FIC Brittana - More Than Words cap. 23 (act. 21/01/15)

LEAN TODO


¡hola! Soy yo de nuevo, vengo con un nuevo fic, estoy escribiendo "Mas que mi mejor amiga" otro fic, les dejare el link abajo si quieren leerlo, la cuestión es que vengo con uno nuevo, quería hacer una adaptacion de BD (Beautiful Disaster) es mas, casi comienza igual, pero como vi que ya lo habían echo me desvié y estoy empezando otra historia desde ahí, bueno, no tengo sinopsis porque soy muy mala resumiendoxD en el otro fic que hago dije lo mismo, la cuestion es que les dejo el primer capitulo y ustedes me dan su opinion en los comentarios, espero que les guste, aun que sea solo un poco :c






CAPITULO 1



Que incomodo es todo cuando eres nueva en la universidad, cuesta mucho que la gente se acerque a hablarte, o incluso ser popular; Lo único bueno de esto es mi mejor amiga Rachel, no sé cómo conseguí simplemente que viajara conmigo a California, Berkeley es una de las universidades más cotizadas de aquí, lo más incómodo es que es mixta y eso representa que hay personas del sexo opuesto, hay gente que solo viene para divertirse, ya que por el día todos estudian y van con gafas intelectuales por los pasillos, y por la noche no recuerdan donde dejaron su ropa interior.

-Estoy muy nerviosa López - Dijo Rach apretando con fuerza mi mano y hundiendo los dedos en esta.

-¿Quién es tu compañera de habitación? - Agarro su papel casi arrugándolo de los nervios.

-Quinn, Quinn Fabray. - Inhalo y soltó el aire por su enorme nariz. -¡No sé quién es! -

-Normal Rach, somos nuevas. - Una sarcástica sonrisa se dibujó por mis labios.

-¿Y tú? - Dijo secamente.

-Mercedes, Mercedes Jones. - me encogí de hombros Soplé haciendo notar mi disgusto -¿Por qué nunca nos ponen juntas en ningún sitio? -
-Nos asquean López. - Se echó a reír.

Sonó un timbre espantoso, e hizo que Rach y yo tapáramos nuestros oídos en media milésima.

-¿Qué es ese estruendo? -

Fruncí el ceño y una ola de personas hizo que los pasillos parecieran mercadillos a un dólar, había perdido por completo de vista a Rachel, había desaparecido en esa estampida de personas.

-¡Rachel! - Grité mirando a varios lados y mi teléfono vibro.

"López, te he perdido de vista; espera a que esto se calmé y te iré a buscar".

Fruncí el ceño al leer el mensaje y fui directa a mi habitación con mis maletas, cuando me tropecé y caí sobre una chica de ojos achinados rodeada de unas cuantas.

-¡Discúlpame! -

Aquel grupo se reía y me miraban orgullosas -Eh Pierce, una nueva. -
Agarré los papeles y la rubia del medio me ayudo a levantarme jalando mi muñeca -La próxima vez mira donde pones los pies. ¿Tu nombre es? - Dijo Tronando sus dedos un par de veces.

- Santana López, pero llámame López. - Dije sacudiendo mi falda.

-Tienes un bonito trasero, a ver si te dejas verlo más a menudo.

Me guiño un ojo y Rach apareció por detrás como una psicópata -

¡Santana! ¡No te encontraba! - Corrió hacia mí jalando mi brazo y tirando de él.

-¿Quién es esa? - me encogí de hombros e hice una mueca.

Ella coloco su codo en postura para agarrar su brazo y fuimos hacia las habitaciones.

-López, esta es mi parada. -Dijo parando su maleta amarilla y colocando bien su gorro de lana naranja -.

-La mía es tres pisos más arriba. -Alcé mis manos y las dejé caer en mis muslos. - Si necesitas algo, solo avísame. - Acaricie su mejilla y me despedí con un beso en la misma.

Subí muerta de sed sin apenas aliento, las maletas gigantes no dejaban que caminara bien y no me permitían subir bien las escaleras, y caí unas cuantas veces.

Final mente llegue y abrí la puerta, era tal y como pensé, todo de color marrón de madera, dos camas y mi compañera "Mercedes" Allí presente, con su ordenador.

-¡Hola guapa! - Su tono de voz agudo y amable. -Me llamo Mercedes Jones, ¿Eres tu mi compañera? - Asentí con mi cabeza muy seria. -Genial, me llega a tocar un chocolate blanco y no lo soportaría, es genial tener a una morena por aquí. -

-Soy Latina, Encantada soy Santana López, pero llámame López. -Dije sacudiendo su mano.

-¿Porque López? -Frunció el ceño.

-Prefiero López, tú sólo llámame así. -me encogí de hombros.

-Bueno, desempaqueta tus cosas ahora vendrá un monitor a explicarnos las normas, aún que nadie las cumpla. - Fruncí el ceño y levanté las manos en forma de protesta.

-Yo si las cumpliré.- Ella comenzó a reír. - ¿Que hace tanta gracia?

-Todos dicen lo mismo, aquí todos vienen a divertirse, es lo bueno de los campus, fiesta, alcohol, música droga y peleas en el sótano. -Cruce los brazos -.

-¿Peleas? - Pregunte recostando me en mi cama.

-Exacto, son peleas a sangre fría, sólo es de chicas, pero todo el mundo va a verlo, siempre acaba repleto de gente, Sugar Motta, es millonaria y ella invirtió todo su dinero en esas peleas y consiguió su luchadora más potente y forrarse aún más - Ella se cruzó de brazos e hizo una mueca. - ¿No es lo tuyo o qué? -

-No, no mucho, ¿y aquí todos van en pandillas, no? - Solté un suspiro.
-Exactamente, pero siempre encuentras tu sitio. - La expresión de su mirada se volvió sería - Tienes que vigilar con Brittany y las suyas.
-¿Quien es Brittany? - dije levantando me y empezando a desempaquetar las maletas.

-Brittany Pierce, es la dueña de este campus, ella es la que manda; Todos le tienen respeto e incluso se ha tirado más mujeres que yo hombres he visto en toda mi vida, se dice que nunca ha ido seriamente con nadie, hipnotiza a todas las chicas, Y es una rompe corazones, tu sólo; no te acerques a ella. - apago su ordenador y lo guardo en su mochila.

-Espera, ¿chicas? Ósea es lesbiana. -Mis mejillas se bañaron en un rojo llamativo que apenas pude ocultar.

-Aquí casi todas las estudiantes son lesbianas o bisexuales, sólo quieren experimentar; y en parte es para lo que vienen. - Me encogí de hombros y me levanté para preparar mi neceser, todos se habían duchado ya sólo esperaba a que terminarán todas para la privacidad.

-Espera, ¿y porque no puedo acercarme a ella? -

-Porque esa, te toma una noche; te hace suya y te hace ahogarte en millones de orgasmos y gemidos, pero al día siguiente se olvida de ti, y se va con otra. -

-A mí no me va a tocar, ni la he visto y ya me da asco. - Rodé mis ojos y agarre todas mis cosas ya listas.

-Me iré a la ducha ahora, siento mi pelo grasiento después de estar en la cafetería con toda esa niebla de humo lleno de grasa. -Toque mi cabello marrón he icé una cola de caballo con él. - Es repugnante. -

Salí cerrando la puerta detrás de mí.

-¡No te resbales! -murmuro Mercedes por la puerta -.

Solté una carcajada y me introduje en las duchas, por fin algo bueno; las tengo en frente de mi habitación.

Llegue a las duchas y me quite mi suave y delgada ropa, prenda por prenda hasta llegar a mi ropa de seda inferior; los baños eran poco acogedores, y incomodada de los pequeños muros que tapaban mis muslos morenos me hacían sentir como si estuviera en directo en un programa de la televisión.

Unos pasos se acercaron a mí y una Brittany Pirce estaba presentada detrás de mí -Que haces aquí! - Dije tapando me con mi albornoz de pelo blanco.

-Vengo a bañarme, esta es mi hora; Y no podía evitar mirar tus muslos morenos. - Dijo sin más y mordiendo sus labios con toda la fuerza posible
-¿Que miras? - dije saliendo de aquellos baños estúpidos y una chica detrás de mí entro, la misma achinada que me agarró en el pasillo.

-¡Tina!

Noté un choque de palmas y unas risas.

-¿Otra más para la colección Pierce? - Vacilo ella
-Claro, mañana ya estoy debajo de sus piernas. -Un escalofrío me recorrió toda la piel dejándola de gallina, y un increíble asco y atracción hizo un nudo en mi garganta.

Con mi albornoz blanco de pelo entré en la habitación y cerré la puerta detrás de mí, y encontré una nota de Mercedes y millones mensajes de Berry. Opte por leer primeramente la nota de Mercedes;

"López, las peleas son a las once de la noche, no sabes cómo funciona, quédate en la habitación porque estaré ahí en una hora los monitores vendrán mañana a decir las normas; estate tranquila no te pierdes nada"

Sople hondo en forma de protesta, no es justo que ella pudiese ir y yo no, agarre el secador y secaba mi cabello moreno mientras cepillaba mis dientes, enjuague mi boca con agua para quitarme el asqueroso sabor a menta de mis labios y peine mi melena morena, pase la plancha varias veces y rápido, y me puse mis vaqueros preferidos, jale mis tacones negros junto una camisa que dejaba ver mi ombligo junto mi cazadora negra, y cerré la puerta detrás de mí.

Oí por ahí la voz de Berry riendo por ahí y me dirigí a ella. -Oh por dios Berry - estampe mis manos contra mis ojos al ver semejante escena de Berry comiendo le los labios a aquella desconocida rubia.

-Vamos López no es para tanto - Dijo jalando mi brazo y llevándome a una esquina.

-¿Espera esa no será Brittany Pierce verdad? - La cabeza rubia de esa chica se asomó por el hombro de Rach -No, soy Quinn Fabray; Brittany Pierce es mi prima, encantada. - Extendió su brazo y aceptando su saludo sacudió su mano.

-Debemos irnos López, te veo luego. - Rachel beso mi mejilla y desapareció entre la multitud mientras Quinn jalaba de su muñeca introduciendo se por gente que subía y bajaba los mil y un escalones de Berkeley.

Nerviosa y siguiendo a las demás personas que bajaban por unas escaleras que acababan con la luz de las paredes, me costó entrar y habían gritos por todas partes, supongo que la pelea ya había acabado porque cuando llegue sólo veía a una rubia levantando las manos con los puños colocados señalando victoria, entre los pequeños agujeros se veía a una morena en el suelo, casi inconsciente.

-Un fuerte aplauso por nuestra ganadora de todas las semanas Brittany Pirce! -Ella agito su puño con fuerza hacia arriba y su pulsera se lanzó a mi cabeza.

Ella bajó con una gran sonrisa y todo el cuerpo repleto de sudor. -Eh tienes mi pulsera. - señalo mis dedos con su mano repleta de sangre cuán yo quede fascinada al verlo. -Esto ahora lo limpio, no te asusta algo de sangre cierto? - pregunto retirando su pulsera de las palmas de mis manos.

-No claro que no. - Levanté la mirada hacia el techo y ella seguía frente mi rostro -

-¿Cuál es tu habitación? -Pregunto intrigada por mi respuesta -.
-Enfrente de los baños y duchas - Dije quieta mientras la multitud iba y venía.

-Deberías saber que hay duchas en cada planta de Berkeley. - soltó una carcajada burlándose.

-Soy nueva. - Añadí sin más un poco molesta.

-Oh cierto, eres la que se tropieza y cae sobre mi mejor amiga Tina - Apoyo la palma de su mano en el lateral de su cintura. -Y también la que sube las escaleras con las maletas y se cae cada dos por tres, esos muslos morenos tienen que estar lleno de moretones. - dijo mordiendo sí labio inferior.

-Eres demasiado asquerosa. -Mi cara se volvió arisca y eso provoco que Brittany diera un paso más hacia mí.

-Te morirías, porque me pusiera por el medio de tus piernas, y te hiciera mía en menos de dos segundos. -presiono su mano en mi espalda y mi pulsación acelero, y la aparte dándole un empujón.

-No pienso acostarme contigo. -Se acercó a mi oreja e hizo que su respiración rizarán los pelos de mis brazos recorriendo un escalofrío por todo mi cuerpo.

-Eso ya lo veremos. - Se separó de mí, pero seguía en frente de mí, mirándome con su cuerpo sudoroso. -no me has dicho cuál es tu habitación -

-cuarta planta, la ciento tres. - Una chica morena se acercó y a la oreja de Brittany por detrás, y comenzó a acariciar si trasero pegándolo a su pelvis.

-Santana! - Grito Rachel cogida de la mano de Quinn. -Que mierda haces aquí; y sola, ¿pretendes que te maten?

-Sólo quería ver la pelea, pero llegue tarde - Quinn se acercó a Brittany y le dio un fuerte codazo.

La chica morena comenzó a besar suavemente el cuello de Brittany. -Bueno, yo me retiro a mis aposentos. - Dio dos palmadas al trasero de esa chica y se la llevo por las escaleras que daban a su habitación.
-Siempre está igual. - Resoplo Quinn agarrando la mano de Rachel.
-¿Me he perdido algo entre ustedes dos? - Rachel me miraba con sus ojos hasta que de repente los aparto.

-No, nada; todo está en regla. -

-¿Siempre es así con todas las chicas? -Pregunte dudosa.

-Exacto, ella no busca algo serio y tampoco algo que la comprometa, ella solo borrachera sexo y fuera, o pelea sexo y fuera. - Quinn apoyo su cabeza en el hombro de Rachel.

-¿Como fuera? - Fruncí mi ceño.

-Fuera, después del sexo no quiere saber nada de esa persona, lo tiene fácil ya que todas las chicas están locas por ella. -Dijo avanzando unos pasos. -Vamos, es hora de volver -

-Ya, pues yo no. - Pase por su delantera haciendo un viento que movieron los cuatro cabellos que colgaban de su cola de caballo.
Ya en la habitación oía unos fuertes gritos detrás de la pared, Mercedes no había vuelto, pero rápido me quede dormida cuando coloque mis auriculares y me distraje con la música.

Mire el reloj y eran las cuatro de la mañana, un dolor terrible se presentó en mi estómago, y la cama de Mercedes seguía igual que horas anteriores, me levanté y fui al baño cruzando el corto pasillo que había, habían escaleras en los dos extremos de cada pared, después estaban los baños enfrente de dos habitaciones.

Corrí dolorida al baño y tome mi pastilla del periodo, y era esa la causa de mi dolor cuando oí una puerta abrirse, y me asome sigilosamente. Ahí estaba Brittany en paños menores y una simple camisa de tirantes frente la morena ya vestida.

-Te he dejado mi número en la mesilla de noche. - dijo la morena intentando besarla cuando ella se apartó.

-Me encargare de que alguien lo tire.

-Cerró la puerta en los morros de aquella morena pasmada frente su puerta.

Salí del baño para mi habitación, y después de que la joven morena se fuera Brittany salió por la puerta. -Hola morena. - Dijo rascando la parte superior de su cabello.

-Hola Brittany - Dije abriendo la puerta.

-Que, ¿sola en la camita? - Dijo soltando una risa.

-Mercedes no está. - proteste tras su burla.

-Estará entre las sábanas de Cody. - Pare frente la puerta. -chocolate negro parece tímida hasta que la oyes gritar y galopar entre las piernas de Cody. -

-¿Quién es Cody? - eleve una de mis cejas.

-El hermano de Monique, mi compañera de habitación; ¿Porque? - Respire hondo y solté el aire por mi pequeña nariz.

-Curiosidad, nada más. Y esta tal Monique, ha estado ya entre tus sábanas? - Pregunte como si la confianza fuese de toda la vida.
-¿Porque tanto interés? Parece que tu estés interesada en hacer lo mismo que ella - Saco su cepillo de dientes y comenzó a cepillarse los dientes.

-¿Yo? por dios no soy tan vulgar.- Resople y levanté mis cejas.
Escupió y se enjuagó la boca, cogiendo sus cosas paso por mi lado y se acercó a mi oreja. -Caerás como todas. -

-No pienso aceptar cuando me lo pidas. - Dije segura de mi misma.
-¿Yo? ¿Pedírtelo? Qué va. -Arrugo su nariz. -No tardaras mucho en pedírmelo -.

-No te pienso pedir nada, te he dicho que no soy tan vulgar, y menos sería una más de tus putas. - Levanté una sonrisa maliciosa en mi rostro. -Buenas noches Pierce.




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este es :3 espero sus comentarios, mañana subire uno nuevo :3

Me gusto mucho el primer capítulo (:
Espero tu actualización !! Lectora fiel    

me encanto el primer capitulo :D

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basciamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.




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CAPITULO 2

Un estruendo a las siete y media se oyó por la puerta de la habitación, refregué las palmas de mis manos por mis ojos para poder despertarme y ver con claridad.

-Levanta Lopez, es hora de ir a clase. - Mercedes peinaba su pelo con una mano mientras con otra repasaba la línea de su ojo derecho con el lápiz de ojos.

-¿Nos vemos en clase? - Dije a acariciando mis brazos y extendiéndolos a varios lados estirando me y soltando un bostezo de cansancio.

-¿Miraste donde te toca? -Dijo metiendo sus pies en los zapatos Planos de bota alta marca Nike.

-No, pensé que íbamos juntas ya que nos tocó en la misma habitación - Mercedes me miro con suspenso.

-Te has enterado de lo que ha pasado con Monique y Geneva? - Mi mirada se volvió confusa.

-¿Monique y Geneva? ¿Monique no es la compañera de habitación de Brittany? -Asintió con su cabeza y con una risa malvada.

-Por lo visto Tina pillo a Monique tirando se a Raúl el ex de Geneva en el asiento delantero de su coche. Ahora Geneva se la tiene jurada, después de Brittany, diría que es la más mala y perra de todo el campus. -Rodé mis ojos y sacudí mi cabeza.

-No tenía ni idea. - Respire hondo y me hice una cola de caballo como todas las mañanas.

-Debería defender a Monique al ser mi cuñada, pero si yo pillo a mi mejor amiga liando se con mi ex Sam, le dejo sin pescuezo. - Asintió chocolate negro moviendo su dedo de lado a lado en el aire.6

-Creo que exageras, supuestamente es tu ex. -Levanté mis manos y las choque en mis muslos. -Eso ya no te incumbiría.

-Si claro, es como si pillas a Berry comiéndole la boca a una de tus ex's. -Mis ojos rodaron de nuevo.

-Rachel nunca haría eso, no sería capaz. - Mercedes asintió con su cabeza.

-Eso mismo, viniendo de tu mejor amiga no esperas eso, y si lo hace pues la matas, yo voy en el equipo de Geneva, además Monique es insoportable, al menos a ella se le entiende cuando habla, y no dice palabras raras. - se echó a reír y desapareció por la puerta cerrándola detrás de ella.

Me vestí y arregle, y coloque mis tacones negros en mis pequeños pies, nada más azote la puerta detrás de mí, recordé que deje mi mochila en la habitación, las clases empezaban en media hora, así que corrí por la mochila volviendo a entrar y fui por un café fuera del campus; Saliendo del campus una chica gritando, rubia y alta balbuceaba y no dejaba de dar golpes a todos los lados.

-Raúl, va a matarme; ¿me entiendes? -Decía como si el mundo se acabará.

-No lo ara, ella es tu mejor amiga. - grito aquel chico apoyando sus dedos en la frente.

-Claro, si después de esto. -Dijo mientras yo pasaba con la cabeza agachada y escuchaba cada palabra que decía.

-Ella sabrá perdonarte. -Soplo fuerte.

-¿Que? ¿Tú no la conoces bien o qué? ¡Es una psicópata! -Exageró, y yo sólo escuchaba atentamente cada palabra que decía cuando alzó su mirada y me vio ahí parada -Eh tú, ¿qué haces ahí? -Mi pulsación acelero y seguí caminando por el camino donde iba y ellos me siguieron cuando Brittany apareció detrás de mí y paró a Monique y Raúl.

-¿Tienes algún problema rubia? Aleja te de ella. -Ellos pararon detrás de mí.

-Pues que se meta en sus asuntos, que esto no le incumbe una mierda. -Brittany apretó su puño con fuerza y tensó su mandíbula.

-Te he dicho que te alejes de ella, ya te tomo como una rubia tonta más en mundo, no hagas que te tome por una rubia tonta y con la cara partida. - Brittany soltó una carcajada agachando su mirada y volviendo a levantarla. -Ah no espera, no tengo porque quitarle el trabajo a Geneva. -Le guiñó un ojo. -Nos vemos Rubia, si es que recuerdas mi nombre después de que Geneva acabe contigo. -

Brittany siguió caminando detrás de mí cuando Monique volvió a abrir la bocaza-No te tengo miedo Pierce y menos a la puta de tu amiga. - Brittany con una risa malvada se dio la vuelta chocando su frente contra la suya.

-Más te vale que lo tengas si quieres seguir viva, lo poco que te queda. - Apretó con fuerza haciendo que Monique se achantara y se fuera. -Y no es mi amiga, yo no tengo de eso. - grito y se puso a mi lado caminando.

-¿Qué haces? Puedo defenderme sola, ¿entiendes? - Dije enfurecida.

-Vamos, Sólo te estaba ayudando. - Protesto levantando sus manos.

-Pues no, puedo yo sola no necesito una guarda espaldas. -Avance un metro o dos y la deje atrás.

-No, no puedes eres un maldito saco de huesos. -Asintió volviendo a mi lado.

-¿Que buscas Brittany? - fruncí el ceño.

-Yo, sólo intentó demostrarte que no te me resistes, perderás la oportunidad de pasar la mejor noche de tu vida. -Asintió con una malvada sonrisa.

-Ya claro, sobre todo contigo. -Rachel pasó con el coche y paró en frente de mi pitando dos veces. -Te he oído Berry no hace falta que pites dos veces, nos vemos. -Dije sería y acercándome al coche, cuando Quinn bajo del otro extremo del coche. -de esta no me libro. -Murmure.

-Subir al coche. - Brittany me miro maliciosamente. -No tenemos todo el día, las clases empiezan en veinte minutos.

-te va a costar librarte de mí Morena. - Alce mis manos al aire señalando mi protesta.

