FIC Brittana - More Than Words cap. 23 (act. 21/01/15)

SIIIIIIII POR FAVOR CONTINUA!!!!!! LO MAS ANTES POSIBLE! ME ENCANTA     

Te mato!!!! _\/_
Como se te ocurre dejarlo ahi???!!!!
Continua pero cuanto antes mejor.

Y ahora quien llego, que desesperacion es esperar, hasta muyyyy pronto espero!

Síguelo esta exc (:

Como te atreves a hacer esa pregunta???
Continua por favor!!
Saludos

Obvio que queremos que sigas.....! =)

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basicamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.


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Capitulo 7




-Santana debes hablar conmigo, te dije que te quería y no bromeaba no quiero estar mal contigo. -Exclamó la morena.

-No, te dije que tal vez me podrías gustar y por la noche te encuentro tirándote a Brittany, joder, te la follaste en mi cama. -Le grite tratando de cerrar la puerta pero segundos después ella puso el pie en ella para no permitir que eso pasará.

-Debes escucharme. -Podía notar el dolor en su pecho.

-Lo siento Eve, pero olvídate de que existo, no me busques ni me llames ni me escribas, ni siquiera me conoces, así que búscate a otra. -Replique mientras escuchaba el sonido del agua caer mientras Brittany fregaba los platos.

-Tan sólo quiero ser tu amiga, necesito que me perdones. -Suplicó poniendo las manos en su mentón.

-Está bien, te perdono -Mire al suelo y respire hondo. - adiós. -Puse mi mano en su pecho y tire hacía atrás inclinándome a ella para que sacara el pie y pudiera cerrar la puerta.

-Menos mal. -Exclamo Brittany.

-Me sabe mal todo esto, es una zorra pero se arrastra demasiado. -Crucé mis brazos haciendo una mueca con mis labios.

-Siempre lo hace, en serio, la he visto así muchas veces, me costó mucho sacármela de encima, no sé qué mierda pasó pero me la volví a tirar, error mío. -Dijo mientras secaba sus manos y sacaba el jabón de ellas y yo me sentaba en el mismo sofá donde estábamos minutos antes.

-Fue un error, pero lo hiciste; No tienes excusa, tampoco pasa nada, de ti si me lo podía esperar algo así después de cómo te describieron. -Sonreí.

-¿Qué te dijeron de mí? -Elevó una ceja clavando su alter ego después del mío y sentándose a mi lado.

-No me dijeron nada malo, pero te dejaron como una gran puta, no te enfades conmigo yo no lo he dicho. -Me burlé de ella.

-Créeme me han dicho cosas mucho más malas que esa palabra, ni siquiera saben el significado de esa maldita palabra, yo no vendo mi cuerpo, solo lo comparto. -Pude notar sin mirarla su sonrisa de burla hacia ella misma.

-Tu cuerpo es tuyo, deberías compartirlo con alguien que te quiera y quieras, no deberías dejarlo en manos de cualquiera, dices que sabes con quien lo haces, que sabes a quien te tiras; Pero no es así, cualquier día que pilles una borrachera impresionante vas a estar tan pedo que no vas a saber qué haces, ¿sabes cuantas enfermedades puede transmitir un cuerpo humano? Puede pasarte algo, la persona con la que lo haces, ya está condenada a eso, y solo esparcen el virus sin importar tu salud y lo que te pasa, no sabes lo mala que puede ser la gente desconocida, en serio; No te fíes. -Su mano cayó de su pierna sobre la mía, trate de agarrar su mano, pero cuando me di cuenta ella ya la había cogido antes.

-Gracias por el sermón pero, yo tengo cuidado, creo que he soportado muchas cosas y que puedo cuidarme sola después de todo. -Entrelazó sus dedos con los míos.

-Créeme, si se lo que es. -Apoyé mi cabeza en el sofá mirando al techo blanco del apartamento.

-No me creo que tú hayas pasado un infierno de infancia, eres demasiado estrecha para eso. -Plantó las chocantes palabras y traté de ignorarlas.

-No sabes nada de mí, así que te pido por favor que no hables de cosas que no sabes, ¿Vale? No me conoces Brittany. -Solté su mano.

-Tú tampoco me conoces a mí, tampoco sabes nada de mí; ¿Quieres volver esto una discusión? -Negué mordiendo la carne interior de mi labio. -Pues dejemos esto, no preguntes, y yo no preguntare.

-Mejor. -Volvió a agarrar mi mano como segundos atrás.

-¿Qué es esto? -Pregunté pues muy confundida.

-¿El qué? -Elevé nuestras manos.

-Esto, me comes a besos, me coges de la mano, me coges en brazos, dejo que lo hagas, pero no debería hacerlo si sé que vamos a acabar peleadas, es extraño y tu apenas quieres hablarlo, por decirlo así no te abres. -La miré.

-Ya te he dicho que no sé qué siento, y tampoco sé que quiero, solo sé que cuando estoy contigo todo es diferente, es la típica frase lo sé; pero no te estoy mintiendo. -Susurró en mi oreja por si acaso una Rachel o Quinn se escondía tras las escaleras y lo oyera todo.

-Eso no me dice nada, Brittany; es incómodo. -Solté la mano que sostenía la mía -Decídete, piensa, pero no tontees conmigo; Porque tú serás quien acabe perdiendo. -Cruce mi brazo por mi cintura, pasándolo por encima de mi hombro.

-Santana me preguntas continuamente, ¿te molesta que lo haga? Tan solo dímelo, teníamos un trato físicamente no te he tocado, bueno si pero tú ya me entiendes, te he dicho que hablemos con Rachel, ella entiende de estas tonterías del amor y yo no. -Dijo en tono de cabreo.

-¿Eso es que crees que estas enamorada de mí? -Elevé una ceja.

-No, claro que no eso es una estupidez. -Mintió, haciendo una flema con completa disimulación.

-Bueno, señorita Pierce, que no le gusta que le llamen Britt aunque sea el diminutivo de su nombre que no deja de provocarme sexualmente aunque falle todo el tiempo, me voy a dormir porque estoy real mente cansada. -Di dos palmadas a mis muslos y me levanté del sofá estirando mi espalda y segundos después dirigiéndome a las escaleras

-Iré contigo. -Se levantó y siguió mi rastro hacia las escaleras.

-No hace falta hablar con Rachel, ¿Sabias? -Dije subiendo, notando su mirada atravesar mis muslos. -Y no me mires el trasero. -Le abrí paso para que subiera delante de mí y fue cuando yo clave los míos en el suyo, hasta tres segundos después no reaccione.

-¿Y eso porque? -Me dijo ella cruzando sus brazos y parándose al filo del final de las escaleras.

-Simplemente no hace falta, yo de lo que está pasando, pero te da miedo demostrarlo. -Me planté frente su rostro, mirando fijamente sus preciosos y brillantes ojos azul cielo.

-Tú piensas que lo sabes todo, y no es así; No sabes nada de lo que siento, ¿Está bien? Nos hemos besado unas cuantas veces eso no es nada. -Acercó su rostro al mío, dejando que pudiera notar el calor de su aliento en mi mejilla, con su perfecta sonrisa malvada.

-Tengo un tercer ojo mexicano, puedo saber cómo son las personas a primera vista. -Le confesé pasando mis ojos por sus labios perfectos y mojados por su saliva, parcial mente; perfectos para besar.

-Ahora eres tú la que está me provocando sexualmente, apártate. -Sonreí y me aparte nada más y nada menos que dos centímetros que ella cortó con un beso en milésimas, me dijo que me apartara y me besa.

-No te he dado permiso para hacer eso. -Puse mis dedos en sus labios.

-Has tardado mucho en apartarte. -Sonreí, y me abalancé a sus labios dejando su paso a su lengua en mi boca.

No sabía qué hacía, la atracción era mutua, solo sé que estaba besando a una persona que hubiera matado ayer porque me miraba con lujuria.

Brittany me controlo por un momento pero despacio, pasó su mano por mi espalda, pegando mi pelvis a la suya, no separaba mis labios de los suyos, estampó nuestros cuerpos en la pared paso sus manos por mi espalda, acariciando mi abdomen y besando mi cuello, pero cuando cerré los ojos cuando las horrorosas imágenes de mi pasado se presentaron en mis pensamientos, se me cruzó completamente un cable, aparte de un empujón a Brittany, y me miró desconcertada ya que yo había comenzado a besarla primero, rápidamente, sin saber porque grité con todas mis fuerzas.

-¡Otra puta vez No! -Comencé a golpear mi cuerpo con mis puños.

-¿¡Qué coño haces!? -Me grito y pregunto; Dejé mi cuerpo caer al suelo, agarré mis piernas con las manos, enrollando mis brazos en ellas, y hundí mi cabeza entre el corto espacio que había de mis piernas y mi estómago.

-No pasa nada, no estás en casa, no pasa nada, no estás en casa, no pasa nada, no estás en casa. -Repetía mientras Berry salía histérica y preocupada, cuando noté sus brazos rodear mi cuerpo sentí un poco más de calma, pero no podía, la apartaba y ella seguía sin soltarme.

-¿Qué cojones le has hecho Brittany? -Berry tomo mi cabeza y la pego en su pecho, abrazándome fuerte, mientras yo trataba de seguir golpeando mi cuerpo, no podía sentir que nada me tocara, podía notar espasmos en mi cuerpo como un pez fuera del agua, no podía dejar de temblar, el miedo cegó mis ojos

-No pasa nada, no estás en casa, no pasa nada, no estás en casa, no pasa nada, no estás en casa, no pasa nada no estás en casa. -Repetía segundo tras segundo, tapando mis orejas con las manos

-¡No he hecho nada! ¡Estábamos aquí y se ha puesto histérica! -Grito desesperadamente y se arrodillo a mi altura, al lado de Rachel.

-No pasa nada, no estás en casa. -Berry trato de calmarme, como hacia siempre pero no podía dejar de repetirlo. -¡Suéltame! ¡No me toques más! -Aparté a Berry y a Brittany con todas

-Santana, mírame. -Berry trato de volver a cogerme, pero seguía reculando hacia atrás para que no me tocara.

-¡Que me sueltes! -Tape mis orejas con las palmas de mis manos, volví a gritar de nuevo, más fuerte que antes, no podía dejar de pensar, no desaparecían esos putos pensamientos. Berry me hizo caso y se apartó, Brittany trato de acercarse pero Berry le prohibió el paso poniendo la mano en su pecho. Estaba histérica pero puedo verlo todo y oírlo.

-Brittany, no te acerques, y llama a su hermana. -Rachel trataba de no llorar, al no poder hacer nada; Brittany no sabía qué hacer.
, ni siquiera reaccionaba.

Miro a Berry con los ojos dilatados y los ojos abiertos como platos. -Brittany, llama a su hermana. -Le trato de decir calmada.

Rápido saco su teléfono -Dame un segundo. -Marco rápidamente el número de Carmen y deje de oír todo, ya que apreté mis dedos índices en mis orejas.

