(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee “10 days for Christmas”

Diciembre de 2010







-Estas más cerca de lo que crees de conseguir un solo… todos lo están… en fin… —dijo Blaine tomando sus cosas para bajarse— estoy en deuda contigo, déjame invitarte a cenar después del show.
-¿No tienes un reporte que hacer con Trent?
-Claro, pero eso se soluciona de inmediato —dijo tomando su teléfono al tiempo que salía del auto.
-¿Qué vas a hacer?
-Le enviare un mensaje diciendo que no podre reunirme con él y que será mejor cada quien haga su parte, luego las compaginaremos el lunes.
-¿Y alcanzaras?, porque te recuerdo y quedaste en acompañarme al centro comercial mañana.
-Tengo todo bajo control Kurt Hummel… listo… un “OK” más una cara feliz y… soy todo tuyo…—dijo enseñando su teléfono. Kurt se le quedo viendo un instante pensando en aquello.
-Te tomare la palabra Blaine Anderson…—murmuro sonriendo.
-¿Qué?...—pregunto Blaine mientras se ponía el abrigo y arreglaba por enésima vez la corbata y el detalle de su bolsillo.
-¿Que de… que?—dijo de vuelta dándose cuenta que había hablado más fuerte de lo que tenía presupuestado.
-Dijiste algo… —insistió Blaine arreglándose los puños de la camisa.
-No lo creo… —contesto rascándose la cabeza— los nervios te están traicionando… ¿vamos?...
-Vamos… —dijo tomando una cantidad extra de aire, a ver si así se le disipaban un tanto los nervios que su amigo hacia mención.
-¿Esas serán personas importantes? —pregunto Kurt mientras caminaba hacia la entrada del anfiteatro.
-¿Quienes?
-Esos de allí… —agrego señalando a un grupo de adultos finamente vestidos y que se bajaban de autos que parecían aún más costosos— tal vez es el Alcalde Mason… ¿no te dijeron nada de eso?
-No… —contestó Blaine volviendo a lo de la corbata.
-Pues yo creo que si… esos parecen ser guardaespaldas.
-¿Me quieres poner más nervioso?
-¿Qué?... ¡no!... solo estoy diciendo lo que veo.
-Pues si guardamos silencio hasta que entremos, te juro y no habría ningún problema —sentencio Blaine medio molesto.
-OK… —dijo Kurt mirándolo raro, camino un par de pasos y volvió a ver algo que parecía ser una cámara de la televisora local, volvió a mirar a su amigo de reojo, dudoso si debería contarle o no, que al parecer estaría en la pauta las noticias de las 8— Nunca creí que “Kings Island's Christmas Spectacular” fuera tan popular aquí… —añadió llegando a la puerta, tomo a su amigo por la espalda como si quisiera que acabara de entrar de una vez y termino por empujarlo hacia adentro cuando vio que encendían la cámara y una reportera vestida de manera profesional comenzaba a entrevistar a todos.
-¡Oye! —exclamo Blaine al sentirse empujado.
-¿Qué?... ¿no querrás que nos quedemos sin asientos?, ¿o sí?, o al menos yo que soy quien tiene que esperar tu show… gracias… —dijo al recibir el programa de manos de la anfitriona del evento, era una señora de mediana edad, con gruesas gafas y que parecía y se había puesto toda la ropa relacionada con navidad que había encontrado en el closet.
-¿Cómo que sentarte a esperar mi show?, debes acompañarme tras bambalinas y darme ánimos hasta que salga al escenario.
-¿Por qué? —pregunto Kurt mientras avanzaba por el piso alfombrado y leía al mismo tiempo lo que se presentaría esa noche.
-Porque eres mi amigo… y estoy seguro y estarás más cómodo allí que sentado entre público.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Porque… no se… siempre la diversión esta “backstage”… —añadió Blaine moviendo sus cejas.
-Dudo eso… —dijo Kurt metiéndose en una de las filas de asientos.
-¡Kurt!...
-Blaine… vamos… mira qué lugar tan bueno, al centro y ni tan adelante donde me puedan escupir los cantantes, ni tan atrás donde las parejas hacen cualquier cosa menos poner atención al show y arruinan el momento para todos.
-Por favor… te necesito.
Kurt trago un poco de saliva al escuchar a su amigo decir aquello y se imaginó toda una escena que entre otras cosas, involucraba mucho menos ropa.
-¿Eso es un sí?... “quien calla otorga”… —dijo Blaine estirando su mano.
-Es un si…
-¡Si!... —exclamo haciendo el gesto de triunfo con su mano— te aseguro y lo pasaras de lo mejor, además podrás ver todo lo que sucede con los artistas antes de salir a escena, cambios de última hora, miradas cómplices, chismes, bocadillos…
-¿Bocadillos? —dijo Kurt mirándolo de medio lado.
-Los mejores…
-Está bien… pero si no escucho ni como nada contundente, volveré aquí y me sentare donde tenía planeado.
-Acabas de hacer un trato Kurt Hummel… —dijo Blaine sonriendo que encantaba.
-Espero y no arrepentirme… —murmuro mientras avanzaba junto a su amigo—¿No vas a llamar a la tal Kathyrn Mccloskey?, si no ensayan con las dimensiones reales del escenario terminaras por caerte o aun peor, caerte encima de ella —aseguro Kurt poniendo mala cara.
-Tienes razón —dijo Blaine tomando su teléfono, busco el número de su compañera de canto para terminar por abrir la puerta batiente que conducía al “backstage” con su trasero.
-¿Y?...
-No me contesta… —respondió con el teléfono en la oreja.
-Tal vez ya está vocalizando o algo…
-Tal vez… por aquí… —dijo señalando a su derecha.
-Vaya si es grande este auditórium… Mason tiene varios talentos ocultos —opino Kurt mirándolo todo.
-¿De verdad viste al alcalde? —quiso saber Blaine mientras dejaba su abrigo y bufanda en uno de los percheros dispuestos para ello.
-Lo vi… y vi otro par de cosas que mejor no te cuento o terminara por darte un sincope —advirtió Kurt haciendo lo mismo con su ropa de abrigo.
-¿Qué cosa?...
-No te lo diré… ¿no escuchaste mi argumentación medica?
-Pues si no me lo dices creo y de verdad podría darme algo… es mas…
-Blaine, tienes calmarte y por enésima vez, debes dejar de jugar con esta corbata tuya… si no… —dijo Kurt ajustando el nudo con mimo— te daré un golpe en la cabeza y seré yo quien suba a ese escenario a cantar por ti… vaya… de verdad y era dorado su traje —agrego al ver que una niña con un traje estilo princesa y más dorado que un brazalete se acercaba a ellos— ¿siempre tiene esa cara o es que le paso algo?
-¿Cómo? —dijo Blaine volteándose — ¡Kathyrn! —dijo una vez que la chica llego donde ellos estaban— mira, te presento a un buen amigo… Kurt Hummel ella es… ¿qué sucede? —añadió al ver que la cara de su compañera parecía sacada de una película de terror.
-Blaine… —respondió hablando apenas.
-¡OH POR DIOS!, ¿¡QUE TE PASO!? —exclamo este tomándola por los hombros.
-No lo sé… —respondió al chica como si hablara dentro de un tambor grande y sellado.
-¿Cómo que no lo sabes?... ¡no puedes hablar!, ¿¡que vamos a hacer ahora!? —insistió el chico tomándose la cabeza.
-¿Probaste con alguna gárgara linda? —consulto Kurt poniendo caras.
-Hice de todo… —contesto carraspeando— pero nada me resulto, sucedió de repente —añadió tomándose la garganta.
-¿Cómo que de repente?... hable contigo hace menos de una hora y estabas bien.
-Creo que por eso dice lo de “repente”—murmuro Kurt cerca del oído de su amigo.
-Discúlpame Blaine… — insistió Kathyrn tragando mas saliva de lo normal.
-¿Por qué no me lo advertiste?, habría llamado al gerente o algo… ¿estas segura que no puedes cantar ni una nota? —dijo Blaine tomándose la oreja.
-Lo estoy… —contesto carraspeando nuevamente.
-¡Yo sé lo que podemos hacer! —exclamo Kurt dando un aplauso
-¿Qué cosa?
-Espérenme aquí… —dijo gesticulando calma con sus manos, se dio media vuelta y se perdió por uno de los pasillos.
-¡Kurt!
-Lo siento Blaine… ¿quieres que llame a alguien? —dijo la chica queriendo llorar.
-¿A quién por favor? —respondió este dejándose caer de a poco hasta terminar sentado en el piso, como si hubiera sido derrotado por todo lo imaginable.
-No lo sé…
-Ya no te aflijas, todo se arruino…
-Toma niña prueba con esto… —dijo Kurt llegando con un vaso con agua.
-¿Agua?
-No es solo agua, es agua tibia con sal… no me preguntes como la conseguí, pero lo hice, creo que la suerte esta de mi lado esta noche —explico dando una mirada de reojo a Blaine, este se levantó más que expectante y se ubicó al lado de su amigo para mirar a Kathyrn.
La chica miro el vaso un momento e hizo el ademan de empinárselo hasta el fondo.
-¡No la bebas! —exclamó Kurt deteniendo aquel intento— es para que hagas gárgaras, si te vas al baño de chicas podrás hacerlas mejor, y nos evitaras verte escupir en el piso o algo —agrego poniendo cara de animadversión.
-Está bien… —dijo la chica cada vez más muda.
Blaine se tomó el cuello y se dio un auto masaje a nivel de las cervicales mirando a Kurt como si aquel vaso con agua fuera la última esperanza en un mundo perdido y falto de ella.
-Todo saldrá bien, confía en mí.
-¿Qué tal si no?
-Lo hará, mira… —dijo sacando el programa de su bolsillo— aún faltan casi 40 minutos para que empiece el show y casi 15 más para que tú y esa mujer salgan a escena, terminara por recuperar su voz, ya lo veras —sentencio Kurt mirando en dirección de los baños.
-¿Pero qué tal si no?, mi nombre está en ese programa, si no me presento esto terminara por caer sobre la reputación de los Warblers y ahí sí que no habrá nadie que me salve.
-¿Te quieres calmar?, ese es un secreto súper extra confiable, la sal es antiséptica y antiinflamatoria, entre otras cosas… te aseguro y la ayudara incluso a no entrar a destiempo.
Blaine quiso reír ante el ultimo comentario de su amigo, pero estaba tan nervioso que acabo por hacer una mueca media chueca y extraña con su boca.
-¿Y si es otra cosa la que tiene?
-¿Qué otra cosa?
-No sé, una parálisis de las cuerdas vocales o algo.
-Blaine, eso no existe…
-Sí que existe… ya se… tú canta conmigo —dijo acercándose a él.
-¡¿Qué?! —exclamo Kurt dando un respingo.
-Eso, lo que ensayamos en la sala de Dalton nos salió a la perfección, si lo hacemos igual terminaremos por ser ovacionados.
-¿¡Estás loco!?, ¡yo no voy cantar en frente de tanta gente!
-¿Por qué no?, me has estado incentivando a que venza mi nerviosismo y ahora eres tu quien se quiere echar hacia atrás.
-Yo no me estoy echando hacia atrás en nada, eres tu quien está comprometido para cantar con esa mujer, no yo
-Pero si ella está casi muda… ¿qué quieres que haga?, ¿que cante mi estrofa y luego espere en silencio la que corresponde a la otra persona?
-No… pero podrías, no se… ir hablar con el gerente y decirle que hubo un cambio de planes y que cantaras otra cosa, te sabes tres millones de canciones, no habría problema en que cantaras otra.
-Pero esta es la que debo cantar… sería más tolerable un cambio en el nombre de quien va actuar, que un cambio de canción.
-Blaine, yo no puedo…
-¿Por qué no?, tú mismo me has contado que el club Glee ha montado shows con publico allá en Mckinley.
-¡Pero nadie asiste nunca!... no es como aquí, que está el alcalde, los miembros del concejo, la televisora local… ¡es totalmente diferente! —respondió Kurt agudizando cada vez más su voz.
-Claro que lo es… y un momento… ¿dijiste algo de la televisora local? —quiso saber Blaine mirando a su alrededor como un sospechoso de algo lo haría.
-Si pero no te aflijas, creo que estaban transmitiendo en vivo hace minutos, pero lo del show seguro y lo dejan grabado y editado para el noticiario.
-Esto se pone cada vez peor… —dijo Blaine volviendo a sentarse en el piso.
-Relájate —dijo Kurt ubicándose a su lado— si lo estropeas seguro y lo editaran…—agrego soltando una risa, queriendo parecer gracioso.
-Eso no fue gracioso Kurt…
-Vamos, sí que lo fue… —refuto este dándole un codazo amistoso en las costillas.
-Lo fue… lo siento, es solo que… arriba del escenario, soy maniático de la perfección, es todo.
-¿Me vas a decir que abajo de el eres desordenado y descuidado?
-Puedo serlo a veces… —respondió Blaine esbozando una de sus mejores sonrisas, Kurt pensó que lo hacía apropósito, solo para demostrarle cuan guapo podía llegar a ser.
-Espero conocer esa faceta algún día… mírate… todo sonriente… no deberías desperdiciar esa sonrisa Blaine Anderson algún día hará temblar las rodillas de un hombre.
-Bueno, hasta ahora no me ha resultado —contesto apoyando su cabeza en el muro.
-¿Resultado?... ¿hay algo que deba saber? —dijo Kurt tomándose el cuello de la camisa.
-¿Conoces la tienda…?
-¡Blaine!...
-¡Kathyrn!... —exclamo este levantándose de un salto— ¡por dios!... ¡tu voz regreso!
-¡Así es!... ¡el remedio de tu novio fue lo mejor que ha podido existir! —respondió dando pequeños saltos.
-No somos novios… —se adelantó en decir Kurt levantándose también.
-¡Oh!... ¿de verdad?... habría jurado que si… lo siento… pero el asunto es que gracias a lo que me diste es que recupere mi voz… —dijo la chica dando unas vueltas como de bailarina.
-Me alegro haber podido ayudar… ¿no van a ensayar o algo?
-Por supuesto… se dé un lugar perfecto Blaine… ¿vienes…?, ¿cuál era tu nombre? —quiso sabe Kathyrn apuntándolo.
-Aún lo es… Kurt Hummel…
-¿No quieres venir Kurt Hummel?
-No gracias… me ofrecieron bocadillos y chismes y eso es lo que voy a esperar justo aquí.
-Muy bien… gusto en conocerte y mil gracias de nuevo… —dijo la chica comenzando a vocalizar algunas notas.
-Gracias Kurt… salvaste mi vida…
-Merezco la mejor de las cenas entonces.
-¿Cómo?
-Antes… me dijiste que me invitarías a cenar, por todo lo que hice… —explico Kurt sintiéndose nervioso.
-Me acuerdo… —dijo soltando una pequeña risa— y cuenta con ello… —añadió Blaine acercándosele y sin pensarlo dos veces le dio un abrazo de lo más efusivo, Kurt pensó que primero, su amigo era el hombre que olía mas divinamente en toda Norteamérica y segundo, que se desmayaría allí mismo, por lo que esta vez tendría que ser la tal Kathyrn y su traje dorado quien fuera en su auxilio.

