padre?
Terminamos de cantar y ella tenía cara de sueño. Le pregunté que si quería ir a tomar algo pero me dijo que prefería ir a dormir.
Salimos a la cubierta y la puesta de sol era bella, me hubiera encantado estar con Rachel ahora. Kurt y Blaine estaban a mi lado, muy melosos como siempre. Marley y Ryder también estaban besándose junto a nosotros. Ellos formaban una pareja maravillosa.
Brittany estaba tecleando algo en su celular, al parecer hablar con “ella” le hacía bien. Desde que hablaba con ella reía más y además era más simpática. Santana era una buena chica y a Brittany le agradaba, aunque no tuvieron un principio muy bueno.
– Iré a dar una vuelta por aquí –anuncié y todos me sonrieron y volvieron a sus asuntos, al darle vuelta por la proa, divisé a Santana, quien también estaba con su celular. Decidí acercarme a ella.
– Hola –dije a su lado.
– Hola –dijo ella sin mirarme y tecleando un mensaje.
– ¿Por qué últimamente los mensajes son tan importantes? –pregunté. Ella me miró extrañada y luego miró su celular de nuevo.
– No lo sé… pero comienzan a agradarme –ella sonreía de una forma extraña, ni siquiera Brittany le sacaba una sonrisa tan sincera como la que tenía ella ahora.
– ¿Puedo… saber con quién? –luego me giré apenada, eso no se preguntaba.
– Hablo con una amiga, hacía tiempo que no hablaba con alguien así, ya lo extrañaba –dijo ella mirándome, tenía una mirada dulce y llena de luminosidad.
–Oye… –volteo a verme– Acaso a ti también .. Tu sabes – hice señas con mis manos
–Si lo que tratas de preguntar es si me gustan las chicas la respuesta es que no lo sé – dijo mientras volvía su vista al teléfono.
– Vaya, pues, espero que tu amiga te hable así más seguido, estás más blanda –dije tratando de cambiar el tema y ella sonrió y miró hacia el mar.
– Yo también quiero seguir hablando con ella –dijo ella.
– ¿Cómo se llama tu… amiga? –pregunté y ella se tensó.
– Dea..deana –dijo algo dudosa y luego sonrió.
– ¿Es una linda puesta de sol no? –me preguntó, era obvio que quería cambiar de tema.
– Sí –dije y luego me recargué en el barandal. Ella miró su celular y luego se sonrojó, me preguntaba de qué estaría hablando con su amiga. Yo no quería que ilusionara a Brittany y luego la dejara tirada sin ninguna esperanza.
– ¿Ya te llevas mejor con Britt cierto? –dije y ella me miró confundida.
– Admito que es… agradable –dijo y me miró– Oye… ¿te gusta mi hermana? –me preguntó. Al instante abrí los ojos y solté una risita nerviosa.
– Hem… eh… yo… –ella se acercó y se me quedó viendo fijamente a los ojos. Sus ojos chocolate me hacían sentir extraña. Mis mejillas se sonrojaron y me encogí de hombros.
– Te gusta, lo sabía –dijo y se recargó de nuevo en el barandal.
– Es linda, lo admito. Pero llevo tan solo dos días de verla y no creo, que sea lo mejor.
– Tampoco creo que sea lo mejor, no lo digo porque ambas sean chicas, por que como ya te dije, me siento también un poco extraña respecto a eso–dijo anotando algo en su celular–, además… cuando bajemos de este crucero no creo que las volvamos a ver, ustedes son una banda famosa supongo.
– Eso no es ningún problema, nosotras no somos por eso superiores. Somos gente común.
– ¿Entonces, no son como todas hijos de mami y papi que hay aquí? –preguntó.
– Claro que no –dije y le sonreí. Ella sonrió y dio un leve bostezo.
– Iré a dormir, le dices a Brittany que pase por mí mañana a las… once de la mañana. Para desayunar juntas –dijo como si no fuera la gran cosa.
– Tú pasa por mi hermana a las nueve, ella despierta temprano –caminó hacia la puerta y no me dejó decirle nada.
¿Tendría una especie de cita con Rachel? Ahora adoraba a Santana, porque me ayudaba a conquistar a su hermana. Era linda, sin su faceta de ruda. Caminé hacia el camarote y Brittany ya se encontraba dentro. Estaba quedándose dormida.
– Oye… –dije moviéndole un brazo.
– ¿Qué pasa? –dijo adormilada.
– Tienes una cita mañana con Santana, pasas por ella a las once de la mañana –dije y me recosté.
– ¿Qué? –dijo confundida.
– No lo sé, solo me dijo: “dile a Brittany que pase por mí a las once para desayunar juntas”.
Élla se quedó pensativa y luego comenzó a teclear un mensaje. Supongo que hablaba con aquella chica.
Narra Santana
Estaba quedándome dormida cuando sentí que mi celular vibraba. Alcancé a escuchar la tonada especial que le puse a La chica de los mensajes y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Mis mejillas se ruborizaron al instante.
“Recuerdas el consejo de “hacerme la interesante”, creo que ha funcionado. Ella me invitó a salir… aunque no sé, siento que sería extraño proviniendo de ella”. –vaya al fin mis consejos le habían servido de algo a alguien. Me encantaba que ella fuera feliz, por extraño que parezca cambiaba mi humor si ella estaba bien o mal.
“Pues dale la oportunidad, tal vez y ahora sí te quiere conocer. Yo también he intentado lo que me dijiste, pero… no sé si funcione, hoy una chica que creo que me atrae me ignoró” –envié. Cerré los ojos tenía demasiado sueño. Pero volvió a vibrar.
“¿Alguien ignorándote a ti? ¡Dios, que alguien salve a esa chica! No sabe de lo que se pierde, pero, tranquila tal vez solo quiso hacerlo para ver si te importaba, ¿se lo demostraste?”.
“No… es que no suelo demostrar mucho mis sentimientos. Como te he dicho, me tocan los peores”.
“Oye, tranquila ya te llegará una o uno que en verdad te merezca, creo que después de eso ya aceptaste que eres Bi, no te desesperes, chica o chicos habemos muchos y buenos pocos. Como yo”. –reí ante eso. No puedo creer la autoestima que tiene.
“Bueno pues espero encontrarme una o uno como tú. Que sea tan dulce y no tenga miedo a regañarme” –estar hablando con ella sobre esto me hacía sentir extraña. No me quería enamorar de una chica que nunca había visto.
“Nunca te he regañado. Aunque, eso que me dijiste me agradó… alguien como yo no creo que encuentres, pero… puede que algún día –sentí cómo me sonrojaba– te pueda conocer yo” –cuando leí eso, sentí cómo una sonrisa estúpida se formaba en mí. Ahora tenía la tentación de decirle que la quería conocer. Pero no lo haría.
“Tal vez algún día. Suerte con tu cita, tengo que dormir ya. Gracias por hablar conmigo, de verdad que me hace bien” –le envié. Me acurruqué en mi cama y puse mi almohada frente a mí. La quería abrazar.
“Descansa, a mí también me hace bien hablar contigo. Eres una linda chica y de verdad me gustaría conocerte alguna vez. Que tengas dulces sueños”.
Luego de leerlo y suspirar unos minutos, observé hacia la ventana y me quedé dormida.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaaaa!!
Q bueno q leas mis fics :)
Me gusta mucho esta historia :D quiero saber q va a pasar cuando se den cuenta lo de los msjs..
Espero tu proxima actu..me estas malacostumbrando con tus actualizaciones tan seguidas jaja
Q bueno q leas mis fics :)
Me gusta mucho esta historia :D quiero saber q va a pasar cuando se den cuenta lo de los msjs..
Espero tu proxima actu..me estas malacostumbrando con tus actualizaciones tan seguidas jaja
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Awwwww... se conquistan por mensajes...
entiendo el sentimiento de escribir algo y andar feliz por la vida todo el día xD
Sigue luego
Saludos*
entiendo el sentimiento de escribir algo y andar feliz por la vida todo el día xD
Sigue luego
Saludos*
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
pienso lo mismo, que ira a pasar cuando se den cuenta lo de los mensjes, en fin.... a esperar la actualizacion!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaa... me encanta tu fic, no puedo esperar a que se den cuenta de los mensajes actualiza pronto. saludos
keae1503***** - Mensajes : 220
Fecha de inscripción : 03/06/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Sus mensajes son tan tiernos!!
Ya quiero ver como le irá a las chicas en su cita jajajaja Me gusta como se van dando las cosas!! jajaja Saludines!! Hasta la siguiente actu!!
Ya quiero ver como le irá a las chicas en su cita jajajaja Me gusta como se van dando las cosas!! jajaja Saludines!! Hasta la siguiente actu!!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaa gracias por sus comentarios, ando rápido a dejarles un nuevo cap
Día 3
Narra Santana
Cuando desperté noté que alguien estaba sentado en mi cama, abrí ligeramente un ojo y Quinn estaba sentada en mi cama observándome.
– ¿Qué haces dentro de mi cuarto? –pregunté adormilada.
– Espero a tu hermana –dijo inocente, yo rasqué mis ojos.
– No le dijiste nada de que desayunaríamos juntas, ¿verdad?
– Lo olvidé –dije enderezándome.
– ¿Le comentaste a Britt del desayuno?
– ¿Britt? y Sí, me dijo que venía a las once, como pediste –dijo recostándose a mi lado. Esta chica no tenía vergüenza alguna.
– ¿Estás cómoda? –Pregunté y ella asintió.
– ¿Mi hermana?
– Cambiándose, me dijo que te despertara –yo bostecé de nuevo y luego observé el reloj. Eran las diez de la mañana, entré al baño y mi hermana ya estaba cambiada y maquillada al parecer estaba emocionada. Totalmente sonrojada me abrazó.
– ¿Y eso? –pregunté.
– Gracias por invitarla por mí –dijo feliz. Sonreí y entré a la regadera. Mi celular comenzó a timbrar y recordé que estaba en la cama.
– Solo recuerda que tienes que hablar con Carlos sobre esto – Ella asintió.
– Ah y dile a Quinn que te pase el celular, está en la cama –le avisé a Rachel.
Ella salió del baño y le gritó a Quinn
– ¿Me pasas el celular?, es el de Santana, está en la cama –pidió.
– ¿Quién es? –pregunté.
– ¡Sam! –gritó Quinn.
– ¿Sam? –dijo mi hermana con el celular en la mano.
– ¿Sam? –repetí yo también. Se me hacía extraño que me mandara un mensaje. Salí de la regadera y con las manos empapadas lo tomé.
“Buenos días, espero hayas dormido bien. Estoy nerviosa por lo de la cita. ¿Crees que me vaya bien?” –reí. Fue allí cuando recordé que había agregado a la chica linda como “Sam” para que nadie sospechara. La chica desconocida era linda, nunca nadie había confesado estar nervioso y menos una chica sobre otra chica. Me parecía bastante tierno de su parte.
“Buenos días, oye me encanta mensajear contigo pero ¿te importa si primero me ducho y luego hablamos? No me gustaría que mi celular sufriera algún daño o que yo me electrocutara” –dije poniéndolo en la barrita del escusado.
Luego que terminé de ducharme, salí envuelta en una toalla y me sorprendió totalmente lo que vi. Rachel, mi amada hermana, sí la seria. Estaba parada frente a Quinn besándola. Me quedé paralizada viendo cómo se besaban, en vez de asco sentí ternura. Mi celular vibró.