-No pasa nada, no estás en casa, no importa, está todo bien... -Respire hondo - no! no! No me toques más. -Gritaba sin parar, ni si quiera yo sabía que estaba pasando en ese momento.

-Viene de camino, lo traerá su novio en cinco minutos estará aquí. -Escuche su voz temblar, y entré cortarse.

-¿Que le has hecho Brittany? ¿Sabes lo que costó que dejara de reaccionar así? ¡Meses! Brittany, ¡¡que le has hecho!! -Le grito con fuerza plantando le cara. -

Volví a sentarme flexionando las piernas a mi pecho, notaba como si el mundo cayera sobre mi misma; como sí millones de demonios se apoderaran de mi ser de mi alma, y no pudiera controlarme, tome mis manos y comencé a arañar mi rostro con fuerza repitiendo las mismas palabras. Rápidamente sonó el timbre y Rachel bajó a abrir la puerta, Nada más que Berry se fue volando por las escaleras Brittany se acercó corriendo a mí.

-Santana, ¿qué te pasa? - pregunto con preocupación y su voz entre cortada llena de culpabilidad.

-No estoy en casa, todo está bien, no estoy en casa. -Ella tomo mi mano.

-¿Porque no debes estar en casa? -Escuche, mientras trataba de acariciar mi espalda llena de sudor.

-No, no puedo volver. -No podía reaccionar, así que me elevo dejándome de pie y recta, y me sujeto con sus brazos para no caer.

-¿Te he hecho algo malo? -Me pregunto.

-No puedo, no otra vez no, no puedo repetirlo, no estoy en casa no voy a volver. -Dejen caer mi cuerpo pero ella me sostuvo manteniéndome con fuerza entre sus brazos.

Agarro mis brazos y los coloco en sus hombros para poder sujetarme y no caer como quería yo pretendía hacer, y volvió eso un abrazo, pude reaccionar tan sólo unos segundos como si la niebla y lo que me había poseído en ese momento desapareciera, y entonces tome fuerzas más para sujetarme bien a su cuello y tornar eso un abrazo, pero Berry ya subía acompañada de mi hermana.

-¡Santana! -Grito mí la histérica de mi hermana corriendo hacia mí y tocando mi espalda.

-¿Carmen? -Levanté mi vista hundida en el hombro de Brittany, trate de dar la vuelta pero Brittany no me soltaba porque sabía que volvería al suelo.

-Brittany Rachel, dejadla, yo me encargo, yo hablare con ella. -Agarro mi brazo; tratando de agarrarme pero lo aparte y volví a agarrarme al cuello de Brittany, y a hundir mi rostro en él.

-Quiero que te vayas Carmen, tú también Rachel, fuera todos, dejarme en paz, dejarme sola, todos... -Rachel me miro con los ojos de par en par, ya que nunca me negaba a hablar con mi hermana.

-Santana, ¿qué te ha hecho? Pienso matarla, sólo dímelo. -Señalo a Brittany en un volumen muy alto.

-No ha hecho nada, he sido yo, soy una auténtica imbécil, dios doy tanta lástima. -Rompí en llanto un tanto leve -fuera, ya; Y hermanita siento haberte molestado, pero no me apetece hablar con nadie, quiero irme a dormir. -Me gire para poder sonreír un poco, y para apartar los molestos mechones de pelo que caían por mi frente echándolo hacia atrás con mis dedos.

-No pienso dejarte así. -Exclamo Carmen, mirando con furia a Brittany igual o peor que Rachel.

-Dejad de mirarla así, he dicho que no ha tenido la culpa, ha sido estar con ella y estar mejor, sé que se ha provocado cuando estaba con ella pero ya estoy bien, tu vete con tu novio, y tu vete con tu novia, yo me voy a dormir. -Rachel agarro el brazo de Carmen echándola hacia atrás.

-Haz lo que ella dice, vete, estará bien. -Añadió si más Berry ella también estaba cabreada con Brittany, podía notarlo.

-No pienso dejarla con esa loca, mira como se ha puesto, Santana te vienes conmigo; Ya. -Brittany había estado callada sosteniéndome hasta oír esas últimas palabras.

-No se va a ningún sitio, os ha dicho que no quiere saber nada de vosotras ahora mismo. -Apretó su mandíbula haciendo que se marcará la vena de su cuello muy cabreada.

-¿Te piensas que me das miedo? Serás más alta, lucharás los viernes y ganarás cada lucha, ¿pero sabes? Si es por mi hermana, no hay quien me detenga. -Le reto con la mirada y Brittany hizo lo mismo.

-Carmen cállate ya, y vete, hazle caso a tu hermana, y no seas así. -Volvió a echarla hacia atrás ya que estaba muy cerca de Brittany y estaban a punto de ponerse en plan karate kid.

-Te tengo vigilada Rubia, vigila lo que haces con ella. -Bacilo acercándose a mí y besando mi mejilla, después en ese instante simplemente se fue, haciendo caso a lo que yo decía, sentía demasiada vergüenza, Rachel hizo lo mismo y se encerró en la habitación como había solicitado, no vi a Quinn pero supongo que la estúpida de Rachel le había dicho que la loca de su mejor amiga estaba teniendo un ataque de pánico y que no se saliera no vaya a ser que le soltará una bofetada.

-¿Te he hecho algo malo? -Pregunto de nuevo Brittany más preocupada y cortante -Si es así te juro que, no se supongo que lo siento. -Dijo con un brillo en los ojos apagado de tristeza.

-No, no has hecho nada, solo soy yo soy una imbécil, ya está. -Le puse la mano en el pecho y la incline hacia atrás para ir a nuestra habitación dejándola atrás.

-Iré a dormir al sofá, no te voy a molestar esta noche. -Me exigió parada en el filo de la escalera.

-Estás en tu casa, yo dormiré en el sofá, me da demasiada vergüenza todo esto, y por mi culpa no vas a dormir mal. -Entre y agarre una almohada y una sábana grande.

-Ahora también es tu casa, dormiré abajo y si duermes mejor sola vaciare el gimnasio que tengo montado y te dejare que crees tú habitación a tu gusto. -Puso media sonrisa en su rostro y agarro la almohada y la sábana que había entre mis brazos.

-Si yo me quedo, tú te quedas; No hay más discusión. -Le dije en tono sensible para que se quedara conmigo.

-No quiero molestarte, para una vez que quiero ser buena persona, déjame serlo. -

-Si te vas abajo me voy contigo. -Eleve una ceja retando con la expresión de mi rostro.

-Me iré contigo y cuando te duermas me bajare, así estamos en paz. -Elevo las manos y las dejo caer contra sus muslos.

-Como quieras, pero no quiero que duermas mal en tu propia casa. -Le abrí paso parada en el pasillo para que pasará delante de mí.

-No es cuestión de estar bien o no Santana. -Dijo pasando y bajando mí brazo, a la vez que entraba y yo igual detrás de ella.

Entramos y abrí las sábanas de la cama, abrí el armario y cogí el primer pijama que vi del hueco que Brittany había hecho en su armario para mi ropa, y entre al baño para ponérmelo. Así hice y me lave los dientes, mis manos estaban apoyadas en el mármol de la pica, enjuague mi boca y lave mis labios, agache la mirada y las manos aún me temblaban, igual que las piernas. Me senté en el retrete y apoye los codos en mis piernas y tape mi rostro con las palmas de mis manos mojadas por el agua, apreté con fuerza los ojos y trate de respirar hondo, pero una lágrima ya estaba rodando por mi mejilla. Pasaron unos minutos antes de que tratara de calmarme, volví a tratar de respirar hondo y así hice, más tranquila limpie mi cara de nuevo con agua ya que me ardía y la tenía completamente ardiendo, y las lágrimas hacían que me doliera más; al mirarme en el espejo tenía marcas, las marcas de mis uñas, y los ojos completamente rojos. Mi piel era morena, así que no lo vería, salí con la cabeza agachada y Brittany tenía las piernas a cuclillas con su mentón apoyado en su rodilla, muy pensativa.

-¿Estas bi...? -

-¿Que ha pasado? -Me callo hablando ella y sin dejarme acabar la frase. - Tu mejor amiga piensa que te he, no sé; violado, pegado, o algo no tiene sentido, nunca te haría daño, eres mi amiga supongo, es una locura, me estoy rayando mucho con esto, siento que ha sido mi culpa y no voy a poder dormir hasta que me digas que ha pasado ahí fuera hace tan sólo veinte minutos. -Levantó su vista a la mía con los ojos dilatados y caídos de tristeza

Me senté en la cama a su lado y cruce mis piernas como si estuviera haciendo una posición de yoga. -Tú no has hecho nada Brittany, es otra cosa. -Aparte mi mirada avergonzada de la suya.

-Entonces, ¿qué ha pasado? -me pregunto suplicando una clara respuesta con su mirada llena de dolor, y lo cierto es que era la primera vez que la veía así.

-Es algo que pocas personas saben digo pocas y solo es Rachel, y no estoy preparada para contárselo a alguien más, es vergonzoso humillante, y me asusta, no estoy preparada. –Brittany tensó su mandíbula y cerró los ojos respirando muy hondo.


-Santana, no te voy a pedir que me lo cuentes porque no soy nadie para hacer eso, pero todo el mundo sufre o ha sufrido, puede que hayan sufrido incluso más, pero no me importan esas personas, porque sé que al final del día, quien está aquí conmigo eres tú y no ellos, no me lo cuentes si no quieres pero sea lo que sea, cuenta conmigo, sé que parezco una hija de puta pero con las personas que real mente me importan no lo soy, lo que importa es que estoy aquí para ti. –Yo miraba hacia abajo sin levantar mi rostro pero ella me miraba, miraba lo poco que tenía a vista de mi rostro.

-¿Puedes apagar la luz? -Le pregunte comenzando a sollozar, con lágrimas en los ojos y girando mi rostro.

-¿Por qué? –Me pregunto más confusa que nunca y entonces fue cuando miró mi rostro, inclinando su cabeza.

-¿Que te ha pasado en la cara? -Tiro de mi brazo para destapar las heridas y agarro mi cuello despacio poniendo sus manos en mi nuca dejando ver las marcas y heridas de mis uñas marcadas en mi mejilla.

-Me... Me he arañado. -Tape mi mejilla con mi mano, y con la otra apague la luz, dejando una pequeña lámpara encendida.

-deberías lavarte eso, se ve muy mal. -Destape mi mejilla y mire sus ojos azules una vez más antes de darle un beso, fue corto, sólo quería saborear sus labios una vez más.

-Ya me lo he lavado. –Conseguí sonreír, al menos la mitad de mi sonrisa cuando volví a mirar sus ojos, y su sonrisa.

-Santana, estoy enamorada de ti. –Dijo tragando en seco, y su cara se tornó en un blanco pálido.

-¿Cómo? –Mis ojos se habían dilatado mirando los suyos esta vez con mi cabeza completamente levantada y mi sonrisa se borró.