Subimos al coche y fuimos hacia la universidad, las clases fueron eternas y lo peor de todo fue que Brittany estaba en mi clase, algo peor que eso? Lo único bueno es que mi profesor Mr. Schuester hablaba español, como yo y eso me hacía sentir más comida en la clase. Sonó aquel timbre espantoso y me dirigí hacia la cafetería donde todos iban a comer, era un salón realmente grande y repleto de gente.

Gritos de una voz de pito y real mente insoportable se escuchó -¡López aquí! - Era Berry con Fabray en su regazo, y Birttany al otro extremo de la mesa con muchas chicas a su alrededor y una de ellas entré sus piernas.

Agarre mi bandeja e intente evitar esa mesa - Que morena, ¿no te sientas con nosotras? -Murmuro la rubia desde la mesa mientras pasaba.

-Claro. - Puse la sonrisa más sarcástica del mundo y me senté al lado de; Ninguna; Quinn sobre Rachel y esa tipa sobre Brittany, era demasiado incómodo.

-Eso San; quiero estar con mi mejor amiga en la primera comida en la universidad. -

-Oye ya puedes irte. -Dijo Brittany.

-¿Yo? Veté tú. - Dije cabreada y abriendo mis cubiertos sobre ese plástico tan duro.

-No morena. -Río. -Tu no, se lo dogo a ella. - Sacudió sus piernas y se levantó rápido. -¿Que miras Chanel? Fuera de aquí. - Dijo chasqueando sus dedos y señalando la puerta de la cafetería.

-Genial. - Murmure.

-Puedes sentarte sobre mis piernas si quieres. - Apreté mi mandíbula tensando la muy fuerte y me levanté para irme y Brittany me agarro del brazo. -Eh Santana, solo bromeaba. -

-Genial. - murmure de nuevo al sentarme. -Oye, que pasa con vosotras y tu Rachel, ¿qué haces? Ósea la conociste ayer. - Dije enfurecida apunto de sacar humos por las orejas.

-Y bueno, ¿cuál es tu problema? - Dijo sonriendo.

-Nada, sólo; es molesto. - Dije levantando las manos y poniéndolas en mi frente como si me volviera loca. - tengo que estudiar nos vemos. - Coloque mis manos en la mesa e impulse mi cuerpo hacia arriba agarrando mi mochila y saliendo de ahí lo más molesta posible.

Fui a mi habitación, claramente estaba vacía y me tumbe en la cama desesperada por dormir, estire mis piernas tanto como pude y me introduje dentro de las grandes mantas de mi cama, cerrando los ojos y cayendo en un profundo sueño.


-Santana, ¡Vamos San despierta! - Note dos suaves palmadas en mi mejilla y abrí los ojos.

Abrí mis ojos poco a poco viendo la enorme sonrisa de Berry. - Berry, que es lo que quieres tengo sueño así que coge tu ego y desaparece - Tape mi cabeza con las mantas bruscamente haciendo que una ola de aire se presentará en la habitación, y noté la presencia de Brittany y volví a destaparme. -¿Que hace ella aquí?- Dije elevando mi cuerpo y recostando mi espalda en la pared.

-Pensaba que ya sabias que estaba, ya estaba aquí cuando he venido, y llevo aquí media hora y no despiertas. - Mi cuerpo se elevó con fuerza.

-¿Cómo has dicho? -Brittany llevaba una revista en sus manos y ni se inmuto cuando Berry me lo dijo.

-Espera, ¿no lo sabías? - Dijo Berry flexionando su cuello hacia mi y hacia Brittany . -Estas durmiendo, ósea ¿vigilas a mi mejor amiga mientras duerme? - Dijo levantando sus manos y subiendo el volumen mientras Brittany la ignoraba.

-Ahora esta es mi habitación, ¿queréis dejar de quejaros? - añadió Brittany dejando la revista y tomando una botella de agua.

-¿Cómo has dicho? eso no es cierto ¿y Mercedes? -

-Pues, Mercedes ahora está con Monique. - Dijo Brittany mirándome sería.

-Yo me voy a ir, creo que tenéis que aclararlo ente vosotras. - Cerró la puerta detrás de ella.

-No, ¡Berry no me dejes sola! - Mire a Brittany con una mirada asesina. -Que Brittany, ¿qué es lo que quieres?

-Nada, sólo quiero demostrarte que no puedes resistirte. - Dijo como horas antes en la calle, y levantándose dando dos palmadas en sus muslos.

-Joder Brittany, ¿no ves que no quiero? ¿No puedes tener una amiga por una vez en tu vida, a la que no tengas que tocar, ni dormir con ella? Dije en levantando mis manos en forma de protesta.

-¿Estas insinuando que quieres ser mi amiga? - Señalo su pecho.

-Pues, si, supongo... Es decir que no hace falta tener que acostarse con todo el mundo. - Brittany se sentó en mi cama.

-¿Y si al final acabas queriendo algo conmigo? - Tape mis ojos con las manos y resople.

-Eres imposible. - Refregué mis manos en mis ojos. - ¿sabes? aremos una cosa. -

-¿Que? -

-Esperarás a que yo te lo pida. - Dije con una sonrisa maliciosa.

-No tardarás. - Dijo entre risas.

-Bueno, eso lo veremos. -Dije cruzándome de brazos y levantando una ceja.

-Pero a partir de mañana a las siete de la mañana tendrás que ir conmigo a todas partes. -

-Espera, ¿Qué? No, eso no; ¿me vas a quitar la libertad? - Dije riendo sarcásticamente.

-¡No! Pero cuando vaya a algún lado y yo te diga que vengas vendrás así de fácil. -Cruzo sus brazos.

-¿Y si tengo planes? -Fruncí el ceño.

-O lo cancelas, o me haces tanta pelota como para que te deje ir. -Me encogí de hombros.

-¿Durante cuánto tiempo? -dije levantando una ceja.

-Un mes, En este mes pasaras conmigo el mayor tiempo posible, y verás que me acabarás pidiendo entre lágrimas que me hunda entre tus sabanas y te haga mujer como es debido. -

-Y si en todo este mes... ¿No te lo pido? -Ella se levantó y dio un paso hacia a mí.

-Eso no pasará. -Volvió a dar otro paso hacia mí.

-¿Y si pasa? ¿Y qué pasa si te enamoras de mí? ¿O es que ya lo estás? - Di yo un paso hacia ella.

-Solo lo hago por joderte y por demostrarte que nadie se resiste a mí, jamás me enamoraría de alguien como tú. -

-¿Pero y si no te lo pido? - dije cruzando mis brazos.

-Pues, no te molestare más. - Dijo sacudiendo con sus manos su camisa de tirantes.

-Bien, pues ya está trato hecho; Ahora puedes irte. - Dije señalándole la puerta.

-Esta también es mi habitación Santana. - Dijo yendo hacia la otra punta de la habitación y sentándose en el borde de la cama para ponerse las converse.

- ¿Ah que eso iba enserio? - enfoque mis ojos en los suyos.

-Claro Santana, yo nunca miento. - Me guiñó un ojo.

-¡Joder no me llames Santana! -Dije soplando.

-Desacuerdo San. - Dijo burlándose.

-Tampoco, llames San, ni Santy, ni Santana y menos ¡Morena!; Llámame Lopez joder. - Dije cabreada y quedándome sin aire.

-Pero si es tu nombre, ¿Cómo quieres que te llame? -Respire hondo y trate de calmarme - Debes bajar esos humos, y más conmigo ahora que vas a pasar las veinticuatro horas del día conmigo durante un mes. -

-Esto se me va a hacer eterno. -Estampe la palma de mi mano en mi rostro.

-Eh, en la apuesta entra algo más. -Rodé mis ojos e moví mi cabeza para que me respondiera. -Tienes que dormir conmigo.

-Sí, no tengo nada mejor que hacer. -Entre risas me volví seria. - ¿Lo dices enserio? Ósea supuestamente, voy a pasar un mes contigo ¿y no tienes suficiente? -Resoplé.

-No voy a hacerte nada. - Dijo colocándose su chupa de cuero negra.

-No claro, de eso se trata en este mes no puedes hacerme nada sin que yo te lo pida. Pero que no Brittany, olvídate; Yo en mi cama y tú en la tuya. -

-¿No querías ser mi amiga? Las amigas duermen juntas, además prometo no tocarte, solo duermes en mi cama y nada más. - Sople fuerte.

-Está bien, dormiré en tu cama; Pero al mínimo tocamiento que note te juro que me voy y este ridículo trato se acaba. - Su sonrisa malvada volvió.

-Bueno, yo me largo. - Fue a salir por la puerta.

-¡Espera! -Le grité.

-¿Qué? - Me miro con sus brillantes ojos azules.

-¿Dónde vas? -

- Mañana es sábado, así que voy a salir, y aunque hubiese clase, saldría igual. Haz lo mismo y no te quedes aquí amargada, desmelena te. -Cerró la puerta detrás de ella.

Pensé unos minutos y me tire en la cama, agarré el móvil y llamé a Berry para ver que hacía.



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-Rachel, ¿Qué haces esta noche?

-Lopez, a-ahora no es un buen momento. -Su voz temblaba.

-¿Estas bien? - Le pregunte preocupada.

-M-mejor que nunc-ca. -Me preocupe más.

-Oye Berry, me estas preocupando ¿Dónde estás? Iré a buscarte. -

-Que no, Q-que estoy bien. - Pude notar su inútil intento de no gritar.

*Rachel, te he dicho que no lo cojas* Se oyó a Quinn por el fondo. -Vale, esto... creo que molesto...

-No San esp... -

-Llamare más tarde. -Colgué rápidamente.



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Esto era tan incómodo, que creo que nunca más volveré a llamar a Berry al teléfono, y tampoco volveré a mirarle de la misma manera.

Mis pensamientos se acumularon demasiado, así que decidí salir a algún bar pub, a tomar algo; Me peine y me puse los tacones, colocándome un vestido negro que podía mostrar mis glúteos.

Ya estaba lista, así que salí de la habitación seguido de bajar las escaleras salí de Berkeley, y me dispuse a caminar por las calles de California, hasta encontrar un bar pub, donde había gente bailando música tranquila.

Entré y me senté en una silla cualquiera, la barra estaba solitaria ya que todos bailaban -Perdone, ¿me da una cerveza?

-Claro. - Dijo la chica de la barra sirviéndome está en un vaso.

-Hola preciosa. -Dijo una morena con mechas rubias en el pelo sentándose junto a mí.

-¿Hablas conmigo? -Ella asintió y rodé mis ojos. -Otra moja bragas... -Murmure sin que me oyera.

-¿Qué haces aquí sola? ¿Por qué no estás en Berkeley? -Dijo con una sonrisa tomando un trago de su bebida.

-¿Eres de Berkeley? -Pregunte bebiendo de un trago todo el vaso.

-¡Tranquila! No vayas a querer acabar en algún prostíbulo de noche con billetes en las bragas y bailando en una barra de stripper, bebe más despacio. -Comencé a reír.

-No tranquila, lo tengo todo bajo control. -Dije sonriéndole. -Oh, mi nombre es Santana Lopez. - Le estreche la suya.

-Me llamo Eve, Eve Rose. Encantada. - Levantó la mano para que viniese la camarera. - Danos dos cervezas más, por favor. - Dijo plantando un billete de diez dólares en la barra.

-Gracias. -Sonreí y volví a beber rápido pero no de golpe.

-¿Tienes intenciones de llegar consciente a casa? -

-¿La verdad? No, Brittany Pierce ahora es mi compañera de habitación, quiero estar ebria cuando vaya y me la encuentre entre las piernas de alguna tía. - Dije haciendo un gesto de decepción.

-Ella es así, es más yo ya lo probé con ella. - Mis ojos se enfocaron en los suyos haciendo que mis pupilas se dilataran.

-¡No! ¿Enserio? -Sople haciendo que ella se riera. -Este mundo se va a la mierda.

-Vamos, no es para tanto, Brittany llego y era atormentada y misteriosa era la más mala no se llamaba mi atención y decidí acercarme a ella ser su amiga... cuando me di cuenta tenia las bragas bajadas y ella estaba... bueno ya sabes. - Comencé a reír notando mi cabeza dando vueltas.

-Pues yo no seré una más, que quede muy claro. - Ella hizo una mueca y dio un trago a su bebida.

-Todas caen, ya no es por solo sus preciosos ojos azules; Primero te atormenta, después te atrae, te enamora, te folla y te deja. -Ella sopló y volvió a beberlo todo de golpe. - Lo cierto es que parece un chico. -Comenzó a toser.

-¡Luego soy yo la que no debe beber tan bruscamente! -Dije dándole palmadas en la espalda.

-Dios gracias. -Ella se puso a reír y volvió a pedir dos cervezas.

-No es nada. - Mire como dejaba otro billete en la barra. -Oye no hace falta que lo pagues tú, lo cierto es que tengo dinero aquí. -Me di la vuelta para mirar mi bolsillo trasero cuando veo a Brittany en la pista de baile con una rubia con una pierna por dentro de la suya bailando como nunca. -Mierda. -

-¿Qué pasa? - Se giró y enfoco su mirada a mis ojos. -Lo que faltaba.

-No importa, déjala; no la había visto pensaba que se había ido a otro sitio, ¿Tiene que ir donde yo voy?

-¿Sabias? Cuando una persona te atrae mucho, te la encuentras allí donde vas.

-A mi Brittany no me atrae, me pone enferma y de los nervios. -Dije apretando mis puños.



Pasamos media hora hablando de lo mal que nos caía Brittany, y bebiendo cerveza tras cerveza, hasta llegar a ocho ya lo veía todo borroso, y por mi mente solo pasaban pensamientos de si Brittany sabía que estaba ahí o no.

-Ven, vamos a bailar. -Dije tirando de la mano de Eve.

Fuimos a la pista y Eve me agarro de la cintura, sus manos tocaban mi nuca , y su espalda daba con mi pecho, notaba su cintura junto la mía, y su sudor junto la adrenalina aumentaba por segundos como a mí, cerré mis ojos unos segundos para descansar aun bailando con el trasero de Eve pegado a mi cintura y miré mi reloj, cuya hora marcaba que eran las cuatro de la mañana, y eso significaba solo tres horas para que mi libertad acabara.

Alguien tiro de mi mano, pude reconocer el olor enseguida.

-¿Santana que haces con esa? -Dijo agarrando con fuerza mi brazo.

-Brittany déjame estoy bailando, ¿no me has dicho que me desmelene? -Ella tapo su nariz poniendo su chaqueta en ella.

-Apestas a alcohol Santana. -

-Brittany, déjala en paz, está conmigo. - Saltó Eve detrás de Brittany.

-¿Te piensas que la voy a dejar contigo? Vete antes de que me cabree y te deje sin cara, feto. - Dijo mirando a Eve con una mirada asesina.

-No quiere saber nada de ti, me lo ha dicho tanto ebria como sobria, acéptalo Pierce. - Dijo riéndose.

-Lárgate de aquí o te juro por mi vida que te dejo sin rostro. - Su mirada se oscureció y miro a Eve con su mirada matadora e hizo que se fuera.

-Está bien, me voy; baja esos humos. -

-Oye no hagas eso, y suéltame el maldito brazo me estás haciendo daño. -

-Ni siquiera entiendo lo que estás diciendo, vámonos a casa venga. -Tiro de mi brazo cuyo aparte.

-No eres mi madre Brittany, vete tú con la rubia esa, yo me quedaré aquí. - Dije volviendo a bailar moviendo mi cuerpo de un lado para el otro.

-¿No querías que fuese tu amiga? Lo estoy siendo joder, esa tía es una zorra, es peor que yo; Y mira que eso es imposible. - Dijo mirándome seria.

-No voy aguantar todo el camino de pie. - Noté como mi cabeza comenzó a dar vueltas, y entonces caí redonda en los brazos de Brittany.

-Lo sé, he venido con mi moto. - Brittany alzo mi brazo a su cuello y me llevo a la barra, donde se encontraba mi bolso. -Me das una botella de agua, si puede ser fría, por favor. - Mandó Brittany a la camarera.

-No quiero agua, prefiero más alcohol. - Brittany soltó una carcajada.

-No, que luego no recuerdas tu nombre. - Dijo jalando de mi brazo hacia la puerta.

-Pareces mi madre. - Dije cabreada. -Déjame en paz, me quedan pocas horas para ser libre.

-No te voy a dejar aquí Santana, si lo hago tu mejor amiga me gritara como una posesa, ¿Y eso lo sabes no? - Dijo sacando los cascos de su moto.

-No pienso subirme a esta cosa. -Brittany me miro cabreada.

-No tienes opción, mira joder ya es de día, son las cinco y media, no seas cabezona. - Alzo la botella de agua a su pecho y la abrió. -Bebe un poco, te sentara bien.

Fui a coger la botella cuando mi estómago dio una impresionante vuelta. -No me encuentro bien. - Presione mi brazo contra mi pecho y Brittany rápido agarro mi pelo y tiro fuerte mi cuello hacia abajo.

-Vamos, vomita ya o será peor. - Noté su normalidad como si no le diera asco verme devolviéndolo todo.

-No puedo, me encuentro fatal. - Mi cuerpo no tenía el mecanismo de vomitar y eso hacía que me encontrara peor.

-Joder, esta te la voy a guardar. - Remango una de sus mangas, y puso su mano frente mi rostro. -Estate quieta y abre la boca. - Abrí mi boca y ella introdujo dos de sus dedos en mi garganta provocando que todo lo que se encontraba en mi estómago saliera. -Esto es asqueroso. -

-Lo siento. -Ella volvió a introducir sus dedos en mi garganta provocando que las arcadas vaciaran el dolor de mi estómago y cabeza.

-Toma, ahora bebe. - Dijo limpiando sus dedos con un pañuelo.

-Eres la primera chica en toda mi vida que veo con un pañuelo. - sonreí.

- ¿Tan raro es? - Hizo una mueca.

-Un poco... Bueno en realidad bastante. - Agarre la botella y la coloque entre mis labios dando un gran trago al agua fría que se encontraba en la botella. -Gracias Brittany. - Dije limpiando mis labios.

-No es la primera vez que lo hago. - dijo guardando el pañuelo en uno de sus bolsillos.

-¿A quien más se lo has hecho? - Fruncí el ceño.

- A Quinn se lo he hecho varias veces, e incluso a mí también pero si contamos las que me la ha hecho ella a mí no acabamos, venga sube. - Elevó un casco rosa chicle y lo puso en mi mano.

-Ves con cuidado por favor. - Me subí detrás de ella y arranco la moto pero sin moverla.

-Agárrate a mí. - Levanto su chupa por los extremos para que me abrazara a ella.

-¿No puedo agarrarme en otro sitio que no seas tú? -Dio la vuelta a su rostro y me negó con una sonrisa malvada avanzando con su moto y rápidamente me agarre a ella.

La velocidad era extrema, no sé ni cómo no salí volando de aquella moto. -Por favor Brittany ves más despacio. -Le grite apretando con fuerza su cintura y clavando mis uñas en sus laterales.

Llegamos y ella aparco la moto. -¿Estás loca? -Levantó su camisa y chaqueta dejando que se le viera un poco el sujetador. -Casi me haces sangre. -

Me reí y mire con atención las marcas. -Lo siento, no haber corrido tanto. -

-Eh, mira tú reloj. - Soplé y mire mi reloj.

-Las seis y cuarto... Genial. - Soplé y sonreí sarcásticamente entrando por la puerta de Berkeley dejando a Brittany detrás, entré y subí las insoportables escaleras hasta llegar a la habitación.

Pasaron diez minutos y Brittany no venía, así tal y como me puse el pijama, corto que dejaba ver barias partes de mi cuerpo me eche en la cama a dormir.

Noté mi cuerpo moverse intensamente, y mi cuerpo estaba en el aire, cuando abrí los ojos salté dando un grito. -¡Brittany! ¿Qué cojones haces? ¿Quieres matarme de un susto? - Ella me tiro en su cama haciendo que mi pelo callera sobre mis ojos.

-Son las siete; A mi cama. - Soplé fuerte y coloque mis las palmas de mis manos sobre mi frente.

-Me encuentro fatal. - Soplé fuerte tapando mi rostro con las manos. -Hoy no pienso salir en todo el día. -

-¿Estas de coña? Hoy Geneva y Monique se van a pelear, porque piensas que he tardado tanto en venir, estaba hablando con Geneva. - Ella me miro sentada en el otro lado de la cama. -Te vienes conmigo. -

-Brittany, esto acaba de empezar, ¿y ya quieres que te haga la pelota? -Dije soplando y mirándole con cara de desesperación.

-No quiero que te lo pierdas, te va a encantar. - Me señale con mi dedo.

-No me gustan las peleas... Son agresivas, y siempre acaba saliendo sangre. - Brittany se echó a reír. -¿Qué te hace tanta gracia Pierce?

-¿Nunca te has peleado? -La miré seria.

-No, nunca. - Cruce mis brazos y piernas.

-No me lo creo. - Brittany río quitándose la camisa dejándose en sujetador y pantalones cortos.

- ¿Vas a dormir así? - Alce mis cejas y mis ojos se enfocaron en su azul y claro sujetador.

-Sí, ¿Algún problema con eso? - Dijo tumbando se en la cama y recostando se dé lado para mirarme.

-Pues, vas a dormir conmigo y es incómodo. - Dije metiendo mis manos debajo de la sábana.

-Te he dicho que no te iba a hacer nada, pero si tú quieres dime lo y yo sólo... - Ella metió todo lo que quedaba fuera de su cuerpo y acaricio mis caderas.

-¡Brittany! Suelta me. -Le grite y ella salió.

-Estaba bromeando Santana. - Ella soltó varias carcajadas.

- ¿Qué pasa? - Me puse recta.

-Estas roja. - Dijo entre risas.

-No, estoy ebria que es diferente. - Dije con una de mis manos en mi pecho.

-Te has excitado Santana, reconócelo. - Burlo.

-¿Y qué más da? - Dije tapando mi rostro con las mantas.

Ella destapo mi rostro. -¿Es la primera vez que alguien te toca así o que pasa? -

-Eso no te incumbe, además no has hecho nada y menos mal porque si no ahora tendrías mi pie en tu boca, sin dientes y también sangrarías más que Monique mañana. - Dije sonriendo.

-¿Eres virgen? -Dijo riendo.

-Nunca me he peleado, nunca he fumado, nunca me he drogado, y si soy virgen. -Sople fuerte y cabreada y voltee mi cuerpo. -

-¿Pero chica que haces tú con tu vida? -

-Sólo bebo alcohol, y ahora duermo. - Brittany coloco una de sus manos en mi cintura.

