(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee «When to tell it»

Mayo de 2040



-Nunca pensé que en New York había tanto bosque…
-Yo tampoco lo pensé Henry Anderson Hummel… —agregó Noah que miraba lo que le permitía su silla de seguridad.
-¿Habías estado en esta parte del estado Papá?...—preguntó Henry mirando por la ventana del auto el paisaje lleno de árboles a ambos de la carretera.
-No cariño… desde que llegué, solo me he concentrado en la parte urbana del estado, aunque tal vez estamos perdidos… por eso todo se ve desconocido... ¿o no Blaine?... —dijo tocando el hombro de su esposo desde el asiento de atrás que compartía con Henry y Noah, este último sentado en medio de ambos bien sujeto a su silla de seguridad, Blaine le había pasado el volante a Lizzie que conducia de lo más precavida a una velocidad extra moderada.
-¡Ay Papá!, nada que ver que digas que estamos perdidos solo porque yo voy conduciendo, eso es super extra machista… ¡hola! —dijo la chica descuidando la carretera para mirar a Kurt.
-LIzzie… —añadió este señalando hacia adelante.
-¡Uy!... ¡perdón!… ¡hola!... —dijo volviendo a concentrarse.
-No lo digo por ti cariño, lo digo proque se que realmente estamos perdidos.
-No estamos perdidos Kurt… mira el GPS… —respondió Blaine enseñando la pantalla de su teléfono— luego de esa señal, hay que girar a la derecha y después de medio kilómetro llegaremos al lago Cayuga, que es donde esta la casa de Elwood…
-Eso espero...
-¿El Señor Elwood Gardner vive en un lago acaso?... —quiso saber Noah tomándose la cara.
-Así es bebé… ¿puedes creerlo?... —dijo Kurt también poniendo cara de impacto, Henry sonrió mirándolos a ambos.
-La próxima Princesa… —dijo Blaine indicando a su derecha.
-¿Alla?... —preguntó soltando el volante para indicar con sus dos manos.
-¡Lizzie! —insistió Kurt empuñando su manos de puro nervios.
-Papá soy una buena conductora… ¡hola!...
-Lo eres cariño, y no te ofendas, pero creo que estas carreteras seria mejor recorrerlas con alguien más experimentado.
-Llevo conduciendo… —Lizzie contó mentalmente con los dedos de una mano— ¡da lo mismo!...llevo conduciendo un monton de dias y no he tenido ningun problema, y menos hubiese tenido si las llaves que me regalaron hubiesen sido del Aston Martin…
-Cariño, era imposible que te compraramos un auto que cuesta el doble de la tuición universitaria de tu hermano, la tuya y posiblemente la que pagaremos por Noah… —sentencio Kurt mirando los árboles, Lizzie hizo par de gestos de burla ante de comenzar a disminuir la velocidad.
-¿Ya llegamos?... —preguntó Henry irguiéndose para mirar por el vidrio delantero— ¡wow!... ¡vaya paisaje!... —exclamó sonriendo—¿esta es la entrada a la casa de tu jefe «Papáblen»?
-Al parecer si… —respondió verificando los datos en su teléfono.
-¡Tiene un lago propio!.. —exclamó Noah tomandose la cara.
-¡Ay «Goblin»! es el lago de todos, pero al parecer el tal Eldwood se ganó la mejor vista.
-Esta no puede ser la casa… parece un hotel… —dijo Kurt también mirando por el vidrio delantero.
-Lo averiguaremos ahora…. levantaré la baranda de seguridad… —sentencio Blaine bajandose del auto.
-Estoy seguro y no podrá levantar nada… —murmuró Kurt como cantando, Henry rió por lo bajo y Lizzie blanqueo los ojos, Noah esperaba expectante bien abrazado de «Desmond»
Blaine llegó hasta el claro del bosque donde al comienzo del camino que bajaba al lago, había una baranda como de seguridad de centro comercial, más un buzón para la correspondencia, un par de contenedores para la basura y un pequeño panel electrónico con números, sacó su teléfono, paso algunas pantallas y digito el código de acceso que su jefe le había entregado, espero un segundo y la barrera se levantó dejando libre el paso, Blaine se dio media vuelta y miró a su familia gesticulando triunfo, Kurt sonrió y los demás lo vitorearon con aplausos.

-No hay duda que es la casa… ¿verdad?… —dijo mientras volvía al auto.
-Ninguna… oye «Papáblen», ¿sigo derecho?…
-Muy derecho Princesa… —respondió el aludido poniéndose el cinturón de seguridad, Lizzie echo a andar nuevamente el auto y paso el cambio no sin que antes el embrague, sonara como si algo se hubiera quedado atascado.
-¡Ups!... lo siento… —dijo rehaciendo la maniobra esta vez sin percances, avanzó al mínimo de velocidad mirando constantemente por donde iba, como si temiera el desbarrancarse o algo parecido.
-¡WOW!... —repitió Henry al ver el total de la casa donde pasarían el fin de semana.
-¡Vaya con el tal Elwood!... —agregó Lizzie deteniendo el auto en uno de los tantos lugares dispuestos para ello.
-Creo que te están pagando menos de lo que al parecer haces ganar a la compañía… —opino Kurt bajándose del auto, ayudo a Noah desatando el cinturón de su silla y luego a bajar del vehículo.
-¡Es una casa super grande!... —dijo Noah volviendo a lo de tomarse la cara.
-Lo es bebé… ¿puedes creerlo? —el pequeño gesticulo un no tan exagerado con su cabeza, que sus gafas sin vidrio acabaron por desacomodarse.
-¡Ese es un muelle?... —preguntó Lizzie mirando hacia la parte del lago que le correspondía a la casa.
-Al parecer… —dijo Blaine mientras abría el portamaletas.
-Esto es super genial… ¿podemos bañarnos? —preguntó Henry como si necesitara permiso de sus padres para hacer eso o cualquier otra cosa.
-¿Bañarnos en el lago Henry Anderson Hummel?...—repitio Noah con los ojos bien abiertos y las gafas aun desacomodadas.
-Obvio «Goblin»… ¿quieres?... —respondió su hermano bajando a su altura, le acomodo las gafas y se le quedo viendo en espera de una respuesta.
-Di que si «Goblin»… lanzarse desde allí debe ser super… ¡hola!... —dijo Lizzie haciendo ademán de quitarse la ropa de inmediato.
-¿Y podemos lanzarnos Henry Anderson Hummel?
-Si el Papá nos autoriza… por supuesto… —susurró Henry en complicidad con su hermano menor.
-¡Papa!, ¡di que sí!… —exclamó Lizzie, que a esa altura de la conversación, ya tenía media blusa desabrochada.
-Acabamos de llegar… —dijo Kurt contando los bolsos.
-Pero mientras antes comencemos la diversión mejor… ¡¿no es para eso este fin de semana!?, ¡¿para divertirnos?!... por favor… —insistió la chica poniendo sus manos en posición de oración al tiempo que se meneaba entera com si quisiera usar el baño.
-Lizzie…
-¡Papá!… —dijo largando las dos «a»
-¿Blaine?... —añadió Kurt mirando a su esposo.
-Yo creo y el agua debe estar deliciosa… —dijo cerrando el auto— pero… —agrego al ver que Kurt lo miraba de vuelta con su ceja inquisidora bien levantada— primero lleven sus maletas al cuarto que quieran usar… según Elwood hay cuartos para todos… luego, a zambullirse… —terminó por decir sonriendo, Lizzie dio un salto de alegría y tomó el bolso que era suyo, Henry se subió a Noah en los hombros y se llevó el equipaje de él y el de su hermanito.
-¡Papá!... ¡¿me podré poner traje para bañarse acaso?! —exclamó Noah sujetándose del cuello de su hermano.
-Así es bebé, ponte el celeste, lo puse en tu maleta… y pongan a Noah en un cuarto cerca del principal… —dijo Kurt dando instrucciones hasta que sus hijos desaparecieron tras la puerta, incluyendo la importancia del bloqueador solar, luego soltó un suspiro y miró a su esposo de reojo
-¿Aun somos amigos Kurt Hummel-Anderson? —pregunto Blaine tomando tres maletas de una.
-Aún… pero si no les hubieras dado la orden de ordenar sus cosas primero, estarias en problemas Blaine Anderson-Hummel… —respondió Kurt tomando el bolso más pequeño de todos.
-Un alivio entonces…
-¿De verdad hay cuartos para todos?... —agregó caminando hacia la casa.
-Por supuesto… mira el tamaño de esta casa… —respondió Blaine mirando hacia el segundo piso, la construcción era espectacular y de elegante estilo clasicismo, había ventanas por doquier y barandales de herrería, además de plantas y flores que la hacían particularmente acogedora, como una posada «B&B» de cinco estrellas como mínimo.
-Es enorme, y la vista… te juro y empezare a mirar a tu jefe con otros ojos… —dijo Kurt haciéndose el interesante.
-Pues tendrias que aguantar muchos días de mal humor… ahora… dejemos esto y vamos al agua… estoy seguro y tambien quieres… —sentencio Blaine dándole un beso en la frente cuando paso por su lado, Kurt se le quedo viendo con cara de impacto extremo, como si esperara otra reacción por parte de su esposo además de un beso tierno— ¿que?... —añadió al ver su cara.
-Nada… ¿puedes llevarte todo?, yo abrire la s cortinas y haré las demás otras cosas domésticas que al parecer solo a mi me importan.
-OK… —dijo Blaine tomando el bolso con un solo dedo.