-No sé cómo ha pasado. –Me callé y se tornó en un silencio muy incómodo. –Di algo, por favor. –Suplicó con su mirada.

-Yo también estoy enamorada de ti, pero Brittany yo no te voy a dar mi cuerpo, yo no soy como las demás. -Ella negó con su rostro.

- Santana desde que te vi, fue tan impresionante, tus ojos atravesaron los míos de una manera impresionante, dije "Esta chica tiene que ser mía, ¿quién es esta chica?" Me pregunte cuando caíste sobre mí, y fue raro porque al poco rato me entere de que Rachel y Quinn estaban juntas y tú estabas en el campus con ella pensé "esta es mi oportunidad, me la pienso tirar" Pero entonces, cuando te vi en la pelea y mi pulsera cayó sobre tu hermosa melena morena era mi oportunidad de atraerte, pero me rechazaste, cuando... Te vi en los baños y estabas tan segura de "No pienso caer en tus garras", entonces acabaste conmigo, nadie me había rechazado nunca Santana, nunca. Has llegado hace poco y has hecho que me enamore de ti, me rechazarse y te odie por un momento, e hice lo posible para estar cerca de ti pero solo para molestarte, pero cuando te ofreciste a ser mí amiga, sé que es una estupidez pero nadie lo había hecho antes, entonces mis intenciones ya dejaron de ser malas, solo que mi actitud hacia que te revelaras, y eso me gustaba más me atraía más. Creo que bailas de pena, tal vez si sabes hacerlo pero con esa perra te hacia hacerlo mal también creo que no sabes beber, y que a veces eres muy antipática, cuando Eve te dijo que le gustabas, y tú le dijiste lo mismo necesitaba vengarme, ese mismo día me acosté con ella solo por el hecho de que a ella le dijeras eso y a mí no, a veces no te soporto Santana y me dan ganas de matarte, pero cuando te veo sonreír acabas conmigo, no sabes cómo me mato que besarás a ese gilipollas, sé que ves una imagen de mí que es mala que soy una estúpida egocéntrica que te va a tratar mal y que es mala con los demás, que pelea y se mete en líos, que se acuesta con todas sin importar nada; Y así es pero te voy a pedir, que me dejes amarte, cuidarte y defenderte ante todo, hacer que te sientas a gusto conmigo; te voy a pedir una oportunidad para demostrarte que puedo ser lo mejor para ti, no tendrás presiones conmigo, te lo prometo, y te juro que traté de evitar este sentimiento desde el principio porque yo nunca me había enamorado de nadie, nunca había sentido nada por nadie, sólo era sexo y adiós, era lo único que quería; placer, pero después de todo, has conquistado mi corazón Santana, cuando te he visto, ahí fuera desesperada y llorando, yo no sabía qué hacer, no sabía cómo calmarte no lo sabía; porque no te conozco del todo. No te voy a pedir que te lances a mis brazos y seas mía para siempre, no ahora, no todavía; pero sé que son más que palabras lo que te estoy diciendo, sé que cuando hago una promesa la cumplo, sólo te pido, que me dejes demostrarte que no soy como los demás me describen, déjame conocerte a fondo, y déjame amarte, déjame ser la persona a quien veas por las mañanas y la persona que te de su hombro cuando estés mal, y la primera en darte los buenos días y la única que pueda saborear tus labios, no te estoy pidiendo que seamos pareja porque sé que no estas preparada, pero te pido una oportunidad para que me dejes hacer que confíes en mí, y no, no quiero tu cuerpo, porque Santana López has hecho que me enamore de ti, tu para mí eres algo más que un calentón. -Calle sin decir absolutamente nada, sin dejar de mirar sus hermosos ojos brillantes. -Di algo antes de que me muera.

-No sé qué decir ahora mismo, porque te daría en un momento un discurso pero no sería suficiente porque yo también estoy enamorada de ti y no podría describirte lo que siento con palabras, pero quiero que sepas que tus defectos y malas virtudes son insignificantes para mí, porque cuando me tocas, me coges de la mano, y me besas; Me haces llegar a un mundo paralelo donde solo existimos tu y yo, pero no es que no quiera estar contigo, ya que desde que te vi era lo único que deseaba, es que tengo miedo, no te tengo miedo a ti, tengo miedo a todo desde los seis años. Mi corazón está roto igual que mi alma, y hasta que no lo arregle no puedo tener nada serio con nadie, pero de todas formas te sigo amando, y quien me diga que el amor a primera vista no existe, le voy a pegar muy fuerte. –Brittany me dedico la mejor sonrisa de su vida, y se inclinó para besarme, pero sin tocarme con las manos.

-Mientras reparo tu corazón, esto podría ser nuestro pequeño secreto, ¿Está bien? –Asentí y fue cuando pase mis brazos por debajo de sus axilas y la abarcó muy fuerte.

-Vale, nuestro secreto. –Le dedique la misma sonrisa que ella aún tenía en su rostro, entonces fue cuando me adentré en mis sentimientos, y saqué valentía para contarle mi mayor secreto. –Ahora, voy a contarte algo que cambiara todo, puede que no me mires igual o puede que sientas lastima por mí, esta es la tercera vez que voy a contar mi secreto, porque tan solo se lo he contado a Rachel a mi Psiquiatra, y a mi diario. –Tragué en seco y Brittany agarro mis manos.

-No hace falta que me lo cuentes si tu no quieres, no quiero que te sientas presionada conmigo, no necesito saberlo; Si tu no quieres que yo lo sepa. –Sacudí mi cabeza, negándole la propuesta.

-Creo que tú has sido sincera conmigo, y que mereces saberlo todo, porque si tú has sido capaz de abrirte a mí de esa manera, yo podré abrirme a ti. –Ahí fue cuando volví a agachar mi mirada, pero rápidamente volví a mirarla, aunque tuviera miedo de que volviera a llorar, por simplemente vergüenza.

-Sea lo que sea, si necesitas callar o cualquier cosa, dejar de contármelo; hazlo sin más. –Respire hondo, y millones de recuerdos y doce años atrás, se vinieron a mi memoria.

-En el junio de dos mil dos, cuando tenía seis años toda mi vida cambio por completo, yo era feliz, obviamente Carmen aún no había nacido, estaba sola, en casa con mis padres, como todos los matrimonios, tenían sexo todas las semanas, cuando mi abuela murió mi madre cayo en depresión, y se le quitaron las ganas de hacer el amor con mi padre, ese mismo mes, junio mi padre llego borracho a casa, desde mi puerta veía la habitación de mis padres, así que cuando tenía miedo dejaba las puertas abiertas, y podía ver a mis padres dormir y eso me calmaba, mi madre pese su depresión me daba las buenas noches todos los días y me besaba la frente, cuando llego borracho con las puertas abiertas, agarró a mi madre forzándola para follar, mi madre se negaba y entonces fue cuando en directo vi como mi padre le pegaba una paliza, con mis propios ojos, fue tan terrible como tener que haber estado yendo al hospital durante meses a verla, sola, lo que nadie sabía era que mientras mi madre estaba en el hospital, mi padre entraba a mi habitación por las noches y abusaba de mi como quería, no quería hacerlo; Pero él llegaba borracho, se desnudaba venía a mi habitación se colocaba el condón y simplemente hacia lo que quería, siempre gritaba y lloraba pidiendo ayuda, pero él me tapaba la boca, y si no le dejaba acabar, me iba con la marca de su puño en mi mejilla. –Mi voz ya comenzó a trabarse, mis sollozos comenzaron a salir, y las lágrimas ya brotaban como la lluvia un domingo de mal tiempo, mientras que la rubia solo me miraba con la cara pálida, sin hacer una mísera mueca y apretaba mi mano, mire hacia abajo y trate de recuperar el aliento, y poder hablar, pasaron unos segundos y prepare para seguir contando mi horrible historia. –Esos días se hacían eternos, estuve así durante años, ya que mi madre se había quedado en coma al recibir los fuertes… golpes en la cabeza. Tenía doce años, como ya te dije era amiga de Rachel, pero ella no sabía nada de mí, nada de mi vida; Me acabé acostumbrando a eso, me seguía doliendo, y me daba miedo llegar a casa, ni siquiera sabía qué hacía, hasta que en el instituto nos dieron una charla sobre los abusos sexuales, las drogas, y todo; Me di cuenta de lo que estaba pasando, pero no sabía a quién recurrir, seguía siendo pequeña, y seguían pasando los años, cada vez tenía más fuerza para poder evitar que me tocara, cuando cumplí catorce, decidí acabar con todo, con mi vida, hablé con unos niños más grandes que yo para que me vendieran drogas, no sabía cómo probarlas ni cómo usarlas, así que pedí su ayuda; y fue cuando me enganche del todo, le cogía el dinero, porque mi familia es millonaria, y me lo gastaba todo en drogas, al final del día llegaba a casa y cuando mi padre me cogía del colocón no podía sentir absolutamente nada, fui cayendo en mis miserias, me ajuntaba con mala gente, y mis días eran siempre iguales, faltaba a clases, me ponía hasta el culo de cocaína, y volvía a casa, comía lo primero que cogía y me iba a la cama, hasta que viniera el hijo de puta de mi padre, para hacer lo que quisiera. Cuando volví a ir a las clases fue cuando tenía dieciséis, y Rachel me notó diferente, y como no… Me siguió y se enteró de todo, tuve que darle explicaciones, estaba más delgada, mis dientes estaban fatal, las marcas en mis brazos, el tabaco en mi mochila, las marcas de los dedos de mi padre en mis muñecas… Ella consiguió sacarme de casa, y me pagó el psiquiatra, pensaba que estaba mejor pero seguía inducida en las drogas, acabé fatal, y fue cuando ingresé en rehabilitación durante tres meses, todo eso fue genial porque cuando salí mi madre había salido del coma, y mis padres se habían divorciado. –Brittany seguía sin decir nada, y seguía sin moverse, así que fue cuando mi explicación venia. –Ahora te preguntarás porque he actuado así, cuando cerraba los ojos y alguien me tocaba me venían a la mente las imágenes de mi padre, usándome como un juguete sexual, algo se apodera de mí y hace que… me vuelva histérica, no, no puedo dejar que nadie me toque de tal manera, no estoy preparada. Mi alma está rota en pedazos. –Mi cara volvía a arder por las lágrimas rozando mi piel. –

-Santana, yo… No sé qué decirte ahora mismo, yo no sabía, no me imaginaba esto. –Tenía la vista paralizada y el pulso le iba muy deprisa.

-No digas nada, por favor solo; Abrázame. –Dije echando mi cuerpo en la cama, y cerrando los ojos.

Ya pasaron unos minutos, y solo respiraba hondo, y de vez en cuando respiraba se me trababa por el llanto, no veía nada pero noté como la cama se movía, y segundos después la sabana cubría mi cuerpo, y un brazo pasaba por mi cintura, y giraba mi cuerpo dejándolo cara al techo. –Pienso arreglar tu corazón roto.




