Learning to breathe (Brittana)

Declaración: Al cumplir los 23 años de edad entrare a actuar a una serie de Fox, me haré famosa y finalmente conoceré a Naya Rivera...  

Prologo

¿Qué pasaría si todo lo que quisiste se viera destrozado en unos segundos? Este es el caso de Brittany Pierce, una chica dulce, tierna y con un toque especial de inocencia a pesar de los años, amante de la música, pero por sobre todo completamente enamorada de su novia de la secundaria Santana López. Brittany y Santana tenían una relación desde la secundaria, y a pesar de altos y bajos habían logrado una de las relaciones más sólidas y fuertes de entre sus amigos. Luego de terminar la secundaria ambas habían iniciado sus vidas universitarias, Santana había decidido estudias derecho para luego convertirse en una abogada reconocida por su determinación y carácter de acero, logrando respeto y reconocimiento entre sus pares, mientras que Brittany había decidido estudiar danza. A pesar del ajetreo de la vida universitaria y el poco tiempo que contaban para compartir, lejos de separarlas había logrado unirlas más de lo que estaban.
Todos los ex integrantes del Glee club a pesar de la distancia y los años aún seguían en contacto los unos con los otros, y casi todos afirmaban que Santana y Brittany terminarían casadas, viviendo en una enorme casa, con dos o tres hijos. De hecho Brittany estaba segurísimas al igual que ellos que les esperaba ese tipo de futuro y amaba la idea, pero no fue hasta que llego esa noche que se terminó de dar cuenta que los finales de cuentos de hadas no existen en la vida real y que el amor más puro, puede dañarte hasta hacer que te duela como el infierno.
Tres años y medio después del peor día en las 25 primaveras de Brittany Pierce, llega una nueva chica a sacudir el mundo de la rubia y a la vez llega un fantasma del pasado que confundirá a la holandesa haciéndola revivir oscuros y tormentosos sentimientos que la chica creía olvidados.
¿Cómo reaccionara Britt al ver que su pasado y su presente se junten de manera inevitable? ¿Sera Brittany capaz de volver a amar a otra persona que no sea Santana?
La llegada de dos chicas hará que Brittany tenga que tomar probablemente las decisiones más difíciles de su vida. Pero sola hay una cosa clara… Brittany deberá aprender a amar nuevamente.

¿Que les pareció? Ese es el primer fic que subo y estoy un tanto insegura, así que cualquier critica sera bien recibida... Nos leemos!!   

Holaaaaaaa soy el primer comentario y me intriga saber que pasaraa

suena bien....! solo que hay algo que dice que habra demasiado drama :S Y bueno ojala pronto subas el primer capitulo y no nos abandones tanto tiempo con los capitulos :)

Sígueloo.. Esta interesante.

Interesante continua

Capítulo 1

Me dejo… Santana me dejo.
Llevo mirando la habitación vacía del departamento que compartíamos más o menos dos horas sin conseguir entender que está pasando, llegue y ella no estaba así que la empecé a buscar y me di cuenta de que sus pertenencias ya no estaban aquí, no entiendo nada de lo que está pasando y lo único que atino a hacer es sentarme en el suelo, llorar y lanzar contra la pared una pequeña caja aterciopelada. Hoy por fin le iba a pedir que se casara conmigo.

-Britt, despierta – resuena una voz.
-Noo – responde la rubia aun medio dormida.                 
-Apúrate o llegaremos tarde – dijo el chico moviéndola de un lado a otro.
-Joder, que pesado Luke – dice algo irritada.
-Lo siento primita, pero se acerca el concurso nacional de danza y tenemos que empezar a preparar a los chicos, a parte trate de pararte ayer para que dejaras de beber, pero tú no me hiciste caso y mira nada más que pedazo de resaca llevas – respondió divertido el chico. -Mierda!! La clase – dijo Brittany ya levantándose rápidamente y metiéndose al baño enseguida.

Ya habían transcurrido tres años y unos cuantos meses desde que Santana había abandonado la vida de Brittany sin dar ninguna explicación. A pesar de todo el tiempo, el único avance que había conseguido la rubia era no echarse a llorar al momento de escuchar ese nombre o alguna palabra en español. Había sido tan difícil salir de ese pozo de depresión, desesperación y llanto, pero con la ayuda de su primo Luke, algunos ex miembros del Glee club había conseguido, o al menos eso pensaban ellos, lo cierto es que Britt en esos años había aprendido a hacer creer a los demás que estaba bien de una manera única, llegando a creérselo incluso ella.

En los primeros dos años estuvo llamando insistentemente para rogarle que regresara, pero nunca obtuvo una respuesta positiva de la chica morena, ni siquiera le respondía algo que no fueran monosílabos, hasta que cuando llegaron a cumplirse exactamente dos años del suceso, Brittany hizo la última llamada a Santana, el mismo día y a la misma hora que lo había hecho la primera vez y simplemente la dejo ir, le deseo lo mejor y se despidió “No te molestare mas San, espero que seas feliz… Te amo”. A partir de  ese momento la Brittany dulce e inocente había muerto, siendo reemplazada por una persona fría, seria, apática y engreída, todo lo contrario a la antigua. Lo único que buscaba era tener buen sexo sin compromiso y lo conseguía a montones, nadie se podía negar a esa chica rubia, con una mirada de hielo y aunque todos los ligues de la chica querían ocupar un lugar especial en su vida, tratando por todos los medios de enamorarla y derretir aquel hielo en su mirada, no sabían que la chica desde lo sucedido había renunciado completamente al amor y esos dolorosos sentimientos.

Tras abrir el grifo y sentir el agua tibia empapar su cuerpo, Brittany se sintió como nueva, últimamente en su vida había muy pocas cosas que la relajaban, y esas placenteras duchas eran uno de esos placeres que disfrutaba la rubia por muy pequeño que pareciera. Rápidamente envolvió su cuerpo en una toalla gris y salió hasta su habitación donde la esperaba su primo, sin ningún pudor empezó a vestirse frente al chico, y es que esos dos tenían una relación como de hermanos, desde lo sucedido con Santana, su primo Luke era una de las poquísimas personas que Brittany le permitía estar a su lado, el chico sabía que Brittany estaba muy dañada, prácticamente rota por dentro, pero confiaba en que algún día la rubia alegre y cariñosa que había sido su prima volvería, solo necesitaba tiempo y alguien especial que la arreglara.

Luego de vestirse con una camiseta sin mangas de color celeste, un jersey del mismo color, unos cómodos shorts grises y unas zapatillas deportivas, Brittany tomo su mochila, se subió a su moto poniéndose su casco y salió junto a su primo camino a la academia donde impartían clases de danza para personas con problemas a nivel social, la mayoría de las personas que iban ahí eran gente con problemas de adicciones, ex convictos o hijos de prisioneros, que buscaban el escape que les daba la danza de sus vidas. Sin duda Brittany podría dar clases en lugares mucho más prestigiosos y donde recibiría mucho más dinero del que recibe, pero la rubia se sentía muy a gusto ahí con esas personas marginadas por la sociedad, se sentía importante y orgullosa al entregarles una distracción de sus oscuras vidas, se sentía gusto ayudándolos ya que a la habían salvado a ella sin darse cuenta en sus momentos más oscuros.

Luego de aproximadamente diez minutos de viaje, al fin los chicos llegaron a un pequeño pero acogedor edificio ubicado en una parte pobre de New York, era el lugar que sus estudiantes habían conseguido con mucho trabajo alquilar para poder recibir sus clases, ya que el lugar que les proporcionaba el estado era apenas suficiente para albergar a la mitad de los estudiantes.

Rápidamente la rubia entro dando un saludo general a sus alumnos y mandándoles a calentar de inmediato, si bien ninguno de ellos había bailado mucho antes de conocer a Britt, la rubia les exigía más de su cien por ciento en todas las clases, para ella era muy importante que cada uno de sus alumnos se sintiera conectado con la danza de la manera en la que ella lo estaba.

La clase transcurrió con normalidad y después de unos minutos que tardo en despedirse de sus alumnos y pasar a dejar a Luke a su departamento, Brittany al fin estaba descansando debidamente de su noche de fiesta, la rubia normalmente no era de las personas que se excedían con el trago ni nada de eso, pero últimamente un sueño rondaba en su mente una tras otra noche y no podía dejar de pensar en el durante el día, así que como medida desesperada la rubia había decidido darse una noche de descontrol para borrar de su cabeza aquellas imágenes que la atacaban sin piedad noche tras noche.

Brittany se disponía a ver una de sus películas favoritas (Toy Story) cuando un correo apareció en la pantalla de su portátil, sin vacilar un momento se dispuso a revisarlo, ya que normalmente recibía muchos correos de sus alumnos preguntándole por algún termino técnico de baile o simplemente agradeciéndole por lo que la rubia hacía por ellos, sin embargo esta vez el mensaje la dejo literalmente paralizada, realmente no podía creer lo que leía.

El correo era nada más ni nada menos que de Quinn Fabray

“¡¡Hey Britt!! ¿Cómo estás?, por acá todo está bien, te cuento que… ME CASO EN UN MES!!! Al fin Puck se dignó a proponérmelo, tu sabes que tenemos a Beth y una vida de familia muy completa pero solo faltaba esto para hacerlo mejor todo, no es que no esté feliz con lo que tenemos pero toda chica sueña con su propia boda algún día con la persona que ama y todo eso. La boda será en Hawái, hemos alquilado unos Bungalós para poder compartir todo junto a mis seres más cercanos, el Glee club. Realmente quiero que estés con nosotros en esto momentos Britt, sabes que con Puck te queremos mucho y ni hablar de Beth, sabes que te adora y realmente nos hace ilusión que puedas estar con nosotros y ser una de mis damas de honor… ¿Recuerdas cuando en el Glee club siempre decíamos que cuando nos casáramos, todas las demás indiscutiblemente serían sus damas de honor? Realmente quiero eso, sé que te estoy pidiendo que compartas este tiempo junto a Santana y bajo el mismo techo, pero realmente te quiero a mi lado Brittany, solo hazlo por nuestra amistad ¿Si?. Cualquier respuesta avísame a más tardar mañana por la noche, ya tengo tus pasajes Brittany S Pierce, no me hagas invitar a Zizes :( … Te quiero Britt”

Rápidamente muchas interrogantes se agolparon en la cabeza de Brittany haciendo que se mareara por un momento ¿Puck al fin sentara cabeza? ¿Quinn quiere que sea su dama de honor? ¿Bungalós en Hawái? ¿Zizes? Pero la que más la desorientaba era…  ¿Tenía que compartir el mismo lugar físico que Santana López por aproximadamente un mes?. Por un momento Brittany empezó a pensar en su rubia amiga, la quería mucho a ella y a su pequeña familia y sabia cuán importante era para ella ese paso que daría junto a su alma gemela e inevitablemente se vino un recuerdo a la mente de la rubia.