Diciembre de 2010







-Estas más cerca de lo que crees de conseguir un solo… todos lo están… en fin… —dijo Blaine tomando sus cosas para bajarse— estoy en deuda contigo, déjame invitarte a cenar después del show.
-¿No tienes un reporte que hacer con Trent?
-Claro, pero eso se soluciona de inmediato —dijo tomando su teléfono al tiempo que salía del auto.
-¿Qué vas a hacer?
-Le enviare un mensaje diciendo que no podre reunirme con él y que será mejor cada quien haga su parte, luego las compaginaremos el lunes.
-¿Y alcanzaras?, porque te recuerdo y quedaste en acompañarme al centro comercial mañana.
-Tengo todo bajo control Kurt Hummel… listo… un “OK” más una cara feliz y… soy todo tuyo…—dijo enseñando su teléfono. Kurt se le quedo viendo un instante pensando en aquello.
-Te tomare la palabra Blaine Anderson…—murmuro sonriendo.
-¿Qué?...—pregunto Blaine mientras se ponía el abrigo y arreglaba por enésima vez la corbata y el detalle de su bolsillo.
-¿Que de… que?—dijo de vuelta dándose cuenta que había hablado más fuerte de lo que tenía presupuestado.
-Dijiste algo… —insistió Blaine arreglándose los puños de la camisa.
-No lo creo… —contesto rascándose la cabeza— los nervios te están traicionando… ¿vamos?...
-Vamos… —dijo tomando una cantidad extra de aire, a ver si así se le disipaban un tanto los nervios que su amigo hacia mención.
-¿Esas serán personas importantes? —pregunto Kurt mientras caminaba hacia la entrada del anfiteatro.
-¿Quienes?
-Esos de allí… —agrego señalando a un grupo de adultos finamente vestidos y que se bajaban de autos que parecían aún más costosos— tal vez es el Alcalde Mason… ¿no te dijeron nada de eso?
-No… —contestó Blaine volviendo a lo de la corbata.
-Pues yo creo que si… esos parecen ser guardaespaldas.
-¿Me quieres poner más nervioso?
-¿Qué?... ¡no!... solo estoy diciendo lo que veo.
-Pues si guardamos silencio hasta que entremos, te juro y no habría ningún problema —sentencio Blaine medio molesto.
-OK… —dijo Kurt mirándolo raro, camino un par de pasos y volvió a ver algo que parecía ser una cámara de la televisora local, volvió a mirar a su amigo de reojo, dudoso si debería contarle o no, que al parecer estaría en la pauta las noticias de las 8— Nunca creí que “Kings Island's Christmas Spectacular” fuera tan popular aquí… —añadió llegando a la puerta, tomo a su amigo por la espalda como si quisiera que acabara de entrar de una vez y termino por empujarlo hacia adentro cuando vio que encendían la cámara y una reportera vestida de manera profesional comenzaba a entrevistar a todos.
-¡Oye! —exclamo Blaine al sentirse empujado.
-¿Qué?... ¿no querrás que nos quedemos sin asientos?, ¿o sí?, o al menos yo que soy quien tiene que esperar tu show… gracias… —dijo al recibir el programa de manos de la anfitriona del evento, era una señora de mediana edad, con gruesas gafas y que parecía y se había puesto toda la ropa relacionada con navidad que había encontrado en el closet.
-¿Cómo que sentarte a esperar mi show?, debes acompañarme tras bambalinas y darme ánimos hasta que salga al escenario.
-¿Por qué? —pregunto Kurt mientras avanzaba por el piso alfombrado y leía al mismo tiempo lo que se presentaría esa noche.
-Porque eres mi amigo… y estoy seguro y estarás más cómodo allí que sentado entre público.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Porque… no se… siempre la diversión esta “backstage”… —añadió Blaine moviendo sus cejas.
-Dudo eso… —dijo Kurt metiéndose en una de las filas de asientos.
-¡Kurt!...
-Blaine… vamos… mira qué lugar tan bueno, al centro y ni tan adelante donde me puedan escupir los cantantes, ni tan atrás donde las parejas hacen cualquier cosa menos poner atención al show y arruinan el momento para todos.
-Por favor… te necesito.
Kurt trago un poco de saliva al escuchar a su amigo decir aquello y se imaginó toda una escena que entre otras cosas, involucraba mucho menos ropa.
-¿Eso es un sí?... “quien calla otorga”… —dijo Blaine estirando su mano.
-Es un si…
-¡Si!... —exclamo haciendo el gesto de triunfo con su mano— te aseguro y lo pasaras de lo mejor, además podrás ver todo lo que sucede con los artistas antes de salir a escena, cambios de última hora, miradas cómplices, chismes, bocadillos…
-¿Bocadillos? —dijo Kurt mirándolo de medio lado.
-Los mejores…
-Está bien… pero si no escucho ni como nada contundente, volveré aquí y me sentare donde tenía planeado.
-Acabas de hacer un trato Kurt Hummel… —dijo Blaine sonriendo que encantaba.
-Espero y no arrepentirme… —murmuro mientras avanzaba junto a su amigo—¿No vas a llamar a la tal Kathyrn Mccloskey?, si no ensayan con las dimensiones reales del escenario terminaras por caerte o aun peor, caerte encima de ella —aseguro Kurt poniendo mala cara.
-Tienes razón —dijo Blaine tomando su teléfono, busco el número de su compañera de canto para terminar por abrir la puerta batiente que conducía al “backstage” con su trasero.
-¿Y?...
-No me contesta… —respondió con el teléfono en la oreja.
-Tal vez ya está vocalizando o algo…
-Tal vez… por aquí… —dijo señalando a su derecha.
-Vaya si es grande este auditórium… Mason tiene varios talentos ocultos —opino Kurt mirándolo todo.
-¿De verdad viste al alcalde? —quiso saber Blaine mientras dejaba su abrigo y bufanda en uno de los percheros dispuestos para ello.
-Lo vi… y vi otro par de cosas que mejor no te cuento o terminara por darte un sincope —advirtió Kurt haciendo lo mismo con su ropa de abrigo.
-¿Qué cosa?...
-No te lo diré… ¿no escuchaste mi argumentación medica?
-Pues si no me lo dices creo y de verdad podría darme algo… es mas…
-Blaine, tienes calmarte y por enésima vez, debes dejar de jugar con esta corbata tuya… si no… —dijo Kurt ajustando el nudo con mimo— te daré un golpe en la cabeza y seré yo quien suba a ese escenario a cantar por ti… vaya… de verdad y era dorado su traje —agrego al ver que una niña con un traje estilo princesa y más dorado que un brazalete se acercaba a ellos— ¿siempre tiene esa cara o es que le paso algo?
-¿Cómo? —dijo Blaine volteándose — ¡Kathyrn! —dijo una vez que la chica llego donde ellos estaban— mira, te presento a un buen amigo… Kurt Hummel ella es… ¿qué sucede? —añadió al ver que la cara de su compañera parecía sacada de una película de terror.
-Blaine… —respondió hablando apenas.
-¡OH POR DIOS!, ¿¡QUE TE PASO!? —exclamo este tomándola por los hombros.
-No lo sé… —respondió al chica como si hablara dentro de un tambor grande y sellado.
-¿Cómo que no lo sabes?... ¡no puedes hablar!, ¿¡que vamos a hacer ahora!? —insistió el chico tomándose la cabeza.
-¿Probaste con alguna gárgara linda? —consulto Kurt poniendo caras.
-Hice de todo… —contesto carraspeando— pero nada me resulto, sucedió de repente —añadió tomándose la garganta.
-¿Cómo que de repente?... hable contigo hace menos de una hora y estabas bien.
-Creo que por eso dice lo de “repente”—murmuro Kurt cerca del oído de su amigo.
-Discúlpame Blaine… — insistió Kathyrn tragando mas saliva de lo normal.
-¿Por qué no me lo advertiste?, habría llamado al gerente o algo… ¿estas segura que no puedes cantar ni una nota? —dijo Blaine tomándose la oreja.
-Lo estoy… —contesto carraspeando nuevamente.
-¡Yo sé lo que podemos hacer! —exclamo Kurt dando un aplauso
-¿Qué cosa?
-Espérenme aquí… —dijo gesticulando calma con sus manos, se dio media vuelta y se perdió por uno de los pasillos.
-¡Kurt!
-Lo siento Blaine… ¿quieres que llame a alguien? —dijo la chica queriendo llorar.
-¿A quién por favor? —respondió este dejándose caer de a poco hasta terminar sentado en el piso, como si hubiera sido derrotado por todo lo imaginable.
-No lo sé…
-Ya no te aflijas, todo se arruino…
-Toma niña prueba con esto… —dijo Kurt llegando con un vaso con agua.
-¿Agua?
-No es solo agua, es agua tibia con sal… no me preguntes como la conseguí, pero lo hice, creo que la suerte esta de mi lado esta noche —explico dando una mirada de reojo a Blaine, este se levantó más que expectante y se ubicó al lado de su amigo para mirar a Kathyrn.
La chica miro el vaso un momento e hizo el ademan de empinárselo hasta el fondo.
-¡No la bebas! —exclamó Kurt deteniendo aquel intento— es para que hagas gárgaras, si te vas al baño de chicas podrás hacerlas mejor, y nos evitaras verte escupir en el piso o algo —agrego poniendo cara de animadversión.
-Está bien… —dijo la chica cada vez más muda.
Blaine se tomó el cuello y se dio un auto masaje a nivel de las cervicales mirando a Kurt como si aquel vaso con agua fuera la última esperanza en un mundo perdido y falto de ella.
-Todo saldrá bien, confía en mí.
-¿Qué tal si no?
-Lo hará, mira… —dijo sacando el programa de su bolsillo— aún faltan casi 40 minutos para que empiece el show y casi 15 más para que tú y esa mujer salgan a escena, terminara por recuperar su voz, ya lo veras —sentencio Kurt mirando en dirección de los baños.
-¿Pero qué tal si no?, mi nombre está en ese programa, si no me presento esto terminara por caer sobre la reputación de los Warblers y ahí sí que no habrá nadie que me salve.
-¿Te quieres calmar?, ese es un secreto súper extra confiable, la sal es antiséptica y antiinflamatoria, entre otras cosas… te aseguro y la ayudara incluso a no entrar a destiempo.
Blaine quiso reír ante el ultimo comentario de su amigo, pero estaba tan nervioso que acabo por hacer una mueca media chueca y extraña con su boca.
-¿Y si es otra cosa la que tiene?
-¿Qué otra cosa?
-No sé, una parálisis de las cuerdas vocales o algo.
-Blaine, eso no existe…
-Sí que existe… ya se… tú canta conmigo —dijo acercándose a él.
-¡¿Qué?! —exclamo Kurt dando un respingo.
-Eso, lo que ensayamos en la sala de Dalton nos salió a la perfección, si lo hacemos igual terminaremos por ser ovacionados.
-¿¡Estás loco!?, ¡yo no voy cantar en frente de tanta gente!
-¿Por qué no?, me has estado incentivando a que venza mi nerviosismo y ahora eres tu quien se quiere echar hacia atrás.
-Yo no me estoy echando hacia atrás en nada, eres tu quien está comprometido para cantar con esa mujer, no yo
-Pero si ella está casi muda… ¿qué quieres que haga?, ¿que cante mi estrofa y luego espere en silencio la que corresponde a la otra persona?
-No… pero podrías, no se… ir hablar con el gerente y decirle que hubo un cambio de planes y que cantaras otra cosa, te sabes tres millones de canciones, no habría problema en que cantaras otra.
-Pero esta es la que debo cantar… sería más tolerable un cambio en el nombre de quien va actuar, que un cambio de canción.
-Blaine, yo no puedo…
-¿Por qué no?, tú mismo me has contado que el club Glee ha montado shows con publico allá en Mckinley.
-¡Pero nadie asiste nunca!... no es como aquí, que está el alcalde, los miembros del concejo, la televisora local… ¡es totalmente diferente! —respondió Kurt agudizando cada vez más su voz.
-Claro que lo es… y un momento… ¿dijiste algo de la televisora local? —quiso saber Blaine mirando a su alrededor como un sospechoso de algo lo haría.
-Si pero no te aflijas, creo que estaban transmitiendo en vivo hace minutos, pero lo del show seguro y lo dejan grabado y editado para el noticiario.
-Esto se pone cada vez peor… —dijo Blaine volviendo a sentarse en el piso.
-Relájate —dijo Kurt ubicándose a su lado— si lo estropeas seguro y lo editaran…—agrego soltando una risa, queriendo parecer gracioso.
-Eso no fue gracioso Kurt…
-Vamos, sí que lo fue… —refuto este dándole un codazo amistoso en las costillas.
-Lo fue… lo siento, es solo que… arriba del escenario, soy maniático de la perfección, es todo.
-¿Me vas a decir que abajo de el eres desordenado y descuidado?
-Puedo serlo a veces… —respondió Blaine esbozando una de sus mejores sonrisas, Kurt pensó que lo hacía apropósito, solo para demostrarle cuan guapo podía llegar a ser.
-Espero conocer esa faceta algún día… mírate… todo sonriente… no deberías desperdiciar esa sonrisa Blaine Anderson algún día hará temblar las rodillas de un hombre.
-Bueno, hasta ahora no me ha resultado —contesto apoyando su cabeza en el muro.
-¿Resultado?... ¿hay algo que deba saber? —dijo Kurt tomándose el cuello de la camisa.
-¿Conoces la tienda…?
-¡Blaine!...
-¡Kathyrn!... —exclamo este levantándose de un salto— ¡por dios!... ¡tu voz regreso!
-¡Así es!... ¡el remedio de tu novio fue lo mejor que ha podido existir! —respondió dando pequeños saltos.
-No somos novios… —se adelantó en decir Kurt levantándose también.
-¡Oh!... ¿de verdad?... habría jurado que si… lo siento… pero el asunto es que gracias a lo que me diste es que recupere mi voz… —dijo la chica dando unas vueltas como de bailarina.
-Me alegro haber podido ayudar… ¿no van a ensayar o algo?
-Por supuesto… se dé un lugar perfecto Blaine… ¿vienes…?, ¿cuál era tu nombre? —quiso sabe Kathyrn apuntándolo.
-Aún lo es… Kurt Hummel…
-¿No quieres venir Kurt Hummel?
-No gracias… me ofrecieron bocadillos y chismes y eso es lo que voy a esperar justo aquí.
-Muy bien… gusto en conocerte y mil gracias de nuevo… —dijo la chica comenzando a vocalizar algunas notas.
-Gracias Kurt… salvaste mi vida…
-Merezco la mejor de las cenas entonces.
-¿Cómo?
-Antes… me dijiste que me invitarías a cenar, por todo lo que hice… —explico Kurt sintiéndose nervioso.
-Me acuerdo… —dijo soltando una pequeña risa— y cuenta con ello… —añadió Blaine acercándosele y sin pensarlo dos veces le dio un abrazo de lo más efusivo, Kurt pensó que primero, su amigo era el hombre que olía mas divinamente en toda Norteamérica y segundo, que se desmayaría allí mismo, por lo que esta vez tendría que ser la tal Kathyrn y su traje dorado quien fuera en su auxilio.