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Bueno, a partir de este capitulo subire uno todos los jueves, así que ya saben cuando subire capitulos, solo quiero que comenten su opinion, haganlo porfavor!

Genial me encanto
Y que maldito el padre de san

Continuala por favor!!!!!!!! pero no entiendo algo sí la mama de santana se enfermó cuando ella tenía 6 y y no había nacido carmen y se recuperó la mamá cuando santana tenía dieciséis quién es la mamá de carmen? :00 sí la mamá de santana estaba en coma :000

Continuala por favor!!!!!!!! pero no entiendo algo sí la mama de santana se enfermó cuando ella tenía 6 y y no había nacido carmen y se recuperó la mamá cuando santana tenía dieciséis quién es la mamá de carmen? :00 sí la mamá de santana estaba en coma :000

Siguelaaaa por favor....!

Me gusta que las dos se dijieran las cosas !! Me gusta tu historia !

Perdon pero Jooooderrr!!!!!!
Me he quedado de piedra en la parte en que cuenta su historia ufffff hasta seme ha escapado una pagrima. Me he quedado muy chocada y impactada.
Muy buena la historia porfa actualiza pronto

Pero que hijo de pu...aaa!!!!!!
Espero leerte el jueves!!
Saludos

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basicamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.


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Capitulo 8




La luz del sol chocaba en mi rostro, eso hizo que me despertara, y abriera mis ojos poco a poco, mire el despertador y eran las seis y media, hora perfecta para madrugar, los ojos me ardían, supongo que sería por el hecho de haber llorado tanto, y haberme dormido llorando, cuando me di cuenta el brazo de Brittany rodeaba mi cintura, y su cabeza estaba pegada en mi pecho, estaba completamente quieta, y yendo muy despacio aparte su brazo y me levanté sin despertarla y sin tratar de hacer muchos movimientos, cuando el despertador sonó con un pitido muy fuerte, me lance a él para apagarlo y con un poco de suerte Brittany ni se inmuto. Asomé mi cuerpo por la ventana y estire mis brazos hacia arriba e incline mi espalda hacia atrás estirando y tensando todo mi cuerpo, incluyendo piernas y brazos de punta a punta, inspire y mire al cielo, estaba completamente azul, y el sol daba muy fuerte, parecía un completo día de primavera; Me saque la camisa de tirantes que llevaba dejando mis pechos casi al descubierto, acaricie mi estómago y fui hacia el armario a por ropa interior limpia y uno de mis famosos vestidos de mi colección de vestidos de colores, era amarillo y negro, de flores extendidas, agarre mis tacones amarillos y mi ropa interior de seda blanca, me metí en el baño y cepille mis dientes, miraba mi rostro en el reflejo del espejo y mis ojos estaban rojos, enjuage mi boca y lave mis labios, agarre mi neceser y cogí colirio para los ojos, eche dos gotas en cada ojo y le di dos vueltas al grifo de la ducha dirección roja, donde el agua salía completamente caliente, tal y como a mí me gustaba. Tire de mi pantalón hasta caer al suelo, deslizando después mis manos por mi ropa interior también dejándola caer al suelo, pase mis manos por detrás de mi espalda, delicadamente y solté los botones que hacían que el sujetador permaneciera cerrado y quieto. Cuando el vaho inundo el espejo e hizo una nube en el aire, e introduje mi cuerpo dentro de la ducha. Era habitual que mientras me duchara cantara Back To Black, no podía evitarlo. Después de lavar todo mi cuerpo mi cabeza abrí la puerta y enrolle en mi cuerpo una toalla blanca, y tocaron la puerta varias veces.

-Santana, ¿puedo entrar? -Escuche la voz de Brittany tras la puerta, con una voz suave y calmada.

-Claro, yo ya estoy. -Tres segundos después abrió la puerta y entro con su ropa y sus cosas.

-¿Seguro que no te molesto? -Pregunto sacando sus calcetines tobilleros blancos.

-Sí, claro me acabo de vestir fuera, dúchate tranquila. -Agarre con mi brazo la toalla sobre mi pecho, y me incline para besar su mejilla dulcemente.

-Buenos días a ti también Santana. -Dibujo una sonrisa en su rostro y tiro de su camisa de tirantes mientras salía del baño con la ropa y zapatos entre mis manos.

Al salir la habitación estaba completamente ordenada, incluso mi desorden, fue incómodo porque yo iba a recoger después de vestirme. Saque mi toalla desplegándola de mi cuerpo y comencé a secar una y cada parte de mi cuerpo, hasta quedar completamente seca coloque mi parte inferior de la ropa interior en mi cuerpo, después momento seguido el sujetador, me puse unos pantalones anchos negros de deporte y con el secador comencé a secar mi pelo, mientras las planchas se calentaban, como siempre tardaba ocho minutos exactos en terminar de secar mi pelo, pique la puerta del baño porque me había dejado en neceser y entre eso mi cepillo.

-Brittany, me he dejado el cepillo, te queda mucho? -Alce un poco el volumen para que pudiera oírme.

-Puedes entrar. -Me grito desde la dicha y acto seguido entré.

Brittany estaba metida en la bañera, podía ver la silueta de su cuerpo detrás del cristal, puse la mano en la parte lateral de mi rostro, no encontraba el cepillo, el agua se cerró, y Brittany salió de la ducha, completamente descubierta, bueno supongo que se puso la toalla, encontré el cepillo, cuando me di la vuelta la tenía desnuda frente mis ojos cepillando su melena rubia y cerré rápido los ojos.

-Lo siento, tápate y salgo. -Le dije arrugando mi nariz y sin abrir los ojos.

-No importa, puedes mirar, bueno no lo hagas si no quieres, sólo digo que no me importa. -Dijo la rubia así que me relaje y aparte mi mano de mis ojos y comencé a cepillar mi cabello tal y como ella hacía.

-Primero te cepillas el pelo, y después te vistes? -Le dije sonriendo sarcásticamente, tratando de evitar que mis ojos se desviaran a partes prohibidas.

-Sí, es más cómodo, ahora lo seco un poco con la toalla, cuando las
Puntas estén secas me visto, hago las cosas al revés, soy así de rara. -Dije sin poder apartar mi mirada de sus pechos.

-¿No te molesta que te miren? -Pregunte algo confusa acabando de cepillar mi melena, dejándola suave y lisa.

-No. -Dijo agarrando su ropa interior pasando sus piernas por ella.

-Bueno, voy a alisarme el pelo, te veo abajo. -Le dije y ella ya tenía toda la ropa interior puesta.

-¿Te vendrás conmigo al instituto? -Pregunto agarrando sus pantalones pitillos negros.

-Pensaba que ese era el plan, ¿No lo era? -Torcí mis labios y ella dibujó una sonrisa en su rostro, haciendo que sus mejillas entrecerraran sus hermosos ojos azules.

-Pensaba que querías ir con Rachel, o que ibas a ir con Eve. -Pasó los brazos por debajo de su sudadera rosa salmón.

-¿Eve? -Me burlé de ella y me acerqué. -No, no pienso ir con ella a ningún lado, iré contigo y ya está, además esta tarde me tienes que llevar a un gimnasio, me dijiste que me enseñarías defensa personal, ¿No lo habrás olvidado? espero que cumplas tu palabra. -Acaricié su brazo y salí del baño dejando la puerta abierta.

-Claro que no, ya te dije que hablé con mi entrenador y me dijo que podías venir conmigo, va a ser tranquilo, a ser una de las mejores, tenemos una sala para nosotras solas, solo tú y yo, tendremos máquinas de hacer ejercicio, pesas, sacos de boxeo, lo que tú quieras, si te gusta te apuntas, y cuando tú quieras vas. -Me dijo desde el baño, mientras me quitaba la ropa que me había puesto y cogía mi vestido y lo pasaba por mis piernas.

-Mientras no me machaques mucho, todo genial. -Ya tenía mi vestido puesto y solo quedaba que me lo abrocharan por la espalda.

-¿Vas a ir así? -Frunció el ceño y levanto una ceja y no precisamente con felicidad.

-Sí, ¿Voy mal? -Toque mi vestido palpándolo con mis manos.

-No, estas perfecta, pero es un poco provocativo, ¿Podrías cambiarte? -Suplicó con su mirada. -Te dejaré algo si quieres. -Negué y agarré los tacones del suelo, e introduje mis pies en ellos.

Me alisé el pelo, y después lo ondulé, el vestido me llegaba por la mitad de mis muslos, Brittany no dejaba de mirarme, y cuando fui al baño, al salir Rachel estaba medio dormida, y con muy mal aspecto de recién levantada mirándome con los ojos entre abiertos.

-¿Santana que haces así vestida? Cámbiate. -Miré a Brittany mientras Rachel me hablaba con voz ronca.

-Rachel no empieces, he madrugado por algo, es mi primera semana completa, así que haz el favor de dejarme en paz. -Soplé rechistando y Brittany me lanzó una camisa de tirantes rosa, y unos pantalones de chándal Franklin Marshall.

-Ponte eso, te quedará genial. -Miré la ropa y abrí mis labios.

-No me voy a cambiar, ¿Qué sois mis madres? -Protesté a la rubia y a la morena que miraban la nueva ropa que me entregaron mientras la morena me miraba cansada la rubia me miraba con una sonrisa en la cara muy malvada.

-Mira, pantalones grises, camiseta rosa de tirantes, y unas bambas de bota, vas perfecta, yo me visto así muchas veces. -Soplé y entré en el baño para ponerme la maldita ropa que Brittany me había dado.

Me quité toda la ropa y doblé mi vestido, me faltaban los zapatos, miré el reloj y eran las siete y cuarto, aun había tiempo para ir a la escuela, me miré en el espejo y lo cierto que no quedaba nada mal, pero prefería mi vestido.

-Bueno, ya está, ¿Felices? -Brittany me lanzó unas bambas blancas y rosas de bota.

-Así estas genial, a mí me gusta ¿Y a ti Rachel? Oye, ¿Dónde está? -Dijo pero Rachel ya no estaba.

-Se habrá ido a prepararse, ¿De verdad me queda bien? Parezco una pobre. -

-¿Insinúas que soy pobre? -Frunció el ceño y le negué con una sonrisa en el rostro.

-No, pero no estoy acostumbrada a vestir así, además hace frio, ¿Voy a ir en tirantes? -Fruncí el ceño y me negó sacando una chaqueta negra, con una raya rosa en medio, que recorría toda la chaqueta era ajustada la típica que te la abrochabas y debía dejar la cremallera por en medio y las mangas iban remangadas.

-Así vas genial. -Me dedico una de sus mejores sonrisas y entonces se inclinó hacia mis labios, a medio camino paró y se retiró hacia atrás.

-¿Qué pasa? Me huele mal el aliento? -Me di la vuelta y lo comprobé pero ella agarro mi hombro y me puso mi rostro junto al suyo a muy poca distancia.

-Después de lo que te hice ayer no quiero que te vuelva a pasar lo mismo. -Se apartó dando un paso hacia atrás y se dio la vuelta tomando el secador, pero antes de encenderlo giró su vista hasta la mía.

