[Resuelto](FIC) "Más jóvenes que nunca" CAP. 33 FINAL

Es mi primer fic de esta pareja, pero llevo escribiéndolo un tiempo, asique tengo varios capítulos. Espero que os guste, se aceptan críticas, ayuda, ruegos y preguntas!!
Disfrutadlo!
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Después de la emotiva despedida de Rachel en la estación se hizo el silencio en el grupo de amigos.
Nadie decía nada, comenzaron a marcharse en silencio y despidiéndose con miradas y abrazos tristes.
Kurt estaba de pie en medio de la estación mirando la vía como si el tren siguiera allí, sus ojos llenos de lágrimas expresaban tristeza y rabia, en el fondo él quería estar dirigiéndose a Nueva York.
Blaine cogió su mano y estiró para que comenzara a andar hacia el coche, sólo estaban ellos en la estación y él sabía que Kurt no lo estaba pasando bien.
Llegaron al coche y antes de sacar las llaves Kurt se tiró a los brazos de Blaine llorando.
-Shh, tranquilo tranquilo
Blaine lo cubrió con sus brazos y acarició su nuca intentando tranquilizarlo
-Por qué Blaine? Por qué debería estarlo?
Kurt se apartó de él y clavó sus ojos llenos de rabia.
-He estado años soportándolo todo, he jugado limpio, he luchado por mí y por todos los demás y me la he jugado en la actuación de NYAD…
Al decir el nombre de la universidad rompió a llorar aún más que antes.
-Eh eh…- abrazó nuevamente a su novio y besó su mejilla llena de lágrimas- lo conseguirás Kurt, si no has entrado es porque te están esperando en otro sitio que te hará más feliz.
Kurt no dijo nada, besó a Blaine en los labios y se subió en el coche.

Ya en casa de Kurt, la pareja se sentó en el sofá sin mediar palabra, esperando que alguien les diera una razón por la que sonreír. Aún quedaba un verano por delante donde habrían momentos compartidos entre los dos, donde su relación se volvería más fuerte, retos que demostrarían el amor entre ellos, pero ahora Kurt debía decidir qué hacer, si quedarse con Blaine e intentarlo el año siguiente, o perseguir su sueño en Nueva York, dejando su corazón en Lima.
Kurt se quedó dormido en el sofá con la cabeza apoyada en las piernas de Blaine. Él había pasado toda la tarde mirando a su novio dormir, mirando sus ojos cerrados donde aún había señales de los sollozos de este.
Acarició su cabeza y besó su frente e hizo ademán de levantarse para irse a casa, pero Kurt despertó y cogió su brazo impidiendo que siguiera adelante.
-No te vayas –susurró aún con los ojos medio cerrados- quédate esta noche
-Necesitas descansar cariño- Blaine se agachó a la altura de la cabeza de Kurt y lo miró directo a los ojos con una sonrisa- mañana nos veremos
-No, por favor, lo último que necesito es que tú también te vayas, quédate –acarició su cara y la acercó para besarle.
-No creo que a tu padre le guste la idea –miró a Burt que estaba sentado en el sillón mirando la televisión y que escuchaba la conversación
-A mi no me importa siempre y cuando durmáis, y digo DORMIR – Burt recalcó la última palabra y la pareja sonrió al ver su cara.

Blaine acompañó a Kurt a la habitación y mientras él hacía su lavado de cara, comenzó a buscar un pijama en los cajones.
-Tendrás que probar con alguno del año pasado, porque creo que esos te vendrán un poco grandes –dijo Kurt asomándose por la puerta del baño con la boca llena de pasta de dientes
-muy gracioso –Blaine sacó la lengua y siguió buscando- no tienes ropa vieja o qué? –refunfuñó mientras seguía sacando camisetas con las etiquetas puestas.
-Sabes que no.
Kurt salió del baño envuelto en una toalla blanca y secándose el pelo con otra. En ese momento Blaine se giró y lo miró de arriba abajo.
-Tampoco hace falta dormir con pijama, verdad?, hoy hace calor –dijo Blaine riendo mientras se acercaba a Kurt.
-Sí Blaine- Kurt colocó su mano en el pecho empujándolo hacia atrás- hay que dormir en pijama y, viendo tus intenciones, con la almohada de por medio –Kurt rió a la vez que su novio y se quedaron callados mientras se miraban a los ojos.
Blaine sintió como se hundía en los ojos de Kurt. Quería recordar ese momento toda la vida. Tenía miedo, miedo de perderlo y no poder volver a verlo, que todas las noches juntos se terminaran y…
-Blaine? –Kurt acarició su mejilla- hola?, tierra llamando a Blaine!
-huy!...yo…lo, lo siento –restregó las manos contra sus ojos y se quedó mirando sus pies.
-estás bien? –colocó su mano en su barbilla e hizo que le mirara otra vez- no estarás pensando en qué va a pasar en un futuro entre nosotros, verdad?
-Sí, lo estoy pensado, pero no quiero hablar de esto, no quiero adelantar acontecimientos, ya sabes…-se sentó en la orilla de la cama y puso la cabeza entre sus manos
-hey, no, no quiero verte así
Blaine cogió a Kurt de la cintura y lo acercó a él, apoyando su cabeza en el abdomen.
-Te quiero- susurro Kurt- te quiero aquí, en Nueva York o en Finlandia, porque sigues siendo el mismo chico que me llevó por los pasillos de su colegio la primera vez que nos vimos, y el mismo que cada vez que salimos se emborracha y hace algo fuera de lo normal. El mismo que está en mi cabeza todo el tiempo –Blaine miró en ese momento a Kurt- TODO el tiempo.
-Todo, todo?- Blaine se levantó y se acercó tanto a Kurt que pudo notar su nerviosismo- eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
-Lo sé.
Se besaron. Un beso que pareció eterno, más especial que todos los demás. Comenzaron a dar vueltas en la habitación mientras seguían besándose hasta que cayeron en la cama. Kurt hizo que la camiseta de Blaine desapareciera en un momento mientras seguían acariciándose.
Recordaron la primera vez que lo hicieron, con tanto miedo pero a la vez tanta confianza el uno con el otro, con el miedo de no estar cómodos. Y ahora habían pasado meses y se sentían mejor que nunca, los había unido, habían conseguido superar los problemas que se habían interpuesto en su relación.
Blaine respiró el perfume de la crema de Kurt, un olor muy presente en él desde que pasaba muchas noches en su casa. Acarició su pelo aún húmedo y besó su cuello bajando por todo su cuerpo.
Kurt se dejaba llevar por su novio, eran esos momentos con él los que le hacían dudar sobre qué hacer con su vida y su futuro, tenía que tomar una decisión.