Diciembre de 2014





-Gracias chicos por presentarse, incluso cuando les mande el mensaje con tan poca anticipación —dijo Kurt mientras cerraba las puertas de la sala de ensayos.
-Como nota la margen, debo decir que desde fue el tiroteo que hubo aquí, me aterran un poco los espacios cerrados —sentencio Sam levantando su mano.
-Solo será un segundo Sam, además, la hora de ensayo esta por empezar.
-¿Por qué estamos aquí? —agrego el chico levantando la mano nuevamente.
-Estamos aquí porque…
-¡Vamos a hacer un “Flashmob” en frente de toda la escuela! —interrumpió Rachel entusiasmándose.
-No, Rachel no vamos a hacer nada de eso.
-Sería una buena idea…—añadió la chica como desinflándose.
Sam la miro como si pensara que Rachel siempre quería hacer un “Flashmob” a todas las partes a las que iba.
-Bien… —dijo Kurt parándose frente a ellos— lo que necesito que hagan, es que me ayuden…
-Ok…
-Mañana es el aniversario de mi primer mes de casado con Blaine…
-¡Ay que bonito! —exclamo Rachel poniendo cara acorde.
-¿Y cómo se llama a eso? —pregunto Sam mirando a su amigo de medio lado.
-¿Primer mes de casado? —repitió Kurt mirándolo del mismo modo.
-No pero… ¿no tiene algún nombre?, ¿cómo bodas de algo?.
-No Sam, solo se llama primer mes de casados… en fin… yo hare creer a Blaine que me olvide completamente de lo que se celebra mañana, por lo tanto necesito que tu Rachel me sigas la corriente de que estaremos ocupados toda la tarde eligiendo el vestuario para las seccionales por ejemplo.
-Me parece una excelente idea faltan 69 días para las seccionales y aun no tenemos decidido el vestuario, pensé que ya que los chicos tienen las chaquetas debemos agregar algo, como un pañuelo o tal vez una camisa diferente… ¡podríamos…!
-¡Rachel! —interrumpió Kurt abriendo sus manos.
-¿Qué?
-No vamos a elegir ningún atuendo, es la excusa que le daré a Blaine para desaparecer toda la tarde hasta la noche.
-Pero el aniversario es mañana.
-Es mañana, y mañana comienza a la medianoche… ¿entienden lo que quiero hacer?
Sam y Rachel se miraron y respondieron un “no” al unísono
-Vamos… es simple, tu Sam te encargaras de distraer a Blaine, invítalo a lo que sea, un juego, una carrera de caballos, lo que sea, solo mantenlo ocupado hasta la noche, luego lo acompañas hasta el departamento y me avisas desde la puerta que ya llegaron, de manera disimulada por cierto…
-¿No tiene llave?
-¿Quién?
-Blaine... ¿por qué he de avisarte?, sabrás que llego cuando sientas las llaves en la cerradura—explico Sam simulando que abría una puerta con una llave.
-Así es, pero si me avisas antes, no tendré que estar desnudo tanto tiempo.
-¿Estarás desnudo? —pregunto Rachel arrugando la nariz.
-¿Qué?... ¡no!... es decir… me refiero a las velas… no tendré que tener encendidas las velas durante tanto tiempo…
Rachel miro a Sam y este encogió sus hombros como si aceptara sin reparos aquella explicación que quitaba los desnudos y agregaba velas encendidas
-Pero, ¿qué debo hacer yo entonces? —dijo Rachel levantando su mano como Sam lo hacía.
-Tú me acompañaras a mí, es decir pretenderás que me estas acompañando, pero yo estaré organizándolo todo.
-Cuenta conmigo, tengo el plan perfecto para distraer a Blaine.
-Bien… en cuanto terminemos de ensayar te lo llevas de aquí.
Sam levanto sus pulgares y chasqueo su lengua en señal de aprobación.
-Conmigo también puedes contar, si alguien me pregunta, estaremos decidiendo el atuendo para las seccionales.
-Gracias chicos, les deberé un favor, que espero y cobren en muchos años más —dijo Kurt comenzando a sacar el seguro de todas las puertas.
-¿Por qué estaban encerrados?... ¿Qué está sucediendo? —quiso saber Myron apuntando a todos.
-¿No tienes un rompecabezas que armar o algo? —dijo Sam mientras salía del auditorio.
-Sam, ¿Qué haces aquí?, ¿no deberías estar viendo lo de los balones? —pregunto Spencer mientras tomaba asiento junto a Roderick.
-¡Con un demonio!, ¡tienes razón! —exclamo Sam tomándose la cabeza.
-¿Qué sucede?, ¿Sam?... —dijo Blaine al ver a su amigo más que confundido.
-¡Olvide algo!.. oye, ¡acompáñame un segundo! —respondió este tomándolo por un brazo.
-Pero ya va a empezar el ensayo… te acompaño después.
-¡Sera solo un segundo!
-¿Me dejas saludar a Kurt primero?
-¡Pero si lo ves todos los días!, y lo veras hasta que muerte los separe… ¡vamos!
-¡Sam!... tranquilízate… ¿Qué necesitas?
-Algo… pero no ahora…
-¿Cuándo entonces?, luego me explicas… vuelvo enseguida… —dijo Blaine zafándose de su amigo para ir donde dijera— hola… —añadió besando a su esposo.
-Hola… ¿cómo están tus padres? —pregunto Kurt mientras sacaba un gorro de Santa Claus desde su bolso.
-Bien… preguntando incesantemente por ti como es obvio, te envían saludos.
-Que amables, Sam te esta haciendo algunas señas… ¿lo notaste?
-Sí, quiere que lo acompañe a algo… —dijo mirando en dirección de la entrada, su amigo movió las manos en diferentes direcciones y Blaine entendió que eso quería decir que debía irse pero que regresaría más tarde— pero primero debía saludarte… —agrego dando otro beso.
-Dulce como siempre Señor Anderson-Hummel, ayúdame a doblar estos nombres de canciones.
-Si… oye… pensé que después del ensayo, nos fuéramos al Lima Bean, para que hablemos de lo de mañana.
-¿Mañana? —repitió Kurt al tiempo que echaba los papeles doblados en el gorro de Santa Claus.
-¿No recuerdas que es mañana?—pregunto Blaine mirándolo extrañado.
-No… ¿tenemos algo que hacer? —insistió al tiempo que le hacía señas disimuladas a Rachel para que se acercara.
-Si… es decir, aun no, pero esperaba que…
-¡Hola Blaine!...
-Rachel… hola…
-¿Están todos los nombres que escogimos? —pregunto la chica mirando dentro del gorro.
-Todos… —dijo Kurt agitándolos— pensaba que podríamos dejar que el que quiera hacer un dueto, que lo haga.
-¡O que incluya instrumentos!... ¡y baile! —exclamo Rachel dando unos golpes más que entusiasmados sobre el piano— ¿qué opinas Blaine?
-Me parece bien… Kurt… ¿podemos hablar un segundo? —dijo tomándole la mano.
-¡Lo olvidaba!, ¡no saben con quién acabo de hablar!… —exclamo Rachel poniéndose entre ambos— era la señora que es dueña de un taller de confecciones y que está dispuesta a fabricar nuestro atuendos para las seccionales por la mitad del costo, ¿no es genial?
-Lo es… ¿Kurt?, ¿un segundo? —insistió señalando la salida— … un momento… ¿Qué es eso de un nuevo vestuario?, ¿acaso dejaran de lado las chaquetas?
-No, obvio que no, pero con Kurt tenemos pensado que agregar algún detalle nuevo, como un pañuelo o una nueva camisa puede hacer toda la diferencia.
-También lo creo, es una gran idea Rachel.
-¡Lo sé!… por eso iremos hoy a ver las telas y mañana a hablar con ella.
-¿Mañana?... —pregunto Blaine con un dejo de sorpresa.
-Sí, mañana… ¿Por qué? —respondió Rachel de lo más seria.
-Por nada… es decir… pensé que tenía algo que hacer… pero al parecer no… —contesto mirando a Kurt.
-Pero si tienes algo que hacer puedes hacerlo, solo iremos Rachel y yo… esta señora es muy quisquillosa con su trabajo, he llegado a pensar que es una bruja o un hada de la costura o algo entre ambas —explico Kurt observando un punto a la distancia como si imaginara si aquello de una bruja/hada/costurera fuera posible— en fin… como te dije, si necesitas hacer algo eres libre de hacerlo, esta señora vive en Cleveland…
-¡Cleveland!... pero… te llevara todo el día en ir y volver.
-No seas exagerado, son menos de tres horas de viaje…
Blaine hizo un gesto de “si, claro” y Kurt comenzó a sentirse un poco mal por mentirle a su esposo.
-¡Debemos llamarla antes de que cierre! —exclamo Rachel haciendo el ademan de querer llevarse a Kurt hasta un extremo del salón de ensayos.
-Tienes razón… Blaine, ¿puedes ir a por las partituras?, están sobre el escritorio de Mister Schuester.
-Claro… —respondió este mirándolo un instante, se rasco la cabeza y se dirigió donde su esposo le pidiera, se descolgó el bolso antes de cruzar el umbral de la puerta y lo dejo caer al piso con rudeza, como si evidenciara molestia con aquel acto.
-¿Ya salió?... —pregunto Kurt sin mirar.
-Ya salió… —respondió Rachel mirando por sobre el hombro de su amigo.
-Me siento pésimo por mentirle, se puso un poco triste, ¿lo notaste?
-¡Obvio que si!, espero y no haya tenido nada delicado dentro de su bolso… con ese golpe que le dio… pero mira en perspectiva y todo lo que tienes planeado para él.
-Si… claro que si… —dijo Kurt sonriendo al pensar lo que sucedería en su casa dentro de 9 horas.
Blaine volvió con las partituras y las dejo sobre el piano, miro de reojo a su esposo y se sentó lejos de todos en espera de Will.
Mister Schuester llego y escribió en la pizarra el que sería el tema para la semana, hablo de la gala que organizarían y como Blaine había sido el gestor de todo aquello, este sonrió y acepto el crédito y los aplausos que sus compañeros le brindaban ante la idea que había tenido.
Todos tomaron su turno para escoger las canciones desde el interior del gorro de Santa, Kurt lo sostuvo junto a Rachel y cada quien les brindaban una frase de animo de acuerdo a la canción que les tocaba por suerte.
Rachel escogió su canción y Kurt se quedo con el papel que restaba para interpretarla junto a su esposo. Luego de definir los detalles y enfrentar una que otra crítica, Will puso fin al ensayo y todos los chicos se retiraron por las diferentes puertas.

-¡Tenemos nuestra canción! —exclamo Kurt acercándose a Blaine.
-¿Si?... ¿Cuál nos tocó?.
-Léela tú mismo… —respondió entregándole el papel, Blaine tomo su bolso desde el piso y se lo cruzo antes de recibir el papel, lo leyó y esbozo una pequeña sonrisa.
-¿No te gusto?
-No... es decir si…“Have Yourself a Merry Little Christmas” es una gran canción, además es la que medio habíamos ensayado.
-Si… ¿qué vas a hacer ahora?
-Bueno, como mi esposo no quiere nada conmigo y me mando literalmente a hacer lo quisiera… —Kurt levanto una ceja receloso y se cruzó de brazos como si con eso se desligara de toda culpa en aquello— iré a Scandals a embriagarme.
-Intenta eso Blaine Anderson-Hummel…
-Iré con Sam… que coincidentemente esta parado en la puerta, creo que un tanto impaciente.
-¡Blaine... ¡BLAINE!... —grito este emitiendo unos silbidos y haciendo algunas señas todo al mismo tiempo.
-¿Nos vemos a qué hora?
-Bueno , no sé cuánto me demore con Rachel… tal vez deberías de hacer planes para cenar también con Sam… no me gustaría que comieras solo.
-¿Cuánto vas a tardar?
-No tanto… pero hay que ponerse en todos los casos… —dijo Kurt dándole un pequeño beso de despedida— nos venos —agrego mientras se retiraba. Blaine lo miro un segundo, soltó un poco de aire y partió al encuentro de su amigo.
-¡Kurt me robo a tu marido! —grito Sam apuntando a Blaine, a el mismo y hacia donde estaba el gimnasio.
Kurt hizo devuelta un gesto con los pulgares arriba y siguió su camino junto a Rachel.

-Sam… ¿qué quieres?... tengo algunas cosas que hacer… —dijo Blaine mientras entraba al gimnasio.
-¿Qué cosas?, no me digas que ensayar, tu no necesitas ensayar y yo de verdad si necesito que me ayudes con algo, y no solo hoy, mañana también.
-¿Maña…?... ¿sabes que?, hare lo que quieras, después de todo lo que quería hacer no es importante, ni siquiera para mi esposo.
-¿Qué?...
-Nada olvídalo… —dijo descolgándose el bolso— ¿qué necesitas?
-Oye, ¿qué te sucede?... mira, sé que hemos estado un poco distanciados pero… soy tu amigo.. háblame… —pidió Sam sentándose en una de las bancas.
-¿No dijiste que me necesitabas para algo urgente?
-¿Quién?
-Tú…
-¿Para qué?
-¡Sam!...
-¡Ah!... ¡claro!.. obvio que si… el asunto… el asunto es que… —comenzó a decir Sam mirando a su alrededor buscando que labor podría compartir con su amigo y que le tomara gran parte de la tarde— tengo que calibrar estos balones… —agrego apuntando tres mallas grandes que pendían del cielo raso y que estaban llenas de balones de futbol, basquetbol y soccer.
-¿Todos?
-Si… todos… los deberes de un asistente de deportes… ayúdame… —dijo haciendo una seña.
-¿No hay gente que le pagan para hacer esto?
-Si… a mi…—respondió dándole un manotazo en la espalda— empecemos por las de soccer que son más redondas —dijo Sam tomando uno de los balones, le arrojo otro a su amigo y tomo desde una de las gavetas dos medidores de presión— toma… —añadió entregándole uno de los instrumentos.
-¿Qué hago con esto?
-¡Oye!... —exclamo dándole un golpe en la cabeza— cuando te pones de mal humor olvidas todas las cosas divertidas.
-Primero, eso dolió… —dijo sobándose la cabeza— y segundo… no estoy de mal humor.
-¡Claro que lo estas!, tu cara lo delata.
-Tal vez un poco… o mucho… no se… ¿Cuánto debe marcar?
-Entre 8.5 y 15.6… —contesto comenzando el proceso de medición— ¿por qué estas molesto?
-Por nada…
-¿Me quieres contar? —dijo haciendo rebotar uno de los balones en la cabeza de su amigo.
-Mejor me sentare aquí… —añadió Blaine apartándose unas tres bancas a la derecha— lo que sucede es que mañana es nuestro aniversario.
-¿”Nuestro”? —repitió Sam apuntándose a él mismo y a su amigo.
-No, no “nuestro” —dijo Blaine repitiendo el gesto de apuntar— el mío y Kurt…
-¿Cuantos años cumplen? —quiso saber Sam aparentando ignorancia absoluta.
-No años… cumplimos un mes de casado.
-¿Un mes apenas?... ¿quién celebra eso?
-Yo… nosotros… o al menos eso es lo que pensaba…
-¿Y porque ya no lo piensas?
-Porque Kurt tiene planeado todo el día de mañana, así como lo que queda de hoy… ¿en qué momento haremos algo?
-¡Oh!... apropósito de mañana , también quería que me acompañaras a una parte.
-¿Qué parte?
-Una parte... debo ir a… a… la granja de la 66… porque el césped del campo debe ser renovado y allí están las mejores semillas.
-Nunca había escuchado de una granja en esa ruta… es más, creo que no existe esa ruta, más que en una canción.
-¡Claro que existe!... ven, pongamos estos en su lugar para luego hacer la medición de nuevo —dijo Sam tomando los balones esparcidos por el piso.
-¿De nuevo? —pregunto Blaine arrojando un par a la malla contenedora.
-Sí, de nuevo, es mejor chequear dos veces, ¿quieres que la FIFA venga a desmantelar nuestro equipo de Soccer?
-Creo y la FIFA tiene problemas más importantes que resolver… y, ¿no puedes hacer esto solo?, si medimos dos veces la presión de todo los balones estaremos aquí hasta la noche.
-Creí que lo tenías planeado se había arruinado.
-Aún no se arruina…
-Claro, y no puedo hacerlo solo, ¿sabes cuándo terminaría con la inspección?... ¡nunca!, ven estos deben marcar entre12.5 y 13 —dijo Sam apuntando los de futbol.