-No fue tu culpa, no sé cómo quieres que te lo diga Brittany. -Le respondí con enfado en las palabras.

-Me siento culpable de todos modos. -Pasé de largo y cerré la puerta de golpe provocando sin querer un leve estruendo por culpa del viento que empujo la puerta con la corriente.

-¡Dejar de pelear! -Grito Quinn desde abajo con la boca llena de comida, seguramente lo escupió todo sobre la mesa.

-No estábamos peleando. -Dije mientras bajaba y me presentaba en el salón encontrándome ahí con Rachel comiendo junto a Quinn.

-¿Quieres desayunar? -Dijo Rachel ya vestida y arreglada igual que Quinn señalando la leche que había sobre el mármol de la mesa.

-Claro, dame dos. -Señale los boles transparentes que habían sobre la mesa, y entonces Rachel me los dio y empecé a preparar el desayuno, tanto el mío como el de Brittany; Le debía una comida, bueno en realidad no pero me apetecía mucho hacerle el desayuno, Quinn ni me había mirado.

-¿Santana que haces así vestida? -Me dijo Quinn con los ojos abiertos como platillos.

-¿Qué pasa? ¿Está sucia? -Pregunte alucinando y volviendo a palpar la ropa con mis manos.

-Pareces Brittany, no; Eres Brittany. -Exclamo entre risas y burlas Quinn mientras comía.

-Pregúntale a tu novia, me ha obligado a cambiarme. -volqué la leche en el bol y después los cereales.

-Ibas como una fulana. -Dijo Rachel con la boca llena, parecía un auténtico cerdo que llevara sin comer meses, asqueroso.

-Iba genial, y cierra la boca, no todos queremos ver lo que comes y masticas. -Le eche la bronca mientras Quinn la miraba con amor y Rachel me arrugaba la nariz protestando.

-Eres Brittany pero en negra, toda negra. -Se burló de mi raza latina. -No te ofendas, no lo digo en plan mal, es que si te comparas con Brittany, hay una grave diferencia. -Elevó la mitad de su boca y Brittany bajó por las escaleras con el pelo completamente planchando un pañuelo en el cuello rosa como su polar rosa salmón, y el flequillo recogido hacia ambos lados. Lo cierto es que estaba muy, muy hermosa.

-Hola Brittany. -Dijo Rachel con voz de odio, supongo recordando lo que pasó a noche que obviamente no fue culpa de Brittany.

-Buenos días primita. -Le dijo Quinn feliz pero Brittany no dijo absolutamente nada y se sentó a comer, en un silencio de varios minutos.

-Ya te lo he dicho antes, pero buenos días Brittany. -Le dije con la voz entre cortada y comiendo más cereales al mismo tiempo que ella, y pasó sus ojos por los míos.

-Buenos días Santana. -Dijo evitando una sonrisa volviendo a meter la cuchara en su boca para que no saliera la misma mueca de felicidad.

-Nosotras también te hemos dicho buenos días. -Dijo Quinn pasando la mano por la mirada de Brittany, cuya levanto la mirada con la cuchara entre los labios y asintió sacándola al mismo tiempo.

-Buenos días. -Dijo y volvió a comer de su bol, y yo hacía lo mismo, como Rachel y Quinn.

El silencio volvió a inundar todo el salón, y sólo el timbre hizo que Rachel volviera a hablar con Quinn de sus tonterías mientras se iban hacia la planta de arriba y Brittany se retirará de la mesa para abrir la puerta, no podía alcanzar a ver Quién era, y sólo veía pelos de punta, y negros, y Brittany tiesa en la puerta.

-Santana te buscan, ya tienes con quien ir al instituto. -Sonrío sarcásticamente y agarró su bol dejando caer los restos en la pica de fregar.

-¿Quién es? -Me levanté y mire hacia abajo, caminé hacia ahí cruzándome con Brittany sin ella decir absolutamente nada, había una columna que daba a salón y de ahí un escalón a doble altura que daba a la puerta, con la mirada esquive la columna y pude ver a Marc con su sonrisa plantado en la puerta.

-Buenos días. -Se inclinó para besar mis labios y entonces gire mi cuello hacia el lado haciendo que besará mi mejilla y mirando los ojos de Brittany clavados en mi espalda.

-Buenos días. -Le dedique una pequeña sonrisa. -¿Como tú por aquí? -Pregunte confusa y frunciendo el ceño.

-He investigado así que he venido a buscarte para llevarte al instituto, y así no tienes que coger el transporte público. -tenía las manos agarradas por la espalda y yo sonreí para negarle lo más amable posible la oferta.

-Lo siento, pero voy a ir con una amiga, deberías haberme avisado.- Levanté una ceja aun notando los ojos de Brittany clavarse en mí y en Marc, pero una mirada algo asesina.

-Por supuesto, ¿Quieres que nos veamos esta tarde? -Preguntó el y rodé mis ojos, esperando encontrar una respuesta para que no se sintiese mal.

-Marc, he quedado esta tarde, hoy no estaré disponible en todo el día, podemos comer juntos en el recreo y puede que poco más. -Asintió y su rostro se volvió algo desanimado comparado de la manera que venía, no podía decirle que iba a estar con Brittany, ella me dijo que todo lo que pasó ayer sería un secreto, será que se avergüenza de mí, pero debo respetar lo que me pidió y más si yo quiero que no diga nada de lo que me pasa.

-Te iré a buscar a clase, si no te importa. -Entonces su sonrisa volvió cuando agarré sus manos y le dije que sí.

-Sí, eso es genial; pero si tardas me iré. -Fruncí el ceño, y coloqué mis labios en posición de beso, se inclinó y besé su mejilla.

-Nos vemos preciosa. -Dijo sobándome en un abrazo.

-Hasta luego. -Dije cerrando la puerta detrás de mí y con miedo a girarme por pensar que Brittany estaría loca de celos.

-Deberías haber ido con el Santana, he notado tus ganas desde aquí, las ganas de ir con él. -Me dijo tratando de sonreír amablemente cosa que no surtió porque rápido su rostro fue serio y su mirada se fue al suelo.

-No, claro que no. -Sonreí fingiendo la mueca, y agarré los platos sucios de la mesa y comencé a lavarlos sin decir ninguna palabra, Brittany se puso a mi lado, a veinte centímetros de largo y apoyada de espaldas en la encimera.

-Te da tiempo a llamarle e ir con él, sé que quieres ir con él. -Justifico mi respuesta como si me conociera tipo Rachel, pero más, no, no quería ir con otra persona.

-Brittany si te digo que no, que no quiero ir con él, no es porque no quiera o no pueda, o por el hecho de haberte dicho que iría contigo, es por el hecho de que quiero ir contigo, déjalo ahí. -Sacudí mis manos en el aire, haciendo que las gotas mojaran todo el suelo. -Mierda, lo siento, ahora lo limpio. -Me puse nerviosa secando mis manos con un trapo sucio y viejo y cogiendo rápido el mocho.

-¿Por qué te pones tan nerviosa? -Me pregunto cruzada de Brazos mientras el pie lo tenía apoyado en un armario, y su peso colgaba con un solo pie, inclinada y burlándose de mí.

-¡No lo sé! -Recordando cómo era Brittany, ese era básicamente el segundo día, y estaba segura de que cuando contará todo lo que le había dicho en mi primera semana completa ella la arruinaría.

-Puedes decírmelo, sabes que puedes confiar en mí... ¿No? -Me preguntó mientras dejaba la fregona en su sitio.

-Sí, lo sé. -No dije más y entonces me acerque a la esquina del sofá, donde se encontraba mi mochila, ayer confié en ella, pero es vengativa y ella misma me lo dijo.

-No, no lo sabes, ¿Puedes decirme que te preocupa? -Me pregunto encogiendo sus hombros sin moverse de su sitio con aun los brazos cruzados.

-No me preocupa nada Brittany, será mejor que nos vayamos. -

-¿No quieres venir conmigo? -Preguntó elevando las cejas y mirándome con decepción en su mirada.

-Sí que quiero Brittany, no te lo voy a repetir más veces. -Dije tragando en seco, y acercándome tan solo un poco a ella, quedando cara a cara.

-¿Entonces qué es? -Torció sus labios, y tensó su mandíbula -Esta mañana, es decir hace tan solo veinte minutos estabas bien conmigo, o eso creo. -

-Brittany, te he contado algo que solo Rachel sabe, algo que estaba y está dentro de mí y sé que cuando nos peleemos por cualquier tontería vas a arruinarme todo, no hace falta que nadie me lo diga, porque voy a tener que cambiarme de universidad, si es que eso es posible, tendré que dejarla y entonces sí que no tendré ningún futuro. -Le dije en voz baja para que Rachel, por más lejos que estuviese no escuchara.

-¿No confías en mí? -Puso sus pies firmes en el suelo y me miró a los ojos, con sus ojos azules y brillantes.

-Dices que nunca te has declarado con nadie, dices que nunca te has enamorado, pero es raro que a los pocos días de venir me digas que me quieres de una manera tan brusca, ¿Qué he hecho? ¿Cómo sé que no se lo dices a todas? Joder, sé que no debería creer toda la mierda que dicen, pero son muchos rumores y llevo muy poco tiempo aquí, Brittany te quiero, pero por esa misma razón tengo miedo de entregarte algo que posible mente tires y pises, yo no puedo acostarme contigo, no puedo darte ni llevarte a un súper mundo de placer, intento creer lo que me dijiste, pero no creo que lo dijeses en serio, supongo que tratabas de calmarme, no lo sé. -Dije muy rápido, cosa que hizo que me ahogara.

-Lo que te dije lo sentía de verdad, lo digo de verdad Santana, joder mírame, mírame a los ojos, y dime que mierda ves, ¿Ves solo lujuria? Dime la verdad, ¿Tú crees que yo voy a ser tan hija de puta, como para contar lo que me contaste ayer? Tu secreto no es "He robado esto no lo cuentes" o "Maté a alguien" Eso son delitos que si deben ser dichos, pero tú has sufrido, ¿Y tú te crees que yo quiero que lo sigas haciendo? Te dije que te quería, y tú más o menos, me lo dijiste también, ¿Por qué te iba a mentir? Me he acostado con muchas mujeres, y en principio era lo único que quería, pero te digo que eres diferente a las demás y no te miento, yo no quiero tu cuerpo, no te voy a presionar, como ya te dije; No pretendo que te lances a mis brazos ahora mismo, pero solo te pido una oportunidad para demostrarte lo que de verdad soy, o lo que intento ser contigo. -Sus palabras eran demasiado sinceras como para negárselo, no podía decirle que me mentía porque ni siquiera le había dado una oportunidad para demostrármelo.