CAPITULO 2


Los primeros rayos de sol se colaban por la ventana y la brisa movía las cortinas de la habitación dando la sensación de que el día había comenzado a cámara lenta.
La pareja se encontraba en la cama, uno frente a otro, respirando el aire cargado de energía y ganas de amarse toda la vida.
Kurt abrió los ojos lentamente y estudió la perfecta cara de su novio antes de que este se despertara también.
-Buenos días
Blaine bostezó y estiró sus brazos intentando llevarlos más allá de lo que sus huesos le permitían.
-Cómo estás hoy?
-Bien…bueno, mejor que bien. Hoy…hoy me apetece ser joven más que nunca
Blaine esbozó una sonrisa extrañado por la contestación de su novio y se apoyó de lado mirándolo
-Y no quieres ser joven todos los días?
-No siempre, hay veces que me gustaría ser mayor y poder controlar mi vida, que las cosas dejen de salir como la gente de 40 años mande, sabes?, que pueda yo decidir la vida de los demás y…
Un beso de Blaine calló la reflexión de Kurt.
-Eh, que te quiero.
Kurt sonrió
-Me has cortado el discurso.
-Los jóvenes no hablan, los jóvenes se besan, festejan, bailan, cantan y viven en su mundo de fantasía
Blaine se colocó encima de Kurt mientras decía esto.
-También tenemos alguna obligación…
Dijo Kurt mientras acariciaba el pecho descubierto de su novio
-Sí, los jóvenes con pareja tienen la obligación de hacerla feliz y quererla como el primer día.
-Y yo lo hago bien o…
Blaine lo besó con fuerza y ganas, como si fuera el último beso de sus vidas, haciendo que la cabeza de Kurt se hundiera en la almohada.
-Tú tienes un 10.
Bajaron a desayunar, más felices que nunca, con ganas de pasar el mejor verano de sus vidas. Ahí, en ese momento, comenzaba el verano tan deseado, lleno de decisiones que marcarían un antes y un después en sus vidas.
Bajaban las escaleras cogidos de la mano, riendo y robándose algún beso.
-Huy, hola Burt.
Blaine se separó avergonzado de Kurt, sabía lo que había dicho Burt la noche anterior y sabía más aún lo que habían hecho.
Kurt miró a su padre riendo mientras metía dos tostadas en la tostadora y abría la nevera para coger el zumo de naranja.
-Kurt, tendré que hacer una habitación de invitados para cuando venga Blaine?
La pregunta congeló el ambiente. Kurt borró la sonrisa y Blaine agachó la cabeza
Burt miraba a su hijo enfadado mientras acababa su taza de café.
-Papá, somos novios ya sabes que…
-NO!...-Burt se dio cuenta de su reacción y el respingo de Blaine en la silla- no, esta es mi casa, y me parece una falta de respeto que cuando viene Blaine tenga que ver y oír vuestras desmostr..
-Si fuera Finn no dirías eso.- sentenció Kurt vertiendo zumo en un vaso- lo hemos hablado mil veces y…
-Lo hemos hablado mil veces y lo has tomado a broma, esto no es un aviso, es una orden. Controlad vuestros impulsos o..
-O qué? Eh?, tendremos que cortar? Dejar de vernos?, papá, esto es una estupidez
Kurt quitó otra vez importancia al asunto y vió como Blaine se disponía a opinar, él no pudo evitar lanzarle una mirada cortante.
-Kurt, lo siento, pero…tu padre tiene algo de razón, es una falta de respeto, es su casa y bueno, hay veces que no nos controlamos, y en eso también me incluyo…
-Increíble!- Kurt soltó un suspiro enfadado y dejó el desayuno intacto sobre la mesa- vale Blaine, nos veremos hoy por la tarde, llevaré una camisa de fuerza así no te abrazo y una máscara así no me besas, te lo aviso para que me reconozcas.
Empujó a Blaine hasta la puerta mientras éste tragaba la tostada a duras penas y lo despidió con la mano cerrando la puerta en las narices de su novio. Subió a su habitación enfadado.
En un instante todo se había arruinado, estaba harto de tener que cuidar cómo y cuándo debía estar con su novio, lo había soportado todo, sabía que su padre aceptaba la relación y que quería lo mejor para ellos, pero hasta el punto de poder llevar a su novio a casa. Desde la primera vez que se había quedado a dormir Burt se había mostrado muy molesto con la pareja, pero sobretodo con su hijo.
Kurt no sabía por qué, con Finn no ocurría lo mismo, Burt se mostraba indiferente hacia la relación de Finchel, y eso que eran muy escandalosos y no paraban de besarse de formas muy extrañas y babosas.
Encendió el ordenador y puso música, dejó que cada palabra se metiera en su cabeza . En las canciones todo era fácil, simplemente las palabras corrían en el aire de la mano de las notas de las guitarras y los bajos.
Cayó en la cama, lo último que quería era quedarse solo en su habitación. Desde que había recibido la carta de NYADA había estado evitando el tema. Le daba miedo enfrentarse a su futuro, luchaba cada día para conseguir la actuación perfecta y seguía lo que le decía su corazón aunque nadie le apoyara.
Y ahí estaba, encontrándose con él mismo en su cama acompañado de alguna canción que no conseguía reconocer, con un padre en la sala de abajo enfadado, un novio confuso y seguramente molesto por su reacción, y con su mejor amiga en Nueva York comenzando un sueño compartido.
Nueva York. Recordó lo que sintió cuando bajó del avión, el aire de la gran ciudad le llenó los pulmones, la sensación en aquel escenario, la emoción… en ese momento recordó por qué quería conseguir llegar a Broadway, por qué le llenaban tanto los aplausos.
De eso no quedaba nada. Sólo posibilidades de conseguir un trabajo limpiando las butacas de algún gran escenario para disfrutar de él después de las actuaciones de los actores que consiguieron su sueño en el momento que tocaba.
Rompió a llorar. Cada minuto que pasaba se machacaba más con la culpa y la rabia que había en el ambiente desde que él había renunciado a su sueño.
Menos mal que tenía a Blaine. Ese pensamiento le hizo sonreír, lo tenía a pesar de sus arrebatos de enfados, a pesar de que muchas noches sólo quería ver una película, a pesar de que las últimas semanas había estado un tanto ausente por todo lo que tenía en la cabeza.
Pero Blaine estaba ahí, a su lado, a pie de cañón, se iría con él a Marte si hiciera falta y si se lo pidera. Lo quería tanto, y cada vez más.

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El fic finalizará cuando comience la temporada, lo que cuento es lo que me gustaría que pasase con la pareja en la serie. Me centro más en Kurt porque creo que son momentos muy difíciles para él sobre el futuro y la relación con Blaine, pero prometo que Blaine tendrá su GRAN protagonismo ya que lo mejor está por llegar.

Comentad tanto críticas como valoraciones o ideas!

Me encantó escribes muy bonito la relación de esta hermosa pareja y estoy de acuerdo con Kenigal de que es bueno tener un poco de Glee mientras aparece la siguiente temporada. Muero por saber más, actualiza pronto.

Saludos desde México.

me gusto mucho. me encanto como escribes de esta pareja tan hermosa.
me gusto espero que actualices pronto
adiós

Así es estoy de acuerdo escribes G-E-N-I-A-L en todo el sentido de la palabra!
Por cierto ya tienes una fiel lectora, bueno casi a veces se me cuatrapean los horarios pero si! entonces tenemos alredor de 74 días de diversión! Wii!

Me gusto mucho el Fic... espero que actualices pronto, siempre es bueno tener algo de Klaine para leer mientras esperamos estos eternos recesos, gracias por escribir!