-Está bien, pero no quiero obligarte ¿vendrás a la pelea o no? - Su voz se volvió suave y dulce.

-Si pesada, déjame ya en paz. - Lanzo su cuerpo hacia arriba y se estampó contra la almohada.

Cerré los ojos completamente ebria y tarde minutos en caer en un profundo coma de sueño.




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Bueno, ¿quieren que continue? diganme en los comentarios si quieren que lo haga y lo aré :)

Si si continúa xfavor !! Esta mega interesante (:

Me gusto mucho :) actualiza pronto

genial.. me gusta el fic.. esto va aser interesante jaja
espero tu actu
see you

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basciamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.




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Capitulo 3


-Si necesitas ayuda solo pídela. -Dijo Brittany susurrando. -Sabes que me encanta arrancar cabezas.



-Yo no le tengo miedo, es un puto palo, un saco de huesos fácil de destrozar. -Se oyó una voz que subía el volumen a medida que hablaba.

-Geneva quieres hablar más flojo, la vas a despertar. - Dijo señalándome con la mano abierta.

-Claro, lo siento es que me pone de los nervios. -Apretó su puño.

-Es igual no importa, ya estoy despierta. - Dije refregando mis manos en los ojos para ver con más claridad.

-Ves, te he dicho que no hables tan alto joder. - Geneva sonrió.

-Perdóname Santana, vuelve a dormirte. -Me recosté en la cama bostezando.

-No importa, ya estoy despierta. -Suspire y fui a por la botella de agua que se encontraba en el suelo. -Genial, no queda agua.

-Espérame un segundo, hay una máquina aquí al lado, enseguida vuelvo. - agarro un dólar de su monedero.

-No Britt toma, yo te lo doy. - Brittany quedó parada con su mano sobre el pomo de la puerta.

-¿Que he dicho? -Brittany no dijo nada y se esfumó por la puerta y Geneva se sentó en el borde de mi cama.

-Es una jodida estúpida, nunca le ha gustado que la llamen a sí. -hizo una mueca con su rostro. -Geneva encantada. -Extendió su mano.

Apreté su mano -Igual mente, soy Santana. -Sonreí -¿Eres una lesbiana más en el campus? -Le pregunte dudando a Geneva y me miro con un rostro de ignorancia.

-¿Cómo dices? No por dios, que asco, jamás. -Le mire.

- vaya hipócrita. - dije sin más.

-No, cojones, lo respeto pero nunca se me pasaría por la cabeza eso. -Levantó su brazo alzándolo a mi rostro. -¿Ves? Los pelos de punta, nada más pensarlo del asco me dan escalofríos.

-No importa déjalo ahí. -Dije elevando mis manos. -Eh ahora cuéntame que ha pasado entre tú y, ¿cómo era su nombre? -

-Dumbo de mierda, sidosa, retrasada, ¿subnormal? -Dijo cabreada.

-¿Aparte de eso? ¿Cuál es su nombre? -Respire hondo. -Vale, espera ya me acuerdo; Monique. -Britt pasó por la puerta.

-Opto por sidosa, con lo guarra que es no me extrañaría que algún día cogiera algo. -Brittany río y me entrego la botella de agua lanzándola por el aire.

-Pero que paso real mente para que os pelearais así, no se lo veo demasiado exagerado. -Le dije.

-Hace un año estuve saliendo con Raúl, fue por decirlo así mi primer amor, y rompimos por la confianza; Me dejo él y lo cierto es que no me dolió, no le di importancia, y cuando me di la vuelta Monique estaba follando con él, dime que mejor amiga hace eso joder. - Su rostro se volvió un rojo fuego. -Y ahora, voy a matarla. -

-Tranquilízate o perderás todas tus energías. -Río Brittany sacado su móvil y desenredando sus auriculares.

-Tengo suficientes para desfigurarle el jeto-Río. -

-¿Qué hora es Brittany? - Añadí.

-Son las doce y media, has dormido poco y puedes dormirte ahora; voy a escuchar música un rato así que no voy a hacer ruido. -Dijo clavando un auricular en su oreja.

-Yo me tengo que ir yendo ya, ¿nos vemos a las tres? -Preguntó Geneva.

-¿Me lo preguntas a mí? -Añadí señalando mi pecho.

-A las dos, ¿tú vas de mi parte no? -Frunció el ceño.

-No voy de parte de ninguna Geneva, lo veo una tontería. -dije al jalar un trago de la botella que Brittany me trajo.

-Como se nota que no la conoces. - dijo Britt tumbando se a mi lado y cruzando sus piernas.

-Cuando conozcas a la zorra esa verás de que parte estarás. - alce la mirada al teléfono de Brittany.-

Bueno tú, nos vemos. - Brittany se levantó para despedirse con dos besos en sus mejillas.

-Hasta luego Geneva. - dije con una sonrisa.

-¿Estarás ahí? -

-Sí. - Dijo Brittany antes de que yo tuviera oportunidad de hablar.

-Sí, ahí estaré. -ella asintió y salió por la puerta.

-Es simpática, aún que no lo parezca. - Dijo Brittany volviendo a la cama.

-Pensaba que tú no tenías amigas. -Dije mirándole seriamente.

-No, y no tengo ella no es mi amiga, pero me cae bien, es buena tía. - Coloco el otro auricular en su oreja y me miro. -Duerme hasta la una y media si quieres, no voy a hacerte nada. -

-No es que tenga miedo de abrir los ojos y encontrarte besando partes de mi cuerpo que están ocultas. -Ella soltó una carcajada. -No, enserio es sólo que no tengo sueño, dormiré por la noche.

-Bueno pues haz lo que quieras, si tienes que ducharte dúchate, si quieres comer come, aún que no hay mucha comida en la nevera tengo que ir a comprar, no se haz lo que quieras pero a las tres menos cuarto he quedado con Geneva en la puerta de la cafetería. -Me miro sin hacer ningún movimiento.

-No sé, me quedare aquí, y ya está. -

-Como quieras Morena. -Dijo activando una canción y arrancando sus pantalones tejanos dejándose en ropa interior.

Alguien picó la puerta. -Abriré yo. -Me levanté desenredando mi melena morena con los dedos y abrí. -¡Eve! - abrace a la morena fuerte.

-¿Cómo estás? Después de lo de ayer, no pude darte mi número; Y lo cierto es que tampoco me diste tu nombre, y si lo hiciste no me acuerdo. -Dijo sonriendo.

-Santana, Santana López. -Extendí mi mano y ella la quito dándome un suave y cálido abrazo.

-Bueno, ahora de donde está tu habitación, podré verte siempre que quieras. -Dijo sonriendo y Brittany apareció a mi lado en bragas.

-¿Qué haces aquí? -Dijo abriendo la puerta del todo permitiendo que se viera toda la habitación.

-He venido a ver a Santana. -Cruzo sus brazos.

-Bueno, puedes irte ya. -Soltó un suspiro y Eve dio la vuelta para desaparecer.

-No, no te vayas. -Dije agarrando su mano y sonriendo.

-Está bien, ¿Oye que haces esta tarde? -Dijo sonriendo.

-Va a estar conmigo, ¿Por qué? -Dijo Brittany con sus mejillas rojas de rabia.

-Oh nada, para que vinieses conmigo a ver la pelea, yo creo que hasta están haciendo apuestas. -

-No, si vamos a ir a la pelea, podemos vernos ahí. -Dijo sacando su móvil -

-Solo si yo le dejo. -Dijo Brittany sonriendo maliciosamente

-Si me dejarás, solo tengo que hacerte la pelota. -Dije mirando sus ojos azul claro.

-No, no te voy a dejar ir; Y menos con esta perra ¿Quieres acabar como ayer? Casi te da un blancazo. -Soplo jalando de mi brazo para cerrar la puerta.

-¿Puedes dejarnos hablar por favor? -Dije cabreada.

-Si. -Murmuro Brittany volviendo a su cama y soplando.

-Lo siento, es así; Parece mi madre... No sabes que agobio. -Eve agarro mi mano.

-Luego te buscare y nos fugaremos por ahí, y are que esa te deje en paz. -Mi rostro se volvió confuso aquellas palabras me molestaron.

-No le llames "esa", y Brittany no me molesta.-

-Ayer no decías lo mismo, no se sí te acordarás pero le dijiste de todo menos guapa. -Dijo cruzando sus brazos.

-No creo que dijera algo fuera de lo normal. -

-Parece que te estés enamorando. -Giré mi rostro para echar un vistazo a Brittany, y ahí estaba sentada en la cama con su móvil y sus auriculares puestos.

-No, jamás me enamoraría de ella, soy su amiga y nada más, y aún que hubiesen sentimientos tampoco estaría con ella, ella no se ata a nada. - Dije mirando los ojos negros y brillantes de Eve.

-Genial porque... Me gustas. -Dijo susurrando, mis mejillas se bañaron en un rojo color sangre.

-Tú a mí también me gustas. -dije y ella Volvió a coger mi mano -

-Te besaría, pero ella lo estropearía todo. -Sonreí sarcásticamente.

-¿Y eso porque? - Pregunte

-No, por nada no importa... Te llamare. -Dijo agarrando mi móvil apuntando su número en mi teléfono.

-Cuando quieras verme, sólo llámame. -Guiño su ojo y me besó la mejilla

-Hasta mañana Eve. -Dije sonriendo.

-Hasta mañana preciosa. -Con una sonrisa espere a que se fuera y cerré la puerta, Brittany se encontraba justo detrás de la puerta.

-Brittany, me has asustado. -Dije pegando un bote.

-Así sí que vais a quedar eh? -Dijo sería.

-Si pero no hoy, cuando tú me dejes... Si es que lo haces. -Dije rodando mis ojos.

Se encogió de hombros y me miro a los ojos. -Esa es una perra. -

-Más que tú no lo creo. -Dije cabreada.

-¿Te piensas que me molesta? Me han dicho cosas peores. - dijo riendo.

-Tampoco pretendía ofenderte. -Dije sonriendo.

-Ya, no importa. -Brittany miro hacia abajo pensando agarrando con una mano su otra mano tras su espalda. -¿Vamos a comer algo antes de irnos? -

-¿No sé, porque? -

-Porque conozco un sitio muy bueno para ir a comer. -Mis mejillas se encendieron.

-Me parece bien. -Fui hacia la cama para hacerla.

-No quiero que salgas con esa chica Santana. -Dijo Brittany cruzada de brazos.

-¿Porque no? -Sacudí la almohada.

-Porque no, simplemente eso; ¿No puedes estar con otras? Hay más de... Doscientas chicas en todo Berkeley, y tú te vas con la peor. -Su rostro se volvió tenso.

-Pero Brittany, me gusta. -Sacudí las sábanas y las puse sobre la cama.

-Joder Santana no traje a nadie a noche por ti. -La mire frunciendo el ceño.

-¿Y porque por mí? haz lo que te dé la gana, como si ahora fueses a cambiar por mí. -Dije furiosa.

-Bien entonces esta noche vendré con alguna y me la tirare en tu cama. -Apreté mis puños y agarre mi móvil.

-Las amigas no se tratan así; Y espero que lo sepas. -Levanté mis manos protestando y agarre mi ropa cerrando la puerta detrás de mí dándole un fuerte golpe.

Me dirigí al baño y me arranqué la ropa de golpe, e introduje mi cuerpo agua ardiente, el agua caía por mis senos y piernas; ese momento de tranquilidad sin Brittany ni nadie me pertenecía.

Acabe la ducha y rodee una toalla en mi cuerpo mojado.

-Santana no tendría que haberme puesto así, no quiero pelearme contigo el primer día. -Dijo sería sin inmutarse.

-¿Cuánto rato llevas aquí? -Dije cabreada.

-Unos diez minutos. -Sople fuerte.

-¿No te cansas de acosarme con tu mirada? -Ella sonrió mirándome de arriba abajo.

-No te acoso, y tampoco me canso de mirarte. -Su rostro se volvió serio de nuevo.

-Pues para ya, porque me molestas. -Dije abriendo la puerta saliendo de las duchas.

-¿Vamos a ir a comer? -Insistió Brittany.

-¿Aún quieres? -Dije colocando una toalla en mi cabeza.

-En ningún momento he dejado de querer. -Dijo Brittany abriendo la puerta del baño.

Camine hasta la habitación dejando. Brittany ahí, pasaron treinta y cinco minutos, cuando ya estaba vestida y mi pelo estaba seco y ondulado Brittany paso por la puerta.

-¿Dónde estabas? -Ella señalo la puerta con el pulgar.

-Pensaba que querías intimidad. -dijo entrando y lanzando su cuerpo contra la cama deshaciéndola toda entera.

-¡Brittany! ¡Que la acabo de hacer! -ella sin inmutarse seguía ahí.

-Yo la are después. -Su móvil vibro y rápido descolgó la llamada. -Un momento Santana, ¿Si? -Frunció el ceño. -¡¿Enserio?! Enseguida voy. -Colgó rápido y agarro mi mano tirando de ella.

-¡Brittany para! me haces daño! -Dijo tirando de mi brazo.

-Han pillado a Geneva, ósea la están buscando Monique y sus amigos; Hay que ayudarle para que pueda defenderse. -Caminaba deprisa.

-¿Pero no era a las tres? -Pregunte caminando rápido con ella.

-Sí, no sé qué ha pasado. -Llegamos a su moto y ella me lanzo el casco, cuyo me coloque en unos segundos y arranco la moto muy deprisa

-Brittany por favor ves más despacio. -Apreté su cintura contra la mía pero esta vez sin clavar mis uñas.

-No pasará nada, tú sólo agárrate fuerte. -Exclamo dándole más potencia al motor.

Brittany avanzo unos metros más y paró de golpe la moto.

Bajo deprisa de esta. -¿Aquí es? - Pregunte

-Exacto. -Saque el casco de mi cabeza y Brittany jalo de mi cintura para bajarme de la moto no sé porque, quedando con sus labios a tres centímetros de los míos y yo en el aire entrelazada con sus brazos.

El tiempo se paró por unos instantes, mis ojos viajaban por sus labios y ojos, ella simplemente, quedo parada enfocando sus ojos en los míos, quede sin aire y tome unos segundos para recuperarlo; Sus manos se encontraban por debajo de mi trasero, Brittany se descompuso y paralizo, simplemente nos mirábamos con deseo.

Una flema sonó. - Siento interrumpir pero, tenemos que irnos ahora, he recibido tu mensaje López. -Dijo Rachel.

Brittany sin decir nada me soltó dejando caer mi cuerpo al suelo -No interrumpías nada. - Dijo caminando rápido para alejarse de mí.

-Yo no creo eso. -Murmuro en mi oreja agarro mi brazo.

-¿No crees que? -Ella sonreía. -¿Ya te has acostado con ella? -

-No me voy a acostar con ella Rach, estoy harta de decirlo. -Dije soplando cabreada.

-¿has visto? Como tus ojos atravesaban los suyos, y como tus labios se hacían agua a los suyos. -Rodé mis ojos.

-Solo ha sido el momento, entre ella y yo no hay nada. -Dije.

-Deberías haberla besado, eres tonta. -Brittany grito desde delante de nosotras.

-Está ahí, mover los culos. -Brittany acelero su paso encontrándose con Geneva, Y nosotras detrás de Brittany.

-¿Que ha pasado? -Dijo Brittany.

-No lo sé, iba caminando y uno de esos me ha comenzado a seguir, le había dado esquinazo pero después han aparecido más, pero ya no están aquí así que tranquila. -Ella estaba relajada y sin preocupación.

-Pero entonces, ¿va a haber pelea? -Rachel pregunto.

-Por supuesto esa zorra no se libra. -Dijo enfurecida.

-¿Eh no es Monique esa de ahí? -señalo Rachel.

-Si es esa, dios voy a matarla. -Geneva dispuesta a todo se disparó hacia ella pero Brittany jalo su brazo con fuerza. -Suelta me, Brittany Suelta me. -

-Si vas a lo loco se irá corriendo y entonces no tendrás manera de agarrarla, que alguna de ellas la distraiga mientras... -

-Espera, ¿nosotras? -Dije mirando a Berry.

-Sí, le decís cualquier tontería mientras ella y yo la agarramos por la espalda. -Dijo Brittany, pues muy sería.

-Sí, vamos. -Rachel jalo mi brazo y yo lo aparte.

-Si te piensas que voy a acercarme a esa para que me dé a mí, y ella se libré lo llevas claro Brittany. -dije apuntando a Monique con mi dedo.

-No te va a pasar nada, ni a ti ni a Berry. -Dijo sería.

-Esperar. -Dijo Geneva.

-¿Que mierdas pasa ahora? -Dije cabreada.

-Tenemos que pillarla sola en Berkeley, y que ella empiece la pelea; Si no puedo acabar en un juzgado. -Retrocedió.

-No, es ahora o nunca. -Añadió Brittany.

-Hazme caso; No quiero meterme en líos. He estado ya en juzgados y es una mierda; Prefiero una expulsión.

-Como tú quieras. -Dijo Brittany.

-Nos encontraremos en Berkeley, te llamare. -Dijo Geneva alejándose hacia su coche.

Berry y yo retrocedimos y nos acerquemos al mismo coche de Berry, mientras Brittany se dirigía hacia su moto sola; y Geneva se esfumaba con su coche.

-¿Vamos a comer por ahí López? -Pregunto Rachel.

-Ostras le dije a Brittany que iba a ir con ella; ¡Lo siento! - Rápido salí corriendo dejando atrás a Berry. -¡Brittany espérame! -

Brittany me miro clavando sus ojos en los míos. -¿Qué quieres? -Dijo mirándome.

-Has dicho que me llevarías a comer. - Dije agarrando el casco.

-Pensaba que te ibas con Berry. -Dijo subiendo a su moto.

-Prefiero ir contigo. -Mi rostro se volvió pálido y pensé. -Bueno, tú me lo has dicho primero. -

-Bueno entonces vamos -Me subí a la moto tomándola por la cintura

Conduciendo la moto, a toda la velocidad posible; llegamos ella paró de golpe como de costumbre, se bajó rápido de la moto

Agarro mi cintura de nuevo jalando la hacia arriba pero esta vez giró su rostro para no encontrarse con el mío de nuevo.

-Aquí es. -Dijo mirando el bar.

-Brittany, se bajarme sola de la moto. -Brittany me miro sonriendo.

-Ya, pero que más te da. -Respiro hondo.

-Nunca he venido aquí. -Dije mirando el gran letrero.

-De eso estoy segura. -Dijo entrando al bar. -Venga vamos, no tenemos todo el día. -

Sonreí y entre detrás de ella, no había mucha gente; Habían familias comiendo, y ella le dio la mano al camarero, un anciano muy mayor, Brittany parecía contenta al verle, y esa era la primera vez que la veía sonreír de verdad.

-Puedes ponerme en mi mesa de siempre; Pero con dos sillas por favor. -Brittany dijo sonriendo.

-Por supuesto linda, ¿quién es la señorita que te acompaña? -Me miro sonriente y me beso la mano. -Es muy guapa.

-Sé que lo es. -Dijo Brittany mirándome.

-¿Que es tu pareja? Estoy deseando tener nietos de una vez por todas y ya es hora de que busque una novia sería. -Dijo el señor sosteniendo las manos de Brittany.

-Abuelo, puedo tenerlos cuando quiera, y eso lo sabes. - Dijo Brittany subiendo el volumen a su oreja para que le oyera bien.

-¡Sólo diré que hacéis muy buena pareja! -Sonreí ante sus palabras. -Deberíais estar juntas. -

Brittany no dijo nada y rápido cambio de tema -Bueno abuelo, venimos a comer, ¿te apetece comer con nosotras? -Dijo Brittany con una voz dulce y suave

-No, no cariño come tu; Otro día, hoy no me siento bien, te prometo que comeremos juntos los tres otro día. -

Brittany agarro mi mano y me llevo a la mesa.

-Bueno, tomar las cartas y cuando estéis le pides a tu primo que está ahí. -Señalo al mismo y se retiró de la mesa.

-Es simpático. -Dije sonriendo.

-Sí, es absolutamente genial... -Dijo sonriéndole mirando hacia atrás.

-¿Me has traído al bar de tu familia? -Dije frunciendo el ceño.

-No, ellos no son mi familia, es de acogida. -Dijo cambiando su rostro a serio de nuevo.

-Oh, perdóname; No era mi intención, no lo sabía. -Brittany agarro mi mano.

-Eh, no pasa nada; Esa etapa está superada y no necesito que nadie se compadezca de mí. -Dijo desquitando su mano de la mía.

-Te ves feliz cuando estás hablando con él. -Dije mirando la carta de menús. -¿Cómo se llama

-Se llama Jeremy, y bueno es como si fuera mi padre. -Respiro hondo pasando sus ojos por la carta. -Si no fuera por lo de la sangre el ADN y todos esos rollos podría decir que lo es. -

-Sé que no debería preguntar, porque sonaría grosero... ¿Pero que le paso a tu familia? -Dije interesada.

-Deberías esperar un poco para saber esas cosas de mí. -Dijo Brittany soltando la carta.

-¿Qué debo hacer para que me lo digas ahora? -Pregunte yo interesada.

-No sé, tú sabrás. -Volvió a agarrar la carta de menús. -Puedes, meter me mano por debajo de la mesa a cambio de una respuesta; Sales tu ganando. -Dijo riendo.

-Entonces, prefiero no saber nada. -Dije susurrando su en oreja.

-Estaba bromeando, aremos esto; tú me haces una pregunta, y después te hago yo otra. -Volvió a dejar la carta.

-Me parece bien. -

-Yo empiezo. -Dijimos las dos al mismo tiempo.

-Empieza tú. -Dije yo.

-Debes ser sincera. -Asentí con mi cabeza -No se vale mentir. - Volví a asentir. -Vale, ¿alguna vez has tenido alguna pareja que no fuese chica?

-Si. - Mire a Brittany unos segundos y sonreí. -Mi turno; ¿Que le paso a tus padres? Digo, ¿porque no están aquí? ¿Y cómo es que ahora vives aquí? -

-Eh, pregunta por pregunta; Ves despacio. -Sonreí y asentí.

- Este bien, discúlpame... ¿Qué paso con tus padres? -Pregunte mirándole dulcemente.

