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FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
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Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 20
Narra Santana
Estaba un tanto incómoda cuando desperté. Pues sentía que todo el cuello me dolía. Me levanté y fui al baño que está en la habitación. Entré lentamente pues sabía que Quinn y Rachel aún estarían dormidas. Entré y allí estaban ellas sobre la cama, Quinn estaba detrás de ella abrazándola por la cintura y ella estaba frente a ella sosteniendo sus manos. Se veían realmente tiernas. Sí, sí estaban vestidas.
Me duché y me vestí rápidamente, usé un mono deportivo negro y una camisa blanca de Aeropostal. Agarré mi cabello en una coleta y no me delineé los ojos, estaba totalmente al natural. Supe que en el primer piso había un gimnasio así que decidí ir.
Tomé mi celular y lo eché a una pequeña mochilita que llevaba conmigo. Estaba caminando por el pasillo cuando me encontré a Marley. Venía muy contenta.
– ¡Buenos días! –dijo con una sonrisita.
– Hola, buen día –dije yo tratando de sonreír.
– ¿Cómo estás? –dijo deteniéndose. Incliné un poco la cabeza.
– Me duele un poco el cuello así que iré al gimnasio de abajo –dije honestamente.
– Que rara forma para curar el dolor de cuerpo, pero si eso te hace bien. Muy bien –dijo ella sonriente.
– ¿Qué te tiene tan feliz? –pregunté, tanta sonrisa era raro para mí. Ella se sonrojó al instante y desvió la mirada.
– Oh –dije pensando en una noche con su novio es lo más seguro.
– Bueno… es que tuve una linda noche –dijo ella sonrojada, parecía un tomate.
– No necesito detalles –dije sonrojada yo también.
– Me da gusto por ti. Que tengas un lindo día –dije y caminé.
– Gracias tú igual –dijo y caminó hacia la dirección opuesta. Al parecer iba a donde Brittany.
Bajé en el elevador y pasé por diversos pasillos. Muchas de las personas me sonreían o me decían “Buenos días”. Yo solo me limitaba a sonreír.
– Hola –dije a la señorita que allí estaba. Ella me sonrió.
– Buen día, ¿vienes a inscribirte? –preguntó.
– Sí –dije con seriedad.
– ¿Me das tu nombre y el número de tu camarote? –preguntó.
– Santana López, camarote 640–B –dije con media sonrisa.
– De acuerdo –dijo tecleando algo en la computadora.
– Te parece si te muestro algunos de los aparatos o… quieres hacerlo por ti misma.
– Me gustaría dar un paseo por aquí, en realidad no quiero una rutina, simplemente me gustaría correr un poco en la caminadora –dije honestamente.
– Mira, todas las caminadoras están por allí –dijo mostrándome una gran hilera de ellas.
– Gracias –dije y me acerqué a ellas.
Estaba encendiéndola, puse mi celular enfrente de mí, me coloqué los audífonos y antes de que terminara escuché que decían mi nombre.
– Hola Tana –dijo Kurt a mi lado, también encendía una caminadora.
– Buen día Kurt –dije mostrándole una sonrisa.
– ¿Ejercitándote? –como si no fuera obvio. Pero no quise hacerla sentir mal.
– Sí, digamos que necesitaba despejarme de alguna forma.
– Es cierto, esta es una buena forma de aclarar la mente. ¿Por qué no fuiste a vernos ayer? –preguntó mientras corríamos.
– ¿Ayer? No sabía que querían que los visitara –dije confundida.
– Tú siempre eres bienvenida –dijo algo agitado.
– No tienes qué tener una invitación.
– Bueno, gracias –dije apenada.
– De todas formas estuve con Sam, así que creo que no pude haber ido.
– ¿Sigue en pie lo de la boda? –preguntó, miré mi anillo dudosa.
– No lo sé –dije honestamente.
– ¿Te puedo decir algo? –preguntó.
– Claro –lo insté.
– No hagas nada que creas que en un futuro te arrepentirás. Piénsalo bien –me dijo.
– Gracias Kurt–dije girando mi anillo. Él me sonrió y se puso sus audífonos.
Puse el reproductor de mi celular a todo volumen y usé los dos auriculares. Estaba concentrada corriendo, tan solo pensando en sí debería de casarme con Sam. Pensando en porqué él se había comportado así anoche. Luego de estar corriendo un rato noté que Kurt se despedía de mí con la mano y caminaba a los siguientes aparatos. Mi celular comenzó a vibrar. Rápidamente pensé que la hora feliz había llegado. Susan me había enviado un mensaje.
“Buenos días. Acabo de despertar y aquí estoy para reportarme contigo. ¿Cómo estás?” –preguntó amablemente. Me bajé de la caminadora y me senté en una silla cercana.
“Buenos días, estoy bien gracias. Pensé que no te acordarías de mí, que solo bromeabas con eso de mandarme un mensaje cuando despertaras, ¿cómo estás tú?” –envié.
“Estoy bien. Nunca me olvidaría de ti. Desde el primer día en que tu mensaje me llegó por equivocación, supe que quería seguir hablando contigo. Hoy desperté con una sonrisa por el simple hecho de que hablaríamos” –recibí.
Eso me hizo sentir completamente extraña. Una sonrisa no tardó en aparecer en mi rostro. Ella también se había convertido en una parte esencial en mi día. Si no hablaba con ella sentía que me faltaba algo por hacer. La estaba empezando a querer.
“Vaya, sabes… tu también te has convertido en una parte esencial en mi vida. Gracias por tener un dígito diferente al de mi novio” –envié.
“De nada, cuando tenga una conversación con la gente de la telefonía, les daré las gracias por darme este número. Te tengo que contar que yo también tengo novia, ¿lo recuerdas? De verdad espero volver a amarla como alguna vez lo hice” –recibí.
“No te fuerces a sentir algo, admito que yo tengo novio y la verdad ayer me decepcionó mucho. No sé si deba seguir con él” –dije diciéndole la verdad.
Caminé hacia el elevador y allí me encontré con Jake Venía de la mano de una chica.
– Hola –dijo mi hermano.
– Hola Jake, ¿quién es tu amiga? –pregunté curiosa.
– Hola soy Penny–dijo ella amablemente.
– Hola –dije estrechando su mano.
– Soy…
– Santana –completó ella. Yo asentí y me puse a su lado, el descenso en el elevador fue silencioso.
“Pues yo digo que no deberías de estar con alguien a la fuerza, pero qué te puedo decir yo. Estoy en las mismas” –me daba algo de lástima ver que una persona cómo ella estuviera con una tipa que no la valorara. Pero igual y no podía hacer nada yo desde acá.
“Sabes, yo sí amo a mi novio, pero a veces me desesperan sus cambios de humor. Es tan lindo y luego se convierte en un pesado” –escribí. No sé por qué con ella yo era tan sincera.
“Eso no debería de ser así, contigo un verdadero hombre se debe de comportar de la mejor manera. Debe ser un caballero ante todo. No importa si la dama es insoportable o simplemente renegona” –recibí.
“Si me conocieras y fueras hombre te aseguro que lo caballeroso y lo galante se te quitaría. Creo que yo soy la culpable de sacarle lo peor, sus más oscuros pensamientos y los malos hábitos a los hombres, pero creo que siempre podre probar con el lado femenino, quien sabe” –dije honestamente.
Pues respecto a los hombre nadie era caballeroso o amable conmigo, bueno, últimamente Ryder, Kurt, Blaine y las chicas sí lo eran, tal vez por eso debería tratar con alguna mujer, pero aun lo dudo. Aunque ellas ya tenían sus parejas, excepto Mercedes que se conservaba soltera, no puedo negar que no era atractiva, porque si lo era, pero realmente no era mi tipo. Llegué a mi camarote y tomé la cámara que Brittany me había regalado. De la habitación salió Rachel con una sonrisa en sus labios.
– Hola hermanita –me dijo ella.
– Hola Rach –dije seria.
– ¿Te pasa algo? –preguntó con seriedad.
– No realmente, estoy bien –dije tratando de sonreír. Tocaron a la puerta y ella fue a abrir, en el umbral se encontraba Sam con una flor en la mano. ¿Este tipo de verdad estaba loco?
– Hola Rachel, ¿puedo pasar? –dijo dando un paso hacia delante.
– Claro –dijo ella haciéndose a un lado. Él entró directo hacia mí y me dio un beso en los labios.
– Hola –dijo aún cerca de mí.
– Lamento lo de anoche, estaba un poco enojado –se disculpó.
– Eso lo noté, pero ¿por qué no fuiste capaz de decirme la verdad, Sam? Te lo pregunté dos veces.
– Lo siento, es que no quería contarte los problemas por los que atravieso.
– ¿No me tienes confianza o qué es lo que pasa? –pregunté. Mi hermana me hizo señales desde la puerta de que se iba.
– No empieces con eso de la confianza porque la que menos tiene eres tú –comenzó a atacarme una vez que estuvimos solos.
– ¡Ves Sam! –Dije molesta.
– ¡Vienes con una flor en las manos y me tratas pésimo!
– No te estoy tratando de ninguna forma Santana, estás exagerando.
– ¿Por qué crees que yo no te tengo confianza? –pregunté tratando de bajar la voz.
– Porque no me dices la verdad. Te la pasas enviando mensajes con no sé quién y me mientes, diciendo que es una chica.
– Pues deberías de confiar más en mí pues no te estoy engañando.
– Santana, por favor… soy un hombre perspicaz, a mí no me engaña una niña.
– ¿Crees que soy una niña? –pregunté incrédula, me alejé más de él.
– No quiero discutir Santana –dijo bajando la voz.
– Tú eres el único que viene a esto –dije tratando de acallar el sonido de un nuevo mensaje en mi celular.
– ¿Otro mensaje? –preguntó molesto.
– Es solo una alarma –mentí. Giró la cabeza incrédulo y se levantó del sillón.
– ¡Santana, no te entiendo! Juro que no lo hago –dijo moviendo la flor, de forma que sus pétalos cayeron al suelo.
– ¿Qué quieres entender? –pregunté confundida.
– Dices que me amas, pero estás hablando con alguien más –se acercó de nuevo a mí.
– ¿No me quieres, verdad? –preguntó. Agaché la mirada.
– ¿Me amas a mí? –pregunté con ojos llorosos.
– Eso lo sabes bien, cada segundo que paso contigo son los mejores de mi vida. Por eso te pedí matrimonio, porque quiero estar contigo por el resto de mi vida.
– ¡Entonces deja de comportarte como un completo desconocido Sam! Me asusta la actitud que tomas, tú no eras tan frío y tampoco discutías así conmigo.
– Lo siento –dijo sentándose de nuevo.
– Solo sufro algo de celos.
– No deberías sentir, porque tú eres quien me mantiene enamorada. No puedo… –ahora estaba llorando.
– Olvidarte, traté… pero no puedo hacerlo.
– No quiero que lo hagas –dijo acunando mi barbilla en su mano.
– Yo quiero seguir siendo él que te mantenga enamorada, todos los días de tu vida.
– Entonces, demuéstrame que de verdad me amas, no solo con palabras con hechos –pedí.
Él se acercó y me comenzó a besar, traté de seguir el beso, traté de sentir algo… ¿porqué mi mente quería estar con él y mi corazón no?, ¿por qué no podía sentir que de verdad lo amaba con todo mi ser? Después de intentar sentir lo que sentí anoche, me di por vencida y él lo notó.
– ¿qué pasa? –preguntó.
– Nada –dije desviando la mirada.
– Vuelves a mentir –dijo decepcionado.
– No lo hago –dije y tomé la cámara.
– Quiero ir a caminar, necesito estar sola.
– Está bien –dijo y se fue.
Leí el mensaje que tenía en espera.
“Te aseguro que no pasaría eso conmigo. Estaría dispuesta a ser “el hombre” más caballeroso para ti, el más galante, el más amable y el más cariñoso, Marie… eres demasiado importante para mí” –su mensaje me hizo llorar.
¿Por qué tenía que estar con Sam?, ¿Por qué me sentía tan miserable pensando que solo él podría amarme? Una parte de mí estaba enganchada a Sam, no sabía si era porque de verdad, una parte de mí lo amaba o era la simple costumbre o mi miedo a estar sola. Mi corazón ya no daba para más, porqué no puedo encontrar a alguien real que de verdad me ame y no solo finja hacerlo.
Mis sollozos estaban algo descontrolados. Sentía que me faltaba el aire… me comenzaba a sentir miserable. Salí del camarote y entré al elevador con los ojos cerrados.
– ¿Está bien señorita? –preguntó el chico Jake.
– No realmente, pero no quiero hablar de eso –tomé el celular y traté de responder.
“Me enamoré de ti –escribí– no puedo callarlo más. Estoy enamorada de ti y no puedo evitarlo, no sé si de verdad soy importante para ti, no sé si lo que dices es verdad. Pero no puedo callarlo más. Mi novio es un idiota y aunque seas mujer en lo único que pienso es que preferiría salir contigo que con él” –envié. Salí del elevador y fui directamente a proa. Allí estuve tomando fotos de mucha gente a mí alrededor, hasta que mi celular volvió a vibrar.
“No sé qué decir, la verdad es que me sorprendió mucho tu mensaje, pero no puedo decirte otra cosa más que, yo siento lo mismo que tú, estoy enamorada de ti Marie. No dejo de pensar en la maravillosa persona que eres y lo mucho que extraño tus mensajes cuando no hablo contigo” –recibí.
“¿Por qué solo existes en mensajes?, ¿por qué solo te puedo querer por aquí?” –estaba llorando con más intensidad.
Narra Brittany
Marie me había dicho que estaba enamorada de mí. Yo le respondí exactamente lo mismo pues desde aquella primera noche, su forma de hablar, su forma de tratarme… me hicieron sentir especial.
“¿Por qué solo existes en mensajes?, ¿por qué solo te puedo querer por aquí?” –recibí.
Kitty estaba sentada frente a mí, hablándome de no sé qué tontería. Pasé las manos bajo la mesa y comencé a responderle.