-Gracias por acompañarme Sam… aunque no era necesario..—dijo Blaine casi llegando a la entrada de su edificio.
-No hay problema, estabas deprimido, no te iba dejar solo estando deprimido… además...—agrego tomándolo por los hombros— me ayudaste en la peor tarea del mundo —dijo zarandeándolo un resto.
-En realidad era la peor tarea del mundo, pero la sorteamos y no estoy deprimido… es solo que…
-Estas deprimido… —dijo Sam mirando la hora de reojo.
-No… más bien estoy triste… decepcionado… no se… pensé que ya habíamos superado eso de ser yo quien lleva las riendas de todo… pero al parecer…
-¿Por qué exageras?... tu aniversario es mañana, tal vez Kurt te invite a almorzar en el “Breadstix” o algo mejor… aunque no hay nada mejor que el “Breadstix”... —aseguro Sam tocándose el estómago.
-Hay cosas mejores que ese restaurante… pero aceptaría feliz una sorpresa allí… —dijo Blaine con tristeza— en fin… ¿quieres entrar?
-¡NO! —exclamo Sam poniendo cara de impacto. Blaine se echo hacia atrás ante el ímpetu de la respuesta de su amigo y se le quedo viendo en espera de una explicación— es decir… no, ¿cómo voy a entrar?... tres son multitud y todo.
-Lo más probable es que Kurt no este… ni siquiera me ha mandado un mensaje, pensé que estaría preocupado por la hora que es y yo sin llegar a casa… pero al parecer tampoco… —sentencio Blaine enseñando su teléfono.
-¿Esa es la hora? — pregunto Sam al ver la hora que se mostraba en la pantalla.
-Si… ¿seguro y no quieres entrar?
-¡Oye!... ¿ese es Adam Levine?...
-¿¡QUE?!... —exclamo Blaine volteándose hacia donde su amigo apuntaba. Sam aprovecho la distracción que había provocado en su amigo y le escribió a Kurt tal y como habían acordado y guardo su teléfono con extrema rapidez.
-¿No era?... —pregunto como si nada hubiese pasado.
-Obvio que no… ¿cuál es la probabilidad de que este aquí en Lima?
-No lo sé… tal vez buscando a su fan número uno… ahora entra… —dijo Sam empujándolo hacia adentro— buenas noches…
Blaine se quedó con una respuesta en su boca mirando a su amigo tras la puerta vidriada como pensando en todo lo que había sucedido, se dio media vuelta y subió al departamento de mala gana, casi como si no quisiera llegar nunca, se paró en la puerta y al abrirla se encontró con la más maravillosa y sexy de las sorpresas.
-Feliz aniversario Señor Anderson Hummel… —dijo Kurt en cuanto lo vio aparecer .
Blaine sonrió olvidando su tristeza de inmediato y se quedó con la boca abierta sin poder articular palabra alguna. Kurt estaba sobre la mesa con no más accesorios que su argolla de casado, acomodado en medio de ella había adoptado una pose seductora recostado sobre uno de sus lados, a su alrededor, la mesa estaba arreglada para una cena elegante, habían velas y copas, además de una botella de champagne que hizo pensar a Blaine, que bien pudo costar la renta del mes.
-Kurt… —dijo sonriendo y mirando con algo más que placer la escena que tenía enfrente.
-¿Te sorprendí? —pregunto en un tono pausado y sensual.
-Mucho… —respondió Blaine hablando apenas, dejo sus cosas en el sofá de sala y se acercó a él.
-Bueno…—dijo Kurt bajando los pies para quedar sentado en la orilla— tuve ayuda de varias personas para que la sorpresa resultara.
-Me di cuenta…—acoto su esposo mordiéndose el labio.
-Y estabas furioso… ¿no es así?
-No…
-Sí que lo estabas.
-No lo estaba, lo juro —respondió tomándolo por los muslos, lo miro un segundo a los ojos, se ubicó entre sus piernas y lo acerco a él hasta que pudo sentir en su panza el vigor de su hombría desbordada, le deslizo las manos por el cuerpo y sintió el estremecimiento placentero que provocaba en él cuando sus dedos tocaban su espalda.
-Espero y sea emoción lo que hay en tus ojos, porque si es otra cosa, el frio que tengo ahora no habrá valido la pena —dijo Kurt al ver que los ojos infinitos del hombre que amaba se tornaban aguados.
-¿Tienes frio?
-Un poco… la superficies vidriadas y la desnudez, definitivamente no son compatibles —dijo sonriendo— ¿estás bien? —agrego acercándose más.
-Bien… tengo tu piel entre mis manos, no podría estar mejor…
-¿Y esas lagrimas entonces? —pregunto mientras le frotaba su nariz contra el cuello.
-Es emoción… veras… cuando hablamos en la escuela… pensé que…
-¿Lo había olvidado?
-Si… —dijo suspirando— y por consecuencia el peor de mis pasados volvía a mi mente —agrego acariciándole el cabello.
-Pues… Señor Anderson-Hummel… —empezó a decir Kurt mientras comenzaba a desabotonarle la camisa— sepa que jamás he olvidado, ni olvidare una de nuestras fechas.
-¿No? —pregunto Blaine dejándose desvestir.
-No… porque… recuerdo y celebro todo… el primer día que nos besamos… la primera vez que nos dijimos “te amo”… —continuo diciendo Kurt quitando más ropa— la primera vez que… hicimos esto que ahora hacemos casi a diario… —agrego sonriendo con picardía.
-¿Me quieres hacer la competencia con los recuerdos? —quiso saber Blaine ciñéndolo más a él, provocando con ello un tintineo en toda la vajilla dispuesta para la cena.
-Tal vez…—respondió bajándole el cierre del pantalón.
-Solo una cosa te voy a corregir…
-¿No tiene que ver con esto?—añadió metiendo la mano dentro.
-No… —dijo Blaine sonriendo complacido— no fue el primer día que nos besamos… fue el primer día que yo te bese… —agrego haciendo hincapié en el “yo”
-Engreído… —contesto soltando una pequeña risa— ahora celebremos por favor, no bromeo en decir que mi trasero se esta congelando.
-Celebremos…—repitió Blaine tomándolo entre sus brazos.

Marzo de 2058




-Llegas tarde… ¡adelante!...—grito Kurt al sentir que golpeaban la puerta de su camerino.
-¿Señor Hummel?...
-¡Helen!... disculpa, pensé que era mi esposo… ¿dónde está Blaine?, ¿lo viste en el teatro?
-El Señor Anderson está en el hall de entrada, me pidió que le advirtiera…
-¿Qué le pasa a este teléfono? —interrumpió Kurt golpeando el aparato contra la palma de su mano— te juro y no he podido contactarme con nadie esta tarde.
-Si gusta mañana lo puedo llevar a la compañía para que lo revisen —sugirió la asistente dejando un montón de papeles sobre una de las sillas.
-Eso sería ideal… ayúdame con estos tirantes…—pidió Kurt apuntando su espalda..
-Claro… Señor Hummel —dijo Helen mientras le abrochaba los suspensores en la parte trasera —necesito decirle algo.
-Gracias linda, te juro que en el próximo guion que escriba nadie usara este tipo de tirantes de los años 20 —agrego Kurt acomodándolos en sus hombros.
-Señor Hummel...
-¿Qué sucede contigo?, estas muy tensa para ser día viernes, y ya te dije que el fin de semana no te necesitare, ¿es eso?, ¿no estas acostumbrada a tener días libres? —dijo Kurt riéndose de su propio chiste.
-No, no es eso… vera Señor Hummel, el Señor Anderson…
-¿Qué son esos papeles que dejaste allí? —pregunto mirando a través del espejo.
-¡Ah!… son cosas que debe firmar… —respondió Helen tomando el grupo de documentos.
-Pues tráemelos, los firmare ahora, bien sabes que luego de la actuación no hay tiempo ni cabeza para nada… en especial esta noche —aseguro Kurt esparciéndose crema en las manos.
Helen miro hacia la puerta como si esperara a alguien y luego llevo los documentos hasta el tocador donde Kurt hacia espacio entre los productos de belleza y maquillaje.
-¿Que estoy firmando? —pregunto mientras ponía su rúbrica en las primeras hojas.
-Estos… estos, son la autorización para que usen su imagen en la promoción de los premios Tony de este año.
-Perfecto, nunca se debe despreciar ese tipo de publicidad, ¿esto? —añadió mirando el encabezado de otro documento y que tenía más páginas que el anterior.
-Ese es el compromiso de compra del “The Grand Prospect Hall”
-¿El compromiso?... creo y debería leerlo antes —dijo pasando las paginas, como si hubiera tomado un curso de lectura veloz o algo parecido.
-Lo leyó Señor Hummel, estuvo trabajando en algunas cláusulas hace dos días… el abogado le dijo que todo estaba orden… que solo debía preocuparse por conseguir el financiamiento —contesto Helen como si dijera un acertijo cantando, Kurt la miro con los ojos empequeñecidos como si no conociera la respuesta aquella adivinanza.
-Fue en su departamento… su hijo Henry estaba presente revisando los planos...
-Sí, tienes razón, ahora lo recuerdo… tengo la cabeza en cualquier parte, lo más probable es que se me quedo en Lima hace una semana —murmuro firmándolo— recuerda que esto debe pasar por notaria.
-Lo sé, los llevare el lunes a primera hora.
-Eficiente como siempre, ¿pudiste espiar la audiencia?
-Si… están las personas que esperaba.
-¿Los de la fundación y el ayuntamiento?
-Así es… en primera fila.
-¡Qué maravilla!... espero y mi actuación valga los miles de dólares que les quiero pedir.
-Lo será Señor Hummel, qué duda cabe…
-¿Qué más?
-Estos dos últimos son para que las canciones de su obra puedan ser transmitidas en el especial de navidad de este año.
-¿“Love you more” y “That’s life”?
-Exacto… el Señor Anderson ya los firmo.
-Muy bien, después de todo son sus canciones… solo espero y las cante alguien con clase… ¿no aparece quien las interpretara? —pregunto leyendo algunas líneas.
-No, solo dice que será alguien de la cadena.
-Ahora que lo recuerdo, también había leído eso… ¿me preparas un café? —pidió Kurt firmando los dos últimos documentos.
-Con gusto… —dijo Helen tomando los papeles ya firmados. Kurt se miró un instante al espejo como si existiera en su cabeza algo que ocupaba sus pensamientos y que lo mantenía intranquilo, soltó un poco de aire, miro las foto de su familia que mantenía pendidas del borde del espejo y sonrió pensando en ellos.
-¿La entrevista con “Broadway.com”? —agrego levantándose.
-Esa está agendada para el jueves próximo, no hay cambios ni cancelaciones.
-Excelente… gracias querida —dijo recibiendo su café— ¿dónde dijiste que esta Blaine?
-En el hall, estaba hablando con el gerente…
-¿Con Raymond?... ¿por qué?
-Está tratando que su…
-No importa… ese debe ser él —dijo Kurt poniéndose la chaqueta de su personaje— llegas tarde…—añadió al verlo aparecer en la puerta.
Blaine sonrió apenas e intercambio miradas con Helen, se acercó a su esposo y lo saludo con un beso.
-¿Por qué tienes esa cara?, si alguien debería estar molesto ese soy yo… tendrás que ver la obra desde el escenario, te advertí que esta noche era importante —añadió dando un sorbo a su taza.
-No hay problema…
-¿Qué sucede? —pregunto Kurt de inmediato al corroborar más de cerca que la cara de Blaine no era la de siempre.
-Kurt…
-¿Mis hijos están bien? —añadió dejando de lado su café para llevarse una mano al pecho.
-Lo están, los chicos están bien…
-¿Es Amelia?
-No, tampoco…
-¿Qué sucede entonces?, te advierto que me estas asustando.
-¿No se lo dijiste? —pregunto Blaine mirando a la asistente de su esposo.
-No, no puede… una cosa y otra…—respondió está señalando los papeles.
-¿Decirme que?
-Kurt… Carol me telefoneo hace como 20 minutos, me dijo que trato de llamarte a ti, pero..
-¡Lo sé!... ¡mi teléfono es un desastre!... ¿Qué sucedió?
-Es Burt…
-¿Mi… Papá?...—pregunto con hilo de voz.
-Si… escúchame… —dijo Blaine acercándosele— Carol me dijo que… su situación se agravo… pero que si volamos ahora tal vez alcancemos a llegar antes que…
-¿Qué? —contesto Kurt creyendo desmayar.
-Señor Hummel, siéntese… —agrego Helen acercando la silla del tocador— le traeré un vaso con agua.
-Blaine, ¿cómo paso esto?, cuando lo dejamos la semana pasada había mejorado, y hace tres días estaba hablando y caminando.
-Lo sé, Carol me dijo algo sobre que la punción que le habían practicado lo había aliviado, pero al parecer, el hígado dejo de funcionar y…
Kurt hizo el gesto de alto con sus manos, como si no quisiera escuchar aquel tipo de detalles.
-Esto es increíble…—murmuro levantándose.
-Lo es… pero como te dije, hable con algunas personas y si no conseguimos un vuelo, podemos arrendar un avión que nos lleve hasta Lima.
-¿Viajar ahora? —pregunto Kurt poniendo cara de espanto.
-Si… ahora, ya hable con los chicos, Henry está viajando en su auto, Lizzie, Devon y James además de Noah vendrán con nosotros.
-Yo no puedo viajar ahora… —dijo Kurt moviendo la silla hasta el tocador nuevamente, se sentó frente al espejo y comenzó a retocar su maquillaje y a ajustar su bigote y cejas falsas.
-¿De que estas hablando?, claro que puedes viajar, acabo de hablar con Raymond y me dijo que llamaría a tu sustituto, estará aquí en menos de 10 minutos.
-¿Por qué hiciste eso?
-Kurt, es posible que Burt no sobreviva a esta noche… —sentencio sin poner ningún tipo de anestesia a la información que daba.
-Tal vez Carol está exagerando, siempre lo hace.
-No está exagerando Kurt, yo llame al hospital y confirme la información, ¿crees que te voy a alertar por un rumor?
-No puedo viajar, tengo una función que hacer… —insistió mirándose en el espejo de cuerpo entero.
-Kurt… —dijo Blaine parándose tras de él— si no viajas y te despides de tu Papá, lo lamentaras toda la vida.
-Si dejo de lado una función así de importante, lo lamentare el resto de la vida… el show debe continuar —contesto mirando a su alrededor como si chequeara con la vista si tenía todo lo necesario antes de salir a escena.
-Helen, ¿podrías dejarnos solos por favor? —pidió Blaine mirando a la mujer.
-Por supuesto…
-No Helen, no tienes que retirarte… ¿no teníamos que firmar más papeles?
-No señor Hummel, ya los firmo todos…
-¿Segura?...—insistió tomando la pila de documentos para comenzar a revisarlos de a uno.
-Kurt… sé que estas asustado, yo también lo estoy… pero negando esta situación no conseguirás nada.
-¿Me dijiste sobre la entrevista en “Broadway.com”? —dijo sin prestar atención a lo que su esposo le decía.
-Sí, está agendada para la próxima semana —respondió Helen mirando nerviosa, sin saber que hacer frente a lo que estaba pasando.
-Kurt… esto es importante…
-¡Sé que es importante! —vocifero Kurt volteándose hacia Blaine, este retrocedió unos pasos y se le quedo viendo desconcertado— lo siento… —murmuro desviando la mirada.
-Kurt escucha…
-No, escúchame tú… —respondió haciendo el gesto de alto con su mano, Helen tomo todos los documentos, además de sus cosas y se retiró en silencio mirando de reojo al esposo de su jefe— no estoy negando nada y te entendí bien, mi Papá, el hombre que después de ti más he amado en esta vida se muere, y tú quieres que suspenda todo, que viaje, me siente al lado de una cama de hospital y lo vea morir, ¿verdad?
-Que lo acompañes, es diferente.
-Es lo mismo… ya me despedí de él hace una semana y si quiero honrarlo de alguna manera, no será llorando al lado de una cama, si no que es subiendo a ese escenario para dar la mejor función de mi vida, porque por eso, por lo que sucede arriba de ese escenario el lucho junto conmigo, para que mis sueños de llegar aquí se hicieran realidad, me apoyo y sin dudarlo me dejo dedicarme a lo que más amaba… así es que no te atrevas a decir que para mí no es importante… no te atrevas Blaine —termino pro decir Kurt soltando el llanto.
-Lo siento… —dijo Blaine abrazándolo.
-Necesito que me entiendas… por favor —agrego entre sollozos.
-Te entiendo… si tú quieres que viajemos luego de la función, viajaremos luego de la función.
-OK…
-Lo siento Kurt… —repitió Blaine abrazándolo más fuerte.
-Lo se… —respondió refugiándose en él por un rato más que largo. Blaine le acaricio el cabello y la espalda y contuvo su llanto, que en ocasiones dejaba de ser silencioso — lo siento…— agrego apartándose al tiempo que se limpiaba la nariz con el dorso de la mano— siempre fuiste su favorito, creo que llegue a sentir celos en algún momento…
-Pues para mí ha sido un honor serlo… —añadió Blaine apartándose un poco, lo miro un instante y con sus dedos quito algunas lágrimas— creo que hay algo que arreglar aquí —dijo al quitar accidentalmente el bigote falso.
-No te preocupes… tengo que retocar mi maquillaje de todas formas, no es posible que quiera impresionar a mis potenciales mecenas con esta cara —respondió apuntándose.
-Tu cara es perfecta… no necesitas arreglar nada… —dijo Blaine delineándole los labios con su dedo pulgar— lamento haber hablado con Raymond sin consultarte primero… es solo que pensé…
-No hay problema… tus intenciones fueron buenas, como siempre… —contesto Kurt dándole un beso— además, que estoy seguro y Raymond aun no hace esa llamada... odia la chico que es mi sustituto.
-Eso es porque nadie se compara contigo —agrego Blaine sonriendo.
-Gracias… —dijo Kurt soltando un suspiro largo y hondo— Blaine… cuando suceda lo inevitable… no sé si podre…
-Podrás… —interrumpió Blaine tomándole ambas manos— yo te ayudare… y nuestros hijos.
-¿Lo prometes? —pregunto queriendo llorar de nuevo.
-Lo prometo… te amo Kurt…
-Y yo te amo a ti… tengo mucho miedo.
-Lo se… lo se… —dijo abrazándolo— todo estará bien… no sé cómo… pero así será…
-Eso espero…
-Ahora… debes prepararte, Burt merece que esta sea la actuación de tu vida —agrego mirándolo a la cara.
-Lo será —añadió apartándose para tomar un pañuelo descartable —¿dijiste que los niños viajaran con nosotros?
-Si… Lizzie y Noah… Henry debe estar conduciendo hacia Lima en este momento.
-¿Va solo? —pregunto sonándose.
-Va solo… la panza de Amelia esta tan grande que no puede ir a ninguna parte.
-Claro…—dijo sentándose frente al tocador, se aplicó un par de productos, volvió acomodarse el bigote bajo su nariz y paso un pequeño cepillo sobre las cejas también falsas.
-Deberías intentar dejarte ese bigote… te ves muy bien con él —aseguro Blaine parándose tras la silla.
-Bueno, si tuviera esta cantidad de bello facial lo haría, pero gracias a dios no lo tengo… —respondió mirándose la cara de todos los ángulos posibles.
-Me encanta esta foto… tengo la misma en el estudio… —dijo señalando una en donde aparecían los cinco.
-Y a mi… —agrego Kurt perdiéndose en la imagen que los mostraba a todos sonriendo el día de la graduación de Noah— al menos mi Papá pudo ver todas estas cosas…
-Kurt… —dijo Blaine tomándolo por los hombros.
-Estoy bien… estoy bien… al menos tengo algo a que recurrir para que la escena final sea inolvidable…
-Iré a hablar con Raymond…
-No te molestes, si lo conozco bien, y vaya sí que lo conozco, debe estar por golpear esa puerta…
-Estoy sorprendido… —dijo Blaine al escuchar que llamaban en ese preciso instante.
-Te lo dije… —agrego levantándose— ¡adelante!…—exclamo arreglándose el atuendo.
-Kurt… ¿Qué es eso que no vas actuar?... —pregunto Raymond tomándose la cabeza con una mano mientras sostenía un cigarro en la otra— tú me pediste que invitara a esa gente encopetada… están en primera fila —añadió apagando el cigarrillo en la suela de su zapato pero encendiendo otro de inmediato.
-Lo se Raymond… y si voy a actuar, hoy al menos.
-¿Cómo que hoy al menos?... ¿Qué demonios significa eso?, Kurt, tu sustituto es una basura… ¿quieres provocarme algo? —pregunto el gerente del teatro tomándose la cabeza nuevamente.
-Lo que menos quiero es provocarte algo, pero me acabo de enterar que mi Papá está muy grave y debo viajar luego que terminemos la función… lo más probable es que me ausente un par de días.
-Si… si… disculpa… eso es importante… tendré que aceptar a un inexperto sobre mi escenario…
-¡Cinco minutos Señor Hummel! —exclamo uno de los asistentes de dirección medio abriendo la puerta del camerino.
-Cinco minutos… —repitió soltando un poco de aire.
-Avísame antes que te vayas… —pidió Raymond apuntándolo con uno de sus cigarros— ¡Avísame! —repitió mientras e retiraba.
-Estaré en mi lugar… —dijo Blaine dándole el beso acostumbrado antes de marcharse.
-Blaine…
-¿Si?...
-Gracias…
-De nada… no te demores…
-Blaine…
-¿Qué?
-Llama a Carol… y si ha pasado algo…
-Te mantendré al tanto… —contesto lanzándole un beso. Kurt se le quedo viendo hasta que desapareció tras la puerta, miro al cielo y volvió a soltar un par de lágrimas al pensar en su padre, se auto calmo con ejercicios de respiración y termino por salir del camerino, dispuesto a dar la mejor actuación de toda su vida.