-¡«Papáblen»!... ¡mira lo que hace Henry!… —exclamó Lizzie al verlo aparecer en el muelle vestido de verano, ella estaba en el agua junto a su hermanos y parecían y no podían ser más felices.
-¿Que cosa Princesa?... —dijo sentándose casi en la orilla.
-Espera… ¡ven «Goblin»!... —respondió nadando hasta donde flotaba su hermano, el pequeño se agarró fuerte del de ella como en espera de algo.
-Tengan cuidado… Noah es más pequeño que ustedes —advirtió Blaine casi adivinando la maniobra que iba a hacer su hijo mayor y que en ese instante se sumergía bajo ellos.
-¡Ay «Papáblen»!... el «Goblin» es super seguro en el agua, parece un pescado… ¡«aaaah»!... —grito la chica cuando su hermano emergió bajo sus piernas y los levantó a ella y a Noah como un «Cheerleader» con la porrista principal lo haría, Lizzie se equilibró un par de segundos en los hombros de Henry, para luego caer con su hermano un par de metros más lejos en una zambullida bien divertida, Lizzie gritó de nuevo y Noah río con ganas.
-Tengan cuidado… —insistió Blaine también riendo— en el agua ninguna precaución es suficiente.
-Lo sé «Papáblen»… —dijo Henry moviendo la cabeza de un lado a otro para sacudir el exceso de agua—¿el Papá?
-Esta verificando lo que hay para comer, iremos al pueblo por lo que nos falta…
-¿El pueblo?... ¿puedo ir?... los pueblerinos son lo mejor que hay… —opino Lizzie haciéndose un tomate bien alto que se desarmó al segundo.
-No trates asi a la gente Pincesa… no esta bien… —advirtió Blaine apuntándola.
-Todos somos iguales Lizzie Anderson Hummel… —sentenció Noah como si dijera la frase de su vida.
-¡Y tu eres igual a un pescado!… —exclamó la chica comenzando a perseguir a su hermano por el agua, Henry se unió y volvió a hacer la maniobra de equilibrio unas tres veces.
-La despensa esta llena… ¿te lo advirtio tu jefe?... —dijo Kurt llegando hasta donde estaban todos, también había puesto traje de baño y traía consigo una revista y una botella de bloqueador solar.
-No… pero es bastante obvio sabiendo que pasa aquí 8 meses al año…
-¿Ocho meses?... vaya la vida que se da a tus expensas y a las de los otros artistas que tiene su cargo… ¡cuidado cariño!….. —exclamó al ver que Noah se sumergían en el agua como si hubiera nacido en ella— ¿¡no será tiempo de salir bebé!?
-¡Estoy bien Papá!... ¡mira mis manos!… —dijo enseñando sus palmas.
-A ver… —dijo acercándose más a la orilla del muelle— aun no estan tan arrugadas… muy bien…
-¿Esa es una revista?... —pregunto Blaine mirando lo que su esposo traía en sus manos.
-No es solo una revista Blaine Anderson-Hummel, es la icónica Vogue de enero de 1990, Peter Lindbergh tomó la primerísima foto de Naomi Campbell, Linda Evangelista, Tatjana Patitz, Christy Turlington y Cindy Crawford… esto personificó la era de las «supermodelos» —explicó señalando la portada.
-Interesante…
-Lo se… hazme espacio… —dijo moviendo sus manos como si espantara algunas moscas, Blaine sonrió y se movió un poco más al centro del muelle y separó sus piernas para que su esposo se sentara entre ellas y apoyó sus brazos hacia atrás para sostener su peso y el de él, Kurt se le apoyó en el pecho de lo mas complacido y comenzó a hojear la publicación de colección.
-Esta en muy buenas condiciones… —opino Blaine tocando una de las páginas— ¿donde la encontraste?
-En un mueble de la sala, hay muchas revistas, lo que me hace pensar que Elwood es alguien con quien tengo mucho en común… —dijo como cantando.
-También lo creo…
-¿Que?... —dijo incorporándose.
-Que... —respondió Blaine mirando hacia todos lados.
-¿Que demonios fue eso?
-¿Que cosa?
-¡Esa reacción!... —exclamó levantándose del todo.
-¿Mi reacción?
-Obvio, estoy hablando contigo…¿o no?...
-Kurt… ¿que esta pasando?... ¿te molestaste por algo?
-¡Por supuesto que si!… acabo de hacer un comentario de extra doble sentido sobre tu jefe y tu te limitas decir «también lo creo»… —respondió Kurt tratando de imitar la voz de su esposo.
-¿Y eso esta mal?
-Claro que esta mal… ¿donde estan tus celos?
-¿Que? —dijo soltando una risa.
-Tus celos Blaine… ¿¡donde estan tus celos!? —agregó entre dientes para disimular el pleito frente a sus hijos.
-Ok… déjame entender, ¿estas molesto porque no me puse celoso de que creas que tienes cosas en comunes con Elwood?
-Exacto… y ya van dos veces en este dia…
-Kurt, si no sentí celos, es porque se que esta persona no es tu tipo, es mucho más viejo que tu, tiene una carácter de los mil demonios y por último no es gay…
-¡Aun así!... ¿sabes que?, olvídalo… —dijo levantándose.
-Kurt…
-No nada de «Kurt», ¿bueno?... además que no es solo con él… cuando… —Kurt volvió a sentarse en cuclillas al lado de su esposo— cuando fuimos a comprar el auto de Lizzie, el vendedor quedó totalmente sorprendido con conocerme y tu solo tenias ojos para motores y no se que mas…
-¿Y eso te molesto también?
-Por supuesto que sí… y odio sentir eso…
-¿Que cosa?
-Que ya no soy tan importante para ti… —dije adoptando la actitud de un niño a quien no se le da en el gusto.
-Kurt… vamos…
-No, es verdad… siento que de un tiempo a esta parte tu piensas que no se… me tienes seguro para el resto de la vida… y no me gusta sentir eso… —acabó por decir levantándose de nuevo— y no te atrevas a seguirme, porque me enoje contigo...—sentencio marchándose con la revista y botella de bloqueador solar, Blaine soltó una risa, lo llamó por su nombre un par de veces y acabó por mirarlo marchar sin saber muy bien como debía reaccionar ante lo sucedido.

Mayo de 2040



-Kurt…
-No nada de «Kurt», ¿bueno?... además que no es solo con él… cuando… —Kurt volvió a sentarse en cuclillas al lado de su esposo— cuando fuimos a comprar el auto de Lizzie, el vendedor quedó totalmente sorprendido con conocerme y tu solo tenias ojos para motores y no se que mas…
-¿Y eso te molesto también?
-Por supuesto que sí… y odio sentir eso…
-¿Que cosa?
-Que ya no soy tan importante para ti… —dije adoptando la actitud de un niño a quien no se le da en el gusto.
-Kurt… vamos…
-No, es verdad… siento que de un tiempo a esta parte tu piensas que no se… me tienes seguro para el resto de la vida… y no me gusta sentir eso… —acabó por decir levantándose de nuevo— y no te atrevas a seguirme, porque me enoje contigo...—sentencio marchándose con la revista y botella de bloqueador solar, Blaine soltó una risa, lo llamó por su nombre un par de veces y acabó por mirarlo marchar sin saber muy bien como debía reaccionar ante lo sucedido.

-¿«Papáblen»?, ¿el Papá se «dipsgusto» porque no me salí del agua? —preguntó Noah mientras nadaba hacía el muelle.
-No hijo, por supuesto que no… sólo está muy soleado para él, bien sabes que él y el sol no son muy buenos amigos… —respondió Blaine agachándose en la orilla, Henry y Lizzie intercambiaron algunas miradas sospechosas.
-Pues yo creo que está un poco molesto, ahí viene con cara de querer matarnos a todos… ¡hola!... —dijo Lizzie señalando a Kurt que se acercaba ya sin su atuendo de vacaciones.
-¿Por qué crees eso Lizzie Anderson Hummel?
-¡Ay «Goblin»!, no me hagas caso, nada hasta aquí, te juro y vi un pescado como de tu porte —respondió la chica haciéndole señas que se convirtieron en salpicaduras para todos.
-Voy a ese pequeño supermercado que vimos en el camino, nos faltan algunas cosas perecibles —dijo Kurt de lo más serio.
-Ok… si gustas te acompañamos… los chicos, en especial Lizzie, querían recorrer un poco.
-Bien… los espero en el auto… —respondió su esposo de mala gana.
-Kurt…
-Te dije que no eras mi persona favorita en este momento… ¿te lo dije?, ¿no es así?
-Lo dijiste…
-Entonces… espera tu momento… —añadió dándose media vuelta, Blaine suspiró con un dejo de tristeza y que ocultó a sus hijos con una gran sonrisa.
-Muy bien, ¡¿quien quiere ir al pueblo?! —exclamó acercándose a ellos.
-¡Yo! —respondió Lizzie de las primeras.
-Yo también, esta localidad tiene bastante historia… —dijo Henry comenzando a nadar para salir del agua Lizzie blanqueó los ojos mientras chapoteaba un poco.
-¿Yo también puedo ir «Papáblen»? —quiso saber Noah afirmándose de uno los pilotes.
-Por supuesto, ven… —contestó Blaine estirando uno de sus brazos para ayudarlo a salir, Noah tomó su mano y salió pataleando, Henry se impulsó hacia arriba apoyado en la orilla y Lizzie terminó saliendo con una pirueta divertida como ella.
-El agua está súper extra deliciosa… me quedaría aquí todo el día… —opinó Lizzie tomando una de las toallas, se secó la cara y se envolvió con ella, su hermano mayor hizo lo propio quitándose el agua de los oídos como primera cosa, Blaine mientras tanto se encargó de Noah envolviéndolo con una toalla que le daba tres vueltas.
-¿Tienes frío hijo?... —preguntó frotándole los brazos.
-No, Lizzie Anderson Hummel dice la verdad sobre qué el agua está súper deliciosa… —respondió Noah limpiándose la nariz con la punta de la toalla.
-Obvio que digo la verdad «Goblin»!... ¡hola!... —agregó la chica batiendo su cabello como en comercial de acondicionador.
-«Papáblen», este lugar es espectacular, deberías conseguir que el Señor Gardener te lo facilitara más a menudo… —dijo Henry mirando hacia el horizonte— todo es tan relajante y romántico… este muelle es escenario ideal para una cita...
-¡«Uy»!... —exclamó Lizzie poniendo ojos de corazón— ¿a quién estás pensando invitar hermanito?
-En nadie… solo digo que este muelle y la puesta de sol, hacen un escenario bien ideal… —explicó abrigándose con la toalla, Blaine sonrió como si se le hubiese ocurrido algo en ese instante.
-Muy bien todos adentro… tenemos compras que hacer…
-¡Eso!... ven «Goblin»—dijo Lizzie tomando a su pequeño hermano de la mano— cantemos — terminó por decir entonando una canción recién inventada sobre el pueblo Aurora y sus cualidades.
-¿Vienes «Papáblen»? —preguntó Henry señalando la casa por sobre su hombro.
-En un segundo… hijo…
-¿Si?
-¿Puedo pedirte un favor?
-Obvio «Papáblen»… ¿que necesitas?
-Verás, lo que acabas de decir, me inspiro para hacer algo para sorprender a tu Papá, ¿me ayudarias diciendo que no podré acompañarlos a comprar porque el lago me dio una inspiración repentina y me quede escribiendo o algo asi?
-Claro… —dijo Henry sonriendo— pero… ¿esta todo bien?, entre tu y el Papá me refiero...
-Todo bien hijo… todo bien… ¿me ayudas?... —pidió palmoteandole un hombro.
-Por supuesto, le diré al Papá que te inspiraste en los destellos del sol en el algo… —dijo Henry moviendo sus dedos como si tuvieran vida propia— ¿quieres algo del centro de Aurora?
-Nada en particular, si conozco a Elwood, como se que lo conozco, encontrare todo lo que necesito en la casa.
-Super perfecto… —dijo Henry retirándose— ¡y no diré nada!... —agrego dándose media vuelta y haciendo el gesto como que se sellaba los labios con un cierre y un botón.