Flashback

Era una noche de 24 de diciembre y estaba nevando mucho, las familias estarían probablemente cenando juntos e intercambiando regalos y afecto entre ellos en noche buena, sin embargo no para todos era ese el caso, en un bar estaba una chica rubia apoyada en la barra con una botella de tequila por vaciar a su derecha, habían pasado cinco meses desde que Santana había desaparecido de su vida y esta sería la primera navidad que recordaba que pasaría sin ella, sin su calor ni sus caricias, sin sus regalos de navidad mal envueltos o sus sesiones de ardiente-sexo-navideño. Brittany se sentía cada vez más hundida en la miseria, no sabía que había gatillado la drástica decisión de la latina de dejarla y no pasaba segundo que no se lo dejara de preguntar. Aun no les decía a sus padres lo de Santana ni quería hacerlo, ellos querían mucho a la morena y Britt por mucho dolor que esta le hubiera causado, no quería que ellos pensaran mal de ella, así que decidió pasar navidad sola en la enorme ciudad. La holandesa estaba tan inmersa en sus pensamientos que se sobresaltó cuando alguien le toco suavemente el hombro.
-¿Britt? ¿Qué rayos haces aquí? – Pregunto una chica rubia con un tono más que obvio de reproche en su voz.
-¿Quinn… Eres tú? – La holandesa estaba muy sorprendida de encontrarse a Quinn Fabray en un bar de New York, en noche buena y a las 11:45 pm.
-Claro que soy yo, joder que estas más que borracha Britt ¿Qué sucedió? ¿Te peleaste con Santana? – Esa última pregunta le sonó más como una afirmación.
-No peleamos, al menos si hubiera sido así me hubiera enterado porque me dejo – Respondió la holandesa con mucha dificultad debido al efecto del alcohol y al dolor propio de lo que estaba confesando.
-… Vamos a casa, nadie debe pasar noche buena sin compañía – Respondió la ex capitana de las animadoras tomando a Britt por el brazo y ayudándola a  ponerse de pie.
-No quiero molestarte Q – Dijo Brittany volviéndose a la rubia.
-No eres ninguna molestia Britt, eres mi amiga y quiero pasar navidad contigo, acabamos de llegar de una cena con mi madre y la de Puck así que puedo darme ese lujo ahora contigo… Puck está afuera esperando en el auto con Beth -  Dijo Quinn saliendo con Britt del club y señalándole una camioneta familiar de color roja frente al bar.

Rápidamente se metieron al automóvil, Britt se sentó en la parte de atrás donde iba una durmiente Beth de 5 años y se quedó todo el viaje en silencio observando el paisaje que le ofrecía la ciudad, luego de unos minutos llegaron a una hermosa y acogedora casa donde residía la joven pareja. Quinn le señalo el baño y le dio una toalla y la holandesa accedió a darse una ducha para apartar un poco la borrachera que tenía gracias al bendito tequila. Cuando termino fue directamente al comedor donde la esperaba Quinn con una tasa de chocolate caliente en la mano que fue bien recibida por la holandesa.
-¿Qué paso Britt? ¿Quieres contarme? – Pregunta Quinn directamente a la holandesa, con ese tono de dulzura y seriedad que solo poseía ella.
-Ella… Santana me dejo – Las lágrimas poco a poco empezaban a hacerse presente en ella – Yo no sé qué hacer Quinn, me estoy muriendo – Finalizo Britt ya llorando abiertamente ante una atónita Quinn.
-Ya, ya Britt, tranquila – Decía la ex capitana de las animadoras abrazando fuertemente a la holandesa que lo único que hacía era llorar y temblar.
Luego de llorar por casi una media hora siendo abrazada por Quinn y Puck (que también se unió al abrazo) Britt no supo en qué momento se quedó dormida, amaneciendo en una habitación con paredes de color rosa pastel y dibujos de princesas por todos lados, se dio la vuelta y vio a Beth durmiendo frente a ella abrazada a un oso de peluche, y después de mucho tiempo, al fin esbozo una pequeña sonrisa, sabía que aquella pequeña familia se convertiría con el tiempo en una debilidad para ella.

Fin Flashback

Quinn, Puck y Beth se habían convertido en un apoyo fundamental en la vida de Britt, ella los consideraba como parte importantísima de su vida ya que sin ellos jamás habría podido afrontar lo sucedido con Santana, y ellos la consideraban como parte de esa pequeña pero especial familia, pero una cosa era afrontar que el que creías era el amor de tu vida te había dejado y no lo volverías a ver y otra muy distinta era tener que convivir con él por un mes entero en un bungaló en Hawái. Britt estuvo toda la noche sin dormir y en sus clases estuvo muy distraída pensando y pensando su situación, era muy confuso, pero si quería realmente seguir adelante con su vida, este era un paso que debía estar dispuesta a dar de una vez por todas, además el único sentimiento que sentía en esos momentos por Santana era desprecio y nada más.

Rápidamente llego la noche y Brittany busco su portátil y empezó a escribir

“Quinnie, que conste de que si se tratara de otra persona jamás de los jamases hubiese pensado siquiera estar en el mismo estado que Santana… Por supuesto que seré tu dama de honor, solo envíame esos pasajes antes de que cambie de opinión… Nos vemos Q, te quiero”

Finalmente la holandesa se fue a la cama después de haber tomado una decisión que desencadenaría una serie de eventos jamás imaginados para ella.

Aloha people!!! tratare de actualizar dos veces por semana aunque no prometo nada, creo que mi fic contrario a lo que parezca no sera tan lleno de drama, si habrá porque la trama nos lleva a eso, pero no girara en torno a Brittany como victima, sino a dos personas que se aman, y  cometen errores, y se lastimas... Advierto que habrá momentos en los que puede que duden de un final Brittana, pero este fic es 100% Brittana... Cualquier critica o sugerencia es bien recibida, Sigo declarando que seré famosa a los 23 y conoceré a Naya!!!!! Bye people, nos leemos.

Woooow quiero ver el encuentro entre san y britt continua

Estupendo capitulo, hasta la próxima actualización!

-Britt, ya no aguanto más – Dijo una joven morena clavando sus uñas en la espalda de la rubia, mientras gemía bajo su cuello.
-Vente para mi San – Susurro apenas al oído de la morena aumentando la velocidad de sus movimientos.
-JODER BRITT!!!!! – Grito la chica sintiendo que todo su cuerpo se tensaba y literalmente su cerebro tomaba la consistencia del puré.
-San… – Dijo la rubia que aún estaba sobre el cuerpo de la latina recuperando el aliento - Te amo como loca.
-También te amo como loca Britt-Britt – Respondió la joven latina sonriendo mientras acariciaba la espalda de su novia, sentía que el cansancio la vencía y poco a poco caía rendida al sueño al igual que su acompañante.

La rubia se incorporó rápidamente y miro a su alrededor; todo estaba oscuro, silencioso y solo, el reloj marcaba las 5:55 am y Brittany supo que no volvería a dormir, estaba sudada y algo alterada, hace tiempo que no soñaba algo con Santana que no fuera el día que se fue y desde que se había enterado de la boda de Quinn no podía dejar de pensar en esos gloriosos años de noviazgo con Santana, era como si su corazón ayudado por su subconsciente se confabularan y quisieran hacerla recordar lo bueno y desechar lo malo y eso era algo a lo que ella no estaba dispuesta. Se incorporó de la cama, tomo unos shorts deportivos y una camiseta deportiva sin mangas y bajo hasta la primera planta de su apartamento donde gracias a los grandes ventanales, podía ver la ciudad en todo su esplendor y a la hora que quisiera, se dirigió decididamente a una esquina de la sala de estar donde había un muñeco sparring y empezó a golpearlo sin cesar para tratar de despejar su mente. Estuvo descargándose hasta que sentía que no le quedaba aliento y un pequeño escozor en sus nudillos la obligaron a parar para ver que sucedía, se dio cuenta que debido a la falta de protección tenía sus nudillos ensangrentados y lastimados, mascullo una maldición en voz alta y se dirigió al baño donde tomo una ducha rápida y se dispuso a curar sus heridas.

El resto de la mañana transcurrió muy rápido, había pasado un día desde que le había contestado el famoso correo a Quinn y la rubia se había mostrado muy emocionada por la decisión de la rubia de apoyarla por sobre todo lo que sucedía.

“¡¡¡¡¡Brittany S Pierce, te amo con todo mi ser!!!!!  Te juro que después de esto podrías pedirme que fuera a ver a la entrenadora Sylvester para hacer un video de alguna canción antigua y mala y lo haría, de hecho ahora mismo me gustaría casarme contigo también. Te enviare los pasajes dentro de dos días. Te amo Britt, te amo, te amo, te amo… Prepárate Hawái porque llegara Pierce a romper corazones”

La holandesa estuvo ocupada arreglando las cosas que llevaría consigo a Hawái hasta que sintió el timbre sonar y bajo rápidamente las escaleras para abrir la puerta.
-¿Qué hay pecas? ¿Cómo está mi prima favorita? - Entro sin esperar invitación, él era un chico rubio al igual que Britt, ojos grises y piel pálida, todo acompañado de un cuerpo atlético moldeado por la danza y los tantos deportes que practicaba el joven. Él era Luke, el primo de Britt, aunque más parecían hermanos.
-Soy tu única prima Luke… Y deja de llamarme pecas -  Contesto la rubia luego de cerrar la puerta y dirigirse a la cocina donde el joven estaba husmeando en la nevera, finalmente decidiéndose por sacar una bebida energética.
-Touché – Dijo divertido el joven - ¿Has pensado en la rutina para la competencia nacional de baile? Yo estaba pensando en hacer algo clásico y después mezclarlo con algún ritmo  contagioso, algo de Hip-Hop o Ragga… Piénsalo Britt, ¡¡Sería una explosión musical!! – Explicaba el chico muy entusiasmado caminado de un lado a otro a grandes zancadas.
- Sí que lo seria, sobre la competencia de danza… Tengo que decirte algo – Explicaba algo nerviosa la chica.
-¿Qué sucede Britt? ¿Otra vez te llego una carta de amenaza de los duendes del jardín que supuestamente se comerán todas las flores del mundo si competimos? ¡¡Joder!! Esos idiotas del centro de crack deben conseguirse un cerebro nuevo y dejar de hacer amenazas tan tontas – Decía el rubio algo ofuscado mirando a Britt, anteriormente habían recibido muchas amenazas de los otros institutos y centros de baile que competirían contra sus alumnos, pero los chicos del centro de rehabilitación de drogas eran los más molestos de todos.
-No Luke, no es eso… Lo que sucede es que estaré ausente por un mes y tendrás que hacer los preparativos solo ese tiempo, realmente me siento terrible por dejarlos solos en estos momentos tan importantes, pero hay algo también muy importante que debo hacer.
-Está bien Britt, ya lo tenemos casi todo cubierto – Explicaba el chico con un aire tranquilizador a su prima -  Se lo importante que son para ti los chicos,  ellos también lo saben y te quieren, por eso entenderán que el motivo de tu ausencia realmente es algo importante para ti.
-Gracias Luke, no sé qué haría sin ti – Dijo la rubia abrazando a su primo.
-Si supieras cuantas veces he escuchado eso – Decía el rubio separándose del abrazo con una sonrisa engreída – Sin embargo es mi deber como tu primo preguntarte ¿Qué es eso tan importante que debes hacer? – Pregunto el chico mirando a la rubia con un aire de curiosidad.
-Puck al fin se decidió a pedirle a Quinn que se casara con él, la boda será dentro de un mes en Hawaii, han alquilado dos bungalós ahí para estar este mes con sus seres queridos y hacer todos juntos los preparativos… Cuando estábamos en el Glee club prometimos que cuando una de nosotras se casara, todas las demás serían sus damas de honor, así que cuando Quinn me pidió que fuera su dama de honor simplemente acepte – Terminó de relatar casi sin aliento la rubia.
-… Así que… Cuándo dices todas las chicas ¿Realmente son todas? – Pregunto el chico pausadamente.
-Si, todas – Afirmo Britt tratando de quitarle importancia a la pregunta silenciosa que había en esa conversación.
-¿Estarás bien? – Dijo finalmente, estaba preocupado por su prima y no lo podía ocultar.
-Claro, lo que no te mata te hace fuerte ¿O no? – Observando a su primo tratando de transmitirle tranquilidad.
-Exacto – Concluyo más relajado – Bueno prima no te quito más tiempo, daré lo mejor de mí para ayudar a los chicos a conseguir ese trofeo – Dijo el rubio poniéndose de pie para abrazar a su prima y dirigirse hacia la entrada – Cualquier cosa llámame ¿Si?
-Por supuesto que lo hare – Britt sabía lo que el chico quería decirle sin necesidad que el nombre Santana saliera de sus labios, así había sido durante esos casi tres años y medios.
- Ok, adiós pecas – Se despidió finalmente el chico.
-¡¡Que no me digas pecas!! – Grito Britt antes de que el chico desapareciera en el ascensor.

