(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee “10 days for Christmas”

Marzo de 2058





-¡Cinco minutos Señor Hummel! —exclamo uno de los asistentes de dirección medio abriendo la puerta del camerino.
-Cinco minutos… —repitió soltando un poco de aire.
-Avísame antes que te vayas… —pidió Raymond apuntándolo con uno de sus cigarros— ¡Avísame! —repitió mientras e retiraba.
-Estaré en mi lugar… —dijo Blaine dándole el beso acostumbrado antes de marcharse.
-Blaine…
-¿Si?...
-Gracias…
-De nada… no te demores…
-Blaine…
-¿Qué?
-Llama a Carol… y si ha pasado algo…
-Te mantendré al tanto… —contesto lanzándole un beso. Kurt se le quedo viendo hasta que desapareció tras la puerta, miro al cielo y volvió a soltar un par de lágrimas al pensar en su padre, se auto calmo con ejercicios de respiración y termino por salir del camerino, dispuesto a dar la mejor actuación de toda su vida.
El pasillo que lo separaba del escenario se le hizo por primera vez eterno, veía a los productores y actores secundarios moverse con premura a su alrededor, así como también a los responsables de la escenografía y vestuario, Kurt no escuchaba nada y sentía que todo se movía en cámara lenta menos él, sintió que alguien lo tomaba por el hombro y le indicaba como siempre los minutos que faltaban para levantar la cortina, sonrió apenas a parte del elenco que lo acompañaba en la primera escena y desvió su mirada buscando a su esposo. Blaine estaba al otro lado del escenario tras una de la columnas de utilería, tenía el teléfono en la mano y al parecer se texteaba con alguien.
-¿Qué paso?...— pregunto Kurt gesticulando su duda a la distancia.
-Es Henry… —respondió Blaine de la misma forma enseñando el teléfono con la foto del mayor de sus hijos seguido de un gesto como de manos al volante de un auto.
-¿Mi Papá?... —volvió a preguntar ubicándose la centro del escenario. Blaine movió una de sus manos como diciendo que su condición era regular, guardo el aparato en el bolsillo y con sus dedos dibujo un corazón en la palma contraria, Kurt sonrió e intento responder de la misma manera pero se vio atrapado entre las vestuaristas y maquilladoras que lo rodeaban para darle los últimos toques, sintió que su sangre se volvía de hielo y por primera vez en años quiso dejar todo de lado y correr hasta donde Blaine estaba, para que le dijera que todo había sido un mal entendido y que Burt estaba maravillosamente sentado en la sala de su casa con una cerveza en la mano y un partido de futbol en la televisión. Las luces del interior del teatro parpadearon tres veces en señal inequívoca que la función estaba por comenzar, todos tomaron su ubicación y Kurt cerro los ojos pensando en su padre sintiendo a lo lejos sintió los primeros acordes de la canción que iniciaba la obra, el telón se abrió y el protagonista se quedó inmóvil en el centro del escenario, Raymond sintió que efectivamente ese sería el día de su muerte y encendió tres cigarrillos a la vez, Blaine miro hacia la audiencia viendo que todos se murmuraban cosas los unos a los otros, siendo Kurt el director no había nadie a quien pedir consejo de cómo actuar cuando el protagonista parecía estar bloqueado por completo, uno de los productores hizo un par de señas al director de la orquesta para que comenzara de nuevo y este le obedeció de inmediato, Kurt escucho casi dentro de su cabeza los acordes iniciales y comenzó a cantar como nunca lo había hecho dando así inicio a la función.
-¡Por dios!... este hombre tuyo será quien ponga los clavos en mi cajón… —dijo Raymond sentándose en el suelo con los tres cigarrillos encendidos en su mano—¿Cómo se le ocurre hacerme algo así? —añadió mirando a Blaine.
-Creo y no está en sus planes incomodarte…
-Sí, sí ,sí… disculpa… —contesto apagando uno de los cigarros y fumando otro enseguida— pero aunque no esté en sus planes… lo está logrando…—agrego mirándolo actuar— ¡míralo!, ¡como si nada robándose todas las miradas!... ya estoy contando que serán 15 clavos como mínimo — termino por decir Raymond elevando sus brazos y retirándose al “bakcstage”
Blaine sonrió y siguió pendiente de todo a través de su teléfono, hablo con sus hijos y con Carol y en cada termino de acto informaba a Kurt de lo que sabía.
-Solo queda una escena… ¿estoy bien?... ¿verdad? —pregunto mientras se ponía el último de los vestuarios.
-Maravilloso como siempre… —respondió su esposo ayudándolo con la chaqueta.
-¿No ha pasado nada verdad?
-Nada diferente a lo que te informe hace 15 minutos.
-Bien…. Bien… —repitió tomando más aire de lo acostumbrado— hay tanto que arreglar… yo…
-Yo me encargare de todo, ahora tu ve y termina de impresionar a esas personas —dijo Blaine tomándolo por la cintura.
-Lo hare… aunque no sé cómo les diré a mis invitados que no podre hablarles del proyecto esta noche.
-No te preocupes por eso… otra persona mas que calificada les hablara de el —aseguro Blaine mientras lo acompañaba hasta la puerta.
-¿Quién?
-Helen…
-¿Helen mi asistente?... ¿esa Helen?
-La misma… creo que sabe incluso más que tú o yo de todo esto, así es que me tome la libertad de pedirle que se quedara después del show —explico mientras le acomodaba el sombrero.
-Gracias…
-¡A escena Señor Hummel!
-Ese soy yo… te amo… —dijo antes de salir del camerino.
-Y yo a ti… ¡impresiónalos!…
-¿Y tú estarás…?
-Tras bambalinas como siempre, luego tomamos camino.
-Ok… —dijo saliendo.
Blaine lo siguió y se quedó a un costado del escenario, hablo nuevamente con sus hijos y les aviso a sus padres que él y su familia llegarían a Lima en la próxima hora y que necesitarían alojamiento por lo menos para ocho personas.
Mientras hacia las últimas gestiones para conseguir un avión privado, Kurt comenzó a cantar la última canción que daba por finalizada la obra, fue tal su entrega que la emoción comenzó a embargar a todos incluso a Blaine, que había presenciado a lo menos el 90% de todas las funciones de la temporada sintió que su garganta se estrechaba, entendió entonces porque su esposo pretendía cantar esa noche y homenajear a su padre de aquella forma, cuando el telón bajo la ovación fue unánime y Kurt tuvo que salir a recibir los aplausos por lo menos unas 5 veces.

-Creo que quede sin voz… —dijo llegando a su camerino.
-Fue maravilloso Kurt, creo que aun queda gente aplaudiendo.
-¿Crees…?... ¿crees que es posible que mi Papá haya sentido esto? —pregunto Kurt enjugándose unas incipientes lágrimas.
-Lo creo… lo creo… —respondió Blaine tomándole las manos, le beso cada una y luego lo envolvió en sus brazos por un largo rato.
-¿Me mirara mal la gente si viajo con esta ropa del Chicago de los años 20? —dijo Kurt con su cabeza en el hombro de su esposo.
-Lamento decirte que con cualquier cosa que uses la gente te mirara igual… eres guapo e irresistible a las miradas de cualquiera —respondió Blaine dándole un beso en el pelo.
-¿Qué haría sin tus galanterías Blaine Anderson-Hummel?... gracias… —agrego soltando un suspiro— ahora… —dijo incorporándose— ¿qué debemos hacer?
-Ahora… nos vamos al aeropuerto, conseguí un avión que nos llevara a Lima en cuanto pongamos un pie en Teterboro.
-¿Me llevaras a New Jersey? —quiso saber Kurt levantando una ceja.
-Era lo más cercano en donde disponían de un avión privado… —contesto Blaine soltando una risa.
-Ok… ¿nuestros hijos?
-Nos verán allá… de hecho Lizzie me texteo diciendo que ya estaban en camino.
-¿Qué hay de Noah?
-El también va en camino, Barbra le conto a Rachel y ella y Jessie se irán después.
-Muy bien… ¿nuestra ropa?…
-Todo esta listo, Noah paso a nuestra casa a recoger el bolso que le pedí a Eloise que nos preparara, todo muy esencial, así es que no esperes grandes atuendos —sentencio Blaine tomando las pertenencias de su esposo— ahora, afuera hay mucha prensa, Helen me lo advirtió, creo que ya se echó a correr la voz de lo que sucede con Burt, por lo tanto, depende de ti si quieres hablar o luego entregamos un comunicado, Raymond y Helen están dispuestos a leerlo.
-No quiero hablar con nadie… —dijo caminando hacia la puerta.
-Muy bien… entonces… comunicado… comunicado… —murmuro Blaine mientras manipulaba su teléfono, encontró lo que buscaba y se lo envió a la asistente de su esposo.
-De verdad y te encargaste de todo…
-Es mi trabajo… salimos por el pasillo que da al callejón, allí está esperándonos un taxi —agrego abriendo la puerta del camerino.
-¿Un Taxi?, ¿qué hay de la habitual limusina de la compañía?
-Pues pensé que un taxi llamaría menos la atención, como que presentí que no querías hablar con ningún reportero —Kurt sonrió pensando en cuan maravillosa era su vida desde que tenía a Blaine a su lado— ¿listo? —pregunto estirando su mano.
-¿Puedo decir que no? —respondió queriendo llorar.
-Kurt… —dijo Blaine retrocediendo los pasos que había avanzado, dejo lo que cargaba en el piso y tomo a su esposo nuevamente de ambas manos— sé que estas asustado… pero no estás solo, si el destino quiere que pase lo inevitable esta noche o la siguiente, yo estaré contigo, así… para siempre y sin miedo… ¿te acuerdas? —dijo sosteniéndole las manos con fuerza, Kurt no dijo nada y solo se limitó a gesticular un si con su cabeza— vamos… —añadió sin soltarlo.