-Cuando tenía cuatro años, mis padres me dejaron en un contenedor de basuras, con una mochila y ropa, nada más. -Su rostro se volvió completamente serio ante sus palabras. -Después de eso no sé nada de ellos.

-Lo siento mucho Brittany. -Dije acariciando su mano, y ella la saco dejándola debajo de la mesa.

-Me toca. -Respiro hondo. -Como conociste a Rachel? -

-¿Y esa pregunta? ¿A qué viene? -Dije sospechosa.

-Es que no sé qué preguntarte; venga vamos; contesta. -Dijo impaciente.

-Pues la conozco desde el salón de infancia, estuve odiando la muchos años; La llamaba Troll, una vez que otra Hobbit, o le decía que se operase o arrancara la nariz, no sé cómo fue eso de que nos hicimos amigas, fue muy raro ya que, era Navidad y todos teníamos que llevar un pequeño regalo de los que traía Santa Claus, ella trajo una muñeca y yo traje otra, fue casualidad del destino cuando me pidió de jugar con ella y accedí a... -Brittany corto mis palabras.

-Espera, la llamabas Troll? -Dijo riendo.

-Sí, pero en realidad ni lo sentía, le decía sólo por molestarle. -Dije lamentando mi pasado.

-Sabes que sí, Santana; A mí no me engañas. -Dijo riendo.

-Bueno si, puede pero es que era insoportable. -Dije riendo y haciendo una mueca. -¿Quieres que continúe? -

-Claro pero, será mejor que podamos ya algo para comer. -Se levantó y se acercó a aquel chico, su "Primo".

Eso era tan raro, me resultaba una cita, obviamente no porque las citas son cuando dos personas se quieren, y entonces están juntas, en una comida íntima hablando de la vida, tal y como lo hacíamos nosotras en ese momento pero sin sentimientos.

-Listo ya he pedido. -Dijo Brittany sentándose en su silla.

-¿Que has pedido? no te he dicho que quiero -Refunfuñe a Brittany.

-Te gustara, tu sólo sigue explicándome.

-No queda mucho más que contar pero está bien. -Tome aire y seguí hablando. -Bueno, accedí a jugar con ella; No sé de qué manera sucedió que nos hicimos amigas, simplemente jugamos juntas y eso nos hizo estrechar lazos supongo, pero permanecemos unidas desde entonces, nunca nos hemos peleado, nuestra amistad es real, y siempre lo será. Es en la persona que más confió en este mundo, es mi mejor amiga. -Dije sonriendo ante mis palabras.

-Es genial; Y bueno es tu turno. -Dijo sería.

-¿Por qué siempre estas cabreada? Nunca sonríes. -Pregunté.

-No soy una persona precisamente feliz bueno si pero, sólo sonrió cuando estoy teniendo sexo del bueno, o cuando veo a las personas que más amo en este caso Jeremy, al que llamo Abuelo, O tal vez cuando estoy con alguien a quien tengo cariño y aprecio, pero lo cierto es que no suelo tenerle cariño a la gente, la confianza te lleva al desastre. -Cruzo sus brazos.

-¿Entonces conmigo nunca vas a sonreír? -Dije haciendo una mueca.

-Puede que sí y puede que no. -Automáticamente una sonrisa de dibujo en mi rostro. -Me toca. -Dijo Brittany. -¿Es cierto que no eres virgen? ¿Nunca lo has hecho ni con chicos ni con chicas? -

-Sí, -Respire hondo. -Ya sabes, espero a la chica perfecta. -

-Y con unos dedos bien largos. -Miro su mano y la alzo a mis ojos. - puedes usar estos si quieres. -Río.

-Olvídate, no vas a usar tus dedos conmigo. -Resople.

-¿Quien ha dicho que quiero hacerlo? -Dijo riendo maliciosamente cuando el camarero se acercó con dos platos.

-Bueno Brittany, te dejo aquí esto, espero que os guste. -Dijo aquel joven camarero acariciando el hombro de Brittany.

Se retiró y quedé mirando el plato. -¿Qué es esto? es la primera vez que lo veo. -

-Pruébala, si no te gusta puedes cambiarlo pero, sería imposible que no te gustara, la hace Jeremy. -Agache mi mirada hacia el plato, un plato que no había visto eso nunca, pero agarre los cubiertos y probé un poco de aquello.

-Y, ¿Qué te parece? -Dijo Brittany mirándome.

-Dios mío Brittany, está buenísimo. -Dije probando un poco más. -¿Qué es? - pregunte.

-Paella; es una comida española, como seguramente no sabrás parte de mi familia es de ahí, y conocen estos platos, Yo no; Yo soy de New York, pero estoy aprendiendo a cocinar estas cosas. -Dijo comiendo de su plato.

-Enserio me encanta. - Brittany asintió con su cabeza y ella siguió comiendo al mismo tiempo que yo. - Pero, no te vas a librar, me toca preguntarte. -

-Está bien... -Dijo levantando sus manos.

-¿Que paso después de que tus padres te abandonarán? -pregunte yo.

-Lo tengo borroso, pero recuerdo que Jeremy me llevo a su casa; Me quede ahí, extrañaba a mis padres, pero no supe nada de ellos, y día de hoy tampoco se nada, y no quiero saberlo, las personas que trabajan aquí me trataron como una más en la familia... Se lo debo todo a ellos. -Dijo sonriendo pero con un tono triste.

-Es una historia preciosa Brittany. -Dije poniendo una sonrisa comprensiva.

-No me mires así Santana, no pretendas sentirte mal, ni ponerte comprensiva. -Dijo Brittany cabreada.

-Deberías ser más abierta con las personas, no debes... Ser así contigo misma, ósea me refiero que dejes de ocultar tus sentimientos con los que te rodean. -Dije seriamente.

-Soy así, deja de meterte en mi vida. -Dijo cabreada.

-¿Meterme en tu vida? La idea de las preguntas ha sido tuya Brittany. -Cada vez me hacía cabrearme más.

-¡¿Pero me has preguntado tu primero no?! -Dijo elevando su voz.

-¡Brittany tranquilízate joder! -Dije elevando también mi tono de voz.

-No, no quiero, ¿te piensas que vas a venir tú y me vas a cambiar? estas equivocada Santana, demasiado. -Dijo golpeando la mesa con su puño.

-¿Sabes qué? Me voy. -Agarre mi bolso y deje un billete de cincuenta dólares en la mesa. -Que te aproveche rubia. -

-Santana... -Dijo ella mirándome mientras me iba.

Salí cabreada de aquel sitio y rápidamente llame a Rachel.

-Rachel por favor, ven a buscarme... -Dije dándole la dirección

-Ahí estaré López, espérame cinco minutos. -Dijo ella.

-Gracias, no sé qué aria sin ti. -Dije triste.

Sentía ganas de sentarme en el suelo y romper a llorar, era como si hubiese roto con el amor de mi vida, como era tan estúpida, no comprendo por qué iba de dura si real mente no lo es.

Mis pensamientos brotaban, uno por uno sin parar, me fijaba en todos los coches que venían, hasta que uno paro y sonó el claxon dos veces, antes de subir esperaba que Brittany saliera para disculparse pero me temo que, no.

-Vamos López, sube. -Dijo en tono amable Rachel.

-Gracias por recogerme; Te debo una. -Dije acariciando su brazo.

-Que ha pasado con Brittany? -Pregunto dudando.

-Nada importante. -Rachel tenía una sonrisa en su rostro. -¿A qué viene esa cara de felicidad? -

-Hemos encontrado apartamento, tiene dos habitaciones, tres baños, y un salón suficiente amplio. -Mi sonrisa se hizo completamente. -Sólo hay un inconveniente. -

-¿Cual? -Pregunte entusiasta.

-El apartamento es de Quinn, o sea que yo dormiré con ella. -Dijo entusiasmada.

-¿Bueno, y cuál es el problema? -Respire hondo. -¿Hay dos habitaciones no? -Pregunte extrañada.

-Sí, pero Brittany también debe venir también, el apartamento es de Quinn y yo no he podido encontrar uno para nosotras dos, y nos alojaremos con ellas. -Su tono se volvió serio.

-Prefiero quedarme en el campus, así tengo una excusa para salir del maldito trato. -Sople fuerte.

-¿Que trató? -Rachel me miro mientras conducía. -¡Ya no me cuentas nada! -

-Hicimos un trato como una apuesta, pasó un mes con ella; Yendo donde ella dice, a cambio de que ella no intente follar conmigo, hasta que se lo pida, si en un mes no se lo he pedido, ósea en veintiocho días seré libre y me dejara en paz. -Berry me miro con decepción. -¿Qué pasa? Es una idea genial. -

-No San, es que; Veo en tus ojos lo que pasa, tu no lo notas pero los que están a tu alrededor sí; cuando estás con Brittany no eres tu; Bueno si, pero estas feliz. -Dijo la morena.

-¿Insinúas que estoy enamorada? -Abrí mis ojos de par en par. -Espera, espera, insinúas que estoy enamorada de Brittany? -Comencé a reír.

-No te hagas la imbécil, además no tiene nada de malo. -Dijo mirando la carretera.

-No, claro que no puede tener nada de malo porque no siento nada, no me gusta y menos me atrae. -Sople rechistando.

-Me da igual lo que digas Santana, pero te va a tocar convivir con ella, más de un mes. -Negué sacudiendo mi cabeza.

-No, pasará la apuesta y volveré a dormir en Berkeley. -Rachel paró el coche aparcando, seguido yo también baje de él.

-Como tú quieras Santana, pero luego, soy yo la cabezona. - Fuimos entrando por la gran puerta del campus.

-¡Eres una zorra! -Grito una voz.

-Eres una estúpida y no vales para nada, eres una cerda y eso no lo cambiarás en tu puta vida. -Rachel me agarro de la mano y corrimos hacia las voces.

-¡Geneva! -Grite.

Las voces gritaban, pidiendo pelea; Ellas estaban a un palmo de distancia, los insultos entre ellas calentaban más, y sus furias aumentaba, y eso incitaba más a Geneva a pegar a Monique.

-Ahora que no estas con los tuyos, ¿porque no me pegas? ten suficiente coño como para pegarme. -Geneva golpeó el suelo pegando un pisotón haciendo que Monique se asustará echándose hacia atrás

-Lo exageras todo demasiado, das asco. -Geneva respiro hondo con la cabeza agachada, mirando unos segundos al suelo, elevo su mano y con fuerza y con potencia la estrello contra la cara de Monique.

-Asco, ¿sabes quién da asco? -Geneva se abalanzo sobre Monique haciendo que cayera de golpe al suelo.

Posando se sobré ella comenzó a golpearle el rostro con fuerza, Nadie hacia nada y Monique sólo estaba en el suelo intentando cubrirse la cara de los golpes que recibía, de un momento a otro Geneva cerró sus puños y con más fuerza, haciendo que brotara sangre se los labios de Monique, los monitores no estaban, y yo no podía detenerla, y Geneva seguía dándole golpes mientras que los demás sólo miraban y gritaban.

-Rachel tengo que pararla; ¡La va a matar! -Los gritos de Monique se repetían en mi mente. -

-No Santana, esta cabreada si la agarras te dará a ti. -Tape mi rostro con mis manos un par de segundos.

-¡Suelta me por favor! -Exclamo Monique en el suelo.

-Te pienso matar hija de puta -Le grito Geneva.

Geneva no dejo de darle golpes, nadie sabía ni si Monique seguía despierta ya que segundos después dejo de gritar.

Cogí potencia y me estampe contra la espalda de Geneva agarrándola por la cintura y tirando de ella hacia atrás. -Geneva trata de calmarte. -Le rogué.

-No, esa perra se merece eso y más. -Ella salió corriendo para volver a cogerla, la atrape con mis brazos dejándola sin paso.

Mírame a la cara y trata de respirar, ¿está bien? - Ella asintió y me miro a los ojos. -Mírala, ya no puedes dejarla peor, trata de calmarte.

Miro a Monique echada en el suelo y sin poder moverse. -Que se joda. - Dijo pasando por lado y escupiendo sobre su rostro. -Tengo que limpiar la sangre de mis manos, nos vemos Santana. -Se fue sin inmutarse, pasando por mi lado y muy tranquila.





Me tumbe agarrándola por el cuello. -Vete a casa, la llevare al hospital.

-No, iré contigo. -Dijo Rachel.

-Pues vamos. -

Subimos al coche, nos dirigimos al hotel, con Monique inconsciente, su pulsación se iba a medida que pasaban los segundos, el camino se hizo corto, ya que Rachel corría a máxima velocidad, aparcamos el coche y entre las dos agarremos a Monique inconsciente, corriendo unos médicos nos atendieron y nos hicieron varias preguntas que apenas pude responder, pasamos cuatro horas enteras fuera esperando a que nos digan algo, pero no recibíamos noticias de nada.

-Rachel te veo cansada, ves a casa; Yo me quedare aquí no me importa. -Dije haciendo una mueca.



-No quiero dejarte sola San, no importa. -Dijo apoyando su cabeza contra su mano.

-Han intentado localizar a su familia, pero no tienen nada, me quedare yo con ella, puedes irte; En serio Rachel. -Dije acariciando su cabeza. -Quinn te estará buscando, vamos; Y mañana iremos a ver el apartamento, ¿Vale? -Dije sonriendo.

-Llamaré a Brittany entonces... -Dijo sacando su móvil.

-No, me quedare yo sola, no la llames. -Dije con asco.

-¿Porque te pones así? –Frunció el ceño.

-Porque me he peleado con ella. -El medico se acercó.

-¿Son ustedes quienes están con Monique?-Preguntó el doctor.

-Sí, bueno la hemos traído pero no la conocemos mucho. -Respondí yo.

-Bueno, le hemos hecho varias pruebas, y me temo que los golpes que ha recibido en la cabeza han hecho que pierda la memoria. -Dijo serio.

-¿Es amnesia? -Preguntó Rachel.

-Es algo temporal, lo cierto es que no lo sé, puede ser temporal o puede ser para siempre. -Dijo el doctor.

-Conocemos a su hermano Cody, cuando vuelva le diré sobre esto. -Dije yo

-Pueden quedarse con ella hoy o volver mañana si quieren, de todas formas no puede recibir visitas hasta mañana y solo podría quedarse una persona, ahora estará dormida por lo que mañana cuando despierte no recordará nada de lo que ha pasado hoy y tan solo se levantara con mucho dolor de cabeza y sin saber cuál es su nombre. -Dijo el Doctor rascando su cabeza.

-Rachel me quedare yo con ella, puedes irte tranquila a casa; No me importara. -Dije mirando a Rachel.

-Como ha dicho el doctor; Podremos volver mañana por la mañana. -Dijo Rachel tomando mi mano.

-Pues me quedare aunque sea unas horas más, cogeré el autobús, y volveré después, por la madrugada; Sobre las doce, al menos si se despierta... No quiero que este sola nada más despertarse, sabes lo que pasó y no quiero que a nadie le pase esa misma mierda. -Rachel me miro melancólica y se levantó de la silla.

-Si mañana no estás en Berkeley, te la voy a liar gorda. -Dijo Rachel.

-¡Que sí! Anda vete, aparte me haces un favor, me he peleado con Brittany ya sabes y no quiero saber lo que me espera al cruzar la puerta.- Dije yo

-Bueno cariño te veo luego, pásate por mi habitación enserio, si tienes algún problema con Brittany cuando vuelvas me lo dices y yo me quedare contigo. -Dijo besando mi mejilla.

-No sé qué aria sin ti. -Dije mientras se alejaba.

-¡Pues nada, para eso están las mejores amigas! -Dijo ella desvaneciéndose en las personas.

Reí y comencé a jugar con mi móvil, algunas aplicaciones que tenía, pasaban los minutos y mi móvil se quedó sin batería, mirando la hora, ya se habían hecho las diez de la noche.

-¿Sola y cansada? -Dijo un chico sentado a tres sillas de distancia.

-Exacto, pero solo un poco; Nada más. -Le dije.

-Deberías ir a casa junto tu novio. -Dijo sonriendo.

-No tengo novio. -Él se acercó una silla más a mí.

-Bueno, mejor supongo; Marc, Arnal; Encantado. -Dijo dándome su mano.

-Santana López, igual mente. -Con una sonrisa asintió.

-Bonito nombre, ¿Qué te ha pasado? ¿Te has hecho daño o algo? -Dijo sonriendo sin soltar mi mano.

-No, una conocida le han pegado y bueno me ha tocado traerla, pero no me importa; Si a mí me pasara no me gustaría que me dejaran tirada en la calle. -Dije riendo y el soltó mi mano.

-Oh claro, ¿Monique? -Asentí. -Genial, soy amigo de su hermano Cody, él lo sabe pero no ha querido venir, estará muy concentrado tirándose a Mercedes. -Rió.

-Puede ser. -Reí.

-Yo soy su ex novio, hace unos meses, parece una perra pero lo cierto es que es demasiado simpática, y cuando la conoces a fondo pues no es como parece. -Me miro a los ojos. -¿Te importa si me acerco más? Es incómodo. -

-Oh, claro no hay problema. -Dije dando dos golpes a la silla que se encontraba a mi lado. -Si has venido a recuperar su amor, lo siento mucho; Ha perdido la memoria... -Dije en tono comprensivo.

Marc tapó su rostro. -Era una hija de puta -Le mire con pena. -Se lo merecía, pero no hacía falta tanto. ¿No crees? -Dijo llorando.

-Por favor, lo que menos necesito son lagrimas ahora... -Dije haciendo un puchero.

-Perdóname. -Dijo riendo y limpiando sus ojos.

-Bueno, es bonito que hayas venido a verla y más si le quieres. -Abrió sus ojos.

-No, no he venido porque es mi amiga, pero no le quiero, esto está demasiado superado. -Dijo seguro.

-Bueno, igual me parece un detalle que vengas a verla, ¿Te vas a quedar? A si podría irme a casa, descansar y mañana venir, no sé. -Dije desesperada por volver.

-Puedes irte, pero iré contigo si no te importa, yo volveré mañana con Cody, si es que el cabron quiere venir. -

-Pues vayámonos, es bastante tarde; Las once y media, genial. -Dije soplando.

-No pasa nada, tengo coche no hace falta coger un auto bus, ni tren.-

-Genial, perfecto; Muchas gracias, estoy muerta!

-Soy la solución a tus problemas si necesitas algo sólo dímelo. -Dijo sonriendo.

-Genial, pues déjame dormir contigo, no quiero dormir con Brittany. -Abrió sus ojos y me miro.

-A mí no me importaría. -Dijo ruborizando se. -Pero, mejor que esperemos un poco más. -

-Marc, era ironía; Yo soy lesbiana. -Dije sería.

-Sí, lo se lo he oído por ahí, pero no importa ¿qué tendría de malo? -Pregunto elevando sus manos.

-Pues que no me gustan los hombres. -Dije clara levantando me dé la silla. -¿Vamos? -

-Claro. -Dijo levantándose y poniendo bien sus pantalones.

-Genial, y de verdad muchas gracias. -Dije acariciando su brazo.

-No es nada, en serio un placer. -Dijo siendo amable.

Salimos del hospital dirigiéndonos al coche de Marc, el mismo me presto su chaqueta, conversamos sobre Monique, y Geneva; Y eso llevo al tema de Brittany, nunca me la sacare de encima.

-Entonces estás con Brittany? -Pregunto.

-¿Que? ¡No! Ella es... Mi amiga por decirlo así. -dije frunciendo el ceño.

-Ya entiendo, ¿folla amiga? -Tape mis ojos con los dedos pulgar e incide.

-¡No! Sólo mi amiga, y compañera no ha pasado ni va a pasar nada entre nosotras. -Marc me miro con una sonrisa.

-De acuerdo, no me muerdas. -Reí junto él. -Bueno estamos llegando, en veinte minutos estamos ahí. -

-Menos mal, tengo un sueño impresionante; No te lo puedes imaginar. -Apoye mi cabeza sobre el cristal y cerré los ojos. -


- Santana, despierta; Que hemos llegando. -Abrí mis ojos.

-Mierda, ¿me he quedado dormida? -Marc sonrió y me acaricio el pelo

-Sólo un poco. -Saco las llaves del coche.

-Bueno, por fin. -Dije saliendo del coche.

Cerré la puerta de un golpe. -he cogido tu número de teléfono, ya sabes; y también te he guardado mi número por si quieres quedar, o necesitas chofer aquí estoy. -

-Muchas gracias, pero... Creo que no deberías haberme cogido el teléfono, hay conversaciones muy calientes entre mis amigas y yo. -Marc tapo su rostro pasando su mano por él.

-Oh Dios mío, tendrías que habérmelo dicho antes. -Reí y le abrace.

-Sólo estaba bromeando. -Me rodeo con sus brazos.

-Bueno, espero tu llamada. -Asentí. -Antes. Hace cinco segundos atrás había pensado en besarte, pero ahora esperare, valdrá la pena. -Mis mejillas se encendieron.

-Hasta otra. -Un cosquilleo pasó por mi estómago.

Camine hacia la puerta de Berkeley, pensando en él y en lo mucho que me llego a atraer, su misteriosa sonrisa y ojos marrones; Cuando pase por la puerta del campus, mis pensamientos cambiaron, un mal presentimiento se presentó en mi estómago, comencé a subir las escaleras pasando por la habitación de Rachel le mande un mensaje de texto diciéndole que había llegado y que estaba bien, subiendo un par de pisos más arranqué los tacones de mis zapatos; Llegando y abriendo la puerta con sigilo para no despertar a Brittany.

-Brittany... Dios mío. -Fruncí el ceño y una risa malvada salió de la nada. -Esto es, como tocar el cielo. -Dijo una voz desconocida.

-Brittany, ¿estás aquí? -Dije encendiendo las luces.

-¡Santana! ¿Qué haces aquí? -Tape mis ojos en cuestión de milésimas y mi sangre se calentó muy deprisa y no pude evitar llorar.

-Perfecto, mejor me voy. -Dije mordiendo mi labio con fuerza y rabia.

-No, no espérame. -Dijo Brittany.

Salí de ahí tan rápido como pude bajando las escaleras hasta llegar a la habitación de Rachel.

Pique un par de veces. -Rachel, ábreme por favor. -Dije llorando y no respondía.

Agache mi mirada dejando caer las lágrimas al suelo. -¿Santana que te pasa? -Dijo Rachel rodeada por una sábana blanca y el pelo despeinado.

-Rach, ¿va todo bien? -Dijo Quinn. -Si no vienes ahora me dormiré. -Tape mis ojos y apreté.