-Muy bien mis pequeños… llegamos… —dijo Kurt deteniendo el auto frente a la casa— ¿que conclusión sacamos de este pequeño viaje?...
-¡Yo se!... —exclamó Noah levantando su mano desde donde estaba, bien sujeto a su silla de seguridad.
-Dime bebé…
-Que los precios elevados son una «epspeculasion» que mata al turismo…
-Excelente cariño… ¿que mas Lizzie? —agregó mirando a su hija por el espejo retrovisor, la chica también estaba en el asiento de atrás con los brazos cruzados como molesta por algo.
-¡Ay Papá!... bajemos mejor… —respondió tomando la manilla— ¡esto esta cerrado!... ¡hola!
-Una de las ventajas de este auto es su cierre centralizado aprueba de todo… ¿decias? —insistió aun mirandola, Lizzie insistió en abrir la puerta un par de veces más hasta que se dio por vencida y respondió la pregunta.
-Que... aunque estemos en un lago, esto sigue siendo New York…
-¿Y?... —la chica blanqueo los ojos antes de responder, Henry rió por lo bajo y disimulando.
-Y… la gente no es ingenua…
-Por lo tanto…
-¡Papá!...
-Por lo tanto Lizzie Anderson, te juro y nos podemos quedar aquí todo el fin de semana si preciso…. —dijo Kurt acomodándose en el asiento como si efectivamente pensara pasar el fin de semana sentado dentro del vehículo.
-Por lo tanto… no debo subestimar sus conocimientos como si fueran de Iowa o de un lugar más desconectado…
-Excelente… —dijo Kurt quitando lo seguros, Henry se bajó de los primeros y se ocupó de las compras, Lizzie se hizo cargo de su hermano mientras seguía refunfuñando para sus adentros.
-Además debo decir en mi defensa que aquí son demasiado sensibles…
-«Rizzie», les hablaste como si no conocieran nada, ni la estatua de la libertad.. —dijo Henry riendo y tomando dos de las bolsas en una mano y colgándose al hombro una tercera.
-¡Mentira!... ellos me malinterpretaron, esto pertenecera a New York, pero no tiene nada que ver con la «gran manzana»… —terminó por decir la chica mientras ayudaba a su hermano a bajarse mediante un salto.
-¡Llegaron!… —dijo Blaine estirando los brazos para darles la bienvenida.
-«Papáblen», hubo un malentendido en la tienda de abarrotes, pero yo no tuve nada que ver… ¡hola!... —dijo Lizzie mientras pasaba por su lado camino de la casa.
-¿Como?
-No te preocupes «Papáblen» no es nada de importancia… —agregó Henry sonriendo, luego hizo una mueca como preguntado, «¿tienes todo listo?, y Blaine respondió con otra seña disimulada que decía que si.
-Pues me alegro… —dijo Blaine tocando la cabeza de Noah, se les quedo viendo hasta que desaparecieron tras la puerta y luego se dio media vuelta para hablar con su esposo.
-Vaya inspiración que te permitio hasta cambiarte de ropa… —dijo Kurt presionando el botón que cerraba el auto a distancia.
-¿Me veo mal?... —preguntó dando una vuelta completa, se había puesto un pantalón de tela liviana color beige casi ocre y una camisa blanca de las mismas características dejando los tres primeros botones sin cerrar.
-Bien sabes que aunque te vistieras con las bolsas marrones de las compras, jamas te verias mal Blaine Anderson-Hummel.
-Gracias… —dijo el aludido sonriendo bien sexy, Kurt lo miró un segundo y se mordió el labio como si quisiera olvidar todo y lanzarse sobre él al verlo tan guapo.
-Igual estas sobrevestido para todo lo que tienes que hacer… —dijo apartándose.
-¿Y eso es?...
-La cena, lavar los platos, limpiar la cocina, prepararme un baño… etc… —agregó avanzando hacia la casa.
-Oye... —respondió Blaine tomándole una mano para impedir aquello, Kurt se volteo con cara de que no le interesaba nada de lo que pudiera decirle— te juro y haré todo eso que dices… pero antes… ¿podrías acompañarme a un lugar?
-¿A un lugar?... —repitió levantando una ceja.
-Asi es… ven… —dijo dando dos pasos hacia adelante.
-¿Dónde vamos?
-Ya lo sabrás… —añadió caminando hacia el lago.
-¿Sabes que no estás en posición de bromear conmigo?, ¿verdad? —dijo su esposo dejándose llevar igual de manera.
-Por supuesto… pero debes saber que nada de esto es una broma.
-¿Qué hay de nuestros hijos?... —pregunto mirando hacia la casa— ¿piensas dejarlos solos a lidiar con la cena?, porque te advierto que por muy independiente que sea Henry, no tiene… ¿que es eso?... —agrego al ver a la distancia la puesta en escena preparada su esposo casi al final del muelle, había una pequeña mesa de terraza mas las dos sillas correspondientes, en el centro flores y una hielera con una botella de champagne dentro, dos copas de cristal, una pequeña tabla con queso, fruta, paté y galletas, además de una fila interminable de pequeñas velas que iban y venían por todo el rededor del muelle.
-Te dije que debías acompañarme...
-¿Que significa todo esto?
-Significa… —Blaine se detuvo casi a mitad de camino, tomó ambas manos de su esposo y se las beso en repetidas ocasiones, luego sonrio y siguio con lo que estaba diciendo— que como se supone y vinimos este fin de semana a disfrutar, me es imposible soportar el estar enfadado contigo…
-Corrección… —interrumpió Kurt levantando un dedo— tu no estas enfadado conmigo, yo soy quien esta enojado contigo… hay una gran diferencia...
-Me corrijo entonces… como se supone y vinimos este fin de semana a disfrutar, me es imposible soportar que TU estés enfadado conmigo... —agrego Blaine mientras retomaba el camino hasta la mesa de la mano de su esposo— significa además, que prepare esto, porque se que te encantan las sorpresas, porque te amo y porque a pesar de lo que pienses y que por alguna razón y sin pretenderlo te he dado a entender, no siento que te tenga seguro por el resto de la vida…
-¿No?... —pregunto tomando y oliendo una de las flores que había al lado de la hielera.
-No… siempre tengo el temor de que vendrá un tipo alto, inglés y «bigotón» a robarte de mi lado…
-¿«Bigoton»?... —repitió Kurt poniendo mala cara.
-Así es… —dijo soltando una pequeña risa.
-Bueno eso último podrías olvidarlo Blaine Anderson-Hummel, porque bien sabes que el vello facial es algo que no me fascina particularmente… —agregó tomando una de las copas para menearla acto seguido como si pidiera licor al encargado de un bar.
-Ok… —dijo Blaine destapando la botella— olvidemos lo de «bigoton» entonces… —añadió sirviendo para él y para su esposo.
-Olvidado queda… y disculpame también, sobreareccione con todo el asunto de tu desinterés…
-No sobreraccionaste, además que no serias tu si no lo hicieras… —dijo Blaine chocando su copa con la de él— ¿que tal las compras?... —añadió sentándose en una de la sillas.
-Bien, este pueblo…
-Este pueblo… ¿que?... —quiso saber Blaine luego de dar un sorbo a su champagne.
-¿Te das cuenta lo que acaba de pasar?
-¿Pasar?
-Sí… —dijo Kurt también bebiendo— yo estaba enojado contigo y de pronto ya no lo estoy y en vez de seguir argumentando, estamos hablando como cualquier dia…
-¿Y eso es algo malo?
-No… por supuesto que no… —respondió Kurt untando paté en una galleta— es solo que no se… ¿que demonios significa?... hay gente que se queda pegada en un asunto y el enojo termina enquistandose y eso a su vez termina con las relaciones, cualquiera sean estas… esto esta espectacular a propósito… —dijo mascando.
-100% artesanal y 100% francesa… —dijo enseñando la tapa del pequeño frasco de vidrio.
-Con razón… —agrego Kurt comiendo más— ¿tengo razón?... ¿no es así?... —dijo volviendo al tema.
-Mucha, y creo que a diferencia de otra gente… nosotros hablamos, más que guardarnos todo…
-No… lo que yo creo es que a diferencia de otra gente, yo me quede con el hombre más maravilloso de todo el mundo…
-¿Que?
-Lo que oyes… —dijo limpiándose con una de las servilletas— Blaine... si tu no tuvieras el corazón inmenso que tienes para perdonar todas mis estupideces… creo y estaríamos cada uno por su lado hace mil años…
-No digas eso…
-¡Es la verdad!, yo soy rencoroso y nunca pido disculpas y ¡por dios!, nunca reconozco cuando estoy equivocado… en cambio tú… eres tan bondadoso que en ocasiones llegas a ser ingenuo…
-No se si eso es bueno o totalmente ofensivo… —dijo Blaine mirándolo con el entrecejo bien fruncido.
-Bueno, muy bueno…—dijo levantándose— ¿baila conmigo?... —agregó estirando su mano, Blaine se levantó enseguida y lo cogió de la mano, se movió un par de pasos hasta casi el final del muelle y lo ciñó a él por la cintura.
-¿No nos caeremos?, ¿verdad?... —dijo Kurt mirando la orilla con preocupación contenida.
-Por supuesto que no… este escenario tan idílico no soporta ese tipo de «bloopers»
-Claro… ¡dios!, ¡esto es tan romántico! —agrego mirando la incipiente puesta del sol, Blaine soltó una pequeña risa y se le recostó en el hombro— ¿que?... ¿no crees que sea romántico?
-Lo creo, es más fue nuestro hijo que lo llamó así antes que tú…
-¿Nuestro hijo?, ¿Henry?
-Èl… me dijo que debería conseguir que el Señor Gardener me facilitara este lugar más a menudo, porque todo era relajante y romántico y que el muelle era el lugar ideal para una cita— explicó Blaine mientras se movía abrazado de su esposo.
-¿Me estás diciendo que le robaste la idea a nuestro hijo? —quiso saber Kurt apartándose para mirarlo a la cara.
-Un poco… pero yo agregué el paté… —respondió Blaine sonriendo aún más bello que el idílico y romántico atardecer en el lago Cayuga.

Mayo de 2036



-Y con esta… nuestro equipaje ya está listo… —dijo Kurt subiendo el cierre de una pequeña maleta para ponerla encima de otras tres de diferente tamaño, Blaine sonrió desde la cama y dejó un instante la revista que leía para levantar sus dos pulgares en señal de aprobación.
-Son muchas maletas para solo un fin de semana…
-Son las que necesitamos y punto… —dijo mirando el equipaje como si repasara mentalmente todo lo que habia guardado dentro— espero y no hayas quedado muy agotado como yo… pero ¿en qué estoy pensando?... no es posible que experimentar cansancio luego de dar vueltas las páginas de una revista… —agregó metiéndose al baño.
-¡Oye!... yo iba a hacer mi parte y tú criticaste mis decisiones de principio a fin…
-Es porque todas tus decisiones eran desatinadas… —sentenció asomándose por la puerta.
-Los jeans nunca han sido algo destinado… —murmuró volviendo a la lectura.
-Lo es si los combinas con más jeans…
-¿Por qué?
-Porque si… —dijo saliendo con crema en las manos— porque no somos Zack Morris y esto no es "Bayside High School" en California.
-Como digas… ¿de verdad te agotaste? —preguntó al verlo mover su cuello de un lado otro.
-Un poco… me vendría bien una dosis de tu cuerpo Blaine Anderson-Hummel...—dijo acercándose al tiempo que se quitaba los zapatos.
-Ven a mi entonces… —respondió moviéndose en su lado de la cama, dejó de lado la publicación y se preparó para recibir a su esposo.
-Pero hay una cena que preparar…
-No te preocupes por eso, ordene algo hace algunos minutos…
-¡Ese es el hombre que amo! —exclamo Kurt sonriendo medio travieso, se subió de un salto a la cama, luego se acomodó junto a él y buscó refugio en su pecho, le desabotono la camisa a altura de la panza y por allí metió su mano— el latido de tu corazón es tan relajante… —dijo acomodándose más— deberíamos grabarlo para venderlo a asociaciones de insomnes…
-¿Tenemos problemas de dinero que estas pensando en otros negocios? —quiso saber Blaine besándole la cabeza.
-No… es solo que creo todos merecerían disfrutar de este tipo de relajo en sus vidas, sin necesariamente tener que disfrutarte a ti… eso solo es privilegio mío… —explicó suspirando, Blaine sonrió engreído y le acarició la espalda— ¿crees que los chicos tiene listo su equipaje?
-Por supuesto que tienen listo su equipaje, son responsables a la hora de viajar… en especial a la hora de viajar a Lima… ¿empacaste los regalos para las Mamás?
-Los empaque… también la leche de Noah y el teléfono de la doctora «Marshmallow»…
-Te he dicho que no la llames así… —advirtió Blaine levantándole un poco la camiseta para darle un pellizco— un dia estaras frente a ella y le diras se nombre y no se que va a pasar entonces… —dijo riendo.
-Nada pasara… por dios, quisiera quedarme aquí el resto de la vida… —señaló Kurt abrazando más a su esposo.
-Yo no tengo problema… aunque no se si sera factible eso de «el resto de la vida»…
-¿Por que, si estoy extra cómodo? —insistió metiendo mas su mano.
-Primero porque tenemos un bebé de un año y algo que esta pronto a despertar —respondió señalando el «baby monitor» de Noah— segundo porque debemos dar de cenar a nuestros otros dos hijos y tercero, tenemos un vuelo que tomar en unas cuantas horas.
-Te escucho… pero…
-¿Te gustaría quedarte aquí toda la vida?… —dijo Blaine completando la frase por su esposo.
-Exacto… oye… —agrego Kurt incorporándose, se movió en su lado de la cama y se puso de rodillas para sentarse sobre sus talones— ¿puedo preguntarte algo sin que creas que soy paranoico o algo?
-¿Por que piensas que dire que eres paranoico?
-Porque lo soy…
-Ok… pregunta… —dijo Blaine en medio de una risa, se sentó apoyándose en las almohadas de la cabecera y cruzó las manos sobre la panza en espera de lo que quería saber su esposo.
-¿Cómo crees que será con Noah?
-¿Que cosa?
-Lo de… ya sabes… cuando vea que otros niños tienen Mamá a quien celebrar en esta fecha y él no… —dijo encogiéndose de hombros.
-Pues sera igual que como fue con Henry y con Lizzie…
-¿Y eso es?...
-Fácil…
-¡Blaine!... —exclamo Kurt dándose un golpe en las piernas— ¿cómo puedes minimizar tanto las cosas?
-No minimizo nada, solo digo que cuando llegue el momento le explicaremos, al igual que hicimos con sus hermanos, la clase de familia a la que pertenece y estoy seguro que entenderá…
-¿Si? —dijo si convencerse del todo.
-Obvio que si… ¡mirate!, todo preocupado por algo con lo que no deberemos lidiar sino que hasta unos cuantos años…
-Te dije que era paranoico..
-Lo eres… pero uno muy adorable… —dijo Blaine acercandolo a el por el cuello de la camiseta.
-Estás a punto de deformar una camiseta de 200 dólares Blaine Anderson Hummel...
-Pues si costo 200 dolares, entonces no tiene porque deformarse… —dijo su esposo de vuelta jalandolo más para que sus labios se juntaran con los de él.
-Toda la razon… —termino por decir Kurt dejándose besar— ¿esa fue la puerta? —agregó mirando hacia un lado.
-Al parecer… ¿quien sera?, no creo que sea la cena, ordene algo cuando me invitaste amablemente que te dejara solo empacando y eso fue hace menos de diez de minutos— dijo Blaine mirando la hora en su teléfono— ire a ver… —dijo haciendo ademán de levantarse.
-Yo iré… —agrego Kurt incorporándose primero— debe ser el Señor Jenkins, le pedí que me avisara cuando llegaran unas flores que encargue en «Ovando» para tu Mamá y para Carol… —explicó poniéndose los zapatos.
-¿Flores?... ¿en serio?
-Mucho…
-¿Y porque no dejas que las suban hasta aquí?
-¿Estas loco?, debo comprobar si todo esta bien y si están lo suficientemente hidratadas y seguras para soportar un viaje en avión… ¿que?... dirás que soy el doble de paranoico, ¿verdad?
-No… dire que eres el doble de adorable y que quiero darte mas besos...
-Entonces quedes justo allí Señor Anderson-Hummel porque vuelvo enseguida… —dijo encogiendo un solo hombro en actitud extra coqueta.