-Ahí están los chicos… —dijo Blaine apuntando hacia adelante. Lizzie estaba al lado de la escalera del avión junto a su esposo mientras Devon subía y bajaba los tres primeros peldaños de lo más feliz, Barbra tenía a Noah abrazado por la cintura y ambos veían algo desde el teléfono de este último, la escena parecía tan cotidiana a los ojos de Kurt que por un momento olvido el motivo del viaje y la reunión de todos.
-¡Papá!... —grito Lizzie haciéndole una seña viene estridente, Noah se volteo para mirar y también saludo a la distancia, Blaine le dijo un par de cosas al oído a su esposo y se dirigió a hablar con el encargado para que preparan el avión.
Devon corrió y se colgó del cuello de su abuelo, Lizzie se unió al abrazo lo mismo que Noah y Kurt se sintió arropado de inmediato
-¡Abuelito!… ¡vamos a viajar en avión solo para nosotros!… —exclamo Devon tomándose la cara.
-¿Es eso verdad cariño?
-¡Sí!… ¡mira!, ¡ese de allá!… —insistió el pequeño tomando a Kurt de la mano.
-¿Estas bien Papá?
-Tan bien como es posible estarlo hija… —respondió haciéndole un cariño en la cara.
-¿Se ha sabido algo Kurt? —pregunto James caminando al lado de su esposa.
-Hasta ahora todo sigue igual… hola linda…—dijo saludando a la novia de su hijo.
-Hola Señor Hummel, mis Papás ya saben… tomaran el primer avión de mañana.
-Gracias cariño… por avisarles y por acompañar a mi hijo —Barbra se irguió un poco como si lo escuchado fuera el mayor de los cumplidos, Noah le guiño un ojo para luego inquirir más datos sobre el estado de salud de su abuelo, Kurt explico lo que sabía repitiendo un par de cosas y enredándose en otras, Lizzie intercambio miradas con su hermano menor y ambos decidieron no preguntar más hasta llegar a Lima.
-Todo esta listo… —dijo Blaine saludando a todos— partimos de inmediato —añadió señalando la escalera del avión, volvió a coger la mano de su esposo y subió con el de los primeros para instalarse en el único asiento doble, Kurt se ubicó en el cercano a la ventana, bajo la cortina retráctil y se acomodó de inmediato en el hombro de su esposo, lo cogió del brazo y allí se refugió.
Noah se sentó frente a Barbra y continuo enseñándole cosas desde su teléfono, Lizzie instalo a Devon con el cinturón de seguridad en un asiento especialmente acondicionado para él para luego ubicarse al frente, James ocupo el que estaba más apartado y que tenía una especie de escritorio removible, Kurt pensó que si las circunstancias no fueran las peores hubiera averiguado todo sobre ese avión incluyendo el costo de añadirlo al patrimonio de su familia.

-Odio los hospitales.. —murmuro Kurt como lo hacía siempre y cada vez que pisaba un recinto médico— ¿dónde es?
-Carol me lo dijo… tranquilo…—contesto Blaine caminando con decisión hacia los ascensores, pulso el botón y todos esperaron en silencio mirando hacia arriba los números.
-No veo a la “Abucarol”… —dijo Lizzie empinándose para poder ampliar su campo visual.
-Está allí Princesa… —se adelantó en decir Blaine señalando donde dijera. Carol estaba sentada afuera de una de las salas bien cerca de la puerta, tenía un montón de pañuelos descartables en una mano y los usaba todos para enjugar sus lágrimas y que parecían no acabarse nunca.
-Oh por dios… —dijo Kurt pensando lo peor, Blaine le apretó la mano con mas fuerza en señal de su respaldo y compañía absolutos.
-¡Chicos! —dijo al darse cuenta que todos estaban allí, se restregó la cara y comenzó a llorar con más fuerza a medida que los saludaba a todos.
-Carol… ¿acaso mi Papá?… —pregunto Kurt comenzando a llorar también.
-No… no cariño... aun no… creo… creo que te esta esperado… —explico tocando la cara de su hijastro.
Lizzie busco los brazos de esposo y Noah se apartó hacia un rincón, recibiendo el consuelo de su novia.
-¿Esta…?
-Aquí cariño… te advierto que lo que verás no es muy alentador… —dijo Carol sonándose con la bola de pañuelos.
-“Abucarol”, ¿has comido algo?
-No podría aunque quisiera Cariño…
-Pues tendrás que querer, no es posible que estés con el estómago vacío… no es saludable… ¡hola!
-Lizzie...
-Nada de Lizzie… ven… mi “Monito” y yo también tenemos hambre… muy elegante será el avión en que nos vinimos pero no nos dieron ni un dulce de menta.
-Eso es verdad… —señalo Noah tocándose la panza.
-Iremos todos… —sentencio Lizzie tomando a su abuela del brazo.
-Kurt… cariño…
-Ve Carol… yo…—respondió este señalando la puerta, los vio marcharse y luego miro a su esposo, este le sonrió apenas, le beso la mano que mantenía con la suya desde que habían despegado de New York y le hizo una seña para que terminara de entrar.
-¿No me vas a acompañar?
-Kurt… el momento es tuyo y de Burt…
-Blaine…
-Escúchame… —insistió tomándole la cara y le recogió un par de lágrimas con su pulgar emocionándose también— yo entrare después… ahora ve tú y… y despídete de tu Papá.
-No me dejes solo por favor… por favor Blaine… yo no… —dijo Kurt soltando un llanto desconsolado tras sus manos.
-Está bien… está bien… —añadió su esposo abrazándolo por enésima vez aquel día.
-No sé si podré hacer esto…
-Podrás… por supuesto que podas… eres el hombre más valiente que conozco… puedes hacer lo que sea… —aseguro Blaine dándole pequeños besos en la cara.
-¿Qué tal si se pone bien de un momento a otro?... ¿esas cosas pasan verdad?
-Kurt… me encantaría que eso fuera verdad y poder decírtelo ahora, pero… no creo que con Burt eso sea posible lo siento… — dijo abriendo la puerta— no te dejare solo… entremos…
Burt estaba dormido con la cama elevada a la altura de la cabeza, estaba mucho más delgado de lo que Kurt y Blaine recordaban y su cara tenía un semblante sombrío pero tranquilo, tenía un tubo en la garganta que lo ayudaba a respirar y un serie de vías en ambos brazos que le administraban diferentes tipos de medicamentos, Kurt se acercó de a poco a la cama como si no terminara de creer que aquel hombre moribundo era su otrora fornido Padre, se tomó la cara un par de veces y se desordeno el pelo otras tantas sin lograr acercarse del todo.
Blaine se aproximó hasta la cabecera y lo miro un instante, le acaricio la cabeza a su suegro lo beso en la frente derramando algunas lágrimas también, le tomo la mano cuidando de no desconectar nada y se acercó a él para decirle un par de cosas cerca del oído, volvió a besarlo y le hizo una seña a su esposo para que tomara su turno en aquel trance tan terrible.
-Esto es increíble… —murmuro Kurt al tiempo que se quitaba el abrigo y el pañuelo que llevaba en el cuello, dejo todo en una silla contigua y se allegó finalmente a su padre.
-¿Papá?... soy yo… —dijo con un hilo de voz— estoy aquí… ¿puedes escucharme? —agrego comenzando a llorar nuevamente, Blaine rodeo la cama para acercársele y lo tomo desde atrás por los hombros.
-Creo que no me escucha… —dijo mientras le acariciaba la mano.
-Por supuesto que te escucha, tu Papá te ha escuchado desde el día que naciste… dile lo que quieras.
-No sé qué decir… —respondió limpiándose la nariz con el dorso de su mano.
-Por supuesto que sabes… siempre has sabido hablar con él…
-¿Qué le dijiste tú?...
-Le dije que lo quería, que lo iba a extrañar y le di las gracias…
-¿Por qué?... ¿Por qué te dio de cenar no sé cuánto tiempo? —dijo Kurt soltando una pequeña risa entre el llanto que lo invadía.
-No, le agradecí por haberme regalado a su hijo... —contestó Blaine dándole un pequeño beso en el hombro— tu puedes —agrego apartándose.
Kurt miro a su esposo por sobre el hombro y luego termino de acercarse a la cama de su Padre.
-Papá… —dijo entre lágrimas— te amo… eres el primer hombre a quien ame en toda mi vida… gracias por haber sido mi Papá, por haberme aceptado y por… quererme como a nadie… —agrego dándole un beso— quiero que sepas que será difícil no tenerte cerca… pero no estaré solo… yo... ¡Blaine!... —exclamo al ver que la línea del monitor daba unos saltos para luego quedar plana.
-Iré a buscar alguien… —dijo Blaine saliendo.
-¡Papá!... ¡no!... ¡oh por dios!... —añadió apartándose con pánico en la cara.
-¡Qué sucedió! —pregunto Carol entrando junto a sus nietos, miro a su esposo y se lanzó a la cama al darse cuenta lo que había pasado, Lizzie comenzó a llorar y se abrazó de su hermano, James saco a Devon de la habitación mientras Blaine entraba con el doctor.
-Blaine… —dijo Kurt llorando con desconsuelo. Blaine miro a Burt y cerro sus ojos un momento, se lo imagino lleno de vida en el taller de autos el día que lo conoció, sonrió un instante y soltó una cantidad extra de aire, se trago la pena que sentía en ese momento y termino por acercarse a su esposo, para abrazarlo y tratar de algún modo de consolarlo en lo inconsolable.

Noviembre de 2053





-¿Quién es él?...—pregunto Kurt como primera cosa una vez que cruzo el umbral del edificio.
-No lo sé… —respondió Blaine mirando hacia la portería— primera vez que lo veo… —agrego sujetando la puerta con el trasero.
-¿Y porque esta allí? —insistió terminando de entrar.
-Tampoco lo se…
-¿Nos está llamando?
-Al parecer esas señas que hace son para nosotros… —agrego Blaine mirando hacia atrás al tiempo que sacaba su teléfono del bolsillo y trataba de responder sin dejar caer la caja de pizza y la bolsa que cargaba.
-Juraría que era otra persona la que estaba en la puerta cuando salimos al hospital… —dijo Kurt mirando al individuo en cuestión con los brazos cruzados.
-Tal… vez… el otro fue al baño o algo… —respondió mientras texteaba de vuelta con una sola mano.
-Pues no debería dejar su puesto… ¿no sabe quiénes son los que vivimos en este edificio?
-Personalidades sin duda…
-¿Con quién hablas?
-Es Henry, me envía un par de caras tristes…
-¡¿Caras tristes?! —exclamo Kurt arrebatándole el teléfono — ¿Por qué? — pregunto mirando los mensajes.
-Porque no podrá venir a conocer a Devon, al menos no hasta el fin de semana.
-¡Pobre de mi Bebé!... ¿por qué lo explotan tanto en esa compañía? —dijo Kurt contestando el mensaje como si se tratara de su propio teléfono.
-Creo que más que explotarlo, es porque es un profesional excelente…
-Lo se… ¡y me encanta eso!...
-¿Por qué estamos parados aquí? —pregunto Noah parándose tras sus padres.
-Cariño… ¿porque te demoraste tanto?
-Porque estaba ocupado en unos asuntos sumamente importantes…
-¿A si?... ¿y cómo esta ese “asunto sumamente importante”, su mamá le sigue poniendo problemas porque se corto el cabello? —pregunto Kurt levantando una ceja.
-No…—respondió Noah poniendo caras y alargando la “o”— ¿porque estamos parados aquí?... esa pizza no se servirá sola… —insistió abriendo un poco la caja para sentir el olor.
-Estamos aquí porque con tu Papá no sabemos quién es esa persona —contesto Blaine mirando con mas interés.
-¡Yo lo conozco! —exclamo Noah levantando su mano, Kurt y Blaine dieron un pequeño salto de susto— es el nuevo conserje... —agrego mirando a su padres.
-¿El nuevo conserje?, ¿no era otro?, ¿un señor con barba como de Santa Claus? —agrego Kurt mirándolo desde donde estaba y haciendo gestos con sus manos que describían a alguien extremadamente barbudo.
-Ese fue el que estaba la semana pasada Papá… este es otro…
-¿Por qué lo cambiarían?... ¿no deberíamos de exigir un poco de continuidad en estas personas que trabajan para nosotros?
-No trabajan para nosotros… son empelados de la comunidad… —corrigió Blaine aun mirando a la persona.
Kurt hizo gestos infantiles repitiendo lo que su esposo le dijera, Blaine sonrió como era habitual.
-¿Qué tal si subimos a la casa?… yo tengo hambre, después de todo el intempestivo nacimiento de mi sobrino me pillo en la puerta de la cafetería.
-Tienes razón cariño… vamos…
-Yo iré a hablar con esta persona, después de todo nos está haciendo señas desde que cruzamos la puerta —dijo Blaine entregando la comida a su hijo— no empiecen sin mí.
-Y tú no te demores…—advirtió Kurt dándole un beso.
Blaine sonrió y se encamino hasta la portería, la persona que había llamado la atención a su esposo y a él mismo, era un hombre pequeño y de pelo cano, tenía la cara más arrugada que cualquier persona que Blaine hubiera visto en su vida, vestía elegante y parecía ejercer el cargo de portero con la mayor de las dignidades, como si fuera un gerente más que un portero.
-Buenas tardes… —dijo Blaine apoyándose en el mesón, tomo un par de informativos de restaurantes y se quedó esperando la respuesta de lo más sonriente.
-Buenas tardes… gracias por acercarse, ¿usted vive aquí? —pregunto el hombre apuntándolo.
-Así es… así casi… bueno hace muchos años… Blaine Anderson-Hummel, ¿cuál es su nombre?— dijo estirando su mano.
-Morgan Fattore… —respondió estrechándola de vuelta— ¿en qué piso vive? —agrego mientras anotaba cosas en un cuaderno.
-En el 13, de hecho…
-¿Conoce a esas personas que subieron con usted?, ¿ese hombre elegante y aquel joven que llevaba una caja de pizza?
-Los conozco, son mi esposo y mi hijo…
El hombre lo miro un segundo como si quisiera adivinar algo que aún no conocía.
-¿Cuál es el número de su departamento? —pregunto anotando más datos, Blaine se empino un poco para ver lo que el hombre escribía, tratando de averiguar si era sobre él o que.
-1301… —respondió aparentando que nada había visto.
-Muy bien Señor Blaine Anderson-Hummel del departamento 1301, esta correspondencia es para usted… es bastante… ¿puede cargarla? —pregunto entregando tres pilas de cartas amarradas con elástico, Blaine conto mentalmente más de 50.
-¿Por qué reciben tanta correspondencia?, ¿está involucrado en alguna actividad?
-Bueno, lo que sucede es que mi esposo es actor en Broadway y yo…
-¿Qué necesita? —interrumpió el hombre moviéndose para hablar con otra persona dejando a su interlocutor con la respuesta en la boca.
-Bueno… yo soy un cantante, he vendido millones copias… pero vamos eso no es importante…—murmuro Blaine mientras sonreía y revisaba algunas de las cartas camino al ascensor.