Ya había preparado todo lo que llevaría al dichoso viaje y agradecía que Puck decidiera proponérsele de tal manera que la boda seria en pleno verano y en Hawaii, luego de algunas películas para distraerse de todo, Britt se dio cuenta de que estaba atardeciendo y se podía apreciar un hermoso color anaranjado en la ciudad. Britt vivía en un departamento muy lujoso en New York, después de lo sucedido con Santana decidió irse por unos meses a vivir a Londres y en su estaría ahí se había enterado que a su padre le había llegado una gran herencia de un tío recién fallecido, el padre de Britt había invertido parte del dinero en un restaurant para probar suerte y la vida le había sonreído de tal manera que ya contaban con más de veinte sucursales en el país. Así que decidió regalarle un gran departamento dúplex a Britt para que tuviera espacio y comodidad junto a Santana y además el hombre corría con todos los gastos de este de modo que Britt no debía preocuparse del dinero, a la rubia le gustaba mucho el lugar, no era una chica muy fanática de las cosas lujosas pero ese departamento le robaba el aliento aunque otras veces la hacía sentir jodidamente sola. Rápidamente desecho todos los pensamientos que estaba teniendo y decidió ir a revisar el correo en busca de los pasajes que Quinn dijo que mandaría ese día, subió al ascensor y marco el primer piso, luego de un corto periodo de tiempo finalmente llego al primer piso y fue a preguntar la recepcionista del edificio (Si, es tan lujoso que tiene una recepcionista que se encarga del correo de la gente).

-Hola Debbie ¿Tienes algo para mí? – Dijo la rubia acercándose a una señora de unos cuarenta años, piel oscura y ojos cafés oscuros con aire maternal.
-Hola señorita Pierce, déjeme revisar un momento – Se puso de pie y se dirigió a unas pequeñas taquilla donde rebusco por un momento – Aquí hay algo – Dijo volviéndose con sobre hacia la rubia y entregándoselo.
-Gracias Debb, nos vemos – Se despidió la rubia marchando nuevamente al ascensor.
-Nos vemos señorita Pierce – Se despidió la mujer.

Luego de llegar nuevamente a su piso, la rubia se dejó caer en un sillón de cuero color anaranjado en forma de L y se dispuso a abrir el sobre, en el interior estaban los pasajes con fecha de salida para el día Jueves 01 de Agosto a las 6:00 am “Mañana… ¡¡Y a las 6:00 am, Joder Quinn!!” pensó la rubia luego de estudiar los pasajes, luego miro el sobre nuevamente y se dio cuenta que había una nota dentro y se dispuso a leerla.

“Hey Britt, cariño sé que estarás furiosa al darte cuenta de la hora de salida del vuelo y solo puedo decir que ¡¡Lo siento mucho Britt!! Pero no había más horarios y los otros vuelos no salían hasta dentro de tres semanas, prometo compensarte cuando llegues, puedes dormir un día entero si quieres. También debo disculparme porque por si no sabías el vuelo dura aproximadamente diez horas y media de NY a Hawaii, realmente te compensare Britt, por ser tan buena amiga te daré la opción de acostarte conmigo antes de pasar a ser la señora Puckerman, es un gran honor del que tendrás parte Britt, imagínate a dos rubias buenorras como nosotras juntas al fin y separadas por un matrimonio, un amor imposible Jajaja, piénsalo… Ahh y antes de que lo olvide, el jueves te iremos a recoger al aeropuerto con Puck, calculamos que llegaras a eso de las 4:30 pm así que no te preocupes que estaré yo misma esperándote con los brazos abiertos. No vemos Britt, no sabes lo feliz que me siento de que estés conmigo en estos momentos, te quiero.
PD: Asegúrate de destruir esta nota, si Puck lee esta nota ya no podre seguir encubriendo lo nuestro”

La rubia terminó de leer la nota de la ex capitana de las animadoras con una sonrisa en los labios, Quinn tenía la capacidad de hacerla sentir bien aunque estuvieran a años luz de distancia ya fuera con pequeñas frases de apoyo o con ese romance imaginario que mantenían ambas a escondidas de Puck y del que Beth era muy consiente e incluso participaba en el juego llamando “Mamá” a Britt en algunas ocasiones.

Al haber finalizado con todos los preparativos para su partidas, cuando Britt se fijó en el reloj de pared finalmente vio que marcaba las 12:23 am, tendría que levantarse a las 4:30 am si quería alcanzar el vuelo así que se metió al baño y luego de una rápida ducha se secó el pelo, para finalmente ponerse el pijama y meterse a la cama. En la cabeza de la rubia había una mezcla de sentimientos como: felicidad, nervios, ansias, intriga, miedo, entre otros, pero por el momento predominaba uno físico y ese era el cansancio, así que rápidamente desecho todo, activo su alarma y se dispuso a dormir, mañana sería un día agotador tanto física como psicológicamente y necesitaría todas sus fuerzas para sobrevivir a todo lo que la asaltaba. Un último pensamiento cruzo por su cabeza antes de caer ante el cansancio.

“Lo que no te mata te hace fuerte ¿No?”

departamento Britt:

Aloha people, a partir del próximo capi transmitimos desde Hawaii!!!! Cualquier critica o recomendación sera bien recibido, nos leemos!!
Sigo declarando que a los 23 me haré famosa y conoceré a Naya!! Bye  

Que ya quiero saber mas de Hawaii :) Y bueno me encanta tu aclaracion de la historia, con que no abandones el fic todo esta muy bien :) Saludos !!!!

Ahh pronto se volverán a ver las Brittanas, ya quiero ver como va lo de Hawaii, actualiza pronto porfis.

Hey people!!! En esta hora les traigo la posibilidad de elegir a la otra chica que conquistara temporalmente el corazón de Britt-Britt.
Estaba en mi habitación pensando en el transcurso de la historia y muchas candidatas se pasaron por mi mente, aquí les traigo los nombres... Díganme que les gustaría o alguna otra que se les pase por la mente.

Mila Kunis:

Hanna Marin:

Emily Fields:

Amanda Seyfried:

He de confesar que por mi retorcida mente también paso la mismísima Naya Rivera como una candidata tomando la apariencia actual de nuestra querida Naya, ya que en este fic la apariencia de Santana sera similar a la de la cuarta temporada

Seria mas o menos así:

Santana:

Naya Rivera:

Así lucen los personajes nombrados anteriormente

Brittany:

Luke:

Quinn:

Puck:

Y Beth quedara a la imaginación de cada uno de ustedes

Así que... A elegir, con las primeras tres opiniones que concuerden empezare a escribir... Nos leemos
A los 23 seré famosa y conoceré a Naya Rivera y le contare de ustedes!!

Me gusta tu historia, ya actualizaaa :) jajaja quiero seguir leyendo, bueno sobre los personajes creo que seria Emily Fields  bueno ya depende de lo que tu quieras :D nosotras estamos para aceptar lo que hagas igual nos va a gustar
Sigue actualizandoo, cuidate :)

holaa me gustaría que fuera Emily quien conquiste temporalmente a britt
ya quiero leer el siguiente capitulo, actualiza rapido je
nos vemos

Emily estaría bien, actualiza pronto porfa, esta historia es estupenda!

Aloha people!! aqui traigo otro capitulo esta vez con la señorita Emily Fields, nos leemos.
A los 23 seré famosa y conoceré a Naya


Capitulo 3

El sonido de una molesta alarma empezó a resonar a lo largo de un lujoso departamento que luciría inhabitado de no ser por una rubia que dormía boca abajo, encima y abrazada a un gran peluche de oso en una gran cama tamaño King, a la chica le había costado conciliar el sueño y luego de mucho esfuerzo había conseguido dormirse a las 2:35 am, abrió los ojos pesadamente y recordó con gran fastidio que la alarma estaba programada para sonar a las 4:30 am “¡¡Ni siquiera dos jodidas horas… Me las pagaras Q!!” vocifero la chica para luego ponerse de pie de un salto y darle una patada (al puro estilo de Jackie Chan) al pobre despertador que termino estrellado contra la pared “Brittany 1 – Despertadores 0” dijo la chica con una sonrisa de autosuficiencia haciendo un pequeño baile para luego dirigirse hacia el baño, donde se dispuso a tomar una ducha. Después de unos 20 minutos dentro de la ducha (cantando algunas canciones) la bailarina llego a su habitación donde busco en unos cajones su ropa interior que rápidamente se puso, luego se volvió a un armario y saco unos jeans grises, un suéter color burdeo, unas zapatillas converse azules y finalmente una cazadora igualmente azul y se dispuso a vestirse. Esta no era la ocasión para buscar una tenida más ostentosa y mucho menos considerando las diez horas que viajaría en avión, a pesar de estar en pleno verano, el día estaba frío por lo que su tenida iba a la perfección, era cómoda y le daba un toque casual.

Luego de unos minutos la rubia miro la hora en su móvil y se horrorizo al ver que ya eran las 5:20 am, corrió rápidamente a la salida cargada con sus maletas y bolsos y cerró la puerta de su departamento, cerciorándose de que había quedado bien cerrada. Brittany había sido precavida (Si claro) y se había asegurado de llamar un taxi, específicamente a Larry, él era el taxista preferido de Britt por no decir su taxista personal, era un señor de unos sesenta años, cabello gris, bigote, ojos verdes y sonrisa simpática, tenía una manera muy dulce de tratar a las personas lo que hacía que Britt lo viera casi como a un abuelo. Había conocido a Larry aproximadamente siete meses después de lo de Santana, en ese entonces la rubia no había encontrado mejor manera de olvidar sus penas que ahogándose en alcohol y  yendo de fiesta en fiesta, una noche de nieve se le había pasado la mano y la habían corrido de un bar luego de pelearse con la novia de una chica con la que estaba ligando, apenas se podía mantener en pie y trato de emprender camino a su departamento (que estaba bastante lejos) cuando una voz la llamo, ella volteo y vio a Larry junto a su mujer –Samantha -  mirándola desde dentro de un taxi, la rubia como pudo se acercó a ellos antes de darse cuenta se había desmayado. Al despertarse se encontró en una humilde pero acogedora sala de estar, luego de hablar con Larry y Samantha, Britt les había explicado que las cosas no andaban muy bien en su vida y les había agradecido por su ayuda, Larry le entrego una tarjeta con su número de teléfono y le dijo que cada vez que se encontrara en una situación similar no dudara en llamarlo y él la recogería y llevaría de vuelta a su hogar sana y salva. A partir de entonces Britt había creado un hermoso vínculo con Larry y su esposa, que después de algún tiempo se habían enterado de lo que le ocurría a Britt y hasta el presente han tratado por todos los medios de ayudar a la chica en lo que pueden.

A velocidad record la bailarina salió del ascensor, se despidió de Debbie – la recepcionista- y se dirigió a la salida donde se divisaba un taxi aparcado fuera del edificio de Britt con un hombre de estatura media y contextura regordeta apoyado en él, le saludo con un abrazo rápido y metió el equipaje a la maletera para luego lanzarse al asiento de copiloto y emprender marcha hasta el aeropuerto.

-Bueno pequeña, hemos llegado – Dijo el hombre saliendo del taxi, para sacar el equipaje de la rubia y entregárselo.
-Muchísimas gracias Larry, no sé qué haría sin ti – Dijo la chica con un toque de dulzura en su voz, abrazando a su viejo amigo.
-No hay de que cariño, solo se cuidadosa y disfruta tu viaje – Dijo separándose del abrazo y poniendo las manos en los hombros de la rubia – Eres una chica única Britt, jamás lo olvides… Samy te manda muchos abrazos de oso, dice que disfrutes por ella, no sé a qué se refiere esa mujer – Finalizo el hombre dándole un beso en la frente a Brittany y dirigiéndose al vehículo.
-Jajaja no lo sé, mándale muchos besos a Samy… Dile que ya será su turno – Dijo la holandesa dirigiéndose al hombre ya dispuesto a marchar.
-Buen intento linda – Dijo el hombre con una gran carcajada – Nos vemos Brittany.
-Adiós Larry, te quiero – Finalizo la rubia despidiéndose de su amigo.