“No tienes idea de cuánto me gustaría estar contigo. Le soy infiel a mi novia contigo Marie, eso nunca había pasado. Nunca me había enamorado de alguien por un mensaje de texto, te puedo asegurar que eres la excepción a cualquier hecho… te quiero y no lo puedo explicar” –envié.
“Susan… eres muy especial para mí. Aunque solo te pueda tener por aquí, prométeme que siempre, siempre estarás conmigo. Prométeme que no me abandonarás” –pidió.
Sentí cómo mi corazón se partía en dos, necesitaba urgentemente estar con ella. Mordí mis labios nerviosa y Kitty tomó mis manos.
– ¿Amor, estás bien? –preguntó.
– Necesito algo de aire –dije pagando la cuenta. Ella se quedó allí sentada y yo salí corriendo al elevador. Desde dentro contesté.
“Te prometo que siempre estaré detrás de esta pequeña pantalla. Siempre estaré dispuesta a escucharte, no me importa qué hora sea, qué día sea, simplemente quiero que sepas, que siempre estaré para ti” –envié.
Al salir fui directamente a la proa, allí sentada en el suelo noté que Santana estaba llorando. Me acerqué a ella y cuando me vio rápidamente limpió su rostro.
– ¿Por qué lloras? –pregunté preocupada.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Awwww sigue actualizando X favor :333
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
andale muy muy bien sigue asi queremossssssssssssssssssss brittanaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
actualiza porfavor
PAUlANyH**** - Mensajes : 172
Fecha de inscripción : 17/11/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 21
Narra Brittany
Luego de estar hablando con Santana, caminé hacia mi camarote y encontré una notita dentro, al parecer los chicos querían ensayar hoy también. En mi camino al salón donde ensayábamos, me encontré con Kitty, quien también estaba llorando. Hoy qué día era, el de las lloronas supongo.
– ¿Qué tienes? –pregunté cerca de ella.
– Estoy cansada Britt –dijo limpiándose sus lágrimas.
– ¿De qué? –pregunté tratando de estar atenta. Mi mente divagaba con facilidad.
– Estoy cansada de estar buscándote, estoy cansada de estar aquí como una tonta esperando a que me quieras y tú simplemente me ignoras. Tengo dos días de estar contigo y no me has besado ni una sola vez por tu cuenta, si alguien comienza el beso tengo que ser yo. ¿Qué te está pasando? tu no eras así, tan fría conmigo.
– No lo sé Kitty, no quise lastimarte. Es solo que aún no me acostumbro a estar contigo, de nuevo –dije pensando bien mis palabras.
– Brittany, cambié… estoy tratando de volver a ser esa chica que tú amabas y tú simplemente me ignoras. ¿Ya no me quieres? –preguntó con lágrimas en los ojos.
– Sí… –susurré y agaché la mirada.
– Demuéstralo entonces, amor –dijo sonriendo un poco.
– Perdón si te he ignorado todos estos días –dije honestamente.
– No importa, amor –dijo ella.
– Saldremos de esto.
La abracé y la acerqué a mi boca. Una vez lo suficientemente cerca, la besé. Acaricié sus labios dulcemente y sentí cómo mi corazón estaba por reventar. Me sentía mal, no sabía ni qué sentía. En mi cabeza estaba la imagen de Santana cuando la besé y también tenía en mente los mensajes de Marie, yo estaba enamorada de ella, pero era cierto. Nunca la tendría conmigo y Kitty era mi novia. Me separé de ella dulcemente y la abracé. Estaba demasiado nerviosa por toda esta situación.
Caminé hacia el salón y allí dentro estaban ya los chicos, me encontré con un piano de cola blanco. Era realmente hermoso y Rachel lo estaba probando. Kurt, Quinn y Mercedes estaban sentados en una sala que allí estaba, acompañados de Ryder, Marley y Blaine. Kitty venía a mi lado, limpiándose las lágrimas.
– Hola –saludamos. Todas nos miraron y sonrieron.
– ¿Estamos listos? –pregunté. Noté que Rachel levantaba su celular.
– Hem… es mi hermana quiere venir, ¿le digo que venga? –le preguntó a Marley.
– Claro –dijimos todos. Ella comenzó a teclear algo en el celular y luego de un rato sentí que mi celular vibró.
“Nunca te has sentido miserable, pero tienes que fingir que todo está bien para que la demás gente no te pregunte nada” –recibí. Por supuesto que lo había sentido. De hecho ahora me sentía así.
“Claro que sí, pero tienes que prometerme que conmigo no fingirás nada, quiero que seas totalmente sincera con tus sentimientos, no me gusta que me mantengan intrigada o preocupada por eso” –envié. Estaba de la mano de Kitty y ella me miraba con una sonrisa.
Al cabo de un rato la puerta del salón se abrió. Entraron Sam y Santana con media sonrisa.
– Hola –saludaron a todos. Ella se sentó cerca de Marley. Sam estaba al lado de ella tomando su mano. Decidí rendirme.
Estaba pasando por un momento crítico. Mi corazón estaba totalmente confundido en estar con tres chicas. Yo quería a Kitty por el hecho de que con ella viví muchas cosas y era feliz, pero a veces sospechaba de sus intenciones. Santana era una chica muy agradable, pero aceptémoslo… ella se casaría con Sam. Yo no tenía ninguna oportunidad. Marie, era una chica maravillosa que hacía que yo tuviera una sonrisa día a día. Me levantaba el ánimo y me entendía, pero no estaba cerca de mí y tampoco la conocía en persona. No podría vivir eternamente enamorada de mi celular. Simplemente… estaba cansada.
Me acerqué a Rachel y le sonreí tímidamente.
– ¿Pasa algo Brittany? –preguntó preocupada.
– Quisiera cantar una canción que… bueno… necesito cantarla –dije aclarándome la garganta.
– Además, creo que probarías bien el piano –ella primero entrecerró los ojos y luego me hizo media sonrisa.
– Claro, ¿cuál te gustaría cantar? –preguntó.
– The winner takes it all –anuncié.
– Me parece bien –dijo y esperó a que yo me sentara a su lado. Miré a Santana quien hizo una media sonrisa y apretó la mano de Sam. Miré a Kitty quien me sonreía ampliamente y después de un gran suspiro, Rachel comenzó a tocar la canción.
“I don’t wanna talk, about the things we’ve gone through, though it’s hurting me, now it’s history… i’ve played all my cards and that’s what you’ve done too, nothing more to say… no more ace to play…” –comenzó ella a cantar.
“The winner takes it all, the loser’s –me sentía así– standing small, beside the victory, that’s a destiny…”
“I was in your arms thinking i belong there –canté y observé a Santana, quien tenía sus ojos inundados de lágrimas– I figured it made sense.. building me a fence, building me a home, thinking i’d be strong there, but i was a fool, playing by the rules…”
“The gods may throw a dice, their minds as cold as ice, and someone way down here, loses someone dear, the winner takes it all the loser has to fall, it’s simple and it’s plain, why should i complain –era cierto, cada palabra que decía…”
“But… tell me does he kiss –observé a Santana, sus lágrimas estaban por fuera de sus ojos y recorrían sus mejillas– like i used to kiss you, does it feel the same when he calls your name? Somewhere deep inside you must know i miss you but what can i say, rules must be obeyed…”
“The judges will decide, the likes of me abide, spectators of the show… always stay in love, the game is on again, a lover or a friend a big thing or a small the winner takes it all…”
“I don’t wanna talk if it makes you feel sad, and i understand you’ve come to shake my hand… I apologize –susurré, pues mis propias lágrimas hacían que mi garganta se cerrara– if it makes you feel bad, seeing me so tence no self–confidence… but you see the winner takes it all… the winner takes it all…” –Kurt me acompañó en estas últimas palabras– Yeah… the winner takes it all.. –susurré.
Tenía los ojos completamente cerrados y cuando los abrí. Noté que todos me observaban, solo Sam estaba observando hacia la puerta. Fue cuando noté que Santana ya no estaba allí.
– Fue una hermosa canción, amor –gritó Kitty aplaudiendo. Yo le sonreí… si tan solo supiera que me rindo de estar enamorada de dos chicas que ninguna es ella.
– Gracias –dijimos Rachel y yo al mismo tiempo.
– ¿Dónde está Santana? –pregunté. Kitty rodó los ojos.
– Salió llorando de aquí –dijo como si no fuera importante.
– ¿Por qué? –pregunté preocupada.
– Ya sabes cómo son las mujeres de sensibles –dijo Sam, ese comentario lo odié.
– ¿Por qué no fuiste tras de ella? –pregunté él me miró sorprendido.
– ¿Tenía que hacerlo? –dijo aún sentado.
– Si mi novia saliera llorando de la habitación no dudaría ni dos segundos en ir a ver qué tiene.
– No seas mentirosa –dijo Kitty.
– Nunca has ido así tras de mí.
– Porque nunca te has ido corriendo así –dije tratando de defenderme.
– ¿Entonces debo ir? –se preguntó Sam.
– No, déjala que llore sola. A veces eso es lo que necesitamos –dijo Mercedes tratando de desviar la atención de ella. Me le quedé mirando y ella solo negó con la cabeza. Sabía que Mercedes sabía cómo me sentía
Narra Santana
La canción que había cantado Brittany hace rato, me hizo darme cuenta de muchas cosas. Yo sí amaba a Sam, pero también estaba enamorada de siquiera otros sino dos Mujeres. ¿Cómo podía ser esto posible?
Corrí hacia mi cuarto y me aventé a la cama. La verdad era que estaba totalmente confundida. Me quedé dormida y cuando desperté ya eran las diez de la noche. Me levanté y tenía un tremendo dolor de cabeza. Noté que había mucho ruido fuera de la habitación.
Salí lentamente y noté que estaban allí todas los chicos, incluyendo sus Parejas. Kitty y Sam no estaban allí.
– ¿Cómo estás? –preguntó la odiosa asesina de cámaras, mi amada Brittany.
– Bien, me duele un poco la cabeza –dije rascándome un ojo.
– ¿Quieres algo de café, un dulce, una paleta… un chicle? –preguntó amablemente.
– No, gracias –dije y caminé a la puerta.
– ¿A dónde vas? –preguntó Mercedes.
– Iré… a tomar algo de aire –dije y caminé.
– Espera –dijo ella.
– Yo voy contigo, si no te molesta claro –dijo apenada.
– Está bien –dije aceptando su compañía.
Todos se quedaron callados. Solo nos observaron caminar hacia la puerta, miré ligeramente a todos y me despedí de ellos con una pequeña sonrisa. Caminamos por el pasillo y ella me guió a un pequeño restaurante, aunque más bien parecía una heladería. Pedí un babana split y ella pidió un postre de galletas.
– Aún no puedo creer que te comas todo eso –dijo mirándome comer.
– No digas nada, tu llevas más de tres –dije comiendo más.
– Bueno, es que yo tenía algo de hambre…–dijo riéndose de una forma muy peculiar, yo la imité y sonrió.
– Me da gusto que vuelvas a reír –dijo mirándome seria.
– Yo también extraño mi risa –dije honestamente.
– ¿Qué es lo que te está pasando Santana? Cuando te conocimos, eras una mujer fuerte y con un gran carácter. Recuerdo que a Brittany la llamaste idiota por que tumbó tu cámara. Ahora todo el tiempo te noto cabizbaja y además te rompes con facilidad. ¿Hay algo que te molesta?
– No lo sé Mercedes, yo también creí que podría seguir siendo fuerte. No sé qué es lo que me está rompiendo.
– Pues ante todo siempre ten fe, en que al final todo saldrá bien. No te preocupes por nada. Tómate un respiro. Relájate y verás que todo saldrá bien.
– Gracias –dije y tomé su mano. Ella me sonrió y sus ojos se empequeñecieron de una forma realmente tierna.
Estuvimos allí un rato hasta que ella me pidió ir al salón donde estaba el piano. Caminamos juntas y ella pasó un brazo por mis hombros.
– ¡Ánimo! –me dijo y besó mi cabello.
– Gracias Mercedes–dije y pasé un brazo por su cintura.
Llegamos al salón y estaba vacío. Me acerqué al piano y acaricié sus teclas. Toqué unas cuantas y luego le di la vuelta y me senté en el banquito. Comencé a tocar un poco.
– No sabía que tocas el piano –informó Mercedes.
– Casi nunca lo hago, mi madre me enseñó, Rachel también lo hace, me sorprendió que hoy lo hiciera, casi siempre se retrae –dije en un susurro.
– ¿Puedo cantar algo?
– ¡Claro, siéntete en toda la libertad de tocar lo que quieras!
“2 am where do i begin, crying off my face again, the silent sound of loneliness wants to follow me to bed. I’m a ghost of a girl that i want to be most. I’m the shell of a girl that i used to know well…”
“Dancing slowly in an empty room, can the lonely take the place of you? I sing myself a quiet lullaby, Let you go and let the lonely in to take my heart again…”
“Too afraid to go inside, for the pain of one more loveless night. But the loneliness will stay with me, and hold me till i fall asleep.
Broken pieces of a barely breathing story, where there once was love, now there’s only me and the lonely…”
“Dancing slowly in an empty room, can the lonely take the place of you? I sing myself a quiet lullaby, let you go and let the lonely in to take my heart again…”
Terminé de cantar y cerré mis ojos. Ahora me sentía realmente aliviada, pues había expresado exactamente cómo me sentía. Sentía que la soledad invadía mi corazón tomando el lugar de aquel lugar donde antes había algo de amor.
– Fue… –observé a Mercedes, quien me veía con la boca bien abierta.
– Genial, asombrosa, tienes una voz… Dios, ¿cómo es que nunca te escuché cantar?
– No canto en público –dije haciéndole media sonrisa.
– Pues deberías –dijo cerca de mí
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Esta historia es desesperanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!1
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Jaaaaaay me dejas mal :( quiero brittana !!