Y aquí el tercer capítulo, muchas gracias por los comentarios!!
Estos capítulos los subo más rápido porque ya los tenía escritos, aunque intentaré seguir con este ritmo todos los días.
Un beso a todos los que me leéis!
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-Por fin has llegado!, me alegro de que no vengas con máscara…
Blaine estaba sentado en un banco cercano a la casa de Kurt esperando con una pequeña bolsita de papel. Al verlo se levantó con una gran sonrisa, como si lo de por la mañana no hubiera pasado.
-BLAINE!- Kurt corrió hacia él y le abrazó- lo siento, perdóname, hoy por la mañana no sabía lo que decía, me he puesto muy nervioso, entiendo que ya no me quieras!
-Blaine soltó una carcajada- qué dices, tonto?, te quiero aún más que ayer y menos que mañana, ya lo sabes.
Kurt le besó en la mejilla sonriente y miró la pequeña bolsa intentando descifrar qué era.
Blaine se percató y extendió la bolsa hacía él
-mmmm… pour moi?
Kurt cogió la bolsa con delicadeza y dudó en abrirla. Miró a Blaine y lo besó.
-Eh, que aún no lo has visto, y si no te gusta?
-Pues te obligaré a que me devuelvas el beso!
Kurt abrió la bolsa y sacó de ella una pequeña llave con un llavero de cuero con los nombres de los dos grabados en color plateado.
Colocó la llave delante de sus ojos y la estudió con detenimiento. Sabía lo que podía significar, pero no quería decir nada y crearse falsas ilusiones.
-Estás loco- terminó por decir Kurt- dime que es lo que creo.
Los ojos de Kurt estaban repletos de lágrimas y guardaba la llave con fuerza en su puño.
-Pues…la llave significa que vamos a pasar parte del verano en una casita cerca de aquí, para que tú puedas descansar de esa poca libertad de la que te quejas y yo pueda disfrutar de ti…
Al ver que Kurt iba a hablar le calló con el dedo índice.
-…porque…quiero que vayas a Nueva York, que persigas tu sueño, sin mi.
Al ver la cara de Kurt corrigió sus palabras.
-No, no vamos a cortar. Pero yo debo acabar este año, y tú debes seguir tu camino. Tendremos largas charlas por skype y miles de visitas, pero… me tendrás que esperar un año, vale?
Cogió su cara con las dos manos y lo besó en los labios tiernamente.
Kurt suspiró y asintió sin decir nada.
-Estás bien?
Blaine buscó en los ojos de Kurt, que no paraba de llorar, alguna señal de felicidad.
-Eres tan perfecto. Por esto. Por todo.
Kurt lo abrazó y apoyó su cabeza en el hombro, cerrando los ojos y demostrando la felicidad que sentía en ese momento.
-Espero que pienses lo mismo después de vivir juntos.
Kurt llegó a casa emocionado. Quería contarle todo a su padre, la tarde junto a Blaine, demostrar cuánto le amaba y lo seguro que estaba del pequeño paso que iban a dar.
-Estás seguro de lo que vas a hacer? Kurt, la convivencia es muy difícil...
-No piensas apoyarme, verdad?, en el fondo me lo imaginaba, pero creí que tendría por lo menos algún pequeño consejo.
Kurt estaba de pie en medio de la sala con los brazos cruzados, mirando a su padre sentado en el sofá que había interrumpido su lectura al ver los planes de la joven pareja.
-Qué te pasa?, estás a la defensiva conmigo Kurt!. Sé que estas semanas son duras para ti, son muchos cambios pero no debes echar la culpa a los de tú alrededor…
-No se trata de eso papá, todo lo que me pasa en la vida no tiene que ver con NYADA, hay más cosas que me preocupan mucho más sabes?
Kurt estaba rojo de la rabia, le temblaban las manos. Se sentó para tranquilizarse.
-Vale, entonces cuál es el GRAN problema que impide que podamos estar como antes, eh?, dímelo de una vez para saber cómo vas a reaccionar a lo que te diga!
- TÚ PAPÁ, tú eres el problema.
Los dos se quedaron en silencio. Burt miraba a su hijo con los ojos como platos. Kurt comenzó a sollozar por la situación, no quería decirlo, pero no aguantaba más la presión en su pecho por soltarlo cada vez que discutían.
-eh…no sé por qué… me dices esto
Kurt miró a su padre.
-No sé por qué últimamente estás tan sobreprotector. Papá, yo te quiero como siempre, no ha cambiado nada, soy como siempre, no me va a pasar nada porque me dejes un poco de libertad en algunas cosas.
Burt cerró los ojos y respiró hondo, intentando tranquilizarse y comprender el momento, buscando la mejor respuesta para no acabar a los gritos otra vez.
-Sí Kurt, sí que ha cambiado. Sí que HAS cambiado. Pero no lo entiendes. Te estás haciendo mayor hijo y…
Kurt resopló y puso los ojos en blanco.
-…lo ves?, evitas el problema. Sabes que dentro de poco tendrás que empezar a tomar decisiones por ti mismo, sin mi ayuda, sabes que tendrás que separarte de Blaine, de mi, de tus amigos de siempre. Comenzar una nueva vida y…sí, es verdad que estoy sobreprotector, pero es que la idea de tenerte lejos me aterra. Hemos reforzado tanto nuestra relación que no quiero que ahora se acabe todo.
-No evito el problema papá, lo peor es que lo tengo todo el día en la cabeza, no puedo disfrutar de estos días sin pensar en todo lo que tengo que hacer, no puedo mirar a Blaine sin pensar que vamos a estar separados un año, no puedo…uf…si discuto contigo es porque estoy enfadado conmigo porque te voy a dejar solo…eres muy importante para mi, y te quiero, y el hecho de que te pueda pasar algo y yo no estar aquí…
Burt abrazó a su hijo. Un abrazo de padre. En ese momento Kurt se sentía protegido, como cuando se encontraba con Blaine tumbado en algún sitio sin que nadie les juzgara, no podía salir nada mal si se encontraba entre sus brazos.

Wow, una plática profunda de padre e hijo, ya quisiera tener esa relación con mi proprio papá y hasta incluso con mi mamá. No entendí muy bien ¿Blaine consiguió una casa para que él y Kurt vivieran juntos durante el verano y luego que Kurt siguiera viviendo ahí durante todo el año esperando a su novio? ¿o qué?

Bueno de todos modos, gracias por escribir y espero la actualización.

Lo has entendido bien, pero en el próximo capítulo te quedará todo claro!, hoy lo subo!

Lo que pasa cada día hace que nuestros caminos se tambaleen, nunca sabes que puede pasar ni como va a repercutir en tu vida.