La rubia iba distraída mirando su móvil que marcaba las 5:40 am cuando sintió que alguien colisionaba directamente con ella y la tiraba al piso de espaldas, lentamente levanto la cabeza y se encontró a una chica morena, de cabello castaño oscuro, delgada pero con un cuerpo más que aceptable, lindos ojos marrones y unos labios  “malditamente sexys”. Pasados unos segundos la chica aún seguía arriba de Brittany en una posición muy sugerente lo que estaba poniendo muy nerviosa a la holandesa, no era que le incomodara llegar a tener un acercamiento de ese tipo con esa chica, pero prefería hacerlo en un lugar privado y no con tantas personas alrededor. Finalmente la chica que estaba arriba de ella pareció reaccionar y se quitó de encima de Britt poniéndose de pie rápidamente ante la atenta mirada de la rubia, se arregló un poco la ropa que llevaba, la bailarina le dio una rápida mirada y vio que la chica llevaba un vestido blanco ajustado a su cuerpo, unas botas y un abrigo color negro abierto, fue ahí donde la rubia se maldijo internamente por preferir la comodidad por sobre la vanidad, esa chica iba a las 5 am viéndose tan  caliente como el infierno, mientras que ella con su tenida a lo más que aspiraba era infiltrarse entre un montón universitarios. Una mano frente de ella la saco de sus pensamientos, alzo la vista y vio que la chica le tendía la mano dándole una de las sonrisas más hermosas que había visto en años, se apuró en aceptarla y se puso de pie quedando cerca de la morena y dándose cuenta que por lo menos le sacaba una cabeza de altura.

-Lamento haberte tirado así, normalmente solo caigo encima de las personas después de saber sus nombres – Dijo la chica con una sonrisa seductora – Soy Emily Fields – Finalizo la chica extendiendo nuevamente su mano ante la bailarina.
-Soy Brittany… Pierce – Respondió la rubia pausadamente, la sonrisa de la morena le empezaba a afectar.
-Mucho gusto Brittany – Dijo la morena observando con una gran sonrisa a Britt, por alguna razón esa chica rubia le causaba una agradable sensación.
-Igualmente – Completo la rubia perdiéndose en la sonrisa de la morena.
-Este… Bueno, de nuevo lo siento mucho por haberte tirado, espero que tengas un buen día – Dijo la chica empezando a caminar lejos de Britt.
-Buen día igual para ti – Dijo la chica como pudo, por alguna razón esa chica provocaba algo especial en ella.

Luego de una mañana un tanto ajetreada para nuestra Britt, finalmente ya se encontraba en el avión rumbo a Hawaii, no podía negar que seguía muy nerviosa ya que cada vez se acercaba más y más la hora de encontrarse con los chicos, con su pasado, con ella. Durante las primeras horas del vuelo Britt logro dormir producto del cansancio acumulado que tenía y la falta de sueño que había acumulado al haber aceptado dichosa invitación. Pasaron aproximadamente cinco horas cuando la rubia despertó y miro que la televisión dentro del avión marcaba las 11:30 am, y estaban empezando a transmitir - para suerte de la rubia – Toy Story 2 la que rápidamente capto la atención de la bailarina y de todos lo que estaban a bordo y no tenían nada mejor que hacer, ya iban por la mitad de la película cuando la rubia se empezó a sentir observada, así que disimuladamente aparto la vista de la pantalla para observar a su alrededor, pero su búsqueda termino en unos ojos marrones que la observaban con un aire de diversión desde tres asientos más delante de ella “Emily Fields” recordó inmediatamente la rubia y le sonrió de inmediato a la chica, pero la sonrisa se borró casi de inmediato al ver que la chica se volvía a su posición normal y se recostaba un poco en el asiento. Después de un rato la misma escena se volvió a repetir, solo que esta vez en vez de volverse y evitar la mirada de la rubia, la chica morena se puse de pie y le hizo señas a la rubia para que la siguiera, Britt dudo por unos instantes pero finalmente se puso de pie y recorrió el mismo camino que había visto a la morena recorrer, paso una cortinas azules y se encontró de frente con la puerta del baño. No había señales de Emily Fields así que la rubia pensó que se había confundido al creer que la chica le señalaba que la siguiera, pero no fue hasta sentir la puerta del baño abrirse y un par de brazos jalarla hacia adentro quedando al frente de la morena que supo que no se había equivocado al interpretar el mensaje de la chica.

-Hola de nuevo Brittany Pierce – Susurro la morena muy cerca de los labios de la rubia.
-H-Hola – Tartamudeo la bailarina por la cercanía de la otra chica y el efecto que producía en ella.
-¿Recuerdas que te dije que normalmente no caigo encima de la gente sin antes saber sus nombres? – Pregunto la morena casi rozando los labios de Brittany.
-Ajá – Murmuro como pudo la rubia mirando los labios de la morena, realmente se moría por probarlos.
-Bueno – Dijo lamiendo el labio inferior de la rubia ante la atónita mirada de esta – Estas de suerte Brittany Pierce – Finalizo para luego tomar a Britt de la nuca y unir sus labios.

El beso fue apasionado, casi desesperado, era como si hubieran estado esperando por mucho tiempo para poder besarse, rápidamente Britt empezó a acariciar la espalda de la morena bajando lentamente la cremallera y dejándolo caer al suelo, ahora acariciando la suave piel desnuda de la espalda de la morena de arriba abajo causando jadeos de parte de la morena, luego bajo sus manos llegando hasta sus nalgas las cuales apretó contra ella causando un gemido de la morena quien se separó un poco de la bailarina para quitarle la cazadora y el suéter quedando solo en sujetadores. Se miraron a los ojos por un momento y supieron que ambas querían eso, no importaba si era solo por un calentón del momento o por el morbo que causaba hacerlo en el baño de un avión pero ambas estaban esperando encontrarse en esa situación desde el primer momento en que se vieron hace unas siete horas atrás.

El televisor estaba proyectando el comienzo de Toy Story 3 cuando Britt tomo de nuevo su asiento bajo la distraída mirada de uno que otro pasajero que no quería perderse detalle de la película, aun no podía creer lo que acababa de hacer “Lo hice con una desconocida” era el pensamiento que bombardeaba la mente de la rubia, a pesar de tratar por todos los medios de concentrarse en la película lo único que podía hacer era recapitular una y otra vez el evento ocurrido hace unos minutos atrás en ese baño, no era como si nunca se lo hubiera montado con una desconocida, pero esta vez había sido diferente, muy diferente. Había algo en esa chica que la desconcertaba, a parte de una gran atracción física entre ambas y una inmensa química sexual, había algo más que desconcertaba a Brittany… Sentía como si lo hubiera hecho antes con ella, como un sentimiento familiar embargaba al acariciar su piel, como si besarla fuera algo de lo más común entre ellas, como si fueran parte la una de la otra. La rubia se regañó mentalmente por sus pensamientos, era imposible que precisamente ella volviera a caer en las redes del amor, se volvió disimuladamente a ver el asiento que ocupara la morena y se dio cuenta que la chica la estaba observando con un aire curioso para luego darle una sonrisa cargada de sensualidad, malicia y ¿dulzura? Lo que la hizo sonreír inconscientemente y volver a fijarse en la película. Realmente había algo especial en Emily Fields, algo nuevo y familiar, algo misterioso, embriagador y adictivo.
El resto del viaje pasó normalmente entre el almuerzo y una maratón de películas divertidas “Señores pasajeros, por favor abrochen sus cinturones porque estamos a pronto de aterrizar” dijo la azafata mirando con sonrisa afable a los pasajeros, la rubia rápidamente hizo caso a la orden recibida e inconscientemente se volvió a mirar nuevamente a Emily, la chica se encontraba distraída leyendo un libro de tapa gruesa y roja, se podía ver su entrecejo fruncido y sus labios apretados de manera que era más que evidente que no le gustaba como se estaban dando las cosas en la historia. Brittany por un momento recordó a Santana, en su época de universitarias la latina se había visto en la obligación de leer muchos libros de “viejos locos y sádicos con algún especie de oscuro fetiche que al saber que sus mugrosos escritos serian famosos e importantes años después, se habían empeñado en hacerlos lo más aburridos posibles, convirtiéndose en una especie de tortura leerlos” según la latina que a pesar de su mal humor los leía con la misma expresión que ahora tenía Emily en su rostro, era una chicas muy responsable y aunque pasara una noche entera en vela para terminar dichosos libros, lo hacía y la rubia la acompañaba preparándole café y dándole unos que otros mimos para hacer la tarea de la latina más llevadera, lo que después se veía recompensado con sesiones de incansable sexo. La bailarina se abofeteo mentalmente por tener esos recuerdos y rápidamente volvió su vista de nuevo a la pantalla donde esta vez estaban dando The avengers dejando que todos sus pensamientos fueran aplastados por la acción de la película.

Luego de aterrizar y de haber recuperado su equipaje, la rubia se dispuso a salir en busca de sus amigos que supuestamente estaría esperándola en el aeropuerto, en ese rato que estuvo tratando de encontrar a Quinn o Puck entre la gente no pudo evitar desear ver a Emily entre las personas que iban y venían, su búsqueda fue interrumpida por unas manos que cubrieron sus ojos.

-¿Qué hace una chica tan sexy como tu sola en este lugar? – Susurro una voz femenina tratando de sonar los más grave posible.
- Busco a alguien a quien ligarme, los aeropuertos son un buen lugar para encontrar diversión – Respondió la bailarina siguiendo la corriente.
-Oh, a mí me parecía que venias a acompañar a alguna amiga muy muy querida que se va a casar – Dijo la chica aguantando la risa.
-Esa es la excusa, en realidad vine porque me encanta Hawaii y tengo pasajes y hospedaje gratis – Contesto la bailarina fingiendo indiferencia.
-¡¡Oye!! Eres una insensible – Dijo la chica de la voz grave finalmente soltando a la bailarina y golpeándola en el hombro.
-Por supuesto que vine por una muy muy querida amiga – Dijo la bailarina sonriendo para luego abrazar y apretujar a su amiga – Te extrañe Quinn.
-También te extrañe Britt, no sabes lo feliz que me hace el hecho de que estés aquí conmigo en estos momentos – Dijo la ex capitana de las animadoras separándose del abrazo para limpiar algunas lágrimas de sus verdes ojos.
-Hey, no llores Quinnie – Dijo la holandesa en un tono dulce acariciando el brazo de su amiga- Ahora estamos juntas en Hawaii y al fin te vas a casar.
-Lo sé, es solo que por un  momento pensé que no vendrías, ya sabes, por lo de San… – Dijo con un tono triste la chica siendo cortada por la bailarina.
-No permitiría que nada ni nadie impidiera que yo estuviera contigo en esta ocasión tan especial Q. Tú, Puck y Beth son mi familia y jamás me perdería algo tan importante por una estupidez – Finalizo la bailarina mirando con determinación a la rubia.
-Gracias Britt, eres la mejor – Finalizo la rubia cambiando la expresión de su rostro por una de alegría total – Bueno, basta de sentimentalismos – Dijo tomando una de las maletas de la bailarina – Vamos, los chicos están ansiosos de verte.
-¿Los chicos? ¿Qué chicos? -  Pregunto la bailarina mientras seguía a la rubia hasta una camioneta negra.
-Los chicos – Dijo la rubia con un tono de estar diciendo algo más que obvio y al ver la incomprensión de la bailarina prosiguió – Los ex miembros del Glee club.
-Oh – Fue lo único que dijo la bailarina mientras entraba al vehículo y se sentaba en el asiento de copiloto - ¿Ya llegaron todos? – Pregunto con tono indiferente que no pasó desapercibido para Quinn.
-No, aun no – Dijo mirando de reojo a la bailarina – Hoy llego Sam, Mercedes, Kurt, Blaine, Artie, Ally (novia de Artie), Tina, Mike y Sugar – Dijo haciendo una pausa- Mañana llegaran Rachel y Finn a las 10:00 am.
-¿Y qué hay de Santana? – Pregunto la bailarina bajo la sorprendida mirada de la rubia - En algún momento tiene que llegar, no tienes que evitar hablar de ella conmigo Q, después de todo accedí a venir aquí sabiendo que tendré que pasar un mes bajo el mismo techo que ella.
-Tienes razón, lo siento… Es solo que me impresionas Britt, estoy orgullosa de ti – Dijo la rubia dando una palmadita cariñosa en la pierna de la bailarina – Ella llega mañana a las 8:00 pm con Dani, su… - Se quedó en silencio.
-Novia – Completo la bailarina- Esta bien Q, no te preocupes tanto.
-¿Desde cuando te volviste tan madura? – Pregunto la rubia sonriendo con dulzura a la bailarina.
-Desde que empecé a juntarme con Quinn “aburrida” Fabray – Contesto audazmente la bailarina con una sonrisa divertida en su rostro.
-¡¡Hey!! – Dijo la rubia golpeando a la bailarina que no paraba de reír.