-Lava tus manos cariño… —dijo Kurt una vez dentro del departamento, Noah le entrego la caja con la pizza más otra bolsa pequeña con más comida e hizo un gesto como de saludo al tiempo que se dirigía a la escalera de la galería— ¡cenaremos enseguida! —agrego al no recibir respuesta.
-Si Papá… ¿no entendiste mis gestos? —dijo Noah repitiendo lo que había hecho segundos atrás.
-Eres un dulce… te espero en la cocina… —añadió sonriendo.
Noah puso un par de caras graciosas y termino por retirase a su dormitorio, Kurt lo miro hasta que desapareció en el segundo nivel y soltó un poco de aire pensado en como seria todo cuando el último de sus hijos abandonara el hogar, tomo la cena y se encamino a la cocina.

-¿Alguna vez le hicimos saber al Señor Jenkins que era el mejor conserje que ha pasado por este edificio? —dijo Blaine llegando a la cocina.
-¿Te refieres a un homenaje con un placa y un cheque suculento? —pregunto Kurt mientras alistaba la mesa.
-No, me refiero a si se lo dijimos en algún momento —agrego Blaine dejando la correspondencia sobre uno de los muebles, se lavó las manos en el fregadero y miro a Kurt esperado una respuesta.
-Bueno… yo se lo dije en un par de ocasiones… era un hombre extraordinario, siempre dispuesto, siempre correcto… excepto cuando quiso meterle cosas religiosas en la cabeza de nuestro pequeño hijo.
-O cuando critico a Henry por su bicicleta —agrego Blaine apuntándolo con el paño de cocina.
-También… ¿por qué tanta pregunta sobre el conserje jubilado?
-Porque esta persona nueva es bastante… no se… ¿estricta?
-¿Estricta?... ¿no te trato mal?, ¿o sí?
-No… solo fue raro…
-¿Y pudiste averiguar algo de él? —pregunto poniendo un plato en cada lugar.
-Bueno… averigüe que su nombre es Morgan… algo… —respondió Blaine sacando vasos para cada uno.
-¿Morgan algo?... vaya espía que resulto ser Señor Anderson-Hummel, ¿cómo puedes ser tan desmemoriado?
-Eso es porque tengo otras virtudes que podría usar en un trabajo de espía … —dijo Blaine sonriendo engreído.
-¿Tales como…?
-Tales como… soy guapo… por ejemplo —dijo mientras abría el cajón de los cubiertos.
-¿Y eso cómo es que ayuda en algo? —quiso saber Kurt soltando un risa.
-Ayuda… por supuesto que ayuda, puedo conseguir información haciendo gala de mis dotes naturales —contesto Blaine señalándose de arriba a abajo.
-¿Cómo negar eso?… ahora ven y dame un beso… —pidió Kurt haciendo la seña correspondiente para que se acercara a él
-¿Y porque debería?— pregunto Blaine acercándose de todas formas, tenía en ambas manos los cubiertos para la cena, los dejo todos en el lugar de la mesa que le correspondía a Noah y termino por acortar distancia con su esposo.
-Deberías porque primero, yo soy tu esposo y te lo estoy pidiendo y segundo… porque acabamos de convertirnos en abuelos Señor Anderson-Hummel y no hemos celebrado como deberíamos… —dijo Kurt como si argumentara algo irrefutable.
-Creo que tiene razón… “abuelito Kurt”—contesto Blaine tomándolo por la cintura, lo agarro con firmeza y le dio un beso tirándolo hacia atrás, como si de un paso final de baile se tratase— felicitaciones por su primer nieto, Señor Hummel-Anderson… —añadió sonriendo.
-Igualmente… —respondió Kurt mirándolo hacia arriba.
-¡Dios!… como te amo… —dijo Blaine dándole un par de mordiscos en el cuello antes de apartarse.
-¿Si?... —agrego Kurt arreglándose el pelo y la ropa— ¿a pesar de todo el tiempo que ha pasado?
-Con mayor razón por todo el tiempo que ha pasado —respondió guiñándole un ojo. Kurt sonrió más que satisfecho y continuo en lo que estaba— ¿esa es la correspondencia? —pregunto al toparse con el montón de cartas.
-Lo es… —dijo Blaine doblando las servilletas.
-¿Y no la revisaste?... —pregunto Kurt tomándolas todas— puede estar la carta de Noah… sabes bien que… ¡oh por dios!
-¿Qué?
-¡Aquí esta!… —exclamo mirando uno de los sobres.
-¿Seguro?
-Por supuesto que estoy seguro, ¿conoces otro Noah Anderson, 834 de la Quinta Avenida, departamento 1301?… por dios… ¿qué dirá?… —agrego mirándola a contra luz.
-No te atrevas a abrirla…—dijo Blaine quitándosela de las manos, la miro un segundo leyendo y releyendo el remitente y el destinatario— no puedo creer que el futuro de nuestro hijo este en este trozo de papel.
-Por eso mismo creo y deberíamos verla antes… —insistió Kurt tomándola de vuelta— ¡mira el sello!, ¡es extra fácil de violar!, además…
-Papás, no van a creer lo que “Mister Stephe…”, ¿Qué sucede? —pregunto Noah al encontrarse con sus Padres con cara de circunstancia.
-¿Que?... nada cariño… ¿por qué habría de suceder algo?... solo vamos a cenar como bien te dije… ¿verdad Blaine? —respondió Kurt tratando de esconder la carta en el bolsillo trasero del pantalón de su esposo.
-¿Por qué tienen esa cara? —quiso saber Noah dejando a su gato en el piso— ¿esas son catas?... ¿acaso..?
Blaine miro a Kurt y este gesticulo un “no” disimulado con su cabeza.
-¡Papás!
-Hijo… disculpa… sí... son cartas y… aquí está la carta de la NYU… por fin… —dijo Blaine sacándola de su bolsillo, la estiro un poco e hizo el ademan de entregársela a su hijo.
-¿Mi carta?... —añadió Noah perdiendo un poco el color.
-Si cariño…
-¿Qué dice?... —pregunto retrocediendo un par de pasos, como si aquel trozo de papel fuera atacarlo de alguna forma.
-No le hemos abierto hijo… a ti te corresponde hacerlo…—dijo Blaine acercándosele.
-No quiero…
-Noah… no tengas miedo… lo más probable es que sea la respuesta que tanto esperas.
-¿Qué tal si no?... no puedes saber eso “Papáblen”—dijo el chico rascándose la cabeza.
-No, no puedo saberlo, pero confío tanto en ti y en tu talento que creo que no existe posibilidad de que la respuesta sea diferente… toma…
-Y aunque así sea cariño… debes saber que no es el fin del mundo —añadió Kurt tomando lugar al lado de su esposo.
Noah los miro a ambos y después a “Mister Stephen Wishkers”, tomo la carta como con miedo y la reviso primero por ambos lados, volvió a echar un vistazo a todos nuevamente, incluido al gato, soltó un suspiro mirando al cielo y abrió finalmente la carta con un poco de rudeza, desdoblo el papel y lo leyó en silencio, Kurt tomo la mano de Blaine y se llevó la otra al pecho en señal de angustia extrema
-¿Qué dice hijo?
-…
-Noah, cariño si te rechazaron…
-Entre…
-¿Cómo?
-¡Entre “Papáblen”!... ¡Papá! —exclamo Noah meneando el papel— ¡“Mister Stephen Wishkers entre! —añadió tomando al gato en sus brazos, le dio media vuelta y lo dejo en el suelo, luego abrió sus brazos de par en par para que sus Padres lo abrazaran.
-¡Cariño!... ¡Qué maravilla!... ¡estoy tan orgullos de ti! —añadió Kurt abrazándolo con fuerza y soltando algunas lágrimas de felicidad.
-Y yo hijo… te felicito —agrego Blaine dándole unas palmadas en la espalda.
-Gracias Papás.. ¡los amo! —dijo Noah besando a cada uno— ¡esto súper genial! —añadió apartándose— creo que hasta podría vomitar un poco —agrego tocándose el inicio del estómago.
-Trata de no hacerlo cerca de la comida cariño… —pidió Kurt aun emocionado.
-Claro… ¡le avisare a todos!... —exclamo haciendo el ademan de retirarse— pero… ¡oigan!... —agrego devolviéndose en sus pasos— ahora podemos decidir lo de mi lugar de residencia… ¿pensaron en los lugares que dije? —añadió sentándose a la mesa sin soltar la carta.
-Lo pensamos cariño… —respondió Kurt tomando su lugar— y de hecho con el “Papáblen” te tenemos una propuesta.
-¿Propuesta?... ¿qué propuesta?
-Bueno… —continuo diciendo Kurt mirando a su esposo, Blaine se sentó a su lado y sonrió a la par con su hijo— lo que decidimos es que te vamos a comprar un departamento.
-¡¿CÓMO?! —exclamo Noah levantándose de un salto, “Mister Stephen Wishkers” dio un pequeño brinco de susto y se retiró corriendo de la cocina.
-Hijo… con tu Papá podemos hacerlo… y sería un regalo más que merecido.
-¿Qué?... ¡NO!... ¿cómo me van a comprar un departamento?, ¿no saben cuánto cuestan? —dijo Noah tomándose la cabeza.
-Lo sabemos cariño y no sé si sabes, pero el dinero no nos falta…
-¡Pero es dinero de ustedes!... yo nada que ver… no pueden comprarme uno… son muy costosos… comprar son palabras mayores… no…
-Noah..
-“Papáblen” hablo enserio… —dijo Noah poniendo cara acorde.
-Igual que nosotros hijo… con tu Papá pensamos que, ya que no quieres el regalo que le hicimos a tus hermanos cuando se graduaron…
-¡Obvio que no lo quiero!, ¡el transporte público es lo mejor del mundo!
-Entonces cariño… como no quieres un auto, es nuestro deber regalarte algo… y enfrentémoslo siendo el más pequeño de la familia, mereces un regalo más especial aun.
-¡Pues regálenme un viaje o algo!… pero no un departamento que cuesta no sé cuántos miles de dólares…—dijo Noah tomándose las manos nervioso.
-En realidad los viajes corren por cuenta de los Westbrook Stewart, nosotros preferimos cosas más practicas… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad…
-Papás… —dijo Noah dejándose caer en la silla como si hubiera sufrido al peor de las derrotas.
-Hijo… —agrego Blaine rodeando la mesa para sentarse a su lado, le tomo una de las manos y con la otra le acaricio el cabello— eres el más dulce, honesto y desinteresado de todos los ni… de todos los jóvenes del mundo y esa actitud que has tomado te honra y refleja por completo lo que eres desde que eras un punto así y querías un microscopio pero querías ahorrar para conseguirlo —Noah soltó una risa al recordar ese memento— pero también debes entender que para nosotros es un placer inmenso el poder darte lo que necesitas.
-Pero…
-Cariño…—intervino Kurt también acercándose— nosotros aceptaremos lo que tu decidas, pero nos gustaría que pensaras en esta posibilidad, imagínate un lugar propio donde vivir, donde tú y ese gato del demonio estén a sus anchas…
-También podría hacer eso en un lugar rentado, y “Mister Stephen Wishkers” no es un gato del demonio
-No por supuesto que no lo es… pero el asunto cariño es que hay cosas que solo puedes hacer en un lugar propio y no nos gustaría que te privaras de ellas…
-¿Cómo cuáles?
-Pues… pues…
-Poner piso laminado por ejemplo —dijo Blaine de lo más serio.
-¡”Papáblen”!
-O instalar una bañera en el baño principal… —añadió Kurt.
-¡Papá!...
-¿Qué?... ¡es la verdad!, creo que tu “asunto sumamente importante” te lo agradecería — Noah no pudo resistirse y soltó una risa enorme.
-Cariño… solo decimos que lo pienses... ¿de acuerdo?
-Esa bien… —respondió el chico haciendo un puchero de mala gana.
-Está bien… —repitió Kurt de la misma forma.
-Ahora, ¿podemos cenar?… esta conversación me provoco más hambre… —dijo Noah abriendo la caja con la pizza.
-Si estuvieras en tu departamento podrías instalar un horno para hacer pizzas todo el tiempo…—agrego Kurt comenzando a repartir las rebanadas.
Noah blanqueo los ojos pensando que aquellos argumentos, por muy estúpidos que fueran, lo estaban medio convenciendo a decir que sí a la posibilidad que le ofrecían sus padres.