Narra Quinn
Estaba esperando a que amaneciera, no pude pegar un ojo en toda la noche, tan solo de pensar que por la mañana desayunaría con Rachel. Era extraño sentir lo que sentía por ella. Ayer había experimentado salir con ella en el día, era graciosa, educada y traviesa a su forma. La verdad era que ella me hacía reír mucho y aguantaba mis bromas. ¡Qué chica tan agradable!
Cuando vi que en el reloj eran las ocho de la mañana, me metí a bañar y sequé mi López. Me acomodé el López hacia arriba, Usé una camisa blanca de Sukie, unos jeans negros ajustados y mis tenis, trate de ser lo más casual posible, no quería que pensara que era una niña de mami y papi que vestía de ropa lujosa. También usé un poco de perfume y me maquille un poco.
Al salir del baño noté que Britt estaba arreglando su cama. Tomó algo de ropa y entró al baño después de mí. Suspiré un par de veces porque me encontraba muy nerviosa.
– Iré a… desayunar con Rachel –le comenté
– Está bien, un saludo de mi parte. En un rato llegaré por Santana –me dijo.
– Está bien, me voy –le dije y salí del cuarto.
Caminé lentamente hasta la puerta de su camarote y luego de estar dudando mucho tiempo toqué. No recibí respuesta alguna, miré mi reloj y eran las nueve en punto. Volví a tocar y en eso escuché cómo la abrían.
Allí frente a mí estaba Rachel con su cabellera enmarañada y con un short pequeño y una blusa de tirantes floreada, o sea su pijama. Al verme se le hizo una sonrisa automática, yo también la imité. Luego ella recordó que estaba en pijama y cerró la puerta en mi cara.
Entrecerré los ojos, confundida y caminé unos pasos hacia atrás. Luego noté que abrían la puerta y regresé.
– Quinn… lo siento es que… –dijo sonrojada.
– Santana no te dijo nada de nuestro desayuno, ¿verdad? –dije desviando la mirada.
– No –dijo apenada.
–Bueno, lo pasamos para otro día, no importa –dije un poco decepcionada.
– No –dijo rápidamente–, pasa por favor. Solo tomo una ducha rápida y vamos a desayunar –dijo completamente convencida.
– De acuerdo –dije con una sonrisa. Ella también me sonrió. Pasé al camarote y luego ella corrió hacia la habitación. Me senté en la salita y ella me ofreció un jugo mientras se duchaba. Gustosa lo acepté pues tenía hambre ya.
– Oye… creo que tardaré un poco –dijo apenada.
– No importa, yo te espero –le dije. Ella corrió fuera del camarote y volvió con una maleta en las manos. Al parecer fue a la habitación contigua por algo más de ropa. Estuve allí viendo un poco de televisión, ella salió con una toalla enredada en su cuerpo y luego me habló.
– Oye –dijo sonrojada. Yo la miré y me sonrojé.
– ¿Puedes despertar a Santana en lo que me arreglo?
– Claro –dije acercándome a la habitación. Ella fue directo al baño y yo me senté en la cama.
Santana se veía tan linda allí. Tan calmada y al parecer tenía una sonrisa en los labios. Despertarla arruinaría el rastro de felicidad que ahora cruzaba por sus bellas facciones. Me le quedé mirando un rato más y luego sentí que se movía. Abrió los ojos lentamente y me vio allí sentada a su lado.
– ¿Qué haces dentro de mi habitación? –preguntó adormilada. Como dije arruinó la felicidad que cruzaba por su rostro.
– Espero a tu hermana –le dije.
– No le dijiste nada de que desayunaríamos juntas, ¿verdad?
– Lo olvidé –dijo enderezándose
– ¿Le comentaste a Britt del desayuno? – ¿Britt? ESTO ES UNA BUENA SEÑAL
– ¿Britt? – Pregunte conteniendo la emoción.
–Sí, me dijo que a las once como pediste –me recosté a su lado más relajada. Ella entrecerró los ojos.
– ¿Estás cómoda? –preguntó yo asentí.
– ¿mi hermana?
– Cambiándose, me dijo que te despertara –le informé. Ella observó el reloj y luego se fue directo al baño.
Estaba aún recostada cuando escuché un celular timbrar. Al parecer era la voz de una chica cantando. Tenía una gran voz. Tomé el celular y decía: “Mensaje nuevo de Sam”. Vaya… era el chico con quien Santana era feliz, perfecto, ¿que falta?, acaso son novios o algo, no me gustaba para nada la idea de que ella quería jugar con Brittany teniendo pareja. Me pregunto qué le dirá ahorita. Me intrigaba abrirlo pero sabía que estaría mal leerlo.
– ¿Me pasas el celular?, es de Santana, está en la cama –pidió Rachel.
– ¿Quién es? –escuché decir desde dentro del baño.
– ¡Sam! –grité y se escucharon unos cuantos cuchicheos en el baño. Luego de medio segundo. Del baño salió Rachel con una blusa morada y con estampado en negro. Su López estaba ondulado como siempre y suelto. Traía un short de mezclilla negro y unos Converse morados. Se veía realmente bien.
– ¡Qué bonita te ves! –le dije y sonreí. Ella se sonrojó y se acercó a mí.
– Gracias, Quinn. Tú también vienes muy Bien. –exclamó.
Escucharla decir eso me hizo sentir extraña, sentí la necesidad de abrazarla. Me puse de pie y me acerqué a ella. Rachel sonrió y también se acercó a mí.
– No nos saludamos cuando llegué –le dije.
– No –dijo ella.
– Un buen saludo nunca debe de faltar.
– Cierto –dije aún más cerca de ella.
– Rachel tengo… algo que decirte.
– ¿Puede esperar? –preguntó.
– Yo… –ella estaba lo suficientemente cerca de mí. La abracé y nuestros rostros estaban frente a frente. Suspiré pues ella olía delicioso. La miré y sus ojos anhelantes estaban observando mis labios. Mi corazón latía rápidamente.
– No puede esperar –le dije. Ella sonrió.
– Te conocí hace dos días en un elevador. Desde entonces no puedo quitar mi mirada de tus hermosos ojos –ella se sonrojó.
– No me considero una persona romántica, pero puedo ser tu “romeo” – ella rio.
– Si tan solo tú me lo pidieras. No me sé muchos poemas, pero puedo cantarte algunas canciones. No soy una bufona pero prometo sacar una sonrisa de tus labios cada que sea posible –ella sonrió.
– No soy un chica perfecta… pero puedo pretender serlo, no sé si te gusto, pero creo que sabes que a mí me gustan las chicas, diablos, Ni siquiera te conozco bien… con trabajo recuerdo que tu apellido es López. Lo que quiero decir es que… me enamoré rápido de ti, de tu figura, de tus ojos, de tus sonrisas, de tus chistes, de tu voz, de tu cabello, de tu piel, de tus labios. Tal vez soy una tonta por enamorarme de una persona que realmente no conozco. Es cierto soy muy enamoradiza, pero eso me trajo a ti. Quisiera que me dieras la oportunidad de conocerte bien, de salir por lo menos este mes contigo, y te prometo que si me das esa oportunidad estaré para ti en todo momento, y estoy dispuesta a hablar con tu padre sobre esto.
– Si te dijera todo lo que me gusta de ti, tendría que escribir un libro –dijo ella. Yo sonre.
– Quinn, esperaba tanto que me dijeras que me querías conocer como algo más que una amiga. Soy un año mayor que tú y me considero realmente apenada pues no quería aprovecharme de tu castidad, pero me alegra demasiado saber que tú también sientes esto por mí.
– Me alegra mucho escuchar eso –le dije y la besé. Sentí su delicioso sabor a cereza. Su piel era tan suave y tersa.
Narra Santana
Al salir del baño noté cómo Quinn y mi hermana se besaban. Pero me quedé leyendo el mensaje.
“Ja y el día que te conozca tendrás el cabello afro y los dedos quemados y no tendrás cejas” –no pude evitar soltar una carcajada.
Esta chica hacía que mis más oscuros pensamientos salieran a flote rápidamente. Quinn y Rachel se separaron y ella se acercó a mí.
– Yo… eh… –yo puse un dedo sobre sus labios para que callara. Le sonreí.
– Rachel, tienes 22 años, estás grandecita para salir con quien tú quieras. No necesitas permiso de nadie y menos el mío, y créeme que no me importa si sales con una chica.
Quizás hasta termine con una yo también pensé.
– Tienes todo mi apoyo, eres mi hermana y te amo. –Ella sonrió y me abrazo, Cuando nos separamos tomé un short y una blusa larga color azul marino.
– Ahora salgan del cuarto tengo que cambiarme ya… la odiosa asesina de cámaras no tarda en llegar.
– ¿Sales con Brittany? –Preguntó mi hermana con la boca abierta
– Cierra tu boca y no, solo la invité a desayunar porque me enseñarán los acordes de una canción ella y Mercedes –dije empujándola más.
– Quinn tú espera.
Mi hermana salió y Quinn se me quedó viendo.
– Ten mucho cuidado ella es una linda chica y no me gustaría que termine lastimada, no se lo merece –le advertí y le sonreí. Fue una sonrisa sincera. Ella me abrazó y luego respondió.
– Tranquila, no la lastimaré, lo prometo.
– Hecho, ahora sal de aquí –dije empujándola.
“No juegues con eso, el día que me queme será tu culpa. No te creas, sabes que no pasará eso. Suerte con tu cita, iré a desayunar luego hablamos”
Salí del camarote y dejé una nota en la puerta diciendo: “Brittany estoy al lado” Mi hermano no estaba. El que estaba era mi padre viendo el televisor. Me acerqué a él y lo abracé, me senté a su lado y puse mi cabeza en sus piernas.
– ¿Qué quieres? –preguntó mi padre.
– ¿De qué hablas? –pregunté confundida. Él entrecerró los ojos y luego miró la televisión de nuevo.
– Nunca llegas así tan cariñosa a menos que quieras algo a cambio –dijo acariciando mi mejilla.
– No quiero nada –dije honestamente y en mi tono natural.
– Simplemente amanecí de buenas.
– ¿Por qué ese cambio? –preguntó de nuevo. Sus preguntas comenzaban a alterarme.
– No arruines el momento papá. Simplemente me siento feliz de haber despertado con gusto y con ganas de tocar guitarra y de abrazarte. No preguntes más –dije exasperada.
– ¿Dónde está Jake?
– Con la tal Vero, al parecer le pegó duro el amor.
– Ah –dije pensando en Rachel y Quinn.
Tocaron a la puerta. Estaba por pararme cuando mi padre me detuvo. Me miró con una sonrisa en los labios.
– ¿Qué? –dije con media sonrisa.
– Extrañaba a mi pequeña Tana –me abrazó. Yo sonreí. Volvieron a tocar.
– ¿Quién? –pregunté aún en los brazos de mi padre.
– ¡Brittany! –dijo ella desde fuera.
– ¿Quién? –pregunté de nuevo.
– La… odiosa asesina de cámaras –dijo, cuando la escuché, reí y mi padre me susurró.
– Eres cruel con ella. Por favor, pórtate bien –dijo y me dio mi celular pues estaba en el sillón. Me levanté y abrí la puerta.
Capítulo 9
Día 3
Narra Santana
Cuando desperté noté que alguien estaba sentado en mi cama, abrí ligeramente un ojo y Quinn estaba sentada en mi cama observándome.