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Metió la llave en la cerradura, con cuidado, con la sensación de que cualquier movimiento brusco la rompería. Dio dos vueltas con un suave movimiento de muñecas y abrió la puerta lentamente dejando que la luz de la mañana entrara en cada rincón de la casa.
Cogió a Kurt de la cintura, empujándolo hacia delante y guiándolo hasta la sala principal.
-Ya estamos?, no he oído la cerradura ni nada, Blaine!, estoy mareado!
Kurt tenía una pañuelo de tela rojo tapando sus ojos y los brazos estirados hacia delante para evitar el tropiezo con cualquier cosa que se interpusiera en su camino. Se dejaba guiar por Blaine, confiaba en sus manos que le sujetaban fuerte por la cintura y de vez en cuando notaba sus labios firmes sobre su cuello para darle un breve descanso antes de seguir andando hacia algún lugar que desconocía.
-Siéntate aquí.
Blaine apartó unos cojines que estaban en el sofá y dejó caer a Kurt sobre él. Quitó el pañuelo y Kurt pestañeó varias veces antes de comenzar a mirar con una gran sonrisa hacia todas las partes de la sala que tenía ante sus ojos.
-Oh Blaine!
Se tiró a sus brazos, abrazándolo y comenzó a dar pequeños besos por toda la cara de su novio terminando con un largo beso en los labios.
-Te gusta?
Blaine sonreía más que nunca, miraba a Kurt mientras este inspeccionaba la casa desde el sofá. Cogió su mano y estiró hasta dejar a su novio frente a él.
-Vamos, te voy a enseñar la casa. Aún queda lo mejor.
La sala llevaba hacia la cocina. Era grande y con las paredes blancas, con una gran ventana que dejaba ver un pequeño jardín.
Salieron de allí, pasaron el recibidor y subieron al segundo piso donde había 4 puertas. Le enseñó sin darle demasiada importancia las dos habitaciones individuales y el baño.
-Y aquí…
Blaine abrió la última puerta y observó la cara de Kurt. Estaba con la boca abierta y sus ojos no paraban de moverse para todos los lados para no perder ni un solo detalle.
-Nuestro dormitorio. Aquí pasaremos los…mejores momentos.
-Me tendrás que contar cuáles son tus planes…
Besó a Blaine una vez más
-Ajá- Blaine se separó y con un gesto lo guió hacia otra puerta- mira…
La puerta daba paso al baño más grande que Kurt había visto en toda su vida. Un espejo que ocupaba casi toda la pared de la derecha y, frente a él, una bañera. Pero lo mejor no era eso…
-Eh…Blaine, dime que eso es lo que yo creo.
-El qué?-Blaine miró hacia un pequeño escalón bajo una ventana- oh…pues un elefante no es…
-Blaine, sabes que esto puede hacer que te deje y me quede con él todo el verano, verdad?
-Kurt, el jacuzzi no nos va a separar…al contrario, espero que nos una.
Blaine le guiñó un ojo y salió del baño dejando a Kurt con ganas de contestarle.

-Bueno y…no me has contado todo tu plan, ni cuándo nos van a reclamar la casa, ni cómo la has conseguido… o cuánto te va a costar tener este capricho para hacerme feliz ni-
-…cállate. –Blaine puso su dedo índice en los labios de Kurt- la casa es de mis padres, antes veníamos aquí en verano, cuando aún éramos una familia y pasábamos tiempo juntos. Luego mi hermano se mudó a Hollywood, yo salí del armario, mi padre dejó de hablarme, y mi madre intentó mantenernos unidos, fracasando, claro.
Kurt suspiró triste, bajando la cabeza
-No hace falta que me lo expliques si no quieres…
-Hey, somos novios, verdad?, lo debes saber. –Hizo una pequeña pausa, sin perder la sonrisa- le pedí a mi madre si nos la podía dejar una semana, pero ella me dio las llaves y me dijo que la podía tener un año si quisiera, o más incluso!, ellos se pasan la vida viajando y tenemos más casas donde se quedan. Esta ni siquiera la tocan.
Kurt se sorprendió y miró extrañado a Blaine.
-Definitivamente, tienes más dinero de lo que creía.
Los dos rieron.
-Mis padres han trabajado mucho para conseguirlo, aunque odie hacerle cumplidos a mi padre, se lo merece.
Kurt cogió la mano de Blaine.
-Aún no lo acepta, verdad?
Suspiró antes de contestar, intentando buscar la respuesta correcta.
-Bueno…no…no sé…me envió un mensaje para felicitarme mi pasado cumpleaños…y…
-Blaine…
-No. No lo acepta. Ni siquiera ha intentado entenderlo.
Los ojos de Blaine se cristalizaron, intentó contener las lágrimas pero fue imposible. Kurt lo abrazó por la espalda y besó su oreja.
-Ya lo entenderá… y sino…pues no estará invitado a nuestra boda.
Blaine giró la cabeza para mirarlo, aún con lágrimas en los ojos, pero sonriendo.
-Me encanta que ya estés haciendo planes de futuro, aunque quede tiempo para pensarlo, me hace creer que esto no es un error, sabes?
-Esto no es un error, nunca lo ha sido y nunca lo será. Algún día recibiré un premio a mejor actor principal y te lo dedicaré, y cuando seamos abuelitos no pararemos de hablar sobre esta casa, este verano, no pararemos de hablar de lo felices que estamos juntos…
-…y la suerte que tuvimos en encontrarnos.
Blaine estaba dentro del coche tarareando la canción que sonaba en la radio. Vio a Kurt cerrando la puerta detrás de él y llegando al coche andando con su felicidad habitual.
-No estás exitado, Blaine?- dijo Kurt ya sentado en el asiento del copiloto y colocando su mano en la pierna de su novio
-Eeeeh…ex…exitado?- notó un rayo de electricidad por toda su espalda- ppp..por qué?
-Blaine! Exitado!, feliz!- lo miró con una gran sonrisa, extrañado- te has puesto nervioso porque te he puesto la mano en la pierna? Blaine…enserio?
Arrancó el coche sin decir nada, con una media sonrisa y las mejillas encendidas.
Kurt suspiró, feliz.
-Nuestra primera compra como pareja, Blaine! Estaba deseando que llegara este día!
-No vamos a comprar eso, amor! –le arrancó una bolsa de bollos de la mano de Blaine y lo dejó en su sitio- sospecho que estas semanas me voy a poner como una vaca por tu culpa –Kurt dio dos golpecitos en el hombro enfatizando las dos últimas palabras
Blaine rió, arrugando los rabillos de sus ojos y mirando con cara de pena a su novio.
-Si estás perfecto!- Blaine lo cogió de la cintura dándole un rápido beso en la mejilla- si no llevamos esto podemos llevar…mmmm…
-EH!, VOSOTROS!
La pareja se dio vuelta, mirando a un hombre, mayor, alto y fuerte, a Kurt le recordaba a su padre físicamente.
Los dos se quedaron callados, esperando a que el hombre siguiera hablando…o gritando.
-Vuestras demostraciones de amor las hacéis en casa, no aquí!, puede haber niños!
El hombre se acercó arrastrando con él su gran cuerpo y con la cara roja.
-Exacto, puede haber niños escuchándolo a usted y sus patéticos prejuicios!
Kurt se encaró al extraño mientras Blaine se preparaba para interponerse si el asunto se ponía más grave.
-La gente como vosotros no debería existir!, la sociedad se va a la mierda por vuestra culpa!
-Eh, deje de darnos discursos moralistas, ni siquiera nos conoce, déjenos en paz, vamos Blaine.
Kurt cogió la mano de Blaine llevándolo de la escena mientras él lo miraba a los ojos lleno de rabia.
-SOIS UNAS NIÑAS!, vuestros padres no os podrán mirar ni a la cara!
-Menudo imbécil.- Blaine entró en el coche y miró el volante esperando alguna señal para arrancar e intentando evitar el pensamiento de volver y pegarle un puñetazo en la cara.- menudo día para ser nuestra primera compra de pareja.
Kurt cerró la puerta con fuerza y se quedó callado. Apretaba la mandíbula y los puños apoyados en las piernas.
-Cuándo va a acabar esto?
Lo susurró, aguantando las ganas de gritar, de llorar, de romper algo.
-Oh, Kurt, tranquilo…
-NO BLAINE!, NO!
Levantó la cabeza y lo miró con los ojos completamente hinchados.
-CUANDO VA A ACABAR, EH?, vamos a estar toda la vida cuidando lo que hacemos por la calle? Solo podré besarte en casa?, EH?!
Blaine respiró y cogió la mano de Kurt, acariciándolo.
-No Kurt, porque en Nueva York no hace falta esconder nuestros sentimientos.
-Pero para eso falta tiempo Blaine, hasta ese momento moriremos a manos de algún extremista loco que nos tendrá miedo por no tener la misma condición sexual y…
-No. No falta tiempo. Dentro de muy poco todo esto se arreglará.
-Es una promesa?
-Es una promesa.