Mayo de 2039





-¿Qué haces aquí?... —dijo Kurt llegando a sala y encontrándose con su esposo recostado en el sofá más grande.
-Kurt… ¿terminaron la sobremesa? —pregunto Blaine de vuelta mientras pasaba página a un viejo álbum de fotografías.
-¿Qué haces aquí?... —repitió dejando un tazón con palomitas sobre la mesa de café.
-Estoy descansando como dije…
-¿En la sala? —agrego mirando de reojo lo zapatos de Blaine que descasaban descuidados sobre uno de los cojines— porque si mal no recuerdo, dejaste la mesa del almuerzo para tomar una siesta en nuestra cama… ¿te sientes bien? —pregunto acercándose.
-Me siento muy bien, es solo que no podía dormir en la cama, entonces me vine al sofá… —respondió Blaine dando unos golpes sobre el mueble a ambos lados de su cuerpo.
-¿A dormir al sofá?
-Si… cuando me has castigado, he dormido aquí, y aunque incomodo, he dormido bastante bien.
-Todas ocasiones merecidas por cierto.
-Por cierto…
-¿Y has podido dormir algo?... —pregunto tomando un par de palomitas.
-Es lo que trataba de hacer, pero tenían una gran sobremesa allí dentro y luego me distraje mirando nuestra historia —respondió apuntando a la cocina primero y al álbum de fotografías después.
-Lo siento… —agrego apartando el tazón para sentarse en la mesa de café— pero ya sabes, Lizzie y sus cosas… Noah y sus cosas… —explico comenzando a mirar él las fotos y a mascar las palomitas.
-No lo sientas, escucharlos reír es lo mejor que existe… —aseguro Blaine estirándose un poco.
-¿Estás seguro y estas bien?... ¿tienes algún dolor que no me estás diciendo? —pregunto Kurt terminando de tragar, cerro el álbum y se sacudió las manos en los pantalones, miro a su esposo de más cerca y le toco las manos y la frente.
-¡Estoy bien!, ese tratamiento en el que pusieron antes de… ya sabes… es prácticamente milagroso… ya no tengo molestias, ni nada parecido —contesto tocándose el pecho para luego hacer unos movimientos con sus brazos como si levantara unas pesas de un par de kilos por lo menos— ¿querías instalarte en la sala? —pregunto Blaine señalando las palomitas.
-Si… bueno, quería ver una película, ya que Lizzie se llevó a Noah… y como asumí que estabas durmiendo en la sala, quise instalarme aquí.
-Si quieres… —dijo haciendo el ademan de levantarse— me voy a nuestro cuarto y te dejo libre la sala y el sofá.

-No es necesario… ¿seguro y estas bien? —volvió a preguntar Kurt mirándolo con los ojos empequeñecidos.
-¡Lo estoy!, ¡te juro y lo estoy!, ¿no me crees?
-Te creo… es solo que, no se… verte así de nostálgico mirando fotos…
-No estoy nostálgico, solo que me acosté aquí, y me distraje con el álbum que estaba sobre la mesa, comencé a mirarlo y como nuestra historia es tan espectacular, resulta ser adictiva el repasarla.
-Entonces, ya que te sientes bien, no estas dormido, ni en la sala ni aquí, ¿debo asumir que todo eso de ausentarte para descansar era solo una treta para evitar lavar los platos y levantar la mesa?
-Tal vez… —respondió Blaine sonriendo mientras se volvía a acomodar— aunque si te hace sentir mejor, no he descansado y el sueño se fue…
-En realidad me hace sentir bastante mejor… y si gustas te puedo ayudar… —dijo levantándose desde donde estaba instalado.
-¿Ayudar? —pregunto Blaine mirándolo hacia arriba.
-Así es… ayudar… porque yo sé porque se te fue el sueño… arrímate… —dijo sacándose los zapatos, Blaine sonrió y se corrió hacia el respaldar para dejar casi la mitad del sofá desocupado— no puedes dormir… porque te hace falta tu esposo— sentencio Kurt acostándose a su lado.
-¡Ah!... mucha razón… —respondió abrazándolo de inmediato, se retorció un poco para terminar de quedar cómodo mientras Kurt se le recostaba en el pecho.
-¿Mejor?
-Mucho mejor… —contesto ciñéndolo más a él— creo y ya me está volviendo el sueño.
-Te lo dije…
-¿Querías ver una película?
-Quería… pero dormir contigo es mucho mejor panorama, te juro y me quedaría aquí un año completo.
-¿Seguro?... ¿aquí?, ¿en medio de la sala donde todos pueden vernos?
-Estoy cómodo y feliz, no me importa si el mismísimo Presidente entra por esa puerta y me ve.
-Ok…—dijo Blaine dándole un beso en la cabeza— háblame de algo…
-¿De qué quieres que te hable?
-No lo sé… de la obra por ejemplo… ¿cómo van los ensayos?...
-Excelentemente bien…
-¿Todo listo para el restreno entonces?
-Todo listo… aunque…
-¿Aunque?, ¿qué?
-Nada… todo está bien…
-Kurt… ¿sucede algo?, ¿has tenido problemas reviviendo el personaje?
-¿Estás loco?, “Calvin Peabody” es mi creación, puedo hacerlo con los pies para arriba y los ojos cerrados… aunque eso sería bastante raro de ver… —agrego silenciándose un momento como si efectivamente pensara en aquello.
-También lo creo… no lo de que sería raro, si no de que puedes hacer lo que quieras…
-Gracias… —respondió Kurt abrazándose más al pecho de su esposo.
-¿Qué es entonces?
-¿Que es qué?
-¿Ese “aunque” que mencionaste?
-No es nada… bueno… es algo… pero no quiero mencionarlo ahora.
-¿Por qué no?
-Porque no… —respondió incorporándose, se movió un poco para terminar sentado en la orilla del sofá y le dio la espalda
-Kurt… —dijo Blaine cuando en realidad quería decir, “esa no es una respuesta, al menos no la que daría un hombre adulto”
-Escucha… la obra va bien y todo lo que pensaba que saldría mal no ha salido… pero aun así… pospuse el restreno.
-¿Cómo?, ¿Por qué?...
-Porque sí, porque… quiero primero estar seguro de que todo saldrá bien con lo de tu intervención… por lo tanto dije que congelaríamos los ensayos y pospondríamos el reestreno hasta que tu salgas caminando de ese hospital.
-Todo saldrá bien Kurt.
-Eso espero… pero no estaré tranquilo hasta ver que eso pase…
-Oye… —dijo Blaine enderezándose, le puso una mano en la espalda y le dio luego un par de besos en un hombro— te prometo que saldré caminando de ese hospital, y más que caminado, te prometo y saldré haciendo unos pasos de baile para ti —añadió dando más besos.
-Mientes… no te permitirán hacer tanto esfuerzo después de hacerte lo que sea que te harán en el corazón
-Pues me vera bailar Señor Hummel-Anderson… nunca he obedecido las ordenes de los doctores, no empezare ahora solo porque es mi corazón es el que será intervenido.
-Eso no fue gracioso… —dijo Kurt girándose hacia él para mirarlo a la cara.
-Sí que lo fue… —agrego Blaine haciendo unas cosquillas en el panza de su esposo— ¿no me imaginas acaso bailando en una bata clínica?
-¿Con el trasero al descubierto? —pregunto su esposo levantando una ceja.
-Exacto…—respondió Blaine moviendo las propias.
Kurt se silenció un instante y lo miro un buen rato, le acaricio el cabello y le cambio la dirección del peinado unas cuatro veces.
-Por favor, prométeme que esto solo será un mal recuerdo en nuestra historia… y que seguiremos llenado las páginas de ese álbum —dijo Kurt recostándose nuevamente sobre él.
-Te lo prometo… —respondió Blaine abrazándolo de inmediato— ahora… háblame de algo más agradable… ¿dónde dijiste y están nuestros hijos?
-No lo dije…
-¿Y dónde están?
-Noah quería ir a la biblioteca y Lizzie lo llevo, nuestro pequeño hijo partió con Desmond, con sus gafas y una mochila en la espalda como si se fuera a ausentar un par de semanas.
-¿A la biblioteca?... ¿y porque no me dijiste?, lo habríamos llevado los dos…
-¿Debo volver a decir que creía que estabas durmiendo? —dijo Kurt gesticulando obviedad con una de sus manos.
-No… —contesto Blaine soltando una risa— ¿y a que fue a la biblioteca?
-No lo sé, solo me dijo que necesita información para estar preparado para algo y quería libros al “respepto”… —contesto Kurt imitando la voz y manera de hablar de su hijo de cuatro años.
-Lindo… Noah es genial… ¿verdad?
-Verdad… ¿puedo decir algo que sonara horrible pero que en realidad si lo analizas desde la objetividad no lo es? —añadió Kurt incorporándose un poco.
-¿Y qué seria eso?
-Que creo que Noah es muy inteligente, nuestros otros hijos también lo son, pero creo y Noah es brillante... ¿no crees?
-Lo creo…
-Somos muy afortunados… —dijo Kurt volviendo a utilizar el pecho de su esposo como almohada.
-Lo somos, tenemos los mejores hijos del mundo… pero lo que más me gusta es como se llevan entre ellos… es más, el otro día, y sé que no debería repetir lo que escuche, pero… el otro día, cuando vino Henry, los escuche haciendo una especie de reunión o algo en el cuarto de Lizzie.
-¿En serio?
-Si… creo que era sobre el cumpleaños de Burt… tenían hasta un lema… ¿cómo era? —dijo Blaine tratando de recordar lo que había escuchado.
-¡Amo a nuestros hijos!... y te amo a ti por darme tres… —agrego Kurt dándole un beso en el pecho.
-Y yo amo cuando vas en contra de la genética y las leyes de reproducción para alabarme —dijo Blaine soltando un suspiro complacido, le tomo la mano y le dio un par de besos y se acomodó más a las formas de su esposo, como si quisiera efectivamente cumplir el deseo de Kurt de quedarse allí tendido con él por un año completo.