– ¿Qué haces dentro de mi cuarto? –pregunté adormilada.
– Espero a tu hermana –dijo inocente, yo rasqué mis ojos.
– No le dijiste nada de que desayunaríamos juntas, ¿verdad?
– Lo olvidé –dije enderezándome.
– ¿Le comentaste a Britt del desayuno?
– ¿Britt? y Sí, me dijo que venía a las once, como pediste –dijo recostándose a mi lado. Esta chica no tenía vergüenza alguna.
– ¿Estás cómoda? –Pregunté y ella asintió.
– ¿Mi hermana?
– Cambiándose, me dijo que te despertara –yo bostecé de nuevo y luego observé el reloj. Eran las diez de la mañana, entré al baño y mi hermana ya estaba cambiada y maquillada al parecer estaba emocionada. Totalmente sonrojada me abrazó.
– ¿Y eso? –pregunté.
– Gracias por invitarla por mí –dijo feliz. Sonreí y entré a la regadera. Mi celular comenzó a timbrar y recordé que estaba en la cama.
– Solo recuerda que tienes que hablar con Carlos sobre esto – Ella asintió.
– Ah y dile a Quinn que te pase el celular, está en la cama –le avisé a Rachel.
Ella salió del baño y le gritó a Quinn
– ¿Me pasas el celular?, es el de Santana, está en la cama –pidió.
– ¿Quién es? –pregunté.
– ¡Sam! –gritó Quinn.
– ¿Sam? –dijo mi hermana con el celular en la mano.
– ¿Sam? –repetí yo también. Se me hacía extraño que me mandara un mensaje. Salí de la regadera y con las manos empapadas lo tomé.
“Buenos días, espero hayas dormido bien. Estoy nerviosa por lo de la cita. ¿Crees que me vaya bien?” –reí. Fue allí cuando recordé que había agregado a la chica linda como “Sam” para que nadie sospechara. La chica desconocida era linda, nunca nadie había confesado estar nervioso y menos una chica sobre otra chica. Me parecía bastante tierno de su parte.
“Buenos días, oye me encanta mensajear contigo pero ¿te importa si primero me ducho y luego hablamos? No me gustaría que mi celular sufriera algún daño o que yo me electrocutara” –dije poniéndolo en la barrita del escusado.
Luego que terminé de ducharme, salí envuelta en una toalla y me sorprendió totalmente lo que vi. Rachel, mi amada hermana, sí la seria. Estaba parada frente a Quinn besándola. Me quedé paralizada viendo cómo se besaban, en vez de asco sentí ternura. Mi celular vibró.
Narra Quinn
Estaba esperando a que amaneciera, no pude pegar un ojo en toda la noche, tan solo de pensar que por la mañana desayunaría con Rachel. Era extraño sentir lo que sentía por ella. Ayer había experimentado salir con ella en el día, era graciosa, educada y traviesa a su forma. La verdad era que ella me hacía reír mucho y aguantaba mis bromas. ¡Qué chica tan agradable!
Cuando vi que en el reloj eran las ocho de la mañana, me metí a bañar y sequé mi López. Me acomodé el López hacia arriba, Usé una camisa blanca de Sukie, unos jeans negros ajustados y mis tenis, trate de ser lo más casual posible, no quería que pensara que era una niña de mami y papi que vestía de ropa lujosa. También usé un poco de perfume y me maquille un poco.
Al salir del baño noté que Britt estaba arreglando su cama. Tomó algo de ropa y entró al baño después de mí. Suspiré un par de veces porque me encontraba muy nerviosa.
– Iré a… desayunar con Rachel –le comenté
– Está bien, un saludo de mi parte. En un rato llegaré por Santana –me dijo.
– Está bien, me voy –le dije y salí del cuarto.
Caminé lentamente hasta la puerta de su camarote y luego de estar dudando mucho tiempo toqué. No recibí respuesta alguna, miré mi reloj y eran las nueve en punto. Volví a tocar y en eso escuché cómo la abrían.
Allí frente a mí estaba Rachel con su cabellera enmarañada y con un short pequeño y una blusa de tirantes floreada, o sea su pijama. Al verme se le hizo una sonrisa automática, yo también la imité. Luego ella recordó que estaba en pijama y cerró la puerta en mi cara.
Entrecerré los ojos, confundida y caminé unos pasos hacia atrás. Luego noté que abrían la puerta y regresé.
– Quinn… lo siento es que… –dijo sonrojada.
– Santana no te dijo nada de nuestro desayuno, ¿verdad? –dije desviando la mirada.
– No –dijo apenada.
–Bueno, lo pasamos para otro día, no importa –dije un poco decepcionada.
– No –dijo rápidamente–, pasa por favor. Solo tomo una ducha rápida y vamos a desayunar –dijo completamente convencida.
– De acuerdo –dije con una sonrisa. Ella también me sonrió. Pasé al camarote y luego ella corrió hacia la habitación. Me senté en la salita y ella me ofreció un jugo mientras se duchaba. Gustosa lo acepté pues tenía hambre ya.
– Oye… creo que tardaré un poco –dijo apenada.
– No importa, yo te espero –le dije. Ella corrió fuera del camarote y volvió con una maleta en las manos. Al parecer fue a la habitación contigua por algo más de ropa. Estuve allí viendo un poco de televisión, ella salió con una toalla enredada en su cuerpo y luego me habló.
– Oye –dijo sonrojada. Yo la miré y me sonrojé.
– ¿Puedes despertar a Santana en lo que me arreglo?
– Claro –dije acercándome a la habitación. Ella fue directo al baño y yo me senté en la cama.
Santana se veía tan linda allí. Tan calmada y al parecer tenía una sonrisa en los labios. Despertarla arruinaría el rastro de felicidad que ahora cruzaba por sus bellas facciones. Me le quedé mirando un rato más y luego sentí que se movía. Abrió los ojos lentamente y me vio allí sentada a su lado.
– ¿Qué haces dentro de mi habitación? –preguntó adormilada. Como dije arruinó la felicidad que cruzaba por su rostro.
– Espero a tu hermana –le dije.
– No le dijiste nada de que desayunaríamos juntas, ¿verdad?
– Lo olvidé –dijo enderezándose
– ¿Le comentaste a Britt del desayuno? – ¿Britt? ESTO ES UNA BUENA SEÑAL
– ¿Britt? – Pregunte conteniendo la emoción.
–Sí, me dijo que a las once como pediste –me recosté a su lado más relajada. Ella entrecerró los ojos.
– ¿Estás cómoda? –preguntó yo asentí.
– ¿mi hermana?
– Cambiándose, me dijo que te despertara –le informé. Ella observó el reloj y luego se fue directo al baño.
Estaba aún recostada cuando escuché un celular timbrar. Al parecer era la voz de una chica cantando. Tenía una gran voz. Tomé el celular y decía: “Mensaje nuevo de Sam”. Vaya… era el chico con quien Santana era feliz, perfecto, ¿que falta?, acaso son novios o algo, no me gustaba para nada la idea de que ella quería jugar con Brittany teniendo pareja. Me pregunto qué le dirá ahorita. Me intrigaba abrirlo pero sabía que estaría mal leerlo.
– ¿Me pasas el celular?, es de Santana, está en la cama –pidió Rachel.
– ¿Quién es? –escuché decir desde dentro del baño.
– ¡Sam! –grité y se escucharon unos cuantos cuchicheos en el baño. Luego de medio segundo. Del baño salió Rachel con una blusa morada y con estampado en negro. Su López estaba ondulado como siempre y suelto. Traía un short de mezclilla negro y unos Converse morados. Se veía realmente bien.
– ¡Qué bonita te ves! –le dije y sonreí. Ella se sonrojó y se acercó a mí.
– Gracias, Quinn. Tú también vienes muy Bien. –exclamó.
Escucharla decir eso me hizo sentir extraña, sentí la necesidad de abrazarla. Me puse de pie y me acerqué a ella. Rachel sonrió y también se acercó a mí.
– No nos saludamos cuando llegué –le dije.
– No –dijo ella.
– Un buen saludo nunca debe de faltar.
– Cierto –dije aún más cerca de ella.
– Rachel tengo… algo que decirte.
– ¿Puede esperar? –preguntó.
– Yo… –ella estaba lo suficientemente cerca de mí. La abracé y nuestros rostros estaban frente a frente. Suspiré pues ella olía delicioso. La miré y sus ojos anhelantes estaban observando mis labios. Mi corazón latía rápidamente.
– No puede esperar –le dije. Ella sonrió.
– Te conocí hace dos días en un elevador. Desde entonces no puedo quitar mi mirada de tus hermosos ojos –ella se sonrojó.
– No me considero una persona romántica, pero puedo ser tu “romeo” – ella rio.
– Si tan solo tú me lo pidieras. No me sé muchos poemas, pero puedo cantarte algunas canciones. No soy una bufona pero prometo sacar una sonrisa de tus labios cada que sea posible –ella sonrió.
– No soy un chica perfecta… pero puedo pretender serlo, no sé si te gusto, pero creo que sabes que a mí me gustan las chicas, diablos, Ni siquiera te conozco bien… con trabajo recuerdo que tu apellido es López. Lo que quiero decir es que… me enamoré rápido de ti, de tu figura, de tus ojos, de tus sonrisas, de tus chistes, de tu voz, de tu cabello, de tu piel, de tus labios. Tal vez soy una tonta por enamorarme de una persona que realmente no conozco. Es cierto soy muy enamoradiza, pero eso me trajo a ti. Quisiera que me dieras la oportunidad de conocerte bien, de salir por lo menos este mes contigo, y te prometo que si me das esa oportunidad estaré para ti en todo momento, y estoy dispuesta a hablar con tu padre sobre esto.
– Si te dijera todo lo que me gusta de ti, tendría que escribir un libro –dijo ella. Yo sonre.
– Quinn, esperaba tanto que me dijeras que me querías conocer como algo más que una amiga. Soy un año mayor que tú y me considero realmente apenada pues no quería aprovecharme de tu castidad, pero me alegra demasiado saber que tú también sientes esto por mí.
– Me alegra mucho escuchar eso –le dije y la besé. Sentí su delicioso sabor a cereza. Su piel era tan suave y tersa.
Narra Santana
Al salir del baño noté cómo Quinn y mi hermana se besaban. Pero me quedé leyendo el mensaje.
“Ja y el día que te conozca tendrás el cabello afro y los dedos quemados y no tendrás cejas” –no pude evitar soltar una carcajada.
Esta chica hacía que mis más oscuros pensamientos salieran a flote rápidamente. Quinn y Rachel se separaron y ella se acercó a mí.
– Yo… eh… –yo puse un dedo sobre sus labios para que callara. Le sonreí.
– Rachel, tienes 22 años, estás grandecita para salir con quien tú quieras. No necesitas permiso de nadie y menos el mío, y créeme que no me importa si sales con una chica.
Quizás hasta termine con una yo también pensé.
– Tienes todo mi apoyo, eres mi hermana y te amo. –Ella sonrió y me abrazo, Cuando nos separamos tomé un short y una blusa larga color azul marino.
– Ahora salgan del cuarto tengo que cambiarme ya… la odiosa asesina de cámaras no tarda en llegar.
– ¿Sales con Brittany? –Preguntó mi hermana con la boca abierta
– Cierra tu boca y no, solo la invité a desayunar porque me enseñarán los acordes de una canción ella y Mercedes –dije empujándola más.