-Yo solo quiero que mi estancia en California sea buena, y no tenga que encerrarme en mi cuarto a llorar porque la gente se ría de mí. -

-Mírame a los ojos. -Pidió la rubia y así hice, miré a sus ojos con claridad. -Te quiero, y nadie va a saber nada de lo que eras, si alguien se entera, tienes que saber que no será por mi boca, y que si alguien te dice o hace algo; Le mato. -Sonreí y ella insegura y sin esta vez tocarme me besó dulcemente los labios, presionando sus labios contra los míos sin tocarme, yo agarre sus manos, tocando sus dedos, y sus labios, dejé que el beso fuera más y mis labios se abrieron automáticamente a mente, el beso fue dulce, y era que que más me había gustado, lo que me estaba gustando.

-Confió en ti. -Le dije y pegue mi cuerpo al suyo, para abrazarla, rodeé mis brazos por debajo de sus axilas, apoyando mi cabeza en su pecho, y mirando su barbilla en mi clavícula volviendo el abrazo cálido y dulce.

-Tenemos que irnos, o llegaremos tarde. -Brittany dijo mirando su reloj y corriendo a coger su mochila.

-Rachel! -Grité desde abajo avisando a Rachel. -Quinn! -Volví a exclamarles y las Faberry aparecieron por las escaleras de la mano.

-Nosotras nos vamos ya, así que nos vemos en Berkeley. - Besé la mejilla de Berry y me miro con rareza.

-¿A qué hueles? -Frunció el ceño acercándose y olfateando me como un perro.

-¿A qué huelo? -Fruncí el ceño, y ella se inclinó a Brittany, y entonces me miro cabreada.

-¿Porque hueles a ella? -Me dijo mi mejor amiga, pesada, e incordian te Rachel Berry.

-He dormido en su cama porque no puedo dormir en otro sitio, llevo su ropa y estoy en su casa, probablemente tu huelas a Quinn, ósea también a Brittany. -Coloque la primera excuse que se pasó por mi cabeza.

-Vale, perdóname y vamos vete, iremos detrás de vosotras. -Dije mientras Brittany ya salía y preparaba la moto para salir de ahí, de camino a la universidad.

-Adiós anda. -Me burle de ella y salí detrás de la puerta, y Brittany estaba subida en la moto, así que yo me puse el casco y me senté como siempre en la parte trasera.

-Casi nos pillan. -Dijo Brittany girando su rosto con una sonrisa mirándome a los ojos.

-Solo casi. -Le di un corto beso en los labios, besé sus labios presionando mis labios contra los suyos, y arrancó la moto cuando bajé el visor del casco.

Íbamos de camino a Berkeley y yo tenía mis brazos rodeados en su cintura, miraba el paisaje y los arboles pasar, después en el Campus no podría estar así con ella, ya que quedamos que esto sería nuestro secreto, tampoco podía saber si lo que me decía era sincero, tampoco podía preguntárselo a Quinn ya que bueno, era un secreto, y tampoco podía saber si iba a estar así en Berkeley, me gusta mucho, y no estoy preparada para estar con ella, y se que ella tampoco para estar conmigo, pero lo que no quiero es perderla.

Ya en Berkeley, aparcamos y juntas fuimos hacia la universidad, ella se prendió un cigarrillo antes de entrar, ella se paró y se quedó fumando.

-Si no entro voy a llegar tarde. -Le dije a Brittany mientras ella daba otra calada a su cigarro.

-Entra, me toca geografía y después matemáticas, nos veremos en el recreo. -Dijo ella siguiendo con su cigarro, dándole otra calada.

-A mí me toca Ciencias y matemáticas después gimnasia; tal vez nos toque juntas. -Sonrió y dejo caer el cigarro al suelo.

-Bueno, si así se nos veremos en matemáticas. -Me volvió a sonreír y me rodeo caminando hacia delante y dejándome atrás y eso me dejo un poco inquieta, así que agache mi mirada y seguí caminando. -Venga, vamos que te llevo a clase. -Me ofreció su mano y yo la tome; pero segundos después nada más aparecer gente me soltó. -Lo siento. -Me dijo parándose en un aula.

-No te preocupes, lo entiendo. -Segundos después una de las chicas que paso se acercó a Brittany, con una rostro de lujuria impresionante.

-Hola Brittany, ¿me acompañas al baño? ya sabes... -Le guiñó un ojo y después me miro. -Podrías irte, vas a llegar tarde. -Agarró la mano de Brittany y tiro hacia ella llevándola a sus labios, y Brittany aparto el rostro y le dio un empujón echándola jaco atrás.

-No te acerques a mí. -Le dijo con mala cara. -Vamos Santana. -Dijo pasando su mano por mi espalda y haciendo que caminara suavemente.

-¿Que te vas a tirar a ese saco de huesos con tetas de goma? -Agache la mirada y comencé a caminar más deprisa dejando esta vez a Brittany detrás.

-Que has dicho? -Escuche a Brittany y gire mi mirada hacia atrás, Brittany la estaba apuntando con el dedo y dejando el cuerpo de la chica contra las taquillas. -Vigila con lo que dices. -Fue lo último que escuche, cuando me fui y busque mi clase.

Llegue al aula, a tiempo perfecto, entre y habían muchas personas, busque mi pupitre, a ser posible detrás para que nadie me mirase, pero el profesor me paró y me dejo a vista de todos en la clase.

-Ella es Santana López es nueva estudiando aquí, como muchos de vosotros que empezasteis hace una o dos semanas, debéis ser amables con ella. -El profesor me señalo un sitio, a mitad de la clase, donde había una chica morena con ojos negros, y al parecer muy educada. -Shay, Santana se sentará contigo en las clases de Geografía, si no te a importa. -La supuesta "Shay" me miraba sonriente, así que le devolví la sonrisa; Aún que yo no podía dejar de pensar en Brittany un sólo segundo.

-Me parece perfecto señor Shue. -Dijo con voz suave, así que me acerque y me senté a su lado, dejando mi mochila detrás de la silla, junto mi chaqueta sobre la silla.

El profesor ya había comenzado a hablar, ya tenía mi libreta lista y mis cosas para los apuntes. -Me llamo Shay Mitchell, un placer conocerte. -Me alzó su mano para agarrarla y saludarla.

-Yo Santana, Santana López, igual mente. -Me dedico otra sonrisa y comenzó a apuntar cosas en su libreta, hice lo mismo y empecé a escuchar todo lo que decía el profesor.

-Eres muy atenta, ¿te gusta estudiar? -Me pregunto con su lápiz entre los labios.

-No me gusta, pero debo hacerlo; Si no tengo los deberes hechos, no salgo, ni me distraigo, mi futuro va delante de todo, ya sabes, necesito un buen trabajo. -Le hablaba con vergüenza, pero eso ella lo ignoraba.

-Te voy a aclarar algo, antes de que tengas dudas; Soy heterosexual, no soy lesbiana. -Fruncí el ceño y desvíe mi mirada a la pizarra, donde el profesor estaba pasando unas diapositivas con el proyector.

-¿Y esa pregunta a que viene? -Le pregunte confusa.

-Porque casi todas las chicas de este maldito campus lo son, o directamente son unas guarras. -Comenzó a reír y yo reí con ella. -O si no son unas guarras lesbianas. -Eso quitó la sonrisa de mi rostro.

-¿A quién te refieres con eso? -Le pregunte sabiendo la respuesta.

-Eve Gómez, Hannah Marín, Brittany Pierce... -Sabía que diría su nombre.

-No creo que Brittany sea como dices. -

-Eso es porque aún no la conoces bien. -Se reía de Brittany y eso no me hacía gracia.

-Sí que la conozco. -Ahí fue cuando ya comenzó a caerme mal, entonces es se acabó toda la conversación y sólo apuntábamos lo que decían y lo que escribían.

El timbre sonó y todos salieron rápido incluyendo a Shay que se paró a hablar con alguien en la puerta, yo me quedé atrás. El aula tenía dos puertas, dos a ambos extremos; Cuando alcé mi mirada vi a la Rubia apoyada en la puerta con el pie en la misma mirándome con una sonrisa, me dirigí a ella con la misma sonrisa, cuando escucho un silbido, y mi nombre, giro mi rostro; Y era Marc.

-¡Santana! –Gritó y yo lo ignore acercándome a la rubia.

-¿Qué tal tu primera clase oficial de tu primer día? –Me pregunta interesada por saberlo.

-Bien, pero me han hablado mal de ti. –Ella dibujo una sonrisa, como si ya se esperase que le dijera esto.

-No te creas lo que digan de mí. –Sacudí la cabeza con una sonrisa, y alguien toco mi hombro, me giré y no había nadie, después mire al frente y se encontraba Marc.

-¡Anda Hola! No… no te había visto. –Encogió sus hombros, y Brittany lo asqueo con la mirada, él se inclinó y besó mi mejilla.

-Sí que lo habías echo, pero no pasa nada; ¿Qué clase tienes ahora? –Brittany trato de no mirar, su sonrisa se había borrado.

-Si no se ha acercado es porque no quiere hablar contigo. –Brittany le dijo y después volvió a girar la vista, y ella seguía a mi lado, nosotras caminábamos y el caminaba de espaldas.

-No es verdad Brittany, no mientas. –Golpeé su pierna, un golpe limpio pero fuerte, mire a Marc. –Me toca matemáticas, y si no me voy llegaré tarde. –

-A mí también me toca matemáticas, aula ocho; Tal vez me toca contigo. –Finalizo y Brittany se cabreo más.

-Nos toca en el aula nueve, vete ya de aquí; Pesado. –Le dijo Brittany haciendo que el botara de un susto.

-¿Te vas a tirar a esta? A ver si te va a pegar hongos, es una cerda. –Dio la vuelta y se marchó, rodeándonos y tirando para atrás.

-Menudo imbécil, no sé cómo pudiste besarle. –Tensó su mandíbula. –Es aquí Santana; Pasa. –Me dijo volviendo a sonreír después de mirar mis ojos.

Entramos a la clase, y había una chica rubia en la pizarra, según me habían dicho la profesora más enrollada de la historia. –Chicas, llegáis tarde; Me vais a tener que invitar a una birra después, por retrasaros. –Dijo en tono burlón pero con una sonrisa. –Estoy de coña. –

-Hola Holly, ella es Santana, nueva en la universidad. –Le dijo estampando su mano contra la suya.

-Buenos días señorita. –Le dije educadamente.

-Llámame Holly, yo no soy tan aburrida como los demás. –Me dijo la rubia y entonces le sonreí.

-¿Dónde me siento Holly? –Le pregunté lo más amable posible.

-Se puede sentar conmigo. –Dijo Brittany y Holly sacudió su cabeza.

-Tú te sientas con Alice, no puedes cambiarte de sitio, lo siento. –Holly dijo y yo me decepcione, cuando vi a Shay entrar por la puerta, y sentarse en un sitio sola.

-Te hablare por mensajes. –Me susurró Brittany en la oreja, y me dirigí donde estaba Shay.



Me senté con ella, y desde ahí yo y Brittany comenzamos a mandarnos mensajes, y apenas pude estar por la clase aun que Holly se pasara todo el rato hablando de su vida, y prácticamente no hacíamos clase.