-¡Menores de edad llegando!... ¡dejen lo que sea que están haciendo en este instante! —advirtió Lizzie de pie en el umbral de la sala, con una mano cubría los ojos de su pequeño hermano y con la otra se medio tapaba los de ella.
-¡¿Regresaron tan pronto Princesa?! —pregunto Blaine como queriendo mirarla, pero sin moverse de donde estaba.
-Si… por eso de la advertencia de los menores de edad…¡hola!
-Pasa cariño… no hay nada de lo que tú o tu hermanito no puedan mirar —agrego Kurt dando un beso a su esposo antes de levantarse del mejor delos lugares. Lizzie miro por un puro ojo como queriendo corroborar por ella misma si aquello era cierto.
-Lizzie… todo está bien… —dijo Kurt tratando de no reír de lo que estaba viendo.
-¡Ay está bien!... tenía que comprobarlo antes… ¡estoy con el “Goblin”!… ¡hola! —contesto la chica descubriéndole los ojos a su hermano, Noah termino de entrar y dio un beso de saludo a cada uno de sus padres, Lizzie se distrajo con su teléfono y en vez de encaminarse hacia la sala, lo hizo hacia su cuarto.
-¿”Papáblen”?... ¿estas con los zapatos sobre el sofá acaso? —pregunto el pequeño abriendo más su ojos.
-Gracias por notarlo cariño… —dijo Kurt sonriéndole a su hijo para luego dar una mirada de reprobación a su esposo.
-Lo estoy… es solo que estaba muy cansado y se me olvido… —explico Blaine arrugando al nariz.
-¿Estás cansado por tu “enfedmedad”?
-Un poco, pero me siento bien, asi es que creo que solo fue por desmemoriado.
-A mi “tamben” se me olvidan cosas a veces… —dijo Noah encogiendo sus hombros al tiempo que se acercaba.
-Entonces… —añadió Blaine tomándole una de las manos mientras se incorporaba y terminaba por sentarse— sabes bien a lo que me refiero…
-Si… —dijo Noah sonriendo de lo más complacido, se quitó la mochila de la espalda y se sentó a su lado.
-¿Conseguiste lo que necesitabas cariño? —quiso saber Kurt sentándose al lado de su hijo.
-Si… tengo los libros que “drequeria”, Lizzie Anderson Hummel me ayudo a encontrarlos.
-¿Y qué libros son esos hijo? —pregunto Blaine queriendo mirar donde los libros estaban.
-Unos que hablan sobre tu operación “Papáblen”, debo estar “peparado” —contesto sacando dos de los a lo menos cinco libros que había metido en su pequeña mochila.
-¿Cómo?... —dijo Kurt poniéndose más blanco de lo normal, miro a su hijo y luego a Blaine, después a su alrededor y posteriormente nuevamente a Noah.
-¿Preparado para que hijo?
-“Peparado” para saber lo que te harán “Papáblen”…
-¿Qué?
-Eso, si no me informo, ¿cómo puedo estar “Peparado”?
-Cariño, no es tu deber estar preparado para nada… ¿qué libros son estos? —pregunto Kurt terminando de sacar los que quedaban dentro de la mochila.
-Son los que necesito…
-Pues yo creo… que no… necesitas… ninguno… —insistió su Papá mientras los tomaba todos y los dejaba en una de las mesas de arrimo — no es tu responsabilidad saber nada de sangre, anatomía o cardiología avanzada —agrego leyendo los títulos de cada uno.
-Pero el “Papáblen” es mi Papá… ¿cómo no va a ser mi “dresponsabilidad” “peocupadme” de él?
-¿Blaine?... —Kurt miro a su esposo para que se hiciera cargo de lo que estaba pasando, todo aquello era tan abrumador que temió reaccionar frente a su hijo de la peor de las maneras.
-Hijo… —dijo Blaine poniéndose en cuclillas enfrente de él— lo que el Papá quiere decir, es que si bien yo también soy tu Papá, no es tu deber cuidar de mí, ni preocuparte por cosas que van más allá de lo que puedes manejar… todo esto creo y es bastante complicado para que lo entienda alguien tan pequeñito como tu…—añadió Blaine mientras el acariciaba el cabello.
-Pero si lo estudio, puedo “apender”… Henry Anderson Hummel siempre dice que hay que estudiar, que ustedes se lo “incul”… “incrul…”…
-¿Inculcaron? —pregunto Blaine sonriendo.
-Si… “Inculucalaron”, aunque no sé cómo los “esptudiare” si aún no se leer…—se quejó el pequeño tomándose la cabeza más que apesadumbrado.
Blaine termino por emocionarse un resto y le beso la cabecita mientras lo abrazaba.
-¿Sabes qué hijo?... —dijo apartándose— eres libre de querer aprender lo que desees y si ahora es sobre medicina y procedimientos, bienvenido sea... nosotros te ayudaremos… —aseguro Blaine haciéndole una seña por lo bajo a su esposo para que se acercara.
-Yo no ayudare en esto… —murmuro Kurt entre dientes acercándose de todas formas, se agacho y se ubicó al lado de su esposo y enfrente de su hijo, simulo una sonrisa y se le quedo viendo.
-¿Me ayudaras también tu Papá? —pregunto Noah acomodándose las gafas.
-Por supuesto hijo… —respondió haciéndole un cariño en las manos.
-Pero dijiste que no era mi “dresponsabilidad” saber de sangre y esas cosas…
Blaine lo miro tan ansioso de una respuesta como su propio hijo lo estaba.
-Lo dije… pero como bien dijo a su vez el “Papáblen”, el hecho que siempre quieras saber cosas del mundo nos parece algo maravillo, demuestra lo inteligente e inquieto que eres, por lo tanto estamos tan orgullosos de eso, que yo también te ayudare a saber sobre corazones y sangre si es eso lo que te interesa… —dijo dándole un beso, se puso de pie y tomo los libros —¿por cuál quieres empezar? —pregunto enseñándolos todos.
-Por…
-¡Colin es súper estúpido!... ¡hola! — exclamo Lizzie llegando a la sala con la cabeza a dos manos e interrumpiendo la respuesta de su hermano.
Blaine y Kurt se miraron el uno al otro como si se recordaran en silencio que la labor de Padre no respetaba privacidad ni conversaciones, no tenía horario y en definitiva no acababa nunca.