– Quinn tú espera.
Mi hermana salió y Quinn se me quedó viendo.
– Ten mucho cuidado ella es una linda chica y no me gustaría que termine lastimada, no se lo merece –le advertí y le sonreí. Fue una sonrisa sincera. Ella me abrazó y luego respondió.
– Tranquila, no la lastimaré, lo prometo.
– Hecho, ahora sal de aquí –dije empujándola.
“No juegues con eso, el día que me queme será tu culpa. No te creas, sabes que no pasará eso. Suerte con tu cita, iré a desayunar luego hablamos”
Salí del camarote y dejé una nota en la puerta diciendo: “Brittany estoy al lado” Mi hermano no estaba. El que estaba era mi padre viendo el televisor. Me acerqué a él y lo abracé, me senté a su lado y puse mi cabeza en sus piernas.
– ¿Qué quieres? –preguntó mi padre.
– ¿De qué hablas? –pregunté confundida. Él entrecerró los ojos y luego miró la televisión de nuevo.
– Nunca llegas así tan cariñosa a menos que quieras algo a cambio –dijo acariciando mi mejilla.
– No quiero nada –dije honestamente y en mi tono natural.
– Simplemente amanecí de buenas.
– ¿Por qué ese cambio? –preguntó de nuevo. Sus preguntas comenzaban a alterarme.
– No arruines el momento papá. Simplemente me siento feliz de haber despertado con gusto y con ganas de tocar guitarra y de abrazarte. No preguntes más –dije exasperada.
– ¿Dónde está Jake?
– Con la tal Vero, al parecer le pegó duro el amor.
– Ah –dije pensando en Rachel y Quinn.
Tocaron a la puerta. Estaba por pararme cuando mi padre me detuvo. Me miró con una sonrisa en los labios.
– ¿Qué? –dije con media sonrisa.
– Extrañaba a mi pequeña Tana –me abrazó. Yo sonreí. Volvieron a tocar.
– ¿Quién? –pregunté aún en los brazos de mi padre.
– ¡Brittany! –dijo ella desde fuera.
– ¿Quién? –pregunté de nuevo.
– La… odiosa asesina de cámaras –dijo, cuando la escuché, reí y mi padre me susurró.
– Eres cruel con ella. Por favor, pórtate bien –dijo y me dio mi celular pues estaba en el sillón. Me levanté y abrí la puerta.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola!!
Bueno al parecer Quinn y Rach van mas rapido q Brittana :3
Para cuando el beso brittana...?no puedo esperar mas u.u
Saludos
Bueno al parecer Quinn y Rach van mas rapido q Brittana :3
Para cuando el beso brittana...?no puedo esperar mas u.u
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Jajajaj...hasta que aceptó su.sobrenombre xD
Hasta su padre le.dice que no sea mala... le precede su trayectoria...
Que tiernas las faberry...
Espero que Quinn no se vaya de boca y produzca enredos...
Saludos*
Hasta su padre le.dice que no sea mala... le precede su trayectoria...
Que tiernas las faberry...
Espero que Quinn no se vaya de boca y produzca enredos...
Saludos*
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
yo tambien espero lo mismo, que quinn no se vaya de la lengua y enrede las cosas, las brittana estan lentas!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola!!!!! discúlpenme que no pueda responder sus comentarios ando de pasada solo a dejarle el nuevo cap, gracias por leer mi fic y por sus comentarios =)
Narra Santana
Allí frente a mí con una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas, se encontraba “La asesina de cámaras”, traía una camisa blanca en cuello V acompañada con una chaqueta de cuero, con unos jeans negros ajustados y sus tenis. Sus hermosos ojos azules brillaban, la verdad me deslumbro.
– Buen día –me dijo y se acercó para besarme en la mejilla, yo me retiré un poco y entré al camarote para tratar de quitarme lo rojo de las mejillas. Entré al cuarto y luego puse mi mano en la frente, me arrepentí de haberme zafado de ese beso que… en un momento deseaba. Suspiré y luego salí con una extraña sonrisa en la boca.
– Sí, iremos a desayunar y luego estaremos en la cubierta. Mercedes y yo le enseñaremos algunas canciones –le dijo Brittany a mi padre.
– ¿Nos vamos? –pregunté y ella asintió.
– Hasta luego señor López –dijo Britt y mi papá le regalo una sonrisa respondiéndole “Chao Futura”.
Pero luego cayo arrepintiéndose por completo, lo mire un poco confundida pero el solo se paro y se fue a su habitación mire un poco apenada a Brittany por el acto de Carlos así que solo le indique la salida y partimos.
Caminamos lentamente y al pasar por mi camarote entré corriendo y saqué el estuche de mi guitarra. Salí apurada y al salir de mi camarote, ella dio vuelta a la izquierda.
– ¿A dónde vamos? El elevador está por allá –dije señalándolo.
Ella sonrió y siguió caminando, no pude evitar seguirla. Cuando llegamos a la puerta, metió su llave y al entrar noté que había una mesita con mucho pan y además jugo de naranja, mi desayuno preferido siempre habían sido los hot–cakes con plátano y fresas con miel. Allí había todo para prepararlos. Lucían deliciosamente ricos. Sonreí y luego la miré.
– Brittany –mencioné sorprendida.
Puse mi guitarra en el suelo y ella estaba observándome. Me acerqué a ella y no pude evitar abrazarla. La quería abrazar. Rodeé su cuello con mis brazos y ella mi cintura con los suyos.
– Gracias, en verdad te esfuerzas por agradarme y lo estás logrando. Aunque no necesitabas prepararme mi desayuno favorito para eso.
– No lo hice por agradarte, lo hice porque quería hacerlo. Ni siquiera sabía que era tu desayuno favorito –dijo dándome un beso en el hombro. Sonreí apenada. La apreté más hacia mí.
– Ven –dije y le puse las manos en sus mejillas, ella me miró un poco alarmada y luego me acerqué a ella. Conforme la distancia se iba cortando ella más abría los ojos y sus labios temblaban. Le di un pequeño y tierno beso en la punta de la nariz y rió.
– ¿Esperabas algo más? –pregunté aún cerca de ella.
Sonrojada a más no poder, ella agachó la mirada. La solté y me acerqué a mi silla. Ella se sentó frente a mí y comencé a preparar mi desayuno. No decíamos nada simplemente comíamos. La miré comer y era bastante tierna, parecía una loba bebe hambrienta. Incluso le di algunos de mis hot–cakes, pues ella ya se había terminado los suyos.
– Brittany, dime qué más te gusta hacer a parte de estar en la banda… –dije curiosa. Ella sonrió y alzó las cejas, me sonrojé –además de eso también –dije tomando un poco de jugo.
– Pues solía jugar Softball, En algunas veces cuando veo a mis amigas solemos ir al campo y practicar como en los viejos tiempos, estar con la familia… y un poco de todo. Hacer mis propias mezclas y así…
– Vaya –dije sorprendida.
– ¿A ti que te gusta hacer? –preguntó.
– Pues, suelo tomar muchas fotografías y… tocar guitarra, dibujar, bailar, me gusta mucho bailar aunque no lo haga muy bien–ella rió.
– En serio, no soy muy buena, pero adoro hacerlo.
– ¿De qué tipo de música bailas? –preguntó.
– Salsa, Merengue..Cualquier cosa supongo –dije encogiéndome de hombros.
– ¿Santana, la ruda, baila eso? –Dijo bastante sorprendida
– Tengo mis ratos en los que me sorprendo de mi misma –le sonreí y ella también lo hizo.
– ¿Tú bailas? –pregunté interesada.
– Sí, pero música con ritmo un poco más acelerado. Algo electrónico y así… –dijo comiendo más de mi comida. Partí de mi hot–cake y le di un poco con mi tenedor. Ella entrecerró los ojos y luego abrió la boca, le di y ella gustosa rió, me dio mucho gusto ver esa sonrisa pues por extraño que parezca se encogieron sus ojos.
– Siempre quise hacer eso –dije… Cuando terminó de masticar me respondió.
– ¿Qué cosa? –dijo limpiándose la miel que tenía en los labios.
– Darle de comer a alguien en la boca –dije riendo. Ella entrecerró los ojos.
– ¿Qué tiene de interesante?, ¿nunca le diste a un bebé? –preguntó.
– No… de eso se encargaba mi madre –dije comiendo un bocado.
– Por cierto, no la he visto, ¿se quedó en casa? –dijo inocentemente.
Yo tardé mucho en responder, me era difícil hablar de ella. Ella era la única que me entendía y no me regañaba cuando no me lo merecía, la única que le explicaba a mi padre cómo decirme las cosas, la única que me apoyó cuando no quise estudiar Biología Marina. Había tenido una muerte ridícula.
– No… –traté de disipar el nudo de mi garganta.
– Ella falleció hace dos años.
Sentí como su mano tocaba la mía. Una pequeña lágrima recorrió mi mejilla. Me sorprendí del hecho de querer llorar, tenía muchas ganas de gritar y decir que la extrañaba. Cuando murió, yo había sido la fuerte, mi padre se derrumbó, mi hermano lloró mucho por ella y mi hermana duró mucho tiempo encerrada en su cuarto llorando. Yo tenía que preparar la comida, yo tenía que asear la casa, por eso quiero pensar que me hice un poco más antipática, me hacía falta mi madre. Como me comencé a sentir terriblemente triste me levanté de la silla y caminé hacia el baño.
Estuve llorando y luego de tratar de limpiar mis ojos y de preguntarme por qué hasta hoy estaba llorando. Se escuchó un leve toque en la puerta del baño.
– ¿San me oyes? ¿Estás bien?
– Sí –dije limpiando mis lágrimas. Se escuchó cómo se abría la puerta del baño y ella entró lentamente. La miré pasar y me senté en la tina que allí estaba. Se acercó a mí y apoyó una rodilla en el suelo. Tomó mis manos y las besó. No pude evitar derramar otra lágrima, ella se paró y le dio un beso a esa lágrima. Me abrazó y yo comencé a empapar su camisa con mis lágrimas.
– Lo siento, no quise recordártela –dijo acariciando mi cabello. Yo lloraba… no le podía decir nada porque los sollozos no me dejaban hablar. Ella me dio un beso en la frente y siguió acariciándome.
– Se cayó –dije tratando de evitar los sollozos.
– Ella se duchaba y resbaló, se golpeó en la cabeza.
– Lo siento mucho –dijo y se sentó junto a mí. La miré y recargué mi cabeza en su hombro.
– No lloré su muerte hasta hoy – ella entrecerró los ojos.
– ¿No puedo saber por qué?
– ¿Te gustaría que cambiemos el tema? –me preguntó.
– No, en realidad quisiera hablar de ella. Nunca lo hago.
– De acuerdo –dijo Brittany con seriedad. Nos levantamos de la tina y salimos a su salita. Me senté y ella estaba atenta frente a mí.
– Hace dos años, ella se duchaba y… siempre se la pasaba cantando en el baño. De repente, ya no la escuchamos. Iba yo pasando por fuera de su puerta cuando me resbalé con un poco de agua, observé el agua y traía también un poco de sangre, entré para verla y… había sangre en el suelo y en la esquina de la tina. Se había roto el cuello.
– Es terrible –dijo con cara de asco y miedo.