Marzo de 2041




-¿Qué tal si utilizas el nombre y le agregas una característica?, por ejemplo… “Paul peludito”—dijo Blaine murmurando un “¿Qué?” al ver que su esposo ponía cara de impacto extremo.
-O, “Stephen bigotes”… ¿qué tal ese nombre? —agrego Kurt mirando a Blaine con la ceja levantada, como diciendo “ese si es un nombre”.
-¡Me encanta! —exclamo Noah dando unos aplausos.
-¿De verdad bebé?...—pregunto de vuelta Kurt sin poder creer el acierto que había tenido frente a su hijo.
-¡SI!... ¿te gusta a ti “Papáblen”?
-Pues me encanta y debes saber que fue el Papá quien escogió el nombre del primer perrito que tuvimos —explico Blaine mientras le acariciaba la espalda a su esposo como orgulloso de las habilidades que tenía como Padre, inventor de nombres y todo lo inimaginable.
-¿De verdad Papá?
-Así fue…
-¡Gracias Papá!...—exclamo Noah dejando su silla para subirse a la de Kurt, y darle un abrazo con “Desmond” incluido —¿a qué hora iremos?
-¿Qué te parece ahora?
-¿Ahora?... ¿y el almuerzo? —pregunto tomándose la cabeza, como si saltarse una comida fuera algo inimaginable.
-Pues almorzamos en ese restaurante de las hamburguesas que te gustan
-¡Si!... —exclamo Noah sintiendo que ese era el mejor día de su vida.
-¡Si!... —repitió Kurt compartiendo el entusiasmo de su hijo— ve a alistarte cariño… ¡ponte ropa para salir! —agrego mientras su hijo se retiraba dando saltos.
-¿Hamburguesas para el almuerzo? —pregunto Blaine mientras acomodaba las sillas en su sitio
-Si… Noah es un niño tan maravillosos que creo que cualquier cosa que hagamos para consentirlo es insuficiente… además, qué más da si un día dejamos de comer saludable, no es gran cosa, ¿no crees?
-Lo creo…
-En fin… iré a alistarme… ¿vienes?
-Yo ya estoy listo…—respondió señalándose de arriba abajo.
-¿Listo?, ¿seguro? —pregunto devuelta su esposo mirándolo con el entrecejo fruncido.
-Muy seguro… te recuerdo que vamos a por una mascota, no a presentarnos ante el príncipe George Alexander —sentencio Blaine ordenando las ultimas cosas en la cocina.
Kurt lo miro evidenciando que ir por una mascota no era sinónimo de andar desaliñado por el mundo.
-¿Qué?...
-Nada… te traeré un cárdigan que combine con tu camisa o algo… —termino por decir saliendo de la cocina.

-¿Habla con alguien a mis espaldas Señor Anderson-Hummel? —dijo Kurt llegando al sala ya listo para salir.
-No… —contesto este volteándose hacia su esposo— estaba decidiendo cual ruta es la mejor a tomar para ir al refugio.
-Ah… dedicado y previsor como siempre… —agrego abrazándolo desde atrás.
-Eso es porque tengo un esposo y un hijo por quienes velar… —respondió Blaine guardando el teléfono en su bolsillo.
-¡Amo cuando actúas así!… todo protector y omnipotente… —dijo Kurt rodeándolo para terminar ubicado entre el ventanal de la sala y su esposo— me dan ganas de hacerte cosas en islas perdidas del mundo —agrego haciendo como que agarraba algo con sus dos manos.
-¿Si?, ¿qué cosas?
-Muchas… todas profanas por cierto… —insistió poniéndole las manos en las caderas.
-Vaya… hablando de mancillar mi honor cuando aún no es ni medio día… creo y debo ir a la “Lafayette” más seguido.
-¿Y me traerías un “Petit Gâteau” en cada ocasión?
-En todas y cada una… bueno excepto cuando nos vayamos a esas islas perdidas de las que hablas, allí tendríamos que recurrir al “delivery”.
-Ningún comercio llegaría tan lejos, menos si se enteran de las cosas que voy a hacerte —dijo poniéndole las manos en el trasero.
-¿Habrá una de esas islas en el estado de New York? —quiso saber Blaine mientras le acariciaba le cabello.
-He investigado bastante y al parecer no…
-Lamentable… aunque si lo piensas bien, no es necesario estar en medio del océano para que me hagas esas cosas que tienes planeadas.
-Lo se… pero si es necesario estar a solas…
-Muy cierto… —dijo Blaine dando un pequeño beso— entonces hasta que encontremos uno de esos paraísos, y nuestro pequeño hijo este en la escuela o en su cuarto durmiendo… podría conformarme con un beso mientras tanto
Kurt sonrió y se mordió el labio antes de besarlo causando en su esposo una expectativa mayor, lo tomo del botón del pantalón y lo acerco a él hasta que sus labios se encontraron.
-¿Nuestro hijo?... —pregunto Blaine apartándose en medio de un suspiro.
-Esta… esta preparando sus cosas… —respondió Kurt sonriendo satisfecho— y no me preguntes que cosas porque no tengo idea que pueda necesitar si vamos en busca de un mascota… ¿qué?...
-Nada… es solo que te cambia el ceño cuando hablas de “la mascota” —dijo Blaine poniendo acento de película de terror en sus últimas dos palabras.
-¡Eso no es cierto!
-Sí que lo es… se te hace un arruga justo… aquí… —respondió dando un beso en el entrecejo.
-¿Estas insinuando que tengo arrugas?, porque si es así, soy capaz de encontrar una isla perdida aquí en New York y dejarte abandonado allí Blaine Anderson-Hummel —sentencio Kurt apuntando hacia su derecha como si allí estuvieran aquellos parajes solitarios.
-Solo en una isla perdida… —dijo Blaine como pensando aquello— no estaría mal, siempre es probable encontrar una tribu de nativos bien dotados.
-¡Oye!...—exclamo Kurt dándole un pellizco en el vientre— ¡no digas esas cosas!
-Ok…
-Ya estoy listo Papás… —dijo Noah llegando hasta donde estaban sus padres con “Desmond” en los brazos, se había puesto un abrigo como para viajar al polo norte y tenía su mochila colgada en la espalda, además de las gafas nuevas.
-¿Tienes frio cariño? —pregunto Kurt acercándosele.
-No…
-¿Y porque ese abrigo entonces hijo? —añadió Blaine aproximándose también.
-Pues como vamos a salir, me puse este abrigo que es de salir… —explico Noah mirándose las mangas.
-Muy buena decisión… ¿y llevas tus gafas también?
-Si “Papáblen”, me las puse por si tengo que llenar algunas formas.
Blaine rio por lo bajo y Kurt no pudo evitar soltar una pequeña risa.
-¿De qué te ríes Papá?
-De nada cariño, es solo que no creo que adoptar un gato implique el llenado de formas.
-Pero por si acaso…—dijo Noah encogiéndose de hombros.
-Tienes razón, siempre es bueno estar preparado para todo, ¿qué más llevas hijo?
-Llevo uno de mis cuadernos, un lápiz y una manta, por si mi gato siente frio al salir del refugio.
-¿Cuál manta bebé?
-La verde que es de Liverpool Westbrook Stewart, ya hable con él, no hay problema.
-¿Estamos listos entonces? —pregunto Blaine poniéndose el cárdigan que su esposo había escogido para él.
-Listos… —exclamo el pequeño parándose recto, como si fuera un recluta siendo inspeccionado.
-Muy listos… Noah… cariño, antes de irnos me gustaría decirte algunas cosas —dijo Kurt tomando de la mano al más pequeño de sus hijos para guiarlo hasta el sofá próximo a ellos.
-¿Qué cosas?...
-Bueno… —dijo sentándose— me gustaría que hiciéramos un par de compromisos.
-Si sé qué debo hacerme “desponzable” de “Stifenwisker”… y lo haré, lo prometo —respondió levantando su mano derecha en señal de juramento.
-Lo se cariño, pero son otros compromisos de los que quiero hablarte.
-¿Cuáles entonces?
-Veras… me gustaría que te comprometieras a escoger solo una mascota, por muchos animalitos tiernos que veas en el refugio, no es posible que los adoptes a todos.
-¿Por qué no?
-Porque si traemos muchos, no podríamos cuidarlos a todos como corresponde y eso sería injusto para ellos.
-Y si el gato que me gusta tiene un hermano inseparable.
-Pues tendrás que buscar uno que no tenga hermanos.
-Pero tener hermanos es “sensasonal”, yo tengo dos… —dijo Noah como si Kurt no supiese aquello.
-Así es, pero eso es sensacional en el mundo de los humanos, no en el de los animalitos, ¿haces ese compromiso conmigo bebé?
-Está bien… —respondió el pequeño de mala gana.
-Está bien…
-¿Qué otro “compomiso” hay?
-Bueno, creo que ese era el más importante… ¿nos vamos?
-Si…
-Voy a sacar el auto… —dijo Blaine tomando las llaves.
-Te esperamos afuera… —agrego Kurt arreglando el abrigo de su hijo en la parte de los hombros.
-¿Vamos a ir en auto?
-Así es cariño…
-¿Por qué?
-Porque si bien el refugio no queda lejos… es más práctico para todos —explico Kurt mientras cerraba la puerta con llave.
-Pero caminar es mejor para el aire… y la naturaleza y también es “praptico”
-Lo es… pero si vamos caminando, nos demoraremos casi una hora… cuidado cariño —dijo abriendo la reja del ascensor.
-¿Y en autobús?
-¿Cómo? —pregunto presionando el número uno.
-¡Autobús Papá!... el “tanposte” publico es lo mejor en New York.
-Lo se bebé… pero… ¿te acuerdas que el “Papáblen” y yo tenemos unos trabajos muy especiales?, ¿Qué la gente nos reconoce en la calle y todo eso?
-Si…
-Bueno, si vamos en autobús o en el subterráneo, lo más probable es que varias personas querrán tomarse fotos con nosotros, o abrazar al “Papáblen”… y eso sí sería incómodo para todos.
-¿También para él?
-Para él no... porque le encanta llamar la atención de todo el mundo —dijo murmurando al tiempo que abría la puerta para descender en el primer piso.
-¿Cómo?
-Nos demoraríamos mucho bebé, y la tienda ya estaría cerrada.
-Nunca me subiré al “tanposte” publico… —se lamentó Noah haciendo un puchero.
-Cariño… sé que quieres subirte al metro y a los autobuses, pero ahora no es posible… te diré algo… —dijo Kurt al ver que su hijo parecía estar triste y decepcionado— la próxima salida que hagamos los tres, la haremos en autobús… ¿qué te parece?
-¡Si!... “sensasonal”! —exclamo Noah dando pequeños aplausos.
-Sensacional entonces… —repitió Kurt mientras se encaminaba la salida. Ambos le hicieron un par de señas al Señor Jenkins y esperaron tras la puerta vidriada que Blaine llegara con el auto.