me encanto el capitulo, por fin estarán viviendo juntos, no sera sencillo seguramente, pero se tienen el uno al otro, espero que eso baste para que todo este bien. Gracias por escribir, y espero que actualices pronto :)

a mí también me dieron ganas de darle a ese señor una buena sarandeada y luego un buen puñetazo en la boca y luego..... y luego, ya me calmo mejor jaja

Qué ternura, vivir juntos y para cuando se muden a Nueva York y después de graduarse de la universidad puedan casarse y sin tener ningún problema en cuanto a la convivencia como lo tuvieron Finn y Rachel.

Ya me he convertido en tu fan, espero ansiosa el siguiente capítulo.

No creí que este capítulo me quedaría tan largo, asi que lo divido en dos y son el 5 y el 6. Doble ración de Klaine!.
Tocaba dar un poquito de información sobre los padres de Blaine, que en la serie ni se les ve el pelo. Quiero que veáis como yo la relación de Kurt y Blaine, creo que la acerco bastante a la serie (aunque casi no se les vea juntos)
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"Si no aceptan cómo eres, busca a alguien con quien compartir ese sentimiento"


La casa estaba en completo silencio. Cada habitación tenía el ambiente cálido del verano, las ventanas dejaban entrar la luz necesaria para que la casa tomara la forma de un hogar. Un hogar donde sus dos únicos habitantes estaban durmiendo plácidamente en el sofá. Estirados por completo y muy juntos. Blaine cogido de la cintura de Kurt para no caerse mientras sentía la respiración lenta de su novio en el cuello.
En la calle ni un solo ruido. El tiempo se había parado para ellos. Estaban solos y seguros. Habían olvidado todos los problemas que habían aparecido en su camino días antes, estaban felices de poder comenzar esta nueva etapa juntos, haciendo frente a lo que les había convertido en pesadilla sus vidas.
Después de la tormenta llega la calma. Pero a veces la tormenta tarda mucho en cesar.
Un golpe. Seguido de una queja que para enseguida y se convierte en ronquidos. Kurt abre los ojos de repente y ve a su novio tirado en el suelo. Sonríe. Blaine duerme como un tronco. Suena el teléfono. Genial, ya no podrá conciliar el sueño otra vez.
Se levanta dando tumbos y saltando a su novio que sigue en el suelo babeando. Alcanza el teléfono y lo pone en su oreja.
-SS..sí?- ahoga un bostezo- hola?
-Blaine?
La voz de una mujer desconocida para Kurt se oye del otro lado de la línea.
-No, no, soy Kurt, Kurt Hummel.-se hace el silencio un minuto- Blaine está durmiendo ahora, de parte de quién?
-Oh…dile que ha llamado su madre, que por favor me llame. Encantada de conocerte por fin, Kurt. Blaine me ha hablado mucho de ti.


Kurt se encuentra sentado en la mesa de la cocina, escribiendo lo que faltaba por comprar cuando ve a Blaine asomarse por la puerta con cara de dormido y los ojos entrecerrados.
-Uf…hola, cuánto llevo dormido?, por qué no me has despertado?
Blaine se acerca a su novio y besa su mejilla.
-Porque parecías un niño…un niño tranquilo!, increíble, no?- Kurt se ríe y le guiña un ojo.
-JA-JA, tú no eres el más tranquilo del mundo, lo sabes, verdad?, o tengo que recordarte el concierto que me diste ayer por la noche saltando en la cama al ritmo de una canción que, definitivamente, te estabas inventando?
Se rieron al recordar la situación y Kurt le sacó la lengua.
Blaine miró por encima del hombro de Kurt lo que escribía.
-Hey, qué es todo eso?, me estás preparando una súper cena romántica, o qué?
Blaine leyó los productos que iba escribiendo Kurt en la lista.
-Eehm…no exactamente.
-Entonces?
Levantó una ceja mientras abría la nevera para coger algo que engullir.
-Hoy ha llamado…ehm…
Kurt no sabía cómo decirlo, se iba a enfadar por no consultarlo antes con él.
-Kurt?, quién ha llamado, cariño?
Kurt suspiró, no podía callarse siempre, al fin y al cabo…
-Ha llamado tu madre hoy. Mientras dormías.
Blaine se quedó quieto un minuto sin quitar la vista de la nevera y tragó saliva.
Kurt se apresuró a acercarse a él.
-Lo siento, no quise invitarlos a cenar sin consultarte, pero fue tan convincente!, era la primera vez que hablábamos y…ya sabes…quiero caerles bien.
Blaine se giró para mirarle a los ojos. Increíble. No estaba enfadado.
-Hey, tranquilo. Todo va a estar bien porque estamos juntos, verdad?
Kurt sonrió y Blaine acarició su brazo. Había aprendido que, si estaban juntos, por muy mal que las cosas fueran, estarían bien. Pero, en el fondo, la preocupación se apoderaba de él. Su madre no era el problema.
-Mi…mi padre también vendrá, verdad?-Blaine miró sus pies mientras preguntaba
-Sss…sí, pero tranquilo, intentaré no darle razones para discutir, vale?. Me vestiré más “normal” si quieres y probaré a bajar mi tono de voz, si quieres cambiamos algunas decoraciones y quito todas las cremas del lavamanos y….
-NO.- Blaine calló a su novio con la mirada- no vamos a cambiar nada. Ni de la casa, ni de nosotros. Es hora de que me acepte, y a ti también…sobre todo a ti, está claro?
Kurt asintió.
-Te quiero así, Kurt, con tu ropa, con tus cremas, y con tu magnífica voz.
Kurt lo besó, no podía resistir quererlo tanto. No había razones para separarse de él, nunca.