-No pasa nada Rachel, todo está genial, vuelve a la cama. -Dije retirándome volteando y volviendo a bajar más escaleras hasta llegar al salón.

-Todo no puede ir peor. -

-¡Santana! -Dijo Rachel abrochando su bata de noche.

-Qué coño quieres Berry? -Dije furiosa.

-Tal vez me gustaría saber qué te pasa, no se sólo tal vez. -Dijo pegando se a mí.

-Pues he llegado y ahí estaba Brittany, comiéndole todo a una tía. -Dije entre lágrimas.

-¿Quién era? -Dijo Berry.

-Eve. -Dije agachando mi rostro y llorando aún más.

-¿Eve? ¿La chica que te gustaba? -Dijo sorprendida. -¡¿La del bar?! -

-Si Berry, ¿ella te enseño una foto? -Dije limpiando mis lágrimas. -Y ella no me gusta, no sé ni porque le dije que sí. -

-¿Entonces porque estas así? No será porque no Eve estaba con Brittany si no que, ¿Brittany estaba con Eve? -Dijo ella.

-No, no es por eso. -dije sería.

-Pues no lo sé entonces pero sea lo que sea y quien sea; Es estúpida y fea, y tú eres más guapa, y estas más buena. -Dijo consiguiendo que Riera y abrazando me.

-Gracias Rach. -Agarro mi mano.

-Volvamos arriba, le diré a Quinn que lo ordene todo y dormirás en mi cama, no tienes por qué volver si no quieres. -Acaricio mi brazo.

-Si no volviera, sería una cobarde; Y yo siempre cumplo mis tratos. -dije subiendo las escaleras.

-Pues iré contigo y le daré una lección a esa perra. -Volvió a hacerme sonreír.

-No Rach, debo aprender a hacerlo sola, mañana te veo. -Dije besando su mejilla.

-Está bien, no llores más por favor, no te favorece nada; tu sonrisa es demasiado hermosa. -Dijo abriendo la puerta.

-Nos vemos mañana, ¿vale? Y sigue con... Lo que hacías, o se enfriará. -Dije guiñando le un ojo.

-Creo que ya se ha enfriado, el horno va mal y hay que llevarlo a arreglar. -Dijo devolviéndome el guiño.

-Hasta mañana. -Sonriendo seguí subiendo más escaleras, y Eve se cruzó por mi lado.

-Santana... -Dijo rota.

-A mí no me hables, yo no hablo con putas. -Dije sonriendo malvadamente y siguiendo mi destino.

-Escúchame. -Dijo agarrando mi brazo.

-Qué quieres que escuche, puerca. Me dices que me aleje de ella y que es mala para mí, me dices que sólo hace daño a las personas, y lo peor es que me dices que me quieres y cuando vengó por la noche, estabas con Brittany, en mi cama. -Dije apartando mi brazo de sus garras. -Escúchame bien, porque estas son las últimas palabras que vas a oír en tu puta vida de mi boca, ¿vale? -Dije sonriendo. -Desaparece, mátate, no sé; Lo que quieras, pero a mí no me vuelvas a mirar más.

Me aleje de ella dejándola en las escaleras, llegue a mi habitación y pare frente a ella respirando muy hondo y abriéndola delante de mí.

-Santana, ¿qué te ha pasado? -Dijo Brittany en su cama, con ropa interior y con un cigarrillo entre sus dedos.

-Nada, estoy bien. -Dije abriendo las sábanas de la otra cama.

-¿Qué haces? -Pregunto apagando el cigarrillo.

-Me voy a dormir, ¿eres ciega? -Se levantó poniéndose a mi lado.

-No, puedo verte perfectamente. -Dijo rodeando su brazo en mi cintura.

-Suelta me, a saber que has tocado con esas manos. -Sonriendo me atrapo con su otra mano.

-Me has he lavado, y las sábanas las he cambiado. -Me miro a los ojos. -¿Por qué has llorado? -

-No te importa, déjame, y sobre todo suelta me. -Dije intentando salir de sus brazos.

-No me gusta que la gente llore, y menos por mí. -Dijo mirándome a los ojos. -Y menos la gente a la que apreció. -

-¿Llorar por ti? Antes de eso, me ahorco con una soga. -Dije sonriendo malvadamente.

Me soltó. -Que te ha molestado más, que sea Eve con la que estaba, ¿o no ser tú con la que estaba? -

-Ninguna de las dos, simplemente un mal día, sólo es eso. -Dije sentándose en la cama.

-Deberías disculparte por dejarme tirada en la comida. -Dijo de pie.

-¿Estas de coña? –Dije secamente.

-No, solo bromeaba. –Dijo sonriendo. –Pero joder, ósea hacia tres dos días que no echaba un polvo, tienes que entenderme. –Fruncí el ceño.

-Madre mía, luego la guarra es Monique. –Soplé. – Y ahora la pobre ha perdido la memoria por culpa de esa niñata. –Puse cara de asco.

-Oye, que yo sé a quién me tiro. -Abrió los ojos y me miró. -¿Ha perdido la memoria? –Dijo abriendo su boca de par en par.

-Sí, y si no llega a ser por mí y Rachel seguiría tirada en la calle. –Una lágrima cayó por mi mejilla.

-Estas sensible eh. –Hizo que riera.

-Sí, mucho, si tú supieras… -Dije flexionando mis rodillas y apoyando mis brazos y cabeza en ellas.

-Ven aquí anda. –Extendió sus brazos.

-¿Pretendes que te abrace? –Fruncí el ceño.

-Exacto, eres mi amiga y no me gusta que llores, no te acostumbres a hacerlo. –Dijo acercándose a mí. –Va, que me canso y me he lavado las manos.

-Está bien. –Dije sonriendo.

Extendí mis brazos pasándolos por debajo de sus axilas, apretando y aceptando un dulce y cálido abrazo, notando su barbilla clavarse en mi clavícula cerré los ojos.

-¿Dormimos? –Dijo mientras separaba mis brazos de su cintura.

-Claro, estoy muerta. –Dije mirando fijamente sus ojos.

-¿En tu cama o en la mía? –Pregunto con su dedo pulgar.

-En la mía, yo ahí no duermo más. –Ella sonrió.

-Bueno, pues ya está: Ves durmiendo tú, yo voy a darme una ducha. –Dijo agarrando su neceser.

-Está bien, pero no me despiertes cuando vengas, silencio total; Por favor. –Dije hundiendo mi cuerpo en las sabanas y respirando hondo.

-Desacuerdo, y recuerda que mañana tenemos que hacer las maletas, vamos a ser compañeras de piso morena. –Guiño un ojo.

-Sí, pero solo por un mes después me volveré al campus. –Su sonrisa se quitó.

-¿Y eso porque? –Dijo desilusionada.

-Porque si, solo eso; Son cosas mías, y tendré que pedirte mañana por la tarde que me dejes ir a un sitio. –Dije. –Pero sola.

-¿Con quién? –Pregunto cruzando un brazo por detrás de su espalda. –

-Voy a estar en el hospital, con Monique. –Respondí. –He pensado que a ti no te gustaría ese ambiente. –

-Lo cierto es que no, puedes ir. –Dijo con una sonrisa forzada saliendo de la puerta.

Pasaron diez minutos y no podía dormir, hasta que conseguí hacerlo y caí en un coma permanente, de esos que ni un terremoto conseguirían hacerme despertar.




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Bueno, ¿quieren que continue? diganme en los comentarios si quieren que lo haga y lo aré :)

Continua x fas, tu historia me a dejado atrapada, me gusta un buen

Continúa xfavor esta mega interesante (:

sigueeee....! Me encantaa =) Mas porque bueno ya he leido BD y quiero saber como ira esta :) Saludos

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basciamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.




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Capitulo 4


Abrí mis ojos después de haber dormido durante toda la noche, mi brazo estaba rodeado al cuerpo de Brittany y mi rostro pegado a su seno, Brittany aceptaba mi brazo, y una de sus manos estaba por debajo de mi camisa.


-¡Brittany! -Dije pegando un salto.


-¿Que joder? Me has despertado. -Dijo refregando sus manos en sus ojos.


-Me dijiste que no me ibas a tocar mientras dormíamos, eres una mentirosa. -Brittany me miraba como si estuviera loca.


-Santana, no te vayas de contexto, ¿Si? Para comenzar, me he despertado así, a noche estabas en la otra punta de la cama, si has acabado encima de mi teta, no es mi culpa ¿Vale? -Dijo enfurecida.


-¿No has sido tú? -Fruncí el ceño y ella sacudió su cabeza -. Vale, entonces, ¿qué hacia tu mano debajo de mi camisa, tocando mi abdomen? -Dije


-No lo sé, tal vez tú la pusiste. -Señale mi pecho.


-¿Yo? Si, sobretodo eso. -Reí ante ello.


-¿Qué culpa tengo? No puedo controlarme mientras duermo, te pones esa camisa de tirantes marcando todo pues, no sé. -Señalo mis pechos.


-Genial, a partir de ahora dormiré con ropa más larga y ancha. -Dije cruzando mis brazos.
-Pero si no pasa nada, solo que no soy consciente de mis actos. -Ella rio malvadamente. -Seguro que te ha gustado, ¿No? Te has puesto cachonda. -Dijo aprentando su labio inferior con el superior.


-Brittany, eres tan vulgar. -Agarre una almohada y la estampé contra su rostro.


-Santana, te lo estoy diciendo en coña, ¿Siempre serás así? -Preguntó ella.


-Pues sí, si sigues tocándome; No me atraes para nada, pero al fin y al cabo pues soy una mujer y necesito sexo, pero no se... -Brittany me sonrió dejando ver sus preciosos y blancos dientes.


-¿Qué? ¿Te rindes? -Carcajeó. -Lo sabía. -Rio cruzando sus brazos.


-No, imbécil. -Le dije.


-Bueno, es tu tercer día conmigo, y supuestamente somos amigas ¿No? -Preguntó.


-Ahá, exacto, así es. -Dije asintiendo con mi cabeza.


-Pues deja ya de enfadarte por todo, ¿Las amigas se pelean tanto o es que eres así? Porque chica, no veas... -Dijo Brittany haciendo una mueca.


-Sí, claro entonces es mi culpa que seas una obsesa sexual, y me de miedo que me violes por la noche. -Reí.


-¿Piensas que voy a hacerte algo mientras duermes? Así no tendría emoción, no podría oír tus enormes gemidos y sentir tu sexo palpitar entre mis labios, o ver como agarras mi pelo aferrándolo más a ti con una mano, y con la otra mano agarrando las sábanas y gritando mi nombre. -Mordió su labio inferior.


-Oh por dios Brittany, ¡das asco! -Dije riendo.


-Te mueres por que lo haga. -Guiñó un ojo.


-Lo que tú digas Brittany, pero recuerda; Te lo tengo que pedir yo. -Le guiñé un ojo.
-Dime algo que no sepa. -Guiño un ojo.


-Iré a darme una ducha, esta vez quédate aquí; No quiero darme la vuelta y encontrarte mirándome otra vez. -dije levantando me y estirando mi cuerpo.


-¿Qué más da? Yo ya te he visto desnuda, y te he comido con la mirada; ¿Quieres hacerlo tú también? -Dijo levantándose poniéndose a mi lado y pegando se a mí.


-No Brittany, no quiero. -Dije respirando hondo.


-Mira como tu pulsación acelera, cuando notas mi aliento en tus labios. -Agarro mi mano, y la coloco en su abdomen.


-Brittany... Para. -Dije mientras ella mordía su labio.


-No tengas miedo, te va a gustar. -Mi pulsación aceleraba cada milésima.


-Brittany enserio. -Rodeo su brazo en mi cintura y me pegó a ella.


Dejándome llevar y sin decir nada levanté mi rostro, y Brittany coloco sus labios en mi cuello, pasando su lengua por el mismo, y dando un suave y dulce beso, perdí la compostura por unos segundos, cerrando mis ojos y tranquilizándome.

-Brittany deberías parar. -Dije mientras besaba mi cuello. -¡Brittany! -Le grite apartándola de un gran empujón.


-Vete a la ducha anda. -Dijo guiñando me un ojo. -Estas roja, cálmate, sólo ha sido un pequeño beso. -No podía evitar sonreír pero aun así me contuve.


-Das asco Brittany, no vuelvas a ponerme un dedo encima, ¿te queda claro? -Dije cabreada y saliendo de la habitación.


Cerré la puerta detrás de mí y cuando me di la vuelta choque de cara con alguien.
-¡Discúlpame! -Dijo una voz masculina.


-Marc, ¡eres tú! -Dije riendo mientras me ayudaba a levantarme.
-¿Alegrada de verme? -Dijo riendo.


-¡Sí! -Reí -Iba a ducharme, y justo te iba a llamar después.
-¿Si? ¿Para qué? -Dijo sonriendo.


-Me dijiste que cualquier cosa te llamara o si quería verte o quedar, y eso; He conseguido tener la tarde libre, es que; No tengo muchos amigos en el campus, sé que llevo sólo días pero de todas formas no he conocido a nadie; Nadie para ser amigo. -Dije sonriendo,


-Pues ya tienes un amigo, ¿a qué hora quieres que nos vemos? -Entusiasmada le respondí.


-¿Eso es un sí? -Asintió. -Podemos quedar sobre las cuatro, podríamos ir a ver a Monique al hospital y después a tomar algo, tú decides.

-Me parece una idea genial; ¿te paso a recoger aquí? -Dijo mirando la puerta de mi habitación.
-No, quedamos a fuera o te mandó un mensaje. -Dije guiñando le un ojo.


-Está bien, dime algo. -Dijo besando mi mejilla.


-Hasta luego Marc. -Dije yendo hacia las duchas.


-Adiós San -Dijo el marchándose.


Fui hacia el baño, con mis pensamientos brotando de un lado para el otro, primero quería saber porque Brittany había hecho eso, sobre todo cuando el trato era pasar tiempo con ella mientras no me tocara.


Entré a las duchas y me duche tranquilamente; Eran las diez de la mañana y a las once íbamos a ver el piso, junto a hacer la mudanza, iba a ser un incordio vivir con Brittany todo un mes aquí, no me imagino el tostón que será oír a Rachel con Quinn y a Brittany con alguna, me tocará dormir en el sofá.


Después de ducharme envolví la toalla en mi cuerpo y fui a la habitación, muy cabreada y tire las cosas de golpe al suelo. -¡Eh fiera! ¿Se puede saber qué te pasa? -Pregunto Brittany levantándose de la cama.


-¿A mí? A mí no me pasa nada, que te pasa a ti. -Dije secando mi cuerpo.


-A mí no me pasa nada, ¿Quieres empezar una discusión? Por mi encantada. -Dijo sonriendo.
-Pues va, empieza; No cumples lo que dices, eres una... -Callé de golpe.

-¿Una qué? -Brittany se acercó a mí y agarro mi brazo con fuerza. -Va, dímelo. -


Mi toalla cayó al suelo y quedé completamente desnuda. -Una guarra. -Dije sacando mi brazo de sus manos.


-No me duele, me han dicho cosas peores ¿Sabias? -Dijo al volver a cogerme el brazo.
-Me da igual, no quita lo que eres. -Dije.


-Bonitas vistas morena. -Dijo clavando sus ojos en mis pechos y pasando su mano izquierda por mi espalda.


-Déjame Brittany. -Le suplique.


-Lo estás deseando. -Dijo lamiendo su labio inferior.


-No Brittany, suéltame. -Dije tratando de salir de sus zarpas.


-Está bien, pero deja de lamentarte. -Dijo retirándose a una de las camas.


-¿Yo? ¿De qué? -Repliqué.



-Te he besado Santana, ¿Y qué? ¿Porque actúas así? ¿Nunca has besado a una mujer? -Dijo enfurecida.


-Claro que sí, pero no a las mujeres que me dan asco. -Dije poniendo mi ropa interior.


-Santana, te pongo; Reconócelo ya, ¿Vale? No quieres ser una más porque sabes lo que va a pasar, si no ya me hubiera acostado contigo el primer día. -Dijo cruzando sus piernas sin dejar de mirar las mías.


-No lo veas tan fácil, ¿Porque todo es como tú dices? Brittany, si vamos a estar peleando tanto mejor dejar esa puto trato ya, ¿Vale? -Dije agarrando un vestido y poniéndolo en mi delgado cuerpo moreno.



-No, Santana. -Dijo mirándome.


-No entiendo porque quieres pasar tanto tiempo conmigo, ¿Que te he hecho en otra vida? -Dije cabreada.


-A mi nada, pero deberías saber que soy así, así es tal y como me muestro ante los demás, soy tu amiga o al menos lo intento; Y aún que nos peleemos seguirás siendo mi amiga. -Dijo con tono sincero.


-Brittany, creo que escondes a alguien dentro de ti, no creo que tu seas así de dura, no quieres tener sentimientos pero algún día, los tendrás por alguien inesperadamente, y eso es bonito; Sentir algo por alguien. -Dije sonriendo mientras agarraba mi vestido azul marino.


-¿Tu alguna vez te has enamorado de alguien? -Me miro con sus mejillas ruborizadas.


-No, nunca y estoy esperando a la persona indicada. -Dije sonriendo y ella me devolvió la misma. -Tú te has enamorado? -Devolví la pregunta.


-No, nunca; Y espero no hacerlo nunca. -Dijo volviendo a poner su rostro pálido.
-Acabarás haciéndolo Brittany, es el destino. -Dijo seria.

-La verdad, es lo que estoy esperando. -Dije acabando de vestir me clavando mi vestido en mi cuerpo.
-¿Qué estas esperando? -Preguntó confusa.


-Espero enamorarme de la persona indicada, ¿No? Es decir, levantarme y ver a esa persona tan especial a tu lado, besarla una y otra vez sin importar el lugar y la situación, lo cierto es que lo estoy deseando, pero todas las chicas con unos cerdos, y me basta para renunciar por ellas si no estuvieran más buenas que el pan. -Dije dibujando una sonrisa en mi rostro.


-La encontraras. -Dijo Brittany devolviéndome la sonrisa.


-Lo cierto es que no tengo mucha prisa, es decir el sexo no me da la felicidad y mucho menos la vida. -Le dije a Brittany obviamente para que se diera por aludida.


-A mí sí. -Asintió.


-No Brittany, te pasa que tienes miedo a amar, tienes miedo a sentir porque puede que al tiempo lo pierdas, ¿Sabes? Lo cierto es que te entiendo porque, todos tenemos miedos a amar, y más si has estado sin familia, que te abandonen debe ser un buen palo. -Brittany me miro con furia en la mirada.


-Eres imbécil, no tienes ningún puto derecho a hablar de ellos, ¡No los conocías! -Grito muy fuerte.


-Lo siento Brittany, perdona me, no quería decirlo así, te juro que no quería decir eso, perdona me. -Dije acercándome a ella.


-¿Sabes que te pasa a ti? Piensas que todos te van detrás, ¿O qué? Vas de "Soy una santa" Pero a saber qué es lo que has hecho tú, debería darte vergüenza nombrar a mi familia de esa manera, das asco. -Dijo Brittany mirando mis ojos con rabia fijamente.


-Será mejor que me vaya. -Una lágrima recorrió mi mejilla.


-Sí, mejor. -Me acerque a mi armario, y agarre mi maleta

.
Guardé toda mi ropa de golpe en ella y dejé mayoritariamente todas mis cosas ahí. -Sabes Brittany, no me conoces, no estoy orgullosa de mi pasado, pero desde luego te pido perdón por lo que he dicho, no soy nadie para hablarte así. -Cerré mis ojos con fuerza, dejando que las lágrimas cayeran por si solas.


-No, no eres nadie; Tu misma lo has dicho. -Dijo clavando sus auriculares en sus orejas.


Cerré la puerta y sentí un puñal clavarse en mi pecho, volví a cerrar mis ojos y presione la palma de mi mano en mi pecho, tratando de poder respirar de nuevo, apreté mi puño con fuerza, y contuve las ganas de gritar, limpiando mis lágrimas, mi pelo goteaba aun mojado, y me dirigí a la habitación de Berry y pique tres veces.


-Berry, soy yo abre me por favor. -Pregunte entre sollozos, con mi voz entre cortada.


-¡Santana! ¿Qué te pasa? -Corrió a mis brazos.


-¿Puedo pasar? Por favor... -Dije plantando mi maleta frente de ella.


-Por supuesto, pasa. -Dijo en tono de preocupación.


-Siento presentarme a sí, yo... -Dije sin poder hablar.


-No tranquila. -Dijo mientras me senté en una silla.


-¿Quién es cariño? -Dijo Quinn asomándose. -Dios Santana, ¿Qué te ha pasado? -Dijo arrodillándose y mirando me a los ojos.


-Nada, soy una puta sensible de mierda, eso pasa. -Dije tapando mi rostro.


-Cuéntame que ha pasado cariño, pero te suplico que te calmes. -Dijo Rachel apartando mis manos.

Tratando de calmarme poco a poco conté lo que me había pasado, Rachel me escuchó atentamente, pero se enfureció mucho; Justo cuando acabé de contarles Brittany pico la puerta, y Rachel se volvió toda una furia.


-¿¡Quién te crees para hablar a si de mi mejor amiga!? -Grito Berry mientras Quinn la agarraba de ambos brazos.


-Amor cálmate. -Dijo Quinn.


-¡¿Qué me calme?! ¡Mírala, está llorando por tu puta culpa, esto es solo tú culpa! -Brittany la miraba con rabia y muy seria, pasando su mirada de mi a Berry.


-Berry, cálmate, hazle caso a tu novia. -Dije agachando mi cabeza.


-No Santana, no te conoce y menos tiene derecho a hablar así de ti. -Dijo mientras Quinn la agarraba fuerte de los brazos y Brittany tan solo estaba frente a ella con los brazos cruzados y sin decir absolutamente nada.


-Como ya le he dicho, no estoy orgullosa de mi pasado. -Dije apretando con fuerza mi puño, y las venas de mi brazo comenzaron a dilatarse.


-Santana, tranquilízate, no hagas eso. -Dije mientras más apretaba. - ¡Santana he dicho que pares! -Grito con desesperación Rachel, sabiendo lo que me venía encima. -¡Quinn joder que me sueltes! -Acto seguido Quinn la soltó y rápido Rachel me agarro de los brazos. -Santana, mírame. -Dije contra mas apretaba y la sangre que corría pro mis venas ardía. -Cálmate, ya no eres como antes, puedes soportarlo, me hiciste una promesa antes de venir a esta mierda, deja de apretar, o vas a desmayarte. -Escuchando muy borrosas las palabras de Rachel dejé de congestionar mis manos, y volví a respirar, sentí una vuelta por mi cabeza, notaba que todo daba vueltas.