El viaje duro unos 20 minutos en los que las rubias habían aprovechado para bromear, cantar cualquier canción de la radio y charlar sobre el viaje de la bailarina que le había contado todo a su amiga, excepto un pequeño gran detalle llamado Emily Fields. Finalmente llegaron  a un búngalo de tamaño descomunal y la rubia se estaciono frente el lugar saliendo de la camioneta y empezando a bajar el equipaje de la bailarina.

-Cuando en tu mensaje dijiste búngalos, en serio pensé en búngalos… No a la casa de verano de Godzilla – Dijo la bailarina recibiendo su equipaje.
-Pues pensaste mal, pero quien dudaría de Quinn “aburrida” Fabray ¿no? – Dijo la rubia con un aire de autosuficiencia – Vamos dentro, debes estar agotada.

La bailarina siguió a su amiga hasta la entrada del búngalo, Quinn abrió la puerta y entro, y seguidamente de ella entro la bailarina quien rápidamente fue rodeada por los brazos de una emocionada Tina dándole paso a un abrazo más relajado, pero no menos cariñoso de Mike y así de todos los chicos finalizando en un abrazo de oso de Puck y de Beth en conjunto. La rubia realmente había extrañado a sus amigos, cuando sucedió lo de Santana ella se había alejado de todos al contrario de la morena quien se había acercado a ellos, solo había seguido en contacto de Quinn y Puck y ni siquiera porque ella los hubiera buscado, sino porque casualmente esa noche de navidad cuando se encontraron en el bar, Quinn solo se había metido al baño del lugar y al salir había divisado a la rubia.

Luego de una tarde llena de reencuentros donde todos los chicos se pusieron al tanto de lo que había sido de sus vidas, Britt se enteró que Sam y Mercedes estaban comprometidos al igual que Finn y Rachel, Tina y Mike se habían casado el año pasado, Artie y Ally se conocieron hace unos meses pero se veían enamorados, Blaine y Kurt se casaban el año próximo y Sugar… Bueno Sugar seguía con su estrecha relación con el Asperger. Nadie toco el tema de Santana, ni siquiera su nombre salió en alguna conversación lo que la bailarina agradeció internamente. Después de cenar, Quinn llevo a la holandesa al que sería su cuarto y se despidió dándole las buenas noches, la holandesa rápidamente se fijo en una cama de dos plazas, una televisor de pantalla plasma, una pequeña cómoda, un armario no muy grande que llenaba la habitación. Se fue a dar un baño para quitar el cansancio acumulado en el día y finalmente se metió en la cama, se sentía feliz de estar ahí y a la vez nerviosa por lo que sucedería, una sonrisa cruzo su rostro al recordar a Emily Fields y sin más, cayo rendida ante el sueño.

Vestimenta Britt:

vestimenta Emily:

Bungalo:

El bendito baño del avion:

me dejaste con ganas de leer más
espero que actualices pronto :)

Quiero mas

Aloha people, aquí les traigo otro capi... A partir de ahora empieza el salseo ajjajaja cualquier sugerencia o critica es bien recibida. Nos leemos
Juro y decreto que a los 23 seré famosa y conoceré a Naya

CAPÍTULO 4

El sonido del mar llenaba todo el lugar, había un inusual silencio en el recinto considerando la clase de personas que compartían en el lugar, Brittany se sentía muy a gusto en esos momentos que ni siquiera quería abrir los ojos para no estropear el enorme sentimiento de paz que la inundaba, se dio vuelta en la espaciosa cama y abrió los ojos instantáneamente al darse cuenta que no estaba sola. Al lado de ella había una pequeña versión de su amiga Quinn Fabray que dormía pacíficamente abrazada a un conejo de peluche al lado de la bailarina, la chica miro un reloj de pared que marcaba las 10:35 am y rápidamente entendió todo “Han ido a buscar a Rachel y Finn” pensó instantáneamente la chica para luego volver a apoyar su cabeza nuevamente en la cómoda almohada quedándose observando a la pequeña que dormía tranquilamente al lado de ella. Era increíble ver como había crecido esa pequeña, como día a día se iba ganando el corazón de la rubia y como se había convertido en una pequeña luz en la oscura vida de la bailarina.

Había pasado un año exactamente desde Santana se había ido y la situación de Brittany no parecía mejorar, era como si las cosas en vez de mejorar empeoraran cada vez más, la situación era que Brittany se estaba convirtiendo en una bomba de tiempo que al estallar ella sería la que se llevaría la mayor parte del daño. Quinn y Puck estaban muy preocupados por el camino que estaba tomando la bailarina, quien se la pasaba de fiesta en fiesta, de bar en bar, de cama en cama, no había tenido un trabajo estable desde hace cuatro meses ya que había renunciado a la academia a la que tanto le había costado ingresar a impartía clases y cuando no estaba en un bar estaba ligando con alguna chica o simplemente estaba en su departamento acostada con una resaca de los mil demonios. Era muy triste para los chicos ver como esa persona tan especial, tan dulce e inocente se había convertido en alguien totalmente diferente, ella ya no ocupaba la expresión “Hacer el amor” solo decía “Follar” “Echarse un polvo” o en el mejor de los casos “Tener sexo”, ya no tenía “Novia” sino lo que se denominaba “Follamigas”…  Ya no era Britt.

Era viernes por la noche y la bailarina se estaba alistando para salir de fiesta cuando su móvil empezó a sonar, lo recogió y vio “Puck” en la pantalla así que rápidamente contesto.
-Aquí Pierce, ¿Qué sucede Noah? – Respondió la chica con un tono un tanto distante ya que la joven pareja casi siempre la llamaba para reñirla.
-Britt necesito tu ayuda – Dijo el chico muy agitado llamando la atención de la rubia – Es Beth…
-¿Qué paso con la enana? – Interrumpió la chica muy preocupada.
-No sé muy bien que le pasa, el lunes empezó con fiebre y después de llevarla al médico quien dijo que solo era un resfriado y darle un jarabe que le receto, empezó a mejorar, pero hoy amaneció muy decaída y ahora tiene mucha fiebre y no sé qué hacer – Finalizo el relato con un tono de desesperación más que notable.
- ¿Qué hay de Quinn? ¿No está contigo?
-No, ella se fue ayer a Lima a ver a su madre.
-Ok, tranquilízate Puck – Trato de sonar calmada para tranquilizar a su amigo – Tómale la temperatura a Beth y trata de poner compresas con agua helada para refrescarla, estaré ahí en un minuto.
-Está bien, gracias Britt – Finalizo el chico con voz casi quebrada.
-No hay de que Puckerman – Dijo cortando la llamada.

Rápidamente tomo las llaves de su motocicleta, su casco y bajo a velocidad casi olímpica y entre tropiezos las escaleras del edificio (Que eran muchísimas ya que Britt vivía en un último piso) “Estúpido ascensor, no podía descomponerse otro día” pensaba la rubia mientras bajaba las interminables escaleras, luego de unos minutos al fin estaba en el estacionamiento donde se dirigió a toda prisa a una motocicleta de velocidad negra marca Yamaha o mejor conocida por la bailarina como “Naya”. Se montó en la moto y encendió el motor haciéndolo ronronear esperando que se calentara “Eres la única chica en mi vida cariño” dijo la rubia dirigiéndose a su vehículo luego de salir casi disparada a la casa de la joven pareja.

Después de unos cinco minutos de viaje y muchos insultos emitidos y recibidos por la rubia y otros conductores finalmente llego al hogar de sus amigos, aparco su motocicleta frente la cochera de la casa y toco la puerta insistentemente hasta que fue abierta –casi de inmediato – por el chico, se notaba a leguas la cara de preocupación de este lo que hizo que el corazón de la bailarina se ablandara, rápidamente se dirigieron a la habitación de la pequeña que se encontraba tendida en una cama de una plaza y media, con un pijama verde limón de dos parte, una compresa de agua fría en su frente y un viejo peluche de oso abrazado a ella.
-¿Le has tomado la temperatura? – Pregunto la rubia acercándose a la pequeña para quitar la compresa, remojarla nuevamente y ponerla de vuelta a la frente de la niña.
-Si, está más alta – Dijo el chico acercándose a Britt – He llamado al doctor, dijo que lo más probable era que no se tratara de un simple resfriado.
-¡¡Pero que pedazo de inútil!! – Espeto la bailarina sin esfuerzo de esconder su enojo - ¿Qué más te ha dicho?
-Me dio la dirección de su casa, dijo que fuera a buscar una receta de otro medicamente para Beth – Se dirigió a la holandesa y la miro con angustia -  Sé que arruinare tu panorama, pero ¿puedes quedarte con Beth mientras voy a conseguir sus medicamentos?, eres la única persona que conozco y en quien confío lo suficiente como para dejar a lo más importante en mi vida a tu cuidado – Finalizo el chico esta vez sin poder evitar unas lágrimas que corrían por su rostro, realmente amaba a su pequeña como a nadie.
-Claro que me quedare con ella – Dijo la rubia golpeando cariñosamente un brazo del chico – Ahora mueve tu trasero Puckerman.
-Gracias Britt – Dijo el chico saliendo de la habitación a toda prisa – Vuelvo en unos minutos – Fue lo último que se escuchó decir luego de sentir la puerta cerrarse.

Minutos después de que Puck se marchara en busca de los medicamentos para la pequeña, la holandesa se había dedicado a cuidar lo mejor que podía a la pequeña que de momento no presentaba mejoría alguna, la bailarina estaba tan distraída observando la gran colección de cuentos infantiles de la pequeña que no se dio cuenta de que dos curiosos ojos la miraban. Para Beth la bailarina siempre había presentado un misterio, esa niña era muy observadora para contar solo con cinco años, se había fijado que la bailarina era una persona amable pero a la vez distante y tenía unos ojos hermosos pero lo único que se podía leer en ellos era tristeza, por eso la niña siempre le preguntaba a sus padres si tía Britt había perdido su peluche favorito, porque ella personalmente hace poco había perdido a su Don conejo y se sentía morir. También pensó en su tía Santana que tenía una mirada idéntica a la de Britt, solo que ella tenía a todos sus otros tíos que estaban con ella para consolarla y la bailarina estaba mucho más sola, así que no se pudo contener a preguntar.