Octubre de 2017





-Estoy a una cuadra… —dijo Kurt contestando la llamada de su esposo.
-Ok… ordenare entonces…
-Nada muy condimentado… recuerda que tenemos una cena con disfraces esta noche.
-Lo se…
-¿La mesa de siempre?
-La de siempre… —respondió Blaine terminando la llamada, llamo a la mesera que le había traído la carta y ordeno para él y para su esposo, haciendo hincapié que una tercera persona se uniría a ellos por lo tanto necesitaría otro juego de cubiertos.
Kurt apareció por la puerta y le hizo una seña de lo más estridente, Blaine le respondió con otra del mismo calibre y sonrió sentándose a esperar que dejara su abrigo en manos de la anfitriona.
-Vaya si vienes cargado… —dijo Blaine tomando el par de bolsas que traía su esposo, las puso bajo la mesa y le dio la bienvenida con un beso— hola…—añadió abriendo la silla para él.
-Hola… gracias…
-¿Tuviste un buen día?
-No… es decir si… bueno han sucedido algunas cosas, pero asumo y es lo que se esperaba de un par de escritores novatos y un elenco más novato aun… pero lo bueno es que conseguí todo lo necesario para nuestros disfraces de esta noche.
-¿Lo conseguiste en el teatro? —quiso saber Blaine mientras echaba un ojo al contenido de las bolsas.
-Así es… recorrí todas las habitaciones incluyendo aquellas que me están prohibidas y conseguí todo lo que necesitamos… ¿Qué tal tu día? —pregunto bebiendo un poco de agua.
-Bien…
-Oh, oh… ese no fue un “bien” feliz…
-No, es… hoy escuche algo, es solo un rumor que corre por los pasillos por lo que no me hare cargo de el.
-¿Y qué rumor es ese? —quiso saber Kurt entrelazando sus manos por sobre el plato.
-Hay un rumor de que… el próximo año, “Insect Record” se librara de todos los artistas que no vendan al menos las copias que se necesitan para financiar los costos de un disco, y como bien sabes mi prometedora carrera ha tenido dificultades para despegar, por lo tanto lo mas probable es que en esa lista este mi nombre.
-Blaine…
-Lo sé, lo sé… es solo un rumor… pero por si no lo fuera… tengo al menos dos meses de este año y la mitad del otro para ponerme al día con las ventas de los otros.
-Oye… eres talentosos, más que nadie en ese sello… no pienses lo peor —sentencio Kurt tomándole una mano.
-No lo hare… —respondo Blaine sonriendo, le hizo con sus dedos un cariño en la mano y se le quedo viendo un instante.
-¿Ordenaste? —pregunto Kurt mirando hacia el lugar donde estaban reunidos los meseros.
-Si… todo muy liviano, esperando por cierto que haya comida en esa fiesta, a propósito, ¿es necesario que vayamos?
-¿Qué?... ¡Blaine!
-Está bien, es necesario…
-¡Claro que es necesario!, mientras con más gente del medio nos codeemos, mejor… pueden surgir oportunidades para ti y para mí.
-Esta bien… es solo que si me preguntas preferiría quedarme viendo una película de terror contigo y atender a los pequeños que golpeen nuestra puerta.
-Pues eso será el próximo año Señor Anderson-Hummel…
-Y con un bebé en los brazos…
-No digas eso… aun ni siquiera terminamos de reunir el dinero que necesitamos…
-Lo reuniremos… si no, podemos “pasar el sombrero” a la fiesta esa que asistiremos.
-Excelente idea Señor Anderson-Hummel, y apropósito… se dé buena fuente que Rachel estará allí —dijo como contando una novedad
-¿Si?
-Si… estoy bastante seguro que está saliendo con alguien… solo espero que no sea ese productor que vimos una vez…
-¿Uno calvo?
-¡Exacto! —exclamo Kurt bebiendo más agua— pero bueno, lo importante es verla feliz y en paz… ahora lo verdaderamente importante… sé que no debería arruinar nuestro humor antes de Halloween pero con respecto a lo que estábamos hablando, me temo que tengo malas noticias…
-¿No lo conseguiste?
-No… el productor dijo que por muy promisoria que se vea la obra y por mucha expectación que este causando lo joven que es el elenco y los escritores, no es posible que me adelante nada de dinero sin que vea algo antes, aunque estoy pensando que si tuviera pechos y un útero, me habría dado lo que quisiera… estoy muy seguro que está durmiendo con la maquilladora de ese teatro.
-Siempre crees que la gente está durmiendo con otra gente…—dijo Blaine mirando con ternura a su esposo.
-¡Pero es la verdad!... y eso hace doble de injusta su decisión.
-Aunque injusta para nosotros creo y es bastante justa para él….
-Lo se… después hable con Lily y le pregunte si ella podría hacer algo, pero me respondió que ese productor trata a todos por igual.
-Cosa y que crees y es falsa..
-¡Obvio que lo es! —exclamo alzado sus manos.
-¿Descartamos esa opción entonces?
-Total y completamente… Blaine... estoy pesando que jamás conseguiremos el dinero que nos falta, y nos queda menos de una semana para conseguirlo.
-Lo se… pero no nos desesperemos antes de agotar todas las posibilidades.
-¿Nos quedan más posibilidades?
-¡Por supuesto que sí!… aún no hemos ido al ayuntamiento por ejemplo, puede que haya un poco de ayuda estatal para dos pobres artistas emergentes.
-Puede que si… ¿debo asumir entonces que a ti también te fue mal en el banco?
-No me fue mal… ni tampoco bien… —se adelantó en decir Blaine al ver que su esposo se empezaba a entusiasmar desde ya.
-¿Cómo es eso?
-Veras…
-Su orden… —interrumpió la mesera llegando con los platos de ensalada y puso uno en frente de cada uno de los comensales, añadió un par de vasos de jugo y una pequeña cesta con pan, además de varios frascos con condimentos, rodeo la mesa e instalo un tercer set de cubiertos en el puesto desocupado, Kurt irguió su cuello un poco y miro a su alrededor en busca del invitados sorpresa.
-¿Todo bien? —pregunto la mesera al notar la reacción de Kurt.
-Todo excelente… gracias…
-Muy bien… cuando necesiten la carta de los postres, me llaman —termino por decir poniéndose la bandeja cerca del pecho.
-No es necesaria la carta, luego nos trae un trozo de torta de chocolate para compartir…
-Como guste señor —respondió la mujer retirándose.
-¿No íbamos a comer liviano? —dijo Blaine desdoblando su servilleta.
-¿Y no íbamos a ser solo dos en este almuerzo? —agrego Kurt mirando el tercer puesto.
-Eso puedo explicarlo, y tiene relación con lo que estábamos hablando.
-Te escucho…—dijo Kurt comenzando a aliñar su ensalada.
-Muy bien… —contesto Blaine haciendo lo mismo con su comida— hoy fui al banco y si bien están dispuestos a otorgarnos el préstamo, nos exigen un aval.
-¿Qué?... —dijo Kurt como desinflándose.
-Eso, me dijeron que como no tenía ningún bien a mi nombre, ni tu tampoco, era poco probable que nos dieran el préstamo sin tener ninguna garantía, por lo tanto exigen de una persona que a lo menos tenga un trabajo más estable que el de nosotros.
-Es decir, “váyanse por donde vinieron”—añadió Kurt dejando sus cubiertos aun costado del plato, como si hubiera perdido las ganas de comer de un segundo a otro.
-No necesariamente…
-Si necesariamente, ¿a quién se lo vamos a pedir?, no podemos ir con nuestros padres, se enterarían de inmediato para que queremos el dinero… ¿qué hay de Rachel?
-¿De verdad quieres pedirle esto a Rachel?
-No… —contesto tomándose la frente— ¿y Mister Schue?, es un director de una escuela de arte prestigiosa, debe tener un par de bienes a su nombre.
-También lo había pensado, pero llame a Sam…
-¿Le contaste a Sam? —interrumpió Kurt poniendo cara de atragantamiento.
-No… lo llame para preguntarle por Mister Schue, dando una excusa que ni siquiera la recuerdo, y me dijo que Emma está embarazada de nuevo y que está un poco complicada, por lo tanto Will...
-No puede abandonar Lima de un día para otro… ¡maldición!.. ¡no se en quien más pensar!... —exclamo tomándose la cabeza a dos manos— ¡maldito dinero!…
-No maldigas… —dijo Blaine buscando una de sus manos por sobre todo lo que había en la mesa, incluyendo la cesta con pan— mira… decidí algo, sé que debí consultarte primero, pero como la necesidad es mayor y el tiempo nos apremia, le pedí a alguien que vinera esta tarde y estoy bastante seguro que accederá a ayudarnos.
-¿Por eso el tercer puesto? —pregunto Kurt señalando.
-Por eso…
-¿Y a quien se lo pediste?... ¡oh por dios!, si dices que a Dylan me darán tres ataques.
-No, no es Dylan, ¿y porque te darán tres ataques? —pregunto Blaine soltando una pequeña risa al tiempo que comenzaba a comer de su ensalada.
-Porque si… porque no me lo imagino en una actitud seria, llenando formas o algo.
-Él puede ser bastante serio... es ingles…
-Pues si es extranjero también lo mandaran devuelta por donde llegue.
-Eso es verdad, pero no es Dylan es… velo tú mismo —dijo Blaine apuntando hacia la puerta.
Kurt se volteo y vio a su cuñado entrando al restaurante, saludo a la anfitriona con un beso y un abrazo y luego le entrego su ropa de abrigo, se miró el cabello en el espejo de la entrada y se arregló el peinado unas tres veces antes de terminar de entrar.
-¿Cooper?... —dijo Kurt volteándose hacia su esposo.
-Cooper… sé que es arriesgado porque puede salir con cualquier cosa, pero creo y ha demostrado disposición de ayudar en otras ocasiones, tiene una casa y un auto, cosas esenciales para ser aval de alguien y sé que quedare en deuda con él, lo que no me agrada en lo más mínimo, pero… el fin justifica los medios.
-Bueno si su voluntad se compara con como luce… problema resuelto… —dijo Kurt riendo de manera un poco idiota, Blaine frunció el entrecejo y comenzó a arrepentirse de lo que había planeado.
-¡”Squirrel”!... —exclamo Cooper abriendo sus brazos de par en par al tiempo que se acercaba a la mesa.
-Hola “Coop”… —contesto Blaine poniéndose de pie.
-¿Cómo estas hermanito?... ¡te extrañe!, ¿lo sabias? —dijo el mayor de los Anderson abrazando a su hermano de la más efusiva de las maneras, Blaine sintió que sus costillas crujían de manera peligrosa— ¿Todo bien? —agrego dándole un par de palmadas fraternales en la cara y en la espalda.
-Bien… todo bien…
-¡Cuñadito!… —dijo esta vez mirando a Kurt.
-Cooper… un placer como siempre… —dijo el aludido estrechándole la mano.
-¿Qué es eso de manos?... ¡dame un abrazo hombre!... vaya, estas como quieres… ¿mi hermanito se encarga de decírtelo? —quiso saber Cooper haciendo un gesto cómplice con su hermano.
-Todos los días… —respondió Kurt sonriendo y soltando un suspiro disimulado.
-Vaya lugar… New York tiene los mejores restaurantes… —comenzó a decir Cooper sentándose en el lugar de su hermano, Blaine lo miro como descolocado y Kurt le hizo un par de gestos como diciendo que no se preocupara, rodeo la mesa y se sentó en el otro extremo.
-Eso es verdad… ¿cuándo llegaste?
-De hecho cuñadito, aun no estoy aquí… bueno estoy… mírenme… —dijo señalándose de arriba a abajo— a lo que me refiero… gracias linda… me encantan tus ojos…—señalo al recibir la carta de manos de la mesera, esta sonrió de manera aún más estúpida y se retiró como dando pequeños saltos.
-¿A qué te refieres “Coop”? —pregunto Blaine acercando a su nueva ubicación el plato con su orden.
-¿A qué me refiero de qué? — contesto este leyendo las especialidades del restaurante.
Blaine blanqueo los ojos y Kurt le tomo la pierna por debajo de la mesa.
-Me refiero a eso que dijiste sobre que “no estás aquí”.
-¡Ah!... eso… veras… se supone y me juntaría con un par de directores del festival de TriBeCa, pero fueron tan desprolijos con todo que ahora los voy a hacer esperar... ya saben… —explico haciendo un gesto engreído que incluía un movimiento de su cabello.
-¿Ese festival no es en Abril? —pregunto Blaine crispando al nariz.
-No… no, al que me invitaron a mi al menos.
-Claro… —contestaron ambos al unísono.
-Entonces…—dijo Cooper chasqueando sus dedos para llamar la atención de la mesera, esta se aproximó en menos de dos segundos y tomo la orden, recibiendo una sonrisa y otro par de halagos a cambio— cuéntenme… —añadió cruzando sus manos. Kurt miro a Blaine y este le devolvió la mirada como si decidieran telepáticamente quien pediría el favor— ¿hay algún problema? —pregunto mirando la comida de los clientes del restaurante.
-No… Cooper… veras, el motivo por el que te cite…. te citamos aquí… es porque necesitamos pedirte un favor… —explico Blaine tomando la mano de su esposo.
-¿Qué favor? —pregunto Cooper comenzando a comer del plato de Blaine.
-Lo que sucede “Coop” —respondió su hermano moviendo su ensalada un poco más cerca de él y más lejos de Cooper — es que con Kurt queremos… queremos tener un hijo.
-¡¡QUE?!... —exclamo dando un golpe en la mesa y dejando caer parte de lo que mascaba, un par de clientes se sorprendieron y se le quedaron viendo— ¿Qué?... —repitió en un tono más normal al tiempo que tomaba su servilleta y limpiaba el desastre con ella.
-Lo que escuchaste, y el favor que queríamos pedirte es…
-No digas más… —dijo terminando de tragar— ¿quién es la mujer?... ¿esa mesera de los ojos soñadores?... no me demoro nada… —añadió Cooper haciendo el ademan de levantarse.
-¿Qué?... ¡NO!... —respondió Blaine adivinando las intenciones de su hermano y poniendo cara de espanto por ello— ¿qué diablos crees que queremos pedirte?
-¿Acaso no es que yo?… ya saben… ¿eh?... —dijo apuntándose a sí mismo, su entrepierna y su cabello, en ese orden. Kurt sintió que su cara se ponía colorada.
-No… no es eso… Kurt será el padre biológico y ya tenemos todo elegido y decidido.
-Ah… OK… bueno… en cualquier caso… —insistió Cooper poniendo caras. Blaine miro a su esposo gesticulando impaciencia y este le sonrió en señal de que se calmara.
-En fin… —dijo Blaine suspirando antes de retomar la conversación— como bien sabrás estos procedimientos son bastante costosos, y si bien con Kurt tenemos la casi totalidad del dinero...
-¿Necesitan dinero?... díganme cuanto… —interrumpió Cooper sacando su billetera como si todo se solucionara con un par de dólares.
-No, no necesitamos dinero… es decir lo necesitamos, pero nosotros podemos conseguirlo, es solo que necesitamos tu ayuda para hacerlo.
-¿Vamos a cometer un ilícito? —pregunto Cooper poniendo cara de travesura.
-No… en el banco nos pidieron un aval, y… y bueno a mí se me ocurrió que tal vez tú puedas serlo.
-¿De verdad no prefieren el dinero?
-No… preferimos deberle al banco que a un familiar… —se adelanto en decir Kurt— pero gracias por ofrecérnoslo.
-Está bien… —dijo Cooper guardando su billetera nuevamente— díganme lo que tengo que hacer y lo hago… —agrego volviendo a comer de los platos que habían en la mesa.
-¿De verdad?
-Obvio… —respondió comiendo un trozo de pan— “Squirrel”, tu eres mi hermanito, estoy más que complacido al poder ayudarte… y a ti también cuñadito… —dijo Cooper apuntándolos con la comida.
-Ok… —dijo Blaine un tanto sorprendido, miro a su esposo y este le sonrió con igual extrañeza— gracias… ¿puedes mañana?
-Ahora mismo si gustan…
-Ahora el banco ya está cerrado, tendrá que ser mañana.
-Mañana entonces… ¡Mamá se pondrá como loca!.
-No… Cooper… no debes contarle a nadie, menos a nuestros padres.
-¿Por qué no?, es una gran noticia…
-Lo es, pero con Blaine preferimos contarles a todos cuando ya estemos seguros de que todo salió bien.
-¡Obvio que saldrá todo bien!, ¿porque no habría de ser así?, ¡oigan!... ¡brindemos por “Cooper Junior”…! —exclamo levantando su vaso.
-¿Cómo?— dijo Kurt abriendo más sus ojos.
-¿Acaso no lo llamaran así?... es mi condición para ayudarlos… —agrego Cooper echándose hacia atrás en la silla.
-¿Qué? —dijo Blaine sin encontrar más paciencia ni en su cabeza ni en ningún otro lugar de New York.
-¡Estoy bromeando!… —exclamo encaramándose un poco en la mesa para dar un manotazo a cada uno, ambos sonrieron como por obligación— Cooper es uno solo… —agrego volviendo a su ubicación— ahora cuéntenme más detalles —dijo guiñándole un ojo a su cuñado, Kurt se quedó como hipnotizado y fingió un carraspera cuando su esposo lo miro de manera inquisitiva.