– Sí. Luego, corrí para traer a mi padre y así fue cuando la ambulancia nos dijo que… murió al instante del golpe. No se pudo hacer nada.
– Lo lamento tanto –dijo. Yo torcí la boca y miré hacia el suelo.
– La extraño tanto, yo fui quien tuvo que sacar a la familia del hoyo. Yo fui quien ayudó a mi padre a superarlo, yo tuve que madurar más rápido que todos, yo saqué esa casa a flote… por eso, cuando todos por fin reaccionaron y decidieron que era suficiente de llorarle y seguir adelante, quise recuperar esa inmadurez, será que por eso…
– ¿Eres testaruda y caprichosa con tu padre y te portas como una niña pequeña? –dijo mirándome a los ojos.
– Sí –dije agachando la cabeza.
– Entonces, en alguna parte de ti, hay una chica adorable, que se preocupa primero por los demás y al final por ella… es algo valiente de tu parte sacrificarte por tu familia, yo no sé si podría con una carga así.
– Suena demasiado lindo lo que dices, pero no sé si sea del todo cierto –tomé mi guitarra y la miré expectante. Ella al parecer entendió que ya no quería hablar de eso y fue por Mercedes.
Estuvimos allí tocando sus canciones y aprendí 8 de la banda. Era rápida copiando, ella estaba tan encantada con que yo aprendiera sus canciones que por un momento me pidió que también cantara.
– Vamos, prometo que si cantas mal no le diré a nadie –dijo cuando Mercedes ya se había ido.
– Es que no me gusta cantar –dije frunciendo el ceño.
– ¿Por favor? –pidió, sus ojos azules hacían que yo me quebrara terriblemente. No pude más y después de un gran suspiro acepté.
Comencé a tocar los acordes de una canción bastante conocida por mí.
“I though i told you, he’ll be home soon. Couldn’t help myself you’re too good to be true! I fall short each time, everytime he ain’t here you and your charm creep closer, closer in here.
Like a fool for fire i fall, with my pride and all, like a bomb before explosion ticking by your call, you’re the wiser one, disguized from greed, and i’m just a child who longs on her knees.
But i found a boy who i love more than i ever did you before –canté todo con los ojos cerrados, no podía verlo mientras cantaba, me daba pena–, so stand beside the river i cried and let yourself down! Look how you want me know that i don’t need you!
I ain’t yours for no taking you must be mistaken, i could never look into your eyes, and settle for wrong and ignore the right. Well i found a boy who loves me more than you every did before, so stand beside the river you cried and let yourself down… Look how you want me now that i don’t need you”
Tenía los ojos cerrados fuertemente. No aguantaba, sentía cómo mis mejillas ardían, de hecho nunca en la vida había cantado en voz alta, no me gustaba sentía que hacía un completo ridículo.
– Ya abre los ojos –me dijo Brittany. Los abrí y ella tenía una sonrisa en su rostro.
– Cantas horrible, –dijo apretando su sonrisa, yo agaché la cabeza decepcionada.
– No, la verdad tienes una voz asombrosa –me dijo. Cuando la escuché no pude evitar preguntar.
– ¿En serio? –dije incrédula.
– Sí, de verdad la tienes –dijo Aun mas sonriente.
– Es una gran canción, la cantas con mucho sentimiento, ¿experiencia personal?
– Sí, un idiota… que… creo que aún amo a pesar de todo lo que nos ha pasado –dije desviando la mirada.
– Todos llegamos a amar a algún o alguna idiota, no te preocupes –dijo dándome un pequeño golpe en mi barbilla.
– Es que no logro entender, por qué lo sigo perdonando. Porque no puedo decirle que “basta” que ya no quiero seguir siendo su juguete. Siento que si lo viera, aún lo perdonaría y correría a sus brazos. ¡Qué locura! –dije un tanto desesperada.
– Sí –dijo mordiendo sus labios.
– Yo no soy la indicada para decirte si estás haciendo mal. Yo no tengo novia pero la tuve y terminamos hace poco. Digamos que no fue bastante sincera conmigo y… terminó engañándome. Fue… doloroso –dijo ella agachando la mirada.
– No vale la pena estar pensando en ellos –dije tratando de animarla. Aunque yo me sentía igua.
l– Te aseguro que ellos ni en su mundo nos tienen.
– Cierto –dijo riendo de nuevo.
– Oye… espero que no te moleste pero… tengo algo para ti.
– ¿Para mí? –pregunté incrédula.
– Solo… es algo que te quiero dar –me dijo. Se levantó del pequeño sillón y fue a su cuarto, sacó una caja blanca y caminó hacia mí. La puso sobre mi regazo y se sentó en frente.
– De acuerdo, ¿qué es? –pregunté sin tocar la caja.
– Ábrelo y lo sabrás –dijo ella con una mirada despistada.
– Bueno… –toqué la tapa y la abrí, dentro había una cámara igual a la que yo había tirado por la borda. También venían unos lentes especiales que yo no había podido comprar aún. Ese regalo era lo mejor que alguien me pudo haber dado en mi vida. Hasta ahora.
Saqué la cámara con una sonrisa enorme en la cara y luego la miré. Su sonrisa era tan sincera y bella. Me encantaba que fuera tan detallista conmigo. Llevaba tres días de conocerla y me había hecho la chica más feliz del barco.
– Brittany, Brittany, ¡Britt!, ¿qué es lo que has hecho? –dije colgándomela en el cuello.
– Digamos que el chico de la exhibición era fan de nosotros y… pues le entregué unos de mis jeans, unos tacones de Marley, una guitarra de Mercedes, y otras cosas que no te contaré a cambio de esa cámara.
– ¿Cambiaste todo eso por una cámara para mí? –dije con la voz entrecortada, no podía creer semejante sacrificio que había hecho solo por un regalo para mí.
– Sí, no fue nada. De hecho la guitarra estaba descompuesta y no tenía remedio, así que… era más por un autógrafo nuestro. Aunque… –dijo simulando llorar, ella era totalmente adorable y hermosa.
– Mercedes amaba esa guitarra así como tú amabas tu cámara. Yo también amaba mi disco autografiado.
– Britt yo… –dije quitándome la cámara. La puse en la caja y la cerré.
– Muchas gracias. De verdad, que aprecio lo que hiciste.
– No fue nada –dijo ella y sonrió. Me levanté me colgué el estuche de mi guitarra y tomé la caja con ambas manos.
– Me tengo que ir… –dije mirando un pequeño reloj que estaba en la mesita de centro.
– Mi padre seguro se preguntará en dónde estoy.
– De acuerdo –dijo metiendo sus manos en la chaqueta. Caminé hacia la puerta y ella se adelanto y la abrió. Salí caminando con el corazón acelerado. Toqué la puerta del camarote de mi padre.
– Hola –dije sonriente.
– Hola, ¿y esa caja? –preguntó confundido. Cerró la puerta puse la caja en la mesita, me quité el estuche de la guitarra y la puse en el sillón.
– ¡Brittany me dio una cámara idéntica o incluso mejor a la que tenía yo! –Grité tan fuerte que mi padre se tapó los oídos con las manos.
– ¡Ah! –grité emocionada y brincando.
– ¡La amo, te juro que hoy la amo! –dije gritando aún. Mi padre estaba riendo y yo seguía brincando emocionada.
– ¿Se lo agradeciste?, debo admitir que ya lo sabía. –preguntó mi papá.
– Claro –dije aún sonriente.
– Aunque ni la abracé ni nada, voy a abrazarla, y no se a que te refieres pero lo hablaremos luego, no dañaras mi inmensa felicidad con tus extrañas suposiciones–dije emocionada caminando hacia la puerta.
Cuando me acerqué a ella, se abrió. Mi hermana entró con una sonrisita en la cara y Quinn venía tras de ella agarrando su mano. Me acerqué a ella y la abracé, Quinn se sorprendió pero me correspondió el abrazo.
– Amo a Brittany –le dije y le di un beso en la frente. Ella me miró totalmente confundida y salí del camarote.
– Y ¿a ésta qué le habrá picado? –alcancé a escuchar a Quinn, Corrí hacia el camarote de Brittany y no toqué, abrí la puerta para sorprenderla y me encontré con una imagen totalmente extraña.
Capítulo 10
Narra Santana
Allí frente a mí con una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas, se encontraba “La asesina de cámaras”, traía una camisa blanca en cuello V acompañada con una chaqueta de cuero, con unos jeans negros ajustados y sus tenis. Sus hermosos ojos azules brillaban, la verdad me deslumbro.
– Buen día –me dijo y se acercó para besarme en la mejilla, yo me retiré un poco y entré al camarote para tratar de quitarme lo rojo de las mejillas. Entré al cuarto y luego puse mi mano en la frente, me arrepentí de haberme zafado de ese beso que… en un momento deseaba. Suspiré y luego salí con una extraña sonrisa en la boca.
– Sí, iremos a desayunar y luego estaremos en la cubierta. Mercedes y yo le enseñaremos algunas canciones –le dijo Brittany a mi padre.
– ¿Nos vamos? –pregunté y ella asintió.
– Hasta luego señor López –dijo Britt y mi papá le regalo una sonrisa respondiéndole “Chao Futura”.
Pero luego cayo arrepintiéndose por completo, lo mire un poco confundida pero el solo se paro y se fue a su habitación mire un poco apenada a Brittany por el acto de Carlos así que solo le indique la salida y partimos.
Caminamos lentamente y al pasar por mi camarote entré corriendo y saqué el estuche de mi guitarra. Salí apurada y al salir de mi camarote, ella dio vuelta a la izquierda.
– ¿A dónde vamos? El elevador está por allá –dije señalándolo.
Ella sonrió y siguió caminando, no pude evitar seguirla. Cuando llegamos a la puerta, metió su llave y al entrar noté que había una mesita con mucho pan y además jugo de naranja, mi desayuno preferido siempre habían sido los hot–cakes con plátano y fresas con miel. Allí había todo para prepararlos. Lucían deliciosamente ricos. Sonreí y luego la miré.
– Brittany –mencioné sorprendida.
Puse mi guitarra en el suelo y ella estaba observándome. Me acerqué a ella y no pude evitar abrazarla. La quería abrazar. Rodeé su cuello con mis brazos y ella mi cintura con los suyos.
– Gracias, en verdad te esfuerzas por agradarme y lo estás logrando. Aunque no necesitabas prepararme mi desayuno favorito para eso.
– No lo hice por agradarte, lo hice porque quería hacerlo. Ni siquiera sabía que era tu desayuno favorito –dijo dándome un beso en el hombro. Sonreí apenada. La apreté más hacia mí.
– Ven –dije y le puse las manos en sus mejillas, ella me miró un poco alarmada y luego me acerqué a ella. Conforme la distancia se iba cortando ella más abría los ojos y sus labios temblaban. Le di un pequeño y tierno beso en la punta de la nariz y rió.
– ¿Esperabas algo más? –pregunté aún cerca de ella.
Sonrojada a más no poder, ella agachó la mirada. La solté y me acerqué a mi silla. Ella se sentó frente a mí y comencé a preparar mi desayuno. No decíamos nada simplemente comíamos. La miré comer y era bastante tierna, parecía una loba bebe hambrienta. Incluso le di algunos de mis hot–cakes, pues ella ya se había terminado los suyos.
– Brittany, dime qué más te gusta hacer a parte de estar en la banda… –dije curiosa. Ella sonrió y alzó las cejas, me sonrojé –además de eso también –dije tomando un poco de jugo.