Blaine no paraba de dar vueltas por toda la casa, parándose delante de cada espejo para arreglarse cualquier desperfecto que podía llegar a haber. La pareja no se había vestido formal, querían sentirse cómodos. Blaine llevaba una camisa de color azul oscuro un unos pantalones claros (remangados en los tobillos, como siempre) en su cuello un corbatín, regalo de Kurt.
Kurt vestía un vaquero oscuro, una camiseta blanca y un chaleco negro encima, una ropa que adoraba Blaine.
Estaba sentado en el sofá, mirando la nada, pensando en las diferentes reacciones de los padres de Blaine ante la pareja, de qué podrían hablar…
-Kurt.
Blaine se sentó a su lado cogiendo la mano de éste. Lo miró a los ojos.
-Si salimos vivos de esto, será la prueba definitiva de que debemos estar juntos toda la vida.
Kurt se rió, no hacía falta una cena para saberlo.
-Ehmm…nunca te he hablado de mi madre y creo que es el momento de hacerlo…
-Creí que tu madre era una mujer normal…por el teléfono parecía…-vió la expresión de Blaine-Si, bueno, quedan 10 minutos para que aparezcan por esa puerta, información general. Rápido.
-Es…muy, muy, muy obsesiva. MUCHO.
-Ahora entiendo tus ganas de ordenar todo perfectamente hoy…creí que solo eran nervios.
-Una mezcla de las dos cosas. Enserio, no le des importancia si hace algún comentario sobre la cena, o tu pelo, o sobretodo, mi pelo. Estoy acostumbrado, no te molestes en decirle nada.
Kurt dudó un momento.
-Significa que voy a estar toda la noche soportando comentarios de mala gana de parte de tu madre?
-No, también de mi padre.
-Definitivamente, si salimos de esta, estamos destinados a estar juntos.

Suena el timbre una vez, no se oye nada al otro lado de la puerta, solo un ligero carraspeo. Se miran con preocupación y van hasta la puerta. Antes de abrir Kurt susurra “todo va a estar bien, estamos juntos en esto” acompañado de un pequeño beso. Blaine sonríe e intenta relajarse. Ambos toman aire y abren la puerta.
Allí se encuentran los padres de Blaine. Kurt los mira fascinado. Guapísimos. Como su hermano. Como Blaine. Es una familia realmente bella, piensa.
Su madre entra primera, seguida de su marido, los dos son altos, algo que no consigue entender debido a la altura de su novio.
La madre de Blaine abraza a su hijo nada más entrar en la casa.
-Blaine!, hijo!- Lo coge de los hombros para verlo mejor- estás muy guapo cariño, aunque ese pelo…bueno, ya sabes lo que pienso.
Blaine respiró para controlar los nervios
-Mamá, tanta gomina me estaba arruinando el pelo, además, Kurt hizo un buen trabajo cortándomelo.
Blaine le sonrió a su novio, que hasta ese momento estaba viendo la escena callado, limitándose a sonreir.
Blaine miró a su padre, que estaba detrás de ellos absolutamente serio y sin decir nada.
-Papá, este es…Kurt Hummel.
Empujó a Kurt suavemente apoyando su mano en la cintura para acercarlo a su padre.
-Encantado de conocerle, Sr. Anderson.
Le estrechó la mano cortésmente y se alejó notando el calor en sus mejillas. El padre de Blaine hizo un gesto con la cabeza, con una media ¿sonrisa? Mientras le estrechaba la mano.
-Encantado, Kurt.
Blaine respiró tranquilo al ver que la situación iba bien. Kurt enseguida se amoldó a la madre de Blaine y comenzó a enseñarle la casa, acompañado por su novio y el Sr. Anderson.
Cuando la cena estuvo preparada los cuatro se sentaron en la mesa. La pareja tenía miedo, era el momento de mantener una conversación con ellos. La primera conversación.

que nervios, pobre Kurt debe estar intentando que todo salga bien, y Blaine intentando que Kurt no se sienta incomodo...espero que puedan sobrellevar esto...

Oye, ¿cómo puedes dejarlo así? Bueno espero que actualices pronto porque ya me tienes muy en suspenso con la cena con los padres de Blaine pero de todos modos está genial tu fic.

Saludos desde México.

hola =) acabo de encontrar la historia y estoy fascinada me encanta la idea que salgan los papas de blaine, ya que como dices nunca son tomados en cuenta y que aparescan me gusta mucho ademas con lo sangrones que son , es una gran prueba para los dos... soy tu lectora y espero la continuacion... saludos=))

Y aquí...la esperada cena!, disfrutadlo tanto como yo escribiendo!...y muchas gracias por comentar!
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CAPÍTULO 6
La cena había comenzado bastante bien, Blaine comenzó a relajarse al ver que su padre no hablaba y Kurt llevaba muy bien la relación con la madre, que estaba encantada con la casa y las historias de éste.

-Y dime Kurt, cómo has acabado el curso?, el próximo año ya toca…
Comenzó la madre, que fue cortada por Blaine.
-Kurt ya ha acabado mamá, tiene un año más que yo.
-Oh…-miró desconcertada a su hijo- no me lo habías dicho.
-Sí mamá…sí que te lo dije…
-Yo creo que n…
Antes de que comenzara una discusión Kurt comenzó a hablar por encima de ellos.
-Bueno, no aceptaron mi solicitud que hice a NYADA y estoy viendo opciones para el nuevo curso.
-Y qué opciones son?
El Sr. Anderson, que hasta ese momento no había dicho nada, levantó la cabeza y lo miró con interés, dejando que la pregunta se clavara en los oídos de Kurt, que se puso nervioso enseguida. Solo tenía dos opciones, y no eran ni siquiera claras.
-Bueno…-tragó saliva intentando tranquilizarse ante la mirada atenta del hombre- ehm…yo, tengo dos opciones…o…o quedarme aquí con Blaine y preparar otra vez la solicitud de NYADA, para entrar juntos el año que viene –miró a Blaine, que le sonrió, tranquilizándolo- o ir a Nueva York a probar suerte en…no sé, no estoy seguro.
-No se ven seguras ninguna de las dos opciones, en realidad –sentenció la madre- aunque te queda poco más de un mes para decidirte.
Kurt notó presión en el pecho, como si todo el tiempo se le echara encima.
-Y dime, sólo quieres dedicarte al teatro o tienes otras aficiones?- se interesó la madre, una pregunta que le gustó a la pareja, ya que se veía sincera.
Blaine esperó ansioso la respuesta, no habían hablado aún de otras opciones que no fueran Broadway y NYADA.
-La verdad es que he estado pensando averiguar sobre algún taller de moda o…-Kurt se avergonzó, nunca lo había dicho en voz alta- es algo que realmente me gusta y también lo puedo unir al teatro y la escenografía.
-Eso es genial, Kurt!- expresó Blaine, cogiendo su mano y sonriendo- se le da muy bien la moda, enserio!, es capaz de hacer cualquier cosa que le pidas.
Kurt se sonrojó aún más y le agradeció con la mirada las palabras.
-Te sorprendes?- preguntó su padre, callando el énfasis del momento- no sabías esa decisión, Blaine?
-Mmmm… bueno, no se lo había dicho porque no estaba seguro…
-pero lo normal en una pareja es que se hablen estas cosas, no?- le cortó el Sr. Anderson- de cualquier manera, yo creo que tendrías un futuro en el mundo de la moda, ya sabes, por tu situación.
Kurt y Blaine se miraron sin entender demasiado lo que quería decir.
-Disculpe, no…no lo he entendido, qué situación?- Kurt esperaba alguna respuesta…diferente a la que iba a obtener.
-Bueno, como bien sabrás, casi todos los diseñadores son homosexuales- el Sr. Anderson rió- no es ningún secreto, ya tienes un punto para entrar en el mudillo de la moda.
-Si entro en el “mundillo” será por mis diseños, yo no voy gritando por ahí mi opción sexual.
Kurt se puso serio. No soportaba lo que decía el padre de Blaine.
Blaine apoyó su mano en la pierna de Kurt, intentando tranquilizarlo.
-Pero tengo entendido que en el colegio todos lo sabían, y te cambiaste a Dalton por eso, verdad?. Hay veces que cuando miras a la gente ya sabes cómo son y otras –miró a su hijo con cara de desaprobación- simplemente te sorprenden.
-Basta ya, papá –susurró Blaine, sin levantar la mirada del plato.
La madre de Blaine tampoco decía nada. Desde que su hijo lo había dicho en casa todo se había vuelto tenso, y ella no podía decir nada, no podía ponerse en contra de su marido, pero tampoco le llevaba la razón, la felicidad de su hijo era lo que más quería en el mundo.
-Blaine, no te enfades, pero es verdad. Decirlo solo os trae problemas.
-Y no decirlo habría hecho que terminara colgado de alguna columna, odiándome a mí mismo!
Gritó Blaine, enfadado. Kurt recordó a Karofsky, que explotó internamente por no aceptar lo que era y por el maltrato de los demás, huyendo en vez de aceptarlo como habían hecho ellos.
Sus padres no dijeron nada. Durante un rato se escuchaban solo los tenedores chocando con los platos.
-Tenéis la casa muy bonita- empezó la madre de Blaine, rompiendo el silencio- le habéis dado un ambiente a hogar muy agradable.
-Gracias- respondió Kurt amablemente- la verdad es que la casa en sí es preciosa.
La madre asintió con una sonrisa.
-Y por qué habéis decidido veniros aquí?, Kurt, no pasas las vacaciones con tus padres?- comenzó el Sr. Anderson, todos se tensaron preparándose a lo que podría pasar después.
-Queríamos pasar más tiempo juntos antes de que Kurt se vaya a Nueva York, ya que es lo más posible.-explicó Blaine, cargándose de paciencia
-Ha sido un detalle muy bonito por parte de Blaine- agregó, sonriéndole- dentro de unas semanas mi padre tiene un viaje planeado, pero aún no sé nada, pero está claro que pasaré ese viaje con ellos, y Blaine supongo que se irá con vosotros, no?
-Blaine cambió su expresión- aún no sé que haré.
-Hijo, me gustaría que vinieras a la comida que organizaremos por el cumpleaños de tu hermano- dijo su madre- ya sabes que todos los años preguntan por ti.
-…cosa que no debería pasar, ya que es tu hermano, y es su cumpleaños y…-comenzó su padre.
-Y es una fiesta donde cada uno de los invitados se encarga de echarme en cara lo que me debería parecer a él y tus amigos me recuerdan que tienen hijas guapísimas que están dispuestas a hacerme cambiar de opinión…tengo que recordarte lo que pasó la última fiesta, papi?- se burló Blaine con cara de pocos amigos.
-No, no hace falta recordar nada.-dijo su madre evitando otra discusión.
Kurt se levantó de repente y comenzó a recoger el postre.