Agosto de2018






-Esta es una imagen que llevare conmigo por siempre… —dijo Blaine contemplando a su esposo y a su hijo desde el umbral de la puerta de la habitación que les habían asignado. Kurt estaba de pie junto a la ventana con Henry en los brazos, lo había desprovisto de la manta y lo sostenía junto a él procurando que la cabecita del bebé estuviera siempre próxima a la suya.
-Somos dignos de admirar… lo se… —respondió casi susurrando.
-¿Está durmiendo? —pregunto terminando de entrar.
-No lo esta… creo y le parece más interesante la vista que tiene desde aquí —contesto Kurt sonriendo— ¿algún problema con los papeles?
-Ninguno…—dijo Blaine comenzando a sacar las cosas del bebé para disponerlas sobre la cama.
-¿Y porque te demoraste tanto?
-Porque estaba hablando con Dylan sobre lo de mañana.
-No seguirás pensando en no ir a esa reunión, ¿o sí?
-…
-¿Blaine?
-No… por supuesto que no, solo estaba contándole lo del nacimiento de nuestro hijo, a él y a mis Padres por cierto —contesto siguiendo con el orden.
-¿Si?... ¿seguro?
-Muy seguro, mis padres te envían cariños y dijeron que ansían conocer a su nieto, y que vendrán cuando ya estemos bien instalados y acostumbrados al bebé y Dylan, me pregunto que si se parece a mí —agrego soltando una risa.
-¿Qué otro comentario podría esperar de él?… ¿qué más?... —pregunto Kurt mientras miraba y mecía a su hijo.
-Bueno, también hable con el doctor y me dijo que podíamos irnos en cuanto viniera a hacerle el ultimo chequeo al bebé
-¿De verdad?... ¿no será muy pronto?... digo, sé que ninguno de los dos debe recuperarse, pero… ¿no debería Henry estar un par de días al menos?, ¿para estar seguros de que todo está bien?
-Todo está bien Kurt, no es necesario que este lejos de nosotros por más tiempo.
Kurt lo miro como contradiciendo aquel argumento desde la primera a la última letra.
-Si no me crees… puedes preguntarle tú mismo al Doctor Jacobs cuando venga —sugirió Blaine eligiendo dos de los muchos atuendos que habían traído para Henry.
-Te creo… no necesito comprobar nada con nadie… ¿qué hay de la persona?... ¿le dijiste al doctor que la compensación está depositada en la cuenta que nos dio el hospital?
-Se lo dije, aunque creo y ese es asunto de la administración más que de él…
-¿Por qué?... ¿te dijo algo?
-No, pero su cara lo dijo todo… ¿qué ropa le pondremos a nuestro hijo? —pregunto enseñando los dos conjuntos finalistas— debes tomar en cuenta que será el primerísimo atuendo que usara en su vida.
-Vaya… eso sí que es presión para mí y mi sentido de la moda… creo…
-¿Qué?
-Mi teléfono está vibrando… ¿puedes? —dijo Kurt enseñando su trasero.
-Puedo… y quiero… —señalo este sonriendo, Kurt sonrió también y no pudo evitar deleitarse al sentir que la mano de su esposo agarraba algo más que el teléfono.
-Es Burt…—dijo enseñando al pantalla— ¿le contesto?
-Por favor… yo tengo mis manos ocupadas —agrego al tiempo que le hacía un arrumaco a Henry, el Bebé estiro sus bracitos como si quisiera zafarse de tanto cariño, su esposo termino por sonreír al ver aquello y se apartó para contestar la llamada.