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Buen cap.. Pero aagh no veo la hora de Brittana!! :(
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Si realmente la historia ya cayo de mi gracia...! Si actaulizas y todo pero ya fue bastante drama, dolor lo que quieras :S 21 capitulos en los que ha sido lo mismo
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Bravo¡¡ jajaja sabes mantenernos bien a todos pendientes y con la intriga ehh?
madre mia me tienes desesperadita por estas dos¡¡
Me encanta mucho mucho MUCHO este fic y por favor danos Brittana ya porfaaaaaaa :D
PD: Mercedes no está intentando ligar con Santana verdad?.....VERDAD??? xD
madre mia me tienes desesperadita por estas dos¡¡
Me encanta mucho mucho MUCHO este fic y por favor danos Brittana ya porfaaaaaaa :D
PD: Mercedes no está intentando ligar con Santana verdad?.....VERDAD??? xD
Marina LoPierce* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Capítulo 22
Narra Jake
Mis hermanas estaban disfrutando de la compañía deun grupo de personas muy agradables, la verdad era que me encantaba verlas felices, aunque mi hermana Santana últimamente estaba triste y rara. Sam había vuelto a su vida, pensé que estaría aún más contenta.
Yo conocí a una chica muy linda. Su nombre era Penny y creo que es hermana de la novia de Brittany. Algo así me dijo, Ya me había acostumbrado a ver parejas gay, pues en Miami, conocía a muchas. Ella me hacía sentir muy extraño. La verdad es que era muy bonita y mucha gente (hablando de hombres) la miraban demasiado. Me hacía sentir privilegiado el salir con ella. Hoy iríamos a cenar juntos.
– Hola –dije cuando abrió la puerta del camarote. Lucía un lindo vestido blanco, corto hasta la rodilla y una sonrisa blanca.
– Hola –dijo y me dio un beso en la mejilla.
– Estás muy bonita hoy –le dije y tomé de su mano.
– Gracias –dijo y movió su cabello.
– Te digo algo Jake… –dijo seria.
– Claro –dije instándola.
– Tu familia no debería de ser tan amiga de los chicos, los conozco y sé que pueden parecer una gran compañía, pero no lo son. Al final, te olvidan o hacen comentarios a tus espaldas –dijo ella. No podía creer lo que ella decía pues ellos eran bastante agradables.
– ¿Si son tan desagradables… por qué tu hermana sale con una de ellos? –pregunté.
– Bueno, es que mi hermana está loca. Una vez –ella se enganchó de mi brazo.
– Ryder, ¿sabes cual no? el novio de Marley, me besó justo cuando yo estaba celebrando mi aniversario con mi ex novio. De verdad no entiendo cómo es que él no superó que yo lo rechazara –exclamó.
– Pues yo a Ryder lo veo bastante a gusto con su novia Marley –dije.
– Es que tiene que fingir que ya no me quiere Jake –dijo como si ella fuera superior a cualquier otra chica.
– Como digas –dije aceptando su realidad. La verdad era que yo no quería indagar en su pasado.
Todos estos días estuvimos saliendo y ella era muy agradable cuando no sacaba su lado raro. A veces se la pasaba diciéndome que los chicos eran desagradables y que Santana tenía demasiada suerte por no estar interesada en alguno de ellos.
Penny era agradable, chistosa y carismática, aunque a veces pensaba que me controlaba. Un día ella me obligó a comprarle un bolso de quinientos dólares. De dónde saqué el dinero, de la cuenta de mi padre y todo para que la señorita no me estuviera recriminando que no la quería. Este “noviazgo” comenzaba a molestarme un poco.
Narra Santana
Después de tocar con Mercedes en el salón, salimos a la cubierta para encontrarnos con los demás. La verdad era que se estaban divirtiendo al molestar a Quinn, se aprovechaban de ella y me causaba mucha risa cuando ella se defendía.
– ¿Porqué te fuiste así? –preguntó Britt.
– No lo sé… esa canción… fue muy linda y no quería llorar como magdalena frente a ti –dije apenada.
– Ya has llorado frente a mí, y no me importaría abrazarte cada vez que lo necesites Santana–confesó.
– Lo sé –dije agachando la mirada.
– ¿Me… bueno? –tartamudeé.
– ¿Me darías un abrazo? –pregunté. Me sentía como una niña pequeña pidiendo un abrazo a su Madre.
Sentí cómo ella rápidamente me rodeo con sus brazos y yo recargué mi cara en su pecho. Disfrutaba tanto del calor que Brittany me transmitía. Sentía que no quería separarme de ella.
– No me gusta verte triste –me susurró.
– Prometo ser más fuerte –susurré también.
– Eso espero –dijo y me dio un beso en la frente.
– Si no fuera porque amo a mi prometida y sé que ella no terminaría engañándome, ahorita mismo te estuviera pateando el trasero aparte de que eres una chica–dijo Sam molesto a nuestro lado. Brittany se separó de mí dulcemente y su mirada cambió de ser dulce a furiosa.
– Cállate Sam, la verdad me tienes harta –dijo Brittany furiosa. Eso no me lo esperaba.
– ¿Qué? –dijo Sam sorprendido. Yo también la miré sorprendida.
– Desde que llegaste, Santana está de mal humor y se la pasa llorando y siempre está triste, hubiera preferido que ella no regresara contigo.
– Qué lástima que eso no lo decides tú, idiota –le respondió Sam.
– No, no lo hago, pero también es una lástima que ella no se dé cuenta de la clase de persona con quien se relaciona.
– ¿Quién tú? –dijo Sam, haciéndose el importante. Yo estaba callada viendo cómo se destruían entre ellos.
– Mira estúpido… –trató de iniciar Brittany.
– ¿Qué estás haciendo? –gritó Kitty.
La miramos todos sorprendidos. Los demás estábamos callados solo viendo como ellos se peleaban, y mas como Sam sin importarle quería golpear a Brittany.
– No te metas en esto –rugió Brittany molesta.
– Estás defendiendo a Santana, ¿acaso estás enamorada de ella? –preguntó Sam.
Tanto Brittany como todos los que sobrábamos en esa discusión, abrimos los ojos como plato. Ella dio un paso hacia atrás y luego me miró. Yo agaché la mirada lentamente, será que sentía demasiada vergüenza y ni siquiera la podía ver a los ojos.
– ¡Responde! –gritó Kitty.
– Yo me tengo que ir –dije corriendo de allí.
– ¡Santana, San, espera! –gritó Brittany.
– ¡No la detengas!, deja que se largue, siempre huye de sus problemas –alcancé escuchar a Kitty.
Paré en seco y las lágrimas volvían a abarrotarse en mis ojos. Le había prometido a Brittany ser más fuerte así que regresé. Todos me observaban, pero no decían nada.
Después de un minuto de silencio, reuní el valor suficiente y me quité el anillo de compromiso, miré a Sam. Quien estaba totalmente nervioso.
– Toma –dije entregándole el anillo.
– ¿Qué estás haciendo? –dijo dando un paso hacia atrás.
– Estoy tomando mi tiempo. Se supone que este sería un viaje a una nueva vida, no un viaje al terror. No voy a ser la esposa de un ser que no se interesa realmente por mí.
– Sabes que me intereso por ti –dijo Sam, acercándose.
– Entonces, respetaras lo que quiero –las lágrimas que estaban en mis ojos, habían desaparecido. Sam suspiró.
– ¿Qué quieres?
– Tiempo, necesito tiempo. Aclarar la mente, relajarme y ver qué sucede contigo. Regresamos y al día siguiente me pediste matrimonio, así no se hacen las cosas.
– Sabes que yo te amo, Tana –susurró. De repente todos los que nos acompañaban desaparecieron en mi mente y solo estábamos Sam y yo en nuestro pequeño mundo.
– Entonces, esperarás –dije dando un paso hacia atrás.
Todos los espectadores estaban observándome. Mi hermana estaba con una sonrisa en los labios y las demás seguían observando a Brittany, quien tenía una inmensa sonrisa dibujada en sus delicados labios.
– Esa es la Santana que yo conocí –dijo en un susurro apenas audible que alcance a escuchar. La miré y le mostré una pequeña sonrisa, la cual ella correspondió.
– Adiós –dije y caminé hacia la pequeña portezuela que me llevaría a un corredor enorme.
Después de seguir caminando un rato sentí como a mi brazo se enganchaba Rachel. Recargó su cabeza en mi hombro y dio un gran suspiro.
– Pensé que nuestra Santana había desaparecido.
– Pues tú Santana ha vuelto –susurré y le di un beso en la frente.
Narra Kitty
Después de ver cómo Santana “le pedía un tiempo” a Sam, el aludido se fue en dirección totalmente opuesta. Los otros chicos se fueron y nos dejaron solamente a Brittany y a mí.
– ¿Te gustaría explicarme, qué pasó? –pregunté.
– La verdad… no –dijo sin mirarme.
– Brittany, dime la verdad.
– No lo haré, no me sigas rogando –dijo metiendo sus manos a los bolsillos. Sabía perfectamente que ella estaba enamorada de Santana. Pero eso no se iba a quedar así.
– De acuerdo –dije y metí mis brazos entre los de ella.
– Perdón por ser a veces una total idiota –dije entre susurros.
– No quise hacerte sentir mal. ¿Me perdonas? –supliqué.
Ella seguía callada y sin mirarme.
– Me prometiste… que lo intentaríamos. Que intentaríamos salir de nuevo como antes, volver a nuestro ritmo de pareja perfecta. Yo lo estoy intentando ya, ¿romperás tu promesa? –pregunté un tanto asustada.
– No… –susurró cerca de mí.
– Te dije que lo intentaríamos, y lo intentaremos.
– Gracias –dije y me acerqué para besarla, pero ella se alejó un poco.
– Lo siento –dijo y me dio un beso en la frente.
– No quiero un beso ahora.
– Está bien –dije tratando de sonar compasiva. Aunque la verdad me estaba muriendo de la furia.
Brittany qué se creía para rechazarme de esa forma. Esto no se quedaría así. Santana me las pagaría, definitivamente tengo la ayuda de Sam, en esto.
Después de un gran abrazo, ella se despidió de mí y yo me fui directa a mi camarote. Allí estaba mi hermana con un lindo bolso.
– ¿Y eso? –pregunté.
– Jake –dijo con una sonrisa.
– Tienes a ese chico controlado –dije acostándome a su lado.
– Claro, siempre lo hago y lo sabes –dijo dándome un pequeño golpe en la cabeza.
– ¿Cómo lo haces? –pregunté a lo cual ella resopló.
– Me los gano con cariño y luego les rompo el corazón. Claro que ellos hacen lo que quiero, no sé porqué.
– ¿Te acuestas con ellos? –pregunté.
– Regularmente sí, pero con Jake es diferente –dijo mirando su bolso nuevo.
– ¿Por qué? –pregunté aún más intrigada.
– Porque él no me ha insinuado nada, ni siquiera ha intentado besarme –dijo con una sonrisilla traviesa.
– ¿Te estás enamorando? –dije levantando un poco las cejas.
– Claro que no… sabes que esto es puro y simple dinero.
– Pues ten mucho cuidado –dije y me levanté de su cama.
– ¿A dónde vas ahora? –preguntó un poco más preocupada.
– A… tengo que arreglar un problema –dije y salí del camarote.
Antes de salir hice una pequeña llamada. Cuando terminé supe que el camino estaba libre. Tranquilamente llegué a su camarote y entré sin tocar.
– Hola, fue nuevo todo eso –dije sentándome en sus piernas.
– La verdad no me lo esperaba, sabía que ella es caprichosa, pero no creí que terminara conmigo –dijo Sam acariciando mis piernas.
– No terminó… te pidió un “tiempo” solo necesitas terminar de conquistarla.
– ¿Pero qué pasa con tu chica? Ella también se la pasa rondándola. Si sigue así ella terminará enamorándose de Santana.
– Ella ya está enamorada de Santana–dije sin temor a equivocarme.
– ¿Cómo lo sabes? –preguntó acariciando mi cuello
– Soy mujer –dije en un susurro mientras me acercaba a besarlo.
– Debe de haber algo que realmente le asuste a ella –susurré entre nuestro beso.
– Los payasos, pero eso la mataría –dijo él riendo.
– No… algo un poco más serio –dije, mientras habría las piernas en torno a sus caderas.
– No lo sé… tal vez… perder la virginidad –dijo serio. A lo cual yo me sorprendí.
– ¿No la ha perdido aún? –dije totalmente sorprendida.
– No… o por lo menos, no lo sé –dijo sonriendo un poco.
– ¿Cuánto tiempo estuvieron saliendo?
– Cerca de dos años y luego terminamos, iniciamos la relación cuando ella tenía 18 años y no me dejó tocarla ni nada –dijo serio.
– Pues… creo que ya sé cómo asustarla –dije con una mirada llena de fogosidad. Me recosté sobre él y dejé que la noche fuera nuestra.
Narra Santana
Estuvimos hablando mi hermana y yo un rato más mientras conciliábamos el sueño. La verdad era que después de pedirle un “tiempo” a Sam, me sentía realmente libre.
– ¡Que descanses hermanita! –me susurró Rachel.
– ¿No extrañas a Quinn por las noches? –susurré a lo cual ella rió nerviosa.
– Un poco –dijo.
– Y eso que solo se quedó dos noches conmigo.
– Quinn es una linda chica, me alegra que salgas con ella que con algún chico mediocre –dije sinceramente.
– Sí, es muy amable, cariñosa, educada, simpática y me encantan todas sus excentricidades. ¿Sabías que le encanta Lady Gaga? –preguntó con una sonrisa.
– En realidad no… –dije y me comenzó a contar ciertas historias sobre Quinn.
– Simplemente es genial –dijo después de un gran suspiro.
– Me alegra… –dije suspirando yo también.
– ¿Te puedo hacer una pregunta?
– Claro que sí –dijo estirándose para tomar mi mano.
– ¿Ya… tuviste, bueno… dormiste con Quinn? –Pregunté
– Te refieres a que si ya… tuvimos… –dijo lentamente.
– Sí… –dije apenada por preguntarle eso.