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-Desde aquí te ves hermosa –Me dijo Brittany por mensaje de texto.

-Yo no puedo verte. –Le contesté mientras sonreía.

-Tengo ganas de besarte. –Me dijo mientras Shay me hablaba y yo ignoraba lo que me decía, porque no paraba de sonreír a la pantalla.

-No sé qué responder a eso, estoy en blanco. –Le respondí mientras en la pantalla aparecía un “Escribiendo…”.

-¿Y eso porque? –

-Porque no puedo dejar de pensar en tus labios. –Le dije yo quedando un poco mal. –Lo siento, no soy buenas echando piropos. –

-Es la cosa más bonita que me han dicho nunca. –

-Mentirosa. –Volví a sonreír a la pantalla como una estúpida.

-No quiero hacerte sentir mal. –

-No me gusta que se compadezcan de mí. –

-No lo hago, solo te trato bien. –Giré mi rostro.

-Levanta la cabeza. –Le escribí sin mirar la pantalla.

-Oye, Alice no ha venido, estoy sola. –Me insinuó.

-¿Qué quieres que haga? –Dije aun mirándola.

-Vente conmigo. –

-Dame un segundo. –

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-Señorita Holly, ¿Puedo moverme atrás con Brittany? –Todas las chicas de la clase, se giraron y me miraron con mala cara.

-Por supuesto, Alice no ha venido; Puedes moverte. –Sonreí y agarre mis cosas, camine hacia Brittany y todas las chicas me miraban con mala cara.

Senté mi trasero en la silla que se encontraba al lado de Brittany y por debajo de la misma mesa ella agarró mi mano. –Todas me miran mal, no me gusta. –

-Están celosas, solo ignóralas como yo hago. –Fruncí el ceño.

-Esto no me gusta. –Dije pero ella no soltó mi mano.

-Santana no te preocupes, solo ignóralas, la mayoría están enfadadas porque en el poco rato que llevo aquí no me he acercado a ninguna, y he rechazado a tres. –Se burló mirando a la chica rubia de esta mañana.

-No me creo que hayas echo eso. –Le dije un poco celosa.

-Si lo hubiese hecho, no tendría el pelo bien, tendría marcas en el cuello, la ropa arrugada, y no sería capaz de darte la mano, ya que los dedos se usan, y yo uso esta mano. –Me aclaró mis dudas y los celos se fueron deprisa. –Y tranquila, tengo las manos limpias. –

Le devolví la sonrisa, y entonces pasó la clase, el timbre volvió a sonar; Brittany tenía que irse a su clase, y yo a gimnasia. Fui hasta el vestuario, donde había chicas; Con un uniforme de pantalones cortos rojos y una camisa de tirantes blanca, con las letras “BU” En ella, dejé mi bolsa en un banco, y comencé a sacar el uniforme y al levantar mi cabeza más de seis chicas me rodeaban y una de ellas era la de esta mañana.

-¿Queréis algo? –Fruncí el ceño.

-Sí, quiero que dejes a mi chica Brittany; si no vamos a chafarte la cabeza, y a sacarte la silicona de las tetas a puñetazos por la boca, ¿Lo entiendes? –Me dijo la del medio con tono amenazante.

-Yo y ella no tenemos nada, ya se lo dejé claro en su momento. –Les aclaré y dos de ellas dieron la vuelta al banco, poniéndose una en cada extremo de mi.

-A parte de guarra, mentirosa ¿Eh? Darle su merecido. –Me cogieron entre las dos y…




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Bueno, subo un capitulo todos los jueves, así que ya saben cuando subire capitulos, solo quiero que comenten su opinion, haganlo porfavor! y asi me animan a continuar :3

pero son locas o que? espero llegue britt a tiempo, santana la ha pasado muy mal para que la sigan j..........

Noooooo como lo vas a dejar ahí??
Genial capitulo. Espero leerte el jueves!
Saludos

Espero tu actualizacion me gusta mucho tu historia

Awww britt la fria se enamoro eso es tan dulce me encanto el cap.. espeeo tu actu ahaha si me olvidaba que le van a aser a san esas perras calenturientas de mierda.... ya van a ver hijas d .... espero tu actu see you

Que linda britt con santana :33 y ojala no le pase nada a san !!

Que zorras las universitarias!!!

Ayer fue jueves y n actualisaste

HAHAHAHHA estoy con el comentario anterior
pero supongo q tuviste un problema ....   

Bueno, les traigo un nuevo y sensual capitulo. Como ya dije, queria hacer una adaptacion de BD, pero al ver que ya la hicieron me desvié y desde esa historia comienza otra, me inspiré en BD pero la historia basicamente es mia, así que sin mas rodeos les dejo el capitulo, y espero sus comentarios.


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Capitulo 8

Me estamparon contra las taquillas haciendo que mi cabeza rebotara en ellas. -Dadle lo que se merece por perra. -Golpearon mi estómago dando dos ganchos, no pude defenderme porque me tenían agarrada, una de las chicas, era Tina; Y ella se colocó frente mí y me golpeó el rostro con el puño cerrado y note como algo resbalaba por mi nariz, era sangre.

-¿Porque me hacéis esto? -Les pregunte sin apenas poder hablar, con sabor en la saliva de sangre.

-Porque eres una zorra, Brittany es mi chica, así que no te acerques a ella, o acabarás peor, encima tienes tan poca personalidad de ponerte su ropa. -Me agarraron y me hicieron la traban queta haciéndome caer al suelo.

-Ella no es tu chica. -Le dije tratando de levantarme; Y Tina comenzó a pegarme patadas en el estómago, dejándome medio inconsciente, cuando mis ojos se fueron cerrando noté como esa chica rubia me escupió en la cara.

-Vámonos de aquí; quiero hacer clase y después irme rápido, Brittany me espera en los lavabos, siempre lo hacemos ahí. -Dijo y entre risas todas se fueron dejándome tirada en el suelo a penas consciente.

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-¡¿Dónde está Santana?! -Gritaron desde el fondo, cuando comencé a recuperar el conocimiento.

-No grites, está dormida, le han curado las heridas, sólo tiene que descansar un poco. -Escuche un golpe muy fuerte que me hizo dar un salto del susto, trate de abrir los ojos; Pero sólo conseguí abrir uno, el otro quedo a mitad. -¡He dicho que no puede pasar! -escuche una cortina cerrarse y una mano agarro la mía, y unos labios rozaron mi frente.

-Santana, ¿estás bien? -Trague en seco y pude abrir un poco los labios.

-¿Brittany? -Susurre con dolor en la voz, sin poder verla.

-¿Quién te ha hecho esto? -Apretó mi mano con fuerza -Pienso matar a quien te ha hecho eso, no pienso descansar hasta que se le paré el corazón. -Note el temblor de rabia en su voz.

-Porque no me dijiste, que, ¿tenías novia? -Le pregunte entre cortada.

-¿Quién te ha dicho eso? -Parecía extrañada. - ¿Que estupidez es esa? -

-Me han pegado, porque dicen que yo te he robado, que has cambiado por mi culpa, creo. -

-¿Quién te ha dicho eso? ¿Te lo vas a creer? -Me pregunto mirándome a los ojos.

-No puedo decírtelo, si se enteran de que te lo he dicho, me van a dar otra vez, creo que va a ser mejor que me, vuelva a Berkeley a vivir. -Brittany sacudió la cabeza, y puso su mano en mi cintura, inclinando su cuerpo, para que sus labios tocarán los míos.

-No creo que sea verdad, quiero que te quedes conmigo; Te quiero cerca de mí. -Beso mis labios con pasión, tratando de que yo aceptara el beso, pero gire mi rostro, pero ella seguía cerca.

-Soy un estorbo en tu vida, tú decías que no te iba a cambiar y por supuestamente cambiarte he acabado así el primer día. ¿Cómo serán los demás si sigo estando a tu alrededor? Le dije cuando trate de elevar mi brazo y poner mi mano en su nuca.

-Te acompañare a todas las clases, matare a esas perras, hay muchas perras celosas, y esto ha sido mi maldita culpa, Santana; Te juro que te voy a cuidar, no te vayas. -Me dijo la rubia.

-Brittany no quiero cambiarte, ¿vale? -Le dije girando mi rostro mirando hacia otro lado.

-Estoy cambiando yo sola, tú me cambias para bien, Santana he perdido las ganas de pelear, hoy no he abusado de nadie. -Tape mi rostro con las manos, y sonreí sarcásticamente.

-Brittany, mira algún video de alguna pelea, y compara, ¿realmente crees que me quieres? Esto es una gilipollez, Brittany esto que supuestamente sentimos es algo pasajero, olvídalo. -

-Lo que tú digas. -Levantó con rabia y golpeó un mueble de hierro con todas sus fuerzas.

-Brittany no te enfades conmigo, quiero ser amiga tuya. -Mentí acerca de mis sentimientos, ¿porque cojones le dije todas esas mierdas? Le quiero.

-¿Mi amiga? Santana eres la puta primera persona en toda mi vida a la que me declaro, eres la primera persona que consigo amar, entiendo que no quieras estar conmigo, o tener sexo pero de ahí a dejarme a irte porque esas hijas de puta te hayan pegado, voy a matarlas. Se van a arrepentir de lo que te han hecho, tú te vas a ir si quieres pero esas van a acabar muertas, mira Santana; Voy a luchar por ti, te amo, y me importa una mierda todo lo que pase, yo te quiero y estoy aquí para protegerte, deberías confiar en mí. -Su mandíbula se marcaba y eso hacía que ella se tensara, nunca la había visto tan cabreada, sólo faltaba que se pusiera a llorar, entonces sería la gota que colma el vaso.

-Brittany, vas a acabar tu mal por mí, ¿vas a dejar tu reputación por los suelos por mí? -Me levanté y ella se acercó para prohibírmelo, agarrando mi cabeza y volviendo a tumbarme. -¿Qué haces? -

-No hagas esfuerzo, después te dará dolor de cabeza, más del que seguramente ya tienes. -Me miro a los ojos enfocando su mirada a la mía, y sus ojos Brillaban, como siempre tan azules y tan perfectos.

-No hace falta que te preocupes por mí... ¿No ves que yo me encuentro como una molestia para ti? Sólo voy a hacerte daño. -Ella no apartó la mirada de mi rostro un segundo.

-¿Me aras daño si desapareces de mi vida, entiendes eso? -Cerro mi boca, besando me como nunca, sin tocarme pero besando apasionadamente mis labios, pero sin abrir la boca, tan sólo haciendo roce.

-No, no me voy a ir. -No hice ninguna mueca pero ella sin embargo dibujó una sonrisa dejando ver sus colmillos.

-Te juro que esta tarde, se te va a dar mejor dar patadas que caminar; Y nunca más volverán a ponerte un dedo encima. A parte de que yo no lo pienso permitir, eso es obvio pienso estar contigo todo el tiempo que me permitas, voy a estar contigo siempre. -Seguía son sonreír por causa de mi gran dolor de cabeza, pero sé que sentía cada palabra que decía y salía por sus labios.