– Pues solía jugar Softball, En algunas veces cuando veo a mis amigas solemos ir al campo y practicar como en los viejos tiempos, estar con la familia… y un poco de todo. Hacer mis propias mezclas y así…
– Vaya –dije sorprendida.
– ¿A ti que te gusta hacer? –preguntó.
– Pues, suelo tomar muchas fotografías y… tocar guitarra, dibujar, bailar, me gusta mucho bailar aunque no lo haga muy bien–ella rió.
– En serio, no soy muy buena, pero adoro hacerlo.
– ¿De qué tipo de música bailas? –preguntó.
– Salsa, Merengue..Cualquier cosa supongo –dije encogiéndome de hombros.
– ¿Santana, la ruda, baila eso? –Dijo bastante sorprendida
– Tengo mis ratos en los que me sorprendo de mi misma –le sonreí y ella también lo hizo.
– ¿Tú bailas? –pregunté interesada.
– Sí, pero música con ritmo un poco más acelerado. Algo electrónico y así… –dijo comiendo más de mi comida. Partí de mi hot–cake y le di un poco con mi tenedor. Ella entrecerró los ojos y luego abrió la boca, le di y ella gustosa rió, me dio mucho gusto ver esa sonrisa pues por extraño que parezca se encogieron sus ojos.
– Siempre quise hacer eso –dije… Cuando terminó de masticar me respondió.
– ¿Qué cosa? –dijo limpiándose la miel que tenía en los labios.
– Darle de comer a alguien en la boca –dije riendo. Ella entrecerró los ojos.
– ¿Qué tiene de interesante?, ¿nunca le diste a un bebé? –preguntó.
– No… de eso se encargaba mi madre –dije comiendo un bocado.
– Por cierto, no la he visto, ¿se quedó en casa? –dijo inocentemente.
Yo tardé mucho en responder, me era difícil hablar de ella. Ella era la única que me entendía y no me regañaba cuando no me lo merecía, la única que le explicaba a mi padre cómo decirme las cosas, la única que me apoyó cuando no quise estudiar Biología Marina. Había tenido una muerte ridícula.
– No… –traté de disipar el nudo de mi garganta.
– Ella falleció hace dos años.
Sentí como su mano tocaba la mía. Una pequeña lágrima recorrió mi mejilla. Me sorprendí del hecho de querer llorar, tenía muchas ganas de gritar y decir que la extrañaba. Cuando murió, yo había sido la fuerte, mi padre se derrumbó, mi hermano lloró mucho por ella y mi hermana duró mucho tiempo encerrada en su cuarto llorando. Yo tenía que preparar la comida, yo tenía que asear la casa, por eso quiero pensar que me hice un poco más antipática, me hacía falta mi madre. Como me comencé a sentir terriblemente triste me levanté de la silla y caminé hacia el baño.
Estuve llorando y luego de tratar de limpiar mis ojos y de preguntarme por qué hasta hoy estaba llorando. Se escuchó un leve toque en la puerta del baño.
– ¿San me oyes? ¿Estás bien?
– Sí –dije limpiando mis lágrimas. Se escuchó cómo se abría la puerta del baño y ella entró lentamente. La miré pasar y me senté en la tina que allí estaba. Se acercó a mí y apoyó una rodilla en el suelo. Tomó mis manos y las besó. No pude evitar derramar otra lágrima, ella se paró y le dio un beso a esa lágrima. Me abrazó y yo comencé a empapar su camisa con mis lágrimas.
– Lo siento, no quise recordártela –dijo acariciando mi cabello. Yo lloraba… no le podía decir nada porque los sollozos no me dejaban hablar. Ella me dio un beso en la frente y siguió acariciándome.
– Se cayó –dije tratando de evitar los sollozos.
– Ella se duchaba y resbaló, se golpeó en la cabeza.
– Lo siento mucho –dijo y se sentó junto a mí. La miré y recargué mi cabeza en su hombro.
– No lloré su muerte hasta hoy – ella entrecerró los ojos.
– ¿No puedo saber por qué?
– ¿Te gustaría que cambiemos el tema? –me preguntó.
– No, en realidad quisiera hablar de ella. Nunca lo hago.
– De acuerdo –dijo Brittany con seriedad. Nos levantamos de la tina y salimos a su salita. Me senté y ella estaba atenta frente a mí.
– Hace dos años, ella se duchaba y… siempre se la pasaba cantando en el baño. De repente, ya no la escuchamos. Iba yo pasando por fuera de su puerta cuando me resbalé con un poco de agua, observé el agua y traía también un poco de sangre, entré para verla y… había sangre en el suelo y en la esquina de la tina. Se había roto el cuello.
– Es terrible –dijo con cara de asco y miedo.
– Sí. Luego, corrí para traer a mi padre y así fue cuando la ambulancia nos dijo que… murió al instante del golpe. No se pudo hacer nada.
– Lo lamento tanto –dijo. Yo torcí la boca y miré hacia el suelo.
– La extraño tanto, yo fui quien tuvo que sacar a la familia del hoyo. Yo fui quien ayudó a mi padre a superarlo, yo tuve que madurar más rápido que todos, yo saqué esa casa a flote… por eso, cuando todos por fin reaccionaron y decidieron que era suficiente de llorarle y seguir adelante, quise recuperar esa inmadurez, será que por eso…
– ¿Eres testaruda y caprichosa con tu padre y te portas como una niña pequeña? –dijo mirándome a los ojos.
– Sí –dije agachando la cabeza.
– Entonces, en alguna parte de ti, hay una chica adorable, que se preocupa primero por los demás y al final por ella… es algo valiente de tu parte sacrificarte por tu familia, yo no sé si podría con una carga así.
– Suena demasiado lindo lo que dices, pero no sé si sea del todo cierto –tomé mi guitarra y la miré expectante. Ella al parecer entendió que ya no quería hablar de eso y fue por Mercedes.
Estuvimos allí tocando sus canciones y aprendí 8 de la banda. Era rápida copiando, ella estaba tan encantada con que yo aprendiera sus canciones que por un momento me pidió que también cantara.
– Vamos, prometo que si cantas mal no le diré a nadie –dijo cuando Mercedes ya se había ido.
– Es que no me gusta cantar –dije frunciendo el ceño.
– ¿Por favor? –pidió, sus ojos azules hacían que yo me quebrara terriblemente. No pude más y después de un gran suspiro acepté.
Comencé a tocar los acordes de una canción bastante conocida por mí.
“I though i told you, he’ll be home soon. Couldn’t help myself you’re too good to be true! I fall short each time, everytime he ain’t here you and your charm creep closer, closer in here.
Like a fool for fire i fall, with my pride and all, like a bomb before explosion ticking by your call, you’re the wiser one, disguized from greed, and i’m just a child who longs on her knees.
But i found a boy who i love more than i ever did you before –canté todo con los ojos cerrados, no podía verlo mientras cantaba, me daba pena–, so stand beside the river i cried and let yourself down! Look how you want me know that i don’t need you!
I ain’t yours for no taking you must be mistaken, i could never look into your eyes, and settle for wrong and ignore the right. Well i found a boy who loves me more than you every did before, so stand beside the river you cried and let yourself down… Look how you want me now that i don’t need you”
Tenía los ojos cerrados fuertemente. No aguantaba, sentía cómo mis mejillas ardían, de hecho nunca en la vida había cantado en voz alta, no me gustaba sentía que hacía un completo ridículo.
– Ya abre los ojos –me dijo Brittany. Los abrí y ella tenía una sonrisa en su rostro.
– Cantas horrible, –dijo apretando su sonrisa, yo agaché la cabeza decepcionada.
– No, la verdad tienes una voz asombrosa –me dijo. Cuando la escuché no pude evitar preguntar.
– ¿En serio? –dije incrédula.
– Sí, de verdad la tienes –dijo Aun mas sonriente.
– Es una gran canción, la cantas con mucho sentimiento, ¿experiencia personal?
– Sí, un idiota… que… creo que aún amo a pesar de todo lo que nos ha pasado –dije desviando la mirada.
– Todos llegamos a amar a algún o alguna idiota, no te preocupes –dijo dándome un pequeño golpe en mi barbilla.
– Es que no logro entender, por qué lo sigo perdonando. Porque no puedo decirle que “basta” que ya no quiero seguir siendo su juguete. Siento que si lo viera, aún lo perdonaría y correría a sus brazos. ¡Qué locura! –dije un tanto desesperada.
– Sí –dijo mordiendo sus labios.
– Yo no soy la indicada para decirte si estás haciendo mal. Yo no tengo novia pero la tuve y terminamos hace poco. Digamos que no fue bastante sincera conmigo y… terminó engañándome. Fue… doloroso –dijo ella agachando la mirada.
– No vale la pena estar pensando en ellos –dije tratando de animarla. Aunque yo me sentía igua.
l– Te aseguro que ellos ni en su mundo nos tienen.
– Cierto –dijo riendo de nuevo.
– Oye… espero que no te moleste pero… tengo algo para ti.
– ¿Para mí? –pregunté incrédula.
– Solo… es algo que te quiero dar –me dijo. Se levantó del pequeño sillón y fue a su cuarto, sacó una caja blanca y caminó hacia mí. La puso sobre mi regazo y se sentó en frente.
– De acuerdo, ¿qué es? –pregunté sin tocar la caja.
– Ábrelo y lo sabrás –dijo ella con una mirada despistada.
– Bueno… –toqué la tapa y la abrí, dentro había una cámara igual a la que yo había tirado por la borda. También venían unos lentes especiales que yo no había podido comprar aún. Ese regalo era lo mejor que alguien me pudo haber dado en mi vida. Hasta ahora.
Saqué la cámara con una sonrisa enorme en la cara y luego la miré. Su sonrisa era tan sincera y bella. Me encantaba que fuera tan detallista conmigo. Llevaba tres días de conocerla y me había hecho la chica más feliz del barco.
– Brittany, Brittany, ¡Britt!, ¿qué es lo que has hecho? –dije colgándomela en el cuello.
– Digamos que el chico de la exhibición era fan de nosotros y… pues le entregué unos de mis jeans, unos tacones de Marley, una guitarra de Mercedes, y otras cosas que no te contaré a cambio de esa cámara.
– ¿Cambiaste todo eso por una cámara para mí? –dije con la voz entrecortada, no podía creer semejante sacrificio que había hecho solo por un regalo para mí.
– Sí, no fue nada. De hecho la guitarra estaba descompuesta y no tenía remedio, así que… era más por un autógrafo nuestro. Aunque… –dijo simulando llorar, ella era totalmente adorable y hermosa.
– Mercedes amaba esa guitarra así como tú amabas tu cámara. Yo también amaba mi disco autografiado.
– Britt yo… –dije quitándome la cámara. La puse en la caja y la cerré.
– Muchas gracias. De verdad, que aprecio lo que hiciste.
– No fue nada –dijo ella y sonrió. Me levanté me colgué el estuche de mi guitarra y tomé la caja con ambas manos.
– Me tengo que ir… –dije mirando un pequeño reloj que estaba en la mesita de centro.
– Mi padre seguro se preguntará en dónde estoy.
– De acuerdo –dijo metiendo sus manos en la chaqueta. Caminé hacia la puerta y ella se adelanto y la abrió. Salí caminando con el corazón acelerado. Toqué la puerta del camarote de mi padre.