– No, la verdad es que cuando se queda aquí, nos la pasamos platicando y viendo películas. Si ha habido ciertos besos y caricias… pero aún no llegamos a eso. Dice que es demasiado pronto para ella… Le gustaría ir lento, dice que no tiene prisa, y que quiere que sea especial por ser mi primera vez con una chica.
– Quinn es un amor –dije riendo.
– ¡Sí! –dijo mi hermana con mucha emoción. Sentí cómo mi celular vibraba. Rápidamente lo saqué.
“Hola Marie, hoy necesito de todo tu apoyo. Sabes que siento muchas cosas por ti, pero también estoy pensando seriamente en lo nuestro y… aunque me gustaría estar contigo de novia. Sé que eso no sucederá. Lo lamento si te lastimé o hice que tuvieras esperanzas conmigo” –recibí.
La verdad, yo también estaba completamente segura de que nunca estaría con ella. Así que leer esto no me sorprendió. Sabía perfectamente que esto sucedería. Así que rápidamente le respondí.
“Tranquila, estoy bien. Prometimos estar juntas en esto. Te pedí que estuvieras conmigo y que no me dejaras, y espero que no lo hagas. Pero también estoy convencida de que la única forma de estar contigo es tras de esta pantallita” –envié.
Estuve observando el techo de la habitación y Rachel me observaba.
– ¿Quién es la chica con la que hablas? –preguntó.
– En realidad no lo sé, se convirtió en mi amiga por equivocación –dije honestamente.
– ¿Equivocación?
– El primer día en que llegamos al barco, después de que Brittany tumbó mi cámara… me sentía tan mal que le envié un mensaje a alguien pensando que era el número de Sam. Pero no lo era. Desde entonces mantengo una conversación con ella.
– ¿Sabías que eso puede ser totalmente peligroso? –preguntó ella alarmada. Mi celular volvió a timbrar.
– Lo sé –dije abriendo el mensaje.
– Pero nunca le he contado nada personal. Solo hablamos de cosas triviales.
– Pues… he visto que cuando estás enviando mensajes sonríes mucho. Espero que de verdad tengas cuidado.
– Gracias por comprenderme Rach –dije.
“Gracias por ser tan comprensiva, De verdad, no sabes cuánto me gustaría ser yo el tipo con el que sales, Pero, no lo soy así que solo disfruto de una buena amistad contigo” –recibí.
“Gracias por pensar eso de mí. Tú también eres comprensiva y dulce, me alegra tanto el haberte conocido” –envié.
“Prometimos ser más sinceras. Cada vez que te sientas mal, desesperada o triste prométeme que mandarás un mensaje y yo estaré dispuesta a llorar contigo, a reír, a animarte, a sentir el sentimiento que tu sientas en ese instante” –recibí.
Era bueno saber que a pesar de todo, tenía una buena amiga con quién hablar.
“Está bien, pero promete hacer lo mismo. Ahora tengo que dormir, pero me alegra tener una gran amiga como tú” –envié y me acomodé abrazando mi almohada.
“Lo prometo Marie. Descansa” –recibí por última vez esta noche.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Lo prometido es deuda, ando de pasada disfruten!!
Narra Santana
Al despertar sentí la necesidad de ir a correr a las caminadoras del gimnasio. Tomé un pequeño pan que estaba en la cocinita y un jugo del pequeño refrigerador. Mientras caminaba me encontré con Brittany quien traía un short y una camisa blanca ajustada dejando a la luz su perfecta figura. Parecía ir al gimnasio también, pues llevaba una botella de agua.
– Buenos días –dijo con una sonrisa.
– Hola –dije caminando a su lado.
– ¿Al gimnasio? –pregunté.
– Sí –dijo ella.
– ¿Tú?
– También –dije mordiendo mi pan.
– No creo que debas de comer… si vas a ejercitarte, podrías vomitar.
– ¿Te daría asco verme vomitar? –ella sonrió.
– La verdad, sí –dijo arrugando la nariz.
– Entonces, no estés tan cerca –dije tomando de mi jugo.
Al llegar saludamos a la señorita y ella estaba a mi lado en la caminadora. Me puse mis audífonos y comencé caminando. Ella también parecía caminar a mi ritmo. En ocasiones sentía como me miraba y sonreía. Yo volteaba también le sonreía, me agradaba cuando me hacía caras extrañas, pues yo no paraba de reír.
– Extrañaba a esta San –dijo lo suficientemente alto para que yo lo escuchara.
– Yo también me extrañaba –dije riendo. Bajé de la caminadora y ella me imitó.
– ¿Qué te hizo tomar esa decisión? –preguntó.
– Todo… tal vez necesitaba un respiro –dije sonriendo.
– Entonces, ¿recuerdas cuando me dijiste que te perderías a ti misma por él? –dijo sentándose frente a mí.
– Sí –dije honestamente.
– Creo que no te perdiste a ti misma –dijo dándome un pequeño golpe bajo la barbilla.
– Creo que no, ¿qué tal te va a ti con Kitty? –pregunté.
– Bueno… –me miró pensativa.
– Le prometí que intentaríamos que esto funcionara… aunque creo que no lo hare.
Realmente quería sonreír y abrazarla. Le quería gritar que la dejara y saliera conmigo. Ah, no eso no, mi mente divagaba mucho. Repentinamente sentí un cosquilleo en mi estómago. No sabía si de emoción o nerviosismo, pero la sonrisa no tardó en aparecer.
– ¿Por qué sonríes? –preguntó también con una sonrisa.
– Perdón –hice un puchero a lo cual rió–, bueno… nadie te entiende.
– Lo siento –dijo riendo,
– Pero hiciste una cara chistosa.
– Hago caras chistosas –dije haciéndole algunas a lo cual ella no dejaba de reírse, su risa escandalosa hizo que mucha gente me mirara y también riera.
– Salgamos de aquí –le dije y tomé su mano.
– ¿A dónde me llevas? –preguntó.
– Primero, tengo que irme a duchar. Así que paso por ti… –dije mirando mi reloj.
– Dentro de media hora a tu camarote. ¿Estarás lista?
– Claro que sí –dijo y las dos salimos corriendo.
– ¡Brittany! –grité cuando ella estaba más alejada de mí. Ella se giró para quedar de frente.
– ¡Gracias! –grité con una sonrisa. Ella sonrió también.
Entré rápidamente a mi camarote y allí estaba mi hermana con Quinn, estaban jugando lo que parecía ser poker.
– Hola –dije con una sonrisa. Me acerqué a mi hermana y la abracé y luego fui con Quinn.
– Hola Tana –dijo y me abrazó. Me quedé en sus cálidos brazos un ratito.
– ¿Estás mejor? –preguntó amablemente.
– Sí, iré con Brittany a dar una vuelta –dije corriendo al baño.
Rápidamente me arranqué la ropa y me duché, al salir me puse una playera de béisbol negra con blanco y un short pequeño de mezclilla azul, mis converse negros y traía el cabello recogido en una coleta. Luego me maquillé muy poco y noté que tenía las mejillas ruborizadas, algo raro en mí. Mordí mis labios y reí de mi misma.
– ¿A dónde irán? –preguntó Quinn una vez que salí del cuarto.
– En realidad no lo sé –dije tomando mi cámara y colgándomela al cuello. Miré mi reloj y faltaban escasos tres minutos para que fuera la media hora. Rápidamente salí corriendo a su camarote y cuando estaba por tocar, se abrió la puerta.
– ¿Qué haces aquí? –preguntó Kitty en el umbral.
– Vengo con Brittany –dije honestamente.
– Se está bañando –dijo tratando de cerrar la puerta.
– Oh, entonces la esperaré –dije tratando de pasar por un lado de ella.
– No estarás esperándola mientras ella está desnuda. Que tú ya no tengas novio no significa que puedas buscar refugio o simplemente estar con mi chica –dijo furiosa.
– No estaré con ella, simplemente…
– ¿Qué? –dijo Brittany desde la salita, traía una toalla amarrada para cubrirse. Solo eso, rápidamente sentí cómo mis mejillas se ruborizaban y agaché la mirada.
– Nada, amor –dijo Kitty tratando de cerrar de nuevo la puerta.
– Espera, déjala que pase –dijo ella con una sonrisa.
– ¡No! –dijo ella molesta.
– No te pedimos permiso, disculpa –dije y la empujé hacia fuera. Ella rápido trató de incorporarse pero para entonces yo ya le había cerrado la puerta en la nariz. Cerré la puerta con seguro y comenzó a golpearla.
– ¡Ábreme Santana! –gruñó la bruja.
– No –dije y caminé hacia Brittany, ella me miró sonrojada y se acercó a mí.
– Creo que deberías vestirte primero antes de venir a abrazarme –dije más sonrojada que nunca. Ella rió audiblemente.
– De acuerdo –dijo y se dio media vuelta. Pude notar un poco de esa maravillosa espalda formada que ella tenía, me encantaba. Mordí mis labios y no precisamente por nerviosismo si no de deseo.
– En un momento salgo –dijo desde la habitación.
– Claro –dije y observé mi celular. No tenía ningún mensaje nuevo. Se me hacía extraño pues regularmente a estas horas tenía uno de Susan. Pensé en enviarle uno, pero luego tendría que conversar con ella y hoy quería disfrutar de mi día con Brittany.
Al salir ella traía una camisa azul acompañada de una chaqueta de cuero y un pantalón negro pegado, traía unos tennis negros. Su cabello estaba peinado–despeinado. Me encantaba cómo se veía. Me levanté y me acerqué a ella.
– ¿Listo? –pregunté ya cerca.
– Claro –dijo y se acercó a mí.
– ¿Crees que Kitty se enoje porque te robe todo el día de hoy? –pregunté y ella sonrió.
– No… y si se molesta, creo que tendré que terminar con ella.
– ¿Terminar? –dije sorprendida.
– ¿Sería tan malo? –dijo aún más cerca de mí.
– No quiero que termines con ella por mí. Eso sería demasiado cruel de tu parte –dije alzando mis brazos por su cuello.
– No terminaré con ella, si ella no se opone a que te vea.
– ¿te puedo preguntar algo?
– Dime.
– Me encanta que me digas San, ¿pero porque me dices San, cuando todos me dicen Tana?
– Poe que tu eres especial para mi San. –dijo acercando su cara a mi mejilla.
Me dio un dulce beso y yo me apreté a ella. Suspiré el dulce y exquisito olor que se desprendía de su cuello a jabón y perfume, delicioso. Brittany pasó sus manos por mi cintura. Estuvimos abrazadas así un momento, yo cerré mis ojos, realmente disfrutaba de estar en sus brazos, pero sentí que ella se alejaba un poco de mí. Al abrir los ojos me miraba fijamente y no sonreía, miraba mis labios. Sus brillantes ojos azules relucían como nunca en la vida. Sentí cómo mi corazón latía con rapidez.
– ¿Qué… –tartamudeé– … tratas de hacer? –pregunté demasiado nerviosa.
– Shh… –dijo acercándose a mis labios– solo quiero disfrutar del pequeño momento que tendré…
– Brittany… –no sabía qué pensar. Una parte de mí quería con locura que me besara, pero la parte racional me decía que ella tenía novia y que esto estaba mal. Estaba a punto de acariciar mis labios con los suyos pero se detuvo.
–San, sé que esto no se repetirá, sé que esto no está bien… pero necesito besarte. Tal vez sea la última vez que lo haga, tal vez después de esto me odies y no quieras volver a hablar conmigo, de aquí hasta que se termine el crucero. Tal vez nos lastimaremos a ambas pensando que cada quien tiene su pareja, pero… –ella me miraba fijamente a mis ojos, yo no sabía ni qué expresión tenía mi cara.
– Necesito hacerlo, necesito besarte, necesito probar de nuevo tus labios carnosos, dulces y acaramelados. Necesito… que… me beses como solo tú lo haces, necesito que mi corazón se acelere al contacto de un verdadero sentimiento… necesito… – Pegué mis labios a los de ella.
Entrelacé mis brazos detrás de su cuello y besé sus delicados labios rojos. Ella me apretó a su cintura y ciñó mi blusa. Nuestros labios se movían en total sincronía, primero de una forma salvaje, tanto que sentía que mis labios sangrarían, pero luego se tornó a una forma dulce y linda que hizo que mi mente realmente divagara, lanzándome imágenes de la primera vez que la vi, de la canción que ella cantó, de cuando dormí en su habitación, de la maravillosa sonrisa que me mostraba cada día. Me cargó en sus brazos, wow, sí que tenía fuerza, crucé las piernas en torno a su cintura. Mordí sus labios y un ronroneo proveniente de su pecho hizo que mi piel se erizara y luego su traviesa lengua se abrió paso entre mis dientes para juguetear con la mía. Realmente lo estaba disfrutando.
– Gracias –susurró entre nuestro beso.
– Fue un placer –dije dándole un beso en la nariz. Bajé de ella y tomé su mano. Me encaminé hacia la puerta y luego Brittany me regresó a sus brazos y me dio otro beso dulce en los labios.
– Lo siento, tenía que hacerlo –dijo riendo un poco. A lo cual yo solo me sonrojé.
Abrí la puerta lentamente para ver si Kitty ya se había ido. Salimos de allí caminando lentamente una vez que nos aseguramos de que ella ya no estaba. Yo venía con una sonrisita extraña y ella venía demasiado cerca de mí; de vez en cuando tomando mi mano.
– Vamos a desayunar y luego… a los videojuegos que están en la parte de abajo –dije dulcemente.
– Muy bien –dijo feliz.
Bajamos en el elevador y llegamos a un restaurante muy bonito. Pedimos hot–cakes y un poco de jugo. Allí me mostró un lindo truco con la servilleta, parecía ser un sujetador, yo no paraba de reír con eso. Luego me comenzó a hacer voces extrañas y reía sin parar. La demás gente en el restaurante se la pasaba mirándonos y en ocasiones tenía que callarla para poder comer, sino escupiría la comida.
– ¿Te puedo hacer una pregunta? –le dije.
– Claro –dijo ella aún comiendo. Me quedé callada analizando lo que le diría.