-¿Aún que no estemos juntas como pareja? -

-Aún que no estemos juntas como pareja. -Volvió a besarme, esta vez un poco más leve, era dulce; Eso me encantaba.

-Quiero salir de aquí, ir a casa una aspirina, algo; No quiero tener ningún dolor moral esta tarde cuando le dé la saco. -Por un momento carcajeé. -¿Se dice así no? -Ella me dedico una sonrisa y asintió agitando tu cabeza.

-Iremos a las seis, y saldremos a las ocho, te puedes duchar ahí; O ducharte en casa, yo me baño en casa, es algo más cómodo, supongo que tu igual. -Me explicaba mientras miraba sus ojos con ternura.

-Ha sido la chica de esta mañana, y Tina, las demás no las conozco... -

-¿Que? ¿Tina? ¿La chica de esta mañana? ¿Rubia y ojos marrones? -Asentí con mi rostro.

Comenzó a reírse malvadamente prendiendo su mirada en fuego. -¿Porque te ríes así? Te juro que me das miedo. -Me burle de ella y giró su rostro un momento.

-Me río porque van a morir. -Pensé que lo decía sarcásticamente pero no pensé lo mismo cuando salió caminando a paso ligero muy decidida, cogí el hielo que había en la mesa de plata y salí corriendo detrás de ella, pude escuchar un gran golpe contra las taquillas, y a la chica que mando que me golpearán en el suelo y a Brittany dándole patadas.

-¡Brittany quieta! -Le grite tratando de pararla.

-¡Suéltame perra! -Le gritaba la chica en el suelo, Brittany tomo sus muñecas para inmovilizarla y se puso sobre ella golpeando su rostro con mucha fuerza.

-Te pasa por hija de puta! -Le grito Brittany levantándose y sacudiendo su camisa.

-Brittany, te van a expulsar joder. -Me quejé tirando de su brazo.

-Sí, llévatela y cómele la cabeza para que deje de ser lo que es, lo estás haciendo perfecto. -Limpiaba su labio repleto de sangre y trataba de levantarse, Brittany tiro con fuerza para volver a cogerla pero la sostuve con fuerza.

-Brittany, ¡Ignórala! -Brittany cerró los ojos y se acercó mucho a una pared. -¿Qué haces? -cogió potencia, y golpeo con mucha rabia la pared, dejando sus nudillos ahí puestos. -¡¿Pero qué haces?! -

-Vámonos. -Avanzó dos pasos y se giró para esperarme, era todo un milagro haber salido y encontrarla.

-Estás loca. -Le exclame pálida cuando Sue Sylvester la profesora de gimnasia salió de su despacho para ver qué pasaba.

-¿Que está pasando aquí? -Quede callada, y no dije nada.

-Brittany me ha pegado sin motivos. -La chica comenzó a llorar y entonces quise manifestarme pero Brittany lo hizo antes.

-Eso es una jodida mentira, Mira a Santana; Ha sido en tu puto vestuario, y no has hecho nada para solucionarlo, mírale la cara, y los moretones en los brazos, expulsa me; Pero de lo tenía merecido, por perra. -Su mano goteaba sangre, y sus ojos ardían de rabia, y yo no sabía que hacer o decir.

-¿Eso es verdad Santana? -Asentí y agache mi cabeza, sacando un pañuelo de mi bolsillo, poniéndolo en la mano de Brittany. -Bueno, me temo que para que esto sea justo tendréis que marcharon las dos una semana a casa, contara en su expediente, Hanna tu por agresión e insultar a Santana y Brittany tu por golpear a Hanna. No hay discusión, ahora ir a enfermería que os cure lo que os tenga que curar, y dejar de molestar, tendréis una reunión con el director en dos horas. -Dijo muy sería señalándonos la puerta de la enfermería.

-Gracias. -Me susurro Brittany al oído apretando el papel contra la herida, y Hanna la supuesta chica "Novia" de Brittany me fulminaba con la mirada.

-Siempre llevo uno encima. -Hice una mueca y Hanna entro en la enfermería y nosotras después.

-A ver, tú ahí, y nosotras aquí, no se te ocurra volver a molestar, porque te doy otra vez. -Brittany partió la habitación poniendo una cortina entre las dos camillas, apoyadas en horizontal como un sofá pero más incómodo.

Hanna no dijo nada y yo me senté y Brittany repitió mis pasos pero a mi lado. -Ven, échate en mis piernas. -Levantó sus brazos y yo gire todo mi cuerpo recostándome en sus piernas.

-Si me duermo, no quiero saber nada. –Sonreí acomodando mi cuerpo y cerrando los ojos.

-En estos momentos tengo permitido tocarte, ¿o vas a tener un ataque de ansiedad? –Se burló susurrando haciéndome reír levemente.

-¿Tocarme de que manera? –Levanté mi vista a sus ojos que me miraban fijamente.

-Así. –Coloco su mano en mi cabeza, junto la otra sobre mi mano acariciando despacio con las yemas de sus dedos.

-Me duele tanto la cabeza… -Prensé la palma de mi mano en mi frente y cerré los ojos con fuerza, notaba como mi cabeza pesaba, como si pesara veinte quilos y la causa fuera mi pelo.

-Duérmete, es el descanso de la enfermera, y ella se va a comer pero después se queda dormida, hasta una hora y media después que no llega el profesor de cienciología la despierta y vuelve. No me voy a mover de aquí así que descansa. –Volví a dejar mi brazo sobre la camilla y entonces cerré los ojos para dormir completamente.

-Gracias, despiértame si pasa algo. –Callé y mi mente entró en subconsciente como cada vez que me relajaba.

Estaba en la escuela, saltándome una clase mientras dormía, no puedo decir a nadie esto, nadie puede saber que estoy más o menos con ella, le quiero pero no quiero mucho menos destrozar lo que es su vida, me gustaría estar toda mi vida con ella y cada momento, aun que todos conocemos la muerte lésbica, tampoco quiero cansarme de ella, es tan extraño esto sentir algo por alguien en poco tiempo, no sé yo pensaba que bromeaba con todo lo que decía era tan seria y tan arisca que no soportaba estar con ella en una habitación, incluso pensaba que tenía hongos ahí abajo, que sería sucia y pordiosera, pero esta mañana… su cuerpo es tan perfecto, quiero que ella sea parte de mi vida, pero como coño hacerlo si cuando me tocan de tal manera me entra el pánico, ni siquiera estoy preparada para acóstame con ella, aun que quiero hacerlo, me aterra cagarlo, creo que necesitaría un psicólogo de nuevo para poder hacerlo, ¿Qué se hace en estos momentos? ¿Dónde y a quien tengo que acudir? Tampoco se hacerlo con una mujer, ¿Y si me gustan los hombres? Debo mantener la calma, porque siento una atracción muy fuerte por las mujeres, no sé ni porque me he preguntado a mí misma en mi subconsciente que si me gustan los hombres, mentiría si no dijera que esta mañana cuando vi a Brittany desnuda hubo algo de humedad en mi ropa interior… Lo que quiero decir es que tengo que hablar con Brittany de esto, decirle que quiero avanzar y que si ella va en serio yo también, y que podemos probar cosas nuevas. Oye, se ha ido el dolor de cabeza, me siento genial.

-Santana despierta, ¡López! –Di un boté y vi la enorme nariz de Berry sobre el mío y su pelo cubriendo mis ojos.

-¡Apártate! –Le grité levantando de golpe mi espalda y viendo a Brittany con cara de loca, girando su vista mirando a otro lado mientras mordía la piel interior de su boca.

-¿Qué hacías así? –Cruzó sus brazos pidiendo una explicación, con su cara irritada como siempre, molestando.

-¿Tu? Molestar, ¿Yo? Dormir, ah y dos cosas, una; No te incumbe. Y dos; ¿Te molesta? –Le dije enfurecida a mi pequeño Hobbit que rápidamente cerró el pico y miró a otro lado como si nada.

-Ha sonado el timbre y me han dicho que te han pegado, no se tal vez quiero una explicación de porque han zurrado a mi mejor amiga, No sé he, solo tal vez me interese. –Decía con exageración y sarcasmo sin dejar de mover manos e brazos de arriba abajo como una maldita psicópata.

-Me han pegado, Brittany ha venido, ha zurrado a la culpable de la marca en mi labio, le ha dado a la pared, se ha abierto los nudillos; Las van a expulsar, y aquí estamos. –Hice una mueca y rodé mis ojos. -¿Es buena explicación para ti? –

-Sí, bueno, ¡No! –Puso sus manos en la frente, ahora sí, venia todo el incordio posible. – Estabas en sus piernas durmiendo, y ella te estaba acariciando la cabeza. –Sus ojos se entrecerraban y sus manos no se despegaban de su frente como diciendo “Hey Santana estas enferma por dormir en las piernas de la persona que estas enamorada” Aunque, es normal porque ella no sabe nada de esto.

-Ella no ha sido, he sido yo que quería dormir un rato y esa almohada es más dura que una caja de madera. –Brittany seguía sin decir nada pero el timbré sonó y Berry tiró de mi mano haciéndome bajar y caminar dejando a Brittany detrás de mí, Hanna no estaba, era raro.

-Santana, tienes que tener más cuidado; Si necesitas algo acude a mí, perdón por estresarme tanto, es que no quiero que te pase nada, soy muy protectora. –

-Y una mierda, lo que eres es una diva, punto. –Me burlé de ella y señalé una sala que se encontraba al final del pasillo, por lo visto todas mis clases de los lunes estaban en el mismo pasillo, eso lo me haría dar muchas vueltas excepto para ir a gimnasia; Por fin mi última clase.

-¡No soy ninguna diva! –Gritó en el pasillo haciendo que los cuatro gatos que habían se giraran y la mirarán, mientras me reía de ella y me dirigía a mi clase.

-Venga, vamos a llegar tarde. –Sonreí comprensivamente e extendí mi mano viendo a Brittany salir de la enfermería mientras me dedicaba una sonrisa, fue como si todo se apagará y una luz la iluminase, Berry pasó delante de mí tirando de mi brazo pero yo me quedé quieta.

-¿Vamos o te vas a quedar ahí? –Aparté mi mano de su agarré y ella entro.

-Ahora voy, me he dejado la mochila en la taquilla, y tengo que coger las cosas. –Me alejé sin escuchar más a Berry acercándome a Brittany.

-¿Preparada? –Fruncí el ceño y ella tomó mi mano comenzando a caminar hacia la salida.

-¿Preparada para qué? –Sonreí confusa.

-Para escaparnos. -


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Bueno, subo un capitulo todos los jueves, así que ya saben cuando subire capitulos, solo quiero que comenten su opinion, haganlo porfavor! y asi me animan a continuar :3
PD: `perdonen por no actualizar ayer, tuve que irme y se me olvido completamente, pero aqui lo tienen asddasddsdas