– Hola –dije sonriente.
– Hola, ¿y esa caja? –preguntó confundido. Cerró la puerta puse la caja en la mesita, me quité el estuche de la guitarra y la puse en el sillón.
– ¡Brittany me dio una cámara idéntica o incluso mejor a la que tenía yo! –Grité tan fuerte que mi padre se tapó los oídos con las manos.
– ¡Ah! –grité emocionada y brincando.
– ¡La amo, te juro que hoy la amo! –dije gritando aún. Mi padre estaba riendo y yo seguía brincando emocionada.
– ¿Se lo agradeciste?, debo admitir que ya lo sabía. –preguntó mi papá.
– Claro –dije aún sonriente.
– Aunque ni la abracé ni nada, voy a abrazarla, y no se a que te refieres pero lo hablaremos luego, no dañaras mi inmensa felicidad con tus extrañas suposiciones–dije emocionada caminando hacia la puerta.
Cuando me acerqué a ella, se abrió. Mi hermana entró con una sonrisita en la cara y Quinn venía tras de ella agarrando su mano. Me acerqué a ella y la abracé, Quinn se sorprendió pero me correspondió el abrazo.
– Amo a Brittany –le dije y le di un beso en la frente. Ella me miró totalmente confundida y salí del camarote.
– Y ¿a ésta qué le habrá picado? –alcancé a escuchar a Quinn, Corrí hacia el camarote de Brittany y no toqué, abrí la puerta para sorprenderla y me encontré con una imagen totalmente extraña.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaaa!!no podes dejarlo ahi!!
Me encanta como es Britt y todo lo q hace x San..
Espero q avancen rapido las cosas entre las chicas !
Saludos
Me encanta como es Britt y todo lo q hace x San..
Espero q avancen rapido las cosas entre las chicas !
Saludos
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Es que no puedes dejarlo ahí!!!!
Motín contra la autora!!!!
Naaah...bromita ._.
Saludilos*
Vuelve pronto!
Motín contra la autora!!!!
Naaah...bromita ._.
Saludilos*
Vuelve pronto!
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
NOOOO PORFA
ACTUALIZAAA LUEGOOOO
ACTUALIZAAA LUEGOOOO
PAUlANyH**** - Mensajes : 172
Fecha de inscripción : 17/11/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
y ahora con que se abra encontrado san al abrir esa puierta!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola...! Nueva lectora, ayer lo lei todo y me quede de wow! Me gusta mucho la historia pero ojala que cuando Santana abra la puerta no se encuentre con algo malo, apenas van empezando y se aman, no seas mala siiiii?
Y bueno me gusto mas porque estudio fotografia y bueno se cuanto llegas a querer tu camara que llegue mi Britt xD!
Saludos ojala actualizes pronto
Y bueno me gusto mas porque estudio fotografia y bueno se cuanto llegas a querer tu camara que llegue mi Britt xD!
Saludos ojala actualizes pronto
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Holaaa gracias x sus comentarios ando de pasada, de verdad discúlpenme x no respoder, gracias a mi nueva lectora me alegro que te guste :)
Les dejo un nuevo cap
Narra Santana
Una chica rubia estaba abrazándola y la besaba, ella tenía sus manos puestas en su cintura. No se besaban con pasión pero sí con cierto tipo de ternura. Estaba confundida, no habían pasado ni cinco minutos. Ella me había dicho que no tenía novia, ¿quién era esta rubia a la que ella besaba?
– Lo… siento no quise interrumpir –dije bajando la mirada. Brittany me miró y ella también. También tenía una mirada azulada y una sonrisa pícara. Cerré la puerta y caminé lentamente al cuarto. Entré y Quinn estaba riéndose con mi papá.
– ¿Qué te dijo Brittany? –preguntó Quinn con una inmensa sonrisa.
Tomé mi cámara, no le dije nada. Salí del cuarto y comencé a caminar hacia el elevador. No sabía cómo sentirme al respecto. Será que… me había sentido un poco celosa. No lo sé. Pero no dejé que eso me afectara. Cuando llegué a la cubierta, comencé a tomar fotos de cualquier cosa que pasaba frente a mí. La puesta de sol terminaba y capturé un bello momento con mi nueva cámara.
Recordé la cara que ella tenía cuando aquella chica la besó y me sentí raro. Mordí mis labios y me quedé pensando en ese momento tan incómodo que yo había vivido.
– ¿Aún tienes la costumbre de morderte los labios? –preguntó alguien a mi lado. Una voz bastante conocida. La de alguien en especial.
Narra Quinn
Mi desayuno con Rachel había sido perfecto. Desayunamos en un restaurante bonito y lujoso. A ella le sorprendieron un poco los precios pero le dije que pidiera lo que quisiera, al último ella pagó su parte. No me dejó sacar mi tarjeta.
Nos reímos de muchas cosas y también hablamos un poco de su madre. Era una pena lo que le había pasado. Ella me dijo que ya quería más a mis amigos por el simple hecho de haberse convertido en mi familia.
Después de dar unas vueltas por la cubierta y haber firmado unos cuantos autógrafos, pues hasta eso, sí había fans por aquí. Nos fuimos al camarote. Ella quería saludar a su padre.
Al entrar al camarote, Santana me abrazó.
– Amo a Brittany –dijo y me dio un beso en la frente. La miré extrañada pues eso no me lo esperaba. Rachel también se sorprendió. Salió disparada hacia la izquierda.
– Y ¿a ésta qué le habrá picado? –dije yo, confundida.
– Britt es la responsable –dijo el padre de Rach.
– Le regaló una cámara nueva y ella se puso muy contenta.
– Oh, ya veo –dije sentándome con él. Estuvimos hablando un poco sobre la banda y luego de unos minutos, entró Santana. Se veía alterada.
– ¿Qué te dijo Brittany? –pregunté sonriéndole esperando una buena noticia. Ella tomó su cámara y se fue sin decirme nada.
– Al parecer no le fue bien –dijo Rachel
– Será mejor que vaya a ver qué pasó –dije y Rachel me dio un pequeño beso en la mejilla. Me despedí del señor con la mano y luego salí trotando hacia el camarote.
Al entrar noté que Brittany estaba sentada y frente a ella estaba la tipa que hacía tanto odiaba. Kitty, su ex novia.
– ¿Qué hace ella aquí? –pregunté levantando una ceja.
– Bueno, es que supe que ustedes saldrían en este barco y… no quise perderme la oportunidad de estar con ustedes –dijo la tipa.
– Tú no eres bienvenida, decidiste irte por tu propio pie –dije molesta.
– Quinn… –comenzó Britt.
– ¿Ya olvidaste que te lastimó? –pregunté incrédula. Brittany me miró con el ceño fruncido y luego apretó la boca.
– Quinn… es mi decisión –dijo. Yo la miré molesta y me di media vuelta. No soportaba el hecho de verla aquí. Salí del camarote y me fui al piso de abajo con Marley y Ryder
Toqué a la puerta y Marley me abrió. Entré sin decirle nada y me senté al lado de Ryder en la salita.
– ¿Qué pasó? –me preguntó el. Marley se sentó a mi lado. Después de un gran suspiro y pensar si decirles o no. Les solté la verdad.
– Kitty está en el barco –ellos se me quedaron viendo fijamente.
– ¿Cómo que está aquí? –dijo Ryder molesto. El nos quería mucho y si alguien se atrevía a lastimarnos, era capaz de ir y tumbarle los dientes sin importarle que fuera una chica y más si era Kitty
– Está en el camarote con Brittany –dije parándome. Me serví un poco de café y me senté de nuevo.
– ¿Qué están haciendo? –Preguntó Marley
– No lo sé, cuando yo los vi ellas estaban hablando. No sé si ella ya le volvió a lavar el cerebro.
– Esa tipa –dijo Ryder, levantándose y caminando a la puerta.
– ¡RYDER! –gritó Marley. El se detuvo y la vio con una cara tierna y relajada.
– Solo la golpearé un poco, lo prometo, no me importa si es una chica, te juro que no la matare, nadie se enterara de esto amor. –rogó. Marley tomó su mano y se puso de puntas para darle un corto beso en los labios.
– Adoro que nos defiendas de cualquier persona, pero es decisión de Brittany si quiere volver con ella.
– Pero… es que… Marley, solo será un estirón de cabello –pidió El chico con ojos suplicantes, ella le dio otro pequeño beso y negó con la cabeza.
– Por mí, ya te tardaste –dije, masticando un pedazo de hielo.
– ¡Ves Amor, Quinn me apoya! –dijo emocionado y tocando la perilla de la puerta.
– ¡He dicho que no!, eres un chico y ella es una chica, en ese caso lo haría yo pero no lo hare –dijo Marley, más firme. Ella torció la boca y se cruzó de brazos. Luego se sentó a mi lado y puso su cabeza en mi hombro. Yo reí y luego lo abrace
– Aww, regañaron a mi bebé –dije acurrucándolo. El rió y se metió el pulgar en la boca.
– Hay no fui tan mala –dijo Marley excusándose. El la miró y luego levantó los brazos. Marley se acercó a él y se sentó sobre sus piernas. Tocaron a la puerta y fui a abrir. Eran Kurt e Blaine.
– Hola –dijeron ambos. Se sentaron también en la salita y comenzamos a platicar sobre muchas cosas.
– ¿Brittany dónde está? –preguntó Kurt.
– En el camarote –dije.
– ¿Está enferma o tiene compañía? –preguntó Kurt levantándome las cejas.
– Está acompañada –dijo Ryder.
– Oh, tal vez Santana ya calló a sus pies –dijo Blaine con una sonrisa.
– No es Tana, lo que daría por que fuera ella y no la tipa esa –dije yo un tanto molesta.
– ¿Qué tipa? –preguntó Kurt nervioso.
– Kitty está aquí con ella –dijo Marley preocupada.
– ¿Qué hace Kitty en el barco? Se supone que se había quedado en Londres –dijo Blaine
– Nadie sabe cómo entró aquí –dije molesta.
Al cabo de un rato mejor cambiamos de tema. No me sentía muy a gusto con la idea de que Brittany volviera con esa cualquiera, pero es cierto. Era su decisión. Kurt, Marley, Mercedes y yo salimos a la cubierta, necesitábamos respirar un poco.
Caminamos hacia la proa y allí se encontraba Santana, estaba acompañada de un chico de despeinada y rubia cabellera. La piel blanca se parecía un poco a Tom Fletcher. Ella lo miraba con el ceño fruncido, le prestaba demasiada atención. Él levantaba los brazos como si se estuviera explicando o algo.
– ¿Qué estará pasando allí? Santana parece preocupada –dijo Kurt mirándola fijamente.
– Tal vez esté en problemas –dijo Mercedes
– ¿Vamos a preguntar? –murmuró Marley. Asentimos y nos acercamos a ella. Ella me miró y relajó un poco la cara. Levanté las cejas y ella negó con la cabeza. Algo no andaba bien.
– Hola –dijimos todas una vez que llegamos.
– Hola –dijo Tana, el chico tenía los ojos café claro, dándole al verde. Nos miró a las tres de arriba a abajo Hasta que llego Ryder con un aspecto totalmente masculino y de chico malo y se puso al lado de Marley, Nosotras no desviamos la mirada también lo observamos, usaba una chaqueta negra de cuero y una camisa en cuello V negra también. Unos jeans desgastados de la rodilla y unos Vans aterrados.