– ¿Es cierto lo que dijo Sam anoche? –pregunté medio sonrojada.
– ¿Qué cosa? –Dijo mirándome atentamente.
– Dijimos mucho en nuestra discusión.
– La parte en la que… decía que tú estabas enamorada de mí –susurré a penas y yo me escuché.
– Bueno… la verdad es que… –Brittany miraba hacia el pasillo.
– No… no me lastimarás si me dices que no, no me importaría… solo quiero saber la verdad.
– Estoy muy confundida –dijo honestamente, o eso creí.
– Cuando estoy contigo siento que no existe nada más. Que tengo todo lo que necesito y sabes bien que pienso acerca de ti, lo dulce, lo maravillosa, lo especial, lo ruda y salvaje –dijo recordando el beso–, que puedes ser… y me encanta eso– yo sonreí
– Pero… siento una responsabilidad con Kitty que no me puedo quitar de encima, siento… como lo dijiste tú… que terminar con ella justo ahora, sería una crueldad.
– ¿Ósea que sí lo estás? –dije refiriéndome a mí misma.
– Enamorada de ti –sonrió.
– Sí y mucho.
– Eso era todo lo que quería saber –dije sonriendo.
– ¿Tú… estás… enamorada de mí? –preguntó.
– No lo sé –dije honestamente–, pero… quisiera averiguarlo.
– Santana, sabes que… tú estás en un “tiempo” y yo sí tengo novia, no creo… que sea lo correcto– dijo mirándome con seriedad.
– Yo no te pido que la dejes, y yo no estoy muy convencida de querer ese anillo de vuelta. Así que… ese beso que te di –porque era verdad yo se lo di.
– Fue más porque tú me lo pediste.
– ¿Fue solo porque te lo pedí? –dijo Britt en un tono algo doloroso.
– A quién engaño –dije volviendo a mi tono natural de hablar.
– La verdad desde hace unos días lo quería hacer, pero sabía que estaría mal. Ahora la única infiel fuiste tú –dije riendo un poco.
– Sí, pero por una extraña razón no me siento culpable –dijo tomando mi mano.
Después de desayunar fuimos a los juegos que estaban en el mismo piso, había uno en especial que era para bailar, subías y tenías que estar pisando ciertos puntos cada que la pantalla lo señalara. Allí estuvimos jugando mucho tiempo hasta que me cansé de brincar y de que me ganara, la verdad Britt baila como una profesional.
– Creo que tenemos que ir a comer otra vez, tengo hambre –dijo tocando su barriga.
– Claro, quiero ir a ver a los chicos, ¿te importa si vamos con ellos? –pregunté.
– Claro que no, vamos –dijo y tomó mi mano.
Llegamos a la cubierta y allí estaban todos incluyendo a sus parejas jugando con un balón de Voleibol se estaban divirtiendo y cuando nos vieron sonrieron automáticamente.
– ¡Santana! –gritaron Quinn, Mercedes y Marley al mismo tiempo.
– ¡Hola! –dije muy emocionada. Corrí a sus brazos amaba a estas chicas. Estuvimos hablando y jugando unos minutos más, hasta que los chicos estaban hambrientos. Brittany y Mercedes ya se morían de hambre.
Fuimos a un restaurante elegante, Brittany volvió a hacer lo de la servilleta y volví a reír como la primera vez. Al terminar estuvimos riendo de los chistes y las anécdotas que ellos nos contaban. La verdad era que lo estaba disfrutando.
– Britt, ¿y tú novia? –le preguntó Quinn.
– No lo sé –dijo encogiéndose de hombros.
– ¿No lo sabes? –dijo sorprendida.
– No, hoy prometí dedicarle el día a San –dijo y me sonrió.
– ¿Tú ex prometido? –preguntó Rachel.
– Ni idea –dije también despreocupada.
– No lo pienso ver ahora.
– Vaya… así que se han dedicado a ignorar a sus parejas –dijo Marley.
– 1: Sam ya no es mi pareja –me excusé.
– 2: No tiene nada de malo si paso un día con mi adorable amiga.
– Nadie se quejó de eso –dijo Kurt.
– Al contrario, –continuó Marley.
– Me parece lo mejor que han hecho durante estos días.
– Necesitábamos respirar un poco –dijo Brittany.
– Qué mejor que con una gran chica, divertida, linda y traviesa como San.
– Cierto –dije yo
– Qué mejor que con alguien… interesante, divertida, chistosa, amable y cariñosa como ella –dije bajando la mirada. La mesa se quedó en completo silencio. Hasta que Blaine carraspeó.
– Bueno… eh… –trataba de iniciar el.
– Creo… que
– Será un buen día para ambas –dijo Kurt ayudándole.
– Sí –completaron todos.
Al terminar la comida, cada quien se fue con su pareja y yo caminé al lado de ella por la cubierta, la puesta de sol estaba por terminar. Hice unas buenas tomas y luego nos sentamos en el barandal, Brittany me ayudó a meter mis piernas por debajo de este y luego ella metió las suyas.
– Ha sido un gran día –dijo.
– La verdad sí, nunca me había divertido tanto –dije sonriendo.
– Me alegra que te hayas divertido –dijo dándole un golpecito a mi barbilla como acostumbraba.
Estuvimos en silencio unos minutos hasta que la puesta de sol terminó y luego, Ella lentamente tomó mi mano. Entrelazó los dedos y me miró dulcemente, quería acercarme nuevamente a besarla, pero ahora tendría que aceptar el hecho de que estaba enamorada de ella. Así que le sonreí y desvié mi mirada hacia la oscuridad que estaba frente a nosotras.
– Escucha… –dijo.
– Dime –dije en un susurro.
– Tengo que… ir a hacer algo importante, pero… en un rato te paso a buscar a tu camarote, para luego ir al mío y ver una película. El día termina hasta que se cumpla la hora en que comenzó la cita –dijo sonriendo.
– De acuerdo –dije sonriente. Me ayudó a salir de allí y caminamos juntas hasta el lobby donde se dividían todos los corredores. Ella apretó mi mano y luego me abrazó.
– Vuelvo en un ratito –me dio un beso en la frente.
– Está bien –dije y la abracé más hacia mí.
Capítulo 23
Narra Santana
Al despertar sentí la necesidad de ir a correr a las caminadoras del gimnasio. Tomé un pequeño pan que estaba en la cocinita y un jugo del pequeño refrigerador. Mientras caminaba me encontré con Brittany quien traía un short y una camisa blanca ajustada dejando a la luz su perfecta figura. Parecía ir al gimnasio también, pues llevaba una botella de agua.
– Buenos días –dijo con una sonrisa.
– Hola –dije caminando a su lado.
– ¿Al gimnasio? –pregunté.
– Sí –dijo ella.
– ¿Tú?
– También –dije mordiendo mi pan.
– No creo que debas de comer… si vas a ejercitarte, podrías vomitar.
– ¿Te daría asco verme vomitar? –ella sonrió.
– La verdad, sí –dijo arrugando la nariz.
– Entonces, no estés tan cerca –dije tomando de mi jugo.
Al llegar saludamos a la señorita y ella estaba a mi lado en la caminadora. Me puse mis audífonos y comencé caminando. Ella también parecía caminar a mi ritmo. En ocasiones sentía como me miraba y sonreía. Yo volteaba también le sonreía, me agradaba cuando me hacía caras extrañas, pues yo no paraba de reír.
– Extrañaba a esta San –dijo lo suficientemente alto para que yo lo escuchara.
– Yo también me extrañaba –dije riendo. Bajé de la caminadora y ella me imitó.
– ¿Qué te hizo tomar esa decisión? –preguntó.
– Todo… tal vez necesitaba un respiro –dije sonriendo.
– Entonces, ¿recuerdas cuando me dijiste que te perderías a ti misma por él? –dijo sentándose frente a mí.
– Sí –dije honestamente.
– Creo que no te perdiste a ti misma –dijo dándome un pequeño golpe bajo la barbilla.
– Creo que no, ¿qué tal te va a ti con Kitty? –pregunté.
– Bueno… –me miró pensativa.
– Le prometí que intentaríamos que esto funcionara… aunque creo que no lo hare.
Realmente quería sonreír y abrazarla. Le quería gritar que la dejara y saliera conmigo. Ah, no eso no, mi mente divagaba mucho. Repentinamente sentí un cosquilleo en mi estómago. No sabía si de emoción o nerviosismo, pero la sonrisa no tardó en aparecer.
– ¿Por qué sonríes? –preguntó también con una sonrisa.
– Perdón –hice un puchero a lo cual rió–, bueno… nadie te entiende.
– Lo siento –dijo riendo,
– Pero hiciste una cara chistosa.
– Hago caras chistosas –dije haciéndole algunas a lo cual ella no dejaba de reírse, su risa escandalosa hizo que mucha gente me mirara y también riera.
– Salgamos de aquí –le dije y tomé su mano.
– ¿A dónde me llevas? –preguntó.
– Primero, tengo que irme a duchar. Así que paso por ti… –dije mirando mi reloj.
– Dentro de media hora a tu camarote. ¿Estarás lista?
– Claro que sí –dijo y las dos salimos corriendo.
– ¡Brittany! –grité cuando ella estaba más alejada de mí. Ella se giró para quedar de frente.
– ¡Gracias! –grité con una sonrisa. Ella sonrió también.
Entré rápidamente a mi camarote y allí estaba mi hermana con Quinn, estaban jugando lo que parecía ser poker.
– Hola –dije con una sonrisa. Me acerqué a mi hermana y la abracé y luego fui con Quinn.
– Hola Tana –dijo y me abrazó. Me quedé en sus cálidos brazos un ratito.
– ¿Estás mejor? –preguntó amablemente.
– Sí, iré con Brittany a dar una vuelta –dije corriendo al baño.
Rápidamente me arranqué la ropa y me duché, al salir me puse una playera de béisbol negra con blanco y un short pequeño de mezclilla azul, mis converse negros y traía el cabello recogido en una coleta. Luego me maquillé muy poco y noté que tenía las mejillas ruborizadas, algo raro en mí. Mordí mis labios y reí de mi misma.
– ¿A dónde irán? –preguntó Quinn una vez que salí del cuarto.
– En realidad no lo sé –dije tomando mi cámara y colgándomela al cuello. Miré mi reloj y faltaban escasos tres minutos para que fuera la media hora. Rápidamente salí corriendo a su camarote y cuando estaba por tocar, se abrió la puerta.
– ¿Qué haces aquí? –preguntó Kitty en el umbral.
– Vengo con Brittany –dije honestamente.
– Se está bañando –dijo tratando de cerrar la puerta.
– Oh, entonces la esperaré –dije tratando de pasar por un lado de ella.
– No estarás esperándola mientras ella está desnuda. Que tú ya no tengas novio no significa que puedas buscar refugio o simplemente estar con mi chica –dijo furiosa.
– No estaré con ella, simplemente…
– ¿Qué? –dijo Brittany desde la salita, traía una toalla amarrada para cubrirse. Solo eso, rápidamente sentí cómo mis mejillas se ruborizaban y agaché la mirada.
– Nada, amor –dijo Kitty tratando de cerrar de nuevo la puerta.
– Espera, déjala que pase –dijo ella con una sonrisa.
– ¡No! –dijo ella molesta.
– No te pedimos permiso, disculpa –dije y la empujé hacia fuera. Ella rápido trató de incorporarse pero para entonces yo ya le había cerrado la puerta en la nariz. Cerré la puerta con seguro y comenzó a golpearla.
– ¡Ábreme Santana! –gruñó la bruja.
– No –dije y caminé hacia Brittany, ella me miró sonrojada y se acercó a mí.
– Creo que deberías vestirte primero antes de venir a abrazarme –dije más sonrojada que nunca. Ella rió audiblemente.
– De acuerdo –dijo y se dio media vuelta. Pude notar un poco de esa maravillosa espalda formada que ella tenía, me encantaba. Mordí mis labios y no precisamente por nerviosismo si no de deseo.
– En un momento salgo –dijo desde la habitación.
– Claro –dije y observé mi celular. No tenía ningún mensaje nuevo. Se me hacía extraño pues regularmente a estas horas tenía uno de Susan. Pensé en enviarle uno, pero luego tendría que conversar con ella y hoy quería disfrutar de mi día con Brittany.
Al salir ella traía una camisa azul acompañada de una chaqueta de cuero y un pantalón negro pegado, traía unos tennis negros. Su cabello estaba peinado–despeinado. Me encantaba cómo se veía. Me levanté y me acerqué a ella.
– ¿Listo? –pregunté ya cerca.
– Claro –dijo y se acercó a mí.
– ¿Crees que Kitty se enoje porque te robe todo el día de hoy? –pregunté y ella sonrió.
– No… y si se molesta, creo que tendré que terminar con ella.
– ¿Terminar? –dije sorprendida.
– ¿Sería tan malo? –dijo aún más cerca de mí.
– No quiero que termines con ella por mí. Eso sería demasiado cruel de tu parte –dije alzando mis brazos por su cuello.
– No terminaré con ella, si ella no se opone a que te vea.
– ¿te puedo preguntar algo?
– Dime.
– Me encanta que me digas San, ¿pero porque me dices San, cuando todos me dicen Tana?
– Poe que tu eres especial para mi San. –dijo acercando su cara a mi mejilla.
Me dio un dulce beso y yo me apreté a ella. Suspiré el dulce y exquisito olor que se desprendía de su cuello a jabón y perfume, delicioso. Brittany pasó sus manos por mi cintura. Estuvimos abrazadas así un momento, yo cerré mis ojos, realmente disfrutaba de estar en sus brazos, pero sentí que ella se alejaba un poco de mí. Al abrir los ojos me miraba fijamente y no sonreía, miraba mis labios. Sus brillantes ojos azules relucían como nunca en la vida. Sentí cómo mi corazón latía con rapidez.
– ¿Qué… –tartamudeé– … tratas de hacer? –pregunté demasiado nerviosa.