-¿Te encuentras bien tía Britt? – Pregunto repentinamente la niña sacando a la bailarina de su distracción.
-¿A qué te refieres cariño? – Dijo la bailarina sentándose frente la niña – Eso debería preguntártelo yo ¿No crees?
-Lo sé, es solo que siempre luces muy triste – Dijo mirando a la bailarina mientras le extendía su oso de peluche – Toma, te regalo a Teddy, desde ahora él te cuidara.
-Oh cariño, eso es muy dulce pero no puedo aceptarlo – Dijo la bailarina mirando a la pequeña que la miraba con preocupación en sus ojos.
-Está bien, yo tengo a papá y a mamá… El estará contigo desde ahora cuando estés triste o cuando te sientas sola – Dijo la niña animando a la bailarina a tomar el oso de peluche – Ya no quiero que estés malita tía Britt, siempre que les pregunto a papi y mami porque estas tan triste ellos me dicen que son cosas de adultos y que después entenderé, pero sé que te sientes sola y no quiero que te sientas así porque es un sentimiento muy feo – Dijo la niña con los ojos aguados.
-Cariño… - La bailarina no sabía que decir, esa niña la había leído de una forma increíble incluso mejor que Quinn o Puck – Hagamos un trato – Dijo tomando al oso de peluche para después le limpiarle las lágrimas que corrían por su rostro.
-¿Un trato? – Repitió la pequeña mirando con curiosidad a la bailarina.
-Así es – Se puso de pie salió de la habitación para después volver con una mochila en donde rebusco y saco un conejo de peluche de adentro – Este es el señor zanahorias – Dijo señalando al conejo – Ha estado conmigo desde que tengo memoria – Hizo una pausa para mirar a la niña que observaba al peluche con curiosidad – Y a partir de ahora estará contigo.
-¿En serio? – Dijo mientras cogía al conejo.
-Así es, tu tendrás al señor zanahorias y yo a Teddy – Hizo una pausa y le hizo una seña a la niña para que se acercara a ella mientras le susurraba al oído – No sé si sabias pero ellos dos son muy buenos amigos.
-¿De verdad? – Pregunto la pequeña con gran sorpresa en su voz, para luego taparse la boca al darse cuenta de que casi había gritado.
-Claro, entonces cada vez que estés triste puedes contárselo al señor zanahorias, este de seguro se lo contara a Teddy y el me lo contara a mí.
-¿Y si Teddy se niega a decirte lo que habla con el señor zanahorias?... Él es muy bueno guardando los problemas de los demás – Afirmo con convicción la pequeña.
-Eso es verdad, pero Teddy es un amante de los dulces… Si no me quiere decir lo extorsionare con unas nuevas galletas de chocolate que compre el otro día – Concluyo la bailarina con un aire de diversión.
-Tienes razón – Afirmo la pequeña – Teddy estuvo a punto de vender la guitarra de papi el otro día por una barra de chocolate – Confeso la pequeña en un susurro que hizo sonreír a la bailarina, al parecer ella no era la única con una gran imaginación.
-Entonces ¿Tenemos un trato? – Dijo tendiéndole la mano a la pequeña.
-Por supuesto, siempre y cuando tú también le cuestes a Teddy cuando estas triste – Dijo la pequeña tomando la mano de la bailarina para estrecharla – Tía Britt – Dijo con algo de vergüenza.
-¿Qué sucede cariño? – Pregunto con curiosidad la bailarina.
-¿Me puedes leer un cuento? – Dijo mirando con ilusión a la bailarina.
-Claro que si enana – Dijo tomando uno de los libros de la pequeña y abriéndolo para iniciar la lectura.
-Ven, acuéstate aquí – Señalo la pequeña cama, a lo que la bailarina no pudo resistirse y se acostó al lado de la pequeña para iniciar la lectura.

El tráfico estaba de mil demonios esa noche y luego de tener que pasar prácticamente por arriba de los otros vehículos Puck al fin llegaba a su casa con los medicamentos para su hija, rápidamente entro en la casa y se dirigió a la habitación de su pequeña, pero al entrar se quedó sorprendido de la escena que presenciaba. Ahí estaba Beth durmiendo abrazada a Brittany mientras la bailarina la rodeaba con  un brazo protector, ante tal escena el chico no pudo hacer otra cosa que sonreír, sin hacer mucho ruido se acerca a las chicas, las tapo y deposito un beso en la frente de ambas rubias “Mis chicas” pensó “Parece que no necesitaremos esto hoy” dijo el chico dejando los medicamentos en un pequeño velador y dirigiéndose a la salida apagando la luz y cerrando la puerta.

Sin duda esa pequeña había ayudado a Brittany más de lo que se podría imaginar, siguió un rato acariciando el cabello rubio de la pequeña hasta que empezó a restregarse los ojos y balbucear cosas inentendibles “Cada vez se parece más a Q” pensó divertida la bailarina al ver que la pequeña finalmente abría los ojos y observaba a la bailarina que estaba al frente de ella.

-Buenos días tía – Saludo la niña acariciando el rostro de Britt.
-Hola enana ¿Cuándo llegaste aquí? – Pregunto la bailarina mientras apartaba unos mechones rubios del rostro de la pequeña.
-Hace un rato, todos fueron a buscar a tía Rach y a tío Finn y yo tenía sueño porque me quede viendo una película con papá, así que me dijo que viniera a dormir contigo mientras ellos volvían – Explicaba la niña.
-Es raro que tu mamá no viniera a molestarme para ir a buscar a los chicos – Concluyo la bailarina.
-Ella dijo que te dejaría descansar por esta vez porque se notaba que venias agotada, pero que en la tarde no te librabas.
-¿En la tarde? – Pregunto la rubia un poco perdida.
-Sip, iremos a buscar a tía San y a Dani – Dijo la niña emocionada, ella no sabía mucho de la historia de la bailarina y la latina por cosas obvias, pero notaba como se ponía la rubia cada vez que se mencionaba a Santana, era una mezcla de nostalgia y rabia, así que Beth había deducido que las cosas entre ellas no eran de lo mejor y quería averiguar en este viajes que sucedía ya que no recordaba haberlas visto juntas.
-Oh, ya veo… ¿Y cómo es esa tal Dani? – Pregunto la rubia fingiendo indiferencia mientras se ponía de espaldas para observar el techo.
-Dani es muy divertida, amable y dulce con todos, se nota que quiere mucho a tía San y además es linda – Describió la pequeña -  Desde que tía San esta con ella sonríe más, antes siempre estaba triste igual que tu – Concluyo la niña observando a la bailarina.
-Suena como una persona genial – Comento la bailarina para no ser tan obvia, se reprendió mentalmente porque a pesar de lo ocurrido sentía celos de lo que le relataba la pequeña “Debe ser la costumbre” pensó la bailarina restándole importancia al tema.
-Sí, es genial con todos pero mamá siempre le dice a papá que Dani nunca ocupara el corazón de tía San completamente porque ya tiene dueño – Añadió la niña con un aire pensativo.
-¿Quién sabe? – Dijo la bailarina sabiendo perfectamente a lo que su rubia amiga se refería - ¿Qué te parece si hacemos Hot cakes? Muero de hambre – Dijo la bailarina cortando el tema anterior para levantarse de la cama.
-¡¡Siii!! – Grito la pequeña animada mientras seguía a Britt a la cocina.

Luego de un desayuno rápido la bailarina dio una ducha rápida y se fue a cambiar ropa, miro el reloj que marcaba las 11:45 am y supo que sus amigos no tardarían en llegar y no los recibiría vistiendo un pijama, rápidamente eligió una tenida más apropiada para el clima que hacía. Se puso un short color caqui, una camiseta en degradación negra sin margas y unas sandalias como era la mayoría de la ropa que la rubia había escogido para llevar a Hawaii, luego se dirigió al living donde estaba Beth jugando en la consola Wii un juego de boxeo, sin siquiera mirar le ofreció un mando a la bailarina y así estuvieron entre gritos como “Tía Britt eres malísima” o “Estoy barriendo el piso con tu lamentoso trasero niñita”, bailes de victoria improvisados y risas hasta que el sonido de los automóviles llegando las saco de su duelo. Las rubias se acercaron a la puerta y la abrieron para ver a sus amigos alrededor de la joven pareja recién llegada  tomar las muchas maletas que traían (cuatro de Rachel y dos de Finn), la judía se dio vuelta en dirección a Britt y por un momento todos se dieron vuelta también y luego –Como la caracteriza- emprendió una dramática carrera hacia la bailarina abrazándola muy fuerte por minutos, la rubia sentía que estaba perdiendo la capacidad de respirar por el efusivo abrazo que recibía pero fue rescatada por Finn quien también le dio un gran abrazo de oso, pero menos efusivo que el de su novia.

Después de instalar a la joven pareja recién llegada, la pandilla de amigos fue a comer a un restaurant que estaba ubicado al frente de la playa, era muy hermoso el recinto de esos lugares que quitan el aliento, la cena transcurrió entre anécdotas y bromas entre los chicos quienes a pesar de los años no habían perdido esa manera tan especial de tratarse entre ellos, tanto así que ya habían agendado su primer “Diva- Off” para mañana en la noche entre Mercedes, Kurt y Rachel suponiendo que la canción de disputa seria –Por millonésima vez- “Defying gravity”. Luego de terminar de comer decidieron volver a su “hogar” ya iba siendo hora de que llegara Santana y Dani y recién ahí se podría decir que estarían todos juntos, como el restaurant estaba cerca de su destino decidieron irse caminando para apreciar más el paisaje, Brittany iba entretenida hablando con Tina y Mike hasta que sintió como alguien la jalaba del brazo para quedar más atrás de su grupo de amigos.
-Britt, tengo que hablar contigo – Dijo la judía con su tono dramático “Mode on”.
-¿Qué sucede Rachel? – Pregunto la bailarina con curiosidad, nunca se sabía que traía entre manos esa chica.
-Yo lo siento mucho Brittany – Dijo parando de caminar para mirar a la rubia quien también se detuvo con una expresión de sorpresa y desconcierto que animo a la judía a explicarse – Cuando sucedió lo de Santana y ella llego a mi departamento hecha un desastre realmente me desconcerté y no supe que hacer, solo vi por ella que estaba allí conmigo y no por ti que estabas sola quien sabe dónde pasándola igual o peor que ella, realmente debí tratar de ayudarte, siquiera de localizarte…
-Está bien Rachel – Dijo la rubia con un tono suave, restándole importancia al tema – Yo no quería ver a nadie que me recordara a mi pasado, mejor dicho no quería a nadie a mi lado.
-¡¡No está bien Brittany!! ¡¡También eras mi amiga!!... ¡¡También eras nuestra amiga!! – Grito la judía dejando estática a la bailarina y a todos los chicos que desde un rato estaban al pendiente de la conversación de ambas chicas.
-Rachel tiene razón – Esta vez fue Finn el que hablo – Sé que suena muy ridículo pero nadie supo qué hacer con lo que estaba sucediendo.
-Todo era muy raro, nadie esperaba esa clase de acontecimiento entre ustedes – Agrego Sam.
-Era como si tú y ella hubieran intercambiado personalidades y ella fuera la chica frágil que nos necesitaba y tú eras la chica que no necesitaba a nadie a su lado – Sentencio Tina.
-Pero entonces cuando supimos unos meses después de ti por Quinn, realmente fue un gran alivio – Finalizo Rachel abrazada de su novio ya más calmada.
-Yo realmente siento haber desaparecido así, quería escapar de todo y creía que lo había conseguido hasta que encontré a Q – Se detuvo y miro a su amiga que cargaba a Beth quien iba dormida – Mejor dicho, cuando ella me encontró supe que la solución no era huir… Prometo no volver a desaparecer así otra vez.
-Eso es mejor de lo que esperaba – Dijo Rachel abrazando a la bailarina.
-Sin duda la mejor charla grupal de todos los tiempos – Agrego Kurt uniéndose al abrazo de las chicas al que finalmente se unió todo el grupo de amigos.