– Que tal soy Marley y ellos –dijo señalándonos– son Quinn, Kurt y Mercedes, y este de aquí es mi Novio Ryder.
– Quinn es un nombre absolutamente común –dijo el tipo. Yo entrecerré los ojos.
– Es lindo, cállate –le ordenó Santana, yo sonreí. Ella me defendía a capa y espada.
– Soy Sam –dijo. Yo inmediatamente recordé el chico de los mensajes. Él no podía ser el lindo con el cual Santana hablaba, él no podía ser quien se robaba las sonrisas sinceras de ella. Él no podría iluminar un foco ni aunque tuviera la mano en el switch. Miré a Santana y ella se puso roja como un tomate.
– Su novio –terminó.
– ¿Su qué? –dije yo. Fue inevitable. Ella me miró y con su mirada suplicaba que yo no preguntara más.
– Su novio –aclaró de nuevo él.
– Pues nosotros somos amigos de Santana –dijo Ryder y se puso a su lado, como si tratara de protegerla.
Les dejo un nuevo cap
Capítulo 11
Narra Santana
Una chica rubia estaba abrazándola y la besaba, ella tenía sus manos puestas en su cintura. No se besaban con pasión pero sí con cierto tipo de ternura. Estaba confundida, no habían pasado ni cinco minutos. Ella me había dicho que no tenía novia, ¿quién era esta rubia a la que ella besaba?
– Lo… siento no quise interrumpir –dije bajando la mirada. Brittany me miró y ella también. También tenía una mirada azulada y una sonrisa pícara. Cerré la puerta y caminé lentamente al cuarto. Entré y Quinn estaba riéndose con mi papá.
– ¿Qué te dijo Brittany? –preguntó Quinn con una inmensa sonrisa.
Tomé mi cámara, no le dije nada. Salí del cuarto y comencé a caminar hacia el elevador. No sabía cómo sentirme al respecto. Será que… me había sentido un poco celosa. No lo sé. Pero no dejé que eso me afectara. Cuando llegué a la cubierta, comencé a tomar fotos de cualquier cosa que pasaba frente a mí. La puesta de sol terminaba y capturé un bello momento con mi nueva cámara.
Recordé la cara que ella tenía cuando aquella chica la besó y me sentí raro. Mordí mis labios y me quedé pensando en ese momento tan incómodo que yo había vivido.
– ¿Aún tienes la costumbre de morderte los labios? –preguntó alguien a mi lado. Una voz bastante conocida. La de alguien en especial.
Narra Quinn
Mi desayuno con Rachel había sido perfecto. Desayunamos en un restaurante bonito y lujoso. A ella le sorprendieron un poco los precios pero le dije que pidiera lo que quisiera, al último ella pagó su parte. No me dejó sacar mi tarjeta.
Nos reímos de muchas cosas y también hablamos un poco de su madre. Era una pena lo que le había pasado. Ella me dijo que ya quería más a mis amigos por el simple hecho de haberse convertido en mi familia.
Después de dar unas vueltas por la cubierta y haber firmado unos cuantos autógrafos, pues hasta eso, sí había fans por aquí. Nos fuimos al camarote. Ella quería saludar a su padre.
Al entrar al camarote, Santana me abrazó.
– Amo a Brittany –dijo y me dio un beso en la frente. La miré extrañada pues eso no me lo esperaba. Rachel también se sorprendió. Salió disparada hacia la izquierda.
– Y ¿a ésta qué le habrá picado? –dije yo, confundida.
– Britt es la responsable –dijo el padre de Rach.
– Le regaló una cámara nueva y ella se puso muy contenta.
– Oh, ya veo –dije sentándome con él. Estuvimos hablando un poco sobre la banda y luego de unos minutos, entró Santana. Se veía alterada.
– ¿Qué te dijo Brittany? –pregunté sonriéndole esperando una buena noticia. Ella tomó su cámara y se fue sin decirme nada.
– Al parecer no le fue bien –dijo Rachel
– Será mejor que vaya a ver qué pasó –dije y Rachel me dio un pequeño beso en la mejilla. Me despedí del señor con la mano y luego salí trotando hacia el camarote.
Al entrar noté que Brittany estaba sentada y frente a ella estaba la tipa que hacía tanto odiaba. Kitty, su ex novia.
– ¿Qué hace ella aquí? –pregunté levantando una ceja.
– Bueno, es que supe que ustedes saldrían en este barco y… no quise perderme la oportunidad de estar con ustedes –dijo la tipa.
– Tú no eres bienvenida, decidiste irte por tu propio pie –dije molesta.
– Quinn… –comenzó Britt.
– ¿Ya olvidaste que te lastimó? –pregunté incrédula. Brittany me miró con el ceño fruncido y luego apretó la boca.
– Quinn… es mi decisión –dijo. Yo la miré molesta y me di media vuelta. No soportaba el hecho de verla aquí. Salí del camarote y me fui al piso de abajo con Marley y Ryder
Toqué a la puerta y Marley me abrió. Entré sin decirle nada y me senté al lado de Ryder en la salita.
– ¿Qué pasó? –me preguntó el. Marley se sentó a mi lado. Después de un gran suspiro y pensar si decirles o no. Les solté la verdad.
– Kitty está en el barco –ellos se me quedaron viendo fijamente.
– ¿Cómo que está aquí? –dijo Ryder molesto. El nos quería mucho y si alguien se atrevía a lastimarnos, era capaz de ir y tumbarle los dientes sin importarle que fuera una chica y más si era Kitty
– Está en el camarote con Brittany –dije parándome. Me serví un poco de café y me senté de nuevo.
– ¿Qué están haciendo? –Preguntó Marley
– No lo sé, cuando yo los vi ellas estaban hablando. No sé si ella ya le volvió a lavar el cerebro.
– Esa tipa –dijo Ryder, levantándose y caminando a la puerta.
– ¡RYDER! –gritó Marley. El se detuvo y la vio con una cara tierna y relajada.
– Solo la golpearé un poco, lo prometo, no me importa si es una chica, te juro que no la matare, nadie se enterara de esto amor. –rogó. Marley tomó su mano y se puso de puntas para darle un corto beso en los labios.
– Adoro que nos defiendas de cualquier persona, pero es decisión de Brittany si quiere volver con ella.
– Pero… es que… Marley, solo será un estirón de cabello –pidió El chico con ojos suplicantes, ella le dio otro pequeño beso y negó con la cabeza.
– Por mí, ya te tardaste –dije, masticando un pedazo de hielo.
– ¡Ves Amor, Quinn me apoya! –dijo emocionado y tocando la perilla de la puerta.
– ¡He dicho que no!, eres un chico y ella es una chica, en ese caso lo haría yo pero no lo hare –dijo Marley, más firme. Ella torció la boca y se cruzó de brazos. Luego se sentó a mi lado y puso su cabeza en mi hombro. Yo reí y luego lo abrace
– Aww, regañaron a mi bebé –dije acurrucándolo. El rió y se metió el pulgar en la boca.
– Hay no fui tan mala –dijo Marley excusándose. El la miró y luego levantó los brazos. Marley se acercó a él y se sentó sobre sus piernas. Tocaron a la puerta y fui a abrir. Eran Kurt e Blaine.
– Hola –dijeron ambos. Se sentaron también en la salita y comenzamos a platicar sobre muchas cosas.
– ¿Brittany dónde está? –preguntó Kurt.
– En el camarote –dije.
– ¿Está enferma o tiene compañía? –preguntó Kurt levantándome las cejas.
– Está acompañada –dijo Ryder.
– Oh, tal vez Santana ya calló a sus pies –dijo Blaine con una sonrisa.
– No es Tana, lo que daría por que fuera ella y no la tipa esa –dije yo un tanto molesta.
– ¿Qué tipa? –preguntó Kurt nervioso.
– Kitty está aquí con ella –dijo Marley preocupada.
– ¿Qué hace Kitty en el barco? Se supone que se había quedado en Londres –dijo Blaine
– Nadie sabe cómo entró aquí –dije molesta.
Al cabo de un rato mejor cambiamos de tema. No me sentía muy a gusto con la idea de que Brittany volviera con esa cualquiera, pero es cierto. Era su decisión. Kurt, Marley, Mercedes y yo salimos a la cubierta, necesitábamos respirar un poco.
Caminamos hacia la proa y allí se encontraba Santana, estaba acompañada de un chico de despeinada y rubia cabellera. La piel blanca se parecía un poco a Tom Fletcher. Ella lo miraba con el ceño fruncido, le prestaba demasiada atención. Él levantaba los brazos como si se estuviera explicando o algo.
– ¿Qué estará pasando allí? Santana parece preocupada –dijo Kurt mirándola fijamente.
– Tal vez esté en problemas –dijo Mercedes
– ¿Vamos a preguntar? –murmuró Marley. Asentimos y nos acercamos a ella. Ella me miró y relajó un poco la cara. Levanté las cejas y ella negó con la cabeza. Algo no andaba bien.
– Hola –dijimos todas una vez que llegamos.
– Hola –dijo Tana, el chico tenía los ojos café claro, dándole al verde. Nos miró a las tres de arriba a abajo Hasta que llego Ryder con un aspecto totalmente masculino y de chico malo y se puso al lado de Marley, Nosotras no desviamos la mirada también lo observamos, usaba una chaqueta negra de cuero y una camisa en cuello V negra también. Unos jeans desgastados de la rodilla y unos Vans aterrados.
– Que tal soy Marley y ellos –dijo señalándonos– son Quinn, Kurt y Mercedes, y este de aquí es mi Novio Ryder.
– Quinn es un nombre absolutamente común –dijo el tipo. Yo entrecerré los ojos.
– Es lindo, cállate –le ordenó Santana, yo sonreí. Ella me defendía a capa y espada.
– Soy Sam –dijo. Yo inmediatamente recordé el chico de los mensajes. Él no podía ser el lindo con el cual Santana hablaba, él no podía ser quien se robaba las sonrisas sinceras de ella. Él no podría iluminar un foco ni aunque tuviera la mano en el switch. Miré a Santana y ella se puso roja como un tomate.
– Su novio –terminó.
– ¿Su qué? –dije yo. Fue inevitable. Ella me miró y con su mirada suplicaba que yo no preguntara más.
– Su novio –aclaró de nuevo él.
– Pues nosotros somos amigos de Santana –dijo Ryder y se puso a su lado, como si tratara de protegerla.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
PAUlANyH**** - Mensajes : 172
Fecha de inscripción : 17/11/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
No no y NOO..
XQQQQ????
no no podes hacerme esto :'(
XQQQQ????
no no podes hacerme esto :'(
floor.br***** - Mensajes : 258
Fecha de inscripción : 07/01/2014
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
que porqueria es esta que hacen ese par de p..... ahi?
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Cómo.diablos llegaron ahí!?
><
><
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Venga ya!! Es enserio?? Como es que están ambos ahí??? Las cosas se pondrán sumamente interesantes en ese barco... mira que Sam presentarse como el "Novio" de Santana... y Kitty besando a Britt "tiernamente" jajjaja
Me parece que ese barco se va a hundir de lo pesado que podría volverse el ambiente!!! jajjaja
Saludines!! Hasta la siguiente actu!!
Me parece que ese barco se va a hundir de lo pesado que podría volverse el ambiente!!! jajjaja
Saludines!! Hasta la siguiente actu!!
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
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Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
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Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
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Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
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Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
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Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1