-¡Un segundo!... —exclamo Kurt casi llegando a la puerta, tomó su billetera desde la mesa del recibidor y abrió la puerta mientras contaba los billetes que tenía dentro— Señor Jenkins, no era necesario… ¿Rachel?... —dijo al ver que no era el portero de su edificio sino su amiga la que de lo más sonriente esperaba en el umbral.
-¡Hola!... —exclamó levantando los brazos, dio un par de aplausos y lo saludo con un abrazo.
-Vaya sorpresa… ¿que haces aqui?... ¿Barbra esta bien?
-Todo esta bien… ¿y tú?... ¿esperabas a alguien?... —dijo entrando y encaminandose hacia la sala sin siquiera esperar a que se lo pidieran.
-Si, bueno… no… es decir un delivery mas bien...
-¿Donde esta Blaine?...
-En el dormitorio…
-¿Y tus hijos?
-En sus respectivos cuartos… ¿que? —dijo Kurt al ver que su amiga se le quedaba viendo.
-Tu camiseta… esta un poco... —hizo notar señalando su propio cuello más algo que se desajusta.
-¿Que?... ¡ah!... es… Noah... ya sabes, esta en la edad que agarra con firmeza todo lo que se le pone por delante… —explicó Kurt acomodamos la camiseta como pudo, luego sonrió travieso pensando en las verdaderas razones que habían provocado que su ropa perdiera la forma— ¿Barbra esta bien me dijiste?... ¿se ha portado bien estos meses? —agregó cambiando de tema para no dar más explicaciones.
-Muy bien… es el bebé perfecto… aunque creo que solo le interesan mis pechos… —respondió mirándose— en fin… ¿ya están listos para el domingo?
-¿El domingo?
-Si…
-¿A qué te refieres?... —pregunto Kurt invitandola a tomar asiento.
-¿Como que a qué me refiero?...
-¿Rachel?... —dijo Blaine llegando a la sala.
-¡Blaine!... ¡hola!… ¿tambien Noah te agarro a ti?... —pregunto al tiempo que lo saludaba con un beso en al mejilla.
-¿Como?... —pregunto este mirándola a ella y a su esposo, Kurt le hizo un gesto de que se abotonara la camisa— ¡Oh!... —exclamó corrigiendo la posición de los botones— si… esta en la edad que agarra todo lo que se le pone por delante— Kurt sonrió por lo bajo al escuchar sus palabras en la boca de su esposo— ¿que haces aqui?...
-Estaba en el vecindario y decidi pasar a saludarlos y preguntar como están para el domingo…
-¿Como?... —dijo Blaine un tanto descolocado.
-Rachel, ¿de que estas hablando?
-¿Como que de qué estoy hablando Kurt?, los invite a mi casa para que celebraran conmigo el dia de las madres... MI primer día de las madres…
-¿¡Que!?... —exclamaron ambos al unísono.
-Les dije que haría un «Brunch», bueno los empleados del Lafayette harán el «Brunch», pero yo lo dispondré en hermosos platos de diseñador… —dijo la chica como cantando.
-Rachel, te juro y no tenemos idea de lo que estás hablando, de hecho nosotros nos vamos a Lima en un par de horas… —dijo Blaine mirando la hora en su reloj pulsera.
-¡¿Que?!... ¡¿como que se van a Lima?!, ¿¡qué hay de mi!?
-Pues si nos hubieras invitado antes y no con un día de anticipación, tal vez podríamos haberte acompañado.
-¡Pero si lo hice! — exclamó Rachel con las manos en la cintura.
-No lo hiciste… —dijo Kurt tratando de mantenerse lo mas calmado posible.
-¡Claro que si! — insistió la chica mirando a ambos.
-Claro que no…
-¡Que si!
-¡Que no!... —respondió Kurt agudizando su voz a medida que su amiga hacía lo propio con la suya, Blaine creyó que se quebrarían todos los cristales de su casa.
-¡Que si!... ¡oh por dios no lo hice!... —termino por decir Rachel tomándose la cabeza— ¡estúpido descanso maternal me tiene la cabeza en cualquier parte!… ¡uy!... —exclamó tirando su bolso con furia sobre uno de los sofás, luego se dejó caer y se cruzo de brazos, dio unas patadas en el piso y se quedó en silencio bien ceñuda, Kurt miró a Blaine y blanqueo los ojos antes de acercarse a ella.
-Rachel...
-¡Porque no me dijiste que no te había dicho nada de la invitación! —exclamó de pronto, Kurt dio un respingo sorprendido y retrocedió un par de pasos para sentarse en la silla de enfrente.
-Porque no sabía que no ibas a invitar… —contestó Kurt en tono de pregunta.
-Pues los invito ahora… ¡y deben asistir!, ¡me lo deben!... —sentencio apuntando a cada uno.
-¿Disculpa?... —agregó su amigo levantando una ceja.
-Lo que oyes, tú y Blaine me dejaron sola el dia que di a luz a Barbra y ni siquiera se molestaron en dar una explicación… así es que me lo deben… —dijo tirándose el cabello hacia atrás.
-No lo creo… ademas como te dijo Blaine estamos a punto de irnos al aeropuerto…
-¿Me dejaran sola?
-No estarás sola Rachel estarás con Jessie y con tu hija… —respondió Blaine como si la chica no supiera eso.
-Jessie quiere ir a saludar a su propia madre... porque adivinen… ¡es el dia de la madre! —dijo volviendo a lo de cruzarse de brazos.
-¿A Lima?
-Obvio que a Lima, allí es donde la Señora vive…
-¿Entonces porque no viajas con él?... así incluso, te podrías unir a nuestra celebración en casa de mi Papá… algo así como todas las Mamás juntas... —agrego Kurt como si explicara lo obvio.
-¿Que?... —dijo Rachel ladeando su cabeza como un perro curioso y dulce lo haría.
-¿Que?... —repitió Blaine no con tanta ternura, Kurt lo miró de vuelta como arrepentido de lo que había ofrecido.
-¡Kurt eso es genial!... ¿de verdad puedo viajar y quedarme con ustedes?
-No, Rachel yo no dije eso...
-¡Que maravilla !... —exclamó levantándose— llamaré a Jessie —agrego buscando el teléfono en su bolso.
-Rachel…
-¡No!, primero llamaré al «Lafayette» para cancelar lo del «Brunch»… ¿crees que Burt tenga mantas hipoalergénicas?, ni Jessie, ni yo podemos dormir en las regulares… —terminó por decir Rachel mientras esperaba comunicación con el restaurante del «downtown» de Manhattan.

Mayo de 2041



-¿Que hay con esos pies Señor Anderson-Hummel?... —pregunto Kurt llegando a  la sala, Blaine estaba revisando su teléfono sentado en el sofá más grande con ambos pies sobre la mesa de café  de la más descuidada de las manera.
-Lo siento… —dijo bajandolos de inmediato— bienvenido a casa… —agregó estirando sus labios para recibir un beso.
-Gracias… —agrego Kurt acercándose con el mismo gesto, se inclinó un poco hacia él y lo besó, beso que Blaine hizo durar más de lo que su esposo tenía presupuestado— ay por dios...—dijo suspirando— no creas que con esto borras el hecho de que estabas con los pies sobre la mesa Blaine Anderson-Hummel — terminó por decir como volviendo en si.
-Lo se… pero valió la pena intentarlo… —contestó sonriendo.
-Lo valio… —concordo Kurt aun saboreandose— ¿con quien hablabas?… —quiso saber dejando su bolso y un par de bolsas con compras sobre el piso junto al piano.
-Con mi Mamá…
-¿En serio?... ¿como esta?
-Excelente… dice que se ha sentido bien y que ni siquiera nota que tiene un riñón menos…
-¿Cuán genial es eso?
-Mucho….
-Pero… ¿tendrá que ir a un control o algo? —preguntó mientras arreglaba la posición de los objetos decorativos sobre la mesa de cafe.
-De hecho tiene agendado uno para la semana entrante, aunque  dice que digan lo que le digan, vendra  a New York para celebrar el cumleaños de Lizzie… que se perdio el dia de las madres, así es que esto no se lo perdera por nada… creo que menciono algo sobre los cerezos en Brooklyn...
-Muy extremo de su parte, pero me encanta su buen animo y su inocencia al pensar que su nieta universitaria querrá celebrar su cumpleñaos junto a su padres y abuelos —dijo tomando las bolsas.
-Sabes que si…
-Lo se… solo me mantengo alerta pensando lo peor… —dijo sacando algunas cosas.
-Eso si que es extremo Kurt Hummel-Anderson… —el aludido levanto un hombro haciendo un gesto engreído.
-¿Fuiste a más lugares además de «Zabar's»?... —pregunto Blaine mirándolo sacar varios artículos que no tenían que ver con abarrotes y otros productos alimenticios.
-A un par de lugares, pero no porque lo tenía planeado, sino que porque una oferta es una oferta…
-OK… —dijo Blaine mirándolo de medio lado como si no supiera bien cómo reaccionar ante aquello de que «una oferta es una oferta».
-¡«Tara...»!... —exclamó enseñando un grupo de cajas de películas en formato DVD.
-¿«Dinasty»?... —pregunto Blaine leyendo el título al tiempo que las miraba con cara de sorprendido.
-¿Que?... me encanta este show —advirtió tomando una de las caja de vuelta.
-¿Como puede encantarte un show que acabó como cinco años antes que tu nacieras?… —quiso saber Blaine mirándolo con ternura.
-Pues no es necesario ser contemporáneo a las cosas buenas, señor «quiero viajar en una máquina del tiempo a los años 70»…
-«Touche»…  ¿de donde sacaste esto?... —agregó mirando las carátulas de la serie de televisión de los años 80.
-De una tienda en la intersección de Broadway y la 76, había una gran venta, creo que el local cerrara por remodelación o porque esta en quiebra o algo asi, pero si me preguntas, era de predecir su desaparición,  el cabello de quien atiende creo y no ve el agua desde que se inventó el video cassette...—dijo Kurt sacando más cosas.
-Creo que si quebró, es porque la gente ya no compra esto y prefiere usar las plataformas en línea para ver cine y televisión… —respondió su esposo mientras leía la información de la segunda temporada.
-Pues no deberían, tener el formato físico de las cosas además de ser romántico, es seguro y accesible en todo momento… ¿que dices?
-¿Sobre que?
-Sobre verla… ya que ni tu ni yo tenemos compromisos esta tarde… y nuestra preciosa hija se ofreció a recoger al integrante más pequeño de nuestra familia... podemos hacer una maratón  —dijo Kurt moviendo sus cejas con entusiasmo.
-Me parece un plan genial…
-¡Si!... —exclamó dando unos aplausos— yo iré a guardar todo esto y tu encargate de la palomitas..
-Ok… —dijo Blaine levantándose— pero te advierto que soy partidario de «Krystle Carrington»…
-¿¡Que!?... ¿¡estas bromeando conmigo!?... ¡nadie a se compara a Alexis!… te convenceré de ello —dijo señalándolo con las bolsas de compras.