-No vas a creer esto… —añadió Blaine acercándoseles.
-¿Qué cosa?... ¿mi Papá está bien?
-Lo está… tanto, que acaba de decirme que está en la entrada del hospital y que quiere saber en qué habitación estamos.
-¿Mi Papá esta aquí?
-Él y Carol… —respondió Blaine haciendo el ademan de entregarle le teléfono, Kurt le respondió haciendo una seña para que volviera a dejárselo en el bolsillo trasero del pantalón, Blaine pensó si aquello era porque su esposo quería mantener el teléfono cerca o porque definitivamente quería que le garrara el trasero nuevamente, termino por sonreír para si al quedarse con la última opción.
-Pero quedaron en venir mañana… ¿Cómo es que llegaron tan pronto? —insistió Kurt mirando la hora en el reloj de pared que adornaba la entrada de la habitación.
-Bueno, han pasado más de dos horas desde que le avisamos… tiempo suficiente para que pudieran conseguir un vuelo sin problemas.
-Pues a mí me parece bastante raro… ¿qué les dijiste?
-Les di las indicaciones, deben venir subiendo en este instante… ¿no crees que será mejor vestir a nuestro hijo?, no creo que quiera que en el futuro sus abuelos le cuenten que lo conocieron en paños menores.
-Claro… —dijo Kurt soltando una pequeña risa mientras se acercaba a la cama.
-Además, conociendo a Burt, lo más probable es que lo haga en cada ocasión que nos reunamos, apuesto mis cartas a que será el primer “Día de Acción de Gracias” en el que Henry llegue con una novia.
Kurt sonrió y se le quedo viendo en silencio un instante.
-¿Debemos ponerle alguno de estos súper productos que trajiste?… ¿antes de la ropa? —pregunto mirando los tres frascos diferentes— ¿qué? —añadió al notar los ojos de su esposo sobre él.
-¿Haz penado en eso? —pregunto Kurt dejando al bebé la centro de la cama.
-Si… bueno no de la manera en que creas que ya le he decido la vida, eso te lo dejo a ti… pero si en… no se… momentos de los que me gustaría ser parte, que todos seamos parte…
-Te amo… —dijo Kurt emocionándose un tanto.
-¿Si?...
-Si…
-¿Aunque no sepa para que es cada uno de estos frasquitos? —respondió meneándolos.
-Aun así…
-En ese caso… yo también te amo…—respondió Blaine dándole un pequeño beso.
-Y lo importante… —continuo Kurt dejando escapar un poco de amor a través de un suspiro— no es para que son, si no el orden en que deben ser aplicados.
-¿No hay una regla?, ¿Qué nos dice que el orden de los factores no altera el producto o algo así?
-La hay… pero no se aplica a los bebés… —Blaine miro los frascos y los encontró tan parecidos entre si, que pensó que era el mismo producto en triplicado— no te preocupes les pondré un numero de acuerdo al orden en que deben ser utilizados —añadió al ver la cara de complicación de su esposo.
-Ok… gracias… ¿qué hay de ahora?, ¿no le pondremos nada?
-No creo y sea necesario… está muy, muy limpio —respondió Kurt mirando a su hijo de diferentes ángulos.
-¿Lo vestimos entonces?
-Por supuesto…
-¿Con cuál te quedas?… —pregunto Blaine enseñando los dos atuendos que según él eran los mejores, uno era de manga larga y tenía un dibujo impreso en la parte delantera que simulaba un traje de dos piezas con camisa y jeans, además de corbata de moño y cinturón, el otro era rayado rojo con gris e incluía guantes en las mangas y zapatitos en el pantalón.
-Creo que optare por el traje con corbata, ese otro me recuerda la pesadilla de la calle “Elm”… ¿por qué compramos algo así? —dijo Kurt tomándolo para revisar la etiqueta, los datos del fabricante, la marca y demases.
-No lo compramos, fue uno de los regalos de nuestro particular “Baby Shower”
-¿De Rachel?... —pregunto levantando una ceja.
-De Rachel… —respondió Blaine sonriendo.
-Bueno… —agrego doblándolo en casi 15 partes— tendremos que ponérselo algún día, al menos en uno en que ella lo vea —dijo guardándolo en el fondo del bolso— ahora, a vestir a este niño guapo— añadió haciéndole algunas caras, lo levanto un poco mientras Blaine tomaba la ropa y se la ponía primero por los pies, Kurt lo cambiaba de posición a media que su esposo avanzaba con el atuendo por el pequeño cuerpo de Henry, todo de la más coordinada de las maneras, casi como si lo hubieran ensayado con anterioridad.
-Perfecto…—dijo Kurt dejándolo acostado nuevamente en la cama— se ve muy bello, ¿no crees?
-Lo creo… y nos salió muy bien para ser la primera vez que vestíamos a un bebé.
-Lo se… escucha…
-“Toc”, “toc”… —dijo Carol golpeando y abriendo la puerta— ¿podemos pasar? —pregunto asomando la cabeza ante que nada.
-Claro… pasen, pasen… —contesto Kurt haciendo las señas correspondientes, volvió a coger a su hijo y espero con él en los brazos que su Padre y Madrastra entraran.
-¡Ay por dios!... —exclamo Carol al ver a Henry, se llevó las manos a la cara y se las desinfecto luego con el producto dispuesto para ello, miro a su esposo haciendo un puchero y termino por acercarse dando pequeños pasos como de duende navideño— pero este bebé no puede ser más dulce… ¿puedo? —pregunto estirando sus brazos
-Por supuesto… —respondió Kurt entregándoselo.
Carol lo tomo en sus brazos con delicadeza y lo acuno con ternura, Burt se quitó el gorro y dejo la bolsa que cargaba a un costado de la puerta, se acercó hasta donde estaba su hijo y lo abrazo a él primero que a nadie, le dijo un par de cosas al oído y luego hizo lo mismo con Blaine, termino por soltar una risa al tiempo que le daba de palmadas en la espalda a ambos y se apartó para conocer a su nieto, Carol se lo entrego de inmediato y se retiró hacia un costado con el fin de disimular su emoción.
-¡Es perfecto Kurt!... —exclamo sonriendo y llorando a la vez— es perfecto…— repitió limpiándose la nariz con el dorso de la mano.
-Lo es… —reafirmo Kurt queriendo llorar también, Blaine se le acero, lo abrazo desde atrás y lo conforto con un beso en el cuello, Kurt puso sus manos sobre las de él y las tomo con cariño.
-¿Está todo bien cariño? —pregunto Carol tomando un pañuelo para sonarse.
-Esta todo perfecto… el Doctor dijo que debía hacerle un último examen y podemos llevarlo a casa.
-¿Hoy mismo?... ¿no es muy pronto? —dijo Burt dando un respingo divertido.
-Lo mismo que dijo tu hijo… pero el doctor nos aseguró que está todo bien.
-Qué maravilla… —agrego Carol sonándose nuevamente.
-¿Cómo es que llegaron tan pronto?
-Nos aprovechamos de mi consuegra y de una de las amigas que trabaja en el aeropuerto, ella nos consiguió pasaje de inmediato, Pam dijo que ellos vendrán cuando ya estén en la casa, ¿qué te lo había dicho? —explico mirando a Blaine.
-Me lo había dicho, gracias Burt…
-¿Y ustedes?, ¿dónde se están quedando? —quiso saber Kurt zafándose del abrazo de su esposo, se acercó a la cama y se sentó en una orilla, Blaine hizo lo propio en el otro lado y comenzó junto a él a ordenar lo que había quedado encima.
-Aun no nos estamos quedando en ningún lado… mira Carol…—dijo Burt al advertir una “gracia” de su nieto.
-¿Cómo es eso?
-Salimos sin planear nada, ni siquiera tenemos equipaje Anderson… pero da lo mismo, después de conocer a esta preciosidad, bien poco me importaría dormir bajo el puente de Brooklyn.
-No será necesaria tal medida, pueden quedarse con nosotros, ¿verdad Kurt?
-Por supuesto…
-¿Están locos?... no queremos incomodar, menos ahora…
-No incomodaran, ni siquiera ustedes estarán incomodos, el sofá de la sala es bastante confortable.
-¿Y eso lo sabes por experiencia Anderson? —dijo Burt riéndose de su propio chiste, Blaine rio también sin saber muy bien porque y Kurt hizo un gesto de inocencia con sus palmas abiertas.
-¿Están de acuerdo entonces?
-No Anderson, nosotros en realidad nos iremos esta misma noche… Carol tiene compromisos en el trabajo y yo también tengo algunas reuniones con los tipos de las funerarias, algo sobre unas regulaciones sanitarias que quieren que la cámara cambie, veré que puedo hacer.
Kurt puso una cara que iba del miedo al asco y viceversa.
-¿Podemos ir a cenar al menos Papá?
-¿Sigues con tus locuras?, no puedes andar paseando a un bebé de horas de vida… no… ustedes se van a su casa y nosotros… nosotros podemos volver otro día… mira Carol —volvió a decir Burt sonriendo al ver que Henry bostezaba a todo lo que su pequeña boca le daba.
-Eso es verdad… es la excusa perfecta para volver a New York…—añadió Carol guiñándole un ojo a su hijastro— ahora… esta Clínica es bastante confusa, ¿con quién puedo hablar para que me consiga un taxi? —pregunto esta mirando a Henry como si el bebé supiera la respuesta a aquello.
-Yo se dónde puedes ir, te acompañare… —dijo Blaine levantándose de donde estaba, le dio un beso a Kurt y salió de la habitación junto a su suegra.

-¿De verdad tienes esa reunión?, ¿o solo lo dijiste porque crees que nos incomodaras?
-¡De verdad que la tengo!… soy miembro del congreso de esta nación, tengo deberes que cumplir… ¿acaso te he mentido alguna vez para que me salgas con algo así?
-No…
-¿Entonces?
-No lo sé… es solo que te veo poco, cada vez menos y pensé que esta sería la ocasión en la que compartiríamos más que una tarde o una cena de festividad —dijo Kurt como reclamando.
-Tenemos toda la vida para seguir viéndonos… y créeme, que ahora que tú y Blaine me dieron un nieto… no se librarán de mi fácilmente —sentencio Burt dejando a Henry en la pequeña cuna
que estaba junto a la cama.
-Gracias Papá… —dijo Kurt parándose junto a él y tomándolo del brazo— ¿Qué crees que habría dicho Mamá al conocer a su primer nieto? —agrego sin despegar los ojos del bebé
-Pues no lo sé… tal vez habría llorado como Carol lo hizo… y hubiera dicho que este era el bebé más hermoso de todo el mundo…
-Suena a lo que hubiera dicho ella…—dijo Kurt soltando un suspiro de nostalgia.
-Pero si quieres saber que pensaba ella al imaginarte como padre, podrás averiguarlo por ti mismo… toma… —añadió Burt sacando un sobre desde su bolsillo.
-¿Qué es esto?
-Es una carta… de tu Mamá por supuesto… no repares en el sobre, le he guardado no sé cuántos años.
-¿Qué carta es esta? —volvió a preguntar Kurt sin atreverse a tomarla.
-Tu Madre quería escribirte algunas cosas para que las leyeras cuando estuvieras mayor, me pregunto en que ocasión creía yo que tú la extrañarías más, le mencione tu graduación y el día de tu boda, pero ella prefirió…
-El día que tuviera un hijo…—interrumpió Kurt con los ojos puestos en el papel.
-Fue lo que le dije… léela, estoy seguro y te gustara.
-¿Tú la leíste? —pregunto tomándola y mirando el sobre por todos lados.
-No… ¿por quién me tomas?... es para ti… tú debes hacerlo.
Kurt trago saliva y se quedó viendo el sobre sin saber que más decir.
-Listo el taxi… —dijo Carol entrando junto a Blaine.
-¿Conseguiste uno hasta el aeropuerto? —pregunto Burt comenzando a alistarse.
-Así es… Blaine sabía todo, con quien hablar, a quien llamar… ¡todo! —respondió Carol presumiendo de yerno.
-Muy bien entonces… Anderson… felicidades nuevamente… —dijo Burt abrazando a Blaine, se acercó luego a su hijo y le dio otro abrazo, le hizo un par de cariños a Henry y salió de la habitación prometiendo visita lo más pronto posible. Carol se despidió de los recién estrenados padres así como también del bebé y salió tras su esposo indicando que en la bolsa junto a la puerta había un obsequio para el recién nacido, Blaine la tomo y descubrió el regalo.
-Qué bonito… —dijo enseñándole a Kurt una pequeña camiseta que decía “Amo a mis dos Papás”
-Muy bonita…
-¿Estas bien?
-Si…
-¿Paso algo?... ¿acaso vino el doctor mientras yo no estaba? —quiso saber Blaine acercándose a su hijo.
-No… no vino… Henry está bien…es… —respondió sacando el sobre de su bolsillo.
-¿Qué es eso?
-Mi Papá… me entrego esta carta…
-¿De quién es?
-De mi Mamá…—contesto sin poder evitar derramar un par de lágrimas.
-Kurt… que emocionante... ¿ya la leíste?
-No… —respondió mirando a Henry, le acomodó la pequeña manta con nubes que lo cubría y se sentó en la orilla de la cama.
-¿Por qué no?
-…
-¿Quieres que te deje solo? —pregunto Blaine acariciándole la espalda.
-No, pero… ¿podría pedirte algo?…
-Lo que quieras…
-¿Podrías leérmela? —pidió entregándosela.
-Sera un honor… —dijo tomando el sobre, lo abrió con cuidado y desdoblo el papel, se sentó junto a él y lo miro un instante antes de comenzar a leer— “Mi queridísimo Kurt…” —añadió Blaine leyendo la primera línea, se allego a su esposo y le tomo la mano, Kurt trago un poco de saliva y le apretó la mano de vuelta, se quedó en silencio y apoyo su cabeza en el hombro de él, saber que su Madre había confiado que algún día tendría una familia, lo llenaba de sentimientos encontrados, una rara mezcla de nostalgia por no tenerla a ella y miedo de que algún día él mismo pudiese faltarle a Henry.