-Lo siento Rachel. -Suplique.


-Tranquila, lo has conseguido, lo has hecho ¿Vale? Ya está. -Me susurró Rachel.
-Brittany, contéstame. -Dijo Quinn.


-Santana. -Grito Brittany desde la puerta.


-Alcé la mirada a la suya. -Dime. -Dije con los ojos llorosos.


-¿Puedo hablar contigo? A solas. -Rachel se levantó alzando su dedo negándose.


-¿Para hundirla más? Si quieres decirle algo, díselo aquí, con nosotras. -Señalo rodando su dedo. -Todas.


-No, Rachel, déjala; Estaré bien. -Dije levantándome y colocándome a su lado.


Brittany entre cerrando la puerta y agarrando mis manos. -Lo siento mucho, de verdad. -Me dijo la rubia con mirada de culpabilidad.


-He empezado yo Brittany, tú no tienes la culpa de nada. -Dije agachando mi mirada.


Brittany levanto mi rostro desde mi barbilla. -No, escúchame; Siento haberte besado ¿vale? -Me susurro en la oreja.


-Sí, lo sé. -Dije acariciando mi brazo.


-Tienes razón, no conozco tu pasado, no sé qué tan malo fue como para juzgarte. Me miró fijamente a los ojos. -Mira, no soy de esas personas que piden perdón, y si no fuera porque es Rachel, ya le hubiese dado cuando me estaba gritando, pero me caes bien, creo que eres genial, y eres mi amiga, no llores más, no por mí, y menos por nadie, porque nadie se merece tus lágrimas, ¿Vale? -Las palabras de Brittany, sus manos agarradas a las mías, pasaron directamente a mi corazón.


-Ha sido mi culpa Brittany... -Dije lamentándome.


-No, ha sido de las dos; Pero ya está. -Dijo recibiéndome abriendo sus brazos.


Sonreí e di un paso hasta llegar a sus brazos, apretó con fuerza sus brazos contra mi pecho, podía notar el temblor de sus brazos, y notar su corazón latir; Brittany besó mi mejilla, y acarició de nuevo mi brazo.


-¿Estas mejor? -Dijo con una sonrisa comprensiva.


-Mucho, mejor. -Le conteste cuando ella volvió a abrir la puerta y se vio a Rachel, saltar rápido a su cama.


-¿Y? ¿Qué habéis hablado? -Dijo Quinn.


-Se han abrazado. -Dijo Rachel emocionada.


-Mira que eres cotilla eh amor. -Dijo Quinn repasando sus labios con un Brillo transparente.
-Tenía que controlar. -Dijo Rachel cruzándose de Brazos.


-Debemos hacer ya las maletas, el apartamento esta todo montado, tal y como lo dejamos yo y Brittany hace tres años. -Brittany se ruborizo.


-¿Cómo dices? Yo no puedo quedarme en esa habitación. -Quinn rio burlándose.


-Te dije que quitaras las cosas antes de venirnos aquí, y no me hiciste caso. -Brittany tapo su rostro con las palmas de sus manos.


-Que maldita vergüenza. -Reprochó Brittany.


-¿Qué pasa? -Dije riendo.


-Que Britt-Britt tiene toda la habitación llena de fotos de sus ídolos, su habitación es la típica de princesita, y le da vergüenza porque tú vas a dormir con ella. -Brittany refregó sus dedos en sus ojos.


Comencé a reír. -No importa, a mí no me molestará. -


-Iré a preparar mis cosas. -Dijo Brittany azotando la puerta detrás de ella.


-Sí, yo iré a lo que me falta para guardar. -Dije cerrando la puerta despacio, oyendo a Rachel susurrar.


-¿Las has visto? Están locas la una por la otra. -


-Es cierto, nunca había visto a mi prima disculparse ante nadie que no fuese su padre adoptivo. -Dijo Quinn

-Eso ha sido tan raro, ¿La has visto? Como la ha abrazado, nunca había visto a Santana tan, rara y ayer por la noche se puso muy mal cuando se encontró a Brittany en la cama con otra chica. -Dijo Rachel mientras yo parada en la puerta con la oreja puesta.

Unos pasos se oyeron y rápidamente me salí de la puerta. -¿Te ayudo con la maleta? -Dijo Brittany bajando rápido las escaleras.

-Claro, por favor, pesa demasiado. -Dije soplando y ella sonriendo la agarro de ambos lados.

-Santana no pesa, estas exagerando. -Dijo Brittany subiendo las escaleras y yo detrás de ella.

-Tienes más fuerza en los brazos que yo, eso es injusto. -Dijo burlándome.

-Pues vente a entrenar conmigo, los lunes miércoles y viernes, al gimnasio de Alameda, está por aquí cerca a una media hora en moto. -Dijo dejando la maleta en el suelo y abriendo la puerta de la habitación.

-¿Y que se supone que aremos una vez allí? -Dije sospechosa.

-Tú déjamelo a mí. -Dijo abriendo las puertas de su armario.

-Está bien señorita Pirce. -Dije amistosamente, abriendo mi maleta e incorporando más ropa que había dejado antes.

El silencio se volvió nuestro amigo cuando de repente dejemos de hablar y seguimos a nuestra bola guardando nuestras cosas, y empacando, yo ya estaba, antes había guardado casi todo, y ella lo único que hacía era doblar la ropa, mirándola fijamente, fijándome en ella, y pensando en las mentiras que hablaban Rachel y Quinn, cerré mis ojos y caí en un profundo sueño.

-Santana, ya nos vamos; Despierta. -Dijo Brittany moviendo mi pie derecho.

-Tengo sueño. -Dije dando la vuelta y tapándome con una manta que no sé cómo había aparecido sobre mí.

-Vamos Santana, será peor. -Sin mirarle pude notar su sonrisa malvada detrás de la cama.

Encogí mis piernas y note como levanto la sabana poco a poco y estiro mi pie. -Deja me Brittany. -Tiro fuerte hasta tenerlo entre sus manos, y note como si mi pie estuviera lleno de hormigas.
-¡Vamos despierta! -Dijo haciendo cosquillas en la palma de mi pie.

Reí exagerada mente, e intente apartar el pie de ella pero lo tenía suficiente mente bien agarrado. -¡Déjame Brittany! -Dije entre risas.

-Está bien, pero levántate. -Dijo Brittany levantándose de mi cama.

-Mira que eres pesada. -Agarré un cojín y lo lancé al aire golpeando la cara de Brittany.

Brittany sonriendo agarro el cojín del suelo y corrió a mi cama, rodeando su pierna en mi cintura y estampándolo en rostro sin hacer fuerza, Brittany sentada en mi cintura comencé a empujarla y a hacerle cosquillas en los laterales de su cintura, ella sin inmutarse siguió dando flojos golpes en mi rostro y yo solo reía y contra más lo hacía me ahogaba.

-¡Brittany para, me voy a ahogar. -Dije riendo con fuerza.

-Vale, vale ya paro. -Dijo aun sobre mí.

-Esto es incómodo Brittany. -Dije aun riendo.

-Oh claro, perdóname. -Dijo riendo apartándose de mí.

-No importa. -Dije riendo.

-Qué raro. -Dijo Brittany colocando sus bambas.

-¿Raro porque? -Añadí apoyando mi cuerpo en la pared.

-Porque me he sentado encima de ti, y no me has gritado, ni insultado, y menos te has cabreado conmigo. -Dijo Brittany confusa.
-Bueno, supongo que no me ha molestado. -Dije sonriendo.

-Bueno pue... -

-Ya nos vamos, daros prisa; Y Santy, deberías peinarte el pelo, parece que vengas de la guerra. -Dijo Rachel asomada por la puerta.

-Ya vamos, me plancho y seco el pelo y nos vamos. -Dije yo levantándome de la cama.

-¡Dios bendiga américa! ¡Se ha levantado de la cama! -Dijo elevando su voz riendo y con los brazos levantados.

-Brittany, no te escucha nadie, ¡déjalo ya! -Dije riendo.

-Bueno, pero es verdad, por fin te levantas, a mí me ha costado una guerra de almohadas. -Arrugue mi nariz burlándome.

-Iré a arreglarme el pelo, no tardare. -Dije enchufando el secador.

Habían como dos maletas mías y unas ocho bolsas más, Brittany llevaba una maleta amarilla y tres mochilas más, eran bastante cargantes para mi sola, me dispuse a secar mi pelo rápidamente, mientras Brittany bajaba sus cosas, mi pelo largo tardo como diez minutos completos en secarse, y sobre todo planchármelo bien, cuando me di la vuelta ya no había nada que bajar, solo mi maleta, que cuando ya había terminado, Brittany la estaba cogiendo del mango para bajarla.

-Brittany, ya estoy; No te preocupes, yo la bajaré - Dije peinando mi pelo.

-No ya está, si total una más. -Dije arrastrándola por la puerta, y bajándola por las escaleras.

-Bueno, pues nada. -Berry entro en la habitación.

-Ya nos vamos López. -Dijo Rachel agarrando mis manos.

-Estoy tan orgullosa de ti. -Dijo abrazándome.

-No lo hubiera conseguido sin ti Rachel. -Le dije feliz.

-Santana. -Una voz que se hacía familiar se asomó por la puerta.

-¿Carmen? -Pregunté confusa.

-Sí, soy yo. -Dijo abriendo sus brazos.

-¡Dios mío! -Dije a punto de llorar.

-Te he echado tanto de menos. -Dijo abrazándome con fuerza. -Estas enorme hermanita, no sabes cómo te he echado de menos yo también, me ha costado una eternidad encontrarte. -Dijo ella.

-Yo también te he echado de menos. –Volví a repetir. - ¡Mira cómo has crecido enana! ¡Estás tan grande! -Dije volviendo a estrujarla contra mí.

-¡Dios mío! ¡Rachel Berry! ¿¡Eres tú o estoy soñando!? -Dijo mirando a Rachel.

-Sí, soy yo; Aquí sigo con tu hermana. -Dijo estampando sus manos contra sus muslos. -Vamos, ven a mis brazos. -Dijo Rachel abriendo sus brazos a Carmen.

Carmen corrió a abrazarle. -¿Pero tu cuantos años tendrás ya? Dieciséis por lo menos. -Dijo Rachel.


-Pues no Rach, tengo catorce; Tú y tus problemas con las matemáticas. -Dijo Carmen sonriendo a sus brazos.

-Lo está tratando. -Dije riendo y Brittany apareció por mi lado.

-¿Hola? ¿Tú eres? -Dijo Brittany extrañada y colocándose a mi lado.

-¡Hola! -Dijo Carmen amistosa regalándole un abrazo, pues Brittany se quedó quieta con los brazos levantados. - ¿Es tu novia Santy? ¡Es preciosa! -Dijo Carmen.

-¿Qué? No, claro que no. -Dije mirando a Brittany con una sonrisa, al mismo tiempo que ella me miro a mí.

-Qué pena, hacéis muy buena pareja. -Brittany frunció el ceño.

-¿Quién eres? -Dijo muy borde.

-Brittany, es mi hermana pequeña; Carmen. -Dije agarrándola por el cuello, y pegándola a mí dándole un fuerte abrazo.

-Ya casi te alcanzo Santy. -Dijo midiendo su frente junto la mía.

-No Carmen, aun eres demasiado pequeña, sigues siendo una enana. -Dije frotando mi mano en su cabeza.

-La enana ha perdido la virginidad, y su hermana no. -Dijo burlándose.

-Uh Santana te ha dado donde más duele. -Dijo Brittany riendo.

-¿Cómo has dicho? ¿Con quién? Pienso matarlo, ¿qué haces tan pequeña follando? ¿Buscas que te meta? Porque si es así lo are. -Dije levantando mi mano cabreada.

-Santana déjala, yo perdí mi virginidad a los trece. -Levanté mis manos protestando y cabreada.

-¿Pretendes que no le diga nada? ¿Con quién lo has hecho y como se llama? ¿De dónde es? Tengo que hablar con él. -Eleve mi tono de voz. -No puede ser que con catorce años hagas estas cosas, en serio y encima me lo sueltas así, sin más. -Dije sin apenas poder respirar al hablar tan rápido.

-A ver hermanita, tranquilízate; Se llama Cristian, es un chico de mi altura. -
-Encima enano. -Resople
.
-No, tiene una hermosa sonrisa, y tiene quince años, es de los ángeles, pero está conmigo aquí, en un hotel, no sé cómo ha colado que tiene dieciocho, su carnet es más falso que el mismo, -Dijo riendo.

-¿Vais en serio? ¿Cuánto lleváis? -Pregunte.

-Llevamos dos años saliendo Santana, y no quería esperar más. -Dijo dejando su cuerpo caer en la cama.

-¿Pero él te ha obligado? -Pregunte furiosa.

-No, fue decisión de los dos. -Brittany le dio la mano.

-Olé tú. -golpee el hombro de Brittany.

-Tú no le des ánimos. -Le dije riendo.

-Santana no tiene nada de malo. -Dijo fijando su mirada en mis ojos.

-Si lo tiene, es pequeña. -Dije cruzando mis brazos.

-Tú lo que estas envidiosa, tonta. -Dijo clavando su dedo en mi lateral para hacerme cosquillas.

-Brittany no, cosquillas no. -Dije apartando su brazo.

-Rach, ¿soy yo o están locas la una por la otra? -Dijo golpeando el hombro de Rachel.

-¿Qué? ¡No! -Dije yo.

-Santana no te molestes en decirle lo contrario, tu sabes lo que somos, qué más da que no nos crean. -Dijo Brittany sonriendo.

-Están locas la una por la otra. -Dijo Rachel. -Se ve a kilómetros, no digo más. -Dijo Rachel cuando apareció Quinn.

-Señoras, nos vamos ya; Mover los culos.

-¿Dónde te vas San? -Dijo Carmen agarrando mi mano y entrelazando sus dedos con los míos.

-Me voy a un apartamento, con ellas. -Dije apoyando mi cabeza en la suya.

-San, No soy un mueble! -Dije apartando mi cabeza. -Podríamos comprar una casa, y vivir las dos solas; Ya sabes sin mam... -La calle.

-Carmen, ¿te callas? -Dije cerrándole el pico.

-No Santana, no me call... -Levanté la mano a punto de darle.

-No. -Dije apuntando le con el dedo. -Cállate.

-De acuerdo, lo siento. -Dijo haciendo un puchero. -Encima que vengo a verte... -Después sonrió. -Te echaba de menos. -Dijo aplastando se contra mí.

-Yo también pequeña. -Dije besando su cabeza.

-Vamos Carmen, vamos abajo. -Dijo Rachel agarrando su mano.

Se fueron por la puerta y Brittany me miro. -¿Qué pasa con tus padres? -Agache mi mirada.

-Es algo complicado y te suplicaría que no me preguntarás sobre esos temas. -Dije tragando saliva.

-No te voy a preguntar si tú no quieres. -Me rodeo con su brazo.

-Muy amable. -Dije sonriendo y levantando mi cabeza de forma que nuestros rostros se encontraron de nuevo.

Nuestras miradas se juntaron de nuevo, como aquella vez en la moto; Mi corazón comenzó a palpitar a mil por hora, Brittany no aparto su mirada de la mía un segundo; quedando paradas en medio de la puerta, Brittany trato de abrir sus labios para tomar aire, por unos segundos noté la necesitas de besarle, no podía reaccionar; No podía actuar, no puedo actuar sin más, un beso es un paso muy importante, el calor de sus labios rozaban los míos, podía notarlo; Brittany se acercó a mí, cerrando los ojos, actúe rápido, y me aparte, apoyando mi peso en la puerta, haciendo que diera varios golpes, la mano de Brittany paso por mi cintura, muy delicada mente, las mías pasaron a su espalda, no podía reaccionar, no podía moverme, Brittany muy despacio poco a poco, pegaba su cintura a la mía, impulsando sus labios contra los míos, aparte mirada dándole un giro a mi cuello, haciendo que besará mi mejilla.

-Brittany, lo siento; Pero no puedo. -Dije sin soltar su espalda.

-Si no puedes entonces suelta me. -Dijo elevando sus manos retando me.

Saque mis manos de su cintura. -Listo... -Le dije mirando hacia abajo apartando mi mirada de la suya para evitar otra conexión.

-Soy una completa imbécil. -Dijo cabreada y con un rostro de decepción se fue bajando las escaleras.

-¡Brittany! -Dije bajando detrás de ella.

La agarre del brazo. -No te enfades conmigo, por favor. -Dije con la mirada triste.

-No me enfado Santana, pero he parecido una estúpida tratando de besarte, vas y te apartas; Creo que eso es humillante, me has demostrado que no quieres nada conmigo, me ha quedado claro. -Dijo cruzando sus brazos.

-¿Tú quieres que pase algo? Pensaba que no te atabas a nada. -Dije haciendo un puchero.

-Santana, ¿contigo es diferente vale? Todo, todo es diferente, y ahora dos cosas, una no lo cuentes, y dos, no quiero nada contigo. -Dijo alejándose de mí por el largo pasillo.

-Esto es increíble. -Dije tapando mi rostro con las manos.

-Cu-Cu morena! -alguien dijo por detrás y yo me gire y no había nada. -No, no; Aquí! -Me gire y no había nadie. -¡Aquí tonta! -Dijo Marc plantando su cuerpo frente del mío.

-Que tonto, me has asustado. -Dije mientras Marc me rodeaba con sus brazos y besaba mi mejilla una y otra vez.

-¡Eres demasiado adorable para ser real! -Dije besando al mismo tiempo su mejilla.

-¿Vamos a quedar?-Dijo susurrando notando la presencia de Brittany desde el otro lado del pasillo.

Alce mi mirada a la puerta y Brittany paró para mirarme unos segundos. –Por supuesto, a las seis en la puerta de Berkeley. –

-Ahí estaré, no me dejes tirado, me apetece estar contigo esta tarde. –Tomo mis manos.

-Eso está hecho, solo tengo que ir a ver el apartamento, dejar mis cosas ahí, y bueno supongo que iré a comer con Brittany y. –Selló mis labios cuando me habló.

-¿Brittany? ¿Estas saliendo con Brittany? –Preguntó con preocupación.

-¡Porque todos me dicen lo mismo! ¡Yo no siento nada por ella! No comprendo porque no puedo ser solo su amiga sin que me juzguen o la juzguen a ella. –Mire al suelo triste, y Marc sin soltar mis manos besó mi mejilla.

-No importa, yo te creo. –Me dedico una sonrisa.

-Genial entonces, ¿Hasta luego? –Pregunté.

-Santana, ¿Puedo probar algo? –Preguntó el nervioso.

-Por supuesto. –Dije con una sonrisa, y rápido cerró mis labios con un dulce y perfecto beso.

Agarró mi cintura y me pegó a él, haciendo que el beso fuera mágico, miles de sentimientos pasaron por mi estómago. Su lengua empezó a jugar con la mía, de una manera continua, sus manos pasaron a mi cuello, cual el acarició, reaccione y rápido le separe de mi agarre.



-Esto está mal Marc, a mí no me gustan los hombres. –Dije con aun sus manos en mi cintura.

-Pero no te has apartado, eso es buena señal; ¿Qué más da? –Dijo intentando volver a besarme.

-No Marc, no. –Dije poniendo mi mano en sus labios.

-Marc, suéltala ya. –Dijo Brittany a tres metros sin mirar al frente.

A los segundos me soltó y Brittany acercándose me agarró de la mano. –Puedo hacerlo yo sola Brittany. –Marc ya había desaparecido y Brittany se paró en frente de mí.

-Santana, esto es demasiado complicado para mi… -Dijo sin soltar mi mano.

-¿El que es complicado Brittany? –Pregunté confusa.

-Todo; tú. No sé explicártelo. –Dijo apartando su mirada de la mía sin soltar mi mano.

-Dímelo Brittany, puedes confiar en mí. –Dije acercándome más a ella.

-Lo haces todo más difícil para mí, cuando estas cerca. –Respiró hondo. –No puedo seguir así, pero tampoco quiero verte con nadie. –Tensó su mandíbula.

-Dime lo que sientes, tan solo hazlo; Te dije que no tenía nada malo sentir, y tú tienes derecho a hacerlo, tan solo dímelo. –Insistí colocando mi mano en su espalda.

-Santana, yo –Paró para respirar.

-Tú, ¿Qué Brittany? –Pregunté notando mi corazón saliendo de mi pecho.

-Estas libre del trato, no tienes por qué seguir durmiendo conmigo, te he comprado una cama, grande, mi habitación es muy grande de modo que caben dos, puedes ir donde quieras sin mí. –Separo su mano de la mía, y Salió de la hermandad sin decir nada.

Sin saber qué hacer y pensar, me senté en un muro que había fuera a pensar, olvidándome de todo; Un chico me ha besado, y una chica me tiene muy confusa. ¿Cómo se llevan estos temas? El amor es tan delicado que nunca sabes qué camino tomar, nunca tomas una buena dirección, siempre sale algo mal.

-Hermanita, ¿Estas bien? –Preguntó Carmen sentándose en mis rodillas.

-Perfectamente, ¿Nos vamos ya? –Fingí una sonrisa.

-Si, a eso venía, el coche está cargado y preparado, ahora vendrá Cristian a recogerme con su coche, puedes ir tranquila, estará aquí en cuestión de segundos. –Dijo besando mi mejilla.

-Está bien, pero ten cuidado; No conozco mucho la zona pero por esa misma razón ves con cuidado. –Dije levantándome.

-Brittany. –Dijo sin más mientras bajaba las escaleras.

-¿Qué pasa con ella? –Pregunté.

-No sé si tú también lo ves, pero te quiere. –Agache mi mirada al suelo. –Deberías haberla besado arriba, tendrías que estar con ella, no te quiere, te adora, lo veo con mis ojos. –Dijo muy seria.

-Ella me dijo que no se ataba a nada, me dijo que yo no iba a cambiar quien ella era, me dijo que éramos amigas, la creo; Solo somos amigas. –Dije triste. –No tengo oportunidades con ella, y tampoco estaría con ella, me seria infiel. –Dije alejándome de ella, dirigiéndome al coche -.