-En mi defensa, debo decir que estoy con «Krystle Carrington» porque sufrió más que nadie… —dijo Blaine con la cabeza metida en el refrigerador, sin reparar que era su hija quien entraba a la cocina y no su esposo.
-¿Quien demonios es Krystle Carrington y porque demonios sufrió tanto?... —preguntó Lizzie queriendo reír.
-¡Princesa!… —exclamó Blaine emergiendo con dos botellas de gaseosa en las manos— siempre es una alegría verte, qué más puedo decir… —agregó dejando los bebestibles sobre la mesa, abrazo a su hija y no la soltó como por un minuto seguido— ¿como estas?
-Bien... ¿y tú?
-Muy bien… estas hermosa como siempre… —dijo acariciandole la cara.
-¡Ay «Papáblen»!, vas  a hacer que me ponga colorada… ¡hola! —respondió Lizzie tomándose la cara con ambas manos— ¿el Papá?... ¿esta con esa tal «Krystle Carrington»?
-No Princesa… —dijo Blaine riendo al tiempo que chequeaba las palomitas por la puerta vidriada del microondas— esta guardando algunas compras… y esa tal «Krystle Carrington» que me oíste mencionar… es un personaje de ficción de una serie televisiva de hace… bueno… de hace varios años.
-Oh… interesante… —dijo la chica poniendo caras, tomó una de las botellas de gaseosa y la destapo para beberla.
-Aunque no lo creas lo es… y para tu Papá mas… ¿tu hermanito?
-Se fue  derecho a la habitación, en realidad creo que tienen que hablar con él porque…
-¿Que maravillosa voz escuchan mis aún más maravillosos oídos?... —interrumpió Kurt asomándose por la escalera de servicio.
-¡Papá!… ¡hace mil años que no te veía!… ¡nunca estas cuando vengo!… ¡hola!... —respondió levantando sus brazos.
-Es lo que los adultos hacemos cariño… ya sabes, cuando trabajamos… y tu deberías saberlo, eres miembro de ese grupo ahora… —dijo sonriendo, se acercó a su hija y le dio un abrazo un tanto más efusivo que el que  le diera Blaine segundos antes.
-Creo que si sigo viniendo tan seguido, terminare como con cinco costillas fracturadas… —agrego como ahogándose.
-Exagerada… —dijo Kurt apartándose— ¿como estas?, ¿como te ha ido?... ¿estás comiendo bien?... —preguntó mirándola de arriba  abajo.
-Bien, bien y si… —contestó Lizzie pensando las preguntas  a responder dentro de su cabeza, Kurt sonrió y negó con la cabeza divertido— ¿y ustedes?... ¿han sabido de la «AbuPam»?, yo no he tenido tiempo de llamarla ni nada… ¡hola!... —dijo bebiéndose la gaseosa de un solo trago, luego emitió un eructo que hizo que Kurt pusiera cara de impacto extremo— perdón… —añadió encogiendo sus hombros— cuenten…
-Tu abuela esta bien… hace poco Blaine hablo con ella —comenzó a contar Kurt  mientras buscaba un tazón extra grande para las palomitas que seguían explotando alegres dentro del horno— dijo que ya puede viajar a donde quiera y que por eso no se perderá tu cumpleaños… así es que si quieres, podemos organizar un almuerzo antes de la fecha para que no coincida con tus planes Cariño… —dijo mirando a  su esposo de reojo.
-¿Planes?, ¿qué planes?...
-Los que tengas para celebrar… ¿no escuchaste lo que dije que ya eres parte del grupo de lo adultos cariño? —dijo Kurt señalando el horno, Blaine sacó la bolsa casi quemándose las manos, su esposo aprovecho de indicar con la mirada los guantes acolchados especiales para evitar aquello.
-Pues el único plan que tengo es invitarlos a todos a mi super departamento en «Sunnyside»… —respondió Lizzie riendo de aquella rutina silenciosa de sus padres.
-¿De verdad Princesa?
-¡Obvio que de verdad!… estar con mi familia es lo más importante para mi… ademas que de fiesta me puedo ir cualquier dia de la vida… es decir… ya saben,  cualquier dia que no coincida con mis clases o los asuntos importantes… —se apresuró en aclarar Lizzie al ver que sus padres, en especial Kurt, la miraban con cara de pocos amigos— ¿vienen verdad?
-Por supuesto que iremos… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad… —dijo el aludido mientras vaciaba las palomitas al tazón elegido por su esposo.
-¡Genial!,  la haré el mismo dia de mi cumpleaños, vi tu calendario y se que nos tienen compromisos ese dia… despues de las siete para que alcancen a llegar todos… ya le dije a Henry y dice que viene… luego llamaré a mis abuelitos hermosos para que compren los pasajes desde ya… —termino por decir Lizzie sacando un puñado de palomitas— ahora me voy… —dijo mascando— ¡ah!… «ges iga a gecir»… —añadió con la boca llena— «haglen con el «godlin»…
-¿Que?... —dijo Kurt mirándola con cara de asco.
-Que hablen con el «Goblin»…. —repitió tragando, se dio un golpe en el centro del pecho y continuó con lo que estaba diciendo— cuando veníamos dijo que se iría directo a  su habitación porque tenía que hacer una tarjeta para el dia de las madres…. —dijo poniendo cara de complicación.
-¿Como?.... —pregunto Kurt con un hilo de voz.
-Lo que escucharon… —contestó Lizzie tomando una toalla de papel, hizo un envase improvisado y puso dentro más palomitas.
-Pero si hablamos con él sobre esto… ¿te acuerdas Blaine?, cuando hizo ese dibujo y nos dijo que era bueno que todos fuéramos diferentes, que sus crayones y no se que mas…
-Me acuerdo…
-¿Entonces?... ¿qué es eso de hacer una tarjeta para el dia de las madres?... ¡además ya pasó!... —exclamó Kurt como si eso fuera lo más importante de todo— pensé que este asunto había quedado claro… —murmuró por último dejándose caer en una de las sillas.
-Bueno, al parecer no quedo tan claro para el «Goblin»… —Kurt se tomó la cabeza con una mano y cerró sus ojos como si reflexionara algo terrible— ¡ay Papá!, no te pongas asi… todo saldrá bien… aunque me cueste admitirlo… Noah es el más inteligente y dulce de los tres… ¡hola! —dijo como pensando en aquello, soltó un suspiro como si ya no hubiese nada que hacer al respecto— en fin…—agrego echándose cinco palomitas de una vez en la boca— hablen con el «Goblin» antes de sacar cualquier conclusión, tal vez esta  en algún proyecto de negocio o no se que… ¡los amo padres!… —exclamó mientras se despedía de cada uno  con un beso, Kurt se quedó en silencio sin siquiera reprender a su hija por el camino de palomitas que había dejado en la mesa y en el piso de la cocina.

Mayo de 2041



-Pero si hablamos con él sobre esto… ¿te acuerdas Blaine?, cuando hizo ese dibujo y nos dijo que era bueno que todos fuéramos diferentes, que sus crayones y no se que mas…
-Me acuerdo…
-¿Entonces?... ¿qué es eso de hacer una tarjeta para el dia de las madres?... ¡además ya pasó!... —exclamó Kurt como si eso fuera lo más importante de todo— pensé que este asunto había quedado claro… —murmuró por último dejándose caer en una de las sillas.
-Bueno, al parecer no quedo tan claro para el «Goblin»… —Kurt se tomó la cabeza con una mano y cerró sus ojos como si reflexionara algo terrible— ¡ay Papá!, no te pongas asi… todo saldrá bien… aunque me cueste admitirlo… Noah es el más inteligente y dulce de los tres… ¡hola! —dijo como pensando en aquello, soltó un suspiro como si ya no hubiese nada que hacer al respecto— en fin…—agrego echándose cinco palomitas de una vez en la boca— hablen con el «Goblin» antes de sacar cualquier conclusión, tal vez esta  en algún proyecto de negocio o no se que… ¡los amo padres!… —exclamó mientras se despedía de cada uno  con un beso, Kurt se quedó en silencio sin siquiera reprender a su hija por el camino de palomitas que había dejado en la mesa y en el piso de la cocina .
-Háblame… —dijo Blaine sentándose a su lado.
-¿De que quieres que hable?... esto es lo peor y lo sabes… —respondió su esposo levantándose al segundo, se cruzó de brazos y se paró frente a la ventana mirando hacia la calle.
-No te pongas asi, tal vez deberíamos de escuchar a Lizzie y pensar que puede ser cualquier cosa...
-Me pongo asi porque esto no es cualquier cosa y lo sabes tambien… —agrego sin mirarlo— nunca debimos dejarlo solo…
-¿Que?...
-Lo que  oyes… —dijo dándose media vuelta— lo dejamos solo una semana, eso puede cambiar el carácter de cualquiera… —explicó mordiéndose una uña, Blaine no pudo evitarlo y soltó una pequeña risa— ¿disculpa?...
-Kurt… —dijo levantándose— solo tú, el único y singular tú, puede sacar tamaña conclusión… —añadió tocandole ambos brazos— ningún niño cambia de carácter porque sus padres salen de vacaciones una semana al año.
-Noah no es cualquier niño…
-Por supuesto que no lo es… pero no en la forma que tu quieres verlo…
-¿Que hay si es verdad?, que tal… —Kurt soltó un suspiro y bajó su mirada al piso.
-¿Hablemos con él antes de sacar alguna conclusión?... —sugirió Blaine agachándose un poco para buscar su mirada— vamos… —agregó abrazandolo aunque su esposo se resistiera a aquello— tenemos doble experiencia en esto… todo saldrá bien
-¿Lo prometes?... —susurró Kurt como si quisiera llorar.
-Lo prometo… —repitió Blaine sonriendo— pero lo primero es lo primero… —dijo tomándole una mano, le beso el dedo del anillo como lo hacía siempre y lo guio hasta silla más próxima.
-¿Y eso es?... —quiso saber Kurt dejándose guiar, después de todo de la mano de Blaine podía dejarse llevar a donde fuera.
-Eso es… calmar tus nervios...—dijo abriendo el refrigerador.
-No estoy nervioso.. —respondió tomándose la cabeza.
-Lo se… —agrego de vuelta su esposo asomándose por la puerta de la heladera.
-Entonces porque lo dices...
-Porque si digo que lo que realmente sientes es miedo… puedo provocar una crisis de nervios en ti… crisis que te llevará a la negación primero y a una discusión conmigo después la que derivara en un pleito… por lo tanto… —dijo metiendo un envase plástico y cuadrado dentro del microondas— prefiero decir aquello que estás nervioso… —terminó por decir dando 40 segundos a lo que había metido dentro del horno, Kurt sonrió pensando que todo aquello era verdad, en especial lo del pleito.
-¿Se enorgullece de conocerme tanto Señor Anderson-Hummel?
-¡Obvio que si!... —dijo sonriendo como nunca.
-¿Y de protegerme también?
-También… —repitió al tiempo que sacaba dos pequeños platos desde uno de los gabinetes.
-¿Qué es eso que preparas con tanto mimo?
-Algo que te gusta y que viene bien en momentos como este… —agregó volviendo a abrir el refrigerador para sacar esta vez un bote de helado de vainilla.
-Espero y sea algo extra calórico, lo único que puede calmarme ahora es una dosis extra de grasas, de las «trans» y de las otras  —dijo volviendo a lo de tomarse la cabeza.
-Pues, Señor Hummel-Anderson… aquí tiene… —dijo Blaine poniendo frente a él un pequeño pastel tibio junto a una bola de helado.
-“Petit Gâteau”... vas hacer que me vuelva adicto a estas cosas Blaine Anderson-Hummel.
-¿Y?... seria una una adicción deliciosa y positiva… —dijo preparando una porción para el.
-Pues no dirás que es tan positiva cuando suba 100 kilos y tengas que dar dos vueltas para abrazarme… —sentenció Kurt mientras comía de lo más complacido.
-Daria 50 si fuera necesario… —respondió desdoblando una servilleta sobre su regazo
-Dulce... ¿cuando compraste esto?... no escuchado de tu boca decir que has vuelto  a esa pastelería francesa de la que presumiste meses atrás.
-Pues no he vuelto… —respondió comiendo.
-¿Entonces?...
-Lo que pasa es que ese dia compre unos cuantos más de los que nos comimos y los congele pensando en que tal vez podrías necesitar compensar un mal rato con… chocolate… —explico mirando el trozo de pastel antes de comerselo.
-¿De qué mal rato hablas?, porque si me dices que presentias que Noah iba a hacer lo que esta haciendo, diré de inmediato que no te creo…
-No me refiero a eso, me refieroa  a que pensé que tal vez, no se... «Mister Stephen Whiskers» podría causar algún inconveniente que te pudiera disgustar…
-¡Ah!... gracias a dios y eso no ha pasado sino ese animalito estaría de vuelta de donde vino…
-No digas eso…
-Es la verdad… la pura y santa verdad...  —dijo  Kurt soltando un suspiro, como si recordara de pronto el porque estaba triste.
-¿No consigue animarte esta dosis extra de chocolate? —preguntó su esposo al ver la cara de su esposo.
-Si… por supuesto que si… el cacao siempre logar su cometido… —respondió como volviendo de un lugar mas lejano del de donde estaban— es más, recordaba nuestro viaje de comienzos de año y el pequeño  “Petit Gâteau” cuyo relleno verti en tu pecho pensando que era sexy… ¿fue sexy?... —dijo ladeando su cabeza como un pequeño cachorro curioso lo haría.
-¿Estás bromeando?, ¡por supuesto que lo fue!... en extremo que lo fue… creeme que pienso en eso cada día… —añadió Blaine sonriendo más sexy que el momento que recordaba, Kurt sonrió también poniéndose colorado, como lo último que le quedaba del pastel y dio dos lamidas al plato sin ningún miramiento— eso es cambio no lo es… —dijo riendo.
-No me importa… —respondió saboreando, luego se limpio con la servilleta, apartó el plato vacío y cruzó sus manos sobre la mesa— esto me sentó de maravilla… gracias Blaine… —agrego estirando su mano para que su esposo la cogiera.
-De nada… y te lo dije... —respondió Blaine tomandola de vuelta, se le quedo viendo un instante al tiempo que usaba su pulgar para hacerle pequeños cariños.
-Ahora asumo que no nos queda más que dar prisa al mal rato que nos espera en el segundo piso… —dijo mirando hacia el cielo raso— ¿vamos?
-Claro...—contestó Blaine comiendo el último trozo, se levantó de la mesa y tomó ambos platos para ponerlos en el lavavajillas, Kurt se puso de pie y lo espero a los `pies de la escalera— creo que todo quedo listo… —agrego mirando.
-Si fueran otras las circunstancias te regañaria por no echar a andar la máquina, pero como todo…
-Oye…  —interrumpió Blaine tomándole ambas manos— respira hondo y repite conmigo… «todo saldrá bien»…
-Todo saldrá bien… —repitió su esposo con los ojos cerrados, Blaine aprovechó ese instante para darle un beso y un abrazo, Kurt sonrió y sintió que efectivamente todo estaría bien.