Después de la interminable cena se sentaron a conversar en la sala. De la experiencia en Dalton, el último año de Blaine, el club Glee, el último premio conseguido por fin…
La velada acabó sin incidentes, pero con miradas entre Blaine y su padre capaces de matar cualquier persona que se interpusiera entre ellos.
Despidieron al matrimonio en la puerta. A Kurt le agradó la madre de Blaine y se quedó conversando con ella mientras su padre entraba en el coche.
-Cuídalo, Kurt, te quiere muchísimo, me lo ha dicho y se puede ver cada vez que hablas y sonríes. Estoy muy contenta de que estéis juntos.-la señora Anderson abrazó a Kurt, que le correspondió el abrazo muy contento- intenta convencerlo para que vaya al cumpleaños, me haría mucha ilusión.
-Tranquila, irá, lo hará por usted y su hermano- prometió Kurt.
-Y disculpa a mi marido, es imposible razonar con él.
Blaine y Kurt se despidieron con la mano de la mujer y entraron en casa.
-Hemos sobrevivido.-susurró Kurt.
-Lo nuestro es para siempre.-contestó Blaine, besando lentamente a Kurt y cogiéndolo por la cintura.
-Estoy completamente seguro de que sí.

Uy, la tensión se podía cortar con un cuchillo, siempre me ha caído mal el papá de Blaine aún cuando no lo conozco ni de cara pero desde que Blaine habló de su relación me ha dado mala espina.

Está genial, espero el siguiente capítulo, Bye.

Hola hola!, siempre he dicho que soy mi peor crítica, pero sinceramente, estoy días estoy absolutamente bloqueada con esta historia porque no quiero entrar en monotonías y además tengo en mente otro fic y...el final de este ya lo sé, aunque tienen que pasar muchas cosas, el final es realmente...WOW!, cuando se me ocurrió me sorprendí conmigo misma!.
No estoy muy orgullosa de este capítulo ya que, como os digo, estaba un poco en blanco, pero he intentado escribirlo lo mejor posible.
Muchas gracias por los comentarios!
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"Dicen que cuando no usas la cordura por completo, llegas a ser mucho más sensato."


Como cualquier otra mañana, Kurt se encontraba sentado en el sofá pasando canales de televisión buscando algo lo suficientemente bueno para ver. Estaba aburrido, los días en verano tienden a volverse monótonos cuando todo lo que esperabas de las vacaciones ya se había cumplido. Y en este caso, sus vacaciones eran mucho más de lo que esperaba.
Se levantó y encendió la radio. Al oír la canción comenzó a bailar por la habitación, despreocupándose de si las ventanas estaban abiertas y lo veían, o si lo hacía mal. Estaba tranquilo con él mismo, estaba feliz como nunca lo había estado.
Escuchó la puerta principal cerrarse y vio a Blaine asomarse por la puerta de la sala.
-Hola cariño!
Blaine iba con su camiseta blanca de tirantes, la que utilizaba para hacer deporte, y un pantalón gris. Tenía un gesto completamente cansado, se había ido pronto para ir a correr, llegar al gimnasio y seguir con el plan de todas las mañanas.
-Uuh, te ves cansado- dijo Kurt, ayudándolo a dejar la bolsa a un lado
-Sí…hoy hace muchísimo calor y he corrido más de lo que tenía planeado- contestó él, mientras buscaba su botella de agua en la bolsa- me voy a la ducha y bajo, vale? Si quieres hoy cocino yo.
-Vale-Kurt le sonrió- pero tú descansa, que hoy por la noche tenemos la fiesta de Rachel –miró a Blaine mientras quitaba las cosas de la bolsa- lo recordabas, verdad?
-Blaine se rió- no, en realidad no…
-Te apetece ir?, si quieres me invento alguna excusa y nos quedamos…-opinó Kurt, que en el fondo quería ir.
-Qué? No no no no- Blaine miró a su novio sonriendo- tú querías ir, verdad?, me lo dijiste ayer y…antes de ayer y…estoy seguro de que me lo llevas repitiendo más de un mes, vamos a ir, y lo vamos a pasar muy bien –cogió a Kurt de la cintura, acercándose- vamos a bailar y quién sabe, a lo mejor me pongo tan borracho que tenemos otra anécdota que contar!
-Qué te queda por hacer?, la primera vez dudaste si eras gay, la segunda hubo un intento de violación por tu parte, nos enfadamos…-Kurt pensó- a lo mejor hoy nos vamos a las Vegas a casarnos o qué se yo!
Los dos rieron
-Bueno, casarnos no sería lo peor que podría pasar, en realidad, sería bonito –susurró Blaine, besándolo.
-No, no si estás borracho, ya lo sabes.- Lo apartó empujando suavemente sus hombros- vete a duchar, que me has pegado toda tu sesión de deporte!
-Deporte, eso que tú no haces pero te ves genial y yo si no hago me sale barriga y me pongo horrible –recordó Blaine, mirando a su novio de arriba abajo.
-Hay poca gente perfecta, Blaine, y yo tengo el don de serlo.