– Shh… –dijo acercándose a mis labios– solo quiero disfrutar del pequeño momento que tendré…
– Brittany… –no sabía qué pensar. Una parte de mí quería con locura que me besara, pero la parte racional me decía que ella tenía novia y que esto estaba mal. Estaba a punto de acariciar mis labios con los suyos pero se detuvo.
–San, sé que esto no se repetirá, sé que esto no está bien… pero necesito besarte. Tal vez sea la última vez que lo haga, tal vez después de esto me odies y no quieras volver a hablar conmigo, de aquí hasta que se termine el crucero. Tal vez nos lastimaremos a ambas pensando que cada quien tiene su pareja, pero… –ella me miraba fijamente a mis ojos, yo no sabía ni qué expresión tenía mi cara.
– Necesito hacerlo, necesito besarte, necesito probar de nuevo tus labios carnosos, dulces y acaramelados. Necesito… que… me beses como solo tú lo haces, necesito que mi corazón se acelere al contacto de un verdadero sentimiento… necesito… – Pegué mis labios a los de ella.
Entrelacé mis brazos detrás de su cuello y besé sus delicados labios rojos. Ella me apretó a su cintura y ciñó mi blusa. Nuestros labios se movían en total sincronía, primero de una forma salvaje, tanto que sentía que mis labios sangrarían, pero luego se tornó a una forma dulce y linda que hizo que mi mente realmente divagara, lanzándome imágenes de la primera vez que la vi, de la canción que ella cantó, de cuando dormí en su habitación, de la maravillosa sonrisa que me mostraba cada día. Me cargó en sus brazos, wow, sí que tenía fuerza, crucé las piernas en torno a su cintura. Mordí sus labios y un ronroneo proveniente de su pecho hizo que mi piel se erizara y luego su traviesa lengua se abrió paso entre mis dientes para juguetear con la mía. Realmente lo estaba disfrutando.
– Gracias –susurró entre nuestro beso.
– Fue un placer –dije dándole un beso en la nariz. Bajé de ella y tomé su mano. Me encaminé hacia la puerta y luego Brittany me regresó a sus brazos y me dio otro beso dulce en los labios.
– Lo siento, tenía que hacerlo –dijo riendo un poco. A lo cual yo solo me sonrojé.
Abrí la puerta lentamente para ver si Kitty ya se había ido. Salimos de allí caminando lentamente una vez que nos aseguramos de que ella ya no estaba. Yo venía con una sonrisita extraña y ella venía demasiado cerca de mí; de vez en cuando tomando mi mano.
– Vamos a desayunar y luego… a los videojuegos que están en la parte de abajo –dije dulcemente.
– Muy bien –dijo feliz.
Bajamos en el elevador y llegamos a un restaurante muy bonito. Pedimos hot–cakes y un poco de jugo. Allí me mostró un lindo truco con la servilleta, parecía ser un sujetador, yo no paraba de reír con eso. Luego me comenzó a hacer voces extrañas y reía sin parar. La demás gente en el restaurante se la pasaba mirándonos y en ocasiones tenía que callarla para poder comer, sino escupiría la comida.
– ¿Te puedo hacer una pregunta? –le dije.
– Claro –dijo ella aún comiendo. Me quedé callada analizando lo que le diría.
– ¿Es cierto lo que dijo Sam anoche? –pregunté medio sonrojada.
– ¿Qué cosa? –Dijo mirándome atentamente.
– Dijimos mucho en nuestra discusión.
– La parte en la que… decía que tú estabas enamorada de mí –susurré a penas y yo me escuché.
– Bueno… la verdad es que… –Brittany miraba hacia el pasillo.
– No… no me lastimarás si me dices que no, no me importaría… solo quiero saber la verdad.
– Estoy muy confundida –dijo honestamente, o eso creí.
– Cuando estoy contigo siento que no existe nada más. Que tengo todo lo que necesito y sabes bien que pienso acerca de ti, lo dulce, lo maravillosa, lo especial, lo ruda y salvaje –dijo recordando el beso–, que puedes ser… y me encanta eso– yo sonreí
– Pero… siento una responsabilidad con Kitty que no me puedo quitar de encima, siento… como lo dijiste tú… que terminar con ella justo ahora, sería una crueldad.
– ¿Ósea que sí lo estás? –dije refiriéndome a mí misma.
– Enamorada de ti –sonrió.
– Sí y mucho.
– Eso era todo lo que quería saber –dije sonriendo.
– ¿Tú… estás… enamorada de mí? –preguntó.
– No lo sé –dije honestamente–, pero… quisiera averiguarlo.
– Santana, sabes que… tú estás en un “tiempo” y yo sí tengo novia, no creo… que sea lo correcto– dijo mirándome con seriedad.
– Yo no te pido que la dejes, y yo no estoy muy convencida de querer ese anillo de vuelta. Así que… ese beso que te di –porque era verdad yo se lo di.
– Fue más porque tú me lo pediste.
– ¿Fue solo porque te lo pedí? –dijo Britt en un tono algo doloroso.
– A quién engaño –dije volviendo a mi tono natural de hablar.
– La verdad desde hace unos días lo quería hacer, pero sabía que estaría mal. Ahora la única infiel fuiste tú –dije riendo un poco.
– Sí, pero por una extraña razón no me siento culpable –dijo tomando mi mano.
Después de desayunar fuimos a los juegos que estaban en el mismo piso, había uno en especial que era para bailar, subías y tenías que estar pisando ciertos puntos cada que la pantalla lo señalara. Allí estuvimos jugando mucho tiempo hasta que me cansé de brincar y de que me ganara, la verdad Britt baila como una profesional.
– Creo que tenemos que ir a comer otra vez, tengo hambre –dijo tocando su barriga.
– Claro, quiero ir a ver a los chicos, ¿te importa si vamos con ellos? –pregunté.
– Claro que no, vamos –dijo y tomó mi mano.
Llegamos a la cubierta y allí estaban todos incluyendo a sus parejas jugando con un balón de Voleibol se estaban divirtiendo y cuando nos vieron sonrieron automáticamente.
– ¡Santana! –gritaron Quinn, Mercedes y Marley al mismo tiempo.
– ¡Hola! –dije muy emocionada. Corrí a sus brazos amaba a estas chicas. Estuvimos hablando y jugando unos minutos más, hasta que los chicos estaban hambrientos. Brittany y Mercedes ya se morían de hambre.
Fuimos a un restaurante elegante, Brittany volvió a hacer lo de la servilleta y volví a reír como la primera vez. Al terminar estuvimos riendo de los chistes y las anécdotas que ellos nos contaban. La verdad era que lo estaba disfrutando.
– Britt, ¿y tú novia? –le preguntó Quinn.
– No lo sé –dijo encogiéndose de hombros.
– ¿No lo sabes? –dijo sorprendida.
– No, hoy prometí dedicarle el día a San –dijo y me sonrió.
– ¿Tú ex prometido? –preguntó Rachel.
– Ni idea –dije también despreocupada.
– No lo pienso ver ahora.
– Vaya… así que se han dedicado a ignorar a sus parejas –dijo Marley.
– 1: Sam ya no es mi pareja –me excusé.
– 2: No tiene nada de malo si paso un día con mi adorable amiga.
– Nadie se quejó de eso –dijo Kurt.
– Al contrario, –continuó Marley.
– Me parece lo mejor que han hecho durante estos días.
– Necesitábamos respirar un poco –dijo Brittany.
– Qué mejor que con una gran chica, divertida, linda y traviesa como San.
– Cierto –dije yo
– Qué mejor que con alguien… interesante, divertida, chistosa, amable y cariñosa como ella –dije bajando la mirada. La mesa se quedó en completo silencio. Hasta que Blaine carraspeó.
– Bueno… eh… –trataba de iniciar el.
– Creo… que
– Será un buen día para ambas –dijo Kurt ayudándole.
– Sí –completaron todos.
Al terminar la comida, cada quien se fue con su pareja y yo caminé al lado de ella por la cubierta, la puesta de sol estaba por terminar. Hice unas buenas tomas y luego nos sentamos en el barandal, Brittany me ayudó a meter mis piernas por debajo de este y luego ella metió las suyas.
– Ha sido un gran día –dijo.
– La verdad sí, nunca me había divertido tanto –dije sonriendo.
– Me alegra que te hayas divertido –dijo dándole un golpecito a mi barbilla como acostumbraba.
Estuvimos en silencio unos minutos hasta que la puesta de sol terminó y luego, Ella lentamente tomó mi mano. Entrelazó los dedos y me miró dulcemente, quería acercarme nuevamente a besarla, pero ahora tendría que aceptar el hecho de que estaba enamorada de ella. Así que le sonreí y desvié mi mirada hacia la oscuridad que estaba frente a nosotras.
– Escucha… –dijo.
– Dime –dije en un susurro.
– Tengo que… ir a hacer algo importante, pero… en un rato te paso a buscar a tu camarote, para luego ir al mío y ver una película. El día termina hasta que se cumpla la hora en que comenzó la cita –dijo sonriendo.
– De acuerdo –dije sonriente. Me ayudó a salir de allí y caminamos juntas hasta el lobby donde se dividían todos los corredores. Ella apretó mi mano y luego me abrazó.
– Vuelvo en un ratito –me dio un beso en la frente.
– Está bien –dije y la abracé más hacia mí.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
WIIIII brittana :3 !! Jajaja quiero más soy adicta a tu fic jajaja
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Necesitamos mas Brittana después de los rumores que corren respecto a Naya en la serie!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Siii!! Principios de brittana!! *-* coincido totalmente, eso ayudaría mucho con estos rumores q hay de que Naya ya no saldrá más :(
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
que lindas, por lo menos me las puedo imaginar en esta historia mientras se sabe la verdad del personaje de santana lopez en la serie!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
GRACIAS....! Ojala no nos dejes emocionadas :)!
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Me acabo de leer todo el fic y me ha fascinado!!
Espero que por fin se enteren de quién es Susan y Marie :3
Nos leemos en la próxima :D
Espero que por fin se enteren de quién es Susan y Marie :3
Nos leemos en la próxima :D
Anddy Rivera Morris******* - Mensajes : 407
Fecha de inscripción : 16/05/2013
Edad : 27
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Por favor actualiza yaaaa xD
En serio , entro cada dos por tres para ver si has actualizado y encima con ese final de capitulo¡¡¡ madre mia¡¡¡
no te presiono pero.....ACTUALIZA PLS
(soy un poco adicta a tu fic por si no se ha notado)
En serio , entro cada dos por tres para ver si has actualizado y encima con ese final de capitulo¡¡¡ madre mia¡¡¡
no te presiono pero.....ACTUALIZA PLS
(soy un poco adicta a tu fic por si no se ha notado)
Marina LoPierce* - Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 11/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Actualizaaa por favor.....!
Pao Up- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 22/01/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
actualizaaaa pleas
Sara Pinel****** - Mensajes : 326
Fecha de inscripción : 30/01/2013
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Hola! acabo de leer tu fic y me he enganchado jaja lo único que tiene que haber mas brittana pero parece que ya estás poniendo más , a ver que pasa en el siguiente capítulo, lo has dejado interesante!
Espero que actualices pronto, un saludo!!
Espero que actualices pronto, un saludo!!
Invitado- Invitado
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Volviiiiiii siiiii!!!! disculpen la demora estoy full con las clases y exámenes, ando de pasada a dejarles un nuevo capitulo.
Gracias a todas las nuevas lectoras y gracias a las viejas lectoras por sus comentarios, con respecto a lo de naya no dramaticen solo son malos rumores mentirosos BRITTANA estará hasta el final en glee...
Bueno disfruten este nuevo cap ABSTENERSE MENORES DE 18 AÑOS POR FAVOR!!!
Capítulo 24
Narra Santana
Al llegar a la habitación de Brittany. Noté que Quinn aún estaba allí, me vio y se sonrojó, cosa extraña en ella.
– Hola –dije y la abracé.
– Que pasen bonita noche chicas. Rachel me espera –dijo sonriente y se encaminó a la puerta inmediatamente.
– ¿Por qué te vas así tan rápido? –pregunté.
– Porque puedo decir algo que no debes de escuchar, así que me voy –dijo y se fue.
– Bueno –dije dejando el morral en el sillón.
Brittany y yo estuvimos jugando un poco a distintos juegos de video que Quinn tenía y luego ella me cantó unas cuantas de sus canciones y otras de mis grupos favoritos canciones como: Falling in love y la que más me gustó I need a Woman y Look after you.
Me encantó esa canción, yo no podía estar más tiempo escuchándola, sentía que mis mejillas explotarían por tanto ardor.
Caminamos hacia el cuarto y noté que las camas ya estaban juntas como la otra vez, sería como la vez pasada. Encendió la pantalla y metió una película al DVD.
– En vista de que la vez pasada no pudiste dormir, esta vez veremos una Comedia–Romántica.
– De acuerdo –dije sentándome en el centro de la cama. Apagó la luz, acercó el plato con palomitas y me dio mi vaso de cola. Luego se recostó a mi lado y comenzaron los créditos de “La Cruda Verdad”
Yo me quedé sentada durante toda la película y con las piernas cruzadas frente a mí. La verdad era que me estaba divirtiendo allí. La risa escandalosa de Brittany hacía que a mí me causara más gracia lo que pasaba.
Al terminar ella me preguntó que si quería ver otra o ya prefería dormir. Decidí dormir pues realmente estaba cansada. Apagó la televisión y yo fui al baño para cambiarme. Me estaba poniendo la blusa de tirantes y el short que traje. Me sentía realmente nerviosa por eso.
Al salir ella estaba boca abajo con su cabeza mirando hacia donde yo estaba.
– Ven –dijo y señaló el lugar a su lado. Obedecí y me acerqué lentamente. Subí a la cama y me metí entre las sábanas. No estaba demasiado cerca de ella.
– Santana, sé que en la tarde te dije que no terminaría con Kitty… porque sería demasiado cruel de mi parte… pero… –rápidamente deseé que Brittany hubiera terminado ya con ella y poder disfrutar de ella sin ningún remordimiento en la conciencia.
– ¿sí? –dije instándola a que me contara.