-¿Noah?... hijo?... —dijo Blaine golpeando la puerta, Kurt puso oído de inmediato por si es que lo escuchaba ocultar cosas o algo parecido
-¿«Papáblen»?... ¿eres tu acaso?... —preguntó Noah desde adentro.
-Lo soy… yo y el Papá estamos aquí…
-¿El Papá también esta aquí acaso?... —agrego mientras abría la puerta
-También… hola cariño… —dijo Kurt disimulando lo más que pudo— ¿podemos pasar?
-Sí… —respondió apartándose hacia un costado, se había arremangado la camisa que vestía y en sus dedos habían rastros de pintura y chispas de colores, Kurt entró de los primeros y clavó su vista en el escritorio y todo lo que tenía encima, luego noto que el gato estaba bien enrollado sobre una de las almohadas en lugar de estar en el piso o fuera de la casa y su vida— cariño, ¿por qué ese animalito esta en tu cama?, tiene este perfecto y costoso «árbol rascador», y aquí es donde debería estar…
-Pero a él le gusta mi cama, creo que «Desmond» le «apvirtio» que era el lugar más cómodo.
-«Desmond» el advirtió… —repitió Blaine poniendo cara como de «ante eso no hay más que hacer»
-¿Querían hablar conmigo acaso?... —preguntó el pequeño volviendo a lo que estaba.
-Queríamos, primero… —dijo Blaine moviendo una de las pequeñas sillas hasta donde su hijo estaba— porque nos extrañó que no nos saludaras al llegar como lo haces siempre.
-¡Es verdad!... —exclamó Noah como conteniendo  la respiración.
-Tranquilo cariño, si lo olvidaste no hay problema… —agrego Kurt mirando de reojo las tarjetas que ya había fabricado, una tenía un corazón en la tapa rojo y lleno de brillos y la otra, una flor con cinco pétalos de color amarillo.
-Lo olvide porque tenía un asunto pendiente...—dijo Noah tomándose la cabeza.
-Y qué asunto es ese cariño… ¿tiene…?... ¿tiene que ver con esto que estás haciendo aquí? —quiso saber Kurt tragando saliva entre cada palabra y palabra.
-Si es un «proyepto» importante… —respondió Noah tomando un crayón rojo para seguir pintando el corazón de una las tarjetas.
-¿Importante?... —repitió Kurt como ahogándose.
-Si porque es para Lincoln García y él es un importante amigo para mi…
-¿Lincoln García?... —volvió a repetir Kurt esta vez con los ojos bien abiertos.
-Si, el tiene una Mamá y necesita un regalo y como la Señorita Kathryn Barret dijo que yo era bueno en «apstividades» manuales me lo pidió… —explicó el pequeño de lo más calmado, cambio de color de crayón y siguió con su dibujo.
-Pero el día de las madres ya paso hijo… —dijo Blaine mientras le acariciaba la cabeza.
-Lo sé «Papáblen», pero los Papás de Lincoln García viajan mucho, son «embasadores»… —respondió como si su padres no supieran eso— entonces no pudo saludarla ni darle un regalo el día «correpspondente»
-Entonces te lo pidió a ti… —dijo Kurt suspirando alivio
-Si, dijo que tenía mucho «tamalento»
-Por supuesto que lo tienes… y Lincoln García es muy afortunado de tenerte como amigo
-Es lo que dijo Lincoln Garcia —agregó Noah encogiéndose de hombros, Kurt cerró los ojos un instante y tomó una cantidad extra de aire, como si de su espalda se le quitara un peso enorme, luego miró a Blaine y este le guiñó un ojo murmurando  «te lo dije»
-¿Y de que más querían hablarme?
-De nada mas cariño… lo que sí haré es darte un abrazo...—dijo Kurt haciendo lo que dijera, Noah se sorprendió al principio pero luego lo abrazó de vuelta dándole un par de palmadas en la espalda— gracias Bebé...—agregó su Papá sin soltarlo.
-¿Por  el abrazo?
-No cariño, bueno si… siempre son exquisitos tus abrazos, pero más porque estaba asustado por algo, pero gracias a lo que acabas de contarnos, ya no lo estoy… —dijo Kurt mientras lo soltaba de a poco.
-¿Yo hice que se te pasara el susto?
-Lo hiciste bebé…
-¡Oh!... —dijo Noah sintiéndose importante, sus padres se miraron y sonrieron a la par.
-¿Te falta mucho cariño?
-No, creo que ya terminé las dos «opsones»… —respondió mirando ambas tarjetas— ¿les gustan? —preguntó enseñando ambas.
-Son muy bonitas…
-Y coloridas también… —agrego Blaine tomando entre sus manos la que tenia el corazón.
-Gracias «Papáblen» , gracias Papá...—dijo el pequeño tomándolas de vuelta, las guardo dentro de uno de sus cuadernos y comenzó a ordenar todo.
-Entonces cariño, ya que terminaste todo aqui… con el «Papáblen» tenemos un gran tazón de palomitas, ¿qué te parece si vemos alguna película que te guste?
-¡Si!... ¿Lizzie Anderson Hummel, la vera con nosotros?
-No hijo, tu hermanita regresó a su departamento, pero ¿sabes lo que dijo?— Noah novio si cabeza en negación mientras guardaba sus lápices— pues dijo que nos invitara a su departamento para celebrar su cumpleaños… —dijo Blaine ordenando las sillas.
-¿De verdad «Papáblen»?
-Muy verdad…
-¡Tal  vez pueda regalarle una tarjeta! —exclamó Noah tomándose la cara.
-Por cierto cariño, tu hermana  estará feliz de recibir algo tan bonito… y yo también por si algun dia quieres hacer una para mi… —dijo Kurt como cantando.
-Tendrás que esperar para el dia de los Padres… —respondio Noah rendo coqueto.
-Lo haré con gusto bebé… —agrego Kurt sonriendo con alivio.

Junio de 2053



-¿Noah?...
-¡Pasa Papa!... —respondió el chico desde dentro de su habitación.
-Cariño, se que ya tienes edad suficiente para saberlo y que yo no debería entrar a tu habitación a recordártelo, en especial si esta este animalito que desde el dia uno me mira como si quisiera decirme algo y nunca me lo dice… —dijo Kurt mirando a «Mister Stephen Whiskers» que dormía plácidamente sobre el regazo de su amo, Noah sonrió tras el libro que leía— pero… ¿hiciste tu maleta?... —termino por decir echando una ojeada a la habitación como si pudiera ordenar todo mentalmente.
-La hice… Papá… Liverpool Westbrook Stewart dice que todo Londres esta revolucionado por algo de la realeza que no se que es… dice que me llevara un castillo en no se donde.
-Lo más probable es que así sea… ¿tienes todo listo entonces?... —dijo acercandose.
-Todo… aunque aun no entiendo porque tu y el «Papáblen» no viajan conmigo… la pasariamos super bien…
-Lo se cariño… —dijo Kurt sentándose en un lado de la cama, se movió un poco de manera exagerada como para ahuyentar al gato y siguió con lo que decía— bien sabes que tu hermana esta embarazada y mientras ese niño no nazca, con el «Papáblen» no nos moveremos de norteamérica.
-Lizzie Anderson Hummel esta bien, ademas mi sobrino no nacerá hasta fines de año… falta mucho aún… —recordó Noah mientras acariciaba a su gato, que por más movimientos y ruidos que Kurt se empeñaba en hacer, no conseguía disuadirlo de su siesta.
-Lo se… pero lo padres podemos esperar por siempre… ¿que?... —dijo al ver que Noah soltaba una gran risa que disimulo tras su mano.
-Papá, eso es como de telenovela o algo… y una bien cursi.
-Tienes razón… pero aprontate porque el año entrante me pondre mas cursi cuando llegue la hora de que te vayas… —explicó haciendo un puchero.
-Pues también falta para eso… ni siquiera he postulado a una universidad.
-Lo harás… y cualquiera que sea, será una institución afortunada de tener un alumno como tu… en especial si es una aqui en New York a tres minutos de tus padres… y no en un estado perdido por el sur…
-Papá, sabes que me gusta la NYU desde siempre… aunque no se si mis calificaciones me permitirán ingresar…
-¿De qué estás hablando?, tienes las mejores calificaciones, además eres hijo y hermano de ex alumnos, algo debe servir aquello.
-Claro… pero bueno… —dijo el chico estirándose en la cama— como dije, falta mucho para eso…
-Mucho… —repitió Kurt acariciandole una pierna— ¿te molestaria si reviso tu maleta para ver si llevas todo lo necesario?
-¡Papá!
-Ok, te molestaria… olvida lo que dije… —agrego Kurt levantando sus brazos como demostrando inocencia.
-¿Necesitas algo mas?
-Vaya cariño esa si es forma de correr a tu Papá de tu cuarto… —Noah río y siguió acariciando al gato— pero de hecho, quería mencionarte que con el «Papáblen» saldremos a cenar , ¿quieres venir con nosotros?,¿ o tienes tus planes?, ¿o quieres que cocine algo?
-¿Podre quedarme solo?... —pregunto enderezandose de pronto.
-Podrás… aunque ese entusiasmo repentino me da un poco de desconfianza… —dijo Kurt mirándolo con los ojos empequeñecidos.
-No es entusiasmo… es lo que... ya sabes.. —agregó sonriendo travieso.
-No, no lo se… de hecho creo que le dire a Blaine que cambiaremos los planes… —añadió sacando su teléfono.
-¡Papá!
-¿interrumpo?... —pregunto Blaine asomándose por la puerta entreabierta.
-No… pasa «Papáblen» —dijo Noah sentándose en la cabera de su cama, «Mister Stephen Whiskers» acabo por disgustarse y saltó del regazo de su amo al «árbol rascador» que estaba enfrente.
-Blaine, lamento informate que tendremos que cancelar los planes… —dijo Kurt levantándose desde donde estaba, Noah se cruzó de brazos e hizo una mueca de disgusto con toda su cara, Blaine dio un respingo divertido al no saber qué pasaba.
-De hecho vine a decirte lo mismo…
-¿Como?... —dijeron ambos al unísono.
-Si, Lizzie llamo que viene de su cita con el doctor, que quiere pasar a «contarnos cosas»… de acuerdo a lo que ella misma dijo.
-¡Oh por dios!
-¿Esta todo bien «Papáblen? —agrego Noah levantándose del todo.
-No lo se hijo, tu hermana no dijo nada… solo que venia de la cita con el doctor...
-¡Oh por dios!.. —volvió a repetir Kurt como si esas fueran las únicas palabras que manejaba en su vocabulario.
-Estoy seguro y no será nada… además... ¿por qué nos ponemos en lo peor cuando pueden ser noticias excelentes?… como que son mellizos o algo..
-Eso sería genial… —dijo Noah sonriendo.
-Mucho… ¿que tal si vamos a la sala?, Lizzie dijo que venía en la 68, debe estar por llegar...
-Sí… —dijo Noah poniéndose los zapatos, le hizo un cariño al gato y salió de los primeros.
-¿Kurt?... —agrego Blaine al ver que su esposo no atinaba a moverse.
-No puede haber un problema, ¿verdad?... es decir, ya pasó los primeros tres meses que son clave en cualquier embarazo...
-Por supuesto que no hay ningún problema… ¿seamos positivos?... —insistió Blaine poniéndole una mano en la espalda como si quisiera empujarlo hacia adelante.
-¿Y si el bebé tiene algún problema?... los ultrasonido detectan esas cosas… ¿verdad? —añadió sin moverse.
-Por supuesto… ¿vamos?...
-...
-¿Kurt?
-Si… si… —dijo moviendo sus manos como si disipara los malos pensamientos— lo siento… —agregó haciéndole un cariño en la cara.
-No te preocupes… esa debe ser ella… —dijo al sentir el pitido del intercomunicador de la entrada.