Luego llegaron a casa y estuvieron hablando más, compartiendo y riéndose de cada cosa que recordaban, entre los cotilleos salió que “Mr. Shue estaba esperando su primer hijo con la ex Srta. Pillsbury” “La entrenadora Sylvester estaba contratando artistas circenses asiáticas como animadoras y metiéndole esteroides a las cheerios que conservaba para que ganaran todas sus competencias” “La coach Beiste estaba saliendo con un fisicoculturista” y más cosas que estaban pasando en torno a las personas que conocían. Poco a poco se acercaba la hora de ir a recoger a la latina y a su “Noviecita” y Brittany cada vez se sentía más nerviosa, salió un rato al patio a tomar aire y se encontró con una hamaca la que no dudo en usar, se recostó y empezó a evaluar su actual situación; estaba a horas de volver a ver a la persona que más había amado en su vida y la que más le había hecho daño y a eso hay que sumarle que transcurridos casi tres años y medio aun no tenía ni la menor idea de porque la había abandonado, y ahora esa chica que había amado como loca volvía a su vida tres años y medio después con una novia y sin haberle aclarado nada “Se fuerte Brittany… Por Quinn, por Puck y por Beth debes ser fuerte, ¡¡Se los debes!! Ellos han estado contigo en los momentos más difíciles de tu vida y tú no puedes estar ausente en el más importante para ellos, deja de actuar como una miedica de una buena vez, ¡¡Ella te dejo hace casi tres años y medio y aun te duele!!, aun esperas una explicación… ¡¡Madura Brittany, los finales de cuentos de hadas no existen… Al menos no para ti!!” Se estuvo debatiendo mentalmente y sin darse cuenta se quedó dormida y no fue hasta que sintió unos manos moverla de un lado a otro que cobro el conocimiento, abrió los ojos y vio a Puck frente a ella.

-Joder Britt, tú sí que tienes el sueño más pesado que he visto en mi vida – Decía el chico con un tono de burla muy característico en él.
-¿Qué quieres Noah? – Pregunto la bailarina incorporándose algo picada por la burla de su amigo.
-En una hora más salimos al aeropuerto a recoger a Santana – Hizo una pausa cambiando su expresión a una más comprensiva – No tienes que ir si no quieres ¿sabes?
-No hay cuidado Puck – Dijo la chica incorporándose de la hamaca – Después de todo accedí a estar con ella por un mes, ir a buscarla al aeropuerto no es nada – Finalizo la chica tranquilamente, aunque por dentro se moría de nervios.
-Esa es mi chica – Dijo sonriente -  A propósito, tengo algo que te encantara – Hablo esta vez con un aire misterioso.
-¿Qué es Puckerman? – Pregunto muerta de la curiosidad.
-Tendrás que esperar hasta mañana para saberlo – Dijo dirigiéndose a la casa – Alístate rubia.
-Serás… - No alcanzo a completar la frase ya que el chico se había metido en la casa – Ni modo, recuerda Britt “Lo hacemos por los Puckerman - Fabray” – Repitió la chica antes de meterse a la casa.

Cuando Brittany se dio cuenta ya estaba arriba de una camioneta familiar con Quinn, Puck, Beth, Tina, Mike, Sugar dentro y otra más grande siguiéndolos con los demás chicos a bordo rumbo al aeropuerto. El camino paso rápido entre conversaciones, bromas y canciones que interpretaban los chicos aunque Brittany por su parte se llevó todo el camino mirando el paisaje que ofrecían las playas y el centro de Hawaii, estaba tan metida en ello que tuvo que recapitular en su mente para recordar donde se estaban deteniendo y al recordarlo no pudo evitar que se le formara un nudo en la garganta, se bajó sin prisa y se puso un jersey negro que alcanzó a coger antes de ser literalmente arrastrada por Quinn a la camioneta. Luego de que todos los chicos se encontraron fuera de los vehículos se dispusieron a entrar al aeropuerto donde buscaron un buen lugar para ser vistos por la latina y su novia a la hora de llegar mientras que un pequeño grupo de ellos conformado por Finn, Sam, Artie, Mercedes y Sugar se adentraban más para esperar a las chicas con esos típicos carteles con los nombres de las personas que esperas, los demás que quedaron se fueron a sentar mientras charlaban la bailarina no sabía qué hacer con la mezcla de emociones que tenía en su interior, Quinn se dio cuenta y se acercó a ella para tratar de tranquilizarla, pero todo esfuerzo hecho por la rubia fue en vano cuando un gritito resonó entre el lugar.

-¡¡Es tía San y Dani!!

Moto Britt:

Ropa Britt:

Finn y Rachel:

Restaurant Hawaii:

Noooo como lo dejas ahi me muerooo

Wow ya se van a volver a ver, actualiza pronto.

Aloha people aquí es dijo otro capitulo, gracias a mis fieles lectoras, gracias a ustedes no me desanimo... Es un hecho que a los 23 seré famosa y conoceré a Naya

Capitulo 5

¡¡Es tía San y Dani!! Resonó en el lugar y aún más fuerte en la cabeza de Brittany, lentamente la bailarina se volteo a ver en dirección a los chicos y pudo reconocer a lo lejos a una chica de estatura baja, cabello rubio teñido y sonrisa de anuncio de pasta de dientes que se unía al grupo y empezaba a saludar a los chicos, pero la siguiente escena la dejo literalmente sin aliento; la bailarina reconoció detrás de la chica recién llegada un cuerpo dolorosamente familiar para ella, podría reconocerla donde sea. La latina traía una blusa negra con flores verdes y azules estampadas y una falda corta y ajustado color azul que hacia resaltar la envidiable figura de la chica que se conservaba igual a como la bailarina la recordaba, traía arrastrando tres maletas tras ella que fueron rápidamente arrebatadas por Finn para luego saludarla, se notaba que la latina había mejorado su relación con el grupo de amigos después de lo sucedido “Al menos algo bueno salió de eso” pensó Brittany quien se puso aún más nerviosa al ver como los chicos señalaban en dirección al grupo al cual pertenecía la bailarina y se dirigían lentamente hacia ellos.

Quinn, Tina, Kurt y Blaine salieron al encuentro de la pareja recién llegada y Brittany por más que quería salir corriendo de ese lugar, puso toda su fuerza de voluntad en tratar de no huir, lo nervios, la rabia y la frustración iban creciendo cada vez más en el interior de la bailarina, nunca pensó que se encontraría voluntariamente en el mismo lugar que la latina nuevamente y verla ahí la hacía revivir sentimientos tormentosos que creía olvidados o al menos no tan latentes.

-Tranquila Britts, si quieres puedes esperarnos en la camioneta – Le dijo Puck al oído mientras ponía una mano en el hombro de la bailarina en señal de apoyo.
-Estoy bien – Dijo en tono convincente al chico mientras le daba una sonrisa fingida.

Estaban todos rodeando a la pareja recién llegada a excepción de una rubia que había quedado literalmente paralizada, tenía una mezcla de nervios e ira que no sabía cómo manejar ¿Qué tenía que hacer ahora? ¿Tenía que acercarse a la pareja y darles su bendición? O gritarle todo lo que tenía guardado en el pecho a la latina desde el día que la dejo, sus pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos cuando vio como Beth parecía buscar algo “Oh-oh” pensó la bailarina antes de que la niña prosiguiera “¿Y tía Britt donde se metió?”  Esa pregunta hizo que todos se voltearan a ver a la bailarina quien estaba aún cerca de los asientos donde habían estado esperando anteriormente, en su mirada se veía una fría llama de ira que no pasó desapercibida por nadie, rápidamente fue salvada por Quinn.

-Tía Britt estaba cuidando mi bolso mientras iba a recoger a las chicas – Intervino rápidamente la rubia acercándose a la bailarina – Dani, ella es Brittany, el eslabón perdido del grupo – Dijo la rubia tratando de hacer desaparecer la tensión que se había formado.
-Hola– Dijo la novia de la latina acercándose a la bailarina con una sonrisa – Yo soy Danielle, pero puedes llamarme Dani, mucho gusto – Saludo la chica con una gran sonrisa, realmente era imposible odiarla.
-Brittany Pierce el gusto es mío – Saludo la bailarina de una manera muy formal.
-Cariño anda, ¿No vienes a saludar a tu amiga? – Dijo la chica volviéndose a Santana, haciendo que todos la observaran, pero la chica estaba pálida - ¿Te encuentras bien? – Pregunto a su novia acercándose a ella.
-S-Si, estoy bien – Respondió saliendo de su trance.

Cuando Quinn le había dicho a la latina que Brittany vendría a su boda no se lo había creído en primera instancia pero luego de la insistencia de la rubia finalmente le había terminado creyendo, había pasado por un infierno desde que decidió dejar a Brittany por ese maldito error que había cometido y ahora tendría la oportunidad de volver a verla. En años anteriores siempre se jacto de que conocía a Brittany como la palma de su mano pero ahora la chica que estaba parada frente a ella ahora era una total desconocida, esos ojos que anteriormente le transmitían amor, ternura y tranquilidad ahora estaban apagados y solo podía ver indiferencia y rabia en ellos, era curioso como sucedían las cosas. Cinco años atrás jamás se hubiese imaginado que Brittany la estaría mirando de esa manera, como si no la quisiera ni un centímetro cerca, se notaba a más de mil leguas que Brittany se estaba esforzando por permanecer ahí “Realmente debe querer a Q para hacer accedido a estar aquí” pensó la latina antes de ser despertada de su trance por su novia.

-Santana ¿Estas segura que te encuentras bien? – Pregunto nuevamente la chica a su novia.
-Si, solo estoy algo cansada por el viaje – Respondió velozmente la latina mirando a su novia y luego a Brittany – Este… Yo… Britt… ¿Qué?...
-Hola Santana ¿Qué tal estas? – Interrumpió la bailarina que se estaba muriendo por dentro “Recuerda, esto lo haces por los chicos” pensaba la rubia mientras le extendía la mano a la latina y fingía una sonrisa.
-… - La latina la observaba con sorpresa, ahí estaba esa rubia dándole una sonrisa descaradamente fingida que trataba de reflejar amabilidad y agrado, pero ella sabía perfectamente que lo único que la bailarina sentiría por ella era rabia, decepción u ¿Odio?, ante este ultimo la chica no pudo evitar una punzada de dolor atravesar su pecho, pero como pudo tomo la mano de la rubia y la estrecho – Bien, algo cansada por el viaje ¿Qué tal tú? – Pregunto siguiendo el protocolo impuesto por la bailarina.
-Bien, gracias – Respondió rápidamente soltando la mano de la latina, su piel seguía siendo igual de suave y cálida como la recordaba, ante este pensamiento no pudo evitar rememorar imágenes de su época de pareja donde había tenido libre acceso a tocar toda la piel de la chica que tenía frente a ella, y después de mucho tiempo… Nuevamente se sintió rota por dentro, era curioso como solo con verla por menos de diez minutos, tres años y medio de intentos de olvido y salir adelante se habían ido a la basura “Brittany Pierce, eres patética” pensó.

- Bueno, en marcha – Hablo Quinn salvando a su amiga bailarina de la dolorosa situación que sabía, la estaba matando – San, tú y Dani se irán conmigo – Ordeno la rubia.

Tras salir todos del aeropuerto fueron a acomodar el equipaje de las chicas en la camioneta de Quinn, luego de conseguirlo se subieron al vehículo donde Puck iba al volante, su casi esposa iba de copiloto, en los asientos de atrás se sentaron Sugar, Tina y Mike obligando a la bailarina a ir en la misma fila que Santana y su novia quien por suerte se había sentado entre ellas y Beth iba arriba de la latina hablando de quien sabe que cosas. Brittany por su parte opto por distraerse con el paisaje que le ofrecía la noche en Hawaii, pero su amiga Quinn no tenia esos planes en mente. La rubia encendió la radio, conecto su móvil y empezó a sonar una canción de Ariana Grande – Problem, la bailarina rápidamente miro el espejo retrovisor y supo lo que su amiga tenía en mente le dirigió una mirada de “Ni se te ocurra Q”

-Me gusta mucho esta canción ¿Qué opinas tu Dani? ¿Conoces a la chica que canta esta canción? – Pregunto la rubia dirigiéndose a la novia de la latina haciendo caso omiso a la silenciosa amenaza en la mirada de la bailarina.
-Claro que la conozco la chica se llama Ariana Grande, es una interprete genial, hace un mes tuve la oportunidad de estar con ella en un evento en L.A ¿Lo recuerdas amor? – Pregunto a la latina que iba entretenida charlando con Beth.
-Claro – Respondió mirando a su novia sin poder evitar observar a la otra rubia más allá de su novia.
-¡¡Oh vaya!! Se nota que es una chica muy talentosa – Dijo la rubia con un aire divertido en su voz, dirigiéndose esta vez a la bailarina mientras la observaba con malicia - ¿Quién pensaría que llegaría tan lejos? Sin duda debe tener un equipo genial ¿No Britt?.
-¿Qué quieres decir exactamente Q? Hablemos claramente – Dijo la bailarina desafiando a la rubia.
-Quiero decir a que si cierta bailarina se hubiera decidido a trabajar con esa chica, ahora sería famosa y no le estaría dando clases a chicos que no tienen idea siquiera de cómo se baila la Macarena – Dijo Quinn picando a su amiga, la chica admiraba a la bailarina y la hermosa iniciativa de enseñarle otra manera de salir de sus oscuros mundos a personas con problemas graves, pero no entendía como la chica había rechazado la oferta de trabajar con esa joven chica talentosa que además se notaba a millas que estaba colada por la holandesa.