-Asumo y ya no hay vuelta atrás… —murmuro Kurt mientras su esposo detenía el auto en frente del “Manhattan Animal Care Center”
-No la hay desde que accedimos a esto… ahora sonríe y piensa que esto hace feliz a nuestro hijo—dijo Blaine quitándose el cinturón de seguridad.
Kurt blanqueo los ojos y se bajó antes que nadie, miro a su alrededor tratando de no pensar en sus aprehensiones con el futuro integrante de la familia y termino de esbozar una gran sonrisa cuando vio la ilusión en la cara de su hijo.
-¡Papá es muy grande! —exclamo Noah mirando el edificio.
-Lo es cariño, pero creo que el refugio solo ocupa el primer piso… —explico Kurt tomándolo de la mano.
-Aun así… “Papáblen”, ¡mira que grande!… —insistió Noah estirando su otra mano para que su otro papá la cogiera.
-Lo es hijo… creo que hasta “Desmond” esta sorprendido —respondió apuntando al dinosaurio que asomaba su cabeza por el cierre medio abierto de la mochila que cargaba su hijo.
-¿Dónde están los gatitos?
-Preguntaremos a quien corresponda hijo —dijo Blaine mientras abría la puerta para todos.
-¡Ay muchos aquí! —exclamo Noah emocionado al máximo, se soltó de la mano de sus padres y corrió hacia donde estaban los animales.
-¡Con calma cariño!
-Buenas tardes… —dijo uno de los voluntarios acercándose a los recién llegados.
-Buenas tardes… vinimos a… adoptar una mascota… —respondió Blaine en tono de pregunta.
-Blaine Anderson… y yo que no quería el turno de la tarde…—dijo sonriendo.
-Vinimos a buscar una mascota, ¿hay alguien que nos pueda ayudar? —repitió Kurt parándose delante.
-Claro… claro que si… y están en el lugar correcto… mi nombre es Phil Sutton, bienvenidos al “Manhattan Animal Care Center”
-¡”Papáblen”!, ¡mira!...
-¿Ese es su hijo? —pregunto apuntando a Noah.
-Lo es… permiso —respondió Blaine sonriendo y dirigiendo sus pasos hasta donde estaba el pequeño.
-Cuénteme que están buscando…
-Mi hijo quiere un gato… cosa que yo no, pero bueno..
-¿Por qué no Señor Hummel?
-¿Cómo sabe mi nombre? —quiso saber Kurt gesticulando sorpresa
-Lo siento… no quise parecer impertinente, lo que pasa es que soy medio fan de su esposo… así es que…
-Genial… —murmuro Kurt entornando los ojos y pensando que significaba ese “así es que”
-Cuénteme, ¿por qué no quiere un gato Señor Hummel? —insistió el hombre mientras señalaba hacia el sector de jaulas y caniles y comenzaba a caminar en aquella dirección.
-Bueno… tengo algunas reservas sobre lo que podría hacer ese animalito en los muebles de mi casa.
-Ese es el temor de todos, pero si mantiene a su mascota entretenida y dispone para el espacios para treparse y rascar, sus muebles no correrán peligro.
-Eso es lo que dicen todos… —dijo mirando con recelo a un pequeño gato negro que estiraba su pata para tratar de alcanzarlo— en fin… ¿podría aconsejarnos cuál es el gato ideal para mi hijo?—agrego llegando hasta donde estaba Noah y su esposo.
-El gato ideal para su hijo es el que él encuentre Señor Hummel.
-¿Todos los que trabajan aquí hablan como usted? —quiso saber Kurt mirándolo de medio lado.
-¿Así como?
-Así… como si supieran algo que el resto no…
-Bueno…
-Disculpe…—escucharon todos a sus espaldas. Kurt se volvió junto al voluntario así como Noah y Blaine y vieron a una mujer cargando un gato en una mano y una jaula para aves vacía en la otra.
-¿Si?...—pregunto Phil mirando ambas cosas.
-¿Usted me atendió ayer?, ¿no es así?
-Algún problema señora…
Kurt se aparto unos pasos y se arrimó a su esposo e hijo.
-Por supuesto que tengo problema y uno muy grande… ¿ve usted a este gato? —pregunto enseñando al animal.
-Si…
-¿Y ve usted a mi canario?—agrego levantando un poco la jaula.
-No… —respondió Phil sintiéndose un tanto perdido.
-¡Obvio que no!... ¿sabe porque?
Noah levanto su mano como si el supiera la respuesta aquello.
-Porque…
-¡Porque está dentro del gato! —interrumpió la mujer entregando el felino al voluntario.
Kurt se aguantó una risa lo mismo que Blaine y Noah se tomó la cara como si lo que acababa de escuchar fuera algo más que asombroso.
-Lo siento…—dijo Phil acunando al animal, este lo miro un segundo como si lo reconociera y comenzó a ronronear de inmediato.
-¡Y claro que debe sentirlo!, mi canario era un Waterslager, ¡sabia como ocho entonaciones diferentes!
-De verdad lo siento señora, pero en este refugio no tenemos una política de indemnización por lo que los animales puedan hacer luego de salir de aquí.
-¡Pues deberían!… o al menos advertir que lo que tienen en sus jaulas son asesinos potenciales—termino por decir la mujer mirando al gato con furia, se acomodó el bolso gigante que llevaba en el hombro y salió sin decir más palabra.
-Siento eso… —dijo Phil poniendo cara de compunción.
-No te preocupes, siempre hay gente insatisfecha en todos lados —dijo Blaine sonriendo.
-Claro… por favor sigan mirando, yo estaré reingresando a este pequeñito —agrego retirándose.
-Eso fue bien raro…—añadió Blaine apuntando el lugar donde se había desarrollado la discusión.
-Claro que lo fue, lo que me lleva a insistir en mi punto que nada bueno se consigue con un gato…—dijo Kurt bajando su voz.
-Vamos… Noah está entusiasmado… ¿verdad hijo?... ¿Noah?... —agrego buscando a su hijo a su alrededor.
El pequeño había avanzado unos pasos hasta el mesón de la recepción y miraba con atención al gato en problemas, ambos se miraron y fueron hasta donde el pequeño estaba.
-Cariño… ¿qué sucedió?, ¿porque estás aquí?... ¿no te habrá asustado esa señora loca?, ¿o sí? —quiso saber Kurt enculillándose frente a su hijo.
-Creo que ya sé que gato quiero.
-¿Si?... no me digas que ese pequeño acosador de la entrada… porque te advierto y quiso atacarme…
-No… quiero ese… —dijo apuntando al “come canarios”
-¿Ese?...
-¿Estás seguro hijo?—pegunto Blaine mirando al animal de medio lado.
-Si…
-Pero cariño… a ese lo vinieron devolver… eso ya es un mal antecedente, ¿qué tal ese peludito de allí?...
-No… yo quiero el que vino a devolver la señora gritona.
-¿En serio Noah?... ¿por qué?
-Porque lo rechazaron “Papáblen”… y… ¿qué tal si todos lo rechazan por lo que hizo?, se tendrá que quedar aquí para siempre… sin una familia…
-No creo que eso suceda cariño… pero, ¿no te gustaría uno más pequeñito?... ese ya debe tener un año de edad por lo menos.
-Y yo tengo cinco… —sentencio Noah encogiéndose de hombros como si aquel argumento no pudiera ser rebatido por nadie
-¿Estás seguro hijo? —pregunto Blaine acariciándole la cabeza.
-Si… además que me está mirando… y se que el es “Mister Stephen Wishkers”—respondió al tiempo que le hacía señas y caras al gato.
-Lo está mirando… —dijo Kurt levantándose y poniendo cara de “no queda otra”
-Lo está mirando —repitió Blaine esbozando la misma mueca.
Kurt negó con su cabeza sin convencerse del todo de la elección de su hijo y se dirigió al mesón para hablar con el voluntario, Blaine sonrió y tomo a Noah en sus brazos, lo sentó en una esquina del mesón en espera de las instrucciones que les permitirían llevarse a casa a “Mister Stephen Wishkers”

Enero de 2035





-¡Odio las consultas médicas!… —exclamo Kurt al tiempo que se descolgaba el bolso que cargaba y se sentaba en la sala de espera de la Doctora Mushahwar.
-Siempre dices eso cuando estamos en una —replico Blaine ocupando la silla de junto.
-Y tú, tan amable siempre me lo recuerdas—agrego tomando una revista desde la mesa de centro— creo que esta doctora es muy popular… ¿porque hay tantos niños?
-¿Porque estamos en enero y es la temporada de gripe? —respondió Blaine mirando de reojo la revista que había tomado su esposo mientras se acomodaba al bebé en los brazos..
-Sea como sea Noah es el más bello de todos los bebés, ninguno de estos “gripientos” se compara con él…—dijo Kurt mirando a su hijo.
-No digas eso…
-¿Por qué no?... mira a los otros, no puedes negar que nuestro hijo es el más bello.
-No hay bebés feos Kurt.
-Claro que si… mira es que esta enfrente, parece que nos quisiera obligar a hacer cosas utilizando solo su mente… —murmuro cerca del oído de su esposo.
-¿Y en donde quedo eso que le enseñas a nuestros hijos?, ¿de que no importa como luces, que lo importante eres tú?
-Nuestros hijos no están aquí, y no tienen porque saber lo que acabo de decir, como todo lo que te diga, debería quedar entre nosotros.
-Creí… que eso solo se circunscribía a lo que nos decíamos en el dormitorio —dijo Blaine bajando él esta vez la voz.
-Pues agrego la cláusula de que también sea lo que te digo en las consultas médicas… ¿qué pasa cariño? —quiso saber Kurt al ver que Noah despertaba y hacia pequeños ruiditos de incomodidad.
-Creo que está un poco incómodo… —dijo Blaine sosteniéndolo de otra manera.
-Tal vez habría que cambiarlo —opino Kurt tomando el bolso con las cosas del bebé.
-No lo creo… lo dejamos extra limpio y fresco antes de salir de casa… —contesto su esposo acercándoselo al pecho, Noah se restregó la carita con una de sus manos empuñadas y luego de emitir unos quejidos se quedo acomodado cerca del cuello de su “Papáblen”
-Entonces debe ser que tampoco le gustan las consultas medias… ¿por qué no nos llaman? —dijo Kurt hojeando la revista sin siquiera mirar las páginas.
-Kurt, llegamos hace menos de cinco minutos… todas estas personas vienen antes que nosotros.
-¿Noah Anderson Hummel?... —dijo una enfermera desde una de las puertas vidriadas.
-¿No odias equivocarte todo el tiempo? —sentencio Kurt antes de ponerse de pie— ¡nosotros!— exclamo levantando su mano.
-No se levante… —pidió la enfermera acercándose a ellos— aun no le corresponde, es solo que necesito algunos datos para iniciar la ficha del bebé —agrego sacando un lápiz desde uno de sus múltiples bolsillos.
-Oh… claro… —respondió Kurt sentándose nuevamente.
-¿No odias precipitarte todo el tiempo? — dijo Blaine en tono de venganza graciosa.
Kurt le hizo una mueca propia de un niño y se dispuso a ponerle atención a la funcionaria vestida de rosado.
-¿Es primera vez que visitan a la doctora Mushahwar?
-Aquí en su consulta si, la otra vez nos atendió en la urgencia del Morgan Stanley-Komansky.
-Perfecto…—dijo la mujer apuntando— ¿Cuánto tiene su bebé?
-10 días…—contesto Blaine sonriendo, como si tener diez días de vida fuera lo mas tierno del mundo.
-¿Optaran por la doctora como pediatra de su hijo?, ¿o esta visita es solo circunstancial?
-Creo que optaremos por ella… —respondió Kurt irguiendo su cuello un resto, todo para tratar de comprobar si todas esas preguntas estaban efectivamente en la forma a llenar.
-Muy bien… la doctora Aisha los atenderá enseguida.
-¿Cuan enseguida? —quiso saber Kurt mirando un reloj inexistente en su muñeca.
-Bueno, cuando les corresponda, como ven, la consulta esta bastante llena —termino por decir la enfermera al tiempo que se retiraba con la tablilla en donde seguía escribiendo cosas mientras caminaba.
-¿Qué fueron todas esas preguntas? —agrego Kurt frunciendo el ceño.
-Políticas de esta clínica supongo.
-Si pero, ¿qué es eso de “se quedaran con la doctora”?, es decir, si hubiéramos dicho que no… ¿nos habrían corrido o algo?
-Exagerado, eso nunca sucedería, además que seriamos bastante torpes si no nos quedamos con ella como pediatra de Noah, el acierto en descubrir su alergia fue espectacular.
-Lo fue…—corroboro Kurt soltando un suspiro— solo pensar que podría ser otra cosa me crispa todos los pelos… ¿no crees que exista la posibilidad de que sea otra cosa verdad?— añadió arropando al bebe que seguía placido durmiendo en el hombro de su esposo.
-No lo creo, no ha vomitado desde que comenzamos con la nueva fórmula y por experiencia, puedo asegurarte que ha subido de peso —respondió meneándolo un poco como si comprobara con ello los Kilos de aumento.
-Sabes que los bebés pierden más peso del que ganan cuando están recién nacidos.
-Bueno, Noah será el primer bebé en ganar unos cuantos kilos… porque es un recién nacido súper extra especial… ¿verdad bebé? —insistió Blaine dándole pequeños besos en la cabeza a su hijo.
-Me encanta verte acunar a nuestros hijos… es sexy y maravilloso —dijo Kurt sonriendo.
-¿Sexy?
-Mucho…—insistió arrimándosele.
-Siempre crees que soy sexy…
-Es porque lo eres…
-Gracias... —dijo Blaine dando un pequeño beso— podemos seguir teniendo más si gustas.
-No… con Noah acabamos nuestra familia bien lo sabes… disculpa… —dijo tomando el teléfono desde su bolsillo— es Helen… —agrego mirando la pantalla— me pregunto que querrá…
-Pues contéstale y lo sabrás.
-¿Ves?... además de sexy, eres muy sabio, con razón y decidí pasar el resto de mi vida contigo… permiso… —añadió levantándose en medio de una risa— ¿Qué sucede Helen?
-¿Señor Hummel?... ¿por qué no está aquí?
-¿Perdón?, ¿aquí donde?
-En el teatro… los productores llegaran en menos de media hora.
-¿De que estas hablando Helen? —insistió Kurt rascándose la cabeza.
-De la reunión, la reunión que tiene con los productores de su próxima obra.
-No, la reunión la tenía el lunes pasado y la re agendamos por lo que paso con mi bebé.
-Y la re agendo para hoy Señor Hummel… ¿lo olvido?
-¡Oh por dios!... ¡lo olvide completamente!... ¿por qué no me lo recordaste? —dijo al hilo mientras subía la voz a medida que avanzaba su angustia.
-Se lo recordé Señor Hummel, al principio de la semana, como lo hago con todos sus compromisos… ¿dónde está?
-Estoy en la consulta con mi hijo… ¿cómo pude olvidarme?… —murmuro tomándose la cabeza, Blaine advirtió aquello y se acerco a preguntarle con gestos si estaba bien, Kurt le pidió que esperara un momento para explicarle lo que sucedía.
-¿Quiere que la mueva para otra fecha?
-No por favor, eso me haría ver como un irresponsable o algo peor, ¿cuánto tiempo dices que tengo?
-Media hora hasta que lleguen, ¿está muy lejos?, ¿le envió un auto?
-No, puedo llegar caminando inclusive… lo resolveré… gracias Helen… —dijo Kurt terminando la llamada.
-¿Qué sucedió?, ¿algún problema? —quiso saber Blaine acariciándole la espalda.
-Olvide una reunión, la que tenía el lunes siguiente que nació Noah… la había cambiado para hoy y lo olvide completamente.
-¿La con los productores?
-La misma… —respondió dándose golpes con el canto del teléfono en la frente.
-¿Es importante?
-Mucho… bastante en realidad… ¿crees que nos llamen antes de 10 minutos?
-No lo creo… —dijo Blaine mirando a su alrededor— hay mucha gente… pero… ¿por qué no vas?
-¿Cómo?
-Eso… —dijo Blaine arrullando al bebé que parecía y tanta conversación le molestaba de algún modo— vas a la reunión y luego vuelves aquí, si es que aún estamos aquí por cierto, si no, nos encontramos en la casa.
-Blaine… no… es nuestro hijo, es más importante que todo.
-Claro que lo es… pero él ya está bien, y seguro la doctora nos lo corroborará, prometo recordar todo lo que me diga.
-¿No te molesta que te deje solo?
-Por supuesto que no… ¿te lo estamos ofreciendo?, ¿verdad Noah? —contesto levantando una de las manitos del bebé como si el también estuviera de acuerdo con lo que su “Papáblen” decía —¿ves?...
-Me siento pésimo…
-No tienes porque… ve… —dijo Blaine encaminándose con él hasta la salida.
-¿No me lo sacaras en cara la próxima vez que discutamos?
-¿Cómo?
-No se… que tal si estamos discutiendo por algo y tú me dices: “¿que tal la vez que me dejaste solo con Noah en el hospital?” —respondió Kurt tratando de hablar como su esposo, pero sin conseguirlo como era habitual cuando lo intentaba.
-Nunca te he sacado en cara algo relacionado con nuestros hijos, no voy a empezar a hacerlo ahora… ve…—insistió dándole un beso y casi empujándolo hacia la salida.
-Blaine… no creas que planee que pasara esto.
-Kurt… por favor… sé que no… me llamas por si es que aún estamos aquí.
-Está bien… ¿me llevo el bolso?, tal vez no puedas con todo.