Los dos se encontraban en el coche cogiendo todo lo necesario para pasar la noche. Rachel había vuelto de Nueva York unos días para cuidar la casa de sus padres, que no iban a estar, y de paso, coger algunas cosas que había dejado y debía llevarse. Los chicos dormirían allí así ninguno tendría que preocuparse de cuidar de nadie o de beber más o menos.
Kurt estaba completamente emocionado con la fiesta ya que era una especie de bienvenida a las vacaciones. Lo que no había dicho a nadie es que esa noche sí que iba a beber. En las últimas fiestas se había negado para cuidar de Blaine y poder llevarlo a casa sano y salvo, pero en esta ocasión quería disfrutar de la noche, de sus amigos, de su novio, al fin y al cabo, quería disfrutar de esas cosas que te brindan la juventud, y esa noche era la perfecta.
Al contrario de Blaine, que no se sentía muy animado, en realidad, desde que llegó la invitación no estaba convencido. El problema no era otro que estarían allí todos, hablando de su futuro, Rachel comiendo la cabeza de Kurt para que se mudara a Nueva York. Además, la tensión de la ruptura con Finn estaría presente. Al fin y al cabo, no estaba convencido de que esa noche sería la perfecta.
Y ahí estaba la pareja, a punto de resolver la gran duda de cómo sería la noche, con ánimos absolutamente opuestos, uno lleno de optimismo y otro con ganas de volver a casa y simplemente dejar de escuchar los temas de conversación de siempre.
Rachel les recibió con una sonrisa de oreja a oreja y los llevó a la misma sala donde se había celebrado la última fiesta.
-POR FIN!
Puck se puso de pie y les aplaudió cuando los vio aparecer por la escalera
-Culpa de Blaine!, hoy está un poco perezoso.-se excusó Kurt
Estaban todos menos Finn. Ninguno había partido hacia sus universidades aún.
-Chicos!, estoy muy contenta de que podamos estar juntos antes de que todos partamos hacia nuestras respectivas ciudades y universidades –comenzó a hablar Rachel, levantándose entre los invitados y elevando el tono de voz- como ya sabéis, esto no es el final de nada, sino el comienzo de algo mucho mejor. Hemos conseguido llegar hasta lo más alto, empezando por el subsuelo-
Todos se miraban, ninguno quería una charla, ya bastantes cosas tenían en la cabeza, solo querían disfrutar de la noche.
-Rachel- comenzó Kurt tirándola del brazo para que se sentara- déjalo, todos sabemos lo que hemos pasado, y lo importante que han sido estos años, y las amistades que salen de aquí pero…hoy solo queremos celebrar todo lo que hemos conseguido- se levantó de un salto cogiendo una cerveza y abriéndola torpemente- QUE COMIENCE LA FIESTA!
Bebió un trago largo, atragantándose. Los demás dudaron si seguirlo pero enseguida comenzó a sonar la música y poco a poco se comenzó a animar.
A las tres horas todo se comenzó a poner patas arriba. Kurt iba saltando de un lado a otro, gritando las canciones y cogiendo toda la tela que veía suelta para llevársela a la cabeza y hacer un nuevo vestuario. Blaine no paraba de reírse de su novio desde un sofá, todo le daba vueltas y de repente estaba feliz.
Rachel llevaba un rato llorando en una esquina con una foto de Finn en la mano repitiendo que iba a hacerse pasar por chico para entrar en el ejército, buscarlo y volver con él.
En un momento determinado todos comenzaron a calmarse, a tirarse en el primer lugar medianamente cómodo y a relajarse del momento de éxtasis que habían vivido.
Todos menos uno; Kurt.
Él seguía dando tumbos por toda la casa, escondiendo objetos, haciendo bromas sin sentido y bebiendo.
-Kurt, ya está. No bebas más.-consiguió vocalizar Blaine mientras le quitaba un vaso de la mano a su novio- ven, ven a sentarte conmigo.
Los dos fueron dándose empujones hasta el sofá, donde cayeron abatidos y con la habitación dando vueltas.
Se quedaron dormidos. No sabían la hora exacta, pero se despertaron poco después creyendo que habían pasado horas.
-Blaine…Blaine...-Kurt movía el brazo de su novio susurrando su nombre- Blaine!
-Dime…-Blaine estaba completamente dormido y no podía decir dos palabras seguidas- …cariño.
-Me hago pis.
Blaine se giró para mirarlo, con una media sonrisa en la cara y los ojos entrecerrados.
-Me has despertado para decirme que te haces pis?
-He intentado subir las escaleras, pero…estoy demasiado mareado y no puedo –explicó Kurt, sin poder apoyarse en ningún sitio sin casi caerse- acompáñame.
Blaine lo ayudó a llegar hasta arriba y lo acompañó hasta la puerta porque Kurt estaba convencido de que había alguna clase de monstruo esperando para atacarlo.
Antes de entrar en el baño se giró de golpe (haciendo que Blaine se sobresaltara) y lo apuntó con el dedo;
-Ni se te ocurra entrar eh!, la intimidad del baño es lo MÁS importante en una pareja.
Ordenó, dando voces y moviendo el dedo de un lado a otro mientras Blaine lo seguía riéndose.

Después de diez minutos Blaine se asomó por la puerta porque no oía nada y estaba seguro de que Kurt estaba haciendo alguna tontería en el baño o se había quedado dormido mientras hacía pis.
-Hey, Kurt, va todo bie…-Blaine lo miró de arriba abajo extrañado- qué haces?
-No puedo abrochar mi pantalón, llevo aquí muchísimo tiempo- contestó Kurt, intentando acertar dónde poner el botón.

Blaine lo intentó ayudar pero lo único que consiguieron fue darse un par de golpes contra el mobiliario del baño y terminar en la habitación de invitados haciendo su propia fiesta.
A la mañana siguiente se despertaron con un dolor de cabeza insoportable, no recordaban nada, y Kurt no paraba de repetirse lo inmaduro que había sido y lo mal que se sentía por no recordar nada.
-Blaine, nunca más. NUNCA MÁS. Aquí comienza mi abstinencia al alcohol –susurraba Kurt tumbado en la cama, cogiéndose la cabeza con las dos manos.
Blaine, tumbado a su lado, no podía parar de pensar en las palabras de Kurt estando borracho.
-Blaine…Blaine!, estás bien, amor? –preguntó Kurt, preocupado por la ausencia de Blaine en la conversación que llevaba él solo hacía 10 minutos.
-Si si…todo va bien, o eso creo.

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UIUIUIUIUI!, que pasará??, qué habrá dicho Kurt estando bajo los efectos del alcohol???? tchantchantchaaaaaaan!

Mañana siguiente capítulo!
Muchos besooos queridos lectores!