– No pude más y le conté la verdad, terminé con ella. No puedo estar con ella si a quien quiero es a ti.
– ¿De qué hablas? –dije con la cabeza en la luna.
– Digo que… –se acercó a mi cara, me miró a los ojos y seguía acercándose a mí.
– Brittany… –dije antes de que me besara.
– ¿Sí? –dijo acercándose más.
– Espera –dije y me alejé de ella.
– Escucha, lo siento si… bueno yo… lo siento –dijo alejándose más de mí.
– No quise incomodarte.
– Terminé definitivamente con Sam –dije rápido y claro.
– ¿De verdad? –dijo confundida.
– Sí… yo tampoco quería seguir con una farsa como esa, si a quien quiero es… a ti.
Nos quedamos un momento calladas, tanto que incluso pensé que ya se había quedado dormida. Me recosté y abracé mis rodillas. Estuve así hasta que sentí que el sueño me ganaba. Cuando por fin sentí que me sumía en las sábanas…
– Santana… –susurró cerca de mi oreja.
– ¿Sí? –dije girándome para quedar frente a Brittany.
– Te quiero… –dijo acercándoseme.
– Yo… –le di un pequeño beso en los labios, el cual ella me correspondió.
– Yo comienzo a quererte.
Ella puso su mano en mi mejilla y acercó su cara a la mía hasta terminar con la distancia que nos separaba, me besaba tiernamente, acariciando con delicadeza mis labios, mi mente divagaba y podía sentir cómo se nublaba mi cabeza, Todo en ella era realmente adictivo, no quería que se separara de mí, ni siquiera en pos de aire.
Nuestro beso se tornó más serio y ella comenzó a acariciar mis brazos. Desde el hombro hasta la muñeca dejando un pequeño rastro de fuego recorriendo la distancia que tocaba. Yo tenía las manos aferradas en su cabello acercando su boca cada vez más a mi cuello, mientras yo aspiraba el olor de su cabello, Brittany pasaba sus labios alrededor de mi cuello y luego mordía con delicadeza mi oreja, provocando un pequeño gemido de mi parte.
Ella traía una camiseta de tirantes similar a la mía y cuando encontré el borde comencé a levantarla, Ella notó mis intenciones y se puso de rodillas sobra la cama, yo me enderecé junto con ella y comencé a alzarle la camisa, levantó los brazos y por la luz que traspasaba la ventanilla del cuarto, noté su perfecto abdomen, la miré desde su ombligo, hasta llegar a sus pechos aun cubiertos por un sujetador de encaje azul, vi sus ojos y me miraba con deseo, me hizo sonrojar.
Puse una de mis manos sobre su pecho y me acerqué a ella. Yo ahora respiraba con cierta dificultad pues me encontraba demasiado nerviosa. Brittany aún tenía los jeans puestos así que bajé mi mano izquierda, y comencé a desabrocharlo ante eso ella me miró con los ojos como platos y yo mordí uno de mis labios, sabía lo que quería, yo sabía exactamente lo que quería. Simplemente quería que ella me hiciera suya. Pero Ella me miraba totalmente sorprendida.
– Santana… estás segura de que… –dijo sorprendida o asustada, yo no podía escuchar más allá del pulso que taladraba mis oídos. Me acerqué lentamente a hacia ella, le di un beso y Brittany abrazó mi cintura.
– Quiero que… –susurré en su oído.
– Me hagas tocar las estrellas. Quiero experimentar esto contigo, quiero que me enseñes el verdadero significado de hacer el amor, no sé… si esto que tenemos durará –dije separándome un poco para que me viera a los ojos.
– No sé siquiera si esto es lo correcto porque tú eres una chica y yo también pero al diablo con eso no sé porqué esperé tanto tiempo para hacer esto… pero sé que haré esto por amor, porque realmente siento algo por ti, porque por fin… puedo entregarme a alguien que realmente lo merece… porque me enamoré de ti Brittany.
– Yo también me enamoré de ti –dijo cerca de mis labios.
– Ahora calla pues hablas demasiado… –dijo dándome un beso.
– Solo déjate llevar… te haré mía, completamente mía. – No pude evitar sonreír como boba ante eso “Completamente Suya”
Brittany levantó mi blusa y me recostó, y ella puso su cuerpo sobre el mío y yo pasé mis manos por la delgada línea que dividía su espalda y su sujetador. Ella me besaba con cierta firmeza y fervor pero yo agradecía ese palpitar en mis labios, sentía que la piel que Brittany tocaba se convertía en cenizas. Tiré de su pantalón y ella se lo quitó dejándola solo en Su ropa interior, luego ella me arrancó el short dejándome solo con ropa interior. Luego buscó el broche de mi sostén a mi espalda pero no lo encontraba.
– ¿Dónde? –susurró entre nuestro beso.
– Al frente –indiqué.
– Oh –dijo y nerviosamente acercó sus manos a mí pecho.
– Me encanta tu ropa… –dijo nerviosa.
– No tengas miedo y... También me gusta la tuya –susurré.
– No puedo evitarlo –dijo nerviosa.
Al final después de un debate mi sostén cedió y ella pudo desabrocharlo, lo lanzó fuera de la cama y me observó detenidamente. Me volvió a besar y yo termine de arrancar las dos prendas que la dividían de mí.
Ella también hizo lo suyo. Ahora podía sentir con mucha claridad lo que era estar con una persona, Brittany me acariciaba los muslos mientras yo mordía sus labios, puso su cara al lado de la mía y acarició mi espalda, susurraba mi nombre mientras sentía como nuestros pechos hacían contacto, gemía como no creí hacerlo en mi vida y ella me miraba.
—Eres muy hermosa, Santana. Me muero por estar dentro de ti.
¡Vaya manera de hablar! Es toda una seductora. Me corta la respiración.
—No te muevas —murmura.
Se inclina, me besa la parte interior de un muslo y va subiendo, sin dejar de besarme
Sigue besándome la barriga y me introduce la lengua en el ombligo. Sus labios ascienden hacia el torso. Me arde la piel. Estoy sofocada. Por un momento siento mucho calor, luego frío, y araño la sábana sobre la que estoy tumbada. Britt se tumba a mi lado y me recorre con la mano desde la cadera hasta el pecho, pasando por la cintura. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.
—Encajan perfectamente en mi mano, San —murmura.
Desplaza un dedo en mi seno y repite el proceso. Los pechos se me hinchan y los pezones se me endurecen bajo su insistente mirada azulada.
—Muy bonitos —suspira.
Y los pezones se me endurecen todavía más.
Me chupa suavemente un pezón, desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea muy despacio el otro pezón y tira de él. Gimo y siento que una dulce
sensación me desciende hasta la ingle. Estoy muy húmeda. Oh, por favor, suplico para mis adentros agarrando con fuerza la sábana. Cierra los labios alrededor de
mi otro pezón, y cuando lo lame, casi siento una convulsión.
Y sigue con su lenta y sensual incursión, ella es tan sexy. Mis pezones sienten sus hábiles dedos y sus labios, que encienden mis terminaciones nerviosas hasta el punto de que todo mi cuerpo gime en una dulce agonía, pero ella no se detiene.
Me acaricia la pierna derecha acercándose peligrosamente a mi sexo acaricia mi clítoris con su delicada palma y viéndome a los ojos introduce dos de sus largos dedos dentro de mí.
— ¡Aaay! —grito.
Grito mientras lo saca y vuelve a meterlos.
—Estás muy cerrada. ¿Estás bien?
Asiento con los ojos en blanco y agarrándome a sus brazos. Me siento llena por dentro. Si queda inmóvil para que me aclimate a la invasiva y abrumadora sensación
de tenerla dentro de mí.
Sigue introduciéndome los dos dedos, cada vez con más fuerza, duele un poco, pero me encanta lo que ella hace. Gimo.
Al desgarrar mi virginidad, siento una extraña sensación en lo más profundo de mí, como un pellizco. Ella se queda inmóvil y me observa con ojos en los que brilla el triunfo.
Me frota el clítoris con la palma de la mano, y grito de nuevo.
Cierra los ojos, gime y vuelve a penetrarme. Grito por segunda vez, y se detiene.
— ¿Más? —me susurra con voz salvaje.
—Sí —le contesto.
Vuelve a moverse y a detenerse.
Gimo. Mi cuerpo lo acepta… Oh, quiero que siga.
De repente se sienta, ¡Madre mía! Veo su sexo completamente húmedo, ella es toda una diosa.
—No entiendo cómo puedes ser tan dulce y tan salvaje al mismo tiempo.
—San, soy así solo contigo porque estoy enamorada de ti.
Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendida por encima de mí, me besa apasionadamente y luego separa su boca de la mía.
Me mira a los ojos con la mandíbula apretada y los ojos ardientes.
Tiene la boca ligeramente abierta y le cuesta respirar, une su cuerpo con el mío y posiciona su sexo junto al mío de forma que se rocen y siento su humedad ¡Madre mía! Gime. Nuestros pechos hacen contacto.
Se mueve, pero esta vez no se detiene. Siento su peso sobre mí, aprisionándome introduce otra vez dos dedos y sigue moviéndose. Gimo. Al principio se mueve despacio, ella entra y sale de mi cuerpo. Y a medida que voy acostumbrándome a la extraña sensación, empiezo a mover las caderas hacia las suyas. Acelera. Gimo y me embiste con
fuerza, cada vez más deprisa, sin piedad, a un ritmo implacable, y yo mantengo el ritmo de sus embestidas. Me besa bruscamente y vuelve a tirar de mi labio inferior con los dientes. Se retira un poco y siento que algo crece en lo más profundo de mí. Voy poniéndome tensa a medida que ella me penetra con sus dedos una y otra vez. Me tiembla el cuerpo, me arqueo. Estoy bañada en sudor. No sabía que sería así… No sabía que la sensación podía ser tan agradable. Mis pensamientos se dispersan… No hay más que sensaciones… Solo ella… Solo yo… Ay, por favor… Mi cuerpo se pone rígido.
—Vamos San quiero que te corras para mí —susurra sin aliento.
—Joder, Britt —jadeo.
Y me dejo ir en cuanto lo dice, llego al clímax y estallo en mil pedazos bajo su cuerpo. Y mientras se corre también ella, grita mi nombre, da una última embestida se queda inmóvil, nuestras humedades se mezclan.
Todavía jadeo, intento ralentizar la respiración y los latidos del corazón, y mis pensamientos se sumen en el caos. Dios mío… ha sido algo increíble.
Abro los ojos y Brittany ha apoyado su frente en la mía. Tiene los ojos cerrados y su respiración es irregular. Parpadea, abre los ojos y me lanza una mirada dulce.
Saca sus dedos dentro de mí.
—Oooh.
Es una sensación extraña, que me hace estremecer.
Se inclina, me besa suavemente en la frente y, muy despacio, empieza a salir de mi cuerpo...
— ¿Te he hecho daño? —me pregunta santana mientras se tumba a mi lado apoyándose en un codo.
Me pasa un mechón de pelo por detrás de mi oreja. Y no puedo evitar esbozar una amplia sonrisa.
— ¿Estás de verdad preguntándome si me has hecho daño?
— En serio, ¿estás bien?
—Estoy perfecta —Digo.
—Te quiero San —Y me mira de la forma más dulce, haciendo que me derrita.
—También te quiero Britt.
Me recuesto con la cabeza sobre su pecho desnudo totalmente satisfecha de lo que ha pasado esta noche. Ella me dio un beso en la frente y susurró lentamente.
– Fue la mejor noche que he tenido hasta ahora –sonreí feliz por eso.
– Gracias por permitirme ser la primera, espero que la única y la última.
– Lo serás –dije besándola lentamente.
– Quiero ser la única que te tenga, quiero ser la única que te pueda besar, quiero ser la única que pueda reclamar tu nombre… Santana López –susurró.
– ¿Te gustaría ser mi novia?
– ¿Tú y yo juntas? –Ella sonrió.
– Claro que sí quiero ser tu novia –y la volví a besar.
Dejé que me amara por el resto de la noche. Yo me había convertido en la chica más deseada del barco, la que disfrutaba como nunca de esa noche, la que había alcanzado las estrellas dos veces. Sentía cómo sus ojos llameaban al verme y cómo los míos pedían más, Ella se veía tan experimentada, sus manos, Dios mío, esas manos me hicieron tocar el cielo…
Me declaro irrevocablemente enamorada de Brittany Pierce.
Gracias a todas las nuevas lectoras y gracias a las viejas lectoras por sus comentarios, con respecto a lo de naya no dramaticen solo son malos rumores mentirosos BRITTANA estará hasta el final en glee...
Bueno disfruten este nuevo cap ABSTENERSE MENORES DE 18 AÑOS POR FAVOR!!!
Capítulo 24
Narra Santana
Al llegar a la habitación de Brittany. Noté que Quinn aún estaba allí, me vio y se sonrojó, cosa extraña en ella.
– Hola –dije y la abracé.
– Que pasen bonita noche chicas. Rachel me espera –dijo sonriente y se encaminó a la puerta inmediatamente.
– ¿Por qué te vas así tan rápido? –pregunté.
– Porque puedo decir algo que no debes de escuchar, así que me voy –dijo y se fue.
– Bueno –dije dejando el morral en el sillón.
Brittany y yo estuvimos jugando un poco a distintos juegos de video que Quinn tenía y luego ella me cantó unas cuantas de sus canciones y otras de mis grupos favoritos canciones como: Falling in love y la que más me gustó I need a Woman y Look after you.
Me encantó esa canción, yo no podía estar más tiempo escuchándola, sentía que mis mejillas explotarían por tanto ardor.
Caminamos hacia el cuarto y noté que las camas ya estaban juntas como la otra vez, sería como la vez pasada. Encendió la pantalla y metió una película al DVD.
– En vista de que la vez pasada no pudiste dormir, esta vez veremos una Comedia–Romántica.