-¿Por que no sube?... toco hace como media hora… —dijo Kurt paseándose de un lado a otro por la sala, Noah soltó una pequeña risa a la par con Blaine— vi eso… —agregó sentándose.
-Ahí viene… —dijo Blaine al escuchar las llaves en la cerradura.
-¡Familia!.... —exclamó la chica al tiempo que entraba, dejó su bolso en el recibidor y se quitó los zapatos en cuanto cruzó el umbral— ¡estúpido embarazo y su retencion de liquidos!… ¡hola!... —murmuro para si moviendo los dedos de sus pies descalzos.
-¡Estamos en la sala cariño!... —grito Kurt sentándose al lado de Blaine, tomó aire y adoptó una posición que en su cabeza parecía normal y distendida pero que a los ojos del resto era de alguien que tenía un dolor insoportable en el trasero.
-¡Aquí están!... hola… —dijo saludando con la mano— lamento venir de improviso, espero y no haber arruinado ningún plan… —agregó entrando.
-Por supuesto que no cariño, esta es y sera siempre tu casa… ademas que nunca nos devolviste las llaves… —contesto Kurt mientras caminaba hacia ella, lo mismo hicieron Blaine y Noah.
-¡Ay Papá!... nada que ver que digas algo así…¡hola! —dijo Lizzie riendo, saludo a su Papá con un abrazo, luego a Blaine, que le dijo: «estas hermosa Princesa» y por último a Noah que hizo notar lo grande que estaba su barriga— bueno son cuatro meses y medio… asumo y esta bien que parezca que me trague un melón entero… —agregó mirándose, Kurt le tocó el vientre y sonrió como si quisiera llorar.
-¿Dijiste que tuviste cita con el doctor Princesa?... —quiso saber Blaine señalando los asientos para que todos tomaran ubicación.
-Si… ¿como es posible que un doctor tenga una consulta para embarazadas en el último piso de un edificio de no se cuantos años donde el aire acondicionado funciona a medias… ¡eso era un sauna!… ¡hola! —añadió echándose viento con una mano.
-Bueno, debiste reclamar allí cariño… como ves en esta casa el ambiente es ideal—dijo Kurt sentándose donde estaba antes.
-Lo se… ¿puedo quedarme aquí los próximos cinco meses?...—pregunto como niña consentida.
-Puedes si quieres… aunque no se si James este de acuerdo… —respondió Kurt poniendo caras.
-¿Y que tiene que estar de acuerdo?, ¡yo soy la embarazada!, ¡hola!... —dijo echándose bien atrás en el sofá , luego hacia adelante y otra vez hacia atrás, como si no acabara de quedar cómoda en ninguna posicion.
-¿Que te dijo el doctor Lizzie Anderson Hummel?
-Me dijo que todo estaba bien… —Kurt soltó un suspiro de alivio, Blaine le guiño un ojo y le tomo la mano— que en dos semanas mas podre saber si es niño o niña… —su Papá sonrió entusiasmado al escuchar que lizzie ponia mas acento en lo de «niña» que en lode «niño»— que mi peso esta bien, que si tengo los pies como unos globos también esta bien… —agregó blanqueando los ojos como si dijera que para ella eso no estaba bien— y que en general esta bien todo…
-Excepto… —dijo Kurt mirándola fijo.
-Excepto que aun no he sentido como se mueve… lo vi en el ultrasonido dandose mil vueltas, escuche su corazón y todo, pero yo aun no lo siento moverse, la Mamá de James dijo que sentía como si una mariposa aleteara en mi pancita… —Noah no pudo evitarlo y se rio de buena gana— ¡«Goblin»!... —exclamó la chica también riendo.
-Lo siento Lizzie Anderson Hummel… pero es imposible que alguien note el movimiento de las alas de una mariposa dentro de la panza, morirían de asfixia allí dentro… —añadió como pensando en aquello.
-Es un decir bebé…
-Pues científicamente esta mal dicho… —insistió Noah dándose ínfulas, Kurt sonrió y le lanzo un beso.
-Continua cariño —agregó mirandos a su hija
-Bueno, el hecho es que le dije al doctor y me dijo que es normal para las primerizas, que las mujeres que han tenido como mil hijos sienten todo así… —explicó chasqueando sus dedos cuando mencionaba lo del «asi».
-Entonces no deberías preocuparte Princesa… —dijo Blaine mientras acariciaba la mano de su esposo.
-Pero me preocupo… ¿como no voy a sentir a mi propio bebé?... ¡hola!
-Lo sentirás en algún momento… tal vez haya algo que puedas hacer… —agrego Kurt pensando en alguna posibilidad.
-¡Yo se!... —exclamó Noah levantando su mano.
-¿Que vas a saber tu «Goblin»?... —dijo Lizzie riendo.
-Claro que se, en la clase de Ciencias, el Señor Christopher Ainsworth explicó que los bebés responden a estímulos exteriores pero más lo hacen cuando llega a su organismo algo que les gusta… como azúcar o algo.
-¿Eso es cierto cariño?... —quiso saber Kurt mirándolo bien sorprendido.
-Obvio… —contesto Noah encogiendo sus hombros en actitud de sabihondo.
-Vaya… ¿quieres intentarlo Princesa?
-Claro que sí… —respondió tocándose la panza, Blaine se levantó a por un dulce del envase correspondiente en una de las mesas de arrimo,.
-¡Pero no me des un caramelo cualquiera!…
-¿No?
-No… ¿no habrá por casualidad en esta casa algún «macarons» del Ladurée?, ¿uno de violetas para ser más precisa?... —dijo Lizzie poniendo cara de travesura.
-Por cierto que hay… vuelvo enseguida… —dijo Blaine partiendo a la cocina, Lizzie sonrió dando unos aplausos.
-¿Ustedes están bien?
-Lo estamos cariño… ¿donde esta James?
-En una conferencia en la universidad… —dijo blanqueando los ojos— me pidio como un millon de disculpas… —agregó enseñando su teléfono— pero igual lo hare sufrir un par de días con mi indiferencia.
-¡Cariño!…
-Es lo que haré... debió pedir permiso o reorganizar su agenda, este bebé es de los dos… —señaló tocándose la panza de nuevo— ¿y tu «Goblin»?, ¿ya escogiste la universidad?...
-NYU… obvio…
-¡Ese es mi hermanito!... cualquier cosa que pueda hacer para ayudarte lo hare… cualquier cosa que esta barriga me permita hacer por cierto…
-Gracias Lizzie Anderson Hummel.. y debes saber que estuve a punto de quedarme solo… —contó el chico moviendo sus cejas.
-Si sigues con eso te juro y me mudaré contigo a la universidad… —señaló Kurt levantando una ceja, Noah frunció su boca entre sonrisa y mueca, Lizzie río mirándolos a ambos.
-¿Alguien ordenó «macarons» de violetas?... —dijo Blaine llegando con una bandeja y un plato elegante en el centro y con los dulces ordenados como para vitrina de pastelería, traía algunas servilletas en la mano más un vaso con jugo y otros dulces por si los «macarons» no surtían efecto…
-Qué maravilla… —dijo Lizzie enderezandose— ¿esto es inmediato «Goblin»?... —dijo tomando uno de los dulces.
-No lo sé… parece que no… pero come y veremos… —respondió Noah cambiándose de lugar, se sento en la mesa de cafe y quedo frente a frente con su hermana, Kurt hizo lo propio sentándose a su lado y Blaine al otro, Lizzie se comió el «macarons» de dos mascadas y espero un rato luego de tragarlo.
-¿Y?... —dijo Noah mirándole la cara y la panza de manera alternada.
-No siento nada… —respondió saboreandose— dame otro… —agregó tomando dos de una.
-Tal vez debas esperar unos minutos cariño, si se trata de algo que debe llegar al bebé a través de la sangre, no creo y suceda de un momento otro...
-¿Que hago entonces?... —pregunto masticando su tercer «macarons»
-Esperemos Princesa…
-¿En serio?, ¿no les importa?... están vestidos como `para salir… —dijo la chica mirando a cada uno de sus padres.
-Es lo que íbamos a hacer, pero tu eres mas importante que nada… —explico Kurt acariciándole el cabello, Lizzie los miro haciendo un puchero bien acentuado, Blaine sonrió y se acomodo en el sofa como para una espera más que larga, Kurt sacó su teléfono y comenzó a revisar algunas cuitas que tenía pendientes en el teatro y Noah se excusó apropiadamente para ir a darle de comer a su gato.
-¡Oh por dios!... —exclamó Lizzie enderezandose de pronto
-¿Que?...
-¿Que cariño?... —dijo Kurt poniéndose alerta.
-¿Mi sobrino se movió?... —añadió Noah acercándose con «Mister Stephen Whiskers» en los brazos.
-Creo que sí… —respondió sonriendo y tomándose la panza con las dos manos— ¡de nuevo!... —dijo riendo con más ganas.
-¿Cómo se siente Lizzie Anderson Hummel?
-¿Como las mariposas que menciono tu suegra?... —añadió Blaine mirando ansioso.
-Un poco… pero… ¡por dios!... es más como palomitas reventándose en mi vientre… sientan… —dijo tomando la mano de Kurt y la de Blaine para ponerlas sobre su panza abultada, Noah retrocedió un poco para no ser parte de aquello.
-Cariño… —dijo Kurt queriendo llorar.
-Que maravilla… —agrego Blaine sonriendo cada vez que el bebé daba una voltereta en el vientre de su hija, miró a su esposo y le susurro «nuestro primer nieto», Kurt sonrió como respuesta murmurando un «lo se» bien lloroso.
-¿De verdad no quieres sentir «Goblin»?
-No gracias… estoy bien aquí… —dijo alejándose un poco mas con mesa y todo.