-Bueno, quizás a esa bailarina no le interesa la fama Lucy, tal vez lo que la hace feliz es enseñarle a esos chicos que no tienen vidas color de rosas y no recorrer el país como niñera de una chica que está en una fase bicuriosa y tiene un fetiche con personas europeas – Respondió esta vez la bailarina bajo la atenta mirada de todos, esto era definitivamente algo personal.

-¡¡Mierda Pierce, eres la persona más cabeza dura que conozco!! Si no lo fueras ahora mismo estarías recorriendo el mundo con una novia famosa y linda – Grito Quinn lanzándole su bolso a la bailarina, por suerte Beth iba durmiendo y esa niña tenía el sueño de un camionero, nada la despertaba.
-¡¡Que te den Lucy!! Si tanto te gusta la chica ¿Por qué no te fuiste tú con ella? – Dijo la bailarina bajo la mirada sorprendida de todos, sin duda era otra Britt.
-Porque yo tengo una hija pequeña que me necesita y no bailo tan bien como tú – Concluyo con recelo al parecer acostumbrada al carácter de la bailarina.
-Gracias cariño, siempre tan romántica – Dijo Puck con ironía.
-Y además tengo al amor de mi vida, un hombre irremplazable que no cambiaría ni por toda la fama y dinero de este mundo – Dijo la rubia poniendo una mano en su corazón dramáticamente - ¿Así está mejor? – Pregunto después de un rato a su casi esposo.
-Claro que si nena – Dijo con una sonrisa mientras besaba rápidamente a la rubia en la mejilla.
-Un momento ¿Conoces personalmente a Ariana Grande? – Pregunto Dani con un aire de sorpresa dirigiéndose a la bailarina.
-La conocí hace dos años en una convención de danza, la chica trabajaba en ese entonces en un musical de Broadway pero quería salir de ahí para hacerse famosa entre un público más joven.
-Y quería con Britt – Añadió rápidamente Quinn que fue atacada de inmediato con una cartera-proyectil de la bailarina.
-¿Eso es cierto? – Pregunto aun con más curiosidad la chica.
-Se puede decir que la chica andaba bicuriosa – Dijo la bailarina tranquilamente.
-¿Y tú no?... ¿Nunca?... ¿Ella? – Trato de preguntar la latina bajo la mirada de todos, pero al parecer sus ideas no querían fluir con normalidad desde que había visto de nuevo a cierta rubia.
-Nah ella tenía 18 años en ese entonces, sería como su niñera – Respondió tranquilamente la rubia entendiendo perfectamente lo que la latina le había querido preguntar, lo que no pasó desapercibido para la novia de esta.

El resto del viaje se llevó en silencio, al llegar a su “hogar” los chicos prepararon una cena improvisada ya que en un rato más irían a ver el centro de eventos donde se llevaría a cabo la boda, en la cena Brittany se pudo enterar de que Dani era cantante y estaba trabajando en su primer disco, también se enteró de que vivía con Santana hace unos meses en L.A, pero que después de la boda tenían pensado volver a New York. La bailarina se sentía un poco mareada después de tanta información y por la actitud de todos, ahí estaban hablando tranquilamente con la nueva novia de su ex con tanta normalidad como habiendo olvidado que la bailarina estaba ahí o que había sido parte de la vida amorosa de la latina, la bailarina termino rápidamente de cenar y se paró de la mesa con la excusa de ir a tomar aire, salió del lugar y se fue directo hacia una silla que había en el patio del lugar y se sentó en ella, trato de hacer desaparecer ese nudo en la garganta que tenía desde que había visto a la latina pero no podía, sabía que Quinn se había montado ese espectáculo en el auto para tratar de relajarla y para que a la vez Santana supiera que ella también tenía una vida amorosa activa y se lo agradecía pero no era suficiente para ella, la bailarina a lo largo de esos años al contrario de la latina se había estado cerrada a las relaciones formales, solo buscaba encuentros casuales para disminuir el libido y se lo especificaba a sus parejas, pero nunca se había planteado volver a tener una pareja porque el simple hecho de verse con otra persona la aterraba, estaba tan rota por dentro que dudaba que alguien la pudiera reparar “Así es mejor, sin sentimientos, sin falsas promesas, sin heridas… Solo sexo” pensaba luego de vestirse después de un encuentro con alguna chica. Ella sabía que no era sano tener una pareja a la que probablemente le terminaría haciendo daño porque no podía quitarse el fantasma de su relación con la latina “Patético” dijo para sí misma la chica pensando en su actual situación.

En el momento en que Brittany se fue de la mesa y Dani fue a responder una llamada de la disquera con la que estaba trabajando, Quinn aprovecho para interferir.

-¿No crees que ya es momento de que hables con ella? – Se dirigió a la latina ante la atenta mirada de todos los amigo.
-No creo que sea buena idea… Ella no me quiere cerca – Explicaba la morena.
-Es cierto, y creo que nunca te vuelva a querer cerca de ella – Vio como la latina se quedaba paralizada y suavizo un poco más su tono – Esta es tu ultima oportunidad para aclarar las cosas Santana, ella merece saber la verdad.
-Lo sé, solo me aterra la idea de que me odie… Aún más que ahora – Hablaba sinceramente la latina, desde lo de Brittany ya no ocultaba sus sentimientos ante sus amigos – Y además Dani…
-Dani no tiene nada que ver en esto – Interrumpió Fabray – Solo digo que lo más sano es que aclares de una vez por todas las cosas con Britt, tu relación con Dani es un tema a parte… Solo hazlo ¿Si?, Vamos – Animo la rubia - Es Brittany, la chica más tierna del universo ¿No la recuerdas?
-Está bien – Sonrió con nostalgia la morena ante las palabras de su amiga – Lo hare.
-Esa es la Santana López que conozco – Comento Kurt – No la miedosa de hace un rato.
-No te pases Porcelana – Gruño la latina.
-Ahí está Santana – Dijo entre risas Finn haciendo que todos rieran.


No se dio cuenta cuanto tiempo que estuvo ahí hasta que sintió pasos detrás de ella y se volvió para ver a la persona dueña de sus últimos pensamientos, la chica se detuvo a una distancia prudente y sin mirarla a los ojos como asustada o ¿Avergonzada? “¿Dónde está la Santana López que conocí?” pensó la rubia al ver esa nueva faceta de la latina que finalmente hablo.

-Quinn dice que te alistes porque vamos a ir a ver el centro de eventos – Hablo rápidamente la chica, si Brittany no la conociera diría que en su voz habían ¿Nervios?
-Vale – Fue lo único que se limitó a decir la rubia poniéndose de pie.
-Britt… Yo – Trato de decir la latina.
-No me llames “Britt”,  como si fuéramos algo– Interrumpió la bailarina dejando helada a Santana ante la fría respuesta – Por favor – Dijo la rubia al ver la reacción de la latina.
-Lo siento – Dijo triste – Yo solo… Yo lo siento tanto Britt… Brittany – Corrigió rápidamente al ver la incomodidad en el rostro de la rubia – Lamento todo, sé que fui una cobarde y no tengo una excusa que pueda hacerte sentir mejor, es sin duda la peor decisión de mi vida, pero si pudiera yo…
-Todo este tiempo – Interrumpo nuevamente la rubia – Me he pasado preguntándome día tras día ¿Qué fue eso tan mal que hice para que te fueras?...
-Brittany… Yo… - Ver el dolor en el rostro de la rubia la mataba.
-Los primeros meses pensé “Algo debe haberle pasado a San” así que continúe buscándote… ¡¡Te busque por dos años Santana!! – Hizo una pausa – No… Te rogué por dos malditos años – Dijo con rabia la bailarina recordando las llamadas que hacia constantemente a la latina donde no obtenía nada más que monosílabos con suerte– Luego te empecé a odiar como a nadie – Ante esta comentario la latina se quedó paralizada y unas lágrimas resbalaron por sus mejillas cosa que ablando un poco a la rubia, pero no iba a dar su brazo a torcer ante Santana López esta vez, ni nuca más – No fuiste una cobarde Santana, solo no me amabas lo suficiente – Concluyo la rubia fríamente.
-Eso no es cierto – Exclamo Santana con los ojos aguados – No fue así… Yo – Se quedó en silencio, lo que la rubia lo tomo como una afirmación de lo que pensaba.
-¿Sabes qué? Da igual, tu ahora estas con Dani, es con ella donde perteneces – A pesar de mantener su máscara de frialdad, cada palabra iba dejando una herida en el corazón cansado de la rubia – Lo que hubo entre nosotras ya paso, no termino de la mejor manera pero ya está y no podemos hacer nada – Estaba tratando de sonar lo más convincente posible – Ahora estamos aquí por Quinn y Puck que al fin se casaran y lo más sano es que tratemos de dejar todo de lado y enfocarnos en ellos – Trato de sonar lo más lógica – Lo merecen.
-Tienes razón Brittany… En serio yo me siento como una mierda, nunca debí – Decía la latina mirando a la rubia a los ojos mientras se limpiaba unas lágrimas que resbalaban por sus mejillas, ella sabía de primera mano lo reservada que era la latina con sus sentimientos y tenerla frente a ella llorando era muy confuso.
-Dejémoslo así ¿Esta bien? – Propuso la rubia con un sentimiento de culpabilidad por hacer llorar a la latina “Eres malditamente débil” se reprendió mentalmente – No sé si en algún momento podre confiar en ti, francamente lo veo muy poco probable, pero por los chicos hay que tratar de llevarlo bien este tiempo – Propuso la rubia y la latina no pudo ocultar su sorpresa – Fuimos Unholy Trinity ¿No? – Dijo esta vez con un poco de nostalgia en su voz.
-Claro que sí, incluso cuando Q se tiñó el cabello rosa y se hizo ese tatuaje ridículo nunca dejo de ser una de nosotras – Recordó con una sonrisa triste la latina – Entonces ¿Amigas? – La latina le extendió la mano y miro con una expresión suplicante a la rubia al ver que no la cogía.
-Amigas – Finalizo la rubia estrechando la mano de la latina – Ahora vamos adentro antes de que Quinn nos venga a buscar y nos arrastre – Sugirió la rubia.
-Tienes razón, con esto del casamiento Q cree que tiene el poder de mandarnos como esclavos – Dijo la morena con fastidio mientras se dirigía dentro de la casa – No me sorprendería si me dijeran que Q es algo de la entrenadora Sylvester – Dijo metiéndose a la casa.

“¿Amiga de Santana López?... Solo a ti se te ocurre eso Brittany S Pierce” dijo la bailarina al ver como la Santana se metía a la casa.

-Definitivamente patética – Fue lo último que dijo antes de emprender camino detrás de la morena.

Santana:

Dani:

Me parece bien que Britt se mantenga fuerte frente santana, por que le habrá abandonado, gran capitulo, hasta la próxima actualizacion.

que buen capitulo, pobre britt, me da lastima, al final santana no le dijo porque la abandono
nos vemos en la proxima, espero que sea pronto
    

me encanta tu historia me atrapo, todos los dias me meto haber si ya publicaste asi que  por favor no dejes de escribir