– De acuerdo –dije sentándome en el centro de la cama. Apagó la luz, acercó el plato con palomitas y me dio mi vaso de cola. Luego se recostó a mi lado y comenzaron los créditos de “La Cruda Verdad”
Yo me quedé sentada durante toda la película y con las piernas cruzadas frente a mí. La verdad era que me estaba divirtiendo allí. La risa escandalosa de Brittany hacía que a mí me causara más gracia lo que pasaba.
Al terminar ella me preguntó que si quería ver otra o ya prefería dormir. Decidí dormir pues realmente estaba cansada. Apagó la televisión y yo fui al baño para cambiarme. Me estaba poniendo la blusa de tirantes y el short que traje. Me sentía realmente nerviosa por eso.
Al salir ella estaba boca abajo con su cabeza mirando hacia donde yo estaba.
– Ven –dijo y señaló el lugar a su lado. Obedecí y me acerqué lentamente. Subí a la cama y me metí entre las sábanas. No estaba demasiado cerca de ella.
– Santana, sé que en la tarde te dije que no terminaría con Kitty… porque sería demasiado cruel de mi parte… pero… –rápidamente deseé que Brittany hubiera terminado ya con ella y poder disfrutar de ella sin ningún remordimiento en la conciencia.
– ¿sí? –dije instándola a que me contara.
– No pude más y le conté la verdad, terminé con ella. No puedo estar con ella si a quien quiero es a ti.
– ¿De qué hablas? –dije con la cabeza en la luna.
– Digo que… –se acercó a mi cara, me miró a los ojos y seguía acercándose a mí.
– Brittany… –dije antes de que me besara.
– ¿Sí? –dijo acercándose más.
– Espera –dije y me alejé de ella.
– Escucha, lo siento si… bueno yo… lo siento –dijo alejándose más de mí.
– No quise incomodarte.
– Terminé definitivamente con Sam –dije rápido y claro.
– ¿De verdad? –dijo confundida.
– Sí… yo tampoco quería seguir con una farsa como esa, si a quien quiero es… a ti.
Nos quedamos un momento calladas, tanto que incluso pensé que ya se había quedado dormida. Me recosté y abracé mis rodillas. Estuve así hasta que sentí que el sueño me ganaba. Cuando por fin sentí que me sumía en las sábanas…
– Santana… –susurró cerca de mi oreja.
– ¿Sí? –dije girándome para quedar frente a Brittany.
– Te quiero… –dijo acercándoseme.
– Yo… –le di un pequeño beso en los labios, el cual ella me correspondió.
– Yo comienzo a quererte.
Ella puso su mano en mi mejilla y acercó su cara a la mía hasta terminar con la distancia que nos separaba, me besaba tiernamente, acariciando con delicadeza mis labios, mi mente divagaba y podía sentir cómo se nublaba mi cabeza, Todo en ella era realmente adictivo, no quería que se separara de mí, ni siquiera en pos de aire.
Nuestro beso se tornó más serio y ella comenzó a acariciar mis brazos. Desde el hombro hasta la muñeca dejando un pequeño rastro de fuego recorriendo la distancia que tocaba. Yo tenía las manos aferradas en su cabello acercando su boca cada vez más a mi cuello, mientras yo aspiraba el olor de su cabello, Brittany pasaba sus labios alrededor de mi cuello y luego mordía con delicadeza mi oreja, provocando un pequeño gemido de mi parte.
Ella traía una camiseta de tirantes similar a la mía y cuando encontré el borde comencé a levantarla, Ella notó mis intenciones y se puso de rodillas sobra la cama, yo me enderecé junto con ella y comencé a alzarle la camisa, levantó los brazos y por la luz que traspasaba la ventanilla del cuarto, noté su perfecto abdomen, la miré desde su ombligo, hasta llegar a sus pechos aun cubiertos por un sujetador de encaje azul, vi sus ojos y me miraba con deseo, me hizo sonrojar.
Puse una de mis manos sobre su pecho y me acerqué a ella. Yo ahora respiraba con cierta dificultad pues me encontraba demasiado nerviosa. Brittany aún tenía los jeans puestos así que bajé mi mano izquierda, y comencé a desabrocharlo ante eso ella me miró con los ojos como platos y yo mordí uno de mis labios, sabía lo que quería, yo sabía exactamente lo que quería. Simplemente quería que ella me hiciera suya. Pero Ella me miraba totalmente sorprendida.
– Santana… estás segura de que… –dijo sorprendida o asustada, yo no podía escuchar más allá del pulso que taladraba mis oídos. Me acerqué lentamente a hacia ella, le di un beso y Brittany abrazó mi cintura.
– Quiero que… –susurré en su oído.
– Me hagas tocar las estrellas. Quiero experimentar esto contigo, quiero que me enseñes el verdadero significado de hacer el amor, no sé… si esto que tenemos durará –dije separándome un poco para que me viera a los ojos.
– No sé siquiera si esto es lo correcto porque tú eres una chica y yo también pero al diablo con eso no sé porqué esperé tanto tiempo para hacer esto… pero sé que haré esto por amor, porque realmente siento algo por ti, porque por fin… puedo entregarme a alguien que realmente lo merece… porque me enamoré de ti Brittany.
– Yo también me enamoré de ti –dijo cerca de mis labios.
– Ahora calla pues hablas demasiado… –dijo dándome un beso.
– Solo déjate llevar… te haré mía, completamente mía. – No pude evitar sonreír como boba ante eso “Completamente Suya”
Brittany levantó mi blusa y me recostó, y ella puso su cuerpo sobre el mío y yo pasé mis manos por la delgada línea que dividía su espalda y su sujetador. Ella me besaba con cierta firmeza y fervor pero yo agradecía ese palpitar en mis labios, sentía que la piel que Brittany tocaba se convertía en cenizas. Tiré de su pantalón y ella se lo quitó dejándola solo en Su ropa interior, luego ella me arrancó el short dejándome solo con ropa interior. Luego buscó el broche de mi sostén a mi espalda pero no lo encontraba.
– ¿Dónde? –susurró entre nuestro beso.
– Al frente –indiqué.
– Oh –dijo y nerviosamente acercó sus manos a mí pecho.
– Me encanta tu ropa… –dijo nerviosa.
– No tengas miedo y... También me gusta la tuya –susurré.
– No puedo evitarlo –dijo nerviosa.
Al final después de un debate mi sostén cedió y ella pudo desabrocharlo, lo lanzó fuera de la cama y me observó detenidamente. Me volvió a besar y yo termine de arrancar las dos prendas que la dividían de mí.
Ella también hizo lo suyo. Ahora podía sentir con mucha claridad lo que era estar con una persona, Brittany me acariciaba los muslos mientras yo mordía sus labios, puso su cara al lado de la mía y acarició mi espalda, susurraba mi nombre mientras sentía como nuestros pechos hacían contacto, gemía como no creí hacerlo en mi vida y ella me miraba.
—Eres muy hermosa, Santana. Me muero por estar dentro de ti.
¡Vaya manera de hablar! Es toda una seductora. Me corta la respiración.
—No te muevas —murmura.
Se inclina, me besa la parte interior de un muslo y va subiendo, sin dejar de besarme
Sigue besándome la barriga y me introduce la lengua en el ombligo. Sus labios ascienden hacia el torso. Me arde la piel. Estoy sofocada. Por un momento siento mucho calor, luego frío, y araño la sábana sobre la que estoy tumbada. Britt se tumba a mi lado y me recorre con la mano desde la cadera hasta el pecho, pasando por la cintura. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.
—Encajan perfectamente en mi mano, San —murmura.
Desplaza un dedo en mi seno y repite el proceso. Los pechos se me hinchan y los pezones se me endurecen bajo su insistente mirada azulada.
—Muy bonitos —suspira.
Y los pezones se me endurecen todavía más.
Me chupa suavemente un pezón, desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea muy despacio el otro pezón y tira de él. Gimo y siento que una dulce
sensación me desciende hasta la ingle. Estoy muy húmeda. Oh, por favor, suplico para mis adentros agarrando con fuerza la sábana. Cierra los labios alrededor de
mi otro pezón, y cuando lo lame, casi siento una convulsión.
Y sigue con su lenta y sensual incursión, ella es tan sexy. Mis pezones sienten sus hábiles dedos y sus labios, que encienden mis terminaciones nerviosas hasta el punto de que todo mi cuerpo gime en una dulce agonía, pero ella no se detiene.
Me acaricia la pierna derecha acercándose peligrosamente a mi sexo acaricia mi clítoris con su delicada palma y viéndome a los ojos introduce dos de sus largos dedos dentro de mí.
— ¡Aaay! —grito.
Grito mientras lo saca y vuelve a meterlos.
—Estás muy cerrada. ¿Estás bien?
Asiento con los ojos en blanco y agarrándome a sus brazos. Me siento llena por dentro. Si queda inmóvil para que me aclimate a la invasiva y abrumadora sensación
de tenerla dentro de mí.
Sigue introduciéndome los dos dedos, cada vez con más fuerza, duele un poco, pero me encanta lo que ella hace. Gimo.
Al desgarrar mi virginidad, siento una extraña sensación en lo más profundo de mí, como un pellizco. Ella se queda inmóvil y me observa con ojos en los que brilla el triunfo.
Me frota el clítoris con la palma de la mano, y grito de nuevo.
Cierra los ojos, gime y vuelve a penetrarme. Grito por segunda vez, y se detiene.
— ¿Más? —me susurra con voz salvaje.
—Sí —le contesto.
Vuelve a moverse y a detenerse.
Gimo. Mi cuerpo lo acepta… Oh, quiero que siga.
De repente se sienta, ¡Madre mía! Veo su sexo completamente húmedo, ella es toda una diosa.
—No entiendo cómo puedes ser tan dulce y tan salvaje al mismo tiempo.
—San, soy así solo contigo porque estoy enamorada de ti.
Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendida por encima de mí, me besa apasionadamente y luego separa su boca de la mía.
Me mira a los ojos con la mandíbula apretada y los ojos ardientes.
Tiene la boca ligeramente abierta y le cuesta respirar, une su cuerpo con el mío y posiciona su sexo junto al mío de forma que se rocen y siento su humedad ¡Madre mía! Gime. Nuestros pechos hacen contacto.
Se mueve, pero esta vez no se detiene. Siento su peso sobre mí, aprisionándome introduce otra vez dos dedos y sigue moviéndose. Gimo. Al principio se mueve despacio, ella entra y sale de mi cuerpo. Y a medida que voy acostumbrándome a la extraña sensación, empiezo a mover las caderas hacia las suyas. Acelera. Gimo y me embiste con
fuerza, cada vez más deprisa, sin piedad, a un ritmo implacable, y yo mantengo el ritmo de sus embestidas. Me besa bruscamente y vuelve a tirar de mi labio inferior con los dientes. Se retira un poco y siento que algo crece en lo más profundo de mí. Voy poniéndome tensa a medida que ella me penetra con sus dedos una y otra vez. Me tiembla el cuerpo, me arqueo. Estoy bañada en sudor. No sabía que sería así… No sabía que la sensación podía ser tan agradable. Mis pensamientos se dispersan… No hay más que sensaciones… Solo ella… Solo yo… Ay, por favor… Mi cuerpo se pone rígido.
—Vamos San quiero que te corras para mí —susurra sin aliento.
—Joder, Britt —jadeo.
Y me dejo ir en cuanto lo dice, llego al clímax y estallo en mil pedazos bajo su cuerpo. Y mientras se corre también ella, grita mi nombre, da una última embestida se queda inmóvil, nuestras humedades se mezclan.
Todavía jadeo, intento ralentizar la respiración y los latidos del corazón, y mis pensamientos se sumen en el caos. Dios mío… ha sido algo increíble.
Abro los ojos y Brittany ha apoyado su frente en la mía. Tiene los ojos cerrados y su respiración es irregular. Parpadea, abre los ojos y me lanza una mirada dulce.
Saca sus dedos dentro de mí.
—Oooh.
Es una sensación extraña, que me hace estremecer.
Se inclina, me besa suavemente en la frente y, muy despacio, empieza a salir de mi cuerpo...
— ¿Te he hecho daño? —me pregunta santana mientras se tumba a mi lado apoyándose en un codo.
Me pasa un mechón de pelo por detrás de mi oreja. Y no puedo evitar esbozar una amplia sonrisa.
— ¿Estás de verdad preguntándome si me has hecho daño?
— En serio, ¿estás bien?
—Estoy perfecta —Digo.
—Te quiero San —Y me mira de la forma más dulce, haciendo que me derrita.
—También te quiero Britt.
Me recuesto con la cabeza sobre su pecho desnudo totalmente satisfecha de lo que ha pasado esta noche. Ella me dio un beso en la frente y susurró lentamente.
– Fue la mejor noche que he tenido hasta ahora –sonreí feliz por eso.
– Gracias por permitirme ser la primera, espero que la única y la última.
– Lo serás –dije besándola lentamente.
– Quiero ser la única que te tenga, quiero ser la única que te pueda besar, quiero ser la única que pueda reclamar tu nombre… Santana López –susurró.
– ¿Te gustaría ser mi novia?
– ¿Tú y yo juntas? –Ella sonrió.
– Claro que sí quiero ser tu novia –y la volví a besar.
Dejé que me amara por el resto de la noche. Yo me había convertido en la chica más deseada del barco, la que disfrutaba como nunca de esa noche, la que había alcanzado las estrellas dos veces. Sentía cómo sus ojos llameaban al verme y cómo los míos pedían más, Ella se veía tan experimentada, sus manos, Dios mío, esas manos me hicieron tocar el cielo…
Me declaro irrevocablemente enamorada de Brittany Pierce.
heya08** - Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 31/03/2014
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
UFFFFFFFFFF que super capítulo !! Sin palabras esperó tu actualización cn ansias (:
Dani(:********-*- - Mensajes : 1092
Fecha de inscripción : 16/04/2014
Edad : 28
Re: FanFic Brittana - Un amor fuera de borda....(Capítulo 30)
Genial capítulo, por fin están juntas!!!! coincido con Dani(: espero con ansias a que actualices!
Hasta la próxima y un saludo!
Hasta la próxima y un saludo!
Invitado- Invitado
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