-Terminarás con una lesión cervical si sigues con eso… —dijo Blaine mientras conducía, su esposo iba en el asiento del copiloto y mantenía la cabeza girada hacia atrás al igual que casi la mitad del cuerpo, como si fuera el hombre elástico de algún circo o algo parecido.
-No sé de qué estás hablando… —respondió Kurt sentándose recto, estiro un poco el cinturón de seguridad y luego de tres segundos volvió a voltear.
-Kurt…
-¡Estoy jugando con mi hijo!… por lo tanto, debo estar pendiente del color de los autos que pasan por mi lado, porque parece que voy perdiendo… ¿verdad bebé?... —agrego mirando a Noah que permanecía atento desde su silla de seguridad.
-Si, yo he dicho más verde que tu cafe… ¡verde!... —exclamó señalando hacia afuera.
-Estoy sospechando que… me… diste el peor color cariño… —dijo Kurt mirando nuevamente hacia atrás por sobre su hombro.
-Los chicos están bien… no se si lo sabes, pero Henry ha conducido por más de cinco años…
-No se a que te refieres… —contestó moviendo los botones de la radio para disimular.
-Claro que lo sabes… por eso estás mirando cada dos segundos hacia atrás… cosa que no deberías, les dimos la dirección del restaurante, llegarán sin problemas… ¿no confias en nuestro hijo?
-Por supuesto que confío… pero están en el auto de tu hermano…
-¿Y?
-Es diferente…
-Henry ha conducido hasta camiones alto tonelaje, creo y tiene la experiencia suficiente tras el volante… —dijo Blaine tomando precauciones antes de hacer una maniobra de viraje.
-¿¡Cuando paso eso!?... —exclamo Kurt agudizando su voz.
-¿Que cosa?
-¡Lo de los camiones!…
-No se… en realidad no se si ha conducido alguno, pero es un arquitecto que trabaja en terreno, asumo que será parte de su trabajo.
-Pues esto es diferente…
-Aunque lo fuera, estoy seguro que en el lugar donde mi hermano alquiló ese auto, lo obligaron a contratar una poliza contra accidentes o algo…
-¿Por qué sigues con eso?... Cooper nos dijo que era su auto, ¿por qué no habríamos de creerle?...
-¿Por que es Cooper?... —respondió Blaine poniendo cara de fastidio.
-¡Verde!... —exclamó Noah señalando esta vez hacia adelante.
-Pues yo le creo… —dijo Kurt mirando el auto que pasaba por su lado y que efectivamente era verde aguacate— asi como tambien creo en muchas cosas… ¡cafe! —dijo señalando una SUV de aquel color que los adelantaba en al carretera, Noah fue esta vez quien se irguió un poco para corroborar si su Papá estaba en lo correcto.
-¿Como cuales?...
-¿Como cuales que?...
-Esas muchas cosas que crees…
-Bueno… de partida… creo fervientemente que todo esta bien, creo en ti y nuestra familia, en nosotros y por sobretodo creo que D&G existirá por los siglos de los siglos a pesar de sus múltiples conflictos... ¡cafe!...
-Papá, ese es verde «opscuro»… —dijo Noah riendo.
-¿En serio bebé?...
-Si… con «Desmond» lo «apvertimos»
-Bueno… será entonces….—dijo Kurt como con desconfianzas, bajo un poco el vidrio y movió el espejo de su lado para ver si veía aproximarse el «Porshe 360» de Cooper Anderson.
-Si haces eso, terminaremos en un accidente antes de llegar al «Breadstix»… se supone y soy yo el que tiene que ver bien y no tú…
-Yo te aviso cualquier cosa… —dijo Kurt haciendo un gesto de desinterés con sus manos, Blaine soltó una risa desganada como si sonriera por cumplir— ¿estas bien?... —agregó acariciándole la cara.
-Si…
-Lamento decirte que ese no sonó como un «si» convincente Blaine Anderson-Hummel…
-Lo siento… —agregó el aludido tomandole la mano, le dio un par de besos y la mantuvo con la suya por un largo rato.
-Muchas cosas salieron bien este fin de semana como para estar con esa cara… ¿quieres que las nombre para que se te suba el animo?...
-Hazlo… —dijo Blaine pasando el cambio con la mano de su esposo incluida.
-Bueno, si bien mi suegra perderá uno de sus riñones, podrá seguir viviendo con solo uno como mucha gente lo hace, segundo… nadie se dio cuenta del «c-h-u-p-o-n» este que me hiciste antes de viajar, por lo que no tuve que dar explicación alguna… —dijo deletreando «chupon» para que su hijo no entendiera de lo que estaba hablando, todo al tiempo que se miraba en el espejo la marca en su cuello y que muy bien había ocultado tras un pañuelo de diseñador, Blaine sonrió engreído— tercero, mi idea de traer esos pastelitos favoritos de tu Mamá fue muy bien recibida por ella y por todos y cuarto… creo que nunca podré olvidar la imagen de Cooper Anderson sentando en un Porsche de coleccion…
-¡Oye!... —exclamó Blaine dándole un mordisco en uno de los dedos, luego soltó una risa y señaló para virar a la derecha…
-¡Ah!, la sonrisa que amo…
-Tramposo… pero gracias… son razones muy válidas… —dijo cambiando el mordisco por un beso.
-¡Papá una persona cruzó con la luz en rojo! —advirtió Noah tomándose la cara.
-¿Estas hablando enserio bebé?
-¡Si!
-¿Donde?
-Alla… —respondió el pequeño señalando hacia atrás.
-Pero qué imprudencia más grande… ¿viste si esta bien?
-No lo se… pero no lo creo… no se debe cruzar con la luz en rojo, Lincoln Gracia siempre canta una canción al «respepsto», dice que él la inventó pero yo no sé si es verdad.
-Pues Lincoln Garcia dice muchas cosas bebé…
-¿Donde esta ese «repstaurante» bred… berdix…?
-Breadstix cariño…y ya estamos casi llegando…
-¿Es un «repstaurante» «copstoso»?... —preguntó mientras le acomodaba el copete a su dinosaurio de felpa.
-No tanto… al menos no que yo recuerde… ¿por qué estás tan obsesionado con los precios de las cosas cariño?
-¿Que es «opsesionado»?
-Que sólo preguntas sobre un tema…
-Yo no hago eso… es solo que aprendí esa palabra y la Señorita Kathryn Barret dice que hay que repetir lo que uno aprende —Blaine sonrió pasando otro cambio junto a la mano de su esposo.
-Muy buen consejo bebé… ¿te entusiasma esta salida? —quiso saber su Papá volteandose un poco para mirarlo a la cara.
-Si, pero es porque con «Desmond» tenemos hambre… ¿ustedes tiene hambre? —dijo Noah sobándose el estómago.
-Pues yo sí… —dijo Blaine levantando la mano que tenía libre.
-Y yo… —agrego Kurt haciendo lo mismo— ¿ya sabes que vas a pedir cariño?
-¿Como puedo saberlo si no he visto el menú?... —contestó el pequeño haciendo un gesto de obviedad con sus dos manos, Kurt y Blaine sonrieron al unísono— ¡ahí esta Lizzie Anderson Hummel y Henry Anderson Hummel!... —exclamó Noah al ver a sus hermanos— ¡Papá!...
-Los veo cariño… —dijo Kurt haciendo unas señas— y con el auto de una sola pieza… gracias a dios… —agregó soltando un suspiro de alivio, Blaine blanqueo los ojos como era de esperarse.

-Por dios este auto es genial… —dijo Henry tomando el volante con una sola mano.
-También lo creo, y es bien injusto que el Tío Cooper te haya dado a ti las llaves y no a mi… ¡yo tambien se conducir… ¡hola!
-Bueno yo tengo más experiencia hermanita...—agregó su hermano haciéndole unas cosquillas en el cuello.
-¿Crees que habra algun boton para que salga un arma secreta o algo?... —preguntó Lizzie abriendo la guantera.
-Es solo un auto «Rizzie» y no estamos en una película…
-Aun así… —insistió— ¡oye!, baja el techo… para que vamos al viento… —agregó queriendo presionar todos los botones de una sola vez.
-Yo no se cual boton es… así es que mejor no presiones nada… —dijo Henry quitándole la mano del tablero principal, Lizzie hizo un par de gestos de burla como cuando era niña.
- ¡Vaya con el Tío Cooper!… —exclamó sacando un sobre desde la guantera con unos cuantos dólares dentro.
-¡«Rizzie», deja eso!… —dijo Henry sintiéndose nervioso.
-¡Ay Henry!... solo estoy mirando… aquí deben haber unos cuantos miles… —añadió Lizzie contando a la rápida los billetes de 100 y de 20.
-Pues no es nuestro asunto… ponlo donde estaba… —pidió su hermano señalando el compartimento, Lizzie puso de nuevo cinco caras de burla diferente y guardó el sobre de la forma en que lo encontró.
-Eso es bien sospecho, desde cualquier punto…. me pregunto qué pensará el «Papáblen» si le contamos…
-No le digas… bien sabes que el Tío Cooper no es «santo de su devoción»… ¿que?
-Esos dichos Henry… —dijo riendo— parecen de un abuelo de 150 años … ¡hola!...
-Se lo escuche Amelia...—agrego el chico sonriendo al pensar en su novia.
-DIsculpa… ¿sales con una abuela de 150 años?... —preguntó Lizzie de lo más sarcástica.
-No responderé a eso porque no quiero…
-¿A qué crees que se deba?... —dijo Lizzie hurgando esta vez debajo de su asiento.
-¿Que cosa?
-Lo del «Papáblen» y el Tío Cooper… ¡hola!
-No lo se… pero asumo y por su diferencia de edad no se llevaron bien desde siempre…
-¿No como nosotros?... —dijo la chica haciéndole una especie de arrumaco.
-Aunque lo tomes a broma… así es… —agregó Henry adelantando un auto que parecía y se quedaría varado en medio de la carretera.
-Igual te creo que eso sucediera cuando eran niños… pero ahora que son los dos adultos, ¿no crees que es un poco…?
-¿Un poco?...
-Estúpido…
-No lo se… tal vez el «Papáblen» esta celoso del Tío Cooper…
-¿Y por qué?, él es más famoso y más talentoso… aunque tal vez sea porque el Tío Cooper es más alto o algo… —dijo Lizzie tomándose el mentón como si trata de descifrar lo indescifrable.
-Yo creo que esta celoso porque el Papá le pone demasiada atención cuando lo ve…
-¿Que?... estas loco… nada que ver…
-Bueno, es lo que creo… ¿estamos bien en la ruta?, no veo el auto de los Papás...
-Estamos bien… además esa persona amable nos dijo que el tal «Breadstix» estaba… ¡ahí van los Papás!... ¡Papá!... —exclamó Lizzie haciendo señas más que estridentes, Noah se las respondió, lo mismo que Kurt, su hijo mayor preguntó con gestos si el restaurante era aquel que se dejaba ver en la cuadra siguiente, Kurt se lo confirmó con los pulgares arriba.

-Esto sigue igual… aunque no me extraña en realidad… —dijo Kurt bajándose del auto en el estacionamiento del restaurante, se puso las manos en la cadera y miro todo como si fuera inspector de fachadas de recintos gastronómicos.
-Creo que la pintura es nueva… —añadió Blaine mientras rodeaba el auto para ayudar a Noah a descender.
-¿Y crees que eso es algo a destacar?, es lo minimo si tienes un recinto que recibe público.
-Si ibas a reclamar por todo, ¿por qué elegiste este restaurante?… pudimos quedarnos en Westerville sin problemas… listo hijo… —dijo Blaine desatando el cinturón de seguridad de la silla de Noah.
-Con «Desmond» podemos solos «Papáblen»… —advirtió el pequeño rechazando la ayuda que le ofrecía Blaine.
-Como quieras...—respondió sonriendo— alguna otra crítica al recinto… —pregunto Blaine acercándose a su esposo.
-No, además no estoy sobre criticando, solo hago notar ciertos detalles.
-Podemos ir a otro lugar si gustas… —añadió Blaine al tiempo que lo abrazaba desde atras.
-Por supuesto que no… tengo un empeño porque nuestros hijos conozcan nuestra historia y este restaurante, luzca como luzca, es parte importante de ella…
-Entonces deberíamos pasar por «Scandals»… —dijo Blaine dándole un par de besos en el cuello.
-Pervertido… —dijo Kurt sonriendo.
-Papás… ¿este es el «Breadespix»?... —preguntó Noah mirando todo.
-Este es bebé… ¿qué te parece?
-Muy grande y amarillo…
-Pues nadie lo describiría mejor cariño… —Noah sonrió sintiéndose orgulloso de su comentario.
-Ahi viene los chicos… —dijo Blaine zafandose de su esposo no sin antes darle unos cinco besos seguidos en diferentes partes del cuello, Kurt encogió un poco su hombro y sonrió enamorado.
-¡Papá!... ¡«Papáblen»!… ¡llegamos!... —exclamó Lizzie sacando medio cuerpo por la ventanilla del copiloto.
-¡Aquí estamos Lizzie Anderson Hummel!… —gritó Noah con el mismo entusiasmo, Henry aparco el auto en uno de los tantos lugares disponibles y se bajó casi a la par con su hermana, le echo un vistazo al vehículo y encendió la alarma y el seguro con las llaves.
-Papás este auto es genial… deberían tener uno ustedes… —dijo Henry acercándose a su familia.
-Bueno, tal vez tu Tío Cooper nos de la dirección de donde arrendó este, deben tener unos cuantos iguales… —dijo Blaine con displicencia, Lizzie miró a Henry y Kurt los miro a ambos— ¿entremos?
-Claro… Papá, ¿es verdad que tú y el «Papáblen» cantaron en este restaurante?...
-En más de una ocasión cariño…
-¿De verdad Papá?... —agrego Henry tomando a su hermanito en los brazos.
-¿Cantaste con el «Papáblen» acaso?
-Por supuesto bebé… pero basta de «spoilers»… hablaremos durante la cena… —dijo Kurt señalando el camino como un guía turístico lo haría.