-¡Recuerda que las personas pueden cambiar! –Gritó cuando me alejé y me acerque al coche,

-¿Estas bien Santana? No tienes buena cara. –Dijo Rachel.

-Estoy genial Berry. –Fingí una sonrisa.

-¿Y a ti Brittany? –Preguntó Berry estresada.

-¿A mí? Nada. –Noté su rostro pálido y serio como siempre.



-Vosotras vais detrás, este coche está muy modernizado, si queréis privacidad, hay una ventana que cubre y separa los asientos delanteros de los traseros. –Entramos al coche, al mismo tiempo cerré todas las ventanas.

-¿Qué haces Santana? Me voy a ahogar, abre un poco. –El coche arranco de golpe.

-Me estoy comiendo mucho la cabeza, porque no comprendo esta situación, no me la expliques si no quieres, pero no podré continuar tranquila con mi maldita vida sin hacer algo. –Dije sentada muy cerca de ella.

-¿hacer qué? –Preguntó girando el cuello, de modo quedando cerca de mí.

-Esto, puede que no cambie nada; Puede que lo dejes correr, pero no podemos encontrarnos más en esta situación, no puedo avanzar, algo está cambiando dentro de mí, y es por tu culpa, haces que duerma mejor, haces que todo cambie, quiero que sepas, que no te estoy diciendo que lo hagamos aquí, y tampoco que lo hagamos en ningún sitio, pero necesito hacerlo ya. –Dije pasando mi mano por su nuca.

-¿El que Santana? –Acerque un poco más mi cuerpo al suyo.

-Esto. –

No podía más, no podía continuar si no lo hacía, tomé aire un segundo, coloque mi mano en su cintura, y apreté y tire fuerte de su chaqueta, sin pensarlo más veces, pase mi brazo por su cuello, ella no se resistió, pero; Cerré mis ojos con esperanza de que nada malo pasara, acerque mis labios a los suyos, dándole un suave y corto beso en los labios, acercándome y pegándome más a ella, pasó sus manos por mi espalda, buscando mis labios de nuevo, ella los beso delicada mente, aplastando sus labios con los míos, un fuerte escalofrió recorrió mi cuerpo, preparada abrí mis labios, dejando entrar su lengua que pedía permiso para entrar, noté su saliva mezclándose junto la mía, notaba su lengua jugar con la mía, y notaba como sus manos se aferraban a mi espalda, respiraba su aroma y su aliento con sabor a café, Notaba sus manos acariciar mi espalda, pasadas por mi nuca, notaba su labio temblar, notaba su corazón a mil por hora, notaba lo nerviosa que estaba, pero también lo tranquila que estaba, saboreé cada parte de su boca, noté sus labios en los míos, durante minutos, no podía dejar de besarle, eran tan dulce y tan perfecto que, era algo imposible, sus labios eran demasiado perfectos para soltarlos, si yo no daba el paso, ella no iba a darlo tampoco. El beso continuaba, nuestras lenguas seguían unidas, como si fuesen una, Brittany paró tres segundos, para respirar, con la nariz no le serbia, después de tomar aire, beso mis labios, beso tras beso, me besaba y sonreía como nunca jamás lo había hecho, sus besos eran muy sinceros, notaba sus sentimientos, notaba como sus caricias eran reales, cuando dejo de besarme, su cuerpo estaba girado de cara al mío, miro mis ojos dilatados, y los paso por mis labios, volviendo a darme un corto y pequeño beso, acaricio mi mejilla con la yema de su dedo, y volvió a sentarse recta.

Hice una flema. –Ahora no sé qué decir. –Añadí perdida.

-Solo ha sido un beso. –Dijo Brittany.

-¿Solo un beso? –Pregunté decepcionada.

-Sí, Santana, un beso. –Dijo sería.

-Sí, tienes razón, solo un beso. –Dije cabreada, notando el coche pararse. -¿Rachel hemos llegado? –Grité preguntando.

-¡Sí! Podéis bajar. –Rápido abrí la puerta y Brittany me detuvo agarrándome del brazo.

-¿Qué quieres ahora? –Dije muy cabreada.

-Que solo fuera un beso, no significa que no haya sido nada para mí. –Dijo mirando al frente y seria. –Santana, me gustas mucho. –Dijo provocando una sonrisa en mi rostro.

-¿Pero? –Pregunté

-No hay pero que valga, solo es eso. –Dijo abriendo la puerta y cerrándola detrás de ella al mismo tiempo.

-¿Sales o no? –Dijo Brittany abriendo mi puerta.

-Oh, sí, claro. –Dije tomando su mano y saliendo el coche de Quinn.



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Bueno, ¿quieren que continue? diganme en los comentarios si quieren que lo haga y lo aré :)

Wiii jajaja hasta que al fin se dieron un beso aww jajaja
Hasta la próxima ;)

Que pregunta es esa? tremendo fic, claro que quiero que continues, nueva y asidua lectora, hasta pronto!

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basicamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.




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Capitulo 5



-¿Te ayudo a doblar la ropa? -Le ofrecí a Brittany.

-No, ya estoy terminando.
-Me evito.

-¿Brittany que te pasa? ¿No piensas hablarme en todo el día? -Pregunte plantando me cara a cara.

-Estoy ocupada Santana. -Dijo rodeando me y cerrando su maleta.,

-Parece que te diera asco, ¿qué he hecho? -Pregunte sintiéndome culpable.

-Santana, ha sido un beso, ¿y qué? -Dijo mirándome frente a frente.

-¿Y qué? -Pregunte decepcionada.

-Si Santana, si te piensas que voy a correr a tus brazos ahora mismo, piensas mal, quiero decir; Te dije que te iba a tratar mejor, así será, pero también te dije que no iba a cambiar por nadie. -Dijo volviendo a apartarse, guardando la maleta debajo de su cama.

-No te he dicho que corras a mis brazos, Brittany, pero... -Mi voz se trabo.

-Pero, ¿qué? -Dijo levantando una ceja.

-Pero nada Brittany, no ha sido nada; ¿Olvídalo vale? -Enfurecía más.

Trate de evitar que el dolor de mi pecho saliera, y que mis lágrimas se quedarán dentro de mi cuerpo, no sé cómo tuvo el valor de decirme eso. -Yo ya lo he olvidado hace rato. -hizo una flema y se encerró en el baño.

Coloque mi trasero sobre la cama de Brittany, contemple su habitación, repleta de fotos con personas famosas tal y como Quinn dijo, algunas fotos rotas y otras nuevas, sus paredes rosas, y sus muebles de princesa, la casa era muy espaciosa y muy grande, lo extraño es que sólo habían dos habitaciones, después habían un baño en cada habitación más uno abajo y otro en esta planta de arriba, estaba decepcionada por lo que Brittany había hecho, yo no creo que no haya sido nada; Provoca que me enfade, y eso lo odio de ella, puede conseguir ser y además es una gran persona, pero no quiere admitirlo.

-Santana, he hablado con mi entrenador y me ha dicho que puedes venir conmigo, te enseñare defensa personal, y le darás un poco al saco, ¿qué te parece? -Dijo con una sonrisa.

-Me parece genial. -Fingí una sonrisa. -Brittany no puedes tratar de besarme, después besarme y después tratarme así, eres muy bipolar. -Dije cruzando los brazos.

-¿Pretendes sea tu pareja? No soy una chica que solo esta con una persona, y por lo visto tú tampoco lo eres, así que no vayas de víctima. -Dijo enfurecida.

-¿Perdón? -Fruncí el ceño.

-¿Te piensas que no te he visto comerle la boca a ese estúpido? No sé quién es más bipolar aquí Santana, tu o yo. -Note sus celos enseguida, noté la rabia que sentía; la misma que sentí yo cuando la vi follando con Eve.

-¿Entonces es eso lo que te molesta? -Me levanté dando dos pasos más cerca de ella.

-Pues sí Santana, me molesta mucho. ¿Te das cuenta de porque no quiero sentir nada por nadie? Es asqueroso, siempre sale mal. -Dijo cabreada.

-¿Estas insinuando que sientes algo por mí? -Levanté una ceja dando un paso más hacia ella.

-Sentía, ahora ya no. -Giro su rostro para dejar de encontrarse con el mío. -Oh al menos eso creo. -

-Pues cuando te decidas, hazme lo saber, ¿vale? -Me volví a acercar a ella y bese su mejilla.

Salí de la habitación y baje al salón, prendí la televisión; podía oír a Rache y Quinn reír y hacer las idiotas enamoradas desde abajo, tenía dudas de lo que a Brittany le pasaba por la mente ahora mismo.

Pasé canal a canal, hasta que por fin encontré una película medio "buena" para poder ver, era la tele corriente, no era la típica que tenía más de doscientos canales, pero podía conformarme con cualquier cosa con tal de olvidar lo que había pasado en ese coche, eran las tres de la tarde; Con todo el lio me entro un hambre impresionante, me levante del sofá haciendo esfuerzo, ya que una vez me tumbo; Me cuesta levantarme.

Abrí la despensa y no había nada, todo vacío; Encontré algo parecido a una aceituna, pero cuando comenzó a moverse dejo de parecerse a una aceituna, grité con fuerza, y rápido con mi tacón comencé a golpearlo con fuerza, un silencio enorme inundaba todo el salón, pero de repente; Picaron a la puerta, era un camión que repartía comida, al parecer a las primas no les gusta hacer recados.

-¿Dónde dejo todo esto? -Dijo un chico con bolsas en las manos, moreno de ojos azules y muy hermosos.

-Déjalo por ahí, yo lo guardaré. -Dije sacando mi tarjeta de crédito mientras dejaba esas bolsas, más algunas del coche.

-¿Segura? Puedo hacerlo yo, lo incluye en mi contrato. -Me miro dibujando una sonrisa en su rostro.

-Sí, así me entretendré un rato. -Le dedique una sonrisa.

-Una chica tan guapa como tú debería estar acompañada de su novio. -Tomó mi tarjeta de crédito y la pasó por una máquina. -Serán noventaiocho dólares con catorce centavos. -Abrí los parpados de mis ojos, y sellé mis labios.

-No tengo novio. -Guarde mi tarjeta en mi pecho.

-¿Quieres que yo guarde las cosas contigo? -Me miró fijamente.

-Soy lesbiana. -Borró su sonrisa y su tono se volvió de decepción.

-Qué mala suerte, podríamos haberlo pasado bien. -Dijo de forma acosadora.

Me retrocedí dos pasos para cerrar la puerta y puso la palma de su mano en la puerta para que no cerrara. -Tengo que irme. -Señale atrás. -A guardar la comida. -Presioné la puerta y como no, Brittany apareció por detrás.

-Ha dicho, que tiene que irse. -Le miró asesina al hombre.

-Dios, Brittany Pirce. -Dijo asustado abriendo.

-Exacto, mejor que te esfumes. -Dijo cerrando con fuerza la puerta.

Brittany dio la vuelta y agarro de dos extremos su pantalón y lo subió. -Gracias Brittany, pero puedo defenderme sola; estoy harta de decírtelo. -Di la vuelta y subí las bolsas a la encimera de la cocina.

-Lo conozco, me gusta asustar a los que ya he pegado antes, es divertido. -Se encogió de hombros.

-Bueno, era un poco estúpido. -Dije sacando cosa por cosa.

-¿Cuánto te debo? -Saco su billetera de su bolsillo trasero.

-Nada, no me debes nada. -Abrí los armarios con mucho cuidado no vaya a ser que volviera a salirme otra aceituna caminante.

-¿Estas de coña? -Dijo sacando un billete de cien.

-Guarda eso Brittany, no lo voy a aceptar; Yo también me voy a alimentar de esto, no me debes nada. -Dije guardando las cervezas de Brittany en la despensa.

-Me da igual Santana, coge el dinero. -Elevo el billete a mis manos.

-Eso es más de lo que he pegado, y no; No insistas más. -Brittany me tomo de los brazos y me pegó a ella.

Rodeando con fuerza su brazo en mi cintura y presionando contra su pelvis pasó la mano por mi trasero dejando el billete de cien en mi bolsillo.

-He dicho, que lo cojas. -Dio la vuelta y se sentó en el sofá abriendo una de sus cervezas y sacando un cigarro de su bolsillo.

Sople con fuerza y di media vuelta para seguir guardando las cosas, estaba deseando acabar para cocinar algo, lo que fuera.

-¿Quieres comer algo? -Apoye mis codos en la encimara y las manos en mi mentón.

-¿Vas a hacer algo? -Levantó una ceja encendiendo el cigarrillo.

-Supongo, ¿tengo hambre porque lo dices? -Pregunto dando una calada.

-Pues, lo digo porque debería cocinar yo, ya que por mi culpa anteayer te quedaste sin poder comer. -Asentí.

-Fue culpa de las dos Brittany, no sólo tuya. -Dije comprensiva.

-Que yo sepa, quien te hablo mal fui yo, Santana, no me discutas más para tratar que quede un poco mejor, fue mi culpa y ya está, lo admito. -Sonrió, y eso fue algo raro en ella, pero sentó bien.

-Bueno, fue tu culpa; ¿Ya estas feliz? -Le dedique una sonrisa.

-Sí, estoy feliz. -Dijo mientras yo cerraba los armarios ahora llenos de comida.

-Entonces, ¿qué quieres para comer? -Apoye mis manos en la mesa y ella se levanta con el cigarro entre los dedos.

-Lo que sea, yo te ayudare a cocinar; Así hacemos algo juntas. -Dio una calada y sopló el aire frente mi rostro, pensó un momento. -¿No te molesta? -Dio otra calada.

-¿El qué? -Pregunte confusa.

-El humo, le suele molestar a todo el mundo que no fuma. -Levantó una ceja y acto seguido frunció el ceño.

-A mí no, sólo eso. -Sonreí y saque una sartén de uno de los armarios.

-¿Alguna vez has fumado? -Sospecho.

-No, nunca. -Sonreí sarcásticamente y si un paso cerca de Brittany.

-¿Qué haces? -Trago en seco.

-¿Puedo preguntarte algo? -Di un paso más cerca de ella.

-Claro. -Pensé que se pondría nerviosa pero actuaba normal.

-¿Porque dejas que nadie te amé? Me refiero, porque no quieres enamorarte. -Levanté una ceja.

-El amor es una mierda, siempre hay cuernos o hay distancia; o puede que incluso haya peleas, además tengo muy poca paciencia. -Soplo.

-Ah bueno. -Di un paso atrás. -Y quieres que cocinemos juntas para hacer algo juntas? -cruce mis brazos por delante de mi pecho.

-Sí, estaría bien. -Asintió con sus labios.

-Pues venga, vamos, ¿qué quieres hacer? -Pregunte cuando Berry y su chica Fabray aparecieron de la mano por las escaleras.

-Me da igual, hagamos un poco de todo. -Brittany abrió el frigorífico y comenzó a mirar que había.

-¿Que vais a hacer? -Pregunto Berry.

-Comida, para nosotras; ¿Queréis? -Añadí yo prendiendo el fuego.

-No, no nosotras nos vamos a ir a comer a otro sitio, pensábamos invitamos pero ya estáis demasiado ocupadas haciendo vuestra comida, y vuestras cosas. -Dijo Quinn tomando el abrigo de su chica y colocándoselo sobré los hombros.

-¿Os vais ya? -Dijo la rubia mientras abría una caja.

-Sí, ya nos vamos. -Berry tomo de la cintura a Fabray y comenzó a besarla apasionadamente como si no hubiera un mañana.

-Esto es muy incómodo. -Agache mi cabeza.

-Vosotras podéis hacer lo mismo, no tiene nada de malo. -Dijo Quinn riendo.

-Entre nosotras no hay nada. -Dije apuntando con mi dedo.

-No he dicho eso, Santana, pero si lo has pensado es porque algo hay. -Berry le dio un golpe en el hombro.

-Piensa lo que quieras Quinn, me da igual. -Dije enfurecida.

-Esto deberíamos hablarlo entre las cuatro. -Dijo Berry esta vez colocando ella el abrigo a su chica.

-¿Hablar el que joder? Sois unas plastas, ¿no os ha dicho que no hay nada? ¿Queréis cerrar el pico de una puta vez? -Dijo Brittany enfurecida.

-Tranquilízate primita, controla tus sentimientos ya que se ven a kilómetros. -Abrió la puerta y salió delante de Rachel.

-Es tan... Gilipollas. -Resoplo Brittany.

-Santana, ven aquí. -Berry añadió con la cabeza agachada.

-¿Qué pasa? -Susurre.

-Quinn tiene razón, esto deberíamos hablarlo. -Clavo su mirada en los ojos. -Mañana por la tarde, podemos hablarlo después de la escuela, tú y yo sin ellas dos. -Dijo agarrando mi mano.

-Berry, dos cosas; una, no tengo que hablar de nada, y dos; mañana Brittany y yo iremos al gimnasio, me va a enseñar no sé qué de la defensa personal. -Berry soplo y soltó mi mano.

-¿No lo ves? Brittany y yo, yo y Brittany, Brittany, Brittany, Brittany por todas partes. -Sus ojos cambiaron, y se volvieron dulces. -Santana, sé que no quieres pasar otra vez lo mismo. Sé que tienes miedo, pero no escondas lo que sientes. -Dijo aun susurrando y separándose de mí. -Tú sólo, piensa lo que te digo. -Dijo cerrando la puerta.

-Esto ahora es más incómodo aún. -Sople en voz baja para mí y volví al lado de Brittany.

-Pues mientras tu hablabas con tu amiga, he preparado dos estupendos bocadillos; Uno para ti. -Me entrego un bocadillo. -Y otro para mí. -Dio un bocado al suyo.

-Pensaba que íbamos a cocinar. -Fruncí el ceño dando un mordisco.

-Ya, pero lo he pensado mejor; Y no tengo ganas. -Dijo comiendo de su bocadillo.

-Genial, ¿vemos una película? -Dije tirándome en el sofá con la comida entre las manos.

-Sí, pero nada cursi, te lo suplico; Las odio. -Dijo Brittany sentándose junto a mí.

-Genial, yo tampoco las soporto, son repugnantes y siempre tienes que acabar llorando porque si no eres una insensible, o algo así. –Tomé el mando mientras seguía comiendo. –O al menos eso decía Rach. –Reí y prendí la televisión.

-No hay muchos canales disponibles, quitamos el digital cuando nos fuimos a Berkeley. –Estiro sus brazos pasando uno de sus brazos por mi cuello. - ¿Te molesto así? –Preguntó.

-No, para nada. –Sonreí -¿Por qué os fuisteis? Tenéis esta enorme casa para vosotras solas, y os vais a Berkeley tiene habitaciones amplias, pero es más cómodo aquí y hay intimidad en los baños, ¿No? –Dije aceptando su brazo y acurrucándome en él.

-Porque estábamos solas, nunca teníamos temas de conversación, y a Quinn le molestaba que trajera a chicas; le molestaba el ruido, creo. –Brittany acerco su boca a mi oído. -¿Te he dicho que les hago gritar mucho? –Sople y rodé mis ojos.

-No estropees esto, anda. –Dije golpeándole con mi cabeza.

-Solo era información, para cuando me lo pidas y eso. –Noté una sonrisa dibujarse en su rostro.

-Lo que tú digas Brittany. –Dije cambiando de canal en busca de alguna película. –No encuentro nada, no hay nada. –Dije cuando mi teléfono comenzó a vibrar.

-Toma. –Me lo pasó Brittany.

-Es Eve. –Quedé perpleja.

-Cógeselo. –Dijo ella olvidando lo que me hizo.

-Sí, se lo voy a coger, pero solo para mandarle a la mierda, es lo que voy a hacer. –Dije clicando el botón verde.

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– A ver, que cojones quieres. –Le dije secamente.

-Santana… -Noté su voz trabarse.

-¿Estas bien? –Pregunté frunciendo el ceño.

-No, no lo estoy; estoy muy arrepentida de lo que te hice, enserio no sé cómo pasó de verdad, necesito verte. –

-Eres una perra, y yo no quiero saber nada de ti, ¿lo entiendes? –

-¿Estas con Brittany? ¿Verdad? -

-No, no estoy con Brittany. –

-No digo ahora, digo que estáis saliendo, lo sé todos hablan de eso. –

-No digas estupideces, ahora si estoy con Brittany pero no estoy saliendo con ella, eso es estúpido y encima es mentira, déjame en paz; Hazme el favor. -

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-¿Qué cojones pasa? ¿A ella si te la follas? –Levantó una ceja.

-Brittany, no digas estupideces tú también. -  Rodé mis ojos y volví a sus brazos.

-Estaba bromeando, lo hago para molestarte parece mentira que no lo hayas notado. –Acaricio mi brazo e hizo que mi piel tuviera un escalofrío y mis pelos se pusieran de punta.

-Siendo como eres, no, no lo había notado. –Sonreí.

-No dan nada interesante, y si quieres puedo ir arriba a por una de mis películas de miedo, son fantásticas. –Gire completamente mi rostro, dejando mis labios a diez centímetros de los suyos.

-Lo cierto es que, las películas de miedo no me gustan, me gustan las de acción. –Sonreí. -¿Tienes? –

-Yo no, las tiene Quinn, pero dame un segundo y las buscare; No te duermas. –Se levantó del sofá y desapareció por las escaleras.



Esto es confuso, amo estar con ella pero no soporto ni aguanto sus tonterías y bromas sobre el sexo, a veces mi corazón me pide que me lance a sus brazos, pero otras mi corazón me pide que le lance un puñetazo, ella puede ser tan adorable.

Mientras los pensamientos brotaban por mi mente, el teléfono volvió a sonar, esta vez era el dulce de Marc, otro caso más; creo que siente algo por mí, pero yo no siento nada por el aun que es demasiado hermoso y sobre todo dulce.



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-Habla Santana. –Dije con una sonrisa.

-¡Hola! ¿Cómo está mi morena preferida? –Pude notar su misma sonrisa, que veía cada vez que me lo encontraba.

-Aquí, esperando para ver una película. ¿Cómo estás tú? –

-Pues, esperando tu llamada; ¿Vamos a ir a ver a Monique? Esta sola, y me da pena. –Dijo con voz comprensiva.

-¡Lo había olvidado! –

-Te lo he recordado esta mañana Santana. –Río.