-Puedo con todo… hasta te cargaría a ti si fuera necesario… vete… y no te desquites con Helen…—advirtió Blaine dando otro beso.
-¿Que es esa advertencia?, ¿por quién me tomas?
-Kurt…
-¡Ay está bien!... pero no puedo evitar reprenderla un poco, debió recordarme lo de la reunión, es su trabajo hacerlo.
-¿No te recuerda tus compromisos al empezar cada semana?
-¿De qué lado estas Blaine Anderson Hummel?
-Del tuyo, siempre del tuyo… y mientras más cerca mejor… ¡ahora vete de una vez! —exclamo empujándolo un poco.
-Dile a la doctora lo que ha sucedido, que ayer devolvió un poco de leche… puede parecer un dato baladí pero dadas las circunstancias puede ser importante.
-Se lo diré y en realidad es un tanto baladí, porque si recuerdas las circunstancias, Lizzie le dio un par de vueltas en el aire, y con un par de vueltas cualquiera devuelve lo que sea… ahora vete…
-Está bien…¿tengo mis cosas? —dijo tanteándose los bolsillos.
-Las tienes…
-Recuerda mencionar esas manchitas que tenía cerca de la ingle.
-Esas fueron por el pañal y lo sabes… y si no te vas ahora soy capaz de llamar a seguridad e inventar algo para que te saquen de aquí… vete… —dijo Blaine dando dos besos seguidos.
-Tratare de demorarme lo menos posible, te juro que si pudiera suspenderla lo haría, pero si lo hago otra vez van a creer que mi compañía es poco seria o algo peor…
-Lo se… lo se… —añadió Blaine sonriendo— y tomate todo el tiempo que necesites, nunca es poco cuando se trata de adular a quienes nos financian, vete… —insistió dándole un quinto beso.
-Tal vez debería cambiar la idea que tengo, si hago algo más sencillo puedo financiarlo yo y no tendría necesidad de…
-La idea que tienes es perfecta —interrumpió Blaine tomándole una mano— y debe, bajo cualquier circunstancia realizarse… y ahora por enésima vez… vete —agrego besándolo nuevamente.
-Está bien… adiós Noah… Papá te ama… —dijo besándole la cabecita, lo miro un segundo y volvió a sentir culpa por irse— ¿crees que recuerde que lo deje solo por ir a una reunión? —pregunto poniendo cara de aflicción.
-Kurt… tiene 10 días de nacido… no tiene idea de donde está, ni lo que es recordar algo.
-¿Y si Henry o Lizzie me recriminan por esto?... no podría soportar que…
-No lo harán… te conocen y te aman… al igual que yo… ahora yo te daré el último beso de despedida y tú te iras e impresionaras a todos… y sé que mis labios son irresistibles y que podrías atravesar descalzo el Central Park por ellos, pero no puedes quedarte solo para que te siga besando —termino por decir Blaine dando otros tres pequeños y sonoros.
-Te amo… —dijo Kurt sonriendo.
-Y yo te amo a ti…
-Blaine… lo siento… de verdad…
-Kurt basta… vete… no miento con respecto a lo de llamar a seguridad, te lo advierto.
-Me voy… —dijo mirándolo a él y a su hijo— y solo para que quede constancia, por tus labios no solo cruzaría descalzo el Central Park, podría atravesar el infierno por ellos —termino por decir retirándose por fin.
Blaine esbozo su sonrisa estilo príncipe de Disney y lo miro perderse en el ascensor, soltó un suspiro cerca de su hijo y volvió a ingresar en la consulta en espera de su turno.

Octubre de 2041





-Hijo… con el Papá no queremos que cortes tu cabello porque básicamente nos encanta… y verte sin él sería duro para nosotros.
-¿Por qué “Papáblen”?
-Porque eres muy guapo… y tu cabello es precioso —se adelanto en  Kurt acariciándole la cabeza.
-Pero tú siempre dices que… lo importante no es como luces, lo importante eres tu… yo seguiría siendo el mismo, con cabello o no…
Kurt soltó un poco de aire y miro a su esposo pensando que ya no había más que decir.
-Tienes razón cariño… —añadió besándole la cabeza— disculpa por no haberte apoyado de inmediato, pero es un poco difícil para mí… espero y lo entiendas.
-Lo entiendo… ¿puedo entonces?
-Puedes hijo… mañana iremos a una peluquería… ¿te parece bien? —dijo Blaine tomándole las manitos.
-¿A la peluquería? —exclamo Noah dando un respingo— pero Liverpool Westbrook Stewart me dijo que Hendrix Westbrook Stewart se lo corto aquí en su casa.
-¿De verdad?...
-Si…
-Bueno… preguntaremos y lo haremos aquí sí se puede… ¿de acuerdo bebé?
-Muy bien… gracias “Papáblen”, gracias Papá… —respondió Noah dando un beso y un abrazo a cada uno.
-De nada cariño… ahora,  ¿qué te parece si salimos a explorar un poco la ciudad?, ¿no estás cansado?, ¿o sí?
-No… pero tengo que arreglar unos asuntos primero.
-¿Que asuntos cariño?
-Conocer a Joplin Westbrook Stewart y a Lennon Westbrook Stewart, Liverpool dice que son muy pequeños… como así… —dijo Noah gesticulando con sus manos algo como de 10 centímetros de largo.
-No creo que sean tan pequeños… pero,  ¿sabes qué?, con el Papá tampoco los conocemos, ¿te podemos acompañar?
-¡Si “Papáblen”! ... vamos los tres… y después podemos resolver lo de mi cabello.
-Después podemos resolver eso… incluso podemos hacerlo mañana… o pasado mañana, o el año próximo…  no hay apuro bebé… —dijo Kurt abriendo la puerta de la habitación.
-¿Puedo dejar aquí a “Desmond”?, creo que a él no le gustan los bebés.
-¿No?... ¿y cómo lo sabes hijo? —pregunto Blaine tomando el juguete.
-Porque nunca hemos visto uno y no sé cómo podría “reapcionar”
-Entonces es mejor prevenir… dejaremos a este pequeño estiloso justo aquí —añadió Blaine dejando el dinosaurio acomodado en la almohadas.
-Gracias “Papáblen”… —dijo Noah saliendo luego de su Papá— yo sé dónde está el cuarto de los bebés, Liverpool Westbrook Stewart  me lo dijo… —aseguro parándose en el medio del pasillo con una mano en la cintura y otra en el mentón, como si reflexionara algo de vital importancia en un momento clave de su vida.

-¿Dónde están todos? —pregunto Henry llegando a la sala.
-La Tía Lily esta en la cocina con su sexy esposo…
-¡“Rizzie”! —interrumpió Henry señalando a Hendrix con su mirada.
-¿Que?... Hendrix sabe que su Papá es súper extra sexy… ¡hola!... y si bien le puede causar un trauma, él también lo es, por lo tanto podrá vengarse con sus propios hijos —dijo Lizzie subiendo los pies sobre la mesa de café.
-¿Crees que soy sexy?... —pregunto Hendrix esbozando una sonrisa un tanto torcida, que en su cabeza era sensual, pero que por el contrario terminaba viéndose de película de terror.
-Obvio… tienes los genes Westbrook, tienes todas las de ganar con las mujeres —termino por decir Lizzie guiñándole un ojo.
-¿Dónde están los Papas? —pregunto Henry sentándose al lado de su hermana al tiempo que miraba a Hendrix que parecía y perdería el conocimiento en cualquier momento.
-Los Papás están en su habitación, creo que junto a Noah… quiere cortarse el cabello para solidarizar con Liverpool y el Papá no lo deja… creo que lo están persuadiendo de eso ahora.
-¿De verdad?
-Así es… lo que me parece extra injusto.
-¿Qué estén en su habitación?
-No… ¿quieres poner atención?... me parece injusto que no le permitan cortar su cabello, ¡es su cabeza!… ¡hola!... nunca tengas un hermano mayor Hendrix… solo te provocara dolores de cabeza.
-Bueno, creo que en ese caso yo seré quien provoque los dolores de cabeza.
-Verada que eres el mayor… no hagas sufrir a tus hermanos, en especial a Joplin… —dijo Lizzie con cara de advertencia.
-Yo no te hago sufrir hermanita… es más… soy quien lleva diversión a tu vida y  tengo el plan perfecto para amenizar esta tarde.
-¿Ah sí?
-Si…  escuche de un lugar súper perfecto.  .
-Dime donde y cuando —dijo Lizzie cambiando de posición en el sofá para quedar mirando a su hermano de frente.
-En la radio camino del aeropuerto.
-¡Henry!... ¡hablo del lugar!... ¡hola! —agrego la chica dándole unos golpes en las piernas entre fraternales y enrabiados. Hendrix soltó una risa pesando que Lizzie Anderson Hummel no podía ser más divertida y perfecta.
-¡Ah claro!... se llama “Fabric” y se supone y es espectacular, musca en vivo, sillones reclinables… chicos… licor…
-¿Cuántos chicos?
-Creo que en la misma cantidad que el licor.
-Excelente…
-¿Vamos?
-¡Obvio que sí! —exclamo Lizzie “dándole los cinco” a su hermano mayor.
-No podrán entrar ahí… —advirtió Hendrix con la mayor de las calmas.
-¿Qué?... ¿por qué no?... ¿no escuchaste que hay chicos y  licor?... ¡hola!
-Lo escuche… pero no podrán entrar, es un club exclusivo.
-¿Y qué sabes tú de clubes?... ¿no tienes como doce años? —añadió Lizzie mirándolo con la nariz crispada.
-Tengo 15… —replico Hendrix molestándose un poco.
Lizzie abrió sus manos en señal de derrota y disculpa.
-¿Qué quieres decir con eso de que no podremos entrar?
-Lo que dije Henry, ese club es solo para invitados, es decir solo se accede por invitación y lo sé porque mi Papá y su banda son regulares allí… yo eh estado un par de veces y como me conocen, puedo ir cuando quiera —dijo Hendrix haciéndose el interesante.
-¿Y puedes llevar alguien?  —quiso saber Henry mirándolo de medio lado.
-A quien quiera ir claro… ¿ustedes quieren ir?
-Si…—respondieron ambos al unísono.
-Vamos entonces… aunque no sé si quieren salir con un niño de 12 años —termino por decir Hendrix cruzando sus manos sobre la panza, para mirar a sus invitados un tanto engreído luego.

-¿Lo recuerdas cariño? —pregunto Kurt al ver que su hijo miraba en ambas direcciones del pasillo sin poder decidirse qué camino tomar.
-Estoy seguro que si…
-También lo creo, pero ¿sabes qué?... creo y primero deberíamos ir a preguntar a la Tía Lily si es buen momento para conocerlos…
-¿Por qué?
-Porque pueden estar dormiditos  por ejemplo…
-¿Y dónde está la Tía Lily Westbrook Stewart?
-Lo último que supe es que estaba chequeando lo de la cena… por lo tanto debe estar en la cocina —aseguro Kurt apuntando en aquella dirección.
-Vamos entonces… —contesto Noah partiendo adelante.
-Te seguimos de inmediato hijo… —dijo Blaine deteniendo el avance de su esposo.
-¿No vamos con nuestro hijo? —quiso saber Kurt al verse sujetado.
-En un segundo… habla conmigo primero… —respondió Blaine ciñendo su cuerpo al de él.
-Sabes que cuando tu cuerpo esta así de cerca del mío lo que menos hacemos es hablar…—advirtió Kurt echándose un tanto hacia atrás.
-Lo se… pero ahora si quisiera que habláramos…
-¿Sobre qué?...
-Quiero saber si estás bien…
-Lo estoy…
-¿Seguro?
-Muy seguro… no me pidas que guarde la calma cuando vea la cabeza de mi hijo sin ningún pelo… pero prometo que lo tolerare lo mejor posible… y no me vuelvas a decir que es solo cabello porque para mí es importante… ni siquiera sé porque… pero lo es…—dijo de corrido, como  si se adelantara  a todas las preguntas que presentía y su esposo le haría.
-Sí que lo es… y tienes mi permiso para perder la calma… cuantas veces lo necesites.
-¿Tu permiso?... —repitió Kurt levantando una ceja.
-Si… te autorizo a ser paranoico… al menos mientras estemos en Londres.
-Gracias… —dijo Kurt haciendo un puchero bien acentuado, Blaine sonrió de la más maravillosa de las maneras y Kurt no tuvo más opción que besarlo como respuesta.
-¿Sabes que más prometí mentalmente el día de nuestra boda?
-No…
-Prometí… que nunca… nunca… dejaría pasar la oportunidad de compartir una bañera contigo… fuera… donde… fuera que nos topáramos con una —agrego Blaine mientras interrumpía su relato con repetidos besos en los labios, cuello y cara de su esposo.
-¿En qué momento pensaste tantas promesas Blaine Anderson-Hummel? —pregunto Kurt moviéndose junto a él de manera coqueta.
-Cuando Britt y Santana hacían sus votos… no me importaba poner atención a eso…
-Ni a mí tampoco me importo escucharlas, tenía mi mente puesta en la noche de bodas… —dijo Kurt mordiéndose el labio.
-Ese es el hombre con quien me case… —añadió Blaine dando otro beso— y por si lo olvidaste o no pusiste atención a todo lo que te dije allí dentro… te recuerdo que te conté que tenemos una bañera que parece pequeña pero creo que resultara muy cómoda.
-Si estás tú en ella… obvio que resultara muy cómoda… —dijo Kurt soltando un poco de aire acalorado.
-¿Tenemos un plan para cuando todos se vayan a dormir entonces?
-Tenemos un plan para cuando todos se vayan a dormir… ahora, alcancemos a Noah… no quiero que tome un cuchillo de chef para cortarse su maravilloso cabello.—dijo Kurt caminando hacia la cocina— y no me vengas con eso de que es solo cabello —agrego apuntándolo.
-No lo hare… ahora solo tengo cabeza para pensar en nosotros y la bañera —aseguro Blaine moviendo sus cejas.
-Ese es el hombre con quien me case... te amo… —dijo dando un beso— ahora vamos…

-¿Acaso es mi mujer cocinando? —pregunto Dylan mientras entraba en la cocina.
-No estoy cocinando, la Señora  Bancroft  dejo todo listo como es habitual, solo reviso lo que tenemos… que en realidad es bastante poco para atender a cinco invitados —respondió mirando la fecha de expiración de un par de tarros de conserva.
-Ordenaremos comida… sabes que hay “delivery” para lo que sea.
-¿También para encargarse del orden y todo lo que requiere una casa?
-¿No es tu labor Bonita? —recordó Dylan tomando a su mujer por la cintura.
-¿Quieres que te deje inconsciente con esta conserva dudosa? —respondió Lily enseñando un tarro sin etiqueta y abollado en uno de sus lados.
-¿Te me estas poniendo violenta bonita?, yo que pensaba que mi fantasía de verte encargada de todo por fin se haría realidad…
-¿Otra vez o lo de Mary Poppins Westbrook?
-Oye, no es mi culpa que esa película dejara una huella imborrable en todos los niños de Inglaterra.
-Bueno, yo creo que solo en ti dejo una huella más sexual que en el resto de los niños.
-Cada quien con lo suyo —contesto Dylan dándole una vuelta como de baile, Lily sonrió y lo abrazo a la altura del cuello, lo miro un segundo y le dio un par de besos bien apasionados.
-¿Estas bien bonita?... en el hospital te vi un tanto complicada.
-Lo estoy, fue solo un momento de debilidad… pero ya estoy bien… además, tener a los chicos aquí es una inyección de energía que nunca pensé y sería tan importante.
-Ni yo…
-“Toc” “toc”… ¿se puede? —dijo Kurt entrando con su esposo e hijo más pequeño.
-Chicos… justo hablábamos de ustedes… —agrego Lily apartándose de su marido.
-Algo bueno supongo… —dijo Blaine abriendo una silla para Kurt y otra para él.
-Muy bueno, no te preocupes pequeño.
-¿Puedo ayudarte en algo?... —pregunto Kurt moviendo sus manos como si cortara y revolviera algo al mismo tiempo.
-No por favor, lo que menos querría es cargar a mis invitados con labores domésticas… además la Señora Bancroft ya dejo todo listo para nosotros —respondió Lily abriendo la puerta de horno y enseñar así la suculenta y apetitosa cena que esperaba lista a los comensales.
-Papá… —murmuro Noah apuntando a Lily con su mirada.
-Si cariño… Lily, Noah quiere saber si podemos conocer a los bebés.
-Bueno, ahora están durmiendo y no quisiera que se despertaran, todos los cambios que han habido también los han afectado un poco —explico Lily lavándose las manos en el fregadero— ¿te importaría si esperamos a que se despierten? —agrego mirando a Noah.
-No… además el Papá ya me advirtió al “respepto”
-Lo más probable es que se despierten antes que nos vamos a la clínica nuevamente… ¿quieres ver unas fotos mientras tanto “duendecillo”? —añadió Dylan sacando el teléfono de su bolsillo.
-Si…—respondió Noah acercándose a él.
-Tía Lily Westbrook Stewart…  —dijo Noah mientras veía las fotos— ¿es cierto que Hendrix Westbrook Stewart se cortó su cabello aquí en su casa?
-Así es cariño… yo misma se lo corte… ¿por qué?
-Porque yo cortare el mío… y necesito los implementos —contesto Noah desordenándose el pelo a la altura de la frente.
-¿Te lo cortaras?... ¿en serio? —pregunto de vuelta Lily mirando a Kurt y a Blaine de manera alternada.
-Si… para “sodirazirar” con mi amigo… —respondió sin quitar su vista del teléfono.
-Noah eso es muy dulce… —añadió la mamá de Liverpool sonriendo.
-Lo es “duendecillo” —agrego Dylan acariciándole la cara— Liverpool se sentirá muy bien cuando te vea.
-¿Lo podré ver de nuevo acaso? —quiso saber Noah tomándose la cara.
-¡Obvio que si!… nosotros iremos esta tarde como lo hacemos siempre, pero tú puedes volver mañana y entrar a hablar con él, tal y como lo hiciste hoy día.
-¡Súper “sensasonal”!… ¡así me podrá ver sin cabello!... ¡Papá!... ¡escuchaste!—exclamo entusiasmándose cada vez más.
-Lo escuche cariño… —contesto Kurt sin poder evitar una mueca de disgusto.
-¿Lo podemos hacer ahora?
-¿Ahora? —exclamo Kurt abriendo mas sus ojos.
-Si… es el momento “pepfepsto”
-¿Pero no íbamos a hacer otra cosa? —Noah lo miro como si su Papá hubiera perdido el juicio por completo— ¿qué le íbamos a preguntar a la tía Lily al respecto? —insistió.
-Si… sobre los bebés…
-Exacto, sobre los bebés.
-Pero ya sabemos que no podremos verlos hasta que despierten… no hay nada que preguntar… mejor hagamos lo de mi cabello..
-Noah…
-¡Papá estuviste de acuerdo!
-Lo se cariño… lo se… discúlpame… ¿Lily?... ¿puedes…? —dijo Kurt apuntando el cabello de su hijo con cara de angustia, como si lo que le iban a hacer era un trasplante de corazón y pulmón sin anestesia ni nada.
-Claro… quedaras extremadamente guapo… vamos… —respondió Lily estirando su mano para que Noah la cogiera.
-Vamos… —dijo Noah tomándola de vuelta— Papá acompáñame… —agrego agarrando el sweater de Kurt— “Papáblen” tu ve  a buscar a ”Desmond” para que me vea… —termino por decir el pequeño meneándose un poco, como si la expectativa delo que iba a suceder le causara unos nervios y ansiedad incontrolables.

Diciembre de 2039






-¡”Mister Squirrel”!... ¡gracias a dios que estas aquí!...
-De hecho, no estoy aquí… estaba usando el teléfono de la sala y ahora solo vine a por algo de beber y leer… por lo tanto no estoy aquí —explico Blaine enseñando una revista de deportes al tiempo que sacaba una botella con agua de refrigerador.
-¿Qué?... ¡”Mister Squirrel”!
-Buenas noche Cooper… ¿y ya no me llames así?
-No... ¡oye!… estoy hablando en serio… ayúdame aquí… —insistió su hermano mayor moviendo sus manos sobre todo lo que tenía en la mesa y el piso de la cocina.
-¿Con que?
-¡Con todo esto!... esta es la primera vez que organizo algo para más de dos personas… ¿crees que todos estos vegetales bastaran para mañana? —pregunto dejando sobre la mesa un par de bolsas de mercado llenas de verduras.
-Creo que exageraste… en especial con las cebollas —respondió Blaine mirando dentro.
-¿De verdad?... —insistió Cooper mirando también— ¿no es que las cebollas van con todo?
-Lo dudo… buenas noches Cooper.
-¿Qué hay de la leche de mi sobrinito?... no recordaba cual era, así es que compre estas tres…—agrego enseñando la misma cantidad de latas diferentes de leche en polvo.
-“Coop”, no tenías que molestarte por la leche de Noah, nosotros siempre procuramos viajar aprovisionados de ella, pero… —añadió al ver que su hermano ponía cara de decepción— si precisas saberlo, es la azul —dijo apuntando la lata respectiva.
-Muy bien… la dejare aquí, siempre es bueno tener de sobra, puede querer tomar más de la que esperan.
-Tal vez… —dijo Blaine caminando hacia la puerta— ¿Mamá y Papá?
-Llegaran mañana en la tarde… ¡pero no te vayas!... sígueme ayudando.
-Cooper, de verdad solo baje a hacer unas llamadas… me voy a la cama, no sé si lo recuerdas pero acabamos de llegar de New York hace menos de una hora.
-Lo recuerdo… pero tú y mi cuñadito están acostumbrados a viajar —sentencio el mayor de los Anderson, al tiempo que guardaba y sacaba cosas de los anaqueles de la cocina— por lo demás, ¿porque viniste a usar el teléfono de la sala?, ¿el del cuarto de ustedes no funciona?, yo personalmente me ocupe de que pusieran una extensión allí.
-Funciona, no te preocupes, es solo que necesitaba hablar sin que Kurt se enterara.
-¡Un momento!.... ¿está todo bien?
-Si… ¿por qué?
-Porque andas hablando a escondidas de tu esposo, me pones en una situación difícil si me pregunta.
-No te preguntara, tranquilo y “no ando hablando a escondidas” —repitió Blaine haciendo el gesto de comillas con sus dedos aun ocupados con el agua y la revista que cargaba— solo necesitaba hablar a solas porque estoy haciendo unos arreglos para darle una sorpresa mañana temprano.
-¿Qué sorpresa? —quiso saber Cooper dejando lo que estaba haciendo para mirar a su hermano con picardía en los ojos.
-No te lo diré… no es asunto tuyo, además no conseguí nada por lo tanto tendré que volver a intentarlo mañana.
-Te diré algo… si me ayudas a darle un orden a todos los ingredientes que compre, te juro y te ayudo con lo que quieres prepararle a Kurt, dime que es…
-Eso es chantaje Cooper Anderson, además… ¿por qué en nombre de todo lo bueno y puro crees que necesitare ayuda con lo que estoy preparando?
-Si viniste a hacer llamadas es porque no conseguiste nada, nadie hace llamadas cuando ha conseguido algo —dijo Cooper como si dijera la frase de su vida.
-Claro… —contesto Blaine mirándolo con los ojos empequeñecidos— buenas noches Cooper.
-¡”Mister Squirrel”!... ¿por qué no me dejas ayudarte?
-Cooper…
-Ven…—dijo acercándosele y tomándolo por los hombros— habla con tu hermano.
Blaine entorno los ojos y se sentó donde su hermano prácticamente lo estaba obligando.
-¿Qué quieres hacer?... —pregunto moviendo las cosa de la mesa para poder mirarlo a la cara.
-Bien… te lo diré… Kurt extraña la nieve de New York, por lo tanto quería arrendar una máquina de hacer nieve o algo parecido y así sorprenderlo.
-¿Eso existe?
-¡“Coop”!...
-Está bien… lo siento, pero, ¿qué quieres que diga?, vivo en Los Angeles, aquí hace calor todos los días del año.
-Escucha si no puedes ayudar está bien yo…
-Ya no te enojes… no sabía que eras tan romántico “Mister Squirrel”.
-Lo soy… ¡y ya no me llames así!... es peor que cuando me llamabas “Squirrel” a secas.
-Yo te ayudare… conozco a un tipo —sentencio Cooper como si aquello no requiriera más información ni datos complementarios.
-¿Conoces a un tipo? —repitió Blaine poniendo caras.
-Así es… conozco a un tipo que conoce a otro tipo… ¿quieres que lo llame? —pregunto sacando el teléfono de su bolsillo mediante un malabar como de circo.
-¿Estás seguro y me puede ayudar?, esto es importante.
-¡Obvio que te puedo ayudar!, te aseguro y tendrás tu maquina a primera hora —aseguro comenzando a buscar el número del tipo que conocía al otro tipo.
Blaine miro a su hermano como si no terminara de creer nada de lo que este le decía.
-¡Estoy hablando en serio!...
-Esta bien… te creo… pero te advierto que no te ayudare a cocinar nada…
-No quiero que me ayudes a cocinar, “Google” me ayuda a cocinar… solo necesito que utilices tu súper talento gay para organizarme todo aquí, se lo pediría a mi sexy cuñadito pero se enteraría de lo que estamos planeando —dijo Cooper con el teléfono en la oreja.
-No se por cual cosa de todas las que dijiste molestarme más.
-No te molestes… organiza… —insistió apuntando todo lo que tenia esparcido por la cocina.
Blaine volvió a poner un par de caras de desesperación y comenzó a ordenar todo lo que su hermano había comprado, organizo los ingredientes en el orden que él pensaba y serían utilizados y dejo a un lado todo aquello que no tenía idea para que había sido adquirido, entre ellos las casi dos docenas de cebollas.
-Listo “Mister Squirrel”… tendrás tu maquina a las 5 am de mañana —dijo Cooper haciendo otro malabar antes de guardar su teléfono.
-¿De verdad?
-Obvio que de verdad… ¿por quién me tomas?
-“Coop”… eso es genial… ¿a qué hora dijiste?
-A las cinco…
-A las cinco... —repitió Blaine como pensando— es perfecto, tendré tiempo para prepararlo todo… gracias hermano —agrego dándole un par de golpes en la espalda antes de emprender camino a su dormitorio.
-De nada… ahora dame un abrazo…
-“Coop”…
-Vamos… hice algo bueno por ti y bien sabes que los momentos emotivos ayudan a mi carrera.
-¿Nunca cambiaras?, ¿no es así?
-No…
-Está bien… gracias… —dijo abrazando a su hermano.

-¿Aun pensando en que extrañas la nieve? —dijo Blaine entrando a la habitación.
-¿Qué?... no… vamos… como bien pronosticaste hay viento y eso también es agradable —contesto Kurt apartándose de la ventana— aunque un poco de escarcha al menos sería bienvenida, ¿qué estabas haciendo?, te demoraste…
-Bueno inicialmente solo baje a por esta revista y algo de beber, pero Cooper me pidió ayuda con todo lo que compro… creo que tiene un poco de ansiedad por ser el anfitrión.
-Era factible que así fuera… ¿lo ayudaste?
-A mi pesar me vi obligado a hacerlo.
-¿Viste a nuestros hijos?, ¿terminaron de instalarse?
-Terminaron… Amelia junto a Lizzie y Henry junto a Noah.
-Nunca entenderé la relación que tiene nuestro hijo con su novia —dijo sacando algunas cosas de una de las maletas— ¿cómo es que duermen separados?
-Bueno, creo y esa opción por la abstinencia la heredo de su Papá…—agrego Blaine tirándose a la cama.
-Muy prudente de su parte entonces…
-¿Qué vas a hacer?
-Alistare nuestra ropa y la de Noah, no quiero percances de última hora —respondió mientras comenzaba a vaporizar la ropa de él, la de su esposo y la de su pequeño hijo con una maquina diminuta— ¿sabes lo que pensaba?
-¿Qué tu cuñado nos dio la peor habitación de la casa? —respondió Blaine arreglando las almohadas a su antojo.
-No… —agrego alargando la vocal— además, ¿por qué dices eso?
-Porque es la peor habitación de la casa.
-Vamos… no esta tan mal.
-¿No esta tan mal?, tiene una ventana que da a otro edifico y ni siquiera tiene un closet decente, si yo hubiera rentado una habitación así tú, Kurt Hummel-Anderson, estarías alegando de principio a fin —advirtió Blaine mientras pasaba tres páginas seguidas.
-Eso no es es cierto… el closet tiene el tamaño suficiente para alguien que se quedara tres días y la ventana da parte al edifico y parte a la calle, por lo tanto no tomare en cuenta todo lo que dijiste…
-Obvio… ¿cómo es posible que se me pasara por la cabeza criticar a Cooper Anderson? —dijo Blaine haciendo gestos de burla al tiempo que mencionaba el nombre de su hermano.
-¿Aun sientes celos de Cooper?
-Siempre siento celos de Cooper.
-¿Por qué?... ¿por lo que vivieron cuando jóvenes?… ¿no crees que ha pasado tiempo suficiente como para…?
-¿Cómo para qué? —dijo Blaine cerrando la revista un instante.
-Como para que lo olvides… ambos son adultos ahora.
-Lo somos… y no es por mi historia con él que siento celos…
-¿Entonces?...—quiso saber Kurt mirando los trajes con detención como si fuera un inspector de arrugas o algo parecido.
-Es por lo que te provoca a ti… eso es lo que me da celos.
-Blaine… vamos…
-¿Qué?
-No puedes estar hablando enserio.
-Hablo muy en serio… —corroboro arreglando sus almohadas.
-Ok… —dijo Kurt apagando la máquina de vapor, la dejo sobre el piso y se acercó a su esposo— por muy halagador que suene eso que acabas de decir… debes recordar que lo celos solo traen problemas —agrego subiéndose a la cama.
-¡Ja!....
-¿Qué significa eso?
-Fue una risa… lo que acabas de decir me provoco una risa.
-Más detalles por favor… ¿qué te provoca tanta risa?
-Me provoca risa lo que dices Kurt, me quieres convencer sobre algo que ni siquiera tú crees, ¿o debo recordarte todo lo sucedido con Sebastian a finales del verano?
-No gracias, no quiero arruinar mis vacaciones… además el hecho de estar sin…
-¿Ves que tengo razón?
-Aun no termino de hablar, cuando mis labios se están moviendo de esta forma quiere decir que aún no termino de hablar —dijo Kurt apuntándose la boca.
Blaine soltó una risa y le hizo una seña con la mano como si lo autorizara a terminar su argumentación.
-Bien, lo que decía es que debes recordar que lo celos solo traen problemas y lo que menos necesitamos son problemas… especialmente en Navidad —añadió mientras se hacía espacio entre su esposo y la revista que este leía.
-Aun no es Navidad… —dijo Blaine recibiéndolo sobre su pecho.
-Muy bien… me corrijo entonces… lo que menos necesitamos, son problemas la noche de víspera de la víspera de Navidad.
-Nadie quiere problemas en la víspera de la víspera de Navidad —repitió Blaine estirándose un poco para que su esposo terminara de acomodarse.
-Por supuesto que no… por lo demás es bien sabido que de los hermanos Anderson mi favorito eres tú.
-¿Si?...
-Oh si…—respondió Kurt moviéndose un poco para darle un beso.
-Ok… —dijo Blaine saboreándose.
-Ok…
-Además, pensándolo bien esta habitación no esta tan mal —agrego olvidando lo que leía para abrazarse de su esposo.
-Eso es verdad, además yo la llamaría acogedora más que pequeña y no necesitamos ningún closet pues como dije nos iremos en tres días, ni siquiera vale la pena desempacar —dijo Kurt arreglándose más sobre él— ¿trajimos todo lo que debíamos traer?, ¿verdad?
-Trajimos todo, esa maleta que esta allí es la mía, la otra pequeña es la de Noah y las otras cuatro restantes son las suyas Señor Hummel Anderson.
-Lo dices como si fuera el que trajo más ropa de toda la familia.
-Eres el que trajo más ropa de toda familia —dijo Blaine en medio de una risa.
-¡No es cierto!... —exclamo dando un pellizco— bien sabes que los regalos ocuparon una maleta completa y parte de otra.
-Eso es cierto…
-¿Ves?... y a propósito de regalos…—añadió Kurt trepándose un poco en el cuerpo de su esposo— ¿Dónde está el mío?... ¿es una cajita de Tiffany?
-No…
-¿Cómo qué no?
-No, te prometí un anillo de diamantes para nuestro aniversario número 25, y faltan años para eso.
-¿Sabes que allí venden más cosas que anillos?... ¿verdad?
-¿Cómo desayunos? —respondió Blaine moviendo sus cejas.
-¡Blaine!... vamos… dime…
-No te lo diré, deberás esperar hasta Navidad.
-¿Sabes que puedo hacerte cosas que te harán confesar?... ¿lo sabes verdad? —advirtió Kurt montándosele encima.
-Lo se… pero lo que tú deberías saber… —respondió tomándolo de la cintura para cambiar de lugar con él en la cama— es que yo también puedo hacerte cosas… que te harán olvidar todo —agrego dándole un par de besos en los labios y en el cuello.
-Me encanta cuando establece sus puntos Señor Anderson- Hummel —susurro Kurt tomándose de su espalda.
-¿Gane entonces? —agrego dando más besos.
-¡Oh si….! —respondió creyendo que moría al sentir los labios generosos de su esposo en toda su piel— tu ganas… definitivamente tu ganas…—agrego hundiendo su cabeza en la almohada.