-Se me había olvidado, en serio, soy estúpida. ¿Dónde nos encontramos? Son las tres. ¿A qué hora? –

-Podemos vernos a y media, las visitas comienzan a las cuatro menos cuarto, iré a buscarte, ¿Dónde te has mudado? –

-Pues no lo sé, mejor nos vemos en elTilden Regional Park, estaré ahí en diez minutos. –

-Espero no molestarte Santana. –

-No, no me molestas habíamos quedado. –

-Está bien, hasta ahora preciosa. –

-Adiós. –Dije muy amable.

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-¡Brittany tengo que irme! –Grite desde abajo.

-¿A dónde? –Pregunto bajando las escaleras con una película entre las manos.

-Voy a ver a Monique al hospital, no quiero que esté sola. –Dije tomando mi chaqueta.

-¿Te llevo? –Preguntó.

-No, he quedado con Marc en el Tilden Regional Park, el me llevará, te mandaré un mensaje, ¿Me vienes a recoger? –Sonreí.

Apretó con fuerza y rabia el DVD que tenía sobre las manos y me miró. –Por supuesto.

-Gracias Brittany, enserio. –La tome por los brazos y le di un gran abrazo.

-Adiós López. –Dijo con furia.

-No te enfades conmigo Brittany, veremos la película por la noche, en la cama. ¿Vale? -Le dedique una sonrisa.

-Claro, buena idea, adiós. –Sonrió forzadamente y yo salí rápidamente de la casa de Brittany.

Había cinco minutos caminando hacia el Tilden Regional Park, caminé rápidamente y cuando llegue ahí se encontraba Marc apoyado en la luna de su coche.

-Aquí estoy. –Dije dándole un abrazo.

-Hola preciosa, ¿Cómo estás? –Dijo mirándome a los ojos.

-Genial, ¿Nos vamos? –Pregunté tímida.

-Sí, vámonos. –Besó mi mejilla y me abrió la puerta del coche.




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Bueno, ¿quieren que continue? diganme en los comentarios si quieren que lo haga y lo aré :)

Por supuesto que quiero que continues.Empece a leer el fic hoy y me encanta , en serio , por fa no lo dejes!!
estoy deseando ver que pasa con estas dos jeje
Saludos y ni se te ocurra dejar el fic!! ;)

Me encanta esta historia es muy buena  SI POR FAVOR CONTINUA!!! no puedo esperar más me muero por leer otro capitulo...   

Me encanto el capitulo (:

Hola, estan las dos muy locas y me interesa saber como sigue.
Saludos

Me la acabo de leer toda de una sentada y lo unico que he concluido es que ME ENCANTA!!!!!!!! ^_^ <3<3<3

me encanta tu historia continuala porfavor :)
ya tienes una nueva lectora y eso que soy nueva en el foro.
espero tu actu.<3

Yei me gusta como va todo y britt celosa jaja me encanta.. espero tu actu y ke lo continues por supuesto

claro que quiero que continues pero pq todo el mundo detras de santana, se sabe que britt es una badass asi que no veo el porque santana tambien tenga pq hacerle caso a todo el mundo, y ese marc, podrias enviarlo a Timbuctu?

Hola! Creo que no había comentado antes... :s me resulta muy interesante tu historia por que la verdad AMO BD y más aún WD :) ya quiero leer que pasará ahora! Saludos

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basicamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.


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Capitulo 6




-¿Quién sois? ¿Mi familia? -Pregunto desconcertada -.

-No, somos unos amigos que están aquí para apoyarte. -Dijo Marc tomando su mano.

-¿Pero que me ha pasado? ¿Porque estoy aquí? -Pregunto asustada.

-Has tenido un accidente, pero estas bien y es lo que importa. -Sonrió ante lo que Marc le dijo y me miro nuevamente desconcertada.

-¿Y ella quién es? -Me miro con ojos brillantes y desesperados.

-Soy quien te trajo aquí, soy otra amiga. -Tome su otra mano y dibujo media sonrisa en su rostro.

-¿Cuando voy a volver a casa? No me gusta este sitio, es todo blanco y huele raro. -Pregunto con preocupación.

-Pues, supongo que hoy o mañana te darán el alta. -Dije y el médico atravesó la puerta con una carpeta.

-¿Cómo te encuentras Monique? -Le hablaba como si tuviera tres meses.

-No hace falta que le hables en ese tono, te entiende. -Dijo Marc.

-Oh claro, ¿y bueno? -Levantó una ceja.

-Me encuentro bien, sólo me duele un poco la cabeza, eso es todo, ¿cuándo podré irme? -Le pregunto con suplicio al doctor.

-Esta tarde eres libre, ¿ha comunicado con sus padres para que vengan a recogerla? -Pregunto el médico.

-Sus padres no están en condiciones para cuidarla, y han decidido no hacerse cargo de esto, el hermano pasa de todo y no sería de ninguna ayuda, ella se va a quedar en mi casa. -Marc dijo muy seguro.

-Usted es un universitario, tendrá tiempo para alguien que ha perdido la memoria? -Tomo el bolígrafo que colgaba de su bolsillo, y comenzó a escribir.

-Sí, no soy un chico al que le guste mucho la fiesta, tengo mi propio apartamento, es bastante amplio, tiene tres habitaciones y le daré uno a ella, puedo hacerme cargo de ella, aparte de tener dieciocho. -El doctor le entrego el boli y un papel.

-Firme ahí y entonces esta tarde podrán marcharse. -Marc firmo y el doctor sin decir una palabra más se fue.

-¿Te vas a quedar a su cargo? -Le pregunte al peli moreno.

-Sí, ella no lo sabe ahora mismo, pero lo que tengo con ella es único, es como mi hermana pequeña. -

-Pero si tiene tu edad. -Me burle.

-Pero es como si lo fuera. -Miremos a Monique desconcertada y perdida.

-¿Entonces mi nombre es Monique? -Pregunto.

-Exacto, tienes dieciocho, y yo voy a vivir contigo ahora. -Eso provoco una sonrisa en Monique.

-¿De verdad? Vinieron personas, y me dijeron que me pudriría aquí, no sabía si hacer caso, o que, ¿es una broma? -Se asustó.

-No, no es ninguna broma, conmigo estarás bien y no volverá a pasarte nada malo, por estamos aquí contigo. -Me incluyo y yo tan sólo sonreí.

-Gracias supongo. -Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.

Miraba a Monique, y me recordaba mucho a mi hace unos años, no podía con esa situación de cómo alguien puede tener tanta maldad en el cuerpo, obviamente si ella era tan mala persona lo recordaría, me sabía tan mal verla en esa situación, había un silencio enorme cuando mi teléfono lo corto de golpe, era Carmen; Molestando de nuevo.

-Darme un segundo. -Dije saliendo de la habitación. -¿Qué quieres hermanita? -Pregunte cruzando un brazo sobre mi pecho.

-¿Te apetece hacer algo esta NOCHE? Son las seis y Cristian está entrenando, no tengo nada que hacer, ¿puedes venir a buscarme? -Note su cara de cachorrito que ella siempre ponía.

-Estoy en el hospital ahora Carmen, no tengo mi coche aquí, tendrás que esperar un poco, le pediré a Marc que me lleve. -Me despedí y corté la llamada volviendo a la habitación.

-¿Quién era? -Pregunto el chico Moreno.

-Es mi hermana, voy a tener que pedirte que me lleves a mi casa. -Le. Dije cuando rápidamente me acorde de Brittany.

-Claro, yo te llevo. -Se levantó.

-No, acabo de recordar que Brittany venía a recogerme, la llamaré y con que me acompañes a la puerta del hospital, me es suficiente. -Sonreí.

-Trato echo morena. -Me guiñó un ojo, y volví a dirigirme fuera.

Las llamadas comunicaron, me salía el contestador así que quería probar con una llamada más, por fin Brittany me contesto.

-Morena, me llegas a llamar diez minutos antes y me pillas en algo importante. -Exclamo la rubia.

-Si te estas tirando a una, prefiero no saberlo y además te cuelgo. -Rápido intervino.

-No, no, ¿porque siempre piensas mal de mí? Estaba en la ducha, López. -Dibuje una tonta sonrisa en mi rostro.

-Porque si pienso cosas buenas, después me decepcionas. -El silencio incómodo volvió a ser presente.

-Bueno Santana, no me tengas aquí todo el día, ¿qué quiere la señora? -Pregunto.

-Me has dicho que me vendrías a buscar, ¿puedes venir ahora? -Le pregunte y rogué.

-Por supuesto, sí, claro enseguida voy, estaré ahí en diez minutos, tan sólo tengo que acabar de secarme el pelo, y voy te haré una llamada perdida. -

-Gracias Brittany, te espero. -Colgué y entré de nuevo en la habitación.

-Marc, Britt ya viene en camino, voy a ir saliendo, nos vemos otro día. -Le si un beso en la mejilla y me fui para esperar a Brittany.

Tome mi teléfono y comencé a mirar fotos antiguas y a borrar, estaba aburrida esperando a Brittany, borre más de ochocientas fotos, lo bueno del iPhone es que caben muchas fotos, ya que yo soy de hacer muchas fotos, pero la mayoría son tontas, o de las estúpidas fotos que me mandan en los grupos de chat, la indirecta de "Santana ha dejado el grupo" No la entienden, de verdad si me he ido es por algo. Pase a un tonto videojuego de destruir a unas naves, muy extraña. Brittany se retrasaba, y hacia bastante frío, era casi de noche, eran las siete y media y aún no se había hecho el cambio de hora, así que atardecía muy pronto. Espere un poco más y Brittany ya estaba enfrente mía con una chaqueta más grande de la que tenía, obviamente no era mía.

-Toma, hace algo de frío. -Me la tiro sobre la cabeza haciendo que mis pelos se despeinarán completamente.

-Gracias, me estaba muriendo de frío. –La mire y fruncí el ceño aceptando la chaqueta. –Brittany, vas en tirantes… Espera, esta chaqueta no es mía, Brittany ¿te la has quitado para dármela? –Elevé una ceja.

-Sí, pero no tengo frio. –Agarro mi mano y me levanto desde donde estaba sentada y coloque mi mano sobre la suya.

-Brittany, estas congelada. –Pase mi mano por su cuello hasta su mejilla. –Y encima estas temblando, ponte la tú. –Negó y tome de las dos puntas la chaqueta y la puse entre sus hombros cuando se escurrió avanzando tres pasos.

-No, Santana ponte la tú. –Su rostro se ponía blanco por el frio.

-Brittany. –Me posé frente ella y la paré poniendo mi mano en su pecho. –Es tuya. –Sonreí y pase mis manos por su cuello, rodeándola y colocando y dejando la chaqueta en sus hombros mientras nuestros labios volvían a estar cerca.

-Eres más cabezona que yo. –Dijo sonriendo, mientras yo notaba su aliento en mis labios.

-Puede ser. –Sonreí haciendo que mis pómulos se tornaran a un rojo fuego.

-Santana… -Le tembló el labio.

-¿Dime? –Mire sus ojos, después de haber pasado mi mirada por sus labios y nariz.

-Voy a besarte. –Asumió y se abalanzó rápido rozando mis labios, cuando la aparté de un empujón.

-No puedo Brittany, lo siento. –De un momento a otro la vena de su cuello comenzó a marcarse.

-Soy una gilipollas. –Sonrío sarcásticamente. -¿Te gusta ese no? –Señalo la puerta principal del hospital.

-¿Quién? ¿Marc? ¡No! –Puse mis manos sobre mi frente. -¿Cómo dices…? ¿Cómo piensas eso? –Tome sus manos y las arranco de las mías.

-¿Entonces porque no quieres besarme? Esta mañana lo has hecho. –Parecía decepcionada.

-Porque paso de que me uses como si fuese un trapo sucio y después me tires a la basura como si no fuese nada, ya te dije que yo no iba a ser como las demás, me lo has dejado claro Brittany, “Yo no me ato a nadie” dijiste muy claro, dos veces. –Cruce mis brazos.

-Que no entiendes, de “Tú no eres como las demás” –Tensó su mandíbula de nuevo.

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Sientes algo por mi Brittany? –Dudé.

-No, no lo sé, estoy muy confusa, ¡Me pones de los nervios! –Gritó –Pero tú te resistes, no eres fácil, y eso, simplemente me gusta. –Agachó la cabeza y volví a tomar sus manos.

-Date un tiempo, piensa lo que quieres hacer, y entonces dime algo. –Besé su mejilla.

-Rachel tiene razón. –Me miro a los ojos. –Debemos hablarlo con alguien, no puedo seguir así, estos sentimientos nunca se habían presentado, y es incómodo. –

-Esta noche lo hablaremos con ella y Quinn. –Negó.

-Solo tu yo, y Rachel, Quinn se pone histérica en un momento, solo nosotras tres, y lo aclararemos entre las dos. –Volvió su mirada a mis ojos. -¿Sigue siendo mala idea que te bese? –Sopló nerviosa.

-No, no lo es. –Sonreí y levante mi rostro para encontrarme con el suyo.

-Eres la primera persona que consigue hacer que me sienta así, no es normal. –Tomó mi mentón levantándome a su rostro.

-¿Seguro que quieres hacerlo? –Agarre su muñeca que se encontraba en mi rostro.

-Si quiero hacerlo, pero solo es un beso, no hay compromiso en esto. –Asentí y tomé su cintura.



Milésimas después ya estaba saboreando su saliva, de repente el frio había desaparecido, notaba su lengua pasar por cada centímetro de la mía, notaba su respiración y palpitaciones al mismo tiempo, fue el beso más perfecto de toda mi vida, simplemente consiguió dejarme sin aliento, Pasé mis manos por su cintura, llevándolas a su rostro, podía notar su mandíbula tensarse, y también podía notar sus labios abrirse y cerrarse una y otra vez, sus manos acariciar mi rostro. Cuando fui a separarme, volvió a tomarme del cuello dándome cortos besos en los labios.

-¿Este beso tampoco debería contarlo? –Levanté una ceja.

-No, aun que nos ha visto mucha gente. –Sonrió.

-Tampoco voy a correr a decírselo a la gente, no tengo nada que fardar. –Rodeé mis ojos.

-¿Cómo? Santana, te has liado con la tía mas buena de todo California, eso deberías fardarlo. –Dijo sin todavía soltarme.

-Deberías empezar a vivir Brittany… -Frunció el ceño.

-¿Cómo dices? –

-Eso, quiero decir, no creo que debamos hablarlo con nadie, tú tienes que saber lo que sientes, no tienes que tener miedo a amar. –Agacho su rostro.

-No es que tenga miedo Santana. –Mire con claridad sus brillantes ojos azules.

-¿Y entonces que es? –Moví mi rostro hacia ambos lados.

-Cuando algo es mío, es mío y de nadie más, quiero decir; Soy muy celosa, no podría verte con ropa corta, porque si alguien te pusiese los ojos encima, tendría que matarlo, o quemarle los ojos, soy muy difícil de controlar, ¿y si me enfado y te pego? Créeme, podría amarte más que a nadie en este mundo, podría hacerte feliz todos los días, pero sería una amenaza para ti, he sido una niña de calle toda mi vida, me he criado entre peleas, mafias, y drogadictos, ¿De verdad aguantarías todo eso? Yo creo que no. –Abrí mis ojos como platillos, notando el dolor en su voz.

-¿De verdad crees que tu podrías pegarme? ¿Crees que serias capaz? –Tomé su mano de nuevo.

-Claro que no, pero se me puede cruzar un cable, no quiero hacerte daño, no quiero enfadarme y ponerte los cuernos, me conozco. –Mi bolsillo comenzó a vibrar, era Carmen.

-Yo no soy una persona de discutir. –Mire mi teléfono. –Espera un momento.



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-¿Si? –

-Hermanita, dime que no estas de camino. –

-No, estoy con Brittany, ¿Por qué? Ahora iba a ir por ti. –

-No vengas, ya estoy con Cristian; Ha salido antes del entreno. –

-¿Estas segura? ¿Cuándo voy a verte otra vez? ¿Y te vas? –

-No, no, me quedare unos días en casa de unos amigos de mi novio, nos podemos ver mañana. –

-Mañana… No puedo, he quedado con Brittany. –Ahí alcé la mirada y miré a Brittany y le sonreí, y ella me devolvió la sonrisa, cosa rara en ella.

-¿Te la vas a tirar? –

-¡No! ¿Por qué siempre me dices eso? –

-Porque eres virgen, y necesitas que te echen un buen polvo. –

-Eres muy mal educada. –

-Pero me adoras. –

-Por poco tiempo, deja de ser tan pesada, tratare de verte mañana, no sé qué pasará. –

-Bueno hermanita, me dices algo. –Dijo tornando un acento latino.

-Adiós, hermanita vigila; y usa protección. –Dije con el mismo acento.

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-¿Cómo has dicho? ¿Qué idioma es ese? –Brittany no entendió nada.

-Es que soy Latina, de ahí el apellido López, tonta. –Asintió y volvió a mostrar su hermosa sonrisa.

-Discúlpame, soy americana, no Latina. –Trato de imitar mi acento.

-Te sale patético. –Sonreí y carcajeé un poco. -¿Sabes? –Pregunté

-Dime –Respondí.

-Me gusta cuando sonríes, y no cuando estas seria, creo que tienes una sonrisa muy bonita, y deberías mostrarla más. –Caminé acercándome a su Moto mientras ella me seguía.

-Soy una persona muy seria, solo pocas personas me hacen sonreír así. –Dibuje una sonrisa pícara en mi rostro.

-¿Debería alagarme eso? He conseguido que sonrieras, ahora me siento especial. –Sonreí satisfecha.

-También has conseguido hacer que te bese, dos veces, y hacer que me sienta atraída por ti, y no solo sexual mente. –Pasó sus ojos por mi trasero.

-Por una vez, en estos días, no me molesta lo que has dicho. –Me subí a la moto y ella me entregó el casco.

-Bueno, Santana López –Volvió a repetir intentando imitarme, y fallando de nuevo. –Nos marchamos.



Arranco la moto, y mis manos estaban detrás de la moto, donde había una barra de plástico para agarrarse. Paremos en un semáforo, y tres segundos de que cambiara el color para poder seguir con el camino, Brittany agarro mis manos pasando las suyas por detrás de su espalda, y colocó mis manos en su cintura. Apoyé mi rostro en su espalda, y dejé que el viento pasara por el pequeño agujero del casco, y cerré los ojos, era un largo camino a casa, ella siempre iba deprisa, y eso al parecer me tranquilizó más.



Noté golpearse mi cuerpo contra algo muy blando, y abrí mis ojos. -¿Qué cojones? –Fruncí el ceño mientras Brittany pasaba una manta sobre mi cuerpo.

-Te habías quedado dormida, y no quería despertarte, aunque me ha costado cogerte sin despertarte, es impresionante, es como si te anestesiaran con un tranquilizante para Elefantes. –Rodó los ojos y se dirigió hacia la cocina.

-Deberías haberme despertado, ¿sabes lo que me va a costar dormirme esta noche? Más te vale ponerme una película muy aburrida. –Me quejé.

-Bueno, mientras te quejas, come un poco. –Trajo una bandeja con leche y cereales.

-¿Esto vamos a cenar? –Elevé mis cejas.

-Sí, me apetece, Rachel me ha dicho que te encanta, ¿Quieres hacerte la estirada conmigo? –Sonrió volcando el cereal sobre los boles.

-Mi maldita mejor amiga nunca me deja tener una falsa identidad. –Tomé el bol feliz y comencé a comer.

-Acabarías contándome todo sobre ti, ¿Serias capaz de mentirme sobre lo que eres real mente? –Desde entonces mi corazón se paró dando dos golpes en mi pecho, haciendo que miles de recuerdos se posaran en mis ojos como un flashback.

-¿Qué te ha contado sobre mí? –Dije cabreada.

-No me ha contado nada, solo eso, poco más, ¿A qué viene ese cambio de ánimo? –Puso su mano en mi hombro, y mis ojos se volvieron llorosos. –No llores, espera, ¿Qué mierda he dicho? –

-No, no es tu culpa, solo hoy estoy sensible es eso, nada más. –Fingí una sonrisa, mientras le mentía.

-¿Segura? Que me guste patear traseros y ver a la gente sufrir ahí, no significa que me guste ver a todo el mundo sufrir, quiero decir, los que me importan. –Asentí y prendí la televisión tomando el mando control remoto que se encontraba a mi lado.

-Segura, veamos un poco la televisión. –Limpié mi ojo disimuladamente cuando Faberry entró por la puerta.





-¡Señoritas! ¡Están demasiado juntas! –Exclamo Quinn, y Britt saco su cabeza apoyada en mi hombro.

-¿Tienes algún problema Primita? –Dijo en tono asesino.

-Relájate. –Le susurré.

-No, Brittany; Ninguno. –Se burló Quinn.

Ellas dos rápidamente, fueron a su habitación. -¡¿Ya vais a follar?! –Grito Brittany provocando una sonrisa en mi rostro.

-¡Exacto! –Exclamo Rachel, como siempre, muy sincera.

-Brittany, ¿me han traído la cama? –Pregunté.

-No, pero si te molesta dormiré yo en el sofá hasta que te la traigan. –Dijo.

-No, hicimos un trato, por eso lo decía, pero sin cosas raras. –Le repetí.

-Sigo esperando a que lo pidas, ¿sabes? –Se río.

-Dios Brittany, ¡vas a tener que esperar mucho! –Me burlé mientras dejaba mi plato vacío sobre la mesa.

-Eso ya lo veremos. –Me guiñó un ojo, como hacia habitual mente, pero esta vez no solo veía una atracción sexual en su mirada, podía ver mucho más.

-Venga, vámonos. –Tome su mano.

-¿Dónde? –Preguntó.

-A limpiar los platos, No se limpian solos. –Volví a burlarme.

-Tienes razón. –Se levantó y llevó la bandeja y comenzó a lavar las cosas.

Estábamos limpiando, y riendo, y podíamos oír los gritos de placer de las chicas Faberry desde abajo, me lo parecía o ¿Brittany se había vuelto más cariñosa después de la conversación? Me daba besos en la mejilla, y mentiría y dijera que no me dio alguno en los labios, solo era tonteo, estaba claro, cuando ella se paró delante de mí, atrapándome en la encimera, besando mis labios una y otra vez, y cada parte de mi rostro, alguien pico al timbre, y fui deprisa para ver quién era.


Mi rostro se volvió blanco. -¿Qué haces aquí? -


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Bueno, ¿quieren que continue? diganme en los comentarios si quieren que lo haga y lo aré :)